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Soneto XXIII
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello, blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;
coged de vuestra alegra primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.
Contexto
El texto que estamos analizando pertenece al Renacimiento, una
época que supone un cambio de mentalidad con respecto a la Edad
Media y cuyos pilares se asientan ya en la Italia del siglo XIV. La
imitación de los clásicos grecolatinos (Platón, Ovidio, Homero...) y la
aplicación de los principios de humanismo serán sus principales
características. Esta nueva ideología también está condicionada por el
ascenso de una nueva clase social: la burguesía, los nuevos
descubrimientos geográficos, que cambiarán la concepción del mundo
y los nuevos inventos, entre los que destaca la imprenta. Así, el
teocentrismo medieval deja paso a un antropocentrismo donde el ser
humano se sutúa en el centro de un universo y la vida ya no es un
valle de lágrimas, sino un lugar para disfrutar de la naturaleza y del
amor. Además, el texto lo podemos situar en el primer Renacimiento
español que sucede bajo el reinado de Carlos V, donde penetran todas
las innovaciones italianas, de moda en Europa.
Autor
El autor de esta composición es Garcilaso de la
Vega, que responde al ideal de hombre renacentista,
experto en armas y letras que desarrolla su obra
literaria en la primera mitad del siglo XVI. Aunque
su obra poética conservada es breve, Garcilaso
constituye uno uno de los mayores difusores de las
innovaciones italianas en España, como el
endecasílabo o el soneto.
Tema
El tema de la composición se centra en los
tópicos del carpe diem, por el que el poeta invita a la
muchacha a aprovechar su juventud y el tempus
fugit por el que le aconseja que aproveche el
momento presente mientras es joven y bella, porque
el tiempo pasa irremediablemente, llegan la vejez y
la muerte y ya no es posible volver atrás.
Ampliación del tema
La descripción de la dama se manifiesta en un retrato poético
circunscrito al busto (cabeza, cuello y hombros) y ajustado a unos
cánones estéticos preestablecidos:
RASGO CORPORAL
TÉRMINO REAL
TÉRMINO IMAGINARIO
cabello
rubio
oro
mejillas
sonrosadas
rosa, azucena
ojos
luminosos, radiantes
(fuego)
cuello
blanco, erguido
Se trata de un retrato físico con elementos por sustitución metafórica.
Son metáforas ascendentes, puesto que el elemento de la naturaleza
(objeto imagen) es más hermoso. Es una descripción repetida por
todos los poetas renacentistas, que refleja la figura femenina en un
tópico, basado en imágenes lexicalizadas.
Estructura interna
El texto ofrece una perfecta simetría que nos
permite realizar una división bipartita: los dos
cuartetos se refieren a la belleza de la juventud; en
los dos tercetos el poeta advierte de la conveniencia
de gozar de la primavera de la juventud, pues el
invierno de la vejez llegará pronto.
Estructura externa
El poema es un soneto, formado por catorce
versos endecasílabos de rima consonante, agrupados
en dos cuartetos y dos tercetos. El esquema de rima
es (ABBA, ABBA, CDE, DCE).
Recursos literarios
Técnica y estilísticamente es un soneto de gran
calidad. Hay riqueza de adjetivos – ardiente,
honesto, blanco..., – gradación dinámica de los
verbos del segundo cuarteto – mueve, esparce,
desordena – y abundancia de imágenes – vena de
oro, primavera, nieve, cumbre. El valor metafórico
de primavera, nieve, cumbre, edad ligera embellece
el poema. Es llamativo el hipérbaton, que destaca
elementos esenciales del mensaje, así como,
métricamente, el encabalgamiento.
Conclusión
Acabamos de analizar un poemadonde se
desarrollan los tópicos del carpe diem y tempus fugit
desde un tratamiento renacentista para lo cual el
autor, Garcilaso de la Vega, usa el soneto, estrofa
introducida por él mismo desde sus viajes como
soldado del ejército a la vecina Italia, en la época del
imperialismo español, concretamente en la primera
mitad del siglo XVI, bajo el reinado de Carlos V.