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MULTIVERSIDAD CAMPUS VERACRUZ PROFRA. EILIANA HERNÁNDEZ VALLEJO ASIGNATURA GRADO BLOQUE SABER DECLARATIVO PROPÓSITO INTRODUCCIÓN A LAS CIENCIAS SOCIALES Primer semestre III. Identifica el ámbito de las ciencias sociales. Ciencias Sociales Derecho Economía Reconoce el objeto y papel de las ciencias sociales al describir de forma general cómo en su conjunto abordan el estudio del hombre y la sociedad, a partir de ejemplos de su campo de acción en diversas situaciones de su vida cotidiana. AUMENTO DEL IVA A ALIMENTOS CHATARRA Y REFRESCOS A PARTIR DEL 1º DE ENERO DE 2014 A partir de este 1º de Enero de 2014 los consumidores mexicanos verán un aumento en los precios de varios alimentos considerados “chatarra“ así como a los refrescos, chicles y gomas de mascar entre otros. En resumen, a partir del 1º de Enero DE 2014 el aumento del IVA y por ende de los precios de estos productos será como sigue: Alimentos “chatarra”: Se ha establecido un aumento del 8% el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a alimentos con alto valor calórico de 275 kilocalorías (o mayor) por cada 100 gramos. En esta categoría se encuentran incluidos los chocolates, dulces, helados, galletas, pan dulce, cervezas y refrescos. Quedan excluidos los panes como el bolillo, la chapata y la tortilla o alimentos para bebés y lactantes. Refrescos y bebidas azucaradas: El aumento será de $1.00 peso por litro tanto para las bebidas saborizadas así como jarabes, concentrados, polvos, y otras presentaciones que al diluirse permitan obtener bebidas saborizadas y que contengan cualquier tipo de azúcares añadidas. Chicle o goma de mascar: El chicle deja de ser considerado como un alimento y por consiguiente pasa a tener un IVA del 16%. Estas medidas son y serán sin duda puestas en tela de juicio por algunos, pero considero que cualquier medida que se tome para combatir el terrible fenómeno de la obesidad en México es un paso hacia la dirección correcta. Por supuesto esto no es suficiente y será indispensable concentrar muchos esfuerzos adicionales hacia la prevención y la educación de todas y todos para mejorar algunos hábitos alimenticios nefastos muy arraigados entre la población. COCA-COLA CUESTIONA IMPUESTO AL REFRESCO Un impuesto especial propuesto en México a las bebidas azucaradas como parte de una reforma fiscal es discriminatorio e incompatible con una buena política fiscal. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, presentó ayer una propuesta de reforma hacendaria y seguridad social que contempla un gravamen especial de un peso por litro a las bebidas azucaradas, como una medida para combatir la obesidad. "Un impuesto sobre bebidas no está justificado. La gente consigue calorías de muchos alimentos y fuentes de bebidas, y un impuesto sobre un producto no va a resolver un problema tan complejo como la obesidad", dijo la firma en un comunicado. Coca-Cola agregó que los refrescos y otras bebidas endulzadas con azúcar representan sólo entre el 5.5% y el 6.6% de las calorías promedio en la dieta de los mexicanos, considerados los mayores consumidores per cápita de refrescos en el mundo, según la propuesta de reforma. En México, Coca-Cola vende más de 60 marcas de bebidas no alcohólicas, de las cuales 40% son sin azúcar, bajas en calorías o sin calorías. La compañía dijo además que el consenso entre economistas es que los impuestos al consumo, o en particular los dirigidos a los alimentos y bebidas, a menudo afectan a los consumidores pobres y de ingresos medios. LA INDUSTRIA TAMBIÉN RECHAZA EL IMPUESTO Representantes de la industria refresquera de México secundaron la opinión de Coca-Cola y señalaron que el proyecto del Ejecutivo haría poco por combatir la obesidad y golpearía a las empresas y a los consumidores, especialmente a los más pobres. "Nos parece que no abona a resolver el problema de la obesidad", dijo a Reuters el director de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos. "El impuesto representa entre un 15% y un 20%, y se recarga en muchísima mayor proporción en las familias de menores ingresos de este país”. México, un país con 117 millones de habitantes, tiene un consumo de cerca de 163 litros de refresco per cápita, uno de los más altos en el mundo, y el Gobierno espera recaudar 12,000 millones de pesos (unos 915 millones de dólares) con el nuevo impuesto. Los mayores embotelladores Coca-Cola en México son Coca-Cola FEMSA y Arca Continental, mientras que la de Pepsi es Cultiba. En tanto que la cadena productiva de la caña de azúcar afirmó que el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas "no resuelve la obesidad, castiga a las familias más pobres e incrementa el desempleo". En un comunicado conjunto, la Cámara Nacional de las Industrias Azucareras y Alcoholeras, la Industria Refresquera Mexicana y la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar, entre otros organismos, expusieron se disminuiría el consumo calórico de la dieta en una mínima proporción. Este impuesto, abundaron, frena el crecimiento económico del país, ya que afecta la cadena productiva de caña de azúcar, azúcar, proveedores, bebidas saborizadas, trabajadores y tienditas. Asimismo, genera desempleo e inflación y provocaría entre 15% y 20% de incremento en el precio al público de las bebidas saborizadas, por lo que "es un impuesto que va a pagar el consumidor". IMPUESTOS A LOS REFRESCOS: ESTRATEGIA PARA LA PREVENCIÓN DE OBESIDAD La prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado significativamente en México. Aunque son múltiples y complejas las causas del incremento generalizado del sobrepeso y la obesidad en el mundo, existe evidencia de que el consumo de bebidas azucaradas como los refrescos, aumenta el riesgo de obesidad, diabetes tipo dos y otras enfermedades crónicas. Al menos 19 países en el mundo han implementado o propuesto impuestos a bebidas azucaradas como una política pública para reducir su consumo y disminuir la prevalencia de sobrepeso, obesidad y otras enfermedades relacionadas. Un impuesto al refresco se ha recomendado como una medida que puede impactar directamente el consumo de estas bebidas, sobre todo en países con altos niveles de consumo y altas prevalencias de obesidad. Estimaciones con la ENIGH muestran que si aumentara el precio del refresco, los hogares aumentarían el consumo de agua y leche. No se encontró que con aumento de precios aumentara el consumo de jugos o aguas preparadas con azúcar. Estos análisis también muestran que el impuesto no afectaría de manera diferencial a los más pobres dado que los hogares en los quintiles más bajos de ingreso y los hogares que viven en municipios con altos grados de marginación son los que reducirían más el consumo de refrescos ante aumentos en precios. Un impuesto al refresco tendría también importantes beneficios en salud. Estimaciones preliminares muestran que la reducción en el consumo de refrescos podría reducir en 12% los casos nuevos de diabetes, lo que implicaría un ahorro en costos directos de atención médica entre 4 y 21 mil millones de pesos. De igual forma, la reducción del consumo de refrescos podría reducir al menos en 1% la prevalencia de sobrepeso y obesidad, lo que representaría un ahorro en costos directos de atención de casi 7 mil millones de pesos.