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Rol neurotóxico del óxido nítrico en la Retinopatía del Prematuro Resumen La hipoxia-isquemia por asfixia perinatal (AP) es causa de lesiones en la retina, pudiendo llevar a la ceguera por retinopatía proliferativa isquémica (RPI), patología que incluye a la retinopatía del prematuro (ROP). Previamente demostramos por estudios de microscopía óptica y electrónica, utilizando un modelo experimental de AP, signos de neurodegeneración y la formación de una membrana epirretinal con gliosis y neovascularización. El objetivo de este trabajo fue estudiar el rol del óxido nítrico (NO) como posible factor desencadenante de estas alteraciones, haciendo una curva de tiempo en su expresión y actividad a los 7, 15, 21, 30 y 60 días postnatal en ratas sometidas a AP; analizando la aplicación de hipotermia como estrategia terapéutica. Con inmunohistoquímica para nNOS (óxido nítrico sintasa neuronal) encontramos que a partir de los 21 días, aumenta significativamente la inmunomarcación de neuronas amácrinas y ganglionares de retinas sometidas a AP. Esto fue coincidente con el análisis de homogenatos de retina, en que aumenta significativamente también a los 21 días la actividad enzimática y expresión de nNOS por western blot. Por inmunofluorescencia múltiple observamos colocalización nNOST-OH (tirosina hidroxilasa) en células amácrinas y ganglionares, que liberarían NO en exceso afectando a las propias neuronas ganglionares y a la astroglía (células de Müller y glía perivascular). En AP además, la astroglía se marca intensamente con GFAP (proteína gliofibrilar ácida) y N-Tyr (nitrotirosina), un marcador de nitrosilación proteica por impacto del NO. Estos datos indican que, como resultado de la AP, se genera una cascada de eventos moleculares neurotóxicos en la retina, evidenciables a partir de los 21 días. En los animales sometidos a AP en condiciones de hipotermia no se desarrollaron alteraciones, poniendo de manifiesto su potente efecto protector. En conclusión, proponemos que el NO es un desencadenante de daño retiniano y que una profundización en el estudio del efecto de la hipotermia podría permitir el desarrollo de terapias tempranas que eviten el daño y mejoren la calidad de vida del paciente. 2 Introducción La asfixia perinatal (AP), posee una incidencia de entre 2 a 4 casos por cada l000 nacimientos a término, relación que aún no se logró reducir a pesar de los avances en el cuidado obstétrico y perinatal (Hill l99l, Younkin l992). Aproximadamente cuatro millones de recién nacidos al año sufren esta afección, de los cuales una tercera parte fallece, otro tercio se desarrolla normalmente, y el tercio restante sufrirá daños neurológicos, entre los cuales se incluyen diferentes grados de retinopatía isquémica (Hill l99l, Younkin l992; WHO report, 1991). En países subdesarrollados además, la AP es un problema aún más grave, debido a que las precauciones o los cuidados no son aplicados en forma adecuada (Costello, 1994). La gravedad sufrida durante el parto no se relaciona con un pronóstico de morbo-mortalidad, y es así como en casos de AP graves pueden no desarrollarse lesiones neurológicas mientras que casos leves pueden terminar en parálisis cerebral o muerte. Por otro lado, todo parece indicar que debe existir una predisposición para desarrollar una lesión en el sistema nervioso central (SNC). El crecimiento y desarrollo normal de un feto depende de un adecuado intercambio de gases, nutrientes y productos de deshecho con la placenta y si estos mecanismos no funcionan apropiadamente se establece una insuficiencia de los requerimientos fetales. En este caso es preponderante el aporte de oxígeno, el que si escasea o falta transitoriamente, llevará a un estado de asfixia aguda o crónica. En la mayoría de los casos de AP, la causa de difícil identificación, y entre las conocidas las más comunes incluyen la compresión de cordón umbilical, malas maniobras obstétricas, placenta previa, desprendimiento de placenta, envejecimiento placentario, hemorragia y/o anemia materna, toxemia gravídica, e infarto placentario. El síndrome de distrés respiratorio y la apnea neonatal representan también causas de AP. 3 En conclusión, la AP se encuentra entre aquellas afecciones que inducen un estado de hipoxia-isquemia global en el SNC, siendo la gravedad de las secuelas dependientes del grado de severidad y el tiempo en que se mantiene el arresto de oxígeno. Entre las secuelas que se harán evidentes a corto o largo plazo se destacan el Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad (DSM-III, American Psychiatric Association, 1987), epilepsias, retardo mental, la parálisis cerebral o espasticidad; alteraciones auditivas y visuales (Younkin, 1992). Entre las últimas, la retina es particularmente sensible a la isquemia, siendo sus capas más internas (limitante interna, fibras del nervio óptico, células ganglionares, plexiforme interna y nuclear interna) las más sensibles. Si bien numerosas hipótesis se han postulado acerca de esta sensibilidad diferencial en respuesta a la noxa hipóxica ninguna de éstas ha sido totalmente confirmada (Osborne, 2004). Numerosos mecanismos han sido involucrados en el daño neuronal en la AP. Entre los más importantes se encuentran la liberación de aminoácidos excitatorios (Choi, 1987, Loidl, 1993), la generación de radicales libres (ROS), la liberación de óxido nítrico y otros neurotransmisores, la acumulación de ácido láctico, el masivo ingreso de calcio a las células, la degradación de los fosfolípidos de membranas y lipoperoxidación (Farooqui, 1994) y las alteraciones en el citoesqueleto axonal (neurofilamentos) (Cebral, 2006). Estos mecanismos inician una cascada de eventos moleculares que conducen a la muerte celular por apoptosis o necrosis. En este proceso, el ácido glutámico produce una sobreactivación de sus receptores, incluyendo entre ellos los NMDA y AMPA (Farooqui, 1991), generando un incremento del influjo de calcio y en consecuencia la liberación de óxido nítrico (NO) por activación de la óxido nítrico sintasa (NOS). El NO fue propuesto como causante de daño cerebral durante la isquemia (Beckman, 1991; Dawson, 1991). Finalmente la producción de especies reactivas del oxígeno (ROS), 4 inducen la activación de lipasas, fosfolipasas, proteasas y proteínas kinasas. Dado que la retina es un órgano compuesto por tejido nervioso, es particularmente vulnerable al daño oxidativo, debido a su alta concentración de ácidos grasos rápidamente peroxidables. Aunque los daños excitotóxico y oxidativo pueden ocurrir independientemente, hay una buena correlación entre la formación de ROS y la activación del receptor glutamatérgico (Choi, 1987; Coyle, 1993). Los antioxidantes por ejemplo atenúan la neurotoxicidad mediada por receptor de glutamato en cultivos celulares, esto indicaría que la formación de ROS y la liberación de glutamato estarían relacionados en una serie de eventos moleculares que provocan muerte neuronal durante la isquemia (Dykens, 1987; Chan, 1990; Monyer, 1990; Pellegrini-Giampietro, 1990). Por otro lado, hemos visto que el sexo de los animales sometidos a AP cobra importancia, ya que los machos son más lábiles al daño hipóxico-isquémico (Loidl, 2000). Soustiel y col. (2005) han observado que en las hembras, el estradiol contribuiría en un efecto neuroprotector ante un evento isquémico, al modular la expresión de Bcl-2 mediante receptores específicos. Retinopatía desencadenada por AP La AP puede desarrollar en casos severos, diferentes grados de retinopatías, pudiendo llevar a la ceguera. En nuestro laboratorio, utilizando un modelo experimental de AP en ratas, encontramos una histopatología compatible con la descripción de retinopatía proliferativa isquémica (RPI), caracterizada por presentar neovascularización e hipertrofia glial de las células de Müller en las capas más internas 5 de la retina (zona epirretinal), como se observa en diferentes afecciones tales como diabetes mellitus, oclusión de venas retinales y retinopatía del prematuro (ROP) (Rey Funes, 2003). En países con tasas de mortalidad infantil de entre 1 y 6 ‰ la ROP está emergiendo como la mayor causa de la ceguera evitable en los niños (Palmer, 1991, Wright, 1998; Gilbert, 2001). Retinopatía del prematuro (ROP) Los niños con riesgo de desarrollar ROP son aquellos prematuros de bajo peso colocados en incubadoras en condiciones de hiperoxia y los que reciben oxigenoterapia. En el prematuro menor de 32 semanas, la estructura vascular de la capa coroides se completa en períodos tempranos de la vida fetal y es el sustento nutricio de las capas de la retina. El tejido coroideo es altamente vascularizado, y es conocido que carece de la capacidad de autorregular el aporte de oxígeno en casos de mayor flujo sanguíneo o aumento de la PaO2 (Hardy, 2000), por lo cual la hiperoxia de las incubadoras, a la que son expuestos los bebés nacidos en forma prematura, resulta tóxica. Esto es particularmente nocivo en los prematuros, ya que sus tejidos, al ser inmaduros, no tienen eficazmente desarrolladas sus defensas antioxidantes, como los sistemas enzimáticos superóxido dismutasa, catalasa y glutation peroxidasa (Jancov, 2001). El desarrollo de la ROP consta de dos fases. La primera, se caracteriza por una lesión de tipo oxidativa que daña el endotelio y oblitera los vasos en formación, resultando en un área avascular observable en la periferia de la retina. El bajo metabolismo en esta última zona, es la responsable de inducir la segunda fase, en que 6 se desencadena neovascularización debida a la liberación de factores angiogénicos y de crecimiento celular y vascular como el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), como respuesta a la hipoxia (Hardy, 2000; Jancov, 2001; Smith, 2003). Actualmente estamos viendo que la adrenomedulina, además de ser un vasodilatador, jugaría también un papel importante como factor estimulante de la angiogénesis (Rey Funes, 2006) Rol del NO como neurotóxico inductor de RPI: El NO es una molécula gaseosa que puede actuar como un mensajero intracelular o un radical y se lo encuentra en varios sistemas celulares: células endoteliales, macrófagos y neuronas. La enzima responsable de su síntesis, la óxido nítrico sintetasa (NOS), difiere en los tres sistemas mencionados, presentando isoenzimas que son denominadas nNOS, eNOS y iNOS (Bredt, 1990) respectivamente, siendo las dos primeras constitutivas y la última inducible. La nNOS puede considerarse específica de su cofactor nicotin-amida-adenina-dinucleótido-fosfato diaforasa neuronal (NADPH-d) (Dawson, 1991; Hope, 1991), lo cual hace posible localizar NOS mediante el método histoquímico de NADPH-d (Thomas y Pearse, 1964). La nNOS es calcio-calmodulina dependiente y produce NO a partir de Larginina. El depender de la calmodulina sugiere que el NO sólo se sintetiza luego del incremento de Ca++ intracelular, lo cual llevó a la hipótesis de que su activación se encuentra ligado a receptores NMDA que contienen canal iónico para Ca++ (Moncada, 1993; Dawson, 1994). 7 La síntesis de iNOS es independiente de la concentración de Ca++ y es activada cuando se requieren grandes cantidades de NO durante un período prolongado, como ante eventos de isquemia, lo cual puede producir aún mayor daño neuronal (Chao, 1992). Por ello, existe controversia acerca del rol del NO como neuroprotector o neurotóxico, y de acuerdo a numerosos trabajos, parece comportarse de una u otra manera según el estado de oxidorredución en que se encuentra (Lipton y Stamler, 1994). Se ha establecido que el NO cerebral aumenta como respuesta a la estimulación de los receptores ionotrópicos de aminoácidos excitatorios tipo NMDA, impactando sobre la guanilato ciclasa soluble citosólica de las células blanco, con la consiguiente formación de GMPc. El rol de este segundo mensajero en la acción del NO aún no está claro. Respecto del daño neuronal provocado por un proceso de hipoxia-isquemia, se ha planteado que existe una población neuronal que muere durante la isquemia, pero la muerte de otras células no ocurre inmediatamente sino que se requiere de horas o a veces días para que esto suceda (Kirino, 1982; Pulsinelli, 1982). A este tipo particular de muerte neuronal se la denomina muerte neuronal “postergada” (Dragunow y Preston, 1995). Esto provee una ventana temporal durante la cual la muerte celular podría ser reducida si se aplica un tratamiento eficaz. Aunque el NO es un mensajero intracelular relevante, cuando es generado en altas concentraciones, durante un proceso hipóxico-isquémico, puede desencadenar una cascada neurotóxica (Palmer, 1987; Dawson y Snyder, 1994; Dawson y Dawson, 1996; Moncada, 1993), al reaccionar con el anión superóxido, originando peroxinitrito (ONOO-) que es altamente reactivo y que en su forma protonada decae rápidamente formando OH y NO2 (Beckman, 1990). Además el NO por sí mismo puede ser tóxico para las neuronas (Garhtwaite, 1991). 8 Estrategia terapéutica: Evidentemente el tratamiento más efectivo para las afecciones producidas por la AP sería la prevención. Sin embargo, dadas las causas que la provocan, es imprescindible la evaluación de otras estrategias terapéuticas preventivas del daño neurológico y oftalmológico a largo plazo. Tratamiento hipotérmico: A partir de estudios previos en el laboratorio, la disminución de la temperatura de 37°C a 15°C resulta en un significativo aumento en la sobrevida de los animales experimentales sometidos a la AP. Cuando la AP se induce a baja temperatura (15°C), casi el 100% de la camada experimental sobrevive más allá de los 100 minutos de asfixia (Loidl y col., 1993; 1997; 1998). Además la hipotermia durante la AP tiene un efecto preventivo de las consecuencias de la AP a largo plazo. Este hallazgo concuerda con los estudios experimentales que demuestran que las bajas temperaturas protegen las neuronas que fueron sometidas a isquemia cerebral transitoria. El efecto protector estaría relacionado en un principio con la reducción de las demandas energéticas cerebrales y el consecuente ahorro en el consumo de ATP (Young, 1983). También, el tratamiento hipotérmico retrasaría la instalación de una acidosis extracelular por acumulación de lactato, el cual fue propuesto como neurotóxico (Nedegaard, 1991). Se han realizado algunas aplicaciones clínicas combinando hipotermia y presión positiva de oxígeno en recién nacidos asfícticos que prometieron ser muy exitosas (Westin, 1971). Así, existen antecedentes de experiencias clínicas en que neonatos asfícticos fueron inmediatamente colocados en agua a una temperatura de 8 a 14°C hasta que presentaron respiración espontánea no asistida. Luego de este 9 tratamiento se los controló durante 3 años evaluando su desarrollo; resultando normales en todos los casos, incluso sin presentar episodios convulsivos (Dunn y Miller, 1969). No queda claro por qué estos estudios no han tenido mayor repercusión médica siendo que la muerte post-asfixia es cercana al 35%. Aunque no hay controversias en cuanto a que una larga exposición al frío es perjudicial, no existen evidencias de que una disminución transitoria de la temperatura corporal lo sea. Estas evidencias clínicas históricas fueron prácticamente olvidadas hasta que a principio de los años 80 la hipotermia vuelve a tomar vigencia como agente neuroprotector en el infarto cerebral (Globus, 1987, Globus, 1989). En experimentos previos del laboratorio, se ha observado que la AP a 37°C (en condiciones de normotermia) presenta una mortalidad del 100% luego de 22 minutos de asfixia. Sin embargo, a 15°C el 100% de los animales sobrevive. Por lo tanto la mortalidad producida por AP (a 37°C) puede ser disminuida al cambiar la temperatura (Loidl, 1997). Como se mencionó anteriormente, en el laboratorio se ha demostrado que la hipotermia protege de los cambios ultraestructurales en neuronas (necrosis y citomegalia neuronal a los 6 meses de edad) (Loidl, 1997). Por otro lado la inducción de la AP en condiciones de hipotermia previene la formación de astrocitosis reactiva así como la hipertrofia de neuronas que expresan NADPH-d que se observan a largo plazo en animales asfícticos. 10 Objetivos Los objetivos propuestos fueron los siguientes: Estudiar la participación del NO como posible agente neurotóxico involucrado en el desarrollo del daño hipóxico-isquémico en la retina. Analizar las consecuencias que desencadena el NO a nivel molecular, bioquímico y estructural en diferentes edades de animales que fueron expuestos a AP. Evaluar la aplicación de hipotermia como estrategia terapeútica. 11 Materiales y Métodos Modelo de desarrollo de RPI por asfixia perinatal (AP): Animales En todos los casos se utilizaron ratas de la cepa Sprague-Dawley, con calidad genética y sanitaria certificada en el bioterio del Instituto de Biología y Medicina Experimental, siguiendo las normas internacionales de FELASA (Federation of European Laboratory Animal Science Associations). Todos los procedimientos relacionados con el manejo y tratamiento de los animales fue realizado de acuerdo con la guía de cuidados para animales de laboratorio (revisada en 1996) de los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos de Norteamérica (National Institute of Health Guiñe for the Care and Use of Laboratory Animals - Publications No. 80-23). Inducción de la asfixia Se utilizaron ratas preñadas (n = 52) en el último día de gestación (22 días). Las mismas fueron anestesiadas con hidrato de cloral 28% P/V (0.1ml/100g/peso); y rápidamente histerectomizadas. Posteriormente, los fetos aún contenidos dentro del útero extirpado, se sumergieron durante 20 minutos en: agua a 37°C (asfixia perinatal severa en normotermia, AP) o agua a 15°C (AP en hipotermia, HIP). Inmediatamente 12 luego de la AP, los fetos fueron extraídos del útero, secados de sus fluidos y estimulados manualmente a respirar, siendo un signo importante de su recuperación el boqueo o “gasping” (Fig. 1) Se procedió entonces a ligar el cordón umbilical, y se mantuvo bajo observación a los animales durante los 40-80 minutos posteriores al alumbramiento manual. Los sobrevivientes fueron colocados con una rata madre sustituta (la cual tuvo cría normalmente el mismo día), reemplazando parte de sus recién nacidos por los experimentales asfícticos previamente identificados. Se consideraron animales experimentales únicamente aquellos que cumplieron con los siguientes parámetros: (1) longitud occipitocaudal > 41 mm; (2) peso > 5 g. En experimentos previos (Loidl, 1998) ha sido determinado que el porcentaje de sobrevida de los animales depende del tiempo y de la temperatura en que se induce la AP. En la AP en normotermia (37°C), existe un 100% de sobrevida hasta 15 min., 20% de sobrevida a los 20 minutos y 0% de sobrevida más allá de los 22 min. En cambio, en condiciones de hipotermia (15°C), la sobrevida se extiende dramáticamente hasta un 100% a los 100 minutos, siendo 0% recién más allá de los 145 min. Además, ha sido observado que las ratas hembras presentan una sobrevida significativamente mayor que los machos sometidos a AP en condiciones de normotermia. En el presente estudio se utilizaron solamente ratas macho para evitar la influencia de los estrógenos, generándose los siguientes grupos experimentales: a) Controles nacidos por cesárea (CTL), b) AP durante 20 minutos a 37°C (AP). c) AP durante 20 minutos a 15°C (HIP). 13 El modelo animal utilizado ha sido aprobado por los Comités de Ética del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IByME), Buenos Aires, Argentina; del Karolinska Institutet, Estocolmo, Suecia; de la UCLA, San Diego, Estados Unidos de Norteamérica y del Akademisch Ziekenhuis Maastricht (AzM), Maastricht, Países Bajos. Obtención del tejido Cuando los animales sometidos a AP (en condiciones de normotermia e hipotermia), y sus controles, cumplieron los 60 días de edad, estos fueron anestesiados con hidrato de cloral 28% P/V (0.1ml/100g/peso) por vía intraperitoneal, enucleados y sacrificados. Luego, se descartaron los polos anteriores de los ojos y los cristalinos, para facilitar la fijación de los polos posteriores que contienen las retinas. La fijación se realizó por inmersión de las mismas en una solución de paraformaldehído al 4% en buffer fosfato 0,1M pH 7,4 por 24 horas a 4°C. Luego se procedió con el material de estudio de la siguiente manera: Procesamiento de los tejidos para Microscopia Optica (M.O.) Inmunohistoquímica e Inmunofluorescencia Los bloques de tejido fueron crioprotegidos en sacarosa al 10%, 20% y 30% durante 3 días sucesivos. Los bloques fueron posteriormente embebidos en Tisseu 14 tec®, congelados a –70°C y cortados en secciones de 20 µm de espesor con un crióstato Leitz “Lauda”. Las mismas se montaron en portaobjetos que previamente se incluyeron en gelatina al 1,5% y se procesaron para las siguientes técnicas: Inmunohistoquímica: Técnica de Peroxidasa-antiperoxidasa (PAP) Detalles de esta técnica se pueden encontrar en Sternberger & Sternberger´s PAP, 1986. Se utilizaron los siguientes anticuerpos (Ac) primarios: a) Ac anti-nNOS (isoforma neuronal de la enzima óxido nítrico sintasa), anticuerpo policlonal de conejo en una dilución de 1:1000. b) Ac anti-iNOS (isoforma inducible de la enzima óxido nítrico sintasa) anticuerpo policlonal de conejo en una dilución de 1:2500. c) Ac anti-Ntyr (nitrotirosina), anticuerpo policlonal de conejo en una dilución de 1:3000 La Ntyr es un marcador de la nitrosilación de proteínas, blanco del NO (Uttenthal, 1998). La batería de Ac para el estudio del NO y sus diferentes isoformas, y de la Nitrotirosina fue suministrada por el Laboratorio del Prof. Dr. Rodrigo García, Instituto Cajal, CSIC, Madrid, España. Inmunofluorescencia simple y doble Se utilizaron los siguientes anticuerpos primarios: a) Ac anti nNOS policlonal de conejo en una dilución de 1:3000 b) Ac anti tirosina hidroxilasa (TOH) monoclonal de ratón en una dilución de 1:25 15 c) Ac anti iNOS policlonal de conejo en una dilución de 1:2500 d) Ac anti GFAP monoclonal de ratón en una dilución de 1:500 e) Ac anti Ntyr policlonal de conejo en una dilución de 1:1000 Los anticuerpos secundarios fluorescentes que se utilizaron: a) Ac Streptavidina Alexa Fluor 660 conjugate rojo (Molecular Probes) en una dilución de 1:1000 b) Ac α-rabbit CY2, verde (Sigma) en una dilución de 1:1000 Detalles de esta técnica se pueden encontrar en Rodrigo, 1996. Inmunofluorescencia múltiple Se utilizaron los Ac primarios arriba mencionados con el agregado del Ac DAPI (marcador específico de núcleos) en una dilución de 1:1000. Como Ac secundarios se utilizaron el FITC (Ac anti-mouse IgG) y Rhodamine red anti-rabbit en una dilución de 1:300. Por último, las secciones fueron fotografiadas en un microscopio confocal Leica con filtros verde, azul y rojo. Procesamiento del tejido para actividad enzimática de la NOS Esta técnica se basa en la medida indirecta de la concentración de óxido nítrico a través de la medición de la actividad enzimática de la proteína óxido nítrico sintasa (NOS). Se siguieron los pasos de Radomski, 1993 y Rodrigo et al. 2001. 16 Procesamiento del tejido para Western blot Se siguió el procedimiento descripto por Rodrigo, et al 2001. Obtención del tejido Se extrajeron las retinas, se pesaron y luego fueron colocadas en tubos Eppendorf: Inmediatamente los tejidos fueron congelados sobre hielo seco y conservados en un congelador de -70ºC hasta su homogenización. Homogenización: Los tubos conteniendo el tejido experimental fueron colocados sobre hielo y de acuerdo al peso del mismo se agregó buffer de homogenización (HOBF) en una proporción de 1:3 (3 ml de buffer por gramo de tejido). Los tejidos fueron sonicados durante 15 segundos y los homogenatos obtenidos fueron centrifugados a 15.000 r.p.m. durante 30 minutos. El sobrenadante se recolectó en tubos Eppendorf, trabajándose siempre en frío. Determinación de proteínas La concentración de proteínas fue determinada por el método de Bradford (Bradford, 1976) utilizándose albúmina (BSA) como estándar. Este proceso se basa en la propiedad del reactivo de Bradford de producir en presencia de aminoácidos una solución coloreada que tiene una absorbancia máxima a los 595 nm. La BSA se utilizó para generar una curva patrón con cantidades conocidas de proteína. La absorbancia 17 fue determinada luego de 5 minutos de realizada la reacción en un espectrofotómetro 7520 Microplate Reader (Cambridge Technology, Inc). Los valores fueron expresados en mg/ml de muestra. Preparación de geles Para realizar la electroforesis se prepararon las soluciones madres para generar el gel superior o concentrador, y el gel inferior o separador. El gel separador fue realizado con dos soluciones distintas que difieren en la concentración de archilamida; diferencia que es necesaria para resolver la separación correcta de las proteínas iNOS y nNOS (7,5%) o de las proteínas nitrosiladas marcadas con el anticuerpo que utilizamos para Ntyr (10%). Electroforesis La electroforesis fue llevada a cabo en condiciones desnaturalizantes en geles de poliacrilamida. Se utilizó como buffer de corrida, Tris-glicina pH 8,3 (25 mM Tris, 192 mM glicina) conteniendo 0.1% de SDS. Se cargaron 15 µl por pocillo y se realizó la electroforesis utilizando un aparato Mini-Protean II (Biorad). Para la determinación de los pesos moleculares se utilizaron marcadores de peso molecular Kaleidoscopic Prestained Standards (Biorad). Dependiendo de la proteína a determinar se sembraron diferentes cantidades de muestra en los pocillos. Para nNOS 10 µg de proteína total/ml para iNOS: 50 µg de proteína total/ml, mientras que para NOtyr 30 µg de proteína total/ml. Una vez realizada la siembra, cada gel fue sometido a una intensidad de corriente constante de 18 20 mA, evitando que el voltaje supere los 200 V (se utilizó azul de bromofenol al 0,1% cómo colorante para observar el frente de corrida). Transferencia Las proteínas separadas, fueron electrotransferidas, utilizando un aparato de transferencia semiseca (Bio-Rad) en buffer de transferencia. La transferencia se realizó a amperaje constante de 60 mA, con un voltaje máximo de 25 V durante 75 minutos. Una vez realizada la transferencia las membranas correspondientes fueron colocadas en buffer de bloqueo compuesto por leche descremada en polvo al 5% y Tween-20 (Bio Rad) al 0,1% en PBS durante 3 horas. Inmunotinción: Las membranas fueron incubadas con los siguientes anticuerpos: a) Ac anti nNOS, policlonal de conejo en una dilución de 1:10000 b) Ac anti iNOS, policlonal de conejo en una dilución de 1:2000 c) Ac anti NOtyr, policlonal de conejo en una dilución de 1:1000 Durante toda la noche en agitación en cámara fría a 4ºC. Finalizada la incubación se realizaron tres lavados de las membranas con un buffer compuesto por leche descremada en polvo al 1,5% y Tween-20 (Bio Rad) al 0,05% en PBS (BL) y se agregó el anticuerpo secundario correspondiente incubándose durante 75 minutos, a temperatura ambiente con agitación. Se utilizó como anticuerpo 19 secundario un anti-gamma globulina de conejo unido a HRP (horse radish peroxidase – peroxidasa del rábano) en una dilución de 1:10000 (Amersham Pharmacia Biotech). Revelado La unión de los anticuerpos se reveló por medio del sistema ECL Plus (enhanced-chemiluminiscense kit, Amersham Pharmacia Biotech), siguiendo las instrucciones del fabricante. Control de carga de proteínas Por último, se realizaron lavados de la membrana con PBS y se incubó con el Ac anti-β-tubulina, monoclonal de ratón (Sigma), en una dilución de 1:60000 con agitación en cámara fría durante toda la noche. Luego se reveló el Ac usando un anticuerpo secundario anti-gamma globulina de ratón unido a HRP en una dilución de 1:10000 (Sigma). Análisis de imágenes y estadística. Las imágenes obtenidas para microscopía óptica (fotografiadas) así como las bandas de proteínas obtenidas por Western Blot, fueron digitalizadas (utilizando un escáner Flextight o una cámara de video Sony CCD XC-77). Tanto la densidad óptica relativa (D.O.R.) como el área celular y el área reactiva, fueron determinadas mediante un programa de análisis por imágenes computarizado (ScionImage). Los datos para los western blot fueron corregidos de acuerdo al control de β-tubulina, normalizándose 20 luego respecto al control y los resultados expresados como % respecto al control ± S.E.M. Las determinaciones realizadas, área celular, área reactiva, y densidad óptica relativa (D.O.R.) fueron evaluadas por análisis de varianza de una vía (ANOVA) seguidos de test de Fisher. Las diferencias fueron consideradas significativas cuando el valor de p fue menor de 0,05. 21 Resultados Anticuerpo contra la Oxido Nítrico Sintasa neuronal (nNOS) En las secciones de retinas de animales del grupo AP, se observó un aumento en la inmunorreactividad para nNOS a partir de los 21 días, con un máximo a los 60 días de edad en: a) somas de las neuronas amácrinas, ubicadas en la parte más interna de la capa nuclear interna, b) somas de las neuronas horizontales ubicadas en la parte más externa de la capa nuclear interna y c) somas de las neuronas ganglionares de la capa de células ganglionares. (Figs. 2 y 3) Además, se observó un aumento en la inmunorreactividad en la capa plexiforme interna, donde se encuentran las prolongaciones dendríticas de las neuronas amácrinas. Por morfometría se evidenció un aumento significativo en el número de células por campo, en el área celular y reactiva y en la D.O.R. de neuronas amácrinas (Gráfico I y III). En el caso de las células horizontales y ganglionares se determinó un aumento significativo en el número de células por campo, mientras que en las últimas también se produjo un aumento significativo en la D.O.R (Gráfico II y III). En el grupo de animales HIP, no se observaron cambios significativos con respecto al grupo CTL. 22 Anticuerpo contra la Oxido Nítrico Sintasa inducible (iNOS) Comparado con las secciones de retina de animales del grupo CTL, en los animales del grupo AP se observó también un aumento de la inmunorreactividad a partir de los 21 días, en forma progresiva hasta los 60 días, en las siguientes capas y tipos celulares: a) la capa limitante interna (zona donde se expanden los procesos internos astrogliales hipertrofiados de las células de Müller, rodeando los somas de las neuronas ganglionares); b) la capa nuclear interna (donde se encuentran los somas de las neuronas amácrinas, horizontales, bipolares y gliales de Müller), y c) la capa limitante externa (donde se encuentran los pies de las prolongaciones externas de las células de Müller). (Figs. 4 y 5) Por morfometría se evidenciaron aumentos significativos de la densidad óptica relativa en la zona epirretinal y en la capa nuclear interna (Gráfico IV). En las secciones de retinas de animales del grupo HIP no se observaron cambios significativos ya sea en la inmunorreactividad ni en la D.O.R. con respecto a los animales del grupo CTL. Anticuerpo contra Nitrotirosina (Ntyr) Utilizando el anticuerpo anti-Ntyr se comprobó en las secciones de retina de animales del grupo AP, un aumento significativo de la inmunorreactividad en forma progresiva desde los 21, con un máximo a los 60 días, en las siguientes capas: limitante interna; de fibras del nervio óptico; de neuronas ganglionares; plexiforme interna (donde se expanden los procesos dendríticos de las neuronas amácrinas); nuclear 23 interna (donde se encuentran los somas de las neuronas amácrinas, horizontales, bipolares y gliales de Müller); nuclear externa y limitante externa (donde se anclan los pies de las prolongaciones externas de las células de Müller) (Figs. 6 y 7 y Gráfico V). En los animales del grupo HIP, no se evidenciaron cambios significativos en la inmunorreactividad con respecto a las secciones de retinas de los animales CTL. Inmunofluorescencia Simple: Se observó un notorio aumento de la inmunofluorescencia en las retinas de animales de 21 días sometidos a AP con los Anticuerpos primarios nNOS, iNOS y Ntyr en comparación con el grupo CTL, lo cual fue coincidente con lo obtenido por inmunohistoquímica (Figs. 8, 9 y 10). Inmunofluorescencia Doble: Dado el aumento en la inmunorreactividad a los distintos Ac primarios arriba mencionado, se realizaron ensayos de inmunofluorescencia doble preferencialmente utilizando cortes de retina de animales sometidos a AP a los 60 días, en los que se pudo apreciar colocalización de anticuerpos nNOS y T-OH; iNOS y GFAP así como Ntyr y GFAP. Lo último fue de leve identifición en animales CTL. Además, en este último grupo la fluorescencia ha sido de menor intensidad al compararse con el AP (Figs. 11, 12 y 13) 24 Inmunofluorescencia Múltiple: Se realizó esta técnica en retinas de animales de 21, 30 y 60 días en los diferentes grupos experimentales. Se observó en animales de 30 días sometidos a AP, colocalización de Ntyr-GFAP, así como de iNOS-GFAP, en las prolongaciones internas de las células de Müller y la membrana limitante interna. Por otro lado a los 60 días se identificó colocalización de nNOS-TH en las células amácrinas y ganglionares de este mismo grupo experimental (Figs. 14, 15, 16, 17 y 18). Estudios Moleculares (Western blot): Expresión de nNOS: Se evaluaron homogenatos de retina de animales CTL, AP e HIP de 15, 21, 30 y 60 días. Sobre las bandas de inmunorreactividad para nNOS correspondientes a un peso molecular de 155 kDa, se midió la densidad óptica relativa (densitometría), obteniéndose en animales sometidos a AP un aumento significativo a partir de los 21 días llegando a un incremento de ±38% a los 60 días (Fig. 19). En los animales HIP se evidenció una reducción no significativa de ±23% en la expresión de esta proteína con respecto al CTL. Expresión de iNOS: 25 Al igual que lo observado para nNOS los estudios de Western blot realizados utilizando como inmunomarcador el Ac para iNOS con una banda inmunorreactiva de un peso molecular de aproximadamente 135 kDa, se observó un aumento significativo de ±97,5% en los animales sometidos a AP a los 60 días. Estos resultados fueron concordantes con lo observado mediante la técnica de inmunohistoquímica. Asimismo se observo una diferencia significativa entre los animales AP e HIP (Fig. 20). Expresión de Ntyr: Proteínas nitradas solubles presentes en extractos de retinas fueron puestas en evidencia mediante varias bandas de proteínas reactivas al Ac anti-Ntyr Estas bandas variaron entre de 22 y 84 kDa tanto en animales CTL como AP e HIP. Se determinó la diferencia de expresión de las siguientes cinco bandas: Banda 84 kDa; banda 72 kDa; 59.5 kDa; 50 kDa; 47 kDa; y 22 kDa. Sólo en las bandas de 84 kDa, 72 kDa y 22 kDa se observó un aumento significativo a los 60 días, mientras que las otras dos bandas presentaron un aumento, aunque no significativo (Fig. 21). Asimismo en todas las bandas analizadas se observó una disminución en la D.O.R. de la calle correspondiente a los animales HIP de aproximadamente de 15% a 20% respecto a lo observado en los animales CTL. Actividad enzimática de la NOS constitutiva: 26 En homogenatos de retinas se observó nuevamente que la actividad enzimática para nNOS se incrementa significativamente también a partir de los 21 días, comprobando ser éste un día clave. Se observa también aún mayor aumento a los 30 y 60 días de edad, lo cual comprueba a nivel bioquímico un aumento de la actividad de la enzima sospechada por lo observado en experimentos morfológicos previos. De esta manera, se puede apreciar claramente la actividad enzimática de la enzima nNOS entre los diferentes grupos experimentales en una curva de tiempo (Gráfico VI). 27 Conclusiones (1) El estudio del NO como posible agente neurotóxico en la RPI demostró (a) aumento del nNOS a partir de los 21 días en neuronas amácrinas, ganglionares y horizontales en animales sometidos a AP durante 20 min. y aumento de la nitración de proteína en las capas internas de la retina, lo que indica una producción excesiva de peroxinitritos. Este aumento fue intensificándose a los 30 y 60 días. (2) Los estudios mediante la técnica de western blot confirmaron los hallazgos observados en la inmunohistoquímica; observándose aumento en los mismos tiempos estudiados. (3) La actividad enzimática se intensificó a partir de los 21 días con un máximo a los 60 días. (4) Se registró colocalización de nNOS-T-OH mediante inmunofluorescencia múltiple en neuronas ganglionares y amácrinas; y colocalización NTyr-GFAP en limitante interna (procesos internos de células de Müller). (5) La hipotermia durante el proceso de asfixia, previene las variaciones en la expresión, localización y actividad de nNOS observadas en la retina. Estos resultados sostienen la hipótesis de que el NO actúa como factor desencadenante de una cascada neurotóxica en la ROP, llevando a muerte neuronal. 28 Discusión Numerosos estudios demuestran que la hipoxia-isquemia no afecta todas las áreas del cerebro de la misma manera. Las neuronas más vulnerables se encuentran en la zona CA1 del hipocampo, neuronas pequeñas a medianas de los ganglios basales, células de Purkinje en el cerebelo y neuronas de las capas III, V y VI en la corteza cerebral. La retina, que es parte del SNC, también demuestra ser sensible a la hipoxiaisquemia, como lo indican los datos que se presentan en esta tesis y trabajos publicados por otros autores (ver Osborne, 2004). A pesar de que estas áreas muestran mayor sensibilidad a la isquemia, todavía no están claras las razones de dicha vulnerabilidad (Paschen, 1989; Cervós-Navarro, 1991, Paternak, 1991; Ginsberg, 1992). Entre los principales mecanismos neurotóxicos que se postulan se encuentran la excesiva liberación de aminoácidos excitatorios, generación de radicales libres, la liberación de óxido nítrico y otros neurotransmisores, la acumulación de ácido láctico, un masivo ingreso de calcio, la degradación de fosfolípidos de membranas y lipoperoxidación (Faraooqui, 1994), entre otros. Cuando se produce una lesión por hipoxia en el SNC se desencadena una cascada de eventos moleculares que conducen a la muerte celular por apoptosis o necrosis. En este proceso, el glutamato en particular sería responsable de una sobreactivación de los receptores NMDA y AMPA (Faraooqui, 1991) generando un incremento del influjo de calcio y en consecuencia la liberación de NO por activación de la NOS. Por otro lado la producción de ROS durante el proceso de reperfusión es capaz de activar, distintas enzimas (lipasas, fosfolipasas, proteasas y proteínas kinasas) que afectan la integridad de las membranas biológicas. Ambos tipos de daño (excitotóxico u oxidativo) pueden ocurrir independientemente, sin embargo considerando que los antioxidantes pueden atenuar 29 la neurotoxicidad glutamatérgica en cultivos celulares, es muy probable que ambos presenten mecanismos de inducción molecular similares que llevan a la muerte neuronal durante la isquemia (Dyckens, 1987; Chan, 1990; Monyer, 1990; PellegriniGiampietro, 1990). Similares mecanismos han sido descriptos para la isquemia en la retina (Szabo, 1992; Goldstein, 1996; Sennlaub, 2001; Osborne, 2004). En este caso se observó un significativo aumento de la expresión de NO en retinas isquémicas. El NO generado en exceso por las neuronas amácrinas, horizontales, ganglionares, células de Müller y por el endotelio microvascular, podría ser responsable de un aumento de ROS “per se” o reaccionar con otras ROS para formar el anión peroxinitrito que es altamente tóxico. A su vez los altos niveles de NO, serían perjudiciales para las células, ya que este tiene la capacidad de unirse a centros enzimáticos que contienen hierro-azufre, como por ejemplo las proteínas involucradas en la cadena mitocondrial de transporte de electrones, el ciclo del ácido tricarboxílico y la síntesis de ADN (Garthwaite, 1991). Consistente con lo expuesto, se ha demostrado que la activación del factor de transcripción inducible por la hipoxia (HIF) por sus heterodímeros, Hif-1α (citoplasmático) y Hif-1β (nuclear) se unen activando numerosos genes entre los cuales se encuentran los que codifican para la NOS (Osborne, 2004). Entonces, la excesiva liberación de óxido nítrico está involucrada en la neurotoxicidad de la retina isquémica. La retina además, sufriría el desencadenamiento de mecanismos apoptóticos disparados como consecuencia de una iNOS exacerbada. Según los trabajos de Sennlaub y col. (2001), la iNOS glial (de los astrocitos o células de Müller en la retina), sería la responsable de la inducción de la apoptosis. (Fig. 22). Muchas investigaciones se han realizado para intentar disminuir el avance de la RPI (Osborne, 2004; Wilkinson-Berka, 2004; Porta y Allione, 2004) y de la ROP, por ejemplo, utilizando antioxidantes como vitamina E (Raju, 1997), D-penicilamina 30 (Phelps, 1998), allopurinol (Russell, 1995), reducción de la exposición a la luz (Phelps, 1997) y suplementación de oxígeno (Stop ROP, estudio multicéntrico, 2000), con resultados poco alentadores. Por otro lado, la administración de corticoides en forma precoz a niños pretérmino, para prevenir enfermedad pulmonar crónica y la suplementación con inositol para disminuir el Síndrome de Distress Respiratorio, han demostrado como resultado secundario una disminución en la severidad de ROP (Howlett, 2003). Sin embargo estos avances terapéuticos distan de ser un tratamiento altamente efectivo. También se ha propuesto como terapia eficaz en la disminución del grado de neovascularización retinal, en otros modelos experimentales, a la indometacina (Nandgaonkar, 1999), dexametasona (Rotschild, 1999), rofecoxib (Wilkinson-Berka, 2003) y bucillamina (antiinflamatorio similar a la D-penicilamina). Utilizando nuestro modelo experimental, hemos observado que la disminución de la temperatura, resulta en un significativo aumento en la sobrevida de los animales sometidos a AP, produciendo además un efecto protector de las alteraciones que presentan los animales AP a largo plazo. Este efecto protector estaría relacionado con una reducción en las demandas energéticas y evitando la instalación de una acidosis extracelular (Young, 1983; Nedegaard, 1991). La inducción de AP en condiciones de hipotermia previene la formación de astrocitosis reactiva, evitándose de esta manera la sobreproducción de iNOS y por lo tanto la apoptosis retiniana. Por lo tanto: La hipotermia promete ser un arma terapéutica eficaz en la prevención de la RPI. 31 Conclusión Final El modelo de AP en rata es de utilidad para el estudio del desarrollo de RPI y de la fase II de la ROP. En este punto los resultados obtenidos afirman que el NO, cumple un rol importante en el desencadenamiento de eventos neurotóxicos en la retina hipóxico-isquémica. Además, este modelo experimental permite el estudio de estrategias terapéuticas como la hipotermia, la cual, validada como terapia, podría proporcionar una herramienta eficaz y de fácil aplicación en la clínica, con la consiguiente prevención de daño neuronal provocado por la hipoxia-isquemia global. 32 Bibliografía Hill A (1991). Current concepts of hypoxic-ischemic cerebral injury in the term newborn. Pediatric Neurol 7: 317-325. Younkin D. (1992). Hypoxic-ischemic brain injury of the newborn-statement of the problem and overview. Brain Pathology 2: 209-210. Costello, A. and Manandhar, D. 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En b y c, se diferencian neuronas amácrinas de la cara interna de la capa nuclear interna (flecha) y neuronas horizontales de cara externa de la capa nuclear interna. Además, se evidenció un aumento en la inmunorreactividad en la capa plexiforme interna, donde se encuentran las prolongaciones dendríticas de las neuronas amacrinas. En el grupo HIP, no se observaron cambios significativos con respecto al grupo CTL. 45 Figura 4: Inmunorreactividad con un anticuerpo anti inos en la retina de 21 días. En el grupo AP observa un importante aumento en la inmunomarcación de la región epirretinal (neuronas ganglionares, fibras del nervio óptico y limitante interna) comparado con CTL e HIP 46 Figura 5: Inmunorreactividad en la retina de 60 dias con un anticuerpo anti iNOS. En el grupo AP se observó un aumento de la inmunomarcación en la capa limitante interna, en la capa nuclear interna, y en la capa limitante externa. En los animales del grupo HIP no se evidenciaron cambios significativos en la inmunorreactividad con respecto al grupo CTL. Nótese en la fotografía inferior, los procesos internos de las células de Müller (flecha blanca) anclándose en la lámina limitante interna rodeando las neuronas ganglionares y la intensa marcación en la capa nuclear interna. Barra = 30 µ. 47 Figura 6: Inmunorreactividad con un anticuerpo anti N-Tyr en la retina de 21 dias. En el grupo AP se observa un marcado aumento en la Inmunotinción de la epirretina y nuclear interna con respecto a CTL e HIP Figura 7: Inmunorreactividad de la retina de 60 días con un anticuerpo anti N-Tyr. En las fotografías superiores no se observaron cambios significativos en la marcación entre retinas de animales CTL e HIP. En las fotografías correspondientes a retinas de animales AP puede observarse un aumento en la inmunomarcación de la región epirretinal (flecha negra) y la capa nuclear interna (flecha blanca), 48 Figura 8: Inmunofluorescencia indirecta con un anticuerpo contra nNOS en retinas de 21 días. En AP se observa un aumento de la inmunofluorescenica en neuronas amacrinas (flecha blanca), capa plexiforme interna y neurona ganglionares (a, flecha roja) con respecto a CTL e HIP 49 Figura 9: Inmunofluorescencia indirecta con un anticuerpo contra iNOS en retinas de 21 días. En Ap se observa un aumento de la Inmunofluorescencia en la zona epirretinal (flecha roja, procesos internos de Muller y su prolongación en la limitante interna) con respecto a CTL e HIP. 50 Figura 10: Inmunofluorescencia indirecta con un anticuerpo contra N-Tyr en retinas de 21 días. En AP se observa un aumento de la Inmunofluorescencia de la zona epirretinal con respecto a CTL e HIP (flecha roja) Figura 11: Imagen de doble marcación con microscopia confocal. En el panel superior se observa la marcación en verde de la inmunorreactividad para nNOS en dos células amácrinas pudiéndose observar claramente en la célula de la izquierda (aumentada en el panel inferior) los botones sinápticos inmunorreactivos para TOH en rojo (flecha blanca). 51 Figura 12: Microscopía confocal de iNOS y GFAP. Sección de retina en la que se observa inmunofluorescencia en la región epirretinal, destacándose la marcación en verde de iNOS en los procesos internos de las células de Müller y en la capa limitante interna. En rojo se observa la inmunofluorescencia de la epirretina específica para GFAP. Las flechas indican las zonas de colocalización (en amarillo) de ambas proteínas. El panel inferior a mayor magnificación se observa la colocalización en los procesos Internos de las células de Müller así como en la capa limitante interna. Barra = 30 µ. 52 Figura 13: Colocalización de la imunorreactividad a NOtyr y GFAP. En las dos fotografias puede observarse la inmunoflorescencia para NOtyr (verde) y GFAP (rojo) en la región epirretinal. En ambas imágenes se destaca la colocalización en amarillo de ambos anticuerpos (flecha blanca) 53 Figura 14: Inmunofluorescencia múltiple anti nNOS (rojo), anti TH (verde) y un marcador nuclear (DAPI) en retinas de 21 días. En AP se observa intensa inmunofluorescencia en citoplasma de neuronas amácrinas (flecha blanca) y ganglionares (flecha roja) así como en la capa plexiforme interna. Tanto CTL como HIP presentan una menor marcación. En a se observa el detalle del árbol dendrítico de una neurona amácrina. En b se observa un vaso de neoformación epirretinal. En c se observa en detalle una neurona ganglionar con su citoplasma nNOS +. 54 Figura 15: Inmunofluorescencia múltiple anti nNOS (rojo), anti TH (verde) y un marcador nuclear (DAPI) en retinas de 30 días. En AP se observa intensa inmunofluorescencia en citoplasma de neuronas amácrinas (flecha blanca) y ganglionares (flecha roja) así como en la capa plexiforme interna (considerablemente mayor que a los 21 días, ver Figura 14 para comparar). Tanto CTL como HIP presentan una menor marcación. En a se observa una neurona horizontal con sus prolongaciones orientadas hacia la capa plexiforme externa. En b se observa intensa inmunofluorescencia en la capa plexiforme interna y el citoplasma de neuronas ganglionares nNOS +. 55 Figura 16: Inmunofluorescencia múltiple anti nNOS (rojo), anti TH (verde) y un marcador nuclear (DAPI) en retinas de 60 días. En AP se observa intensa inmunofluorescencia en citoplasma de neuronas amácrinas (flecha blanca) y ganglionares (flecha roja) así como en la capa plexiforme interna. Tanto CTL como HIP presentan una menor marcación. En a se observa en detalle el citoplasma de una neurona amácrina donde colocalizan nNOS y TH. En b se observan las prolongaciones de una neurona amácrina. En c se puede observar la colocalización de nNOS y TH en el citoplasma de una neurona ganglionar. 56 Figura 17: Inmunofluorescencia múltiple anti iNOS (rojo), anti GFAP (verde) y un marcador nuclear (DAPI) en retinas AP de 30 días. Se observa colocalización (amarillo) en la capa limitante interna. Figura 18: Inmunofluorescencia múltiple anti N-Tyr (rojo), anti GFAP (verde) y un marcador nuclear (DAPI) en retinas AP de 30 días. En el panel superior se observa en amarillo la colocalización de N-Tyr y GFAP (flechas blancas). En el panel inferior se observa un vaso de neoformación epirretinal. 57 Figura 19: Western Blot para nNOS en retina. Se observan las bandas correspondientes a 155 kDa (nNOS) para los tres grupos experimentales. Los gráficos de barras representan la Densidad Óptica Relativa de las bandas inmunomarcadas para cada grupo experimental con respecto a CTL expresado en porcentaje. Se encontró un aumento significativo en el grupo AP a partir de los 21 días hasta los 60 días. El grupo HIP no presentó cambios significativos con CTL. Los valores expresados como porcentaje de intensidad de la banda respecto al control, representan la media ± el error estándar de 3 homogenatos de retina diferentes para cada grupo. * p < 0,05 (ANOVA, seguido de test de Fisher). 58 Figura 20: Western blot para iNOS en retina. Diagrama de barras indicando la intensidad de las bandas correspondientes a iNOS de 135 kDa para los tres grupos experimentales. Los valores expresados como porcentaje de intensidad de la banda respecto al control, representan la media ± el error estándar de 3 homogenatos de retina diferentes para cada grupo. * p < 0,05 (ANOVA, seguido de test de Fisher). Figura 21: Western blot para N-Tyr en retina. Western blot correspondiente a proteínas nitradas en la retina de los tres grupos experimentales. Diagrama de barras representando el porcentaje de intensidad de banda respecto al valor control de la banda de 84 kDa de animales CTL (barras vacías), AP (barras negras) e HIP (barras grises). Se cuantificaron las cinco bandas de diferente peso molecular indicadas. Los valores representan la media ± el error estándar de 3 homogenatos de retina diferentes para cada grupo. * p < 0,05 (ANOVA, seguido de test de Fisher). Los valores de densidad óptica fueron ajustados según el control de carga de proteínas determinado mediante tubulina (ver Métodos). 59 Figura 22: Rol Fiosiopatologico del NO en la hipoxia-isquemia. Modificado de Osborne, 2004 60 Gráficos Gráfico I: Inmunorreactividad de neuronas amácrinas al nNOS. El gráfico de la izquierda muestra el área celular, el de la derecha la densidad óptica relativa. * p < 0,05 ANOVA seguido de test de Fisher Gráfico II: Inmunorreactividad de neuronas ganglionares al nNOS. El gráfico de la izquierda muestra el área celular, el de la derecha la densidad óptica relativa. * p < 0,05 ANOVA seguido de test de Fisher Gráfico III: Número de células reactivas al nNOS por campo. En ambos casos se observa un aumento de la cantidad de células marcadas. * p < 0,05 ANOVA seguido de test de Fisher 61 Gráfico IV: Inmunorreactividad de la epirretina al iNOS. Tanto a los 21 días como a los 60 días se observa un aumento significativo de la inmunorreactividad de la epirretina al iNOS. * p < 0,05 ANOVA seguido de test de Fisher Gráfico V: Inmunorreactividad de la epirretina al N-Tyr. Se observa un aumento significativo de la inmunomarcación tanto a los 21 días como a los 60 días. * p < 0,05 ANOVA seguido de test de Fisher 62 63 Gráfico VI: Actividad enzimática de la NOS constitutiva. Se observa en AP un aumento significativo de la actividad a partir de los 21 días, progresando en el tiempo hasta los 60 días. * p < 0,05 ANOVA seguido de test de Fisher.