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ESOCITE 2010
VIII JORNADAS LATINOAMERICANAS DE ESTUDIOS SOCIALES DE
LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
“Mitos y realidades en la transferencia de conocimientos en
América Latina”
Dra. Mónica Casalet Ravenna
FLACSO México
I. Cambios relevantes en las políticas de CTI: hacia un nuevo papel de la
universidad.
En las últimas dos décadas se han experimentado cambios importantes en el modo de
producción de los conocimientos, en la estructura organizativa y de financiamiento de
las instituciones universitarias para el desarrollo de la investigación. Estas
transformaciones modificaron sustancialmente las relaciones entre los diferentes
agentes económicos y sociales (empresas, sectores, regiones, gobierno, sociedad civil,
investigadores y estudiantes de posgrado). En los países desarrollados fueron
asumidas con más fuerza y obtuvieron resultados, que se reflejaron en el incremento
de las colaboraciones públicas-privadas para el desarrollo de la competitividad a nivel
nacional y regional. Paulatinamente, estas políticas se adoptan en diversos países
latinoamericanos con desigual éxito, especialmente: -en los logros obtenidos por las
organizaciones educativas, como en los instrumentos, y –en los instrumentos, para
fomento de la demanda y absorción de nuevas competencias a nivel empresarial.
Ambos actores -empresas e investigadores-, en la incierta historia de los sistemas de
innovación de América Latina están pocos habituados a mantener colaboraciones
formales e informales. El peso de las barreras culturales incide encerrando a cada uno,
en su propio espacio y obstaculizando los intercambios. Esta desconfianza se
acrecienta por la limitada visión de los políticos, en la adopción de iniciativas para el
sector, que escasamente cumplen con la meta de anticipar el futuro de la sociedad. La
configuración de los programas de CTI orientados a diseñar, producir y comercializar
conocimientos especializados para responder a la creciente inserción de la ciencia y la

Dra. Mónica Casalet Ravenna, Profesora Investigadora Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
México [email protected]
1
tecnología en el tejido productivo y en sociedad, es cada vez más compleja e
interdependiente de la información. El avance sostenido del conocimiento científico en
la producción, abre una nueva oportunidad para que las universidades cumplan un
papel protagónico, se redefine el papel de las universidades y de los centros de
investigación, por su incidencia en la transformación de la economía. La decisión de
lograr investigaciones de calidad supone dotar a las instituciones de una gestión eficaz
para la transferencia de los conocimientos, que permita a la innovación desempeñar
un papel activo en la resolución de los problemas productivos y económicos.
El tema de la transferencia de conocimientos no está presente en las instituciones
educativas y de investigación, como una prioridad para contribuir a consolidar el
desarrollo de la economía basada en el conocimiento en el país. Este reconocimiento
es fundamental para transformar el conocimiento, en actividad innovadora, sostenido
en una normativa aplicada como un proceso integral, en lugar de la práctica actual
regida por la excepcionalidad. La nueva gobernabilidad planteada por las propuestas
del PECYT y la regulación de la Ley de CT aprobada en 2002, como la reciente reforma
a la Ley de Ciencia y Tecnología del 2009 plantean la vinculación universidad/empresa
para la transferencia de tecnología y conocimientos, como instrumento esencial para
impulsar el desarrollo de la innovación en el país. Ante esto las políticas públicas y las
instituciones de investigación se enfrentan a la necesidad de diseñar instancias
organizativas adecuadas para gestionar proyectos de investigación con fondos
públicos-privados de carácter nacional e internacional, que contribuyan a esa meta
estratégica nacional. Esto significa contar con funcionarios capacitados y competentes
para exigir y evaluar resultados de investigación que retroalimenten el desarrollo del
conocimiento, la formación de jóvenes investigadores, la ampliación de nuevas fuentes
de financiamiento y la utilización efectiva del conocimiento por la sociedad. (Casalet,
M. 2009; Casalet, M. 2010)
La sensibilización y formación de las autoridades universitarias cuadros medios,
directores de centros de investigación, organizaciones intermedias, investigadores y
empresarios sobre la importancia del financiamiento externo, la administración
eficiente de los recursos y la transferencia de los conocimientos por vías formales e
informales es indispensable para el desarrollo de la economía basada en el
2
conocimiento en México. Esta situación no es sólo una responsabilidad de los
investigadores, o de los grupos de investigación, atañe básicamente al diseño y
coordinación de políticas públicas, a la adecuación de las estructuras universitarias
para gestionar y abrir nuevas fuentes de financiamiento para la investigación, cuyos
resultados puedan beneficiar nuevas perspectivas y posibilidades nacionales,
regionales, productivas y sociales. La transferencia de los conocimientos no puede
plantearse como una actividad aislada, depende de la historia productiva del país, de la
capacidad efectiva de relacionamiento entre la universidad y los sectores productivos,
cuya interacción continuada construye nuevas posibilidades, para el conocimiento y el
fortalecimiento de la competitividad nacional.
La llamada “Paradoja Europea”, o sea, la relativa debilidad del desarrollo científico,
como impulsor de la producción industrial innovativa, fue la clave para la adopción de
políticas de despegue en los países de la OCDE, centradas en la eficiencia de la
actividad científica a nivel internacional, europeo, nacional y regional. (Casalet, M. y
Stezano, F. 2009)
Los múltiples programas encauzaron la reflexión sobre: -qué tipo de investigación
necesitaban los diferentes países integrantes del espacio europeo, -qué problemas y
ausencias se manifestaban para llevar a cabo, investigaciones más acordes con las
exigencias de competitividad internacional. Por ello, se implementaron metodologías e
instrumentos con la finalidad de: i) establecer prioridades y previsiones de (foresight)
crecimiento en sectores productivos; ii) articular las redes de colaboración públicaprivada a nivel regional; iii) fomentar la multiplicación de intercambios formales e
informales entre investigadores y los sectores productivos, especialmente los sectores
y las empresas (PYMES) más necesitados de la investigación y iv) evaluar los resultados
de las opciones asumidas.
Estas decisiones de estrategias forjaron una reingeniería de nuevas redes, con
repercusiones tanto en las jerarquías organizativas (universidades, agencias
administrativas del sector CTI) como en los grupos de investigación que a nivel de los
centros y las universidades refuerzan nuevas redes académicas multidisciplinarias en
proyectos colectivos nacionales e internacionales. (Vega-Jurado, Fernández de Lucio,
3
Huanca López 2007, Sutz, J. 2000, Luukkonen et al, 2005) Los programas e iniciativas
de las políticas públicas se orientan hacia una activa colaboración entre los sectores
públicos y privados, en el financiamiento y orientación de las investigaciones en áreas
de frontera del conocimiento. En estos cambios produce una reestructuración
organizacional de las universidades, y de los centros de investigación, ya que las
nuevas formas de gobernanza inciden en la calidad, cantidad y eficiencia de la
investigación. (Antonelli, C., Patrucco, P. P., and Rossi, F. 2008; Casalet, M. 2009)
Las exigencias de calidad y excelencia en la formación y en la realización de los
proyectos de investigación multidisciplinaria e interinstitucional, abrieron el
financiamiento a nuevas fuentes públicas y privadas, para reforzar la infraestructura, la
conformación de equipos con recursos humanos calificados y los intercambios
formales e informales con otros agentes, especialmente en áreas de frontera del
conocimiento. La universidad en este diseño adquiere, un papel protagónico, en la
traducción de los resultados de la investigación a la aplicación práctica, necesaria para
los sectores industriales emergentes y la sociedad. Además, constituye un elemento
estratégico del sistema de innovación del país, (Nelson, R. R., 1993; Rosenberg, N. y
Nelson, R. R. 1996) por su involucramiento en la elaboración e implementación de
políticas en diferentes niveles de la vida social y cultural de la sociedad. (Schoen, A. et
al. 2006, Bercovitz, J. y Feldman, M. P. 2006)
II. Aciertos y ausencia en el diseño de políticas en CTI en América Latina.
En múltiples países de América Latina (Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, México, Costa
Rica y Colombia entre otros) se ha incursionado en reformas y cambios en los planes
de CTI, en el intento de modernizar la economía y lograr una ciencia más competitiva.
Los apoyos desplegados para la investigación, fundamentalmente públicos, se
orientaron a abrir nuevas vías para estimular proyectos grupales e interinstitucionales.
Estos proyectos constituyen aprendizajes para consolidar grupos de investigación
dirigidos a resolver prioridades regionales y sectoriales, involucran en su desarrollo a
jóvenes investigadores en formación de posgrado.
A pesar de las mejoras ocurridas, persisten graves obstáculos, uno clave es la poca
importancia asignada tanto por políticos, decisores públicos y privados, al papel
4
estratégico de la investigación para la innovación, cuyo resultado ahonda la debilidad
de las colaboraciones entre: universidades y empresas. La debilidad de vínculos
formales para garantizar nuevos apoyos a la investigación, quedó librada a la iniciativa
individual liderada por algunas disciplinas tradicionalmente vinculadas con la industria
(ingenieros, químicos, recientemente biotecnólogos). La consecuencia de esta
desvinculación y alejamiento entre las universidades y los sectores productivos explica
el desinterés por promover nuevos canales, para multiplicar las relaciones de
intercambio entre la universidad y la industria. Facilitar las actividades de vinculación
no figuraba en las prioridades de los políticos y las autoridades universitarias, tampoco
en los investigadores y menos en los empresarios. La ausencia de estructuras
organizativas, capaces de lograr nuevos financiamientos, y fundamentalmente, crear
condiciones favorables para la circulación de los conocimientos a la sociedad fue una
consecuencia de esta visión. (Casalet, M. 2010)
Este trabajo pretende exponer algunos de los obstáculos y tensiones que inciden en las
decisiones de políticas en CTI adoptadas en México, cuya visión de corto plazo no toma
en cuenta las externalidades negativas y las implicaciones en el largo plazo para la
sociedad. El caso de México, no se puede extrapolar para el resto de los países de
América Latina, pero si existen elementos comunes, derivados de la fragmentada
historia política y económica, que generó: i) la debilidad en la conformación de los
sistemas de innovación; ii) el papel dubitativo jugado por el sector público en la
orientación estratégica para impulsar el desarrollo del país, cuyas decisiones se
adoptan sin pensar en el futuro; iii) el restrictivo espacio ocupado por la comunidad
científica para utilizar el margen de acción, plantear propuestas innovativas dirigidas al
desarrollo de áreas del conocimiento prioritarias para la sociedad y organizar las
actividades científicas, iv) la debilidad de las vinculaciones entre la universidad y los
sectores productivos y v) el escaso peso de la sociedad civil para incidir en la
pertinencia social de la investigación. (Casalet, M. 2010)
En la década de los noventa se inicia en México un proceso de reestructuración
institucional influenciado por el cambio del contexto económico nacional e
internacional. El énfasis de la estrategia industrial y tecnológica se orientó a construir
una infraestructura institucional para la innovación, a través de un conjunto de
5
programas que respondían a las exigencias de competitividad internacional acelerando
los cambios organizacionales y tecnológicos en las empresas. La multiplicidad de
transformaciones incide en la configuración de las instituciones y en la conformación
de nuevas relaciones colectivas e individuales del sector de CTI. (Casalet, M. 2009;
Casalet, M., Cimoli, M. y Yoguel, G. 2005).
Entre las decisiones adoptadas surgen: i) programas de fomento productivo orientados
a las
PYMES,
y la creación de agrupamientos sectoriales a nivel regional (electrónico,
automotriz, textil, calzado, muebles, software) impulsados por el sector público (la
Secretaría de Economía,
CONACYT, NAFIN
y los gobiernos estatales especialmente en las
regiones de localización de la maquila de exportación: Jalisco, Aguascalientes, Baja
California, Chihuahua que generaron un proceso de comunicación y cooperación entre
actores heterogéneos: productivos, gubernamentales, académicos, sociales, privados.
(Casalet, M. 2003; Casalet, M. y González, L. 2006; Casalet, M. y Villavicencio, D. 2008)
La complejidad de los intercambios y acciones productivas emprendidas a nivel
territorial (si bien, están sujetas a lógicas discontinuas por los cambios políticos
regionales que fragmenta la continuidad de las relaciones y procesos) posibilitaron la
creación de una red de interacciones que contribuyeron a crear un capital social con
un comportamiento más emprendedor. ii) Nuevos intentos por generar redes de
innovación con la industria, donde la creación de Consorcios de Innovación
desarrollados a partir del año 2003, plantean la integración de equipos de
investigadores provenientes de diferentes centros de investigación con participación
de empresas, cuya características fueron en consolidar un proyecto conjunto, de
ejecución en un tiempo determinado y con un financiamiento mixto (público y
privado). (Casalet, M. y Stezano, F. 2009; Dutrénit, G. 2009)
iii) El establecimiento de prioridades para orientar la investigación y responder a las
necesidades nacionales (agua, biotecnología, salud, energía, desarrollo regional, entre
otras) y iv) la búsqueda por evaluar los desempeños individuales e institucionales,
como los resultados de la investigación. Algunas de las iniciativas adoptadas reflejan
un avance para enfrentar las prioridades de investigación1, -facilitar la movilidad de los
1
La creación de Fondos de Investigación Mixtos y Sectoriales sustentados en una visión de la investigación
estratégica, orientada a resolver las prioridades sectoriales y regionales facilitaron la coordinación de las actividades
6
investigadores2 y -consolidar las capacidades de interacción con los entornos
productivos, especialmente regionales.3
El cambio de agenda en las instituciones comprometidas con la implementación de
estas nuevas alternativas introduce paulatinamente, una nueva forma para abordar y
explicar la complejidad de las relaciones en el sector de CTI. A nivel institucional surgen
nuevas instancias intermedias orientadas al enlace de actores heterogéneos en redes
interinstitucionales, con flujos de información especializada para estimular el
intercambio con actores no académicos (empresas, asociaciones, gobiernos estatales).
La flexibilidad organizativa de estas organizaciones intermedias les permite abarcar un
amplio espectro de atención, con decisiones rápidas para responder a la demanda, con
financiamiento proveniente de varias fuentes, que acrecientan y expanden los vínculos
y la acumulación de nuevos aprendizajes. (Casalet, M. 2005, Casalet, M. 2008, Casalet,
M. y Villavicencio, D. 2008).Estos acuerdos de colaboración exigen un trabajo de
concertación entre multi-actores para establecer la agenda de investigación, la
traducción de códigos no compartidos entre los diferentes actores procedentes de
contextos con lógicas, incentivos y culturas diversas. Estos cambios rompen con
antiguas rutinas disciplinarias y organizativas ya que actúan en multidimensiones,
afectan a los funcionarios del sector público y privado, a los investigadores y a las
asociaciones sectoriales.
Las estructuras de intermediación fueron concebidas como enlaces (dentro del sector
de CTI, con una amplia acción en el ámbito regional) diseñados para colaborar de
manera flexible con los sectores productivos y articular la relación pública-privada,
de investigación a nivel nacional, ampliando la participación de diferentes niveles del Estado (federal, estatal y
municipal) en la elaboración de las prioridades y financiamiento de la investigación.
2
PROGRAMA IDEA: Incorporación de científicos y tecnólogos mexicanos en el Sector Social y Productivo del país. La
finalidad del programa es incrementar la capacidad de las empresas para desarrollar tecnología con personal
calificado, brindar espacios para el desarrollo de profesionistas con postgrado al vincularlos con el sector
productivo, procurando su incorporación en la estructura de las empresas. De esta forma mejorar la capacidad
tecnológica, elevar la competitividad e incentivar a la empresa privada para contratar y dar permanencia de
personal altamente calificado.
3
CONACYT no ha centralizado todas las iniciativas de apoyo al desarrollo tecnológico e innovador, la Secretaria de
Economía mantiene un papel activo en el estimulo de sectores productivos específicos, a través de dos programas.
El Fondo PYME que incluye actividades de promoción de la innovación y modernización tecnológica a las PYMES, y el
Programa de Desarrollo de la Industria de Software (PROSOFT) El PROSOFT ha desempeñado conjuntamente con los
gobiernos estatales un papel determinante en la creación de agrupamientos empresariales para el sector de
software.
7
para abrir nuevas posibilidades de investigación, de producción, de exportación. Las
instituciones intermedias expresan una nueva modalidad para abordar la complejidad
de las relaciones en sector de CTI complementan y profundizan las redes de innovación
y juegan un papel significativo en la creación de entornos favorables a la
competitividad especialmente a nivel regional.4
El interés por enfatizar la innovación y propiciar instrumentos para fomentar la
absorción de conocimientos en empresas y sectores, llevó a, desarrollar instituciones
especializadas para impulsar programas de CTI a nivel regional, con perfiles
diferenciados de acuerdo con la historia productiva y relacional de cada región,
(cluster electrónico, software, parques científicos o de innovación).5
A pesar de los programas e instrumentos generados por las políticas públicas, persiste
como un grave problema a resolver, -la ausencia de demanda tecnológica y las
carencias de vías para circular los conocimientos. La falta de un impulso real para
garantizar la innovación como, un proyecto político viable que eleve el bienestar de la
sociedad impregna la falta de compromiso de las instituciones y los agentes que
conforman el sistema nacional de innovación. Esta situación indica, las dificultades
existentes para apropiarse de los resultados de la investigación. La relación
universidad/industria no se ha consolidado, como una capacidad para utilizar los
beneficios de la innovación, en relación a la competitividad, el empleo y el aumento
del bienestar de la sociedad. La debilidad del sistema de innovación expresa las
carencias de información, de relaciones de confianza y de intercambio de
4
Dentro de las organizaciones intermedias que integran este sector se destacan: El -Foro Consultivo Científico y
Tecnológico (FCCyT) creado por la Ley de 2002 como órgano autónomo y permanente de consulta del Poder
Ejecutivo Federal, del Consejo General de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico. -La Academia Mexicana
de Ciencias (AMC). -La Fundación México Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC), nació como una entidad
articuladora de la colaboración científica binacional en áreas prioritarias para ambos países, en su desempeño
amplió las sinergias a múltiples proyectos vinculados con nuevas tecnologías, salud y emigración, potenciados por
una estructura organizativa flexible y ávida de captar oportunidades de desarrollo. -La Asociación Mexicana de
Directivos de la Investigación Aplicada y Desarrollo Tecnológico (ADIAT) creada en l989 para contribuir a mejorar la
administración de tecnología y la protección industrial fue ampliando sus objetivos y profundizando los vínculos con
diversos sectores empresariales para afianzar la expansión de una cultura de la innovación.
5
Los Consejos Estatales de Ciencia Y Tecnología agrupados en la REDNACECYT constituyen una red formalizada para
promover la CTI impulsar programas como el desarrollo de un Observatorio de CTI y apoyar a nivel regional las
acciones propiciadas por el FCCYT, ADIAT, FUMEC, CONACYT y otras Secretarias de Estado especialmente Secretaria
de Economía. En estas actividades CONACYT conjuntamente con la Secretaria de Economía mantienen un papel
activo en el estímulo de sectores productivos específicos, a través de dos programas. El Fondo PYME que incluye
actividades de promoción de la innovación y modernización tecnológica a las Pymes, y el Programa de Desarrollo de
la Industria de Software (PROSOFT).
8
conocimiento tácito y codificado, entre varios agentes protagónicos del sistema
nacional de innovación (empresarios, investigadores, administradores).
La tradicional distancia entre universidad y empresa se mantiene, ya que no se ha
podido traducir a la sociedad los beneficios obtenidos en la investigación y si bien no
hay formulas de éxito para aplicar, es necesario que a nivel de América Latina se abra
un diálogo sobre: i) el papel que desempeñará la Universidad en la sociedad basada en
el conocimiento, ii) cuáles son las medidas urgentes a adoptar para combatir la rigidez
institucional y el desinterés de la comunidad científica y iii) cómo despertar la
preocupación en los círculos políticos, para adoptar decisiones coherentes, dejando de
lado el espontaneísmo y la improvisación.
III. Debilidades organizativas a nivel de las universidades y centros de investigación
que impiden el fortalecimiento de la relación Universidad/Industria.
La gestión de los proyectos de investigación, como la conformación de redes interinstitucionales e internacionales se ha enfrentado a problemas estructurales e inercias
organizacionales que vienen del pasado relacionadas con la gestión burocrática de las
diferentes universidades. Estos problemas obstaculizan más que dinamizan, el buen
desempeño de la investigación. Los cambios que se introducen en la estructura
organizativa de las instituciones de educación superior referentes al desarrollo de
grupos de investigación (estímulo a la formación de grupos interdisciplinarios e inter
institucionales, integración de jóvenes en tesis de postgrado) y a la aplicación de
evaluaciones colectivas e individuales (para verificar desempeños, pertinencia de
proyectos y creación de redes de excelencia). No están acompañados con la
capacitación adecuada del personal, para la gestión y la administración de tales
programas e instrumentos, con un sentido de eficiencia y visión de futuro. (Casalet, M.
2010)
La administración asigna importancia a responsabilidades atadas a lógicas burocráticas
ligadas a la comprobación y la certificación que si bien son indispensables para
garantizar la transparencia de los procesos, no contribuyen a desarrollar aprendizajes
organizacionales y bloquean la capacidad de las universidades latinoamericanas, para
gestionar una cultura de la innovación. La lógica de la gestión de los recursos
9
predomina en detrimento, de una lógica asociada al escalamiento y mejora del diseño
y obtención de resultados de los programas financiados con recursos externos.
La formación para la gestión de proyectos de investigación y transferencia de
conocimientos de los cuadros directivos universitarios y de centros de investigación es
ineludible para el buen desarrollo de la agenda en CTI. Las instituciones académicas
deben contar con recursos humanos, organizativos y presupuestales para construir
entornos favorables a la investigación y la transferencia de conocimientos a la
sociedad. La sensibilización y formación de las autoridades y responsables de la gestión
(universidades, directores de centros de investigación y organizaciones intermedias,
empresas) exige responder a múltiples interrogantes no resueltas como: i) la creciente
importancia del financiamiento externo; ii) la administración eficiente de los recursos y
la transferencia de conocimientos a la sociedad. iii) La creación de indicadores
adecuados para medir y sistematizar los cambios en las relaciones de los grupos de
investigación y las instituciones especializadas con otros sectores de la sociedad. Esta
sensibilización es una necesidad, para el desarrollo de la economía basada en el
conocimiento en América Latina. Por otra parte, para incorporar y mejorar estos
desarrollos se necesitan políticas públicas diseñadas por políticos con visión de futuro,
aplicadas por funcionarios capaces de evaluar resultados y coordinar programas entre
múltiples dependencias para asegurar resultados en el financiamiento y en la
formación de los recursos humanos calificados cuya acción abra nuevas oportunidades
para la sociedad.
IV. Debilidad empresarial para demandar nuevos conocimientos.
La conexión entre oferta y demanda de conocimientos científicos y tecnológicos en los
países latinoamericanos es aún muy débil y se restringe a pocos actores del sistema de
CTI (donde las PYMES son constantemente olvidadas). Los entornos regionales (cluster,
incubación, spin off, parques de innovación) constituyen nuevas instancias para la
colaboración y el establecimiento de relaciones informales y formales que
incrementen la colaboración y la transferencia de conocimientos. (Casalet, M.,
González, L. y Buenrostro, E. 2008; Casalet, M., Buenrostro, E. y Becerril, G. 2009)
10
En México existen pocas empresas que invierten en I+D, o desarrollen productos, o
procesos innovadores. Las empresas que invierten son pocas y no han contribuido de
forma sistemática a estimular investigaciones conjuntas con centros de investigación
y/o
universidades, tampoco han
generado derramas significativas en
los
agrupamientos sectoriales y regionales donde se localizan. Las medidas de apoyo a la
demanda adoptadas en México han sido directas6 como los apoyos a proyectos
específicos de I+D o por la vía de subsidios, e indirectas a través de mecanismos de
estimulo fiscal7. Dado que no existen evaluaciones oficiales sobre los resultados
obtenidos en los diferentes programas, la escasa disponibilidad de información y el
excesivo burocratismo, para hacer uso de estos instrumentos por las empresas, los
convierte en mecanismos poco eficaces para estimular la innovación. El estímulo fiscal
otorgado por CONACYT (durante el período 2001-2008, fue sustituido por la nueva Ley
de CTI de 2009) ha sido ampliamente criticado por las empresas, dado los complejos
trámites burocráticos para acceder a las ayudas, especialmente para las
PYMES
escasamente beneficiadas por este programa. La utilización empresarial de la
capacidad del sistema público de I+D no ha sido abordada en profundidad en las
políticas de CTI. Tampoco se ha estimulado desde las instituciones educativas definir
una regulación y establecer una estructura organizativa eficaz para promover
proyectos de investigación con apoyos privados y retroalimentar a los potenciales
El Programa de Alto Valor agregado en Negocios con Conocimiento y Empresarios (AVANCE) impulsado por
CONACYT desde 2003 esta dirigido a negocios basados en la explotación de desarrollos científicos y/o desarrollos
tecnológicos. Fomenta el desarrollo de los emprendedores, empresarios investigadores, empresas, centros de
investigación, universidades, individuos que realicen actividades y negocios relacionados con la investigación
científica. Los instrumentos del Programa Avance son:
6
Ultima Milla, para crear negocios a partir de desarrollos científicos y tecnológicos maduros, que puedan
convertirse en prospectos de inversión.
Programa Emprendedores, es un instrumento, facilita recursos y permite acceder a capital con otros
inversionistas, para desarrollar y consolidar negocios de valor agregado.
Fondo de Garantías para el Desarrollo Tecnológico sirve para otorgar crédito a empresas nacionales. Este
programa representa un intento de afrontar uno de los problemas relevantes para la inversión privada en I+D en
México, que es la insuficiencia del capital de riesgo y capital privado de equipo, especialmente para las PYMES.
El sistema de estímulos fiscales fundamentado en el art. 219 de la Ley del Impuesto sobre la Renta. logro
incrementar su captación de 496 mdp mexicanos en el 2001, a más de 4,000 mdp en el 2006. (Carreño, 2007
entrevista Directora Estímulos Fiscales de CONACYT, 2008) presenta un procedimiento singular en comparación con
otros países, donde la desgravación se realiza automáticamente por las empresas con los niveles o tipos
establecidos de acuerdo con los dispositivos estándares. En México existe un proceso mixto entre CONACYT y la
Secretaria de Hacienda y Crédito Público, ésta última analiza los proyectos presentados por CONACYT y se
consideran caso por caso, para determinar el nivel de incentivo fiscal otorgado (hasta un máximo del 30% del coste
del proyecto).7
11
usuarios de los beneficios de la investigación a través de la circulación de
conocimientos y tecnologías.
En la literatura internacional se ha constatado la existencia de una variedad de canales
de interacción para hacer efectiva las relaciones de intercambios y transferencias de
conocimientos entre las universidades y los sectores productivos. (D´Este, P. y Patel, P,.
2007; Breschi, S. y Catalini, Ch., 2009; Bercovitz, J. y Feldman, M. P., 2006; Audretsch,
D. B. y Feldman, M. P., 1996) La variedad de canales de interacción, por los cuales se
desarrolla la relación entre universidad/empresa, va más allá de las estrechas
limitaciones formales planteadas en los planes de CTI de América Latina, donde la
única meta es el número de patentes registradas, como indicador de la innovación. La
historia de las relaciones y colaboraciones entre la academia y la industria en la
mayoría de los países latinoamericanos es fragmentada, interrumpida por las crisis
políticas y económicas que no sólo afectaron la investigación, también dispersaron los
recursos humanos calificados. En unos casos, por desencuentros políticos, en otros por
falta de reconocimiento o de seguridad en la continuidad laboral, tales motivos
alimentaron las migraciones de talentos al exterior y desarticularon el tejido
productivo, especialmente de las
PYMES.
(Casalet, M. 2008) En este panorama de
reconstrucción de la institucionalidad y del tejido productivo, resultaría más fácil
estimular medidas de carácter relacional que fortalezcan la confianza, el conocimiento
mutuo y el intercambio entre agentes cuya interacción es aún precaria. En este
sentido, sería más apropiado apoyar canales y modalidades que contribuyan a
favorecer la interacción y la intermediación (Davies, H., Nutley, S. and Walter, I. 2008).
Las vías informales como: seminarios, conferencias, consultorías, asesoramientos para
fomentar la investigación en las empresas, entrenamientos tecnológicos, involucran a
los investigadores con los sectores productivos. Aunque estos puedan tener menos
rendimientos económicos para las instituciones, proporcionan una acumulación de
experiencias a los investigadores (individuales y colectivos) y fortalece la confianza
entre actores cuya relación es incierta y esporádica. Por otra parte, el contacto
informal con las empresas (por la movilidad de los investigadores y/o estudiantes, o de
empresarios en actividades de investigación conjunta) facilitaría la identificación de las
demandas de conocimientos, para incrementar la producción y fomentar la
12
investigación a nivel de las empresas. Algunas disciplinas, a pesar de las interrupciones
a nivel macro en los distintos países de América Latina (Argentina, México, Brasil,
Chile, Uruguay) presentan una trayectoria de vinculación pública-privada (en
ingeniería, química, ahora biotecnología) más continuada con los sectores productivos.
Actualmente, se agrega una nueva forma de interacción, como son las regiones, o sea
los territorios de localización de los agrupamientos industriales y/o parques de
innovación. Estas funcionan como una infraestructura socio-productiva con mayor
flexibilidad para los intercambios comunicativos entre los distintos agentes
económicos. Las redes que se construyen en torno a los agrupamientos sectoriales
regionales (electrónico, software, automotriz, alimentos, salud y los parques científicos
o de innovación) estimulan los procesos de aprendizaje colectivos, las oportunidades
de enriquecimiento recíproco, la apertura del mercado laboral. La proximidad
contribuye a facilitar la capacidad de absorción, de intercambio y formación, ya que
afianzan relaciones más o menos permanentes con universidades, centros de
investigación, empresas nacionales y transnacionales, institutos tecnológicos y
organizaciones intermedias.
La literatura especializada en gestión y circulación de los conocimientos en América
Latina es incipiente, como la preocupación por investigar y sistematizar los modelos de
interacción existentes entre las universidades y los sectores productivos. No existen
estudios actuales que identifiquen los canales utilizados para fomentar la vinculación
entre universidades, centros de investigación, institutos tecnológicos y los sectores
productivos, relacionando a las disciplinas que presentan mayor intensidad y
continuidad en promover las vinculaciones. Las investigaciones y los intercambios
sobre esta problemática contribuirán a despejar las interrogantes, que son las
prioridades actuales referidas a: -cuáles son las vías más utilizadas para favorecer las
relaciones de vinculación, -qué importancia tiene la institución de pertenencia del
investigador y/o el grupo y -cómo pesa en los resultados obtenidos la experiencia
previa de vinculación de los investigadores, -qué oportunidades y diferencias se
destacan en las vinculaciones y transferencias realizadas por las ciencias sociales. Estos
insumos son claves para determinar -quiénes investigan y cómo transfieren los
conocimientos, -qué papel tienen las políticas públicas en estimular programas e
13
instrumentos que abran oportunidades de futuro. En ese sentido, las investigaciones
realizadas por D´Este, P. and Patel, P. (2007); D´Este, P., Nesta, P. y Patel, P. (2005)
proporcionan elementos teóricos y metodológicos aplicables en diferentes países de
América Latina para evaluar la importancia de las vías de interacción utilizadas ya sean
formales e informales. Estas investigaciones proporcionarían insumos importantes
para el diseño de políticas públicas a nivel nacional y regional, ya que se partiría de
datos concretos, para evaluar los problemas institucionales (colectivos e individuales)
organizativos, normativos a los cuáles se enfrentan los agentes del sistema de
innovación (investigadores, los sectores productivos y las regiones). La creación de una
estructura de apoyos a la interrelación de los sectores públicos y privados se plasma
tímidamente en el diseño e implementación de las políticas. Algunas de estas
iniciativas son sólo aspiraciones a nivel de discurso ya que no cuentan con una política
de financiamiento clara y sujeta a evaluación, cuyos resultados permitan establecer
nuevas metas. A pesar de la improvisación y ambigüedad de los programas e
instrumentos creados, paulatinamente se extiende la preocupación en los centros de
investigación (especialmente, los Centros Públicos de Investigación de CONACYT y en
algunos institutos tecnológicos ubicados en regiones de concentración de
agrupamientos industriales) por favorecer el acercamiento entre la oferta de
conocimientos y la demanda de soluciones a que aspiran los sectores productivos.
14
Algunas reflexiones finales.
La construcción de capacidades de investigación y circulación del conocimiento que
apoyen la innovación es un proceso largo, difícil e inevitable para las instituciones y los
actores involucrados. En una sociedad cada vez más compleja e interconectada, la
colaboración multidisciplinaria, es fundamental, para abordar los descubrimientos que
inician nuevas áreas del conocimiento. Estas nuevas áreas serán tan importantes como
hoy lo son las tecnologías de la información y comunicación, la biología matemática, la
genómica. (Vessuri, H. 2008) Esta colaboración supone preguntarse: cómo formar a los
investigadores para consolidar la cooperación y la integración de equipos de
investigación multinivel (institución e interinstitucional nacional e internacional) y
cómo transmitir a los usuarios del conocimiento, a la sociedad los logros de la
investigación, o sea, qué vías también múltiples hay que propiciar y constantemente
retroalimentar para lograr que el conocimiento sea efectivamente incorporado en el
desarrollo de la sociedad.
15
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