Download APARATO REPRODUCTOR MASCULINO
Document related concepts
Transcript
APARATO REPRODUCTOR MASCULINO En la especie humana, el hombre produce los gametos masculinos o espermatozoides. Estas células trasmiten al nuevo ser la información genética aportada por el padre. Las estructuras más importantes del sistema reproductor masculino son los testículos, el epidídimo, los conductos deferentes, la uretra, las vesículas seminales, la próstata y el pene. Testículos Son dos órganos cuya función es la producción de espermatozoides. Se encuentran suspendidos en un saco externo formado por la piel, denominado escroto. La función del escroto es mantener a los testículos en un medio más frío que el del interior de la cavidad abdominal. Para que los espermatozoides se produzcan normalmente se requiere de una temperatura 30°C menor que la temperatura corporal (37°C). En el interior de los testículos existen unos 250 lóbulos o compartimentos, que contienen unos delgados tubos muy enrollados y apretados llamados túbulos seminíferos. Cada túbulo seminífero tiene un diámetro extremadamente pequeño y mide aproximadamente unos 80 centímetros de longitud. Son las estructuras específicas en que se producen los espermatozoides dentro del testículo. Funcionamiento de los testículos. En el interior de los testículos y más exactamente en los túbulos seminíferos, se produce la hormona testosterona. (Ver: Hormonas sexuales) Esta hormona determina las denominadas características sexuales secundarias, y que son: Crecimiento de la estructura del esqueleto. Es común observar en los varones, alrededor de los 12 años, un aumento importante de su estatura. Esto se debe al crecimiento de los huesos por el aumento del tejido óseo que provocan la acción de la hormona del crecimiento o somatotrofina y la testosterona. Se produce también un ensanchamiento de los hombros que dan la apariencia de un cuerpo más robusto que el de la mujer. Los huesos del cráneo también crecen y provocan el crecimiento de la nariz, de la mandíbula y de la frente; la cara, en su conjunto, se ve más alargada en comparación con la redondeada que tenía el niño. Desarrollo de la musculatura. El varón experimenta un aumento importante de su volumen corporal, debido al desarrollo de los músculos, más notorio en la zona pectoral y abdominal, en los bíceps y en las piernas. Cambios en el tono de la voz. La voz cambia de un tono agudo a otro más grave, por la maduración de la laringe y de las cuerdas vocales. En este período de cambio, es frecuente que aparezcan los conocidos "gallitos", porque el tono de la voz sube y baja involuntariamente mientras se está hablando. El desarrollo de la laringe es más notorio en los hombres porque se produce además un abultamiento en la zona delantera del cuello, que da origen a la llamada, comúnmente, "manzana de Adán", tan característica en los varones. Cambios en la piel y en la distribución del vello.La piel del adolescente varón va engrosando, aumenta la actividad de las glándulas sebáceas y, como consecuencia, aparecen las llamadas "espinillas" y el característico acné juvenil. Estas erupciones desaparecerán cuando el cuerpo se adapte a los cambios hormonales, originados por una mayor producción de testosterona. Aparece también abundante vellosidad en zonas del cuerpo del varón donde antes no existía: el vello facial (bigote y barba) que da la oportunidad de comenzar a afeitarse; vello en el resto del cuerpo, especialmente en las piernas, región pectoral y, más abundante, en las axilas y en la zona púbica. La extirpación de los testículos en la pubertad hace que no se desarrollen ninguna de las características sexuales secundarias en el varón (Eunucoidismo), ya que se extrae la fuente de testosterona del individuo, además no existe la producción de espermios por lo que el individuo queda infértil. Regulación hormonal. El funcionamiento de los testículos está controlado por una glándula cuyo nombre es adenohipófisis. Esta glándula ubicada en la base del cerebro, produce dos hormonas: la hormona folículo estimulante (HFE), que regula la producción de espermatozoides y la hormona luteinizante (HL) que controla la producción de la testosterona. La producción de espermatozoides en el hombre está regulada por la acción de hormonas, que se mantiene constante desde la pubertad hasta la edad adulta. Epidídimo Es el órgano conformado por un tubo enrollado cuya longitud aproximada es de 7 centímetros. Se encuentra unido a los testículos por detrás de ellos y su función es almacenar temporalmente los espermatozoides producidos en los tubos seminíferos para permitirles que adquieran movilidad. Este proceso se conoce con el nombre de capacitación, y requiere que los espermatozoides permanezcan 18 horas en el epidídimo, para completarse sólo cuando éstos ingresan al sistema reproductor femenino, donde puede ocurrir la fecundación del óvulo. Conductos deferentes Éstos son la prolongación del tubo contenido en el epidídimo. Su función es almacenar los gametos masculinos y transportarlos desde el testículo hasta otra porción tubular denominada uretra. Uretra Es un conducto que transporta los espermatozoides desde los conductos deferentes hasta el pene, para permitir su excreción. La uretra es también el conducto por el que se elimina la orina. Vesículas seminales Son dos glándulas que vierten a los conductos deferentes el semen, líquido viscoso en el que flotan los espermatozoides. El semen contiene agua y nutrientes como la fructosa, un tipo de azúcar que sirve de fuente energética para posibilitar el movimiento de los espermatozoides en su camino hacia el óvulo femenino. Próstata Se denomina así a una glándula que segrega sustancias específicas, las cuales, al mezclarse con el semen producido por las vesículas seminales, favorece la supervivencia de los espermatozoides una vez que ingresan al sistema reproductor femenino y ocurre la fecundación del óvulo. Pene El pene es el órgano copulador por el cual los espermatozoides son depositados en la vagina. Está formado por un tejido esponjoso que al llenarse de sangre se separa del cuerpo en un proceso denominado erección. El pene erecto tiene la posibilidad reproductiva de introducir los espermatozoides del varón dentro del sistema reproductor femenino, función que se realiza durante el acto sexual o cópula. En la capacidad de introducir espermas no tiene ninguna influencia el tamaño del pene. Respecto a este punto, no existe ninguna encuesta científica ni estudio que indique algún tamaño como promedio ni menos como ideal, habiendo algunos de pocos centímetros hasta otros de quince o dieciséis. No existe tampoco ninguna correlación entre el tamaño del pene en estado de flaccidez y su estado de erección. Esto significa que un pene pequeño puede alcanzar, proporcionalmente, mayor longitud que otro de más tamaño APARATO REPRODUCTOR FEMENINO La información genética que trasmite la madre a su hijo está contenida en el gameto femenino u óvulo. La producción de esta célula reproductiva pone en funcionamiento una serie de órganos sexuales que conforman el sistema reproductor femenino. Los órganos sexuales se clasifican en internos y externos: Los órganos internos están constituidos por: Ovarios Son dos órganos del tamaño de una almendra que se ubican en la cavidad abdominal de la mujer. Su función es producir un óvulo cada 28 días aproximadamente. Están situados dentro del cuerpo, en la región de la pelvis, uno a cada lado del útero. Los ovarios producen y liberan unas hormonas denominadas estrógenos y progesterona. Los estrógenos, producidos desde la pubertad, determinan cambios tales como: hombros angostos, voz aguda, caderas anchas, etc. Estos cambios son las características sexuales secundarias de la mujer. La progesterona, hormona que tiene como función aumentar la cantidad de vasos sanguíneos del endometrio uterino. Cuando se libera el óvulo, una vez que ha sido fecundado, las paredes del útero están capacitadas para recibirlo y alojarlo durante su proceso de posterior desarrollo. Trompas de Falopio Forman un arco cerca del ovario son pequeños tubos que entran en el útero (uno derecho y otro izquierdo). Son dos conductos que se originan cerca de cada ovario y que se extienden hasta el útero. La función de las trompas, también llamadas oviductos, es conducir el óvulo desde el ovario hasta el útero. La fecundación ocurre en las trompas de Falopio. Útero Es un órgano musculoso y hueco del tamaño y forma de una pera invertida, y está ubicado en la parte inferior del vientre. Lo conforman tres capas: una interna o endometrio, que cada mes se enriquece con una cantidad extra de vasos sanguíneos necesarios para la nutrición del nuevo ser; otra intermedia formada por músculos lisos; y la capa externa constituida por tejido elástico. El útero o matriz, es una cavidad que tiene cinco centímetros de longitud. Es muscular, tiene un enorme poder de crecimiento y de contracción, pues es capaz de sacar un feto al exterior, en el momento del parto. Vagina Es un tubo muscular elástico que comunica el útero con el exterior. Se ubica en la pelvis menor, entre la uretra y el recto. Termina en un orificio alrededor del cual hay unos repliegues de la piel llamados labios mayores. Es un conducto que une a la vulva externa con los órganos sexuales internos. Estos se encuentran dentro de la cabida abdominal que esta situada entre los huesos de la cadera (pelvis). Los órganos externos están formados por: Vulva La vulva se puede observar al separar los muslos de la mujer. Esta rodeada de dos dobleces de piel: uno exterior, los labios mayores y uno exterior los labios menores. En la mujer púber los labios mayores tienen pelos. Clítoris Pequeño órgano parecido al pene. Está provisto de terminaciones nerviosas y puede entrar en erección. Meato Sistema reproductor femenino Himen Por debajo del clítoris se encuentra el meato urinario, que es el orificio de la porción final de las vías urinaria. Es el lugar donde se emite la orina al exterior. Por la abertura de la vagina, y situado entre la entrada de ésta y el vestíbulo de ella, se encuentra en la mujer virgen una membrana no perforada llamada himen. El himen es una delgada membrana que se extiende por la abertura de la vagina. Esta membrana tiene una o más abertura por las cuales sale el flujo menstrual y la tradición dice que en el momento de la primera penetración del órgano masculino, dicha membrana se rompe, haciendo que sangre un poco, por lo tanto era considerado una prueba de virginidad. Actualmente se sabe que no necesariamente esta membrana se rompe en la primera relación sexual ya que puede haber membranas más elásticas que otras y además puede ser rota por otras circunstancias: utilización de tampones del diámetro no adecuado a los orificios del himen, etc. Ciclo menstrual femenino En el sistema reproductor femenino ocurren una serie de cambios que se repiten aproximadamente cada 28 días. Las modificaciones que experimentan el útero y los ovarios constituyen el ciclo menstrual femenino. En este ciclo de producción del gameto femenino y las hormonas sexuales femeninas se distinguen dos fases: la maduración del óvulo y secreción de estrógenos, y la ovulación y secreción de progesterona. 1. Maduración del óvulo y secreción de estrógenos Esta fase comprende la primera mitad del ciclo, es decir dura 14 días aproximadamente. Los acontecimientos que ocurren en esta fase determinan que madure un óvulo en uno de los dos ovarios, el cual será liberado aproximadamente el día 14. Este óvulo está rodeado por células que lo nutren y protegen formando un folículo. Paralelamente, el ovario produce y segrega estrógenos, que comenzarán a engrosar el endometrio del útero. Las paredes del útero tendrán así la capacidad de recibir al óvulo para su posterior desarrollo, en el caso de que sea fecundado. La maduración del gameto femenino y la producción de estrógenos en los ovarios está regulada por la hormona folículo estimulante, que se origina en la adenohipófisis. 2. Ovulación y secreción de progesterona El día 14, aproximadamente, el gameto femenino u óvulo está en condiciones de ser liberado desde el ovario. OVULACIÓN es el proceso de liberación del óvulo maduro desde el ovario. Luego de la ovulación, el folículo se transforma en una estructura del ovario llamada cuerpo lúteo, que comenzará a producir la hormona progesterona, la cual continuará los cambios iniciados por los estrógenos en el endometrio uterino. El óvulo liberado ingresa a una de las trompas de Falopio para dirigirse hacia el útero. Si el óvulo es fecundado, se formará el cigoto, que se implantará en el endometrio uterino y comenzará su desarrollo. De lo contrario, el endometrio, con todos los vasos sanguíneos que han aumentado en cantidad y tamaño, se desintegrará produciéndose la menstruación. MENSTRUACIÓN es el flujo sanguíneo liberado al exterior a través de la vagina y que contiene restos del endometrio, vasos sanguíneos y el óvulo no fecundado. La menstruación es un proceso natural durante el cual la mujer debe procurar realizar todas sus actividades habituales. Suele durar de tres a cinco días. El primer día de la menstruación es el primer día del ciclo menstrual femenino. CARACTERÍSTICAS SEXUALES SECUNDARIAS DE LA MUJER. La acción hormonal provoca algunos cambios notorios en el cuerpo de la mujer joven. Estos son: Transformación de la estructura del esqueleto. En la niña, los cambios comienzan unos dos años antes que en el hombre, es decir, alrededor de los 11 años. En ella se produce un aumento importante de la estatura, debido al crecimiento de los huesos y un ensanchamiento de las caderas. Esta última transformación es importante para la función reproductora, pues estos huesos sostendrán al feto dentro del vientre materno. Junto con la nueva contextura de las caderas y de la pelvis se forma la cintura, que le otorga finura a la silueta femenina. Desarrollo de las glándulas mamarias. El desarrollo de las glándulas mamarias o mamas se debe a la acción de los estrógenos. Están formadas por tejido adiposo, y por otro tejido especializado en la producción de leche, la cual se forma con las sustancias nutritivas de la dieta alimenticia, junto con el efecto de una hormona llamada prolactina que se activa después del parto. Un conjunto de músculos presentes en el tórax son los encargados de sostener el peso de las mamas con el fin de mantenerlas en su lugar. Es recomendable realizar ciertas rutinas de ejercicios para vigorizar estos músculos. Cambios en la piel y en la distribución del vello. Como en el varón, la acción de las hormonas sexuales provoca cambios en la textura de la piel de la mujer. Ésta se vuelve más lisa y aparecen las molestas "espinillas" por el aumento en la actividad de las glándulas sebáceas. Las alteraciones cutáneas desaparecen con el tiempo. Además, aparecen vellos, principalmente en la zona púbica y axilar. Los responsables del proceso de la fecundación en humanos son dos: el gameto maduro de tipo femenino (célula huevo, ovocito u óvulo) y el gameto maduro de tipo masculino (espermatozoide). Cada uno de ellos es producido por las respectivas gónadas (ovario y testículos) a través de un complejo proceso, la gametogénesis. La gametogénesis implica la reducción de 46 a 23 del número de cromosomas, a través de dos sucesivas divisiones nucleares (meiosis I y II), de modo que cada gameto lleva en sí sólo la mitad del patrimonio genético de las células humanas (estado aploide). El espermatozoide encierra en su “cabeza” enzimas que pueden romper las barreras protectoras del óvulo u ovocito, para provocar la fecundación. El óvulo u ovocito es la célula más grande del organismo humano (diámetro aproximado de 0,16 mm). A diferencia del espermatozoide, en la ovulación el óvulo no ha completado aún la segunda parte de la división reductora de sus propios cromosomas (meiosis II) que quedan “bloqueados” en metafase II hasta el momento de la eventual fusión con el gameto masculino (espermatozoide o célula sexual masculina). Óvulo acosado por los espermatozoides CICLO OVÁRICO Días fértiles de la mujer La menstruación es parte del ciclo ovárico normal en una mujer sana en edad fértil. Como la manifestación más clara del ciclo ovárico es la menstruación, fácilmente podemos hablar de ciclo menstrual como sinónimo. El ciclo menstrual dura unos 28 días, aunque se considera normal también entre los 21 y los 35. El ciclo empieza el primer día del sangrado (de lo que entendemos por la regla) y finaliza el día anterior a la siguiente regla. Para determinar cuántos días dura tu ciclo menstrual tienes que contar desde el primer día de regla hasta el día anterior al siguiente periodo. ¿Por qué se produce? Los ovarios son las glándulas que producen los óvulos o células con capacidad para la reproducción. En cada ciclo menstrual, uno de los ovarios libera un óvulo (esto es lo que se conoce como ovulación). La ovulación ocurre por lo general 14 días antes del periodo menstrual o regla. En mujeres con un ciclo regular de 28 días, la ovulación ocurre el día 14. Sin embargo, estos cálculos son difíciles de aplicar en mujeres con un ciclo menstrual irregular, es decir, el intervalo promedio entre periodos no es constante sino variable. Cabe mencionar que en casos muy raros, algunas mujeres pueden ovular durante cualquier día del ciclo, aun durante la menstruación. El óvulo desciende por las trompas de Falopio hasta llegar al útero. Durante este trayecto, el óvulo puede ser fertilizado si se encuentra con un espermatozoide (célula reproductora masculina hallada en el esperma o semen) dando origen a un huevo o cigoto que se queda alojado en el revestimiento del útero (endometrio). Fecundación del óvulo Espermatozoide perfora la "corona radiata" Para que se produzca la fecundación humana es necesario perforar la “corona radiata” que envuelve al ovocito secundario (óvulo que se desplaza a las trompas de Falopio). Par cumplir esta finalidad, numerosos espermatozoides liberan pequeñas cantidades de enzimas que ayudan a dispersar esas células foliculares (las que forman la corona radiata). Después, un espermatozoide se adhiere al gameto femenino y lo penetra, determinando en la membrana celular de éste un rápido cambio eléctrico, seguido de un cambio químico más lento, lo que impide la entrada de otros espermatozoides. Por lo tanto, la fecundación se produce con un solo espermio. (Ver: Reproducción sexuada en mamíferos). Menstruación Si el óvulo no es fertilizado saldrá despedido, junto con el endometrio, fuera del cuerpo a través de la vagina. Esto es lo que se conoce como menstruación o regla. Una mujer puede quedar embarazada si tiene relaciones hasta 5 días antes de la ovulación. Esto se debe a que los espermatozoides pueden vivir en el cuerpo de la mujer por 3 a 5 días y esperar hasta el día de la ovulación para fertilizar el óvulo. Entonces, el periodo fértil de la mujer comprende el día de la ovulación, y entre 3-5 días antes y 1-2 después de la ovulación (el óvulo tiene un tiempo de vida de aproximadamente 24 a 48 horas). Si tenemos la seguridad de conocer el periodo fértil de la mujer, entonces es improbable que ocurra un embarazo cuando se tienen relaciones fuera del periodo fértil o periodo de ovulación. Hormonas La regulación del ciclo menstrual depende principalmente del hipotálamo, la hipófisis y los ovarios. Ciclo ovárico o ciclo menstrual En todo este ciclo (ovulación, pre y postovulación, regla) están implicadas una serie de hormonas. (Ver: Hormonas sexuales) El Hipotálamo: es parte del Sistema Nervioso Central. Produce una hormona (GnRH) que es capaz de estimular la liberación de las hormonas hipofisiarias para que secreten las hormonas gonadotrofinas FSH y LH. La Hipófisis: es una glándula ubicada en la base del cerebro que libera las hormonas hipofisiarias gonadotróficas. Estas son la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Ambas ejercen su acción en los ovarios. - Hormona foliculoestimulante (FSH): segregada por la hipófisis. La FSH estimula la maduración del óvulo en el ovario (que a su vez se encuentra envuelto en una capa de tejido llamada folículo) y en el hombre regula la maduración de los espermatozoides. Hormona luteinizante (LH): producida en la hipófisis, regula la ovulación e induce el desarrollo del cuerpo lúteo en la mujer y la maduración del folículo (capa que envuelve al óvulo). Con esta hormona, el óvulo se libera del ovario e inicia su descenso por las trompas de Falopio hasta el útero. En el hombre estimula la producción de testosterona. Los Ovarios: son los encargados de producir el gameto femenino y de secretar las hormonas sexuales femeninas estrógeno y progesterona. - Estrógenos: hormonas producidas por los ovarios, que estimulan al útero para que construya un fino revestimiento o forro (endometrio) para poder alojar al óvulo fecundado e iniciar así el embarazo. Sin el endometrio, el óvulo fecundado no quedaría alojado en el útero y no podría crecer. Los estrógenos se producen durante la fase de maduración del óvulo (cuando aún está dentro del ovario). - Progesteronas: tras la ovulación estas hormonas hacen que el revestimiento del útero crezca más (con el objeto de alojar al óvulo fecundado). Si el óvulo no es fertilizado, descienden los niveles de progesterona, lo que provoca la descamación o desprendimiento del endometrio (menstruación). - Prostaglandinas: estas hormonas incrementan las contracciones del útero para ayudarle a expulsar el óvulo no fecundado y el endometrio con la menstruación. Síntomas en cada fase Cuando las mujeres empiezan a familiarizarse con la regla aprenden a distinguir, aunque sea vagamente, los signos de cada fase del ciclo menstrual. Estos son algunos de los síntomas más frecuentes atendiendo a la fase en la que se encuentre el ciclo menstrual: - Fase de preovulación (días posteriores a la regla) • Sensación de plenitud, de energías& renovadas y fuerza • Te sientes capaz de hacer cualquier cosa - Fase de ovulación (unas dos semanas después de la regla) • Dolor punzante en un lado de la parte baja del vientre • Aumento de la secreción vaginal (flujo) - Fase de postovulación (unos días antes de la regla) Es la fase más prolija en cambios físicos y también psíquicos, hasta el punto que algunas mujeres pueden sufrir el Síndrome Premenstrual. Los síntomas más comunes en la postovulación son un sentimiento de tristeza y melancolía, falta de concentración, hinchazón en el bajo vientre y aumento de la grasa en piel y cabellos. - Menstruación o sangrado La hemorragia es la característica principal de esta fase, que puede durar entre 3 y 7 días. La cantidad de flujo perdido varía dependiendo de cada mujer (de 9 a 350 g), aunque la media de sangrado perdido es de unos 70-80 g, lo que equivale al volumen de una taza de té. El 90 por ciento se expulsa durante los primeros 3 días de regla. Otros síntomas propios de la menstruación son: • Dolores en el bajo vientre (parecidos a los retortijones) • Dolor de espalda y piernas • Mareos • Náuseas y vómitos • Diarrea Síndrome premenstrual No todas las mujeres sufren el síndrome premenstrual, aunque tengan molestias los días previos a la regla. Para que se considere un síndrome, tienen que ser molestias concretas además de la sensación de tristeza y de tensión propias de este periodo premenstrual. Síntomas físicos: • Tensión mamaria • Hinchazón (cara, abdomen, dedos) • Dolor de cabeza (migrañas) • Cambio de apetito (antojo de dulces) • Acné o urticaria • Estreñimiento o diarrea • Palpitaciones • Cambios en el interés sexual • Cambios en el sueño • Rigidez muscular • Dolor de espalda • Asma • Rinitis Cambios psicológicos: • Depresión • Sentimiento de tristeza, melancolía • Cansancio y fatiga • Tensión o intranquilidad • Ansiedad • Irritabilidad y agresividad • Dificultad de concentración Si sufres alguno de estos síntomas durante los días previos a la menstruación (unas dos semanas antes) y desaparecen con la hemorragia o poco después, entonces sufres el síndrome premenstrual. Es más frecuente entre las mujeres treintañeras y las que ya tienen hijos, aunque no se sabe bien por qué aparece. En los casos más acusados del síndrome, puede ser necesario recibir un tratamiento médico. Para otras mujeres pueden ser útiles los siguientes remedios. Ante cualquier duda, consulta con tu médico. - Alimentación: procura hacer una dieta sana, rica en verduras y frutas. Reduce el consumo de sal para evitar el hinchazón y come un poco más de azúcar de lo habitual, pues puede ayudarte a regular tu nivel de glucosa si te sientes falta de energía. No favorecen las altas dosis de cafeína o el alcohol, al afectar ambos a la circulación sanguínea. - Ejercicio: practica de forma regular ejercicio, además de servir para mejorar tu condición física general, puede ayudar a suavizar los síntomas. - Relajación: evita en lo que puedas situaciones estresantes. Aprende métodos de relajación, como el yoga, la meditación, ejercicios de respiración y practícalos si los necesitas. También ayuda leer un buen libro o dar un paseo. Menstruaciones dolorosas Un tercio de las mujeres sufre dismenorrea o reglas muy dolorosas. El dolor es parecido al de un retortijón, pero más intenso y puede llegar a acompañarse de náuseas, vómitos o mareos. Consulta con tu médico si sufres este tipo de reglas dolorosas, para que determine qué tratamiento es el más adecuado en tu caso. Algunos estudios indican que la dismenorrea puede estar relacionada con un exceso de producción de prostaglandinas. Estas hormonas que acentúan las contracciones de los músculos uterinos podrían explicar el dolor intenso. ¿Tiene tratamiento? En los casos de dolor muy fuerte, es preciso que consultes con tu médico, porque puedes requerir algún tipo de tratamiento hormonal. Esto es especialmente importante si no acostumbras a tener reglas dolorosas y de repente aparecen. En estos casos, la causa puede ser alguna alteración en el endometrio, fibromas o por una enfermedad inflamatoria pélvica. Algunas mujeres encuentran cierto alivio dándose un baño caliente y relajante o con un masaje relajante en el abdomen, en cuanto aparecen las primeras señales de dolor. Menstruaciones irregulares No son muchas las mujeres que tienen un periodo “de libro”, es decir, de 28 días. De hecho, muchas tienen ciclos menstruales de más o menos días, por lo que se considera normal la oscilación entre los 21 y los 35. Cuando el ciclo supera las seis semanas de duración ya se considera irregular, aunque no es preocupante en los primeros años de la menstruación, porque pasa algún tiempo hasta que los ciclos se regulan. Estos ciclos inusualmente largos pueden ser oligomenorreas (un número excesivamente bajo de reglas al año) o bien amenorreas (ausencia de regla). Las oligomenorreas pueden deberse a algún trastorno de tipo hormonal o simplemente obedecer al propio ciclo natural. Para descartar posibles enfermedades que lo causen es necesario acudir al ginecólogo, que realizará los análisis y exámenes pertinentes. La razón más habitual de amenorrea, si siempre has tenido un periodo regular, es el embarazo. Pero también se relaciona con los cambios en la dieta, un exceso de actividad física o estrés muy acusado. Por eso debes acudir al ginecólogo para que estudie cuál es la causa en tu caso. Reglas muy abundantes Algunas mujeres sufren periodos o reglas muy abundantes. Un sangrado excesivo no tiene que significar que algo vaya mal, a veces se produce cuando se ha dejado de tomar la píldora anticonceptiva o tras un parto o en mujeres próximas a la menopausia. Si la regla abundante aparece de forma repentina y sin razones obvias, es motivo de consulta al médico. Además, si junto con la menstruación excesiva te sientes especialmente cansada, puede que estés sufriendo anemia. En estos casos, acude al ginecólogo. Mitos y verdades No debes bañarte, ducharte y lavarte el pelo durante la regla Falso. Cuando estás menstruando es más importante que nunca mantener la higiene y sentirte limpia y fresca. Si te quedas muy delgada, dejas de menstruar Verdadero. Una fuerte pérdida de peso puede paralizar tus periodos. Si esto ocurriera consulta a tu médico. Si tengo la regla, no puedo regar las plantas ni hacer mayonesa Falso. La menstruación no tiene por qué afectar a las actividades cotidianas, a menos que tus síntomas te impidan llevar una vida normal durante esos días. No puedes usar tampón con la primera regla Falso. El támpax puede emplearse como protector higiénico desde la primera regla hasta la última. Los tampones no afectan la virginidad Verdadero. Si se entiende por virginidad la existencia de un himen intacto, los estudios realizados confirman que el tampón no afecta al diámetro del himen. En los últimos días de la menstruación no tienes que cambiarte de tampón con la misma frecuencia que al principio de la regla Falso. Existen distintos tampones dependiendo de su capacidad de absorción. Para seleccionar el adecuado según el día de regla en que te encuentres, tienes que tener en cuenta que hay que cambiar el tampón más o menos cada 5 horas. Si lo cambias antes de 4 horas es que precisas otro de mayor absorción. Nunca pases más de 8 horas con el mismo támpax. FECUNDACIÓN Y CONCEPCIÓN Para entrar en materia, repitamos los conceptos: Los “protagonistas” del proceso de la fecundación son dos: el gameto maduro femenino (célula huevo, ovocito u óvulo) y el gameto masculino (espermatozoide). Espermatozoide humano: Cada uno de ellos es producido en sus respectivas gónadas (ovario y testículo) a través de un complejo proceso llamado gametogénesis. 1 cabeza; El espermatozoide encierra en su “cabeza”, sobre el núcleo haploide, una vejiga, llamada acrosoma, que es capaz de liberar su contenido de enzimas para traspasar las barreras protectivas (corona radiata, cúmulo ooforo, y sobre todo la zona pelúcida) de la célula huevo u óvulo. Se trata de una auténtica «explosión bioquímica». 3, trecho intermedio (con vaina mitocondrial); El ovocito u óvulo es la célula más grande del organismo humano (diámetro aproximado de 0,16 mm), que ha acumulado en su propio citoplasma grandes cantidades de ribosomas, mRNA, tRNA, proteínas, glicógeno y lípidos, que utilizará si es fertilizado. Al exterior de la membrana plasmática el ovocito está revestido de un espeso estrato de glicoproteínas, la zona pelúcida, y rodeado por las células foliculares. 2 cuello; 4, parte principal; 5, parte terminal; A, acrosoma; B, región postacrosomial de la cabeza A diferencia del espermatozoide, en la ovulación no ha completado aún la segunda parte de la división reductora de sus propios cromosomas (meiosis II) que quedan “bloqueados” en metafase II hasta el momento de la eventual fusión con el gameto masculino. Cuando se produce una cópula (unión sexual), producto de la eyaculación (depósito de semen) numerosas decenas de millones de espermatozoides son normalmente depositados en la vagina. Pero sólo algunos centenares de ellos logran alcanzar el lugar fisiológico de la fecundación, que es la porción en forma de ampolla de las trompas de Falopio, donde los espera, si ha ocurrido la ovulación, el gameto femenino. Comienza así una “competencia”: los espermatozoides luchan desesperadamente por alcanzar al ovocito (óvulo) y sobrepasar sus defensas (corona radiata y zona pelúcida). El último episodio de esta competencia lo protagonizan la célula huevo (óvulo) y los poquísimos espermatozoides (usualmente no más de 1 - 3) que han logrado penetrar en el espacio perivitelino, en contacto directo con la membrana celular. Uno solo de ellos tendrá normalmente acceso al citoplasma, fundiendo su propia membrana con la del ovocito. Una severa selección Encuentro entre el ovocito maduro (después de la ovulación) y los espermatozoides, que tratan de atravesar la corona radiata Los espermatozoides en competencia por la fecundación han sufrido ya una “selección natural” muy severa a lo largo del trayecto desde la cerviz a la ampolla de la trompa: más de 20 cm sembrados de no pocos obstáculos y enemigos, que ponen a dura prueba su capacidad de movimiento y de resistencia. Entre ellos está el viscoso mucus cervical, que tiende a retenerlos y a soltarlos lentamente, y se encuentran los granulocitos neutrófilos producidos por la pared del útero, que los fagocitan destruyendo cerca del 90% de ellos. Los espermatozoides “sobrevivientes”, que lograrán llegar a la entrada uterina de la trompa y penetran en el istmo, deberán luego “nadar” contra la corriente a lo largo del conducto de la trompa.... Sólo los mejores llegarán dentro de algunas horas o también después de 1-3 días a encontrar el gameto femenino. El comienzo de un nuevo individuo La ciencia no discute que —tanto en la especie humana como en otras especies animales— cada nuevo individuo se forma, naturalmente, por la unión de un espermatozoide con un ovocito (el óvulo), como se ha descrito. Esta unión se llama fecundación. Tanto el espermatozoide (gameto masculino) como el óvulo (gameto femenino) son células, ambas están vivas en el momento de unirse, y siempre lo estuvieron, ya que se formaron a partir de otras células vivas. Al unirse dan origen a una célula única llamada cigoto, que también está viva. Si los gametos (espermatozoide y óvulo) que se unieron eran humanos, el cigoto resultante también lo es. A la luz de esta verdad, se puede decir que la vida humana solo continúa. Pero, ¿en qué momento se puede decir que ya hay un nuevo individuo? La respuesta simple es que el nuevo individuo se inicia cuando ocurre la fecundación. La fecundación ocurre habitualmente, como vimos, en la trompa de Falopio, que es un tubo que conecta el ovario con el útero. El cigoto resultante de la fecundación es una célula que tiene la potencialidad de desarrollarse y llegar a ser un humano constituido por miles de millones de células, del mismo modo que una semilla puede llegar a ser un árbol a través de un proceso de crecimiento y desarrollo. Aproximadamente tres a cuatro días después de la fecundación, si el cigoto se ha desarrollado normalmente, está constituido por 8 a 10 células y pasa al útero donde continúa desarrollándose, inmerso en el escaso fluido que llena la cavidad del útero. En este medio alcanza el estado de desarrollo llamado mórula y posteriormente el estado de blastocisto. En esta etapa, el blastocisto consta de unas 200 células. La mayoría de estas células están destinadas a formar la placenta y otros órganos que más tarde se desechan. Un 7 a 10% de las células del blastocisto están destinadas a formar el embrión. En esta etapa, no hay signos evidentes de que el cuerpo materno reconozca la presencia de un nuevo individuo y la mujer no tiene manera alguna de reconocer que tiene uno en su útero. Ovocito humano “asediado” por numerosos espermatozoides que compiten para fertilizarlo En el séptimo día de desarrollo, el blastocisto humano se anida o implanta en la capa interna del útero, llamada endometrio. Para que esto ocurra es preciso que el endometrio se haya hecho receptivo por la acción que ejercen sobre él las hormonas del ovario, el estradiol y la progesterona. La implantación consiste en que el blastocisto se sumerge en este tejido materno. A partir de la implantación, el cuerpo materno reconoce que hay un nuevo individuo en desarrollo y comienza a reaccionar a su presencia. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud considera que el embarazo, que es una condición de la madre y no del nuevo individuo en desarrollo, comienza con la implantación. Dicha reacción del cuerpo materno se debe, en parte, al hecho de que cuando ocurre la implantación las células que van a dar origen a la placenta comienzan a secretar una hormona conocida como gonadotrofina coriónica humana (HCG). Esta hormona pasa a la sangre materna y actúa sobre el ovario para impedir que se produzca la menstruación. En este momento, hay que hacer algunas precisiones conceptuales: Concepción, en su acepción original, genuina, de uso general no manipulado, es y ha sido siempre equivalente de fecundación: la concepción es la unión del espermatozoide y el óvulo, es el comienzo del nuevo ser, marca el inicio del embarazo. Eso es lo que dicen la mayoría de los diccionarios generales y lo que repiten la mayoría de los diccionarios médicos. Hoy en día, algunos intentan disociar concepción de fecundación e identificar concepción con implantación terminada. En el nuevo lenguaje, concepción ya no sería ni fecundación ni Espermatozoides comienzo del nuevo ser, sino el inicio del embarazo, pero marcado por humanos observados con la culminación de la implantación del blastocisto en el endometrio. el microscopio electrónico La fecundación, como dijimos, ocurre normalmente en las trompas de Falopio, que es adonde se dirigen los espermas. Si un óvulo (cuya vida es de 12 a 24 horas solamente) ha recorrido las trompas y llega al útero, sin ser fecundado, se perderá ya que en ese momento el cuerpo lúteo ya está casi degenerado por el avance en el ciclo menstrual y la producción de HL ha disminuido, con el consiguiente descenso en progesterona y estrógenos, que son hormonas necesarias para la manutención del endometrio, que habría albergado al óvulo si éste hubiese sido fecundado en las trompas. Por lo tanto, no puede producirse fecundación en el útero. FECUNDACIÓN Y DESARROLLO EMBRIONARIO Recorrido del cigoto desde el oviducto hasta su implantación en el útero materno. Este proceso dura aprox. 5 días. La vida humana comienza en el momento exacto de la unión del óvulo y el espermatozoide; es decir, con la fecundación. Cada gameto lleva en sí la capacidad intrínseca de la vida, y el ser que nacerá está dotado de una mezcla singular de información genética y de experiencia intrauterina, que no se volverá a repetir en ningún otro ser. Por esta razón, cada ser humano es único e irreemplazable, es un participante del ininterrumpido proceso de vivir. El cigoto, expresión unicelular de la persona humana, crece y se desarrolla para convertirse en un ser completo, hombre o mujer, que nace y vive. El nuevo ser vivo representado por el cigoto, experimenta ahora una serie de cambios que van a culminar con el desarrollo de un individuo que cuenta con todos los órganos y sistemas necesarios para desenvolverse en este mundo. Este nuevo habitante, desde que comienza siendo cigoto ya posee almacenada en su ADN todas las características funcionales, físicas, conductuales, etc., que expresará al interactuar con los demás seres humanos y su entorno. Por lo tanto, la persona humana está presente en el cigoto. La fecundación suele producirse en una de las trompas de Falopio. Desde ese lugar el nuevo ser vivo, el cigoto, emprende un viaje que culmina en el útero materno. El útero ofrece las condiciones necesarias para su desarrollo durante el período denominado embarazo. Embarazo es el periodo que se extiende desde la fecundación del óvulo por el espermatozoide hasta el momento del parto. En la especie humana el período de gestación o embarazo, dura alrededor de 270 a 280 días, o sea, entre 38 y 40 semanas. Durante este tiempo, el nuevo ser humano pasa por una serie de cambios que se suceden en tres fases: segmentación, morfogénesis y diferenciación. Primer mes de desarrollo embrionario • segmentación es la etapa en que el cigoto, única célula, se divide numerosas veces para originar primero dos células, luego cuatro, ocho, etc. Las células resultantes se denominan blastómeros; son más pequeñas que el cigoto, y sin embargo ya poseen la misma información genética que él. • morfogénesis corresponde al proceso que dará origen a los futuros órganos del embrión. Durante esta fase se producen divisiones y migraciones celulares, lo que determina la presencia de tres capas de células: ectoderma, mesoderma y endoderma. Cada una de estas tres capas celulares será el origen de los distintos órganos y sistemas del cuerpo humano. • diferenciación corresponde al proceso que permite que las células de las tres capas celulares se diferencien para generar los distintos órganos del embrión. A pesar de que en esta etapa, el séptimo mes del embarazo, el nuevo ser vivo tendrá tejidos, órganos y sistemas listos para funcionar, aún depende de la madre para obtener oxígeno y los nutrientes indispensables para sobrevivir; esta función la cumplen los anexos embrionarios, que están presentes en el desarrollo de la mayoría de los animales vertebrados. Anexos embrionarios son las estructuras encargadas de proporcionar protección, humedad y nutrientes al embrión durante su proceso de desarrollo. Los anexos embrionarios son: el saco vitelino, el amnios, el alantoides y el corion. • Saco vitelino: almacena una sustancia llamada vitelo que sirve de nutriente al embrión. • Amnios: es una membrana que posee líquido en su interior denominado líquido amniótico y que rodea al embrión para protegerlo de golpes y de la desecación. • Alantoides: se encarga de almacenar las sustancias de desecho del embrión y del intercambio de gases. • Corion: es la membrana más externa que rodea a todas las demás y cuya función es el intercambio de gases, nutrientes y otras sustancias. En la especie humana el saco vitelino y el alantoides disminuyen su nivel de importancia con relación al desarrollo fetal; no así el amnios, que conserva sus funciones. El corion en tanto, dará origen a un nuevo órgano: la placenta. Placenta es el órgano que aporta los nutrientes y el oxígeno necesario para la supervivencia del embrión y elimina los desechos producidos por él. La placenta está formada por tejidos de la madre y del feto, ambos ricos en vasos sanguíneos. Sin embargo, la sangre materna y la fetal nunca se mezclan directamente. La comunicación fisiológica entre la madre y el feto se logra a través del cordón umbilical, que permite al feto nadar libremente dentro del amnios. El embarazo El embarazo o período de gestación se divide en dos etapas. Durante la primera fase, que dura ocho semanas, el nuevo ser recibe el nombre de embrión, y se desarrolla hasta alcanzar una morfología claramente humana. En la segunda etapa, que va desde la novena semana hasta que termina el embarazo, el nuevo ser se denomina feto, desarrolla y diferencia órganos internos, crece y aumenta de peso en preparación para el nacimiento. Al final del embarazo, el feto pesa alrededor de 3,5 kilos. Primer trimestre Es la clave del desarrollo humano. En la segunda semana de vida el embrión alcanza una longitud aproximada de 1,5 milímetros, y empieza a desarrollarse el eje mayor de su cuerpo. En esta etapa del desarrollo embrionario, la mujer puede percibir un atraso, respecto de la fecha en que espera la llegada de la menstruación. Aunque no se puede decir con seguridad que se trate de un embarazo, es posible que la desaparición de la menstruación sea la clave para intuir que se ha concebido un hijo, si es que se han mantenido relaciones sexuales previamente. Al término de la tercera semana, el embrión tiene una longitud de 2,3 milímetros aproximadamente y se empiezan a formar la mayoría de sus sistemas de órganos. El primero en desarrollarse es el sistema nervioso central, es decir, la médula espinal y el encéfalo. Alrededor de los 20 días de vida, el corazón que aún no tiene una forma definitiva, ya empieza a vibrar y luego a latir. Una vez que el corazón del embrión comienza a latir, tan sólo a dos semanas y media después de la fecundación, no se detendrá hasta el final de la vida del individuo, latiendo unas 100.000 veces por día en su etapa adulta. Primer trimestre del embarazo Posteriormente, la cabeza y el cuello van tomando su forma, y los ojos y los oídos inician su desarrollo. Alrededor de las cuatro semanas, el embrión mide 5 milímetros y su masa ha aumentado 7.000 veces desde su concepción (fecundación). A partir de esta etapa, comienza el desarrollo de músculos, huesos y tejidos conjuntivos. Se inicia la formación de los brazos, piernas, rodillas, dedos y las facciones del rostro. Hacia el final de las ocho semanas la longitud del embrión alcanza unos 3 centímetros, los huesos de sus brazos y piernas comienzan a endurecerse y adquieren una suave movilidad que la madre no puede percibir aún. La mandíbula empieza a definir la forma y la condición que capacitará al embrión para realizar sus primeros intentos de succión. Al término del primer trimestre el embrión pasa a llamarse feto, mide unos 7 centímetros de largo y su masa es de unos 20 gramos. Su cabeza toma una forma más redondeada y representa las dos terceras partes del tamaño del cuerpo. Se desarrollan la mandíbula con 32 yemas dentales permanentes, y los reflejos como el del sobresalto y el de succión. Además, se han formado todos los sistemas orgánicos principales y comienza el desarrollo de los órganos reproductores externos. A partir del tercer mes, la función de la placenta es la nutrición del feto, que se encuentra unido a ella por el cordón umbilical. Hay intercambios de sustancias alimenticias y de desechos entre el feto y la madre, y traspaso de anticuerpos que protegerán al bebé de contraer enfermedades una vez que nazca. Por este vínculo, el cordón umbilical, el feto puede contagiarse de enfermedades infecciosas que la madre puede tener: rubéola, tifus, sarampión y SIDA, entre otras. Segundo trimestre El crecimiento del feto, que ha sido sorprendentemente rápido, continúa más lentamente. Las piernas y brazos alcanzan una longitud proporcional al resto del cuerpo y su movimiento se hace tan evidente que la madre puede percibirlo. El feto de cuatro meses mide unos 18 centímetros y pesa alrededor de 200 gramos. A los cinco meses, su cuerpo se recubre de una pelusa llamada lanugo, posee cabello y su corazón late vigorosamente a una frecuencia promedio de unos 140 latidos por minuto. El médico puede percibir la actividad del corazón al auscultar con un estetoscopio desde el exterior. El feto de seis meses mide unos 33 centímetros y pesca alrededor de unos 670 gramos. Su piel es roja y arrugada y la cara está ya completamente formada y expresiva. Segundo trimestre del embarazo Los reflejos se presentan más decididos y el feto es capaz de responder a los estímulos del medio: se muestra sensible a los ruidos y puede responder con “pataditas” ante los más intensos y fuertes que le molestan. En el intestino permanece el meconio, masa verde y pastosa formada principalmente por células muertas y bilis; éste se mantendrá en dicha cavidad hasta después de su nacimiento. Los primeros meses del embarazo son los más críticos para el niño en desarrollo, ya que durante este periodo se forman su cerebro, brazos, piernas y órganos internos. Es por esta razón que una mujer embarazada debería tener especial cuidado antes de tomar ningún tipo de medicación si no es aconsejada por un médico que conoce su estado. También debería evitar los rayos X y el consumo de cigarrillo y alcohol. Tercer trimestre Durante el último trimestre del embarazo, el feto aumenta notablemente de tamaño y de peso. Este período se caracteriza por un evidente desarrollo del sistema nervioso y un considerable aumento del número de células cerebrales. Es fundamental que en esta etapa la madre tenga una alimentación rica en proteínas para ayudar a que el desarrollo del cerebro infantil se complete en buena forma. Al séptimo mes de embarazo, el feto ha ocupado casi todo el espacio disponible en el útero y muchos bebés en esta etapa se acomodan tomando una posición invertida. Así, el movimiento de pies y rodillas se torna más libre y puede percibiese desde el exterior del vientre materno. Si el nacimiento ocurre en este período, el bebé tiene un excelente pronóstico de supervivencia, siempre que cuente con el apoyo médico adecuado, y la posibilidad de mantener al bebé en una incubadora hasta que éste sea capaz de regular por sí mismo Tercer trimestre del embarazo su temperatura corporal. Al octavo mes, sólo falta que el bebé desarrolle ciertos tejidos pulmonares superficiales y una buena capa de tejido adiposo aislante, con el fin de estar listo para nacer. En esta etapa el bebé suele presentar hipo, que puede ser causado porque traga y bota por la boca porciones de líquido amniótico. En el último mes de embarazo, el bebé ya no tiene suficiente espacio en el útero por lo que sus movimientos son de menor amplitud. En esta etapa de término, desciende por la cavidad de la pelvis, fijando firmemente su cabeza a ella. Mide entre 48 y 52 centímetros y pesa entre 2,7 y 4 kilos. Parto Etapas del parto El parto es el momento de la salida del bebé al exterior a través de la vagina. A veces las mujeres dan a luz antes de la fecha esperada, lo que da origen a un niño prematuro. Un 7% de los niños que nacen son prematuros, es decir, nacidos antes de las 37 semanas de embarazo. Los niños que nacen unas pocas semanas antes suelen desarrollarse con normalidad. Los últimos avances en el cuidado de niños prematuros permiten sobrevivir a muchas criaturas que nacen con 25 o 26 semanas de gestación. Poco antes del parto se elimina el líquido amniótico por el vaciamiento de la cavidad amniótica. El parto, comienza con contracciones irregulares del útero cada 20 o 30 minutos. A medida que avanza el proceso, aumenta la frecuencia e intensidad de las contracciones. La duración normal del parto para una madre que espera su primer hijo es de 13 a 14 horas, y unas 8 o 9 para una mujer que ha dado a luz antes. No obstante, existen grandes variaciones en cuanto a la duración del parto. Algunas mujeres prefieren algún tipo de anestesia para aliviar el dolor del parto. Sin embargo, el parto natural cada vez es más frecuente debido en parte a que muchas mujeres saben que la anestesia y la medicación que reciben pueden llegar rápidamente a través de la placenta al niño por nacer. Otra opción en el parto es la anestesia local, donde sólo se duermen aquellas partes del cuerpo de la madre afectadas por el dolor del parto. Tales anestésicos incluyen el bloqueo de la parte inferior de la espina dorsal y la inyección epidural, con la que se anestesia la región pélvica. La epidural no se debe usar al principio de la dilatación porque prolonga peligrosamente el parto; después sólo se utiliza para calmar el dolor de la expulsión (y quizás de la dilatación final). Otra opción es la cesárea, que consiste en sacar al bebé del útero quirúrgicamente, pero no es una alternativa para el dolor. Sirve para evitar algunas complicaciones del parto natural y sólo se realiza si existe una razón médica específica. Después del parto, se corta el cordón umbilical y se anuda. Al cicatrizar, deja como señal el ombligo. El niño llora por primera vez al inhalar, comienza a respirar con regularidad, y de este modo inicia su existencia independiente. Después de nacer, y durante 6 meses aproximadamente, el bebé se alimenta principalmente de leche materna, ya que ésta aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo adecuado del recién nacido.