Download Las neurosis de renta

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Las neurosis de renta.
Autor: Dr. Daniel Alejandro Navarro.
Hospital Psicoasitencial Dr. José T. Borda.
Buenos Aires, Argentina.
[email protected]
La asignación de recursos económicos y sociales a la declaración de
incapacidad por enfermedad ha generado su reclamo por parte de
quienes se creen con derecho a gozar de tales beneficios.
La sociedad en general no ha sido muy generosa a la hora de
asignar recursos y reconocer las patologías psíquicas en quienes las
denuncian, teniendo en general una respuesta menos favorable que
los reclamos por daños físicos, prueba de ello es que solo
recientemente la jurisprudencia reconoce el derecho a recibir un
resarcimiento por daño psíquico. Acerca de esta situación señalan
Guimon Ugartechea “persiste una corriente de opinión,
equivocadamente moralizante, que considera a los pacientes
mentales parcialmente responsables de sus trastornos, que crea un
sesgo contra sus intereses” 1
Efectivamente los reclamos por daños psíquicos son reacios a ser
aceptados por las instituciones (judiciales, medicas, seguros, etc)
por el perjuicio citado, ha lo que ha contribuido una solicitud
indebida de tales reclamos por parte de sujetos ávidos de obtener un
beneficio que no les correspondería.
Ejemplo de esto es la reciente investigación que realiza la Justicia
Federal Argentina a raíz de una denuncia del Anses, ante las
presentaciones realizadas para cobrar los subsidios otorgados por el
Estado Nacional los ex combatientes de la Guerra de Malvinas, que
ya suman 25.000 frente a los 14.000 que preveían los cálculos
oficiales. Señala la noticia aparecida en el diario pagina 12 (27-112005) que entre los reclamantes se encuentran los tripulantes del
portaaviones 25 de Mayo, que nunca salio de Dique Seco.
La Seguridad Social como tal nace en Alemania, fruto del proceso
de industrialización y la lucha de los trabajadores, quienes se
1
Jose y Julen Gimon Ugartechea y en Neurosis de Renta , en Psiquiatría Legal y Forense.
Delgado Bueno. Ed. Colex Medir, 1994
organizan en mutuales de ayuda solidaria y en sindicatos. Durante
el gobierno del Kaiser Guillermo II, impulsadas por el Canciller
Otto Von Bismarck, surgen tres leyes sociales que perduran hasta
hoy y representan la base del sistema de seguridad social: Seguro
contra Enfermedad (1883), Seguro contra Accidentes de Trabajo (
1884 ) y Seguro contra la Invalidez y la Vejez (1889 ).
Fue entonces que un gran número de sujetos reclamaron tales
beneficios, no presentando a los ojos de los examinadores,
padecimientos físicos que justificase su asignación, se les llamo
‘buscadores de renta´.
Jiménez Morales señala: “Posteriormente las secuelas de salud de
los participantes en las dos guerras mundiales y tras el incremento
de losa accidentes de trafico y laborales que conllevan
indemnización de varios tipos has aumentado el numero de los
llamados ‘pacientes problemas’ aquellos que ofrecen disparidad
entre los signos objetivos, las pruebas complementarias y los
síntomas subjetivos. Para autores como Nadelson en estos
pacientes existiría un continuo que de menos a mas control
voluntario en la génesis y mantenimiento de las conductas de
enfermedad empezaría en las somatizaciones, seguiría en los
trastornos conversivos, las neurosis de renta y terminaría en la
simulación”.
Desde su descripción inicial a la fecha, los psiquiatras han descrito
una serie de trastornos que tendrían como denominador común el
haber sido victimas de un accidente o situación traumática y
reclamar a posteriori una indemnización o beneficio social
aduciendo una secuela del mismo. Este grupo de trastornos no han
sido bien conceptualizados ni clasificados. Efectivamente
analizando la bibliografía acerca de la misma, vemos que algunos
autores incluyen en este grupo a cuadros psiquiátricos diversos,
poniendo el énfasis en la búsqueda de una compensación económica
por su enfermedad, lo que vendría a descalificar al reclamante.
Es así como algunos autores incluyen en este grupo desde las
neurosis postraumáticas, las neurosis traumáticas de indemnización,
las secuelas psíquicas de los traumatismos de cráneo, las sinistrosis,
la simulación etc convirtiendo al concepto en una bolsa que engloba
una vasta serie de padecimientos psíquicos.
Veamos ejemplos: Iruela al referirse a las neurosis postraumática
nos dice “Esta patología recibe una amplia gama de
denominaciones: sinistrosis, neurosis de la victimas accidente,
neurosis de renta, neurosis de compensación, neurosis de ganancia
secundaria, simulación inconsciente, histeria traumática, etc. 2.
Este autor prepone distinguir la neurosis postraumática del trastorno
por estrés postraumático “que es un cuadro psíquico mas grave que
se presenta tras vivir una experiencia extraordinaria, por ejemplo,
una catástrofe natural, un actor terrorista, una violación , un
accidente de extrema gravedad, etc.”3
También Gisbert Calabuig las llama neurosis de renta o neurosis
traumática, siendo que con ultimo termino se ha descrito otro
cuadro psicopatológico con características distintas y consecuencias
jurídicas distintas (relacion de causalidad), por lo que considero
inapropiada la nominación de neurosis traumáticas a las neurosis de
renta, ya que estaríamos confundiendo dos cuadros clínicos
distintos, cuya similitud se limita a producirse a posteriori de un
suceso traumático.
Es que efectivamente muchos autores han privilegiado esta
condición (postraumática), para describir a un conjunto de cuadros
psicopatológicos que comparten esa condición adonde incluyen a la
neurosis de renta.
Trataremos entonces de conceptualizar y delimitar el termino
Neurosis de Renta.
La misma han recibido, como vimos distintas denominaciones a lo
largo de su corta historia: Neurosis de renta, neurosis de seguro,
neurosis de accidentes, neurosis traumáticas, neurosis de deseo.
Para Gisbert Calabuig el origen de las neurosis de renta es
inconsciente
“Se trata de un deseo subconsciente de estar
enfermo, que se diferencia de la simulación en que esta ultima el
deseo de aparentar la enfermedad es conciente, mientras que en la
neurosis la conciencia interviene escasamente. Ahora bien, de una
2
Iruela LM. Neurosis postraumática. En Valoración del daño corporal. Fundación MAPFRE.
Madrid, 1996.
3
Idem.
simulación conciente inicialmente puede brotar una neurosis, frente
a la cual el sujeto ya se encontrara desarmado, pues carece de
elementos
para
suprimir
los
síntomas
patológicos
4
desencadenados”.
No en todos los accidentes sobrevienen las neurosis, lo cual nos
habla de la predisposición individual.
Las neurosis de renta presentan sintomatología de aspecto neurótica
particularmente semejante a la que se observa en las llamadas
neurosis traumáticas. Por otro
lado, se caracterizan por la
búsqueda de compensaciones o beneficios, lo que tienen el cuadro
clínico de rasgos que, en ocasiones, hacen pensar en simulación.
“Son varias las características que diferencian a los ‘buscadores
de renta’ de los neuróticos en general, de los hipocondríacos y de
los simuladores : ausencia de angustia patológica; afectación de
los órganos relacionados con el trabajo previo al sufrimiento del
‘trauma’, con conservación paradójica de otras funciones; mala
disposición (que comparten con los simuladores ) a ser objeto de
nuevas entrevistas medicas y a someterse a exploraciones
instrumentales dolorosas o a internamientos psiquiátricos;
caracterología lastimera, pegajosa, reticente, con impresión de
deficiente ‘energía vital’ ; antecedentes personales que inclinan a
pensar en la existencia de serias dificultades del sujeto para
enfrentarse a la lucha por la vida”5
Iruela considera que los síntomas de las neurosis de renta no están
bajo en control de su voluntad, es decir son inconsciente,
producidos por el deseo de tenerlos (por ejemplo para ser
indemnizado), denominándola simularon inconsciente. “En otras
palabras, se encuentran tres elementos, lesiones mínimas, síntomas
sobresimulados y una neurosis de deseo de ser compensado”.6
Diversos autores fueron ubicando a las neurosis de renta entre los
cuadros de histeria, de la neurastenia o como un tipo particular de
neurosis. Gisbert Calabuig considera que se trata de una reacción
primaria a vivencias desagradables (accidentes), a lo que se une una
4
Gisbert Calabuig. Medicina Legal. Ed. Masson. Barcelona, 1998..
Jose y Julen Gimon Ugartechea y en Neurosis de Renta, en Psiquiatría Legal y Forense.
Delgado Bueno. Ed. Colex Medir, 1994
6
Iruela LM. Neurosis postraumática. En Valoración del daño corporal. Fundación MAPFRE.
Madrid, 1996.
5
serie de constelaciones (indemnizaciones, pensión, venganza al
causante del accidente, terror, etc.) que fijan los síntomas, muchas
veces aumentados por sugestiones externas.7
La sintomatología es diversa: trastornos motores, desde parálisis
hasta contracturas trastornos de la deambulación ) como (astasia,
abasia), trastornos sensitivos, sensoriales )ceguera, sordera, mudez)
y los mas variados accidentes psíquicos ( estados crepusculares,
alucinosis, estupor, negativismo)8
Una característica de estos síndromes es que los trastornos
funcionales no se encuentran en el órgano o miembro traumatizado
sino en aquel que es más necesario para el ejercicio de su profesión.
Bajo el término neurosis de renta se describen una serie de
trastornos psíquicos que presentan sujetos que han sufrido un
accidente y reclaman a posteriori un resarcimiento económico.
Considero que solo la Sinistrosis debe ser incluida entre las neurosis
de renta (termino que algunos autores llegan a considerar
sinónimos). Gilbert Calabuig incluye en este grupo a las Neurosis
de Derecho y a las Neurosis de Susto). En tanto que José y Julen
Gumión Ugartechea , al referirse a las Neurosis de Renta incluyen
en la misma a los siguientes cuadros: Neurosis traumáticas de
indemnización, Sinistrosis (Neurosis sinistrosica ) y a los
Querulantes de pensión (Neurosis de derecho de Calabuig),
describiremos a posteriori estos cuados.
Neurosis traumática de indemnización
Bleuer acepta la neurastenia traumática de Kraepelin y con el
termino neurosis traumáticas de indemnización se refiere a las
neurosis que se originan a posteriori de un accidente ,
clasificándolas de acuerdo a si la causa principal es el espanto
sufrido en al accidente o el deseo de indemnización por este,
indicando que habitualmente intervienen las dos causas. Considera
que no existirían neurosis puras de indemnización, ya que el deseo
exagerado de resarcimiento económico se enlaza con premisas
sociales o del carácter neurótico del sujeto.
7
8
Gisbert Calabuig. Medicina Legal. Ed. Masson. Barcelona, 1998.
Idem
Las neurosis de indemnización se deberían a un deseo de
compensación económica, menos frecuentemente al deseo de
liberarse de las tareas penosas (frente de guerra). Este deseo no
siempre tiene que ver con avidez por el dinero y aversión por el
trabajo sino que puede radicar en le miedo a convertirse en invalido.
Para Bleuler la índole del accidente tiene influencia sobre la
elección de síntomas. La parte del cuerpo afectada en el accidente
constituye el asiento principal de los trastornos. Para él los
traumatismos sobre la cabeza conducen mas fácilmente a la
neurosis y acentúan síntomas cerebrales como vértigo y cefaleas
La tarea principal de psiquiatra consistirá en diferenciar entre
neurosis de indemnización y las lesiones cerebrales por accidente,
las ‘encefalosis traumáticas’. Las quejas pueden ser idénticas en
ambas. Es importante para el reconocimiento de las secuelas
cerebrales por accidente la comprobación de las alteraciones de la
memoria, de la percepción, del curso del pensamiento, que resultan
característicos en el psicosíndrome orgánico: el sujeto afectado por
un síndrome central orgánico tendría , con frecuencia, un
pensamiento pobre, poco flexible desde el punto de vista intelectual;
se fatigaría fácilmente ante cualquier esfuerzo mental, intentaría
ocultar sus fallos intelectuales por medio de confabulaciones y
perseverancia. El neurótico se mostrarla ocurrente, decidido e
infatigable cuando se interesa de algún modo por algo, y tan solo se
presentaría como improductivo cuando intentara demostrar el
perjuicio que ha sufrido su mente. Durante la situación exploratoria,
acentuaría sus fallos intelectuales por lo que se refiere a sus quejas y
exigencias, mas no con respecto a otros temas.
Si la memoria afectada es la reciente y no la remota, nos hace
pensar en un trastorno cerebral orgánico. El paciente orgánico
olvidaría su invalidez al hacer planes para el futuro, al contrario del
neurótico.
Los hallazgos neurológicos pueden demostrar con certeza que existe
lesión cerebral, pero no demuestran con certeza que existen
trastornos psicoorganicos.
Lo que resulta decisivo para estos autores son los antecedentes
personales, los pacientes ya eran neuróticos antes del accidente y
luego incluyen los síntomas postraumáticos en su neurosis.
Otra cuestión ha tener en cuenta seria analizar el rendimiento del
sujeto, ya que muchas veces fracasa en su actividad laboral pero
puede desempeñarse bien en otras áreas.
Para este autor la neurosis traumática de indemnización incluiría
dos síndromes: uno psicoorganico cerebral producto directo del
traumatismo craneal (orgánico) , y el cuadro neurótico que estaría
determinado, fundamentalmente, por al afán de logar una
indemnización. Estamos en presencia de un autor que privilegia las
secuelas que considera ‘orgánicas’ ( a pesar de ser demostrables
por diagnostico de images), por sobre las que considera psicológicas
(neurosis). Considero que el cuadro que describe remite el
Síndrome post-conmocional o síndrome subjetivo post traumático
(SSPT), por lo que no correspondería incluirlo entre las neurosis de
renta. Su inclusión entre las neurosis de renta pondría cuestionar el
derecho al resarcimiento en los sujetos que presentan estos cuadros,
cuestión sobre las que nos explayaremos mas adelante.
Trastornos ocupacionales (Neurosis de ocupación).
Descrito por autores americanos, como “calambre del escribiente” o
el “nistagmus del minero”, que tiene su origen en el beneficio
secundario que otorgan, sobre una neurosis subyacente.
Se impone el diagnostico diferencial con simulación
1. La incapacidad para trabajar, con conservación de la
capacidad para la recreación, pensar en simulación.
2. Aceptación de los tratamientos médicos, frecuente en
neuróticos, rara en simuladores.
3. Alto status ocupacional es contrario al simulador.
4. Si el contenido del pensamiento, de los sueños o el dialogo
con el paciente hacen referencia con frecuencia a detalles del
accidente atemorizante, es probablemente un neurótico.
5. Si cuando no es observado, realiza actividades para las que
refiere no estar capacitado, pensar en simulación.
6. Los simuladores suelen copiar síntomas de otros pacientes.
7. El psicodiagnostico puede ayudar en el diagnostico.
El paciente alega incapacidad física, relacionada con su actividad
laboral, el diagnostico es fundamentalmente medico, con médicos
especialistas en el órgano o miembro donde se refiere la dolencia
(traumatólogos, oculistas, etc) quienes deber determinar acerca de la
capacidad física laboral de denunciante. La participación de los
profesionales en salud mental, es complementaria a la evaluación
del especialista correspondiente.
Neurosis de Susto.
Descripta originalmente por Kraepelin como neurosis del espanto
como reacciones psicopatológicas a una grave catástrofe, es
retomada por Calabuig, como una reacción fóbica cuando los
síntomas se representan una respuesta a la vivencia de una situación
limite, por que el accidente fue positivamente mortal o vivido cono
si lo fuera.
Henry Ey las denomina psiconeurosis del terror y las incluye entre
las neurosis traumáticas, describiéndola como una reacción
emocional a una catástrofe que a menudo es insignificante para el
paciente pero dramático por las circunstancias vividas (catástrofes
ferroviarias, bombardeos, incendios, etc.).
En el periodo inicial el sujeto presenta un estado de confusión
agitada o estuporosa, con tendencia a huir o estar postrado, con
ansiedad constante. El onirismo es constante. El estado confusional
desaparece en unos días pero pueden persistir por largos tiempos las
secuelas como astenia, fatigabilidad intelectual o física, insomnio
con pesadillas terroríficas, o despertar brusco, inestabilidad del
humor, hiperestesias y ansiedad difusa. 9
El cuadro descrito se corresponde con Trastorno por Estrés
Postraumático, por lo que no corresponde su inclusión entre las
neurosis de renta.
9
Henry Ey. Tratado de Psiquiatria. Ed. Masson. México, 1980.
Formas clínicas de las Neurosis de Renta.
A continuación describiremos a los dos cuadros psicopatologicos,
que integran la Neurosis de Renta, a nuestro criterio, dada la
importancia, difusión y características
consideramos a la
Sinestrosis como el cuadro más importante y prácticamente
sinónimo de Neurosis de Renta y la Neurosis de Derecho, cuadro
menos importante en cuanto a la frecuencia de su aparición.
Algunos autores incluyen en esta clasificación, además de los
cuadros mencionados precedentemente, a la Simulación. No lo
considero tampoco conveniente por cuanto no es una neurosis sino
una mero intento de simulación de una neurosis, que obviamente el
perito deberá hacer el diagnostico diferencial y descartarla. Será
estudiada en un capitulo especial redactado por los médicos
forenses y profesores de medicina legal Dres. Cabello y Bruno.
Sinistrosis
Edouard Brissaud (1852-1909), discípulo de Charcot, maestro de la
neurología francesa, fue reconocido en su tiempo como un experto
en todo lo relacionado con la histeria y se le pidió asesoramiento a
la hora de redactar determinadas leyes; fue el primero en describir
el síndrome “una cristalización crítica o psicomotriz consecutiva a
un traumatismo y una exageración de una impotencia funcional,
frecuentemente mínima, con prolongación del paro de trabajo. Es
un estado psicopático especial que precede únicamente de una
interpretación errónea de la ley y consiste en una especie de delirio
razonable, fundado sobre una idea de falsa reinvidicacion”10
Es el cuadro que mejor se corresponde con el término Neurosis de
Renta. “Consiste fundamentalmente en un delirio de reivindicación
que se desarrolla entre los obreros con motivo de un accidente de
trabajo. Creen tener derecho a una indemnización o bien, a pesar
de la total curación de herida o bien estiman insuficiente la
indemnización concedida por su incapacidad funcional”11
10
Citado por Jose y Julen Gimon Ugartechea y en Neurosis de Renta, en Psiquiatría Legal y
Forense. Delgado Bueno. Ed. Colex Medir, 1994.
11
Gisbert Calabuig. Medicina Legal. Ed. Masson. Barcelona, 1998..
Brissaud lo definió como un accidente histérico en una constitución
paranoica, el enfermo se cree lesionado en sus intereses interpreta
como prueba de maldad la actitud de quienes le niegan sus
derechos. Constituida la neurosis sigue su curso con la clásica
sintomatología neurótica.
La Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (CIE
10), incluye el trastorno: Elaboración psicológica de síntomas
somáticos (F68.0)
“Trastorno en el que síntomas somáticos compatibles con un
trastorno, enfermedad o incapacidad física confirmadas y
originalmente debidos a uno de ellos, son exagerados o
prolongados debido al estado psicológico del enfermo. Así se
desarrolla un síndrome comportamental de búsqueda de atención
(histriónico) que a menudo incluye también quejas que no son de
origen somático (y por lo general no específicas). El dolor o la
incapacidad física producen malestar y a menudo preocupación, a
veces justificada, por la posibilidad de padecer un dolor o
incapacidad prolongados o progresivos. El trastorno puede
justificarse a ojos del que lo padece por la insatisfacción con el
resultado del tratamiento o investigaciones realizadas o la
decepción con el grado de atención personal recibida en medios
sanitarios. En algunos casos parece existir una clara motivación
derivada de la posibilidad de obtener indemnizaciones consecutivas
a accidentes o lesiones. Sin embargo, el síndrome no remite
necesariamente con rapidez cuando el litigio ha sido exitoso.
Incluye: Neurosis de renta.”
Neurosis de derecho.
Presentan una actitud similar a los querulantes propiamente dichos.
Son individuos que la actitud estenica de su carácter le proporciona
el temple de lucha que manifiestan. Los síntomas neuróticos son
muy demostrativos, son características las quejas hipocondríacas
(cefaleas, insomnio, sensaciones cardiacas subjetivas, etc.). Pueden
llegar a presentarse, al igual que en la paranoia, interpretaciones
morbosas de sus vivencias y falsos recuerdos. Tiene el
convencimiento de no ser tratados con justicia lo que genera quejas
y amenazas.
Consideraciones medico legales acerca de las neurosis de
renta.
Cualquier enfermedad física, puede generar una actitud de búsqueda
de ganancias secundarias, producto de la regresión psicológica que
la acompaña. El enfermo se torna demandante de afectos y
atenciones. No siendo este un comportamiento patológico sino un
mecanismo adaptativo, si embargo cuando estas actitudes de
prolongan, con retraso en el regreso a las actividades laborales o bla
búsqueda de un resarcimiento económico nos encontramos ante una
Neurosis de Rente. Claro que el límite entre ambos estados (normal
y patológico) es siempre impreciso.
Estas situaciones que se presentan con las enfermedades físicas, son
más evidentes en las neurosis.”la reducción de la tensión y del
conflicto a través de la enfermedad neurótica es el propósito
primero o ganancia primaria del trastorno. Sin embargo, el
individuo puede intentar mas o menos concientemente, obtener
otras ventajas del mundo exterior mediante la enfermedad, a través
de la provocación de pena para obtener atención y simpatía,
manipulación de los demás e incluso compensaciones de las que se
siente acreedor en forma de ganancia secundaria.
La neurosis de renta (sinestrosis ) ha suscitado controversias y
resoluciones judiciales disímiles acerca del derecho de
indemnización por parte de los reclamantes que la padecen.
Si he ello le sumamos las distintas denominaciones con lo que se
designa este cuadro (neurosis de renta, sinistrosis, neurosis
traumáticas, neurosis postraumáticas, neurosis de deseo, neurosis
de la victimas accidente, neurosis de compensación, neurosis de
ganancia secundaria, simulación inconsciente, histeria traumática)
vemos que es un cuadro complejo para diagnosticar, para
denominar, para indicar si requiere o no tratamiento y para el juez
decidir si debe o no otorgar una indemnización.
A los efectos de intentar aclarar la cuestión hemos tratado
precedentemente de delimitar el concepto de neurosis de renta, es
decir a que nos referimos cuando es diagnosticada y las distintas
denominaciones que recibe y los cuadros psicopatológicos que la
integran según los autores mas conocidos. Hemos propuesto
restringir su diagnostico solo para el cuadro de Sinistrois, que en la
practica se convierte en un sinónimo de neurosis de renta. Hemos
desaconsejado el término neurosis traumática, con la que es
frecuentemente designada por que mediante dicha denominación se
designa a otro cuadro psicopatológico, lo que crea confusión.
Por ultimo trataremos de responder acerca de la cuestión si la
neurosis de renta es una patología que debe indicársele un
tratamiento específico y un resarcimiento económico.
Se trata de un conflicto neurótico, inconsciente, no producido
voluntariamente por el damnificado sino por el deseo inconciente
de obtener una reparación económica. No se trata de un proceso
voluntario ni simulado, sino involuntario y reivindicativo.
Este conflicto neurótico genera un estado de malestar e incapacidad
laboral ( 1 a 25%, de acuerdo con la gravedad que presente) parcial
y temporaria ya que tiende a resolverse con el tratamiento apropiado
y el cobro de la indemnización.
Por tratarse de un conflicto neurótico requiere de tratamiento
psicoterapéutico, el mismo consistirá en una entrevista por semana
durante un año, que suele tener un tratamiento satisfactorio
permitiendo resolver el conflicto neurótico, disminuyendo la
incapacidad laboral previa.
Señala Matilde Zavala de González plantea el problema de la
siguiente manera: “En una zona intermedia o gris, que suscita
disputas desde el punto de vista medico y jurídico, se ubica la
sinestrosis o Sinestrosis o neurosis de renta o de reinvindicacion,
consistente en la actitud patológica de quien se niega a reconocer
la propia curación al estar dominado por la idea reinvidicativa de
una justa indemnización. Se debate tanto el emplazamiento de la
sinistrosis como enfermedad (si es o no una variedad especial o
impura de neurosis traumática o bien una simple tendencia
pasajera del espíritu: la apetencia de la indemnización), como
también si cabe establecer, desde el punto de vista jurídico, una
relación causal con el hecho que genera responsabilidad. 12
Esta controversia ha determinado fallos judiciales que le han
reconocido el derecho a un resarcimiento y otros se lo han negado,
Zavala de Gonzales cita los siguientes13:
“Las perturbaciones psíquicas derivadas de un relación de
causalidad con el traumatismo sufrido, dentro del carácter del
histerismo o de la siniestrosis, determina el derecho a la
indemnización. (CCom. 27-8-38, LL, 11-176)”
“Es indemnizable la sinestrosis o neurosis traumática derivada de
un accidente, cuando la prueba pericial llega ala conclusión de
que no se trata de una simulación, en el sentido que obedece a la
voluntad o intención del enfermo, sino a su psiquis y con
independencia de la propias intenciones.(CNCiv. 1°. 20-11-40, LL,
21-634)”
“La sinestrosis es indemnizable cuando es una consecuencia
directa e inmediata del accidente. En el supuesto de Sinestrosis, no
se indemniza la lesión física, sino la psíquica, el trastorno mental
ocasionado por un accidente que, por leve que sea, puede influir
poderosamente en la psiquis de la victima”. CNCiv, 2°, 13-10-43,
LL,32-431.”
“La neurosis, consecuencia del accidente sufrido, que se traduce en
‘preocupación’ y el ‘temor’ al embarazo, no constituyen una
verdadera neurosis traumática, sino una sinistrosis, la cual, a pesar
de que implica una ‘equivocación sincera’ del lesionado, no
constituye un daño resarcible. CNCiv 1°, 25—37, JA, 59-481.”
Planteada la controversia acerca si corresponde un resarcimiento
económico para le neurosis traumática, siguiendo a la prestigiosa
jurista Zavala de González, quien basándose en el articulo 901 del
CC y siguientes por medio del cual se establece la responsabilidad
de responder por las consecuencias inmediatas y mediatas ,
abarcando incluso los producidos por la conjunción del hecho
fuente (suceso perjudicial), con otra situación, con tal que no sean
12
13
Zamala de Gonzalez M. Resarcimiento de daños. Ed. Hammurabi. Buenos Aires, 1996.
Idem
anómalos, extraordinarios o excepcionales. “Dentro del ámbito de
los anómalo, extraordinario o excepcional no cabe ubicar un cierto
nivel de predisposición o debilidad de las victimas, pues el derecho
de daños no es un derecho de los fuertes, ni cabe suponer en el
afectado un temple o estructura psicofísica superior y resistente a
todo desequilibrio o alteración frente a un agente externo. De allí
que, como antes lo hemos precisado, las neurosis traumáticas en
general son resarcibles a pesar de que en su surgimiento influye
siempre de algún modo una determinada condición previa de la
personalidad, sin perjuicio de las consideraciones que luego
efectuemos sobre dicho tema consausal’ 14
Efectivamente si colocamos a la Neurosis de renta, en el campo
de las alteraciones psicopatológicas, corresponde entonces su
reconocimiento y resarcimiento judicial, aunque este tiende a
ser limitado, como lo señala la jurisprudencia:
“La sinestrosis cuya posibilidad de curación la determinaría el
pago del resarcimiento y la terminación del pleito no puede ser
evaluada sino dentro de limites reducidazos” CCom, 27-8-38, LL,
11-1177 .
“El monto de la indemnización en casos de Sinestrosis debe
graduarse teniendo en cuenta no solo que se trata de un caso
excepcional, dada la ausencia de secuelas anatómicas, sino
también que en la mayoría de los casos dicha enfermedad cura o
mejora sensiblemente con la terminación del pleito y percepción de
la indemnización. CNCiv. 2°, 13-10-43, L, 32-431.” 15
14
15
Idem.
Idem.