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INJERTO EN DURAZNO (Prunus persica)
INTRODUCCION
Injertar es el arte de unir entre si dos porciones de tejido vegetal
viviente de tal manera que se unan y posteriormente crezcan y se
desarrollen como una sola planta.
Se puede propagar como todos los fru tales, por vía sexual
(semillas) y por vía vegetativa (estacas e injertos), siendo los injertos el
mejor de todos ya que permite el uso de portainjertos resistentes a
nematodes, los que constituyen uno de los factores limitantes de mayor
importancia en algunos valles del país, tales como Moquegua y Majes,
producir variedades distintas en una misma planta, superar la
incompatibilidad entre sujeto y objeto: Reducir el vigor vegetativo que en
las plantas, en general, y en los frutales, en particular, es invers amente
proporcional a la floración, un excesivo vigor reduce la producción y
retrasa el inicio, cambiar variedades con injertos en plantas adultas, etc.
Aunque la mayoría de los melocotones son autofértiles, esto no
quiere decir que no pueden ser fecundad as por el polen de otra variedad
de la misma especie, por lo que tal multiplicación da lugar a una gran
variedad en los caracteres de los descendientes en relación con lo que se
espera reproducir de los padres. Algunas variedades, reproducidas por
semilla, transmiten fielmente sus características. Esto ha motivado un
gran interés por las mismas a fin de emplearlos, por su gran uniformidad,
como patrones francos de melocotoneros. Al aumentar la necesidad de
tipificar las variedades de melocotón, se ha recurr ido al empleo del
injertado de las variedades más comerciales sobre distintos tipos de
patrones. Al irse extendiendo el área del cultivo del melocotonero se han
presentado cada vez mayores problemas sobre la adaptación de los
patrones a los nuevos tipos de tierra.
OBJETIVOS
 Realizar una revisión de los distintos tipos de patrones, de sus
características, adaptación y estado actual de conocimientos sobre los
mismos, que nos pueda servir para elegir con más conocimiento de
causa, aquellos que mejor se adopte n al tipo de suelo donde se va a
realizar la plantación, fisiología del injerto y tipos de métodos de
injertos más usados en durazno.
DESCRIPCION DE LA PLANTA
Arbol de 4 a 8m de altura, con raíces al principio pivotantes, más
tarde provistas de numerosas raíces laterales; su tronco tiene una corteza
cenicienta, lisa en la juventud, luego resquebrajada, escamosa; copa
amplia, con ramas más o menos divergentes, algo erguidas y hasta caídas;
las ramas del año son al principio verdes y lisas, luego se tiñen de
rojovinoso en los lados asoleados, teniendo lentejuelas salientes; las
yemas son solitarias o agrupadas en número de 2 a 3 y a veces 4 en cada
nudo, tomentosas y más o menos al mismo color que las ramas.
Las hojas son alternas, de 10 a 20cm de largo y de 3 a 5cm de
ancho, lanceoladas, con ápice acuminado y base de forma variable de
1
aguada a ancha; el borde de la lámina es aserrado, erenado o aserrado erenado, según variedades. El borde de la lámina, en su base, así como el
pecíolo llevan, en la mayoría de las variedades, pequeñas glándulas de
forma esférica, o arriñonada y también mixtas, las que ayudan en la
determinación de las variedades.
Las flores aparecen antes que las hojas; pueden ser grandes,
pequeñas o medianas; su cáliz es caduco, gamosépalo, verde, superpuesto
de rojo; el tubo calicinal es interiormente verde blanquecino o cremoso o
bien amarillo anaranjado, colores que corresponden a los de la pulpa de la
misma variedad; los pétalos son 5, de diversos tamaños, ovalados,
redondeados en el ápi ce, de color variable, de rosado a rojo purpúreo, a
veces blanco; los estambres en número de 20 a 45, tienen un centímetro
de largo, estando insertados en el borde del receptáculo; pistilo glabro o
pubescente, según se trate de pelones o duraznos, ovarios unilocular,
provisto de dos óvulos.
La fruta es una drupa carnosa, de forma más o menos esférica, a
veces muy achatada en los polos, con un surco unilateral; cavidad
peduncular profunda y angosta; pedúnculo pequeñísimo, grueso; ápice
con un pezón, más o m enos desarrollado; la piel es lisa en los pelones y
pubescente en los duraznos, de colores variables, de blanco a rojovinoso;
pulpa blanca, amarilla, sanguínea, etc. frecuentemente teñida de
rojosanguíneo alrededor del carozo, dulce acidulada, aromática.
El carozo es libre, o más o menos adherido a la pulpa, ovoidal
achatado, a veces esférico achatado, con superficies acanaladas y con
hoyos más o menos profundos y anchos; la semilla o almendra es amarga
y aromática.
LOCALIZACION
Es importante conocer la zona donde se piensa establecer una
plantación frutícola a fin de garantizar su inversión que para el caso de
frutales permanentes es siempre alto.
Considerar los siguientes factores: variedad, suelo, clima,
disponibilidad de agua, vías de comunicación, p roximidad a los
mercados, y demanda actual y futura de la fruta a producir.
Variedad
Plantar solamente variedades
rendimientos y sanidad garantizados.
de
adaptación
conocida
y
de
Suelo
El suelo es un factor muy importante que hay que considerar,
debiendo elegirse terrenos sueltos y profundos para asegurar un buen
sistema radicular. Evitar suelos salinos o con problemas de drenaje.
Lo ideal son suelos sueltos, profundos, con cierto contenido de
calcio y de fertilidad media, más bien secos que húmedos. Los suelos
impermeables y húmedos deben descartarse. Se debe evitar suelos con
alto contenido de sales. La salinidad en la zona radicular, que da lugar a
una disminución del 10% en el rendimiento, es de 2.5 de CE* en
mmhos/cm. A 25°C. Contenidos de 2 a 10 % de sodio (Na) cambiable
2
pueden ser dañinos. Aunque el duraznero n o es exigente en suelos de alta
fertilidad, es conveniente que le suelo tenga fertilidad media o sea
aquellos que tenga 0.14% de Nitrógeno total, 60 kgs/ha. de Fósforo y 250
kgs/ha. de Potasio. En suelos pobres, pedregosos y secos no llega a
alcanzar su desarrollo habitual pero sus producciones y calidad de fruta
llegan a ser satisfactorios. En el país lo encontramos vegetando
magníficamente en valles con suelos apropiados como Moquegua,
Chaparra, Majes, Cañete, etc.
Los suelos con 1.00 a 1.50m. de profundidad rinden buenas
cosechas, en cambio en suelos superficiales, de 0.50m. de profundidad
los rendimientos son malos.
Clima
Evítese zonas con fuertes vientos, heladas prolongadas o
temperaturas muy altas. El clima ideal es el templado o cálido sin
heladas. Sin embargo se adapta bien a zonas templadas -frías con gran
luminosidad.
Las temperaturas muy bajas en la época de floración son
perjudiciales, sobre todo si éstas descienden a -2°C. No se adapta bien a
zonas con inviernos calurosos. Necesita calor y luminosidad durante la
fructificación.
Agua
El agua debe ser de buena calidad, exenta de sales y en cantidad
suficiente. Los limites permitidos de boro en las aguas de irrigación
fluctúan entre 0.3 y 0.6 ppm.
Vías de comunicación
Es muy importante considerar este aspecto ya que las producciones
deben enviarse a los mercados de consumo, tan pronto sean cosechados,
evitándose en esta forma pérdidas por falta de almacenes para su
conservación.
PROPAGACION
DE
ALGUNOS
PORTAINJERTOS
DE
MELOCOTONERO
Se utilizan generalmente las estacas de ramo de brote y de hoja. La
estaca de ramo o estaca de ramo o estaca leñosa está constituida por un
trozo de ramo de una longitud variable, comprendida en tre los 20 y 30cm.
La aptitud rizógena o capacidad de emitir raíces varia
sensiblemente de especie a especie y puede favorecerse mediante
adecuados tratamientos. Los métodos más empleados actualmente son el
calor de fondo y el tratamiento con ácido indolb utírico (IBA), utilizados
juntos o por separado.
Para la aplicación del método de calor de fondo se utiliza
determinado tipo de cajoneras cuyo fondo se calienta, mediante
resistencias eléctricas, a una temperatura de 20 -25°C. Las estaquillas se
colocan verticalmente enterradas en un substrato (generalmente de turba y
perlita o material similar) con la base a 2 -3cm del plano de
calentamiento.
3
Los tratamientos más empleados son con IBA a 4.000 ppm, por
inmersión rápida de la parte basal de la estaca.
Las estaquillas obtenidas en cajoneras con calor de fondo deben ser
trasplantadas al campo apenas se hayan formado las primeras raíces. El
trasplante es la fase más delicada de la multiplicación y es muchas veces
la causa de pérdidas sensibles de barbados. Por esto motivo hoy se
prefiere la plantación directa en vivero previo tratamiento con IBA, que
no requiere posteriores transplantes y que permite obtener un mayor
número de plantas ya brotadas que en el caso anterior.
Las estaquillas de brotes (estacas herbá ceas) o de hojas exigen una
instalación que se conoce con el nombre de mist, palabra inglesa que
significa llovizna. Los brotes provistos de hojas y las mismas hojas, a
causa de su gran transpiración, deben mantenerse mojadas constantemente
para que permanezcan vitales y en actividad. El mist consiste en una
bomba y una serie de boquillas, que controlados por un temporizador,
pulverizan a intervalos regulares una lluvia finisima sobre las estaquillas
que se quiere propagar. Las estaquillas se entierran por la parte basal en
un substrato de perlita o vermiculita solas o mezcladas con turba y
previamente tratadas generalmente con IBA a 4.000 ppm
El injerto consiste en la unión de dos partes de plantas diferentes
para formar un solo individuo. Las dos partes s on: el portainjerto o sujeto
que proporciona el sistema radicular y el injerto o porción que constituye
la parte aérea.
PORTAINJERTOS
Francos
Se denomina francos a los portainjertos procedentes de semilla de
la misma especie.
“Franco común”. El franco común, utilizado en Italia, se obtiene de
semillas de variedades silvestres que crecen espontáneas en los bosques
de Italia nororiental, de Yugoslavia y de Rumania; es con mucho el
portainjerto mas difundido en Italia. Origina plantas vigorosas, con buen
anclaje, perfectamente afines a las variedades cultivadas, longevas,
adecuadas para terrenos fértiles, suelos, frescos y profundos y no calizos.
El único inconveniente de este portainjerto es una cierta
heterogeneidad debida a la variabilidad genética del material de partida.
Los francos obtenidos de variedades silvestres son preferibles a los
obtenidos de variedades cultivadas por su mayor resistencia a las
adversas condiciones atmosféricas y pedológicas.
“INRA Franco GF 305” (protegido): Introducido rec ientemente en
Francia, seleccionado por la Estación experimental de la Grande Ferrade.
Ofrece una mayor garantía de uniformidad, afinidad y sanidad que los
francos comúnmente empleados. Es un portainjerto vigoroso. El hueso es
pequeña, de dimensiones equip arables a los de los melocotones silvestres;
para hacer un kg se necesitan de 250 -300 huesos. La germinación es muy
elevada generalmente. La propagación de este portainjerto así como los
otros obtenidos en dicha Estación de investigación, está controlada p or
ella misma.
4
“Missour” Franco de origen norteafricano (Marruecos), dotado de
gran vigor y uniformidad.
“Rutgers Red Leaf” y “Rutgers Green Leaf”: son dos selecciones de
franco, el primero de hojas rojas, el segundo de hojas verdes, muy
vigorosos y especialmente resistentes a las mínimas térmicas invernales.
Estos dos portainjertos han sido seleccionados en la Estación
experimental de New Brusnwick (New Jersey, USA)
Francos de origen estadounidense seleccionados por su
resistencia a los nematodos
Desde hace ya varios años en Estados Unidos, y especialmente en
California, la proliferación de nematodos ha adquirido tales proporciones
que ha inducido a investigadores y viveristas de aquel país a seleccionar
portainjertos resistentes a estos parásitos.
Los más difundidos son:
“Nemaguard” seleccionado por la Estación experimental de Fresno
del U.S.D.A. se ha confirmado en California como el mejor entre los
portainjertos con estas características. Procede de una semilla de Prunus
davidiana hibridado probablemente de forma natural con Prunus persica.
Es resistente a las especies: Meloidogyne javanica y Meloidogyne
incógnita var. Acrita. Es de vigor medio y buena uniformidad. Por los
primeros resultados experimentales obtenidos en Italia se le considera
inferior al franco común. Se ha mostrado especialmente sensible al
Bacterium tumefaciens .
“S 37” (protegido); seleccionado por los viveros Stribling entre
plantas procedentes de semilla del melocotón de flor, se caracteriza por
un notable vigor y una acentada he terogeneidad morfológica en vivero.
Las plantas injertadas son, por otra parte, bastante uniformes. Induce a
las plantas injertadas una precocidad de maduración de 3 -5 días respecto
al franco común. De los primeros resultados experimentales en Italia se le
considera, junto con el “S 60”, el mejor entre los portainjertos de este
tipo. Resiste a los nematodos del género Meloidogyne.
“S 60” (protegido): seleccionado por los viveros Stribling de
plantas procedentes de semilla fecundadas libremente por “S 37”.
Se diferencia de su progenitor por una mayor uniformidad y menor
vigor.
Induce una precocidad de maduración de los frutos y resiste a los
nematodos del género Meloidogyne.
“Okinawa”: obtenido en la Estación experimental de Gainsville
(Florida) a partir de una planta de semilla obtenida de una variedad de
origen japonés. Se caracteriza por su pequeñísima exigencia en horas -frío
y por la resistencia a los nematodos M. javanica, M. incógnita var.
Acrita, Radopholus similis.
En las primeras pruebas experime ntales llevadas a cabo en Italia ha
dado resultados negativos debido a fenómenos de incompatibilidad.
“Rancho Resistant”, “Red Ran” y “Rancho Redleaf” han sido
seleccionados en Estados Unidos por su resistencia a algunas especies de
nematodos, pero no se han consolidado debido a sus características
5
agronómicas inferiores o de cualquier forma no superiores a los
anteriores.
Ciruelos
En Italia los ciruelos se emplean muy poco como portainjertos del
melocotonero excepto en algunas zonas restringidas donde existen
problemas pedológicos particulares: elevado contenido de caliza activa,
humedad, terrenos arcillosos, estanqueidad del terreno.
El empleo del ciruelo como portainjerto del melocotonero está
limitado por su poca afinidad.
Unicamente
portainjertos
seleccionados
rigurosamente
y
experimentados ofrecen las necesarias garantías para la realización de
plantaciones económicamente satisfactorias.
“INRA San Julián híbrido numero 1 y número 2” (protegido)
obtenidos en la Estación experimental de Grande Ferr ade, se derivan del
cruzamiento de S. Julián de Orlens x Common Mussell el primero y S.
Julián de Orleans x Brompton el segundo. Como portainjertos se emplean
las plantulas F1 del cruzamiento. La afinidad de estos dos portainjertos
es excelente con las va riedades comunes de melocotonero, son muy
resistentes a la clorosis férrica y están indicados especialmente en
terrenos pesados o cultivados anteriormente de melocotonero. El híbrido
numero 2 se ha mostrado mejor que el híbrido numero 1 por su mayor
compatibilidad con el melocotonero y resistencia a las enfermedades
bacterianas. El vigor de las plantas injertadas sobre estos portainjertos es
inferior en casi un tercio con relación al franco. Conviene tener en cuenta
este hecho a la hora de elegir el marco d e plantación.
“INRA S. Julián GF 655 -2” (protegido): seleccionado en la Gran de
Ferrade, se multiplica por estaca leñosa. Tiene una buena afinidad con el
melocotonero, retoña poco, adecuado para suelos pesados no
excesivamente calizos (pH 7.5 -8). El vigor, sobre todo en los primeros
años, es ligeramente inferior al de los dos portainjertos anteriores. Si se
multiplica por estaca leñosa, el porcentaje de enraizamiento es del orden
del 80 por 100.
“INRA Damas 1869” (protegido): selección de la Grande Ferrad e
del Damas de Toulouse. Es un portainjerto libre de virus, de medio vigor,
resistente excepcionalmente a la clorosis adecuado para suelos pesados y
asfixiantes. Emite muchos rebrotes o pollizos. Se multiplica por acodo de
corte y recalce o por estaca leño sa con tratamiento con IBA a 4,000 ppm
(enraizamiento medio 60 por 100). No es compatible con muchos
variedades de nectarina.
“INRA GF 43” (protegido): obtenido a partir de una semilla de la
variedad d´Ente y seleccionado en la Grande Ferrade. Tiene una ó ptima
afinidad con el melocotonero cuando está libre de virus. Es un
portainjerto vigoroso, casi tanto como el franco, adecuado para terrenos
húmedos expuestos a la asfixia radicular. Se multiplica tanto por acodo
de corte y recalce como por estaca leñosa (40 por 100 de enraizamiento).
La cepa de las plantas madres produce cerca de 100 estacas por meto
lineal.
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“Brompton”: ciruelo seleccionado en la Estación experimental de
East Malling: es adecuado sobre todo para suelos pesados. Tiene un vigor
comparable al franco. Se multiplica por acodo de corte y recalce o por
estaca leñosa tomada en otoño (enraizamiento del 50 por 100).
“San Julián A”: este S. Julián ha sido seleccionado en East Malling
y es de características análogas al GF 655 -2. Confiere a las plan tas un
vigor medio y es adecuado sobre todo para terrenos arcillosos y
clorosantes. Se multiplica por acodo de corte y recalce por estaca.
Para obtener los mejores resultados de los ciruelos como
portainjertos conviene establecer la plantación con planton es de 1 año
obtenidos de plantas injertadas de yema. De esta forma se está seguro de
que las plantas tienen por lo menos una buena afinidad inicial,
eliminando todas aquellas en las que el injerto no hubiera prendido en la
primera ejecución.
INRA Almendro x Melocotonero GF 677
Es un híbrido natural muy vigoroso adecuado especialmente para
terrenos secos, clorosantes (resiste más del 12 por 100 de caliza activa) y
los cultivados y los cultivados anteriormente de melocotonero; resiste
bien en terrenos húmedos.
Se multiplica por estaca de hojas o estaca herbácea bajo mis
(enraizamiento del 60 -70 por 100).
Pranus tomentosa
Este portainjerto, muy enanizante, ha sido experimentado
recientemente con éxito con el cultivar “Redhaven” en la Estación
experimental de Summerland en Canadá. Se multiplica por semilla. Las
plantas no afines se seleccionan fácilmente en vivero y pueden ser
eliminadas antes de la plantación. En el ev. “Redhaven” la
incompatibilidad afecta al 10 por 100 de las plantas. Las plantas tienen
un desarrollo de casi la mitad que las injertadas sobre franco.
La productividad es óptima y la maduración se anticipa algunos
días.
Prunus Bessey
Se utiliza, sobre todo en Estados Unidos para obtener plantas
enanas para cultivo en huertos familiares.
En la Estación experimental de Geneva (New York) se ha
emprendido un trabajo de selección clonal que ha permitido seleccionar
un par de clones con buena afinidad con el melocotonero. La reducción en
el desarrollo de la planta es de casi 1/3 con relación al franco.
Los portainjertos más utilizados son: duraznero, almendro, cirolero
y damasco.
Duraznero
Por ser de la misma especie, presenta las mayores ventajas en
cuanto a compatibilidad y comportamiento con todas las variedades de
duraznero. Es también el mas exigente en condiciones de suelo. Da
árboles de rápido desarrollo y precoces. Como inconveniente se tiene su
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gran susceptibilidad al ataque de nematodos. Sin embargo, existen
variedades resistentes a nematodes como la “Okinawa” y “Nemaguard”
entre otras, que son las que mejor resultado han dado en nuestras
condiciones después de las pruebas experimentales correspondientes
realizadas en la Estación Experimental Agrícola de La Molina.
Almendro
Da árboles de buen vigor, larga vida, se adapta mejor a climas algo
cálidos y necesitan de terrenos profundos y fértiles. Tiene compatibilidad
con casi todas las variedades de duraznero. Se utiliza tanto el almendro
dulce como el amargo. En nuestro medio no cuenta con muchos adeptos.
Cirolero
Da árboles más débiles, propios para suelos pobres, no tiene buena
compatibilidad con algunas variedades.
Damasco
Produce plantas de buen porte, se nota algo de incompatibilidad
aunque ésto no influye mayormente en el buen desarrollo y producción de
las plantas. Es sensible a suelos húmedos. El damasco criollo tiene una
gran resistente a nematodes.
Cuando se usa semillas de duraznero, cirolero y damasco, es
conveniente su estratificación en frío o 4 a 6°C durante 2 a 3 meses.
La semilla de almendro no requiere ser e stratificada en frío para su
germinación.
Posteriormente a la estratificación de las semillas, se procede a la
siembra en almácigo a media sombra para luego transplantar las plantitas
al vivero donde son injertados.
LOS METODOS DE INJERTO MAS UTILIZADOS EN EL CULTIVO
DEL MELOCOTONERO
Injerto de yema
Según la época en que se realice el injerto puede ser a yema
dormida (el más común), o bien a yema velando. El injerto a yema
dormida se realiza en verano, de finales de julio hasta fin de septiembre,
y la yema brotará en la primavera siguiente. El injerto a “ojo velando” se
realiza desde mediados de mayo a mediados de junio y la yema brota
inmediatamente.
La técnica de realización del injerto es, en ambos casos, la misma.
En el patrón se hace una incisión e n “T”, el corte vertical de una longitud
de 2-3cm y el horizontal de 1cm. Se levantan los labios de la corteza y en
la abertura se introduce el escúdete que lleva la yema y que e ha separado
del ramo mediante un corte tangencial, haciéndolo deslizar de arr iba
hacia abajo. Es conveniente cortar junto con la yema una ligera capa de
madera joven (albura) para que facilite la unión. Se ata generalmente con
rafia, o mejor con cinta de goma. Recientemente se ha introducido en el
comercio un trozo de goma que cubr e el escúdete y lo protege mejor que
la rabia o la cinta de goma.
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La ligadura de goma, a las 2 -3 semanas de haberse hecho el injerto
y debido a la acción de los agentes atmosféricos, cae por si sola y libera
al injerto ya brotado. La rafia, a causa de su resistencia y falta de
elasticidad hay que cortarla, sobre todo si el injerto se ha hecho a
principios de primavera, para evitar que obstaculice el rápido crecimiento
del brote.
Después de la ejecución del injerto es conveniente dar un
tratamiento a base de ziram (u otro fungicida) y un éster fosfórico para
prevenir ataques de gomosis y de Cydia sobre la yema injertada.
Antes de comenzar la vegetación el patrón se despunta algunos
centímetros pro encima del punto de injerto. Si se temen golpes de viento
conviene atar el brote que se origina de la yema injertada, al tocón del
portainjerto o bien a un tutor.
En las primeras semanas después de la brotación se debe procurar
despuntar primero y eliminar después los brotes del patrón que surjan por
encima y por debajo de la yema injertada.
El injerto a ojo velando se realiza con la misma técnica del
anterior, tomando yemas procedentes de los brotes más maduros.
La planta, una vez injertada, se deja entera durante los primeros 4 5 días, después de los cuales se despunta a unos 10cm por encima del
punto de injerto. Después de otros 10 días, cuando la yema ya ha iniciado
la brotación, se despunta la planta definitivamente.
Este tipo de injerto se utiliza mucho en California, donde a causa
del ciclo vegetativo muy largo, se obtienen plantas que en el mismo año
alcanzan dimensiones de 1.20 -1.50m de altura.
En condición indispensable para el buen éxito del injerto el que las
plantas estén en actividad vegetativa (en “savia”) para que la corteza se
separe fácilmente en la zona cambial.
La época mejor para la realización del injerto es, en California,
entre el 20 de mayo y el 10 junio. En las regiones centromeridionales
italianas y españolas se dan condiciones climáticas análogas a las
californianas y pro tanto la épo ca adecuadas es también la misma.
Injerto de incrustación
El injerto de incrustación consiste en la extirpación del patrón,
cortado a la altura deseada, de una porción de madera y corteza en forma
de una sección de cono con la base hacia arriba, en el h ueco así formado
se coloca la púa, con dos yemas, que se habrá cortado con la misma forma
para que se adapten perfectamente. Se ata con rafia y se cubren las
superficies de los cortes con ceras o “mastic” de injerto. Este tipo de
injerto es muy utilizando por los viveristas para volver a injertar a fines
de febrero las plantas sobre las que ha fallado el injerto de yema.
Las plantas obtenidas con el injerto de incrustación tienen un
desarrollo generalmente inferior a las procedentes de injerto de yema y
presentan, en cualquier caso, una notable deformidad de crecimiento. Por
esta razón no es aconsejable la plantación de plantones obtenidos por
injerto de incrustación.
Se ejecuta antes del comienzo de la actividad vegetativa, a finales
de invierno. Hay que procurar que las dos zonas cambiables del patrón y
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de la púa coincidan. La región del cambium que tiene la capacidad de
generar el tejido cicatricial, se encuentra entre la corteza y el leño.
Injerto de hendidura
Se realiza en la misma época que el prec edente y se hace
generalmente sobre las plantas injertadas anteriormente de yema y cuyo
injerto no ha prendido. El patrón se corta a una altura de 10 -15cm si se
trata de francos, en la parcela de injertos y se hace una hendidura
diametral en la que se inse rta la púa con dos yemas, previamente cortada
en cuña. Antes de realizar la hendidura es conveniente atar el patrón a 2 3cm por debajo de la superficie del corte, para evitar que la hendidura
profundice demasiado. Se ata con rafia y se protegen las superfi cies de
corte con brea líquida o “mastic”.
Este tipo de injerto es menos usado que el anterior debido a los
grandes cortes que hay que hacer.
También en este injerto es fundamental hacer coincidir las zonas
cambiales del patrón y de la púa.
Injerto de corona
EL injerto de corona se emplea, generalmente, cuando el patrón
tiene un diámetro mucho mayor que la púa y sirve sobre todo para los
casos en los que se quiere sobreinjertar plantas adultas. La época para la
realización de este injerto es más tardía que la de los dos anteriores, ya
que se necesita que la planta esté ya “en savia”, es decir que permite la
separación de la corteza de los tejidos que están por debajo de ella. En
este tipo de injerto se deben tomar las púas en el periodo de pleno reposo
vegetativo y conservarlas en un lugar fresco hasta el momento del injerto.
Se consigue una conservación óptima colocando las púas en sacos
de polietileno de 0,05mm de espesor a 1 -2°C.
Para la ejecución del injerto, se descabeza el patrón y se hace una
incisión en la corteza de 2 -3cm a partir de la superficie del corte. La púa
preparada en forma de boca de lucio se introduce entre la madera y los
bordes levantados de la corteza con la incisión. Según el diámetro del
patrón se pueden poner una o varias púas . Se ata con rafia y se cubre con
ceras de la misma forma que en los injertos anteriores.
En todos estos tipos de injerto es muy importante el trabajo de
desbrotado que en primer lugar debe frenar el desarrollo de los brotes del
patrón mediante despuntes para después eliminarlos cuando el injerto se
ha desarrollado convenientemente.
TRANSFERENCIA Y UNION DE TEJIDOS
El patrón y el cultivar a injertar comienzan a soldarse en un
ambiente cerrado, conseguido ya sea por el recubrimiento de la unión con
cerca o preparados especiales, o bien mediante ataduras estancas, tipo
bandas de goma o de lámina metálica. Los interesantes estudios llevados
a cabo por Braun (1963) sobre injertos han mostrado la existencia de tres
fases en el proceso de unión:
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1ra. Fase
Durante los dos primeros días no se observa ninguna reacción en
las partes injertadas. Sobre las superficies cortadas aparece un color
pardusco originado por las células heridas durante el corte. Al tercer día
intervienen ya las células del cámbium no herid as y otras células del
patrón que se encuentran justo por debajo de la herida. Este crecimiento
celular inicial conduce a continuación a la formación del llamado tejido
intermedio que crece en el espacio libre entre el patrón y la parte
injertada. La zona de la herida del patrón es rodeada y cubierta en parte
por este tejido intermedio. En este estadio puede existir ya un contacto
directo de tejidos entre el patrón y la variedad injertada. No obstante, lo
mas frecuente es que la zona de la herida del patrón se cubra de tejido
intermedio y presione la zona de la herida del patrón se cubra de tejido
intermedio y presione la zona de la herida del patrón se cubra de tejido
intermedio y presione la zona de la herida de la púa o yema injertada.
Entonces aparece aq uella capa aislante que ya fue nombrada al hablar de
los casos de incompatibilidad. En los casos normales, no obstante, esta
capa de separación es vencida por el tejido intermedio mediante
crecimiento en torno o a través de ella o bien alejándola hacia zon as no
importantes para el contacto entre ambas partes.
2da. Fase
Aumenta la presión entre ambas partes debido al mayor crecimiento
del tejido intermedio. El brote se ha comportado hasta ahora de una forma
pasiva.
3ra. Fase
Partiendo del tejido interm edio del patrón se forman unas cuñas de
crecimiento que se dirigen hacia el tejido de la corteza de la púa o yema
injertada. A continuación se desarrollan los puentes de parénquima.
Ahora tiene lugar el primer trasvase de agua hacia la zona exterior leñosa
de la púa (aún un sistema de emergencia) gracias a estos puentes de
parénquima, lo que provoca la primera reacción positiva de la parte
injertada. El cambium del cultivar injertado recibe un nuevo impulso y
comienza gradualmente su proceso de división cel ular, después del cual
se produce la unión de ambos cámbiums a través de los puentes de
parénquima. Este cámbium recién aparecido comienza a formar xilema
hacia el interior y líber hacia el exterior. Cuando se han formado ya unos
puentes leñosos, gracias a la acción del cámbium, se establece el
suministro de agua a través de ellos. Los puentes de emergencia se
paralizan.
Fisiología del injerto
Las funciones de los dos individuos unidos por el injerto son
bastante distintas. El patrón está radicado en la tierra y se encarga de
absorber el agua y las sustancias nutritivas, así como la síntesis de otras
sustancias, como aminoácidos y sustancias necesarias para el
crecimiento; mientras que la variedad injertada se encarga de ejecutar la
fotosíntesis para cons eguir la energía necesaria y, también, de la
11
fabricación de proteínas y hormonas. Esta división de funciones es la
misma en los árboles injertados que en los ejemplares de raíz propia. No
obstante, cuando se unen dos individuos de dotación genética distint a con
metabolismos específicos, existen cambios muy variados. La relación
entre el patrón y la variedad injertada plantea numerosos problemas que
pueden llegar a tener una gran importancia económica para el fruticultor.
Rogers y Beakbane (1956), De Haas ( 1967) y Feught (1982) nos
resumen los datos obtenidos hasta la fecha sobre la acción recíproca entre
las partes injertadas. Lo que es seguro es que el patrón posibilita un
crecimiento distinto de la variedad injertada.
La fuerza de crecimiento de los árbo les injertados es un resultado
de la acción conjunta entre la fuerza del patrón y la de la variedad
injertada, donde sin duda es mayor la influencia del patrón sobre la
variedad injertada que al revés (lo que se pone de manifiesto al hacer
injertos invertidos). La influencia del patrón es tanto más fuerte cuanto
más largo es su tronco.
Los condicionamientos genéticos que influyen en los distintos tipos
de crecimiento de los patrones permiten a los especialistas en injertos,
jugar con distintas separaciones entre árboles y distintas alturas de
injerto. La influencia del patrón no se limita en absoluto a estos detalles
ópticos; donde mejor puede constatarse es en el crecimiento en espesor y
en la capacidad generativa del cultivar injerto.
Junto a la influencia sobre el inicio de la cosecha, su rendimiento y
su regularidad, los patrones pueden influir también en la época de
maduración, la calidad de los frutos (tamaño y color) y su posibilidad de
almacenamiento.
El que se dedica a estos temas sabe que los pat rones tienen también
gran influencia en la sensibilidad a las enfermedades de los distintos
cultivares (chancro de los frutales -por ejemplo Nectia galligena -,
podredumbre del cuello, etc.) o bien en la capacidad de superar las
enfermedades, como las viros is. También se sabe que las lesiones de una
variedad suelen aparecer en combinación con el patrón empleado.
Como es lógico imaginar, las investigaciones sobre la influencia el
cultivar sobre el patrón son más difíciles de realizar, ya que la medida
necesarias deben llevarse a cabo en el suelo o en las raíces enterradas.
Los estudios de distintos autores han puesto de manifiesto que la
influencia del cultivar injertado sobre el crecimiento de las raíces dl
patrón no se traduce en el número y tamaño de las raíces, sino en su
extensión (ramificación) y profundidad.
Los técnicos en esta materia han observado muchas veces que el
injerto de variedades sobre injertos intermedios de tronco de piel roja
puede provocar una coloración intensa en los frutos de la var iedad
injertada, lo que ha sido también demostrado en muchos estudios sobre el
tema. Ello no significa en absoluto que cualquier colorante o propiedad
determinada del patrón pueda pasar al cultivar injertado, de hecho, estas
influencias positivas que puede n contribuir a una mejora gradual del
color de los frutos, son únicamente casuales.
Mientras que las influencias de los injertos intermedios sobre los
cultivares a injertar son muy variadas, en el sentido contrario se reconoce
12
una única influencia: los in jertos intermedios pueden influir en el
desarrollo cualitativo y cuantitativo de las raíces.
En todas las investigaciones sobre la relación entre patrón y
cultivar a injertar -y también sobre injertos intermedios - tiene una gran
importancia la ausencia de virus en las partes injertadas. La
determinación de virus latentes, que pueden causar efectos, por ejemplo,
de crecimiento enano, nos hace dudar de los resultados de muchos
estudios anteriores sobre la relación entre patrón -variedad a injertar.
Incompatibilidad
En el momento actual se considera como automático el éxito de
toda una serie de combinaciones de injerto. Si se cumplen ciertas
condiciones previas, como por ejemplo, que haya un parentesco suficiente
(que sean afines), que se realice una buena o peración manual, estas
uniones tienen un porcentaje muy elevado de éxito, tal como muestra la
experiencia. Sólo se obtienen resultados distintos bajo la influencia de
condiciones climáticas extremas o por culpa de determinados virus.
En el campo de la incompatibilidad existen aún muchas preguntas
por resolver, que la ciencia está intentando aclarar a través de
investigaciones. Por ejemplo, entre los frutales de hueso suele existir una
incompatibilidad que se comprueba con gran frecuencia. Ciertas
variedades no producen ningún tipo de unión con ciertos patrones;
además se conocen algunos casos en que dos variedades que son
compatibles con el mismo patrón no producen una combinación
compatible cuando se unen en un injerto doble (combinación a tres).
La condición de incompatibilidad no es corregida por la unión de
un patrón intermedio mutuamente compatible, en apariencia debido a que
se puede mover a través de él alguna influencia lábil. Este tipo de
incompatibilidad implica degeneración del floema y se puede reconocer
por el desarrollo en la corteza de una línea de color pardo o una zona
necrótica. En consecuencia, en la unión de injerto se presentan
restricciones al movimiento de carbohidratos: acumulación arriba y
reducción abajo. Las combinaciones recíproca s pueden ser compatibles.
En diversas modalidades que se presentan en esta categoría, la extensión
de la descomposición del tejido cortical puede abarca desde
prácticamente la falta de formación de unión, una unión mecánica débil
con tejidos deformados has ta una unión fuerte con tejidos conectados
normalmente.
Un ejemplo de una combinación de esta categoría lo ofrece el
durazno “Hale´s Early” injertado en patrón de ciruelo “Myrobalan B” que
forma una unión débil con tejidos de formados y acumula cantidades
anormales de carbohidratos en la base de la púa de durazno. Si entre el
durazno “Hale´s Early” y el patrón “Myrobalan B” se usa como patrón
intermedio mutuamente compatible el ciruelo “Brompton”, los síntomas
de incompatibilidad aún persisten, con una acu mulación de almidón en el
patrón intermedio “Brompton”. Sin embargo en otros estudios de injertos
de durazno y ciruelo mirobalano en el cual se emplearon plántulas
pequeñas en etapa cotiledonaria, no aparecieron síntomas de
incompatibilidad aún después que los árboles injertados tenían 13 años de
13
edad. En este mismo estudio, todos los árboles de dicha combinación,
injertados en el vivero, en la época normal para ello, mostraron síntomas
de incompatibilidad un año después de injertados. Posiblemente uno de
los factores que producen la incompatibilidad no se encuentra presente en
los tejidos de plántulas jóvenes.
En otro ejemplo de incompatibilidad trascolada, la combinación del
almendro “Nonpariel” sobre ciruelo “Marianna 2624” muestra
descomposición complet a de floema, aunque las conexiones de los tejidos
de xilema son bastante satisfactorias. Sin embargo, otra cultivar, el
almendro “Texas” sobre ciruelo “Marianna 2624” produce una buena
combinación compatible. La inserción de una sección de 15cm de largo de
almendro “Texas” como patrón intermedio entre el almendro “Nonpareli”
y el ciruelo “Marianna” no corrige la incompatibilidad entre los dos
componentes. En la unión del almendro “Texas” y el ciruelo “Marianna”,
que normalmente son compatibles, se presenta desintegración de la
corteza, debida probablemente a algún factor translocado en e floema de
la púa “Nonpareil” insertada arriba, a través del patrón intermedio
“Texas” al patrón “Marianna”.
El durazno injertado en patrón “Marianna” generalmente forma una
unión incompatible. Aunque los escudetes de durazno se unen con
facilidad de éste patrón de ciruelo y crecen de manera satisfactoria
durante la primera estación, después aparece un engrosamiento arriba de
la unión de injerto, seguido por el marchitamiento de las hojas de
durazno y la muerte del árbol. Estudios anatómicos mostraron que este
era un caso de incompatibilidad en la cual en la unión de injerto se
formaron buenas conexiones de xilema pero el floema no llegó a unirse,
lo cual condujo a la muerte d e las raíces, con el marchitamiento y la
consiguiente muerte de la copa del durazno. Sin embargo, si en el patrón
de ciruelo “Marianna” se dejaban algunas ramas con hojas para que
nutrieran a las raíces, los árboles podían mantenerse vivos por tiempo
indefinido; situación que también se encontró en otros casos de
incompatibilidad.
UTENSILIOS Y HERRAMIENTAS PARA EL INJERTO
1.
Navaja de injertar
Se han desarrollado navajas especiales para los distintos sistemas
de injerto, que se distinguen especialmente p or la forma de la hoja.
-
Navaja para injertos de escúdete
Para cortar las yemas de los brotes de la variedad notable a injertar
y par hacer el corte en T en los patrones se precisa más maña que fuerza.
Por ello estos cuchillos son muy ligeros. Las hojas , de pequeño tamaño,
pueden tener formas diversas, según el objetivo a cumplir.
-
Navaja para injertos de placa
Este cuchillo doble permite cortar las “placas” en el patrón y las
placas del cultivar a injertar, cuya separación tendrá siempre un valor
constante.
14
-
Navaja para injertos de escúdete de doble placa (cuchillo de
Nicolin)
Navaja para injertos oblicuos
Las hojas de casi todas las navajas para injertos oblicuos son
rectas. Por ello es posible utilizar con éxito este cuchillo para hacer los
cortes longitudinales en los patrones, así como para las injertos de
corona, bajo corteza. Estos cuchillos también se utilizan para cortes
oblicuos simples y modificados en las púas de injerto, en las que es
necesario disponer de superficies especialmente pl anas.
2.
Piedras de afilar
3.
Tijeras de podar
4.
Sierras
5.
Materiales para atar
-
Cinta de rafia
-
Otros materiales para otros
La goma industrial, el caucho, Schmadlak (1965) investigó de
cintas de PVC para el atado de injertos de púa.
-
Las cintas de celulosa
6.
Clavos de tachuelas
7.
Grapas para injerto
Para racionalizar y realizar en serie el atado de los injertos de púa
en los viveros, el Instituto de fruticultura de Dresden -Pillnitz (Alemania)
ha ideado un sistema rápido mediante grapas (S chmadlak 1964)
8.
Materiales para el sellado de heridas
-
Ceras para injerto
-
Preparados sintéticos
15
BIBLIOGRAFIA
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http://:www.horticopio.com/plantlist/p13676.htm
http://:www.guiaverde.com/arboles/prunuspersica.htm
http://:www.minag.god.pe
16
POR : César A. Gonzales Alfaro
DIRECCION E-MAIL: [email protected]
TEMA : INJERTOS DE DURAZNOS ( Prunus persica)
RESUMEN:
Es importante conocer la zona donde se piensa establecer la
plantación de Prunus persica considerando los siguientes factores:
variedad, suelo, clima, disponibilidad de agua, vías de comunicación
(Ministerio de Agricultura del Perú -1999).
Propagación de algunos portainjertos de melocotonero se utiliza
generalmente las estacas de ramas, de brote y de hoja y los tratamientos
más empleados son con IBA a 4.000 ppm por inmersión rápida de la parte
basal de la estaca (LEVANTE, 1990).
Los portainjertos más usados en todo el mundo son los francos,
denominado así por ser procedentes de semillas de la misma especie; los
ciruelos, INRA almendro x melocotonero GF 677, Prunus tomentosa y
Prunus Bessy. (Carlos Fideghelli, 1993), los portainjertos más usados en
el Perú son el duraznero, almendro cirolero, Damasco (Ministerio de
Agricultura de Perú, 1997).
Los injertos más utilizados en el cultivo del melocotonero son el
injerto de yema, de incrustación, de hendiduras y coro na en todos estos
tipos de injertos es muy importante el trabajo del desbrotado que en
primer lugar debe frenar el desarrollo de los brotes del patrón mediante
despuntes para después eliminarlos cuando el injerto se ha desarrollado
convenientemente (Hartma nn, 1997). En la unión y transferencia de los
tejidos del patrón y el cultivo a injertar comienzan a soldarse en un
ambiente cerrado. Los interesantes estudios llevados a cabo por Broun
(1963) sobre injertos han mostrado la existencia de tres fases en el
proceso de unión. (Schmid, Heiner, 1995).
Suele existir una incompatibilidad que se comprueba con gran
frecuencia, y se obtiene resultados distintos bajo la influencia de
condiciones climáticas extremas o por culpa de determinados virus y
variedad.
Ejemplo el durazno “Molis Early” injertado en patrón de
ciruelo “Myrobalan B” formaran una unión débil con tejidos deformados
acumula cantidades anormales de carbohidratos en la base de la púa del
durazno, otro ejemplo el durazno injertado en patrón “Marianna”
generalmente forma una unión incompatible sin embargo, si el patrón de
ciruelo “Marianna” se dejaban algunas ramas con hojas para que nutrieran
a las raíces, los árboles podrían mantenerse vivos por tiempo definido
(Hartmann, 1997). Los utensilios y herramie ntas más usados para injertar
durazno. (Gorini, Fausto 1997).
BIBLIOGRAFIA
 HARTMAN H.T., KESTER D.E., DAVIES F.T. GENEVE R.L. 1997
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 SCHMID, MEINES 1995, Cultivo de Frutales (Barcelona), 13 -18.
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
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACION DEL MINISTERIOR DE
AGRICULTURA DEL PERU 1999. http://ww.minag.god.pe
 FIDEGHELLI, Carlos. 1993. El melocotonero Lima -Perú. 36-46.
18