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CLIMA Y
DINÁMICA ATMOSFÉRICA
1. CLIMA Y DINÁMICA ATMOSFÉRICA
ATMOSFÉRICA
3. 1
3.
NAO - VIENTOS
3. 1
3.1
INTRODUCCIÓN
En las islas Canarias, el clima seco y estable debe sus rasgos fundamentales a la situación bajo la influencia directa de una
alta presión subtropical, el anticiclón de las Azores, del que parten los “vientos alisios” y que constituye uno de los centros
de acción de la NAO.
La posición relativa del anticiclón de las Azores (altas presiones) domina los vientos alisios (con una dirección NE - SO) y
los vientos contralisios (del Ecuador al norte), así como el trayecto seguido por las tormentas que afectan a las latitudes
medias. Este anticiclón aparece durante todo el año y presenta el llamado “balanceo estacional”: En invierno, el anticiclón
baja en latitud y está dividido en dos núcleos, uno al Sur de las Azores y otro entre las islas Madeira y Canarias. Con esta
situación, al estar el anticiclón muy cerca de Canarias, es muy poco importante la acción de los vientos alisios. En verano, el
anticiclón se desplaza hacia el norte, centrándose sobre las Azores. Con esta situación, al estar más alejado de Canarias,
se establece sobre las islas el soplo constante del alisio, régimen de vientos que predomina desde mediados de abril hasta
mediados de septiembre. La velocidad de estos vientos oscila entre los 2 y los 7 m s-1.
El anticiclón de las Azores (altas presiones), junto con las bajas presiones en Islandia, caracterizan la circulación
atmosférica superficial de la región del Atlántico Norte. La variabilidad temporal de dichas células de presión está descrita
por la denominada Oscilación del Atlántico Norte (NAO, North Atlantic Oscillation). La NAO puede ser representada
mediante un índice que mide la diferencia de presión entre las Azores e Islandia. Este índice (Gráfico 1) que oscila a escala
decadal presenta fluctuaciones durante todo el año, pero son máximas durante el invierno (noviembre-abril) cuando la
actividad atmosférica es más dinámica, aunque en los últimos 30 años ha tendido hacia valores cada vez más positivos.
Gráfico 1. Índice de la NAO obtenido entre 1820 y 2002. Se representa la diferencia de presión normalizada durante los meses de invierno entre Gibraltar
(Azores) y Reykjavik (Islandia). La curva de trazo grueso es la media móvil (periodo = 5) de los datos instrumentales. Fuente: Moreno 2002.
3.2
SITUACIÓN ACTUAL EN CANARIAS
La estructura del Alisio en Canarias presenta dos capas (Pulido, 2007):
Una inferior, de aire húmedo y fresco, porque está en contacto con la superficie del mar, de dirección NE
refrescada por la corriente fría de Canarias.
Otra superior, de aire cálido y seco, de dirección NO, de menor presencia que el aire inferior.
Ambas capas están separadas por una superficie de discontinuidad señalada por una inversión de temperatura conocida
por el nombre de “inversión del alisio”, donde se forman bancos de nubes de tipo estratocúmulos. Debido a la elevada
altitud de algunas de las islas que conforman el Archipiélago, detienen el Alisio (dirección NE-SO) en las laderas orientadas
a barlovento y se configura el denominado "mar de nubes". En las laderas de sotavento este viento alisio presenta menor
relevancia. (Pulido, 2007).
En la zona de cumbres, principalmente en las islas de mayor altitud, los vientos alisios tiene menor efecto, provocando un
descenso de las precipitaciones y aumentando la incidencia de la temperatura. (U. de las Palmas, 2010). En las zonas de
costa, los vientos alisios tienen gran incidencia en la costa este de las islas, sobre todo entre abril y septiembre. Los oleajes
predominantes son los procedentes del sector NO-NE, siendo el procedente de la dirección NE, generado por los vientos
alisios, el de mayor energía conjunta. (U. de las Palmas, 2010).
3. 2
Esto queda ratificado por un estudio de (Torres et al, 2001) llevado a cabo para conocer la procedencia de las masas de
aire que llegan a Tenerife, por encima y por debajo de la inversión del Alisio, se representa la frecuencia relativa mensual de
la posición de las retrotrayectorias (5 días), por sector geográfico y nivel vertical para IZO (Estación de Izaña, 1986-1997) y
PHO (Estación de Punta Hidalgo, 1988-1997) ambas en Tenerife.
Figura 1: Clasificación de las masas de aire por sector y Figura 2: Frecuencia relativa media de la procedencia de las masas de aire en IZO y PHO.
Fuente: Torres et al, 2001
En Izaña (IZO, 2367 m.s.n.m.) la mayoría de las masas de aire proceden del Atlántico Norte (sector 2) y de la media
troposfera, siendo esta situación predominante en los meses de mayo y junio. Son masas de aire marítimas potencialmente
limpias. Existe un máximo secundario entre julio y septiembre para masas de aire procedentes de Africa (sector 6), de la
baja y media troposfera. Estas masas de aire proceden de la capa de mezcla continental sobre el continente africano, y
transportan polvo en suspensión. Sólo llegan masas de aire de la alta troposfera desde América del Norte en invierno.
Comparando con la baja troposfera libre, en el Faro de Punta del Hidalgo (PHO, a nivel del mar) existe una predominancia
de masas de aire del Atlántico Norte (sector 2) y de niveles bajos, con el máximo de frecuencia en primavera-verano.
(Torres et al. 2001)
Para caracterizar la velocidad del viento y su dirección, Marzol, (2008) lleva a cabo un estudio en Anaga (Tenerife). La
dirección del viento en la cumbre es de NNW, debido a un efecto orográfico que genera que varié la dirección normal de los
Alisios NE. La velocidad media anual del viento es de 6 m s-1. La velocidad media a lo largo de los años 1997-2005 está
comprendida entre valores de 4 y 9 ms-1. (Marzol, 2008).
MESES
-1
VELOCIDAD DE VIENTO ms
E
F
M
A
M
J
Jl
A
S
O
N
D
4.5
4.9
5.2
5.8
6.4
8.1
9.3
7.9
6.5
4.5
4.6
4.2
Media anual
6.0
Tabla 1: Velocidad del viento medida en Anaga (Tenerife) 1997-2005
Fuente: Marzol et al, 2008
Los valores ocultan diferencias significativas, en verano el viento sopla con mayor frecuencia a velocidades entre 8 y 12 ms1 y en invierno lo hace con más frecuencia con valores que varían entre 2 y 6 ms-1. (Marzol, 2008). Cuando hay niebla, las
velocidades del viento son aproximadamente 1 ms-1 por encima de lo normal, mientras que en días sin niebla, alcanza 2,5
ms-1 por encima de lo normal. Este aumento es muy similar en los tres meses de verano (Marzol, 2008).
3. 3
Gráfico 2: Frecuencia en porcentaje de la velocidad del viento medido en Anaga (1997-2005) entre el invierno y el verano.
Fuente: Marzol et al. 2008
En la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria al estar orientada al Noreste, los alisios inciden de lleno creando la famosa
“panza de burro”, que filtra y atenúa la radiación solar sobre todo en verano. La otra capital, Sta. Cruz de Tenerife está
parapetada tras el macizo de Anaga, lo que le confiere orientación Sureste y la incidencia sobre la misma de los vientos
alisios es menor. (Pulido, 2007)
a.
TENDENCIAS EN LA DIRECCIÓN DEL VIENTO
Influencia de la célula de Hadley
La célula de Hadley (masa de aire caliente y húmeda que asciende desde el ecuador hasta la altura donde comienza la
estratosfera y se dirige hacia las latitudes subtropicales en ambos hemisferios, hasta los 30ºN y S respectivamente, donde
desciende siendo aire frío y seco) se está expandiendo hacia los polos (5 y 8 º de latitud (entre los años 1979-2005), otros
de 2-4.5 º de latitud en el mismo periodo (Hu y Fu, 2007)). Atribuyen las causas de este cambio al cambio climático
antropogénico (debido al incremento de concentración de gases de efecto invernadero), a la variabilidad climática natural, o
a la combinación de ambas. (Archer et al, 2008). (En Hu y Fu, 2007). Esta expansión no presenta una estacionalidad clara,
en algunos modelos ocurre durante el verano y la caída de las estaciones (Y. Hu y Q. Fu, 2007). La expansión conduciría a
un debilitamiento de los modelos de circulación tropical (Seidel et al, 2008).
Sperling et al., (2004) describe que los recientes descubrimientos de la expansión hacia los polos de la célula de Hadley
relacionada con la constancia y frecuencia de los vientos del noreste (Hu & Fu, 2007; Seidel et al., 2008) podría incidir en la
circulación de los alisios y afectar al mar de nubes. (Martin, 2011)
El cambio climático podría generar una incidencia sobre el régimen de vientos Alisios, fundamentalmente en verano, que es
cuando aportan humedad en la parte Norte de las Islas. (Cuevas, 2007)
Influencia de la NAO
Cuando se produce una modificación de la ubicación del anticiclón de las Azores, se genera un cambio en la dirección del
viento. El régimen de vientos continentales saharianos, también llamado Tiempo Sur, se manifiesta cuando se instalan altas
es en superficie al NE de Canarias. Esta situación sinóptica sustituye el régimen de alisios por una corriente procedente del
E que trae consigo vientos tropicales continentales muy secos con abundante polvo en suspensión. (U. de las Palmas,
2010). Estos cambios pueden ser estimados a partir del índice de NAO.
El índice NAO muestra tres tendencias destacables a lo largo del s.XX: NAO predominantemente positivo antes de 1935,
predominantemente negativo desde finales de los años 50 hasta principios de los 60, donde se registro el invierno más frío
del s.XX con una temperatura media de -2ºC y nuevamente positivo hasta mediados de los 90, alcanzando los máximos de
todo el s. XX en este período, lo cual implica buen tiempo debido a los sistemas de bajas presiones localizados al N de
Europa, contrario a lo observado durante el s. XVII. (Meiners, 2007; Caballero Alfonso, 2011)
Observando las fluctuaciones NAO en el periodo 1860-2000, se aprecia una tendencia hacia su fase positiva en los
últimos 30 años. (Añel Cabanelas et al, 2005; Martin, Visbeck et al, 2009) No se puede descartar la posibilidad de que este
hecho se encuentre influido por emisiones antropogénicas. (Añel Cabanelas et al, 2005).
3. 4
Gráfico 3. Variación de índice NAO (1860-2000)
Fuente:(Martin, Visbeck et al, 2009)
La influencia de la NAO en los vientos Alisios y en el clima se manifiesta de múltiples maneras:
Un índice NAO positivo, tendencia de los últimos 30 años, se alcanza cuando existe una mayor diferencia de
presión entre los centros de altas y bajas presiones del Atlántico Norte (altas presiones de Azores y bajas
presiones de Islandia) y su posición es más al noreste que su posición media. En esos años, existe una mayor
intensidad de los vientos contralisios (surgen del Ecuador hacia el norte), que se sitúan más al norte, lo que
genera mayores precipitaciones en el norte de Europa y sequía en la región mediterránea y en el norte de África.
(Rodrigo et al., 2001; Rodwell et al., 1999). (En Moreno, 2002). Se traduce también, en un incremento de las
intrusiones de aire sahariano hacia el Mediterráneo y el Atlántico, sin embargo no siguen en absoluto su patrón
estacional (Moreno, 2002).
Un índice NAO negativo, debido al desplazamiento de las bajas presiones de Islandia hacia el sur favorece la
entrada de los vientos del noroeste a una latitud más septentrional con el consiguiente aporte de humedad. En la
Figura X se ilustran los cambios climático-meteorológicos que se producen en el Atlántico entre una situación de
índice NAO positivo y otra de índice negativo.
Figura 2. Situaciones de índice NAO positivo (izquierda) y negativo (derecha). Fuente: Moreno 2002.
Las flechas representan la posición de los vientos predominantes. La trama sombreada indica el aporte de polvo de origen sahariano.
La intensidad de las altas y bajas presiones se ha ilustrado con el número de isobaras representadas.
Tras casi un siglo de investigación, todavía no se comprende del todo los mecanismos fundamentales que determinan la
evolución de la NAO (Bojariu y Gimeno, 2004; Añel Cabanelas et al, 2005).
En los estudios y observaciones sobre las componentes del viento en el Aeropuerto de Los Rodeos, que existe un mayor
componente de viento del Este, se está detectando que los aviones en sus maniobras de aterrizaje tienen que hacerlo de
forma cada vez más frecuente desde el Norte y no desde el Este. (Cuevas, 2007)
b. VARIABILIDAD DE LA ACTIVIDAD CICLÓNICA
La variabilidad potencial asociada a la trayectoria de los ciclones (difiere en 2,5-8 días) muestra un incremento del 30-40%
bajo la influencia de la fase negativa NAO sobre Canarias. (Gallego et al, 2000)
3. 5
La tendencia para latitudes altas y medias, es que la intensidad ciclónica se ha incrementado entre 1959-1997 con un nivel
de confianza del 99%, r=53, la cual es mayor que a media latitud (r=0.39 con un nivel de confianza del 90%). Este
incremento de la intensidad es similar al cambio observado en la frecuencia ciclónica y que igualmente es coincidente con el
incremento del índice NAO. (McCabe et al, 2001)
La velocidad máxima, intensidad y duración de los huracanes se han incrementado a nivel global. Algunas regiones que
anteriormente no resultaban ser afectadas ahora son alcanzadas por huracanes (como en el caso del Delta en Canarias, el
22 de Noviembre de 2005) (Jentsch A. & Beierkuhnlein C, 2008)
c.
TEMPORALES DE VIENTO EN CANARIAS
Por regla general, los principales temporales en el contexto canario se producen con la llegada de borrascas atlánticas que
dan lugar a fuertes vientos del SO superando umbrales situados entre: 41-70 km/h; (vientos fuertes) 71-120 km/h (vientos
muy fuertes) y superiores a 120 km/h (vientos huracanados). Sin embargo, son especialmente peligrosos los de dirección
sur puesto que la mayor parte de las infraestructuras no están preparadas para soportar vientos intensos no habituales del
segundo o tercer cuadrante. (Dorta, 2007). Estos vientos suelen estar acompañados de un fuerte oleaje en el mar, con olas
que superan los 4 m de altura. (U. de las Palmas, 2010).
La siguiente figura muestra la situación sinóptica más frecuente de vientos fuertes sobre Canarias (Dorta, 2007)
Figura 3. Situación sinóptica de vientos fuertes en Canarias
Fuente: Dorta, 2007
Al analizar los datos, también se encuentra una cierta variedad de situaciones. No sólo Delta no sigue este modelo, también
determinadas entradas de aire tropical continental como consecuencia de la instalación de bajas presiones en las cercanías
del archipiélago, se convierten en núcleos de presión que literalmente aspiran el aire situado sobre el desierto dando lugar a
vientos muy violentos y racheados, sobre todo en las laderas situadas a sotavento. (Dorta, 2007). El viento puede llegar a
suponer un riesgo natural de primera magnitud que también ha generado en Canarias graves daños. (Dorta, 2007)
Las rachas máximas registradas en Canarias se acercan a las registradas en el cantábrico o la costa catalana, en especial,
después del paso por las islas del ciclón subtropical del Delta (Noviembre 2005). (Tabla 1) (Dorta, 2007)
Estación
(máx) km/h
EH*
136 **
IZAÑA
LP*
TE N*
TE S*
LZ *
FV*
S/C TE
GC*
248**
152**
134**
147**
132**
120**
162+
113**
Tabla 2. Velocidades máximas de viento alcanzadas en la red de observatorios principal de Canarias (km/h)
* Aeropuertos; ** Noviembre 2005; + Diciembre de 1975
Fuente: (AEMET) Dorta et al. 2007
El abrupto relieve canario, en especial las cinco islas occidentales, generan efectos aceleradores del viento, como es el
caso de las ondas de montaña o los vientos catabáticos, que dependiendo de la dirección originaria, asolan las vertientes de
sotavento. (Dorta, 2007). Así, en determinados sectores costeros y de medianías, alcanzan los 150 km/h, y el caso más
extremo lo representa Izaña, a 2.367 m de altitud, con el record a escala nacional, habiendo superado en varias ocasiones
los 200 km/h. (Dorta, 2007)
El fenómeno downslope windstorm (vendaval en la ladera de sotavento, frecuente en las islas centrales y occidentales de
Canarias), consiste en una irrupción de viento fuerte-muy fuerte y con frecuencia racheado, que sopla ladera abajo en la
vertiente de sotavento, alcanzando con frecuencia su punto de mayor intensidad cerca del pie de la montaña y debilitándose
rápidamente conforme se aleja de la zona montañosa. Se genera por el paso de aire estable sobre zonas altas de terreno,
3. 6
que rompen su propagación vertical, creando una región interna cerca del suelo que está caracterizada por la turbulencia y
un gradiente próximo al adiabático seco. Esa región limita la propagación vertical de la energía, permitiendo que el flujo
cerca de la superficie de la montaña se acelere ladera abajo. La existencia de un nivel crítico en la troposfera media donde
la componente transversal del flujo se anule y cambie de signo constituye, con frecuencia, una causa propicia a la formación
de los downslope windstorms. (Gonzalez, 2008)
Lo más significativo de los episodios de vientos fuertes (superiores a 41 km/h), que se han originado en la Comunidad
Canaria, en el periodo 1995-2005, es que se han presentado, generalmente, unidos a otros riesgos (como el de lluvias
intensas, calimas o incluso nevadas), desarrollándose durante los meses de noviembre, diciembre, enero. (Dorta, 2007).
d. DELTA, ¿FENÓMENO EXCEPCIONAL?
La tormenta tropical del Delta, fenómeno inédito en Canarias desde que se cuenta con datos meteorológicos, ha supuesto
records en la mayor parte de la red de anemómetros de las islas (tabla 1) (velocidades por encima de los 150 km/h en
algunos sectores y hasta cerca de 250 km/h en Izaña) y los efectos se han dejado sentir en todas las islas. (Dorta, 2007)
Sobre la incidencia de huracanes en Canarias, Cuevas (2007) afirma lo siguiente: “Existe un registro de las trayectorias de
las tormentas tropicales en el Océano Atlántico, en el periodo 1851 - 2004. Son tormentas que nacen en el entorno de Cabo
Verde (de hecho, se les llama “tormentas caboverdianas”), que reciben nombre cuando pasan un determinado umbral de
velocidad en su trayectoria. Canarias, al estar en una zona del Océano con temperaturas más frías, no resultaba afectada
por esos fenómenos extremos, ya que los huracanes precisan de temperaturas más altas. Sin embargo, a partir del año
2005, se han comenzado a observar fenómenos nuevos y desviaciones de trayectorias de los huracanes a zonas más
cercanas al Archipiélago. Así, en el año 2005, se detectaron dos huracanes - Vince y Delta - el primero de los cuales entró
en el Golfo de Cádiz, y el segundo afectando directamente a las Islas Canarias. Por su parte, en el año 2006, se detectaron
los huracanes Gordon y Helene, que impactaron a Galicia y la zona norte de Azores, respectivamente. En el periodo enero octubre de 2007, no se han registrado nuevos fenómenos de ese tipo.”
3.3
EVOLUCIÓN ESPERADA
Quizás un mejor entendimiento de los mecanismos causales de la NAO podría permitir realizar predicciones
climáticas fiables con una antelación variable de estaciones a años. (Añel Cabanelas, et al, 2005)
En el periodo 2070-2090 el viento se intensificará en torno a 5%-10%, en invierno y primavera. En verano se
espera una muy ligera disminución de hasta un 5%. Incertidumbre media (Cuevas, 2006)
Figura 4: Cambio en la velocidad del viento (ms-1) para 2071-2090 relativo a 1961-1990
Fuente: En Cuevas, 2006, de Castro M.; Martín-Vide J. y Alonso S.)
3. 7
Hasta ahora, no hay un consenso en el proceso o procesos responsables de las bajas variaciones de frecuencia
en NAO. La ausencia de modelos predictivos útiles mantiene la incertidumbre sobre la variabilidad del fenómeno
de la NAO en el futuro (Visbeck et al, 2009)
La sugerencia del incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero a través del aumento de las
temperaturas de la superficie marina (SST) o a través del modelo forzado del vórtice estratosférico implica, sin
embargo, que la fase de índice positivo NAO pueda continuar en dicha fase. (Visbeck et al, 2009)
Cuevas (2007) señala: “Aún no se puede afirmar el carácter y frecuencia que podrá tener la incidencia de
huracanes en Canarias, aunque el incremento de un 1º C en la temperatura del mar, y los cambios del Anticiclón,
pueden favorecer la entrada de estos fenómenos en Canarias.”
“La aparición de tormentas tropicales en Canarias, como Delta, supone algo desconocido al menos desde que se
registran datos de viento en las islas y su posible repetición constituye una inquietante amenaza aún no bien
evaluada” (Dorta, 2007)
3.4
PROBABILIDAD
Los vientos fuertes (con umbrales máximos > 140 km/h), tienen una frecuencia aproximada de un episodio al año.
Dorta, 2007.
El grado de certidumbre de la actividad ciclónica es baja, de hecho el año 2005 fue el año de mayor actividad de
huracanes en concordancia con el número e intensidad registrados a nivel mundial. (Jentsch & Beierkuhnlein
2008)
“No existe una probabilidad suficiente para que una tormenta tropical o un huracán llegue a las islas Canarias de
una manera sistemática. Es más, podría decirse que Delta afectó a las islas tras un cúmulo de coincidencias y
casualidades meteorológicas que son muy difíciles de volver a encontrar.” (Hernández, 2006)
Analizando los datos con rigor, tanto numéricos como históricos, no es posible afirmar que canarias no haya
sufrido perturbaciones de similar intensidad en el pasado o velocidades de viento comparables. Así por ejemplo,
“el de 1826, probablemente el fenómeno meteorológico de más graves consecuencias para las islas, es posible
que fuese incluso más intenso que Delta, como lo indican las narraciones y documentos que lo describen. Aunque
no contamos con datos, si poseemos información histórica.” (Beltrán Yanes, 2007).
3.5
CONSECUENCIAS
Las modificaciones en los centros de presión asociados con a la NAO originan alteraciones en los sistemas de
vientos, corrientes oceánicas, temperatura y precipitación en prácticamente toda la región Atlántica, tanto en su
vertiente americana como europea, prolongando su efecto hasta Eurasia. Estos cambios afectan de una manera
decisiva a los ecosistemas de la región afectada, lo que ha permitido encontrar diversos registros proxy del
comportamiento de la NAO.
La NAO afecta significativamente la dinámica de la Corriente oceánica de Canarias; entre los 18ºN y los 30ºN,
donde se observa una correlación inversa entre la NAO y la SST (temperatura superficial del mar), de modo que
cuanto más positivo es el índice NAO, mayores son las anomalías negativas de la SST (más fría). Esto ocurre
debido a la intensificación de los vientos alisios a lo largo del Atlántico subtropical, lo cual favorece la
intensificación del afloramiento (upwelling). La situación inversa ocurre durante el relajamiento de la oscilación
meridional (NAO). (Meiners, 2007)
Canarias mantiene una parte importante de la vegetación actual gracias a los vientos alisios que traen humedad y
que son atrapados por las montañas en las islas con mayores alturas (Tenerife, Gran Canaria, La Palma y La
Gomera). Un cambio en los patrones de viento, en particular en la dirección de los vientos alisios procedentes del
norte, parece la variación climática más dañina para la biodiversidad de la región (U. de las Palmas, 2010).
Los vientos húmedos y fríos alisios, cuya dirección actualmente está orientada según el eje norte-sur, podrían
sufrir una variación en la dirección presentando una mayor orientación según el eje este-oeste. Como resultado de
esta variación en la dirección, la humedad existente en las áreas costeras del norte de las islas podría reducirse,
3. 8
mientras que de manera contraria, las actuales costas semidesérticas del sur podrían volverse más húmedas. (U.
de las Palmas, 2010).
La abundancia de la población de peces en el ecosistema de la Corriente Canaria ha sido ligada a índices
climáticos. Cambios duraderos en los vientos de Portugal en décadas recientes, relacionadas con la Oscilación del
Atlántico Norte (NAO), modifican los patrones de afloramiento y por tanto las capturas anuales de sardinas y otras
especies (Borges et al. 2003). (En U. de las Palmas, 2010).
La vegetación costera de dunas, playas, acantilados y saladares, puede sufrir cambios como consecuencia de la
previsible elevación del nivel del mar, en torno a 0,34 m como promedio a nivel mundial, y de cambios en el
régimen de vientos que provocaría una remodelación de la configuración de la costa. (U. de las Palmas, 2010).
Los cambios en la humedad aportada por los vientos podrían conducir a la migración de numerosas especies y la
desaparición de aquellas que no fueran capaces de emigrar. (U. de las Palmas, 2010).
La situación atlántica y el régimen de vientos de los alisios constante facilitan los fenómenos de dispersión de la
contaminación atmosférica en el territorio, cualquier cambio en la frecuencia de los vientos, puede perjudicar estos
fenómenos de dispersión. (U. de las Palmas, 2010).
3.6
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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GAPS (FALTA DE INFORMACIÓN)
-
Quizás sería interesante saber la influencia del desplazamiento observado de las Azores hacia el Mediterráneo con el Índice
NAO, que no he encontrado ninguna referencia al respecto.
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Necesidad adicional de investigación en el papel de la velocidad y dirección del viento en relación con
el comportamiento y el potencial del agua de niebla en estas islas. (Marzol, 2008)
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En Canarias, las series de registros de viento son muy cortas y los datos proceden de muy pocos observatorios con lagunas
importantes que impiden un estudio completo, por ello, aunque es un fenómeno menos estudiado (en comparación con la
precipitación o las olas de calor) Dorta, 2007
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Debido a la carencia de información, AEMET tiene previsto evaluar la posible incidencia del cambio climático en un
debilitamiento del régimen de vientos alisios en verano, que es cuando aportan humedad en la parte Norte de las islas.
(Cuevas, 2007)
3. 10