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Arc. Pon-jjorge-rcotaargentina
Los Efectos de la Reestructuración Económica en la Zona
Metropolitana de Guadalajara, México 1985-1998.
Juan Jorge Rodríguez Bautista1
María del Rosario Cota Yañez
Introducción
El análisis sobre las ciudades se enfoca principalmente a la concentración de población
y actividades económicas; sin embargo, durante las ultimas décadas se observa una
problemática cada vez más compleja y no es suficiente sólo analizar la concentración, aunque
se mantenga ese proceso, sino la nueva forma de urbanización que se esta gestando, cuyo
efecto presenta características completamente diferentes a las existentes durante la etapa de
industrialización.
Las aglomeraciones urbanas se han visto comúnmente como polos de desarrollo en los cuales
se concentra mano de obra, infraestructura y el poder económico y político de una región o
país. Sin embargo, esta tendencia se va modificando mediante la inserción de elementos que
presentan diversas funciones como centros políticos, de negocios, arte y cultura entre otros.
Estos roles son cada vez más importantes, esto supone la inserción de una nueva etapa de la
ciudad en la cual seguirá manteniendo su hegemonía como el pivote económico mundial. Sin
embargo, este cambio de funciones se vincula ampliamente con las nuevas formas de
relaciones comerciales, económicas y de producción que se iniciaron a principios de los setenta
y que todavía están en proceso de adaptación para algunas regiones y países. Denominado
como Reestructuración y Globalización Económica.
Con base en lo planteado anteriormente, este trabajo analizará los efectos de la
reestructuración económica en las ciudades, particularmente en la Zona Metropolitana de
Guadalajara (ZMG), se centrará en los cambios de funciones económicas dentro del contexto
de redes de ciudades globales.
Para ello, el documento se divide en tres apartados, primero se busca justificar los procesos de
reestructuración económica y la globalización como están afectando la funcionalidad, base
Profesores investigadores del Instituto de Estudios Económicos y Regionales (INESER) de la Universidad de
Guadalajara. Correo electrónico [email protected] y [email protected], respectivamente.
1
económica y distribución de las actividades económicas en las ciudades; segundo, se retoman
los planteamientos de Sassen (1991), específicamente del Nuevo Crecimiento Urbano cuya
unidad de análisis es la Ciudad Global. Así se hace una revisión del crecimiento urbano a
escala mundial, Latinoamérica y México; para finalmente, poder explicar el proceso dentro de
Guadalajara.
Reestructuración Económica y sus Efectos en las Ciudades
El concepto de reestructuración económica aplicado a las ciudades se refiere a los
cambios que se han enfrentado dichos espacios en los cuales sus economías, formas de
gobierno y territorios han sufrido transformaciones para adaptarse a las necesidades de su
desarrollo. Uno de estos escenarios denominado como pos-fordista o neofordista esta
modificando las formas de producción, organización y las relaciones entre las empresas,
mercados y territorios.
El nuevo modelo técnico productivo consiste en desarrollar una nueva tecnología que permita
flexibilizar el proceso productivo con el fin de diversificar los mercados, optimizar los recursos y
adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. Sin embrago, para Castells (1995) este
modelo es más que un efecto tecnológico, aunque fue el pivote del cambio, al cual denominó
nuevo modelo de acumulación capitalista.
Las características del modelo van encaminadas a una acumulación del capital mediante la
reducción de costos, los cuales se pueden generar disminuyendo el precio en la mano de obra,
vía salarios o prestaciones, mediante la desconcentración de algunas actividades hacia
territorios que ofrezcan estas condiciones. Además se busca una nueva forma de participación
del Estado; así como la internacionalización de la economía.
Esta internacionalización no solo se da en la comercialización del producto final, sino también
en los mercados de capital y de factores productivos, por lo que no únicamente se intercambian
bienes a nivel mundial, sino que existe un intercambio de capitales, tecnología e insumos
siendo este cada vez más complejo.
Ante esta reestructuración económica es necesario analizar sus posibles efectos en las
ciudades, las cuales han modificado su función y su estructura económica. En primer lugar
existe un nuevo tipo de proceso productivo en las manufacturas, donde se requiere de ciertas
1
características para su desarrollo (infraestructura, servicios especializados, comunicación a
escala mundial, acumulación de capital, mano de obra calificada, entre otros). Muchas
ciudades, consideradas globales, no tuvieron ningún problema para desarrollarlas; sin embargo,
la desconcentración de procesos productivos propicio que tales funciones tuvieran que salir a
lugares donde se encontraran los factores productivos adecuados como la mano de obra
calificada y barata, infraestructura y servicios especializados, generando con ello una
competencia de ciudades; y a la vez provoca un cambio en su estructura urbana para las
industrias modernas (automotriz, electrónica, maquinaria y equipo, etc.) relegando por
consiguiente a las industrias tradicionales (textil, alimenticia, de la madera y papel, etc.), las
cuales se ubicarían en espacios periféricos.
Lo anterior, nos lleva a la idea de que el proceso de reestructuración esta modificando la
funcionalidad de las ciudades tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados.
Ahora lo importante es revisar si los efectos son diferentes, haciendo un análisis entre ciudades
globales y ciudades con una menor influencia externa como puede ser la Zona Metropolitana de
Guadalajara, o muestran un patrón similar en cuanto al comportamiento de este proceso.
La Globalización y sus Efectos en el Proceso Urbano
Para entender el proceso de globalización es necesario diferenciarlo de la
internacionalización de la economía, la cual se refiere simplemente a una creciente extensión
geográfica de las actividades económicas a través de las fronteras nacionales; en cambio la
globalización es un proceso diferente el cual se refiere a las nuevas formas de organización
espacial y temporal de los procesos sociales y económicos, es decir, el espacio y el tiempo son
reconstruidos en las categorías teóricas y sociales con las que tradicionalmente se ha pensado
y organizado el mundo actual (Canales, 1999), los cuales afectan, sino a todo el globo, si a una
buena parte, aunque solo faltará tiempo para que sea mundial este proceso (Castells, 1997)
Dentro de esta óptica y considerando que las nuevas tecnologías están permitiendo esta
situación, los fenómenos existentes en nuestra vida cotidiana se están desterritorializando, a tal
grado que encontramos empresas multinacionales, que no se sabe de que lugar son, así
también vemos bienes los cuales una parte se produce en Europa, otra en Asia y se
comercializa en América. Sin embargo, a pesar de esta invasión de las empresa
manufactureras, comerciales y de servicio, en todo el mundo y de las organizaciones
empresariales de forma similar en Asía y América, no se debe dejar de lado el territorio; en el
2
cual, a fin de cuentas es el lugar donde se realizan todas las funciones económicas y sociales
de la población. En ese sentido y a pesar que la globalización nos da a pensar que lo local ya
no es importante, es falso ya que tanto un concepto como el otro requieren de espacios físicos
para su desarrollo.
Ante esto, es importante detectar el territorio que es atractivo para las empresas multinacionales
y en donde se desarrollan los grandes mercados; estos serán lógicamente los espacios
urbanos, los cuales tienen la aglomeración necesaria en cuanto población, vista como mano de
obra y mercado, pero también como la concentración de economías de escala y de toda la
infraestructura necesaria para el desarrollo de cualquier actividad económica. Por tal razón es
necesario analizar las ciudades bajo este contexto de globalización y no sólo los países ya que
a fin de cuentas la localización se da específicamente en una ciudad, que en muchas ocasiones
tendrá características diferentes con relación a su país en su conjunto.
El desarrollo de la globalización que tiene que ver con la competencia entre las grandes
empresas (oligopolio), se ha generado gracias a la revolución tecnológica, la cual se plasma en
cinco procesos globalizadores: financieros, demanda, oferta, competencia y la Nueva División
Internacional del Trabajo (NDIT). Cada una de estas formas se desarrollan e influyen en las
actividades económicas que están diseminadas en todo el mundo, incluyendo aquellas
actividades tradicionales que no están insertadas en una economía globalizada y sólo tienen un
mercado local.
Con relación a la NDIT, Castells (1998) señala cuatro posiciones diferentes de la economía
global: 1.- los productores de alto valor, basados en trabajo informacional; 2.- los productores
de gran volumen basados en bajo costo; 3.- Los productores de materias primas, basados en
recursos naturales; y 4.- los productores redundantes, que se basan en un trabajo devaluado.
(Canales, 1999). Cada uno de estos productores no tienen una posición especifica y no
coincide en países, sino que todos se pueden encontrar en uno sólo, de acuerdo a la
homogeneidad territorial que presenta desde un punto de vista económico.
Debido a lo anterior, las ciudades contienen una diversificación de estos productores los cuales
afectaran su funcionalidad y la conformación del espacio, incidiendo en la integración de
jerarquías de mayor o menor nivel de acuerdo a la influencia que tengan los productores de alto
valor o los redundantes, respectivamente.
3
Entre los diferentes productores, también existe diferencia en los procesos productivos, estos se
ubican de acuerdo a las necesidades de mano de obra y de otros factores productivos que se
pueden tener cerca a un menor costo. En ese sentido la División Internacional del Trabajo se
vuelve más compleja debido a que los diferentes procesos productivos para elaborar un bien o
servicio son susceptibles a relocalizarse geográficamente en un esquema global. Las fronteras
nacionales empiezan a desdibujarse y las ciudades empiezan a tomar un papel protagónico
como territorios localizados.
En resumen, la globalización muestra nuevos patrones de transferencia internacional de
productos, servicios e información. En esta óptica se pueden encontrar tres aspectos que
caracterizan este proceso: a) las nuevas tendencias en la composición del comercio
internacional; b) una creciente diversificación geográfica expresada en una mayor dispersión de
los procesos productivos mediante la incorporación de nuevas áreas de comercio y producción
internacional; c) cambios en el patrón previo de transacción entre firmas, e incremento de
operaciones ínter e intrafirma centradas en insumos intermedios, así como en las transferencias
de tecnología y prestaciones de servicio a nivel internacional.
Por lo que solo unos cuantos lugares podrán insertarse dentro de esta dinámica. Así también,
existe una diversificación geográfica en la localización de las actividades que tienden a
internacionalizarse y únicamente las ciudades serán el punto atractivo, sin embargo tendrán
repercusiones en su funcionalidad.
El Nuevo Modelo de Crecimiento Urbano
Bajo la óptica de la reestructuración económica y del proceso de globalización las
ciudades empiezan a tener cambios en su estructura económica, social y espacial, Sassen
(1991) lo denomina nuevo modelo de crecimiento urbano que se caracteriza por una
organización de las actividades económicas espacialmente dispersas, pero a la vez
globalmente integradas, lo que daría un rol estratégico a las grandes ciudades.
Al igual que Hall, esta autora enumera las nuevas funciones, aunque sólo se limita a observar el
aspecto económico, el cual se quiere resaltar en este documento, manifiesta que: Son puntos
de comando donde se organiza la economía regional nacional o internacional, según sea el
caso de la jerarquización de la ciudad en el contexto mundial. Constituyen la localización clave
de las actividades dinámica de la región o país, por ejemplo para las ciudades de primer orden
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o globales concentran las actividades financieras y los servicios avanzados, lo cual da cabida a
la primacía de los servicios. Además tienden a ser centros de producción e innovación y
mercado para los productos y las innovaciones generadas por los servicios avanzados.
En ese sentido se puede ver que el nuevo modelo de crecimiento urbano se esta basando en el
sector servicios, dejando de lado la actividad manufacturera, aunque se debe aclarar que la
manufactura en los países periféricos sigue siendo las de mayor dinamismo, esto se debe a que
en las actividades terciarias se desarrollan sólo los servicios sociales (educación, salud, etc.),
comerciales y personales (lavanderías, tintorerías, estéticas, etc.), los cuales no son los más
dinámicos dentro de este sector dejando de lado los servicios avanzados (profesionales,
técnicos, asesorías, etc.).
Sassen desarrolla una serie de tesis con las cuales pretende caracterizar el nuevo desarrollo
urbano, considera que las ciudades están cada vez más entrelazadas por los vínculos de
producción y comercialización de bienes y servicios, lo cual denomina Ciudad Global,
refiriéndose a los procesos de reestructuración y la nueva forma de internacionalización
económica.
La primera tesis esta relacionada con la dispersión territorial de las actividades económicas, en
la cual argumenta que a pesar de que existe una dispersión de funciones el control se sigue
concentrando, ello se relaciona con una nueva distribución de la inversión extranjera directa, en
la cual sólo se están desconcentrando segmentos de los procesos productivos en los cuales se
busca reducir costos de producción (mano de obra barata, insumos accesibles baratos,
exenciones de impuestos, etc.).
La segunda tesis tiene que ver con el impacto que tendrá la ciudad en su interior con este tipo
de crecimiento económico, en ese sentido es necesario revisar los efectos que se tiene por el
surgimiento de las nuevas actividades, desde la creación de nueva infraestructura pasando por
la formación de nuevos espacios económicos y hasta los cambios sociales en los cuales la
ciudad tendrá una transformación que afecta su territorio, estructura urbana y grupos sociales.
La tercera tesis dice que las ciudades cada vez se relacionan menos con la estructura
económica de su país, esto significa que no necesariamente el tener una ciudad global todo el
5
territorio esta globalizado, se esta suponiendo que la globalización prolonga las desigualdades
territoriales, diferenciando la oportunidad de inserción de las diversas áreas urbanas.
La cuarta tesis tiene que ver con los efectos sociales,
argumenta que un cambio en la
estructura económica afecta en los requerimientos de mano de obra, las cualidades y
habilidades que debe tener la misma, esto recae en la segregación de la población, solo unos
cuantos grupos sociales tendrán acceso a los trabajos de mayor remuneración y el resto deberá
insertarse en actividades tradicionales las cuales ofrecerán ingresos bajos e inestabilidad
laboral. Estos elementos afectaran las condiciones de vida haciéndose tangibles a nivel
territorial
Como se puede observar las características del nuevo desarrollo urbano se basan en una
nueva distribución de funciones donde las ciudades concentran las fundamentales relegando
las tradicionales a espacios semiurbanos o periféricos e incluso rurales; pero además se puede
diferenciar estas funciones mediante la jerarquización.
Otra característica de este nuevo crecimiento urbano son los efectos que tendrán en el ámbito
económico y territorial; en el primero habrá nuevas actividades y posiblemente surgirá una
nueva base económica, la cual modificara las funciones que tiene la ciudad en la región y en el
país, en el ámbito territorial existe una reconfiguración espacial, incentivada por la emergencia
de nuevas actividades y el surgimiento de espacios sociales tanto para la población de mayores
recursos como los segregados.
El Crecimiento Urbano a Nivel Mundial
Las ciudades Globales (denominadas también mundiales) y la globalización han sido
conceptos utilizados por científicos sociales y geógrafos económicos, los cuales observan y
describen los profundos cambios que han provocado las nuevas tecnologías a la economía
global y al desarrollo espacial.
Hace dos décadas la descentralización y las políticas de desarrollo rural buscaban una mayor
equidad espacial y unas disparidades más estrechas en el ámbito económico y social en los
países, regiones y particularmente en las grandes ciudades. Sin embargo, las nuevas
tecnologías y las relaciones empresariales, productivas y de comercio propiciaron un cambio en
la configuración espacial, y no necesariamente lo que se buscaba con la descentralización. En
6
ese sentido, nos encontramos que la concentración se mantiene y genera transformaciones en
la estructura urbana de las grandes ciudades.
El papel que juegan a escala mundial las ciudades, se expresa como centros direccionales más
que de producción capaces de coordinar, gestionar e innovar las actividades económicas
estructuradas en redes de intercambio interurbano, frecuentemente transnacional. Las
actividades que desarrolla actualmente son las financieras y los servicios avanzados.
Numerosos estudios empíricos afirman que dichas actividades presentan un patrón espacial de
localización caracterizado por la simultaneidad de su concentración y dispersión lo que puede
afirmarse que se ubican en todas las grandes ciudades jerarquizándose de acuerdo a sus
funciones y rangos más importantes, es decir, la dirección de estas actividades se centran en
las principales metrópolis, mientras que la atención y el servicio se expanden por medio de
oficinas o representantes a todas las ciudades de un gran número de países (Borja y Castells,
1998).
Esta jerarquización se puede retomar del trabajo que realizo Sassen (1995, citado por Borja y
Castells, 1998), donde clasifica a las ciudades globales como aquellas que tienen las
principales funciones de poder, control y capital de los servicios financieros y avanzados, en
ese sentido las ciudades de Nueva York, Londres y Tokio ocupan el primer nivel de esta
jerarquización; sin embargo, existen otros centros metropolitanos importantes pero que
controlan otros tipos de mercados dentro de dichos servicios, tal es el caso de Chicago,
Singapur, Hong Kong, Osaka, Francfort, París, Zurich, Los Ángeles, San Francisco, Amsterdam
y Milán.
A la vez se ubican otras metrópolis que muestran la misma importancia pero son consideradas
como centros regionales de esta economía global, entre ellos se encuentran: Madrid,
Barcelona, Sao Paulo, Buenos Aires, México, Taipei, Moscú. Estos nodos se insertan tan pronto
como su región se articula en esta economía global. Así es el caso de la ciudad de México, la
cual ingresó a la dinámica global en cuanto su país se inserto en la región económica de
Norteamérica, la cual es una de las tres regiones más importantes del mundo, junto con Europa
y Asía.
7
Lo característico de las grandes ciudades latinoamericanas o Megaciudades2 es su conexión al
mundo global, pero desconectadas de aquellos sectores locales considerados fuera de estas
relaciones, ya que son innecesarios o perturbadores a este proceso, lo que propicia que sean
nodos fundamentales, pero con una segmentación y descontextualizados tanto social como
espacialmente, esto muestra una discontinuidad en su patrón de ocupación social y territorial, lo
cual genera jerarquías funcionales organizadas bajo un esquema de unidades territoriales
segregadas.
Así, se puede considerar que las aglomeraciones urbanas seguirán controlando la economía
mundial, pero manifiesta cambios sustanciales en cuanto a su funcionalidad, ya que
anteriormente la ciudad era considerada como un nodo de producción fabril en el cual era el
punto de reunión para producir cualquier tipo de bienes y ahora es un punto de la red, el cual
produce bienes pero también conocimiento e innovaciones, los que se utilizaran para mantener
el control económico de la región y la red global económica.
Ante esto, es importante revisar el papel que están jugando las diferentes ciudades de los
países subdesarrollados, y particularmente en Latinoamérica; si son centros de innovación y
conocimiento, o solo de aglomeración de actividades económicas, que permiten el desarrollo de
ciertas funciones para el impulso económico de otras ciudades y economías en el mundo.
Crecimiento urbano en América Latina
El futuro de cada una de las ciudades latinoamericanas es impredecible, está
determinado por diversos sucesos económicos, políticos y sociales, los cuales en ocasiones
resultan muy difíciles de controlar a nivel local. Por tal razón, es necesario hacer una revisión de
las características y condiciones que existen en las ciudades con el fin de entender, el
crecimiento mostrado en los últimos años y sus tendencias partiendo del supuesto que nos
encontremos en una relación económica diferente a la existente durante el periodo de auge.
La mayoría de las grandes ciudades latinoamericanas han tenido un patrón de desarrollo similar
y tan es así, que presentan los mismos problemas. En primer lugar dependían de la exportación
de productos minerales y agrícolas (siglo XIX y principios del siglo XX), en los treinta
comenzaron a industrializarse y buscaron proteger su economía mediante barreras
Alan Gilbert (1997) argumenta que en los países desarrollados se denominan Ciudades globales, mientras que en
los países periféricos se les nombra simplemente Megaciudades.
2
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arancelarias; en los cuarenta se implementó el modelo sustitutivo de importaciones que permitió
un desarrollo económico lento pero sostenido, en los ochenta la mayoría de las economías se
vieron envueltas en la mayor crisis, lo cual trajo cambios en las estrategias económicas
propiciando con ello una internacionalización de sus economías por medio de la inversión
extranjera (Gilbert, 1997).
La relación entre desarrollo económico y crecimiento urbano es muy marcada dentro de los
países subdesarrollados, y Latinoamérica no es la excepción, primero porque las actividades
urbanas son más productivas que las rurales, por consiguiente el cambio de la producción rural
a la urbana elevó el ingreso. Por otro lado, debido a la expansión económica, los gobiernos
podían recaudar impuestos y proporcionar servicios e infraestructura a las ciudades y a la
población migrante urbana, la cual incidió profundamente en el desarrollo de las metrópolis.
Las ciudades empezaron con serios problemas cuando las industrias cerraron debido a la
reducción del proteccionismo a las importaciones; sin embargo, la nueva estrategia de
desarrollo
limitó
solo
unos
cuantos
sectores
(principalmente
nuevos)
y
empresas
(primordialmente extranjeras) a tener mayor dinamismo, lo cual provoca el deterioro de sectores
tradicionales que estaban representadas por empresas nacionales y el mercado laboral donde
las exigencias en cuanto a su cualificación eran necesarias, pero con salarios precarios.
El proceso de terciarización que se manifiesta en las grandes ciudades se presenta de diferente
forma en los países desarrollados y subdesarrollados en los primeros las actividades más
importantes son los servicios avanzados, y algunos servicios sociales que permiten el desarrollo
económico de la ciudad y el país (educación y salud). En cambio en Latinoamérica los servicios
que se desarrollan son aquellos que no generan una dinámica suficiente dentro de la economía
de la ciudad, como el comercio y los servicios personales, este tipo de actividades no son
dinámicas por la informalidad en que funcionan. Este tipo de terciarización provoca un deterioro
en las ramas económicas con las que compite provoca una reducción del ingreso de la
población y del sector gubernamental, contracción del mercado y en los bienes y servicios
públicos.
A pesar de estas tendencias de crecimiento económico, las ciudades latinoamericanas están
jugando un nuevo papel dentro de la economía global, ya que se están dando transformaciones
de carácter supranacional (globalización, nuevo orden económico y político) e interregional
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(concentración-dispersión, perfil tecnológico y productivo, nueva cultura organizacional y
laboral, inversión en infraestructura, fragmentación social, cambios institucionales).
Estos cambios territoriales, se plasman en primera instancia por medio de la dualidad
concentración-dispersión, donde las actividades tradicionales o aquellas donde no se requiere
mano de obra calificada e infraestructura especializada, empiezan a dispersarse y las
actividades modernas o que requieren de mano calificada e infraestructura especializada se
concentran; este proceso lo podemos ver desde un punto de vista regional (urbano-rural) o
metropolitano (Centro Comercial y de Negocios o Distrito Financiero – periferia de la ciudad).
Por otro lado, se dan manifestaciones territoriales en los cuales se ven estancamientos de las
áreas industriales donde se produce una deslocalización de estas actividades que generan una
refuncionalidad del espacio y la fuerza de trabajo es afectada cuando no tiene la capacidad de
insertarse a las nuevas actividades.
Ante estas transformaciones, podemos encontrar que las metrópolis latinoamericanas han sido
afectadas en su economía por los avances de la reestructuración y la globalización, mediante
nuevas actividades económicas que se relacionan con una economía nacional y mundial,
debido al sistema de comunicación regional e internacional que presentan y la jerarquía que
plasman en su territorio (llegando su influencia a lugares fuera de sus limites nacionales), así
también, se muestra una aglomeración de actividades dinámicas, entre ellas servicios
especializados, ya que tienen una complejidad en sus operaciones (De Mattos, 1999).
Por otro lado, se observan a estas ciudades, dentro de la economía global, como grandes
centros de consumo y recreación por lo que se crean nuevos espacios considerados globales:
centros comerciales (cadenas de tiendas internacionales, súper e hipermercados), aeropuertos
internacionales, nuevas modalidades de áreas residenciales, nuevo esquema de distribución de
servicios (más accesibles y con nueva tecnología para su atención). Por lo tanto, se suponer
que las ciudades latinoamericanas han cambiado su base económica, bajo los efectos de la
reestructuración y globalización, lo que trae consigo un nuevo impulso al crecimiento
metropolitano que va de la mano del proceso de descentralización, las aglomeraciones urbanas
ya no concentrarían esta dinámica económica y política, sino que se diluye debido al desarrollo
de las telecomunicaciones. Hoy en día se observa el papel de las ciudades que operan como
un foco de atracción para las nuevas inversiones y actividades, buscan nuevos mercados
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laborales, de consumo e incluso de accesibilidad a otros lugares que fungirían como nuevos
mercados de consumo.
El Crecimiento Urbano en México
El papel de la IED ha transformado la estructura económica y espacial de las ciudades
latinoamericanas. Esto es propiciado por el desarrollo de los servicios o en algunos casos la
consolidación de la industria moderna. A pesar de los cambios en la base económica las
ciudades latinoamericanas podrían considerase como ciudades globales periféricas, donde los
síntomas negativos, como la dualidad es más notoria y la terciarización depende de servicios
banales (comercio y servicios personales). Sin embargo, ¿Qué sucede en México con las tres
ciudades más importantes? ¿cuáles presentan rasgos de este proceso?.
Para analizar el caso de México, partiremos de hacer un análisis de la evolución demográfica y
económica. El desarrollo urbano se inicia en la década de los cuarenta con el impulso
industrializador de modelo de sustitución de importaciones. Antes de 1940 existían pocas
ciudades grandes (solo tres) y un gran número de localidades pequeñas, la capacidad de
empleo dentro de las grandes ciudades era muy limitada y su actividad básica era el comercio y
algunos servicios (sociales y personales).
En la etapa de industrialización, las ciudades empezaron a tener auge y se inicio el fenómeno
migratorio (rural-urbano) debido al fuerte impulso de las manufacturas y al poco o nulo apoyo de
las actividades primarias. Para esos años la inversión pública se canalizaba a la infraestructura
industrial y centralizo en la Ciudad de México, esto generó la concentración demográfica y
económica que padece hoy en día.
Para la década de los cincuenta y sesenta empieza a consolidarse el proceso de
metropolización el cual generaba una mayor concentración y absorción de actividades y
población asentadas en las afueras de la ciudad.
En los ochenta se da una diferenciación en cuanto al crecimiento urbano; por un lado, empieza
a disminuir la tasa de crecimiento de las metrópolis, y por otro las ciudades medias adquieren
relevancia como polos de atracción de la población, esto nos lleva a una desconcentración
motivado por las bondades que presentan las ciudades de menor tamaño. Sin embargo, Garza
(1994) pregunta sí esto se da por las políticas desconcentradoras del gobierno mexicano o
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simplemente por una coyuntura, su respuesta es que se da por efectos de la crisis económica
más que por los programas de desconcentración; esto lo argumenta que las metrópolis fueron
las más afectadas por que la industria, presentaron diversas caídas en su producción,
principalmente las que manufacturaban bienes duraderos y de capital (las cuales se
concentraban en Monterrey y la Ciudad de México), esto propicio una disminución de la
migración a las grandes ciudades y la dirección de dio hacia los centros no metropolitanos ya
que allí se desarrollaba la industria de bienes de consumo inmediato, lo cual permitió que los
efectos de la crisis fueran menores.
En resumen, se puede afirmar que el desarrollo industrial fue de la mano con el desarrollo
urbano, a tal grado que este declive de los ochenta en las metrópolis se daba por la
desconcentración actividades manufactureras, bajo el supuesto de la terciarización de la
economía. A partir de ese momento se empieza a dar un cambio en la diversificación de las
actividades dentro de las metrópolis, consolidándose en los noventa con la firma y puesto en
marcha del tratado comercial con América del Norte (TLCAN).
Con la distribución industrial se pretendía en un primer momento una desconcentración hacia
zonas cercanas de la ciudad de México para posteriormente lograr la descentralización a otras
ciudades más alejadas; sin embargo, esta distribución presenta una heterogeneidad y el
desarrollo industrial fue diferenciado. Para Hiernaux (1998) existen cuatro formas de
diferenciación territorial dentro en los modelos industriales que desarrollo México a partir de la
apertura comercial:
 Una zona industrial en la franja fronteriza con los Estados Unidos, en ella se desarrollan las
maquiladoras y se observa el crecimiento de empresas con poca generación de empleos,
de baja inversión y fuerte volatilidad frente a la crisis (Lipietz lo denomina neotaylorista
posfordista).
 Existe un desarrollo industrial en la denominada segunda frontera donde se ubican las
ciudades de Chihuahua, Hermosillo, Saltillo, Ramos Arizpe, Monclova y Monterrey; ahí se
puede decir que se desarrolla el modelo toyotista liderado por empresas grandes, con
nuevas relaciones entre el Estado, el capital y el trabajo.
 La región centro-norte muestra un crecimiento particular , debido a la dinámica que esta
generando la segunda frontera y su posición geográfica que se encuentra en el centro de
las zonas metropolitanas más importes del país
12
 La región centro sigue manteniéndose como el polo industrial del país. Su proceso de
desconcentración de actividades se llevo a cabo por la desaparición de empresa menos
competitivas, la modernización de la planta productiva y un creciente control de la actividad
manufacturera nacional a partir del Distrito Federal por medio de las sedes nacionales
ubicadas allí.
Dentro de esta ultima década se puede considerar que existen dos políticas de carácter
económico que propician las condiciones que se están viviendo en nuestro país: la apertura de
mercados y la inversión extranjera siendo estos, parte del proceso de globalización. En ese
sentido Hiernaux (1998) concluye que dicho proceso esta reforzando la primacía de gestión de
la Ciudad de México y de Monterrey dejando de lado la ciudad de Guadalajara.
Esta conclusión la sustenta en el sentido de que la Ciudad de México controla las empresas con
inversión extranjera directa y alberga a sus oficinas centrales, a pesar de que tienen inversión
en el resto de los estados, ello muestra la capacidad de gestión de esta ciudad. Por otro lado, a
pesar de la distribución en la industria automotriz se encuentra más dispersa, sus sedes
administrativas se ubican en el Distrito Federal, lo cual provoca que sus exportaciones se
registran ahí y no en su lugar de producción. En cuanto al control del proceso productivo,
considerando que se esta diseminado en las cuatro regiones anteriormente consideradas, la
Ciudad de México controla alrededor del 50 por ciento de las empresas más importantes del
país, aunque está perdiendo empresas manufactureras pero mantienen las de mayores ventas.
Lo anterior demuestra que la capital del país mantiene su primacía urbana, pero no en cuanto al
número de empleos o población, sino en cuanto a las sedes de las principales empresas, del
control financiero y político del país3. La recentralización con desconcentración es la pauta que
esta siguiendo la Ciudad de México, algo similar a lo que planteaba Sassen en una de sus tesis
argumenta que cada vez que se globaliza la economía de un país la centralización es mayor.
Para detectar la importancia de la ciudad de México es claro observar las transformaciones espaciales debido al
reforzamiento en sus funciones de gestión y coordinación internacional. Por ejemplo se creo un distrito financiero
donde se ubican oficinas centrales de ocho bancos de los 15 que funcionan en el país (solo dos oficinas centrales se
ubican fuera del Distrito Federal) y 16 de las 22 firmas de corredurias; la creación de nuevos espacios urbanos como
el complejo Santa Fe, dónde se ubican sedes sociales de empresas importantes, tiendas y hoteles de lujo, así como
residencias de alto nivel; también hubo la construcción de varios hoteles internacionales, así como cientos de miles
de metros cuadrados de oficinas de alto nivel y un nuevo edificio para la Bolsa Mexicana de Valores (Borja y Castells,
1998).
3
13
En conclusión y retomando algunos autores que han analizado la Ciudad de México en los
últimos años, se puede afirmar que efectivamente, tanto los procesos de reestructuración que
tiene que ver con la segmentación del proceso productivo y la industrialización exportadora en
los países periféricos, como la globalización que tiene ver con la apertura comercial, la inclusión
de la inversión extranjera en las economías subdesarrolladas, han propiciado cambios
sustantivos, desde el punto de vista de la base económica de las ciudades como de las nuevas
funciones que están tomando. Para ello es importante revisar las características que presentan
estos procesos no solo en las ciudades Globales, sino en las Megaciudades latinoamericanas y
particularmente el caso de la zona Metropolitana de Guadalajara.
La Reestructuración Económica en la ZMG
Las ciudades están jugando un nuevo rol en la economía mundial. Para Sassen las
nuevas metrópolis ya no son centros de producción de bienes manufactureros, sino son centro
de comando que organizan la producción mundial, constituyen una localización clave para las
actividades dinámicas a nivel mundial, además de que son centro de producción e innovación, y
comercialización de productos y las innovaciones generales para los servicios avanzados. En
ese sentido las ciudades juegan un papel importante en la generación de conocimiento y bienes
intangibles que en bienes manufacturados tangibles.
Sin embrago, este cambio de función es lo que se encuentran en las ciudades globales o las
ciudades que están liderando la red global de ciudades (Tokio, Nueva York y Londres), pero
¿Que es lo que pasa en las ciudades de países periféricos y específicamente la Zona
Metropolitana de Guadalajara? Para el caso de la ciudad de Guadalajara encontramos tres
situaciones: a) cambio en la Estructura económica de la ciudad; b) cambio de función dentro del
ámbito internacional; c) surgimiento de nuevas actividades económicas.
En el primer caso, es necesario remitirnos al estudio de Pozos (1996) donde analiza a las
ciudades de Monterrey y Guadalajara a la luz del proceso de reestructuración económica, en
cada una de las ciudades se desarrollaron actividades terciarias, principalmente en los sectores
distributivos; sin embargo, las actividades manufactureras mantuvieron su importancia, para
1988 Guadalajara se especializaba en la producción de bienes básicos.
En 1993 la ZMG mantuvo la base económica que encontró Pozos, sin embargo, el porcentaje
en personal ocupado se ha distribuido hacia otros sectores, en 1985 el 18% correspondía a la
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producción de bienes básicos, incrementándose en un punto porcentual para 1993 (ver cuadro
1). Por su parte, la industria de bienes intermedios se duplicó pasando de un 8 a 16 por ciento,
esto nos daba pauta para suponer que la base económica de la ciudad se estaba inclinando
hacia este sector.
Cuadro 1.- Porcentaje del Personal Ocupado por Tipos de Bienes y Servicios en la Zona
Metropolitana de Guadalajara: 1985 y 1993
SUBSECTORES Y RAMAS
1985 1993 1998
BIENES
18% 19% 13%
Básicos
Ind. Alim., textil, del cuero, de la madera y del papel
Intermedio
Ind. química, minerales metálicos y no metálicos
8% 16%
6%
Capital
Ind. de productos metálicos, maquinaria y equipo
8%
9%
7%
SERVICIOS
49% 35% 22%
Distributivos Sector Comercial
Productivos
Serv. financieros, de bienes inmuebles y profesionales
3%
2%
7%
Sociales
Serv. educativos y médicos
4%
6% 26%
Personales
Serv. de esparcimiento, rest. y hoteles, y personales
10% 14% 20%
Total
100% 100% 100%
FUENTE: Elaboración propia con base en los Censos Económicos de 1985 y 1993, Resultados oportunos del Censo
Económico 1998. INEGI
Sin embargo para 1998, con resultados oportunos de este censo, todo indica que la industria de
básicos se mantiene como la más importante ya que esta por arriba de las otras industrias,
aunque su participación porcentual se redujo seis unidades. La industria de capital que se
pensó en primera instancia repuntaría redujo dos puntos porcentuales, aunque rebasa a la
industria de bienes intermedios en ese rubro. Es importante considerar otras variables que
pudieran indicar que la industria de bienes de capital tuviera mayor participación en la economía
de la ciudad.
Con respecto a los servicios, los distributivos se observa una disminución de casi 15 puntos
porcentuales para 1993, y mantienen su descenso en 1998 con otros 13 puntos. Por su parte
los otros tres servicios tuvieron crecimientos significativos; los personales mostraron un
incremento en los tres periodos duplicando su presencia, los productivos triplicaron su
participación en el personal ocupado y los sociales incrementaron 20 puntos de 1993 a 1998,
siendo estos últimos los más importantes desplazando a los distributivos que en los periodos de
análisis mostraron el mayor porcentaje.
Con base en los resultados preliminares de 1998, se puede observar una terciarización de la
economía, ya que en 1985 la industria concentraba el 34 por ciento del personal ocupado,
incrementándose hasta un 44 por ciento en 1993, pero en 1998 presenta un declive, teniendo
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una participación del 25 por ciento. En cambio para los servicios se tuvo el nivel más bajo en
1993 con un 56 y para 1998 alcanzo tener tres cuartas partes del personal ocupado.
Dentro del sector manufacturero, la industria de bienes básicos mantiene la hegemonía, a pesar
de que en 1993 se acercó la industria de bienes intermedios, para 1998 están a la mitad de sus
porcentajes con personal ocupado. Dentro de los servicios se manifiesta un cambio, los
servicios distributivos fueron superados por los sociales en 1998, una vez que mantuvieron el
mayor porcentaje en las dos etapas anteriores. Esta distribución del personal ocupado puede
leerse de la siguiente manera; la crisis de 1995 provocó una contracción de las ventas esto
motivó la baja porcentual de los servicios distributivos; por otro lado los servicios personales
crecieron debido a un aumento de la población en la ciudad, considerando que la otra causa por
la cual se incremento estos servicios (aumento del ingreso) no se dio debido a la crisis
económica.
Los servicios sociales crecieron demasiado, ello puede darse principalmente por el incremento
de la población y por la demanda de ciertos servicios sociales; por ultimo los servicios
productivos tuvieron un fuerte incremento debido a la entrada de la industria electrónica; sin
embargo, este incremento no ha propiciado mayores efectos en estos servicios ya que son
intensivos en capital más que en mano de obra, para su análisis se debería analizar otras
variables y así ver el peso que tienen dentro de la economía de la ciudad.
El segundo cambio que se manifiesta en Guadalajara es la función que esta teniendo a nivel
internacional. Durante muchos años y debido a la economía cerrada que mostraba México,
Guadalajara se limitó a abastecer bienes manufactureros a su región principalmente, por tal
razón la industria alimenticia mantuvo un desarrollo acelerado. Sin embargo, a partir de la
apertura de la económica mexicana, cada una de las regiones industriales buscaron insertarse
en la economía mundial. Guadalajara empezó a desarrollar la producción de la industria
electrónica.
Actualmente la ZMG está conectada con otras ciudades, debido a que ensambla, produce
insumos y bienes terminado a diversas regiones del mundo (Estados Unidos, Asía, Europa,
Sudamérica, entre otras), debido a la instalación de una series de empresas extranjeras que
encontraron en esta ciudad un sitio ideal para el desarrollo de ciertos procesos productivos. Así,
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encontramos a CP Clare, Hewlett Packard, IBM, Lucent Technologies (filial de AT&T), Motorola,
todas ellas dedicadas a la industria electrónica, computación y comunicación.
En ese sentido, se puede pensar que Guadalajara tiene dos funciones, considerando que
todavía la industria de bienes básicos como la alimenticia es sumamente importante y abastece
principalmente a la región occidente, tal es el caso de las empresas: Grupo Modelo, Bimbo,
Sigma, Chocolatera de Jalisco, Sánchez y Martín, entre otros, a la vez esta conectada
comercial y productivamente hacia el exterior. Por tal razón podemos suponer que esta
metrópoli busca tener un lugar dentro de la economía mundial, sin descuidar el mercado local.
Sin embargo, la función que esta teniendo la ciudad es la más adecuada, considerando que hoy
en día las grandes ciudades están involucradas en el desarrollo de los bienes avanzados. En
ese sentido es un aspecto positivo, lo que le ha permitido a Guadalajara insertarse en la red
urbana mundial; el problema es que se ubica en una de las partes más bajas de esta red, algo
que debe preocupar a quienes promueven la ciudad buscando insertarla dentro de la economía
internacional, Para ello es necesario que los proveedores sean locales, los servicios que se
requieren empiecen a desarrollarse en la ciudad y posteriormente buscar ser un verdadero
Silicon Valley, es decir una ciudad que produzca conocimiento para esta industria y no sólo nos
limitemos a producir y ensamblar bienes manufacturados modernos.
En ese sentido y aterrizando al punto tres de los cambios de funciones es buscar que las
nuevas actividades que surjan se enfoquen a los servicios al productor, y no solo los servicios
personales, ya que no son propulsores del desarrollo económico. El nuevo crecimiento urbano
nos esta mostrando que el camino es el surgimiento de una postindustrialización que significa el
desarrollo de actividades terciarias que se relacionan con la industria y no una terciarización lo
que nos llevaría a desarrollar actividades banales, que no benefician en nada el desarrollo
económico de la ciudad.
Por tal razón es necesario replantear la promoción de la ciudad con el fin de que los beneficios
de la Reestructuración y la Globalización sean visibles en las empresas locales y tengan efecto
hacia la sociedad, los cuales están siendo cada vez más relegados de esta dinámica
económica existente a nivel mundial.
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A manera de conclusión
La reestructuración económica ha propiciado cambios importantes en la organización del
territorio, particularmente en las ciudades, considerando que este proceso ha llevado nuevas
funciones a muchas ciudades y ha modificado su estructura económica, sobre todo aquellas
que se están insertando en una red de producción y de intercambio de bienes y servicios.
Por su parte la globalización ha impuesto una red de ciudades las cuales tienden a
jerarquizarse considerando que las de primer nivel muestran las actividades con mayor
dinámica dentro de la economía mundial y es donde se concentran las oficinas corporativas de
las empresas multinacionales, conforme se va bajando de la red jerárquica se encuentras
actividades cada vez más estandarizadas, hasta llegar a las ciudades periféricas, las cuales
tienen una gran influencia de la red global.
Esta forma de producción y las nuevas relaciones económicas mundiales nos llevan a
considerar la existencia de un nuevo modelo de crecimiento urbano, el cual es desarrollado por
Sassen, caracterizada por una organización de las actividades económicas espacialmente
dispersas, pero a la vez globalmente integradas, lo que se provoca un nuevo rol estratégico de
las ciudades.
El nuevo modelo de crecimiento urbano está basado en el sector servicios, dejando de lado la
actividad manufacturera, que durante muchos años fue desarrollada en las ciudades. Este
modelo presenta las siguientes características: nueva distribución de funciones en las ciudades,
donde la parte central de la ciudad concentra las actividades fundamentales dejando el resto de
las actividades en la semi y periferia o incluso en las zonas rurales. Esto propicia una
desconexión de la ciudad con la periferia trayendo consigo un proceso de exclusión hacia las
zonas que están fuera de la producción mundial. La otra característica son lo efectos que
tendrán en el ámbito económico y territorial, en el primero habrá nuevas actividades y
posiblemente se desarrollará una nueva base económica, esto repercutirá en el espacio
considerando que estas nuevas actividades buscaran nuevos espacios económicos dentro de la
ciudad desplazando al centro tradicional o modificándolo.
Estos cambios que se manejan dentro de un nuevo modelo de crecimiento urbano se ven
reflejados a nivel mundial, Latinoamérica y en México. A nivel internacional se observa como la
ciudades juegan a ser centros direccionales más que de producción, son capaces de gestionar,
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coordinar e innovar las actividades, se estructuran en redes conformando una jerarquización,
existe una diferenciación entre ciudades de países desarrollados y subdesarrollados, los
primeros conforman las posiciones privilegiadas de la red mundial y los segundos mantiene una
conexión con la economía mundial, pero una desconexión con la economía local, provocando
segregación y segmentación social y espacial en el territorio urbano-regional.
En el ámbito latinoamericano se debe rescatar la característica del crecimiento de estas
ciudades, las cuales se remontan con la economía de exportación de materias primas,
posteriormente la industrialización y después la internacionalización de sus economías, todas
estas
etapas
propiciaron
incrementos
y
comportamientos
sociales
de
la
ciudades
latinoamericanas similares. En esta ultima etapa se presentaron los síntomas de desempleo y
de una terciarización de su economía. Sin embargo, su papel dentro de la red urbana global
cambia, debido a la sustitución de bienes básicos, e intermedios a bienes finales duraderos, los
cuales se exportan a países desarrollados.
En México, el nuevo crecimiento urbano se ve reflejado con el surgimiento de espacios
industriales desarrollados dentro de nuevas regiones económicas, sin descuidar las metrópolis
que se mantienen
como las principales productoras de bienes finales de exportación. Sin
embargo, a pesar del gran desarrollo de otros espacios industriales la ciudad de México sigue
manteniendo la hegemonía dentro de la economía nacional, esto se refleja a lo que existe a
nivel mundial, los espacios industriales no son los más importantes, sino donde se desarrollan
ciertas actividades terciarias.
La ZMG es una de las metrópolis importante dentro del país y seguramente una de las ciudades
que propician cambios en las relaciones económicas de la región, sin embargo esta ciudad, a
pesar de su inclusión a la escena mundial no ha podido desligarse de su economía tradicional y
busca competir con las otras dos grandes ciudades de México. La competencia con la ciudad
de México es muy difícil, sobre todo porque es la que controla el poder político y ha mantenido
su hegemonía económica prácticamente desde el nacimiento del país. Una competencia más
pareja puede ser con Monterrey donde las condiciones pueden ser similares, aunque esta
ultima tiene algunas ventajas, como su cercanía con Estados Unidos y su desarrollo industrial
durante todo el siglo XX.
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Definitivamente la ZMG es una de las ciudades mexicanas que ha afectado la reestructuración
económica, sobre todo porque en la ultima década su desarrollo dentro de la industria
electrónica ha afectado de alguna manera su función y estructura. Sin embargo para 1998,
estos efectos todavía no se veían reflejados, su economía industrial se mantenía dentro de los
bienes básicos, donde todavía no existe una presencia importante de la industria electrónica
para considerar que su base económica esté cambiando, por el lado de los servicios, existe una
transformación significativa, sobre todo porque durante muchos años la actividad comercial
había sido una de las más importantes en la ciudad, y para 1998 es desplazada por los
servicios sociales, los cuales juegan un papel importante en el desarrollo y bienestar de la
población, pero estos no propician un impacto económico considerable como pudieran ser los
servicios productivos.
En ese sentido y a pesar del gran impulso que se le ha dado a la industria electrónica, esta no
ha impactado la estructura y funcionalidad económica de la ciudad, aunque si se pueden
detectar algunas síntomas de la economía global, un incremento en la Inversión extranjera
directa, el desarrollo de nuevos espacios industriales, un cambio en el centro económico de la
ciudad y el desarrollo de este nuevo centro económica de las actividades de servicios, más que
el comercio.
Estos pueden ser los primero síntomas de los efectos de la reestructuración económica y
posiblemente los únicos, considerando que la mayoría de las actividades que se están
desarrollando dentro de este proceso son actividades intensivas en capital y no en mano de
obra, por lo que seguramente la industria electrónica, y en general la industria de maquinaria y
equipo, nunca superaran a la industria tradicional. Ahora lo que debe importar es que tanto
puede dinamizar aquellas actividades tradicionales pero características de Guadalajara,
considerando que algunas de ellas pueden participar dentro de la cadena productiva de algunos
bienes considerados modernos.
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