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Transcript
Centro Argentino de Estudios Internacionales
Programa Asia-Pacífico
www.caei.com.ar
Programa Nuclear de Corea del Norte:
Una política de poder sin poder
Por Jimena Florencia Villanueva (CAEI)
[email protected]
Índice
Introducción
Marco Teórico
I. Sistema Internacional
Un Nuevo Sistema Internacional
Estrategia de Seguridad de Estados Unidos post 11-9
Estados Unidos y el escenario asiático
II. Sistema Regional
China frente a la crisis norcoreana
Corea del Sur frente a la crisis norcoreana
Japón frente a la crisis norcoreana
Rusia frente a la crisis norcoreana
III. Situación al interior de Corea del Norte
Dimensión Geopolítica
Dimensión Política
Dimensión Social
Dimensión Militar
Dimensión Económica
IV. Programa Nuclear de Corea del Norte
Antecedentes de la crisis actual
Desarrollo de la crisis
Las divergencias entre los actores involucrados en la crisis
Programa Nuclear: una política de poder sin poder
Conclusión
Bibliografía
Anexos
Es un principio de la guerra no suponer que el enemigo no vendrá,
sino más bien confiar en la propia preparación para enfrentarlo;
no suponer que no atacará,
sino más bien, hacerse uno mismo invencible.
Sun Tzu.
Introducción
En la presente tesis, analizaré el caso del Programa Nuclear de la República
Popular Democrática de Corea (a partir de aquí, Corea del Norte), tomando como
marco de referencia la concepción de las Relaciones Internacionales, abordada por
el Realismo Periférico. Sostendré que la decisión del gobierno de Pyongyang de
inclinarse por un programa nuclear como instrumento de presión en las
negociaciones con los Estados Unidos está basada en una racionalidad estadocéntrica maligna que perjudica el desarrollo y bienestar del país en su conjunto.
Del mismo modo, demostraré que este programa tampoco es una herramienta
efectiva para lograr la supervivencia del régimen de Kim Jong Il.
Para realizar esta tarea y asumiendo la poca disponibilidad de material e
información
confiables
sobre
la
temática
presentada,
me
he
basado
fundamentalmente en fuentes secundarias como libros, revistas especializadas,
publicaciones y artículos periodísticos. Asimismo,
el presente trabajo cuenta
también con documentos oficiales como lo es el Acuerdo Marco, celebrado entre
Estados Unidos y Corea del Norte en 1994, mapas y cuadros estadísticos, cuyos
datos fueron obtenidos de diversos organismos internacionales.
De esta manera, y partiendo del precepto de que el análisis sobre la
dinámica de este caso presenta caracteres multidimensionales, el trabajo será
subdividido en diversos apartados.
Comenzaré examinando el sistema internacional reciente, es decir, aquél que
tiene sus raíces en el último decenio del Siglo XX, para luego continuar con un
análisis acerca del acontecimiento principal pos Guerra Fría, el atentado terrorista
sobre Nueva York, el 11 de Septiembre de 2001 y sus consecuencias, tras un
endurecimiento de la política exterior norteamericana. Ambas perspectivas serán
desarrolladas con el propósito último de relacionar el significado de estos
acontecimientos y las políticas adoptadas por Corea del Norte.
2
Describiré también, el nuevo escenario asiático en donde se percibe un
cambio importante en las relaciones de poder a partir de la caída de la U.R.S.S.,
con el objetivo de evaluar el rol actual de Estados Unidos en la región.
En segundo lugar, me enfocaré en el sistema regional, es decir, aquél que
afecta en sentido geoestratégico a las políticas norcoreanas. Para hacer más
funcional el análisis, esta variable será subdividida en cuatro apartados vinculados
a la posición de China, Corea del Sur, Japón y Rusia en la crisis nuclear
norcoreana. De esta manera, resaltaré
la influencia que considero, estos países
tienen sobre la decisión del gobierno de Pyongyang en retomar su programa
nuclear congelado desde 1994.
En tercer lugar, centraré mi mirada al interior de Corea del Norte para
describir cuáles fueron las condiciones que hicieron posible y de alguna manera
indujeron a la reimplementación del programa nuclear. Analizaré en este sentido,
las particularidades de su régimen político, de sus condiciones
sociales y de su
estructura militar, como así también, su situación económica y su relevancia
geopolítica.
En el último apartado, observaré de cerca la situación actual del conflicto,
describiendo primariamente los antecedentes de la crisis, planteando situaciones
en donde prevalecieron los acuerdos y el entendimiento, como así también
momentos de elevada tensión. Consecuentemente, analizaré el desarrollo de la
crisis nuclear propiamente dicha, describiendo cómo se fueron dando los
acontecimientos, provocando una escalada en el conflicto. A su vez, estudiaré
también cómo las diferentes percepciones de los actores involucrados obstaculizan
el arribo a una solución.
Finalmente, evaluaré los motivos por los cuales el programa nuclear de Corea
del Norte no es un instrumento de presión efectivo para lograr la supervivencia del
régimen o para ser utilizado como instrumento de negociación con Estados Unidos,
teniendo en cuenta que las decisiones políticas de un gobierno deberían estar
orientadas como fin último al desarrollo y bienestar ciudadano.
3
Marco Teórico
Antes de comenzar con esta exposición, me parece oportuno formular algunas
definiciones conceptuales, con las cuales intentaré analizar, el caso de estudio.
Asimismo, plantearé dicho análisis desde distintas perspectivas teóricas de las
Relaciones Internacionales, con el fin de poder inferir conclusiones que posean, en
la medida de lo posible, cierto grado de rigor científico.
Como una primera aproximación, he tomado la concepción básica de sistema
internacional planteada por Waltz, el cual está compuesto por una estructura y
por unidades interactuantes. La estructura es el componente sistémico que hace
posible pensar en el sistema como un todo1 y posee tres dimensiones: principio
ordenador,
principio
de
diferenciación
de
funciones
y
la
distribución
de
capacidades.
Sin embargo, he optado por la visión que tiene Escudé para analizar dichas
dimensiones2. Así, considero que la estructura del sistema internacional es
jerárquica y en ella se encuentran tres tipos de Estados, los que mandan, los que
obedecen y los rebeldes que, sin tener el poder necesario para pertenecer al grupo
selecto que sienta las reglas del juego, se niegan a obedecer3. En este último grupo
colocaré a Corea del Norte.
Por su parte, la anarquía como principio ordenador, se presenta, como
consecuencia, únicamente entre las relaciones de las potencias con poder militar,
estando, los demás actores subordinados a sus reglas de juego.
Esto quiere decir que, más allá de la diferente distribución de capacidades (ya
sean económicas, políticas, militares o culturales), los Estados cumplen diferentes
funciones, algunos crean las reglas, otros las cumplen y otros las infringen.
No obstante, como la definición de estructura a través de tres principios me
parece un tanto incompleta, agregaré un cuarto principio: la estructura intersubjetivamente constituida de identidades e intereses en el sistema4, que da origen
a las percepciones. Es aquí, donde incorporo al análisis un concepto clave de la
teoría Constructivista. Siguiendo esta línea de razonamiento, las capacidades
1
Waltz, Kenneth. Teoría de la política internacional. GEL. Buenos Aires, 1988. Pág. 119.
Desde el punto de vista metodológico, esta conceptualización puede hacer creer al lector
que planteo una contradicción. Pero, por el contrario, lo que intento es reformular la idea de
sistema acuñada por Waltz y adaptarla a este caso de estudio desde una perspectiva
tercermundista.
3
Escudé, Carlos. Estado del Mundo. Las nuevas reglas de la política internacional vistas
desde el Cono Sur. Cap. 4. Las reglas del juego. Ediciones Ariel, 1999. Pág. 147.
4
Wendt, Alexander. Constructing International Politics. En International Security, Vol. 20,
N°1, Summer, 1995.
2
4
materiales como tales no explican nada, solamente adquieren sentido para la
acción humana a través de la estructura del conocimiento compartido. Tal es así,
que quinientas armas nucleares inglesas son, para Estados Unidos, menos
amenazantes que cinco en Corea del Norte debido a que Inglaterra es aliada y
Norcorea no lo es5.
El
segundo
componente
del
sistema
internacional
son
las
unidades
interactuantes, las cuales serán definidas a partir del complejo Estado-Sociedad
Civil que plantea Cox6, en contraposición al modelo simplificado del Estado como
actor uniforme que busca poder y seguridad. El complejo Estado-Sociedad Civil es
el resultado de la relación que el Estado tiene con su propia sociedad y del grado
de control que la élite tiene sobre ese Estado.
A partir de aquí, puede inferirse que una política es capaz de
servir a los
intereses de distintos sujetos dentro de un mismo Estado y de acuerdo a ello, se
encuentran distintos tipos de
racionalidades7. Por un lado, se presenta la
racionalidad ciudadano-céntrica que es calculada en términos del impacto de
una decisión o de un programa de gobierno sobre los intereses de la ciudadanía de
un Estado; y por otro, la racionalidad estado-céntrica, calculada en términos del
impacto de una decisión o de un programa de gobierno sobre los intereses
concretos de un gobierno, una élite o un estadista8. La racionalidad estado-céntrica
puede ser benigna, orientada principalmente a la generación de riqueza, o
maligna, obsesionada con el poder y la seguridad y por lo tanto, amenaza con
empobrecer a la población.
Por interés nacional se entiende, entonces, a los intereses a largo plazo de
la ciudadanía, definida en sentido amplio, como la población legal residente en un
país.
No puedo dejar de definir el concepto de poder que, planteado en términos
de Joseph S. Nye, presenta dos dimensiones. El poder blando reside en la
capacidad de atraer y convencer más que de coaccionar y surge del atractivo de la
cultura, ideales y política de quien lo posee, mientras que el poder duro proviene
de la fuerza militar y económica de un país9.
5
Wendt, Alexander. Anarchy is What States Make of It. En International Organization,
Vol.46, N°2, Spring, 1992.
6
Cox, Robert. Fuerzas Sociales, Estados y Órdenes Mundiales: Más allá de la teoría de las
Relaciones Internacionales. Columbia University Press, 1986.
7
Escudé, Carlos. El realismo de los Estados Débiles. GEL, 1995. Pág. 29.
8
Escudé diferencia a su vez, a las racionalidades estado-céntricas, gobierno-céntricas, élitecéntricas y estadista-céntricas. En este caso en particular, preferí incluir a todas en el
concepto de racionalidad estado-céntrica para evitar un exceso de términos.
9
Nye,
Joseph
S.:
La
fuerza
no
basta.
En
www.almendron.com/politica/terror/2003/terror_0017.pdf
5
Definiré la autonomía para los Estados débiles, como la capacidad de
negociación que se obtiene a través de evitar confrontaciones que no estén
directamente vinculadas con el interés nacional. Es preciso saber distinguir entre la
autonomía en sí misma y el uso que a ésta se le da. A su vez, ese uso puede
conceptualizarse como inversión de autonomía cuando apunta a alimentar la base
de poder o bienestar del país o como simple consumo de autonomía cuando apunta
a la demostración exhibicionista de que uno no está bajo el tutelaje de nadie10.
El último concepto que definiré es el de la justicia selectiva11 que reina en
el sistema internacional actual, entendiéndolo como la administración de justicia
transnacional, practicada por las potencias militares, desde una lógica de poder,
juzgando o dejándolo de hacer de acuerdo a sus intereses estratégicos.
Para finalizar, puedo decir que desde el punto de vista teórico, el hilo
conductor de este trabajo será el Realismo Periférico ya que lleva a la construcción
de un tipo ideal de política exterior, orientada a servir los intereses de los
ciudadanos de Estados débiles.
Desde el punto de vista metodológico, la piedra angular será el pensamiento
complejo propuesto por Edgar Morin debido a que considero, que toda realidad
posee un carácter multidimensional el cual es imposible conocer por completo y por
lo tanto, querer escapar de la incertidumbre, se vuelve una empresa quimérica.
I.
Sistema Internacional
En el siguiente apartado, describiré en primer lugar, al sistema internacional
inaugurado luego del fin de la Guerra Fría. Considero a esta dimensión como
relevante, ya que permite apreciar, no sólo el particular rol que ocupa Corea de
Norte dentro del mismo, sino cómo el nuevo sistema ha perjudicado a un Estado,
que ha buscado un mayor grado de autonomía, confrontando con la potencia
militar dominante, en asuntos sustanciales.
Un segundo punto a analizar, son las consecuencias del atentado terrorista,
que vulneró la seguridad de Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Desde
ya, no abordaré el acontecimiento en sí mismo, pero sí resaltaré la Estrategia de
Seguridad Nacional (NSS), ya que ésta involucra a Corea del Norte como uno de
los Estados parte del denominado “Eje del Mal”.
10
Escudé, Carlos. Realismo Periférico. Grupo Editorial Planeta, 1992. Pág. 46.
Escudé, Carlos. Estado del Mundo. Las nuevas reglas de la política internacional vistas
desde el Cono Sur. Op. Cit. Pág. 165.
11
6
En último lugar abordaré las relaciones que Estados Unidos mantienen con los
países del nuevo escenario asiático, donde el hegemón internacional ha de
maniobrar precavidamente si desea lograrlos objetivos buscados.
Un Nuevo Sistema Internacional
Durante la última década del siglo XX, el sistema internacional ha sufrido
alteraciones significativas en torno a la distribución del poder. La unificación del
mundo dentro de las democracias liberales y la redefinición de fronteras y estados
ante el desmembramiento de la U.R.S.S., dejó atrás un pasado en el cual dos
fuerzas equivalentes y hegemónicas competían estratégicamente por evitar su
derrumbe en manos del bloque opuesto.
De esta manera, podemos apreciar cómo a inicios de los años noventa, los
estados, en otrora comunistas, fueron cayendo rápidamente en sucesivas crisis
político económicas que, no sólo significaron la transición hacia la creación de
nuevas instituciones sino que, a nivel sistémico debilitaron aún más a aquellos más
ortodoxos y reticentes al cambio.
Por otra parte, la agenda internacional promovida por Washington hacia los
demás estados también ofreció cambios significativos. La línea de política exterior
dejó de enfocarse contra enemigos puntuales y buscó involucrar a la comunidad
internacional entorno a la conquista conjunta de valores esenciales, como el
respeto a los derechos humanos, el impulso a las democracias, la eliminación de
proyectos nucleares y el destierro de una fuerza trasnacional consolidada como el
terrorismo.
Así, observamos cómo el sistema internacional entró en una nueva fase, en
la cual aparecen no sólo estados disciplinados a estos principios sino una minoría,
considerada anómala, reticente a aceptar los lineamientos propuestos por la
principal potencia con capacidad militar, como lo es Estados Unidos. Entre éstos
encontramos el caso de Corea del Norte que, perjudicada por los cambios en el
sistema, busca abrir espacios de negociación y autonomía a través de proyectos
nucleares y el comercio ilegal de armas de destrucción masiva sin control12 como
fuente importante de su economía.
Estrategia de Seguridad de Estados Unidos post 11-9
12
Con este término me refiero a bombas o elementos nucleares que pudieron escapar del
control de los estados que integraban la Unión Soviética y llegar al mercado negro.
7
Si bien es evidente que un cambio en los lineamientos de política exterior era
percibido como posible desde el momento en que George W. Bush (h) fue electo
como presidente de los Estados Unidos, los ataques desatados sobre la ciudad de
Nueva York el 11 de septiembre de 2001 agregaron legitimidad interna y prisa a la
conformación de una nueva Estrategia de Seguridad Nacional por parte de
Gobierno Norteamericano.
De esta manera, la nueva arquitectura de defensa de este país descansó
sobre tres pilares. Primero, el Américo-centrismo, es decir, una doctrina de
utilización de las fuerzas que maximiza los intereses nacionales, incluso durante
operaciones conjuntas con los aliados. Luego, el dominio mundial, o sea la
capacidad de desplegar fuerzas en cualquier lugar, en cualquier momento y bajo
cualquier circunstancia. Por último, la supremacía perpetua, lo que significa recurrir
a la ciencia, a la tecnología y a los recursos económicos para garantizar la
superioridad permanente de las fuerzas armadas estadounidenses.13
Estos principios, llevados a la práctica, a partir de la guerra preventiva
encuentran, en el derrocamiento de Saddam Hussein, tras una intervención sin el
aval del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, un indicador paradigmático.
Este acontecimiento da muestra de un sistema internacional, que no inhibe, a
través del veto, a una potencia militar, que no está dispuesta a transitar siempre
por carriles consensuales para alcanzar sus objetivos clave, entre ellos, asegurar el
aprovisionamiento petrolífero del Golfo arábigo-pérsico; garantizar la seguridad de
Israel y de Taiwán; reprimir el tráfico de drogas en América Latina14; abogar por el
desarme nuclear de quienes constituyen una amenaza, aplicando una justicia
selectiva.
Sin embargo, resulta importante para los intereses del gobierno de
Washington mantener buenas relaciones con China y esto se ve reflejado en la NSS
donde se fomenta el surgimiento de una China fuerte, pacífica y próspera.15
Corea de Norte, definido como uno de los estados rebeldes e, inmerso en el
Programa de Militarización Nuclear públicamente admitido, aparece como el
obstáculo a remover en el noreste asiático. Si bien, hasta el momento, Washington
ha privilegiado la utilización del poder blando, negociando multilateralmente, junto
a China, Corea del Sur, Japón y Rusia, es importante resaltar que esto puede llegar
a tratarse, solamente, de una política pasajera.
13
Le Monde Diplomatique. Preservar la Supremacía Militar. Edición Cono Sur. Nº 25. Julio,
2001.
14
Ídem nota anterior.
15
Powell, Colin L. Estrategia de asociaciones. Foreign Affairs en Español, Abril/ Junio, 2004.
8
Estados Unidos y el escenario asiático
A partir del fin de la Guerra Fría y el constante desarrollo económico de Asia
del Este, las relaciones de poder han ido cambiando, hecho que ha llamado la
atención del gobierno de Estados Unidos, obligándolo a reposicionarse en el nuevo
escenario asiático.
La tensión entre China y Taiwán, el terrorismo fundamentalista islámico y la
crisis nuclear de Corea del Norte, provocaron que el hegemón internacional girara
su mirada hacia Oriente.
El diseño de una adecuada arquitectura de seguridad para el Sudeste Asiático
es un tema que está en la agenda de política exterior de Estados Unidos, ya que
sus relaciones con China, Japón y las dos Coreas, están profundamente ligadas a
sus intereses nacionales.
En primer lugar, puede colocarse a China, hasta el momento, la economía de
más rápido crecimiento del mundo. China ha sido un gran misterio para
Washington,
una
nación
que
no
es
claramente
ni
amiga
ni
enemiga
y
simultáneamente, una amenaza estratégica y un importantísimo socio comercial y
de inversiones16. Tal es así que sus relaciones han oscilado entre la cooperación y
el conflicto, o mejor dicho, fueron relaciones basadas en una cooperación
pragmática pero marcadas por situaciones de crisis, tales como el ataque por parte
de Estados Unidos a la embajada china en Belgrado en 1999 y el derribo de un
avión espía norteamericano por China en 2001.
Según mi criterio, será el gobierno chino quien decida para dónde se
encaminarán estas relaciones en un futuro, a partir de su política exterior. Las
consecuencias serán muy diferentes si decide confrontarse definitivamente con
Taiwán, utilizando todo su poder económico como para lograr su hegemonía en
Asia, o si resuelve fomentar una sociedad cada vez más pluralista, manteniendo
buenas relaciones con sus vecinos para priorizar sus intereses económicos.
Con respecto a los vínculos entre Estados Unidos y Japón, puede decirse que
hoy se han estrechado en comparación con los de que años atrás. Es particular que
un país con el segundo PBI del mundo, continúe dependiendo militarmente de
Estados Unidos quien le otorga seguridad nuclear y convencional, gracias al
despliegue de Fuerzas Armadas en territorio japonés. Sin embargo, una de las
16
Fukuyama, Francis. Hacia una nueva visión de Asia. Foreign Affairs en Español, Enero/
Marzo, 2005.
9
consecuencias de la crisis nuclear norcoreana, fue que Japón empezara a
considerar la posibilidad de modernizar las fuerzas armadas de defensa, revisando
el Artículo 9 de su Constitución de post guerra que inhibe la opción de la guerra
ofensiva.
Esta actitud no está mal vista por Estados Unidos, pero sí por sus vecinos,
China, Corea del Norte y Corea del Sur, quienes no desean un Japón fuerte e
independiente.
Por su parte, Corea del Sur, si bien ha sido un aliado estadounidense después
de la guerra de Corea, hoy en día con el advenimiento de gobiernos de centro
izquierda como lo son Kim Dae Jung y Roh Moo Hyun, las relaciones se han vuelto
tirantes. Las nuevas generaciones estiman que Estados Unidos es más amenazante
que el propio Kim Yong Il y aspiran a una verdadera reconciliación con Corea del
Norte.
Más allá de esto, la alianza surcoreana- estadounidense sigue pareciendo
fuerte, al menos en la superficie. Un indicador de esta postura es el envío de tropas
a Irak por parte de Roh Moo Hyun, en demostración de su compromiso.
Si se toma en consideración la relación entre Estados Unidos y Corea del
Norte, puede decirse que, adoptando una postura desafiante, pero no por eso
activa, de rehusar ceder ante el chantaje norcoreano, la administración Bush
persigue como objetivo que otras naciones tomen la iniciativa en Corea, más allá
de que continúa sosteniendo una línea dura con Pyongyang.
Igualmente, esta inactividad momentánea no significa pasividad; implementar
una estrategia de cambio de régimen en Corea del Norte es una alternativa que no
debe descartarse, pero es de por sí, difícil.
Además de las relaciones directas entre Estados Unidos y los países asiáticos,
las vinculaciones que los mismos tienen entre sí, también condicionan o afectan el
accionar norteamericano. Es por eso que a continuación, enunciaré brevemente
algunos incidentes recientes que han sacado a la luz, conflictos latentes.
Las cuestiones de seguridad son un punto de tensión en las relaciones entre
Japón y Corea del Sur y podría iniciar una carrera armamentista. Según algunos
analistas17, ante el supuesto caso de una unificación entre ambas Coreas, las
Fuerzas Armadas en conjunto llegarán a ser casi diez veces el tamaño de las de
Japón. Asimismo, el riesgo para Japón se incrementa con el factor adicional de las
armas nucleares en Corea del Norte y la incertidumbre de qué sería de ellas con
una Corea unida.
17
Francis Fukuyama es uno de ellos.
10
Por otro lado, la situación de Taiwán a partir de la decisión de China de la
utilización o no de la fuerza para recuperar su provincia, las tensiones entre Japón
y China por la supremacía regional y las pasiones nacionalistas, la inestabilidad
política de Filipinas junto con su rivalidad con China y Vietman por los recursos del
sur del mar de China, han planteado situaciones de conflicto concretas o
potenciales que hacen que la paz asiática se vea amenazada.
Si esto fuera de otro modo, no se comprendería el gran rearme en la región el
cual se ve fomentado por la creciente oferta mundial de armamentos a precios
relativamente bajos y el nuevo poder adquisitivo de estos países, gracias a su
formidable crecimiento económico. De las grandes carreras armamentísticas en
curso en el mundo, al menos tres se desarrollan en el área: entre Corea del Norte
y del Sur, entre China y Taiwán y entre la India y Pakistán. Pero además de estas
carreras, hay un notable rearmamento de naciones individuales: si Corea del Norte
aumentó entre 1985 y 1991 un 16% anual sus gastos militares, Corea del Sur en
un 28% y Taiwán en un 25 %, Tailandia lo hizo en un 12%, Malasia en un 23%,
Filipinas en un 26% y Singapur en un 31%. El campeón del rearmamentismo en la
región es China, que en el mismo período aumentó su gasto militar en un 60%
anual.18
Desde mi perspectiva, considero que Asia del Este está lejos de reducir su
fervor nacionalista y una de las causas de ello son las deficiencias en los canales de
comunicación acentuadas por la carencia de instituciones internacionales que den
un marco adecuado para sus relaciones. En este sentido, puede observarse una
diferencia notable con Europa o con los países del Atlántico.
A diferencia de Europa, Asia carece de fuertes instituciones políticas
multilaterales. Europa tiene la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado
del Atlántico Norte (OTAN), y también grupos como la Organización de Cooperación
y Seguridad de Europa y el Consejo de Europa. Los únicos homólogos de Asia son
la ANSEA, el Foro Regional de la ANSEA en asuntos de seguridad y el mecanismo
de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que son organismos mucho más
débiles. La ANSEA no incluye a China ni a los más importantes países del Noreste
Asiático, y el APEC no es más que una entidad consultiva. La seguridad de Asia no
está garantizada por tratados multilaterales, sino por un conjunto de relaciones
18
Piñeiro Iñiguez, Carlos. La Flecha Amarilla. Hong Kong- China y el nuevo equilibrio político
en Lejano Oriente. ISEN. Editorial Nuevo Hacer. Grupo Editor Latinoamericano. Buenos Aires,
1998. Pág. 286/ 7.
11
bilaterales cuyo centro está en Washington, en especial el Tratado de Seguridad
Estados Unidos-Japón y la relación Estados Unidos-Corea del Sur19.
En este escenario, es altamente probable que Estados Unidos
implemente
una política exterior precavida de manejo de crisis, donde la crisis norcoreana
encierra riesgos de escalar hasta un conflicto nuclear.
Sistema Regional
II.
En este segundo apartado se detallará el sistema regional que funciona como
marco directo de Corea del Norte, abordando las relaciones de este país con sus
vecinos: China, Corea del Sur, Japón y Rusia,
debido a
que estos vínculos
resultan clave para entender la inclinación del gobierno de Pyongyang hacia el
rearme nuclear20.
China frente a la crisis norcoreana
A continuación analizaré la postura que toma China en la crisis nuclear de
Corea del Norte, considerando apropiado plantear previamente, aunque de forma
acotada los pilares teóricos de la política exterior de China con respecto al mundo y
a la región.
De acuerdo al XVI Congreso Nacional del Partido Comunista de China, Beijing
define a la salvaguardia de la paz mundial y a la promoción del desarrollo común,
como los objetivos básicos de la política exterior del país en pos de su
independencia, soberanía e integridad territorial. Esta política se afianza en los
siguientes principios:
1. China persiste siempre en el principio de la independencia y la
autodeterminación.
19
Fukuyama, Francis. Op. Cit.
20
Además, se observará cómo los cambios que se produjeron en las relaciones entre los
actores, influyeron en la decisión de Kim Jong Il, de inclinarse hacia un programa nuclear.
12
2. China se opone a la hegemonía y favorece la salvaguarda de la paz
mundial.
3. China promueve con dinamismo el establecimiento de un nuevo orden
político y económico internacional justo y racional.
4. China quiere establecer y desarrollar relaciones amistosas y cooperativas
con todos los países, basándose en los cinco principios de la coexistencia
pacífica, es decir, respeto mutuo a la soberanía y la integridad territorial,
no agresión, no intervención en los asuntos internos de un país por parte
del otro, igualdad y beneficio recíproco, y coexistencia pacífica.
5. China pone en práctica de manera omnidireccional la política de apertura
al exterior y está dispuesta a desarrollar ampliamente los intercambios
comerciales, la cooperación económica y tecnológica y los intercambios
científicos y culturales con todos los países y regiones del mundo, sobre la
base de los principios de igualdad y beneficio mutuo, con el fin de
promover la prosperidad común.
6. China participa con dinamismo las actividades diplomáticas multilaterales
y constituye una fuerza firme en la salvaguardia de la paz mundial y la
estabilidad regional.21
Como parte de una estrategia oficial de reconciliación con el mundo después
de los revolucionarios tiempos de Mao, el gobierno chino optó por una actitud
conocida como “diplomacia de la sonrisa”. Esto significa que desean mantener
buenas relaciones con los diferentes países porque la paz y la estabilidad favorecen
su interés nacional que es lograr beneficios económicos, inalcanzables en
coyunturas conflictivas.
Los postulados anteriormente mencionados dan cuenta de ello, sin embargo
no coinciden exactamente con los hechos. Desde siempre, China se ha sentido una
civilización superior en comparación con las culturas de su entorno y por lo tanto,
asume con naturalidad su derecho a ejercer influencia. Tal es así que el despliegue
militar frente a Taiwán y el deseo de algunos integrantes del gobierno de tomar
esa isla por la fuerza, es contradictorio con
el principio de independencia y
autodeterminación que ellos mismos promueven.
Por otro lado, es importante destacar que China generalmente, ha sido
renuente a participar en organismos multinacionales (salvo excepciones como el
ingreso a la OMC) y ha privilegiado el trato bilateral.
21
Luo Yuanjun. Política Exterior Fundamental de China. China Express. Editorial Nueva
Estrella. China, 2004. Pág. 5.
13
Con respecto al Nordeste Asiático en particular, el gobierno chino aspira a la
disminución de la presencia militar extranjera, evitar el colapso de Corea del Norte
como así también, una unificación conflictiva e incrementar sus lazos con Corea del
Sur, con el objetivo último de consolidar su posición en la región.
La relación estructural entre Corea del Norte y China, y en especial aquélla
iniciada después de la Segunda Guerra Mundial, encuentra lazos de carácter
mayoritariamente
amistoso
y
cooperativo,
propio
de
dos
estados
vecinos
involucrados en el mismo Bloque Comunista durante la Guerra Fría. Indicadores de
dicha coordinación de políticas exteriores se observan en Tratados de largo
alcance22, algunos de los cuales aún continúan vigentes.
Sin embargo, durante la década del ochenta la decisión de China de llevar a
cabo sus reformas y su progresivo acercamiento a Corea del Sur y Estados Unidos
provocaron que
Pyongyang, perciba una situación regional peligrosa para su
seguridad por lo que optó por fomentar su propia defensa mediante un programa
de desarrollo nuclear. Esta política se vio paralizada a principios de la década del
noventa con la firma de tratados23 vinculados al desarme. No obstante, la idea
inicial volvió a tener lugar en Octubre de 2002, cuando el Gobierno de Kim Jong Il
admitió que había reanudado su programa atómico.
A mediados de 2003, una vez finalizadas las acciones militares en la guerra
de Irak, China manifestó su voluntad para ejercer sus buenos oficios y acercar a
los gobiernos de Washington y Pyongyang a la mesa de negociaciones24.
Esta actitud es coherente con los intereses que este país tiene sobre la región
y con la postura que está dispuesta a asumir en el conflicto. En un primer lugar,
puede decirse que construir una posición preferencial en la península es una
cuestión de fundamental importancia para China desde le punto de vista
estratégico, debido al factor geográfico, la interdependencia económica, los lazos
políticos y al temor o incertidumbre sobre el papel que adoptarían Japón y Rusia
22
El ejemplo significativo fue el Tratado de Amistad y Cooperación, firmado en 1961, un
pacto asimétrico de seguridad con el objetivo de protegerse de posibles intervenciones de
Estados Unidos y Corea del Sur.
23
En 1992, Corea del Norte, China, Corea del Sur y Estados Unidos firman la Declaración
Conjunta sobre Desnuclearización de la Península, a fin de evitar un conflicto bélico. Ello
brindó un instrumento jurídico y un marco para el compromiso entre las partes sobre el que
se apoyó la firma del acuerdo bilateral entre Corea del Norte y Estados Unidos, dos años
después. Este último tuvo como resultado la creación de la KEDO (Korean Energy
Development Organization), mecanismo tendiente a disminuir las fricciones en la región,
preservar la paz, a cambio de la provisión de energía y ayuda económica. Asimismo y como
resultado de todo este proceso, Corea del Norte se adhirió al Tratado de No Proliferación
Nuclear.
24
Un indicador de esta postura es su ofrecimiento para ser sede de las conversaciones
multilaterales en Septiembre de 2003.
14
ante una eventual unificación coreana. Es por eso, que participa como actor
relevante en las negociaciones.
Por otro lado, la posición china consiste en contribuir en el proceso de
integración inter- coreana para que sea por etapas y no de forma apresurada. En
este sentido, las políticas propuestas por Kim Dae Jung denominadas sunshine
policy y las desarrolladas por su homólogo Roh Moo Huyn son funcionales a ese
objetivo porque una unificación acelerada podría generar efectos sociales y
económicos negativos para la región y para China y Corea del Sur, en particular.
Otra cuestión que interesa a China es evitar el colapso del régimen de
Pyongyang y la desintegración de Corea del Norte como Estado Nación.
Finalmente, China pone especial entusiasmo en profundizar sus vínculos con
Corea del Sur, debido a los potenciales réditos económicos, siendo China su
principal socio comercial y habiéndose multiplicado los créditos y las inversiones.
Según mi criterio, el programa nuclear norcoreano no es percibido por China
como una amenaza, gracias a la auspiciosa relación histórica entre ambos países.
Es por eso que no tiene un lugar prioritario en las relaciones con Pyongyang, como
sí lo tienen las cuestiones anteriormente mencionadas y los subproductos de una
eventual escalada en el conflicto, como lo es el flujo de refugiados. Ante la
existencia de tres provincias nororientales pobladas considerablemente por
norcoreanos étnicos y de unos 200.000 residentes ilegales procedentes de la
República Popular Democrática de Corea, toda entrada masiva de refugiados
provocaría inestabilidad tanto socio- económica como política en el país del
centro25.
Sin embargo, toda la escalada en la crisis, llevaría a una nuclearización por
parte de Corea del Sur y Japón o, en el peor de los casos, a una guerra, lo que
afectaría en última instancia la seguridad de China. En este sentido, el programa
nuclear la perjudica.
Como consecuencia, China presenta un accionar pendular que oscila entre las
presiones para la finalización del Programa Nuclear norcoreano, en pos de
garantizar la paz en la región y la retirada de las tropas estadounidenses y, la
asistencia económica y financiera que la aleje del colapso y la acerque hacia el
camino de la unificación con Corea del Sur.
25
Malena, Jorge E. Análisis del papel de la República Popular China en la controversia de la
península coreana. En Mera, Carolina (comp.). Estudios coreanos en América Latina.
Ediciones Al Margen. La Plata, Buenos Aires. 1º Edición, Agosto de 2004. Pág. 419.
15
Es por eso, que no es coherente esperar que China sea parte de una política
de contención contra Corea del Norte propuesta por Estados Unidos ni de una
estrategia de sanciones colectivas promovida por la ONU. Desde una perspectiva a
largo plazo, entre sus objetivos cuenta apoyar un escenario de reunificación que
consolide a Seúl como centro político y evitar un nuevo escenario que consolide la
posición dominante de Estados Unidos en la subregión26.
Esta estrategia ambivalente genera desconfianza por parte del gobierno de
Corea del Norte el cual percibe que sus intereses sólo pueden ser resguardados a
partir de un aumento de su poder militar.
Corea del Sur frente a la crisis norcoreana
Al evaluar las relaciones entre ambas Coreas, es importante resaltar que, si
bien la raíz común es real y unificadora, las similitudes intrínsecas han sido
distorsionadas por sistemas políticos antagónicos y un marcado hermetismo. Éstas
son circunstancias que las han alejado por generaciones e implantado el temor en
ambas sociedades a través de la sistemática radicalización del discurso e incluso, la
politización en espacios académicos.
Los confines del Siglo XX encuentran relaciones diplomáticas en pleno proceso
de transición, lo cual sólo permite identificar tendencias en el modo en que ambos
actores deciden vincularse. Si bien es posible percibir intenciones de acercamiento
y cooperación, el proceso se muestra lento y cauteloso.
Corea del Sur es el país directamente más afectado por la crisis nuclear
norcoreana. Sin embargo, los líderes de Seúl no han considerado a esta cuestión
como la más importante en su agenda con Corea del Norte. Probablemente, la
reconciliación inter- coreana sí lo sea, por tratarse de un arma estratégica del
quehacer político surcoreano, coherente con su interés de conducir el intercambio
sin presiones e injerencias norteamericanas, evitando los peligros de una guerra en
el territorio peninsular27. Tal es así, que el presidente surcoreano Kim Dae Jung
diseñó una nueva forma de vinculación con el Norte orientada al acercamiento y a
26
Cesarín, Sergio. Migrantes, emigrados o refugiados. Las comunidades norcoreanas en
China y Japón y su papel como sostén financiero del régimen. IDICSO. Documento de
Trabajo Nº 13, Diciembre de 2003. Pág. 29.
27
Ariosa Pérez. República Popular Democrática de Corea: síntesis valorativa. En Mera,
Carolina (comp.). Estudios coreanos en América Latina. Ediciones Al Margen. La Plata,
Buenos Aires. 1º Edición, Agosto de 2004. Pág. 367.
16
la búsqueda de aspectos comunes en un marco de cooperación por parte del Sur,
flexibilidad y beneficios mutuos. Esta política fue conocida como sunshine policy28.
Esta reconciliación comenzó a concretarse en 1999, cuando el gobierno de
Corea del Sur precedido por Kim Dae Jung, recibió una propuesta de Corea del
Norte para abrir un diálogo político de alto nivel con el objetivo de lograr una
reunificación nacional fundamentada, en un principio, en intercambios, cooperación
y reunificación de familias separadas29. Este proceso se materializó en junio de
2000 a partir de la cumbre inter- coreana celebrada entre Kim Jong Il y Kim Dae
Jung, la cual abrió paso al fin de las hostilidades entre ambos estados.
La elección de
Roh Moo Hyun, candidato por el
Partido Democrático del
Milenio (PDM), en diciembre de 2002, no supuso grandes cambios en la agenda de
política exterior con respecto a Corea del Norte. Sin embargo, el nuevo presidente
tuvo que hacer frente a dos situaciones adversas que lo llevaron a modificar su
postura con respecto a la crisis nuclear norcoreana: a)- su base de poder era débil
dado que los sufragios se produjeron en un contexto interno inestable y agitado
ideológicamente por grupos de presión que deseaban su destitución y b)consecuencias económicas negativas a partir de su actitud neutral frente al
conflicto y su incredulidad con respecto al programa nuclear El Moody´s Investors
Service rebajó la perspectiva de crédito de Corea del Sur en dos unidades, de
positiva a negativa, citando específicamente la crisis nuclear de Corea del Norte;
los recortes en los índices se acompañaron en una caída significativa de la bolsa
surcoreana, un descenso abrupto de la inversión directa exterior y un máximo en
los costes de préstamos30.
Ante este escenario, Roh Moo Hyun deseó ser percibido como socio de
Washington y restaurar la confianza pública en su mandato, como así también
tranquilizar a las comunidades financieras e industriales, tanto nacionales como
internacionales.
Por ese motivo, el gobierno surcoreano se encontró en una disyuntiva entre la
continuidad de la estrategia del sunshine policy de su antecesor, favoreciendo los
vínculos cooperativos con su vecina del norte y la necesidad de mantener
28
Política de la mano tendida cuyo fin es prevenir activamente un desmoronamiento del
Norte, que pudiera provocar un éxodo de millones de refugiados hacia el Sur, y
consecuentemente, un deterioro en su economía.
29
Como gesto de buena voluntad, Corea del Sur puso en libertad a Woo Yong Gak, un
ciudadano norcoreano acusado de espionaje y encarcelado cuarenta años atrás.
30
Ferguson, Joseph P. y Eberstadt, Nicholas. La pesadilla norcoreana. Weekly Standard. Vol.
9, Nº 47, 30 de Agosto de 2004. Disponible en www.gees.org.
17
relaciones estables con Washington para que su gobierno gane credibilidad
internacional.
La decisión fue entonces, maniobrar entre ambas políticas. Por un lado, se
mantuvieron los mismos lineamientos de la administración anterior, manifestados
simbólicamente con la reapertura de las vías de comunicación terrestres por
carretera y ferrocarril entre los dos estados (retirando previamente, las minas que
yacían en el territorio de la zona desmilitarizada desde el fin de la guerra civil en
1953)
y el envío de más de 600 atletas a participar en los juegos asiáticos de
Pusan31. Por otro, la administración surcoreana envió tropas a Irak, con el objetivo
de que su alianza con Estados Unidos sea percibida como sana y creíble.
En el presente, Roh Moo Hyun
se ha inclinado abiertamente por la vía del
diálogo en el conflicto, postura aceptada por la población de su país. No en vano,
en febrero se había reabierto la frontera terrestre entre las dos Coreas, después de
que hubiera permanecido cerrada durante cinco décadas32. Sin embargo, en el
gobierno de Pyongyang prima la incertidumbre con respecto a las condiciones de
una reunificación. El temor a repetir la experiencia de los dirigentes del partido
comunista de Alemania Oriental quienes vieron a su estado sucumbir frente a
Occidente, hace que se incline por políticas radicales.
Dadas estas circunstancias, es altamente probable que Corea Norte resista
una rendición sin condiciones y
mantenga un ejército de gran tamaño33,
inclinándose por un programa nuclear como instrumento de negociación, con la
esperanza de que esa fuerza, sea garante de la supervivencia del régimen.
Japón frente a la crisis norcoreana
El rol que desempeña Japón en la crisis nuclear norcoreana como así
también
sus
planteamientos
y
comportamientos
no
podría
comprenderse
totalmente si obviamos referirnos a un marco temporal más amplio en sus
relaciones. Los vínculos entre ambos países están marcados por dos hechos de
primaria importancia, la ocupación japonesa de la Península Coreana y la Segunda
Guerra Mundial34.
31
Primera intervención de Corea del Norte en una competencia deportiva internacional en
Corea del Sur.
32
Editorial Barsa Planeta, inc. Libro del Año 2003. Editorial Barsa Planeta, inc. Estados
Unidos, 2003. Pág. 261.
33
Para ampliar la información se recomienda dirigirse al Anexo III, punto A: Capacidad
Militar de Corea del Sur y de Corea del Norte (2002 - 2003).
34
Abad Quintanal, Gracia. El papel de Japón en la crisis de Corea del Norte. UNISCI
Discussion Papers. Mayo de 2003.
18
La ocupación por parte del Imperio japonés de la península desde 1910
hasta 1945, llenó de rencores y recelos a Corea del Norte, de aquí su posición
como demandante de compensaciones por el daño ocasionado. Por su parte, en el
contexto de la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial, la liberación de la
península por los aliados (Estados Unidos a Corea del Sur y la U.R.S.S. a Corea del
Norte) determinó una situación de conflicto a comienzos de la Guerra Fría,
plasmando diferencias difícilmente subsanables.
La situación de deudor por parte de Japón después de la Segunda Guerra
Mundial lo colocó en una posición de dependencia con respecto a Estados Unidos,
por lo tanto, se alineó significativamente a sus políticas.
No
obstante,
Japón
intentó
a
partir
de
los
años
setenta,
fomentar
intercambios no oficiales con Norcorea, impulsados por fuerzas de izquierda de
círculos intelectuales. Además, comenzó a prevalecer la idea de que una política
desigual en relación a las dos Coreas podría resultar perjudicial, en última instancia,
para el propio Japón. En este contexto, Japón puso en marcha un conjunto de
acciones destinadas a normalizar sus vínculos diplomáticos con Pyongyang. Tal es
así, que en 1989 realizó una declaración en donde expresaba su arrepentimiento y
pesar por el período colonial.
Más allá de las intenciones de Japón, el rumbo de las relaciones entre ambos
actores estaría determinado por el comportamiento del régimen norcoreano y su
programa nuclear. Por lo tanto y a partir del lanzamiento en 1998 del misil Taepo
Dong 1 sobre el espacio aéreo japonés, este país va a adoptar una postura más
dura. La propia sociedad japonesa toma conciencia de esta circunstancia y buena
prueba de ello, son las informaciones que a partir de ese momento se van a poder
leer en los diarios de ese país, mucho más objetivas que en períodos anteriores y
en las que cobra cada vez más importancia el secuestro de ciudadanos japoneses
por Corea del Norte durante los años setenta y ochenta, del que también comienza
a existir plena conciencia y mayor información desde 199735.
A partir de aquí, Japón se alineó a la política de Clinton, la cual consistía en
persuadir a Pyongyang para que limitara sus actividades nucleares a cambio de
ayuda económica y asistencia humanitaria.
Hasta la llegada del actual Primer Ministro Junchiro Koizumi, las relaciones
estuvieron estancadas a causa de las, en su mayoría, inflexibles demandas de cada
una de las partes. Norcorea insistió en la necesidad de disculpas y compensaciones
35
Ídem nota anterior. Pág. 6.
19
por parte de Japón por el período colonial y Tokio reclamó información sobre los
ciudadanos japoneses secuestrados en Pyongyang.
Por su parte, Koizumi planteó la necesidad de un mayor involucramiento de su
país en la crisis nuclear norcoreana, actitud que el gobierno de Estados Unidos
apoyó por ser su vieja aspiración.
Las reales amenazas que el programa nuclear supone para Japón son
difícilmente comprobables, pero, son las percepciones que tiene su gobierno, las
que mueven su accionar. Es por eso que, ante el temor de un ataque sorpresivo de
Corea del Norte a Corea del Sur, que pudiera provocar una crisis económica y un
flujo importante de refugiados o bien, ante una escalada en la crisis que provocara
un potencial ataque norteamericano y una consecuente represalia de Norcorea
hacia Japón, es esperable que Tokio reafirme su compromiso con Washington en
materia de seguridad36.
Siguiendo la lógica de la política de involucramiento, el 17 de septiembre de
2002, Koizumi se reunió con Kim Jong Il en Pyongyang (previa aceptación por parte
de los gobiernos de Estados Unidos y Corea del Sur) con el fin de firmar una
declaración que planteara los lineamientos deseables para regular sus futuras
relaciones.
La
denominada
Declaración
de
Pyongyang37
esgrime
los
siguientes
compromisos:
1. Compromiso japonés de brindar ayuda en materia económica a Corea del
Norte una vez que el proceso de normalización de sus relaciones estuviera
en marcha.
2. Acuerdo en la necesidad de diálogo para resolver los problemas de
seguridad como el programa nuclear y el de misiles balísticos.
3. Reconocimiento japonés de los abusos cometidos durante la época de la
colonia.
4. Cumplimiento de ambas partes del derecho internacional y renuncia a las
acciones que pudieran amenazar la seguridad de la otra parte.
5. Compromiso de acatamiento de todos los acuerdos internacionales
relacionados con cuestiones nucleares.
36
El problema se plantearía en el ceno de la clase política japonesa ya que un sector
considera apropiado que Japón posea su propio programa de armas nucleares, mientras que
otro, impulsado por el recuerdo de Hiroshima y Nagasaki, abogan por la desnuclearización y
la paz.
37
Si se quiere observar el texto completo, se recomienda el Anexo VI.
20
6. Expresión de Corea del Norte de su deseo de prolongar la moratoria de
lanzamiento de misiles más allá del año 2003.
7. Cooperación en el mantenimiento y fortalecimiento de la paz y estabilidad
en la región.
Tomando en cuenta que en unas semanas esta Declaración quedaría en el
olvido ante el reconocimiento de Corea del Norte de su programa nuclear, es dable
recordar que para Japón la misma era muy importante ya que el incumplimiento
implica una enorme amenaza para ese país.
La actitud de Pyongyang sumada a los ciudadanos secuestrados y al envío de
barcos espías a Japón, facilitó nuevamente que Tokio adoptara la misma línea dura
de Washington, suspendiendo la ayuda económica o financiera hasta lograr signos
concretos de desmantelamiento del programa nuclear norcoreano.
Como Corea del Norte supone una amenaza a su seguridad, Japón busca
dotarse de los medios militares necesarios para defenderse38. Así, ya en diciembre
de 1999, Mikio Auki, Secretario del Jefe de Gabinete, señalaba la posibilidad de
diseñar un sistema de defensa de misiles. A tal efecto, se iban a poner en marcha
los procesos legales y operativos necesarios39.
El gobierno de Tokio considera que Corea de Norte está cometiendo un error
al insistir en que tiene en su poder potenciales armas nucleares para asegurar la
supervivencia del régimen o para posicionarse favorablemente en las negociaciones
con Estados Unidos ya que esta vez no obtendrá los mismo resultados de la crisis
de los noventa. Tanto Bush como Koizumi, coincidieron en que no cederían a este
tipo de presión.
Asimismo, y más allá de endurecer su política exterior con Pyongyang, este
país está promoviendo la prohibición de exportar a Corea de Norte materiales que
pudieran ser utilizados en la fabricación de armas nucleares.
La postura de Japón descripta hasta el momento, da cuenta de su voluntad de
ganar una mayor autonomía en cuestiones de seguridad y defensa (máxime cuando
tiene motivos para sentirse amenazado) y de sus aspiraciones por adquirir mayor
protagonismo en la arena internacional. Sin embargo, es importante tener en
cuenta que un Japón remilitarizado puede convertirse en el motor de una crisis
armamentista en la región.
38
Más allá de que priorice una solución negociada del conflicto con un formato multilateral
de seis partes, las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y el mismo Japón.
39
Funabashi, Yoichi. Japan´s diplomacy in critical test. En Asahi Shimbum, 7 de enero de
2003. Disponible en http://worldpress.org
21
Rusia frente a la crisis norcoreana
A lo largo de la historia, Rusia ha visto disminuir su preponderancia en la
Península Coreana. En la Guerra de Corea, desempeñó un papel fundamental y a
finales de la década del ochenta, Pyongyang era uno de los mayores importadores
de tecnología militar soviética. No obstante, cuando Moscú restableció sus
relaciones con Seúl en 1990, la desconfianza comenzó a reinar en el gobierno
norcoreano.
Ya con el desmembramiento de la U.R.S.S., los contactos entre ambos países
se vieron reducidos notablemente y se acentuó una nueva barrera ideológica,
cuando Boris Yeltsin otorgó prioridad a sus relaciones con Seúl en perjuicio (desde
la perspectiva norcoreana) de Pyongyang, considerando esta actitud como una
traición.
Más allá de que los asuntos coreanos no han sido un tema central en la
agenda de política exterior rusa, con la llegada de Putin al poder, volvieron a tener
trascendencia debido a considerarlos como relevantes para su interés nacional.
En la crisis nuclear de Corea del Norte, Rusia juega un papel activo, sin
embargo existe por parte de Pyongyang una percepción de irrelevancia de Moscú
en su auto asignado papel de mediador.
Esto se debe a que, si bien la presencia soviética presenta una tradicional
importancia en Extremo Oriente, su vocación euroasiática se ve disminuida porque
carece de los recursos económicos necesarios como para contrarrestar la influencia
norteamericana en la región.
Si
bien
Pyongyang
ha
recibido
suministro
eléctrico
y
abastecimiento
alimenticio por parte de Rusia, estas cantidades no se asemejan al potencial
aprovisionamiento energético y alimentario que puede proveer Estados Unidos, si
lograra llegar a un pacto de no agresión con esa potencia.
Desde mi perspectiva existen dos factores que demuestran la débil posición de
Rusia en esta crisis: a) el tamaño de su economía40 en relación con otros actores
relevantes en la región le quita margen de maniobra a la hora de hacer valer sus
intereses y b) la actitud del propio Kim Jong Il, caracterizada por una fuerte
unilateralidad, que limita o inhabilita a Rusia como mediador ante el despliegue
norteamericano.
40
Según Augusto Soto, Rusia presenta un PBI de pequeño tamaño frente a los demás actores
de la región. Soto, Augusto. La débil posición de Rusia en la crisis con Corea del Norte. Real
Instituto Elcano, Abril 2003.
22
Más allá de esta situación, Rusia ha tratado de incrementar sus vínculos con el
norte y ha evitado pronunciarse críticamente sobre la cuestión, declarando la
inexistencia de evidencias concretas de intenciones agresivas por parte de
Pyongyang.41
III.
Situación al interior de Corea del Norte
Tanto como los cambios en el sistema internacional y en el sistema regional
han provocado en cierta medida, que el gobierno de Pyongyang optara por una
política de rearme nuclear, la situación al interior de Corea del Norte lo ha inclinado
en la misma dirección. Dentro de este apartado, describiré las distintas
dimensiones que, a mi criterio, determinaron el proceso de toma de decisiones en
ese país.
Dimensión geopolítica
Desde el punto de vista geopolítico, puede afirmarse que Corea del Norte
forma parte de un punto estratégico de particular importancia para los intereses de
Estados Unidos en la región del noreste de Asia, al limitar con China y Rusia,
formar parte de la Península de Corea junto a Corea del Sur y estar a un paso de
las costas japonesas con sólo atravesar el Mar de Japón.
Del mismo modo, lo es para China ya que la península conforma el territorio
extranjero que más cerca se encuentra de su capital, de su cordón de industrias
pesadas del área portuaria Tianjin- Dalian- Qingdao y de la zona del curso inferior
de Río Yangtsé.
Siguiendo esta línea de razonamiento, puede comprenderse que el reinicio del
Plan de Militarización Nuclear por parte del gobierno de Pyongyang significa altos
niveles de riesgo para la esfera de seguridad norteamericana, discriminada en la
seguridad de aliados regionales estratégicos como lo son Corea de Sur y Japón,
como sobre su propio territorio, ante el desarrollo de misiles de mediano y largo
alcance42.
41
Ariosa Pérez. Op. Cit.
La existencia de estos misiles aún no está comprobada. Corea del Norte solamente ha
ensayado con éxito el lanzamiento de misiles de corto y mediano alcance de aquí que son
éstos los que pueden serle atribuidos con certeza y no los de largo alcance. Malena, Jorge E.
Un análisis estratégico de la controversia en la Península Coreana. Consejo Argentino para
las Relaciones Internacionales (CARI). Junio, 2003. Sin embargo, la CIA, por su parte, afirma
que Corea del Norte tiene un misil capaz de alcanzar a Hawai y Costa Oeste de los Estados
Unidos.
42
23
A continuación presentaré
un mapa de la Península Coreana, donde puede
observarse claramente lo anteriormente expuesto como así también la ubicación de
las instalaciones nucleares, las principales ciudades, la presencia estadounidense
en Corea del Sur, los ejes de comunicación, entre otros datos relevantes.
Mapa de la Península Coreana
24
Dimensión política
Al analizar la dimensión política de Corea del Norte, es oportuno mencionar la
carga simbólica que representó el fallecimiento del ex presidente Kim Il Sung. A
partir de su muerte en 1994, el gobierno decretó tres años de luto y lo declaró
presidente honorario del país, proclamando la imposibilidad de nombrar a ninguna
otra persona para dicho cargo en el futuro. Asimismo, se instituyó un nuevo
calendario, el de la Era Zuche que se inicia en 1912, año en el que nació el “Gran
Líder”. Estas decisiones, además de estar orientadas a rendir un homenaje
póstumo, pretendían facilitar la asunción al poder de su hijo, Kim Jong Il,
fortaleciendo sus bases políticas, sin demasiadas reticencias.
A partir de 1995 asumió formalmente el cargo de comandante supremo del
ejército, presidente de la Comisión de Defensa Nacional y jefe del comité militar del
Partido de los Trabajadores Coreanos (PTC),
deberes que habían quedado
vacantes a la muerte de su padre.
En cuanto a la distribución partidaria se aprecia un bajo nivel de pluralidad y
un alto grado de disciplina. De esta manera, las expresiones y demandas sociales
se concentran en los lineamientos del Partido de los Trabajadores Coreanos (PTC),
principal organismo político, fundado en 1945 con definiciones marxista-leninistas;
en el Partido Social Demócrata de Corea y en el Partido Chindokio Chongu, unidos
al PTC en el Frente Nacional para la Reunificación de Corea, creado en junio de
1945; y por último en la Unión de la Juventud Trabajadora Socialista y en la Unión
de las Mujeres Democráticas43.
A diferencia de su padre, Kim Jong Il no es considerado un líder carismático
con autoridad personal absoluta. Tal es así, que para contener a los ideólogos del
PTC que se oponen a sus ideas reformistas, hizo una alianza con líderes militares
clave que hace tiempo están resentidos por el poder que tiene el partido y que,
tras la muerte del “Gran Líder”, vieron la oportunidad de fortalecer su posición en
la estructura de poder de Pyongyang. En la actualidad, las fuerzas armadas
necesitan a Kim Jong Il como símbolo legitimador de continuidad con la era de su
venerado padre. Pero, aunque finalmente Kim deje de ser útil, los militares
seguirán proveyendo la base para su sucesor44. De aquí se deduce la cultura
militarista del régimen y la tendencia del gobierno a considerar a la ofensiva
43
Página de Internet: www.espaniol.asinah.net
Harrison, Selig S. ¿Llegó el momento de abandonar Corea? Foreign Affairs en Español.
Mayo, 2001.
44
25
militar, como una opción factible para su supervivencia., siendo el ejército, la
fuerza rectora fundamental.
Como puede observarse, la política de Corea del Norte sirve a los intereses de
las élites, es por eso que desde una racionalidad estado-céntrica maligna, el
Programa Nuclear es coherente y adecuado, para promover una diplomacia de
crisis táctica a fin de lograr concesiones económicas de Estados Unidos y evitar su
intromisión en sus asuntos internos.
Dimensión Social
La dimensión social al interior de Corea del Norte es un indicador
notoriamente interesante a la hora de evaluar las motivaciones del gobierno de
Kim Jong Il para inclinarse hacia el rearme nuclear.
En este país la educación escolar de niños de 6 a 16 años de edad es de
carácter universal y obligatorio y la tasa de matriculación infantil es del 100%. Sin
embargo, puede apreciarse una disminución de las tasas de asistencia escolar,
debido a la desnutrición, las enfermedades de la infancia y la carencia de
calefacción en las escuelas45.
La crisis alimentaria padecida desde comienzos de los años noventa, ha sido
uno de los principales problemas que aquejan al régimen, ya que si bien, la
estabilidad política y la fidelidad del pueblo hacia su líder se mantienen, se han
incrementado de forma considerable, las solicitudes de asilo político en Corea del
Sur y las deserciones y cruces de la frontera hacia China.
La carencia crónica de alimentos, agravada por los desastres naturales, ha
tenido consecuencias directas en el estado de nutrición de la población. Un estudio
en el que participaron 3.965 niños y de diversas instituciones, que llevaron a cabo
el Programa Mundial de Alimentos y el gobierno, indicó que hasta el 33% de los
menores de siete años sufrían desnutrición entre moderada y grave. La encuesta
de nutrición que llevaron a cabo el gobierno y la comunidad internacional en 1998,
estableció que el 2% de la niñez de Corea sufrirá desnutrición grave. Sobre la base
de los datos demográficos disponibles, eso significa que unos 62.000 niños y niñas
están gravemente desnutridos46.
Según un informe especial de la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), la combinación de la escasa producción interna
de alimentos junto con la alimentación inapropiada y la creciente desigualdad en el
45
46
Datos sustraídos de la página de Internet de UNICEF, www.unicef.org/spanish.
Ídem nota anterior.
26
acceso a los alimentos por la disminución del poder adquisitivo produce que
aproximadamente 6,5 millones de habitantes sobre un total de 23 millones
dependan de la ayuda alimentaria internacional.
A partir de la hambruna, este país empezó a recibir ayuda por parte de
organismos multilaterales como el Programa Mundial de Alimentación de la ONU y
de Organizaciones No Gubernamentales como el World Vision International y
Médicos sin Fronteras. Asimismo, recibió asistencia desde el plano bilateral. China,
Japón, Corea del Sur y paradójicamente Estados Unidos, han contribuido para
hacer frente a la crisis alimentaria.
La muerte presumible de niños y ancianos puso de manifiesto la incapacidad
del gobierno norcoreano para abastecerse sin necesidad de ayuda o financiamiento
por parte de distintos países y organismos internacionales, punto vulnerable al
momento de plantear exigencias en la mesa de negociaciones.
Dimensión militar
El poder militar y la inversión en él, resulta sumamente curioso dentro de un
estado que priva de condiciones primarias al conjunto de la sociedad. De todas
maneras, y más allá de estas carencias, es sorprendente cómo Pyongyang ha
logrado adquirir un gran caudal militar a escala mundial, siendo sus capacidades
materiales el principal motor, a través del cual, pretende sobreponerse a las
presiones de Estados Unidos y a una región que percibe a esta dimensión como
principal causa desestabilizadora.
De acuerdo al Military Balance, Corea del Norte cuenta con el tercer ejército
del mundo en número de hombres (4.700.000 incluidas las fuerzas de reserva). En
los noventa ha desarrollado una sofisticada base científica aplicada a la producción
de armas químicas, biológicas y construido una fuerza misilística (ICBM, de tipo
convencional y con capacidad de portar cabezas nucleares) de carácter disuasivo
que, no solamente, pone en entredicho la seguridad de Japón, Corea del Sur y
otras Estados de la región47, sino parte del territorio norteamericano como las islas
de Hawai, en incluso, parte de su costa oeste.
Alcance presente y futuro de los misiles norcoreanos48
47
48
Cesarín, Sergio. Op. Cit. Pág. 18.
Fuente: www.defenselink.mil/pubs/prolif/ne_asia.html
27
El hecho de que el gobierno de Pyongyang sea poseedor de semejantes
capacidades militares, demuestra que su objetivo primordial es la búsqueda de
poder y no el bienestar de la población, más allá de que la seguridad sea condición
para dicho bienestar.
Dimensión económica
La conducción del Estado Norcoreano en manos de Kim Jong Il, ha arrojado y
agudizado señales de recesión49, propias de un país aislado, que no ha aplicado las
reformas necesarias, no sólo a nivel económico, sino también político, que generen
mejores perspectivas y bienestar a los ciudadanos.
49
Es importante destacar que no existen indicadores económicos certeros sobre Corea del
Norte, dado su marcado hermetismo.
28
Distintos analistas50 sostienen que los problemas que aquejan a Corea del
Norte no son producto de una crisis coyuntural. Si bien la caída de la U.R.S.S. (su
principal aliado y socio comercial), las inundaciones de 1995 y 1996 y las sequías
de 1997 y 2001, fueron factores que acentuaron la crisis, no puede afirmarse que
fueran las causas de la misma.
Un indicador de esta idea es que la involución económica de Corea del Norte
se inició mucho antes de la caída del Muro de Berlín, ya en 1984, había dejado de
pagar los intereses de la deuda externa y tres años más tarde entró en default.
Actualmente, se postula que la crisis tiene orígenes estructurales como lo es
el agotamiento, desde mediados de la década del noventa, de su economía
centralmente planificada y de su modelo de desarrollo autárquico. Esta crisis
estructural puede plantearse en cuatro sectores diferentes.
El primero es el industrial, el cual experimentó la caída más pronunciada en
comparación con los otros sectores económicos. Para 1998, la producción
manufacturera representaba solamente una cuarta parte de su nivel alcanzado diez
años atrás. Hacia 2002, el tamaño de la industria se redujo a la mitad comparado
con el nivel de finales de los años ochenta.51
La industria norcoreana frente a la surcoreana, presenta un nivel de atraso
considerable, ya que mantiene las plantas industriales china y soviética de la
Guerra Fría.
A pesar de esta situación, se han instalado en el país nuevas firmas
extranjeras gracias a las promesas del gobierno de Kim Yong Il de reformas
económicas graduales y apertura a inversiones externas. Asimismo, los bajos
costos laborales y las facilidades impositivas han sido un muy buen incentivo para
la recepción de inversiones extranjeras.
El segundo sector es el de
infraestructura, el cual experimentó a su vez,
grandes deterioros. La prioridad otorgada a los gastos militares, la dificultad en la
generación de divisas y la nula tasa de ahorro, provocan que la inversión en
reposición de capital productivo o en mejoras de infraestructura se mínima. Por
ejemplo, menos del 10% de las carreteras están pavimentadas y la red eléctrica es
rudimentaria.
50
Éste es el caso de José Luis León quien afirma esta hipótesis en su estudio: León, José
Luis. ¿Autosuficiencia, socialismo de mercado o ayuda económica? Los dilemas actuales de la
economía norcoreana. En Mera, Carolina (comp.). Estudios coreanos en América Latina.
Ediciones Al Margen. La Plata, Buenos Aires. 1º Edición, Agosto de 2004.
51
León José Luis. Op. Cit. Pág. 403.
29
El sector externo por su parte también presenta poco dinamismo. Como
abordé anteriormente, Corea del Norte había dejado de cumplir con sus
obligaciones en cuanto a la deuda externa a mediados de los años ochenta y su
balanza
de
pagos
ha
presentado
desequilibrios,
siendo
sus
importaciones
superiores a sus exportaciones52.
El último sector es el agrícola, el cual es de fundamental importancia para el
desarrollo del país. En los años noventa, Corea del Norte se vio afectada por una
grave crisis agrícola. Entre 1992 y 1997 el PBI sectorial cayó en el 30%. Si bien en
los años posteriores la agricultura experimentó cierta recuperación, sus niveles
productivos en 2002 seguían siendo menores que en 198953. En este sentido, el
gobierno de Kim Yong Il puso de manifiesto su incapacidad para garantizar las
necesidades básicas de la población.
Indicadores económicos principales54
1998
1999
2000
2001
2002
Crecimiento real del PBI
(%)
-1,1
6,2
1,3
3,7
1,2
Población (m)
21,9
22,1
22,2
22,3
22,4
Exportaciones
millones)
(U$S
644
597
708
826
1.007
Importaciones
millones)
(U$S
-1.170
-1.212
-1.686
-1.847
-1.895
Balanza
Com.
millones)
(U$S
-526
-615
-978
-1.021
-888
cambio
(won:
2,20
2,20
2,20
2,20
2,20
Tasa
de
promedio
U$S)
El interrogante que surge hasta aquí es de qué manera Corea del Norte
financia su desequilibrio en la balanza de pagos y su fabricación de armas de
destrucción masiva. La respuesta es compleja debido a que estos datos no se
52
Por año sus exportaciones alcanzan 1000 millones de dólares y sus importaciones 1800
millones de dólares. Fuente León, José Luis. Op. Cit. Pág. 404.
53
León, José Luis. Op. Cit. Pág. 402.
54
Tomado de The Economic Intelligence, 6 de Agosto de 2003, con datos de fuentes de
Corea del Sur, citado en: Cornejo, Romer. La posición de China frente a la situación de
Corea del Norte. En Mera, Carolina (comp.). Estudios coreanos en América Latina. Ediciones
Al Margen. La Plata, Buenos Aires. 1º Edición, Agosto de 2004.
30
conocen con exactitud. Sin embargo, es posible referirse a especulaciones
medianamente
documentadas
sobre
estas
cuestiones.
Los
mecanismos
de
financiamiento posibles serían la venta de armas, la falsificación de billetes, el
contrabando, la piratería, el tráfico de opio y metanfetaminas, las remesas
enviadas por norcoreanos que residen en países asiáticos, las donaciones
provenientes de organismos multinacionales y otros países.
Igualmente existen sectores de la economía que funcionan favorablemente
como es el caso del turismo gracias al Monte Kumgang. Éste es el proyecto más
ambicioso en lo que respecta a la inversión extranjera directa surcoreana. El
desarrollo turístico fue iniciado por la chaebol55 Hyundai quien desde 1999 a finales
de 2005 habrá abonado 1000 millones de dólares por el derecho de explotar ese
complejo turístico. El gobierno de Pyongyang recibe una comisión por cada turista
que ingresa a la zona (aproximadamente 180.000 por año), sin haber hecho
inversión alguna.
Si bien entre este Estado y la región existe asistencia económica financiera,
por un lado, proveniente desde China56, y por otro, a través de remesas por parte
de empresas trasnacionales y particulares, especialmente desde Japón, el país vive
una situación crítica en términos de recuperación en el corto o mediano plazo.
Otros
indicadores
de
su
raquítica
economía
se
observan
al
comparar
el
desenvolvimiento de su PBI con, por ejemplo, el de Corea del Sur, Estado que se
destaca ampliamente, al ser veinte veces superior al de Corea del Norte. Por otra
parte, al discriminar los destinos de dicho PBI, vemos cómo el gobierno de Corea
del Norte ha ponderado el gasto militar (31%)57, mientras que su vecino del Sur ha
privilegiado otros sectores de la economía como la industria y servicios, destinando
al gasto militar, sólo el 3%58.
En este escenario, la élite política busca sostener una economía, a través del
financiamiento externo, de las remesas enviadas por norcoreanos que residen en
55
Grupos de familias que se convirtieron en grandes conglomerados financieros gracias a la
política financiera del modelo desarrollista del gobierno surcoreano de Park Chung Hee
(1961-1979).
56
China ha sido históricamente el actor que más cercano ha estado a Corea de Norte en lo
que a ayuda económica y relaciones comerciales se refiere. Sin embargo, el presente
muestra que estas relaciones han disminuido drásticamente desde el fin de la Guerra Fría y
la entrada de China a formar parte de regímenes internacionales, circunstancia que, como
contrapartida, derivó en una evolución favorable para comercio con Corea de Sur.
57
Los gastos militares ascendieron en 2001 a 5.214 millones de dólares equivalentes al 31,3
por ciento del PBI norcoreano. Bustelo, Pablo. Estados Unidos y la crisis nuclear con Corea
del Norte: ¿falta de rumbo o rumbo de colisión? Real Instituto Elcano, Documentos de
Trabajo, Junio 2003.
58
Cesarín, Sergio. Op. Cit. Dic. de 2003. Pág. 13.
31
países asiáticos y del comercio exterior ilegal59 de insumos militares y/o nucleares,
que no satisface las necesidades primarias de los ciudadanos (conduciendo a la
sociedad a hambrunas y epidemias crónicas).
A mayores dificultades, mayor es la sensación de vulnerabilidad y, por lo
tanto, surge la necesidad de mejorar sus capacidades militares para disuadir a los
posibles enemigos y para mejorar su margen de maniobra, tanto para garantizar la
supervivencia del régimen como para lograr ayuda económica.
Su estrategia consiste, en consecuencia, en elevar al máximo las tensiones en
la Península Coreana para alcanzar una posición de negociación que le permita
obtener
facilidades
económico-
financieras,
intercambiando
seguridad
por
asistencia externa (alimentaria, energética, financiera, etc.).
IV.
Programa Nuclear de Corea del Norte
En el cuarto y último apartado describiré en primer lugar, los principales
sucesos ocurridos con antelación
a la crisis nuclear que tuvo sus orígenes en
octubre de 2002, ante una visita norteamericana a la Península.
En una segunda instancia, plantearé las negociaciones que se produjeron
durante la crisis para luego, abordar las distintas políticas que los actores
involucrados en el conflicto, han decidido implementar de acuerdo a sus intereses y
cómo estas diferencias entorpecen, aún más, el arribo a una solución.
Finalmente, analizaré el programa nuclear como decisión de política exterior
desde la perspectiva del Realismo Periférico, diferenciando los distintos actores a
los que una política exterior puede servir.
Antecedentes de la crisis actual
Para poder comprender de manera más acabada la crisis nuclear actual de
Corea del Norte, considero necesario describir algunos sucesos que se han
producido años atrás, ya sea de carácter cooperativo como conflictivo.
En primer lugar, en el mes de diciembre de 1991 se firmó el Acuerdo Básico
sobre reconciliación, no agresión e intercambio entre ambas Coreas. Asimismo, en
febrero de 1992, los dos países firmaron la Declaración Conjunta sobre
59
Uno de los principales receptores de los insumos militares son firmas japonesas, lo cual ha
provocado como consecuencia la cooperación de servicios de inteligencia entre Washington y
Tokio.
32
Desnuclearización en la Península de Corea. Estos acuerdos manifestaron un
progreso significativo en las relaciones entre los respectivos gobiernos60.
Por lo que respecta a la Declaración Conjunta, en ella se estipula entre otras
cosas, que ninguna de las dos partes debe fabricar, producir, poseer o utilizar
armas nucleares, y que debe establecerse una comisión conjunta de control
nuclear, con el mandato de llevar a cabo inspecciones para verificar que la
península de Corea está libre de armas nucleares. Un compromiso adicional
importante es la prohibición de la reelaboración de materiales nucleares y de las
instalaciones para el enriquecimiento de uranio.61
En 1992 Corea de Norte celebra también un acuerdo de salvaguardias con la
Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que la obliga a permitir la
realización de inspecciones dentro de su territorio.
No obstante, la aplicación de estos acuerdos se vio retrasada debido a la
escasa voluntad de Kim Jong Il para establecer un diálogo con su vecina y a su
falta de transparencia en lo referente a cuestiones nucleares.
Tal es así, que entre 1993 y 1994 se produjo la primera crisis nuclear, cuando
a partir de sospechas internacionales sobre la posesión no declarada de plutonio,
Corea del Norte rechazó las inspecciones que propuso la AIEA y amenazó con
abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear, al que se había adherido en
1985.
Esta crisis fue resuelta (por supuesto, de forma incompleta, de otra manera,
no se hubiera producido la crisis actual), gracias a la firma en octubre de 1994 en
Ginebra del Acuerdo Marco62 (Agreed Framework) entre Corea del Norte y Estados
Unidos.
La
importancia
principal
de
este
acuerdo
es
que
Pyongyang
se
comprometía a abandonar su programa nuclear a cambio de la construcción de dos
reactores nucleares de agua ligera para la generación de electricidad, como así
también de medio millón de toneladas de petróleo al año hasta la finalización del
primer reactor.
Para construir los reactores y encargarse del envío de petróleo, se creó en
1995,
un
Development
consorcio
internacional
Organization
(KEDO),
denominado
compuesto
Korean
por
Peninsula
trece
estados
Energy
pero
60
Las principales características de estos dos acuerdos se encuentran en el Anexo IV:
Características principales del Acuerdo Básico (1991) entre ambas Coreas y de la Declaración
Conjunta sobre la Desnuclearización en la Península (1992).
61
Seo- Hang Lee. El desarme la estabilidad en la península de Corea: una perspectiva desde
la República de Corea. Revista periódica de las Naciones Unidas, XVIII, 2, 1995. Pág. 142.
62
Para ampliar la información recomiendo dirigirse hacia el Anexo V: Acuerdo Marco
celebrado entre Corea del Norte y Estados Unidos.
33
fundamentalmente financiado por Tokio, Washington y Seúl. Asimismo, Estados
Unidos se comprometió a levantar progresivamente las sanciones económicas hacia
Corea del Norte.
A partir de ese momento, la administración Clinton comenzó a enfocarse en el
problema del desarrollo de misiles63 como así también su exportación a diversos
países como Pakistán, Libia, Egipto, Siria, Yemen e Irán.
Sin embargo, no logró celebrar ningún otro acuerdo como para regular esta
situación, antes de finalizar su mandato.
La nueva administración republicana con Bush en el poder y, a pesar de su
marcado escepticismo, en sus comienzos tenía buenas perspectivas con respecto al
programa nuclear norcoreano. Esta mirada optimista parecía tener grandes
fundamentos ya entre 1999 y octubre de 2002, las relaciones entre Pyongyang y la
comunidad internacional, atravesaron el más fructífero período desde el fin de la
Guerra de Corea.
La sunshine policy propuesta por Kim Dae Jung fue un indicador que fomentó
dicho optimismo. De la misma forma, la visita de la Secretario de Estado de
Estados Unidos Madelaine Albright a Pyongyang a fines del año 2000 y la del
Primer Ministro Japonés Koizumi con la firma de la Declaración de Pyongyang en
septiembre de 2002, son situaciones inimaginables tiempo atrás que dieron lugar a
un contexto aparentemente prometedor64. Tal es así, que ocho estados europeos
entre ellos Gran Bretaña, Italia y Alemania decidieron normalizar sus vínculos con
Norcorea.
Este escenario cambió sustancialmente cuando Kim Jong Il declaró que su
país estaba desarrollando un programa nuclear de enriquecimiento de uranio.
Desarrollo de la crisis
La crisis actual comienza en octubre de 2002, cuando tiene lugar una visita
del Secretario de Estado norteamericano adjunto para los asuntos de Asia Oriental
y Pacífico, James A Nelly, a Pyongyang. En la reunión entre ambos se plantearon
las sospechas, por parte de Estados Unidos, acerca de la existencia de un
63
La construcción de SCUB-B, SCUB-C, NO DONG, TAEPO DONG 1, TAEPO DONG 2, se
transformó en una cuestión que preocupó a Washington cuando Corea del Norte realizó una
prueba del TAEPO DONG 1, de tres fases, violando el espacio aéreo japonés antes de caer al
Océano Pacífico.
64
Ambas situaciones fueron de fundamental importancia ya que por primera vez un
funcionario norteamericano de tal alto nivel visita oficialmente Corea del Norte y por primera
vez también lo hizo, un Jefe de Estado japonés.
34
programa nuclear secreto para enriquecer uranio y para fabricar armas de
destrucción masiva.
En un primer momento, Kim Jong Il decide negar estas acusaciones pero días
más tarde acaba reconociendo la veracidad de las mismas, culpando a Estados
Unidos de haber sido ellos los primeros en violar el Acuerdo Marco, por no cumplir
con el suministro estable de combustible pactado y por su imposibilidad de
culminar en el lapso estipulado los reactores de agua ligera65. Por consiguiente,
Corea del Norte sostiene que el tratado de 1994 es nulo y defiende su principio
soberano de desarrollar energía molecular con fines pacíficos.
Corea de Norte hizo público ese reconocimiento en noviembre de ese mismo
año en la radio nacional, justificando su decisión en la amenaza de un ataque de
los “imperialistas norteamericanos”66.
El cambio de gobierno de Estados Unidos de Clinton a Bush, pudo haber
incomodado a Kim Jong Il. Es sabido que la estrategia de Clinton era mucho menos
provocativa y estaba basada en apoyar la sunshine policy, comenzar una
negociación sobre el programa de misiles e iniciar conversaciones a alto nivel67.
Por el contrario, la política de la administración Bush se fundamenta en la
crítica a la sunshine policy, freno a los impulsos de negociación promovidos por
Clinton, inclusión de Corea del Norte dentro de los siete países susceptibles a un
ataque preventivo y la colocación de este país en la lista de los llamados “Eje del
Mal”, junto a Irán e Irak.
En este escenario, Corea del Norte ha visto empeorar su margen de maniobra
y decidió inclinarse por hacer público su programa nuclear, confesión que fue en
parte forzada (ante las sospechas de la AIEA) y en parte deliberada (para ver si de
esta manera lograba mejorar su posicionamiento en la estructura de poder de la
región).
Las condiciones impuestas por Corea del Norte para abandonar su programa
son, por un lado, obtener garantías de que no existirá un ataque preventivo; un
pacto de no agresión y un tratado de paz; y por otro, un reconocimiento formal del
régimen por parte de Estados Unidos y Japón.
Ante esta situación, Estados Unidos suspendió definitivamente el suministro
de combustible, por lo que Corea del Norte, reactivó la central de Yongbyon,
65
Ariosa Pérez, José. Op. Cit. Pág. 368.
Frech, Howard W. Threats and Responses: Atomic Anxiety; North Korean Radio Asserts
Country Has Nuclear Arms. The New York Times, 18 de noviembre de 2002. Disponible en
http:\\query.nytimes.com.
67
Recuérdese la visita del General Jo a Washington en agosto de 2002 y de la Secretaria de
Defensa de Estado, Madailene Albright a Pyongyang en octubre de 2000.
66
35
expulsó a los inspectores de la AIEA y desactivó las cámaras de vigilancia del
organismo. Asimismo el 10 de enero de 2003, y pese a los requerimientos de la
AIEA, Corea del Norte denunció el Tratado de No Proliferación Nuclear68 .
El 12 de febrero la AIEA corroboró que Pyongyang había incumplido el
acuerdo de salvaguardias de 1992 y traspasó el seguimiento de la crisis al Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas69.
Posteriormente, Corea del Norte realizó dos pruebas de misiles en el Mar del
Este, finalizando con la moratoria acordada en la Declaración de Pyongyang.
Asimismo, en marzo de ese mismo año, cuatro aviones norcoreanos del tipo MIG
interceptaron a un avión RC-135 de reconocimiento norteamericano, que volaba en
espacio aéreo internacional a 240 kilómetros al este de la costa oriental de
Norcorea70.
En abril de 2003, se realizaron conversaciones entre Estados Unidos y Corea
del Norte auspiciadas por China, en Beijing. Las mismas fracasaron debido a que
fueron percibidas por Washington como objeto de especulación y porque las partes
presentaron intereses contrapuestos. Pyongyang exigía garantías de seguridad y
ayuda económica como condición necesaria para abandonar su programa y Estados
Unidos afirmó que no haría ninguna concesión hasta tanto Pyongyang no
desmantelara su programa nuclear de manera irrevocable y comprobable.
Frente a estas políticas se han sucedido conversaciones diplomáticas cuyos
objetivos (desde la posición norteamericana) han sido que Corea del Norte
suspenda su programa nuclear, encontrando, como producto de ellas, resultados
que poco han allanado el camino hacia la resolución del conflicto.
Por un lado, se observa a Corea del Norte endurecer su posición al advertir
que sólo una inmensa fuerza militar disuasoria norcoreana podría evitar la
guerra71. Esta actitud se respalda en la percepción que tiene Corea del Norte hacia
Estados Unidos. Considerando que
ni la opinión pública ni la ONU, pudieron
detener a Washington en sus intenciones de ir a la guerra en Irak,
Pyongyang
sugiere que ni siquiera firmar un tratado de no agresión con esa potencia, ayudaría
a evitar un enfrentamiento armado. Así, en un intento de aumentar la presión
68
Se recomienda ver Anexo VII, donde se encuentra la Declaración del gobierno de la
República Democrática Popular de Corea sobre su retiro del Tratado de No Proliferación de
Armas Nucleares.
69
Diario La Nación. Corea del Norte posee un misil que puede alcanzar los Estados Unidos.
Sección Exterior. 13 de Febrero de 2003.
70
La Nación. Otro desafío de Pyongyang: interceptó un avión espía. Sección Exterior, 4 de
Marzo de 2003.
71
El Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano afirmó que cualquier sanción que se le
imponga equivaldrá a una declaración de guerra.
36
sobre Estados Unidos en las negociaciones, Corea del Norte permitió a una
delegación extraoficial estadounidense recorrer su planta nuclear de Yongbyon, en
la que habría fabricado bombas atómicas72.
Por otro lado, Estados Unidos ha optado por la implementación del poder
blando que, expresado en negociaciones diplomáticas multilaterales (en las cuales
también participan Rusia, China, Japón y Corea del Sur) ha buscado alcanzar una
solución pacífica del conflicto, a través medios diversos como
consenso,
la
deslegitimación
internacional
del
gobierno
la presión, el
norcoreano
y
la
provocación de un mayor aislamiento de Corea del Norte.
Finalmente, puede decirse que el reconocimiento del programa nuclear por
parte de Corea del Norte, se ha convertido en un gran obstáculo en las
negociaciones tanto con Estados Unidos como con Japón, en el camino hacia la paz
y la retirada de los efectivos estadounidenses de Corea del Sur. Se observa, por lo
tanto, que Corea del Norte sin tener suficiente poder como para sentar las reglas
del juego, se niega a obedecer, proclamando sus derechos de poseer y disponer de
las armas nucleares.
Las divergencias entre los actores involucrados en la crisis
Considero importante explicar, de qué manera las diferentes percepciones de
los actores involucrados en el conflicto obstaculizan el arribo a una solución de la
crisis.
Ya hemos planteado las diversas posturas de China, Corea del Sur, Japón,
Rusia y Estados Unidos sobre el conflicto. Nos resta, entonces, evaluar hasta dónde
son complementarias y hasta dónde, excluyentes.
Por su parte, Estados Unidos tiende a considerar que Corea del Norte quiere
fabricar armas nucleares por motivos vinculados a la supervivencia del régimen.
Por el contrario, los países vecinos de Norcorea, entienden que el programa nuclear
es un instrumento de presión diplomática en las negociaciones para obtener
ventajas económicas o de otra índole de la comunidad internacional.
Estas diferencias de percepciones hasta aquí expuestas pueden considerarse
complementarias, ya que es factible que Corea del Norte esté buscando estos dos
objetivos.
72
Es la primera vez que inspectores occidentales supervisan centrales norcoreanas desde la
expulsión de los inspectores de la ONU en 2002. “Hemos mostrado nuestra fuerza de
disuasión nuclear”, dijo un vocero de la cancillería norcoreana citado por la agencia estatal
de noticias. La Nación. Corea del Norte abrió su planta nuclear. Sección Exterior, 11 de
Enero de 2004.
37
Sin embargo, existen otras diferencias, que son más difíciles de conciliar. En
lo que a las políticas de cada uno de los actores respecta, puede decirse que la
nueva estrategia de seguridad de Bush tiene como objetivo primordial terminar con
las tiranías, por lo que su deseo es hacer colapsar al régimen de Pyongyang. Más
aún, después de haber fracasado en las negociaciones, optó por políticas más
duras como el aislamiento y sanciones económicas. Por su parte, los demás
actores, a excepción de Japón, están en contra del derrumbamiento total del
estado comunista, debido a que si el régimen de Pyongyang colapsa, tanto China
como Corea del Sur se verán seriamente perjudicadas por el flujo de refugiados y
los problemas económicos, que aquello trae consigo.
Por otro lado, tanto Japón como Estados Unidos no descartan una solución
militar73, si sus territorios se encontraran en peligro inminente de un ataque de
misiles norcoreanos y si la diplomacia insiste en el fracaso. En este sentido, China y
Corea del Sur descartan completamente una opción nuclear por diferentes razones.
En primer lugar, China no se siente amenazada debido a que los vínculos históricos
de amistad que la unen a Pyongyang. En segundo lugar, no aceptaría un
involucramiento mayor de fuerzas norteamericanas en la región y finalmente, una
situación de guerra afectaría sus intereses económicos.
Corea del Sur, por su parte, desestima el enfrentamiento armado debido al
peligro que significa para su territorio y ciudadanos una represalia nuclear por
parte su vecino del norte.
En torno a la manera de negociar, existían importantes diferencias pero, en la
actualidad, las mismas se han erosionado al punto de alcanzar una opinión
compartida. Si bien Norcorea busca negociar bilateralmente con Estados Unidos,
éste último fomenta el involucramiento de todos los actores de la región. En un
principio, China, Japón y Corea del Sur no querían comprometerse pero finalmente
consideraron que esa actitud podría favorecer sus propios intereses.
Por su parte, Rusia busca utilizar la crisis para recuperar su anterior influencia
en
la
región,
consecuentemente,
desea
participar
activamente
en
las
negociaciones, buscando oportunidades que le permitan ganar protagonismo.
Programa nuclear: política de poder sin poder
73
El presidente Bush consideró el uso de la fuerza contra Corea del Norte como “última
alternativa”, si la vía diplomática no logra que Pyongyang deponga su programa nuclear. La
Nación. Refuerzo bélico por Corea del Norte. Sección Exterior, 5 de Marzo de 2003.
38
A continuación analizaré si el programa nuclear resulta un instrumento de
presión efectivo para lograr la supervivencia del régimen o para ser utilizado como
instrumento de negociación con Estados Unidos.
Teniendo en cuenta la complejidad del abordaje de esta cuestión, tomaré,
como advertí en un comienzo la teoría de las Relaciones Internacionales conocida
Realismo Periférico. A través de ella trataré de evaluar la política de Pyongyang.
Si consideramos a la estructura del sistema internacional como jerárquica74,
el régimen de Pyongyang ha hecho una errónea y arriesgada lectura de mismo.
Asombrado por la gran capacidad militar de Estados Unidos ha considerado que es
necesario aumentar la disuasión, razón por la cual (entre otras, como se ha visto
anteriormente) ha reconocido que dispone de armas nucleares. En su lógica, con
esta actitud, no está agravando su ya de por sí, delicada situación, sino que está
mostrando a Washington los riesgos que corre si éste decide atacarlo.
Sin embargo, la administración Bush hace tiempo que conoce estos hechos,
considerando la nueva postura norcoreana como un ejemplo más de su disposición
a seguir adelante en la dirección equivocada. Kim Jong Il estima que de esta
manera logrará reabrir las conversaciones bilaterales para finalmente, celebrar un
nuevo acuerdo que incluyera ayuda económica y pacto de no agresión.
Habiendo
analizado
la
lógica
de
los
acontecimientos,
considero
que
Washington no va a estar dispuesto a premiar el incumplimiento de tratados con
unas nuevas rondas negociadoras que coloquen al país que rompe las reglas en
una posición mejorada. Asimismo, si Estados Unidos aceptar un nuevo acuerdo,
estaría sentando un precedente peligroso para los demás estados, en donde la
especulación y el chantaje logran su cometido.
Más allá de esto, y en el supuesto caso de que el programa nuclear sirviera
como instrumento de negociación con Estados Unidos y como medio de poder para
la supervivencia del régimen, habría que evaluar que un argumento de este tipo
deja absolutamente al margen el tema de quién es el sujeto al que sirve el estado
norcoreano. Si como probablemente suceda, el sujeto que se ve beneficiado con
esta política es propio gobierno, entonces el valor de esta estrategia, ya sea grande
o pequeño, va a ser mucho mayor al de una estrategia que tenga como sujeto a la
población norcoreana.
Esto se debe a que el desafío a los intereses norteamericanos generará costos
muy altos en términos del bienestar social y el desarrollo económico. El sacrificio
74
Es cierto que existe anarquía en el sentido técnico del término entre las grandes potencias,
pero entre éstas y el resto de los países del mundo, que no participan en el establecimiento
de las reglas de juego, existe una jerarquía incipiente.
39
del bienestar ciudadano se da inadvertidamente por supuesto. No se comprende
siquiera remotamente que lo que tiene sentido cuando se da por supuesto este
sacrificio, deja de tener sentido si el bienestar ciudadano reina supremo como
prioridad para el Estado75.
La racionalidad que impulsa las acciones del gobierno de Pyongyang es del
tipo estado- céntrica ya que sirve a los intereses de la clase política en detrimento
del interés nacional. Esto explica la razón por la cual Corea del Norte arriesga el
bienestar de sus ciudadanos en el proceso de toma de decisiones.
A su vez, esta racionalidad en sí misma es maligna porque está obsesionada
con la búsqueda de aumentar su poder, objetivo que un estado empobrecido y
dependiente
no
debería
ambicionar,
si
eso
significa
desafiar
el
liderazgo
estadounidense.
Las transgresiones de las grandes potencias de occidente y de sus aliados
más importantes se pasarán por alto dado que son ellas mismas las que sientan las
reglas de juego internacional y las que se encargan de hacerlas cumplir, siendo que
raramente se encarga el policía de su propia represión76.
Pero, si esas trasgresiones son realizadas por estados que no cumplen esas
funciones y que no pertenecen a esos círculos, se vuelven contraproducentes para
el propio país. Los desafíos hacia Estados Unidos pueden traer a colación sanciones
económicas, aislamiento, represalias militares y por otro lado, percepciones
negativas
por
parte
de
instituciones
crediticias
e
inversiones
potenciales,
aumentando el riesgo país.
Estas situaciones definitivamente son negativas para el bienestar de la
población norcoreana y a largo plazo, también pueden ser negativas para el propio
régimen. A Kim Jong Il le será muy difícil mantener su gobierno en la extrema
pobreza y sobrevivir ante un eventual ataque militar norteamericano.
En este contexto, resta examinar qué papel juega China y los demás estados
de la región. China es la potencia regional dominante y Corea del Norte mantiene
hasta el momento, buenas relaciones con ella. Por lo tanto, podría sostenerse que
Pyongyang tiene un aliado poderoso que oficiará de garante de su seguridad si sus
políticas confrontacionistas tienen como resultado una represalia norteamericana.
Asimismo, como le interesa que el régimen norcoreano no colapse, le seguirá
brindando ayuda económica y humanitaria.
75
Escudé, Carlos. El realismo de los estados débiles. Op. Cit. Pág. 25.
Escudé, Carlos. Estado del mundo. Las nuevas reglas de la política internacional vista
desde el conosur. Op. Cit.
76
40
Sin embargo, el programa nuclear, comenzará a ser un problema para China
si el mismo provoca una carrera armamentista que empujase a Japón hacia la
reforma constitucional y el rearme, convirtiéndolo plenamente en una potencia
nuclear. China, al igual que Corea del Sur no pondrá en juego su seguridad para
apañar el régimen de Kim Jong Il.
A partir de lo expuesto anteriormente, es posible concluir que el gobierno de
Pyongyang ejerce una política de poder sin poder77, tratando de ganar autonomía y
margen de maniobra a través de actitudes confrontacionistas las cuales por el
contrario, consumen esa autonomía colocándolo en una situación menos ventajosa.
Por lo tanto, su programa nuclear no es un instrumento efectivo para posicionarse
de una mejor manera en las negociaciones con Estados Unidos ni para la
supervivencia del régimen.
77
Esta expresión fue acuñada por Carlos Escudé y se refiere a la errónea toma de decisiones
de política exterior por parte de un estado débil, vulnerable, empobrecido y dependiente, al
orientar sus esfuerzos exclusivamente a la búsqueda de seguridad y poder como objetivo
primario. Escudé considera que esa actitud se debe a una mala interpretación de las teorías
realistas clásicas de las Relaciones Internacionales, las cuales están diseñadas por y para
países fuertes a nivel político y económico. La política de poder sin poder genera un balance
negativo de costos y beneficios, debilitando, en lugar de fortaleciendo la base de poder de un
país.
41
Conclusión
A lo largo de estas páginas he analizado el caso del programa nuclear de
Corea del Norte desde la perspectiva del Realismo Periférico, tomando como punto
de partida a un sistema internacional y un sistema regional cuyos cambios han
presionado para que Pyongyang establezca políticas, poco racionales desde la
perspectiva de esta investigación, con el objetivo de torcer la evolución de un statu
quo amenazante para los destinos de su élite gobernante.
Cabe destacar que Corea del Norte se presenta como un estado poco flexible
debido a que el hecho de ceder ante presiones como el aislamiento o el derrumbe
económico, no significa simplemente incursionar en cambios sino, una apuesta
muy grande con implicancias directas en la pérdida del espacio de influencia de la
clase dirigente e incluso, dejar de lado un sistema político que lleva años
postergando su caída.
Las características de su estructura interna son causas primarias de la
tendencia del gobierno a ser insensible a los costos eventuales78 (especialmente los
vinculados con el bienestar de su propia población). Si se toman en cuenta las
características del régimen político79, y de la estructura social local, como así
también, las características de su cultura hermética, nacionalista y militarizada; la
adopción de una política costosa, es altamente viable.
El gobierno de Pyongyang parte de una percepción equívoca del sistema
internacional, subestimando el papel que en él juega la justicia selectiva. Las
actitudes norcoreanas se rigen por la lógica de un sistema de autoayuda, donde las
políticas de poder son necesarias para la supervivencia del Estado. Estas
estimaciones conducen a Norcorea a desafiar el liderazgo norteamericano.
A partir de lo expuesto se dedujo que la política exterior de Corea del Norte
no sólo no es funcional para el crecimiento y el desarrollo del país en su conjunto,
sino que tampoco lo es para las élites, quienes desean consolidar la estructura de
poder interna. De esta manera, en lugar de ampliar su margen de maniobra ante
Estados Unidos, lo limita, ocasionando que este último endurezca sus políticas.
Si en cambio, la élite de Corea del Norte se esforzara por disminuir el grado
de confrontación con la potencia, modificando las percepciones que la misma tiene
hacia ella, es altamente probable que el gobierno de los Estados Unidos retire a
Norcorea de la lista de países que patrocinan el terrorismo, escenario que le
78
Los desafíos a las potencias pueden no implicar costos inmediatos pero generalmente
conllevan costos eventuales.
79
El régimen político no es vulnerable a la opinión pública porque no existe la libertad de
prensa.
42
permitiría solicitar préstamos con intereses bajos al Banco Mundial y al Banco de
Desarrollo de Asia.
Asimismo, la normalización de sus relaciones con Japón podría derivar en
préstamos y donaciones. Un contexto de estabilidad política atraería inversiones
extranjeras y en particular, aumentaría las originadas en Corea del Sur. Bajo estas
condiciones es muy posible que el régimen desplace sus gastos del sector militar,
el cual ha sido la prioridad máxima del país, hacia otros sectores de su economía.
Dichas circunstancias han de alcanzarse en un marco de políticas regidas por
una racionalidad orientada a la generación de riqueza y al desarrollo, y no a la
búsqueda de poder y seguridad por parte de la élite gobernante.
43
Referencias
Fuentes primarias
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48
www.spanish.peopledaily.com.cn
www.unicef.org/spanish
worldpress.org
49
Anexos
Tabla de Contenidos
Anexo I: Cronología de los antecedentes de la crisis
Anexo II: Cronología de los hechos más relevantes de la crisis
actual
Anexo III: Comparaciones entre las dos Coreas
Anexo IV: Características principales del Acuerdo Básico (1991) y
de la Declaración Conjunta sobre Desnuclearización en la Península
Anexo V: Acuerdo Marco celebrado entre Corea del Norte y EE.UU.
Anexo VI: Declaración de Pyongyang entre Corea del Norte y Japón
Anexo VII: Declaración del gobierno de la RDPC sobre su retiro del
Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares
50
Anexo I
Cronología de los antecedentes de la crisis80
La
crisis
nuclear
de
la
Península
Coreana
encuentra
sus
primeros
antecedentes a principios de la década de los noventa, cuando la “cuestión nuclear”
comienza a ser parte importante de la agenda internacional de pos guerra fría. Es
por ello que a continuación se presenta una cronología de los acontecimientos clave
que refieren a la cuestión desde 1991:
1991
31 de diciembre: Corea del Norte y Corea del Sur firman una declaración conjunta
sobre la desnuclearización de la Península Coreana.
1992
30 de enero: Corea del Norte y la Agencia Internacional de la Energía Atómica
(AIEA) firman un amplio acuerdo de salvaguardas en Viena. El 19 de febrero, en la
sexta ronda de conversaciones intercoreanas, los primeros ministros de la RPDC y
Corea del Sur, respectivamente, leen un acuerdo sobre reconciliación, no agresión,
intercambios y cooperación, y una declaración conjunta sobre la desnuclearización
de la Península Coreana. Ambos documentos fueron aprobados por el líder de Corea
del Norte, Kim Il Sung, y por el presidente surcoreano, Roh Tae Woo.
1993
12 de marzo: Corea de Norte anuncia que se retirará del Tratado de No
Proliferación (TNP) Nuclear en tres meses (finalmente no lo hace), bajo el
argumento de que Corea del Sur y Estados Unidos continúan sus maniobras
militares conjuntas “Espíritu de Equipo” y por la demanda de la AIEA de que las
instalaciones militares de Norcorea sean sometidas a inspecciones.
Del 2 al 11 de junio: La RPDC y Estados Unidos sostienen conversaciones
formales por primera vez en Nueva York. En una declaración conjunta emitida al
final de la cuarta ronda de conversaciones, las dos partes acuerdan las garantías
contra la amenaza y el uso de la fuerza
Del 14 al 19 de julio: Norcorea y Estados Unidos sostienen segundas
conversaciones formales en Ginebra. Allí la RPDC acuerda sostener diálogos con la
Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) tan pronto como sea posible y
80
La información presentada aquí fue lograda gracias a las siguientes fuentes:
Diario La Nación.
Bustelo, Pablo. Op. Cit.
Le Monde Diplomatique.
51
Estados Unidos sostiene que ayudará a Corea del Norte en la tarea de
reconstrucción de sus reactores nucleares.
1994
Del 8 de julio al 12 de agosto: Corea del Norte y Estados Unidos sostienen sus
terceras conversaciones formales en Ginebra en donde, mediante una declaración
conjunta, la RPDC acepta sustituir los existentes reactores nucleares de grafito
moderado con los reactores de agua ligera. Estados Unidos, por su parte, se
compromete con sus pares norcoreanos a proporcionar un reactor de agua ligera y
energía alternativa.
21 de octubre: Norcorea y Estados Unidos firman el Acuerdo Marco de Ginebra, en
el cual Corea del Norte acepta congelar su programa nuclear existente (incluyendo
los reactores de grafito de 50 y 200 MW aún en construcción, el reactor ya
existente de 5 MW y la instalación de reprocesamiento) a cambio de la
construcción, por parte de Estados Unidos, de un reactor de agua ligera de dos mil
megavatios y dos de mil megavatios en el plazo de una decena de años. Antes de la
conclusión del proyecto de agua ligera, Estados Unidos y otros países, a su vez,
proporcionarían petróleo pesado a la RPDC para compensar la energía y relajarían
sanciones económicas existentes contra ese país.
1995 y 1996
Durante los años posteriores al acuerdo, los hechos más importantes a destacar
son la sospecha que Corea del Norte contaba con una nueva instalación
subterránea de producción de plutonio, en Kumchangri, algo de lo que los servicios
secretos norteamericanos dicen tener total seguridad desde mediados de 1996.
1998
Agosto: en el marco del anuncio del sunshine policy, por parte de presidente
surcoreano Kim Dae Jung en febrero del mismo año, Corea del Norte prueba su
misil Taepo Dong 1, que sobrevuela Japón y se estrella en el Océano Pacífico.
1999
Septiembre: la RPDC, unilateralmente, declara una moratoria de ensayos de
misiles durante los diálogos con Estados Unidos.
2000
Junio: se da lugar en Pyongyang una cumbre en la que participan los más altos
referentes de Corea del Norte, Corea del Sur y Estados Unidos. El hecho más
relevante, producto de las conversaciones, fue la ratificación de la flexibilidad de las
sanciones económicas sobre Norcorea.
52
2001
Marzo: tras criticar en marzo del mismo año el sunshine policy y al presidente
surcoreano Kim Dae Jung, se hace pública la nueva política respecto de Corea del
Norte de la Administración Bush, al ser éste parte de la lista de países susceptibles
de una ataque preventivo.
Diciembre: un barco espía norcoreano es hundido por las Fuerzas de Autodefensas
Japonesas.
2002
Enero: durante el primer mes del año 2002, y como producto del atentado sufrido
por Estados Unidos el pasado 11 de septiembre, el actual presidente George Bush
emite públicamente un discurso, que califica a ciertos Estado como parte del “eje
del mal”. Corea de Norte, junto a Irak e Irán, entre otros, forman parte de esta
lista.
Junio: las relaciones intercoreanas afrontan un pico de tensión al producirse un
enfrentamiento naval entre Corea del Norte y Corea del Sur en el Mar del Este.
De agosto a septiembre: se manifiesta un acercamiento entre los gobiernos de
Norcorea y Japón, participando el primero en las festividades del Día de la
Liberación de Seúl. Dicho acercamiento se consolidó en septiembre, cuando se
produjo una reunión cumbre entre Kim Jong Il y su par japonés Koizumi y se firmó
la Declaración de Pyongyang.
Anexo II
Cronología de los hechos más relevantes de la crisis actual81
El mes de Octubre de 2002 marca un punto de inflexión dentro de la política
exterior norcoreana. En ese entonces, el gobierno de
81
Pyongyang admite la
La información de este apartado fue obtenida de las siguientes fuentes:
Malena, Jorge E. Análisis del papel de la República Popular China en la controversia
de la península coreana. En Mera, Carolina (comp.). Estudios coreanos en América
Latina. Ediciones Al Margen. La Plata, Buenos Aires. 1º Edición, Agosto de 2004.
Pág. 414 y 415.
Diario La Nación.
Le Monde Diplomatique.
53
reanudación y el desarrollo de un programa secreto de armas nucleares basado en
el enriquecimiento de uranio. Ello, claro está, desató una nueva crisis en la
península coreana. Dentro de los acontecimientos que contribuyeron en la escalada
de la controversia, podemos destacar los siguientes:
2002
Del 3 al 5 octubre: el Secretario Asistente del Departamento de Estado de los
Estados Unidos, James Kelly, de visita en Pyongyang, expresa que su Gobierno
tiene pruebas concretas de que Corea del Norte se encuentra desarrollando un
programa secreto de enriquecimiento de uranio, lo cual resultaría violatorio del
Acuerdo Marco de Ginebra celebrado en 1994.
16 de octubre: EE.UU. anuncia públicamente que Corea del Norte reconoció haber
puesto en marcha un programa secreto de enriquecimiento uranio.
Del 16 al 30 de octubre: se produjo una escalada de tensión en la región. Las
principales causas de dicha escalada se observan en el accionar y la modificación de
las relaciones entre Norcorea, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. Por un lado,
el gobierno de Pyongyang expresó que como Estado soberano Corea del Norte
“tenía el derecho” a poseer armamento; que Estados Unidos dejó de cumplir con su
parte del Acuerdo de Ginebra de 1994, (según lo firmado allí, la construcción de los
dos reactores de agua liviana debía estar completada en 2003, lo cual a fines de
2002 estaba lejos de poder ser cumplido); y que detendría su programa nuclear si
Estados Unidos aceptaba firmar un pacto de no agresión. Por su parte, Estados
Unidos, para contrarrestar el avance norcoreano, amenazó con cortar el suministro
de combustible. Por su lado, y ante la admisión del gobierno de Pyongyang de
contar con armamento prohibido, Corea del Sur decidió suspender una nueva ronda
de conversaciones con sus pares de Corea del Norte. Por último, las insipientes
relaciones con Japón resultaron dañadas, acentuándose así viejos conflictos
diplomáticos entre ambos países.
14 de noviembre: miembros ejecutivos de la Organización de Desarrollo de
Energía de la Península Coreana (KEDO), se reúnen en Nueva York y deciden
suspender los envíos de petróleo a ese Estado, a partir de diciembre.
29 de noviembre: la Junta de Gobernadores de la AIEA aprobó la resolución que
demanda que Corea del Norte renuncie a su programa nuclear, desmantele todas
las instalaciones relacionadas y acepte sus inspecciones.
4 de diciembre: Corea del Norte rechaza dicho pedido de la AIEA de abrir sus
instalaciones nucleares para inspección.
54
22 de diciembre: Corea del Norte, basándose en que no tenía otra alternativa,
retiró el equipamiento de monitoreo instalado por la AIEA en su planta de
Yongbyon.
Del 24 al 28 de diciembre: la AIEA anuncia que Pyongyang se encuentra
trasladando combustible a su planta de Yongbyon. Como consecuencia, el gobierno
de Pyongyang expulsa a los inspectores del organismo.
2003
Del 1 al 15 de enero: debate entre Estados Unidos, Corea del Sur, China y Rusia
sobre cómo lograr que el régimen norcoreano cumpla con el congelamiento de su
programa nuclear. Seúl, Beijing y Moscú consideran que las negociaciones deben
ser bilaterales entre Estados Unidos y Corea del Norte y no sólo abarcar la cuestión
nuclear. Estados Unidos replica que la seguridad en la península coreana es un
asunto de interés para toda el Asia Oriental. Por otra parte, la AIEA anuncia que
solicitara al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que se involucre en la
controversia planteada.
10 de enero: el embajador de Corea del Norte ante la ONU, sostiene que tanto la
AIEA como el Tratado de No Proliferación nuclear se tratan de instrumentos, que
Estados Unidos utiliza como obstáculo contra Norcorea, por lo cual, obliga a dicho
Estado denunciar el tratado.
25 de enero: El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte expresa
que dicho Estado se opone a cualquier acción de internacionalizar la crisis nuclear
en la Península Coreana e induce a Estados Unidos a conversar directamente con
ella.
1 de febrero: Corea del Norte reactiva la central nuclear de Yongbyon y amenaza
con abandonar el armisticio de 1953 si es objeto de sanciones. Conforme con ello,
retoma prácticas nucleares lanzado un misil sobre el Mar del Este.
6 de febrero: Ri Pyong Gap, vocero y subdirector del Ministerio de Relaciones
Exteriores norcoreano declara públicamente que el empobrecido país tiene derecho
a lanzar una ataque preventivo contra Estados Unidos.
12 de febrero: la AIEA decide remitir el tema de la crisis nuclear de Corea del
Norte al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas. La CIA,
por su parte, afirma que Corea del Norte tiene un misil capaz de alcanzar a Hawai y
Costa Oeste de los Estados Unidos.
15 de febrero: El Secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, hace un
nuevo llamado a China (principal suministrador de ayuda y energía a Pyongyang)
55
para que presione al régimen de Kim Jong Il a detener su programa de armas
nucleares.
5 de marzo: el presidente George Bush considera por primera vez el uso de la
fuerza contra Corea del Norte como “última alternativa”, si la vía diplomática no
logra que Pyongyang deponga su programa nuclear.
9 de marzo: Corea del Norte acusa a Estados Unidos de planear un “ataque
nuclear” en su contra, mientras soldados norteamericanos y surcoreanos realizan
maniobras militares cerca de la frontera con la nación comunista. El pentágono está
desplegando 12 bombarderos B-1 y 12 bombarderos B-52 en Guam para disuadir
posibles conflictos en el Pacífico Occidental.
13 de marzo: varios MIG norcoreanos interceptan a un avión estadounidense de
reconocimiento y conjuntamente se repiten pruebas misilísticas sobre el Mar del
Este.
22 de marzo: ante el inicio de la campaña inglesa-norteamericana sobre Irak,
Corea del Norte denuncia la postura “confrontativa” de Seúl y Washington.
7 de abril: Washington reafirma la necesidad de una solución multilateral,
mientras presiona al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que emita una
declaración condenando a Pyongyang por no cumplir con sus obligaciones para
evitar la proliferación de armas nucleares.
12 de abril: el gobierno norcoreano anuncia que está dispuesto a abandonar su
exigencia de efectuar conversaciones solamente con Washington, precisando que si
Estados Unidos redefine de lleno su política para con Corea del Norte, ese país se
apegará a alguna fórmula específica tendiente a solucionar la cuestión nuclear.
22 de abril: al interior de Estados Unidos se acrecienta el debate entorno a Corea
de Norte. Por un lado, están los partidarios de línea dura, que alegan que el país
debe aprovechar su rápida victoria en Irak para hacer comprender a Norcorea que
la misma suerte puede esperarle, si hace caso omiso a las demandas. Por otro lado,
está la línea blanda, encabezada por Powell, que pretende ofrecer seguridades de
que Estados Unidos no intenta socavar al gobierno de Pyongyang, y garantizar
ayuda técnica y económica luego de desmantelar el programa nuclear.
Del 23 al 25 de abril: en gran parte, gracias a los esfuerzos del gobierno chino y
de la comunidad internacional, tanto ese Estado, como Norcorea y Estados Unidos
sostienen conversaciones en Beijing sobre la crisis nuclear. Allí Corea del Norte
admite poseer armas de destrucción masiva. Finalmente, las conversaciones en la
capital china concluyen un día antes de lo previsto, envueltas en mutuas
acusaciones y recriminaciones entre las partes.
56
30
de
abril:
Corea
del
Norte
sostiene
que
no
aceptará
las
demandas
norteamericanas de que desmantele sus instalaciones nucleares antes de iniciar
negociaciones, pues esa acción la deja indefensa.
12 de mayo: Norcorea declara nulo el acuerdo suscrito con Corea del Sur en 1992
para mantener a la península libre de armas nucleares, último instrumento legal
que impedía a Corea de Norte desarrollar armas de destrucción masiva.
10 de junio: Washington, Seúl y Tokio ofrecen asistencia a Corea de Norte a
cambio de que renuncie a sus planes nucleares. El Estado comunista, por su parte,
ofrece aceptar tal propuesta a cambio de que Estados Unidos, previamente
garantice la seguridad y asistencia económica que necesita para combatir la grave
escasez de alimentos que sufre su población.
16 de julio: el gobierno de la Casa Blanca destaca que no acepta el “chantaje” de
Corea del Norte. Por otra parte, el gobierno de Pyongyang construye una nueva
central nuclear secreta para desarrollar un programa de fabricación de armas
nucleares.
1 de agosto: el Gobierno de Pyongyang expresa su acuerdo para que tengan lugar
negociaciones entre todos los actores con intereses en la crisis, es decir, Corea del
Norte, Corea del Sur, los EE.UU., China, Japón y Rusia.
27 de agosto al 29 de septiembre: inicio de conversaciones hexapartitas (entre
Corea del Norte, Corea del Sur, los EE.UU., Rusia, Japón y China) en Beijing. Corea
del Norte solicita a Estados Unidos firmar una declaración según la cual Washington
se compromete a no atacar a dicho país. En respuesta, el gobierno norteamericano
exige que primero Norcorea cancele definitivamente su programa nuclear y acepte
inspecciones rigurosas. Por su parte, Japón solicitó a Corea del Norte información
sobre connacionales secuestrados durante la década de los setenta. Los resultados
de la reunión cumbre no son satisfactorios: no se alcanzan avances sustanciales en
lo que respecta a las relaciones entre Japón y el gobierno de Pyongyang; Corea del
Norte afianza su voluntad de convertirse en potencia nuclear; no se logran
acuerdos importantes, sólo las partes pudieron presentar su visión acerca del
conflicto.
4 de septiembre: el Parlamento de Corea del Norte reelige a Kim Jong Il como
Jefe de Estado y aprueba la decisión del gobierno de mantener e incrementar la
fuerza de disuasión nuclear.
16 de septiembre: la frontera coreana es fuente de inquietud para Beijing, desde
que los refugiados norcoreanos se infiltran en cantidades cada vez mayores.
57
20 de octubre: en la cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico
que se realiza en Bangkok, Bush expresa por primera vez que Estados Unidos
intenta aportar garantías de seguridad por escrito a Corea del Norte, si la nación
comunista desmantela su programa de armas nucleares.
6 de noviembre: Estados Unidos, que había suspendido el envío de combustible y
la construcción de los reactores nucleares, es criticado por daños ocasionados, por
Corea de Norte y es intimado junto al KEDO a indemnizar a ese Estado al no
cumplir con las obligaciones.
2004
2 de enero: Corea del Norte permite que una delegación de los Estados Unidos
visite su principal complejo nuclear.
10 de febrero: el gobierno norteamericano acepta retirar sus tropas de Seúl como
un gesto de voluntad para restablecer las negociaciones por el programa nuclear.
26 de febrero: A pesar de la propuesta concreta de ayuda económica y de
seguridad ofrecida a Norcorea por Corea del Sur con el apoyo de Rusia y China (a
cambio del desmantelamiento del programa nuclear de Corea del Norte) no se
alcanza un acuerdo.
11 de septiembre: Norcorea, a través de su agencia oficial KCNA, acusa a Estados
Unidos de prepara ataques preventivos en su contra.
13 de septiembre: tras la poderosa explosión en la frontera con China, Corea del
Norte prepara un ensayo nuclear.
1 de octubre: frente a los fracasos de las negociaciones, Norcorea advierte que su
programa nuclear no pretende ser desmantelado en el mediano plazo.
21 de noviembre: crece la tensión ante la severa advertencia de Bush a que
Corea del Norte se deshaga de sus armas atómicas.
24 de diciembre: Pyongyang intensifica su retórica bélica, aumentando y alistando
el número de combatientes.
2005
19 de enero: Durante los primeros días del segundo mandato de George Bush, se
van delineando los objetivos de política exterior. Condoleezza Rice, asegura que el
blanco son las tiranías, entre ellas, la de Kim Jong Il.
58
10 de febrero: Corea del Norte reconoce por primera vez que tiene en su poder
armas de destrucción masiva y anuncia su retirada de las próximas conversaciones
sobre el desmantelamiento del programa nuclear.
11 de febrero: Estados Unidos desestima la amenaza nuclear de Corea del Norte y
advierte que ese país debe acceder a una negociación diplomática si no pretende
aumentar sus niveles de aislamiento.
12 de febrero: crece la presión mundial para que Norcorea se desarme. La
comunidad internacional insta a Pyongyang a volver a la mesa de negociaciones.
59
Anexo III
Comparaciones entre las dos Coreas
a. Capacidad Militar de Corea del Sur y Corea del Norte (20022003)82
Clasificación
Soldados
Fuerzas de tierra
Unidades
Equipo
Corea del Sur
Corea del Norte
Ejército de tierra
Armada
Ejército de Aire
Total
560.000
63.000
63.000
686.000
950.000
46.000
86.000
1.082.000
Cuerpos de ejército
Divisiones
Brigadas
Tanques
Vehículos blindados
Artillería de
campaña
11
50
21
1.950
2.150
4.800
20
54
99
3.800
3.800
11.200
Combatientes
Buques de superf.
(*)
Submarinos
65.000
3
46.000
39
86
20
Aviones de combate
Helicópteros
788
241
1175
306
Armada
Ejército de aire
(*) No están contabilizadas las embarcaciones para la defensa costera.
82
Fuente: The Military Balance 2002 - 2003. The Internacional Institute for Strategies
Studies. Oxford University Press, London, October 2002. Citado en Cesarín, Sergio. China:
Perspectivas de política exterior en la post Guerra Fría. IDICSO. Documento de Trabajo Nº
19, Marzo, 2004.
60
b. Comparación de las Economías de Corea del Norte y Corea del
Sur (2001)
Variables
Medidas
Superficie
Km2
Población
Mhab.
Corea del Norte
Corea del Sur
120.540
98.480
22,2
47,3
Crecimiento Pobl.
%
1,1
0,8
PNB
M$
15.700
455.000
$
707
9.619
años
71,3
74,8
Exportaciones
M$
708
168.300
Importaciones
M$
1686
152.300
X+M
MS
2394
320.600
X+M/PNB
%
15,2
70,5
PIB-PPA
M$
21.800
865.000
PNBpc
EVN
PIB-PPApc
$
982,0
18.287,5
Agricultura/PIB
%
30
5
Industria/PIB
%
42
44
Servicios/PIB
%
28
51
TMI
por mil
22,8
7,6
TFT
número
2,22
1,72
36
9
33.400
273.200
% FT en
agricultura
%
Mkwh
Producción de elec.
M$
5.124
12.800
Gasto militar
%
31,3
2,8
GM/PIB
Notas: PNBpc = PNB per cápita; EVN =Esperanza de vida al nacer; X =
Exportaciones; M = Importaciones; PIB-PPA = PIB en paridad de poder adquisitivo;
TMI = Tasa de mortalidad infantil; TFT = Tasa de fecundidad total; FT = Fuerza de
trabajo.
Fuente: Bank of Korea, Banco Mundial, Banco Asiático de Desarrollo y Ministerio de
Unificación de la República de Corea. 83
83
Bustelo, Pablo. Estados Unidos y la crisis nuclear con Corea del Norte: ¿falta de rumbo o
rumbo de colisión? Real Instituto Elcano, Documentos de Trabajo, Junio 2003.
61
Anexo IV
Características principales del Acuerdo Básico (1991) y de la Declaración
Conjunta sobre la Desnuclearización en la Península (1992)84
El acuerdo sobre reconciliación, no agresión, intercambio y cooperación es
un documento ambicioso en el que ambos países de la península coreana se
comprometen a promover la confianza y a perfeccionar sus relaciones en las
esferas política, de seguridad, comercial, etc. Entre sus disposiciones figuran las
siguientes:
Medidas para la Reconciliación
Cada una de las partes debe respetar el sistema social y político ajeno sin
involucrarse en los asuntos internos; cada uno ha de renunciar a la
propaganda y la subversión, comprometiéndose así, a cooperar en la arena
internacional.
Consolidar el Acuerdo de armisticio militar celebrado el 27 de julio de 1953
con el objetivo de que éste siente las bases para un estado de paz sólido.
Fundar una comisión mixta sobre la reconciliación y un grupo de trabajo
para garantizar la aplicación.
Medidas de no agresión
Tanto Corea del Norte como Corea de Sur manifiestan su consentimiento en
no recurrir a la fuerza y, por el contrario, apelar a la resolución pacífica de
los conflictos, evitando enfrentamientos armados accidentales.
Es por ello que coinciden en conformar una comisión militar mixta, que
permita el debate acerca de medidas que auspicien la confianza, la
seguridad y reducción de armamentos; acuerdos sobre la notificación y
limitación de maniobras militares; el uso pacífico de la zona desmilitarizada,
intercambios de información y de personal militar; y la eliminación de armas
de destrucción masiva y ataques sorpresa.
Medidas relativas al comercio, los intercambios, la cultura y los asuntos
humanitarios
Con estas medidas anhelan aumentar los niveles de comercio, desarrollo
económico y cooperación; incrementar las comunicaciones, viajes, contactos
educativos; las reuniones familiares y visitas.
84
Lee, Seo- Hang. Op. Cit. Pág. 153/ 4/ 5.
62
Por último en la Declaración Conjunta sobre la Desnuclearización de la
Península de Corea se incluye una variedad de medidas de fomento de la confianza
especialmente encaminadas a abordar la cuestión militar. Entre éstas encontramos:
No ensayar, producir, poseer, almacenar, desplegar ni utilizar armas
nucleares.
No poseer instalaciones de reelaboración o enriquecimiento de uranio.
Utilizar la energía nuclear específicamente para fines pacíficos.
Verificar el cumplimiento de los acuerdos cuando una de las partes lo
solicite de la forma en que ambas lo hayan acordado.
Garantizar la aplicación mediante el establecimiento de una comisión
conjunta del Norte y el Sur para el control nuclear, que deberá celebrar
reuniones periódicas.
63
Anexo V
Acuerdo Marco celebrado entre Corea del Norte y Estados Unidos
AGREED FRAMEWORK BETWEEN THE UNITED STATES OF AMERICA AND
THE DEMOCRATIC PEOPLE’S REPUBLIC OF KOREA
Geneva, October 21, 1994
Delegations of the governments of the United States of America (U.S.) and the
Democratic People’s Republic of Korea (DPRK) held talks in Geneva from September
23 to October 21, 1994, to negotiate an overall resolution of the nuclear issue on
the Korean Peninsula.
Both sides reaffirmed the importance of attaining the objectives contained in the
August 12, 1994 Agreed Statement between the U.S. and the DPRK and upholding
the principles of the June 11, 1993 Joint Statement of the U.S. and the DPRK to
achieve peace and security on a nuclear-free Korean peninsula. The U.S. and the
DPRK decided to take the following actions for the resolution of the nuclear issue:
I. Both sides will cooperate to replace the DPRK’s graphite-moderated reactors and
related facilities with light-water reactor (LWR) power plants.
1) In accordance with the October 20, 1994 letter of assurance from the U.S.
President, the U.S. will undertake to make arrangements for the provision to the
DPRK of a LWR project with a total generating capacity of approximately 2,000
MW(e) by a target date of 2003.
The U.S. will organize under its leadership an international consortium to finance
and supply the LWR project to be provided to the DPRK. The U.S., representing the
international consortium, will serve as the principal point of contact with the DPRK
for the LWR project.
The U.S., representing the consortium, will make best efforts to secure the
conclusion of a supply contract with the DPRK within six months of the date of this
Document for the provision of the LWR project. Contract talks will begin as soon as
possible after the date of this Document.
As necessary, the U.S. and the DPRK will conclude a bilateral agreement for
cooperation in the field of peaceful uses of nuclear energy.
2) In accordance with the October 20, 1994 letter of assurance from the U.S.
64
President, the U.S., representing the consortium, will make arrangements to offset
the energy foregone due to the freeze of the DPRK’s graphite-moderated reactors
and related facilities, pending completion of the first LWR unit.
Alternative energy will be provided in the form of heavy oil for heating and
electricity production.
Deliveries of heavy oil will begin within three months of the date of this Document
and will reach a rate of 500,000 tons annually, in accordance with an agreed
schedule of deliveries.
3) Upon receipt of U.S. assurances for the provision of LWR’s and for arrangements
for interim energy alternatives, the DPRK will freeze its graphite-moderated reactors
and related facilities and will eventually dismantle these reactors and related
facilities.
The freeze on the DPRK’s graphite-moderated reactors and related facilities will be
fully implemented within one month of the date of this Document. During this onemonth period, and throughout the freeze, the International Atomic Energy Agency
(IAEA) will be allowed to monitor this freeze, and the DPRK will provide full
cooperation to the IAEA for this purpose.
Dismantlement of the DPRK’s graphite-moderated reactors and related facilities will
be completed when the LWR project is completed.
The U.S. and the DPRK will cooperate in finding a method to store safely the spent
fuel from the 5 MW(e) experimental reactor during the construction of the LWR
project, and to dispose of the fuel in a safe manner that does not involve
reprocessing in the DPRK.
4) As soon as possible after the date of this document U.S. and DPRK experts will
hold two sets of experts talks.
At one set of talks, experts will discuss issues related to alternative energy and the
replacement of the graphite-moderated reactor program with the LWR project.
At the other set of talks, experts will discuss specific arrangements for spent fuel
storage and ultimate disposition.
II. The two sides will move toward full normalization of political and economic
relations.
1) Within three months of the date of this Document, both sides will reduce barriers
to trade and investment, including restrictions on telecommunications services and
financial transactions.
65
2) Each side will open a liaison office in the other’s capital following resolution of
consular and other technical issues through expert level discussions.
3) As progress is made on issues of concern to each side, the U.S. and the DPRK will
upgrade bilateral relations to the Ambassadorial level.
III. Both sides will work together for peace and security on a nuclear-free Korean
peninsula.
1) The U.S. will provide formal assurances to the DPRK, against the threat or use of
nuclear weapons by the U.S.
2) The DPRK will consistently take steps to implement the North-South Joint
Declaration on the Denuclearization of the Korean Peninsula.
3) The DPRK will engage in North-South dialogue, as this Agreed Framework will
help create an atmosphere that promotes such dialogue.
IV. Both sides will work together to strengthen the international nuclear non
proliferation regime.
1) The DPRK will remain a party to the Treaty on the Non-Proliferation of Nuclear
Weapons (NPT) and will allow implementation of its safeguards agreement under the
Treaty.
2) Upon conclusion of the supply contract for the provision of the LWR project, ad
hoc and routine inspections will resume under the DPRK’s safeguards agreement
with the IAEA with respect to the facilities not subject to the freeze. Pending
conclusion of the supply contract, inspections required by the IAEA for the continuity
of safeguards will continue at the facilities not subject to the freeze.
3) When a significant portion of the LWR project is completed, but before delivery of
key nuclear components, the DPRK will come into full compliance with its safeguards
agreement with the IAEA (INFCIRC/403), including taking all steps that may be
deemed necessary by the IAEA, following consultations with the Agency with regard
to verifying the accuracy and completeness of the DPRK’s initial report on all nuclear
material in the DPRK.
Robert L. Gallucci
Kang Sok Ju
Head of Delegation of the
Head of the Delegation of the
D
ti P
l ' R
bli
fK
66
United States of America,
Democratic People's Republic of Korea,
Ambassador at Large
First Vice-Minister of Foreign Affairs of
of the United States of America
the Democratic People's Republic of
Korea
67
Anexo VI
Declaración de Pyongyang entre Corea del Norte y Japón
Japan-DPRK Pyongyang Declaration85
Japanese Prime Minister Junichiro Koizumi and Chairman Kim Jong-Il of the
DPRK National Defense Commission met and had talks in Pyongyang on September
17, 2002.
Both leaders confirmed the shared recognition that establishing a fruitful
political, economic and cultural relationship between Japan and the DPRK through
the settlement of unfortunate past between them and the outstanding issues of
concern would be consistent with the fundamental interests of both sides, and
would greatly contribute to the peace and stability of the region.
1. Both sides determined that, pursuant to the spirit and basic principles laid out in
this Declaration, they would make every possible effort for an early normalization of
the relations, and decided that they would resume the Japan DPRK normalization
talks in October 2002.
Both sides expressed their strong determination that they would sincerely
tackle outstanding problems between Japan and the DPRK based upon their mutual
trust in the course of achieving the normalization.
2. The Japanese side regards, in a spirit of humility, the facts of history that Japan
caused tremendous damage and suffering to the people of Korea through its
colonial rule in the past, and expressed deep remorse and heartfelt apology.
Both sides shared the recognition that, providing economic co-operation after
the normalization by the Japanese side to the DPRK side, including grant aids, longterm loans with low interest rates and such assistances as humanitarian assistance
through international organizations, over a period of time deemed appropriate by
both sides, and providing other loans and credits by such financial institutions as
the Japan Bank for International Co-operation with a view to supporting private
economic activities, would be consistent with the spirit of this Declaration, and
decided that they would sincerely discuss the specific scales and contents of the
economic co-operation in the normalization talks.
85
Documento obtenido de la página de Internet del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Japón, www.mofa.go.jp
68
Both sides, pursuant to the basic principle that when the bilateral relationship
is normalized both Japan and the DPRK would mutually waive all their property and
claims and those of their nationals that had arisen from causes which occurred
before August 15, 1945, decided that they would discuss this issue of property and
claims concretely in the normalization talks.
Both sides decided that they would sincerely discuss the issue of the status of
Korean residents in Japan and the issue of cultural property.
3. Both sides confirmed that they would comply with international law and would
not commit conducts threatening the security of the other side. With respect to the
outstanding issues of concern related to the lives and security of Japanese
nationals, the DPRK side confirmed that it would take appropriate measures so that
these
regrettable
incidents,
that
took
place
under
the
abnormal
bilateral
relationship, would never happen in the future.
4.
Both sides confirmed that they would co-operate with each other in order to
maintain and strengthen the peace and stability of North East Asia.
Both sides confirmed the importance of establishing co-operative relationships
based upon mutual trust among countries concerned in this region, and shared the
recognition that it is important to have a framework in place in order for these
regional countries to promote confidence-building, as the relationships among these
countries are normalized.
Both sides confirmed that, for an overall resolution of the nuclear issues on
the Korean Peninsula, they would comply with all related international agreements.
Both sides also confirmed the necessity of resolving security problems including
nuclear and missile issues by promoting dialogues among countries concerned.
The DPRK side expressed its intention that, pursuant to the spirit of this
Declaration, it would further maintain the moratorium on missile launching in and
after 2003.
Both sides decided that they would discuss issues relating to security.
Prime Minister of Japan
Junichiro Koizumi
Chairman of the DPRK National Defense Commission
Kim Jong-Il
69
September 17, 2002
Pyongyang
70
Anexo VI
Declaración del gobierno de la República Democrática Popular de Corea
sobre su retiro del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares86
KCNA; Enero 10 de 2003.
Una peligrosa situación en la que la soberanía de nuestra nación y la
seguridad de nuestro Estado están siendo conculcadas gravemente predomina hoy
en la Península de Corea debido a la política de Estados Unidos de empecinada
hostilidad hacia la República Democrática Popular de Corea (RDPC).
EEUU instigó a la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) para que
expidiera el 6 de enero pasado otra “resolución” contra la RDPC, luego de la similar
que había adoptado el 29 de noviembre de 2002.
Bajo la manipulación de EEUU, en estas “resoluciones” la IAEA ha tildado a la
RDPC de “criminal” y ha exigido que inmediatamente deseche de manera verificable
lo que Estados Unidos ha llamado “programa nuclear”, haciendo caso omiso de la
verdadera naturaleza de la cuestión nuclear –un resultado de la política de
hostilidad norteamericana hacia la RDPC-- y de su status único dentro del cual la
RDPC promulgó la suspensión de efectuar su retiro del Tratado de No Proliferación
de Armas Nucleares (NPT).
Después de la adopción de la última “resolución”, el director general de la
IAEA emitió el ultimátum de que la Agencia llevaría este tema al Consejo de
Seguridad de la ONU, con el fin de que se apliquen sanciones a la RDPC si ella no
implementa dicha “resolución” en pocas semanas.
Esto demuestra claramente que la IAEA sigue siendo todavía lacaya y vocera
de los Estados Unidos y que el NPT está siendo utilizado como un instrumento para
llevar a cabo la política de hostilidad de EEUU hacia la RDPC, con el objetivo de
desarmarla y destruir su sistema político por la fuerza.
Se debe hacer especial mención sobre el hecho de que la IAEA en su última
“resolución” ha guardado silencio respecto a que EEUU ha violado groseramente el
NPT y el Acuerdo Básico entre EEUU y la RDPC, pero acucia a la RDPC, la víctima, a
que acepte incondicionalmente las exigencias de EEUU de desarmarse y perder su
derecho a la legítima defensa. La agencia fue felicitada por los EEUU por “decir todo
lo que EEUU quería”. Esto revela fehacientemente la falsedad y la hipocresía del
rótulo de imparcialidad que la IAEA ostenta.
86
Documento obtenido de la página de Internet www.moir.org.co
71
El
gobierno
de
la
República
Democrática
Popular
de
Corea
rechaza
categóricamente y denuncia esta “resolución” de la IAEA, considerándola como una
grave intromisión en la soberanía y la dignidad de la nación.
No es ningún otro sino EEUU el que rompe la paz y la seguridad de la
Península de Corea y lleva la situación a una etapa extremadamente peligrosa.
Luego del inicio de la administración Bush, EEUU incluyó a la RDPC en la lista
de los países que hacen parte de un “eje del mal” --adoptando ese alistamiento
como una política nacional para oponerse a su sistema político-- y la seleccionó
como un blanco del ataque nuclear preventivo, declarando así abiertamente una
guerra nuclear.
Violando sistemáticamente el Acuerdo Básico RDPC-EEUU de 1994, Estados
Unidos levantó otra “sospecha nuclear” e interrumpió el suministro de petróleo
pesado, con lo que redujo ese documento a
letra muerta. Además, EEUU ha
respondido a las sinceras propuestas de la RDPC sobre la conclusión de un tratado
de no agresión entre las dos naciones y a sus esfuerzos pacientes en pro de
negociaciones, con amenazas tales como “bloqueo” y “represalias militares”, y con
la tan arrogante actitud de bravuconear que podría entablar conversaciones pero
que las negociaciones son imposibles.
EEUU fue tan lejos en su tarea de instigar a la AIEA a que internacionalizara
sus gestiones
con el fin de censurar a la RDPC, llevando a la práctica su
declaración de guerra. Esto ha eliminado la última posibilidad de resolver la
cuestión nuclear de la Península de Corea de manera pacífica y justa.
Fue en razón de semejantes maniobras de guerra nuclear contra la RPDC por
parte de EEUU y de la parcialidad de la AIEA, que la República Democrática Popular
de Corea se vio obligada a declarar su retiro del NPT en el mes de marzo de 1993,
creándose una delicada situación en la Península de Corea.
Ya que una vez más es evidente que EEUU busca persistentemente destruir a
cualquier costo a la República Democrática Popular de Corea y que la IAEA es
utilizada como un instrumento para ejecutar la política de hostilidad de EEUU contra
la RDPC, no podemos permanecer vinculados por más tiempo al NPT, permitiendo
que sean quebrantadas la seguridad y la dignidad de nuestra nación.
Teniendo en cuenta la gravísima situación en la cual los supremos intereses
de nuestro Estado están seriamente amenazados, el gobierno de la RDPC ha
adoptado las siguientes decisiones para proteger la soberanía del país y la nación y
sus derechos a la existencia y la dignidad:
72
En primer lugar, el gobierno de la RDPC declara que pone en ejecución
automática e inmediatamente su retiro de la NPT, sobre el cual “anunció
unilateralmente una moratoria tan larga como considere que sea necesaria” según
los términos de la declaración conjunta de la RDPC y EEUU de junio 11 de 1993,
ahora que EEUU ha abandonado unilateralmente sus compromisos de detener la
amenaza nuclear y de renunciar a la hostilidad contra la RPDC de acuerdo con los
términos de la misma declaración.
En segundo lugar, declara que el retiro la RDPC del NPT es un acto
absolutamente libre de la fuerza vinculante que poseen las salvaguardias acordadas
con la IAEA bajo su artículo 3. El retiro del NPT es una medida de legítima defensa
tomada contra las maniobras de EEUU destinadas a destruir a la RPDC y contra la
conducta irrazonable de la IAEA obedeciendo a los EEUU.
Aunque nos retiramos del NPT, no tenemos la intención de producir armas
nucleares y nuestra actividad nuclear en esta etapa se circunscribirá a propósitos
pacíficos, tales como la producción de energía eléctrica.
Si EEUU desiste de su política de hostilidad dirigida a destruir a la RDPC y cesa
en su amenaza nuclear contra
la República Democrática Popular de Corea, ésta
podría probar que no está desarrollando ninguna arma nuclear a través de una
verificación separada entre la RDPC y EEUU.
Estados Unidos y la IAEA no podrán nunca evadir sus responsabilidades por
forzar a la RDPC a retirarse del NPT, debido a que ignoraron los últimos esfuerzos
de la República Democrática Popular de Corea en busca de un acuerdo pacífico
sobre la cuestión nuclear mediante negociaciones.
Traducción del MOIR.
73