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¿Qué sabemos de las quemaduras? Las quemaduras son lesiones de la piel producidas por la acción de agentes como el calor, la electricidad, el frío, el sol, los productos químicos o la radioactividad. Estas lesiones producen la desintegración de los tejidos, de forma que la piel pierde su capacidad protectora. ¿CÓMO PODEMOS VALORAR LA GRAVEDAD DE UNA QUEMADURA? La gravedad de una quemadura está determinada por: La extensión, la profundidad y la localización. Cuanto más extensa y profunda más grave es. Las quemaduras situadas en la cara, el cuello, las manos, los pies, los genitales y las articulaciones son graves por las posibles secuelas y el mayor riesgo de infección que presentan. ¿CÓMO SABEMOS SI UNA QUEMADURA ES PROFUNDA? La profundidad de una quemadura depende de las capas de piel afectadas: • Quemaduras de primer grado: son superficiales y afectan a la capa externa de la piel. Provocan dolor, enrojecimiento e inflamación. No aparecen ampollas y no dejan cicatrices. • Quemaduras de segundo grado: afectan a la capa externa y a una parte de la segunda capa de piel. Provocan dolor, enrojecimiento, inflamación y ampollas. Pueden dejar cicatrices. • Quemaduras de tercer grado: se produce la destrucción de todas las capas de la piel. No son dolorosas porque los nervios que transmiten el dolor también están dañados. Puede aparecer un tono de piel oscuro y dejan cicatrices. ¿QUÉ PASOS TENEMOS QUE SEGUIR PARA CURAR UNA QUEMADURA LEVE? 1 2 3 Apartar la fuente de calor que ha causado la quemadura. Enfriarla inmediatamente mojando con cuidado la zona afectada con agua fría durante 10 o 15 minutos como mínimo y hasta que disminuya el dolor. Así evitaremos que la zona se inflame y/o que se formen ampollas. No se recomienda el uso de agua helada o cubitos de hielo, porque de este modo se favorecería la hipotermia. 4 5 6 Limpiar la quemadura con agua y jabón sin irritar la piel y aclararla con mucha agua. Aplicar un antiséptico adecuado y tapar la zona con un apósito estéril. Cuando la quemadura empiece a curarse, hay que mantenerla bien hidratada para favorecer la cicatrización. Sacar la ropa y las joyas, siempre y cuando no estén adheridas a la piel. Para saber cuáles son los materiales de cura más adecuados, consulte con el farmacéutico.