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Transcript
CUADERNOS DE TRABAJO Nº 7
Manual de caprinocultura
© Los derechos de la presente edición están reservados por OEA Y
CREFAL.
ISBN 968-6078-42-8
Las opiniones expresadas en este trabajo son responsabilidad de los
autores y no representan necesariamente un criterio de la OEA o el
CREFAL. Se autoriza la reproducción parcial si se cita la fuente. Para
publicaciones de distribución comercial se requiere el permiso escrito
del Centro.
PRESENTACIÓN
La tradición caprina en Querétaro data de varios
siglos, de aquí en la región se conozcan y manejen técnicas
tradicionales para el desarrollo de esta actividad.
Si bien es cierto que tales técnicas han probado que
dan buenos resultados, también es cierto que en la
actualidad hay muchos avances que pueden ayudar a
incrementar la productividad en la cría de cabras.
Por lo anterior, este manual es una recopilación de
conocimientos tradicionales y logros técnicos que pueden
ser un apoyo a toda persona que se dedique a esta
actividad.
El objetivo de este manual quedará cubierto si a
mediano plazo la tradición caprina en la región logra
revitalizarse, y al hablar de revitalización no nos referimos
necesariamente al hecho de reunir más hatos de cabras,
sino llegar a tener cabras más productivas.
Por último, es necesario mencionar que el capítulo
final de este manual, en el que se ofrecen consejos
prácticos para la elaboración del queso panela y la cajeta,
es aportación de Mónica Saravia.
ÍNDICE
Introducción
¿Por qué criar chivas?
Elección de las chivas
Alojamiento
Principales razas de chivas lecheras
Alimentación de las chivas
Reproducción de las chivas
Principales enfermedades que afectan a las chivas
La leche de cabra y sus derivados
INTRODUCCIÓN
La chiva ha sido desde la antigüedad una de las
especies domésticas más importantes para el hombre
como fuente de alimento (leche y carne), para su
vestimenta (pieles y pelos), así como para el control de las
malas hierbas, y como productora de abono orgánico de
alta calidad. Es, además del perro, el primer animal
domestico que acompaña al hombre desde hace unos 10
000 años.
Los españoles, con la Conquista, trajeron las
primeras chivas a México.
Gran parte de los
conquistadores provenían del sur de España, región que
aún en la actualidad se caracteriza por su gran tradición
caprina.
Fue en el norte de México donde estos animales se
expandieron más rápidamente. Se dice que llego a haber
haciendas y monasterios con rebaños de más de 10 000
chivas. Los cuidados que requerían estos animales eran
mínimos, y al cruzarse aquí distintos tipos de razas
españolas, se dio origen al tipo conocido como “criollo” o
“corriente”. Estos animales se establecieron sobre todo en
los climas secos del norte del país (Coahuila, Nuevo León,
Zacatecas y San Luis Potosí) y más tarde se difundieron en
los estados del centro de la República, donde la vegetación
es abundante en mezquites y huizaches (Guanajuato y
Querétaro).
A principios de este siglo se empezó a observar que
el tamaño y la producción de leche de las chivas criollas
eran bajos en relación a otras razas europeas, así que
algunos productores decidieron traer chivas de Europa y
Estados Unidos.
En 1906 y 1908 se trajeron las primeras chivas
murcianas al estado de Querétaro; en 1930 las granadinas,
y por esta época se empezó la importación de razas
Saanen y Toggemburg de estados Unidos.
A fines del siglo pasado la cría de chivas empezó a
decaer: los grandes rebaños de cabras fueron remplazados
por reses, sobre todo en el norte. Además, con la
Revolución, entre 1910 y 1930 se perdieron muchos
rebaños, y los que quedaron se repartieron entre la gente
más humilde.
¿POR QUÉ CRIAR CHIVAS?
“El que siembra y cría, tiene
ganancia de noche y de día”.
Justino Jiménez.
Fuentezuelas.
La chiva se adapta a diferentes ambientes. Lo
mismo se cría en climas fríos, que en templados o
tropicales.
Come una gran variedad de alimentos. Puede
consumir forrajes como alfalfa, pastura tosca y de baja
calidad, así como pajas de diferentes cereales. Puede
comer semillas, frutas, matorrales y arbustos, a diferencia
de otros animales que son más exigentes en su
alimentación.
El desperdicio de esquilmos agrícolas es muy
elevado, y la chiva se conoce por ser una buena
aprovechadora de pajas y residuos de cultivos de maíz,
sorgo y fríjol.
Sus hábitos de alimentación y su adaptabilidad a
climas extremosos hacen que las chivas puedan producir
alimentos y otros productos (pelo y piel) en lugares donde
difícilmente lo podrían hacer otros animales. Su capacidad
para producir leche es bien conocida pero mal
aprovechada.
El tamaño de las chivas permite que no se tenga
que invertir mucho dinero en instalaciones costosas. Se
adapta fácilmente a la cría familiar:
-
Pueden ser cuidadas por mujeres, niños y
ancianos.
Como la producción de leche y carne no es
mucha, se puede consumir rápidamente sin que
se descomponga.
La cría de chivas o cabras en una actividad de poco
riesgo, por lo tanto, el pequeño productor la utiliza para
complementar sus ingresos.
Son pocos los casos en que las personas dependen
exclusivamente de las chivas para vivir. Con ellas,
pueden continuar trabajando la tierra (incluso, utilizando
el excremento como abono la hacen más productiva), y
emplean mejor la mano de obra familiar.
Las chivas son animales dóciles, inteligentes y
fáciles de criar. Además, son resistentes a muchas
enfermedades.
Son pocos los animales que se reproducen tan
rápidamente como la chiva. Por esto, el dinero que se
invierte en ellas se recupera con rapidez. Pueden ser
aprovechadas para combatir la propagación de las malas
hierbas y malezas. Son mejores para pastorear que las
reses y los borregos, pues no acaban con el brote de las
pasturas.
Tradicionalmente se conoce a la chiva como
depredadora, pero no debemos olvidar que el hombre es
el que controla a las chivas, y no al revés.
Se ha comprobado que el mejor pastoreo es el que
combina el de reses, borregos y chivas.
ELECCIÓN DE LAS CHIVAS
Antes DE adquirir una chiva, es necesario tener
presentes algunas reglas para que los animales den el
rendimiento que espera el productor. Entre los datos más
importantes, se deben considerar el origen, edad,
conformación, etapa de producción en la que se encuentra
y estado de salud.
Origen
Es muy importante conocer el origen de las cabras,
ya que está muy ligado a las aptitudes y al carácter del
animal.
Por lo general las razas puras son más dóciles. Las
chivas que han sido criadas en libertad absoluta son
difíciles de habituar a la vida casera.
Los cuernos no influyen en las condiciones del
animal. En las chivas, no son una característica fija; la
mayoría de las razas tiene animales con y sin cuernos.
La cantidad y calidad de leche que se obtenga de las
chivas serán las mismas, tengan o no cuernos, y éstas
últimas serán igualmente dóciles.
Edad
Para saber la edad aproximada de una cabra,
debemos observar detenidamente el desarrollo de su
dentadura. Cuando éste ha concluido, tienen ocho dientes
cortantes y 24 muelas. Los primeros sólo aparecen en la
mandíbula, y las muelas arriba y abajo.
Erupción de los dientes de leche. Generalmente los
chivitos nacen sin dientes, pero a los cuatro o cinco días,
salen las pinzas y los primeros medianos; a los doce, los
segundos medianos y al mes los extremos. La primera
muela aparece a las seis o siete semanas, la última a los
tres meses y la penúltima de los nueve a los diez meses.
Erupción de los dientes permanentes. Cuando los
animales tienen dos palas, o sea las pinzas y seis de leche,
cuentan con dos años; las pinzas y primeros medianos
permanente indican tres años; las pinzas, primeros y
segundos medianos permanentes indican cuatro años, y la
caída de los extremos de leche se da entre los cuatro años
y medio y los cinco.
De los cinco años en adelante es difícil apreciar la
edad, pues hay que fijarse en el desgaste de los dientes,
que es muy irregular.
Etapa de producción
Al comprar un animal se
cualquiera de los siguientes tres casos:
-
puede
presentar
Que se adquiera un animal demasiado joven.
Que esté en plena producción de leche.
Que esté gestante (seca).
En el primer caso, el grado de desarrollo en relación
con la edad y el rendimiento de los padres, son los únicos
datos que podemos investigar.
En el segundo caso debemos investigar cuánto
tiempo ha transcurrido desde el último parto y cuándo fue
cargada. La cantidad de leche no se puede apreciar en un
ordeño; de ser posible se debe ordeñar a la chive tres días
seguidos para saber cuánta leche tiene.
Es difícil averiguar la fecha del último parto. A
medida que avanza la gestación, la producción de leche
disminuye considerablemente.
Muchos cometen el
siguiente fraude: hacen criar un chivito de otra chiva que
haya parido dos, y así pretenden demostrar que la chiva
ha parido recientemente.
Para el tercer caso, y para saber si una chiva está
cargada, Don Juvenal, viejo caprinocultor de Querétaro,
aconseja el procedimiento que, por su sencillez, se explica
a continuación:
-
-
Se debe recolectar leche de la chiva sospechosa
en un recipiente bien limpio.
Con una paja limpia, se toma una pequeña
cantidad de leche y se deja caer en un vaso con
agua lo más pura posible.
Si la chiva no está cargada, la leche se mezcla
con el agua, enturbiándose y formando
pequeños copos. Si por el contrario, la chiva está
cargada, la gota de leche en lugar de mezclarse
con el agua cae al fondo del vaso.
Este hecho tiene su explicación en que la leche de
las chivas cargadas es más rica en moco y más pesada que
la de las vacías.
Conformación
A las personas que saben un poco de animales, la
conformación les dice rápidamente si un animal reúne las
condiciones para la producción de leche o no.
La chiva lechera presenta formas angulosas que,
aunque comunes en todas las chivas, se acentúan en las
buenas lecheras. Sin embargo, no se deben confundir las
formas angulosas con el enflaquecimiento exagerado. En
estos animales, la piel es gruesa y sin brillo, y la mirada
triste.
En cambio, la chiva lechera, estando bien
alimentada, tiene el pelo brillante, la piel fina y suelta, y
en su mirada y andar se aprecia una sensación de
bienestar.
La cabeza bien proporcionada, el cuello largo,
espalda recta caja amplia y patas y manos finas indican
gran aptitud para producir leche.
A todo esto, hay que agregar lo referente al aparato
mamario, ubre o chichi. El volumen de las mamas se
relaciona con la cantidad de leche producida, sin embargo,
muchas veces hay mucho volumen y poca producción.
Si después del ordeño quedan los pezones lacios, es
que son buenos, de lo contrario, tendrán poca porción
productora, o poca “esponja”, como dicen algunos
productores.
La ubre debe desarrollarse uniformemente, y es
conveniente que se mantenga ligeramente caliente.
Estado de salud
Las chivas padecen algunas enfermedades que
pueden influir en la cantidad y calidad de la leche.
Aunque se enferman menos que otros animales
domésticos, hay que revisarlos con mucha atención antes
de formalizar una compra.
Se recomienda que de ser posible se pida el consejo
de un veterinario.
ALOJAMIENTO
“Las frías noches de invierno
consumen mucha carne”.
Doña Claudia Martínez
Santillán.
Es un grave error pensar que las chivas viven bien
en cualquier parte. Aunque son fuertes y poco enfermizas,
siempre son más productivas cuando viven en lugares
limpios, bien ventilados, donde el aire y el sol pueden
penetrar libremente.
Se dice que los corrales de chivas huelen muy mal,
y esto es cierto cuando no se practican algunas reglas de
limpieza. Hay corrales donde no se percibe ningún olor,
pero hay otros que huelen a dos kilómetros de distancia,
debido a que los animales están demasiado apretados y
sin cama adecuada, y sobre todo por no tener suficiente
ventilación y por no barrer los corrales.
Las chivas son animales de vida libre por
excelencia, de aquí que satisfagan sus necesidades en
forma natural. Para que rindan en nuestro beneficio,
debemos proporcionarles las condiciones y alimento
necesarios, y así lograr que se reproduzcan cuando nos
convenga, que den la cantidad de leche y carne que
requerimos y que fertilicen nuestras tierras.
Abrigos y cobertizos
Las pérdidas que ocasionan la lluvia, el aire y el frío
son considerables, incluso más importantes que las que se
producen por las enfermedades infecciosas.
Por lo general las chivas adultas, gracias a su
rusticidad y resistencia, luchan contra el frío bastante bien;
pero los cabritos tienen menos resistencia, en muchas
ocasiones no reciben la leche que necesitan y mueren en
gran cantidad.
El frío seco no es tan perjudicial; tal vez no sea una
exageración afirmar que durante los inviernos normales,
en que las heladas se dan en ambiente seco, los chivitos se
muestran sanos y vigorosos. En cambio, cuando las
heladas alternan con lluvias y el aire frío sopla con
intensidad, es muy común que se presenten muchas
muertes entre las crías que no hayan destetado.
No se trata de hacer construcciones complicadas y
costosas que significarían un gran desembolso; lo
importante es construir cobertizos ligeros y bien
orientados, utilizando los materiales más económicos en
cada caso.
Estos abrigos no son de gran volumen y permiten
aprovechar todo, incluso las paredes de tierra.
Si no se cuenta con un abrigo o cobertizo adecuado,
se experimentarán graves pérdidas en crías. Además de
que las chivas reducirán considerablemente la producción
en carne y leche, y de que estarán más expuestas a los
abortos, se presentarán diversos accidentes que, en la
mayoría de los casos, serán provocados por el hambre y el
frío.
Una vez terminado el cobertizo, se debe dividir en
tres compartimientos:
-
Uno pequeño para el macho o los machos,
Uno grande para las hembras con crías y
Otro grande para las hembras sin crías y los
machos castrados.
Los machos nunca deben estar con el rebaño para
evitar que cubran a las hembras cuando no queremos (en
el momento del empadre se les deja con las hembras).
Los animales no deben estar demasiado juntos en el
mismo cobertizo. Si hay demasiados animales, No tendrán
suficiente espacio para echarse, por lo que rumiarán mal y
se enfermarán más fácilmente.
Se necesita un espacio de 1.5 m² por animal adulto.
Por ejemplo, si deseamos ubicar seis animales adultos en
un cobertizo, éste deberá tener una superficie de 3 m x 3
m.
Las puertas del cobertizo deben ser por lo menos de
2 m de ancho, para que los animales entren y salgan con
facilidad y sin dañarse.
- Cobertizo -
En los corrales se colocarán un saladero, comederos
y bebederos, dispuestos de tal manera que las chivas no
puedan subir a ellos. Estos se pueden hacer con troncos
ahuecados o tambos cortados por la mitad.
Alojamiento
PRINCIPALES RAZAS DE CHIVAS LECHERAS
Las chivas se pueden clasificar según su función
(pelo, carne y leche) y según el lugar de donde son
originarias. A continuación se describirán brevemente las
principales razas especializadas en producción de leche.
Chivas de África
Nubia. Es originaria de Egipto, en África. Es de
temperamento tranquilo, no necesita muchos cuidados y
una alimentación muy escogida; es la raza que mejor se
adapta a las difíciles condiciones del trópico.
Puede producir hasta 850 libros de leche al año, y
su leche es la de mayor contenido de grasa.
Es un animal grande y robusto, por lo que se le
puede considerar como un animal productor de leche y
carne en clima caliente y seco. No tiene color fijo y tiene
orejas grandes y colgantes. La hembra generalmente
carece de barbas, y es famosa por la frecuencia tan alta de
sus partos dobles y triples.
Chivas de origen europeo
Alpina. Es originaria de la región fría y montañosa
de Francia. La chiva alpina es conocida por sus bellas
formas y por la rica y abundante leche que produce.
Por lo general presenta cabeza pequeña, frente
ancha de forma elegante, orejas de tamaño medio (más
bien pequeñas y gruesas), ojos muy vivaces pero que
demuestran mansedumbre y tienen labios gruesos (lo cual
corresponde a animales que producen leche rica en grasa).
El cuello es largo, pero elegante y fuerte; la espalda forma
poco arco, pero a partir de la grupa se acentúa bastante.
Hay predominio de la parte trasera sobre la delantera y en
su conjunto se pueden observar las formas angulosas que
corresponden a una buena hembra lechera.
Dominan los colores obscuros. Pueden dar hasta
cuatro libros en un día, y entre un parto y otro más de 950
libros.
Saanen. Es una de las razas lecheras más
importantes del mundo. Es de gran tamaño, pueden
alcanzar 70 kilos de peso vivo.
Generalmente no tiene cuernos. El pelo es de color
blanco o crema claro, incluso las pestañas. Es de pelo
corto, pero algunas veces en la parte trasera y el vientre
aparece largo. La ubre es muy voluminosa y con mucho
tejido productor de leche; en unas chivas es redonda y en
otras alargada. Sus líneas son angulosas pero con gran
amplitud en el pecho y la cintura. Los machos son
melones (sin cuernos) aunque puede haber ejemplares con
cuernos.
Las hembras tienen gran capacidad para convertir
alimentos en leche, y exigen gran cuidado, por lo que
generalmente se crían únicamente en estabulación.
Pueden producir más de 900 litros en 300 días de
lactación.
Toggemburg. Esta especie es originaria de Suiza. Es
menos alta que la Saanen pero más robusta. Su pelo es
café con blanco, con franjas blancas que empiezan en la
frente y terminan en los labios. Las extremidades son
blancas desde la rodilla y corvejón, así como la base de la
cola, el cuello es largo, y las orejas pequeñas y obscuras.
Su producción de leche es variable; pueden llegar a
producir 800 litros por lactación.
Razas españolas
Murciana-granadina. Es la raza más importante en
España, gracias a su gran capacidad lechera. Se cría
aprovechando los desperdicios de la agricultura. Aunque
son dos razas distintas, actualmente se les considera como
una, debido a que son muy similares.
Son animales de alta medicina, en promedio
alcanzan 40 kilos de peso vivo; sus ubres y pezones son
grandes y con elevada producción de leche. En España
hay chivas granadinas que producen hasta 1000 litros de
leche al año. Puede haber animales con o sin cuernos; su
color va del caoba al negro. Se adapta bien al pastoreo y
es una gran caminadora, característica muy apreciada en
México y España.
Granadina
Son éstas las primeras razas que llegaron a la
ciudad de México y a Querétaro, pero desgraciadamente
sus niveles de producción son muy bajos. Habrá que
trabajar mucho con esta raza que tantas posibilidades
tiene en nuestro país.
ALIMENTACIÓN DE LAS CHIVAS
“A los animales, la bueno
les entra por la boca”.
Filiberto Romero.
El Cerrito.
Se llama alimentación al hecho de darle de comer a
un ser, para que sus órganos digestivos transformen y
obtengan de los alimentos las sustancias nutritivas que le
permitan mantenerse vivo y producir.
Aparato digestivo de las chivas
La diferencia principal en el aparato digestivo de
estos animales está en el estómago, ya que en lugar de
tener uno, como en la mayoría de los animales, los
rumiantes tienen cuatro estómagos, cuyos nombres son:
-
Panza o rumen.
Bonete o retículo.
Librillo u omaso.
Cuajar o abomaso (estómago verdadero).
Función del rumen. En la panza o rumen, los
alimentos se almacenan, remojan y fermentan. Cuando la
chiva está en reposo, ciertos movimientos de la panza
empujan los alimentos a la boca del animal, donde acaba
de masticarlos; a esto se le llama rumia y por ello se les
conoce como rumiantes. Cuando come, en realidad no
mastica el alimento sino que lo corta y lo traga para ser
almacenado en el rumen, de ahí que veamos a las chivas
masticar constantemente cuando están en reposo.
Función
de
retículo.
Una
vez
masticado
completamente en la rumia, el alimento pasa al bonete o
retículo, cuya función es remojar y fermentar el alimento
masticado.
Aquí es donde se detienen los objetos metálicos
(alambres y clavos) que causan los que comúnmente se
llama “chiva alambrada”.
Función del omaso. Los alimentos ya fermentados
pasan del retículo al librillo, en donde se absorben los
líquidos, quedando seco el alimento.
Función del abomaso. Posteriormente pasan los
alimentos al cuajar o abomaso, el cual tiene una función
muy similar al estómago de los demás animales, pues ahí
están los jugos gástricos y ser realiza la verdadera
digestión.
Raciones de mantenimiento y producción
Cuando las chivas están libres, nadie se preocupa
de ellas; junto con los borregos comen cuanto encuentran.
Tienen especial predilección por las ramillas y brotes
tiernos, y si no se tiene cuidado pueden causar un gran
perjuicio en bosques en crecimiento.
Si están estabuladas o semiestabuladas, son muy
aguantadoras; pero si se quiere abundante y buena leche,
es necesario darles suficientes alimentos en cantidad y
calidad.
La alimentación de la cabra debe establecerse de
acuerdo a la edad, estado físico y producción de leche. Se
puede afirmar que las chivas están constantemente en
producción; unas veces porque crecen, otras porque dan
leche y otras porque la gestación está avanzada.
Se entiende por ración de mantenimiento la cantidad
de alimento que un animal necesita cada 24 horas para
atender las necesidades de su cuerpo.
La ración de mantenimiento debe establecerse en
función del peso del animal, pues fácilmente se sabe que
no consumirá lo mismo una chiva de 30 kilos que una de
60, aunque proporcionalmente gasten más energía los
animales chicos que los grandes.
En términos generales, las chivas necesitan una
ración de heno equivalente a 1.4 kilos de alfalfa seca por
cada 40 kilos de peso.
Conocido este valor, se puede establecer con
facilidad la ración, pudiendo recurrir a otros alimentos.
Lo importante es combinar adecuadamente los otros
productos para que la ración cuente con los nutrientes
necesarios.
Es muy importante conocer la ración de
mantenimiento, pues esto facilita mucho determinar la
ración de producción. Esta última es la cantidad de
nutrientes que debemos añadir a la ración de
mantenimiento en relación a la cantidad de producto que
deseamos obtener.
Con la ración de mantenimiento las chivas podrían
dar leche; pero sería poca y de mala calidad. La chiva
enflacaría y daría por las ubres su grasa, sus tejidos y hasta
sus huesos. Y si esta situación se prolongara mucho,
acabaría por no dar leche y moriría de extenuación.
Es necesario que la chiva no dé nada propio,
solamente tiene que transformar los alimentos que le
damos con exceso a sus necesidades de mantenimiento.
Esto es lo que debemos entender por ración de producción.
Una chiva de 40 kilos, como hemos dicho, requiere
para sus necesidades de mantenimiento el equivalente a
1.4 kilos de heno de alfalfa.
Si produce dos libros diarios de leche, y si
queremos que el animal dure y que la cantidad y calidad
de la leche se sostenga, tenemos que darle forzosamente,
en forma de alimento, los materiales necesarios para que
la leche se forme.
Cada libro de leche de cabra contiene,
aproximadamente, 40 gramos de proteína. Por lo tanto,
los dos libros que suponemos tendrán 80 gramos. Como
estos deben formarse exclusivamente con las proteínas
que aporta la ración, hay que darles la cantidad de heno
necesaria para que el organismo encuentre por lo menos
80 gramos de proteína.
Tomando en cuenta el resultado de la riqueza
media de proteínas de la alfalfa henificada tenemos los
siguientes datos:
RIQUEZA DE PROTEÍNA DIGESTIBLE
Alfalfa
(seca)
En 1 kilo. . . . . . . . . . . . . . . . .
En 1.4 Kilos. . . . . . . . . . . . . .
Proteína digestible
100 gramos
140 gramos
La cantidad de heno necesaria para cubrir los 80
gramos de los dos litros de leche es 800 gramos, de modo
que:
Para mantenimiento:
Para producción:
Total:
1.400 kilos
0.800 kilos (800 grs.)
2.200 kilos
De acuerdo a lo anterior una chiva que produce tres
libros necesitaría 1.4 kilos de alimento para
mantenimiento y 1.2 para la producción.
Para las chivas que pasan parte del día pastando no
es posible dar una regla fija. La práctica enseñará la
cantidad de alimento suplementario, según la estación y el
tipo de animales.
En toda ración conviene dar salvado, ya que por su
riqueza en algunos minerales se le considera como un
alimento muy lechero. Además, es aconsejable preparar
mezclas con salvado y sorgo o algún otro grano molido.
Una parte muy descuidada en cuanto a la
alimentación de la chivas, es la que se refiere a los
minerales. La falta de estos afecta a las chivas en forma
lenta pero segura, disminuyendo su salud y desde luego
su producción.
Existen mezclas de minerales que venden en las
forrajeras y que contienen todos los minerales que
necesitan los animales. Estas mezclas deben ponerse a
disposición de las chivas en saladeros especiales donde no
se asoleen ni se mojen, porque perderán su fuerza.
El dueño de las chivas debe tener bien presente que
aunque aparentemente estas mezclas son caras, los
beneficios que se obtienen pagan de sobre la inversión
original.
REPRODUCCIÓN DE LAS CHIVAS
“Pocos animales renden tanto
como las chivas”.
Juan Chávez.
Fuentezuelas.
La reproducción es la función mediante la cual los
seres dan vida a un nuevo ser. El periodo reproductivo de
un animal puede representar pérdidas o ganancias para el
productor, todo depende de que el ciclo entre parto y
parto se lleva a cabo de manera adecuada en cuanto a
tiempo, alimentación, cuidados y enfermedades. Por lo
tanto, la reproducción debe vigilarse cuidadosamente para
conserva a las buenas hembras lecheras, y para que
aquellas que no son tan buenas, nos den hijas mejores que
sus madres; hay que tener presente que debemos mejorar
la raza de manera permanente.
En los machos existe una forma de herencia que
tiene gran influencia en la mejora de las chivas, puesto que
las condiciones lecheras de la madre del macho se reflejan
en las hijas de éste.
Los productores que tienen rebaños uniformes
siempre tienen buenos machos porque saben las ventajas
que esto representa.
Selección y cruzamiento
Se pueden unir chivas de la misma raza y hacer la
selección o pueden unirse chivas de raza diferente,
haciendo entonces el cruzamiento.
La selección se considera más exacta y segura que el
cruzamiento, aunque en ocasiones, este último, bien
dirigido, puede tener muchas ventajas.
Es necesario que la gente se convenza de que la
reproducción es un importante factor de mejora del
ganado, junto con la buena alimentación y el ordeño
oportuno.
Se conocen muchos casos en que chivas
“corrientes”, de aspecto rústico y poco lechero, han sido
compradas por dueños de rebaños para la venta de leche,
y después de dos o tres partos, se han convertido en
buenas lecheras. Por otro lado, las hijas de estas chivas
han demostrado ser tan buenas productores como las de
raza pura.
Edad para iniciar la reproducción
Para dar inicio a la reproducción, lo más económico
para muchos es aparear animales tan pronto aparezca el
primer celo, que sucede como a los siete meses.
La experiencia demuestra que es mejor esperar por
lo menos a los doce meses, o bien hasta que la primalita
tenga entre 30 o 32 kilos de peso.
Es fácil entender que el animal a los seis meses no
está formado completamente y su desarrollo se complica
mucho haciéndolas parir tan jóvenes. Esto se explica
porque todo lo que come, en lugar de usarlo para crecer,
lo tiene que compartir con el producto que va a nacer.
Celo o calor
El celo se reconoce fácilmente, sobre todo si las
hembras están bien alimentadas y en contacto con el
macho. En este periodo, disminuye la producción de
leche, la vulva se inflama, se abre y cierra con frecuencia, y
a veces sale un líquido con unas gotas de sangre. El
animal se agita, deja de comer y hace un ruido
característico. Si está libre monta a sus compañera y no se
separa del macho.
Cuando las chivas no entran en calor, se
recomienda inyectarles Tonofosfan. Esta medicina se
consigue en una farmacia veterinaria, y se les aplica en la
nalga.
El macho está listo para montar casi en cualquier
momento, pero la mejor época es de octubre a diciembre.
Se puede espolvorear la panza del macho con
pintura para cemento, así, cuando monte a la chiva la
manchará y nos permitirá saber que fue cubierta y por
cuál chivo. Si hay dos o más sementales se usarán colores
diferentes.
En los casos en los que las chivas están estabuladas
y bien alimentadas, los calores aparecen con más
frecuencia que cuando están en libertad. Esto permite
controlar las montas de tal manera que el parto se
presente en la época en que la leche tiene mayor demanda.
En esto, no hay reglas. A veces, las chivas son
cargadas en abril o mayo y paren en septiembre, otras
veces son cubiertas en verano y paren en invierno, y en
ocasiones son cargadas en invierno y paren en primavera.
La época del parto normalmente influye en el
rendimiento y sostenimiento de la lactancia. Así, las que
paren en verano, cuando llega el invierno, por el frío y la
sequía, empiezan a bajar la producción; en cambio, las que
paren en invierno, conservan durante el frío la producción
propia de los primeros meses de lactación, y con la
primavera y una mejor alimentación estimulan y sostienen
durante más tiempo dicho periodo.
Gestación
El periodo de gestación comprende desde la unión
fértil hasta el momento del parto. Es difícil reconocerlo al
principio, pero a partir del tercer o cuarto mes se hace más
fácil.
En principio, no debe aparecer el celo; después, la
chiva empezará a engordar, y la panza aumentará de
volumen.
Durante la gestación, la hembra tendrá que ser
atendida cuidadosamente por lo que respecta a la
alimentación.
Es conveniente que se les inyecten vitaminas A, D y
E, aproximadamente un mes antes del parto. Estas se
consiguen fácilmente en las farmacias veterinarias.
La gestación dura cinco meses, pero se puede
prolongar 3, 5 y hasta 10 días a medida que se van dando
los partos.
Después del parto, es importante asegurarse de que
los chivitos mamen calostro y de que se desinfecten los
ombligos con algún cicatrizante como el azul o el nesasunt.
Lactancia
Cuando el objetivo es vender leche, los cabritos
generalmente se vende; pero si se les quiere conservar, es
necesario alimentarlos bien. El animal que no mama
debidamente, no se desarrolla.
Durante los primeros cuatro días de vida, puede
mamar cinco o seis veces, pero siempre a la misma hora;
después tres o cuatro veces.
El destete se iniciará a los dos meses, para
terminarlo a los tres. Después del ordeño, y dejando un
poco para los cabritos, se deja que mamen tres veces,
luego dos, una, y luego se alterna para que mamen un día
sí y otro no.
Ordeño
El ordeño debe ser limpio, sin dolor, rápido y siempre a
la misma hora.
Para ordeñar a las cabras se recomienda tener un
local limpio y separado.
El ordeño debe de hacerse con cariño para que las
chivas no retengan la leche.
Cuando los animales son sanos, la leche que sale de
la ubre está limpia y libre de microbios. Muchas veces se
ensucia con las manos del ordeñador, con la falta de
limpieza de las vasijas donde se junta la leche o con el
polvo que hay en el aire.
Para hacer el ordeño manual, se puede tomar un
pezón y después otro, o bien, los dos al mismo tiempo. Lo
importante es que se tome el pezón con toda la mano y se
extraiga la totalidad de la leche.
Ordeñando metódicamente se puede conseguir que
algunas chivas den leche durante tres o cuatro años sin
quedad cargadas.
La producción de leche está relacionada con el año
de lactación. El rendimiento máximo se obtiene a partir
del tercer o cuarto año, hasta el fin de la vida productiva.
Sin embargo, no hay regla, ya que algunos animales dan
leche hasta por 10 a 12 años (estos deben conservarse para
ser utilizados como pie de cría).
Número de ordeños
Pueden ser uno, dos o tres, regularmente
espaciados. Si es uno, debe hacerse cada 24 horas, si son
dos cada 12, y si son tres cada ocho horas.
Lo más importante es que no haya diferencia de un
día para otro en cuanto a la hora de practicarlo.
Se recomienda ordeñar dos veces al día, excepto la
primera semana después del parto, en la que las chivas
pueden necesitar hasta tres ordeños, debido a la gran
cantidad de leche que se acumula en las ubres.
Algunos consejos prácticos
No conviene dejar mucho tiempo la leche en el
corral o cerca de él. En cuanto se colecte debe colocarse en
un lugar muy limpio, filtrándola con un trapo que no esté
sucio y que no tenga olor.
Las cabras que no estén sanas por completo,
deberán ser ordeñadas por separado y sin mezclar la
leche.
Se recomienda airear la leche para que pierda olor,
se oxigene y enfríe con rapidez. Esto se hace en locales
muy limpios y depositando la leche en recipientes de poco
fondo, pero muy extendidos.
Cuando no es posible refrigerar la leche, se le puede
poner un rábano en rodajas; esto permitirá que se
conserve por más tiempo.
PRINCIPALES ENFERMEDADES QUE AFECTAN A
LAS CHIVAS
Las chivas, así como otros animales, son criadas de
muy diversas maneras y en ambientes diferentes. Por lo
tanto, es posible que se enfermen y esto afecte su
producción.
Cuando se presentan enfermedades es importante
que pensemos en el animal, en el ambiente donde es
criado y en la posible causa (golpe, microbios, parásitos,
mala alimentación, etc.). Los animales reaccionarán de
diferente manera, según el tipo de enfermedad y su
gravedad. Entre los síntomas más importantes para saber
si un animal está enfermo, encontramos: fiebre; aumento
en la frecuencia respiratoria y del latir del corazón; falta de
apetito; se apartan; enflacan; se les pone el pelo grifo; la
mirada triste, y disminuyen la producción o dejan de
producir.
En cuanto se observe alguna de estas
alteraciones
deberán
tomarse
las
medidas
correspondientes.
A continuación se describen las enfermedades más
comunes en las chivas, cómo reconocerlas, prevenirlas y
curarlas.
Piojos
La infestación por piojos es muy común entre las
chivas. Son parásitos chupadores de sangre que se
localizan en el cuello, panza, piernas y alrededor de la
ubre.
Son más numerosos en invierno, quizá porque las
chivas tienen más pelo, y hay un mayor número de
animales débiles.
Las chivas se muerden continuamente y se tallan
contra paredes o cercas, y bajan de condición, ya que dejan
de comer y dormir adecuadamente. La producción de
leche disminuye y este hecho puede ocasionar muchas
muertes entre los cabritos.
Para controlar este problema se recomienda bañar a
los animales con asuntol o neguvon antes del invierno, el
procedimiento se debe repetir a los 14 días. Si los corrales
no están limpios (barridos), de nada servirán los baños.
Ojos llorosos
Es una enfermedad muy contagiosa, donde se
inflama el párpado y lloran constantemente. A veces se
forman nubes en el ojo.
Las moscas pueden llevar la enfermedad de una a
otra chiva.
Se presenta con más frecuencia en animales jóvenes
y que están en pastoreo.
Es una enfermedad que, a veces, se cura sola, pero
en los casos más graves se recomienda hacer lavados en el
ojo. Para hacer estos lavados se mezclan agua y una pizca
de sal, se bebe un sorbo y se escupe dentro del ojo del
animal, como si fuera bomba de aspersión. Si no se cura
así, después de los lavados deberá de ponérsele una
pomada o polvo para los ojos que tenga terramicina; esto se
hará dos veces al día hasta que se componga.
Lobanillos
Es una enfermedad muy contagiosa, que se reconoce
al ver bolas o abscesos en diferentes partes del cuerpo. Si
el animal no se atiende, deja de ganar peso. Es más
común en animales adultos.
Los abscesos, al madurar, están llenos de una pasta
verde-amarillosa en la que están los microbios que pueden
contagiar a otros animales.
Las chivas afectadas deberán separarse del rebaño,
se espera a que madure la bola y se abre, sacando toda la
pus que tiene, y se desinfecta después con yodo o
negasunt.
Pulmonía
Las enfermedades de los pulmones representan un
serio problema para las chivas. Con la pulmonía, los
pulmones se inflaman por diferentes causas: cambios
bruscos de temperatura, parásitos, microbios, fatiga y
medicinas o alimentos que por error llegan a los
pulmones.
Las pulmonías muchas veces se presentan porque
no hay suficiente espacio, y las chivas están tan juntas que
se transmiten los microbios. Esto se agrava si además hay
mala ventilación; debe haber suficiente aire pero sin que se
formen corrientes frías.
Los signos que se presentan con la pulmonía son
inconfundibles, ya que los animales muestran moco, tos,
dejan de comer y normalmente enflacan.
Para curas la enfermedad se deben utilizar
antibióticos inyectados que contengan tetraciclina o
penicilina con antinflamatorio.
Asimismo, se deberán
modificar el espacio y las corrientes de aire.
Mosca De la nariz
Esta enfermedad es causada por las larvas de una
mosca que se alojan en la nariz.
Al principio produce moco transparente, pero a
medida que avanza el mal, se pone verde y a veces con
sangre. Produce muchos estornudos sobre todo en la
mañana y en la noche.
Es importante buscar las larvas en los corrales o en
los comederos, ya que muchas veces salen con los
estornudos.
Se cura con una medicina que se llama neguvon
inyectable.
Malnutrición
La malnutrición se produce por una alimentación
deficiente, en la que los animales no alcanzan a cubrir ni
siquiera sus necesidades de mantenimiento, lo que
provoca grandes trastornos en el animal.
Esta enfermedad es muy común ya que la mayoría
de los rebaños no reciben alimentación suplementaria
además del pastoreo.
En los animales en lactación o gestantes, el
problema se hace más grave, ya que tienen que recurrir a
sus reservas para suplir las deficiencias, y se producen
grandes trastornos que en ocasiones provocan la muerte
del animal.
Las principales
alimentación
-
consecuencias
de
una
mala
son:
Animales chicos, de poco peso al parto y con
una mortalidad elevada.
Poca producción de calostro.
Crecimiento lento y presentación tardía del
primer calor.
Baja producción de leche y retardo en la
presentación del siguiente calor.
Animales más enfermizos.
A esta enfermedad, más que curarla es necesario
prevenirla ofreciéndole suplementos alimenticios a los
animales en la época en que la disponibilidad de forrajes
disminuye o en la temporada de seca.
Indigestión
Las indigestiones se dan por el exceso en la
alimentación, por la mala calidad de los alimentos (con
hongos, muy tiernos, etc), por el calor, por hacer caminar a
los animales después de haber comido mucho, etcétera.
Se reconoce por el abultamiento de la panza, el
animal se queja, se lamenta y se hacha; se pone triste con
los ojos hundidos, y en ocasiones con la boca pastosa.
Se recomienda vaciar el aparato digestivo, para lo
que se debe recurrir a purgantes como el aceite y el
bicarbonato.
Para prevenir la indigestión se recomienda, como
regla, que primero se dé el alimento seco y después el
verde.
Meteorización o timpanismo (chiva aventada)
Consiste en la formación de gran cantidad de gas en
el aparato digestivo; en ocasiones puede romper alguna
tripa y hasta causar la muerte.
Se produce generalmente por alimentar a las chivas
con plantas verdes y húmedas. Se recomienda empezar la
alimentación con algo seco antes de que los animales
salgan al campo, sobre todo cuando hay mucho rocío.
Cuando se produce la meteorización, es necesario
aplicar un remedio rápidamente. Hay dos que son de fácil
elaboración: el primero consiste en una mezcla de té de
manzanilla y una cucharada de amoniaco; el segundo es
una pasta preparada con tequezquite, pirul y aceite;
cualquiera de estos remedios debe colarse en la lengua del
animal. Lo importante para la cura de esta alteración es
que se actúe inmediatamente.
Heridas en las mamas
Es un accidente muy frecuente, sobre todo en
cabras que tienen la ubre muy grande.
Por su
temperamento inquieto y porque constantemente brincan
cercas alambradas, es muy común que las chivas se abran
la ubre. Cuando esto sucede se recomienda que se suture
la herida siempre y cuando se efectúe pronto, con
limpieza, utilizando una aguja inoxidable e hilo para
pescar y se desinfecte bien la herida.
Cuando pasa mucho tiempo y las heridas se
ensucian no debe suturarse; se deberá desinfectar
enérgicamente e inyectar penicilina con antinflamatorio
durante tres días.
Parásitos internos
Con mucha frecuencia las chivas tienen gusanos en
su aparato digestivo, los cuales pueden ser planos o
redondos. Algunos trozos son expulsados en el
excremento, indicando su presencia.
No es un problema muy grave, y sólo en algunos
casos, cuando afecta a las crías, puede producir diarreas y
hasta la muerte.
Para eliminarlos se recomienda utilizar remedios
caseros que han demostrado ser efectivos y baratos, como
el de dar un gramo de naftalina en cinco mililitros de aceite
por cabeza y día, durante tres días. O bien, medicinas
tomadas como el panacur, synantic y valbazen, o inyectadas
como el levamisol, que se compran en las farmacias
veterinarias.
De manera general y dependiendo del caso, se
recomienda desparasitar antes y después de las lluvias.
LA LECHE DE CABRA Y SUS DERIVADOS
Los esfuerzos que hacen los productores para
proporcionar una buena alimentación, alojamiento
adecuado y mejorar la clase de sus chivas, tiene por objeto
aumentar su rebaño y obtener así una mayor producción
de leche.
Por eso es importante que en esta parte hablemos
de la calidad nutritiva de la leche de chiva, así como de
algunas formas de conservarla para aprovechar al máximo
este excelente producto.
Puede ser útil que los productores conozcan varias
formas de usar la leche, ya que la cantidad de este
producto varía de acuerdo a la época del año y al periodo
de lactación en el que se encuentren las chivas.
Así, por ejemplo, cuando se tiene poca leche se
puede consumir fresca, y si se tiene de sobra se pueden
hacer quesos, cajetas o dulces.
¿Por qué es buena la leche de chiva?
-
-
La leche de chiva es prácticamente igual a la de
vaca en su contenido de proteínas, grasas y
azúcar.
La leche de chiva es muy buena para alimentar a
los niños.
Tiene todos los elementos que
-
necesitan para crecer sanos y fuertes, sólo le
falta la vitamina C, D y B12.
Tiene más minerales que la leche de vaca. Si un
niño se alimenta con leche de chiva, tendrá muy
fuertes los huesos.
Tiene mucha vitamina A, que es muy
importante para la sangre y para tener buena
vista.
Es un alimento que ayuda a la curación de
algunas alergias.
Ayuda a curar úlceras del estómago y del
intestino.
Como la leche de chiva es más espesa que la de
vaca, rinde más para hacer queso o dulces. Por
ejemplo, para hacer un kilo de queso, se
necesitan 10 litros de leche de vaca, en cambio
sólo se necesitan 7 litros de leche de chiva.
¿Es cierto lo que se dice de la leche de chiva?
“Que es peligrosa porque da brucelosis o fiebre de malta?
El microbio que produce esta enfermedad se puede
encontrar en la leche de vacas o chivas enfermas. No
debemos tenerle miedo a la leche de chiva si los animales
están sanos y si hervimos o pasteurizamos la leche.
“Que sabe y huele a chivo”
Al igual que la leche de vaca, la de chiva adquiere
fácilmente sabores y olores del medio ambiente y del
forraje que consume. Si el corral está limpio y el ordeño se
practica en condiciones higiénicas (limpiar en seco la ubre,
manos lavadas con uñas cortas, filtrar y tapar la leche), la
leche no va a tomar sabores ni olores extraños.
“Que cae muy pesada”
La leche de chiva es más espesa que la de vaca.
Para los niños pequeños que no están acostumbras a
tomar esta leche, se recomienda diluirla con un poco de
agua hervida o té de manzanilla.
¿Cómo conservar la leche de chiva?
Elaboración de queso tipo panela
No debemos olvidar que para que un queso esté
bueno, la leche debe estar en buenas condiciones, y el
lugar donde se va a hacer y los trastes que se van a usar
deben estar limpios. Las recetas están calculadas para 10
libros de leche. Si es menos, se sacan las proporciones.
“Qué necesitamos?
-
-
Una cubeta de aluminio o una olla de peltre o de
barro con capacidad para 15 libros.
Estufa de gas.
Una cuchara grande de peltre o de madera.
Un cuchillo grande de aluminio o acero
inoxidable.
Una jeringa para medir el cuajo (si es líquido).
Dos o tres moldes, los cuales pueden ser cestas
de vara o palma.
Dos pedazos de tela de manta de cielo de 50 x 50
cm.
Una coladera, un reloj y un recipiente de un
litro.
10 litros de leche fresca (que no esté agria).
60 gramos de sal (un puñito).
Cuajo: si es líquido un centímetro y medio de
una pringa (1.5 ml).
Si es pastilla: ¼ de pastilla.
Agua limpia.
¿Cómo se hace?
1. Se cuela la leche con la coladera y con la manta
de cielo, y se pone en la olla a fuego lento hasta
que se entibie, agitándola suavemente.
2. Se agrega el cuajo a la leche y se agita bien
durante dos minutos.
3. Se deja reposar la leche con el cuajo durante 45
minutos, cuidando que no se enfríe.
4. Cuando pasa este tiempo, se mete el cuchillo, y
si al sacarlos está limpio, es que ya esta cuajado.
Se corta la cuajada en cuadritos de 1 centímetro
de lado. Si no ha cuajado, se deja 15 minutos
más.
5. Se agitan los cuadritos junto con el suero por 25
minutos, cuidando que no se enfríe la mezcla.
Esto se hace prendiendo y apagando la lumbre
cuando sea necesario.
6. El contenido de la olla se deja reposar por cinco
minutos.
7. Se sacan seis litros de suero. Lo que queda en la
olla es la cuajada.
8. Aparte, se prepara la salmuera; para ello en un
recipiente se ponen 60 gramos de sal y medio
libro de agua hervida, fría.
9. Se agrega la salmuera a la olla con la cuajada.
10. La mezcla se agita bien durante cinco minutos.
11. Se cubre el fondo de varias cestas con la manta
de cielo y ahí se vacía la cuajada. Se ponen las
cestas una sobre otra y se dejan reposar 15
minutos.
12. Una vez transcurrido este tiempo, los quesos se
voltean y se dejan reposar otros 15 minutos.
13. Por último, los quesos se sacan de las cestas y se
conservan en un lugar fresco.
Cajeta
¿Qué necesitamos?
-
Una olla de barro, peltre o cobre con capacidad
para 10 litros.
Una cuchara grande de madera o peltre.
Una cuchara sopera para medir.
Estufa de gas o leña.
Cinco litros de leche.
Un kilo de azúcar.
Una cucharada sopera de Maicena.
1/3 de cucharada de bicarbonato.
Una rajita de canela o un chorrito de vainilla.
¿Cómo se hace?
Se pone la olla al fuego con todos los ingredientes,
empezando por la leche, el azúcar y el bicarbonato, y se
mueve constantemente hasta que se tenga la consistencia
adecuada. Es fácil que se queme, por lo tanto conviene
estar atentos con la lumbre. Para saber si ya está, se saca
un poco de cajeta y se enfría para ver si ya tiene la
consistencia.
Autor:
Gerardo Miranda
Autora del último capítulo:
Mónica Saravia.
Este trabajo se imprimió en los
Talleres Gráficos del CREFAL
en abril de 1988. Se editaron
1 000 ejemplares.