Download + Baldor mantiene su vigencia como el `terror`

Document related concepts

Al-Juarismi wikipedia , lookup

Compendio de cálculo por reintegración y comparación wikipedia , lookup

Álgebra wikipedia , lookup

Anatoli Máltsev wikipedia , lookup

Alekséi Kostrikin wikipedia , lookup

Transcript
 Baldor mantiene su vigencia como el
‘terror’ de los textos escolares
Percepciones de estudiantes y docentes sobre el popular
texto escolar.
Autor: Diego Forero Barrios/ El Heraldo.co
Tomado con autorización del periódico El Heraldo en su edición digital del 24 de enero
de 2016.
El álgebra de Baldor, cuya primera edición data de 1941, es uno de esos libros
que siguen vigentes a pesar del paso del tiempo. Docentes, estudiantes y
vendedores opinan sobre la publicación.
Las listas escolares se renuevan cada año con nuevos textos a excepción del
libro Álgebra de Baldor. Cuenta la historia que en Egipto, tierra a la que se le
reconoce por sus pirámides y faraones, se encuentran los primeros indicios del
florecimiento de las ciencias matemáticas. La necesidad de afinar la aritmética y
la geometría se asomó como algo inexorable para buscar una solución a las
periódicas inundaciones provocadas por el río Nilo.
Aunque las matemáticas representan un instrumento fundamental en distintos
campos del saber, generan cierta resistencia en quienes han sufrido por cuenta
de su complejidad.
Cuando se trata de resistencia y antipatía, por alguna de sus ramas, el álgebra
es una abanderada para muchos estudiantes y personas que atendieron sus
contenidos.
Hoy día el libro, cuya portada sigue mostrando el hombre de turbante granate y
barba prominente, se consigue por un precio de $65.000 y de segunda entre
$25.000 y $35.000, dependiendo de su antigüedad.
El autor de este tradicional libro, que ha sido usado por generaciones, es el
profesor cubano Aurelio Baldor. A pesar de su supuesta impopularidad, el
álgebra de Baldor sigue ‘vivito y coleando’.
Difícil, pero útil. Derlys Teherán, una estudiante de 10° grado, reconoce que
hace poco más de un año sufrió la complejidad de los ejercicios del libro. A
1
pesar de su dificultad, hoy asegura que eso le permitió comprender distintos
temas y aplicarlos en situaciones del diario vivir.
“En el colegio todavía piden ese libro y cuesta creer que no se utilice más. Lo
siguen usando porque es un recurso valioso para enseñar las matemáticas”,
agrega la menor de 15 años.
Yerlin Roncallo tiene 17 años y acaba de graduarse de bachiller. Ella recuerda
que algunos casos de factorización eran sumamente enredados, por lo que ella
manifiesta –entre risas- que son “lo peor”. Sobre el tema, expresa que gracias a
su profesor pudo comprenderlos.
En este momento ve en el álgebra de Baldor un libro que constituye una base
para el dominio de conceptos básicos porque promueve el aprendizaje de
diversos temas y fortalece las habilidades del estudiante antes de acceder a la
educación superior.
Hablan los profesores. Gustavo Titus, docente matemático, sostiene que el
ejemplar es percibido por algunos alumnos como un “dolor de cabeza” mientras
desarrollan en el colegio sus temas. “Cuando esos jóvenes llegan a la
universidad a estudiar una ingeniería se dan cuenta de que mucho de lo
aprendido fue gracias al álgebra. Esa es la base del cálculo”, dice.
Desde su punto de vista, es una publicación muy importante para los
educadores porque permite enseñar las matemáticas desde lo más elemental.
Una de sus principales cualidades -afirma- es que promueve una pedagogía
que instruye desde lo más sencillo hasta lo más complejo.
“Eso es algo que le brinda muchas oportunidades tanto al docente al momento
de impartir el conocimiento como al estudiante que lo va a recibir, puesto que
se trata de una ciencia gradual. Así también son los procedimientos que se
necesitan para resolver los diferentes ejercicios”, agrega.
Titus advierte que en estos tiempos prima el aprendizaje significativo, razón por
la que algunos teóricos minimizan la relevancia del Baldor en la
contemporaneidad, calificándolo como algo “fuera de contexto” o “pasado de
moda”. Sin embargo, aclara que no coincide con esas afirmaciones.
De la misma manera, destaca que esta publicación se ha convertido en un
elemento tradicional por lo valioso que es para los maestros. En su opinión, las
matemáticas requieren la insistencia del educador en su ejercitación, por lo que
la “mejor herramienta” es el Baldor.
2
Rafael Escudero, profesor del departamento de Matemáticas y Estadística de la
Universidad del Norte, indica que la relevancia del libro se remonta a las
décadas del 60 al 80, cuando gozó de muy buena acogida.
A partir de los noventa, según él, con la revisión de los programas de
matemáticas se halló que el volumen incluía ejercicios “muy mecánicos”. Pese
a ello, fue una obra impactante para las generaciones de la época porque la
manera de proponer los temas supo atraer a los formadores.
“El impacto no es el mismo de antes, pero fue un libro que marcó la pauta en la
enseñanza de las matemáticas. En este momento no es igual porque hay otras
formas de enseñar y seguir el programa por competencias”, sostiene.
Escudero resalta que muchos docentes aún recomiendan el álgebra de Baldor
como refuerzo en el aprendizaje de los alumnos. El texto fomenta que los
jóvenes resuelvan ejercicios por su propia cuenta y refuercen sus
conocimientos. “En ese sentido es utilizable y tiene vigencia todavía, pero no
tiene la misma repercusión de antes”, expresa.
Ventas se mantienen. Quienes no dudan en celebrar la vigencia del ejemplar
son los vendedores. Dairo Arteta se dedica al oficio desde hace 40 años, es
propietario de una pequeña librería a pocos metros del Paseo Bolívar y, con
base en su experiencia, sentencia que el Baldor es “inmortal”.
El hombre de 54 años de edad asegura que, en un año favorable para su
negocio, puede vender hasta 80 ejemplares. En relación con los precios, dice
que el libro nuevo se vende en $65.000, mientras que por uno usado pueden
pedir entre 25 mil y 35 mil pesos.
María Hernández, vendedora de libros desde 1998, expresa que diariamente a
su negocio llegan personas preguntando por la referencia. Ella sostiene que,
año tras año, decenas de padres de familia compran “la biblia de las
matemáticas”, como suele denominarle.
Aunque en la actual temporada las ventas han disminuido notablemente, quizás
por la difícil situación económica que atraviesan algunos hogares
barranquilleros, declara que en periodos de bonanza se pueden vender hasta
50 ejemplares en menos de seis meses.
Por lo pronto, el álgebra de Baldor seguirá siendo uno de los textos más
apetecidos por los docentes de matemáticas de distintas instituciones
3
educativas, un dolor de cabeza de enorme utilidad para los estudiantes y una
oportunidad de rebusque para los vendedores.
En definitiva, el legado de Al-Juarismi mantiene intacta su vigencia y se resiste
a desaparecer.
Al-Juarismi, el matemático árabe que figura en la portada
Contrario a lo que cualquier desprevenido podría suponer, el personaje que da
la bienvenida a quienes recurren a la publicación no es su creador. Se trata de
Al-Juarismi, un matemático y astrónomo que existió entre los años 780 y 850,
aproximadamente. Con base en relatos antiguos, se le reconoce como uno de
los más destacados del área en aquella época. A través de sus planteamientos,
marcó las primeras reglas del cálculo algebraico: la transposición de términos
de uno a otro elemento de una ecuación –previo cambio de signo– y la
anulación de términos idénticos en los dos miembros.
Con su libro del álgebra, el científico marcó el comienzo de la literatura
matemática de los musulmanes. El reconocimiento con el que cuenta ese
ejemplar ha derivado dos palabras que permanecen activas en el vocabulario
de la ciencia formal. Una de ella es ‘algoritmo’, que tras haber tenido varias
acepciones, alude a un procedimiento constante de cálculo. La otra es ‘álgebra’,
una expresión que caló en Occidente por intermedio del tratado árabe. ‘Alyéber’ se denomina la operación por la cual un término pasa de un miembro a
otro de una ecuación con cambio de signo.
4