Download hábitos nutricionales y sociales que influyen en los

Document related concepts

Obesidad wikipedia , lookup

Índice de masa corporal wikipedia , lookup

Obesidad infantil wikipedia , lookup

Sobrepeso wikipedia , lookup

Desnutrición infantil wikipedia , lookup

Transcript
HÁBITOS NUTRICIONALES Y
SOCIALES QUE INFLUYEN EN LOS
ADOLESCENTES DE ALCORCÓN
Proyecto (PBL) “Nutrición y Salud”
“Quiero dar las gracias a todos los profesores
implicados en este apasionante proyecto y sobre
todo, a los alumnos que, en definitiva, son los
verdaderos protagonistas de dicha aventura”.
¡Gracias profes!!
¡Enhorabuena chavales!!
Tabla de contenido
1 -. Resumen
3
2 -. Introducción
3
3 -. Antecedentes y estado actual
4
4 -. Objetivos
7
5 -. Material y métodos
7
6 -. Resultados
8
7 -. Discusión
13
8 -. Conclusiones
16
Referencias bibliográficas
18
Anexos
21
Índice de tablas
Tabla 5.1 Valoración en puntos de los hábitos nutricionales de cada encuestado.
7
Tabla 5.2 Puntos de corte del IMC para definir sobrepeso y obesidad.
8
Tabla 6.1. Gráfico y Tabla de hábitos nutricionales por sexo
9
Tabla 6.2. Tabla de IMC por sexo y categorías.
9
Tabla 6.3. Consumo de alimentos en relación a su IMC.
10
Tabla 6.5. Comidas.
12
Tabla 6.7. Ejercicio físico en relación con el IMC y los Hábitos Nutricionales.
13
Tabla 7.1. IMC frente a puntuación encuesta
13
Tabla 7.2. Puntuaciones medias obtenidas por cada grupo de IMC.
14
2
1-.Resumen
Objetivos: evaluar los hábitos nutricionales y sociales del adolescente y su relación
con el estado nutricional.
Material y métodos: se realizó un estudio transversal descriptivo en estudiantes de
ESO y Bachillerato del Colegio Santísima Trinidad en Alcorcón (Madrid); el cuestionario
aplicado incluía los ocho grupos de alimentos. Variables: edad, sexo, hábitos
nutricionales, peso, talla, índice de masa corporal, estado nutricional y hábitos
sociales.
Análisis de datos: estadística descriptiva y coeficiente de Spearman.
Resultados: se entrevistaron 300 adolescentes entre 12 y 18 años de edad, 58%
chicos y 42 % chicas; los hábitos nutricionales de acuerdo a la evaluación de la
encuesta fueron de muy buenos a regulares en el 67,2 % (A, B, C). El 16,8 % refirió
hacer tres comidas al día, mientras que el 81% realizaba más de tres comidas.
Conclusiones: estos resultados demuestran que los hábitos nutricionales no están
relacionados estadísticamente con el estado nutricional; sin embargo, se observó que
cuando los hábitos son deficientes el adolescente presenta desnutrición, sobrepeso u
obesidad.
Palabras clave: adolescencia, obesidad, sobrepeso, alumnos.
2-.Introducción
Las poblaciones de los países subdesarrollados fallecen de hambre. Las poblaciones
de países desarrollados fallecen por exceso de alimentación. El inicio del proceso
patológico, la obesidad, se inicia cada vez más frecuentemente en la infancia. De tal
magnitud es el problema que se considera que en la población infantil y juvenil, los
escolares prepuberales son un grupo de riesgo y clave para la prevención de la
obesidad (5). La obesidad y el sobrepeso, junto con las enfermedades que las
complican, se han convertido en un azote para las poblaciones desarrolladas de
carácter epidémico. El sobrepeso y la obesidad son los mayores factores de riesgo para
una buena parte de enfermedades crónicas, siendo responsable de alrededor del 80%
de casos de obesidad tipo II en adultos, del 35% de casos de cardiopatía isquémica y
del 55% de casos de hipertensión arterial en adultos de países europeos (17).
La adolescencia es el periodo en el que se establecen los hábitos alimentarios,
madura el gusto, se definen las preferencias y las aversiones pasajeras o definitivas,
constituyendo la base del comportamiento alimentario para el resto de la vida. En esta
etapa las condiciones ambientales, familiares, culturales y sociales tienen una
importante influencia para la definición de la personalidad alimenticia, de la cual
3
dependerá el estado nutricional (22, 27). La adolescencia se caracteriza por ser un
periodo de maduración física y mental, en consecuencia, los requerimientos
nutricionales en esta etapa se incrementan variando de acuerdo al sexo y al individuo
(42, 51).
Los problemas alimenticios comunes en los adolescentes pueden conducir a
trastornos tales como la bulimia, anorexia nerviosa, desnutrición, sobrepeso y
obesidad; estos trastornos pueden ser causados por el sedentarismo, cambios en el
estilo de vida y el auto concepto que se refleja en la percepción errónea del cuerpo al
querer parecerse a los arquetipos difundidos por los medios de comunicación. Otras
causas se refieren a que este grupo de edad está sometido a horarios escolares rígidos
y actividades extraacadémicas. Algunos jóvenes -de nivel socioeconómico bajoemplean sus escasos recursos económicos para cubrir las necesidades mínimas
familiares, lo cual en ocasiones genera la omisión de algunas comidas, especialmente
el desayuno, situación que favorece la presencia de malos hábitos nutricionales (16,
33). Los resultados de algunos estudios refieren como origen de este problema el
incremento en la independencia familiar, el deseo de verse aceptados por círculos de
adolescentes y el acoso publicitario de alimentos “basura”, situación que ha generado
patrones alimentarios erróneos (42, 29).
El objetivo del presente estudio es evaluar los hábitos nutricionales y sociales del
adolescente y su relación con el estado nutricional, para de acuerdo a los resultados,
realizar programas de prevención primaria y promoción de la salud, que ayuden a
mejorar la nutrición de esta población, favoreciendo así el crecimiento y desarrollo
normal del individuo.
3-.Antecedentes y estado actual
La obesidad es una enfermedad del metabolismo energético de carácter crónico, en
cuya génesis intervienen múltiples factores entre los que destacan un componente
genético y un componente ambiental que determinan un mal balance entre la ingesta
de calorías y el gasto energético a favor del primero. Se caracteriza por un exceso de
grasa corporal con un aumento del peso y del volumen corporal. Tanto la composición
de los alimentos como su riqueza y accesibilidad hacen que la energía ingerida supere
la demanda metabólica. Una demanda también reducida por las condiciones
ambientales en las que se desarrolla la vida de los niños y jóvenes. Los alimentos ricos
en grasa (que aumenta la palatabilidad y transferencia de sabor y aroma) que para ser
asequibles son industrialmente producidos a base de grasas (saturadas y trans) de un
coste menor que las tradicionales (monoinsaturadas y cis), y la aparición de alimentos
con azúcares de absorción rápida (dulces) frente a los de absorción lenta (almidones)
no compensan la pobreza proteica relativa de la dieta de nuestros jóvenes. La
abundancia y la facilísima accesibilidad a esos alimentos hacen que, tanto desde el
punto de vista cualitativo como cuantitativo, la dieta sea excesiva.
4
Por otra parte, el gasto de energía de los jóvenes y niños es escaso, pese a que haya
multitud de actividades extraescolares, puesto que el juego con movimiento, tan
habitual y prolongado en épocas menos desarrolladas, está reducido al mínimo,
sustituido por los juegos sin movimiento (de ordenador o consola, o trabajo escolar
para casa o actividad extraescolar sin gasto de calorías).
Conceptualmente la obesidad es una enfermedad caracterizada por el exceso de
grasa corporal. La dificultad radica en el establecimiento de las cifras de grasa corporal
que se consideran fuera de la normalidad. En adultos se utilizan valores absolutos de
índice de masa corporal (IMC) por encima del 12 al 20% en varones y del 20 al 30% en
mujeres adultas (47).
En las edades infantil y juvenil los criterios diagnósticos se complican y, aunque
existen diversos métodos (pliegues cutáneos, bioimpedancia eléctrica, absorción dual
de rayos X y resonancia magnética) (57), el más utilizado clínica y
epidemiológicamente es el que relaciona edad, sexo, peso, talla e IMC (49).
Tradicionalmente, aun a pesar de la falta de acuerdo al respecto (13), se han utilizado
para el cálculo del exceso de peso los puntos de corte correspondientes a los
percentiles 85 para sobrepeso y 97 para obesidad por edad (anual) y sexo de IMC
según los valores publicados por Hernández, et al.(30), citado por Serra-Majem, et al
(49).
La prevalencia de obesidad en España es del 13,9% según el percentil 97 de las
tablas de Hernández, et al (28), citado por Serra-Majem, et al (49). La prevalencia de
sobrepeso y de obesidad es del 26,3% y la prevalencia de sobrepeso es del 12,4%. La
prevalencia de obesidad es mayor en varones (15,6%) que en mujeres (12,0%) y
también el sobrepeso. La obesidad es superior en edades más jóvenes (6-13 años).
La prevalencia de sobrepeso y obesidad en chicos y chicas de 13 y 15 años es
inaceptablemente alta en Europa. Todos los países muestran una gran proporción de
chicos y chicas con sobrepeso. Lamentablemente, los datos aportados por la
Organización Mundial de la Salud para los países europeos sitúan a España como el
segundo de 32 países, tras Malta, en sobrepeso, incluyendo obesidad, en niños y niñas
de 13 años y con un 25 y 12% respectivamente de prevalencia, y el cuarto en
sobrepeso, incluyendo obesidad, en niños y niñas de 15 años, con un 21 y 12%
respectivamente de prevalencia (17).
Por tanto, prevalencia de obesidad en niños y adolescentes aumenta en forma
alarmante en todo el mundo (62, 34). En EE.UU. Gortmaker y cols. encontraron un
incremento de sobrepeso de un 39 % y de un 64% de obesidad en niños entre 12 y 17
años de edad entre 1976 a 1980 (34, 25, 56). Dietz y cols., en una evaluación de 6
estudios nacionales representativos, encontraron que la prevalencia de sobrepeso iba
de 5 a 18% y de obesidad entre 0.1 y 4% hasta los 18 años de edad (61). Se ha
relacionado a la obesidad en niños y adolescentes con un incremento en todas las
causas de morbimortalidad en la edad adulta (dislipemia, HTA, intolerancia glucosa,..).
Además de las consecuencias para la salud, inmediatas y a largo plazo, la obesidad en
niños y adolescentes tiene efectos psicosociales importantes. La aceptación en los
5
grupos sociales es menor para los obesos, y las mujeres obesas tienen más obstáculos
para conseguir empleo (19, 12). Los niveles de autoestima son más bajos en las
adolescentes obesas (53, 21).
Se calcula que 1/3 de los niños obesos en edad preescolar, y que la mitad en edad
escolar serán adultos obesos, además la presencia de obesidad en niños mayores de 3
años es un predictor importante para el desarrollo de obesidad en la edad adulta (61).
Se postula que el aumento de peso representa la interacción entre factores
genéticos con un medio ambiente que propicia el sedentarismo y un elevado consumo
de calorías. En relación con el factor genético, se ha establecido que su principal papel
estaría relacionado con los grados más extremos de obesidad, donde el riesgo de los
descendientes de familiares con obesidad de tipo II o III aumenta 8 veces (31). El
rápido incremento en la prevalencia de obesidad en etapas tempranas de la vida
enfatiza el rol de los factores ambientales, ya que cambios genéticos no pueden
producirse en tan corto tiempo (54, 45, 7). La obesidad en los padres favorece la
aparición de la misma en los niños (54, 38, 35, 31, 60). Se ha observado en estudios de
seguimiento a largo plazo que los niños que pasan mayor cantidad de tiempo frente al
televisor, o la computadora tienen mayores aumentos del Índice de Masa Corporal
(IMC), así como los que incrementan el ingreso calórico (6, 14). Los mecanismos
postulados para el aumento del IMC al mirar televisión se relacionan con una
disminución del gasto energético al disminuir notablemente la actividad física, y un
incremento del ingreso calórico ya sea mientras mira televisión o como consecuencia
de la publicidad (14, 43).
La influencia de la actividad física en el peso y contenido de grasa corporal de los
adolescentes es controvertido. Existen estudios que indican que los jóvenes con
sobrepeso son menos activos que sus pares no obesos (40), otros estudios
encontraron que los adolescentes obesos son más activos que los no obesos (38),
mientras que otros grupos de investigadores no encontraron relación entre los niveles
de actividad física y el peso corporal (32), y otros estudios nos indican que existe una
significativa relación inversa entre actividad física e índices de obesidad (18),
comprueban la eficacia del ejercicio físico para el aumento de la pérdida de grasa
corporal (18, 23). Personas que se ejercitan regularmente consiguen alcanzar mejores
resultados en la pérdida de masa corporal que los que no realizan ningún tipo de
actividad física.
Los efectos combinados de la transición hacia un estilo de vida sedentario, la
reducción de la práctica de actividad física y los cambios en la dieta con un aumento de
la ingesta calórica, han tenido como consecuencia una epidemia de
sobrepeso/obesidad en todas las sociedades desarrolladas (59). Esta epidemia no
afecta sólo a la población adulta sino que se ha puesto de manifiesto en la población
infantil, aumentando drásticamente en los últimos años (1). El estudio enKid (49),
realizado entre 1998 y 2000 sobre una muestra aleatoria representativa de la
población española con edades entre 2 y 24 años, ha permitido conocer la prevalencia
de los problemas de exceso de peso en la población infantil y juvenil española.
6
4-.Objetivos
Debido a la importancia que tienen para la salud pública, las tendencias crecientes
de la obesidad en los niños debe ser estrechamente controlada.
El presente estudio se diseñó con el objeto de conocer la prevalencia de obesidad y
otros factores de riesgo cardiovascular en adolescentes entre 12 y 18 años en la ciudad
de Alcorcón, y correlacionar los datos hallados con los antecedentes familiares, estilo
de vida (sedentarismo, actividad física, hábitos alimentarios), presión arterial, diabetes
y colesterolemia (analizado en la parte del trabajo de Riesgos Cardiovasculares).
5-.Material y métodos
Se llevó a cabo un estudio en el Colegio “Santísima Trinidad” de Alcorcón (Madrid)
entre el 3 de febrero y el de 1 marzo de 2016. Se realizó el estudio con alumnos de
ESO (toda la etapa) y 1º y 2º de bachillerato.
Para evaluar los hábitos nutricionales se aplicó una encuesta tipo escala de Likert,
abordando la frecuencia semanal y/o diaria de la ingesta de los ocho grupos de
alimentos básicos según la Food and Nutrition Board, National Academy of Sciences
del National Research Council (46). Se tomaron en cuenta algunas costumbres
alimentarias que sin pertenecer a la alimentación “cotidiana” podrían ejercer un papel
importante en los hábitos de los adolescentes; las diecisiete primeras preguntas fueron
calificadas puntuando con 5 puntos si la respuesta era un buen hábito nutricional, con
0 puntos si la respuesta era un hábito nutricional malo y con valores intermedios de 1 y
3 los hábitos nutricionales regulares. También se puntuaron con 1 y 0 si era un hábito
nutricional bueno o malo las preguntas 13 y 14 que reflejaban lo que regularmente
desayunan y cenan los alumnos encuestados; por último, asimismo, estas diecisiete
primeras preguntas fueron ponderadas según un valor por la importancia de la misma
a nivel nutricional, dicha ponderación consistió en multiplicar dicha pregunta por 1, 2 ó
3 puntos (Ver anexo). El máximo valor de la encuesta se estima en 225 puntos y con
este valor creamos 5 rangos para calificar a cada alumno en qué situación se encuentra
en base a sus hábitos nutricionales. Dichos valores son:
RANGO
VALOR
PUNTOS
MUY SALUDABLE
SALUDABLE
NORMAL
POCO SALUDABLE
NO SALUDABLE
A
B
C
D
E
>= 160 Puntos
>= 140 Puntos
< 140 - >= 110 Puntos
< 120 - >= 80 Puntos
<= 80 Puntos
Tabla 5.1 Valoración en puntos de los hábitos nutricionales de cada encuestado
Esta encuesta fue validada por un grupo de expertos nutriólogos y médicos de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid (U.N.E.D.).
7
La encuesta incluye 3 partes: 1ª Hábitos Nutricionales: ingestas diarias (desayuno,
comida y cena), consumo de leche y derivados (queso y yogur), alimentos proteicos:
carnes rojas y blancas, pescados y embutidos, alimentos principalmente compuestos
por hidratos de carbono (pan, cereales, repostería, dulces, pasta, arroz, pizza,
hamburguesas y legumbres), alimentos ricos en vitaminas, minerales y oligoelementos
(verdura, ensalada, fruta y frutos secos), esta parte es la que está evaluada con puntos;
2ª Hábitos sociales: el lugar donde se realizaban las ingestas y con quien las realizan,
cuánto tiempo tardan en realizar dichas ingestas, si trabajan o no sus padres, si
realizan algo especial para cuidar su alimentación, si es igual dicha alimentación entre
semana y los fines de semana, si están contentos con su peso, que razones tienen para
llevar una alimentación sana, la práctica de algún deporte, horas de
T.V/Ordenador/Consola al día y; 3ª Problemas Cardiovasculares del propio alumno y
sus familiares (analizado en el trabajo del Módulo 16). El estado nutricional se evaluó a
través del indicador antropométrico índice de masa corporal (IMC), para el cual se
tomaron valores de referencia los siguientes parámetros para definir el sobrepeso u
obesidad en hombres y mujeres entre 16-18 años, utilizándose para ello las
recomendaciones del reporte de la International Obesity Task Force (61) , se obtuvo
dividiendo el peso en kg entre la talla en metros elevado al cuadrado, siendo delgado si
el valor era menor de 20, normal cuando este se encontraba entre 20-24,9, en
sobrepeso cuando el valor era entre 25-29,9 y por último obesidad cuando el valor era
mayor a 30, de acuerdo con la Heath Examination Survey and First Nacional Meath and
Nutrition Examination Survey (46) y la postura desarrollada por el Centro Nacional
para estadísticas de Salud en colaboración con el Centro Nacional para prevenir
Enfermedades Crónicas y Promoción para la Salud (55). Se utilizó una báscula con
estadiómetro, pesando y midiendo a los adolescentes descalzos y con ropa ligera. Las
variables fueron: e d a d , sexo, hábitos nutricionales, peso, talla, IMC y
estado nutricional.
CALIFICACIÓN
DELGADO
NORMOPESO
SOBREPESO
OBESIDAD
IMC
<20
20 – 24,9
25 – 29,9
>30
Tabla 5.2 Puntos de corte del IMC para definir sobrepeso y obesidad
6-.Resultados
Se entrevistaron a un total de 244 adolescentes, 58% chicos y 42% chicas con
edades entre los 12 y 18 años. El 67,2% de los adolescentes encuestados sus hábitos
nutricionales fueron clasificados de buenos a regulares (A, B, C). El porcentaje para el
grupo de adolescentes con nutrición normal fue similar entre chicos y chicas (63,43%
y 70,75%, respectivamente).
8
HÁBITOS
NUTRICIONALES
RANGO
A
B
C
D
E
60%
SEXO
F
4,42%
39,01%
27,32%
17,60%
11,65%
M
7,96%
6,23%
49,24%
28,79%
7,77%
Total
6,59%
18,90%
40,77%
24,47%
9,27%
50%
40%
30%
F
20%
M
10%
0%
A
B
C
D
E
Tabla 6.1. Gráfico y Tabla de hábitos nutricionales por sexo
Los valores de sobrepeso y obesidad fueron, en términos generales y
respectivamente, de 16,47% y 10,85%, correspondiendo en cuanto a sexos un 26,2%
en chicas y un 28% en chicos.
IMC/SEXO
IMC
Delgado
Normal
Sobrepeso
Obesidad
SEXO
F
29,36%
44,34%
8,91%
17,38%
M
17,13%
54,90%
21,23%
6,74%
Total general
21,86%
50,82%
16,47%
10,85%
Tabla 6.2. Tabla de IMC por sexo y categorías
A.
Hábitosnutricionales:
Este estudio demuestra que estadísticamente los hábitos nutricionales no están
relacionados con el estado nutricional. En el 34% de la población estudiada los hábitos
fueron malos, posiblemente por la ingesta de alimentos rápidos o comida basura,
favorecida por las actividades a que se ven sometidos los adolescentes; New y
Livingstone (36) lo atribuyen a los productos que se venden en los colegios lo cual
evidentemente repercute en el estado nutricional.
Los resultados fueron buenos a regulares (B, C) en el 59,6% de la población
estudiada, porcentaje similar al de un artículo con estudiantes de secundaria (11)
donde tuvieron un promedio de IMC de 22.6, menor al obtenido en este estudio de
22.9. El 33,74% de la población presentó una mala nutrición, de éstos, el 36% de los
chicos y 29% de las chicas, porcentajes menores a los encontrados en otros estudios
(11) del 42% de los chicos y 37% de las chicas, así como, a los reportados por Silva (52)
del 47% en los primeros y 33% en las segundas; este tipo de resultados algunos lo
atribuyen al sedentarismo y al tipo de dieta (10).
El 9% total de los adolescentes presentaron desnutrición leve (E), si bien en cuanto
a sexos el porcentaje es igual aunque cambiado al artículo de Briones y Cantu del 12%
para el género masculino y 6% para el femenino (11) lo cual podría deberse a un tema
cultural o de tradiciones y al estatus económico.
Para la Food and Nutrition Board, National Academy of Sciences del National
Research Council (42) los grupos de alimentos recomendados en la pirámide
nutricional son los cereales, frutas, verduras, leche y derivados, carnes, legumbres,
grasas y azúcares, mismos que refirieron consumir en nuestra encuesta.
CONSUMO DE ALIMENTOS EN RELACIÓN A SU IMC
ALIMENTOS
LÁCTEOS
BOLLERIA
CHUCHERIAS
VERDURA
FRUTA
LEGUMBRE
CARNE
PESCADO
PATATAS FRITAS
PASTA/ARROZ...
LÍQUIDO
BEBIDA AZUCARADA
IMC
DELGADOS
NORMOPESO
SOBREPESO
OBESIDAD
65% 1 al día
0% come bollería
15% todos los días
51% 3-4 veces
70% más de 4 veces
semana
semana
Siempre
Toman poca
Siempre toman
87% 1-2 veces
100% 1-2 veces
semana
semana
Todos toman 3-4 veces semana, la diferencia está en el tipo de carne
En general toman el 70% 1-2 veces semana
97%comeaveces
76%comeaveces
69%comeaveces
Les gusta este alimento y lo comen más...no
50% 1-2 veces
70% 1-2 veces
están pendientes del peso
semana
Semana
Esgeneralizadoelbeber2omáslitrosaldía
77% los fines de
50% todos los días en
Todos en mayor o menor medida toman
semana
las comidas
Tabla 6.3. Consumo de alimentos en relación a su IMC
CONSUMO DE ALIMENTOS EN RELACIÓN A SUS HÁBITOS NUTRICIONALES
ALIMENTO
LÁCTEOS
BOLLERIA
CHUCHERIAS
A
66% 2 al día
VERDURA
FRUTA
85% toma mucha
CARNE
PESCADO
PATATAS FRITAS
PASTA/ARROZ...
LÍQUIDO
BEBIDA AZUCARADA
HÁBITOS NUTRICIONALES
C
D
E
64% todos los
días. No hay
ninguno que
nunca coma.
22% todos los días
71% comen muy
poca verdura
65% toman muy
Poca
No comen
regularmente
60% nunca come
74% come 3-4 o
+4 veces semana
LEGUMBRE
B
Todos por lo general toman 1-2 veces semana legumbres
66% más de 4
veces semana
Comen como
45%-65% comen pescado 3-4 veces a la
mucho 1-2 veces
semana
semana
32% nunca
66%-86% las toman de vez en cuando, es decir, es un hábito generalizado
58% 1-2 veces
73% 3-4 veces
Semana
Semana
50% beben sólo 1
litro/día
55% todos los días
Es generalizado el consumo
en las comidas
Tabla 6.4. Consumo de alimentos en relación a sus Hábitos Nutricionales
10
El consumo de frutas de manera habitual fue del 69% y el de verduras del 71 %.
La ingesta de HC (pasta, arroz,..) ocurrió en el 100% (más de 2 veces semana 56%),
la de lácteos en un 100% (2 o más de 2 unidades al día 79%).
Las legumbres fueron consumidas, en un 94%, más de 2 unidades semanales,
consumiéndose principalmente en el hogar; teniendo la dieta un patrón monótono y
como el artículo de Álvarez y Restrepo en su estudio (3) nos dice que está constituido
por un conjunto de alimentos que aportan un alto porcentaje de calorías (arroz, pasta,
azúcar, leche, carne roja, chocolate, patata, aceite,.) por otra parte son productos al
alcance de las familias de escasos recursos.
La ingesta proteica (carnes, pescados) dio los siguientes resultados: la ingesta de
carne es del 100% (más de 2 unidades 73%) y pescado es del 97% (más de 2 unidades
31%); donde están las diferencias en cuanto a la carne es en el tipo de carne
consumida, donde los datos nos revelan que el 60% de los encuestados prefiere las
carnes rojas que son más perjudiciales para la salud por la grasa saturada que poseen.
Otra fuente de aporte de energía fueron los alimentos no convencionales y la
comida basura, con una preferencia de 1.3 a 2 veces por semana en Estados Unidos
(41); en nuestra población lo analizamos a la hora de cenar (hamburguesas, pizza) fue
del 23% y 40% a diario. En cuanto a las bebidas azucaradas un 26% su consumo es
diario, mientras que un 55% la bebe regularmente los fines de semana, Escuelas
anglosajonas cuentan con maquinas expendedoras de alimentos entre ellas refrescos
en el 98% (26, 46). Algunos artículos (58) reportan la preferencia de estos estudiantes
por bebidas azucaradas, en lugar de zumos y leche; otros artículos (33) mencionan que
el 38% de los jóvenes los consume todos los días, este fenómeno se ha visto favorecido
por la mercadotecnia, poniéndolos al alcance de todos los individuos (30). También
analizamos el consumo de bollería industrial y chucherías, siendo en cuanto al primero
el consumo habitual en un 46% y del segundo en un 20%.
Es de destacar, en los hábitos nutricionales de los encuestados el consumo de
patatas, siendo muy significativo los datos que nos revelan que el 57% las consume
preferiblemente fritas.
En cuanto al habito de desayunar, destacaremos la ingesta preferente dentro del
mismo de la leche (100%), al igual que la ingesta en un 50% de galletas en el desayuno;
hábitos muy saludables como la ingesta de fruta (20%), cereales (43%) o tostadas
(37%) son destacables.
En la cena, destacaremos la ingesta de verdura (49%), pescado (66%), carne (63%),
fruta (40%), pero también destacaremos que un 40% cena pizza hábito poco saludable,
y más si su ingesta es por la noche, por ser un HC de alto índice glucémico.
11
B.
Hábitossociales:
Los resultados revelan que el 42% de los adolescentes de nuestro estudio comen
solos o con los abuelos, el 61% sus padres trabajan y el 75% tarda en comer entre 10 y
20 minutos, estos tres datos nos reflejan hábitos nutricionales que influirán
negativamente.
Nº COMIDAS
3 Comidas
4 Comidas
5 Comidas
+ 5 Comidas
%
16,81%
39,80%
37,86%
4,13%
COMIDA
DÓNDE
SOLOS
36%
ABUELOS
7%
TIEMPO
10 min.
15.82%
20 min
69,99%
Tabla 6.5. Comidas
A su vez, el estudio refleja que los adolescentes no cuidan especialmente su
alimentación, un 61% come lo que le pongan. Un dato interesante es que los fines de
semana si aumentan la duración de las comidas un 60%, debido a que comen en
familia y con menos prisa lo cual es positivo, si bien, va unido al dato que también los
fines de semana se dan más caprichos un 65%.
El 46% está contento con su peso, sobre todo los delgados y normopesos, pero
llama la atención el 41% que desearía adelgazar, de los cuales el 17% más de 7 kilos
(55% sobrepeso y 68% obesos).
La encuesta refleja que las razones que mueven a los adolescentes a llevar una
alimentación sana es muy variada, destacando el 35% para protegerse de problemas
cardiovasculares o vivir más años, 30% les importa la condición física y en cuanto a la
imagen es de destacar que para el 50% no es importante el ser atractivo.
ALIMENTACIÓN SANA
IMC
PRIORIDADES
DELGADOS
ATRACTIVOS
ESTADO FÍSICO
SALUDABLE
VIVIR MÁS
AÑOS
NO TENER E.C.V.
>RENDIMIENTO
NORMOPESO
Poco importante
SOBREPESO
1ª o última
prioridad
Poca importancia para todos en general.
OBESIDAD
Última
prioridad
destacada
67% 2ª
prioridad
HÁBITOS
NUTRICIONALES
A
BCD
E
Poco valorada. La dan
la importancia justa
45%
1ª
prior.
Algo importante para los delgados, pero en general,
poco importante al ser muy jóvenes los encuestados.
64% 1ª
17%
prioridad
34% 2ª
prioridad
Tabla 6.6. Prioridades de los adolescentes para llevar una alimentación sana en relación al IMC
12
4ª
prior.
En cuanto a la práctica de algún deporte o ejercicio un 23% no realiza actividad
física y en cuanto a sexos hay un dato significativo entre chicos (41% más de 4
horas/semana) y chicas (29% 1-2 horas/semana); de estos son el 47% de los que tienen
hábitos nutricionales malos los que nunca hacen ejercicio y, en cambio los que tienen
hábitos saludables el 62% realiza 1-2 horas a la semana y un 37% más de 4 horas a la
semana; si lo relacionamos con el IMC queda claramente reflejado que los sobrepeso y
obesos son los que realizan menos ejercicio (ninguno más de 2 horas), en cambio el
65% de los delgados y normopeso realizan más de 2 horas a la semana. Silva nos dice
en su artículo (55), que el sedentarismo es un factor que influye en el estado
nutricional más en las chicas en esta población. Dato muy significativo y asociado a la
práctica deportiva es las horas de TV/Consola/Ordenador que al día tienen los
encuestados, un 50% está con las tecnologías entre 2 y más de 4 horas al día.
EJERCICIO FÍSICO
HORAS DE
ACTIVIDAD
IMC
DELGADO
NORMOPESO
NO
EJERCICIO
1-2 HORAS
47%
3-4 HORAS
65% Realiza + 2 horas
SOBREPESO OBESIDAD
Son los que menos
realizan ejercicio
47%
HÁBITOS
NUTRICIONALES
A
BCD
E
47%
62%
+2 horas no realiza
casi nadie
+4 HORAS
37%
Tabla 6.7. Ejercicio físico en relación con el IMC y los Hábitos Nutricionales
7-.Discusión
Puntuación de la encuesta
A continuación se muestra una gráfica donde se ven reflejadas las puntuaciones
obtenidas en la encuesta en función del IMC así como los valores esperados y los
límites superior e inferior (media ± desviación típica).
200
180
160
140
120
100
80
60
Valores obtenidos
Límite superior
Límite inferior
Valores esperados
0
10
20
30
40
50
IMC
Tabla 7.1. IMC frente a puntuación encuesta
13
La media obtenida de las puntuaciones de la encuesta es 120,5 con una desviación
típica de 25,15. Antes de realizar la encuesta se podía esperar que al aumentar el IMC
de una persona disminuiría su puntuación en la encuesta ya que se puede pensar que
una persona con IMC alto tiene hábitos que han sido valorados con poca puntuación
en la encuesta, como no realizar ejercicio, comer bollería industrial... Sin embargo, los
datos obtenidos no siguen una tendencia clara por lo que a continuación se realizará
una estratificación de los datos en función del IMC (delgado, normopeso, sobrepeso y
obeso). En la gráfica se observa que los valores de puntuación para un IMC próximo a
30 son inferiores al resto.
IMC
Delgado
Normopeso
Sobrepeso
Obeso
Puntuación encuesta
118.8
119.3
118
136.4
Tabla 7.2. Puntuaciones medias obtenidas por cada grupo de IMC.
Podemos analizar dicha tabla donde vemos datos más clarificadores para analizar
nuestro estudio. En primer lugar observamos cómo, salvo los obesos, todos se
mantienen en la media general del estudio (120,5 puntos) y que son los obesos los que
claramente tienen hábitos más saludables.
De todo esto, lo primero que nos informa es que los obesos son los que son
conscientes de su enfermedad y claramente están intentando poner remedio. Este
grupo incluso podría mejorar si pudiesen aumentar el ejercicio realizado, pero este
factor va en su contra, ya que, realizan poca actividad física, deduciendo que incluso
no la realizan por su estado; dicho de otra manera, no hacen actividad física por los
problemas que su obesidad les provoca al realizarla como problemas óseos y dolores
articulares, que les lleva a que abandonen o la realicen con menos asiduidad que la
que a ellos les gustaría.
Observamos en la gráfica como en el sobrepeso hay un grupo que no es consciente
del problema que se les avecina y por tanto, no ponen el remedio adecuado a su
problema, estando valorados en la encuesta muy por debajo de la media del grupo en
general. Luego es un grupo con gran riesgo que en un corto periodo de tiempo caerá
en la obesidad.
En cuanto al grupo de delgados y normopeso, hay mucha variabilidad de los datos
ya que hay bastantes valores fuera de los límites tanto por arriba como por abajo
(media ± desviación típica) lo que nos indica que hay alumnos que se cuidan mucho y
hacen ejercicio y otros que, dada su fisonomía, se cuidan muy poco. Al respecto,
podemos ver a su vez, que los que no se cuidan al ser tan jóvenes tienen también
riesgo de caer poco a poco en la obesidad e incluso de tener más problemas
cardiovasculares asociados a su familia (lo analizaremos en el trabajo del módulo 16).
14
Antes de realizar el estudio se podía esperar que hubiese sido significativa la
importancia que tendrían que haber dado los adolescentes a la imagen corporal.
Sorprendentemente, la población analizada no le da mucha importancia al “ser
atractivo”, pero, a su vez, si es de destacar como los sobrepeso y más los obesos es su
última prioridad, es decir, el nivel de su imagen corporal y de baja autoestima asociado
a su obesidad es elevado; debemos tener en cuenta que el adolescente obeso, muchas
veces, vive experiencias deshonrosas, recibe motes peyorativos relacionados con su
exceso de peso. Esto puede condicionar, en gran medida su autoestima, su percepción,
su estado de ánimo, etc... llevando a veces, a un estrés mental insostenible y no sólo a
un problema de salud pública (48). Estudiando las diferencias psicosociales al peso y
satisfacción corporal, Pesa y col (1995) (citado por Aparecida y colaboradores) (4)
constataron que el 21% de los adolescentes con sobrepeso y obesidad revelaron sufrir
una baja autoestima.
En cuanto a los hábitos alimenticios que son perjudiciales para la salud existe un
porcentaje de alumnos/as, alrededor del 88% (bollería industrial) y del 82%
(chucherías) que consumen azúcares, al menos un día a la semana, e incluso la bollería
industrial la consumen con asiduidad el 50% de los encuestados. Debemos recordar
que la OMS recomienda que el azúcar añadido no supere un nivel entre 6-10% de la
ingesta alimentaria total y añaden que los alimentos y bebidas azucaradas deben
consumirse moderadamente y jamás entre comidas (15). En este estudio es relevante
la ingesta de bebidas azucaradas los fines de semana, un 55% la concentra los sábados
y domingos y, de este porcentaje el 34% lo mezcla con el alcohol que es otro factor
determinante para ir poco a poco ganando peso, aparte de los múltiples problemas y
enfermedades que con el tiempo van unidas al consumo del mismo.
Freeman y Sheiham (20) estudiaron los factores que influyen en la decisión de los
adolescentes de consumir azúcares. Concluían en que el placer inmediato del paladar
azucarado lleva al no reconocimiento de los perjuicios asociados a su consumo;
también la experiencia pasada de la condición alimentaria, el nivel de educación,
conjuntamente con el comportamiento de los padres influyen en la decisión de
consumir azúcar (50).
De entre los factores alimentarios, el exceso de energía, principalmente la alta
ingesta de lípidos e HC, favorece el aumento de la adiposidad. En este estudio, según
los resultados obtenidos, queda reflejado de nuevo que el consumo de HC de alto
índice glucémico y la ingesta de patatas fritas en obesos (70% HC y 52% patatas fritas
no las comen) manifiestan que son conscientes de su enfermedad y están poniendo
remedio, para ello sólo toman HC de alto índice glucémico 1-2 a la semana y patatas
cocidas, por el contrario, los alumnos en normopeso y delgado, les gusta este tipo de
alimento y los toman 3-4 veces semanales en un 70%, no prestando atención por tanto
a su alimentación.
En cuanto al consumo proteico lo que destaca es el más alto consumo general de
carnes rojas (60%) frente a las blancas (40%), lo que marca negativamente este hábito
nutricional. Ahora bien, vuelve a manifestarse en la muestra que los obesos son los
15
que más se cuidan o están intentando cambiar su IMC, al ser claramente los que en un
70% comen carnes blancas.
La práctica de actividad física es bastante frecuente entre los jóvenes consultados y
sólo en un 23% de los casos encuestados la actividad física es nula. Varios autores
encuentran resultados similares, por ejemplo Boreham y colaboradores (9). Por su
parte Nieman (39) en su estudio, al igual que el nuestro, deduce que los niños
demuestran resultados superiores en cuanto a niveles de actividad física a los de las
niñas.
En los valores del IMC, también se han obtenido resultados similares en cuanto al
sexo, siempre menores a 23 kg/m2, lo que nos indica que nuestros alumnos están en la
media de un peso aceptable, dentro de los valores normativos (44), situándose por
debajo del percentil 85, que sería el indicador del sobrepeso. No obstante, debemos
tener en cuenta las limitaciones que este indicador (IMC) presenta para el colectivo
objeto del estudio.
Los resultados de nuestro estudio indican que los hábitos alimentarios de los
alumnos/as son poco variados en algunos casos, por otro lado se ha visto el alto
porcentaje de alumnos/as que practican actividad física y aunque más en los chicos
(41% más de 4 horas/semana) que en las chicas (41% 2-3 horas/semana) podemos
decir que estamos ante una muestra que se considera activa. Así mismo, los resultados
demuestran que 1/3 de la muestra analizada está en sobrepeso u obesidad.
En cuanto a la alimentación, hemos comprobado que es deficitaria, sobre todo, en
aquellos que no están en sobrepeso ni obesidad y que sobre todo los obesos son los
que se cuidan más al estar más concienciados de su enfermedad y estar ya poniendo
remedio a su problema; por tanto, podemos constatar que son los que tienen más
preocupación.
8-.Conclusiones
Se ha conseguido el objetivo general del trabajo que era demostrar la
existencia de gente obesa en adolescentes de entre 12 y 18 años. Después de realizar
el estudio de IMC los datos nos revelan que el 16,4% de los encuestados tienen
sobrepeso y el 10,8% son obesos. Estos valores reflejan la sociedad actual, lo que da
validez al estudio realizado.
Antes de la realización del estudio, se podía esperar que el IMC y la puntuación
obtenida en la encuesta fueran inversamente proporcionales, es decir, que a mayor
IMC menor puntuación en la encuesta. Sin embargo, el grupo que ha sacado mayor
puntuación en la encuesta ha sido el que mayor IMC tiene (obesos). Bajo mi punto de
vista, esto se debe a que en este grupo ya existe una fuerte concienciación sobre los
16
hábitos alimenticios. Con respecto al ejercicio físico, a mayor IMC menos horas de
actividad física, como era previsible.
Durante la realización del trabajo, he encontrado dificultades a la hora de
puntuar las preguntas, ya que, era difícil valorar cada respuesta o incluso ponderar las
que consideré más importantes. Durante el análisis de las respuestas de la encuesta
me pareció que el número de preguntas era excesivo dada la dificultad que supone el
análisis de un volumen de información tan extenso.
Para concluir diremos que, la lucha contra la obesidad y el sobrepeso requiere
una acción conjunta de todos los elementos implicados: familia, entorno educativo y
sanitario, comunidad, autoridades y el propio individuo, y que se centra
fundamentalmente en el aumento del tiempo dedicado al ejercicio físico y a la
modificación de los hábitos alimentarios. Desde mi posición, y como profesor de
Educación Física del Instituto donde se ha realizado la encuesta, ya introduje en el
programa el tema de nutrición y hábitos alimenticios que he ido perfeccionando a
medida que he ido especializándome en dicho tema. En un futuro me parecería
interesante aumentar la carga lectiva de este tema al igual que veo indispensable
aumentar las horas de actividad física dentro del colegio. Para finalizar, y aunque no
esté en mi mano, creo que las autoridades públicas deberían tomar cartas en este
asunto con más ímpetu porque considero que es un problema de vital importancia.
17
Referencias bibliográficas
1. Acosta MC, Manubay J, Levin FR. Pediatric obesity: parallels with addiction and
treatment recommendations. Harv Rev Psychiatry 2008;16: 80-96.
2. Alegría E, Cordero A, Laclaustra M, Grima A, León M, Casasnovas JA, Luengo E,
Del Río A, Ferreira I. Investigadores del registro MESYAS. Prevalencia del síndrome
metabólico en población laboral española. El registro MESYAS. Rev Esp Cardiol 2005;
58:797-806.
3. Álvarez UMC, Restrepo BLF. La variedad de alimentos disponibles en el hogar:
metodología para identificar vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria y nutricional
en hogares campesinos. Revista Salud Pública y Nutrición 2003;4(4).
http://www.respyn.uanl.mx/iv/4/articulos/metoseg. htm.
4. Aparecida, M.; Petroli, M. y Dianezi, A. Exceso de peso e insatisfacción corporal
en adolescentes. Revista de Nutrición. V. 18. Nº 4. 2005; 1415-5273.
5. Aranceta-Bartrina J, Serra-Majem L, Foz-Sala M, Moreno-Esteban B, Grupo
Colaborativo SEEDO. Prevalencia de obesidad en España. Med Clin (Barc) 2005;
125:460-6.
6. Berkey CS, Helaine RH, Rockett MS, et al. Activity, dietary intake, and weight
changes in a longitudinal study of preadolescent and adolescent boys and girls.
Pediatrics 2000; 105: 56.
7. Berkey CS, Rockett HR, Field AE, et al. Activity, dietary intake and weight changes
in a longitudinal study of preadolescent and adolescent boys and girls. Pediatrics 2000;
105: e56.
8. Bibbins-Domingo K, Coxson P, Pletcher MJ, Lightwood J, Goldman L. Adolescent
overweight and future adult coronary heart disease. N Engl J Med 2007; 357:2371-9.
9. Boreham, C.; Robson, P.J.; Gallagher, A.M.; Cran, G.W.; Savage,J.M. y Murria, L.J.
Tracking of physical activity, fitness, body composition and diet from adolescence to
Young adulthood: The Young Hearts Project, Northerm Ireland. 2004; Int J Behav Nutr
Phys Act I (I): 14.
10. Briggs M, Safaii S, Beall DL; American Dietetic Association; Society for Nutrition
Education; American School Food Service Association. Position of the American
Dietetic Association, Society for Nutrition Education, and American School Food
Service Association-Nutrition services: an essential component of comprehensive
school health programs. J Am Diet Assoc 2003; 103(4):505-14.
11. Briones ONP, Cantu MPC. Estado nutricional de adolescentes: riesgo de
sobrepeso y obesidad en una escuela secundaria publica de Guadalupe, N. L., México.
Revista Salud Pública y Nutrición 2003; 4(1):175-183.
12. Canning H, Mayer J. Obesity- its possible effect on colleges acceptance. N. Engl.
J. Med. 1966; 275: 1172-74.
13. Cole TJ, Bellizzi MC, Flegal KM, Dietz WH. Establishing a standard definition for
child overweight and obesity worldwide: international survey. BMJ. 2000;320:1240-6.
14. Dietz WH, Gortmaker SL. Do we fatten our children at the television set? Obesity
and television viewing in children and adolescents. Pediatrics 1985; 75: 807-12.
15. Dixei, R.; Heindl, I.; Loureiro, I.; Pérez-Rodrigo, C.; Snel, J. y Warking, P. Healthy
Eating for Young People in Europe. A school-based nutrition education guide. Editorial
CIDE. Madrid; 2000.
18
16. Dulanto-Gutiérrez E. Alimentación. En: Dulanto-Gutiérrez E. Editor. El
adolescente. México: Editorial McGraw-Hill; 2002. p. 85-91.
17. European Environment and Health Information System. World Health
Organization Europe. Prevalence of excess body weight and obesity in children and
alolescents. Fact Shett 2.3. May 2007. RPG2_Hous_E2.
18. Fonseca, E. y De Andrade, A. Provechos del ejercicio físico para la prevención y
el tratamiento de la obesidad infanto-juvenil. Educación Física y Deportes. 2001. Rev.
Digital nº 39.
19. Freedman DS, Dietz WH, Srinivisan SR, Berenson GS. The relation of overweight
to cardiovascular risk factors among children and adolescents: the Bogalusa Heart
Study. Pediatrics. 1999; 103: 1175-82.
20. Freeman R. y Sheiham A. Understanding decision making processes for sugar
consumption in adolescence: factors affecting “sound food choices”. Community
Dentistry and Oral Epidemiology. 1997; 25:228-232.
21. French SA, Story M, Perry CL. Self esteem and obesity in children and
adolescents. A literature review. Obes Res 1995; 3: 479-490.
22. Garbayo S, Craviotto R, Abello M, Gómez C, Oliver M et al. Consumo de
nutrientes y hábitos alimentarios de adolescentes de Balaguer. Rev Ped de Aten
Primaria 2000; 2 (7): 47-53.
23. García, A.; Duime, P.; Domínguez, N.; García, J.; López, J.L.; Pena, S.; Prieto, L.;
Rodríguez, A. y Sueiro,J. Protocolo de Actividades 2003. Editado por la Xunta de
Galicia. SERGAS, Servicio Gallego de Salud. 2003.
24. Gazzaniga JM, Burns TL. Relationship between diet composition and body
fatness, with adjustment for resting energy expenditure and physical activity, in
preadolescent children. Am J Clin Nut 1993; 58: 21-8.
25. Gortmaker Sl, Dietz WH, Sobol AM, Wehler CA. Increasing pediatric obesity in
the United States. J Dis Child 1987 May; 141:535-40.
26. Hendel PT, Frech SA, Story M. Parental attitudes towards soft drink vending
machines in high schools. J Am Diet Assoc 2004;104(10):1597- 600.
27. Heseker H, Beer S. School nutrition and nutrition lessons.
Bundesgesundheitsblatt Gesundheitsforschung Gesundheitsschutz 2004; 47(3):240-5.
28. Hernández M, Castellet J, Narvaiza JL, Rincón JM, Ruiz I, Sánchez E, et al. Curvas
y tablas de crecimiento. Instituto sobre Crecimiento y Desarrollo Fundación F.
Orbegozo. Madrid: Editorial Garsi, 1988.
29. Holford P. Necesidades nutricionales del adolescente. En: Holford P. Editor.
Nutrición normal y dietas terapéuticas para niños. México, DF: Editorial OCEANO;
2001.Pp. 435-436.
30. Jackson P, Romo MM, Castillo MA, Castillo DC. Junk food consumption and child
nutrition in Chile. Rev Med Chil 2004; 132(10):1235-42.
31. Katzmarzyk PT, Perussse L, Rao DC, Bouchard C. Familial risk of overweight and
obesity in the Canadian population using de WHO/NIH criteria. Obes Res 2000; 8:1947.
32. Mc Murray RG, Harrel J, Deng S, Bradley CB, Cox L Bangdiwala SI. The influence
of physical activity, socioeconomic status and ethnicity on the weight status of
adolescents. Obes Res 2000; 8: 130-9.
19
33. Mitchell-Rees I. Nutrición en la adolescencia. En: Mitchell-Rees I. Editor.
Nutrición en el ciclo de vida. México, DF: Editorial El Manual Moderno; 2000.p. 237245.
34. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 1997. Mar 7; 46: 198-202.
35. Moussa MA, Sallout AA, Nkansa-Dwamena D, Mourad M, Alsheik N, Agha N y
cols. Factors Associated with obesity in Kuwaiti Children. Eur J Epidemiol 1999; 15: 4149.
36. New SA, Livingstone MB. An investigation of the association between vending
machine confectionery purchase frequency by schoolchildren in the UK and other
dietary and lifestyle factors. Public Health Nutr 2003; 6(5):497-504.
37. Ngoma T. World Health Organization cancer priorities in developing countries.
Ann Oncol 2006; 17(Suppl 8):VIII9–VIII14.
38. Nguyen VT, Larson DE, Johnson RK, Goran MI. Fat intake and adiposity in
children of lean and obese parents. Am J Clin Nut 1996; 63:507-513.
39. Nieman, D.C. Ejercicio e Saúde. Como se prevenir de doencas usando o exercicio
como seu medicamento. Editora Manole. 1999. Brasil.
40. Obarzanek E, Schreiber GB, Crawford PB. Energy intake and physical activity in
relation to indexes of body fat: The National Heart, Lung and Blood Institute Growth
and Health Study. Am J Clin Nut 1994; 6: 15-22.
41. Pereira MA, Kartashov AI, Ebbeling CB, Van Horn L, Slattery ML, Jacobs DR Jr et
al. Fast-food habits weight gain, and insulin resistance (the
CARDIA study): 15-year prospective analysis. Lancet 2005; 365(9453):36-42.
42. Ramírez-López MG. Nutrición en la adolescencia. En: Martínez-Martínez editor.
La salud del niño y del adolescente. México: Editorial El Manual Moderno; 2001. p.
1457-1464.
43. Robinson T. Reducing children´s television viewing to prevent obesity. JAMA
1999; 282: 1561-1567.
44. Rodríguez, G.; Gallego, S.; Fleta, J. y Moreno, L. Uso del IMC para valorar la
obesidad en niños y adolescentes. Rev. Esp. Obes. 2006; 4 (5):284-288. Zaragoza.
45. Rosenbaum M, Leibel RL. The physiology of body weight regulation: relevance
to the etiology of obesity in children. Pediatrics 1998; 101(3 Suppl):525-539.
46. Sagredo, MJ. Hábitos alimenticios y antropometría en adolescentes navarros.
Revista de Atención Primaria 1997; 2-Supl: S734.
47. Salas-Salvadó J, Rubio MA, Barbany M, Moreno B, Grupo Colaborativo de la
SEEDO*. Consenso SEEDO 2007 para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y el
establecimiento de criterios de intervención terapéutica. Med Clin (Barc) 2007;
128:184-96.
48. Savia, R.; Santos, J. y Pessa, R. Efeito da actividad física asociada á orientacao
alimentar em adolescentes obesos: comparacao entre o exercicio aeróbio e anaeróbio.
Rev. Bras. Med. Esporte 2004; vol. 10 nº.5 Niterói sept/oct.
49. Serra-Majem L, Ribas Barba L, Aranceta-Bartrina J, Pérez Rodrigo C, Saavedra
Santana P, Peña Quintana L. Obesidad infantil y juvenil en España. Resultados del
estudio enKid (1998-2000). Med Clin (Barc) 2003; 121:725-32.
50. Sichieri, R.y Veiga, G. Parte integrante do libro: Brasil. Ministerio de Saúde. Area
de Saúde do Adolescente e Jovem. Cadernos, juventude saúde e desenvolvimento;
2003. V.I. Brasilia, DF, agosto.303p.
20
51. Sileo E. Riesgo nutricio. En: Dulanto-Gutiérrez E. Editor. El adolescente. México,
DF: Editorial McGraw-Hill; 2002.Pp. 92-95.
52. Silva H, Bruneau JC, Reyno HP, Bucarey S. Somatotipo e índice de masa corporal
en una muestra de adolescentes de ambos sexos de la ciudad de Tecomuco, Chile.
International Journal of Morphology 2003; 21(4):309-313.
53. Strauss RS. Childhood obesity and self-esteem. Pediatrics 2000; 105: e15-e18.
54. Strauss RS, Knight J. Influence of the home environment on the development of
obesity in children Pediatrics 1999; 103:e85.
55. Tanner JM, Davis PSW. Clinical longitudinal standards for height and height
velocity for North American children. J Pediatrics 1985:107:317- 329.
56. Troiano RP, Flegal KM, Kukczmarsky RJ, Campbell SM, Johnson CL. Overweight
prevalence and trends for children and adolescents. The National Health and Nutrition
Examination Surveys, 1963 to 1991. Arch Pediatr
Adoles Med 1995 ict; 149:1085-91.
57. Valtueña Martínez S, Arija Val V, Salas-Salvadó J. Estado actual de los métodos
de evaluación de la composición corporal: descripción, reproducibilidad, precisión,
ámbitos de aplicación, seguridad, coste y perspectivas de futuro. Med Clin (Barc) 1996;
106:624-35.
58. Villanueva SJ, Ramírez ME. Factores asociados a sobrepeso en estudiantes de 8
a 18 años de aéreas suburbanas, Hidalgo, México. Revista Salud Pública y Nutrición
2004; 5(3). Disponible en: http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd42/factores.pdf
59. Watts K, Jones TW, Davis EA, Green D. Exercise training in obese children and
adolescents: current concepts. Sports Med 2005;35:375-92.
60. Whitaker RC, Deeks CM, Baughcum AE, Specker BL. The relationship of
childhood adiposity to parent Body Mass Index and eating behavior. Obes Res 2000; 8:
234-40.
61. Whitaker RC, Wright JA, Pepe MS, Seidel KD, Dietz WH. Predicting obesity in
young adulthood from childhood and parental obesity. N. Engl. J. Med. 1997; 337: 869873.
62. World Health Organization. Obesity: preventing and managing the global
epidemics. Report of a WHO consultation. Geneva 3-5 junio 1997. Geneva: WHO
1998.(WHO/NUT/98.1).
21
Anexo
MODELO DE ENCUESTA:
Sexo:
Peso:
Talla:
Edad:
Hábitos Nutricionales
1. ¿Cuántos lácteos comes al día? (leche, yogurt, batidos)
D 1 Unidad
D 2 Unidades
D Más de 2
D Ninguno
2. ¿Cuánta bollería industrial comes a la semana?
D Todos los días
D Casi todos los días
D De vez en cuando
D Nunca
3. ¿Cuántas chucherías y bolsas de patatas o similares comes a la semana?
D Todos los días
D Casi todos los días
D De vez en cuando
D Nunca
4. ¿Cuánta verdura/ensalada comes a la semana?
D 1-2 Veces semana
D 3-4 Veces semana
D Más de 4
D Ninguna
5. ¿Cuánta fruta comes a la semana?
D Todos los días
D Casi todos los días
D De vez en cuando
D Nunca
22
6. ¿Cuánta legumbre comes a la semana?
D 1-2 Veces semana
D 3-4 Veces semana
D Más de 4
D Ninguna
7. ¿Qué tipo de carne sueles comer?
D Ternera/cerdo/cordero
D Pollo/pavo/conejo
8. ¿Cuánta carne comes a la semana?
D 1-2 Veces semana
D 3-4 Veces semana
D Más de 4
D Ninguna
9. ¿Cuánto pescado comes a la semana?
D 1-2 Veces semana
D 3-4 Veces semana
D Más de 4
D Ninguna
10. ¿Cómo comes regularmente las patatas? (Elegir 1)
D Fritas
D Asadas
D Cocidas
11. ¿Comes regularmente patatas fritas?
D Todos los días
D Casi todos los días
D De vez en cuando
D Nunca
12. ¿Cuánta pasta/arroz comes a la semana?
D 1-2 Unidades semana
D 3-4 Unidades semana
D +4 Unidades semana
D Ninguna
23
13. ¿Qué desayunas? Indica todos los alimentos que tomas
D Nada
D Fruta
D Leche
D Yogurt
D Galletas
D Cereales
D Tostadas
D Mermelada
D Otros:
14. ¿Qué sueles cenar? Indica todos los alimentos que tomas
D Nada
D Verdura
D Pescado
D Carne
D Patatas fritas
D Hamburguesa
D Pizza
D Pasta
D Fruta
D Yogurt
D Otros:
15. ¿Cuántas comidas haces al día?
D 2 Comidas
D 3 Comidas
D 4 Comidas
D 5 Comidas
D +5 Comidas
16. ¿Cuántos litros de líquido bebes al día?
D 1 Litro
D 2 Litros
D + 2 Litros
17. ¿Tomas regularmente bebidas azucaradas (Coca-cola, fanta,...)?
D
D
D
Todos los días
Los fines de semana
Nunca
24
18. ¿Tomas algún tipo de suplemento?
D Nada
D Suplementos para adelgazar
D Complejo vitamínico
D Suplementos deportivos
D Otros:
19. ¿Bebes alcohol los fines de semana?
D Si
D No
20. ¿Fumas habitualmente?
D Si
D No
25
Hábitos sociales
21. ¿Con quién sueles comer?
D Solo
D Padres
D Abuelos
D Compañeros (comedor escolar)
22. ¿Trabajan tus padres?
D Si, los dos, todo el día
D Si, los dos, no todo el día
D Solo uno de ellos
D Ninguno
23. ¿Cuánto tiempo sueles tardar en comer?
D 10 Minutos
D 20 Minutos
D 30 Minutos
D + 30 Minutos
24. ¿Haces algo especial para cuidar tu alimentación?
D No, como lo que me pongan
D Intento evitar alimentos que engordan mucho
D Intento cuidar las cantidades de las raciones
D Me salto alguna comida al día
D Otros:
25. ¿Cómo valoras la alimentación de los fines de semana en comparación con el
resto de la semana? (señala todas las que sean correctas)
D Realizo menos comidas al día
D Aumento el número de comidas al día
D La cantidad de alimentos por comida es mayor
D La duración de las comidas aumenta
D Consumo más dulces, chucherías,...
D Me doy algunos “caprichos” en las comidas (hamburguesas, pizzas,
kebab,...)
D Intento cuidar más mi alimentación
26. ¿Estas contento con tu peso?
D Sí, creo que estoy en mi peso ideal
D No, creo que debería engordar algunos kilos
D No, creo que debería adelgazar algunos kilos
D No, creo que debería adelgazar más de 7 kilos
26
27. Ordena las siguientes razones en función de su importancia para llevar una
alimentación sana (siendo 1 la más importante y 5 la menos importante)
D Resultar más atractivo
D Para tener una condición física aceptable
D Para vivir más años
D Para protegerme de enfermedades cardiovasculares
D Para aumentar mi rendimiento deportivo
28. ¿Qué cantidad de ejercicio físico realizas a la semana?
D No realizo ejercicio físico
D 1-2 Horas
D 3-4 Horas
D +4 Horas
29. ¿Cuántas horas dedicas a la TV/ordenador/consola al día?
D Ninguna
D 1-2 Horas
D 3-4 Horas
D + 4 Horas
30. ¿Hacen tus padres ejercicio regularmente?
D Si
D No
27
Problemas cardiovasculares de la familia
31. ¿Tienes colesterol?
D Si
D No
32. ¿Tienes algún otro problema cardiovascular? Indícalo
D Ninguno
D Hipertensión
D Obesidad
D Diabetes
D Ácido Úrico
D Otros:
33. ¿Tomas medicación para estos problemas?
D Si
D No
34. -¿Tienes familiares con algún problema cardiovascular? (padres, hermanos, abuelos,..)
D Si
D No
35. ¿Qué tipo de problema cardiovascular padecen tus familiares?
D Obesidad
D Hipertensión
D Colesterol
D Diabetes
D Ácido Úrico
D Otros:
36. ¿Fuman tus padres?
D Sólo mi padre
D Sólo mi madre
D Ambos
D Ninguno
28
PUNTUACIÓN Y PONDERACIÓN DE LAS PREGUNTAS:
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
1
0
0
1
5
5
0
1
1
0
0
5
0
0
0
1
0
5
1
1
3
3
3
5
5
5
3
1
3
1
1
1
5
1
3
3
3
5
1
1
3
3
5
3
1
1
1
3
5
0
5
5
0
0
0
0
0
5
0
1
1
5
-
0
0
5
-
1
0
-
1
0
-
0
0
-
1
-
1
-
29
x1
x2
x3
30