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Daniel Ramón: «Si la gente comiera bien no harían falta alimentos funcionales» El investigador valenciano señala en Oviedo que los consumidores quieren productos exóticos, étnicos y divertidos Daniel Ramón Vidal, el pasado martes en Oviedo. luisma murias Oviedo, M. J. IGLESIAS El profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y director científico de la empresa Biópolis, Daniel Ramón Vidal, natural de Valencia, inauguró el martes el ciclo de conferencias sobre el sector lácteo organizadas por el Centro Nacional de Competencia de la Leche, con sede en Asturias. Ramón, experto en la investigación sobre productos funcionales -los componentes que hacen que un alimento sea beneficioso para la salud-, señaló que si todo el mundo llevase una dieta saludable y realizase ejercicio con frecuencia, esta clase de productos no harían ninguna falta. Pero la realidad apunta por otros derroteros bien distintos. Daniel Ramón, hijo, nieto y bisnieto de carniceros con puesto en el Mercado Central de Valencia, explicó que el ritmo de vida actual no deja tiempo para hacer la compra en el mercado y cocinar a diario. Constató que el consumidor busca ahora una alimentación rápida y eficiente. «Basta ver la sección de congelados de las grandes superficies para darnos cuenta, la gente quiere alimentos exóticos, étnicos y divertidos». El investigador valenciano, que mantiene una estrecha vinculación con Asturias, entre otras cosas porque uno de los socios industriales de Biópolis, participada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, es Central Lechera Asturiana, aseguró que ninguna actividad ha impactado de forma tan negativa en la naturaleza como la agricultura y la ganadería. «Fue hace 12.000 años, como quien dice el otro día; no ha habido un acontecimiento tan relevante en la historia de la humanidad». El cambio, la obtención de los alimentos modificó los hábitos alimentarios, que no han parado de cambiar hasta hoy. Para Daniel Ramón está claro que la época actual está dominada por el deseo de la gente de ligar la alimentación a la salud «y por la mala conciencia de los consumidores europeos, que saben que comen mal y padecen una especie de hipocondria alimentaria». En España la venta de alimentos con componentes saludables -el bífidus de los yogures, el ácido Omega 3 de la leche o las sustancias que reducen el colesterol- va a la cabeza de Europa, con un crecimiento del 16 por ciento anual, muy similar al de Finlandia. Aunque el reglamento que regula la comercialización de alimentos funcionales entró en vigor en 2006, no será de plena aplicación en España hasta 2011. Según Ramón, la normativa provocará que las empresas tengan que destinar más recursos a investigación: «Ningún producto podrá venderse sin ser evaluado antes por las autoridades de seguridad alimentaria». Ramón indicó que a las empresas no les quedará más remedio que externalizar la investigación. «La mayoría ya lo hacen», apunta. Consideró que es más rentable acudir a empresas privadas que a centros públicos. «La respuesta es más rápida, el problema del sector público en España sigue siendo la tremenda burocracia», señala. Entre las sustancias beneficiosas para el organismo con las que se experimenta en la actualidad Daniel Ramón destacó el cacao. «Por algo ya lo usaban los incas y los mayas».