Download Semana #46 La dieta vegetariana Aspectos de la alimentación

Semana #46 La dieta vegetariana Aspectos de la alimentación vegetariana Sant Darshan Singh Ji Maharaj Introducción: Según los grandes santos y místicos de la tradición de Sant Mat, una alimentación vegetariana es la extensión natural de una vida amorosa, compasiva y no‐violenta, por lo tanto, abogan por una nutrición vegetariana estricta, en la que se eviten la carne, el pescado, las aves y los huevos. En esta lectura, Sant Darshan Singh Ji esboza las ventajas físicas y espirituales de seguir una dieta vegetariana, como también, explica la conexión histórica entre el misticismo y el vegetarianismo. Sant Darshan Singh Ji Maharaj: Los principios de la espiritualidad han permanecido intactos a través de los tiempos. La ciencia moderna, tan sólo ahora, está llegando a las mismas conclusiones que los santos y místicos comprendieron y enseñaron desde tiempos inmemoriales. En el campo de la nutrición, la investigación moderna confirma también la superioridad de la alimentación adoptada por aquellos que siguen una vida espiritual, o sea, la alimentación vegetariana. En todos los aspectos –espiritual, moral y físico– la nutrición vegetariana es la más apropiada para el ser humano. Para quienes desean emprender el sendero que conduce al auto‐
conocimiento y a la realización de Dios, una alimentación vegetariana estricta es esencial. Si examinamos las diversas tradiciones religiosas y místicas, descubrimos que recomiendan o requieren el vegetarianismo. Tal dieta está asociada a las más remotas tradiciones religiosas. Pitágoras y quienes siguieron su escuela de pensamiento eran vegetarianos estrictos. Muchos de los antiguos famosos filósofos, como Platón, Empédocles, Apolonio, Plutarco y Porfirio también siguieron la alimentación vegetariana. Además, muchas de las primeras religiones esotéricas como la de los Órficos y Esenios tenían el vegetarianismo como prerrequisito para la iniciación. Si estudiamos la Sagrada Biblia con detenimiento, encontramos que Dios originalmente indica que el hombre sea vegetariano. En el Génesis Dios dijo: «He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer» (Génesis 1:29). También encontramos la referencia: «Os he dado todo tipo de hierba verde para comer». Incluso, cuando Dios le dio a Moisés los Diez Mandamientos, el vegetarianismo era forzosamente sobreentendido. Si seguimos el mandamiento “No matarás” (Éxodo 20:13), es evidente que no debemos comer carne, pescado, aves o huevos. Pero la gente por debilidad, se quejó y dijo que no podían cumplir esos mandamientos, así que Moisés les dio más y más leyes relacionadas con la alimentación y otros aspectos de la vida. En el libro de Isaías en la Biblia, Dios claramente dice: «El que sacrifica un buey es como si matase a un hombre» (Isaías 66:3). ¿Después de todo, cómo podemos pretender ser amantes del Señor y de su Creación, si matamos a los miembros más humildes de la familia de Dios?» Jesucristo fue el Apóstol de la Paz; la encarnación de la no‐violencia. Él enseñó: «Quien te hiera en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra» (Mateo 5:39). Si él practicó a tal extremo la no‐violencia, ¿podría haber sido violento con las especies inferiores de la Creación de Dios: los animales, las aves y los peces? Cristo enseñó el amor universal y la no‐violencia total. Nos pidió no matar y a tener amor por todos. Si fuéramos verdaderos seguidores de sus enseñanzas no podríamos matar ni comer animales. Los sufís de Persia eran también vegetarianos y aún hoy los sufís que practican el zikr‐e‐ruhe, o el simran del alma, son vegetarianos. Buda, el compasivo, enseñó la no‐violencia hacia todas las criaturas y sus discípulos eran al principio vegetarianos. Mahavira, el fundador de la religión jaina, predicó una estricta dieta vegetariana. Y por supuesto que el vegetarianismo es parte integral de la tradición religiosa hindú. Aunque hoy en día la mayoría de los seguidores de la religión sij no son vegetarianos, en sus gurdwaras (templos) no se sirve carne en el langar (cocina gratuita) y cuando realizan una ceremonia religiosa en su casa, sirven comidas vegetarianas después de recitar las Escrituras. Cuando el Maestro o instructor viviente deja la tierra, el lado esotérico de sus enseñanzas a menudo se pierde o se obscurece en los ritos y rituales que se establecen. De igual manera, después de que el Maestro parte, aquellos que desean popularizar la religión o hacerla más aceptable a un mayor número de gente hacen cambios y permiten relajamientos en la dieta y la disciplina. Pero la tradición mística es clara al abogar por el vegetarianismo. *** Si nos detuviéramos a pensar en ello, comprenderíamos que el alimento que usamos tiene un efecto sobre nuestra complexión física, emocional y mental. Si estamos tratando de llevar una vida de no‐
violencia y compasión, si queremos volvernos serenos y pacíficos, si tratamos de controlar nuestra mente y los sentidos, entonces naturalmente nos inclinaremos a seguir una dieta que nos ayude a alcanzar esas metas. El alimento se puede clasificar según el efecto que produce en la persona. En la India, se habla de tres amplias categorías de alimentos: los satvik o alimentos puros; los alimentos rajasic o energéticos; y los alimentos tamsic o aquellos que aturden o atolondran. Los alimentos satvik incluyen las verduras, los cereales, las habas, las legumbres, la fruta y los frutos secos, así como la leche, la mantequilla y el queso en moderación. Esta alimentación produce serenidad y equilibrio y se dice que mantiene la cabeza y el corazón libres de todo tipo de impurezas. Los alimentos rajasic incluyen la pimienta, las especias, los condimentos y las cosas agrias y amargas. Los alimentos de este tipo producen agitación. Los alimentos tamsic incluyen los alimentos rancios, la carne, los peces, las aves, los huevos y las bebidas alcohólicas. Una nutrición tamsic produce apatía o desidia. Tomando estos factores en cuenta, los santos y los sabios desde épocas inmemoriales siguieron la dieta satvik porque es más útil para llevar una vida pura, propicia para el adelanto espiritual. * * * La nutrición es de hecho un aspecto importante en la vida espiritual. Si deseamos seguir el sendero de la no‐violencia y de amor por toda la Creación, entonces adoptaremos una alimentación vegetariana estricta. Al hacerlo, tendremos compasión no sólo por los miembros más jóvenes de la Creación de Dios y nuestros semejantes, sino también, compasión por nosotros mismos. § Beneficios globales de una elección personal Sant Rajinder Singh Ji Maharaj Introducción: El vegetarianismo también tiene implicaciones globales. Considerado como uno de los factores que pueden ayudar a solucionar el problema de la escasez de alimentos en todo el mundo, así como un medio para conservar los recursos naturales de la Tierra, el vegetarianismo, puede ayudar a mejorar la salud de nuestro planeta. En la siguiente lectura, Sant Rajinder Singh Ji Maharaj considera estos beneficios globales de la comida vegetariana. Sant Rajinder Singh Ji Maharaj: El vegetarianismo también mejora la salud del planeta. Los ecologistas están preocupados por la protección de las criaturas vivientes de la Tierra. Advierten que la destrucción masiva de los animales para satisfacer nuestros deseos insaciables puede tener efectos desastrosos y de gran envergadura en el equilibrio de la naturaleza. Es verdad que el ser humano es la más elevada de todas las formas de vida, pero debemos respetar el plan y el diseño divinos para nuestro universo y toda ser que lo habita. Los ecologistas también han señalado que una solución al problema de la escasez de alimentos es la mejor utilización de nuestros recursos. Por ejemplo, con la cantidad de cereal que se necesita para alimentar una vaca y producir así carne para una persona, se podría alimentar a muchas más personas. Los ecologistas también han demostrado que criar ganado y procesar su carne requiere mucho más combustible, agua y energía que el utilizado para producir cereales y verduras. El vegetarianismo es un medio eficaz para conservar nuestros recursos vitales. *** La humanidad sale cada vez más de la oscuridad, se interesa más en encontrar la mejor calidad de vida; en resolver los misterios del universo y ansiosa por encontrar la realización personal y la felicidad duradera. Al mismo tiempo, estamos interesados en el bienestar de nuestra comunidad global y la preservación de nuestro planeta. Cómo mantener nuestro ser es una elección que cada uno de nosotros debe hacer. Una alimentación vegetariana equilibrada dará lugar a una salud y condición física mejorada, a un mayor equilibrio mental y a un logro espiritual superior. Seguir esta dieta puede ayudarnos a alcanzar la salud y la pureza de nuestro cuerpo, mente, alma y planeta. No solo contribuiremos a alcanzar la paz para nosotros mismos y toda forma de vida en general, estaremos también haciendo el aporte para convertir nuestro planeta Tierra un refugio de alegría y paz. § La dieta vegetariana y la ley del karma Sant Rajinder Singh Ji Maharaj Introducción del coordinador de satsang: Sant Darshan Singh Ji ha escrito: «Dios le ha proporcionado al hombre como alimento abundancia de frutas, verduras, cereales, legumbres y hierbas. Podemos consumir productos lácteos también, lo cual no requiere matar animales. Es cierto que para vivir en este mundo debemos destruir alguna vida; incluso las plantas que comemos y las bacterias que respiramos tienen vida. Cada acción tiene una reacción y la ley del karma opera en el plano de la alimentación, también. Así que los santos dicen que, puesto que no podemos vivir sin alimento, debemos escoger el tipo de comida que cause el menor daño posible, el menor agravio posible». En la siguiente lectura, Sant Rajinder Singh Ji Maharaj explica que el principio del vegetarianismo proviene del conocimiento de la ley del karma. Sant Rajinder Singh Ji Maharaj: En el universo se estableció el sistema del karma, para que las almas recibieran el fruto de sus acciones. La ley del karma dice que por cada acción hay una reacción. Esta es también una de las leyes fundamentales de la física. Todo lo que un alma piensa, hace y dice queda registrado y esa alma debe recibir su fruto. Así pues, el alma ha estado completando un ciclo de existencias en una gran variedad de planos, en este mundo y en una gran variedad de cuerpos. El viaje del alma es determinado por esta ley del karma. Es un sistema rígido de control y registro de todo lo que cada alma piensa, dice y hace. Todas las buenas acciones son recompensadas y las malas acciones castigadas. Hay una ley de justicia en el universo. Puede parecer que alguien malo se ha salido con la suya y que a alguien bueno le está tocando algo malo, pero cada uno recibe su castigo o premio merecido en un momento u otro. Puede ser más adelante en esta vida o en una vida futura. *** Cuando entendemos la ley del karma y la reencarnación, esta vida deja de desconcertarnos. Comprendemos que cualquier cosa que le sucede a la gente en este mundo se debe al fruto de su karma. Comprendemos que cuando le sucede algo a una persona, sea a un niño o alguien bueno, es porque le llegó el turno de liquidar algo que hizo en una vida anterior. Todavía sentimos compasión y simpatía y queremos ayudar a la gente, pero reconocemos la causa de sus problemas. Hay una historia maravillosa relacionada con el karma en los Cuentos de Jataka de la tradición budista. En la antigüedad cierto grupo de personas tenía la costumbre de ofrendar animales muertos en un ritual llamado el “Banquete de los muertos”. Cuenta la historia, que un profesor les dijo a sus alumnos: «Es el momento de buscar una cabra y ofrendarla para el banquete de los muertos. Encuentren una, llévenla a bañar al río. Luego, pónganle una guirnalda de flores en el cuello». Los estudiantes partieron a buscar la cabra, a llevarla al río y cumplir las instrucciones del profesor. Mientras bañaban y preparaban a la cabra, el animal comenzó a reírse con gran deleite. Después la cabra comenzó a llorar. Los estudiantes desconcertados le preguntaron: « ¿Por qué ríes y luego lloras?». La cabra respondió: «Pregúntenme de nuevo en presencia de su profesor». Los estudiantes llevaron la cabra donde el profesor y le contaron lo sucedido. Él le preguntó a la cabra: «¿Por qué ríes y luego lloras?» La cabra explicó: «En una de mis vidas anteriores fui un profesor como tú. También quise hacer una ofrenda a los muertos y por eso maté una cabra. Como resultado de haber matado esa cabra, tuve que renacer y ser degollado quinientas veces. Este es mi quingentésimo y último nacimiento. Río de felicidad porque hoy seré libre de las consecuencias de esa mala acción que cometí». Después el profesor le preguntó: « ¿Y entonces, qué te hace llorar?». La cabra respondió: «Lloro al pensar que cuando tú me mates, tendrás que morir quinientas veces de la misma manera en tus vidas futuras. Lloro porque siento lástima de ti». El profesor temiendo el destino que le esperaba si mataba a la cabra, le dijo: «No temas cabra, no te mataré». La cabra respondió: «No importa si me matas o no, hoy es el día en que me toca morir». El profesor insistió: «No te preocupes, te protegeré y me aseguraré de que nadie te haga daño». La cabra dijo: «Ninguna protección me salvará. No puedo escapar al pago de mis actos pasados». El profesor les ordenó a sus alumnos que siguieran a la cabra a dondequiera que fuera, asegurándose de que nada le sucediera. Más tarde, la cabra sintió hambre y les dijo a los estudiantes: «Hay un arbusto cerca de la cima de esa peña. Voy a subir a comer unas hojas allí». Mientras la cabra comía las hojas, cayó un rayo sobre la peña y un pedazo de roca que se desprendió cortó su cuello, matándola al instante. Al saber de la muerte de la cabra, el profesor se dirigió a sus alumnos y les dijo: «Si la gente supiera del pago que tienen que hacer por sus actos, nunca lastimarían a ninguna criatura viviente, ya sea un ser humano o un animal. Entender la ley del karma influirá en nuestras propias acciones. No desearemos hacer nada que cree un nuevo karma. También entenderemos que en verdad no hay escapatoria. Puede parecer que de momento lo logremos y no haya repercusión, pero tarde o temprano tendremos que pagar. Así, llevamos nuestra vida más de acuerdo a los valores éticos, los cuales no se hicieron como simples reglas—nos los dieron los santos y Maestros, quienes conocían el funcionamiento del universo, quienes sabían de la ley de Dios y de aquellas acciones que podrían salvarnos de los efectos del karma. Ellos nos dicen que cuando logramos la guía de un Maestro espiritual, él asume el control de las cuentas de nuestro karma. Nos muestra cómo podemos liberarnos del ciclo de nacimientos y de muertes. El camino que él prescribe es a través de la meditación y el desarrollo de las virtudes éticas de la no‐
violencia, la veracidad, la castidad, la humildad, el servicio desinteresado y el amor por todos. El principio del vegetarianismo nace del conocimiento de la ley del karma. Al usar alimentos vegetarianos, evitando la carne, el pescado, las aves y los huevos, evitamos quitarles la vida a los animales y evitamos faltas en la categoría de la no‐violencia. §