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ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE AGRICULTURA URBANA EN HARARE: ENTRE LA SOSPECHA Y LA REPRESION Beacon Mbiba 1. Introducción Harare es la capital, el más grande centro comercial y la sede del poder político y administrativo de Zimbabwe. En 1998 Harare tenía alrededor de 1,9 millones de habitantes. La segunda ciudad más grande de Zimbabwe, Bulawayo, tiene 1 millón de habitantes. La historia de Harare como una ciudad moderna se remonta a 1890, cuando fue fundada como un fuerte por colonos auspiciados por la British South Africa Company. Harare está ubicada en una línea divisoria de aguas al nordeste de lo que se llama el Alto Veld de Zimbabwe. Se trata de una meseta de una altura de 1.5002.000 m sobre el nivel del mar, que se extiende desde el sudoeste del país, abarcando Harare, y luego hacia el noroeste hasta Chinhoyi City y al este pasando Marondera. El clima del Alto Veld es fresco, con temperaturas anuales que varían de 10 a 26oC y con una precipitación anual promedio de 800-1.000 mm. El terreno es una sabana herbácea relativamente plana (HCMPA 1985: 9). Tabla 1:Estadísticas clave para Zimbabwe y Harare Area Habitantes (1998) Tasa de crecimiento Crecimiento vegetativo Personas / km2 Tamaño de familia nuclear Niveles de pobreza Desempleo Niveles de urbanización Principales amenazas Zimbabwe 390.757 km2 12,2 millones 3,5% 3,5% 31 5 40%1 o 62%2 45-50% 40-50% SIDA, desempleo y colapso económico Harare 872 km2 1,9 millones 5% 3,1% 2.179 4 44% 45-50% No aplicable SIDA, desempleo y colapso económico Harare se extiende sobre una superficie considerable, dominada por una red vial de estructura radial que nace en el distrito comercial central (DCC) y se extiende hacia las áreas industriales al este y al sur. 291 ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE Hasta la independencia de Zimbabwe, en 1980, Harare (entonces llamada "Salisbury") se había desarrollado siguiendo líneas raciales con grandes espacios abiertos que servían de zona de seguridad, en un esfuerzo destinado, en parte, a separar a los negros de los blancos. Así, hacia el norte y el noreste estaban las zonas residenciales de la población blanca, en terrenos de 1 acre aproximadamente, mientras que los negros estaban confinados a la parte sudoeste (del lado expuesto a las zonas industriales) en parcelas de unos 300 m2. Desde la independencia, aunque la estructura espacial de la ciudad no ha cambiado, la estructura racial está dando lugar a una clasificación de tipo económica. Las zonas blancas son llamadas ahora zonas de baja densidad (1.000 hab/km2) y los distritos negros son llamados zonas de alta densidad (>2.000 hab/km2). Recientes encuestas no han logrado establecer ninguna agrupación étnica distinguible dentro de las zonas residenciales de Harare (Mbiba 1999). La municipalidad de Chitungwiza, a unos 25 km al sudeste del DCC, fue desarrollada durante las últimas décadas del dominio de los colonos como una ciudad dormitorio para albergar a los negros. Funcionalmente es parte integral de Harare, aunque es administrada como una entidad aparte. El actual patrón de desarrollo de la ciudad se caracteriza por una alta densidad de construcciones: zonas residenciales en los espacios abiertos; grandes edificios en el centro de la ciudad; y crecimiento hacia afuera en áreas que cuentan con la infraestructura adecuada hacia el oeste, sur y este de la ciudad. Los asentamientos informales son legalmente desalentados y se recurre a la fuerza para demoler los asentamientos de invasores (Auret 1994). Sin embargo, existen algunas invasiones en la periferia urbana y en las zonas bajas dentro de los límites de la ciudad, que por lo general están fuera de la vista del público (Butcher 1995: 4). Alrededor de la ciudad encontramos las granjas comerciales de gran escala. 2. La agricultura urbana en Harare La agricultura urbana en Harare se define como la producción agraria y/o pecuaria dentro de los límites administrativos de la ciudad. Harare tiene varias condiciones favorables para la producción urbana de alimentos. Estas incluyen un clima relativamente húmedo, parcelas residenciales de gran tamaño y grandes espacios abiertos dentro de los límites urbanos. Un aspecto clave del entorno de Harare es el fenómeno llamado vlei. Los Vleis son puntos de anegación estacionales que se producen tanto en suelos arcillosos como arenosos. 292 293 ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE Durante la estación lluviosa (de octubre a marzo), se anegan al máximo y se convierten en pantanos a lo largo de todos los sistemas de drenaje. Los "suelos" vlei se humedecen con las primeras lluvias y luego mantienen la humedad hasta la siguiente estación de lluvias. Tradicionalmente, las comunidades han aprovechado las propiedades de los vleis para hacer una siembra temprana y otra tardía, lo que les permite dos cosechas anuales en la misma parcela. La cercanía de los suelos vlei a los arroyos los convierte en áreas muy aptas para la horticultura. Durante mucho tiempo no se ha construido en los suelos vlei porque se expanden enormemente durante la estación lluviosa y luego se encogen y resquebrajan durante la estación seca. Esto daña carreteras, alcantarillados y otras estructuras que necesitan de un costoso mantenimiento. Algunos de los espacios verdes, característicos, que resultan de los vleis son usados activamente para fines recreativos. La agricultura urbana puede clasificarse en tres categorías según su ubicación: Producción de maíz y vegetales en el área pobre de alta densidad de Mbare (Foto: Beacon Mbiba). Producción de maíz alrededor de los edificios de una escuela. Durante la estación lluviosa casi todo el espacio disponible se utiliza para la producción de estos alimentos básicos (Foto: Beacon Mbiba). 294 Agricultura de parcela: la agricultura practicada en parcelas alrededor de las casas, como los huertos en los traspatios. Implica básicamente la producción de cultivos. El maíz es el principal cultivo producido durante la estación lluviosa. Los vegetales se producen todo el año. Las leyes sanitarias que prohiben la cría de animales son en general exitosas. Cuando mucho, un insignificante 1% de las familias cría animales pequeños, como aves de corral, en la ciudad (Kanji 1995). Durante los períodos secos se emplea agua corriente para irrigar las plantas. En las zonas de baja densidad se usa también agua de pozo. El uso del agua no ha sido cuantificado, y no hay datos significativos sobre las cantidades de estiércol, fertilizantes y otros insumos utilizados por los productores. Los hogares pobres, los inquilinos y los migrantes venidos del campo recientemente, tienen problemas para acceder a este tipo de parcelas. Agricultura en espacios abiertos: ésta se realiza en espacios públicos abiertos, zonas reservadas donde hay instalaciones de servicios públicos y en lotizaciones agrícolas. Sin embargo, todos los informes relacionados con la producción en espacios abiertos se refieren a actividades productivas realizadas en espacios públicos, en su mayoría "no-controladas", "ilegales" o altamente "cuestionadas" (Mbiba 1995, Mudimu 1996, Bowyer-Bower y Drakakis-Smith 1996). La producción es básicamente para autoconsumo, aunque un porcentaje relativamente más alto es comercializado si se compara con la producción en parcelas. Los grupos pobres y vulnerables, que podrían participar en este sector, son excluidos cada vez más por las familias de ingresos más altos. Como en el caso de la producción en parcelas, las mujeres y niños hacen la mayor parte del trabajo. Debido al rápido desarrollo urbano en los últimos años, las grandes lotizaciones agrícolas dentro de los límites urbanos prácticamente han desaparecido y no se han añadido nuevas lotizaciones desde 1980. Agricultura peri-urbana: esta tercera categoría corresponde a la producción agríco- 295 ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE 3. la y pecuaria en áreas fuera de los límites urbanos, antiguamente considerada como agricultura rural - hasta un radio de 150 km - que está económicamente integrada a la ciudad. No ha habido estudio ni programa que vincule explícitamente la agricultura peri-urbana con el empleo urbano, las necesidades alimentarias o ninguna otra dinámica urbana. Como es el caso de las parcelas agrícolas urbanas, el sector periurbano no ha sido sometido a ninguna investigación cuantitativa. Debido a la disponibilidad de suelos y a las redes rurales de apoyo agrícola existentes, este sector ofrece opciones inmediatas y viables para una mayor producción de alimentos con la finalidad de suplir las necesidades de empleo y alimentación de Harare. Tabla 2:Estado de las actividades agrícolas urbanas vigentes Característica En parcela En espacios abiertos (tanto legal como ilegal) Peri-urbana Ubicación Dentro de propiedad en zonas tanto de alta como baja densidad Espacios públicos abiertos, zonas de servicio en toda la ciudad y en lotizaciones Fuera de los límites urbanos y en zonas rurales Modo de consumo Básicamente de subsistencia, más comercial en zonas de baja densidad Básicamente de subsistencia, producción más vendida que la de parcelas De subsistencia para pequeños productores pero existe una comercialización en aumento Cultivos producidos Maíz, vegetales y frutas Maíz, camote, frutas y legumbres Maíz, vegetales, frutas y otros productos hortícolas Tamaño de parcela Hasta 50 m2 y puede alcanzar 1 acre en zonas de baja densidad Promedio 200 m2 hasta 2 acres por cultivo familiar 3 acres para pequeños propietarios y 5 ha. o más para productores de gran escala Animales Insignificante Insignificante Pollos, cerdos, leche, carne, etc. Familias involucradas 80% de propiedades en verano y 60% en invierno; 70% dueños de propiedades, 30% inquilinos Máximo 25% de familias de Harare; predominan los dueños de propiedades Personas con derecho de acceso a las tierras Uso de fertilizantes Bajo Bajo Elevado (cantidades no-disponibles) Participación de población pobre Muy bajo Bajo Alto potencial Estado de investigación Adecuado en áreas de alta densidad, muy poco en áreas de baja densidad Adecuado en todas las áreas No muy bien estudiado desde la perspectiva urbana Apoyo de ONGs Ninguno De insignificante a ninguno Bajo y con tendencia a aumentar Apoyo comercial Bajo Ninguno Razonable y en aumento Actitud Oficial Control Control Positiva y en aumento Potencial futuro Bajo Bajo Elevado 296 El impacto de la agricultura urbana A pesar de las condiciones potencialmente favorables para la agricultura urbana, las familias urbanas suplen sus necesidades alimenticias con productos rurales y obtienen ingresos realizando una diversa gama de actividades informales, de las cuales la agricultura urbana es solo un ínfimo componente. Un estudio efectuado por Environment & Development Activities (ENDA)-Zimbabwe (1996:82) reveló que "existe muy poca diferencia entre las dietas de los que no se dedican a la agricultura y los agricultores urbanos". Bowyer-Bower y Drakakis-Smith (1996) demuestran que, aun en el caso de las familias que cultivan alimentos, la contribución de los alimentos producidos en el medio urbano es pequeña comparada con la de los alimentos de origen rural. No obstante, el uso del espacio urbano para la producción de cultivos aumentó durante y después de los años en que ha habido sequía (por ej., 1982/83, 1988/89 y 1991/93). El colapso económico y especialmente la caída de los empleos en el sector formal y de los ingresos desde 1990 han contribuido tanto a aumentar la agricultura urbana en espacios abiertos como a trasladar el proceso de producción de alimentos del campo hacia la ciudad (Mbiba 1993, 1995; ENDA-Zimbabwe 1996; Bowyer-Bower y Drakakis Smith 1996; Masoka 1997). Más del 60% del maíz y de las legumbres de hoja producidas con la agricultura en parcelas es consumido en casa. Del restante 40%, el 75% es vendido desde la casa o en puestos en el mercado del barrio. El porcentaje de productos cultivados en espacios abiertos que se comercializa es un poco mayor que el de la agricultura en parcelas. La producción sigue a las estaciones, ya que hay largos períodos invernales donde las legumbres y las frutas frescas escasean. Los investigadores han tenido dificultades para determinar las cantidades producidas, consumidas o vendidas, en gran medida debido a los complejos flujos de alimentos provenientes especialmente de las zonas rurales. 4. La agricultura urbana y el medio ambiente El estatus de la agricultura urbana en Harare ha sido determinado por una política pública y oficial que dicta que ésta es una amenaza para el medio ambiente, se han realizado investigaciones para tratar de establecer la magnitud de tal amenaza (por ej., estudios sobre la malaria, temas hidrológicos, erosión del suelo, cambios ecológicos, contaminación química). Todavía no se han explorado los beneficios potenciales de la agricultura urbana, como la reducción del CO2, el compostaje y el mejoramiento de los microclimas. Las conclusiones claves de la investigación se resumen en la Tabla 3. 297 ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE 298 • Elevados; • Probables; • Probables. • No determinados. • No determinados. • Cultivos absorben plomo de gases de escape; • Toxicidad de vegetación causada por efluentes industriales; • Reducción de calidad de agua. • Pérdida de paisajes y de diversidad de ambientes. • Enfermedades transmitidas por vectores. Las mujeres de la ciudad y del campo son igualmente responsables de la obtención de los alimentos. La agricultura urbana aumenta las horas de trabajo y el esfuerzo de las mujeres en relación con los hombres, especialmente en un momento en que el colapso de la economía está causando cada vez más problemas para mantener el hogar. Cualquier apoyo al sector debería por lo tanto orientarse a reducir costos de tiempo, así como de manejo, mercadeo y administración, además de orientarse a mejorar la producción. Fuente: Bowyer-Bower y Drakakis-Smith 1996. Enfermedades • Pérdida de espacios recreativos; • Aumento en costo de alternativas de acceso. Paisaje y estética Contaminación química Dimensiones de género de la agricultura urbana Las mujeres contribuyen la mayor parte del trabajo y la administración de la agricultura urbana. La proporción de mujeres que cultivan en espacios abiertos varía entre el 63% (Mbiba 1995a: 39) y el 55% (Mudimu 1996:180). De ellas, más del 80% trabajaban en sus '"propias parcelas". En las zonas de mayores ingresos, hay un mayor número de mujeres que emplean obreros manuales. Mudimu (1996:185) descubrió que el 24% de los hombres que trabajaban las parcelas eran contratados y que el 59% de los maridos ayudaban a sus mujeres. La dominación de la mujer en la agricultura urbana abarca desde la producción hasta la comercialización. Hasta un 68,8% de las personas dedicadas al mercadeo eran mujeres (ENDA-Zimbabwe 1996: 40). En todas las etapas de producción y mercadeo, los niños comparten gran parte del trabajo con sus madres. • Potencial de enfermedades relacionadas con el agua, desechos, estiércol y animales; • Costos de monitoreo, control y tra- • Elevados; • Elevados; • Elevados. • Cambios en tipos de especies; • Menor biodiversidad; • Pérdida de cobertura de suelo, pérdida de cobertura arbórea. Cambios ecológicos • Florecimiento de algas, peligro potencial para la salud de consumidores, amenaza a la vida silvestre, aumento en costos de purificación de agua. • Anegamiento de alcantarillado urbano, molestias para transporte; • Problemas de salud; • Aumento en costos de mantenimiento. • Pérdida de suelo en el 40% de los sitios cultivados excede niveles tolerables; • Altos niveles de depósito de sedimento erosionado; • Elevada contaminación del aire. • Hundimiento de suelo superficial; • Depósito de sedimento erosionado; • Pequeñas partículas de polvo en el aire. • Pérdida de hábitat de especies; • Pérdida de biodiversidad; • Erosión del suelo. • Inundaciones, daños a propiedades, rutas de transporte e infraestructura; • Costos de mantenimiento. • Aumento de escorrentía en un 350% en promedio; • Filtración reducida en un 28,5% en promedio. Cambio en el régimen • Más escorrentía e inundaciones de suelos superficiales; hidrológico del área • Menos filtración. Erosión de suelos Consecuencia de efectos Resultados del estudio Categoría de impacto Ejemplos de efectos ambientales ambiental Tabla 3:Potenciales consecuencias ambientales de la agricultura urbana3 5. El creciente número de hombres activos en la agricultura urbana puede atribuirse al aumento del desempleo, ya que miles de hombres no cuentan con un empleo formal. A medida que las actitudes hacia la agricultura urbana se vuelven más favorables, puede haber el peligro de que los hombres desplacen a las mujeres de una actividad a la que se han dedicado por años. Al mismo tiempo, si bien hay que prestar atención a la agricultura urbana y a las mujeres, también debemos recordar que hay que enfrentar problemas básicos como el acceso de la mujer a la educación y a la capacitación, incluyendo oportunidades en áreas lucrativas de empleo independiente y comercio que son actualmente monopolizadas por los hombres. 6. Políticas urbanas existentes relativas a la agricultura urbana A pesar del estancamiento de la producción agrícola rural y el reciente colapso económico, tanto los ejecutores de políticas como los hogares no consideran a la producción en las zonas urbanas como una solución viable para la seguridad alimentaria, la generación de empleos y el mejoramiento ambiental. En los años 80, la agricultura urbana recibió un impulso gracias a una política del partido gobernante ZANU (PF) que promovía la formación de cooperativas. Desde entonces, sin embargo, el papel de la agricultura urbana ha sido visto con mucho escepticismo. 299 ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE La opinión general es que todavía hay muchas tierras en las zonas rurales disponibles para la agricultura. Más bien, el problema es la distribución desigual de esas tierras. En consecuencia, la prioridad y el desafío político urgente vendrían a ser aumentar simultáneamente la producción rural y corregir los desequilibrios en la propiedad de la tierra. Al tiempo que todas las personas tengan derecho a una parcela en el campo, la promoción de la agricultura urbana se considera como una detracción de la verdadera y candente cuestión nacional sobre el uso del suelo. agricultura urbana. También se considera engañoso hablar de agricultura urbana en el contexto de las oportunidades de desarrollo de las tierras rurales y de la situación nacional de la tenencia de tierra. Si bien las disposiciones municipales admiten la producción urbana de alimentos, también dan a las autoridades locales la discrecionalidad de determinar la conveniencia y la magnitud de la actividad en cualquier momento en el tiempo. Consecuentemente, las respuestas institucionales a la agricultura urbana han sido muy variadas, yendo desde medidas extremadamente prohibitivas a programas de apoyo. La naturaleza de la respuesta depende mucho de las personalidades que ocupan los diversos cargos en el Concejo Municipal, y en particular del alcalde. La agricultura urbana ha sido impulsada especialmente como una alternativa para los pobres, ignorando a otros grupos cuyo papel en la agricultura urbana también es crítico. Los grupos de altos ingresos, la dinámica rural-urbana en el ámbito familiar y la economía urbana en general no han sido tomados en cuenta seriamente. Actualmente, los grupos más pobres y vulnerables no se benefician de la agricultura urbana, ya que enfrentan una creciente competencia por parte de los hogares de medianos y altos ingresos cuyos niveles de vida están sufriendo un colapso. Los funcionarios generalmente toleran la producción de cultivos en parcelas, pero la cría de animales está estrictamente controlada. También hay controles para asegurar que no se críen animales fuera de las parcelas. Dentro de las zonas urbanas, la agricultura urbana es un débil competidor contra la urbanización. La tierra disponible en la ciudad para una potencial producción de alimentos está disminuyendo rápidamente. Así, hay una lucha inherente por la tierra urbana. Si no se resuelven las prioridades políticas, el futuro de la agricultura urbana en Harare seguirá siendo precario. La forma de abordar la producción agrícola en espacios abiertos a veces parece complaciente, pero en algunos años puede ser drásticamente prohibitiva. A menudo se destruyen las plantaciones; incluso aquellas que supuestamente han sido sembradas con la aprobación de los concejales y funcionarios municipales. La contaminación de los alimentos durante el proceso de venta al por menor ha sido la causa fundamental de las respuestas de oficiales intolerantes, que alegan que los métodos elementales usados en estos procesos son un riesgo para la población, pues se puede producir una epidemia de cólera (Mbiba 1994; 1995). No hay préstamos, subsidios, facilidades de crédito ni servicios de extensión. No se prestan servicios de extensión para la agricultura urbana en Harare debido a que la agricultura urbana sigue siendo una actividad "ad hoc" velada por un manto de "ilegalidad" e "incertidumbre" (Mbiba 1994, Masoka 1997). Los vacíos legales e institucionales que limitan el apoyo a la agricultura urbana siguen prevaleciendo, debido a la falta de un compromiso político para cambiar el status-quo. 7. Agricultura urbana: factores a favor y en contra En Harare, el término agricultura urbana es considerado en sí como una contradicción. La imagen dominante de la ciudad es la de un sitio donde no hay agricultura. Durante mucho tiempo, no se sabía claramente lo que era o debía ser la 300 Una segunda limitación conceptual ha sido el uso de puntos de inicio desiguales (medio ambiente, empleo, género, pobreza, etc.), lo que hace difícil que surja una posición sólida relativa a la agricultura urbana. Con respecto a la producción de cultivos en espacios abiertos, la incertidumbre de la tenencia de la tierra y la ilegalidad asociada a la agricultura impiden inversiones productivas. Esto se agrava aún más debido a la inercia institucional y a los conflictos que limitan el desarrollo global del sector. Las decisiones políticas relativas a la agricultura urbana han sido erráticas, contradictorias y con diferencias entre los regímenes legales y las políticas escritas. No ha habido nadie (persona o institución) que impugne esta inconsistencia política. Las pocas ONGs que han intentado participar en temas de agricultura urbana han sido desalentadas por los conflictos políticos y recurren a la duplicación de esfuerzos investigativos o a talleres aislados (Masoka 1997, Mbiba 1998a). En este contexto, las limitaciones técnicas, que podrían superarse con programas de apoyo técnico para la producción, almacenamiento y mercadeo, son la consecuencia de las inhibiciones políticas. 8. Perspectivas para una estrategia futura de desarrollo de la agricultura urbana en Harare El gran número de desempleados, los niveles de pobreza cercanos al 50% y el 301 ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE colapso económico hacen urgente que se explore cualquier potencial ofrecido por la agricultura urbana para generar empleos e ingresos y para producir alimentos. En años recientes, la investigación y el cabildeo de los investigadores han ayudado a crear una base para el diálogo alrededor del potencial para la promoción formal de la agricultura urbana. Para lograr una mayor aceptación de esta actividad en Harare, se podría simplemente enfocar el asunto como una forma de producir alimentos para la ciudad. En términos espaciales, la estrategia debería centrarse en las zonas peri-urbanas, donde la tierra se obtiene con más facilidad. La meta de la política y de los programas debería ser: aumentar la producción y comercialización de alimentos a precios asequibles y adecuados tanto en términos cuantitativos como cualitativos durante todo el año. En relación con la provisión de "alimentos para la ciudad", la estrategia debe impulsar una política que fije prioridades claras para el uso de los suelos dentro y alrededor de las zonas urbanas. Por medio de esta política, todas las tierras agrícolas productivas deberían ser protegidas del expansionismo urbano. Dentro de la ciudad, la estrategia debe facilitar la adquisición y el acceso a los espacios abiertos. Un desafío para los académicos e investigadores es mantener el impulso para cambiar las actitudes relacionadas con lo que "es una ciudad". Su trabajo debe relacionar a la agricultura urbana con las necesidades cotidianas de los residentes. La investigación también debe ser integradora: debe centrarse en los pobres pero también en los ricos y en la dinámica urbano-rural. La matriz de alimentos urbanos dentro de la dinámica urbano-rural debe ser investigada más a fondo por su potencial para resolver el problema de las necesidades alimentarias de la ciudad. También se necesita investigar más sobre la producción en parcelas en áreas de baja densidad y en las zonas peri-urbanas. Los defensores de la agricultura urbana deben más bien usar el marco legal habilitador, en lugar de impugnarlo, como ha sido el caso hasta ahora en Harare. Las leyes actuales son habilitadoras y el desafío es descubrir cómo se las puede utilizar; nuestra tarea es garantizar que sean usadas de forma consistente y transparente para dar mayor seguridad al sector. Notas 1 302 Niveles de pobreza definidos en términos de las personas que viven con menos de 1 US$ al día, niveles de 1996. ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE HARARE 2 3 Pobreza en términos de hogares con ingresos per cápita inferiores al nivel suficiente para cubrir las necesidades básicas según lo publicado por el Gobierno en 1996. El impacto es evaluado en comparación con condiciones "vírgenes"; es decir, donde no se practica la agricultura urbana, por ej., en parcelas o sitios experimentales donde no se realiza ningún tipo de cultivo. La tabla se refiere a los cultivos en general: en parcelas, espacios abiertos o cultivos peri-urbanos. Referencias Auret, M. 1994. Churu Farm: a chronicle of despair. Harare: The Catholic Commission for Justice and Peace In Zimbabwe (CCJP). Bowyer-Bower, TAS. Mapaure, I. & Drammond, RB. 1996. Ecological degradation in cities: impact of urban agriculture in Harare, Zimbabwe. Journal of Applied Science in Southern Africa 2 (2): 53-67. Bowyer-Bower, T. & Drakakis-Smith, D. 1996. The needs of the urban poor versus environmental conservation: conflict in urban agriculture. 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Zimbabwe Regional Town and Planning Act. 1996. Chapter 29: 12, revised edition. Harare: Government Printer Zimbabwe, Urban Councils Act. 1996. Chapter 29:15, revised edition. Harare: Government Printer. ESTUDIO DE CASO DE LA CIUDAD DE NAIROBI INCREMENTO DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA A TRAVES DE LA AGRICULTURA URBANA EN NAIROBI Dick Foeken y Alice Mboganie Mwangi 1. Introducción Como cualquier persona que visita la capital de Kenya puede constatar, las actividades agrícolas están por todas partes, no solamente en las afueras sino también en el corazón de la ciudad. A lo largo de los caminos, en medio de los redondeles, junto y entre las vías del ferrocarril, en los parques, en las riberas de los ríos, bajo las líneas de alta tensión, en suma, en todo tipo de espacio público se realizan cultivos y se crían animales como vacas, cabras y ovejas. Lo que la mayoría de visitantes no ve es que todavía hay más producción agrícola, especialmente en los traspatios de las zonas residenciales. Las personas de todas las clases socioeconómicas cultivan alimentos en todo momento y en todo lugar posible. Este documento se basa en los 4 estudios que se han realizado hasta ahora sobre la agricultura urbana en Nairobi1. Al decir “agricultura urbana” nos referimos a cualquier actividad agrícola dentro de los límites de la ciudad2, incluyendo el cultivo de alimentos y de productos comercializables, cría de animales, silvicultura y la producción de flores y plantas para jardines. Nairobi está ubicada en el extremo sur de la Sierra Central de Kenya, a una altitud entre 1.600 y 1.800 metros sobre el nivel del mar (Ng'ang'a 1992). La temperatura media anual es de 17oC, mientras que las máximas y mínimas diarias son 23oC y 12oC, respectivamente (Situma 1992). El promedio anual de lluvias oscila entre unos 800 a 1.050 mm, dependiendo de la altitud (Ng'ang'a 1992). Casi toda la lluvia cae en dos estaciones bien marcadas: prolongadas lluvias de mediados de marzo a junio y lluvias esporádicas de mediados de octubre a principios de diciembre. Se estima que actualmente Kenya tiene unos 30 millones de habitantes. El crecimiento promedio de la población entre 1980 y 1993 fue del 3,3%. Debido al considerable flujo de campesinos, la población de Nairobi creció mucho más rápidamente, de medio millón en 1969 (Kenya 1971) a un estimado de 2 millones en 1998 (Kenya 1996a). La mayoría de migrantes terminan en una de las zonas de bajos ingresos de la ciudad. Casi la mitad (47%) de los habitantes de Nairobi vive en barrios muy pobres (Jones et. al. 1995). Las densidades demográficas pueden llegar a cifras de más de 30.000 personas/km2. Una de las más altas densida306 307