Download Tema 8
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Métodos de pedagogía musical en el siglo XX [8.1] ¿Cómo estudiar este tema? [8.2] Introducción [8.3] Los métodos precursores [8.4] Los métodos activos [8.5] Los métodos instrumentales [8.6] Los métodos creativos [8.7] Pedagogía musical en España TEMA [8.8] Conclusión Esquema TEMA 8 – Esquema Ideas clave 8.1. ¿Cómo estudiar este tema? Para estudiar este tema lee las ideas clave que encontrarás a continuación. Están basadas, fundamentalmente, en un libro y un artículo. Las referencias a ambos solo se indicarán cuando sean literales para no cargar el texto con notas, pero ha de señalarse que seguimos ambos continuamente, de modo que este tema es una reelaboración sintética de estos materiales: DÍAZ, M. y GIRÁLDEZ, A. (coords.) (2011). Aportaciones teóricas y metodológicas a la educación musical. Una selección de autores relevantes. Barcelona: Grao. HEMSY DE GAÍNZA, V. (2012). La educación musical entre dos siglos: del modelo metodológico a los nuevos paradigmas. Conferencia publicada el 23 de agosto de 2003 en el Seminario Permanente de Investigación de la Maestría en educación de la Universidad de San Andrés (Argentina). Recuperado el 21 de septiembre de 2012 en la dirección web: http://www.udesa.edu.ar/files/ESCEDU/DT/DT10-GAINZA.PDF 8.2. Introducción En este tema vamos a continuar la línea del anterior, describiendo los métodos pedagógicos musicales más importantes surgidos en los últimos siglos. Pero en esta ocasión nos vamos a referir a aquéllos que aparecieron ya en el siglo XX. Hemos visto cómo los anteriores habían tenido la intención de solventar las dificultades del aprendizaje del solfeo muchas veces mediante la creación de sistemas alternativos y cómo esto producía a veces nuevos problemas. Sin embargo, los avances que estos mismos métodos procuraron a la enseñanza de la música fueron importantes y en alguna medida los veremos reflejados en los sistemas didácticos que aparecerán en este tema. Sumando esto al progreso general de la pedagogía, observaremos que los métodos más cercanos han conseguido resultados muy apreciables; de hecho, todos ellos siguen estando vigentes y siendo aplicados hoy en día. Vamos a seguir la clasificación de estos métodos que hace la Dra. Violeta Gaínza (2003), que los divide en varios períodos, cuya nomenclatura respetaremos. TEMA 8 – Ideas clave 8.3. Los métodos precursores Son aquéllos que estuvieron vigentes mayoritariamente en las décadas de los 30 y los 40 del siglo XX (aunque se habían creado bastante o mucho antes); responden a la necesidad de introducir importantes cambios en la enseñanza musical. Dos métodos pedagógicos musicales merecen destacarse: El primero ya lo hemos descrito en el tema anterior: se trata del método tónicasol-fa (creado originalmente por Sarah Glover y modificado por John Curwen), que provenía de Inglaterra y se aplicaba allí de modo generalizado ya a principios de siglo. En Alemania se denominó Tonika Do. Si en el tema anterior destacamos sus aspectos modales (la posibilidad de desplazar la altura de las notas de referencia en cada momento y el uso de una escritura propia, capaz de servir para cualquier tonalidad una vez tomada la referencia), hay que añadir ahora que utilizaba, como otros sistemas ya conocidos y más que conoceremos enseguida, signos manuales para indicar cada una de las notas. De entre estos signos, se comienza por los correspondientes a do, mí, sol, situados en el dibujo a la izquierda, de modo que los otros surgen de ellos para expresar la relación que el resto de las notas de la escala tienen con las que definen la tonalidad: El otro método muy significativo en este primer período es el del pedagogo francés Maurice Chevais (1880-1943), quien introdujo varios mecanismos didácticos: o La fononimia: consiste en indicar mediante la posición de la mano en diferentes partes del cuerpo la altura de los distintos sonidos. La mano va ascendiendo TEMA 8 – Ideas clave diferentes posiciones desde el pecho hasta encima de la cabeza a medida que ascienden los sonidos de la escala. o La dactilorritmia: Chevais daba gran importancia al ritmo y por eso perfeccionó un sistema creado por Désirier consistente en representar mediante los dedos de la mano las divisiones rítmicas del compás. Por ejemplo, un dedo extendido representa una sola figura en un tiempo. Más dedos extendidos representan la división del tiempo entre varias figuras. Lo más importante de estos métodos es que varias de sus aportaciones las veremos reflejadas en los siguientes, más desarrollados, que aparecen en los próximos periodos que siguen a continuación. 8.4. Los métodos activos Estos métodos están influenciados por el movimiento pedagógico denominado Escuela nueva o Escuela activa. Este movimiento reacciona frente al intelectualismo de la educación dominante en el siglo XIX y propone un aprendizaje activo y una atención a las necesidades y la personalidad de cada alumno. María Montessori (1870-1952) fue posiblemente la representante más importante de estas nuevas aspiraciones pedagógicas. Sus experiencias educativas resaltaban la capacidad de los niños para aprender y la necesidad de ofrecerles las mejores condiciones para hacerlo en un ambiente de respeto a sus necesidades, amor, confianza y comprensión. Así, desde principios de siglo se difunden en Europa y América los métodos activos (varios de ellos creados con mucha anterioridad), como los de Pestalozzi, Froebel, Decroly, Dalton o la propia Montessori), que influirán más adelante en la enseñanza musical, produciendo la llegada de los siguientes sistemas. La rítmica de Jacques-Dalcroze El pedagogo suizo Emil Jacques-Dalcroze (1865-1950) fue el primero de los más destacados maestros de música que creó un nuevo e interesante sistema de enseñanza musical a principios del siglo XX. TEMA 8 – Ideas clave El fundamento teórico de sus aportaciones está en la relación entre el ritmo, el movimiento y la vida, la transformación y el cambio. Dalcroze describe las cualidades del músico así: “la fineza del oído, la sensibilidad nerviosa, el sentimiento rítmico -es decir, el sentimiento justo en las relaciones existentes entre los movimientos en el tiempo y los movimientos en el espacio- y, finalmente, la facultad de exteriorizar espontáneamente las sensaciones emotivas” (citado por Díaz y Giráldez, 2011: 27). En estas palabras se aprecia ya que su sistema hace hincapié en una idea de la música como movimiento global y expresivo del cuerpo y la sensibilidad, es decir, que va más allá del mero problema intelectual de encontrar el modo de hacer comprender el solfeo o el sistema de escritura para plantearse una enseñanza de la música como un comportamiento y una destreza que implica todas las facultades de cada persona: su sensibilidad, su emoción, su expresividad y, muy especialmente, como vínculo de todo ello, el sentido del ritmo y el movimiento, que es lo específico de la música. A partir de estas ideas, Dalcroze ideó su Rítmica, también conocida como Eurritmia: un “método de educación musical que relaciona los lazos naturales y beneficiosos entre el movimiento corporal y el movimiento musical, llevando de ese modo a la persona a desarrollar sus facultades artísticas” (Díaz y Giráldez, 2001: 24). Su objetivo era lograr un cuerpo bien entrenado, necesario para desarrollar la inteligencia auditiva y el instinto rítmico: “A través de la estimulación de la motricidad global, la percepción y la conciencia corporal se desarrolla, trabajándola de manera particular, la sensación muscular que permite sensibilizar al músico en el rol fundamental que su propio cuerpo tiene para poder conseguir así una mejor transmisión de su musicalidad”. Díaz y Giráldez: loc. cit. El entrenamiento rítmico consiste en ejercicios de solfeo musical en el espacio, movimientos, juegos y coreografías que crean imágenes audiomotrices-espaciales. El objetivo es que los alumnos interioricen los elementos de la música al acostumbrar a su cuerpo a sentirlos como paso previo a su comprensión intelectual. Por supuesto, esto supone asumir varias ideas principales que desarrollamos a continuación: El cuerpo es el primer instrumento. Desarrollar la motricidad corporal (global, parcial y fina) permite dominarlo y aplicar adecuadamente la energía. Las clases de Dalcroze utilizan a veces instrumentos auxiliares, como cuerdas o pelotas (al modo TEMA 8 – Ideas clave de los ejercicios de gimnasia rítmica) o instrumentos de percusión, pero lo fundamental es mover todo el cuerpo para trabajar la música (es una idea global, de movimiento y no se trata, por lo tanto, de entrenar solo el movimiento de las manos para tocar un instrumento). Por ejemplo, el desplazamiento del peso del cuerpo es una noción motriz que nos permite sentir los impulsos rítmicos que dan lugar a los compases y la métrica musical en general; la tensión y relajación muscular se puede relacionar con la mayor o menor intensidad en los matices de la música; el fraseo al cantar se puede conectar con la orientación espacial… A través del movimiento que así se crea, educamos también nuestro sentido musical y nuestro oído, partiendo precisamente de esos lazos que encontramos entre el movimiento corporal, guiado por nuestro sentido kinestésico, y el movimiento sonoro que representa la música. Para ejercitar todo esto tiene especial interés la música improvisada y ello en dos sentidos: o Por un lado, durante las clases el profesor improvisa en el piano creando la música a medida de cada situación pedagógica. Así la pone en conexión con los movimientos que los alumnos estén realizando en cada momento concreto. o Por otro lado, a los propios alumnos se les orienta hacia la improvisación y se les dan oportunidades de practicarla, pues favorece su capacidad creativa y la creación de su propio lenguaje artístico y expresivo. De hecho, el sistema Dalcroze ha llegado a crear un método de aprendizaje de piano basado en la improvisación. TEMA 8 – Ideas clave El método de Dalcroze es interactivo y social. Las clases se dan en grupo para favorecer las capacidades de adaptación, de imitación, de integración con los demás, de reacción a sus propuestas y de socialización. A través de la música se desarrolla la capacidad de comunicación no verbal y la expresividad personal. En conclusión, rítmica, solfeo e improvisación se convierten en las materias principales y se mantienen en estrecha relación. En su desarrollo práctico, el método se aplica en sesiones de entre 50 y 75 minutos que tienen tres fases básicas: Las sesiones se desarrollan, por lo tanto, en continua actividad física; combinan el movimiento, la danza, al canto… y son guiadas por el profesor, que debe tener gran capacidad para improvisar y adaptarse al desarrollo de los movimientos. Este método comenzó a aplicarse en Alemania en la segunda década del siglo XX y continúa activo hoy en día. El Instituto que el propio Dalcroze fundó en Ginebra en 1915 es el centro internacional de esta actividad pedagógica. El método de Justine Bayard Ward Esta pedagoga norteamericana, que vivió entre 1879 y 1975, se formó musicalmente en Francia, prestando una atención especial a la música del Renacimiento y la Edad Media y particularmente al canto gregoriano, después de su conversión al catolicismo en 1904. Se familiarizó con este género estudiando junto a los monjes del monasterio de Saint Pierre de Solesmes, el centro internacional más importante en la interpretación del gregoriano. Esta educación tendrá especial importancia en el desarrollo de su propio sistema educativo musical, así como las influencias de otros pedagogos que ya hemos conocido, como Galin, Chevais o Dalcroze. Igualmente, Ward tuvo en cuenta las aportaciones del psicólogo y educador estadounidense Thomas Schields, partidario de una educación activa que posibilite y desarrolle “la imaginación y el poder expresivo TEMA 8 – Ideas clave de los niños, despertando sus capacidades latentes, convirtiéndolas en activas, despertando su curiosidad y estimulando su interés, ayudándole a pensar” (citado en Díaz y Giráldez, 2011: 34). Guiada por este interés en la educación activa, quiso destacar también las conexiones interdisciplinares de la música con el resto de las materias que los niños debían estudiar, así como la misma capacidad formativa de la música, que “actúa directamente sobre la inteligencia, la voluntad y la sensibilidad” (citado en Díaz y Giráldez, 2011: 34-35). A partir de estas ideas centrales, su método desarrolla los siguientes principios metodológicos: La formación musical debe ser interdisciplinar y relacionarse con el resto de las materias; para ello, la debe impartir el propio tutor de los niños. Se debe partir de lo conocido para abordar lo desconocido, a fin de mantener la motivación. Para desarrollar el sentido crítico y el gusto estético, hay que ofrecer a los niños un repertorio musical suficientemente amplio y darles la ocasión de expresar sus opiniones y preferencias. Como resultado de su formación en polifonía y gregoriano, Ward propone que la voz es el primer instrumento y el canto es la metodología fundamental. A partir de la audición repetida los niños van aprendiendo nuevos cantos que van ascendiendo progresivamente en dificultad a medida que se desarrollan las propias capacidades de los alumnos. El objetivo es “que todos los niños y niñas, sin excepción, aprendan a usar la voz sin esfuerzo, con belleza, y sintiendo el placer de cantar” (citado en Díaz y Giráldez, 2011: 36). Siguiendo a Galin, a Wilhem y a otros métodos modales que hemos conocido en el tema anterior, Ward cree que debe comenzarse por ejercicios con pautas mudas, es decir, con altura variable de los sonidos y valiéndose de recursos didácticos como la notación numérica, los gestos manuales (que van indicando la altura de las notas con ocho diferentes posiciones desde la cintura hasta encima de la cabeza) o los dedos de la mano, que indican, según cuántos se TEMA 8 – Ideas clave extiendan, en qué nota nos encontramos. Todo ello, adaptándose al desarrollo de las capacidades del niño en cada momento. Por influencia de Dalcroze, el ritmo se experimenta con gestos que involucran todo el cuerpo. Los movimientos que propone Ward se inspiran en los gestos ondulantes característicos en la dirección del canto gregoriano, que se transmiten a todo el cuerpo y a la respiración. Se potencia la creatividad como un valor fundamental. La libre expresión de los niños es favorecida mediante situaciones de juego musical en las que se les permite improvisar o componer pequeñas piezas adecuadas a su nivel de formación y utilizando los elementos didácticos rítmicos y melódicos ya trabajados antes y en relación al repertorio conocido por ellos. Para trabajar estos principios, Ward estructura el aprendizaje musical en tres grandes etapas: 1.-Imitación pura, 2.- Reflexión sobre la acción y 3.Ampliación de los conocimientos y la práctica. Esto nos da idea del carácter progresivo de este sistema, siempre atento a progresar al ritmo que los niños vayan marcando con su propio desarrollo para ir introduciendo nuevos elementos de mayor dificultad y pasando de los recursos didácticos previos a los del solfeo. Más en detalle, para adaptarse a estas tres grandes etapas, Ward señala cuatro niveles de formación musical, para cada uno de los cuales establece diferentes elementos de vocalización, entonación, ritmo, notación, actividad creativa y un diferente repertorio, que siempre se basa en canciones populares, canto gregoriano y polifonía. El método de Edgar Willems Edgar Willems (1890-1978) fue un pedagogo musical que partió de la admiración por las capacidades de los niños para aprender si se estimulan sus capacidades adecuadamente mediante una metodología activa e inventiva. La música, como un don, pertenece a todo el género humano, pensaba Willems, de modo que se trata de despertarlo evitando los ejercicios desmotivantes y respetando condiciones psicológicas del niño en cada etapa de su desarrollo. TEMA 8 – Ideas clave las Por ello, se debe considerar que la vida precede a la conciencia y, en consecuencia, la experiencia debe anteceder a la forma en la educación musical: primero se experimenta en todo su gozo el fenómeno musical y después se lo convierte en una estructura. Las ideas de Willems se resumen en los siguientes puntos: La música forma parte de la naturaleza y sigue sus pautas estructurales. También los seres humanos, de modo que hay un nexo profundo y natural entre ambos. Por eso la música debe aprenderse del mismo modo natural que se aprende la lengua materna. Al igual que ésta, la música precisa de una impregnación anterior a su práctica y basada en “la escucha (desarrollo sensorial) que implica una retentiva y diversos intentos de reproducción de ese lenguaje (desarrollo afectivo), llegando a la conciencia a través de la imitación (desarrollo mental)” (Díaz y Giráldez, 2011:48). Willem estableció un completo cuadro de equivalencia entre las fases de aprendizaje de la lengua materna y las del aprendizaje de la música. La educación musical es accesible a todos los niños, en especial a partir de los tres o cuatro años de edad (Díaz y Giráldez, 2011: 45). El método comienza a esas edades con clases de pre-solfeo o pre-instrumento, que van preparando el oído y el sentido del ritmo para las etapas posteriores de la formación musical. Todo lo que se aprenda posteriormente, incluso las estructuras más complejas, depende de las capacidades que se desarrollan y memorizan en este momento, lo cual permite abrirse a todo el universo de la música a partir de esas bases. Hay que contar con la participación activa de los alumnos a través de métodos que van de lo concreto a lo abstracto; del instinto musical a la conciencia y de ésta a las cuestiones técnicas como la lecto-escritura de la música y la práctica instrumental. El método de Willems, a diferencia de otros que hemos ido conociendo, excluye todo apoyo extramusical (colores, dibujos, historias…). En su lugar, emplea otros elementos puramente musicales, como: o Materiales de audición variados que ayuden a distinguir las cualidades del sonido, incluidas las obras del gran repertorio clásico. o Percusiones rítmicas que parten del propio cuerpo para desarrollar el sentido del ritmo. o Canciones como uno de los elementos fundamentales de cada clase, pues ellas contienen todos los elementos musicales enlazados. TEMA 8 – Ideas clave o Un vocabulario musical adecuado que se aprende de forma natural desde el inicio. o La escala diatónica, sobre todo, como base de nuestro sistema. o Gestos y movimientos corporales, como el de llevar el compás y otros muchos que, como en el caso de Dalcroze, ponen en juego todo el cuerpo y se relacionan directamente con la música para desarrollar el sentido del tempo. El método combina en sus lecciones la altura relativa y la absoluta de los sonidos y no se restringen las aparentes dificultades, sino que se tratan de manera natural, motivando correctamente a los alumnos y permitiéndoles continuamente improvisar melodías y ritmos. Todas estas vivencias naturales, casi instintivas, pasan después a formalizarse en la teoría, según un orden como éste: vivir los fenómenos, sentirlos y finalmente tomar conciencia de ellos. Se prioriza la expresividad y la vida de la música más que su perfección formal, considerando que ésta llegará si los principios y la actitud son correctos. El comienzo de la educación musical está en la voz y el cuerpo como instrumentos prioritarios, previos al estudio de otros instrumentos. Cuando se accede a éstos, se sigue dando importancia a tocas implicando armoniosamente todo el cuerpo, la respiración y el canto interior. Desde el comienzo se estimula la improvisación como reflejo de estados de ánimo. En su desarrollo concreto, el método atiende al desarrollo psicológico de los niños en cada momento. Las clases se desarrollan en cuatro momentos sucesivos: audición, ritmo (para despertar el cuerpo), canciones (la parte más extensa) y movimiento corporal. El método completo consta de cuatro fases (que no tienen que corresponder exactamente a cuatro cursos escolares): 1º Grado de iniciación musical: vivir-revelar-sembrar. Basado en fenómenos musicales concretos y orales para despertar el interés sin preocuparse por los resultados. 2º Grado de iniciación musical: despertar-impregnar-asociar. Buscando una mayor precisión en el ritmo, la memoria musical, la afinación y el timbre de la voz. 3º Grado de iniciación musical, presolfeo y preinstrumental: ordenar-tomar conciencia. En el que se va pasando de lo concreto a lo abstracto y se inician las aplicaciones instrumentales. TEMA 8 – Ideas clave 4º Grado. El solfeo vivo: alfabetización musical-lecto-escritura. La escritura musical es el objetivo fundamental y se acompaña con la improvisación. El método Willems continúa manteniendo importante actividad y es una referencia importante en la educación musical. El método de Maurice Martenot Este violoncelista e ingeniero francés, inventor de un instrumento musical eléctrico llamado ondas Martenot, se interesó junto con sus hermanas Madeleine y Ginette por la pedagogía musical, con la que experimentó hasta presentar su método completo en 1960. El método está enfocado no tanto ser profesor de arte como a ser un educador a través del arte, de modo que sea más importante contribuir al desarrollo global de la persona, de su sensibilidad, su vida espiritual, su disciplina, autocontrol, imaginación… que obtener resultados concretos y observables a corto plazo. Martenot explica así su planteamiento: “Más allá de la técnica, está el placer, la vivencia, la transmisión. Liberar, desarrollar, respetar la vida, mientras se inculcan las técnicas. El espíritu antes que la letra, el corazón antes que la inteligencia” (citado en Díaz y Giráldez, 2011: 57). Para seguir estos principios, el profesor debe mantener un estado de relajación activa que favorezca el intercambio con sus alumnos. La propia personalidad del maestro se expresa en su modo de enseñar y, del mismo modo (y coincidiendo con los otros métodos activos), las necesidades del alumno y sus posibilidades según su grado de desarrollo en cada momento son la guía para lo que aquél debe proponerle. Por eso hay que escuchar al alumno, comprenderlo y ofrecerle el clima adecuado para su aprendizaje. Los principios de la pedagogía de Martenot son: Las artes son parte de la educación global; por lo tanto, la educación musical debe ponerse al servicio de la educación global y favorecer el desarrollo completo del ser humano. Por lo tanto, la enseñanza se dirige al conjunto integrado de sensibilidad e inteligencia. El esfuerzo debe hacerse con sentido lúdico. Es esencial el desarrollo de las capacidades de atención y escucha. TEMA 8 – Ideas clave La aplicación metodológica de estos principios intenta conseguir que la escritura musical se convierta no solo en un signo a descifrar, sino en el símbolo de una vivencia musical completa, de modo que sirva como vehículo para expresar, improvisar y crear. El método se apoya en la vivacidad rítmica, pues Martenot considera que el ritmo y su sentido son la clave de una enseñanza viva. Como en otros casos, es importante que participe todo el cuerpo y se implique en una actitud rítmica global, a través de ejercicios muy vivaces, rápidos y variados, con sentido lúdico, que preceden a la conciencia teórica. La improvisación y el canto libre se estimulan en un clima de confianza, como medio para crear un lenguaje musical propio. A partir de estos cantos libres se ejercita también la comprensión de las tonalidades. Los nuevos conocimientos se proponen como un juego al principio y procurando que los ejercicios sean variados. Así se aprenden los principios de la afinación a partir de fragmentos que van constituyendo la escala diatónica, por ejemplo. 8.5. Los métodos instrumentales En este período, siguiendo la clasificación de la Dra. Gaínza, se sitúan los métodos que cobraron fuerza entre los años 50 y 70 del siglo XX (aunque permanecen hoy en día muy activos), caracterizados en común por prestar atención a la enseñanza instrumental. Como indica también la Dra. Gaínza, la diferencia con los métodos activos estriba en que éstos se proponían sobre todo prestar atención al educando para movilizar sus capacidades, mientras que los métodos instrumentales, sin descuidar este aspecto, añaden su interés por el propio objeto de conocimiento -la música-, tratando de proporcionar estímulos musicales de la mayor riqueza y variedad posible, como comprobaremos observando la amplia producción de Orff y Kodály de música para utilizar en el proceso educativo. TEMA 8 – Ideas clave El método de Zoltán Kodály El compositor y pedagogo húngaro Zoltán Kodály (1882-1967), uno de los más destacados músicos húngaros de todos los tiempos junto a Liszt y a su compañero y amigo Bartók, fue el creador de este método, que goza de gran aprecio. Sus aportaciones en la enseñanza musical parten de su interés por el canto coral y por la música popular. Junto a Bartók, Kodály recogió, publicó y armonizó un ingente patrimonio de música tradicional húngara que sería la base también de su método pedagógico. A partir de la publicación de libros destinados a enseñar a cantar correctamente a través de las canciones populares, Kodály llegó a la convicción de que la música debía comenzar a enseñarse desde las escuelas de párvulos. Logró que, a partir de 1945, efectivamente se introdujera la práctica musical en las escuelas infantiles y primarias con varias sesiones semanales: dos de música y otras corales, ya que Kodály, como otros de los pedagogos que hemos estudiado, consideraba que la voz y el coro vocal son los primeros instrumentos y la base del aprendizaje posterior de otros instrumentos. Para servir a este programa educativo, escribió hasta 22 libros graduados según un método global, que denominó Método Coral Kodály. La base es la música popular en lengua materna, considerada como un bien de alto valor y propio de la comunidad cultural del niño, y a través de ella se procura acceder al lenguaje universal de la música, al resto del repertorio y a la técnica instrumental. Si incluimos a Kodály entre los métodos instrumentales, a pesar de dar tanta importancia a la voz y el canto coral es porque, aparte de que consideraba a la voz en su faceta realmente instrumental, comparte las características que hemos señalado al inicio del punto 8.5. La experiencia de Kodály en el sistema educativo húngaro mostró que la práctica musical mejoraba el rendimiento intelectual general de los alumnos. En cuanto a la metodología concreta, encontramos en el sistema de Kodály influencias de los métodos que ya conocemos, comenzando por las aportaciones de Guido d’Arezzo en la Edad Media. Sus bases son las siguientes: Las canciones populares son el material fundamental. Desde muy pronto se hace un trabajo coral a dos voces y el aumento de dificultad se produce a medida que lo permite el desarrollo de los niños. Al inicio, el canto es acompañado por TEMA 8 – Ideas clave percusiones y por la marcha rítmica y muy pronto también se introduce la flauta de pico (o flauta dulce) para interpretarlas. Los primeros ejercicios y las primeras canciones se basan en la escala pentatónica (escala de cinco sonidos; por ejemplo: do, re, mí, sol, la), ya que Kodály comprobó que la escala diatónica completa (la escala normal de siete sonidos: do, re, mí, fa, sol, la, sí) provocaba más dificultades. De este modo, Kodály comienza por trabajar el intervalo descendente sol-mí, con el que se pueden hacer juegos sonoros; después introduce el la, más adelante el do y el re, formando esta escala que, además, tiene una importante presencia en los cantos populares. Después, y con relación a esta base, se introducen los otros dos sonidos. Más tarde aún se accede también a las alteraciones y a la escala cromática. Kodály se preocupó de probar experimentalmente la aplicación de cada grado de dificultad a cada momento de desarrollo de los niños. Se emplea, como en los métodos modales que ya conocemos, el sistema del do móvil, es decir, la idea de que los nombres de las notas señalan las relaciones entre ellas, pero no una altura absoluta, de modo que se puede situar el do (la tónica) a una altura diferente en cada canción para utilizar siempre los mismos nombres independientemente de la altura real. Esta idea proviene del conocimiento que Kodály tuvo del método tónica-sol-fa en Inglaterra y de su ampliación por parte de John Curwen. También de Curwen tomó Kodály el sistema de signos manuales que ya hemos descrito en el dibujo que acompaña al punto 8.3, con la convicción de que estos gestos contribuyen a facilitar la afinación, la comprensión de los intervalos y sus relaciones, la atención y la concentración y el trabajo en grupo. El ritmo se aprende silábicamente, utilizando sobre todo los sonidos ta, ti-ti, en un ritmo correspondiente a negra y dos corcheas y que se canta sobre las dos primeras notas trabajadas: sol-mí. Este tipo de ritmo se comprende fácilmente pues se puede asociar a movimientos naturales como andar, correr o aplaudir, con lo cual Kodály reconoce, al igual que Dalcroze, la importancia del movimiento corporal para aprender el ritmo y lo introduce para acompañar a las canciones. La notación llega sólo después de interiorizados estos ritmos. Aunque comparte características con otros de los métodos aquí descritos, la gran ventaja de haber sido experimentado oficial y sistemáticamente en Hungría bajo el control del propio Kodály hizo que el método tuviera resultados TEMA 8 – Ideas clave apreciables y muy positivos, tanto en la propia enseñanza de la música como en la formación general de los alumnos. Por ello, llegó pronto a extenderse internacionalmente y continúa teniendo gran desarrollo. El Orff-Schulwerk El gran músico alemán Carl Orff, que vivió entre 1895 y 1982, conocido sobre todo por su obra Carmina Burana, es el creador de una propuesta pedagógica muy exitosa que surgió de su temprano interés por la pedagogía musical y se concretó finalmente en 1948 a través de unos programas de radio educativos y entre 1950 y 1954, cuando publicó los cinco libros de Musik Für Kinder (Música para niños), en los que recogía sus propias composiciones y las de su colaboradora Gunild Keetman, destinadas a crear “una música exclusivamente para niños, que puede ser tocada, cantada y danzada por ellos. Un mundo musical propio” (citado por Díaz y Giráldez, 2011: 72). Desde entonces se ha transmitido por todo el mundo desde el Instituto Orff del Mozarteum de Salzburgo. En este centro se dio forma definitiva al Schulwerk (método; literalmente obra escolar) de Orff. Los principios en los que se basa esta idea son los que siguen: En primer lugar, el Schulwerk no es propiamente un método, puesto que no se desarrolla según una organización didáctica programada, sino que permite a cada maestro organizar sus clases y escoger su modo de enseñar a partir de los materiales y orientaciones básicas. Por ello, tanto la colección ya citada Musik für Kinder como los 250 ejemplos rítmicos y melódicos recogidos en Rhytmish-melodische Übung (Ejercicio rítmico-melódico) representan simplemente ejemplos e indicaciones generales que cada profesor debe estudiar y adaptar a sus propios objetivos, incluso modificándolos libremente. Las coreografías que deben acompañar a los ejercicios las tienen que crear los propios maestros en cada caso. Igualmente, cada uno debe establecer por sí mismo la secuencia en la que trabajará estos materiales, sin seguir la propuesta por Orff y Keetman. La enseñanza parte de los intereses naturales del niño, como son cantar, recitar, bailar o tocar instrumentos y desde ahí trata de desarrollar sus capacidades expresivas y receptivas. El método combina música, movimiento y lenguaje como sus pilares básicos, en lo cual apreciamos la continuidad con los métodos activos que anteriormente hemos conocido. A partir de esta síntesis se alcanza el contacto con el fenómeno musical. TEMA 8 – Ideas clave Es un método, en efecto, activo y práctico. En las clases se da la oportunidad de experimentar la música a través de la expresión vocal, instrumental y corporal porque se entiende que la música y la danza son experiencias que enriquecen nuestra vida en la medida en que participamos de ellas emocionalmente. Este proceso, esta vivencia, es más importante que el resultado del mismo, puesto que es lo que más nos aporta. Se intenta incidir en los aspectos de la música que más refuerzan la actividad creativa, como la composición y la improvisación, es decir, que no solo se aprende un repertorio fijo de canciones y danzas, sino que éstas se pueden modificar y se pueden realizar otras distintas. Para ello, se proporcionan elementos muy sencillos, de modo que los niños puedan jugar con ellos y combinarlos. Es muy importante el placer de hacer música en grupo; a partir de unos pocos elementos básicos, la colaboración con los demás produce resultados muy exitosos. En esta tarea grupal se emplea lo más característico de la propuesta de Orff: los instrumentos inventados para el Schulwerk por Karl Maendler, que se inspiró en los xilófonos africanos y el gamelán indonesio (un conjunto instrumental tradicional en Java y Bali, sobre todo, y compuesto por diversos instrumentos, en su mayor parte de percusión, como xilófonos, metalófonos, gongs, etc.). La vocación pedagógica de este sistema es acceder a todos y fomentar su parte artística y no sólo a los más brillantes. El modelo del Orff-Schulwerk se ha extendido por todo el mundo y está representado por multitud de asociaciones pedagógicas que han adaptado los libros y ejercicios originales para poder ser utilizados en otras lenguas. Así, se ha convertido en otro de los modelos más exitosos de los que se desarrollaron durante el siglo XX. TEMA 8 – Ideas clave El método Suzuki Shinichi Suzuki (1898-1998) fue un músico y pedagogo japonés. Aprendió a tocar el violín sobre todo durante su estancia en Alemania a principios del siglo XX, donde fue calurosamente acogido por el círculo de amistades de Albert Einstein, lo que le llevó a desarrollar un interés especial por compartir el conocimiento. Después de la Segunda Guerra Mundial, ya en Japón de nuevo, se dedicó a la enseñanza de música y violín y logró influir poderosamente en la formación de muchos niños sobre todo a partir de comienzos de los años 50 del siglo XX, de modo que su método pronto traspasó las fronteras de su país, llegando con fuerza a los Estados Unidos ya en los años 60 y a Europa en los 70. Como en otros casos que hemos comentado ya, la pedagogía de Suzuki parte de un interés humanista por la educación como desarrollo de las capacidades y una mirada optimista y respetuosa hacia las posibilidades de tal desarrollo. Esto se traduce en una visión positiva de la infancia, que se sintetiza en estas palabras: “No piensan en la posibilidad de equivocarse, tienen confianza y nunca dudan, solo saben amar y no odian, les gusta la justicia y cumplen escrupulosamente las reglas, buscan la alegría, viven felices y tienen una vitalidad extraordinaria”. Citado en Díaz y Giráldez, 2011: 82 TEMA 8 – Ideas clave El método Suzuki se centra en el violín como instrumento guía, ya que era el que el propio maestro tocaba, desde que su padre había tenido una gran fábrica de violines. Como en el caso de Willems, Suzuki investigó los mecanismos de adquisición de la lengua materna considerándolos el ejemplo perfecto de aprendizaje natural, con el fin de aplicarlos a otros campos y, en concreto, a la música. En este aspecto observó que: Por otro lado, observó que los niños de entre 3 y 5 años debían ser ya introducidos en la enseñanza musical, pues su plasticidad cerebral es mayor y aprenden a doble velocidad que los mayores. Para adaptarse a sus posibilidades, creó él mismo obras musicales que deben ser interpretadas con el tipo de gestos rápidos y cortos que son característicos de los niños de esa edad. Además, la base del repertorio que proponía a sus alumnos estaba en los grandes músicos del barroco y el clasicismo, como Vivaldi, Bach, Haendel y Mozart. Aparte de ser muy accesibles y divertidas por sus ritmos danzables, la vibración particular de estas piezas, según observó Suzuki, inducía a los niños a tener sentimientos más elevados, lo cual se ha comprobado experimentalmente en entornos educativos conflictivos, donde la audición de este tipo de música ha favorecido la disminución de la violencia entre los niños y adolescentes. Otros principios de su método son: Es conveniente aprender las piezas de memoria, lo cual contribuye a que cada vez se consiga esto con mayor facilidad. Además, hay que volver periódicamente sobre lo ya conocido para mejorar la expresión, bajo la premisa de que “el dominio engendra el dominio”. TEMA 8 – Ideas clave El método está orientado esencialmente a la educación individual, pero el trabajo en grupo es un apoyo pedagógico importante, pues Suzuki observó que los niños aprenden más motivados si estudian en conjunto o si en su clase les escuchan otros compañeros de su mismo nivel. La creación de un entorno de calidad es fundamental; para ello, la familia debe participar en el proceso educativo, apoyando y ofreciendo confianza al niño, escuchando música con él regularmente y proporcionándole un ambiente adecuado para el trabajo (por ejemplo, evitando en la mayor medida la contaminación acústica de la radio y la televisión). El principio pedagógico básico es la imitación. Mediante la repetición de los ejemplos adecuados, el niño adquiere sus propias destrezas. Hoy en día, el método de Suzuki se aplica en todo el mundo a través de grandes asociaciones pedagógicas que mantienen su pedagogía activa. 8.6. Los métodos creativos Una vez más de acuerdo a la clasificación de Violeta Hemsy de Gaínza, estos métodos tuvieron su apogeo en las décadas de los 70 y los 80. Estimulados por los principios de la música contemporánea de vanguardia, tratan de ofrecer a los alumnos las mayores oportunidades de desarrollar sus propias ideas e intervenir muy activamente en su proceso de aprendizaje. Profundizando en la idea, ya planteada por Orff, de que importa más el proceso creativo que el resultado del mismo, se desarrolla una metodología que en Francia se llamó pedagogía del despertar y en otros lugares pedagogía viva, abierta, interactiva… (Díaz y Giráldez, 2011: 95). Compositores de música de vanguardia se convirtieron en pedagogos que lideraron este movimiento y acudieron a las aulas, comenzando por Canadá, Estados Unidos, Francia, Inglaterra e Italia, y con fuerte incidencia posterior en el Cono Sur americano. TEMA 8 – Ideas clave Principios generales Alrededor del Groupe de Recherches Musicales (Grupo de investigaciones musicales) de París, surgieron muchos importantes pedagogos, liderados por Pierre Schaeffer, que produjeron todo un movimiento intelectual y cultural en este campo. Estos autores, como Reibel, Delalande, Chion, Renard y Henry, pusieron en valor los procesos autodidácticos basados en el juego musical que no persigue lograr un alto nivel técnico instrumental, sino el descubrimiento del valor expresivo del sonido y el silencio. Así, se valoran las formas naturales de hacer música a través de la producción espontánea de sonidos y ruidos que corresponde a las primeras etapas del desarrollo del niño. Este campo desborda totalmente el de la música tradicional compuesta por ritmo, armonía y melodía y también el del solfeo pautado. También se considera que una cosa es hacer música y otra saber de música, de modo que se favorece la experimentación espontánea que desarrolla el gusto y la actitud crítica frente al conocimiento teórico especializado. La liberación del lenguaje musical respecto a las normas tradicionales que las vanguardias musicales habían llevado a cabo en el campo de la composición, se trasladaba así al aula. Otro punto de referencia importante es Murray Schafer, pedagogo canadiense, John Paynter, inglés, y otros compositores como George Self, Robert Walker y Brian Dennis, quienes introdujeron en el ámbito de lengua inglesa las ideas pedagógicas que estamos describiendo, así como las novedades necesarias en el campo de la escritura musical, necesarias para adaptarse a ellas. Trataremos con más detenimiento las aportaciones de Schafer y Paynter, pero antes hagamos una síntesis de los principios generales que comparten los modelos creativos (siguiendo a Díaz y Giráldez, 2011: 98-100): La producción de música como acceso a la interpretación: el punto de partida de la educación musical es la exploración libre y creativa del mundo sonoro, basado en las combinaciones espontáneas que surgen de la propia iniciativa de creación e improvisación de los alumnos, entre las cuales se van seleccionando las mejores opciones. Esta idea sustituye la secuenciación de estrategias didácticas por niveles, lo cual diluye la figura del maestro tradicional de música en favor de la experiencia directa, amplia, abierta y gratificante. TEMA 8 – Ideas clave La música primero, el signo después: para evitar las dificultades de la compleja escritura tradicional de la música, estos pedagogos crearon grafías analógicas, que trataban de representar mediante gestos gráficos, casi pictóricos, los gestos musicales, de modo que los no músicos puedan acceder también a su comprensión. Tales procedimientos de escritura se adaptan muy bien a la música de vanguardia, menos preocupada por la exactitud rítmica y melódica que por la textura y el color del sonido. De la audición al juego creativo: es a partir de la experiencia lúdica con el sonido como se accede al placer del sonido y su experimentación. Esto explota las condiciones musicales espontáneas y naturales del niño, su imaginación e inventiva. A partir de la audición, se ofrece la posibilidad de improvisar o crear libremente, de modo que las propuestas de cada uno puedan ser completadas por los demás constantemente. Todo ello persigue el desarrollo de la creatividad. Después de establecer estas pautas generales, nos detendremos brevemente a conocer a dos grandes figuras dentro de los modelos creativos. R. Murray Schaeffer Es un compositor, educador, investigador y ecologista canadiense nacido en 1933. Su trabajo pedagógico llegó como una consecuencia de sus investigaciones sobre el valor del silencio y de su lucha contra la contaminación sonora y se concretó en una serie de libros que tuvieron gran difusión. De este modo, Schafer amplía el campo de la educación musical según el principio de que “la nueva orquesta es el universo sonoro y los nuevos músicos, cualquiera y cualquier cosa que suene” (citado por Díaz y Giráldez, 2011: 100). Su objetivo es poder enseñar música a todos y sobre todo a los que no son músicos y para ello no elabora un método sistemático, sino que propone la creación de situaciones propicias de experimentación abierta e informal con el sonido (preguntas rápidas, casi casuales, a partir de las cuales se pueda reflexionar y, posteriormente, aprender y sistematizar lo aprendido). Se atiende a la expresión individual que, según opina Schafer, no había tenido suficiente espacio en la educación musical tradicional, a no ser como preparación virtuosística. Los libros de Schafer no son métodos diseñados para ser aplicados posteriormente, sino relatos de sus experiencias vivas en el proceso educativo, de modo que se pueda TEMA 8 – Ideas clave recorrer con él el mismo proceso y sentir el mismo entusiasmo por el diálogo y el intercambio sonoro. Como parte del mismo espíritu asistemático, el objetivo que se plantea esta pedagogía no es enseñar música, sino hacer música en la escuela. Se toman riesgos al introducir un alto grado de libertad y muchos factores imprevisibles, que tratan de equilibrarse con lo dirigido, pero esto queda compensado por la importancia que se da al proceso de aprendizaje más que al resultado. En este aspecto, la pedagogía de Schafer, como la de su época, lleva a sus últimas consecuencias lo que ya había propuesto en cierta medida alguna de las figuras de la generación anterior, como Orff. Un rasgo curioso pero muy importante de la visión musical de Schafer es que, paradójicamente, su amor por el sonido le hace respetar de modo especial el silencio. El silencio es un bien que hay que proteger, ya que en él resuena con mayor intensidad el sonido y nos permite aumentar nuestra sensibilidad por los sonidos mínimos cotidianos, evitando el aturdimiento que nos provoca el continuo bombardeo sonoro al que se nos somete habitualmente a través de diversos medios. En este sentido, Schafer propugna la ecología acústica, que trata de limpiar nuestro oído y darle la oportunidad de recuperar su sensibilidad para que escuche realmente el sonido natural del universo. Desde este punto de vista es posible redimensionar el sonido y poder comprenderlo mejor, con mayor atención y concentración, distinguiendo sus texturas, su color, su resonancia y todas las infinitas cualidades expresivas que un sonido demasiado intenso y demasiado continuo no nos descubre, puesto que sólo nos aturde. El sonido vuelve a ser así una “fuente de comunicación y vida” (Díaz y Giráldez, 2011: 106). TEMA 8 – Ideas clave John Paynter Es un compositor británico nacido en 1944 que ha trabajado intensamente en proyectos pedagógicos musicales. Paynter piensa que la ruptura entre la música tradicional y la contemporánea no es grande; solo ocurre que actualmente disponemos de más sonidos diferentes y más maneras de utilizarlos, pero la manera de hacer música a partir del sonido y el ritmo es fundamentalmente la misma. Paynter defiende que, sin negar la importancia de la educación musical dirigida hacia el dominio técnico profesional de un instrumento o del canto, hay recursos para que también quienes no persigan objetivos tan ambiciosos puedan disfrutar de la música por mero placer y sin más presión. Así, debería haber dos caminos diferenciados para aprender música según los deseos de cada uno. Así la pedagogía de Paynter favorece que todos puedan incorporarse a la educación musical. Se preocupa también de introducir en la escuela la música contemporánea y la considera una gran fuente de creatividad. De hecho, los compositores actuales se han visto impelidos a crear nuevas grafías para poder escribir sus ideas, que muchas veces son resultado de una experimentación libre con el sonido que tiene mucho de lúdico y expresivo, más que de mental y controlado. El hecho de ser un campo tan creativo y lúdico hace que se haga muy adecuado para estimular el mismo tipo de conductas en la educación musical. Para Paynter, la educación musical debe formar parte del esquema total de la educación y, junto con otras disciplinas artísticas, constituir una educación por el arte que no estará orientada a producir grandes compositores o virtuosos de algún instrumento, sino a contribuir al desarrollo integral de las capacidades humanas, como, especialmente, la sensibilidad y la imaginación. Por eso, este autor se ha destacado en la defensa de la necesidad de introducir la música en el currículo educativo (y no solo en el ámbito extraescolar), pero desde una concepción activa que profundice en los avances de los métodos anteriores y, sobre todo, que fomente la creatividad, entendida como la relación entre la unicidad del individuo y la riqueza de los materiales, los acontecimientos y las personas de su entorno. Esta definición está en la línea de la psicología humanista de Rogers y Maslow o de los estudios más recientes del psicólogo norteamericano Mihaly Csiskzentmihalyi, por ejemplo. TEMA 8 – Ideas clave 8.7. Pedagogía musical en España Haremos en este punto un breve recorrido por algunos nombres importantes de la educación musical en nuestro país. Como señala Nicolás Oriol, del Departamento de expresión musical y corporal de la Universidad Complutense de Madrid (en Díaz y Giraldez, 2011: 87 y ss.), la educación musical en España ha acumulado más de 50 años de retraso respecto al resto de Europa. Por ello, la aplicación de los métodos que hemos estudiado en este capítulo y la creación de otros han sido escasas, tardías y minoritarias. Siguiendo al profesor Oriol, enumeramos los nombres y una breve reseña acerca de algunos de los pedagogos musicales españoles que han destacado dentro de ese panorama tan poco inspirador. Joan Llongueras i Badia (Barcelona, 1880-1953) fue quien introdujo el método de Dalcroze en Cataluña, después de graduarse en el propio Instituto Dalcroze de Ginebra. Para ello fundó el Institut Catalá de Rítmica i Plàstica. Contribuyó con muchas canciones armonizadas para niños y una extensa obra didáctica y aún se mantiene en Barcelona un instituto con su nombre que forma a profesores de enseñanza musical. Irineu Segarra i Malla (Ivars d’Urgel, 1917-Montserrat, 2005), sacerdote en el Monasterio de Montserrat y director de su célebre escolanía entre 1953 y 1997, escribió muchas obras didácticas, fundamentalmente prácticas, que recogían su experiencia con los niños de esta agrupación y que tienen gran influencia en la educación musical en Cataluña. Coincide con Kodály en que se debe comenzar la enseñanza musical por las escalas pentatónicas para pasar después a la escala diatónica e incluso a la atonalidad posteriormente. Defiende el papel fundamental de la música tradicional. Y, como otros pedagogos que hemos estudiado, defiende que se debe priorizar la formación del oído interno mediante las relaciones rítmicas y melódicas antes de formalizar lo aprendido en conocimientos teóricos. Mª Rosa Font Fuster (Gironella, 1931), religiosa dominica, se especializó en canto gregoriano y conoció en París el método de Justine Ward, que se centra precisamente en esta música. A partir de esta formación ha desarrollado una amplia labor educativa, sobre todo relacionada con la metodología del TEMA 8 – Ideas clave ritmo y con la aplicación de la música a la educación general, tanto en España como en América. Montserrat Sanuy Simón (Lleida, 1935) estudió en el Instituto Orff del Mozarteum de Salzburgo y ha difundido en España, Hispanoamérica, Portugal, Francia y Austria el Orff-Schulwerk. Para ello fundó en Madrid la Escuela de Música y Danza. Ha colaborado con las instituciones educativas, ha presentado conciertos para niños, ha realizado programas de televisión sobre educación musical y de radio dedicados a estimular a los niños hacia el gusto por la música, como el espacio En clave de sol de Radio Nacional. Luis Elizalde Ochoa (Sangüesa, 1940), religioso claretiano, compositor, organista y pedagogo, dedicó su atención a la enseñanza de la música a los niños, para lo cual escribió muchos métodos de canto, canto coral, flauta, etc. Mª de los Ángeles Cosculluela Mazcaray (Barbastro, 1943-Zaragoza, 2002) ocupó diversos cargos con responsabilidad educativa en Aragón, desde los que estimuló la investigación sobre educación y música y por difundir la educación musical a través de cursos para profesores. 8.8. Conclusión Después de este rápido recorrido por las propuestas de la pedagogía musical del siglo XX, hemos podido comprobar la riqueza y variedad de las mismas y lo mucho que han aportado a una concepción más abierta y dinámica de la enseñanza musical. Como conclusión de este tema podemos destacar algunos aspectos que destacan por encima de las diferencias entre unos y otros métodos: La necesidad de adaptarse a las necesidades y el momento de desarrollo de los alumnos. Las diferentes propuestas educativas musicales que hemos estudiado se preocupan por adecuar sus intervenciones pedagógicas a lo que en cada punto del desarrollo emocional, físico intelectual y motriz de los niños es factible asimilar con éxito. Para ello tienen en cuenta su propia experiencia didáctica, así como los estudios psicológicos apropiados. El carácter activo de los métodos. Todos ellos destacan el valor de la actividad como herramienta para que el aprendizaje musical sea exitoso. Los alumnos deben TEMA 8 – Ideas clave participar en su proceso educativo y, en general, introducirse en la práctica musical antes de formalizar el resultado en conceptos teóricos. El fomento de la creatividad. Se reconoce el valor fundamental de la creatividad como herramienta y como objetivo de la enseñanza artística en general y musical en particular. Por ello, se procura ofrecer oportunidades a los niños para que la ejerciten en todos los aspectos, en relación con la conducta activa que se ha mencionado más arriba. La importancia del gozo. Para educar musicalmente es necesario proporcionar experiencias de disfrute que favorezcan la motivación de los alumnos y huir de metodologías áridas y aburridas. El factor lúdico de la música cobra especial importancia. La apertura de la educación musical a todos. Estos métodos están concebidos para que sean accesibles a todos los alumnos posibles, independientemente de sus capacidades iniciales, ya que se parte de una concepción de la música como patrimonio común. La confianza en el valor formativo general de la educación musical. Aparte de su propio interés, se afirma que la enseñanza musical influye positivamente en el desarrollo integral de las capacidades humanas. TEMA 8 – Ideas clave Lo + recomendado No dejes de leer… El método Kodály y la formación del profesorado de música LUCATO, M. (2001). El método Kodály y la formación del profesora de música. En Revista Electrónica Léeme, número 7. En este artículo se expresa la necesidad de formar al profesorado de música en nuevos conceptos y técnicas que den respuesta a las necesidades de la educación musical y se trata el caso concreto de la formación en el Método de Kodály. El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: http://musica.rediris.es/leeme/revista/lucato01.pdf Orff Schulwerk o Escuela Orff: Un acercamiento a la visión holística de la educación y al lenguaje de la creatividad artística ESQUIVEL, N. (2009). Orff Schulwerk o Escuela Orff: Un acercamiento a la visión holística de la educación y al lenguaje de la creatividad artística. En Revista La Retreta, número 2. En este artículo se explican los principios básicos del Orff Schulwerk desde el conocimiento de primera mano de la profesora Esquivel, mostrando las capacidades de esta propuesta pedagógica para desarrollar la creatividad. El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: http://laretreta.net/0202/orff.pdf TEMA 8 – Lo + recomendado Cómo y por qué enseñar música a los niños pequeños. La revolución creativa propuesta por Murray Schafer GUERRERO ORTIZ, L. (2009). Cómo y por qué enseñar música a los niños pequeños. La revolución creativa propuesta por Murray Schafer. En este excelente artículo puedes profundizar en las ideas pedagógicas de Schafer, en su justificación y en conceptos tan interesantes como el de paisaje sonoro, relacionados con la ecología musical. El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: http://images.guerrerortiz.multiply.multiplycontent.com/attachment/0/TMORmwooC IwAACdMoX41/Murray%20Schafer%20y%20c%C3%B3mo%20ense%C3%B1ar%20m %C3%BAsica%20a%20ni%C3%B1os%20peque%C3%B1os%20%28Luis%20Guerrero% 29.pdf?key=guerrerortiz:journal:18&nmid=377720602 No dejes de ver… Método Willems/Sensibilidad de hacer música en infantil La profesora catalana Eulàlia Casso explica su propia experiencia con el Método de Willems con algunos ejemplos de sus clases. El vídeo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: http://www.think1.tv/videoteca/es/index/0-37/metodo-willems-musica-escuelacanto-arte-infantil TEMA 8 – Lo + recomendado Entrevista a Montserrat Sanuy Entrevista con esta gran figura de la pedagogía musical española con motivo de la reedición de un libro de canciones para niños en la que nos habla de su experiencia directa como profesora de música. El vídeo está disponible en el aula virtual o en las siguientes direcciones web: http://www.youtube.com/watch?v=tYUqdUopz8Y http://www.youtube.com/watch?v=I4YNuJJJInI&feature=relmfu Rítmica Dalcroze En estos vídeos (que son parte de muchos otros ejemplos similares que puedes encontrar en la red) puedes comprobar cómo se trabaja la comprensión de los elementos de la música a partir del movimiento y la improvisación. El vídeo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: http://www.youtube.com/watch?v=7GSqWfiw1YA&feature=relmfuhttp://www.youtub e.com/watch?v=f2soQ6noc7c TEMA 8 – Lo + recomendado + Información A fondo El método Martenot aplicado a la enseñanza de la armonía En este artículo se nos presenta una aplicación concreta de uno de los métodos estudiados en este tema a un aprendizaje musical concreto. Por eso resulta interesante, ya que nos ayuda a comprender la utilidad de estas aportaciones pedagógicas. El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/musiker/07/07263285.pdf Webgrafía Instituto Jacques-Dalcroze de Ginebra Este centro es el referente internacional de la Rítmica Dalcroze y fue fundado por el propio pedagogo suizo en 1915. En su página puedes encontrar variadas informaciones sobre su funcionamiento, los cursos que ofrecen, los proyectos de investigación que desarrollan, etc. http://www.dalcroze.ch/ TEMA 8 – + Información Pedagogía musical En esta página encontrarás reseñas de los principales métodos que hemos estudiado en este tema, de modo que puedas completar la información sobre los mismos. https://sites.google.com/site/pedagogiamusi/ Federación española de método Suzuki La página oficial de la enseñanza a través de este método en España ofrece información detallada sobre el propio método y sus características y valores, así como un panorama de la actividad que desarrolla en nuestro país. http://www.federacionmetodosuzuki.es/ Bibliografía DÍAZ, M. y GIRÁLDEZ, A. (coords.) (2011). Aportaciones teóricas y metodológicas a la educación musical. Una selección de autores relevantes. Barcelona: Grao. HEMSY DE GAÍNZA, V. (2012). La educación musical entre dos siglos: del modelo metodológico a los nuevos paradigmas. Conferencia publicada el 23 de agosto de 2003 en el Seminario Permanente de Investigación de la Maestría en educación de la Universidad de San Andrés (Argentina). Recuperado el 21 de septiembre de 2012 en la dirección web: http://www.udesa.edu.ar/files/ESCEDU/DT/DT10-GAINZA.PDF TEMA 8 – + Información Actividades Trabajo: Debate entre modelos En este tema se han presentado gran variedad de modelos pedagógicos musicales que se desarrollaron durante el siglo XX. Además, se te ofrece variada información sobre ellos en la bibliografía y webgrafía, además de en las secciones A fondo, No dejes de leer… y No dejes de ver… Reuniendo todos estos datos, en este trabajo se te pide una reflexión crítica que valore: Las coincidencias y discrepancias que te parezcan más significativas en estos métodos Tu postura personal acerca de cuál o cuáles de ellos ofrecen mejores perspectivas para la educación musical, qué aspectos tomarías de alguno o varios de ellos, etc. en relación con los objetivos que te parezcan más importantes en la formación musical y con las características de los educandos. Estas opiniones deben estar correctamente argumentadas y se valorará que utilices y cites correctamente la información que te ofrece el tema. Extensión máxima de la actividad: cuatro páginas, fuente Georgia 11 e interlineado 1’5. TEMA 8 – Actividades Test 1. En la Rítmica de Dalcroze: A. Se da gran importancia a los signos manuales para indicar la altura de las notas. B. Se favorece la improvisación de los alumnos y también la de los profesores. C. Se persigue en primer lugar la comprensión intelectual del ritmo para luego interiorizarlo mediante el movimiento y la actividad física. D. Se utilizan algunos elementos auxiliares, como cuerdas o pelotas para las sesiones de trabajo individual. 2. Los denominados métodos precursores: A. Se aplicaron de forma generalizada a partir de los años 50 del siglo XX. B. Produjeron algunos recursos pedagógicos que se reflejan en métodos posteriores. C. Son aún de carácter intelectualista. D. No emplearon aún los signos manuales para indicar la altura de las notas. 3. El método de Ward: A. Es de carácter progresivo y se basa en el de Willems, entre otros. B. Se basa en el canto gregoriano y no utiliza la notación numérica. C. Propone experimentar el ritmo mediante movimientos que pueden involucrar todo el cuerpo. D. Establece un repertorio amplio para que los alumnos pue3dan expresar libremente su creatividad sin necesidad de improvisar. 4. El método de Willems: A. Parte de lo concreto para llegar de modo natural a lo abstracto. B. Introduce apoyos como historias, colores y movimientos para ayudar a comprender la música. C. Se basa en la correspondencia entre el aprendizaje de la lengua materna y el de la música instrumental. D. Se desarrolla en cinco fases. TEMA 8 – Test 5. El método Kodály: A. Utiliza como base las canciones populares interpretadas desde el principio en conjuntos corales de cuatro voces. B. Utiliza como base el canto gregoriano y los signos manuales. C. Introduce primero el intervalo sol-mi, después la escala diatónica y finalmente la pentatónica, graduando así la dificultad. D. Emplea movimientos corporales sencillos para acompañar al canto, por influencia del método de Dalcroze. 6. El modelo Orff-Schulwerk: A. No es propiamente un método, porque posee una estructura didáctica programada. B. Valora más el proceso de aprendizaje que el resultado del mismo. C. Utiliza instrumentos creados especialmente para el aprendizaje individual. D. Combina, como sus pilares básicos: música, movimiento y ritmo. 7. El método Suzuki: A. Utiliza las obras de los grandes maestros del barroco y el romanticismo, como Vivaldi, Bach, Haendel y Mozart. B. Está orientado sobre todo al aprendizaje en grupo del violín. C. Tiene como principal instrumento pedagógico la imitación. D. Requiere el apoyo de las familias a través de programas de radio y televisión. 8. Los métodos creativos: A. Introducen nuevos fenómenos sonoros para representar los gestos gráficos. B. Se relacionan directamente con la música de vanguardia. C. Creen que debe comenzarse por los signos gráficos para pasar después a la producción espontánea y la experimentación con el sonido. D. Crean métodos didácticos secuenciados que favorecen la creatividad, la improvisación y la experiencia libre con el sonido. 9. En el pensamiento de Schafer y en el Paynter: A. El objetivo es aprovechar la gran riqueza del sonido para evitar el silencio. B. En la escuela no se trata de hacer música, sino de enseñar música. C. La enseñanza musical debe ser accesible a todos. D. La música contemporánea necesita crear nuevas grafías para expresar sus avances experimentales, por lo que no es adecuada en el ámbito de la educación musical. TEMA 8 – Test 10. Señala la afirmación correcta acerca de los pedagogos españoles: A. El método Orff fue introducido en España por Irineu Segarra. B. Luis Elizalde Ochoa conoció en París el método de Justine Ward. C. El método Dalcroze fue introducido en España por Joan Llongueras. D. Ninguna de las afirmaciones anteriores es correcta. TEMA 8 – Test