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Tarea
Marisol Tello Rodríguez
Crítica del Devenir
La pobreza tiene que ser entendida en el marco no solamente de
la economía sino de sus implicaciones sociales y culturales. Se
debe entender el entorno de la pobreza actual en México, la cual
se da dentro del paradigma económico neoliberal. Esta política
económica ha generado desde los años 90 un incremento en los
márgenes de pobreza en nuestro país, ya no son únicamente los
pobres quienes característicamente eran considerados individuos
marginales y quienes por condiciones históricas estaban
desprotegidos de sus necesidades básicas, sino también aquellos
sectores que durante los años 50 y 60 habían mantenido niveles
altos de bienestar y que al cambiar la política económica del país
centrándose en el mercado provocó una disminución de la clase
media y por ende amplió el margen de pobreza en el país.
Si bien el tema central de la Encíclica Laudato Si del Papa
Francisco I se centra en la ecología humana, hace hincapié en la
importancia de entender las causas estructurales de las
disfunciones de la economía mundial y los modelos de crecimiento
que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio
ambiente. De manera puntual cita a Benedicto XVI quien propone
una visión en la que se integren de manera indivisible los
diferentes ambientes en donde la cultura modela la convivencia
humana.
El documento plantea como modelo a San Francisco de Asís,
místico y peregrino que externo una inseparable preocupación
por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la
sociedad y la paz interior. A esto denomina el Santo Padre la
ecología integral.
La propuesta de la Encíclica es un desafío urgente a la protección
de lo que llama la casa común, refiriéndose a una preocupación
por unir a la familia humana en la búsqueda de un desarrollo
sostenible e integral. Las principales problemáticas que Mario
Bergolio plantea se encuentran clasificadas en la Encíclica en los
siguientes apartados:
I. Contaminación y cambio climático
Contaminación, basura y cultura del descarte,
El clima como bien común.
II. La cuestión del agua
Calidad del agua,
Escasez del agua.
III. Pérdida de biodiversidad
Afectación a los recursos de la tierra derivada de un mal
entendimiento de la economía y la actividad comercial y
productiva,
Daños ocasionados a los ecosistemas.
IV. Deterioro de la calidad de la vida humana y degradación social
Crecimiento desmedido de algunas ciudades, afectadas por
el caos urbano, problemas de transporte y contaminación
visual y acústica,
Urbanización y privatización de espacios y áreas verdes,
Efectos laborales de algunas innovaciones tecnológicas,
exclusión social, inequidad a la disponibilidad y el consumo
de la energía y de otros servicios,
Formas de violencia y agresividad social, narcotráfico,
consumo de drogas, y pérdida de identidad,
Medios digitales omnipresentes que coartan la capacidad de
pensar en profundidad,
Reemplazo de las relaciones sociales reales y los desafíos
que implica el tipo de comunicación mediada por las
tecnologías,
Salta de relaciones interpersonales profundas y selección y
eliminación de las relaciones según nuestro arbitrio
generándose emociones artificiales que tienen que ver más
con dispositivos y pantallas que con personas.
V. Inequidad planetaria
Degradación del ambiente humano y del ambiente natural,
Inclusión en los discursos de la pobreza pero su ubicación
real en la acción queda en el último lugar,
Salta del contacto físico entre los profesionales, formadores
de opinión, medio de comunicación y centros de poder que
se encuentran aislados de las verdaderas condiciones que
viven los pobres,
La inequidad acepta no solamente a los individuos sino a los
países completos y genera relaciones desequilibradas a nivel
internacional,
Las deudas externas de los países emergentes se han
convertido en instrumentos de control para las naciones más
poderosas.
VI. Debilidad de las reacciones
Nuestra casa, como le llama el Santo Padre, está en una
situación precaria y no hay los liderazgos, las políticas, ni los
instrumentos para generar una cultura que permita
enfrentar esta crisis y marcar caminos nuevos que
respondan a las necesidades.
VII. Diversidad de opiniones
Se han desarrollado opiniones opuestas sobre toda esta
problemática con divisiones en líneas de pensamiento que no
permiten llegar a consensos para establecer soluciones.
Intentando dar una respuesta desde la visión de la fe, el Papa
Francisco propone:
Cuando el corazón está auténticamente abierto a una comunión
universal, nada ni nadie está excluido de esa fraternidad. Por
consiguiente, también es verdad que la indiferencia o la crueldad
ante las demás criaturas de este mundo siempre terminan
trasladándose de algún modo el trato que damos a otros seres
humanos. El corazón es uno solo, y la misma miseria que lleva
maltratar a un animal no tarda en manifestarse en la relación con
las demás personas.
[…] El rico y el pobre tienen igual dignidad, porque a los dos los
hizo el Señor. […] La humanidad ha ingresado en una nueva era
en la que el poderío tecnológico nos pone en una encrucijada.
Somos los herederos de dos siglos de enormes olas de cambio. […]
La tecnociencia bien orientada no sólo puede producir cosas
realmente valiosas para mejorar la calidad de vida del ser humano,
desde objetos domésticos útiles hasta grandes medios de
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Número 63. (Diciembre 2015) Dispositivos de la reforma educativa: Instrumentos de poder
transporte (Papa Francisco, 2015)
Pero no podemos negar que todo esto nos ha dado un tremendo
poder sobre todo a quienes tienen el conocimiento y potestad
económica y que su dominio puede generar grandes catástrofes a
la humanidad. El problema es que la humanidad ha asumido la
tecnología y su desarrollo con un paradigma homogéneo y
unidimensional.
El antropocentrismo moderno ha colocado la razón técnica sobre
la realidad porque este ser humano ni siente la naturaleza como
norma válida ni menos aún como refugio viviente. Todo esto
aunado a la cultura del relativismo, empuja a las personas a
aprovecharse de otras y a tratarlas como un objeto. Se habla
entonces de una ecología integral en donde el principio del bien
común tiene que ser el centro que mueva toda la ética social. Y es
éste el centro de la Encíclica, un concepto de ecología integral
que circunscribe al ser humano en sus diferentes dimensiones y el
entorno en sus diversos factores.
Algunos autores contemporáneos han afirmado que el Papa
Francisco tiene una corriente neoliberal instruida principalmente
por el pensamiento alemán. Esta corriente crítica no intenta
soslayar la idea de que el mercado es primordial para la
producción de la sociedad, sin embargo, su postura se separa de
la idea radical del neoliberalismo tradicional que ubica una
omnipotencia de las lógicas de mercado en la vida social. El
neoliberalismo alemán busca que las lógicas del mercado sean
reguladas por el Estado y el mercado sea verdaderamente libre y
no intervenido ni dirigido por ninguna potencia mundial
(Información Comercial Española, 1961). Esta corriente parte del
supuesto de construir una economía social de mercado y su lema
Estado fuerte, economía libre sintetiza la impronta que a diferencia
del neoliberalismo angloamericano sustentan los alemanes.
Esta corriente se ha constituido como el referente ideológico del
Vaticano desde la época de Juan XXIII hasta Francisco I. Muestra
de esto son las encíclicas Populorum Progressio, Centesimus annus
y Cáritas in veritate, en donde Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto
XVI establecieron ideas económicas y políticas oficiales de la
Iglesia. A estos representantes y a estas encíclicas se une el Papa
Francisco I con su Encíclica Laudato Si.
Y partiendo de esta perspectiva del neoliberalismo alemán, se
pueden encontrar interesantes elementos coyunturales con la
Escuela de Frankfurt. Esta Escuela surge en 1924 como una
respuesta a los intereses comunes de marxistas. Inspirados en
Marx y Freud la Escuela de Frankfurt sintetizó la Teoría social
para desarrollar una teoría crítica de la sociedad contemporánea y
tratar de explicar la evolución de la sociedad, el papel de los
medios de comunicación y la posición del proletariado. Aquí se
identifica un primer encuentro entre la Encíclica y dicha corriente.
De la misma manera, Mario Bergolio en Laudato Si trata de
explicar la situación de la sociedad actual, el papel que los medios
están teniendo en esta ecología integral y las condiciones de
desigualdad que presentan extremos de pobreza inaceptables.
Uno de los representantes de la Escuela de Frankfurt, Theodore
Adorno establece en el concepto de industrias culturales que los
medios son manipulados por unos cuantos y que el ser humano se
vuelve una mercancía dentro de esta modernidad.
Pensamiento que está comprometido con la abolición de la
dominación, está situado en una tradición marxista abierta para
diferentes vinculaciones, y cuyas variaciones abarcan desde el
estilo de pensamiento antisistemático y ensayístico de Adorno
hasta el proyecto horkheimeriano de una teoría interdisciplinaria
de la sociedad (García, 2010, pág. 196)
Estos planteamientos no se alejan mucho de lo que Laudato Si
esboza en el apartado IV. Deterioro de la calidad de la vida humana
y degradación social. La llamada cultura de masas que plantea la
Teoría crítica, en donde las condiciones de mercado son las que
rigen y los medios se coluden en estos mecanismos que atentan
contra la libre autodeterminación del individuo tiene cercanía con
el análisis de la Encíclica:
bq.. 6. Entre los componentes sociales del cambio global se
incluyen los efectos laborales de algunas innovaciones
tecnológicas, la exclusión social, la inequidad en la disponibilidad
y el consumo de energía y de otros servicios, la fragmentación
social, el crecimiento de la violencia y el surgimiento de nuevas
formas de agresividad social, el narcotráfico y el consumo
creciente de drogas entre los más jóvenes, la pérdida de
identidad. Son signos, entre otros, que muestran que el
crecimiento de los últimos dos siglos no ha significado en todos
sus aspectos un verdadero progreso integral y una mejora de la
calidad de vida. Algunos de estos signos son al mismo tiempo
síntomas de una verdadera degradación social, de una silenciosa
ruptura de los lazos de integración y de comunión social.
[…] 47. A esto se agregan las dinámicas de los medios del mundo
digital que, cuando se convierten en omnipresentes, no favorecen
el desarrollo de una capacidad de vivir sabiamente, de pensar en
profundidad, de amar con generosidad. Los grandes sabios del
pasado, en este contexto, correrían el riesgo de apagar su
sabiduría en medio del ruido dispersivo de la información. Esto
nos exige un esfuerzo para que esos medios se traduzcan en un
nuevo desarrollo cultural de la humanidad y no en un deterioro de
su riqueza más profunda. La verdadera sabiduría, producto de la
reflexión, del diálogo y del encuentro generoso entre las
personas, no se consigue con una mera acumulación de datos que
termina saturando y obnubilando, en una especie de
contaminación mental (Papa Francisco, 2015).
Relevante también resulta la postura de Habermas con respecto a
la dignidad humana y en ella de la misma forma se encuentran
puntos de coincidencia con algunos postulados que presenta la
Encíclica. El autor plantea una clara discusión del término
dignidad humana y derechos humanos.
Para Habermas en las relaciones internacionales las obligaciones
morales entre los estados (y entre los ciudadanos) se engendran
en la interconexión sistémica de una sociedad cada vez más
interdependiente y son estas exigencias normativas de inclusión
las que han propiciado las dependencias recíprocas de
interacciones establecidas.
Este argumento tiene cierta fuerza explicativa ante la
pregunta empírica de cómo se ha despertado una
sensibilidad para dar respuesta a las exigencias
legítimas de inclusión, esgrimidas por poblaciones
marginadas
y
desfavorecidas,
en
nuestras
sociedades relativamente prósperas. Sin embargo,
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Número 63. (Diciembre 2015) Dispositivos de la reforma educativa: Instrumentos de poder
estas mismas exigencias normativas tienen como
fundamento nociones morales universalistas que se
han incorporado desde hace mucho tiempo a los
derechos humanos y civiles de las constituciones
democráticas, a través de una idea de dignidad
humana dependiente del estatus. Únicamente este
vínculo interno entre la dignidad humana y los
derechos humanos puede dar lugar a la fusión
explosiva de contenidos morales con el derecho
coercitivo; en otras palabras, en el derecho como el
medio por el cual debe realizarse la construcción de
órdenes políticos justos (Habermas, 2010, pág. 22)
Las perspectivas desde donde se mira pueden no ser idénticas,
unos pueden atribuirse a corrientes filosóficas neoliberales y
otros marxistas, pero lo que es cierto es que en los dos casos hay
una clara preocupación por la dignidad del ser humano, por el
papel que juegan los medios, los gobiernos y los individuos en la
construcción de esta ecología humana. El centro sigue siendo el
hombre. Para finalizar esta reflexión, se presenta uno de los
párrafos concluyentes de la Encíclica en donde se puede
comprender con toda claridad la profundidad del documento:
Para plasmar una sociedad más humana, más digna
de la persona, es necesario revalorizar el amor en la
vida social –a nivel político, económico, cultural–,
haciéndolo la norma constante y suprema de la
acción. En este marco, junto con la importancia de los
pequeños gestos cotidianos, el amor social nos
mueve a pensar en grandes estrategias que
detengan eficazmente la degradación ambiental y
alienten una cultura del cuidado que impregne toda
la sociedad. Cuando alguien reconoce el llamado de
Dios a intervenir junto con los demás en estas
dinámicas sociales, debe recordar que eso es parte
de su espiritualidad, que es ejercicio de la caridad y
que de ese modo madura y se santifica (Papa
Francisco, 2015).
Referencias
García, L. (2010). La Escuela de Frankfurt revisitada. (U. N.
Quilmes, Ed.) Prismas Revista de Historia Intelectual, 14(2),
193 – 199. Recuperado el 15 de octubre de 2015, de
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=387036810011
Habermas, J. (mayo – junio de 2010). El concepto de dignidad
humana y la utopía realista de los derechos humanos. (U. N.
Autónoma, Ed.) Dianoia, LV(64), 3 – 25. Recuperado el 10 de
octubre de 2015, de http://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=58433535001
Información Comercial Española. (1961). El Neoliberalismo
alemán. Revista de Economía(332), 9 – 22. Recuperado el 15
de octubre de 2015, de
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3616240
Otero Bello, E. (2004). Teorías de la Comunicación_. Santiago
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2015, de https://books.google.com.mx/books?
id=gcs2FaSa20gC&pg=PA67&lpg=PA67&dq=kurt+lewin+%2B+comunicacion&source=bl&ots=PPmJoPtSMB&sig=BcHiN0R3P7ZEXLmQLtpzY2ZT30&hl=es&sa=X&ei=hDZFVcypBsOyyATa_4HQCQ&ved=0CEcQ6AEwBw#v=onepage&q=kurt%20lewin%20%2B%20comunicacion&f4HQCQ&ved=0CEcQ6AEwBw#v=onepage&q=kurt%20lewin%20%2B%20comunicacion&f
Papa Francisco. (2015). Laudatio Si. Vaticano.
Marisol Tello Rodríguez
Estudiante del Doctorado en Investigación de la Comunicación en la Universidad
Anáhuac
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