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2.2 FUNCIONALISMO COMO PERSPECTIVA
TEÓRICA PARA EL ANÁLISIS SOCIAL
2.2.1. Durkheim y su aportación a las Ciencias Sociales
En las ciencias sociales, en especial la sociología y la antropología social,
el funcionalismo es una corriente teórica que surge en Inglaterra hacia
1920 con un enfoque empirista que señala las ventajas del trabajo de
campo (cuando hasta el siglo XIX la mayoría de las labores se hacían en
gabinete a partir de relatos sesgados de viajeros), y que abrió el camino
a la antropología científica, para luego desarrollarse notablemente en
Estados Unidos.
Bajo esta mirada, las instituciones sociales serían medios
2.10 La sociedad según Durkheim
colectivamente desarrollados para la satisfacción de las
consiste en una estructura o red de
necesidades biológicas y culturales; los define, por lo
relaciones sociales que contienen
tanto, por el cumplimiento de una función social, y no —
puestos y funciones que envuelven
a las personas y que las coaccionan
como se hacía generalmente— por las circunstancias
a cumplir sus obligaciones.
históricas de su desarrollo. Enfatiza, las medidas que las
instituciones toman para alcanzar los fines socialmente
valorados; en la escuela funcionalista americana, basada sobre todo en la obra de Talcott
Parsons, se pone un énfasis particular en el mantenimiento de la estabilidad social.
El nombre de esta escuela se deriva del hecho de que para el etnógrafo polaco Bronislaw
Malinowski, seguidor de las teorías sociológicas del francés Émile Durkheim, las culturas se
presentan como todos "integrados, funcionales y coherentes". Por lo tanto, cada elemento
aislado de la misma solo puede analizarse considerando los demás. Este autor estudia
entonces la cultura y demás hechos sociales, como por ejemplo las instituciones en las que
estos están "concentrados", en función de cómo se organizan para satisfacer las necesidades
de un grupo humano, es decir, todas aquellas tareas u objetivos que tienden a mantener y
conservar los organismos de la sociedad y a esta como tal, incluyendo sus modelos culturales.
La teoría funcionalista, considera a la sociedad como una totalidad, marcada por el equilibrio
ya que los medios tendrían mucho que ver en esa estabilidad social. Las sociedades disponen
de mecanismos propios capaces de regular los conflictos y las irregularidades; así, las normas
que determinan el código de conducta de los individuos variarán en función de los medios
existentes y esto es lo que rige el equilibrio social. Por tanto podríamos entender la sociedad
como un "organismo", un sistema articulado e interrelacionado. Una totalidad constituida por
partes discretas. A la vez, cada una de estas partes tiene una función de integración y
mantenimiento del propio sistema.
La teoría funcionalista se basa en la teoría de sistemas. Establece que la sociedad se organiza
como un sistema social que debe resolver cuatro imperativos fundamentales para subsistir:
•
•
•
•
Adaptación al ambiente,
Conservación del modelo y control de tensiones,
Persecución de la finalidad,
Integración.
Durkheim, Émile (1858-1917), teórico social francés y uno de los pioneros del desarrollo de
la sociología moderna, nació en Epinal (Francia) en el seno de una familia judía. Se graduó
en la Ècole Normale Supérieure de París en 1882 y a continuación trabajó como profesor de
derecho y filosofía. En 1887 comenzó a enseñar sociología, primero en la Universidad de
Burdeos y después en la de París.
Durkheim pensaba que los métodos científicos debían aplicarse al estudio de la sociedad, y
creía que los grupos sociales presentaban características que iban más allá o eran
diferentes a la suma de las características o conductas de los individuos.
Consideraba que los métodos científicos debían ser aplicados al estudio de la sociedad. Así
analizó la moralidad y la religión como valores compartidos para una sociedad,
argumentando que con la audiencia de éstos la sociedad pierde el equilibrio, generando
sentimientos de ansiedad e insatisfacción en los individuos.
En el análisis de la relación sociedad-individuo, Durkheim definitivamente tomo preferencia
por la primera.
Establece que la vida en sociedad no se produce solamente porque varios individuos deciden
reunirse para cumplir un propósito. Para él la decisión y forma que asumen estas personas
al reunirse supone una red previa de relaciones sociales y de formas de organización que
existen por encima de la suma de individuos.
Considerados en lo individual, o en grupo, las personas nacen y se desarrollan en el interior
de determinadas redes o estructuras de relaciones sociales, que han creado las
generaciones anteriores y que han sido esculpidas para el presente para personas de otras
épocas.
¿Qué es entonces para Durkheim la sociedad? Un conjunto social superior al individuo, que
consiste en una red de relaciones sociales cuyo entramado genera instituciones, posiciones
y funciones sociales que rodean a las personas; formando en una estructura o red de
relaciones sociales que contiene puestos y funciones que envuelven a las personas y que los
coaccionan a cumplir sus obligaciones precisamente sociales.
Mientras una sociedad funciona con individuos que se adapten completamente a las tareas
que les encomienda su red de instituciones, existirá una armonía entre individuo y sociedad
y podría hablarse de una sociedad unitaria, con orden social.
Una sociedad que lograra transmitir a los individuos las creencias, los valores y
comportamientos socialmente aceptados, podría mantenerse en orden, pues habría
socializado bien a sus integrantes. La socialización de los individuos consiste, en efecto, en
un largo proceso mediante el cual una generación transmite a otra su sistema de valores y
creencias, y que pertenecen al patrimonio cultural de muchas generaciones que han vivido
en esa sociedad.
También estudió la base de la estabilidad social, es decir, los valores compartidos por una
sociedad, como la moralidad y la religión. En su opinión, estos valores (que conformaban la
conciencia colectiva) son los vínculos de cohesión que mantienen el orden social. La
desaparición de estos valores conduce a una pérdida de estabilidad social o anomia (del
griego anomia, 'sin ley') y a sentimientos de ansiedad e insatisfacción en los individuos.
Explicó el fenómeno del suicidio como resultado de una falta de integración del individuo
en la sociedad. Durkheim analizó esta correlación en su obra “El suicidio: un estudio
sociológico” (1897). Para explicar sus teorías en sus escritos utilizó a menudo material
antropológico, especialmente de sociedades aborígenes. Otros de sus libros son “La división
del trabajo social” (1893), “Las reglas del método sociológico” (1895) y “Las formas
elementales de la vida religiosa” (1912).
En México encontramos que los hechos sociales que influyen a los individuos, familias,
empresas, etc., son ideas como la solidaridad y el comunitarismo, la identificación con
valores nacionales, etc.
Ahora bien, en el caso de la perspectiva de Durkheim, los hechos sociales que considera
relevantes para el análisis son aquellas ideas, creencias y conductas que permiten mantener
la cohesión y la funcionalidad en el sistema.
¿Qué son entonces las instituciones? En el campo de las creencias, son instituciones, por
ejemplo, la religión y la moral.
En el campo de las conductas establecidas son, por ejemplo, la cortesía social, la división
del trabajo en la economía, la diplomacia en la política, etcétera.
Todas estas ideas, creencias y conductas contribuyen a mantener el funcionamiento del
sistema. Y por eso, por ser fijas y funcionales a las personas y al sistema social en su
conjunto es que adquieren el grado de instituciones.
Ahora bien, si las instituciones son los hechos que analiza la perspectiva estructural
funcionalista de Durkheim, éstas son investigadas como entidades sociales, es decir, como
estructuras o redes de creencias y conductas fijas asumidas y respetadas por las personas.
Estas instituciones no son entonces analizadas desde el ángulo individual, sino como
entidades sociales que se imponen sobre ellos.
En síntesis, esta perspectiva considera a los hechos sociales bajo las siguientes
características:
1. Son instituciones que conforman redes de ideas y conductas fijas en una comunidad.
2. Son instituciones que se analizan como realidades sociales superiores que engloban a los
individuos, sin contemplar lo que significa para ellos.
3. Estos hechos se analizan impersonalmente, como sistemas que vinculan a los individuos
entre sí y con los grupos sociales.
4. Son hechos que se observan en sus defectos sobre los individuos, en el modo como
funcionan y envuelven a éstos.
5. Son instituciones que se analizan en el marco del papel que desempeñan para el
mantenimiento de la cohesión social.
Bajo este enfoque o mirada de la vida social que, como se aprecia, deja de lado a los
individuos y a su personal mundo de significados y problemas, se requiere utilizar un
procedimiento o método de investigación que considere a estas realidades de modo “frío”,
es decir, eliminando de las particularidades individuales una parte y que también suprima la
dimensión del cambio y el conflicto. Éste método es el de la comparación y generalización.
Para Emilio Durkheim los problemas que examina dependen de su concepto de sociedad
como realidad que coacciona al individuo. Lo que una persona puede llegar a ser está
determinado en buena medida por los tipos de lazos que establece con sus principales
grupos sociales: los familiares, los amigos y los compañeros de trabajo en su primer nivel,
los que a su vez están inmersos en otra red de relaciones sociales con su propia tipología,
como son los vínculos generales de la sociedad de tipo mecánico (sociedad tradicional), o
bien orgánico (sociedad moderna).
Por lo tanto, si quiere saber las causas de un comportamiento individual, deben remitir a
identificar los tipos de vínculos sociales que el individuo ha establecido con sus medios
sociales.
2.2.2. Problemas sociales desde la perspectiva del funcionalismo.
Derechos y obligaciones de los jóvenes
Estos problemas de funcionamiento en la estructura social
que el individuo imagina como problemas personales,
según Durkheim, tienen distintas fuentes pues las
disfunciones provienen de:
a. La pérdida de la capacidad de integración.
b. Los excesos generados por el tipo de vínculos sociales.
c. La progresiva sustitución de un tipo de vínculos
sociales por otros.
Los problemas sociales no debemos mirarlos como
producto de un enfrentamiento del individuo contra el
grupo o el sistema, por mucho que así parezca a la misma
persona que se revela o a quien observa. El problema no
se crea con la relación del individuo sino antes, con la
deficiente funcionalidad del sistema que llevó a crear
primero una situación de enfrentamiento que debía
evitarse y después a la reacción disfuncional del individuo.
2.11 Los jóvenes como todo
individuo parten de una sociedad,
cuentan con derechos y
obligaciones que deben conocer
para poder ejercerlos plenamente.
Con tal punto de partida teórico, Durkheim revalora los siguientes aspectos de la vida social:
1. La cohesión social a la que deben contribuir todas las instituciones y todas las acciones y
pensamientos de los individuos.
2. La estructura social que consiste en la red de vínculos entre personas, o entre éstas y el
grupo, para analizar los grados de acercamiento o distancia ente sí.
3. El funcionamiento de la estructura social. Se trata de mirar si están cumpliendo las
funciones inherentes a la estructura o si hay disfunciones.
4. La conciencia colectiva que consiste en los modos de pensar, creer, sentir y actuar
aceptados y compartidos por grupos de personas y por la sociedad en general.
5. El arreglo del conflicto. La tendencia a la cohesión social tiende a verse ocasionalmente
interrumpida por disfunciones, excesos y choques entre los sistemas de vinculación social
y sus ideas.
6. El orden social. La estructura social, su funcionamiento, la conciencia colectiva, la
regulación o el arreglo de los conflictos entre individuos y la sociedad, está encaminado a
mantener la estabilidad y continuidad del orden que permite beneficios para todos los
individuos y las instituciones como el orden normal de relaciones sociales.
Todos estos elementos que caracteriza Durkheim en su teoría para el análisis social
determinan el surgimiento y fortalecimiento de los siguientes derechos:
Derecho a una vida digna. Como miembros de la sociedad, tienen el derecho de acceso y
disfrute de los servicios y beneficios socio-económicos, políticos, culturales, informativos, de
desarrollo y de convivencia que les permitan construir una vida digna.
Derecho al trabajo, digno y bien remunerado. El trabajo dignifica al ser humano y posibilita
mejorar la calidad de vida de la sociedad.
Derecho a la educación. El Gobierno debe impulsar y apoyar, por todos los medios a su
alcance, el adecuado desarrollo del sistema educativo, así como realizar todas las acciones
necesarias para que en todas las demarcaciones territoriales exista cuando menos un plantel
educativo de educación medio superior.
Derecho a la salud. Significa tener acceso y protección de la salud, tomando en cuenta que
ésta se traduce en el estado de bienestar físico, mental y social.
Derecho a la cultura. Derecho a espacios culturales y a expresar sus manifestaciones
culturales de acuerdo a sus propios intereses y expectativas.
Derecho a la recreación. Al disfrute de actividades de recreación y al acceso a espacios
recreativos para el aprovechamiento positivo y productivo de su tiempo libre.
Derecho al deporte. A practicar cualquier deporte de acuerdo con su gusto y aptitudes.
2.12 Derecho al deporte. A
practicar cualquier deporte de
acuerdo con su gusto y aptitudes.
Derecho a la integración y reinserción social. En
situaciones especiales desde el punto de vista de la
pobreza, exclusión social, indigencia, situación de
calle, discapacidad, privación de la libertad, tienen
el derecho a reinsertarse e integrarse a la sociedad
y a ser sujetos de derechos y oportunidades que les
permitan acceder a servicios y beneficios sociales
que mejoren su calidad de vida.
Derecho a la plena participación social y política. Como forma de mejorar las condiciones de
vida de los sectores juveniles.
Derecho a la organización juvenil. A formar organizaciones autónomas que busquen hacer
realidad sus demandas, aspiraciones y proyectos colectivos, contando con el reconocimiento y
apoyo del Gobierno y de otros actores sociales e institucionales.
Derecho a la información. Recibir, analizar, sistematizar y difundir información objetiva y
oportuna que les sea de importancia para sus proyectos de vida, sus intereses colectivos y
para el bien de la ciudad.
Derecho a un medio ambiente sano. Todas las y los jóvenes tienen derecho a disfrutar de un
medio ambiente natural y social sano que respalde el desarrollo integral de la juventud de la
ciudad.
Derechos humanos de los jóvenes. Ningún joven puede ser molestado, discriminado o
estigmatizado por su sexo, edad, orientación sexual, raza, color de piel, lengua, religión,
opiniones, condición social, nacionalidad, la pertenencia a un pueblo indígena o a una minoría
étnica, las aptitudes físicas y psíquicas, el lugar donde vive o cualquier otra situación que
afecte la igualdad de derechos entre los seres humanos.
Por lo tanto, los jóvenes son portadores y al mismo tiempo realizadores de los siguientes
derechos humanos:
a) Al pleno goce y disfrute de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales contenidos en los respectivos pactos internacionales de las Naciones Unidas.
b) Al respeto de su libertad, y ejercicio de la misma, sin ser coartados ni limitados en las
actividades que derivan de ella, prohibiéndose cualquier acto de persecución, represión
del pensamiento, y en general, todo acto que atente contra la integridad física y mental,
así como, contra la seguridad de las y los jóvenes.
c) A la igualdad ante la Ley y al derecho a una protección legal equitativa sin distinción
alguna.
d) A la orientación sexual y ejercicio responsable de la sexualidad, de modo que la práctica
de ella contribuya a la seguridad de cada joven y a su identidad y realización personal,
evitando cualquier tipo de marginación y condena social por razón de la vida sexual.
e) A no ser arrestado, detenido, preso o desterrado arbitrariamente. Todo joven tiene
derecho a las garantías del debido proceso en todas aquellas situaciones en que estuviese
encausado por la justicia.
f) En todo proceso judicial, las y los jóvenes contarán con un defensor especializado en
derechos juveniles.
Marginación social
Se entiende por exclusión o marginación social, el proceso por el que una sociedad rechaza a
unos determinados individuos, desde la simple indiferencia hasta la represión y reclusión.
También se da el caso de quienes, por no concordar con los valores y normas de una
determinada sociedad, se automarginan. Característica común a todos los grados y tipos de
marginación es la privación o dificultad para la normal satisfacción de las necesidades
secundarias. Este fenómeno se puede producir ya sea por seguir los ideales de la comunidad o
bien cuando la sociedad responde a los intereses de un grupo minoritario poderoso.
Los problemas de pobreza, marginación y dislocación social están ligados no a una falta de
creación de riqueza en la economía global sino a una distribución altamente dispareja de ésta
y a la falta de reglas internacionales para lograr una distribución más justa de los ingresos y la
riqueza.
Es así, como es cada vez más evidente la diferencia entre los países desarrollados y los
subdesarrollados o en vías de desarrollo. El sistema actual, en lugar de fomentar la igualdad
entre las diversas naciones, profundiza el abismo existente entre las grandes potencias y el
resto del mundo. De esta manera, los ricos son cada vez más ricos, mientras que los pobres
tienen cada vez menos posibilidades de mejorar su situación.
Por marginación se entiende el estado en el que un individuo o grupo social no es considerado
parte, o lo es, pero como parte externa, de una determinada sociedad.
Diferentes tipos de marginación social:
•
La marginación por indiferencia incluye a los ancianos, minusválidos, subnormales
(dementes) e inválidos. Lo que sucede es que no es la sociedad la que los rechaza sino
que es el mercado el que los margina por ser improductivos e incapaces de aportar su
fuerza de trabajo.
•
La marginación por represión de conducta, la cual abarca a prostitutas, drogadictos,
alcohólicos y delincuentes y la marginación de reclusión por falta de recursos, formada
por vagabundos y mendigos. En estos casos, la sociedad los margina debido a que
presentan una actitud desviada, incompatible con los ideales morales de la comunidad.
•
La automarginación, encarnada por los hippies de los años 60, revolucionarios e
intelectuales, quienes no comparten las ideas imperantes en su entorno y buscan la
manera de satisfacer sus necesidades sin involucrarse en el circuito productivo-mercantil.
La exclusión social, sea debida a cualquiera de sus posibles orígenes, produce siempre en
quienes la padecen una pérdida o una lesión del disfrute de los derechos fundamentales que
como personas les corresponden.
La exclusión marca la frontera entre quienes gozan en plenitud de sus derechos y quienes se
ven privados de una parte de ellos, con menoscabo de sus capacidades de desarrollo como
personas, agravio de su dignidad y, con frecuencia, peligro de su propia vida.
Es claro que toda exclusión es una injusticia. No hay exclusión que pueda proceder del
ejercicio de la justicia, cuando lo que produce es el daño de la persona, su destrucción física,
psicológica o moral.
El suicidio
El sociólogo francés Emile Durkheim en su obra El suicidio (1897), señala que los suicidios
son fenómenos individuales, que responden esencialmente a
causas sociales. Las sociedades presentan ciertos síntomas
patológicos, ante todo la integración o regulación social ya
sea excesiva o insuficiente del individuo en la colectividad.
Por tanto el suicidio sería un hecho social.
Para efectos de dicho estudio clasifica a las sociedades en
simples y complejas.
Las sociedades simples, basadas esencialmente en vínculos de
consanguinidad, donde se percibe claramente el patrimonio
cultural, ideas, valores, donde todos sus integrantes están
plenamente identificados y con sentido de pertenencia. Las
2.13 Durkheim distingue tres
sociedades complejas o secundarias, fundadas en esa división del
tipos de suicidio: El altruista,
trabajo, por una parte, así como en la especialización de
el egoísta y el anómico.
funciones y sus consecuentes manifestaciones, que implica una
generación de aspectos propios de la profesionalidad y la
reintegración a otros grupos sociales dentro de la propia estructura productiva, de tal forma
que sobreviene o puede generarse una pérdida progresiva de identificación personal y de
pertenencia al grupo original, llegándose al extremo de verse precisados a apartarse de él o
de abandonarlo en forma definitiva. El papel, en suma, que viene a jugar el suicidio dentro
de este entorno, es el de una fuga por razones de insatisfacción y, se puede añadir, que de
desadaptación o ruptura, por desgarramiento.
Durkheim destaca o distingue tres tipos de suicidio: el altruista, propio de grupos primarios,
que deriva de motivos sociales, como el deshonor o el riesgo de causar daños a los demás
miembros del grupo; el egoísta, que revela impotencia para confrontar los problemas del
medio y hasta la carencia de recursos personales para hacerse valer dentro de él; y,
finalmente, el anómico, que es propio del estado o condición de desorden, es decir, que es la
clase de suicidio que se manifiesta con mayor grado de incidencia en épocas de enorme
depresión económica, de crisis social y de desadaptación a los cambios, incluso cuando éstos
se manifiestan sorpresivamente en términos de prosperidad inesperada o repentina que
trastorna al beneficiario de tales alteraciones sustanciales de la realidad cotidiana.
Obviamente, pues, la tesis expuesta le llevó a consideraciones analíticas de otro orden, por
ejemplo, los librepensadores y los protestantes, según su estudio, son más proclives al
suicidio que los católicos y judíos, lo que, en su parecer, deriva del grado de integración
social derivado de las respectivas manifestaciones de fe religiosa. Obviamente, se trata de
una generalización puramente derivada de apreciaciones estadísticas, sin que ello les reste
confiabilidad, aun cuando no pase de ser una apreciación más superficial que científica. Y es
que en el mismo orden se inscriben sus demás apreciaciones del tema: que hay más suicidios
entre solteros, divorciados y viudos, que entre casados, e incluso más entre casados sin hijos
que entre casados con hijos, todo lo cual, pues, hace descansar el método sociológico que
pretende con algún rango de cientificidad, más en la estadística que en la propia sociología,
de tal forma que, aun sin cuestionar la validez de sus observaciones en torno al tema del
suicidio, y pese a que sigan manteniendo alguna vigencia en la actualidad, lo cierto es que
escapan a la metodología que debiera esperarse de una sociología científica circunscrita,
como originalmente pretendía, a los hechos sociales normales y no así a los fenómenos
individuales esporádicos que pudieran tipificarse como anormales en términos de una
sociología que toma lo patológico como expresión de excepción respecto de lo que tipifica el
hecho social que se encargó de enfatizar.
Tal autonomía sociológica de Durkheim, en razón de esta clase de enfoques, ha sido objeto de
severas críticas, toda vez que su esfuerzo principal fue el de evidenciar que el pensamiento
racionalista, individualista y liberal tiene escasa significación en la evolución histórica, al
recargar la atención en la intersubjetividad, anonimización y sujeción a los dictados del
grupo, de tal forma que sea el grupo y no la individualidad quien condicione los parámetros
sociales. Esta perspectiva, ciertamente, tiene la deficiencia de desconocer al líder, al
conductor social, al innovador, al genio, etc. a cambio de fijar los estándares como
condiciones de calificación y hasta de salud sociales.
No obstante, no deja de tener significación, para efectos de la pedagogía, que Durkheim haya
destacado la enorme importancia del entorno social en la conformación de las estructuras
conductuales básicas de los integrantes de ella. Y en eso estriba su mérito principal.
Su concepto de la educación como hecho social, como pluralidad de perspectivas en razón de
las clases o tipos de sociedades, sus reflexiones sobre las desigualdades e injusticias que se
manifiestan como producto de tales variedades de grupos y hasta el subrayado de que la
educación y la conducta vengan a resultar una temática eminentemente social,
necesariamente le tipifican como un precursor de las expectativas más trascendentes del
fenómeno pedagógico, contemplado en toda su universalidad.
Por otra parte, el concepto de que la educación varía de una sociedad a otra y hasta de que
deben manifestarse inquietudes por algunas clases de educaciones especiales en razón de los
niveles mentales y las condiciones sociales de las que procedan los educandos, atendiendo a
que el ser humano manifiesta una inocultable dualidad que se desprende de la existencia de
unos estados mentales colectivos e impuestos o individuales y propios, pero a fin de cuentas
derivados, unos y otros, de ese entorno en el que crece, mientras que, por contraposición,
existe una concepción íntimamente personal o individualizada, que es un conjunto de ideas,
sentimientos y hábitos o peculiaridades personales o congénitos, que inevitablemente pueden
chocar o contraponerse a esas otras condiciones impuestas, de tal forma que de ello resulten
problemas de inadaptabilidad al medio y por ende hasta de la toma de medidas evasivas de la
realidad como puede darse en el caso extremo del suicidio.
En suma, las tesis de Durkheim se concretan en algunos postulados propiamente pedagógicos
de los que cabe desprender algunas premisas distintivas a manera de resumen de sus
planteamientos con visos de cientificidad sociológica:
A. En primer término, ante la indisociabilidad de la religión y la moral propuso una moral
laica para los procesos pedagógicos.
B. Propone un estudio integral, por parte de la sociología, sobre la familia, el Estado, la
propiedad y el contrato.
C. Estima que la educación de la niñez debe comprender tanto el despertar de sus virtudes
particulares como el de sus aptitudes generales.
D. Propugna por tres elementos fundamentales de la moralidad: la disciplina, la abnegación
y la autonomía.
E. Prioriza el deber y el bien como valores máximos de esa concepción moral en la
enseñanza convencional.
F. Establece la formación del espíritu como el ideal supremo de la educación, pero no tanto
como una forma de expansión del individuo, sino como un medio de renovación de la
sociedad en la que vive.
G. Atribuye a la enseñanza una función que se renueva con la formación de cada nueva
generación de educandos y no como una continuidad de funciones, toda vez que la hace
girar en torno a la capacitación y formación de aptitudes.
H. Establece como función específica de la sociología la determinación de los fines a
perseguir con la tarea educativa e incluso sobre la selección más adecuada de los medios
necesarios para realizarla.