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2.2 FUNCIONALISMO COMO PERSPECTIVA TEÓRICA PARA EL ANÁLISIS SOCIAL 2.2.1. Durkheim y su aportación a las Ciencias Sociales En las ciencias sociales, en especial la sociología y la antropología social, el funcionalismo es una corriente teórica que surge en Inglaterra hacia 1920 con un enfoque empirista que señala las ventajas del trabajo de campo (cuando hasta el siglo XIX la mayoría de las labores se hacían en gabinete a partir de relatos sesgados de viajeros), y que abrió el camino a la antropología científica, para luego desarrollarse notablemente en Estados Unidos. Bajo esta mirada, las instituciones sociales serían medios 2.10 La sociedad según Durkheim colectivamente desarrollados para la satisfacción de las consiste en una estructura o red de necesidades biológicas y culturales; los define, por lo relaciones sociales que contienen tanto, por el cumplimiento de una función social, y no — puestos y funciones que envuelven a las personas y que las coaccionan como se hacía generalmente— por las circunstancias a cumplir sus obligaciones. históricas de su desarrollo. Enfatiza, las medidas que las instituciones toman para alcanzar los fines socialmente valorados; en la escuela funcionalista americana, basada sobre todo en la obra de Talcott Parsons, se pone un énfasis particular en el mantenimiento de la estabilidad social. El nombre de esta escuela se deriva del hecho de que para el etnógrafo polaco Bronislaw Malinowski, seguidor de las teorías sociológicas del francés Émile Durkheim, las culturas se presentan como todos "integrados, funcionales y coherentes". Por lo tanto, cada elemento aislado de la misma solo puede analizarse considerando los demás. Este autor estudia entonces la cultura y demás hechos sociales, como por ejemplo las instituciones en las que estos están "concentrados", en función de cómo se organizan para satisfacer las necesidades de un grupo humano, es decir, todas aquellas tareas u objetivos que tienden a mantener y conservar los organismos de la sociedad y a esta como tal, incluyendo sus modelos culturales. La teoría funcionalista, considera a la sociedad como una totalidad, marcada por el equilibrio ya que los medios tendrían mucho que ver en esa estabilidad social. Las sociedades disponen de mecanismos propios capaces de regular los conflictos y las irregularidades; así, las normas que determinan el código de conducta de los individuos variarán en función de los medios existentes y esto es lo que rige el equilibrio social. Por tanto podríamos entender la sociedad como un "organismo", un sistema articulado e interrelacionado. Una totalidad constituida por partes discretas. A la vez, cada una de estas partes tiene una función de integración y mantenimiento del propio sistema. La teoría funcionalista se basa en la teoría de sistemas. Establece que la sociedad se organiza como un sistema social que debe resolver cuatro imperativos fundamentales para subsistir: • • • • Adaptación al ambiente, Conservación del modelo y control de tensiones, Persecución de la finalidad, Integración. Durkheim, Émile (1858-1917), teórico social francés y uno de los pioneros del desarrollo de la sociología moderna, nació en Epinal (Francia) en el seno de una familia judía. Se graduó en la Ècole Normale Supérieure de París en 1882 y a continuación trabajó como profesor de derecho y filosofía. En 1887 comenzó a enseñar sociología, primero en la Universidad de Burdeos y después en la de París. Durkheim pensaba que los métodos científicos debían aplicarse al estudio de la sociedad, y creía que los grupos sociales presentaban características que iban más allá o eran diferentes a la suma de las características o conductas de los individuos. Consideraba que los métodos científicos debían ser aplicados al estudio de la sociedad. Así analizó la moralidad y la religión como valores compartidos para una sociedad, argumentando que con la audiencia de éstos la sociedad pierde el equilibrio, generando sentimientos de ansiedad e insatisfacción en los individuos. En el análisis de la relación sociedad-individuo, Durkheim definitivamente tomo preferencia por la primera. Establece que la vida en sociedad no se produce solamente porque varios individuos deciden reunirse para cumplir un propósito. Para él la decisión y forma que asumen estas personas al reunirse supone una red previa de relaciones sociales y de formas de organización que existen por encima de la suma de individuos. Considerados en lo individual, o en grupo, las personas nacen y se desarrollan en el interior de determinadas redes o estructuras de relaciones sociales, que han creado las generaciones anteriores y que han sido esculpidas para el presente para personas de otras épocas. ¿Qué es entonces para Durkheim la sociedad? Un conjunto social superior al individuo, que consiste en una red de relaciones sociales cuyo entramado genera instituciones, posiciones y funciones sociales que rodean a las personas; formando en una estructura o red de relaciones sociales que contiene puestos y funciones que envuelven a las personas y que los coaccionan a cumplir sus obligaciones precisamente sociales. Mientras una sociedad funciona con individuos que se adapten completamente a las tareas que les encomienda su red de instituciones, existirá una armonía entre individuo y sociedad y podría hablarse de una sociedad unitaria, con orden social. Una sociedad que lograra transmitir a los individuos las creencias, los valores y comportamientos socialmente aceptados, podría mantenerse en orden, pues habría socializado bien a sus integrantes. La socialización de los individuos consiste, en efecto, en un largo proceso mediante el cual una generación transmite a otra su sistema de valores y creencias, y que pertenecen al patrimonio cultural de muchas generaciones que han vivido en esa sociedad. También estudió la base de la estabilidad social, es decir, los valores compartidos por una sociedad, como la moralidad y la religión. En su opinión, estos valores (que conformaban la conciencia colectiva) son los vínculos de cohesión que mantienen el orden social. La desaparición de estos valores conduce a una pérdida de estabilidad social o anomia (del griego anomia, 'sin ley') y a sentimientos de ansiedad e insatisfacción en los individuos. Explicó el fenómeno del suicidio como resultado de una falta de integración del individuo en la sociedad. Durkheim analizó esta correlación en su obra “El suicidio: un estudio sociológico” (1897). Para explicar sus teorías en sus escritos utilizó a menudo material antropológico, especialmente de sociedades aborígenes. Otros de sus libros son “La división del trabajo social” (1893), “Las reglas del método sociológico” (1895) y “Las formas elementales de la vida religiosa” (1912). En México encontramos que los hechos sociales que influyen a los individuos, familias, empresas, etc., son ideas como la solidaridad y el comunitarismo, la identificación con valores nacionales, etc. Ahora bien, en el caso de la perspectiva de Durkheim, los hechos sociales que considera relevantes para el análisis son aquellas ideas, creencias y conductas que permiten mantener la cohesión y la funcionalidad en el sistema. ¿Qué son entonces las instituciones? En el campo de las creencias, son instituciones, por ejemplo, la religión y la moral. En el campo de las conductas establecidas son, por ejemplo, la cortesía social, la división del trabajo en la economía, la diplomacia en la política, etcétera. Todas estas ideas, creencias y conductas contribuyen a mantener el funcionamiento del sistema. Y por eso, por ser fijas y funcionales a las personas y al sistema social en su conjunto es que adquieren el grado de instituciones. Ahora bien, si las instituciones son los hechos que analiza la perspectiva estructural funcionalista de Durkheim, éstas son investigadas como entidades sociales, es decir, como estructuras o redes de creencias y conductas fijas asumidas y respetadas por las personas. Estas instituciones no son entonces analizadas desde el ángulo individual, sino como entidades sociales que se imponen sobre ellos. En síntesis, esta perspectiva considera a los hechos sociales bajo las siguientes características: 1. Son instituciones que conforman redes de ideas y conductas fijas en una comunidad. 2. Son instituciones que se analizan como realidades sociales superiores que engloban a los individuos, sin contemplar lo que significa para ellos. 3. Estos hechos se analizan impersonalmente, como sistemas que vinculan a los individuos entre sí y con los grupos sociales. 4. Son hechos que se observan en sus defectos sobre los individuos, en el modo como funcionan y envuelven a éstos. 5. Son instituciones que se analizan en el marco del papel que desempeñan para el mantenimiento de la cohesión social. Bajo este enfoque o mirada de la vida social que, como se aprecia, deja de lado a los individuos y a su personal mundo de significados y problemas, se requiere utilizar un procedimiento o método de investigación que considere a estas realidades de modo “frío”, es decir, eliminando de las particularidades individuales una parte y que también suprima la dimensión del cambio y el conflicto. Éste método es el de la comparación y generalización. Para Emilio Durkheim los problemas que examina dependen de su concepto de sociedad como realidad que coacciona al individuo. Lo que una persona puede llegar a ser está determinado en buena medida por los tipos de lazos que establece con sus principales grupos sociales: los familiares, los amigos y los compañeros de trabajo en su primer nivel, los que a su vez están inmersos en otra red de relaciones sociales con su propia tipología, como son los vínculos generales de la sociedad de tipo mecánico (sociedad tradicional), o bien orgánico (sociedad moderna). Por lo tanto, si quiere saber las causas de un comportamiento individual, deben remitir a identificar los tipos de vínculos sociales que el individuo ha establecido con sus medios sociales. 2.2.2. Problemas sociales desde la perspectiva del funcionalismo. Derechos y obligaciones de los jóvenes Estos problemas de funcionamiento en la estructura social que el individuo imagina como problemas personales, según Durkheim, tienen distintas fuentes pues las disfunciones provienen de: a. La pérdida de la capacidad de integración. b. Los excesos generados por el tipo de vínculos sociales. c. La progresiva sustitución de un tipo de vínculos sociales por otros. Los problemas sociales no debemos mirarlos como producto de un enfrentamiento del individuo contra el grupo o el sistema, por mucho que así parezca a la misma persona que se revela o a quien observa. El problema no se crea con la relación del individuo sino antes, con la deficiente funcionalidad del sistema que llevó a crear primero una situación de enfrentamiento que debía evitarse y después a la reacción disfuncional del individuo. 2.11 Los jóvenes como todo individuo parten de una sociedad, cuentan con derechos y obligaciones que deben conocer para poder ejercerlos plenamente. Con tal punto de partida teórico, Durkheim revalora los siguientes aspectos de la vida social: 1. La cohesión social a la que deben contribuir todas las instituciones y todas las acciones y pensamientos de los individuos. 2. La estructura social que consiste en la red de vínculos entre personas, o entre éstas y el grupo, para analizar los grados de acercamiento o distancia ente sí. 3. El funcionamiento de la estructura social. Se trata de mirar si están cumpliendo las funciones inherentes a la estructura o si hay disfunciones. 4. La conciencia colectiva que consiste en los modos de pensar, creer, sentir y actuar aceptados y compartidos por grupos de personas y por la sociedad en general. 5. El arreglo del conflicto. La tendencia a la cohesión social tiende a verse ocasionalmente interrumpida por disfunciones, excesos y choques entre los sistemas de vinculación social y sus ideas. 6. El orden social. La estructura social, su funcionamiento, la conciencia colectiva, la regulación o el arreglo de los conflictos entre individuos y la sociedad, está encaminado a mantener la estabilidad y continuidad del orden que permite beneficios para todos los individuos y las instituciones como el orden normal de relaciones sociales. Todos estos elementos que caracteriza Durkheim en su teoría para el análisis social determinan el surgimiento y fortalecimiento de los siguientes derechos: Derecho a una vida digna. Como miembros de la sociedad, tienen el derecho de acceso y disfrute de los servicios y beneficios socio-económicos, políticos, culturales, informativos, de desarrollo y de convivencia que les permitan construir una vida digna. Derecho al trabajo, digno y bien remunerado. El trabajo dignifica al ser humano y posibilita mejorar la calidad de vida de la sociedad. Derecho a la educación. El Gobierno debe impulsar y apoyar, por todos los medios a su alcance, el adecuado desarrollo del sistema educativo, así como realizar todas las acciones necesarias para que en todas las demarcaciones territoriales exista cuando menos un plantel educativo de educación medio superior. Derecho a la salud. Significa tener acceso y protección de la salud, tomando en cuenta que ésta se traduce en el estado de bienestar físico, mental y social. Derecho a la cultura. Derecho a espacios culturales y a expresar sus manifestaciones culturales de acuerdo a sus propios intereses y expectativas. Derecho a la recreación. Al disfrute de actividades de recreación y al acceso a espacios recreativos para el aprovechamiento positivo y productivo de su tiempo libre. Derecho al deporte. A practicar cualquier deporte de acuerdo con su gusto y aptitudes. 2.12 Derecho al deporte. A practicar cualquier deporte de acuerdo con su gusto y aptitudes. Derecho a la integración y reinserción social. En situaciones especiales desde el punto de vista de la pobreza, exclusión social, indigencia, situación de calle, discapacidad, privación de la libertad, tienen el derecho a reinsertarse e integrarse a la sociedad y a ser sujetos de derechos y oportunidades que les permitan acceder a servicios y beneficios sociales que mejoren su calidad de vida. Derecho a la plena participación social y política. Como forma de mejorar las condiciones de vida de los sectores juveniles. Derecho a la organización juvenil. A formar organizaciones autónomas que busquen hacer realidad sus demandas, aspiraciones y proyectos colectivos, contando con el reconocimiento y apoyo del Gobierno y de otros actores sociales e institucionales. Derecho a la información. Recibir, analizar, sistematizar y difundir información objetiva y oportuna que les sea de importancia para sus proyectos de vida, sus intereses colectivos y para el bien de la ciudad. Derecho a un medio ambiente sano. Todas las y los jóvenes tienen derecho a disfrutar de un medio ambiente natural y social sano que respalde el desarrollo integral de la juventud de la ciudad. Derechos humanos de los jóvenes. Ningún joven puede ser molestado, discriminado o estigmatizado por su sexo, edad, orientación sexual, raza, color de piel, lengua, religión, opiniones, condición social, nacionalidad, la pertenencia a un pueblo indígena o a una minoría étnica, las aptitudes físicas y psíquicas, el lugar donde vive o cualquier otra situación que afecte la igualdad de derechos entre los seres humanos. Por lo tanto, los jóvenes son portadores y al mismo tiempo realizadores de los siguientes derechos humanos: a) Al pleno goce y disfrute de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales contenidos en los respectivos pactos internacionales de las Naciones Unidas. b) Al respeto de su libertad, y ejercicio de la misma, sin ser coartados ni limitados en las actividades que derivan de ella, prohibiéndose cualquier acto de persecución, represión del pensamiento, y en general, todo acto que atente contra la integridad física y mental, así como, contra la seguridad de las y los jóvenes. c) A la igualdad ante la Ley y al derecho a una protección legal equitativa sin distinción alguna. d) A la orientación sexual y ejercicio responsable de la sexualidad, de modo que la práctica de ella contribuya a la seguridad de cada joven y a su identidad y realización personal, evitando cualquier tipo de marginación y condena social por razón de la vida sexual. e) A no ser arrestado, detenido, preso o desterrado arbitrariamente. Todo joven tiene derecho a las garantías del debido proceso en todas aquellas situaciones en que estuviese encausado por la justicia. f) En todo proceso judicial, las y los jóvenes contarán con un defensor especializado en derechos juveniles. Marginación social Se entiende por exclusión o marginación social, el proceso por el que una sociedad rechaza a unos determinados individuos, desde la simple indiferencia hasta la represión y reclusión. También se da el caso de quienes, por no concordar con los valores y normas de una determinada sociedad, se automarginan. Característica común a todos los grados y tipos de marginación es la privación o dificultad para la normal satisfacción de las necesidades secundarias. Este fenómeno se puede producir ya sea por seguir los ideales de la comunidad o bien cuando la sociedad responde a los intereses de un grupo minoritario poderoso. Los problemas de pobreza, marginación y dislocación social están ligados no a una falta de creación de riqueza en la economía global sino a una distribución altamente dispareja de ésta y a la falta de reglas internacionales para lograr una distribución más justa de los ingresos y la riqueza. Es así, como es cada vez más evidente la diferencia entre los países desarrollados y los subdesarrollados o en vías de desarrollo. El sistema actual, en lugar de fomentar la igualdad entre las diversas naciones, profundiza el abismo existente entre las grandes potencias y el resto del mundo. De esta manera, los ricos son cada vez más ricos, mientras que los pobres tienen cada vez menos posibilidades de mejorar su situación. Por marginación se entiende el estado en el que un individuo o grupo social no es considerado parte, o lo es, pero como parte externa, de una determinada sociedad. Diferentes tipos de marginación social: • La marginación por indiferencia incluye a los ancianos, minusválidos, subnormales (dementes) e inválidos. Lo que sucede es que no es la sociedad la que los rechaza sino que es el mercado el que los margina por ser improductivos e incapaces de aportar su fuerza de trabajo. • La marginación por represión de conducta, la cual abarca a prostitutas, drogadictos, alcohólicos y delincuentes y la marginación de reclusión por falta de recursos, formada por vagabundos y mendigos. En estos casos, la sociedad los margina debido a que presentan una actitud desviada, incompatible con los ideales morales de la comunidad. • La automarginación, encarnada por los hippies de los años 60, revolucionarios e intelectuales, quienes no comparten las ideas imperantes en su entorno y buscan la manera de satisfacer sus necesidades sin involucrarse en el circuito productivo-mercantil. La exclusión social, sea debida a cualquiera de sus posibles orígenes, produce siempre en quienes la padecen una pérdida o una lesión del disfrute de los derechos fundamentales que como personas les corresponden. La exclusión marca la frontera entre quienes gozan en plenitud de sus derechos y quienes se ven privados de una parte de ellos, con menoscabo de sus capacidades de desarrollo como personas, agravio de su dignidad y, con frecuencia, peligro de su propia vida. Es claro que toda exclusión es una injusticia. No hay exclusión que pueda proceder del ejercicio de la justicia, cuando lo que produce es el daño de la persona, su destrucción física, psicológica o moral. El suicidio El sociólogo francés Emile Durkheim en su obra El suicidio (1897), señala que los suicidios son fenómenos individuales, que responden esencialmente a causas sociales. Las sociedades presentan ciertos síntomas patológicos, ante todo la integración o regulación social ya sea excesiva o insuficiente del individuo en la colectividad. Por tanto el suicidio sería un hecho social. Para efectos de dicho estudio clasifica a las sociedades en simples y complejas. Las sociedades simples, basadas esencialmente en vínculos de consanguinidad, donde se percibe claramente el patrimonio cultural, ideas, valores, donde todos sus integrantes están plenamente identificados y con sentido de pertenencia. Las 2.13 Durkheim distingue tres sociedades complejas o secundarias, fundadas en esa división del tipos de suicidio: El altruista, trabajo, por una parte, así como en la especialización de el egoísta y el anómico. funciones y sus consecuentes manifestaciones, que implica una generación de aspectos propios de la profesionalidad y la reintegración a otros grupos sociales dentro de la propia estructura productiva, de tal forma que sobreviene o puede generarse una pérdida progresiva de identificación personal y de pertenencia al grupo original, llegándose al extremo de verse precisados a apartarse de él o de abandonarlo en forma definitiva. El papel, en suma, que viene a jugar el suicidio dentro de este entorno, es el de una fuga por razones de insatisfacción y, se puede añadir, que de desadaptación o ruptura, por desgarramiento. Durkheim destaca o distingue tres tipos de suicidio: el altruista, propio de grupos primarios, que deriva de motivos sociales, como el deshonor o el riesgo de causar daños a los demás miembros del grupo; el egoísta, que revela impotencia para confrontar los problemas del medio y hasta la carencia de recursos personales para hacerse valer dentro de él; y, finalmente, el anómico, que es propio del estado o condición de desorden, es decir, que es la clase de suicidio que se manifiesta con mayor grado de incidencia en épocas de enorme depresión económica, de crisis social y de desadaptación a los cambios, incluso cuando éstos se manifiestan sorpresivamente en términos de prosperidad inesperada o repentina que trastorna al beneficiario de tales alteraciones sustanciales de la realidad cotidiana. Obviamente, pues, la tesis expuesta le llevó a consideraciones analíticas de otro orden, por ejemplo, los librepensadores y los protestantes, según su estudio, son más proclives al suicidio que los católicos y judíos, lo que, en su parecer, deriva del grado de integración social derivado de las respectivas manifestaciones de fe religiosa. Obviamente, se trata de una generalización puramente derivada de apreciaciones estadísticas, sin que ello les reste confiabilidad, aun cuando no pase de ser una apreciación más superficial que científica. Y es que en el mismo orden se inscriben sus demás apreciaciones del tema: que hay más suicidios entre solteros, divorciados y viudos, que entre casados, e incluso más entre casados sin hijos que entre casados con hijos, todo lo cual, pues, hace descansar el método sociológico que pretende con algún rango de cientificidad, más en la estadística que en la propia sociología, de tal forma que, aun sin cuestionar la validez de sus observaciones en torno al tema del suicidio, y pese a que sigan manteniendo alguna vigencia en la actualidad, lo cierto es que escapan a la metodología que debiera esperarse de una sociología científica circunscrita, como originalmente pretendía, a los hechos sociales normales y no así a los fenómenos individuales esporádicos que pudieran tipificarse como anormales en términos de una sociología que toma lo patológico como expresión de excepción respecto de lo que tipifica el hecho social que se encargó de enfatizar. Tal autonomía sociológica de Durkheim, en razón de esta clase de enfoques, ha sido objeto de severas críticas, toda vez que su esfuerzo principal fue el de evidenciar que el pensamiento racionalista, individualista y liberal tiene escasa significación en la evolución histórica, al recargar la atención en la intersubjetividad, anonimización y sujeción a los dictados del grupo, de tal forma que sea el grupo y no la individualidad quien condicione los parámetros sociales. Esta perspectiva, ciertamente, tiene la deficiencia de desconocer al líder, al conductor social, al innovador, al genio, etc. a cambio de fijar los estándares como condiciones de calificación y hasta de salud sociales. No obstante, no deja de tener significación, para efectos de la pedagogía, que Durkheim haya destacado la enorme importancia del entorno social en la conformación de las estructuras conductuales básicas de los integrantes de ella. Y en eso estriba su mérito principal. Su concepto de la educación como hecho social, como pluralidad de perspectivas en razón de las clases o tipos de sociedades, sus reflexiones sobre las desigualdades e injusticias que se manifiestan como producto de tales variedades de grupos y hasta el subrayado de que la educación y la conducta vengan a resultar una temática eminentemente social, necesariamente le tipifican como un precursor de las expectativas más trascendentes del fenómeno pedagógico, contemplado en toda su universalidad. Por otra parte, el concepto de que la educación varía de una sociedad a otra y hasta de que deben manifestarse inquietudes por algunas clases de educaciones especiales en razón de los niveles mentales y las condiciones sociales de las que procedan los educandos, atendiendo a que el ser humano manifiesta una inocultable dualidad que se desprende de la existencia de unos estados mentales colectivos e impuestos o individuales y propios, pero a fin de cuentas derivados, unos y otros, de ese entorno en el que crece, mientras que, por contraposición, existe una concepción íntimamente personal o individualizada, que es un conjunto de ideas, sentimientos y hábitos o peculiaridades personales o congénitos, que inevitablemente pueden chocar o contraponerse a esas otras condiciones impuestas, de tal forma que de ello resulten problemas de inadaptabilidad al medio y por ende hasta de la toma de medidas evasivas de la realidad como puede darse en el caso extremo del suicidio. En suma, las tesis de Durkheim se concretan en algunos postulados propiamente pedagógicos de los que cabe desprender algunas premisas distintivas a manera de resumen de sus planteamientos con visos de cientificidad sociológica: A. En primer término, ante la indisociabilidad de la religión y la moral propuso una moral laica para los procesos pedagógicos. B. Propone un estudio integral, por parte de la sociología, sobre la familia, el Estado, la propiedad y el contrato. C. Estima que la educación de la niñez debe comprender tanto el despertar de sus virtudes particulares como el de sus aptitudes generales. D. Propugna por tres elementos fundamentales de la moralidad: la disciplina, la abnegación y la autonomía. E. Prioriza el deber y el bien como valores máximos de esa concepción moral en la enseñanza convencional. F. Establece la formación del espíritu como el ideal supremo de la educación, pero no tanto como una forma de expansión del individuo, sino como un medio de renovación de la sociedad en la que vive. G. Atribuye a la enseñanza una función que se renueva con la formación de cada nueva generación de educandos y no como una continuidad de funciones, toda vez que la hace girar en torno a la capacitación y formación de aptitudes. H. Establece como función específica de la sociología la determinación de los fines a perseguir con la tarea educativa e incluso sobre la selección más adecuada de los medios necesarios para realizarla.