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Malas prácticas de algunos directivos de La Caja de Canarias
Malas prácticas de algunos directivos de La Caja de Canarias
Tampoco es sano un aumento de sueldo de las nóminas más altas de la Entidad sin esperar los resultados del
Convenio Colectivo de Las Cajas de Ahorros como el resto de los mortales
Hoy por hoy, en esta Casa, algunos se permiten el lujo de intentar confundir a propios y a extraños sobre aquella
filosofía de la representación sindical de los intereses de las trabajadoras y trabajadores como un simple hostigamiento a
particulares, todo ello, a la par que no distinguen, y eso, lamentablemente es cierto que sí que se lo creen, no existe
diferencia entre "Responsabilidad Social Corporativa" y "Obra Social de las Cajas de Ahorro", que son cosas bien
distintas y no menos distantes.
A esta Sección Sindical de Comfia-CC.OO. en La Caja, no le cuesta repetirlo una y mil veces, hasta que quede
verdaderamente claro:
"La Responsabilidad Social Corporativa es la obligación inherente a cada entidad empresarial de rendir cuentas sobre la
forma en que su actividad impacta las dimensiones ambientales, económicas y sociales de su entorno y de asegurar que
este impacto genere beneficios equitativos y sostenibles, y ningún daño, a todas las partes interesadas?.
Entonces, ¿qué es la Obra Social?
Las Cajas de Ahorros son fundaciones de carácter privado que combinan dos funciones, una financiera y otra social. En
su vertiente social, las Cajas se ocupan de manera fundamental en evitar la exclusión financiera y de fomentar el
desarrollo económico y el progreso social de sus comunidades de origen.
Aunque el carácter social orienta cualquier actividad de las Cajas, donde este compromiso se hace más visible es a
través de las distintas manifestaciones socioculturales de la Obra Social. Una parte significativa de los excedentes de las
Cajas se destinan a las principales demandas sociales, desde el medio ambiente a las actividades culturales, sin olvidar
los programas de integración de los colectivos con mayores problemas, así como a la restauración y conservación del
patrimonio histórico-artístico. Esto lo podemos leer en www.obrasocialcajas.org, no es invención nuestra.
Resumiendo, dar dinero y salir en la foto, ¿es obra social? En cierto modo. Pero si se relaciona cada acción social o
cultural con la presunta bonhomía de uno o varios individuos, es posible que estemos hablando de una perversión, de
una manipulación pura y dura de la realidad. Se trata, en pocas palabras, de usar dinero ajeno a uno mismo para
beneficiar su propia imagen.
Y a todo esto, ¿atender dignamente a las Trabajadoras y Trabajadores que hacen posible esa Obra Social significa que
existe una responsabilidad social corporativa por parte de la empresa hacia sus empleados? Sin duda alguna. Si además
extendemos estas virtudes a las empresas subcontratadas, a los clientes, al medio ambiente, y a las costumbres en una
fusión natural e incuestionable con el entorno, es entonces cuando podemos presumir que cumplimos con estos
requisitos, que formamos parte de una empresa socialmente responsable.
Ustedes, estimadas y estimados Compañeras y Compañeros, se preguntarán ¿a que viene todo este rollo?
Citamos un texto del consultor y conferenciante José Enebral Fernández:
?Sin llegar a graves extremos como el acoso sexual o el psicológico -en el espacio existente desde la perversión cero al
mobbing-, hay una gama de malos hábitos de grado venial que afectan a la calidad de vida en algunas organizaciones.
Aunque muchos directivos cuidan de manera efectiva la relación con sus colaboradores y muestran valiosas
competencias sociales, hay, sí, algunos otros que, por diferentes causas, abusan a veces del poder que administran, y no
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parece que los cursos de liderazgo eviten siempre -o aborden siquiera- estos posibles excesos.
No os sintáis líderes si como tal no os ve vuestro entorno, pero intentad ganaros la adhesión de los trabajadores para
buen fin. Decidid vosotros mismos si, en cada caso, la relación idónea es la de líder-seguidor, la de cliente-proveedor, la
de tutor-pupilo, la de directivo-colaborador, la de jefe-subordinado, la de experto-ayudante, la de senior-junior, la de
proactivo-reactivo, la de colega-colega, o la de profesional-profesional; pero decidid bien, en beneficio de los
resultados. Recordad que si inexcusable resulta la efectividad colectiva, también ha de perseguirse una bien entendida
calidad de vida en el trabajo, para todos. Ved a los trabajadores como profesionales, y contribuid a que lo sean
plenamente. Su satisfacción es un objetivo, como lo es su desarrollo profesional.?
Ahora, y brevemente, vamos a explicar lo que es una actitud irresponsable por parte de la empresa (léase de algunos, no
todos, los directivos de la Entidad); Predicar con la contención de gastos, mientras se convoca un Consejo de
Administración de nuestra Entidad en Madrid, con el agravante de llevar a directivos y familiares de las consejeras y
consejeros a un buen hotel, restaurantes, y entretenerlos con excursiones para que no se aburran. Tampoco es sano un
aumento de sueldo de las nóminas más altas de la Entidad sin esperar los resultados del Convenio Colectivo de Las
Cajas de Ahorros como el resto de los mortales, por cierto, donde volverán a ver aumentados sus emolumentos. ?Colar?
unos planes de pensiones creados arbitrariamente de once altos directivos de La Caja, junto al tedioso y enorme trabajo
realizado por parte de la Representación de los Trabajadores y de otras personas autorizadas por esta dirección en lo que
fue la llamada ?Transformación?, esto último es, simplemente, toda una desvergüenza (todavía no nos explicamos como
fue aprobado por el Consejo de Administración y por la Comisión de Control).
A todo esto, debemos sumar los traslados de Compañeras que se incorporan después del parto (especialmente en
algunas oficinas), también son trasladadas las que atienden con responsabilidad a sus hijos, aquellas que asumen con
enorme valor su doble presencia, saliendo a la hora fijada en nuestro Convenio Colectivo. Se hacen contratos de trabajo
?extraconvenio?, donde a un colectivo de Compañeros se les ha ?sisado? la Paga de Beneficios de Febrero. La realidad
cotidiana de los nombramientos y contrataciones de directivos para oficinas sigue dando al traste con las inquietudes de
muchas y muchos Compañeros, que pierden toda ilusión al disminuir sus posibilidades de promoción.
Por otro lado, esas ?conocidas formas? con las que ciertos directivos se ?comunican? con sus subordinados y
colaboradores, preferiblemente efectuadas a mitad de la mañana de viernes, auguran un fin de semana de reflexión y
algo de desazón en estos últimos. Cerramos este capítulo con la constante marcha de profesionales de esta caja a otras
entidades (un fenómeno absolutamente nuevo) que ven que el principal problema de la Entidad radica en cómo han sido
tratados.
En definitiva, y volviendo al conocimiento exquisito de José Enebral, enumeramos las circunstancias que se dan
constantemente en esta casa, y que impiden alcanzar el nivel mínimo de responsabilidad social corporativa o
empresarial de La Caja de Canarias.
1. Las tradicionales promesas
2. Los agravios comparativos
3. La desconfianza como norma
4. Los vicios en la comunicación
5. Las entregas de responsabilidad en falso
6. La apropiación de méritos de los colaboradores
7. Las peticiones contrarias a los principios del trabajador
8. Las exhibiciones innecesarias de poder
9. La exclusión del trabajador
10. La irritabilidad permanente
Podríamos estar hablando mucho tiempo, pues todo esto se ha ido contando por CC.OO. día a día desde el último
?desembarco? de los más altos directivos de la Entidad, un colectivo de supuestos ?elegidos para la gloria?, muchos de
los cuales no gozan, ni mucho menos, del reconocimiento del resto de la Plantilla de La Caja, salvo, eso si, por las
sonadas y constantes meteduras de pata que cometen.
?La Caja de Canarias. El beneficio para unos pocos?
Sección sindical de Comfia-CCOO en La Caja de Canarias
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