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El Banco Central y
sus Políticas
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El Banco Central
y sus
políticas
El Banco Central de la República Argentina
es la única entidad autorizada a emitir billetes y monedas en el país. Tiene como misiones preservar el valor de la moneda y velar por la estabilidad del
sistema financiero, para que la población pueda tomar adecuadamente sus decisiones de ahorro, inversión
y consumo. Es además, el encargado de garantizar el buen funcionamiento del sistema de pagos, de aplicar
la Política Monetaria y de administrar las Reservas Internacionales, que constituyen uno de los principales
seguros que tienen los países para protegerse de posibles crisis económicas internacionales.
Un banco muy especial
E
l Banco Central de la República Argentina
(BCRA) es la máxima autoridad monetaria y
financiera del país. Es una entidad autárquica,
y la única autorizada a emitir billetes y monedas en el
país. Tiene en sus manos la conducción de la Política
Monetaria, la implementación de la Política Cambiaria, la supervisión, regulación y control del sistema
financiero, la administración de las Reservas Internacionales, y la responsabilidad de crear las condiciones
necesarias para que el país disponga de sistemas de
pago ágiles y seguros, que faciliten las transacciones
económicas.
Emitir dinero significa poner en circulación
billetes y monedas. Emitir proviene de la unión
de dos palabras árabes: “amir”, que significa
jefe y “amerr”, que quiere decir “mandar”.
El Banco Central cuenta con una Carta Orgánica
donde se encuentra detallada su misión y funciones.
En la actualidad, su misión primaria es preservar el
valor de la moneda. La mayoría de los bancos centrales del mundo tienen como objetivo fundamental
proveer un marco de estabilidad y garantizar el buen
funcionamiento del sistema financiero para que la población pueda tomar convenientemente sus decisiones
de ahorro, inversión y consumo.
En muchas economías emergentes, como la argentina, que suelen estar expuestas a las turbulencias financieras que ocurren periódicamente en el mundo,
los bancos centrales han priorizado, en los últimos
tiempos, la implementación de políticas prudenciales
de acumulación de Reservas Internacionales. Las Reservas están compuestas por monedas de países fuertes
y permiten contar con un
seguro de prevención frente a posibles crisis.
Autarquía: Una institución es autárquica
cuando puede auto-administrarse, pero de
acuerdo a estatutos orgánicos provenientes
de un poder superior. En la Argentina, quien
dicta los estatutos del Banco Central es el Poder Ejecutivo.
Para cumplir con su misión y funciones, el BCRA
utiliza diariamente diversos instrumentos que se
engloban dentro de dos áreas generales conocidas
como Política Monetaria y Política Financiera. En
la Argentina, como en otras economías emergentes,
actualmente estas políticas están siendo fortalecidas
con una política prudencial de acumulación de Reservas.
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El Banco Central no presta dinero al público. Se suele decir que es un “banco de bancos”
porque sólo recibe depósitos de los bancos comerciales y les otorga préstamos a éstos cuando
lo necesitan.
La Política Monetaria
L
a Política Monetaria puede definirse como el
conjunto de acciones que realiza el Banco Central para garantizar el equilibrio en el mercado
de dinero.
Mediante la Política Monetaria, los bancos centrales influyen sobre la cantidad de dinero que hay en el
mercado o sobre las tasas de interés y, como consecuencia de ello, sobre los niveles de consumo, inversión, producción y empleo de la economía.
Para garantizar el funcionamiento equilibrado de
la economía, es preciso que los bancos centrales pongan en circulación solo la cantidad de dinero que la
población necesita para realizar sus habituales operaciones de compra y venta de bienes y servicios.
Si la cantidad de dinero es mayor o menor a la
requerida, se producirán desequilibrios que afectarán
el funcionamiento normal del sistema económico.
Los bancos centrales monitorean constantemente
la situación económica para adecuar las cantidades de
dinero circulante a la actividad económica. Si la can-
tidad de dinero es menor a la requerida por el público,
se tomarán medidas para incrementarla y, si es mayor,
para reducirla.
Cuando los bancos centrales aplican medidas para incrementar la cantidad de dinero de
la economía, se dice que la Política Monetaria
es expansiva.
Cuando los bancos centrales aplican medidas
para reducir la cantidad de dinero de la economía, se dice que la Política Monetaria es contractiva.
Para llevar adelante la Política Monetaria, los bancos centrales cuentan con diversos instrumentos,
como veremos a continuación. Estos instrumentos
suelen denominarse “instrumentos de Política Monetaria”, y mediante su aplicación, se puede obtener
un impacto indirecto sobre diversas variables económicas. Por ello, la ejecución de la Política Monetaria
se realiza en coordinación con el resto de las políticas
económicas que aplica el país.
Instrumentos monetarios
Los instrumentos de Política Monetaria que utilizan los bancos centrales para regular la cantidad de
dinero varían de un país a otro de acuerdo a las particularidades de cada economía. Los más habituales
son las Operaciones de Mercado Abierto (OMA), las
intervenciones en el mercado cambiario, la modificación de los encajes bancarios y los redescuentos. En la
Argentina, en los últimos años se comenzaron a realizar emisiones primarias de Letras y Notas del Banco
Central (LEBAC y NOBAC) que se han convertido en
la principal herramienta para regular la liquidez de
la economía (o cantidad de dinero circulante) y fijar
al mismo tiempo una tasa de interés de referencia de
mediano y largo plazo.
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El BCRA y sus instrumentos monetarios
1) Operaciones de Mercado Abierto (OMA)
Emisiones
primarias de LEBAC y NOBAC
Operaciones de pases
pasivos y pases activos
Compra y venta
de títulos en el
mercado secundario
2) Redescuentos y adelantos transitorios
3) Modificación de los encajes
4) Intervención en el mercado cambiario
1) Operaciones de Mercado Abierto
La mayoría de los bancos centrales realiza Operaciones de Mercado Abierto (OMA), que les permiten aumentar o disminuir la cantidad de dinero de la
economía a partir de la compra y venta de títulos de
deuda. Como el propósito que se busca con las OMA
es regular el dinero de la economía, suele decirse que
son operaciones de regulación monetaria.
Las OMA pueden definirse como las compras
y ventas de títulos públicos o propios que realiza el
Banco Central para influir directamente sobre la liquidez de la economía y la estructura de las tasas de
interés de los mercados financieros. Estas operaciones de compra y venta, se pueden realizar tanto en el
mercado primario como en el mercado secundario.
Se dice que estas operaciones son abiertas porque
pueden intervenir todos los actores del sistema financiero y, generalmente, también el público.
En la mayoría de los países del mundo, los bancos
centrales compran y venden títulos del Gobierno a
través de estas operaciones. En la Argentina, sin embargo, las OMA actualmente consisten en operaciones de emisión, compra y venta de títulos del BCRA
(no del Gobierno).
Conozcamos los diferentes tipos de OMA que
realiza el BCRA:
1.1. Emisiones primarias de deuda propia
Los bancos centrales tienen la facultad de emitir
bonos o títulos de deuda propios. Estos instrumentos
les permiten regular la cantidad de dinero que circula
en la economía y fijar al mismo tiempo una tasa de
interés de referencia en el mercado.
Son pocos los bancos centrales que hacen emisiones propias de bonos. En la Argentina, este mecanismo se implementó a partir de marzo de 2002, cuando
el Banco Central comenzó a emitir Letras (LEBAC) y
Notas (NOBAC), que son certificados de deuda con
vencimientos de corto y mediano plazo (no más de
cuatro años) que resultaron muy útiles para regular
de manera rápida la liquidez de la economía.
Cuando el Banco Central desea reducir la cantidad
de dinero, emite estos títulos en una licitación abierta e informa qué montos se van a licitar, los plazos o
vencimientos de estos bonos y el tipo de remuneración (tasa fija, variable, ajustable, etc.) que tendrán.
El comprador de una LEBAC o NOBAC adquiere un
certificado de deuda del BCRA por el que la institución asume el compromiso de devolver el dinero en
un período establecido (vencimiento del título) pagando, al mismo tiempo, una tasa de interés por él.
Los bancos, inversores institucionales y el público
en general pueden comprar estos títulos. Al comprarlos, le entregan al Banco Central un monto de dinero.
El Banco Central utiliza, de esta manera, las emisiones primarias de deuda para retirar dinero del mercado (en este caso, retira el dinero que le entregaron
los compradores de sus títulos) y coloca en su lugar
un certificado de deuda. La
particularidad del título que
entrega es que, a diferencia
del dinero que retira, no es
transaccional (los bonos no
pueden utilizarse para realizar las compras y ventas cotidianas de bienes y servicios
y, por eso, no se los considera
dinero transaccional).
59
dario. Esta herramienta se utiliza intensamente hoy en
la Argentina, pero tiene escasa utilidad en otros países
donde los bancos centrales no realizan emisiones primarias de certificados de deuda.
A través de licitaciones semanales, el BCRA
ofrece LEBAC y NOBAC en el mercado. Las
NOBAC son títulos con plazos de vencimiento largos, en tanto que las LEBAC tienen plazos
más cortos. Las subastas de estos títulos se realizan desde la entidad.
Las emisiones de deuda que realiza el Banco Central se denominan “emisiones primarias” porque se
realizan en el mercado primario, que es aquel donde
se lleva a cabo la oferta inicial y primera colocación
de los títulos. Forman parte de lo que se conoce como
Operaciones de Mercado Abierto, porque esos bonos
pueden ser adquiridos por todos los participantes del
sistema financiero. Y, en lo que se denomina tramo
competitivo, también pueden ser comprados por el
público en general.
El Banco Central también puede hacer la operación inversa. Si busca aumentar la cantidad de dinero en la economía, puede recomprar en el mercado
secundario los títulos que emitió inicialmente en el
mercado primario. Al realizar esa compra, retira sus
bonos de deuda del mercado y, a cambio de ellos, entrega pesos a sus vendedores, aumentado así la cantidad de dinero de la economía.
1.2 Compra y venta de títulos en el mercado
secundario.
• Mercado secundario de títulos del BCRA
Así como el Banco Central tiene la facultad de
emitir sus propios títulos o bonos de deuda en el mercado primario, puede realizar operaciones de compra
y venta de esos mismos bonos en el mercado secun60
¿Cómo funciona este instrumento? Si el Banco
Central desea expandir la cantidad de dinero de la
economía, recompra en el mercado secundario las
LEBAC y NOBAC que emitió anteriormente. Al
igual que en el esquema anterior, los inversores le
entregan al BCRA los títulos que tienen en su poder
y quieren vender y, el Banco Central, a cambio, les
paga por ellos una suma de dinero de acuerdo a su
precio de mercado. Con esa compra, el Banco Central inyecta dinero en la economía. Es decir, aumenta la cantidad de dinero circulante. Si, en cambio, el
BCRA necesita reducir la cantidad de dinero, realiza
la operación contraria: vende esos títulos nuevamente en el mercado secundario y percibe por ellos
una suma de dinero, lo que es equivalente a reducir
la cantidad de dinero de la economía.
• Mercado secundario de títulos del Gobierno
Es una operación realizada muy frecuentemente
por los bancos centrales. Consiste en comprar y vender títulos públicos del Gobierno Nacional en el mercado.
¿Qué son los títulos públicos?
Cuando el Estado necesita dinero para pagar sus gastos corrientes o cubrir sus necesidades financieras (como pagos de servicios de su
deuda), puede conseguir dinero en el mercado
de capitales. ¿De qué manera? Emitiendo deuda
(llamados títulos públicos o bonos). Los particulares, los bancos comerciales u otros inversores
pueden comprar estos títulos al Estado abonando un determinado monto de dinero por ellos. A
cambio, el Estado les pagará un interés y se comprometerá a devolver esos fondos en un plazo estipulado.
Si el Banco Central considera necesario aumentar la cantidad de dinero de la economía, puede comprar títulos públicos en el mercado, generalmente a
los bancos comerciales que los tienen en su poder. Al
comprar estos títulos, y pagar por ellos, expande la
cantidad de dinero que circula en la economía.
También puede hacer la operación inversa. Si el
objetivo es disminuir la cantidad de dinero de la eco-
nomía, puede vender en el mercado los títulos públicos que posee a través de OMA. A cambio de ellos,
sus compradores le entregarán dinero. De esa forma,
el Banco Central retira dinero de la economía.
En la Argentina, este instrumento de Política Monetaria se está usando muy poco. Si bien el BCRA tiene títulos del Gobierno en su poder, cuando interviene
en el mercado generalmente lo hace con sus propios
bonos (LEBAC y NOBAC).
El BCRA regula la liquidez de la economía
mediante licitaciones de LEBAC y NOBAC y
operaciones de pases. Esos instrumentos de
Política Monetaria, junto con las intervenciones en el mercado de cambios, le permiten moderar los efectos de desequilibrios temporales
entre la oferta y demanda de dinero.
¿Cómo funcionan?
En una operación de pase activo, el Banco Central presta dinero a los bancos comerciales. A cambio
del dinero recibido, los bancos comerciales le venden
al Banco Central un título de deuda a un precio al
contado, asumiendo el compromiso de recomprar
ese bono en un plazo fijado y a un valor establecido.
El precio al que los bancos comerciales le venden el
bono al Banco Central es menor al precio al que luego lo recompran y, en esa diferencia de precios, hay
un interés implícito que es la ganancia que obtiene el
Banco Central por haber prestado el dinero y haberse
quedado por un tiempo con el título como garantía
del préstamo que otorgó.
En la Argentina, los bancos comerciales, a cambio
de esos préstamos, entregan habitualmente LEBAC y
NOBAC. Pero en otros bancos centrales, las operaciones de pases se realizan con otras especies, principalmente, títulos públicos.
Plazos
En la Argentina la recompra de los títulos que se
entregan en las operaciones de pases suele hacerse
como máximo a los 7 días, por
eso se dice que son operaciones de cortísimo plazo. Pero el
plazo es una característica que
impone cada banco central y,
en otros países del mundo, estos
plazos llegan a ser sustancialmente más largos. También en la
Argentina, podrían modificarse
con el tiempo, de acuerdo a las
necesidades del mercado.
1.3. Operaciones de pases
Cuando los bancos comerciales necesitan dinero
o tienen excedentes temporarios de liquidez (es decir, dinero excedente sin prestar), pueden recurrir al
Banco Central y, a través de una “operación de pase”,
obtener un préstamo o reducir transitoriamente su dinero excedente.
Las operaciones de pases son préstamos a
muy corto plazo que se realizan entre los bancos comerciales y el Banco Central y que tienen
como garantía un título.
61
Efectos sobre la liquidez
Cuando el Banco Central realiza operaciones de
pases activos, está inyectando dinero en la economía,
porque a cambio de los títulos entregados, los bancos
comerciales reciben dinero.
La operación inversa son los denominados pases
pasivos. En este caso el banco comercial le entrega dinero al Banco Central quien, a cambio, le vende un
título a un precio de contado y con el compromiso
de recomprárselo en el futuro. Aquí hay una contracción monetaria, porque al entregar un título y llevarse pesos, el Banco Central reduce transitoriamente la
cantidad de dinero de la economía. Las operaciones
de pases pasivos suelen hacerse cuando los bancos
comerciales tienen niveles de liquidez mayores a los
que desean y quieren disminuirlos transitoriamente,
obteniendo al mismo tiempo una ganancia.
2) Redescuentos y adelantos transitorios
Existe la posibilidad de que los bancos comerciales soliciten directamente préstamos al Banco Central
porque tienen necesidades de liquidez. A estos prés-
tamos se los llama “redescuentos” o “adelantos” y se
entregan con el respaldo de una garantía. En los redescuentos, los bancos comerciales le entregan al Banco Central como garantía una parte de su cartera de
préstamos, mientras que en los adelantos, la garantía
que entregan los bancos son títulos u otros valores.
Por estos préstamos (redescuentos o adelantos), el
Banco Central cobra un interés. Ello significa que el
Banco Central está dispuesto a prestar dinero al banco
comercial, a cambio de que éste le devuelva la suma
prestada en el tiempo establecido, más un porcentaje
adicional, que es el interés.
A través de una suba (o baja) de la tasa de interés, el Banco Central logra que el préstamo resulte
más (o menos) costoso para los bancos comerciales.
Modificando la tasa de interés de los redescuentos, el
Banco Central influye sobre la cantidad de dinero de
la economía (y sobre las tasas de interés del mercado). Efectivamente, cuánto más costoso le resulten los
redescuentos a los bancos comerciales, menos préstamos pedirán y menos dinero entonces inyectará el
Banco Central en la economía (porque cada vez que el
Banco Central le presta dinero a un banco comercial,
está aumentado la cantidad de dinero).
En pocas palabras: ¿Qué hace el Banco Central
de la República Argentina?
• Concentra y administra las Reservas Internacionales del país.
• Emite los billetes y monedas de la República Argentina. Controla su fabricación y distribución
en todo el país, a través de sus agencias regionales. Decide el retiro y canje de billetes y monedas obsoletos o dañados y dispone las normas
de seguridad para
evitar su falsificación.
• Es “el banco de bancos”. Como tal custodia las reservas
líquidas de los bancos comerciales y
les otorga préstamos
cuando lo necesitan
(situaciones de iliquidez transitorias).
62
• Vigila el buen funcionamiento del mercado
monetario y financiero.
• Promueve el desarrollo y fortalecimiento del
mercado de crédito.
• Otorga asistencia financiera al sector público
cuando es necesario y de acuerdo a las restricciones que impone la Carta Orgánica.
Límites
La Carta Orgánica del BCRA le prohíbe
conceder préstamos al Gobierno Nacional y a
los bancos provinciales y municipales. Como
excepción, le permite hacer adelantos transitorios al Gobierno Nacional que no superen el
12% de la base monetaria o el 10% de los ingresos en efectivo que el Gobierno haya obte-
3) Modificación de encajes
Para poder otorgar crédito a las familias o empresas, los bancos comerciales necesitan de los depósitos
de otras familias y empresas. Lo que hacen los bancos
es actuar como intermediarios: reciben los depósitos
del público y luego los prestan a otros para que inviertan o consuman.
Sin embargo, los bancos comerciales no están autorizados a prestar la totalidad de los depósitos que
reciben. Por cada peso que el público deposita, los
bancos deben depositar un porcentaje en el Banco
Central, donde queda inmovilizado, sin posibilidad
de ser prestado. La proporción de los depósitos que
no puede ser prestada es determinada por el Banco
Central y se la denomina “encaje”.
nido en los últimos 12 meses. La mayoría de los
bancos centrales tiene restricciones similares,
para evitar que se emita dinero para financiar
gastos corrientes de los Gobiernos. La historia
ha demostrado que ese tipo de financiamiento,
cuando se usa abusivamente, puede provocar
graves problemas de inflación.
El Programa Monetario
Todos los años el Banco Central elabora un
Programa Monetario donde define sus objetivos e informa a la población sobre la evolución esperada de las principales variables económicas, monetarias y financieras. Durante el
año se realiza un seguimiento permanente del
cumplimiento de las metas del Programa y trimestralmente se informan sus resultados.
El nivel de encaje bancario es otra herramienta
que puede utlizar el Banco Central para regular la
cantidad de dinero que circula en la economía. Cuando el Banco Central disminuye el encaje,
los bancos comerciales disponen de mayor cantidad de dinero para prestar
a sus clientes, ya que la proporción de los depósitos que debe
ser inmovilizada es menor.
Cuando el Banco
Central decide aumentar el encaje, los bancos
comerciales tienen menos dinero disponible
para otorgar créditos.
Y, si se otorgan menos
créditos, la cantidad de
dinero que circulará en
la economía será menor.
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El encaje bancario
El “encaje bancario” es la porción de sus
depósitos que los bancos comerciales no pueden prestar. Ese dinero queda inmovilizado en
una cuenta corriente que las entidades tienen
abierta en el Banco Central. El Banco Central
paga a los bancos una tasa de interés por ese
dinero.
La proporción de los depósitos que se inmoviliza varía según sean colocaciones en caja
de ahorros, cuenta corriente o a plazos. A su
vez los encajes pueden sufrir pequeñas modificaciones en el tiempo.
A fines de octubre de 2008, el encaje legal
en la Argentina, para depósitos a la vista, era
del 19%. Es decir que por cada $100 recibidos,
en depósitos a la vista, los bancos comerciales debían depositar $19 en el Banco Central
y podían prestar $81 al público. En la tabla se
puede observar cuál era el porcentaje de los
depósitos que los bancos comerciales no podían prestar en la Argentina a fines de diciembre de 2005 y algúnas modificaciones que se fueron realizando
en los años posteriores.
Encaje por depósitos en pesos en
la Argentina (en %)
Dic.05 Dic.06 Dic.07 Oct.08
Depósitos a la vista
15
19
19
19
14
11
7
2
1
0
14
11
7
2
0
0
14
11
7
2
0
0
14
11
7
2
0
0
Depósitos a plazo fijo
1) Hasta 29 días
2) de 30 a 59 días
3) de 60 a 89 días
4) de 90 a 179 días
5) de 180 a 356 días
6) más de 365 días
64
De todos modos, hay que tener en cuenta que la
modificación de encajes no es una política que los
bancos centrales apliquen todos los días. Generalmente, estas modificaciones requieren un tiempo de
evaluación y planificación. A diferencia de las OMA,
no es un instrumento que permita graduar día a día
la liquidez del mercado. Sus resultados suelen ser de
mediano plazo.
4) Intervención en el mercado cambiario
Los bancos centrales tienen la facultad de comprar y vender oro y divisas (monedas extranjeras).
Esta operación también les permite
regular la cantidad de dinero. Al
comprar divisas en el mercado,
el Banco Central emite pesos. Es
decir, que por cada divisa que
compra, aumenta la cantidad
de dinero local que circula en
la economía. Por el contrario,
cuando el Banco Central vende
divisas en el mercado, sus compradores (generalmente casas de
cambio y bancos) le entregan pesos, con lo que disminuye la cantidad de dinero de la
economía. Las divisas que compra el Banco Central,
pasan a formar parte de sus Reservas Internacionales. Es decir, cuando el Banco Central compra divisas,
acumula Reservas Internacionales y, cuando vende
divisas, se desprende de ellas.
Sin embargo, los bancos centrales no solo intervienen en el mercado de cambios para regular
la liquidez de la economía. Estas intervenciones
pueden tener otros objetivos, como acumular
Reservas Internacionales, suministrar divisas al
mercado o evitar fluctuaciones bruscas en el tipo
de cambio. En estos dos últimos casos, las intervenciones se deciden como parte de la Política
Cambiaria del Banco Central.
Las intervenciones en el mercado cambiario son
un importante instrumento de política de los bancos centrales. La intensidad de esas intervenciones
está sujeta al régimen cambiario que mantenga el
país: si es un régimen de tipo de cambio fijo, de
tipo de cambio flotante o alguna combinación entre ambos.
El mercado cambiario o mercado de divisas es donde se compran y venden las monedas de los diferentes países.
En un esquema de cambio fijo, los bancos
centrales intervienen activamente para mantener
el tipo de cambio establecido. Pero cuando el régimen de tipo de cambio es flexible, su valor está
determinado por la oferta y demanda de divisas en
el mercado.
En los países menos desarrollados es común que
aun cuando el régimen sea flexible, los bancos centrales intervengan frecuentemente para moderar
las fluctuaciones bruscas en el tipo de cambio, que
suele alterarse fácilmente frente a cualquier turbulencia interna o externa.
Además, hay que tener en cuenta que, como los
bancos centrales son agentes del Estado, una de sus
funciones es comprar y vender divisas al Gobierno
para la atención de sus obligaciones (por ejemplo,
proveer al Gobierno de divisas cuando deba realizar pagos por servicios de la deuda).
Cuando los bancos centrales compran o venden
divisas en el mercado, con el objetivo de influir sobre
el valor del tipo de cambio, pueden producirse incrementos o disminuciones en la liquidez de la economía que pueden alterar el equilibrio del mercado de
dinero (es decir, provocar que la oferta de dinero sea
mayor o menor a la demanda de dinero). Para evitar-
La Convertibilidad
A fines del ’80, la Argentina enfrentó uno de
los procesos inflacionarios más graves de su
historia. En 1989 los precios minoristas subieron 3.079,5% y en 1990 aumentaron 2.314%.
Múltiples factores explican por qué la moneda
local perdía vertiginosamente su valor.
Para estabilizar los precios y recuperar la
confianza en la moneda local, el 27 de marzo
de 1991 el Gobierno puso en vigencia la “Ley
de Convertibilidad”. Mediante esta ley, el país
adoptaba un tipo de cambio fijo frente al dólar. La convertibilidad comenzó a aplicarse en
abril de 1991 con la promulgación de la Ley
23.928. Como entonces la moneda de uso legal era el Austral, la ley especificaba que esa
moneda se podía cambiar libremente en una
relación de 1 dólar por cada 10.000 Australes.
Pero, a partir del 1° de enero de 1992, el Austral fue reemplazado por el peso y se estableció
que cada peso sería equivalente a un dólar.
El Plan de Convertibilidad establecía un tipo
de cambio fijo. Consistía en anclar el valor de
la moneda local a una moneda fuerte y estable como el dólar, garantizando que cada peso
podía ser cambiado por un dólar. Para ello, la
ley establecía que el 100% de la Base Monetaria debía estar respaldada por Reservas Internacionales. Esto restringió la capacidad de
emisión del BCRA y, por lo tanto, su capacidad
de financiar gastos del Gobierno a través de la
expansión monetaria; una práctica que hasta
entonces era habitual en la Argentina.
A fines de 2001, diversos factores hicieron
insostenible la convertibilidad y finalmente, el
7 de enero de 2002, se derogó ese esquema.
lo, el Banco Central puede esterilizar esa intervención,
contrarrestando así los efectos monetarios. Es decir, si
el Banco Central interviene en el mercado comprando
divisas, y esa compra provoca un aumento indeseado
de la oferta de dinero de la economía, puede luego
reducir ese aumento utilizando cualquiera de los
instrumentos de Política Monetaria que considere conveniente (por ejemplo, emitiendo LEBAC o NOBAC).
65
Un banco con historia
El Banco Central de la República Argentina fue
creado el 31 de mayo de 1935, durante la reforma
monetaria y financiera implementada por el Gobierno de Agustín P. Justo. En su diseño trabajó
el economista Raúl Prebisch, que pensó la nueva institución como una forma de reorganizar el
crédito y la política monetaria dañada con la crisis del ’30.
La institución creada era un organismo independiente que, además de regular el dinero y el
crédito de la economía, tenía a su cargo la implementación del control de cambios que regía en ese
momento, el otorgamiento de redescuentos a los
bancos comerciales, la administración de la deuda
pública y la supervisión del sistema financiero.
A lo largo de los años, el Banco Central sufrió
cambios trascendentes.
En 1946, Juan Domingo
Perón dispuso su nacionalización y su función
primordial pasó a ser la
de promover la actividad
económica. Se eliminaron las restricciones para
emitir dinero y la entidad
se convirtió en la principal fuente de financiamiento del Gobierno, lo
que desencadenó en graves problemas inflacionarios.
En diciembre de 1957,
el Banco Central recuperó su independencia,
se devolvió a los bancos
comerciales su función
de intermediar entre los
depósitos y el crédito a
cuenta y riesgo de cada
entidad, y se restringió
nuevamente la emisión
monetaria.
A partir de la década
del ’90, la figura del Ban-
66
co Central se fue perfeccionando.
Durante la vigencia del sistema de convertibilidad, que por ley establecía que un peso equivalía
a un dólar, sus facultades se vieron reducidas y su
función se limitó fundamentalmente a sostener el
tipo de cambio, consolidar el sistema financiero y
garantizar el funcionamiento del sistema de pagos.
Pero desde la salida del sistema de convertibilidad en enero de 2002, el Banco Central recuperó
su capacidad de diseñar, elaborar y ejecutar la Política Monetaria.
¿Cómo se mide la cantidad de
dinero de la economía?
sea siempre igual al dinero que el público desea mantener en su poder; es decir, que la oferta de dinero
sea igual a la demanda de dinero. En otras palabras,
el Banco Central controla las fuentes de creación primaria de dinero (que es el dinero que emite), e influye
en la creación secundaria de dinero (es decir, en la
multiplicación que luego ocurre con el dinero inicialmente emitido), para que la oferta de dinero resulte
equivalente a la demanda de dinero del público.
Creación primaria de dinero: es el dinero que
emite el Banco Central.
Creación secundaria de dinero: es el dinero
que se crea a partir de los créditos que los bancos comerciales otorgan al público y los depósitos que reciben de ellos. Mediante la creación secundaria, una parte del dinero que una
persona deposita en el banco puede ser prestado y estar al mismo tiempo como efectivo en
manos del público.
U
na de las principales herramientas de Política
Monetaria que tienen los bancos centrales, es
regular la cantidad de dinero de la economía.
Para determinar la cantidad de dinero que necesita
un país para realizar sus transacciones habituales,
es necesario realizar un seguimiento constante de la
evolución de la demanda y oferta de dinero.
La demanda de dinero es la cantidad de activos
que las familias y empresas desean mantener disponibles para realizar sus transacciones económicas o ahorrar. Estos activos pueden estar en
forma de billetes y monedas (efectivo) o depositados en cuenta corriente, caja de ahorros
o plazo fijo.
La oferta de dinero, en tanto, también denominada “oferta monetaria”, es
la cantidad de dinero que hay
en la economía. Puede estar
como efectivo del público
o como depósitos en los
bancos (caja de ahorros,
cuenta corriente o plazo
fijo). Lo que busca el Banco Central es controlar
que esa oferta de dinero
¿Por qué la demanda y oferta de dinero está compuesta tanto por el dinero en efectivo que mantiene el
público como por el dinero depositado en los bancos?
Si bien la forma más habitual en que la población utiliza el dinero son los billetes y monedas (efectivo en
poder del público) en las transacciones de compra y
venta cotidianas también se utilizan otras formas de
dinero, como los depósitos en cuenta corriente o los
depósitos en caja de ahorros.
En el caso de los depósitos en cuenta corriente,
se suele decir que son, después del efectivo, la forma
más líquida de dinero porque se pueden movilizar
muy fácilmente (a través de cheques, por ejemplo).
Con mayores restricciones, los depósitos en caja
de ahorros también son un medio de pago rápido que se pueden movilizar sencillamente
mediante tarjetas de débito. Más dificultosos
para movilizar son los depósitos a plazo fijo,
donde generalmente hay que esperar a su
vencimiento para hacer uso del dinero. No
dejan por ello de formar parte de la oferta
y demanda de dinero, aunque es dinero
con menor grado de liquidez.
Teniendo en cuenta los diferentes
grados de liquidez en que se presenta el dinero, puede clasificarse en un
conjunto de “agregados monetarios” que
permiten medir la cantidad de dinero de la
economía. Si se quisiera considerar la forma más líquida del dinero, es decir el dinero de mayor disponibilidad, se mediría sólo
67
el circulante que tiene el público en su poder. Pero
a partir de allí, es posible construir otras medidas
más amplias, todas en busca de un mismo fin: medir
cuánto dinero hay en la economía para monitorear
que no haya desequilibrios entre lo que hay circulando y lo que el público desea mantener (es decir, entre
la oferta y la demanda monetaria). Los principales
agregados que se utilizan para medir la cantidad de
dinero de la economía son:
Circulante en poder del público: son los billetes
y monedas que las familias y empresas mantienen en
efectivo. Es la forma más líquida en que se presenta el
dinero.
• M1: son los billetes y monedas en poder del público
más los depósitos en cuenta corriente en pesos que
tiene el sector privado y público (no financiero) en los
bancos.
• M2: es el M1 más los depósitos en caja de ahorros en
pesos del sector privado y público (no financiero).
• M3: es el M2 más los depósitos a plazo fijo en pesos
del sector privado y público (no financiero) y otros
depósitos.
Otra indicador relevante para medir la cantidad
del dinero es la Base Monetaria. La Base Monetaria
equivale al total de billetes y monedas emitidos por
el Banco Central. A un aumento de este agregado, se
lo denomina creación primaria de dinero de la economía. Suele decirse que la Base Monetaria es dinero de alta potencia e incluye, además del dinero
en efectivo en poder del público, las reservas de los
bancos.
Base Monetaria (BM): está compuesta por los billetes y monedas en poder del público, el dinero en
efectivo que tienen los bancos comerciales y los depósitos de los bancos comerciales en el Banco Central.
Cada uno de estos agregados monetarios mide la
cantidad de dinero que hay en la economía. De acuerdo al grado de liquidez que se quiera considerar, se
analizará con mayor atención uno u otro agregado.
El circulante en poder del público es el agregado más
líquido, porque es el dinero que el público tiene disponible en forma inmediata para realizar transacciones.
El M3, en cambio, incluye dinero menos líquido, como
son los depósitos a plazo fijo donde hay que esperar a
la fecha de su vencimiento para poder disponer del
dinero (en muchos países, incluyendo la Argentina,
68
hay formas alternativas de utilizar este dinero antes de
su vencimiento).
Los bancos centrales del mundo utilizan a menudo
otras definiciones propias para medir la cantidad de
dinero de su economía. Estas redefiniciones dependen
de las características económicas de cada país. En la
Argentina, por ejemplo, hay una medida que utiliza el
Banco Central que se conoce como M3* que incluye el
M3 más los depósitos en dólares del sector privado y
público no financiero. Y cuando en el país circulaban
lo que se denominaba “cuasimonedas” (Patacones, Lecop y otros medios de pago que eran emitidos por las
provincias), se construyó una medida que las incluía
denominada Base Monetaria Amplia (BMA).
La medida más apropiada
Pero, si el Banco Central se encarga de regular
la cantidad de dinero de la economía utilizando los
diferentes instrumentos de política monetaria mencionados (Operaciones de Mercado Abierto, encajes,
redescuentos, intervenciones cambiarias, etc.), ¿a cuál
de todas estas formas de medición del dinero le presta
mayor atención?
Lo que hacen los bancos centrales es definir primero cuál es la forma de dinero que más influye sobre sus
objetivos primarios. Si el objetivo primario del Banco
Central es preservar el valor de la moneda, lo que se
analizará es cuál de todas estas formas de dinero es la
que más impacto puede tener sobre los precios.
En el caso de la Argentina, como tras la fuerte crisis de los años 2001-2002 la “creación secundaria de
dinero” era muy pequeña, el agregado que más se monitoreaba era la Base Monetaria. Sin embargo, en la
medida que el crédito se recuperó, estudios realizados
en la entidad determinaron que el agregado que mayor relación tiene con los precios en el mediano y largo plazo es el M2. En función de esto, en su Programa
Monetario, el BCRA establece actualmente objetivos
sobre el comportamiento del M2, buscando que su valor no sea superior ni inferior a determinados montos
que considere adecuados para no afectar los precios y
acompañar el crecimiento de la economía.
¿Cuánto dinero hay en la economía?
Todos los bancos centrales del mundo calculan
diariamente la cantidad de dinero que hay en su
economía para seguir de cerca la evolución de la
oferta y demanda monetaria. Ese seguimiento les
permite ejecutar con solidez la Política Monetaria,
dotando al mercado de liquidez cuando es necesario y retirando dinero cuando hay excedentes.
Al regular la liquidez de la economía, se evita que
aparezcan problemas inflacionarios o que se obstaculice el crecimiento del país.
En diciembre de 2008, la Base Monetaria de la
Argentina ascendía a $106.439 millones. Ese era el
total de billetes y monedas puesto en circulación
por el Banco Central a esa fecha. Sin embargo, de
los $106.439 millones emitidos, solo $70.934 millones estaban como efectivo en manos del público. El resto era efectivo que mantenían los bancos
comerciales en sus cajas y depósitos de los bancos
en el Banco Central, que si bien forman parte de la
creación primaria de dinero no conforman la oferta y demanda monetaria.
¿Cuánto era la oferta y demanda de dinero? La
oferta y demanda de dinero más líquida o estricta,
que es el circulante en poder del público, ascendía
en diciembre de 2008 a $70.934 millones. Sin embargo, como el público mantiene una buena cantidad del dinero en los bancos en forma de depósitos en cuenta corriente, caja de ahorros o plazo
fijo, la demanda monetaria más amplia (M3), que
incluye todas esas categorías ascendía en diciembre a $268.059 millones.
Oferta y demanda de dinero
(Promedio mensual - diciembre de 2008)
Base Monetaria
$106.439 millones
Si la Base Monetaria es el dinero que realmente
se emitió y ascendía a $106.439 millones, ¿cómo
es que a la misma fecha (diciembre de 2008) había circulando en la economía $268.059 millones?
Para entenderlo, hay que comprender cómo es el
proceso de “creación secundaria de dinero”.
La multiplicación del dinero
A través de su actividad de intermediación financiera, los bancos comerciales crean dinero. Al
recibir depósitos del público y prestar una parte
de ellos, el mismo dinero que figura como depósito puede estar como efectivo en manos del público. Por ejemplo, si una persona deposita $100
y el banco presta $81 de ese depósito, quien recibe
el préstamo tendrá $81 en efectivo, pero el depositante seguirá teniendo en su cuenta un registro
de $100. La economía estará funcionando como si
existieran $181. Es decir, con los $100 iniciales, el
sistema financiero habrá creado mediante su intermediación $81 adicionales. Por esa característica,
suele decirse que a través de la intermediación financiera entre depósitos y préstamos, se produce
un efecto multiplicador del dinero.
En diciembre de 2008, mediante el proceso de
intermediación financiera, los $106.439 millones
emitidos por el BCRA se habían multiplicado 2,5
veces alcanzando un total de $268.059 millones,
que es el monto correspondiente al agregado monetario M3. Si se considera el valor del M2, que
incluye el circulante en poder del público más los
depósitos en cuenta corriente y caja de ahorros, la
multiplicación del dinero fue de 1,6 veces, alcanzando los $173.205 millones.
Circulación monetaria + cuenta corriente
en el BCRA.
M1
$135.849 millones
Circulante en poder del público + depósitos
en cuenta corriente en pesos.
M2
$173.205 millones
M1 + depósitos en caja de ahorrros en pesos.
M3
$268.059 millones
Circulante en poder del público +
depósitos totales en pesos
M3*
M3 + depósitos totales en dólares.
$300.075 millones
69
La Política Financiera
U
n sistema financiero sólido y eficiente, con
reglas claras y transparentes, es la base para
incentivar el ahorro, fomentar el mercado de
crédito y sentar las bases del desarrollo económico.
Por eso, una de las misiones fundamentales que tiene el BCRA es crear las condiciones necesarias para
impulsar y fortalecer la estabilidad financiera. Cuando los países logran sistemas financieros estables, la
población tiene la confianza suficiente para depositar
sus ahorros en los bancos, los bancos cuentan con los
incentivos necesarios para ofrecer préstamos al público, y el público se siente seguro al tomarlos.
El Banco Central es el encargado de dictar normas que regulen la actividad financiera. Se encarga
de elaborar reglas que establezcan el capital mínimo
que deben tener los bancos, la manera en que deben
calificarse los deudores del sistema financiero, los
recaudos que deben tomar las entidades para evitar
problemas financieros y otras exigencias que tienen
que ver con su operatoria cotidiana. Por ejemplo,
para financiar la inversión productiva de largo plazo
es necesario considerar adecuadamente los riesgos
para prevenir posibles pérdidas futuras.
Persiguiendo este objetivo, el BCRA trabaja en el
desarrollo de incentivos regulatorios adecuados para
mejorar la administración de los riesgos bancarios,
lograr mayor transparencia, resguardar los derechos
de los consumidores de servicios financieros y fortalecer la solvencia, impulsando, al mismo tiempo, el
financiamiento de mediano y largo plazo.
Desde diciembre de 2004, el BCRA comenzó
a implementar el Régimen de Transparencia,
el cual promueve que las entidades financieras
exhiban con claridad el costo de distintos servicios homogéneos que ofrecen al público. Es
un servicio gratuito que el Banco Central ofrece a todo el público y está disponible en la Web
del BCRA (www.bcra.gov.ar).
El Banco Central se encarga además de habilitar
la apertura de nuevos bancos comerciales, de aprobar
los planes de recomposición patrimonial que presentan y de exigir a las entidades que publiquen la información necesaria con la periodicidad y la forma
establecidas. Asimismo, a través de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias (SEFyC),
70
el BCRA supervisa y controla que los bancos comerciales y demás entidades financieras cumplan correctamente con todas esas normas establecidas.
La Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias (SEFyC) del Banco Central se
encarga de supervisar el sistema financiero para
asegurar su correcto funcionamiento. Además
realiza inspecciones periódicas y analiza y controla toda la información que las entidades financieras envían al Banco Central.
¿Cómo regulan los bancos centrales la actividad financiera?
A diferencia de la Política Monetaria, donde muchos de los instrumentos que se utilizan suelen ser
comunes en el mundo, en el caso de la Política Financiera cada país define sus propias reglas de regulación
de acuerdo a las características propias y necesidades
de su economía, aunque muchas de ellas pueden ser
comunes a varios países.
En la Argentina, las principales herramientas de
regulación prudencial que utiliza el BCRA son:
Efectivo mínimo: se les exige a los bancos y demás entidades financieras mantener un porcentaje de
efectivo sobre los depósitos a la vista (caja de ahorros
y cuenta corriente) y depósitos a plazo que tiene el público. Es decir, que un porcentaje del dinero depositado por el público no puede ser prestado. Ese dinero
los bancos lo depositan en el BCRA y constituye lo
que habitualmente se conoce como “encaje bancario”
o “requisito mínimo de liquidez”. Sirve para cubrir necesidades de liquidez que puedan tener las entidades
en caso de que los ahorristas quieran retirar sus depósitos.
Clasificación de deudores, previsiones y garantías: los bancos les asignan a sus clientes una
calificación de 1 a 6 de acuerdo a su conducta crediticia. Cuanto menor es la calificación, más confiable es el cliente para el banco. El BCRA le exige
a los bancos que por cada crédito que otorguen
realicen previsiones en función de la calificación
de los clientes. Cuanto mayor es la calificación,
menos confiable es el deudor a quien se le otorga
el crédito y más riesgo tiene el banco de que el dinero prestado no sea devuelto en tiempo y forma.
Para evitar que la demora o incumplimiento del
pago de la deuda afecten la solvencia del banco,
se les exige a las entidades financieras que realicen mayores previsiones cuanto más riesgoso sea
el cliente (los clientes con calificaciones 5 y 6 son
considerados de mayor riesgo). El nivel de previsión varía además de acuerdo a si el crédito tiene
o no garantía. De esta manera, las entidades se
protegen contra eventuales problemas financieros
que pudieran afectar a sus otros clientes.
Fraccionamiento y graduación del crédito: se
les exige a los bancos cierta diversificación de los
créditos (no otorgar demasiado crédito a la misma
persona, empresa o al mismo sector productivo).
Capitales Mínimos: el BCRA les exige a las
entidades financieras mantener un capital básico para que dispongan de mayor solvencia en la
operatoria. Estos son requisitos mínimos de capital. Por ejemplo, el monto del crédito que otorgan
debe guardar cierta relación con el capital de la
entidad (el capital de la entidad está formado por
los aportes comprometidos por sus accionistas).
Asistencia financiera por iliquidez: cuando
una entidad financiera enfrenta una situación de
iliquidez, el BCRA puede otorgarle redescuentos o
adelantos (crédito). Estos adelantos están sujetos a
ciertas condiciones y regulaciones. Por ejemplo, la
cifra de estos adelantos nunca puede ser superior
al patrimonio del banco solicitante. Por contar con
esta facultad, se dice que los bancos centrales son
“prestamistas de última instancia” de los bancos
comerciales. Estos préstamos se hacen efectivos
siempre y cuando estén en sintonía con la Política
Monetaria.
Las Reservas Internacionales
L
Las Reservas Internacionales son los activos
de los que dispone una nación para respaldar
su moneda y garantizar que existan divisas suficientes en el mercado. Las Reservas están generalmente constituidas por monedas extranjeras de países
fuertes, diferentes a la moneda local, y por eso se las
denomina “Internacionales”. En la Argentina, están
conformadas principalmente por dólares, pero también una parte de ellas se encuentra en euros, yenes y
otros activos, como el oro.
Para darle más consistencia a la Política Monetaria y Financiera, el BCRA aplica actualmente una política prudencial de acumulación
de Reservas. En otras palabras, busca maximizar sus tenencias de Reservas Internacionales.
Los bancos centrales son los encargados de proteger y administrar las Reservas Internacionales del
país. La cantidad de activos que se acumulen obedecerá a múltiples factores, como la dinámica de la economía local e internacional, que determina los ingresos
y salidas de divisas del país o los factores de riesgo que
se visualicen. Por ello, los bancos centrales tienen la
facultad, como parte de su política, de decidir acumular más o menos Reservas.
A lo largo del tiempo, las Reservas han demostrado ser un seguro útil para proteger a los países de
posibles crisis financieras. Por ese motivo, economías
emergentes como la argentina, que suelen ser débiles
y vulnerables a cualquier cambio brusco en las preferencias de los inversores, están aprovechando el importante ingreso de divisas a sus mercados para acumular Reservas.
Muchos signos en una canasta
La mayor parte de las Reservas Internacionales
de la Argentina está en dólares estadounidenses.
Aunque, en los últimos tiempos, monedas como
el euro se han ido fortaleciendo y han comenzado
a ser incorporadas en mayor medida por los bancos centrales, incluido el BCRA. A fines de 2008,
el 89,36% de las Reservas Internacionales del país
estaba en dólares, 4,70% en euros, 3,27% en oro,
1,07% en DEG (derechos especiales de giro, moneda del Fondo Monetario Internacional), 0,80% en
yenes japoneses, 0,75% en libras esterlinas, 0,03%
en francos suizos y 0,02% en dólares canadienses.
71
¿Cómo se obtienen las Reservas?
Los países habitualmente obtienen sus Reservas
por las ventas al mundo de sus bienes y servicios (exportaciones), por los ingresos de capitales extranjeros (inversión extranjera en el país), por las transferencias realizadas por residentes en el exterior (por
ejemplo: dinero que envían argentinos que residen en
el exterior a sus familias) o por los créditos otorgados por organismos o bancos extranjeros. Todas estas
operaciones generan ingresos de divisas.
Hay, a su vez, otras
operaciones que generan salidas de divisas:
tales como los pagos
de importaciones, los
pagos de intereses de
deudas contraídas en
el exterior, las inversiones de residentes
del país en el mundo
o las transferencias
de dinero o regalías
a otros países. Cuando los ingresos de divisas superan a los egresos, los
bancos centrales pueden comprar los excedentes de
divisas que se generan en el mercado y acumular Reservas Internacionales.
Las Reservas no se consideran un ahorro de la economía. Son la contrapartida del dinero circulante y otros
72
pasivos del Banco Central. Cuando el Banco Central
compra divisas en el mercado incrementa sus Reservas
Internacionales, pero para comprarlas, emite pesos.
¿Por qué acumular Reservas?
Las razones que han llevado a los países a acumular Reservas Internacionales fueron modificándose a
lo largo del tiempo. Inicialmente, al generalizarse el
uso del papel moneda, era común que los gobiernos
acumularan Reservas en metales preciosos (básicamente oro) que servían como respaldo de los billetes
y monedas que emitían. Para evitar que esas monedas perdieran valor (se depreciaran), se consideraba
importante respaldar esas emisiones con Reservas en
metales valiosos.
Con el florecimiento del comercio internacional,
aumentó la importancia de la relación entre las Reservas y los flujos comerciales. Como los países obtenían
sus Reservas a partir de las divisas que ingresaban por
sus exportaciones y esas divisas eran, a su vez, las que
les permitían pagar sus importaciones, los gobiernos
consideraban conveniente mantener una importante
cantidad de Reservas. Se aseguraban, de esta manera,
que si eventualmente el país importaba más de lo que
exportaba (si las importaciones son mayores a las exportaciones, significa que salen más divisas del país
de las que ingresan), hubiera divisas suficientes para
poder seguir comprando productos al mundo sin de-
jar desabastecido al mercado interno. Para los países
importadores de alimentos básicos, el no tener divisas
para adquirirlos hubiera sido un gravísimo problema.
A partir de las recurrentes crisis financieras ocurridas en el mundo, los países comenzaron a prestar
mayor atención a los efectos que provocaban los flujos
de capitales sobre las economías. Fundamentalmente,
a las dificultades que se generaban cuando había salidas bruscas de capitales de una nación. Cuando eso
ocurre, se producen fuertes demandas de divisas y, si
los países no poseen suficientes Reservas, pueden verse fuertemente afectados independientemente de la
solidez de su economía.
Desde entonces, los bancos centrales acumulan
Reservas Internacionales porque se ha comprobado
que funcionan como un auto-aseguro que ayuda a
los países a protegerse frente a crisis externas, es decir, cuando se interrumpen las corrientes de financiamiento desde el resto del mundo.
Recuperando las Reservas perdidas
La profunda crisis económica que golpeó a la
Argentina en los años 2001-2002 redujo drásticamente las Reservas Internacionales del país. En
enero de 2003, las Reservas alcanzaron un mínimo de apenas US$ 8.250 millones.
Desde entonces, como consecuencia del crecimiento económico que permitió recuperar la
confianza en el país y, a partir de la decisión de
acumular Reservas tomada por el BCRA, las Reservas Internacionales han crecido rápidamente:
se multiplicaron 5,6 veces y alcanzaron un récord de US$ 46.176 millones a fines de 2007.
La acumulación de Reservas es una de las
políticas que actualmente persigue el BCRA
para evitar que eventuales golpes externos
afecten la liquidez de la economía y el valor
de los activos financieros. Hacia fines de diciembre de 2008 esos activos ascendían a US$
46.386 millones.
Las Reservas Internacionales de la Argentina
50.000
45.000
40.000
35.000
30.000
25.000
20.000
15.000
10.000
5.000
0
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
Fuente: BCRA
73
¿Cómo prevenir una crisis?
¿Cómo pueden ayudar las Reservas a prevenir
una crisis? De diversas maneras. Las Reservas permiten respaldar la cotización de la moneda local frente
a otras divisas, en el caso de la Argentina frente al
dólar o garantizar el cumplimiento de las obligaciones externas contraídas por los Gobiernos (deudas).
A lo largo del año muchos países deben hacer frente
a pagos de intereses y devoluciones de una parte del
capital de los préstamos recibidos del exterior.
Para realizar esos pagos el Gobierno utiliza sus
ingresos, que obtiene principalmente de la recaudación de impuestos. Pero si esos recursos no son suficientes, se deberá buscar financiamiento (crédito)
en el mercado de capitales. Si de repente hubiera un
corte abrupto en los ingresos de capitales externos y
el país no consiguiera crédito o el financiamiento que
obtuviera fuera muy costoso, podrían interrumpirse
los pagos de la deuda y el país debería declararse en
cesación de pagos.
La experiencia muestra que cuando eso ocurre,
suele desencadenarse una crisis económica. Pero si el
país tiene Reservas suficientes, hasta tanto se supere
la restricción de los mercados, una porción de ellas
puede ayudar transitoriamente a continuar con los
pagos externos de la deuda y así prevenir la crisis.
74
También puede ocurrir que haya una crisis de
confianza y por temor la población decida desprenderse de la moneda local (en el caso de la Argentina: el
peso) y tomar posiciones en moneda extranjera (por
ejemplo, dólares). Eso puede ocasionar corridas en
las que el público busca desesperadamente comprar
dólares, lo que aumenta el tipo de cambio y reduce el
valor de la moneda local. En ese caso, contar con un
colchón de Reservas puede evitar una corrida.
¿De qué manera? En la medida en que el público
quiera comprar, por ejemplo, dólares, el Banco Central intervendrá en el mercado vendiendo sus Reservas en dólares y comprando los pesos que vende el
público. Cuando la gente observa que no hay escasez
de divisas, las corridas suelen frenarse sin generar
daños mayores en el país.
También es importante recordar que las Reservas aseguran que una nación pueda abastecerse
normalmente de los bienes y servicios que necesita
comprar al resto del mundo. En otras palabras, que
haya divisas suficientes en el mercado para que los
importadores puedan cumplir con los pagos por los
productos que compran a otros países. De la misma
manera, las Reservas garantizan que el Gobierno y
las empresas puedan conseguir divisas para cumplir
con sus obligaciones externas (pagar deudas contraídas en el exterior).
La gran mesa...
El Banco Central cuenta con una “Mesa de Operaciones” que se encarga de poner en funcionamiento los diferentes instrumentos de Política Monetaria y Cambiaria. La Mesa de Operaciones se encarga
además de invertir las Reservas Internacionales y, a través de la Mesa de Cambios, se compran y venden
divisas durante todo el día, tratando de eliminar la volatilidad en el tipo de cambio.
Desde el año 2002 se utilizan plataformas de negociación electrónicas para la realización de cada una
de esas operaciones. En la compra y venta de divisas, todas las entidades se encuentran en igualdad de
condiciones para la concertación de operaciones y el Banco Central cierra automáticamente sus transacciones con la entidad que tenga el mejor precio, independientemente de su tamaño o del volumen
que maneje habitualmente.
¿Cuáles son los países del mundo con mayores Reservas?
La estrategia de acumulación de Reservas no es
una política exclusiva de la Argentina. Tras ser golpeados por sucesivas crisis financieras a lo largo de
la década del ‘90, la mayoría de los países emergentes comenzaron a acumular activos externos.
Las economías asiáticas son actualmente la principal cuenca de Reservas Internacionales del mundo. Hacia diciembre de 2008, China mantenía
Reservas por US$ 1,946 billones (US$ 1.946.030
millones), seguida por Japón con activos por US$
1.030.647 millones. Estos dos países concentran
más del 40% de las Reservas mundiales.
En países como Rusia, las Reservas Internacionales a fines de diciembre de 2008 ascendían a US$
427.080 millones, en Corea a US$ 201.223 millones y en Singapur a US$ 174.196 millones.
En América latina los bancos centrales también
siguieron el mismo camino. En la Argentina a fines de diciembre de 2008 las Reservas ascendían a
US$ 46.386 millones, en Brasil se ubicaban en US$
193.783 millones, en México eran de US$ 85.274
millones y en Chile de US$ 23.162 millones.
En países del Primer Mundo, en cambio, como
los europeos o EE.UU., la acumulación de Reservas es mucho menor, considerando el tamaño de
esas economías. En Alemania, en diciembre de
2008, las Reservas del Banco Central ascendían a
US$ 138.036 millones, en EE.UU. a US$ 78.334
millones y en Reino Unido a US$ 65.494 millones.
Reservas en el mundo
País
Datos a diciembre de 2008
China
Japón
Rusia Corea
Singapur
Hong Kong
Brasil
Alemania
México
EE.UU.
Reino Unido
Argentina
Chile
Reservas internacionales
(en millones US$)
1.946.030
1.030.647
427.080
201.223
174.196
182.539
193.783
138.036
85.274
78.334
65.494
46.386
23.162
Fuente: Fondo Monetario Internacional (FMI) excepto
China y México (Bloomberg). No incluye reservas en oro.
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