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Actividad Económica en el Estado de México Volumen II Manufactura e Industria Automotriz Gobierno del Estado de México EDITOR Secretaría de Desarrollo Económico Actividad Económica en el Estado de México Volumen II Manufactura e Industria Automotriz COORDINADORES Pablo Mejía Reyes Laura E. del Moral Barrera Óscar M. Rodríguez Pichardo COLECCIÓN MAYOR Administración Pública 2008 Enrique Peña Nieto Gobernador Constitucional César Camacho Quiroz Coordinador General del Consejo Consultivo del Bicentenario de la Independencia de México. Enrique Jacob Rocha Secretario de Desarrollo Económico José Martínez Vilchis Rector de la Universidad Autónoma del Estado de México Consejo Editorial: Comité Técnico: Secretario Técnico: Humberto Benítez Treviño, María Guadalupe Monter Flores, Luis Videgaray Caso, Agustín Gasca Pliego, David López Gutiérrez. Alfonso Sánchez Arteche, José Martínez Pichardo, Augusto Isla Estrada. José Alejandro Vargas Castro. ©Gobierno del Estado de México/Actividad Económica en el Estado de México Manufactura e Industria Automotriz © Primera edición, Consejo Editorial de la Administración Pública, 2008 D.R. © Gobierno del Estado de México Palacio del Poder Ejecutivo Lerdo poniente No. 300, Toluca de Lerdo, Estado de México, C.P. 50000 www.edomex.gob.mx/consejoeditorial [email protected] ISBN 968-484-655-X (Colección) ISBN 978-970-826-030-5 Autorización del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal No. CE: 208/1/03/08 Impreso en México Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra —incluyendo las características técnicas, diseño de interiores y portada— por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía, el tratamiento informático y la grabación, sin la autorización previa del Gobierno del Estado de México. Si usted desea hacer una reproducción parcial de esta obra, sin fines de lucro, favor de contactar al Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal. Actividad Económica en el Estado de México Volumen II Manufactura e Industria Automotriz Los cambios económico-territoriales de la industria manufacturera en el Estado de México y su zona poniente, 1990-2005 Ryszard Rózga Luter Facultad de Planeación Urbana y Regional Renata J. Ruiz Gutiérrez Facultad de Geografía Universidad Autónoma del Estado de México Introducción E Se entiende por ZPEM a aquella conformada por 65 municipios distribuidos en seis regiones de planeación, excepto las regiones II Zumpango y III Texcoco, cuyos municipios se encuentran bajo la influencia de la Zona Metropolitana de Toluca. Es importante aclarar que durante los años ochenta y parte de los noventa, el Estado de México se dividía en ocho regiones de planeación (conocida como Regionalización Única): I Toluca, II Zumpango, III Texcoco, IV Tejupilco, V Atlacomulco, VI Coatepec Harinas, VII Valle de Bravo y VIII Jilotepec. 1 l Estado de México ha venido observando, desde los años cincuenta y sesenta, un proceso de industrialización heterogéneo y dual. Es decir, se identifican municipios con una estructura industrial consolidada, principalmente en lo que se refiere a aquellos localizados alrededor del Distrito Federal (zona metropolitana de la ciudad de México). En contraste, el resto presenta diversos matices, donde algunos municipios tienen fuerte presencia de establecimientos industriales, dentro de los cuales se ubican principalmente cinco polos de desarrollo industrial: Atlacomulco, Toluca, Lerma, Tianguistenco y Ocoyoacac, mientras que en otros persisten unidades productivas tradicionales que hacen uso de los recursos locales, así como de tecnologías, hoy día precarias. Particularmente la Zona Poniente del Estado de México (ZPEM)1 presenta un desarrollo industrial con características interesantes a resaltar: • Por un lado, aparecen diferentes áreas de industrialización, como el ya maduro corredor Toluca-Lerma; las áreas de desarrollo industrial dinámico y múltiple en los municipios de Atlacomulco, Tianguistenco y Ocoyoacac; el dinámico pero muy puntual desarrollo industrial en el municipio de Jocotitlán, así como municipios que adquirieron alguna importancia industrial, pero que no detonaron, como Tenango del Valle, Tenancingo y El Oro. En este caso, los patrones de localización 9 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz y organización se caracterizan por responder a una lógica de ubicación, promovida por el gobierno estatal y su política económica, a través de la promoción de diversos “factores de localización industrial” para atraer empresas nacionales e internacionales al territorio del Estado de México, específicamente a los polos de desarrollo de su zona poniente. • Por otro, existen varios municipios donde el desarrollo industrial se realiza a partir de las micro y pequeñas empresas, con una estructura económica y territorial de poca importancia. Aquí los patrones de localización y organización son el resultado de una falta de atención de la política económica estatal a la búsqueda de alternativas productivas industriales atractivas para la inversión. Lo anterior permite plantear algunas suposiciones que sirven de base para el desarrollo de este trabajo, tales como: 1) El desarrollo industrial en el Estado de México y su zona poniente presenta un carácter dual, característico de una economía contemporánea de desarrollo mediano, como la de nuestro país, donde aparecen indicios de desarrollo industrial moderno, pero con fuerte presencia de industrias tradicionales. 2) El Estado de México sigue considerándose atractivo para la inversión industrial, lo que significa que seguirá atrayendo industrias, especialmente a su zona poniente. 3) En el desarrollo industrial de la zona poniente del Estado de México se tienen que buscar diferentes alternativas productivas, vinculadas a los diversos objetivos que cumple la industria en esta zona. En función de esto, se considera importante analizar, de manera constante, los cambios económico-territoriales que ocurren en la industria del Estado de México, especialmente los correspondientes a su zona poniente, aprovechando los resultados de los censos económicos que conforman ya una serie de datos bastante larga y confiable para observar los cambios en la estructura, localización y especialización de la industria manufacturera. 10 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 1. La industria manufacturera en el Estado de México 1.1. Un esbozo del proceso de industrialización en la entidad Después de los años treinta, en México se observó un proceso de industrialización “moderno” caracterizado por el paso de la producción en talleres artesanales a la producción en fábricas, y de la comercialización en mercados locales y regionales a la comercialización en el mercado nacional e internacional; por tanto, se reemplazó a las empresas familiares por las sociedades anónimas. De esta manera, aunque la industrialización moderna en México se inició en el Porfiriato, el desarrollo industrial más acelerado se notó a partir de los años cuarenta, donde la industria nacional fue impulsada por empresarios privados y apoyada por el gobierno, mediante el decreto de 1941 intitulado: “Fomento de Protección a las Industrias Nuevas y Necesarias”. En el caso del Estado de México, su incorporación al proceso de industrialización nacional se inició activamente en la década de los cuarenta, dentro del contexto de la política de sustitución de importaciones.2 Dicha política favoreció la constitución de una estructura industrial más diversificada, asumiendo un papel principal en la dinámica económica nacional, ya que se pensaba que la actividad industrial se traduciría en una elevación continua de la productividad, lo que daría lugar a un conjunto de actividades dinámicas y eficientes para mejorar el nivel de vida de la población (Martínez del Campo, 1985: 20). La política de sustitución de importaciones tenía como objetivo fundamental incrementar la producción industrial, con el fin de elaborar en el país los productos manufactureros que anteriormente se importaban y que en un futuro se podrían comercializar hacia el exterior. 2 Por tanto, a partir de los años cuarenta la industrialización en la entidad ha pasado por diversas etapas, en las que, a través de diversos mecanismos, se ha dado un fuerte impulso al desarrollo industrial; es importante rescatar tres: de 1940 a 1960, el inicio de la industrialización moderna; de 1960 a 1975, la etapa de la industrialización media, y de 1975 hasta los años 1990, la industrialización avanzada o madura (Herrera y Macedo, 1992: 48). 11 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz 1.1.1. Inicio de la industrialización moderna: 1940-1960 Esta etapa se inicia con el decreto de la Ley de Protección a las Industrias Nuevas y Necesarias de 1944, que tenía como objetivo fundamental atraer nuevos capitales para crear fuentes de producción y de trabajo, situación que se vio aún más favorecida con el incremento en la construcción de las vías de comunicación y de obras públicas para facilitar el flujo de materias primas y productos hacia las industrias y áreas de mercado. En este sentido, las iniciativas tendientes al fomento del desarrollo industrial han sido benéficas, principalmente para los municipios aledaños al Distrito Federal, entre los que destacan: Tlalnepantla, Naucalpan, Cuautitlán y Tultitlán, en los que predominaban industrias textiles, alimenticias, de fibras, hilos y cartón. De 1946 a 1950, la falta de terrenos adecuados para el establecimiento de las industrias se presentó como uno de los obstáculos más fuertes para la industrialización del estado, pues casi la totalidad de los lotes que reunían las condiciones necesarias para el establecimiento y desarrollo de la industria eran de propiedad ejidal, por lo que se requirió realizar una expropiación de dichos terrenos (GEM, 1951). De 1951 a 1957 se realizaron adiciones a la Ley de Protección a las Industrias, que consistieron en “exceptuar del pago de impuesto sobre capitales a los intereses procedentes de capitales para el fomento de la industria y a las ganancias, dividendos, participaciones, intereses sobre obligaciones, bonos, acciones y valores” (Bejar y Casanova, 1970). Para el periodo de 1958 a 1963, en el contexto de la Ley de Protección a las Industrias, se otorgaron franquicias de compensación a las empresas por la ocupación de terrenos, demolición de construcciones y trastornos en la producción. Asimismo, se fomentó el establecimiento de empresas dedicadas a otras actividades que aún no existían dentro del territorio estatal (empresas automotrices), pues se pensó que serían estratégicas para el desarrollo futuro de la estructura económica estatal (GEM, 1963: 68-69). A partir de este sexenio se presentó la tendencia a diversificar la estructura industrial estatal. 12 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 En 1945 los establecimientos industriales se dedicaban principalmente a las actividades de alimentos y bebidas (58.44%), confección de ropa (13.42%), productos no metálicos (12.45%) e industria de la madera (9.01%), lo que significó una estructura industrial poco diversificada. 1.1.2. Etapa media del desarrollo industrial: 1960-1975 Con el establecimiento de grandes industrias, como las automotrices, el Estado de México da inicio a la etapa media de industrialización, con lo que se fomenta el fortalecimiento de las industrias ya existentes y el establecimiento de empresas en las zonas rurales, ello con el fin de acoplar el desarrollo industrial a la dinámica agropecuaria de esos lugares. Como se ve en el cuadro 1, éste fue un periodo decisivo en el desarrollo de la industria mexiquense, donde la entidad logró posicionarse como la segunda entidad federativa del país en cuanto al desarrollo de la producción material. Cuadro 1. Estado de México y otras entidades federativas Principales características de la industria extractiva y de transformación, 1965, 1970, 1975 Entidad federativa Número de Personal estableciocupado mientos Pagos totales al personal ocupado Valor agregado Producción Bruta Total Distrito Federal (1965) 30.0 33.9 39.5 36.4 36.3 (1970) 24.6 31.1 35.2 33.5 32.1 (1975) 24.9 28.9 31.4 30.5 29.6 Estado de (1965) 5.3 12.1 14.8 15.0 15.1 México (1970) 7.6 14.5 18.3 19.1 18.7 (1975) 8.8 16.0 19.2 19.8 20.2 10.6 10.7 Nuevo León (1965) 3.6 7.0 9.2 10.1 10.5 11.3 (1970) 3.8 8.0 9.4 11.0 10.7 (1975) 4.0 8.0 5.4 4.5 4.4 4.9 Jalisco (1965) 6.4 5.7 7.6 6.2 5.4 5.6 (1970) 6.3 7.9 6.8 5.9 6.3 (1975) Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. Secretaría de Industria y Comercio (1967, 1973), Secretaría de Programación y Presupuesto (1979). 13 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz De 1963 a 1969 se observa una continuidad de la política proteccionista a la industria, presentada en los periodos anteriores, mediante las franquicias fiscales y la reducción de impuestos (GEM, 1969). Así, en lo referente a la estructura industrial predominaban las empresas dedicadas a sectores tradicionales: la industria textil, de hilos, alimentos, papel, entre otros; pero también se empezaba a fomentar el desarrollo de otras actividades que podrían presentar mayor potencial económico, como el caso de la industria automotriz y el transporte, y que incluso llegó a ser el motor del desarrollo industrial mexiquense (Sobrino, 1994: 355). En este periodo se siguió fomentando el desarrollo industrial en los municipios conurbados al Distrito Federal. Sin embargo, se intentó revertir el proceso de concentración industrial suscitado en la zona metropolitana de la ciudad de México y en el corredor Toluca-Lerma, por lo que se establecieron cinco áreas geoeconómicas prioritarias, a saber: 1) El Oro-Atlacomulco-Ixtlahuaca 2) La Marquesa-Tianguistenco-Lerma 3) Ocoyoacac-Lerma-Toluca 4) Villa Victoria-Zinacantepec-Almoloya de Juárez 5) Zumpango-Huehuetoca Con esto se pretendía fomentar el desarrollo industrial de estas áreas geoeconómicas a través del establecimiento de parques industriales en cada uno de sus municipios integrantes. Así, los parques industriales comenzaron a establecerse en el Estado de México a partir de la década de los sesenta, por ejemplo, el caso de Toluca (1963) y de Cartagena en el municipio de Cuautitlán (1969). En este sentido, uno de los factores que incidió en el incremento de la construcción de parques industriales en algunos puntos del territorio estatal fue la creación, en el ámbito federal, del Fideicomiso de Conjuntos, Parques y Ciudades Industriales y Centros Comerciales (Fidein) en 1971, que funcionó hasta 1989. Otro factor que influyó de manera directa en la construcción de estos parques dentro de la entidad mexiquense fue el decreto federal de 1972, que otorgaba estímulos, ayudas y facilidades a las industrias, aunado a las acciones llevadas a cabo de 1969 a 1975, en el que se apoyó el establecimiento de 400 nuevas empresas distribuidas en 19 zonas de desarrollo industrial y 10 parques industriales, 14 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 urbanizados y edificados por el Instituto Auris (Instituto de Acción Urbana e Integración Social), los cuales generalmente contaban con la infraestructura requerida. Cabe resaltar que los parques industriales bajo este contexto pueden ser concebidos como un mecanismo de articulación del ambiente urbano-regional. Pero para lograr este cometido, es necesario coordinar adicionalmente las políticas de transporte, desarrollo de recursos naturales, fuerza de trabajo, migración, mercados, energéticos y dotación de infraestructura, con la finalidad de apoyar la producción industrial en los parques (Garza, 1992), situación que en el caso de la entidad mexiquense no se promovió. 1.1.3. Periodo de industrialización madura: 1975-1990 Durante la segunda parte de la década de los setenta, la industria manufacturera perdió su papel predominante en la estructura económica estatal, pues comenzaron a prevalecer los servicios. Pese a ello, el Estado de México seguía siendo la segunda entidad federativa más industrializada del país, sólo por debajo del Distrito Federal, pues concentraba más de la quinta parte del producto manufacturero nacional. A pesar de que en el periodo de referencia se pusieron en marcha políticas tendientes a la desconcentración territorial de la industria, en el periodo 1975-1981 se acrecentó aún más la concentración de industrias en la zona metropolitana de la ciudad de México y en los municipios de Toluca y Lerma. Para revertir los desequilibrios presentados en la entidad, se otorgaron facilidades a las empresas que se reubicaran del Distrito Federal a los parques industriales del Estado de México, con esto se intentó establecer polos de desarrollo industrial que comprendían a los municipios que contaban con parques industriales instalados: Lerma, Toluca, Ocoyoacac, Tianguistenco y Atlacomulco; además de otros, como Aculco, Temascalcingo, Tenancingo y Tejupilco, por considerarse opciones viables para el crecimiento desconcentrado de la actividad industrial. En suma, este periodo se caracterizó por 15 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz presentar una importante tendencia hacia el desarrollo industrial desconcentrado de las áreas tradicionales. Pareciera ser que este ambiente de desarrollo industrial marchaba por buen camino, no obstante, empezaba a toparse con un inmenso problema coyuntural, a partir de un grupo de problemas y declives que amenazaban el avance y desempeño de esta actividad. Así, la crisis iniciada en los ochenta (1982) frenó drásticamente el crecimiento de la industria nacional y de manera particular la construcción de parques industriales, obviamente que algunas entidades industrializadas resintieron más que otras (por las características ya conocidas). De 1971 a 1976 se desarrollaron anualmente 6.8 parques industriales, en promedio; mientras que de 1977 a 1982, esta cifra se elevó a 10. Sin embargo, para la década de los ochenta (19831988) se reduce a 3.3 a nivel nacional (Garza, 1992). Esta baja es atribuida en parte al efecto directo que sufrieron las finanzas públicas y el presupuesto destinado para estos programas, aunado a la salida de capital, la depreciación del peso y el ambiente especulativo y desequilibrado que minaba los demás sectores de actividad. Incluso con estos problemas que tendían a acentuarse, el Estado de México tuvo la fortuna de seguir avanzado en medio de esta gran marea desequilibrante, con dos parques que en su momento eran de reciente creación y que incluso fueron calificados como “exitosos” (Garza, 1992), tal es el caso de San Antonio Buenavista y Exportec, que conjuntamente con el parque industrial de Colima, observaron un ritmo de ocupación mayor que el resto de los parques y ciudades industriales del país. Sin embargo, no se puede aducir éste como un buen momento para el desarrollo de los parques industriales y de la propia actividad en la entidad, pues 5.5% del total de parques existentes es poco para hablar de un buen avance general de esta actividad en el Estado de México. En 1982 se constituyó en la entidad mexiquense el Fideicomiso para el Desarrollo de Parques y Zonas Industriales (Fidepar), que tenía como objetivo principal adquirir reservas territoriales en los polos de desarrollo previamente establecidos para impulsar un desarrollo regional equilibrado y ofrecer espacios industriales que contaran con la infraestructura y los servicios necesarios para el establecimiento de diferentes empresas de manera ordenada. 16 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 Cuadro 2. Estado de México Principales características de los parques industriales, 1986 Parque industrial Años de operación San Antonio 2 Buenavista Exportec 2 Cartagena 16 El Coecillo 15 El Oro 10 El Cerrillo 4 Atlacomulco 4 Toluca 7 El Trébol 12 Tianguistenco 15 Tenango 13 Fuente: Garza, 1992: 142. Tamaño promedio del parque (Hectáreas.) 16 Empresas en operación y construcción Empresas instaladas anualmente 14 7 106 63 170 107 55 232 28 52 38 18 5 21 10 1 10 31 16 11 19 18 2.5 1.3 0.6 0.1 2.5 7.7 2.3 0.9 1.2 1.3 A partir de 1983, la creación de parques industriales se concentró en sólo dos municipios del estado: Toluca y Lerma, donde se crearon cinco parques industriales: Cerrillo I y II, San Antonio Buenavista y Exportec I y II, ubicados al oriente de la ciudad de Toluca (Corredor Industrial Toluca-Lerma). Sin embargo, se tiene que añadir que ya en este periodo la política de desarrollo de los parques industriales había perdido su ímpetu, y prácticamente, con algunas excepciones, fue abandonada a partir de 1990. Este abandono de las políticas no permitió consolidar la madurez de los parques industriales en el Estado de México, pues lejos de descentralizar las actividades manufactureras, los diversos mecanismos de fomento y localización industrial tendieron a concentrar a las unidades productivas nuevamente en aquellos lugares que contaban ya con las condiciones que permitían el desarrollo de las actividades industriales; de esta manera se contribuyó a profundizar las desigualdades regionales, es decir, se obstaculizó la descentralización industrial de esta entidad. Así queda claro que, por sí mismas, las políticas de descentralización puestas en marcha en el Estado de México no pueden avanzar de manera independiente, sino que es indispensable que se busque la articulación con la planeación nacional, para intentar compatibilizar los objetivos territoriales con el fomento de los diferentes sectores de actividad económica. 17 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz 1.2. Cambios en la estructura económica del Estado de México Entre 1990 y 2000 la estructura del Estado de México presenta dos grandes tendencias en su dinámica; por un lado, una marcada concentración de la producción en tres grandes sectores: industria manufacturera, comercio y servicios; y por otro, una disminución paulatina en la participación de la primera actividad a favor de las actividades terciarias (cuadro 3). Cuadro 3. Estado de México Cambios en la estructura económica según Producto Interno Bruto (PIB precios corrientes), por gran división, 1990-2004 Año 1990 1995 1999 Gran división Gran división 1. Agropecuaria, silvicultura 4.68 2.16 2.18 y pesca Gran división 2. Minería 0.21 0.26 0.25 Gran división 3. Industria 39.81 33.07 32.41 manufacturera Gran división 4. 5.94 4.49 4.94 Construcción Gran división 5. 1.92 0.57 0.66 Electricidad, gas y agua Gran división 6. Comercio, 24.38 18.89 19.13 restaurantes y hoteles Gran división 7. Transporte, almacenaje y 6.32 9.13 9.52 comunicaciones Gran división 8. Servicios financieros, seguros, 8.39 16.02 14.45 actividades inmobiliarias y de alquiler Gran división 9. Servicios comunales, sociales y 9.13 17.05 17.06 personales Cargo por los servicios (-) 0.78 (-) 1.64 (-) 0.60 bancarios imputados TOTAL 100.00 100.00 100.00 Fuentes: Salgado, 1993: 226. INEGI (2000b, 2006). 2003 2004 1.56 1.44 0.31 0.37 28.02 28.13 3.12 3.72 0.56 0.54 20.39 20.53 8.99 8.86 15.74 15.16 21.91 21.67 (-) 0.60 (-) 0.42 100.00 100.00 Específicamente se resalta la paulatina disminución en la importancia de la industria manufacturera a largo plazo. Sin embargo, cabe comentar que ésta sigue conservando su preponderancia y significancia en toda la estructura económica estatal, donde debe 18 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 ponerse especial interés es en el sector servicios, tanto comunales como financieros y de los transportes, pues ambos presentan perspectivas y tendencias de crecimiento, ya que su dinámica productiva empieza a ser relevante. Este cambio especialmente es visible en la primera década de los noventa, provocado probablemente por el llamado proceso de adelgazamiento de las actividades estrictamente industriales y la búsqueda de crecimiento de algunas actividades complementarias a la producción industrial, los llamados procesos de out-sourcing. En contraparte, notamos que el avance de estas actividades ha provocado un desplazamiento y disminución del grado de importancia del sector agropecuario, por lo que se asume que esta actividad ya no juega un papel significativo en el desenvolvimiento y desempeño del aparato productivo estatal, pues ha pasado de ser un sector comercial a uno de subsistencia y autoconsumo, sin embargo, esto no significa que se está descartando totalmente los pequeños espacios donde esta actividad se desarrolla intensivamente y con buenos resultados. De tal manera que al agrupar los nueve subsectores económicos en solamente tres sectores de actividad básicos (primario, secundario y terciario), se puede observar más claramente la forma en que está cambiando la estructura productiva de la entidad, pues después de mantener la preponderancia de la actividad industrial, la dinámica del tercer sector está avanzando rápidamente, por lo que se puede asumir que la economía del Estado de México está transitando de la industrialización hacia un proceso de terciarización paulatina, lo que relega casi por completo la actividad agropecuaria. 1.3. Cambios en la estructura de la industria manufacturera Particularmente, en lo que se refiere a la estructura de la industria manufacturera, se tiene que hacer notar que a largo plazo crece la participación de la industria de sustancias químicas y de productos alimenticios, mientras que la industria de productos metálicos, maquinaria y equipo disminuyen su participación. Las otras actividades manufactureras presentan pequeños cambios en su participación, por tanto, al interior de este sector también existen 19 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz polarizaciones sub-sectoriales, pues algunas actividades son las que dinamizan e incluso mantienen la importancia de este sector, como se muestra en el cuadro 4. Cuadro 4. Estado de México Cambios en la estructura productiva de la industria manufacturera, según Producto Interno Bruto (PIB precios corrientes), por subsector, 1995-2004 Año 1995 Subsectores industriales 31. Productos alimenticios, 22.57 bebidas y tabaco 32. Textiles, prendas de vestir 7.55 e industria del cuero 33. Industria de la madera y 1.39 productos de madera 34. Papel, productos de papel, 5.67 imprentas y editoriales 35. Sustancias químicas, 18.75 derivados del petróleo, productos de caucho y plásticos 6.14 36. Productos de minerales no metálicos, exceptuando derivados del petróleo y carbón 37. Industrias metálicas 5.75 básicas 38. Productos metálicos, 30.72 maquinaria y equipo 39. Otras industrias 1.45 manufactureras Total Industria 100.00 Manufacturera Fuentes: INEGI (2000b, 2006). 1999 2003 2004 21.73 26.56 24.95 7.03 7.41 7.14 1.54 1.49 1.37 4.47 3.99 3.94 18.37 19.80 21.53 6.48 7.51 6.84 4.59 4.91 6.89 34.17 26.59 25.53 1.62 1.74 1.81 100.00 100.00 100.00 Esto es reflejo de una especialización industrial muy polarizada en tres subsectores de la actividad manufacturera, y que en conjunto concentran más de 70% de la producción del sector: 1) Productos metálicos, maquinaria y equipo 2) Alimentos, bebidas y tabaco 3) Sustancias químicas, derivados del petróleo y plásticos. 20 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 Lo interesante es que el mismo análisis llevado a cabo para los datos comparables en un periodo más corto arroja resultados similares (cuadro 5). Así, en el Estado de México, tres subsectores manufactureros siguen siendo considerados como actividades importantes, que no han cambiando sustancialmente su participación en la aportación al PIB estatal y que son: metalmecánica, industria alimenticia y química. Cuadro 5. Estado de México Participación de los subsectores industriales en el PIB manufacturero, 1996-2004 (Especialización Interna) Subsectores industriales 31. Productos alimenticios, bebidas y tabaco 32. Textiles, prendas de vestir e industria del cuero 33. Industria de la madera y productos de madera 34. Papel, productos de papel, imprentas y editoriales 35. Sustancias químicas, derivados del petróleo y plástico 36. Productos minerales no metálicos, exceptuando derivados del petróleo y carbón 37. Industrias metálicas básicas 38. Productos metálicos, maquinaria y equipo 39. Otras industrias manufactureras Total Industria manufacturera Fuente: INEGI (2000b, 2006). 1996 22.28 Participación 1999 2002 21.73 26.34 2004 24.95 7.57 7.03 6.66 7.14 1.27 1.54 1.60 1.37 4.37 4.47 3.94 3.94 17.36 18.37 18.64 21.53 6.34 6.48 7.28 6.84 5.80 33.12 4.59 34.17 4.24 29.61 6.89 25.53 1.54 100.00 1.62 100.00 1.69 100.00 1.81 100.0 A esta situación la denominamos como “especialización interna”. En este sentido, resulta muy interesante el ejercicio correspondiente al análisis de especialización, también llamado “especialización externa” que podemos observar al aplicar la técnica de índices de especialización, que calculamos dividiendo la participación de algún sector económico en una economía del territorio analizado (Estado de México), entre la participación del mismo sector económico en la economía del territorio que sirve como marco de referencia (país). Así, los resultados que presenta el cuadro 6, aunque resultan bastante interesantes, no se encuentran muy distantes de los de especialización interna. 21 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Cuadro 6. Estado de México Especialización industrial del Estado de México en relación con el país, por subsector manufacturero; 1996-2004 (especialización externa) Subsectores industriales 1996 0.87 Índice de especialización 1999 2002 2004 0.85 0.91 0.85 31. Productos alimenticios, bebidas y tabaco 32. Textiles, prendas de vestir e 0.95 0.91 0.94 1.13 industria del cuero 33. Industria de la madera y 0.52 0.61 0.69 0.63 productos de madera 34. Papel, productos de papel, 1.09 1.11 1.05 1.11 imprentas y editoriales 35. Sustancias químicas, 1.08 1.27 1.28 1.46 derivados del petróleo y plástico 36. Productos minerales no 0.97 1.01 1.09 1.06 metálicos, exceptuando derivados del petróleo y carbón 37. Industrias metálicas básicas 0.95 0.99 1.09 1.11 38. Productos metálicos, 1.17 1.07 0.99 0.90 maquinaria y equipo 39. Otras industrias 0.55 0.58 0.58 0.62 manufactureras Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (2000b, 2006). Como vemos, externamente la industria manufacturera del Estado de México se especializa en cuatro sub-sectores, 35: sustancias químicas; 32: textiles, prendas de vestir e industria del cuero; 37: industrias metálicas básicas; y 34: papel, productos de papel, imprentas y ediciones. Mientras que los siguientes dos están muy cercanos a la especialización: 38: productos metálicos, maquinaria y equipo, y 31: productos alimenticios, bebidas y tabaco. 1.4. Algunos aspectos territoriales del desarrollo de la industria manufacturera mexiquense Por otra parte, vale resaltar que la industria del Estado de México es territorialmente muy polarizada, ya que cuatro regiones consideradas como “importantes” concentran más de 90% del potencial industrial de la entidad, donde se asienta la mayor parte de las unidades productivas, mientras que en las cuatro restantes, consideradas “con alguna importancia”, se distribuyen menos de 5% de la actividad industrial manufacturera (Valle de Bravo, Tejupilco, Coatepec Harinas y Jilotepec) (cuadro 7). 22 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 Cuadro 7. Estado de México Distribución territorial de la industria manufacturera según personal ocupado: regiones económicas más importantes; 1988-2004 Regiones económicas I II III V Toluca Zumpango Texcoco Atlacomulco Total regiones económicas importantes Total industria manufacturera en las regiones (1988) * 52 729 226 966 86 080 10 615 376 390 (1994) 69 199 240 761 99 458 13 049 422 467 (1999) 88 464 264 097 117 693 8 843 479 097 (2004) 85 532 236 119 104 386 16 398 442 435 Participación de la industria manufacturera en las regiones en relación con el total estatal (%) 98.8 2.8 59.6 22.6 13.8 (1988) * 97.9 3.0 16.0 55.8 23.0 (1994) 1.8 97.9 24.0 18.1 53.9 (1999) 3.6 97.5 23.0 18.8 52.0 (2004) Fuente: Rózga, 1992 y cálculos propios con base en INEGI (1989, 1994, 1999 y 2004). Este fenómeno de concentración territorial de la actividad industrial en el Estado de México se ha visto influido por las políticas de desarrollo de los parques industriales, pues la mayoría de éstos se concentraron en las zonas nororiente, norponiente y centro de la entidad (cuadro 8). Cuadro 8. Estado de México Principales características de los parques, ciudades y corredores industriales (PCCI), por grupos de municipios; 1998 Grupos de municipios Estado de México Nororiente de la ZMCM Norponiente de la ZMCM Centro Norte Fuente: Secofi, 1999: 52. PCCI Unidades económicas Personal ocupado 42 2 137 129 457 13 13 12 4 841 786 464 46 41 944 38 678 33 190 15 645 23 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Como siguiente aspecto de las desigualdades territoriales se presentan las desproporciones que existen en la entidad en cuanto a su distribución territorial de la actividad industrial, esta vez mediante los datos referentes al personal ocupado en la industria manufacturera en los diez principales municipios de la entidad (cuadro 9). Cuadro 9. Estado de México Personal ocupado en la industria manufacturera de los diez principales municipios de la entidad; 1999-2004 Municipio 1999 Estado de México 489 469 100.0% 78 697 16.0 1. Naucalpan de Juárez 73 606 15.0 2. Tlalnepantla de Baz 3. Ecatepec 59 732 12.2 4. Toluca 41 439 8.4 5. Cuautitlán Izcalli 40 474 8.2 6. Nezahualcóyotl 16 892 3.4 7. Tultitlán 16 755 3.4 8. Lerma 14 511 2.9 2.6 9. Atizapán de Zaragoza 13 008 10 309 2.1 10. La Paz No. Suma de los diez 365 423 Resto de municipios 124 046 Fuente: INEGI (1999 y 2004). 74.7 25.3 2004 453 832 100.0% 60 714 13.4 62 497 13.8 50 093 11.0 38 883 8.6 35 249 7.8 14 574 3.2 21 026 4.6 15 323 3.4 16 474 3.6 10 293 2.3 325 126 128 706 71.6 28.4 Como se puede observar, el personal ocupado en la industria manufacturera en estos diez municipios comprende más de 71.6% del total que labora en la industria de los 125 municipios mexiquenses. Sin embargo, la participación de los primeros tres, pertenecientes a la zona metropolitana de Toluca, es de 38.2% y de los primeros cinco (anexando la capital del estado), de 54.6 por ciento. Por último, podemos presentar como hipótesis que el desarrollo industrial en el Estado de México presenta un patrón territorial parecido a lo que llamaríamos “anillos de industrialización”, donde (Rózga, 2001): • “El primer anillo” está representado por los municipios conurbados al Distrito Federal, que de manera natural representan la extensión territorial del desarrollo industrial de la ciudad de México. 24 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 En este tipo de “anillo” sigue siendo dominante la participación industrial, observada prácticamente en todos los aspectos (número de establecimientos, población ocupada, valor agregado, capital fijo, etc.), aunque cada vez más pierde su preeminencia en favor del segundo anillo. Las industrias ahí ubicadas son en gran parte modernas, pero su grado de modernidad, medido, por ejemplo, a través del indicador de capital por trabajador, es en promedio más bajo (especialmente de la región III Texcoco), que el de las industrias “del segundo anillo” (especialmente de la región I Toluca). Los cuatro municipios dominantes de este anillo (Tlalnepantla, Naucalpan, Ecatepec y Cuautitlán Izcalli) presentan una gama bastante diversificada de industrias (prácticamente están representados todos los subsectores manufactureros). • “El segundo anillo” está representado por los municipios de la zona poniente del Estado de México, a una distancia promedio de 50 a 70 km del Distrito Federal. Empezando desde el norte, éstos son: Jilotepec, Atlacomulco, El Oro, Jocotitlán, Toluca, Lerma, Ocoyoacac, Santiago Tianguistenco, Tenango del Valle y Tenancingo. Este anillo se encuentra en expansión; es decir, cada vez más adquiere mayor importancia, aun cuando su participación en cada uno de los aspectos estadísticos anteriormente mencionados no sobrepasa 15% (es importante añadir que hace algunos años esta participación no era superior a 10%). También presenta en algunos aspectos mejores indicadores promedio en lo que se refiere a la modernidad industrial. Esto último se puede explicar por el hecho de que la industria del segundo anillo no sobrepasa en antigüedad los 25 o 30 años, mientras que la industria del primer anillo en muchos casos ha superado los 40 años. Además, vale la pena mencionar que en muchos casos la ubicación de las industrias del segundo anillo fue resultado de un proceso de desconcentración de las industrias del primer anillo, incentivadas por políticas gubernamentales, y de las cada vez más difíciles condiciones de producción en éste. • “El tercer anillo” está representado por los municipios que se encuentran a una mayor distancia del D.F. que los anteriores. En éstos aparecen, de manera puntual, sólo algunas industrias pequeñas, rara vez medianas, básicamente agroindustrias o industrias alimenticias, por lo que es difícil decir si podemos 25 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz clasificarlas como “modernas”. En muchos casos se trata más bien de talleres, frecuentemente familiares, y como hemos mencionado, básicamente de carácter agroindustrial, que abastecen a la población local de algunos productos de primera necesidad (panaderías, tortillerías, producción de guaraches, etc.). Esta gama de industrias en el Estado de México genera una fuerte heterogeneidad de los municipios; por un lado, se encuentran aquellos que presentan más altos niveles de vida (los municipios conurbados al D.F.) y por otro, los municipios con niveles muy bajos (los municipios del sur y norte del estado). Asimismo, la ZPEM presenta alta heterogeneidad, donde podemos encontrar áreas de industrialización madura como el corredor Toluca‑Lerma, áreas de desarrollo industrial dinámico y múltiple, como son los municipios de Atlacomulco, Tianguistenco y Ocoyoacac, municipios con un dinámico pero puntual desarrollo industrial como en Jocotitlán, y por último, aquellos municipios que adquirieron alguna importancia, pero no detonaron en su desarrollo industrial como es el caso de Jilotepec, Tenango del Valle y Tenancingo. Por otro lado, tenemos otros tantos municipios donde el desarrollo industrial se realiza a partir de las micro y pequeñas empresas, básicamente de la agroindustria, y que en la estructura económica de sus territorios no muestran ninguna importancia. 2. El desarrollo industrial en la Zona Poniente del Estado de México Como se mencionó, esta zona comprende 65 municipios, que concentran 25.9% de la población mexiquense (3 389 585 habitantes). Esto representa una alta desigualdad en la distribución de la población, ya que prácticamente en la mitad de los municipios de la entidad habita una cuarta parte del total de la población. Dicha zona presentó en el periodo de 1980 a 1990 una tasa de crecimiento de 2.9% que, si bien es alta, todavía es superior a la registrada en el período de análisis anterior (2.6%), lo que nos muestra que poco a poco su ritmo de crecimiento se va elevando hasta equiparar, al momento, la del Estado de México (cuadro 10). 26 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 Cuadro 10. Zona poniente del Estado de México Población total, porcentaje de participación y tasa de crecimiento media anual; 1980-2000 1980 1990 2000 T.C. 80-90 T.C. 90-00 ZPEM 1 974 957 2 545 315 3 389 585 2.6 2.9 Estado de 13 096 7 564 335 9 815 795 2.6 2.9 México 686 % 26.11 25.9 25.9 Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1980, 1990, 2000). Asimismo, dentro de la ZPEM, Toluca concentra 19.7% del total de la población, seguido de Metepec, con una participación de 5.7% y San Felipe del Progreso con 5.2% de los habitantes3. Sólo estos tres municipios en suma concentran 30.6% de la población de toda el área de estudio, lo que nos muestra desigualdades en la distribución territorial de la población. En lo que concierne a las actividades económicas, específicamente la industria manufacturera, la ZPEM ha registrado un crecimiento, no sólo en su número de establecimientos sino también en la cantidad de población que ocupa, de lo cual podemos rescatar lo siguiente (cuadro 11): • Actualmente la zona concentra 25.6% de los establecimientos manufactureros del estado (9 055 unidades productivas), participación que ha ido en aumento, ya que en 1989 concentraba 20.3% y en 1994, 22.8 por ciento. Esto puede ser explicado, por un lado, debido al surgimiento de empresas en el área de estudio, pero por otro, por la llegada al territorio de empresas provenientes de otras entidades federativas, principalmente del D.F. • Asimismo, en igual situación se presenta el comportamiento de la población ocupada, ya que en 2004, los 9 055 establecimientos manufactureros ocupaban 24.2% de la población total de la ZPEM; porcentaje mayor al registrado en periodos anteriores (1980, 17.8% y 1990, 20.8%). El 2 de octubre de 2001, este municipio se divide en dos (San Felipe del progreso y San José del Rincón). 3 27 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Cuadro 11. Zona poniente del Estado de México Participación de los establecimientos manufactureros y el personal ocupado con respecto al total estatal; 1989-2004 Establecimientos manufactureros 1994 1999 2004 1989 1994 1999 2004 % % % % ZPEM 2 491 5 163 9 015 9 055 20.3 22.8 25.5 25.6 Estado de 12 279 22 616 35 318 35 343 100.0 100.0 100.0 100.0 México Población ocupada ZPEM 67 877 89 680 105 693 109 715 17.8 20.8 21.6 24.2 Estado de 381 048 431 596 489 469 453 832 100.0 100.0 100.0 100.0 México Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1989, 1994, 1999, 2004). Zona 1989 A nivel municipal, a partir de estos datos y al aplicar el cálculo del Índice de especialización local, podemos observar que el área de estudio se clasifica en cuatro zonas dependiendo de la presencia e importancia en relación con el total de la población ocupada en la industria manufacturera, lo que muestra información interesante en función de la evolución de dichas zonas (mapa 1). Mapa 1. Municipios de la ZPEM especializados en la industria manufacturera, 1989-1994 Fuente: elaboración propia a partir de datos estadísticos. INEGI. Censos económicos (industriales) 1989, 1994, Estado de México. Como se puede observar en el mapa anterior, dentro de la ZPEM, en los dos periodos considerados, no se han experimentado grandes cambios, ya que tanto los municipios muy industrializados 28 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 como industrializados siguen siendo los mismos: Toluca, Lerma, Tianguistenco, Jocotitlán y Atlacomulco. Sin embargo, para 1999 la información sobre índices de especialización local en la industria manufacturera muestran cambios significativos que orientan la tendencia hacia un proceso de industrialización más intensivo en otros municipios de la ZPEM, fuera de los tradicionales centros industrializados, sobre todo en lo que se refiere a los municipios del norte de la entidad y aquellos localizados al sur del valle de Toluca, cuya actividad industrial es prácticamente a través de talleres familiares, micros y pequeñas empresas (mapa 2). Mapa 2. Municipios de la ZPEM especializados en la industria manufacturera, 1999 Municipios no industrializados Municipios poco industrializados Municipios industrializados Municipios muy industrializados 29 29 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Proceso que se reproduce para 2004, y cada vez con mayor intensidad, con lo que se orienta claramente la conformación de un corredor industrial desde el valle de Toluca hacia el norte del estado, incorporándose cada vez más un mayor número de municipios que anteriormente no figuraban como industrializados. Asimismo, la pérdida de relevancia manufacturera se puede observar en el caso del municipio de Toluca que, como bien muestran los datos estadísticos, tiende a orientarse económicamente hacia el sector terciario (mapa 3). Mapa 3. Municipios de la ZPEM especializados en la industria manufacturera, 2004 Especialización Industrial en la Zona Poniente del Estado de México, 2004 Municipios no industrializados Municipios poco industrializados Municipios industrializados Municipios muy industrializados 30 30 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 Pese a este comportamiento, en términos relativos, Toluca y Lerma siguen concentrando casi la mitad de las unidades productivas. Sin embargo, dicha participación ha ido disminuyendo de años anteriores a la fecha, ya que en 1988, su concentración era de 64 por ciento y para 2004 se reduce a 49.4 por ciento. Esto permite suponer un proceso de desconcentración hacia otros municipios de la zona de estudio o un traslado de establecimientos a otros estados del país, principalmente de la región centro (cuadro 12). Cuadro 12. Toluca y Lerma Porcentaje de participación del personal ocupado en la industria manufacturera con respecto a la ZPEM; 1989-2004 Municipio Toluca Lerma Total 1989 1994 1999 2004 45.7 18.3 64.0 39.9 15.4 54.8 39.6 13.9 53.5 35.4 14.0 49.4 Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1989, 1994, 1999, 2004). En el caso de los municipios muy industrializados e industrializados, estos ofrecen diversos factores de localización (infraestructura, vialidades, mano de obra, cercanía al mercado) y políticas que promueven el desarrollo industrial de la zona, a partir de la ubicación de empresas de diversos tamaños, capitales y orientación productiva. Caso contrario al resto de los municipios de la zona poniente, donde se ubican empresas, principalmente de tamaño pequeño y micro, de capital nacional, y de carácter tradicional. Lo anterior nos lleva a plantear dos conclusiones: primero, el mapa muestra claramente la conformación de “los anillos de industrialización”, de los cuales se hizo referencia en apartados anteriores; segundo, la tendencia a la industrialización de la zona poniente es claramente observada, aunque muy heterogénea. Así, podemos encontrar municipios con infraestructura y unidades productivas, especialmente aquéllos considerados como polos de desarrollo, que concentran empresas de diferentes tamaños, principalmente medianas y grandes; en contraste de otros, cuyo desarrollo se basa en actividades industriales de corte artesanal, a partir de pequeños talleres familiares y firmas pequeñas y micro. 31 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz En cuanto a la división de la industria manufacturera en subsectores, observamos que en la zona de estudio existe gran predominio de los subsectores: 31 Industria alimenticia, 32 Textil, 35 Industria química y 38 Industria metalmecánica, quienes concentran a una buena parte de las empresas y del personal ocupado total, comportamiento que ha sido similar a lo largo del tiempo (cuadro 13). Cuadro 13. Zona poniente del Estado de México Participación del personal ocupado por subsector manufacturero con respecto a la entidad; 1989-2004 ZPEM 31 32 33 1989 16.8 16.2 3.3 1994 19.7 17.1 2.3 1999 20.4 25.4 3.3 2004 20.6 15.5 1.2 Fuente: cálculos propios con base 1999 y 2004). 34 35 36 37 38 2.8 16.1 3.9 0.8 38.8 3.5 14.3 4.0 6.6 30.6 3.8 13.2 3.3 0.2 29.1 6.8 17.6 4.6 1.7 28.6 en datos estadísticos. INEGI (1989, 39 1.3 1.9 1.3 3.4 1994, En la ZPEM cabe resaltar el caso del subsector 32: industria textil, ya que en los últimos años, esta actividad presenta fuerte presencia en lo que se refiere al personal ocupado, especialmente en algunos municipios, agrupados en dos áreas: la norte y la sur, pese a sus condiciones de desarrollo, vinculadas con presencia de empresas micro y pequeñas o talleres familiares, competencia con productos extranjeros (principalmente chinos), poco productivas, de carácter artesanal, entre otros (cuadros 14 y 15). Cuadro 14. Área norte de la zona poniente del Estado de México Municipios cuyo personal ocupado (más de 50%) realizan actividades vinculadas al subsector 32 Industria textil, prendas de vestir e industria del cuero, 1999 y 2004 1999 2004 Municipio % P.O. % P.O. Acambay 59.5 66.1 Aculco 81.7 51.1 Atlacomulco 65.7 33.6 Chapa de Mota 90.1 88.8 Jilotepec 84 46.2 Morelos 92.6 90.4 Polotitlán 60.8 50.3 Soyaniquilpan 90.2 79.0 Temascalcingo 58.2 55.3 Villa del Carbón 58.6 49.3 Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1999 y 2004). 32 32 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 Cuadro 15. Área sur de la zona poniente del Estado de México Municipios cuyo personal ocupado (más de 50%) realiza actividades vinculadas al subsector 32 Industria textil, prendas de vestir e industria del cuero, 1999 y 2004 1999 2004 % P.O. % P.O. Almoloya del Río 92.8 92.2 Atizapán 88.5 93.2 Rayón 74.1 91.9 Texcalyacac 53.8 69.6 Municipio Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1999 y 2004). Como se puede observar, en dichos municipios más de la mitad de la población se dedica a las actividades vinculadas con la industria de la confección, lo que genera al interior de cada área procesos de producción y comercialización interempresariales e intrarregionales, mientras que en pocos casos, su ámbito de mercado es nacional. Es importante resaltar esta situación ya que, por ejemplo, en el área norte, podríamos suponer la presencia de redes de empresas a partir de la complementación de ramas productivas como: 3212: hilado, tejido y acabado de fibras blandas; 3114: fabricación de tejidos de punto y 3220: confección de prendas de vestir. Asimismo, resulta relevante mencionar que muchas de estas actividades aparecen como respuesta a la falta de empleo y disminución de las actividades tradicionales como la agricultura, pesca y ganadería, lo que genera que cada vez mayor número de municipios se orienten a la producción textil, como los casos en el norte de la entidad de Ixtlahuaca, Timilpan y Villa Victoria. Conclusiones La entidad mexiquense ha seguido una dinámica concentradora del desarrollo industrial, que ha traído como consecuencia procesos de heterogeneidad y polarización de su economía. Particularmente, presenta algunos rasgos característicos: 33 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz 1) Es una actividad que, desde hace más o menos cuarenta años, se considera como importante para la vida económica de la entidad. Sin embargo, a lo largo de este periodo ha presentado diferentes tendencias con características particulares: desarrollo importante en los sesenta, disminución y estabilización de su posición en el periodo de 1970 a 1990, y una caída a principios de los noventa. 2) Es una industria concentrada, tanto en su estructura por subsectores como territorialmente. En lo que se refiere al primer aspecto, se tiene que notar que a largo plazo crece la participación de dos actividades, la industria química y la industria metalmecánica, mientras que la industria alimenticia mantiene su participación. Otras actividades manufactureras presentan una disminución en su porcentaje de participación; por tanto, se considera que al interior de este sector existe polarización subsectorial. 3) La especialización externa de la industria mexiquense es notable e interesante aunque los resultados no son muy distantes de los de especialización interna. Como se observó, externamente la industria manufacturera del Estado de México se especializa en cuatro subsectores, que son: 35: sustancias químicas; 32: textiles y prendas de vestir; 37: industrias metálicas básicas; y 34: papel, productos de papel, imprenta y ediciones. Mientras que otros dos subsectores están muy cercanos de esa especialización, tales como: 38: productos metálicos, maquinaria y equipo; y 31: productos alimenticios, bebidas y tabaco. 4) Por último, podemos decir que históricamente la industria manufacturera sigue siendo una actividad territorialmente muy concentrada y polarizada, pues las cuatro regiones consideradas como más importantes concentran más de 90% del potencial industrial del Estado de México, mientras que las cuatro restantes “con alguna importancia” concentran prácticamente el resto de la industria de la entidad. Además de que diez municipios (ubicados en las ZMCM y ZMT), de un total de 125 que conforman la entidad, emplean a más de 70% del total de la fuerza laboral. 34 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 En lo que corresponde a la ZPEM, a pesar de comprender la mitad de los municipios de la entidad, su participación en la industria manufacturera es mucho menor a la experimentada por la ZMCM, ya que sólo concentra a una cuarta parte de los establecimientos productivos y del personal ocupado. Sin embargo, en años recientes, en esta zona se ha estado observando un crecimiento de esta actividad, que bien podría depender de condiciones socioeconómicas y territoriales endógenas, pero también de procesos externos relacionados con estrategias competitivas de empresas medianas y grandes localizadas en otros espacios y que encuentran en estos espacios factores que les permiten su desarrollo (mano de obra, insumos). Por esta razón, es conveniente seguir monitoreando estos cambios para avanzar en explicaciones vinculadas con tales fenómenos. Por otro lado, se pueden observar claros indicios de heterogeneidad industrial dentro de la ZPEM, dados a partir de la constitución de tres grandes áreas o micro regiones, cada una con características muy particulares de producción y localización: la primera comprende los municipios muy industrializados e industrializados, donde se ubican Toluca, Lerma, San Mateo Atenco y Ocoyoacac; segundo, la que comprende aquellos municipios considerados poco industrializados, pero cuya presencia local es muy importante, tal es el caso de Atlacomulco, Jocotitlán, Ixtlahuaca, Tianguistenco (municipios con mayor peso industrial) y Almoloya del Río, Atizapán, Tenango del Valle, entre otros (con menor presencia industrial); por último, hay municipios que carecen de actividad manufacturera. Así, toda esta dinámica nos habla, en un primer momento, de nuevas tendencias económico-territoriales del desarrollo industrial en el Estado de México y su zona poniente, desde 1990 a la fecha que pudieran estar enmarcadas dentro de procesos internacionales y nacionales que configuran una lógica de organización territorial de la industria en constante transformación. En el caso de procesos internacionales, el desarrollo industrial del Estado de México encuentra nuevos elementos de análisis a tomar en cuenta en el contexto mundial, éstos son los procesos de reestructuración económica, industrial y de localización o territorial, que sin duda influyen e influirán en la industria mexiquense. 35 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz En primer lugar, referente a los procesos de reestructuración económica, es importante mencionar la creciente terciarización de la economía contemporánea que se manifiesta no únicamente en el incremento de la importancia absoluta y relativa de la producción y el empleo en el sector servicios, también en un mayor desarrollo de las ocupaciones terciarias, y que por ejemplo, en relación con la industria, se observa en aquellos empleos que, aunque correspondan a empresas industriales, no están ligados directamente a las tareas productivas, sino a otras relacionadas con la administración y la gestión, o con la venta de productos y el diseño; ocupaciones que aumentan el componente control y supervisión de procesos, en detrimento de tareas manuales. En segundo y tercer lugar, los procesos de reestructuración industrial y de localización se encuentran directamente vinculados. El primero, entendido como el reemplazo del denominado régimen de acumulación fordista por el de acumulación flexible que está comenzando a mostrar cambios en las tendencias económicas y territoriales que rigieron los procesos de producción y organización de las empresas que, tanto a escala estatal, como nacional y global, se manifiestan en el fenómeno de la desindustrialización o en el traslado total o parcial de las empresas localizadas en áreas industriales tradicionales y maduras hacia áreas con escaso desarrollo industrial, donde se organizan redes productivas conformadas por una serie de establecimientos pequeños y medianos que cumplen diversas funciones dentro del ciclo de producción, pero que lo hacen buscando costos menores en mano de obra y producción. De esta manera, para el caso de la industria mexiquense, los efectos de estos procesos y los cambios económico-territoriales a ellos vinculados son claramente manifiestos en un primer momento sobre el empleo, donde precisamente las industrias intensivas en mano de obra, son las que se mueven a territorios con costos de trabajo más bajos. Por otro lado, también se dejan sentir efectos en la marcada dualidad de la industria, principalmente en la ZPEM, donde, en términos de política, se fomentan aquellas áreas industriales tradicionales, modernas y dinámicas, en detrimento de las actividades sometidas a técnicas tradicionales, muchas de ellas de producción doméstica, que se encuentran marginadas de las facilidades crediticias y 36 Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México y su Zona Poniente, 1990-2005 la cercanía a los mercados; lo que amplia el desarrollo desigual y heterogéneo, donde no sólo la desproporcionalidad territorial es un indicativo de ello, sino también el tamaño de las empresas y sus características productivas y de organización. En conclusión, el Estado de México se caracteriza por presentar condiciones atractivas para la inversión nacional y extranjera, tanto por su infraestructura física como mano de obra, además de su clima laboral y su cercanía al centro de consumo más grande del país. Sin embargo, el gran reto que tiene el estado es poder mantener sistemáticamente sus ventajas comparativas y crear otras nuevas, en un entorno local productivo favorable, en función no sólo de infraestructura y servicios, sino también de recursos humanos calificados y la promoción de un clima de cooperación y organización que promueva el desarrollo de redes. Aspectos considerados como fundamentales para el desarrollo territorial, manifiesto en diversos casos de América Latina y Europa. Bibliografía Bejar Navarro, Raúl y Francisco Casanova Álvarez (1970). Historia de la Industrialización del Estado de México, Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, México. Garza, Gustavo (1992). 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La idea que subyace en este análisis es que la variación experimentada por una variable zij (donde el subíndice i denota el sector y el subíndice j, la región) entre dos momentos del tiempo, depende de la actuación de tres factores: el efecto de arrastre que ejerce la evolución de la economía nacional, la influencia que ejerce el desempeño del sector económico i en su conjunto y, finalmente, un efecto que viene dado por características específicas de la región j. A pesar de que este método ha sido empleado1 para descomponer el cambio observado en los niveles de empleo o producción de una región entre periodos determinados, durante años han sido propuestas correcciones y extensiones al mismo, algunas de las más relevantes aparecen recabadas en los trabajos de Loveridge y Selting (1998) o Mayor (2001), entre otros. Las bases de la técnica ShiftShare fueron desarrolladas en el trabajo de Dunn (1960). 1 Entre las aportaciones más importantes caben destacar los conceptos de empleo homotético de Esteban-Marquillas (1972) para perfeccionar la medición del efecto competitivo, o la consideración de los efectos espaciales (Arcelus, 1984), que se traducen en la posibilidad de descomposición del efecto competitivo en varios sub efectos. 41 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Otra visión alternativa para superar algunas de las limitaciones del Shift-Share clásico la constituye la introducción del Shift-Share estocástico a partir de los trabajos de Berzeg (1978, 1984). Uno de los aspectos sobre los que se han realizado el mayor número de críticas ha sido la influencia que tiene la elección de los periodos que se toman como referencia para medir los efectos. Sin embargo, no parece existir una sola opinión acerca de cuál es la mejor alternativa para resolver este problema; algunas propuestas en este sentido han consistido en tomar instantes intermedios entre el inicial y el final (Klaassen y Paelinck, 1972) o calcular los efectos año tras año (Barff y Knight, 1998). El objetivo principal de este estudio consiste en retomar el análisis sobre esta cuestión, considerando al análisis Shift-Share como un problema específico de un método más general de descomposición del cambio temporal con el fin analizar los cambios que han experimentado las cadenas productivas del Estado de México. La estructura del trabajo es la siguiente: en la primera parte se muestra cómo la técnica Shift-Share puede ser entendida como un caso particular de las posibles soluciones de un problema general de descomposición del cambio en una variable producto de varios factores explicativos. La segunda parte ilustra los resultados obtenidos en la sección anterior, descomponiendo el cambio experimentado en el empleo por agrupamientos de sectores2 en el Estado de México durante el periodo 1988-1998. En la sección tercera se retoma un método de descomposición general (Fernández y Ramos, 2002a) que depende del comportamiento temporal de los determinantes de la magnitud. En la sección siguiente se ilustra, con el mismo caso de estudio de la sección 2, la variabilidad existente entre las potenciales soluciones a este problema de descomposición. Finalmente, se exponen algunas conclusiones de este trabajo. 1. Un problema general de descomposición Tal como se ha señalado en la parte introductoria, la técnica ShiftShare distingue y cuantifica los distintos componentes que afectan al cambio en una magnitud zij entre dos instantes de tiempo3, considerando tres efectos generales: nacional, sectorial y regional. 42 La agrupación de los sectores se retoma de los trabajos de Dávila (2003b) y Laguna (2003). 2 La idea que subyace en este análisis es que la variación experimentada por una variable zij (donde el subíndice i denota el sector y el subíndice j a la región) entre dos momentos del tiempo, depende de la actuación de tres factores: el efecto de arrastre que ejerce la evolución de la economía nacional, la influencia que ejerce el desempeño del sector económico i en su conjunto y, finalmente, un efecto que viene dado por características especificas de la región j. Estos aspectos se sintetizan en la siguiente expresión: 3 Donde es la tasa de crecimiento de la variable z a nivel , representa la nacional, tasa de crecimiento de dicha variable en ese sector a nivel nacional y finalmente ij es la tasa de crecimiento de zij entre los dos instantes de tiempo considerados, 0 y 1, es decir: La expresión (1) es la correspondiente al análisis ShiftShare convencional, a partir de la cuál se distinguen los tres efectos cuya suma da como resultado el cambio total en zij: Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México En esta sección se hace notar que este resultado está relacionado con la descomposición del cambio de una variable dependiente definida como el producto de diversos factores4. Así sea la variable zij expresada del siguiente modo: zij = nsr (1) Donde n representa el valor de la magnitud a nivel nacional sin considerar los efectos sectorial y regional; esto es, n = z. Por otra parte, . s recoge la influencia de la estructura sectorial, es decir, Finalmente, r muestra el efecto diferencial propio de la región j, el cual suponemos, ocasiona que zij tome un valor diferente al valor sectorial correspondiente al total nacional: . Si comparamos el valor de zij en un instante inicial 0 y un instante final 1, podemos calcular la variación experimentada por zij entre ambos momentos como: (2) Sumando y restando n1s0r0 en (5) se obtiene: (3) Cada uno de los miembros del lado derecho de esta última expresión (3) representa los efectos definidos anteriormente. De este modo cuantificamos la contribución de n, es decir, el efecto de arrastre que tiene la economía a nivel nacional como: (4) Problemas de este tipo surgen dentro del análisis insumo producto donde es común la aplicación de la técnica de Análisis de Descomposición Estructural o SDA (Skolka, 1989 y Oosterhaven et al., 1995). 4 Operando en (3) obtenemos la expresión de EN, esto es, el efecto de arrastre de la economía nacional, que ofrece la técnica ShiftShare. El resultado es el siguiente: (5) 43 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Donde nivel nacional. denota la tasa de crecimiento de la variable z a De igual modo el efecto sectorial puede ser obtenido a partir de la contribución del componente s al cambio total de la manera siguiente: (6) Debe notarse que si sólo considerásemos la influencia de n y s, el valor que tomaría zij sería zi, por lo que se obtiene el resultado expresado en (6). Finalmente, la contribución del componente r, que se considera, representa el efecto regional: (7) Por tanto, se puede concluir que la expresión (3) ofrece los mismos resultados, en términos de la descomposición de los tres efectos, que la solución del Shift-Share convencional. Debe tenerse presente que, partiendo de una magnitud definida como el producto de n factores explicativos, y aplicando el razonamiento expuesto anteriormente, es posible obtener n! soluciones distintas para expresar el cambio en dicha magnitud. Así pues, en nuestro caso, al disponer de tres factores existirían seis posibles soluciones que expresan el cambio en zij como la suma de las contribuciones respectivas. De estas seis soluciones una de ellas es la expresada anteriormente, ahora bien, si en la ecuación (3) sumamos y restamos nos1r1 en lugar de n1soro, mediante las operaciones necesarias se llega a expresar el cambio total como la siguiente suma: 44 (8) Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México Ahora los tres efectos se cuantificarían de la siguiente forma: (9) (10) (11) Donde *r es la tasa de crecimiento del componente regional entre los dos periodos considerados5, es decir, el crecimiento de la importancia del sector i en la región j respecto del total del sector a nivel nacional. Si se razona de la misma forma, la tasa *sr recoge el incremento conjunto de los efectos sectorial y regional6 y mide el incremento del peso del sector i en la región j respecto del total nacional; debe notarse que en esta expresión intervienen tanto el efecto sectorial como el regional. Así pues, los tres efectos pueden ser cuantificados por expresiones diferentes a las planteadas en (5), (6) y (7). El efecto nacional ahora está determinado a partir de la tasa de crecimiento de zij de la cual se han eliminado la influencia tanto sectorial como regional. Note que, pese a que la forma de cuantificarlo es distinta, seguimos midiendo el efecto neto de arrastre que tiene la economía nacional sobre el sector i en la región j. El efecto sectorial está dado por el crecimiento conjunto de la especialización sectorial y la influencia regional de la que se sustrae esta última. Finalmente, el efecto regional se determina a partir del crecimiento del peso del sector i en la región j en comparación con el total sectorial a nivel nacional. 5 6 Ambas mediciones de los efectos (al igual que las cuatro restantes) son conceptualmente admisibles y exhaustivas, en el sentido de que su suma es igual al cambio total y la elección de una u otra alternativa es una decisión arbitraria que conduce a resultados diferentes con lo que la conclusión del análisis puede diferir notablemente. En la sección siguiente, y con la intención de ilustrar este aspecto, se analiza la influencia que tiene la elección de una solución concreta sobre la descomposición al cambio de una magnitud. 45 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz 2. Descomposición del cambio del empleo sectorial en el Estado de México: aplicación de Shift-Share El objetivo de esta sección es ilustrar los problemas relacionados con la variabilidad de los resultados que pueden obtenerse cuando se descompone el cambio total de una magnitud en la suma de tres efectos. Para ello se analizan los cambios que han experimentado los agrupamientos industriales detectados en la economía del Estado de México. El número de empleados, así como las variaciones observadas en el empleo de cada agrupamiento (zij, en miles de personas), se muestran en el siguiente cuadro: Cuadro 1. Niveles de empleo y cambio observado durante el periodo 1998-2003 Estado de México. Agrupamiento Empleo 1998 Empleo Cambio TMCA 19982003 % 2003 zij 117 109 378 0.1 1. Metalmecánica y automotriz 116 731 2. Minerales no metálicos y otros 119 449 productos metálicos 105 687 -13 762 -2.4 3. Productos químicos* 91 406 87 299 -4 107 -0.9 4. Productos alimenticios 55 906 51 036 -4 870 -1.8 5. Energéticos y derivados* 8 625 19 865 11 240 18.2 6. Textiles 129 492 100 994 -28 498 -4.8 7. Partes de plástico, vidrio y madera 89 342 para la industria electrónica 68 784 -20 558 -5.1 8. Productos de papel y cartón 29 223 32 935 3 712 2.4 9. Insumos para la producción de 81 049 auto partes 77 202 -3 847 -1.0 10. Metales no ferrosos y sus 36 705 productos 42 638 5 933 3.0 11. Productos de cuero 20 284 25 723 5 439 4.9 12. Alimentos para animales 29 022 29 150 128 0.1 Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI. TMCA=Tasa media de crecimiento anual. * Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como de la construcción. A partir de los datos del cuadro 1 se observa un comportamiento mixto en la capacidad de generación de puestos de trabajo de los sectores mexiquenses; en términos generales, el Estado sufrió la pérdida de casi 60 mil puestos de trabajo en cinco años, destacando la dinámica negativa en los sectores de textiles (cadena 6), en el sector de plástico y vidrio (cadena 7) y en menor medida en el sector 46 Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México de minerales no metálicos (cadena 2). En contraste, es notable la dinámica positiva del sector de energéticos (cadena 5) que ha mostrado una tasa de crecimiento promedio cercana a 20% anual para todo el periodo. Cuadro 2. Niveles de producción y cambio observado durante el periodo 1998-2003 Producción Producción Cambio 1998-2002 TMCA 1998 2002 Estado de México. Agrupamiento % 1. Metalmecánica y automotriz 2. Minerales no metálicos y otros productos metálicos 3. Productos químicos* 4. Productos alimenticios 5. Energéticos y derivados* 6. Textiles 7. Partes de plástico, vidrio y madera para la industria electrónica 8. Productos de papel y cartón 9. Insumos para la producción de autopartes 10. Metales no ferrosos y sus productos 11. Productos de cuero 12. Alimentos para animales 30 109 824 29 725 045 -384 779 -0.3 -1,204 403 6 816 000 9 203 123 4 723 669 -517 924 -1.2 4.8 10.6 22.1 -0.7 15 986 628 15 137 796 -848 832 5 859 862 10 339 276 4 479 414 -1.1 12.0 17 410 836 18 311 658 900 822 1.0 5 840 884 5 735 106 3 029 632 7 881 897 3 384 696 5 798 577 -105 778 4 852 265 2 413 881 -0.4 21.1 11.4 20 679 969 25 935 480 14 018 397 2 754 953 15 299 908 19 475 566 32 751 480 23 221 520 7 478 622 14 781 984 Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI. TMCA=Tasa media de crecimiento anual. * Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como de la construcción. En contraste, el valor agregado del Estado de México experimentó un crecimiento global de más de 30 mil millones de pesos en el periodo, aunque sectorialmente se observan contrastes. Es notable el crecimiento de la producción de la cadena 11 (productos de cuero) y la cadena 5 (energéticos) que han sostenido un ritmo de 20% anual, del mismo modo cabe destacar al sector de producción de papel y cartón (cadena 8) que ha sostenido un ritmo de crecimiento de 12% anual. Asimismo, resalta la caída sostenida que se observa en la producción de plástico (cadena 7), Minerales no metálicos (cadena 2) y metalmecánica y automotriz (cadena 1), las cuales tradicionalmente han sido consideradas como la vocación productiva de la región. A continuación se analizan los factores que explica el cambio experimentado por el empleo y el valor agregado regional: el efecto de arrastre que genera la marcha de la economía mexicana en su 47 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz conjunto, el efecto que tiene la dinámica sectorial y el efecto competitivo propio del estado. Si utilizamos la solución del Shift-Share clásico, se obtendrán ciertos resultados para los efectos. Cuadro 3. Análisis del Shift-Share sobre el empleo (% sobre la TMCA). 1998-2003 Estado de México. Agrupamiento TMCA Nacional Sectorial Compe% % % titivo % -0.6 -4.7 5.4 0.1 1. Metalmecánica y automotriz 2. Minerales no metálicos y otros productos metálicos -2.4 -0.7 -1.1 3. Productos químicos* -0.9 -0.6 -5.6 4. Productos alimenticios -1.8 -0.6 -0.4 5. Energéticos y derivados* 18.2 -0.4 -4.8 6. Textiles -4.8 -0.7 -2.8 7. Partes de plástico, vidrio y madera para la industria electrónica -5.1 -0.7 -4.2 8. Productos de papel y cartón 2.4 -0.6 -0.3 9. Insumos para la producción de autopartes -1.0 -0.6 5.8 10. Metales no ferrosos y sus productos 3.0 -0.6 2.2 11. Productos de cuero 4.9 -0.6 1.7 12. Alimentos para animales 0.1 -0.6 2.7 Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI. TMCA=Tasa media de crecimiento anual. * Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como de la construcción. -0.7 5.3 -0.7 23.4 -1.4 -0.2 3.3 -6.1 1.5 3.7 -2.0 Cuadro 4. Análisis del Shift-Share sobre la producción (% sobre la TMCA). 1998-2003 Estado de México. Agrupamiento 1. Metalmecánica y automotriz 2. Minerales no metálicos y otros productos metálicos 3. Productos químicos* 4. Productos alimenticios 5. Energéticos y derivados* 6. Textiles 7. Partes de plástico, vidrio y madera para la industria electrónica 8. Productos de papel y cartón 9. Insumos para la producción de autopartes 10. Metales no ferrosos y sus productos 11. Productos de cuero 12. Alimentos para animales -0.3 18.3 -11.4 Competitivo % -7.2 -1.2 4.8 10.6 22.1 -0.7 18.7 16.6 14.7 11.7 18.5 -6.5 -15.0 -6.9 10.3 -13.6 -13.4 3.2 2.7 0.0 -5.5 -1.1 12.0 1.0 -0.4 21.1 11.4 18.6 14.3 17.9 18.4 12.0 14.5 -11,2 -8.6 -0.9 -16.1 -0.5 -6.3 -8.5 6.3 -15.9 -2.7 9.6 3.1 TMCA % Nacional Sectorial % % Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI. TMCA=Tasa media de crecimiento anual. * Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como de la construcción. 48 Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México Como se ha visto en la sección 1, estos resultados son fruto de expresar el cambio total en las magnitudes (zij) siguiendo las expresiones que aparecen recogidas en (5), (6) y (7). La elección de esta solución concreta es una decisión estrictamente arbitraria y únicamente es una opción que, a priori, no resulta ni más ni menos aconsejable que las restantes expresiones. Los resultados que se muestran en el cuadro 3 indican el sentido y la intensidad de los tres efectos señalados para el empleo en el Estado de México. Analizando los resultados de la cadena 3 (productos químicos) indican que en la pérdida registrada de aproximadamente 5 000 empleos, los efectos de arrastre de la economía nacional y los cambios en el industry mix representan -0.6% y -5.6%, respectivamente, mientras que el efecto competitivo es el factor más importante, pues supone que explica 5.3% del cambio total de -0.9% observado. En este caso, el efecto de competitividad regional compensa parcialmente la dinámica negativa que se observa a nivel nacional y sectorial, lo que lleva a deducir que regionalmente el Estado de México tiene un elemento competitivo que ha permitido atenuar la pérdida de empleos que de otro modo habría sido mayor. Por su parte, en el cuadro 4 es posible observar la descomposición del crecimiento sectorial regional del nivel de producción. En general el componente relativo al efecto nacional muestra un comportamiento positivo; sin embargo, analizando sectorialmente los efectos de industria y regional muestran una tendencia mixta. Por ejemplo, para la cadena 3 (productos químicos), el efecto nacional explica un 16.6% de la tasa observada de 4.8%, la dinámica sectorial explica un -15.0% de la misma tasa observada (4.8%), mientras que el efecto de competitividad regional explica un 3.2 de la tasa de 4.8, de este modo, la suma de los tres efectos (16.6-15.0+3.2=4.8) explica la variación total, mostrando que, en este caso, la dinámica de la economía nacional es el elemento conductor principal del crecimiento de la producción de la industria química del Estado de México. Se puede obtener la contribución porcentual de cada efecto calculada a partir de las expresiones (9), (10) y (11) (cuadro 5). 49 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Cuadro 5. Resultado de una expresión alternativa al Shift-Share clásico. Análisis sobre el empleo (% sobre la TMCA). 1998-2003 TMCA Nacional Sectorial % % % Estado de México. Agrupamiento 1. Metalmecánica y automotriz 2. Minerales no metálicos y otros productos metálicos 3. Productos químicos* 4. Productos alimenticios 5. Energéticos y derivados* 6. Textiles 7. Partes de plástico, vidrio y madera para la industria electrónica 8. Productos de papel y cartón 9. Insumos para la producción de autopartes 10. Metales no ferrosos y sus productos 11. Productos de cuero 12. Alimentos para animales Competitivo % -0.2 -0.6 -6.6 7.3 1.2 1.4 7.1 -1.3 4.6 -0.6 -0.6 -0.6 -1.0 -0.6 -1.1 -8.0 -0.4 -18.1 -2.7 -0.7 7.7 -0.8 37.3 -1.6 1.2 2.6 1.8 1.5 2.0 7.0 -0.5 -0.7 -0.6 -0.7 -0.7 -0.6 -4.3 -0.3 4.6 2.4 2.1 2.6 -0.2 3.4 -4.9 1.4 3.5 -1.8 Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI. TMCA=Tasa media de crecimiento anual. * Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como al de la construcción. Cuadro 6. Resultado de una expresión alternativa al Shift-Share clásico. Análisis sobre la producción (% sobre la TMCA). 1998-2003 Estado de México. Agrupamiento 1. Metalmecánica y automotriz 2. Minerales no metálicos y otros productos metálicos 3. Productos químicos* 4. Productos alimenticios 5. Energéticos y derivados* 6. Textiles 7. Partes de plástico, vidrio y madera para la industria electrónica 8. Productos de papel y cartón 9. Insumos para la producción de autopartes 10. Metales no ferrosos y sus productos 11. Productos de cuero 12. Alimentos para animales TMCA Nacional Sectorial Competitivo % % % % -0.3 9.5 -4.4 -5.3 -1.2 4.8 10.6 22.1 -0.7 9.2 10.9 12.8 16.7 9.3 -2.0 -9.1 -4.0 5.4 -5.6 -8.4 2.9 1.8 0.0 -4.5 -1.1 12.0 9.2 13.2 -4.1 -5.8 -6.3 4.6 1.0 -0.4 21.1 11.4 9.8 9.4 16.3 13.0 -0.3 -7.4 -0.3 -3.7 -8.5 -2.4 5.1 2.0 Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI. TMCA=Tasa media de crecimiento anual. * Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como al de la construcción. Al comparar los resultados obtenidos en cada una de las descomposiciones mostradas en la sección anterior, se puede observar que la elección de una u otra es relevante sobre las conclusiones a las que un analista puede llegar. Asimismo, al comparar los cuadros 3 con el 5 y el cuadro 4 con el 6, se observa que las mismas tasas de 50 Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México variación reciben una contribución de cada efecto diferente, que depende de la elección de la técnica de análisis. Queda clara la variabilidad entre los resultados obtenidos. Además, debe tenerse en cuenta que sólo se han comparado los resultados de dos soluciones elegidas del total de las seis posibles alternativas existentes. Esta debilidad en el análisis se enfatizará en la siguiente sección, en la que se propone una visión alternativa de la técnica Shift-Share enmarcándola dentro de un método genérico de descomposición y se mostrará que realmente existe un rango de soluciones posibles todavía mayor que el expuesto hasta aquí. 3. Análisis de descomposición estructural Siguiendo a Dietzenbacher y Los (1998), el número de formas de descomposición de una variable z es equivalente a la cantidad n!, en donde n representa el número de fuentes de cambio. Los autores encuentran una solución práctica que consiste en presentar los resultados promedio obtenidos de todas las formas de descomposición. El valor de una variable endógena z esto dada por el producto de un conjunto de n variables exógenas (o sus determinantes) x1, x2,…, xn que es: z = x1 x2… xn. (12) El supuesto fundamental es que las variables exógenas pueden asumirse como independientes, no solamente en un sentido matemático sino desde el punto de vista teórico. Esto es, cada determinante puede cambiar sin que su cambio sea necesariamente acompañado por una variación en los valores de uno o más de sus otros determinantes. Entonces, la diferencia en z puede ser estudiada en relación con los cambios a través del tiempo. Sea z0 el valor de z en el periodo inicial 0 y z1 su valor en el periodo final 1 de modo que: (13) (14) 51 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Para descomponer el cambio en z es posible utilizar dos enfoques. En el primero, las proporciones entre el lado izquierdo y el lado derecho de las ecuaciones (13) y (14) proveen el punto inicial para una forma de descomposición multiplicativa. El segundo enfoque es la forma de descomposición aditiva basada en las diferencias entre el lado izquierdo y el lado derecho de las ecuaciones (13) y (14), así obtenemos: Dz = z1 - z0 = x1 x1 ...x1 - x0x0...x0 (15) El objetivo del análisis de descomposición aditiva es expresar el valor del lado izquierdo como la suma de los respectivos efectos de cada determinante xi: (16) Para explicar la naturaleza del problema de no individualidad que surge, se toma el caso en que n = 2. Por conveniencia de notación, se denota a las variables exógenas por x e y. Por lo tanto tenemos: z = xy y (17) (18) Es posible obtener la ecuación equivalente de (16) al sumar y restar x0y1 en (18) obteniendo: (19) y (20) El primer término de la derecha en (20) representa el efecto de un cambio en x sobre z, y el segundo término cuantifica la contribución de cambios en la variable y. El problema surge porque podrían tenerse diferentes contribuciones si sumamos y restamos x1 y0 en (18) en lugar de x0 y1. En este caso podríamos obtener: 52 (21) Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México Únicamente se considera la forma de descomposición “exhaustiva”, la cual implica que el efecto completo se atribuye a cambios en los determinantes exógenos. Un ejemplo de una forma de descomposición “no exhaustiva” o “aproximada” es z = xy0 + x0y + xy. El último término se conoce como “efecto interacción”. En algunos casos, se prefiere la forma aproximada a la forma exhaustiva, por ejemplo cuando se puede dar una interpretación económica al término de interacción. Sin embargo, si n > 2, la descomposición aproximada podría contener un número de términos de interacción para los cuales no se encuentra disponible una interpretación clara o sencilla. En tales casos los autores recomiendan las formas de descomposición exhaustiva (Fernández, 2002a). 7 Entre los casos específicos se encuentran: 8 Dz = Dx1x0...x0+x1Dx ...x0+...+x11x21...Dxn 2 n 1 2 n Dz = Dx1x1..x1+x0Dx2...x1+...+x0x0...Dxn 2 n 1 n 1 2 A estas expresiones usualmente se les conoce como “descomposiciones polares” porque las expresiones para los efectos se caracterizan por los mismos símbolos para todos los determinantes del lado derecho e izquierdo del factor ∆xi. El promedio de las dos descomposiciones polares es muy cercana a tomar el promedio de todas las n! formas. También explican que la fórmula del promedio ponderado es no exhaustiva si n > 2. Las contribuciones de los cambios en x e y obtenidas en las expresiones (20) y (21) pueden variar totalmente o solo un poco, escoger una de ellas es una decisión arbitraria7. Como una decisión práctica, tradicionalmente se han aplicado soluciones promedio a las expresiones (20) y (21). Dietzenbacher y Los utilizan ponderaciones promedio, si y solo si, únicamente intervienen dos determinantes: (22) donde y (23) En el caso general, en el cual z es el producto de n determinantes, el número de descomposiciones básicas posibles se incrementa, y es igual al número de permutaciones para las n variables. Por lo tanto, podrían obtenerse n! formas para descomponer el cambio en z8, . La ausencia de una solución única deja una elección arbitraria para alguna de las n! posibilidades, o la alternativa de obtener una solución promedio9. El método basado en rutas se construye con base en los trabajos de Hoekstra y Van den Bergh (2002), de Harrison (2000), quienes introducen las ideas básicas de lo que podríamos llamar el método basado en rutas (PB por sus siglas en inglés Path Based). El sistema alternativo comienza bajo la premisa de que tanto el valor de z como el valor de sus determinantes xi observan cambios continuos a través del tiempo, entre el tiempo 0 y el tiempo 1. Esto puede representarse como: (24) Asumiendo la diferenciabilidad de cada cambio infinitesimal xi(t) en z esto puede expresarse como: 9 (25) El cambio total en z puede ser expresado como la suma de todos los cambios infinitesimales entre el tiempo 0 y el tiempo 1: 53 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz (26) Los efectos de los determinantes xi pueden ahora escribirse como: (27) La ecuación (27) muestra que las derivadas de los determinantes xi en el tiempo t juegan un papel importante en el tamaño de los efectos atribuidos a los cambios en esos determinantes. En consecuencia, la elección de las formas funcionales de las funciones xi(t) = fi(t), o en otras palabras, la especificación de las rutas temporales que las variables siguen entre el periodo inicial y el final, pueden tener un gran impacto en la medida en que sus efectos conjuntos se agreguen a la variación de z. Harrison propone la solución a la cual llega al asumir rutas de las variables xi como: (28) En el caso de dos determinantes, este procedimiento atribuye la mitad del efecto interacción al primer determinante y la otra mitad al segundo determinante. Algunos autores relajan el supuesto de una línea recta, al considerar formas más flexibles para las funciones fi(t). Para mantener las posibilidades de estimar los parámetros que caracterizan la ruta temporal de las variables, se considera una clase específica de funciones monotónicas sin puntos de inflexión: (29) La ruta temporal de xi podría ser una línea continua si i es igual a 1. La idea básica es que la ruta específica desconocida por el valor del parámetro i determina las participaciones del efecto interacción que se atribuye a los distintos determinantes. Para el caso más general en el que un cambio en z se descompone en los efectos de n determinantes xi, la expresión para sus contribuciones respectivas para cualquier conjunto posible de n rutas de 54 Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México tiempo fue dada en la ecuación (27). Sustituyendo las rutas temporales más específicas asumidas en la ecuación (29) en la ecuación (27), puede escribirse: (30a) (30b) (30c) (30d) El primer término (30a) muestra la contribución más pequeña para el determinante xi, el cual está dado por su crecimiento Dxi ponderado por los valores iniciales de las otras variables. Además no contiene ningún término de los efectos de interacción. Los términos restantes muestran un conjunto de efectos de interacción entre el grupo de determinantes, también ponderados por los valores iniciales de los determinantes restantes. La distribución de estos efectos conjuntos entre los efectos de los determinantes depende de los valores de i. Existen efectos conjuntos múltiples entre los determinantes. Específicamente existen posibilidades de interacción entre xi y cada uno de los restantes n–1 determinantes, términos miden el efecto conjunto de xi con grupos de n–2 determinantes, etc. Generalizando, en la expresión para el efecto de xi existirán términos para el efecto conjunto con grupos de k determinantes. El valor de i es más alto en comparación al de j, la proporción más grande del efecto interacción atribuido a xi y, por lo tanto su contribución al cambio total en la variable z es mayor. 10 El último término, (30d), muestra la parte de la contribución conjunta de todos los determinantes hacia el efecto de interacción atribuido a xi. La importancia de los valores de los parámetros i para medir las contribuciones de los determinantes se observa en la ecuación (30)10. 55 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz 4. El Shift-Share dentro de un método general de descomposición En esta sección se analiza una técnica general de descomposición, basada conjuntamente en los enfoques de Vogt (1978)11 y Harrison et al. (2000), para medir la influencia de cambios exógenos sobre determinadas variables. Se comprobará que la solución a esta técnica genérica consiste en asignar valores a determinados parámetros desconocidos, además de que, la expresión del Shift-Share clásico corresponde a una asignación concreta dentro de un amplio rango de posibilidades. Se parte de una variable dependiente z cuyo valor es función de un conjunto de variables explicativas, es decir, z = F(x1, ..., xn). Por otro lado, se define una variable t que refleja el instante de tiempo en el que nos encontramos y que oscila entre 0 (periodo inicial) y 1 (periodo final).12 Así podremos medir el incremento registrado en z como: (31) Si la función F es continua13 se puede expresar un cambio infinitesimal en z que se produzca en cualquier instante comprendido entre el inicial y el final como: (32) Asumamos a las variables xi como una función del tiempo; de modo tal que xi = Hi(t), donde cada una de las Hi(t) es también una función continua y diferenciable. Teniendo en cuenta (13), obtenemos: (33) De este modo, es posible expresar el cambio total que se produce en la variable z como el agregado de todos los cambios infinitesimales en ese intervalo de tiempo: 56 (34) 11 Una alternativa a la utilización del enfoque Shift-Share, si la relación existente entre las variables es de carácter multiplicativo, la constituyen las técnicas basadas en la utilización de números índices, en concreto, los denominados índices Divisia (Hoekstra y Van der Bergh, 1999). Sin embargo, dichos índices no consiguen obtener una descomposición exhaustiva del cambio, ya que en sus expresiones aparece un término residual. Aunque estos valores pueden parecer arbitrarios, no suponen una pérdida de generalidad en el análisis, puesto que podemos concebir esta variable t como la “proporción de tiempo transcurrido entre los instantes inicial y final”. 12 Como sucede en nuestro caso, dado que hemos supuesto zij = xyw. 13 Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México Así, podemos expresar las contribuciones de cada variable exógena xi al cambio total, esto es, . La evolución de cada variable xi a lo largo del tiempo, o dicho en otras palabras, la forma que toma Hi(t) es un aspecto de gran trascendencia en la cuantificación de las contribuciones individuales al cambio. Harrison (op. cit.) también propone la utilización de sendas temporales lineales, es decir, Hi(t)=xi0+∆xit, debido al “buen comportamiento” y a la fácil interpretación que éstas presentan. A partir de los resultados obtenidos en el citado trabajo (Harrison et al., 2000), es posible generalizar el análisis, concibiendo familias de sendas temporales de la forma: (35) De esta forma, si t está en el instante inicial xi será xi0, mientras que si t es igual a 1 tomará valor xi1 = x10 + ∆xi , siendo ∆xi la diferencia entre el valor final y el inicial de xi, es decir, ∆xi = xi1 -xi0. Para simplificar el análisis, pero sin pérdida de generalidad, se supone que ∆xi 0; i=1,2,...,n; también se exige que qi sea positivo ya que, de este modo, los valores de xi oscilan entre xi0 y xi1, es decir, las sendas temporales serán monótonas no decrecientes siempre que ∆xi 0. Por lo tanto, se dispone de un número infinito de sendas temporales para las variables explicativas, definidas para cualquier valor qi positivo. Gráfica 1. Probables sendas de expansión temporal entre los instantes 0 y 1 57 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Entre las sendas “extremas” A y B pueden concebirse infinitas sendas monótonas no decrecientes como S1, S2, S3,..., estando determinada su forma concreta por el valor del correspondiente parámetro qi14. Retomando el problema donde existen tres variables explicativas para el valor que zij adopta, y aplicado este método general de descomposición, las contribuciones respectivas serían: (36) (37) (38) La interpretación de estos resultados es bastante intuitiva. Comenzando por el efecto nacional, mientras que en la solución que ofrece el análisis Shift-Share clásico es EN=ns0r0, la expresión (36) muestra como: (36a) Podemos enlazar el planteamiento anterior con la conceptualización geométrica de la noción de derivada. Así pues, el método general permitiría abordar el análisis del cambio a través de cualquier dirección curvilínea, esto es, estaríamos considerando la derivada según la dirección de una curva, mientras que si nos limitamos a considerar las sendas extremas dicho cambio sólo puede efectuarse a través de unas trayectorias rectilíneas concretas, lo que podría encuadrarse dentro del concepto de derivada parcial, caso particular del anterior. 14 Note que el Shift-Share clásico asigna un valor próximo a cero al parámetro n. 58 Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México El efecto regional según este método general es: (38a) En tanto que la solución ofrecida por el Shift-Share es: ERC = n1s1Dr . Es decir, asigna un valor infinitamente grande al parámetro qr. Por último, en lo que se refiere al efecto sectorial, mediante el uso del Shift-Share se obtiene: ESC = n1Dsr0, que es el resultado de la expresión (37) cuando el parámetro qn toma un valor próximo a cero mientras que simultáneamente qr es infinitamente grande. (37a) Por tanto, el problema de descomposición puede ser concebido como la asignación de valores a parámetros desconocidos. En función de estos valores (en términos relativos) se estará determinando la contribución de cada uno de los factores al cambio total. Por ejemplo, si el efecto nacional es cuantificado según la técnica ShiftShare clásica se está suponiendo que este efecto toma el mínimo 59 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz valor de todos los posibles, pues al ser qn muy próximo a 0, no se consideran las posibles interacciones de este determinante con el resto. Lo contrario ocurre cuando el Shift-Share cuantifica el efecto regional, considera que todos los términos de interacción que aparecen en (38) corresponden al factor regional. Considere también que en un escenario en el que los tres componentes de zij (la variable a escala nacional, el peso nacional del sector i, y el peso en la región j del sector i) se muevan temporalmente en la misma dirección, el resultado alcanzado en el Shift-Share clásico asignará al efecto nacional (EN) el menor valor posible y al mismo tiempo concede al efecto regional comparado (ERC) su mayor valor; a menos que los verdaderos valores de los parámetros coincidan exactamente con los que la solución del Shift-Share les otorga, es decir, a menos que la determinación arbitraria de las sendas temporales de los efectos coincida con las verdaderas sendas temporales los resultados obtenidos por el Shift-Share habrán estado subestimando el efecto nacional y sobrestimando el regional15. Por tanto, es pertinente analizar los efectos que explican el crecimiento de una variable como un intervalo dado por la contribución máxima y mínima de cada efecto, la cual depende de los valores extremos que se asignen a cada parámetro qi. 5. Descomposición del cambio en el empleo a partir del método general La idea central de este método descansa sobre las sendas temporales que siguen las variables entre los instantes inicial y final y que son desconocidas. Si únicamente disponemos de información acerca de los valores iniciales y finales de las variables explicativas, podemos concebir un número infinito de sendas temporales que cumplan el requisito de unir ambos puntos. El problema de la no singularidad de las soluciones surge debido a los múltiples valores que pueden asumir los coeficientes que definen las sendas temporales. A partir de las expresiones (36), (37) y (38) y planteando diversas situaciones donde cada qi tome valores extremos, esto es, tienda a cero o infinito, pueden delimitarse las contribuciones máximas y mínimas de cada uno de los tres componentes. 60 15 Esta conclusión contradice la alcanzada por Barff y Knigth (1998). En su trabajo se concluye que si la tasa de crecimiento regional es superior a la nacional, el efecto nacional estará siendo subestimado, argumento que se emplea para proponer el “Shift-Share dinámico” como alternativa. Este resultado no se mantiene si a nivel nacional la variable crece y al mismo tiempo el peso sectorial disminuye, por ejemplo. Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del Estado de México Cuadro 7. Contribuciones máximas y mínimas de cada efecto al cambio en el empleo sectorial del Estado de México (% sobre la TMCA) 1. Metalmecánica y automotriz TMCA Nacional Sectorial Competitivo TMCA Máximo Promedio Mínimo Máximo Promedio Mínimo Máximo Promedio Mínimo Nacional Sectorial Competitivo TMCA 0.1% Máximo Promedio Mínimo Máximo Promedio Mínimo Máximo Promedio Mínimo -0.5 -0.6 -0.7 -4.8 -5.5 -6.4 7.3 6.5 5.4 2. Minerales no metálicos y otros productos metálicos -2.4% -0.6 -0.6 -0.7 -1.0 -1.1 -1.1 -0.7 -0.7 -0.7 3. Productos químicos 4. Productos alimenticios -0.9% -1.8% -0.5 -0.6 -0.8 -5.8 -6.7 -7.8 7.7 6.7 5.4 -0.6 -0.6 -0.6 -0.4 -0.4 -0.4 -0.7 -0.8 -0.8 5. Energéticos y derivados 6. Textiles 18.2% -4.8% 7. Partes de plástico, vidrio y madera para la industria electrónica -5.1% -0.6 -0.8 -1.3 -4.9 -10.5 -17.7 37.3 31.1 23.5 -0.4 -0.6 -0.7 -2.6 -2.8 -2.9 -1.4 -1.5 -1.6 -0.6 -0.6 -0.7 -4.2 -4.3 -4.4 -0.2 -0.2 -0.2 -0.5 -0.6 -0.7 -0.3 -0.3 -0.3 3.4 3.4 3.3 9. Insumos para la producción de autopartes -1.0 10. Metales no ferrosos y sus productos 3.0% 11. Productos de cuero 12. Alimentos para animales 4.9% 0.1% -0.6 -0.6 -0.7 2.0 1.9 1.7 3.9 3.6 3.4 -0.6 -0.6 -0.7 2.8 2.7 2.5 -1.8 -1.9 -2.1 Máximo -0.6 -0.6 Nacional Promedio -0.6 -0.6 Mínimo -0.7 -0.7 Máximo 6.0 2.3 Sectorial Promedio 5.3 2.3 Mínimo 4.4 2.2 Máximo -4.7 1.5 Competitivo Promedio -5.5 1.4 Mínimo -6.3 1.3 Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI. TMCA=Tasa media de crecimiento anual. 8. Productos de papel y cartón 2.4% 61 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz En el cuadro anterior se presentan, acotadas por su valor máximo y mínimo, las contribuciones de los efectos nacional, sectorial y regional que explican las variaciones en el empleo para las doce cadenas productivas regionales del Estado de México. Se observa que la variabilidad en los resultados es considerable. Note que en todos los casos la dinámica de la economía nacional ha influido negativamente en la generación sectorial de empleos en la región. Por otra parte, la dinámica sectorial influye positivamente en la generación regional de empleos en las cadenas de insumos de autopartes (cadena 9), metales no ferrosos (cadena 10), productos de cuero (cadena 11) y alimentos para animales (cadena 12); en el resto de los sectores la dinámica sectorial negativa contribuye a la pérdida regional de empleos. Respecto al componente de competitividad regional se observa un comportamiento mixto, algunos sectores han ganado empleo por este componente regional y en otros casos, como en la cadena 9 y 12, la pérdida de competitividad regional anula las ganancias derivadas de los otros factores (fundamentalmente por el sectorial). En contraste, la fuerte competitividad regional que muestra la economía mexiquense en las cadenas 1 (metalmecánica y automotriz) y 5 (energéticos y derivados) compensa los efectos negativos y le permite tener ganancias netas en empleo, lo cual lleva a inferir la existencia de elementos puramente regionales que favorecen el desempeño en la generación de empleo de tales sectores en el Estado de México. Finalmente, en lo que respecta a la generación de empleo debe notarse que en la economía mexiquense, las dinámicas sectorial y regional refuerzan el buen desempeño mostrado por los sectores de metales no ferrosos (cadena 10) y producto de cuero (cadena 11), como industrias que, dada la competitividad regional, tienden a incrementar su presencia relativa dentro de la estructura productiva local. 62 Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-share de la Economía del Estado de México Cuadro 8. Contribuciones máximas y mínimas de cada efecto al cambio en la producción sectorial del Estado de México (% sobre la TMCA) -0.3% 2. Minerales no metálicos y otros productos metálicos -1.2% 18.3 14.2 9.5 -6.0 -7.2 -9.1 -3.7 -6.3 -8.7 18.7 14.3 9.2 -3.4 -3.8 -4.5 -7.0 -10.8 -14.8 5. Energéticos y derivados 6. Textiles 22.1% -0.7% 17.9 14.3 10.2 -7.8 -11.8 -17.4 4.4 3.2 1.7 7. Partes de plástico, vidrio y madera para la industria electrónica -1.1% 15.6 13.9 11.7 10.3 7.6 5.4 0.0 0.0 0.0 16.7 14.3 9.3 -7.1 -8.9 -11.4 -2.9 -5.1 -7.1 18.5 14.3 9.2 -5.9 -6.9 -8.6 -4.5 -7.5 -10.3 18.6 14.0 11.7 -4.5 -7.2 -11.1 7.6 5.5 3.3 9. Insumos para la producción de autopartes 1.0 10. Metales no ferrosos y sus productos -0.4 11. Productos de cuero 12. Alimentos para animales 21.1% 11.4% 16.5 13.9 11.9 -0.2 -0.4 -0.7 9.6 7.1 5.0 15.5 13.9 12.3 -3.3 -4.9 -7.1 3.5 2.6 1.6 1. Metalmecánica y automotriz TMCA Máximo Promedio Mínimo Máximo Promedio Mínimo Máximo Promedio Mínimo Nacional Sectorial Competitivo TMCA Máximo Promedio Mínimo Máximo Promedio Mínimo Máximo Promedio Mínimo Nacional Sectorial Competitivo TMCA Máximo 17.9 18.4 Promedio Nacional 14.3 14.3 Mínimo 9.8 9.4 Máximo -0.5 -8.4 Promedio Sectorial -0.5 -11.1 Mínimo -0.6 -14.6 Máximo -8.3 -1.4 Promedio Competitivo -11.8 -2.6 Mínimo -16.2 -3.6 Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI. TMCA=Tasa media de crecimiento anual. 3. Productos químicos 4. Productos alimenticios 4.8% 10.6% 15.6 13.9 12.1 -3.6 -5.3 -7.6 3.2 2.3 1.4 8. Productos de papel y cartón 12.0% 63 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz En el cuadro 8 se muestran los intervalos para las contribuciones de cada efecto respecto de la variación en la producción sectorial de la economía mexiquense. En todos los casos la dinámica nacional contribuye en forma positiva a la variación de la producción en la región; sin embargo, tal dinámica positiva se ve anulada por una dinámica sectorial o regional negativa tal como sucede con los sectores de metalmecánica (cadena 1), minerales no metálicos (cadena 2), textiles (cadena 6), industria electrónica (cadena 7) y metales no ferrosos (cadena 10). Cabe destacar que en el sector de energéticos (cadena 5), la aportación del factor regional es nula, por lo que se puede inferir que la dinámica de crecimiento de la producción local no está influida por elementos regionales y que por tanto sigue a la inercia del crecimiento nacional. Las diferencias en las estimaciones de la participación de cada componente conducen a considerar que la influencia de algunos de los factores puede ser sub o sobreestimada en el análisis de la competitividad regional. Frente a tales resultados, es fácil inferir que las conclusiones obtenidas dependen en gran medida de la formulación elegida para llevar a cabo el análisis y que esta decisión es tomada de una forma puramente arbitraria, lo que implica, a priori y sin información adicional, que cualquiera de las soluciones posibles es tan válida como las otras. Realmente, el valor que toma la influencia de cada uno de los tres efectos no es conocido y únicamente sabemos que estaría comprendido entre los extremos señalados, dependiendo de los valores que se asignen a los parámetros (q). El cálculo de estos ponderadores puede concebirse, entonces, como un problema de estimación de parámetros desconocidos. Sin embargo, no es posible aplicar un procedimiento de estimación convencional sin hacer supuestos adicionales acerca del comportamiento de las variables16. Los métodos basados en la teoría de la información constituyen una alternativa a las técnicas econométricas usuales en contextos donde los datos son limitados (Golan et al., 1996), es decir, una situación como la del problema de estimación que se plantea. 64 16 Este tipo de supuestos son los que se emplean en el Shift-Share estocástico en el que se parte de la expresión: rij= 0+1+eij donde 1 es el parámetro a estimar y eij es una perturbación aleatoria a la que se le supone una distribución normal con media nula, no autocorrelacionada y homoscedástica. Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del estado de México Suponiendo un escenario en el que se dispone de información adicional referente al comportamiento de las variables explicativas entre los instantes inicial y final, sería posible aprovechar tal información para calcular sus respectivas contribuciones al cambio total de un modo no arbitrario17. Por tanto, el problema de partida se ha replanteado como una cuestión de estimación de parámetros desconocidos donde es posible aplicar técnicas econométricas conocidas sin necesidad de realizar supuestos adicionales. Conclusiones Este trabajo analiza la técnica clásica del Shift-Share en el marco de una familia más general de técnicas que permiten medir las contribuciones de un conjunto de variables explicativas al cambio en una magnitud dependiente, cuando ésta viene definida como un producto. Se comprueba que el problema que trata de resolver el Shift-Share puede plantearse a partir de la descomposición de una variable dependiente zij cuyo valor es el producto de tres determinantes. Así, es posible demostrar que la solución a la que llega el análisis Shift-Share clásico es simplemente una de las soluciones que se podrían alcanzar mediante la aplicación del razonamiento aplicado. Finalmente, se propone la utilización de técnicas de estimación derivadas de la teoría de la información para el cálculo de las contribuciones de los tres efectos de un modo no arbitrario. Una utilización de esta clase de técnicas econométricas dentro de este mismo contexto de estimación puede verse en Fernández y Ramos (2002b). 17 Desde la perspectiva de la economía del Estado de México se determina el ritmo de crecimiento del empleo y la producción de las cadenas productivas regionales, analizando cuál de las dinámicas juega un papel primordial en el desempeño global de la economía mexiquense. Dicho análisis ofrece elementos que permitan determinar cómo evoluciona la vocación productiva local, de modo tal que sea posible orientar una promoción selectiva de la actividad económica que potencie las ventajas competitivas presentes en la estructura industrial del Estado de México. 65 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Bibliografía Arcelus, F. J. 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Entre 1940 y 1981, el PIB estatal creció a una tasa media anual de 10.2%, la cual superaba con mucho a la media nacional de 6.5 por ciento. Debido a esto, la producción estatal aumentó su participación en el total nacional de 2.2 a 11.2% entre 1940 y 19811. Sin embargo, por tener una industria orientada principalmente a abastecer el mercado interno, con el consecuente sesgo anti-exportador, el Estado de México enfrentó serias dificultades para adaptarse a los cambios instrumentados a partir de la explosión de la crisis de 1982. Así, el crecimiento medio del PIB mexiquense durante el periodo de crisis comprendido entre 1982 y 1987 (-0.8%) se ubicó por debajo de la media nacional (-0.1%). La información citada más abajo fue tomada de GermánSoto (2005). 1 Al parecer, esta característica dominaría el desempeño de la producción estatal en el marco del nuevo modelo de desarrollo. Para efectos de este trabajo se analiza información para varios subperiodos definidos con base en los siguientes criterios: 1988-1994 corresponde al periodo de estabilización de la economía y a la apertura comercial unilateral, iniciada con el ingreso de México al Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio en 1986; 1995 es el año de la peor crisis experimentada por la economía nacional en su historia 69 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz moderna; 1996-2000 es el periodo de mayor éxito del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) medido tanto en términos de crecimiento de la producción como de las exportaciones, y 2001-2003 se refiere al periodo de estancamiento de la economía estadounidense y, principalmente, del ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), lo cual se ha traducido en la penetración de los productos chinos en la gran mayoría de las economías del mundo y en el desplazamiento de México del mercado estadounidense. Los datos reflejan que el PIB del Estado de México se ha ubicado por debajo de la media nacional en todos los periodos, excepto entre 1996 y 2000 cuando creció en un punto porcentual más2. La situación es francamente preocupante, sobre todo si consideramos que durante las últimas dos décadas el crecimiento nacional se ha quedado muy por debajo de los niveles previos a la crisis de 1982 y de las tasas requeridas por una población creciente en busca de empleo. Más aún, en el periodo reciente de bajo crecimiento de la economía nacional (0.7%), la economía estatal creció sólo (0.1%). Como consecuencia de este desempeño, la participación del PIB estatal en el nacional ha disminuido de 11.2% en 1981 a 10.3 en 2003. La información sobre la producción manufacturera no indica una situación sustancialmente distinta. En 1970 la industria manufacturera representaba 48.1% del PIB total del Estado y en 1980, 38.1 por ciento. De 1970-1980 mientras que el PIB estatal crece a una tasa de 8.6%, el manufacturero lo hace en 6.1 por ciento. La situación se agrava considerablemente para el periodo de 1980 a 1990 en la que el PIB manufacturero crece a una tasa de 1.9%, mientras que el PIB total lo hace en 1.6 por ciento. En 1990 la industria manufacturera estatal participó con 39.1% en el PIB total nacional, en 1993 con 31.6%, porcentaje que prácticamente se mantiene para el año 2000, en el cual participa con 31.9% en el PIB nacional. En 2000 la participación de la producción manufacturera al PIB total estatal fue de 30.2% y finalmente en 2003 de 30.2 por ciento. Así como el PIB manufacturero del Estado ha visto disminuida su participación dentro del PIB total, también ha disminuido su apor- 70 Las tasas de crecimiento del PIB estatal y nacional durante los periodos 1988-2004, 1995, 1996-2000 y 20012003 fueron 2.4 y 2.9, -8.9 y -6.2, 6.5 y 5.5, y 0.1 y 0.7, respectivamente. 2 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México tación al PIB manufacturero nacional, ya que en 1993 el PIB estatal manufacturero mexiquense aportaba 17.39% al PIB manufacturero nacional en 2000, 16.03% y en 2003, 15.79 por ciento. A pesar de esta disminución el PIB del sector manufacturero estatal dentro del total de la manufactura de México, el Estado de México aún mantiene una gran participación dentro de la economía nacional. Es interesante hacer notar que a pesar de que el Estado de México es uno de los más importantes del país, los estudios sobre su economía son todavía relativamente escasos. Entre los que estudian la dinámica de la industria manufacturera se encuentran los siguientes: Rózga y Madrigal (1998) y Rózga e Iglesias (2004), quienes analizan la evolución histórica de la manufactura, enfatizando su concentración sectorial y espacial. Por su parte, Unger (2004) y Bueno (2004) estudian las limitaciones y posibilidades para la formación de un cluster industrial en el Estado de México para la industria automotriz. Por su parte, Millán (1999) explora las causas que llevaron al deterioro competitivo de la industria manufacturera mexiquense y examina su capacidad para adaptarse a las transformaciones del nuevo patrón nacional de desarrollo; destaca que la mayor parte de las actividades productivas se han enfocado en el abastecimiento del mercado interno. Finalmente, Rózga (1992) realiza un estudio que clasifica y analiza la influencia de las industrias modernas sobre el desarrollo territorial y económico del Estado de México. El estudio concluye que las consideradas industrias modernas son importantes en el estado y que han tenido un efecto positivo en su desarrollo. Por otra parte, dos trabajos presentan evidencia similar a la reportada en este trabajo. Rózga e Iglesias (2004) y Aregional (2005) calculan índices de especialización a nivel de subsector para el PIB y la manufactura del Estado de México para periodos previos a los aquí considerados. En ese sentido, nuestro estudio amplia y profundiza los mencionados. Además, a diferencia de los anteriores, emplea los resultados como evidencia del patrón de especialización que es necesario reforzar con una política industrial activa. Así pues, en este documento partimos de la siguiente consideración como se ha documentado más arriba: el Estado de México ha experimentado serias dificultades para adaptar su estructura productiva al nuevo modelo de desarrollo, basado en el mercado como asignador 71 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz de recursos y en las exportaciones como motor del crecimiento. Esto se ha reflejado en la desaceleración del crecimiento de su producción total y manufacturera. Para aprovechar su potencialidad productiva y retomar a una senda de crecimiento alto, argumentamos, se requiere de la instrumentación de políticas de promoción que impulsen la producción de sectores específicos en los cuales se tienen ventajas comparativas de facto. Es decir, en nuestra opinión, el gobierno puede y debe impulsar los sectores en los que se ha especializado el Estado de México mediante políticas horizontales (generales), que beneficien por igual a todas las actividades productivas, y verticales (sectoriales), que vayan orientadas a apoyar la producción en sectores previamente identificados3. Para apoyar nuestros argumentos, este documento se encuentra dividido en las siguientes secciones adicionales. En la primera sección se analiza la estructura de la producción manufacturera del Estado de México y se identifican los subsectores y ramas de actividad susceptibles de apoyarse con políticas sectoriales mediante el cálculo de índices de especialización y de productividad. En la segunda, se define el perfil tecnológico de la manufactura del Estado de México y sobre esa base se argumenta a favor de la implementación de políticas horizontales, por un lado, y verticales sólo para sectores previamente identificados, por el otro. Finalmente, se definen áreas de investigación futura que permitan establecer políticas particulares para sectores específicos y se establecen las conclusiones. Este enfoque difiere de la política industrial orientada a desarrollar sectores objetivo, definidos con base en criterios como nivel tecnológico de sus productos y procesos, generación de empleos o divisas y presencia de efectos de arrastre o de empuje, entre otros. Existe una gran cantidad de ejemplos en los que estas políticas han fracasado, sobre todo cuando no hay una base previa que asegure un nivel mínimo de certidumbre sobre el futuro desempeño de estos sectores. Krugman (1991, 1994) para una amplia exposición de los inconvenientes de perseguir políticas de esta naturaleza. 3 1. Especialización manufacturera en el Estado de México En esta sección se analizan las características principales de la producción manufacturera del Estado de México. Para ello, primero se presentan los aspectos metodológicos principales y posteriormente se aplican para el caso que nos ocupa. 1.1. Metodología Boisier (1980) señala que la especialización regional puede adoptar dos formas particulares: aquella que se asocia al tamaño de las actividades regionales, es decir, que una región se especializa en los 72 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México sectores de mayor tamaño, a la cual llama especialización absoluta o intrarregional, y la especialización relativa o interregional, en la que la comparación se hace con todas las regiones o con el país, según la cual una región está especializada en los sectores que en la región tiene un tamaño relativo mayor que en el país. Aunque damos elementos con respecto a la primera definición, aquí enfatizamos el segundo enfoque. Así, en primer lugar se calcula la estructura porcentual de las distintas actividades manufactureras con respecto al personal empleado y al valor agregado censal bruto. Los cálculos se hacen a tres niveles de desagregación: subsector, rama y subrama de actividad. Con esta información podemos tener información sobre la especialización intrarregional. Por su parte, para definir el patrón de especialización de una región -es decir, conocer cuáles son las actividades que lideran el proceso económico y, por lo tanto, en las que esa región tendría una eventual presencia de ventajas comparativas- se emplea una de las técnicas más comunes en la literatura consistente en el cálculo del cociente de especialización, el cual nos da información sobre la especialización interregional. Finalmente, el análisis se complementa con el cálculo del índice de productividad de la mano de obra, que nos permite comparar el nivel del producto medio del trabajo en la manufactura regional con respecto al nacional y saber cuáles actividades regionales tienen una mayor productividad que el promedio nacional. La combinación de la información obtenida a partir de los anteriores indicadores nos permitirá definir las actividades en las que el Estado de México tiene ventajas comparativas de facto, las cuales podrían fortalecerse mediante políticas particulares. La lógica que hay detrás de este argumento es relativamente simple: podemos identificar las actividades en las que se especializa el estado, pero también aquéllas en las que es más productivo. Más aún, con el objeto de caracterizar mejor el patrón de especialización de la manufactura mexiquense e identificar actividades productivas con un mayor potencial de innovación, de transferencia de tecnología o de empleo de mano de obra altamente calificada, entre 73 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz otros muchos criterios, empleamos las clasificaciones propuestas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y por Dutrénit y Capdevielle (1993), las cuales se detallan más abajo. Como resultado podemos tener información sobre el perfil tecnológico tanto de la manufactura mexiquense como de su patrón de especialización. Siguiendo a Boisier (1980), podemos definir el cociente de localización (Qij) como: (1) donde V eij es el personal ocupado en la actividad i de la región j; iV eij es el personal total ocupado en la manufactura de la región j; iV nij es el personal total ocupado en la actividad i de la manufactura nacional, y i jV nij representa al personal total ocupado en la manufactura nacional. Para el cálculo del cociente con el valor agregado censal bruto, se sustituyen los datos de personal ocupado por los de valor agregado. Este índice permite comparar la participación relativa de las actividades regionales y las que se tienen a nivel nacional, lo que permite tener una medición de la concentración de las actividades económicas de la región, con respecto a las del país en su conjunto. Así, podemos determinar la especialización interregional con base en los siguientes criterios: si = 1, el tamaño relativo de la actividad i en la región j es idéntico al tamaño relativo del mismo sector en todo el país. En tal caso no se puede afirmar que exista una especialización regional en esa actividad. Si < 1 en la región j, el tamaño relativo de la actividad i es menor que en el país; tampoco podría hablarse en tal caso de especialización. Finalmente, si > 1 en la región j, el tamaño relativo de la actividad i es mayor que en el país en su conjunto; se trata de una situación de especialización regional en esa actividad. Por otra parte, el índice de productividad de la mano de obra, IPtr, compara el nivel del producto medio del trabajo en la actividad económica de la región en cuestión con respecto a la del país. La notación es como sigue: 74 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México (2) Donde VACBij es el valor agregado censal bruto de la actividad i de la región j; POij es el personal ocupado en la actividad i de la región j; VACBir es el valor agregado censal bruto de la actividad i de la manufactura nacional, y POir es el personal ocupado de la actividad i de la manufactura nacional. La interpretación del índice es semejante a la de los cocientes de especialización económica: si IPtr > 1 la productividad del trabajo de la región es mayor que la de la nación en la actividad seleccionada; si IPtr < 1 la productividad del trabajo de la región es menor que el de la nación en la actividad seleccionada, y si IPtr = 1 la productividad del trabajo de la región y de la nación es la misma en la actividad seleccionada. 1.2. Patrón de especialización Los índices descritos en la sección previa se calcularon para la industria manufacturera del Estado de México, empleando datos de personal ocupado (PO) y valor agregado censal bruto (VA); la información corresponde a 2003 y fue tomada de INEGI (2004). Los resultados aparecen en el cuadro 1. En primer lugar, se calcula la estructura porcentual del PO y del VA a nivel de subsector, lo cual podría considerarse como evidencia de especialización intrarregional. Así pues, destaca entre todos los subsectores la industria alimentaria, pues emplea a 18.5% del PO y genera 21.9% del VA de la manufactura del Estado de México. Con niveles de participación muy por debajo de los anteriores, destacan la industria del plástico y del hule, la fabricación de productos metálicos y la industria química, que concentran 8.7, 8.6 y 8.5% del PO y producen 6.6, 5.0 y 17.1% del VA de la manufactura estatal, respectivamente. Estos indicadores básicos proporcionan evidencia preliminar sobre el patrón de especialización que caracteriza a la producción manufacturera local. Sin embargo, como se ha argumentado en la sección previa, es necesario tener un marco de referencia para saber si existe especialización con respecto 75 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz a otras regiones del país. Para determinar en cuáles actividades se especializa en Estado de México, a continuación se presentan los resultados del cálculo de los cocientes de especialización definidos en la sección previa. Cuadro 1. Personal ocupado, valor agregado censal bruto, coeficientes de especialización e índice de productividad a nivel de subsector Subsector Cociente de localización valor agregado censal bruto Cociente de Valor agrePersonal localización gado censal ocupado personal bruto par- estatal parocupado ticipación ticipación porcentual porcentual Índice de productividad de la mano de obra BAJA 1 Subsector 311 Industria alimentaria 1.66 1.11 21.95 18.46 1.84 2 Subsector 312 Industria de las bebidas y del tabaco 0.87 0.60 6.77 2.15 1.77 3 Subsector 313 Fabricación de insumos textiles 1.61 2.00 2.38 4.96 1.00 4 Subsector 314 Confección de productos textiles, excepto prendas de vestir 0.52 0.65 0.31 1.08 1.00 5 Subsector 315 Fabricación de prendas de vestir 0.78 0.77 2.89 8.18 1.24 6 Subsector 316 Fabricación de productos de cuero, piel y materiales sucedáneos, excepto prendas de vestir 0.30 0.46 0.29 1.28 0.82 7 Subsector 321 industria de la madera 0.70 0.74 0.36 1.24 1.18 8 Subsector 323 Industria del papel 2.30 2.03 5.87 4.47 1.40 9 Subsector 323 Impresión e industrias conexas 0.89 0.93 1.13 2.34 1.18 0.13 0.45 0.58 0.48 0.36 42.52 44.64 10 Subsector 324 Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón Subtotal Continúa... 76 76 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México Subsector Cociente de localización valor agregado censal bruto Cociente de Valor agrePersonal localización gado censal ocupado personal bruto par- estatal parocupado ticipación ticipación porcentual porcentual Índice de productividad de la mano de obra BAJA MEDIA 11 Subsector 326 Industria del plástico y del hule 1.59 1.72 6.55 8.67 1.14 12 Subsector 327 Fabricación de productos a base de minerales no metálicos 1.03 1.04 6.87 4.63 1.22 13 Subsector 331 Industrias metálicas básicas 0.46 1.09 1.32 1.74 0.52 14 Subsector 332 Fabricación de productos metálicos 1.24 1.27 5.03 8.57 1.20 15 Subsector 333 Fabricación de maquinaria y equipo 0.66 1.01 1.60 2.49 0.81 16 Subsector 339 Otras industrias manufactureras 1.14 0.80 2.35 3.29 1.75 Subtotal 23.71 29.39 ALTA MEDIA 17 Subsector 335 Fabricación de equipo de generación eléctrica y aparatos y accesorios eléctricos 0.68 0.95 2.27 3.45 0.89 18 Subsector 336 Fabricación de equipo de transporte 0.72 0,70 12.31 8,54 1.27 19 Subsector 337 Fabricación de muebles y productos relacionados 0.97 1.22 1.29 4.26 0.99 15.87 16.25 Subtotal ALTA 20 Subsector 325 Industria química 1.18 1.75 17.11 8.47 0.83 21 Subsector 334 Fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos 0.16 0.20 0.79 1.26 0.97 Subtotal Total Fuente: elaboración propia con base en datos del INEGI. 17.90 9.73 100.00 100.00 77 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Cuando se emplea el PO se puede observar que en 10 de 21 subsectores existe evidencia de especialización, pues en tales casos el índice correspondiente es mayor que 1. Es importante hacer notar que estos subsectores emplean a 68.8% del PO y generan 69.9% de VA de la manufactura estatal. Por su parte, cuando se toma el VA, los resultados muestran ocho subsectores con índices de especialización mayores a 1, los cuales en su mayoría coinciden con los identificados utilizando el PO. Los sectores correspondientes pueden verse en el mismo cuadro 1. En este caso, los ocho sectores identificados concentran 61.51% del PO y 68.1% del VA de la manufactura mexiquense. Con el fin de visualizar mejor los resultados, se han puesto en negritas los subsectores en los que existe evidencia de especialización de acuerdo a ambos cocientes y en cursivas aquellos en los que sólo uno de los cocientes es mayor a uno. En el caso de algunas actividades productivas que se consideran especialmente importantes para el Estado de México ha sido difícil establecer patrones de especialización. Por ejemplo, no hay evidencia de especialización interregional para los subsectores de fabricación de equipo de transporte y de prendas de vestir. Sin embargo, si existe cierta evidencia de especialización intrarregional, ya que estos subsectores emplean 8.5 y a 8.2% del PO total y contribuyen con 12.3 y 3% al VA manufacturero estatal, respectivamente. Estos datos sugieren la posibilidad de que la manufactura mexiquense si esté especializada en algunas de las ramas y subramas que integran a los citados subsectores, a pesar de no estarlo en el agregado respectivo. Por ello, también calculamos los cocientes de especialización a estos niveles de desagregación. En general, los resultados muestran especialización en las distintas actividades que integran los mencionados subsectores (cuadro 2). Esta evidencia sugiere la necesidad de realizar el análisis a nivel de rama y subrama de actividad, lo cual se aborda más adelante. Los índices de productividad de la mano de obra, por su parte, muestran un desempeño un tanto preocupante de la manufactura mexiquense: la mano de obra local es más productiva que el promedio nacional solamente en 11 subsectores de los 21 que componen 78 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México la manufactura de la entidad. Al complementar esta evidencia con la del patrón de especialización, obtenemos que la economía se especializa en cinco de estos 11 subsectores, si tomamos el PO como variable relevante, y en seis si los cocientes de especialización se calculan con el VA. Es decir, en cinco subsectores (de acuerdo al PO) y en dos (con base en VA) en los que se especializa la manufactura mexiquense, la mano de obra local es menos productiva que el promedio nacional, lo cual debe considerarse al momento de definir políticas de promoción industrial. Como se ha mencionado más arriba, los cocientes de especialización se calcularon a nivel de rama y subrama de actividad con el objeto de caracterizar mejor la especialización manufacturera del Estado de México y de evitar posibles sesgos asociados al uso de datos muy agregados4. Los resultados para el primer caso se presentan en el cuadro 2. 4 De hecho, este ejercicio constituye una contribución adicional si se compara con los trabajos de Aregional (2005) y de Rózga e Iglesias (2004), quienes hacen los mismos cálculos a nivel de subsector. Por otra parte, un ejercicio a nivel de rama puede ser muy útil en términos de identificar conglomerados potenciales al no ser demasiado agregado ni desagregado. 79 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Cuadro 2. Clasificación de la industria manufacturera según la intensidad tecnológica industrial Rama 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 BAJA Rama 3111 Elaboración de alimentos para animales Rama 3112 Molienda de granos y de semillas oleaginosas Rama 3113 Elaboración de azúcar, chocolates, dulces y similares Rama 3114 Conservación de frutas, verduras y guisos Rama 3115 Elaboración de productos lácteos Rama 3116 Matanza, empacado y procesamiento de carne de ganado y aves Rama 3117 Preparación y envasado de pescados y mariscos Rama 3118 Elaboración de productos de panadería y tortillas Rama 3119 Otras industrias alimentarias Rama 3121 Industria de las bebidas Rama 3122 Industria del tabaco Rama 3131 Preparación e hilado de fibras textiles y fabricación de hilos Rama 3132 Fabricación de telas Rama 3133 Acabado y recubrimiento de textiles Rama 3141 Confección de alfombras, blancos y similares Rama 3149 Confección de otros productos textiles, excepto prendas de vestir Rama 3151 Tejido de prendas de vestir de punto Rama 3152 Confección de prendas de vestir Rama 3159 Confección de accesorios de vestir Rama 3161 Curtido y acabado de cuero y piel Rama 3162 Fabricación de calzado Rama 3169 Fabricación de otros productos de cuero, piel y materiales sucedáneos Rama 3211 Aserrado y conservación de la madera Rama 3212 Fabricación de laminados y aglutinados de madera Rama 3219 Fabricación de otros productos de madera Rama 3221 Fabricación de celulosa, papel y cartón Rama 3222 Fabricación de productos de papel y cartón Rama 3231 Impresión e industrias conexas Subtotal BAJA MEDIA Rama 3241 Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón Rama 3261 Fabricación de productos de plástico Rama 3262 Fabricación de productos de hule Rama 3271 Fabricación de productos a base de arcillas y minerales refractarios Rama 3272 Fabricación de vidrio y productos de vidrio Rama 3273 Fabricación de cemento y productos de concreto Rama 3274 Fabricación de cal, yeso y productos de yeso Rama 3279 Fabricación de otros productos a base de minerales no metálicos Rama 3311 Industria básica del hierro y del acero Rama 3312 Fabricación de productos de hierro y acero de material comprado Rama 3313 Industria del aluminio Rama 3314 Industria de metales no ferrosos, excepto aluminio Rama 3315 Moldeo por fundición de piezas metálicas Rama 3321 Fabricación de productos metálicos forjados y troquelados Rama 3322 Fabricación de herramientas de mano sin motor y utensilios de cocina Rama 3323 Fabricación de estructuras metálicas y productos de herrería Rama 3324 Fabricación de caldera, tanques y envases metálicos Rama 3325 Fabricación de herrajes y cerraduras Rama 3326 Fabricación de alambre, productos de alambre y resortes Rama 3327 Maquinado de piezas metálicas y fabricación de tornillos Rama 3328 Recubrimientos y terminados metálicos Rama 3329 Fabricación de otros productos metálicos Cociente de Cociente Valor localización de agregado Valor localicensal agregado zación bruto Parcensal Personal ticipación bruto ocupado porcentual Personal Índice de ocupado productiestatal vidad de Partici- la mano pación de obra porcentual 0.70 1.81 0.33 3.41 3.02 0.78 0.09 1.08 3.10 0.92 0.58 0.55 1.85 2.39 0.56 0.48 2.26 0.64 0.25 0.14 0.36 0.16 0.10 1.59 0.65 1.94 2.52 0.89 0.53 1.46 0.43 0.99 1.46 1.19 0.06 1.18 1.52 0.60 0.59 0.88 2.40 2.51 0.66 0.64 1.87 0.68 0.45 0.19 0.51 0.34 0.14 1.78 0.76 2.12 2.00 0.93 0.40 2.12 0.55 4.22 5.22 0.85 0.01 3.23 5.34 6.06 0.71 0.19 1.76 0.43 0.18 0.13 0.74 2.14 0.01 0.02 0.26 0.02 0.01 0.14 0.21 1.87 3.99 1.13 41.94 0.22 1.16 0.73 1.20 2.71 1.67 0.02 9.01 1.74 2.07 0.08 0.60 3.35 1.00 0.47 0.61 1.60 6.50 0.08 0.06 1.13 0.10 0.04 0.25 0.95 1.18 3.29 2.34 44.16 1.63 1.53 0.96 4.26 1.71 0.81 1.92 1.13 2.52 1.88 1.22 0.77 0.95 1.18 1.05 0.93 1.49 1.16 0.69 0.90 0.87 0.58 0.95 1.10 1.05 1.13 1.56 1.18 0.13 1.59 1.58 0.66 2.18 0.55 0.54 3.58 0.07 0.33 2.90 0.18 1.35 0.43 4.67 0.59 2.07 1.34 1.13 0.71 0.23 1.03 0.45 1.76 1.52 0.51 2.35 0.87 0.37 1.26 0.28 0.84 2.53 0.65 1.54 1.28 2.63 0.85 2.35 1.60 2.02 1.01 1.39 1.29 0.58 5.69 0.87 0.60 2.78 2.18 0.09 1.21 0.04 0.44 0.43 0.09 0.31 0.09 1.71 0.48 0.94 0.32 0.31 0.24 0.13 0.82 0.48 7.36 1.31 0.93 2.10 0.94 0.07 0.59 0.08 0.44 0.50 0.13 0.60 0.26 0.89 2.39 1.17 0.50 0.59 0.81 0.48 1.48 0.36 1.11 1.29 1.58 1.15 0.78 1.79 3.52 0.30 0.49 1.42 0.33 1.08 0.41 2.19 0.85 1.09 1.04 0.69 0.86 0.20 0.99 Continúa... 80 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México Rama 23 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 1 2 3 4 5 6 Rama 3399 Otras industrias manufactureras Subtotal ALTA MEDIA Rama 3251 Fabricación de productos químicos básicos Rama 3252 Fabricación de hules, resinas y fibras químicas Rama 3253 Fabricación de fertilizantes, pesticidas y otros agroquímicos Rama 3255 Fabricación de pinturas, recubrimientos, adhesivos y selladores Rama 3256 Fabricación de jabones, limpiadores y preparaciones de tocador Rama 3331 Fabricación de maquinaria y equipo para las actividades agropecuarias, para la construcción y para la industria extractiva Rama 3332 Fabricación de maquinaria y equipo para las industrias manufactureras Rama 3333 Fabricación de maquinaria y equipo para el comercio y los servicios Rama 3334 Fabricación de sistemas de aire acondicionado, calefacción y de refrigeración Rama 3335 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria metalmecánica Rama 3336 Fabricación de motores de combustión interna, turbinas y transmisiones Rama 3339 Fabricación de otra maquinaria y equipo para la industria en general Rama 3345 Fabricación de instrumentos de navegación, medición, médicos Rama 3346 Fabricación y reproducción de medios magnéticos y ópticos Rama 3351 Fabricación de accesorios de iluminación Rama 3353 Fabricación de equipo de generación y distribución de energía eléctrica Rama 3359 Fabricación de otros equipos y accesorios eléctricos Rama 3361 Fabricación de automóviles y camiones Rama 3362 Fabricación de carrocerías y remolques Rama 3363 Fabricación de partes para vehículos automotores Rama 3365 Fabricación de equipo ferroviario Rama 3366 Fabricación de embarcaciones Rama 3369 Fabricación de otro equipo de transporte Rama 3371 Fabricación de muebles, excepto de oficina y estantería Rama 3372 Fabricación de muebles de oficina y estantería Rama 3379 Fabricación de productos relacionados con los muebles Rama 3391 Fabricación de equipo y material para uso médico, dental y para laboratorio Subtotal ALTA Rama 3254 Fabricación de productos farmacéuticos Rama 3259 Fabricación de otros productos químicos Rama 3341 Fabricación de computadoras y equipo periférico Rama 3343 Fabricación de equipo de audio y de video Rama 3344 Fabricación de componentes electrónicos Rama 3352 Fabricación de aparatos eléctricos de uso doméstico Subtotal Total Fuente: elaboración propia con bas en datos del INEGI. Cociente de Cociente Valor localización de agregado Valor localicensal agregado zación bruto Parcensal Personal ticipación bruto ocupado porcentual 1.40 0.99 1.69 22.04 Personal Índice de ocupado productiestatal vidad de Partici- la mano pación de obra porcentual 2.54 1.75 26.63 0.41 1.39 1.53 4.00 0.85 0.11 0.87 2.23 2.12 3.28 1.88 0.23 1.75 1.05 0.39 2.76 1.88 0.05 0.96 0.92 0.33 1.46 1.77 0.11 0.58 0.77 0.89 1.50 0.56 0.59 2.27 0.69 0.20 2.64 1.65 0.47 0.40 0.19 0.13 0.70 0.37 0.29 1.06 0.51 0.52 2.11 0.10 1.30 1.14 0.01 0.78 1.22 0.41 0.85 2.30 0.61 0.35 0.07 0.10 0.87 0.86 1.58 0.76 1.71 0.29 1.28 2.04 0.08 1.51 0.99 0.93 1.68 2.87 0.54 0.45 0.09 0.59 1.09 1.65 2.02 0.49 0.15 0.03 0.65 0.18 0.00 0.16 1.17 0.42 5.62 0.53 6.12 0.02 0.00 0.01 0.84 0.15 0.30 0.65 0.18 0.05 0.79 0.61 0.01 0.45 1.08 1.08 1.76 1.08 5.61 0.02 0.00 0.07 3.09 0.62 0.55 0.75 1.53 0.42 1.25 0.69 0.15 0.64 1.51 0.54 0.63 0.99 1.41 0.97 1.00 0.21 0.99 0.64 0.97 1.95 25.60 24.69 1.30 3.07 0.21 0.26 0.03 0.46 1.56 2.36 0.11 0.28 0.06 0.78 7.35 1.92 0.20 0.36 0.06 0.52 10.41 100.0 2.30 0.74 0.12 0.37 0.15 0.84 4.52 100.0 1.03 1.61 2.36 1.16 0.66 0.73 81 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz En primer lugar, y como evidencia de especialización intrarregional, se observa que destacan algunas actividades por su participación en el PO y en el VA. En particular, la elaboración de panadería y tortilla, la fabricación de productos de plástico, la fabricación de telas y la fabricación de productos de papel ocupan 9.0, 7.3, 3.3 y 3.2% del PO total y contribuyen con 3.0, 3.6, 10 y 1.6% del VA total, respectivamente. Los cocientes de especialización, por otra parte, muestran que, empleando al PO, la manufactura se especializa en 42 de las 84 ramas y en 33 si los cálculos se realizan con el VA. A su vez, el índice de productividad muestra que la mano de obra mexiquense es más productiva a nivel estatal que a nivel nacional en 47 de las 84 ramas. De estas 47 ramas, en 24 existe evidencia de especialización con base en el PO (es decir, en 18 de las ramas en las que se especializa el Estado de México, la productividad es menor que a nivel nacional) y en 28 si el criterio es el VA (es decir, en 5 la productividad local es menor que la nacional). También en el cuadro 2 se han destacado las ramas relevantes en negritas y cursivas. El análisis se ha llevado a cabo también a nivel de subrama de actividad; los cálculos correspondientes se presentan en el cuadro 3. Los resultados sugieren especialización en 100 de las 178 subramas que integran la manufactura mexiquense, cuando se emplea el PO, y en 79 si se utiliza el VA. Por su parte, el índice de productividad muestra que en 85 subramas los trabajadores mexiquenses son más productivos que el promedio nacional. Ahora bien, de estas 85.55 (de 100) subramas están especializadas con base en el PO y 61 (de 79) de acuerdo al VA. 82 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México Cuadro 3. Clasificación de la industria manufacturera según la intensidad tecnológica industrial Subrama de actividad 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 Dominado por el proveedor Subrama 31111 Elaboración de alimentos para animales Subrama 31121 Elaboración de productos de molinería y manufactura de malta Subrama 31122 Elaboración de almidones, aceites y grasas vegetales comestibles Subrama 31123 Elaboración de cereales para el desayuno Subrama 31131 Elaboración de azúcar Subrama 31132 Elaboración de chocolate y productos de chocolate a partir del cacao Subrama 31133 Elaboración de productos de chocolate a partir del chocolate Subrama 31134 Elaboración de dulces, chicles y productos de confitería que no sean de chocolate Subrama 31141 Congelación de frutas, verduras y guisos Subrama 31142 Conservación de frutas, verduras y guisos por procesos distintos a la congelación Subrama 31151 Elaboración de leche y derivados lácteos Subrama 31152 Elaboración de helados y paletas Subrama 31161 Matanza, empacado y procesamiento de carne de ganado y aves Subrama 31171 Preparación y envasado de pescados y mariscos Subrama 31181 Elaboración de pan y otros productos de panadería Subrama 31182 Elaboración de galletas y pastas para sopa Subrama 31183 Elaboración de tortillas de maíz y molienda de nixtamal Subrama 31191 Elaboración de botanas Subrama 31192 Industria del café y del té Subrama 31193 Elaboración de concentrados, polvos, jarabes y esencias de sabor Subrama 31194 Elaboración de condimentos y aderezos Subrama 31199 Elaboración de otros alimentos Subrama 31211 Elaboración de refrescos y hielo, y purificación de agua Subrama 31212 Elaboración de cerveza Subrama 31213 Elaboración de bebidas alcohólicas a base de uva y bebidas fermentadas Subrama 31214 Elaboración de bebidas destiladas, excepto de uva Subrama 31222 Fabricación de productos de tabaco Subrama 31311 Preparación e hilado de fibras textiles y fabricación de hilos Subrama 31321 Fabricación de telas anchas de trama Subrama 31322 Fabricación de telas angotas de trama y pasamanería Subrama 31323 Fabricación de telas no tejidas Subrama 31324 Fabricación de telas de punto Subrama 31331 Acabado de fibras, hilados, hilos y telas Subrama 31332 Recubrimiento de telas Subrama 31411 Tejido y confección de alfombras y tapetes Subrama 31412 Confección de cortinas, blancos y similares Subrama 31491 Confección de costales y productos de textiles recubiertos y de materiales Subrama 31499 Confección de otros productos textiles, excepto prendas de vestir Subrama 31511 Tejido de calcetines y medias Subrama 31519 Tejido de otras prendas de vestir de punto Subrama 31521 Confección de ropa de cuero, piel y materiales sucedáneos Subrama 31522 Confección de ropa de materiales textiles Subrama 31599 Confección de accesorios de vestir Subrama 31611 Curtido y acabado de cuero y piel Subrama 31621 Fabricación de calzado Subrama 31699 Fabricación de otros productos de cuero, piel y materiales sucedáneos Subrama 32111 Aserrado y conservación de la madera Subrama 32121 Fabricación de laminados y aglutinados de madera Cociente de Cociente Valor Personal Índice de localización de agregado ocupado productiValor agre- localicensal estatal vidad de gado censal zación bruto Partici- la mano bruto Personal estatal pación de obra ocupado Partici- porcenpación tual porcentual 0.70 0.76 3.07 0.03 0.00 -0.35 0.53 0.88 2.39 0.12 0.00 0.12 0.40 0.39 1.73 0.00 0.00 0.01 0.22 0.35 0.81 0.01 0.00 0.02 1.63 1.06 1.58 0.30 0.33 -3.77 6.19 0.25 5.09 0.48 0.35 0.19 0.36 0.35 1.50 0.64 0.00 3.71 0.01 1.28 0.00 4.22 0.00 1.20 0.48 3.58 1.72 4.84 0.78 0.09 1.01 1.52 1.05 0.93 4.09 100.18 0.18 3.90 1.09 0.48 1.33 1.21 1.81 1.19 0.06 1.18 1.33 1.16 0.93 1.50 3.16 0.66 2.18 0.63 0.21 1.32 4.03 1.19 0.85 0.01 1.81 0.54 0.88 0.90 0.95 2.71 0.06 0.72 4.31 0.96 0.24 1.33 1.38 1.67 0.02 4.05 0.71 4.25 0.47 0.21 0.53 0.08 0.44 1.73 0.10 0.07 1.75 3.30 0.81 1.92 1.05 1.42 1.12 1.23 3.36 39.10 0.34 2.21 2.13 2.80 1.25 1.16 0.59 0.55 1.46 1.77 0.92 3.82 1.82 5.06 0.56 0.56 0.16 0.95 0.70 0.88 2.04 2.30 2.29 3.90 1.58 6.61 0.28 0.78 0.55 0.55 0.71 0.19 1.00 0.11 0.04 0.61 0.27 0.16 0.02 0.16 0.02 0.17 0.08 0.60 1.97 0.28 0.13 0.97 0.51 0.49 0.05 0.42 0.16 1.51 1.05 0.77 0.88 0.95 0.50 1.21 1.42 0.95 2.50 0.89 0.35 0.78 3.26 1.52 2.19 0.63 0.25 0.14 0.36 0.16 0.68 3.06 1.36 2.85 0.67 0.45 0.19 0.51 0.34 0.11 0.45 0.29 0.04 2.11 0.01 0.02 0.26 0.02 0.45 0.79 0.81 0.14 6.36 0.08 0.06 1.13 0.10 1.42 1.32 1.38 0.95 1.17 0.69 0.90 0.87 0.58 0.10 1.59 0.14 1.78 0.01 0.14 0.04 0.25 0.95 1.10 Continúa... 83 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Subrama de actividad 49 50 51 52 53 54 55 56 Subrama 32191 Fabricación de productos de madera para la construcción Subrama 32192 Fabricación de productos para embalaje y envases de madera Subrama 32199 Fabricación de otros productos de madera Subrama 32211 Fabricación de celulosa Subrama 32212 Fabricación de papel Subrama 32213 Fabricación de cartón Subrama 32221 Fabricación de embases de cartón Subrama 32222 Fabricación de bolsas de papel y productos celulósicos recubiertos y tratados 57 Subrama 32223 Fabricación de productos de papelería 58 Subrama 32229 Fabricación de otros productos de papel y cartón 59 Subrama 32311 Impresión 60 Subrama 32312 Industrias conexas a la impresión Subtotal BAJA MEDIA 1 Subrama 32411 Refinación de petróleo 2 Subrama 32412 Fabricación de productos de asfalto 3 Subrama 32419 Fabricación de otros productos derivados del petróleo y del carbón 4 Subrama 32511 Fabricación de petroductos petroquímicos 5 Subrama 32512 Fabricación de gases industriales 6 Subrama 32513 Fabricación de pigmentos y colorantes sintéticos 7 Subrama 32518 Fabricación de otros productos químicos básicos inorgánicos 8 Subrama 32519 Fabricación de otros productos químicos básicos orgánicos 9 Subrama 32521 Fabricación de hules y resinas sintéticos 10 Subrama 32522 Fabricación de libras químicas 11 Subrama 32611 Fabricación de bolsas y películas de plásticos flexible sin soporte 12 Subrama 32612 Fabricación de perfiles, tubería y conexiones de plástico rigído sin soporte 13 Subrama 32613 Fabricación de laminados rígidos de plástico sin soporte 14 Subrama 32614 Fabricación de espumas y productos de poliestireno 15 Subrama 32615 Fabricación de espumas y productos de uretano 16 Subrama 32616 Fabricación de botellas de plástico 17 Subrama 32619 Fabricación de otros productos de plástico 18 Subrama 32621 Fabricación y revitalización de llantas 19 Subrama 32622 Fabricación de bandas y mangueras de hule y de plástico 20 Subrama 32629 Fabricación de otros productos de hule 21 Subrama 32711 Fabricación de artículos de alfarería, porcelana, loza y muebles de baño 22 Subrama 32712 Fabricación de productos a base de arcilla para la construcción 23 Subrama 32721 Fabricación de vidrio y productos de vidrio 24 Subrama 32731 Fabricación de cemento para la construcción 25 Subrama 32732 Fabricación de concreto 26 Subrama 32733 Fabricación de tubos y bloques de cemento y concreto 27 Subrama 32739 Fabricación de otros productos de cemento y concreto 28 Subrama 32741 Fabricación de cal 29 Subrama 32742 Fabricación de yeso y productos de yeso 30 Subrama 32791 Fabricación de productos abrasivos 31 Subrama 32799 Fabricación de otros productos a base de minerales no metálicos 32 Subrama 33111 Industria básica del hierro y del acero 33 Subrama 33121 Fabricación de tubos y postes de hierro y acero de material comprado 34 Subrama 33122 Fabricación de otros productos de hierro y acero de material comprado 35 Subrama 33131 Industria del aluminio 36 Subrama 33141 Refinación de cobre y de otros metales no ferrosos 37 Subrama 33142 Laminación secundaria de cobre 84 Cociente de Cociente Valor Personal Índice de localización de agregado ocupado productiValor agre- localicensal estatal vidad de gado censal zación bruto Partici- la mano bruto Personal estatal pación de obra ocupado Partici- porcenpación tual porcentual 0.79 0.89 0.11 0.56 1.09 0.62 0.93 0.06 0.19 0.82 0.47 0.49 0.04 0.21 1.16 7.48 3.20 0.00 0.00 2.88 1.96 1.90 1.69 0.85 1.27 1.75 3.08 0.18 0.32 0.70 1.50 2.07 1.48 1.88 0.89 0.75 1.24 0.12 0.33 0.75 0.97 7.21 0.88 0.95 2.14 2.34 0.91 1.27 0.11 2.28 1.08 0.05 41.94 0.26 0.82 2.17 0.17 44.16 0.56 3.81 1.20 0.92 0.00 1.47 2.72 0.10 1.69 2.15 -0.02 0.14 0.45 0.09 0.13 0.27 -0.05 1.073 1.56 0.00 2.60 0.84 1.06 1.59 1.73 0.63 1.85 1.95 0.02 3.76 2.52 1.41 1.87 2.96 1.10 2.18 2.12 -0.01 0.36 0.22 0.42 0.77 0.91 0.14 1.06 0.33 0.01 0.11 0.24 0.28 0.32 0.74 0.18 1.65 0.40 .0,24 0.85 0.41 0.92 1.05 0.72 0.70 1.05 1.14 2.47 1.19 0.86 3.01 1.22 0.48 4.17 1.29 1.09 2.11 0.93 3.06 3.51 1.31 1.02 2.70 1.29 0.54 0.28 0.22 0.18 1.27 2.34 0.07 0.39 0.41 0.28 0.23 0.24 0.35 1.39 3.11 0.17 0.45 0.69 0.44 1.45 1.57 0.35 1.06 1.15 0.58 1.90 1.23 2.50 0.49 2.18 0.48 0.80 0.72 1.09 0.76 0.09 6.08 1.45 0.50 2.35 0.60 0.75 0.84 1.40 0.36 0.39 4.57 0.82 0.32 2.78 1.54 0.38 0.13 0.14 0.09 0.01 0.94 0.26 0.50 2.10 0.14 0.14 0.39 0.2 7 0.04 0.03 0.25 0.34 1.22 1.15 0.99 1.33 1.06 0.96 2.62 0.29 1.64 2.19 0.07 0.29 0.28 0.80 0.04 0.10 0.08 0.15 0.30 0.45 0.35 0.86 0.34 0.28 0.50 2.90 0.22 0.05 2.53 0.41 0.93 0.43 0.08 0.01 0.50 0.04 0.07 1.42 0.68 0.06 Continúa... Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México Subrama de actividad 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 Cociente de Cociente Valor Personal Índice de localización de agregado ocupado productiValor agre- localicensal estatal vidad de gado censal zación bruto Partici- la mano bruto Personal estatal pación de obra ocupado Partici- porcenpación tual porcentual Subrama 33149 Laminación secundaria de otros metales no ferrosos 1.65 1.32 0.00 0.01 1.54 Subrama 33151 Moldeo por fundición de piezas de hierro y acero 1.12 1.10 0.17 0.27 1.26 Subrama 33152 Moldeo por fundición de piezas metálicas no ferrosas 1.78 2.31 0.15 0.33 0.95 Subrama 33211 Fabricación de productos metálicos forjados y troquelados 0.43 1.28 0.09 0.26 0.41 Subrama 33221 Fabricación de herramientas de mano sin motor y utensilios 4.67 2.63 1.71 0.89 2.19 de cocina Subrama 33231 Fabricación de estructuras metálicas 0.59 0.87 0.22 0.51 0.84 Subrama 33232 Fabricación de productos de herrería 0.58 0.85 0.27 1.89 0.85 Subrama 33241 Fabricación de calderas industriales 1.01 1.68 0.05 0.10 0.75 Subrama 33242 Fabricación de tanques metálicos de calibre grueso 1.37 1.98 0.21 0.49 0.85 Subrama 33243 Fabricación de envases metálicos de calibre ligero 2.72 3.05 0.68 0.58 1.10 Subrama 33251 Fabricación de herrajes y cerraduras 1.34 1.60 0.32 0.50 1.04 Subrama 33261 Fabricación de alambre, productos de alambre y resortes 1.13 2.02 0.31 0.59 0.69 Subrama 33271 Maquinado de piezas metálicas para maquinaria y equipo en 0.63 0.99 0.17 0.62 0.79 general Subrama 33272 Fabricación de tornillos, tuercas, remaches y similares 1.02 1.11 0.07 0.19 1.14 Subrama 33281 Recubrimientos y terminados metálicos 0.23 1.39 0.13 0.48 0.20 Subrama 33291 Fabricación de válvulas metálicas 1.37 1.40 0.53 0.56 1.21 Subrama 33299 Fabricación de otros productos metálicos 0.71 1.22 0.29 0.91 0.71 Subtotal 23.15 25.97 ALTA MEDIA Subrama 32531 Fabricación de fertilizantes 0.21 0.91 0.02 0.06 0.28 Subrama 32532 Fabricación de pesticidas y agroquímicos, excepto fertilizantes 2.68 3.13 0.36 0.26 1.06 Subrama 32551 Fabricación de pinturas y recubrimientos 4.19 3.35 2.31 1.10 1.55 Subrama 32552 Fabricación de adhesivos y selladores 3.23 3.09 0.45 0.36 1.29 Subrama 32561 Fabricación de jabones, limpiadores y dentífricos 1.45 2.53 1.60 1.14 0.71 Subrama 32562 Fabricación de cosméticos, perfumes y otras preparaciones de 0.26 1.28 0.29 0.63 0.25 tocador Subrama 32591 Fabricación de tintas para impresión 3.57 3.59 0.27 0.18 1.23 Subrama 32599 Fabricación de otros productos químicos 3.35 2.35 1.65 0.56 1.76 Subrama 33311 Fabricación de maquinaria y equipo agropecuario 0.07 0.11 0.01 0.03 0.83 Subrama 33312 Fabricación de maquinaria y equipo para la construcción 0.18 0.42 0.03 0.07 0.55 Subrama 33313 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria extractiva 0.07 0.24 0.00 0.02 0.35 Subrama 33321 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria de la madera 1.59 1.92 0.00 0.02 1.02 Subrama 33322 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria del hule 0.85 1.41 0.01 0.04 0.74 y del plástico Subrama 33329 Fabricación de maquinaria y equipo para otras industrias 2.39 2.80 0.39 0.65 1.05 manufactureras Subrama 33331 Fabricación de maquinaria y equipo para el comercio y los 0.69 1.65 0.19 0.37 0.51 servicios Subrama 33341 Fabricación de sistemas de aire acondicionado, calefacción y 0.20 0.47 0.13 0.29 0.52 de refrigeración Subrama 33351 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria 2.11 1.71 0.15 0.18 1.53 metalmecánica Subrama 33361 Fabricación de motores de combustión interna, turbinas y 0.10 0.29 0.03 0.05 0.42 transmisiones Subrama 33391 Fabricación de bombas y sistemas de bombeo 1.93 1.44 0.23 0.19 1.65 Subrama 33392 Fabricación de maquinaria y equipo para levantar y trasladar 0.89 1.10 0.10 0.15 0.99 Subrama 33399 Fabricación de otra maquinaria y equipo para la industria 1.19 1.29 0.32 0.45 1.14 en general Subrama 33451 Fabricación de instrumentos de navegación, medición, 1.14 2.04 0.18 0.61 0.69 médicos y de control Subrama 33461 Fabricación y reproducción de medios magnéticos y ópticos 0.01 0.08 0.00 0.01 0.15 Subrama 33511 Fabricación de focos 0.89 1.68 0.10 0.29 0.66 Subrama 33512 Fabricación de lámparas ornamentales 0.66 1.29 0.07 0.16 0.63 Subrama 33531 Fabricación de equipo de generador y distribución de energía 1.22 0.99 1.17 1.08 1.51 eléctrica Subrama 33591 Fabricación de acumuladores y pilas 0.04 0.11 0.01 0.01 0.44 Continúa... 85 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Subrama de actividad 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 1 2 3 4 5 6 7 8 Cociente de Cociente Valor Personal Índice de localización de agregado ocupado productiValor agre- localicensal estatal vidad de gado censal zación bruto Partici- la mano bruto Personal estatal pación de obra ocupado Partici- porcenpación tual porcentual Subrama 33592 Fabricación de cables de conducción eléctrica 0.18 0.40 0.06 0.14 0.54 Subrama 33593 Fabricación de enchufes, contactos, fusibles y otros accesorios para 0.78 1.69 0.29 0.79 0.57 instalaciones Subrama 33599 Fabricación de otros productos eléctricos 0.46 0.61 0.06 0.13 0.93 Subrama 33611 Fabricación de autómoviles y camionetas 0.77 1.26 4.75 1.01 0.76 Subrama 33612 Fabricación de camiones y tractocamiones 2.00 3.03 0.87 0.75 0.81 Subrama 33621 Fabricación de carrocerías y remolques 2.30 2.87 0.53 1.08 0.99 Subrama 33631 Fabricación de motores de gasolina y sus partes para vehículos 0.78 2.11 1.13 1.45 0.46 automotores Subrama 33632 Fabricación de equipo eléctrico para vehículos automotores 0.58 0.18 2.57 1.01 3.92 Subrama 33633 Fabricación de partes de sistemas de direcciones y de sus1.09 1.80 0.43 0.51 0.75 pensión para vehículos Subrama 33634 Fabricación de partes de sistemas de frenos para vehículos 0.82 1.64 0.19 0.38 0.62 automotrices Subrama 33635 Fabricación de partes de sistemas de transmisión 0.89 1.52 0.42 0.39 0.72 Subrama 33636 Fabricación de asientos para vehículos automotores 0.19 0.16 0.17 0.23 1.51 Subrama 33637 Fabricación de piezas metálicas troqueladas para vehículos 0.34 0.61 0.11 0.16 0.68 automotrices Subrama 33639 Fabricación de otras partes para vehículos automotrices 0.60 0.86 1.10 1.49 0.86 Subrama 33651 Fabricación de equipo ferroviario 0.35 0.45 0.02 0.02 0.97 Subrama 33661 Fabricación de embarcacionbes 0.07 0.09 0.00 0.00 1.00 Subrama 33911 Fabricación de equipo de transporte 0.10 0.59 0.01 0.07 0.21 Subrama 33711 Fabricación de cocinas 0.72 0.67 0.06 0.14 1.31 Subrama 33712 Fabricación de muebles, excepto cocinas y muebles de oficina y 0.89 1.12 0.78 2.95 0.98 estantería Subrama 33721 Fabricación de muebles de oficina y estantería 0.86 1.65 0.15 0.62 0.64 Subrama 33791 Fabricación de colchones 3.16 3.12 0.26 0.50 1.25 Subrama 33792 Fabricación de persianas y cortineros 0.35 0.45 0.04 0.05 0.95 Subrama 33911 Fabricación de equipo y material para uso médico, dental y 0.76 0.49 0.65 0.75 1.95 para laboratorio Subrama 33991 Metalistería y joyería 0.62 0.57 0.11 0.28 1.34 Subrama 33992 Fabricación de artículos deportivos 0.04 0.10 0.00 0.03 0.56 Subrama 33993 Fabricación de juguetes 0.71 1.04 0.10 0.34 0.84 Subrama 33994 Fabricación de artículos y accesorios para escritura, pintura, 3.57 2.31 0.90 0.85 1.91 dibujo y actividades de oficina Subrama 33995 Fabricación de anuncios 0.98 1.21 0.08 0.26 1.00 Subrama 33999 Otras industrias manufactureras 1.06 0.87 0.49 0.79 1.49 Subtotal 26.42 26.09 ALTA Subrama 32541 Fabricación de productos farmacéuticos 1.30 1.56 7.35 2.30 1.03 Subrama 33421 Fabricación de aparatos telefónicos 0.06 0.09 0.01 0.02 0.77 Subrama 33422 Fabricación de equipo de transmisión y recepción de señales 0.86 0.21 0.19 0.09 5.02 de radio, televisión Subrama 33429 Fabricación de otros equipos de comunicación 0.01 0.03 0.00 0.01 0.41 Subrama 33431 Fabricación de equipo de audio y de video 0.26 0.28 0.36 0.37 1.16 Subrama 33441 Fabricación de componentes electrónicos 0.03 0.06 0.06 0.15 0.66 Subrama 33521 Fabricación de enseres electrodomésticos menores 1.58 1.77 0.38 0.54 1.11 Subrama 33522 Fabricación de apratos de línea blanca 0.16 0.39 0.14 0.31 0.50 Subtotal 8.49 3.78 Total 100.00 100.00 Fuente: elaboración propia con base en datos del INEGI. 86 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México Como se ha argumentado previamente, el patrón de especialización muestra las ventajas comparativas que de facto puede tener una región. En esta sección se han identificado aquellas actividades en las que el Estado de México se ha especializado después de años de transición económica. En nuestra opinión, estas actividades deberían fomentarse mediante una política industrial estatal activa que no sólo induzca prácticas empresariales que mejoren la eficiencia, sino que favorezca la integración y complementación de los eslabonamientos productivos que permitan formar conglomerados industriales. Sin embargo, como se observa en los resultados, la manufactura mexiquense se especializa en una amplia variedad de actividades, por lo que una política industrial general sería inapropiada. Es más conveniente el diseño de una política industrial diferenciada, acorde a las características de las distintas actividades productivas. Con esta idea en mente, en la siguiente sección se analiza el perfil tecnológico del patrón de especialización previamente identificado con el objeto de proporcionar un criterio que permita discernir entre medidas de política industrial. 2. Perfil tecnológico del patrón de especialización 2.1. Aspectos conceptuales Es importante establecer que aquí hacemos una interpretación de las taxonomías citadas para poder aplicarlas a la información censal de 2003. Como es bien sabido, la clasificación de las actividades productivas cambia de un censo a otro y de un país desarrollado a uno subdesarrollado. Por ello, aunque la clasificación aquí empleada no coincide exactamente con las taxonomías mencionadas, consideramos que nos dan información suficiente para caracterizar a la manufactura mexiquense. 5 6 Véase Aregional (2003) para información adicional. Empleamos dos enfoques complementarios para definir el perfil tecnológico, tanto del total de las actividades productivas de la manufactura mexiquense como de aquéllas en las que ésta se especializa5. En primer lugar, utilizamos la propuesta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). Esta metodología se basa en la definición de indicadores sobre intensidad tecnológicos que reflejan distintos grados de “producción tecnológica” y “uso tecnológico”, tales como gastos en investigación y desarrollo (IyD) divididos entre el valor agregado y entre el nivel de producción, y gastos en IyD más la consideración del nivel tecnológico de los bienes intermedios y de inversión utilizados divididos entre la producción. Así pues, la OCDE clasifica las actividades manufactureras en cuatro categorías: a) Alta tecnología, b) tecnología alta-media, c) tecnología baja-media y d) tecnología baja6. 87 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Por otra parte, se emplea la taxonomía propuesta por Dutrénit y Capdeville (1993), quienes adaptan la propuesta por Pavitt (1984). Esta taxonomía tiene por objeto describir y explicar los modelos sectoriales de cambio tecnológico. Con base en ello, las empresas y las actividades productivas industriales se agrupan en cuatro sectores tecnológicos: basado en la ciencia, intensivo en escala, de oferentes especializados y dominado por el proveedor (véase Dutrénit y Capdeville, 1993: 647-649)7. En el sector dominado por el proveedor se ubican las actividades manufactureras tradicionales, en las que predominan tecnologías maduras y altamente difundidas (determina un bajo dinamismo del sector). En general, las empresas son pequeñas, tienen bajos gastos en investigación y desarrollo (IyD) y carecen de laboratorios o departamentos de ingeniería. Sus innovaciones tienen origen en los proveedores de equipo y materiales, en los grandes consumidores, y en la investigación financiada por el gobierno. Estas actividades no transfieren innovaciones tecnológicas a otros sectores8. En el sector intensivo en escala están ubicadas las industrias productoras de bienes con tecnologías maduras, que presentan importantes economías de escala; utilizan tecnologías altamente conocidas y difundidas, que se caracterizan por un mayor dinamismo tecnológico respecto a las industrias tradicionales. Las empresas son grandes y cuentan con departamentos de ingeniería de producción y laboratorios de IyD, fundamentales en la generación de innovaciones incrementales o de aprendizaje y en el desarrollo tecnológico de sus proveedores9. En el sector de oferentes especializados predominan empresas relativamente pequeñas que generan una alta proporción de sus innovaciones de proceso. Su actividad innovadora principalmente se concentra en las innovaciones de producto, usadas en otros sectores. Las empresas que conciernen a esta industria no realizan importantes gastos en IyD, pero demandan y combinan tecnologías de punta en materiales, diseño, nuevos bienes, etcétera. Este sector se caracteriza por la interacción y la realimentación que realiza con otros sectores, y por el efecto tecnológico multiplicador que tienen en el conjunto de la economía. La constante actividad de innovación determina un alto dinamismo tecnológico en este sector. La apropiación de rentas tecnológicas se basa en el diseño, la calidad, 88 7 El criterio para definir estos sectores es su trayectoria tecnológica, que depende del origen de su tecnología, del tipo de relaciones entre proveedores y usuarios de ésta y de los medios de apropiación de las rentas de la misma. El origen de la tecnología puede ser interno a la empresa y a la industria, cuando hay generación propia, o externo, cuando se compra la tecnología. Las actividades manufactureras características de este sector son: las textiles, la madera, las impresiones, los productos a base de minerales no metálicos y parte de los alimentos y bebidas. 8 Aquí se localiza la mayor parte de los bienes de consumo duraderos y las industrias de proceso continuo, como la automotriz, la siderurgia, la química orgánica e inorgánica, los electrodomésticos, los metales no ferrosos, el cemento y el vidrio. 9 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México el control del know how y, en los mecanismos de interrelación con sus usuarios. Se protegen de la competencia por medio de patentes y marcas, de barreras a la entrada asociadas a las relaciones establecidas con los usuarios. La competitividad depende de las habilidades de la empresa para incorporar mejoras específicas a los bienes de capital y de la rapidez con que responde a los requerimientos tecnológicos de sus usuarios10. Finalmente, el sector basado en la ciencia es considerado el más importante en términos de su aportación al cambio tecnológico radical. Las empresas que integran este sector son de gran tamaño y tienen una intensa actividad de generación tecnológica. Este sector difunde sus innovaciones de producto a todos los demás sectores por medio de los bienes finales y los insumos y se realimenta del sector de oferentes especializados. Obtiene elevados niveles de rentas tecnológicas, asociados a la intensidad de su actividad de generación. Sin embargo, el ciclo de vida del paquete tecnológico es corto, lo que determina una disminución del periodo de apropiación de dichas rentas y la necesidad de crear nuevos productos. La apropiación de las rentas tecnológicas está asociada a diferentes mecanismos: know how, IyD, secreto industrial, economías dinámicas del aprendizaje y uso de patentes11. 2.2. Especialización y perfil tecnológico Se ubican las actividades productoras de maquinaria y equipo, e instrumentos de medición y control. 10 Está compuesto por actividades productoras de bienes modernos con alto dinamismo tecnológico, como la aeroespacial, la atómica, la electrónica, los armamentos, la química fina, la farmacéutica, las telecomunicaciones y la informática. 11 Los resultados de la clasificación de la OCDE se presentan en los cuadros 1, 2 y 3. En ellos aparecen los grupos definidos por este criterio. En el cuadro 1 se observa que 10 subsectores cuentan con una intensidad tecnológica baja, seis con baja media, tres con alta media y sólo dos con alta y que sus participaciones en el PO son 44.6, 29.4, 16.2 y 9.7%, respectivamente, en tanto que sus contribuciones al VA total son 42.5, 23.7, 15.9 y 17.9%, respectivamente. Nótese que si sumamos las participaciones de los subsectores de intensidad tecnológica “baja”, obtenemos más del cincuenta por ciento tanto en PO como en VA. Es decir, alrededor de dos terceras partes de la manufactura mexiquense están conformadas por empresas con un bajo perfil tecnológico. En el otro extremo, es importante destacar que menos de 10% del personal ocupado labora en empresas de intensidad tecnológica alta, lo cual refleja un limitado proceso de derrame tecnológico vía movilidad de personal calificado y demanda de insumos con elevadas especificaciones tecnológicas. 89 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz La situación no mejora sustancialmente si agrupamos en un solo rubro a las actividades de intensidad tecnológica alta, pues nos da que sólo la cuarta parte del personal ocupado está ligado a este grupo. Por otro lado, destaca también el hecho de que, a diferencia de los subsectores con intensidades tecnológicas baja o media, los subsectores de intensidad tecnológica alta tienen una participación proporcionalmente mayor en el VA (17.9%) que en el PO (9.7%), lo cual puede estar reflejando una intensidad de capital y productividad del trabajo mayores en general. Es importante destacar que los subsectores en los que se especializa la manufactura mexiquense se distribuyen de la siguiente manera en los distintos grupos arriba señalados: tres en el de intensidad tecnológica baja, seis en el de baja media, y solo uno en el de alta media y otro en el de alta. Sólo para ilustrar, nótese que los tres subsectores de intensidad baja concentran alrededor de 28% del PO y del VA de la manufactura, en tanto que los valores correspondientes para el único subsector del grupo de tecnología alta son 8.5 y 17.1%, respectivamente. Por su parte, los resultados a nivel de rama de actividad reflejan esencialmente el mismo patrón: el número de éstas que cae dentro de los grupos de intensidad tecnológica baja, baja media, alta media y alta son 28, 23, 28 y 4, respectivamente. Sus participaciones en el PO y en el VA son 44.2, 26.6, 24.7 y 4.5% y 41.9, 22.0, 25.6 y 10.4%, respectivamente. Por su parte, dentro de estos grupos, las ramas en las que está especializado el Estado de México suman 28.2, 21.2, 15.7 y 3.0% PO y 29.9, 17.5, 16.4 y 9.3% del VA, respectivamente (véase cuadro 2). Dado que los subsectores que cae en cada grupo pueden incluir actividades en las que no se especializa el Estado de México, la suma de los porcentajes respectivos son menores cuando se emplea información a nivel de rama de actividad. Por último, con respecto a la clasificación de la OCDE, los resultados para las distintas subramas se presentan en el cuadro 3. Se puede apreciar que el número de subramas correspondientes a los grupos de intensidad tecnológica baja, baja media, alta media y alta son 60, 54, 57 y 8%, respectivamente. Sus participaciones en el PO y en el VA son 44.2, 26, 26.1 y 3.8% y 41.9, 23.2, 26.4 y 8.5%, respectivamente. Dentro de estos grupos, las ramas en las que está especializado el Estado de México suman 29.9, 21, 21 y 90 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México 2.8% del PO y 34.1, 19.5, 21.2 y 7.7% del VA, respectivamente. Nótese que en este caso también disminuyen las proporciones correspondientes a los grupos de tecnología alta-media y alta. Por otra parte, con el objeto de tener una clasificación alternativa se utilizó la propuesta de Dutrénit y Capdeville (1993). El análisis se hace a nivel de subrama de actividad para hacer una aproximación a las definiciones de estos autores y poder aplicarla en nuestro estudio; los resultados aparecen en el cuadro 4. Se puede apreciar que 84 subramas se ubican en el sector dominado por el proveedor, 65 en el de intensivo en escala, 18 en el de oferentes especializados y 11 en el de basado en la ciencia. Sus participaciones en el PO son 54.2, 31.8, 4.4 y 9.2%, respectivamente, en tanto que los valores correspondientes para el VA son 47.9, 36.4, 2.9 y 12.8, respectivamente. Dentro de estos grupos, las ramas en las que existe evidencia de especialización suman 37.3, 25.8, 3.1 y 9.2% del PO y 39.1, 28.9, 2 12.8% del VA, respectivamente. Es interesante observar que el grupo de más alta tecnología, basado en ciencia, representa un porcentaje mayor de la ocupación y el VA que el de oferentes especializados. 91 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Cuadro 4. Estado de México: perfil tecnológico, industria manufacturera por rama de actividad Subrama de actividad 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 Dominado por el proveedor Subrama 31111 Elaboración de alimentos para animales Subrama 32799 Fabricación de otros productos a base de minerales no metálicos Subrama 31122 Elaboración de almidones, aceites y grasas vegetales comestibles Subrama 31123 Elaboración de cereales para el desayuno Subrama 31131 Elaboración de azúcar Subrama 31132 Elaboración de chocolate y productos de chocolate a partir del cacao Subrama 31133 Elaboración de productos de chocolate a partir del chocolate Subrama 31134 Elaboración de dulces, chicles y productos de confitería que no sean de chocolate Subrama 31141 Congelación de frutas, verduras y guisos Subrama 31142 Conservación de frutas, verduras y guisos por procesos distintos a la congelación Subrama 31151 Elaboración de leche y derivados lácteos Subrama 31152 Elaboración de helados y paletas Subrama 31161 Matanza, empacado y procesamiento de carne de ganado y aves Subrama 31171 Preparación y envasado de pescados y mariscos Subrama 31181 Elaboración de pan y otros productos de panadería Subrama 31183 Elaboración de tortillas de maíz y molienda de nixtamal Subrama 31191 Elaboración de botanas Subrama 31193 Elaboración de concentrados, polvos, jarabes y esencias de sabor para refrescos Subrama 31194 Elaboración de condimentos y aderezos Subrama 31199 Elaboración de otros alimentos Subrama 31211 Elaboración de refrescos y hielo, y purificación de agua Subrama 31212 Elaboración de cerveza Subrama 31213 Elaboración de bebidas alcohólicas a base de uva y bebidas fermentadas, excepto cerveza Subrama 31214 Elaboración de bebidas destiladas, excepto de uva Subrama 31222 Fabricación de productos de tabaco Subrama 31311 Preparación de hilado de fibras textiles y fabricación de hilos Subrama 31321 Fabricación de telas anchas de trama Subrama 31322 Fabricación de telas angostas de trama y pasamanería Subrama 31323 Fabricación de telas no tejidas Subrama 31324 Fabricación de telas de punto Subrama 31331 Acabado de fibras, hilados, hilos y telas Subrama 31332 Recubrimiento de telas Subrama 31411 Tejido y confección de alfombras y tapetes Subrama 31412 Confección de cortinas, blancos y similares Subrama 31491 Confección de costales y productos de textiles recubiertos y de materiales sucedáneos Subrama 31499 Confección de otros productos textiles, excepto prendas de vestir Subrama 31511 Tejido de calcetines y medias Subrama 31519 Tejido de otras prendas de vestir y punto Subrama 31521 Confección de ropa de cuero, piel y materiales sucedáneos Subrama 31522 Confección de ropa de materiales textiles Subrama 31599 Confección de accesorios de vestir Subrama 31611 Curtido y acabado de cuero y piel Subrama 31621 Fabricación de calzado Subrama 31699 Fabricación de otros productos de cuero, piel y materiales sucedáneos Subrama 32111 Aserrado y conservación de la madera Subrama 32121 Fabricación de laminados y aglutinados de madera Subrama 32191 Fabricación de productos de madera para la construcción Cociente de Cociente Personal Valor localización de ocupado agregado Valor agre- localiestatal censal gado censal zación Partici- bruto Parbruto Personal pación ticipación ocupado porcen- porcentual tual Índice de productividad de la mano de obra 0.70 1.45 3.07 0.03 0.00 -0.35 0.53 0.82 2.39 0.12 0.00 0.12 0.22 0.34 0.81 0.01 0.00 0.02 0.40 0.26 1.73 0.00 0.00 0.01 1.63 2.19 1.58 0.30 0.33 -3.77 6.19 0.25 5.09 0.48 0.36 0.35 0.35 0.19 1.50 0.64 0.00 3.71 0.01 1.28 0.00 1.20 0.00 4.22 0.48 3.58 1.72 4.84 0.78 0.09 1.01 1.05 0.93 100.18 1.21 1.81 1.19 0.06 1.18 1.16 0.93 3.16 1.33 1.38 1.67 0.02 4.05 0.88 0.47 0.53 4.03 1.19 0.85 0.01 1.81 4.25 0.90 2.71 1.75 3.30 0.81 1.92 1.05 1.12 1.23 39.10 0.18 3.90 1.09 0.48 1.33 0.66 2.18 0.63 0.21 1.32 0.08 0.44 1.73 0.10 0.07 0.06 0.72 4.31 0.96 0.24 0.34 2.21 2.13 2.80 1.25 1.16 0.59 0.55 1.46 1.77 0.92 3.82 1.82 5.06 0.56 0.56 0.16 0.95 0.70 0.88 2.04 2.30 2.29 3.90 1.58 6.61 0.28 0.78 0.55 0.17 0.08 0.60 1.97 0.28 0.13 0.97 0.51 0.49 0.05 0.42 0.16 0.55 0.71 0.19 1.00 0.11 0.04 0.61 0.27 0.16 0.02 0.16 0.02 1.51 1.05 0.77 0.88 0.95 0.50 1.21 1.42 0.95 2.50 0.89 0.35 0.78 3.26 1.52 2.19 0.63 0.25 0.14 0.36 0.16 0.68 3.06 1.36 2.85 0.67 0.45 0.19 0.51 0.34 0.45 0.79 0.81 0.14 6.36 0.08 0.06 1.13 0.10 0.11 0.45 0.29 0.04 2.11 0.01 0.02 0.26 0.02 1.42 1.32 1.38 0.95 1.17 0.69 0.90 0.87 0.58 0.10 1.59 0.79 0.14 1.78 0.89 0.04 0.25 0.56 0.01 0.14 0.11 0.95 1.10 1.09 Continúa... 92 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México Subrama de actividad 48 49 50 51 52 53 6 7 8 9 10 11 Subrama 32192 Fabricación de productos para embalaje y envases de madera Subrama 32199 Fabricación de otros productos de madera Subrama 32212 Fabricación de papel Subrama 32213 Fabricación de cartón Subrama 32221 Fabricación de envases de cartón Subrama 32222 Fabricación de bolsas de papel y productos celulósicos recubiertos y tratados Subrama 32223 Fabricación de productos de papelería Subrama 32229 Fabricación de otros productos de papel y cartón Subrama 32311 Impresión Subrama 32312 Industrias conexas a la impresión Subrama 32412 Fabricación de productos de asfalto Subrama 32591 Fabricación de tintas para impresión Subrama 32621 Fabricación y revitalización de llantas Subrama 32622 Fabricación de bandas y mangueras de hule y de plástico Subrama 32629 Fabricación de otros productos de hule Subrama 32711 Fabricación de artículos de alfarería, porcelana, loza y muebles de baño Subrama 32712 Fabricación de productos a base de arcilla para la construcción Subrama 32732 Fabricación de concreto Subrama 32733 Fabricación de tubos y bloques de cemento y concreto Subrama 32739 Fabricación de otros productos de cemento y concreto Subrama 32741 Fabricación de cal Subrama 32742 Fabricación de yeso y productos de yeso Subrama 32791 Fabricación de productos abrasivos Subrama 33211 Fabricación de produtos metálicos forjados y troquelados Subrama 33221 Fabricación de herramientas de mano sin motor y utensilios de cocina metálicos Subrama 33232 Fabricación de productos de herrería Subrama 33251 Fabricación de herrajes y cerraduras Subrama 33261 Fabricación de alambre, productos de alambre y resortes Subrama 33272 Fabricación de tornillos, tuercas, remaches y similares Subrama 33281 Recubrimientos y terminados metálicos Subrama 33299 Fabricación de otros productos metálicos Subrama 33592 Fabricación de cables de conducción eléctrica Subrama 33593 Fabricación de enchufes, contactos, fusibles y otros accesorios para instalaciones eléctricas Subrama 33599 Fabricación de otros productos eléctricos Subrama 33791 Fabricación de colchones Subrama 33792 Fabricación de persianas y cortineros Subrama 33991 Metalistería y joyería Subtotal intensivo en escala Subrama 32614 Fabricación de espumas y productos de poliestireno Subrama 32615 Fabricación de espumas y productos de uretano Subrama 33992 Fabricación de artículos deportivos Subrama 33993 Fabricación de juguetes Subrama 33994 Fabricación de artículos y accesorios para escritura, pintura, dibujo y actividades de oficina Subrama 33995 Fabricación de anuncios Subrama 33999 Otras industrias manufactureras Subrama 31121 Elaboración de productos de molinería y manufactura de malta Subrama 31182 Elaboración de galletas y pastas para sopa Subrama 31192 Industria del café y del té Subrama 32211 Fabricación de culosa 12 13 14 15 16 Subrama 32411 Refinación de petróleo Subrama 32419 Fabricación de otros productos derivado del petróleo y del carbón Subrama 32511 Fabricación de productos petroquímicos Subrama 32512 Fabricación de gases industriales Subrama 32518 Fabricación de otros productos químicos básicos inorgánicos 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 1 2 3 4 5 Cociente de Cociente Personal Valor localización de ocupado agregado Valor agre- localiestatal censal gado censal zación Partici- bruto Parbruto Personal pación ticipación ocupado porcen- porcentual tual 0.62 0.93 0.19 0.06 0.47 0.49 0.21 0.04 1.96 1.90 0.85 1.69 1.75 3.08 0.32 0.18 1.50 2.07 1.88 1.48 0.75 1.24 0.33 0.12 Índice de productividad de la mano de obra 0.82 1.16 1.27 0.70 0.89 0.75 0.97 7.21 0.88 0.95 1.47 3.57 0.48 4.17 1.29 1.09 2.14 2.34 0.91 1.27 1.69 3.59 1.02 2.70 1.29 0.54 0.26 0.82 2.17 0.17 0.13 0.18 0.17 0.45 0.69 0.44 0.11 2.28 1.08 0.05 0.14 0.27 0.07 0.39 0.41 0.28 0.56 3.81 1.20 0.92 1.07 1.23 0.58 1.90 1.23 2.50 0.49 0.80 0.72 1.09 0.76 0.09 6.08 0.43 4.67 0.50 0.75 0.84 1.40 0.36 0.39 4.57 1.28 2.63 0.50 0.14 0.39 0.2 7 0.04 0.03 0.25 0.26 0.89 0.32 0.38 0.13 0.14 0.09 0.01 0.94 0.09 1.71 1.22 1.33 1.06 0.96 2.62 0.29 1.64 0.41 2.19 0.58 1.34 1.13 1.02 0.23 0.71 0.18 0.78 0.85 1.60 2.02 1.11 1.39 1.22 0.40 1.69 1.89 0.50 0.59 0.19 0.48 0.91 0.14 0.79 0.27 0.32 0.31 0.07 0.13 0.29 0.06 0.29 0.85 1.04 0.69 1.14 0.20 0.71 0.54 0.57 0.46 3.16 0.35 0.62 0.61 3.12 0.45 0.57 0.13 0.50 0.05 0.28 54.21 0.06 0.26 0.04 0.11 47.88 0.93 1.25 0.95 1.34 1.19 0.86 0.04 0.71 3.57 0.93 3.06 0.10 1.04 2.8 0.24 0.35 0.03 0.34 0.85 0.22 0.18 0.00 0.10 0.90 1.57 0.35 0.56 0.84 1.91 0.98 1.06 0.76 1.52 4.09 7.48 1.21 0.87 0.88 1.33 1.50 3.20 0.26 0.79 0.35 0.71 0.21 0.00 0.08 0.49 0.39 0.54 0.95 0.00 1.00 1.49 1.06 1.42 3.36 2.88 0.00 2.72 0.00 2.60 1.06 0.10 2.15 0.02 3.76 1.41 0.09 0.27 0.01 0.11 0.28 -0.02 0.45 -0.01 0.36 0.42 -0.05 1.56 -0.24 0.85 0.92 Continúa... 93 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Subrama de actividad 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 Subrama 32519 Fabricación de otros productos químicos básicos orgánicos Subrama 32522 Fabricación de fibras químicas Subrama 32531 Fabricación de fertizantes Subrama 32561 Fabricación de jabones, limpiadores y dentífricos Subrama 32599 Fabricación de otros productos químicos Subrama 32611 Fabricación de bolsas y películas de plástico flexible sin soporte Subrama 32612 Fabricación de perfiles, tubería y conexiones de plástico rígido sin soporte Subrama 32613 Fabricación de laminados rígidos de plástico sin soporte Subrama 32616 Fabricación de botellas de plástico Subrama 32619 Fabricación de otros productos de plástico Subrama 32721 Fabricación de vidrio y productos de vidrio Subrama 32731 Fabricación de cemento para la construcción Subrama 33111 Industria básica del hierro y del acero Subrama 33121 Fabricación de tubos y postes de hierro y acero de material comprado Subrama 33122 Fabricación de otros productos de hierro y acero de material comprado Subrama 33131 Industria del aluminio Subrama 33141 Refinación de cobre y de otros metales no ferrosos Subrama 33142 Laminación secundaria de cobre Subrama 33149 Laminación secundaria de otros metales no ferrosos Subrama 33151 Moldeo por fundición de piezas de hierro y acero Subrama 33152 Moldeo por fundición de piezas metálicas no ferrosas Subrama 33231 Fabricación de estructuras metálicas Subrama 33242 Fabricación de tanques metálicos de calibre grueso Subrama 33243 Fabricación de envases metálicos de calibre ligero Subrama 33271 Maquinado de piezas metálicas para maquinaria y equipo en general Subrama 33351 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria metalmecánica Subrama 33361 Fabricación de motores de combustión interna, turbinas y transmisiones Subrama 33422 Fabricación de equipo de transmisión y recepción de señales de radio, televisión y cable Subrama 33431 Fabricación de equipo de audio y de video Subrama 33441 Fabricación de componentes eléctricos Subrama 33461 Fabricación y reproduccción de medios magnéticos y ópticos Subrama 33511 Fabricación de focos Subrama 33512 Fabricación de lámparas ornamentales Subrama 33521 Fabricación de enseres electrodomésticos menores Subrama 33522 Fabricación de aparatos de línea blanca Subrama 33531 Fabricación de equipo de generación y distribución de energía eléctrica Subrama 33591 Fabricación de acumuladores y pilas Subrama 33611 Fabricación de automóviles y camionetas Subrama 33612 Fabricación de camiones y tractocamiones Subrama 33621 Fabricación de carrocerías y remolques Subrama 33631 Fabricación de motores de gasolina y sus partes para vehículos automotrices Subrama 33632 Fabricación de equipo eléctrico y electrónico para vehículos automotores Subrama 33633 Fabricación de partes de sistemas de direcciones y de suspensión para vehículos automotrices Subrama 33634 Fabricación de partes de sistemas de frenos para vehículos automotrices Subrama 33635 Fabricación de partes de sistemas de transmisión Subrama 33636 Fabricación de asientos para vehículos automotores Subrama 33637 Fabricación de piezas metálicas troqueladas para vehículos automotrices Cociente de Cociente Personal Valor localización de ocupado agregado Valor agre- localiestatal censal gado censal zación Partici- bruto Parbruto Personal pación ticipación ocupado porcen- porcentual tual 1.59 1.87 0.32 0.77 0.63 1.10 0.18 0.14 0.21 0.91 0.06 0.02 1.45 2.53 1.14 1.60 3.35 2.35 0.56 1.65 1.85 2.18 1.65 1.06 1.95 2.12 0.l40 0.33 Índice de productividad de la mano de obra 1.05 0.70 0.28 0.71 1.76 1.05 1.14 2.47 3.01 1.22 2.18 0.48 0.07 0.29 2.11 3.51 1.31 2.35 0.60 0.28 0.80 0.23 1.39 3.11 2.10 0.14 0.08 0.15 0.28 1.27 2.34 2.78 1.54 0.04 0.10 1.45 1.06 1.15 1.15 0.99 0.30 0.45 0.35 0.86 0.28 0.34 0.50 2.90 0.22 0.05 1.65 1.12 1.78 0.59 1.37 2.72 0.63 2.53 0.41 0.93 1.32 1.10 2.31 0.87 1.98 3.05 0.99 0.50 0.04 0.07 0.01 0.27 0.33 0.51 0.49 0.58 0.62 0.43 0.08 0.01 0.00 0.17 0.15 0.22 0.21 0.68 0.17 1.42 0.68 0.06 1.54 1.26 0.95 0.84 0.85 1.10 0.79 2.11 1.71 0.18 0.15 1.53 0.10 0.29 0.05 0.03 0.42 0.86 0.21 0.09 0.19 5.02 0.26 0.03 0.01 0.89 0.66 1.58 0.16 1.22 0.28 0.06 0.08 1.68 1.29 1.77 0.39 0.99 0.37 0.15 0.01 0.29 0.16 0.54 0.31 1.08 0.36 0.06 0.00 0.10 0.07 0.38 0.14 1.17 1.16 0.66 0.15 0.66 0.63 1.11 0.50 1.51 0.04 0.77 2.00 2.30 0.78 0.11 1.26 3.03 2.87 2.11 0.01 1.01 0.75 1.08 1.45 0.01 4.75 0.87 0.53 1.13 0.44 0.76 0.81 0.99 0.46 0.58 0.18 1.01 2.57 3.92 1.09 1.80 0.51 0.43 0.75 0.82 1.64 0.38 0.19 0.62 0.89 0.19 0.34 1.52 0.16 0.61 0.39 0.23 0.16 0.42 0.17 0.11 0.72 1.51 0.68 Continúa... 94 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México Subrama de actividad 64 65 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Subrama 33639 Fabricación de otras partes para vehículos automotrices Subrama 33699 Fabricación de otro equipo de transporte Subtotal Oferentes especializados Subrama 33311 Fabricación de maquinaria y equipo agropecuario Subrama 33341 Fabricación de sistemas de aire acondicionado, calefacción y de refrigeración, industrial y comercial Subrama 33711 Fabricación de cocinas Subrama 33241 Fabricación de calderas industriales Subrama 33291 Fabricación de válvulas metálicas Subrama 33312 Fabricación de maquinaria y equipo para la construcción Subrama 33313 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria extractiva Subrama 33321 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria de la madera Subrama 33322 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria del hule y del plástico Subrama 33329 Fabricación de maquinaria y equipo para otras industrias manufactureras Subrama 33331 Fabricación de maquinaria y equipo para el comercio y los servicios Subrama 33391 Fabricación de bombas y sistema sde bombeo Subrama 33392 Fabricación de maquinaria y equipo para levantar y trasladar Subrama 33399 Fabricación de otra maquinaria y equipo para la industria en general Subrama 33451 Fabricación de instrumentos de navegación, medición, médicos y de control Subrama 33651 Fabricación de equipo ferroviario Subrama 33661 Fabricación de embarcaciones Subrama 33911 Fabricación de equipo y material para uso médico, dental y para laboratorio Subtotal Basado en la ciencia Subrama 32521 Fabricación de hules y resinas sintéticos Subrama 32541 Fabricación de productos farmacéuticos Subrama 32551 Fabricación de pinturas y recubrimientos Subrama 33421 Fabricación de aparatos telefónicos Subrama 33712 Fabricación de muebles, excepto cocinas y muebles de oficina y estantería Subrama 32513 Fabricación de pigmentos y colorantes sintéticos Subrama 32532 Fabricación de pesticidas y agroquimicos, excepto fertilizantes Subrama 32552 Fabricación de adhesivos y selladores Subrama 32562 Fabricación de cosméticos, perfumes y otras preparaciones de tocador Subrama 33429 Fabricación de otros equipos de comunicación Subrama 33721 Fabricación de muebles de oficina y estantería Subtotal Intensivo en escala Cociente de Cociente Personal Valor localización de ocupado agregado Valor agre- localiestatal censal gado censal zación Partici- bruto Parbruto Personal pación ticipación ocupado porcen- porcentual tual 0.60 0.86 1.49 1.10 0.10 0.59 0.07 0.01 31.84 36.39 Índice de productividad de la mano de obra 0.86 0.21 0.07 0.20 0.11 0.47 0.03 0.29 0.01 0.13 0.83 0.52 0.72 1.01 1.37 0.18 0.07 1.59 0.85 0.67 1.68 1.40 0.42 0.24 1.92 1.41 0.14 0.10 0.56 0.07 0.02 0.02 0.04 0.06 0.05 0.53 0.03 0.00 0.00 0.01 1.31 0.75 1.21 0.53 0.35 1.02 0.74 2.39 2.80 0.65 0.39 1.05 0.69 1.65 0.37 0.19 0.51 1.93 0.89 1.19 1.44 1.10 1.29 0.19 0.15 0.45 0.23 0.10 0.32 1.65 0.99 1.14 1.14 2.04 0.61 0.18 0.69 0.35 0.07 0.76 0.45 0.09 0.49 0.02 0.00 0.75 0.02 0.00 0.65 0.97 1.00 1.95 4.44 2.91 1.73 1.30 4.19 0.06 0.89 2.96 1.56 3.35 0.09 1.12 0.74 2.30 1.10 0.02 2.95 0.91 7.35 2.31 0.01 0.78 0.72 1.03 1.55 0.77 0.98 0.84 2.68 3.23 0.26 2.52 3.13 3.09 1.28 0.24 0.26 0.36 0.63 0.22 0.36 0.45 0.29 0.41 1.06 1.29 9.25 0.01 0.86 0.03 1.65 0.01 0.62 9.23 100.00 0.00 0.15 12.83 100.00 0.41 0.64 Fuente: elaboración propia con base en INEGI, 2004. 95 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz En resumen, se aprecia que las mayores proporciones de la producción y el empleo en la manufactura mexiquense están vinculadas a actividades de bajo perfil tecnológico, donde predominan las tecnologías maduras y altamente difundidas, como por ejemplo en la industria alimentaria o la textil. Las empresas, generalmente pequeñas, realizan escasos gastos de IyD y no transfieren innovaciones tecnológicas a otros sectores. Aun cuando la producción la lleven a cabo empresas grandes (generalmente transnacionales fabricantes de productos químicos, autopartes y equipo de transporte o piezas y componentes metálicos), se ofrecen bienes tecnológicamente maduros, que presentan economías de escala significativas; utilizan tecnologías difundidas y se caracterizan por un mayor dinamismo tecnológico respecto a las industrias tradicionales. Conclusiones En este capítulo se ha analizado el patrón de especialización de la industria manufacturera del Estado de México mediante el cálculo de cocientes de especialización (basados en el personal ocupado y en el valor agregado censal bruto) para el año 2003. Este ejercicio nos ha permitido identificar aquellas actividades en las que se especializa el Estado de México y, en ese sentido, en las que tiene una ventaja comparativa de facto. Nuestro argumento es que el patrón de especialización resultante para la manufactura mexiquense se ha definido en el marco de las profundas transformaciones que han experimentado las economías nacional y local durante los últimos años, entre las que destacan la apertura comercial y la reprivatización y desregulación económicas. Más aún, las crisis económicas de las últimas tres décadas han contribuido a hacer más eficiente a la planta productiva en el sentido de que solamente las empresas productivas han podido sobrevivir. Así pues, pensamos que la presencia de ventajas comparativas subyacentes es la que explica el patrón de especialización resultante. Como se ha mencionado antes, en nuestra opinión, una política industrial activa debería impulsar preferentemente aquellas actividades en las que existen ventajas comparativas de facto para evitar los costos de oportunidad vinculados a la asignación de recursos a sectores objetivo cuyo éxito futuro no está garantizado. Así pues, 96 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México nuestros resultados hacen difícil argumentar en favor de políticas sectoriales para cada una de las actividades identificadas. Sería más adecuado, entonces, favorecer una política basada en medidas horizontales que beneficien por igual a todas las actividades productivas. Tal como ha sugerido Mejía (2002), para mejorar la competitividad del aparato productivo es de fundamental importancia mejorar el marco institucional y regulatorio en que operan las empresas, aumentar la cantidad y, sobre todo, mejorar la calidad de los factores productivos (capital físico y financiero, infraestructura y mano de obra), desarrollar el espíritu innovador de los empresarios e impulsar el papel del Estado como coordinador de información y de toma de decisiones del sector privado. Un elemento, sin embargo, podría marcar la pauta para diseñar estrategias de fomento industrial diferenciadas: algunas de las ramas en las que se especializa el Estado de México presentan índices de productividad mayores a 1, lo que significa que la mano de obra en esas actividades es más productiva que el promedio nacional. En este contexto, pensamos que debería haber una política de impulso para las actividades que son menos productivas. Si empleamos un enfoque de mercado, la recomendación de política sería no hacer nada, ya que eventualmente tales actividades desaparecerían, por lo que los recursos destinados a apoyarlas serían un desperdicio desde un punto de vista social. Sin embargo, si aceptamos la presencia de barreras a la salida (tales como costos hundidos en equipo de capital o en el know how de la mano de obra y del empresariado), podríamos aceptar la necesidad de una política que acelere la transferencia de los factores hacia otras actividades más productivas, o bien, que permita desarrollar ventajas comparativas adicionales sobre las existentes para aumentar la productividad. En el documento se han identificado claramente estas actividades. Adicionalmente, en este trabajo se ha caracterizado el perfil tecnológico de la producción manufacturera y del patrón de especialización previamente definido. Nuestros resultados sugieren que el grueso de las actividades productivas está vinculado a actividades de bajo perfil tecnológico, donde predominan empresas pequeñas que emplean tecnologías maduras y altamente difundidas. La situación difícilmente puede cambiar, dado que realizan escasos gastos en IyD. Incluso, cuando la producción la lleven a cabo empresas grandes (y muy comúnmente transnacionales), los bienes que se 97 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz ofrecen son tecnológicamente maduros, que presentan economías de escala significativas, y se utilizan tecnologías difundidas, aunque estas empresas presentan un mayor dinamismo tecnológico respecto a las industrias tradicionales. En este caso también cabría una política industrial diferenciada que favorezca la IyD y la innovación, principalmente de las empresas ubicadas en actividades de perfil tecnológico alto. El acercamiento entre universidad y empresa para el desarrollo de tecnología e impulso a la innovación es un aspecto central. La creación de parques tecnológicos orientados hacia la creación y atracción de empresas innovadoras es una alternativa cada vez más empleada a nivel internacional, sobre todo en los países desarrollados. Las actividades tradicionales, por su parte, deberían tener también políticas de fomento, aunque en este caso quizá las políticas horizontales serían las más adecuadas. Nuestros resultados sugieren una amplia gama de actividades productivas en las que el Estado de México se especializa. De hecho, en general, hay evidencia de especialización en más de dos terceras partes de las actividades llevadas a cabo en territorio mexiquense; sin embargo, debe puntualizarse que nuestros resultados indican la conveniencia de realizar estudios ulteriores que permitan fortalecer y estimular las actividades vinculadas a los subsectores y ramas siguientes: industria alimentaria; fabricación de insumos textiles, industria del papel, del plásticos y hule; fabricación de productos a base de minerales no metálicos; “piezas metálicas”; pinturas, recubrimientos, adhesivos y selladores; jabones, limpiadores y preparaciones de tocador; maquinaria para la industria manufacturera y el comercio y los servicios; autotransporte y muebles. Finalmente, es importante anotar que este estudio puede extenderse en distintas direcciones. Una primera línea de investigación que se deriva de nuestros resultados es la determinación de las características de industrias particulares que permitan crear y fortalecer conglomerados industriales. El conocimiento a detalle de las empresas existentes en territorio mexiquense, así como el análisis de los encadenamientos productivos, permitiría utilizar una política orientada hacia el fortalecimiento de las interrelaciones empresariales. Una segunda área de investigación es la determinación 98 Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México del perfil tecnológico de empresas en sectores particulares, principalmente en aquellos vinculados a la ciencia, que permita la definición de políticas específicas para el impulso de la innovación y la IyD. Bibliografía Aregional (2003). Distribución regional de la actividad económica en México, Aregional, México. —— (2005). El Estado de México y sus Índices de Desarrollo, Aregional, México. Boisier, Sergio (1980). 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La primera es la capacidad de una firma para obtener el máximo producto a partir de un conjunto de insumos (eficiencia técnica de producto) o el uso mínimo de insumos para lograr un determinado nivel de producto (eficiencia técnica de insumos). La segunda es la habilidad de la empresa para utilizar insumos en proporciones óptimas dados sus precios o generar niveles de producto óptimos dado un conjunto de niveles de insumos. Las mejoras en eficiencia técnica son movimientos hacia “la mejor práctica” o, alternativamente, la eliminación de ineficiencias tecnológicas y organizacionales. La eficiencia en la asignación implica comportamiento hacia la optimización por parte de los agentes económicos (OECD, 2001). Evaluación del cambio en la productividad manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una aplicación del enfoque de frontera no paramétrico* Ángel Mauricio Reyes Terrón Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Zaragoza 2 Innovación tecnológica es la materialización de los avances que se derivan del conocimiento acumulado y que se concretan en la creación, introducción o venta y difusión de nuevos y mejores procesos, procedimientos y productos en la sociedad (Fernández, 1997). 3 Ricardo Rodríguez Marcial Facultad de Economía Universidad Autónoma del Estado de México Introducción E l presente estudio se refiere al cambio en la productividad total de factores (PTF) en el sector manufacturero del Estado de México entre 1994-2004. El documento presenta resultados de estimaciones de frontera de mejor práctica1 e intenta ofrecer evidencia sobre el crecimiento económico observado en la entidad; con este propósito se recurre, por una parte, a mediciones de la PTF mediante el índice de Malmquist calculado a través de la técnica de frontera no paramétrica, esta metodología permite separar el índice de productividad de Malmquist en dos elementos principales: un índice de cambio en eficiencia2 y uno de cambio tecnológico o innovación3. Estos índices permiten caracterizar el cambio reciente de la industria mexiquense. Por otra parte, se muestran los resultados de estimaciones econométricas que corresponden a funciones de producción Cobb-Douglas para los cortes transversales de los periodos de estudio. Esta segunda perspectiva permite, en principio, corroborar los hallazgos ofrecidos a partir de la primera medición de productividad empleada en el estudio y, muestran reversiones en cuanto a la intensidad en el uso de los factores de producción: trabajo y capital. El estudio muestra cambios en la productividad y sus componentes durante el subperiodo 101 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz 1994-1999 en el que se registró un vigoroso crecimiento económico después del llamado “error de diciembre de 1994”. En contraste, el subperiodo entre 1999-2004 presentó decaimiento productivo y recesión en el sector manufacturero mexicano. En los últimos años, el contexto macroeconómico nacional y la redefinición de la estrategia de crecimiento han conducido a los agentes económicos a modificar sus estándares de producción para volverse más competitivos ante la mayor exposición a mercados internacionales. En esta dinámica, las empresas e industrias se han visto en la necesidad de ajustar las plantillas de trabajadores e implementar mejoras productivas y organizacionales que les permitan elevar la productividad, ya sea a través de la búsqueda de la eficiencia tanto técnica como en la asignación o mediante el cambio tecnológico. El ritmo de estas modificaciones ha estado marcado por la apertura comercial de la economía mexicana y por la incidencia de choques en los ciclos económicos. El Estado de México no ha sido ajeno a este proceso. El estudio de la industria manufacturera en el Estado de México cobra relevancia por varias razones; en primer lugar, por el grado de desarrollo que ha alcanzado este sector en la entidad a lo largo de las últimas décadas. El Estado de México es actualmente uno de los más industrializados, su ubicación geográfica le facilita el intercambio de bienes y servicios tanto con la capital del país como con el resto de los estados4, dispone además de buena infraestructura carretera y de comunicaciones5. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), para 1999 el producto manufacturero del Estado de México contribuyó con 32.9% del PIB estatal y representó 16.1% del PIB manufacturero nacional. En términos generales, el sector manufacturero es uno de los más dinámicos de la economía, sus efectos se transmiten hacia otros sectores de actividad afectando a variables como el empleo, los ingresos, las exportaciones e importaciones, los asentamientos humanos entre otros. La magnitud de estos efectos se asocia a la diversificación productiva, el nivel tecnológico de las diferentes ramas y clases de actividad manufacturera, la distribución espacial, la estructura de la propiedad, etc. (Salgado, 1997). 102 El Estado de México se encuentra a sólo cinco horas por carretera de las costas del Golfo de México y del Océano Pacífico y a 10 horas de la frontera con Estados Unidos de Norte América. 4 El Estado de México cuenta con 57 desarrollos industriales, tiene un aeropuerto para vuelos nacionales en Atizapán de Zaragoza y uno internacional en la ciudad de Toluca (este último maneja todo el transporte de carga y todos los vuelos privados que anteriormente llegaban a la ciudad de México). De acuerdo con datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el Estado de México cuenta con 7 815 kilómetros de carreteras revestidas, 5 571 de carreteras de dos carriles y 796 de carreteras de cuatro carriles, además dispone de 1 284 kilómetros de vías férreas (fuente: «http://portal.sct. gob.mx/SctPortal/». 5 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico No obstante la importancia de la actividad manufacturera de la entidad mexiquense y de la necesidad de hacer constantemente evaluaciones sobre su desempeño, existen pocos estudios que hagan referencia a la productividad, la eficiencia y el cambio tecnológico. Este documento pretende cubrir algunos de estos aspectos tratando de aportar elementos empíricos que enriquezcan la discusión sobre el tema. En este sentido, la evaluación del cambio en estas variables permite encontrar evidencia relacionada con el cambio que ha experimentado la productividad total de factores y sus componentes en el sector manufacturero mexiquense durante el periodo de estudio. La frontera de mejor práctica puede determinarse a partir de métodos matemáticos que recurren a la programación lineal como en el caso del índice de Malmquist. Este método es no paramétrico (OECD, 2001). 6 En la sección sobre la metodología se incluye una definición de la función de distancia. Éstas tienen la ventaja de permitir describir tecnologías que utilizan múltiples insumos para producir varios niveles de producto sin tener que ajustarse necesariamente a supuestos optimizadores. Un tratamiento formal de este concepto puede encontrarse por ejemplo en Pinilla et al. (2001), capítulo 6. 7 En general, el análisis tradicional de la productividad y sus componentes implica establecer una función de producción que capture la influencia de los factores de producción (insumos) sobre el nivel de producto. Esta construcción se sujeta a una serie de supuestos, por ejemplo, se asume que las firmas en una industria son técnicamente eficientes, por lo que no existe desperdicio de recursos, operan bajo rendimientos constantes a escala, poseen conducta optimizadora e información perfecta sobre los mercados. La poca flexibilidad de estas condiciones contrasta fuertemente con la realidad como bien observan, por ejemplo, Färe, Grosskopf, Norris y Zhang (1994); Maudos, Pastor y Serrano (2000); Álvarez (2001), Lanteri (2004), entre otros. La necesidad de ajustar los supuestos rígidos a los problemas reales de producción ha dado paso a nuevas formas de analizar la productividad y sus componentes, así se han empleado aproximaciones basadas en la programación lineal no paramétrica6 (Färe, Grosskopf, Norris y Zhang, 1994; Färe, Grosskopf y Lovell, 1994; Färe y Grosskopf, 1996; Álvarez, 2001) que emplea el índice de Malmquist, cuyas ventajas radican en que no requiere de una forma funcional específica para la producción; de hecho, la función de producción es reemplazada por una idea más general que recibe el nombre de función de distancia7. Las funciones de distancia son más flexibles, ya que no requieren de supuestos sobre la conducta optimizadora de las empresas ni sobre la tecnología de rendimientos constantes a escala, esto valida la posibilidad de ineficiencias por parte de las unidades de análisis. Las funciones de distancia permiten la construcción de índices de precios, de cantidad y de productividad de Malmquist (OECD, 2001). 103 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz La presente investigación se motiva principalmente en algunos estudios que llevan a cabo aplicaciones empíricas de las metodologías descritas, por ejemplo, a nivel internacional, Färe, Grosskopf, Norris y Zhang (1994) utilizan el índice de Malmquist para analizar el crecimiento de la productividad en países de la OECD en el periodo 1979-1988; encuentran que la productividad en los Estados Unidos de Norteamérica había crecido más que en el resto de los países de la muestra durante ese periodo, lo que podía explicarse principalmente por el índice de cambio tecnológico; en cambio, Japón, que también había mostrado un alto crecimiento en su productividad, debía tales aumentos a cambios en eficiencia. Por otro lado, Maudos, Pastor y Serrano (2000) separaron el crecimiento de la productividad del trabajo y el índice de Malmquist mediante técnicas de frontera no paramétrica en los sectores económicos y regiones de España entre 1964-1993, sus conclusiones refirieron diferencias en los componentes estimados en los niveles sectorial y regional8. De manera similar, se encuentran trabajos que aplican técnicas de frontera estocástica como en Aigner, Lovell y Schmidt (1977), Maudos (1996), Maudos, Pastor y Serrano (1998) y, en México, Guerrero (2004). El objetivo de este trabajo consiste en identificar aquellos subsectores y clases de actividad industrial que presentan un mejor desempeño en el Estado de México y establecer si hubo cambios en los patrones de desempeño entre los subperiodos 1994-1999 y 1999-2004. El desempeño es medido por los índices de cambio en productividad y sus componentes obtenidos mediante técnicas de frontera no paramétrica. Estos resultados son contrastados con los reportados mediante estimaciones de mínimos cuadrados ordinarios (MCO) para funciones de producción de Cobb-Douglas. A manera de conjetura se afirma que ocurrieron cambios en los índices de productividad total de factores, eficiencia y cambio tecnológico entre los dos subperiodos 1994-1999 y 1999-2004. El primer intervalo de tiempo, a pesar de haber iniciado con una crisis a finales de 1994, presentó crecimiento económico vigoroso que se expresó en el sector manufacturero mexicano y, por consiguiente, en el Estado de México. La mayor demanda (externa y doméstica) de productos manufactureros en un contexto maduro de apertura comercial y de competitividad internacional perimitieron que muchas industrias obtuvieran índicadores de productividad (y 104 Algunos antecedentes bibliográficos sobre la industria manufacturera en México pueden encontrarse en aquellos artículos que al intentar probar diversas hipótesis recurrieron a aproximaciones de frontera eficiente mediante diferentes métodos, entre ellos se encuentran los estudios de Blomström (1986b), Tybout y Westbrook (1995), Chong-Sup (1997) y Grether (1999), para una revisión más detallada de estos estudios véase: Reyes y Bazdresch (2004). 8 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico sus componentes) provechosos. Este apogeo de las manufacturas favoreció la difusión de tecnología a través del aumento de las inversiones en activos fijos para la producción y la adopción de nueva tecnología9. En cambio, el segundo lapso, marcado por una caída en el ritmo del crecimiento económico, se caracterizó por una menor cantidad de industrias con desempeño favorable. La menor demanda por manufacturas frenó la expansión del sector, se tradujo en menores flujos de inversión y, en consecuencia, en una marcada orientación del desempeño manufacturero hacia el cambio en eficiencia y en una escasa o nula disposición al cambio tecnológico. En ambos subperiodos se confirman los diferenciales en cuanto a desempeño en subsectores y clases de actividad industrial. El resto de este documento se encuentra integrado por las siguientes secciones: en la segunda, se describen algunos antecedentes en la bibliografía que originan el presente estudio. La tercera sección ofrece una descripción breve de la metodología de frontera no paramétrica. La cuarta se refiere a los datos y variables utilizados. El quinto apartado presenta los resultados obtenidos a partir de la metodología descrita; se revisan los cambios en productividad, eficiencia y avance tecnológico en los subsectores y clases de actividad manufacturera. Finalmente, se comentan brevemente los resultados y conclusiones. 1. Antecedentes E. Helpman (2004: 55) plantea que el crecimiento económico es resultado de procesos de acumulación de capital físico y humano, así como de mejoras en la productividad total de factores. 9 La industria manufacturera del Estado de México ha sido objeto de análisis en muchos estudios. La discusión se ha enriquecido por las visiones de profesionales de distintos campos y disciplinas como la historia, la sociología, la economía, entre otras, y por la variedad de líneas de investigación que se han abierto. En un intento por agrupar los estudios existentes sobre el tema, pueden identificarse claramente, por ejemplo, las siguientes categorías: primeramente destacan los trabajos de investigación que recogen la historia y evolución de la industrialización mexiquense; enseguida, aparecen aquellos estudios con enfoques sobre desarrollo regional aplicado; también deben comentarse los estudios de caso sobre industrias y/o municipios específicos; otro conjunto trata a la industria del Estado de México en el contexto del proceso de apertura comercial; finalmente, aparecen investigaciones que se refieren al desempeño manufacturero. 105 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Los estudios que se centran en la historia del proceso de industrialización mexiquense buscaban, precisamente, documentar y describir los hechos que impulsaron la industrialización en la entidad, sus efectos y repercusiones como la propia transformación de la estructura productiva, las corrientes migratorias, urbanización acelerada y la conurbación entre municipios, etc. (Béjar y Casanova, 1970; Morales, 1988; Instituto Mexiquense de Cultura, 1990; Rózga y Madrigal, 1998; García, 1998; Aranda, 1990, 1993; González y Baca, 1994). Esta primera corriente de estudios representa el primer paso en la construcción de la línea de investigación desde una perspectiva histórica que sólo se limitaba a la descripción de hechos pasados sin recurrir al análisis técnico para explicar el fenómeno. Otra oleada de estudios aborda el tema de la industria manufacturera del Estado de México con un enfoque de desarrollo regional aplicado. Estos trabajos avanzan la parte meramente descriptiva profundizando en aspectos más específicos al intentar aplicar indicadores, índices diversos y metodologías para esclarecer determinados elementos del desarrollo industrial y regional de la entidad (Rózga, 1996; Salgado, 1997; entre otros). Un tercer grupo de trabajos académicos trata a la industria manufacturera del Estado de México, pero particularizando en industrias o demarcasiones geográficas específicas. Estos estudios de caso se derivan de investigaciones generales sobre la industria manufacturera del Estado de México; abordan temas muy concretos como la industria automotriz (Carvajal, 1992; González, 1992a, b; Almonte, 1993), la industria del calzado, etc., o bien, tratan aspectos propios de demarcaciones municipales como San Mateo Atenco, Toluca, Santiago Tianguistenco, Tejupilco, Naucalpan, Tlalnepantla y otros. Algunos estudios de este tipo se enfocan en problemas de corredores industriales como el de Toluca-Lerma, Atlacomulco, el de los municipios conurbados a la zona metropolitana de la ciudad de México, principalmente (Alonso, 1988; Herrera, 1992; Morales, 1994; Ramírez, 2000). Eventualmente, algunos estudios relativamente recientes han tratado el tema de las primeras fases del proceso de apertura comercial y su impacto sobre la industria manufacturera en el Estado de México (Villagrana, 1992; González, 1994 y Sobrino, 1994). 106 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico No obstante la relevancia de las contribuciones de historiadores, sociólogos, administradores públicos y regionalistas del desarrollo al análisis de la industrialización mexiquense, ésta ha estado relativamente orientada hacia la descripción documental del fenómeno. Muy pocos son los estudios que tratan de evaluar el desempeño manufacturero mexiquense (Sobrino, 1994; Rózga, 1996; Salgado, 1997, entre otros). En este sentido, existe cierta ausencia de trabajos de investigación que se enfoquen explícitamente en evaluaciones que contribuyan a esclarecer el desempeño de este sector en la entidad y que permitan sugerir determinadas líneas de política industrial. Más allá del contexto en el que la entidad mexiquense se ha desenvuelto y de los estudios que dan fe de su evolución, resulta conveniente probar metodologías que estiman fronteras de eficiencia, con las cuales las diversas unidades de análisis son comparadas a efecto de establecer aquellas clases industriales manufactureras que se encuentran sobre dicho límite distinguiéndolas de aquellas que están por debajo y requieren medidas de política industrial que favorezcan su desarrollo productivo. En este sentido, se emplean técnicas de frontera no paramétrica soportadas en métodos de programación lineal. En México, Reyes y Bazdresch (2004) aplican técnicas de frontera no paramétrica al caso de la industria manufacturera nacional a nivel de subsectores y clases de actividad manufacturera en entidades federativas y regiones; en cambio, Guerrero (2004) utiliza frontera estocástica a nivel de clases industriales y municipios. En el siguiente apartado, se describe la metodología que se aplica en la presente investigación. 2. Metodología En el proceso de estimación de la PTF han surgido diferentes formas para determinar su magnitud y esclarecer su interpretación teórica, entre ellas, ha llamado la atención aquella que conjunta los avances en teoría de la producción con técnicas de programación no paramétrica a través del índice de Malmquist, que ofrece la ventaja de permitir desagregarla en dos componentes: eficiencia (catching-up) y cambio tecnológico a lo largo del tiempo; es flexible respecto de los supuestos sobre los rendimientos a escala y la disponibilidad de insumos y niveles de producto y tiene el atributo 107 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz de que sus resultados no están sesgados bajo condiciones de ineficiencia (Lee et al., 1998; Maudos et al., 2000). Estas medidas indican el desempeño que tienen las empresas, industrias, entidades o regiones con respecto a una frontera de referencia10 que se construye a partir de cantidades de insumos y productos. En esta sección se hace una descripción breve de la metodología utilizada para determinar este índice. Se refiere a The best practice frontier o tecnología de referencia, frontera de producción o simplemente tecnología. 10 Los fundamentos del desarrollo del índice mencionado se encontraron en el propio Malmquist (1953), quien planteó índices de cantidad expresados en términos de funciones de distancia11. Solow (1957) aisló los desplazamientos de la función de producción distinguiéndolos de los movimientos que ocurren a lo largo de la curva, aceptando que tales desplazamientos son hicks neutrales. Farrell (1957) definió la eficiencia técnica y en precios, considerando rendimientos constantes a escala y que la función de producción eficiente es conocida. La eficiencia técnica de una firma cualquiera debe compararse con la alcanzada por la firma hipotéticamente más eficiente asumiendo que los factores se utilizan en proporciones similares. Moorsteen (1961) interpretó las medidas de productividad potencial y eficiencia relativa con base en números índices ponderados con los precios. Por su parte, Diewert (1980) revisa métodos econométricos, índices y la aproximación no paramétrica como formas de soporte analítico en la investigación empírica sobre productividad, advierte que cualquier método implica cierto margen de error y hace referencia a problemas que pueden presentarse entre cada aproximación y la variable capital. En un trabajo posterior, Diewert y Parkan (1983) extienden las pruebas de regularidad no paramétrica sobre funciones de producción, y las de consistencia a un conjunto de datos con base en la hipótesis de eficiencia productiva y conducta optimizadora. Las pruebas involucran la solución de problemas de programación lineal, permiten la construcción de fronteras y medidas de eficiencia de las unidades de observación individuales o de la misma firma en diferentes periodos de tiempo; también permiten la elección de datos para formas funcionales paramétricas específicas que puede tomar la función de producción12 y pueden extenderse a mediciones de avance tecnológico. 108 El concepto de función de distancia es clave en teoría de números índice debido a que es la base para construir el índice de productividad de Malmquist. Una función de distancia, orientada hacia el producto describe el factor en el que todas las cantidades de producto pueden incrementarse permaneciendo en el conjunto de posibilidades de producción factible dados los niveles de insumos. Una función de distancia orientada hacia los insumos indica en cuánto debe reducirse el uso de los insumos permaneciendo en el conjunto de posibilidades de producción factible dados los niveles de producto (OECD, 2001). 11 12 Generalmente se hacen supuestos sobre la función de producción, en particular, requiere que las firmas operen en condiciones de eficiencia; sin embargo, al levantar este supuesto permitiendo que las empresas funcionen con ineficiencia respecto a su conducta optimizadora y rendimientos a escala es necesario sustituir la función de producción por una función más general: la función de distancia (OECD, 2001). Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico El surgimiento del índice de Malmquist se encuentra en Caves, Christensen y Diewert (1982a, b) quienes utilizaron números índices para encontrar una medida de comparación multilateral en insumos, productos y productividades a partir de una forma funcional translogarítmica y del supuesto de rendimientos constantes a escala. Posteriormente, estos mismos autores desarrollaron procedimientos para establecer comparaciones con base en índices de Malmquist en insumos, productos y productividad para estructuras de producción con rendimientos a escala arbitrarios, utilizaron funciones de distancia. Demostraron que a partir de la función de producción translogarítmica, los índices de insumos y productos de Törnqvist equivalen a la media de dos índices de Malmquist. La programación lineal capaz de calcular el índice de Malmquist y su descomposición en congruencia con las medidas de eficiencia de Farrell (1957) fue desarrollada por Färe et al. (1989)13, definida por Caves et al. (1982) y Färe et al. (1994) se describe como14: 13 Posteriormente, fue expuesta en: Färe, Grosskopf, Norris y Zhang (1994); Färe, Grosskopf y Lovell (1994); Färe y Grosskopf (1996), principalmente. La forma funcional específica de la función de distancia es generalmente desconocida, pero puede asignársele una forma funcional arbitraria, con frecuencia se utilizan la translogarítmica (como en Caves et al., 1982a) o formas cuadráticas. 14 Fischer (1923) planteó un índice ideal como la media geométrica de los índices de Paasche y Laspeyres que son los límites superior e inferior del índice verdadero. B. Balk (1993) encontró condiciones generales bajo las cuales el índice de Malmquist puede calcularse como un cociente del índice ideal de Fischer. (1) Donde: Medida de PTF orientada al producto. Función de distancia en los periodos t y t+1. Este índice compara datos de dos periodos diferentes t y t+1 para la misma tecnología de referencia en el primer periodo. Puede definirse una productividad semejante pero basada en la frontera del periodo final: 15 (2) Así, pueden utilizarse los índices de productividad de Malmquist para los periodos inicial y final con el fin de construir un índice de Malmquist “ideal” en el sentido de Fischer15 que sea la media geométrica de los índices de Malmquist anteriores, entonces, se tiene: 109 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz (3) o: (4) El componente fuera del paréntesis indica qué tan lejos se encuentra la producción observada de la máxima producción potencial entre los periodos t y t+1, el segundo componente que se encuentra entre corchetes mide el cambio tecnológico entre los dos periodos evaluados en xt y xt+1. Si xt=xt+1 y, yt=yt+1, significa que no hubo cambios en la producción y en los insumos entre los periodos, y el índice de Malmquist será igual a uno. En general, mejoras en la PTF a lo largo del tiempo implican un índice de Malmquist mayor que uno; contrariamente, un deterioro en la PTF implica un índice de Malmquist menor que uno, similarmente, para sus componentes. Así, mejoras en el componente del cambio en eficiencia son evidencia de catching-up hacia la frontera, y mejoras en el componente de cambio tecnológico son evidencia de innovación16. Las mejoras en productividad pueden estar acompañadas por empeoramiento de alguno de los componentes y viceversa. La técnica construye una frontera basada en los datos de insumos y producto de cada clase de actividad industrial por subsector manufacturero del Estado de México. La frontera es la máxima alcanzable. Cada unidad de análisis es comparada con este borde. Cuanto más cercana está una observación de la frontera, más próxima se encuentra a lograr la eficiencia. Si una observación se encuentra en la frontera, entonces se dice que es eficiente, es decir, que se encuentra en la mejor isocuanta factible. Por otro lado, cuanto más se desplace este límite hacia afuera y hacia arriba de un periodo a otro, mayor cambio tecnológico habrá, esto representa el ubicarse sobre una isocuanta más alejada del origen. Finalmente, al multiplicar (como en la ecuación 4) ambos componentes se obtiene un índice de la PTF. 110 Para una revisión sobre la relación entre el índice de Malmquist y la función de producción ver: Färe et al. (1994). 16 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico La innovación desplaza la frontera de posibilidades de producción hacia afuera y hacia la derecha, también permite el paso de una isocuanta a otra más alejada del origen. En el largo plazo, la nueva tecnología va permitiendo el crecimiento de los sectores industriales; sin embargo, a corto plazo, las mejoras en eficiencia también originan crecimiento de la PTF (Maudos et al., 2000). 3. Datos y variables La información recopilada para este estudio proviene de los censos industriales publicados por el INEGI en 1994, 1999 y 2004 para el Estado de México a nivel de clase de actividad industrial (seis dígitos), se consideraron 264 clases de actividad para el sector manufacturero. La técnica utilizada permitió construir una frontera para cada uno de los nueve subsectores que integran la industria manufacturera, con ello, a cada clase industrial (a cada observación) le corresponde un índice de Malmquist de productividad total de factores y sus respectivos índices de cambio en eficiencia y progreso tecnológico. Esta base de datos se refinó eliminando aquellas observaciones incompletas y haciendo compatibles las restantes entre un periodo y otro para posibilitar comparaciones para cada dato disponible. Así, se contó con un total de 264 observaciones. Se utilizaron los deflactores implícitos correspondientes a cada subsector de actividad industrial que proporciona el INEGI. 17 La función de distancia basada en el producto equivale a la frontera de producción considerando que la frontera proporciona el máximo producto posible dados los insumos. 18 Las variables utilizadas para calcular el índice de Malmquist y construir fronteras de mejor práctica para cada subsector de actividad manufacturera para el Estado de México fueron: producción bruta total, personal ocupado, total promedio y activos fijos netos. Las variables del producto y el capital debieron deflactarse para capturar sus variaciones reales17. La tecnología de referencia en los periodos t y t+1 se presenta como una función de distancia en el producto18. El programa estadístico empleado para llevar a cabo los cálculos de frontera fue el denominado OnFront. Los índices de cambio en PTF eficiencia e innovación se relacionaron, mediante tablas de contingencia calculadas a partir de tablas dinámicas en el programa Excel, con otras variables censales como la compra de maquinaria y equipo de producción (CMEP), terrenos, construcciones e instalaciones físicas (TCIF) y la formación bruta de capital fijo (FBCF) total del final del periodo. 111 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz La parte econométrica se estimó como función de producción de Cobb Douglas estándar a partir de la producción bruta total, personal ocupado total promedio y activos fijos netos. Las estimaciones se efectuaron mediante el paquete estadístico Stata 9. En la siguiente sección se exponen los resultados de la aplicación de las dos metodologías propuestas. 4. Resultados En esta sección se muestran los resultados sobre el desempeño obtenido por la industria manufacturera del Estado de México, primero, en términos de índices de cambio en PTF, eficiencia y avance tecnológico calculados mediante técnicas de frontera no paramétrica19. En segundo lugar, se presentan los resultados econométricos de modelos de sección cruzada de funciones de producción Cobb-Douglas a partir de los datos censales descritos. Los resultados principales se describen en las siguientes líneas. 4.1. Resultados de la aproximación de frontera no paramétrica Con el propósito de discernir los patrones de comportamiento de la industria, se procedió a realizar un análisis de los datos en forma descriptiva a nivel de subsectores y clases de actividad industrial considerando los dos subperiodos 1994-1999 y 1999-2004. Estos resultados se asociaron a variables censales de producción e inversión en activos fijos con el objeto de encontrar regularidades y contrastes sectoriales durante ambos segmentos de tiempo. La información estadística relacionada con los índices de productividad de Malmquist y sus componentes se agrupó en cuatro intervalos de frecuencia de acuerdo con el desempeño de las unidades de análisis. El primero de tales intervalos recupera índices de entre 0 a 0.5, hace referencia a aquellas observaciones que mostraron retroceso o decaimiento significativo en cualquiera de los indicadores; el segundo grupo se refiere a índices entre 0.51 a 0.99 y alude a unidades de análisis que retrocedieron moderadamente o se estancaron; el tercer grupo, de entre 1 a 1.49, se refiere a aquellas 112 19 Los autores tienen a disposición del lector interesado los resultados detallados de las tablas de contingencia construidas a partir de tablas dinámicas mediante el programa Excel y, por sus dimensiones, en este documento únicamente se ofrecen resúmenes de dichos resultados en los gráficos y cuadros. Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico observaciones que se mantienen o ganan productividad, eficiencia o innovación de manera moderada; el cuarto conjunto, de 1.5 y más, hace alusión a observaciones que registraron mejoría en cualquiera de las variables mencionadas pero en forma sobresaliente. Entre 1994 y 1999, el dinamismo manufacturero que se registró luego del llamado “error de diciembre”, cuya repercusión se resintió en 1995, permitió que aquellos subsectores más diversificados en términos de clases industriales reunieran el mayor número de observaciones con desempeño favorable (superior a la unidad) en PTF y sus componentes, destacan, por ejemplo, los subsectores de productos metálicos, maquinaria y equipo; textiles, prendas de vestir e industrias del cuero; productos alimenticios, bebidas y tabaco; y, sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico. En el primer subperiodo, una buena parte de la planta productiva mexiquense tuvo avances significativos en productividad dado que del total de observaciones obtenidas, 54.17% se ubicó en los intervalos de desempeño favorables, mientras que 38.26% se registró en el segmento de índices de desempeño con decaimiento moderado (entre 0.51 a 0.99). Contrariamente, el segundo subperiodo demarcado por los años de 1999 y 2004 se caracterizó por la ralentización del ciclo económico mundial que afectó el crecimiento económico y las inversiones en el sector manufacturero mexicano, una menor proporción de industrias obtuvo índices mayores a uno en PTF, ya que sólo 36.5% correspondió a los intervalos de resultados aceptables y 48.29% cayeron en el intervalo de retroceso moderado (gráfica 1). 113 Parte ii. Manufactura e Industria Automotriz Gráfica 1. Índices de cambio en productividad total de factores, eficiencia y avance tecnológico por intervalo de desempeño (1994-1999) 60% Productividad total de factores 51.89% Eficiencia 50% Cambio tecnológico 38.26% 40% 31.82% 28.79% 30% 30.30% 25.38% 21.59% 20% 10% 23.48% 18.18% 14.39% 7.58% 8.33% 0% 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Índices de cambio en productividad total de factores, eficiencia y avance tecnológico por intervalo de desempeño (1999-2004) 60% 48.29% 50% Productividad total de factores 44.49% Eficiencia 30% 20% 38.02% Cambio T l 40% 26.24% 17,87% 15.21% 22.43% 19.77% 15.97% 19.77% 17.87% 14.07% 10% 0% 0 a 0.5 114 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más 0.00 0.00 0.00 0.38 11.03 3.04 1.52 0.38 1.52 17.87 0.38 2.28 27.76 0.38 44.49 4.94 0.76 1.52 4.18 26.24 4.94 0.00 2.28 0.00 7.60 2.66 1.52 13.69 3.42 48.29 0.00 13.69 0.00 0.00 0.00 9.13 0.38 0.38 3.04 0.38 1.14 1.52 5.70 1.90 15.21 Alimentos, bebidas y tabaco 7.58 17.42 Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero 0.00 18.18 Madera y productos de la madera 0.00 4.55 Papel, productos de papel, imprentas y editoriales 0.00 3.79 Sustancias químicas, derivados del petróleo y 0.00 15.53 carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos 0.00 1.89 3.03 3.41 8.33 Industrias metálicas básicas 0.76 0.38 1.14 0.76 3.03 Productos metálicos, maquinaria y equipo 0.00 0.00 24.24 0.76 25.00 Otras industrias manufactureras 0.00 0.76 2.65 0.76 4.17 Total 8.33 21.59 51.89 18.18 100.00 Fuente: cálculos propios con base en información de los Censos Industriales 1994, 1999 y 2004 del INEGI. 17.42 18.18 4.55 3.79 15.53 8.33 3.03 25.00 4.17 100.00 5.32 0.00 0.00 3.80 19.77 4.56 0.00 1.90 0.38 3.80 2.28 1.14 4.94 0.38 19.77 3.42 1.52 0.38 0.76 4.94 3.80 0.76 4.18 0.38 22.43 0.00 0.00 0.00 0.00 17.87 13.31 0.00 1.52 3.04 0.00 1.14 1.90 20.15 0.38 38.02 0.38 11.79 0.38 0.00 1.90 1.14 0.00 4.56 0.00 14.07 8.75 3.80 28.14 5.70 100.00 17.87 13.69 3.42 3.80 14.83 8.75 3.80 28.14 5.70 100.00 17.87 13.69 3.42 3.80 14.83 8.75 3.80 28.14 5.70 100.00 Intervalo del índice de cambio 1999-2004 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Total 1.14 8.37 4.18 4.18 17.87 2.28 6.46 3.04 1.90 13.69 0.00 1.90 0.76 0.76 3.42 0.00 2.28 1.52 0.00 3.80 1.52 7.98 3.80 1.52 14.83 0.38 0.00 1.52 0.76 15.97 1.89 2.65 1.52 0.38 1.14 1.14 10.23 5.30 4.55 1.89 1.89 0.00 31.82 30.30 23.48 Avance tecnológico 6.06 3.79 0.00 4.55 4.55 9.09 4.17 0.38 0.00 1.52 2.27 0.00 2.27 9.85 3.41 9.85 3.41 0.76 0.00 2.27 2.65 1.52 7.58 0.38 25.38 2.27 0.38 4.92 0.38 14.39 1.52 0.76 7.58 1.89 28.79 Eficiencia 4.92 3.41 2.27 2.65 6.06 2.65 6.44 1.52 1.14 5.68 4.17 0.38 7.20 1.89 38.26 0.00 4.92 0.00 0.00 1.52 0.00 0.38 2.65 0.00 7.58 Intervalo del índice de cambio 1994-1999 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Total 1.14 8.71 4.17 3.41 17.42 2.27 7.58 4.92 3.41 18.18 0.38 2.65 0.76 0.76 4.55 0.00 1.52 1.52 0.76 3.79 0.76 4.17 5.68 4.92 15.53 8.33 3.03 25.00 4.17 100.00 Alimentos, bebidas y tabaco Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero Madera y productos de la madera Papel, productos de papel, imprentas y editoriales Sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos Industrias metálicas básicas Productos metálicos, maquinaria y equipo Otras industrias manufactureras Total Alimentos, bebidas y tabaco Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero Madera y productos de madera Papel, productos de papel, imprentas y editoriales Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos Industrias metálicas básicas Productos metálicos, maquinaria y equipo Otras industrias manufacturas Total Subsector manufacturero Cuadro 1. Índices de cambio en productividad total de factores y sus componentes por subsector manufacturero e intervalo de desempeño (Participaciones respecto del total de las observaciones de la muestra) Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 19942004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico 115 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Al observar la proporción de clases manufactureras con cambio en eficiencia favorable, se muestra que, en el primer subperiodo, 53.78% correspondieron a los intervalos de avance moderado y avance elevado. En contraste, en el segundo subperiodo, esta proporción aumentó a 57.79% lo que da cuenta de una mayor disposición de las industrias hacia el cambio en eficiencia como estrategia de competitividad ante un entorno productivo adverso (gráfica 1). Por otro lado, en lo que se refiere al indicador de cambio tecnológico, entre 1994-1999, 70.07% de las actividades se ubicó conjuntamente en los segmentos de alto desempeño y de desempeño moderado, esto significa que una proporción relevante de industrias manufactureras en el Estado de México realizó, durante ese lapso, algún tipo de cambio o mejora tecnológica. En general, la estrategia de las empresas que privilegia la innovación permite un mejor posicionamiento competitivo en el mercado y garantiza ciertas ventajas en un horizonte de tiempo de más largo plazo. Nuevamente, se distingue que para la fase que va de 1999 a 2004, la proporción de clases industriales manufactureras con buenos resultados en cuanto a índices de cambio tecnológico cayó a 37.64% al agregar los dos mejores segmentos de desempeño. Estos cambios tan drásticos sugieren, por una parte, el predominio del cambio tecnológico sobre la eficiencia en el periodo de auge económico, mientras que el cambio en eficiencia fue más frecuente durante la fase recesiva. Al mismo tiempo, fue más probable encontrar industrias perdedoras orientadas hacia el cambio tecnológico durante el subperiodo de crisis que durante el subperiodo de crecimiento económico, esto se cumple en el caso específico de las manufacturas de la entidad mexiquense (gráfica 1). Al examinar la información en relación con el total general de observaciones (clases de actividad manufacturera), es posible advertir la forma en que éstas se distribuyen entre los nueve subsectores manufactureros y los diferentes intervalos y medidas de desempeño. Este criterio permite tener una idea global de toda la industria y de los subsectores en proporción a su tamaño, lo que facilita el jerarquizar los resultados distinguiendo la importancia de cada industria y su participación por nivel de desempeño y subperiodo de tiempo (cuadro 1). 116 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico En el cuadro 1 se observa, por ejemplo, que durante el subperiodo inicial, 7.58% de las clases industriales del subsector de productos metálicos, maquinaria y equipo fueron altamente exitosas al caer en el mejor intervalo de desempeño en cuanto a productividad. Una proporción similar se registró en el segmento de crecimiento moderado de la misma variable (PTF). En segundo lugar se encuentra el subsector de sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico, seguido de los subsectores de textiles, prendas de vestir e industrias del cuero y alimentos, bebidas y tabaco. Esta situación se modifica en el subperiodo de tiempo final cuando las proporciones para los mismos segmentos de desempeño e industrias se reducen notablemente. Al mismo tiempo, aumentan las proporciones de industrias en los intervalos de bajo desempeño. En el mismo cuadro, de la comparación de la forma en que se distribuyeron las participaciones de clases industriales entre intervalos de desempeño y subperiodos temporales, se puede apreciar que, en el caso de algunos subsectores, fue más frecuente encontrar industrias altamente ganadoras orientadas hacia la mayor eficiencia en el periodo de recesión (segundo subperiodo) que en el primero de auge, especialmente en los subsectores de productos metálicos, maquinaria y equipo; textiles, prendas de vestir e industrias del cuero; industrias metálicas básicas y otras industrias manufactureras. En el indicador de innovación del cuadro 1 se desprende que, en el subperiodo 1994-1999, el mayor conjunto de industrias se ubicó en el segmento de buen desempeño moderado donde se acumuló 51.89% de las clases de actividad manufacturera; sobresale la participación del subsector de productos metálicos, maquinaria y equipo con 24.24% y la del subsector de sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico con 9.85% de las clases industriales en el intervalo de desempeño de entre 1 a 1.49. Esto confirma que durante esa etapa los dos subsectores mencionados presentaron fuerte capacidad para emprender cambio tecnológico, en seguida debe resaltarse el subsector de textiles, prendas de vestir e industrias del cuero. En este mismo subperiodo, se verificó que en siete de los subsectores no ocurrieron casos de actividades manufactureras con agudo decaimiento en innovación, esto da una idea de la velocidad con la que las unidades económicas debieron ajustarse a las nuevas condiciones de mercado que imponía 117 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz el proceso de apertura comercial del país. Por otro lado, durante el subperiodo 1999-2004, claramente se aprecia que las industrias con bajo desempeño estuvieron dispuestas a realizar esfuerzos de innovación, ya que en conjunto sumaron 44.49%. El bajo crecimiento económico que tuvo lugar entre 2000 y 2003 determinó una baja orientación innovadora por parte de seis subsectores en el máximo intervalo de desempeño. Con el propósito de observar la relevancia de la distribución mostrada en el cuadro 1, se analizó la contribución de las clases de actividad industrial de los diferentes segmentos de realización en la producción bruta total real de 1999 y 2004 (final de ambos subperiodos). Los hallazgos demuestran que, para el primer subperiodo, los sectores con el mejor desempeño en PTF representaron 22.48% del producto de ese año, en tanto que aquellos que registraron avance moderado en la misma variable significaron 33.64 por ciento. Así, de manera conjunta, las actividades manufactureras (a seis dígitos) con buen desempeño en PTF representaron 56.12% del producto bruto del final del periodo. En cambio, para el segundo subperiodo, ambas proporciones caen a 14.83 y 25.53%, respectivamente (gráfica 2). Esto da cuenta de una caída en la frecuencia de clases industriales manufactureras con ganancia en PTF. Por otro lado, las clases manufactureras altamente eficientes del primer tramo de tiempo, participaron con 15.33% de la producción; mientras que las que mostraron eficiencia moderada lo hicieron con 37.88 por ciento. Al agregar ambas cifras, las clases con buenos resultados en el índice de cambio en eficiencia representaron 53.21% de la producción en 1999. Por el contrario, para el segundo tramo del periodo, las industrias manufactureras mexiquenses con el más alto desempeño en eficiencia participaron con 31.67% de la producción en 2004 y las de aumento moderado en el mismo indicador representaron 32.12% de la producción bruta total, al sumar ambas participaciones se tiene que las industrias con ganancia en eficiencia participaron con 63.79% de la producción en 2004. Estos cambios claramente confirman la idea de que durante el primer subperiodo hubo una fuerte disposición hacia el avance tecnológico y, el segundo, estuvo notoriamente orientado hacia el cambio en eficiencia. 118 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 19942004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico Gráfica 2. Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF, EFI y TEC en la Producción Bruta total (1994-1999) 70% 62.89% Productividad total de factores 60% Eficiencia Cambio tecnológico 50% 40.42% 41.68% 37.88% 40% 33.64% 30% 22.31% 22.48% 20% 15.33% 11.56% 10% 3.46% 5.11% 3.24% 0% 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF, EFI y TEC en la Producción Bruta Total (1999-2004) 60% 55.97% 55.97 % Productividad total de factores Eficiencia 50% Cambio tecnológico 40% 32.12% 30% 23.72% 25.53% 31.67% 25.53% 20% 14.83% 12.48% 14.83% 10% 3.66% 3.66% 0% 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Finalmente, en el subperiodo 1994-1999, las actividades con mejor desempeño innovador concentraron 11.56% del producto del final del periodo y las que observaron desempeño positivo pero moderado en progreso tecnológico representaron 62.89% de la producción de ese año. Al sumar estos resultados para innovación, 119 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz la contribución al producto de las industrias innovadoras significó casi 75% de la producción final del periodo. De manera sorprendente, las industrias con desempeño tecnológico sobresaliente pero del subperiodo 1999-2004 aumentaron su participación en la producción del final del periodo en 27.02%, y las de aumento moderado tuvieron una participación de 21.06% en la producción bruta total de 2004. Al sumar ambas proporciones se obtiene una participación de 48.08%, que es 15.71 puntos porcentuales menor respecto del primer subperiodo. Lo anterior sugiere que en el Estado de México el cambio tecnológico tuvo una participación sinificativamente superior en la producción bruta durante el subperiodo de auge manufacturero en tanto que el cambio en eficiencia tuvo un mayor peso relativo en la producción bruta total durante el subperiodo de recesión del sector. El cuadro 2 exhibe la forma en que se repartió la producción bruta total al final de los dos subperiodos de tiempo entre los nueve subsectores y los cuatro márgenes de desempeño, esto en relación con el total de las clases manufactureras consideradas. Por ejemplo, en el indicador de productividad de Malmquist, los subsectores de alimentos, bebidas y tabaco; papel, productos de papel, imprentas y editoriales; sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico; productos minerales no metálicos y otras industrias manufactureras aumentaron sus proporciones de participación en la producción bruta total de 1999 a 2004, como se corrobora al comparar los totales (columnas verticales de la PTF) del cuadro 2. En especial, los subsectores de alimentos, bebidas y tabaco y, de textiles, prendas de vestir e industrias del cuero fueron los únicos que en el intervalo de desempeño más alto en cuanto a PTF mostraron aumentos en sus participaciones en el producto bruto de 1999 a 2004; el resto de los subsectores experimentó retroceso. En cambio, se observa que, en general, una mayor proporción de clases industriales correspondió al segmento de desempeño de decaimiento moderado o pérdida moderada en productividad. Estos hechos permiten soportar la idea de que en el segundo subperiodo un mayor número de actividades manufactureras tuvo disminuciones de productividad total de factores. 120 12.91 2.92 0.13 5.00 10.10 1.83 0.96 21.05 1.07 55.97 0.01 0.76 0.90 0.57 3.66 3.03 0.24 0.26 0.91 23.72 10.70 0.00 0.32 0.00 8.27 1.83 0.96 21.05 1.07 55.97 0.14 0.07 0.00 0.00 1.21 8.45 0.03 0.01 3.48 0.19 0.01 0.76 0.90 0.57 3.66 Alimentos, bebidas y tabaco 2.83 20.75 Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero 0.00 9.12 Madera y productos de la madera 0.00 1.39 Papel, productos de papel, imprentas y editoriales 0.00 6.01 Sustancias químicas, derivados del petróleo y 0.00 22.91 carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos 0.00 2.73 1.26 0.35 4.34 Industrias metálicas básicas 0.41 0.64 0.87 0.77 2.69 Productos metálicos, maquinaria y equipo 0.00 0.00 30.37 1.65 32.02 Otras industrias manufactureras 0.00 0.64 0.13 0.01 0.78 Total 3.24 22.31 62.89 11.56 100.00 Fuente: cálculos propios con base en información de los Censos Industriales 1994, 1999 y 2004 del INEGI. 20.75 9.12 1.39 6.01 22.91 4.34 2.69 32.02 0.78 100.00 2.34 0.30 2.49 0.29 25.53 5.32 1.58 0.20 2.08 10.93 1.69 0.64 10.72 0..29 32.12 3.27 0.03 0.00 3.61 11.87 2.34 0.30 2.49 0.29 25.53 0.62 0.00 4.10 0.00 14.83 7.60 0.56 0.00 0.00 1.94 0.05 1.14 17.28 0.72 31.67 3.55 5.07 0.00 0.00 3.86 0.62 0.00 4.10 0.00 14.83 4.81 2.02 28.54 1.93 100.00 25.97 5.13 0.33 7.09 24.18 4.81 2.02 28.54 1.93 100.00 25.97 5.13 0.33 7.09 24.18 4.81 2.02 28.54 1.93 100.00 Intervalo del índice de cambio 1999-2004 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Total 0.14 12.91 5.32 7.60 25.97 0.07 2.92 1.58 0.56 5.13 0.00 0.13 0.20 0.00 0.33 0.00 5.00 2.08 0.00 7.09 1.21 10.10 10.93 1.94 24.18 0.03 0.00 0.28 0.01 12.48 0.59 2.49 1.15 0.13 1.13 1.02 18.24 7.91 3.35 0.06 0.71 0.00 41.68 37.88 15.33 Avance tecnológico 11.22 6.70 0.00 5.02 1.82 2.28 1.39 0.00 0.00 0.27 5.74 0.00 0.40 16.01 6.51 5.89 2.27 0.01 0.00 1.64 1.19 2.02 9.10 0.01 22.48 0.11 0.40 2.53 0.00 5.11 2.33 0.26 6.28 0.16 33.64 Eficiencia 7.20 2.49 1.24 5.55 9.16 7.66 2.78 0.13 0.46 11.62 0.82 0.01 14.76 0.61 40.42 0.00 1.57 0.00 0.00 0.50 0.00 0.40 1.88 0.00 3.46 Intervalo del índice de cambio 1994-1999 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Total 0.39 11.49 6.12 2.75 20.75 0.49 4.57 3.90 0.16 9.12 0.05 1.19 0.14 0.01 1.39 0.00 0.47 4.80 0.74 6.01 0.25 6.52 9.66 6.49 22.91 4.34 2.69 32.02 0.78 100.00 Alimentos, bebidas y tabaco Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero Madera y productos de la madera Papel, productos de papel, imprentas y editoriales Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos Industrias metálicas básicas Productos metálicos, maquinaria y equipo Otras industrias manufactureras Total Alimentos, bebidas y tabaco Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero Madera y productos de madera Papel, productos de papel, imprentas y editoriales Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos Industrias metálicas básicas Productos metálicos, maquinaria y equipo Otras industrias manufactureras Total Subsector manufacturero Cuadro 2. Participación porcentual de las observaciones en la producción bruta total por subsector manufacturero e intervalo de desempeño (participaciones respecto del total de las observaciones de la muestra) Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico 121 Parte ii. Manufactura e Industria Automotriz En lo referente al cambio en eficiencia, los subsectores de sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico y de productos metálicos, maquinaria y equipo tuvieron un mayor peso relativo en el producto bruto total de un subperiodo a otro en los intervalos de desempeño favorable. Esto confirma nuevamente el predomino de estrategias de crecimiento y de posicionamiento en el mercado, por parte de las empresas, con base en una mayor eficiencia técnica y asignativa durante la etapa de crisis (entre 1999-2004) en las manufacturas del Estado de México. En el indicador de cambio tecnológico se aprecia, por ejemplo, que para el subsector de productos metálicos, maquinaria y equipo, las clases industriales con el más alto desempeño aumentaron su participación en la producción bruta total al final de un subperiodo y el otro (de 1.65 a 4.10%). En el segundo intervalo de desempeño (de entre 1 a 1.49) se observa una fuerte caída en la participación de las actividades en la producción bruta del primer lapso al segundo, la cual pasa de representar 30.37% de la producción en 1999 a 2.4% en 2004. Esto revela que muchas actividades manufactureras en este subsector mostraron decaimiento tecnológico en el segundo subperiodo. Algo similar ocurrió en otros subsectores como el químico o el de metales básicos. Estos hechos manifiestan que, en el primer tramo de tiempo (de auge manufacturero), hubo una mayor orientación hacia el avance tecnológico, mientras que en el segundo (de crisis), la orientación fue marcadamente mayor hacia el cambio en eficiencia. Al relacionar la productividad y sus componentes con la formación bruta de capital fijo y la compra de maquinaria y equipo a nivel de subsector e intervalo de desempeño fue posible identificar aquellos en los que tuvieron lugar expansiones de capacidad instalada y/o adopción de nueva tecnología en los dos subperiodos de tiempo. De esta forma se observó que, durante el primer subperiodo, una mayor proporción de industrias (63.12%) con desempeño exitoso en PTF realizaron inversiones para la FBCF en comparación con la participación obtenida durante el segundo subperiodo (55.54%). En los indicadores de eficiencia y cambio tecnológico ocurrió lo mismo, las magnitudes agregadas de los porcentajes de los intervalos de desempeño favorable fueron superiores durante el primer subperiodo que durante el segundo (55.46% contra 46.39% para los índices de eficiencia y de 80.32% contra 48.08% para los índices 122 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico de innovación). Estas cifras refieren mayores inversiones fijas en la etapa de auge manufacturero y menores en la de crisis (gráfica 3). Gráfica 3. Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF, EFI y TEC en la formación bruta de capital fijo (1994-1999) 70% 62.77% Productividad total de factores 60% Eficiencia 50% 46.95% Cambio tecnológico 41.53% 37.80% 40% 33.40% 30% 21.59% 19.04% 20% 17.55% 6.75% 10% 3.48% 0.64% 0% 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF, EFI y TEC en la formación bruta de capital fijo (1999-2004) 45% 40.20% 40% Productividad total de factores 35.63% 35% Eficiencia 35.26% Cambio tecnológico 28.19% 30% 23.16% 25% 20% 27.02% 26.20% 22.45% 21.06% 20.28% 16.29% 15% 10% 5% 4.26% 0% 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más 123 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Gráfica 4. Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF, EFI y TEC en la compra de maquinaria y equipo (1994-1999) 80% 68.61% Productividad total de factores 70% Eficiencia 60% Cambio tecnológico 48.01% 50% 45.15% 39.49% 40% 34.24% 30% 21.64% 20% 10% 13.72% 9.60% 4.04% 5.76% 0.63% 0% 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF, EFI y TEC en la compra de maquinaria y equipo (1999-2004) 70% Productividad total de factores 60.41% 60% Eficiencia Cambio tecnológico 50% 39.36% 40% 34.11% 30% 18.07% 20% 10% 33.03% 28.47% 19.30% 14.79% 14.64% 17.53% 15.95% 4.34% 0% 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Al comparar el peso relativo de las clases de actividad manufacturera en la CMEP de 1999 y 2004 (final de ambos subperiodos), se encontró que la participación de las actividades con mejora en cuanto a PTF fue mayor en 1999 (61.73%) en comparación con 2004 (35.25%). Esto significa que las industrias con ganancia en productividad del subperiodo de auge manufacturero realizaron más inversiones en CMEP. En lo referente al componente de eficiencia, al sumar la participación de los segmentos de desempeño positivo se confirmó que, al final del subperiodo de crisis manufacturera, las industrias eficientes representaron 67.14% de estas compras y en el primer subperiodo la cifra equivalente representó 54.75 por 124 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico ciento. Aunado a esto, las industrias innovadoras de los dos mejores intervalos de desempeño del subperiodo de auge fueron las que realizaron las mayores adquisiciones de maquinaria y equipo con una participación de 77.73% de esta variable contra un 32.17% al final del subperiodo de crisis manufacurera. Estos hallazgos van en línea con la hipótesis de que el primer subperiodo (de auge manufacturero) observó una fuerte orientación hacia el cambio tecnológico y, en el segundo (de crisis en el sector) predominó la orientación hacia el cambio en eficiencia (gráfica 4). El cuadro 3 muestra la manera en que se diseminó la FBCF entre los grupos de desempeño en cualquiera de los tres indicadores y subperiodos de tiempo. Por ejemplo, en el subsector de Productos Metálicos, Maquinaria y Equipo, las actividades sobresalientes en PTF participaron con 5.14% de la FBCF en 1999 y, para 2004, esta participación aumentó 8.38%. Esto sugiere que las industrias altamente competitivas muy probablemente aumentaron sus escalas de producción al invertir en activos fijos. El segundo segmento de desempeño en PTF (1 a 1.49) de este mismo subsector registró una severa caída en su participación en la FBCF del primer subperiodo al segundo, ya que pasó de representar 12.35% de la FBCF en 1999 a 1.47% en 2004. La explicación de esta caída en las inversiones fijas tiene que ver directamente con el estancamiento y crisis del sector manufacturero mexiquense ocurrida entre 2000 y 2003. Otro ejemplo interesante corresponde al subsector de sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico, donde las clases industriales con desempeño moderado incrementan su proporción en la FBCF del primer subperiodo al segundo al pasar de 11.41% en 1999, a 21.49% en 2004. Estos resultados son congruentes con los hallados en Rózga (1996) quien afirma que las industrias mexiquenses de alta tecnología se ubican en las industrias metal mecánica y química, preponderantemente. En general, los datos del cuadro 3 relativos a índices de eficiencia y cambio tecnológico confirman la mayor disposición a innovar durante la primera fase de tiempo y hacia la mayor eficiencia durante la segunda. Estos resultados sugieren que, las mayores inversiones en ampliación de capacidad y en adopción de tecnología ocurrieron durante la fase de auge de las manufacturas entre 1994-1999 en el Estado de México. 125 126 0.00 0.00 0.00 5.63 32.59 4.37 0.23 -7.79 0.61 35.63 0.00 2.87 9.46 0.66 16.29 3.03 0.84 0.56 1.10 22.45 9.17 0.00 0.24 0.00 7.50 5.12 1.56 -9.18 1.15 40.20 0.00 3.29 0.00 0.00 0.00 15.02 0.42 0.00 7.21 0.25 -0.01 0.89 1.00 0.61 4.26 Alimentos, bebidas y tabaco 0.58 11.68 Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero 0.00 9.24 Madera y productos de la madera 0.00 0.86 Papel, productos de papel, imprentas y editoriales 0.00 6.40 Sustancias químicas, derivados del petróleo y 0.00 30.44 carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos 0.00 4.51 0.95 0.28 5.74 Industrias metálicas básicas 0.06 0.03 1.17 0.52 1.78 Productos metálicos, maquinaria y equipo 0.00 0.00 31.07 2.30 33.38 Otras industrias manufactureras 0.00 0.42 0.06 0.00 0.49 Total 0.64 19.04 62.77 17.55 100.00 Fuente: cálculos propios con base en información de los Censos Industriales 1994, 1999 y 2004 del INEGI. 11.68 9.24 0.86 6.40 30.44 5.74 1.78 33.38 0.49 100.00 3.29 0.00 0.00 0.68 21.06 11.58 0.00 0.08 0.97 4.46 4.52 0.20 -6.08 0.19 26.20 2.33 0.11 0.00 6.61 18.32 2.42 0.64 1.47 0.19 35.26 0.00 0.00 0.00 0.00 27.02 19.65 0.00 0.16 7.21 0.00 0.05 2.06 6.99 0.66 28.19 4.70 2.76 0.00 0.00 10.98 .13 0.00 8.38 0.00 20.28 7.66 3.10 1.68 1.95 100.00 31.22 3.29 0.24 13.82 37.05 7.66 3.10 1.68 1.95 100.00 31.22 3.29 0.24 13.82 37.05 7.66 3.10 1.68 1.95 100.00 Intervalo del índice de cambio 1999-2004 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Total 0.23 16.64 5.50 8.86 31.22 0.54 -0.70 1.39 2.05 3.29 0.00 0.08 0.16 0.00 0.24 0.00 11.81 2.01 0.00 13.82 1.00 13.71 21.49 0.86 37.05 0.05 0.00 0.20 0.00 23.16 0.52 4.74 0.45 0.01 1.21 0.50 18.96 8.61 1.54 0.04 0.45 0.00 37.80 46.95 8.51 Avance tecnológico 6.64 4.46 0.00 5.76 1.79 1.68 0.86 0.00 0.00 0.49 5.91 0.00 0.31 17.36 12.77 2.30 2.32 0.00 0.00 1.39 0.49 1.67 5.14 0.00 21.59 0.03 0.06 4.27 0.00 6.75 4.56 0.05 12.35 0.08 41.53 Eficiencia 5.06 2.72 0.81 6.03 17.31 4.32 2.78 0.05 0.37 10.74 0.70 0.00 13.47 0.41 33.40 0.00 1.41 0.00 0.00 0.98 0.00 0.06 2.42 0.00 3.48 Intervalo del índice de cambio 1994-1999 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Total 0.03 6.82 3.26 1.62 11.68 0.61 4.24 4.34 0.05 9.24 0.02 0.70 0.14 0.00 0.86 0.00 0.37 5.35 0.68 6.40 0.39 6.70 11.41 11.94 30.44 5.74 1.78 33.38 0.49 100.00 Alimentos, bebidas y tabaco Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero Madera y productos de la madera Papel, productos de papel, imprentas y editoriales Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos Industrias metálicas básicas Productos metálicos, maquinaria y equipo Otras industrias manufactureras Total Alimentos, bebidas y tabaco Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero Madera y productos de madera Papel, productos de papel, imprentas y editoriales Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos Industrias metálicas básicas Productos metálicos, maquinaria y equipo Otras industrias manufactureras Total Subsector manufacturero Cuadro 3. Participación porcentual de las observaciones en la formación bruta de capital fijo por subsector manufacturero e intervalo de desempeño (participaciones respecto del total de las observaciones de la muestra) Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico Los resultados que se presentan en el cuadro 4 son similares a los del cuadro 3, aunque particularizan con mayor profundidad en la distribución de la inversión en maquinaria y equipo de producción entre los segmentos de desempeño. Nuevamente, destacan las proporciones observadas por parte de los intervalos de desempeño medio de los subsectores de productos metálicos, maquinaria y equipo y sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico seguidos por alimentos, bebidas y tabaco y, textiles, prendas de vestir e industrias del cuero. 127 128 3.94 0.18 9.33 0.38 39.36 1.41 0.77 0.41 0.75 18.07 6.69 0.00 0.14 0.00 7.90 4.58 1.17 20.40 1.06 60.41 0.00 2.40 20.79 0.68 28.47 9.00 0.00 0.00 5.44 0.17 0.00 0.81 0.67 0.38 4.34 0.00 0.00 0.00 4.55 20.98 11.06 11.19 0.88 7.99 20.59 7.31 1.39 38.99 0.60 100.00 0.00 4.60 0.00 0.00 0.00 0.30 0.69 1.37 0.00 9.60 2.48 3.21 0.00 0.00 1.54 0.34 1.27 4.99 0.00 13.72 Alimentos, bebidas y tabaco 0.56 0.00 11.06 Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero 0.00 1.54 11.19 Madera y productos de la madera 0.00 0.00 0.88 Papel, productos de papel, imprentas y editoriales 0.00 0.00 7.99 Sustancias químicas, derivados del petróleo y 0.00 3.84 20.59 carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos 0.00 6.00 1.15 0.17 7.31 Industrias metálicas básicas 0.07 0.02 0.59 0.71 1.39 Productos metálicos, maquinaria y equipo 0.00 0.00 36.13 2.86 38.99 Otras industrias manufactureras 0.00 0.53 0.07 0.00 0.60 Total 0.63 21.64 68.61 9.12 100.00 Fuente: cálculos propios con base en información de los Censos Industriales 1994, 1999 y 2004 del INEGI. 6.23 0.05 14.66 0.09 48.01 Eficiencia 4.37 3.49 0.85 7.49 10.59 0.42 6.58 0.02 0.60 22.92 10.61 0.04 0.57 38.49 45.15 Avance tecnológico 5.90 4.59 7.34 2.31 0.88 0.00 0.57 7.42 0.40 16.35 4.21 3.31 0.03 0.50 8.05 0.75 0.00 16.45 0.52 34.24 1.73 0.00 0.00 0.50 14.64 8.23 0.00 0.03 0.82 3.32 4.20 0.16 11.33 0.13 34.11 2.03 0.05 0.00 5.37 10.84 0.87 0.59 1.42 0.13 19.30 0.00 0.00 0.00 0.00 17.53 11.98 0.00 0.11 5.44 0.00 0.02 1.65 18.24 0.68 33.03 2.49 4.55 0.00 0.00 5.40 0.22 0.00 7.62 0.00 15.95 5.67 2.58 30.11 1.56 100.00 20.22 4.60 0.14 10.81 24.30 5.67 2.58 30.11 1.56 100.00 20.22 4.60 0.14 10.81 24.30 5.67 2.58 30.11 1.56 100.00 Intervalo del índice de cambio 1999-2004 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Total 0.11 10.68 3.66 5.77 20.22 0.05 1.63 1.04 1.88 4.60 0.00 0.04 0.11 0.00 0.14 0.00 9.06 1.75 0.00 10.81 2.31 11.79 9.74 0.46 24.30 0.05 0.00 0.13 0.00 14.79 0.02 0.07 4.08 0.00 5.76 0.00 1.18 0.00 0.00 0.40 0.00 0.07 2.88 0.00 4.04 Intervalo del índice de cambio 1994-1999 0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más Total 0.05 5.75 3.14 2.12 11.06 0.67 4.74 5.72 0.06 11.19 0.02 0.73 0.13 0.00 0.88 0.00 0.50 6.95 0.54 7.99 0.34 4.80 11.05 4.39 20.59 7.31 1.39 38.99 0.60 100.00 Alimentos, bebidas y tabaco Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero Madera y productos de la madera Papel, productos de papel, imprentas y editoriales Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos Industrias metálicas básicas Productos metálicos, maquinaria y equipo Otras industrias manufactureras Total Alimentos, bebidas y tabaco Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero Madera y productos de madera Papel, productos de papel, imprentas y editoriales Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico Productos minerales no metálicos Industrias metálicas básicas Productos metálicos, maquinaria y equipo Otras industrias manufactureras Total Subsector manufacturero Cuadro 4. Participación porcentual de las observaciones en la compra de maquinaria y equipo por subsector manufacturero e intervalo de desempeño (participaciones respecto del total de las observaciones de la muestra) Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico Recapitulando, el análisis de los resultados de frontera no paramétrica indican que en el Estado de México, entre 1994 y 1999, gran parte de la planta productiva manufacturera reaccionó favorablemente ante las nuevas condiciones impuestas por el proceso de apertura comercial. En general, las empresas mexiquenses internalizaron el nuevo escenario y se adaptaron con gran velocidad a la última fase del proceso de apertura comercial enmarcado por la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Este periodo corresponde a uno de apertura avanzada de la economía mexicana (López-Acevedo, 2002). No obstante, una reducción del crecimiento económico en Estados Unidos que se conjuntó con actos terroristas ocurridos en 2001, determinaron efectos negativos importantes sobre el ciclo económico internacional que, a su vez, repercutieron sobre la industria manufacturera del Estado de México. Entre 2001 y 2003 las manufacturas mexiquenses experimentaron una fase de estancamiento caracterizada por una disminución de la producción y por reducciones en las inversiones en activos fijos. Durante la primera fase las actividades industriales tendieron hacia la mejora productiva por la vía del cambio en innovación y no tanto con base en cambio en eficiencia. Los subsectores que encabezan el mejor desempeño fueron: productos metálicos, maquinaria y equipo; sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico, principalmente, seguidos por las industrias de alimentos y textiles. Las industrias metalmecánica y química estuvieron fuertemente orientadas hacia la innovación y concentraron el mayor número de actividades manufactureras con buena capacidad de absorción de conocimiento y tecnología, esto es congruente con lo encontrado en Rózga (1996); por el contrario, el subsector de madera y productos de la madera estuvo notoriamente encauzado hacia el cambio en eficiencia. Por otra parte, la fase de crisis manufacturera observó una clara orientación hacia la mejora en eficiencia y una fuerte caída en las inversiones fijas que alientan la innovación a través de la ampliación de la escala productiva y mediante la adopción de nueva tecnología. 4.2. Resultados econométricos Hasta aquí se ha analizado su desempeño en términos del enfoque de frontera no paramétrico a través de la aplicación de índices de 129 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Malmquist; sin embargo, resulta conveniente evaluarlo también bajo la óptica de estimaciones econométricas de funciones de producción Cobb-Douglas. La razón que justifica el uso de este segundo enfoque obedece a que permite robustecer y complementar los resultados empíricos de la aplicación de los índices descritos. Al aplicar mínimos cuadrados ordinarios y al utilizar datos de los Censos Industriales fue posible la realización de un análisis econométrico general de corte transversal para cada uno de los años 1994, 1999 y 2004. Las variables utilizadas en la estimación de cada función de producción fueron: la producción bruta total (Y), personal ocupado (L) y activos fijos netos (K) expresadas como logaritmos naturales con el fin de que los coeficientes estimados reflejaran elasticidades con respecto a cada variable. De esta manera fue posible identificar los cambios en la participación de los factores de producción utilizados. Las relaciones económicas que se estimaron pueden ser descritas por la siguiente ecuación: El modelo se llevó a cabo a partir de las 264 clases de actividad manufacturera que se consideraron para calcular los índices de Malmquist en el Estado de México. Los resultados principales se muestran en el cuadro 5. El poder explicativo de las variables es aceptable, los coeficientes de correlación tienen los signos esperados y son significativos al 99%, los números entre paréntesis son errores estándar. En la ecuación correspondiente a 1994, se observó que un incremento de 1% en el factor trabajo hacía crecer el producto en 0.75 por ciento. Esto sugiere que, al inicio del periodo, la estructura de la producción manufacturera mexiquense todavía era notablemente intensiva en mano de obra y no tanto en capital físico. Esto indica que la industria en el Estado de México, al inicio del periodo, había reaccionado con lentitud frente a las primeras etapas del proceso de apertura o bien se encontraba fuertemente orientada, en su mayoría, hacia los mercados de consumo locales y domésticos. Por su parte, en ese mismo año, el incremento de una unidad porcentual del capital fijo contribuía únicamente con cerca de 0.37% del producto, es decir, la mitad de la contribución del factor trabajo. 130 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico Al agregar los coeficientes estimados de los factores trabajo y capital se observa que para 1994, existían rendimientos crecientes a escala en la función de producción de las manufacturas mexiquenses consideradas a nivel global. Los coeficientes de correlación R2 y su equivalente ajustado son aceptables. Los resultados permiten inferir que al inicio del periodo existía una mayor ineficiencia en el uso de los factores en comparación con el observado en el segundo periodo. Cuadro 5. Industria manufacturera del Estado de México. Funciones de Producción Cobb-Douglas Parámetro 1994 Coeficiente 1999 Coeficiente 2004 Coeficiente Constante 2.5658857** (0.3621055) 2.427516** (0.5714174) 0.1193417 (0.1884122) Trabajo 0.7577445** (0.0646553) 0.2462785** (0.0448836) 0.4748391** (0.0522275) Capital 0.3687108** (0.0470359) 0.7259181** (0.031874) 0.6180342** (0.0376041) R-squared 0.8565 0.8997 0.9131 Adjusted R-spuared 0.8554 0.8989 0.9125 F-statistic 779.13 1170.61 1361.49 Prob(F-statistic) 0.0000 0.0000 0.0000 264 263 No. Obs. 264 Los números entre paréntesis son errores estándar. **Los coeficientes son significativos a 1 por ciento. Para el segundo corte transversal se aprecia un cambio importante en el uso de los factores productivos, la importancia relativa del factor trabajo disminuyó de un periodo al otro mientras que la del capital aumentó. Un incremento de 1% en el factor trabajo sólo permitió incrementar el producto en 0.24%, es decir, una cuarta parte, mientras que el capital tuvo una mayor contribución (de 0.73%) sobre el producto. Estos resultados son congruentes con el argumento de que hubo una tendencia por parte de las empresas manufactureras hacia la mejora en la productividad a lo largo de este periodo que llevaron a una reversión en la intensidad en el uso de los factores productivos. Este fenómeno pudo haber ocurrido ya sea mediante una mayor eficiencia (o reducción de la ineficiencia entendida como dispendio 131 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz de recursos) y que seguramente implicó el ajuste de las plantillas de trabajadores y la incorporación de mejoras organizacionales, o bien, pudo explicarse mediante la adopción de nueva tecnología por parte de los agentes económicos, es decir, su mayor disposición hacia la innovación para fortalecer su permanencia en los mercados locales y domésticos. Cabe destacar que para el segundo periodo, la suma de los parámetros estimados expresa que la función de producción tuvo rendimientos ligeramente decrecientes a escala, lo que también contrasta con lo observado al inicio del periodo. El tercer corte, correspondiente a 2004, muestra un nuevo cambio en la intensidad en el uso de los factores de producción. El factor trabajo mejora su importancia relativa en relación a 1999 y el capital la reduce ligeramente. En el año 2004 un aumento de 1% en los factores trabajo y capital hacía crecer la producción manufacturera en 0.47% y 0.62%, respectivamente. Al sumar ambos coeficientes se obtienen rendimientos constantes a escala. Resumiendo, los resultados de los modelos econométricos confirman que al inicio del periodo existía un mayor nivel de ineficiencia en comparación con la observada al final del periodo. Asimismo, se observa un cambio importante en cuanto al peso relativo de los factores productivos. En 1994 la producción era relativamente más intensiva en factor trabajo, mientras que en 1999 y 2004 el factor trabajo pierde relevancia y, el capital se ubica como el factor preponderante. Esto confirma que la mejora productiva se debió en parte a la adopción de nueva tecnología, así como a cambios organizacionales destinados hacia la eficiencia. Conclusiones Este trabajo analizó el cambio experimentado en los índices de productividad total de factores, eficiencia y avance tecnológico en los subsectores y clases industriales del Estado de México durante el periodo 1994-2004. El espacio abarcado en el estudio se subdividió en dos subperiodos comprendidos entre 1994-1999 y 1999-2004; el primero corresponde a una fase de crecimiento económico; el segundo fue una etapa de estancamiento y crisis en el sector manufacturero. En el estudio se aplicó la metodología de frontera no paramétrica, a partir de cuyas estimaciones se concluyó lo siguiente: 132 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico En primer lugar, el subperiodo entre 1994 y 1999 fue de auge manufacturero en México y, por ende, en la entidad mexiquense. En general, durante esta fase se encontró que proporciones significativas de clases industriales mostraron buenos índices de cambio en la productividad total de factores y sus componentes. Las industrias con desempeño favorable tuvieron una mayor participación en la producción bruta total del final del subperiodo. Este episodio estuvo caracterizado por la mayor orientación observada por parte de las distintas actividades industriales hacia el cambio tecnológico y en menor medida hacia el cambio en eficiencia. Cabe hacer notar que el cambio tecnológico constituye una estrategia competitiva a largo plazo para las empresas e industrias. Las actividades con cambio tecnológico positivo tuvieron mayor peso en el producto bruto del final del subperiodo en comparación con lo ocurrido durante el segundo. En esta etapa de auge manufacturero las actividades con avance en cualquiera de los índices considerados tuvieron mayor relevancia en los rubros de formación bruta de capital fijo y de compra de maquinaria y equipo para la producción, de hecho, el florecimiento del sector manufacturero mexicano se manifestó bajo la forma de mayores inversiones y expansiones de la escala productiva. Por otra parte, el subperiodo demarcado por los años 1999 y 2004 fue de estancamiento y crisis en el sector manufacturero. Esta fase se distinguió por la ralentización del ciclo económico mundial, que afectó el desempeño de la industria manufacturera en México y, en consecuencia, tuvo un impacto en las manufacturas del Estado de México. Durante este periodo se observó una menor proporción de industrias con indicadores de desempeño favorable, además, su peso relativo en la producción bruta total del final del subperiodo disminuyó. Es relevante subrayar que, una mayor proporción de industrias se concentró en el cambio en eficiencia como estrategia de posicionamiento y permanencia en el mercado considerando el adverso entorno productivo que se presentó especialmente entre 2001 y 2003. Curiosamente en la etapa de crisis en el sector manufacturero fue más probable encontrar industrias perdedoras orientadas hacia el cambio tecnológico en comparación con la fase de auge de las manufacturas en el caso del Estado de México. Otro descubrimiento para el segundo subperiodo fue que las industrias altamente exitosas en cuanto a cambio tecnológico aumentaron su participación en la producción bruta del final del periodo, pero las 133 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz que observaron desempeño moderado en el mismo indicador redujeron su contribución en la producción del subperiodo de auge al de recesión y crisis de las manufacturas. Las industrias con buenos índices de eficiencia tuvieron una mayor contribución en el producto bruto en comparación con lo registrado durante el episodio de auge en el sector. La fase recesiva estuvo acompañada por la caída de las inversiones para la adquisición de activos fijos incluyendo maquinaria y equipo. Los subsectores manufactureros más relevantes fueron los de productos metálicos, maquinaria y equipo y de sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico, seguidos por los de alimentos y textiles. Las industrias metalmecánica y química expresaron claramente su mayor dinamismo tendiente hacia la innovación y concentraron el mayor número de actividades manufactureras con capacidad de absorción de conocimiento y tecnología. Estos hallazgos son congruentes a los encontrados en Rózga (1996). Por el contrario, el subsector de madera y productos de la madera estuvo notoriamente orientado hacia el cambio en eficiencia y hacia la producción doméstica. Lo anterior apunta a que un buen desempeño estuvo asociado a una mayor importancia en términos de producción e inversiones fijas. Detrás de los cambios ocurridos entre los dos subperiodos de análisis subyace la capacidad por parte de los agentes económicos de la industria manufacturera para ajustarse, por una parte, al proceso de apertura comercial avanzado y, luego, a las incidencias de los ciclos económicos. Al entrar en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, las empresas internalizaron los cambios que requerían ante un escenario de mayor competencia y ajustaron sus procesos organizacionales y de producción. En la fase de florecimiento, las empresas adquirieron y adoptaron nueva tecnología, ampliaron sus escalas productivas y realizaron actividades de investigación y desarrollo de nuevos productos. Posteriormente, cuando la demanda de manufacturas declinó, las empresas asumieron el choque, redujeron sus escalas de producción, ajustaron sus plantillas de trabajadores y, para sobrevivir, aumentaron la productividad por la vía del cambio en eficiencia. Otro resultado relevante indica que las actividades con decaimiento moderado y las de avance moderado en cualquiera de los índices de cambio de Malmquist tuvieron más incentivos a modernizar sus equipos 134 Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico productivos y a incrementar sus acervos de capital fijo para reposicionarse en los mercados. Por otro lado, los resultados de los modelos econométricos estimados confirman que al inicio del periodo existía una estructura productiva manufacturera fuertemente intensiva en mano de obra y no tanto en capital físico. En cambio, al final del periodo, la industria mexiquense muestra una reversión en la intensidad en el uso de los insumos productivos, especialmente hacia el final del periodo, la estructura productiva se encontraba claramente soportada en un uso más intensivo del capital físico en comparación con el factor trabajo. Este cambio estructural se debió en parte a la adopción de nueva tecnología, así como a cambios organizacionales tendientes hacia la eficiencia. Adicionalmente, se aprecia un cambio en los rendimientos a escala entre un periodo y otro. Los resultados presentados contribuyen a mostrar evidencia sobre el desempeño de subsectores y clases industriales en el Estado de México en un periodo relativamente reciente, muy específico de la evolución de la industria manufacturera mexiquense. La agenda de investigación en la lista de temas por analizar en futuros trabajos incluye, primero, la realización de trabajos similares extendiendo el periodo de estudio, el número de variables y las regiones de la entidad con el fin de observar cambios en el desempeño intertemporal y geográfico; por ejemplo, valdría la pena aislar el peso del capital humano para esclarecer su efecto productivo en las manufacturas mexiquenses, en el mismo sentido sería conveniente medir el efecto de algunas condicionantes geográficas que posiblemente estén contribuyendo con la explicación del cambio productivo. Otra línea consiste en cruzar los resultados de crecimiento durante este periodo en las manufacturas del Estado de México con variables sobre el comercio internacional de la entidad y las de flujos de inversión extranjera directa. Por otro lado, se observa la necesidad de realizar estudios sobre subsectores, ramas o clases industriales específicas descendiendo al nivel de industrias para profundizar aspectos bajo un contexto microeconómico. 135 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Bibliografía Aigner, D., C. A. K. Lovell y P. Schmidt (1977). “Formulation and Estimation of Stochastic Frontier Production Models”, en Journal of Econometrics, vol. 6, núm. 1, julio, pp. 21-37. Almonte, L. (1993). “Los determinantes del crecimiento en la industria automotriz en México”, en Con-Texto Económico, año 2, núm. 3, marzo de 1993, Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de Economía, México, pp. 26-28. Alonso, J. A. 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Una alternativa metodológica Rodolfo García Galván Universidad Autónoma del Estado de México Introducción U no de los grandes problemas que enfrenta la industria mexicana, sin considerar a las empresas de origen extranjero y las pocas grandes de capital nacional que se han consolidado, es el tremendo rezago tecnológico convertido en un obstáculo de grandes dimensiones para alcanzar la competitividad tan necesitada para tener éxito en los mercados nacional e internacional cada vez más exigentes. En este sentido, las pequeñas y medianas empresas de capital local o nacional se encuentran en la disyuntiva de invertir más recursos en investigación y desarrollo o de asumir un alto riesgo de salir del mercado una vez que enfrentan a sus pares de otros países que están ya inmersas en la carrera tecnológica. Como parte de los desafíos que libran las empresas automotrices para mantenerse y crecer en el mercado, está la disyuntiva de seguir produciendo con formas tradicionales o paradigmas que poco a poco están siendo abandonados o aplicar los principios de la flexibilidad productiva como una estrategia para ser más afines a sus pares ensambladoras. Por lo anterior, se establece como objetivo de este capítulo evaluar la adaptación y la aplicación de los principios del modelo productivo flexible y su relación con la situación tecnológica de las distintas empresas inmersas en el contexto de la industria automotriz en Toluca-Lerma. Asimismo, se establece como hipótesis de trabajo 143 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz que el estado de la tecnología en las empresas automotrices de la zona es muy diverso, pero especialmente las pequeñas y medianas empresas de origen local o nacional enfrentan grandes rezagos al respecto y la flexibilidad productiva es aplicada de manera parcial principalmente por las grandes empresas de origen extranjero. Los fenómenos señalados son abordados a través de una metodología que resulta de la combinación entre los argumentos teóricos de los modelos productivos y las herramientas propuestas por el enfoque de redes socio-técnicas adaptado en este trabajo como red tecno-industrial en la que participan actores productivos heterogéneos y que se compone de tres dimensiones básicas: la simbólica, la material y la socio-productiva. El documento se encuentra dividido en tres apartados. En primer lugar, se hace una introducción de los modelos productivos, delimitando los grandes paradigmas que han existido en la industria automotriz mexicana. La segunda parte aborda los principales soportes teóricos y metodológicos del enfoque de redes, así como su ensamble con los principios de los modelos productivos. Finalmente, se presenta el estudio empírico de las empresas automotrices establecidas en la zona industrial de Toluca-Lerma. 1. Esbozo del modelo productivo Para enmarcar y entender de mejor manera la flexibilidad productiva, que es de las principales categorías de análisis en este trabajo, se comienza por la definición general del modelo productivo desde una perspectiva interdisciplinaria que hace convergir a la economía y a la sociología industrial. De este modo, se entiende como modelo productivo o de industrialización “la combinación de una base socio-técnica, con determinada inserción en los mercados de productos, de insumos, de la fuerza de trabajo1 y del dinero, así como determinadas relaciones en términos de políticas de fomento entre la industria y el Estado” (De la Garza, 1998). En efecto, cada modelo tiene un tipo de tecnología aplicada, una relación capital-trabajo, y también una relación de los trabajadores, el capital y el Estado. Se trata de un concepto que no encaja en las dualidades convencionales de la micro y la macroeconomía, que recurriendo a las 144 Aunque en el pensamiento económico clásico no se reconoce al trabajo como una mercancía igual a las otras y, por lo tanto, sí se puede considerar al mercado de trabajo, éste funciona con características muy específicas y diferentes, entre las que se considera el salario como una variable distributiva y no como un precio. Recientemente, han aparecido trabajos teóricos muy importantes que cuestionan seriamente la existencia del mercado de trabajo. El libro Macroeconomía para el Desarrollo, Teoría de la Inexistencia del Mercado de Trabajo, de Fernando Antonio Noriega (2001) es un claro ejemplo en ese sentido. 1 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica formas institucionales se define como la complementariedad y la coherencia entre los principios de gestión, la organización interna de la firma, sus relaciones con la competencia, su articulación con las empresas subcontratistas, la relación salarial, y el sistema educativo, sin olvidar la regulación macroeconómica teniendo en cuenta la historia, las tradiciones socio-culturales, las funciones del Estado (Boyer y Durand, 1994, en Neffa, 2003); por lo tanto, se considera como un output que resulta de la combinación entre los aspectos económicos y sociales. Por otro lado, el modelo productivo también se puede analizar desde la perspectiva de la economía institucional, ya que no dice nada acerca de la teoría de la competencia; además, se concibe la racionalidad de las decisiones gubernamentales aplicándoles el instrumental de la microeconomía. Así, los agentes miembros del Estado-gobierno que participan en el modelo tenderán a maximizar distintas formas de utilidad como las reportadas por el poder, los consumos colectivos y los bienes en especie, entre otros (Jeannot, 1999: 69). Sin embargo, el modelo productivo no sólo diluye las fronteras entre lo micro y lo macro, también podría ubicarse en la frontera de la sociología y la economía. De hecho, en cada país, se construyen nuevos modelos totalmente originales o se procede a la hibridación con paradigmas exitosos inherentes a los modos de gestión de las empresas transnacionales (Boyer y Durand, 1994, en Neffa, 2003). Al menos en México, desde mediados de los ochenta se ha consolidado un modelo que contrasta con el de sustitución de importaciones vigente hasta ese momento, las características del nuevo modelo se resumen en el siguiente cuadro. 145 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Cuadro 1. Características generales supuestas del modelo de crecimiento hacia fuera en el ámbito automotriz Variable Tecnología Características Transferencia de maquinaria y equipo moderno, y de punta en algunos casos; competitiva internacionalmente; compuesta por sistemas automatizados, control numérico computarizado, robots, prensas automáticas y moldeo automático. Organización de la Administración interfuncional, producción adelproducción y relaciones gazada y participativa; pocos niveles jerárquicos y laborales flexibles; nuevos acuerdos en la fijación salarial y nuevas modalidades ante la indiscriminada apertura comercial; sindicalismo instrumental y unilineal con poco peso del trabajo en las negociaciones salariales y en las prestaciones. Características de la Extracción urbana de nuevas zonas industriales fuerza de trabajo con mayor nivel de escolaridad y sin experiencia previa de trabajo industrial. Se da un gigantesco crecimiento de la participación femenina sobre todo en las actividades referidas a la industria maquiladora. Fuente: elaboración propia con base en Arnulfo Arteaga (1992: 29-30). Debe reconocerse que el éxito en la implantación de un modelo no puede darse por decreto; por lo tanto, para que tengan éxito los modelos productivos alternativos, deben cumplirse las siguientes condiciones: i. El esfuerzo público y privado en educación, en investigación y desarrollo, y de modernización de las infraestructuras económicas y sociales, para asegurar el buen funcionamiento y la expansión de los mercados; ii. La coordinación y el complemento de esfuerzos entre el sector público, las instancias regionales, locales y empresarias para la educación y formación permanente de todos los asalariados y personal de dirección, la reconversión profesional y el aprendizaje para operar con las nuevas tecnologías (Neffa, 2003). La trayectoria histórica de los modelos productivos ha evolucionado de manera paulatina desde la organización tradicional (familiarartesanal) hasta las novedosas formas de producción flexible que 146 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica comenzaron su aplicación en los países altamente desarrollados y que ahora se han extendido en todo el mundo. 1.1. De la organización tradicional al taylorismo La organización tradicional de la producción (tipo artesanal) no puede considerarse como un modelo productivo porque existe división del trabajo, pero las funciones de los puestos son flexibles y están poco familiarizadas; no hay separación estricta entre producción y mantenimiento; se carece de un control de calidad; son escasos los niveles de autoridad; prevalece cierta ambigüedad entre los niveles de la jerarquía, y el estilo de mando es arbitrario con rasgos de despotismo o paternalismo en el vértice. Además, la supervisión no obedece a reglas precisas, no hay trabajo estándar, los canales de la comunicación interna son directos. También se otorga una gran importancia a las relaciones personales en el trabajo2 (De la Garza et al., 1998: 78). Para el caso mexicano se trata esencialmente de la producción artesanal en la que los procesos se heredan entre los miembros de la familia. El primer modelo productivo con bases científicas que sustituye a la organización tradicional es el taylorismo, para el que la fuente de riqueza la constituye el trabajo. En esta perspectiva, sólo un aumento de la productividad del trabajo puede favorecer el desarrollo de la acumulación del capital. Así, todo dispositivo que permita economizar trabajo acabará imponiéndose (Coriat, 1992: 33-35). En este modelo se hace énfasis en una economía de movimientos y tiempos de trabajo, en la reducción de los costos unitarios de producción y en la simplificación e intensificación del trabajo; esto con la finalidad de incorporar mano de obra poco calificada (Neffa, 2003). El autor hace referencia a esta forma (artesanal) porque todavía puede considerarse como el prototipo de muchas empresas (talleres) de tipo familiar-artesanal, en donde la administración con bases científicas está ausente. 2 Según Benjamín Coriat (1992: 53), en la concepción taylorista el salario es un instrumento patronal de estímulo al trabajo y los trabajadores se especializan en una actividad concreta (Martínez y Montesinos, 2000), las tareas se separan entre concepción y ejecución, hay un sistema de control y supervisión que no cumple tareas directamente productivas, y la remuneración se lleva a cabo según el rendimiento, tomando como base de cálculo al trabajador promedio (Neffa, 2003). 147 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Finalmente, la perspectiva taylorista comenzó a ser desplazada por el paradigma fordista que implicó la mecanización de los principios anteriores. De esta forma, el cambio tecnológico (de modelo productivo) se debió a la estrechez del paradigma taylorista para asegurar e incrementar la productividad y en efecto las tasas de ganancia para las empresas. 1.2. Fordismo Este modelo en algunos casos profundizó los principios tayloristas, acompañándolos de una mecanización extensiva del proceso productivo y de una especialización mayor del trabajo que en el largo plazo tuvo como resultado la rutina, el desánimo, la fatiga, el estrés, etcétera. Su principio fundamental de trabajo era hacer un taller o una sección de taller por pieza, las máquinas estaban agrupadas por operaciones y entre cada máquina hay instalados transportadores. Henry Ford aseguró la subdivisión del propio trabajo de ejecución y la parcelación; pues, de la máquina universal se pasó a la máquina especializada. El fordismo también se caracterizaba por la dominación de grandes empresas organizadas jerárquicamente y la producción masiva de productos homogéneos, utilizando máquinas-herramientas de propósitos únicos. Aquí la educación pública masiva proporcionaba a las empresas trabajadores que sabían leer y escribir, y que habían sido disciplinados para el trabajo (Hollingsworth, 1998, en Neffa, 2003). Esta estrategia del capital es lo que hizo al trabajador un apéndice de la máquina (Martínez et al., 2000). Este modelo conlleva un elevado grado de mecanización, pero estructurado en un comienzo sobre la base de máquinas y herramientas de propósitos únicos a partir de las cuales se estructuró la línea de montaje. Según Julio César Neffa (2003), el fordismo generó las condiciones para que después de la gran crisis de los años treinta se gestara y consolidara una nueva modalidad de Estado, que asumía de manera activa varias funciones: productor de los bienes e insumos que necesitaban las firmas ante las fallas del mercado, prestador de servicios públicos con tarifas subsidiadas, constructor de la infraestructura económica y social, promotor de la demanda y finalmente 148 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica adoptando la forma de Estado Providencia, cumpliendo un papel decisivo en cuanto a la reproducción de la fuerza de trabajo, la codificación de la relación salarial y la protección social. Precisamente, el auge del fordismo fue paralelo a las políticas económicas keynesianas vinculadas con el dirigismo en la economía que poco a poco fue reemplazado por el paradigma neoclásico y posteriormente por un enfoque más de centro como la tercera vía (Jeannot, 2000). La aplicación de esta forma productiva dio como resultado un trabajo simple, repetitivo, desprovisto de interés y poco creativo, que acompañaba un deterioro de las condiciones y medio ambiente de trabajo, cuyos indicadores son los accidentes, las enfermedades profesionales, la excesiva fatiga y, de manera más general, la intensificación del trabajo (Coriat, 1992 y Neffa, 2003). En el modelo fordista, como principio productivo, también se partía de que el trabajador, que detenta una mayor regulación de su actividad, era más ineficiente, más conflictivo e incapaz de poner sus conocimientos al servicio de la organización empresarial. El supuesto central era “descalificar” al trabajador y al trabajo mismo (Carrillo, 1993: 92). Vale la pena recalcar que las megaestructuras empresariales (impulsadas por el fordismo) fueron perdiendo competitividad porque en el largo plazo se burocratizaron y los representantes de los accionistas (directivos, gerentes y supervisores) constituyeron un grupo de rentistas empresariales sin iniciativa, por lo que no existió la destrucción creadora a la Schumpeter como señala Fernando Jeannot (2004). De acuerdo con Frederico Rocha (1997), en general las empresas japonesas son más pequeñas en escala que las occidentales (europeas y estadounidenses) y su producción tiende a ser delgada (existe mucha subcontratación del proceso productivo), y eso permite que las estrategias corporativas y la formación de consorcios sean más comunes en Japón. 3 En la etapa crítica del modelo productivo fordista, cuando la productividad se estancó o disminuyó y las grandes empresas automotrices occidentales (esencialmente estadounidenses y alemanas) perdieron competitividad y, por lo tanto, disminuyeron su cuota de mercado; comenzó a emergir un modelo novedoso que se inspiró principalmente en los principios productivos de las firmas japonesas, y así, gradualmente se pasa del modelo toyotista a la forma más general que es la flexibilidad productiva3. 149 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz 1.3. Modelo de producción flexible Algunas de las técnicas post-tayloristas que caracterizan la flexibilidad productiva y que comienzan a generalizarse, lenta pero progresivamente, a medida que se va constatando su mayor eficiencia son: 1) la polivalencia en materia de calificaciones, 2) la flexibilidad en cuanto al uso del tiempo de trabajo y la movilidad de los trabajadores, 3) la flexibilidad productiva de los medios de trabajo para adaptarse rápidamente con el objeto de producir series cortas de productos heterogéneos, 4) el esfuerzo de investigación y desarrollo para innovar en cuanto a los procesos y productos, y 5) las técnicas japonesas de organizar las empresas trabajando “justo a tiempo” en redes con subcontratistas y proveedores (Neffa, 2003). En lugar de buscar “economías de escala”, se buscan “economías de variedad”, mediante cambios en la organización interna de la producción y del trabajo, así como en las relaciones horizontales o verticales entre las empresas y sus proveedoras o subcontratistas (que adoptan formas más cooperativas). De manera general, las dimensiones de la flexibilidad de la organización del trabajo son de tres tipos: a) la numérica, definida como la capacidad para cambiar sin restricciones el volumen de la mano de obra de acuerdo a las necesidades cotidianas de la producción; b) la de proceso, entendida por la capacidad de las empresas para usar a los trabajadores donde sean necesarios, cuándo y dónde se requieran, sin restricciones o negociaciones dilatantes; y c) la salarial, pensada para ajustar el salario a la productividad individual y según la jornada de trabajo. Por otro lado, debe aceptarse que con la flexibilidad se le están reduciendo al trabajador los espacios de negociación laboral, al pasar del momento de la negociación colectiva hacia la centralización del control por parte de las empresas. En realidad, el modelo flexible ha dado lugar a la baja de los salarios y las prestaciones de los trabajadores (Arteaga, 1992: 25-26). En concordancia a lo anterior, Jorge Carrillo (1993: 91) considera que existen cinco formas de inseguridad que condicionan el trabajo flexible, éstas son: inseguridad en el mercado laboral, en el empleo, en el puesto de trabajo, en el lugar de trabajo y en los 150 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica ingresos. Además, el movimiento sindical pierde fuerza, representatividad y prestigio, al disminuir el número de sus afiliados como consecuencia de la desocupación, de los costos sociales que implica la afiliación, y del cambio de los valores culturales precedentes (Neffa, 2003). Para finalizar el apartado, debe remarcarse que la producción flexible surgió como una alternativa para contrarrestar el estancamiento de la productividad en las plantas y, también como una respuesta a la crisis energética de los años setenta. 2. Una postura teórico-metodológica híbrida. El modelo productivo y el enfoque de las redes sociotécnicas De acuerdo con las características del objeto de estudio y para un análisis sencillo de los aspectos tecnológicos de la industria automotriz se propone el concepto de redes tecno-industriales que están comprendidas en las redes sociotécnicas. Éstas son estructuras tecnológicas y productivas estables, generadas y compuestas por prácticas humanas, técnicas y productivas que regulan los nexos entre diversos actores sociales, naturales y productivos. Para profundizar sobre estas dimensiones se sugiere revisar tres trabajos previos, uno de Antonio Arellano (1996) y dos de quien escribe (2004) y (2005). Asimismo, para entender de mejor manera la lógica de las características más sobresalientes de las redes sociotécnicas (conectividad, intensidad, estabilidad, accesibilidad y flujocidad), se recomienda al lector revisar el trabajo de Celia Hernández (2004). 4 Las prácticas mencionadas son híbridas ya que se encuentran mezcladas de manera inseparable y la red tecno-industrial puede ser analizada a partir de tres dimensiones, la simbólica, la material y la socio-productiva. La dimensión simbólica está constituida por los soportes que documentan la retrospectiva, el funcionamiento actual y la prospectiva que en este caso concierne a la industria automotriz de Toluca-Lerma. Por su parte, la dimensión material tiene que ver con la infraestructura para llevar a cabo la producción y las actividades referentes a la innovación4. La dimensión socio-productiva comprende las relaciones sociales que se establecen entre los actores productivos, la organización productiva de las empresas y los otros actores. También, comprende el rol que juega cada uno de los actores en el ámbito de la producción. Las relaciones cliente-proveedor, la coordinación y la cooperación tecnológicas, la existencia de una política integral de fomento 151 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz tecnológico, la inversión en desarrollo de nuevos productos y procesos, y la búsqueda de nuevos mercados son aspectos centrales de una red tecno-industrial. Para este tipo de redes, grosso modo, identificamos actores heterogéneos tales como empresarios (clientes-proveedores), trabajadores, gobiernos, investigadores-tecnólogos y usuarios de los objetos técnicos. De la misma manera, estos actores son representantes e intermediarios de instituciones como empresas (pequeñas, medianas y grandes), sindicatos oficiales e independientes, la administración del gobierno estatal, regional o municipal, los centros de investigación e innovación tecnológica y la universidad estatal. En esta hibridación se reconoce a los automóviles como objetos técnicos (OT) alrededor de los cuales existen otros que le dan soporte al acabado final de dicho artefacto. En efecto, la industria automotriz está considerada como una rama madura pero en constante transformación; no es para menos porque la invención del automóvil revolucionó los aspectos económicos y trastocó a la cultura misma. A la altura de nuestro tiempo, es impensable un mundo sin la intervención del automóvil en los fenómenos tecnológicos, sociales y económicos de la humanidad. Este OT es capaz de poner en escena actores e intermediarios heterogéneos, desde empresas multinacionales hasta microempresas productoras de las partes más pequeñas y de menor valor, desde políticas industriales diseñadas por los grandes corporativos y por las autoridades federales hasta estrategias municipales encaminadas a promover la inversión en las áreas locales, desde científicos y tecnólogos de los laboratorios tecnológicos ubicados en el lugar de origen de las multinacionales hasta los laboratorios de adaptación de tecnología localizados en las plantas industriales desconcentradas pero no descentralizadas en los países de mediano desarrollo, desde grandes sindicatos corporativizados e independientes hasta trabajadores al desamparo de las instituciones reconocidas, y desde universidades y centros de investigación que participan en una relación de pares con las grandes empresas hasta universidades tecnológicamente pasivas. El desenvolvimiento productivo de la industria automotriz determina en cierta forma la trayectoria de una larga lista de otras ramas 152 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica económicas. Así, por su posición en el contexto económico-industrial, en muchos países mantener en buena marcha esta actividad es una prioridad nacional. De hecho, en México la industria automotriz está considerada como una de las ramas líder en la industria manufacturera. La industria del automóvil, por sí misma, tiene la capacidad para poner en circulación diversos dispositivos encaminados a establecer o adaptar ciertos principios del proceso productivo industrial, determinar el rumbo de las relaciones laborales, de la organización del trabajo, de los mecanismos de ajuste en el mercado de trabajo, de la cultura laboral necesaria para la instrumentación de los principios y del papel que deben jugar los actores e intermediarios locales. En este trance, tienen lugar intensas mediaciones y negociaciones entre la ruptura del viejo paradigma productivo y del nuevo, hasta que entre los actores haya relegamiento y reposicionamiento. Los objetivos de este trabajo se circunscriben en analizar el estado de la tecnología en las diversas empresas automotrices de la zona industrial Toluca-Lerma y en evaluar la adaptación y la aplicación de los principios del modelo productivo flexible en el contexto productivo de esta industria. Para esto retomamos la estrategia de Antonio Arellano (1996: 82) aplicada para analizar la investigación tecnológica en la Universidad Autónoma del Estado de México, la cual consiste en el estudio, la calificación y la medida en que los objetivos y metas enunciados de un programa se cumplen y las razones que se pueden argüir para explicar el grado de su cumplimiento o incumplimiento. Los principios flexibles han sido objeto de una hibridación en la que se han mezclado desarrollos o aportaciones endógenas con innovaciones foráneas; ambas tienen un margen de maniobra según el espacio que puedan explorar. No obstante, esa hibridación deviene de la transferencia tecnológica que, según Antonio Arellano (1999: 53), es la etapa de construcción de los OT durante la cual un proyecto técnico es adaptado y adoptado por vastos sectores de usuarios o bien se mantiene como pretensión de validez. La transferencia de tecnología es la fase en la cual, siguiendo el enfoque de controversias y negociaciones, (los sectores involucrados) negocian los contenidos técnicos y ciertas formas de uso de los OT con los usuarios, éstos son actores activos del continuum de la innovación. 153 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz En este trabajo, la tecnología no sólo se entiende como la puesta a punto y operación de OT tangibles, sino como la innovación en la organización del trabajo, en las relaciones laborales y en los procesos productivos. Los principios del modelo flexible sobre los que se aborda su adopción y adaptación son polivalencia en materia de calificaciones, flexibilidad en cuanto al uso del tiempo de trabajo y la movilidad de los trabajadores, flexibilidad productiva (con base en la demanda), esfuerzo en investigación y desarrollo para innovar procesos y productos; implantación de técnicas japonesas (justo a tiempo, subcontratación y relaciones de proveeduría), y rotación de puestos. Por otro lado, para dejar en claro el proceso de transferencia de la flexibilidad productiva y laboral, la trayectoria histórica de la industria automotriz en la zona industrial de Toluca-Lerma se divide en tres momentos. El primero comprende de 1960 hasta mediados de la década de los ochenta; en este periodo el modo de producción fordista fue el paradigma productivo y la participación gubernamental en la industria fue muy fuerte. El segundo periodo llega hasta mediados de la década de los noventa cuando las grandes empresas ensambladoras y productoras de autopartes se reestructuran tecnológica y productivamente; el mercado doméstico pasa a segundo término dándose mayor importancia a las exportaciones, también grandes empresas establecidas en el Distrito Federal se relocalizan en otras entidades del país. El tercer periodo comprende básicamente la vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte donde se supone que las grandes empresas arrastrarían a las pequeñas y medianas en la formación de cadenas productivas competitivas, y con alta calidad de insumos y productos finales. Los dos últimos momentos tienen que ver con la introducción e instrumentación ampliada del modelo flexible. Dentro de las características de la red tecno-industrial, la durabilidad implícita en la estabilidad es importante porque la naturaleza de la red tecno-industrial ha cambiado en la trayectoria histórica que ha seguido la industria automotriz en Toluca-Lerma; por lo menos desde mediados de 1980 a la fecha. En este sentido, algunos actores se han replegado y otros se han redefinido conforme a los principios productivos adoptados y adaptados. Pero, también dependiendo de la noción de red, ésta tiene una trazabilidad entendida 154 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica como la naturaleza de los flujos, el sentido de las conexiones, la frecuencia de las interacciones, la continuidad y estandarización de relaciones entre actores, la flexibilidad y permeabilidad de la red, así como su vigencia potencial. Otro de los objetivos de este trabajo es conectar la noción de modelo productivo con la de redes socio-técnicas; así, esta combinación lleva a pensar en la noción de red tecno-industrial como un concepto que engloba tanto principios del modelo productivo como de la teoría del actor red. Al respecto, es oportuno mencionar que el desenvolvimiento industrial no se circunscribe únicamente a la modelación del proceso productivo y que tampoco la capacidad analítica derivada de las redes socio-técnicas responde completamente a los requerimientos del análisis socio-productivo. Otro punto es que la red tecno-industrial automotriz puede entenderse a partir de las estrategias aplicadas por cada actor, éstos entretejen relaciones con la finalidad de obtener algún beneficio pecuniario, es decir, como señala Matilde Luna (2003), se trata de una red estratégica. No está demás mencionar que por un lado las universidades y los centros públicos de investigación están necesitados de allegarse más recursos propios en la encrucijada de modelos macroeconómicos que minimizan los gastos en la investigación y la educación superior. Por su lado, la negociación entre trabajadores y empresarios se desprende, para los primeros, del interés por alcanzar una mayor remuneración a partir del incremento de la producción y la productividad; para los segundos por acumular más capital y penetrar en un mercado más amplio. Para finalizar este apartado, sólo resta aclarar que la información estadística y los datos que son el soporte del análisis empírico fueron obtenidos de los anexos estadísticos del trabajo de investigación que se concluyó en 2004, éstos a la vez se obtuvieron de la aplicación de encuestas a varias empresas automotrices de la zona industrial Toluca-Lerma, de recorridos y conferencias sobre la producción de algunas de las más grandes empresas, así como de la revisión de actas sobre las condiciones de trabajo en las plantas automotrices, levantadas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Delegación Estado de México. 155 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz 3. Análisis empírico de la industria automotriz en Toluca-Lerma Como se mencionó en el apartado anterior, en la red tecno-industrial, como un concepto que es el result0ado de la combinación de la teoría de modelos productivos y del enfoque de redes sociotécnicas, también participan actores heterogéneos y entre éstos destacan las empresas. En la zona industrial de Toluca-Lerma predominan las empresas con capital de origen extranjero, por lo tanto, son sucursales de las matrices que se encuentran en los países de origen. De la misma manera, más de la mitad de esas empresas llegaron a la zona desde 1990 a la fecha, es decir, en la etapa de conversión productiva y tecnológica de la industria automotriz en México (cuadro 2). 156 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica Cuadro 2. Características principales de las empresas automotrices encuestadas, 2003 Nombre de la empresa DURALINER de México S.A. de C.V. CATOSA (Carrocerías Toluca) Robert Bosch S.A. de C.V. Precisión Técnica de Toluca S.A. de C.V. Euromex Plastic S.A. de C.V. Schrader Bellows Parker S.A. de C.V. CFI Mexicana, S.A. de C.V. Elring Klinger México S.A. de C.V. Johnson Controls, Autoasientos NOMATT, S.A. de C.V. Plastiglas de México, S.A. de C.V. Volvo Trucks de México, S.A. de C.V. Daimler-Chrysler, S.A. de C.V. Nexxindustrias, S.A. de C.V. Principales productos Composición del capital (%) Local Nacional Extranjero Matriz Charolas, tarimas y 90 10 contenedores de polietileno Construcción de carrocerías 100 Alternadores, marchas y motores de enfriamiento Troquelados, troqueles y maquinados Inyección de plástico, tapas y cubo videla Productos hidráulicos, neumáticos y electromecánicos. Desarrollo de productos educativos (proyectos) Cabinas para plantas de energía Juntas de motor, juntas de escape y juntas para aceite Fundas para asientos de automóviles Carretillas hidráulicas, SD torres Lámina acrílica, monómero de métil, metacrilato regenerado Partes para suspensiones, partes para motor y partes eléctricas Ensamble del PT Cruiser y cajas para ensamble Piel sintética 100 100 SD X X X 1957 1960 1991 100 X 1996 100 X 1999 100 X 1996 100 X 1997 100 X 1980 SD 100 100 Año de establecimiento Sucursal Ind. X 2000 Tipo de empresa X 1997 X 1970 100 X 1986 100 X 1938 X 2001 SD= sin datos. Fuente: elaboración propia con base en la aplicación de cuestionarios a las empresas automotrices de Toluca-Lerma durante septiembre-diciembre de 2003. 157 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz De acuerdo con los insumos que producen las distintas empresas, es evidente que las pequeñas y medianas se encuentran en los inicios de la cadena productiva, de alguna manera produciendo las partes de menor valor añadido (cuadros 2 y 3). De este modo, la trayectoria que ha seguido la industria automotriz en Toluca-Lerma se asemeja más a una tendencia maquiladora. Si bien se tienen elementos para hablar de una red tecno-industrial, ésta se constituye esencialmente por empresas pequeñas, medianas y grandes, en la mayoría de los casos procedentes del mismo país de origen, esto es: si a la zona llega una empresa ensambladora estadounidense, europea o japonesa, seguramente sus principales proveedores, que pueden ser pequeñas o medianas empresas, también serán de capital extranjero. Más aún y siguiendo a Jorge Carrillo y Sergio González (1999), las empresas de origen extranjero que invierten en investigación y desarrollo, lo hacen con fines de adaptación. 158 Cámara Nacional de la Industria de la Transformación Ninguna Ciudad de México. Fabricación de autopartes Ciudad de México. Fabricación de autopartes mecánicas o eléctricas Parque Industrial Toluca 2000, Toluca Parque industrial Toluca 2000, Toluca Parque industrial Toluca 2000, Toluca Cámara Nacional de la Industria de la Transformación Ciudad de México. Manufactura de bandas y mangueras industriales y automotrices Ciudad de México. Fabricación de autopartes de hule y hule-metal Parque industrial, Lerma Parque industrial, Lerma Cámara Nacional de la Industria de la Transformación Cámara Nacional de la Industria de la Transformación Zona industrial, Toluca Zona industrial, Toluca Zona industrial Toluca SD Zona industrial, Toluca Cámara Nacional de la Industria de la Transformación Planta de producción y oficinas administrativas principales. Matriz Planta y oficinas principales. Matriz Planta principal con oficinas administrativas y contables Planta de producción, oficinas administrativas y contables. Sucursal Mixto y único Planta y oficinas principales. Matriz Planta principal y oficinas administrativas Mixto y único Planta y oficinas auxiliares. Matriz Planta de producción y oficinas auxiliares. Sucursal Planta y oficinas auxiliares. Sucursal Tipo de establecimiento SD = sin datos. Fuente: elaboración propia con base en información de la Delegación Federal del Trabajo en el Estado de México. Dirección de Inspección. Subdirección de Inspecciones de Condiciones Generales de Trabajo y Subdirección de Inspecciones de Seguridad e Higiene. - Revisión de actas interpuestas durante el año 2003. Resumidas en noviembre-diciembre de 2003. Trelleborg Servicios, S. A. de C. V. y Trelleborg YSH, S. A. de C. V. Consorcio Industrial Mexicano de Autopartes, S. A. de C. V. Servicios Lagomex, S. R. L. de C. V. Daimler Chrysler de México, S. A. de C. V. Gates Rubber de México, S. A. de C. V. Carrocerías Toluca, S. A. de C. V. AUMA Lerma, S. A. de C. V. UNISIA Mexicana, S. A. de C. V. Zona industrial, Toluca Parque industrial, Lerma Localización Asociación industrial de afiliación Asociación Mexicana de la Industria Automotriz Asociación Mexicana de la Industria Automotriz Asociación Mexicana de la Industria Automotriz Asociación Mexicana de la Industria Automotriz Ciudad de México. Ensamble de camiones, motores y componentes automotrices Ciudad de México. Fundición de hierro gris y nodular para la fabricación de partes automotrices Ciudad de México. Fabricación de todo tipo de ejes, partes y refacciones automotrices Ciudad de Toluca Construcción de carrocerías de diversos tipos de vehículos Ciudad de México. Fabricación y comercialización de autopartes Ciudad de México. Fabricación y comercio de bombas de agua y bombas de aceite para motores de combustión interna para uso automotriz SD. Estampado y ensamble de vehículos General Motors de México, S. de R.L. de C.V. Nissan Mexicana, S. A. de C. V. DANA EJES, S.A. de C.V. Acta constitutiva y actividad real Empresa Cuadro 3. Características de algunas empresas automotrices establecidas en la zona industrial Toluca-Lerma, 2003 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica 159 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Con el cambio del modelo macroeconómico de crecimiento y desarrollo que representó un giro en las políticas de fomento industrial, prácticamente se inició un largo proceso de destrucción de las cadenas productivas, ya que en el periodo de sustitución de importaciones, el país tenía productores en todas las fases del armado de los automotores, aunque en buena medida, las grandes empresas propiedad del Estado mexicano trabajaran con licencias de las multinacionales. En efecto, en los años sesenta se pensaba que en el futuro México podría tener automóviles producidos 100% por empresas privadas nacionales; por ejemplo, una marca González. Sin embargo, esa posibilidad, aun hoy en día, es muy lejana a pesar de que algunos países con semejante nivel de desarrollo lo han logrado como Corea del Sur, India y China. Por lo anterior, se puede considerar que la configuración de la red tecno-industrial se encuentra sustancialmente soportada por las empresas de origen extranjero y eso hace que las conexiones o la conectividad con otros actores potenciales como la universidad estatal y los institutos tecnológicos sea mínima. Además, si bien la intensidad de las conexiones se mantiene elevada entre las empresas (proveedores y clientes), con los otros actores es muy baja o casi nula; eso tiene que ver con los pocos bienes o servicios que se pueden intercambiar, esto es muy ilustrativo en el caso de la universidad estatal y las empresas, pues ya comentamos que la investigación tecnológica en la universidad podría decirse que está en su fase embrionaria, de acuerdo con los resultados de las investigaciones de Antonio Arellano (1996) y Claudia Ortega (2000). En consecuencia, los flujos de información tecnológica que se dan entre centros de investigación, niveles gubernamentales y empresas son muy bajos, de ahí la validez de la hipótesis de que la conversión productiva y tecnológica es diseñada y operada en una proporción muy elevada por las empresas con capital 100% extranjero. Pero al interior de la propia estructura industrial, la estabilidad de las conexiones y los flujos no puede asegurarse en el largo plazo por dos razones fundamentales, a saber: mientras los actores potenciales, principalmente los centros de investigación y los niveles gubernamentales, que unidos deberían constituir un papel complementario, no se interesen de manera objetiva por mantener o mejorar las condiciones generales de la producción en la zona, algunas empresas de todos los tamaños saldrán y se ubicarán en otra zona 160 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica industrial del país o en otras regiones del mundo, o simplemente disminuirán la intensidad de su producción; por otro lado, mientras los pocos proveedores locales y nacionales que aún participan en la cadena productiva no se esfuercen en destinar mayores recursos para innovar sus productos y procesos, y que por esta razón no cumplan con los requisitos establecidos por las empresas del siguiente nivel para la contratación de proveedores, estas empresas locales o nacionales podrían salir de la cadena productiva en cualquier momento. Se establece que existe un doble problema de acceso dinámico al club de proveedores competitivos en la industria automotriz. Primero, por el cada vez más reducido ciclo de vida del producto, las empresas subcontratistas deben trabajar a partir de principios flexibles impuestos generalmente por las grandes empresas, ésta es una clara condición de accesibilidad a la cadena productiva. En segundo lugar, las empresas, sobre todo pequeñas y medianas locales, pueden autolimitarse y establecerse barreras de entrada a la cadena (problemas de accesibilidad) al no poner atención y darle poca importancia a la investigación y al desarrollo (el cuadro 4 es muy ilustrativo al respecto). Cuadro 4. Proporción del valor de la producción destinada a la investigación y desarrollo de nuevos productos en las empresas automotrices Nombre de la empresa DURALINER de México S.A. de C.V. CATOSA (Carrocerías Toluca) Robert Bosh S.A. de C.V. Precisión Técnica de Toluca S.A. de C.V. Euromex Plastic S.A. de C.V. Schrader Bellows Parker, S.A. de C.V.a CFI Mexicana, S.A. de C.V. Elring Klinger México,* S.A. de C.V. Johnson Controls Autoasientos NOMATT, S.A. de C.V. Plastiglas de México, S.A de C.V. Volvo Trucks de México, S.A. de C.V. Daimler-Chrysler, S.A. de C.V. Nexxindustrias, S.A. de C.V. Proporción destinada a investigación y desarrollo (%) 2001 10 0 SD 0 0 SD 0 0 0 0 0 0 0 20 2002 10 0 SD 0 0 SD 0 0 0 0 0 0 0 20 2003 10 0 SD 0 0 SD 0 0 0 0 0 0 0 SD 2004 10 0 SD 0 0 SD 0 0 0 0 0 0 0 SD Proporción destinada a la adquisición de patentes, marcas y control de calidad (%) 2001 2002 2003 2004 10 10 10 10 0 0 0 0 SD SD SD SD 8 5 7 7 0 0 15 0 SD SD SD SD 0 0 0 0 0.13 0.16 0.16 0.15 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ND SD = sin datos, ND = no disponible. En el caso de la empresa CATOSA se comentó que ni siquiera tenían recursos para cubrir los costos variables. * La proporción del valor de la producción destinada a la adquisición de patentes, marcas y control de calidad. Esto fue especificado por la misma empresa. a = aunque la empresa señala que lleva a cabo importantes gastos en investigación y desarrollo; y en la adquisición de patentes, marcas y control de calidad no menciona proporciones. Fuente: elaboración propia con base en la aplicación de encuestas a las empresas durante septiembre-diciembre de 2003. 161 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Dadas estas condiciones, es loable reconocer que los encadenamientos productivos con pequeñas y medianas empresas no existen como tales y que los mayores beneficios obtenidos por el establecimiento de muchas empresas de origen extranjero están dados por el empleo que generan y base impositiva que sustentan (García, 2004). Ahora de manera específica preguntémonos ¿qué pasa con las dimensiones de la red tecno-industrial? Veamos: 3.1. Las dimensiones simbólica, material y socio-productiva La dimensión simbólica es muy pobre, ya que no existen documentos narrativos de las políticas tecnológicas, entonces la conclusión es: los gobernantes en todos sus niveles carecen de una imagen objetivo sobre el tipo de actividad industrial que debería desarrollarse; además, en los últimos años este emplazamiento industrial (Toluca-Lerma) ha estado perdiendo competitividad respecto a otras regiones del país y no se diga en el mercado internacional, las causas de ese retroceso tienen que ver con el incremento en los costos de producción, los precios poco competitivos, el bajo crecimiento del mercado interno y las inercias estructurales que siguen presentándose desde hace más de 20 años, características que Fernando Jeannot (2004) considera desarrollar para alcanzar mejores niveles de competitividad. La actividad industrial en la zona ha retrocedido porque algunas plantas se han desplazado a otros parques industriales y las grandes ensambladoras han reducido su capacidad instalada o desde mediados de los noventa trabajan con paros técnicos5 (General Motors Company y Nissan Mexicana, 2003). También se observa escisión en la coordinación de políticas empresariales porque las grandes empresas se encuentran afiliadas a la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz y las pequeñas o medianas están aparentemente representadas por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra). De hecho, ninguna de las dos tiene algún documento base para recomendar objetivos y estrategias en el mediano y largo plazo (cuadro 2). 162 5 En una entrevista en 2003 con un directivo de la planta Nissan Mexicana de Lerma señaló que la compañía estaba analizando la posibilidad de reducir su producción en este municipio y fortalecerla en sus plantas de Aguascalientes, el argumento principal para esa decisión fue el incremento en los costos de producción y en general la pérdida de competitividad de la zona. Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica Por su lado, los sindicatos siguen aplicando los mismos instrumentos de presión que utilizaban en los años dorados del fordismo, es decir, no han cambiado de estrategia cuando los problemas se han hecho más complejos. A decir verdad, estos actores económicos han perdido capacidad de negociación dando lugar a decisiones unilaterales por parte de las empresas. Los sindicatos no son capaces de defender, por ejemplo, una redistribución legítima del producto anteponiendo y demostrando el desempeño dinámico del producto medio. En cuanto a otros actores como la universidad estatal, éstos no tienen mayor interacción con las empresas, ya que el desarrollo tecnológico en la propia institución no ha despegado. En efecto, la universidad estatal nunca ha estado ante la necesidad de registrar alguna patente, lo cual constituye una muestra de la poca capacidad tecnológica con la que cuenta. Aunque existen centros de investigación, están diseminados y su capacidad es muy reducida, aunado a que pocos tienen que ver de manera directa con las funciones adheridas a la ingeniería (Arellano, 1996 y Ortega, 2000). Sobre la dimensión material tampoco hay mucho que decir, como la mayor parte de las plantas sólo son sucursales de multinacionales o empresas con presencia nacional, ninguna cuenta con laboratorios y tampoco con los recursos humanos necesarios para llevar a cabo funciones de investigación o de desarrollo tecnológico, por lo tanto, la innovación está prácticamente ausente. Así, de 14 empresas encuestadas en la zona industrial, sólo dos empresas realizaron inversiones en investigación y desarrollo de nuevos productos entre 2001 y 2004; aunque la proporción se incrementa cuando se considera el control de calidad y las licencias de explotación de patentes (cuadro 3). Los niveles de gobierno (al menos el estatal y los locales) no cuentan con centros de investigación tecnológica o institutos de apoyo a la competitividad de las empresas. En consecuencia, las empresas que se encuentran más rezagadas en el aspecto tecnológico y por lo tanto las peor ubicadas en el entorno competitivo nacional e internacional son las pequeñas y medianas de capital nacional o regional. La mayor parte de los proveedores de las plantas industriales ubicadas en Toluca-Lerma son mayoritariamente extranjeros y en menor medida los que tienen cierta presencia en el territorio nacional. Por 163 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz su lado, los proveedores locales son muy pocos y los insumos que abastecen a los clientes son esencialmente de muy bajo valor agregado donde las normas de control de calidad no son tan estrictas (cuadro 5). Asimismo, de todos los clientes que tienen las empresas instaladas en esta zona, ninguno es de capital con origen local; esto confirma el poquísimo valor agregado de los productores locales que podrían ubicarse en métodos no alejados de la organización artesanal, y de nueva cuenta los clientes con capital de origen extranjero encabezan la lista y enseguida los nacionales (cuadro 6). 164 30 30 20 100 100 solventes Acero Acero Acero Inyección de plástico Inyección Zamack Rótulos, bandas y retenes Acero Acero Soldadura Acero Acero Tela y vinil Tela y vinil Tela y vinil Aceros Bujes Herramientas Monomero COMRECLA Acero y S. Aceros en B.C. Doyca, S.A de C.V. Técnicos de Alta Producción, S.A. de C.V. Bandas y Servicios Integrados, S.A. d0.e C.V. INTSEL PLESA ANAHUAC INFRA Thyssnn Ewald Seaton Gorden State Eláter Textil Aceros Dondisch, S.A. MS Metales Sinterizados Ferretería la Castellana, S.A. Fenoquimia . Partes para carrocería Partes para transmisión Partes para diferencial Volvo Trucks, EE.UU. Fuller Meritor 10 40 15 25 20 10 50 15 5 100 50 50 50 80 10 X X X X X Local X X X X X X X X X X Nacional Origen X X X X X X X X X X X Extranjero X X X X X X X X X X X X Ac. Corp. X X X X SD SD X X X X X X X X Licitación Tipo de relación X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X certificados Flexible estándares de calidad Procesos Producción Mismos proveedores Requisitos para contratación de X X X X X X X X X X X X X X X X X SD SD X X SD SÍ X X X X NO tecnológica productiva y colaboración Hay SD = sin datos. *Otros requisitos para contratación de proveedores es que éstos trabajen con valor agregado mayor, servicio integral al 100% y atención personalizada. Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo realizado en Toluca-Lerma durante septiembre-diciembre de 2003. México, S.A. de C.V. S.A. de C.V. Volvo Trucks de Plastiglas de México, de C.V. NOMATT, S.A. Autoasientos México, S.A. de C.V. Jonson Controls Elring Klinger de C.V. CFI Mexicana, S.A. Parker S.A. de C.V.* Scharader Bellows Toluca, S.A. de C.V Precisión Técnica de 100 SD SD ferretería Piezas de torno Pinturas, barnices y PADE DUPONT (Carrocerías Toluca) CATOSA México, S.A. de C.V. 30 70 SD Color Polietileno Parabrisas y materiales de Polione Band B CITSA Porcentaje DURALINER de suministrado Principal insumo Proveedores Cuadro 5. Características de los principales proveedores de las empresas automotrices de Toluca-Lerma, 2003 Empresa Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica 165 166 50 40 10 60 30 10 80 bombas SD SD SD Juntas Juntas Juntas Vestidura Refacciones Europeos Refacciones Refacciones Camionera Diesel- Texcoco Tractocamiones Lamina de alto impacto Grado Marino Tubelite Piedmont Cuautitlán Camionera de Carretillas Montacargas y torres Grupo CIFRA Nestlé G.E. Siemens Braden General Motors Ford Volkswagen Confort Seal 10 15 20 70 60 SD SD 30 30 27 SD SD SD 80 80 90 marchas Troquelados Troquelados Maquinados Polvora Pons Tapa Tapa FRL´s, válvulas Cilindros, kits Perfiles, válvulas, CRUMEX CONFORTSEA CIMA Uniliver Missión Hills Cloros Cemex Ford Volkswagen 30 60 Alternadores Varillaje, alternadores y Volkwagen General Motors 30 30 de ventas Porcentaje Cubiertas Cubiertas vendido Principal producto Ford Nissan Clientes X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Origen Local Nac. Ext. X X X X X X SD SD SD X X X X X X SD SD X X X X X X SD SD X X Tipo de relación Matriz Filial Ind. X X X X SD X X X X X X X X X X X X X X X X X X SD SD X X base a la competitivos SD SD X X X X X X X X X X X X demanda flexible en Procesos X X X X SD X X X X X X X X X X X X X X X X X X SD X X X X X X X X X X X X X X X abastecimiento certificados Requerimientos del cliente Producción Seguridad en el y precios Alta calidad Cuadro 6. Características de los principales clientes de las empresas automotrices de Toluca-Lerma, 2003 SD = sin datos. Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo realizado durante septiembre-diciembre de 2003. México, S.A. de C.V. S.A. de C.V. Volvo Trucks de C.V. Plastiglas de México, Autoasientos NOMATT, S.A. de Johnson Controls México, S.A. de C.V. Elring Klinger de C.V. CFI Mexicana, S.A. Parker, S.A. de C.V. Schrader Bellows de C.V. Euromex Plastic, S.A. Toluca, S.A. de C.V. Precisión Técnica de de C.V. México, S.A. de C.V. Robert Bosch, S.A. DURALINER de empresa Nombre de la Parte ii. Manufactura e Industria Automotriz Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica Lo antes descrito es muy claro para señalar que en la zona TolucaLerma no existe un empresariado con iniciativa, dado que su visión y su proyección sigue siendo muy localista, no se destinan recursos a la innovación de productos y procesos, y los pocos competidores locales están siendo desplazados rápidamente y sin mayor resistencia por los proveedores multinacionales (González y García, 2003). Pero la situación de rezago tecnológico viene dada por la falta de claridad en la definición de una política industrial, las divergencias entre los actores potenciales (gobernantes, instituciones públicas de investigación, empresarios, trabajadores-sindicatos y consumidores) y por la búsqueda de las economías de renta. Además, las instituciones que realizan investigación como la universidad estatal no tienen claro si la vinculación universidad-empresa es simplemente firmar convenios para la realización de prácticas profesionales de sus pasantes o interactuar en igualdad de condiciones con las distintas empresas para generar un círculo virtuoso de innovación tecnológica-competitividad. Un punto importante es que los recursos públicos destinados para la investigación y desarrollo se encuentran diseminados en varios pequeños centros de investigación que por sí mismos no tienen capacidad para emprender grandes proyectos que logren aplicar la ciencia básica (Arellano, 1996). En consecuencia, podría ser benéfico el establecimiento de un centro tecnológico interinstitucional y multidisciplinario o multifuncional con la participación de las empresas, las representaciones de los gobiernos y las instituciones universitarias en la zona Toluca-Lerma. Esto no implicaría extender el de por sí abultado aparato público responsable de las políticas industriales, pues como se mencionó, el instituto se formaría por la fusión y readecuación de los pobres centros de investigación actuales. Sin duda, el desafío para la industria nacional es alejarse de la búsqueda de rentas, ya que, de acuerdo con Fernando Jeannot (1999: 71), en economías rentísticas como las de México y Argentina existe una gran predominancia de los aspectos de poder sobre las políticas objetivas de fomento a la producción. Por eso es necesario un gobierno que tienda a las políticas de centro (tercera vía), que busque la innovación institucional y que sea capaz de cooptar los diversos intereses de los grupos rentísticos en 167 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz beneficio del buen desempeño de la economía y que no sea partidario de ubicar sus estrategias y discurso en los extremos convencionales de derecha e izquierda (Jeannot, 2000). Para desgracia de la sociedad, en nuestros países han fallado tanto los agentes económicos privados (empresas) como las instituciones gubernamentales encargadas de promover y activar el desarrollo industrial, por eso se requiere un cambio institucional progresivo que financie los proyectos de los empresarios con iniciativa y no de los que buscan sólo succionar algo del presupuesto público. Al igual que las dimensiones simbólica y material, la dimensión socio-productiva no está mayormente desarrollada como se acaba de describir, por lo que se hacen indispensables mecanismos donde se busque una eficiencia asignativa mayor de los recursos públicos y los privados diseminados en los sindicatos empresariales, así como la promoción de valores que promuevan la innovación en racimos, algo así como las oleadas innovadoras que introdujo Schumpeter y que retoma Fernando Jeannot (2004). Pero esto no se logra sin la consolidación de principios socio-económicos que verdaderamente incidan en el desarrollo empresarial competitivo, como la colaboración interempresarial, la coordinación interinstitucional, la confianza de los agentes participantes y la solidaridad con los clientes o proveedores. Se requiere que las pequeñas y medianas empresas sean arrastradas por las grandes o multinacionales a través de un big push para que se genere un círculo virtuoso de innovación tecnológica y competitividad empresarial. Para que estos requerimientos se cumplan, es necesaria la intervención de un agente organizador capaz de llegar a consensos y apaciguar los actores involucrados: el Estado mismo, pero un Estado-gobierno eficiente y no necesariamente extenso. 3.2. La implementación de la flexibilidad productiva En general, lo que se observa en los procesos productivos de la industria automotriz en la zona industrial de Toluca-Lerma es la coexistencia de los viejos paradigmas de organización del trabajo con la flexibilidad productiva. En este sentido, sólo las grandes 168 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica empresas han profundizado la flexibilidad; las pequeñas y medianas, locales o nacionales, siguen trabajando con principios tayloristafordistas, cuyas principales características son: líneas rígidas y verticales de autoridad, nula inversión en innovación tecnológica, extensas jornadas laborales, poca valorización del factor trabajo, pocos incentivos y excesivo control de tiempos y movimientos. Los tipos de flexibilidad que se han instrumentado en las plantas industriales de las multinacionales son fundamentalmente la numérica y la de proceso. La primera implica mantener bajo contrato (normalmente eventual) sólo a los trabajadores que se necesiten según los requerimientos de la demanda que cada vez es más flexible (los paros técnicos son una evidencia clara de la flexibilidad numérica). La segunda tiene que ver con las posibilidades de los directivos y de los gerentes para ubicar a los trabajadores en los departamentos de producción que se encuentran saturados de trabajo, aquí las evidencias coinciden con la polivalencia y la rotación de los trabajadores en el interior de las plantas. Las limitaciones que impiden una mayor flexibilidad de los procesos productivos se relacionan con los arreglos institucionales y reglamentarios. Así, una flexibilidad salarial debe enfrentar los preceptos de la legislación laboral en cuanto a las jornadas laborales, los salarios mínimos y otras prestaciones. En el mismo sentido, la propia flexibilidad numérica se encuentra limitada por la legislación laboral. Entre los diversos actores reales y potenciales de la red tecnoindustrial no hay consenso sobre la conveniencia o no de la flexibilidad productiva. En este contexto, las empresas han decidido de manera unilateral la operación de los principios flexibles hasta donde los arreglos lo permiten, ya sea de manera formal o por las lagunas de la misma legislación. Al respecto, durante el periodo de la sustitución de importaciones, el Estado-gobierno actuaba como un agente conciliador en las relaciones laborales, por su parte, en el modelo económico vigente, para el gobierno eso sólo compete a empresarios y trabajadores (sindicatos). Aunque el mundo actual está dominado por la retórica de la flexibilidad, en la frase de la nueva cultura laboral, ésta ha tenido poco éxito en la realidad productiva del país. En efecto, son pocas las 169 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz empresas que han implantado las prácticas de la producción flexible y se trata de empresas multinacionales. En Toluca-Lerma las empresas pioneras en la instrumentación de la rotación de puestos o polivalencia, los equipos de trabajo, la subcontratación, el cero inventario o la técnica justo a tiempo, el control total de calidad y la política de cero errores en los lotes producidos han sido General Motors Company, Nissan Mexicana, Robert Bosch y Daimler-Chrysler6. Estas medidas permitieron el incremento de la productividad de los trabajadores, pero no así las participaciones salariales en el producto; por el contrario, en los últimos años, existe mucha capacidad ociosa en las plantas y algunas ensambladoras como Daimler Chrysler han estado en constantes paros técnicos, además de que la mayor parte de los trabajadores son eventuales. En el caso de Nissan Mexicana con plantas en Lerma, si bien aplica algunas técnicas japonesas de organización de la producción y del trabajo, éstas son combinadas con prácticas tayloristas, de alguna manera es una “japonización” a la mexicana. La interlocución de los sindicatos en la instrumentación del proceso flexible ha sido nula; las decisiones sobre la forma de organizar las tareas y los principios implícitos ha tenido como principales representantes a los directivos de las empresas apoyados ampliamente por la Secretaría del Trabajo y el gobierno estatal. Ahora bien, si consideramos a la industria automotriz como un crisol de intereses de agentes económicos y no económicos de la zona, se tiene que no hay una conexión planeada que redunde en una mayor coordinación y cooperación; al respecto existen algunos nexos aislados entre las empresas y la universidad estatal o entre algunas empresas y el gobierno del Estado, pero son muy informales e inestables. La intensidad de las relaciones entre los agentes potenciales de la industria automotriz está poco desarrollada porque desde una perspectiva tripartita (Estado, universidad y empresas), no hay seguimiento puntual de lo que está sucediendo con la industria; los portadores de los intereses del Estado-gobierno se limitan a inaugurar nuevas instalaciones, llevar a cabo supervisiones convencionales a las condiciones de trabajo, regulan las relaciones laborales y hacen como que controlan la emisión de contaminantes; por su lado, los 170 Un trabajo previo que aborda detalladamente este fenómeno es el de Rodolfo García (2004), sobre todo, los dos últimos capítulos, además, en los anexos el lector puede encontrar los pormenores estadísticos de la aplicación de los principios flexibles en las plantas automotrices localizadas en Toluca-Lerma. 6 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica directivos de la vinculación universidad estatal-empresas no van más allá de tomarse un desayuno o una comida con los directivos empresariales y firmar un convenio o un contrato al que no se le da seguimiento puntual; y los representantes de las empresas hacen como que aportan recursos para el desarrollo económico local y regional pero registran sus actas constitutivas en el Distrito Federal. Al final de cuentas, en nuestras economías rentísticas siempre se maneja una doble moral. Debido a que las conexiones entre actores no son muy intensas, tampoco hay estabilidad, las relaciones interinstitucionales se manejan como un velo en las actividades productivas de la industria automotriz, sin que tengan algún efecto en el incremento de la productividad sistémica o el mejoramiento de la competitividad con otras regiones o con otros países. A pesar de que existen las posibilidades de acceder como actores potenciales, no todas las instituciones han aprovechado esa propiedad de las redes tecno-industriales; pero sin lugar a dudas las más perjudicadas son las pequeñas y medianas empresas, las cuales no pueden ser parte del selecto grupo de proveedores de las grandes ensambladoras multinacionales, pero no porque éstas apliquen una discriminación empresarial, sino porque las primeras no tienen capacidad y no la quieren construir para cumplir con los requerimientos productivos que se exigen hoy en los mercados internacionales. Entonces, los flujos de las empresas locales hacia las multinacionales son lentos y limitados. Para finalizar, podemos decir que el reto para la industria automotriz de Toluca-Lerma es el mejoramiento del entorno industrial innovador para incrementar sus ventajas competitivas, sin pasar por alto que esas ventajas las tienen que desarrollar los actores potenciales ya mencionados y en particular, como lo menciona Fernando Jeannot (2006: s/p), el Estado-gobierno: “Para desarrollar la ventaja competitiva estructural, el sector público coordina todos los agentes económicos empezando por él mismo, porque nunca existió ni existirá la autorregulación del mercado que postula la main current economy, muy especialmente para hacer equitativo el funcionamiento del propio mercado”. 171 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Conclusiones En el trabajo se han presentado elementos suficientes para confirmar el rezago tecnológico de la industria automotriz en la zona industrial de Toluca-Lerma. También se han señalado argumentos de que en algunas plantas se han instrumentado los principios de la flexibilidad productiva aunque sea de manera parcial. De este modo se llega a las siguientes conclusiones: i. El rezago tecnológico en el que se encuentran las pequeñas y medianas empresas automotrices en buena medida tiene que ver con sus empresarios o representantes que carecen de iniciativa y muestran una enorme aversión al riesgo; también es consecuencia de la integración de sindicatos empresariales como la Canacintra que se han convertido en buscadores de rentas presupuestales. Asimismo, instituciones paralelas como el Estado-gobierno y la universidad-estatal, aunque son actores potenciales, no han incursionado de manera profunda con la industria; la primera carece de estrategias puntuales para el impulso tecnológico y la segunda se limita a firmar convenios para la realización de prácticas profesionales y, en menor medida, para prestar servicios de asesoría administrativa o contable, fundamentalmente. ii. Dada la economía rentística que prevalece en el ámbito industrial, la dimensión simbólica no ha sido desarrollada porque hay ausencia de documentos rectores básicos para la promoción de políticas públicas industriales, la dimensión material es muy limitada, ya que las plantas no tienen centros de investigación o laboratorios industriales, los de la universidad se encuentran diseminados y con bajo presupuesto, tampoco hay tecnólogos que hayan patentado algún producto o proceso. El Estado-gobierno carece de centros de investigación tecnológica que pudieran apoyar o empujar a las pequeñas y medianas empresas. En consecuencia, la dimensión socio-productiva también es muy débil, de modo que las empresas no multinacionales se encuentran en verdaderos problemas para competir en el mercado internacional. 172 Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz Mexicana. Una Alternativa Metodológica iii. El paradigma de la producción flexible no se ha instrumentado de manera general, sólo algunos principios que no implican un enfrentamiento mayor con las inercias productivas y con los propias arreglos institucionales y reglamentarios. Las multinacionales llevan la delantera, pero no es una transformación a fondo sino acomodos para lograr una mayor productividad sin que los niveles de bienestar de los trabajadores se mejoren automáticamente. iv. Se requiere conjuntar esfuerzos mediante una mayor y mejor coordinación entre los actores potenciales; apostando a un Estado-gobierno con innovación institucional y liderazgo. Bibliografía Arellano, Antonio (1996). “La Capacidad de Innovación Tecnológica en la Universidad Autónoma del Estado de México”, en Convergencia. Revista de Ciencias Sociales, año 4, núm. 12/13, Toluca, UAEMéx, México. —— (1999). La producción social de objetos técnicos agrícolas, UAEMéxCGIyEA, Toluca, México. Arteaga, Arnulfo (coord.) (1992). Proceso de trabajo y relaciones laborales en la industria automotriz en México, UAM-Iztapalapa y Fundación Friedrich Ebert, México. Carrillo, Jorge (1993). La Ford en México: reestructuración industrial y cambio en las relaciones sociales, El Colegio de México, México. Carrillo, Jorge y Sergio González (1999). Empresas automotrices alemanas en México. Relaciones cliente-proveedor, Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Cuaderno del trabajo 17, México. 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Se trata de una estructura compleja integrada por nodos y flujos que reacciona en tiempo real a la dinámica de la economía global, de tal suerte que la generación de nuevo conocimiento está inmerso en la gestión, el trabajo, la tecnología, el abastecimiento de diversos insumos y los mercados dentro de un sistema multifocalizado y a la vez integrado en el espacio informacional (Castells y Hall, 2001). Para que este sistema optimice sus procesos de innovación requiere de iniciativas institucionales que propicien la vinculación inter e intra empresa, así como su relación con el entorno y de esta manera organizar y garantizar la interacción intensiva entre firmas y otras instituciones. Sobre esto último, la investigación coordinada por Casalet (2002) da cuenta de una serie de programas puestos en marcha por gobiernos Federales y locales en diferentes partes del país para formar el capital humano y desarrollar las capacidades innovadoras del sector productivo. No obstante, aún falta por analizar la manera y la función que cumplen las instancias innovadoras al interior de las empresas, en su relación con la cadena proveedora y en su vinculación con el entorno inmediato. En este ensayo se presentan las estrategias globales de innovación de las corporaciones automotrices y cómo esto repercute en el tipo 177 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz de vinculación que mantienen en el entorno inmediato. Para analizar esta problemática se toma el caso del corredor industrial de la zona metropolitana de la ciudad de Toluca (ZMCT). La metodología utilizada es de corte cualitativo y da cuenta de los mecanismos de vinculación de las firmas que integran el sistema de proveeduría automotriz, así como de la respuesta de las instituciones locales para propiciar diversas modalidades de intervención para la innovación. Concretamente se abordan las múltiples interconexiones intra e inter empresa, en particular, casos específicos de respuesta de los centros de innovación ubicados en esta región y los proyectos de vinculación con tecnológicos públicos y privados ubicados en la ZMCT. 1. Corredor industrial de la zona metropolitana de la ciudad de Toluca Los agrupamientos de la industria automotriz en el centro del país se configuraron como núcleos estratégicos en la década de los sesenta1, cuando se instalan las primeras armadoras en la región de Toluca-Lerma, a cuyo desarrollo contribuyó la tradición fabril de la región y la cercanía con la ciudad de México. Este medio siglo ha sido testigo de la respuesta regional a las transformaciones tecno-espaciales de la producción automotriz. En la primera fase, Toluca-Lerma albergó un modelo industrial orientado a satisfacer de manera exclusiva al mercado interno bajo el cobijo de una política económica altamente proteccionista. La planta industrial fue resguardada de la competencia de la producción externa bajo la modalidad de sustitución de importaciones. Los capitales transnacionales que fueron convocados a participar en la industrialización de la zona en ese momento regían su lógica de acumulación a partir de reciclar la tecnología y los productos en países de la periferia y así subsidiar la innovación tecnológica en el centro. Producir para un mercado cautivo hizo que la calidad, los precios, los ritmos y la productividad no fueran los ingredientes básicos del sostén de la industria automotriz. Durante la década de los setenta, los parques industriales ubicados en el Estado de México se beneficiaron del modelo de desarrollo industrial del gobierno mexicano que pretendía resolver dos problemas íntimamente ligados en materia económica. Por un lado, el 178 En la región de estudio se instalaron Nissan en 1961, General Motors en 1962, Chrysler en 1968, VAM en 1964, todas, salvo la última, mantienen operaciones de los parques industriales de Toluca. 1 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca modelo de sustitución de importaciones no estaba generando un mercado interno vigoroso que pudiese sostener, por sí mismo, el crecimiento del sector productivo. Por otro, el déficit en la balanza de pagos se incrementó gracias, en buena parte, a los manejos discrecionales de la política económica, esto provocó que se introdujeran nuevos reglamentos para compensar las importaciones. Se impuso así el incremento de cuotas de contenido local en la producción automotriz y se exigió que la cuota básica de importaciones se compensara con la exportación de 40% de componentes fabricados por la industria nacional de autopartes y con 60% de la producción de empresas ensambladoras instaladas en el país. Esta nueva reglamentación fue determinante y estratégica para el inicio de la fase exportadora de la industria automotriz. Las plantas de General Motors, Chrysler y Nissan en Toluca se dispusieron a fabricar motores tanto para el mercado doméstico como para exportación. Por su parte, el gobierno mexicano incentivó a empresarios independientes, incluso el mismo gobierno instaló directamente paraestatales para surtir a las ensambladoras, lo que resultó en una especialización en partes metal-mecánicas, que aún sigue vigente. Los empresarios independientes eran, generalmente, inmigrantes europeos y estadounidenses, muchos de ellos profesionista que buscaron apoyo tecnológico en sus países de origen para aprovechar las oportunidades ofrecidas por el despegue industrial del país. Otra política federal estratégica que alentó la instalación de plantas armadoras fuera del Distrito Federal fue el Decreto de Descentralización Industrial de 1972. Este surge como herramienta para resolver los problemas causados por el excesivo incremento de plantas productivas en la ciudad de México y sus zonas conurbadas y para frenar la fuerza política de sus sindicatos. El Decreto de 1972, aunado a diversas políticas y estímulos fiscales, redundó en un impulso industrial a varios estados del centro y norte del país para que capten la reubicación de fábricas. Por tanto, se impulsó el desarrollo de parques industriales de propiedad pública. Al lado de campos agrícolas, se instalan en la región Toluca-Lerma los parques de Cerrillo I y Cerrillo II. Entre los resultados importantes de este periodo están abrir un espacio para estimular el desarrollo endógeno, y permitir al “capital nacional” principalmente, al igual que al propio Estado, aventurarse en la proveeduría automotriz. 179 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Preámbulo al cambio de modelo económico por uno de corte neoliberal, orientado a la apertura comercial y a una mayor integración de México en los mercados internacionales, está el decreto automotriz de 1977. En éste y en otras políticas públicas, se formularon diversas disposiciones gubernamentales que apoyaron la ampliación de la infraestructura exportadora. Producto de esto, durante la década de los ochenta, se pone en marcha el programa maquilador en la frontera norte del país para la producción automotriz y el ingreso de México al GATT (hoy Organización Mundial del Comercio, OMC) después de un largo debate nacional. La aceptación de México en los círculos mercantiles derivó en la permisividad otorgada al capital extranjero (1989), para invertir en el sector productivo del país, sin ninguna restricción en el porcentaje de participación accionaria2. Como resultado, a mediados de 1980 y principios de la década de los noventa, se apreció cómo los diversos estados de la república, sobre todo los localizados en el centro y norte del país, comenzaron a desarrollar programas para atraer inversionistas extranjeros. Éstos, además de ofrecer paraísos fiscales y costos de mano de obra muy reducidos, multiplicaron y diversificaron los centros educativos y el desarrollo de servicios, de toda índole. En Toluca-Lerma, proliferaron los centros de capacitación técnica, universidades y tecnológicos para la formación de recursos humanos, incluso empresas de autopartes, como Bosch en Toluca, establecieron sus propias escuelas de capacitación para reclutar a los mejores alumnos. Asimismo, en este lapso se diseñaron diversas estrategias como el mejoramiento de la infraestructura carretera en la zona metropolitana de Toluca, no sólo para facilitar la comunicación intrarregional (Puebla, Estado de México y Distrito Federal) sino para expandir las conexiones con la naciente zona central de abastecimiento de autopartes, en los corredores de Querétaro-Celaya, San Luis Potosí y Aguascalientes, también, para conectar eficientemente a esta gran región industrial del centro del país con los puertos internacionales del Golfo de México y del Pacífico, y con las vías terrestres de entrada al mercado occidental más importante: Estados Unidos. Estos cambios en la política económica de México se enmarcan también dentro de los cambios estructurales que vive la industria automotriz estadounidense y europea. Este sector entra en un pro- 180 En la etapa de sustitución de importaciones, el capital extranjero tenía un tope de hasta 49% de las acciones de una empresa, el resto tenía que estar en manos de empresarios mexicanos. 2 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca ceso de reestructuración a nivel internacional como respuesta a las presiones competitivas de las empresas japonesas y a los efectos del alza del precio del petróleo. Esto resultó en un nuevo paradigma de producción cada vez más intensivo en capital y tecnología. Se le conoce como producción flexible o esbelta que requiere para su óptimo funcionamiento de una novedosa estructura de cadena de proveeduría, la relocalización de la producción a escala global, la integración en una lógica de agregación de valor de grandes firmas y algunas empresas independientes, y de la toma de decisiones centralizadas en los nodos estratégicos controlados por los llamados global players. Esto significa que las grandes corporaciones automotrices son las responsables de gestar las políticas estratégicas industriales como el posicionamiento de la oferta automotriz en los diversos nichos de mercado, la ampliación o reducción de outsourcing (aprovisionamiento externo), las innovaciones tecnológicas en proceso y en producto, el control y distribución de información estratégica, la ubicación de sus plantas productivas y el traslado o cierre de plantas y/o líneas de producción, entre otras decisiones medulares de la lógica global de estas empresas que afectan directamente a las economías nacionales. Las decisiones de las grandes corporaciones automotrices son las que determinan la racionalidad operativa de la cadena de proveeduría y la estructura desterritorializada que requiere su estrategia de abastecimiento y subcontratación. Por esto, a partir de la década de los noventa, las plantas automotrices y de autopartes ubicadas en el Estado de México enfrentan las presiones de la competencia global y los requerimientos de calidad del mercado internacional. Se rompe con la sinergia local arropada por el fuerte proteccionismo de la política industrial. Tal descobijamiento provoca tanto la venta de empresas paraestatales productoras de partes y componentes, así como el cierre de plantas productoras de capital mexicano o la reconversión de éstas en distribuidoras de autopartes importadas. La sobrevivencia de plantas productoras, en la mayoría de los casos, se debe a la alianza y/o incremento en la participación accionaría de socios tecnológicos extranjeros de reconocimiento global, a la vez que aparecen nuevas empresas como resultado de la reubicación de plantas ensambladoras y proveedoras a nivel mundial dentro del marco de la firma de acuerdos comerciales, especialmente la integración regional con 181 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Norteamérica (TLCAN, 1994) y la Unión Europea (UE, 2000) quienes ofrecen ciertas ventajas arancelarias que hacen de México un polo de atracción importante en el concierto internacional de la producción automotriz. La apertura comercial y hacia la inversión extranjera son consideradas por el gobierno y en gran medida por el sector empresarial mexicano, el motor central del crecimiento del país. Concretamente en el caso del Estado de México se han generado más proyectos orientados a eficientar la gestión administrativa para estimular los flujos de capital externo y financiar la inversión productiva del sector industrial. En el umbral del siglo XXI se reestructura la administración gubernamental con la apertura del Centro de Atención Empresarial, del Sistema de Apertura Rápida de Empresas, de los registros estatal y municipal de trámites en Internet, y el Programa de Simplificación de Registros para la Instalación de Empresas. Toda la reestructuración está básicamente orientada al fomento de inversión extranjera o para atraer la instalación de empresas de reconocimiento internacional. Lo que se puede apreciar hoy día para la zona metropolitana del Estado de México es una mezcla de continuidad y cambio, por lo que el modelo industrial de origen se traslapa con el proyecto global de la industria automotriz. Por una parte, se incrementa el número de ensambladoras en la región con el arribo de Mercedes Benz (1991) y BMW (1994) al lado de las ensambladoras instaladas en la región 30 años atrás. Por otra, se registran intermitencias y rupturas en la cadena de proveeduría, pues el abastecimiento de algunas de estas armadoras proviene casi exclusivamente del extranjero o de otras regiones del país. No hay empresas de logística que se encarguen de la coordinación del abastecimiento como ocurre en otros cúmulos industriales del país, salvo una bodega de refacciones para la Nissan. Junto a las empresas globales, persisten empresas armadoras de carrocerías y las productoras de refacciones de modelos antiguos, que se mantienen al margen de la cadena de proveeduría global. En este contexto industrial que se caracteriza por la coexistencia de un modelo que parece arcaico con plantas que responden al actual paradigma técnico-organizacional de la industria automotriz, se albergan centros de innovación tecnológica que pueden considerarse nodos estratégicos de la cadena de proveeduría a nivel global y que son el centro analítico de este capítulo. 182 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca 2. De cluster a technoscape Los estudios industriales por rama y contextualizados permiten ver las trayectorias específicas de la producción flexible bajo circunstancias históricas particulares. De esta forma se puede apreciar la concreción de un modelo de desarrollo que aspira como su meta más apreciada a fomentar parques tecnológicos o tecnópolis (Castells y Hall, 2001) como espacios proclives a la transmisión y generación de conocimiento o al menos, concebir la concentración industrial en territorios específicos como un elemento de ventaja competitiva, al potenciar los recursos de la producción de las economías de aglomeración (Porter, 1990). Cual sea el alcance, el modelo ideal está orientado hacia la concentración socio-espacial de unidades productivas multiorganizadas y respaldadas por instituciones gubernamentales, financieras, comerciales, laborales y educativas, que en conjunto propician un entorno altamente productivo y que incluso tienden a desarrollar lazos con la comunidad otorgándole un sello de identidad a las empresas con su entorno, como resultado de una cultura de colaboración. La era informacional ha trastocado el modelo cluster antes expuesto. Ahora se trata de la construcción de redes en un campo o paisaje tecnológico llamado technoscape (Appadurai, 2003). Es un sistema de ingeniería social de gran escala mediado por las tecnologías de la información que, haciendo alusión a la definición de sistemamundo de Wallerstein (1974), posee límites, estructuras, reglas de legitimación, regulaciones, coherencia y una división extensiva de trabajo. Como se mencionó anteriormente, la estructura de este sistema está compuesta por múltiples nodos organizadores de la información y el conocimiento. Este technoscape (paisaje o campo tecnológico) se distingue por ser un constructo de flujos culturales de la economía global, producto del capitalismo desorganizado al que alude Lash y Urry (1987). Estos technoscapes dan cabida a la relación cada vez más compleja entre flujos de capital, insumos, personal capacitado e información, interconectando instituciones de diverso tipo. Este campo tecnológico desterritorializado, a la vez que promueve incentivos, crea sus propias restricciones, como se verá en los casos estudiados (Appadurai, 2003: 33). 183 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz En este campo navegan diferentes actores sociales que para la producción automotriz serían las grandes corporaciones y diferentes instituciones tanto públicas como privadas. No se trata de un campo tecnológico homogéneo, sino de que los actores sociales involucrados acceden de manera diferenciada a los diversos recursos que fluyen continuamente en la red. La participación de las plantas automotrices instaladas en México al technoscape ha sido un proceso paulatino, comenzó en la década de los noventa a partir de los programas de certificación que provocó una transformación de la cultura organizacional al estandarizar los códigos de comunicación y documentar todas y cada una de las etapas de los procesos de producción y sus modificaciones. Adicional a esto, la forma de relacionarse también sufrió cambios significativos. Poco a poco se vieron obligadas a participar en una serie de programas cibernéticos para buscar proveedores, para certificar la calidad, para estar atentos al mercado, etcétera, al punto que hoy día, no sólo los ingenieros, diseñadores y administradores de las armadoras y sus abastecedores se han apropiado de este espacio virtual, sino también los operarios y personal calificado. Con base en este espacio tecnológico, los siguientes apartados dan cuenta de los mecanismos de innovación a partir del análisis de las estructuras institucionales y arreglos procedimentales de las empresas (Lipshitz y Popper, 2000). Como se afirmó con anterioridad, la manera en que se transmite y se procesa la información no es un fenómeno estrictamente económico sino cultural. Esta cultura de la innovación se manifiesta en normas y comportamientos en la intercomunicación y en la generación de conocimiento. A partir del concepto de technoscape se analiza el complejo industrial de la armadora General Motors ubicado en Toluca y sus múltiples interacciones en un campo tecnológico desterritorializado. Como se mencionó anteriormente, en la era informacional, la producción automotriz se mueve en el espacio de los flujos que rompe con la dicotomía local-global y, más bien, se concibe como un campo tecnológico que teje un sistema de ingeniería social complejo, que arropa a diferentes actores sociales en tres espacios intrafirma, interfirma con las empresas abastecedoras y las instituciones del entorno. En cada uno de estos espacios se manifiestan diferentes arreglos procedimentales que en conjunto producen conocimiento tangencial 184 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca o estratégico y que se concreta en innovaciones que permiten un mejor posicionamiento de esta armadora en el mercado mundial. 2.1. La innovación intrafirma El primer espacio del technoscape es el que se construye al interior de la firma3. En éste se da un proceso continuo de generación de conocimiento que va sumando los esfuerzos de múltiples grupos de trabajadores y empleados a todos los niveles y que se nutre de relaciones exógenas. Es una dinámica de altísima complejidad que en modelos de producción flexible se respalda en una estructura de red que rompe con la verticalidad y el anquilosamiento de organizaciones rígidas y que se moldea para reaccionar con prontitud al cambio. De manera esquemática se pueden registrar dos escenarios al interior de las empresas en donde tienen lugar procesos de innovación: en el caso de General Motors Toluca se ha implementado una serie de programas estandarizados que se aplican en toda la firma que registra los procesos de las rutinas cotidianas. Es un trabajo “hormiga” cuya finalidad es lograr las metas de productividad y calidad de producto día con día. Esta actividad es responsabilidad de los equipos o células de trabajo en los espacios de producción y que resulta de la comunicación intragrupal en el piso de trabajo. Esta dinámica de trabajo permite detectar y medir la evolución de la implementación de las mejores prácticas a través de registros minuciosos de la secuencia de los procesos. Estas rutinas cotidianas se registran en pizarrones a la entrada de cada área de trabajo. De esta forma, los obreros no sólo hacen seguimiento de su productividad o de la detección de fallas para cumplir metas de manera aislada, sino en estos mismos espacios tienen información que les permite sincronizar sus resultados con las metas prioritarias de la organización derivadas de una planeación estratégica de la corporación. La firma está compuesta por una serie de plantas y centros de investigación ubicados en diferentes partes del mundo. 3 Un área de trabajo puede contar con uno o varios equipos de trabajo, que son las células básicas de producción, que están integrados por operarios calificados y profesionistas que reciben anualmente fuertes cargas de capacitación relacionadas con los procesos de producción. Estos cursos actualmente se centran en la programación computarizada, la lectura y análisis de resultados 185 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz monitorizados por alta tecnología y una cuota reducida de esfuerzo físico. A estos cursos se añaden otros, que incentivan en los trabajadores nuevos patrones de conducta, como son: propiciar la iniciativa, la participación proactiva, la importancia de la participación grupal y la adaptación a la flexibilidad en la operación. Como afirmó un ingeniero de una de las plantas del Complejo de General Motors en Toluca: “Se busca responsabilidad con el trabajo y ánimo de superación”. En esta capacitación el operario adquiere conocimiento de las ventajas de los registros para lo cual la empresa provee de múltiples instrumentos y de una estructura organizativa armada para estimular la mejora continua. En cada área hay un espacio para reuniones, hay computadoras en línea con software especializado para respaldar estos procesos en sinergia con el conjunto de la operación de la planta y de la firma4, hay pizarrones donde se van registrando metas anuales, trimestrales, mensuales, semanales y diarias. En General Motors a estos espacios les llaman action center, donde miden cotidianamente la seguridad, la calidad, el costo y el personal. Los indicadores propuestos en cada rubro tienen que ver con las metas programadas anualmente y su desenvolvimiento periódico y de esta manera detectar fallas o visualizar logros5. La mejora continua es un proceso que resulta de relaciones cara a cara; son encuentros programados como parte de las rutinas de trabajo; son relaciones inclusivas de todos los responsables de la operación y que permiten combinar el conocimiento tácito producto de experiencias e interpretaciones compartidas con los parámetros de acción codificados6. En las empresas globales, este conocimiento no sólo se distribuye al interior de la planta sino que, si se reconoce su ventaja para toda la corporación, es registrado y transmitido por la red para el uso de la firma y se convierte en mejores prácticas para la corporación en su conjunto. En el espacio intrafirma del technoscape de la industria automotriz, la base de la generación de este conocimiento está extensamente contextualizado, los involucrados están inmersos y focalizados en una combinación virtuosa de operación y cambio continuo resultado de la interacción y proximidad en el lugar de trabajo, al mismo tiempo que cuentan con una infraestructura informacional que les permite en tiempo real apropiarse de todo el conocimiento que constantemente se sube a la red. 186 Algunos de estos programas son manufacturing operating systems o performance improvement measurement systems. 4 Sobre la manera en que se llevan a cabo estos procesos de innovación como resultado de la mejora continua, Elena Bilbao (2005), en su tesis doctoral, menciona que en una de las proveedoras globales se implementa un programa llamado copycat que consiste en que después de un plan de acción, éste se narra para que pueda ser imitado y establecido como procedimiento. Como vemos aquí, hay una transferencia inmediata de conocimiento tácito a un conocimiento codificado que no sólo se circunscribe a implementar un reactivo para un caso específico, sino propiciar un efecto multiplicador, al ser registrado para su utilización en subsecuentes ocasiones. 5 6 Este tema ha sido ampliamente estudiado por Dutrénit et al. (2000). Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca General Motors, como toda gran corporación, le ha apostado a la eficiencia del formato en que opera el flujo de información intrafirma en el technoscape. Esta estructura en red es tecnológicamente exitosa, pues está respaldada por una metodología de operación e innovación global, a partir de la cual la corporación asegura que todas sus unidades de producción e innovación mantengan procesos estandarizados de operación, independientemente de la ubicación de sus plantas y de esta forma puedan participar y acceder a la información necesaria para nutrir la intercomunicación. Estos procesos de innovación se desarrollan en ambientes cibernéticos donde toda la información está codificada (especificaciones del proceso y del producto, requerimiento, mediciones, materiales). El technoscape opera por medio de una lingua franca, lo que permite armonizar la comunicación y mantener una disciplina férrea en la metodología utilizada para optimizar las intervenciones grupales. El segundo proceso da cuenta de proyectos específicos de innovación. Estos proyectos se llevan a cabo principalmente en centros de investigación tecnológica ubicados en Europa y Estados Unidos; no obstante, México comienza a participar en estos nodos de innovación, tal es el caso del Centro de Ingeniería de GM en Toluca7. En este centro se diseñó la nueva versión del Chevy y el Aztec. También está el Centro Nacional de Nissan, ubicado igualmente en el corredor industrial Toluca-Lerma, donde hay 450 diseñadores. Dos centros de innovación creados en los últimos años dan cuenta de que estamos frente a un reordenamiento de la estructura corporativa de la industria automotriz y de un posicionamiento estratégico de las plantas ubicadas en la ZMCT. Cabe aclarar que General Motors sólo tiene seis centros de ingeniería en el mundo, entre ellos Brasil, China y Estados Unidos. 7 Hay también experiencias de innovación sobre todo de proceso en el ensamble final que se desarrolla en el país, pues México es un fuerte exportador de autotransporte ensamblado para todo el mundo. Muchas veces son rectificaciones o ajustes a algo existente. Estas son innovaciones más acotadas, periféricas o secundarias. No obstante, son proyectos donde se ponen en práctica los procesos más dinámicos de flexibilización. Se integran equipos funcionales de manera estratégica y coyuntural, integrados por diferentes áreas con competencias específicas. El objetivo es reunir “talentos” ubicados en diversas secciones de la planta y en algunos casos de diversas unidades productivas de la corporación, tales como los departamentos de ingeniería de diseño y de producción, calidad, 187 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz materiales, finanzas, mercadotecnia, compras, desarrollo de proveedores, etc. Aquí no importa el puesto o la jerarquía que se tenga en la empresa, sino las competencias y capacidades de liderazgo para llevar a cabo proyectos que pueden desarrollarse en periodos específicos, que en los casos estudiados oscilaban entre una semana hasta tres años. Algunas veces estos proyectos surgen ante la necesidad de respuesta a una falla detectada por los trabajadores en el proceso mismo de producción y que requiere de una intervención más integral. O bien son reactivos a ciertos reclamos del cliente, registrados por los centros de mantenimiento de los distribuidores. Estos equipos se integran por una célula encargada de la intervención directa y otros de apoyo. Los integrantes entran y salen según convenga al proyecto y además se nutre del expertise de los proveedores directos e indirectos y de instituciones del entorno, como son los centros educativas en tramos específicos. En los proyectos especiales, el reto es generar sinergia para que se produzca conocimiento de alto valor a través de la interacción inter e intrafirma. Un informante que trabajaba en uno de los centros de innovación en Toluca comentó que el reclutamiento para ingresar al centro fue global. Él entró a una página web donde participó en una convocatoria para una plaza en diseño de exteriores. Después de una selección internacional de los candidatos, ingresaron un turco, un brasileño, un alemán y un mexicano. Posteriormente ingresaron un español, un coreano, un francés y tres mexicanos. Esto da cuenta del ambiente global en el que se ubican los procesos de innovación de estas compañías. Él considera que lo más importante en la selección fueron los exámenes donde se medían sus habilidades profesionales, así como su capacidad de reacción a la solución de problemas y no tanto su trayectoria; también reconoce que para ser parte de estos equipos de innovación cuenta la creatividad y “tener taladrada la calidad”, esto es, hacer las cosas bien desde la primera vez. El conocimiento se va adquiriendo en los programas permanentes de capacitación tanto en México como en otras partes del mundo, la asistencia a ferias8 y el aprendizaje que conlleva la participación en los proyectos encomendados. Al integrarse en estas secciones estratégicas de las plantas, ellos firman un contrato de secrecía altamente penalizado dado que sólo 188 Villavicencio (2002) analiza los canales de acceso a información, incluyendo el acceso a la red y de la asistencia a ferias. 8 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca el personal dedicado estrictamente a la innovación tiene acceso a áreas restringidas9 e informes confidenciales de las firmas. Como comenta el informante, “es como entrar a una logia”. Los integrantes de estos equipos tienen prohibido sacar planos o archivos electrónicos, introducir cámaras, hablar de estos proyectos fuera de las zonas restringidas y de la planta y les proveen de claves especiales para ingresar y almacenar la información privilegiada. Estos procesos de innovación por proyecto han generado en ocasiones la integración de equipos de alto desempeño integrados virtualmente10. Esto significa que no requieren de la comunicación cara a cara, sino participan en un ambiente cibernético que hace factible la comunicación en tiempo real. En este technoscape no interviene la empatía personal sino la combinación de expertise. Quienes han participado en estos proyectos argumentan que la corporación se ha encargado de generar ambientes desterritorializados, que les son comunes a los integrantes de una misma corporación, donde coinciden valores, conceptos, prácticas y una suerte de lenguaje estandarizado, integrado por tecnicismos y acrónimos que “universaliza” las formas de comunicación. La manera en que están integrados estos equipos de alto desempeño pretenden abstraer a los participantes de referentes étnicos, religiosos, o cualquier otro que haga alusión a una identidad de origen y sólo prevalezca el referente profesional y la motivación de participar en esta innovación virtual. Como comentó un informante: “En estos equipos no hay segundones, somos los seleccionados, nuestra respuesta tiene que ser magnífica, competitiva y a la vanguardia de las tendencias novedosas. Nuestro compromiso es crear para el futuro, para lo que va a estar en el mercado en tres años”. En todos los casos, la participación en estos equipos funcionales de alto desempeño va generando una suerte de reputación compartida a la vez que formando estereotipos de liderazgo global. 9 Una de estas áreas restringidas son los departamentos de medición. Marieta Baba y Hilary Ratner (2003) han desarrollado estudios sobre la integración de estos equipos en diversas partes del mundo. 10 No obstante, el espacio intrafirma del technoscape está inmerso en un proceso de construcción cultural sujeto a una serie de tensiones, desde las empatías personales hasta algunas variantes en el estatus adquirido con el tiempo o por el nivel de capacitación y/o expertise que resulta en cierta asimetría en las relaciones de poder. El determinismo tecnológico se pone a prueba cuando en la estructura de este espacio virtual se llegan a gestar innovaciones estratégicas. Uno 189 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz de los informantes comentó que en la integración de estos equipos funcionales hay una necesidad de cabildeo y negociación porque es difícil, por ejemplo, conciliar los puntos de vista de un ingeniero o diseñador con quien hace el estudio de costos. Las tensiones se disipan cuando están conscientes del tiempo con el que cuentan para llegar a resultados y la capacidad del líder del proyecto de llegar a acuerdos intragrupales. El technoscape de las ensambladoras automotrices se mueven en un juego de sinergias y tensiones específicas en las relaciones intrafirma cuya dinámica ha dado lugar a una gran fuerza innovadora de la industria automotriz. Es la corporación a su interior que controla los nodos estratégicos del technoscape porque tienen el panorama completo del producto y de su posicionamiento en el mercado. Las diversas instancias de innovación integran una maquinaria pesada con fuertes amortiguadores que le permite caminar ágilmente, y es la que acoge a los proveedores y a las instituciones del entorno en espacios delimitados. En todo este sistema, el conocimiento avanza exponencialmente, por eso en el autotransporte se pueden apreciar cambios tecnológicos a ritmos acelerados. 2.2. La innovación interfirma A continuación se presentará la relación proveedor-abastecedor dentro del technoscape, que al igual que el espacio intrafirma se mueve básicamente dentro de un campo organizativo desterritorializado y que depende para su operación de una infraestructura tecnológica compartida. Hay una gama de propósitos para llevar a cabo una relación interfirma. El complejo de General Motors en Toluca, al igual que todas las armadoras globales, mantiene una interacción para la innovación focalizada con sus proveedores, ya sea por modificaciones de procesos o especificaciones en el producto. Es decir, el proveedor mantiene una continua comunicación dentro del espacio de flujo de información disponible en el technoscape que combina con periodos de interacción personalizada. Esta comunicación interempresa es exclusiva del tramo del proceso que le compete al proveedor, de acuerdo con el subproducto ya sea una autoparte (i.e. rines) o un sistema modular (sistema de enfriamiento). Cuando la relación se da cara a cara, el proveedor puede acceder al proceso de producción de la ensambladora a través de “los gusanos” que son tubos de plástico para ingresar al área que le corresponde, o bien 190 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca tienen salas de junta donde se expone la pieza o el módulo y ahí se analiza. Este cuidado en la confidencialidad marca las formas de interacción y vinculación parcial y específica para la generación de conocimiento a nivel comprador-abastecedor. En estas relaciones de innovación predomina la cultura de servicio, bajo el lema “el cliente es primero”. Las empresas proveedoras deben tener una comunicación permanente con las ensambladoras y generalmente acompañan este proceso de muy diversas maneras: integrando equipos de ingeniería simultánea junto con el cliente en una suerte de “aventura compartida”. Para estos proyectos no se necesita de una colaboración cara a cara, sino que se diseña un plan para que la mayoría de las tareas se lleve a cabo en un ambiente informacional, es decir, propiamente en el technoscape, y haya encuentros esporádicos cuando esto sea necesario. La pregunta a contestar en futuras investigaciones es ¿la mediación tecnológica pone obstáculos a la riqueza de la intersubjetividad para compartir conocimiento tácito, o bien, para estos propósitos este conocimiento es intrascendente? 11 Covisint es un consorcio donde participan General Motors, Daimler Chrysler, Ford y las proveedoras de módulos Delphi, Jonson Control y Lear. Es una propuesta más ambiciosa que tuvo sus antecedentes en el EDI (Electronic Data Interchange). Bilbao (2005) describe cómo funciona esta subasta electrónica. La aplicación de este espacio cibernético en una empresa mexicana es analizada en este texto. 12 El technoscape es precisamente la plataforma virtual a través de la cual los proveedores pueden mantener comunicación continua con la ensambladora. Es el escenario para el intercambio de información, para la coordinación de procesos de innovación y para la negociación comercial. Los proveedores obtienen información de los ciclos de producción de las armadoras, estudios de prospectiva sobre el futuro del mercado, o bien tendencias de cambios tecnológicos. Un ejemplo de un sinnúmero de productos cibernéticos que existen en el mercado es la conformación de un espacio virtual que se diseñó recientemente en 2003, para que productores de partes, materiales y módulos puedan acceder a la cadena de proveeduría, sobre todo de las armadoras norteamericanas, llamado Covisint11. El technoscape se convierte en un sistema de ingeniería social que permite tener control sobre la calidad y eficiencia de la proveeduría para fortalecer los sistemas de proveeduría de plantas ensambladoras norteamericanas por todo el mundo, como es el caso del Complejo General Motors ubicados en Toluca. A Covisint acceden los candidatos a proveedores que participan en una subasta electrónica global. El acceso al consorcio Covisint12 es por invitación, aquí se lleva a cabo el proceso de aprobación del 191 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz abastecimiento de los insumos que se requieren para la producción automotriz. Los integrantes del consorcio pueden tener una visibilidad compartida de los oferentes de productos y tecnología. En este espacio monitorean el historial de los proveedores y así pueden tener certeza de sus competencias para responder a las necesidades de las ensambladoras en calidad, volumen y precio. Estas plataformas virtuales han transformado las relaciones de proveeduría, donde el contacto personal se suple por un conocimiento codificado y certificado de las capacidades productivas de los proveedores. Hay diversos tramos en el proceso de diseño y producción donde se combina la interacción en el espacio de los flujos con la relación cara a cara; por ejemplo, en los ajustes del proceso y del producto, la elaboración del prototipo, el diseño de los herramentales, en las primeras corridas hasta la entrega del producto en planta para detectar posibles errores. El technoscape no ha sustituido del todo a la comunicación directa. Hay empresas abastecedoras de General Motors, sobre todo de acabados que han creado la figura del “hombres garantía”13, éstos se convierten en el vínculo estratégico en el último tramo, y juegan el papel de interlocutor entre las empresas. Su observación y diagnóstico in situ permite definir las responsabilidades de cada empresa en la corrección de las fallas y de esta manera reaccionar de manera expedita a la mejora continua. La figura del “hombre garantía” da cuenta de la necesidad de la relación cara a cara y de una suerte de intercambio de conocimiento tácito para lograr una mejor armonización de la relación inter-empresa. De igual forma, estas colaboraciones interfirma pueden tener alcances muy ambiciosos, que comienzan desde la concepción de “la misión del producto”, esto es, las primeras ideas y especificaciones, hasta la concreción de éste. En estos casos, la abastecedora tiene que demostrar su viabilidad productiva, es decir, si cuenta con la infraestructura para responder a las exigencias de la armadora, desde su capacidad de producción, maquinaria adecuada o posibilidad de invertir en nueva infraestructura, personal debidamente capacitado en procesos flexibles. Estas exigencias son iguales tanto para los grandes proveedores globales como para la proveeduría más local. Hay proyectos en los cuales la ensambladora ofrece un fuerte soporte técnico, que llega a incluir el préstamo de maquinaria en comodato y la asistencia de su personal. Mientras dure la rela- 192 Para más información sobre los hombres garantía, consultar las tesis doctorales en antropología social de Elena Bilbao (2005) y Martha Díaz (2006). 13 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca ción comercial, la ensambladora tiene derechos sobre la propiedad intelectual de los herramentales de la abastecedora, y de esta forma, controla el “pirataje” tecnológico. Incluso hay proyectos de coinversión que se dan exclusivamente con los proveedores globales. En todos los casos, hay un fuerte flujo de información técnica entre proveedor-abastecedor a través del technoscape. El único punto que no se somete a este intercambio es el precio final del producto esperado por la ensambladora. Esto último se ha convertido en el punto neurálgico para la viabilidad de ingresar a la cadena de proveeduría. Hay otras ocasiones en que la ensambladora delega al proveedor la solución del proyecto sin compromiso alguno de sostener la relación comercial, incluso licitando el mismo proyecto a más de una empresa. Esto puede generar gran tensión, pues el riesgo recae exclusivamente en la proveedora, lo que implica una fuerte inversión en la investigación y diseño del proyecto sin tener la garantía de llegar a un acuerdo comercial con la armadora (Bilbao, 2005). En este caso se puede apreciar que existe un patrón de interacción de las armadoras norteamericanas, incluyendo General Motors, que selectivamente incorpora al technoscape la información que le sea favorable en la relación comprador-proveedor, generando una asimetría en el acceso y manejo del conocimiento estratégico. El Dr. Allen Batteau (2004) lo utiliza para analizar el servicio en compañías de aviación. 14 En cualquiera de las modalidades de la relación interfirma, se ha desarrollado una fuerte interdependencia entre ensambladoras y proveedoras, al punto de generar sistemas empalmados estrechamente (tightly coupled systems)14. A pesar de generar espacios cibernéticos en donde los códigos de comunicación son estandarizados, las relaciones interfirma experimentan las tensiones del contacto de culturas corporativas diferenciadas. La capacidad de respuesta puede tener sus obstáculos, resultado del acceso diferenciado a recursos de diversa índole, por los ritmos organizacionales, o bien por la empatía entre las culturas de las firmas o unidades productivas que entran en contacto. Como afirma Baba y Ratner (2003), el desarrollo cognitivo entre los integrantes es crítico para los resultados de estas intervenciones. El acoplamiento siempre experimenta un proceso evolutivo cuyo ritmo de ajuste depende de la compatibilidad de expectativas y formas de actuar de los integrantes. A pesar de que el technoscape es un espacio construido para no dar cabida al azar, como se ha mencionado anteriormente. Estos ambientes estructurados 193 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz globalmente entran en tensión con factores locales que retan la efectividad de la comunicación informacional. En estas relaciones interfirma se puede percibir una suerte de “darwinismo empresarial” en donde a base de un proceso de selección han sobrevivido los más aptos, desapareciendo o dejando en circunstancia de alta vulnerabilidad a los que menos recursos tienen. Esto se manifiesta en que los primeros afianzan relaciones de largo plazo al firmar convenios por vida-año del modelo, mientras los pequeños saben que están compitiendo con otras empresas para alcanzar contratos por orden de compra. En estas circunstancias, las empresas que no pertenecen a grandes corporaciones se ven expuestas a una alta exposición al riesgo, esto confirma que el technoscape no ha procurado condiciones de interacción más igualitarias, sino, por el contrario, agudiza las desigualdades, producto del acceso diferenciado de los recursos. En el technoscape, la confianza interempresarial es relativa, puesto que la ensambladora demuestra su posición jerárquica superior al mantener un continuo monitoreo y auditoría de sus proveedores, y al mismo tiempo exigir la validación de las certificaciones externas. Además, las ensambladoras imponen una cierta normatividad, ritmos de respuesta, ajustes de precios y cambios tecnológicos. 3. Innovación y contexto Si bien hasta el momento se analizó la estrategia de innovación de General Motors en Toluca tomando como nivel explicativo las políticas de esta firma en el plano global y cómo esto repercute en relaciones inter e intraempresa en un ambiente desterritorializado, hay otro espacio de interacción que tiene que ver con la infraestructura institucional en lo local. El entorno inmediato tiene el compromiso de satisfacer las necesidades de soporte del capital global. Es imperativo contar con ciertas condiciones básicas para que las firmas globales funcionen “glocalmente”. Las relaciones con el entorno inmediato exigen de la disponibilidad de comunicaciones eficientes, tanto físicas (carreteras, aereopuertos, acceso a puertos marítimos y equipamiento urbano) como telecomunicaciones, además de una serie de servicios 194 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca de apoyo a la producción como bancos, aduanas, mensajería, etc. De igual forma es importante que el gobierno local ofrezca garantías de estabilidad laboral y eficiencia administrativa y fiscal, así como la disponibilidad de recursos humanos con un nivel escolar medio o técnico, sobre todo en plantas industriales cuya actividad principal es la producción. La educación superior es también importante aunque, como se pudo constatar en apartados anteriores, el personal altamente calificado se consigue en el ambiente cibernético. No obstante, una infraestructura educativa adecuada es “un gancho” para la inversión extranjera. Según datos de la SEP, el Estado de México ha tenido un crecimiento muy significativo en el número de escuelas media superior y superior. Las primeras pasaron en dos décadas (de 1985 a 2005) de 93 a 1 077 y las segundas de 4 a 318. Además, algunas empresas, como Bosch en Toluca, establecen sus propias escuelas de capacitación para reclutar a los mejores alumnos. Esto da cuenta de la alta densidad institucional ofertada en el campo de la educación en este estado del país. En este ensayo, con el propósito de analizar la relación empresa/ contexto para la innovación, se presentará la comparación entre dos tecnológicos ubicados en la ZMCT, uno privado15 y otro público16. La finalidad es dar cuenta de la participación diferenciada en el technoscape. En lo general, los tecnológicos públicos se centran en la formación de nuevos cuadros tanto en programas de licenciatura como de educación continua. El punto más recurrente de vinculación empresa/tecnológico es el programa de prácticas profesionales en algunas de las grandes corporaciones ubicadas en los parques industriales de la ZMCT. Este tipo de programas no tienen una clara perspectiva de vinculación para la innovación, sino son vistos por las corporaciones como un servicio a la comunidad y se convierten en programas asistencialistas. Se trata del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Toluca. 15 El Tecnológico de Estudios Superiores de Tianguistenco se ubica en una zona que combina actividades agrícolas e industriales. 16 Tanto el tecnológico público como el privado cumplen con la misión de formar ingenieros, diseñadores, administradores y otras carreras de educación superior requeridas en el sector productivo. No obstante, la infraestructura física, tecnológica y de recursos humanos que repercute en la calidad de la formación que respalda el título obtenido muestra diferencias significativas. 195 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Las universidades y tecnológicos públicos ubicados en la ZMCT, en general, aún presentan esquemas organizativos autoritarios rígidos, verticales, anquilosados, atomizados, carentes de una verdadera cultura de vinculación y servicio que inhiben la reacción expedita a las necesidades de innovación de las grandes corporaciones. Al haber tanta distancia en las culturas institucionales, la posibilidad de convergencia en intereses es muy limitada, pues se trata tanto de estructuras organizacionales como expectativas y prácticas de vinculación disímbolas. Los tecnológicos públicos son proyectos a nivel federal que surgen a raíz de la firma del TLCAN hace aproximadamente 15 años para responder a la carencia de profesionistas en áreas técnicas17. Estos institutos reciben 50% de su financiamiento del presupuesto federal y otro tanto del estatal. Los municipios en donde se construyen estos tecnológicos se encargan de brindar un terreno de al menos 20 hectáreas y todos los servicios. La cuota de alumnos ha crecido exponencialmente, esto denota que efectivamente están cubriendo una demanda latente de jóvenes que aspiran a una carrera, pero que no contaban con escuelas de educación superior en sus lugares de residencia. El que fue visitado pasó de 500 alumnos en 2001 a 1 200 alumnos en 2005, procedentes de diversos municipios aledaños a la ciudad de Toluca. Si bien uno de los motivos para el surgimiento de estos tecnológicos era estrechar la vinculación con las grandes empresas extranjeras, como respuesta a los acuerdos comerciales supranacionales, por falta de una infraestructura adecuada y de implementar planes y programas que coadyuvaran a hacer de esta vinculación una oportunidad para la innovación, la vinculación entre General Motors, así como de otras empresas globales, con estos institutos del gobierno se fue acotando a programas de vinculación a través de prácticas profesionales o servicio social de los alumnos con mejores promedios. El alumno acude a la empresa por tres a cinco horas semanales por un periodo no mayor a un semestre en proyectos muy específicos. El fin principal de estas prácticas, según un directivo de este tecnológico, es poderse titular y suplir la falta de capacitación en laboratorios con infraestructura adecuada en los propios institutos. 196 El tecnológico público visitado tenía las carreras de ingeniería mecánica, ingeniería en sistemas y contador público. 17 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca En el mejor de los casos, estos alumnos reciben un pago simbólico como becarios y después de un tiempo hay una remota posibilidad de obtener un empleo en posiciones intermedias de corte operativo. Como afirmó la responsable de vinculación de este tecnológico, “nuestros alumnos sí meten las manos”, esto es, los forman para tener un puesto operativo. La mínima posibilidad de ser contratados por las empresas globales también da cuenta de la capacidad de absorción de la gran industria de los miles de profesionistas que están expulsando al mercado de trabajo estos tecnológicos. Esta circunstancia ha exigido el replanteamiento de la propuesta inicial que era generar un capital humano bien capacitado para la entrada de la inversión extranjera en la región. Como resultado del impacto tan poco significativo de posicionar a los egresados en los sectores globales, estos tecnológicos han optado por formar ingenieros, contadores, administradores interesados en poner sus propios negocios a nivel local, ya sea escritorios de contabilidad o talleres mecánicos, una suerte de autoempleo profesionalizante. El perfil de ingreso es el joven con una formación escolar deficiente, cuya familia se dedica al campo, al pastoreo o mantiene un taller de producción doméstico y para quienes el hecho de que algún miembro de la familia pueda acceder a la educación superior significa un anhelo de movilidad social. En el primer semestre del 2006 les pagaban 80 pesos por hora, más las prestaciones obligatorias. 18 La percepción de las grandes corporaciones es que los programas formativos no están acordes con los requerimientos de la industria globalizada. Al hacer un recorrido en uno de estos tecnológicos, es evidente que no es solamente un problema de la calidad de los programas, sino la falta de aulas, pues algunas aún son improvisadas; los laboratorios no cuentan con equipo. Hasta ahora sólo han construido salones asignados para tal propósito, además de no haber profesores de tiempo completo. Estos tecnológicos sólo tienen personal académico-administrativo y contratan por sueldos ínfimos18 a profesores que imparten sus clases en aula y en el mejor de los casos en un centro de cómputo donde tienen paquetería de software comercial y una biblioteca con libros de texto. Cuando se les comentó de la posibilidad de levantar una campaña de procuración de fondos, el director mencionó que la estructura legal de estos institutos tecnológicos no admite donativos; en este sentido, su posibilidad de obtener el apoyo de las empresas para fortalecer la infraestructura queda cancelada. No obstante y a pesar 197 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz de estas deficiencias, directivos de General Motors consideran que los alumnos de estos tecnológicos están dispuestos a sacar el mayor provecho de sus prácticas profesionales, a la vez que la firma obtiene un beneficio, pues ponen a estos alumnos a resolver problemas de la operación cotidiana que no son estratégicos ni prioritarios para la política global de la empresa por ser muy acotados a las rutinas locales. Por esto, en general, la vinculación de General Motors Toluca con los institutos tecnológicos públicos se mantiene al margen del technoscape y sólo en casos excepcionales, los resultados se suben al campo tecnológico virtual para ser socializado a nivel de firma y aprovechado globalmente. La situación del tecnológico privado es diametralmente opuesta. En primer lugar, tiene implícita una cultura institucional para formar nuevos líderes en la lógica empresarial, gestando en su interior una identidad con las corporaciones globales. Éste va tejiendo redes intercampus para ofrecer ventajas competitivas en su vinculación con el sector productivo ubicado en el país. Ese tecnológico ha puesto gran hincapié en la vinculación con la industria automotriz. Concretamente ha integrado un cluster virtual, de esta manera, ha construido su propio technoscape entre todos los campus que están cerca de los parques industriales donde hay mayor concentración de la producción automotriz, con lo que están concentrando a un cúmulo de expertos en el tema en el espacio cibernético. Concretamente el campus de Toluca tiene varios programas de vinculación con la empresa, se distinguen tres: el proyecto de incubadoras, los posgrados con una fuerte especialización en la industria automotriz y el Centro de Desarrollo Tecnológico (Cedetec). El primero es un programa donde se acompaña a las empresas pequeñas de reciente creación en su primera fase por un periodo de seis meses hasta que “se estabiliza el sistema”, (comentario de un profesor de este tecnológico). El proyecto incubadora le ayuda a estas empresas en el manejo de su administración, producción y mercado. Además, les provee instrumentos, como manuales electrónicos de calidad a precios accesibles para su certificación. Este tecnológico es la única institución académica del país que cuenta con una maestría en ingeniería automotriz que sólo acepta a alumnos bilingües y con cierta práctica profesional. Es una formación orientada a la investigación aplicada, que ofrece incluso 198 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca prácticas profesionales en el extranjero19. Este tipo de proyectos demuestra el liderazgo de este tecnológico privado en el entorno educativo de la ZMCT. De todas las unidades que integran este campus, el Centro de Desarrollo Tecnológico es la instancia de mayor vinculación con el sector público y el sector privado. Tiene seis laboratorios relacionados con la industria automotriz20, un centro integrado de manufactura y otro de investigación en mecatrónica automotriz. Cuenta con una estructura flexible que permite que se ofrezcan programas formativos ad hoc a las necesidades del cliente; son cursos de capacitación o diplomados muchas veces virtuales tanto para operarios como para el resto de la jerarquía administrativa y manufacturera. También tiene programas de consultoría. En caso de no contar con la planta académica que responda de manera expedita a estas exigencias, este tecnológico contrata a los académicos de otras universidades o consultores independientes para proyectos específicos. La empresa Robert Bosch que lleva varias décadas en Toluca ofrece la posibilidad de prácticas profesionales en el Centro de Diseño y Desarrollo de Sistemas de Inyección de Combustible en Alemania. 19 Estos laboratorios se especializan en ingeniería mecánica, máquinas y herramientas, materiales, automatización, ingeniería automotriz, diseño y análisis asistido por computadora. 20 En 2001 hubo una donación de 30 millones de dólares en salas de cómputo (work stations) y licencias de software especializadas para el diseño e interacción por computadora. 21 Se han generado opciones para almacenamiento, desempañante para las ventanas, economía de combustibles. 22 Uno de los proyectos más ambiciosos del Cedetec es su vinculación para la innovación con el Centro de Ingeniería de General Motors que, junto con tres grandes empresas de sistemas de información, tiene un programa global llamado PACE, que se comenzó a implementar en 2001 en diferentes partes del mundo, entre ellas Australia, Corea, China, Canadá, Brasil, Suecia, Alemania, Estados Unidos, México. Hasta ahora hay registradas 34 universidades, de las cuales cinco están en México. De estas últimas, sólo una es pública. Para formar parte de las universidades PACE se requiere de la certificación de los programas docentes, pero además los ex alumnos que trabajan en puestos de liderazgo en estas corporaciones han promovido esta vinculación. Las cuatro empresas que integran el programa PACE hacen donativos millonarios en software, salas de cómputo (work stations)21 y la capacitación de sus profesores en el uso de estos programas con el compromiso de impartir cursos sobre su aplicación y participar en proyectos de innovación. PACE anualmente formula proyectos de innovación de partes específicas22. Hasta el año pasado todavía eran proyectos que generalmente se desarrollaban por una sola universidad del consorcio de universidades registradas. Sin embargo, en 2006 PACE arrancó el 199 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz primer macro-proyecto a escala global para el desarrollo de un vehículo, donde participan 12 universidades en todo el mundo. Las universidades mexicanas al vincularse a este tipo de proyectos están transformando radicalmente los procesos de aprendizaje; participan en espacios de innovación propiamente desterritorializados que rompen con barreras de tiempo y espacio, y cruzan culturas y los integra en uno de los iconos del technoscape que es la manufactura digital. Con esto se universaliza la innovación y permite estrechar la vinculación entre universidad y empresa en los nodos donde se está generando conocimiento. Las empresas por su parte comienzan el proceso de capacitación y reclutamiento de líderes desde las propias aulas, y sobre todo absorben ideas frescas en la definición de nuevos productos y procesos, resultado de la integración de equipos virtuales interuniversitarios que continuamente se están renovando. Este programa es lo más cercano a lo que las universidades mexicanas han llegado en procesos de innovación global. En cada proyecto, las ensambladoras ofrecen ciertos inputs para que las universidades reaccionen. Comienzan por ofrecer “la misión del proyecto” que son especificaciones mínimas a partir de las cuales los diferentes equipos integrados por profesores y alumnos de cada universidad hacen su propuesta. Para este tecnológico privado, la participación en el technoscape de la industria automotriz es mucho más tangencial y limitada que en el caso de la relación inter e intraempresa. La comunicación con los gestores del proyecto en la ensambladora se concreta a contestar algunas preguntas específicas a lo largo del proceso, a cambio las universidades se ven obligadas a ofrecer informes parciales y la presentación final. Entre las universidades hay un arreglo para subdividirse el proyecto, se agendan sesiones virtuales una vez a la semana y se ofrece la posibilidad de “chatear” con los alumnos involucrados. El alcance de estos proyectos de vinculación es retroalimentar de ideas y prospectos, sin la influencia o “contaminación” que ejerce el participar en una cultura corporativa. Se reconoce que algún proyecto elaborado por las universidades fue exitoso cuando al analizarse por la ensambladora y proveedores selectos consideran su pertinencia. Su aceptación permite que pase a otras fases del proceso de innovación que dan cuenta de la concreción del diseño de prototipos, análisis de viabilidad financiera y los subsecuentes pasos hasta su producción. En todos estos tramos, las universida- 200 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca des no participan en el technoscape, solamente entregan el proyecto inicial, la gran idea. En este apartado se pudo constatar que a pesar del vertiginoso crecimiento de instituciones de educación media y superior públicas en el Estado de México, su vinculación y participación en el technoscape de las empresas global es aún marginal. Su capacidad de generar espacios de innovación se ve básicamente limitada por la falta de infraestructura y una planta de profesores adecuada. Por el contrario, el tecnológico privado estudiado ha gestado una sólida estructura institucional y arreglos procedimentales a partir de una organización flexible y una infraestructura adecuada que sirven de alimentadores de nuevas ideas al torrente innovador del technoscape y que son aún casos excepcionales en el país. 3.1. Reflexiones sobre política pública La integración del Complejo General Motors localizado en la ZMCT en el technoscape global de esta firma da cuenta de un campo virtual que está estructurado con una serie de compuertas que permiten el flujo de información, incluso permite la retroalimentación interactiva con sus proveedores y con el entorno. No obstante, esta interacción interempresa es acotada a nodos específicos donde se gesta el conocimiento estratégico. Las instituciones educativas del contexto son excluidas en lo general de este proceso, sólo instituciones educativas privadas de corte empresarial han iniciado la vinculación en procesos de innovación y en la formación de líderes. Las ensambladoras concentran el núcleo estratégico de la innovación y estimulan un proceso selectivo tanto con sus abastecedores como con el entorno. Los invitados al festín del conocimiento llegaron a este punto a través de un proceso de larga duración. Se trata de empresas que han transformado sus ambientes de trabajo y su cultura organizacional para reaccionar eficazmente a los procesos de innovación. Los abastecedores con mayores recursos de toda índole en el plano global son los que entran en proyectos estratégicos de innovación, compartiendo información privilegiada en tramos específicos. Las universidades, a través del capital humano que han formado y que ha logrado posicionarse en los escaños de liderazgo, han comenzado a tejer, para el caso de México, vínculos estratégicos como alimentadores de ideas frescas dentro de un technoscape. 201 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Este último abre espacios para inducir a las nuevas generaciones en una cultura de la innovación transcultural, propiamente global. Si pudiésemos elaborar una metáfora del technoscape a partir del análisis de lo que acontece en la ZMCT, este paisaje o campo tecnológico tendría la forma de un túnel por su hermetismo y concentración de conocimiento. El túnel tendría compuertas exclusivas para dar entrada en ciertos tramos a los proveedores. El tamaño de las compuertas variaría de acuerdo a la importancia estratégica del proyecto o la fortaleza institucional del proveedor. Además, tendría ventanitas para que las ideas innovadoras de las universidades puedan penetrar. En estos procesos de innovación se puede constatar una suerte de darwinismo social, en donde las empresas locales tienen que entrar en un proceso de inversión y cambio de alto riesgo para participar de manera vulnerable en el technoscape o paisaje tecnológico, en tanto que los institutos tecnológicos regionales son excluidos por no contar con infraestructura adecuada y esquemas de vinculación flexibles. Después de lo presentado en este ensayo, la posibilidad de pensar la innovación delimitada a cadenas de proveeduría locales sería una perspectiva miope, pues no se puede ignorar la complejidad del sistema de innovación de esta industria a escala global que se mueve dentro de un campo tecnológico cibernético y, por tanto, desterritorializado. No obstante, la emergencia en unos cuantos años de centros de innovación da cuenta del reacomodo de los nodos de innovación de la industria automotriz. La ZMCT podría pensarse como punta de lanza para incentivar la generación de nuevas ideas en las instituciones de educación superior del entorno. Se requiere no sólo fomentar un programa de vinculación para la innovación con las grandes corporaciones, sino con las empresas locales que requieren de una transformación en la forma de operar para ser competitivas y así coadyuvar a reducir la brecha entre el sector productivo de pequeña empresa. Esto último se podría realizar a través de un plan de incubadora a cargo de las instituciones de educación superior, sobre todo las públicas, para capacitar en la cultura de calidad, mejora continua y justo a tiempo. La calidad requiere de la apropiación de prácticas que eduquen a visualizar, medir con precisión, detectar errores, graficar 202 Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca avances, llevar a cabo una inspección secuencial que resulte en el registro sistemático permanente de los procesos y de la producción. Esta fuerte carga en procesos codificados para la mejora continua lleva implícita una cultura de trabajo centrada en la innovación. Además, con el fin de apalancar este proceso, el gobierno tiene que cambiar los estatutos legales de los tecnológicos públicos para que sea posible fondear la investigación; de lo contrario, los recursos federales y estatales van a ser siempre incipientes. A la par es necesario proponer incentivos para que el sector financiero pueda presentar esquemas viables de financiamiento para el equipamiento de alta tecnología de la empresa nacional. En suma, el desarrollo industrial integral de la ZMCT requiere formular paquetes atractivos que otorguen mayor capacidad de respuesta a la empresa local y a los centros educativos en un entorno productivo totalmente globalizado. Bibliografía Appadurai, Arjun (2003). Modernity at Large. Cultural Dimensions of Globalization, University of Minnesota Press, Minneapolis, Estados Unidos. Baba, Marieta I. y Hilary Ratner (2003). “Equipos virtuales globales: la ecología de desarrollo”, en Carmen Bueno y Marías Josefa Santos (coords.), Nuevas tecnologías y cultura, Anthropos y Universidad Iberoamericana, México, pp. 149-182. Batteau, Allen (2004). Technological Peripheries of Large-scale Tightly Coupled Systems, Wayne State University y Universidad Iberoamericana-ciudad de México, México. Bilbao, Elena Patricia (2005). Trayectoria y cambio en el sistema global de proveeduría automotriz. Tres empresas, tesis de doctorado en Antropología Social, Universidad Iberoamericana, México, 509 p. Casalet, Mónica (coord.) (2002). El desarrollo de la capacidad innovadora de las empresas: el papel del ambiente en la formación y consolidación de las capacidades tecnológicas, FLACSO, México. 203 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Castells, Manuel y Peter Hall (2001). Tecnópolis del mundo. La formación de los complejos industriales del siglo XXI, Alianza Editorial, 2ª ed., España. Díaz, Martha (2006). Cultura organizacional en un cluster global, tesis de doctorado en Antropología Social, Universidad Iberoamericana, México, 172 p. Dutrénit, Gabriela (2000). Learning and knowledge management in the firm: from knowledge accumulation to strategic capabilities, Edward Elgar edit, Reino Unido. Lash, S. y J. Urry (1987). The end of Organized Capitalism, Polity Press, Oxford. Lipshitz, Raanan y Micha Popper (2000). “Organizational learning in a hospital”, en Journal of Applied Behavioral Science, Iss. 3, vol. 36, septiembre, Arlington, pp. 341-361. Porter, Michael (1990). The competitive advantage of clusters, The Free Press, Nueva York. Villavicencio, Daniel (ed.) (2002). “Economía del conocimiento”, en Revista Comercio Exterior, México, Bancomext, vol. 52, núm. 6, junio, pp. 468-470. Wallerstein, Emmanuel (1974). El moderno sistema mundial, tomo I, siglo XXI editores, México. «www.pacepartners.org» 204 Acerca de los Autores Carmen Bueno Castellanos Directora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana desde 1999. Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Iberoamericana (1993), y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 2. Trabaja las siguientes líneas de investigación: 1. Globalización. 2. Antropología del trabajo. Ha escrito diversos artículos y capítulos de libro sobre los temas de globalización desde el enfoque antropológico y antropología de la industria. Ha coordinado diversos libros, entre los que destacan: 1. Espacios globales, UIA y Plaza y Valdés, México, 2006 (en colaboración con Margarita Pérez Negrete); 2. El auto global, UIA, UAM, BUAP, CONACYT, 2005 (en colaboración con Huberto Juárez y Arturo Lara), 3. Tecnología y Cultura 2003, Anthrops y UIA, 2003, pp. 117-148 (en colaboración con María Josefa Santos). Yolanda Carvajal Suárez Maestra en Estudios Urbanos y Regionales por la Universidad Autónoma del Estado de México (2004) y Profesora de la Facultad de Economía, UAEMéx. Trabaja las líneas de investigación: 1. Economía industrial. 2. Desarrollo regional. Recientemente ha publicado: 1. “Especialización manufacturera en el Estado de México: consideraciones para una política sectorial”, en Memoria del Cuarto Seminario Internacional de la Red Iberoamericana de Investigadores en Globalización y Territorio, bahía Blanca, Argentina, 2006; 2. Antología Especialización económica, Facultad de Economía, UAEMéx. Laura Elena del Moral Barrera Doctora en Ciencias por el Colegio de Postgraduados (2003) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 1 (2005). Investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México, dentro de la cual se desempeña como profesora de tiempo completo. Trabaja las siguientes líneas de investigación: 1. Economía Agrícola. 2. Comercio Exterior y 3. Desarrollo Regional. Entre sus recientes publicaciones se 205 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz encuentran: 1. “El mercado de la carne de cerdo en canal en México”, en Análisis Económico. UAM, núm. 50, 2007, por publicarse (en colaboración con Miguel Ángel Díaz Carreño y Pablo Mejía Reyes); 2. “Importaciones totales y de carne de cerdo en México en el contexto del TLCAN: un enfoque de corrección de error”, en Ciencia Ergo Sum, UAEMéx, vol. 12, núm. 3, 2007, por publicarse (en colaboración con Miguel Ángel Díaz Carreño y Pablo Mejía Reyes). Rodolfo García Galván Responsable del área de planeación y proyectos en la Dirección de Control Escolar de la UAEMéx. Maestro en Estudios Urbanos y Regionales por la Universidad Autónoma del Estado de México (2004). Sus líneas de investigación son: 1.Teoría del actor-red, 2. Teoría de la firma. 3. Economía del cambio tecnológico. Entre sus recientes publicaciones se encuentran: 1. “El enfoque de redes socio-técnicas como herramienta metodológica para los estudios territoriales de la tecno-industria”; en Quivera, núm. 2, UAEMéx-FaPUR, Toluca, 2005, pp. 8-40; 2. “Redes sociotécnicas en la industria automotriz. El caso del corredor Toluca-Lerma”; en Libro Colectivo sobre Redes, por publicarse, en coautoría con Sergio González, 2006; 3. Producción flexible para el crecimiento y el empleo en la industria manufacturera y automotriz, en coautoría con Eduardo Rodríguez, STPS, México, 2006. Christian E. Laguna Reyes Maestro en Economía Regional por el Centro de Investigaciones Socioeconómicas de la Universidad Autónoma de Coahuila. Actualmente es profesor del Departamento de Finanzas y Economía en el Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México y en la ESE del IPN. Sus líneas de investigación son: 1. Comercio Internacional. 2. Economía Regional. 3. Insumo producto. Entre sus recientes publicaciones se encuentran: 1. “Medición de los factores del crecimiento regional: una visión alternativa a las técnicas ShiftShare aplicada al análisis de la economía del Estado de México”, en Tiempo Económico. Revista Universitaria de Economía, UAM Azcapotzalco, 2006; 2. “El monopolio, una nota didáctica (I). Fijación de precios y equilibrio del monopolio”, en Contribuciones a la Economía, publicación electrónica de la Universidad de Málaga, 2006, «http://www.eumed.net/cuersecon/colaboraciones»; 3. “El modelo de insumo-producto. Principios básicos y extensiones”, 206 Acerca de los Autores en Contribuciones a la Economía, publicación electrónica del a Universidad de Málaga, 2003, «http://www.eumed.net/cuersecon/ colaboraciones» Pablo Mejía Reyes Profesor de la Facultad de Economía, UAEMéx. Doctor en Economía por la Universidad de Manchester, Reino Unido (2001). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 1. Líneas de investigación: 1. Crecimiento económico nacional y estatal (evidencia empírica e implicaciones de política pública). 2. Fluctuaciones económicas (la experiencia nacional e internacional). 3. Econometría aplicada (modelaje no lineal). Entre sus recientes publicaciones se encuentran: 1. “La sincronización de los ciclos económicos de México y Estados Unidos”, en Investigación Económica, FE-UNAM, núm. 258, 2006, 45, pp. 15-45 (con Elías E. Gutiérrez Alva y Claudia A. Farías Silva); 2. “Los claroscuros de la sincronización internacional de los ciclos económicos: evidencia sobre la manufactura de México”, en Ciencia Ergo Sum, UAEMéx, vol. 13, núm. 2, 2006, pp. 133-142 (con Elías E. Gutiérrez Alva y José A. Pérez Díaz); 3. “Comercio exterior y fluctuaciones cíclicas en la producción de cerveza en México”, en Estudios Económicos Regionales y Sectoriales, vol. 5, núm. 2,EAAED, España, 2005, pp. 81-110 (con Liliana Rendón Rojas). Liliana Rendón Rojas Profesora de asignatura en la Facultad de Economía, UAEMéx. Maestra en Ciencias Sociales por el Colegio Mexiquense (2003). Trabaja la línea de investigación: Desarrollo Municipal. Labora en el Departamento de Estudios y Políticas de empleo de la Secretaría del Trabajo del Estado de México. Coautora con Pablo Mejía Reyes del artículo: “Comercio exterior y fluctuaciones cíclicas en la producción de cerveza en México”, en Estudios Económicos Regionales y Sectoriales, vol. 5, núm. 2, julio-diciembre de 2005, pp. 81-110. Ángel Mauricio Reyes Terrón Miembro del Grupo de Investigación en Modelización Econométrica Regional y Estudiante de Doctorado en Economía (20052007) en el Departamento de Análisis Económico, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Zaragoza, España. Es Maestro en Economía por el Centro de Investigación y 207 Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz Docencia Económicas (2000). Líneas de investigación: 1. Economía de los mercados, presupuesto y gasto público en México. 2. Ciencia y tecnología. Entre sus publicaciones recientes se encuentran: 1. El cambio en la productividad manufacturera en México: 1994-1999. El enfoque de los índices de Malmquist en industrias, estados y regiones, en coautoría con Carlos Bazdresch Parada, Documento de Trabajo no. 313, CIDE, A. C. México, mayo de 2005; 2. El estudio de las derramas de la inversión extranjera directa en la industria manufacturera mexicana. Una nota histórica, en coautoría con David Romo Murillo y Carlos Bazdresch Parada, Documento de Trabajo núm. 305, CIDE, A. C. México, octubre de 2004; 3. Productividad total de factores y reducción de costos en la industria manufacturera mexicana, 1994-1999, en coautoría con Armando Nevárez Sida, en Economía, Sociedad y Territorio, El Colegio Mexiquense, A. C., vol. IV, núm. 16, julio-diciembre de 2004, pp. 697-721. Ricardo Rodríguez Marcial Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Economía de la UAEMéx. Maestro en Economía por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), A. C. (1986). Sus líneas de investigación son: 1. Economía monetaria. 2. Economía industrial del Estado de México. Entre sus recientes publicaciones se encuentran: 1. “El efecto del ‘corto’ sobre la inflación en México”, en Memorias del 8° Coloquio de Investigación, Coordinación de Investigación y Estudios Avanzados, UAEMéx, Toluca, 2003, pp. 44-45; 2. “Inflación y política monetaria” en Revista Con-Texto Económico, núm. 2, Facultad de Economía, UAEMéx, Toluca. Óscar Manuel Rodríguez Pichardo Investigador de la UAEMéx. Doctor en Ciencias Sociales y Políticas (mención honorífica) por la Universidad Iberoamericana (2005). Sus líneas de investigación son: 1.Acumulación Industrial. 2. Desarrollo Regional. 3. Mercados Laborales. Algunas publicaciones: 1.”Análisis de la acumulación de capital industrial y la constitución de los mercados interregionales de trabajo entre la Zona Metropolitana del Municipio de Toluca y la Zona Metropolitana de la Ciudad de México1960-2000” (por publicarse, en colaboración con Yolanda Albarrán Olvera); 2. Caracterización de los mercados de trabajo en la Zona Metropolitana del Municipio de Toluca 1995-2005 (en proceso de publicación). Última investigación: “La distribución 208 Acerca de los Autores territorial de la acumulación industrial metropolitana y sus efectos en los mercados de trabajo en la Ciudad de México 1985-2004” (por publicarse). Ryszard Rózga Luter Investigador de la Facultad de Planeación Urbana y Regional de la UAEMéx y de la Universidad Autónoma Metropolitana. Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Polonia. Sus líneas de investigación son: 1. Economía regional e industrial. 2. Economía de la innovación científica y tecnológica. Entre sus publicaciones más recientes se encuentran: 1. “La importancia de la dimensión regional de la investigación científica y tecnológica y su reflejo en PECyT 2000-2006”, en Aportes, año VII, núm. 20, Facultad de Economía/BUAP, 2002, pp. 67-86; 2. “Innovación científica y tecnológica como eje de los procesos socioeconómicos y territoriales contemporáneos y su lugar en la investigación y docencia del posgrado de la CyAD”, en Espacio y Diseño, vol. Especial, núm. 114, CyAD/UAM-X, pp. 30-39; 3. “Tres niveles conceptuales de comprensión de planeación: planeación, planeación general, planeación territorial y planeación urbana y regional”, en Carreño et al. (coords.), Planeación en México, región y ambiente, Toluca, FAPUC/UAEMéx, 2002. Renata J. Ruiz Gutiérrez Profesora de la Facultad de Geografía de la UAEMéx. Licenciada en Planeación Urbana por la Universidad Autónoma del Estado de México (1995). Sus líneas de investigación son: 1. Redes empresariales. 2. Entornos innovadores. 3. Desarrollo industrial. Entre sus publicaciones recientes se encuentran: 1. “Redes formales e informales de innovación en la región metropolitana de Toluca; un elemento para el análisis de los entornos innovadores”, en Quivera, núm. 1, Facultad de Planeación, UAEMéx, 2006; 2. Nuevas tendencias económicas y territoriales de desarrollo industrial en la zona poniente del estado de México, UAEMéx, Toluca, 2005 (en coautoria con Ryszard Rózga Luter). 209 Índice Los cambios económico-territoriales de la industria manufacturera en el Estado de México y su zona poniente, 1990-2005 Introducción 1. La industria manufacturera en el Estado de México 1.1. Un esbozo del proceso de industrialización en la entidad 1.1.1. Inicio de la industrialización moderna: 1940-1960 1.1.2. Etapa media del desarrollo industrial: 1960-1975 1.1.3. Periodo de industrialización madura: 1975-1990 1.2. Cambios en la estructura económica del Estado de México 1.3. Cambios en la estructura de la industria manufacturera 1.4. Algunos aspectos territoriales del desarrollo de la industria manufacturera mexiquense 2. El desarrollo industrial en la zona poniente del Estado de México Conclusiones Bibliografía 9 11 11 12 13 15 18 19 22 26 33 37 Análisis de los factores del crecimiento regional: una visión shift-share de la economía del Estado de México Introducción 41 1. Un problema general de descomposición 42 2. Descomposición del cambio del empleo sectorial en el Estado de México: aplicación de Shift-Share 46 3. Análisis de descomposición estructural 51 4. El Shift-Share dentro de un método general de descomposición 56 5. Descomposición del cambio en el empleo a partir del método general 60 Conclusiones 65 Bibliografía 66 Especialización y perfil tecnológico de la manufactura del Estado de México Introducción 1. Especialización manufacturera en el Estado de México 1.1. Metodología 1.2. Patrón de especialización 2. Perfil tecnológico del patrón de especialización 2.1. Aspectos conceptuales 2.2. Especialización y perfil tecnológico 69 72 72 75 87 87 89 Conclusiones Bibliografía Evaluación del cambio en la productividad manufacturera en el Estado de México: 1994-1999. Una aplicación del enfoque de frontera no paramétrico Introducción 1. Antecedentes 2. Metodología 3. Datos y variables 4. Resultados 4.1. Resultados de la aproximación de la frontera no paramétrica 4.2. Resultados econométricos Conclusiones Bibliografía Situación tecnológica y transferencia del modelo flexible en la industria automotriz mexicana. Una alternativa metodológica Introducción 1. Esbozo del modelo productivo 1.1. De la organización tradicional al taylorismo 1.2. Fordismo 1.3. Modelo de producción flexible 2. Una postura teórico-metodológica híbrida. 96 99 101 105 107 111 112 112 129 132 136 143 144 147 148 150 El modelo productivo y el enfoque de las redes sociotécnicas 151 3. Análisis empírico de la industria automotriz en Toluca-Lerma 3.1. Las dimensiones simbólica, material y socio-productiva 3.2. La implementación de la flexibilidad productiva Conclusiones Bibliografía 156 162 168 172 173 Las estrategias globales de innovación de las corporaciones automotrices en la zona metropolitana de la ciudad de Toluca Introducción 1. Corredor industrial de la zona metropolitana de la ciudad de Toluca178 2. De cluster a technoscape 2.1. La innovación intrafirma 2.2. La innovación interfirma 3. Innovación y contexto 3.1. Reflexiones sobre política pública Bibliografía Acerca de los autores 177 183 185 190 194 201 203 205 Actividad Económica en el Estado de México. Manufactura e Industria Automotriz bajo la coordinación de Laura Elena del Moral Barrera, Óscar Manuel Rodríguez Pichardo y Pablo Mejía Reyes, se imprimió en Organización Impresora y Editora S.A. de C.V., Vicente Guerrero 120, La Urbana Ixhuatepec, C.P. 54140, Ecatepec de Morelos, Estado de México, en el mes de junio de 2008. La edición consta de 5000 ejemplares y estuvo al cuidado del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal. Coordinación de Redacción: Blanca Leonor Ocampo. Diagramación y Diseño: Khady Ulloa Durand, Erick Cruz Guadarrama. Concepto Editorial: Hugo Ortíz. Coordinador Editorial: Valentín Iturbe Posadas. .