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 Vestas solicita con urgencia una regulación sostenible
que garantice la supervivencia de un sector clave para
la economía española.
Vestas, uno de los
colosos de la eólica en
España, no pasa por
buenos momentos,
como el resto de los
fabricantes de
aerogeneradores
afincados en España.
Y es que la moratoria
de las subvenciones a
las renovables está
parando el tren de la
eólica. Si llega a parar,
será muy complicado
poner de nuevo en
funcionamiento una
maquinaria que ha
precisado de muchos
años de esfuerzos
para su arranque. El
director general de
Vestas Mediterranean,
Miguel Picardo,
contesta a las
preguntas de
EnergyNews.
¿Cuál es la situación
real de Vestas España a
nivel económico, y
cuáles son las
perspectivas a medio
plazo?
La eólica es fundamental
para la independencia
energética de España.
Es un sector que es líder
mundial y que
exporta más de 2.000
millones de euros al año
y evita importaciones de
combustibles fósiles por
cerca de 2.000 millones.
En Vestas, trabajamos
por el mercado desde el
mismo mercado (“in the
region for the region”).
Hemos establecido una
sólida cadena de
suministro desde el inicio
de nuestras operaciones
en España y contamos
con cuatro centros de
producción entre otras
instalaciones (que
incluyen la sede de
Vestas Mediterranean,
situada en Madrid).
Vestas ha hecho mucha
inversión en España y
cuenta con una plantilla
de más de 2.000
empleados en todo el
país. Apostamos también
por la innovación y
desarrollo de la industria
española. Por ejemplo, al
tomar la decisión de
instalar dos prototipos de
nuestra maquina
innovadora, el V112 – 3.0
MW en cualquier parte
del mundo, Vestas optó
por
instalar uno en Cantabria
por las condiciones
meteorológicas y para
demostrar su fuerte
compromiso con España.
Con respecto al nivel
económico de Vestas en
España, es importante
entender la situación
actual del sector. Es
decir, si hace cinco años
(2007), se instalaron más
de 3.500 MW de nueva
capacidad eólica en
España, hace tres años
(2009) no fueron más de
2.450 MW, mientras que
en 2011 la cifra se redujo
a 1.050 MW en nuevos
parques, se nota un
declive general en la
actividad y en la situación
económica de todo el
sector, incluyendo a
Vestas. Para cambiar la
situación actual, existe
una posibilidad bastante
clara: cambiar la
regulación, crear un
marco regulatorio que reactive la demanda en
España y ofrezca
confianza, visibilidad a
largo plazo y unas
condiciones adecuadas a
los actores claves de la
industria eólica. Esto nos
garantizaría una
perspectiva positiva a
medio/largo plazo.
Sin ello, claramente la
situación actual no es
sostenible, y podría llegar
a medio plazo a un
mayor declive de la
actividad del sector
entero, incluso a la
destrucción de muchos
puestos de trabajo.
¿Cómo valora la
moratoria del gobierno
sobre las primas a las
renovables? ¿Hay vida
para la eólica sin las
subvenciones?
La situación de
incertidumbre regulatoria
se lleva alargando ya
durante años y ha
culminado con la
publicación del RD
1/2012 el 27 de enero
que daba a conocer el
anuncio por parte del
Ministerio de Industria de
suspender las primas a
los parques eólicos a
partir del 31 de diciembre
2012.
Realmente llevamos
desde el 2009 parados
por la incertidumbre, pero
estamos en una situación
que podemos comparar
con un tren que para
motores y echa el freno.
Es decir que tardamos
mucho en llegar al parón
definitivo. Sin embargo,
se acerca la fecha límite
del pre-registro de
proyectos de cara al
futuro (el 31 de diciembre
2012), y puedo decir
que, sin nuevas
soluciones, a partir de
esta fecha, el “tren” se
parará definitivamente.
Dado que los pedidos de
aerogeneradores en
fábrica se realizan entre
1,5 y dos años antes de
que empiece la
instalación de un parque
y al no haber un marco
regulatorio más allá del
31 de diciembre de 2012,
en lo que va de año no
hay nuevos pedidos de
aerogeneradores para el
mercado nacional. Esto
quiere decir que llevamos
ya un tiempo en el que
NO entran nuevos
pedidos a las fábricas
para suministrar
localmente. Todo lo que
se va instalando son
pedidos realizados ya
hace tiempo. En el 2011
todos los pedidos a nivel
nacional sumaron menos
de 100 MW y ya en 2010
fueron inferiores a 220
MW, frente a los 1.500
MW de años anteriores.
No es lógico que se
paralice la eólica hoy,
cuando apenas le
quedan unos años para
ser competitiva sin
incentivos y ya ha
alcanzado la madurez
industrial. Además, con
esta medida el Gobierno
no está teniendo en
cuenta los importantes
beneficios de la eólica
para la economía
española. Por ejemplo, el
sector eólico emplea a
día de hoy unas 30.000
personas, aunque ya se
han perdido más de
10.000 empleos en los
últimos años como
consecuencia de la
incertidumbre; invierte
unos 150 millones al año
en I+D y ha puesto a
España a la cabecera de
los países referencia
dentro del sector a nivel
mundial.
Si la moratoria eólica
prevista en el Real
Decreto 1/2012 se
prolonga, la industria
corre el riesgo de
desaparecer del país.
Pedimos al Gobierno
señales de futuro, en
Siendo el mercado
actual un mercado
globalizado, ¿Cuál es la
política de expansión
de Vestas y dónde
encaja España?
forma de un nuevo marco
regulatorio estable, que
acaben con una
incertidumbre que se
prolonga ya desde hace
más de dos años con la
consiguiente caída de la
producción, la pérdida de
empleo y la
deslocalización hacia
otros países.
El Gobierno no puede
perder de vista que
España necesita a la
eólica para avanzar en
su independencia
energética de cara a la
previsible subida de los
precios de los
combustibles fósiles y
para cumplir los objetivos
vinculantes de la
Directiva Europea sobre
renovables, ya que es la
tecnología más madura
del régimen especial. El
problema es que, si la
eólica se paraliza ahora,
a pocos años de ser
competitiva sin
incentivos, cuando se
quiera reactivarla se
habrá perdido el talento
nacional, así como uno
de los pocos sectores en
los que nuestro país es
referente indiscutible a
nivel mundial.
Según el Sr. Montes
(UNESA), las
renovables son las
responsables directas
del déficit tarifario.
¿Qué le diría?
Yo le diría al Sr. Montes
que el sector eólico
entiende la complicada
situación económica por
la que atraviesa España
y ha demostrado en
repetidas ocasiones su
disponibilidad para hacer
sacrificios. Sin embargo,
no es el responsable del
déficit de tarifa -su
aportación al incremento
del déficit en 2011 fue
cero-, por lo que la
solución no puede pasar
de ningún modo por la
destrucción de su
industria y de sus 30.000
puestos de trabajo. De
ahí que solicite con
urgencia una regulación
sostenible para la eólica
que garantice la
supervivencia de un
sector clave para la
economía española.
Vestas está dividido en
seis business units:
Vestas America (Canadá
y Estados Unidos),
Northern Europe, Central
Europe, Mediterranean,
Asia Pacific y China. La
que más pesa por
resultados es Vestas
Mediterranean, cuya
central está aquí, en
Madrid, junto en el
mismo edificio con la
central de Iberia, para
España y Portugal.
Vestas Mediterranean
comprende toda
Latinoamérica y Caribe,
Europa Mediterránea,
Oriente Medio y el 75%
de África.
Estamos presentes en
casi 70 países alrededor
del mundo, muchos de
ellos formando parte de
nuestra región de Vestas
Mediterranean. Ahora,
está claro que cada país
tiene sus estrategias de
generación y sus
razones, y Vestas tiene
que estar comprometido
con los que actualmente
mantenemos en nuestra
cartera, pero también
mirar hacía los nuevos
mercados que brindan
muchas oportunidades
de cara al futuro. Por
ejemplo, de Europa, los
países del Este y Turquía
pueden ser ahora mismo
los que más están
demandando. Del lado
latinoamericano, Méjico y
Brasil, con un
crecimiento fuerte y un
potencial enorme. Hay
que tener presente que
Brasil es un país enorme,
con dimensiones
continentales y presenta
muchas oportunidades.
También en el cono sur
vemos un desarrollo
importante con Chile o
Perú, así como en
Centroamérica, con
Panamá.
Con respecto a España,
como es el caso con
varios mercados
establecidos, los efectos
de la crisis económica
combinados con la falta
de regulación suponen
una reducción en la
actividad actual que solo
se podrá recuperar con
una intervención política
adecuada.
¿Es el offshore
(flotante) un
recurso válido
para las costas
españolas?
¿Vestas va a
apostar por él?
Sabemos que las
buenas
perspectivas de la
eólica marina
continúan
impulsando el
desarrollo de
nuevas máquinas
en todo el sector.
Vestas ha instalado
casi 1.500 MW de
energía eólica
marina,
colocándose entre
las fabricantes que
más han apostado
por este recurso. Hemos
marcado ya el paso con
nuevos modelos
diseñados, prototipos y
pruebas ya en marcha de
una nueva generación de
aerogeneradores.
A finales de 2011,
instalamos en aguas de
la costa portuguesa,
cerca de Aguçadoura, el
primer aerogenerador
flotante en mar abierto,
una máquina Vestas de
dos megavatios con
estructura semisumergible. Era la
culminación del trabajo
realizado por el consorcio
WindPlus en el que han
participado la propia
Vestas, la eléctrica EDP
y la estadounidense
Principle Power, que ha
desarrollado y patentado
la tecnología flotante
denominada WindFloat.
La máquina y su
estructura fueron
montadas en el puerto de
Lisnave, cerca de
Setúbal, y el conjunto se
arrastró a su
emplazamiento, a unos
350 kilómetros de la
costa, para ser sometido
a todo tipo de pruebas.
Llegado la finalización de
este periodo de prueba y
analizados los
resultados, y teniendo en
cuenta las condiciones la
geografía del mar en las
distintas zonas, se
contemplará la
posibilidad de ofrecer
este producto en los
potenciales proyectos
situados en las costas
españolas. Así que
podemos decir que sí es
una posible solución
pero que estamos
todavía siguiendo
muchas líneas de
investigación.