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BOLETÍN
DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
AÑO XIV
NÚMERO 1 (Trimestral)
2006
Autoras: Peiró Callizo, M* y Casado Casuso, S**.
SUMARIO
TRAMIENTO FARMACOLÓGICO Y
NO FARMACOLÓGICO DE LA
TRATAMIENTO
FARMACOLÓGICO Y NO
FARMACOLÓGICO DE LA
ARTROSIS
ARTROSIS:
INTRODUCCIÓN
Introducción: pág 1
La artrosis u osteoartritis (OA) es una
patología articular degenerativa caracterizada
por la alteración inicial de la integridad del
cartílago y hueso subcondral y posteriormente
del resto de las estructuras articulares.
Puede afectar a cualquier articulación,
preferentemente mano, rodilla, cadera y
columna vertebral, siendo la artrosis de rodilla
la más frecuente.
Las causas últimas de desarrollo de la artrosis
no están concretamente establecidas, aunque
sí existen una serie de factores de riesgo,
que pueden clasificarse en:
• No modificables: factores genéticos,
sexo femenino, edad.
• Modificables: Obesidad (Indice de
masa corporal (IMC) >30 kg/m2),
actividad laboral, práctica de deporte
profesional, traumatismos previos.
El diagnóstico se establece sobre la base de
las manifestaciones clínicas y de la presencia
de alteraciones artrósicas en las radiografías.
Cabe destacar la gran disparidad entre la
gravedad que sugieren las imágenes
radiológicas y los síntomas o la capacidad
funcional.
Clínicamente se manifiesta por dolor,
limitación de la movilidad, crujidos, deformidad
y ocasionalmente inflamación articular. Tiene
un curso muy lento y con periodos de
reagudización.
La artrosis es la enfermedad reumática más
frecuente y una de las principales causas de
incapacidad funcional y de deterioro de la
calidad de vida.
Tratamiento no farmacológico: pág 2
Tratamiento farmacológico:
Clasificación: pág 3
Medicamentos de acción rápida: pág 3
Medicamentos de acción lenta: pág 6
Recomendaciones generales: pág 9
Bibliografía: pág 10
La artrosis es una enfermedad
degenerativa
que
afecta
las
articulaciones, siendo la artrosis de
rodilla la más frecuente.
El abordaje terapéutico de la artrosis
engloba medidas farmacológicas, no
farmacológicas y quirúrgicas.
Este boletín tiene por objeto revisar las
principales medidas farmacológicas y
no farmacológicas empleadas, así
como el efecto de las mismas en el
control del dolor, mejora de la función
articular y retraso de la progresión de
la enfermedad.
* Sº Reumatología Hospital Universitario Marqués de
Valdecilla. ** Sº Farmacia Gerencia de Atención Primaria
Santander-Laredo.
BOLETÍN DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
Pág 1
Los resultados del estudio EPISER(1),
realizado por la Sociedad Española de
Reumatología para estimar la prevalencia de
las enfermedades reumáticas en la población
adulta española, mostraron que la prevalencia
de la artrosis sintomática era del 10 al 15% (2
mujeres: 1 varón).
Es la mayor causa de disfunción y dolor en
población mayor de 65 años y, en una
población cada vez más longeva, supone un
importante gasto sanitario, parte del cual es
debido a las artroplastias (la OA es la causa
del 80% de todas las prótesis totales de
cadera y rodilla(1)). De ahí la importancia de la
prevención primaria, reduciendo los factores
de riesgo para el desarrollo de la enfermedad,
o secundaria, evitando la progresión de la OA
establecida.
TRATAMIENTO
El objetivo del tratamiento de la artrosis es
la prevención de la pérdida de función
articular, la mejoría o preservación de la
calidad de vida y, sobre todo, la analgesia.
En el tratamiento de la OA se distinguen 3
tipos de intervención:
● no farmacológica
● farmacológica y
● quirúrgica
En este boletín sólo se revisará el tratamiento
no quirúrgico de la OA.
TRATAMIENTO NO
FARMACOLÓGICO
Es, probablemente, la parte más importante
del manejo de la enfermedad a lo largo de
toda su evolución.
Además, las medidas farmacológicas son
más efectivas cuando se combinan con
medidas no farmacológicas.
EDUCACION DEL PACIENTE
Como en toda
enfermedad crónica, la
educación del paciente es esencial para que
éste asuma cambios en sus hábitos, en la
actividad laboral y deportiva y para que
aprenda
a
utilizar
racionalmente
los
medicamentos. Asímismo, es importante
informarle de las características benignas de la
enfermedad y de su lenta evolución, evitando
situaciones de ansiedad(2).
PÉRDIDA DE PESO
La obesidad es, después de la edad, un factor
de riesgo reconocido para el desarrollo de la
OA de rodilla bilateral(3) (la pérdida de 5 kg
puede reducir la incidencia de artrosis de
rodilla hasta en un 50%) y para la progresión
de la artrosis de cadera(4). En la OA de rodilla
establecida, la pérdida de peso disminuye el
dolor. Asimismo la obesidad se correlaciona
con una mayor debilidad del cuádriceps
favorecedora de una mayor progresión de la
OA de rodilla.
Se han realizado diversos ensayos para
evaluar los efectos de la pérdida de peso en la
artrosis. Así, en el ADAPT(5) (Artritis, Diet, and
Activity Promotion Trial) se observó que en
pacientes con IMC > 28 Kg/m2 y con artrosis
de rodilla, el grupo que combinaba ejercicio
físico y dieta para perder peso presentaba una
menor incidencia de dolor, un mejor estado
funcional y una mayor movilidad que
cualquiera de las dos actuaciones por
separado.
EJERCICIO
Los datos actuales sugieren que en la OA de
rodilla la debilidad muscular del cuádriceps
influye en la sintomatología dolorosa, la
discapacidad y la progresión del daño articular.
Se ha demostrado en diversos ensayos
clínicos randomizados doble ciego el beneficio
(tamaño del efecto pequeño a moderado) del
ejercicio aeróbico y de potenciación muscular
en el alivio sintomático de la OA de rodilla
además de su efecto positivo sobre la
depresión,
ansiedad,
propiocepción
y
capacidad funcional(6,7).
INSTRUMENTOS DE APOYO
En las recomendaciones de la Sociedad
Americana de Reumatología(8), se incluyen el
uso de bastón en la mano contralateral a la
rodilla o cadera afectada para reducir la
sobrecarga articular y aliviar el dolor. Las
plantillas también tienen una función
“protectora” de las articulaciones.
BOLETÍN DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
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TRATAMIENTO
FARMACOLÓGICO
Es conveniente recordar que el uso de
medidas farmacológicas debe siempre
asociarse al cumplimiento de las medidas
no farmacológicas, pues su combinación
mejora sustancialmente el manejo clínico
de los síntomas.
El dolor en la OA resulta de la suma de los
estímulos periféricos derivados de los
desarreglos estructurales, de la generación de
mediadores locales de inflamación y de las
alteraciones centrales asociadas al dolor
crónico.
El American College of Rheumatology (8) y la
European League Against Rheumatism
(EULAR)(9)
clasifican
el
tratamiento
farmacológico de la artrosis en dos grupos:
CLASIFICACIÓN DEL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO EN LA ARTROSIS:
♦ Medicamentos que modifican la sintomatología: SMOADS (Symptom Modifying
Osteoarthritis DrugS):
● Medicamentos de acción rápida:
- Analgésicos
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) tópicos y sistémicos
- Glucocorticoides intraarticulares
● Medicamentos de acción lenta: SYSADOA (Symptomatic Slow Acting Drugs for
OsteoArthritis)
- Condroitín sulfato
- Sulfato de Glucosamina
- Diacereína
- Acido hialurónico intraarticular
♦ Medicamentos modificadores de la enfermedad artrósica: DMOADS (Disease Modifying
Osteoarthritis Drugs)
En la actualidad no existe ningún fármaco al que se le haya reconocido capacidad
para frenar la enfermedad artrósica y que, por tanto, pueda ser incluído en este
grupo farmacológico.
MEDICAMENTOS DE ACCION
RÁPIDA
PARACETAMOL
El paracetamol ha demostrado su eficacia en
el tratamiento sintomático del dolor en la OA
leve moderada, y es seguro a largo plazo. Dos
metanálisis recientes(10,11) concluyen que en
estudios a corto plazo, paracetamol es inferior
a los AINEs en la reducción del dolor en
reposo y al caminar, en pacientes con OA
grave.
Es un medicamento seguro siempre que no se
supere la dosis de 4 g al día. Su toxicidad
hepática es dosis dependiente y puede
aparecer sobre todo en caso de alcoholismo
crónico, hepatopatía y desnutrición.
Respecto a su posible interacción con los
anticoagulantes orales o su relación con la
nefropatía por analgésicos no hay ningún
estudio concluyente y generalmente se
prefiere paracetamol a un AINE en pacientes
que toman anticoagulantes orales.
El paracetamol, por tanto, figura en las
principales guías de tratamiento de la OA
como fármaco de primera elección para el
control del dolor, y en los pacientes que no
responden a este tratamiento se puede indicar
el tratamiento con un AINE(8,9).
BOLETÍN DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
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ANALGÉSICOS OPIÁCEOS
Existen muy pocos ensayos de calidad que
avalen el uso de opioides débiles (tramadol,
codeína) en la artrosis y la mayoría son de
corta duración. Las guías de tratamiento de la
artrosis los consideran como una alternativa
para aquellos pacientes que no toleran, está
contraindicado o es ineficaz el tratamiento con
paracetamol y/o AINEs(8,9). Este tipo de
analgésicos puede administrarse como
tratamiento único pero en general se combina
con el paracetamol o con antiinflamatorios
obteniéndose un
efecto sinérgico(12,13) en
cuanto a alivio del dolor permitiendo reducir la
dosis de AINE(14).
En muy pocos casos, generalmente artrosis
muy
avanzadas
y
muy
sintomáticas
pendientes de ser intervenidas, se puede
llegar al tercer escalón de la OMS (opioides
mayores)
y
utilizar
preparaciones
transdérmicas de fentanilo o buprenorfina(15,16).
Sin embargo, los potenciales efectos
secundarios y sobre todo la tolerancia y
dependencia a esta clase de fármacos limita
su uso en la artrosis a situaciones
excepcionales.
ANTIINFLAMATORIOS NO ESTEROIDEOS
(AINEs)
La utilización de los AINE en la artrosis se
basa no sólo en su capacidad analgésica sino
también en su acción antiinflamatoria dado
que en la OA existen fases en que los
fenómenos inflamatorios son importantes
componentes de su fisiopatología y clínica.
Los AINE ejercen su efecto antiinflamatorio y
analgésico principalmente inhibiendo la
actividad
de
las
isoenzimas
de
la
ciclooxigenasa (COX-1 y COX-2) y, por tanto,
la síntesis de prostaglandinas. Según actúen
preferentemente sobre una u otra isoenzima
podemos clasificar los AINEs en dos tipos:
Inhibidores no selectivos de las isoenzimas
COX (todos los AINEs tradicionales) e
inhibidores selectivos de la COX-2 o COXIBs.
Se ha demostrado en ensayos controlados con
placebo su eficacia en el alivio del dolor
artrósico, sin diferencias entre los distintos
AINEs, incluido los COXIBs. También hay
evidencia de su superioridad analgésica
respecto a paracetamol(10-12), aunque por su
perfil de seguridad, todas las guías clínicas
sitúan el grupo de los AINEs como alternativa
al paracetamol(7,8).
En cuanto a la elección del AINE a utilizar, no
existen diferencias significativas en cuanto a la
eficacia de uno u otro, pero puede haber
variaciones en las respuestas individuales. La
elección, por tanto, debe ser individualizada
según las patologías concomitantes que
padezca el enfermo, la medicación que esté
recibiendo y los factores de riesgo de sufrir
evento gastrointestinal grave.
SEGURIDAD
El tipo predominante de isoenzima COX
inhibido por un AINE determina gran parte de
su perfil de toxicidad, es decir sus efectos
adversos gastrointestinales, renales, alteración
de la hemostasia y cardiovasculares.
Efectos
secundarios
renales
y
cardiovasculares:
En pacientes especialmente vulnerables
(nefrópatas, cardiópatas, diabéticos, cirróticos,
hipertensos o tratados con diuréticos) los
AINEs convencionales y los COXIBs pueden
agravar o desencadenar una insuficiencia
renal,
edemas,
insuficiencia
cardiaca
congestiva, hipertensión, hiperpotasemia e
hiponatremia(17).
El incremento del riesgo cardiovascular
asociado al consumo de rofecoxib(18), que ha
motivado su retirada del mercado, así como la
nota informativa de la Agencia Europea de
medicamentos (EMEA), que concluye que
existe un riesgo incrementado de reacciones
adversas cardiovasculares (infarto agudo de
miocardio,
accidente
cerebrovascular)
asociado al uso de medicamentos incluídos en
el grupo de los COXIB, ha provocado que
éstos estén contraindicados en pacientes con
enfermedad arterial periférica, enfermedad
isquémica cardíaca, insuficiencia cardíaca y
accidente cerebrovascular; y deban utilizarse
con precaución en pacientes con factores de
riesgo cardiovascular(19).
Efectos secundarios digestivos:
Hasta un 36% de los pacientes en tratamiento
con AINE (incluídos los COXIB), presenta
dispepsia(20). Se estima que un 2-4% de los
pacientes tratados con AINE durante un año
presentará
una
complicación
ulcerosa
grave(21).
Estos acontecimientos adversos digestivos
graves dependen principalmente de la dosis
BOLETÍN DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
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utilizada así como la duración del
tratamiento, y están relacionados con otros
factores de riesgo del paciente como la edad,
comorbilidad, uso concomitante de corticoides
orales, antecedentes de enfermedad ulcerosa,
infección por Helicobacter Pylori y la
anticoagulación(22).
Los COXIB tienen mejor perfil de seguridad en
cuanto a acontecimientos digestivos altos
graves (perforación, hemorragia, estenosis).
Sin embargo, el incremento del riesgo
cardiovascular asociado a este grupo de
medicamentos
(celecoxib,
parecoxib
y
etoricoxib), limita su uso, optando por reducir
el riesgo en pacientes con elevado riesgo de
patología gástrica con la asociación de
misoprostol o un inhibidor de la bomba de
protones (IBP) a un AINE no selectivo(23,24).
En pacientes que toman ácido acetilsalicílico a
dosis bajas, si se asocia otro AINE, el riesgo
de hemorragia digestiva se multiplica por 3 ó
4(25).
Efectos sobre la actividad plaquetaria:
Por otro lado, se sabe que en personas que
precisen
antiagregación
para
profilaxis
cardiovascular, los AINE convencionales y, por
supuesto los COXIB, no la proporcionan. En
caso de prescribir un AINE, debe mantenerse
el tratamiento con ácido acetilsalicílico.
TRATAMIENTOS TÓPICOS
AINEs tópicos
Un metanálisis reciente(26) que incluye 13
ensayos, concluye que los AINE tópicos son
más eficaces que placebo en el alivio del dolor
y mejoría en la funcionalidad sólo durante las
dos primeras semanas de tratamiento;
transcurrido ese tiempo, no se encuentran
diferencias.
Faltan ensayos clínicos de calidad en los que
se compare el mismo agente antiinflamatorio
administrado vía tópica frente a la vía oral o
frente a paracetamol, por lo que se
desconocen las ventajas de estos fármacos
sobre estas alternativas.
Por ello, su utilización puede ser una
alternativa en procesos localizados con dolor
leve-moderado cuando hay intolerancia a la
medicación por vía sistémica o control
inadecuado del dolor.
Capsaicina tópica
Su eficacia en el alivio del dolor, en
comparación con placebo, ha sido evaluada en
un metanálisis(27) de tres ensayos clínicos, dos
en pacientes con artrosis y otro en pacientes
con dolor lumbar crónico no específico. A las
cuatro semanas se observó un beneficio
relativo en el manejo del dolor. No hay
ensayos que comparen la capsaicina con los
AINEs tópicos ni con otros tratamientos. Los
autores del metanálisis concluyen que el
tratamiento podría ser de moderada utilidad
para aquellos pacientes que no responden o
son intolerantes a otros tratamientos.
Requiere 3-4 aplicaciones al día. Como efecto
secundario destaca la sensación de calor
intenso y enrojecimiento local durante los
primeros días de tratamiento.
CORTICOIDES INTRAARTICULARES
Su utilización es recomendada en las guías de
manejo de la OA tanto europeas como
norteamericanas(7,8). Conviene recordar que los
corticoides orales no están indicados en el
tratamiento de la artrosis.
Las
infiltraciones
intraarticulares
con
corticoides se practican principalmente en
rodilla y pueden ser útiles en caso de persistir
un dolor articular a pesar del tratamiento
antiinflamatorio, sobre todo si hay signos de
inflamación, o en brotes de artritis en el seno
de una artrosis en que los AINE están
contraindicados. Por supuesto siempre que
previamente se descarte la presencia de
infección articular previamente. Su eficacia en
el alivio del dolor y mejora de la función
articular es superior a placebo, aunque, en
general dura menos de un mes(28).
Una revisión reciente del uso intrarticular de
medicamentos en esta patología(29) indica que
los corticoides deberían restringirse para el
tratamiento a corto plazo en los brotes
inflamatorios de artrosis de rodilla.
BOLETÍN DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
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MEDICAMENTOS DE ACCION
LENTA (SYSADOA)
Son un grupo de medicamentos capaces de
modificar lentamente los síntomas de la
artrosis, mejorando el dolor y los síntomas
funcionales
aproximadamente
unas
6
semanas después de iniciar el tratamiento.
Sus efectos, además, pueden prolongarse
entre uno a tres meses después de la
supresión del tratamiento (efecto “carry
over”).
Se han estudiado principalmente en la OA de
rodilla.
Los principales estudios han evaluado su
eficacia en la reducción de la sintomatología
(eficacia sintomática).
Algunos ensayos clínicos más a largo plazo
han evaluado además la capacidad de
interferir en el proceso de deterioro articular y
por tanto actuar como verdaderos fármacos
modificadores de la enfermedad (eficacia
estructural).
No obstante, no hay un consenso general
respecto a la recomendación de su uso con
fines sintomáticos y, aún menos, como
fármacos modificadores de la enfermedad,
debido a problemas metodológicos de los
principales ensayos clínicos realizados con
los distintos SYSADOA. Son escasos los
estudios realizados sin patrocinio de la
industria farmacéutica interesada, reducido el
número de pacientes incluidos o breve la
duración del ensayo en una enfermedad tan
prevalente y de curso tan lento. Los mejores
resultados se han obtenido con ensayos
pequeños y de baja calidad metodológica,
mientras que la eficacia ha sido menor en los
ensayos de mejor calidad y de mayor tamaño
muestral. Los criterios de selección de
pacientes de determinados ensayos clínicos
(pacientes no obesos, sin inflamación articular,
con OA leve o moderada, sin medicación
previa), dificulta la extrapolación de los
resultados a la práctica clínica. Además, en
cuanto a la medición de cambios estructurales,
no hay acuerdo sobre la fiabilidad de las
medidas de deterioro articular utilizadas. De
hecho, las Agencias de evaluación de
medicamentos (FDA, EMEA), incluyen la
medición por rayos X del estrechamiento
articular
como
medida
de
cambios
estructurales, ya que se supone que su
mejoría implica preservación del cartílago; si
bien existen problemas en la estandarización
de la medida, así como determinar qué cambio
en
el
estrechamiento
articular
sería
clínicamente relevante.
Los resultados recientemente publicados del
estudio
GAIT(30) (Glucosamine/condroitín
Arthritis Intervention Trial), un estudio
multicéntrico de financiación pública, con
1.583 pacientes randomizados controlado con
placebo y con celecoxib, que evalúa la eficacia
del la glucosamina, el condroitín sulfato y la
asociación de ambos en la artrosis de rodilla,
reavivan esta polémica al no detectar
diferencias significativas en el alivio del dolor
entre los SYSADOA y el placebo en los
pacientes con un dolor leve; únicamente, en el
grupo con una sintomatología dolorosa
moderada a intensa se detecta una mejoría
estadísticamente
significativa
con
el
tratamiento combinado con condroitin sulfato y
sulfato de glucosamina.
CONDROITIN SULFATO (CS)
El condroitin sulfato (CS) es uno de los
elementos constitutivos del cartílago; se une a
una proteína central constituyendo el llamado
proteoglicano, que confiere al cartílago sus
propiedades mecánicas y elásticas.
Eficacia sintomática
Aunque no existe una uniformidad en los
resultados de los distintos ensayos clínicos,
varios metanálisis(31,32) evidencian la eficacia
del CS en analgesia, mejora funcional y ahorro
en la ingesta de analgésicos y AINE. En el
último metanálisis publicado(33) en el que se
incluyen 8 ensayos clínicos con un total de 755
pacientes con artrosis de rodilla se concluye
que la probabilidad de respuesta clínica fue
mayor en el grupo del CS comparado con
placebo.
Eficacia estructural
Respecto a su capacidad de reducir el
deterioro del espacio articular, aunque
tampoco hay unanimidad, se dispone de
varios ensayos aleatorizados, controlados y
doble ciego en los que se observan diferencias
significativas a favor del CS. En un ensayo con
120 pacientes con OA de rodilla asignados
aleatoriamente a CS 800 mg/día durante 2
periodos de 3 meses en un año y placebo, se
observó
un
deterioro
radiológico
significativamente menor en los tratados con
CS(34). En un metanálisis se le atribuye una
BOLETÍN DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
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eficacia similar al SG sobre el dolor y la
función, pero no consideran que haya datos
para analizar su capacidad modificadora de la
OA(35). En un estudio reciente realizado sobre
300 pacientes con OA rodilla, randomizado
doble ciego comparado con placebo, se
observa en radiografías seriadas durante 2
años un deterioro del espacio articular
significativamente menor en el grupo tratado
con CS en comparación con el grupo tratado
con placebo(36). Sin embargo, no se
encuentran diferencias significativas respecto
a placebo sobre el dolor y funcionalidad
articular.
En cuanto a seguridad del medicamento,
condroitin sulfato por lo general, es bien
tolerado.
SULFATO DE GLUCOSAMINA
El sulfato de glucosamina (SG) es un
aminomonosacárido que se produce de forma
natural en el ser humano. Es un sustrato
fundamental para la biosíntesis de los
proteoglicanos del cartílago.
Eficacia sintomática
Los primeros datos de eficacia en el
tratamiento sintomático de la artrosis proceden
de diversos ensayos clínicos con SG frente a
placebo en artrosis de rodilla que han sido
revisados de forma sistemática en un
metanálisis(31)
que
concluye
que
SG
compuesto tiene un efecto beneficioso
moderado sobre los síntomas.
En cambio, en el último metanálisis de 8
ensayos clínicos randomizados que comparan
la glucosamina con placebo no se detecta
diferencia significativa en la eficacia como
tratamiento sintomático(36).
Eficacia estructural
En cuanto a eficacia a largo plazo como
modificador de estructuras, se han publicado
dos ensayos clínicos en 212 y 202 pacientes
no obesos, respectivamente con artrosis de
rodilla cuya variable principal ha sido la
amplitud del espacio intrarticular en la
radiografía a los 3 años de tratamiento(37,38),
que coinciden en mostrar una menor
disminución
de la anchura del espacio
articular, con significación estadística, en los
pacientes tratados con SG comparados con
los del grupo control que recibieron placebo.
Así, la cuestión fundamental que plantean
estos estudios,
como hemos comentado
anteriormente, es la fiabilidad de los resultados
en cuanto a la metodología de los ensayos
clínicos, así como la determinación de los
mismos en cuanto a relevancia clínica.
En cuanto a seguridad del medicamento, la
tolerancia en general es buena y sólo se han
descrito
algunos
efectos
adversos
gastrointestinales menores. Se desconoce su
seguridad a largo plazo (más de tres años).
DIACEREINA
La
diacereína
tiene
propiedades
antiinflamatorias y analgésicas y actúa
inhibiendo la síntesis de metaloproteasas y de
la interleukina-1.
Eficacia sintomática
Son escasos los ensayos que evalúen su
eficacia sintomática en la OA de la rodilla. En
un estudio aleatorizado y controlado con
placebo de 4 meses de duración, 100mg de
diacereina muestran una eficacia significativa
en el alivio del dolor y de la rigidez articular(39).
Sin embargo, a más largo plazo, un estudio en
artrosis de rodilla de 1 año de duración,
comparado con ácido hialurónico y placebo (40),
y otro en artrosis de cadera de 3 años,
comparado con placebo, no observan
diferencias en el alivio del dolor(41). Por lo
tanto, con estos datos no se puede
considerar la diacereina eficaz en el
tratamiento sintomático de la OA de rodilla
y cadera.
Eficacia estructural
Su capacidad para frenar la progresión
radiológica de la OA ha sido estudiada en la
OA de cadera en un ensayo clínico doble
ciego en que aleatoriamente se trató 507
pacientes con diacereina o con placebo
durante tres años(41). En los pacientes que
completaron este estudio, se observó una
discreta pero significativa diferencia en la
reducción del espacio radiológico a favor del
fármaco evaluado. El número de artroplastias
realizadas fue menor pero sin alcanzar la
significación estadística en los individuos
tratados con diacereina. El elevado porcentaje
de pérdidas durante el ensayo dificulta el
análisis e interpretación de los resultados.
En cuanto a seguridad del medicamento, el
principal efecto adverso de diacereína es la
diarrea, que ha provocado el abandono de un
alto número de pacientes en los ensayos. Este
efecto es limitado en el tiempo y dosis
dependiente.
BOLETÍN DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
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INYECCIONES INTRAARTICULARES
ÁCIDO HIALURÓNICO
DE
El uso de ácido hialurónico (AH), un
componente importante del líquido sinovial, se
ha fundamentado en la menor viscosidad del
líquido articular en la OA y el potencial
beneficio
de
una
viscosuplementación,
además de su capacidad de estimular la
síntesis de ácido hialurónico y de sus
propiedades antiinflamatorias. Se dispone de
dos tipos de preparados de AH: de bajo peso
molecular y de alto peso molecular;
considerándose este último algo más eficaz.
En cuanto a su eficacia en la mejoría del dolor
y de la función articular hay diversos
metanálisis con resultados discrepantes En
dos meta análisis de ensayos clínicos en OA
de rodilla, el AH comparado con placebo
produjo
una
reducción
del
dolor
estadísticamente significativa, aunque de
importancia clínica cuestionable y sin mejoría
de la función articular(42,43). Esto contrasta con
otro metanálisis que halla diferencias
significativas favorables al AH respecto a
placebo(44). Existe la impresión de una
sobreestimación de su eficacia ya que en
ensayos con mayor número de pacientes no
se confirma la ventaja del AH respecto al
placebo(45).
No hay datos concluyentes sobre su
capacidad de modificar la evolución de la
artrosis de rodilla. En conclusión, es un
tratamiento caro que requiere una
inyección intraarticular semanal de AH
durante 3 a 5 semanas, en el que la discreta
mejoría se aprecia a los 2 meses y no
persiste más de 4 meses.
INDICE ANUAL:
Boletín Nº1: Tratamiento farmacológico
y no farmacológico de la artrosis
SERVICIO CÁNTABRO DE SALUD
COMITE DE REDACCIÓN :
GERENCIAS DE ATENCIÓN PRIMARIA
DE LOS SECTORES:
TORRELAVEGA-REINOSA
SANTANDER-LAREDO
REDACCIÓN
Avenida del Besaya s/n
Teléfono: 83 50 50 Fax: 89 81 80
39300 TORRELAVEGA
Avda.Cardenal Herrera Oria s/n
Edificio anexo a la Residencia Cantabria
Teléfono: 942 20 27 00 Fax : 942 20 34 04
39011 SANTANDER
ISSN: 1576-8295
Dep Legal: SA 165-2000
http://www.scsalud.es/publicaciones/
BOLETÍN DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
Pág 8
RECOMENDACIONES GENERALES ACERCA DEL MANEJO DE LA
ARTROSIS (OA):
•
Actualmente no existe un tratamiento curativo de la OA. El abordaje de la enfermedad se basa
en medidas no farmacológicas y farmacológicas.
•
Las medidas no farmacológicas son vigentes en todas las etapas de la enfermedad.
•
El tratamiento de primera elección es el paracetamol excepto en casos en que la
manifestación de la OA sea un episodio de inflamación articular o que el dolor y la incapacidad
funcional sean muy intensos.
•
La asociación de paracetamol con AINE o con opiáceos débiles es adecuada por su
potenciación de la eficacia y reducción de efectos secundarios.
•
El tratamiento farmacológico de la OA no es un tratamiento crónico, sino que debe
administrarse según sintomatología, no teniendo sentido mantenerlo en periodos de escasa
expresividad clínica.
•
Respecto a la utilización de AINE:
o Ningún AINE es más eficaz que otro, pero hay una gran variabilidad interpersonal .
o No deben utilizarlos nunca en asociación ya que no se aumenta la eficacia y sí la
toxicidad.
o Tener siempre presente su toxicidad en población especialmente susceptible
(ancianos, polimedicación, alto riesgo cardiovascular,..)
o Utilizar siempre la menor dosis eficaz, el menor tiempo posible. Las complicaciones
gastrointestinales graves son dosis dependientes.
o Es preferible un AINE de vida media corta (si va a haber un buen cumplimiento del
tratamiento) por su menor toxicidad digestiva.
o Los COXIB se deberían restringir a:
ƒ población con elevado riesgo de complicación ulcerosa grave (siempre que se
haya tratado el Helicobacter Pylori antes y se asocie un IBP) y sin ningún factor
de riesgo cardiovascular.
ƒ Casos de hipersensibilidad a la aspirina y AINE, sin otras contraindicaciones
para este grupo de fármacos, y recomendados por un alergólogo.
o La dispepsia no es menor con los COXIB.
o En pacientes que toman ácido acetilsalicílico a dosis bajas para prevención
cardiovascular, deben mantenerlo mientras toman AINE (convencional o selectivo) por
su artrosis.
o Los tratamientos tópicos han mostrado una eficacia limitada en la OA y su efecto se
limita a largo plazo.
•
Respecto a la utilización de SYSADOA (Medicamentos de acción lenta):
o Glucosamina y condroitin sulfato son los fármacos con más ensayos clínicos
publicados. Han demostrado eficacia sintomática principalmente en artrosis de rodilla
leve-moderada en pacientes no obesos.
o La relación existente entre los cambios estructurales y el dolor, la funcionalidad o la
evolución de la enfermedad no se conoce todavía.
o Queda por aclarar la idoneidad de la medida de la progresión radiológica para evaluar
la evolución de la enfermedad.
o No hay suficiente base científica para considerarlos como verdaderos medicamentos
modificadores de la evolución de la enfermedad artrósica.
BOLETÍN DE USO RACIONAL DEL MEDICAMENTO
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