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AOCS020 Volumen Volumen VolumenVIII VII IX -- Número Número 1/2011 4/2009 1/2010 Reparación Artrosis regeneración cervical Guías deytratamiento del cartílago articular: de la artrosis fundamentos y técnicas quirúrgicas PUBLICACIONES PERMANYER www.permanyer.com Arthros DIRECTOR A. Rodríguez de la Serna Consultor de Reumatología. Servicio de Reumatología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau Barcelona ComitÉ editorial Juan Majó Jefe Clínico de Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona Enric Caceres Palou Jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital del Mar. Barcelona Luis Munuera Jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital La Paz. Madrid Gabriel Herrero-Beaumont Cuenca Jefe de Servicio de Reumatología Fundación Jiménez Díaz. Madrid Federico Navarro Sarabia Jefe de Servicio de Reumatología Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla Pere Benito Ruiz Jefe de Servicio de Reumatología Hospital del Mar. Barcelona Francisco Blanco García Jefe Clínico de Reumatología Hospital Juan Canalejo. La Coruña Isidro Villanueva Investigador Clínico Universidad de Arizona. Tucson. USA PUBLICACIONES PERMANYER www.permanyer.com © 2011 P. Permanyer Mallorca, 310 - 08037 Barcelona Tel.: 93 207 59 20 Fax: 93 457 66 42 www.permanyer.com Dep. Legal: B-48.655/2004 Ref.: 517AB101 Impreso en papel totalmente libre de cloro Impresión: Comgrafic Este papel cumple los requisitos de ANSI/NISO Z39.48-1992 (R 1997) (Papel Permanente) Reservados todos los derechos. Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ninguna parte de esta publicación, ni almacenarse en un soporte recuperable ni transmitirse, de ninguna manera o procedimiento, sea de forma electrónica, mecánica, fotocopiando, grabando o cualquier otro modo. 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Arthros Sumario Guías de tratamiento de la artrosis Editorial ¿Hacia dónde se dirige el futuro terapéutico de la artrosis: tratamientos sistémicos o locales? 5 Artículo de revisión Guías de tratamiento de la artrosis 9 Bibliografia comentada Comparación de las medidas de dolor entre pacientes con osteoartritis J Pain. 15 Viabilidad y objetivos de un programa de ejercicios a domicilio en la mejora del equilibrio y la marcha en mujeres con artrosis o artritis reumatoide de la extremidad inferior: un estudio piloto Arch Phys Med Rehabil. 16 El ácido hialurónico intraarticular aumenta el biomarcador de pérdida de cartílago en pacientes con osteoartritis Clin Rheumatol. 17 Comparación entre la valoración clínica y ultrasonográfica en pacientes con osteoartritis erosiva de las manos Clin Rheumatol. 18 Una elevación de la endoglina circulante y del líquido sinovial está asociada con la gravedad de la osteoartritis primaria de rodilla Arch Med Res. 19 Incidencia del hiperparatiroidismo secundario entre las mujeres posmenopáusicas con osteoartritis de rodilla en etapas finales J Orthop Surg (Hong Kong). 20 La mayoría de pacientes ganan peso en los dos años posteriores a una artroplastia total de rodilla: comparación con un grupo control sano Osteoarthritis Cartilage. 21 Un amplio perfil de expresión genómica indica nuevos genes candidatos a estar asociados con la artrosis Osteoarthritis Cartilage. 22 Cambios en la práctica médica de prescripción de inhibidores de la ciclooxigenasa-2 tras la retirada del mercado del rofecoxib: un estudio retrospectivo de parejas médico-paciente en Taiwán Clin Ther. 23 Pronóstico de las limitaciones en las actividades en osteoartritis de cadera o rodilla: un estudio de cohortes a tres años Arch Phys Med Rehabil. 25 Ultrasonidos terapéuticos para la osteoartritis de cadera o rodilla Cochrane Database Syst Rev. 27 Editorial ¿Hacia dónde se dirige el futuro terapéutico de la artrosis: tratamientos sistémicos o locales? A. Rodríguez de la Serna La osteoartrosis es una de las enfermedades más comunes entre los mamíferos, está aún considerada como una enfermedad del proceso de envejecimiento, caracterizándose por áreas focales de daño en el cartílago articular y asociada a trastornos en el hueso subcondral, que conllevan a una neoformación ósea. En el momento actual existe una avanzada controversia entre qué factores condicionan de una forma particular, entre el cartílago hialino y el hueso subcondral, el inicio y la progresión de la artrosis, y los estudios en modelos animales han llevado a novedosas clasificaciones y nuevos conocimientos sobre formas de artrosis variadas entre diferentes características genéticas. Sin embargo, en este número de la revista Arthros, nos hemos centrado más en el proceso terapéutico, enfocado hacia la práctica clínica, y por ello analizamos en esta editorial si, a la luz de los conocimientos actuales, aquí y ahora, es preferible un tratamiento local o general para la misma. En el artículo de revisión se realiza una actualización de las guías terapéuticas para la osteoartrosis. La artrosis se inicia siempre por una destrucción enzimática de la matriz del cartílago Consultor de Reumatología Servicio de Reumatología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau Barcelona hialino articular. La regulación homeostática del cartílago hialino adulto se lleva a cabo por dos citocinas de acción contrapuesta: la interleucina 1 (IL-1), de acción fundamentalmente destructora, y el factor transformador del crecimiento β (TGF-β), que estimula la síntesis. Las variaciones en el entorno del condrocito son las que producen un predominio de acción catabólica o anabólica (Fig. 1). En el contexto de la enfermedad artrósica predomina el catabolismo. La interleucina 1 estimula la producción de diversas proteasas, entre las cuales destacan la estromelisina, la colagenasa y el activador tisular del plasminógeno. Así mismo, posee la capacidad de suprimir la expresión del ARN mensajero (ARNm) para las microfibrillas del procolágeno tipo II y la síntesis de proteoglicanos por los condrocitos. Entre sus acciones también se encuentra inhibir la hipertrofia de los condrocitos y el inicio de la calcificación del cartílago de crecimiento, además de inducir la producción de prostaglandinas. Recordemos que en todo proceso inflamatorio, y la artrosis lo es, la intención final del mismo es siempre la reparación. Las acciones descritas de la IL-1, además de promover la cascada inflamatoria, se refieren específicamente a actividades tendentes a impedir o retrasar el proceso reparador. Junto con la IL-1 actúa en este proceso catabólico el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), Arthros 6 Osteoartritis Participan en el anabolismo: – Inhibidores de las proteasas – Citocinas antiinflamatorias – Factores de crecimiento: TGF-β y el IGF Participan en el catabolismo: – Encimas proteolítias o proteasas: metaloproteasas – Citocinas proinflamatorias: la IL-1β y el TNF-α – Óxido nítrico Articulación de la rodilla saludable Hipertrofia y espolonamiento del hueso y erosión del cartílago Figura 1. Aspectos metabólicos del cartílago articular. Relación entre el anabolismo y el catabolismo. y se relacionan con la actividad de mensajero del óxido nítrico. La acción reparadora la realiza el TGF-β por su acción fundamental de inhibir la IL-1. Junto con él, se encuentran el factor insulínico de crecimiento (IGF), el factor de crecimiento de los fibroblastos (FGF), el factor estimulador de colonias (CSF) y el factor tisular inhibidor de la metaloproteasa (TIMP). Así mismo, la IL-4 y la IL-6 poseerían una capacidad para inhibir la degradación del cartílago, todos ellos actuando mediante la interacción entre los mismos y no de una forma directa. La reacción de inicio de la enfermedad artrósica es de carácter bioquímico, independientemente de la causa desencadenante. La alteración en la homeostasis iniciando el predominio del catabolismo produce la autodigestión de los componentes de la matriz. Inicialmente se presenta un aumento de la hidratación de la misma y las fibras de colágeno se distorsionan, aumenta la producción de hidrolasas, metaloproteasas, colagenazas, condroitín-sulfato-4, prostaglandinas, radicales superóxidos y disminuye el queratán sulfato. Todo este conjunto de alteraciones conocidas ha conducido al intento de tratar de demostrar el inicio de la enfermedad mediante la detección de algunos de estos productos o sus metabolitos, especialmente en la orina, sangre o líquido sinovial, para llegar a un diagnóstico preclínico de la artrosis. También la detección de este grado de hidratación aumentado se ha valorado como posible prueba diagnóstica mediante resonancia magnética. Como consecuencia de los mismos, aparecen soluciones de continuidad, apreciables mediante microscopía electrónica, en forma de valles superficiales, seguidas de una proliferación fugaz de condrocitos, en un primer intento de reparación, que fracasa, y posteriormente se necrosan. Todavía en este estadio no existe disminución del grosor del cartílago y es un proceso reversible. En el siguiente se forman en la superficie fisuras visibles macroscópicamente, de carácter progresivo y que pueden alcanzar hasta el hueso subcondral, se produce de forma secuencial necrosis de los condrocitos y pinzamiento del cartílago articular . Secundariamente aparece la reacción sinovial de carácter multifactorial. Los sinoviocitos liberan citocinas que presentan como célula diana al condrocito, así como factores de angiogénesis. Los factores inductores de esta sinovitis incluyen las moléculas de proteoglicanos (que se sabe que poseen una marcada capacidad flogótica), liberados desde el cartílago alterado a la cavidad sinovial, juntamente con otras sustancias de la degradación Guías de tratamiento de la artrosis Normal 7 Artrosis Alteraciones patológicas de la osteortritis Cápsula Engrosamiento de la cápsula Cartílago Daño del cartílago Sinovial Hueso Daño del hueso Inflamación de sinovial – Destrucción del cartílago articular que se fragmenta (fibrilación) y se erosiona. – Inflamación y engrosamiento de la cápsula articular y la sinosial. – Engrosamiento del hueso subarticular, con superfície articular ósea muy pulida (eburneacion) – Formación de pequeños quistes en el hueso subcondral – Osteofitos en la periferia de la articulación: protuberancias óseas irregulares – Atrofia muscular Figura 2. Patogenia de la degeneración del cartílago. Comparación morfológica entre la articulación normal y la articulación artrósica. En la articulación artrósica se observa la pérdida del cartílago, el engrosamiento de la cápsula y la inflamación y proliferación de la membrana sinovial. En el margen izquierdo de la figura se esquematizan estos cambios estructurales y sus consecuencias como se observan en los estudios por la imagen: pinzamiento articular, esclerosis del hueso subcondral, quistes óseos, osteofitos e inflamación articular. cartilaginosa, incluyendo partículas de pirofosfato cálcico y prostaglandinas, y posteriormente el proceso se vuelve irreversible por los cambios estructurales secundarios, incluyendo el engrosamiento capsular y las incongruencias articulares mecánicas (Fig. 2). Abundando en este concepto de la artrosis como una enfermedad activa articular, y en contra del antiguo concepto de proceso mecánico pasivo y degenerativo, se encuentra el reconocimiento de los factores genéticos como contribuyentes sustanciales al riesgo de padecer artrosis. Así, se puede reproducir una artrosis prematura en modelos animales mediante la manipulación genética induciendo defectos genéticos en el colágeno, y existen numerosas descripciones de grupos familiares exhibiendo artrosis en relación con alteraciones genéticas en el gen COL2A1 del cromosoma 12, que tipifica al procolágeno tipo II, y también es conocido que la artrosis se asocia con algunos síndromes raros de carácter hereditario (Tabla 1). Cualquier proceso inflamatorio revestiría menor trascendencia y evitaría la cronificación y destrucción si, consecuente al mismo, se lograra llevar a término el proceso de reparación tisular. En el momento actual, la nueva visión de los procesos crónicos se vuelve hacia el fracaso de este proceso reparador. En el caso concreto de la artrosis, la destrucción del cartílago es esencialmente irreversible, dado que no se ha conseguido restaurarlo ad integrum. Probablemente, muchos de los posibles mecanismos de prevención de la disminución de la matriz y la preservación de la función articular deberían actuar en los inicios del estímulo inflamatorio. En el metabolismo normal del cartílago están previstos los procesos de reparación, y los mismos están regulados por citocinas con la intervención activa de los condrocitos, y actúan en combinación a través de los receptores en la superficie de los mismos, Tabla 1. Síndromes familiares con presencia de osteoartrosis precoz – Enfermedad familiar por depósito de cristales de pirofosfato cálcico – Enfermedad familiar por depósito de cristales de hidroxiapatita – Condrodisplasias • Displasia espondiloepifisaria • Síndrome de Stickler (artrooftalmopatía hereditaria) • Displasia de Kniest – Displasia múltiple epifisaria – Condrodisplasia metafisaria Arthros 8 acoplados con la vía de las complejas señales intracelulares. Las condiciones locales, como estímulos mecánicos, tensión de oxígeno y la interacción entre células, influyen en la respuesta de la célula de forma individual a las citocinas y factores de crecimiento. Los factores de crecimiento como el TGF-β y el IGF-1 realizan un efecto protector en el cartílago, estimulando la síntesis de matriz y bloqueando el efecto de la IL-1 y el TNF. El TGF-β es sintetizado por los condrocitos, al igual que el IGF-1, y regula la producción del inhibidor del activador del plasminógeno y de metaloproteinasas (MMP). El factor insulínico de crecimiento 1 presenta muchos de los efectos del TGF−β, pero no posee la capacidad de inducir un efecto tan importante como inductor de la síntesis de proteínas. En circunstancias determinadas, la IL-4, la IL-13 y la IL-10 actúan como agentes antiinflamatorios, inhibiendo la secreción de proteinasas y estimulando la síntesis de matriz nueva en algunas células. Posen la capacidad de inhibir la resorción de la matriz por la IL-1. Los factores de crecimiento derivados de las plaquetas (PDGF) tienen efecto mitogénico sobre los condrocitos y estimulan la producción de colagenaza en los fibroblastos. En consecuencia, todos estos factores, actuando sincrónicamente y en cascada, promueven la reparación de la matriz e inducen el fenómeno reparador. Recientemente, algunos estudios han estimulado los condrocitos con diferentes agentes para promover la síntesis de nueva matriz e investigar si la destrucción del cartílago que se produce en la artrosis puede ser reparada. Diferentes mecanismos, como el cultivo de condrocitos y su reimplantación en el cartílago dañado, el uso de polímeros sintéticos y naturales, y la administración de factores de crecimiento, para inducir la migración de condrocitos hacia la zona de la lesión y la consecuente neoformación de matriz, han sido ensayados, como también la introducción de matriz biodegradable, para actuar como factores quimiotácticos o mitogénicos asociados con factores y hormona del crecimiento, observándose la formación de nueva matriz después de seis semanas. Como se puede observar, la mayoría de estas investigaciones de tipo reparativo se llevan a cabo mediante intervención directa en el cartílago lesionado, lo que implica un tratamiento local. En definitiva, se abre un campo ilimitado de investigación en el cual, sin abandonar los estudios sobre los mecanismos básicos y productores de la inflamación, se tiende a invertir la figura y prestar más atención a los mecanismos finales de la misma, la reparación, pues probablemente si se consiguiera promover y recuperar las lesiones producidas, cambiaría la forma de estudiar y tratar los procesos inflamatorios crónicos, con daño estructural. Paralelamente a lo anterior, recientemente ha sido actualizado el importante papel que los procesos inflamatorios, que afectan a la membrana sinovial, poseen en la artrosis, y particularmente, el papel que juegan los macrófagos en este proceso; sin embargo, al tratar de establecer mecanismos terapéuticos a los mismos, especialmente con tratamientos anticitocinas, se enfrenta la dificultad de poder reclutar pacientes candidatos a los mismos que obligatoriamente tendrían que estar en los procesos iniciales de la enfermedad. Bibliografía Bondeson J, Blom AB, Wainwright S, Hughes C, Caterson B, Van den Berg W. The role of synovial maccrophages and macophageproduced mediators in driving inflammatory and destructive response in osteoarthritis. Arthritis Rheum. 2010;62:647-57. Ehrlich GE. Osteoarthritis beginning with inflammation. Definitions and correlations. Bull World Health Organ. 2003;81:691-3. Lotz M, Blanco FJ, Von Kernpis. Cytokine regulation of chondrocyte functions. J Rheumatol. 1995;22:104-8. MacGregor AJ, Keen RW. The genetic of osteoarthritis. Topical Reviews. 1999;16:1-4. Murphy JM, Fink DJ, Hunziker EB, Barry FP. Stem cell therapy in a caprine model of osteoarthritis. Arthritis Rheum. 2003;48: 3464-74. Roman-Blas JA, Castañeda S, Largo R, Herrero-Beaumont G. Osteoarthritis associated with estrogen deficiency. Arthritis Res Ther. 2009;11:241-2. Seid JM, Rahman S, Graveley R, et al. The effect of interleukin-1 on cytokine gene expression in cultured human articular chondrocytes analysed by messenger RNA phenotyping. Ann Rheum Dis. 1993;36:35-43. Ulrich-Vinther M, Maloney MD, Schwarz EM, Rosier R, O’Keefe RJ. Articular cartilage biology. J Am Acad Orthop Surg. 2003;11:421-0. Artículo de revisión Guías de tratamiento de la artrosis A. Gómez García de Paso1, N. Gutiérrez Medina1, C. Medina Ramírez2 resumen La artrosis es la artropatía más frecuente en los países desarrollados. Según el estudio EPISER1, el 10,2% de los españoles presentan artrosis sintomática de rodilla, el 4,4% de cadera y el 6,2% de manos. El tratamiento es complejo y existen muchas terapias posibles. No obstante, algunos conceptos sobre la artrosis están bien asentados y desde hace ya bastantes años se encuentran guías de su tratamiento. Las guías pretenden ofrecer pautas y mostrar los tratamientos disponibles. Suelen incluir el grado de evidencia y la fuerza de la recomendación. Para realizar sus recomendaciones tienen en cuenta la evidencia y la opinión de los expertos. Las guías están dedicadas, principalmente, a la artrosis de cadera y de rodilla, pues la de manos y columna tiene una evolución menos predecible y su tratamiento es más complejo2. El tratamiento de la artrosis de rodilla y cadera está encaminado a la reducción del dolor y la rigidez, a mantener y mejorar la movilidad, a reducir la discapacidad, a mejorar la calidad de vida, a limitar la progresión del daño articular, y a la educación del paciente sobre la naturaleza de su dolencia y sobre cómo gestionarla. El objetivo de este artículo es revisar las guías clínicas más recientes en el tratamiento de la artrosis. Palabras clave: Osteoartrosis de rodilla. Osteoartrosis de cadera. Guías clínicas. Tratamiento. 1 Servicio de Medicina Física y Rehabilitación Servicio de Anestesia y Reanimación Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín Las Palmas de Gran Canaria 2 10 Introducción Son numerosas las guías que se ocupan de cadera y rodilla (Tabla 1). La European League against Rheumatism (EULAR) publicó sus recomendaciones sobre la artrosis de rodilla3 y cadera4 en 2003 y 2005, respectivamente. Recientemente se han publicado la American Academy of Orthopaedic Surgeon (AAOS5) para la artrosis de rodilla, en 2008, así como la National Institute of Clinical Excellence y la Osteoarthritis Research Society (NICE)6, y en 2009 la Royal Australian Collage of General Practitioners (RACGP)7. Por lo general, las guías coinciden en la mayor parte de sus recomendaciones, pero, también hay algunas diferencias. Los países de origen pueden influir en ellos, ya que tal vez haya terapias a las que no se tenga fácil acceso y, por tanto, no se incluyen en sus recomendaciones. Es posible que escaseen los estudios sobre algunos tratamientos o que éstos no sean de mucha calidad, e incluso, ya que las publicaciones se producen en un momento concreto, pueden quedarse desfasadas y precisar de una actualización. Nosotros vamos a fijarnos preferentemente en las guías EULAR, NICE, AAOS, OARSI y RCGP. La NICE representa de manera gráfica los tratamientos posibles: una elipse con tres anillos. El anillo central presenta el tratamiento básico (educación, pérdida de peso y ejercicio), en el segundo anillo se encuentran el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) tópicos, y en el externo, el resto de las recomendaciones. El tratamiento de la artrosis comprende terapias farmacológicas y no farmacológicas. Terapias no farmacológicas Entre las no farmacológicas en todas se encuentran la educación, el ejercicio y la pérdida de peso. La educación del paciente es apoyada por todas las guías. El objetivo principal es Arthros conseguir que el paciente sea autónomo y se autogestione su problema de artrosis. Todas las guías coinciden en la recomendación del ejercicio. Así, la guía NICE recomienda el ejercicio independientemente de la edad, intensidad del dolor o la discapacidad. Una reciente revisión de la Cochrane8 concluyó que en la artrosis de rodilla el ejercicio tiene beneficio a corto plazo en disminución del dolor y la mejoría de la función; aunque la magnitud del efecto se considera pequeño, es comparable al informado con la de los AINE. Se ha demostrado que tanto los ejercicios de alta intensidad como los de baja intensidad9 son eficaces en la mejoría del estado funcional, la marcha, el dolor y la capacidad aeróbica de las personas con artrosis de rodilla. Los ejercicios que se recomiendan son los aeróbicos, los de fortalecimiento y flexibilidad. Los ejercicios en agua10 también son útiles. La mayoría de las guías recomiendan que los ejercicios deben ser individualizados y de acuerdo con las características y necesidades del paciente. En una revisión publicada por la Cochrane11 en 2010 se encuentra que el ejercicio individualizado y supervisado puede mejorar la adherencia. El factor más importante para el resultado de los ejercicios es la adherencia. Todas las guías recomiendan la pérdida de peso si existe sobrepeso. La reducción de peso12 ha mostrado disminución del dolor y mejoría funcional en la artrosis de rodilla. La obesidad es también un factor de riesgo en el desarrollo y la progresión de la artrosis de rodilla13. En la artrosis de cadera, la influencia es menos importante14. Además, entre las recomendaciones no farmacológicas, se incluyen ortesis y ayudas. La EULAR para el tratamiento de la artrosis recomienda el uso de plantillas y ortesis de rodillas. La guía NICE insta a los profesionales sanitarios a aconsejar sobre el uso de un calzado apropiado. Además, recomienda el uso de plantillas/ortesis como complemento al tratamiento básico de la artrosis, y la OARSI recomienda que todos los pacientes con artrosis de rodilla y cadera deben recibir una apropiada información respecto al calzado, señala que el uso de plantillas en la Guías de tratamiento de la artrosis 11 Tabla 1. Fechas de los últimos estudios revisados Guías Clínicas EULAR OARSI NICE RACGP AAOS Fecha de las últimas publicaciones revisadas por las guías Rodilla: febrero de 2002 Cadera: marzo de 2004 Enero de 2006 Abril de 2007 Julio de 2007 Febrero de 2008 Tabla 2. Recomendaciones farmacológicas Recomendaciones comunes de todas las guías Paracetamol AINE orales AINE tópicos Opiáceos* Infiltraciones corticoides *La AAOS no hace referencia al uso de opiáceos. artrosis de rodilla puede reducir el dolor y mejorar la deambulación, y que los pacientes con artrosis de rodilla del compartimento interno pueden beneficiarse del uso de plantillas con cuña lateral; además, el uso de ortesis en la gonartrosis con leve-moderada inestabilidad en varo o valgo puede disminuir el dolor, mejorar la inestabilidad y disminuir el riesgo de caída. En cambio, la AAOS no recomienda el uso de cuñas laterales en pacientes con artrosis del compartimento interno de rodilla y advierte que es posible que aquellos que no la usen experimenten menos dolor de rodilla; respecto al uso de ortesis de rodilla no se posiciona ni a favor ni en contra del uso de ellas, y según la RACGP el uso de plantillas y ortesis tiene poco o ningún beneficio en la artrosis de rodilla. También existen ayudas para la marcha. La EULAR, entre sus recomendaciones, incluye la utilización de bastones. La guía NICE recomienda las ayudas de la marcha como complemento al tratamiento básico en pacientes con problemas específicos de la vida diaria, y según la OARSI el uso de éstas puede disminuir el dolor en la artrosis de rodilla y cadera. En cambio, ni la AAOS ni la RACGP hacen referencia expresa a las ayudas de marcha. Un tratamiento en el que existen divergencias es el vendaje funcional de la rótula (Patellar taping). La AAOS sugiere el uso del vendaje funcional en la artrosis de rodilla para la disminución a corto plazo del dolor y mejoría de la función; en cambio, la guía RAGCP concluye que existe poca evidencia para apoyar su uso. El resto de las guías no hacen referencia a ello en sus recomendaciones. Por otro lado, tanto la NICE como la OARSI y la RACGP indican como posibles tratamientos para la artrosis la termoterapia y la estimulación eléctrica transcutánea (TENS), mientras que la EULAR y la AAOS no hacen referencia a estos tratamientos. Una revisión de la Cochrane15 ha mostrado disminución del dolor y mejoría de la movilidad articular con la aplicación de masaje con hielo y disminución de la inflamación con aplicación de compresas frías. Algunas guías hacen referencia a la acupuntura. La EULAR no la menciona, pero entre las que sí lo hacen, hay diferencias. Así, la guía NICE no la recomienda y la AAOS se muestra incapaz de elaborar una recomendación a favor o en contra de la acupuntura. Por el contrario, según la OARSI, puede proporcionar beneficio sintomático a los pacientes con artrosis de rodilla, y la RACGP señala que existe alguna evidencia para apoyar el uso de la acupuntura en la artrosis de rodilla. Tratamiento farmacológico Dentro del tratamiento farmacológico se encuentran los fármacos orales, los tópicos y las inyecciones intraarticulares (Tabla 2). Todas las guías recomiendan el uso de paracetamol como analgésico de primera línea para la artrosis, salvo la AAOS, que recomienda paracetamol o AINE. Por su parte, la guía NICE encuentra mucha evidencia Arthros 12 en la artrosis de rodilla y menos en otras localizaciones. La publicación de las recomendaciones de la OARSI de 2008, que incluía una valoración crítica de las guías existentes y una revisión sistemática desde 2002 hasta enero de 2006, recomendaba paracetamol como analgésico de primera línea; sin embargo, en la actualización16 de este estudio, basada en las evidencias recogidas desde enero de 2006 hasta enero de 2009, los autores señalan que el paracetamol no tiene eficacia significativa cuando se consideran únicamente ensayos de alta calidad, no obstante esta conclusión no ha estado exenta de controversia17. Todas las guías recomiendan el uso de paracetamol hasta un máximo de 4 g diarios. En cuanto a los AINE orales, son la segunda opción de analgésicos orales después del paracetamol en todas las guías salvo en la AAOS, que se encuentra al mismo nivel que éste. Se recomienda su uso por sus posibles efectos adversos en la dosis más baja y el menor tiempo posible. Una revisión de la Cochrane18 encontró que el alivio del dolor en pacientes tratados con AINE fue superior a los que tomaron paracetamol, aunque esta diferencia fue modesta. La duración media de estos ensayos fue de seis semanas. Otros fármacos orales utilizados en el tratamiento de la artrosis son los opiáceos. Aunque la AAOS no hace referencia al uso de opiáceos en sus recomendaciones, en el documento publicado por la EULAR se recomiendan en los pacientes en los que los AINE (incluyendo los COXIB) están contraindicados, son ineficaces y/o mal tolerados (grado de evidencia IB). Igualmente, la OARSI recomienda considerar el uso de opiáceos menores para el tratamiento de la artrosis de rodilla y cadera si otros fármacos no han sido efectivos o están contraindicados; respecto a los opiáceos mayores, recomienda usarlos exclusivamente para el dolor intenso en circunstancias excepcionales, y añade que en estos pacientes los tratamientos no farmacológicos deberían continuar y considerarse el tratamiento quirúrgico. Para la RACGP existe buena evidencia para la prescripción de opiáceos menores o mayores con precaución Tabla 3. Tratamiento con condroitín sulfato Recomiendan No recomiendan EULAR – Rodilla: evidencia Ia – Cadera: evidencia Ib Grado de recomendación A NICE RACGP AAOS OARSI – Beneficio síntomas: Ia – Efecto modificador de estructura: Ib para tratar la artrosis moderada o grave (grado A). Por el contrario, la guía NICE encuentra que la evidencia para apoyar el uso de opiáceos en la artrosis es pobre y que no existen buenos estudios al respecto; sin embargo, los recomienda cuando el paracetamol o los AINE tópicos resultan insuficientes en el alivio del dolor. En un metaanálisis, Avouac19, et al. concluyen que los opiáceos comparados con placebo son superiores respecto al dolor y producen pequeños beneficios en la función física. Una reciente revisión de Cochrane20 encontró que los pequeños a moderados efectos beneficiosos de los opiáceos (distintos a tramadol) se ven contrarrestados por sus efectos secundarios. Recomienda que los opiáceos diferentes al tramadol no sean utilizados rutinariamente en la artrosis, incluso aguda. Los fármacos sintomáticos de acción lenta (SYSADOA) incluyen el sulfato de glucosamina, el condroitín sulfato y la diacereína. Respecto al sulfato de glucosamina, la guía NICE y la AAOS no lo recomiendan. Para la RACGP su papel en la artrosis no está totalmente clarificado; los médicos pueden informar de la disponibilidad y la seguridad de estos fármacos (grado C). Sin embargo, el sulfato de glucosamina es una de las recomendaciones de la EULAR y la OARSI. Esta última señala que puede ser beneficioso en pacientes con artrosis de rodilla, y en el caso de ausencia de respuesta en seis meses, el tratamiento debe ser retirado. Las guías NICE, RACGP y AAOS no recomiendan el uso del condroitín sulfato, aunque la OARSI sí y con las mismas recomendaciones que la glucosamina (Tabla 3). Un metaanálisis realizado en 2007 por Reichenbach21, et al. Guías de tratamiento de la artrosis puso en duda la validez terapéutica del condroitín sulfato en el tratamiento de la artrosis. Este metaanálisis ha sido criticado por la presencia de ciertos sesgos que influyen en sus conclusiones22. En 2008, Monfort23 realizó una revisión crítica de cinco metaanálisis (incluyendo el de Reichenbach) y concluyó que el condroitín sulfato tiene una eficacia de leve a moderada para el tratamiento sintomático de la artrosis, con un excelente perfil de seguridad. Ni la AAOS, ni la RAGCP ni la NICE hacen referencia a la diacereína, pero según la OARSI la diacereína podría tener un efecto modificador de la estructura en pacientes con artrosis de cadera. Respecto a este fármaco, una revisión realizada por Fidelix24, et al. para la Cochrane concluye que la diacereína muestra una pequeña disminución del dolor. Otro metaanálisis25 muy reciente muestra concordancia con estos resultados durante los seis primeros meses, a partir de esta fecha los resultados permanecen inciertos. En cuanto a los fármacos tópicos, en las recomendaciones de la EULAR se encuentran los AINE tópicos (grado de evidencia 1B). La guía NICE concluye que existe evidencia del uso de AINE tópicos sobre el placebo y los destaca como fármacos de elección en el tratamiento de la artrosis, junto al paracetamol. La guía OARSI considera también que pueden ser efectivos como coadyuvante y alternativa a otros analgésicos orales, y AINE en la artrosis de rodilla. Para la AAOS la evidencia sugiere un efecto estadísticamente significativo para el alivio del dolor, la rigidez y la función, pudiendo ser una alternativa en pacientes con riesgo gastrointestinal. La guía RACGP informa que hay evidencia para apoyar el uso de AINE tópicos durante cortos periodos de tiempo en la artrosis de rodilla (grado C). Otro fármaco de uso tópico es la capsicina. En la guía NICE está recomendado a personas con artrosis de rodilla como tratamiento complementario. Para la guía RACGP, existe una débil evidencia en el uso de la capsicina durante cortos periodos de tiempo en la artrosis de cadera y rodilla. No existe evidencia científica que compare el uso de capsicina tópica y AINE tópicos. 13 Tabla 4. Infiltraciones intraarticulares con ácido hialurónico Recomendaciones No recomendada EULAR Rodilla: evidencia IB, grado de recomendación B Cadera: evidencia III, grado recomendación C NICE RACGP Cadera OARSI Evidencia Ia, fuerza de recomendación de 64% RACGP Rodilla: grado de recomendación C Otra terapia la constituye el uso de infiltraciones intraarticulares. Aunque la AAOS concluye que no puede recomendar a favor ni en contra del uso del ácido hialurónico en la artrosis de rodilla leve-moderada sintomática, y las guías NICE y RGCAP no encuentran evidencia y no la recomiendan, la EULAR estimó que hay evidencia para el apoyo del ácido hialurónico en la artrosis de rodilla en términos de disminución del dolor (1B) y mejoría funcional (1B) (Tabla 4). La OARSI manifiesta que puede ser útil para la artrosis de rodilla y cadera. Por otro lado, en una revisión de la Cochrane, Bellamy26, et al. concluyeron que la viscosuplementación es un tratamiento beneficioso para la artrosis de rodilla con efectos beneficiosos en la función y la disminución del dolor. En cuanto a las infiltraciones con corticoides, se recomiendan en todas las guías clínicas. La EULAR la recomienda en casos de exacerbación de dolor, especialmente si se acompaña de derrame. La guía NICE señala que las infiltraciones de corticoides deben ser consideradas como un complemento del tratamiento básico de la artrosis en pacientes con artrosis moderada o grave para el alivio del dolor. Según la OARSI, puede utilizarse en pacientes con gonartrosis y coxartrosis, y se deben tener en cuenta, especialmente, en el dolor moderado-intenso en aquellos pacientes que no responden a otros analgésicos, antiinflamatorios y en gonartrosis sintomáticas con derrame u otros Arthros 14 Tabla 5. Infiltraciones intraarticulares con corticoides EULAR Cadera: evidencia IB, grado de recomendación no concluyente Rodilla: nivel de evidencia Ib, grado de recomendación B OARSI Fuerza de recomendación: 78% NICE Complementario del tratamiento básico en AO moderada o grave RCAGP Grado B AAOS Grado B signos locales de inflamación. Tanto la RAGCP como la AAOS la recomiendan para el alivio del dolor a corto plazo en artrosis sintomática (Tabla 5). Una revisión sistemática y metaanálisis27 reciente concluye que los corticoides son más eficaces a corto plazo, a partir de la cuarta semana tienen igual eficacia, y a partir de la octava semana el ácido hialurónico tiene mayor eficacia. A modo de conclusión, podemos decir que en un primer momento deben aplicarse medidas no farmacológicas y a continuación las terapias farmacológicas, teniendo en cuenta el estado del paciente y sus características personales. Asimismo, el paciente debe ser informado de todas las terapias disponibles, las contraindicaciones, los beneficios y su grado de evidencia, para que él pueda intervenir en su tratamiento. Bibliografía 1. Carmona L. Estudio EPISER. Prevalencia e impacto de las enfermedades reumáticas en la población adulta española. Capítulo V: Artrosis. Madrid: MSD y Sociedad Española de Reumatología; 2001. p. 61-75. 2. Ruiz A. Opioides en la artrosis. De las guías a la práctica clínica. Reumatología clínica. 2009;5(2):15-8. 3. Jordan KM, Arden NK, Doherty M, Bannwarth B, et al. EULAR recommendations 2003: an evidence based approach to the management of knee osteoarthritis: Report of a task force of the Standing Committee for International Clinical Studies Including Therapeutical Trials (ESCICIT). Ann Rheum Dis. 2003; 62:1145-55. 4. EULAR evidence based recommendations for the management of hip osteoarthritis: Report of a task force of the Standing Committee for International Clinical Studies Including Therapeutical Trials (ESCICIT). Ann Rheum Dis. 2005 May;64(5):669-81. 5. American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS) Treatment of osteoarthritis of the Knee (non-arthoplasty); 2008. http:/www. aaos.org/Research/guidelines/guide.asp 6. National Collaborating Centre for Chronic Conditions.Osteoarthritis: national clinical guideline for care and manegement in adults. En: (NICE: clinical guideline 59). Londres: Royal College of Physicians; 2008. 7. RACGP Osteoarthritis Working Group.Guideline for the nonsurgical management of hip and knee osteoarthritis (Cited September 2009); Available at: Melbourne: Royal Australian College of General Practice (RACGP) http://www.racgp.org.au/Content/ NavigationMenu/Clinical Resources/RACGPGidelines/ 8. Fransen M, McConell S, Bell M. Exercise for osteoarthritis of the hip or Knee. 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Bibliografía comentada Por el Dr. Vicente Torrente Segarra Servicio de Reumatología Hospital Universitario de la Santa Creu i Sant Pau Barcelona Comparison of pain measures among patients with osteoarthritis Comparación de las medidas de dolor entre pacientes con osteoartritis Allen KD, Coffman CJ, Golightly YM, Stechuchak KM, Voils CI, Keefe FJ J Pain. 2010 Jun;11(6):522-7. Epub 2010 Jan 21 Objetivo: Comparar el dolor medio registrado, valorado al final del día con la media de las puntuaciones de dolor a tiempo real recogido a lo largo del día en pacientes con OA. Métodos: Participantes (n = 157) con OA de mano, cadera o rodilla rellenaron un diario electrónico un día entre semana y un día de fin de semana. Los diarios incluían al menos siete valoraciones del dolor al día, inmediatamente tras levantarse y cada dos horas usando la escala análoga visual (EVA) que puntuaba de 1 a 100 (puntuaciones no vistas por los participantes). Al final de cada diario del día los pacientes puntuaron su dolor medio ese día con la misma EVA. La correlación de Pearson examinó asociaciones entre el dolor medio registrado y la media de puntuaciones de dolor a tiempo real ese día. Modelos mixtos, incluyendo periodos de interacción, examinaron las asociaciones entre el dolor registrado y las medias actuales de puntuación de dolor. Se registraron las siguientes características del paciente: articulación afecta, edad, raza, género, lugar de inclusión en el estudio y dolor incapacitante. Resultados: Se incluyeron 157 pacientes, las correlaciones entre el dolor registrado y las medias de puntuaciones actuales de dolor fueron r = 0,88 para los días entre semana y r = 0,86 para los fines de semana (p < 0,0001). En los modelos mixtos no hubo periodos de interacción significativos para ninguna característica de los pacientes. En resumen, los pacientes con OA registraron detalladamente su dolor medio en un periodo de un día, y eso no difería para ninguna de las características examinadas del paciente. Conclusiones: Este estudio mostró que los pacientes con OA registraban detalladamente el dolor durante un periodo de un día y que esto no difería según las características del paciente. Los resultados de este estudio indican que el dolor registrado al final del día es un método práctico y válido para valorar el dolor medio de los pacientes a lo largo de un día. Comentario: Generalmente pensamos que el dolor de la OA puede ser fluctuante, con periodos de exacerbación en periodos intercrisis. Gracias a este estudio podemos intuir que, a pesar de estas fluctuaciones, el dolor medio diario al final del día (cuando más se manifiesta un dolor típicamente mecánico como es el producido por la OA) refleja el dolor que sufren determinados pacientes. Ello sugiere la necesidad de cobertura analgésica el mayor tiempo posible y de una forma constante. Lo que conlleva la necesidad de hacer uso de analgésicos, idealmente de liberación retardada y que cubran el máximo de tiempo posible, como coadyuvantes al tratamiento específico de la OA (condroitín sulfato, diacereína, sulfato glucosamina). Arthros 16 Feasibility and outcomes of a home-based exercise program on improving balance and gait stability in women with lower-limb osteoarthritis or rheumatoid arthritis: a pilot study Viabilidad y objetivos de un programa de ejercicios a domicilio en la mejora del equilibrio y la marcha en mujeres con artrosis o artritis reumatoide de la extremidad inferior: un estudio piloto Williams SB, Brand CA, Hill KD, Hunt SB, Moran H Arch Phys Med Rehabil. 2010 Jan;91(1):106-14 Objetivo: Evaluar la viabilidad y los resultados en la estabilidad de la marcha y el equilibrio de un programa de ejercicios a domicilio individualizado de cuatro meses en mujeres con AR y OA de afectación en miembro inferior. Métodos: Del total de pacientes (n = 49 mujeres) con AR u OA de extremidad inferior, 39 fueron elegibles para completar el estudio. Tras completar la valoración inicial, todos los participantes recibieron clases a domicilio de ejercicios por parte de un fisioterapeuta experimentado basándose en los hallazgos valorados y en los ejercicios disponibles en los kits comerciales. Todas las mediciones se repitieron cuatro meses después. Resultados: En total, 39 mujeres (edad media de 69,3 años; intervalo de confianza [IC] del 95%: 65,7-72,9) completaron el programa de cuatro meses. Al inicio, el 64% de las participantes informaron de caídas en los 12 meses anteriores y la puntuación media del riesgo de caída fue de 14,5, con un 42% puntuando para un riesgo moderado (16-23). Las pacientes alcanzaron mejoras en el rendimiento en su mayoría en el equilibrio y en medidas relacionadas tras el programa de ejercicios, incluyendo el riesgo de caídas (p = 0,01), niveles de actividad (p = 0,15), miedo a las caídas (p = 0,22), test de alcance funcional (p = 0,001), aumento del índice de sentado a erguido (p = 0,001), ancho del paso al caminar (p = 0,001) e índice de masa corporal (p = 0,006). Conclusiones: Un programa individualizado a domicilio de entrenamiento del equilibrio es viable para mujeres mayores con OA o AR, y puede mejorar la estabilidad durante la marcha y en otras actividades funcionales. Comentario: En muchas ocasiones pensamos que en la visita médica o en la intervención propiamente dicha el paciente aprende, entiende y asume toda información administrada. Obviamente, y si lo permitieran los sistemas de salud, sería ideal poder supervisar a todos los pacientes, realizar un seguimiento intensivo, corregir errores, detectar los mismos. Con este programa individualizado, de atención específica en domicilio, se observa una mayor optimización de los recursos sanitarios si se aplican correctamente y fuera del ámbito sanitario. Esto hace pensar en un mayor aprovechamiento de los recursos sanitarios si éstos son aplicados, incluso en mayor medida, en el domicilio del paciente siempre y cuando sea necesario y plausible. Bibliografía comentada 17 Intra-articular hyaluronic acid increases cartilage breakdown biomarker in patients with knee osteoarthritis El ácido hialurónico intraarticular aumenta el biomarcador de pérdida de cartílago en pacientes con osteoartritis González-Fuentes AM, Green DM, Rossen RD Clin Rheumatol. 2010 Jun;29(6):619-24. Epub 2010 Jan 27 Objetivo: El ácido hialurónico intraarticular ha sido usado en el tratamiento de pacientes con OA de rodilla. A pesar de que su efecto sobre el dolor ha sido bien estudiado, aún no está claro cómo afecta al cartílago articular. Éste es un estudio preliminar para evaluar la cinética del telopéptido-C del colágeno urinario tipo II (CTX-II) como biomarcador de la pérdida de colágeno en respuesta a la inyección intraarticular de ácido hialurónico en pacientes con artrosis sintomática de rodilla. Métodos: Las inyecciones intraarticulares de hialuronato fueron administradas a 10 pacientes con OA sintomática de rodilla. Se obtuvo al inicio una muestra de CTX-II urinario antes de cada inyección y una vez cada semana durante un total de seis meses. Se midió el CTXII urinario usando un kit CartiLaps(c) ELISA. Resultados: Hubo un incremento estadísticamente significativo (p = 0,0136) en el CTX-II una semana después de la tercera inyección intraarticular de ácido hialurónico (6.216 ng/mmol ± 4.428) comparado con los niveles basales (2.233 ng/mmol ± 1.220). Este incremento en el CTX-II fue mantenido durante los seis meses de seguimiento (mediciones repetidas ANOVA, p < 0,015). Conclusiones: Éste es el primer estudio de cambios en biomarcadores de OA tras la inyección intraarticular de ácido hialurónico en pacientes con OA sintomática de rodilla. Contrariamente a nuestra hipótesis inicial de que los niveles de CTX-II deberían disminuir tras las inyecciones intraarticulares de ácido hialurónico, encontramos un incremento significativo de los niveles de CTX-II urinario que se mantuvo a lo largo del estudio. Estas observaciones sugieren que las inyecciones intraarticulares de ácido hialurónico podrían acelerar la pérdida de cartílago en pacientes con OA sintomática de rodilla. El mecanismo responsable es desconocido y garantiza futuros estudios. Comentario: En investigación básica muchas veces existen hallazgos controvertidos como el del presente estudio. El hialuronato es una molécula que se ha mostrado eficaz para el tratamiento local de articulaciones con OA, como complemento de terapias de fondo como los condroprotectores (condroitín sulfato, diacereína, sulfato glucosamina) en la reducción del dolor. Y así lo corrobora la experiencia de los diferentes grupos de trabajo. De forma paradójica, esto no se traduce en una disminución de los productos de degradación del colágeno tipo II en orina. Esto no significa que esta terapia sea inefectiva, lo que sí orienta es a que existen diferentes factores que desconocemos por los que puede reducir la inflamación y el dolor en una rodilla artrósica, pero no consigue frenar la destrucción de colágeno tipo II. Lógicamente, futuros estudios aclararán estos hallazgos, pero no podemos desmerecer, por lo menos desde la experiencia personal, el uso de terapias complementarias como el hialuronato en aquellos pacientes que sí han respondido. Arthros 18 Comparison between clinical and ultrasonographic assessment in patients with erosive osteoarthritis of the hands Comparación entre la valoración clínica y ultrasonográfica en pacientes con osteoartritis erosiva de las manos Koutroumpas AC, Alexiou IS, Vlychou M, Sakkas LI Clin Rheumatol. 2010 May 29;5:511-6 Objetivo: Valorar la fiabilidad del examen clínico en pacientes con osteoartritis erosiva (EOA) comparado con US. Métodos: Pacientes con EOA se sometieron a un examen clínico para valorar la sensibilidad articular, la hinchazón de la articulación y la inflamación, por dos exploradores independientes. Todos los pacientes fueron también examinados mediante US por un radiólogo independiente. Resultados: Se incluyeron 18 pacientes, la concordancia interobservador fue moderada para la hinchazón articular y la sensibilidad articular, y bastante grande para la inflamación articular (κ = 0,513, 0,448, y 0,402, respectivamente). Los US detectaron de forma significativa más articulaciones inflamadas que el examen clínico. La sensibilidad y la especificidad del examen clínico para la inflamación articular fue de 0,12 y 0,95, respectivamente. La valoración clínica para la hinchazón articular, la sensibilidad y la inflamación se correlacionaron todas con el estado funcional, valorado por el índice funcional para la OA de la mano (FIHOA), mientras que las valoraciones de US de las articulaciones para la inflamación no se correlacionaron con el FIHOA. No se encontró ninguna correlación entra la valoración clínica y US y la EVA en pacientes con EOA. Conclusiones: Los ultrasonidos pueden suplementar la valoración clínica de los pacientes con EOA, dado que detectaron inflamación articular subclínica que podría acelerar el daño articular y la incapacidad funcional. Comentario: En la misma medida en la que en AR los US están aportando nuevos conocimientos, parece que el uso de éstos en OA podría ser beneficioso de cara a detectar estados latentes de actividad, no detectables por exploración física. Esto conllevaría una mejor valoración de la enfermedad, una mejor previsión de daño estructural a largo plazo. Aun así, esta mejor detección no se correlacionó con una peor valoración de la capacidad funcional o del dolor, pero es muy probable que a mayor grado de inflamación, mayor destrucción articular posterior, algo no valorable realizando únicamente un punto de corte como el de este estudio. Así pues, y todavía a modo de investigación, la inclusión de los US en el estudio de la OA debería ser obligatorio en los centros de referencia para evaluar la progresión radiológica de estas articulaciones inflamadas no detectadas a la exploración, y evaluarlas también en los pacientes que inicien condroprotectores (condroitín sulfato) en ese momento. Bibliografía comentada 19 Elevated circulating and synovial fluid endoglin are associated with primary knee osteoarthritis severity Una elevación de la endoglina circulante y del líquido sinovial está asociada con la gravedad de la osteoartritis primaria de rodilla Honsawek S, Tanavalee A, Yuktanandana P Arch Med Res. 2009 Oct;40(7):590-4 Objetivo: La osteoartritis es una enfermedad crónica degenerativa de la sinovial articular caracterizada por la pérdida de cartílago articular, formación de osteófitos y alteraciones del hueso subcondral. El objetivo de este estudio fue evaluar los niveles de endoglina tanto en plasma como en el líquido sinovial en los pacientes con OA primaria de rodilla y su correlación con la gravedad de la enfermedad. Métodos: En total, 39 pacientes con OA primaria de rodilla y 15 controles sanos fueron reclutados para este estudio. Se llevó a cabo una graduación radiológica de la OA usando la clasificación de Kellgren y Lawrence. Se analizaron las concentraciones en plasma y líquido sinovial de endoglina usando un ELISA. Resultados: El valor medio de la endoglina en plasma en pacientes con OA fue significativamente mayor comparado con los controles sanos (5,16 ± 0,22 vs 4,43 ± 0,3 ng/ml; p = 0,03). Aunque los niveles de endoglina en el líquido sinovial fueron mayores respectos a sus muestras respectivas de plasma, la diferencia no fue significativa (5,41 ± 0,32 vs 5,16 ± 0,22 ng/ml; p = 0,3). Además, los niveles de endoglina en plasma mostraron una correlación positiva con los niveles de endoglina en líquido sinovial (r = 0,52; p = 0;001). Análisis adicionales revelaron que los niveles de endoglina en plasma se correlacionaban significativamente con la gravedad de la enfermedad (r = 0,38; p = 0,02). Más aún, los niveles de endoglina en líquido sinovial también se correlacionaron positivamente con la gravedad de la enfermedad (r = 0,55; p = 0,001). Conclusiones: Estos hallazgos indican que la endoglina en plasma y en líquido sinovial está correlacionada con el daño articular progresivo en la OA de rodilla. La endoglina parece ser un biomarcador útil para determinar la gravedad de la enfermedad y podría jugar un papel en la patogénesis de la OA. Comentario: La endoglina es una glicoproteína de membrana relacionada con la angiogénesis. En este trabajo se trata de relacionar su presencia a la aparición de fenómenos degenerativos que podrían conducir a la OA. Sin encontrar diferencias a nivel sinovial, la mayor presencia a nivel vascular (plasma) sí podría indicar que podría formar parte de un proceso activador del catabolismo a nivel del cartílago articular, posiblemente implicando otros factores que actuarían en respuesta a la presencia de esta molécula. Aun así, es pronto para manifestar una causalidad de esta glicoproteína en la OA, pero habrá que estar atentos a posibles nuevos hallazgos acerca de esta molécula y sus consecuencias. Arthros 20 Incidence of secondary hyperparathyroidism among postmenopausal women with end-stage knee osteoarthritis Incidencia del hiperparatiroidismo secundario entre las mujeres posmenopáusicas con osteoartritis de rodilla en etapas finales Papavasiliou KA, Kenanidis EI, Potoupnis ME, Sarris IK, Kirkos JM, Kapetanos GA J Orthop Surg (Hong Kong). 2009 Dec;17(3):310-2 Objetivo: Evaluar la incidencia del hiperparatiroidismo secundario (SH) entre las mujeres posmenopáusicas con un recambio articular total de rodilla programado (TKR). Métodos: En total, 283 mujeres caucásicas posmenopáusicas con edades entre 49 y 81 años (media de 70 años) con artrosis de rodilla en estadio final fueron seleccionadas para llevar a cabo un TKR. Habían sido menopáusicas entre 7 y 31 años (media de 19 años). Se midieron sus niveles preoperatorios de hormona paratiroidea intacta (I-PTH), calcio, fósforo, creatinina y aclaramiento de creatinina. Resultados: En total, 100 pacientes tenían niveles anormalmente elevados de I-PTH. La incidencia global de SH fue del 35%. Los niveles séricos de calcio y fósforo estaban elevados en 33 y 12 pacientes, respectivamente. El nivel sérico de I-PTH se correlacionó positivamente con la edad de los pacientes (r = 0,158; p = 0,008) y con el nivel de creatinina (r = 0,138; p = 0,021), y negativamente con el aclaramiento de creatinina (r = –0,169; p = 0,004). Conclusión: El SH es frecuente entre las mujeres posmenopáusicas, y podría afectar a la salud del hueso y a la fijación del implante. Se recomienda la medición preoperatoria de los niveles séricos de PTH en mujeres posmenopáusicas con una TKR programada. Comentario: El hiperparatiroidismo es bien conocido por tener un efecto deletéreo en el metabolismo P/CA del hueso. Conllevaría en última instancia a grados avanzados de osteoporosis por reabsorción ósea del calcio óseo. Se ha sugerido en los últimos años la posibilidad que esta situación, un peor metabolismo óseo, pudiera generar una mala implantación de prótesis articulares. Si bien es cierto, la situación de SH podría estar muy relacionada con su situación funcional renal, con los niveles de vitamina D, y con el sedentarismo y menor exposición solar, incluso más que con la presencia de una OA de rodilla. De este estudio se deduce precisamente que a mayor nivel de creatinina o menor aclaramiento (peor función renal, que equivale a menor activación de vitamina D), la I-PTH se podría elevar de forma secundaria. En muchos casos, el SH se corrige mediante la adición de vitamina D, por lo que la mejor sugerencia a este grupo de pacientes sería primero el cálculo de niveles de vitamina D y, posteriormente, su adición al tratamiento de la OA. Bibliografía comentada 21 Most patients gain weight in the 2 years after total knee arthroplasty: comparison to a healthy control group La mayoría de pacientes ganan peso en los dos años posteriores a una artroplastia total de rodilla: comparación con un grupo control sano Zeni JA Jr y Snyder-Mackler L Osteoarthritis Cartilage. 2010 Apr;18(4):510-4 Objetivo: Mientras que la artroplastia mejora la capacidad funcional de las personas con artrosis (OA) grave de rodilla, los efectos a largo plazo de una intervención quirúrgica sobre la masa corporal no se habían evaluado. El objetivo de este estudio fue determinar si la reducción en el índice de masa corporal (IMC) seguía a la artroplastia total unilateral de rodilla (TKA), comparado con un grupo control sano emparejado por la edad que no había sido sometido a cirugía. y el grupo del sujeto. El IMC mostró un aumento significativo tras dos años en el grupo sometido a cirugía (p < 0,001), pero no en el grupo control (p = 0,842). El 66% de los pacientes en el grupo quirúrgico ganaron peso tras dos años, con una media de ganancia de 6,4 kg (o 14 libras), dos años tras la visita inicial de terapia física. El nivel educativo, el estado civil, el nivel económico y el nivel de actividad previo a la cirugía no se relacionaron con la ganancia de peso posterior a la cirugía. Métodos: En total, 106 adultos con artrosis unilateral de rodilla en estadio final y 31 personas sin dolor de rodilla participaron en el estudio prospectivo longitudinal. Los sujetos con OA se sometieron a un TKA y recibieron rehabilitación en las consultas externas. Se midieron la talla, el peso y la capacidad funcional autopercibida al inicio y tras dos años de seguimiento. Conclusión: La mayoría de sujetos ganaron peso tras la cirugía, y esto no puede ser atribuido a los efectos del envejecimiento. La ganancia de peso tras la TKA debería ser tratado como una entidad independiente, ya que las mejoras tras el tratamiento ortopédico no dan como resultado una pérdida de peso. Los cuidados postoperatorios deberían incluir el acceso a profesionales de la nutrición, además de a servicios de terapia médica o física. Resultados: Hubo un efecto de interacción significativa entre el IMC a lo largo del tiempo Comentario: La obesidad es uno de los principales factores desencadenantes de la OA de rodilla en nuestro medio. Las actitudes que toma la población intervenida de prótesis total de rodilla (PTR) no es, ni de lejos, la adecuada. Este trabajo destaca que la mayoría de pacientes intervenidos presenta no solo un peso inadecuado, sino un aumento del mismo en los años posteriores a la cirugía. En el día a día observamos pacientes con sobrepeso y obesidad que deben asumir su corrección para optimizar la implantación de una prótesis de rodilla y su correcta rehabilitación, tratamientos muy costosos como para no realizar determinadas acciones de forma personalizada en los años siguientes a su realización. Es por ello que debemos concienciar cada día y en cada ocasión a las personas que padecen OA de rodilla y preveamos una mala evolución clínica. Arthros 22 Genome-wide expression profiling reveals new candidate genes associated with osteoarthritis Un amplio perfil de expresión genómica indica nuevos genes candidatos a estar asociados con la artrosis Karlsson C, Dehne T, Lindahl A, et al. Osteoarthritis Cartilage. 2010 Apr;18(4):581-92 Objetivo: Aunque la matriz extracelular (ECM) es el elemento funcional en el cartílago articular y su degradación es el elemento patogénico principal en la artrosis (OA), es esencial aumentar el conocimiento sobre el fenotipo celular en la OA. El objetivo de este estudio es dar una imagen más completa de las alteraciones celulares y moleculares detectadas en el cartílago con OA. Materiales y métodos: Se recolectaron biopsias de cartílago articular humano de donantes con signos macro y microscópicos de OA, así como de donantes sin historia previa de OA y con cartílago microscópicamente intacto. Se aisló el ARN de las biopsias y se sometió todo el genoma a un análisis de microarray. Se verificaron resultados del análisis microarray usando reacción en cadena de la polimerasa (PCR) a tiempo real e inmunohistoquímica. Resultados: Nuestros resultados revelan varios nuevos genes candidatos a estar asociados con la OA y a tener una expresión más importante en el cartílago con OA que en el cartílago de donante normal, incluyendo genes implicados en la formación de hueso (CLEC3B, CDH11, GPNMB, CLEC3A, CHST11, MSX1, MSX2) y genes que codifican para colágeno (COL13A1, COL14A1, COL15A1, COL8A2). Discusión: Este estudio es el primero en llevar a cabo un análisis completo de la expresión génica en el cartílago humano con OA comparándolo con cartílago control de donantes, buscando signos macro y microscópicos de OA usando microarrays recientemente desarrollados que contienen todo el genoma humano. Nuestros estudios podrían confirmar ampliamente los datos previamente publicados sobre muchas características de la OA y también añadir un abanico de genes a la lista de genes conocidos por ser expresados de forma diferenciada en la OA. Comentario: En el estudio de las enfermedades reumatológicas, es cada vez más evidente la implicación de factores genéticos para que éstas aparezcan en determinados sujetos. Este estudio demuestra la necesidad de ampliar conocimientos en esta área, ya que se han identificado nuevos genes que estarían implicados en la destrucción del cartílago articular, y la consiguiente aparición de la OA. Así pues, aclarar las alteraciones fenotípicas que ocurren en el cartílago con OA es importante para el desarrollo de tratamientos efectivos contra la OA. Bibliografía comentada 23 Changes in physicians’ practice of prescribing cyclooxygenase-2 inhibitor after market withdrawal of rofecoxib: a retrospective study of physician-patient pairs in Taiwan Cambios en la práctica médica de prescripción de inhibidores de la ciclooxigenasa-2 tras la retirada del mercado del rofecoxib: un estudio retrospectivo de parejas médico-paciente en Taiwán Hsiao FY, Tsai YW, Huang WF Clin Ther. 2009 Nov;31(11):2618-27 Objetivo: La seguridad en lo que se refiere a los eventos vasculares graves asociados con el uso de inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa 2 (COX-2) dieron lugar a la retirada del mercado del rofecoxib. Usando la base de datos del Seguro Nacional de Salud de Taiwán (2003-2004), este estudio de cohortes retrospectivo valoró los cambios en la práctica de los médicos a la hora de prescribir inhibidores de la COX-2 tras la retirada del mercado del rofecoxib. Métodos: Se identificaron pacientes con artritis reumatoide (AR) u OA usuarios crónicos de inhibidores de la COX-2 antes de la retirada del mercado del rofecoxib. Los usuarios crónicos elegibles fueron pacientes que recibieron tres o más prescripciones consecutivas de celecoxib o rofecoxib para tratar la AR o la OA entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de 2004. La variable principal valorada en este estudio fue el volumen de celecoxib prescrito a cada paciente por su médico en la primera visita posretirada en relación a la AR o la OA. Por cada médico emparejado calculamos los índices de prescripción antes y después de la retirada del rofecoxib para valorar los cambios en la prescripción. Un mayor valor del índice representaba menos potencial para que pacientes con historia de eventos cardiovasculares que eran visitados por un médico recibieran una prescripción de inhibidores de la COX-2. Se usó un modelo de análisis en dos fases para valorar los cambios en la práctica de prescripción de los médicos tras la retirada del rofecoxib, y en el volumen de prescripción de inhibidores de la COX-2 para cada paciente emparejado por su médico. Resultados: De los usuarios crónicos de inhibidores de la COX-2 identificados, 13.101 estaban tomando celecoxib y 8.763 rofecoxib antes de que fuese retirado del mercado. La preocupación por la seguridad tras la retirada del mercado del rofecoxib disminuyó el volumen de prescripción de inhibidores de la COX-2 por los médicos, particularmente en los pacientes que habían recibido previamente rofecoxib. Tras la retirada del rofecoxib, el 72,5% de los previamente usuarios del rofecoxib (n = 6.353) y el 49,5% de los previamente usuarios del celecoxib (n = 6.485) dejaron de tomar inhibidores de la COX-2. Solo el 27,5% de los usuarios de rofecoxib (n = 2.410) cambiaron a celecoxib tras la retirada del rofecoxib. Aun así, la prescripción de celecoxib aumentó, desde el inicio hasta tres meses tras la retirada del rofecoxib: de 0,66 a 0,79 para médicos de centros académicos y de 0,71 a 0,82 para médicos de hospitales urbanos, de 0,77 a 0,88 para médicos de hospitales locales y de 0,86 a 0,92 para médicos de atención primaria. Tras hacer un ajuste demográfico, el análisis de regresión lineal mostró que cambios en las prácticas de prescripción tras la retirada del rofecoxib 24 afectaron al volumen de prescripción de inhibidores de la COX-2 de forma significativa (p < 0,001). Conclusiones: El volumen de prescripción de celecoxib se redujo mucho tras la retirada Arthros del rofecoxib del mercado. La práctica en la prescripción de inhibidores de la COX-2 de los médicos cambió significativamente tras la retirada del rofecoxib y tuvo un impacto significativo en el volumen posretirada de celecoxib prescrito. Comentario: La práctica médica está muy influenciada por uno de nuestros axiomas principales: no aumentar el daño que ya existe como consecuencia de una intervención médica. Si bien los ensayos clínicos tratan de cubrir la mayoría de necesidades en cuanto a seguridad y eficacia, en la práctica médica podemos encontrar diferentes reacciones. El uso de COX-2 ha aumentado con los años, por tener diferentes moléculas y mayor conocimiento de ellas, así como fracasos terapéuticos con los AINE clásicos. Éstos no están exentos de efectos secundarios, si bien hasta ahora una alarma como hubo con rofecoxib no ha aparecido. El uso de AINE y COX-2 tiene un perfil de seguridad alto si individualizamos el tratamiento y no hacemos un uso desmesurado. El uso de cualquier terapia viene influenciada por la experiencia de otros compañeros, y no es de extrañar que el uso de COX-2 disminuyera a raíz de los efectos adversos evidentes de un fármaco de la misma familia. Aun así, cada fármaco tiene sus propiedades, y con la experiencia hemos observado que los demás COX-2 tienen un buen perfil de seguridad y, casi tan importante, son muy eficaces en tratamientos a medio-largo plazo en enfermedades tan refractarias como la OA y la AR. Bibliografía comentada 25 Prognosis of limitations in activities in osteoarthritis of the hip or knee: a 3-year cohort study Pronóstico de las limitaciones en las actividades en osteoartritis de cadera o rodilla: un estudio de cohortes a tres años Van Dijk GM, Veenhof C, Spreeuwenberg P, et al. Arch Phys Med Rehabil. 2010 Jan;91(1):58-66 Objetivo: Describir el curso de las limitaciones en las actividades en pacientes ancianos con OA de rodilla o cadera tras un periodo de seguimiento de tres años, e identificar los factores pronósticos en el curso de la limitación de las activi dades, centrándose en las funciones corporales, comorbilidad y funcionalidad cognitiva. Métodos: Estudio de cohortes longitudinal con tres años de seguimiento. Las mediciones se hicieron anualmente. Los análisis estadísticos incluyeron T tests, análisis de regresión univariable. Se desarrollaron en centros de rehabilitación y hospitales en Holanda, a pacientes con OA de rodilla y cadera. Se midieron los cambios percibidos por el paciente, limitaciones autoinformadas en las actividades medidas por WOMAC (Cuestionario Western Ontario y McMaster de osteoartritis) y limitaciones observadas en las actividades. Factores pronósticos: datos demográficos, datos clínicos, función corporal (dolor, rigidez muscular, rango de movimiento [ROM]), y comorbilidad y funcionalidad cognitiva (deterioro cognitivo, memoria, atención). Resultados: En pacientes (n = 237) con OA de cadera o rodilla, las limitaciones autoinformadas en las actividades medidas mediante el WOMAC mejoraron ligeramente tras un seguimiento de tres años. En OA de rodilla se redujo el ROM al año de seguimiento (β = 0,120), se incrementó el dolor al año de seguimiento (β = –0,177), y un mayor cómputo de morbilidad (β = –0,180) predijo un empeoramiento de las limitaciones autoinformadas en las actividades. En la OA de cadera, se redujo el ROM al año de seguimiento (β = 0,201 para la rotación externa y β = 0,144 para la extensión de rodilla), aumentó el dolor al año de seguimiento (β = –0,134), mayor cómputo de morbilidad (β = –0,220), o la presencia de enfermedad cardíaca de moderada a grave (β = –0,214) y peor función cognitiva (β = 0,181) predijeron empeoramiento de las limitaciones en las actividades. Las limitaciones basadas en el rendimiento en las actividades medidas por el time walking test no cambiaron tras tres años de seguimiento. En la OA de rodilla disminuyó la fuerza muscular al año de seguimiento (β = –0,272) y un mayor cómputo de morbilidad (β = 0,199) predijo un empeoramiento en las limitaciones basadas en el rendimiento. En la OA de cadera un mejor ROM (β = 0,182), un mayor cómputo de morbilidad (β = 0,232) o la presencia de enfermedad cardíaca de moderada a grave y enfermedad de ojooído-nariz (β = 0,210 y β = 0,188,respectivamente) y una edad mayor (β = 0,355) predijeron un empeoramiento en las limitaciones de las actividades basadas en el rendimiento. Conclusiones: A pesar de todo, a nivel de grupo, las limitaciones en las actividades de pacientes con OA de cadera o rodilla 26 reclutados de hospitales y centros de rehabilitación parecieron bastante estables durante los tres primeros años de seguimiento. De todas formas, a nivel individual hubo variaciones considerables. Los factores Arthros pronósticos para el empeoramiento en la limitación de las actividades incluían el aumento del dolor, ROM reducido, fuerza muscular, mayor cómputo de morbilidad y menor funcionalidad cognitiva. Comentario: Como bien es sabido, la OA es una enfermedad limitante, más a mayor grado de la enfermedad, ya sea por incapacidad o dolor. Cuando afecta a rodilla y cadera, dificulta la deambulación y, por lo tanto, genera mayor dificultad en las relaciones sociales, actividades diarias y de higiene personal. En este estudio se demuestra que no solo por la OA per se ocurre lo mencionado, sino también por la presencia de otros factores, a saber: mayor comorbilidad y deterioro cognitivo. Todo ello proporciona una gran pérdida de calidad de vida a nuestros pacientes, por lo que el grado de sensibilización en este último grupo debe ser mayor, si cabe, para tratar de reducir al máximo los factores limitantes como el dolor o la progresión de la enfermedad. Bibliografía comentada 27 Therapeutic ultrasound for osteoarthritis of the knee or hip Ultrasonidos terapéuticos para la osteoartritis de cadera o rodilla Rutjes AW, Nüesch E, Sterchi R, Jüni P Cochrane Database Syst Rev. 2010 Jan;20(1):CD003132 Objetivos: Comparar ultrasonidos (US) terapéuticos con placebo o una intervención terapéutica no específica en términos de efectos sobre el dolor y la función en pacientes con OA de cadera o rodilla. La OA es la forma más frecuente de enfermedad articular y la causa principal de dolor e incapacidad física en los ancianos. Los US terapéuticos son una de las varias modalidades terapéuticas físicas sugeridas para el manejo del dolor y la pérdida funcional debida a la OA. Métodos: Estudio de revisión donde se incluyeron los estudios aleatorizados o casi aleatorizados que comparaban los US terapéuticos con una falsa intervención o una no intervención en pacientes con OA de cadera o rodilla. Dos revisores diferentes extrajeron los datos usando formularios estandarizados. Se contactó a los investigadores para obtener información perdida sobre objetivos. Se calcularon las diferencias medias estandarizadas para el dolor y la función, y el riesgo relativo para los objetivos de seguridad. Los estudios se combinaron usando un metaanálisis de varianza inversa de efectos aleatorios. Resultados: Comparada con la versión previa de la revisión, se identificaron cuatro estudios adicionales, que dieron como resultado la inclusión de cinco pequeños estudios con un total de 341 pacientes con OA de rodilla. Se evaluaron dos US pulsados, dos continuos y unos tanto pulsado como continuo. La calidad metodológica y la calidad de los informes fueron pobres, y se reveló un alto grado de heterogeneidad entre los estudios para la función. Para el dolor hubo un efecto a favor de la terapia de US, que se corresponde con la diferencia entre las puntuaciones para el dolor entre el grupo US y el control de 1,2 cm en un EVA de 10 cm (IC 95%: –1,9- –0,6 cm). Para la función encontramos una tendencia a favor de los US, que se correspondía con la diferencia en las puntuaciones de función de –1,3 unidades en la escala WOMAC estandarizada para la discapacidad que va de 0 a 10 (IC 95%: –3,00,3). La seguridad se evaluó en dos estudios que incluían 136 pacientes; no se produjo ningún efecto adverso, efecto adverso serio o abandono debido a efectos adversos. Conclusiones: En contraste con la versión previa de esta revisión, nuestros resultados sugieren que los US terapéuticos podrían ser beneficiosos para los pacientes con OA de rodilla. Debido a la baja calidad de la evidencia no estamos seguros sobre la magnitud de los efectos sobre el alivio del dolor y sobre la función. Los US terapéuticos son ampliamente utilizados por sus beneficios potenciales tanto en el dolor de rodilla como en la función, que podría ser clínicamente relevante. Así pues, estarían justificados estudios adecuadamente diseñados y con un poder adecuado. 28 Arthros Comentario: La terapia farmacológica combinada con la fisioterápica y rehabilitadora es un hábito común en el tratamiento de la OA. Tanto por sus propiedades analgésicas como antiinflamatorias, los US pueden ser muy útiles en el tratamiento de este proceso crónico. Ayudan a disminuir el dolor y la inflamación, y son el complemento ideal para aquellos pacientes refractarios o intolerantes al uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y/o analgésicos. Esta revisión, si bien no aporta grandes evidencias, en parte por la falta de estudios controlados, permite sugerir los US a todos los pacientes afectos de OA de rodilla.