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Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC ASOCIACIÓN MAPUCHE NE WENTÜN: IMPLEMENTACIÓN DE SALUD INTERCULTURAL EN EL CONTEXTO URBANO1 Cecilia Díaz Cárcamo y Paloma González Fernández Escuela de Antropología, Universidad Academia de Humanismo Cristiano 2013 1 Documento de Trabajo: NO CITAR SIN AUTORIZACIÓN DE LAS AUTORAS. 1 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC Resumen Los procesos de organización y movimiento de los grupos indígenas iniciados en el siglo XX y que continúan hasta el presente, han marcado el desarrollo de la política no sólo en América Latina sino alrededor de todo el mundo. No sólo por la importancia que ha cobrado el tema indígena en los contextos específicos de cada Estado nacional, sino también porque se han incorporado y resignificado nuevas formas de organización y con esto han instalado un cuestionamiento en la estructura del Estado y la noción de ciudadanía. El presente trabajo de investigación buscó principalmente indagar en la implementación del programa de salud intercultural impulsado desde la Municipalidad de Ñuñoa y la Asociación Ne Wentün hacia los habitantes de la comuna de Ñuñoa, específicamente en el Centro de Salud Familiar Salvador Bustos, como forma en la cual un grupo de mapuche nacidos en Santiago rescatan y difunden su cultura para con esto hacerse visibles en la ciudad. Palabras Clave: Mapuche urbano, salud intercultural, medicina mapuche, autonomía, visibilización, etnogubernamentalidad. 2 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC Los resultados del censo de 1992 indicarían una cifra que sorprendería a toda la comunidad nacional, y que puso en el tapete la cuestión indígena, donde las autoridades, como además intelectuales y académicos, se ven obligadas a replantearse muchas de las percepciones y programas destinados a los indígenas, esto, ya que se ha dejado sin respuestas claras a las emergentes demandas de los miles de mapuche que, en ese entonces, comenzaron a encontrarse, visibilizarse y verse las caras en las ciudades (Campos 2008). La ley N°19.253, Ley indígena chilena, decreta lo siguiente: “Es deber de la sociedad en general y del Estado en particular, a través de sus instituciones respetar, proteger y promover el desarrollo de los indígenas, sus culturas, familias y comunidades, adoptando las medidas adecuadas para tales fines” (Ley Indígena 1993:1), pero a medida que se desarrollan los artículos de la ley no aparece mención al ámbito de la salud ni sobre la medicina tradicional indígena como elemento cultural necesario de ser asegurado por el Estado. Esta ley fue dictada el año 1993, mismo año en que la Declaración de Barbados señalaba que “Los pueblos indígenas tienen derecho innegable a su historia y herencia cultural” (Declaración de Barbados 1993) viendo también como obligación del Estado y de la sociedad civil promover un proceso efectivo y ordenado de “devolución de los conocimientos que se han acumulado sobre dichos pueblos” (Declaración de Barbados 1993), mas declara explícitamente en relación al ámbito de la salud que “El gremio médico debería rechazar su participación en el control de la natalidad, como mecanismo para atemperar algunos problemas económicos y sociales en las comunidades indígenas, siempre vulnerables en su integridad demográfica. Asimismo, habría de colaborar en forma más decidida y comprometida en la elaboración y aplicación de políticas de salud preventivas y curativas, incluyendo la legitimación de la etnomedicina como aporte fundamental de las culturas étnicas para toda la humanidad.” (Declaración de Barbados 1993). Entendiendo también que la salud es un derecho fundamental de toda la humanidad, al tiempo que se expresa en los tratados internacionales la necesidad de que los pueblos originarios alrededor del mundo puedan llevar sus vidas de acuerdo a sus preceptos culturales, surgen distintas manifestaciones de la búsqueda de aunar ambas exigencias en la implementación de propuestas, tanto institucionales como autogestionadas de salud intercultural. En este marco es que surge, entre otras instancias a nivel nacional y regional, el nuevo espacio intercultural en el Cesfam Salvador Bustos de Ñuñoa, Santiago. El recinto ubicado al interior del Cesfam Salvador Bustos, ubicado en la calle Grecia con Juan Moya, se implementa en un intento de 3 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC darle un espacio a la salud de los pueblos originarios, específicamente en base a la cultura e identidad mapuche. Se trata de un sector del Centro de Salud Familiar en que, con la ayuda de la Asociación Mapuche Newentun, quienes asisten al centro de salud podrán tomar contacto con métodos de sanación ancestrales, que les permitan complementar sus tratamientos de enfermedades, recibir información del Programa Especial de Salud y Pueblos Indígenas (PESPI) y participar en otras iniciativas como la celebración de ceremonias ancestrales. Actividades de este tipo ya existían en el Cesfam, pero no contaban con un espacio adecuado para llevar a cabo este método de salud, lo que pudo concretarse a principios del presente año luego del acuerdo entre el servicio de salud municipal y la Asociación Ne Wentun. En la comuna de Ñuñoa, como muestra la tabla Nº1, el año 2002 el 1,27% de la población se consideraba perteneciente al pueblo mapuche. Esta cifra debe ser entendida desde lo que la antropóloga Milka Castro denomina ‘diáspora’, puesto que los pueblos indígenas han experimentado por motivos históricos, económicos y políticos una serie de migraciones que sin embargo no significan que pierdan “el vínculo con sus comunidades de origen, aun cuando fuera de ellos debieran deshacerse estratégicamente de los rasgos visibles de su cultura, sobre todo en la ciudad. El concepto de diáspora permite comprender tanto las relaciones con el territorio de origen como con la nación chilena” (Castro 2008:27). Así, es posible comprender que los más de dos mil mapuches que viven en esta comuna que no sólo es urbana, sino céntrica de la ciudad de Santiago, capital de Chile. También se observan, aunque en menor medida, otros grupos étnicos. Tabla Nº1: Pertenencia a Pueblos Originarios o Indígenas por Sexo en la Comuna de Ñuñoa, 2002. Pertenencia a Pueblos Originarios o Indígenas Sexo del Encuestado Hombre % Hombres Mujer % Mujeres Total % Total 9 0,01% 4 0,00% 13 0,01% Atacameño 33 0,02% 33 0,02% 66 0,04% Aimara 42 0,03% 61 0,04% 103 0,06% 5 0,00% 4 0,00% 9 0,01% Mapuche 848 0,52% 1235 0,76% 2083 1,27% Quechua 21 0,01% 28 0,02% 49 0,03% Rapa Nui 19 0,01% 27 0,02% 46 0,03% 6 0,00% 17 0,01% 23 0,01% Ninguno de los anteriores 72232 44,18% 88887 54,36% 161119 98,54% Total 73215 44,78% 90296 55,22% 163511 100,00% Alacalufe (Kawashkar) Colla Yámana (Yagán) Fuente: Elaboración propia con datos del INE, Censo 2002. 4 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC Esta presencia indígena fue el movilizador que llevó a implementar diversos talleres en la comuna hasta el surgimiento del proyecto del espacio intercultural que actualmente se desarrolla en el Cesfam Salvador Bustos. El objetivo del espacio es desarrollar todos los talleres de Salud Intercultural, que no tenían un espacio específico para realizarse y se desarrollaban en dependencias del Casino o en oficinas del recinto. Ahora podrán desarrollar sus actividades en este espacio, que además cuenta con dos huertos medicinales, en donde señalética especial indica cada una de las hierbas que están plantadas. Durante este año, está planificado dar un nombre al nuevo espacio intercultural e instalar señalética que resalte su ubicación y existencia. Antes de la implementación del espacio ya se desarrollaban en el Cesfam talleres de gastronomía, telar y cultivo y uso de plantas a manos de la agrupación Ne Wentun y se encuentran actualmente ejecutando dos de estos: De hierbas medicinales y de telar. Figura 1: Huerto con hierbas medicinales en las dependencias del Cesfam Salvador Bustos. Para el desarrollo de esta investigación es necesario reflexionar en torno a los conceptos de autonomía, etnogubernamentalidad, interculturalismo, salud intercultural y medicina tradicional. 5 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC Para Héctor Díaz-Polanco (1999) el movimiento indígena se impulsa a través del proceso autonómico. La autonomía, como la concibe el autor, sería una permisión más o menos amplia para que los grupos étnicos se ocupen de sus propios asuntos o para que mantengan sus usos y costumbres. El autor propone el sistema de autonomía como un régimen especial que configura un autogobierno para ciertas comunidades que escogen autoridades que son miembros del grupo, ejercen competencias legalmente atribuidas y que tienen la facultad que se les otorga legalmente de administrar los asuntos internos del mismo y legislar sobre su propia vida. Los rasgos específicos de la autonomía están dados por la historia de la colectividad que la ejercerá y por el carácter del régimen político del estado o nación dentro del que cobrará legitimidad. Álvaro Bello (2004) expone que existe un deseo en los sujetos de una mayor participación e inclusión social. Diferentes grupos se han constituido en varios países, en motor de demandas sectoriales y en actores sociales que el mismo Estado se ha preocupado de acoger y desarrollar por medio de una institucionalidad especifica. Pero Bello también recalca la diferencia entre la autonomía cultural y la política, señalando que la autonomía cultural implica el control por medio de representantes o de la comunidad en su conjunto, de todos los aspectos de la vida cultural, la educación, medios de comunicación y los juzgados. En la autonomía política las normas locales están por sobre todas los demás aspectos de la vida, social, política y económica, excepto en los asuntos referidos a la defensa y relaciones internacionales. Consuelo Sánchez (1999) por su parte rescata gran parte de las ideas de Díaz-Polanco para hacer hincapié en el tema de la conciencia étnica, y señala que el conflicto étnico nacional sólo puede encontrar solución en el marco de una nueva nación verdaderamente democrática que reconozca y haga efectivos los derechos específicos de las colectividades indígenas. En este sentido, la autonomía se constituye como un régimen jurídico-político dentro del Estado-nación que configura un gobierno propio, para que grupos determinados con tradición histórica común y características culturales propias puedan desarrollar libremente sus vidas. La antropóloga Milka Castro sostiene que el interculturalismo Supone la existencia de determinados valores y una opción por el reconocimiento de las particularidades de la cultura propia, y fundamentalmente, las fuentes que instalaran el término de las relaciones de poder que se establecen entre diferentes culturas así como los 6 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC fenómenos resultantes, cuando aquéllas entran en contacto (...) El uso del término como hecho social viene a constituir una categoría analítica de un marco teórico, de un proyecto político, o de un movimiento social (Castro 2004: 131). En la visión de la autora, la interculturalidad en salud implica “reconocer la validez de los conocimientos y prácticas desarrolladas por los diferentes grupos humanos a lo largo de su historia para enfrentar el proceso de salud – enfermedad y facilitar procesos que se sustenten en la reciprocidad de las relaciones, el respeto y el entendimiento mutuo” (Castro 2004:63). En 1977, en función de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la 30° asamblea mundial de salud adoptó una resolución (WHA 30.49) en la que instaba a los gobiernos interesados a que otorgaran “una importancia adecuada al empleo de sus sistemas médicos tradicionales con una reglamentación apropiada y acorde con sus sistemas nacionales de salud” (Akerele 1984:84). Inmediatamente después de adoptarla, la OMS lanzó una campaña mundial de promoción. Una encuesta de la OMS terminada en 1983 confirmó que los estados miembros están más interesados que nunca en la utilización de recursos tradicionales nativos para sus programas de atención primaria de salud (Akerele 1984). “La fragmentación que ha provocado la ciencia sobre los cuerpos y sus enfermedades ha olvidado la importancia de factores tan relevantes como el equilibrio entre el descanso y trabajo, la alimentación y las emociones, etc., focalizándose sólo en los síntomas particulares pero no abordando la problemática en su complejidad o en su real origen” (Akerele 1984:87). En oposición a esto, la medicina tradicional refleja en gran parte las circunstancias locales: rasgos culturales, grado de desarrollo económico, sistema político y políticas y prácticas nacionales. A pesar de esta especificidad cultural, ciertos factores comunes sirven para determinar la contribución que la medicina tradicional puede hacer a la salud de la población. “Entre estos factores están: • La determinación nacional de apoyar las prácticas tradicionales y a los agentes de la medicina tradicional en el sistema nacional de salud. • El grado en que esta determinación está respaldada por la legislación. • La cantidad de investigación nacional sobre prácticas tradicionales útiles. 7 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC • El grado en que los planes y estrategias de atención primaria incorporan prácticas tradicionales de utilidad comprobada y recurren a los servicios de prácticas tradicionales.” (Akerele 1984:88) Los objetivos de la salud intercultural son los siguientes: El derecho a mantener y cultivar las prácticas tradicionales de salud de los pueblos indígenas y comunidades étnicas y el derecho establecido en la constitución política de que la salud de todos/as (…) independiente de su origen étnico, raza, sexo, ubicación geográfica y edad (Akerele 1984) debe estar asegurada por el Estado. Mapuche en la Ciudad Los resultados del Censo del año 1992 en relación a los habitantes indígenas de nuestro país marcó un antes y un después en la relación del estado chileno con los pueblos originarios que se encontraban dentro del territorio, y también en la forma en que éstos últimos se entendían a sí mismos. Además, la aparición del sujeto indígena en la ciudad, ya no en la comunidad, dio pie para el desarrollo de un cuestionamiento en relación a los elementos que componen la identidad étnica. Surge con esto el concepto de “mapuche urbano”, en el cual, para algunos, el término urbano se adscribe como una bandera de lucha y para otros, no es sino una forma de división y ruptura de un pueblo que es sólo uno: el mapuche (Abarca 2002). En ese entonces se mantenía la creencia de que los indígenas urbanos eran sólo aquellos que habían migrado, puesto que las cifras impidieron, como relata José Ancán (1995) la comprensión de un fenómeno fundamental en el ámbito urbano, que es que gran parte de la población “correspondía a indígenas totalmente urbanos, es decir, los hijos de migrantes” (Ancán 1995:307). Los hijos de los migrantes mapuche en la ciudad se ven insertos “en un sistema educativo que no contempla su calidad de mapuche. En la sala de clases se habla de este pueblo, del cual son parte, como una cultura que existió en un tiempo pretérito o se desarrolla sólo en el sur del país (...) Los libros escolares no dan cuenta de su realidad pasada y presente. (…) Cabe entonces preguntarse qué implicancias educativas tiene la migración, la inserción en un nuevo contexto cultural, los conflictos sociales que implica la vigencia de la identidad mapuche en la ciudad de Santiago” (Abarca 2002:106). Ya han pasado más de veinte años desde los resultados del Censo que puso de manifiesto la cuestión indígena, donde las autoridades como además intelectuales y académicos se vieron obligados a replantearse muchas de las percepciones y programas destinados a los indígenas, esto, ya que se ha 8 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC dejado sin respuestas claras a las emergentes demandas de los miles de mapuche que, desde entonces, comenzaron a encontrarse, visibilizarse y verse las caras en las ciudades (Campos 2008). Los indígenas urbanos en general, y los mapuches urbanos en particular, se han reunido y organizado entre ellos, y han convocado a gran cantidad de gente a conocer y apoyar sus diversas demandas en pro de su reconocimiento, respeto y posibilidad de autodeterminarse como pueblo. Todas las instancias de concentración que les otorguen la posibilidad de reproducir en contextos urbanos sus prácticas culturales a nivel colectivo han tomado una importancia fundamental para los indígenas urbanos, y hoy, “para algunos, han determinado una identidad que se ha adscrito a los «mapuches urbanos»” (Abarca 2002). Para dos de los miembros de la Asociación Mapuche Newentun, su identificación como mapuche urbano pasa precisamente por la relación diaspórica que se sostiene y reproduce en la ciudad con los antepasados y con la comunidad, lo cual se puede ver en sus propias palabras: Me defino como una mujer activa, una mujer que reconoce sus antepasados, una mujer que no pasa por alto ni mi abuelo, ni mi bisabuelo ni menos mis hijos, entonces eso para mí es un orgullo y me ha traído esta fuerza de estar presente como asociación y dentro de este recinto, de este recinto del Salvador Bustos, y por eso mismo hemos transmitido a mis hijos y por ende teniendo nietos y tarde o temprano a medida que van creciendo ellos ya se van identificando (Entrevista Soledad Ñancucheo, 13 junio 2013). Yo soy nacido y criado en Santiago, no ha sido difícil para mí haberme integrado a la sociedad (chilena), lo que sí yo encuentro es que nosotros vivimos mucho lo que es la discriminación. El hecho de ser mapuche y estar en la ciudad, lógico que manteníamos rasgos distintos, formas de actuar distintas, y de ser distinto. Aunque hayamos nacido acá, éramos diferentes. Uno es diferente. (Entrevista Walter Ñancucheo, 25 Junio 2013). Ambos comprenden su identidad étnica como una clara diferenciación del resto de los habitantes de la ciudad, y por otro lado que los acerca a quienes físicamente se encuentran más lejos, los mapuche de la zona sur del territorio. Sobre este punto podemos rescatar los planteamientos de Geraldine Abarca cuando señala que: 9 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC La configuración conceptual de la identidad étnica debería también contemplar lo que los mismos grupos étnicos sostienen como válido para definir aquello que los hace singulares y los distingue de los otros. La percepción de sí mismo en cuanto a grupo étnico, está plasmada de las prácticas cotidianas y extraordinarias, de los encuentros rutinarios y convocados (ritos, ceremonias, reuniones). Las diferencias son construidas del conjunto fluido de los símbolos, valores y significados que constituyen una viviente cultura histórica (Abarca 2002:110). Entre las prácticas colectivas que reproducen la cultura e identidad de los mapuche en la ciudad se encuentra la celebración del We Tripantu, la cual se lleva a cabo las últimas semanas del mes de Junio en distintos puntos de Santiago. La Asociación Mapuche Newentun realiza esta ceremonia en las dependencias del Cesfam Salvador Bustos. Se realiza primero una parte de la ceremonia en el patio posterior de Centro, lugar en el cual se danza en torno al canelo, el cual llevan ellos y ubican al centro del patio, se le otorgan ofrendas y se invita a los asistentes a unirse a la danza. Posteriormente se concurre al espacio intercultural que posee el Cesfam en uno de sus patios, el cual cuenta con una ruka y dos huertos, y se hace una presentación de la agrupación y una explicación para que los asistentes, de los cuales gran parte no es mapuche, comprendan la importancia de la ceremonia del We Tripantu. Se presentan cantos y danzas como el choike purrúm, y se invita a compartir comida y bebidas mapuche. Los miembros de la agrupación visten los atuendos tradicionales, los cantos y algunos saludos se realizan en mapudungún y pocas veces se traducen al español, mientras que las explicaciones sí se hacen en castellano. Por otro lado, las personas asistentes a la ceremonia son en su mayoría chilenos no mapuche, trabajadores del Cesfam, autoridades de la comuna de Ñuñoa y asistentes a los talleres que imparte la agrupación. 10 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC Figura 2: Celebración del We Tripantu en el Cesfam Salvador Bustos, Ñuñoa. Al preguntar sobre la importancia de llevar a cabo la ceremonia del We Tripantu en la ciudad de Santiago, don Walter Ñancucheo, presidente de la asociación, nos señala lo siguiente: “Consideramos que la ciudad es imponente; segundo, creemos que la ciudad es absorbente, la ciudad se da para muchas cosas, la ciudad es un encuentro cultural, aquí en la ciudad llega gente de diferentes lugares, del norte, del sur, del este, del oeste, y aparte llegan extranjeros. La ciudad los recibe, entonces creemos que es una buena instancia, es una muy buena instancia poder desarrollar actividades culturales de promoción cultural en la ciudad, y ese fue el objetivo, por qué quisimos realizar este año el We Tripantu, el Wiñol Tripantu, en este lugar, un lugar donde no hay muchos mapuche. Ñuñoa se caracteriza por ser una comuna media, una comuna del sector oriente, donde socialmente es una comuna no vulnerable, porque no está considerada en medio de los pobres, y ahí en medio de eso nos desarrollamos nosotros los mapuche, y el hacer el We Tripantu claro que llama la atención, porque en 11 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC medio de esa gente, en medio de ese sector (…) Se da el lugar, las condiciones para poder realizar un trabajo de promoción cultural, y ese fue nuestro objetivo de hacer el We Tripantu en este lugar. Nosotros podríamos realizarlo escondido, podríamos realizarlo en conjunto con otras organizaciones de manera privada, y no tendríamos ningún problema y lo podríamos hacer, lo podríamos realizar, y nadie nos podría decir que así no se puede hacer, porque estamos en pleno derecho de desarrollarlo como nosotros quisiéramos, pero como presidente de una agrupación mapuche tenemos una visión de abrirnos, una visión de proyectar nuestra cultura y que la gente que no es mapuche entienda que aún los mapuche existen, y que en medio de tanta batahola, de tanta civilización, en medio de tanto proceso, proceso evolutivo que tiene cada ciudad, los mapuche estamos ahí, estamos acá al medio y somos igual, y ese es el objetivo y creo que es una muy buena manera de poder promover la cultura nuestra (Entrevista Walter Ñancucheo, 25 Junio 2013). Figura 3: Choike Purrum (danza) en la celebración del We Tripantu. 12 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC La identidad que se refleja a través de sus prácticas, en el caso de la entrevista anterior una práctica colectiva, se expresa en base a lo que los organizadores de la asociación han heredado y adquirido en su núcleo familiar, en sus experiencias desde la niñez, esta identidad la han constituido en un tiempo y lugar que se ha transformado a lo largo de sus vidas. Si bien se comprende un cambio en el tiempo y el espacio, se debe reconocer un proceso histórico que estructura la cultura y que incurre en la identidad de los mapuches nacidos en la ciudad, pero que han sido criados siempre en contacto con la comunidad. Las prácticas reconocidas como parte de sus vidas privadas y familiares, las explican los entrevistados: La relación que nosotros hemos tenido ha sido desde niños, no después de grandes, sino desde niños nosotros siempre íbamos al campo, y por eso es que nosotros sabíamos lo que era el torneo, y qué se hacía en el torneo, conocíamos por ejemplo cuando llegaba una machi a una casa cercana y hacía un machitún, sentíamos como la machi hacía su guillipun y cómo los integrantes de la familia la ayudaban a desarrollar la ceremonia. (Walter Ñancucheo, 25 de Junio 2013) La práctica tanto individual como colectiva, es la gastronomía mapuche, que es el alimento, porque esto es como de pequeña, aunque estemos viviendo aquí en la ciudad siempre en nuestra casa hubo la alimentación o la gastronomía mapuche entonces pa' mi no es como aprendido ahora, eso es de tiempo, porque siempre nos alimentamos, con los productos que salen ahora, sino que siempre fueron con la harina, el trigo, los catutos, el mote y hasta ahora que sigue vigente que es la harina tostada. (Soledad Ñancucheo, 13 de Junio 2013) Los planteamientos “oficiales” han reproducido desde la institucionalización social el término Mapuche urbano, con el que a través de una nueva forma de identificación se intenta visibilizar a un grupo que se ha conformado producto de un hecho histórico específico, diferenciando en dos identidades étnicas la unidad de un pueblo que subyace bajo estas diferenciaciones, levantando divisiones y discriminaciones internas entre un grupo, que vive en la comunidad y que se pueden autodenominar como “Lo puro o verdaderamente Mapuche”, mientras que a los mapuche nacidos y criados en la ciudad los invisten como “impuros o awinkados” (Ancán 1995: 308), producto de lo cual estos últimos sufren una doble discriminación, primero desde los mismos mapuche de la 13 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC comunidad, y también desde el resto de los habitantes de la ciudad, que los invisibiliza o discrimina por su pertenencia étnica. Frente a esto reflexiona Don Walter Ñancucheo en el siguiente párrafo: El mapuche es uno solo, no está dividido entre lo urbano ni lo campesino, el mapuche es mapuche, estando en la ciudad o estando en el campo. ¿Cuál es la diferencia? Que algunos han caído, y se han visto llevados, se han visto con deseos de poder hacer una división y han dividido al mundo mapuche en lo urbano y el mundo mapuche en la comunidad, y algunos lo diferencian, le hacen diferencias, por ejemplo se dice muchas veces que el mapuche originario es aquel que vive en la comunidad, aquel que replica su cultura tal como está desde el principio, y por lo tanto los que viven en la zona urbana no lo hacen por lo tanto dejan de ser mapuche, y eso nosotros creemos que es una gran falacia, es una mentira que unos grupos que a lo mejor tienen deseos de poder fragmentar nuestra cultura y han tirado ese concepto y muchos han creído en él, pero yo, como dirigente primeramente y como mapuche yo creo que no. Yo soy mapuche estando en la ciudad y estando en el sur. Para mí, mi hermano es mapuche el que está en la ciudad y el que está en el campo, igual es mi hermano, yo no hago la distinción entre el uno y el otro, a pesar de que en la ciudad yo estudié, yo me desarrollé de otra forma nunca miré en menos a los que estaban en el campo. Cuando yo era niño, yo estaba estudiando y ellos estaban cuidando chanchos, no por eso ellos eran menos que yo, yo siempre los consideraba que eran parte mía. Entonces yo creo que esa es la manera, pero sí yo veo una diferencia, que no es buena esa diferencia. Para mí no existe lo urbano, no existe lo de la comunidad, para mí lo mapuche es mapuche, más allá que se haya nacido aquí o que se haya nacido allá, nosotros somos víctimas de un proceso histórico. Yo no pedí nacer en la ciudad, como tampoco el que nace en la comunidad pidió nacer en la comunidad. A él se le dio nacer allá, a mí se me dio nacer acá. Pero el origen es mapuche, mi sangre es mapuche, mis abuelos son mapuche, entonces ¿puedo decir yo que soy distinto al otro por el hecho de nacer en la ciudad? En el ser mapuche no, no puedo ser distinto. A lo mejor por nacer en la ciudad uno tiene costumbres distintas, eso sí, ahí uno puede ser distinto, pero en el ser mapuche no, uno es, yo por más que lo niegue, siempre manifiesto ser mapuche, aunque yo haya nacido en la ciudad y yo me paro en un lugar y yo digo “yo no soy mapuche”, yo estoy seguro que la gente me va a mirar y se va a reír. Entonces negarlo es una tontera, dividirlo es una tontera, y asemejarlo a que uno es distinto, en su sangre estoy hablando, al de la comunidad y de la ciudad, también, no se puede hacer. No porque yo sea mapuche y aprenda 14 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC a hablar inglés voy a ser distinto al que nació allá en la comunidad, eso no sirve, eso no se puede decir que uno es distinto, uno sigue siendo mapuche igual. (Entrevista Walter Ñancucheo, 25 Junio 2013) Surgimiento de la Asociación Mapuche Ne Wentün En el párrafo 2° de la Ley 19.253, referente a las Asociaciones Indígenas, el artículo 36 señala que “Se entiende por Asociación Indígena la agrupación voluntaria y funcional integrada por, a lo menos, veinticinco indígenas que se constituyen en función de algún interés y objetivo común” (Ley Indígena 1993:25), además de explicitar que las asociaciones indígenas no pueden atribuirse la representación de las Comunidades Indígenas, y en su artículo 37 determina que Cuando se constituya una Asociación Indígena se tendrá que exponer en forma precisa y determinada su objetivo, el que podrá ser, entre otros, el desarrollo de las siguientes actividades: Educacionales y culturales; Profesionales comunes a sus miembros, y Económicas que beneficien a sus integrantes tales como agricultores, ganaderos, artesanos y pescadores. Podrán también operar economatos, centrales de comercialización, unidades de prestación de servicios agropecuarios, técnicos, de maquinarias y otras similares. (Ley Indígena 1993:25). En relación a esto se observa que la Asociación Mapuche Ne Wentün entraría dentro de las dedicadas a educación y cultura, puesto que se encarga principalmente de rescatar, difundir y promover el conocimiento de las prácticas relacionadas al tema de la salud en la cosmovisión mapuche. La asociación se llama Asociación Mapuche Ne Wentün, que en palabras de uno de sus dirigentes: Significa la fuerza del mapuche. Está constituida por 28 familias del sector oriente de Santiago, entre ellos está Ñuñoa y Peñalolén. Son personas todas mapuche, de origen mapuche y que más o menos el 70% de las familias que están integradas a nuestra agrupación son del sector de la novena región y de Nueva Imperial, el resto son huilliche, más a la décima región, y el resto son más del centro, del sector de Temuco, Padre Las Casas (Entrevista Walter Ñancucheo, 25 Junio 2013). La agrupación nace en la década de los noventa, como iniciativa de un grupo de familias mapuche radicadas en Santiago, con el objetivo de rescatar, promover y difundir la cultura mapuche. Para esto localizaron a los primeros migrantes mapuche que pudiesen orientar y guiar en el proceso 15 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC estructuración de la organización en primera instancia, compartiendo su conocimiento con las generaciones más jóvenes. Otro objetivo que se propuso la organización fue “provocar” la autoidentificación en sus integrantes, puesto que como nos cuenta su principal dirigente “Si bien es cierto todos tienen apellido mapuche, todos tienen origen mapuche, rasgos y sangre mapuche, en la ciudad se va perdiendo el origen, se va perdiendo el “tugún” y el “tugualme”, que es el origen de uno, y cuál es el territorio de uno. El hecho de nacer en la ciudad uno se cría normalmente más alejado de la cultura de uno, y toma visión y toma forma y costumbre de la cultura occidental” (Entrevista Walter Ñancucheo, 25 Junio 2013). En la década del 2000 la agrupación mapuche Ne Wentün obtuvo la personalidad jurídica otorgada por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), la cual se encuentra vigente hasta la fecha. En la búsqueda de espacios en los cuales desarrollarse como asociación y cumplir con los objetivos que se plantearon en su formación fue que encontraron el “Programa Especial de Salud y Pueblos Indígenas”, el Pespi, programa nacional que nace en la novena región, específicamente en la Araucanía Sur, y posteriormente se va replicando en otros sectores del país hasta que el año 2000 se comienza a implementar en la Región Metropolitana, momento en el que se integraron como asociación a la instancia a través de talleres que promueven y dan a conocer la cultura mapuche. Salud Intercultural y Medicina Tradicional “(…) La salud es un estado de bienestar que tiene múltiples implicancias, donde el cuerpo y la mente son indivisibles, donde nos relacionamos con otros y otras desde la reciprocidad, el respeto, y estamos en comunión con la naturaleza.” (Pérez, et al, 2011: 7). Para hablar de interculturalidad, es necesario retomar la idea de la antropóloga Milka Castro cuando señala que “supone la existencia de determinados valores y una opción por el reconocimiento de las particularidades de la cultura propia, y fundamentalmente, las fuentes que instalaran el término de las relaciones de poder que se establecen entre diferentes culturas así como los fenómenos resultantes, cuando aquéllas entran en contacto” (Castro 2004: 131). En este sentido la Agrupación Mapuche Ne Wentün lleva a cabo los talleres con el claro objetivo de difundir la cultura mapuche, específicamente en temas relacionados con la salud, entre la población y así obtener el reconocimiento de que sus 16 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC conocimientos y prácticas sí ocupan un lugar dentro de la salud occidental. También cumplen la función de hacer visible al grupo dentro de la sociedad urbana, aprovechando los espacios que la vida citadina otorga para visibilizar al mapuche en general, y al mapuche urbano en particular, con las particularidades de su propia cultura. En la visión de la autora, la interculturalidad en salud implica “reconocer la validez de los conocimientos y practicas desarrolladas por los diferentes grupos humanos a lo largo de su historia para enfrentar el proceso de salud – enfermedad y facilitar procesos que se sustenten en la reciprocidad de las relaciones, el respeto y el entendimiento mutuo” (Castro 2004:63). Desde el punto de vista de la facilitadora de los talleres, Soledad Ñancucheo: La salud intercultural es una puerta que se abrió (…) en su comienzo muy difícil, pero sí con el tiempo se hizo fuerte, yo puedo decir que uno se da cuenta que ya puede estar aquí plantada como salud intercultural sino que puede pasar más allá (…) La medicina de aquí siempre fue la mapuche, de una u otra forma lo de nosotros jamás fue químico, jamás fue con médicos y matronas, todo eso no, con nosotras están las machis, que son las médicas nuestras, están las “huentuchef” que son las que conocen los remedios, las hierbas y apuntan con las propiedades de las hierbas a la enfermedad para combatir, entonces hay una diferencia. (…) Nosotros no elaboramos pastilla, nosotros lo que tenemos a mano son las hierbas, conocemos los compuestos y sabemos que el conjunto de hierbas apunta para lo que estamos haciendo y a nuestra salud. Y además puedo decir que las machis cuando uno está enfermo pide orina y a través de la orina ve también los problemas que tiene las persona (Entrevista Soledad Ñancucheo, 13 junio 2013). Los talleres que imparte la Agrupación Mapuche Ne Wentün en el Cesfam Salvador Bustos de la Comuna de Ñuñoa surgen de la necesidad de recuperar y difundir los conocimientos que forman parte de la cultura mapuche. Se han realizado talleres de hierbas medicinales, en los cuales la facilitadora, Soledad Ñancucheo, enseña las propiedades de las diferentes hierbas, la diferentes formas y usos que se les pueden dar, y también a hacer almácigos para poder tener las plantas al alcance para cuidarlas y utilizarlas cuando sea necesario. En la actualidad se encuentra realizando un taller de telar, el cual considera dentro de la medicina por el aspecto espiritual que posee la realización del tejido. También realiza talleres de gastronomía que también incluye en el ámbito de la salud por la concepción integral que posee sobre la salud, y la comida como forma de prevenir enfermedades. A los talleres asisten aproximadamente veinticinco mujeres de edad avanzada, entre los 55 y los 90 años, y un solo hombre, el cual asiste con su esposa hace ya más de un año a los 17 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC talleres de la agrupación en el Cesfam. Los asistentes tuvieron conocimiento de la realización de estos talleres por un puesto que tiene la agrupación los martes y los jueves a la entrada del Cesfam, donde la señora Soledad Ñancucheo ofrece aguas de hierba, contesta preguntas e informa sobre las actividades que realiza la agrupación. Si bien los talleres se plantean en primera instancia como expositivos, la gran cantidad de conocimiento que tienen las asistentes, aunque sólo una de ellas se identifique como mapuche, contribuye a que las sesiones sean en gran medida más participativas, puesto que se comparten los conocimientos que han ido adquiriendo los asistentes a lo largo de su vida. El telar es incorporado como una forma de medicina emocional, lo cual la facilitadora Soledad Ñancucheo relaciona con su experiencia indicando que: De niña se le enseña a usar el huso, a tomar la lana, trabajar con nuestros dedos con la lana, a tener contacto con la lana, a veces se ve como un trabajo, pero mi abuela cuando a mi me enseñaba me decía ‘hija, esto te va a enseñar a olvidar tus problemas’, entonces nuestra mente se concentra en el telar y lo que dibujamos en la lana, en el trabajo mismo, y eso nos lleva a tener concentración en el trabajo, en lo que estamos haciendo, y eso te libera a ti de tus preocupaciones, tus tristezas o tus problemas que te afligen y que mucha gente hoy en día nosotros vemos que cae en depresión, pero el telar a ti te ayuda mucho, a ayuda botar tu (…), a creer en el movimiento que tenemos en el telar. Por eso que se inserto en el taller dentro del Cesfam para las personas principalmente que están con depresión, con autoestima bajo para que puedan salir adelante y puedan ver que pueden salir y aprender algo (Entrevista Soledad Ñancucheo, 13 junio 2013). También se incorpora a estos talleres el tema de la gastronomía mapuche, la cual describe como Una alimentación saludable libre de colesterol, quizás podemos mantener la manteca, pero como va mezclada cocida para nosotros es saludable, toda alimentación cocida es buena para el organismo, la gastronomía mapuche ha sido buena insertarla y enseñar a realizarla, y por eso enseñamos a cocinarla y servirse los platos, a cocinar los platos, porque las legumbres, por ejemplo los porotos burros jamás se mezclan con fideos, con tallarines, nosotros siempre los mezclamos con mote, el mote a usted lo ayuda a no tener hinchazón de estómago y es liviano entonces la legumbre con el mote hace una mezcla que al recibirlo el cuerpo, es más liviano, la lentejas se mezclan con quinua, los porotos y el garbanzo con mote, el mote no 18 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC tiene almidón, hay muchas cosas... aprendieron a cocinar, a servirse, aprendieron hacer las sopaipillas, la tortilla y todo lo otro (sic) y el degustar también es muy bueno (Entrevista Soledad Ñancucheo, 13 junio 2013). De lo anterior se desprende una visión sobre la medicina y sobre la salud distinta a la que comúnmente se tiene en Occidente, donde la salud es entendida como netamente físico-biológica y no se consideran aspectos sociales o emocionales como sí lo hace la visión de medicina que presenta la facilitadora de los talleres. Aun así surge un cuestionamiento sobre si esta forma de implementación constituye en sí salud intercultural. Si bien se cumplen los objetivos de promoción del conocimiento y de visibilización de lo mapuche en la ciudad, se trabaja bajo la idea de aceptación, de reconocimiento del otro de expresar su especificidad, pero no se ven aminorados los efectos de las relaciones de poder existentes entre la sociedad chilena y el pueblo mapuche. El espacio abierto en el Cesfam parte de una iniciativa estatal de incorporación de prácticas culturales indígenas como forma de darles un espacio, pero no se realiza un reconocimiento real sobre el conocimiento que poseen los pueblos indígenas. Por lo tanto, tomando las palabras de Guilliaume Boccara: Salud intercultural no es solamente ‘una nueva manera de atender a los usuarios mapuche para mejorar su calidad de vida’ o ‘encontrarle un lugar digno al sistema médico indígena’. Es también una nueva manera de gestionar la diferencia cultural, de asignar identidades, de clasificar a los grupos así como de responsabilizar a los funcionarios de la salud en el marco de la reforma general del sistema de salud. Remite tanto a una nueva aproximación a las luchas sociales en clave cultural y étnica como a una nueva gestión de los servicios públicos. (Boccara 2003:191). La realización, además, de talleres que no apunten específicamente a un público que se identifique como indígena nos habla de una búsqueda de legitimación del conocimiento fuera de la esfera profesional de la medicina, y también dentro de la sociedad chilena. Encuentra entonces la asociación un espacio para abrir a la comunidad sus conocimientos sin hacer distinción étnica para dar a conocer la cultura mapuche fuera de los círculos que en la ciudad comparten la identificación como indígena. Sin embargo se tiene desde los aparatos estatales cierto control sobre los contenidos y las actividades que se realizarán por parte de los grupos, por lo tanto se repite la asimilación protagonizada históricamente por los pueblos indígenas, donde se ‘acepta’ al indígena en la medida de que cumpla con las características que el estado desea que tenga, y reconociendo sus 19 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC particularidades pero no como un actor o agente social y político, sino en la medida en que se despolitiza su cultura para hacer de él un indígena ‘pasivo’ y de sus prácticas una especie de folklorización, aunque “digna de respeto” (Boccara 2007:188). Frente a este cuestionamiento el principal dirigente de la Asociación Mapuche Ne Wentün, señala: Los estados están ensimismados, están cuidándose unos con otros, y los estados, sobre todo latinoamericanos, son muy cerrados porque son puras repúblicas, entonces el ser republicano hace que sean muy cerrados, y no nos permite que las culturas se puedan desarrollar. Los estados no tienen muy buena relación con los pueblos originarios, algunos gobiernos de turno han tratado de tener buena relación con los pueblos originarios, pero como estado se ven como impedidos de poder crear algún espacio de desarrollo real para los pueblos originarios, porque tendrían que cambiar la constitución política, tendrían que estar de acuerdo el poder judicial, el poder político, lo que es el parlamento y también tendría que estar de acuerdo el gobierno de turno, y para poder lograr ese objetivo es un camino demasiado largo. Poner de acuerdo a uno de la izquierda y a uno de la derecha para poder desarrollar un plan de trabajo hacia los pueblos originarios es muy difícil. Poner de acuerdo al poder judicial, en temas legales, en beneficio de los pueblos originarios, muy difícil, y que sean aprobadas esas leyes a través del congreso nacional, súper complejo. Entonces como Estado, los gobiernos están impedidos, los gobiernos pueden hacer algunas cosas, pueden decir “No, yo estoy con los mapuche”, y pueden ir a la Araucanía a sacarse fotos, entregar algunas becas, algunos temas sociales, apoyarnos, ya sea en salud, ya sea en vivienda, eso lo pueden hacer, y eso lo puede hacer cualquier gobierno que tenga la voluntad de hacerlo, pero de ahí a provocar un cambio real al desarrollo de los pueblos indígenas, ya es un tema de estado y eso es muy difícil. Así como está el estado, siendo republicano, es muy difícil, es muy complejo (Entrevista Walter Ñancucheo, 25 Junio 2013). Autonomía y autodeterminación Retomando los planteamientos de Héctor Díaz-Polanco (1999), la autonomía sería una permisión más o menos amplia para que los grupos étnicos se ocupen de sus propios asuntos o para que mantengan sus usos y costumbres. Propone el sistema de autonomía como un régimen especial que configura un autogobierno para ciertas comunidades que escogen autoridades que son miembros del grupo, ejercen competencias legalmente atribuidas y que tienen la facultad que se les otorga 20 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC legalmente de administrar los asuntos internos del mismo y legislar sobre su propia vida. Desde esta perspectiva las acciones que ejecuta la asociación en el marco del programa de salud intercultural no responden a las demandas que se han elevado desde ciertos sectores del pueblo mapuche de autonomía y autodeterminación, sino que significan una iniciativa de ocupación de los espacios habilitados desde las políticas del estado chileno para con los pueblos indígenas, en el marco de lo que Boccara denomina etnogubernamentalidad, mediante la cual “El Estado tiende a ejercer un poder creador a través tanto de la elaboración de una nueva cartografía de la diferencia cultural como de la definición social legítima de lo que está autorizado a ser, el ser social que es legítimo reivindicar, en contraposición al ejercicio ilegítimo e ilegal de la etnicidad” (Boccara 2007:202), representado por los discursos más radicales levantados por el pueblo mapuche. Frente a este tema, Walter Ñancucheo, repara en que: “El pueblo mapuche ya hace rato debería tener autonomía, el pueblo mapuche ya hace rato debería ser autónomo, tener autodeterminación, que determine lo que quiere, ¿Por qué no? ¿Porque está dentro de un país que se llama Chile? ¿Por eso no lo puede hacer? No debería, pero existe, entonces ahí yo creo que está el problema grave, pero debería ser, y más allá si lo dice un sector o no, debería ser, simplemente porque el mapuche es mapuche. Cuando hablamos de mapuche, no hablamos solamente de aquellos que están en la comunidad, y aquellos que luchan por las tierras normalmente los vemos en televisión, que normalmente los vemos peleando con carabineros, o carabineros peleando con ellos, con los mapuche, o con los comuneros, no sólo los mapuche son los comuneros que están presos, no sólo son los lonko que están dando la voz, los mapuche somos todos, y tenemos mapuche en todas las áreas sociales, en todas la áreas políticas, entonces, ¿Dónde estamos los mapuche? Y eso, ahí es un tema que nosotros tenemos que desarrollar, pero eso lo desarrollamos nosotros como pueblo. ¿Qué función cumplimos en donde estamos? ¿Qué función realizamos en beneficio del pueblo mapuche donde nosotros nos desarrollamos? Y ahí está la responsabilidad de cada uno como mapuche, pero eso no es una responsabilidad del estado, es una responsabilidad nuestra. Pero la responsabilidad del estado es poder dar las condiciones para que ese pueblo se desarrolle, se autodetermine y diga lo qué va a hacer, qué no quiere hacer, en qué quiere ocupar sus tierras, en qué no las quiere ocupar, qué quiere intervenir, quiere intervenir los bosques, no los quiere intervenir, quiere intervenir la cordillera, no la quiere intervenir, quiere intervenir el mar, no lo quiere intervenir, eso lo tiene que decidir el mapuche. Esa es la 21 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC diferencia, y esa autodeterminación es la que al estado chileno no le conviene y no la quiere hacer (Entrevista Walter Ñancucheo, 25 Junio 2013). El presidente de la asociación reconoce desde el estado una falta de compromiso y de capacidad de diálogo con las poblaciones indígenas que habitan el territorio, desde la perspectiva de la autonomía y de la autodeterminación, que tiene como efectos que los pueblos indígenas no sean reconocidos como pueblos sino como etnias y comunidades, lo cual les impide obtener la autonomía y el reconocimiento de una ciudadanía diferenciada dentro del estado-nación chileno. Si bien lo atribuye a una falta de voluntad política de entregar las condiciones para el desarrollo de los pueblos indígenas en el país, también señala la importancia del trabajo de los propios indígenas, los cuales deben asumir la responsabilidad de trabajar en pro de la consecución de las condiciones que posibiliten el reconocimiento de los derechos políticos de los pueblos indígenas, ya sea para posibilitar su inclusión en la democracia o para permitir su desarrollo autonómico en ciertas esferas (territorios, económicos, cultural, entre otras). Rescate, promoción y difusión de la cultura El principal objetivo que persigue la Asociación Mapuche Ne Wentün es, como lo dicen sus miembros, rescatar, promover y difundir la cultura mapuche en la ciudad. Esto implicó en sus inicios una recopilación de saberes tradicionales que poseían los miembros con más edad o que habían vivido más en la comunidad, por parte de sus miembros más jóvenes, los cuales se identifican como mapuche en el amplio sentido, es decir, sin definirse o diferenciarse como indígenas particularmente urbanos. Con el tiempo se consolidó el trabajo en relación a la difusión de la cultura con la implementación de una serie de actividades que lograran promover los saberes ancestrales tanto entre los mapuche como entre los chilenos, en una búsqueda de visibilización de su existencia en la ciudad y de su cultura como forma de expresión de su particularidad como grupo étnico. La realización de actividades como la celebración de las ceremonias ancestrales, no sólo en el contexto urbano sino en presencia tanto de mapuche como de otros miembros de la sociedad fue crucial para despertar el interés en las prácticas culturales, y en la cultura misma, en miembros de la sociedad que concebían lo mapuche como ‘lo de la comunidad’ o, en su defecto, como algo ‘del pasado’. Entre los chilenos, sobre todo entre los de edad avanzada, se reproducen estereotipos sobre las características de los individuos que pertenecen a los pueblos indígenas, como que son borrachos, violentos o ignorantes, 22 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC entre otros (Vergara 2005), entonces cambiar esta visión y conseguir que la sociedad se interese en los saberes tradicionales mapuche resulta todo un desafío. La finalidad de la Asociación responde en cierta medida a la necesidad de lograr que se entienda lo mapuche como un grupo con particularidades culturales dentro del territorio del estado-nación, pero que no por situarse en él deben pasar a formar parte de él y abandonar sus costumbres o creencias, en decir, no por encontrarse físicamente en el espacio que denominaron Chile tienen que ‘chilenizarse’. El Estado chileno históricamente no ha entendido esto y se ha empeñado por homogenizar a su población, y por integrar (o en numerosos casos eliminar) a aquellos grupos que al interior del territorio llevan a cabo prácticas culturales o formas de vida y de organización diferentes. La Asociación expone las prácticas de la medicina mapuche, mediante las hierbas, la gastronomía y el telar, como forma de legitimar dichas prácticas entre la sociedad chilena mediante la contraposición de ésta con la medicina occidental haciendo una especie de metáfora en relación a lo que hace Occidente con el medio ambiente, con la sociedad y con las personas. En varias ocasiones la facilitadora de los talleres, Soledad Ñancucheo, buscó la forma de generar conversación en relación a la importancia de cuidar la semilla y de cultivar las propias hierbas, en relación a la forma nociva que tiene la industria de actuar sobre la naturaleza y posteriormente sobre el cuerpo, tanto mediante la medicina invasiva como mediante el deterioro de las propiedades de las plantas con tratamientos. La Asociación también funciona como lugar de convergencia para algunos mapuche urbanos, los cuales reivindican su identidad fuera de la comunidad, reuniendo a sus miembros en torno a la idea de que nunca se desvinculan de su historia como pueblo. Así, se observa cómo se insertan en la modernidad, en una ciudad, que es uno de los productos más distintivos de lo moderno, pero esforzándose por conservar sus tradiciones. Reflexiones finales La práctica de la salud intercultural en la ciudad, expuesta en el presente informe, se ha visto principalmente enfocada a dar a conocer los usos y costumbres de la cultura mapuche con el fin de visibilizarla dentro de un escenario de modernidad y globalización donde dichos conocimientos han sido desplazados por la medicina occidental alópata y cuyos poseedores han sido históricamente invisibilizados, marginados y discriminados tanto en su condición de migrantes como de indígenas 23 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC nacidos en la ciudad. Boccara expone la salud intercultural como “un espacio de lucha de significaciones y clasificaciones” (Boccara 2007:188), puesto que se observa que en la medicina occidental la salud se concibe como desvinculada del resto de los problemas a los que se enfrentan las personas, de su estructura social y económica en su conjunto y sobre todo de asuntos de índole política, en contraposición de la visión que encontramos en la observación realizada, en la que nos percatamos que dentro de la cosmovisión mapuche se concibe la salud como un todo que se debe tratar, “relacionado a lo que llaman la ‘buena vida’ (küme mongen), la autodeterminación y el autogobierno (kisu ngünewael)” (Boccara 2007:188). Desde el Estado-nación chileno y sus distintas instituciones, se han levantado diversas estrategias para dialogar y tratar con las poblaciones indígenas del territorio, algunas contradictorias como, por un lado, el diálogo y la negociación con sus organizaciones y, por otro, la represión policial a sus comunidades y la persecución judicial de sus líderes. Es evidente que Chile no reconoce lo que otras latitudes del continente se identifica como ciudadanía multicultural, y menos las experiencias de autogobierno indígena bajo la figura político-judicial de la autonomía. La cultura asimilacionista se expresa también en la percepción de que el llamado "problema indígena" es esencialmente de carácter económico y se manifiesta en las condiciones de pobreza de los mapuche, abriéndose espacios asistencialistas de aminoramiento de tales condiciones mediante la entrega de becas o subsidios, o abriendo espacios de participación que sólo la permiten de grupos que cumplen con las características que desde la normativa estatal son consideradas como ‘deseables’. Así, observamos como la Asociación Mapuche Ne Wentün es un ejemplo de cómo los indígenas en el mundo de hoy se enfrentan al Estado-nación y al mundo globalizado, llevando consigo lo que son, puesto que no porque se deje la comunidad, se deja de ser indígena, así como también se observa una de las estrategias que tiene el Estado en búsqueda de una buena relación con los pueblos indígenas, pero que se basa principalmente en formas asistencialistas de hacer política. Agradecimientos: Queremos agradecer de manera especial a los miembros de la organización en base a la cual realizamos nuestra observación, la Asociación Mapuche Ne Wentün, particularmente a Soledad y Walter Ñancucheo, por su tiempo y disposición para con nosotras, también al Cesfam Salvador Bustos por permitirnos realizar las observaciones en sus dependencias, y a nuestros compañeros de curso por facilitarnos gran parte de los textos para realizar el presente manuscrito, además de prestarnos su apoyo y otorgarnos importantes reflexiones. También a la ayudante de 24 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC cátedra, Marion Guinard, por revisar el presente documento, corregirlo y hacernos las últimas sugerencias para mejorar su versión final. Además, a la Universidad Academia de Humanismo y a la profesora Viviana Manríquez por darnos la oportunidad de conocer más sobre las luchas y reivindicaciones de los indígenas del continente y permitirnos reflexionar respecto al tema indígena en la ciudad mediante la realización de esta investigación. 25 Serie Documentos de Trabajo – Informes Destacados de Terreno NTI Antropología de la Ciudad y el Territorio – Escuela de Antropología UAHC Bibliografía Abarca, Geraldine. 2002. Mapuches de Santiago. Rupturas y continuidades en la recreación de la cultura. Revista de la Academia 7:105-120. Akerele, Olayiwola. 1984. Programa OMS de medicina tradicional: progresos y perspectivas. Cronicas de la OMS, 38 (2): 83-88. Ministerio de salud central de documentación “Dr. Bogoslav Juricic” Chile. Ancán, José. Rostros y voces tras las máscaras y los enmascaramientos: Los mapuches urbanos. Actas II° Congreso de antropología, Tomo I, pp.307-314. Colegio de Antropólogos de Chile, Santiago. 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