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Enfrente al monstruo El poder de las pruebas preventivas de cáncer ¿Recuerda esos espantosos días de su infancia cuando “chequeos de rutina”, en realidad, significaba que el pediatra le iba a inyectar una vacuna (o peor: más de una)? A pesar de los intentos del médico, del enfermero y de su madre de consolarlo diciéndole que “todo terminaría antes de que usted se diera cuenta”, la ansiedad era casi insoportable. Para su mente infantil, era una tortura. ¿Cómo hacían todos los demás para actuar como si no fuera nada? De manera que usted gemía (o sollozaba) y, después de uno o dos segundos, ya había pasado todo, como le habían prometido. Por su valentía, tal vez le daban alguna recompensa, su insignia de coraje, para poner una sonrisa en su cara colorada y llena de lágrimas. Y así salía por la puerta, protegido contra los monstruos invisibles del sarampión, las paperas, la poliomielitis, la varicela y la tos ferina. A medida que fue creciendo, se dio cuenta de dos cosas importantes acerca de esas vacunas: (1) en realidad, no eran tan malas como usted las había imaginado y (2) eran fundamentales para su salud y su bienestar en general. Ahora ya es adulto, y sus chequeos de rutina cambiaron un poco. La atención preventiva ahora incluye exámenes personales, y algo incómodos, entre ellos, el control de un nuevo monstruo: el cáncer. La realidad es que la mayoría de las personas comprende que las pruebas preventivas de cáncer colorrectal, de mama, cuello uterino y próstata son fundamentales para salvar vidas, pero aun así no se las hacen con regularidad. ¿Por qué? ¿Es porque nos confunde el momento en el que hay que realizarse ciertos tipos de pruebas preventivas de cáncer? ¿Lo posponemos pensando “no estoy enfermo, no necesito ir al médico”? ¿Es el temor a la prueba en sí y la incomodidad transitoria durante la invasión de las partes más sagradas de nuestro cuerpo? ¿O tememos que el monstruo nos atrape? Los motivos, probablemente, incluyan muchas de estas situaciones, si no es que incluyen todas. Recuerde que al actuar se obtienen resultados. Una prueba preventiva simplemente significa que el médico toma medidas de prevención para detectar el cáncer antes de que usted tenga síntomas. Y al priorizar la salud, usted ayuda a derrotar al monstruo. Comience a hablar acerca del incómodo tema de las pruebas preventivas de cáncer. Hable primero con su médico. Asegúrese de saber con qué frecuencia debe hacerse las pruebas, cuánto tarda el procedimiento y cómo aliviar la ansiedad que puede sentir. Después pida a un amigo de confianza o a un familiar que le cuente su propia experiencia. Si bien el tema es serio, lo más probable es que incluya algo de humor en la conversación, además de algunos consejos útiles a fin de prepararse para la prueba preventiva importante. Luego, enfrente al monstruo. Hágase pruebas preventivas. Y aliente a sus seres queridos para que también se hagan pruebas preventivas de cáncer de forma regular, por ejemplo, a su pareja y a sus hermanos, e incluso, si sus hijos son adultos, puede recordarles que “todo terminará antes de que se den cuenta”. ¿La recompensa? Una mejor salud y, posiblemente, su vida. Para obtener más información acerca del cáncer colorrectal, de mama, de próstata y de cuello uterino, y de las pruebas preventivas correspondientes, visite empireblue.com. Datos sobre las pruebas preventivas }} }} Las mamografías, que son radiografías de las mamas, pueden detectar entre el 90% y el 95% de los casos de cáncer que no se detectan durante un autoexamen. La prueba en sí solamente lleva de 5 a 10 minutos. El Instituto Nacional del Cáncer recomienda que, a partir de los 40 años, las mujeres se hagan una mamografía cada 1 ó 2 años. Los exámenes de próstata, para los hombres, incluyen un análisis de sangre simple (llamado análisis de PSA) y un tacto rectal (DRE, por sus siglas en inglés). La buena noticia es que tarda alrededor de 5 minutos. Aproximadamente la mitad de las veces, los bultos sospechosos detectados durante este examen no son cáncer. La Sociedad Americana de Urología y la Sociedad Americana del Cáncer recomiendan que, a partir de los 50 años, los hombres se hagan esta prueba una vez por año. }} }} El cáncer de cuello uterino, generalmente, se controla mediante una prueba de Papanicolaou como parte de un examen de rutina de la pelvis. La prueba de Papanicolaou busca crecimientos celulares anormales en el cuello del útero que puedan ser cancerosos o precancerosos. El examen tarda menos de 5 minutos. La detección y el tratamiento tempranos de los cambios celulares anormales son importantes para prevenir el cáncer de cuello uterino. Los exámenes colorrectales, generalmente, son recomendados para hombres y mujeres a partir de los 50 años, según la Sociedad Americana del Cáncer. Los médicos emplean varios métodos para realizar las pruebas preventivas de cáncer colorrectal; el primero es el tacto rectal. En función de sus antecedentes personales de salud, el médico le recomendará el más adecuado para usted. Por lo general, estas pruebas se repiten únicamente cada cinco a diez años. La información se proporciona exclusivamente con fines educativos y no debe interpretarse como asesoramiento médico. Consulte a su médico para que lo asesore sobre cambios que pueden afectar su salud. Fuente: Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute): www.nci.gov; Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society): www.cancer.org Los servicios son prestados por Empire HealthChoice HMO, Inc. y/o Empire HealthChoice Assurance, Inc., licenciatarios de Blue Cross and Blue Shield Association, una asociación de planes de Blue Cross y Blue Shield independiente. ® 360° Health es una marca registrada de Anthem Insurance Companies, Inc. Los nombres y símbolos de Blue Cross and Blue Shield son marcas registradas de Blue Cross and Blue Shield Association.