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4 ¿Con quién quieres jugar en la vida: El diablo “vende humo” o Jesús?, cuestiona el Papa En la Biblia, al demonio se le llama el padre de la mentira. Aquel que prometía, o mejor dicho, te hacía creer que haciendo determinadas cosas serías feliz El Papa Francisco en el encuentro con los jóvenes en Paraguay, cuestionó a todos sobre con quién quieren jugar en la vida: ¿con el diablo ‘vende humo” o con Jesús que es el amigo que nunca defrauda? En el texto, que el Santo Padre dejó a los obispos para que todos puedan tener acceso a él, hay una referencia a una meditación de San Ignacio de Loyola conocida como la de “las dos banderas”: la del demonio y la del Señor. “Con esta meditación, nos hace imaginar, cómo sería pertenecer a uno u a otro equipo. Sería como preguntarnos, ¿con quién quieres jugar en la vida? Y dice San Ignacio que el demonio para reclutar jugadores, les promete a aquellos que jueguen con él riqueza, honores, gloria, poder. Serán famosos. Todos los endiosarán”, escribió el Pontífice. Por otro lado, el Santo “nos presenta la jugada de Jesús. No como algo fantástico. Jesús no nos presenta una vida de estrellas, de famosos, por el contrario, nos dice que jugar con él es una invitación, a la humildad, al amor, al servicio a los demás. Jesús no nos miente. Nos toma en serio”. “En la Biblia, al demonio se lo llama el padre de la mentira. Aquel que prometía, o mejor dicho, te hacía creer que haciendo determinadas cosas serías feliz. Y después te dabas cuenta que no eras para nada feliz. Que estuviste atrás de algo que lejos de darte la felicidad, te hizo sentir más vacío, más triste”. El Papa Francisco alertó que “el diablo es un «vende humo». Te promete, te promete, pero no te da nada, nunca va a cumplir nada de lo que dice. Es un mal pagador. Te hace desear cosas que no dependen de él, que las consigas o no. Te hace depositar la esperanza en algo que nunca te hará feliz. Esa es su jugada, esa es su estrategia”. El demonio, prosigue el Santo Padre en el texto, “es un gran «vende humo» porque todo lo que nos propone es fruto de la división, del compararnos con los demás, de pisarle la cabeza a los otros para conseguir nuestras cosas. Es un «vende humo» porque, para alcanzar todo esto, el único camino es dejar de lado a tus amigos, no hacerle el aguante a nadie. Porque todo se basa en la apariencia. Te hace creer que tu valor depende de cuánto tienes”. “Por el contrario, tenemos a Jesús, que nos ofrece su jugada. No nos vende humo, no nos promete aparentemente grandes cosas. No nos dice que la felicidad estará en la riqueza, el poder, orgullo. Por el contrario. Nos muestra que el camino es otro”. Este “Director Técnico –prosigue Francisco– les dice a sus jugadores: bienaventurados, felices los pobres de espíritu, los que lloran, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los perseguidos por la justicia. Y termina diciéndoles, alégrense por todo esto”. El Papa Francisco recuerda en el texto escrito que “Jesús no nos miente. Nos muestra un camino que es vida, que es verdad. Él es la gran prueba de esto. Es su estilo, su manera de vivir la vida, la amistad, la relación con su Padre. Y es a lo que nos invita. A sentirnos hijos. Hijos amados”. “Él no te vende humo. Porque sabe que la felicidad, la verdadera, la que deja lleno el corazón, no está en las «pilchas» (ropa) que llevamos, en los zapatos que nos ponemos, en la etiqueta de determinada marca”, resaltó. Todos los sacerdotes podrán absolver a fieles arrepentidos del pecado sobre el aborto En Año de la Misericordia Inesperado e inoportuno anuncio del Papa, opinan especialistas Entre los diversos temas a los que se refiere en la carta dada a conocer, el Papa Francisco decidió que por el Año de la Misericordia todos los sacerdotes del mundo, “no obstante cualquier cuestión contraria”, estarán facultados para perdonar el pecado del aborto. En el texto dirigido al Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Arzobispo Rino Fisichella, el Santo Padre señala que ha decidido “conceder a todos los sacerdotes para el Año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón”. Por este motivo, prosigue el Papa, “los sacerdotes se deben preparar para esta gran tarea sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera para llegar a acoger el auténtico y generoso perdón del Padre que todo lo renueva con su presencia”. Para explicar su decisión el Pontífice afirma que “uno de los graves problemas de nuestro tiempo es, ciertamente, la modificación de la relación con la vida. Una mentalidad muy generalizada que ya ha provocado una pérdida de la debida sensibilidad personal y social hacia la acogida de una nueva vida”. “Algunos viven el drama del aborto con una consciencia superficial, casi sin darse cuenta del gravísimo mal que comporta un acto de ese tipo”. El Papa Francisco prosigue su reflexión y resalta que “muchos otros, en cambio, incluso viviendo ese momento como una derrota, consideran no tener otro camino por donde ir. Pienso, de forma especial, en todas las mujeres que han recurrido al aborto. Conozco bien los condicionamientos que las condujeron a esa decisión. Sé que es un drama existencial y moral”. “He encontrado a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa. Lo sucedido es profundamente injusto; sin embargo, solo el hecho de comprenderlo en su verdad puede consentir no perder la esperanza”. El Santo Padre precisa asimismo que “el perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido, sobre todo cuando con corazón sincero se acerca al Sacramento de la Confesión para obtener la reconciliación con el Padre”. De acuerdo al derecho canónico solo los obispos y algunos sacerdotes facultados por ellos pueden perdonar el pecado del aborto por la gravedad del mismo, que implica acabar con la vida del ser humano más inocente e indefenso: el no nacido. En los últimos años diversos obispos han concedido la facultad de perdonar el pecado del aborto a todos los sacerdotes de sus diócesis en tiempos penitenciales como la Cuaresma. La decisión del Santo Padre se enmarca en la clara perspectiva de hacer que la misericordia de Dios llegue a todos, algo que ha marcado todo su pontificado. El año de la Misericordia se inicia el 8 de diciembre de 2015 en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y concluye el 20 de noviembre de 2016 en la Solemnidad de Cristo Rey. Para algunos especialistas y laicos, los anuncios del Papa Francisco en relación al tema del aborto y de la nulidad matrimonial, resultaron un tanto inoportunos, debido a que muchos fieles están luchando por defender al matrimonio y en contra del aborto. Y en estos momentos el Papa, se le ocurre, realizar estos anuncios que si bien es cierto tienen buenas intenciones, se considera no muy oportunos y fuera de lugar, ante la incesante lucha que se está dando para conservar el matrimonio y evitar los abortos. El Papa Francisco enseña los tres “verbos del Pastor”: Ver, tener compasión y enseñar El Papa Francisco reflexionó sobre los “verbos del Pastor”, en sus palabras frente a los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro. En su explicación, el Papa habló de tres verbos: ver, tener compasión y enseñar, que están asociados a la actitud de Jesús y a los que llamó “los verbos del Pastor”. “El Evangelio nos dice que los Apóstoles, después de la experiencia de la misión, están contentos pero también cansados. Y Jesús, lleno de comprensión, quiere darles un poco de alivio; entonces les lleva aparte, a un lugar apartado para que puedan descansar un poco”, recordó. El Papa explicó que en este punto, San Marcos “nos ofrece una imagen de Jesús singular e intensa, ‘fotografiando’, por decir así, sus ojos y acogiendo los sentimientos de su corazón”. Jesús, indicó, observa que la gente que les seguía “eran como ovejas sin pastor” y se puso a enseñarles. Francisco distinguió aquí “los verbos del Pastor: Ver, tener compasión, enseñar”. El Papa señaló que ver y tener “están siempre asociados a la actitud de Jesús: de hecho su mirada no es la mirada de un sociólogo o de un foto reportero, porque él mira siempre con ‘los ojos del corazón’”. Por tanto, “ver y tener compasión configuran a Jesús como Buen Pastor”. Respecto a la compasión dijo que “no es solo un sentimiento humano, sino la conmoción del Mesías en el que se ha hecho carne la ternura de Dios”. Nace además “del deseo de Jesús de nutrir a la muchedumbre con el pan de su Palabra”. “Y de esta compasión nace el deseo de Jesús de nutrir a la gente con el pan de su Palabra, es decir, de enseñar la palabra de Dios a la gente. Jesús ve, Jesús tiene compasión, Jesús enseña. ¡Esto es hermoso!”, aseguró.