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¿Por qué, a quiénes y cómo
disminuir los efectos de las
radiaciones ionizantes de la
tomografía computarizada
en niños?
Why, to Whom and How Minimize the Effects of
Ionizing Radiation from CT Scans in Children and
Infants?
Hugo Hernán Ferreira Traslaviña1
José Luis Rodríguez Pérez2
Palabras clave (DeCS)
Radiación ionizante
Tomografía
Efectos adversos
Key words (MeSH)
Radiation, ionizing
Tomography
Adverse effects
Resumen
El objetivo de este artículo es describir diferentes aspectos que influyen en el manejo de las dosis
de radiación ionizante en la tomografía computarizada en niños, el estado actual de sus efectos
secundarios, quiénes son responsables y cuáles son las herramientas existentes para disminuir este
potencial problema. Se realizó extensa revisión de la literatura médica respecto a los factores físicos
que influyen en la dosis de radiación de la tomografía computarizada en niños, cómo se mide, cuáles
son y cuál es el estado actual de sus efectos secundarios, así como las herramientas disponibles
que existen para disminuir esta dosis sin pérdida de su capacidad diagnóstica. Se concluye que el
potencial carcinogénico del exceso de las radiaciones ionizantes sobre el tejido humano es una
realidad. La incidencia de los cánceres inducidos por la radiación ionizante durante estudios de
imágenes diagnósticas ha aumentado. Existen muchos factores que influyen en la dosis de radiación
de la tomografía computarizada, los cuales podemos optimizar y así disminuir potencialmente el
riesgo carcinogénico de este problema. La reducción en las dosis de radiación es responsabilidad,
principalmente, de médicos remitentes, tecnólogos y las empresas manufactureras de los equipos
de rayos x.
Summary
1
Médico radiólogo. Especialista en
Radiología Pediátrica.
2
Médico residente de Radiología,
III año, Pontificia Universidad
Javeriana, Bogotá, Colombia.
2626
The objective of this article is to describe different aspects influencing the handling of ionizing
radiation dose from computed tomography in children, its side effects, who are responsible
and what are the tools to minimize this potential problem. An extensive review of the literature
with regard to physical factors that influence the radiation dose from computed tomography in
children, how is measured and what is the current state of its side effects, and the tools that exist
to reduce radiation dose without loss of diagnostic performance. The carcinogenic potential of
the excess of ionizing radiation on human tissue is a reality. The incidence of cancers induced
by ionizing radiation in studies of diagnostic imaging has increased. There are many factors that
influence radiation dose from computed tomography; its adequate use can optimize and reduce
the potential carcinogenic risk of this problem. Radiation dose reduction is the main responsibility
of referring physicians, radiologists, technologists and x ray equipment manufacturer industry.
artículos de revisión
Introducción
Los beneficios de las imágenes diagnósticas son cada vez mayores
y su calidad es cada vez mejor con el pasar de los años. Esto ha facilitado el diagnóstico de muchas patologías y, de esta forma, abordarlas
de manera más temprana, para evitar complicaciones. Para ello, desde
hace más de un siglo se viene usando la radiación ionizante como
herramienta diagnóstica, y uno de los métodos más solicitados por su
exactitud diagnóstica es la tomografía computarizada (TC).
La TC ha pasado por una gran transición, desde los equipos de
primera generación hasta los equipos con multidetectores, actualmente
utilizados, que permiten realizar exámenes en menor tiempo, así como
reconstrucciones multiplanares y tridimensionales de excelente calidad.
Sin embargo, pese a los grandes beneficios, no se puede desconocer que
este método de diagnóstico ha llevado a un aumento progresivo en la
exposición de los pacientes a radiaciones ionizantes, debido al mayor
número de solicitudes médicas, que crecen día a día.
Así es como en la década de los ochenta el número de exámenes
de TC era de 3.000.000 y en el 2005 fue de 60.000.000 (1-5). El
resultado son dosis de radiación acumulada en cada paciente, que
aumentan el riesgo de desarrollar neoplasias inducidas por radiación
(6). Oficialmente, los rayos X se han clasificado como carcinogénicos por la Agencia de Investigación en Cáncer, de la Organización
Mundial de la Salud; la Agencia de Sustancias Tóxicas y Registro de
Enfermedades, del Centro de Control y Prevención de Enfermedades,
y el Instituto de Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, de Estados
Unidos (1,7-9).
El estudio más ampliamente divulgado y conocido respecto al
efecto carcinogénico de las radiaciones ionizantes es el de los sobrevivientes de la bomba atómica en Japón. Se ha establecido que existe
un incremento estadísticamente significativo de cáncer a dosis que
excedan los 50 milisiévert (mSv), aun cuando existe controversia en
relación con exposiciones inferiores a este valor. Si se tiene en cuenta
que muchos exámenes de TC tienen dosis efectivas que oscilan entre
los 10 y los 25 mSv por cada estudio y que muchos pacientes tienen
múltiples estudios, ellos estarían expuestos a dosis superiores a los
50 mSv. Este análisis ha propiciado que la Comisión Internacional de
Protección Radiológica haya reportado que las dosis de los exámenes
de TC se están aproximando o están excediendo las dosis de radiación
que han mostrado ser carcinogénicas (1).
En el mismo sentido, Berrington de González y Darby, en un estudio
del 2004, sugieren que la exposición a radiaciones ionizantes de uso
médico es la responsable de aproximadamente 1% de los cánceres en
Estados Unidos (1,10). Otro estudio reciente, realizado por Sodickson
y colaboradores, acerca de la relación entre las dosis de radiación acumuladas recibidas por TC y el desarrollo de cáncer, confirma que los
pacientes con mayor número de TC son un grupo de riesgo, en los que
aumentan las probabilidades de desarrollar una neoplasia (11).
Estas cifras pueden aumentar debido al mayor número de exámenes
realizados hoy en día y teniendo en cuenta que las neoplasias inducidas por cáncer suelen manifestarse entre una y dos décadas después.
Actualmente existen muchas preguntas sin responder acerca de cómo
la radiación puede causar efectos nocivos en un paciente; sin embargo,
Rev Colomb Radiol. 2009; 20(2):2626-33
algunas teorías lo explican como alteraciones en el ácido desoxirribonucleico; otras, como aberraciones cromosómicas, y otras más, como
mutaciones genéticas (12).
Hasta el momento, este problema ha sido subestimado por los
médicos, quienes esperan obtener imágenes muy detalladas sin tener
en cuenta la dosis de radiación que pueda recibir el paciente. Esta
situación se ha acentuado más en la última década, por el uso de la TC
multicorte, la cual, por sus excelentes imágenes, lleva a mayor demanda
de este método diagnóstico (1,13).
Unidades medida de la radiación en TC
Es importante conocer las medidas de radiación utilizadas en TC
para así entender las dosis de radiación y sus riesgos potenciales. Las
medidas utilizadas son la dosis absorbida, la dosis equivalente efectiva
y los índices de dosis. Estas son determinadas por phantoms para finalmente obtener el índice de dosis del TC (CTDI, por su sigla en inglés)
y dosis por longitud del producto (DLP), es decir, la dosis de radiación
recibida de acuerdo con la longitud del área irradiada.
La dosis absorbida se mide en grays (Gy) y representa la dosis
absorbida por un órgano específico, lo que permite proyectar efectos
biológicos y riesgos sobre ese tejido. La dosis equivalente es medida
es siéverts (Sv), y es el producto de la dosis absorbida y el factor de
calidad. Este factor depende del tipo de radiación —por ejemplo, en
TC el factor es 1,0—. La dosis equivalente es usada para calcular la
dosis equivalente efectiva.
La dosis equivalente efectiva es la suma de los productos de cada
dosis equivalente y un factor de susceptibilidad independiente en cada
órgano, es decir, la dosis de exposición regional o general que hubo en
el examen. Adicionalmente, esta medida sirve para comparar la dosis
utilizada en diferentes partes del cuerpo (por ejemplo, en un tórax y en
una mano). Igualmente sirve para comparar las dosis de radiación de
dos exámenes diferentes como una TC frente a una radiografía simple.
Sin embargo, esta medida está sujeta a operaciones matemáticas individuales en cada paciente. Por esto hay medidas que son calculadas
automáticamente por el programa del computador del tomógrafo y que
se deben tener en cuenta. Estas medidas son el CTDI y la DLP (14).
El CTDI es medido en miligrays (mGy) y representa la dosis de radiación en un corte simple de TC, el cual se determina usando un phamtom de
longitud estándar (generalmente de 16 o 32 cm). El CTDI vol es actualmente
más utilizado, ya que incluye el pitch en la medida. La DLP es medida en
mgy × cm y es el producto de la longitud escaneada y el CTDI vol. Es útil
porque no nos da la medida de un solo corte, sino la longitud total de la
región anatómica examinada (15,16).
Equivalencias
Existen tablas de equivalencia que comparan la dosis de radiación
de varios procedimientos de radiología médica: la de TC de cráneo,
la de TC de tórax, la de TC de abdomen y la de la radiografía simple
de tórax, que nos pueden dar equivalencias objetivas de las dosis de
radiación que se reciben por cada TC y calcular el efecto que podría
2627
provocar el uso indiscriminado del TC, si se tiene en cuenta su potencial
carninogénico (17) (Tabla 1).
Tabla 1. Equivalencias de dosis entre diferentes estudios
de radiografía convencional comparadas con algunos
estudios de TC y la radiación natural (18-21)
Procedimiento
diagnóstico
Equivalente
en número de
radiografías
de tórax
Equivalente
a radiación
natural
< de 0,01
< de 0,5
< de 1,5 días
0,02
1,0
3 días
0,07
3,5
11 días
0,70
35,0
4 meses
1,30
65,0
7 meses
0,70
35,0
4 meses
1,00
50,0
6 meses
1,50
7,00
75,0
350,0
8 meses
3,2 años
2,50
125,0
14 meses
2,30
115,0
1 año
8,00
400,0
3,6 años
10,00
500,0
4,5 años
Dosis
efectiva
(mSv)
Radiografía de
manos, pies
y articulaciones
Radiografía de
tórax
Radiografía de
cráneo
Radiografía de
columna torácica
Radiografía de
columna lumbar
Radiografía de
pelvis
Radiografía de
abdomen
Esofagograma
Colon por enema
Urografía
intravenosa
TC de cráneo
TC de tórax
TC de abdomen
Población más afectada
Todos los pacientes que sean llevados a la realización de una TC
están recibiendo radiación ionizante y, así, se someten a los riesgos
que esta produce; sin embargo, es importante conocer que por diferentes razones la población pediátrica es la más afectada (22-24).
Las dosis de radiación de la TC y sus riesgos potenciales son de
mayor importancia en pacientes pediátricos. Ellos tienen mayor peligro de sufrir los efectos de la radiación, por tener un tiempo de vida
mucho mayor para desarrollarlos y acumular más dosis de radiación a
lo largo de sus vidas, por la mayor sensibilidad de sus órganos y tejidos
inmaduros y por la relativa utilización de dosis mayores de radiación
cuando se compara con un adulto (25,26). Ejemplo de ello es el estudio
de Brener, que estimó un riesgo de mortalidad por cáncer atribuible a
un TC simple de 0,18% para el TC de abdomen y 0,07% para el TC
de cráneo con protocolo para niño de un año de edad (27).
Responsables
Se ha reaccionado un poco acerca de esta situación y se ha iniciado
una concientización sobre los efectos de la radiación en los pacientes.
De esta forma, se sabe que el problema es algo colectivo y que se debe
educar a todas las partes del proceso para lograr un resultado (3).
Médicos remitentes
La educación debe empezar por los médicos tratantes (generales y
especialistas), ya que una de las fuentes más altas de radiación innece-
2628
saria es la solicitud de exámenes diagnósticos en casos no indicados.
En muchos se puede ver que solicitudes de TC se podrían remplazar
con ecografías o, en casos de mayor complejidad, con resonancias
magnéticas, a fin de llegar así a un diagnóstico. También podría ser útil
difundir la información con cursos en los cuales se hable de la sobreutilización del TC, las verdaderas indicaciones de éste y la concientización
y conocimiento de los efectos nocivos de la radiación.
Médicos radiólogos
Igualmente, los radiólogos deben contribuir a disminuir la radiación
en los pacientes. ¿Cómo? Con un conocimiento adecuado de la física
de la radiación ionizante, lo cual debe ser mejorado en el entrenamiento
de los residentes de radiología. Luego, con la inclusión de preguntas
acerca del tema en los exámenes de acreditación de los médicos radiólogos. Después, con el inicio, de manera general y colectiva, de la
concientización acerca de los efectos de la radiación —para esto sería
útil incluir una sección en las revistas de radiología, sobre la radiación y
sus efectos nocivos—. Por último, sería de gran utilidad lograr identificar
qué pacientes tienen una alta dosis de radiación acumulada, para evitar
realizar ese tipo de estudios en estos pacientes. La decisión, al igual
que la responsabilidad sobre el paciente, es únicamente nuestra, por lo
cual la decisión final de realizar el examen es nuestra y se debe tener un
adecuado criterio para realizarlo o suspenderlo (1,28).
Tecnólogos
Otro grupo que se debe tener en cuenta para nuestro propósito es el de los
tecnólogos, que, en la mayoría de las ocasiones, es el único en tener contacto
con el paciente; por esta razón, debe conocer los aspectos relacionados con
los efectos biológicos de la radiación ionizante y los riesgos inherentes de
ésta, para responder las inquietudes que surjan por parte de los pacientes.
Igualmente pueden ser los tecnólogos quienes se den cuenta si la
indicación del examen es adecuada o si se le han realizado múltiples
exámenes similares. En este punto, su misión es notificar al radiólogo
para evaluar la verdadera indicación del examen y, de esta forma, evitar
la realización de un examen innecesario o mal indicado. Por último,
ellos podrían identificar casos en los que se necesite una protección
especial para la radiación, por ejemplo, en niños o mujeres embarazadas; así ellos podrán limitar la radiación con colimación, métodos de
protección y disminución de la dosis.
Fabricantes y vendedores de equipos
Finalmente es importante que estén involucrados en este tema
también los fabricantes y vendedores de los equipos, para así tener
equipos que proporcionen la misma calidad de imagen con menor dosis
de radiación. Teniendo en cuenta estos parámetros, se podrán obtener
protocolos de exámenes con adecuada calidad de imágenes y menor
dosis de radiación (1).
Factores técnicos
El equipo de TC está conformado por un tubo de rayos X, que
rota alrededor del paciente emitiendo un haz de rayos X colimado,
que atraviesa el cuerpo en el plano axial. Estos rayos son recibidos en
lado opuesto, por unos detectores. La información recibida por estos
detectores depende de la atenuación que hayan tenido los rayos por
cada órgano que atravesaron.
¿Por qué, a quienes y cómo disminuir los efectos de las radiaciones ionizantes de la tomografía computarizada en niños?. Ferreira H, Rodríguez J
artículos de revisión
Escanografía helicoidal muticorte
En esta tecnología lo que ocurre es que, a diferencia de los helicoidales simples, ya no es una sola fila de detectores utilizados para
obtener datos, sino que ahora se utilizan varias filas de detectores.
Para esto se necesita disminuir la colimación del rayo, ampliando
su espesor y así se logra, en el mismo tiempo, escanear una longitud
mucho más grande del cuerpo.
De esta forma, al utilizar muchos más detectores, que van desde 2
hasta 64 (los utilizados en este momento en nuestro medio), se obtienen
imágenes con un espesor de corte mucho más fino (0,5 mm), y por medio de reconstrucciones y traslapación, volúmenes con imágenes muy
finas, que llevan a reconstrucciones multiplanares y tridimensionales
de calidad y resolución cada vez más alta (29).
a
¿Cómo disminuir la radiación en la población pediátrica?
Inicialmente, se debe conocer que los nuevos escanógrafos, cada
vez, tienen mejores métodos para reducir la radiación, entre éstos está
el método de modulación de la dosis de radiación según el órgano que
se vaya a evaluar. Además de esto, cuenta con cuñas de radiación que
ayudan a evitar la radiación dispersa en rayos, que por ser tan débiles
no atravesaran el cuerpo completo y por esto no darán ninguna información. Adicionalmente, existen otros métodos para disminuir la radiación,
los cuales debemos conocer y aplicar (30-33) (Fig. 1).
Sin embargo, debemos tener claro que el problema no es que la TC
multicorte aumente la radiación, pues la radiación por paciente es similar a
la TC helicoidal con detector único (34), y aunque ha existido controversia
acerca de esto, se ha demostrado que con tomógrafos de 8 a 64 detectores, incluso, es menor la dosis de radiación, si se atienden los protocolos
sugeridos para cada examen y que mencionamos más adelante (35).
Un problema fundamental es el incremento en la solicitud de
exámenes y el aumento en la disponibilidad de tomógrafos que lleva a
aumentar las dosis acumuladas de los pacientes (36,37). Por lo tanto,
en la medida en que las solicitudes de TC sigan incrementándose, los
radiólogos y técnicos deben tener el criterio de definir si ese paciente
realmente necesita el examen, ya que en más del 30% de los TC solicitados se ha demostrado una indicación errónea (15,38).
Sin embargo, este método puede no ser práctico y, en algunos casos,
puede llevar a tomar decisiones equivocadas, debido al desconocimiento de la historia del paciente; por esto lo recomendable es establecer
una comunicación entre el médico tratante y el radiólogo, y definir la
verdadera indicación del examen o la posibilidad de resolver la duda
diagnóstica con otro método de imágenes (39).
Una vez se confirme la necesidad de realizar el TC, se procede a
individualizar los factores técnicos y reducir la dosis de radiación, según
la indicación de cada paciente. El factor más importante que debemos
modificar es la corriente del tubo (40,41) (Fig. 2).
b
c
Reducción de la corriente del tubo
Se puede reducir la corriente del tubo cuando la anormalidad que
estamos buscando no es muy detallada y tiene alto contraste —por
ejemplo, en la búsqueda de cálculos renales, no es necesario utilizar
una corriente tan alta del tubo—. Al disminuir la corriente del tubo,
básicamente lo que vamos a obtener es un aumento en el ruido, lo
cual nos lleva a disminuir la resolución de la imagen. Esto no sería
relevante para ver una litiasis, pero podría serlo si estamos evaluando
algo más detallado.
Rev Colomb Radiol. 2009; 20(2):2626-33
Figs. 1. TC de cráneo del mismo nivel. La imagen (a) con 300 mA, la (b) con 150 mA
y la (c) con 50 mA. Se demuestra que reduciendo la radiación incluso una sexta parte
podemos obtener imágenes adecuadas, con buena resolución y óptima diferenciación
anatómica, lo que confirma ser un estudio suficientemente diagnóstico.
2629
a
b
Fig. 2. TC de abdomen. Obtenidas con 150 mA (a) y 341 mA (b). Aunque en la imagen (a) vemos algo de ruido, sigue siendo un estudio diagnóstico, sobre todo en casos en que no se
busca patología de detalles muy finos, como calcificaciones.
Igualmente, podemos modificar los factores técnicos según el órgano
que vayamos a examinar. Así es como en la exploración de pulmón no necesitamos tanta corriente y podemos disminuir los parámetros de radiación.
Por último, debemos tener en cuenta el tamaño del cuerpo que va a ser
examinado de esta forma, pues en un paciente pediátrico la dosis debe ser
considerablemente reducida, según el peso, disminuyendo hasta un 50% de
la dosis de un adulto en un paciente pediátrico. Al disminuir en un 50% el
miliamperio (mA), estamos disminuyendo proporcionalmente en un 50% la
dosis total de radiación (25).
Existe otro parámetro que puede llevar a disminuir la dosis de
radiación, que es el pitch, esto es, la distancia que avanza la mesa en
una rotación del gantry, pues al aumentar el picth al doble, se reducirá
la dosis de radiación a la mitad, a la vez que el tiempo de exploración
baja a la mitad. Un estudio demostró que el aumentar el pitch de 1:1 a
1:1,5 reducía la dosis en un 33% (24,42).
El otro factor técnico que ayuda a disminuir la dosis de radiación es el
kilovoltio (kV), que determina la energía de los protones; sin embargo, disminuir el kV no es un parámetro muy utilizado, ya que si el rayo queda con
energía insuficiente, podría perder su capacidad para obtener imagen y, además,
aumentar la radiación dispersa, el ruido y el contraste (6, 21) (figs. 3 y 4).
Teniendo en cuenta el problema que se ha discutido acerca de la
radiación ionizante en la población pediátrica, se están implementando
nuevas políticas para disminuir la dosis de radiación en cada paciente.
Inicialmente el Instituto de Medicina y el Colegio Americano de Radiología, en Estados Unidos, inició campañas para disminuir la radiación,
pues realizó encuestas que encontraron que sólo el 13% de los padres
de los niños que iban a ser llevados a escanografía entendían el riesgo
de la radiación, lo que demuestra que la literatura al respecto no era
suficientemente clara, incluso, para el personal de la salud.
Contrario a esto, los padres preferían que les practicaran más TC
a sus hijos para llegar a un rápido diagnóstico y controlar fácilmente
las patologías. Así, se crearon múltiples campañas, entre ellas Image
Gently, la cual brinda información a los padres acerca de la radiación
producida por la TC y sus indicaciones, y la página en internet http://
www.imagegently.org es su mayor fuente de información (43).
Otro punto importante es evaluar cuidadosamente las indicaciones
de cada TC, según las recomendaciones para cada equipo de trabajo, y si
es posible se resuelve el caso con ecografía o con resonancia magnética,
la cual cada vez tiene más indicaciones, incluso en casos de urgencia.
Además, se están optimizando los parámetros de radiación para cada
paciente con los factores que mencionamos anteriormente y se han
realizado muchos protocolos diseñados teniendo en cuenta el peso del
2630
paciente. En las tablas 2 y 3 hay algunos ejemplos (15) y guían sobre
el óptimo uso de los factores técnicos de cada examen (21,44,45).
Tabla 2. Parámetros según el peso para realizar una TC de
tórax en un equipo multicorte
Peso en kg
4,5-8,5
9-18
19-26
27-35
36-44
45-68
Más de 69
kV
100-120
100-120
120
120
120
120
120
mA
30
30-40
40
50
60
70-90
Más de110
Tabla 3. Parámetros según el peso para realizar una TC de
abdomen en un equipo multicorte
Peso en kg
4,5-8,5
9-18
19-26
27-35
36-44
45-68
Más de 69
kV
100-120
100-120
120
120
120
120
120
mA
50
60
70
800
100
110-120
Más de 135
Así es como se debe verificar siempre la realización de los exámenes con las indicaciones y los parámetros adecuados, según la edad, de
manera que siempre se obtengan valores de DLP bajos, hasta conseguir
un límite constante de 100 mGy × cm en cada examen (46-48).
Finalmente, en la página de internet de Image Gently se encuentran guías
y protocolos actualizados respecto a cómo optimizar la corriente del tubo de
su equipo de TC para realizar exámenes a pacientes pediátricos con la menor
dosis de radiación posible (49,50), siguiendo los parámetros técnicos que se
usan para los pacientes adultos, siempre y cuando estos últimos no excedan
los límites permitidos por el Colegio Americano de Radiología.
De esta forma, el primer paso es ajustar los valores de corriente
usados para el paciente adulto, en cada parte del cuerpo, y luego aplicar
los factores de corrección diseñados para el paciente pediátrico, según
el espesor del área que se va a examinar o la edad del paciente. Estos
valores de corrección se presentan en la Tabla 4.
¿Por qué, a quienes y cómo disminuir los efectos de las radiaciones ionizantes de la tomografía computarizada en niños?. Ferreira H, Rodríguez J
artículos de revisión
a
b
Fig. 3. TC de tórax con ventana para mediastino. Imagen(a) con 30 mA e imagen (b) con 136 mA, sin evidenciar diferencias significativas en resolución.
b
a
Fig. 4. TC de tórax. Imagen (a), con 30 mA, e imagen (b) con 142 mA. Son muy similares.
Tabla 4. Factores de reducción de miliamperios para pacientes de TC de abdomen y Tórax pediátricos
Abdomen o tórax
base=mAB
kVp
mA
Tiempo (s)
Pitch abdomen
Espesor PA (cm)
Edad aprox.
9
12
14
16
19
22
Neonato
Un año
5 años
10 años
15 años
Adulto pequeño
0,43
0,51
0,59
0,66
0,76
0,90
0,42
0,49
0,57
0,64
0,73
0,82
25
31
Adulto mediano
Adulto grande
1,00
1,27
0,91
1,27
Abdomen
FR (mA)
mA estimado=mAB×FR
Pitch tórax
Tórax
FE (mA)
mA estimado=mAB×FR
FR: factor de reducción.
mAB: mA base, en un estudio de adulto en su servicio de radiología
Nota: Estas tablas están disponibles en la página electrónica de Image Gently, en formato de Excel, y son dinámicas. Están disponibles para bajar gratuitamente.
Rev Colomb Radiol. 2009; 20(2):2626-33
2631
Tabla 5. Factor de reducción de mA para cráneo pediátrico
Cráneo base = mAB
kVp
mA
Espesor PA (cm)
Edad aprox.
12
Tiempo (s)
Filtro
Pitch
Cabeza
FR (mA)
mA estimado = mAB×FR
Neonato
0,74
 
16
2 años
0,86
 
17
6 años
0,93
 
19
Adulto mediano
1,00
 
FR: factor de reducción.
mAB: mA base, en un estudio de adulto en su servicio de radiología
Nota: Estas tablas están disponibles en la página electrónica de Image Gently, en formato de Excel, y son dinámicas. Están disponibles para bajar gratuitamente.
El siguiente es un buen ejemplo: si una TC de tórax para un paciente
adulto se realiza con 120 kV, 200 mA, tiempo de 0,5 s y pitch de 1.
¿Cuál es la corriente del tubo que se necesita para un niño de cinco años?
200 mA×0,5 s=100 mA ⇒ 100 mA×0,59 (FR para 5 años)=59 mA.
De acuerdo con Image Gently, existen cinco pasos sencillos para
mejorar la atención de los pacientes en su práctica cotidiana:
1. Aumentar la conciencia de la necesidad de disminuir la dosis
de radiación a los niños durante la exploración con TC.
2. Estar comprometido a realizar un cambio en su práctica
diaria, trabajando en equipo con sus técnicos, el físico, los
médicos remitentes y padres de familia, para disminuir la
dosis de radiación. ¡Firmar el compromiso!
3. Revisar los protocolos de TC de adulto y luego usar los
protocolos mencionados en este artículo para el paciente
pediátrico. Acuérdese: “Más no es lo mejor”... Las dosis de
kV y mA del adulto no son necesarias para los cuerpos del
paciente pediátrico.
4. Las exploraciones de fase simple suelen ser suficientes.
Explorar antes de la administración de medio de contraste o
en fases tardías rara vez agrega información adicional en los
niños; por el contrario, pueden duplicar o triplicar la dosis de
radiación. Es bueno considerar la supresión de fases múltiples
en las exploraciones de su servicio.
5. Las exploraciones deben centrarse en el área de interés. Si
un paciente tiene un posible dermoide en la ecografía, rara
vez hay necesidad de escanear todo el abdomen y la pelvis.
Son mejores las exploraciones de “tamaño pediátrico” y
sólo analizar el área requerida, para obtener la información
necesaria.
seguridad en exposición a radiaciones ionizantes, utilización apropiada
de las imágenes diagnósticas para minimizar cualquier asociación con
su efecto carcinogénico y estandarización de protocolos y dosis de
radiación para cada uno de los exámenes, especialmente en el paciente
pediátrico, de acuerdo con la tabla dinámica descrita. Las medidas encontradas son responsabilidad de los médicos, de las enfermeras, de los
tecnólogos en radiología, de los fabricantes de equipos y de los mismos
padres del paciente.
Referencias
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
Conclusión
No existe duda alguna sobre el gran beneficio de las imágenes
diagnósticas; sin embargo, el potencial carcinogénico del exceso de
las radiaciones ionizantes sobre el tejido humano es una realidad. La
incidencia de los cánceres inducidos por la radiación ionizante durante
la realización de estudios de imágenes diagnósticas ha aumentado y
probablemente seguirá aumentando en un futuro no muy lejano.
Muchos factores influyen en la dosis de radiación de la TC, los
cuales podemos optimizar, a fin de disminuir potencialmente el riesgo
carcinogénico de este problema. Debemos prestar mucha atención a todas
las sugerencias dadas, como son educación en todos los principios de
2632
12.
13.
14.
15.
16.
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Correspondencia
Hugo Hernán Ferreira Traslavina
Servicio de Radiología
Clínica Materno Infantil San Luis
Carrera 26 No. 48 - 10
Bucaramanga, Colombia
[email protected]
Recibido para evaluación: 31 de marzo del 2009
Aceptado para publicación: 18 de mayo del 2009
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