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Influenza Humana A H1N1
Guía para el personal de salud
La emergencia causada por la epidemia de influenza A H1N1 ha desencadenado una respuesta de los centros
de control de enfermedades de México, Estados Unidos, Canadá y otros países. Sin embargo, es necesario
que las autoridades sanitarias de otros países, pongan en práctica medidas para aumentar su capacidad de
responder con eficacia ante la amenaza mundial que representa este virus. En tal sentido, es importante la
aproximación diagnóstica y terapéutica; así como el control de infecciones que se debe seguir en los
establecimientos de salud. La presente guía resume los aspectos más importantes que el personal de salud
debe conocer y aplicar al atender personas en su práctica diaria.
Ante la sospecha de un caso de influenza A H1N1, es indispensable determinar los criterios clínico,
epidemiológico y virológico de cada paciente. El criterio clínico se define como aquel cuadro general o
respiratorio agudo, caracterizado principalmente por: fiebre alta, tos, respiración entrecortada y cefalea; el
criterio epidemiológico se define si el paciente ha estado recientemente en países o territorios donde se ha
reportado el virus de la influenza A H1N1 y el criterio virológico se define por la confirmación del virus A H1N1
en la muestra del paciente por: RT-PCR en tiempo real, cultivo viral o una prueba de de IFI con anticuerpos
monoclonales para A H1N1.
Se define como caso sospechoso a las personas con una enfermedad respiratoria febril aguda que inicio sus
síntomas dentro de los 7 días de haber estado en contacto con un paciente que ha sido confirmado para
influenza A H1N1 o que estuvo en los 7 días previos al inicio de enfermedad, en una zona donde hay casos
confirmado de influenza A H1N1 o vive en ella.
Ante un caso sospechoso, debe realizarse pruebas de diagnóstico del virus. Si se dispone de pruebas rápidas
para detectar antígenos de influenza A o B, se deben usar y ante un resultado positivo iniciar tratamiento con
antivirales. Se debe tomar otras muestras de secreción nasal y faríngea y remitirlas al laboratorio de referencia
regional o al INS, para confirmar el tipo de influenza. Las pruebas rápidas no tienen una sensibilidad adecuada,
por lo que un resultado negativo en un caso sospechoso no descarta la influenza A N1H1, por lo que debe
hacerse pruebas virales estándares. Todo caso sospechoso debe ser notificado a epidemiología del Ministerio
de salud.
Se define caso probable si el caso sospechoso tiene una prueba positiva para virus de la influenza A, incluye la
prueba rápida, y el caso definitivo si el virus es subtipificado como virus de la influenza A H1N1 por RT – PCR
en tiempo real o cultivo viral.
El tratamiento antiviral está indicado en casos probables, confirmados y sospechosos. Los esquemas de
tratamiento son: Oseltamivir (Tamiflu ®: cápsulas de 75 mg y suspensión pediátrica de 12mg/ml, disponibles en
el Perú) dos veces por día: 30 mg para niños de menos de 15 kg , 45 mg para niños entre 15 kg y 23 kg, 60
para niños entre 23 kg y 40 kg, y 75 mg para mayores de 13 años, durante 5 días. Zanamivir (Relenza ®, no
disponible en Perú) es una alternativa para el tratamiento de la influenza en pacientes de 7 años de edad en
adelante; la dosis varía según la edad y se administra por inhalación oral dos veces al día durante cinco días.
Ambas drogas deben empezarse dentro de las primeras 48 horas del inicio de síntomas, para lograr su efecto.
El manejo del paciente será ambulatorio o institucionalizado dependiendo de la severidad de su enfermedad.
Se administrará tratamiento sintomático en todos los casos. El tratamiento empírico con antibióticos esta
indicado en todos los pacientes con sospecha de Influenza A H1N1 con compromiso pulmonar, como si se
tratara de una neumonía adquirida en la comunidad, hasta su confirmación. El manejo de los casos severos
con compromiso pulmonar deben seguir los protocolos convencionales en unidades de cuidados intensivos
Es imprescindible la educación a los pacientes con enfermedad respiratoria para que adopten las prácticas de
higiene respiratoria (PHR): cubrirse boca y nariz al toser, estornudar usando toallas de papel y descartarlas en
un tacho; higiene de manos con agua y jabón o alcohol gel, frecuentemente y siempre que se esté en contacto
con secreciones respiratorias, permanecer por lo menos a un metro de distancia de otras personas.
En caso de atender pacientes sospechosos, probables o confirmados de influenza A H1N1, debe seguirse las
siguientes medidas de control de infección:
Pacientes ambulatorios: realizar la anamnesis a una distancia de por lo menos 1 metro del paciente, utilizar
equipo de protección respiratoria personal: respirador N95 ajustado correctamente, en su defecto usar una
mascarilla quirúrgica. Para toma de muestras, usar la misma protección respiratoria, eliminar todo el material
sobrante en una bolsa para desechos de riesgo biológico. Lavarse las manos con agua y jabón o higiene con
gel con alcohol.
Se debe indicar al paciente y a la familia que en lo posible los pacientes permanezcan en habitaciones
individuales hasta que desaparezcan los síntomas. Si requiere desplazarse en la casa o fuera de ella debe
hacerlo usando una mascarilla. Instar al paciente a que cumpla las PHR. Los vasos y otros utensilios para
comer que utilice el paciente se deben lavar bien con agua y jabón antes de que los usen otras personas.
Pacientes hospitalizados: se deben mantener las precauciones estándar y las precauciones para prevenir
transmisión por gotas y por contacto durante 7 días después de la aparición de la enfermedad o hasta que se
disipen los síntomas. A pesar de que no hay evidencia de transmisión por aerosoles, el personal debe usar
respiradores N95 cuando ingrese a la habitación del paciente. En lo posible se debe utilizar cuartos de
aislamiento con presión negativa, para evitar infección por vía aérea; de lo contrario, utilizar habitaciones
individuales para pacientes manteniendo la puerta cerrada. Si no se dispone de habitación individual, ubicar a
la cohorte de casos sospechosos en una habitación múltiple separada de la cohorte de casos confirmados. La
distancia entre las camas debe ser mayor a 1 metro y de preferencia una barrera física (biombo o división).La
puerta de la habitación debe permanecer cerrada, limitando el acceso de personas a lo estrictamente
necesario. Para realizar aspiración de secreciones, broncoscopía o intubación, utilizar cuartos de aislamiento
con presión negativa. Se recomienda que el personal que proporciona cuidados médicos a las pacientes que
involucre contacto con el paciente deban de usar mandilones desechables, guantes, protectores oculares de
seguridad y respirador N95.
La quimioprofilaxis antiviral se debe considerar para las personas que han tenido contacto cercano (haber
estado a menos de 1,8 metros de distancia) a una persona con infección por virus de la influenza A H1N1
confirmada o altamente sospechosa. Se utiliza oseltamivir una vez al día a las siguientes dosis: 30 mg en niños
que pesan menos de 15 kg, 45 mg en niños que pesen entre 15 a 23 años, 60 mg en niños que pesen entre 23
hasta 40 kg y 75 mg para mayores de 13 años.
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