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Dr. Mario J. Molina Muchas gracias. Damas y caballeros, quisiera agradecer al Consejo Asesor Alemán sobre el Cambio Global por darme la oportunidad de participar hoy en este foro sobre la prosperidad de bajo carbono. Voy a tratar de hacer tres observaciones. La primera es una perspectiva sobre las acciones del gobierno de Estados Unidos sobre el tema del cambio climático. La segunda consiste en una descripción de algunas acciones del Gobierno Mexicano. El tercer punto es un resumen de mi opinión personal sobre lo que más se necesita para abordar efectivamente el problema del cambio climático. Una pregunta importante es si la sociedad está enfrentando al desafío del cambio climático de forma realista. A pesar de que ya han escuchado el escenario de éste por parte de la Canciller Angela Merkel, de John Schellnhuber y Dirk Messner, voy a añadir mi propia perspectiva. Quiero subrayar que no estoy dando esta información como un representante oficial del Gobierno de los EE.UU. o del Gobierno de México, sino que en realidad es sólo mi opinión personal. Voy a mencionar algunos ejemplos que describen las acciones llevadas a cabo por Estados Unidos. Una de ellas es que el Presidente Obama instauró estándares económicos para los combustibles que casi duplicará la eficiencia de los vehículos que serán empleados en los Estados Unidos durante la próxima década. Este paso permitirá reducir el consumo en más de dos millones de barriles diarios para el año 2025. Además, a principios de este año, el Presidente Obama propuso una nueva política energética centrada en renovables. Como ustedes probablemente ya saben, hay algunos problemas políticos internos muy duros en los Estados Unidos relacionadas con el tema del cambio climático. Otras cuestiones, como la seguridad energética y la económica, reciben una gran cantidad de atención. Por lo tanto, esta nueva política energética propuesta por el Presidente Obama tiene también como objetivo 1 reducir la dependencia en el petróleo extranjero, y es una respuesta para incrementar la demanda de petróleo en China, India, Brasil, etc, y a la inestabilidad en el Medio Oriente. Por otra parte, la idea es que el fomento de las energías renovables en los Estados Unidos va a crear nuevos puestos de trabajo. Es bueno para la economía. Otras acciones propuestas por el Gobierno norteamericano incluyen poner fin a un siglo de subsidios a la industria petrolera, que es en realidad es el objetivo ambicioso. Sólo un par de días atrás, el Presidente Obama anunció que está presionando al Congreso para invertir en fabricantes estadounidenses de energía limpia. Esta inversión creará puestos de trabajo a través de la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevos combustibles que reduzcan la dependencia en combustibles fósiles, y lleve, además, a fuentes de energía más seguras. Déjenme pasar al segundo punto. En México, nosotros y otros están trabajando en el desarrollo de un plan creíble, de desarrollo económico que tenga bajas emisiones de carbono. Lo estamos haciendo en colaboración con instituciones internacionales, como el GTC, o ahora la GIZ, es decir Die Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit aquí en Alemania. El objetivo no es sólo para trabajar en México, sino para construir una coalición de países en desarrollo con perspectivas similares sobre el tema del cambio climático. De hecho, el Congreso Mexicano acaba de aprobar una ley sobre el cambio climático con el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% para el 2050. Esto de nuevo es bastante ambicioso, y este objetivo depende de la implementación exitosa de un acuerdo internacional sobre cambio climático, está por verse si tal acuerdo se puede alcanzar en los próximos años. Lo que México está promoviendo en este momento son las llamadas medidas ganar-ganar, como las relacionadas con la mejora de la eficiencia energética, la eliminación de subsidios a la energía, a lo largo de la misma línea de los Estados Unidos. Además, me gustaría mencionar otro punto: en este Febrero pasado los Estados Unidos, Canadá, Suecia, México, Ghana y Bangladesh están comenzando una iniciativa para reducir el metano, hidrofluorocarbonos 2 (que son sustitutos de los CFCs que agotan la capa de ozono), y el hollín, es decir, carbono negro. Se trata de compuestos que contribuyen significativamente al cambio climático, que juntos representan alrededor del 40% del aumento de las temperaturas globales. La idea principal es que las emisiones de estos compuestos se pueden controlar con los reglamentos existentes de la calidad del aire. Por lo tanto, los controles pueden implementarse incluso en ausencia de acuerdos internacionales en cambio climático. He participado en algunas de las investigaciones que llevan a estas conclusiones. Permítanme aclarar, sin embargo, que no se propone reducir las emisiones de estos compuestos en lugar de los de dióxido de carbono, pero adicionalmente a las de dióxido de carbono. Las escalas de tiempo son importantes: estamos hablando de de CO2 de corta duración que no son forzadores del cambio climático, y la ventaja de controlar sus emisiones es que la temperatura máxima a alcanzar para las próximas décadas se verá reducido. Pero esto importa poco si las emisiones de CO2 continúan como siempre. Este es mi último punto: sabemos que en Copenhague, en 2009, más de un centenar de jefes de Estado coincidieron en la meta a la cual se aspira limitar el aumento de la temperatura media de la superficie a 2° C. Se suele decir que esto es lo que nos dice la ciencia, y que alcanzar el objetivo evitará la interferencia peligrosa con el sistema climático, reduciendo al mínimo la posibilidad de llegar a ciertos puntos de inflexión que podrían conducir a cambios irreversibles en el clima. Pero, de hecho, la ciencia no nos dice qué hacer. Simplemente nos dice lo que podría pasar si seguimos o no como hasta ahora. El objetivo de los 2 grados tiene que ver con la economía también. Se trata de un compromiso razonable en el sentido de que un objetivo más estrecho podría ser demasiado caro. Estamos hablando de un costo para la sociedad, del orden de uno o dos por ciento del PIB mundial. El mensaje es que de continuar con las emisiones habituales lo más probable es que nos lleve a un costo mayor 3 para la sociedad, como ha sido tan efectivamente comunicado por Lord Nicholas Stern, a quién vamos a escuchar en un momento. Quiero hacer otra observación. No sólo estamos hablando de un problema que se materializará hacia finales del siglo- un problema a largo plazo. En realidad, estamos empezando a ver los efectos, tales como eventos climáticos extremos. De hecho, aquí en Alemania en Potsdam, hay un trabajo muy importante que apunta a la realidad de los cambios climáticos que ya están ocurriendo. Por lo tanto, el punto es que es la economía no sólo para el futuro, pero para un futuro muy cercano también. Tenemos que empezar, pero la sociedad no responde aún, y la meta de 2 grados es tal vez ya no alcanzable. A mi juicio, las medidas ascendentes o voluntarias no son suficientes y sí es necesario un acuerdo internacional que ponga directamente o indirectamente un precio a las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de que los cambios necesarios en efecto se apliquen. Hay dificultades en el logro de los acuerdos internacionales, como el de llegar a un consenso entre los países desarrollados y las economías emergentes, pero, en principio, estos problemas pueden ser abordados. Por otro lado, un importante cuello de botella en el momento tiene que ver con la política interna de los Estados Unidos: en la actualidad el Congreso de los EE.UU. no ratificará un tratado sobre el cambio climático, y por lo tanto es probable que los países como China o la India, no reduzcan emisiones o ratifiquen los acuerdos internacionales. El Partido Republicano de Estados Unidos ha adoptado una posición de negación de la ciencia del cambio climático, que es, en mi opinión, una posición totalmente inaceptable en términos de una interpretación racional de los hechos basados en la ciencia. Esta realidad política es la razón por la que las palabras "cambio climático" no aparecen en los anuncios de las políticas energéticas del Presidente Obama al que me refería hace un momento. El Presidente Obama está, de hecho, personalmente convencido de que tenemos 4 que trabajar duro para lograr estos objetivos, pero la realidad política impide hacer frente a posiciones más fuertes. Sin embargo, la ciencia del cambio climático está bien establecida, tanto por la teoría como por las observaciones, como lo demuestra el apoyo de las organizaciones más importantes del mundo, tales como la Academia Nacional de Ciencias y otras organizaciones profesionales. Por supuesto, las incertidumbres se mantienen en la ciencia, así como la economía del problema del cambio climático. Sin embargo, no hay duda, en mi opinión, de que el riesgo de la inacción es verdaderamente significativo. Hay muchos precedentes para la sociedad y para las personas a actuar frente a las incertidumbres que son mucho más grandes que las que caracterizan la amenaza del cambio climático. Permítanme terminar diciendo que soy cautelosamente optimista. Hay indicios de divisiones dentro del Partido Republicano en los Estados Unidos. Teniendo en cuenta que los fenómenos climáticos extremos, como las olas de calor, inundaciones, sequías, lo más probable es que continúe en los próximos años, creo que la sociedad va a estar más convencida, incluso en los Estados Unidos, que la amenaza del cambio climático es real, y que la acción urgente se justifica, la ciencia y la racionalidad debe prevalecer al final. Permítanme concluir diciendo que en mi opinión el aumento de la inversión en energía limpia, tecnología y la eficiencia energética es crucial, y que el crecimiento económico no se ve amenazado por la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que está realmente amenazado por continuar el camino que llevamos. Medidas ascendentes no son suficientes para abordar adecuadamente el problema del cambio climático y las medidas verdaderamente revolucionarias que se ocupan del consumo de combustibles fósiles, la deforestación y otras actividades de la sociedad son necesarias y se pueden lograr de una manera más eficiente a través de un acuerdo internacional. 5 Gracias. 6