Download EL ADOLESCENTE ANTE UN DOBLE HOMICIDIO CULPOSO

Document related concepts

Trastorno bipolar en niños wikipedia , lookup

Delincuencia juvenil wikipedia , lookup

Embarazo adolescente wikipedia , lookup

Orfanato wikipedia , lookup

Esquizofrenia paranoide wikipedia , lookup

Transcript
EL ADOLESCENTE ANTE UN DOBLE HOMICIDIO CULPOSO
HECHOS: Joven de 15 años de edad. Clase media. Sustrae sin permiso de sus padres
el automóvil de éstos y en la vía pública, sin licencia, atropella y mata a dos niños. Con
reclusión domiciliar y a cargo de un juez de menores, plantea el clásico problema: la
sociedad debe castigar sin piedad al menor siguiendo los deseos de vindicta pública y
de los familiares de las víctimas u obrar racionalmente procurando, a la vez que
intentan compensar el daño causado a aquéllos, reinsertar al adolescente en su entorno
familiar y social, sobre todo asumiendo la grave dimensión de lo obrado.
El trauma emocional impacta en plena adolescencia y como tal, para Freud, la lesión es
indeleble, aún cuando se pueda paliar sus efectos. En otras palabras, no se borra jamás,
pero ciertamente es posible facilitar a través de una acción psicoterapéutica integral la
metabolización de un suceso en donde a la trasgresión de los límites siguen las
gravísimas e irreversibles consecuencias de una impericia no asumida por el adolescente
y que conmoviendo a la sociedad se torna en caldo de cultivo aptísimo para un reclamo
enérgico y justificado de los allegados de las víctimas pero, a la vez, para los atizadores
histérico psicopáticos de un reclamo legítimo societario por “mayor seguridad”, pero no
solucionables mientras inexista una coherente y eficaz política integral dirigida hacia la
minoridad. En principio, hechos como estos abarcan al núcleo familiar y en
consecuencia un tratamiento de contención y esclarecimiento, objeto de una psicoclínica
especializada, debe dirigirse a toda la familia ya que en y desde ella y no del
adolescente únicamente se origina la conducta que conduce al irreversible infortunio.
Un joven de 15 años está en plena etapa evolutiva de transición entre el niño y el adulto.
Carece de la madurez suficiente, tanto neuro orgánica como psíquica, como para asumir
una real comprensión –en el sentido pleno del término- de la dimensión del daño
causado, aún cuando conozca aquello que hizo y entienda lo malo que subyace en su
conducta. De allí la necesidad de una psicoterapia que le permita metabolizar la real
significación del hecho y encaminarlo hacia una adecuada reinserción en el seno
familiar y societario. Un tratamiento como el referido abarca un abordaje psicoterápico
integral dirigido no solamente al joven (psicoterapia individual) si no también y sobre
todo a los componentes del núcleo familiar (psicoterapia familiar), debiéndose evaluar
de entrada a cada uno de los componentes y las relaciones vinculares que los unen entre
sí, verticales y horizontales (padres e hijos) a efectos de planear una acción terapéutica
adecuada a la realidad de la “circunstancia”. Todo ello exige que los padres asuman que
algo falló en la educación del hijo y no debe descartarse tampoco una profunda
exploración psiconeurológica a tenor de los modernos recursos tecno semiológicos que
aportan las neurociencias actuales. La necesidad de una reparación ante lo irreparable,
constituye un escollo con frecuencia insalvable y que el joven con su familia deben
encarar sin miedo. Hay dos vidas que no pueden devolverse, pero ciertamente es
también el adolescente quien ha muerto, de otra manera claro, y para volver a vivir tanto
él como su entorno familiar, deberán asumir con rigor que el evento ha cambiado
radicalmente sus vidas. Cabe finalmente recordar que el tratamiento no debe limitarse a
un despliegue más declarativo que efectivo, cosa que acaece en no pocos casos en
donde interviene la Justicia y en consecuencia todo sigue igual y en el joven se deposita
el peso de una culpa que no es solamente individual si no social y que concluye
destrozándolo por completo.