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Los Austrias Mayores
8.- LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI
Imperio de Carlos V y de Felipe II en Europa y norte de África
Carlos I de España y V de Alemania
Felipe II, hijo de anterior
8.1. El Imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germanías.
Carlos I, hijo de Felipe El Hermoso y Juana La Loca y nieto de los Reyes Católicos, recibe la herencia de cuatro
familias lo que le convierte en el rey más poderoso de Europa. Al morir su abuelo Maximiliano de Austria será
elegido emperador de Alemania. Además conquista Milán, Túnez e incorpora amplios territorios en América Central
y del Sur.
Isabel de Castilla
Fernando de Aragón
María de Borgoña
Corona de Castilla con Granada Corona de Aragón con el Países Bajos (Flandes), el
y
Navarra,
Canarias;
los reino de Nápoles, Sicilia y Franco Condado y derechos
territorios
descubiertos
en Cerdeña.
sobre Borgoña
América y las plazas del Norte
de África (Melilla, Orán, Trípoli)
Maximiliano de Austria
Estados de los Habsburgo en
Austria y Alemania y los
derechos a optar a la corona
del Sacro Imperio, que recaía
en su abuelo en ese momento.
Su imperio está formado por estados diversos sin más nexo de unidad que el monarca. Su política exterior, que
adquiere un carácter global europeo, estará dominada por la idea de la Universitas Cristiana - una Europa cristiana y
unida bajo la autoridad del emperador-. Pero este objetivo es anacrónico ya que en Europa ya se han creado estados
nacionales que rechazan la hegemonía de un emperador, especialmente Francia con Francisco I; en Alemania la
expansión del protestantismo amenaza la unidad religiosa y política de su imperio y los turcos han llegado a las
puertas de Viena. Así, el emperador Carlos V se enfrentó a varios enemigos a la vez:
- Con Francia tuvo 4 guerras por el dominio de Italia que terminaron con la derrota francesa: Carlos V se
apoderó de Milán a cambio de renunciar a Borgoña.
- Con los turcos a los que derrotó y alejó de Viena y con los piratas berberiscos a las que arrebató Túnez
pero fracasó en Argel.
- Con los protestantes intentó la negociación, de acuerdo con sus principios erasmistas, pero fracasó al no
contar con el apoyo del Papa. Finalmente, se enfrentó con los príncipes protestantes alemanes que fueron
ayudados por Francia. Carlos V en la Paz de Augsburgo (1555) acepta la libertad religiosa de los príncipes
alemanes.
 Los conflictos internos. El cardenal Cisneros muere antes de la llegada de Carlos I a Asturias (1517). A sus 17
años, que ha pasado en Flandes, desconoce las lenguas de los reinos y viene acompañado de una camarilla de
consejeros flamencos a los que concede altos cargos y permite sacar dinero. Esto provoca un cierto malestar que
aumenta al convocar a las Cortes de Castilla (celebradas en La Coruña) para solicitar un subsidio con el que
financiar su viaje a Alemania y pagar a los compromisarios que lo elegirán como emperador. El dinero lo
consigue con presiones y sobornos a representantes de algunas ciudades castellanas. En 1520, tras su marcha a
Alemania, deja a Adriano de Utrecht como regente y estallan dos conflictos internos de distintas características:
8. La España del siglo XVI
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-
Las Comunidades de Castilla. Es una sublevación urbana de carácter nacionalista y antiabsolutista - iniciada
en Toledo y Segovia se extiende a otras ciudades que forman la Junta Santa-: se exige la supresión del subsidio
votado, la entrega de cargos de los castellanos, la prohibición de la salida de dinero del reino y mayor libertad.
El regente hace concesiones para atraerse a la alta nobleza (devuelve los altos cargos a los castellanos), mientras
sus tropas luchan contra los sublevados. En este primer momento, el movimiento comunero es apoyado por la
baja nobleza y la burguesía, pero la intervención del campesinado lo radicaliza convirtiéndose en una revuelta
antiseñorial. Así, los comuneros se debilitan y dividen: la baja nobleza se pasa al lado del rey y en las filas
comuneras aparecen dos posturas (radical y moderada) lo que llevará a su derrota en Villalar (1521). Sus líderes,
Padilla, Bravo y Maldonado fueron ejecutados. El fracaso del movimiento comunero permitió el desarrollo del
absolutismo en Castilla sin obstáculos.
-
Las Germanías (hermandades gremiales). En Valencia y Mallorca estalló un conflicto social y antinobiliario,
que enfrentó a las clases populares urbanas contra la nobleza. La rebelión se inició cuando se desencadena la
peste en Valencia y la nobleza gobernante abandona la ciudad. Los gremios, que estaban armados para
defenderse de los piratas, se hicieron con el poder. La rebelión se extendió a Mallorca. Las tropas reales
dirigidas por la regente Germana de Foix reprimieron la revuelta.
La decepción que provoca en Carlos V el fracaso de su política alemana le lleva a abdicar. En 1556 cede la
corona imperial y los territorios de Austria a su hermano Fernando y los reinos peninsulares y Flandes a Felipe
II. Se retira al monasterio de Yuste donde muere dos años después.
8.2. La Monarquía hispánica de Felipe II. La unidad ibérica
Felipe II hereda las coronas de Castilla y Aragón, Flandes, Luxemburgo y el Franco Condado y durante su reinado
incorpora Portugal y su imperio, alcanzando la monarquía hispánica su mayor extensión. La idea de imperio
universal es sustituida por la de imperio español: la corte se establece en Madrid, su residencia en El Escorial y sus
consejeros son españoles. Además, se convirtió en defensor del catolicismo que salió del Concilio de Trento (1563):
la reafirmación de los dogmas católicos negados por los protestantes.

La política interior fue autoritaria e intolerante. Adoptó medidas para perseguir a las minorías religiosas: acabó
con los núcleos de protestantes de Valladolid y Sevilla y los moriscos de Granada, tras la sublevación de las
Alpujarras y el Albaicín granadino que fue sofocada por Juan de Austria, fueron deportados y dispersados por
todo el territorio peninsular. También reforzó su poder frente a los fueros de Aragón y ejecutó al Justicia Mayor
por problemas con su ex secretario Antonio Pérez. Otro problema fue provocado por su hijo, el príncipe don
Carlos, que sufría trastornos mentales y odiaba a su padre. El príncipe fue encerrado en el palacio y murió en
circunstancias poco claras.

En política exterior buscaba la hegemonía en Europa y la defensa del catolicismo, lo que le lleva a guerras
constantes:
- Contra los turcos dirigió la Liga Santa (España, Venecia y el Papa) que los derrotó en la batalla de Lepanto
y dejaron de ser una amenaza en el Mediterráneo occidental.
- Contra Francia se reanudaron las guerras en Italia. Los franceses fueron derrotados en la batalla de San
Quintín y renunciaron a sus aspiraciones en Italia. Después intervino en las guerras de religión francesas
apoyando a los católicos pero su enemigo, Enrique de Borbón, un hugonote convertido al catolicismo, se
hace con el trono.
- Contra Inglaterra pasa de la alianza al enfrentamiento al morir María Tudor, reina católica y esposa de
Felipe II, y subir al trono Isabel I de religión anglicana que se convierte en la principal enemiga de Felipe II
al prestar apoyo a sus enemigos.
- Su mayor problema fue la sublevación de sus súbditos de los Países Bajos que reclamaban más autonomía y
libertad religiosa. Felipe II utilizó varias estrategias: desde la política conciliadora de Granvela a la dureza
del duque de Alba que llevó los tercios y estableció el Tribunal de los Tumultos (o de la Sangre) para
reprimir a los rebeldes; después Alejandro Farnesio se atrajo a las provincias del sur (Bélgica) –católicas y
más tradicionales- mientras se inicia una larga guerra contra los rebeldes del norte –calvinistas y burguesesal mando de Guillermo de Orange que terminaría un siglo después con la independencia de Holanda
(Provincias Unidas).
- El apoyo dado por Isabel a los rebeldes flamencos decidió a Felipe II a invadir Inglaterra para lo que
construyó la Armada Invencible fracasando en su intento.

La unidad ibérica: En 1580, muere el rey de Portugal Don Sebastián sin descendencia y Felipe II aspira a
ocupar el trono al ser nieto de Manuel I El Afortunado. La nobleza y el clero le apoyan pero el pueblo prefiere a
don Antonio, hermano del Don Sebastián. Una rápida intervención militar acabó con las aspiraciones de don
Antonio. Todos los territorios peninsulares quedan bajo la misma Corona pero se mantendrá un latente el
separatismo. Portugal conservó sus leyes e instituciones.
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8.3. El modelo político de los Austrias. La unión de reinos.
Era una monarquía multinacional, formada por reinos muy dispersos con alto grado de autonomía, pero bajo la
primacía de Castilla. Tenían en común al monarca y algunos organismos. Los Austrias desarrollaron el modelo de
monarquía autoritaria de de los Reyes Católicos. Los órganos de gobierno con Felipe II eran:
-
El monarca: centro del poder y de la Corte, en Madrid desde 1561. Los Austrias Mayores (Carlos I y Felipe II )
gobernaron directamente pero los Menores delegaron en validos (como Lerma y Olivares).
Los Consejos: organismos consultivos que acaparaban a veces funciones de gobierno y justicia. El más
importante fue el Consejo Real de Castilla (máxima instancia de apelación e de interpretación de las leyes). El
Consejo de Estado se encargaba de la política exterior, los Consejos territoriales (Aragón, Indias, Flandes, etc.)
de los asuntos de la cada reino, y también los había especializados en un tema (Inquisición, Hacienda, Guerra,
etc.). A este sistema de gobierno se le llama polisinodial.
-
Los secretarios reales o cancilleres, enlaces entre el rey y los consejos, con tareas variadas.
Los virreyes eran representantes personales del rey en territorios no castellanos.
Las Cortes: en Castilla, Aragón y Navarra fueron perdiendo poder progresivamente. Los municipios se rigen por
el mismo sistema que en la época de los Reyes Católicos (en Castilla se mantiene el corregidor en los de
jurisdicción real; en la C. de Aragón, la insaculación).
Las Audiencias o Chancillerías eran tribunales superiores de justicia que ahora se multiplican.
-
Esto trajo un desarrollo de la burocracia que, junto al ejército (tercios) y la diplomacia, fueron las bases del poder
real. Pero, el sistema exigía grandes gastos a la Hacienda Real que se sufragaron con los impuestos que pagaba
Castilla como la alcabala, 1/5 del oro y la plata americana y la venta de cargos. Como los ingresos eran insuficientes,
se recurrió al préstamo de banqueros internacionales. Felipe II terminó declarándose varias veces en bancarrota e
hipotecando bienes del estado.
8.4. Economía y sociedad en la España del siglo XVI
Los descubrimientos geográficos actuaron como estímulo sobre una economía europea en expansión desde el S. XV.
La afluencia de metal monetario y el aumento de la demanda provocaron un alza de precios y abaratamiento del
crédito que hizo aumentar la producción y los beneficios. Por primera vez se creó un circuito del comercio mundial
en beneficio de Europa. Pero la economía española –especialmente la castellana- no se vio afectada de forma tan
positiva como la europea.
En la economía castellana se distinguen dos etapas:

Una fase expansiva hasta 1550. La agricultura aumentó la producción ante el aumento de la demanda pero
mediante la puesta en cultivo de nuevas tierras para lo que los agricultores pidieron créditos que pudieron pagar
por el alza de los precios agrarios. La ganadería lanar llegó a su máximo apogeo. La artesanía, que mantenía
técnicas tradicionales (pequeños talleres gremiales), progresó gracias al proteccionismo pero era incapaz de hacer
frente a la demanda americana y sus precios eran muchos más altos que los europeos. El comercio interior era
muy escaso pero internacional alcanzó gran desarrollo aunque monopolizado por el puerto de Sevilla –el
núcleo comercial más importante de Europa a mediados del S. XVI.

Desde 1550 se inicia la crisis económica en Castilla debido a:
-
La financiación de la costosa política imperial: el oro resulta insuficiente y los reyes, endeudados con los
banqueros, hipotecan bienes del Estado y suben los impuestos de forma exagerada perjudicando a la
burguesía y al campesinado como el de los millones (1590) que gravaba los alimentos básicos.
-
La repercusión de la revolución de los precios: los precios en Castilla suben antes que en otros países por
la afluencia de metal monetario y porque la producción es insuficiente para satisfacer la demanda lo que hace
que los productos sean poco competitivos. Esto impedía acumular capital e invertir. El dinero disponible se
prefería invertir en juros (préstamos al Estado) pero las bancarrotas arruinaron a los inversores.
-
La ineficaz política económica de los reyes con vistas a corto plazo. Ante la subida de los precios, deciden
proteger al consumidor con la tasa del precio del trigo y dar facilidades para importar productos extranjeros.
Todos los sectores económicos entraron en una fase de recesión, excepto el comercio internacional, que benefició
a los comerciantes y banqueros extranjeros que acapararon el abastecimiento de América. Desde 1566, los reyes
les concedían fácilmente la nacionalidad y el permiso para sacar el oro.
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La sociedad siguió siendo feudal y estamental pero la crisis económica la transformó.
-
El estado llano, el 80% de la población, es muy diverso desde el punto de vista económico e intelectual. En
conjunto se vio perjudicado por el alza de precios y los impuestos.
-
Los grupos privilegiados que vivían de las rentas conservaron su poder económico. La alta nobleza (los
Grandes de España) sigue siendo una minoría de gran riqueza y prestigio social que acapara los altos cargos;
la baja nobleza (hidalgos y caballeros) encontró una salida en el ejército o la emigración; la media y sectores
de la baja nobleza que controlaban el poder municipal salieron muy beneficiados gracias a la especulación y
la venta de cargos. El clero creció en número debido a las dificultades económicas; pero dentro de este
estamento existe un fuerte contraste entre el alto y el bajo clero, de diferente origen social y nivel económico
e intelectual.
La mentalidad nobiliaria se impone a toda la sociedad: honor, orgullo, desprecio al trabajo.
8.5. Cultura y mentalidades. La Inquisición
-
En el reinado de Carlos V, España está abierta a las nuevas corrientes culturales europeas. En la segunda mitad
del S. XV había penetró en España el Humanismo italiano, favorecido por la llegada de la imprenta y de
humanistas italianos. Antonio de Nebrija autor de la primera Gramática Castellana (1492) y el cardenal
Cisneros, fundador de la universidad de Alcalá de Henares, donde se publicó la Biblia Políglota, fueron grandes
humanistas. El erasmismo, que propugna una reforma dentro de la Iglesia y una religiosidad más íntima, se
extiende entre los intelectuales hasta 1535 en que se inicia su persecución.
-
En el reinado de Felipe II triunfa la Contrarreforma católica y se endurece la Inquisición que amplía su acción
a los escasos protestantes y toma medidas para evitar el contagio: se prohíbe estudiar en el extranjero, importar
libros y se crea el “Índice” con los libros prohibidos. El triunfo de la Contrarreforma y la persecución de las ideas
libres provocaron el retraso y el aislamiento de la ciencia y el pensamiento científico español. Sin embargo, las
obras artísticas y literarias recibieron un enorme impulso aunque predominaron las de contenido religioso como
la literatura ascética y mística.
La Contrarreforma propició la aparición de nuevas órdenes religiosas como la Compañía de Jesús, creada por el
vasco Iñigo de Loyola en 1539, que obedecía directamente al Papa y que se dedicaría a la educación de los
jóvenes y a la labor misionera sobretodo en el Lejano Oriente.
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8.- LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI
8.1. El Imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germanías.
Con Carlos I de España (1517-1556), llamado más frecuentemente “el emperador Carlos V”, se inicia la
dinastía de los Austrias, que reinarán en España en los S. XVI y XVII.
Carlos I (15161556) era hijo de Juana la Loca y Felipe I el Hermoso y nieto de los Reyes Católicos. Heredó de su abuelo
Fernando, la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia, Nápoles, Sicilia y Cerdeña); de su abuela Isabel: la
Corona de Castilla a la que se acaban de incorporar Granada, Navarra, Canarias, las plazas del norte de África
(Melilla, Orán y Trípoli) y los territorios descubiertos en América; de su abuela paterna, María de Borgoña: los
Países Bajos, el Franco Condado y derechos sobre Borgoña; y después de su llegada a España, al morir su abuelo
materno el emperador Maximiliano de Austria, heredó Austria y fue elegido emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico, un título honorífico que le daba cierta autoridad sobre los príncipes alemanes. Además
durante su reinado conquistó Milán, Túnez y extensos territorios de América Central y del Sur creando el mayor
imperio del momento.
Su imperio era un conjunto de estados dispersos y diversos: sin unidad política, sin corte fija ni capital
definitiva. El rey viajaba constantemente y se consideraba señor de todos sus reinos sin dar prioridad a ninguno. Su
objetivo último era unir a toda Europa bajo su autoridad en la Universitas Cristiana al modo del medieval Sacro
Imperio Romano Germánico. Se consideraba así mismo emperador de la Cristiandad y su obligación era defender
su unidad amenazada por turcos y protestantes. Esta idea de origen medieval era anacrónica y estaba condenada al
fracaso: la unidad religiosa se estaba rompiendo y los monarcas autoritarios no aceptan una autoridad
supranacional.
La “idea imperial” y la necesidad de mantener la hegemonía en Europa le obligan a mantener constantes
guerras en las que venció a todos sus enemigos excepto a los príncipes alemanes.
- El enfrentamiento con Francisco I de Francia se debe a la tradicional enemistad con este país y a que ambos
aspiraban al título imperial. Las guerras se inician cuando Francisco I se apodera de Milán –un territorio clave
para Carlos V por ser un paso obligado entre sus posesiones de Austria e Italia-. En 1525, las tropas de Carlos
V se apoderan de Milán. El papa Clemente VII apoya a Francisco y las tropas de Carlos V saquean Roma en
1527, un hecho que provocó una fuerte conmoción en la cristiandad. Después de cuatro guerras firmaron la
paz: el rey francés renunció a sus aspiraciones en Italia y Carlos V se apoderó de Milán a cambio de renunciar a
Borgoña.
- Los turcos al mando de Solimán “El Magnífico” sitiaron Viena y las tropas de Carlos V acudieron en ayuda
de su hermano Fernando. Solimán se retiró sin apenas presentar batalla (por consejo del rey francés que temía
que al ser derrotados los turcos las tropas imperiales se volvieran contra él). También se enfrentó a los piratas
berberiscos que dirigidos por Barbarroja, aliado de Solimán, se habían apoderado de Argel y Túnez. Llevó a
cabo dos operaciones: una con éxito le permitió tomar Túnez pero en la otra no consiguió apoderarse de Argel.
En 1517 se inicia la reforma protestante en Alemania cuando Lutero se enfrenta con la iglesia católica al
exponer en la puerta de la iglesia de Wittenburg un escrito con 95 tesis contra las indulgencias. Es un hecho
religioso que va a traer importantes repercusiones políticas ya que muchos príncipes alemanes adoptaron el
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protestantismo porque les beneficiaba la nacionalización de los bienes de la iglesia defendida por Lutero y
fortalecía su poder frente al emperador Carlos V.
Carlos V ve peligrar la unidad religiosa y política de su imperio en un momento de fuerte amenaza de los
turcos. De acuerdo con su espíritu erasmista, intentó en un primer momento la negociación y la conciliación entre
las posturas luteranas y católicas pero fracasó al no contar con el apoyo del Papa que se negó a convocar un
Concilio hasta 1545 (Concilio de Trento) cuando ya las posiciones estaban muy radicalizadas. Finalmente, se tuvo
que enfrentar con los príncipes protestantes alemanes que se habían unido en la Liga de Smalkalda para luchar
contra él y contaron con el apoyo francés. Carlos V los derrotó en Mülhberg pero se vio obligado a firmar la paz de
Augsburgo (1555) en la que acepta la libertad religiosa de los príncipes alemanes.
LA REFORMA PROTESTANTE Y LA CONTRARREFORMA CATÓLICA
La reforma protestante provocó ruptura de la unidad religiosa de Europa Occidental. Las causas que llevaron a ella fueron:
-
-
-
La situación de corrupción y desprestigio de la Iglesia católica a finales de la Edad Media por diversas razones: el
Cisma de Occidente (periodo en que hubo varias Papas), la venta de indulgencia (disminución de la pena por los pecados
cometidos a cambio de limosnas o servicios prestados a la Iglesia), la falta de preparación del clero y la relajación en sus
costumbres, el mal ejemplo dado por la jerarquía eclesiástica ya que el Papa y los cardenales se preocupaban más de las
artes, la guerra o la política que de atender sus obligaciones religiosas.
El humanismo, la nueva mentalidad renacentista racionalista y crítica, dirigió sus ataques contra la Iglesia destacando la
figura de Erasmo de Rotterdam que, sin romper con el dogma católico, propone una religiosidad más intima alejada del
lujo y la ostentación.
La burguesía, una clase social enriquecida con el comercio, choca con la Iglesia católica por ser la principal defensora de
del feudalismo y de las ideas tradicionales que frenaban el avance de la “nueva ciencia” y por oponerse a su
enriquecimiento (rechazo de la usura)
La reforma protestante fue iniciada por Lutero en Alemania – país donde corrupción y la riqueza de la iglesia eran excesivascomo rechazo a los abusos en la venta de indulgencias. En l517 expuso en la puerta de la iglesia de Wittenberg un escrito con
95 tesis contra las indulgencias. El Papa le excomulgó y, a partir de este momento, empieza a elaborar una doctrina cuya idea
básica es la justificación por la fe (sólo la fe salva al hombre y no las obras externas); además, suprime el culto a la Virgen
y a los santos, la ostentación en los templos, la jerarquía eclesiástica y el celibato y los bienes de la Iglesia pasan al Estado,
etc. Las doctrinas de Lutero se extendieron rápidamente por Alemania, el centro y el norte de Europa.
Calvino extremó las doctrinas de Lutero al defender la idea de "predestinación": Dios elige a los hombres que han de
condenarse o salvarse; sin embargo, las buenas obras -una vida austera y honesta- son signos externos de la elección divina.
Calvino dignificó el trabajo y justificaba las ganancias como una gracia de Dios al hombre justo. Por ello, las ideas de Calvino
tuvieron gran éxito entre la burguesía europea. El calvinismo se extendió por los Países Bajos, Francia (hugonotes), Inglaterra
(puritanos), etc.
Enrique VIII, rey de Inglaterra, para aumentar la autoridad real rompió con la Iglesia católica, y creó una iglesia nacional la Iglesia anglicana- cuya cabeza es el rey de Inglaterra. Enrique VIII tomó como excusa para separarse de Roma la negativa
del Papa a su divorcio de Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos.
La Contrarreforma Católica. Al iniciarse la reforma protestante en Alemania, muchos católicos mantenían una postura
tolerante: pensaban que era posible un acuerdo, un punto común, entre católicos y protestantes. Eran los erasmistas, entre los
que se encontraba Carlos V y su corte. Pero, esta postura fracasó y se impusieron las posiciones intransigentes en el Concilio
de Trento (1545-1563) que reafirmó los dogmas de fe católicos rechazados por los protestantes: para salvarse son necesarias
las buenas obras, culto a la Virgen y a los santos; se defendió la jerarquización de la Iglesia a cuya cabeza está el Papa, se
mantuvo el latín como lengua del culto, el celibato, etc. Además, obligó a los sacerdotes a una mínima formación y a
preocuparse por la predicación entre sus fieles. La Compañía de Jesús, creada por S. Ignacio de Loyola, fue el principal
instrumento de la Contrarreforma. Los miembros de esta orden eran cuidadosamente formados en Teología y predicación y
mantenían un compromiso de obediencia, un voto, al Papa.
La Reforma, aunque fue un hecho religioso, provocó numerosos enfrentamientos políticos. La Casa de Austria (Carlos V y
sus sucesores españoles y austriacos) asumió la defensa del catolicismo en Europa. En la segunda mitad del S. XVI y en el S.
XVII, las posiciones de protestantes y católicos se radicalizaron dando lugar a numerosas guerras político-religiosas que
asolaron Europa. La guerra de los 30 años sería la culminación de estos enfrentamientos.
 Los conflictos internos: Comunidades y Germanías.
Carlos I, nacido y criado en Flandes, se autoproclamó rey de los territorios hispanos en 1516. Al año
siguiente llega a España, un país desconocido para él, sin hablar las lenguas de los reinos y rodeado de un séquito
de amigos y consejeros flamencos, a los que entregó los mejores cargos. Esto molestó a los notables castellanos y
aragoneses, al considerar en peligro su poder e influencia, y el descontento se extendió también al pueblo. El
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nombramiento de emperador tampoco gustó mucho en Castilla ya que se consideraba que podría suponer más
gastos y más impuestos para el reino sin ningún beneficio. Poco después se produjeron dos rebeliones políticas
simultáneas: las Comunidades de Castilla y las Germanías en Valencia y Mallorca.
-
Las Comunidades de Castilla (1520-1521)
El movimiento de los comuneros de Castilla fue una sublevación de algunas ciudades del reino poco después
de la llegada de Carlos I a España. Se inició como una protesta contra los actos concretos de Carlos I y sus
consejeros y terminó convirtiéndose en un movimiento antiabsolutista y antinobiliario.
Carlos I llegó a Castilla, desplazó a los castellanos de la corte, permitió la salida de oro y plata del país y
continuó la política de los reyes anteriores de libre exportación de la lana. En 1520 convocó a las Cortes
castellanas para pedir subsidios con los que financiar su viaje a Alemania donde iba a ser coronado emperador y
pagar a los compromisarios que lo habían elegido. Los corregidores recibieron órdenes de escoger a representantes
fieles al rey; sin embargo, no resultó fácil obtener el subsidio teniendo que convocar dos veces a las Cortes y
sobornar algunos representantes de las ciudades. Las Cortes de Santiago votaron en contra y, por fin, las de La
Coruña, le dieron el subsidio a regañadientes. Después Carlos I marchó a Alemania y dejó como regente en
Castilla a Adriano de Utrecht.
El descontento –ya latente desde reinados anteriores- estalló en algunas ciudades del interior de Castilla
(excepto Murcia) encabezadas por Toledo (Segovia, Burgos, Ávila, Segovia, Valladolid, Salamanca) que formaron
Juntas o Comunidades para organizar la sublevación. El movimiento comunero, liderado por Juan Padilla, Juan
Bravo y Francisco Maldonado, contaba con el apoyo de la burguesía y la baja nobleza y más tarde también de los
campesinos. Exigían al rey que retirara a los consejeros flamencos, prohibiera la saca del oro, dejara de recaudar el
subsidio votado en las Cortes y respetara sus libertades. La alta nobleza, tras un primero momento de vacilación, se
puso al lado del rey cuando éste hizo algunas concesiones (promete dar los cargos a los castellanos y suspender la
recogida del préstamo). La Junta comunera buscó el apoyo de la reina Juana, que estaba encerrada en Tordesillas, a
la que consideran heredera legítima pero ésta se negó a firmar cualquier papel.
Tras el incendio de Medina de Campo por las tropas de Adriano de Utrecht (agosto de 1520), el movimiento se
radicalizó al dar entrada a las reivindicaciones antiseñoriales de los campesinos, lo que provocó su escisión: la baja
nobleza se pasa al bando imperial y los comuneros se dividen en radicales y moderados. Las tropas reales
derrotaron a los sublevados en la batalla de Villalar (1521) y los dirigentes comuneros fueron ejecutados. A partir
de aquí en el reino de Castilla se desarrolla sin obstáculos el absolutismo y Castilla se convierte en el eje del
imperio de los Habsburgo.
Las diversas interpretaciones de las Comunidades han suscitado polémica. Los liberales del S. XIX
reivindicaron este movimiento al que consideraron precursor de la lucha por la libertad y contra el absolutismo.
Modernamente se ha visto como la última rebelión medieval frente al Estado moderno ya que las ciudades sólo
pretendían conservar el poder que tenían en la Edad Media. Otros han visto intereses de tipo económico y social
que enfrentaban a la burguesía castellana y los campesinos a la nobleza.
-
Las Germanías de Valencia y Mallorca (1519-1523)
Se trata de un conflicto social que enfrentó a las masas populares –artesanos y pequeños comerciantes de los
gremios- con la nobleza y la oligarquía que controlaba el gobierno municipal.
El conflicto se desencadena en Valencia cuando, al estallar la peste, la nobleza abandona la ciudad y las clases
populares se hicieron con el poder municipal que pasó a estar dirigida por la Junta de los 13 –representantes de los
gremios- y, cuando terminó la peste, impidieron la entrada a la nobleza. La sublevación adquirió un carácter
violento porque los gremios estaban armados (derecho que les había concedido Fernando “El Católico” para
defenderse de los ataques de los pirata). Adriano de Utrecht manda disolver las milicias pero la orden no se cumple.
En 1520 murió el líder moderado Juan Llorens y el control del movimiento lo toman los radicales liderados por
Vicente Peris. La sublevación se radicaliza convirtiéndose en una auténtica guerra: se expulsa al virrey de
Valencia, se extiende la rebelión a otras ciudades y a la huerta donde se saquearon tierras de los nobles. Las tropas
realistas, organizadas por el virrey que se ha refugiado en Denia, empiezan a recuperar el territorio mientras que los
agermanados se dividen por las discrepancias entre sus líderes y terminan siendo derrotados.
Terminada la rebelión, Germana de Foix, segunda esposa de Fernando “El Católico”, fue nombrada virreina
de Valencia, llevando a cabo una dura represión con condenas a muerte, confiscaciones de bienes y multas.
En Mallorca estalló una revuelta similar en 1521 como consecuencia de que siete menestrales son
encarcelados. También se constituye una junta de 13 miembros que se hace con el control de la ciudad y destituye
al gobernador. La nobleza huye hacia Alcudia, única población fiel al rey, y los agermanados dominan la isla
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durante año y medio. Las tropas del rey, apoyadas por los nobles, sitian Palma de Mallorca hasta que los
agermanados se rinden gracias a la mediación del obispo, lo que no impidió la ejecución de 200 de ellos.
8.2. La Monarquía hispánica de Felipe II. La unidad ibérica
Con Felipe II (1556-1598), hijo de Carlos V e Isabel de Portugal, la
monarquía hispánica alcanzó su máxima extensión. Felipe II heredó
todas las posesiones de su padre a excepción de los territorios de los
Habsburgo (Austria-Hungría, heredadas por su tío Fernando) y el
derecho a la corona imperial. Los territorios heredados fueron: España,
Países Bajos, el Franco Condado, el Milanesado, el reino de Nápoles,
Cerdeña y Sicilia y los territorios americanos. En 1580 incorporó
Portugal y su gran imperio colonial.
Fue un monarca centralista que estableció corte fija en Madrid (1561)
y su residencia en El Escorial, desde la batalla de San Quintín, y no se
ausentó más de la Península gobernando el resto de sus dominios a
distancia. Las decisiones fueron tomadas por él y sus asesores casi todos
españoles (hispanización de la política).
Durante su reinado se produjo el Concilio de Trento y la Contrarreforma, que confirmaron la separación
entre protestantes y católicos. Felipe II se convirtió en el baluarte y defensor del catolicismo en Europa.
a) La política interior fue autoritaria e intolerante, tomando medidas para alejar la herejía:

-
Acabó con los focos de protestantismo en España localizados en Valladolid y Sevilla.
-
Desterró a los moriscos de Granada dispersándoles por toda la Meseta tras la rebelión de las Alpujarras
(1568-1571). Los moriscos granadinos, encabezados por Fernando de Valor (Abén Humeya) se habían
levantado contra la Pragmática de 1567, ordenada por Felipe II, que limitaba sus libertades religiosas,
lingüísticas y culturales. Juan de Austria acabó militarmente con la sublevación tras una lucha larga y cruel
que se justificó por el temor a que los moriscos apoyaran al imperio turco o a los piratas berberiscos.
-
La muerte del príncipe Carlos (1568), hijo mayor del rey de carácter enfermizo y desequilibrado, fue
acusado de conspirar contra su padre apoyando a los rebeldes flamencos, detenido, juzgado y encerrado en
el castillo de Arévalo donde murió en extrañas circunstancias (se dijo que se negaba a comer y deliraba).
-
El problema de Antonio Pérez, secretario del rey hasta 1579. Fue acusado de asesinar a Juan Escobedo
(hombre de confianza de Juan de Austria) y conspirar contra el rey siendo encarcelado. Pérez huyó a
Aragón acogiéndose al Privilegio de Manifestación que le aseguraba la protección del Justicia Mayor,
Juan de Lanuza. Para evitar la justicia aragonesa, Felipe II intenta juzgar a Pérez mediante el Tribunal de la
Inquisición lo que provoca una revuelta en Zaragoza por lo que acaba usando la fuerza. Felipe II terminó
ajusticiando al Justicia y restringiendo los fueros aragoneses. Antonio Pérez huyó a Francia e Inglaterra.
En la política exterior, sus objetivos son defender la hegemonía de España en Europa y el triunfo del
catolicismo. Esto provoca guerras constantes en varios frentes de Europa y el Mediterráneo. Continuaron las
guerras contra los viejos enemigos y aparecieron otros nuevos.
8. La España del siglo XVI
4
-
Francia fue derrotada en San Quintín el día 10 de agosto de 1557, festividad de San Lorenzo, y como
recuerdo hizo edificar el Monasterio de El Escorial (con planta en forma de parrilla ya que se decía que
San Lorenzo fue quemado en una parrilla). En la paz de Cateau-Cambresis (1559), Francia reconoce la
hegemonía española en Italia y se acuerda el matrimonio entre Felipe e Isabel de Valois. Pero los
problemas continuaron al producirse en Francia las guerras de religión entre el bando católico, de Enrique
de Guisa, y el hugonote de Enrique de Borbón a quien el rey francés quiere dejar como heredero. Al ser
asesinado Enrique de Guisa, Felipe II entra en Francia y pretende que su hija Isabel Clara Eugenia sea
elegida reina pero se oponen tanto católicos como protestantes en los Estado Generales. Enrique de Borbón
termina convirtiéndose al catolicismo (Paris bien vale una misa) y es reconocido como rey de Francia.
Felipe II se queda sin razones para intervenir en la política francesa. Enrique IV seguirá siendo enemigo de
Felipe II y dará apoyo a los rebeldes de los Países Bajos.
-
Los turcos se habían apoderado de Chipre, un territorio cristiano, además de poner en peligro el comercio
mediterráneo y apoyar a los piratas berberiscos de Argel que atacaban las costas españolas. El Papa llamó a
la cruzada y se formó la Santa Liga con Venecia, Génova, el Papado y España, que se puso a la cabeza.
Felipe II puso al frente de una impresionante marina a su hermano bastardo Juan de Austria que obtuvo
una rápida victoria en Lepanto en 1571 donde se destruyó la armada turca y se alejó el peligro del
Mediterráneo.
-
La sublevación de los súbditos de los Países Bajos (Bélgica y Holanda).
Los Países Bajos, gobernados por la hermana natural del rey Margarita de Parma, son territorios de
gran valor sentimental (patria de Carlos V), estratégico y económico con una importante burguesía
mercantil e industrial. Los intentos de incrementar los impuestos (se pretende imponer la alcabala) para
sufragar los gastos militares, su deseo de mantener sus privilegios frente al cada vez mayor autoritarismo
real y la expansión del calvinismo provocaron una rebelión general contra la política española.
Las protestas comenzaron por la política represiva seguida contra los protestantes calvinistas –que eran
mayoría entre los holandeses- y por el autoritarismo real. En 1566 estallaron los primeros disturbios
populares exigiendo libertad religiosa y mayor autogobierno, al no ser aceptadas sus peticiones, se
producen enfrentamientos. Felipe II primero envió al Duque de Alba con el objetivo de acabar con toda
oposición. Para ello llevó los famosos tercios de Flandes y estableció el Tribunal de los Tumultos (o de la
Sangre) que se encargó de la represión que sería muy cruel: se confiscaron bienes y se ejecutó a más de
1000 personas en seis años sin distinguir entre católicos y protestantes –incluidos los nobles más relevantes
como el duque de Egmont al que se acusaba conspirar con el príncipe Carlos- .
Las revueltas continuaron y Felipe II empleó otras
tácticas más conciliadoras con Requesens, Juan de Austria
y, desde 1978, con Alejandro Farnesio que consiguió
atraerse a las provincias católicas y conservadoras del Sur
(Bélgica). Pero los rebeldes se hicieron fuertes en el norte
dirigidos por un noble calvinista, Guillermo de Orange, e
iniciaron una guerra que duraría 80 años –con leves
interrupciones- (1568-1648), la Guerra de Flandes, en la
que contarían con el apoyo de Inglaterra, Francia y los
príncipes alemanes. Felipe II fracasó en los Países Bajos
por carecer de una flota de guerra que impidiera el
abastecimiento de los rebeldes y por las dificultades
financieras que retrasaban el pago de las tropas1.que, en
esos casos, se dedicaban al saqueo de las ciudades, lo que
despertaba un odio hacia los españoles por parte incluso
de la población católica. La guerra terminó en 1848 con la
independencia de Holanda. Bélgica, país católico,
permanecería unido a España.
1
Los tercios eran una unidad de infantería de unos 3000 hombres de mercenarios de distintos países, bien entrenados y
disciplinados, temidos en toda Europa no sólo por la dificultad de derrotarlos sino también por los motines y saqueos de
ciudades que organizaban si la paga no llegaba a tiempo (los saqueos de Roma en 1527 y de Amberes en 1576 fueron los más
famosos)
8. La España del siglo XVI
5
-
La guerra contra Inglaterra.
La muerte de María Tudor, reina católica de Inglaterra y
primera esposa de Felipe II, y la llegada al trono de Isabel I
puso fin a un periodo de buenas relaciones entre los dos
países. Isabel I apoyó la causa protestante armando a los a
los rebeldes holandeses y al pirata Francis Drake que
atacaba los barcos españoles en el Atlántico.
Estos hechos llevaron a Felipe II a preparar la
invasión de Inglaterra y la ejecución de María Estuardo,
reina católica de Escocia y aliada de Felipe II, le
proporcionó la excusa. Para ello, construyó la Armada
Invencible que debía salir de Lisboa y La Coruña y recoger
en Flandes a los tercios de Alejandro Farnesio que
desembarcarían en Inglaterra para destronar a Isabel I. Pero diversos contratiempos hicieron fracasar el proyecto.
El almirante experto que debía mandar la Armada, Don
Álvaro de Bazán, marqués Santa Cruz, murió poco antes
de partir y fue sustituido por un Grande de España, el duque
de Medina Sidonia, del que se decía que se mareaba al
subir a un barco. De los 127 barcos que salieron, llegaron al
Canal de la Mancha 122, ya que se presentó una primera
tempestad en el golfo de Vizcaya. Las dos flotas tuvieron
sólo un enfrentamiento importante en el Mar del Norte,
frente a Gravelines, donde se impusieron los españoles
obligando a Francis Drake a retirar sus barcos a los
puertos. Después, la flota española no pudo acercarse a los
Países Bajos porque las condiciones atmosféricas lo
impidieron y decidió volver a la península bordeando las
costas británicas donde se encontraron con tempestades que
destruyeron gravemente la Armada Invencible pero menos
de lo que tradicionalmente se ha dicho ya que tres cuartas
parte de las naves (87) regresaron a salvo a los puertos españoles. Así fracasó el proyecto de transportar los tercios
de Flandes a Inglaterra.
La Armada Invencible fracasó por el mal estado de la mar, por los medios y la cartografía de la época pero los
británicos defendieron y creyeron durante mucho tiempo que fue la flota inglesa la que derrotó a la española
directamente en combate y la aniquiló.
-
La unidad ibérica
En 1580 el trono portugués quedó vacante al morir sin descendencia el rey de Portugal, don Sebastián2 (hijo
de Juana, hermana de Felipe II), y su sucesor y tío, el cardenal don Enrique. Aspiraban al trono dos candidatos:
Felipe II (nieto de Manuel el Afortunado e hijo de Isabel de Portugal) y don Antonio, prior de Crato (nieto
bastardo de Manuel el Afortunado). La nobleza y el alto clero se inclinaron por Felipe II y el bajo clero y las clases
populares por don Antonio. Las tropas dirigidas por el duque de Alba invadieron el país en 1580 y Felipe II,
mediante una hábil negociación logra ser reconocido como rey por las Cortes portuguesas, reunidas en Tomar en
1581.
De esta forma se produjo la unidad peninsular, como resultado final de la política matrimonial de los Reyes
Católicos. Junto a Portugal, Felipe II incorporó sus posesiones en ultramar (entre ellas la ciudad de Ceuta que está
desde entonces bajo soberanía española) y se convertía en el monarca del imperio más extenso jamás conocido, que
tenía posesiones en todos los continentes, por lo que se decía que en las posesiones de Felipe II no se ponía el sol.
Felipe II permaneció dos años en Portugal y respetó las instituciones del reino. Portugal mantuvo sus
propias Cortes, leyes, instituciones y libertades como otros reinos que formaban parte de la monarquía hispana. La
2
Don Sebastián. Rey joven e idealista que desapareció en 1578 en la batalla de Alcazarquivir (Marruecos) en una cruzada,
que había emprendido una cruzada contra los musulmanes. Le sucedió su tío, el cardenal don Enrique, que murió en 1580. Dos
nietos de Manuel el Afortunado aspiraban al trono portugués: Felipe II y don Antonio, prior de Crato (que era nieto bastardo).
8. La España del siglo XVI
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nobleza quedó satisfecha pero las clases populares no aceptaron bien la unificación y siempre mantuvieron la
esperanza de que el rey Sebastián volviese.
8.3. El modelo político de los Austrias. La unión de reinos.
El estado de los Austrias hereda la estructura creada por los Reyes Católicos. Se trata de una
confederación de reinos –con sus propias leyes e instituciones que apenas se modificaron- con un monarca común
y, también, órganos e intereses comunes que los integran en una unidad. Los Austrias desarrollan y perfeccionan
las instituciones centrales de gobierno creados por los Reyes Católicos haciéndolas más complejas:
-
El monarca: centro de poder y de la Corte. Los Austrias Mayores (Carlos I y Felipe II) gobernaron
directamente y los Austrias Menores delegaron en los validos.
-
Se consolidó el sistema de gobierno por consejos o polisinodial que, a pesar de su complejidad resultó
relativamente eficaz para una época con comunicaciones difíciles y diferencias de todo tipo entre sus reinos.
Eran organismos consultivos, pero dentro de la indivisión de poderes del Antiguo Régimen acapararon a veces
funciones gubernativas y judiciales. El Consejo Real de Castilla fue el más importante: máxima instancia de
apelación e interpretación de las leyes. El Consejo de Estado asesoraba en política exterior. El Consejo de la
Inquisición era el único organismo con jurisdicción en toda España que actuó intensamente en el reinado de
Felipe II al triunfar la Contrarreforma católica. Los consejos de Aragón e Indias asesoran sobre los asuntos de
estos territorios; el de Hacienda sobre ingresos y gastos; otros Guerra (dependiente del de Estado), Cámara y
Ordenes Militares.
-
Aumentó el poder de los secretarios reales o cancilleres que llegaron a ser figuras clave del gobierno. Eran
colaboradores inmediatos de los reyes, próximos a su persona, que le informaban de las deliberaciones de los
consejos de forma que el rey terminó despachando sólo con los secretarios. El rey les podía encargar misiones
variadas.
Se mantuvo la delegación del poder en los virreyes en los territorios de los que el rey estaba ausente.
Normalmente, eran miembros de la familia real o personas de confianza del monarca y vinculadas al reino que
se les encomendaba.
-
Con todo ello, la burocracia se incrementó mucho, especialmente con Felipe II, lo que obligó a crear una
capital fija donde instalar la corte. En 1560 quedó definitivamente instalada en Madrid.
El ejército fue el principal instrumento de la autoridad del monarca y la mejor máquina de guerra del S. XVI
que les permitió mantener la hegemonía en Europa. Se basaba en los tercios, pequeños grupos de soldados muy
bien organizados y dirigidos por mandos bien formados.
Este sistema era de costosa financiación. Los Austrias dispusieron de enormes ingresos que procedían de los
impuestos que pagaba el reino de Castilla como la alcabala (gravaba la compra-venta) o los millones (impuesto
creado por Felipe II en 1590 que gravaba los alimentos esenciales afectando, sobretodo, a las clases populares), la
quinta parte del oro y la plata que llegaba de América (o todo en casos excepcionales) y venta de cargos
públicos. Pero, los ingresos eran inferiores a los gastos, lo que llevó a la Corona a pedir préstamos a los banqueros
internacionales con intereses cada vez más altos porque lo prestado no se devolvía a tiempo. Felipe II se vio
obligado a bancarrotas o suspensión de pagos y a hipotecar bienes del estado.
El desarrollo de la diplomacia, de la burocracia y de la hacienda contribuye al fortalecimiento del poder real
que fue en aumento durante el S. XVI.
8.4. Economía y sociedad en la España del siglo XVI
a) La economía
Los descubrimientos geográficos modificaron la economía europea y española aunque de forma distinta. La
apertura de nuevas rutas actuó como un estímulo sobre una economía en fase expansiva desde el S. XV. La
afluencia de metal monetario y el aumento de la demanda provocaron un alza de los precios y un
abaratamiento del crédito que estimuló la producción artesanal y agraria y, sobretodo el comercio internacional; y
permitió una acumulación de capital. Por primera vez en la historia se creó un circuito de comercio mundial en
8. La España del siglo XVI
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beneficio de Europa ya que este continente vendía productos manufacturados a América y a África a cambio de oro
con el que compraban especias en Asia.
En la economía castellana se distinguen dos etapas:

Una fase expansiva hasta mediados del S. XVI. La demanda americana también como estímulo para la
economía española.
-
La agricultura aumentó la producción estimulada por el crecimiento demográfico y la demanda americana.
Pero no se hizo a través de mejoras técnicas que aumentaran el rendimiento (ya que el sistema feudal lo
impedía) sino mediante la puesta en cultivo de nuevas tierras –lo que provocaba protestas de la Mesta- para lo
que los agricultores pidieron créditos que pudieron pagar hasta 1550 gracias al alza de los precios de los
productos agrarios.
La ganadería lanar y la exportación de lana alcanzaron su punto culminante a comienzos del S. XVI gracias al
a los privilegios concedidos a la Mesta en el reinado de los RRCC. El apoyo real se mantuvo ya que los reyes
cobraban el montazgo por el paso del ganado y los aranceles a la exportación de la lana.
La producción artesanal mantenía técnicas de producción muy arcaicas (pequeños talleres gremiales) que le
permitían abastecer al mercado local pero no hacer frente al aumento de la demanda. Las artesanías
tradicionales (textil, cuero, orfebrería, ferrerías, etc.) se desarrollaron gracias al aumento de la demanda y
proteccionismo pero tardaba seis años en producir lo que América demandaba en uno, por lo que los precios
era mucho más altos que los de otros países europeos.
El comercio interior era muy limitado ya que las comarcas y regiones tendían a la autosuficiencia y la
existencia de aduanas entre los reinos impedía crear un mercado nacional.
El comercio internacional se revitalizó tras los descubrimientos. A Europa se enviaban materias primas (lana,
vino, hierro) y productos de la Indias y se importaban manufacturas. El comercio con las Indias estaba
reservado en exclusiva al reino de Castilla. Además, la presión ejercida por el núcleo de comerciantes de la
Baja Andalucía (vascos, castellanos, andaluces, genoveses, flamencos, alemanes) junto al deseo de los reyes de
asegurarse la quinta parte del oro americano y la necesidad de proteger los barcos condujo al monopolio del
comercio entre España y América por el puerto de Sevilla donde la Casa de Contratación registraba los
intercambios. Esta ciudad se convirtió en el núcleo comercial más importante de Europa a mediados del S.
XVI. Se enviaban a América alimentos y manufacturas, a veces importadas de Europa por la escasa producción
de los talleres castellanos, a cambio de metales preciosos y productos tropicales.
-
-
-

Los inicios de la crisis desde 1550. A mediados del S. XVI aparecen los primeros síntomas de una crisis
económica que se agravará en el S. XVII. La causas que explican el inicio de la crisis son:
-
La repercusión de la “revolución de los precios”. Los precios subían más en Castilla porque –al ser una
economía poco desarrollada- no podía adaptar la producción al aumento de la demanda y, además, subían
antes que en otros países. A mediados del S. XVI, cualquier producto castellano era más caro que los
extranjeros. Esto impedía acumular capital e invertir. El poco dinero disponible era más seguro invertirlo en
prestar al Estado (juros) pero las bancarrotas arruinarían a los inversores privados.
-
El descenso de la demanda americana, al empezar a ser autosuficientes estos territorios, y de la llegada de
metales preciosos por agotamiento de los minas.
-
La financiación de la costosa política imperial. Durante el reinado de Carlos V y los primeros años de Felipe
II se pudo hacer frente a las deudas gracias a los impuestos pagados por los castellanos y al oro americano (1/5
o quinto real se lo apropiaba el Estado). Los prestamistas de la Corona eran particulares españoles que
compraban juros o banqueros extranjeros –genoveses, flamencos o alemanes- que cobraban cuando llegaban
los envíos de América. Desde 1550, el oro americano es insuficiente y los prestamos de los banqueros
internacionales cada vez más exigentes. La Corona tendrá que hipotecar bienes del Estado y Felipe II se verá
obligado a declarar varias bancarrotas. El endeudamiento de la hacienda pública llevó a un aumento exagerado
de los impuestos que los campesinos y la burguesía no pudieron soportar cayendo en la ruina la mayoría de la
población
-
La ineficaz política económica practicada que trató de solucionar los problemas inmediatos sin prever las
consecuencias a largo plazo. Los reyes preocupados por el alza de los precios llevaron una política de defensa
del consumidor: tasaron el precio del trigo lo que perjudicó a los campesinos y sólo benefició a los
especuladores; prohibieron exportar manufacturas y se dieron facilidades para importar productos europeos
8. La España del siglo XVI
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más baratos. Esta última medida se mantuvo entre 1548 y 1570 con nefastas consecuencias para la industria
nacional; además se seguía favoreciendo la exportación de materias primas como la lana lo que frenaba el
desarrollo de la industria textil castellana. En resumen, los reyes no practicaron la política mercantilista vigente
en la Edad Moderna que defendía la necesidad de acumular oro y plata gracias al comercio.
Todos los sectores económicos –excepto el comercio internacional- entraron en una fase de recesión.
-
La agricultura. Los agricultores empezaron a endeudarse por varios motivos: la tasa del precio del trigo, la
subida de las rentas al imponer los señores contratos de arrendamiento a corto plazo, el alza de los precios
industriales superior a los agrícolas y el aumento de impuestos. Los campos empezaron a despoblarse, la
producción a descender y hace su aparición el hambre y la escasez de alimentos.
-
La ganadería lanar inicia su decadencia: los altísimos precios de la lana castellana la hacen poco competitiva
en Europa. Entre 1556 y 1561, la Mesta perdió el 15% de sus efectivos.
-
Los talleres artesanales castellanos se hundieron al permitirse la entrada de productos europeos más baratos.
-
El comercio con América siguió siendo un gran negocio pero benefició más a los comerciantes y banqueros
extranjeros que a los castellanos. El abastecimiento de América con productos manufacturados europeos
exigía grandes inversiones de capital ya que el riesgo era muy grande: desde el envío hasta el cobro pasaba
mucho tiempo y no se tenía la seguridad de cobrar. Sólo los comerciantes y banqueros extranjeros poseían
suficiente capital y por ello acapararon el abastecimiento de América. Con frecuencia, estos individuos eran los
prestamistas de los reyes y salvaban los impedimentos legales para comerciar con América (algo reservado a
los castellanos) acudiendo a intermediarios que prestaban el nombre; aunque, desde 1566, los reyes les
concedían fácilmente la nacionalidad y el permiso para sacar el oro.
b) La sociedad
La sociedad siguió siendo feudal y estamental pero el comienzo de la crisis empezó a provocar una
transformación social y un cambio de mentalidad que se consolida en el siglo siguiente:
-
El estado llano (80-85% de la población) lo forman los grupos sociales productivos: artesanos, campesinos y
comerciantes que soportaban la mayoría de los impuestos. Su situación empeoró: desde 1550 empezaron a
arruinarse y a entrar a formar parte de los grupos marginales (mendigos, bandoleros,..).
-
Los grupos privilegiados: nobleza y clero, vivían de las rentas y no pagaban impuestos directos. Aunque la
subida de los precios les perjudicó no se arruinaron gracias a que leyes como mayorazgo y las manos muertas
(prohibían la venta o reparto de los bienes nobiliarios y eclesiásticos) lo impedían. La alta nobleza aumentó
su influencia política acaparando cargos; la baja nobleza –los caballeros e hidalgos- encontró una salida en el
ejército o la emigración a América o consiguiendo cargos y, por último, hay un sector que sale beneficiado con
la ventas de cargos o la especulación de granos –la media nobleza y sectores de la baja nobleza- que
controlan el poder municipal. El clero aumentó en número y, en su seno, hay una gran diferenciaci
Estos cambios van provocando un cambio de mentalidad en la que el noble que no trabaja y vive de las rentas
se convierte en modelo a imitar y los conceptos aristocráticos: honor, orgullo y desprecio al trabajo se extienden
entre todos los sectores sociales.
8.5. Cultura y mentalidades. La Inquisición.
En esta etapa se difunde por España y por el resto de Europa una corriente cultural, el humanismo
italiano, favorecido por la llegada de la imprenta y de humanistas italianos. El humanismo es la corriente
intelectual del Renacimiento, una nueva mentalidad que se interesa por el hombre y la naturaleza adoptando un
espíritu crítico y científico que se opone a la mentalidad teocrática tradicional. El humanismo se extendió pronto en
las universidades españolas en estrecho contacto con Italia. Antonio de Nebrija autor de la primera Gramática
Castellana (1492) y el cardenal Cisneros, fundador de la universidad de Alcalá de Henares, donde se publicó la
Biblia Políglota, fueron grandes humanistas.
La nueva forma de pensar de los humanistas llevó a criticar la actuación de la Iglesia en aquella época
(lujo, ostentación, indulgencias con las que se perdonaban los pecados pagando...). En los Países Bajos, Erasmo de
Rotterdam propugna una religiosidad más íntima frente a los formalismos externos de la Iglesia. El erasmismo se
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mantendrá dentro de la fidelidad a la Iglesia católica pero posteriormente Lutero y Calvino rompen con ella y
crean el protestantismo
El erasmismo se había extendido entre un importante grupo de intelectuales españoles como Luis Vives y
Juan de Valdés, el arzobispo Manrique, etc. y entre los consejeros de Carlos V había un importante grupo de
erasmistas. Es el momento en que Carlos V confía en llegar a un punto de acuerdo entre las doctrinas de Lutero y la
Iglesia; pero no consigue que el Papa convoque un Concilio para unir posiciones y las posturas se van radicalizando
A partir del 1530 se produce una reacción ortodoxa y una persecución de los erasmistas a los que se acusa
de contribuir al desarrollo del luteranismo. El erasmismo desaparece de España pero las corrientes humanistas
europeas siguen entrando.
A mediados del siglo XVI se produce el Concilio de Trento (1545-1563) en el que los teólogos y prelados
españoles tuvieron gran influencia. En él se condena al protestantismo y se reafirman las verdades católicas que
niega aquel.
En la España de Felipe II triunfa el espíritu de la Contrarreforma y se produce el cierre a toda influencia
exterior. El Tribunal de la Inquisición, un tribunal eclesiástico pero controlado por los reyes que eligen a sus
ejecutores, se endurece y amplia su campo de acción contra los escasos protestantes. Además de liquidar a los focos
heréticos, la Inquisición tomó medidas para evitar contagios: se prohíbe estudiar en el extranjero, importar libros y
se publica un “Índice” con libros prohibidos entre los que están los de Erasmo. La Contrarreforma propició la
aparición de nuevas órdenes religiosas como la Compañía de Jesús, creada por el vasco Iñigo de Loyola en 1539,
que obedecía directamente al Papa y que se dedicaría a la educación de los jóvenes y a la labor misionera sobretodo
en el Lejano Oriente.
El triunfo de la Contrarreforma y la persecución de las ideas libres provocaron el retraso y el aislamiento
de la ciencia y el pensamiento científico español. Sin embargo, las obras artísticas y literarias recibieron un
enorme impulso aunque predominaron las de contenido religioso como la literatura ascética y mística.
El arte del Renacimiento
Las formas artísticas renacentista se introducen a finales del S. XV y se imponen en el XVI gracias a los
viajes a Italia de los artistas españoles y la estancia en la corte de artistas italianos . En un primer momento
conviven con elementos góticos y mudéjares.
En la arquitectura destacan tres estilos:
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El plateresco (reinado de los RRCC) con estructuras góticas en el interior y fachadas muy ornamentadas
que se asemejan al trabajo de los plateros. Incorpora elementos renacentistas en la decoración como
columnas o grutescos (tallos vegetales entrelazados).
El purista o clásico (reinado de Carlos V) caracterizado por la proporción, armonía y sencillez decorativa.
El herreriano (reinado de Felipe II) caracterizado por la grandiosidad, formas geométricas y austeridad
decorativa.
En la escultura predomina la temática religiosa. Se inicia la imaginería. Alonso Berruguete y Juan de Juni. En la
pintura destaca El Greco que se enmarca en la etapa final del Renacimiento o “Manierismo” por romper la
proporción y la armonía al alargar las figuras y dotarlas de un fuerte expresionismo espiritual.
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