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TEMA 0. DE LOS REYES CATOLICOS A LOS AUSTRIAS (SIGLOS XV-XVII)
1. EL REINADO DE LOS REYES CATÓLICOS
1.1. Unificación peninsular
1.2.Política internacional
1.3.Reorganización institucional
2.EL NUEVO MUNDO
2.1 Descubrimiento y conquista
2.2. colonización
2.3. consecuencias
3.LOS AUSTRIAS
3.1.Siglo XVI
3.2.Siglo XVII
3.3.Economía y sociedad
4. CONCLUSIÓN
1.EL REINADO DE LOS REYES CATOLICOS
1.1. UNIÓN DINÁSTICA Y EXPANSION TERRITORIAL
Los inicios de su reinado fueron difíciles, ya que se produjo una guerra civil en Castilla por la sucesión al trono tras
la muerte de Enrique IV. Aunque el rey tenía una hija, en la corte se consideraba que esta era ilegítima y éste llegó a
transigir en la cuestión sucesoria, pues firmó con su hermana Isabel el Pacto de los Toros de Guisando (1468), por el
que reconocía a Isabel como su heredera con la condición de que no se casara sin su consentimiento. Isabel se casó con
Fernando en secreto, lo que hizo reconsiderar a Enrique IV su postura, nombrando a Juana la Beltraneja su heredera. A
la muerte del rey se desencadenó la guerra civil en la que se enfrentan: Por un lado Isabel apoyada por un sector de la
nobleza, las ciudades y Aragón. Por otro Juana la Beltraneja apoyada por parte de la nobleza y Portugal. El triunfo
correspondió a Isabel, ya que tras la batalla de Toro se firmó la paz con Portugal: Tratado de Alcaçovas (1479) que
reconocía a Isabel como reina de Castilla, a cambio de que esta no interviniese en el África atlántica con la excepción de
las Canarias.
El matrimonio(1469) de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, herederos de las Coronas de mayor peso e
importancia de la Península, dio origen, al acceder ambos al trono, a una nueva entidad política: la monarquía hispánica.
Ésta siguió rigiéndose por sus leyes e instituciones, por lo que se conformó un Estado plural y no unitario, integrado por
unos territorios: Castilla, Aragón, Cataluña y Valencia, que sólo tenían en común una misma monarquía.
Las leyes, la moneda, las instituciones, así como las Cortes de cada reino permanecieron diferenciadas y las fronteras
entre los distintos territorios obligaban al pago de derechos sobre las mercancías. Ahora bien, a pesar de este aparente
equilibrio, el mayor peso territorial, demográfico y económico de Castilla originó una creciente castellanización de la
propia monarquía y un descenso del peso político de la Corona de Aragón.
Unidas las dos Caronas, los RRCC coincidían en la necesidad de completar la unificación territorial de los reinos
hispánicos para consolidar un Estado fuerte que pudiera expandirse fuera de la Península
A finales de siglo XV, la presencia musulmana en la Península se limitaba al reino de Granada, vasallo de Castilla,
pero foco de permanentes tensiones. La toma de Zahara por los granadinos en 1481, fue la escusa esgrimida para
emprender la conquista del reino nazarí. Fue una guerra que se prolongó por espacio de diez años, consumió ingentes
recursos económicos y ha de ser entendida bajo diversos parámetros: Los RRCC ofrecieron una compensación militar a
la nobleza castellana ante su pérdida de rentas e influencia. La conquista fue justificada con el sentimiento de Cruzada
que había hecho fortuna en la Edad Media en la cristiandad occidental. La guerra y la conquista de Granada —
hábilmente explotada por los propagandistas de la corona— sirvió para reforzar el prestigio de los nuevos monarcas.
Así, en 1486, en pleno desarrollo de las operaciones militares, Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, hacía pública
una profecía anónima que aseveraba que Fernando conquistaría no sólo Granada, sino también África hasta Etiopía,
Jerusalén, Roma, las tierras de los turcos... hasta constituir un imperio universal. Por ultimo su culminación fue posible
gracias a las disputas internas del reino nazarí, agudizadas por la rebelión de los abencerrajes, por las que el reino quedó
dividido entre el emir Abu al-Hasan y su hermano Muhamad ibn Said, llamado el Zagal
En 1483 Boaddil se sublevó contra su padre Al-Hasan, y continuó la disputa con su tío, lo que propició la conquista
cristiana de Málaga en 1487 y de Baza y el sector oriental del reino(las posesiones del Zagal) en 1489.
El 2 de enero de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe , que pusieron fin al largo asedio de Granada. En
ellas se estipuló que los granadinos conservaran su libertad religiosa, así como sus propiedades, su lengua, sus
costumbres y su derecho tradicional.
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No obstante la tolerancia duró poco ya que en 1499 el cardenal Cisneros implantó una política de persecución que
generó la sublevación de los musulmanes granadinos; la fuerte represión castellana fue culminada con las leyes que
obligaban a la conversión forzosa o al exilio; estas normas también fueron aplicadas contra los mudéjares.
Los musulmanes convertidos pasaron a denominarse moriscos y fueron desde entonces un foco de inestabilidad y
recelo en Castilla. Los restos de Isabel y Fernando, que reposan en la capilla real de la catedral de Granada, son
símbolo y testimonio de la capital importancia que tuvo la guerra y la conquista de Granada en el reinado de los Reyes
Católicos
El reino de Navarra había oscilado durante la Baja Edad Media entre la influencia francesa, la más predominante, y
las ambiciones de las coronas aragonesa y castellana. A la muerte de Juan II, padre de Fernando y rey de Aragón y de
Navarra, en este reino se instaura una dinastía francesa. Fernando no podía tolerar la presencia de Francia, la gran rival
del rey Católico, en la Península. Para ello organizó una campaña dirigida por el duque de Alba que en 1512 tomó
Navarra . En 1513, las Cortes de Navarra, convocadas en Pamplona nombraron a Fernando el Católico rey de Navarra.
El 7 de julio de 1515 las Cortes de Castilla en Burgos anexionaron el Reino de Navarra al de Castilla. El nuevo rey se
comprometió a respetar los fueros del reino y así fue durante siglos: a pesar de su anexión a la corona de Castilla,
Navarra conservó su propio ordenamiento jurídico, sus instituciones y su autonomía.
1..2 .POLITICA INTERNACIONAL
Como todos los monarcas autoritarios, los RRCC dedicaron amplios esfuerzos a la política exterior..Los intereses de
Aragón se volcaron hacia el Mediterráneo y los de Castilla hacia Atlántico. En primer lugar realizaron una intensa
política matrimonial, mediante la formalización de alianzas con distintos reinos europeos: con el Imperio Alemán al
casar a su hija y heredera Juana con Felipe, hijo del emperador Maximiliano I; con Inglaterra al casar a su hija
Catalina con el futuro monarca Enrique VIII¸ y con Portugal, a través de un complejo proceso dominado por la firma de
diversos tratados, y por el matrimonio de las hijas de los RRCC, Isabel, y posteriormente María, con el rey de Portugal
Manuel el Afortunado
Tras la Guerra e Granada, Italia se convirtió en un campo idóneo para dar salida al gran ejército organizado por los
Reyes Católicos. El enfrentamiento se produjo con Francia por el dominio del Reino de Nápoles (éste había sido un
dominio de la Corona de Aragón a mediados del siglo XV). El Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba venció a
los franceses en la Batalla de Cerignola (1503) lo cual supuso la incorporación de Nápoles a la Corona de Aragón y el
predominio español en buena parte de Italia.
En el norte de África, los castellanos, enardecidos por la conquista de Granada, practicaron una política
expansionista que buscaba neutralizar a los piratas berberiscos apoyados por la gran potencia del Mediterráneo oriental,
el Imperio Turco. La conquista de Melilla (1497) y de Orán (1509), junto al establecimiento de protectorados en Bujía,
Trípoli y Argel, parecía adelantar la conquista española del Magreb. Sin embargo, la derrota en las islas de Gelves
frustró el sueño expansionista. La monarquía hispánica mantuvo algunas plazas fuertes en el norte de África pero no
consiguió acabar con la piratería berberisca.
La expansión atlántica comenzó con las conquista de las Islas Canarias(1404-1496), en dura competencia con
Portugal( Las Canarias quedaron bajo soberanía de Castilla a raíz del Tratado de Alcaçovas(1479). A partir de 1492 se
convirtieron en plataforma de lanzamiento hacia América y en escala obligada para los navíos que se dirigían a aquel
continente
1.3. FORTALECIMIENTO DE LA AUTORIDAD REAL
Un territorio unido no era suficiente, los monarcas coincidían también en la necesidad de imponer su autoridad a la
nobleza y a parte del clero, que durante la Baja Edad Media se habían levantado repetidamente contra el poder real.
Primero vencieron por las armas a la nobleza y a los grandes señores eclesiásticos (Toro, 1476) e impusieron su
autoridad. En el contexto de la Guerra de Sucesión Castellana, las tropas de Alfonso V de Portugal y de Luis XI de
Francia invadieron Castilla en apoyo de Juana la Beltraneja, siendo derrotados por las tropas de Fernando en la Batalla
de Toro y los nobles y señores eclesiásticos que les apoyaron fueron sometidos; así los RRCC recuperaron parte del
patrimonio real(anulación de las mercedes obtenidas fraudulenta o violentamente desde el reinado de Enrique II) pero
tras el sometimiento político les garantizaron los privilegios jurisdiccionales( señoríos) y su poder en la Mesta y por las
Leyes de Toro(1505) fortalecieron el poder nobiliario al crear la institución del mayorazgo, que vinculaba las tierras a
los grandes títulos nobiliarios.
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Dominados la nobleza y el clero, los monarcas organizaron una serie de instituciones eficaces para afirmar la
autoridad real. Crearon un ejército permanente, con tropas a sueldo reclutadas según procedimientos establecidos, lo
que les permitió someter a la nobleza levantisca y obtener importantes éxitos en las campañas de las guerra de Granada
e Italia. Para reforzar su política exterior también crearon un cuerpo permanente que atendía los asuntos diplomáticos e
iniciaron una serie de reformas de las instituciones del gobierno.
El control municipal fue otro de los capítulos importantes de la nueva monarquía. Así, en las Cortes de Toledo de
1480 extendieron la figura del corregidor a un gran número de municipios. El corregidor era un juez en primera
instancia y agente real que gobernaba los principales municipios junto al regimiento (es decir los representantes de la
oligarquía local: alcaldes y regidores)
Respecto a las instituciones de gobierno, no crearon ninguna nueva o completamente original, sino que hicieron
uso de las instituciones medievales ya existentes adaptándolas a las nuevas necesidades y siempre con el objetivo de
reforzar el poder monárquico
La Santa Hermandad, con atribuciones policiales, judiciales y de recaudación de impuestos, fue instituida en las
Cortes de Madrigal de 1476, unificando las distintas hermandades que habían existido desde el siglo XI en los distintos
reinos cristianos. Fue fundamental para mantener el orden y estaba formada por cuadrillas armadas, costeada s y
organizadas por los concejos; perseguía a los delincuentes incluso en territorio de jurisdicción señorial
Asimismo, los RRCC reorganizaron el Consejo Real, apartando a la gran nobleza e introduciendo a letrados y
secretarios procedentes de la baja nobleza y la burguesía. Tanto este Consejo con los otros que se fueron
creando(existían cinco consejos, de carácter consultivo, tres territoriales: Castilla, Aragón y Navarra y dos sectoriales:
Inquisición y Órdenes Militares )adquirieron cada vez más importancia
Mientras las Cortes, sobre todo en Castilla, perdían protagonismo y casi únicamente se reunían cuando los monarcas
necesitaban más recursos financieros o cuando tenían que confirmar al nuevo rey.
La justicia se reorganizó en tres ámbitos: la Justicia local estaba en manos de los corregidores que ejercían la máxima
autoridad judicial a nivel municipal. Segunda instancia: las Chancillerías o Audiencias resolvían las apelaciones a las
decisiones de los corregidores; era la Audiencia de Valladolid y la Ciudad Real, traslada después a Granada. Última
instancia, era el Consejo Real de Catilla que estaba por encima de todos los tribunales; así, aunque el Consejo Real tenía
cierto carácter de tribunal supremo, se ocupaba fundamentalmente de los asuntos de gobierno y en ocasiones invadió el
campo legislativo que era propio de las Cortes.
En la Corona de Aragón se mantuvieron las instituciones tradicionales, así como el mayor peso político de las
Cortes. Ahora bien se instituyó el cargo de lugarteniente y , posteriormente, virrey, un representante de los monarcas
que ejercía plenamente la autoridad real. Igualmente en Aragón continuó vigente la figura del Justicia Mayor, cuya
misión eran ejercer de árbitro entre el rey y los súbditos. En Cataluña y Valencia siguieron funcionando sus propias
instituciones judiciales.
Los monarcas encontraron en la imposición de la fe católica el mecanismo para integrar y unificar a la totalidad de
los habitantes de sus reinos. La denominación de RRCC deriva precisamente de su empeño por preservar y difundir el
catolicismo, persiguiendo de forma sistemática a quienes pertenecían a otras creencias.
La unión personal o dinástica no garantizaba la cohesión de la monarquía, finalmente el argumento empleado para dotar
de sentido unitario al conjunto de la monarquía fue la religión católica, que se llevo a cabo mediante la creación de la
inquisición y la expulsión de judíos y musulmanes
La monarquía de los RRCC presentaba un gran pluralismo religioso en que los cristianos, judíos y musulmanes
convivían con dificultad, en los límites del enfrentamiento. Los RRCC mostraron deseos de unificación religiosa, ya que
la convivencia entre religiones estaba rota desde los pogromos de judíos en la Baja Edad Media. Estas persecuciones
llevaron a muchos judíos a convertirse al cristianismo (judeoconversos), aunque algunos continuaban practicando su
antigua religión de forma oculta. Esta aparición de los judeoconversos está detrás del surgimiento de la mentalidad de
llevar con orgullo el ser “cristiano viejo” que tendrá gran trascendencia en el futuro.
Para hacer frente a este problema, en 1480 se creó en Castilla la Inquisición con el fin principal de perseguir a los
falsos conversos. El dominico fray Tomás de Torquemada fue el primer inquisidor general. El procedimiento seguido
por los inquisidores era muy duro: las pesquisas eran secretas, los acusados desconocían quienes eran sus acusadores y
los condenados y sus descendientes podían quedar
inhabilitados para cargos y honores.
Una de las primeras decisiones reales en defensa de la unidad religiosa fue la expulsión de los judíos (1492) que no
aceptaron convertirse al catolicismo. Fue el episodio final de una persecución, iniciada ya en la Edad Media, de un
colectivo que, aunque gozara de cierto status económico (muchos de los principales banqueros reales eran judíos),
estaba excluido de la vida pública y era obligado a vivir en barrios separados(juderías). Su salida se inició en el año
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1482, en Andalucía, pero su expulsión general no fue aprobada hasta el 31 de marzo de 1492 .Podían vender sus bienes
y llevárselos en forma de letra de cambio, pero estaba prohibido sacar oro y plata. Afectó a unas 150 0000 personas en
Castilla y a unas 30 000 en Aragón, cuyas propiedades fueron confiscadas; mientras, 50 000personas aproximadamente
aceptaron ser bautizadas
Los RRCC también platearon la conquista de Granada como una guerra contra los infieles, Por ello, aunque
inicialmente se garantizó a los musulmanes(mudéjares), el mantenimiento de sus costumbres, propiedades, leyes y
religión, en 1499, Cisneros impulsó los bautismos obligatorios; en 1502 se forzó a todos los mudéjares de Castilla a
elegir entre bautizarse y exiliarse; ya a partir de 1528 se les prohibió, entre otras actividades, el uso de su lengua y sus
hábitos culturales.
Con unas bases territoriales sólidas e incluso en expansión (América a partir de1492); una estructura
institucional compleja pero eficaz para la época; una nobleza pacificada y apartada del poder político gracias
a las concesiones hechas por las Cortes de Toledo (Acta de reasunción de 1480, legitima todas las propiedades
usurpadas
en
losc o n f l i c t o s n o b i l i a r i o s c o n a n t e r i o r i d a d a 1 4 6 4 ) y l a s L e y e s d e T o r o r e l a t i v a s a l m a y o r a z
g o ( 1 5 0 5 ) ; y c o n u n v í n c u l o r e l i g i o s o c e l o s a m e n t e c o n t r o l a d o , l o s R e y e s Católicos consiguieron
dotar a España de significado político en el contexto del ascenso del Estado moderno en Europa
2.EL NUEVO MUNDO
2.1. DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA
Desde la conquista de las Islas Canarias, los castellanos habían abierto rutas en el Atlántico, pero sin duda eran los
portugueses, pioneros en viajes y descubrimientos, los que dominaban las rutas marítimas. Cristóbal Colón presentó,
primero en la Corte portuguesa y después a los RRCC, una propuesta basada en la esfericidad de la Tierra, que consistía
en abrir una nueva ruta al oeste, para alcanzar las tierras asiáticas, en busca de oro y especias, en lugar de bordear
África. Al principio dicha ruta fue rechazada tanto por Portugal como por los Reyes Católicos pero finalmente Isabel de
Castilla aceptó y puso a disposición del navegante los medios para el viaje que culminaría con el descubrimiento de
América
Así, los RRCC firmaron con el marino las Capitulaciones de Santa Fe, donde se estipulaba la financiación de la
empresa por los monarcas que a cambio obtendrían la soberanía y los beneficios de los territorios descubiertos. A
cambio Colón sería nombrado almirante de la mar Océana y virrey de estas tierras, además de recibir una parte
sustancial de los beneficios
Podemos distinguir dos fases en la conquista, la fase caribeña (1492-1519), desde el primer viaje de Colón hasta la
conquista de México. Se dan los primeros intentos de explotación de las Antillas como colonia comercial a imitación del
imperio lusitano, y ante el fracaso por la inexistencia de oro y plata se dio paso a la segunda fase. Es el periodo de
exploraciones y tanteos y de los establecimiento en el Caribe siendo la Española (Santo Domingo) el centro radial hacia
Puerto Rico, Cuba, Jamaica y golfo de México
La fase continental (1519-1560) con la conquista de los grandes imperios coloniales. En este momento aparece un
nuevo tipo de la colonización: la colonia de poblamiento y con cuatro focos de irradiación: México, Perú y Río de la
Planta. La conquista se desarrolló en dos grandes etapas.
La primera etapa fue capitaneada por Hernán Cortes, su expedición, iniciada en 1519, salió de la isla de Cuba,
desembarcó en tierras mexicanas, donde fundó la ciudad de Veracruz y se adentró en el territorio dominado por la
civilización azteca y se apoderó de un amplio territorio que recibió el nombre de Nueva España
La segunda etapa de conquista fue dirigida por Francisco Pizarro a partir de 1531. Partió de Panamá y se dirigió
hacia la costas de Ecuador, para iniciar la conquista del Imperio Inca, que abarcaba el actual Perú, Ecuador y parte de
Bolivia, tomando Cuzo y fundando Lima.
La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de
Tordesillas (1494). Un meridiano situado a 370 leguas de Cabo Verde separó las dos zonas de influencia: la occidental
para Castilla y la oriental para Portugal. De esta manera la costa africana y el actual Brasil quedaron en manos
portuguesas, y el resto de América en manos castellanas
2.2.GOBIERNO Y EXPLOTACION
Tras la conquista de los nuevos territorios se inició el comercio con América. Las Indias fueron una gran fuente de
intercambios comerciales .Castilla suministraba trigo, vid, aceite, ganado, vestidos, armas, y de América llegaban
fundamentalmente oro y plata, pero también productos agrícolas hasta entonces desconocidos, como el maíz, la patata,
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el cacao, el tabaco o el cacahuete. El comercio estuvo controlado en régimen de monopolio por la Corona y por
Castilla a través de la Casa de Contratación de Sevilla(1503), asegurándose así la Corona la recaudación de tributos
reales
Junto con la Casa de Contratación, el control de los dominios americanos se realizaba a través del Consejo de Indias,
creado en 1524 por Carlos V, actuaba como tribunal de justicia de todas las causas civiles y criminales en los territorios
americanos y era un organismo de carácter consultivo en materias eclesiásticas y gubernamentales (sus decisiones eran
transmitidas al rey, que las hacia ejecutar promulgando una real orden.
Estas fueron las dos instituciones que existieron en la metrópolis para el gobierno de las Indias
Las indias copiaron la organización institucional castellana; se instauró el municipio y los
virreinatos(organización territorial superior), mientras las audiencias se encargaban de las funciones judiciales y de
gobierno
Los virreyes eran el alter ego del rey en las colonias y, por tanto, tenían una importante autonomía y poder dada la
lejanía de sus territorios. Esta institución tenía su origen en la Corona de Aragón y en principio se formaron dos
virreinatos: Nueva España (Méjico) y Perú.
Las Gobernaciones eran las circunscripciones administrativas en que se dividían los virreinatos. Su número fue
aumentando hasta una treintena a medida que progresaban las conquistas. En las fronteras o lugares poco pacificados se
situaban las Capitanías Generales con carácter militar.
Como en España, existían los corregidores como agentes reales en los principales municipios o cabildos. Sin
embargo, en América los corregimientos eran menores en número y lógicamente más grandes que en la Península.
Las Audiencias tenían como en España funciones de tribunales de justicia superior, sin embargo, también actuaban
como organismos de gobierno. Su número llegó a diez en el siglo XVI y los actuales países de Latinoamérica se han
formado grosso modo a partir de ellas.
La mayor riqueza de las Indias la constituían los nativos, necesarios para la explotación de los recursos del nuevo
contienente. Las tierras fueron repartidas entre los colonizadores, a los que se les entregaba una finca y un grupo de
indios, de esta manera surgió el concepto de encomienda; el indígena era “encomendado” al colono y , a cambio de una
teórica protección, quedaba obligado a pagar tributos y a trabajar forzosamente para el encomendero- Las minas eran
propiedad real y su explotación se concedió a particulares, que también podían utilizar el sistema de la encomienda para
su explotación, pero fue más común la mita: trabajo forzoso de los indígenas, que se articulaba en forma de sorteos que
obligaba a cada comunidad indígena a aportar un grupo de trabajadores
Al mismo tiempo se desarrolló una legislación específica para la organización de los nuevos territorios, conocida
como Leyes de Indias. La primera recopilación fue la de las Leyes de Burgos(1512) que respondía al deseo real de
evitar los abusos de los colonos y de mantener bajo su control el Imperio, prohibiendo la esclavitud, pero obligando a
los indígenas a trabajar para los colonizadores
Los abusos provocados por estos sistemas de explotación provocaron una polémica ideológica entre los clérigos
españoles. El primero que denunció estos abusos fue Fray Bartolomé de las Casas en su Breve Historia de la
Destrucción de las Indias. Las protestas de las Casas provocaron la reacción de la Corona que reguló la encomienda en
las Leyes de Burgos de 1514. El mismo, Las Casas debatió con Juan Ginés de Sepúlveda(que señalaba la incapacidad de
los indios para gobernarse y la necesidad de acabar con prácticas como el canibalismo) sobre los derechos de los indios,
y la lucha de Fray Bartolomé de Las Casas tuvo como fruto las Leyes Nuevas de 1542 que suprimían la encomienda e
introducían reformas para evitar abusos. Sin embargo, la lejanía de América impidió que estas leyes se aplicaran de una
forma efectiva
.
2.3.CONSECUENCIAS
La conquista y colonización del Nuevo Mundo tuvo consecuencias demográficas desastrosas para la población
indígena. En la Antillas sus habitantes quedaron prácticamente aniquilados, lo que obligó a impulsar el tráfico de
esclavos negros desde África, primero bajo control portugués y más tarde holandés. Las principales causas de este
desastre demográfico fueron la ausencia de defensas en los nativos contra las enfermedades aportadas por los españoles
y muy especialmente las duras condiciones de trabajo impuestas por los conquistadores, así como la presión tributaria y
la desposesión de tierras a las que fueron sometidos. La sumisión de los indígenas y la facilidad con que fueron
sometidos y explotados se explica por la actitud fatalista con que recibieron a los colonizadores, ante el convencimiento
de que habían sido abandonados por sus dioses, y los conquistadores en sus sucesores.
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La mezcla de indígenas, colonizadores y población africana configuró un mundo multirracial, formado por
criollos(descendiente de españoles), mestizos(descendientes de europeos y nativos) y mulatos(descendientes de
europeos y africanos negros), que experimentó un crecimiento continuado. A pesar de esta integración racial se fue
consolidando una sociedad profundamente desigual donde coexistían gran cantidad de grupos con diferentes derechos,
ocupaciones y posición económica, y en donde los criollos acaparan las riquezas y los puestos de la administración
Igualmente en la América colonial la influencia cultural castellana fue muy grande y se impuso a las poblaciones
indígenas. La lengua castellana se consolidó como idioma común y muchas de las costumbres de los colonizadores
quedaron incorporadas a la cultura americana, si bien se mantuvo una destacada diversidad cultural, originada por la
resistencia de los pueblos precolombinos al abandono de sus tradiciones
Además, según los monetaristas, la llegada de grandes cantidades de plata fue uno de las principales causas de la
Revolución de los Precios en Europa, pero sobre todo en España. Los precios crecieron a un ritmo acelerado en el siglo
XVI. España fue la más perjudicada por la inflación, pues sus precios crecían más rápido que los del resto de Europa.
Esto perjudicó a la economía española y, especialmente a las actividades artesanales que resultaban poco competitivas
frente al exterior.
3.LOS AUSTRIAS
3.1. SIGLO XVI
Al morir Isabel en 1504 su hija Juana fue proclamada reina de Castilla, mientras que en Aragón continuó
reinando Fernando el Católico. Pero en 1506 murió Felipe el Hermoso, el esposo de la reina y esta enfermó
mentalmente, dada su incapacidad para gobernar, su padre, Fernando asumió la regencia de Castilla, hasta su muerte en
1516. Fue entonces cuando Carlos I, primogénito varón de don Felipe y doña Juana, nacido en Gante (Bélgica) en
1500, fue proclamada rey en Bruselas y llegó a España en septiembre de 1517. Su herencia era inmensa: la Corona de
Castilla y Aragón, con los territorios de Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Rosellón, la Cerdaña y América, el archiducado de
Austria y los dominios de los Países Bajos, el Franco Condado y Luxemburgo
El Imperio de Carlos I de España y V de Alemania (1516-1556) se formó por una enorme herencia no
premeditada, debido a una política matrimonial iniciada por los Reyes Católicos con el objetivo de aislar a Francia. De
su abuelo paterno Maximiliano de Habsburgo, recibió Austria y le sucedió en el título imperial. De su abuela paterna,
María de Borgoña, recibió Flandes y el Franco Condado. De su abuelo materno, Fernando el Católico recibió la Corona
de Aragón que incluía además sus dominios italianos de Sicilia, Cerdeña y Nápoles. De su abuela materna, Isabel la
Católica recibió la Corona de Castilla, Navarra y los dominios americanos.
Además, durante su gobierno crecieron
enormemente los dominios americanos, conquistó Milán y fue coronado emperador del Sacro Imperio.
Esta herencia motivó el sueño de Carlos V de recrear el Imperio Universal Cristiano: todos los monarcas de Europa
unidos por una sola fe y un solo emperador en lucha contra los turcos. Sin embargo, esta pretensión fue imposible de
llevar a la práctica, pues, Carlos V no consiguió ni la unidad política ni la religiosa.
Carlos llegó a España rodeado de una Corte de amigos, consejeros y eclesiásticos de Flandes, entre ellos Adriano de
Utrecht (luego papa Adriano VI), que no conocían el país, ni hablaban castellano, pero se hicieron con cargos y
dignidades. Esto levantó de inmediato recelos entre los notables de Castilla y Aragón. El monarca convocó las Cortes de
Castilla, Aragón y Cataluña, en la que fue reconocido rey. Con esta convocatoria trataba de atraer a los descontentos y
sobre todo trataba de conseguir fondos para sus empresas imperiales europeas. En 1519 falleció su abuelo, el emperador
Maximiliano y Carlos fue elegido por unanimidad emperador con el nombre de Carlos V de Alemania. En mayo de
1520 el monarca partió rumbo al territorio alemán para hacerse cargo del Imperio
Los conflictos entre la monarquía y los grupos políticos y sociales de los reinos hispánicos se manifestaron ya en
los inicios del siglo XVI. Recién comenzado su reinado se produjeron los levantamientos de las Comunidades y las
Germanías, que presentaron el carácter de revueltas políticas pero también presentaron un fuerte componente social y
antiseñorial.
Así, descontento acumulado desembocó entonces en la sublevación de las Comunidades de Castilla. Los dirigentes
pertenecían a la hidalguía(pequeña nobleza) y representaban a las clases medias urbanas, el levantamiento tuvo carácter
político, ya que pretendía imponer al monarca una serie de condiciones: Que no abandonase el reino, que prescindiera
de los consejeros extranjeros, que acatara las decisiones de las Cortes, que se redujesen los impuestos, que no se sacara
del reino ni oro ni plata ni se exportase lana para así fomentar la industria textil nacional. En pocos meses el conflicto se
extendió y se produjeron también revueltas campesinas de carácter antiseñorial. Los sublevados se encontraron pronto
con la oposición de la monarquía, de los grandes exportadores de lana y la nobleza terrateniente, y con su ayuda el
regente Adriano de Utrecht, en ausencia del rey Carlos, reunió un ejército que derrotó definitivamente a los comuneros
en Villalar (1521) y sus principales dirigentes(Padilla, Bravo y Maldonado) fueron ajusticiados.
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Las Germanías estallaron paralelamente y afectaron a casi todos los territorio se la Corona de Aragón, aunque los
hechos más graves sucedieron en Valencia. Las germanías eran hermandades armadas creadas por los gremios con
autorización real para protegerse de los piratas berberiscos; ante el temor de la peste, las autoridades locales valencianas
abandonaron la ciudad y los agermanados se hicieron con el control, dirigidos por Llorens. En el verano de 1519,
aprovechando la huida de las autoridades municipales por el temor a la peste y a los ataques berberiscos, los
agermanados se hicieron con el control de la ciudad de Valencia. Las Germanías fueron una revuelta de artesanos, de la
pequeña burguesía y de campesinos contra la oligarquía ciudadana, la nobleza y el alto clero. Pedían la democratización
de los cargos municipales, una mejora de los arrendamientos campesinos y la protección del monarca frente a los abusos
de los poderosos. Pero Carlos se alió con la nobleza y los agermanados fueron derrotados en 1521. El Conflicto de las
Germanías fue mucho menos complejo que el de las Comunidades, pues consistió en una rebelión esencialmente
antiseñorial. En este caso, Carlos V apoyó claramente a la alta nobleza para aplastar la rebelión
Las consecuencias de ambos fracasos serian el reforzamiento del poder oligárquico en las ciudades (nobles y familias
burguesas más adineradas), su reforzamiento económico y social, el aumento del poder real frente a las ciudades, las
Cortes y la nobleza(temerosa de futuras rebeliones)
Carlos I heredó el título de emperador en unas circunstancias sumamente difíciles. Se acababa de producir la rebelión
política y religiosa de los protestantes en Europa central, Francia aspiraba al dominio de Italia, y en el Mediterráneo
aparecía cada vez más amenazadora la expansión del Imperio Turco. Carlos I entendió que tenía una gran misión
histórica: el mantenimiento de una monarquía cristiana y universal, cuya jefatura espiritual ostentaba el Papa, frente a la
amenaza de los protestantes, los turcos y Francia
Sin embargo ese proyecto fue discutido por quienes no creían en esa unidad cristiana de origen medieval, presidida
por el Papa y el emperador, y anteponían a ella los intereses de cada Estado y de cada príncipe. Para defender su idea de
imperio cristiano y unitario, el emperador se vio envuelto en continuas guerras y llevó una vida itinerante. Por todo ello
Carlos I vivió en España solo 14 años y prestó mucha más atención a su función como emperador de Occidente que
como monarca español
El gran rival de Carlos V fue el rey de Francia Francisco I. El rey francés había disputado con el monarca español el
título de emperador y quería zafarse a toda costa del cerco al que le tenía sometido Carlos V desde sus posesiones
peninsulares, flamencas e italianas. Para contrarrestar el poderío imperial el monarca no dudó en aliarse con los
otomanos, los piratas berberiscos y los príncipes alemanes. Por su parte el emperador contó, por algún tiempo, con la
alianza de la Inglaterra de Enrique VIII, mientras los estados italianos oscilaban a favor de Francisco I o Carlos V
dependiendo de sus intereses y circunstancias. Se sucedieron seis guerras contra Francia, la última ya con Felipe II, que
tuvieron como campo de batalla la frontera pirenaica, Flandes y sobre todo los territorios italianos. Fue en la península
italiana donde el emperador obtuvo los más importantes éxitos militares, como la victoria de Pavía en 1525 en la que fue
capturado el propio Francisco I. Incluso el Papa, aliado con la causa francesa, sufrió el azote de los ejércitos imperiales,
que protagonizaron el Sacco di Roma (1527).Finalmente Carlos logró el control del estratégico ducado de Milán y el
apoyo de Génova lo que convirtió a España en la potencia hegemónica de la península Itálica .
El imperio Otomano era una gran potencia en el Mediterráneo oriental desde la ocupación de Constantinopla por los
turcos en 1452. En el mar los turcos practicaban la piratería y atacaban a las poblaciones costeras Desde Argel y Túnez
devastaban las costas italianas y españolas .Carlos V detuvo el avance turco en Europa a las puertas de Viena, dirigió
personalmente una expedición a Túnez donde entró triunfante y liberó a 20.000 cautivos cristianos, Carlos I lanzó con
éxito un ataque contra Túnez pero fracaso en la conquista de Argel.
La ruptura de la unidad católica, como consecuencia de la reforma religiosa denominada protestante, fue el principal
problema de la monarquía de Carlos I, el fraile agustino Martín Lutero, había pedido la reforma de la Iglesia en sus 95
tesis para hacer frente a sus prácticas. Para hacer frente al problema se convocó la dieta de Worms, que presidió el
emperador y donde se pidió a Lutero su retracción, pero este se negó y se puso bajo la protección de Federico de
Sajonia(al negarse Lutero a retractarse se publico un edicto imperial expulsándolo del Imperio y que sus escritos fueran
quemados). Al poco tiempo el protestantismo fue adoptado por diversos príncipes de territorios alemanes ye n los
dominios de Flandes. La Inglaterra de Enroque VIII se separó también de la obediencia de Roma.
El emperador Carlos, como defensor de la Iglesia, tenía que combatir el protestantismo, y el enfrentamiento tuvo
lugar en dos ámbitos: el político-militar y el religioso. El monarca derrotó a la liga de los príncipes protestantes den la
batalla de Mulhberg, pero no pudo acabar con el problema(los progresos del protestantismo y la radicalización de la
postura católica del Concilio de Trento(45.64), hizo comprender a Carlos el fracaso de su política) y finalmente se llegó
a la paz de Augsburgo en la que los protestantes consiguieron que cada príncipe pudiera elegir la religión de sus
Estados. En realidad bajo el problema religioso subyacía un problema político y económico: la Iglesia alemana no
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quería financiar a roma con el dinero de las indulgencias y los príncipes alemanes estaban disconformes con los planes
de Carlos V de hacer de Alemania, que era un conglomerado de países, un Estado Moderno, como habían hecho sus
abuelos en España. Por ello apoyaron a Lutero en sus pretensiones y se apoderaron de los bienes de la Iglesia alemana.
Decepcionado Carlos abdico en 1556 en su hermano Fernando los territorios austriacos y el Imperio y en su hijo
Felipe las Coronas españolas, las posesiones en Italia, los estados de la Casa de Borgoña y los territorios de ultramar y
se retiró al monasterio Jerónimo de Yuste en donde murió en 1558)
El sucesor de Carlos I fue su hijo Felipe II(1556-98) quien aunque no recibió el título de emperador, fue monarca en
un inmenso impero y titular de una Corona que era la primera potencia de Europa. A diferencia de su padre Felipe fue
un monarca dedicado por entero a las cuestiones de su reino. Todas las decisiones eran adoptadas por un rey castellano,
(por nacimiento, por formación y por el idioma que utilizaba habitualmente), asistido por consejeros también españoles.
Sus viajes fueron escasos, no abandonó prácticamente nunca la península y fijó una sede permanente para la Corte,
estableciendo la capitalidad en Madrid. La elección de Madrid como capital llevó a la castellanización de todos los
reinos. La Corona de Castilla se convirtió en el eje y pilar de la política de Felipe II, y de ella salieron, no solo los
principales líderes y consejeros de la monarquía, sino la mayoría de los recursos con los que Felipe II sufragó sus
campañas.
La monarquía eliminó todos los particularismos étnico-religiosos de los moriscos, especialmente numerosos en
Valencia y en el antiguo Reino de Granada. Eran aproximadamente 320 0000 y su situación despertaba cada vez más
recelos por su lengua y sus costumbres, además se les acusaba de connivencia con los ataques berberiscos y turcos en
las costas mediterráneas. Su situación empeoró al aumentar los impuestos sobre la seda, una de sus actividades
tradicionales, y al expropiarles progresivamente las tierras que cultivaban. En 1566 se promulgo el decretó
prohibiéndoles el uso de su lengua, su forma de vestir y sus tradiciones. Los moriscos intentaron negociar con el rey un
pago de dinero a cambio de conservar su estatus tradicional, pero la Corona rechazó la propuesta. En respuesta, los
moriscos andaluces, dirigidos por Aben Humeya, protagonizaron una insurrección en 1568 que se extendió por las
Alpujarras, aunque no consiguió tomar Granada. La revuelta fue sofocada dos años después por don Juan de Austria,
hijo de Carlos I
En abril de 1609, ya en época de Felipe III, se decretó la expulsión de los moriscos, primero de Valencia y entre
1610-1614, del resto del reino. Más de 300 0000 persona tuvieron que abandonar el país y la mayoría se dirigió al norte
de África. Su marcha tuvo consecuencias económicas muy graves para la agricultura y la artesanía, sobre todo en
Levante y Aragón
Décadas más tarde, el reino de Aragón planteó un grave problema al monarca. Las alteraciones de los años 1591
y1592 estuvieron relacionadas con la figura del que había sido secretario suyo, Antonio Pérez, que estaba encarcelado
desde 1579 por su participación en el asesinato de Juan de Escobedo, secretario de don Juan de Austria (gobernador de
los Países Bajos). En 1591 consiguió huir a su tierra natal, Aragón. Allí se acogió a la protección del Justicia Mayor,
Juan de Lanuza, que era la máxima autoridad judicial. Este se negó a entregarlo, aduciendo que los ciudadanos de
Aragón tenían el derecho a ser juzgados por los tribunales de ese reino. Felipe II acuso de herejía a Antonio Pérez ante
la Inquisición, único tribunal común a todos los reinos. Aun así el Justicia, apoyado por las autoridades de Zaragoza, se
negó a entregarlo, Felipe II violando los fueros de Aragón, envió un ejército que puso fin a la sublevación ye ejecutó al
Justicia. El incidente puso de manifiesto el conflicto entre la voluntad de los territorios de la Corona de Aragón de
mantener sus leyes e instituciones, y los deseos de la monarquía de aumentar su poder, imponer una mayor
centralización y someter las instituciones tradicionales a su poder
.
Como monarca católico siguió manteniendo el ideal de defensa del catolicismo. Por tanto, su política y sus enemigos
se diferenciaron poco de los de su padre, a lo que se sumó el enfrentamiento con Inglaterra y la permanente revuelta de
Flandes. A pesar de todo Felipe aumentó sus dominios al incorporar Portugal a la Corona en 1580, haciendo valer sus
derechos como hijo de Isabel de Portugal. La muerte en Alcazarquivir sin descendencia del rey de Portugal, don
Sebastián, hizo recaer los derechos sucesorios en Felipe II como hijo de la princesa Isabel de Portugal y por tanto nieto
de Manuel el Afortunado. Para defender sus derechos mandó al duque de Alba que entrase en territorio portugués con
un ejército de 30.000 hombres que se apoderó de Lisboa tras una corta guerra. Las Cortes de Thomar (1581)
reconocieron a Felipe como rey, quien juró los Fueros y prometió no nombrar funcionario a ningún español. Se
conseguía así el objetivo anhelado por los RRCC: la unión política peninsular (sólo duró 60 años: independencia en
1640)
Durante el reinado de Felipe los conflictos con Francia continuaron hasta que se produjo la victoria de los tercios
españoles en San Quintín y la firma de la paz de Cateau-Cambresis dio lugar a un período de tranquilidad. Enrique II de
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Francia envió a Italia un potente ejército, pero fue vencido por los españoles que penetraron en territorio francés y
vencieron en San Quintín y Gravelinas, firmándose la paz de Cateau-Cambresis por la que Felipe II devolvía San
Quintín; y aunque en las Guerras de Religión que se produjeron en Francia Felipe apoyó a los católico, s la conversión
de Enrique de Borbón al catolicismo, que subió al trono como Enrique IV, llevó a la firma de la Paz de Vervins en
1598 entre España y Francia
Durante el reinado de Felipe II , que coincidió con el máximo esplendor turco bajo el reinado de Solimán el
Magnífico, los otomanos amenazaron todo el Mediterráneo al apoderarse de Chipre y Túnez. Ante ello se coaligaron la
Monarquía hispánica, Venecia y el Papado (Santa Liga) y armaron una gran escuadra. El enfrentamiento se dio en el
golfo de Lepanto y significó una gran victoria de los cristianos, que alejó el problema turco del Mediterráneo occidental
durante años
La guerra de los Países Bajos fue el mayor problema de Felipe II. Se originó por el descontento de los sectores
burgueses ante los fuertes impuestos, por el surgimiento de un sentimiento nacionalista y por el conflicto religioso, al
extenderse el calvinismo en la zona norte. La primera rebelión se produjo en la región de Flandes en 1566 y contó con
el apoyo de Francia e Inglaterra y para combatirlos Felipe II envió a los tercios con sus mejores generales al frente, el
duque de Alba, Luis de Requesens, Juan de Austria y Alejandro Farnesio, que ejercieron una dura represión. Fueron 4
los Gobernadores de los Países Bajos: Margarita de Parma (hija natural de Carlos V) que tuvo que hacer frente a los
inicios del conflicto, los tumultos del populacho, dirigidos por Guillermo de Orange; el duque de Alba (creó el
“Tribunal de Tumultos o de sangre” y venció a los sublevados pero no atajó el problema); don Luis de Requeséns
(política conciliadora) y don Juan de Austria. El problema se enquistó y supuso para las arcas hispanas cuantiosas
pérdidas.
Finalmente, el 79, el sur de los países Bajos, católico acepto la obediencia Felipe pero el norte, la futuras Provincias
Unidas, mayoritariamente calvinistas, continuo la lucha por la independencia. La rebelión nunca fue controlada y Felipe
II acabo designando a su j hija Isabel Clara Eugenia, gobernadora con derecho a sucesión. Pero al no tener esta
descendencia,, los países Bajos revertieron a la Corona España en el siglo XVII, y se reabrió el conflicto.
Inglaterra había sido desde el reinado de los RRCC aliada de la Corona Española frente a Francia .El primer
matrimonio de Felipe II fue con María Tudor, hija de Enrique VIII, reina de Inglaterra y católica, pero al morir sin
descendencia el trono pasó a su hermanastra la reina Isabel I, de religión anglicana apoyó a los protestantes de Flandes y
deseosa de competir por el dominio del Atlántico y el control del comercio americano, protegió a los corsarios(Hawkins
y Drake) que atacaban los barcos españoles. Felipe II decidió enfrentarse a Inglaterra y preparo una flota para atacarla,
la Armada Invencible, pero la expedición fue un desastre y la Invencible regresó diezmada. El pretexto fue la demanda
de auxilio de la destronada María Estuardo a Felipe II, y cuando Isabel la mandó decapitar, Felipe II se decidió a
invadir Inglaterra: una imponente flota de 160 buques con 30.000 hombres, La Armada Invencible, zarpó de Lisboa al
mando del inepto duque de Medina Sidonia y la expedición terminó en un desastre, la flota deshecha por la tempestad y
por los ataques de Drake y Howard (sólo regresaron 65 buques con 10.000 hombres). Felipe comentaría: “contra los
hombres la envié, no contra los vientos y la mar”. El desastre supondría que la hegemonía marítima pasaría de España a
Inglaterra
3.2. SIGLO XVII
Tras la muerte de Felipe II se sucedieron tres reinados cuyos monarcas renunciaron expresamente a ejercer
personalmente las tareas de gobierno, que pasaron a manos de ministros omnipotentes, los validos o privados.
Los validos gobernaron al margen del sistema institucional de la monarquía, al margen de los Consejos. En su lugar,
como órganos de asesoramiento, crearon Juntas reducidas compuestas por sus propios partidarios.
El nuevo sistema significó un aumento de la corrupción. Los validos aprovecharon su poder para conseguir cargos,
pensiones y mercedes para sus familiares y partidarios, lo que provocó críticas generalizadas por parte, sobre todo, de
los letrados que formaban los Consejos y los miembros de la aristocracia que no gozaban del favor del valido.
Felipe III(1598-1621) puso la gobernación en manos del valido duque de Lerma, que mantuvo una política exterior
pacifista. Esto se debió a la mejora de las circunstancias internacionales, pero también al agotamiento de la hacienda
española (bancarrota de 1607). La Paz de Vervins de 1598 puso fin a las Guerras de Religión en Francia y a la
intervención de España en ellas .La Paz con Inglaterra (1604) se vio favorecida por la muerte de Isabel I y la
instauración de la Dinastía de los Estuardo (más tolerante con el Catolicismo).El aspecto fundamental de este pacifismo
fue la Tregua de los Doce Años con Holanda (1609-1621), que suponía de hecho el reconocimiento de las Provincias
Unidas.
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El acontecimiento más relevante de este reinado será el decreto de expulsión de los moriscos (1609) Las razones de
esta expulsión son complejas. La Corona y el pueblo miraban a los moriscos con reticencia pues no se comportaban
como auténticos cristianos. Sin embargo, la causa principal debió ser de motivo propagandístico para esconder el
deshonor y desprestigio de aceptar la Tregua de los Doce Años. Las consecuencias demográficas de esta expulsión
fueron nefastas (una pérdida de 300.000 personas), y fueron especialmente graves en Valencia y Aragón, donde los
moriscos mantenían una fértil agricultura.
La parte central del siglo XVII estuvo ocupada por Felipe IV(16 21-1665) en cuya época se sucedieron las mayores
dificultades para el mantenimiento del Imperio. El monarca dejo el poder en manos del más conocido y poderos de los
validos, el conde-duque de Olivares, cuyo gobierno se caracterizo por el autoritarismo y la centralización. Pretendió
integrar a todos los reinos en un solo estado común, con las mismas leyes e instituciones siguiendo el modelo castellano
que permitía un mayor poder real. Su intento fracasó y originó enfrentamiento y graves revueltas
La guerra de los Treinta Años (1618-1648) estallo en Alemania como un conflicto político religioso entre los
protestantes del Norte y los católicos del sur liderados por los Habsburgo austriacos. Fue un conflicto de signo religioso
al enfrentar a protestantes y católicos, pero también significó una pugna política contra el dominio en Europa de los
Habsburgo austríacos y españoles. Se inició con la rebelión protestante de Bohemia, en el Imperio de los Habsburgo
austríacos. España acudió en auxilio del Imperio, y los protestantes fueron apoyados por las Provincias Unidas del norte,
Dinamarca, Suecia y Francia. A pesar de algunas victorias iniciales (Breda), muy pronto se sucedieron las derrotas de
los tercios españoles En 1635 estalló la guerra contra Francia que, aunque era católica, apoyó al bando protestante. El
enfrentamiento contra tantos enemigos (y los conflictos internos de 1640) llevó a España al agotamiento, de tal modo
que empezó a cosechar derrotas (Batalla de Las Dunas, Batalla de Rocroi, 1643).
La Rebelión de Cataluña (1640-1652) fue la consecuencia lógica de esto. En 1640 Cataluña estaba en plena línea del
frente en la guerra contra Francia. El ejército español (mayoritariamente castellano) ocupaba Cataluña y la propia
población catalana sufría los abusos de éste. Olivares insistía en que Cataluña debía contribuir a pagar ese ejército que la
defendía de Francia (Unión de Armas). Esta tensión derivó en la rebelión de los segadores que asesinaron al Virrey
Santa Coloma (Corpus de Sangre de 1640). Cataluña se rebeló contra Felipe IV y entregó el principado al rey de
Francia. Felipe IV convirtió la recuperación de Cataluña en el objetivo fundamental de su política y lo consiguió tras un
acuerdo en 1652 (Felipe IV se comprometía a respetar los fueros catalanes
Aprovechando la crisis catalana, en diciembre de 1640 se inició la rebelión en Portugal.
La falta de ayuda castellana ante los ataques holandeses contra las posesiones portuguesas en Asia y la presencia de
castellanos en el gobierno del reino provocaron que las clases dirigentes lusas dejaran de ver ventajas en su unión a la
Corona española. La rebelión, organizada en torno a la dinastía de los Braganza, se extendió rápidamente.
El apoyo de Francia e Inglaterra, ansiosas de debilitar a España, llevó a que finalmente, Mariana de Austria (madreregente de Carlos II) acabara reconociendo la independencia de Portugal en 1668.
Los contendientes, agotados por la larga guerra, firmaron la Paz de Westfalia, donde se aceptó el principio de que
los intereses de los Estados y su propia religión prevalecerían sobre el Imperio romano-germánico. En 1650 España
reconoció la independencia del territorio del los Piases Bajos, que paso a llamarse Provincias Unidas de Holanda,
gobernadas por la casa Orange. La guerra contra Francia continuó y no acabaría hasta la firma de la Paz de los Pirineos,
en la que la monarquía española cedió territorios que tenia al norte de los Pirineos (Rosellón y la Cerdaña), haciéndose
patente la hegemonía española en Europa y el declive de la monarquía hispánica
La política del conde-duque de Olivares había conducido a la ruptura de la unidad ibérica y había puesto de
manifiesto la falta de cohesión territorial, pues también se dieron otras sublevaciones en Vizcaya, Andalucía (el duque
de Medinasidonia, hermano de la duquesa de Braganza, pretendía ser rey de Andalucía), Aragón y Navarra, todas
sofocadas militarmente.
La dinastía concluyó con el reinado de Carlos II (1665-1700), un monarca enfermizo e ineficaz que murió sin
descendencia. En su largo y complicado reinado se sucedieron los validos; en su minoría de edad siendo regente su
madre la reina Mariana, ejerció el cargo el padre jesuita Nithard, que fue sustituido por un plebeyo, Francisco de
Valenzuela y posteriormente por Juan José de Austria, hijo del anterior rey Carlos II (1665-1700)
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En este período, una España en decadencia debe mantenerse a la defensiva frente a las continuas agresiones de
Luis XIV sobre sus territorios: Paces de Aquisgrán (1668) y Nimega (1678), España debe entregar a Francia el Franco
Condado y varias plazas de Flandes.
La falta de descendencia provocó la constitución de dos bandos alrededor de dos de los principales candidatos: el
nieto del rey francés Luis XIV, Felipe de Anjou y un hijo del emperador de Austria, el archiduque Carlos. El 2 de
octubre de 1700, Carlos II nombró heredero a Felipe de Anjou, futuro Felipe V, con la condición de que no heredera
también el trono de Francia, y el 1 de noviembre fallecía. Inicialmente Europa aceptó la decisión, pero cuando Luis XIV
mantuvo el derecho de su nieto a sucederle, se formó una gran alianza antifracensa alrededor del Imperio, Inglaterra y
Holanda y se desencadenó la Guerra de Sucesión a la Corona Española en mayo de 1702
.
3.3. ECONOMIA Y SOCIEDAD
En el siglo XVI hubo en España un gran dinamismo demográfico, pasando de seis a ocho millones de habitantes. Los
territorios de la Corona de Castilla eran los más densamente poblados. Las principales ciudades fueron Sevilla, Toledo y
Burgos.
Como efecto del crecimiento de la población y de la demanda de productos desde América, la agricultura tuvo un
alza constante. Así, aunque las tierras de labor eran escasas, por su concentración en manos de nobles y clérigos, y los
precios de arriendo elevados, muchos campesinos sin tierras o pequeños propietarios, estimulados por los altos precios
de los productos agrícolas, hipotecaban sus fincas o pedían préstamos para arrendar nuevas tierras. Pero cada vez que
había una mala cosecha o bajaban los precios agrarios, no podían pagar los arriendos, ni devolver los préstamos.
Entonces los pequeños propietarios perdían sus tierras, que pasaban a los grandes latifundistas y los campesinos
arrendatarios debían abandonar las propiedades. En definitiva, la expansión económica del siglo ´XVI ni mejoró ni
transformó la estructura económica heredada de la Edad Media
A principios del siglo XVI también se produjo una expansión de la industria artesana, estimulada por la demanda del
mercado americano. Fue la época de la metalurgia vasca, de la construcción naval en Valencia y Cataluña, pero sobre
todo de los gremios textiles de Sevilla, Toledo, Cuenca y Segovia, Sin embargo , la monarquía favorecía a los
exportadores de lana frente a los productores de tejidos y otorgó protección a los industriales textiles flamencos- De este
modo, poco a poco el mercado interior y el americano quedaron en manos de los competidores extranjeros, capaces de
ofrecer productos de mayor calidad y a un menor precio
El comercio fue el sector que conoció un mayor desarrollo a los largo del siglo XVI, gracias a la explotación del
Nuevo Mundo. El crecimiento comercial se centró en las ciudades castellanas y en los puertos del Atlántico, mientras
que en la Corona de Aragón y en los puertos del mediterráneo decayó debido a la presencia turca. En Castilla, al no
transformarse la estructura agrícola ni artesanal, la producción fue incapaz de absorber la demanda de productos. Esta
escasez, unida a la gran cantidad de oro y plata circulante, dio lugar a una espectacular subida de los precios. Además, al
poblarse América con españoles y transformarse también los indígenas al modo de vida europeo se van a demandar más
productos manufacturados, al aumentar la demanda se produce también la espectacular subida de los precios porque la
oferta no crece en la misma proporción
Ante esta situación, la monarquía permitió la importación de todo tipo de productos del extranjero, tanto para España
como para reenviar a América. Además, los fuertes impuestos sobre las exportaciones originaron una reducción de los
beneficios y de los incentivos para producir. En resumen, el enorme flujo del comercio americano no sirvió para
transformar la estructura económica de Castilla
La sociedad continúa con el crecimiento de los grupos privilegiados, aunque la alta nobleza fue desplazada de los
cargos públicos mantuvo cargos militares y diplomáticos y su poder económico e influencia social. La exención fiscal
de la nobleza propició el que la burguesía quisiera alcanzar dicho estamento. La Corona puso en venta títulos y señoríos
para obtener fondos, lo que originó el ansia de ennoblecimiento de la burguesía y el desprecio hacia el trabajo manual.
El alto clero, también estamento privilegiado, contribuía al Estado con un tercio de los diezmos y de la venta de bulas.
La carga tributaria recaía, por tanto, entre burgueses y campesinado.
La burguesía se desarrolló durante la primera mitad del siglo XVI, siendo apoyada por los reyes y llegando a ocupar
importantes cargos en la administración del reino. Pero la llegada de metales precioso desde América junto a la enorme
subida de los precios en toda España, hicieron imposible la competencia con las manufacturas europeas. Muchos
burgueses no tuvieron otra salida que la de vender sus negocios e intentar conseguir un título de nobleza.
El siglo XVII se caracterizo en toda Europa por una fuerte crisis social y económica: guerras, pestes, malas
cosechas, parálisis del comercio y de la industria. Pero en los territorios hispánicos esta crisis fue todavía peor y originó
la pérdida de la hegemonía política europea. En primer lugar la población disminuyo, pasando de ocho a 7 millones de
habitantes. Las causas de este descenso hay que buscarlas en el flujo migratorio al nuevo continente, las bajas
ocasionadas por las guerras, la expulsión de los moriscos y el conjunto de epidemias que asolaron el país
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En el terreno económico la agricultura empeoró su ya precaria situación. El hambre, la guerra y las epidemias
comportaron la despoblación de las tierras, mientras aumentaban los impuestos. También la Mesta vio como se reducía
el número de cabezas de ganados, por la falta de pastos y la destrucción ocasionada por las guerras peninsulares,
asimismo la industria y el comercio padecieron una intensa depresión. La tradicional competencia de productos
extranjeros se agravó ahora con la pérdida de territorio en Europa y por tanto de mercados, el incremento de los
impuestos y la pérdida de poder adquisitivo de una población cada vez más arruinada.
El comercio también entró en una fase recesiva. La competencia francesa en el Mediterráneo y la competencia inglesa
y holandesa en el Atlántico, agravaron una coyuntura marcada por el creciente autoabastecimiento de las Indias y el
agotamiento de las minas americanas. Consecuencia de la crisis comercial fue la disminución de la circulación
monetaria
La situación de las finanzas públicas no permitía mejorar el panorama. Los gastos aumentaban, tanto por una corte
que despilfarraba cada vez mas como por las necesidades de las constantes guerras. Ni el aumento de impuestos ni las
devaluaciones de monedas, ni la constante emisión de deuda pública pudieron salvar el Estado de la práctica bancarrota.
Además el recurso a la plata y al oro americano fue cada vez más difícil, al agotarse parte de las minas y al descender
drásticamente la llegada de metales preciosos.
En este marco de crisis económica, la sociedad estamental española vivió un proceso de polarización marcada por
el empobrecimiento de un campesinado que constituía la mayor parte de la población, la debilidad de la burguesía y las
clases medias, y el crecimiento numérico de los grupos sociales improductivos como la nobleza y el clero en un extremo
y los marginados: pícaros, vagos y mendigos en otro. La mentalidad social imperante, marcada por el desprecio al
trabajo agravó la crisis social y económica. El hidalgo ocioso y el pícaro se convirtieron en arquetipos sociales de las
España del Barroco.
.4. CONCLUSIÓN
El reinado de los Reyes Católicos ha sido frecuentemente considerado como el punto de partida de España como
estado moderno. En efecto, la monarquía autoritaria se impuso finalmente a la nobleza, se unificaron políticamente
todos los estados peninsulares menos Portugal, se implantó la unidad religiosa y se descubrió América (basamento
económico de la España Moderna).
Sin embargo, no todo significa modernidad, pues había pervivencias medievales. Así la unión de los reinos de
España seguía siendo dinástica y patrimonial y las instituciones de gobierno se desarrollaban a partir de la
transformación de las instituciones medievales.
El descubrimiento y conquista de la América Hispana fue uno de los acontecimientos históricos más importantes de
la Historia de la Humanidad. España contribuyó decisivamente a expandir la cultura europea, el cristianismo y su
idioma a buena parte del Nuevo Continente.
Sin embargo, los españoles también fueron responsables de la destrucción de decenas de culturas indígenas y de la
brutal explotación de sus habitantes.
Para España, América se convirtió en una importante fuente de riquezas, pero dichas riquezas no se emplearon
adecuadamente e impidieron convertir a nuestro país en la principal potencia económica europea. El mantenimiento de
una mentalidad aristocrática había imposibilitado rentabilizar la riqueza proveniente de América. En vez de estimular las
actividades productivas, esos bienes fueron dedicados a pagar las empresas imperiales de la monarquía y a consolidar
un modelo social nobiliario en el que los capitales se dedicaban a la compra de tierras, casas o gastos suntuarios.
El siglo XVI es un siglo de luces y sombras, es el período de mayor auge político y militar de España, y sin embargo,
también es el siglo en el que se gesta la ruina económica y el atraso social e ideológico del país.
Los Austrias del siglo XVII, conocidos como los Austrias Menores, (Felipe III, Felipe IV, Carlos II) han sido
considerados tradicionalmente como reyes débiles que dejaron el gobierno del estado a validos como el Duque de
Lerma u Olivares. A veces se ha considerado que esta debilidad era responsable de la decadencia española del siglo
XVII: decadencia demográfica, económica y política y del propio final del Imperio Español en Europa. Evidentemente
los factores de la crisis son mucho más complejos
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