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CAPITULO GENERAL XIII DE LOS SALESIANOS DE DON BOSCO.
Concepto de Fe
Dentro de los elementos de la fe, el capítulo nos dice que «El camino de fe de los jóvenes
requiere que la comunidad desarrolle una nueva forma de comunicación» (cf. XXIII
CG, 254).
Partió de la diversidad de contextos en que actúan nuestras comunidades, analizando la
complejidad de la condición juvenil, interpretando la actitud de los jóvenes ante la fe e
individuando los retos universalmente más significativos. (XXIII CG 10)
El camino para educar a los jóvenes en la fe se mueve en el ámbito de la nueva
evangelización (XXIII CG 10).
Urge encender en los jóvenes un vivo deseo de la fe cristiana y, una vez encendido,
acompañarlos paso a paso hasta la plenitud de la vida en el Espíritu. (XXIII CG 11).
El camino propuesto arranca de la fe explícita de la comunidad, para propagarse y crecer en
la fe de los jóvenes: «de la fe a la fe» (XXIII CG 12).
Es preciso construir un camino a medida de los jóvenes, pensando en un tipo de hombre
que sea capaz de vivir las exigencias de la fe en la historia actual. (XXIII CG 25).
los Salesianos tras las huellas de san Juan Bosco, convencidos de que lo que triunfa sobre el
mundo (d. Un 5,4) es la fe y de que «la gloria de Dios es el hombre viviente» (XXIII CG
25).
Dios en un determinado ambiente humano, comprenden que tal es el lugar concreto donde
se les pide manifestar su fe como testimonio creíble y anuncio de vida. (XXIII CG 31).
La fe cristiana -particularmente la Iglesia católica- se ha extendido con rapidez en el corto
espacio de un siglo de plantación y evangelización. (XXIII CG 40).
Lenta pero progresivamente la fe se ha encarnado en la cultura local. Abundan las
vocaciones y son múltiples los carismas. (XXIII CG 40).
Pero donde la evangelización es demasiado reciente, se han producido situaciones en que la
fe es todavía superficial y fácil los sincretismos en la vida. (XXIII CG 40).
El camino de fe y la espiritualidad juvenil salesiana asumen con seriedad el compromiso
del joven que trabaja por construirse una identidad conciliando dinámicamente los impulsos
de sus energías internas, los numerosos y variados mensajes o propuestas que surgen del
contexto y los horizontes que le permite vislumbrar la hora actual. (XXIII CG 125).
La fe en Cristo se sitúa en el centro de esta tarea como fuente de sentido, esperanza de vida
futura, don de Dios y energía que transforma la historia. (XXIII CG 125).
Contexto de otras religiones
No son pocas las comunidades que actúan en ambientes fuertemente caracterizados por la
presencia de antiguas y grandes religiones: hinduismo, budismo, taoísmo, confucianismo,
islam y otras religiones tradicionales. Aunque son mutuas y profundas sus divergencias, sin
embargo, cabe agruparlas bajo un denominador común: el sentido religioso de la
trascendencia (27).
Jóvenes que están lejos de la fe
Algunos están lejos porque, aunque han vivido en familias sustancialmente sensibles al
hecho religioso, poco a poco, debido a la influencia de ambientes que se hallan en
progresiva descristianización han perdido la fe sin haberla negado conscientemente. Es el
alejamiento silencioso.
Hay otros que están lejos por la sencilla razón de que han nacido en familias y contextos
culturales donde el sentido de la vida, sus criterios y las pertenencias son autónomos y del
todo ajenos a los valores religiosos.
Otros están lejos porque, faltos de las condiciones fundamentales para vivir, empobrecidos
y marginados, ni siquiera saben que hay valores cristianos y religiosos; o, si lo saben, los
ven sin peso ni significado para su vida, abrumada por la angustia del sobrevivir diario.
También está incluidos los que excluyen de modo explícito toda referencia religiosa.
Pueden haber pasado de una religiosidad intensa a su rechazo, por una educación
equivocada.
Dentro de la variedad de motivos: Testimonios negativos; o porque no se ha cuidado
pedagógicamente la calidad, gradualidad y asimilación de tal religiosidad; o porque ha sido
reemplazada con la adhesión a sistemas de pensamiento o a movimientos políticos que no
reconocen la capacidad humanizadora de la vivencia religiosa; o, porque llevados por el
consumismo, han preferido el camino de acumular bienestar, y la fe es para ellos irrelevante
y obstáculo.
Jóvenes abiertos al hecho religioso
Sienten la necesidad real, muchas veces confusa, de significado para su vida y de valores
con qué motivar sus opciones y actos. Son los jóvenes dominados “del deseo” sensibles a
los estímulos religiosos. Pero se detienen fácilmente en el ámbito de una religiosidad de
circunstancias en las que viven ráfagas de emoción y de práctica religiosa al encontrarse
con personas o acontecimientos excepcionales.