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Envejecimiento de la piel, ¿qué cambia? A partir de la tercera década de la vida, la piel empieza a cambiar. Su función de barrera se debilita gradualmente. Los procesos metabólicos en las células se desaceleran y la piel pierde cada vez más hidratación y elasticidad. La edad en sí no es el único factor determinante en el estado de la piel madura: los factores ambientales se encuentran claramente en el primer plano del envejecimiento cutáneo. El tono, la elasticidad y la capacidad de regeneración epidérmica de las zonas de piel no expuestas a la luz solar empiezan a disminuir por primera vez a una edad avanzada, mientras que aquellas zonas que se hayan expuesto a la luz empiezan a perder estas características más pronto. El envejecimiento cutáneo es influido por: A factores endógenos, B factores exógenos. Existen varios factores que influyen sobre el fenotipo y la función de la piel madura. El proceso involutivo biológico natural es un factor endógeno y no está determinado por influencias externas. Como partes de este proceso se conocen: −− La disminución de la capacidad de regeneración celular. −− La disminución de la actividad de las glándulas sebáceas y sudoríparas. −− La disminución de la producción de estrógenos Los factores exógenos que conducen al envejecimiento prematuro de la piel (también denominado fotoenvejecimiento se enumeran a continuación: −− La exposición a la radiación UV con la consiguiente formación de radicales libres −− El tabaquismo y el consumo de alcohol. −− Los factores ambientales y las condiciones climatológicas. Reducción de la actividad de las glándulas sebáceas y sudoríparas Dado que la actividad de las glándulas sebáceas y sudoríparas decrece con la edad, empieza a haber carencias de sustancias importantes para la estructura de la película hidrolipídica y el manto ácido protector .Como consecuencia, la piel se reseca, se agrieta y presenta déficit de grasas. 38 2009 ESENCIA NOVIEMBRE Reacciona con mayor sensibilidad a los jabones y las soluciones alcalinas, como las que se encuentran en varios productos para la higiene corporal. El empleo de dichos productos elimina todavía más lípidos epidérmicos de la piel. Esto lleva a una mayor sequedad de la piel debido al aumento de la pérdida de agua transepidérmica . La superficie cutánea es áspera y la capa córnea presenta pequeñas fisuras y grietas. La piel se vuelve tirante y en ocasiones pruriginosa. Fenotipo y alteraciones histológicas El aspecto de la piel madura se caracteriza por alteraciones en las tres capas cutáneas: el subcutis (tejido adiposo subcutáneo), la dermis (corion) y la epidermis (cutis superficial). Con el envejecimiento de la piel, el subcutis va disminuyendo gradualmente. La dermis adelgaza y el tejido conectivo pierde su estructura fibrosa y su capacidad de retención de agua. Las fibras elásticas se degeneran y aparecen arrugas. En la epidermis se pierde la disposición exacta de las diferentes capas. Se generan menos células epidérmicas y el tamaño celular disminuye. La epidermis pierde su grosor y el tejido conectivo su estructura. Además, la piel pierde su capacidad para producir energía, lo que provoca la formación de arrugas. Para atenuar en parte esos efectos, se recomienda la aplicación de una crema formulada con Coenzima Q10 de la propia piel y que forma parte de un sistema anti-arrugas altamente eficaz que activa el mecanismo de producción de energía de la piel desde el interior, para luchar contra las arrugas de forma continua en las capas más profundas. Su fórmula específicamente desarrollada para pieles mixtas y grasas, se absorbe rápidamente y proporciona un acabado mate sin obstruir los poros y contiene FP15 que protege activamente la piel contra los rayos UVA/UVB previniendo más eficazmente la formación de arrugas.