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Trabajo Hidrología y Edafología 2º grado de
CCAA
Jorge Carrasco Ortega
Reyes Fernández Santos
Lucía Franco Cala
Esperanza Gavira Chaves
Pérdida del Mar de Aral
LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
El mar de Aral se encuentra situado en Asia Central, entre Kazajistán, al norte y
con Uzbekistán al sur en la República autónoma de Karakalpakia. Esta información está
desfasada porque Aral ha encogido tanto, que incluso se ha dividido en dos. Hasta una
fecha reciente, el mar de Aral de Asia Central Soviética se consideraba como el cuarto
lago más grande del mundo ya que estaba alimentado por dos ríos importantes – el
Amu Darya en el sur, y el Syr Darya en el norte- y abarcaba una superficie de 66 mil
kilómetros cuadrados, con un volumen de más de mil metros cúbicos.
Sus aguas proporcionaban a la inmensa mayoría de industrias pesqueras locales una
captura anual de 40 mil toneladas, y los deltas de sus tributarios alojaban docenas de
lagos menores y pantanos con una gran diversidad biológica, así como un una
superficie de tierras húmedas de un valor de 550 mil hectáreas.
¿QUÉ HA PASADO Y POR QUÉ?
La desecación del mar de Aral es uno de los desastres ecológicos más
importantes de la historia. Todo comienza cuando entre los años 1954 y 1960, el
gobierno de la antigua URSS con la intención de cultivar arroz y fundamentalmente
algodón en la región, mandó construir un canal de 500 km de longitud que tomaría un
tercio del agua del río Amu Darya para alimentar esos cultivos, pero a su vez
sacrificaría los huertos y frutales de la zona de Aral. Una necesidad cada vez mayor de
agua, la mala gestión de su transporte, la falta de previsión y la eficiencia del riego se
convirtieron en problemas cada vez mayores que no pudieron apaciguar y supuso
tomar agua de más ríos que desembocaran en el mar de Aral, además de no vacilar en
usar abonos, pesticidas y defoliantes para conseguir una mayor productividad. Como
consecuencia de esta decisión, en los años ochenta, el agua que llegaba al puerto era
solo un 10% del año 1960 y el mar de Aral comenzó un proceso de desecación casi
imparable.
Actualmente, el mar de Aral ocupa la mitad de su superficie original, siendo ésta unos
150000 kilómetros cuadrados, y su volumen se ha visto reducido a una cuarta parte
llegando solamente a los 220 kilómetros cúbicos. El 95% de los embalses y humedales
cercanos se han convertido en desiertos y más de 50 lagos deltas con una superficie de
más 60.000 hectáreas se han secado.
El mar de Aral se está secando, de hecho, el lago se divide actualmente en tres
secciones: el mar Menor o del Norte en Kazajistán, el mar Central y el Occidental,
situados completamente en Uzbekistán.
En lo que respecta al clima, la desecación producida ha eliminado el efecto
amortiguador que ejercía la zona en su entorno, por lo que los inviernos y los veranos
se han hecho muy duros y ha aumentado la sequía notablemente. El viento también
juega un papel muy importante porque ha desplazado toneladas de arena salinizada
que procede de la zona desecada lo que ha agravado de forma muy crítica la situación.
CONSECUENCIAS AMBIENTALES Y ECONÓMICAS
Esta disminución de volumen y superficie no solo supone un gran impacto
visual importante, sino que también ha influido en la forma de vida de los habitantes
que basaban su economía en la pesca (unas 60000 personas) al ser una fuente de
ingresos muy importantes. En 1982 dejó de practicarse toda pesca comercial. La
captura anual es insignificante en comparación con los datos de otros años y
comunidades enteras de pescadores carecen de empleo. Las antiguas aldeas y
poblaciones ribereñas se encuentran a 70 kilómetros de las orillas del lago y la parte
que ha quedado descubierta del lecho del lago, está compuesta por vastos trechos de
sal. También hay que destacar otros problemas relacionados con la gran cantidad de
muertes de muchos animales que se alimentaban de especies del mar. Esta tragedia es
debido a la perdida catastrófica de agua y su aumento en la salinidad, estando ahora
mismo el agua de mar mucho más concentrada porque la sal no ha desaparecido a la
misma vez que el agua, sino que ha permanecido pasando de unos valores de 10g/l a
tener unos 45g/l. La pérdida del agua también conlleva una disminución de la
precipitación porque hay menos agua evaporable disponible. Lógicamente, como hay
menos cantidad de agua precipitada genera un efecto negativo perjudicando a los
cultivos porque hay menos agua disponible.
Como una gran cantidad de agua se irrigó de los ríos que alimentaban el mar de
Aral, la agricultura se potenció y a consecuencia, el empleo de pesticidas y fertilizantes
se hizo mucho mayor. Muchos de estos productos potencialmente contaminantes,
serían arrastrados dejando residuos y ensuciando las pocas aguas sanas que quedaban
en el mar de Aral hasta hacerlas altamente peligrosas.
El objetivo soviético de que el agua tuviera una salinidad cuatro veces superior
al límite establecido por la OMS redujo el nivel de las aguas freáticas de 53 a 36
metros, lo que a su vez causo graves problemas con el suministro de agua potable. Las
consecuencias para la salud de la población por tanto, aumentaron gravemente.
La región registra la tasa de mortalidad infantil más alta de toda la antigua URSS. La
bronquitis crónica ha aumentado un 3000% y la artritis un 6000%. En la región de
uzbeka de Karakalpakstán las mujeres padecen una pandemia de anemia y el 97%
presentan niveles de hemoglobinas inferiores a 110 gramos por litro de sangre que fija
la OMS. Los expertos señalan que eso se debe al consumo de agua estancada que
contiene zinc y magnesio. Asimismo, los casos de hepatitis, enfermedades
respiratorias, de los ojos e infecciones intestinales en la región son siete veces
superiores que en 1960.
PROBLEMAS EN LA CALIDAD DEL SUELO
El mar desaparecido ha dejado suelo contaminado, y como sea citado
anteriormente, el principal problema es la alta concentración de sales.
La calidad del agua aumentan de río arriba a rio abajo por el aumento de la salinidad y
del alto porcentaje de plaguicidas de la corriente que alimenta el lago sumado a un
mal estado de las plantas de tratamiento de aguas de la cuenca, de este modo, habría
que introducir un impuesto por contaminación.
Los países de río arriba, si estuvieran seguros de que el agua realmente se dirigiría al
mar de Aral, estarían dispuestos a liberar más agua según concluye el estudio.
Una solución importante a este problema sería considerar al mar de Aral y los deltas
de su alrededor como un “sexto estado” y correspondería a las cinco repúblicas de Asia
Central asignar la distribución del agua. En las discusiones entre esos países se ha
acordado finalmente una cifra de 20 kilómetros cúbicos anuales en los años de lluvia
normales para satisfacer la demanda ecológica del agua, reducida a un total de 12
kilómetros cúbicos anuales en los años secos que se presentan cada 10 años.
Estas soluciones se han estudiado y se han profundizado en ellas como parte de la
política regional de aprovechamiento del agua, que pese a todo, compete a los países
de la Unión Soviética. Posteriormente, se incorporaría Afganistán (en cuyo territorio
esta más o menos al 12% de la cuenca del mar de Aral) para asegurar el
aprovechamiento de todos los recursos hídricos.
SOLUCIONES POSIBLES A ESTE GRAN PROBLEMA
En el delta del Amu Darya y en la parte occidental del lago se están
produciendo acontecimientos prometedores para intentar salvar este problema. En
1982, el gobierno trató de implantar otro sistema de aprovechamiento de los recursos
hídricos de la cuenca de los ríos Syr Darya y Amu Darya, y fijó estrictos límites a la
explotación del agua. Poco después se formaron dos organizaciones de explotación de
los recursos hídricos de la cuenca para la administración y mantenimiento de la
estructura hidráulica y supervisar el consumo de agua.
Numerosas organizaciones internacionales y organismos bilaterales están colaborando
en la preparación de dicha política y se están realizando estudios y proyectos
experimentales para producir un nuevo planteamiento de explotación del agua.
Desde 1989, un proyecto llevado a cabo por Uzbekistán ha venido utilizando un
sistema colector de drenaje para llevar más agua al delta. Estas aguas mezcladas con
agua dulce, van llenado poco a poco los lagos profundos y han permitido que la fauna
y la flora inexistente de las zonas se hayan ido recuperando.
Otra consecuencia de este proyecto ha sido el gran aumento de la pesca anual, que en
1993 fue de cinco mil toneladas en comparación con las dos mil toneladas de 1988.
En enero de 1994 cuatro países (Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán y
Kirguistán) firmaron un acuerdo de compromiso estableciendo que el 1% de sus
presupuestos iba a ser destinado a la recuperación del mar. Sin embargo, la
cooperación entre estos países ha sido mínima. Poco a poco, la zona del norte del mar
de Aral se está recuperando ligeramente gracias al dique Kokaral que construyó el
gobierno kazajo para retener el agua que fluiría hacia el mar en territorio uzbeko.
¿Pero que se está haciendo ahora para rescatar el mar de Aral, o por lo menos
para impedir que se siga degradando? Entre las propuestas que actualmente se están
llevando a cabo es la transferencia de agua del mar Caspio al mar de Aral. Con esta
iniciativa se prevé aprovechar mejor el agua de drenaje y las aguas residuales de la
agricultura, además de introducir cultivos que resistan más la alta cantidad de sales. Se
están utilizando de nuevo para el riego ceca de seis kilómetros cúbicos de aguas
agrícolas de drenaje y residuales, y 37 kilómetros cúbicos al año vuelven a las
depresiones o a los ríos, donde se mezclan con agua dulce y se pueden utilizar de
nuevo para el riego y otros fines.
Aunque estas medidas han permitido que la situación mejore, se consideran
insostenibles. Las cinco repúblicas del Asia Central han acordado centrarse en la
gestión de la demanda con el propósito de reducir la explotación hídrica por hectárea y
elevar la eficiencia global de la irrigación, lo que supone habilitar los canales y
recubrirlos para reducir la filtración.
Muchos países han establecido cuotas para el consumo de agua y multas por exceso
de elevado consumo de agua también para la agricultura y han dejado a los
agricultores la responsabilidad de decidir que cultivos han de hacerse mediante los
sistemas de riego. Como consecuencia, los cultivos que exigen más irrigación (el
algodón y el arroz) se han sustituido parcialmente por otros cultivos que consumen
menos aguas. Estos pequeños cambios ayudan a la reducción del agua, ero hacen más
difícil planificar y supervisar la distribución de los recursos hídricos.
Actualmente hay varios proyectos previstos, pero los costes y la eficiencia es
escasa, por el momento las acciones que realmente se están llevando a cabo se
dedican a ayudar a la población afectada con la ayuda de numerosas ONG que han
iniciado estas campañas.
Uno de los aspectos más interesantes de los posibles procesos de recuperación es que
es necesario que los antiguos países soviéticos denuncien los errores que cometieron
en el pasado y revelen el profundo y duro impacto psicosocial que este desastre
generó en un tiempo de relevo generacional.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.fao.org/AG/esp/revista/9809/spot2.htm
http://www.wearewater.org/es/aral-la-orilla-perdida_1900
http://www.columbia.edu/~tmt2120/introduction.htm
http://earthobservatory.nasa.gov/Features/WorldOfChange/aral_sea.php
http://www.dailymail.co.uk/news/worldnews/article-1263516/How-Aral-Sea--half-sizeEngland--dried-up.html
http://modb.oce.ulg.ac.be/colloquium/2010/Presentations/Friday/PM/Kostianoy_A_et_a
l.pdf
http://karakalpak.com/stanaral.html