Download Número 3 - Julio/Septiembre 2001 - Diócesis de Asidonia

BOLETÍN OFICIAL
DEL OBISPADO
DE ASIDONIA-JEREZ
ÉPOCA II
AÑO I
JULIO-SEPTIEMBRE 2001
NÚMERO 3
Edita: Obispado de Asidonia-Jerez
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Depósito Legal: CA 323/01
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SUMARIO
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PRIMER AÑO DE UN NUEVO PONTIFICADO ...................................
281
I. IGLESIA DIOCESANA ………………………………………………………
295
I.1. DOCUMENTACIÓN EPISCOPAL ……………………………….
297
I.1.1.- HOMILÍA por las víctimas del atentado en USA.
Parroquia de Nuestra Señora de la O de Rota.
(19 de Septiembre de 2001) ………………………….
299
I.1.2.- DISCURSO en la Asamblea Sacerdotal celebrada
en el Seminario Diocesano. (20 de Septiembre de
2001).……………………………………………………..
302
I.1.3.- CONFERENCIA sobre "EL PAPEL DE LA IGLESIA
EN LA AUTONOMÍA ANDALUZA", pronunciada
en el VI Curso de Otoño de la Universidad de Cádiz.
(21 de septiembre de 2001) …………………………… 315
I.2. CANCILLERÍA - SECRETARÍA GENERAL …………………...
331
I.2.1..- DISPOSICIONES del Sr. Obispo de 12 de Julio
de 2001 por las que se fija el tratamiento que ha
de tener la Festividad de Santiago ………………….
333
I.2.2.- NOMBRAMIENTOS …………………………………..
334
I.2.3.- ORDENACIONES ……………………………………..
336
I.3. DELEGACIONES DIOCESANAS ……………………………….
337
I.3.1.- DELEGACIÓN DE LITURGIA: Una nueva joya del
Santoral Diocesano: La Beata Carmen Moreno Benítez
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I.3.2.- DELEGACIÓN DE ENSEÑANZA …………………..
342
1- MEMORIA de actividades del Curso Escolar
2000/ 2001 ……………………………………………
342
2- CALENDARIO de actividades para el Curso
2001/2002 …………………………………………….
350
3- COMUNICADO de 13 de Septiembre de los
Profesores de Religión ……………………………..
351
4- Equipos Diocesanos de Formación ……………….
353
II.- OBISPOS DEL SUR ………………………………………………………..
363
II. 1.- NOTA DE PRENSA de 6 de septiembre de 2001 de la 90ª
Asamblea de Obispos del Sur celebrada en Córdoba ……….
365
II.2.- COMUNICADO sobre el "Embargo de Cuentas" del
Obispado de Málaga ……………………………………………..
366
III.- CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA …………………………
369
III.1.- DECLARACIÓN de 5 de septiembre de 2001 de la Comisión
Episcopal de Enseñanza y Catequesis sobre la no propuesta
de dos profesores de Religión …………………………………..
371
III.2.- NOTA de 5 de septiembre de 2001 de la Comisión de Enseñanza sobre la no propuesta de dos profesores de Religión .
376
III.3.- NOTA de 11 de septiembre de 2001 de la Comisión Episcopal
de Enseñanza y Catequesis sobre imputaciones realizadas
contra Delegaciones Diocesanas de Enseñanza ……………..
379
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III.4.- NOTA DE PRENSA de 20 de septiembre de 2001 de la
CLXXXVI Comisión Permanente de la Conferencia
Episcopal Española ………………………………………………
380
IV. SANTA SEDE …………………………………………………………………
389
IV.1.- DISCURSO de 13 de Julio de 2001 de S.S. Juan Pablo II a
los Obispos nombrados desde el 1 de Enero de 2000 participantes en unas jornadas de estudio.…………………………… 391
IV.2.- DISCURSO del Santo Padre de 17 de Septiembre de 2001
sobre la educación de los niños y los jóvenes como prioridad
misionera, dirigido a la familia marista ………………..……. 395
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DIÓCESIS DE ASIDONIA-JEREZ
EL PRIMER AÑO DE UN NUEVO PONTIFICADO
1.- La espera de un nuevo obispo.
El día 10 de marzo de 1999 monseñor Rafael Bellido Caro cumplía
los setenta y cinco años de edad.
Había llegado a Jerez como obispo
auxiliar y vicario general del arzobispado hispalense el 6 de enero de 1974
y era el primer obispo propio de la
nueva diócesis jerezana desde su
toma de posesión el 29 de junio de
1980. Eran, pues, veinticinco los años
que llevaba Don Rafael entre los jerezanos y era justo que la diócesis le
agradeciera tantos años de servicio.
Por ello la Curia episcopal convocó a
los fieles y al clero para que en una solemne eucaristía se le tributase el homenaje de agradecimiento merecido, al tiempo que se
celebraban sus cincuenta años de sacerdocio y sus veinticinco de
episcopado. Cumplidos los setenta y cinco años de edad, Don Rafael hizo público que aquel día mismo había presentado en la Nunciatura Apostólica su disponibilidad a dejar el gobierno de la diócesis cuando el Santo Padre lo juzgara oportuno.
Comenzaba una etapa de objetiva interinidad que, sin embargo, no se apreciaba como tal en la conducción de la diócesis, ya que
todo siguió funcionando como si Don Rafael no hubiera cumplido los
setenta y cinco años y se tomaban cuantas medidas de gobierno
parecían precisas o convenientes. La diócesis no sufrió parálisis o
detención alguna. El día de San Pedro y San Pablo, aniversario de
la puesta en marcha de la diócesis jerezana, al mediodía la radio
daba la esperada noticia: Don Juan del Río Martín era el nuevo obispo que el Santo Padre enviaba a la diócesis asidonense-jerezana.
Al lado del nombramiento de Don Juan como nuevo obispo
se anunciaba que el Santo Padre confiaba a Don Rafael el gobier-
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no de la diócesis en calidad de administrador apostólico hasta la
toma de posesión del elegido. Don Rafael cumplió su encargo como
prolongación de su trabajo anterior, no dudando en tomar las
medidas de gobierno que estimó oportunas.
2.- Datos biográficos del nuevo Obispo.
Don Juan del Río Martín nació en la población onubense de
Ayamonte el 15 de octubre de 1947. Hizo los estudios primarios y
el bachillerato en su pueblo natal, y decidida su vocación sacerdotal, ingresó el año 1973 en el Seminario Metropolitano de Sevilla,
donde hace los estudios de filosofía y teología como alumno del
Centro de Estudios Teológicos. Su ordenación sacerdotal tuvo
lugar en la capilla del Seminario Menor de Pilas el día 2 de febrero de 1974.
Prosiguiendo estudios, el año 1975 se gradúa en Ciencias
Sociales por la Universidad de Granada, y en 1979 pasa al Colegio
Español de San José, en Roma, a fin de cursar estudios teológicos
superiores como alumno de la Pontificia Universidad Gregoriana.
Aquí se doctora con una tesis sobre San Juan de Ávila, tesis que se
publicó a continuación de su doctorado.
Incardinado a la archidiócesis hispalense, ha desempeñado
los siguientes cargos:
- Profesor del Seminario Menor de Pilas y vicerrector del
Seminario Metropolitano de Sevilla
- Coadjutor de la parroquia de Pilas y cura regente de la
misma, y luego párroco en Dos Hermanas.
- Profesor de Teología en el Centro de Estudios Teológicos
de Sevilla, en el Instituto de Liturgia San Isidoro y en la
Universidad de Sevilla, y profesor de Religión y Moral
Católicas en el Instituto de Bachillerato Ramón Carande,
de la misma capital.
- Director del Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad Hispalense; director espiritual de la Hermandad del
Cristo de la Buena Muerte (Estudiantes) en la capilla de
la Universidad; delegado diocesano de Pastoral Universitaria; secretario del Consejo del Presbiterio de la archidiócesis de Sevilla.
- Director adjunto del Pabellón de la Santa Sede en la Expo
92 de Sevilla.
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- Director de la Oficina de Información de los Obispos del
Sur de España.
Era conocido que había contado con la confianza personal
del querido Cardenal Bueno Monreal, arzobispo de Sevilla, al que
había servido un tiempo en calidad de secretario. Como tal acompañó a Su Eminencia en la última visita ad límina que realizó a
Roma y fue recibido junto con el sr. Cardenal por el Santo Padre
Juan Pablo II en enero de 1982.
3.- El nuevo Obispo saluda a su diócesis.
La noticia, como no podía ser menos, corrió como la pólvora
por toda la diócesis y se apresuraron a darla las emisoras de radio
de nuestro territorio así como las televisiones locales, teniendo
también cabida en la TV nacional y autonómica.
Aquel mismo día se hizo público el primer comunicado del
nuevo Obispo, que recogía la prensa local al día siguiente. En
este comunicado el nuevo Obispo decía que se presentaba ante
los diocesanos con temor y temblor, como humilde servidor del
Señor en el ministerio episcopal. Dedicaba un justo elogio a su
predecesor, al que calificaba de hombre enteramente cosido al
evangelio, y elogiaba igualmente los trabajos pastorales, educativos, caritativos y sociales que se llevan a cabo en la diócesis.
Pedía ser recibido como hermano y padre, y recordaba que la
tarea que se le encomendaba no podía llegar a buen puerto sin la
valiosa colaboración de todos los diocesanos. Después de pedir
oraciones, saludaba a todos los estamentos de la diócesis e invocaba la bendición de Dios sobre todos, especialísima para los
pobres, enfermos y necesitados.
El saludo del nuevo Obispo tuvo buena acogida por parte de
los fieles que, en su mayor parte no lo conocían, como era lo natural, y se preguntaban cómo era y qué acción desarrollaría.
4.- La ordenación episcopal y toma de posesión.
Unos días después de su nombramiento como nuevo obispo
de Jerez, Don Juan del Río pidió a los vicarios de la diócesis, al
secretario-canciller y al deán de la Catedral que se reunieran con
él en la oficina de Odisur del Palacio Arzobispal de Sevilla. Quería
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con estos sacerdotes constituir una comisión que preparara su
ordenación episcopal y la toma de posesión. Ésta quedó fijada para
el día 23 de septiembre, víspera de la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la ciudad de Jerez. Se repartieron los
trabajos de la comisión entre sus miembros, sumándose algunos
seglares como colaboradores, asignándose las tareas de dirección
de la liturgia, publicación del libro de la ordenación y otros folletos, acogida del Sr. Nuncio y otros Sres. Obispos que se hicieran
presentes en la celebración y todas las demás cosas conducentes a
que todo estuviera realizado con el mayor orden y adecuado control. Esta comisión celebró muchas reuniones a lo largo del verano, procurándose que en efecto todo estuviera a punto para una
adecuada celebración del evento.
La ordenación episcopal de Mons. Del Río Martín iba a ser
la segunda ordenación episcopal celebrada en la Catedral de Jerez,
pero la primera después de adquirir esta condición catedralicia.
En efecto el 15 de mayo de 1969 se había ordenado en la entonces
Colegiata jerezana el obispo auxiliar de Sevilla y Vicario para
Jerez Mons. Juan Antonio del Val y Gallo, hoy obispo emérito de
Santander.
Unos días antes de la ordenación episcopal el Obispo electo
se trasladó a Jerez, después de haber hecho los ejercicios espirituales en el Monasterio de Silos. En su primera amanecida en
Jerez quiso celebrar la eucaristía junto al sepulcro de San Juan
Grande, patrono de la diócesis, rodeado de la comunidad de Hermanos de San Juan de Dios, en la iglesia de cuyo hospital se
encuentran las sagradas reliquias del Santo. Luego desarrolló el
programa preparado: visitó a la Patrona de la ciudad, y se hizo
presente en varias casas religiosas y centros de beneficencia, para
manifestar su interés por los más necesitados de la población.
Igualmente visitó a los presos de las cárceles del Puerto de Santa
María (Puerto 1 y 2) para manifestarles su afecto e interés. En
estos días de espera y preparación para su ordenación episcopal se
hospedó en la casa de Don Rafael, que lo acogió fraternalmente y
no consintió se hospedara en otra casa que en la suya.
La víspera del acontecimiento acudió a recibir al Nuncio de
Su Santidad y a otros prelados que venían a la ordenación episcopal.
El día 23 de septiembre del año 2000, señalado para la ordenación episcopal, todo estaba dispuesto en la Santa Iglesia Catedral. Oportunamente fueron llegando las personalidades eclesiásti-
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cas y civiles que habían anunciado su presencia. Actuaban como coconsagrantes el arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, y
el obispo dimisionario de Jerez, don Rafael Bellido Caro. Tuvo presencia pero no concelebró el Sr. Cardenal D. Antonio María Javierre, a quien se destinó asiento especial en el presbiterio, y se hicieron presentes y concelebraron en la ceremonia los Sres. Arzobispos
de Granada, Mérida-Badajoz, Castrense, Emérito de Pamplona y
Nuncio de Su Santidad en el Congo, y los Sres. Obispos de Málaga,
Huelva, Sigüenza, Jaén, Córdoba, Cádiz y Ceuta, Albacete, Guadix,
Ávila, Gibraltar y mons. Franco, auxiliar de Madrid. Estuvieron
también presentes seis prelados de honor de Su Santidad y otras
personalidades eclesiásticas españolas. Entre las personalidades
civiles que concurrieron cabe destacar al Ministro de Agricultura,
los Consejeros de Asuntos Sociales y de Empleo y Desarrollo Tecnológico de la Junta de Andalucía, el Presidente de la Diputación
Provincial de Cádiz, y los Alcaldes de Jerez, Ayamonte y Pilas así
como los Rectores de las Universidades de Sevilla y Cádiz. Todas
estas personalidades eclesiásticas y civiles fueron recibidas en la
puerta del templo por el Deán y Cabildo Catedral.
Llegó en último lugar el sr. Nuncio de Su Santidad acompañado del Obispo electo, y ambos fueron recibidos en la puerta por
el Obispo dimisionario y administrador apostólico, Mons. Rafael
Bellido Caro. Entraron en el templo bajo palio, cuyas varas portaban destacados seglares de la Iglesia diocesana, y se dirigieron al
pie del altar mayor donde oraron unos instantes, pasando después
a la sacristía episcopal o secretarium para revestirse de los ornamentos sagrados. Se habían dispuesto tres sacristías: la ya mencionada para los consagrantes y el ordenando, otra para los distintos Prelados y otra para los sacerdotes, que en número de 305
se hicieron presentes en la ceremonia.
El rito discurrió a tono con las disposiciones del Ceremonial
de Obispos, siguiendo los asistentes la ceremonia por medio de un
oportuno folleto repartido. También había por las naves distribuidos aparatos de televisión, por los que pudo seguirse el rito por
parte de quienes no tenían acceso a las zonas de mejor visibilidad,
e incluso se colocó uno de estos aparatos en el porche del templo.
Había dispuestos en el templo unos mil asientos, y varios cientos
de personas permanecieron de pie. La homilía del rito estuvo naturalmente a cargo del Nuncio Apostólico que presidía la asamblea,
y en ella recordó que los Obispos, que tienen el oficio de los Após-
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toles, han de tener su vida. Exhortó al nuevo obispo a que amara
a su diócesis y se entregara por ella para santificarla. Al concluir
la ceremonia, el nuevo Obispo tomó la palabra y comenzó presentándose como hermano y servidor, sin otro bagaje que la fe en
Jesucristo, su único apoyo. Después de recordar su vida en el seno
de la Iglesia, abordó su ordenación episcopal como una gracia del
Jubileo 2000. Subrayó que el ministerio episcopal, que se ejercita
con Pedro y bajo Pedro, tiene a la Trinidad como modelo de caridad
pastoral y declaró que debe ejercerse con caridad, humildad, confianza y prudencia. Manifestó su voluntad de gastarse y desgastarse por el evangelio y pidió tener el rostro samaritano de san
Juan Grande, patrono de la Diócesis.
La asamblea rubricó con un fuerte aplauso el momento en
que el Sr. Nuncio invitó al nuevo Obispo a sentarse en la cátedra
pontifical de su catedral, e igualmente cuando al final del rito pasó
por las naves del templo bendiciendo a los fieles.
5.- Primeras actuaciones del nuevo Obispo.
El mismo día de su toma de posesión se produjo el primer
acto de gobierno del nuevo Obispo, que fue la confirmación de los
responsables todos de la Curia Episcopal, los secretariados y las
delegaciones por el tiempo que estimase conveniente. Con lo cual
la Curia dejada por Don Rafael continuó en su puesto sin variación
alguna.
Dado este importante paso el día 23, al siguiente día, fiesta
de la Patrona de la ciudad, el nuevo Obispo acudió por la mañana
a la Basílica de la Merced y celebró la llamada Función del Voto,
que fue renovado por un concejal del Excmo. Ayuntamiento, y por
la tarde asistió a toda la procesión de la Virgen de la Merced,
teniendo así ocasión los muchos fieles que acuden a presenciarla
de ver al nuevo Obispo.
Al día siguiente tuvo lugar una importante reunión: la
asamblea de sacerdotes, diáconos y seminaristas en el Seminario
Diocesano y que sirvió para que el nuevo Obispo se presentase a sí
mismo y diese cuenta a los reunidos de sus convicciones profundas
y de sus propósitos. Después de la amplia exposición del Prelado
hubo un animado y largo coloquio en el que intervinieron numerosos sacerdotes y que sirvió no poco para conocer la mente del nuevo
Pastor.
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Se conoció también aquel día que el nuevo Obispo había destinado
para el Obispo emérito una vivienda en la Casa de la Iglesia, a fin
de que pudiera vivir en la diócesis si lo deseaba. Don Rafael había
optado, no obstante, por poner su residencia en Castilleja de la
Cuesta, pero se puso a disposición del nuevo Obispo, el cual ha
rogado su presencia en algunos actos diocesanos, entre ellos el
entierro de un hermano sacerdote cuando se hallaba el nuevo
Obispo ausente de la diócesis, y la Misa Crismal, celebrada el Martes Santo en la Catedral con presencia de cien sacerdotes.
6.- Obispo y diócesis comienzan a conocerse.
El interés general de todos los fieles era conocer al nuevo
Obispo, y así lo manifestaron de muchos modos. Ello coincidía con
el propósito básico del nuevo Obispo. Y para ello ha multiplicado
en este primer año de episcopado las reuniones y encuentros con
los distintos estamentos de la diócesis. A eso han ido dirigidas las
reuniones tenidas con los curas jóvenes, con los diáconos permanentes, la reunión mensual con los diáconos que se preparan al
sacerdocio, su presencia en todos los arciprestazgos a la hora de
celebrar sus habituales reuniones, la reunión con los religiosos y
religiosas, las visitas a las parroquias y casas religiosas, de clausura y de vida activa, y en las asociaciones de fieles, como hermandades, movimiento scout, comunidades neocatecumenales
etc..., el encuentro con los profesores de religión de la diócesis y
asimismo la administración del sacramento de la confirmación a
numerosos grupos de jóvenes.
Ha viajado por los que pueden llamarse rincones de la diócesis, por estar más o menos apartados de la capital diocesana, y
además ha recibido innumerables visitas en la residencia episcopal.
7.- El nuevo Obispo y la Catedral.
Aunque estaba ya más que mediado el Año Jubilar y era
difícil introducir novedades en el programa del mismo, el nuevo
Obispo quiso señalar algunas celebraciones especiales, como el
Jubileo de las Familias, la celebración singular de la fiesta de la
Inmaculada Concepción, la Misa del Gallo y otras celebraciones
religiosas que tuvieron como marco la Catedral.
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El Obispo ha querido formalizar el patronato que de facto se
atribuía a la Inmaculada sobre la diócesis, decretando el mismo, y
así junto con San Juan Grande es ahora la Inmaculada patrona de
la Diócesis.
Y aunque el marco no fue la Catedral sino el Monumento a
la Asunción, en la plaza de su nombre frente a la Iglesia de San
Dionisio, hay que resaltar que el día 1 de noviembre, solemnidad
de todos los Santos y quincuagésimo aniversario de la definición
del dogma asuncionista, el Obispo renovó ante la Virgen la consagración de la diócesis a María, efectuada en 1988 por el Obispo
anterior.
El día 6 de enero a media mañana y con gran solemnidad
tuvo lugar en la Catedral la celebración de la clausura del Año
Jubilar. Fue una espléndida celebración en la que el Obispo señaló los frutos que deben sacarse del Jubileo 2000.
En la primera semana de Cuaresma el Obispo acudió diariamente a la Catedral para pronunciar las Conferencias Cuaresmales, a las que acudieron varios centenares de fieles, y que concluyeron con solemne eucaristía en la tarde del sábado de dicha
semana.
Igualmente presidió el Obispo todas las celebraciones propias de la semana santa, del Domingo de Ramos a la solemne Vigilia Pascual, en la cual administró los sacramentos de bautismo,
confirmación y primera eucaristía.
El Martes Santo se tuvo la ya mencionada y solemnísima
Misa Crismal, tras la cual los sacerdotes fueron invitados por el
Obispo a un refrigerio. Y el Miércoles Santo presidió la eucaristía
en la que cincuenta ancianos recibieron el sacramento de la
Unción de los Enfermos.
Por fin, el domingo de Pascua el Obispo presidió la procesión
del Cristo de la Resurrección por las calles de la ciudad y celebró a
continuación solemne pontifical, a la que se hicieron presentes
numerosísimos fieles.
8.- Órdenes sagradas.
No hacía sino una semana que había tomado posesión de la
diócesis cuando procedió a hacer la primera ordenación sacerdotal,
programada de tiempo antes por su antecesor, a cuyo juicio se acomodó. Fue el día 1 de octubre en la Catedral, y fueron cinco los
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nuevos sacerdotes: Miguel Ángel Montero Jordi, Luis y Jaime
Salado de la Riva, hermanos entre sí, Manuel Jesús Barrera y José
Antonio Fernández Ramírez.
La ceremonia fue muy emotiva, primero por la natural alegría de cada uno de los ordenandos, de sus familias y de sus amistades por la recepción del presbiterado, segundo porque la diócesis
alcanzaba esta meta de cinco nuevos ministros del Señor de un
solo golpe y tercero porque no podía ser mejor estreno para un
obispo que imponer las manos a cinco ordenandos a la semana de
su toma de posesión. La Catedral estuvo llena de cientos y cientos
de fieles, y se convirtió en una celebración memorable, de la que la
prensa local dejó cumplida reseña.
Pero días más tarde la alegría volvía a producirse porque
tres seminaristas accedían al diaconado: Federico Mantaras, Luis
Piñero y Lorenzo Morant, que se ordenan sacerdotes al año
siguiente el día 22 de septiembre, casi el primer aniversario de la
ordenación episcopal de Mons. Del Río. Por ser los primeros presbíteros y diáconos del nuevo pontificado valga que queden aquí
registrados sus nombres. En la ceremonia del día 22 de septiembre del 2001, además de la ordenación de los tres presbíteros, hubo
una ordenación de tres nuevos diáconos, que se espera sean sacerdotes en el año 2002, y así en solamente dos años el Señor habrá
obsequiado con once nuevos presbíteros diocesanos al nuevo Pastor de la diócesis asidonense-jerezana.
9.- La pérdida dolorosa de dos comunidades religiosas.
Quizás los momentos más dolorosos en este primer año del
nuevo Obispo hayan sido aquellos en que se le anunció el cierre de
dos casas religiosas de la ciudad de Jerez: la comunidad de Religiosas Hijas de María Inmaculada y la de los Monjes Cartujos; la
primera ya se ha efectuado, la segunda está anunciada para fines
de 2001 o comienzos del año siguiente.
Llevaba Mons. Del Río muy pocos días en Jerez cuando la
superiora de las Hijas de María Inmaculada se le acercó en la
sacristía de la Catedral y le rogó tuviera la bondad de recibirla con
prontitud en audiencia porque tenía algo importante que comunicarle. El Sr. Obispo la recibió un día más tarde y la Madre le comunicó que la Curia generalicia de su Congregación había decidido el
cierre de la casa de Jerez, por motivo de la falta de vocaciones reli-
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giosas que obligaba al cierre de alguna casa. No se trataba propiamente de pedirle al Obispo consejo acerca de si procedía o no el cierre: se trató de comunicarle que el cierre estaba decidido. El Obispo no pudo hacer otra cosa que tomar nota de este doloroso hecho,
acordado ya totalmente cuando se le comunicaba. Se siguieron los
trámites precisos y al comienzo del verano de 2001 la comunidad
hizo entrega de las llaves de la casa al Obispado. Esta Congregación, a poco de fundada abrió casa en Jerez, viniendo para ello a
nuestra ciudad la propia santa fundadora, Santa Vicenta María
López de Vicuña. Aquella fundación fue efímera pero posteriormente la Congregación pudo volver y abrió dos casas, una en la
calle Caballeros, dedicada a la asistencia de personas ancianas,
cerrada posteriormente, y otra en el llamado Palacio Bertemati,
ofrecido por Monseñor Enrique Bertemati a la congregación. En
esta casa, que ha durado cincuenta años en manos de la Congregación, las hermanas han llevado la labor propia de su carisma,
trabajando intensamente con la juventud obrera y estudiantil, y
haciendo un bien inmenso, reconocido por toda la ciudad. Pero era
voluntad del donante que si las hermanas dejaban el inmueble,
éste quedara a disposición de la mitra para cualquier otra obra de
carácter social y religioso. Ahora se proyecta la instalación en
dicho inmueble del obispado con todas sus oficinas, más la Fundación Bertemati (Archivo-Biblioteca), más la Escuela de Teología, la
Cáritas Diocesana etc... Por ello se tomó la providencia de desistir
del traslado del obispado a la casa de la calle Diego Fernández
Herrera num. 1, antigua residencia de las Siervas de María, casa
adquirida a tal fin por el anterior Obispo.
La triste noticia de la ida de la comunidad de Monjes Cartujos la supo el Sr. Obispo de labios del prior de la comunidad, P.
Pedro María Moreno de la Cova, el día 6 de enero, no siendo precisamente la noticia un regalo de Reyes. Aunque se trataba de una
decisión tomada en principio, todavía faltaba la decisión última del
capítulo general de la Orden que iba a celebrarse poco después.
Por ello el Obispo movió cuantos hilos pudo a fin de impedir la
marcha de los monjes, rogando incluso la interposición de su
influencia por parte de la Santa Sede. Los monjes y su propio Prior
General, al que el Obispo ha visitado en la Gran Cartuja de Grenoble, han agradecido el interés del Obispo y del obispado de Jerez
por la permanencia de la Cartuja, pero viéndose en la nacesidad de
cerrar dos cartujas, la decisión de que fuera una de ellas la de
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Jerez obtuvo el voto favorable del capítulo. La Cartuja jerezana fue
fundada en el último tercio del s. XV por el caballero jerezano
Álvaro Obertos de Valeto, de la importante familia Morla, y que
era jurado del Concejo jerezano por la collación de San Juan. Monjes de Sevilla vinieron a iniciar la fundación, que tomó el nombre
de Nuestra Señora de la Defensión al hacerse a partir de una ermita de este título en un paraje donde había tenido lugar una famosa batalla entre cristianos y moros en la época heroica de Jerez.
Con el tiempo se hicieron edificios hermosísimos, como la iglesia,
el claustro pequeño, el claustro grande, el refectorio, la sala capitular, la gran portada etc..., y llegó a ser un monasterio de muchos
monjes, a quienes la generosidad de los jerezanos había ido dejando en donación numerosas tierras. Después de dos cierres provisionales en la invasión francesa y en el trienio liberal, por fin el 20
de agosto de 1835 la Cartuja de Jerez era cerrada, siendo desvalijada posteriormente de sus muchas obras de arte, entre las que
sobresalía la impresionante colección de pinturas de Francisco de
Zurbarán, hoy dispersa por varios museos españoles y extranjeros.
El monasterio vino a ser sede de un cuartel de caballería hasta que
bajo la protección del Cardenal Segura y Sáenz, arzobispo de Sevilla, y con el apoyo del Marqués de Bonanza, don Manuel M. González Gordon y otros caballeros jerezanos, se decidió la vuelta de
los monjes, cediéndoles el Estado, como dueño del inmueble, el uso
del mismo para los fines de su vida monacal. Los monjes, en los
cincuenta y tantos años de nueva estancia, han restaurado, con
paciencia increíble, el monasterio hasta dejarlo en la situación
espléndida en que ahora se halla.
El Obispo, tras comprobar que no era posible impedir la ida
de los monjes cartujos, pensando en preservar el carácter monástico del edificio, ha invitado a las Monjas de Belén, la Asunción de
Nuestra Señora y San Bruno a que se hagan cargo del mismo, y
para ello se está en conversación con la Junta de Andalucía y con
el Ministerio de Cultura, habiendo fundadas esperanzas, cuando
esto se escribe, de que en efecto las Monjas de Belén puedan instalarse en la Cartuja.
Los monjes han anunciado que a su ida cederán al Obispado las obras de arte de su propiedad y asimismo algunas tierras
que el monasterio había podido volver a poseer. Cuando se hizo
pública la decisión de los monjes de marcharse, el dolor de toda la
ciudad ha sido unánime.
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10.- Buscando sitio para nuevos templos.
Tanto la ciudad de Jerez como las de Sanlúcar, el Puerto de
Santa María y Arcos de la Frontera se hallan en expansión urbana, lo que hace imprescindible la erección de nuevos templos.
El Obispo ha abordado el tema con total decisión. Ha encargado los planos de una nueva parroquia en El Santiscal (Arcos de
la Frontera) y en La Jara ( Sanlúcar de Bda.) y asimismo ha entrado en relación con el Ayuntamiento jerezano para conseguir sitios
en los nuevos polos de expansión.
El alcalde de Jerez, Don Pedro Pacheco Herrera, que desde
el comienzo acogió con cordialidad al Sr. Obispo, el cual lo visitó a
poco de su llegada a Jerez, recorrió junto con el Obispo esas nuevas zonas de la ciudad y tomó nota de las necesidades de sitios
para parroquias que el Obispo le señalaba, quedando en que se
redactará un convenio de colaboración, en el que se asignarán los
sitios pedidos, basándose en que la edificación de centros parroquiales en las nuevas barriadas constituye un servicio de evidente
interés social. Se señalaron entre cinco y siete nuevos sitios, que
serán estudiados individualmente. Dos de ellos han quedado fijados con carácter definitivo. Está ya muy avanzado el proyecto de
construcción de la parroquia de Santa María de la Asunción, con
templo, casa rectoral y centro parroquial.
11.- Atención a la cultura.
El nuevo Obispo ha mostrado desde el principio su gran
interés por el tema de la cultura. En primer lugar quiere que las
jóvenes generaciones de sacerdotes salgan culturalmente bien preparadas, y por ello confirmó que siguieran estudiando en Roma los
diáconos y sacerdotes que lo venían haciendo: dos estudiaban teología dogmática, otro derecho canónico y otro preparaba la tesis
doctoral en moral. A comienzos del curso 2001-2002 el que prepara la tesis doctoral vuelve a Roma, otro más, ya licenciado en
ambos derechos, va a efectuar un curso de jurisprudencia y otro
más amplía estudios en orden a la tesis del doctorado.
Ha asistido en dos ocasiones a las sesiones de la Academia
de San Dionisio, en la presentación de un libro y en una conferencia, y para el año 2002 tiene comprometida dar la conferencia del
día de Santo Tomás de Aquino, conferencia principal del curso de
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la Academia, y en esta sesión ya la Academia ha acordado recibirlo como Académico de Honor.
Dio la conferencia de clausura del Simposio Religión, Cultura y Sociedad, celebrado en Jerez, exponiendo el tema " Religión
y Cultura de la Solidaridad". Igualmente en la Escuela de Relaciones Laborales desarrolló la conferencia: "Secularización y desvanecimiento de lo religioso: una nueva síntesis de valores para el
milenio". Y en Rota ha desarrollado una conferencia sobre el
tema:" El cristiano ante los desafíos culturales y sociales del nuevo
milenio".
Pretende dotar en el nuevo edificio del Obispado de una
sede permanente y exclusiva a la Escuela de Teología, cuyo funcionamiento desea potenciar, y que contará con salón de actos, cuatro amplias aulas y una secretaría adecuada.
Igualmente pretende constituir la Fundación Bertemati, en
donde se reunirán el archivo diocesano, el del extinto Cabildo Colegial, el del Cardenal Segura (cedido por los Monjes Cartujos),
numerosos archivos parroquiales concentrados en el diocesano; y
juntamente crear una biblioteca diocesana con los fondos ya existentes, más los de la Biblioteca de la Catedral, y otras apreciables
donaciones como la del recientemente fallecido Don Francisco
Rodríguez Romero, abogado. A esta Fundación se le pretende ceder
la planta baja del nuevo Obispado, en una zona que alcanzará
cerca del millar de metros cuadrados.
12.- La nueva Curia episcopal.
Confirmados todos los cargos de la Curia episcopal el día
mismo de su entrada en la diócesis, se veía claro que en el plazo de
unos meses necesitaría el nuevo obispo proceder a una renovación
de los mismos. Y en efecto, entre los meses de junio-septiembre la
renovación se ha producido.
En primer lugar se ha acordado un nuevo organigrama de
la Curia episcopal, que pretende agilizar su funcionamiento y
darle mayor claridad y efectividad, acompañándose de los oportunos Estatutos de la Curia, para cuya redacción han intervenido
juristas de la diócesis y de fuera, consultados por el Obispo.
La cúpula de la nueva Curia se dio a conocer en junio.
Nuevo Vicario General es el sacerdote D. Domingo Gil Baro, canónigo bibliotecario de la Catedral, archivero diocesano y párroco de
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la Basílica de Santa María, de Arcos de la Frontera. Nuevo Vicario
de Pastoral es D. José Palomas Agout, párroco de San Isidro de
Jédula, de Arcos de la Frontera. Nuevo Secretario General-Canciller de la Diócesis y Administrador de Recursos es Don Francisco
Fuego Luza, canónigo de la Catedral, director de la Escuela Diocesana de Teología y párroco de Nuestra Señora de las Nieves, de
Jerez de la Frontera. Como Vicario Judicial continúa el mismo,
monseñor Ángel Romero Castellano, canónigo doctoral de la Catedral y párroco de San Miguel, de Jerez de la Frontera. También ha
sido renovado el colegio de consultores.
En septiembre se ha hecho público el conjunto de nuevos
nombramientos de la Curia, así como los destinos de los nuevos
sacerdotes y otros cambios. El dia 20 tuvo lugar la segunda asamblea de sacerdotes con el Obispo, donde éste expuso las líneas principales de su actuación futura e invitó a los sacerdotes a un pleno
rendimiento pastoral. Con ello puede decirse que ha concluido el
año inicial del nuevo pontificado y que la Diócesis se abre a la actividad renovada de una nueva etapa pastoral. La Diócesis de Jerez
bajo el impulso del Espíritu está abierta a la esperanza.
I
IGLESIA
DIOCESANA
I.1
DOCUMENTACIÓN
EPISCOPAL
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I.1.1 HOMILÍA por las víctimas del atentado en USA. Parroquia de Ntra. Sra. de la
O de Rota. (19 de Septiembre de 2001)
¡Lo veíamos y no lo creíamos! ¡Nos lo decían y no lo podíamos creer! Hace una semana los Estados Unidos de América se vieron golpeados por el azote diabólico del terrorismo que ha costado
miles de vidas inocentes y ha herido el corazón del pueblo americano, el nuestro propio y el de tantísimos millones de seres humanos amantes de la libertad, la justicia y la convivencia en paz.
Esta ciudad de Rota, unida con la nación americana por
lazos de vecindad y amistad, incluso familiares en muchos casos,
siente hoy como propio este dolor, y las lágrimas han surcado también nuestros rostros.
He querido que sea precisamente aquí donde nuestra diócesis de Asidonia-Jerez exprese su pesar y condolencia al pueblo
americano en estos momentos de prueba y sufrimiento. No poseemos fórmulas mágicas para recuperar esas vidas humanas, ni
siquiera para poder abrazar y besar sus cuerpos destrozados, ni
sabiduría suficiente para desenmascarar los hilos mortales que
entretejen la complicada maraña del anonimato que entraña todo
acto terrorista. Pero sí podemos repetir con el Papa Juan Pablo II
que “el terrorismo nace del odio y a su vez lo alimenta. Es radicalmente injusto y acrecienta las situaciones de injusticia, pues ofende gravemente a Dios y a la dignidad y a los derechos de las personas. ¡Con el terror, el hombre siempre sale perdiendo! Ningún motivo, ninguna causa o ideología pueden justificarlo. Sólo la paz construye los pueblos. El terror es enemigo de la humanidad” (Roma
11.3.01). Nuestras palabras pueden parecer ineficaces en estos
momentos, al igual que pudieron parecerlo las de los apóstoles
Pedro y Juan cuando dirigiéndose al paralítico que estaba en la
puerta Hermosa del templo le dijeron: “no tenemos ni oro ni plata;
te damos lo que tenemos: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa
a andar” (Hch 3,6). Desde esa confianza en el poder que tiene Cristo, Señor de la vida y de la historia, que con su Muerte y Resu-
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rrección ha vencido todo pecado, tenemos que proclamar que el
odio, la sinrazón y el fanatismo, nunca podrán vencer al respecto,
la comprensión y la esperanza.
El problema del mal o de la muerte del inocente ha preocupado a todos los hombres de cualquier época, y en estos momentos
se hace más acuciante. La primera lectura tomada del libro de la
Sabiduría (3,1-9) afirma que la vida del justo está en las manos de
Dios, y por lo tanto le espera una vida de comunión y felicidad
junto a Él. Nosotros, que hacemos hoy memoria de las víctimas de
los atentados de Washingthon y Nueva York, nos aferramos a esa
gran esperanza que nos humaniza, nos llena de consuelo y nos
impulsa a seguir caminando en medio de la tribulación, porque
“nada ni nadie nos podrá separar del amor de Dios” (Rom 8,31), y
sabemos “que el amor es más fuerte que la muerte” (Cant 8,6), como
lo prueban tantos testimonios de personas que dejaron grabadas
agónicas y breves conversaciones como las que hemos oído estos
días: ”te quiero, cuida de los niños”. Por eso mismo, todos los que
murieron son un sacrificio de holocausto por la paz del mundo, y
su brusca partida de entre nosotros no ha sido inútil, sino que dará
frutos de justicia y de libertad. ¡Que nadie se equivoque: no hay
causa santa cuando se desprecia a los hombres y a las naciones! ¡El
futuro lo siembran los inocentes dando sus vidas, no los violentos!
A menudo nos preguntamos quién envenena las mentes de
los terroristas, quién fermenta y corrompe esos corazones con el
odio. En este caso podemos responder que lo hacen quienes convierten la religión en ideología y manipulan lo sagrado. Un concepto de religión que quiera ser expresión de la dimensión trascendente del ser humano no puede existir si no está impregnado
de la cultura de la solidaridad y de la paz. Nosotros los cristianos,
junto a tantos hombres y mujeres de buena voluntad, proclamamos: ¡no se profesa una religión para ser enemigo de los que tienen
otras, sino para amarse los unos a los otros!
En este sentido viene a nuestra memoria la petición del
Papa al pueblo norteamericano, que invita a reaccionar con “justicia”, a no caer en “la espiral del odio y la violencia”. Nunca el cristiano debe olvidar que “el perdón es el camino de la paz” (Juan
Pablo II).
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Únicamente desde nuestra experiencia de Dios podremos
sobrellevar el panorama desolador que hemos contemplado, y que,
como toda situación de dolor, nos evoca el drama del Calvario. En
medio de ese paisaje de destrucción parece resonar el grito de Cristo en la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
¡Cuántas personas atrapadas en aquel infierno pidieron un milagro y sólo hubo silencio! ¡Cuántos, mirando al cielo, se preguntaron en esos momentos dónde estaba Dios!
Y Dios, una vez más, se habrá asombrado de hasta dónde es
capaz de llegar la barbarie humana. Pues Él, el Cordero Inocente,
también una vez más estaba allí, muriendo en cada hombre y en
cada mujer. Jesucristo, que no quiso ahorrarse nada de lo que nos
es propio, que quiso pasar por el abandono, la desesperación, el
sufrimiento y la muerte, puede comprender nuestro grito angustiado, y puede enseñarnos dónde se encuentra la semilla de la civilización del amor.
Ante hechos como éstos sólo hay dos salidas, como nos dice
Jean Guitton: “o sucumbir a la nada o abrirse al misterio”. Por eso
no debemos caer en la tentación que emerge con fuerza en estos
momentos: la tentación de construir un mundo sin Dios. Una sociedad basada en la pura inmanencia, en el economicismo vacío, en el
vano hedonismo, solamente nos lleva a un concepto de hombre que
es, en palabras de Max Weber, “un especialista sin espíritu, gozador sin corazón, que siendo mera nada, se imagina haber alcanzado un nivel jamás conseguido por la humanidad”.
Optar por el misterio sigue siendo la respuesta más humana y racional. Nuestro Dios no es un Dios de muertos, sino de
vivos, y desde su entrega redentora en la cruz ha cambiado para
siempre la aparente victoria del sufrimiento y de la muerte. No es
tiempo de desesperación, sino de confianza. De ahí que, repitiendo
la palabra del Salmo, podamos decir: “Señor es mi pastor nada me
falta, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú
vas conmigo… Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos
los días de mi vida” (Sal 22).
+ Juan del Río Martín
Obispo de Asidonia-Jerez
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I.1.2 DISCURSO en la Asamblea Sacerdotal celebrada en el Seminario Diocesano
(20 de Septiembre de 2001)
UN AÑO DE EPISCOPADO "REMAR MAR ADENTRO" (Lc 5,4)
CLAVES PARA EL FUTURO
A LA LUZ DE LA NOVO MILLENNIO INEUNTE
"PARA VOSOTROS SOY OBISPO, CON VOSOTROS SOY
CRISTIANO". (S.Agustín, In natale episcopi; CCL 104,919,1)
Hace un año que el Señor me puso entre vosotros como
"Padre y Pastor" de esta joven Iglesia de Asidonia-Jerez, y con las
mismas palabras del Apóstol quiero exclamar: "Doy gracias a
nuestro Señor Jesucristo, que me ha fortalecido, y me ha
juzgado digno de confianza al encomendarme este ministerio" (1Tim 1,13).
Como os decía en mi discurso de toma de posesión de la diócesis, soy consciente de que "este tesoro lo llevamos en vasija
de barro, para que todos vean que una fuerza tan extraordinaria procede de Dios y no de los hombres" (2 Cor 4,7).
Ciertamente me habéis acogido no sólo con calor humano y afecto
fraternal, sino sobre todo con espíritu de fe: "como aquel que
viene en nombre del Señor". Con ello en este Presbiterio manifestáis vuestra obediencia y adhesión al Santo Padre Juan Pablo
II que tuvo a bien encomendarme esta parcela del pueblo de Dios.
¡Gracias, queridos sacerdotes! ¡Gracias también a los religiosos y
religiosas! ¡Gracias a todos vosotros, queridos fieles cristianos de
esta amada Diócesis!
Inicié mi ministerio episcopal en el Año del Gran Jubileo.
Por eso quise que el día de mi llegada a la diócesis fueran los presos y encarcelados los primeros en ser visitados, como signo de que
todo ministerio en la Iglesia ha de estar al servicio de la liberación
de la esclavitud del pecado en la que se encuentran los hombres.
Poco después tuve la ocasión de visitar los catorce monasterios de clausura, pues deseaba situar en la dimensión contempla-
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tiva de la fe, en la oración, la fuente de mi ministerio pastoral y de
mi entrega a vosotros, ya que está claro que "si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles" (Sal. 126). Más
tarde vinieron los encuentros con los distintos sectores pastorales:
religiosos, apostolado seglar, hermandades, asociaciones, comunidades y nuevos movimientos eclesiales, arciprestazgos, sacerdotes
jóvenes, profesores de religión, catequistas, seminaristas y sacerdotes enfermos.
Hemos celebrado con gozo ordenaciones de presbíteros y
diáconos, institución de ministerios, votos perpetuos de religiosas
y consagraciones de nuevos templos. Las celebraciones de la confirmación en las parroquias han sido una buena ocasión para conocer la vida de nuestras comunidades. Las fiestas patronales y la
participación en los cultos de Hermandades han ayudado a aproximarnos al rico mundo de la religiosidad popular que se da en
nuestra diócesis.
Ha sido también una alegría ver llena la Catedral en los
actos con motivo del Año Jubilar, Triduo Pascual y otras celebraciones. Pero sobre todo no olvidaré la primera Misa Crismal celebrada el Martes Santo, acompañado por nuestro venerado hermano el obispo emérito Mons. Rafael Bellido Caro, artífice de la rica
vida eclesial que me he encontrado como fruto de los muchos años
que se entregó a esta diócesis. A él nuestro recuerdo y agradecimiento afectuoso.
Con este recorrido vosotros habéis podido conocer al nuevo
Obispo, y éste se ha podido percatar de lo mucho, bueno y santo
que hay en nuestras realidades eclesiales, a menudo desconocidas
para el gran público. Esta Asamblea Sacerdotal es una ocasión
óptima para testimoniar la abundante santidad que hay en sacerdotes, religiosos/as, padres de familia y laicos comprometidos en
diversos sectores pastorales de nuestra Diócesis.
"NO SE TRATA DE INVENTAR UN NUEVO PROGRAMA, EL
PROGRAMA YA EXISTE: ES EL DE SIEMPRE, RECOGIDO
POR EL EVANGELIO Y LA TRADICIÓN VIVA" (NMI, 29)
Sin embargo la Iglesia, mientras camina por este mundo,
está compuesta de santos y pecadores, y por lo tanto necesitada de
purificación: "Ecclesiam semper reformanda". Toda verdadera
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reforma nace de "dentro hacia fuera", es decir, creciendo en conversión a Dios es como se da la verdadera evangelización. Por ello
la situación de nuestra Iglesia local representa el mayor y más
importante condicionamiento de la acción evangelizadora. Veamos
someramente algunos de los sectores de nuestra diócesis:
a) El clero
Reconociendo la labor de entrega, servicio, dedicación y
generosidad que el clero diocesano posee, éste se encuentra afectado principalmente por el problema de la escasez de sacerdotes
y su alta edad media, hechos que comportan una sobrecarga de
tareas a veces difícil de sobrellevar. Este problema, dada la crisis
vocacional, se verá agravado en un futuro próximo.
b) Religiosos/as
Es sabido que las personas de vida consagrada, tanto contemplativa como activa, son una riqueza espiritual y pastoral
para la comunidad cristiana. Pero también en este sector se están
notando las consecuencias de la crisis vocacional. Está reciente en
la mente de todos la partida de las religiosas de María Inmaculada (Servicio Doméstico), así como la noticia del traslado inminente de la admirada comunidad de los Cartujos. A esto hay que añadir que varias órdenes y congregaciones que están en nuestra diócesis se encuentran en situación muy precaria por la edad avanzada de sus miembros, hecho que hace temer el cierre de algunas
casas.
c) Los seglares
En nuestra diócesis, como en tantas otras, se observa un
despertar creciente de la conciencia de los seglares y de su participación en tareas pastorales "intra eclesiales". Sin embargo, siendo
el campo específico de la acción del seglar eso que llamamos el
mundo, se observa una cierta falta de presencia y compromiso en
la trasformación del mismo. Esto lleva a pensar que el lugar que
algunos reclaman en la Iglesia, más que una búsqueda de la identidad católica, tiene mucho de huída de las dificultades inherentes
al compromiso de dar la cara por Jesucristo y su Iglesia en una
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sociedad adversa donde reinan la increencia y el secularismo. ¡Es
urgente recuperar la presencia de los cristianos en la vida pública
y en los diversos sectores de la cultura! (Cf. GS). Para ello hay que
ayudarles en la profundización de sus convicciones de fe, en una
vida cristiana más espiritual y en una formación más basada en la
Doctrina Social de la Iglesia. Únicamente superando el complejo
de inferioridad ante la modernidad, podremos disponer de una verdadera militancia cristiana.
d) La transmisión de la fe
Son muchos los signos esperanzadores en este ámbito: la
valoración y presencia de la Sagrada Escritura, los procesos catecumenales diversos, las actividades formativas presacramentales,
la planificación catequética a diversas edades.
En todas estas actividades es fundamental el convencimiento
de que la parroquia necesita estructurarse en torno a una comunidad
que sea fermento, que aglutine, y que supere el peligro del "comunitarismo sociológico". Sólo de este modo se podrá vivir la realidad teologal del misterio fontal de la comunidad del Dios Uno y Trino revelado en Cristo, y que se manifiesta en la comunión de los hombres
entre sí, en la familia humana y en la comunidad de bautizados (Cf
LG). La comunión es la primera forma de misión en cuanto que es
manifestación a los hombres de la misma vida de Dios.
Pero a pesar de todos los esfuerzos y buenas voluntades, no
podemos dejar de señalar un hecho que puede pasar inadvertido:
después de varios siglos se ha roto la transmisión de la fe.
Hoy también en nuestra diócesis tenemos personas sin bautizar y
sin la iniciación cristiana completa. Las causas son muchas: unas
de orden social y por todos conocidas, otras de orden familiar debido al deterioro que está sufriendo esta institución, y otras de orden
pastoral como consecuencia de unos planteamientos rigoristas,
incluso "cátaros", de la vida sacramental, y de una catequesis nada
espiritual y con falta de sistematización de las grandes verdades
de fe. Amén de que en ocasiones se quiere transmitir la fe en Jesucristo sin poner de manifiesto su naturaleza divina, su acción soteriológica o la referencia eclesial. Es urgente un mayor conocimiento del Catecismo de la Iglesia Católica.
En otros casos se ha desatendido o infravalorado el sentimiento religioso de la gente más sencilla, olvidando el requeri-
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miento del profeta de no apagar la llama humeante. Ha podido
más la pastoral de "élites" o de organigramas, que la atención personal y concreta requerida por la caridad pastoral que ha de brillar en todo buen pastor.
En este mismo orden de cosas tenemos que ser conscientes de que nuestro pueblo conserva todavía un vocabulario, ritos
y signos cristianos gracias a la fuerte implantación de la Religiosidad Popular. Sin embargo podemos asimismo constatar que
se da un vacío de los contenidos cristianos, debido por una parte
a la falta de vivencia cristiana y por otra a la fuerte presión de
la cultura secularista. Además el fenómeno asociativo de las
Hermandades y Cofradías, que en nuestra realidad diocesana es
desbordante, necesita ser encauzado y asistido pastoralmente ya
que como dice Juan Pablo II "no hay que perder ninguna
ocasión para esclarecer, purificar y fortalecer la fe del
pueblo fiel, aun cuando sea de cuño netamente popular"
(Brasil 8-7-1980).
e) La celebración de la fe
Ni que decir tiene que hoy se da una mayor e intensa participación de los fieles en las celebraciones. El redescubrimiento de
los tiempos fuertes, la aparición de grupos dedicados a la oración, y
la valoración de la Liturgia de la Horas, son hechos significativos.
Sin embargo, nuestras acciones litúrgicas en muchas ocasiones son verbalistas, se ha perdido el sentido del misterio, del
silencio y de la celebración gozosa. Nuestras iglesias, más que en
"casa de oración", se han convertido en lugares de tertulias y
encuentros, en salones polivalentes para pregones, conciertos y
otros tantos actos que están desacralizando los templos.
A todo eso hay que añadir el desinterés por las normas litúrgicas y una secularización de las acciones celebrativas, con el consiguiente empobrecimiento de signos y símbolos. Además, frecuentemente se polarizan las actividades eclesiales en torno a la vida
litúrgica y abunda el reduccionismo de la "pan-eucaristía".
Por último, cuando estamos en la era de la comunicación,
hemos perdido en ocasiones la sabiduría de la tradición de la predicación cristiana. Las homilías dominicales o sacramentales adolecen de una falta de sintonía con la asamblea tanto en las formas
como en los contenidos. No deberíamos olvidar que el fin de toda
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predicación en la Iglesia no es otro que la conversión del corazón
para que la grey encuentre en Cristo la vida eterna.
f) La acción samaritana
Cada día la caridad cristiana se libera de viejos ribetes
paternalistas y se orienta hacia una verdadera comunicación de
bienes y de promoción y desarrollo. En virtud de ello hay muchos
católicos comprometidos en el mundo de la marginación, y las
instituciones eclesiales de caridad de nuestra diócesis están
haciendo una labor ingente y están mostrando el rostro de una
Iglesia samaritana, muchas veces desconocido por gran parte de
la población.
He observado que en algunas Parroquias de nuestra diócesis no funcionan o no se apoyan suficientemente los grandes instrumentos de solidaridad cristiana de la Iglesia Española como
Cáritas, Manos Unidas, Domund, Fondo de ayuda a la Nueva
Evangelización o Ayuda a las Iglesias necesitadas.Ciertos personalismos o planteamientos ideológicos están impidiendo una
mayor comunión en estas acciones conjuntas de Iglesia.
g) La estructura diocesana
Los órganos diocesanos de participación de los seglares son
instrumentos de comunión y corresponsabilidad. El Consejo Presbiteral es el ámbito donde el Obispo lleva aquellos asuntos relevantes que necesitan del consejo y asesoramiento de los sacerdotes. El Arciprestazgo sigue siendo una estructura que necesita ser
dinamizada como campo de acción pastoral intermedio entre la
Parroquia y la Diócesis.
La Parroquia, célula fundamental de vida cristiana, se ve
afectada por diversos problemas que urgen una revisión de los criterios en los nombramientos: multiplicidad de cargos pastorales,
vinculaciones personales más que territoriales, etc.
Se hace necesaria por parte de los sacerdotes una mayor y
sincera disponibilidad que facilite posibles traslados y renovación
de las parroquias.
Otro grave problema es cómo atender a las zonas emergentes, tanto en Jerez como en otras grandes ciudades, cuando nos
encontramos con la escasez de clero y de complejos parroquiales.
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También es necesario avanzar en la coordinación entre los
diversos grupos, asociaciones e instituciones pertenecientes a una
misma parroquia.
"UN NUEVO SIGLO Y NUEVO MILENIO SE ABRE A LA LUZ
DE CRISTO. PERO NO TODOS VEN ESTA LUZ ... ÉSTA ES
UNA TAREA QUE NOS HACE TEMBLAR SI NOS FIJAMOS
EN LA DEBILIDAD QUE TAN A MENUNDO NOS VUELVE
OPACOS Y LLENOS DE SOMBRAS" (NMI, 54).
Toda esta santidad y deficiencia se da en una Iglesia que
camina en medio del mar impetuoso que es la cultura contemporánea, con sus valores positivos como la fuerte sensibilidad en
favor de la dignidad y de los derechos de la persona humana, la
afirmación de las libertades individuales y colectivas, la aspiración
a la paz y la convicción cada vez más arraigada de la inutilidad y
el horror de la guerra, el pluralismo y la tolerancia entendidos
como respeto a las convicciones ajenas y no como imposición coactiva de las creencias o formas de comportamiento, la repulsa de las
desigualdades entre las clases sociales y las naciones, la atención
a los derechos de la mujer, la preocupación por los desequilibrios
ecológicos, o los movimientos de solidaridad con los marginados de
nuestro mundo.
Junto a esos valores, la cultura actual se caracteriza también por un secularismo, relativismo, consumismo y hedonismo
crecientes, que traen como consecuencia la indiferencia, el escepticismo, o el materialismo.
Nos encontramos, pues, que algunos miran con total pesimismo el mundo actual sin percatarse de sus valores, y otros se
asoman a él con un optimismo ingenuo sin ver la niebla que los
cubre y que los lleva a una cultura de deshumanización y muerte.
Hace unos años escribió Jean Guitton estas palabras proféticas:
"No veo crisis alguna en la historia que sea comparable a la
que va a conocer el siglo XXI. Avanzamos hacia transformaciones mayores, hacia acontecimientos imprevisibles,
de una importancia inaudita ... Vamos a ver esfumarse las
posiciones intermedias, prudentes, "burguesas", y presentarse cara a cara, dialéctica contra dialéctica, ateísmo y
cristianismo, un "humanismo ateo" y un catolicismo auténtico" (El silencio sobre lo esencial, Edicep, Valencia 1987, p.97-98).
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Ante estos desafíos sociales y eclesiales surge la pregunta
clave: ¿Cómo evangelizar en este contexto cultural y desde esta
Iglesia que nos ha tocado vivir, con toda su grandeza pero también
con sus limitaciones y pecados? El Papa, en la Carta Apostólica
Novo Millennio Ineunte, nos indica el modo correcto de situarnos expresado en tres actitudes:
• Frente a la tendencia postmoderna que tiende a hacer
tabla rasa de todo lo anterior, Juan Pablo II nos invita a contemplar con gratitud el pasado (NMI 1-28).
• Frente la tentación de evadirnos del presente, se nos urge
a vivirlo con pasión desde la memoria purificada (NMI 6). Tal
pasión por el presente supone discernir lo que el Espíritu dice a
nuestra Iglesia, analizar profundamente nuestro fervor espiritual,
dejar que el Espíritu suscite un nuevo impulso espiritual y pastoral.
• Por último, frente a la tentación de desesperanza, la carta
nos lleva a abrirnos con confianza al futuro, pero desde "una condición humilde y atentos a nuestra adhesión al Evangelio"(NMI,6). Es evidente que "los signos de los tiempos" nos están
hablando de la urgente necesidad de una pastoral de más calidad,
más espiritual, que responda a las exigencias de la nueva evangelización. Se perfila la obligación de cualificar la pastoral de modo
que tienda a suscitar el encuentro personal y místico con Cristo, a
imitación de los apóstoles y de los primeros cristianos.
LA ESPIRITUALIDAD DE LA "NOVO MILLENNIO INEUNTE"
Ante esta situación que hemos descrito, y que recoge esquemáticamente los principales aspectos de nuestra Iglesia Diocesana
y de la sociedad a la que tenemos que servir, se hace necesario un
esfuerzo por centrarnos en lo esencial del cristianismo, es decir, en
los rasgos de la identidad cristiana que se derivan de la experiencia de la contemplación de Cristo, Dios y hombre verdadero (NMI
16-28). Por eso las prioridades de todo plan de pastoral han de ser:
1) La preocupación por la santidad
La santidad es la primera y más importante prioridad pastoral porque es la condición que posibilita que el hombre, "creado
para conocer, amar y servir a Dios en esta vida, y para verle y
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gozarle en la otra" (Catecismo S. Pío V), alcance su fin, su verdadero fin, su fin último. Esto significa tomarse en serio la vocación
bautismal, pues "todo cristiano, de cualquier clase o condición,
está llamado a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección del
amor"(LG 40). Ahora bien, esta llamada a la santidad (Cf. Mt 5,48)
es personal, y exige una pedagogía propia que se adapte al ritmo
de cada persona.
2) La oración
La santidad se cultiva en el clima de la oración, cuya experiencia personal es el secreto de un cristianismo vital que se abre
con ilusión al futuro porque bebe continuamente del Jesús orante
que enseña a sus discípulos a orar (Lc 11,19). Es urgente que la
educación en la oración constituya un punto determinante de toda
programación pastoral (NMI 34). Y urge asimismo que nuestras
comunidades cristianas lleguen a ser "auténticas escuelas de oración"(NMI, 33).
3) La participación asidua en la Eucaristía dominical
Nadie puede obtener la santidad sin la participación en la
Eucaristía, pues la santidad exige la comunión con el Señor y con
los hermanos. Y eso se expresa de forma única en el domingo, celebrado como "Día del Señor" y "Día de la Iglesia". De ahí que sea
esencial que, en un mundo pluralista fuertemente marcado por un
relativismo que amenaza con barrer los signos de identidad de los
cristianos, reivindiquemos con fuerza la sacralidad de este día y
cuidemos nuestras celebraciones dominicales (Cf. NMI 36).
4) La vuelta constante al sacramento de la Reconciliación
Actualmente el sacramento de la Penitencia no es suficientemente valorado, pues persiste la crisis de la falta de conciencia de
pecado, que ya en su día Pío XII denunció como el peor mal del siglo
XX. Además se ha difundido ampliamente la creencia de que el perdón del pecado lo otorga Dios directamente, olvidando que es Cristo, y sólo Cristo, "mysterium pietatis, en el que Dios nos muestra su corazón misericordioso y nos reconcilia plenamente
consigo"(NMI 38), quien a través del sacramento de salvación que
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es la Iglesia, nos otorga su perdón mediante la acción del ministro
ordenado. Esto nos interpela en primer lugar a nosotros los sacerdotes para que recuperemos la praxis de la confesión individual frecuente y de la dirección espiritual, y a la vez estemos solícitos para
impartir el sacramento de la reconciliación al pueblo fiel, pues frecuentemente se observa en muchas parroquias un abandono de
este campo tan importante de nuestra acción pastoral.
5) La primacia de la gracia
Urge poner de manifiesto la primacía de la gracia como exigencia interna de la evangelización. Ya Pablo VI en 1975 decía:
"Las técnicas de evangelización son buenas, pero ni las más
perfeccionadas podrían reemplazar la acción discreta del
Espíritu. La preparación más refinada del evangelizador
no consigue absolutamente nada sin él. Sin la acción de la
gracia, los esquemas más elaborados sobre bases sociológicas o psicológicas se revelan pronto desprovistos de todo
valor"(EN 75).
El misterio de Dios, que comunica gratuitamente su salvación a todo hombre, tiene que ser la piedra angular de nuestra
tarea evangelizadora. Es Él quien lleva la Historia y nuestra historia. Sólo Él es el punto de partida y la meta final, el Alfa y la
Omega. Y aunque no quiere hacer nada sin nuestra libre colaboración, no podemos convertir nuestra vivencia de fe ni en un voluntarismo vano, ni en una simple actividad solidaria que, a modo de
ONG, parta de presupuestos distintos de los de la experiencia
gozosa del encuentro con un Dios que se revela en nuestras vidas
como Amor infinito y generosidad plena.
6) Saber escuchar la Palabra
La primacía de la gracia exige resaltar la importancia de la
escucha de la Palabra de Dios. Juan Pablo II recuerda cómo el
método monástico de la Lectio Divina permite encontrar en el
texto bíblico la palabra viva que interpela, orienta y modela nuestra existencia (Cf. NMI 39).
Beber en la fuente primordial de la salvación que se nos
muestra en las Escrituras (lectio), paladear la Palabra amorosa
que Él nos dirige en ese momento (meditatio), convertirla en diá-
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logo fecundo donde principalmente resuene su voz (oratio), para
finalmente abandonarnos en la inmensidad y grandeza de su bondad (contemplatio).
¿Para qué buscar en otro sitio lo que el mismo Dios pone al
alcance de tu mano?
7) Anunciar el Evangelio
Anunciar la Palabra es una exigencia que se deriva inmediatamente de nuestra identidad de cristianos. Por eso al inicio de
este nuevo milenio tenemos que intensificar nuestros esfuerzos
misioneros, de tal manera que cada día hagamos nuestros aquellos
sentimientos de San Pablo: "¡ay de mí, si no predico el Evangelio!"
(1Cor 9,16). Es necesario para esta tarea la valentía que nace de la
confianza en Dios y de la vivencia profunda del sentido martirial
con que está marcada la existencia cristiana, pues solamente así
podremos responder personal y comunitariamente a las exigencias
de la inculturación en los diversos pueblos y en los "nuevos foros"
manteniendo a la vez la esencia de nuestra fe (Cf. NMI 40-41).
8) Apostar por la caridad como fruto de la comunión
Todo este "septenario de prioridades pastorales" que nos
marca el Papa para el nuevo milenio tiene un marco de cultivo y
realización que es la "comunión" (koinonía). Ella es fruto y manifestación de aquel amor que "surgiendo del corazón eterno del
Padre, se derrama en nosotros a través del Espíritu que
Jesús nos da, para hacer de todos nosotros un solo corazón
y una sola alma" (NMI 42).
Y es que la caridad que tiene como fuente y objeto al Dios
que es amor. Por eso es el contenido último de la vida cristiana y
de la misión evangelizadora de la Iglesia: "En esto conocerán que
sois discípulos míos: si os amáis unos a otros" (Jn 13,35). Realizando esta comunión de amor, la Iglesia se manifiesta como signo
e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad del genero humano" (LG 1).
Estos nuevos tiempos reclaman una espiritualidad de comunión, y a partir de la comunión intraeclesial tenemos que apostar
por la caridad como núcleo de la vida de nuestra diócesis y como
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clave desde la que desarrollar toda programación parroquial o sectorial, así como las de nuestras asociaciones, grupos y comunidades: "El siglo y el milenio que comienzan tendrán que ver
todavía, y es de desear que lo vean de modo palpable, a qué
grado de entrega puede llegar la caridad con los más
pobres. Si verdaderamente hemos partido de la contemplación de Cristo, tenemos que saberlo descubrir sobre todo
en el rostro de aquellos con los que él mismo ha querido
identificarse: "porque tuve hambre y me disteis de
comer...." (Mt 25,35-36). Esta página no es una simple invitación a la caridad: es una página de cristología, que ilumina el misterio de Cristo. Sobre esta página, la Iglesia
comprueba su fidelidad como Esposa de Cristo, no menos
que sobre el ámbito de la ortodoxia" (NMI 49).
9) El Vaticano II: guía de nuestra pastoral
Únicamente desde la experiencia del amor de Dios en nosotros, la Iglesia se purifica y se hace más transparente a los hombres. La renovación conciliar no está agotada. El Vaticano II es
una buena brújula para orientarnos en el camino del siglo que
comienza, para ayudarnos en la recuperación de nuestra identidad
católica en medio de la cultura secular, y en la vivencia de la espiritualidad de comunión, tan necesaria para que la misión de anunciar a Jesucristo como único Salvador del hombre llegue a todos los
confines del mundo. Juan Pablo II así lo refleja cuando dice: "El
Concilio Vaticano II representa el fundamento de una
gigantesca obra de evangelización del mundo moderno,
que ha llegado a una nueva encrucijada de la historia de la
humanidad, en la que esperan a la Iglesia tareas de una
gravedad y amplitud intensas"(Discurso al Simposio de Conferencias Episcopales de Europa, 11-10-1985).
10) Caminar con esperanza
Son muchos los desafíos interiores y exteriores a los que nos
enfrentamos. Y en medio de este "mar tempestuoso" el Señor nos
dice: ¡Ánimo, no temas, rema mar adentro!
Fija, pues, los ojos de tu alma en Aquél que es "nuestro refugio y fortaleza, nuestro baluarte, donde nos ponemos a salvo", en
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Aquél que es la piedra angular de toda la edificación, Jesucristo,
verdadero Dios y Hombre.
Es tiempo para la esperanza, para vivir la fe con ilusión y
energía renovadas, para recuperar nuestro amor primero (cf. Ap 2,4).
Es tiempo para la confianza, para ponernos en sus manos
como el barro en manos del alfarero, para recordar una vez más
que no estamos solos en esta tarea (Mt 28,20).
Es tiempo para amar, para abrirnos a todo lo bueno y santo
que hay en el mundo que nos rodea, para impregnarlo todo de
Vida, y Vida en abundancia (cf. Jn 10,10).
¿Qué puede ser más entusiasmante en este kairós que Dios
te ofrece que anunciar a los pobres la Buena Noticia, la liberación
a los oprimidos, la vista a los ciegos y a los afligidos el consuelo?
(cf. Lc 4,18).
Ésta es mi invitación como obispo y como hermano: vive
cada día de forma nueva y de forma única tu sacerdocio. Piensa en
cuántos corazones te ha entregado Dios para que los sanes, los
mimes, los fortalezcas y los abras a la plenitud de su Amor.
Sin tu apasionamiento por Cristo, la Iglesia y los pobres,
nuestra diócesis verá entorpecida su misión salvadora, pues son
muchos los fieles que tienen puestos sus ojos en ti, que están esperando algo de ti. Reaviva, por tanto, en tu interior las palabras que
recibiste en tu ordenación: "Considera lo que realizas e imita
lo que conmemoras, y conforma tu vida con el misterio de
la cruz del Señor". Ponte en sus manos y, desde nuestra conciencia de siervos inútiles (cf. Lc 17,10), podrás experimentar en
cada momento como algo tuyo las palabras del Apóstol: "Todo lo
puedo en Aquél que me conforta" (Flp 4,13).
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I.1.3. CONFERENCIA sobre “EL PAPEL
DE LA IGLESIA EN LA AUTONOMÍA
ANDALUZA”, pronunciada en el VI Curso
de Otoño de la Universidad de Cádiz.
(21 de septiembre de 2001)
La redondez del número veinticinco en la realidad andaluza
es una porción de tiempo que, como diría Julián Marías, "suele
entenderse como una generación de hombres". En nuestro caso, esta
generación está marcada por la conquista de las libertades, de la
democracia y la recuperación de "la conciencia de la identidad andaluza" (Cf. Est.art. 12.3.2). Esta tarea no ha sido obra únicamente de
nuestros políticos, sino también de toda la sociedad civil y, como no
podía ser de otra forma, de la Iglesia Católica. Ella jugó un papel
muy activo en este periodo, tanto a nivel institucional como de sus
miembros en singular. No deberíamos olvidar, pues, que "la fe cristiana está presente en la configuración histórica de Andalucía".(1)
I.- LA IGLESIA ABRIÓ CAMINOS.
Una lectura de la transición y de la autonomía andaluza que
silencie el papel de la Iglesia Católica no sólo sería una posición
que no se corresponde con los hechos, sino además insostenible
intelectualmente. Bastaría con visitar las hemerotecas para constatar el esfuerzo que los católicos -laicos y sacerdotes- han aportado a la constitución de la sociedad democrática española y, en consecuencia, a la autonomía andaluza. Hay que remontarse, por lo
menos, a veinte años antes de la llegada de la democracia a España para detectar el motor que impulsó un nuevo estado de cosas,
no sólo en la Iglesia, sino en la sociedad en general.
Juan XXIII y el Concilio Vaticano II.
En 1958 fue elegido un "papa de transición", Juan XXIII, que
sorprendió a todos por su sencillez y bondad. Sus encíclicas sociales
–––––––––––––––
(1) DOCUMENTOS COLECTIVOS DE LOS OBISPOS DEL SUR DE ESPAÑA, Comunicado de los
obispos de Andalucía sobre el proceso autonómico, 2 de Febrero, 1980. BAC, Madrid 1989, p. 133.
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Mater et Magistra y Pacem in Terris tuvieron dificultades de difusión bajo el régimen franquista. Sin embargo, el llamado "Papa
bueno" será recordado por su audacia en convocar el Concilio Vaticano II (1962-1965). Este acontecimiento significó la "apertura de
las ventanas de la Iglesia al mundo moderno". Los documentos conciliares fueron, sobre todo, pastorales, y supusieron, entre
otras cosas, una puesta al día del papel de la Iglesia en la sociedad,
de la importancia de las Iglesias locales, de las actividades de los
laicos en las tareas temporales, además del redescubrimiento de la
colegialidad episcopal. Podemos decir que entonces comenzó el giro
en la concepción de Iglesia, de manera que se va pasando de la pirámide jerárquica a la Iglesia de comunión y misión, que siente "los
gozos y las esperanzas de la humanidad" (Cf.GS).
Correspondió a Pablo VI concluir el Concilio y empezar a llevar adelante sus frutos de renovación. Recordamos de él su maestría
de fino intelectual, que le caracterizó como pastor abierto y sensible
al progreso del mundo moderno, y que tan hermosamente vemos
plasmada en su encíclica Ecclesiam Suam cuando afirma: "la Iglesia debe ir hacia el diálogo con el mundo en el que le ha tocado vivir. La Iglesia se hace palabra; la Iglesia se hace mensaje;la Iglesia se hace coloquio". Prueba de este talante fue el
haber apostado por hombres como José María Bueno Monreal en
Sevilla, o Vicente Enrique y Tarancón, a quien puso al frente de la
diócesis de Madrid para que condujera a la Iglesia Española en la
evolución social desde un régimen autoritario, con el cual él se había
enfrentado. Vemos así que el papel de la Iglesia, no sólo en la transición española sino en la autonomía andaluza, no se entiende sin el
magisterio Conciliar. Sus consecuencias han pesado mucho, antes y
después de Franco, en el rumbo espiritual de nuestro país, con
repercusiones sociales, culturales y políticas evidentes.
Los movimientos apostólicos obreros.
Otro de los avances de la Iglesia en la toma de conciencia
autonómica en Andalucía fue, sin lugar a dudas, el impulso proporcionado por los movimientos apostólicos obreros que existían en
sus diócesis. Por su importancia en nuestra región, cabe señalar la
HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) y la JOC (Juventud Obrera Católica).(2)
–––––––––––––––
(2) Cf. CEE. Departamento de Pastoral Obrera - CEAS, Ante el siglo XXI. Evangelización del mundo
obrero. Actas del Congreso Nacional de Pastoral Obrera. Madrid, 2000, p. 53.
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En 1946, el Cardenal Enrique Pla y Deniel, Arzobispo de
Toledo y Primado de España, tomó la iniciativa de escoger un
grupo de hombres de Acción Católica para que se encargara de
organizar un movimiento obrero cristiano. La Acción Católica estaba impulsada en aquellos tiempos por el Papa Pío XII en toda la
Iglesia. La misión del movimiento promovido por el Cardenal era
aglutinar y formar a una de las clases más marginadas dentro de
la Iglesia: la clase obrera. Entre los seglares de ese equipo destacó
inmediatamente el joven Guillermo Rovirosa, que entregó su vida
a despertar la conciencia de la clase obrera. Organizó unos grupos
que, desde la fe cristiana, iniciaron la lucha por y para los trabajadores. Un aspecto de esta actividad fue el ofrecimiento de un sistema sólido de formación a través del llamado "Plan Cíclico de la
HOAC". Por otra parte, el joven canónigo de Ciudad Real Tomás
Malagón fue nombrado consiliario nacional de la HOAC, y encargado de estructurar los cursos de formación de sus militantes.
Tuvo una notable influencia entre clérigos y militantes andaluces,
pues fue profesor de Justicia Social y Teología en el Centro de
Estudios Teológicos de Sevilla, así como director de innumerables
cursos de formación impartidos por todas las provincias andaluzas. De esta manera surgirá un grupo de sacerdotes penetrados
por esta opción hacia la clase trabajadora y por una gran sensibilidad al mundo de los menesterosos de la tierra. Uno de ellos será
el Párroco de Los Corrales (Sevilla), Diamantino García, que se
entregará igualmente a la formación y promoción de los trabajadores del campo andaluz y que fue llamado, tras su temprana
muerte, "padre de los pobres y campesinos".
Por otro lado, el movimiento de la JOC (Juventud Obrera
Católica), fundado por el sacerdote belga Joseph Cardijn (Scaerbeek 1882 -Lovaina 1967), llega a España con unas características
muy similares a las de la HOAC. En nuestro país surgieron por
doquier grupos de la JOC. Era la única asociación juvenil, fuera de
la Falange, permitida por el Gobierno de Franco. No obstante, muy
pronto comenzaron a ser molestados por su actividad obrera y su
defensa abierta de los derechos de los jóvenes trabajadores frente
a los abusos del sindicato vertical. La Iglesia salió siempre en
defensa de estos jóvenes vanguardistas del mundo obrero católico.
Un caso próximo a nosotros sería el de Sebastián González, responsable general de los movimientos juveniles cristianos. Detenido durante 72 horas en dependencias policiales, la intervención del
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Cardenal Bueno Monreal, por medio de su Obispo-vicario en Jerez,
consiguió su puesta en libertad sin cargos. La única razón de su
arresto fue su responsabilidad como presidente de la Acción Católica jerezana. Poco después pasó a la Unión Sindical Obrera
(USO), en la que llegó a ser responsable en Andalucía. Hoy, ya jubilado, es dirigente de Comisiones Obreras y sigue actuando en pro
de la clase trabajadora. (3)
Además de la HOAC y la JOC, cabe resaltar otros movimientos de menor implantación en Andalucía. La Juventud de
Acción Rural Cristiana (JARC) era una adaptación de la JOC a los
ambientes rurales. De la misma factura eran la JIC (Juventud
Independiente Cristiana) para los jóvenes que trabajaban en el
sector de servicios, y la JEC (Juventud Estudiante Católica), que
tenía sus núcleos principalmente en las ciudades universitarias de
entonces, como eran Sevilla y Granada.
Estos movimientos apostólicos de la Iglesia Católica se aglutinaban principalmente por regiones. Ellos significaron la conciencia solidaria y la voz común de Andalucía ante los órganos nacionales de cada Movimiento y ante estructuras similares de otras
regiones. Sus reuniones, con su metodología de VER-JUZGARACTUAR, obligaban a descender continuamente al ambiente laboral andaluz. Esto hacía que la toma de conciencia de la realidad
regional fuera uno de los referentes fundamentales del campo de
acción de la militancia cristiana. Las reuniones diocesanas y regionales fueron creando, asimismo, unos vínculos de amistad que los
comprometían en la lucha por su tierra. Como consecuencia,
muchos de aquellos militantes encauzan hoy su actividad en centrales sindicales y partidos políticos. Esto ha ocurrido en toda
España, pero en mayor medida en Andalucía, donde la conciencia
cultural y social estaba menos desarrollada que en otras partes, y
la formación era más débil.
El Cardenal Bueno Monreal: el Taracón de Andalucía.
Un personaje clave en la transición andaluza, y abanderado
de la toma progresiva de conciencia de la región, fue el Cardenal
D. José María Bueno Monreal (1904-1986), Arzobispo de Sevilla.
–––––––––––––––
(3) JUAN LEIVA, El penúltimo militante obrero de Jerez. Grupo Publicaciones del Sur, S.A. Jerez
de la Frontera, 1999, p. 156-158.
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Fue hombre de sólida formación jurídica y teológica. Después de
pasar por los obispados de Jaca y Vitoria, llegó a Sevilla como
Arzobispo-coadjutor en 1954, en una situación muy difícil pues se
trataba de sustituir al controvertido Cardenal Segura. En 1957,
Bueno Monreal sucedió a Segura en la sede hispalense. El 17 de
noviembre de 1958, Juan XXIII lo nombró cardenal arzobispo de
Sevilla. El suyo ha sido uno de los pontificados más largos y fecundos de la archidiócesis hispalense, pero aquí sólo abordaremos
algunos aspectos sociales de su tarea pastoral.
La situación social de Andalucía hizo mella en el ánimo de
Bueno Monreal desde los primeros momentos de su llegada. En 1962
publicó una importante carta pastoral sobre los problemas sociales de
la archidiócesis, en la que denunciaba la escandalosa situación social
y económica existente. Incidía así en el tema "social", en el que la encíclica Mater et Magistra de Juan XXIII (1961) renovaba la preocupación de la Iglesia, siguiendo la tradición abierta por la Rerum Novarum de León XIII (1891). La carta de Bueno Monreal se expresaba en
estos términos: "En mis primeros contactos con los pueblos sevillanos
constataba que más de la mitad de la población en edad escolar carecía de escuelas, y el analfabetismo alcanzaba cotas muy
elevadas...Veía con asombro a veces largas filas de hombres, trabajadores del campo, en paro y esperando la comida de Cáritas. Observaba también el contraste casi insultante entre el nivel de vida de las
clases elevadas y el de los trabajadores".(4) El texto del nuevo Cardenal suponía una importante denuncia del franquismo por parte de la
Iglesia sevillana. Supo integrar en esta misma línea a sus obispos
auxiliares en Jerez, Mons. Cirarda, Mons del Val y Mons. Bellido,
cuyas actuaciones en favor de la clase obrera son conocidas por
muchos.
La participación del Cardenal Bueno Monreal en el Concilio
Vaticano II (1962-1965) supuso el revulsivo definitivo para abrir las
puertas del arzobispado a los avatares sociales y políticos. Las inquietudes del mundo sindical y de la oposición, a las que él era sensible,
se veían respaldas públicamente desde "El Correo de Andalucía", diario católico por aquella época, que se quiso convertir en defensor de los
derechos humanos y las libertades cívicas. Con ello se ponía en práctica el empeño del Cardenal por secundar las decisiones conciliares y,
–––––––––––––––
(4) JOSE LEONARDO RUIZ SÁNCHEZ, Sevilla: orto y ocaso del franquismo 1950-1970. Diario de
Sevilla, coleccionable entre noviembre del 2000 y febrero 2001, p. 479.
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así, contribuir a la transición democrática. Todo esto le costó muchos
sinsabores. Por una parte se distanció del sector más reaccionario de
la sociedad sevillana y andaluza, nada favorable a las renovaciones
del Concilio. Por otra, de ser un hombre cercano al Pardo, pasó a la
lista de los "dudosos" o "enemigos de Franco", enfriándose sus relaciones con el régimen. Su decidida intervención en favor de los presos,
su defensa de los universitarios encerrados en el antiguo Seminario
de San Telmo, y el apoyo a sus curas más comprometidos con los movimientos sociales, le acarrearon fuertes tensiones con altos mandatarios de la policía, gobernadores civiles o capitanes generales.
En el fondo, con su postura estaba haciendo realidad aquella consigna que, como fundador del diario, diera en su día el Beato
Cardenal Marcelo Spínola al primer director de "El Correo de
Andalucía", Rafael Sánchez Arráiz (1.2.1899): "Ni un solo trabajo,
ni una sola línea, ni una letra de la nueva publicación deje de encaminarse a la defensa de la verdad y de la justicia. Antes de faltar
a esta promesa, que "El Correo" muera". Bajo la dirección del
sacerdote, periodista e historiador, José María Javierre, aragonés
como Bueno Monreal pero afincado en Sevilla, y sensible a los problemas de Andalucía, el diario respaldó los movimientos obreros y
las inquietudes intelectuales de la época. Su página laboral, muy
arriesgada en aquellos momentos, supuso para el periódico numerosas sanciones. En 1970 se produjo el encuentro entre Felipe González, Eduardo Saborido y Rafael Escuredo con José María Javierre, poniéndose en marcha "Mundo Laboral" como sección diaria
en el periódico, para servir de expresión al movimiento obrero. En
esta época, el diario se convirtió en abanderado de los derechos de
los andaluces, sirviendo de plataforma a todos los sectores que
luchaban por la democracia. En sus páginas colaboraron jóvenes
firmas que luego desempeñarían grandes cargos universitarios,
políticos y sindicales. Múltiples iniciativas culturales andaluzas
tuvieron sus primeras raíces en los grupos del Correo, por ejemplo:
"La Ilustración Andaluza", "Tierras del Sur", o "La Gran Enciclopedia de Andalucía". Refiriéndose a esta última obra dice Manuel
Medina Casado: "Sólo esa coordinación de la pléyade de autores
que la configuraron la hacen acreedora de ser un importante puntal de nuestra Transición a la Autonomía en el aspecto cultural". (5)
–––––––––––––––
(5) MANUEL MEDINA CASADO, Una visión de la transición andaluza a la autonomía (1976-1984) en
AA.VV. Transición y Autonomía de Andalucía. Cámara Oficial de Comercio e Industria de Jaén 1999, p. 61
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Por tanto, quienes estuvieron vinculados a "El Correo de Andalucía" respiraron el oxígeno de la libertad, de la democracia y de la
creación. Este diario significó una oportunidad andaluza que desgraciadamente no llegó a puerto por falta de respaldo financiero.
Además de esta magna "capa cardenalicia" de la Iglesia de
Andalucía, cabe también señalar el papel de otros clérigos en la
Transición y Autonomía Andaluza. El intelectual y biblista José
María González Ruiz, en su dilatada vida, ha contribuido con sus
escritos e intervenciones a iluminar los problemas más candentes
de la sociedad española y andaluza. Aunque muerto prematuramente, José María de los Santos López, hizo una gran contribución
al proyecto andalucista, gracias a su amplia preparación, limpieza
de criterio y altitud de miras. El escolapio de ascendencia sevillana Enrique Iniesta Collaut-Valera es el mayor conocedor de la vida
y obra de Blas Infante. En el sector de la cultura comprometida se
pueden señalar los jesuitas de Córdoba, entre ellos José Godoy y
García Mauriño.(6) Dentro del ámbito más desfavorecido habría que
volver a citar a Diamantino García Acosta para reconocer su labor
en favor de la gente más pobre de nuestra tierra. En la misma
tarea estuvieron (¡y están!) empeñados profusión de sacerdotes,
religiosos y religiosas, que nunca han salido en los medios de
comunicación social, y que han sido grandes potenciadores de cultura y promoción humana en las zonas urbanas y rurales de la
Andalucía más empobrecida. Ellos consagraron sus vidas ministeriales, desde la fe en Jesucristo, al esfuerzo de ayudar a muchísimos jóvenes a través de las escuelas rurales, teleclubs, campañas
de alfabetización, construcciones de "casas para pobres", comedores escolares, tallares de promoción de la mujer y tantas otras instituciones que son el reflejo de un clero andaluz que siempre ha
estado muy cerca del pueblo, y que ha sabido custodiar, a pesar de
todas las limitaciones humanas, las raíces más genuinas de nuestro ser andaluz. (7)
Largo sería este apartado dedicado al Magnánimo Cardenal
de Sevilla si se pretendiera dar una idea cabal de él. Concluimos
–––––––––––––––
(6) Cf. MANUEL MEDINA CASADO, op. cit. p. 60-62
(7) Véase como muestra a nivel de parroquial rural el trabajo de JOSE LEONARDO RUIZ
SÁNCHEZ, Farua (Revista del Centro Virgitano de Estudios Históricos), 2-1999.
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con las palabras de uno de sus obispos auxiliares, el hoy Arzobispo
de Mérida-Badajoz, Mons. Antonio Montero, en la L Asamblea de
los Obispos del Sur de España, celebrada en La Rábida en 1987.
Decía acerca de Bueno Monreal: "Por el peso natural de su personalidad, por su admirable temperamento, por su talento y su gracia humana, por su señorío, fue un aglutinante entrañable entre
los Obispos de Andalucía, siempre acreedor al respeto y a la confianza de todos, que facilitó con su talante bien humorado, el diálogo y el entendimiento...Si algún día lo hecho por todos nosotros
(los obispos andaluces) tiene algún valor de historia, su nombre
habrá de figurar indiscutiblemente en la cabecera".
II.- IGLESIA, DEMOCRACIA Y AUTONOMÍA ANDALUZA
Cuando nace la Autonomía andaluza, los obispos de la región
llevaban diez años de trabajo en común y contaban con una infraestructura organizativa. Su primera reunión, llamada "Asamblea
de las dos Provincias Eclesiásticas de Sevilla y Granada", tuvo
lugar en la ciudad de Montilla (Córdoba), junto al sepulcro de San
Juan de Ávila, Apóstol de Andalucía, durante los días 1 al 3 de
Mayo de 1970. Una síntesis del momento nos la da el Secretario
General del Episcopado del Sur, Mons. Antonio Hiraldo: "Por aquellos años la Iglesia en España vive con intensidad la etapa posconciliar, al par que asume las nuevas exigencias que plantea la evolución de la cultura y el cambio político. La Comunidad eclesial
conoce el entusiasmo, la primavera del Concilio. También vive nuevos problemas y dificultades, internas y externas. El impacto del
pluralismo en sus diversas formas, el avance del secularismo y la
teología de la liberación se hacen presentes con especial vigor". (8)
La Iglesia andaluza y el Episcopado Español
Los metropolitas de Sevilla y Granada, el Cardenal Bueno
Monreal y el Arzobispo Emilio Benavent, hicieron balance de esta
Asamblea de Obispos Andaluces al finalizar su quinto año de vida.
"Por nuestra sala de reuniones han desfilado los problemas más
vivos del clero y del laicado, la situación social de nuestro pueblo,
–––––––––––––––
(8) ANTONIO HIRALDO. Introducción. Documentos colectivos de los Obispos del Sur de España
(1970-1988). BAC, Madrid 1989, p. 11
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el panorama educativo y catequético, la participación de nuestras
diócesis meridionales en la Conferencia Episcopal Española y en la
vida de la Iglesia universal".(9) Como prueba de estas afirmaciones
se pueden mencionar los documentos de la primera década: "Situación de los trabajadores en la región" (1970); "La conciencia cristiana ante la emigración"(1973); "Los educadores cristianos"
(1973); "La formación sacerdotal en los seminarios del sur de
España" (1975); "El catolicismo popular en el sur de España"
(1975); "El paro obrero en la región" (1976); "El cristiano y la política" (1976); "Carta a los sacerdotes"(1978). A través del estudio de
estos documentos y de los informes de las visitas "ad limina",
podemos ver cómo los obispos andaluces estuvieron a la altura de
la circunstancias sociales y políticas que desencadenó el paso de
un régimen autoritario a un Estado democrático y aconfesional.
Mientras que el Cardenal Tarancón jugaba un papel decisivo a
nivel nacional, sus planteamientos sobre el lugar de la Iglesia en
la transición democrática eran secundados en Andalucía por su
gran confidente y amigo el Cardenal Bueno Monreal, de Sevilla, y
por todo el episcopado andaluz. La célebre homilía del Cardenal de
Madrid, Vicente Enrique y Tarancón, el 27 de noviembre de 1975,
ante la familia real, los órganos del Estado y las misiones oficiales,
marcaría no sólo las relaciones Iglesia-Estado sino también, a
nuestro nivel, las relativas a los Obispos andaluces con las Instituciones autonómicas. Lo dijo bien claro: "La Iglesia no patrocina
ninguna forma o ideología política, y si alguien utiliza su nombre
para cubrir banderías, está usurpándolo manifiestamente...La
Iglesia no pide ningún privilegio. Pide que se le reconozca la libertad que proclama para todos los españoles; pide el derecho a predicar el evangelio entero, incluso cuando su predicación pueda
resultar crítica para la sociedad concreta en que se anuncia; pide
una libertad que no es concesión discernible o situación pactable,
sino el ejercicio de un derecho inviolable de todo hombre...Pido,
finalmente, señor, que nosotros, como hombres de Iglesia, y Vos
como hombre de gobierno, acertemos en unas relaciones que respeten la mutua autonomía y libertad, sin que ello obste nunca para
la mutua y fecunda colaboración desde los respectivos campos". El
resultado más inmediato fue que, por primera vez en nuestra historia, la Iglesia asumió una Constitución aprobada por el pueblo
–––––––––––––––
(9) Documentos colectivos… p. 13
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en referéndum. El Cardenal Vicente Enrique y Tarancón estuvo
presente en la ceremonia de promulgación de la Constitución por
las Cortes democráticas, que tuvo lugar el 27 de diciembre de 1978
presidida por el Rey. Nuestra Carta Magna no tenía carácter confesional, pero defendía la libertad de cultos y de conciencia que
propugnaba una sociedad muy distinta de la tradicional. Ciertamente, dice el historiador Juan María Laboa, "este hecho no suprimía los problemas, ni los posibles conflictos, pero ofrecía una base
de diálogo y entendimiento".(10)
Consolidación y continuidad de la Asamblea de los
Obispos Andaluces y su relación con la Administración
Autonómica.
En el periodo 1977-1982 se desarrolló el proceso autonómico andaluz, inserto en la transición española hacia la democracia.
La autonomía andaluza fue posible gracias al sonoro clamor del
pueblo en aquella célebre manifestación del 4 de diciembre de
1977. A partir de ahí, hasta el 28 de Febrero de 1980, los hechos se
sucedieron vertiginosamente en la vida política andaluza. En ese
periodo, la Iglesia jugó un gran papel activo de concienciación,
desde las reuniones en muchos salones parroquiales y colegios,
hasta la toma de postura de la jerarquía y del clero en general a
favor del "sí" en el referéndum. El comunicado de los Obispos de la
región del 2 de Febrero de 1980 dice entre otras cosas: "Los obispos de Andalucía nos sentimos solidarios con la toma de conciencia y con la esperanza colectiva que está viviendo nuestro pueblo.
Creemos que la fe cristiana, tan presente en la configuración histórica de Andalucía, tiene una palabra que decir sobre su futuro...Lo
que puede dar grandeza moral a este paso histórico es la construcción solidaria de una Andalucía de todos...La Iglesia respeta las
opciones de conciencia que adopten los ciudadanos y los fieles,
siempre que no sean fruto de la apatía, de la insolidaridad o del
apasionamiento".
En esta misma línea fueron las dos "Notas" siguientes: una
sobre el referéndum del Estatuto Autonómico (17 de Octubre de
1981) y otra sobre las elecciones al Parlamento Andaluz (17 de
Abril de 1982). Estos "documentos políticos"- dice Mons. Montero –––––––––––––––
(10) JUAN MARÍA LABOA. Relaciones Iglesia-Estado. Historia 16. 181 (mayo 1991) 139.
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B.O.O. núm. 3
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"han de inscribirse con pleno derecho en el magisterio social de los
obispos andaluces. Con sus planteamientos estaban inculcando al
pueblo y a sus dirigentes una acción comprometida y prioritaria en
la liberación social de nuestro pueblo....(más adelante dirá)... Ni el
más osado fantacientista hubiera aventurado en mayo de 1970 que
diez años más tarde nos las habríamos de entender con un Gobierno y un Parlamento andaluz. Sin la experiencia que nace en Montilla, habríamos tenido que improvisar un ente eclesiástico inter
provincial, a la zaga de los organismos autonómicos y con todos los
inconvenientes del improvisador que sigue a otro. Nuestra experiencia, nuestra solidez, nuestra modesta pero eficiente organización , nos han rendido, o mejor, le están rindiendo a la Iglesia y
Andalucía un servicio incalculable". (11)
En los comienzos de la etapa autonómica se produjo un cambio al frente de la diócesis Hispalense, con el nombramiento del
nuevo Arzobispo Mons. Carlos Amigo Vallejo. Asimismo, el Papa
Juan Pablo II visitó por primera vez España y, dentro de Andalucía, las ciudades de Sevilla y Granada. Era noviembre de 1982,
cuando el país había votado ya masivamente por el socialismo, con
una sociedad optimista y eufórica. La acogida respetuosa y entusiasta que tuvo manifestó también el reconocimiento de que la
dimensión religiosa constituía un ingrediente importante de la
identidad y de la historia de España y de Andalucía. En Sevilla
beatificó a una mujer entregada al servicio de los pobres, Sor
Ángela de la Cruz, y habló de los grandes problemas del campo
andaluz. En Granada centró su discurso en el tema de la libertad
de enseñanza y la importancia de la catequesis. Este viaje pontificio demostró que, aunque reconociendo la aconfesionalidad del
Estado y la secularización creciente de la sociedad, buena parte del
pueblo español sintonizaba con las raíces religiosas tradicionales,
y por tanto convenía actuar en consecuencia. En la segunda visita
del Papa a Andalucía en 1993, continuó recibiendo el calor de la
sincera veneración de nuestro pueblo y nos ofreció un magisterio
cercano, profundo y actual sobre las necesidades concretas de
nuestras comunidades.
–––––––––––––––
(11) ANTONIO MONTERO MORENO. La experiencia colegial de los Obispos del Sur de España.
Conferencia con motivo de la L Asamblea celebrada en La Rábida en 1987.
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B.O.O. núm. 3
Asidonia-Jerez
El nacimiento de la Comunidad Autónoma y de sus órganos
de gobierno abrió nuevas líneas de diálogo para la Iglesia en Andalucía. Para ello, se vio pronto la necesidad de crear y promocionar
estructuras y organismos regionales que canalizaran las relaciones con los responsables públicos en materias como la educación,
el patrimonio cultural, los servicios sociales, la atención religiosa
en el mundo hospitalario, etc. Nacieron así nuevos cauces de diálogo intra eclesial, y de relación de la Iglesia con la sociedad y la
Administración autonómica, como son: la Secretaría General de
los Obispos del Sur; las Secretarías Técnicas de Enseñanza, de
Pastoral Social y Sanitaria, el Servicio de Información y Medios de
Comunicación Social (ODISUR). Nacieron también tres organismos regionales de coordinación y participación: Federación Andaluza de Colegios Diocesanos (FACEDIPA), Consejo Interdiocesano
para la Educación Católica en Andalucía (CIECA) y Cáritas Regional de Andalucía.
Diversos sectores eclesiales, religiosos y laicos, crearon
también estructuras semejantes de coordinación regional: Unión
de Religiosos Provinciales de Andalucía (URPA); Federación de
Religiosos de Enseñanza de Andalucía (FERE-A); Interdiocesana
Andaluza del Movimiento Scout Católico; HOAC-Andalucía; JOCAndalucía; y Movimiento Junior.
Los diversos convenios que la Iglesia Católica ha suscrito
con el gobierno andaluz regulan las relaciones en materias de interés común. El seguimiento de los asuntos correspondientes son llevados por comisiones mixtas, que son las siguientes: Junta de
Andalucía-Obispos de la Iglesia Católica para el Patrimonio Cultural, Asistencia Religiosa en los Centros Hospitalarios; Programas Confesionales Católicos en Canal Sur (RTVA), Enseñanza
Religiosa Escolar, Servicios Sociales y Comisión Negociadora para
el Equipamiento Religioso Católico.
A través de la información frecuente en los medios de comunicación de la región y de las revistas especializadas, los numerosos encuentros, asambleas, jornadas y reuniones de comisiones y
grupos, ofrecen una imagen visible de todas estas múltiples interrelaciones. Todas estas iniciativas de la Asamblea de los Obispos
Andaluces han impulsado en sacerdotes, religiosos y laicos, un
notable desarrollo de la conciencia colectiva de la realidad anda-
Asidonia-Jerez
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luza. Varios factores han ayudado a esta percepción. Uno de ellos
es el conjunto de documentos que los obispos han dedicado al análisis de nuestras Iglesias diocesanas, de la religiosidad de nuestro
pueblo, de la situación social, laboral y política de la región. También desempeña un papel clave la colaboración que la Iglesia
andaluza ha prestado a la promoción educativa y social con sus
numerosas instituciones en favor de los pobres. La contribución
que la Iglesia lleva a cabo mediante su patrimonio artístico y cultural, o la ayuda que ha prestado a la promoción de estudios científicos en el dominio de lo social, son hechos relevantes que se han
concretado en nuestra Comunidad.(12) Por otra parte, los encuentros de los numerosos responsables de la acción pastoral en nuestras diócesis han ayudado a la vivencia más directa de la dimensión regional de la Iglesia y de la sociedad andaluza. Con el conocimiento y la amistad personales, han crecido el conocimiento de
la región, la conciencia de interrelación y la corresponsabilidad
social y pastoral.
III.- A MODO DE CONCLUSIONES.
La situación de la sociedad andaluza durante estos 25 años
ha cambiado profundamente como ha sucedido en toda España,
aunque no todos los aspectos son positivos. Una valoración global
y sincera de las aportaciones de la Iglesia Católica a la transición
y a la autonomía andaluza debe tener en cuenta los aspectos que
enumeramos:
1. El esfuerzo de la Iglesia por el cambio interno de la comunidad cristiana, como consecuencia del Concilio Vaticano II, ha
favorecido extraordinariamente al cambio de la sociedad en general.
2. La Iglesia Católica potencia la conciencia andaluza. En el
pasado lo hizo a través de los movimientos apostólicos obreros y
universitarios. En el presente y el futuro, a través de asociaciones
religiosas, así como de la sintonía de la jerarquía por las legítimas
aspiraciones del pueblo andaluz.
–––––––––––––––
(12) Cf. RAFAEL LÓPEZ PINTOR, MIGUEL CASTILLEJO GORRAIZ. La Iglesia de Andalucía.
Apuesta por el futuro. Cajasur. Córdoba 1993.
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Asidonia-Jerez
3. La Iglesia reconoce que muchos militantes de sus filas
han pasado a la vida política y sindical. Se enorgullece de ello y
alienta a los fieles a que sigan comprometidos con la sociedad que
les ha tocado vivir.
4. Se constata con frecuencia que algunos políticos e intelectuales son remisos, y a veces cicateros, en reconocer su procedencia cristiana, olvidando la labor de la Iglesia en lo docente y
social con los más pobres, queriendo reducirla al "silencio de la
sacristía". También estas personas pueden cultivar, en ocasiones, un talante de desconocimiento o desprecio de lo religioso
que resulta, a la larga, más dañino que beneficioso para la convivencia.
5. La descristianización no es una liberación, sino todo lo
contrario, la sumisión a una nueva esclavitud, sea del hedonismo,
del consumo materialista o de la cultura narcisista del cuerpo.
6. La Iglesia Católica no puede renunciar a los principios
evangélicos, a menudo muy distintos a los que potencian algunas
leyes que atentan contra la vida, la familia, la libertad y la educación. En estos temas el enfrentamiento resulta inevitable y, en una
sociedad plural, el político tiene que aprender a saber contar con
ello. Esto no debería empañar unas relaciones normales de entendimiento y colaboración entre instituciones que deben buscar
siempre el bien común y la "verdad del hombre".
7. La fe cristiana tiene sus implicaciones sociales por eso
conlleva un compromiso serio de contribuir desde los valores del
Evangelio a hacer mucho más humana la sociedad donde viven los
cristianos. La Iglesia en todos estos años, desde las instancias de
su doctrina social ha comprometido a muchos de sus fieles a ser
agentes de solidaridad en nuestro mundo. Véase la cantidad de
andaluces que hoy están trabajando en el Tercer mundo.
8. El sentido social de la Iglesia se ha extendido a muchas
personas de todas las edades con las llamadas organizaciones no
gubernamentales. La Iglesia se alegra de ello y se encuentra muy
cercana a ellas con la importante contribución de que muchos de
los que componen el voluntariado social hoy, han recibido el ímpe-
Asidonia-Jerez
B.O.O. núm. 3
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tu desde la acción pastoral de la Iglesia y otros verdaderamente lo
hacen desde unas convicciones puramente cristiana.
9.Las aportaciones de la Iglesia en nuestro contexto andaluz
se podrían resumir en:
a. Fortalecimiento de la vida personal frente a la deshumanización producida por la cultura cuyo único horizonte es lo
material.
b. Fortalecimiento de la vida moral frente al autoritarismo y
la desmoralización.
c. Fortalecimiento de la realización comunitaria de la vida
humana. La Iglesia ofrece una amplia familia, con una larga
historia de siglos, que trasciende a los instantes de convulsión, y permite una fraternidad cultural, espiritual y orante
entre innumerables hombres y mujeres. Esta dimensión
cualitativa y cuantitativa de la catolicidad hace al hombre
más libre y más capaz de superar los límites de sus orígenes
y de sus necesidades, que lo encierran en un nacionalismo
exacerbado y empobrecedor.
10. Por último, Andalucía ha conseguido metas extraordinarias en su autonomía democrática por el concurso, el empeño y la
participación de todas las fuerzas sociales, políticas y religiosas.
Sin embargo, el pueblo sigue esperando un impulso mayor aún en
su desarrollo social, político, cultural y espiritual. ¡Y esto sigue
siendo tarea de todos, no solamente de la clase política!
+ Juan del Río Martín
Obispo de Asidonia-Jerez.
I.2
CANCILLERÍA
SECRETARÍA GENERAL
Asidonia-Jerez
B.O.O. núm. 3
Página 333
I.2.1. DISPOSICIONES del Sr. Obispo de
12 de Julio de 2001 por las que se fija el
tratamiento que ha de tener la
Festividad de Santiago
DON JUAN DEL RÍO MARTÍN,
OBISPO DE ASIDONIA-JEREZ POR LA GRACIA
DE DIOS Y DE LA SEDE APOSTÓLICA
FESTIVIDAD DE SANTIAGO
La fiesta de los Apóstoles tienen en la Sagrada Liturgia una significativa importancia por el papel que los Apóstoles tienen en la historia de la salvación. De modo especial la tiene para nuestras iglesias
desde hace siglos la fiesta de Santiago Apóstol, en quien los católicos
españoles han visto el primer testigo del Evangelio en nuestra tierra.
En el presente año 2001, como en otros anteriores, la jornada del
25 de Julio ha sido declarada laboral en nuestra Comunidad Autónoma.
Ante la necesidad de fijar claramente el tratamiento que
dicha fiesta debe tener por parte de la comunidad católica, DISPONEMOS:
1. Mantener el día de Santiago como fiesta de precepto con
la obligación de participar en la Santa Misa.
2. Dispensar del obligado descanso laboral a los fieles que se
vean precisados a desarrollar su trabajo habitual en ese día.
3. Pedir a los párrocos y otros rectores de iglesias que ordenen los horarios de los serviciios religiosos de modo que los fieles
encuentren la mayor facilidad para participar en la Santa Misa.
4. Pedir igualmente a los párrocos y otros rectores de iglesias que comuniquen a los fieles el contenido de este decreto y los
horarios de Misas con la debida antelación.
Dado en Jerez, a 12 de Julio de 2001.
Por disposición del Sr. Obispo,
Francisco Fuego Luza, Pbro.
Secretario General-Canciller
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Asidonia-Jerez
I.2.2. NOMBRAMIENTOS
D. Eugenio Romero López, Rector del Seminario.
D. Diego Valle Serrano, Delegado del Clero.
D. Julio Juez Ahedo, Delegado de Ecumenismo.
D. Narciso Climent Buzón, Delegado de Medios de Comunicación Social.
D. Marcelino Sánchez Vázquez, S.I. , Delegado de Pastoral de
la Salud.
D. Francisco González García, Delegado de Pastoral Social.
D. José Luis Repetto Betes, Delegado de Liturgia, Arte Sacro y
Patrimonio Artístico.
D. Luis Delgado Serrano, Delegado para la Vida Consagrada.
D. José María de la Cuadra y Sra, Delegados de Pastoral Familiar.
D. Manuel Lozano Jiménez, Delegado de Pastoral Juvenil.
D. Rafael Campos Serrano, Delegado de Pastoral Universitaria
y de Cultura.
D. Narciso Climent Buzón, Director de la Escuela Diocesana de
Teología.
D. Juan González Lagomazzini, Director del Secretariado de
Turismo.
D. Francisco González Cornejo, Director Espiritual del Seminario Diocesano.
Asidonia-Jerez
B.O.O. núm. 3
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D. Enrique Hernández Rodríguez de los Ríos, Confesor del
Seminario Diocesano.
D. Manuel Jesús Barrera Rodríguez, Párroco de San Enrique
y Santa Teresa (Guadalcacín).
D. Jaime Salado de la Riva, Vicario Parroquial de la Basílica
Menor de Santa María de Arcos de la Frontera y Adjunto a la de
San Isidro de Jédula.
D. Miguel Ángel Montero Jordi, Vicario Parroquial de Nuestra
Señora de la Medalla Milagrosa de El Puerto de Santa María y
Adjunto a la Secretaría General - Cancillería.
D. Luis Piñero Carrasco, Párroco de San Juan de Ribera (Coto
de Bornos) y Vicario Parroquial de Nuestra Señora de las Virtudes
de Villamartín.
D. Antonio Fernández Ligero, Adjunto a la Parroquia de San
Miguel de Jerez de la frontera, a la Delegación de Medios de
Comunicación Social y a la Secretaría Particular del Sr. Obispo.
D. Antonio Jesús Jaén Rojas, Adjunto a la Parroquia de Santa
María de la Asunción de Jerez de la Frontera y a la Vicaría General.
D. Carlos López Segovia, Adjunto a la Parroquia de Nuestra
Señora de Los Milagros de El Puerto de Santa María.
COLEGIO DE CONSULTORES:
D. Domingo Gil Varo, Vicario General.
D. Francisco Fuego Luza, Secretario General - Canciller.
D. Eugenio Romero López, Rector del Seminario Diocesano.
D. Ángel Romero Castellano, Vicario Judicial.
D. José Luis Repetto Betes, Deán de la S.I. Catedral.
D. Luis Núñez Rodríguez.
D. José Manuel Álvarez Benítez.
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B.O.O. núm. 3
Asidonia-Jerez
I.2.3. ORDENACIONES
El 22 de Septiembre de 2001, en el primer aniversario de
ordenación episcopal del Obispo Diocesano, Don Juan del Río Martín, y en la Iglesia Catedral de la Diócesis de Asidonia-Jerez, fueron ordenados DIÁCONOS:
DON ANTONIO FERNÁNDEZ LIGERO
DON ANTONIO JESÚS JAÉN ROJAS
DON CARLOS LÓPEZ SEGOVIA
Asimismo fueron ordenados PRESBÍTEROS:
DON LORENZO MORANT PONS
DON LUIS PIÑERO CARRASCO
DON FEDERICO MANTARAS RUIZ-BERDEJO
I.3
DELEGACIONES DIOCESANAS
Asidonia-Jerez
B.O.O. núm. 3
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I.3.1. DELEGACIÓN DE LITURGIA: Una
nueva joya del Santoral Diocesano:
La Beata Carmen Moreno Benítez
MARIA DEL CARMEN MORENO BENÍTEZ, nació en
Villamartín, provincia de Cádiz y diócesis entonces de Sevilla, hoy
diócesis de Asidonia-Jerez, el día de San Bartolomé Apóstol, 24 de
Agosto del año 1885. Recibió el sacramento del bautismo en la
Parroquia de Nuestra Señora de las Virtudes de dicha localidad,
donde vivió los primeros siete años de su vida. En 1892 tuvo la desgracia de perder a su padre y entonces su familia se trasladó a
Utrera (Sevilla), donde la familia entró en contacto con el Colegio
Salesiano, sintiéndose su hermana mayor, María de la Paz, atraída por la vida religiosa salesiana y decidió ingresar en la Congregación de Hijas de Maria Auxiliadora.
Carmen era una chica piadosa, que al llegar a la adolescencia sintió también la llamada a la vida religiosa, deseosa de consagrarse a Dios por entero y de servirle en la enseñanza y formadón de la juventud femenina, siguiendo el mismo ideal que ya
había profesado su hermana, y por ello en 1906 ingresó en la congregación, donde hizo el pertinente noviciado, pronunciando los
primeros votos el año 1908.
Hecha la profesión, fue destinada como profesora a varias
casas de su congregación, hasta que en 1925 fue destinada como
superiora a la casa-colegio que las Hijas de Maria Auxiliadora
tenían en Valverde del Camino (Huelva). Por entonces una de las
religiosas de la comunidad era sor Eusebia Palomino, con quien la
nueva directora intimó al darse cuenta de la extraordinaria espiritualidad de la modesta religiosa, la cual murió con fama de santidad el 10 de febrero de 1935, estando ya abierta su causa de beatificación. La labor de Sor Carmen en Valverde como directora fue
fecunda y todos los que frecuentaban el colegio, así alumnas como
familiares, la querían entrañablemente.
En 1935 sor Carmen fue destinada al Colegio de su congregación en Barcelona-Sarná, con el cargo de vicaria. Era directora
de la institución sor Felisa Armendáriz. Con ella y con las demás
religiosas de la comunidad se entendió sor Carmen muy bien y
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B.O.O. núm. 3
Asidonia-Jerez
prestó, como tal vicaria, a la directora todo el apoyo y asistencia
que le fue posible. Sucedido el martirio de sor Carmen, diría de ella
sor Felisa que era una religiosa muy piadosa, muy caritativa, afable, dulce y afectuosa con todos.
Estando en esta casa, le sorprendió el 18 de julio de 1936
con todo lo que a continuación de esa fecha empezó a suceder en
España, y de modo concreto en la Cataluña donde sor Carmen
vivía. Las religiosas salesianas, viendo el cariz que tomaban los
acontecimientos, con la quema de iglesias, detención y asesinato
de sacerdotes y religiosos etc... decidieron dejar el colegio y refugiarse en la casa de la familia Jahr, la cual tenía dos puertas, una
daba a la calle Alta de Gironella y la otra a la calle María Auxiliadora. Allí fue sor Carmen con otras hermanas en busca de refugio,
y lo primero que procuró la superiora fue una licencia de la Generalitat para poder embarcarse con todas las hermanas hacia Italia.
Y en efecto, le fue expedido un pasaporte colectivo a su nombre,
gracias al cual el día 7 de agosto se embarcaron sesenta y cinco
religiosas, que escaparon de este modo de una muerte segura. Pero
tres religiosas hubieron de quedarse en Barcelona, pues una de
ellas, sor Carmen Xamar, había sido operada de un cáncer el día
20 de julio y no estaba en condiciones de embarcarse. La superiora hubiera querido quedarse con ella pero el pasaporte estaba a su
nombre y su presencia era por tanto inevitable. Entonces sor Carmen decidió quedarse junto a la enferma, acompañada de sor
Amparo Carbonelí, que hicieron así un acto heroico de caridad fraterna.
Idas las hermanas, las tres religiosas, pues la enferma ya
había dejado el hospital, se quedaron en la casa Jahr, con la mayor
prudencia y discreción, lo que no fue suficiente para que pasaran
desapercibidas. Dedicadas a la oración y encomendándose a Dios
en todo momento, el día 29 de julio tuvieron el consuelo de que un
padre jesuíta fuera por la casa con todo sigilo y les llevara la comunión, pudiendo las tres confesarse con el anciano y valiente sacerdote.
Su martirio empezó el día 1 de septiembre cuando una
patrulla de la FAI vino a registrar el edificio y encontró a las tres
mujeres, las cuales no negaron su condición de religiosas. Fueron
arrestadas y conducidas a otro lugar donde estuvieron detenidas
tres días antes de que se las convocara para un interrogatorio. Los
milicianos creyeron equivocadamente que sor Carmen era la direc-
Asidonia-Jerez
B.O.O. núm. 3
Página 341
tora. Se dieron cuenta de la situación de extrema gravedad en que
se encontraba la enferma de cáncer y decidieron dejarla en libertad. Pero a sor Carmen y sor Amparo, por su condición de religiosas, que ellas no habían negado ni disimulado, las sacaron el día 6
de septiembre de 1936 y las fusilaron.
Ambas religiosas son las primeras de su congregación que
obtienen de la Iglesia el glorioso título de mártires. Junto con otros
muchos mártires de la persecución religiosa de 1936 han sido beatificadas juntas el domingo II de Cuaresma, 11 de Marzo del año
2001.
La Beata Carmen Moreno es la primera santa del santoral
diocesano de Asidonia-Jerez, ya que los otros dos mártires naturales de nuestra diócesis, los beatos Bartolomé Laurel y Manuel
Jiménez Salado, eran varones.
Villamartín ha celebrado con el natural júbilo la beatificación de esta hija suya, que honra a su parroquia y a toda la comunidad diocesana.
FUENTES:
Acta Apostolicae Sedis. An. et vol. XCII, 5 julio 2000, n. 7, pgnas. 603-608. Declaración de su martirio.
ALBERDI, Ramón: Los Mártires Salesianos de Valencia y Barcelona (1936-1938). Editorial CCS
Barcelona 2001. Pgnas. 183-186.
CONGREGATIO DE CAUSIS SANCTORUM: Valentina. Beatificationis seu declarationis martyrii
servorum Dei Josephi Calasanz Marqués et XXII Sociorum Societatis S. Francisci Salesii in odium
fidei, ut fertur, interfectorum. Positio super martirio. Roma 1995.
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Asidonia-Jerez
I.3.2. DELEGACIÓN DE ENSEÑANZA
1.- MEMORIA DE ACTIVIDADES 2000/2001
1º. La Enseñanza Religiosa Escolar.
Objetivo general: TRABAJAR POR LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA DE LA RELIGIÓN EN LOS CENTROS ESCOLARES
Actividades realizadas para cumplir el objetivo:
1. Campaña de difusión de información y motivación, con destino a
centros, parroquias, padres, profesores, asociaciones, etc. realizada en
los meses de mayo y junio de 2.001, con los materiales editados por la
Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia
Episcopal Española. Se han repartido 890 carteles y 11.000 dípticos.
2. Se han realizado y remitido a los profesores de religión en centros
públicos y a todos los centros privados las siguientes publicaciones:
-
Normativa sobre Enseñanza Religiosa Escolar.
Celebrar el Adviento hoy. ¿Nació Jesús un 25 de diciembre?
Jubileo de los catequistas y profesores de religión.
Boletín informativo "Enseñanza Religiosa Escolar", nº 11
(octubre 2000), 12 (febrero 2001) y 13 (mayo 2001).
- Declaración "Dominus Iesus". Congregación para la doctrina
de la fe.
- Nota de los obispos del Sur de España: "La libertad de Enseñanza en Andalucía".
- "Evangelización y Escuela". Baldomero Rodríguez Carrasco.
CIECA.
- "Comunidad cristiana y escuela confesional". Francisco Parrilla Gómez. CIECA.
- "La acción educativa del profesor en el proceso de desarrollo
personal del alumno". CGEC.
- Carta Apostólica "Novo millennio ineunte" de S.S. Juan Pablo II.
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3. Se ha realizado un estudio numérico sobre la Enseñanza Religiosa Escolar en la Diócesis, publicado en el Boletín Oficial del
Obispado de Asidonia-Jerez de enero-marzo 2.001.
4. Se ha realizado un estudio sobre las actividades alternativas a
la Enseñanza Religiosa Escolar en los I.E.S. de la diócesis.
2º. Los profesores de Religión.
Objetivo general: TRABAJAR POR LA FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN PEDAGÓGICA, TEOLÓGICA Y ESPIRITUAL DE
LOS PROFESORES DE RELIGIÓN SUBRAYANDO LA CONCIENCIA DE ENVIADOS DE LA IGLESIA Y LA REFERENCIA
ECLESIAL QUE ELLO CONLLEVA
Actividades realizadas para cumplir el objetivo:
1. Celebración del Envío. Colegio La Salle - Buen Pastor de Jerez
de la Frontera, 28/10/2000.
2. Encuentro anual de profesores de religión en centros públicos de
la diócesis. "Diálogo fe-cultura en el nuevo milenio", celebrado en
el Hotel Jerez de Jerez de la Frontera el día 18 de abril de 2.001.
Presentación de la Carta Apostólica "Novo millennio ineunte" de
S.S. Juan Pablo II, realizada por Mons. Juan del Río, Obispo de la
Diócesis.
3. Reuniones trimestrales por arciprestazgo-zona
Arciprestazgo/zona
Reunión conjunta
primaria/secundaria
Retiro de
Adviento
Retiro de Sacramento del
Cuaresma
matrimonio
EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA
Arcos
17/10/2000
El Puerto-Rota
16/10/2000
Grazalema-Ubrique
18/10/2000
1/12/2000
3/12/2000
23/2/2001
30/5/2001
12/3/2001
10/5/2001
18/3/2001
6/6/2001
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Arciprestazgo/zona
Reunión conjunta
primaria/secundaria
Jerez Norte+Centro
Retiro de
Adviento
Asidonia-Jerez
Retiro de
Cuaresma
Sacramento del
matrimonio
17/10/2000
6/4/2001
29/5/2001
Jerez Rural
16/10/2000
7/3/2001
23/5/2001
Jerez Sur
16/10/2000
6/4/2001
23/5/2001
Sanlúcar
16/10/2000
25/11/2000
23/3/2001
17/5/2001
Zahara-Olvera
19/10/2000
30/11/2000
15/3/2001
17/5/2001
EDUCACIÓN SECUNDARIA
Jerez
17/10/2000
6/3/2001
8/5/2001
Litoral
16/10/2000
12/3/2001
29/5/2001
Sierra
17/10/2000
23/2/2001
22/5/2001
1/12/2000
Se organizó con carácter general un Retiro de Adviento el día
1/12/2000 en el Seminario Diocesano.
4. Grupos de trabajo reconocidos por los Centros de Profesores.
Arciprestazgo/zona
Denominación
N.º horas N.º participantes
EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA
La religión en la Escuela Infantil
40
7
Los evangelios en la primaria.
Tratamiento y justificación
40
7
Recursos didácticos religión III
30
7
Recursos didácticos infantil
40
6
Educar en valores
40
6
Grazalema
Ubrique
Adaptación del diseño curricular base de
religión en Educación Infantil
40
8
Jerez
Educar en valores cristianos
40
12
Talleres de religión
35
11
La religión católica en la Educación Infantil
40
7
Tratamiento didáctico del ciclo litúrgico
40
8
Utilización didáctica de técnicas audiovisuales
y la palabra en la E.R.E.
40
7
Parte práctica del proyecto curricular de Educación
Infantil de Religión y Moral Católica (2 grupos)
40
21
Desarrollo curricular del área de religión en la
Educación Infantil
30
5
Actividades de los ejes transversales para la Educación Primaria relacionado con el área de religión
40
10
Arcos
El Puerto-Rota
Sanlúcar
Zahara-Olvera
Asidonia-Jerez
Arciprestazgo/zona
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Denominación
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N.º horas N.º participantes
EDUCACIÓN SECUNDARIA
Jerez
La unidad didáctica del área de religión en E.S.O.
y Bachillerato
40
8
Litoral
El humor y la religión
40
6
Sierra
Internet en la clase de religión
40
8
Desarrollo del diseño curricular base en el P.C.C.
en el área de religión en E.S.O.
40
6
5. Cursos organizados por los Centros de Profesores.
5.1. Centro de Profesorado de Jerez:
- Nuevos Movimientos Religiosos. Jerez, 2 y 3 de febrero de
2.001.
- La evaluación en el área de Religión. Sanlúcar, 20 de abril
a 3 de mayo de 2.001..
5.2. Centro de Profesorado de Cádiz:
- El diseño y desarrollo del curriculo de Religión Católica en
la Ed. Infantil. Cádiz, 8 a 31 de marzo de 2.001.
- La enseñanza-aprendizaje de la Biblia en el Área de Religión. Cádiz, 25 de abril a 12 de mayo de 2.001.
6. IV Jornadas de Formación para profesores de religión, celebradas en el Hotel Jerez de Jerez de la Frontera los días 2 y 3 de julio
de 2.001, con la colaboración de las Editoriales San Pablo, Everest,
Anaya, Edebé y SM, y con los siguientes cursos:
- Introducción a la biblia para profesores de religión. 77 participantes.
- Taller de recursos para la clase de religión en educación
infantil (1). 30 participantes.
- Taller de recursos para la clase de religión en educación
infantil (2). 30 participantes.
- Sectas, sectarismo y nuevos movimientos religiosos. 46
participantes.
- Presencia, palabra y acción del profesor de religión. 33 participantes.
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Asidonia-Jerez
3º. Pastoral educativa escolar: alumnos.
Objetivo general: TRABAJAR PARA QUE LOS ALUMNOS/AS
TENGAN UNA E.R.E. DE CALIDAD Y ESTÉN EN CONTACTO
CON LA REALIDAD DE LA IGLESIA Y EN CONCRETO DE SU
PARROQUIA
Actividades realizadas para cumplir el objetivo:
Actividades en colaboración con los distintos sectores pastorales de
la diócesis. Ver apartado 6º de esta memoria.
4º. Pastoral educativa escolar: padres.
Objetivo general: CONCIENCIAR A LOS PADRES DE ALUMNOS/AS DE LA IMPORTANCIA DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA PARA LA EDUCACIÓN INTEGRAL DE LOS HIJOS
Actividades realizadas para cumplir el objetivo:
1. Campaña de difusión de información y motivación, con destino
a centros, parroquias, padres, profesores, asociaciones, etc. realizada en los meses de mayo y junio de 2.001, con los materiales editados por la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis de la
Conferencia Episcopal Española.
5º. Pastoral educativa escolar: profesores cristianos.
Objetivo general: APOYAR LA TAREA DEL PROFESOR CRISTIANO, TESTIGO DE FE EN LA ESCUELA
Actividades realizadas para cumplir el objetivo:
1. Se han recabado datos de Profesores Cristianos, a través de los
profesores de religión en los centros públicos.
2. Se ha participado en el Encuentro de Profesores Cristianos en
Madrid el día 11/11/2000, organizado por el Consejo General de la
Educación Católica. (2 profesores).
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3. Se ha entregado a los profesores y centros la publicación "La
acción educativa del profesor en el proceso de desarrollo personal
del alumno" del Consejo General de la Educación Católica.
6º. Pastoral educativa escolar: parroquia.
Objetivo general: POTENCIAR LA COORDINACIÓN PASTORAL COMO TAREA Y EXPRESIÓN DE COMUNIÓN ECLESIAL
Actividades realizadas para cumplir el objetivo:
1. Con fecha 4 de octubre de 2.000 se proporcionó a los Párrocos
información sobre el profesorado de su circunscripción para un
seguimiento de su testimonio como creyentes y su entrega a la
tarea evangelizadora en la escuela.
2. Como todos los años, los profesores se presentaron como tales a
los párrocos al principio de curso y en muchos casos colaboran de
forma continuada a lo largo del curso. Cabe destacar el proyecto
Parroquia-Escuela "Piedras Vivas" de la Parroquia Virgen de los
Dolores de Jerez de la Frontera y el Seminario Permanente de
Religión de la Parroquia de Nuestra Señora de la O de Ubrique.
3. Difundir entre el profesorado de religión y los alumnos/as las
informaciones sobre actividades organizadas por las Delegaciones
Diocesanas y participar en las campañas que organicen.
Delegación Diocesana de Misiones. O.M.P., Cáritas (Campaña de concienciación para todo el curso a través de un folleto de
Cáritas Española remitido a todos los profesores; y Campaña del
Día de la Caridad), Pastoral Vocacional (Campaña con motivo de
la Jornada de Oración por las Vocaciones), Seminario Diocesano
(Campaña con motivo del Día del Seminario: "El Seminario... corazón de la diócesis"), Manos Unidas.
7º. La Escuela Católica.
Objetivo general: INSISTIR EN LA FORMACIÓN INICIAL DE
LOS PROFESORES DE RELIGIÓN (DEI) Y SU ACTUALIZACIÓN, ASÍ COMO EN LA INTEGRACIÓN DE LOS CENTROS
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Asidonia-Jerez
EN LAS ACTIVIDADES DE LA DELEGACIÓN Y EN LA PASTORAL EDUCATIVA DIOCESANA
Actividades realizadas para cumplir el objetivo:
1. Nombramiento de los profesores de Enseñanza Religiosa Escolar en cumplimiento de la normativa vigente. Ha aumentado el
número de profesores con la D.E.I.
2. Se informa de todas las actividades que se realizan para su participación, se remiten todas las informaciones, boletín, folletos,
publicaciones, etc. Se va notando más participación, sobre todo en
la celebración del envío y en las Jornadas de Formación.
8º. Consejo Diocesano de la Educación Católica.
Objetivo general: CONSOLIDAR EL CONSEJO DIOCESANO
DE LA EDUCACIÓN CATÓLICA
Actividades realizadas para cumplir el objetivo:
1. En el presente curso no se ha mantenido reunión alguna.
2. Se ha participado en el II Encuentro de los Consejos Diocesanos
de la Educación Católica celebrado en Huelva el día 17/03/2001,
organizado por el Consejo Interdiocesano de la Educación Católica.
OTRAS ACTIVIDADES
1. PLENO DE LA DELEGACIÓN DIOCESANA DE ENSEÑANZA. Celebrado en Jerez de la Frontera el día 3/7/2001.
2. CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL. Reuniones los días
2/12/2000 y 23/6/2001. A la demás reuniones no se pudo asistir por
coincidir con actividades de la Delegación programadas con anterioridad.
3. REUNIONES DE COORDINADORES: celebradas con fecha
6/10/2000, 16/12/2000 y 4/05/2001.
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4. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS.
Jornadas Nacionales de Delegados Diocesanos y Vicarios Episcopales de Enseñanza, celebradas en Madrid los días 8 a 10 de febrero de 2.001.
5. DELEGADOS DIOCESANOS DE ENSEÑANZA DE ANDALUCÍA. Se ha participado en las reuniones de los días 16/09/2000
(Antequera), 27/01/2001 (Antequera), 1/6/2001 (Sevilla), 1516/6/2001 (Jerez).
6. DELEGACIÓN PROVINCIAL DE EDUCACIÓN DE LA JUNTA
DE ANDALUCÍA. Reuniones con la Delegada Provincial
(23/11/2000), con el Inspector encargado de la Religión
(24/07/2000) y con la Inspectora Dª. Elisa Rivera (14/11/2000).
7. ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. Representación y defensa
del Obispado en un procedimientos a instancias de profesores de
religión de la diócesis, ante el Juzgado de lo Social nº 1 de Jerez de
la Frontera. Expediente nº 298/2000.
8. INSPECCIÓN DE TRABAJO DE CÁDIZ. Reunión con el Sr.
Inspector Jefe por requerimiento el día 12/12/2000
9. PÁGINA WEB DEL OBISPADO DE JEREZ. Realización y
actualización semanal.
10. ASESOR DEL ÁREA DE RELIGIÓN EN LOS CENTROS DE
PROFESORES. Reunión 27/6/2001.
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2.- CALENDARIO DE ACTIVIDADES.
Curso 2001/2002
SEPTIEMBRE
OCTUBRE
3
Reunión profesorado de educación infantil y primaria centros públicos
17
Reunión profesorado de educación secundaria centros públicos
22
Reunión Delegados Diocesanos de Andalucía
21
DOMUND “Los misioneros comprometidos por un mundo mejor”
27
Celebración del ENVÍO. Inicio del programa de formación de la CEEC
NOVIEMBRE
24
Reunión Delegados Diocesanos de Andalucía
NOVIEMBRE/
19/2
DICIEMBRE
Campaña de animación misionera en la Sierra. Visita de los misioneros
del S.C.A.M. a los I.E.S.
Primera reunión de arciprestazgo/zona. Retiro de Adviento
Boletín Informativo n.º 14
DICIEMBRE
Programa de Cáritas
10/15
Primera reunión Equipos Diocesanos de Formación
15
Reunión coordinadores/as. Jerez
ENERO
26
Reunión Delegados Diocesanos de Andalucía
FEBRERO
4/9
Segunda reunión Equipos Diocesanos de Formación
7/9
Jornadas Delegados Diocesanos de Enseñanza. Madrid
15
Reunión coordinadores/as. Jerez
Boletín Informativo n.º 15
Segunda reunión de arciprestazgo/zona. Retiro de Cuaresma
FEBRERO/
Programa de Cáritas. Concurso de Dibujo
MARZO
MARZO
ABRIL
16
Reunión Delegados Diocesanos de Andalucía
19
DÍA DEL SEMINARIO. Campaña en los centros
8/13
Tercera reunión Equipos Diocesanos de Formación
Boletín Informativo n.º 16
15/19
17
Jornada anual del profesorado de religión en Centros Públicos: sacramento del orden
21
Jornada Mundial de Oración por las vocaciones. Campaña en los I.E.S.
26
Reunión coordinadores/as. Jerez
Campaña E.R.E.
JUNIO/JULIO
Reunión del Pleno de la Delegación (a confirmar con el Sr. Obispo)
JUNIO
3/8
JULIO
Visitas seminaristas a los Institutos
Cuarta reunión Equipos Diocesanos de Formación
14/15
Reunión Delegados Diocesanos de Andalucía. Córdoba
1/2
V Jornadas de Formación para Profesores de Religión
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3. COMUNICADO
de 13 de Septiembre de los Profesores de Religión
Los profesores/as de Religión y Moral Católica, cuyas firmas
se adjuntan, ante el desmedido tratamiento que los medios de
comunicación han dado sobre nuestra situación laboral a raíz de
las noticias de la no continuidad de dos profesoras de religión en
el curso 2001-2002 queremos manifestar que:
1. Todo profesor/a de Religión y Moral Católica se ofrece
voluntariamente al Sr. Obispo y con este ofrecimiento manifestamos que estamos en comunión con la Iglesia universal y el Obispo
diocesano, conociendo clara y conscientemente nuestros derechos y
obligaciones. Si nuestro ofrecimiento es aceptado sabemos, mediante el contrato que firmamos con la Administración Educativa, que
éste será sólo por un curso escolar (1 de septiembre a 31 de agosto).
2. No entendemos cómo Partidos políticos, Sindicatos y
Medios de Comunicación se escandalizan ahora del Acuerdo Iglesia-Estado de 1979, incluso dicen que no es Constitucional. Éste
faculta a la Iglesia a presentar cada año los candidatos al puesto
de profesor/a de Religión y Moral Católica en los Centro Públicos,
así como hacer un seguimiento de las materias del programa y la
idoneidad católica del profesorado que la imparte, cuyos requisitos mínimos son estar en posesión del Título de Magisterio y de la
DEI. ¿Es que nadie hasta ahora se ha leído el Acuerdo?
3. No pagamos ningún "Impuesto revolucionario" ni nos
sentimos obligados a abonar ninguna cantidad económica. La
coherencia de nuestra Fe nos hace ser solidarios y expresar fraternalmente nuestro apoyo a las necesidades de nuestra Iglesia.
Libre, voluntaria y públicamente queremos ayudar al mantenimiento económico de la misma.
4. Todo lo anterior no implica que, como cualquier otro colectivo, no luchemos por mejorar nuestras condiciones socio-laborales, pero siempre por las vías adecuadas.
Esperamos que con esta carta se aclare cuál es nuestra posición ante el tema.
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Asidonia-Jerez
Jerez de la Frontera, 13 de septiembre de 2.001.
40 profesores/as de Religión de Jerez de la Frontera.
Publicado en Diario de Jerez y Jerez Información.
Arcos de la Frontera, 19 de septiembre de 2.001.
35 profesores/as de Religión de los arciprestazgos de Arcos de la
Frontera y Zahara-Olvera.
Publicado Arcos y Villamartín Información y televisiones locales.
A este comunicado se han sumado también los 45 profesores
de Religión de los Arciprestazgos de Sanlúcar y El Puerto de Santa
María.
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4.- EQUIPOS DIOCESANOS DE FORMACIÓN
Aplicación concreta del Plan de Formación sistemática
complementaria del Profesorado de Religión Católica de
la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis a la
Diócesis de Asidonia-Jerez
A LOS PROFESORES DE RELIGIÓN
Un cordial saludo:
Con más frecuencia de la que nos gustaría, encontramos en
nuestro entorno académico personas que piensan que la religión se
aprende de una vez cuando se es pequeño y que todo consiste en
las oraciones y las ideas que nos enseñaron en la catequesis para
la Primera Comunión.
Nosotros sabemos que no es algo cerrado y estático, sino
que, como todas las ciencias, avanza gracias al trabajo de los teólogos y a la reflexión que la Iglesia va haciendo sobre si misma,
plasmada en los documentos que dimanan del Magisterio.
Pero no hay que olvidar lo esencial: para nosotros cristianos,
la religión es el encuentro de Dios con los hombres, es la historia y
la experiencia de la presencia salvadora del amor de Dios hecho
hombre en Jesucristo que han vivido y siguen viviendo muchos
millones de personas. No existe nada tan importante como esta
relación Dios-hombre, no hay algo tan vital, porque responde a las
preguntas más íntimas de todo ser humano. Por tanto, no estamos
presentando algo ajeno o tangencial al hombre. De aquí que sea
muy difícil separar el mensaje del mensajero (nadie va a transmitir como pleno de sentido algo que él mismo no siente como tal).
Llevar a la práctica una idea, hacer que sea de verdad eficaz y enriquezca nuestra vida, requiere una sistematización, un
método concreto de trabajo y un calendario a seguir. Este es el trabajo que ha realizado la Delegación de Enseñanza de nuestro Obispado de Jerez y que hoy pone en tus manos.
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Desde la Vicaría de Pastoral, quiero respaldar esta iniciativa y pedir a cada uno de los profesores de Religión que emprenda
con interés y entusiasmo esta tarea de formación y aproveche la
riqueza que le aportará tanto su reflexión y estudio personal como
el diálogo con los compañeros en el grupo. El tiempo que dediquemos y las dificultades que tendremos que superar redundarán en
bien del fin principal: nuestros alumnos.
Además de estas palabras de ánimo, quiero hacer llegar a
todos mi deseo de servicio y plena disposición.
José Palomas Agout
Vicario de Pastoral
1. Introducción: la Formación Permanente de los Profesores de Religión.
La formación permanente del profesorado es un derecho y un
deber de cualquier docente dada la importancia del trabajo en el que
estamos comprometidos. Todos los profesores conscientes de su vocación docente y que pretenden hacer bien su labor se forman a través
de los muchos cauces que se les ofrecen (Centros de Profesores, universidades, centros superiores de estudios, etc.), en un intento de
actualizarse y contribuir a la mejora de la calidad educativa.
Si esto es importante para cualquier profesor, lo es mucho
más para aquellos que somos enviados por la Iglesia a dar clase de
Religión en colegios e institutos, y en muchos casos somos los únicos que llevamos el mensaje de Jesús a algunos jóvenes. Por eso la
preocupación por la formación permanente del profesorado de
Religión es una constante en los documentos de la Iglesia.
En las últimas comunicaciones de la Conferencia Episcopal
Española, se hace hincapié en la importancia de la formación
permanente como un elemento necesario para la Idoneidad
Eclesiástica, así como una forma de concreción de la vinculación eclesial del profesor de Religión (XL Jornadas
Nacionales de Vicarios y Delegados Diocesanos de Enseñanza).
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Conscientes de esa necesidad, que debe llevarse a cabo pese
a todas las dificultades a las que nos enfrentamos, la Delegación
Diocesana de Enseñanza asume el plan de formación elaborado
por la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, para todos
los profesores de Religión, de Educación Infantil, Primaria y
Secundaria, y lo adapta a su realidad.
Este Plan no es exclusivo, sino que irá coordinado con otros
cauces y momentos de formación como las reuniones de arciprestazgos/zonas, los encuentros o jornadas de profesores, los grupos
de trabajo, los cursos de formación organizados por los Centros de
Profesores, etc.
2. Justificación del proyecto.
La formación obligatoria del profesorado de religión católica
ha quedado establecida por la Comisión Episcopal de Enseñanza y
Catequesis de la siguiente manera:
FORMACIÓN
OBLIGATORIA PROFESOR CRÉDITOS PROGRAMA
DE E.R.E.
1.ª fase
FORMACIÓN
INICIAL
FINALIDAD
CAPACITACIÓN
18 créditos / Plan de estudios Formación en los Garantía de la Acreditación para
Diplomatu- universitario contenidos teológi- capacitación la Declaración Eclera (3 años)
(concertado
cos y pedagógicos
académica
siástica de idoneiCEEC)
dad (D.E.I.)
12 créditos
(3 años)
2.ª fase
FORMACIÓN
PERMANENTE
CONTENIDOS
1 crédito
anual
Plan de estudios Profundización sis- Consolidación Confirmación de la
CEEC
temática de los en la identidad missio canónica
contenidos adqui- como profesor
de E.R.E.
ridos contrastados
con la práctica
docente
Plan de estudios Actualización y de- Tutela de la calidad de
diocesano
sarrollo de conteenseñanza
nidos teológicos y
didácticas
específicas
Renovación de la
missio canónica
La Formación Inicial 1ª fase se desarrolla en los correspondientes Centros de Estudios oficiales según los programas de la
Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, siendo necesarios
para la obtención de la D.E.I.
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Asidonia-Jerez
La Formación Inicial 2ª fase es la que ahora abordamos y
que la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis ha aprobado en su reunión del 8 de febrero de 2.001, en el interés por tutelar la formación continua del profesorado de Religión católica y de
proporcionarle los medios que faciliten su misión.
Se trata de un Plan de Formación sistemática complementaria -de 12 créditos y una duración de un trienio- que está
dirigido a todos los profesores de Religión en activo, tanto de la
escuela pública como de la privada, y se fundamenta en la necesidad de un nuevo impulso evangelizador en la escuela y la
necesidad de una renovada relación eclesial.
Como ha quedado indicado, se trata de la ampliación del
programa de formación inicial (el que sirve para la obtención de la
Declaración Eclesiástica de Idoneidad -D.E.I.-) con el que se espera dar un nuevo aliento a la enseñanza religiosa escolar, convencidos de que la religión católica, dialogando con la cultura de nuestro tiempo y presentándose con los elementos pedagógicos y didácticos propios de la escuela, ofrece un mensaje, una vida y una
manera de ser que hace posible, mediante la opción libre de la fe,
la conformación de una personalidad cristiana, una persona
nueva, más consciente, más libre y más plena.
Las finalidades del Plan de Formación Sistemática son fundamentalmente dos:
1ª. Crear un sistema en el que el propio profesor sea artífice y protagonista de su formación, mediante el trabajo personal y
en equipo, que aporte una nueva síntesis de los contenidos adquiridos en el plan de estudios académicos. Por ello se centra en la
interiorización y profundización de algunos contenidos teológicos
seleccionados del programa inicial de formación obligatoria.
2ª. Responder a la necesidad de incentivar y canalizar la
conciencia de eclesialidad y el sentido de misión característicos del
profesorado de religión católica, todo ello, fomentando la actitud de
estar siempre en formación continua a través de la práctica del
trabajo en grupo y de la colaboración mutua (Cf. Informe Delors).
El Plan de Formación está estructurado en tres años de
duración, con los siguientes temas marco y objetivos generales:
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lº año: EVANGELIZACIÓN. (4 créditos = 40 horas lectivas)
lº. Reconocer el sentido vital que proporciona el mensaje
evangélico y transmitirlo en la escuela.
2º. Consolidar el sentido eclesial y evangelizador del profesorado de religión, como enviado por la iglesia diocesana.
3º. Profundizar en la peculiaridad de la misión evangelizadora del profesorado de religión en el ámbito escolar.
Los contenidos de este 1º año que se implanta en el curso
2001/02 son comunes para el profesorado de primaria y de secundaria. (ANEXO I)
2º año: TRANSMISIÓN DE LA SÍNTESIS CATÓLICA. (4
créditos = 40 horas lectivas) (ANEXO II que se publicará para el
curso 2.002/03)
1º. Realizar la síntesis personal de la doctrina católica.
2º. Traducir los temas centrales de nuestra fe al lenguaje y
la mentalidad de los destinatarios.
3º. Señalar los elementos concretos en que el niño puede
fundamentar los valores cristianos.
3º año: DIDÁCTICA ESPECIAL. (4 créditos = 40 horas lectivas) (ANEXO III que se publicará para el curso 2.003/04)
lº. Reconocer las características de la ERE como participación de la misión de la Iglesia.
2º. Seleccionar los elementos didácticos necesarios para la
educación en los valores cristianos.
3º. Aplicar los métodos y medios adecuados a la enseñanza
de los contenidos teológicos en la escuela.
Se trabajará con los materiales elaborados por el Secretariado de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, que
recogerán los contenidos esenciales de cada año.
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Por último, indicar que esta formación no puede sustituirse
por materias ordinarias de los programas oficiales de Teología, Ciencias Religiosas o Pedagogía (aunque fueran de un nivel de estudios
superior), ni serán homologados por otro tipo de cursos., y es requisito indispensable para la confirmación de la missio canónica.
Teniendo en cuenta estas premisas, la Delegación
Diocesana de Enseñanza de Asidonia-Jerez ha elaborado el
siguiente plan de formación denominado EQUIPOS DIOCESANOS DE FORMACIÓN con el que poner en práctica
dicho Plan de Formación sistemática.
3. Los Equipos Diocesanos de Formación.
En toda la diócesis se constituirán equipos de formación que
agrupen a los profesores/as de los centros públicos (funcionarios,
propuestos y sustitutos) formados por un mínimo de 7 profesores y
un máximo de 15, aunque se tendrán en cuenta las circunstancias
especiales de las distintas zonas de la diócesis.
La composición de estos equipos será propuesta por la Delegación Diocesana, quien también designará a los coordinadores de
los mismos.
También se constituirán en los centros privados estos equipos, que estarán compuestos por todos los profesores que impartan religión en el centro y al que podrán agregarse también el
resto de profesores del claustro. Si algún profesor/a de estos centros desea incorporarse a alguno de los equipos formados por profesores/as de los centros públicos deberá comunicarlo a la Delegación Diocesana. La dirección de cada centro propondrá a la
Delegación Diocesana un coordinador/a del equipo. Sería aconsejable que en los centros de carácter confesional fuera el responsable de pastoral del mismo.
4. Los Tutores, coordinadores de equipos y expertos.
4.1. Existirán para toda la Diócesis TUTORES que en la
medida de lo posible harán un seguimiento de los distintos equipos, participando al menos en una reunión de los mismos. Las funciones de estos tutores serán las siguientes:
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- Mantener contactos y, en la medida de lo posible, asistir a
las reuniones y encuentros de la Comisión Episcopal de
Enseñanza y Catequesis, tanto de formación como de coordinación.
- Coordinar todas las acciones relacionadas con los E.D.F.
- Asistir, en la medida de lo posible, a las distintas reuniones
de los equipos.
- Hacer el seguimiento de los trabajos personales realizados
por los participantes (presentación y contenido), así como
de la asistencia a las reuniones y actividades de formación.
- Asistir a los coordinadores en las dificultades, dudas,... que
pudieran surgir.
- Nombrar de forma colegiada a los coordinadores de equipos, con el Vº Bº del Delegado Diocesano.
- Mantener contactos periódicos con los coordinadores de los
equipos.
- Facilitar expertos sobre los distintos temas de formación.
- Evaluar y revisar el plan de formación realizando las oportunas modificaciones, así como concretarlo para cada año
académico.
4.2. Así mismo, cada equipo contará con un COORDINADOR/A que tendrá las siguientes funciones:
- Fijar de acuerdo con los componentes del equipo las fechas
concretas de las reuniones y recordará las mismas a todos
los miembros de su equipo.
- Coordinar y agilizar las reuniones de equipo, redactando el
acta de cada reunión con una breve reseña de los diálogos
y reflexiones que se han realizado en el equipo y enviarla a
la Delegación Diocesana.
- Recoger y enviar a la Delegación Diocesana los trabajos
personales de los miembros de su equipo.
- Hacer el seguimiento de la asistencia y participación de los
miembros del equipo.
- Ser cauce de relación con los tutores y expertos correspondientes.
- Asistir a las reuniones de coordinadores de equipos con los
tutores para evaluar la marcha del plan y obtener la información necesaria para su desarrollo.
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4.3. Los EXPERTOS asesorarán en temas concretos de su
especialidad, a requerimiento de los tutores o coordinadores de
equipos.
5. Evaluación.
La evaluación se hará en base a los siguientes criterios:
• Asistencia mediante un sistema de control de firmas/observación del coordinador/a que levantará un breve
acta de la misma.
• Participación en los debates...
• Trabajos personales. Estos trabajos deberán realizarse por
duplicado. Uno se entregará al coordinador del equipo
quien a su vez lo remitirá a la delegación esa misma semana (junto con el acta de la reunión, parte de firmas), y el
otro deberá archivarlo el propio interesado por si hubiese
algún problema y para poder consultarlo en ocasiones posteriores.
Los tutores asistirán, en la medida de lo posible, cada vez a
un equipo para hacer un seguimiento.
Las faltas de asistencia a las reuniones de los equipos deberán justificarse ante el coordinador (o la delegación) oportunamente. En ningún caso la falta de asistencia exime de la presentación por escrito de la reflexión personal.
Jerez de la Frontera, 15 de septiembre de 2.001
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ANEXO I
DESARROLLO DEL TRABAJO FORMATIVO AÑO 1º.
CURSO 2.001/02
Cómputo de las horas. Total 40 horas.
El trabajo se desarrollará uniendo los momentos comunes
de formación con el trabajo personal y la reunión de grupo, según
los siguientes momentos:
1º. Reunión inicial. Se realizará el día del envío
(27/10/2001). En dicha reunión se computarán 2 horas y se tratarán los siguientes aspectos:
- Presentación del Plan de formación.
- Composición de los Equipos Diocesanos de Formación.
- Metodología de trabajo.
- Calendario y seguimiento.
- Evaluación.
- Aclaraciones.
2º. Trabajo personal y en equipo sobre cada uno de los temas
del año.
Cada profesor/a trabajará personalmente los cuestionarios de
cada uno de los 4 temas del año ordenadamente y luego será puesto
en común en una reunión de equipo, según el siguiente calendario:
Tema 1 Trabajo personal
Tema 2
Tema 3
Tema 4
2 de noviembre a 9 de diciembre 2001
5 horas
Reunión de equipo 10-15 de diciembre de 2001 (1)
2 1/2 horas
Trabajo personal
5 horas
7 de enero a 3 de febrero de 2002
Reunión de equipo 4-9 de febrero de 2002
2 1/2 horas
Trabajo personal
5 horas
1 de marzo a 7 de abril de 2002
Reunión de equipo 8-13 de abril de 2002
2 1/2 horas
Trabajo personal
5 horas
1 de mayo a 2 de junio de 2002
Reunión de equipo 3-8 de junio de 2002
2 1/2 horas
(1) Cada equipo podrá elegir el día y la hora de la semana que mejor les convenga. Si por algún motivo la
fecha tuviese que ser cambiada, el coordinador deberá justificar dicho cambio ante la Delegación.
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Asidonia-Jerez
Cada reunión de equipo se ajustará al siguiente esquema:
• 15' Oración inicial (que será igual para todos y prepara
da por la delegación).
• 20' Ronda de impresiones... sin interrupciones, donde
todos y cada uno exprese su opinión sobre el tema.
• 30' Aclaraciones, dudas... debate.
• 80' Puesta en común de las cuestiones del tema (del trabajo personal).
• 5' Ruegos y preguntas.
Y dado el carácter diocesano y la necesaria interrelación
profesores de religión - parroquia, creemos que el lugar privilegiado para las reuniones y siempre que sea posible debe ser la
PARROQUIA. Los centros privados podrán realizarla preferentemente en su mismo centro.
En caso de que por algún motivo no sea posible reunirse en
la parroquia el coordinador del equipo propondrá una alternativa
a la delegación.
3º. V Jornadas de Formación para profesores de religión. 1
y 2 de julio de 2.002. Se tratarán temas relacionados con el Plan
de Formación. Se computan 8 horas.
II
OBISPOS DEL SUR
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II.1. NOTA DE PRENSA de 6 de septiembre de 2001 de la 90ª Asamblea de Obispos
del Sur celebrada en Córdoba
LOS OBISPOS DEL SUR DE ESPAÑA LLEVAN A LA CONFERENCIA EPISCOPAL EL PROYECTO DE REGIÓN
ECLESIÁSTICA
CÓRDOBA.- Los obispos de las Provincias Eclesiásticas de
Granada y Sevilla (que agrupa a las diócesis de Granada, Guadix,
Málaga, Almería, Jaén y Cartagena, por un lado, y Sevilla, Córdoba, Cádiz y Ceuta, Jerez, Huelva, Tenerife y Canarias, por otro),
han celebrado hoy la 90ª sesión de la Asamblea de Obispos del Sur
de España, para deliberar sobre el proceso de solicitud de la creación de la Región Eclesiástica del Sur de España.
Región Eclesiástica del Sur de España
El encuentro episcopal, que ha tenido lugar en la Casa de
Espiritualidad "Betania de Jesús Nazareno", en Córdoba, se inició
con la revisión de los acuerdos y aprobación del acta de la reunión
anterior. El primer asunto abordado por los obispos fue el proyecto de Región Eclesiástica. Los prelados, después del estudio del
dossier sobre el tema, procedieron a la revisión de los estatutos de
la Región Eclesiástica, que fueron aprobados por unanimidad. Posteriormente, los obispos han decidido elevar al presidente de la
Conferencia Episcopal Española, mons. Rouco Varela, la solicitud
para que el tema sea estudiado en la Asamblea Plenaria de la
Conferencia Episcopal.
Polémica sobre las profesoras de Religión
Asimismo, los obispos del Sur de España se han reiterado
en la declaración de la Comisión Episcopal de Enseñanza de la
Conferencia Episcopal sobre la No Propuesta de dos profesoras de
Religión, hecha pública ayer miércoles, solicitando a todos los católicos su conocimiento y divulgación.
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II.2. COMUNICADO sobre el “Embargo de
Cuentas” del Obispado de Málaga
MÁLAGA.- El Obispado de Málaga acaba de hacer público
un comunicado de cinco puntos en el que ofrece su versión del contencioso que mantiene Estrella Tenorio, profesora de Religión
hace algunos años, con la Diócesis malagueña, y en la que exige al
Obispado el pago de unos salarios correspondientes a los años que
no ha sido presentada para ejercer como profesora de la asignatura de Religión y Moral Católicas.
En el comunicado se explica detalladamente los motivos
legales por los que el Obispado no puede ser considerado “empresario” de la profesora, por lo que no puede exigírsele salario de tramitación alguno. El posicionamiento del Obispado en este asunto
ha encontrado el oportuno respaldo en varias sentencias favorables del Tribunal Supremo que se basan, entre otra legislación
aplicable, en los Acuerdos Iglesia-Estado sobre Enseñanza y Asuntos Culturales.
En el último punto del comunicado se señala que el delegado diocesano de Enseñanza ya comunicó en su día a la citada profesora los motivos por los que no había sido presentada para
impartir la enseñanza de Religión. Reproducimos a continuación
el texto íntegro del comunicado.
COMUNICADO DE PRENSA
En relación con las noticias sobre el embargo de cuentas al
Obispado de Málaga, a fin de satisfacer los salarios de tramitación
por supuesto “despido” de la maestra D.ª Estrella Tenorio, quien
hace unos años ejerciera como profesora de Religión y Moral Católicas en centros públicos de enseñanza de la Junta de Andalucía,
este Obispado quiere aclarar:
1.º Contra el auto del Juzgado de lo Social n.º 5, que ordena
el embargo de las cuentas del Obispado de Málaga por importe de
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2.668.833 pesetas para satisfacer dichos salarios, se ha anunciado
el oportuno recurso de Suplicación ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que con fecha de 16 de
marzo de 2001 dictó sentencia favorable a este Obispado en la
reclamación que hacía D.ª Estrella Tenorio.
2.º Es evidente que el Obispado no es el empresario de los
profesores de Religión, pues su intervención en el nombramiento
se limita a proponer a la autoridad educativa competente a aquellas personas que el Ordinario considere idóneas para impartir
dicha enseñanza, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo
Iglesia-Estado sobre Enseñanza y Asuntos Culturales.
3.º Este nombramiento, según el mismo Acuerdo, tiene
carácter anual. D.ª Estrella Tenorio cesó al finalizar el curso escolar y no fue propuesta al siguiente, lo que no puede considerarse
como despido. El Tribunal Supremo así lo ha entendido en distintas resoluciones judiciales.
4.º En todo caso, los salarios de tramitación corresponderá
satisfacerlos a quien resulte ser el empresario de la reclamante,
posición que desde luego no ocupa el Obispado de Málaga, pues
nunca la contrató y los centros en los que impartió sus clases no
son de titularidad del Obispado.
5.º Las razones por las que D.ª Estrella Tenorio no fue propuesta para el curso siguiente le fueron comunicadas personalmente en su momento por el Sr. Delegado Diocesano de Enseñanza.
Málaga, 19 de septiembre de 2001
III
CONFERENCIA EPISCOPAL
ESPAÑOLA
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B.O.O. núm. 3
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III.1 DECLARACIÓN de 5 de septiembre
de 2001 de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis sobre la no propuesta
de dos profesores de Religión
Madrid, 5 de septiembre de 2001
1.- Dos profesoras, una en Almería y otra en la díócesis de
Canarias, que venían teniendo hace algunos años encomendada la
enseñanza de la Religión y Moral Católica en centros públicos, no han
sido incorporadas por aquellos Obispados a la correspondiente propuesta anual de profesores de enseñanza religiosa, por haber cambiado algunas circunstancias que acreditaban la idoneidad de dichas personas. Esta decisión de las autoridades diocesanas respectivas ha provocado sorprendentes comentarios que parecen, en algunos casos,
intentar una campaña pública contra la Iglesia Católica en España.
2.- Vivimos en un Estado de derecho, y es preciso que todos
nos atengamos a lo que tal Estado exige. Lo contrario sería el caos
y la quiebra de la convivencia y de la normalidad democrática. Los
Obispos de Almería y Canarias, en la responsabilidad que les
es propia, han procedido con un respeto total y escrupuloso a la
Ley que tutela la enseñanza religiosa en la escuela y que, a su vez,
salvaguarda derechos fundamentales. Se ha procedido, en efecto,
conforme a la Constitución Española, al Acuerdo entre la Santa
Sede y el Estado Español sobre Asuntos Culturales de 3 de enero
de 1979 -que como todo Acuerdo o tratado Internacional se incorpora al ordenamiento interno (C.E. art. 95, C.C. art. 1.5)-, a las
Leyes Orgánicas que regulan la enseñanza obligatoria y al cuerpo
legislativo que las desarrollan y aplican, así como a las Sentencias
del Tribunal Supremo, de 5 de junio y 7 de julio de 2000, respectivamente, y análogamente, a la Sentencia del Tribunal Constitucional 5/1981, de 13 de febrero.
Todo este cuerpo legislativo tan amplio y de máximo rango
se apoya en fundamentos muy sólidos que no se pueden olvidar,
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minimizar o tratar con ligereza, como es el caso de bastantes
comentarios difundidos estos días en los medios de comunicación
social.
3.- Estamos en un Estado aconfesional, que no laicista. La
enseñanza religiosa es un derecho fundamental del niño y del
adolescente, del que deriva el derecho de los padres a exigir
libremente que se dé o no a sus hijos la formación religiosa en la
escuela conforme a las propias convicciones morales y religiosas.
No le toca al Estado decidir sobre la orientación del significado
último y total de la vida humana que han de tener los ciudadanos,
sino respetar sus legítimas opciones en este campo. Esta tarea no
compete al Estado ni a los grupos políticos, sino a las comunidades
religiosas de la sociedad, en nuestro caso a la Iglesia Católica.
Derecho que está garantizado también en España a otras confesiones religiosas.
4.- Los padres, al solicitar en libertad, voluntariamente, la
Religión y Moral católica para sus hijos, tienen el derecho a que la
enseñanza que reciban en esta materia sea fiel a la doctrina de la
Iglesia Católica y se dé con una coherencia de vida que no desdiga
o contradiga esta doctrina. La naturaleza propia de la enseñanza
religiosa reclama el testimonio personal del profesor acorde con lo
que enseña: su vida es su primer lenguaje educativo, especialmente cuando esa vida o actuaciones no quedan en lo meramente privado sino que tienen un carácter o dimensión pública y entrañan,
por su misma naturaleza, una actuación jurídicamente pública.
"La posible notoriedad y la naturaleza de estas actividades, e
incluso su intencionalidad, pueden hacer de ellas parte importante e incluso decisiva de la labor educativa que le está encomendada", como afirma el Tribunal Constitucional en la sentencia citada,
refiriéndose incluso a profesores de otras materias cuando imparten enseñanza en centros dotados de ideario propio.
Para que se pueda cumplir con esta exigencia y se garantice la verdad y la fidelidad de esta enseñanza, la Iglesia tiene el
deber y el derecho de garantizar la idoneidad de los profesores de
religión. Ninguna instancia civil es competente para otorgar esta
garantía. No se actúa, en consecuencia, de una manera abusiva
cuando legalmente se ha reconocido que corresponde a la Iglesia la
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propuesta de los profesores de Religión; lo legislado es conforme a
la naturaleza y verdad de las cosas, es decir, de la enseñanza religiosa, de la libertad de enseñanza y de la libertad religiosa.
5.- Los profesores de Religión Católica saben perfectamente
que han de desarrollar, por tanto, una docencia ajustada a la doctrina y moral de la Iglesia Católica y han de mantener un comportamiento personal acorde con ella. Son conscientes de que quienes
enseñan Religión y Moral Católica han de tener una vinculación
confesante con la Iglesia cuya fe enseñan y han de impartirla
desde una actitud de fe en comunión con la misma Iglesia. Así ha
quedado refrendado en el Contrato Laboral que ellos mismos libremente suscriben. La clase de Religión se desvirtuaría si no fuese así.
Quien está capacitado para determinar si la doctrina que se
enseña o el comportamiento que se tiene es acorde con la Confesión
Católica es la propia Iglesia a través de aquellos que tienen esta
misión dentro de ella: los Obispos en sus respectivas diócesis. Por
esto, cuando según criterio del Obispo Diocesano, el profesor haya
dejado de reunir los requisitos de idoneidad que motivaron su contratación--fidelidad a la fe de la Iglesia y coherencia pública de vidael propio Obispo tiene el derecho y aun el deber de no prolongar la
docencia de tal profesor. Así lo pide la coherencia y respeto a la
opción libre de los padres. A nadie se le obliga a ser Profesor de Religión Católica. Quien libremente solicita y recibe esta encomienda
sabe que ha de aceptar esta singularidad de su propio trabajo.
6.- Los Obispos en cada diócesis, para garantizar este derecho de los padres, como está establecido en la legislación española,
proponen todos los años a la Administración pública los profesores
que consideran idóneos -por su doctrina y vida- para impartir esta
enseñanza, y como tales son enviados para su misión en la
escuela. Así pues, las personas juzgadas idóneas por el Obispo de
la Diócesis son contratadas como profesores de Religión Católica
en los centros públicos por la Administración Educativa. Si la competencia para juzgar sobre la idoneidad de un profesor fuese de la
Administración educativa, caeríamos en un josefinismo trasnochado y antidemocrático, y se vulneraría el derecho básico a la libertad religiosa. En ese mismo error y vulneración se cae cuando se
trata de presionar a la Iglesia para que no sea coherente consigo
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misma y adopte un comportamiento que contradiga su fe y su
moral. No se trata de ningún privilegio, sino del reconocimiento
efectivo del derecho a la libertad religiosa que tienen todos los ciudadanos, también los católicos, también la Iglesia Católica.
7.- En el caso que nos ocupa, no ha habido ningún despido
ni vulneración del Estatuto de los Trabajadores. En el espíritu y en
la letra de la normativa vigente, según señala la sentencia de 7 de
julio de 2000 del Tribunal Supremo, "late la idea de temporalidad
de la relación de los profesores de Religión Católica, que se limita
exclusivamente a la duración de cada curso escolar, y de ahí que la
falta de inclusión en la propuesta del Ordinario para los cursos
sucesivos, aunque el interesado hubiera impartido la enseñanza
de los precedentes, no equivale a un despido, dada la peculiar
naturaleza de la relación, cuya legitimidad hay que buscarla en el
tratado internacional celebrado entre la Santa Sede y el Estado
Español el 3 de enero de 1979". Y añade que, para la extinción de
la relación laboral no es necesario exponer las razones por las que
un Obispo no incluye en la propuesta a la autoridad educativa
para un nuevo curso escolar, "porque ni existe norma que imponga
tal deber, ni es necesario constatar los motivos de tal comportamiento, porque la relación queda automáticamente extinguida al
finalizar el curso escolar para el que se produce el nombramiento,
que lo es para cada uno en particular", como se deduce de la normativa vigente. Los Obispos de Almería y de Canarias, en consecuencia, se han limitado a no incluir en la propuesta a la Autoridad educativa los nombres de estas profesoras, cuyo contrato finalizó con el curso escolar. Este es el hecho.
8.- No se puede argumentar diciendo que se está contraviniendo la igualdad de todos ante la Ley o que se está discriminando a ciudadanos con tal proceder. Lo que se hace es reconocer que,
en el caso de la enseñanza religiosa, hay razones que singularizan
este tipo de actividad, que consisten, como ya se ha dicho en la
fidelidad a la doctrina de la Iglesia y a la coherencia de vida, así
como en la confianza que requiere el tipo de trabajo encomendado.
El ejercicio del derecho de los padres a la formación religiosa y
moral de sus hijos es primero y básico y no puede generar discriminación alguna en aquellos profesores que han aceptado su desarrollo normativo.
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9.- No se ha cometido, en consecuencia, ninguna injusticia,
ni se ha violado ningún derecho por parte de los Obispos de Almería y Canarias, que cuentan con el apoyo del resto de los Obispos.
Su actuación ha sido, no sólo conforme a derecho, sino que, además, constituye una defensa clara del Estado de Derecho, del derecho a la libertad religiosa y de enseñanza, base para una sociedad
democrática, y de defensa de los derechos que también asisten a la
Iglesia. De su respeto serio y objetivo dependen también el bien
común, la libertad de los padres y la libertad de la Iglesia.
Presidente:
Antonio Cañizares Llovera
Arzobispo de Granada
Vicepresidente:
Javier Salinas Viñals
Obispo de Tortosa
Vocales:
José Manuel Estepa Llaurens
Arzobispo Castrense
Antonio Dorado Soto
Obispo de Málaga
Miguel José Asurmendi Aramendía
Obispo de Vitoria
Manuel Ureña Pastor
Obispo de Murcia
Jesús E. Catalá Ibañez
Obispo de Alcalá de Henares
Juan Enrique Vives Sicilia
Obispo Coadjutor de Seo de Urgel
Fidel Herráez Vegas
Obispo Auxiliar de Madrid
César Augusto Franco Martínez
Obispo Auxiliar de Madrid
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III.2 NOTA de 5 de septiembre de 2001 de
la Comisión de Enseñanza sobre la no
propuesta de dos profesores de Religión
Madrid, 5 de septiembre de 2001
1. El hecho de que dos profesoras que venían ejerciendo la
docencia de Religión y Moral Católica en Almería y en la diócesis
de Canarias no hayan sido propuestas para el año escolar 20012002, ha tenido una amplia repercusión en los medios de comunicación social. La Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis
de la Conferencia Episcopal Española, preocupada por el tratamiento que se está dando a este asunto, quiere informar a la opinión pública sobre sus bases legales y sus motivos.
2. Es importante partir de la consideración de que nos hallamos en un Estado de derecho, en el que debe primar el respeto a
la legalidad vigente. El art. III del Acuerdo entre el Estado español y
la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales dispone que la
enseñanza religiosa será impartida por las personas que, para cada
año escolar, sean designadas por la autoridad académica entre
aquellas que el Ordinario diocesano proponga para ejercer esta enseñanza. Tal Acuerdo, en virtud del art. 96, 1 de la Constitución Española, forma parte del ordenamiento interno español, y la disposición
citada aparece reflejada en las Leyes Orgánicas que regulan la enseñanza obligatoria y en el cuerpo normativo que las desarrolla y aplica; ha sido asimismo refrendada por Sentencias del Tribunal Supremo, de 5 de junio y 7 de julio de 2000, y, análogamente, por la Sentencia del Tribunal Constitucional 5/1981, de 13 de febrero.
3. Así, los Obispos de Almería y diócesis de Canarias, en el
ejercicio de la responsabilidad que les es propia, han procedido con
un escrupuloso respeto a la legalidad, que les faculta para proponer
cada año escolar a los profesores que consideran idóneos para ello.
4. Para comprender adecuadamente la razón de esta forma de
proceder dispuesta en nuestro ordenamiento jurídico hay que tener
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en cuenta la aconfesionalidad del Estado, según la cual éste no
puede ser competente para determinar los contenidos de la Religión
y Moral Católica ni la idoneidad de los profesores que la imparten.
Por otra parte, ha de tutelarse el derecho que asiste a los padres para
que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de
acuerdo con sus propias convicciones, derecho garantizado por el art.
27, 3 de la Constitución Española. En los casos que nos ocupan, los
padres han optado libremente por que se dé a sus hijos Religión y
Moral conforme a las enseñanzas de la Iglesia Católica, por lo que
es la legítima autoridad de la Iglesia Católica quien debe decidir
cuáles son los contenidos de esta enseñanza y quiénes son idóneos
para impartirla. En último término, toda la legislación en esta materia, en escrupuloso respeto a la libertad religiosa, tiende a garantizar y desarrollar este derecho fundamental de los padres.
5. La Iglesia Católica está firmemente convencida de que las
personas idóneas para impartir enseñanza de Religión y Moral
Católica no sólo han de ser fieles a su doctrina de un modo teórico,
sino que deben manifestar una coherencia de vida que no entre en
contradicción con ella, máxime en actuaciones que -en contra de lo
que a veces se ha dicho- tienen una dimensión jurídica y social
pública. La propia naturaleza de la enseñanza religiosa lleva consigo un testimonio personal del profesor acorde con lo que enseña.
Como afirma el Tribunal Constitucional en la Sentencia citada,
refiriéndose a los profesores de otras materias cuando imparten
enseñanza en centros dotados de ideario propio, la posible notoriedad y la naturaleza de estas actividades, e incluso su intencionalidad, pueden hacer de ellas parte importante e incluso decisiva de
la labor educativa que le está encomendada.
6. Por último, debe señalarse que en los casos que nos ocupan no ha existido despido o vulneración del Estatuto de los Trabajadores. En el espíritu y en la letra de la normativa vigente,
según señala la Sentencia del Tribunal Supremo, de 7 de julio de
2000, late la idea de temporalidad de la relación de los profesores
de Religión Católica, que se limita exclusivamente a la duración de
cada curso escolar, y de ahí que la falta de inclusión en la propuesta del Ordinario para los cursos sucesivos, aunque el interesado hubiera impartido la enseñanza de los precedentes, no equivale
a un despido, dada la peculiar naturaleza de la relación, cuya legi-
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timidad hay que buscarla en el Tratado internacional celebrado
entre la Santa Sede y el Estado español el 3 de enero de 1979. Y
añade que, para la extinción de la relación laboral, no es necesario
exponer las razones por las que un Obispo no incluye en la propuesta a la autoridad educativa para un nuevo curso escolar, porque ni existe norma que imponga tal deber, ni es necesario constatar los motivos de tal comportamiento, porque la relación queda
automáticamente extinguida al finalizar el curso escolar para el
que se produce el nombramiento, que lo es para cada uno en particular. Tal modo de proceder es bien conocido y asumido por los profesores de Religión y Moral Católica al firmar su contrato laboral.
Presidente:
Antonio Cañizares Llovera
Arzobispo de Granada
Vicepresidente:
Javier Salinas Viñals
Obispo de Tortosa
Vocales:
José Manuel Estepa Llaurens
Arzobispo Castrense
Antonio Dorado Soto
Obispo de Málaga
Miguel José Asurmendi Aramendía
Obispo de Vitoria
Manuel Ureña Pastor
Obispo de Murcia
Jesús E. Catalá Ibañez
Obispo de Alcalá de Henares
Juan Enrique Vives Sicilia
Obispo Coadjutor de Seo de Urgel
Fidel Herráez Vegas
Obispo Auxiliar de Madrid
César Augusto Franco Martínez
Obispo Auxiliar de Madrid
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III.3 NOTA de 11 de septiembre de 2001 de la
Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis sobre imputaciones realizadas contra
Delegaciones Diocesanas de Enseñanza
Una vez recabada de las diócesis de Canarias, Tenerife y
Getafe la información real sobre los hechos que la FEPER les
imputaba en rueda de prensa ayer, el Secretariado de la Comisión
Episcopal de Enseñanza y Catequesis y la Oficina de Información
de la Conferencia Episcopal Española se sienten en el deber de
informar lo siguiente:
1. Los profesores de religión de las diócesis de Canarias y
Tenerife decidieron en asamblea, por iniciativa libre y voluntaria,
crear un fondo común para los gastos propios de su actividad docente y formación, ante la precariedad de medios económicos de las diócesis. Estas aportaciones no llegan a cien pesetas al mes para los
profesores de Primaria y doscientas pesetas para los de Secundaria.
2. El destino de este fondo común es la formación de profesores, cursillos, ayuda a profesores en paro o en dificultades económicas, medios didácticos… Con ello, los profesores reciben gratuitamente todos los servicios de la correspondiente Delegación
Diocesana de Enseñanza.
Una parte de este fondo común está destinado a ayudar a
las Iglesias necesitadas del Tercer Mundo, como así consta en
todos los balances y notificaciones entregadas a los profesores.
3. Por lo que respecta a la imputación hecha a la Delegación Diocesana de Getafe, se trató de una iniciativa de los profesores para hacer
un regalo a quien les había servido como delegado diocesano de enseñanza durante años y en aquel momento iba a ser ordenado Obispo.
4. Las afirmaciones vertidas por los llamados representantes de
la asociación de profesores FEPER carecen de fundamento y verdad.
5. Los profesores de religión de las mencionadas diócesis
han obrado voluntariamente y con gran sentido cristiano de solidaridad y compañerismo en su acción educativa.
Madrid 11 de septiembre de 2001
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III.4 NOTA DE PRENSA de 20 de septiembre
de 2001 de la CLXXXVI Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española
Entre los días 18 y 19 de septiembre de 2001 ha tenido lugar
en la Casa de la Iglesia de Madrid, sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), la CLXXXVI reunión de la Comisión Permanente. Han asistido todos los miembros de la misma, excepto el
Arzobispo de Pamplona, Mons. Fernando Sebastián, por razones
de salud, y el Obispo de San Sebastián, Mons. Juan M.ª Uriarte,
que está visitando a sus misioneros diocesanos en Ruanda.
Informaciones y diálogos
Como ya es habitual, tras el rezo de la Hora Intermedia, a las
11 de la mañana del martes, 18 de septiembre, comenzaban los trabajos de la Comisión Permanente, con un turno de informaciones a
cargo del Cardenal-Arzobispo Presidente y del Obispo Secretario
General sobre distintos temas de actualidad que afectan a la vida de
la Conferencia Episcopal y de la Iglesia Católica en España.
Informaron asimismo, a lo largo de esta reunión de la Comisión Permanente, los Presidentes de las distintas Comisiones
Episcopales acerca de sus realizaciones, iniciativas y proyectos.
Tal y como estaba previsto, Mons. Elías Yanes, representante de la CEE en la Comisión de Episcopados de los países de la
Unión Europea (COMECE) introdujo el diálogo sobre el tema titulado “Participación de la Igflesia en el proceso de reforma de las
instituciones de la Unión Europea”. Dicho tema, que está siendo
estudiado también por otros episcopados de la Unión Europea, volverá a ser estudiado por los Obispos españoles en la próxima
Asamblea Plenaria de la CEE.
Nuevo estudio del borrador del Plan Pastoral
Los Obispos miembros de la Comisión Permanente han
vuelto a estudiar el nuevo borrador del próximo Plan Pastoral de
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la CEE para el trieno 2002-2005. “En el inicio del nuevo milenio
<Remar mar adentro>” en su título provisional. En la anterior reunión de la Comisión Permanente del pasado mes de junio se hizo
ya la primera presentación y debate del próximo Plan Pastoral.
El nuevo borrador ha sido valorado muy positivamente por
los Obispos y ha sido enriquecido con distintas observaciones y
propuestas. La Comisión Permanente ha decidido remitir el nuevo
texto del Plan Pastoral a la Asamblea Plenaria, que podría aprobarlo en el próximo mes de noviembre.
El borrador se divide en tres grandes capítulos: “Mirada
pastoral a nuestra situación”, “prioridades Pastorales” y “Acciones
Pastorales de la CEE”. Tiene además una introducción y una conclusión. Constituye la base del texto la reflexión que sobre la Iglesia Católica en España llevan realizando los Obispos de la CEE
desde hace dos años y la Carta Apostólica del Papa Juan Pablo II
“Novo millennio ineunte”.
Las prioridades pastorales del Plan son el encuentro con el
misterio de Cristo y la llamada a la santidad, la comunicación del
evangelio de Cristo y la comunión en el amor de Cristo. El actual
borrador del Plan Pastoral propone además cerca de treinta acciones pastorales concretas que deberá llevar a cabo la CEE.
Temas económicos y Plenaria de noviembre
La Comisión Permanente ha conocido los presupuestos de la
CEE y de sus obras e instituciones –OCSHA, EDICE y BAC– y los
criterios de constitución y distribución del Fondo común interdiocesano para el año 2002, habiendo autorizado su presentación a la
próxima Asamblea Plenaria.
La Comisión Permanente ha aprobado igualmente el orden
del día de la próxima reunión de la Asamblea Plenaria de la CEE,
que tendrá lugar entre el 19 y el 23 de noviembre.
Otros temas
Los Obispos miembros de la Comisión Permanente han
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conocido en esta reunión el primer borrador del documento titulado “Estatutos por los que se regula el catecumenado en la Iglesia
Católica”. Según el canon 788, párrafo 3, “corresponde a las Conferencias Episcopales publicar unos estatutos por los que se regule el
catecumenado, determinando qué obligaciones deben cumplir los
catecúmenos y qué prerrogativas se les reconocen”.
La Comisión Permanente ha estudiado el texto preparado por
la Subcomisión Episcopal de Catequesis. Los Obispos han dialogado
sobre el mismo y han presentado propuestas y observaciones, que se
incorporarán al texto, que deberá ser reelaborado por la citada Subcomisión por una próxima presentación a la Comisión Permanente.
Por su parte, Mons. José Sánchez González, Presidente
de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social y
Obispo de Sigüenza-Guadalajara, ha presentado a la Comisión
Permanente el tema titulado “Presencia y pastoral de las Iglesias
en las Comunicaciones Sociales al inicio del nuevo milenio”. Dicho
tema, concretado en cuatro ponencias, ha sido incluido en el orden
del día de la próxima Asamblea Plenaria de la CEE.
Nombramientos
De acuerdo con sus competencias estatutarias, la Comisión
Permanente ha aprobado los siguientes nombramientos:
• D. Agustín del Agua Pérez, sacerdote de la archidócesis
de Valladolid, Director del Secretariado de la Subcomisión Episcopal de Universidades.
• D. Manuel Díaz Sánchez, laico de la diócesis de Córdoba, Presidente del “Movimiento General Hermandad Obrera de
Acción Católica” (HOAC).
• D. Salvador Palomares Bosch, laico de la archidiócesis de
Valencia, Presidente General de la “Federació d’Escoltisme Valenciá”.
• D.ª Beatriz Guijarro Pascual, laica de la diócesis de
Alcalá de Henares, Secretaria General de la “Federación de Movimientos de Acción Católica”. Se trata de reelección.
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• D.ª Araceli Cavero Pérez, laica de la diócesis de Huesca, Presidenta General del Movimiento de la “Acción Católica
General de Adultos (ACGA). Es también reelección.
• D.ª Lidia Carrasco Tenorio, laica de la archidiócesis de Sevilla, Presidenta General del “Movimiento de Jóvenes de Acción Católica”.
• D. Fabio Almeida Rebollo, laico de la archidiócesis de
Mérida-Badajoz, Presidente General del Movimiento “Juventud
Estudiante Católica” (JEC).
• D. José Julio Marín Gil, sacerdote de la diócesis de
Teruel y Albarracín, Viceconsiliario General de la “Federación de
Movimientos de Acción Católica Española”.
• D. Juan José Alarcia López, sacerdote de la archidiócesis
de Burgos y miembro del Instituto Español de Misiones Extranjeras
(IEME), Asesor eclesiástico de la “Obra de Cooperación Apostólica
Seglar Hispanoamericana-Cristianos por el Sur” (OCASHA).
• D. Agustín Hevia Vallina, sacerdote de la archidiócesis
de Oviedo, Presidente de la Asociación Nacional de Archiveros de
la Iglesia en España.
La Comisión Permanente ha reflexionado también sobre los
últimos acontecimientos de alcance mundial y sobre algunos otros
que afectan a la vida de la Iglesia y de la sociedad española y ha
aprobado por unanimidad el siguiente Comunicado:
COMUNICADO DE LA CLXXXVI REUNIÓN DE LA COMISIÓN ESPAÑOLA PERMANENTE DE LA CONFERENCIA
EPISCOPAL ESPAÑOLA
Madrid, 18-19 de septiembre de 2001
Madrid, 19 de septiembre de 2001
Durante los días 18 y 19 de septiembre, se ha celebrado en
Madrid la CLXXXVI reunión de la Comisión Permanente de la
Conferencia Episcopal Española. Al término de la misma, sus
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miembros, en nombre de todos los Obispos españoles, se sienten en
el deber de hacer público el siguiente comunicado:
1.- Una semana después de los terribles atentados terroristas sobre Nueva York y Washington, que han ocasionado miles de
víctimas inocentes, han originado cuantiosísimos daños materiales
y han conmocionado al mundo entero, los Obispos miembros de la
Comisión Permanente reiteramos nuestra solidaridad y cercanía
con quienes más directamente sufren las consecuencias de estos
sucesos deplorables y pedimos a Dios el eterno descanso de los
difuntos, la recuperación de los heridos, el consuelo y la esperanza
para el pueblo de los Estados Unidos de América y la paz para todo
el mundo.
Con la misma rotundidad con que hemos condenado siempre el terrorismo de ETA, condenamos estos crueles atentados, que
constituyen también una gravísima ofensa a Dios, una violación de
los derechos fundamentales a la vida, a la seguridad y la libertad
de las personas y de los pueblos y degradan a quienen los comenten, proyectan o encubren. El terrorismo, en cualquiera de sus formas, lugares y expresiones, no tienen jamás justificación ni es
camino para la consecución de fin alguno. Sólo la conversión de los
corazones, el trabajo y el compromiso por la justicia y por la paz y
la solidaridad entre los pueblos podrán conducirnos a una nueva
civilización, más justa y fraterna, la civilización del amor.
Los miembros de la Comisión Permanente hacemos una llamada a la prudencia, a la responsabilidad y a la mesura en las
medidas que obligadamente habrán de tomar los responsables de
las naciones, en el ejercicio del derecho a la legítima defensa, para
restablecer la justicia violada, erradicar la lacra del terrorismo en
todos sus niveles y manifestaciones, neutralizar a los violentos,
prevenir futuras acciones de esta naturaleza y atajar las causas de
la injusticia y de la violencia.
En comunición con el Papa Juan Pablo II, invitamos a todos
a “no ceder a la tentación del odio y de la violencia” y con él pedimos al Señor para los responsables de las naciones “que no se dejen
dominar por el odio y por el espíritu de venganza, hagan todo lo
posible por evitar que las armas de destrucción siembren nuevo
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odio y nueva muerte y se esfuercen por iluminar la oscuridad de las
vicisitudes humanas con obras de paz”.
2.- Ante la magnitud y trascendencia de esta tragedia y de
sus posibles consecuencias, quedan en un segundo término otros
acontecimientos y hechos de la vida de nuestra Iglesia y de la
sociedad en España, que, sin embargo, no dejan de tener su importancia y que nos han producido gran dolor.
Nos referimos, en primer lugar, a la agria y continuada
polémica surgida a raíz de la no propuesta de tres profesoras de
Religión y Moral Católica para el presente curso académico. La
Comisión Episcopal de Enseñanza ha informado ampliamente
sobre estos hechos y ha dado a conocer la doctrina de la Iglesia al
respecto y cuanto preceptúa la legalidad vigente.
Ante todo, agradecemos y valoramos el trabajo y la dedicación de los 18.500 profesores de Religión y Moral Católica en la
Escuela Pública y de otros tantos en la Escuela de iniciativa social.
Los últimos acontecimientos y las falsas imputaciones que se han
hecho no nos hacen olvidar su excelente contribución a la formación integral de los niños y jóvenes y su ejemplar espíritu cristiano, interés, profesionalidad y dedicación, vivida a veces en circunstancias nada fáciles. La sociedad española y la Iglesia deben
mucho a estos profesores.
Los Obispos miembros de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, al hacer nuestros los pronunciamientos de
la Comisión Episcopal de Enseñanza, estimamos que la no propuesta
por parte del Obispo de un profesor de Religión y Moral Católica, cuando éste, por razones graves, no es considerado idóneo, se ajusta al derecho vigente, incluso el comunitario, responde a lo acordado por las más
altas instancias de la Iglesia y del Estado, es concorde con la praxis que
en esta materia rige en otros países de la Unión Europea y, sobre todo,
es consecuencia del derecho a la libertad religiosa y del derecho de los
padres a la educación religiosa y moral de sus hijos, tal como lo reconoce y establece la Constitución Española.
Ambos son derechos fundamentales de la persona y su ejercicio ha de ser garantizado por el Estado. La Iglesia cumple con la
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obligación de velar por este ejercicio, asumiendo su responsabilidad en la programación de la asignatura de Religión y Moral Católica y en la declaración de la idoneidad de los profesores. Dada la
especial naturaleza de esta asignatura, se exige de quienes la
imparten, además de la profesionalidad, el testimonio de su vida
cristiana.
Seguimos considerando como una fórmula válida, siempre
susceptible de mejora, la regulación del derecho a la enseñanza de
la religión y Moral Católica y de su profesorado por medio de esta
asignatura en los centros de titularidad pública.
3.- Es obligado también referirnos al doloroso asunto de la
intervención de la agencia de valores Gescartera, en la que se han
visto implicadas contadas instituciones eclesiásticas, y al consiguiente y amplísimo eco en la opinión pública, que, con frecuencia,
ha convertido a las víctimas del fraude en culpables.
Los Obispos miembros de la Comisión Permanente de la
Conferencia Episcopal Española deploramos toda operación especlativa que conduzca a la estafa, al enriquecimiento injusto y al
perjuicio económico de quienes depositan su confianza en las instituciones financieras. Apelamos a quienes tienen las responsabilidad de velar por el correcto y justo funcionamiento de las entidades de inversión.
Reiteramos que la Conferencia Episcopal Española no ha
tenido nunca relación con Gescartera ni ha depositado en ella
dinero alguno; menos aún, fondos provenientes de la asignación
tributaria y de la dotación presupuestaria.
Algunas instituciones de la Iglesia, en el uso legítimo de su
derecho y responsabilidad, han invertido parte de sus recursos en
la citada agencia, que hasta hace unas semanas era plenamente
legal. Debemos recordar que dichas instituciones eclesiásticas
gozan de autonomía en la administración de sus bienes y han dado
cumplida información al respecto. A ella nos remitimos.
En las más diversas circunstancias, las entidades de la Iglesia han dado pruebas de una recta administración de los bienes
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que se les han encomendado para que cumplan una determinada
finalidad. Los criterios han sido siempre la responsabilidad y la
prudencia. Una vez más queremos recordar que tales entidades
tienen el deber y el derecho a invertir convenientemente los bienes
que reciben de los fieles y procurar que no se devalúen, para
garantizar el cumplimiento de los fines que los propios fieles determinan en sus donaciones. Para ello, habrán de servirse de profesionales competentes y honrados.
Damos gracias a Dios porque una gran mayoría de los
miembros de nuestra Iglesia siguen confiando en ella y continúan
ayudándola con gran generosidad para que pueda sostener a sus
ministros, el ejercicio del culto y del apostolado y el servicio a los
pobres. Esta es la base fundamental de su sostenimiento y un
signo evidente de la Providencia de Dios para con su Iglesia.
IV
SANTA SEDE
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IV.1. DISCURSO de 13 de Julio de 2001de
S. S. Juan Pablo II a los Obispos nombrados desde el 1 de enero de 2000 participantes en unas jornadas de estudio
Señores cardenales; amadísimos hermanos en el episcopado:
1. Me alegra daros mi más cordial bienvenida a todos vosotros, nuevos obispos, que participáis en las Jornadas de estudio
organizadas por la Congregación para los obispos. Saludo al señor
cardenal Giovanni Battista Re, prefecto del dicasterio, y le agradezco las palabras que me ha dirigido, haciéndose intérprete de
vuestros sentimientos y confirmando vuestra adhesión y devoción
al Papa. Expreso también mi aprecio y gratitud al querido padre
Marcial Maciel por la solícita hospitalidad que los Legionarios de
Cristo han brindado a los participantes en el Congreso durante
estos días de oración, escucha y reflexión.
Esta iniciativa, en la que se han reunido en Roma los obispos nombrados más recientemente, procedentes de diversas partes del mundo, merece ser destacada con favor. Queridos hermanos en el episcopado, habéis venido a Roma para unos días de
comunión fraterna y para profundizar serenamente en algunos
temas y problemas prácticos, que interpelan en mayor medida la
vida de un obispo. Espero que el haber podido escuchar el testimonio de algunos pastores que son obispos desde hace muchos
años, así como el de algunos jefes de dicasterios de la Curia
romana, sea útil para vosotros que, desde hace poco, habéis recibido este ministerio.
Consolidar la comunión
2. Sé que vuestro encuentro ha querido ser, también y sobre
todo, una peregrinación a la tumba del apóstol san Pedro, para
consolidar la comunión colegial entre vosotros y con el Sucesor de
Pedro, que Cristo estableció como principio y fundamento visible
de la unidad de la Iglesia.
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Por mi parte, quisiera renovaros la seguridad de mi cercanía espiritual y confirmaros en la fe y en la confianza en Jesucristo, que os ha llamado y constituido pastores de su pueblo en nuestro tiempo.
Ciertamente, la reunión de estos días habrá sido también
un fuerte acontecimiento de gracia que ha favorecido en vosotros
una renovada adhesión a vuestra identidad. Una ocasión para
pensar en cómo "reavivar el don de Dios" que está en vosotros por
la imposición de las manos, según la exhortación del apóstol san
Pablo a Timoteo, bajo la guía del "Espíritu de fortaleza, de caridad
y de templanza" (cf. 2 Tm 1, 6-7).
Queridos hermanos, vosotros sois los obispos del inicio del
nuevo milenio. Desde luego, vivimos en un mundo difícil y complejo. Lo confirma la serie de cuestiones que habéis afrontado durante estos días, en las relaciones y en los debates. El ministerio del
obispo no se ejerce bajo el signo del triunfalismo; más bien, está
marcado por la cruz de Cristo. En efecto, con el sacramento del
orden habéis sido configurados más íntimamente a Cristo. Ninguna dificultad debe turbaros, porque Cristo es nuestra esperanza
(cf. 1 Tm 1, 1). Camina a nuestro lado ayer, hoy y siempre (cf. Hb
13, 8), y está con nosotros, como Pastor supremo (cf. 1 P 5, 4). Es
él quien guía a su Iglesia hacia la plenitud de la verdad y de la
vida.
Espíritu de servicio
3. En el desempeño de vuestro ministerio, debe animaros un
gran espíritu de servicio. Hoy, más que nunca, la misión del obispo ha de entenderse con sentido de servicio. El decreto conciliar
Christus Domini nos recuerda: "En el ejercicio de su función de
padre y pastor, los obispos han de ser servidores en medio de los
suyos" (n. 16). El obispo es servidor de todos. Está al servicio de
Dios y, por amor a él, también de los hombres.
"El obispo, servidor del Evangelio, para la esperanza del
mundo" será el tema de la X Asamblea general ordinaria del
Sínodo del próximo otoño, sobre la vida y el ministerio de los
obispos.
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El obispo debe ejercer su oficio y su autoridad como un servicio a la unidad y a la comunión. Como obispos, estamos llamados
a guiar al pueblo de Dios por los caminos de la santidad; por esto,
debemos mirar a Cristo como nuestro modelo. El éxito de nuestro
ministerio pastoral no puede medirse según la organización burocrática o de acuerdo con datos estadísticos: la santidad tiene otros
criterios de medida.
Tarea de un obispo es ser "signo vivo de Jesucristo" (cf.
Lumen gentium, 21), signo del amor de Cristo a toda persona
humana. Nuestra eficacia al mostrar a Cristo al mundo depende en
gran parte de la autenticidad de nuestro seguimiento de Cristo.
La santidad personal es la condición para la fecundidad de
nuestro ministerio como obispos de la Iglesia. Nuestra unión con
Jesucristo es la que determina la credibilidad de nuestro testimonio del Evangelio y la eficacia sobrenatural de nuestra actividad y
de nuestras iniciativas. Solamente podemos proclamar con convicción "la inescrutable riqueza de Cristo" (Ef 3, 8) si nos mantenemos fieles al amor y a la amistad con Cristo.
Maestros de la fe
4. Vosotros, que habéis recibido recientemente la ordenación
sacramental, debéis volver a menudo con la mente a aquel momento tan emotivo, recordando el triple munus que se os ha confiado:
ser maestros de la fe mediante la enseñanza de la verdad que
habéis recibido y que tenéis la misión de transmitir con fidelidad;
ser administradores de los misterios de Dios para la santificación
de las almas; y ser pastores y guías del pueblo de Dios, que Cristo
adquirió con su sangre. Espero de corazón que la experiencia vivida durante estos días reavive en vosotros el espíritu de servicio
que tiene su modelo en Cristo, buen Pastor.
Remar mar adentro
5. Queridos hermanos en el episcopado, sabemos bien que el
servicio apostólico lleva consigo alegrías y esperanzas, pero también dificultades, inquietudes y enormes desafíos pastorales. Pero
no estáis solos en vuestro ministerio, porque, como sucesores de los
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Apóstoles, estáis unidos al Papa, Sucesor del apóstol san Pedro, y
a todos los miembros del Colegio episcopal, a todos los obispos del
mundo. Los inmensos desafíos que debemos afrontar son también
grandes oportunidades del momento actual.
Al recordar la rica experiencia del Año jubilar, que demostró
que el mundo tiene gran necesidad de Cristo, quisiera volver a
entregar simbólicamente también a vosotros la carta apostólica
Novo millennio ineunte, que traza las líneas del camino de la Iglesia en esta nueva etapa de la historia, proyectando su compromiso
hacia nuevas metas apostólicas.
También a vosotros repito: "Duc in altum" (Lc 5, 4), remad
con valentía mar adentro, con las velas desplegadas por el viento
del Espíritu Santo.
Por mi parte, os abrazo y os aseguro mi constante recuerdo
ante el altar de Dios, para que refuerce el vínculo espiritual que
nos une. Juntos sigamos trabajando con renovado impulso en la
edificación del reino de Dios, para la esperanza del mundo. La verdadera medida de vuestro éxito consistirá en una mayor santidad,
en un servicio más amoroso a las personas necesitadas, ayudando
a todos "in caritate et veritate".
Encomendemos a María, Madre de la Iglesia, los propósitos
madurados durante estos días, para que os acompañe con su protección materna y haga fecundos todos vuestros esfuerzos pastorales.
Con estos sentimientos, os imparto de corazón a cada uno
una especial bendición apostólica, que extiendo de buen grado a
las comunidades confiadas a vuestra solicitud pastoral.
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IV.2. DISCURSO del Santo Padre de 17 de
septiembre de 2001 sobre la educación de
los niños y los jóvenes como prioridad
misionera, dirigido a la familia marista
Queridos religiosos y religiosas de los institutos de la familia marista:
1. Saludo con alegría a todos los representantes de la familia marista en esta feliz ocasión, en que coinciden los capítulos
generales de vuestros cuatro institutos y que permite vuestra visita común al Sucesor de Pedro. Se trata de un signo del Espíritu y
una llamada a dejaros guiar por los caminos de una mayor comunión y de una colaboración más intensa. Agradezco al padre Joaquín Fernández, superior general de la Sociedad de María, sus cordiales palabras, que reflejan el espíritu con que vivís vuestros
capítulos, vuestro arraigo mariano y vuestra solicitud misionera.
Fidelidad al carisma de los fundadores
2. Habéis elegido en la Iglesia la vida consagrada, siguiendo el ejemplo de María, con fidelidad a las intuiciones de vuestros
fundadores y al carisma de vuestros institutos. Vuestros predecesores se dedicaron a la evangelización en las parroquias, a la educación de los niños y a la promoción de la mujer. Después, comprometieron generosamente a toda la familia marista en el anuncio
del Evangelio a los pueblos de Oceanía occidental, dejando en esa
obra su impronta, principalmente con la educación en el fervor
cristiano y con el interés por las vocaciones locales. La Iglesia
acoge hoy con gratitud la labor misionera realizada y los dones de
la gracia de Dios manifestados en la vida de vuestros institutos.
Ha reconocido de manera particular estos dones como frutos de
santidad en San Pedro Chanel y en San Marcelino Champagnat.
3. Hoy os corresponde manifestar de un modo original y
específico la presencia de la Virgen María en la vida de la Iglesia
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y de los hombres, y, para ello, tener una actitud mariana. Esta se
caracteriza por una disponibilidad gozosa a las inspiraciones del
Espíritu Santo, por una confianza inquebrantable en la palabra
del Señor, por un camino espiritual en relación con los diversos
misterios de la vida de Cristo, y por una atención materna a las
necesidades y a los sufrimientos de los hombres, especialmente de
los más humildes. “La relación filial con María es el camino privilegiado para la fidelidad a la vocación recibida y una ayuda eficacísima para avanzar en ella y vivirla en plenitud” (Vita consecrata, 28). Por tanto, sólo dirigiéndoos a María con fidelidad y audacia y dejándoos guiar por ella a “hacer lo que él os diga” (cf. Jn 2,5),
encontraréis sendas nuevas para la evangelización de nuestro
tiempo.
Es preciso discernir las urgencias
4. Al ponerse rápidamente en camino hacia las montañas de
Judea para ir a visitar a su prima Isabel, María nos enseña la
libertad espiritual. En efecto, es importante que no os dediquéis
exclusivamente a administrar la herencia del pasado, sino que discernáis lo que conviene abandonar, con espíritu de pobreza, pero
sobre todo con la libertad evangélica, que nos dispone para las inspiraciones del Espíritu. En efecto, frente a la multiplicidad de exigencias, es necesaria una verdadera libertad para discernir las
urgencias. “¡Rema mar adentro!”: estas palabras que Jesús dirigió
a Pedro nos invitan a “avanzar con esperanza” por las sendas del
mundo, seguros de que “en este camino nos acompaña la santísima Virgen” (cf. Novo millennio ineunte, 58).
5. María se entregó totalmente al Señor, confiando sin
reservas en la palabra de Dios. ¿Podría no enseñaros a permanecer en la fuerza de esta Palabra y a elegir, como la otra María, la
mejor parte? (cf. Lc 10,42). En el mundo actual los discípulos de
Cristo están muy expuestos al peligro de dispersión, porque la
abundancia de los bienes materiales puede apartarlos de lo esencial y los compromisos pastorales son múltiples. Como escribí
recientemente a toda la Iglesia, necesitamos contemplar el rostro
de Cristo (cf. Novo millennio ineunte, cap. II), buscar más la profundidad de su misterio, dado que es la fuente verdadera de donde
podemos sacar el amor que queremos dar. ¡No dejéis que se rompa
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este vínculo esencial de consagración a Cristo! Elegid más bien
seguir humildemente al Señor, con la misma discreción de María.
Trabajad con ella para lograr la unidad de vuestra vida en el Espíritu, ya que, como recuerda San Francisco de Sales, “una de las
condiciones requeridas para recibir el Espíritu Santo es la de
estar con María” (Sermón I para Pentecostés), y permitidle que os
configure más a Cristo. Así vuestra vida y vuestra misión cobrarán su sentido profundo y darán frutos para los hombres y las
mujeres de hoy.
Adaptarse a los jóvenes y a sus expectativas
6. Conservad viva la tradición misionera de vuestra familia.
Juntamente con María, os lleva a estar particularmente atentos a
las necesidades de nuestros contemporáneos, de aquellos que, en
nuestras sociedades modernas, carecen de dignidad, de reconocimiento y de amor.
La Iglesia os necesita especialmente en un campo esencial
para la familia marista; el de la educación de los niños y los jóvenes. Esta prioridad misionera está arraiga en el espíritu de María,
madre y educadora de Jesús en Nazaret y, luego, en la primera
comunidad cristiana. El mundo de la educación es difícil y exigente, pues obliga sin cesar a los educadores a adaptarse a los jóvenes
y a sus expectativas. No os abatáis ante las dificultades del
momento actual, las de la edad, que os aleja aparentemente de los
más jóvenes, y las de la falta de medios y sobre todo de obreros
para trabajar en la viña. Mirad, más bien, a los jóvenes con los ojos
del buen Pastor, como una multitud que anda sin pastor (cf. Mt 9,
36), pero también como el campo maduro para la siega y que dará
fruto a su tiempo (cf. Jn 4, 35-38). Asimismo, formad a los laicos
que trabajan con vosotros para que vivan del carisma que os
anima. Con vuestra existencia, estáis llamados a hacer que los
jóvenes descubran la alegría que se experimenta al seguir a Cristo en la vida consagrada. ¡No tengáis miedo de proponer este camino a la juventud que busca la verdad!
7. Los capítulos generales que vivís valoran la fidelidad al
espíritu de la fundación, pero también la renovación necesaria,
conservando y enriqueciendo el patrimonio espiritual de los insti-
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tutos. Que os ayuden a encontrar los signos nuevos de la comunión
entre vuestros cuatro institutos y a fortalecer una colaboración
que dé frutos para el cumplimiento fiel de vuestra misión. Que la
Virgen os guíe por estos caminos de encuentro.
8. Con estos sentimientos me alegra saludaros, y saludar, a
través de vosotros, a los miembros de la gran familia marista,
esparcidos por todo el mundo en diversos apostolados. Saludo en
particular, y con gratitud, a vuestros superiores generales, padre
Joaquín Fernández, hermano Benito Arbués, hermana Gail Reneker y hermana Patricia Stowers, que han ejercido durante estos
últimos años el difícil servicio de la autoridad en vuestros institutos. Expreso mis mejores deseos también a sus sucesores, que
serán elegidos próximamente, para que, a ejemplo de María, guíen
con audacia y fidelidad a la familia marista a lo largo de los caminos del nuevo milenio.
Encomendándoos a Nuestra Señora de Fourvière, que vio
nacer a vuestros institutos, os imparto de buen grado una particular bendición apostólica a vosotros y a toda la familia marista.