Download Motivación y frustración.

Document related concepts

Motivación wikipedia , lookup

Frustración wikipedia , lookup

Disonancia cognitiva wikipedia , lookup

Leon Festinger wikipedia , lookup

Teoría de la atribución wikipedia , lookup

Transcript
Tema 9: Motivación y frustración. MAPA DE CONTENIDOS MOTIVACIÓN Y FRUSTRACIÓN
TEORÍAS DE LA MOTIVACIÓN
Homeostática
FRUSTRACIÓN
Causas
Clases
Necesidades
Incentivo
Psicoanalítica
Cognitiva
Humanística
Los motivos humanos Los motivos son las causas, factores o impulsos internos que mueven al sujeto a la ejecución de una conducta. En relación con la motivación, los psicólogos distinguen tres términos: Necesidad: Es cuando al sujeto le falta o sobra algo para alcanzar su estado adecuado, de forma físico‐biológica (nutrientes, hormonas) o psicológico‐social (placer, éxito). Impulso: Es la tendencia que empuja a la acción y que el sujeto siente en forma de atracción o impulso. Objetivo: Es la finalidad de la acción, lo que se pretende conseguir con ella. El psicólogo neoyorquino Clark Leonard Hull a comienzos del siglo XX diferenció los motivos entre primarios, innatos y asociados a necesidades biológicas de supervivencia (hambre, sed, sueño y sexo), y los secundarios, aprendidos y determinados por las circunstancias de la vida social (motivación de logro, autoestima, amor, lazos afectivos, diversión, conocimiento, poder, posesión, etc.), la no consecución de éstos últimos no afecta a la supervivencia sino al estado emocional del sujeto. Ambos impulsos motivacionales cesan una vez cubierta la necesidad, sin embargo, cuando los motivos están relacionados con el interés, como en el caso de la ambición, la conducta no se contenta con la satisfacción de la necesidad, sino que seguirá motivada para obtener mayores rendimientos, lo que puede convertirse en un rasgo patológico, cuando el grado es desmedido. Teorías sobre la motivación Teoría Homeostática También conocida como “teoría del equilibrio”, está basada en el concepto de homeostasis, o recuperación del equilibrio, del biólogo francés del S. XIX Claude Bernard y aplicada a la conducta humana por Clark Hull, según el cual, la necesidad biológica crea un desequilibrio orgánico, el cual origina un impulso dirigido a un tipo de conducta cuya finalidad es la reducción del impulso y la recuperación del equilibrio. Por tanto los motivos serían instrumentos mediante los cuales el organismo solventa sus necesidades y alcanza la estabilidad. Teoría del equilibrio biológico de Claude Bernard Teoría de las necesidades Formulada por el psicólogo estadounidense Henry Murray, según la cual la motivación se activa como respuesta a las necesidades del individuo, destacando las necesidades secundarias, puesto que cada individuo jerarquiza sus necesidades atendiendo a intereses o deseos específicos. Creó el concepto motivación de logro para designar el impulso que muestran los humanos por vencer los obstáculos y alcanzar los objetivos con eficacia. La motivación de logro puede medirse a través del test de apercepción temática, test proyectivo presentado por Murray en 1935 que consiste en un conjunto de 31 láminas de las que se muestran 20 para que se realice un relato sobre la lámina presentada. Las imágenes presentadas en las láminas son dibujos, fotografías, reproducciones de cuadros o grabados. El significado de las imágenes es ambiguo y por lo general el dibujo es difuminado. Doce de las láminas representan la figura humana masculina o femenina sola en diferentes edades. En siete dos personas del mismo sexo; cuatro dos personas de sexo opuesto, de edad similares y diferentes. Una lámina representa a tres personas, dos mujeres y un hombre; otra a varios hombres juntos; dos más a un joven o una chica recordando u observando una escena con varios personajes; tres láminas representan paisajes algo fantásticos sin figuras humanas; la número 16 es blanca: con la idea que favorezca la proyección de la imagen que la persona tiene de sí misma. Test de apercepción temática de Murray Teorías del incentivo El incentivo es lo que desde fuera del sujeto le atrae para la realización de la acción, siendo la conducta el medio para obtener placer o evitar el dolor, e independiente de la necesidad biológica. Su mayor representante es el psicólogo estadounidense James Olds. En 1953 James Olds realizó experimentos basados en implantar electrodos quirúrgicamente en el interior del cerebro de unas ratas separados apenas por unos milímetros con los cuales se daban pequeñas descargas eléctricas a varias regiones del cerebro. Un día de otoño, Olds y el doctor Peter Milner experimentaban con una rata en la región del encéfalo, donde se especulaba se controlaba el ciclo de sueño y vigilia. Sin embargo, en esa rata en particular, los electrodos habían quedado implementados en una región más adelantada de la línea media llamada septum pelucidum. La rata se colocó en una caja, y en una esquina se colocó un botón, el cual al ser pulsado, aplicaba una descarga eléctrica breve y de poca intensidad a través de los electrodos implantados. Después de unas cuantas descargas, la rata aprendió el mecanismo y regreso a presionar el botón hasta quedarse dormida. Al día siguiente, la rata seguía estando más interesada en el botón, creando el hábito de presionarlo en forma cada vez más constante. En uno de los experimentos considerados más impresionantes de la neurociencia de la conducta: las ratas llegaron a pulsar la palanca hasta siete mil veces por hora para estimularse el cerebro. Empezaron incluso a despreciar otras tareas, incluyendo comer o beber por días y no hacían caso de otras ratas en celo puestas en la jaula. El experimento se hizo más complejo: para llegar a la palanca, se colocaban rejillas electrificadas que les aplicaba descargas dolorosas en los pies. Las ratas hembra abandonaban a su camada recién nacida para seguir pulsando la palanca. Algunas ratas llegaron a autoestimularse hasta dos mil veces por hora durante veinticuatro horas con exclusión de cualquier otra actividad, hasta que murieron de hambre. Experimento de James Olds. El centro del placer Teorías psicoanalíticas Según el fundador del psicoanálisis, el austriaco Sigmund Freud, nuestra conducta, pensamientos e incluso sueños se encuentran condicionados y dirigidos por pulsiones inconscientes reprimidas (trieb). Distinguió dos tipos de pulsiones: sexuales y de autoconservación que denominó libido (Eros), y pulsiones agresivas que denominó pulsiones e muerte (Tánatos). La estructura del psiquismo hace que el sujeto busque la satisfacción (principio de placer) pero las imposiciones morales y de la sociedad (principio de realidad) reprimen estas pulsiones inconscientes satisfaciéndolas a través de los sueños, de síntomas neuróticos o a través de mecanismos de defensa. Entre estos últimos se encuentra la represión. Teorías cognitivas Las teorías cognitivas de la motivación se basan en el concepto de desequilibrio interno o disonancia cognitiva. Esta origina el impulso que conduce a la acción, para que el sujeto elabore hipótesis, genere expectativas y pruebe su cumplimiento mediante ésta, conllevando aprendizajes latentes y la culminación de las expectativas y metas que el individuo se ha propuesto. Ha sido el psicólogo neoyorquino Leon Festinger quien en la década de los años cincuenta trabajó sobre la teoría de la disonancia cognitiva que explicaría cómo las personas intentan mantener su consistencia interna. Sugirió que los individuos tienen una fuerte necesidad interior que les empuja a asegurarse de que sus creencias, actitudes y su conducta son coherentes entre sí. Cuando existe inconsistencia entre éstas, el conflicto conduce a la falta de armonía, algo que la gente se esfuerza por evitar. Festinger diseñó un experimento para probar que si tenemos poca motivación extrínseca para justificar un comportamiento que va en contra de nuestras actitudes o creencias, tendemos a cambiar de opinión para racionalizar nuestras acciones. Para ello, pidieron a unos estudiantes de la Universidad de Standford, divididos en tres grupos, que realizaran una tarea que evaluaron como muy aburrida. Posteriormente, se le pidió a los sujetos que mintieran, pues tenían que decirle a un nuevo grupo que iba a realizar la tarea, que ésta había sido divertida. Al grupo 1 se le dejó marchar sin decir nada al nuevo grupo, al grupo 2 se le pagó 1 dólar antes de mentir y al grupo 3 se le pagó 20 dólares. Una semana más tarde, Festinger llamó a los sujetos del estudio para preguntarles qué les había parecido la tarea. El grupo 1 y 3 respondió que la tarea había sido aburrida, mientras que el grupo 2 respondió que le había parecido divertida. Festinger concluyó que la gente experimenta una disonancia entre las cogniciones en conflicto. Al recibir sólo 1 dólar, los estudiantes se vieron obligados cambiar su pensamiento, porque no tenían otra justificación (1 dólar era insuficiente y producía disonancia cognitiva). Los que habían recibido 20 dólares, sin embargo, tenían una justificación externa para su comportamiento, y por tanto experimentaron menos disonancia. Esto parece indicar que si no hay ninguna causa externa que justifique el comportamiento, es más fácil cambiar de creencias o actitudes. Teorías humanistas Para este tipo de teorías los motivos vienen determinados por las tendencias a la autorrealización personal. El representante más conocido de esta corriente es el psicólogo estadounidense Abraham Maslow que afirmó la existencia de una predisposición innata hacia el desarrollo de la maduración personal, jerarquizando las motivaciones en seis niveles. Pero la presión social, y la incapacidad para comprender el sentido último de la existencia, imposibilitan la maduración y crecimiento psicológico de todas las personas, que terminan llevando una vida insatisfecha o, al menos, no colmada plenamente. Estos niveles son, de abajo (menos relevante) hacia arriba (más relevante): Necesidades fisiológicas, necesidades de seguridad, necesidades de amor y afecto, necesidades cognitivas, necesidades morales y estéticas, AUTORREALIZACIÓN. La frustración. Es el resultado de la perturbación de un proceso motivacional en virtud de deficiencias, obstáculos o conflictos, dicho de otra forma, es la insatisfacción provocada por no haber podido culminar un deseo o impulso. Causas Puede deberse a las siguientes causas: Deficiencias internas: Cuando las aspiraciones exceden a las propias capacidades, o al menos así lo cree el sujeto. Obstáculos externos: Cuando el desarrollo de la acción es impedido por algún hecho o situación ajeno al sujeto, que se ve obligado a renunciar a su propósito. Conflictos: Cuando el sujeto tiene dos impulsos contrarios, que le empujan a acciones incompatibles entre sí. En la mayoría de casos el conflicto se resuelve eligiendo una de las posibilidades, lo que conlleva cierto sufrimiento inevitable, no obstante, el sufrimiento es mayor cuando el sujeto se ve incapaz de renunciar a una opción, y por tanto, a elegir. Clases de frustración Según el psicólogo gestaltista Kurt Lewin y el cognitivista George Miller las frustraciones se pueden clasificar en: Frustración por barrera: Cuando el sujeto no puede alcanzar su objetivo debido a un obstáculo interno o externo. Frustración por conflicto: Los conflictos motivacionales pueden ser: o
Atracción‐Atracción: Cuando ambas posibilidades son igual de atractivas. o
Atracción‐Evitación: Cuando cada posibilidad lleva consigo consecuencias positivas y negativas simultáneamente. o
Evitación‐Evitación: Cuando ambas posibilidades nos provocan el mismo rechazo. o
Múltiple Atracción‐Evitación: Entre varias alternativas, cada una contiene aspectos positivos y negativos a la vez. Por último resaltar la íntima relación que existe entre frustración y agresividad. Hay tres tipos de respuesta dadas en Psicología: o
Según el Psicoanálisis: La agresividad es consecuencia directa de la frustración, allí donde hay un deseo frustrado se genera aversión contra el causante, así, según la “teoría de la frustración‐agresión”, donde hay frustración aparece necesariamente agresión, y viceversa, no hay agresión sin previa frustración. o
Según la Etología: Habla de un instinto de agresión innato, siendo la frustración un desencadenante pero no un causante de ella. o
Según otras escuelas: Insisten en el origen ambiental de la agresión, por un lado, y, por otro, en la pluralidad de respuestas posibles frente a la frustración como la agresión, las conductas inadaptadas (indefensión, regresión) o la búsqueda de la adaptación al medio. La frustración es un hecho universal, pero hay diversas formas de responder a ella como la agresión, el logro indirecto (cambiando la forma de obtener el mismo objetivo), las metas alternativas, o la evasión/depresión, donde el sujeto se refugia en conductas inmediatamente gratificantes y que no precisan esfuerzo, o se sume en un estado de gran tristeza e inactividad. Hablamos de tolerancia a la frustración para referirnos a la capacidad que un sujeto tiene de aceptar las frustraciones impidiendo que afecten de forma grave a sus hábitos de conducta y organización emocional, a la vez que se propone caminos alternativos que anulan o reducen la frustración. Algunos términos fundamentales Evasión: Liberarse de sentimientos molestos sin llegar a afrontar la realidad. Regresión: Mecanismo de defensa propuesto por el psicoanálisis consistente en reproducir conductas típicas de períodos anteriores del desarrollo de la personalidad. Frustración: Insatisfacción provocada por no haber podido realizar un deseo o impulso. Disonancia cognitiva: Tensión, o discordancia interna del sistema de ideas, creencias y emociones, que percibe una persona al mantener, al mismo tiempo, dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que es contrario a sus creencias. Impulso primario: Energía que insta al sujeto a la realización de una acción determinada, correspondiente a las necesidades esenciales para su supervivencia.