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Editorial del PDGE: 36 Años de Democracia, Desarrollo y Libertad
responden a Barack Obama
Por Jerónimo Osa Osa Ecoro, Secretario General del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial
Jerónimo Osa Osa Ecoro responde a algunas de las declaraciones del Presidente
de Estados Unidos en la UA: “El PDGE celebra la visita del Presidente Obama al
continente africano y especialmente a la sede de la Unión Africana en Addis
Abeba, si bien no podemos compartir algunos de sus planteamientos. A diferencia
de otros países, las jóvenes democracias africanas necesitan asentarse con líderes
estables y seguros. El mejor ejemplo lo encontramos, precisamente, en Guinea
Ecuatorial”.
Justo cuando en Guinea Ecuatorial todo está preparado para celebrar el 36º Aniversario
del Golpe de Libertad, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha viajado a la
sede de la Unión Africana en Addis Abeba (Etiopía). Se trata de la primera vez que un
Presidente estadounidense habla en la casa de todos los africanos. Por ello, desde el
Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), felicitamos al Presidente de los
Estados Unidos por esta visita histórica.
El Presidente de los Estados Unidos, en sus palabras en la UA, ha destacado la capacidad
de África para su desarrollo, la importancia de la dignidad y de la libertad, y ha lanzado
un mensaje de paz y de crecimiento para el continente africano. En todo ello, estamos
con Obama, y pensamos como él. Y como siempre preconiza el Presidente Fundador del
PDGE, S. E. Obiang Nguema Mbasogo -como convencido y conocido panafricanista-,
estamos convencidos de que el futuro de África está en nuestras propias manos y está
lleno de esperanza, porque lo mejor para nuestro continente está por venir.
Pero también debemos expresar nuestra disconformidad con alguno de los aspectos
tratados por el Presidente Obama durante su visita a la UA, y especialmente en la crítica
realizada hacia los dirigentes de nuestro continente que, según su opinión, permanecen
mucho tiempo en el poder.
En este aspecto, una vez más, y pese a sus sin duda excelentes intenciones, al Presidente
de los Estados Unidos le falla su conocimiento de la verdadera causa africana; de su
historia y de su desarrollo. Con sus palabras, Barack Obama comete el error típico de
buscar modelos y soluciones occidentales para un pueblo, un continente –el
africano- que ha vivido una historia y una evolución completamente distintas, y
que, por lo tanto, necesita modelos y soluciones diferentes.
Debemos recordar al Presidente de los Estados Unidos que, hasta hace poco más de un
siglo y medio, los africanos eran explotados por los mismos habitantes de su país, y
de otras partes del mundo, para trabajar como mulas en sus plantaciones. Esta etapa
de la historia alejó a buena parte de la población africana de sus lugares de nacimiento, y
cercenó de forma brutal nuestro desarrollo, impidiendo que fuéramos evolucionando
como el resto de la población mundial. Él mismo, en su propia familia, puede examinar
los antecedentes de tan brutal crimen contra la humanidad de un continente entero.
También debemos recordar al Presidente de los Estados Unidos que en la mayoría de
los países africanos no ha habido una evolución histórica y social como la
existente en Europa o en América: no hemos tenido revoluciones burguesas, ni
industriales. La riqueza de nuestra tierra nos ha proporcionado comida y alimento sin
tener que necesitar este desarrollo industrial. Al contrario, la riqueza de nuestra tierra
trajo -una vez finalizada la esclavitud- el periodo de las colonizaciones. Una nueva
época en la que nuestros territorios pasaron a ser explotados por los países occidentales.
En la fase de la colonización, nuestras tierras fueron divididas con escuadra y cartabón
por los dominadores, que unieron a pueblos que no tenían nada que ver entre sí, y
separaron a los que eran hermanos, solo guiados por sus propios intereses.
Los países africanos hemos empezado a ser libres de toda esta dominación hace apenas
unas décadas: cincuenta, sesenta años como máximo. En África se encuentran los
pueblos y culturas con más historia del mundo. Pero nuestros países actuales
apenas si tienen cincuenta o más años de historia. Nuestras poblaciones hace poco
que han pasado de una democracia tradicional africana, que se gestionaba entre las
tribus, familias y clanes, a votar en las urnas, a la manera occidental.
Llevamos, por lo tanto, poco tiempo viviendo a la manera occidental, en gran parte
debido a los abusos que los pueblos occidentales ejercieron en nuestro continente. Por lo
tanto, no se nos puede pedir que ahora, en apenas cincuenta años, vivamos igual,
y sintamos lo mismo y nos organicemos igual que lo hacen, por ejemplo, en los
Estados Unidos. Tenemos ese derecho y necesitamos nuestro tiempo. Y pedimos al
Presidente de Estados Unidos, y al resto de Occidente, que comprenda definitivamente,
que cada país necesita su propio tiempo y su evolución.
Escribimos este mensaje al Presidente de los Estados Unidos en la misma semana en la
que en Guinea Ecuatorial celebramos el 36º Aniversario de la llegada al poder del
Presidente Fundador del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial. Y escribimos esta
carta desde una situación totalmente privilegiada con respecto a otros países asolados
entre guerras y estabilidad, no sólo en África, sino en todo el mundo.
La permanencia o longevidad en el poder de S. E. Obiang Nguema Mbasogo nunca ha
sido por aferrarse personalmente al poder, contra la voluntad popular, sino que se ha
estado sometiendo para su elección a la consulta popular, y renovado su mandato
como líder carismático elegido por su pueblo.
La permanencia de 36 años -que esperamos que sean más- de nuestro Presidente
Fundador y Jefe de Estado, S. E. Obiang Nguema Mbasogo, ha supuesto para nuestro país
un tiempo, largo y corto al mismo tiempo, que nos ha permitido vivir una estabilidad
social sin igual, inédita en nuestra historia.
En este tiempo, nuestro Presidente nos ha dirigido hacia la autosuficiencia económica, y
nos ha abierto la puerta a todos los países del mundo, ya que Guinea Ecuatorial era un
pequeño territorio abandonado y desconocido en el medio de África.
En estos 36 años, hemos instaurado un sistema democrático inicialmente monopartidista,
pero actualmente pluripartidista: en Guinea Ecuatorial conviven al menos trece partidos
de la oposición, algunos de ellos muy críticos con nuestro sistema y nuestro Presidente.
Pero todos nosotros convivimos en paz y libertad, siendo un ejemplo de estabilidad
en todo nuestro continente.
En estos 36 años, los habitantes de Guinea Ecuatorial hemos pasado de ser unos
africanos miserables y anónimos, a poder ejercer ese sentimiento de orgullo y
dignidad del que ha hablado el Presidente Obama en su discurso ante la Unión
Africana.
Somos, pues, el ejemplo de que los mandatos largos, si realmente conducen por
buen camino a su pueblo, pueden ofrecer un periodo de asentamiento,
tranquilidad y estabilidad a un país que está en pleno desarrollo y renacer como
el nuestro. Y de hecho, la historia de los países occidentales se ha cuajado, en los siglos
anteriores, con monarcas y mandatarios que estuvieron durante muchas décadas en el
poder, como aún pasa con algunos reyes europeos, que siguen dando estabilidad a sus
países.
Los treinta y seis años de Democracia, Desarrollo y Libertad de Guinea Ecuatorial
responden por sí solos a Barack Obama en su errónea apreciación.
Firmado: Jerónimo Osa Osa Ecoro
Secretario General del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial