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Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Órgano de del ISSSTE Volumenoficial 20 l difusión Número científica 2 l Abril-Junio 2015 EDITORIAL 123 El ISSSTE, la innovación educativa y la modernidad en investigación. El rumbo es el cambio José Francisco González Martínez ARTÍCULOS ORIGINALES 125 135 144 152 158 165 Interacciones fármaco-nutrimento, una realidad en la práctica clínica hospitalaria Déborah Alejandra Araujo-López Depresión y funcionalidad familiar en pacientes con diagnóstico de tuberculosis Luis Ernesto Balcázar-Rincón, Yunis Lourdes Ramírez-Alcántara, María Rodríguez-Alonso Asociación entre conocimientos y prácticas alimentarias y el índice de masa corporal en el personal de un centro de tercer nivel de atención a la salud Almudena Gutiérrez-Noriega-de-Lomo, Bernarda Sánchez-Jiménez, María Reyna Sámano-Sámano, Martha Eunice Rodríguez-Arellano, Osvaldo Erik Sánchez-Hernández, Beatriz Irene Sánchez-Trampe Prevalencia de obesidad en preescolares, escolares y adolescentes en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos del ISSSTE Ismael Camacho-Guerrero, Juan José Rodríguez-Zepeda, Erick Oswaldo-Sánchez, Martha Eunice RodríguezArellano, Claudette Musalem-Younes Analgesia obstétrica por vía peridural, comparación de nalbufina sin parabenos vs. fentanilo Juan José Espinoza-Espinosa, Ruth Michel-Macías, Norma Lozada-Villalón Prevalencia de tumores malignos de nariz y senos paranasales en el Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías Verónica Miceli-Chavarría, Jesús Rafael Benítez-Gómez, María Cristina Navarro-Meza ARTÍCULOS DE REVISIÓN 171 178 184 193 El efecto Warburg: la mano derecha en el desarrollo del cáncer Norma Estela Herrera-González, Felipe Martínez-García, Emanuel Mejía-Jiménez Tratamiento de la osteogénesis imperfecta pediátrica con ácido zoledrónico José Alfredo Espíndola-Corres, Óscar Colín-Martínez, José Antonio Delgado-Pérez, Agustín Isunza-Ramírez Acción neuroinflamatoria y neurotrófica de las quimiocinas durante un proceso isquémico cerebral Víctor Manuel Blanco-Álvarez, Guadalupe Soto-Rodríguez, Juan Antonio González-Barrios, Omar Beltrán-Galindo, Daniel Martínez-Fong, Bertha Alicia León-Chávez La cultura física terapéutica en el tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles: medicina basada en la cultura física Jesús Alexis Mederos-Cortina, Daniel López-Hernández, Rosana Medina-Arreguín, Margarita Blanco-Cornejo, Leticia Brito-Aranda, María de la Luz López-Hernández, Mildred Chávez-Cárdenas, Luis Beltrán-Lagunes Volumen 20 • Número 2 • Abril-Junio 2015 CASOS CLÍNICOS 199 205 210 215 219 226 232 237 243 Bezoar en adolescente masculino con antecedente de malformación anorrectal. Reporte de un caso Adriana Iliana Castillo-Aguirre, Perla López-Medina, Víctor Alarcón-Quezada, Víctor Hugo Portugal-Moreno, Jorge Marino Vidal-Medina Timo ectópico cervical: presentación de un caso y revisión de la literatura Lydia Villegas-Sepúlveda, Irlanda Romo-Gasson, Jesús Roberto Aveytia-Rojas, Aldo Javier Hernández-Loya Reporte de caso de hernia de Garengeot en un centro de cirugía ambulatoria Alberto Aznar-Jean, Ruth Ivonne Acevedo-Estrada Osteoma osteoide orbitario: presentación de un caso Cándida Aleyda Carrillo-Hernández, Héctor Flores Romo-Chávez Estesioneuroblastoma: reporte de caso y revisión de la literatura Matsuharu Akaki-Caballero, Ana Karla Guzmán-Romero Histiocitoma fibroso maligno Matsuharu Akaki-Caballero, Ana Karla Guzmán-Romero, Ana Graciela Saavedra-Mendoza Neurofibromatosis vesical: presentación de un caso y revisión de la literatura Fernando Bolio-Laviada, Rosa Estela Romero-Aguilar, Jesús Alberto Martínez-Manzo, Élio Roberto Sánchez-Ali, Roberto Gutiérrez-Hernández, Román Carvajal-García Síndrome nefrótico como manifestación inicial del linfoma de Hodgkin Roxana Margarita Hernández-Jamaica, Juan Mirón-García, René Olalde-Carmona Bolsa colónica asociada con fístula traqueoesofágica sin atresia. Presentación de un caso Heladio Nájera-Garduño, Rubén Rodríguez-Pulido, Cristian Ricardo Ibarra-Hernández, Perla López-Medina, Humberto Enrique Mejía-Álvarez INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN MÉDICA 248 256 266 Reanimación cardiopulmonar: nivel de conocimientos entre el personal de un servicio de urgencias Luis Ernesto Balcázar-Rincón, Luis Arturo Mendoza-Solis, Yunis Lourdes Ramírez-Alcántara Modelos educativos en medicina y su evolución histórica Mónica Gabriela González-Montero, Pilar María Lara-Gallardo, José Francisco González-Martínez Resultados del Programa de Maestrías en Ciencias del Hospital General de México 2009-2014 José Francisco González-Martínez, Fiacro Jiménez-Ponce Indizada en: Directorio de Revistas LATINDEX (folio 12681) BD-Periódica-UNAM, LILACS, ARTEMISA, ISSN: 16657330 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas, ISSSTE Indizada en: Directorio de Revistas LATINDEX (folio 12681) BD-Periódica-UNAM, LILACS, ARTEMISA ISSN: 16657330 Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) Encargado de la Dirección General Dr. Luis Antonio Godina Herrera Editor en Jefe Dra. Aura Erazo Valle Director Médico Dr. Rafael Navarro Meneses Coeditores M en C Silvia García M en C J. Vicente Rosas Barrientos Coordinador Editorial Dr. Antonio Torres Fonseca Subdirector de Regulación y Atención Hospitalaria Dr. Samuel Fuentes Reyna Editores en inglés D. en C. Paul Mondragón Terán D en C Juan Antonio Suárez Cuenca Co-editor emérito Dr. Manuel A. López Hernández Consejo Editorial D en C Sofía Lizeth Alcaraz Estrada Dr. Luis S. Alcázar Álvarez D en C Juan Carlos Paredes Palma Dr. José Francisco González Martínez D en C Fiacro Jiménez Ponce D en C Juan Antonio González Barrios Dr. Ricardo Juárez Ocaña C.M.N. “20 de Noviembre” Dirección Médica Dirección Médica Dirección Médica Dirección Médica Hospital Regional 1° de Octubre Hospital Regional 1° de Octubre M en C Carolina León Jiménez Dr. Daniel Antonio Rodríguez Araiza Dr. Luis Ernesto Gallardo Valencia D en C Martha Eunice Rodríguez Arellano D en C María del Rocío Thompson Bonilla D en C Asisclo de Jesús Villagómez Ortiz Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” C.M.N. “20 de Noviembre” ISSSTE Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” Dirección Médica Hospital Regional 1° de Octubre Comité Editorial Mtro. Enrique O. Aguilar Bustos Dr. Luis Manuel Amezcua Guerra Dr. Arturo Ávila Ávila Dra. María de las Mercedes Barragán Meijueiro Dr. Luis Beltrán Lagunes D en C Ileana Patricia Canto Cetina Dra. Thelma Elena Canto Cetina Dr. Jorge Javier Caraveo y Anduaga Muñiz Dra. Martha Beatriz Cárdenas Turrent Dr. Roberto Manuel Cedillo Rivera Dr. Samuel Cenizalez Quinteros Dr. José Antonio Cetina Manzanilla Dr. Luis Dávila Maldonado Dr. Félix Octavio Martínez Alcalá Dr. Jaime G. de la Garza Salazar Dr. Moisés Elí Guerra Delgado Dr. David Escudero Rivera Dr. Arnoldo Raúl Esparza Ávila M en C Alejandro Flores Arizmendi Dr. René García Sánchez Dr. Jaime González Gámez MFB Ma. Guadalupe Ernestina González Yáñez M en C Ma. Carmen Larios Forte D en C Daniel López Hernández D en C Luz Berenice López Hernández Dra. Norma Eugenia Martínez Jiménez Dr. Antonio Méndez Duran Dr. Abelardo Meneses García Neuropsic. Erika Graciela Meza Dávalos Dr. Guibaldo Patiño Carranza Dr. Juan Antonio Pierzo Hernández Dr. Idelfonso Rodríguez Leyva Dr. David Rojano Mejía Dra. Haydeé Rosas Vargas Dr. Sergio Sauri Suárez Dr. Fernando E. Sierra Pérez D en C Juan Antonio Suárez Cuenca Dra. Alma Vergara López Lic. Marco A. Vicario Ocampo Dr. Antonio Zárate Méndez D en C Juan Carlos Zenteno Ruiz Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, SSA Hospital de Alta Especialidad Bicentenario de la Independencia Práctica privada Clínica de Medicina Familiar Gustavo A Madero UNAM/INCMNSZ Universidad Autónoma de Yucatán Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, SSA Hospital Regional 1° de Octubre Centro Médico, Ignacio García Téllez, IMSS Fac. de Química UNAM/INMEGEN Práctica privada Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, SSA Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” Instituto Nacional de Cancerología, SSA Dirección Médica Hospital de Traumatología Victorio de la Fuente Narváez IMSS C.M.N. “20 de Noviembre” C.M.N. “20 de Noviembre” Hospital Regional General Ignacio Zaragoza Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías Delegación Coahuila, Coah. Hospital Regional, Monterrey Dirección Médica, ISSSTE C.M.N. “20 de Noviembre”, ISSSTE Hospital Regional “1° de Octubre” Clínica de Especialidades Leonardo Bravo del complejo Oriente ISSSTE Instituto Nacional de Cancerología C.M.N. “20 de Noviembre” ISSSTE Jefe de Enseñanza Médica Instituto Nacional de Cancerología, SSA Universidad autónoma de San Luis Potosí Hospital de Traumatología y Ortopedia Lomas Verdes, IMSS Hospital de Pediatría del “Centro Médico Nacional Siglo” XXI, IMSS C.M.N. “20 de Noviembre” Hospital Regional “1° de Octubre” C.M.N. “20 de Noviembre” C.M.N. “20 de Noviembre”, ISSSTE Facultad de Psicología UNAM C.M.N. “20 de Noviembre” Facultad de Medicina UNAM El contenido de esta revista puede consultarse en: www.nietoeditorescom.mx, www.medigraphic.com, www.redalyc.com Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas ISSSTE Volumen 20, Núm. 2, abril-junio, 2015 CONTENIDO CONTENTS EDITORIAL EDITORIAL 123 123 El ISSSTE, la innovación educativa y la modernidad en investigación. El rumbo es el cambio José Francisco González Martínez ISSSTE: educational innovation and modernity in research. The course is to change José Francisco González Martínez ARTÍCULOS ORIGINALES ORIGINAL ARTICLES 125 125 135 144 152 158 165 Interacciones fármaco-nutrimento, una realidad en la práctica clínica hospitalaria Déborah Alejandra Araujo-López Depresión y funcionalidad familiar en pacientes con diagnóstico de tuberculosis Luis Ernesto Balcázar-Rincón, Yunis Lourdes RamírezAlcántara, María Rodríguez-Alonso Asociación entre conocimientos y prácticas alimentarias y el índice de masa corporal en el personal de un centro de tercer nivel de atención a la salud Almudena Gutiérrez-Noriega-de-Lomo, Bernarda Sánchez-Jiménez, María Reyna Sámano-Sámano, Martha Eunice Rodríguez-Arellano, Osvaldo Erik Sánchez-Hernández, Beatriz Irene Sánchez-Trampe Prevalencia de obesidad en preescolares, escolares y adolescentes en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos del ISSSTE Ismael Camacho-Guerrero, Juan José RodríguezZepeda, Erick Oswaldo-Sánchez, Martha Eunice Rodríguez-Arellano, Claudette Musalem-Younes Analgesia obstétrica por vía peridural, comparación de nalbufina sin parabenos vs. fentanilo Juan José Espinoza-Espinosa, Ruth Michel-Macías, Norma Lozada-Villalón Prevalencia de tumores malignos de nariz y senos paranasales en el Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías Verónica Miceli-Chavarría, Jesús Rafael BenítezGómez, María Cristina Navarro-Meza 135 144 152 158 165 Drug-nutrient interactions, a reality in hospital clinical practice Déborah Alejandra Araujo-López Depression and family function in patients with diagnosis of tuberculosis Luis Ernesto Balcázar-Rincón, Yunis Lourdes RamírezAlcántara, María Rodríguez-Alonso Association between knowledge and dietary practices and the body mass index in the staff of a tertiary health care center Almudena Gutiérrez-Noriega-de-Lomo, Bernarda Sánchez-Jiménez, María Reyna Sámano-Sámano, Martha Eunice Rodríguez-Arellano, Osvaldo Erik Sánchez-Hernández, Beatriz Irene Sánchez-Trampe Prevalence of obesity in preschoolers, students and adolescents at Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos from ISSSTE Ismael Camacho-Guerrero, Juan José RodríguezZepeda, Erick Oswaldo-Sánchez, Martha Eunice Rodríguez-Arellano, Claudette Musalem-Younes Epidural obstetric analgesia, comparison of nalbuphine sp vs. fentanyl Juan José Espinoza-Espinosa, Ruth Michel-Macías, Norma Lozada-Villalón Prevalence of malignant tumors of the nose and paranasal sinuses at Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías Verónica Miceli-Chavarría, Jesús Rafael BenítezGómez, María Cristina Navarro-Meza ARTÍCULOS DE REVISIÓN REVIEW ARTICLES 171 171 178 El efecto Warburg: la mano derecha en el desarrollo del cáncer Norma Estela Herrera-González, Felipe MartínezGarcía, Emanuel Mejía-Jiménez Tratamiento de la osteogénesis imperfecta pediátrica con ácido zoledrónico José Alfredo Espíndola-Corres, Óscar Colín-Martínez, José Antonio Delgado-Pérez, Agustín Isunza-Ramírez 178 Warburg effect: the right hand in the development of cancer Norma Estela Herrera-González, Felipe MartínezGarcía, Emanuel Mejía-Jiménez Treatment of pediatric imperfect osteogenesis with zoledronic acid José Alfredo Espíndola-Corres, Óscar Colín-Martínez, José Antonio Delgado-Pérez, Agustín Isunza-Ramírez REVISTA DE ESPECIALIDADES MÉDICO-QUIRÚRGICAS es una publicación científica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Publicación trimestral editada por la Dirección Médica del ISSSTE: Av. San Fernando 547, edificio A, 1er piso, colonia Toriello Guerra, CP 14070. Rev Esp Méd Quir 2015 (abril-junio), volumen 20, número 2, páginas 123-271. Registrada ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Dirección de Reservas de Derechos): 04-2001-071312455300-102. Publicación realizada, comercializada y distribuida por Edición y Farmacia, SA de CV. Domicilio de la publicación: José Martí 55, colonia Escandón, CP 11800, México, DF. Tel.: 5678-2811, fax: 5678-4947. El contenido de todos los artículos que se publican en la Revista de Especialidades Médico Quirúrgicas es responsabilidad absoluta de sus autores. Impresa en: Roma Color, SA de CV. Pascual Orozco 70, colonia San Miguel Iztacalco, México, DF, CP 08650. El contenido de esta revista puede consultarse en: www.nietoeditores.com.mx www.nietoeditores.com.mx Contenido 184 193 Acción neuroinflamatoria y neurotrófica de las quimiocinas durante un proceso isquémico cerebral Víctor Manuel Blanco-Álvarez, Guadalupe SotoRodríguez, Juan Antonio González-Barrios, Omar Beltrán-Galindo, Daniel Martínez-Fong, Bertha Alicia León-Chávez La cultura física terapéutica en el tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles: medicina basada en la cultura física Jesús Alexis Mederos-Cortina, Daniel LópezHernández, Rosana Medina-Arreguín, Margarita Blanco-Cornejo, Leticia Brito-Aranda, María de la Luz López-Hernández, Mildred Chávez-Cárdenas, Luis Beltrán-Lagunes 184 193 Neuroinflammation and neurotrophic actions of chemokines during a cerebral ischemic process Víctor Manuel Blanco-Álvarez, Guadalupe SotoRodríguez, Juan Antonio González-Barrios, Omar Beltrán-Galindo, Daniel Martínez-Fong, Bertha Alicia León-Chávez Therapeutic physical culture in the treatment of chronic non-communicable diseases: medicine based on physical culture Jesús Alexis Mederos-Cortina, Daniel LópezHernández, Rosana Medina-Arreguín, Margarita Blanco-Cornejo, Leticia Brito-Aranda, María de la Luz López-Hernández, Mildred Chávez-Cárdenas, Luis Beltrán-Lagunes CASOS CLÍNICOS CLINICAL CASES 199 199 205 210 215 219 226 232 237 243 Bezoar en adolescente masculino con antecedente de malformación anorrectal. Reporte de un caso Adriana Iliana Castillo-Aguirre, Perla López-Medina, Víctor Alarcón-Quezada, Víctor Hugo PortugalMoreno, Jorge Marino Vidal-Medina Timo ectópico cervical: presentación de un caso y revisión de la literatura Lydia Villegas-Sepúlveda, Irlanda Romo-Gasson, Jesús Roberto Aveytia-Rojas, Aldo Javier Hernández-Loya Reporte de caso de hernia de Garengeot en un centro de cirugía ambulatoria Alberto Aznar-Jean, Ruth Ivonne Acevedo-Estrada Osteoma osteoide orbitario: presentación de un caso Cándida Aleyda Carrillo-Hernández, Héctor Flores Romo-Chávez Estesioneuroblastoma: reporte de caso y revisión de la literatura Matsuharu Akaki-Caballero, Ana Karla GuzmánRomero Histiocitoma fibroso maligno Matsuharu Akaki-Caballero, Ana Karla GuzmánRomero, Ana Graciela Saavedra-Mendoza Neurofibromatosis vesical: presentación de un caso y revisión de la literatura Fernando Bolio-Laviada, Rosa Estela Romero-Aguilar, Jesús Alberto Martínez-Manzo, Élio Roberto SánchezAli, Roberto Gutiérrez-Hernández, Román CarvajalGarcía Síndrome nefrótico como manifestación inicial del linfoma de Hodgkin Roxana Margarita Hernández-Jamaica, Juan MirónGarcía, René Olalde-Carmona Bolsa colónica asociada con fístula traqueoesofágica sin atresia. Presentación de un caso Heladio Nájera-Garduño, Rubén Rodríguez-Pulido, Cristian Ricardo Ibarra-Hernández, Perla LópezMedina, Humberto Enrique Mejía-Álvarez 205 210 215 219 226 232 237 243 Bezoar in male adolescent with history of anorectal malformation. A case report Adriana Iliana Castillo-Aguirre, Perla López-Medina, Víctor Alarcón-Quezada, Víctor Hugo PortugalMoreno, Jorge Marino Vidal-Medina Ectopic cervical thymus: presentation of a case and review of the literature Lydia Villegas-Sepúlveda, Irlanda Romo-Gasson, Jesús Roberto Aveytia-Rojas, Aldo Javier Hernández-Loya Case report of Garengeot hernia in an ambulatory surgery center Alberto Aznar-Jean, Ruth Ivonne Acevedo-Estrada Orbital osteoid osteoma: presentation of a case Cándida Aleyda Carrillo-Hernández, Héctor Flores Romo-Chávez Esthesioneuroblastoma: case report and review of the literature Matsuharu Akaki-Caballero, Ana Karla GuzmánRomero Malignant fibrous histiocytoma Matsuharu Akaki-Caballero, Ana Karla GuzmánRomero, Ana Graciela Saavedra-Mendoza Bladder neurofibromatosis: report of a case and review of the literature Fernando Bolio-Laviada, Rosa Estela Romero-Aguilar, Jesús Alberto Martínez-Manzo, Élio Roberto SánchezAli, Roberto Gutiérrez-Hernández, Román CarvajalGarcía Nephrotic syndrome as an initial manifestation of Hodgkin’s lymphoma Roxana Margarita Hernández-Jamaica, Juan MirónGarcía, René Olalde-Carmona Pouch colon associated with tracheoesophageal fistula without atresia. Presentation of a case Heladio Nájera-Garduño, Rubén Rodríguez-Pulido, Cristian Ricardo Ibarra-Hernández, Perla LópezMedina, Humberto Enrique Mejía-Álvarez INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN MÉDICA RESEARCH IN MEDICAL EDUCATION 248 248 256 266 Reanimación cardiopulmonar: nivel de conocimientos entre el personal de un servicio de urgencias Luis Ernesto Balcázar-Rincón, Luis Arturo MendozaSolis, Yunis Lourdes Ramírez-Alcántara Modelos educativos en medicina y su evolución histórica Mónica Gabriela González-Montero, Pilar María LaraGallardo, José Francisco González-Martínez Resultados del Programa de Maestrías en Ciencias del Hospital General de México 2009-2014 José Francisco González-Martínez, Fiacro JiménezPonce www.nietoeditores.com.mx 256 266 Cardiopulmonary resuscitation: level of knowledge in an emergency department staff Luis Ernesto Balcázar-Rincón, Luis Arturo MendozaSolís, Yunis Lourdes Ramírez-Alcántara Educational models in medicine and its historical evolution Mónica Gabriela González-Montero, Pilar María LaraGallardo, José Francisco González-Martínez Results of the Programa de Maestrías en Ciencias from Hospital General de México 2009-2014 José Francisco González-Martínez, Fiacro JiménezPonce Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Perspectiva Editorial de la revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Editorial El ISSSTE, la innovación educativa y la modernidad en investigación. El rumbo es el cambio El ISSSTE tiene como prioridad la atención médica, sin embargo es necesario reconocer a la Educación y a la Investigación, como prioritaria y con ello generar conocimiento, con lo cual la medicina se ve favorecida en la aplicación clínica de nuevos conocimientos. La UNESCO dio a conocer mediante su Foro Mundial el aprendizaje mediante la construcción de modelos educativos basados en competencias, todos estos esfuerzos tendrán como meta el desarrollo de la sociedad del conocimiento. Forjando un cambio de paradigma en donde la educación deje de estar centrada en los profesores y fije su atención en los alumnos llevándolos a un modelo de aprendizaje fundamentado en la teoría, pero centrado en la vinculación del conocimiento aprendido en la práctica clínica, desarrollando competencias específicas en las diversas áreas del conocimiento, para llevar a los estudiantes de pregrado y posgrado a un nivel superior de integración del conocimiento. Sabemos que los desafíos de la educación médica en el siglo XXI son el desarrollo científico y tecnológico, la globalización, las condiciones del ejercicio profesional médico, las expectativas de los pacientes y la situación de la salud de la población en general, por lo que el deber ser de las jefaturas de educación de las instituciones de salud nacional es generar este cambio. Es necesario innovar en el ámbito educativo teniendo un pensamiento crítico, donde se tomen decisiones con la finalidad de dar una resolución real a problemas actuales y futuros Dr. Antonio Torres Fonseca Dirección Médica. Departamento de Investigación teniendo en cuenta una visión internacional. Todo esto será posible mediante el autoaprendizaje, el trabajo en equipo de alto desempeño, la comunicación interdisciplinaria, el uso de la más alta tecnología; siempre teniendo en cuenta que la educación debe de estar basada en valores. Artículos originales Interacciones fármaco-nutrimento, una realidad en la práctica clínica hospitalaria Las interacciones fármaco nutrimento se encontraban lejos de la práctica clínica, sin embargo hoy son vistas, posterior a que se comienzan a manifestar con síntoma clínicos. A partir del año 2000 empiezan a publicarse tanto artículos como información relacionada al tema, nace el interés por esta área de a poco, empezaron a aparecer capítulos en los libros de farmacología o nutrición, en México es hasta el 2012, se publica como Guía de práctica clínica Nutrición enteral: fórmulas, métodos de infusión, e interacción fármaco-nutriente, por parte de la Secretaria de Salud. Las interacciones farmacológicas representan un problema de salud, dado que la mayoría de la población no recibe asesoría en referencia al uso correcto de los medicamentos, en relación a cómo tomar, reconstituir, administrar y almacenar sus medicamentos, poco a poco las interacciones fármaco-nutrimento han ido cobrando importancia, en la actualidad se sabe que los alimentos contienen nutrimentos y otras sustancias que pueden afectar en diferente grado la farmacocinética y la farmacodinamia de los medicamentos. www.nietoeditores.com.mx Torres Fonseca A. Perspectiva Editorial de la revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Depresión y funcionalidad familiar en pacientes con diagnóstico de tuberculosis atendidos en dos unidades de medicina familiar del IMSS en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas La tuberculosis es una enfermedad que afecta a más de la tercera parte de la población del mundo, de acuerdo a estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, es considerada como una enfermedad de la pobreza y muchos aspectos de bajo nivel socioeconómico. Una de las características del prejuicio es que su componente cognoscitivo, está constituido por una información incompleta y demasiado generalizada y su componente afectivo está asociado a elementos de rechazo muy arraigados. En toda familia existe la dependencia de sus miembros entre sí, tanto que cuando uno de ellos se enferma todos los demás miembros experimentan alarma, puesto que la enfermedad amenaza la integridad familiar, sumándose, el temor al contagio, sentimientos de vergüenza e inseguridad, Si bien el profesional de la salud juega un papel importante en la adherencia del paciente al tratamiento, la participación de la familia es la clave para hacer frente a la enfermedad, porque influye en la adopción de hábitos, estilos y comportamientos que son relevantes para que el proceso terapéutico tenga éxito. Existen diversos estudios que documentan los niveles de depresión y soporte social del enfermo con tuberculosis pero la mayoría de los estudios se han realizado en ambientes hospitalarios, con base a lo anterior, realizamos el presente trabajo con el objetivo de determinar la frecuencia de depresión y su relación con la dinámica familiar en pacientes con diagnóstico de tuberculosis, atendidos en dos unidades de medicina familiar. Asociación entre conocimientos y prácticas alimentarias con el IMC en el personal de un centro de atención a la salud de tercer nivel La infancia es un periodo fundamental para la creación y desarrollo de prácticas alimentarias que van a condicionar el estado nutricional en etapas posteriores de la vida, el aprendizaje de conocimientos y prácticas alimentarios están condicionados por factores sociales, económicos y culturales, una vez que se aprenden es difícil modificarlos sobre todo en la etapa adulta. Los problemas de salud crónicos d e g e n e ra t ivo s de mayor prevalencia en México están relacionados directamente con el conocimiento y la práctica alimentaria. Identificar la asociación entre los conocimientos y prácticas alimentarias con el estado de nutrición que tiene el personal de un hospital, permitirá establecer como los conocimientos y las prácticas interactúan y repercuten en el estado de salud de los trabajadores del hospital. Su estudio es importante para ayudar a comprender las altas prevalencias del sobrepeso y la obesidad y reorientar las estrategias educativas a las necesidades reales del personal que trabaja en instituciones de salud. Prevalencia de obesidad en preescolares, escolares y adolescentes en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos del ISSSTE La enfermedad metabólica que se presenta con mayor prevalencia tanto en países desarrollados como en no desarrollados es la obesidad. La OMS la ha declarado como una epidemia global y uno de los más grandes problemas de salud en la actualidad. De los países de América Latina, México es el de más alta prevalencia de Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas obesidad en niños, alcanzando aproximadamente el 20%. Los datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT 2012), muestran una prevalencia de sobrepeso de l9.8% y de obesidad del 14.6% en la población de niños entre 5 y 11 años. Dentro de los servicios de salud, el ISSSTE es la Institución donde hay un mayor porcentaje de sobrepeso y obesidad, por lo que determinar la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población pediátrica derechohabiente que acude al servicio de urgencias pediátricas del Hospital Regional A. López Mateos, permitirá el realizar un diagnóstico situacional e implementar medidas de tratamiento y prevención para la misma. Analgesia obstétrica vía peridural, comparación nalbufina sp vs. fentanilo Desde un punto de vista humano es necesario inhibir el dolor obstétrico, ya que de no hacerlo se produce en una gran parte de las futuras madres, vivencias que pueden transformar una situación placentera y de alegría en un hecho desagradable, con la posible repercusión negativa a futuro en la relación afectiva entre madre e hijo. Numerosos estudios han demostrado los beneficios que se obtienen en el binomio madre-producto con el s im p le hecho de controlar el dolor obstétrico, destacando entre los procedimientos analgésicos que producen estas respuestas favorables la administración a la madre de analgesia epidural, para poder seleccionar la técnica de analgesia más adecuada es importante recordar, que es necesario que ésta tenga la capacidad de no producir depresión en ninguno de los órganos y sistemas de la madre y el producto; sin embargo, a pesar de tantos estudios e investigaciones, en la actualidad aún no contamos con la droga o técnica de analgesia ideal que reúna las características mencionadas para el adecuado control del dolor obstétrico, es Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 por ello que el objetivo del estudio se encuentra en evaluar la eficacia de la nalbufina por vía peridural en analgesia obstétrica en pacientes en trabajo de parto comparada con la producida por fentanilo. Prevalencia de tumores malignos de nariz y senos paranasales en el Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías Los tumores de la cavidad nasal y senos paranasales se consideran, según estadísticas internacionales, poco frecuentes, constituyen menos del 1% de todas las neoplasias malignas, son más frecuentes en el sexo masculino que en el femenino, en una relación de 2:1, se presenta más frecuentemente entre la quinta y séptima décadas de la vida. Los factores de riesgo incluyen la exposición a carcinogénicos inhalados como son el polvo de madera, níquel, cromo, piel, solventes, gas mostaza, isopropanol, tabaquismo, y se ha asociado a trabajadores de la madera, soldadores y teñidores de piel, el 80% corresponde a tumores epiteliales, el carcinoma epidermoide de células escamosas es el más frecuente de los tumores malignos de la nariz y senos paranasales, el 20% restante corresponde a sarcomas, por lo que el presente documento tuvo como objetivo determinar la prevalencia de tumores malignos de nariz y senos paranasales en el Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías. Artículos de revisión El efecto Warburg: la mano derecha en el desarrollo del cáncer Entender todos los cambios fisiológicos que ocurren en las células tumorales, es una tarea Torres Fonseca A. Perspectiva Editorial de la revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas compleja, las células tumorales presentan inicialmente una proliferación descontrolada y van adquiriendo alteraciones genéticas que les permiten crecer fuera del sitio de desarrollo del tejido normal, proveyéndoles ventajas selectivas para su sobrevivencia, el estudio de los aspectos metabólicos de las células tumorales es un tema interesante pero complicado, ya que existe mucha variabilidad de este fenómeno, Con la observación de que la energía de las células tumorales se producía en el citosol y no mediante la fosforilación oxidativa, las primeras hipótesis e ideas adjudicaban este cambio a “daños irreversibles” ocurridos en la mitocondria. Hoy en día esta visión se ha modificado y ampliado de una manera sustancial. Actualmente se acepta que el cáncer es el resultado de múltiples procesos patogénicos asociados a un crecimiento celular desmedido, a una inhibición de la muerte celular programada (apoptosis) y a un intenso anabolismo. Por muchos años no se le dio importancia al efecto Warburg, sino hasta principios de los 90’s en donde los médicos nucleares retomaron el estudio de este efecto y lo utilizaron en el FDG-PET. prenatal, que puede diferenciar un feto afectado por las fracturas, de uno normal. La osteogénesis imperfecta (OI) es una enfermedad conocida desde la antigüedad, es un desorden genético del tejido conectivo, en el 70% de los pacientes es causada por una mutación de uno de los dos genes que codifican las cadenas de colágena tipo I. En la actualidad, no existe un tratamiento capaz de modificar el curso de la osteogénesis imperfecta, porque no puede actuarse directamente sobre la formación del colágeno tipo I. En los últimos veinte años, se ha investigado el uso de bisfosfonatos. Estos potentes inhibidores de la resorción ósea han demostrado un aumento en el contenido mineral óseo y densidad ósea con resultados más alentadores comparados con otras terapias, especialmente han mostrado una reducción en el número de fracturas que sufren los pacientes así como el aumento en la densidad ósea. Otros efectos favorables de los bisfosfonatos, demostrados en estudios observacionales, son la disminución del dolor óseo, la mejoría de su capacidad funcional y ambulación, la disminución de la incidencia de fracturas, entre otras. Tratamiento con ácido zoledrónico en niños con osteogénesis imperfecta Acción neuroinflamatoria y neurotrófica de las quimiocinas durante un proceso isquémico cerebral La característica común de las diferentes formas de osteogénesis es una fragilidad ósea que causa repetidas fracturas, las cuales generan dolor, siendo éste una manifestación clínica muy importante. En las formas leves los huesos son estrechos y largos, presentan su primera fractura después del año de edad, en las formas graves pueden presentarse al nacimiento y manifestarse por irritabilidad, llantos prolongados y disminución de la movilidad espontánea, llevando con el tiempo a deformidades graves en las extremidades, siendo de gran importancia la realización de ultrasonografía La enfermedad cerebrovascular es la tercera causa de muerte a nivel mundial, esto es debido a la oclusión de un vaso sanguíneo por una hemorragia, trombo o ateroma, lo que resulta en una pérdida aguda del suministro de oxígeno y glucosa hacia el tejido cerebral, ésta puede ser clasificada como focal o global. La respuesta inmunológica participa a través de procesos inflamatorios liberando citocinas y quimiocinas, las cuales participan en funciones de comunicación celular y reclutamiento de células no solo leucocitario, sino también de células precursoras neurales. Las Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas quimiocinas se subdividen en cuatro familias de acuerdo con la nomenclatura sistemática, considerando el número y el espaciamiento de los 4 residuos de cisteína altamente conservados en el extremo N-terminal de la proteína. La principal quimiocina expresada ante un infarto cerebral es CCL2, que altera la permeabilidad de la barrera hematoencefálica y está implicada en la migración de la microglía así como de las células madre derivadas de la médula ósea hacia las áreas de isquemia cerebral, con el objetivo de colaborar en la regeneración de la zona afectada. Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 por ello que la Cultura Física Terapéutica se debe considerar un eje transcendental en el manejo de los pacientes y sobre todo en la prevención de enfermedades. La cultura física terapéutica consiste en la aplicación de ejercicios con objetivos profilácticos y medicinales para lograr un rápido y completo restablecimiento de la salud, de la capacidad de trabajo y la prevención de las consecuencias asociadas con los procesos patológicos. Hoy, la cultura física terapéutica es una parte muy importante del tratamiento médico en todas las instituciones profilácticas curativas; sin embargo, el desarrollo y la difusión de estrategias que fomenten una cultura física preventiva fomentaran el desarrollo de una medicina basada en cultura física, como una estrategia de salud pública. Casos clínicos La cultura física terapéutica en el tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles: medicina basada en la cultura física Varios autores señalan que la cultura física terapéutica consiste en la aplicación rutinaria, constante y con una frecuencia determinada, de ejercicios con objetivos profilácticos y medicinales para lograr un rápido y completo restablecimiento de la salud, al conocerse bien de las manifestaciones patológicas de las enfermedades y los mecanismos de la acción terapéutica de los ejercicios físicos se pueden elegir y aplicar de forma correcta las diferentes clases de ejercicios físicos tanto en pacientes que han sufrido traumatismos o enfermedades como con personas sanas. La actividad física influye considerablemente en la prolongación de la vida humana, la calidad de vida y el desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles de mayor impacto social y económico, sobre todo en países con economías de bajos y medianos ingresos, que han adoptado las características socioculturales de occidente. Es Bezoar en adolescente masculino con antecedente de malformación anorrectal. Reporte de un caso La falta de un seguimiento médico y psicológico, posterior a la corrección quirúrgica, de un paciente con presencia de estreñimiento crónico e incontinencia fecal parcial, condicionaron a ser víctima de acoso escolar, por el uso de pañal y manchado de materia fecal constante y el olor que lo acompaña constantemente a un paciente de 4 años de edad, ello condicionó un estado distímico y tricotilomanía con pica, ingesta de textiles que condicionó la formación de un bezoar; lo cual es una asociación poco común. La mayor parte de los niños intervenidos de malformaciones anorrectales presenta algún tipo de disfunción intestinal, el hábito intestinal predominante (65%) es el estreñido con o sin fecalomas, sin embargo, según los estudios al respecto, son las pérdidas involuntarias de heces lo que marca a largo plazo su calidad de vida, contribuyendo a un deterio- Torres Fonseca A. Perspectiva Editorial de la revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas ro en su desarrollo fisiológico y social, aunado a que gran parte de las familias de los niños, asumen la incontinencia como algo inevitable y perteneciente a su enfermedad por lo que no solicitan tratamiento a pesar de los problemas que les provoca, y aunque no hay suficientes estudios respecto a el estado anímico que condiciona, es indudable que esto en nuestro paciente, como él mismo lo manifestó, condicionó un estado de baja autoestima, de detención en su desarrollo social, conllevando a un estado distímico y teniendo desahogo en la tricotilomanía y pica. Timo ectópico cervical: presentación de caso y revisión de la literatura El diagnóstico de timo ectópico cervical en niños es poco frecuente, sin embargo, debe ser considerado como diagnóstico diferencial en pacientes que acuden a consulta con un aumento de volumen a nivel cervical. Es importante considerar la presencia de timo ectópico cervical como parte del diagnóstico diferencial en pacientes prepuberales con a u m e n t o d e vo lumen en cuello, nódulos en región anterior del cuello, especialmente en pacientes en edad escolar que presenten nódulos en la región cervical de crecimiento rápido, el manejo en todos los casos debe ser quirúrgico, ya que es poco considerado por clínicos, radiólogos y cirujanos. Se presenta el caso de una paciente de 10 años de edad. Reporte de caso de hernia de Garengeot en el centro de cirugía ambulatoria El conocimiento de las hernias es tan antiguo como la medicina misma, hernia de Garengeot no es universalmente conocido, y en ocasiones es mal utilizado, debido a la casi nula inclusión de esta terminología en los textos de cirugía. Este tipo de hernia se ha asociado con defectos congénitos y es mucho más frecuente en mujeres, el hallazgo del apéndice dentro del canal femoral por sí solo es un hallazgo raro, presente en 0.9% de las hernias femorales . En la literatura sólo hay reportes de casos y muy pocas series que hablan de este tipo de hernia “infrecuente”, así como de su diagnóstico y tratamiento. Se presenta el caso clínico de una paciente femenina de 70 años de edad. Osteoma osteoide orbitario, presentación de un caso Osteoma osteoide es una lesión ósea benigna, se presenta con mayor frecuencia en los huesos largos, especialmente el fémur y la columna posterior. Existen ciertos desacuerdos en el uso de osteoma osteoide vs. osteoblastoma benigno, llegándose a emplear sólo de acuerdo al tamaño según los criterios de Byers por lo que se denominan osteomas osteoides las lesiones menores de 1 cm y osteoblastoma las mayores de 2 cm. Son más frecuentes en el sexo masculino entre las edades de 11 y 20 años, los síntomas incluyen dolor sordo, aumento de la temperatura de la piel, aumento del sudor local. Se presenta el caso de una paciente de 39 años de edad que es referida del servicio de otorrinolaringología, al servicio de oftalmología, por presentar tomografía de senos paranasales con tumoración en órbita derecha. Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Estesioneuroblastoma: reporte de un caso y revisión de la literatura Neurofibromatosis vesical: presentación de un caso y revisión de la literatura El estesioneuroblastoma o neuroblastoma olfatorio es un tumor maligno, poco frecuente. Se puede presentar en todas las etapas de la vida pero tiene un pico de incidencia en la segunda (o tercera) y sexta (o séptima) décadas de la vida, no existe predominio de género. Las manifestaciones clínicas inicialmente son inespecíficas, y varían de acuerdo a su extensión: obstrucción nasal, epistaxis, hiposmia, exoftalmos, cefalea, es importante tener en cuenta que el estesioneuroblastoma es un tumor neuroendocrino y puede estar asociado a algunos síndromes (secreción inadecuada de hormona antidiurética, síndrome de Cushing). Presentamos el caso de un paciente de 22 años de edad, estudiante, originario de Yucatán, residente de Quintana Roo. La neurofibromatosis es una enfermedad hereditaria autosómica dominante, la prevalencia de la enfermedad es 1 de cada 3 000 nacimientos vivos, siendo más frecuente en hombres que en mujeres con una relación 3:1 en todas las razas. El tracto genitourinario rara vez participa en la NF1, se han informado de 80 casos en la literatura hasta la fecha, la vejiga es el órgano más comúnmente afectado en el tracto urinario, en la cual se puede manifestar como una masa aislada o como un proceso infiltrativo difuso, aproximadamente menos de un tercio de estos casos son en población pediátrica. Los síntomas más frecuentes son infecciones urinarias recurrentes. Nuestro objetivo es presentar el caso de una paciente adolescente con neurofibromas vesicales y revisión de la literatura. Histiocitoma fibroso maligno Síndrome nefrótico como manifestación inicial del linfoma de Hodgkin El histiocitoma fibroso maligno es el tumor de tejidos blandos más frecuente en adultos, estudios recientes demuestran que es frecuente encontrar estos tumores en cabeza y cuello posterior a radioterapia. En un estudio realizado en el Hospital General de México, que incluyó 1 263 casos, se reportó que de 162 pacientes tratados con radioterapia 3 casos presentaron malignización posterior a radiación; dos a sarcoma y un caso a histiocitoma fibroso. Presentamos el caso de un paciente de 38 años de edad con antecedente de tres resecciones quirúrgicas por diagnóstico de nasoangiofibroma. La primera hace 10 años y la última en enero del 2002. El síndrome nefrótico es una entidad común en niños de 2-7 años, la mayoría son idiopáticos, con histología de cambios mínimos y con buena respuesta a esteroides, se clasifica en primario o idiopático correspondiendo el 90% de los casos al primario. Las neoplasias afectan a los riñones de diversas formas, ellos pueden ser el sitio primario o menos comúnmente secundario; la leucemia y el linfoma suelen infiltrarlos, el síndrome nefrótico y linfoma de Hodgkin es una asociación común, de prevalencia muy baja (0.4%), la teoría más aceptada se cen- Torres Fonseca A. Perspectiva Editorial de la revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas tra en la producción de citocinas por las células neoplásicas donde pudiera estar involucrada la IL 13, ésta y otras citocinas alteran la permeabilidad de la membrana basal glomerular. El síndrome nefrótico puede presentarse como manifestación inicial de linfoma de Hodgkin, comportándose como un síndrome nefrótico idiopático puro. La resistencia a esteroides, recaídas frecuentes y aparición de signos y síntomas que no se encontraban previamente se consideran signos de alarma, que en conjunto son elementos que sugieren y orientan la etiología secundaria del síndrome nefrótico. Presentamos un caso de esta asociación donde destaca la ausencia inicial de síntomas de linfoma, el tiempo de presentación del síndrome nefrótico previo al del linfoma, niveles muy elevados de IgE (44 600 UI) y la resolución del síndrome nefrótico sin el uso de quimioterapia. Bolsa colónica asociada a fístula traqueoesofágica sin atresia. Presentación de un caso La bolsa colónica o “colon pouch” es una malformación rara, es más común en el sexo masculino con una relación de 3.5:1. Es una malformación rara en la cual el colon está parcial o totalmente reemplazado por una dilatación quística, que puede estar comunicada distalmente al aparato genitourinario o bien terminar en forma de saco ciego. El “colon pouch” se asocia con gran frecuencia a malformaciones vertebrales, cardiacas, genitourinarias y otras menos comunes como gastrointestinales. Es una patología común en la India en donde representa hasta el 27% de las malformaciones anorrectales. En México son escasos los casos registrados, siendo este el primer caso donde se asocia una bolsa colónica y una malformación esofágica. Se presenta el caso clínico de un recién nacido masculino de un día de vida. Investigación en educación médica Reanimación cardiopulmonar: nivel de conocimiento en personal de un servicio de urgencias La necesidad de reanimar a un ser humano a existido desde la historia misma de la humanidad, Peter Safar y Negovski confirman, basados en investigaciones científicas y junto a un grupo de expertos, que el uso de la ventilación boca a boca y las compresiones torácicas externas son efectivas y dan con ello la pauta para la fundación de la American Heart Association (AHA), organismo mundialmente reconocido como punta de lanza en la reanimación cardiopulmonar. Se define al paro cardiorrespiratorio como la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la respiración y de la circulación espontánea, por lo que se requiere de la aplicación adecuada de las de maniobras de reanimación cardiopulmonar, las cuales parecen simples y sencillas; sin embargo, ante una situación de emergencia real no se tienen siempre al 100% en mente. Es por esto que el entrenamiento y capacitación continua en reanimación cardiopulmonar ha sido recomendada desde su creación para los profesionales de la salud, sobre todo al personal médico y de enfermería que labora en un servicio de urgencias, ya que ellos conforman en la mayoría de los casos, la parte medular de un equipo de reanimación. Modelos educativos en medicina y su evolución histórica El intento que se hace por mejorar la educación en el ámbito de la medicina es un tema que nos aqueja desde hace ya un siglo. A pesar de los avances logrados desde entonces continuamos con la búsqueda de acciones que nos lleven a un nuevo rumbo de trabajo con panoramas frescos y alentadores. La educación en general requiere un Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas cambio de paradigmas, la educación médica no está exenta de estas recomendaciones. El mundo desarrollado, a raíz de los cambios en el proceso de Bolonia y la puesta al día en el Espacio Europeo, han trabajado los estándares y las competencias mínimas para la licenciatura y posgrados en Medicina; fortalecer la didáctica y la pedagogía con base en la innovación con modelos basados en competencias es una línea generalizada, el reconocimiento del entorno internacional y nacional está rodeado de numerosas vertientes ideológicas y marcos metodológicos que posibilitan un modelo teórico. Resultados del Programa de Maestrías en Ciencias del Hospital General de México 2009-2014 El Hospital General de México ha tenido especial cuidado no solo en formar cuadros dedicados a la atención de sus pacientes, también se ha preocupado en la formación de profesores e investigadores de excelencia. Es con el doctor Ignacio Chávez, en el año de l937, que se inicia el desarrollo de los cursos de posgrado, posteriormente a principios del siglo XX se dio un gran impulso a la creación y consolidación de las especialidades, sobre todo con la apertura del Hospital General en 1905, de diversos pabellones. En 1926 se Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 abrieron tres servicios en el Hospital General que albergaron sendas especialidades: cardiología, gastroenterología y urología, encabezadas por Ignacio Chávez, Abraham Ayala González y Aquilino Villanueva. En abril 1942 los doctores Gustavo Baz, a la sazón secretario de Salubridad y Asistencia, y Aquilino Villanueva, entonces director del Hospital General de México, fundaron la primera residencia hospitalaria de nuestro país, la formalización de investigadores dentro de los mismos médicos había sido demorada, por la falta de un propósito específico, la dificultad de vinculación entre las instituciones de salud y las instituciones educativas y la carencia de cuadros específicos de investigadores, que promovieran la investigación dentro de los residentes de especialidades médicas y que constituyeran la “masa crítica específica” para detonar la expansión de médicos-investigadores. Los autores de este trabajo implementaron en el año 2005 el Programa Plus en la entonces Dirección de Enseñanza del Hospital General de México, los objetivos de este programa eran incorporar las nuevas técnicas pedagógicas a la enseñanza de la medicina (el aprendizaje basado en competencias, el aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje en medicina basada en evidencias) acompañadas del fortalecimiento de tres pilares en el posgrado de las instituciones de salud, los programas de Maestría en Ciencias, Maestría en Administración Hospitalaria y Maestría en Educación. Editorial Rev Esp Méd Quir 2015;20:123-124. El ISSSTE, la innovación educativa y la modernidad en investigación. El rumbo es el cambio ISSSTE: educational innovation and modernity in research. The course is to change “La única constante en el universo es el cambio.” Sabemos que el Instituto tiene un carácter federal-nacional y que tiene entre sus prioridades la atención médica, lo cual es cierto y debemos fomentar que así sea. Sin embargo el ISSSTE debe públicamente reconocer a la educación y a la investigación como prioritarias al igual que la atención médica, con lo cual generaremos políticas nacionales de atención a la calidad educativa, de fomento y desarrollo de la investigación traslacional, que es aquella medicina que se ve favorecida en la aplicación clínica de los nuevos conocimientos. La UNESCO dio a conocer mediante su Foro Mundial sobre la Educación en Dakar, desde el año 2000 y ha reiterado continuamente, que es imperativo que la educación requiere un plan para cambiar la situación existente teniendo en cuenta que es necesario el aprendizaje permanente, mediante la construcción de modelos educativos basados en competencias. Todos estos esfuerzos tendrán como meta el desarrollo de la sociedad del conocimiento. Forjando un cambio de paradigma en donde la educación deje de estar centrada en los profesores y fije su atención en los alumnos llevándolos a un modelo de aprendizaje fundamentado en la teoría, pero centrado en la vinculación del conocimiento aprendido en la práctica clínica, desarrollando competencias específicas en las diversas áreas del conocimiento, para llevar a los estudiantes de pregrado y posgrado a un nivel superior de integración del conocimiento. Actualmente en los diversos centros universitarios y hospitalarios que fungen como sedes académicas y de desarrollo en programas de atención de la salud, el modelo educativo predominante, nacional e internacionalmente es el Flexner que fue descrito por el Dr. Abraham Flexner, mediante el análisis de las escuelas de medicina de América del Norte hace más de una centuria; lo que nos motiva en un arduo compromiso de enfocarnos a realizar el cambio de paradigma hacia un modelo educativo distinto, que se enfoque en preparar a los alumnos para resolver las problemáticas actuales, no las de una centuria atrás. Han manado intentos de superar este modelo, como el que nos propone Miller en la década de los 90 del siglo pasado, un modelo basado 123 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas en competencias en donde el alumno tiene un inicio del aprendizaje sabiendo (adquiriendo el conocimiento), para después saber cómo (desarrollo de la competencia), posteriormente es capaz de hacer (desempeño), y por último el alumno va a hacer los procedimientos necesarios para llevar a cabo la atención médica (acción). Otro intento por superar el modelo de Flexner es el Modelo Cambridge, el cual vincula las influencias relacionadas con el medio ambiente y con el individuo en el mecanismo de aprendizaje. Es necesario innovar en el ámbito educativo teniendo un pensamiento crítico, donde se tomen decisiones con la finalidad de dar una resolución real a problemas actuales y futuros teniendo en cuenta una visión internacional. Todo esto será posible mediante el autoaprendizaje, el trabajo en equipo de alto desempeño, la comunicación interdisciplinaria, el uso de la más alta tecnología; siempre teniendo en cuenta que la educación debe de estar basada en valores tales como la honestidad, el afán de superación, compromiso, cultura de trabajo, espíritu de servicio, cultura humanística y visión trascendente. La agrupación y aplicación de lo antes mencionado nos llevará a proponer un nuevo modelo educativo. Sabemos que los desafíos de la educación médica en el siglo XXI son el desarrollo científico y tecnológico, la globalización, las condiciones del ejercicio profesional médico, las expectativas de los pacientes y la situación de la salud de la población en general, por lo que el deber ser de las jefaturas de educación de las instituciones de salud nacional es generar este cambio. Debemos de situarnos en un panorama de transición de un entorno social nacional e internacional, en donde las instituciones de educación superior se vinculen directamente con las necesidades de atención de las instituciones de salud, en donde debe existir una evaluación de sedes y profesores, otorgar capacitación docente, garantizar 124 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 la calidad de la atención y retroalimentación permanente. Conocemos las fortalezas que tiene nuestro instituto, pero nos enfocaremos en las debilidades más importantes ya que hay que transformarlas en fortalezas, tales como la falta de vinculación con la investigación, aprendizaje basado en experiencias anecdóticas, el atraso tecnológico, la no profesionalización docente, falta de actualización pedagógica y didáctica, falta de planeación educativa, añoranza por el pasado y el déficit financiero para apoyar a la educación, entre otras más. Queremos recordar a Michael Porter, gurú de la competitividad, quien nos señalaba que: “La diferenciación, la puesta al día y el benchmarking con los líderes nacionales e internacionales es fundamental para ser competitivos”. Es por ello que el instituto propone un modelo educativo basado en la innovación y en el desarrollo de competencias llamado “ISSSTEXCELENCIA”. El Modelo ISSSTEXCELENCIA está conformado por la innovación, la seguridad y calidad en medicina, satisfacción permanente del usuario, ser socialmente responsables, trabajo en equipos de alto rendimiento y en la evaluación integral constante. Intentaremos que sea una política nacional que se lleve a cabo en todas las instituciones en donde formamos personal de posgrado y pregrado en el ámbito de la salud. Algo cierto que podemos decirles acerca de la mejora de la atención de la salud, es que se logrará primordialmente mejorando la educación. Dr. José Francisco González Martínez Jefe de Servicios de Enseñanza e Investigación Dirección Médica ISSSTE Artículo original Rev Esp Méd Quir 2015;20:125-134. Interacciones fármaco-nutrimento, una realidad en la práctica clínica hospitalaria Déborah Alejandra Araujo-López Farmacéutico Clínico, Instituto Nacional de Pediatría, México. RESUMEN Antecedentes: el conocimiento de las interacciones entre fármacos y nutrientes es de utilidad para todos los profesionales de la salud (médicos, nutriólogos, farmacéuticos, odontólogos y enfermeros) que tienen relación directa con los pacientes, con su alimentación y su farmacoterapia; en la actualidad se trata de una interacción que, aunque es importante, es muy poco considerada. Objetivo: conocer la incidencia de las interacciones fármaco-nutrimento en los pacientes pediátricos de un hospital de tercer nivel. Material y método: se abordaron 200 pacientes pediátricos de diferentes servicios de un hospital de tercer nivel, a los cuales se les realizó perfil farmacoterapéutico en busca de problemas relacionados con los medicamentos, en un plazo de 3 meses, con el fin de conocer la incidencia de los mismos y dentro de ellos, en particular, de las interacciones fármaco-nutrimento. Resultados: se detectó que 80% de los pacientes presentó cuando menos un problema relacionado con los medicamentos y que el más común la interacción farmacológica; dentro del total de las interacciones las interacciones fármaco-nutrimento tuvieron una incidencia de 20%. Conclusiones: las interacciones fármaco-nutrimento se encuentran dentro de los problemas relacionados con los medicamentos más frecuentes, por lo que es importante difundir las evidencias obtenidas para que los profesionales de la salud conozcan su frecuencia e importancia, así como el impacto que puede tener en su práctica clínica diaria para las indicaciones que hacen a sus pacientes en relación con los medicamentos y los alimentos que consumen. Interacciones que se pueden evitar empleando material de consulta bibliográfica del tema utilizando herramientas especializadas como el Libro “Generalidades de Nutrición y Fármacos” de la editorial COA. Palabras clave: dieta, fármacos, farmacología, salud, interacción. Recibido: 30 de marzo, 2015 Aceptado: 25 de mayo, 2015 ABSTRACT Correspondencia: QFB Déborah Alejandra Araujo López Farmacéutico clínico, Instituto Nacional de Pediatría Insurgentes Sur 2417 CP 01000 México, D.F. Tel.: 0445540656944 [email protected] Background: Knowledge of Drug-Nutrient interaction is useful for all health professionals (doctors, nutritionists, pharmacists, dentists and nurses) that are directly related to patients, their food and drug therapy, actually this interaction is very inconsiderated. Este artículo debe citarse como Araujo-López DA. Interacciones fármaco-nutrimento, una realidad en la práctica clínica hospitalaria. Rev Esp Med Quir 2015;20:125-134. Drug-nutrient interactions, a reality in hospital clinical practice www.nietoeditores.com.mx 125 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Objective: Determine the incidence of drug-nutrient interactions in pediatric patients in a third level hospital. Methods: 200 pediatric patients from different hospital services, which underwent pharmacotherapeutic profile looking for PRM’s (Problems related to drugs) within three months to determine the incidence of them and in particularly drug-nutrient interactions. Results: It was found that 80% of patients have at least one PRM, the most common PRM drug interactions, and in total interactions, drugnutrient interactions obtained an incidence of 20%. Conclusions: The Drug-Nutrient interaction are one of the most frequently PRM’s so it is important to disseminate the evidence obtained so that health professionals know the frequency and importance as well as the impact it can have on their daily clinical practice for their patients regarding medicines and food consumed which can be avoided using bibliographic research material by using specialized tools as the book “Nutrition and Drug Overview” COA publishing house. Key words: diet, drugs, pharmacology, health, interaction. Antecedentes históricos Hasta hace no muchos años las interacciones fármaco-nutrimento eran un tema totalmente ajeno a la práctica clínica, hasta que por sí mismo se abrió camino a través de las manifestaciones clínicas.1 Cómo ejemplo de esto tenemos que en 1927 Burrows y Farr formularon la primera sospecha de una interacción fármaco- nutriente: aceite mineral (que se utilizaba como laxante) + vitaminas liposolubles; más tarde, en 1939, Curtis y Balmer confirmaron que el aceite mineral disminuye la absorción del β-caroteno. Aunque se citan, estos hallazgos no tuvieron gran relevancia en esa época. En 1963 Blackwell y sus colaboradores describieron crisis hipertensivas graves debidas a la interacción entre medicamentos inhibidores de las monoaminooxidasas y aminas biógenas. La enzima monoaminooxidasa metaboliza aminas como la tiramina, al ingerir inhibidores de las monoaminooxidasas se inhibe la enzima y, al no metabolizarse las aminas, aumenta su concentración en el organismo desencadenando las crisis convulsivas.2 126 A partir del año 2000 empezaron a publicarse tanto artículos como información relacionada con el tema. Nació el interés por esta área de a poco, empezaron a aparecer capítulos en los libros de farmacología o nutrición, trabajos de investigación o artículos en revistas científicas. Por ejemplo en Perú, en 2004, se realizó y publicó un trabajo de tesis titulado “Incompatibilidades e interacciones medicamento nutriente-enteral en pacientes del Hospital Edgardo Rebegliati Martins”;3 en España, en el mismo año, se publicó un artículo titulado “Interacciones de los alimentos con los medicamentos”.3 Posteriormente, en 2007 se publicó en Argentina un artículo llamado “Interacción fármaco-nutriente”.4 En el 2008 se publicó en La Habana, Cuba, un artículo intitulado “Interacciones fármaco-nutrimento en el paciente con daño neurológico”.5 Para el año 2009 encontramos en Guatemala un trabajo que lleva por nombre “Interacción entre los fármacos y los nutrientes”.6 En ese mismo año, en España, se publicaron los artículos “Interacciones fármaco-nutrientes en patología neurológica”7,8 e “Interacción de los antineoplásicos orales con los Araujo-López DA. Interacciones fármaco-nutrimento alimentos: revisión sistemática”.9 Para el 2012, en Brasil, se publicó el artículo “Dietary vitamin K intake and stability of anticoagulation with coumarins; evidence derived from a clinical trial”10 y por fin, ese mismo año, en México, la Guía de práctica clínica “Nutrición enteral: fórmulas, métodos de infusión, e interacción fármaco-nutriente”11 por parte de la Secretaria de Salud. Sin embargo, hasta el año 2013 no existía un libro dedicado de lleno a las interacciones fármaco nutrimento, y menos hecho en México, basado en el cuadro básico del país: “Generalidades de Nutrición y Fármacos” de la Editorial COA. En la actualidad existen cada vez más artículos al respecto y se consideran estás interacciones en las bases de datos internacionales para la consulta de información de medicamentos. Las interacciones farmacológicas representan un problema de salud dado que la mayoría de la población no recibe asesoría en referencia al uso correcto de los medicamentos, en relación a cómo tomar, reconstituir, administrar y almacenar sus medicamentos; y sobre todo, a que no existe un seguimiento estricto de algunos aspectos de la evolución clínica del paciente durante su tratamiento, lo cual conlleva problemas relacionados a los medicamentos tales como las interacciones que se presentan por el uso de los fármacos prescritos o de libre venta y la polifarmacia.12 No obstante, por si esto fuera poco, están también las interacciones fármaco-nutrimento, lo cual complica aún más el éxito de la terapia, ya que los hábitos de alimentación son muy particulares en cada paciente y eso, aunado al desconocimiento de las interacciones alimentarias por parte del equipo de salud, ya no digamos por los pacientes que se automedican, puede derivar en tratamientos ineficaces, tóxicos o innecesarios. Poco a poco las interacciones fármaco-nutrimento han ido cobrando importancia, mientras hace algunos años no eran tomadas en cuenta en la actualidad se sabe que los alimentos con- tienen nutrimentos y otras sustancias que pueden afectar en diferente grado la farmacocinética y la farmacodinamia de los medicamentos y, de igual manera, que los medicamentos causan impacto sobre el estado nutricional, ya sea produciendo una deficiencia nutricia o interfiriendo en el proceso natural de la alimentación (generando hambre o anorexia, vómitos o náuseas, etcétera). Estas interacciones, además de ser bidireccionales, pueden ser desde leves hasta muy graves, e incluso mortales, por lo que no deben subestimarse. Debido a lo anterior, es muy importante que todos los profesionales involucrados con el tratamiento del paciente tengan acceso a esta información, ya que son quienes dan las indicaciones directas de cómo y cuándo tomar el medicamento, quienes preparan o aplican el medicamento, quienes dan seguimiento al tratamiento o quienes prescriben la dieta del paciente con base en su diagnóstico. La polifarmacia en la atención médica Actualmente, es frecuente prescribir diversos fármacos o medicamentos, para tratar una o varias enfermedades. Las razones de la polifarmacia son múltiples pero las más importantes son: la prescripción irracional, el uso indiscriminado de medicamentos de venta libre (con lo cual se favorece la automedicación), el aumento en el número de fármacos disponibles en el mercado (prácticamente existe uno o más fármacos para cada situación patológica), el tratamiento de los pacientes con enfermedades crónicas y degenerativas y que los pacientes padezcan varias enfermedades simultáneas y que éstas sean tratadas de forma aislada por cada especialista que receta su propio arsenal de medicamentos sin abordar al paciente de forma integral. La polifarmacia conlleva problemas derivados de las influencias mutuas que pueden ejercer entre 127 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas sí los fármacos utilizados, causando alteraciones en el comportamiento esperado de los mismos, ya sea por los horarios en los que son administrados, la vía de administración, las condiciones de almacenamiento y transporte (mochilas o bolsas de los pacientes para tomarlos durante el día) o, por supuesto, por los alimentos con los que se mezclen. Estas alteraciones son llamadas interacciones y explican muchos de los efectos inesperados que ocurren durante el tratamiento farmacológico.12 existen interacciones farmacológicas con fines terapéuticos, es decir, aquellas que producen un beneficio (en las cuales se aprovechan las propiedades farmacodinámicas, farmacocinéticas o farmacéuticas; por ejemplo el uso simultáneo de penicilinas y probenecid ya que éste bloquea la secreción tubular de las primeras, aumentando la duración de su actividad) en muchos otros casos puede tratarse de asociaciones farmacológicas que representan un riesgo para la salud del paciente.12 No sólo la polifarmacia es uno de los mayores problemas con los que se enfrenta el equipo clínico en el contexto de un sistema sanitario moderno, en el cual se ha pasado de un solo médico responsable de un paciente y su medicación a las especialidades y subespecialidades en las que los pacientes pueden recibir medicaciones distintas prescritas por varios médicos, como ya se mencionó; también lo es la automedicación que aumenta el consumo de medicamentos y por ende los efectos adversos que inciden directa o indirectamente en la salud ocasionando que las interacciones sean fácil y erróneamente interpretadas como una manifestación de enfermedad. Un problema relacionado con los medicamentos es cualquier incidente, prevenible o no, que puede causar daño en el paciente o dar lugar a la administración inapropiada de los medicamentos cuando éstos están bajo el control de los profesionales sanitarios, del paciente o consumidor; estos incidentes pueden estar relacionados con la práctica profesional, con los productos o con los procedimientos o sistemas. El papel del farmacéutico en la detección de interacciones farmacológicas como parte del equipo de salud en pro de la seguridad del paciente Una interacción farmacológica ocurre cuando se altera la farmacocinética o la farmacodinamia del medicamento debido a la coadministración de un segundo medicamento, afectando la velocidad, cantidad de absorción de alguno de los medicamentos administrados, o ambas cosas, alterando el inicio de acción o las concentraciones plasmáticas de los mismos, provocando un aumento o disminución en la actividad de uno o ambos fármacos administrados, favoreciendo la presencia de una reacción adversa al medicamento e incluso efectos tóxicos. Aunque 128 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Con el desarrollo de nuevas tecnologías en el campo de la salud se han modificado las estrategias de los sistemas de salud para satisfacer las necesidades de la sociedad; se han diseñado nuevos y mejores fármacos para combatir las enfermedades de manera más eficaz, mientras que la tendencia de la práctica asistencial ha evolucionado de ser una práctica centrada en los conocimientos de la enfermedad y en los intereses del profesional, a una práctica en la que se incorpora la perspectiva del paciente, pues éste es finalmente el que recibe los beneficios de cualquier proceso asistencial. Al ser los medicamentos parte importante de ese proceso, el farmacéutico juega un papel fundamental dentro del equipo interdisciplinario que atiende al paciente en la atención primaria y especializada porque es el miembro del equipo de salud especialista en el manejo de éstos incluyendo, como mínimo, la interpretación y validación de las prescripciones, la preparación, dispensación y administración de los medicamentos Araujo-López DA. Interacciones fármaco-nutrimento y el seguimiento de los resultados que éstos tengan en los pacientes, con el objetivo final de conseguir el tratamiento farmacológico apropiado, eficaz, seguro y económico, evitando así que la administración inadecuada de los medicamentos tenga repercusiones negativas para el paciente; mismas que pueden prevenirse y están relacionadas con el fracaso de la terapia; conducen a visitas a la consulta médica o ingresos hospitalarios y elevan los costos para el paciente y para el hospital. Asimismo, tienen gran prevalencia y, si no se detectan y resuelven oportunamente, pueden incluso causar la muerte. Esta práctica se denomina atención farmacéutica y se ha logrado incorporar al ámbito hospitalario convirtiéndose en uno de los principales instrumentos de integración de los especialistas farmacéuticos en los servicios clínicos; en el contexto hospitalario se le conoce como farmacia hospitalaria. En los hospitales, los farmacéuticos tienen la disponibilidad no sólo de dar seguimiento al efecto que el tratamiento farmacológico tiene en el paciente sino también de analizar por completo el proceso de administración de los medicamentos a fin de identificar prevenir y subsanar los problemas que ocurran con el medicamento; los llamados problemas relacionados con los medicamentos que no necesariamente son prevenibles y los errores que ocurran (llamados errores de medicación) que sí son prevenibles.13 Interacciones fármaco-nutrimento, un tema cada vez más recurrente en los hospitales A escala mundial la incidencia de interacciones farmacológicas se ubica en el orden de 3 a 5% en pacientes que reciben simultáneamente seis medicamentos; asciende a 20% en pacientes que reciben 10 medicamentos y llega hasta 45% si éstos reciben entre 20 y 25 principios activos. Para complicar aún más la problemática que enfrenta el equipo clínico con los pacientes que reciben una terapia farmacológica está el hecho de que deben considerar también la alimentación que éstos reciben.2 La utilidad de conocer los tipos de interacción, además de prevenir las que son peligrosas o indeseables, es proponer estrategias para aprovechar aquellas que pueden beneficiar al paciente, utilizándolas a su favor. Por ejemplo, recomendar itraconazol con alimentos para que se asegure su absorción, ya que ésta es mayor con alimentos que en ayuno; recomendar ciclosporina con jugo de toronja que, aunque de manera normal la toronja aumenta la concentración y genera un efecto no deseado, si de forma profesional y controlada se reduce la dosis de ciclosporina y se potencia el efecto con la interacción del jugo de toronja se requeriría menos medicamento para generar el mismo efecto, lo que repercute directamente en el costo del tratamiento. Por otro lado, al evitar las interacciones que de alguna manera reducen la absorción o biodisponibilidad de los medicamentos se favorece el éxito de la farmacoterapia al garantizar las concentraciones plasmáticas óptimas o esperadas del fármaco prescrito, al no restarle potencia o eficacia por alguna modificación en concentración o estructura a causa de los alimentos. Tipos de interacción fármaco-nutrimento Las interacciones fármaco-nutrimentos o alimento-medicamento son bidireccionales; pueden darse por efectos inespecíficos debido a la presencia del alimento en el tracto gastrointestinal al momento de la administración del medicamento, lo cual afecta al fármaco porque los alimentos modifican la acidez gástrica y las modificaciones en la acidez estomacal producen alteraciones en la absorción de fármacos y de nutrimentos, principalmente debido a que los medicamentos son ácidos o bases débiles que al estar en medio ácido (estomacal) se ionizarán aquellos que sean básicos y quedaran no ionizados los que sean ácidos, siendo mejor absorbidos en este pH los 129 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas medicamentos ácidos. En cambio, en el medio básico (intestinal), se ionizarán los medicamentos ácidos y quedarán sin ionizar los básicos, por lo que se absorberán mejor en esta porción del tracto gastrointestinal los medicamentos básicos. Razón por la cual al modificar con los alimentos o medicamentos el pH gástrico o intestinal se modifica la cantidad de medicamento que se absorbe. De igual manera, si se trituran medicamentos con capa entérica quedarán expuestos al ácido estomacal y no llegaran íntegros al intestino. Los componentes de los alimentos hacen al medicamento más o menos soluble, o lo exponen a más o a menos tiempo en el estómago por las variaciones en el vaciamiento gástrico por la presencia de alimentos, o también como consecuencia de un componente concreto de los alimentos que afecta la absorción del fármaco. También se considera interacción fármaconutrimento cuando el medicamento produce una deficiencia nutricia, ya sea porque impide la absorción o porque induce la eliminación de un nutrimento o varios nutrimentos de un alimento. También se incluyen aquí las modificaciones en el consumo de alimentos que ocasiona la terapia farmacológica; por ejemplo los medicamentos oncológicos que producen náuseas, vómito o disgeusia y, por lo tanto, disminuyen el hambre y el consumo de alimento y generan deficiencias. Estas interacciones se subdividen en: Interacciones fisicoquímicas - Formación de complejos insolubles - Adsorción - Solubilidad - Ácido/base - Redox Interacciones farmacocinéticas Estas interacciones pueden darse desde la liberación pero, debido a que van de la mano con la 130 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 absorción, si retrasa o afecta la liberación altera la absorción y es por eso que las interacciones farmacocinéticas se limitan a los 4 procesos siguientes: absorción, distribución, metabolización o eliminación. Interacciones farmacodinámicas Son las interacciones que surgen cuando el nutrimento o el fármaco se comportan como agonista o antagonista del otro. MATERIAL Y MÉTODOS Se abordaron 200 pacientes pediátricos de diferentes servicios y diagnósticos en un plazo de 3 meses de estudio. El abordaje consistió en asistir a los pases de visitas, revisar diariamente el cambio de medicamentos, las indicaciones médicas y nutricionales, las hojas de enfermería, los resultados de laboratorio y las notas de evolución de los pacientes de diferentes servicios del hospital. Los pacientes del estudio tenían prescritos medicamentos tanto orales como parenterales con base en los cuales se efectuó el análisis. Se realizó el perfil farmacoterapéutico de cada paciente en el que se incluyeron los siguientes datos por medicamento: fecha de inicio y discontinuación del medicamento, dosis, intervalo de dosificación, vía y horario. Se buscaron problemas relacionados con los medicamentos y, dentro de éstos, señaladamente las interacciones fármaco-nutrimento. Se entregaron notas farmacéuticas informativas a las enfermeras, nutriólogas y médicos tratantes para poder prevenir o subsanar las interacciones fármaco- nutrimento encontradas con sugerencias de horarios o de suspensión o espaciamiento de los alimentos. Araujo-López DA. Interacciones fármaco-nutrimento Se dio seguimiento farmacoterapéutico a los pacientes en los que se detectaron interacciones fármaco-nutrimento hasta que fueron dados de alta del hospital. 70 60 50 40 RESULTADOS 30 20 De los pacientes que presentaron algún tipo de problema relacionado con los medicamentos 40% fue por interacción, ya fuera farmacológica o alimentaria (Figura 2). Del total de interacciones 20% fueron interacciones fármaco-nutrimento, ya sea que fuera declarada o potencial (Figura 3). Pacientes sin problemas medicamentosos 20% 10 In n pr ob le m te a ra cc io So nes br ed os is In fra do sis H ad Pre ora m pa rio in ra s ist c ra ión D ción / up lic id ad O tro s 0 Si De los pacientes abordados más de la mitad (65%) presentó algún tipo de problema relacionado con los medicamentos, desde posología inadecuada (infra- o supradosis), pasando por duplicidades terapéuticas hasta interacciones (Figura 1). Figura 2. De los problemas relacionados con los medicamentos los más comunes fueron las interacciones (medicamentosas o alimentarias). En la primera columna (pacientes sin problemas relacionados con los medicamentos) se incluyeron aquellos con apego correcto al tratamiento, no consumieron ningún alimento contraindicado (que interfiriera con la terapia), dejaron un lapso de 1-2 horas antes o después de consumir alimento para la administración del medicamento o los medicamentos de esos pacientes no interaccionaban con ningún nutrimento. Interacción fármaco-nutrimento 20% Al menos un problema medicamentoso 80% Interacción fármaco-fármaco 80% Figura 1. La mayoría (80%) de los pacientes presentó al menos 1 problema relacionado con los medicamentos durante su estancia hospitalaria (incluidas las interacciones medicamentosas y las fármaco-nutrimento). Figura 3. De las interacciones reportadas 20% fueron interacciones fármaco-nutrimento presentes o potenciales. 131 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Entre las interacciones más comunes identificadas y algunas subsanadas mediante la entrega de notas farmacéuticas se encontraron: Interacción entre alimento y antibióticos orales: muchos antibióticos disminuyen su absorción oral por la simple presencia de alimento en el estómago; otros lo hacen por ser quelantes de los cationes de los alimentos (principalmente Ca+2 y Mg+2); de cualquier modo esta interacción retrasa la absorción o disminuye la biodisponibilidad y concentración máxima de los medicamentos como ciprofloxacina o tetraciclinas, por lo que se recomendó administrarlas de 1 a 2 horas espaciadas de los alimentos. Interacción entre captopril y propanolol oral y alimentos: el alimento retrasa la absorción y disminuye el efecto por lo que se recomendó administrarlo de preferencia 2 horas antes o después de los alimentos. Interacción entre la toronja y diversos medicamentos: la mayoría de los medicamentos se metabolizan por el citocromo CYP3A4 y es justo ahí donde la toronja se comporta como inhibidora del citocromo y causa acumulación de más de 40 medicamentos en la sangre por aproximadamente 24 horas. Se recomienda no consumir toronja ni jugo de toronja durante tratamientos farmacológicos (en algunas ocasiones se ha empleado a la toronja como estrategia terapéutica para mantener las dosis plasmáticas por más tiempo; sin embargo debe hacerse con estricta vigilancia médica y farmacéutica). Interacción entre la fibra y los medicamentos: muchos medicamentos orales pueden absorberse menos debido a la fibra, por lo que debe espaciarse el consumo de fibra y la administración de medicamentos. Interacción entre hipoglucemiantes y algunos alimentos: por ejemplo el nopal, el chilacayote 132 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 y la guayaba tienen efecto hipoglucemiante, por lo que pueden ser una estrategia para el mejor control de las glucemias y para que los pacientes con hiperglucemias aún con medicamento no requieran dosis mayores. Interacción entre la vitamina K y los anticoagulantes: sobre todo el efecto de la warfarina puede verse modificado por las variaciones en la ingesta de vitamina K de la dieta en alimentos de origen vegetal como coliflor, brócoli, espinaca, berros, y de origen animal como carne roja e hígado, entre otros alimentos. Interacción entre diuréticos y potasio: la administración concomitante de diuréticos con alimentos ricos en potasio puede causar hipotensión y desequilibrio hidroelectrolítico. Interacción entre el ajo y los antiagregantes plaquetarios: el ajo consumido a la par de medicamentos antiagregantes como los antiinflamatorios no esteroides o el clopidogrel puede causar que se incremente el riesgo de hemorragia. Interacciones fármaco-nutrimento con los tratamientos de la tuberculosis (rifampicina/ isoniacida): en general administrarlos con alimentos reduce su absorción, por lo que se recomendó administrar en ayuno o espaciados al menos 2 horas de los alimentos. Son inhibidores de la monoaminooxidasa y de la diaminooxidasa, enzimas responsables de metabolizar la adrenalina y la histamina, respectivamente. Deben evitarse las fuentes de tiramina (aguacate, quesos maduros, cerveza, embutidos, plátano, chocolate, café y bebidas de cola, entre otros alimentos) ya que pueden causar crisis hipertensivas y las fuentes de histamina y alimentos liberadores de histamina (leche, yogurt, queso, legumbres, champiñones, pescado, berenjena, chocolate, espinaca, cítricos, fresas, kiwi, mariscos y huevo, entre otros alimentos) ya que Araujo-López DA. Interacciones fármaco-nutrimento pueden ocasionar una reacción seudoalérgica por acumulación de histamina. ANÁLISIS Las interacciones farmacológicas son una gran oportunidad de mejora de la práctica clínica, así como un área de oportunidad para los farmacéuticos y para el fortalecimiento de la farmacia hospitalaria en México. Como muestran los resultados más de la mitad de los pacientes presentaron problemas relacionados con los medicamentos y los más comunes fueron las interacciones. Esto es consecuencia de que la mayoría los profesionales de la salud, y por ende los pacientes, no cuentan con los conocimientos suficientes para el uso correcto de los medicamentos: cómo tomar, reconstituir, administrar y almacenar sus medicamentos; eso provoca los problemas relacionados con los medicamentos que se presentan por el exceso de fármacos prescritos, por las variaciones de la dieta, por la desinformación que existe respecto de combinar alimentos y medicamentos (se cree que es una acción inocua) al grado de llegar a dispersar o administrar medicamentos con jugo o leche como práctica cotidiana. Esto último complica aún más el éxito de la terapéutica, deriva en medicaciones ineficaces o tóxicas que requerirán tratamientos que habrían sido innecesarios. La interacciones fármaco-nutrimento se catalogan como negativas de primera instancia ya que, si no se conocen, causan efectos inesperados que en algunos casos pueden ser desastrosos. Sin embargo, la información es poder y el papel del farmacéutico clínico es proporcionarla para que los profesionales de la salud la conozcan y la utilicen para generar sinergias positivas; ahí radica la importancia de conocerlas: poder aplicarlas de forma útil. Por ejemplo, los alimentos que retrasan los picos de glucosa, disminuyen el índice glucémico o tienen efecto hipoglucemiante como el nopal, junto con los medicamentos hipoglucemiantes orales, puede ayudar a que el paciente utilice menos medicamentos o dosis menores y contribuir a un uso más racional de los medicamentos, a la disminución de costos y a un mejor control con menos riesgos y efectos secundarios. CONCLUSIONES Es primordial que los farmacéuticos participen activamente en la difusión y capacitación del personal sanitario sobre el correcto uso y manejo de medicamentos en los hospitales, que se incorporen como parte del equipo de salud para prevenir y subsanar problemas relacionados con los medicamentos y contribuir a la seguridad del paciente. También es prioridad que el equipo de salud conozca temas como las interacciones fármaconutrimento que pueden ayudar a mejorar su práctica clínica y a contribuir así en la educación del paciente, utilizando herramientas especializadas como el Libro “Generalidades de Nutrición y Fármacos” de la editorial COA. Finalmente, cabe mencionar que es imperativo que las interacciones fármaco-nutrimento cobren la importancia real que tienen en el impacto del tratamiento farmacológico, siendo cada vez más difundidas y estudiadas, ya que son una realidad de la práctica clínica diaria. REFERENCIAS 1. Araujo DA. Generalidades de Nutrición y Fármacos,COA editorial, 2013 pp: 1-29. 2. Lozano C, Villegas FF, Capítulo Conocimiento Deteccion y Prevención de las interacciones Fármaco Nutrimento en Farmacia Hospitalaria y Farmacovigilancia, DF, Araujo D Generalidades de Nutrición y Fármacos, COA editorial, 2013 pp: 40-49. 3. Amanqui P., Ccarhuas D y col. “Incompatibilidades e interacciones medicamento nutriente-enteral en pacientes del Hospital Edgardo Rebegliati Martins” Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Tesis para obtener el grado, Lima Perú 2004. 133 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas 134 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 4. Madurga M. “ Interacciones de los alimentos con los medicamentos”, Rev Aula de la Farmacia, España ,Junio 2004 27 pp:40-47. 10. Zuchinali P y col. “Dietary vitamin K intake and stability of anticoagulation with coumarins; evidence derived from a clinical trial” Brasil Nutr Hosp. 2012;27(6):1987-1992 5. Gargiulio G. “Interacción fármaco nutriente”, Rev Nuestra Farmacia, Argentina , 2007, 50 pp 24-26. 6. Martin I. Cordero A. “Interacciones fármaco-nutrimento en el paciente con daño neurológico”, La Habana Cuba, Rev Cub Aliment Nutr 2008;18(2):257-264. 11. “Nutrición enteral: fórmulas, métodos de infusión, e interacción fármaco-nutriente” por parte de la Secretaria de Salud. Editorial CENETEC. 7. Rosángel K. “Interacción entre los fármacos y los nutrientes” Tesis para obtener el grado, Guatemala 2009. 12. Gomez Leobardo, Identificación e impacto clínico de las interaccionesfarmacológicas potenciales en prescripciones médicas del Hospital ISSSTE Pachuca, México Volumen 37 • No. 4 • octubre - diciembre 2006. 8. Piñeiro G. “Interacciones fármaco-nutrientes en patología neurológica” España, Nutr Hosp Suplementos. 2009;2(2):89-105. 13. Estrada Laura Olivia.Errores de medicación en pacientes del Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE. Med Int Méx 2014;30:641-650 9. Jimenez N,V y col. “Interacción de los antineoplásicos orales con los alimentos: revisión sistemática” España Nutr Hosp. 2009;24(3):260-272. 14. Guía de práctica clínica. Interacciones farmacológicas potenciales, Consejo Mexicano de Salubridad General IMSS 688. Artículo original Rev Esp Méd Quir 2015;20:135-143. Depresión y funcionalidad familiar en pacientes con diagnóstico de tuberculosis RESUMEN Luis Ernesto Balcázar-Rincón1 Yunis Lourdes Ramírez-Alcántara2 María Rodríguez-Alonso3 Coordinador de Urgencias, Hospital General de Zona No. 2, IMSS. 2 Profesor titular de la residencia en Medicina Familiar, Unidad de Medicina Familiar No. 13, IMSS. 3 Médico familiar, Unidad de Medicina Familiar No. 13, IMSS. 1 El funcionamiento familiar es un factor determinante en la conservación de la salud o en la aparición de la enfermedad de cada uno de sus integrantes. Objetivo: determinar la frecuencia de depresión y su relación con la funcionalidad familiar en pacientes con diagnóstico de tuberculosis, atendidos en unidades de Medicina Familiar. Material y métodos: se evaluaron 38 pacientes con diagnóstico de tuberculosis, atendidos en Unidades de Medicina Familiar de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; utilizando la Escala de Depresión del Centro para Estudios Epidemiológicos y la Escala de Evaluación de Cohesión y Adaptabilidad Familiar. Se determinaron asociaciones causales con la prueba c2. Resultados: se encontraron síntomas depresivos en 94.7% de los casos, el tipo de familia demostró ser un factor asociado con depresión, no así la funcionalidad familiar. Conclusiones: la funcionalidad familiar es esencial en la facilitación o la obstrucción en el curso del tratamiento del paciente con diagnóstico de tuberculosis, por lo que es importante implementar medidas de apoyo en los pacientes que pertenecen a familias del tipo extensa para evitar síntomas depresivos. Palabras clave: depresión, funcionalidad familiar, tuberculosis. Depression and family function in patients with diagnosis of tuberculosis Recibido: 9 abril, 2015 ABSTRACT Aceptado: 14 mayo, 2015 The family functioning is a determining factor in the maintenance of health or the occurrence of the disease of each of their members. Correspondencia: Luis Ernesto Balcázar Rincón Objective: To determine the frequency of depression and its relationship to family dynamics in patients diagnosed with tuberculosis, treated in Family Medicine units. Methods: Thirty nine patients with a diagnosis of tuberculosis, attended at Family Medicine Units of Tuxtla Gutierrez Chiapas, were evaluated using the following instruments: CESD-D and FACES III. Causal associations were determined with c2 test. Results: Depressive symptoms were found in 94.7% of the cases, the type of family proved to be a factor associated with depression, while www.nietoeditores.com.mx Servicio de Urgencias Hospital General de Zona No. 2, IMSS Calzada Emilio Rabasa S/N CP 29000 Tuxtla Gutiérrez, Chiapas [email protected] Este artículo debe citarse como Balcázar-Rincón LE, Ramírez-Alcántara YL, RodríguezAlonso M. Depresión y funcionalidad familiar en pacientes con diagnóstico de tuberculosis. Rev Esp Med Quir 2015;20:135-143. 135 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas no association was found between family dynamics and depressive symptoms. Conclusions: The role of family functioning is essential in facilitating or obstructing the course of treatment of patients diagnosed with tuberculosis and it is important to implement support measures in patients belonging to the extensive type families to avoid presence of depressive symptoms. Key words: Depression, Family Functioning, Tuberculosis. INTRODUCCIÓN La tuberculosis es una enfermedad que afecta a más de la tercera parte de la población del mundo, de acuerdo con estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud se considera que en la última década del siglo XX quitó la vida a alrededor de 30 millones de personas en los países en vías de desarrollo.1 Es tradicionalmente considerada como una enfermedad de la pobreza y muchos aspectos de bajo nivel socioeconómico, por ejemplo el hacinamiento y la desnutrición, son aceptados como factores de riesgo individual y del hogar para la enfermedad.2 Históricamente es una enfermedad que presenta un fuerte prejuicio o estigma social, con diferentes matices culturales según la sociedad de que se trate. Una de las características del prejuicio es que su componente cognoscitivo (estereotipo) está constituido por una información incompleta y demasiado generalizada y su componente afectivo está asociado con elementos de rechazo muy arraigados que a su vez constituyen una barrera a nuevos conocimientos. Este prejuicio afecta a una de las necesidades fundamentales de los humanos, la aceptación social, necesidad que para intentar satisfacerla motiva diferentes comportamientos que dependerán de las características de la personalidad de cada individuo 136 y del contexto en que se desenvuelve, incluida en este último la familia. En toda familia existe la dependencia de sus miembros entre sí, tanto que cuando uno de ellos se enferma todos los demás miembros experimentan alarma, puesto que la enfermedad amenaza la integridad familiar, sumándose el temor al contagio, sentimientos de vergüenza e inseguridad, determinando actitudes hostiles y tipos de conducta que amenazan los mecanismos físicos y psicológicos de sostén que actúan dentro de la familia. El comportamiento familiar predominante ante la enfermedad, descrito por De la Cruz, fue de apoyo afectivo y material en forma de suministro de alimentos. Apoyo similar también fue frecuente entre vecinos y amigos cuando estos conocían de la enfermedad. Pero también se observó negación consciente de la enfermedad, rechazo manifiesto de vecinos, autoaislamiento y segregación por parte de los familiares dentro del hogar; incluidos utensilios como cubiertos, aún después de estar muy avanzado el tratamiento y tener esputos negativos.3 Si bien el profesional de la salud juega un papel importante en el cumplimiento del tratamiento por parte del paciente, la participación de la familia es la clave para hacer frente a la enferme- Balcázar-Rincón LE y col. Depresión y funcionalidad familiar en pacientes con tuberculosis dad, porque influye en la adopción de hábitos, estilos y comportamientos que son relevantes para que el proceso terapéutico tenga éxito. Los individuos ven a la familia como su “Fase más cercana donde se encuentran los valores, interpretaciones, percepciones, modelos de comportamiento, orientación, protección frente a los desafíos cotidianos de la vida y procesos relacionados con la salud, el bienestar y la enfermedad.”4 La mayoría de los pacientes conocen o han escuchado historias de personas o familias completas que han muerto de tuberculosis y a quienes les han cerrado las viviendas. La gente no se acerca pensando que podría “contaminarse”. Incluso en vida de esas personas enfermas, evitaban que “les regalaran algo y que los agarraran, menos.”5 Por lo tanto, hombres y mujeres tratan de ocultar las manifestaciones de la tuberculosis porque temen el rechazo de sus familiares y amigos por el estigma de la enfermedad. Se ha encontrado la falta de apoyo familiar como una de las principales causas de la interrupción del tratamiento. El apoyo de la familia, incluida la asistencia financiera, recolección de medicación y apoyo emocional, parecen ejercer una fuerte influencia en que el paciente cumpla con su tratamiento. En algunos casos los pacientes en terapia se vuelven cada vez más desmoralizados y con más probabilidades de no cumplir cabalmente con el tratamiento cuando el apoyo familiar se debilita. Tener miembros de la familia observando el tratamiento tomado ha sido considerado importante para algunos pacientes, especialmente si el observador es un tomador de decisiones en la familia o un miembro respetado de la familia. Los maridos y el apoyo de otros hombres es considerado importante por las pacientes femeninas.6 Un estudio realizado en Madrid, en el 2003, señaló que las personas que no conviven con sus familiares tienen un riesgo 4.3 veces mayor de abandonar el tratamiento. Por lo tanto, es importante que desde la asistencia sanitaria se trate de conocer que apoyo social tiene el paciente y tomar medidas especiales en aquellas personas que se encuentren en una situación de aislamiento social.7 La relación entre funcionamiento familiar y depresión es compleja: intervienen múltiples factores biológicos que condicionan enfermedad y mecanismos psicosociales que condicionan el reconocimiento y uso de herramientas (recursos) por la familia para solucionar el conflicto traducido como enfermedad en uno de sus miembros. Se ha descrito que los pacientes que perciben apoyo familiar insatisfactorio y que califican su estado de salud como pobre reportan mayor angustia psicológica. Sin embargo, los pacientes con apoyo familiar satisfactorio, independientemente de su percepción de salud, informan poca angustia psicológica. Estos resultados tienen sentido desde la perspectiva de la función familiar, modelos cognitivo-conductual e interpersonal de la depresión, y perspectivas de medicina conductual. No es de extrañarse que no se reconozca la sintomatología depresiva en estos pacientes ya que la mayoría de los médicos con frecuencia tienen alguna limitación en su formación profesional o en su enfoque de la práctica médica para reconocer los síntomas depresivos, lo que contribuye a dar prioridad al tratamiento de síntomas somáticos sin realizar una adecuada valoración del área psicosocial. Existen diversos estudios que documentan los grados de depresión y el soporte social del enfermo con tuberculosis, pero la mayoría se han realizado en ambientes hospitalarios y son pocas las investigaciones realizadas en enfermos ambulatorios.8 En Pakistán un estudio realizado por Husain y sus claboradores9 reveló que 46% de los pacientes con tuberculosis padecía depresión. Por su parte, Sulehri y su grupo10 reportaron una prevalencia de depresión de 80% en pacientes con diagnóstico de tuberculosis. En 137 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas América Latina un estudio similar, llevado a cabo por Accinelli y León Barua,11 demostró relación entre tuberculosis pulmonar y depresión; manifestándolo con anorexia o bulimia, así como con abandono del tratamiento médico. Por otro lado, Zárate Cáceres12 evaluó a 175 pacientes con diagnóstico de tuberculosis pulmonar pertenecientes a los centros de salud del cono norte de Lima, Perú, y encontró niveles altos de depresión moderada (42.3%); concluyó que la depresión y los niveles bajos de satisfacción familiar son factores de riesgo para abandonar el tratamiento médico. Sabemos que el modelo de atención del paciente con diagnóstico de tuberculosis ha pasado de ser intrahospitalario a recibir atención médica ambulatoria; sin embargo, pareciera que los servicios de salud se han “olvidado” del contexto donde vive la persona que recibe el tratamiento. “Olvidarse” del contexto familiar y comunal significa no conocerlo en primer lugar, pero también no contar con este durante el tratamiento que se debe adaptar en cada caso a las condiciones particulares de la familia. Con base en lo anterior realizamos este trabajo con el objetivo de determinar la frecuencia de depresión y su relación con la dinámica familiar en pacientes con diagnóstico de tuberculosis, atendidos en dos Unidades de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. MATERIAL Y MÉTODOS Participantes La selección de la muestra para este trabajo se realizó por conveniencia y se incluyó a todos los pacientes en tratamiento por el Servicio de Epidemiología de dos unidades médicas de primer nivel, del Instituto Mexicano del Seguro Social, 138 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 con diagnóstico de tuberculosis confirmado por baciloscopia y asociación epidemiológica. Aceptaron participar 38 pacientes. La recolección de datos se llevó a cabo cuando acudían a control en su unidad de medicina familiar. Antes de la recolección de datos se explicaron ampliamente a los pacientes los procedimientos que se llevarían a cabo en el estudio y se les solicitó que firmaran una hoja de consentimiento informado; posteriormente se dieron las instrucciones para responder a los instrumentos de evaluación y se aclararon todas las dudas de los pacientes a este respecto. El procedimiento de evaluación se llevó a cabo posterior a su consulta de control y tuvo una duración aproximada de 1 hora. Instrumentos utilizados Formato de datos generales Se creó una hoja de información sociodemográfica en la que se obtuvieron datos específicos del paciente como edad, sexo, lugar de residencia, escolaridad, profesión, religión, estado civil y tipo de familia según Arnulfo Irigoyen Coria.13 Escala de Depresión del Centro para Estudios Epidemiológicos La Escala de Depresión del Centro para Estudios Epidemiológicos (Center for Epidemiologic Studies Depression Scale, CES-D) es un instrumento diseñado para el tamizaje rápido de sintomatología depresiva en la población general. Esta escala fue desarrollada por Radloff en 1977 y su versión original consta de 20 reactivos con una escala de tipo Likert que califica de 0 a 3. Por tanto, las puntuaciones que se pueden obtener son de 0 a 60 y a mayor puntuación mayor gravedad de los síntomas depresivos. La escala es autoaplicable y los ítems están formulados en sentido negativo, excepto cuatro de ellos, que lo están en sentido positivo, con el fin de controlar el sesgo de respuesta.14 Este instrumento fue tra- Balcázar-Rincón LE y col. Depresión y funcionalidad familiar en pacientes con tuberculosis ducido al español y validado por Soler en 199715 encontrándose en el análisis de confiabilidad una alfa de 0.9, mientras que el análisis factorial mostró cuatro factores que explican 58.8% de la varianza; a saber: depresión afectiva/somática, afecto positivo, irritabilidad/desesperanza e interpersonal/social. La escala mostró una sensibilidad de 0.95 y una especificidad de 0.91 para la detección de sintomatología depresiva, con un punto de corte de 16 puntos. tipología familiar y de los resultados de las escalas. Se realizaron también asociaciones causales con la prueba de c2 para evaluar la asociación entre depresión y la funcionalidad familiar (nivel de cohesión, flexibilidad o adaptabilidad de la familia y modelo circunflejo de Olson), así como con tipología familiar. Todos los análisis se llevaron a cabo con el programa estadístico SPSS®. Se eligió este instrumento por ser un autorreporte breve para un tamizaje rápido de sintomatología depresiva en comparación con la escala de Hamilton, que se utiliza para evaluar depresión (Hamilton Depression Rating Scale, HDRS), diseñada para utilizarse en pacientes diagnosticados previamente con depresión.16 La muestra estuvo constituida por 16 hombres (42.1%) y 22 mujeres (57.9%), con edad mínima de 17 años y máxima de 67 años, con una media de edad de 40.71 (±15.79 desviación estándar). Se observó que 47.4% de los pacientes vivían en unión libre, mientras que 36.80% eran casados y 15.80% solteros. En cuanto al nivel académico el grado escolar más frecuente fue el de secundaria en 34.20% de los pacientes, seguido por el nivel medio superior con 21.10%, primaria el 18.40%, primaria incompleta 13.20%, sin instrucción formal 10.50% y otras 2.6%. Respecto al nivel socioeconómico observamos que 65.80% calificaron su situación económica como un nivel bajo, mientras que 34.20% la consideraron de nivel medio. Las características de la muestra previamente descritas pueden verse en el Cuadro 1. Escala de Evaluación de Cohesión y Adaptabilidad Familiar La Escala de Evaluación de Cohesión y Adaptabilidad Familiar (FACES III) es un instrumento compuesto por 20 ítems diseñado para evaluar dos de las dimensiones del modelo circumplejo de sistemas familiares y maritales: el nivel de cohesión y flexibilidad o adaptabilidad de la familia tal como la percibe el encuestado en ese momento (“Familia Real”).17 RESULTADOS Análisis estadístico También estudiamos a esta población con base en la clasificación de la familia según Irigoyen, se observó que en la familia en base a su desarrollo 55.3% es moderna y 44.7% tradicional. Con base en su demografía 100% fue urbana. Con respecto a su integración 55.3% fue integrada, seguida de semiintegrada con 39.5% y desintegrada en 5.3%. Por último, en relación con su composición encontramos que predominó la familia extensa con 50.0%, seguida de familia la nuclear con 31.6% y extensa compuesta con 18.4% (Cuadro 2). Se realizó un análisis descriptivo de las características sociodemográficas de los pacientes, Las características de la dinámica familiar de nuestra población, según la Escala de Evaluación La cohesión se obtiene de la suma de los puntajes de las preguntas nones y se mide de la siguiente manera: no relacionada 10-34 puntos; semirrelacionada 35-40; relacionada 41-45; aglutinada 46-50. Por su parte, la adaptabilidad se obtiene de la suma de los puntajes de las preguntas pares y se mide de la siguiente manera: rígida 10-19 puntos; estructurada 20-24; flexible 25-28; caótica 29-50. 139 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Cuadro 1. Características de la muestra de pacientes Variables Género Femenino Masculino Estado civil Soltero Casado Unión libre Escolaridad Primaria Primaria incompleta Secundaria Medio superior Sin instrucción formal Otra Nivel socioeconómico Medio Bajo n % 22 16 57.9 42.1 6 14 18 15.8 36.80 47.4 7 5 13 8 4 1 18.40 13.20 34.20 21.10 10.50 2.60 13 25 34.20 65.80 Fuente: encuesta aplicada a pacientes con diagnóstico de tuberculosis. Cuadro 2. Características de la muestra según tipo de familia Desarrollo n % Tradicional Moderna Total Integración Integrada Semiintegrada Desintegrada Total Composición Nuclear Extensa Extensa compuesta Total 17 22 39 43.59 56.41 100 22 15 2 39 56.41 38.46 5.13 100 13 19 7 39 33.33 48.72 17.95 100 Fuente: encuesta aplicada a pacientes con diagnóstico de tuberculosis. de Cohesión y Adaptabilidad Familiar fueron para la cohesión, entendida como el grado de unión emocional percibido por los integrantes de la familia, resultaron en 68.4% de familias no relacionadas, 13.2% semirrelacionadas, 140 10.5% relacionadas y 7.9% aglutinadas. Para la adaptabilidad (magnitud de cambio en roles, reglas y liderazgo que experimenta la familia) se encontró que 34.2% correspondió a familias rígidas, 28.9% a estructuradas, 23.7% a flexibles y 13.2% a caóticas (Cuadro 3). Desde la perspectiva del modelo circunflejo los niveles de funcionamiento familiar se dividieron en tres grupos. Los pacientes evaluaron a sus familias con un grado de funcionamiento de rango medio (50%), un grado de funcionamiento extremo (disfuncional) 36.8% y tan solo 13.2% con funcionamiento balanceado (funcional) (Cuadro 3). De acuerdo con los resultados de la Escala de Depresión del Centro para Estudios Epidemiológicos encontramos que 94.7% (n = 36) presentó síntomas habituales y representativos del trastorno depresivo (puntuaciones mayores a 16) por lo que se les clasificó dentro del rubro de depresión; 41.66% (n = 15) correspondieron al género masculino y 58.33% (n = 21) al femenino. Al relacionar esos resultados con las Cuadro 3. Características de la funcionalidad familiar Cohesión n % No relacionada Semirrelacionada Relacionada Aglutinada Total Adaptabilidad Rígida Estructurada Flexible Caótica Total Modelo circunflejo Balanceado De rango medio Extremo 26 5 4 3 38 n 13 11 9 5 38 n 5 19 14 68.4 13.2 10.5 7.9 100 % 34.2 28.9 23.7 13.2 100 % 13.2 50.0 36.8 Fuente: encuesta aplicada a pacientes con diagnóstico de tuberculosis. Balcázar-Rincón LE y col. Depresión y funcionalidad familiar en pacientes con tuberculosis dimensiones que componen a la funcionalidad familiar no se encontró asociación entre la funcionalidad familiar y la presencia de síntomas depresivos. Al analizar la relación que guarda el tipo de familia según su conformación con la presencia de síntomas depresivos observamos una prevalencia significativamente mayor en las familia de tipo extensa en comparación con las nuclear y extensa compuesta (p = 0.028), siendo los principales familiares integrados a estas familias los abuelos (Cuadro 4). DISCUSIÓN En esta muestra llamó nuestra atención que la prevalencia encontrada de síntomas depresivos fue mayor a la observada en otros estudios internacionales.18,19 La presencia de síntomas depresivos en relación con un determinado género es controvertida; mientras que algunos autores describen mayor vulnerabilidad de sufrir depresión en el género femenino20,21 estudios realizados en países con bajo acceso a los servicios de salud, y específicamente en pacientes con diagnóstico de tuberculosis, se ha observado que los síntomas depresivos se presentan con mayor frecuencia en hombres22,23 que en mujeres. Si bien este trabajo pareciera otorgar una mayor prevalencia de síntomas depresivos al género femenino (58.33%) es importante mencionar que la explicación más factible pudiera radicar en que la muestra estudiada para hombres y mujeres no es igual y que la sobrerrepresenta- ción del género femenino en nuestra muestra condiciona que la prevalencia de depresión se vea incrementada en ese género. Cuando analizamos los posibles factores involucrados en el alto porcentaje de depresión en los pacientes no pudimos constatar alguna asociación entre los diversos factores socioeconómicos que se tomaron en cuenta para este estudio; es muy probable que el tamaño de la muestra fue uno de los puntos medulares que no permitió observar esta influencia. Sin embargo, es sumamente importante tomar en cuenta un aspecto que no ha sido previamente discernido o referido por otros estudios, como es la relación que guarda la tipología familiar con la presencia de síntomas depresivos en los pacientes con tuberculosis. A este respecto, son extraordinarios los hallazgos de la presente investigación ya que permitieron identificar a la familia extensa como un factor relacionado con síntomas depresivos en pacientes con tuberculosis. No se han encontrado antecedentes bibliográficos donde se haya estimado la asociación entre el tipo de familia, de acuerdo con su composición, y la depresión en pacientes con diagnóstico de tuberculosis. Sin embargo, algunos estudios realizados en poblaciones con características sociodemográficas similares a las de nuestro ensayo han encontrado que la prevalencia de depresión disminuye de manera considerable en pacientes que pertenecen a Cuadro 4. Tipo de familia según conformación y depresión Con depresión Tipo de familia Nuclear Extensa Extensa compuesta p Sin depresión Frecuencia Prevalencia Frecuencia Prevalencia 10 19 7 26.31 50.0 18.42 2 0 0 5.26 0.0 0.0 0.028 Fuente: encuesta aplicada a pacientes con diagnóstico de tuberculosis. 141 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas familias con tipología nuclear, comparados con los que pertenecen a familias extensas.24,25 Por su parte, Guzmán y su grupo, en un estudio que midió la relación entre la depresión y la tipología familiar en pacientes geriátricos, concluyeron que pertenecer a una familia extensa es un factor asociado con la depresión.26 La familia, como unidad social intermedia entre el individuo y la comunidad, se convierte en un medio que puede incidir favorable- o desfavorablemente en el proceso salud-enfermedad. El funcionamiento de la familia es esencial en la facilitación o en la obstrucción en el curso del tratamiento.7 Nosotros encontramos que la mayoría de las familias encuestadas correspondía a familias con funcionalidad familiar en rango medio; esto es, familias con dificultades en una sola dimensión de su funcionamiento, las cuales pueden ser originadas por momentos de estrés. Al relacionar la cohesión, adaptabilidad y el modelo circunflejo con la presencia de depresión en ninguno de los casos hubo relación con diferencias estadísticas significativas. Sin embargo, no se han encontrado antecedentes bibliográficos donde se haya estimado esta relación para poder establecer un punto de comparación con nuestro estudio. Es muy importante señalar que tal vez la limitante de este trabajo para poder demostrar asociación entre funcionalidad familiar y depresión haya sido el tamaño de muestra, que no fue suficientemente representativa. CONCLUSIÓN Numerosos programas preventivos en nuestras unidades de medicina familiar están enfocados a evitar las enfermedades infectocontagiosas y las cronicodegenerativas, sin tomar en cuenta la salud mental. La frecuencia de depresión en los pacientes con tuberculosis analizados indica que en nuestro 142 medio los trastornos mentales pueden llegar a ser un problema de salud pública que debemos enfrentar, ya que la depresión es una condición susceptible de ser tratada y, cuando se reconoce, es posible disminuir la intensidad de los síntomas y prevenir nuevos episodios. Es por esto que en el primer nivel de atención de salud se deben incluir acciones preventivas y de promoción dirigidas a dar apoyo psicológico para los familiares y los pacientes con diagnóstico de tuberculosis; más aún si provienen de una familia de tipo extensa ya que esto puede contribuir a que la prevalencia de depresión en estos pacientes se vea disminuida. Estas medidas de apoyo psicológico, de acuerdo con el modelo de Doherty y Baird,27 deberán ser implementadas por el médico familiar e incluir: consulta individual, consejería breve, intervenciones grupales, grupos o redes de autoayuda. Además, en caso de identificar depresión severa o problemas persistentes en las relaciones entre los integrantes de la familia se deberá derivar al paciente y sus familiares a un especialista en terapia familiar sistémica. REFERENCIAS 1. Álvarez, G., Álvarez, J., Dorantes, J., Halperin, D. Percepciones y prácticas relacionadas con la tuberculosis y la adherencia al tratamiento en Chiapas, México. Salud Publica Mex 2000;42:520-528. 2. Harling G, Ehrlich R, Myer, L. The social epidemiology of tuberculosis in South África: A multilevel analysis. Social Science & Medice 2008;66:492-505. 3. De la Cruz A. Tuberculosis y afectividad. Rev Cubana Med Trop 2004;56(3):214-8. 4. De Almeida J, Soares, D., Duarte, L., Alves, C., Santana, L., Scatena, T., et al. 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Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE. 4,5 Doctor en Ciencias, Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. 6 Maestra en Ciencias, Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. RESUMEN Antecedentes: en ciclos tempranos de la vida se aprenden las prácticas alimentarias que condicionan el estado nutricional en etapas posteriores; si éstas son adecuadas contribuirán a un mejor estado de nutrición y de salud. Cuando no se tienen conocimientos ni prácticas adecuadas pueden ser factores de importancia para la aparición del sobrepeso y la obesidad que, como se sabe, son un problema de salud pública; dando paso al desarrollo de enfermedades crónicas y degenerativas y empeorando la calidad de vida. Es importante la información sobre conocimientos y prácticas alimentarias en personal de salud en México. Objetivo: identificar la asociación entre los conocimientos y las prácticas alimentarias y el estado de nutrición del personal de un hospital. Material y métodos: estudio transversal, observacional y analítico, realizado mediante evaluación antropométrica, de composición corporal y la aplicación de un cuestionario de conocimientos y prácticas alimentarias. Se realizaron medidas de tendencia central y de dispersión según la naturaleza de las variables, c2 de Pearson para la comparación de frecuencias y de medianas con SPSS 21. Resultados: participaron 217 trabajadores de la salud, con mayor frecuencia de mujeres (73%), entre 40-59 años, predominando el personal con formación en salud. En relación con los conocimientos alimentarios adquiridos y prácticas alimentarias 71% y 47% obtuvieron una clasificación regular, respectivamente (p = 0.001). Dentro del estado nutricional se clasificaron en sobrepeso según puntos de corte del índice de masa corporal y obesidad con porcentaje de grasa corporal. Conclusiones: se encontró una asociación entre los conocimientos y las prácticas alimentarias con el índice de masa corporal y con el porcentaje de grasa corporal. Se puede concluir que el personal del hospital tiene conocimientos regulares, prácticas malas y un inadecuado estado de nutrición. Se logra generar evidencia de la importancia de establecer estrategias educativas alimentarias para la modificación de conductas de riesgo. Palabras clave: conocimiento alimentario, práctica alimentaria, índice de masa corporal, porcentaje de grasa corporal. 144 Recibido: 21 enero 2015 Aceptado: 20 abril 2015 Correspondencia: M. en C. Beatriz Irene Sánchez Trampe Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE Av. Universidad 1321 CP 01030 México, D.F. Tel.: (01 55) 5322 2300 ext. 89203 [email protected] Este artículo debe citarse como Gutiérrez-Noriega-de-Lomo A, Sánchez-Jiménez B, Sámano-Sámano MR, Rodríguez-Arellano ME, Sánchez-Hernández OE, Sánchez-Trampe BI. Asociación entre conocimientos y prácticas alimentarias y el índice de masa corporal en el personal de un centro de tercer nivel de atención a la salud. Rev Esp Med Quir 2015;20:144-151. www.nietoeditores.com.mx Gutiérrez-Noriega-de-Lomo A y col. Conocimientos y prácticas alimentarias e índice de masa corporal Association between knowledge and dietary practices and the body mass index in the staff of a tertiary health care center ABSTRACT Introduction: In early cycles of life we are supposed to learn feed practices which determine the nutritional state in later stages, if those are well learned, they will contribute to a better nutritional state and better health. When we don’t have either the knowledge or the correct practice, it could be an important factor for the excessive weight gain ending up in obesity, which as is well known; they are public health priorities because they precede the development of chronic degenerative diseases and worsen people´s quality of life. We have very limited information about the nutritional knowledge and feed practices of health workers in Mexico. Objective: To identify the association between the knowledge and feed practices with the nutritional state of hospital health workers. Material and methods: Cross-sectional, observational and analytic study, including anthropometric and body composition assessments, as well as questionnaire-based information from nutritional knowledge and feed practices. The statistical analysis was performed with SPSS21 for Mac using measures of central tendency, dispersion according to the nature of the variables, Pearson’s chi-squared test (c2) for frequencies and median comparisons. Results: 217 health workers participated, most of them women 83% between 40 and 59 years old, with a large number of health career related professionals. In relation to food knowledge and feed practices, 71% and 47% were classified as regular (p = 0.001). Regarding the nutritional state they were classified in overweight according to the body mass index and obese according to the body fat percentage. Conclusion: An association between both the nutritional knowledge and feed practices with the body mass index and the body fat percentage was found. We can conclude that the hospital health workers show lack of knowledge, bad practices and an inappropriate state of nutrition. It is of high importance creating educative strategies in order to modify those risk behaviors. Key words: Food knowledge, Food practice, Body Mass Index. Body Fat Percentage. INTRODUCCIÓN La infancia es un periodo fundamental para la creación y desarrollo de prácticas alimentarias que van a condicionar el estado nutricional en etapas posteriores de la vida; si estas prácticas son adecuadas contribuirán a un mejor estado de nutrición y de salud en la etapa adulta. 145 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas El aprendizaje de conocimientos y prácticas alimentarios está condicionado por factores sociales, económicos y culturales, una vez que se aprenden es difícil modificarlos, sobre todo en la etapa adulta.1 La adquisición de conocimientos alimentarios se considera positiva en la medida que la práctica alimentaria es correcta.2 Calderón, en 1996, definió al conocimiento alimentario como la fuente de la cual surgen los fines y los motivos del comportamiento alimentario, ya que por medio de éste se forma el “saber” de los individuos.3 Las prácticas alimentarias son entendidas como aquellas actividades relacionadas con la alimentación de los individuos que engloban creencias y hábitos en torno a la comida.4 Los problemas de salud crónicos y degenerativos de mayor prevalencia en México están relacionados directamente con el conocimiento y la práctica alimentarios; en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT2012) se reportó que en la etapa adulta existe un porcentaje elevado de personas con sobrepeso y obesidad.5 Estas afecciones representan el sexto factor principal de riesgo de defunción en el mundo y representan 44% de la carga para desarrollar diabetes, 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre 7 y 41% de la carga de algunos cánceres ya se ha atribuido al sobrepeso y a la obesidad.6 Un estudio realizado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Guadalajara, Jalisco, muestra un análisis de los conocimientos y prácticas alimentarias en población abierta: sólo 3% refirió conocimientos y prácticas alimentarias adecuados.7 En Madrid se realizó un estudio cuyo objetivo fue analizar los conocimientos alimentarios de mujeres con sobrepeso y obesidad y si los llevaban a la práctica diaria. Se encontró que 146 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 las mujeres con sobrepeso y obesidad tienen un buen conocimiento alimentario pero tienen prácticas alimentarias menos adecuadas que las de peso normal, lo que puede estar asociado con un desconocimiento sobre prácticas alimentarias adecuadas y con la inconformidad con su peso corporal.8 En contraste, en Chile se evaluaron los conocimientos alimentarios de estudiantes de la carrera de dietética y nutrición, ahí se pudo clarificar que los conocimientos sobre prácticas adecuadas de nutrición se tienen, pero al momento de elegir un tiempo de comida se ven influidos por otros factores como el estilo de vida, el tiempo destinado a comer, preparaciones culinarias, dando como resultado una dieta inadecuada.1 Identificar la asociación entre los conocimientos y las prácticas alimentarias con el estado de nutrición que tiene el personal de un hospital permitirá establecer cómo los conocimientos y las prácticas interactúan y repercuten en el estado de salud de los trabajadores del hospital. Su estudio es importante para ayudar a comprender las altas prevalencias de sobrepeso y obesidad y para reorientar las estrategias educativas a las necesidades reales del personal que trabaja en instituciones de salud. METODOLOGÍA Se realizó un estudio transversal, anidado en el programa “Cohorte para el estudio de enfermedades complejas (CPEEC)”, del Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE, de octubre del 2013 a mayo del 2014. Por medio de un muestreo no probabilístico de conveniencia se obtuvieron 217 participantes a quienes se les realizó una evaluación antropométrica con estadímetro SECA 274 para la medición de estatura con la técnica de Lohman9 bajo el método de estandarización de Habicht;10 posteriormente en el equipo InBody 230 se tomó peso y composición Gutiérrez-Noriega-de-Lomo A y col. Conocimientos y prácticas alimentarias e índice de masa corporal corporal mediante el fundamento de bioimpedancia.11 Con los datos obtenidos se realizó el cálculo del índice de masa corporal (kg/cm3) y del porcentaje de grasa corporal para establecer una clasificación del estado nutricional.12,13 una puntuación promedio en conocimientos alimentarios de 8 (de un máximo de 14 puntos), mientras que esta cifra en prácticas alimentarias correspondió a una media de 5 de una máxima esperada de 12 puntos. La evaluación sociodemográfica se efectuó mediante el cuestionario sobre el nivel socioeconómico (AMAI 2008)14 y se obtuvieron datos como edad, sexo, estado civil, escolaridad y tipo de trabajador (salud, auxiliar de salud, personal administrativo y jubilado). Los conocimientos y prácticas alimentarias se evaluaron con el cuestionario autoaplicable “Conocimiento, actitud y práctica“15 donde el nivel de conocimiento alimentario contó con cuatro preguntas con un máximo de 17 puntos; fue calificado como malo (< 6 puntos), regular (7-12 puntos) o bueno (> 13 puntos). La práctica alimentaria contó con siente preguntas y se clasificó como mala (< 4 puntos), regular (5-8 puntos) y buena (9-12 puntos). Respecto a las características antropométricas (Cuadro 1) de la muestra se encontraron algunas variables importantes para la determinación del estado de salud. Se pudo observar que de acuerdo con el índice de masa corporal la mayoría tenía sobrepeso, tanto hombres como mujeres, con 29 y 71%, respectivamente. Otro parámetro de suma importancia es el porcentaje de grasa corporal que en 76% fue elevado, especialmente en mujeres, dando como resultado un exceso de grasa en el cuerpo clasificable como obesidad. Los resultados obtenidos se vaciaron en la base de datos digital codificando las clasificaciones para cada cuestionario. Posteriormente se realizó el proceso de análisis de resultados a través del programa estadístico SPSS versión 21 con medidas de tendencia central (media y mediana), medidas de dispersión según la naturaleza de las variables (desviación estándar o rango intercuartilar), c2 de Pearson. En relación con los conocimientos alimentarios adquiridos 71% obtuvo una clasificación regular (7-12 puntos) y 47% manifestaron prácticas alimentarias regulares (5-8 puntos); además, más de 50% no realizaba ninguna actividad física (Figura 1) La asociación entre conocimientos y prácticas alimentarias fue significativa, aunque con la siguiente característica: la frecuencia de conoCuadro 1. Características antropométricas de la población por sexo RESULTADOS Se obtuvo una muestra de 217 participantes con mayoría de mujeres (73%) y población mayormente entre 40 y 59 años de edad. Con respecto a la ocupación, predominó el personal administrativo con 44%, nivel socioeconómico medio y grado de estudios a nivel licenciatura. La muestra tuvo una media de edad de 52 años, índice de masa corporal de 29.2 kg/cm3 y porcentaje de grasa corporal superior a 37. Con *IMC p = 0.296 Peso normal Sobrepeso Obesidad **PGC p = 0.032 Óptimo Ligero sobrepeso Sobrepeso Obesidad Mujeres Hombres n = 159 26 (65) 72 (71) 60 (80) n = 58 14 (35) 29 (29) 15 (20) 4 (67) 8 (67) 4 (36) 143 (76) 2 (33) 4 (33) 7 (64) 45 (24) Datos expresados en frecuencias (porcentajes). * IMC: índice de masa corporal (kg/m2), ** PGC: porcentaje de grasa corporal (%). 147 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas 80 conocimiento alimentario era regular. No hubo asociación significativa entre la escolaridad y el nivel de conocimientos, predominó el conocimiento regular (Cuadro 3). Conocimiento alimentario 71 70 Práctica alimentaria 47 60 50 Actividad física 49 51 40 33 30 24 20 20 10 5 o N Sí M a Re la gu la Bu r en a M a Re la gu la Bu r en a 0 Figura 1. Características de los conocimientos y prácticas alimentarios y de la actividad física. cimientos alimentarios regulares se asoció con prácticas alimentarias regulares. Por su parte, el 50% que tenía conocimientos alimentarios clasificados como buenos tuvo prácticas alimentarias buenas (Cuadro 2). Relacionando la clasificación del nivel de conocimiento alimentario con las características sociodemográficas de la muestra se encontró una significación estadística en el nivel socioeconómico y el conocimiento alimentario. Quienes tenían un nivel bajo obtuvieron un nivel malo de conocimientos; en cambio, a niveles medio y alto se observó que la clasificación del Cuadro 2. Asociación entre conocimientos y prácticas alimentarios Conocimiento alimentario Malo Regular Bueno p = 0.001 c2 de Pearson. 148 Práctica alimentaria Mala Regular Buena 27 (52) 45 (29) 1 (20) 23 (44) 74 (47) 4 (40) 2 (4) 36 (23) 5 (50) De acuerdo con la práctica alimentaria y las características sociodemográficas se observó que la práctica alimentaria clasificada con un nivel malo está presente en la población con un nivel socioeconómico medio, con escolaridad a nivel preparatoria y carrera técnica; en cambio, a un nivel mayor a preparatoria se obtuvo un nivel de práctica regular y, según la ocupación, la práctica alimentaria mala estuvo presente en el personal de salud y auxiliar de salud. Todo sin significación estadística (Cuadro 4). El Cuadro 5 muestra la comparación del estado de nutrición con el conocimiento y la práctica alimentaria; se observó que de acuerdo con su índice de masa corporal los participantes con sobrepeso tenían conocimientos y prácticas alimentarios regulares. Lo mismo ocurrió con porcentaje de Cuadro 3. Asociación entre los conocimientos alimentarios y las características sociodemográficas Nivel socioeconómico p = 0.001 Bajo Medio Alto Escolaridad p = 0.003 Primaria y secundaria Preparatoria, técnica Licenciatura Maestría y más Ocupación p = 0.004 Personal de salud Auxiliar de salud Personal administrativo Jubilado Conocimiento alimentario Malo Regular Bueno 14 (52) 30 (25) 8 (12) 13 (48) 85 (70) 57 (83) 0 (0) 6 (5) 4 (6) 11 (38) 23 (35) 17 (17) 1 (5) 18 (62) 39 (60) 80 (79) 18 (88) 0 (0) 3 (5) 4 (4) 3 (14) 12 (18) 1 (4) 30 (31) 51 (76) 23 (82) 64 (67) 4 (6) 4 (14) 2 (2) 9 (35) 17 (65) 0 (0) c2 de Pearson. Datos expresados en frecuencias (%). Gutiérrez-Noriega-de-Lomo A y col. Conocimientos y prácticas alimentarias e índice de masa corporal (ENSADER 2011/12) predominan las mujeres en este tipo de la población en 53.4%, la mayoría son trabajadores activos y tienen 45 o más años de edad; de estos 97% tiene algún nivel de escolaridad al menos hasta nivel licenciatura y < 5% no tiene acceso a servicios básicos. En cuanto a su estado civil alrededor de 70% son casados.16 Lo encontrado en la muestra de esta investigación son características similares. Cuadro 4. Asociación entre prácticas alimentarias y características sociodemográficas Nivel socioeconómico p = 0.020 Bajo Medio Alto Práctica alimentaria Mala Regular Buena 11 (41) 52 (43) 18 (26) 15 (56) 47 (39) 31 (45) 1 (4) 22 (18) 20 (29) 18 (62) 24 (37) 35(35) 4 (18) 11 (38) 28 (43) 43 (43) 11 (50) 0 (0) 13 (20) 23 (23) 7 (32) Ocupación p = 0.275 Personal de salud 27 (40) Auxiliar de salud 13 (46) Personal administrativo 34 (35) Jubilado 7 (27) 22 (33) 11 (39) 47 (49) 13 (50) 18 (27) 4 (14) 15 (16) 6 (23) Escolaridad p = 0.018 Primaria y secundaria Preparatoria, técnica Licenciatura Maestría y más En cuanto al estado nutricional de la muestra la mayoría tenía sobrepeso de acuerdo con la media de índice de masa corporal de 29.2 kg/ cm3, siendo más frecuente en las mujeres en un 71%, en comparación con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT12) que refiere que ambos sexos presentan sobrepeso y donde el sobrepeso fue mayor entre hombres y la obesidad mayor entre mujeres con 82.8%.5 c2 de Pearson. grasa corporal, solamente que los participantes presentaron un diagnóstico de obesidad. En nuestra muestra observamos que las mujeres fueron las que tuvieron mayores porcentajes de grasa corporal, clasificados como obesidad debido a que se ubicaron por arriba de 37%12 con las implicaciones a la salud que conlleva. En este sentido se podría decir que al tener exceso de peso tienen más riesgo de complicaciones médicas como enfermedades pulmonares, síndrome metabólico, enfermedades del corazón, diabetes, cáncer e hipertensión arterial, entre otras; oca- DISCUSIÓN Características generales, antropométricas y estado nutricional De acuerdo con la Encuesta de Salud y Nutrición de los Derechohabientes del ISSSTE 2011/2012 Cuadro 5. Asociación entre índice de masa corporal, porcentaje de grasa corporal y conocimientos y prácticas alimentarios Conocimiento alimentario p = 0.003 *IMC Peso normal Sobrepeso Obesidad **PGC Óptimo Ligero sobrepeso Sobrepeso Obesidad Práctica alimentaria p = 0.051 Malo Regular Bueno Mala Regular Buena 1 (25) 28 (28) 22 (29) p=0.294 0(0) 1 (8) 4 (36) 47 (25) 34 (85) 70 (69) 51 (68) 5 (13) 3 (3) 2 (8) 12 (30) 38 (38) 30 (40) 13(33) 44 (44) 36 (48) 15 (38) 19 (19) 9 (12) 5 (83) 10 (83) 6 (55) 134 (71) 1 (17) 1 (8) 1 (9) 7 (4) 2 (33) 4 (33) 2 (18) 73 (39) 3 (50) 5 (42) 5 (46) 80 (43) 1 (17) 3 (25) 4 (36) 35 (17) Datos expresados en frecuencias (porcentajes). * IMC: índice de masa corporal (kg/m2). ** PGC: porcentaje de grasa corporal (%). 149 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas sionando un problema grave de salud pública.17 La obesidad es el principal desencadenante de diversas alteraciones en el metabolismo tanto de los hidratos de carbono como de los lípidos.18 Conocimientos y prácticas alimentarias En lo que respecta a la asociación entre el conocimiento y la práctica alimentarios se obtuvo que, dentro de la muestra, el nivel más elevado de conocimiento alimentario fue regular con 71%; esto se vio reflejado en una práctica alimentaria regular. Algunos estudios epidemiológicos muestran que en ocasiones las personas tienen conocimientos alimentarios entre regulares y buenos pero no los ponen en práctica; al respecto se ha documentado que existen factores económicos y sociales que condicionan dicha puesta en práctica como los cambios en el estilo de vida, el sedentarismo, preferencias alimentarias, disponibilidad de alimento y de tiempo, entre otros.1 El personal de salud pertenece a la ciencia dedicada al cuidado integral de la salud del ser humano y la familia en todas las etapas de la vida.19 Por eso la necesidad de evaluar sus conocimientos y prácticas alimentarias. En esta investigación los conocimientos reportados fueron regulares y no buenos como podría esperarse dadas las condiciones de escolaridad o académicas del grupo; algo similar se observó en la evaluación de los conocimientos de un grupo de enfermeras en dónde predominó el nivel malo.20 De acuerdo con las prácticas alimentarias y las características sociodemográficas de la muestra se reflejó un nivel regular. Al respecto, en un estudio se demostró que el nivel de escolaridad sí influye en la calidad de las prácticas alimentarias; es decir, personas con nivel básico tienden a presentar prácticas alimentarias malas.21 La porción de personal administrativo del hospital dentro de la muestra tuvo conocimientos 150 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 y prácticas alimentarios regulares, por lo que se verificó una relación significativa en la que el aprendizaje alimentario condicionó a la práctica.2 Algo semejante ocurrió al evaluar a la población trabajadora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guadalajara, en donde sólo 3% refirió conocimientos y prácticas alimentarias adecuados.7 Esta discrepancia se puede deber a condiciones de trabajo, entorno familiar, social y ambiental. En los últimos años se han modificado los estilos de vida encaminándose a un aumento del sedentarismo, alto consumo de energía y falta de tiempo, entre otras cosas, que han propiciado el incremento del sobrepeso y la obesidad.22 Dichos incrementos de sobrepeso y obesidad en México han traído consigo diversos factores de riesgo importantes para el desarrollo de diabetes tipo 2, de enfermedades arterial coronaria y cerebrovascular por arterioesclerosis que se cuentan entre las principales causas de muerte en nuestro país.23 Dentro de las modificaciones de la práctica alimentaria se ve involucrado el estado nutricional. En la etapa adulta el estado nutricional es más complejo debido a las modificaciones que se crean durante este ciclo de la vida18 por lo que la evaluación del estado nutricional es de suma importancia para crear un buen diagnóstico clínico y nutricional. Nuestro estudio logró demostrar que el conocimiento alimentario es regular entre los trabajadores en el área de la salud, al igual que sus prácticas alimentarias. Eso quedó evidenciado por el estado nutricional de la muestra en donde se identificó una frecuencia elevada con sobrepeso, mayoritariamente en las mujeres. De acuerdo con los puntos de corte del índice de masa corporal y del porcentaje de grasa corporal más de la mitad tenía obesidad. Esto podría estar indicándonos que es necesario reforzar, en el personal de salud, la orientación y capacitación en conocimientos Gutiérrez-Noriega-de-Lomo A y col. Conocimientos y prácticas alimentarias e índice de masa corporal alimentarios y de sus implicaciones en la salud. Implementar estrategias para estimular prácticas alimentarías saludables persistentes que finalmente se puedan ver reflejadas en una mejoría del estado de salud. Se recomienda que estas estrategias estén vinculadas con las necesidades y las dinámicas del personal de la salud y que en su diseño e implantación participen grupos interdisciplinarios con el fin de manejar integralmente la problemática. REFERENCIAS 1. 2. Montero BA, Úbeda MN, García GA. Evaluación de los hábitos alimentarios de una población de estudiantes universitarios en relación con sus conocimientos nutricionales. Nutr Hosp.2006;21(4):466-73. Pino JL, López MA, Cofré MI, González C, Reyes L. Conocimientos alimentario-nutricionales y estado nutricional de estudiantes de cuarto semestre año básico según establecimientos particulares y subvencionados de la ciudad de Talca. Rev Chil nutr.2010;37(4):418-426. 3. Murillo A, Rodríguez S. Conocimientos, actitudes y prácticas de madres de escolares con respecto a los frijoles. Agronomía Mesoamericana 2004;15(3):277-289. 4. Magallanes AB, Limón AF, Ayus RR. Nutrición de cuerpo y alma: Prácticas y creencias alimentarias durante el embarazo en Tziscao, Chiapas. Nueva Antropología 2005;19(64):131-148. 5. Instituto Nacional de Salud Pública. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. (ENSANUT2012) México. 1-36. 6. Organización Mundial de Salud, Obesidad y sobrepeso, Nota descriptiva N°311, Mayo de 2014. 7. Cabrera C.E, Centeno NM, Novoa MA. Conocimientos, actitudes y prácticas dietéticas en pacientes diabéticos II. Salud Pública Mex1991;33:166-172. 8. Rodríguez RE, Perea JM, Bermejo LM, MarínAL, López AM, Ortega RM. Hábitos alimentarios y su relación con los conocimientos, respecto al concepto de dieta equilibrada, de un colectivo de mujeres con sobrepeso/obesidad. Nutr Hosp 2007;22(6):654-660. 9. Pérez MJ, Cabrera W, Varela G, Garaulet M. Distribución regional de la grasa corporal. Uso de técnicas de imagen como herramienta nutricional. Nutr Hosp 2010;25(2):207-223. 10. Habicht JP. Estandarización de métodos epidemiológicos cuantitativos sobre el terreno. Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana 1974;76:375-385. 11. Alvero JR, Correas L, Ronconi M, Fernández R, Porta J. La bioimpedancia eléctrica como método de estimación de la composición corporal: normas prácticas de utilización. Rev Andal Med Deporte 2010;3(3):167-174. 12. Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012, Servicios básicos de salud. Promoción y educación para la salud en materia alimentaria. Criterios para brindar orientación. Diario Oficial de la Federación, 22 de Enero de 2013. 13. Camacho EJ, Escoto MC, Cedillo CM, Díaz R. Correlación antropométrica de la obesidad por las musculatura. Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios. 2010;1:125-131. 14. Asociación mexicana de Agencias de Investigación de Mercados y Opinión Pública (AMAI).Nivel Socioeconómico. México 2008. 15. Sánchez B, Sámano R, Chinchilla D. Rodríguez AL Autocuidado de enfermeras y su asociación con el estado emocional. 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Saúd Públ Rio de Janeiro 1996;12(4):525-530. 22. Álvarez S. Los cambios en las prácticas alimentarias de los consumidores españoles. Boletín Económico de ICE 2002;2733:19-30. 23. García E, Llata-Romero M, Kaufer M, Tusié MT, Calzada R, Vázquez V, et al. La obesidad y el síndrome metabólico como problema de salud pública. Una reflexión. Salud Pública Mex 2008;50(6):530-547. 151 Artículo original Rev Esp Méd Quir 2015;20:152-157. Prevalencia de obesidad en preescolares, escolares y adolescentes en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos del ISSSTE RESUMEN Ismael Camacho-Guerrero1 Juan José Rodríguez-Zepeda2 Erick Oswaldo-Sánchez3 Martha Eunice Rodríguez-Arellano4 Claudette Musalem-Younes5 1 Médico Especialista egresado del Servicio de Pediatría. 2 Médico Adscrito, Servicio de Neonatología. 3 Doctor en Ciencias, Investigador Asociado, Laboratorio de Biología Molecular y Medicina Genómica. 4 Doctora en Ciencias, Jefa de Investigación. 5 Maestra en Ciencias, Investigadora Asociada, Laboratorio de Biología Molecular y Medicina Genómica. Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. La obesidad se puede definir como la acumulación excesiva de tejido adiposo, patrón que se asocia con mayor riesgo de trastornos metabólicos. Objetivo: determinar la prevalencia de obesidad en preescolares, escolares y adolescentes que acuden al servicio de Urgencias en Pediatría del Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos. Material y método: se realizó un estudio transversal en un periodo de siete meses sobre una muestra aleatoria de la población mexicana, con edades comprendidas entre los 2 y los 18 años de edad, que acudió a consulta de Urgencias de Pediatría del Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos del ISSSTE, en la Ciudad de México, con una población de estudio de 250 pacientes. Resultados: en este estudio se analizaron 137 varones (54.8%) y 113 mujeres (45.2%); 25.2% se encontraban en etapa preescolar, 24% eran escolares y 50.8% adolescentes. De todos los pacientes 18% tenían sobrepeso (arriba de la centil 85 y por debajo de la centil 95); 25.6% tenía obesidad (arriba del centil 95) y de estos 41.9% eran adolescentes. Se observó una gran prevalencia de obesidad entre los varones adolescentes seguidos por las mujeres. Conclusiones: debido a que la prevalencia de la obesidad infantil se ha incrementado dramáticamente, la identificación y el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso en la infancia constituyen un aspecto importante de la pediatría preventiva. Palabras clave: obesidad, prevalencia, población pediátrica. Recibido: 29 enero 2015 Aceptado: 15 abril 2015 Prevalence of obesity in preschoolers, students and adolescents at Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos from ISSSTE ABSTRACT Obesity can be defined as the accumulation of excessive adipose tissue, pattern that is associated with an increased risk of metabolic disorders. 152 Correspondencia: M. en C. Claudette Musalem Younes. Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos Av. Universidad 1321 CP 01030 México, D.F. Tel.: 53222300 ext. 89203 [email protected] Este artículo debe citarse como Camacho-Guerrero I, Rodríguez-Zepeda JJ, OswaldoSánchez E, Rodríguez-Arellano ME, Musalem-Younes C. Prevalencia de obesidad en preescolares, escolares y adolescentes en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos del ISSSTE. Rev Esp Med Quir 2015;20:152-157. www.nietoeditores.com.mx Camacho-Guerrero I y col. Prevalencia de obesidad en preescolares, escolares y adolescentes Objective: Determine the Prevalence of obesity in preschoolers, scholars and adolescents who went to consult Regional Hospital Pediatric Emergency Licenciado Adolfo López Mateos ISSSTE in Mexico City. Material and Methods: A cross-sectional study was performed in a prospective period of 7 months, on a random sample of the Mexican population between the ages of 2 and 18 years of age who went to consult Regional Hospital Pediatric Emergency Licenciado Adolfo Lopez Mateos ISSSTE in Mexico City with a population study of 250 patients. Results: The study examines 137 male (54.8%) and 113 female (45.2%); of these patients 25.2% were in preschool, 24% were school and 50.8% were adolescents. 18% of the patients of all ages are overweight (above the 85th percentile and below the 95 percentile) 25.6% of patients of all ages are obese (above the percentile 95) of which 41.9% are teenagers. Noting the high prevalence of obesity in male adolescents followed by women. Conclusions: Because the prevalence of childhood obesity has increased dramatically, the identification and treatment of obesity and overweight childhood is an important aspect of preventive pediatrics. Key Words: Obesity, prevalence, pediatric population. INTRODUCCIÓN La enfermedad metabólica que se presenta con mayor prevalencia, tanto en países desarrollados como en no desarrollados, es la obesidad. La Organización Mundial de la Salud la ha declarado como una epidemia mundial y uno de los más grandes problemas de salud en la actualidad.1 Se estima, que a escala mundial, cerca de 22 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso. De los países de América Latina México es el de más alta prevalencia de obesidad en niños, alcanzando aproximadamente 20%.2 La entidad con mayor población infantil afectada es el DF con 38%. En Latinoamérica los estudios de prevalencia muestran datos diferentes dependiendo de los estratos sociales y las regiones, oscilando entre 24-27% en Argentina, 22-26% en Brasil, 10% en Ecuador y 22-35% en Paraguay.3 La prevalencia de sobrepeso y obesidad demostrada en niños escolares de un área rural de Nuevo León, en el año 2006, suma 41.3%, que es más del doble que la reportada en todo el país (19.5%).4 Los datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT 2012) muestran una prevalencia de sobrepeso de 19.8% y de obesidad de 14.6% en la población de niños entre 5 y 11 años. En el Cuadro 1 se muestran los resultados de la Encuesta Nacional de Salud 20127 donde se puede observar que, dentro de los servicios de salud, el ISSSTE es la institución donde hay un mayor porcentaje de sobrepeso y obesidad. La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por el aumento del tejido adiposo que se debe a la combinación de factores ambientales, neuroendocrinos y a la predisposición genética.5 Se puede definir como la acumulación excesiva de tejido adiposo. En los niños los depósitos grasos tienen lugar principalmente a nivel subcutáneo, mientras que en los jóvenes y 153 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Cuadro 1. Resultados de la Encuesta Nacional de Salud 2012 Seguro popular Sobrepeso Obesidad 18.8% 12% IMSS ISSSTE 21.1% 22.9% 17% 19.5% Ninguno 19.9% 17.2% adolescentes, al igual que en los sujetos adultos, también se forman depósitos grasos intraabdominales, patrón que se asocia con un mayor riesgo de trastornos metabólicos.5 Los efectos adversos y los riesgos de la obesidad para la salud en etapas tempranas de la vida incluyen, a corto plazo, tanto problemas físicos como psicosociales. Estudios longitudinales sugieren que la obesidad infantil, después de los tres años de edad se asocia, a largo plazo, con un mayor riesgo de obesidad en la edad adulta y con un aumento en morbilidad y mortalidad. La obesidad infantil se asocia con hiperinsulinemia, menor tolerancia a la glucosa y con alteraciones en el perfil lipídico en sangre. Los cambios metabólicos observados en niños y adolescentes obesos se conocen también como síndrome metabólico y pueden estar relacionados con los trastornos endocrinos que se observan en la obesidad, como déficit de hormona del crecimiento o hiperlipidemia.6 También se han descrito problemas ortopédicos que se acompañan de alteraciones en la movilidad física e inactividad, trastornos en la respuesta inmunitaria con aumento en la susceptibilidad a infecciones, alteraciones cutáneas que reducen la capacidad de cicatrización de heridas e infecciones y problemas respiratorios nocturnos, incluso apnea del sueño. Las consecuencias psicosociales de la distorsión de la imagen física para el niño obeso pueden ser tan importantes e incluso más que las físicas. Baja autoestima, aislamiento social, discrimi- 154 nación y patrones anormales de conducta son algunas consecuencias frecuentes. Por todo esto, la identificación y tratamiento de la obesidad y el sobrepeso en la infancia constituye un aspecto importante de la pediatría preventiva y la sanidad pública que afecta a la mejoría de la salud física, social y emocional de los niños. Objetivo La obesidad es un problema de salud muy importante en el país, por lo que determinar la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población pediátrica derechohabiente, que acude al Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Regional Adolfo López Mateos, permitirá realizar un diagnóstico situacional e implementar medidas de tratamiento y prevención para la misma. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio observacional, transversal, comparativo, en el periodo comprendido de mayo a octubre del 2008, sobre una muestra aleatoria de la población mexicana, con edades comprendidas entre los 2 y los 18 años, que acudió a consulta de Urgencias de Pediatría del Hospital Regional Adolfo López Mateos, del ISSSTE, en la Ciudad de México. El protocolo contempló un cuestionario mediante el cual se obtuvieron datos personales como edad, peso, talla, índice de masa corporal, ingesta de alimentos, actividad física. Sobrepeso y obesidad se definieron utilizando como criterio el valor del índice de masa corporal. Se consideraron como puntos de corte los valores correspondientes al centil 85 (sobrepeso) y al centil 95 (obesidad) específicos, por edad y sexo en la distribución de referencia para la población de esta edad, según las tablas Camacho-Guerrero I y col. Prevalencia de obesidad en preescolares, escolares y adolescentes desarrolladas por el National Center for Health Statistics.6 El cuestionario fue dirigido a los padres del encuestado o a la persona responsable de la alimentación familiar. Los datos se analizaron utilizando el programa STATA. En el Cuadro 3 podemos observar que un gran número de preescolares, escolares y adolescentes, consume leguminosas, frutas y verduras (entre 88 y 100%); sin embargo, también hay un alto porcentaje de consumo de harinas en la población (90-100%). RESULTADOS En este estudio se analizaron 250 individuos con rango de edad entre 2 y 18 años; 137 (54.8%) eran varones y 113 (45.2%) mujeres. Al analizar la distribución por grado de escolaridad y sexo observamos que 63 individuos (25.2%) pertenecían a la etapa preescolar (2-6 años), de ellos 38 eran hombres (60.3%) y 25 (39.7%) mujeres; 60 (24%) pertenecían a la etapa escolar (6 a 10 años) y de ellos 34 (56.6%) eran hombres y 26 (43.3%)mujeres; 127 (50.8%) pertenecían al grupo de adolescentes (10 a 17 años) y de estos últimos 65 (51.18%) eran hombres y 62 (48.81%) mujeres (Cuadro 2). En un alto porcentaje de todos los grupos los alimentos son preparados por la madre: 94.7% de los preescolares masculinos y 96% de los femeninos; 94.1% de los escolares masculinos y 2.3% de los femeninos; 83% de los adolescentes masculinos y 90% de los adolescentes femeninos. En el Cuadro 4 podemos observar que un gran porcentaje de nuestra población consume alimentos chatarra; también observamos un gran porcentaje de consumo de refrescos en todos los grupos etarios (Cuadro 5). Prevalencias de sobrepeso y de obesidad Consumo de alimentos En el estudio se llevó a cabo un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos y en todos los grupos etarios se encontró que realizaban desayuno, comida y cena. Todos los pacientes consumían pollo y leche y sus derivados. Cuadro 2. Distribución por grado de escolaridad y sexo Sexo Preescolar Escolar Adolescente Total Masculino 38 (60.3%) 34 (56.6%) 65 (51.2%) Femenino 25 (39.7%) 26 (43.3%) 62 (48.8%) Total 63 (25.2%) 60 (24%) 127 (59.8%) 137 113 250 Se tomo al índice de masa corporal considerando como puntos de corte los valores correspondientes al centil 85 (sobrepeso) y al centil 95 (obesidad) específicos por edad y sexo en la distribución de referencia para la población de esta edad.6 Observamos que todos los pacientes por arriba del centil 85 (sobrepeso y obesidad) daban un total de 109 (43.6%) de los cuales 68 eran hombres (62.3%) y 41 mujeres (37.6%) (Cuadro 6). Encontramos que 18% de los pacientes de todas las edades tienen sobrepeso (Cuadro 7, Figura 1). Cuadro 3. Frecuencia de consumo de frutas leguminosas y verduras Preescolar Hombres Mujeres Leguminosas Verduras Frutas 97.4% 97.4% 97.4% 100% 92% 100% Escolar Hombres Mujeres 94.1% 91.2% 91.2% 88.5% 92.3% 100% Adolescente Hombres Mujeres 98.5% 92.3% 96.9% 88.7% 91.9% 98.4% 155 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Cuadro 4. Consumo de alimentos chatarra Alimentos chatarra Hombres Mujeres Preescolar Escolar Adolescente 30 (79%) 17 (68%) 100% 100% 64 (98.5%) 60 (96.8%) Cuadro 5. Consumo de refrescos Refrescos Preescolar Escolar Adolescente Hombres Mujeres 28 (73.6%) 15 (60%) 100% 25 (96.1%) 64 (98.4%) 60 (96.7%) Cuadro 6. Distribución de sobrepeso y obesidad Preescolar Hombres: 68 (62.3%) Femeninos: 41 (37.6%) Escolar 12 (17.64%) 18 (26.5%) 8 (19.5%) 14 (34.1%) Adolescente 38 (55.9%) 19 (46.3%) Total: 109 (43.6%) 25.6% de los pacientes de todas las edades tenían obesidad (Cuadro 8, Figura 2). DISCUSIÓN La identificación y tratamiento de la obesidad durante la infancia constituye un aspecto importante de la pediatría preventiva pues permite la mejoría de la salud física, social y emocional de los niños. En nuestros resultados llama la atención que, en comparación con lo reportado en países subdesarrollados, la población estudiada presentó un incremento en prevalencia de obesidad de 1.6% (25.6%), siendo el grupo más afectado el de los adolescentes. Entre los factores predisponentes que se pudieran asociar con el estilo de vida de nuestra población podemos mencionar un gran consumo de harinas, de alimentos chatarra, así como Cuadro 8. Distribución de obesidad Cuadro 7. Distribución de sobrepeso Preescolar Escolar Adolescente Hombres: 35 (77.7%) 9 (25.7%) 7 (20%) 19 (54.2%) Mujeres: 10 (22.2%) 2 (20%) 2 (20%) 6 (60%) Hombres: 36 (57.5%) Mujeres: 31 (48.4%) Total: 64 Preescolar Escolar Adolescente 3 (8.3%) 11 (30.6%) 22 (61.1%) 6 (19.4%) 12 (38.7%) 13 (41.9%) Total: 45 Masculinos Femeninos Escolar 20% Adolescentes 60% Figura 1. Distribución de sobrepeso. 156 Femeninos Preescolar 8% Preescolar 20% Preescolar 26% Adolescentes 54% Masculinos Escolar 20% Preescolar 19% Adolescentes 61% Escolar 31% Adolescentes 42% Figura 2. Distribución de obesidad. Escolar 39% Camacho-Guerrero I y col. Prevalencia de obesidad en preescolares, escolares y adolescentes de refrescos: entre 83 y 96% de las madres se encargan de preparar los alimentos en todos los grupos estudiados. Los datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT 2012) muestran una prevalencia de sobrepeso de 19.8% y de obesidad de 14.6%, en la población de niños entre 5 y 11 años. Dentro de los servicios de salud el ISSSTE es la Institución donde hay un mayor porcentaje de sobrepeso y obesidad (34.4%) y en nuestra población pediátrica este porcentaje es aún mayor (43.6%). Esto corrobora que nuestra derechohabiencia infantil tiene un problema más grave que la media nacional, haciendo muy importante establecer los factores que favorecen estos resultados, así como una revisión de la atención de este grupo pediátrico en las clínicas de primer nivel. Debido a que la población del ISSSTE es una población cautiva eso nos permitirá hacer intervenciones educacionales, sobre todo en las madres que son las responsables de la preparación de los alimentos; asimismo, establecer herramientas que nos permitan caracterizar de manera más detallada los hábitos alimentarios y los factores ambientales que contribuyen al sobrepeso y a la obesidad. REFERENCIAS 1. Wild S, Roglic G, Green A, Sicree R, King H. 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Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. 157 Artículo original Rev Esp Méd Quir 2015;20:158-164. Analgesia obstétrica por vía peridural, comparación de nalbufina sin parabenos vs. fentanilo RESUMEN Juan José Espinoza-Espinosa1 Ruth Michel-Macías2 Norma Lozada-Villalón3 Profesor adjunto, curso anestesiología UNAM, médico adscrito al Servicio Anestesiología. 2 Residente del tercer año, Servicio Anestesiología. 3 Jefe del Servicio Anestesiología. Hospital General Dr. Darío Fernández Fierro, ISSSTE. Av. Revolución 1182, CP 03900 México, D.F. 1 Antecedentes: el dolor obstétrico se define como el síntoma o sensación desagradable causada por la contracción del músculo uterino y el paso del feto por el canal del parto; siendo este la causa más frecuente de dolor en la embarazada. El conocimiento de los mecanismos que producen el dolor obstétrico también es importante, esto nos permitirá realizar una analgesia lo más selectiva posible de acuerdo con la evolución del trabajo de parto. La anestesia peridural lumbar continua es la técnica más eficaz, controlable y segura para la analgesia obstétrica. Objetivo: evaluar la eficacia de la nalbufina peridural en analgesia obstétrica. Material y métodos: estudio longitudinal, prospectivo, clínico, comparativo y con asignación aleatoria con ciego simple; análisis mediante medidas de tendencia central, t de Student para variables numéricas, Fisher para variables de frecuencia y muestreo mediante c2. Resultados: en ambos grupos una escala visual analógica preaplicación promedio 8/10, observándose una disminución gradual promedio de 2 puntos cada 15 minutos posaplicación y una disminución de 10% de la presión arterial y frecuencia cardiaca a los 30 minutos. Richmond 1 en promedio a los 30 minutos. Conclusiones: se observó que no existe relevancia estadística en la mejora en el trabajo y dolor de parto con el uso de nalbufina al ser comparada con el fentanilo. Cabe destacar que la nalbufina es más económica y de más fácil adquisición que el fentanilo. Al presentar la misma capacidad para el control del dolor se concluye que es una alternativa buena y viable. Durante el uso de ninguno de los dos fármacos hubo depresión neonatal. Palabras clave: nalbufina, fentanilo, analgesia, peridural. Epidural obstetric analgesia, comparison of nalbuphine sp vs. fentanyl 158 Recibido: 21 enero, 2015 ABSTRACT Aceptado: 25 abril, 2015 Background: Obstetric pain is defined as the symptom or unpleasant sensation caused by the contraction of the uterine muscle and the movement of the fetus through the birth canal; this being the most frequent cause of pain in pregnant women. Knowledge of the mechanisms that produce obstetric pain is also important, this will allow us to perform the analgesia, as selective as possible, according to the evolution of labor. Continuous lumbar epidural anesthesia is the most efficient, controllable and safe technique for obstetric analgesia. Correspondencia: Dr. Juan José Espinoza-Espinosa [email protected] Este artículo debe citarse como Espinoza-Espinosa JJ, Michel-Macías R, LozadaVillalón N. Analgesia obstétrica por vía peridural, comparación de nalbufina sin parabenos vs. fentanilo. Rev Esp Med Quir 2015;20:158-164. www.nietoeditores.com.mx Espinoza-Espinosa JJ y col. Analgesia obstétrica por vía peridural Material and methods: Longitudinal Study, Prospective, Simple Blinded, Randomized and Comparative Clinical Trial, analyzed through measures of central tendency, T-test for numerical variables, Fisher for frequency variables and Chi Square for sampling. The objective was to evaluate the effectiveness of Nalbuphine epidural analgesia in obstetric patients in labor compared with conventional analgesia with fentanyl. Results: Both groups showed pre-administration EVA mean 8/10, with a mean progressive reduction of 2 points every 15 minutes after drug administration as well as the decrease of 10% in BP and FC after 30 minutes. Mean Richmond Score of 1 after 30 minutes. Conclusions: It was observed that there was no statistical significance in improving labor and labor pain using Nalbuphine compared with Fentanyl. It is significantly cheaper and easier to purchase Nalbuphine than fentanyl. Because both drugs have similar capacity for pain management it is concluded that it is a good and viable choice. Neonatal depression was not observed during the use of these drugs. Keywords: Nalbuphine, Fentanyl, Analgesia, Epidural. INTRODUCCIÓN El dolor obstétrico se define como el síntoma o sensación desagradable causada por la contracción del músculo uterino y el paso del feto por el canal del parto; es la causa más frecuente de dolor en la embarazada. La intensidad del dolor obstétrico es difícil de cuantificar, sin embargo los estudios han demostrado que únicamente el dolor producido por la amputación de un dedo o por causalgia excede la intensidad del dolor obstétrico,1 por lo que sin lugar a dudas el control o inhibición del mismo constituye el principal objetivo de anestesiólogo actual. Desde un punto de vista humano es necesario inhibir el dolor obstétrico, ya que de no hacerlo se producen, en una gran parte de las futuras madres, vivencias que pueden transformar una situación placentera y de alegría en un hecho desagradable, con la posible repercusión negativa a futuro en la relación afectiva entre madre e hijo. Considerando además el aspecto médico debemos de recordar que ha sido demostrado por numerosos autores2,3 que el dolor obstétrico no controlado produce una serie de alteraciones en la fisiología materna, las que adicionadas a las que el embarazo por sí mismo causa, pueden ocasionar efectos colaterales indeseables en el feto y en la madre, entre los que se pueden mencionar la hiperventilación y el aumento en el consumo de oxigeno. También se ha encontrado que durante el trabajo de parto se elevan las concentraciones plasmáticas maternas de betaendorfinas2,4,5 y de catecolaminas que disminuyen el flujo placentario,5,6 así como de renina que estimula la producción de angiotensinas I y II por arriba de cifras control en pacientes no embarazadas, y de ácidos grasos libres; esto último como respuesta a la lipólisis que se produce durante el estrés que ocasiona el parto con dolor. También se ha reportado una mayor incidencia de acidosis metabólica en la madre y el feto cuando el dolor obstétrico no ha sido controlado. Por lo que se refiere a la evolución y duración del trabajo de parto se ha observado que el dolor obstétrico 159 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas puede aumentar la incidencia de distocias y prolongar su duración.7,8,5 Por todo lo anteriormente señalado podemos afirmar que se tienen los argumentos suficientes, tanto desde el punto de vista humanitario como el médico, para enfatizar que es necesario y fundamental el control del dolor obstétrico, para evitar muchos de los efectos indeseables tanto maternos como fetales que se presentan como respuesta al estrés y dolor que produce el trabajo de parto; también para estrechar y optimizar los primeros momentos de la relación afectiva entre la madre y el recién nacido. Numerosos estudios han demostrado los beneficios que se obtienen en el binomio madre-producto con el simple hecho de controlar el dolor obstétrico, destacando entre los procedimientos analgésicos que producen estas respuestas favorables la administración a la madre de analgesia epidural.8-12 El conocimiento de los mecanismos que producen el dolor obstétrico también es importante, esto nos permitirá realizar una analgesia lo más selectiva posible de acuerdo con la evolución del trabajo de parto. Los componentes del dolor obstétrico son de dos tipos, a saber: el visceral y el somático. El primero de estos se produce por la dilatación del cérvix y la formación del segmento uterino cuando se contrae el útero, los nervios aferentes se encuentran localizados entre las fibras de este músculo, los impulsos nerviosos son transmitidos al cordón dorsal de la médula espinal por nervios sensitivos que se acompañan de nervios simpáticos, siendo los dermatomas T10, T11, T12 y L1, los directamente involucrados en la percepción del dolor en esta fase del trabajo de parto. El dolor de tipo somático resulta de la distensión del piso de la pelvis, la vagina y el periné, cuando el producto desciende por el canal de parto y los impulsos dolorosos son conducidos por los nervios pudendos, los dermatomas S2, S3, S4 son los más importantes en la percepción del dolor en este estadio del trabajo de parto.3,4 160 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 El dolor visceral habitualmente se percibe durante el primer estadio y el somático en el segundo estadio de la fase activa del trabajo de parto; sin embargo, en la parte final del primer estadio puede empezar la paciente a quejarse de dolor de tipo somático junto con un deseo de pujar, a esto se ha llamado la fase transicional del primero al segundo estadio del parto. Esta situación se produce por el inicio en el descenso de la presentación del feto en el canal del parto sin que se haya alcanzado una dilatación completa del cérvix uterino. También podemos encontrar pacientes que, sin encontrarse en un trabajo de parto activo, estando al inicio de éste en la llamada fase latente, presentan signos objetivos de dolor, esto se explica por la presencia de un componente emocional y afectivo importante adicionado a un bajo umbral doloroso. La localización de la percepción del dolor obstétrico varía, así encontramos dolor en el abdomen y en la parte baja del dorso de la paciente, el cual se percibe cada vez que se produce una contracción uterina; también como un dolor constante que no desaparece en los sitios ya mencionados. La intensidad del dolor habitualmente está relacionada con la actividad del útero, o sea con la frecuencia, intensidad y duración de las contracciones de este músculo y con los centímetros de dilatación que se vayan alcanzando en el cérvix. En el inicio del trabajo de parto el dolor es poco intenso, aumentando su severidad a medida que el cérvix se va dilatando y la presentación del feto va descendiendo.8,9 Existen además otros factores que pueden incrementar la percepción del dolor por la paciente, entre ellos podemos mencionar: la posición occipitoposterior del producto,11 el embarazo a edad temprana, alteraciones en el estado emocional de la enferma (embarazo no deseado, madre soltera), nivel sociocultural bajo y la falta de información y educación prenatal. Espinoza-Espinosa JJ y col. Analgesia obstétrica por vía peridural Para poder seleccionar la técnica de analgesia más adecuada es importante recordar que es necesario que esta tenga la capacidad de no producir depresión en ninguno de los órganos y sistemas de la madre y del producto, que no modifique la dinámica del trabajo de parto y que los medicamentos que en ella se utilicen no atraviesen la barrera placentaria. Sin embargo, a pesar de tantos estudios e investigaciones, en la actualidad aún no contamos con la droga o técnica de analgesia ideal que reúna las características mencionadas para el adecuado control del dolor obstétrico. Entre los medicamentos que se han estudiado se encuentra la nalbufina sin parabenos, un opioide del grupo agonista-antagonista, el cual ha demostrado su acción agonista en los receptores mu 1 y kappa 1, su acción antagonista en los receptores m y su escasa acción agonista sobre los receptores delta.13 En el Hospital General Dr. Darío Fernández Fierro se atienden, en promedio; aproximadamente 300 partos anuales, de todas esas pacientes a menos de 20% se le aplica analgesia obstétrica, lo cual aumenta el grado de dolor y ansiedad en las pacientes haciendo más desagradable la experiencia. El dolor posoperatorio es uno de los problemas más frecuentes en la sala de operaciones y recuperación cuya intensidad y gravedad dependen, en cierta forma, de la edad, personalidad, tendencia y estado psicológico, lugar anatómico-quirúrgico, experiencias dolorosas previas y la manera preoperatoria en que se prepara a la paciente para la exposición a la experiencia dolorosa, la cual a su vez puede estar relacionada con factores como incisión, espasmo muscular, posición, isquemia y la habilidad de los cirujanos, entre otros factores. Como es bien sabido, el término opioide se aplica a todos los componentes agonistas y antagonistas de los receptores múltiples de opioide con actividad semejante a la morfina y a los opiáceos naturales. Dentro de este grupo de fármacos uno que llama la atención es la nalbufina. Pertenece al grupo de agonistaantagonistas y se ha demostrado su acción agonista sobre los receptores mu 1 y kappa 1; su acción antagonista sobre los receptores m y su escasa acción agonista sobre los receptores delta. También se le conocen efectos en las vías ascendentes inhibitorias del dolor como el de abrir los canales de potasio, inhibir los canales de calcio y bloquear la sustancia P a nivel medular. Actualmente existe controversia sobre el uso de narcóticos por vía epidural para analgesia obstétrica. Algunos autores defienden el uso de morfina por vía epidural como analgésico único mientras que otros apoyan su uso como adyuvante, conjuntamente con anestésicos locales u otros fármacos, a fin de aumentar la efectividad analgésica y disminuir los efectos colaterales indeseables. Sin embargo, la efectividad y la seguridad de la nalbufina por vía epidural, para la analgesia obstétrica, no han sido estudiadas ni evaluadas ampliamente. No obstante, sí se ha analizado su efecto en la analgesia posoperatoria y ha mostrado buenos resultados. MATERIAL Y MÉTODOS Objetivo general Evaluar la eficacia de la nalbufina por vía peridural en la analgesia obstétrica en pacientes en trabajo de parto. Objetivos específicos 1. Evaluar el nivel de analgesia, mediante escala visual analógica, en pacientes en trabajo de parto en fase activa. 2. Evaluar el nivel de sedación mediante la escala de Richmond. 3. Evaluar el retraso en el trabajo de parto. 4. Evaluar estado físico del niño al nacer mediante prueba de Apgar y alteraciones mediante Silverman. 161 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Diseño Cálculo de la muestra Estudio longitudinal, prospectivo, clínico, comparativo y con asignación aleatoria con ciego simple, del periodo de abril de 2014 a octubre del 2014. El diseño estadístico se realizó mediante t de Student para variables numéricas, Fisher para variables de frecuencia y muestreo mediante c2 y análisis de varianzas. Se concentró la información en Microsoft Excel® 2013 y se realizó el análisis estadístico con IBM SPSS® versión 21 para PC. El cálculo de la muestra se llevó a cabo con la siguiente formula: Metodología A todas las pacientes que ingresen en trabajo de parto en fase activa, en el Hospital General Dr. Darío Fernández Fierro, al servicio de ginecoobstetricia en el periodo comprendido de abril a octubre del 2014 se les aplicará analgesia obstétrica mediante bloqueo peridural previa autorización y firma del consentimiento informado. Criterios de inclusión - Aceptación del procedimiento por parte de la paciente. - Edad de 18-40 años. - Derechohabiente ISSSTE, adscrita al hospital. - Embarazo de término de 38-40 semanas de gestación, normoevolutivo. Trabajo de parto en fase activa. ASA II-III. Criterios de exclusión - Paciente que no acepte el procedimiento. - Embarazo de alto riesgo. - Alergia conocida al fármaco. Criterios de eliminación - Cambio de técnica anestésica. - Trabajo de parto prolongado. 162 Se utilizó esta fórmula estadística para obtener un intervalo de confianza de 95% (1.96), con una desviación estándar de 0.5 y un límite de error de 1% (0.01). Tomando en cuenta la cantidad de partos anuales en nuestra cede, que son en promedio 100 (105 último año 2013, dato tomado Simeff), nuestra muestra mínima para tener significación estadística es de 25. Se utilizó como método estadístico c2 de Pearson ya que esta prueba se usa para determinar la significatividad de la diferencia en las frecuencias observadas. Todas las pruebas se realizaron a un grado de libertad y 0.5 de significatividad a 2 colas. Se dividió aleatoriamente, mediante ciego simple, a las pacientes en dos grupo: grupo N: nalbufina 0.1 mg/kg más lidocaína 1% 100 mg (10 mL); grupo F: fentanilo 1 mg/kg más lidocaína 1% 100 mg (10 mL). RESULTADOS Se utilizó una base de datos obtenida de 30 pacientes y sus respectivos expedientes mediante recolección directa de datos en hoja. Se concentró la información en Microsoft Excel® 2013 y se realizó el análisis estadístico con IBM SPSS® versión 21 para PC. En el análisis estadístico se encontraron los datos que a continuación se desglosan. Grupo nalbufina (30 pacientes). Como datos sobresalientes, observamos en este grupo de pacientes una presión arterial media preaplicación de la analgesia de 77.90 y media posaplicación de 73.5, frecuencia cardiaca preaplicación de Espinoza-Espinosa JJ y col. Analgesia obstétrica por vía peridural 89.5 y posaplicación de 81.6. Con esto observamos una discreta disminución de la presión arterial media y una importante disminución de la frecuencia cardiaca, entre pre- y posaplicación de la analgesia. Observamos una escala visual analógica basal promedio preaplicación de 8, con un máximo de 10 y un mínimo de 7, se observó una disminución gradual de la misma junto con la disminución de la presión arterial y la frecuencia cardiaca alrededor del 10% por cada 2 puntos que ésta (la escala visual analógica) disminuía. Con una escala visual analógica promedio a los 15 minutos de 7, a los 30 de 6, a los 45 de 4 y a los 60 de 3, se observó también un Richmond basal promedio de 1, el cual se mantuvo en la mayoría de los casos (76.7%) o disminuyó a 0, por lo cual evidenciamos que no se alcanzó un nivel de sedación complique o contraindique la aplicación peridural de este fármaco para analgesia. Obtuvimos una valoración de Apgar al minuto en promedio de 8, con una mínima de 6 (2 casos), 5 pacientes con 7 y 23 con 8, lo cual representa 76.7% de la población de productos obtenidos. A los 5 minutos un promedio de 9, con un Apgar de 8 en 4 casos y con calificación de 9 en 26 casos (86.7%). En cuanto a la calificación de Silverman se obtuvo 0 de calificación en 28 casos (93.3%) y de 1 en 2 casos (6.7%), por lo cual podemos ver que la aplicación del fármaco no comprometió el bienestar de los productos. Grupo fentanilo (30 pacientes). En este grupo como datos sobresalientes observamos una presión arterial media preaplicación de la analgesia de 82, media posaplicación de 75.3 con una frecuencia cardiaca preaplicación de 87 y posaplicación de 80. Igual que con el grupo anterior observamos una discreta disminución de la presión arterial media y un importante disminución de la frecuencia cardiaca entre pre- y posaplicación de la analgesia. Observamos una escala visual analógica basal promedio preaplicación de 9, con un máximo de 10 y un mínimo de 8, se observó una disminución gradual de la misma junto con la disminución de la presión arterial y la frecuencia cardiaca alrededor del 10% por cada 2 puntos que ésta (la escala visual analógica) disminuía. Con una escala visual analógica promedio a los 15 minutos de 7, a los 30 de 6, a los 45 de 5 y a los 60 de 3 se observó también un Richmond basal promedio de 0, el cual se mantuvo en la mayoría de los casos (84%), por lo cual evidenciamos que no se alcanzó un nivel de sedación que complique o contraindique la aplicación peridural de este fármaco para analgesia. Obtuvimos una valoración de Apgar al minuto en promedio de 8, con una mínima de 6 (4 casos), 1 pacientes con 7 y 25 con 8, lo cual representó 83.3% de la población de productos obtenidos. A los 5 minutos un promedio de 9, con un Apgar de 7 en 2 casos 8 en 2 casos y con calificación de 9 en 26 casos (86.7%). En cuanto a la calificación de Silverman se obtuvo 0 de calificación en 27 casos (90%) y de 1 en 3 casos (10%), por lo cual podemos ver que la aplicación del fármaco no comprometió el bienestar de los productos. CONCLUSIONES Con lo observado mediante los resultados obtenidos podemos concluir que no existe relevancia estadística en la mejora en el trabajo y dolor de parto con el uso de nalbufina al ser esta comparada con el fentanilo. Cabe destacar que es más económica y de más fácil adquisición la nalbufina con respecto al fentanilo y, al presentar 163 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas 164 la misma capacidad para el control del dolor, se concluye que es una buena y viable alternativa. El uso de ninguno de los dos fármacos presentó depresión neonatal. Como efectos adversos encontramos una incidencia mayor de náuseas con el uso de nalbufina. 7. Farmacología Para Anestesiólogos J.A. ALDRETE; M.A. PALADINO, CORPUS, 2008 150-250. 8. Morin R. Pedro “ Analgesia Epidural Continua para el trabajo de parto” Revista Mexicana de Anestesiologia 3 22-27. 1998. 9. Price C., Lafraneire , Bossnan C. “ Regional analgesia in carny labour: combinerd spinal epidural vs epiduralk anesthesia 53. 951-955. 1998. REFERENCIAS 10. Revista Mexicana De Anestesiología “ nalbufina peridural en dolor postoperatorio” Dra. María Del Socorro EspírituMuñoz, Delwyn Cordero-Luna, Miguel Ángel GonzalezVelazquez 1995; 18:4 204-207. 1. Melzack R. The McGill Pain Questionaire: Major properties and scoring methods. Pain 1975;1:277-79. 2. Collins j . Anestesiología Ed McGranw-Hill 3era edicion 1993. 3. Morgan Anesthesiology 4th Edition 375-410. 4. Manual De Anestesia Clinica 4th Edicion Barash Mc Graw Hill Education 2003 200-290. 5. Anestesia 5th Edicion Massachusetts Editorial Marban 2005 415-530. 12. Revista Mexicana de Anestesiologia. Dr. Jose Ricardo Zela Huachisco, Hector Ramirez Jasso. “Estudio comparativo de Nubain sin parabenos contra lidocaína al 1% con epinefrina para analgesia obstétrica”. Volumen 1, no. 1 Enero- Marzo 2001. 6. Ronald D. Miller E-dition elsevier science health science 2007 650-710. 13. Prospective national survey on alternatives to obstetrical peridural analgesia Nalbuphine in obstetrical analgesia. 11. Anales Médicos Evaluación De Analgesia Obstétrica Con Nalbufina Peridural Sp Administrada Por Via Peridural Volumen 49, Numero 1,Enero – Marzo 2004. Artículo original Rev Esp Méd Quir 2015;20:165-170. Prevalencia de tumores malignos de nariz y senos paranasales en el Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías Verónica Miceli-Chavarría1 Jesús Rafael Benítez-Gómez2 María Cristina Navarro-Meza3 1,2 Médico Residente, Servicio de Otorrinolaringología. 3 Jefa de Enseñanza e Investigación. Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías, ISSSTE, Zapopan, Jalisco, México. RESUMEN Introducción: los tumores de la cavidad nasal y de los senos paranasales (SPN) plantean problemas diagnósticos y terapéuticos derivados de su localización anatómica. Comprenden menos de 1% de todas las neoplasias malignas y representan 3% de los tumores originados en la cabeza y el cuello. Objetivo: determinar la prevalencia de tumores malignos de la nariz y los senos paranasales en el Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías. Métodos: se realizó un estudio retrospectivo de reportes histopatológicos de biopsias nasales durante el período comprendido de enero del 2009 a octubre del 2014. Resultados: se obtuvieron 462 registros de los cuales 446 (97%) correspondieron a reportes de biopsias nasales de patologías benignas y 16 (3%) a malignas. La tumoración más frecuente fue el cáncer epidermoide seguido del melanoma. Conclusión: en nuestra población las neoplasias de la nariz y los senos paranasales fueron tumores con características epidemiológicas similares a las reportadas mundialmente; el examen físico y los estudios de imagen son elementos importantes que apoyan en el diagnóstico de afecciones malignas. Palabras clave: tumores malignos, senos paranasales, cáncer epidermoide. Prevalence of malignant tumors of the nose and paranasal sinuses at Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías ABSTRACT Introduction: The tumors of the nose and sinuses propose diagnostic and therapeutic problems for their anatomical location. Comprise less than 1% of all malignancies and represent 3% of tumors arising in the head and neck. Objective: Determine the prevalence of malignant tumors of the nose and paranasal sinuses in the Regional Hospital Dr. ValentÍn Gómez Farías. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 3 marzo 2015 Aceptado: 9 mayo 2015 Correspondencia: Verónica Miceli-Chavarría Servicio de Otorrinolaringología Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías Av. Soledad Orozco 203 CP 45150 Zapopan, Jalisco, México Tel.: (33) 38 36 0650 ext. 198 [email protected] Este artículo debe citarse como Miceli-Chavarría V, Benítez-Gómez JR, Navarro-Meza MC. Prevalencia de tumores malignos de nariz y senos paranasales en el Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías. Rev Esp Med Quir 2015;20:165-170. 165 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Methods: A retrospective study of histopathological reports of nasal biopsies were performed during the period of January 2009 to October 2014. Results: 462 recordings were obtained, of which 446 (97%) were benign pathologies and 16 (3%) malignant. The most frequent tumor was squamous cell carcinoma, followed by melanoma. Conclusion: In our population neoplasms of the nose and sinuses represent a group of tumors with similar epidemiology as literature, physical examination and imaging studies remain important elements that help us in the diagnosis of malignancy. Keywords: malignant tumors, sinuses, epidermoid cancer. INTRODUCCIÓN Los tumores de la cavidad nasal y de los senos paranasales se consideran, según estadísticas internacionales, poco frecuentes; constituyen menos de 1% de todas las neoplasias malignas y 3% de todas las neoplasias que afectan las vías respiratorias y digestivas.1,2 En Estados Unidos la incidencia es de 1 caso por cada 100 000 habitantes al año. En Japón y Uganda la incidencia es del doble. Son más frecuentes en el sexo masculino que en el femenino, en una relación de 2:1, se presentan más frecuentemente entre las quinta y séptima décadas de la vida.2,3 La incidencia en hombres y mujeres es similar; sin embargo, en Estados Unidos los tumores de la nariz y de los senos paranasales son más frecuentes en el sexo masculino que en el femenino en una relación de 2:1.3 Se pueden presentar en cualquier etapa de la vida pero existen dos picos en cuanto a la edad de presentación: entre los 30 y 40 años y después de los 60 años.4,5 Los factores de riesgo incluyen la exposición a carcinogénicos inhalados como polvo de madera, níquel, cromo, piel, solventes, gas mostaza, isopropanol y tabaquismo. Se han asociado con trabajadores de la madera, soldadores y teñi- 166 dores de piel.5,6 El 80% corresponde a tumores epiteliales, el más frecuente de los tumores malignos de la nariz y de los senos paranasales es el carcinoma epidermoide de células escamosas; el 20% restante corresponde a sarcomas como osteosarcoma, condrosarcoma, fibrosarcoma, fibrohistiocitoma maligno, hemangiopericitoma y rabdomiosarcoma o procesos linfoproliferativos como linfoma, plasmocitoma y reticulosis polimórfica, así como tumores neurogénicos como el neuroestesioblastoma y el schwannoma maligno.6-8 Los síntomas con los que se presentan los tumores de nariz y de los senos paranasales son obstrucción nasal, dolor facial, epistaxis y rinorrea; el tratamiento dependerá del tipo histológico al que pertenezcan.6,7 Esta investigación tuvo como objetivo determinar la prevalencia de tumores malignos de la nariz y de los senos paranasales en el Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías. MATERIAL Y MÉTODOS Se incluyeron todos los reportes de biopsias de tumores de nariz y senos paranasales analizados en el Departamento de Patología del Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías, en el período comprendido de enero del 2009 Miceli-Chavarría V y col. Prevalencia de tumores malignos de nariz y senos paranasales a octubre del 2014. Se acudió al departamento de Anatomía Patológica para la revisión de los registros de reportes histopatológicos durante el período establecido. Se tomaron nombre, edad, sexo y diagnóstico del tumor (se incluyeron todas las biopsias). Posteriormente se separaron los diagnósticos benignos y malignos. Se solicitaron al archivo clínico del hospital los expedientes de los pacientes. Se recabaron datos acerca del tiempo de evolución de los síntomas en el momento del diagnóstico así como el sitio anatómico del tumor. Se recabó la información y se le mantuvo en la más estricta confidencialidad. Finalmente se creó una base de datos para las variables estudiadas. Malignas 3% Benignas 97% RESULTADOS Figura 1. Distribución histológica de los tumores de la nariz y de los senos paranasales de la población en estudio. 9 8 7 6 5 4 3 2 m oi de a om oe pi de r an a M uc em H El promedio de edad de los pacientes fue: para cáncer epidermoide 63 años, melanoma 52 años, linfoma no Hodgkin 69 años, mucoepidermoide 46 años, plasmocitoma 62 años, fibrosarcoma 64 años, neuroblastoma olfativo M el om Li nf a an gi op er ic ito m a m rc o sa Fi br o id er m oi de 1 0 Ep Se revisaron los archivos del Servicio de Anatomía Patológica correspondientes al periodo enero del 2009 a octubre del 2014. Se identificaron 462 reportes con diagnóstico de tumores de la nariz y de los senos paranasales. Se solicitaron al archivo clínico los expedientes correspondientes y se excluyó a quien no contara con expediente clínico completo y a los que fallecieron con diagnóstico inconcluso. Se encontraron 16 (3%) pacientes con afecciones malignas y 446 (97%) con benignas (Figura 1); entre los primeros hubo 7 pacientes (44%) del sexo femenino y 9 (56%) del sexo masculino. En cuanto a los diagnósticos histopatológicos reportados se encontró que el cáncer epidermoide ocupó el primer lugar con 8 casos (50%), el segundo fue el melanoma con 2 casos (13%) y, con 1 caso (6%) cada uno: linfoma no Hodgkin, cáncer mucoepidermoide, plasmocitoma, fibrosarcoma, neuroblastoma olfativo y hemangiopericitoma (Figura 2). Total Masculino Femenino Figura 2. Distribución por género y tipo histopatológico. 167 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas El sitio más frecuente de afección fueron las cavidades derechas con 10 casos (62%). Del total de lesiones 3 (18.7%) se encontraron limitadas a septo nasal, ático nasal, fosa y seno maxilar; 2 (12.5%) piso y 1 (6.2%) limitado a etmoides y vestíbulo nasal (Figura 4). 9 Epidermoide Linfoma Mucoepidermoide Melanoma ol or D os m ia a le H ip fa Ce a is no rre Ri ax Ep ist O bs tru cc ió n 8 7 6 5 4 3 2 1 0 Plasmocitoma Fibrosarcoma Neuroblastoma olfativo Hemangiopericitoma Figura 3. Síntomas principales referidos por los pacientes con neoplasias malignas de la nariz y de los senos paranasales. 168 4.5 4 3.5 3 2.5 2 1.5 1 na sa l Et m oi de Ve s stí bu lo na sa l ila r so Pi ax m na sa l no a Se Fo s ic o na sa l Se pt o 0.5 0 Át 42 años y hemangiopericitoma 72 años. También se revisó el expediente clínico en cuanto a los factores de riesgo, encontrando que 5 (31.2%) de los 16 pacientes reportaron habito de alcohol y tabaco. Solamente 1 paciente (6.2%) reconoció exposición a biomasa (combustión) y 2 traumatismo nasal (12.5%). Los principales signos y síntomas referidos en el expediente fueron, en primer lugar la obstrucción nasal en 13 pacientes (81.2%), epistaxis en 10 pacientes (62.5%), rinorrea en 3 pacientes (18.8%) y cefalea en 2 pacientes (12.5%); otros síntomas como hiposmia, dolor, parestesias, disminución de la agudeza visual y amaurosis fueron reportados, cada uno, en 6.25% de los pacientes (Figura 3). Figura 4. Localización de los tumores en la nariz y en los senos paranasales. Se encontraron metástasis, para el cáncer epidermoide, a sistema nervioso central y para el melanoma a paladar y columna. En cuanto a la supervivencia promedio por tumor se encontró que, para el cáncer epidermoide, fue de 6 años, 2 años para el melanoma y 1 año para el fibrosarcoma. El resto de los pacientes continuó con vida hasta el final del estudio. Para complementar los diagnósticos de los pacientes se realizaron tomografías computadas (100%) y en 5 casos se solicitó con contraste (31%). A todos los pacientes se les solicitó, además, resonancia magnética y solamente en 4 casos (25%) fue necesario realizar inmunohistoquímica para determinar el tipo histológico (Figura 5). La prevalencia encontrada durante el período de 5 años fue de 3.5 casos nuevos por cada 100 pacientes que acudieron a consulta por año. Se estudió el factor de riesgo de desarrollar los tumores de nariz y de senos paranasales encontrando que por cada caso nuevo habrá 3.6 pacientes con probabilidad de desarrollar una tumoración maligna. La mortalidad general para los pacientes con tumoraciones malignas fue de 6.49 en cinco años. Miceli-Chavarría V y col. Prevalencia de tumores malignos de nariz y senos paranasales masculino, al igual que en los estudios del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre donde el sexo masculino fue el más afectado. 120% 100% 80% 60% 40% 20% 0% Tomografía Tomografía Resonancia Inmunohiscomputada contrastada magnética toquímica Figura 5. Estudios realizados para complementar el diagnóstico de malignidad. DISCUSIÓN Es de importancia vital unificar el estudio de los tumores de la nariz y de los senos paranasales ya que no siempre se define de forma específica el sitio de origen. En la bibliografía revisada es claro que las tumoraciones benignas son más frecuentes que las malignas y que ocurren con mayor frecuencia entre las tercera y sexta décadas de la vida y son más comunes en el sexo masculino.8-10 Cabe mencionar que en nuestro país son pocos los estudios sobre la frecuencia y las características de este tipo de neoplasias. En este estudio encontramos 16 casos (3%) de neoplasia maligna que concuerdan con lo reportado en la literatura especializada nacional. En un estudio realizado en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, en el período que comprende de enero de 1994 a diciembre de 2002, se reportó una mayor frecuencia de neoplasias malignas con 64.7% y 35.3% de benignas; al igual que en un estudio realizado en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Manuel Ávila Camacho donde se reportaron 71.7% de neoplasias benignas y sólo 28.22% malignas, lo cual es similar a nuestros resultados. En cuanto al promedio de edad encontramos que es de 59 años y es más frecuente en el sexo Por su parte Myers y sus colaboradores11 encontraron, en un estudio de 144 pacientes, que los principales síntomas de presentación para todas las neoplasias nasosinusales eran: en primer lugar obstrucción nasal, dolor facial, epistaxis y diplopia seguidos por descarga nasal y rinorrea. Para las neoplasias malignas el principal síntoma era epistaxis seguida por obstrucción nasal y dolor facial. De acuerdo con el estudio ya mencionado, realizado en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Manuel Ávila Camacho,12 el síntoma principal de presentación, tanto para tumoraciones benignas como malignas, fue la obstrucción nasal seguida por epistaxis (para las benignas) y síntomas de sinusitis (para las malignas). En este trabajo los síntomas principales fueron obstrucción nasal y epistaxis seguidos por rinorrea y cefalea. En nuestro análisis el tumor maligno más frecuente fue el cáncer epidermoide seguido por el melanoma; sin embargo, en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre el primer lugar fue el carcinoma epidermoide (43.4%) seguido por el linfoma no Hodgkin (13.7%) y, en tercer lugar, el melanoma (5.6%). CONCLUSIÓN El estudio integral de estos pacientes, incluidos un interrogatorio completo y los estudios radiológicos, orientan hacia la sospecha de una tumoración, aún cuando todo paciente con los síntomas mencionados debe examinarse exhaustivamente. Agradecimientos Al Dr. José Antonio González González por la revisión crítica del texto y comentarios técnicos 169 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas 4. Bailey BJ. Bailey BJ (ed.) Head and neck surgery otolaryngology. Neoplasms of nose and paranasal sinus. Lippincott, Williams and Wilkins 2001 Philadelphia, 4ta ed. 5. Simon C, et al. Tumores malignos de las cavidades nasales y paranasales, Enciclopedia medico quirurgica, tratado de Otorrinolaringología, E 20-405- A-10. 6. Quitral C Ricardo, et al. Tumores malignos de nariz y cavidades paranasales, Revisión de 11 años, Rev. Otorrinolaringol. Cir. Cabeza Cuello 2003;63:21-28. 7. Zurita Orrego Hernán. Tumores nasales en el Hospital General de las F.F. A.A. de Quito: Revisión de los últimos 4 años, Rev. Ac. Ec, Orl 2004, (3)1. 8. Tufano, et al. Malignant tumors of the nose and paranasal sinuses: Hospital of the University of Pennsylvania. Am J Rhinol. 2001. Vol 14. Fuentes de financiamiento: autofinanciado. 9. REFERENCIAS American Head And Neck Society. Tumors of Upper Aero Digestive Tract: Maxillary, Nasal and Ethmoid sinus. 2005. 10. Labra Alberto Herrera, et al. Tumores malignos de nariz y senos paranasales. Estudio retrospectivo de 10 años. AN ORL MEX 2009, Vol. 54, Núm. 3. del presente artículo, así como al Dr. Juan de la Cruz y al Dr. Antonio Herrera Ortiz por sus aportaciones al manuscrito. Contribuciones de autoría: VM participó de la concepción del estudio y recopilación de datos; MN participó en el diseño del estudio, recopilación de datos, análisis de resultado y redacción del manuscrito; JB participó en la obtención de los resultados y traducción del manuscrito. Todos los autores participaron en la revisión crítica del artículo y aprobación de su versión final. 1. Batjer H, Loftus C. Textbook of Neurological Surgery: Principles and Practice, Volume 2. Editorial Lippincot Williams. 2003. Cap 117: 1405- 1418. 2. Prado Calleros Héctor Manuel. Práctica de la Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. Tumores Malignos Nasosinusales, Cap 117. Ed Medica Panamericana 2012, Pág 787-795. 3. 170 Osguthorpe JD. Sinus Neoplasia. Arch Otolaryngol Head Surg 1994;120:1925. 11. Myers LL et al. Paranasal sinus malignancies: an 18year single institution experience. Laryngoscope 2002;112(11):1964-9. 12. Resendiz Néstor González. Frecuencia de tumoraciones en la nariz y los senos paranasales en pacientes del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Manuel Ávila Camacho. AN ORL MEX 2006.Vol 51, No 1. Artículo de revisión Rev Esp Méd Quir 2015;20:171-177. El efecto Warburg: la mano derecha en el desarrollo del cáncer RESUMEN Una de las principales características de las células tumorales malignas es que su metabolismo energético se encuentra alterado. El entendimiento de las consecuencias de este metabolismo expresado diferencialmente requiere de un análisis detallado del metabolismo de la glucosa y de su relación con la producción de energía en las células cancerosas. En años recientes se ha incrementado el interés sobre el efecto Warburg que presentan las células cancerosas debido a la gran utilidad de la tomografía por emisión de positrones utilizada en los análisis de tumores de pacientes con cáncer. Algunos de los mecanismos involucrados que conducen al fenómeno de Warburg incluyen la sobreexpresión de algunas enzimas de la glucólisis, la regulación intracelular del pH, el cambio inducido por la hipoxia y una reprogramación metabólica después de la pérdida de la función de p53. Las alteraciones de los oncogenes principales involucran mutaciones, deleciones y amplificaciones. Muchos oncogenes y genes supresores de tumores coinciden en las cascadas de señalización que regulan al HIF-1 y al p53. El aporte energético de cada vía a la célula depende del tipo de tumor, de los oncogenes que se activan y del microambiente tumoral. Norma Estela Herrera-González1 Felipe Martínez-García2 Emanuel Mejía-Jiménez2 1 PhD, Jefe del Laboratorio de Oncología Molecular, Sección de Posgrado e Investigación, ESM, IPN. 2 Becario BEIFIs del Laboratorio de Oncología Molecular, Sección de Posgrado, IPN. Estudiantes de Ingeniería Bioquímica del IPN. Palabras clave: efecto Warburg, cáncer, metabolismo, glucólisis, HIF1, p53. Warburg effect: the right hand in the development of cancer ABSTRACT Altered cellular metabolism is a defining feature of cancer. Understanding the results of this differential metabolism needs a detailed analysis of glucose metabolism and its relation to energy production in cancer cells. Interest in the Warburg effect has escalated in recent years due to the proven utility of FDG-PET for imaging tumors in cancer patients. The underlying mechanisms leading to the Warburg effect include upregulation of enzymes in glycolisis, intracellular pH regulation, hypoxia-induced switch and metabolic reprogramming after loss of p53 function. Oncogenic alterations involve a set of gene deletions, amplifications and mutations. Many oncogenes and tumor suppressor genes cluster along the signaling pathways that regulate HIF-1 and p53. Energy contribution on each cellular pathway depends on the tumor, activated oncogenes and the micro-environment’s tumor. Key words: Warburg effect, cancer, metabolism, glycolysis, HIF-1, p53. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 17 de marzo, 2015 Aceptado: 4 de mayo, 2015 Correspondencia: Norma Estela Herrera González Plan de San Luis y Díaz Mirón s/n CP 11340 Ciudad de México, D.F. [email protected] Este artículo debe citarse como Herrera-González NE, Martínez-García F, MejíaJiménez E. El efecto Warburg: la mano derecha en el desarrollo del cáncer. Rev Esp Med Quir 2015;20:171-177. 171 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas INTRODUCCIÓN El entendimiento de todos los cambios fisiológicos que ocurren en las células tumorales es una tarea compleja. Estos cambios pueden generarse en una gran variedad de tejidos diferenciados, los cuales naturalmente le confieren características particulares a cada grupo de células malignas. Las células tumorales presentan inicialmente una proliferación descontrolada y van adquiriendo alteraciones genéticas que les permiten crecer fuera del sitio de desarrollo del tejido normal, proveyéndoles ventajas selectivas para su supervivencia. Hace más de ochenta años el bioquímico alemán Otto Warburg hizo estudios de los procesos enzimáticos involucrados en la respiración celular; encontró cambios importantes en el metabolismo de las células tumorales por lo que recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1931. Reportó que la tasa de glucólisis fermentativa se incrementaba aún en condiciones aeróbicas. Se sabe que la fermentación es un proceso que ocurre independientemente del oxígeno por lo que el fenómeno de Warburg era una contradicción al efecto Pasteur. Con la observación de que la energía de las células tumorales se producía en el citosol y no mediante la fosforilación oxidativa las primeras hipótesis e ideas adjudicaban este cambio a “daños irreversibles” ocurridos en la mitocondria. Hoy en día esta visión se ha modificado y ampliado de una manera sustancial. Actualmente se acepta que el cáncer es el resultado de múltiples procesos patogénicos asociados, entre ellos un intenso anabolismo. Por muchos años no se le dio importancia al efecto Warburg sino hasta principios de los 90 del siglo pasado en donde los médicos nucleares retomaron el estudio de éste efecto y lo utilizaron en el tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa. 172 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Metabolismo energético de las células normales En condiciones normales la célula produce el trifosfato de adenosina que requiere para cubrir sus necesidades mediante dos mecanismos catabólicos acoplados. El primero es la glucólisis, la cual consiste en 10 reacciones enzimáticas que degradan a la glucosa hasta piruvato. El otro mecanismo es el ciclo de los ácidos tricarboxílicos, también conocido como ciclo de Krebs con el que se obtiene un mayor aporte energético durante la oxidación completa de la glucosa en presencia de O2 (Figura 1). El piruvato sufre cambios dentro de las mitocondrias mediante dos reacciones de condensación: 1) por la coenzima A (CoA) y 2) por el oxalacetato. La oxidación completa del piruvato continua mediante el ciclo de los ácidos tricarboxílicos, la cadena respiratoria y la fosforilación oxidativa. Mediante estos mecanismos se obtiene alrededor de 90% de la energía necesaria para el funcionamiento de las células normales.1 No se sabe si el aumento de la fermentación de la glucosa es una estrategia óptima de los tumores Figura 1. Metabolismo energético de una célula sana. La mayoría de la energía utilizada por una célula sana es generada en la mitocondria, a diferencia de las células tumorales que utilizan preferentemente otras rutas metabólicas. Herrera-González NE y col. Efecto Warburg en la generación de trifosfato de adenosina. Sin embargo, es un hecho que la multiplicación de las células tumorales no se limita por la baja disponibilidad de trifosfato de adenosina,2 ya que se requiere una gran biosíntesis en la generación de nuevas células, igualando de esta forma el incremento de necesidades energéticas y anabólicas de las células con proliferación rápida. Metabolismo energético de las células cancerosas A nivel celular los tumores presentan ventajas de supervivencia debido a la secreción de lactato.3 El ácido láctico confiere a las células tumorales propiedades invasivas, afectando la estructura normal de los tejidos. Adicionalmente, la expresión del factor de crecimiento endotelial vascular y de su receptor (VEGF Y VEGFR) responde a diferentes estímulos para generar nuevos vasos sanguíneos a partir de los preexistentes. Entre estos estímulos se encuentra el aumento en la expresión del factor inducible de hipoxia (HIF1), el cual a su vez también es promovido por el ambiente ácido y carente de oxígeno. Entre otros estímulos que participan también están la activación de oncogenes como RAS, MYC, AKT y la mutación de genes supresores de tumores como p53.4 La estimulación del VEGF y su receptor tienen como objeto generar un mayor abastecimiento de oxígeno a las células para promover el metabolismo oxidativo y suprimir la glucólisis fermentativa. Sin embargo, en su lugar se promueve la metástasis.5 Cuando la disponibilidad de oxígeno es limitada y el metabolismo oxidativo disminuye el piruvato se reduce hasta lactato. Si la cadena respiratoria no trabaja adecuadamente (como en una célula tumoral) la oxidación del NADH+H+ no ocurre por dicha vía. Es por esto que el paso de piruvato a lactato es un punto crítico en el metabolismo de las células cancerosas.6 Se han observado, en células tumorales, cambios en la expresión de las isoformas de la enzima lactato-deshidrogenasa. Como consecuencia hay alteraciones en la fisiología mitocondrial. Esto se comprobó en un estudio experimental en el que se observó que las células tumorales deficientes de lactatodeshidrogenasa mostraron un incremento en la respiración mitocondrial.7 La glucólisis induce a una acidificación del microambiente. La excreción de ácido láctico es la causa de la acidificación del área tumoral. El ambiente ácido promueve la muerte de las células normales debido a la falta de mecanismos que se adapten a la acidez extracelular (como las mutaciones en p53 o demás proteínas de la vía apoptótica).3,8 Lo anterior selecciona a aquellas células que resisten a un ambiente ácido en la rápida división del tumor, impidiendo a su vez una respuesta inmunitaria contra éste, y de ésta manera facilitando los mecanismos de selección para el crecimiento agresivo del tejido tumoral.9 Aporte energético y anabólico de la función mitocondrial Las mitocondrias están implicadas en diversas actividades metabólicas, como el ciclo de Krebs, la cadena respiratoria y la fosforilación oxidativa, con respecto al aporte energético. También participan en la regulación de la muerte celular programada (apoptosis) y en la senescencia. Son entidades dinámicas y particulares a cada tipo celular que consideremos, ya que su número, su estructura, su composición molecular y la funcionalidad dependerán del tipo de tejido celular al que pertenezcan.10 Estos orgánulos poseen su propio material genético. Es por esto que las alteraciones genéticas o epigenéticas que repercuten en la disminución de la actividad mitocondrial también resultan en una supresión del aporte energético a la célula. Las mutaciones que afectan al ADN mitocondrial pueden alterar las funciones de las 173 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas enzimas del ciclo de Krebs11 o a los componentes de los complejos de la cadena respiratoria,12 contribuyendo a la orientación del metabolismo oxidativo hacia la glucólisis. Actualmente ciertos autores consideran que el fenotipo Warburg en el cáncer es debido al mejoramiento en la glucólisis tanto que, si la glucólisis es inhibida, la fosforilación oxidativa mitocondrial es restaurada.13-15 En condiciones de una distribución escasa de glucosa, de forma intermitente, algunos tumores presentan variabilidad en los niveles tanto de la glucólisis como de la fosforilación oxidativa. Lo anterior ocurre con la finalidad de continuar con la progresión tumoral ya que, al igual que la glucólisis, el ciclo de Krebs es una excelente fuente de moléculas precursoras en la biosíntesis de componentes celulares.13 La inclinación de la balanza hacía un metabolismo u otro en la célula tumoral dependerá de los oncogenes que se activen y del microambiente.14 Contribución de HIF-1 al desarrollo del fenotipo Warburg La hipoxia es un estímulo fisiológico de glucólisis anaeróbica producido a través de la estabilización del factor de inducción de hipoxia 1 (HIF-1). El HIF-1 se encarga de mediar las respuestas adaptativas a los cambios en la oxigenación de los tejidos. Se han encontrado niveles elevados de HIF-1 en la mayoría de los tumores primarios de cerebro, páncreas, mama, colon, ovario, pulmón, próstata y sus metástasis.6 La activación de HIF-1 incrementa la transcripción de muchos genes como los involucrados en el metabolismo de la glucosa y el transporte de ésta (GLUT-1 y GLUT-3).14 En un estudio donde se evaluó la actividad de GLUT-1 (transportador de glucosa) y de la HKII (enzima involucrada en el mantenimiento de altas tasas de catabolismo de la glucosa) por 174 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 medio de la técnica de inmunohistoquímica, se observó incremento de GLUT-1 en biopsias de cáncer escamocelular invasivo de cuello uterino. La expresión de HKII también se encontró incrementada en carcinoma cervical severo.16 En muestras de cáncer de mama se reportó que 79% fueron positivas para HKII y 61% para Glut-1.17 La acción de la LDH-A también se ve estimulada, es la responsable de la acumulación de ácido láctico en la célula tumoral.18,14 En estudios preclínicos la inhibición de la actividad del HIF-1 ha tenido efectos notables en el crecimiento tumoral. El HIF-1 es un factor de transcripción de naturaleza proteínica y de constitución heterodimérica, la cual consiste de una subunidad alfa sensible al oxígeno (HIF-a) y de una subunidad constitutiva beta (HIF-b) que facilita su adaptación a la carencia de oxígeno.19,20 Normalmente el gen HIF-1a se encuentra expresado en proporción considerable en las células que se encuentran bajo condiciones de hipoxia y este mismo sirve para regular la producción de proteínas involucradas en el desarrollo de las células tumorales malignas. La estabilidad lograda por el HIF-1 bajo condiciones de normoxia se ha enfocado como un posible blanco para terapia en diferentes tipos de cáncer.21 La síntesis del HIF-1a se lleva a cabo mediante un proceso no dependiente de oxígeno; sin embargo su degradación sí es dependiente de su presencia (Figura 2). La regulación de la proteína HIF-1a opera vía la acción de las prolil-hidroxilasas, las cuales requieren O2 y al a-cetoglutarato (un intermediario de ciclo de Krebs) como sustrato, por lo que la disminución del ciclo de los ácidos aumenta la estabilidad de HIF-1a.22 En distintos niveles de la progresión maligna las células tumorales presentan un interruptor entre la glucólisis y Herrera-González NE y col. Efecto Warburg Papel de la proteína p53 mutada en el desarrollo del fenotipo Warburg En los seres humanos la alteración genética que más se asocia con el desarrollo del cáncer, independientemente del tejido de origen, es la mutación del gen p53.27 Este gen está implicado en el control del ciclo celular. Ante la presencia de daños en el ADN p53 bloquea el proceso de división hasta que la maquinaria de reparación sea capaz de corregir los daños y la célula pueda replicarse sin errores (Figura 3).28 Debido a que p53 también controla la muerte celular programada y la senescencia se requiere la pérdida de su función para que el tumor continúe con su desarrollo.29 Figura 2. Mecanismo por el cual se degrada el HIF-1α, dependiente de diversos sustratos hasta llegar al complejo de la E3 ubicuitina ligasa (E3UB). Mientras que en hipoxia las subunidades α y β se unen y codifican para sus genes blanco. Tomado de Pereira, K.M.A., Chaves, F. N., Viana, T. S. A., Carvalho, F.S.R., Costa, F.W.G., Alves, A.P.N.N., & Sousa, F.B (2013). Oxigen metabolism in oral cáncer: HIF and GLUTs {Review}. Oncology letters, 6(2), 311-31. la fosforilación oxidativa. Por ejemplo, si se incrementa la fosforilación oxidativa habrá disponibilidad de los sustratos para la degradación del HIF-1a.13 Pese a esto, la célula sigue presentando altos niveles de este factor de transcripción por el hecho de que la proteína VHL (Von Happel Lindau) que reconoce y guía al HIF-1a hacia su degradación proteosómica se encuentra alterada.23 Esta proteína se ha encontrado mutada en biopsias de cáncer renal epitelial.24,25 La estabilización del HIF-1 en las células tumorales es además promovida por la acumulación del lactato y del piruvato, generados durante la glucólisis. Ambos carboxilatos inhiben la actividad de las prolil-hidroxilasas ya que compiten por el sitio de unión del α-cetoglutarato.6,26 Se han encontrado mutaciones en p53 en una diversa gama de neoplasias incluyendo leucemias, linfomas, sarcomas, tumores neurogénicos y cáncer de colon rectal. El incremento en la mutación de la proteína p53 estudiada por inmunohistoquímica en carcinoma de colon se encontró directamente relacionado con el tamaño del tumor y el grado de infiltración.27 La proteína p53 tiene la capacidad de regular la expresión de alrededor de cien blancos diferentes implicados en múltiples funciones biológicas, incluyendo el arresto del ciclo celular, la apoptosis y la reparación de daño del ADN.30 Las mutaciones del gen Figura 3. Papel de la proteína p53 en la reparación. La alteración del gen p53, también conocido como “el guardián del genoma”, conlleva un agravamiento irreparable en el desarrollo tumoral. 175 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 p53 pueden liderar en consecuencia la pérdida o cambio en la actividad de la proteína y por consiguiente generar la inducción de la proliferación celular y la transformación celular maligna. Las células tumorales tienen una gran capacidad invasiva debido al mal funcionamiento de p53, evitando que entren en apoptosis. Se ha observado en las células tumorales que la inactivación de p53 contribuye al desarrollo del fenotipo Warburg debido a su papel en la estimulación de la respiración mitocondrial directamente inducida mediante la inactivación del gen SCO2, encargado de la síntesis de citocromo c oxidasa.27 SCO2 es crítico en la regulación del complejo citocromo c oxidasa (COX), el mayor sitio de utilización de oxígeno en la fosforilación oxidativa.12 La pérdida de la actividad de p53 o una disminución en la expresión del gen SCO2 resultan ser un interruptor entre la respiración celular y la glucólisis aeróbica.24 CONCLUSIÓN Aunque las alteraciones metabólicas no son los sucesos de inicio para el desarrollo del cáncer ha habido éxito en el conocimiento y tratamiento de algunas neoplasias utilizando la reorientación del metabolismo del tumor y buscando las bases moleculares del metabolismo de las células tumorales en base al uso de diferentes drogas. A pesar de que se considera que los oncogenes son los iniciadores del proceso tumoral el efecto Warburg ha despertado interés en la actualidad por su vinculación con la carcinogénesis y la progresión tumoral. Actualmente existen diversos estudios que demuestran que la mitocondria celular no está inactiva sino que su capacidad operativa esta únicamente disminuida. En años recientes, se ha incrementado el interés sobre el efecto Warburg que presentan las células cancerosas debido a la gran utilidad de la tomografía por emisión de positrones utilizada en los análisis de tumores de pacientes con cáncer (Figura 4). Como se revisó en este artículo otros 176 Figura 4. Análogo de glucosa con un isotopo de flúor como herramienta diagnóstica de tumores utilizando tomografía por emisión de positrones. mecanismos involucrados que conducen al fenómeno de Warburg incluyen sobreexpresión de algunas enzimas de la glucolisis, regulación intracelular del pH, cambio inducido por la hipoxia y una reprogramación metabólica después de la pérdida de la función de p53. REFERENCIAS 1. Casado Pinna M. (2009). Regulación de la expresión génica por glucosa. Monografías de la Real Academia Nacional de Farmacia. 2. Locasale, J. W., & Cantley, L. C. (2010). Altered metabolism in cancer. BMC Biology, 8(1),88. 3. Archetti, M. (2014). Evolutionary dynamics of the Warburg effect: Glycolysis as a collective action problem among cancer cells. Journal of theoretical biology, 341,1-8. 4. Kufe, D. W., Pollock, R. E., Weichselbaum, R. R., Bast, R. C., Gansler, T. S., Holland, J. F., & Croce, C. M. (2003). 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Tratamiento de la osteogénesis imperfecta pediátrica con ácido zoledrónico RESUMEN La osteogénesis imperfecta es una enfermedad hereditaria en la cual existe una producción anormal cualitativa y cuantitativa. En 70% de los pacientes es causada por una mutación de uno de los dos genes que codifican las cadenas de colágena tipo I (COL1A1 y COL1A2); ésta afecta a diferentes tejidos. Se caracteriza por fragilidad del hueso con un espectro clínico variable, con aparición de algunas fracturas hasta deformidades esqueléticas severas. La introducción del tratamiento con bisfosfonatos en la última década ha demostrado una disminución en la cantidad de fracturas, alivio del dolor y ha mejorado la capacidad funcional y la calidad de vida de estos pacientes. José Alfredo Espíndola-Corres1 Óscar Colín-Martínez2 José Antonio Delgado-Pérez3 Agustín Isunza-Ramírez4 Médico residente de quinto año de Ortopedia Pediátrica. 2 Jefe de servicio de Ortopedia Pediátrica, tutor de trabajo de investigación. 3 Médico adscrito al servicio de Ortopedia Pediátrica. 4 Exjefe del servicio de Ortopedia Pediátrica. Instituto Nacional de Pediatría, Secretaria de Salubridad-UNAM. 1 Palabras clave: osteogénesis imperfecta, bisfosfonatos, niño, fracturas, dolor. Treatment of pediatric imperfect osteogenesis with zoledronic acid ABSTRACT Imperfect osteogenesis is a hereditary pathology showing abnormal qualitative and quantitative production of collagen. Mutation in one of two genes that encode the chains of collagen type I (COL1A1 and COL1A2) is observed in 70% of patients, affecting different tissues. This disease is characterized by bone fragility with a variable clinical spectrum including few fractures or severe skeletal deformities. The introduction of bisphosphonates treatment in the last decade has demonstrated to decrease fracture rate, relief pain, and improve functional status and quality of life of the patients. Key words: imperfect osteogenesis, bisphosphonates, child, fractures, pain. 178 Recibido: 22 de enero, 2015 Aceptado: 15 de abril, 2015 Correspondencia: Dr. José Alfredo Espíndola Corres Instituto Nacional de Pediatría Insurgentes Sur 3700-C CP 04530 México, D.F. Tel. (55) 1084-0900 ext. 1316 [email protected] Este artículo debe citarse como Espíndola-Corres JA, Colín-Martínez O, DelgadoPérez JA, Isunza-Ramírez A. Tratamiento de la osteogénesis imperfecta pediátrica con ácido zoledrónico. Rev Esp Med Quir 2015;20:178-183. www.nietoeditores.com.mx Espíndola-Corres JA y col. Osteogénesis, tratamiento con ácido zoledrónico Antecedentes históricos La osteogénesis imperfecta es una enfermedad conocida desde la antigüedad. Fue descrita científicamente por Ekman, en 1788, al observar deformidades óseas en cuatro generaciones de una familia sueca. Desde entonces se han utilizado más de 40 nombres y epónimos. El término de osteogénesis imperfecta fue empleado por primera vez por Vrolik en 1849. Looser, en 1906, clasifica la osteogénesis imperfecta en las formas “congénita” y “tardía” dependiendo de la severidad de su presentación. La osteogénesis imperfecta congénita se presentaba con múltiples fracturas in utero o perinatales mientras que la tardía después del nacimiento. Esta clasificación resulta insuficiente ante la gran heterogeneidad clínica que presenta la enfermedad. En 1979 Sillence y sus colaboradores propusieron una clasificación clínica en cuatro tipos que trata de abarcar el espectro completo de la enfermedad. Incidencia La osteogénesis imperfecta es un desorden genético del tejido conectivo. En 70% de los pacientes es causada por una mutación de uno de los dos genes que codifican las cadenas de colágena tipo I (COL1A1 y COL1A2), localizados en los genes 7 y 17, respectivamente. Su incidencia varía de aproximadamente 1 por cada 10 000 hasta 1 por cada 20 000 nacidos vivos; la incidencia de la osteogénesis grave es alta, 1 por cada 25 000 nacidos vivos, los padres con osteogénesis imperfecta tienen probabilidades de 50% de tener un niño afectado con cada embarazo. Sin embargo las mutaciones de novo representan 35% de los niños con osteogensis1 (Figura 1). Herencia El genotipo es un factor de predicción poco fiable del fenotipo y la gravedad. La clasificación Figura 1. Varón de 3 meses de edad con múltiples facturas en proceso de consolidación, deformaciones severas en miembros torácicos y pélvicos, con férulas braquipalmares y muslopodálicas. de Sillence que incluye los tipos I, II, III y IV se basa en las formas de herencia, autosómico dominante (I, II, III) y autosómico recesivo o dominante (IV), datos radiológicos y clínicos; esta clasificación fue ampliada por Glorieux y Rauch (2004) e incluye a los pacientes que tienen un diagnostico clínico pero son negativos para las mutaciones de colágeno tipo I, éstos serian los tipos V, VI y VII.2 Fisiopatología La característica común de las diferentes formas de osteogénesis es una fragilidad ósea que causa repetidas fracturas, éstas generan dolor y son una manifestación clínica muy importante. En las formas leves los huesos son estrechos y largos, presentan su primera fractura después del año 179 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas de edad; las formas graves pueden presentarse al nacimiento y manifestarse por irritabilidad, llantos prolongados y disminución de la movilidad espontánea, llevando con el tiempo a deformidades graves en las extremidades (Figura 2). Es muy importante realizar una ultrasonografía prenatal que puede diferenciar un feto afectado por las fracturas de uno que no lo está. Radiográficamente las placas de crecimiento se observan fragmentadas y dispuestas en formas circulares, con forma de “rosetas de maíz”; las lesiones en la columna se deben a fracturas por compresión y resultan en déficit de estatura. Las manifestaciones extraesqueléticas son la coloración azulada de las escleróticas con una incidencia de 80% en el tipo I, 70% en el tipo III y 60% en el tipo IV, aproximadamente. La pérdida de la audición es progresiva con una prevalencia de entre 5 y 25%. Hay lesiones del cayado de la aorta hasta en 12%, prolapso de la válvula mitral, mayor tendencia al sangrado, elevación del metabolismo basal, problemas renales como hipercalciuria idiopática, además de retraso o detención del desarrollo psicomotor en las formas más graves. Actualmente el diagnóstico se hace por medio de análisis molecular con estudios de polimorfismo en la longitud de los fragmentos de restricción, método indirecto de gran importancia donde, a través de una enzima de restricción, se puede detectar el gen mutado.3 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 El proceso de remodelación es un fenómeno de superficie y sigue una secuencia biológicamente programada. La activación de los osteoclastos da como resultado la resorción de la matriz ósea desmineralizada y, a su vez, ésta es seguida por la activación de los osteoblastos que sustituyen el hueso reabsorbido. La remodelación ósea es un proceso dinámico, se produce más a nivel del hueso trabecular que a nivel del hueso cortical. La metáfisis de los huesos largos contiene grandes cantidades de hueso trabecular, por lo tanto la evaluación histomorfométrica en el área de la metáfisis representa el proceso de remodelación ósea. Los estudios histomorfométricos confirman que el ácido zoledrónico promueve el incremento del área medular de la metáfisis, así como un aumento importante en el volumen de hueso trabecular de 6.6 a 15.3 mm.4 Tratamiento general Hasta el momento se utilizan férulas u ortesis para aliviar el dolor, evitar consolidaciones viciosas y deformidades angulares producidas por las fracturas. En la actualidad no existe un tratamiento capaz de modificar el curso de la osteogénesis imperfecta porque no puede actuarse directamente sobre la formación del colágeno tipo I. Se han intentado múltiples tratamientos médicos para disminuir la fragilidad ósea y para aumentar la masa ósea como calcitonina, calcio, esteroides anabólicos, hormona de crecimiento, óxido de magnesio y vitamina D sin obtener resultados satisfactorios.1,3 Tratamiento con bisfosfonatos Figura 2. Niño de 11 años de edad con osteogénesis tipo IIIA, deformaciones severas en miembros torácicos y pélvicos. 180 Los bisfosfonatos se clasifican en dos grandes grupos. Primer grupo: los no nitrogenados; segundo grupo: los nitrogenados, que son los más potentes. Dentro de éstos están el alendronato, pamidronato, residronato y zoledronato (ácido zoledrónico). Estos últimos interfieren con la ruta biosintética del mevalonato y afectan a la actividad celular al interferir con la prenilación Espíndola-Corres JA y col. Osteogénesis, tratamiento con ácido zoledrónico de las proteínas. La prenilación requiere de importantes proteínas de señalización que regulan una gran variedad de procesos celulares para la función de los osteoclastos, incluyendo la morfología celular, el arreglo del citoesqueleto, la membrana ondulada, el tráfico de vesículas y la apoptosis. La reabsorción ósea esta mediada por osteoclastos y su actividad puede ser reducida con el tratamiento sistémico con bisfosfonatos.5 En los últimos veinte años se ha investigado el uso de bisfosfonatos en osteogénesis imperfecta. Estos potentes inhibidores de la reabsorción ósea han demostrado un aumento en el contenido mineral óseo y en la densidad ósea con resultados más alentadores comparados con otras terapias (Figura 3). Se han publicado múltiples estudios con el uso de bisfosfonatos en pacientes con osteogénesis imperfecta, especialmente con pamidronato, que han mostrado una reducción en el número de fracturas que sufren los pacientes así como aumento en la densidad ósea. Otros efectos favorables de los bisfosfonatos, demostrados en estudios observacionales, son la disminución del dolor óseo, la mejoría de la capacidad funcional y de la ambulación y la disminución en la incidencia de fracturas, entre otras.6 En 1998 el doctor Glorieux planteó un protocolo para la administración de pamidronato de manera cíclica y es el parámetro actual para el tratamiento médico de pacientes con osteogénesis imperfecta;7 consiste en administrar pamidronato en dosis de 1 mg/kg/día, diluido en 250 mL de solución salina a 0.9%, administrado en 3 horas por 3 días de manera intrahospitalaria, el primer día del primer ciclo se aplican 0.5 mg/ kg/día. Se ha empleado por mucho tiempo con muy buena aceptación por los padres y gran satisfacción por parte de los pacientes. El zoledronato (ácido zoledrónico) es un nuevo bisfosfonato con efectos similares al pamidronato, su ventaja es que un ciclo de tratamiento consiste en una infusión única con duración de 50 minutos que se repite cada 6 meses. La administración intravenosa de ácido zoledrónico en mayores de 2 años de edad es en dosis de 0.05 mg/Kg/dosis, en solución salina de 10 mL a 100 mL según la cantidad de miligramos a diluir. En cada ciclo deben evaluarse estatura, peso, ingesta de vitamina D y calcio. Los exámenes de laboratorio deben consistir en la toma de calcio sérico ionizado antes de la infusión, no debe darse en hipocalcemia ni con una prueba de embarazo positiva. La concentración máxima nunca debe exceder 0.022 mg/mL. Además, Glorieux y su grupo recomendaron no administrar ácido zoledrónico dentro de los 4 meses posteriores a una cirugía ortopédica que involucrara una osteotomía, ya que podría retrasar el proceso de consolidación de la misma.9 Complicaciones Figura 3. Radiografías de varón de 11 años de edad: líneas de Harris-Park en fémur distal y tibia proximal; se presentan con cada aplicación de los ciclos de ácido zoledrónico. Los efectos secundarios de los bisfosfonatos parenterales son los mismos que cuando se administran por vía oral, con alguna excepción. Efectos derivados de la forma de inyección: hasta 181 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 18% de los pacientes tratados con bisfosfonatos intravenosos pueden desarrollar flebitis; febrícula transitoria y escalofríos entre 10 y 41%. La perfusión intravenosa de los aminobisfosfonatos se puede asociar con una reacción de fase aguda autolimitada que disminuye con las siguientes dosis. Se puede evitar premedicando al paciente con paracetamol, diluyendo el fármaco en un volumen superior (1 000 mL) o aumentando el tiempo de infusión. Síndrome seudogripal (20%): suele ocurrir en los primeros 2 días después de la inyección, cursa con cefalea, artromialgias y malestar general; suele responder a analgesia convencional. Hipocalcemia (5-17%): puede ocurrir si los bisfosfonatos se administran en dosis altas y habitualmente es asintomática; se puede evitar administrando calcio oral durante 7 a 14 días tras la administración del bisfosfonato parenteral, según edad, peso y condición del paciente.10 Valoración de la evolución Radiográficamente, las líneas de Harris-Park (líneas cebra) son el resultado de una detención momentánea del crecimiento y su reanudación posterior con deposición de hueso nuevo que se calcifica posteriormente, éstas reflejarían un desequilibrio temporal del recambio óseo, lo que explicaría su aparición con cada aplicación de ciclos de ácido zoledrónico en estos pacientes11 (Figura 4). En los niños la absorciometría de fotón dual representó un avance significativo sobre otros métodos para el análisis de la densidad mineral ósea, pero los tiempos de exposición eran relativamente largos. La densitometría ósea con rayos X es un método superior pues, en aproximadamente 30 minutos, pueden ser explorados fémur, espina lumbar y resto del cuerpo disminuyendo la exposición a las radiaciones.11 Se han empleado instrumentos para evaluar la calidad de vida en la población pediátrica tra- 182 Figura 4. Varón de 12 años de edad con datos de fractura de fémur en tercio proximal y medio, además de deformaciones severas en tibia y peroné; en su cuarto ciclo de ácido zoledrónico indicado por las líneas de Harris-Park (líneas cebra). tada con bisfosfonatos que se pueden aplicar a pacientes con osteogénesis imperfecta como el Pediatric evaluation of disability inventory (PEDI), la escala de Wilson o la escala de funcionalidad de Bleck específica para esta afección: 1) no camina; 2) camina en terapia con muletas; 3) camina en terapia sin muletas; 4) camina en casa con muletas; 5) camina en casa sin muletas; 6) camina en el vecindario con muletas; 7) camina Espíndola-Corres JA y col. Osteogénesis, tratamiento con ácido zoledrónico nesis imperfecta receiving bisphosphonates: functional outcomes at one year. J Child Orthop 2011;5:217-224. en el vecindario sin muletas; 8) camina independiente con muletas y 9) camina independiente sin muletas. Los estadios iguales o mayores a 4 se consideran funcionales.11 3. Chiasson R.M. Munns C. Zeitlin L. Enfoque interdiciplinario para el tratamiento de la osteogénesis imperfecta en niños, Hospital Shriners para Niños, Montreal, Quebec, Canadá pag. 14 -21, 2004. CONCLUSIÓN 4. El tratamiento médico actual con bisfosfonatos, en particular con pamidronato y ácido zoledrónico, ha mostrado incremento en la densidad mineral ósea reduciendo el número de fracturas, el dolor, mejorando la función, incluyendo la deambulación, por lo que deben formar parte del tratamiento de la osteogénesis imperfecta; sin olvidar que no tienen efecto en el arqueamiento femoral y tibial y que necesitan una fuerza muscular adecuada para obtener un resultado funcional satisfactorio.12 Matos MA. Araujo FP. Paixao FB. The effect of zoledronate on bone remodeling during the healing process, Acta Cirúrgica Brasileira 2007;22(2):115-119. 5. Matos MA. Tannuri U. Guarniero R. The effect of zoledronate during bone healing, J Orthopaed Traumatol 2010;11:7-12. 6. Anurag B. MD, Madhulika, MD. Intravenous Pamidronate Therapy in Osteogenesis Imperfecta Response to Treatment and Factors Influencing Outcome. J Pediatr Orthop & Volume 27, Number 2, March 2007. 7. Glorieux FH, Rauch F. Osteogenesis imperfecta. The Lancet 2004;363(9418):1377-85. 8. Glorieux FH. Cyclic administration of pamidronate therapy in children with severe osteogenesis imperfecta. N Engl J Med 1998;339:947-52. 9. Glorieux H.F., Fassier F., Delayed Osteotomy but Not Fracture Healing in Pediatric Osteogenesis Imperfecta Patients Receiving Pamidronate. J Bone Miner Res 2004;19:1779-1786. REFERENCIAS 10. Hernández H. J,L. Riancho M. J.A. González M. J. Bisfosfonatos intravenosos. Med Clin (Barc) 2005;124(9):348-54. 1. Carrie A. P. Remmington T. Steiner R. D. Tratamiento con Bifosfonatos para la osteogenesis Imperfecta. Biblioteca Cochrane Plus, Agosto 2008, Número 4. 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El cerebro es muy vulnerable ante la hipoxia y la isquemia y los mecanismos de daño han sido estudiados; sin embargo, la respuesta neuroinmunológica ha mostrado tener una función dual, donde puede causar tanto inflamación como neurogénesis. El proceso inflamatorio durante la isquemia cerebral implica la participación de la glía y de la microglía, mediando la migración, la infiltración y la acumulación de leucocitos al parénquima cerebral durante la isquemia. En la enfermedad cerebrovascular se ha demostrado la expresión de citocinas (IL-1β, TNFα, IFNγ) y de quimiocinas como CCL2 (MCP-1), CCL5 (RANTES) y CXCL1 (GRO-α) que precede a la infiltración de los leucocitos hacia la lesión isquémica, actuando a través de sus receptores CCR2, CCR5 y de CXCR2, respectivamente. La inflamación contribuye a la lesión tisular durante la fase temprana de la respuesta hipóxica-isquémica y durante el proceso de cicatrización en la fase tardía de la isquemia cerebral. Se ha buscado utilizar nuevos medicamentos que puedan bloquear la respuesta neuroinmunológica, en especial la transcripción de quimiocinas y por ende la activación de glía y microglía que podría ser importante para la recuperación del paciente con ictus isquémico y restaurar la funcionalidad del tejido cerebral; sin embargo, la neurogénesis puede ser afectada. Hemos centrado esta revisión en la acción neuroinflamatoria y neurogénica, incluyendo la acción sobre la proliferación, migración y diferenciación de las células progenitoras neuronales inducidas por quimiocinas CCL2, CCL5 y CXCL1 en la respuesta neuroinflamatoria durante un proceso de isquemia cerebral. Palabras clave: CCL2, CCL5, CXCL1, receptores, neuroinmunología, isquemia cerebral. Recibido: 9 septiembre 2014 Neuroinflammation and neurotrophic actions of chemokines during a cerebral ischemic process ABSTRACT The brain is highly vulnerable to hypoxia and ischemia, damage mechanisms have been studied, but the neuroimmunology response was shown to have a dual function, which can cause inflammation and neurogenesis. The inflammatory process involves the participation of glia and microglia as the principal effectors of immunity within the central nervous system, mediating migration, infiltration and accumulation 184 Aceptado: 20 febrero 2015 Correspondencia: Dra. Bertha Alicia León Chávez Posgrado de Ciencias Químicas Benemérita Universidad Autónoma de Puebla S14 sur y Av. San Claudio, Edif. 138 CP 72570 Puebla, Puebla, México [email protected] Este artículo debe citarse como Blanco-Álvarez VM, Soto-Rodríguez G, González-Barrios JA, Beltrán-Galindo O, Martínez-Fong D, LeónChávez BA. Acción neuroinflamatoria y neurotrófica de las quimiocinas durante un proceso isquémico cerebral. Rev Esp Med Quir 2015;20:184-192. www.nietoeditores.com.mx Blanco-Álvarez VM y col. Acción neuroinflamatoria y neurotrófica de las quimiocinas of leukocytes such as macrophages, neutrophils and lymphocytes to brain parenchyma during ischemia. Cerebrovascular disease has been shown that increases the expression of cytokines (IL-1β, TNFα, IFNγ) and chemokines such as CCL2 (MCP-1), CCL5 (RANTES) and CXCL1 (GRO-α) preceding the leukocyte infiltration into the ischemic lesion, acting through its receptor CCR2, CCR5 and CXCR2, respectively. The inflammation contributes to tissue damage during the early phase of the hypoxic-ischemic response and healing during the late phase of cerebral ischemia. In therapeutic strategies has been sought to use new drugs that can block the neuroimmunologic response particularly transcription of chemokines and therefore activation of glia and microglial cells, which could be important for the recovery of patients with ischemic stroke and restore functionality of the brain tissue. However, the neurogenesis can be affected. We have focused this review on the neuroinflammatory, neurotrophic, neurogenic action, including action on proliferation, migration and differentiation of neural progenitor cells by chemokines CCL2, CCL5 and CXCL1 induced neuroinflammatory response during the process of cerebral ischemia. Key words: CCL2, CCL5, CXCL1, receptors, neuroimmunology. Etiología de la enfermedad cerebrovascular Respuesta inmunológica durante la isquemia La enfermedad cerebrovascular comprende un conjunto de signos y síntomas debidos a la disminución del flujo sanguíneo y es la tercera causa de muerte a escala mundial. Se debe a la oclusión de un vaso sanguíneo por un trombo o ateroma, lo que resulta en una pérdida casi inmediata de oxígeno y glucosa en el tejido cerebral, produciendo isquemia cerebral que puede ser clasificada como focal o global. La isquemia focal se limita a una zona específica mientras que la isquemia global abarca una amplia zona del cerebro.1 Las causas más frecuentes de la enfermedad cerebrovascular son: trombosis ateroesclerótica, hemorragia cerebral hipertensiva, crisis isquémica transitoria, embolia, rotura de aneurismas o malformaciones arteriovenosas, vasculitis, tromboflebitis, alteraciones hematológicas (policitemia, púrpura trombocitopénica), traumatismos de la arteria carótida, aneurisma aórtico disecante, hipotensión sistémica, cefalalgia con déficit neurológico, etcétera.1 La respuesta inmunológica participa a través de la liberación de mediadores (citocinas y quimiocinas) para activar y atraer a las células inmunológicas al sitio de daño. Las quimiocinas son proteínas de bajo peso molecular que participan en los procesos inflamatorios pero también regulan funciones de comunicación celular y reclutamiento de células no solo leucocitarias sino también precursoras. Las quimiocinas se subdividen en cuatro familias de acuerdo con la nomenclatura sistemática, considerando el número y el espaciamiento de los 4 residuos de cisteína altamente conservados en el extremo N-terminal de la proteína: 1) la familia CXC o alfa para proteínas quimiotácticas que tienen los residuos de cisteína separados por un aminoácido; 2) la familia CC o beta para proteínas quimiotácticas donde las cisteínas son adyacentes; 3) la familia CX3C o delta para proteínas quimiotácticas que contienen 3 ami- 185 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas noácidos entre las cisteínas y 4) la familia C o gamma para la proteína quimiotáctica que sólo tiene 2 de los 4 residuos de cisteína.2 Las principales quimiocinas expresadas durante el infarto cerebral son: CXCL1 que interviene en la quimiotaxis de neutrófilos hacia las zonas dañadas del cerebro y se expresa durante la disrupción de la barrera hematoencefálica; CCL2 que altera la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, implicada en la migración de la microglía y de células madre derivadas de la médula ósea hacia áreas isquémicas cerebrales con el objetivo de colaborar en la regeneración de la zona afectada3,4 y CCL5 que participa en la amplificación del proceso inflamatorio. En la Figura 1 se muestra el proceso de migración donde participan las quimiocinas a través de su receptor, los pasos son: rodamiento de los leucocitos a través de la expresión de selectinas por la estimulación de citocinas (IL-1β, IFNγ y TNFα), la activación de los leucocitos y la expresión de integrinas en el endotelio para que se lleve a cabo la adhesión y la transmigración de los leucocitos al parénquima del cerebro. La expresión de las quimiocinas promueve la quimiotaxis de los leucocitos; CXCL1 de neutrófilos, CCL2 de monocitos/macrófagos y CCL5 de linfocitos.3,4 A continuación se describen las funciones de cada una de estas quimiocinas y sus receptores en la enfermedad cerebrovascular. La CXCL1 participa en la inflamación CXCL1 ha sido considerada como una proteína específica para el accidente cerebrovascular debido a que, en pacientes con infarto, se encuentran elevadas concentraciones séricas de IL-9 y CXCL13 produciendo infiltración de neutrófilos que contribuyen a la lesión tisular. CXCL1 se mantiene aumentada durante la reacción inflamatoria desde las 6 horas y hasta las 24 horas 186 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 tras el inicio de la enfermedad cerebrovascular isquémica.4,5 Además, las células residentes del cerebro (células gliales y neuronas) también son fuentes locales de CXCL1 durante la enfermedad cerebrovascular, su receptor CXCR2 es expresado predominantemente en neuronas y oligodendrocitos,5 así como en neutrófilos, mastocitos, algunos linfocitos T6 y en las células microgliales activadas. CXCL1 y CXCL2 son producidas por células periféricas como las endoteliales, fibroblastos, monocitos y macrófagos, así como por los neutrófilos, lo que sugiere que los neutrófilos regulan su propia migración a partir de la expresión tanto del receptor como del ligando.7 La expresión de CXCR2 se incrementa en el cerebro después de la isquemia cerebral y esta expresión sigue aumentada por lo menos durante 72 horas después del daño.8 La infiltración de neutrófilos es significativa en el cerebro después de la enfermedad cerebrovascular con una duración hasta de 3 días después del daño, incrementando el número de células sanguíneas infiltradas y por lo tanto el edema y la inflamación.9 La CCL5 amplifica la respuesta inflamatoria CCL5 media la inflamación sistémica crónica que exacerba el accidente cerebrovascular.10 El incremento de CCL5 ha sido eficaz en predecir el riesgo de la enfermedad cerebrovascular isquémica11 durante la inflamación debido a que está relacionada con la liberación de histamina de los basófilos y media la activación de los eosinófilos. CCL5 es capaz de unirse a los receptores CCR1, CCR3, CCR4 y CCR5 siendo este último el principal receptor en el SNC.11 La CCL5 actúa de varias formas: media la quimiotaxis o la migración celular a través de receptores acoplados a proteína Gq (GPCR) en concentraciones nanomolares y, en su forma agregada, induce la activación celular (proli- Blanco-Álvarez VM y col. Acción neuroinflamatoria y neurotrófica de las quimiocinas Figura 1. Acción de las quimiocinas durante la isquemia cerebral; inflamación: en la fase temprana se produce la infiltración de leucocitos. Esto consiste en varios procesos: 1) rodamiento donde las citocinas (IL-1β e IFNγ) inducen la expresión de selectinas en los leucocitos: NE, neutrófilos, linfocitos y macrófagos; 2) activación de las células; 3) adhesión de las células al endotelio a través de la unión a integrinas/inmunoglobulinas y 4) transmigración de las células al parénquima cerebral donde se lleva a cabo la liberación de las quimiocinas por los astrocitos y la microglía. Se produce un proceso inflamatorio que causa desmielinización y muerte celular. feración, apoptosis y liberación de citocinas) en concentraciones micromolares a través de una trayectoria independiente de GPCR.12 La CCL5 se libera a partir de los gránulos-α de las plaquetas activadas o micropartículas de plaquetas que se unen a los glicosaminoglica- 187 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas nos en la superficie celular endotelial, donde favorecen la adhesión de leucocitos.13 Estudios en pulmón demuestran que la CCL5 es capaz de aumentar la permeabilidad vascular después de la isquemia-reperfusión,14 además la CCL5 participa como quimiocina aterogénica en la enfermedad vascular y en las morbilidades asociadas con el infarto.15 La infección crónica periférica exacerba el daño cerebral isquémico por regulación positiva sistémica de CCL516 debido a que es una mediadora de la disrupción de la barrera hematoencefálica en la isquemia-reperfusión, en la lesión de los tejidos, en el proceso inflamatorio y la protrombogenia resultado de la microvasculatura cerebral focal después del daño. El efecto protector de la deficiencia de CCL5 ha sido vinculado con los cambios en las concentraciones plasmáticas de ciertas citocinas como son IL-6, IL-10 e IL-12.15 La CCR5 se ha detectado como una expresión constitutiva en astrocitos, microglía y neuronas.15,17 La deficiencia de CCR5 se ha visto que aumenta la lesión posisquémica, sugiriendo un papel neuroprotector.18 El mecanismo subyacente del efecto protector de la CCR5 después de la enfermedad cerebrovascular es debido a su capacidad de regular la respuesta inflamatoria;19 además de que la actividad de la CCR5 modifica la supervivencia de neuronas y astrocitos después de la isquemia.18 La CCL2 participa en la inflamación y la neurogénesis La CCL2 es miembro de la familia de las CC (β) quimiocinas, un potente quimiotáctico tanto para células precursoras como para monocitos y macrófagos. La CCL2 es producida por una gran variedad de células tanto de forma constitutiva o inducida por estrés oxidativo, citocinas o factores de crecimiento. La CCL2 cuenta con dos 188 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 regiones críticas para su actividad biológica:20 la primera región consiste en la secuencia de Thr-10 a Tyr-13, mientras que la segunda región, funcionalmente importante, se encuentra entre los residuos Ser-34 y Lys-35.21 En el cerebro la síntesis de CCL2 es inducida rápidamente durante la inflamación.22,23 La producción de citocinas en el cerebro coincide con la regulación positiva de CCL2 y precede de la activación microglial o infiltración de macrófagos de la periferia y la microglía residente, es poco probable que la influencia de CCL2 en la producción de forma aguda de citocinas dependa de la quimiotaxis de los leucocitos y la posterior secreción a partir de estas células.24 La CCL2 es una de las quimiocinas más estudiadas en la migración de las células inflamatorias en la patogénesis de la enfermedad cerebrovascular. Su acción biológica la realiza a través de la activación del receptor CCR2, que juega un papel crítico en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular. El incremento en los niveles de CCL2 en la circulación de los pacientes con complicaciones asociadas con los procesos inflamatorios contribuye a la patogénesis del infarto de miocardio y de la enfermedad cerebrovascular isquémica; la sobreexpresión de CCL2 en el cerebro agrava la lesión isquémica25 mientras que su deficiencia confiere neuroprotección ante la obliteración permanente de la arteria carótida primitiva.26 Sin embargo, los mecanismos moleculares que subyacen a la función de CCL2 en el desarrollo y la progresión de la enfermedad no han sido completamente dilucidados,27 se sabe que CCL2 cuenta con un papel dual ya que se encuentra involucrada tanto en procesos fisiológicos como patológicos en el sistema nervioso central, su expresión de manera normal comienza en una etapa temprana del desarrollo.28 La CCL2 es producida por muchos tipos celulares incluyendo fibroblastos endoteliales, epiteliales y musculares; células mesangiales, astrocitos, monocitos y microglía.29 Blanco-Álvarez VM y col. Acción neuroinflamatoria y neurotrófica de las quimiocinas Figura 2. Vía de señalización de quimiocinas y factores de crecimiento. Los factores de crecimiento activan la vía de Raf o Rac para activar MEK1/2 y se lleve a cabo la expresión de genes a través de factores de transcripción como son NFκB, CREB o por la vía de JNK para activar cFos. Por otro lado, las citocinas se unen a sus receptores acopladas a proteína G que activan la vía de MEKK4, JNK. TNF se une a su receptor acoplados a TRAD, RIP y TRAF2 que activan ASK y la vía de MEKK. La IL-1β a través de su receptor activa la vía de IRAK, TRAF6, PLC donde DAG activa PKC y active la vía de MEKK. La expresión de genes puede estar asociada con inflamación, apoptosis o tumorogénesis, dependiendo del proceso de activación de la vía de señalización. En la Figura 2 se muestra la vía de señalización de citocinas, factores de crecimiento y hormonas, donde se entrelazan las cascadas de señalización y depende de la vía que se active para llevar a cabo ya sea la inflamación o la neurogénesis. En la isquemia cerebral, la falta del receptor de CCL2, CCR2, reduce en gran medida la formación de edema cerebral y la disrupción de la barrera hematoencefálica, así como la disminución de la infiltración de leucocitos y la disminución en la expresión de una amplia variedad de citocinas proinflamatorias (IL-1β, TNFα, IFNγ) durante la reperfusión. La ausencia de CCR2 reduce la infiltración de neutrófilos y monocitos, disminuye la expresión de moléculas de adhesión en las células endoteliales y, en este caso, impide la interacción leucocito-célula endotelial; también puede modular directamente citocinas y quimiocinas CXC que alteran la respuesta inflamatoria.30,31 189 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Sin embargo, se ha demostrado que la CCR2 es necesaria para la migración de células madre neurales para promover la regeneración del sistema nervioso central a través del efecto quimiotáctico de CCL2.32 En cultivos de neuronas de hipocampo de rata CCL2 y MIP-2 inducen la expresión del factor de crecimiento de fibroblastos tipo 2 (FGF2), el medio condicionado derivado de astrocitos estimulados con CCL2 también facilitó la supervivencia y la diferenciación neuronal dependiente de FGF2, sugiriendo un papel del astrocito como una fuente de soporte trófico. Estos datos apoyan la función autocrina de CCL2 y MIP-2 para inducir la supervivencia de neuronas del hipocampo ante un daño tóxico.33 Sin embargo, se ha mostrado la acción neurotrófica/neurogénesis de las quimiocinas, promoviendo la neuritogénesis para que cuando Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 se pierdan neuronas, se lleve a cabo la plasticidad sináptica, la remielinización de aquellas neuronas que realizan nuevos contactos y la supervivencia neuronal (Figura 3). Perspectivas terapéuticas para inhibir la inflamación en el cerebro En la actualidad se está investigando la capacidad del fármaco DF2156A para el tratamiento de la enfermedad cerebrovascular. Es un potente y selectivo inhibidor alostérico no competitivo y dual; actúa por interacciones polares estabilizadas por un enlace iónico con Lys99 que es determinante para la unión con el receptor CXCR1 en su dominio transmembranal 2. Por otro lado, en el receptor CXCR2, DF2156A tiene su acción sobre Asp293 en el motivo transmembranal 7, su principal actividad terapéutica se enfoca en disminuir la migración de leucocitos en modelos experimentales de inflamación Figura 3. Neuritogénesis y neurogénesis después de un proceso isquémico cerebral. En etapas tardías los astrocitos liberan quimiocinas (CCL2) a través del receptor (CCR2) que activan y causan la migración de la microglía, liberando factores de crecimiento para promover la supervivencia y neuritogénesis promoviendo la plasticidad sináptica y CXCL1, a través de su receptor CXCR2, produce la remielinización. 190 Blanco-Álvarez VM y col. Acción neuroinflamatoria y neurotrófica de las quimiocinas tanto agudos como crónicos.34,35 Este fármaco de segunda generación es un derivado del reparixin (anteriormente repertaxin), antagonista de CXCL8 con un perfil farmacocinético óptimo, tiene un tiempo de vida media larga y alta biodisponibilidad al administrarse por vía oral.34 El DF2156A inhibe eficaz y selectivamente a CXCR1 y CXCR2, mediadores de la quimiotaxis, con una CI50 (concentración inhibitoria 50) en el intervalo de 1 a 2 nM; en estudios in vitro el DF2156A impide la proliferación, migración y organización de tipo capilar en las células HUVEC ante la respuesta de IL-8 humana. In vivo, en un modelo murino DF2156A reduce la afluencia de leucocitos, la producción de TNF-α y la angiogénesis.34 En un modelo de rata con lesión hepática, isquemia cerebral y reperfusión el DF2156A bloquea casi completamente la infiltración de polimorfonucleares y el daño hepatocelular inducido por la reperfusión en la etapa tardía. Los resultados obtenidos con una sola dosis de DF2156A concuerdan con la reducción de la infiltración de los polimorfonucleares y la disminución de daño hepatocelular.35 El DF2156A no mostró toxicidad en roedores ni en especies animales no roedoras después de administraciones agudas y crónicas por vía oral hasta en dosis de 200 mg/kg; tampoco mostró efecto sobre el sistema inmunológico.36 El DF2156A cuenta con un potencial terapéutico en la prevención de la lesión isquémica cerebral y reperfusión y en el rechazo agudo en el trasplante de órganos, así como en las enfermedades inflamatorias crónicas. Sin embargo, no debemos olvidar que la interacción de algunas quimiocinas/receptor tiene efecto en supervivencia y neurogénesis en la enfermedad cerebrovascular. de crecimiento para llevar a cabo la regeneración del cerebro. No obstante, esto debe ser llevado a cabo en el tiempo preciso, con las condiciones microambientales adecuadas y con la presencia de células precursoras. Los pacientes durante un proceso isquémico normalmente tardan horas para llegar al hospital y recibir tratamiento, en este tiempo se produce la muerte neuronal y después de algunos días el sistema nervioso responde incrementando factores de crecimiento, actuando en aquellas células sobrevivientes y promoviendo la regeneración llevándose a cabo la plasticidad neuronal, donde se presenta el crecimiento de neuritas y la producción de algunos contactos sinápticos. Se debe de trabajar para establecer estrategias terapéuticas que permitan que se favorezca la supervivencia neuronal y la neurogénesis desde la fase temprana de la isquemia. REFERENCIAS 1. Gusev EI, Skvortsova VI, & Martynov MI. [Cerebral stroke: problems and solutions]. Vestn. Ross. Akad. Med. Nauk4448 (2003). 2. Bajetto A, Bonavia R, Barbero S, Florio T & Schettini G. Chemokines and their receptors in the central nervous system. Front Neuroendocrinol.22, 147-184 (2001). 3. 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Hypobromous acid and bromamine production by Conclusión Las quimiocinas ejercen su acción inflamatoria clásica ante un daño cerebral; sin embargo, algunas de ellas han mostrado tener un efecto neuroprotector induciendo la síntesis de factores 191 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas 9. neutrophils and modulation by superoxide. Biochem. J.417, 773-781 (2009). injury (TBI): evidence from severe TBI patients and CCL2/- mice. J. Cereb. Blood Flow Metab30, 769-782 (2010). Denes A, Thornton P, Rothwell NJ & Allan SM. Inflammation and brain injury: acute cerebral ischaemia, peripheral and central inflammation. Brain Behav. Immun.24, 708-723 (2010). 24. Thompson,W.L., Karpus,W.J., & Van Eldik,L.J. MCP-1-deficient mice show reduced neuroinflammatory responses and increased peripheral inflammatory responses to peripheral endotoxin insult. J. Neuroinflammation.5, 35 (2008). 10. Mirabelli-Badenier M, et al. 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La cultura física terapéutica en el tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles: medicina basada en la cultura física Jesús Alexis Mederos-Cortina1 Daniel López-Hernández2 Rosana Medina-Arreguín3 Margarita Blanco-Cornejo4 Leticia Brito-Aranda5 María de la Luz López-Hernández6 Mildred Chávez-Cárdenas7 Luis Beltrán-Lagunes8 Lic. Cultura Física. Doctor en Ciencias. 3 Médico Especialista en Medicina Familiar. Jefa del Departamento de Atención Médica, Delegación Zona Norte, ISSSTE. 4 Maestra en Salud Pública. Subdirectora de la Subdirección de Prevención y Protección a la Salud, Dirección Médica, ISSSTE. 5 Médico General. 6 Maestra en Salud Pública. 7 Maestrando en Administración en Sistemas de Salud. 8 Médico Especialista en Medicina Familiar. Jefe de la Jefatura de Enseñanza e Investigación. Clínica de Medicina Familiar Gustavo A. Madero, ISSSTE. 1 RESUMEN Las enfermedades crónicas no transmisibles son un problema de salud pública prioritario. El envejecimiento de la población y el incremento en la prevalencia e incidencia de las enfermedades no transmisibles en la población infantil generará una transición epidemiológica para la cual los sistemas de salud no están preparados. Por otra parte, este cambio ha iniciado con el aumento en el número de pacientes adultos jóvenes y maduros con enfermedades crónicas que llegarán a la vejez con complicaciones propias de la enfermedad que padecen. Actualmente se están generando programas de salud pública enfocados en disminuir la incidencia y mortalidad de las principales causas de muerte, así como mejorar la distribución del personal de salud en las unidades de atención primaria de salud con la finalidad de fortalecer el sistema de salud. Sin embargo, los nuevos modelos de medicina preventiva deben focalizar sus esfuerzos en mejorar las condiciones de vida y aportar conocimientos para inhibir las conductas de riesgo asociadas con el desarrollo de enfermedades no transmisibles. En este sentido la medicina preventiva basada en una cultura física es una excelente alternativa que se puede emplear como estrategia en los programas y políticas para mejorar la salud de la población. Palabras clave: medicina basada en una cultura física, cultura física terapéutica, enfermedades crónicas no transmisibles. Therapeutic physical culture in the treatment of chronic non-communicable diseases: medicine based on physical culture 2 1,8 Clínica de Medicina Familiar Gustavo A. Madero, Delegación Zona Norte. 3 Departamento de Atención Médica. 2,4 Subdirección de Prevención y Protección a la Salud. 7 Departamento de Enfermedades Crónicas, Jefatura de Servicios de Programas de Prevención y Atención Médica de Enfermedades Crónico Degenerativas. Dirección Médica, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, México Distrito Federal, México. 2,5,6 Departamento de Epidemiología y Bioestadística. Centro de Investigación y Educación Continua, CENINVEC, Estado de México, México. Recibido: 10 de febrero, 2015 Aceptado: 18 de mayo, 2015 Correspondencia: Dr. Luis Beltrán Lagunes ABSTRACT Calz. de Guadalupe No. 712 CP 07020 México, Distrito Federal Tel.: +52 55 57815160 [email protected] Chronic non-communicable diseases are a priority public health problem. The aging population and the increase in the prevalence and incidence of non-communicable diseases in children generate an epidemiological transition for which health systems are not prepared. Moreover, this change has begun with the increase in the number of mature and younger adult patients with chronic diseases who reach old age with complications of their disease. Currently, they are creat- Este artículo debe citarse como Mederos-Cortina JA, López-Hernández D, MedinaArreguín R, Blanco-Cornejo M, Brito-Aranda L, López-Hernández ML y col. La cultura física terapéutica en el tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles: medicina basada en la cultura física. Rev Esp Med Quir 2015;20:193-198. www.nietoeditores.com.mx 193 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 ing public health programs focused on decreasing the incidence and mortality of the major causes of death; and improve the distribution of health personnel in the units of primary health care in order to strengthen the health system. However, new models of preventive medicine should focus its efforts on improving living conditions and provide knowledge to improve risk behaviors associated with the development of non-communicable diseases. In this context, preventive medicine based on physical culture is an excellent alternative that can be used as a strategy in programs and policies to improve the health of the population. Key words. Medicine based on physical culture, physical culture therapy, chronic non-communicable diseases. INTRODUCCIÓN El análisis de la situación actual, la profundización en los conocimientos y en los antecedentes prácticos en la atención del paciente con patologías susceptibles a tratamiento con los medios de la cultura física en el primer nivel de atención de la salud inducen a formular la siguiente pregunta: ¿cómo potenciar la rehabilitación física del paciente que se deriva para su atención y tratamiento mediante el empleo de los medios de la cultura física terapéutica en el primer nivel de atención de salud?.1,2 Varios autores señalan que la cultura física terapéutica consiste en la aplicación rutinaria, constante y con una frecuencia determinada, de ejercicios con objetivos profilácticos y medicinales para lograr un rápido y completo restablecimiento de la salud, de la capacidad de trabajo y la prevención de las consecuencias de los procesos patológicos.1-11 Sin embargo, la cultura física y el deporte tienen una gran importancia para el fortalecimiento de la salud12 en todas las etapas de la vida; especialmente durante la adaptación del proceso de envejecimiento. Mientras más temprano una persona practique la cultura física más efectivo será su resultado.12 194 El ejercicio y la medicina basada en una cultura física Sin lugar a dudas, la utilización del ejercicio físico como terapia en determinadas patologías es el único método superior, más higiénico, fortalecedor y profiláctico, de los utilizados comúnmente por la medicina.4-6,9-11 Los conocimientos acerca de las particularidades en la metodología de las diferentes clases de ejercicio físico y, sobre todo, los mecanismos relacionados con la acción terapéutica de éstos, también son necesarios al trabajar con los pacientes de forma individual o mediante grupos de salud; en ellos, de acuerdo con la edad, pueden encontrarse diferentes alteraciones en el estado de salud. Al conocerse bien de las manifestaciones patológicas de las enfermedades y los mecanismos de la acción terapéutica de los ejercicios físicos se pueden elegir y aplicar de forma correcta las diferentes clases de ejercicios físicos tanto en pacientes que han sufrido traumatismos o enfermedades como en personas sanas.10,11 La actividad física influye considerablemente en la prolongación de la vida humana,12 la calidad de vida y el desarrollo de las enfermedades Mederos-Cortina JA y col. Medicina basada en la cultura física crónicas no transmisibles de mayor impacto social y económico, sobre todo en países con economías de bajos y medianos ingresos, que han adoptado las características socioculturales occidentales.13-15 Actualmente los procesos del envejecimiento dependen, en primer lugar, del estado funcional del sistema nervioso central, los cuales disminuyen gradualmente la fuerza, la movilidad y el equilibrio, entre otros procesos.12 Además, como un efecto del envejecimiento de la población, existe un incremento constante de las enfermedades crónicas no transmisibles,16 especialmente entre las personas jóvenes y de edad avanzada.17 En consecuencia, existe una creciente demanda de servicios médicos en el primer nivel de atención primaria de salud en estas poblaciones. Este escenario plantea retos importantes en el desarrollo de nuevas estrategias y políticas de salud que favorezcan el desarrollo de una cultura física terapéutica debido a los altos costos económicos y sociales que genera el tratamiento directo e indirecto de las enfermedades crónicas más prevalentes.18 Es por ello que la cultura física terapéutica se debe considerar un eje transcendental en el manejo de los pacientes y sobre todo en la prevención de enfermedades. La cultura física terapéutica consiste en la aplicación de ejercicios con objetivos profilácticos y medicinales para lograr un rápido y completo restablecimiento de la salud, de la capacidad de trabajo y la prevención de las consecuencias asociadas a los procesos patológicos.12 Hoy, la cultura física terapéutica es una parte muy importante del tratamiento médico en todas las instituciones profilácticas curativas; sin embargo, el desarrollo y la difusión de estrategias que fomenten una cultura física preventiva fomentarán el desarrollo de una medicina basada en cultura física como una estrategia de salud pública en el primer nivel de atención primaria de salud. La aplicación de la cultura física terapéutica tiene vital importancia a escala mundial en la prevención de las enfermedades de mayor prevalencia, en especial las enfermedades crónicas no transmisibles asociadas con altas tasas de morbilidad y mortalidad como la enfermedad isquémica del corazón, la obesidad, la hipertensión, la diabetes mellitus, las enfermedades relacionadas con el metabolismo óseo y algunos cánceres.7,8,10,11,19-29 El ejercicio físico y su influencia en el estado de salud Actividad física es todo movimiento corporal producido por el sistema musculoesquelético que produce un gasto de energía.3,24,30,31 La actividad física abarca una amplia gama de actividades y movimientos que incluyen las actividades cotidianas como caminar en forma regular, tareas domésticas, jardinería, etc.30,31 Sin embargo, el ejercicio físico es un tipo de actividad física que se define como todo movimiento corporal, programado, estructurado y repetitivo, realizado para mejorar o mantener uno o más de los componentes específicos del estado físico.25,30-35 Su dosificación para personas que padecen alguna enfermedad tiene características especiales que se relacionan con las manifestaciones clínicas de dicha enfermedad, el estado de desarrollo de la condición física del paciente y la posibilidad y disposición para realizarlo.10,11,25-28,32,36-42 Además, se emplean los mismos principios de aplicación para personas sanas, lo que manifiesta su influencia múltiple, el carácter aplicado y el sentido sanitario. Los ejercicios físicos influyen en las reacciones metabólicas y de control celular de todo el organismo, lo que justifica su empleo como método de terapia y que se pone de manifiesto en cuatro acciones fundamentales: tonificante, trófica, de formación de compensaciones y de normalización de las funciones.43 195 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Indicaciones y contraindicaciones para el empleo de los ejercicios físicos con fines terapéuticos El ejercicio físico puede ser indicado para cualquier enfermedad considerando su aplicación en determinadas etapas, en traumatismos y cirugías, por ejemplo, las contraindicaciones son temporales, cuando existen una condición grave, altas temperaturas, dolores fuertes, peligro de hemorragia, tumores malignos tratados de manera conservadora, infartos masivos del miocardio, etc.; en todos los casos es importante considerar como principio la combinación de la acción local y general de los ejercicios.5,6,26,29,32,34-36,38,39,41 El efecto terapéutico del ejercicio físico se logra cuando éste es aplicado de manera regular, prolongada y con una intensidad suficiente de su acción. Las clases de activación física con fines terapéuticos se deben realizar diariamente y, para algunas enfermedades, varias veces al día. La intensidad de la acción de los ejercicios debe aumentar gradualmente, por cuanto solamente el incremento de la carga puede garantizar el crecimiento del nivel de entrenamiento y el mejoramiento del estado general del enfermo. Sugerencias para lograr un programa de actividad física efectivo y placentero Tanto la cultura física como la cultura física terapéutica enfocan al individuo sano y el paciente debe considerar que un entrenamiento que permita generar un efecto benéfico en la salud necesita un programa atractivo y divertido que fomente la participación activa de las personas involucradas en su realización. Hágalo entretenido, varíe sus actividades para evitar aburrirse, haga los ejercicios con un grupo de pacientes que apoyen sus intereses propios. Utilice implementos auxiliares que condicionen la participación y adaptabilidad de 196 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 los ejercitantes; hágalo seguro, tenga en cuenta las observaciones médicas realizadas y revise, en cada caso, el expediente clínico para tener claridad en los antecedentes clínicos patológicos de cada paciente y hágalo de una manera saludable; controle los signos vitales antes, durante y después de realizar los ejercicios. Reconozca los efectos orgánicos del ejercicio para cada enfermedad, en los grupos de ayuda, y establezca las metas a cada grupo y regule los ritmos e intensidades de la ejercitación y varíelos cuando sea necesario. Es posible que el médico le indique al paciente realizar exámenes físicos para asegurar que se encuentra en condiciones físicas aptas para realizar las actividades que planea. Este examen puede incluir un electrocardiograma o una prueba de estrés para evaluar su función cardíaca.7,8,11,20,25,26,27,28,29 Conversar con el paciente y el profesional de atención de la salud acerca de los posibles cambios fisiológicos que provoca el programa de actividad y cómo afectará las funciones orgánicas es tarea prioritaria del especialista de la cultura física, quien a diferencia de los fisioterapeutas impregna un carácter pedagógico al proceso, favoreciendo las posibilidades de éxito en la rehabilitación de estos pacientes. Planificar un programa de actividad incluye determinar qué actividades le gustaría disfrutar más a las personas involucradas en su realización, la hora para hacer los ejercicios y la duración de su plan de trabajo. Escoger las actividades que se disfrutan más ayuda a las personas a mantenerse motivadas. Si sus condiciones físicas son buenas se recomienda escoger un ejercicio aeróbico como caminar, nadar o andar en bicicleta. Necesariamente se requiere de un proceso por lo que se recomienda un programa que empiece lentamente y aumente gradualmente el ritmo. Si el paciente acaba de empezar un programa o tiene limitaciones físicas puede escoger actividades menos agotadoras tales como jardinería Mederos-Cortina JA y col. Medicina basada en la cultura física o ejercicios en silla, estos no imponen una demanda tan fuerte sobre su cuerpo. A medida que su cuerpo se adapte al ejercicio podrá agregar, gradualmente, nuevos elementos o ejercitar durante períodos más prolongados. Una vez que seleccionó las actividades programe una hora del día y la duración de las mismas. La programación le permite planificar de antemano cuándo comer, tomar la medicación de signos y monitorear las concentraciones de glucosa en la sangre, en caso de pacientes que viven con diabetes. REFERENCIAS 1. La Cultura Física Terapéutica. Popov S. N. Ed. Ráduga, Moscú. 1988. Pág.: 278. 2. Arnaldo Angelino. 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Los bezoares son colecciones de material ingerido, acumulado en estómago o intestino, que tienden a tomar el molde de los mismos. Su presentación se asocia con trastornos psiquiátricos que tienen desahogo en la falta de control de impulsos. Se presenta el caso de un adolescente masculino con antecedente de malformación anorrectal, sin ningún seguimiento médico, con secuelas secundarias de disfunción intestinal e incontinencia fecal que le condujeron a acoso escolar presentando trastorno distímico, pica, tricotilomanía y desarrollo de bezoar. La resolución fue quirúrgica y el seguimiento multidisciplinario actual es favorable. Palabras clave: bezoar, malformación anorrectal, distimia, acoso escolar. Bezoar in male adolescent with history of anorectal malformation. A case report ABSTRACT Most children undergoing anorectal malformations have some type of intestinal dysfunction or any alteration in the continence mechanism, they can alter their quality of life and have psychosocial impact. Bezoars are collections of ingested material accumulated in the stomach or intestine and tend to take the same mold, its presentation is associated with psychiatric disorders that have relief at the lack of impulse control. If a male adolescent presents with a history of anorectal malformation without any medical follow-secondary sequelae of bowel dysfunction and fecal incontinence that lead to bullying presenting dysthymic disorder, pica, trichotillomania and development of bezoar, with current surgical resolution and tracking pro multidisciplinary. Key words: Bezoar, anorectal malformation, Dysthymia, Bullying. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 20 de febrero, 2015 Aceptado: 8 de mayo, 2015 Correspondencia: Dra. Perla López Medina Oriente 158, No. 189 Col. Moctezuma 2da. sección CP 15530 México, D.F. Tel.: 57 62 24 21 [email protected] Este artículo debe citarse como Castillo-Aguirre AI, López-Medina P, AlarcónQuezada V, Portugal-Moreno VH, Vidal-Medina JM. Bezoar en adolescente masculino con antecedente de malformación anorrectal. Reporte de un caso. Rev Esp Med Quir 2015;20:199-204. 199 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas INTRODUCCIÓN La malformación anorrectal es un padecimiento frecuente en la población, el cual ha tenido grandes avances en cuanto a su tratamiento quirúrgico en las últimas décadas; sin embargo, parece que sus complicaciones siguen presentándose a largo plazo, entre ellas la incontinencia fecal, el manchado y el estreñimiento crónico, que si no son manejados adecuadamente repercuten en la calidad de vida de los pacientes y pueden condicionar alteraciones físicas y psicosociales. Se presenta el caso de un paciente con antecedente de malformación anorrectal, sin ningún seguimiento médico posterior a la corrección quirúrgica, con estreñimiento crónico e incontinencia fecal parcial que lo llevó a ser víctima de acoso escolar aunado a un estado distímico y tricotilomanía con pica, ingesta de textiles que condicionó la formación de un bezoar, una asociación poco común. CASO CLÍNICO Adolescente masculino de 17 años de edad, originario y residente del Estado de México. Soltero, estudiante de bachillerato. Antecedentes familiares de diabetes mellitus por rama paterna. Con diagnóstico de malformación anorrectal al nacimiento, fue tratado en una unidad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) siendo necesarias, para su manejo, cinco cirugías entre las que destacan: colostomía, anorrectoplastia sagital posterior, cierre de colostomía y laparotomía exploradora por oclusión intestinal y fístula enterocutánea. Nulo seguimiento posterior a los 4 años de edad. El paciente ingresó por el servicio de urgencias pediátricas por padecimiento de 15 días de evolución, caracterizado por dolor abdominal cólico intermitente, pujo y tenesmo, ausencia de evacuaciones los 8 días previos a su ingreso y, previamente, evacuaciones líquidas, escasas, 200 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 fétidas con sangre. Asimismo vómitos gastroalimentarios, fiebre de hasta 38ºC ocasional, hiporexia, astenia y adinamia. Al interrogatorio dirigido se informó de estreñimiento crónico, uso de pañal por manchados accidentales diarios; tricofagia y pica desde los 10 años (se come los hilos de su ropa y se arranca las cejas). Mencionó notar una masa abdominal desde tres años antes. El propio paciente refirió ser víctima de acoso escolar por sus compañeros debido al olor a materia fecal que lo acompaña permanentemente. A la exploración física se encontró paciente con desnutrición de segundo grado, neurológicamente íntegro, activo, pálido, con adecuada hidratación de la piel, zonas de alopecia en las cejas, estado cardiopulmonar sin ninguna alteración, abdomen globoso, distendido, con masa abdominal móvil en la zona del mesogastrio, flanco y fosa ilíaca izquierda, dolor a la palpación profunda, sin datos de irritación peritoneal, con peristaltismo. Anorrecto con anillo fibroso, cicatriz sagital posterior, periné intacto, materia fecal fugando por rebosamiento, ámpula rectal con presencia de materia fecal indurada, extremidades íntegras sin edema, pulsos presentes y llenado capilar distal inmediato. Estudios paraclínicos con fórmula blanca y roja normales, hipopotasemia e hiponatremia. Radiografía de abdomen con dilatación colónica con patrón en miga de pan (Figura 1). Colon por enema con medio hidrosoluble con adecuado pase del medio de contraste; sin embargo se encuentran dilatados colon sigmoides, recto y descendente. Endoscopia gastrointestinal: estómago con lodo biliar y hernia hiatal; resto de la endoscopia sin alteraciones hasta la primera porción del duodeno. Ultrasonografía renal con hidronefrosis izquierda. Se le dio manejo con base en enemas evacuantes y dieta laxante sin respuesta satisfactoria; se practicó desimpactación rectal manual donde se obtuvo un bezoar de pelos y fibras textiles, aproximadamente de Castillo-Aguirre AI y col. Bezoar en adolescente masculino Figura 2. Bajo desimpactación instrumentada se extraen fibras textiles. Figura 1. Radiografía simple de abdomen: dilatación colónica importante con patrón en miga de pan. uno y medio kilogramos (Figura 2). Al persistir sin evacuar y con palpación aún de masa abdominal se realizó desimpactación instrumentada en quirófano bajo sedación y se obtuvo 1 kg más de material textil combinado con materia fecal. Se continuó el manejo con laxantes y dieta rica en fibra. Fue valorado por un paidopsiquiatra que diagnosticó distimia de inicio temprano y trastorno de control de impulsos (tricotilomanía y pica) que no ameritaba manejo farmacológico. A pesar de esto el paciente presentó baja tolerancia a la dieta, ninguna mejora en el patrón de sus evacuaciones y dolor abdominal intermitente. El mismo paciente se realizó manipulación y extracción anal de material textil, después de lo cual presentó rectorragia, dolor abdominal, aumento del perímetro abdominal y datos de irritación peritoneal. Por ello se le efectuó una laparotomía exploradora urgente donde se encontró perforación sellada en sigmoides con enfermedad fibroadhesiva masiva y bezoar en el colon descendente. Se le practicó una enterotomía en el sitio de perforación, se extrajo bezoar de 2 kg (Figuras 3 y 4) y se realizó plastia de perforación y derivación tipo ileostomía. En el posoperatorio ameritó estancia en terapia intensiva, manejo hidroelectrolítico y por sepsis nosocomial por Pseudomonas aeruginosa; así mismo, manejo de herida por dehiscencia. Egresó en condiciones adecuadas tras 43 días de hospitalización, con seguimiento posterior en consulta externa, en mejoría y con seguimiento por urología y paidopsiquiatría, en espera de cierre de ileostomía. DISCUSIÓN La mayor parte de los niños intervenidos por malformaciones anorrectales presenta algún tipo de disfunción intestinal o alguna alteración en su mecanismo de continencia (incontinen- 201 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 escalas que valoran su hábito intestinal hasta la repercusión psicosocial.3-5 Figura 3. En el sitio donde se encontró la perforación sigmoidea se realizó enterotomía para la extracción completa del bezoar. Figura 4. Extracción de bezoar de 3 kg por medio de enterotomía de sigmoides. cia, manchado, estreñimiento, estenosis, etc.).1 Aunque dependen del tipo de malformación, el hábito intestinal predominante (65%) es el estreñido con o sin fecalomas.2 Según algunos estudios las pérdidas involuntarias de heces son lo que marca, a largo plazo, la calidad de vida de estos pacientes. Esto se sabe por diferentes 202 Cuando a estos pacientes con malformaciones anorrectales no se les da el seguimiento adecuado se puede contribuir a un deterioro en su desarrollo fisiológico y social. Gran parte de las familias de los niños asume a la incontinencia como algo inevitable y perteneciente a su enfermedad, por lo que no solicitan tratamiento a pesar de los problemas que se provocan.4 Aunque no hay suficientes estudios respecto al estado anímico que condicionan las malformaciones es indudable que esto, en nuestro paciente, como él mismo lo manifestó, condicionó un estado de baja autoestima, de detención en su desarrollo social conllevando a un estado distímico y teniendo desahogo en la tricotilomanía y en la pica. El trastorno distímico es un tipo de depresión en el cual los síntomas tienen una duración mayor que en el estado depresivo mayor, es decir, son crónicos, por un periodo mínimo de dos años. Sin embargo, la severidad e intensidad de los síntomas es menor. El trastorno distímico en los niños y adolescentes se puede caracterizar por ánimo depresivo la mayor parte del día, fatiga, baja autoestima y sentimientos de desesperanza. Se le considera de inicio temprano cuando se presenta antes de los 21 años y su etiología es multifactorial, destacando los factores ambientales como circunstancias familiares, escolares, relaciones con compañeros, amigos, etc. A diferencia de los adultos, se presenta con igual porcentaje en ambos sexos.6 Puede asociarse con otros trastornos psiquiátricos. En el caso de nuestro paciente se asoció con trastorno del control de impulsos y parte de “las conductas repetitivas centradas en el cuerpo”, como algunos autores consideran a la tricotilomanía, con eventual tricofagia y pica, que dan origen a otros trastornos, dado nuestro caso, un tricotextilo bezoar.6,7 Castillo-Aguirre AI y col. Bezoar en adolescente masculino Los bezoares son definidos como acumulaciones de materiales de distinta calidad en el estómago y en el tubo intestinal en humanos y animales donde tienden a tomar el molde de los mismos. Pueden ser de diferentes tipos: micobezoar, fitobezoar, tricobezoar y tricofitobezoar. El motivo de la formación de un bezoar es esencialmente mecánico, dependiendo del contenido insoluble e indigerible, cantidad de moco, acidez y motilidad intestinal.8-10 Se ven con mayor frecuencia en el estómago, rara vez en colon y recto.9 CONCLUSIONES Los pacientes con bezoares son presa de su adicción a comer pelos y sustancias no digeribles. No es sino hasta que “un síntoma” asoma que el médico o cirujano acucioso descubre y “salva a la joven princesa”. O sea que un problema psiquiátrico es la causa de una “cirugía”.9,10 Tienen predominio en el sexo femenino en 90% de los casos; de ellos 80% se presenta antes de los 30 años de edad.11 El caso expuesto representa una condición extrema de secuelas en un paciente con malformación anorrectal. Si bien es esperada la presencia de secuelas crónicas en la mayoría de los pacientes, cuando se hace la intervención oportuna y el seguimiento adecuado la calidad de vida es aceptable. El paciente presentaba incontinencia fecal, que es la secuela que más afecta la calidad de vida en los niños, aunado a un trastorno psiquiátrico que desarrolló probablemente por el acoso escolar. Disfunción colónica, estreñimiento y estasis fecal, aunados a la ingesta de material textil llevaron al desarrollo del bezoar que incrementó la morbilidad del paciente. Esta condición clínica, aunque poco común, siempre se debe sospechar si se tienen elementos en la historia clínica de los pacientes, para darles pronta resolución y manejo interdisciplinario. Los síntomas varían desde dolor abdominal que puede llegar a ser recurrente y acompañarse de pérdida de peso, náusea, vómito, astenia, adinamia, anorexia, evacuaciones diarreicas, constipación intestinal e incluso obstrucción intestinal; anemia, enteropatía perdedora de proteínas y datos de irritación peritoneal y perforación.9,11 Aunque los bezoares son poco comunes los médicos deben aprender a reconocer los síntomas con el fin de proporcionar el tratamiento adecuado. En los pacientes que se presentan con impactación fecal un cuestionamiento a fondo de sus hábitos alimentarios debe llevarse a cabo y, sobre todo, con una respuesta fallida a los laxantes, la posibilidad de bezoar rectal debe ser considerada. La dirección puede exigir desimpactación manual y aún recuperación quirúrgica. Una vez que el bezoar se ha eliminado la terapia preventiva multidisciplinaria debe aplicarse para evitar la recurrencia.11,12 Se debe hacer hincapié, a los profesionales de la salud y a los familiares, en que los pacientes con malformación anorrectal presentan algún grado de disfunción intestinal como secuelas de estreñimiento e incontinencia fecal. Por lo tanto, los pacientes requieren seguimiento multidisciplinario (cirujano, pediatra, nutriólogo, psicólogo y trabajador social) desde la primera intervención quirúrgica y después de la corrección quirúrgica definitiva. De tal manera que, si lo precisan, reciban una intervención médica oportuna más el apoyo psicológico que requieran. De esta manera se minimiza el número de pacientes con complicaciones y secuelas que afectarían de manera negativa su calidad de vida. Incluso, como en el caso que presentamos, ser víctimas de acoso escolar y padecer trastornos psiquiátricos secundarios que representan, sin duda, un caso extremo de situaciones negativas para un paciente. 203 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 REFERENCIAS 204 1. Levitt MA, Peña A. Treatment of fecal incontinence. In: Holschneider AM, Hutson JM. Anorectal malformations in children. Springer; 2006. p. 378-83. 2. Bai Y, Yuan Z, Wang W, Ahao Y, Wang H, Wang W. Quality of life for children with fecal incontinence after surgical corrected anorrectal malformation. J Pediatr Surg. 2000;35:462-4. 3. Ure BM, Rintala RJ, Holschneider AM. Scoring Postoperative Results. In: Holschneider AM, Hudson JM. Anorectal malformations in children. Springer; 2006. p. 378-83. 4. M.E. Molina, A. Lema, M.G. Palacios, I. Somoza, J. Gómez Veiras, M.G. Tellado, E. Pais, T. Dargallo, D. Vela. Calidad de vida en los pacientes intervenidos de atresia de ano. 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La paciente fue intervenida quirúrgicamente encontrándose timo ectópico en la región anterior del cuello. Se revisó la literatura especializada describiendo desarrollo embriológico, presentación clínica y tratamiento de los pacientes con timo ectópico. Lydia Villegas-Sepúlveda1 Irlanda Romo-Gasson2 Jesús Roberto Aveytia-Rojas3 Aldo Javier Hernández-Loya4 Departamento de Endocrinología. Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey, Monterrey, Nuevo León. 3 Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Chihuahua. 4 Departamento de Cirugía General, Hospital Presidente Lázaro Cárdenas, ISSSTE, Chihuahua, Chihuahua, México. 1 2 Palabras clave: timo ectópico cervical, nódulos en cuello, displasia ósea. Ectopic cervical thymus: presentation of a case and review of the literature ABSTRACT Ectopic thymus is usually found as submaximal nodules or as intrathyroid lesion and rarely involves the anterior side of the neck. This case report presents a pediatric patient (10 year old female) that attends consultation following an increase in neck volume, as well as hypothyroidism and exophthalmos. The chirurgic exploration showed the presence of ectopic thymus in the anterior cervical region. Despite the unusual presentation, ectopic thymus must take part of the differential diagnosis for growing neck masses in children. Key words: Ectopic Thymus, Neck Nodules, Bone Dysplasia. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 23 de octubre, 2014 Aceptado: 15 de marzo, 2015 Correspondencia: Dra. Lydia Villegas Sepúlveda Ojinaga 417-9 CP 31000, Chihuahua, Chih., México [email protected] Este artículo debe citarse como Villegas-Sepúlveda L, Romo-Gasson I, Aveytia-Rojas JR, Hernández-Loya AJ. Timo ectópico cervical: presentación de un caso y revisión de la literatura. Rev Esp Med Quir 2015;20:205-209. 205 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 INTRODUCCIÓN El timo ectópico es poco común y aún más relacionado con enfermedad tiroidea. El diagnóstico de timo ectópico cervical en niños es poco frecuente, la mayoría de los casos no se diagnostica de manera preoperatoria debido a su baja frecuencia de presentación; por lo general se trata de hallazgos en pacientes operados por tumores en el cuello que pueden o no condicionar síntomas de compresión. La mayoría de los casos es asintomática.1 Sin embargo, debe considerarse como un diagnóstico diferencial en pacientes que acuden a consulta con aumento de volumen a nivel cervical. CASO CLÍNICO Se presenta el caso de una paciente de 10 años de edad con antecedentes de importancia: tía paterna con cáncer de tiroides y madre con displasia congénita de cadera bilateral. La paciente fue diagnosticada con exoftalmopatía autoinmunitaria a los 6 años de edad, base 100 OI 28 mm, OD 22 mm, hipotiroidismo y bocio multinodular corroborado por dos ultrasonidos de cuello a los 6 y 8 años que reportaron múltiples quistes, sin calcificaciones ni nódulos sólidos (Figura 1). Se trató con levotiroxina a razón de 5.3 mg/kg/día de manera inicial; se observó evolución bioquímica satisfactoria con respecto a la sustitución de hormonas tiroideas e inhibición de tirotropina. Figura 1. Ultrasonido de tiroides: múltiples imágenes quísticas. A los 9 años de edad presentó notable aumento de volumen en la región anterior de cuello; el ultrasonido mostró una glándula tiroides normal, con incremento de tamaño respecto a estudios previos, multinodular con imágenes hipoecogénicas. Se realizó gammagrafía tiroidea que corroboró captación (18%) sólo en el lóbulo derecho (Figuras 2 y 3). Se le practicó cirugía de acuerdo con su evolución, el resultado de los estudios de gabinete, 206 Figura 2. Gammagrafía tiroidea: sólo hay captación en la zona del lóbulo derecho. Villegas-Sepúlveda L y col. Timo ectópico cervical Figura 3. Gammagrafía tiroidea: la captación total de la glándula tiroides es de 18%. los antecedentes y el grupo de edad. El reporte de histopatología fue: espécimen en forma de H, superficie multilobulada, lisa, blanda y color rosado, que corresponde a timo en posición cervical ectópica que pesa 10.4 g y mide 8.6 × 4.1 × 1.1 cm, sin evidencia de neoplasia (Figura 4). Durante el seguimiento y control se observó asimetría en el crecimiento de ambas extremidades superiores, se le envió a ortopedia con diagnóstico de hipoplasia congénita de húmero derecho que se hace evidente en el momento del desarrollo puberal, condicionando limitación funcional y deformidad, lo que hace aún más inusual la presentación del caso. DISCUSIÓN El timo en posición ectópica se origina por un defecto en la migración durante la vida embrionaria. Tiene un origen común con la glándula Figura 4. Patología: espécimen en forma de H que corresponde a timo. paratiroides inferior, ambas provenientes del endodermo. El timo se desarrolla en forma primaria de la parte ventral del tercer arco faríngeo. En la cuarta semana de gestación migra del tercer arco branquial, atraviesa el cuello entre la quinta y octava semanas de gestación hasta ubicarse en forma definitiva en el mediastino superior.2,3 Durante el descenso a través del tracto faríngeo los restos ectópicos de timo pueden ocasionar hiperplasia durante los primeros años de vida y presentarse clínicamente como un tumor en el cuello. En raras ocasiones existen fallas en el descenso y aparecen remanentes, implantes o nódulos accesorios en la región submaxilar. La glándula tiroides es el sitio más común donde se puede encontrar timo ectópico. Otros sitios extraños son la base del cráneo, el oído medio, la lengua, las glándulas submaxilares, el arco aórtico posterior y la piel que rodea los labios.4 207 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas En casos muy raros el timo no desciende del todo y permanece de manera completa en el cuello, en forma ectópica, como reportamos aquí.5,6 En la mayoría de los casos el timo ectópico es quístico (90%), clasificado como quiste timofaríngeo, aunque también puede presentarse como un nódulo sólido (10%); estos últimos generalmente son los que se envían a biopsia. Los quistes presentan degeneración de los corpúsculos de Hassall´s. Existen pocos reportes de pacientes en edad pediátrica en los que se haya detectado, aún de manera incidental, la presencia de timo en posición ectópica en la región cervical. En los niños el timo ectópico puede ocurrir en un amplio rango de edad.7 Por lo general el timo alcanza un tamaño relativamente mayor a la edad de 3 años y continua creciendo hasta su máximo, aproximadamente 30 a 40 gramos, en la pubertad. Posteriormente involuciona hasta alcanzar un tamaño de 15 gramos, en promedio, en la edad adulta.8,9 La mayoría de los reportes de casos de timo ectópico ocurre en pacientes en etapa prepuberal, que es cuando el timo tiene su periodo de máximo crecimiento.10,11 Por lo general no se presentan síntomas de obstrucción. Comúnmente se trata de hallazgos durante un procedimiento quirúrgico de la glándula tiroides, en la mayoría de los casos en adultos. Los reportes en la literatura internacional son mayoritariamente de países de Asia; sin embargo, en América también debemos considerarlo como una posibilidad diagnóstica. El timo ectópico, al igual que el tejido normalmente localizado, puede presentar hiperplasia o bien ser origen de timomas, carcinomas y linfomas. Por este motivo se recomienda la resección total del timo ectópico, sólido o quístico, ya que existe un riesgo elevado de degeneración maligna.12 208 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 En 3 236 necropsias pediátricas, estudiadas a lo largo de 23 años por Bale y sus colaboradores, se encontró timo ectópico cervical en 34 casos, localizados en su mayoría cerca de la glándula tiroides o en la parte baja del cuello.13 Se ha reportado el caso de una paciente de 12 años de edad, en India, con diagnóstico de bocio multinodular desde los 7 años de edad, eutiroidea con ultrasonido que reportó degeneración quística. La biopsia por aspiración con aguja fina evidenció citología compatible con bocio adenomatoso y carcinoma papilar. Después de la tiroidectomía se corroboró un carcinoma papilar, variante folicular con un nódulo adyacente considerado como timo ectópico cervical.14-16 Es importante considerar al timo ectópico cervical como parte de los diagnósticos diferenciales en pacientes prepuberales con aumento de volumen en el cuello. Presentamos este caso por la importancia de considerarlo como diferencial en pacientes pediátricos prepuberales ya que es poco considerado por clínicos, radiólogos y cirujanos. CONCLUSIÓN El timo ectópico cervical es una entidad poco común en nuestro medio pero debe ser incluido en el diagnóstico diferencial de nódulos en la región anterior del cuello; especialmente en pacientes en edad escolar que presenten nódulos de crecimiento rápido en la región cervical. El manejo, en todos los casos, debe ser quirúrgico. REFERENCIAS 1. Prasad TR, Chui CH, Ong CL, Meenakshi A. Cervical ectopic thymus in an infant. Singapore Med J 2006;47:68-70. 2. B. De Foer, J-PhVercruysse, P. Marien, C. 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Ozturk H, Karnak I, Deveci S, Surer I, Cetinkursun S. Multilocular cervical thymic cyst: an unusual neck mass in children. Int J Pediatr Otorhinolaryngol 2001;61:249-52. 16. Saggese D, Compadretti GC, Cartaroni C. Cervical Ectopic Thymus: A case Report and Review of the literature. International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology, vol. 66, no.1, pp.77-80, 2002. 209 Caso clínico Rev Esp Méd Quir 2015;20:210-214. Reporte de caso de hernia de Garengeot en un centro de cirugía ambulatoria Alberto Aznar-Jean1 Ruth Ivonne Acevedo-Estrada2 Médico Cirujano del Centro de Cirugía Ambulatoria. Jefe de Servicio de Anestesiología del Centro de Cirugía Ambulatoria. Hospital Regional 1° de Octubre, ISSSTE. 1 2 RESUMEN Se presenta el caso de una mujer de 70 años de edad que fue enviada del primer nivel al centro de cirugía ambulatoria, al servicio de cirugía general, con diagnóstico de hernia femoral derecha. Se practicó cirugía y se encontró una hernia de Garengeot en el canal femoral derecho. Se trató mediante apendicectomía Parker-Kerr más plastia femoral Mosckowitz; la paciente evolucionó en forma adecuada y sin complicaciones. El apéndice cecal herniando el canal femoral se llama hernia de Garengeot. Su frecuencia es muy baja y el diagnóstico preoperatorio es complejo y generalmente se hace en el transoperatorio. Palabras clave: hernia de Garengeot, apéndice cecal, hernia femoral, cirugía ambulatoria. Case report of Garengeot hernia in an ambulatory surgery center Recibido: 11 de febrero, 2015 ABSTRACT Case of a 70-year-old female, who was sent from a first level at CCA, at service of General Surgery diagnosed with right Femoral Hernia, thereby surgery was performed, finding a Garengeot Hernia located in the right femoral canal; the patient was handled with appendectomy ParkerKerr’s plus femoral Mosckowitz plasty; the patient developed properly and without complications. The presence of the appendix herniated in the femoral canal is called Herniated Garengeot. Its frequency is very low and the preoperative diagnosis is complex and usually done intra-operatively. Keywords: Herniated Garengeot, cecal appendix, Femoral Hernia and Ambulatory Surgery. 210 Aceptado: 20 de abril, 2015 Correspondencia: Dr. Alberto Aznar Jean Centro de Cirugía Ambulatoria Avenida Politécnico Nacional 1669 CP 07760 México, D.F. Tel.: (55) 55865053 [email protected] Este artículo debe citarse como Aznar-Jean A, Acevedo-Estrada RI. Reporte de caso de hernia de Garengeot en un centro de cirugía ambulatoria. Rev Esp Med Quir 2015;20:210-214. www.nietoeditores.com.mx Aznar-Jean A y Acevedo-Estrada RI. Hernia de Garengeot INTRODUCCIÓN El conocimiento de las hernias es tan antiguo como la medicina misma y ha sido tema de interés de anatomistas, cirujanos e historiadores de la medicina. Extrañamente el epónimo hernia de Garengeot no es universalmente conocido y, en ocasiones, mal utilizado debido a la casi nula inclusión de esta terminología en los textos de cirugía.1 René Jacques Croissent de Garengeot, cirujano francés, fue el primero en describir un cuadro de apendicitis aguda dentro de una hernia femoral en el año 1731 y, en el año 1785, Hevin realizó la primera apendicectomía en una hernia femoral.2-4 Este tipo de hernia se ha asociado con defectos congénitos y es mucho más frecuente en mujeres. El canal femoral, al ser rígido y estrecho, condiciona una tasa de encarcelación más elevada (14-56%) que las hernias inguinales (6-10%) y en todos los casos se requiere tratamiento quirúrgico. Las hernias femorales son más frecuentes en mujeres que en hombres, con una relación 2:1. El hallazgo del apéndice dentro del canal femoral por sí solo es un hallazgo raro, presente en 0.9% de las hernias femorales.5 La presencia de apendicitis dentro del canal femoral es aún más rara y representa apenas de 0.13 a 0.8% de todos los casos de apendicitis aguda.6-8 El diagnóstico temprano y el tratamiento quirúrgico con resección del apéndice, a través de un abordaje abdominal o laparoscópico y el cierre del defecto femoral, tienen buenos resultados.9-11 Es infrecuente el uso de materiales protésicos para el cierre del defecto ya que el proceso inflamatorio e infeccioso del apéndice es de consideración, generando así una contraindicación absoluta para el uso de mallas en campo operatorio limpio o contaminado.12-14 La evolución natural de la enfermedad sin tratamiento oportuno es tórpida y presenta com- plicaciones con desarrollo de absceso, fascitis necrosante, necrosis del contenido herniario y obstrucción intestinal, para finalmente llevar a la muerte.15 En la literatura especializada sólo hay reportes de casos y muy pocas series que hablan de este tipo de hernia “infrecuente”, así como de su diagnóstico y tratamiento. CASO CLÍNICO Mujer de 70 años de edad con los siguientes antecedentes de importancia: exposición a humo de leña durante la infancia, hipertensión de reciente inicio tratada con captopril 1x1, gesta: X, partos: X en 2 partos analgesia obstétrica sin complicaciones, fractura de mano derecha manejada con tratamiento conservador y anestesia odontológica para prótesis dental total sin complicaciones, resto interrogado y negado. Toxicomanías: negadas. Acude por aumento de volumen en la región inguinal derecha desde hace 4 meses, indolora, que solo duele después del esfuerzo moderado, EVA: 2-3/10 sin otros síntomas agregados por lo que acude a su unidad médico-familiar de primer nivel de atención y es referida a un centro de cirugía ambulatoria, al servicio de cirugía general, para su atención. A la exploración física: signos vitales TA: 155/78; FC: 58x´; FR:21x´; Tº: 36.8 peso: 53.500 g; talla: 1.45 cm; IMC: 25.4; tegumentos y mucosas bien hidratados y de adecuada coloración, sin datos de compromiso cardiorrespiratorio. Abdomen blando, depresible, no doloroso, con peristaltismo normal, sin tumores o adenomegalias. En la región inguinal derecha (crural) aumento de volumen, dolorosa a la palpación profunda que aumenta con la maniobra de Valsalva; sin otros datos positivos. Resto de exploración física sin datos relevantes. Resultados de laboratorio: glucosa 108; urea: 28; creatinina: 0.65; leucocitos: 5 400; hemoglobina: 14.7; hematócrito: 43.8; plaquetas: 211 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 238 000; grupo y RH: O+; TP: 10.8”; TPT: 23.7”; INR: 0.97; ECG y Rx de tórax: normales; USG de región inguinal derecha: canal inguinal derecho con ganglio de 13 mm y aumento de volumen a expensas de material ecogénico heterogéneo y asa intestinal, más evidente con maniobra de Valsalva, de etiología a determinar. Se programó para plastia femoral derecha. Durante el transoperatorio (Figuras 1 y 2) el hallazgo fue apéndice cecal con reacción inflamatoria grado I, en el canal femoral derecho, por lo que se realizó apendicectomía tipo Parker Kerr por abordaje abdominal y cierre por planos (Figuras 3 y 4); se practicó plastia femoral tipo Mosckowitz sin colocación de malla; no se reportaron complicaciones anestésicas ni quirúrgicas. Se decidió hospitalización por 24 horas para vigilancia. Evolución satisfactoria y egreso por mejoría. Hasta la fecha la paciente se encuentra asintomática. El estudio histopatológico reportó apéndice cecal con hiperplasia linfoide tipo nodular (Figuras 5 y 6). Figura 2. Apéndice cecal herniado a través del anillo crural. Figura 3. Plastia tipo Mosckowitz. Figura 1. Anillo crural dilatado. Hernia reducida. 212 Al igual que lo descrito en la literaturas la paciente tuvo diagnóstico transoperatorio. El Aznar-Jean A y Acevedo-Estrada RI. Hernia de Garengeot Figura 4. Contenido herniario (apéndice cecal). Figura 6. Microfotografía del apéndice cecal: hiperplasia linfoide de tipo nodular. apéndice cecal se encontraba, en su totalidad, en el interior del canal femoral pero sin signos inflamatorios macroscópicos; patología reporto apéndice cecal con inflamación grado I. Figura 5. Laminilla del apéndice cecal, corte histopatológico. La hernia de Garengeot, como las hernias de Littré, Maydl y Amyand, es una entidad nosológica poco frecuente, aún así, está bien tipificada y descrita en la literatura clásica de la cirugía. Es clara la importancia de su diagnóstico y tratamiento quirúrgico oportunos debido al alto riesgo de complicaciones, potencialmente letales para el paciente. Es necesario que la hernia de Garengeot sea comentada y difundida de manera generalizada, en los textos convencionales de cirugía moderna, para no retrasar u omitir su detección, su abordaje inmediato y resolución con los criterios adecuados. 213 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas REFERENCIAS 1. 2. Cordera F, Sarr MG. Incarcerated appendix in a femoral hernia sac. Contemp Surg 2003;59:35-37. 3. Zissin R, Brautbar O, Shapiro-Feinberg M. Ct diagnosis of acute appendicitis in a femoral hernia. Br J Radiol 2000;73:1013-1014. 4. 214 Contreras R, García La Rotta J, González Avilés J, Acevedo Estrada R. Hernia de Amyand del lado izquierdo: revisión de la bibliografía y comunicación de un caso. Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas. 2008;13(2):88-92. Sharma H, Jha PK, Sheckhawat NS, Memon B, Memon MA. De Garengeot hernia: an analysis of our experience. Hernia 2007;11:235-238. Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 8. Suppiah A, Barandiaran J, Morgan R, Perry EP. First case of villous adenoma of the appendix leading to acute appendicitis presenting as strangulated femoral hernia: changes in management owing to concurrent adenoma. Case Report Hernia 2008;12:95-98. 9. Luchs JS, Halpern D, Katz DS. Amyand’s hernia: prospective CT diagnosis. J Comput Assist Tomogr 2000;24:884-886. 10. Bhalla A, Bhalla V. De Garengeot hernia: a case study and literature review. The Internet Journal of Surgery 2007;13:11. 11. Scepi M, Richer JP, Muller J. Appendix in a left crural herniated position: apropos of a case. Explanation by human ontogenesis. J Chir (Paris) 1993; 130: 479-482. 12. 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Osteoma osteoide orbitario: presentación de un caso RESUMEN Cándida Aleyda Carrillo-Hernández1 Héctor Flores Romo-Chávez2 Cirujano oftalmólogo, médico adscrito Oftalmología. Cirujano Dentista, médico adscrito Dental. Clínica de Especialidades Churubusco, ISSSTE. 1 2 Los osteomas son tumores benignos de hueso, generalmente se presentan en los huesos largos. En oftalmología es poco frecuente localizarlos en la órbita. Se presenta el caso de una paciente de 39 años de edad, asintomática ocular que fue valorada por el servicio de oftalmología, por interconsulta de otorrinolaringología, debido a un hallazgo en la tomografía de senos paranasales enviada por un cuadro de rinitis alérgica. Al no existir compromiso de nervio óptico, limitaciones a la movilidad ocular ni a la visión se le dará seguimiento por tiempo indeterminado para valorar crecimiento o sintomatología oftalmológica que pudiera aparecer. Palabras clave: osteoma, tomografía computada. Recibido: 27 de enero, 2015 Orbital osteoid osteoma: case ABSTRACT Osteomas are benign tumors of bone, usually present in long bones. In ophthalmology, is rare to locate in the orbit, we present thecase of a 39-year-old asymptomatic eye, which was assessed by the ophthalmology service derived of an otolaryngology interconsultation due to a finding on CT of the paranasal sinuses sent by allergic rhinitis. In the absence of optic nerve involvement and presenting, limited mobility or vision eye. Progress will be monitored indefinitely to assess growth or ophthalmologic symptoms that may appear. Key words: osteoma, computed tomography. www.nietoeditores.com.mx Aceptado: 15 de abril, 2015 Correspondencia: Dra. Cándida Aleyda Carrillo Hernández Clínica de Especialidades Churubusco Calzada de Tlalpan 1983 CP 04040 México, D.F. Tel: 55390223; cel: 5554552263 [email protected] [email protected] Este artículo debe citarse como Carrillo-Hernández CA, Flores Romo-Chávez H. Osteoma osteoide orbitario: presentación de un caso. Rev Esp Med Quir 2015;20:215-218. 215 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Introducción El osteoma osteoide es una lesión ósea benigna con un nido de menos de 2 cm rodeada por una zona de hueso reactivo. Ocurre con mayor frecuencia en los huesos largos, especialmente el fémur y la columna posterior. El osteoma osteoide típico es una lesión constituida por un pequeño núcleo o nido celular, altamente vascularizado y compuesto por una red entrelazada de trabécula de tejido óseo y osteoide neoformado en proporciones variadas, y otra zona evidente de hueso esclerosado; la zona perifocal es reactiva, especialmente cuando la lesión se desarrolla en o cerca de la porción cortical del hueso.1 Existen ciertos desacuerdos en las denominaciones osteoma osteoide versus osteoblastoma benigno, discutiéndose en la literatura desde 1932 (Jaffe y Mayer), 1956 (Jaffe y Lsehtentein), 1954 (Dahlm y Johnson), 1958 (Jaffe), 1965 (Meary), 1975 (Marsh), 1976 (Mcleod) y 1976-77 (Steiner). Se llegó al acuerdo de emplear sólo al tamaño, según los criterios de Byers, denominándose osteoma osteoide a las lesiones menores de 1 cm y de osteoblastoma a las mayores de 2 cm. Así, nuestro caso debe ser denominado osteoma2,3 (13 × 10 mm). Se trata de tumores más frecuentes en el sexo masculino entre los 11 y los 20 años de edad, localizados fundamentalmente en huesos largos y cortos,4,5 muy raramente en los huesos planos del cráneo y la espina.6-9 El tumor se presenta por lo general en la segunda década de la vida con una edad pico a los veinte años. La relación hombre-mujer es de 2:1. Los síntomas incluyen dolor sordo, aumento de la temperatura de la piel y aumento del sudor local.10 La presentación clásica incluye, radiológicamente, un nido radiotransparente rodeado de un esclerosis reactiva en la corteza del hueso. El cuadro clínico incluye dolor sordo que empeora por la noche y desaparece al cabo de 20 a 30 minutos de tratamiento con medicamentos antiinflamatorios no esteroides.11 216 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Puede haber dolor en las articulaciones; lesión periarticular y sinovitis pueden ser secundarias a una lesión intraarticular. Cuando ocurre en los senos paranasales debe ser observado por el otorrinolaringólogo, quién realizará un seguimiento radiológico seriado durante 1 o 2 años para evaluar su patrón de crecimiento.12 Cuando el osteoma se hace sintomático produciendo dolor local, un mucocele frontal (por obstrucción del ostium de drenaje del seno), proptosis o diplopia, está indicado el tratamiento quirúrgico con la obliteración quirúrgica del seno frontal o un amplio drenaje quirúrgico del mismo (obliteración, osteoplastía o etmoidectomía externa).13 Radiología La presentación radiológica clásica de un osteoma osteoide es un nido radiotransparente rodeado de una esclerosis reactiva en la corteza del hueso. El centro puede oscilar entre parcialmente mineralizado para osteolíticas a todo calcificado. La lesión puede ocurrir sólo en la corteza, en la corteza y la médula o sólo en la médula. Puede haber o no esclerosis reactiva. Las cuatro funciones de diagnóstico incluyen: 1) una ronda aguda o lesión oval que es 2) menor de 2 cm de diámetro; 3) tiene un centro denso y homogéneo y 4) una zona radiolúcida de 1-2 mm periféricos. La tomografía es el método preferido de evaluación, especialmente si la lesión es en órbita, etmoides y en la columna vertebral u oculta por la esclerosis reactiva. El diagnostico diferencial, incluye osteoblastoma, osteomielitis, artritis, estrés de fractura y enostosis.14 Histológicamente el osteoma osteoide, en el examen macroscópico, es una lesión rojo parduzco, con manchas, distinto del hueso circundante.15 Puede estar presente en la corteza o en el canal medular. Hay osteoclastos y el nido está rodeado por hueso esclerótico con trabéculas engrosadas. Microscópicamente, el nido consiste en una combinación de tejido osteoide y el hueso rodeado por los osteoblastos. El nido es de forma Carrillo-Hernández CA y Flores Romo-Chávez H. Osteoma osteoide orbitario ovalada vascularizada y claramente separada de la reacción tejido o hueso laminar.16-18 Tratamiento El osteoma osteoide se resuelve sin tratamiento en un promedio de 33 meses. Si el paciente no desea soportar el dolor y el uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroides la extirpación quirúrgica o la ablación percutánea del núcleo esta indicada.19 Oftalmológicamente se realizará extirpación de éste cuando exista compresión a nivel del nervio óptico, ya que tiende a crecer hacia el cono muscular; o se manejarán los músculos extraoculares si es que se llega a presentar algún tipo de estrabismo y la diplopia consecuente.20 Figura 1. Exploración estrabológica con posición primaria de la mirada normal. Sin limitaciones para los movimientos oculares. Caso Se presentó al servicio de oftalmología una mujer de 39 años de edad, enviada del servicio de otorrinolaringología por tumoración en órbita derecha en una tomografía de los senos paranasales. Al interrogatorio la paciente se encontraba ocularmente asintomática. A la exploración física se encontró agudeza visual del ojo derecho 20/20 y ojo izquierdo 20/20; segmento anterior: parpados normales, conjuntiva, córnea, cámara anterior, cristalino normal. Presión ocular para ambos ojos de 14 mmHg, fondo de ojo papila redonda, excavación 3/10 área macular y retina periférica sin patología. Movimientos oculares normales, al pantalleo monocular y binocular, así como en latero versiones, no se observan limitaciones a la aducción ni abducción (Figura 1). La tomografía computada en fase simple, cortes axial y coronal, mostraron lesión ósea redonda de 13 × 10 mm a la altura de la celdillas etmoidales (Figura 2); desplazaba al músculo recto interno y al nervio óptico del ojo derecho. Desviación rinoseptal a la derecha con hipertrofia de los cornetes medio e inferior (Figura 3). Los senos paranasales conservaron su Figura 2. Tomografía, corte axial: lesión ósea redonda a nivel de las celdillas etmoidales en la órbita derecha. Figura 3. Tomografía, corte coronal: lesión ósea que desplaza al músculo recto interno de la orbita derecha. morfología normal, bien neumatizados, así como las mastoides. Comentario radiológico: quiste óseo dependiente de etmoides derecho con des- 217 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas plazamiento del músculo recto interno y nervio óptico del mismo lado; desviación rinoseptal a la derecha, sin proptosis. Sin embargo, no presenta datos de compresión del nervio óptico (Figura 4) ni alteraciones de la movilidad ocular. Con estos datos se hace diagnostico de osteoma osteoide orbitario derecho. Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 5. Darka, F.; Acciaro, Al ;Recchionim.d: osteoid osteomaofthe phalanx: enlargement ofthetoc-two case reporto foot. ankie int-19:6-388-393-1998. 6. 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Sires, B.S: et al: Orbital osteoid osteoma: Arehophthalmol. 17:3-414-415-1999. Figura 4. Tomografía, corte coronal: franco desplazamiento del nervio óptico pero sin compresión del mismo y sin proptosis. 13. Pardal; J.L. et al: Osteoid osteomaofthe temporal bone (mastoid). report of one case: Actaotorrinolaringol esp46:3-215-217-1995. 14. Cayli, S.R. et al: Oosteoidosteoma of the frontal bone. case report-2 entralbi. neurochor- 59:2-132-134-1998. Al no presentar sintomatología ocular vigilaremos a la paciente con examen oftalmológico completo que incluye: agudeza visual, tonometría, fondo de ojo con midriasis medicamentosa, campimetría y con tomografía de orbitas anual. REFERENCIAS 218 1. Schajowicz, F. Twnors and tumor like lesions of bone and joints. Springer - verlag- 45-60- 1982. 2. Heybeli, N. Babacan, M.; intraarticular osteoid ostiorna of distal humens; J. Shoulder Elbon surg.6:3-311-313-1997. 3. 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El diagnóstico se confirma por histopatología con inmunohistoquímica. Comúnmente se presentan los pacientes en estadios avanzados o Kadish C. La base del tratamiento es quirúrgica y el procedimiento de elección es la resección craneofacial seguida de radioterapia. Se presenta el caso de un paciente de 22 años de edad con diagnóstico de estesioneuroblastoma y a quien se le realizó abordaje conjunto con el servicio de neurocirugía para la resección de la lesión. Matsuharu Akaki-Caballero1 Ana Karla Guzmán-Romero2 Médico adscrito al Departamento de Otorrinolaringología del Centro Médico Nacional 20 de noviembre, ISSSTE, México, Distrito Federal. 2 Otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello en práctica privada. 1 Palabras clave: estesioneuroblastoma, neuroblastoma olfatorio, tumor maligno nasal. Esthesioneuroblastoma: case report and review of the literature ABSTRACT The esthesioneuroblastoma or olfactory neuroblastoma is an infrequent, malignant neoplasm, which is derived from the olfactory neuroepitelium localized in the upper third of the septum, the cribiform plate and the superior turbinates. It has intracraneal extension in 30-40% of cases. It represents 1.2% of malignant tumors. The clinical manifestations are non pathognomonic and include: nasal obstruction, epistaxis, hyposmia, headache and exophtalmos. The diagnosis is made by pathological analysis and immunostaining. Commonly patients present in advanced stages or Kadish C. The treatment is mainly surgical, the gold standard being craneofacial resection followed by radiotherapy. We present the case of a 22-year-old patient, who was diagnosed with esthesioneuroblastoma. He was treated by surgical resection in conjunction with the neurosurgery department. Key words: esthesioneuroblastoma, olfactory neuroblastoma, malignant nasal tumor. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 12 de mayo, 2014 Aceptado: 16 de febrero, 2015 Correspondencia: Akaki Caballero Matsuharu Departamento de Otorrinolaringología Centro Médico Nacional 20 de Noviembre Félix Cuevas 540 CP 03229 México, D.F. Tel.: 52005003 Este artículo debe citarse como Akaki-Caballero M, Guzmán-Romero AK. Estesioneuroblastoma: reporte de caso y revisión de la literatura. Rev Esp Med Quir 2015;20:219-225. 219 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 INTRODUCCIÓN El estesioneuroblastoma o neuroblastoma olfatorio es un tumor maligno, poco frecuente, derivado del neuroepitelio olfatorio, localizado en el tercio superior del septo, lámina cribosa o cornetes superiores; con extensión intracraneal y a la base del cráneo.1 Fue descrito por primera vez por Berger en 1924.2 CASO CLÍNICO Presentamos el caso de un varón de 22 años de edad, estudiante, originario de Yucatán, residente de Quintana Roo. Sin antecedente de importancia para el padecimiento actual. Inició su padecimiento dos años antes de llegar a nuestro servicio con cuadro de hiposmia lentamente progresiva, llegando a anosmia izquierda en los últimos tres meses, acompañada de obstrucción nasal bilateral, progresiva, de predominio izquierdo; episodios de epistaxis bilateral de moderada cantidad que cedía con medidas generales. Asimismo, refería dolor centrofacial, cefalea holocraneana, intensidad 7/10, que aumentaba con los esfuerzos. En la exploración física se encontraron proptosis izquierda con limitación a la aducción ipsilateral, diplopia con mirada a la derecha. Pirámide nasal lateralizada a la derecha, fosa izquierda obstruida completamente desde área II por una tumoración de superficie granulosa, color rosa pálido, consistencia blanda, no dolorosa. La fosa derecha con obstrucción parcial a expensas de un abombamiento septal en bloque. Figura 1. Tomografías de senos paranasales, cortes axiales: ocupación por densidad de tejidos blandos en fosa nasal izquierda y seno maxilar ipsilateral con reforzamiento heterogéneo al material de contraste. Figura 2. Tomografías, cortes coronales: densidad de tejidos blandos de las mismas características. La exploración de los nervios craneales reportó anosmia izquierda con hiposmia derecha; diplopia a la mirada lateral derecha; limitada la abducción del ojo izquierdo. Resto de la exploración sin datos patológicos. Se realizaron estudios de imagen, tomografía (Figuras 1-3) y resonancia magnética contrastada 220 Figura 3. Tomografías simple y contratada, cortes axiales: involucramiento intracraneal de la fosa craneal anterior. Akaki-Caballero M y Guzmán-Romero AK. Estesioneuroblastoma en fases T1, T2 y T1 con gadolinio (Figuras 4-7). Encontramos una lesión vascularizada que ocupaba la fosa nasal izquierda en su totalidad, con extensión y erosión a la base del cráneo e involucramiento intracraneal. Se practicó manejo quirúrgico en compañía del servicio de neurocirugía, resecando la tumoración en conjunto. Epidemiología El estesioneuroblastoma representa 1.2% de los tumores malignos y entre 2 y 5% (3%) de los tumores malignos intranasales.1,3 Su incidencia es 0.4 por cada 100 000.4 Se puede presentar en todas las etapas de la vida pero tiene un pico de incidencia en la segunda (o tercera) y sexta (o séptima) décadas de la vida.1,2,5 Varios reportes Figura 6. Resonancia magnética, cortes sagitales. Figura 7. Resonancias magnéticas, cortes axiales. Figura 4. Resonancias magnéticas, cortes coronales. mencionan que no existe predominio de género; sin embargo, algunos autores han encontrado leve predominio en mujeres (61%),2 mientras que otras series reportan una relación 2:1 con predominio masculino.5 No se ha encontrado ningún patrón hereditario ni racial en relación con esta tumoración. Clínica Figura 5. Resonancias magnéticas, cortes axiales. Las manifestaciones clínicas inicialmente son inespecíficas y varían de acuerdo con la extensión: obstrucción nasal, epistaxis, hiposmia, exoftalmos, cefalea (Cuadro 1). Es un tumor localmente infiltrante, con invasión a la base del cráneo, órbita y tejidos blandos adyacentes.1,6 221 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Cuadro 1. Principales manifestaciones clínicas del estesioneuroblastoma Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Cuadro 3. Clasificación de Kadish Estadio Extensión Manifestación Porcentaje Obstrucción nasal Epistaxis Rinorrea Anosmia Dolor/cefalea Signos oftalmológicos Signos neurológicos 75-93 55-75 30 5-20 20 11-30 < 10 Extensión intracraneal en 30-40%. 3 Se han descrito casos con sitios anómalos de origen: septo nasal tercio inferior, nasofaringe y seno maxilar.3 Es importante tener en cuenta que el estesioneuroblastoma es un tumor neuroendocrino y puede estar asociado con algunos síndromes (secreción inadecuada de hormona antidiurética, síndrome de Cushing).5,7 Diagnóstico El diagnóstico definitivo requiere estudio histopatológico con inmunohistoquímica (Cuadro 2). Debido a los síntomas inespecíficos la mayoría de los casos se diagnostica en etapas avanzadas, una serie de casos reporta hasta 80% de los pacientes en Kadish C1 (Cuadro 3). Las adenopatías cervicales y las metástasis a distancia en el momento del diagnóstico se encuentran en 10 a 15% y 5 a 10% de los A B C Confinado a cavidad nasal Involucramiento nasosinusal Extensión fuera de nariz y senos paranasales: órbita, intracraneal, ganglios cervicales D Metástasis a distancia casos, respectivamente. Son frecuentes las recidivas tanto locorregionales (60%) como a distancia (35 a 40%), principalmente óseas y pulmonares.3 Histología Histológicamente el diagnóstico se hace mediante la presencia de neurofibrillas entre las células con rosetas de Howmer-Wright.3,6 Hyams desarrolló una clasificación histológica describiendo características asociadas o que predicen el grado de agresividad del tumor (Cuadro 2). No existe marcador específico para estesioneuroblastoma pero algunos marcadores son de utilidad para el diagnóstico diferencial. Los anticuerpos utilizados son marcadores neuroendocrinos y epiteliales: anticuerpos anti-NSE (enolasa neuronal específica), antiproteína S 100, anticromogranina, antiqueratina. Los marcadores inmunológicos ayudan en el diagnóstico diferencial con el rabdomiosarcoma (antimioglobina), el melanoma (antimelanina), el linfoma (anticuerpos B y T) y el carcinoma indiferenciado de la nasofaringe (test ACIF).3 Cuadro 2. Clasificación histológica de Hyams Grado Conservación arquitectura lobular Índice mitótico Polimorfismo nuclear Matriz fibrilar I II III IV + + +/+/- Ninguno Bajo Moderado Alto Ninguno Moderado Prominente Marcado Prominente Presente Bajo Ausente HW: Howmer Wright; FW: Flexner-Winterteiner. 222 Rosetas Necrosis HW No HW No FW Raro Ninguna Frecuente Akaki-Caballero M y Guzmán-Romero AK. Estesioneuroblastoma Radiología Los estudios de imagen sugieren el diagnóstico y ayudan a determinar la extensión del tumor.4 La tomografía computada permite valorar osteítis, erosión ósea en la base del cráneo o calcificaciones. La resonancia magnética muestra extensión intracraneal e intraorbitaria; en T1 y T2 con gadolinio se presenta como una lesión hiperintensa.2 Radiológicamente se han descrito dos clasificaciones para determinar la extensión tumoral. Los estadios se relacionan directamente con el tratamiento y pronóstico del paciente. La clasificación de Dulguerov7 (Cuadro 4) es un poco más precisa que la de Kadish (Cuadro 3) ya que se basa en la clasificación TNM y requiere de tomografía y resonancia magnética para determinar la extensión.3 No se ha establecido un sistema uniforme para evaluar el pronóstico de los neuroblastomas olfatorios, ya que tanto los pacientes con estadio de Kadish avanzado como aquellos con tumores avanzados de Hyams tienen pobre pronóstico, aún con tratamiento agresivo. 8 Tanto Hyams como Kadish, en sus clasificaciones, incluyeron criterios de predicción de la agresividad de los neuroblastomas olfatorios. Se han realizado varias investigaciones orientadas a determinar la asociación entre estas dos clasificaciones, así como su impacto en el desenlace y en el pronóstico.4 En un metanálisis realizado por Kane y sus colaboradores se reportó una relación tan estrecha Cuadro 4. Clasificación de Dulguerov Estadio Extensión T1 Nasosinusal (excepto esfenoides), existe un espacio aéreo entre tumor y lámina cribosa Tumor en contacto con lamina cribosa, con o sin erosión, y tumor esfenoidal Intracraneal extradural o lesión orbitaria Tumor intracraneal intradural T2 T3 T4 entre el grado histológico de Hyams y el desenlace, que se le encontró como el mayor indicador pronóstico, incluso sobre Kadish.9 En el mismo estudio se observó que existe una correlación alta de los casos de bajo grado histológico y el bajo estadio radiológico. Asimismo, se demostró que la metástasis ganglionar es un factor de pobre supervivencia que se asocia con un mayor grado histológico de Hyams.9 Diagnóstico diferencial Dentro de los diagnósticos diferenciales se encuentran los tumores nasosinusales: carcinoma indiferenciado nasosinusal, carcinoma neuroendocrino indiferenciado nasosinusal, linfoma, rabdomiosarcoma, melanoma, papiloma nasal invertido, adenocarcinoma, hemangioma, carcinoma de células escamosas y tumores metastásicos.6,7,10,11 Tratamiento La base del tratamiento es quirúrgica. El procedimiento de elección es la resección craneofacial seguida de radioterapia. Actualmente es posible realizar abordaje craneofacial o endoscópico (mejor visión, mejores resultados cosméticos, permite determinar márgenes del tumor, menor morbilidad).1,2,12 En un estudio multicéntrico con 151 pacientes sometidos a resección craneofacial, se reportó que hasta 32.5% de los casos presentó complicaciones posquirúrgicas, la mayoría relacionadas con la herida quirúrgica o alteraciones del sistema nervioso central; además de reportar una tasa de mortalidad posquirúrgica de 1.3%.10 La radioterapia adyuvante está indicada en tumores Kadish B y C, ya que Kadish A se puede tratar únicamente con cirugía.1 Otro estudio reportó 100% de supervivencia, con seguimiento promedio de 58 meses, en 14 pacientes con diag- 223 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas nóstico de neuroblastoma olfatorio tratados con resección endoscópica seguida por radiocirugía con bisturí de rayos gamma.13 El principal obstáculo en el tratamiento de estos tumores es la recurrencia local, la metástasis a distancia, o ambas. Las opciones para el tratamiento de salvamento incluyen cirugía, cirugía y radioterapia posquirúrgica, radioterapia sola y quimioterapia paliativa, o medidas de soporte dependiendo del tipo de recidiva y del tratamiento inicial.1 El papel de la quimioterapia sigue siendo controvertido. Estudios retrospectivos demuestran beneficio en la quimioterapia adyuvante para casos Kadish C. Pero no existe un esquema definido para la quimioterapia; se han aplicado esquemas basados en cisplatino 20 y etopósido, además de bleomicina.1,14 Las dosis de radioterapia son de 55 a 65 Gy (60 Gy). La literatura especializada reporta que la radioterapia aislada se puede reservar para tumores pequeños debajo de la lámina cribosa.2,12 Jehtanamest y su equipo reportaron supervivencia global de 83.4%, a 10 años, en estadio Kadish A, 49% para estadio B y 13.3% para estadio C; con una supervivencia promedio de 216.8 meses y, para pacientes en estadio C, de 72.5 meses.15 En una serie de 50 casos, realizada en la Universidad de Virginia, se reportó una supervivencia libre de enfermedad de 86.5% a 5 años y de 82.6% a 15 años; los pacientes recibieron tratamiento multimodal (quirúrgico, radioterapia y quimioterapia) para estadio Kadish C.9,16 La incidencia de metástasis a ganglios cervicales varía de 10 a 33%. La presencia de ganglios cervicales es uno de los factores de pronóstico con mayor impacto en la supervivencia.16 El involucramiento intraorbitario se encontró asociado con mayor tasa de recurrencia, sin alterar significativamente la supervivencia. La extensión intracraneal aumenta tres veces el riesgo de recurrencia.10 La recurrencia local a nivel subdural es rara, existen pocos reportes en la literatura y es de pobre pronóstico.17 Discusión El manejo de ganglios cervicales en pacientes N0 es controvertido. Se describe una incidencia de 17 a 33% de metástasis cervicales tardías; cuando únicamente 5% de los pacientes se presenta, desde el inicio, con ganglios cervicales para ser tratados con radioterapia o disección de cuello.2 La mayoría de los pacientes se presenta con estadios avanzados localmente. De acuerdo con la evidencia actual, la mejor opción terapéutica consiste en resección craneofacial con un equipo multidisciplinario y radioterapia posquirúrgica. Continúa la discusión del papel de la quimioterapia.1,2 Pronóstico El desenlace es variable y depende, principalmente, de la extensión al momento del diagnóstico (clasificación de Kadish y metástasis ganglionar). Sin embargo, un alto grado de Hyams al momento del diagnóstico afecta la mortalidad y el desenlace.4 La tasa de recurrencia del estesioneuroblastoma ha sido objeto de múltiples investigaciones, por lo que en la literatura existen varios reportes (Figura 1). En una serie de 39 casos Bachar y sus colaboradores mencionaron 30.7% de recurrencia local, 17.9% regional y 7.7% de recurrencia a distancia; datos que coinciden con los resultados de Dulguerov en un metanálisis con recurrencia local 29%, regional 16% y distante de 17%.1 224 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 CONCLUSIONES El estesioneuroblastoma es un tumor maligno poco frecuente que, por sus manifestaciones Akaki-Caballero M y Guzmán-Romero AK. Estesioneuroblastoma clínicas inespecíficas, suele diagnosticarse en estadios avanzados. Es importante mantener un seguimiento a largo plazo por la elevada incidencia de recidivas e iniciar un tratamiento combinando de cirugía con radioterapia para mejorar el pronóstico de los pacientes. Se requiere contar con un equipo multidisciplinario para el manejo de estos pacientes: neurocirugía, radioterapia y oncología interdisciplinariamente. REFERENCIAS 1. Ritesh Kumar, Sushmita Ghoshal, Divya Khosla, Shreekant Bharti, Ashim Das, et al. Survival and failure outcomes in locally advanced esthesioneuroblastoma: a single centre experience of 15 patients. Eur Arch Otorhinolaryngol 2013;270:1897–1901. 2. Ludovic de Gabory, MD, Habib Merza Abdulkhaleq, MD, VincentDarrouzet, MD, Jean-Pierre Bébéar, MD, Dominique Stoll. Long-term results of 28 esthesioneuroblastomas managed over 35 years. Head Neck 2011;33:82–86. 3. C Simon, B Toussaint, L Coffinet. Estesioneuroma olfativo. Encyclopédie Médico-Chirurgicale–E–20-405-A-10. Tumores malignos de las cavidades nasales y paranasales. 4. Jamie J. Van Gompel 1 Caterina Giannini 2 Kerry D. Olsen 3 Eric Moore 3 Manolo Piccirilli 6Robert L. Foote 4 Jan C. Buckner 5 Michael J. 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Histiocitoma fibroso maligno Matsuharu Akaki-Caballero1 Ana Karla Guzmán-Romero2 Ana Graciela Saavedra-Mendoza3 RESUMEN 1 Médico adscrito al Departamento de Otorrinolaringología. 2,3 Médico Otorrinolaringólogo egresado del Departamento de Otorrinolaringología. Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, ISSSTE. El histiocitoma fibroso maligno es el tumor de tejidos blandos más frecuente en adultos y es común encontrarlos después de radioterapia. Weiss y Enzinger describieron al histiocitoma fibroso maligno mixoide, que comparte varias características con el mixofibrosarcoma, y lo clasificaron en grados, de acuerdo con su histología: bajo grado (predominio mixoide), grado intermedio (mixto: mixoide y celular) y alto grado (predominantemente celular). La radioterapia en el tratamiento del nasoangiofibroma juvenil continúa siendo un tema de controversia. Algunos autores la recomiendan como tratamiento adyuvante para tumores irresecables, falla en la resección quirúrgica completa o extensión intracraneal. Asimismo, existen varios reportes de malignización de estos tumores después del manejo con radioterapia. Estos tumores son raros en cabeza y cuello y los datos clínicos dependen de su localización y extensión; sin embargo, el cuadro clínico más frecuente incluye dolor, parálisis de los nervios craneales, hemoptisis, obstrucción nasal y epistaxis. El tratamiento de elección para este tipo de tumores es quirúrgico, con amplios márgenes por la alta tasa de recidiva local. La disección de cuello de manera profiláctica no está indicada, únicamente en caso de metástasis ganglionar o datos radiológicos positivos. Palabras clave: histiocitoma fibroso maligno, tumor nasosinusal. Malignant fibrous histiocytoma ABSTRACT The malignant fibrous histiocytoma is the most common soft tissue tumor in adults, and it is commonly found after radiotherapy. Weiss y Enzinger described the mixoid malignant fibrous histiocytoma, which shares some features with the mixofybrosarcoma, and is classified according to histology as: low grade (myxoid), intermediate (mixed) and high grade (cellular). Radiotherapy remains a controversial issue in the treatment of this type of tumors. Some authors recommend Radiotherapy as and adyuvant therapy for unresectable tumors, failure to complete surgical resection or intracraneal extension. There are several reports of malignancy after radiotherapy. The presence of these tumors in the head and neck region is rare. The clinical signs and symptoms depend on their location and extension. The most common clinical picture includes pain, hemoptysis, nasal obstruction and epistaxis. The treatment is surgical resection with oncological margins to prevent recurrence. Prophylactic neck dissection is not indicated, just in case of cervical lymph node metastasis or radiological evidence of involvement. Key words: Malignant fibrous histiocytoma, sinonasal tumor. 226 Recibido: 12 de mayo, 2014 Aceptado: 18 de febrero, 2015 Correspondencia: Akaki Caballero, Matsuharu Departamento de Otorrinolaringología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre Félix Cuevas 540 CP 03229, México, D.F. Tel: 52005003 Este artículo debe citarse como Akaki-Caballero M, Guzmán-Romero AK, SaavedraMendoza AG. Histiocitoma fibroso maligno. Rev Esp Med Quir 2015;20:226-231. www.nietoeditores.com.mx Akaki-Caballero M y col. Histiocitoma fibroso maligno INTRODUCCIÓN El histiocitoma fibroso maligno es el tumor de tejidos blandos más frecuente en adultos, el término se introdujo por primera vez en 1963.1 Estudios recientes demuestran que es frecuente encontrar estos tumores en cabeza y cuello después de radioterapia.1 El término histiocitoma fibroso maligno lo introdujeron O´Brien y Stout para tumores de linaje fibroquístico. Weiss y Enzinger describieron el histiocitoma fibroso maligno mixoide, que comparte varias características con el mixofibrosarcoma, y lo clasificaron en grados, de acuerdo con su histología: bajo grado (predominio mixoide), grado intermedio (mixto: mixoide y celular) y alto grado (predominantemente celular). Sin embargo, en el 2002, la Organización Mundial de la Salud clasificó al histiocitoma fibroso maligno como una entidad y determinó que el tipo mixoide sin factores miogénicos, lipoblásticos y condrogénicos se clasifica como mixofibrosarcoma.2 La radioterapia en el tratamiento del nasoangiofibroma juvenil continúa siendo un tema de controversia. Algunos autores la recomiendan como tratamiento adyuvante para tumores irresecables, falla en la resección quirúrgica completa o extensión intracraneal. Asimismo, existen varios reportes de malignización posterior al manejo con radioterapia de estos tumores.3 En un estudio realizado en el Hospital General de México, que incluyó 1 263 casos, se reportó que de 162 pacientes tratados con radioterapia 3 desarrollaron malignización después de la radiación; dos a sarcoma y un caso a histiocitoma fibroso.4 tomía subtotal izquierda respetando piso de la órbita ya que el tumor infiltraba paladar duro, fosa pterigopalatina, fosa infratemporal y fosa nasal izquierda (Figuras 1 y 2). Dentro del protocolo de estudio se realizó una angiografía en la que se evidenció aumento de la vascularidad en el plexo de Kiesselbach derecho, sin vasos de neoformación (Figura 3). Se logró la resección completa y el resultado anatomopatológico reportó angiofibroma parcialmente calcificado. Dos meses después de la última cirugía se observó recurrencia clínica y tomográfica de la lesión en la fosa nasal izquierda, dependiente de la pared lateral y que infiltra e Figura 1. Tomografía posterior a tercera resección en enero del 2002: cavidad nasal y seno maxilar libres de procesos tumorales. CASO CLÍNICO Presentamos el caso de un paciente masculino, de 38 años de edad, con antecedente de tres resecciones quirúrgicas por diagnóstico de nasoangiofibroma. La primera 10 años antes y la última en enero 2002, realizándose maxilec- Figura 2. Tomografía: densidad de tejidos blandos en fosa nasal derecha, la cual infiltra hacia la órbita y el septo nasal ipsilaterales. Reforzamiento con medio de contraste. 227 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Epidemiología Figura 3. Angiografía previa a última cirugía: aumento de la vascularidad en el plexo de Kiesselbach de la fosa nasal derecha, sin vasos de neoformación. invade la órbita ipsilateral. Se aplicaron 20 ciclos de radioterapia para reducir el tamaño tumoral. Después de la radioterapia se sometió al paciente a una nueva cirugía, vía abordaje sublabial, con reporte anatomopatológico de histiocitoma fibroso maligno (Figura 4); por lo que se realizó maxilectomía radical con exenteración, incisión de Weber-Ferguson y aplicación de injerto de músculo en mejilla y órbita izquierdos. Actualmente el paciente cursa con evolución adecuada, injerto aceptado y sin datos de recidiva tumoral. Figura 4. A) Angiofibroma: fibrosis intersticial y proliferación de fibroblastos, estroma de abundante colágeno. B) Histiocitoma fibroso maligno pleomorfo de grado intermedio con componente de células gigantes e invasión a hueso. 228 El histiocitoma fibroso maligno se presenta con mayor frecuencia en población caucásica comparada con africanos y asiáticos. Es más frecuente en hombres que en mujeres, con una relación de 2:1. Los sitios más comunes de presentación son en la cadera y en la región femoral; la edad más probable es entre los 50 y 70 años.5 En los de localización nasosinusal el seno maxilar es el que se afecta más comúnmente; constituye 0.27% de los tumores malignos de cabeza y cuello. Clínicamente se presenta con los síntomas de efecto de masa similares al resto de las tumoraciones de nariz y senos paranasales.5 Histológicamente se clasifica en: pleomorfoestoriforme, mixoide, de células gigantes de inflamatorio. El tipo mixoide junto con el pleomórfico corresponden al 20 y 70%, respectivamente.5,6 Es un sarcoma pleomórfico que se caracteriza por diferenciación fibroblástica e histiocítica. Fue descrito por primera vez por Ozzelo en 1932 y en 1964 por O’Brien y Stout. Actualmente se conoce como el tumor de tejidos blandos más frecuente en adultos y se considera generalmente como un sarcoma de alto grado, con pobre pronóstico. Los sitios más frecuentes son las extremidades y el tronco. Es raro encontrarlos en cabeza y cuello, únicamente se presentan entre 1-10%;1,7 y éstos se presentan con más frecuencia en cuero cabelludo y cuello; representan menos de 0.5% de los tumores malignos de cabeza y cuello.7 Los casos reportados de lesión mandibular se han encontrado con un comportamiento más agresivo, además de mayor tasa de recurrencia local y metástasis a distancia, siendo peor su pronóstico cuando existe involucramiento maxilofacial.1 Akaki-Caballero M y col. Histiocitoma fibroso maligno Histología El histiocitoma fibroso maligno es un sarcoma de histiogénesis incierta; contiene tanto células tipo fibroblasto como tipo histiocito (tumor monomórfico) en diferentes proporciones. La configuración clásica es un patrón estoriforme y con frecuencia se acompaña de células inflamatorias y de células gigantes (tumor pleomórfico).8 La apariencia macroscópica del tumor es multilobulada, color grisáceo, aparentemente circunscrito pero al estudio microscópico se encuentran con frecuencia extensiones al tejido adyacente.9 Clínica La presencia de estos tumores en cabeza y cuello es poco frecuente. Los datos clínicos dependen de su localización y extensión; sin embargo, el cuadro clínico más frecuente incluye dolor, parálisis de nervios craneales, hemoptisis, obstrucción nasal y epistaxis.10 Tumores secundarios En estudios previos mencionan un periodo entre la radioterapia y el desarrollo de carcinomas nasofaríngeos y tumores de hueso temporal, entre 5 a 30 años, con un promedio de 12.9 años.11 En el caso de los sarcomas existen reportes que demuestran que no existe diferencia entre el periodo de latencia de estos tumores inducidos por radiación en cabeza y cuello con el de los que se originan en huesos largos.11 Cahan y sus colaboradores describieron 4 criterios de diagnóstico para los sarcomas óseos secundarios a radiación:11 1. Tumor que se origina en campo de radiación. 2. La naturaleza inicialmente no maligna del hueso. 3. Diagnóstico histológico. 4. Periodo de latencia relativamente largo. En un estudio que incluyó a 53 pacientes con sarcoma secundario a radioterapia se encontró que existe relación entre los factores clinicopatológicos del tumor y las características de la radiación aplicada. Los resultados mencionan que 68% de los casos desarrolló histiocitoma fibroso maligno, seguido de osteosarcoma en 13% y fibrosarcoma en 11%; 4% fueron schwanomas malignos. El periodo de latencia promedio que reportaron fue de 10 años.12 Un estudio en que se incluyeron 17 pacientes con diagnóstico de histiocitoma maligno fibroso nasosinusal posradiación, entre 1974 y 2004, 15 tumores derivaron del seno maxilar y 2 de la nasofaringe; recibieron una dosis promedio de 74.4 Gy con un tiempo promedio entre la radioterapia y el diagnóstico del histiocitoma de 143 meses. El tratamiento que se aplicó en estos pacientes fue maxilectomía total y subtotal sin disección de cuello para los tumores de maxilar y los de nasofaringe se trataron con radioterapia.7 Existen artículos que reportan un periodo promedio de latencia de 17 años y señalan al seno maxilar como el sitio más frecuente en cabeza y cuello.1,9 En los casos de histiocitoma de mandíbula el periodo de latencia fue de 10 años.6 Tratamiento El tratamiento de elección para este tipo de tumores es quirúrgico con amplios márgenes por la alta tasa de recidiva local. La disección de cuello de manera profiláctica no está indicada, únicamente en caso de metástasis ganglionar o datos radiológicos positivos.9 Varios autores han estudiado el papel de la radioterapia como parte del tratamiento, Hsu y su grupo encontraron que la radioterapia posoperatoria es el único factor asociado con mejor control local (a 5 años sin recidiva 85% posradioterapia vs. 44% control 229 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas local sin radioterapia), sin reportar cambio en la supervivencia.13 Evolución Dentro de los principales factores de pronóstico se encuentran: la localización, tumor residual, recidiva local y tipo histológico.9 La recurrencia local es uno de los principales factores asociados con el pronóstico. Múltiples reportes encontraron cifras de recidiva entre 26 y 50%.9,13 Asimismo, se ha mencionado la importancia de los márgenes quirúrgicos en el porcentaje de recidivas; Sabesan y su equipo reportaron 86% de recidiva con márgenes quirúrgicos menores de 3 cm contra 27% en los pacientes que recibieron resección radical.14 En un estudio se compararon la evolución y el desenlace de pacientes con diagnóstico de histiocitoma fibroso maligno tanto primario como secundario a radioterapia. Se encontró que fue más frecuente la resección incompleta en los casos de tumores secundarios; esto probablemente a que es más difícil valorar los márgenes quirúrgicos después de la radiación, con el riesgo subsecuente de lesión residual.7 Las metástasis a distancia de encuentran hasta en 40% de los casos, los sitios más frecuentes son pulmón (80-90%), hueso e hígado. Se ha mencionado como factor de riesgo para metástasis la profundidad tumoral.9,13 Es uno de los sarcomas de cabeza y cuello con mayor supervivencia con reportes de 50 a 74% a 5 años.9,13,14 DISCUSIÓN El histiocitoma fibroso maligno es el sarcoma de tejidos blandos más frecuente, siendo el tracto nasosinusal el sitio más frecuente dentro de los tumores de cabeza y cuello. Son lesiones que con frecuencia se presentan de forma secundaria a radioterapia, como el caso que exponemos en 230 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 este artículo. Los principales factores en la evolución y desenlace son la resección quirúrgica completa con márgenes amplios, para evitar tumor residual; además de la detección temprana. CONCLUSIONES Es importante tener en cuenta, en pacientes con lesiones benignas como este caso de nasoangiofibroma, la posibilidad de tumores malignos después de un tratamiento con radiación, así como su periodo de latencia para una vigilancia y seguimiento de nuestros pacientes. REFERENCIAS 1. Donya Sadri, Ismail Yazdi. Postradiation Malignant Fibrous Histiocytoma of The Maxillary Sinus. Arch Iranian Med 2007;10(3):393–396. 2. Ernst J. G. Norval • Erich J. Raubenheimer. Myxofibrosarcoma Arising in the Maxillary Sinus: A Case Report with a Review of the Ultrastructural Findings and Differential Diagnoses. J Maxillofac Oral Surg 2011;10(4):334–339. 3. Piero Nicolai, Alberto Schreiber, and Andrea Bolzoni Villaret Juvenile Angiofibroma: Evolution ofManagement. Hindawi Publishing Corporation International Journal of Pediatrics doi:10.1155/2012/412545. 4. Rogelio Chavolla-Magaña, Alberto Labra, A Daniel HuertaDelgado. Angiofibroma juvenil nasofaríngeo. Metaanálisis de su tratamiento. Revista Medica Del Hospital General De Mexico, S.S. Vol. 66, Núm. 2 Abr.-Jun. 2003 pp 71 – 79. 5. Seok-Hwan Choi1, Se-Yeong Kim2*, Man-Ki Son1, Hui-Seok Yang1, Sun-Woo Lee1, Jung-Il Kim1 and Kap-Yeol Jung. Malignant Fibrous Histiocytoma of the Maxillary Sinus in a Spray Painter from an Automobile Repair Shop. Annals of Occupational and Environmental Medicine 2013,25:30. 6. Weiss S, Goldblum J: Enzinger and Weiss’s soft tissue tumor, ch 14. Philadelphia, PA: Mosby Elsevier; 2007:403–428. 7. Cheng-Ping Wang,Yih-Leong Chang, Lai-Lei Ting, Tsung-Lin Yang, Jenq-Yuh Ko, Pei-Jen Lou. Malignant Fibrous Histiocytoma Of The Sinonasal Tract. Head Neck 31: 85–93, 2009. 8. Tsuyoshi Inoshita, George A. Youngberg. Malignant Fibrous Histiocytoma Arising inPrevious Surgical Sites, Report of Two Cases. Cancer 53:176-183, 1984. 9. L. García Monleón, J. Acero Sanz2, Á. del Amo Fernández de Velasco, S. Ochandiano Caicoya, J. López de Atalaya, C. Navarro Vila. Histiocitoma fibroso maligno de orofaringe. Resección y reconstrucción con colgajo fasciocutáneo radial. Rev Esp Cir Oral y Maxilofac 2008;30,2 (marzoabril):93-100. Akaki-Caballero M y col. Histiocitoma fibroso maligno 10. Karl H. Perzin,Yao-Shi Fu. Non-Epithelial Tumors of the Nasal Cavity, Paranasal Sinuses and Nasopharynx: A Clinico- Pathologic Study XI. Fibrous Histiocytomas. Cancer 452616-2626, 1980. 11. Wan-Yee Teo, Henry KK Tan, Boon-Cher Goh, Thomas C Putti. Postirradiation Sarcoma of the Sphenoid Bone – A Case Report. Ann Acad Med Singapore 2006;35:104-7 13. Hsu HC, Huang EY, Wang CJ. Treatment results and prognostic factors in patients with malignant fibrous histiocytoma. Acta Oncol 2004;43:530-5. 14. Sabesan T, Xuexi W. Malignant fibrous histiocytoma: outcome of tumours in the head and neck compared with those in the trunk and extremities. Br J Oral Maxillofac Surg 2006;44:209-12. 12. William B. Laskin Lcdr, Mc, Usn, Toby A. Silverman, Md, And Franz M. Enzinger. Postradiation Soft Tissue Sarcomas, An Analysis of 53 Cases. Cancer 622330-2340,1988. 231 Caso clínico Rev Esp Méd Quir 2015;20:232-236. Neurofibromatosis vesical: presentación de un caso y revisión de la literatura Fernando Bolio-Laviada1 Rosa Estela Romero-Aguilar2 Jesús Alberto Martínez-Manzo3 Élio Roberto Sánchez-Ali4 Roberto Gutiérrez-Hernández5 Román Carvajal-García6 RESUMEN Residentes. Médico Adscrito. 6 Médico Jefe de Servicio. Hospital Regional Valentín Gómez Farías, ISSSTE. 1-4 La neurofibromatosis es una enfermedad hereditaria autosómica dominante. Se trata de un trastorno que afecta las células de Schwan y a los fibroblastos de la vaina de los nervios. El tracto genitourinario rara vez participa en la neurofibromatosis-1. Hasta la fecha se han informado 80 casos en la literatura. Se presenta el caso de una mujer de 19 años con antecedentes de dismenorrea y diagnóstico de neurofibromatosis-1; con neurofibromatosis vesical detectada por imagen como un tumor extravesical que comprimía la vejiga. En cistoscopia se encontraron lesiones intravesicales, se tomó biopsia y se confirmó el diagnóstico por histopatología e inmunohistoquímica. 5 Palabras clave: neurofibromatosis, vejiga. Bladder neurofibromatosis: report of a case and review of the literature ABSTRACT Neurofibromatosis is a inherited disorder transmitted as a mendelian dominant. It is a disorder that affects the Schwann cells and fibroblasts. The genitourinary tract is rarely involved in NF1, it’s have been 80 cases reported until now. A 19 year old woman with a history of dysmenorrhea and NF1, with neurofibromatosis involving the urinary bladder, CT detected mass compressing the bladder, cystoscopy is performed finding intravesical lesions, biopsy is taken and confirms diagnosis by histopathology and immunostains tests. Key words: neurofibromatosis, bladder. 232 Recibido: 23 de enero, 2015 Aceptado 25 de abril, 2015 Correspondencia: Fernando Bolio Laviada Av. de las Américas 203 El Capullo, 45100 Zapopan, Jal. Tel: 01 33 3836 0650 ext. 181 [email protected] Este artículo debe citarse como Bolio-Laviada F, Romero-Aguilar RE, Martínez-Manzo JA, Sánchez-Ali ER, Gutiérrez-Hernández R, CarvajalGarcía R. Neurofibromatosis vesical: presentación de un caso y revisión de la literatura. Rev Esp Med Quir 2015;20:232-236. www.nietoeditores.com.mx Bolio-Laviada F y col. Neurofibromatosis vesical INTRODUCCIÓN La neurofibromatosis es una enfermedad hereditaria autosómica dominante. Se trata de un trastorno que afecta las células de Schwan y a los fibroblastos de la vaina de los nervios. Fue descrita por primera vez en 1849 pero fue realmente von Recklinghausen quien la describió en detalle, en su honor se dio nombre a la enfermedad. El gen de la neurofibromatosis está ubicado en el cromosoma 17.1 La prevalencia de la enfermedad es 1 de cada 3 000 nacimientos vivos, es más frecuente en hombres que en mujeres con una relación de 3:1 en todas las razas.2 Los pacientes tienen manchas color café con leche, pecas en las axilas y los genitales, nódulos de Lisch del iris y múltiples neurofibromas benignos. El tracto genitourinario rara vez participa en la neurofibromatosis-1; hasta la fecha se han informado 80 casos en la literatura.3 La vejiga es el órgano más comúnmente afectado en el tracto urinario donde puede manifestarse como un tumor aislado o como un proceso infiltrativo difuso.4 Menos de un tercio de los casos son en población pediátrica. Los síntomas más frecuentes son infecciones urinarias recurrentes, hematuria y síntomas irritativos. La retención urinaria y el estreñimiento debido a compresión extrínseca sobre estructuras intestinales son hallazgos raros en neurofibromatosis-1 con afectación del tracto genitourinario.5 Los neurofibromas vesicales pueden identificarse con pruebas de imagen como ecografía, urografía intravenosa, tomografía axial computada, cistoscopia y biopsia, que son las pruebas habituales para el estudio de las afecciones vesicales. El diagnóstico definitivo es por anatomía patológica. En la vejiga los neurofibromas se originan de los ganglios nerviosos de la pared vesical y se tiñen positivamente para la proteína S-100 y el colágeno de tipo IV con técnicas de inmunohistoquímica. El tratamiento generalmente es conservador, a menos que se observe dilatación del tracto urinario superior o el tumor produzca pérdida importante del volumen vesical con síntomas incapacitantes. Se debe dar seguimiento para detectar la posible transformación maligna del tumor hacia neurofibrosarcoma, lo cual es poco frecuente.6 Nuestro objetivo es presentar el caso de una paciente adolescente con neurofibromas vesicales y hacer una revisión de la literatura. CASO CLÍNICO Mujer de 19 años, originaria y residente de Zapopan, Jalisco. Estudiante, soltera, católica; padre con diabetes mellitus, toxicomanías negadas, alergias negadas, hemotipo O+, con antecedente de leucemia mieloide aguda IV tratada con quimioterapia 3 años antes; con diagnostico de neurofibromatosis tipo 1, craneosinostosis, antecedente de resección de tumoración en brazo con diagnóstico histopatológico de neurofibroma. La paciente llegó al Servicio de Urología referida por el Servicio de Ginecología y Obstetricia y de Genética debido a dismenorrea de 6 meses de evolución. A la exploración física estaba neurológicamente íntegra, con manchas de color “café con leche”, pecas axilares y escasos neurofibromas subcutáneos; mucosas bien hidratadas, sin compromiso cardiopulmonar aparente, abdomen globoso a expensas de panículo adiposo, no se palpaba tumor en la región abdominal, peristaltismo normal, genitales de acuerdo con su edad y sexo. Pecas en ingles, extremidades integras y funcionales. Durante el estudio de la dismenorrea se le realizó ultrasonografía pélvica que reportó tumor homogéneo, de morfología irregular, márgenes lobulados que infiltraba las paredes posterior y lateral izquierda de la vejiga, sin flujo aparente a la aplicación de Doppler color. Se efectuaron tomografías simple y contrastada donde se apreció una masa 233 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 retrovesical que no captaba medio de contraste y que desplazaba la vejiga contralateralmente (Figura 1). Se hizo cistoscopia donde se observaron tumoraciones intravesicales distribuidas en la totalidad de la vejiga (Figura 2). Se realizaron biopsias de la tumoración (Figura 3) y el reporte anatomopatológico fue de neurofibroma; se corroboró con inmunohistoquímica positiva para proteína S-100 (Figura 4) que confirmó que el tejido resecado provenía de células nerviosas. DISCUSIÓN En 1878 Gerhardt describió por primera vez el compromiso del tracto urinario con un caso de neurofibromatosis en la vejiga.1 La neurofibromatosis-1 es una enfermedad autosómica dominante causada por mutaciones heterocigotas del gen NF1; se caracteriza por una gran variabilidad de formas clínicas y la mayoría de los pacientes con presenta sólo manifestaciones leves de la enfermedad, como lesiones pigmentarias y nódulos de Lisch.7 Los neurofibromas Figura 2. Cistoscopia: neurofibromas que protuyen hacia la luz vesical. Figura 3. Resección de la masa que protruye hacia la luz vesical; se observa tejido blanquecino sin datos de sangrado. Figura 1. Tomografía, corte coronal: tumor paravesical y compresión extrínseca de la vejiga. 234 del tracto genitourinario con frecuencia afectan a la vejiga pero hay informes de neurofibromas que involucraron pene, clítoris, próstata, uretra, testículos, cordón espermático y uréter.8 La neurofibromatosis es más común en los hombres en una proporción de 3:1. En 1957 Ross informó el primer caso comprobado de Bolio-Laviada F y col. Neurofibromatosis vesical Figura 4. Células de Schwann neoplásicas positivas con anticuerpos a proteína S-100. Aumento: 10 x 0.25. un neurofibroma de vejiga con transformación maligna en un paciente9 con enfermedad de von Recklinghausen. La transformación maligna en la neurofibromatosis generalizada ha sido reportada en 12 a 29% de los pacientes. El neurofibroma de la vejiga puede presentarse con síntomas en el tracto urinario inferior, dolor en el costado o enuresis e incontinencia. Puede ocurrir como un tumor aislado dentro de la pared de la vejiga o como un proceso difuso infiltrante descrito como una lesión plexiforme.8 La neurofibromatosis de la vejiga debe sospecharse en pacientes con síntomas del tracto urinario con evidencia de enfermedad de von Recklinghausen. Los síntomas más comunes de la enfermedad son hematuria, disuria y quejas. Sin embargo, con síntomas principalmente de irritación, en algunos casos se produce micción disfuncional o retención urinaria. Krishna y sus colaboradores informaron de un paciente con neurofibromatosis vesical que se presentó con retención urinaria como síntoma inicial.8 El engrosamiento de la vejiga es el hallazgo más característico en los estudios de imagen, como se evidenció en la ecografía renal y en la tomografía abdominopélvica de este caso; aunque también puede presentarse como tumo- res aislados que protruyen hacia la luz vesical. El engrosamiento de la pared vesical también puede presentarse en otras afecciones como el seudotumor inflamatorio y el leiomioma, por lo que el diagnóstico final se realiza mediante estudio anatomopatológico. Es necesario utilizar técnicas de inmunohistoquímica para diferenciar adecuadamente las células. En cuanto al caso presentado, la paciente ya contaba con el diagnóstico de neurofibromatosis tipo 1 en control periódico. Debido a la dismenorrea y ante el reporte ultrasonográfico de masa pélvica se efectuaron tomografías simple y contrastada donde se observó un tumor retrovesical sin captación de contraste que desviaba la vejiga. Se decidió realizar cistoscopia y se encontraron tumoraciones que protruían hacia la luz vesical; esto concuerda con lo reportado en la literatura especializada que especifica que el involucramiento vesical en pacientes con neurofibromatosis-1 puede ser asintomático, con diagnóstico incidental y neurofibromas hacia la luz vesical. Se tomó biopsia de las tumoraciones intravesicales y tuvieron reporte histopatológico de neurofibroma positivo con proteína S-100, lo cual confirmó la neurofibromatosis vesical. Como conclusión: el pronóstico de los neurofibromas en general es muy bueno, con una tasa de transformación maligna muy poco común. La mayoría de los casos reportados en la literatura han sido tratados mediante extirpaciones locales. Si la enfermedad es asintomática la vigilancia puede ser la opción de tratamiento. En nuestra paciente el manejo fue conservador debido a que no presentaba ningún síntoma urinario. Continuará con vigilancia periódica por medio de estudios de imagen. REFERENCIAS 1. K. Jett and J.M. Friedman. Clinical and genetic aspects of neurofibromatosis 1. Genetics in Medicine, vol. 12, no. 1, pp. 1–11, 2010. 2. B.W. Scheithauer, M. Santi, E. R. Richter, B. Belman, and E. J. Rushing. Diffuse ganglioneuromatosis and plexiform 235 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas 236 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 neurofibroma of the urinary bladder: report of a pediatric example and literature review. Human Pathology, vol. 39, no. 11, pp. 1708–1712, 2008. 6. J. A. Ross. A case of sarcoma of the urinary bladder in von Recklinghausen’s. British Journal of Urology, vol. 29, no. 2, pp. 121–126, 1957. 3. A. Chakravarti, M. A. Jones, and J. Simon. Neurofibromatosis involving the urinary bladder. 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La resistencia a esteroides, recaídas frecuentes y la aparición de signos y síntomas se consideran signos de alarma; en conjunto son elementos que sugieren y orientan la etiología secundaria del síndrome nefrótico. Se presenta el caso de un preescolar masculino de 5 años de edad que 8 meses antes del diagnóstico de linfoma de Hodgkin presentó síndrome nefrótico que respondió bien a los cuidados generales y fue inicialmente sensible a los esteroides. En su evolución destacó la presencia de edema de progresión rápida, ausencia de ganglios y de síntomas propios del linfoma de Hodgkin de inicio. El síndrome nefrótico puede anteceder al diagnóstico de linfoma de Hodgkin. La asociación entre ambas patologías es clara, no así su patogénesis, pobremente entendida. Sin embargo, el involucramiento y asociación entre moléculas producidas por linfocitos T y la proteinuria nefrótica han sido estudiados encontrándose un papel importante de las citocinas. El tratamiento del síndrome nefrótico y su pronóstico se relacionan con el linfoma de Hodgkin; sin embargo, mientras se controla y resuelve el tumor se recomienda: tratamiento sintomático, evaluación de la extensión del tumor considerando su remoción y limitar el uso de sustancias nefrotóxicas. El uso sostenido de esteroides, a dosis inmunodepresoras, puede enmascarar la actividad neoplásica por lo que es recomendable no usar esta terapia hasta que se descarte la etiología secundaria. Palabras clave: síndrome nefrótico secundario, linfoma de Hodgkin, síndrome paraneoplásico, glomerulonefritis. Recibido: 7 de marzo, 2015 Aceptado: 8 de mayo, 2015 ABSTRACT Correspondencia: Dra. Roxana Margarita Hernández Jamaica Félix Cuevas 540 Colonia Del Valle México, D.F. Tel.: (01 55) 5564157516 [email protected] The link between the Nephrotic syndrome and malignancies was first described in 1922. NS can be the first manifestation of Hodgkin Lymphoma. Steroid resistance, relapse and the appearance of new signs and symptoms have been considered warning signs suggesting a secondary etiology. Este artículo debe citarse como Hernández-Jamaica RM, Mirón-García J, OlaldeCarmona R. Síndrome nefrótico como manifestación inicial del linfoma de Hodgkin. Rev Esp Med Quir 2015;20:237-242. Nephrotic syndrome as an initial manifestation of Hodgkin’s lymphoma www.nietoeditores.com.mx 237 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Eight months before de diagnosis of Hodgkin Lymphoma, a 5 year old boy presented Nephrotic syndrome which responded well to supportive care and steroids. There were no adenopathy or any other manifestations of Hodgkin Lymphoma and a fast progression of edema was remarkable. Nephrotic syndrome can precede the diagnosis of Hodgkin Lymphoma for several months. Although a clear association between both entities has been recognized, the pathogenic mechanisms are not well understood; however, several T-cell derived cytokines seem to play a critical role in the development of nephrotic proteinuria. The prognosis of Nephrotic syndrome in these cases relies upon the underlying lymphoma. Until the initiation of lymphoma directed therapy, supportive measures as well as the avoidance of any nephrotoxic medication are recommended while completing tumor staging with a strong consideration for tumor removal. Key words: Secondary Nephrotic Syndrome, Hodgkin Lymphoma, Paraneoplastic Syndrome, Glomerulonephritis. INTRODUCCIÓN El síndrome nefrótico es común en niños de 2 a 7 años, la mayoría de los casos son idiopáticos, con histología de cambios mínimos y con buena respuesta a los esteroides. Por etiología se clasifica como primario o idiopático correspondiendo el 90% de los casos al tipo primario; el porcentaje restante corresponde a causas secundarias donde las neoplasias se han identificado cada vez con más frecuencia.1 Las neoplasias afectan a los riñones de diversas formas: pueden ser el sitio primario o, menos comúnmente, secundario; la leucemia y el linfoma suelen infiltrarlos. También se ven afectados de forma indirecta mediante alteraciones electrolíticas o por secreción de sustancias como la paratohormona.2 Síndrome nefrótico y linfoma de Hodgkin es una asociación común, descrita en 1922, de prevalencia muy baja (0.4%) y cuya patogénesis aún no es del todo explicable.3 La teoría más aceptada se centra en la producción de citocinas por parte de las células neoplásicas donde pudiera estar involucrada la IL-13; ésta y otras citocinas 238 alteran la permeabilidad de la membrana basal glomerular.4 El síndrome nefrótico puede presentarse como manifestación inicial del linfoma de Hodgkin comportándose como idiopático puro. La resistencia a esteroides, recaídas frecuentes y la aparición de signos y síntomas que no se encontraban previamente (síntomas B) se consideran signos de alarma. En conjunto son elementos que sugieren y orientan la etiología secundaria del síndrome nefrótico.5 Presentamos un caso de esta asociación donde destaca la ausencia inicial de síntomas de linfoma, el tiempo de presentación del síndrome nefrótico previo al del linfoma, niveles muy elevados de IgE (44 600 UI) y la resolución del síndrome nefrótico sin quimioterapia. CASO CLÍNICO Niño de 5 años que, en noviembre del 2013, se presentó con edemas distales en los miembros inferiores con progresión, en 48 horas, a anasarca. Dolor invalidante en extremidades Hernández-Jamaica RM y col. Síndrome nefrótico en linfoma de Hodgkin inferiores, fiebre hasta 39ºC con respuesta parcial a antitérmicos. Acudió a su unidad de adscripción en donde se inició su estudio y se estableció el diagnóstico de síndrome nefrótico en diciembre del 2013. Se inició manejo con bolos de metilprednisolona cada 24 horas, por 3 días, seguidos de prednisona vía oral. Al no tener respuesta clínica favorable fue trasladado al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre donde se confirmó el síndrome nefrótico además de infección en vías urinarias. Se tipificó como síndrome nefrótico probablemente idiopático. Se restringieron líquidos, sal y se mejoró la dieta; se administraron furosemida y espironolactona mejorando su estado clínico general, hubo disminución del edema y baja de peso. El proceso infeccioso se controló, mejoró la diuresis, por lo que se ajustó la prednisona a 60 mg m2sc/d y egresó con cita un mes después. El paciente no se presentó a consulta sino hasta después de 6 meses durante los cuales persistió con la ingesta continua de la prednisona a la misma dosis del egreso. Se presentó con ataque al estado general, fiebre de 38.5ºC, plaquetosis de 726 mil y anemia con hemoglobina de 6.7 g/ dL. Se le hospitalizó el 6 de mayo del 2014. A la exploración física se palpaba masa abdominal en la fosa ilíaca derecha, de consistencia dura, no dolorosa, adherida a planos profundos; no se palparon adenomegalias ni visceromegalias. Al interrogatorio, el padre refirió que el niño tuvo fiebre a finales del mes de febrero, no cuantificada, de tipo intermitente y predominio vespertino, que cedió con paracetamol (250 mg vía oral) y medios físicos; también diaforesis de presentación diaria, predominio nocturno de 3 meses de evolución (Figura 1). Asoció con esas fechas cambios en los hábitos intestinales caracterizados por hiporexia y evacuaciones disminuidas en consistencia, no aumentadas en frecuencia, de aproximadamente 3 veces a la semana con distensión abdominal, de predominio matutino Figura 1. Evolución del síndrome nefrótico y síntomas B del linfoma. relacionado con la ingesta de alimentos, así como astenia y adinamia que le incapacitan para sus actividades diarias. El síndrome nefrótico se encontraba inactivo. Sin embargo se inició nuevamente su estudio teniendo en mente una posible etiología secundaria. Con base en los hallazgos de la exploración física se solicitó ultrasonido abdominal que reportó imágenes sugestivas de conglomerados ganglionares retroperitoneales, a considerar proceso linfoproliferativo. Al tercer día de hospitalización se descartó actividad de síndrome nefrótico, hubo procesos infecciosos activos y panel viral negativo; estado metabólico estable y perfil inmunológico dentro de los parámetros normales. Sólo destacó IgE de 44 600 UI. La tomografía abdominal reportó conglomerados retroperitoneal y pélvico (Figura 2). Se realizó biopsia que confirmó el linfoma de Hodgkin variedad “esclerosis nodular estadio III”. Fue transferido a oncología pediátrica y al momento se maneja con quimioterapia; el síndrome nefrótico se mantiene en remisión. 239 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 promedio de presentación.8 Por otra parte, dada la pérdida de seguimiento, no es posible establecer el momento de la remisión del síndrome nefrótico y el inicio preciso del linfoma de Hodgkin. En nuestro paciente no fue necesaria la quimioterapia para lograr una remisión del síndrome nefrótico; por el contrario, tuvimos una buena e inmediata respuesta al tratamiento con corticoesteroides y 6 meses después del inicio del tratamiento no se había presentado recaída, aún con el solo uso de los esteroides.9 Figura 2. Tomografía simple de abdomen, corte sagital: conglomerados ganglionares retroperitoneales y tumoración pélvica que desplaza la vejiga. Tomografía simple de abdomen, corte sagital: conglomerados ganglionares retroperitoneales y tumoración pélvica que desplaza la vejiga. CONCLUSIONES El síndrome nefrótico, como manifestación inicial en este caso, fue claro a diferencia de los síntomas del linfoma de Hodgkin: la tumoración y el crecimiento ganglionar abdominales que, de haber estado presentes, es probable que fueran enmascarados por la anasarca y la ascitis propias del síndrome nefrótico. Desafortunadamente, la pérdida del seguimiento impidió reconocer de manera temprana los “síntomas B” asociados como fiebre y diaforesis nocturna, que se hicieron evidentes una vez controlado el síndrome nefrótico. La respuesta inicial del síndrome nefrótico a las medidas higiénicas y dietéticas (restricción hídrica y dieta hiposódica), soporte diurético y corticoterapia, fue favorable. El síndrome nefrótico puede anteceder al diagnóstico de linfoma de Hodgkin. El tiempo promedio previo varía entre 12 y 15 meses.6 En un metanálisis llevado a cabo por Eagen y Lewis7 se establecieron 12 meses pero en la literatura especializada existen reportes hasta de 42 meses. En nuestro caso el síndrome nefrótico antecedió al linfoma de Hodgkin por 8 meses. Es interesante que, contrario a lo que se ha reportado, en este caso disminuye el tiempo 240 Revisiones recientes recomiendan la biopsia renal en el síndrome nefrótico asociado con malignidad.10 En nuestro caso, de manera inicial no se consideró necesario dado el perfil clínico e inmunológico compatible con lesiones glomerulares mínimas. Las lesiones encontradas en biopsias renales de este tipo de pacientes incluyen, además de lesiones glomerulares mínimas, esclerosis segmentaria y focal, nefropatías por IgA y membranosa.11 En la mayoría de los casos de linfoma de Hodgkin y síndrome nefrótico la función renal se encuentra conservada, tal y como se observó en este caso, lo que es compatible con la teoría de que la albuminuria es producto de citocinas inflamatorias, producidas por las células malignas, que alteran la permeabilidad glomerular sin comprometer la filtración glomerular.11 La asociación entre ambas afecciones es clara, no así su patogénesis, la cual es aun pobremente entendida. Sin embargo, el involucramiento y asociación entre las moléculas producidas por los linfocitos T y la proteinuria nefrótica han sido estudiados.12 Vincent Audard sugiere que las células neoplásicas generan un ambiente, mediante citocinas, que alteran la permeabilidad glomerular. Al respecto se han identificado IL-4 y IL-13 en elevadas concentraciones y receptores para ambas expresados en los podocitos5,13 (Cuadro 1).14 Otra teoría, plantea un Hernández-Jamaica RM y col. Síndrome nefrótico en linfoma de Hodgkin Cuadro 1. Citocinas producidas en el linfoma y la sociación clínica de cada una de ellas Síntoma Citocina Referencia Proteinuria nefrótica Gen c-míp Inductor de proteinuria 5 Proteinuria nefrótica Recaídas IL-13 Receptor de lL-13 Factor NF-kB TNF, LT-a, Il-1, IL-6 IFN-y, IL-4 TGB-B. ILF, PDGF, IL-1, TNF IL-1, IL-6, IL-11. Il-2, Il-3 IL-6, IL-11, LIF IL-1, IL-2, IL-6, IL-7, IL-9, TNF, LT-a, CD30L, CD40L, B7 ligands (CD 80 y CD 86) 5 Síntomas constitucionales Esclerosos Reactantes de fase aguda Plasmocitosis Eosinofilia Trombocitosis leve Interacción de linfocitos T y células de Sternberg Inmunodeficiencia Factores de crecimiento autocrino Fosfatasa alcalina elevada Acumulación y activación de neutrófilos 14 14 TGF-B, IL-10 IL-6, IL-9, TNF, LT-a, CD30L, GM-CSF GM-CSF IL-8, TNF, TGF-B proceso fisiopatológico, de tipo inmunológico, secundario a la asociación de antígenos producidos por las células neoplásicas, la reexpresión de los antígenos fetales o antígenos virales como es el virus del Epstein Barr; existen reportes de casos en los que dicho virus está presente en cerca de 40% de los linfoma de Hodgkin.6,15 Una tercera hipótesis involucra un proceso de anormalidad funcional de los linfocitos T con un defecto en la hipersensibilidad retardada en donde la IgE es mediadora. En nuestro caso no podemos afirmar su existencia, sin embargo, destacamos las concentraciones de IgE notablemente elevadas.2,16 de forma total o parcial, por lo que es recomendable no usar esta terapia hasta que se descarte la etiología secundaria. El pronóstico del síndrome nefrótico en estos casos depende de la enfermedad de base y, hasta el inicio del tratamiento dirigido al linfoma de Hodgkin, se recomienda aplicar tratamiento de soporte, limitar el empleo de nefrotóxicos y completar un estudio de extensión del tumor considerando su resección quirúrgica.6,17 Es importante considerar que el uso sostenido de esteroides, a dosis inmunodepresoras en este caso, pudo enmascarar la actividad neoplásica Agradecimientos En nuestro hospital, se recomienda el uso de prednisona, toda vez que se haya demostrado por exclusión que se trate de un síndrome nefrótico idiopático puro y que esté libre de complicaciones, especialmente infecciones. El síndrome nefrótico secundario a linfoma de Hodgkin es poco común, generalmente de buen pronóstico y su resolución suele ser paralela con la de la enfermedad de base.6,10,18 A María de Jesús Vázquez García y al doctor José Fernando Huerta Romano por su orientación y aportaciones. REFERENCIAS 1. Roberto Gordillo, Adrian Spitzer. The Nephrotic Syndrome. Pediatr Rev 2009;30:3-94. 241 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas 2. 3. 4. 5. Abdalla Mallouk, Phuong-Thu T. Pham, Phuong-Chi T. Pham. Concurrent FSGS and Hodgkin’s lymphoma: case report and literatura review on the link between nephrotic glomerulopathies and hematological malignancies. Clin Exp Nephrol 2006;10:284–289. Spyridonidis A, Fischer KG, Glocker FX, Fetscher S, Klisch J, Behringer D. Paraneoplastic cerebellar degeneration and nephrotic syndrome preceding Hodgkin’s disease: case report and review of the Literatura. Eur J Haematol 2002;68:318–321. 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Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Caso clínico Rev Esp Méd Quir 2015;20:243-247. Bolsa colónica asociada con fístula traqueoesofágica sin atresia. Presentación de un caso Heladio Nájera-Garduño1 Rubén Rodríguez-Pulido2 Cristian Ricardo Ibarra-Hernández3 Perla López-Medina4 Humberto Enrique Mejía-Álvarez5 Médico Cirujano Pediatra, adscrito. Médico residente de tercer año de Cirugía Pediátrica. 3 Médico residente de cuarto año de Cirugía Pediátrica. 4 Médico residente de tercer año de Cirugía Pediátrica. 5 Médico residente de primer año de Cirugía Pediátrica. Hospital Pediátrico Moctezuma, SSDF. 1 2 RESUMEN La bolsa colónica o “colon pouch” es una malformación anorrectal caracterizada por la terminación del colon en una bolsa dilatada que generalmente se comunica a través de una fístula con el tracto urogenital. Muy común en India y raro en el resto del mundo, este defecto en la mayoría de las ocasiones se asocia con otras anomalías congénitas. Se describe el caso clínico de un varón recién nacido con síndrome dismórfico en el que se asoció una bolsa colónica tipo IV con fístula traqueoesofágica sin atresia. Tal asociación no había sido registrada previamente en México. El objetivo de la presentación del caso es difundir la existencia de esta afección a fin de que se haga un diagnóstico oportuno y así brindar las mejores opciones de manejo. La asociación en sus prioridades se resuelve mediante la ligadura de la fístula traqueoesofágica y, después, una colostomía seguida de la sección de la fístula rectourinaria, coloplastia, anorrectoplastia sagital posterior y cierre de colostomía. Palabras clave: malformación anorrectal, bolsa colónica, fístula traqueoesofágica. Pouch colon associated with tracheoesophageal fistula without atresia. Presentation of a case ABSTRACT Colonic pouch or “pouch colon” is an anorectal malformation characterized by the termination of the colon in a long bag, which generally communicates through a fistula with the urogenital tract. It has been reported as common in India and rare in the rest of the world. This defect in most cases is associated with other congenital anomalies. Herein, we describe the case of a newborn male with dysmorphic syndrome in which a colonic type IV bag with tracheoesophageal fistula without atresia associated. This association has not been previously registered in Mexico. The aim of the presentation of the case is to spread the existence of this disease; hence, early diagnosis can be made and thus provide the best management options. The Partnership priorities is solved by ligation of tracheoesophageal fistula and after the creation of a colostomy followed by the section of the rectourinaria fistula, coloplasty, anorectoplasty posterior sagittal and colostomy closure Keywords: anorectal malformation, colonic pouch, tracheoesophageal fistula www.nietoeditores.com.mx Recibido: 20 de febrero, 2015 Aceptado: 4 de mayo, 2015 Correspondencia: Dr. Heladio Nájera Garduño Oriente 158, No. 189 C.P. 15530 México, D.F. Tel: 57 62 24 21 [email protected] Este artículo debe citarse como Nájera-Garduño H, Rodríguez-Pulido R, IbarraHernández CR, López-Medina P, Mejía-Álvarez HE. Bolsa colónica asociada con fístula traqueoesofágica sin atresia. Presentación de un caso. Rev Esp Med Quir 2015;20:243-247. 243 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 INTRODUCCIÓN La bolsa colónica es una malformación rara en la que el colon está parcial o totalmente reemplazado por una dilatación quística que puede estar comunicada distalmente al aparato genitourinario o bien terminar en forma de saco ciego. El primer informe de esta afección se le atribuye a Spriggs quien, en 1912, describió la pieza patológica de un paciente con malformación anorrectal donde no había colon izquierdo y el ciego terminaba en una bolsa. En 1959, Trusler describió siete pacientes y desarrolló una teoría donde atribuía la anomalía a la falta de formación del intestino caudal. Por su parte Dickinson propuso que se debía a un compromiso en la irrigación en el tabique urorrectal y en el intestino caudal. El “colon pouch” se asocia con gran frecuencia a malformaciones vertebrales, cardiacas, genitourinarias y otras menos comunes como las gastrointestinales. Es más común en el sexo masculino con una relación de 3.5:1. La afección es más común en la India en donde representa hasta 27% de las malformaciones anorrectales; en México son raros los casos registrados y este el primer caso donde se asocian una bolsa colónica y una malformación esofágica. CASO CLÍNICO Recién nacido masculino, de un día de vida, hijo de madre de 27 años, control prenatal regular. Nació vía vaginal con peso de 3 170 g, talla de 48 cm, Apgar 8/9 y Capurro de 40 semanas de gestación; presentó distensión abdominal, hipospadias coronal, ausencia de ano y pie equino varo derecho. En la radiografía simple de abdomen se observaron hemivértebras lumbares, ausencia de sacro y un asa intestinal con gran dilatación en cuadrante inferior derecho (Figura 1). Los estudios de laboratorio revelaron leucocitos de 14 000, neutrófilos 52%, hemoglobina 13.9 g/dL, hematócrito 41%, plaquetas 260 000. 244 Figura 1. Radiografía toracoabdominal: gran dilatación de las asas intestinales. Tiempo de protrombina 17 segundos, tiempo de tromboplastina parcial 32 segundos, glucosa 97 mg/dL y calcio 9.7 mg/dL. Se realizó invertrograma a las 24 horas de nacido con 5 cm de distancia entre el saco intestinal neumatizado y la marca radiológica en piel. Con estos hallazgos se integró el diagnóstico de malformación anorrectal alta más una probable atresia intestinal. Se le sometió a una laparotomía exploradora con incisiones supra- e infraumbilicales se encontró divertículo de Meckel a 25 cm de la válvula ileocecal y un saco ciego y distendido a 25 cm de la fijación esplénica del colon; se practicó derivación intestinal en dos bocas en colon transverso (Figura 2). A través del estoma distal se realizó un colostograma para descartar una fístula urinaria (Figura 3). Nájera-Garduño H y col. Bolsa colónica asociada con fístula traqueoesofágica Figura 3. Colostograma. Nótense la bolsa colónica y la distancia con la marca radiológica de la piel en la foseta anal. Figura 2. Laparotomía exploradora: bolsa colónica con terminación en saco ciego. Se solicitaron valoración por cardiología y realización de ecocardiograma sin integrarse ningún diagnóstico. Fue valorado por el servicio de genética donde se integro el diagnóstico de síndrome dismórfico y se sugirió la realización de cariotipo. Cinco días después de la intervención quirúrgica se decidió inicio de la vía oral pero se presentaron vómitos gástricos. Se realizó serie esofagogastroduodenal (Figura 4) y se encontró una fístula traqueoesofágica en H, a nivel de las vertebras torácicas T4-T5. Se practicaron broncoscopia y estudio contrastado donde se confirmó la fístula traqueoesofágica 2 cm arriba de la carina. Se decidió abordaje por el cuello mediante incisión transversa disecando hasta esófago: se Figura 4. Serie esofagogastroduodenal: comunicación del esófago y la tráquea a través de una fístula. 245 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas encontró fístula de 0.4 mm de largo por 0.4 mm de grosor; se disecó y se cerró mediante dos puntos transfictivos. Posteriormente se hizo resección de la fístula y se cerraron bordes con puntos simples de material no absorbible. Actualmente el paciente se encuentra en su hogar, sin complicaciones y en seguimiento en la consulta externa de cirugía pediátrica. DISCUSIÓN La bolsa colónica o “colon pouch” es una malformación anorrectal caracterizada por la terminación del colon en una bolsa dilatada que generalmente se comunica con el trato urogenital a través de una fístula.1,2 Hasta el momento se desconoce su causa pero existen teorías que hablan de alteraciones vasculares y de alteraciones de fijación y rotación del intestino.3,4 De acuerdo con la clasificación de Naramshiharao existen cuatro tipos de bolsa colónica: el tipo I es la ausencia de colon, donde el íleon distal termina en bolsa quística; en el tipo II la bolsa quística se encuentra en el ciego; en el tipo III la bolsa colónica está en colon transverso y no llega al colon descendente; por último, en el tipo IV el sigmoides y el recto están convertidos en una bolsa quística.5,6 Los criterios anatómicos para bolsa colónica que se observan en el transoperatorio son: agenesia anorrectal, bolsa colónica de longitud variable, soporte sanguíneo de la bolsa colónica anormal, la pared de la bolsa colónica es delgada y con hipertrofia de la mucosa, no existe zona de transición entre la bolsa colónica y el intestino normal.6 Las afecciones asociadas con la bolsa colónica son: divertículo uretral, hidronefrosis, reflujo vesicoureteral, aplasia renal, ectopia renal, 246 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 extrofia vesical, útero bicorne, hipospadias, criptorquidia, duplicación ureteral, pene bífido, estenosis uretral, doble vagina, duplicación de apéndice, malrotación, duplicación de colon, divertículo de Meckel, atresia esofágica, agenesia de sacro y mielomenigocele.7 En nuestro paciente la bolsa colónica se asoció con atresia esofágica tipo V, hipospadias, divertículo de Meckel, pie equino varo, hemivértebras lumbares y agenesia de sacro. En India, donde se ha reportado el mayor número de casos, la etiología se ha asociado con deficiencias de yodo y vitamina B, así como con la exposición a pesticidas.8,9 Desafortunadamente no se pensó en primera instancia que se tratará de una bolsa colónica. Retrospectivamente, la imagen en la radiografía de abdomen donde se observa una asa intestinal muy dilatada de lado derecho hizo pensar que se trataba de dilatación quística pues es la imagen radiológica característica. En niños es común la fístula rectovesical hasta en 50%10 de los casos. Nuestro paciente no presentó fecaluria, el estudio contrastado no mostró fístula y en los hallazgos quirúrgicos tampoco se evidenció una fístula urinaria. Un punto importante para la funcionalidad posterior y la toma de decisiones es la regresión caudal descrita por Duhamel, en 1961, que nos habla de defectos asociados con la formación de la región caudal, en otros términos de la agenesia de sacro.10 Esto fue un factor de mal pronóstico para la continencia intestinal de nuestro paciente. Se debe procurar cobertura antimicrobiana profiláctica para evitar una diseminación bacteriana, la mortalidad preoperatoria de estos pacientes se debe a eventos sépticos relacionados con la bolsa colónica.11,12 Los principios de la reparación quirúrgica son: Nájera-Garduño H y col. Bolsa colónica asociada con fístula traqueoesofágica 1. Movilización y liberación de adherencias de la bolsa colónica para su descenso. 2. Sección y ligadura de la fístula. 3. Coloplastia donde se realiza una tubularización de la bolsa colónica, reservorio fecal futuro. 4. D e s c e n s o a b d o m i n o p e r i n e a l d e l segmento tubularizado previa electroestimulación del complejo muscular rectal y subsiguiente abordaje sagital posterior. 5. Realización de ileostomía protectora.8,11 En el seguimiento posquirúrgico se debe implementar un programa de rehabilitación intestinal para que el paciente se mantenga limpio y sin manchado fecal. Además de un colon por enema posquirúrgico para determinar el grado de dilatación residual del colon o tamaño del reservorio fecal.12 Se logró dar tratamiento a otra malformación de nuestro paciente, una fístula traqueoesofágica sin atresia esofágica que representa de 3 a 6% de los casos13,14 denominados, por lo regular, fístulas de tipo “H”; aunque sería más preciso describirlas como tipo “N” porque el extremo traqueal de la fístula es más cefálico que el extremo esofágico. Esas fístulas son muy cortas y casi siempre miden de 2 a 4 mm de diámetro. Es común que esta fístula este a nivel de la entrada torácica o justo cefálica a la misma: por consiguiente, la mayor parte de ellas puede repararse a través de una incisión cervical. Prácticamente todas son únicas, pero hay informes de fístulas dobles o triples.15,16 Así que una vez confirmada la existencia de una fístula en H nuestro paciente fue sometido a cierre quirúrgico a través de una incisión transversa en el cuello, paralela a la clavícula del lado derecho; se realizó ligadura hacia el lado traqueal y esofágico de la fístula. Esperamos en un futuro completar el tratamiento quirúrgico de nuestro paciente desde la anorrectoplastia sagital posterior, resección del divertículo de Meckel, su cierre de colostomía y el seguimiento de las complicaciones y secuelas. REFERENCIAS 1. Gangopadhyay A. N. Shilpa S. Single–stage management of all pouch colon (anorectal malformation) in newborns. Journal of Pediatric Surgery 2005;40:1151-1155. 2. Praveen Mathur, Amulya Saxena, Anita Simlot. 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RESUMEN El pronóstico de vida para un paciente en paro cardiorrespiratorio es directamente proporcional al entrenamiento del personal que atiende al paciente e inversamente proporcional al tiempo que transcurre entre el paro y el inicio de una reanimación cardiopulmonar eficaz. Lamentablemente la teoría y la practica en reanimación cardiopulmonar no está incluida en la formación del personal de salud que labora en un primero, segundo y hasta en un tercer nivel de salud. Objetivo: determinar los conocimientos en reanimación cardiopulmonar entre el personal de salud que labora en un servicio de urgencias. Material y métodos: estudio descriptivo y transversal. Se evaluó el conocimiento en reanimación cardiopulmonar de 122 médicos y enfermeras del servicio de urgencias mediante un cuestionario de 20 preguntas. Se determinaron asociaciones causales con la prueba de c2. Resultados: 89.3% de los encuestados demostraron conocimientos insatisfactorios. La formación académica del personal está asociada con el nivel de conocimientos (p = 0.000), la especialidad de urgencias médicas demostró tener mejores conocimientos en reanimación cardiopulmonar (p = 0.000). Conclusiones: en el personal de salud del servicio de urgencias de nuestra unidad existen deficiencias graves en los conocimientos de reanimación cardiopulmonar. Es necesario iniciar cursos y talleres de reanimación cardiopulmonar básica y avanzada certificados por la American Heart Association. Palabras clave: RCP, paro cardiorrespiratorio, resucitación, reanimación. Cardiopulmonary resuscitation: level of knowledge in an emergency department staff ABSTRACT The prognosis of life for a patient in cardiac arrest is directly proportional to the training of staff caring for the patient and inversely proportional to the time between cardiac arrest and initiation of effective CPR. Unfortunately the theory and practice CPR is not included in the training of health personnel who work at the first, second and even a third level of health. Objective: To determine the knowledge of CPR in health personnel working in an emergency department. 248 Recibido: 23 de febrero, 2015 Aceptado: 4 de mayo, 2015 Correspondencia: Dr. Luis Ernesto Balcázar Rincón Calzada Emilio Rabasa S/N CP 29000 Tuxtla Gutiérrez, Chiapas [email protected] Este artículo debe citarse como Balcázar-Rincón LE, Mendoza-Solís LA, RamírezAlcántara YL. Reanimación cardiopulmonar: nivel de conocimientos entre el personal de un servicio de urgencias. Rev Esp Med Quir 2015;20:248-255. www.nietoeditores.com.mx Balcázar-Rincón LE y col. Reanimación cardiopulmonar Material and Methods: A descriptive cross-sectional study, knowledge of CPR 122 doctors and nurses in the emergency department through a questionnaire of 20 questions was evaluated. Causal associations with the c2 test were determined. Results: 89.3% of respondents showed unsatisfactory knowledge. The academic training of personnel is associated with the level of knowledge (p = 0.000), emergency medical specialty showed an increase in knowledge of CPR (p = 0.000). Conclusions: There are serious gaps in knowledge of CPR in the health staff of the emergency department of our unit. It is necessary to start courses and workshops in basic and advanced CPR certified by the American Heart Association. Key words: CPR, Resuscitation, Cardiac Arrest. INTRODUCCIÓN El paro cardiorrespiratorio es un momento crucial entre la vida y la muerte, por lo que la necesidad de reanimar a un ser humano ha existido desde la historia misma de la humanidad. Sin embargo, con respecto a los antecedentes históricos de la reanimación cardiopulmonar se sabe que en 1740 la academia de ciencias de París recomendó la reanimación “boca a boca” como un método para el apoyo en personas ahogadas; casi 200 años después, en 1903, el doctor Crile documentó el primer caso exitoso de reanimación con compresiones externas en humanos y fue hasta la década de los sesenta del siglo pasado cuando Peter Safar y Negovski confirmaron, basados en investigaciones científicas y junto a un grupo de expertos, que el uso de la ventilación boca a boca y las compresiones torácicas externas son efectivas y dieron con ello la pauta para la fundación de la American Heart Association, organismo mundialmente reconocido como punta de lanza en la reanimación cardiopulmonar.1 En términos generales se define al paro cardiorrespiratorio como la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la respiración y de la circulación espontáneas.2-5 Para revertir dicha situación de emergencia y modificar positivamente la incidencia se requiere de la aplicación adecuada de las de maniobras de reanimación, las cuales parecen simples y sencillas. Sin embargo, ante una situación de emergencia real no se tienen completamente en mente y menos al tratar un caso real en un servicio de urgencias. Es por esto que el entrenamiento y la capacitación continua en reanimación cardiopulmonar ha sido recomendada, desde su creación, para los profesionales de la salud; sobre todo para el personal médico y de enfermería de los servicios de urgencias pues son ellos en la mayoría de los casos la parte medular de un equipo de reanimación.2-4 La actuación correcta e inmediata por parte del personal profesional de la salud en el área de urgencias ante una situación de paro cardiorrespiratorio aumenta las probabilidades de supervivencia de los pacientes; así lo demuestran estudios que concluyen que el pronóstico positivo del paciente en paro cardiorrespiratorio es directamente proporcional al entrenamiento 249 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas del personal que lo atiende e inversamente proporcional al tiempo que transcurre entre el paro y el inicio de las maniobras de reanimación. Incluso hay estudios recientes en los que se hace mención a la primicia de que las probabilidades de supervivencia se reducen entre 7 y 10% por cada minuto que el paciente permanece sin reanimación.4,5 La atención cardiovascular es una ciencia muy dinámica y los avances en el tratamiento y en la farmacoterapia se producen con rapidez, es por esto que el entrenamiento para la reanimación cardiopulmonar en forma frecuente ha sido recomendada para los profesionales de la salud desde hace más de 3 décadas; sólo que esta formación tiene características especiales porque es eminentemente empírica y no puede aprenderse practicando con el paciente.3 Es por esto que la aplicación de la reanimación cardiopulmonar debe sustentarse en un sistema organizado para que sea eficaz. En este esquema organizativo podemos considerar la capacitación del personal para detectar la situación, aplicar protocolos y técnicas, la ejecución de la cadena de supervivencia y la adecuación del material a emplear.4 Los conocimientos mínimos que debe tener todo personal de la salud respecto a la reanimación cardiopulmonar es el nivel básico, pero la American Heart Association (AHA) enfatiza que los conocimientos de la reanimación cardiopulmonar para personal médico deberían corresponder al avanzado. Lamentablemente, la teoría y la práctica en reanimación cardiopulmonar no está incluida en la formación de un médico general y tampoco en la formación del personal de enfermería, lo mismo ocurre en muchas de las especialidades que laboran en un primero, segundo y hasta en un tercer nivel de salud; salvo las especialidades 250 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 afines al tema (urgencias, cardiología, terapia intensiva, etcétera). Fuera de éstas, los servicios de urgencias son atendidos por personal de salud que carece de los conocimientos básicos o actuales en reanimación cardiopulmonar, o lo que es peor aún, nunca han recibido tal adiestramiento. Con respecto al nivel de conocimientos en reanimación por parte del personal de salud encontramos que se han realizado diversos estudios en México y alrededor del mundo, en ellos se demuestra que el grado de conocimientos es inadecuado para brindar una atención de calidad al paciente en paro cardiorrespiratorio. Tal es el caso del estudio multicéntrico sobre conocimientos en reanimación cardiopulmonar elaborado por López Rodríguez y sus colaboradores en La Habana, Cuba, donde fueron evaluados 98 médicos anestesiólogos, intensivistas y cirujanos que laboran en 5 diferentes centros de salud. La conclusión fue que los conocimientos en reanimación eran inadecuados en 75% de los evaluados.3,6 Casey, en Gran Bretaña, en 1984, realizó un estudio en 50 médicos jóvenes en hospital y sólo 18% fue capaz de manejar adecuadamente un paro cardiorrespiratorio simulado.7-9 También se han realizado algunos estudios que encuentran un nivel de conocimientos bajo en reanimación entre los médicos en formación (médicos internos de pregrado y médicos residentes) en hospitales de México.10,11 Los médicos en formación son profesionales de la salud que cursan con actividades académicas y asistenciales en ámbitos hospitalarios y que, al igual que otros profesionales de la salud y como miembros de la cadena de supervivencia, deben conocer y tenerla habilidad en la aplicación de las técnicas de reanimación cardiopulmonar.5,10,12 Sin embargo, el personal de salud en formación también presenta deficiencias graves en los conocimientos de reanimación cardiorrespiratoria básica y avanzada, y así lo demuestra Balcázar-Rincón LE y col. Reanimación cardiopulmonar el estudio realizado por Gómez y su grupo en médicos internos de pregrado del Hospital General Regional 25 del IMSS, en el Distrito Federal, donde se evaluaron el conocimiento y las habilidades en reanimación de 40 médicos internos de pregrado. La conclusión fue que los conocimientos y habilidades en con que contaban los internos de pregrado eran deficientes.5 En el 2008 Gallardo y su grupo realizaron un estudio para evaluar los conocimientos de la técnica de reanimación cardiorrespiratoria básica para niños y adultos entre médicos internos de tres hospitales de Querétaro. Se evaluaron 64 participantes y el estudio concluyó que los médicos internos de pregrado, de los tres hospitales evaluados, no tenían los conocimientos suficientes para aplicar correctamente las maniobras de reanimación básicas.10 El estudio de Martínez y sus colaboradores, realizado entre médicos especialistas, enfermeras especialistas y médicos internos en un hospital quirúrgico de La Habana, Cuba, evaluó el conocimiento de los participantes con un cuestionario apegado a las normas del Advanced Cardiovascular Life Support y concluyó que no existía una preparación adecuada del personal evaluado, tanto especialistas como médicos en formación, acerca de las técnicas de reanimación cardiorrespiratoria. Pero la falta de conocimientos no es exclusiva del personal médico, así lo demuestran diversos estudios como el realizado por Olivetto y sus colegas en unidades médicas que dan atención de urgencia. Observó que personal de enfermería tenía vacíos de conocimiento sobre cómo detectar el paro cardiorrespiratoria, la secuencia del soporte básico de vida y la relación ventilación/ compresión.13 Actualmente, las recomendaciones de la American Heart Association y del International Liaison Committe of Resuscitation hacen referencia a que todos los profesionales de la salud deben dominar los conocimientos y las destrezas de la reanimación cardiorrespiratoria; además de estar en constante actualización para poder aplicarlos en casos de urgencia real durante su ciclo como personal en periodo de formación y después. Realizamos este trabajo con el objetivo de determinar el nivel de conocimiento en reanimación cardiopulmonar entre el personal de salud que labora en un servicio de urgencias. MATERIAL Y MÉTODOS Efectuamos un estudio descriptivo y transversal. La selección de la muestra fue por conveniencia. Se evaluaron los conocimientos en reanimación cardiopulmonar de 122 médicos y enfermeras del servicio de urgencias mediante un cuestionario de 20 preguntas de acuerdo con las recomendaciones de la American Heart Association. Se consideraron satisfactorios conocimientos con calificación por arriba de 60 puntos e insatisfactorios aquellos con menor calificación. Antes de la recolección de datos se explicaron ampliamente, a los participantes, los procedimientos que se llevarían a cabo en el estudio y se les solicitó que firmaran una hoja de consentimiento informado; posteriormente se dieron las instrucciones para responder el instrumento de evaluación y se aclararon todas las dudas a este respecto. Se realizó un análisis descriptivo de las características sociodemográficas y laborales de los participantes, así como del nivel de conocimientos en las técnicas de reanimación cardiopulmonar. Se realizaron también asociaciones causales con la prueba de c2 para evaluar la asociación entre nivel de conocimiento, categoría contractual y la especialidad de los participantes. Todos los análisis se llevaron a cabo con el programa estadístico SPSS®. RESULTADOS La muestra estuvo constituida por 48 hombres (39.3%) y 74 mujeres (60.7%), con un rango de 251 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas edad de entre 26 y 58 años, media de 36.07 años (desviación estándar [de] = 7.37). Dentro de las características laborales (Cuadro 1) destacó que 47.5% del personal tenía antigüedad laboral de entre 5 y 10 años; que en su mayoría pertenecían al turno nocturno y de categoría contractual enfermera general. Se preguntó al personal si se consideraba apto para aplicar las técnicas de reanimación cardiopulmonar en caso de ser necesario y encontramos que 71.3% mencionó no sentirse apto para actuar en caso de un paro cardiorrespiratorio. Al evaluar el conocimiento del personal acerca de las técnicas de reanimación cardiopulmonar 89.34% de los encuestados demostraron un grado de conocimientos insatisfactorio (Figura 1). Al analizar la relación entre el nivel de conocimiento y la formación del personal (médico o enfermera) encontramos que el área médica demostró tener un mejor nivel de conocimientos (Cuadro 2). Dentro del área médica la especialidad de urgencias médicas, Cuadro 1. Características laborales del personal Antigüedad N % Menos de 5 años De 5 a 10 años De 11 a 15 años De 16 a 20 años De 21 a 25 años Mayor de 25 años Turno Matutino Vespertino Nocturno Jornada Acumulada Mixto Categoría Médico General Médico Familiar Médico No Familiar Médico Residente Auxiliar de Enfermería Enfermera General Enfermera Especialista 58 23 18 13 9 1 N 34 24 35 12 17 N 13 7 23 17 13 47 2 47.5 18.9 14.8 10.7 7.4 0.8 % 27.9 19.7 28.7 9.8 13.9 % 10.7 5.7 18.9 13.9 10.7 38.5 1.6 Fuente: encuesta aplicada a personal del servicio de urgencias. 252 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Satisfactorio, 8.34% Insatisfactorio, 89.34% Figura 1. Grado de conocimientos en reanimación cardiopulmonar. Fuente: encuesta aplicada a personal del servicio de urgencias. a diferencia de otras, demostró tener mejores conocimientos de reanimación cardiopulmonar (Cuadro 3). Finalmente se buscó asociar la autopercepción del personal en cuanto a sentirse apto para aplicar las técnicas de reanimación cardiopulmonar con el nivel de conocimientos encontrado (Cuadro 4); se demostró que no sentirse apto sí estaba relacionado con niveles insatisfactorios de conocimiento (p = 0.000). DISCUSIÓN El conocimiento y la práctica de las técnicas de reanimación cardiopulmonar son, sin duda, cruciales e indispensables para el personal médico y de enfermería que labora en un centro hospitalario; más aún para aquellos que día a día lo hacen en un servicio de urgencias. Los estudios al respecto revelan que la probabilidad de vida de un paciente en paro cardiorrespiratorio Balcázar-Rincón LE y col. Reanimación cardiopulmonar Cuadro 2. Características laborales del personal Categoría contractual Personal Médico Personal de Enfermería Conocimiento Satisfactorio Insatisfactorio 11 2 49 60 Total c2 p 60 62 32.958 0.000 Total c2 p 19 15 10 16 23.683 0.000 Total c2 p 35 87 28.786 0.000 Fuente: encuesta aplicada a personal del servicio de urgencias. Cuadro 3. Especialidad y nivel de conocimientos en reanimación cardiopulmonar Especialidad Medicina Familiar Medicina de Urgencias Medicina Interna Ninguna Conocimiento Satisfactorio Insatisfactorio 0 9 1 1 19 6 9 15 Fuente: encuesta aplicada a personal del servicio de urgencias. Cuadro 4. Autopercepción del personal y nivel de conocimientos en reanimación cardiopulmonar Autopercepción para efectuar reanimación Apto No apto Conocimiento Satisfactorio Insatisfactorio 12 1 23 86 Fuente: encuesta aplicada a personal del servicio de urgencias. es directamente proporcional a la destreza del reanimador que atiende su caso.2,3 En Estados Unidos la Accreditation Council for Graduate Medical Education definió a la reanimación cardiopulmonar como una de las habilidades generales que deben tener todos los egresados de Medicina.14 Sin embargo, en nuestro país, la enseñanza de reanimación cardiopulmonar no forma parte del mapa curricular de todas las escuelas de medicina o enfermería. Tampoco debemos olvidar que desafortunadamente la certificación en la adquisición de destrezas en reanimación cardiopulmonar no es un requisito para trabajar en un servicio de urgencias. Lamentablemente, la realidad sobre el conocimiento de la reanimación cardiopul- monar en los medios hospitalarios, tanto a nivel nacional como internacional, no es alentadora. Hay estudios que revelan que hasta 75% del personal médico y de enfermería de los servicios de urgencia carece de los conocimientos necesarios para actuar en caso de paro cardiorrespiratorio.15 Pero el problema de la falta de conocimientos en técnicas de reanimación cardiopulmonar en personal de la salud no es algo nuevo, ya en la década de los noventa del siglo pasado Uribe y sus colegas evidenciaron una grave falta de conocimientos de este tipo entre personal médico de base y personal médico en formación. El estudio evaluó los conocimientos teóricos de 41 médicos y 30 médicos internos usando una prueba de elección múltiple que sólo fue 253 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas aprobada por 39% de los médicos y 10% de los internos.16 Hoy en día la situación no es muy distinta, ya que estudios realizados recientemente en Inglaterra,17 Estados Unidos,18 Japón,19 Nueva Zelanda,20 Suecia21 y China22 han llegado a la misma conclusión: no hay entrenamiento adecuado en reanimación cardiopulmonar entre el personal de la salud. Estos resultados coinciden con los encontrados en nuestro estudio que evidenció un déficit importante en técnicas de reanimación entre el personal de enfermería y médico del servicio de urgencias. Este hallazgo es relevante y a la vez preocupante ya que participan dentro de los equipos que ofrecen reanimación a los pacientes hospitalizados. Sin embargo, faltó indagar acerca de las causas que contribuyen a este déficit de conocimientos como pueden ser la falta de tiempo para capacitarse, falta de interés personal, falta de recursos económicos, etc. Otra limitación de nuestro trabajo es que investigamos si el personal del servicio de urgencias ha recibido algún tipo de capacitación en técnicas de reanimación cardiopulmonar, situación que pudiera proporcionarnos una visión más directa de la situación que vivimos en nuestro hospital. El nivel no satisfactorio de conocimientos del personal puede deberse a una falta de capacitación continua al personal, lo que podría ocasionar que se cometan errores graves. Encontramos que existen un grupo y una fuerza de trabajo integradas predominantemente por adultos jóvenes, ya que la edad de la mayoría del personal que trabaja en el área de urgencias oscila entre los 31 y 40 años. Además, que el género del personal que labora en el servicio de urgencias es predominantemente femenino, seguramente la balanza se inclina al género femenino debido a que entre el personal de enfermería existe predominio de mujeres. También se demostró que existe un alto porcentaje de 254 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 gente con poca antigüedad laboral (menos de 5 años) probablemente relacionado con el alto número de nuevas contrataciones de personal. Por otra parte, contrario a lo reportado en otros trabajos como el de Rodríguez y sus colaboradores,2 la experiencia laboral no parece influir en la capacidad para implementar maniobras de reanimación cardiopulmonar ya que la gran mayoría de los encuestados resulto con conocimientos insatisfactorios sin que existiera relación con los años de antigüedad laboral. CONCLUSIÓN Este trabajo de investigación arrojó resultados muy interesantes y significativos que ponen de manifiesto que el personal de salud que labora en el servicio de urgencias posee deficiencias fundamentales en los conocimientos de reanimación cardiopulmonar. Debido a lo anterior, y a que el éxito de la reanimación depende de maniobras bien realizadas, es necesario ofrecer cursos de capacitación y actualización en reanimación cardiopulmonar básica y avanzada certificados por la American Heart Association para que el personal médico y de enfermería mejoren el conocimiento teórico y, consecuentemente, mejoren su desempeño; además, esto contribuirá para la mayor supervivencia de los pacientes con paro cardiorrespiratorio. REFERENCIAS 1. Huerta-Torrijos J, Díaz Barriga-Pardo R, García-Martínez SA. Reanimación Cardiopulmonar y Cerebral. Historia y Desarrollo. Revista de la Asociación Mexicana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva 2001; Vol XV, Num. 2, 51-60. 2. 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Dirección Médica ISSSTE, Subdirección de Regulación y Atención Hospitalaria, Jefatura de Servicios de Enseñanza e Investigación. 1,2 3 RESUMEN El intento que se hace por mejorar la educación en el ámbito de la medicina es un tema que nos aqueja desde hace ya un siglo. A pesar de los avances logrados desde entonces continuamos con la búsqueda de acciones que nos lleven a un nuevo rumbo de trabajo con panoramas frescos y alentadores. La educación en general requiere un cambio de paradigmas, la educación médica no está exenta de estas recomendaciones. El mundo desarrollado, a raíz de los cambios en el proceso de Bolonia y la puesta al día en el Espacio Europeo, han trabajado los estándares y las competencias mínimas para la licenciatura y posgrados en medicina; fortalecer la didáctica y la pedagogía con base en la innovación con modelos basados en competencias es una línea generalizada, el reconocimiento del entorno internacional y nacional está rodeado de numerosas vertientes ideológicas y marcos metodológicos que posibilitan un modelo teórico. Palabras clave: modelo educativo, innovación, medicina basada en competencias. Educational models in medicine and its historical evolution ABSTRACT The attempt made to improve education in the field of medicine, is an issue that afflicts us from a century ago. Despite progress since then we continue the search for actions that will lead to a new course of work with fresh and promising scenarios. Education in general requires a paradigm shift, medical education is not exempt from these recommendations. The developed world as a result of changes in the Bologna process and updating in the European space have worked minimum standards and competencies for undergraduate and postgraduate courses in medicine; strengthen the teaching and pedagogy based on innovation models based on skills is a generalized line, recognition of international and national environment is surrounded by numerous ideological trends and methodological frameworks that make possible a theoretical model. Key words: educational model, innovation, competency-based medicine. 256 Recibido: 10 de febrero, 2015 Aceptado 8 de mayo, 2015 Correspondencia: Dr. José Francisco González Martínez Avenida San Fernando 547 Edificio A, piso 1 CP 14050 México, D.F. Tel.: 56061605 [email protected] Este artículo debe citarse como González-Montero MG, Lara-Gallardo PM, GonzálezMartínez JF. Modelos educativos en medicina y su evolución histórica. Rev Esp Med Quir 2015;20:256265. www.nietoeditores.com.mx González-Montero MG y col. Modelos educativos en medicina “…La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar al mundo.” Nelson Mandela INTRODUCCIÓN El ISSSTE ha detectado un área de oportunidad en tratar de poner al día sus procesos educativos, revisamos la mayoría de los modelos educativos y hemos aprendido que al modelo teórico hay que reducirlo y fortalecer el modelo práctico, sin olvidar que los ajustes, modificaciones y actualizaciones al diseño curricular incluyan el perfil profesional del egresado que requiere el país; así como el reconocimiento de los principios epistemológicos, didácticos y pedagógicos que requiere toda actualización (modelo). Un modelo es una construcción imaginaria de un conjunto de objetos o fenómenos con el propósito de estudiar su comportamiento.1 El currículum es un concepto con múltiples definiciones que varían sustancialmente de acuerdo con los autores y con las visiones ideológicas; aplicado a la enseñanza se entiende como “el conjunto de principios formativos, científicos, epistemológicos, didácticos y metodológicos en un Proyecto Educativo, para lograr la formación integral de los estudiantes”.2 Abraham Flexner. Modelo educativo clásico (1909) En 1908, interesado por la didáctica, elaboró un informe sobre la educación básica en Estados Unidos (The American College: A Criticism) y para 1909 Henry Prichett, presidente de la Carnegie Foundation, encomendó a Flexner la labor de realizar un análisis sobre las instituciones en las que se impartía la carrera de medicina, ya que para ese entonces existían 155 escuelas, en algunas de las cuales bastaban dos años para obtener un título, mientras que en otras eran suficientes dos semestres.3 Tras un año de visitas por todas las Escuelas de Medicina en Estados Unidos y Canadá, tomando como referencia la educación europea; analizó desde los requisitos de admisión, las instalaciones de las escuelas, la preparación de los profesores, los programas de estudio, hasta la existencia o no de laboratorios y los aspectos financieros. Finalmente en 1910 se publicó, en el Boletín No. 4 de la Carnegie Foundation for the Advacement of Teaching, el informe que llevaría por nombre Medical Education in the United States and Canada. Entre sus conclusiones destacadas sugirió que a los estudiantes que quisieran ingresar se les exigieran dos años de preparación en ciencias. Resalta el modelo académico 2:2:2 conformado por dos años de materias básicas, seguidos de dos años de materias clínicas para terminar con dos años de prácticas,4 asegurando la creación de prácticas de laboratorio e integración teórico-práctica en hospitales. Conclusiones que derivaron en la década siguiente con el cierre de instituciones de estándares mínimos y el surgimiento de la nueva era de la educación con un parteaguas de la didáctica médica. Modelo Miller y Cambridge. ¿Por qué y cómo evaluar? (1990) La gran aportación de Miller se fundamenta en el enfoque evaluativo de las competencias propias de un médico clínico (competencias duras), fue de esta manera que surgió la pirámide de Miller, la cual se encuentra estructurada por 4 niveles que representan la evolución y complejidad de los conocimientos y habilidades que deberá obtener el médico en formación; así mismo el método por el cual serán evaluados los diferentes niveles (Figura 1).5 El primer nivel (la base) definido como el “saber” se encuentra formada por la teoría de materias básicas indispensables (anatomía, fisiopatología, etc.) de modo que si éstas no se encuentran con firmes cimientos el resto será de difícil entendimiento. El segundo nivel se 257 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Desempeño Hacer Demostrar cómo Saber cómo Saber Influencias relacionadas con el sistema Competencia Influencias relacionadas con el individuo Figura 1. Pirámide de Miller. encuentra conformado por el “saber cómo”, donde se espera que el estudiante haga énfasis en la historia clínica para de este modo llegar a un diagnóstico. Un método evaluativo en ambos niveles son las pruebas escritas. En el nivel tres “demostrar cómo” el estudiante deberá ser capaz de aplicar su conocimiento en el examen físico del paciente y primordialmente llevar a cabo las acciones necesarias, de tal forma que pueda ser evaluado con simuladores. La cima de la pirámide se trata de una totalidad en el aspecto profesional “hacer”, nivel donde día a día se ve reflejada la buena práctica profesional con adecuada capacidad diagnóstica; además Miller señaló un importante problema y es que no existían métodos o instrumentos evaluativos capaces de generar indicadores de desempeño profesional en la vida real. Al analizar la pirámide de Miller se encontró como inconveniente la rigidez del modelo ya que no tomaba en cuenta influencias tanto del sistema como del individuo que interferían en la adquisición y desarrollo de competencias, para ilustrar esto se propone una modificación al triángulo de Miller propiciando su inversión (Figura 2).6 El propósito de esta modificación es el de esquematizar y mostrar gráficamente que si bien la competencia (representada en el centro de la figura) es un requisito importante para el rendimiento, no es el único condicionante de éste. Además se agregan dos triángulos que representan las influencias del sistema y del indi- 258 Figura 2. Modelo de competencias y desempeño de Cambridge. viduo;6 es así que se plasma que la competencia no siempre predecirá al rendimiento. Universidad Complutense de Madrid y Universidad Autónoma de Madrid (1967)7 La Universidad Complutense de Madrid desarrolló un novedoso plan de estudios con el cual se pretendía un aumento de horas académicas con un plan semestral y la consecuente reducción de las vacaciones, además de establecer una división entre las materias preclínicas, ampliando el tiempo dedicado a bioquímica, biología y fisiología, materias clínicas en que se impartía teoría y práctica clínica médica y quirúrgica. También se instauró un año dedicado al internado médico que precedía a la licenciatura. Para 1969, en la Universidad Autónoma de Madrid el plan de estudios establecía un bloque preclínico y otro clínico, así como la creación de Departamentos de ciencias básicas, ciencias fisiológicas y Departamentos clínicos de medicina, lo que sustituyó el concepto de cátedra y el criterio de materias seriadas, obligando al cumplimiento total de los créditos para acceder al siguiente año académico; la no aprobación de una asignatura implicaba volverla a cursar. González-Montero MG y col. Modelos educativos en medicina Declaración de Edimburgo: el paciente es el foco de atención (1988) En 1988, durante la primera Conferencia Mundial sobre Educación Médica, se hizo la “Declaración de Edimburgo”, dentro de los puntos más destacados de esta declaración se encuentran: constatar que los programas de estudio contengan temas prioritarios de salud y disponibilidad de recursos; así como garantizar la dotación de competencia profesional y valores sociales a los egresados, indispensables para una atención de calidad con énfasis en promoción de la salud y prevención de enfermedades; aprendizaje permanente con la existencia de tutorías, en ese sentido formar a los médicos encargados de impartir cursos como educadores y no sólo como expertos en los temas impartidos; crear una mancuerna entre la ciencia y la práctica diaria como base del aprendizaje integral, hacer una selección de estudiantes que ingresen a la carrera de medicina, evaluando logros académicos y cualidades personales, fomentar el trabajo en equipo con la colaboración de instituciones y profesionales de la salud, asignar los recursos necesarios y la responsabilidad para la formación médica continua.8 Ese mismo año tuvo lugar en Lisboa, Portugal, una reunión de Ministerios de Sanidad y Educación de la Unión Europea de la Organización Mundial de la Salud en donde se expresó el deseo de reorientar la educación médica dirigida hacia las necesidades de salud. Como punto de partida se consideró el hecho de que los Estados de la Unión Europea habían adoptado la política conjunta de “Salud para todos” en 1984,7 así que se implementó esta política como parte del desarrollo del personal sanitario en pro de la mejora de la educación médica en Europa, se hizo hincapié en la colaboración internacional como base para lograr el éxito.7 En 2007 se discutió la importancia de la estrecha relación que debería existir entre las instituciones de salud universitarias y las escuelas de medicina, lo que implicó un continuo diálogo entre decanos y ejecutivos de los hospitales,9 aunque ésta implicase retos en el marco temporal y financiero; por último se habló de los beneficios que podría ofrecer la tecnología como instrumento en educación médica y en salud de las poblaciones. Declaración de Bolonia. Un punto de partida (1999) En junio de 1999, en Bolonia, Italia, se firmó el llamado “Proceso de Bolonia”, fue ahí en donde se tomaron un conjunto de decisiones políticas y sociales dirigidas a la creación de un “Espacio Europeo de Educación Superior” homogéneo, competitivo y atractivo, tanto para estudiantes como para docentes y terceros países, mejorando así competitividad, empleo y movilidad en Europa.10 En el Cuadro 111 se muestra la cronología de los objetivos fundamentales en cada conferencia con el fin de crear una sociedad de conocimiento. Con esta premisa, en 1998 el Consejo de Acreditación para la Educación Médica de Posgrado (ACGME), produjo el proyecto “Outcome Project Milestone”12 para mejorar las habilidades de los médicos residentes a través de dictar dominios de competencia general y construir “hitos”, definidos como un descriptor de comportamiento que marca un nivel de rendimiento para una competencia dada con herramientas de evaluación que permiten medir y definir los resultados de los estudiantes y el grado académico; de modo que él médico en formación actúe de manera precisa y eficaz en los sistemas de atención médica. Se establecieron así seis dominios y sus respectivas competencias, que debería poseer cualquier graduado de una escuela de medicina: 1) cuidado del paciente con una comunicación efectiva; 2) conocimiento médico con pensamiento analítico; 3) aprendizaje basado en la práctica, identificando fallas e implementando cambios para mejorarla; 4) habilidades de comunicación interpersonal, no sólo con el paciente sino con 259 260 Igualdad de acceso 2009 Fomentar el dialogo sobre política global a través de foros sobre el proceso de Bolonia Recuperado de: La educación superior en Europa 2010: el impacto del proceso de Bolonia, Eurydice, Unión Europea, Febrero 2010.11 http://eacea.ec.europa.eu/education/ eurydice/documents/thematic_reports/122ES.pdf Declaración de Sor- Declaración de Bo- Comunicado de Praga Comunicado de Berlín Comunicado de Ber- Comunicado de Lon- Comunicado de Nueva bona lonia gen dres Lovaina 2007 2005 2003 1998 2001 Cooperación inter- Estrategia para mejorar nacional basada en dimensión global del valores y desarrollo proceso de Bolonia sostenible 1999 Aprendizaje permanente como responsabilidad pública que exige red potente de colaboradores trabajar sobre empleabilidad Inducción de están- Creación del registro Calidad como princidares y directrices eu- europeo de garantía de pio del EESS ropeos de garantía de calidad (EQAR) calidad La Europa del conoci- Dimensión europea de El espacio europeo de Vinculación de educamiento la educación superior educación superior ción superior e inves, cooperación entre atractivo tigación instituciones Cooperación europea Cooperación de pro- Garantía de calidad en en la garantía de la fesionales de garantía los niveles institucional calidad de calidad y recono- nacional y europeo cimiento Utilización de créditos Sistema de créditos ECTS y suplemento ECTS con fines de acu(ECTS) europeo al título mulación de créditos (SET) Comprensión común del papel de la educación superior en aprendizaje permanente y mejorar empleabilidad Refuerzo de dimensión Elaborar planes nacio- Objetivos nacionales social nales de acción con de la dimensión soseguimiento eficaz cial medidos antes del 2020 Aprendizaje continuo Conjunción de políti- Itinerarios flexibles y permanente (AP) cas nacionales de AP. reconocimiento de Reconocimiento de aprendizaje previo aprendizaje previo Dimensión social Objetivo para 2020 Inclusión del nivel de Puesta en marcha de Marcos nacionales de Marcos nacionales de doctorado como ter- marcos nacionales de cualificaciones para cualificaciones para cer ciclo. Titulaciones cualidades 2010 2012 comunes Movilidad de estudian- Dimensión social de Portabilidad de présta- Eliminación de obstátes y docentes, inves- movilidad mos y becas, mejora de culos de movilidad tigadores y personal los datos de movilidad administrativo Sistema común de titu- Titulaciones fácilmente Reconocimiento equilaciones en dos ciclos comprensibles y com- parable, desarrollo de parables títulos comunes reconocidos Movilidad de estudiantes y docentes, integración en mercado laboral Cuadro 1. Cronología del Proceso de Bolonia Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 González-Montero MG y col. Modelos educativos en medicina familiares, colegas y otros profesionales de la salud; 5) profesionalismo dotado de virtudes, valores, excelencia y actualización continua; 6) práctica en los servicios, tener conciencia de los costos y beneficios para los pacientes.13 En ese mismo sentido, en el 2014 la Asociación Americana de Colegios de Medicina (AAMC) se dio a la tarea de precisar una lista de competencias y actividades profesionales confiables (APROC) que se espera que cualquier egresado de una escuela de medicina desarrolle para su transición a la residencia; es así que se definen las competencias como habilidades observables de un profesional de la salud y una APROC se entiende como una unidad de trabajo la cual el estudiante desarrolla cuando es capaz de realizar la tarea solicitada sin supervisión, siempre y cuando haya adquirido las competencias básicas suficientes. Uno de los marcadores que definen a una APROC es que su desempeño requiere la integración de las competencias, por lo general a través de siete dominios: 1) cuidado del paciente; 2) conocimiento para la práctica; 3) aprendizaje basado en la práctica; 4) habilidades interpersonales y de comunicación; 5) profesionalismo; 6) práctica basada en sistema; 7) desarrollo personal y profesional, los cuales permiten definir así un estatus de “pre-confiable” o “confiable”.14 CanMEDS. Marco de competencias médicas (2015) CanMEDS es un marco de educación médica que hace hincapié en las competencias esenciales de un médico. CanMEDS fue un logro importante: las 17 escuelas de medicina en Canadá lo utilizan, además de su reconocimiento mundial. En este documento se describen los conocimientos, destrezas y habilidades que los médicos especialistas necesitan para obtener mejores resultados cuando entran en contacto con los pacientes, es así que se determinan siete roles: médico experto, comunicador, co- laborador, líder, defensor de la salud, estudioso, profesional.15 Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) A partir de la Reunión Ordinaria del Consejo de Universidades, en 1999, se llegó a importantes conclusiones plasmadas en el documento “La educación superior en el siglo XXI: Líneas estratégicas para su desarrollo” tomando en cuenta las bases sobre nuestra situación actual en educación y los escenarios a los que nos enfrentamos (globalización, desarrollo de tecnologías de información y comunicación, virtualización, valor estratégico del conocimiento e innovación), como consecuencia surge la necesidad de un nuevo modelo educativo para la enseñanza en la educación superior, el cual se pretende esté centrado en el estudiante, por lo que se requiere de reformas y una política de ampliación del acceso, además de favorecer nuevas formas de educación como son el establecimiento de currículos con horas de trabajo flexibles y sistemas de estudio que aprovechen la tecnología contemporánea, además de esquemas abiertos, a distancia o ambos. La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior pretende impulsar la innovación educativa marcando las pautas sobre las líneas de trabajo con cambios en los métodos de enseñanza, aprovechamiento de recursos tecnológicos, cambios de proporción de teoría y práctica, cambio en las técnicas de evaluación, actualización constante de programas educativos y movilidad estudiantil. Como premisa la innovación deberá tener como ejes una nueva visión y paradigma de formación de los estudiantes; lo que nos lleva a otro punto importante, el docente innovador, cuyas capacidades más resaltables deben ser las siguientes: facilitar los aprendizajes, evaluar las competencias, formar grupos interdisciplinarios; con la consecuente generación de un docente que se transforma de transmisor a profesional innovador creativo. 261 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Propuestas para la innovación en educación La innovación del aprendizaje implica la redefinición de la función como docente (transmisor) y como alumno (receptor de los conocimientos a aprender) por lo cual, hablar de innovación en la enseñanza implica la visión de un proceso planificado de construcción conjunta, definiendo 3 etapas claras en el proceso enseñanza-aprendizaje conformado por el diseño didáctico, el proceso educativo en marcha y la evaluación del mismo. Las tecnologías de la información y la comunicación hoy en día son herramientas fundamentales en el proceso de enseñanza-aprendizaje y el surgimiento de las mismas atiende al menos a cuatro necesidades: a) construcción de fuentes de información que enriquezcan el proceso educativo; b) acorde con la cultura juvenil; c) favorecimiento de la comunicación al ser medios masivos y por último d) influencia en la transformación social e individual.16 Proyecto Tuning Europa y América Latina. Ecos del proceso de Bolonia Después del impacto que tuvo el Proceso de Bolonia en Europa, y debido al acelerado cambio en las demandas y la organización social, sumado a las demandas universitarias, se buscó implementar un nuevo proyecto que se denominó “Tuning”, éste tuvo como objetivo unificar y enlazar propuestas. Sin embargo, el modelo estaba centrado en población europea, con claras y marcadas diferencias en cuanto a necesidades, por lo que en 2004 se integraron América Latina y Caribe con el proyecto “Alfa Tuning América-Latina”, el cual surge de un marco reflexivo-crítico y busca crear elementos para llegar a acuerdos básicos que faciliten el marco de la educación superior en América Latina y el Caribe. La base del proyecto engloba 4 líneas de trabajo: 1) competencias genéricas y específicas; 2) enfoques de enseñanza, aprendizaje 262 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 y evaluación para el logro de los resultados del aprendizaje y las competencias identificadas; 3) créditos académicos con la idea de vincular las competencias con el trabajo medido; 4) garantizar la calidad de los programas como parte integral del diseño curricular.17 El proyecto Tuning se convirtió en una metodología internacionalmente reconocida, con nuevas tendencias universales para la educación superior tales como el desarrollo económico y social, con actualización continua de contenidos e introducción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación que redefinen el perfil profesional, dotado de pensamiento crítico y profunda conciencia de la situación local y mundial sumado a la capacidad de adaptación al cambio: “conocer y comprender, saber cómo actuar y saber cómo ser”,17 así como la enseñanza basada en el aprendizaje significativo con la participación del alumno en la construcción del conocimiento y no sólo como almacenador de información. UNESCO. Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI (2009) Con el propósito de resolver todos aquellos desafíos que nos marca este siglo en lo que respecta a la educación, es que surge la necesidad de una Conferencia Mundial sobre la Educación Superior cuyo resultado se plasma en los lineamientos dispuestos en 17 artículos que marcan la pauta con la única finalidad de forjar una nueva visión de educación. Para ello fue necesario crear una reforma que asegurara la igualdad de acceso a la educación superior, fortalecer la participación y promoción del acceso de las mujeres con un sistema de educación equitativo y no discriminatorio; promover el conocimiento mediante la investigación y la difusión de sus resultados, reforzar la cooperación con el mundo del trabajo y la González-Montero MG y col. Modelos educativos en medicina previsión de las necesidades de la sociedad; reforzar la igualdad de oportunidades generando métodos educativos innovadores que permitan el pensamiento crítico y creativo del estudiante.18 Además, realizar una adecuada evaluación de la enseñanza, lo que comprende todas sus actividades, con el fin de lograr y mantener la calidad y su perfeccionamiento constante. El verdadero reto sería entonces no tanto la creación de “nuevos” modelos educativos teorizados, sino homogeneizar y estandarizar la educación médica en el país para que contenga elementos de transformación y evolución constante, promueva la flexibilidad y adaptabilidad de los modelos llevados a la práctica en las instituciones, los educandos y los educadores. Modelo educativo para el siglo XXI. Formación y desarrollo de competencias profesionales Partiendo de los marcos metodológicos expuestos en este texto es que se evidencia la necesidad de centrar nuestra atención en los pilares que le dan cuerpo y sustento a los modelos educativos, es decir: 1) el alumno: iniciar con la formulación de un perfil de ingreso y egreso, que contenga las competencias genéricas y específicas (no sólo intelectuales sino personales) que le permitan al estudiante tener los instrumentos necesarios para alcanzar los objetivos y las metas trazadas en los planes de estudio; 2) el docente: los profesionales a puestos docentes no devendrán docentes profesionales por arte de magia21 por lo que es imperativo el desarrollo e implementación de programas pedagógicos y didácticos para médicos con instrucción en el arte de la docencia; 3) currículum médico: estandarizar planes y programas de estudios con renovación de los mismos y utilizar métodos nuevos y adecuados que permitan superar el mero dominio cognitivo de la disciplina médica; para propiciar la adquisición de conocimientos prácticos, competencias y aptitudes para la comunicación, el análisis creativo y crítico, la reflexión independiente y el trabajo en equipo en contextos multiculturales, en los que la creatividad exige combinar el saber teórico y práctico tradicional con la ciencia y la tecnología de vanguardia,18 su aplicación y asumir responsabilidades sociales; 4) sistemas objetivos de evaluación. En el 2012 el Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos de la Secretaría de Educación Pública asumió la tarea de actualizar y modernizar los planes y programas de estudio de acuerdo con la situación actual del país, para evitar el rezago en cuanto a conocimiento y desarrollo de nueva tecnología, por lo que se orienta a la formación de profesionales que impulsen la actividad productiva en sus localidades, la investigación científica, la innovación tecnológica, la creatividad y el carácter emprendedor para alcanzar un mayor desarrollo social, económico, cultural y humano;19 buscando un modelo educativo flexible, receptivo y dinámico. Este modelo se conforma de tres dimensiones estructurales: filosófica, académica y organizativa que le dan cuerpo y fortaleza, tiene como motor al estudiante; el docente toma un papel de generar un ambiente de aprendizaje y orientación para que el alumno enlace su proyecto de vida y participe activamente en la construcción de conocimiento significativo, la institución debe proporcionar la infraestructura necesaria para que éste se lleve a cabo.19 DISCUSIÓN La situación que hoy enfrenta México es de cambio y tiene sendas manifestaciones en el ámbito educativo; los síntomas se prestan para encontrar nuevos caminos y, desde luego, estabilidad a largo plazo.20 CONCLUSIÓN Con más de un siglo transcurrido desde las observaciones de Flexner en el panorama de la 263 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas educación, hoy en día, las nociones que se dicen actuales no son más que leves modificaciones, mismas que son presentadas como transformaciones revolucionarias4 de lo que se pretendía lograr desde ese entonces, con poca relevancia y utilidad en la vida real. Es por ello que surge la necesidad de crear un modelo sencillo llevado a la práctica, con una nueva percepción de la educación, basado en innovación, tratando de rescatar lo mejor de lo viejo, largamente probado y lo más prometedor de lo nuevo evitando verdaderas aventuras curriculares21 motivadas en el ensayo-error, es así que nace el modelo ISSSTEXCELENCIA basado en la innovación (Figura 3). Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 nica de Enseñanza de las Ciencias, Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, Colombia 2004;3:301-319. 2. Murillo PH, Currículum, planes y programas de estudios, División del Sistema Abierto de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, UNAM, México. Consultado https:// web.oas.org/childhood/ES/Lists/Recursos%20%20Estudios%20e%20Investigaciones/Attachments/34/27.%20 Curri,%20plan.pdf 3. Darrell, GK. El legado flexneriano en el siglo 21. Revista de educación en ciencias de la salud. Concepción; Chile, 2010;7(1):36-38. 4. Finnerty, E. Chauvin, S. 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Bassan ND, D’Ottavio AE, Reflexiones sobre cambios curriculares médicos, Revista Educación Ciencias de la Salud, Chile 2010;7(1):7-11. 265 Investigación en educación médica Rev Esp Méd Quir 2015;20:266-271. Resultados del Programa de Maestrías en Ciencias del Hospital General de México 2009-2014 José Francisco González-Martínez1 Fiacro Jiménez-Ponce2 1 Doctor en Alta Dirección, Jefatura de Servicios de Enseñanza e Investigación, ISSSTE. 2 Doctor en Ciencias Biomédicas. RESUMEN El Hospital General de México ha tenido especial cuidado no sólo en formar cuadros dedicados a la atención de sus pacientes, también se ha preocupado en la formación de profesores e investigadores de excelencia. En 1926 se abrieron tres servicios que albergaron sendas especialidades: cardiología, gastroenterología y urología, encabezadas por Ignacio Chávez, Abraham Ayala González y Aquilino Villanueva. Fue con el doctor Ignacio Chávez, en l937, que se inició el desarrollo de los cursos de posgrado. Posteriormente, a principios del siglo XX, se dio un gran impulso a la creación y consolidación de las especialidades. En abril de 1942 los doctores Gustavo Baz, a la sazón secretario de Salubridad y Asistencia, y Aquilino Villanueva, entonces director del Hospital General de México, fundaron la primera residencia hospitalaria de nuestro país. La formalización de investigadores dentro de los mismos médicos había sido demorada por la falta de un propósito específico, la dificultad de vinculación entre las instituciones de salud y las instituciones educativas y la carencia de cuadros específicos de investigadores que promovieran la investigación dentro de los residentes de especialidades médicas que constituyeran la “masa crítica específica” para detonar la expansión de médicos-investigadores. Los autores de este trabajo implementaron en el 2005 el Programa Plus, en la entonces Dirección de Enseñanza del Hospital General de México, con los objetivos de incorporar las nuevas técnicas pedagógicas a la enseñanza de la medicina (el aprendizaje basado en competencias, el aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje en medicina basada en evidencias). Así se iniciaron los programas de Maestría en Ciencias de la Salud de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Maestría en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Desde el 2009 hasta el 2014 se graduaron seis generaciones con el IPN y cuatro con la UNAM. Entre el 2009 y el 2012 se inscribieron al programa 83 alumnos. El número total de alumnos titulados hasta el 2014 fue de 50, que equivale a 60.86% de eficiencia terminal. Palabras clave: Hospital General de México, especialidades, postgrado, investigación, maestrías, aprendizaje en competencias, problemas, medicina basada en evidencias. Results of the Programa de Maestrías en Ciencias from Hospital General de México 2009-2014 ABSTRACT The Hospital General de México (HGM) has been careful not only be dedicated to the care of their patients cadres, has also been concerned 266 Recibido: 18 febrero 2015 Aceptado: 16 mayo 2015 Correspondencia: Dr. José Francisco González Martínez Avenida San Fernando 547, edificio A, piso 1 CP 14050, México, D.F. Tel.: 56061605 [email protected] Este artículo debe citarse como González-Martínez JF, Jiménez-Ponce F. Resultados del Programa de Maestrías en Ciencias del Hospital General de México 2009-2014. Rev Esp Med Quir 2015;20:266-271. www.nietoeditores.com.mx González-Martínez JF y Jiménez-Ponce F. Programa de Maestrías en Ciencias: resultados with the training of teachers and researchers of excellence. In 1926, three services were opened in the HGM which housed respective specialties: cardiology, gastroenterology and urology. It is with Dr. Ignacio Chavez in the year of l937 when begins the development of postgraduate courses later in the early twentieth century gave a major boost to the creation and consolidation of specialties. Headed by Ignacio Chavez, Abraham Ayala Gonzalez and Aquilino Villanueva. In April 1942, doctors Gustavo Baz, the secretary of Health and Welfare, and Aquilino Villanueva, then director of the HGM seasoning founded the first hospital residence in our country, the formalization of researchers within the same doctors had been delayed, by the lack of a specific purpose, the difficulty of linking health institutions and educational institutions and the lack of specific frames of researchers promote research into medical specialties residents and constitute a “critical mass specific “to trigger the expansion of physicians-researchers. The authors of this study implemented in 2005 the Plus Program at the then Directorate General Teaching HGM, the objectives of this program were to incorporate new pedagogical teaching medicine techniques (based learning skills, problem-based learning and learning in evidence-based medicine) accompanied by the strengthening of three pillars in the graduate health institutions, programs Master of Science, Master of Hospital Administration and Masters in Education. Since 2009 to 2014 six generations were included in the Program of Master of Science in Health Degree of the IPN and four generations in the Program of Master In Medical Science with the UNAM. Between 2009 and 2012, 83 students were enrolled in these programs. The total number of student graduated in this period was 50 than means the 60.86% of in the terminal efficiency. Key words: Hospital General de México, specialties, graduate, research, master, learning skills, problems, evidence-based medicine. ANTECEDENTES El desarrollo continuado de las habilidades y conocimiento de los médicos es un objetivo pilar de la actividad educativa y de asistencia de los programas de formación en medicina. El Hospital General de México ha tenido especial cuidado en formar cuadros dedicados no sólo a la atención de sus pacientes, también ha formado profesores e investigadores de excelencia. En 1937 el doctor Ignacio Chávez, Director General del Hospital General de México inició el desarrollo de los cursos para médicos ya graduados (cursos de posgrado), en particular para los servicios de cardiología y urología. Para 1938, la Sociedad Médica or- ganizó los primeros cursos que duraban del 26 de septiembre al 2 de octubre. En las décadas siguientes se formalizó el programa. A principios del siglo XX se dio un gran impulso a la creación y consolidación de las especialidades. Por un lado, con la apertura del Hospital General, en 1905, se abrieron diversos pabellones (infantil, de cirugía, medicina, obstetricia, infecciosos, ginecología, tuberculosis, niños infecciosos, sífilis y venéreos, dermatología y oftalmología). Más tarde, en 1926, se abrieron tres servicios en el Hospital General que albergaron sendas especialidades: cardiología, gastroenterología y urología, encabezadas por Ignacio Chávez, Abraham Ayala González y Aquilino Villanueva, respectivamente. Estas especialidades se agrega- 267 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas ron a otras ya existentes desde la fundación del Hospital General de México.1,2 En abril de 1942 el doctor Gustavo Baz, a la sazón Secretario de Salubridad y Asistencia, y Aquilino Villanueva, entonces Director del Hospital General de México, fundaron la primera residencia hospitalaria de nuestro país. Ambos maestros conocían muy bien las residencias norteamericanas. Baste recordar que don Gustavo Baz fue residente en el Augustana Hospital de Chicago con el profesor Albert Ochsner.1,2 No obstante que médicos de excelente capacidad han sido formados en diversos centros hospitalarios, entre ellos el Hospital General de México, la formalización de investigadores dentro de los mismos médicos había sido demorada por diferentes causas como la falta de un propósito específico, la dificultad de vinculación entre las instituciones de salud y las instituciones educativas y la carencia de cuadros específicos de investigadores que promovieran la investigación dentro de los residentes de especialidades médicas y que constituyeran la “masa crítica específica” para detonar la expansión de médicos-investigadores. Los autores de este trabajo implementaron en el año 2005 el Programa Plus, en la entonces Dirección de Enseñanza del Hospital General de México; los objetivos de este programa eran incorporar las nuevas técnicas pedagógicas a la enseñanza de la medicina (el aprendizaje basado en competencias, el aprendizaje basado en problemas y la medicina basada en evidencias) acompañadas del fortalecimiento de tres pilares en el posgrado de las instituciones de salud, los programas de Maestría en Ciencias, Maestría en Administración Hospitalaria y Maestría en Educación. El primer programa se inició con la Escuela Superior de Medicina (ESM) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en el 2009. Se firmó un convenio de colaboración específico entre el Dr. Ricardo García Cavazos (en ese entonces Director General de la ESM) y el Dr. José Francisco González Martínez (en ese entonces Director de Enseñanza del Hospital General de México). Así se dio inicio al Programa de Maestría y Doc- 268 Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 torados en Ciencias de la Salud dentro de las instalaciones del Hospital General de México. Dos años después, en el 2011, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través de la Facultad de Medicina incluyó al Hospital General de México como una sede del Programa de Maestrías y Doctorados en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud coordinado por la División de posgrado de la mencionada facultad. En ese mismo año se añadieron otras sedes al programa de la UNAM como el Hospital Oftalmológico Conde de valenciana y el Instituto Nacional de Rehabilitación. La coordinación de ambos programas de Maestría en Ciencias fue encargada al Dr. Fiacro Jiménez Ponce, puesto que ocupó hasta noviembre del 2014. Desde el 2009 hasta el 2014 se graduaron seis generaciones con el IPN y cuatro con la UNAM. Para el año 2015 estos programas pasaron a ser dirigidos por la Dirección de Investigación en lugar de la Dirección de Enseñanza. El objetivo de este artículo es describir los resultados que los programas de Maestría en Ciencias tuvieron sobre el Hospital General de México. MÉTODOS Estudio descriptivo, observacional, de los alumnos inscritos, los alumnos graduados y los servicios clínicos donde el Hospital General de México recibió el fortalecimiento de sus líneas de investigación. RESULTADOS Entre el 2009 y el 2014 se inscribieron al programa 88 alumnos, las primeras cuatro generaciones concluyeron en ese período. Se contabilizaron hasta el 2014 83 alumnos que concluyeron los créditos hasta presentar su examen de grado y estar listos para su titulación.3 El número total de alumnos titulados hasta el 2014 fue de 50 alumnos, esto equivale a 60.86% de eficiencia terminal.3 En el Cuadro 1 se observa el número de alumnos inscritos por año y su eficiencia terminal. La primera González-Martínez JF y Jiménez-Ponce F. Programa de Maestrías en Ciencias: resultados alumna graduada fue la anestesióloga Ylián Ramírez Tapia del Programa de Maestría en Ciencias de la Salud del IPN.3 La distribución por sexo de los graduados fue de 45.2% de mujeres con una mayor cantidad de alumnos pertenecientes al Hospital General de México (79.6%,3 Cuadro 1). Los primeros alumnos graduados en los correspondientes programas se enlistan en los Cuadros 2 y 3. La principales causas observadas de deserción fueron: falla en el desempeño del alumno (n = 6), falla en la conclusión de la tesis (n = 4), causas no especificadas (n = 5). Por otro lado, de los 15 alumnos no graduados se considera que en 60% esto estuvo relacionado con problemas atribuibles a la falta de conducción del tutor o fallas en el proyecto. La repercusión sobre las especialidades que fueron reforzadas con maestros en ciencias se puede observar en una gráfica publicada en un artículo previo de los autores: “El modelo de educación médica en el programa de maestrías en ciencias del Hospital General de México. Martínez-Moyado R, Martínez-González JF y Jiménez-Ponce F. Revista de la Academia Mexicana de Educación Médica 2014. Esto también se demuestra en el Cuadro 4 en donde se hace referencia al número de publicaciones antes y después del programa de Maestrías en Ciencias. Medicina interna y cirugía general fueron las especialidades que más rápidamente contribuyeron al programa. Se hace notorio que otras especialidades consideradas “troncales” como pediatría Cuadro 1. Número de alumnos inscritos por programa en las primeras generaciones de los Programas de Maestría en Ciencias del IPN y de la UNAM Institución Instituto Politécnico Nacional Universidad Nacional Autónoma de México Total de alumnos por generación Total de titulados Eficiencia terminal (%)* 1a - 2009 2a - 2010 3a - 2011 4a - 2012 Total de inscritos 21 NA 21 14 66.67 18 NA 18 14 77.78 8 14 22 14 63.63 6 16 22 8 35.36 53 30 83 50 60.86 *Se considera eficiencia terminal al porcentaje de alumnos graduados del total de inscritos. Es importante señalar que las últimas generaciones del IPN y de la UNAM aún no habían completado el período de graduación oportuna y en consecuencia la eficiencia terminal de este período todavía no completa su período de término. Cuadro 2. Lista de egresados del Programa de Maestría en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud, UNAM Nombre Generación Servicio Rivera Sánchez José de Jesús de Saro Mónica Denisse Higuera de la Tijera Fátima Romero Ibargüengoitia Ma. Elena López López Omar Morales Sánchez Ingrid Salomé Barrón Velazquez Evalinda Zapata Leonor Cisneros Ocampos Carlos de Jesús Romero Rangel José Alberto Israel Martínez Saucedo Mirna Ramos Peñafil Christian Rosas Nava Emmanuel 2010-2012 2010-2012 2010-2012 2010-2012 2010-2012 2010-2012 2010-2012 2010-2012 2010-2012 2010-2012 2011-2013 2011-2013 2011-2013 Geriatría Genética Gastroenterología Medicina Interna Rehabilitación Rehabilitación Externa Geriatría Endocrinología Externo Genética Hematólogo Urología 269 Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas Volumen 20, Núm. 2, abril-junio 2015 Cuadro 3. Lista de egresados del Programa de Maestría En Ciencias de la Salud, IPN Nombre Generación Servicio Díaz Contreras Piedras Carlos Manuel Espinosa Rey Israel Alejandro Gallegos Allier María Mónica García Muñoz Luis Gutiérrez Díaz Ceballos María Esther Hernández Medel María Luisa Hernández Valencia Aldo Francisco López Herranz Gloria Patricia López Ugalde Adriana Carolina Manzanilla García Hugo Arturo Ramírez Tapia David Ramírez Tapia Ylian Romero Guadarrama Mónica Belinda Ugalde Loredo Juan Carlos Arreguín Porras Dulce María Barra Martínez Rosalva Castro Coyotl Dulce María Chávez Morales Alfonso García García José Antonio García Guerrero Víctor Antonio Herrera Rosas Arturo Jiménez Olvera Miguel Maldonado Ávila Miguel Moreno López Luis Miguel Pulido Cejudo Abraham Sánchez Pedraza Valentín Sotelo Guzmán Madday Zaldívar Felipe Rafael Hernández Alemán Francisco Roberto Lara Gutiérrez Carlos Alberto Pérez Hernández José Luis Campos García-Rojas Cuauhtémoc Reyes Contreras Laura Hernández Cisneros José Ángel Del Castillo Moreno Adriana Heras Olascuaga Ma. Del Carmen 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2009-2010 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2010-2011 2011-2012 2011-2012 2011-2012 2011-2013 2012-2013 2012-2013 2012-2013 2012-2013 Cirugía General Otorrinolaringología Anestesiología Neurocirugía Anatomía Patológica Infectología Neurología Anestesiología Otorrinolaringología Urología Cirugía General Investigación Anatomía Patológica Externo Infectología Oncología Genética Médica Terapia Médica Intensiva Investigación Gastroenterología Externo Clínica del Dolor Urología Dermatopatología Cirugía General Endocrinología Externo Cirugía General Externo Oncología Gastroenterología Cirugía experimental Audiología Externo Genética Clínica del Dolor y ginecología y obstetricia no han podido, por diferentes causas, lograr inscribir o titular alumnos de maestría en ciencias dentro de esta institución. También tomado del artículo antes señalado en el Cuadro 2 se observa, hasta mediados del 2014, el cambio en el número de publicaciones de los alumnos de maestría antes y después de concluir su programa. 270 Dentro de este programa también se realizó una evaluación a 75% de los docentes de las materias créditos de la maestría. Se preguntó anónimamente a los alumnos su opinión sobre las competencias del profesor en relación con 1) el conocimiento de la disciplina; 2) su campo de acción; 3) la formación pedagógica, psicológica y ética; 4) las habilidades de comunicación e instrucción y 5) facilitación de aprendizaje, González-Martínez JF y Jiménez-Ponce F. Programa de Maestrías en Ciencias: resultados Cuadro 4. Número de artículos publicados durante o después de la maestría* Publicaciones IPN UNAM Artículos publicados de los alumnos inscritos antes de la maestría Artículos publicados de los alumnos inscritos después de la maestría 13 5 27 8 *Número de artículos publicados dos años antes. Tomado con autorización de “El modelo de educación médica en el programa de maestrías en ciencias del Hospital General de México. Martínez-Moyado R, Martínez-González JF y Jiménez-Ponce F. Revista de la Academia Mexicana de Educación Médica 2014. de formar investigadores médicos profesionalizados ha sido grande y ahora de considera que este nuevo modelo deberá ser consolidado desde la base de mantener la eficiencia terminal, involucrar a otras especialidades que no han desarrollado maestros en ciencias y lograr el objetivo fundamental de la investigación médica. Esto significa que la investigación básica deberá resolver los problemas médicos que afectan a los pacientes y restan recursos en esta materia de la administración pública. CONCLUSIONES planeación, conocimiento de las características del entorno. La máxima calificación fue 5 y la mínima 0. DISCUSIÓN La formación de maestros en ciencias médicas o de la salud en general ha sido un tema difícil de tratar y un reto para las instituciones como el Hospital General de México. Baste recordar que dentro de las políticas de los directores generales de los hospitales no figura un programa específico de investigación y es hasta por la iniciativa del Dr. José Francisco González Martínez que se incluye como parte de un plan maestro en educación el desarrollo de maestrías en ciencias para los médicos trabajadores del hospital, para personal paramédico e incluso para residentes dentro del último año de su formación. El Hospital General de México presenta características peculiares dado que atiende a población “abierta” otorgando desde el primer hasta el tercer nivel de atención. No fue diseñado como un instituto de salud pero desempeña también estas funciones debido a que se desarrollo una “masa crítica” de investigadores vinculados con las instituciones educativas y por la existencia de laboratorios de ciencias básicas. En el Hospital General de México, como en muchos hospitales públicos y privados, el reto Los programas para formación de recursos en investigación idealmente deben estar inmersos en un Plan General Maestro de Desarrollo, como lo fue el Programa Plus, con el objetivo de alinear los esfuerzos de asistencia, docencia e investigación. Los recursos físicos, humanos y financieros para sustentar el programa deben estar considerados dentro del programa general de desarrollo a fin de asegurar su sustentabilidad. Las áreas de especialidad médica que se desarrollen dentro del programa dependerán de la afinidad y esfuerzo de los alumnos, profesores y tutores del programa en un esfuerzo coordinado por los responsables del mismo. REFERENCIAS 1. Díaz de Kuri M y Viesca Treviño C (Coordinadres), Historia del Hospital General de México 1905 – 2010, , 1ª Ed 1994, 2ª Ed Revisada 2010, México, D. F. 2. El modelo de educación médica en el programa de maestrías en ciencias del Hospital General de México. MartínezMoyado R, Martínez-GonzálezJF y Jiménez-PonceF. Revista de la Academia Mexicana de Educación Médica 2014. 3. Base de datos del Programa de Maestría en Ciencias de la Salud y Maestría en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud para el Hospital General de México. Dirección de Educación y Capacitación en Salud. Hospital General de México. 271 Normas para autores Los manuscritos deben elaborarse siguiendo las recomendaciones del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (N Engl J Med 1997;336:309-315) y se ajustan a las siguientes normas: 1. El texto deberá enviarse en archivo electrónico, en arial 12, a doble espacio, indicando el título del artículo, el nombre del autor principal. 2. Las secciones se ordenan de la siguiente manera: página del título, resumen estructurado, abstract, introducción, material y método, resultados, discusión, referencias, cuadros, pies de figuras. 3. La extensión máxima de los originales será de 15 hojas, de los casos clínicos 8 hojas y cuatro figuras o cuadros. Las revisiones no excederán de 15 hojas. En la primera página figurará el título completo del trabajo, sin superar las 15 palabras, los nombres de los autores, servicios o departamentos e institución (es) a que pertenece (n) y la dirección del primer autor. Si todos los autores pertenecen a servicios diferentes pero a una misma institución el nombre de ésta se pondrá una sola vez y al final. La identificación de los autores deberá hacerse con números arábigos en superíndice. 4. Para fines de identificación cada hoja del manuscrito deberá llevar, en el ángulo superior izquierdo, la inicial del nombre y el apellido paterno del primer autor y en el ángulo derecho el número progresivo de hojas. 5. Todo material gráfico deberá enviarse en archivo JPG, con imágenes nítidas y bien definidas. En el pie de la figura se anotará la palabra clave que identifique el trabajo, el número de la ilustración, apellido del primer autor y con una flecha se indicará cuál es la parte superior de la figura. Si se incluyera material previamente publicado, deberá acompañarse de la autorización escrita del titular de los derechos de autor. 6. Las gráficas, dibujos y otras ilustraciones deben adjuntarlas al final del texto. 7. Los cuadros (y no tablas) deberán numerarse con caracteres arábigos. Cada uno deberá tener un título breve; al pie del mismo se incluirán las notas explicativas que aclaren las abreviaturas poco conocidas. No se usarán líneas horizontales o verticales internas. Todos los cuadros deberán citarse en el texto. 8. Tipo de artículos: la revista publica artículos originales en el área de investigación clínica o de laboratorio, editoriales, artículos de revisión, biotecnología, comunicación de casos y cartas al editor. Se reciben artículos en los idiomas español e inglés. 9. Resumen. La segunda hoja incluirá el resumen, de no más de 250 palabras y deberá estar estructurado en antecedentes, material y método, resultados y conclusiones. Con esta estructura se deberán enunciar claramente los propósitos, procedimientos básicos, metodología, principales hallazgos (datos concretos y su relevancia estadística), así como las conclusiones más relevantes. Al final del resumen proporcionará de 3 a 10 palabras o frases clave. Enseguida se incluirá un resumen (abstract) en inglés. 10. Abstract. Es una traducción correcta del resumen al inglés. 11. Texto. Deberá contener introducción, material y métodos, resultados y discusión, si se tratara de un artículo experimental o de observación. Otro tipo de artículos, como comunicación de casos, artículos de revisión y editoriales no utilizarán este formato. a) Introducción. Exprese brevemente el propósito del artículo. Resuma el fundamento lógico del estudio u observación. Mencione las referencias estrictamente pertinentes, sin hacer una revisión extensa del tema. No incluya datos ni conclusiones del trabajo que está dando a conocer. b) Material y método. Describa claramente la forma de selección de los sujetos observados o que participaron en los experimentos (pacientes o animales de laboratorio, incluidos los testigos). Identifique los métodos, aparatos (nombre y dirección del fabricante entre paréntesis) y procedimientos con detalles suficientes para que otros investigadores puedan reproducir los resultados. Explique brevemente los métodos ya publicados pero que no son bien conocidos, describa los métodos nuevos o sustancialmente modificados, manifestando las razones por las cuales se usaron y evaluando sus limitaciones. Identifique exactamente todos los medicamentos y productos químicos utilizados, con nombres genéricos, dosis y vías de administración. c) Resultados. Preséntelos siguiendo una secuencia lógica. No repita en el texto los datos de los cuadros o figuras; sólo destaque o resuma las observaciones importantes. d) Discusión. Insista en los aspectos nuevos e importantes del estudio. No repita pormenores de los datos u otra información ya presentados en las secciones previas. Explique el significado de los resultados y sus limitaciones, incluidas sus consecuencias para la investigación futura. Establezca el nexo de las conclusiones con los objetivos del estudio y absténgase de hacer afirmaciones generales y extraer conclusiones que carezcan de respaldo. Proponga nueva hipótesis cuando haya justificación para ello. e) Referencias. Numere las referencias consecutivamente siguiendo el orden de aparición en el texto (identifique las referencias en el texto colocando los números en superíndice y sin paréntesis). Cuando la redacción del texto requiera puntuación, la referencia será anotada después de los signos pertinentes. Para referir el nombre de la revista utilizará las abreviaturas que aparecen enlistadas en el número de enero de cada año del Index Medicus. No debe utilizarse el término “comunicación personal”. Sí se permite, en cambio, la expresión “en prensa” cuando se trata de un texto ya aceptado por alguna revista, pero cuando la información provenga de textos enviados a una revista que no los haya aceptado aún, citarse como “observaciones no publicadas”. Se mencionarán todos los autores cuando éstos sean seis o menos, cuando sean más se añadirán las palabras y col. (en caso de autores nacionales) o et al. (si son extranjeros). Si el artículo referido se encuentra en un suplemento, agregará Suppl X entre el volumen y la página inicial. La cita bibliográfica se ordenará de la siguiente forma en caso de revista: Torres BG, García RE, Robles DG y col. Complicaciones tardías de la diabetes mellitus de origen pancreático. Rev Gastroenterol Mex 1992;57:226-9. Si se trata de libros o monografías se referirá de la siguiente forma: Hernández RF. Manual de anatomía. 2ª ed. México: Méndez Cervantes, 1991;pp:120-9. Si se tratara del capítulo de un libro se indicarán el o los autores del capítulo, nombre del mismo, ciudad de la casa editorial, editor del libro, año y páginas. 12. Transmisión de los derechos de autor. Se incluirá con el manuscrito una carta firmada por todos los autores, conteniendo el siguiente párrafo: “El/los abajo firmante/s transfiere/n todos los derechos de autor a la revista, que será propietaria de todo el material remitido para publicación”. Esta cesión tendrá validez sólo en el caso de que el trabajo sea publicado por la revista. No se podrá reproducir ningún material publicado en la revista sin autorización. 13.Evaluación por pares. Los trabajos originales serán sometidos a un proceso de evaluación por pares, bajo la modalidad doble ciego; que consiste en el dictamen técnico-metodológico por parte de tres especialistas en la disciplina correspondiente a su trabajo. El dictamen está orientado a los siguientes aspectos: la calidad y el rigor de los argumentos, la validez de los datos, y la oportunidad y relevancia del artículo presentado. En el caso de que el dictamen sea favorable en dos de los resultados como mínimo, se le notificarán los cambios que se requieren para su publicación. Revista de Especialidades Médico Quirúrgicas se reserva el derecho de realizar cambios o introducir modificaciones en el estudio en aras de una mejor comprensión del mismo, sin que ello derive en un cambio de su contenido. Los trabajos deberán ser entregados o enviados a la Coordinación de Servicios Modulares del CMN 20 de Noviembre, ISSSTE. Av. Coyoacán 524, esq. Félix Cuevas, CP 03100, Delegación Benito Juárez, México, DF, tercer piso, sexta sección. Teléfonos: 5200-5003 extensiones 4256, 4609, 14604. Directos: 5200-3530, 5200-3459 y 5559-2450 o a la Subdirección de Regulación y Atención Hospitalaria, en atención al Departamento de Investigación. Av. San Fernando 547, primer piso, col. Toriello Guerra, 14070, Tlalpan, México, DF. Teléfono: (01-55) 5606-5409. Correo electrónico: [email protected]