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Dr. Miguel Antonio Núñez Solórzano, Colima
El día 29 de septiembre del año 1925 vio la luz primera en Colima capital. Fue
el cuarto hijo del Sr. Martín Núñez Hernandez y de la Sra. Marìa del Refugio
Solórzano Ortiz, su esposa es la distinguida señora Celia Lepe Aguayo,
tuvieron cuatro hijos: Miguel Antonio actualmente Medico Especialista en
Cirugía General, Alma Celia, Laura Angélica y Gabriela Ivette.
El doctor Miguel Antonio dice que hizo su
instrucción elemental de forma poco común ya que la inicio los “párvulos” que
vendría a ser la actual educación preprimaria en 1930, su primer año de
primaria en el antiguo Colegio Colima, posterior a lo cual por situaciones
políticas propias del país en el periodo del General Plutarco Elías Calles hubo
que abandonar los estudios para irse con sus padres a la Hacienda de Jala
donde permaneció durante cinco años trabajando en el campo, reiniciando sus
estudios en la escuela propiedad del Profesor Ventura donde concluyo esta
etapa.
La secundaria la inicio en 1942 en la número
uno de la recién fundada Universidad Popular de Colima. La población de la
ciudad de Colima sufría entonces severos ataques de paludismo –se sembraba
arroz en sus alrededores-, recuerda que el Dr. Linares trataba a sus enfermos
con Quinina. Para los estudios de preparatoria se fue a Guadalajara donde
estuvo trabajando por las mañanas y hasta muy entrada la tarde en los
almacenes y farmacia de los antiguos laboratorios Pisa donde entre otras
cosas ayudaba en la preparación de recetas “galénicas”, sus estudios los
efectuó en “la nocturna” o preparatoria numero dos dependiente de la
Universidad de Guadalajara.
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Ingreso en 1947 a la Facultad de Medicina de la
misma Universidad, ahí fueron sus condiscípulos varios “Colimotes” entre ellos
Alfredo Huerta Duarte quien ya una vez médico contrajera nupcias con la Dra.
Lolita Evangelista, también Raúl Ochoa y Ochoa, el casi Colimense aunque
había nacido en la cercana población de Tuxpan, Jal. Jorge Ochoa de la Paz.
Recuerda con afecto la excelencia quirúrgica del Dr. Delfino Gallo Aranda y la
sapiencia del Dr. Amado Ruiz Sánchez experto farmacólogo quien estaba
recién llegado de cursar sus estudios de Farmacología en Paris, en ese
entonces había mucho paludismo también entre la población de la Perla
Tapatía y el junto con varios de sus condiscípulos colaboraron en estudios para
dosificar el cloramfenicol en el tratamiento de la patología señalada, y que
entonces cobraba muchas vidas.
También le dejaron profunda huella el
Médico Dermatólogo Don Jose Barba Rubio, el Internista Don Jose Cueva Niz,
y el anestesiólogo Don Rosendo López quien le enseño el uso del Kemital, éter
y trileno así como la técnica de la “Raquia” que tanto le ayudara en la futura
atención de numerosas parturientas.
El doctor Núñez formo parte de la generación 1947-1953 de la Facultad de
Medicina de la U. de G., al igual que los Colimenses Raúl Ochoa, Jorge Ochoa
de la Paz, el Dr. Alfredo Huerta Duarte y la esposa de éste María Dolores
Evangelista Romero quien es originaria de Guadalajara.
Trabajo con el Dr. Mario Rivas Souza
atendiendo urgencias en la Cruz roja Tapatía durante varios meses. Y conoció
los “secretos” que le enseño el Infectólogo Don Francisco Ruiz Sánchez
respecto al tratamiento de las sepsis mediante “tetraciclina” la que tenia solo la
presentación comercial de capsulas, y cuyo “polvo” era disuelto en “suero” y se
aplicaban IV a los pacientes, sobre todo a los heridos por proyectil de arma de
fuego o por arma blanca.
El doctor Núñez recuerda que ya radicado en Colima
estuvo ayudando y aprendiendo del excelente cirujano que fuese el Dr. Casimiro
Ramírez Jaime, durante el paso de visita en el Sanatorio Colima estaba hospitalizado
un paciente que había recibido herida en la vejiga que perforo el recto y prácticamente
en estado de choque había sido desahuciado por el profesor. Le pidió lo dejara
manejarlo, aplicándole entonces soluciones IV para estabilizarlo y le administro
también tetraciclina vía intravenosa, con lo que el paciente no solo curo de la infección
generalizada, sino que salvo la vida y el orificio que mostraba en la parte baja del
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abdomen y a través del que drenaba orina y materia fecal se fue cerrando poco a
poco.
Su servicio social lo hizo primero como Médico
Municipal en su ciudad natal, después el Gobernador del Estado lo mando junto con
otro compañero al Hospital Civil que era dirigido en ese entonces por el Dr. Alfonso
Retana y que tenía como Subdirector al Dr. Enrique Antonio Vogues Herrera. El y su
condiscípulo vinieron a ser los primeros médicos de pregrado en asistir a los cirujanos
y resto de especialistas del citado nosocomio. Su tesis profesional verso sobre “El uso
de la ergonovina en 100 casos de trabajo de parto” estadística que reunió con
pacientes del Hospital Civil de Guadalajara.
En la siguiente fotografía aparece el Dr. Jorge Ochoa de la Paz, condiscípulo
del doctor Núñez durante sus estudios en la Escuela de Medicina, su familia
era originaria de Tuxpan Jalisco pero radicaron muchos años en Colima,
también fue familiar del prestigiado urólogo tapatío Ramos Ochoa. Don Jorge
fue el primer medico radiólogo de carrera en Colima, había hecho la
especialidad en el Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde” de la ciudad de
Guadalajara en donde fue su mentor el Dr. Carlos Ramírez García. Trabajo
para el Hospital del IMSS en Colima durante varios años hasta su desceso, fue
muy amigo del doctor Raúl Ochoa y Ochoa con quien cotidianamente
bromeaba, tenía muy buen humor, y fumaba cigarrillo tras cigarrillo. Tenía su
gabinete particular primero en el centro de la ciudad y después cerca del jardín
Juárez, sus trabajos radiológicos eran excelentes, todavía le recordamos
cuando era auxiliado por el doctor Felipe Salazar Carrillo galeno ya para
entonces jubilado del IMSS quien a diario y por “puro gusto” acompañaba a
Ochoa, y el siempre tan serio solo sonreía ante las frecuentes ocurrencias de
Don Jorge.
Regresando con Miguel Antonio nos comento
que durante el año de servicio social por las tardes acudía a dar consulta de
Medicina General a Coquimatlán. Se recibió en 1953, y regreso a su terruño.
Aquí conoció al Dr. Verduzco quien fue un excelente traumatólogo de carrera
del que aprendió muchas de las técnicas de reducción de fracturas que
después le resultaron de mucha utilidad en su práctica profesional. Tenía dos
consultorios uno en la capital del estado pero seguía dando consulta en
Coquimatlán donde dice había muchos problemas de salud, entre ellos
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recuerda: Cuadros de diarrea y deshidratación, varicela, paludismo, tétanos,
parotiditis, sarampión, y poliomielitis.
En 1960 el doctor Núñez fue invitado a colaborar
en el recién fundado Sanatorio de la Trinidad en el que también trabajaban los
doctores Enrique Brizuela Virgen medico general de gran prosapia, Rafael
Pineda Mendoza excelente cirujano pediatra quien había hecho la residencia o
especialidad correspondiente en el Hospital Infantil de la ciudad de México, el
Radiólogo Jorge Ochoa de la Paz y los hermanos Alfredo Cervantes Ochoa
quien fue Patologo Clínico y se encargaba del laboratorio de análisis, y el Dr.
Pedro de los mismos apellidos quien vino a Colima después de efectuar se
especialización en Cirugía de Tórax y Corazón en los Estados Unidos y quien
por cierto efectuase la primer cirugía de corazón en Colima en una paciente
que sobrevivió por varios años. A los niños los atendía el Dr. Jose Quevedo
Morrill, el anestesiólogo era el Dr. Raúl Ochoa y Ochoa, cirujano General Dr.
Leonel Ramírez García con residencia en el Hospital Central Militar de la Cd.
De México, y el Ginecoobstetra el Dr. Raúl Sevilla Ramírez quien también hizo
la especialización en los Estados Unidos.
En la fotografía el segundo de pie y de izquierda a derecha es el
doctor Miguel Antonio Núñez Solórzano, a su lado su hijo el Dr. Miguel Núñez
Lepe prestigiado cirujano General, y en el extremo opuesto el Dr. Rafael
Meillon Lomeli, esto durante el mes de julio del 2010 en el club de leones de
Colima, se encuentran acompañados de sus distinguidas esposas, y otras
personas.
Durante los 1960s ya estaba en funciones el
Sanatorio Colima con los Dres. Carlos de la Madrid Bejar, Miguel Trejo Ochoa y
Felipe Salazar Carrillo. Otros medicos que recuerda ejercían la medicina
privada en la ciudad eran el Dr. Daniel Solórzano quien fundó el “Sanatorio
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Solórzano”, el Dr. Salvador Gonzàlez Ventura, el Dr. Roberto Palencia, y
David Jiménez Villalobos, además de los previamente señalados.
En 1963 el doctor Núñez hace realidad su sueño de
abrir un nuevo Sanatorio particular en Colima que denomina “Sanatorio Núñez”,
el que era atendido principalmente por su propietario.
A mediados de los 1970s tanto el hermano de su esposa doctor Francisco
Ignacio Lepe Aguayo como quien escribe, fuimos requeridos por él y
colaboramos en diversas ocasiones con la atención de los pacientes que
acudían al prestigiado Sanatorio. Desde siempre Don Miguel fue sumamente
activo daba consulta de medicina general, reducía fracturas, atendía partos,
hacia cesáreas, operaba hernias y apéndices, y con un ayudante o auxiliado
por un cirujano general hacia colecistectomías, lo mismo que resecciones
intestinales y otras relacionadas con las heridas por proyectil de arma de fuego
y arma blanca. Me comento que en promedio llegaba a consultar entre 20 y 30
pacientes diariamente, atendía entre 10 y 15 partos mensuales, y hacia unas 8
a 10 cesáreas; se desarrollo muy bien desde sus inicios profesionales en el
entonces ambiente un tanto cerrado que significaba la medicina privada en el
Colima de esa época, éxito que continuo durante muchos años.
Numerosas personas de la ciudad de Colima y sus
alrededores pronto se convirtieron en sus huéspedes/pacientes, alrededor de
mediados de los setentas cuando comenzamos a llegar especialistas en otras
ramas de la medicina a esta ciudad se inicio asimismo la practicar de cirugía
de mayor complejidad en el sanatorio, como resecciones transuretrales de
próstata, nefrectomías, discoidectomias, cirugía oftalmológica y de
otorrinolaringología, etc, durante varios años alquilo parte del sanatorio para
consultorios de especialidades.
El Hospital particular de su propiedad fue tan exitoso,
principalmente por el trato personalizado de su dueño que a pesar de ya estar
funcionando el nuevo Sanatorio Centro Médico de Colima, el Sanatorio San
Francisco y otros el “Núñez” continuaba funcionando “viento en popa”. Por
decisión propia y después de mucho pensarlo, el sanatorio cerró sus puertas
después de casi 35 años de servicio. Tiempo después también decidió dejar la
práctica de la profesión, y ahora dedica sus esfuerzos a otro tipo de
actividades.
Con el deseo de estar siempre actualizado asistió a varias
de las Asambleas Médicas de Occidente celebradas en la ciudad de
Guadalajara, lo mismo que a muchos de los eventos científicos que se
desarrollaron por distintas asociaciones y Colegios medicos de Colima. Esta
certificado por el Consejo Mexicano de Medicina General, y ha ocupado
puestos directivos en la Sociedad Médica de Colima. Es socio del Club de
Leones de Colima desde hace muchos años. Ahora ya en sus ratos de sosiego
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gusta de disfrutar de la tranquilidad de Manzanillo junto con su familia, antes no
tenía tiempo de nada más que dedicarse a las actividades propias de la
profesión de la que fue un apasionado.
Miguel Antonio Núñez, viene a ser uno de los
iconos de la medicina en esta ciudad, durante su ejercicio profesional fue el
prototipo del Médico General bien capacitado tanto en aspectos médicos como
quirúrgicos en general y Gineco obstétricos en particular, y con amplias dotes
naturales administrativo directivas.
En 1989 la Sociedad Medica de Colima de la que
fue socio fundador en 1953 le otorgo reconocimiento por su labor medica
desempeñada durante 36 años, y en lo particular sus colegas reconocemos su
entrega y aportaciones para la salud de los Colimenses, y su buen trato hacia
sus colegas. Su fotografía forma parte de la colección “Nuestros Médicos” de
la sede del Colegio de Médicos del Estado de Colima.