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Aguilar Ramírez MP, et al. Directorio Editor Fundador Dr. José Manuel Correa Rovelo Editor Dr. Nahum Méndez Sánchez Coeditores Dr. Héctor Baptista González Dr. Raúl Carrillo Esper Dr. Paris Troyo Barriga Dr. Norberto Chávez Tapia Consejo Editorial Dr. Misael Uribe Esquivel Dr. Rubén Cortés González Dr. Luis Guevara González Dr. Jaime Arriaga Gracia Dr. Guillermo Castorena Arellano Dr. Manuel Martínez López Comité Editorial Dr. Luis Pablo Alessio Robles Dr. Sebastián Carranza Lira Dr. Dan Green Renner Dr. Luis Guevara Arnal Dr. Enrique Lara Oliver Dr. Javier Lizardi Cervera Dr. Mucio Moreno Portillo Dr. Ernesto Roldán Valadez Dra. Alejandra Rosete Reyes Dr. Luis Enrique Soto Ramírez Dr. Alfonso Vargas Rodríguez Dr. Rafael Vidal Tamayo Ramírez Dra. Carmen Zavala García Editores invitados Q.F.B. Carla Paulin Saucedo Dra. Jimena Muciño Bermejo MÉDIC A SUR SOCIED AD DE MÉDICOS, A.C. MÉDICA SOCIEDAD Mesa Directiva 2010-2012 PRESIDENTE VICEPRESIDENTE SECRETARIO Dr. Paris Troyo Barriga Dr. Juan Nader Kawachi Dr. Carlo Pane Pianese PROSECRETARIO TESORERO PROTESORERO Dr. Luis Fernando Oñate Ocaña Dr. Martín Tulio Santa Rita Escamilla Dr. José Manuel Correa Rovelo SECRETARIO DE ACTAS PROSECRETARIA DE ACTAS Dr. Dan Green Renner Dra. Sara Eugenia Manjarrez Gómez COORDINACIÓN DE CREDENCIALIZACIÓN Y EDUCACIÓN MÉDICA CONTINUA ESTRATEGIAS ADMINISTRATIVAS Y RELACIONES PÚBLICAS Lic. Ma. Teresa Olvera Vargas Dra. Carmina Zavala García Médica Sur es el Órgano Oficial de Médica Sur Sociedad de Médicos, A.C. publicación trimestral. Los artículos y fotografías son responsabilidad exclusiva de los autores. La reproducción parcial o total de este número podrá hacerse siempre que se cite a la Revista y su Autor como fuente. Toda correspondencia debe dirigirse al Editor de la Revista a: Puente de Piedra No. 150, Col. Toriello Guerra, Del.: Tlalpan, C.P. 14050 México, D.F. Editor responsable: Dr. Nahum Méndez Sánchez. Núm. de certificado de licitud de título (En trámite). Núm. de certificado de licitud de contenido: (En trámite). Núm. de reserva al título de derechos de autor: 04-2008-062315024500-102. Revista de Investigación Médica Sur se encuentra compilada en internet en: IMBIOMED. Arte, diseño editorial, composición tipográfica, proceso fotomecánico, impresión y acabado por CONSORCIO EDITORIAL EL LEON LOM SHALOM LOM,, S.A. de C.V. Correo electrónico: [email protected] • [email protected] Oficinas en: Calle Oroya DE SHA No. 610. Col. Lindavista. C.P. 07300. México, D.F. Tel.: 5012-3360 y 5752-2918. 153 Revista de Investigación Médica Sur, México CONTENIDO Vol. 18, No. 4, Octubre-Diciembre, 2011 E D I T O R I A L ...................................................................................................................... 156 Norberto Chávez-Tapia, Nahum Méndez-Sánchez ARTÍCULOS ORIGINALES Valoración neuropsicológica, afectiva y funcional pre y postquirúrgica de pacientes con enfermedad metastásica en sistema nervioso ..................................................... 157 Daniel Salvador Ruiz-González, Eduardo Ólvera-Manzanilla, Salvador Alvarado-Aguilar, Alejandra Platas-De-la-Mora Experiencia de la lactancia materna en el Hospital Médica Sur del año 1999 al año 2008…..…………………………………………............. 163 Paola Morales-Gómez, Susana Martínez-Nava, José Hernández-Martínez ARTÍCULOS DE REVISIÓN ¿Somos tan viejos como nuestros linfocitos? Inmunosenescencia ............................................... 168 Juan Pablo Ledesma-Heyer, Marisol Valdés-Escárcega, Martha Helena Ramos-Ostos Límites de viabilidad en los prematuros extremos (< 30 semanas de gestación o < 1,000 g de peso) ................................................................... 174 José A. Hernández-Martínez, Susana Martínez-Nava CASOS CLÍNICOS Reparación endovascular de aneurisma abdominal .................................................................... 179 Neisser Morales-Victorino, Sandra García–López, Marco Antonio Alcántara-Meléndez, Magali Herrera-Gomar, Lid Guering-Eid, Octavio González-Chon Factor VII recombinante activado intrapulmonar para el manejo de la hemorragia alveolar difusa ....................................................................... 183 Roberto Carlos Bautista-León, Raúl Carrillo-Esper IMÁGENES EN MEDICINA Courvoisier gallbladder .............................................................................................................. 187 Raúl Carrillo-Esper, Jorge Raúl Carrillo-Córdova, Luis Daniel Carrillo-Córdova CASO QUIZ Vertebral bone destruction and cauda equina injury of the lumbar spinal canal due to gunshot wound: imaging findings with plain films, CT-myelography and MRI .............................. 189 María Luisa López-Acevedo, Ernesto Roldán-Valadez, Roberto Corona-Cedillo, Joaquín Hernández-Omaña, Óscar Suárez-Rivera, Manuel Martínez-López NOTICIAS MÉDICAS Y PERSPECTIVAS Estetoscopio, bata y corbata, y el riesgo de infecciones nosocomiales........................................ 195 Héctor A. Baptista-González, Clara Aurora Zamorano-Jiménez Fe de erratas ............................................................................................................................ 203 CONTENTS Vol. 18, No. 4, October-December, 2011 E D I T O R I A L ...................................................................................................................... 156 Norberto Chávez-Tapia, Nahum Méndez-Sánchez ORIGINAL ARTICLES Pre-operative and postoperative neuropsychological affective and functional assessment in patients with Nervous System Metastatic disease (NSMD) ................................... 157 Daniel Salvador Ruiz-González, Eduardo Olvera-Manzanilla, Salvador Alvarado-Aguilar, Alejandra Platas-De-la-Mora Experience of breastfeeding in the Medica Sur Hospital from 1999 to 2008 ..................................................................................... 163 Paola Morales-Gómez, Susana Martínez-Nava, José Hernández-Martínez REVIEW ARTICLES Are we as old as our cells? Immunosenescence .................................................................................................................. 168 Juan Pablo Ledesma-Heyer, Marisol Valdés-Escárcega, Martha Helena Ramos Ostos Limits of viability in extremely premature (<30 weeks gestation or < 1,000 g in weight) ........................................................................... 174 José A. Hernández-Martínez, Susana Martínez-Nava CASE REPORT Endovascular repair of abdominal aneurysm ………………………….………………………….….….174 Neisser Morales-Victorino, Sandra García–López, Marco Antonio Alcántara-Meléndez, Magali Herrera-Gomar, Lid Guering-Eid, Octavio González-Chon Intrapulmonary recombinant activated factor VII for the management of diffuse alveolar hemorrhage ................................................................. 182 Roberto Carlos Bautista-León, Raúl Carrillo-Esper IMAGES IN MEDICINE Courvoisier gallbladder .............................................................................................................. 187 Raúl Carrillo-Esper, Jorge Raúl Carrillo-Córdova, Luis Daniel Carrillo-Córdova CASO QUIZ Vertebral bone destruction and cauda equina injury of the lumbar spinal canal due to gunshot wound: imaging findings with plain films, CT-myelography and MRI ....................................................... 189 María Luisa López-Acevedo, Ernesto Roldán-Valadez, Roberto Corona-Cedillo, Joaquín Hernández-Omaña, Óscar Suárez-Rivera, Manuel Martínez-López MEDICAL NEWS AND PERSPECTIVES Stethoscope, coat and tie, and the risk of nosocomial infections ................................................ 195 Héctor A. Baptista-González, Clara Aurora Zamorano-Jiménez Fe de erratas ............................................................................................................................ 203 Editorial EDITORIAL Editorial Norberto Chávez-Tapia,* Nahum Méndez-Sánchez* La Revista de Investigación Médica Sur cierra su volumen 18, lo que indica una larga historia. Nuestra revista cumple con una función muy importante para la institución y para el desarrollo personal de cada uno de los integrantes de la comunidad científica de Médica Sur. Tenemos la oportunidad de difundir la información clínica que se produce a través de miles de pacientes atendidos en nuestro hospital. En los últimos años se ha trabajado por lograr que la calidad de la revista se incremente y logremos tener un órgano de difusión científica que pueda estar indexado en sistemas electrónicos como PubMed. Ésta no es una tarea fácil, ya que además de contar con un buen equipo editorial se requiere el apoyo de todos los médicos y personal de la salud, quienes son el soporte de la revista. A lo largo de los años diversos grupos han participado con la producción de artículos de revisión y casos clínicos. Sin embargo, es muy importante dar un paso más, con la generación de artículos originales. Actualmente la comunicación y cooperación por parte de la Fundación Clínica Médica Sur y la Dirección de Enseñanza ha facilitado que el grupo de residentes participe con la preparación de artículos originales, los cuales son el elemento más valioso de una publicación científica. Pero se busca que todo el personal de la salud (odontólogos, enfermeras, nutriólogos, epidemiólogos, etc.), así como otros especialistas médicos participen activamente en la producción de nuestra revista. Esto no traerá otra cosa más que beneficios personales e institucionales. Por ello, a partir de 2012 cambiaremos las normas editoriales con el objetivo de tener mejores estándares de calidad para la revista y aumentar la difusión de los artículos originales que, sin duda, requieren de un esfuerzo sustancialmente superior a cualquier otro tipo de artículo. Además reforzaremos el proyecto que se inició hace un año: asesorar activamente a los autores con la finalidad de mejorar la presentación de los resultados obtenidos en los trabajos que envían a la revista. La producción de un artículo comienza desde la idea o duda clínica que buscamos responder, por lo que el Comité Editorial de la Revista de Investigación Médica Sur, además de desearles mucho éxito en este 2012, los invita a acercarse para colaborar en la producción de sus trabajos desde la concepción de la idea y llevarlo a buen término con la publicación de la información. * Fundación Clínica Médica Sur. Correspondencia: Dr. Nahum Méndez-Sánchez Fundación Clínica Médica Sur. Puente de Piedra, Núm. 150. Col. Toriello Guerra, C.P. 14050, México, D.F. Correo electrónico: [email protected] 156 Rev Invest Mex, 2011; 18 (4): 00-00 Rev Invest Med SurMed Mex,Sur Octubre-Diciembre 2011; 18 (4): 156 Ruiz-González DS, et al. ARTÍCULO ORIGINAL Valoración neuropsicológica, afectiva y funcional pre y postquirúrgica de pacientes con enfermedad metastásica en sistema nervioso Daniel Salvador Ruiz-González,* Eduardo Olvera-Manzanilla,** Salvador Alvarado-Aguilar,** Alejandra Platas-De-la-Mora,*** Ángel Herrera Gómez**** Abstract Resumen Objetivo. Mostrar los hallazgos neuropsicológicos en los pacientes portadores de enfermedad metastásica en sistema nervioso (EMSN) intervenidos quirúrgicamente en el Instituto Nacional de Cancerología durante 2009-2010. Material y métodos. Once pacientes fueron llevados a metastasectomía neuroquirúrgica. Se realizó valoración neuropsicológica pre y postquirúrgica. Evaluamos los factores pronósticos neuroquirúrgicos, índice Karnofsky (IK), prevalencia de ansiedad-depresión, y aplicamos el índice de actividades de la vida cotidiana de Barthel. Las variables evaluadas fueron: nivel de conciencia, orientación, atención, lenguaje, habilidades constructivas, cálculo, razonamiento/juicio, factores pronósticos neuroquirúrgicos, ansiedad-depresión y la autonomía en las actividades de la vida cotidiana. Resultados. El rango de sobrevivencia fue de 1.17 a 12.03 meses (promedio de 6.03) con nueve pacientes vivos a la fecha de corte. Dos pacientes fallecieron por coagulopatía en el postoperatorio mediato a los 3 y 45 días, respectivamente. Las funciones neurocognitivas en general mostraron mejoría en el postoperatorio; asimismo, mejoró el IK, la autonomía en las actividades de la vida cotidiana y se evidenció menor prevalencia de ansiedad y depresión. Conclusiones. El deterioro cognitivo de los pacientes con EMSN se debe principalmente al efecto del tumor y no al tratamiento neuroquirúrgico, por lo que es posible realizar el tratamiento neuroquirúrgico con baja morbilidad e intentar nuevos abordajes apoyados por la neuronavegación y ultrasonido. Objective. Show the neuropsychological findings in patients with NSMD, pre and post neurosurgical treatment at INCan between 2009-2010. Material and methods. In eleven patients with NSMD were practiced neurosurgical metastasectomy. Preoperative and postoperative neuropsychological assessment was performed. Also RTOG prognostic factors, Karnofsky performance status (KPS), anxiety-depression and the Barthel ADL status were evaluated. The variables were: level of consciousness, orientation, attention spam, language, constructional ability, memory, calculation skills, reasoning/judgment, neurosurgical prognostic factors, anxiety-depression, and activities of daily living autonomy. Results. We find a 1.17 to 12.03 months survival range (average 6.03) with nine alive patients at check day. The cognitive functioning show improvement in the PO, also better KPS’s, improvement in the activities of daily living, and lower anxiety-depression rates. Conclusion. Assessment pre and postoperative times, has become in a valuable tool to base lines establishment in nervous system tumors patients, and it has been demonstrated that the cognitive impairments come from the tumor effect and not from neurosurgical treatment. In regards of that, it’s possible to think and try new surgical approaches. Palabras clave. Neuropsicología. Neurocirugía. Sistema nervioso. Metástasis. Key words. Neuropsychology. Neurosurgery. Metastases. INTRODUCCIÓN Las metástasis al sistema nervioso son diez veces más comunes que los tumores cerebrales primarios. Lo anterior hace de estas lesiones el tumor intracraneal más co- mún entre los adultos.1 Los tipos de cáncer que frecuentemente generan metástasis cerebrales incluyen: pulmón, mama, riñón, colon y melanoma. Sin embargo, 80% de las metástasis cerebrales se presentan de manera tardía después del diagnóstico del primario; esto puede ser una * Departamento de Cirugía/Cabeza y Cuello/Neurocirugía, INCan. ** Servicio de Psicooncología, Instituto Nacional de Cancerología. *** Máster en Neuropsicología y Neurología de la Conducta. Hospital del Mar, Barcelona, España. **** Dirección del Servicio de Cirugía Oncológica, INCan. Correspondencia: Dr. Salvador Ruiz-González, Psic. Onc. Eduardo Olvera-Manzanilla Puente de piedra, Núm. 150. Col. Toriello Guerra. C.P. 14050, México, D.F. Tel.: (52 55) 5171-9496. Correo electrónico: [email protected], [email protected], [email protected] Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 157-162 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 157-162 157 Valoración neuropsicológica en pacientes con EMSN subestimación, pues es un hecho que no todos los pacientes con cáncer sistémico son llevados de rutina a estudios de neuroimagen.2 Talacchi Andrea et al. señalaron que los aspectos de calidad de vida en los pacientes con tumores cerebrales son un tema emergente que promueve en los neurocirujanos a reconsiderar la valoración neurocognitiva en el curso del tratamiento. Actualmente, sólo pocos centros especializados en la atención del paciente con cáncer realizan rutinariamente valoración neuropsicológica preoperatoria y postoperatoria. En éstos se ha concluido que el deterioro cognitivo que sufren los pacientes es generado por el efecto de masa que produce el tumor, mas que por el efecto de la cirugía. Por esta razón la valoración neuropsicológica es una herramienta adecuada para ser introducida de rutina en la práctica neuroquirúrgica y no quirúrgica de los pacientes afectos de cáncer e incluso constituye la premisa ideal para evaluaciones prospectivas longitudinales.3 El objetivo del presente reporte preliminar es mostrar los hallazgos neuropsicológicos en los pacientes portadores de enfermedad metastásica en sistema nervioso (EMSN) intervenidos quirúrgicamente en el Instituto Nacional de Cancerología durante el periodo 2009-2010. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó evaluación clínica y neuropsicológica pre y postoperatoria a 11 pacientes con lesiones sólidas intracraneales, aplicando las pruebas de escala de ansiedad y depresión en hospital (HAD), 4 Barthell 5 y Cognistat. 6 El rango de edad de los pacientes sometidos a metastasectomía fue de 18 a 68 años con mediana de 31 años. La distribución por género fue de cuatro mujeres (36.36%) y siete hombres (63.64%). El intervalo entre la cirugía y la evaluación postoperatoria fue de 12.33 días. Cuadro 1. Características del tumor primario. Tumor primario Tumor germinal no seminomatoso Cáncer epidermoide Cáncer de mama Melanoma Cáncer renal Cáncer de tiroides Total 158 Número de casos (%) 6 (54.55) 1 (9.09) 1 (9.09) 1 (9.09) 1 (9.09) 1 (9.09) 11 (100) RESULTADOS Por su localización, siete casos se localizaban en el lóbulo frontal derecho (54.55%); lóbulo occipital dos casos (18.9%); frontoparietal derecho un caso (9.09%) y frontal izquierdo en un paciente (9.09%) (Cuadro 1). El intervalo entre el diagnóstico del tumor primario y el de lesión metastásica fue de 11 a 48 meses. Los tiempos específicos por patología los mostramos en el cuadro 2. La sobrevida postquirúrgica fue de 6 meses en promedio con rangos de 1 a 12 meses. En dos pacientes el seguimiento fue de sólo una semana por encontrarse en convalecencia mediata. De los 11 pacientes nueve viven (81.82%) y dos fallecieron (18.18%), estos últimos por coagulopatía en postoperatorio mediato (Cuadro 3). En cuanto a la clasificación pronóstica RPA7 hubo diez pacientes en la clase II y sólo uno en la clase III. El perfil cognitivo preoperatorio fue normal en cinco casos en las esferas de orientación, comprensión y repetición de lenguaje, nominación de objetos y juicio. El área más afectada fue la de las habilidades constructivas que implican la coordinación visomotriz y la capacidad de planeación; 60% de los pacientes (tres de cinco casos) reportaron daño grave. Áreas como atención y cálculo reflejan sólo 20% de pacientes con daño menor. De la misma manera las categorías de memoria y analogías reportaron sólo 20% de los pacientes con daño moderado y grave, respectivamente. En el postoperatorio encontramos: áreas de comprensión del lenguaje, nominación y juicio dentro de límites normales en 6 de 6 pacientes. Cuadro 2. Intervalo en meses entre el diagnóstico primario y el de lesión metastásica. Tumor primario Meses Cáncer de mama Cáncer de tiroides Cáncer renal Melanoma Cáncer epidermoide TGNoS 48 33 28 27 27 11 Cuadro 3. Índice de Karnofsky pre y postoperatorio. Preoperatorio Postoperatorio Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 157-162 IK > 70 IK < 70 9 8 2 1 Ruiz-González DS, et al. La categoría de construcción mostró 33% de daño grave contra 66% de parámetros normales, lo que implica mejoría en este rubro. El área de memoria que implica función de lóbulos temporales mostró a todos los pacientes dentro de límites normales en todos los pacientes en comparación con el preoperatorio en donde 20% de los pacientes exhibían un daño moderado y 80% dentro de límites normales. Las áreas de orientación y atención reportaron sólo 20% de pacientes con deterioro menor, lo que implica un ligero descenso en la orientación y una discreta mejoría para la categoría de atención, ambas funciones en relación con el lóbulo frontal y éste a su vez en probable relación con el proceso inflamatorio postquirúrgico. El área de analogías, encontramos 66% en límites normales y 16.67% con daño menor y daño grave que supone una puntuación ligeramente menor respecto al estudio previo preoperatorio. Las áreas de cálculo y repetición mostraron 33.3% de daño menor y 16% de daño moderado, respectivamente; ambas discretamente por debajo de la condición del preoperatorio. Afectivamente los niveles de ansiedad preoperatoria fueron mayores respecto a los obtenidos en el postoperatorio (Cuadro 4): el porcentaje de pacientes dentro de límites normales aumentó en 9.53 puntos porcentuales (66.67% vs. 57.14%) mientras que hubo una reducción de los casos posibles en 11.9 puntos porcentuales (28.57% vs. 16.67%); cabe anotar que el dato anterior supone no sólo una mejoría en los pacientes, sino la prevención de los que pudieron ser casos confirmados, de los cuales se tuvo un incremento marginal de 2.38 puntos porcentuales (14.29% vs. 16.67%). Respecto a la prevalencia de depresión, observamos algo similar (Cuadro 5), los pacientes dentro de límites Cuadro 4. Prevalencia de ansiedad. Preoperatorio Postoperatorio Normal (%) Caso posible (%) Caso confirmado (%) 57.14 66.67 28.57 16.67 14.29 16.67 Normal (%) Caso posible (%) Caso confirmado (%) 42.86 83.33 28.57 16.67 28.57 0.0 Cuadro 5. Prevalencia de depresión. Preoperatorio Postoperatorio Cuadro 6. Índice de Barthell. Ind. Preoperatorio Postoperatorio 16.67 50.00 Dep. leve 66.67 33.33 Dep. moderada 16.67 16.67 Dep. grave 0.0 0.0 Datos presentados en términos de porcentaje. Ind.: Independiente Dep.: Dependencia. normales prácticamente se duplicaron. En el mismo sentido los casos posibles se redujeron a poco más de la mitad; no se encontró un solo caso confirmado en el postoperatorio. Los datos anteriores muestran mejoría importante en la autopercepción de vida de los pacientes. La autonomía respecto a las actividades de la vida diaria se evaluó con el índice de Barthell (Cuadro 6). El nivel de independencia (autonomía) en las actividades básicas de la vida cotidiana, como se aprecia, mejoró de manera sustantiva en el postoperatorio, pues de sólo 16% de pacientes independientes se obtuvo una mejoría significativa de hasta 50%. Seis pacientes pasaron a seguimiento, cuyo intervalo fue de 0.97 a 12.17 meses. Con un promedio de 9.08 meses. Uno de ellos falleció después de 3.4 meses de la metastasectomía, al momento de su evaluación (2.73 meses posteriores a cirugía) mostró un deterioro grave por recurrencia de la enfermedad. Los valores neurocognitivos en las categorías de orientación, atención, comprensión del lenguaje, repetición de lenguaje, nominación, cálculo y juicio reportaron 16.67% de daño grave vs. 83.33% dentro de límites normales. Las categorías de construcción, memoria y analogías reportaron 66.67% en límites normales, 16.67% de daño menor y 16.67% de daño grave. Esto supone una mejoría importante en los resultados de los pacientes posterior a la metastasectomía. Afectivamente los niveles de ansiedad mostraron una mejoría importante al encontrar 80% de los pacientes dentro de parámetros normales; de la misma manera los parámetros de depresión fueron normales en 100% de los pacientes. En cuanto a la autonomía en las actividades de la vida cotidiana, a la fecha de corte: 40% de los pacientes con vida independiente, 40% con dependencia leve y 20% con dependencia moderada. A la par de los resultados obtenidos la mejoría clínica fue importante, logrando revertir el déficit neurológico motor preoperatorio en el postoperatorio inmediato y a largo plazo (Figura 1). Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 157-162 159 Valoración neuropsicológica en pacientes con EMSN A B C D Figura 1. La mejoría clínica revirtió el déficit neurológico motor en el postoperatorio inmediato y a largo plazo. Es importante señalar la utilidad de los estudios de imagen que apoyen la valoración pre, trans y postoperatoria con el objeto de una adecuada planeación, ejecución y seguimiento durante y después del procedimiento quirúrgico, y así hacer correlaciones basadas en evidencia con los instrumentos neuropsicológicos (Figura 2). DISCUSIÓN De acuerdo con lo esperado, desde el punto de vista psicooncológico y neuropsicológico, se encontró que los 160 pacientes se benefician del procedimiento neuroquirúrgico al disminuir el efecto de masa que propicia el tumor. En el primer punto hay una inversión del binomio ansiedad-depresión, pues en el preoperatorio hay una tendencia mayor a la depresión, mientras que en el postoperatorio ésta tiende a desaparecer para ser sustituida por una prevalencia algo mayor de la ansiedad. Neuropsicológicamente hay una tendencia a la reversión de los déficits cognitivos y motores; asimismo, una mejora importante en la funcionalidad del paciente, logrando en algunos casos recobrar la funcionalidad Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 157-162 Ruiz-González DS, et al. A B D C Figura 2. Los estudios de imagen orientaron la planeación, ejecución y seguimiento del procedimiento quirúrgico. al 100%, lo que impacta de manera significativa en la calidad de vida del paciente y de la familia. Si bien, no hemos realizado un análisis estadístico exhaustivo, los hallazgos parecen soportar la tesis de que el paciente oncológico que presenta metástasis cerebrales, de acuerdo con la valoración de riesgo quirúrgico (RPA), muestra que es factible realizar el procedimiento morbimortalidad aceptable. Por lo que se debe considerar a estos pacientes como candidatos para cirugía paliativa para mejorar su calidad de vida y su entorno familiar en un esquema de tratamiento multimodal que incluya quimioterapia, radioterapia y cirugía neurológica. Por otro lado, los hallazgos muestran la importancia del trabajo en grupo por diferentes especialistas como lo es el psicooncólogo, el cual, debido a su entrenamiento específico y contacto frecuente con el paciente afecto de cáncer permite apoyar el tratamiento integral y multimodal que requieren estos pacientes CONCLUSIONES Al igual que la evaluación clínica y la exploración física es fundamental la valoración neuropsicológica y psicooncológica pre y postoperatoria en los pacientes con EMSN. La detección de déficits neuropsicológicos previos a los tratamientos nos permitirá evidenciar y evaluar dichas afecciones, mismas que de no detectarlas podrían ser imputadas a los tratamientos implementa- Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 157-162 161 Valoración neuropsicológica en pacientes con EMSN dos. A la par, la valoración postoperatoria y la detección de nuevos déficits podrán mostrar áreas específicas de oportunidad de rehabilitación en caso de que exista el compromiso postquirúrgico documentado. 3. 4. REFERENCIAS 1. Shaffrey ME, Mut M, Asher AL, et al. Brain metastases. Curr Probl Surg 2004; 41(8): 665-741; Thomas SS, Dunbar EM. Modern multidisciplinary management of brain metastases. Curr Oncol Rep 2010; 12(1): 34-40. Citados por Kellner CP, D’Ambrosio AL. Surgical Management of Brain Metastases. Neurosurg Clin N Am 2 0 1 1 ; 2 2 : 5 3 - 9 . D o i : 1 0 . 1 0 1 6 / j.nec.2010.08.003. 2. Norden AD, Wen PY, Kesari S. Brain metastases. Curr Opin Neurol 2005; 18(6): 654-61; Gavrilovic IT, Posner JB. Brain metastases: epidemiology and pathophysiology. J Neurooncol 2005; 75(1): 5-14. Citados por Kellner CP, D’Ambrosio AL. Surgical management of brain metasta- Revista de Investigación 162 5. 6. 7. ses. Neurosurg Clin N Am 2011; 22: 53-9. Doi:10.1016/ j.nec.2010.08.003. Talacchi A, Santini B, Savazzi S, Gerosa M. Cognitive effects of tumour and surgical treatment in glioma patients. J Neurooncol [On line 28/09/2010]. DOI 10.1007/s11060-010-0417-0. López-Roig S, Terol MC, Pastor MA, Neipp MC, Massutí B, Rodríguez-Marín J, Leyda JI, et al. Ansiedad y depresión. Validación de la escala HAD en pacientes oncológicos. Rev Psicol Sal 2000; 12(2): 127-55. Cid-Ruzafa J, Damián-Moreno J. Valoración de la discapacidad física. El Índice de Barthel. Rev Esp Sal Pub 1997; 71(2): 127-38. López-Carlos E, Villaseñor T. Manual del Cognistat (The Neurobehavioral Cognitive Status Examination). Versión en español. 2a. Ed. USA: The Northern California Neurobehavioral Group, Inc.; 2006. Gaspar-Laurie E, Scott C, Murray K, Curran W. Validation of the RTOG Recursive Partitioning Analysis (RPA) classification for brain metastases. Int J Radiation Oncology Biol Phys 2000; 47(4): 1001-6. Órgano de Difusión de la Sociedad de Médicos Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 157-162 Morales-Gómez P, et al. ARTÍCULO ORIGINAL Experiencia de la lactancia materna en el Hospital Médica Sur del año 1999 al año 2008 Paola Morales-Gómez,* Susana Martínez-Nava,* José Hernández-Martínez* Resumen Abstract Introducción. La lactancia materna es considerada en la actualidad el método preferido de alimentación infantil. La Organización Mundial de la Salud y la Secretaría de Salud promueven la lactancia por un periodo mínimo de seis meses. Objetivo. Comunicar la experiencia de la Clínica de Lactancia Materna del Hospital Médica Sur de 1999 a 2008. Material y métodos. Se recolectó información de cuestionarios aplicados a las madres que reciben asesoría en la Clínica de Lactancia Materna, llenados por las tres asesoras y especialistas en el tema responsables durante el periodo de enero 1999 a diciembre de 2008. Resultados. Se atendieron 13,418 pacientes, 90% recibieron asesoría sobre lactancia materna. La edad materna de predominio fue de 30 a 39 años. Un 87% de este grupo prefirió la lactancia materna exclusiva; 11%, alimentación mixta y 2%, uso de fórmulas exclusivamente. El 42% mostró excelente disposición a la lactancia y a la asesoría; 50% tuvo buena disposición y 8%, mala disposición. Conclusión. La mayoría de las madres asesoradas entienden la necesidad de ser orientadas en lactancia materna y la prefieren sobre el uso de fórmulas. Introduction. Breastfeeding is currently considered the preferred method of infant feeding. The World Health Organization and the Health Department promotes breastfeeding for at least six months. Objective. To report the experience of breastfeeding’s clinic at the Medica Sur Hospital from 1999 to 2008. Material and methods. Information was collected from questionnaires administered to mothers who receive advice on breastfeeding clinic, filled out by the three advisors and specialists in the field during the period of January 1999 to December 2008. Results. 13,418 patients were assisted, 90% received advice on breastfeeding. Maternal age prevalence is 30 to 39 years. The 87% of this group of women preferred exclusive breastfeeding, mixed feeding 11% and 2% use of formulas alone. The 42% showed excellent disposition to breast and advice, 50% showed good disposition and 8% showed bad disposition. Conclusion. The majority of mothers advised understand the need to be focused on breastfeeding and preferred over the use of milk formulas. Palabras clave. Lactancia maternal. Asesoría. Fórmula. Key words. Breastfeeding. Counseling. Infant formula. INTRODUCCIÓN La lactancia materna es considerada el mejor método de alimentación infantil; desde épocas muy antiguas se reconoció que los niños que no recibían lactancia tenían factores de riesgo para morir.1,2 En el siglo XIX Henri Nestlé creó una industria y mercado para la elaboración de sustitutos de leche humana, la cual fue avalada tanto por médicos como por químicos. Con la revolución industrial las mujeres alimentaban a los hijos de forma artificial debido a la necesidad de trabajar, volviéndose más recurridas las fórmulas infantiles, incluso se consideraron más saludables que la alimentación al seno materno porque se elaboraban con los requerimientos necesarios y las cantidades exactas de nutrientes. En 1920 se recomendó dar lactancia artificial a los niños; para 1972 menos de 30% de los niños eran alimentados con seno materno exclusivo.1,3 Durante los años 50 se formó la Liga Internacional de la Leche, un movimiento que buscó retomar la lactancia materna y los derechos de las mujeres a hacerlo.1 En 1989 la UNICEF y LA OMS pusieron en marcha la iniciativa Hospital Amigo de los Niños, la cual establece criterios para aumentar la incidencia de lactancia materna. La OMS * Servicio de Neonatología, Fundación Clínica Médica Sur. Correspondencia: Dr. José Hernández-Martínez Servicio de Neonatología, Fundación Clínica Médica Sur. Puente de Piedra, Núm. 150. Col. Toriello Guerra, C.P. 14050, México, D.F. Tel.: 5424-7200, ext. 4290. Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 163-167 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 163-167 163 Lactancia materna en el Hospital Médica Sur y a la Asociación Americana de Pediatría (AAP) recomendaron la lactancia exclusiva al menos seis meses.1,3,4 A medida que inició el nuevo milenio la lactancia se retomó por la salud pública, las tasas de incidencia de lactancia materna aumentaron y la duración de la misma aumentó. Los científicos se encargaron de informar las evidencias positivas acerca de la misma. Los grupos médicos se han encargado de divulgar esta información a las madres, logrando que las mujeres apoyen y fomenten a otras mujeres el lactar a sus hijos, dando buenos resultados.3 Los niños alimentados con leche materna no tienen las mismas enfermedades ni tasas de mortalidad similares a los niños alimentados artificialmente. Se ha observado menor incidencia de otitis media aguda, gastroenteritis, infección de vías respiratorias bajas, enterocolitis necrozante, dermatitis atópica,1,2 y disminución en linfoma infantil,3 debido a que la leche materna contiene inmunoglobulinas, lactoferrina, lisozimas, caseína, lípidos, oligosacáridos, prostaglandinas, factores de crecimiento y hormonas. La OMS ha señalado que la lactancia materna disminuye el riesgo de hipertensión arterial, hipercolesterolemia y enfermedades vasculares a largo plazo.1 Respecto a la madre, la lactancia materna disminuye el riesgo de diabetes, cáncer de ovario y de mama, recuperación más rápida tras el trabajo de parto, menor incidencia en obesidad, así como disminución de osteoporosis.2,3 Hay muy pocas contraindicaciones para iniciar o continuar la lactancia materna: tuberculosis activa, lesiones herpéticas activas en la mama, infección por citomegalovirus, varicela, Epstein Barr, toxoplasmosis, uso de agentes quimioterapéuticos, galactosemia, uso de drogas o contaminantes ambientales (plomo y mercurio).1,3 En Estados Unidos y México se considera contraindicación la infección por VIH; sin embargo, en países donde las alternativas a la lactancia materna no están disponibles, o son un recurso económico no sostenible, sí se recomienda.3 Actualmente se sabe que la educación en lactancia materna durante la atención prenatal y/o posnatal aumenta la incidencia de la misma.3 Investigaciones han demostrado que la madre inicia y continúa la lactancia por un máximo de tres meses por cada tres a cinco mujeres que asisten a un programa educativo.2 En la actualidad las mujeres tienen necesidad de trabajar y esto ha ocasionado una menor duración de la lactancia materna o incluso abandono, debido a que se enfrentan a muchas barreras para continuar con la lactancia materna.1,3 Las estadísticas demuestran que 18% de las mujeres refieren su horario de trabajo como la razón para interrumpir la lactancia materna. Las mujeres trabajado- 164 ras tienen tasas de inicio de lactancia casi idénticas a las mujeres que se quedan en casa (66.6 y 64.8%, respectivamente); sin embargo, a los seis meses sólo 26% de las mujeres que trabajan tiempo completo siguen la lactancia materna vs. 35% de las madres que se quedan en casa. La experiencia en el Hospital Médica Sur surge a partir de la creación de la Clínica de Lactancia Materna en 1999, la cual tiene como objetivos la promoción y capacitación en lactancia materna, resolver la problemática más común y dar seguimiento a las madres en forma extrahospitalaria a través de consulta telefónica, o bien, asistiendo al hospital para resolver problemas o dudas. OBJETIVO Comunicar la experiencia de la Clínica de Lactancia Materna del Servicio de Neonatología en el Hospital Médica Sur de 1999 a 2008. MATERIAL Y MÉTODOS El Área de Neonatología de Médica Sur cuenta con un servicio conjunto de asesoría materna para la alimentación al seno materno. Este servicio conjunto se encuentra dentro del Área de Neonatología, con una habitación específica y designada para dicho fin, la cual cuenta con mecedoras, descansa pies, bombas de extracción de leche humana, agua, televisión con equipo de proyección de videos de lactancia materna y música ambiental que favorece el adiestramiento. Esta área está disponible para las madres atendidas en Médica Sur las 24 horas del día, los 365 días del año. Se cuenta con una asesora en el tema que acude de lunes a viernes con horario matutino para el adiestramiento. Se ofrece una clase de lactancia materna a cargo de dicha asesora, con duración de 1 h aproximadamente, con horario específico para las madres que desean tomarla, esta clase se ofrece por todo el personal médico y de enfermería. La asesora, posterior a la clase, se encarga de pasar rutinariamente a las habitaciones de las madres para supervisar la alimentación y resolver dudas. Durante su estancia las madres pueden, de requerirlo, llamar a la asesora para que acuda a la habitación. Previo al egreso se ofrece a las madres un cuestionario para la retroalimentación y mejora de la asesoría. La asesora tiene la obligación de compilar la información obtenida de la madre (edad, profesión, tipo de parto, número de hijos, dudas, quejas y sugerencias) en hojas diseñadas para dicho fin. Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 163-167 Morales-Gómez P, et al. En la presente investigación se recopiló la información del cuestionario y de las hojas de recolección de la Clínica de Lactancia Materna; los datos se obtuvieron de las tres asesoras que fueron responsables, especialistas en el tema, y de los cuestionarios aplicados a las madres asesoradas, por un periodo de diez años: de enero de 1999 a diciembre 2008. Dicha información fue recolectada en hojas específicas de Excel para realizar el estudio. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En el periodo comprendido de 1999 a 2008 se atendieron 13,418 mamás (100%), de las cuales 12,065 mujeres (90%) recibieron asesoría sobre la lactancia (Cuadro 1). La vía de nacimiento ha cambiado con los años, disminuyendo paulatinamente el número de partos y aumentando las cesáreas: en 1999 los partos representaron 32% y las cesáreas, 68%; sin embargo, para 2008 los partos fueron 22% y las cesáreas, 78% (Cuadro 1 y Figura 1). La edad materna de predominio en la población de estudio fue de 30 a 39 años (64%), seguida de mujeres de 21 a 29 años (32%) y tan solo 3.9% fue representado por madres menores de 20 años (1.3%) y mayores de 40 años (2.6%). De ellas, 77.5% eran madres profesionistas (Cuadro 2, Figuras 2 y 3). La lactancia materna exclusiva la eligió 87%, mientras que 11% optó por la alimentación mixta, lactancia materna y fórmula láctea; 2% eligió la alimentación con fórmulas lácteas exclusivas. Año Asesoradas (pacientes) 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Total 828 1,132 1,314 1,479 1,524 1,405 1,175 1,195 1,031 982 12,065 Cesárea (pacientes) 565 813 965 1,028 1,165 1,073 895 933 817 769 9,023 Parto (pacientes) (68%) (72%) (73.5%) (69.5%) (76.5%) (76.5%) (76%) (78%) (79%) (78%) (75%) 263 319 349 451 359 332 280 262 214 213 3,042 (32%) (28%) (26.5%) (30.5%) (23.5%) (23.5%) (24%) (22%) (21%) (22%) (25%) 1,400 Madres asesoradas Cuadro 1. Asesoría en lactancia materna según vía de nacimiento y año. 1,200 Cesárea 1,000 800 600 400 Parto 200 0 Parto Cesárea 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 263 565 319 813 349 451 359 332 280 965 1,028 1,165 1,073 895 262 933 214 817 213 769 Figura 1. Madres asesoradas por vía de nacimiento y año. 1,000 Madres asesoradas 900 800 700 600 500 400 300 200 100 0 aaaa 1999 aaaa 2000 aaa aaaa aaaa 2001 2002 aa aa aa aa aaaa < 20 años aaaaaa aaa 2003 21-29 años aaa 2004 aaa 2005 30-39 años aaa 2006 aaa 2007 aaa 2008 > 40 años Figura 2. Madres asesoradas por grupo de edad. Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 163-167 165 Lactancia materna en el Hospital Médica Sur 1,200 Madres asesoradas 1,000 800 aaaaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa a a 1999 600 400 200 0 aaaaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa a a 2000 aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa aaaaa 2001 aaaa aaaaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa a a aaaa aaaaaa a a aaaa aaaa aaaaaa a a aaaa aaaaaa a a 2002 aaaaaa a a aaaa aaaa aaaaaa a a aaaa aaaa aaaaaa a a aaaaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa a a 2003 aaaaaa aaaaaa Profesionistas aaaaaa aaaaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa a a aaaaaa aaaa aaaa a a aaaa aaaa 2004 aaaa aaaa aaaa aaaaaa a a aaaa aaaa aaaaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa a a 2005 aaaa aaaa aaaa aaaaaa a a aaaaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa a a 2006 aaaaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa a a aaaaaa aaaa a a aaaa aaaa aaaaaa a a aaaa aaaaaa aaaa a a 2007 aaaaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa aaaa a a 2008 No profesionistas Figura 3. Madres asesoradas por profesión. Cuadro 2. Madres asesoradas profesionistas vs. no profesionistas por año. Año Asesoradas (pacientes) 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Total 828 1,132 1,314 1,479 1,524 1,405 1,175 1,195 1,031 982 12,065 Mala 8% Cesárea (pacientes) 632 988 1,052 1,123 1,132 1,071 909 918 788 732 9,345 (76.5%) (87%) (80%) (76%) (74%) (76%) (77%) (77%) (76.5%) (74.5%) (77.5%) Parto (pacientes) 196 144 262 356 392 334 266 277 243 250 2,720 (23.5%) (13%) (20%) (24%) (26%) (24%) (23%) (23%) (23.5%) (25.5%) (22.5%) Excelente 42% aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Buena 50% aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Figura 4. Aceptación de la asesoría por parte de las madres. Respecto a la disposición de la asesoría por parte de las madres fue excelente en 42%, buena en 50% y mala en 8% (Figura 4). 166 Las madres atendidas en la institución durante el fin de semana y que son egresadas durante las 24 a 48 h siguientes no siempre reciben asesoría. Bajo la experiencia de las tres asesoras con las que ha contado el servicio para la asesoría materna se comenta que: • Las cesáreas retardan el contacto del bebé con la madre, así como el inicio de la lactancia materna. • La desconfianza es la causa principal que impide el amamantamiento temprano. • Existen mitos que ocasionan retraso en el inicio de la lactancia. • Las madres que escogen la lactancia materna exclusiva son la minoría; sin embargo, las que la prefieren suelen ser estrictas en no ofrecer sucedáneos de leche humana. • Hay desconocimiento del rol de apoyo que pueden brindar los padres a las madres respecto a la lactancia materna. • Los familiares o las experiencias anteriores influyen en la lactancia materna. • El alojamiento conjunto total, es decir, la permanencia del recién nacido con la madre las 24 h, es poco promocionado y recomendado por el cuerpo médico en general. • Las madres atendidas en Médica Sur previamente saben de la asesoría y la esperan, existiendo buena retroalimentación y generalmente eligen la alimentación al seno materno de forma exclusiva. El 90% de las madres atendidas en Médica Sur reciben guía acerca de la lactancia materna. El grupo de mayor Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 163-167 Morales-Gómez P, et al. prevalencia por edad son las madres de 30 a 39 años, por lo que la mayoría son profesionistas. El 10% de las madres no son asesoradas, algunas veces debido a que son egresadas de forma temprana y a que durante el fin de semana no se cuenta con asesora que ayude a las madres ni que ofrezca la clase; sin embargo, las madres –de requerirlo– pueden entrar al área de lactancia en cualquier momento. Existen múltiples causas y mitos para desalentar la lactancia entre las madres; sin embargo, la mayoría de ellas –al recibir la información adecuada por parte de la asesora– se convencen de que este tipo de alimentación es mejor sobre el uso de fórmulas y de que es el tipo de alimentación preferida debido a las ventajas que ofrece tanto al recién nacido como a la madre a corto y largo plazo. Las mujeres que amamantan deben ser alentadas a continuar, pero no debe ser obligatorio para las madres, ni debe ser causa de sentimiento de culpa de no poder o no querer hacerlo, se deberán dar mensajes positivos a las madres, incluyendo los visuales. La persona encargada de fomentar lo anterior debe conocer ampliamente el tema para resolver los problemas y las preocupaciones maternas.1,3 Revista de Investigación Para fines de calidad y retroalimentación se cuenta con cuestionarios dirigidos a las madres, las cuales revelan agradecimiento importante, aprendizaje efectivo de la técnica y felicitación al hospital por ofrecer este servicio. CONCLUSIONES Se debe discutir la alimentación infantil con todas las mujeres embarazadas, debido a que existen creencias erróneas sobre la lactancia y pueden aclararse con consejería adecuada. Por lo que se recomienda que tanto a las mujeres embarazadas como a sus parejas se le invite a pláticas y/o clases de lactancia materna. REFERENCIAS 1. Eglash A, Montgomery A, Wood J. Breastfeeding. DM 2008; 53: 343-411. 2. Keister D, Roberts KT, Werner SL. Strategies for breastfeeding success. Am Fam Physic 2008; 78: 225-32. 3. Lawrence RA, Lawrence RM. La lactancia materna en la medicina moderna. En: Lactancia materna. 1a. Ed. España: Elsevier; 2007, p. 1-42. 4. Li R, Rock VJ, Grummers-Strawn L. Changes in public attitudes toward breastfeeding in the United States, 1999-2000. Am Diet Assoc 2007; 24: 122-7. Órgano de Difusión de la Sociedad de Médicos Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 163-167 167 Inmunosenescencia ARTÍCULO DE REVISIÓN ¿Somos tan viejos como nuestros linfocitos? Inmunosenescencia Juan Pablo Ledesma-Heyer,* Marisol Valdés-Escárcega,** Martha Helena Ramos-Ostos** Abstract Resumen La inmunosenescencia es un tipo de inmunodeficiencia adquirida idiopática resultado de cambios celulares y moleculares propios del envejecimiento. En el presente artículo se revisarán los principales cambios a nivel del timo y de las respuestas innata y adquirida de la inmunidad. Asimismo, se comentarán algunas teorías del envejecimiento inmunológico. Diversas enfermedades propias de la vejez (infecciones, cáncer, crónico-degenerativas, osteoporosis, etc.) tienen su origen en el sistema inmune envejecido. Immunosenescence is an idiopathic form of acquired immunodeficiency as a result of molecular and cellular changes common in older people. This article will review the major changes in thymus and innate/acquired immune response. We also discuss some immune theories of aging. Various diseases typical in elderly (infections, cancer, chronic and degenerative diseases, osteoporosis, etc.) have their roots in an aged immune system. Palabras clave. Inmunosenescencia. Envejecimiento. Timo. NF-NE. Inflammaging. Key words. Immunosenescence. Ageing. Thymus. NF-NE. Inflammaging. INTRODUCCIÓN La inmunosenescencia es el resultado evolutivo de alteraciones de la respuesta inmunológica innata y adquirida que llevan al declive unidireccional de la función inmune.1 Es un proceso universal, progresivo e intrínseco que aumenta la probabilidad de morir por una enfermedad.2 Muchas enfermedades de aparición frecuente en la vejez (v.gr. osteoporosis, cáncer, diabetes, enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares) comparten un trastorno inmune de base.3-5 El entendimiento de la inmunología es algo reciente; apenas en la década de los 60 se descubrió la estructura de los anticuerpos y el papel esencial del timo como órgano inmune. En 1969 el patólogo Walford explicó la teoría inmune del envejecimiento: la inmunogerontología.6 Afirmaba que los mecanismos inmunes tienen un rol importante en la patogénesis, pero no en la etiología del proceso de envejecer; propuso que los trastornos inmunitarios repercuten sobre tres fenómenos patogénicos: • Aumento de la autoinmunidad. • Fácil desarrollo de cáncer. • Mayor susceptibilidad a infecciones.3,6 Actualmente se sabe que la inmunosenescencia es un tipo de inmunodeficiencia adquirida idiopática como consecuencia de:7 • La involución del timo. • La disminución de la fosforilación intracelular del linfocitos T (LT) inducida. • Alteración en la síntesis de citoquinas. • Cambios en la expresión de algunas moléculas coestimuladoras. • Acumulación de LT de memoria senescentes. • Alteraciones en la presentación antigénica. • Acumulación de daño cromosómico que lleva a la síntesis de productos génicos que inhiben la progresión del ciclo celular.1,8 *Residente de Geriatría, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. **Servicio de Geriatría, CIDyT, Fundación Médica Sur. Correspondencia: Martha Helena Ramos-Ostos Directora del Centro Integral de Diagnóstico y Tratamiento (CIDyT). Tel. 5655-9362 168 Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 168-173 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 168-173 Ledesma-Heyer JP, et al. CAMBIOS INMUNES ASOCIADOS AL ENVEJECIMIENTO Timo El envejecimiento humano se asocia con un declive de la función del timo.5 Éste comienza lentamente su involución después del primer año de vida9 con una caída drástica en la adolescencia. Después de los 50 años se tiene < 20% del tejido original10 y a los 60 años ya no se detectan niveles séricos significativos de hormonas del timo (v.gr. timulina),3 lo cual precede al reemplazo del tejido epitelial por tejido fibroso.8,10 Respuesta inmune adquirida celular La población de LT (la reserva, el pool) se genera en etapas tempranas de la vida y no se puede modificar posteriormente.11 Cuando el timo es incapaz de poblar la sangre de linfocitos frescos se activa un mecanismo de autoproliferación linfocitaria para mantener la homeostasis.1 Tanto la carga antigénica como la activación inmune crónica aceleran el estrés replicativo y envejecimiento de linfocitos a través de la expansión clonal, dando como resultado poblaciones oligoclonales de LT.1,12 Se produce un cambio en las poblaciones de LT vírgenes (CD45RA+, CD29+) a un fenotipo de LT de memoria (CD45RO+).13 Las células del sistema inmune, al igual que en otros sistemas, disminuyen en número debido al deterioro funcional que no permite su generación permanentemente.14 Los LT después de repetidas divisiones entran a un estado de senescencia caracterizada por:2,8 • • • • Alteración en su función. Acortamiento de las secuencias de telómeros. Detención del proceso de proliferación. Resistencia a la apoptosis. Los receptores linfocitarios para mitógenos no se modifican,15 pero debido a la menor capacidad proliferativa el número de divisiones celulares también es mínima.3 Esto puede deberse a lo siguiente: • Anormalidades en las cascadas de señalización con calcio, observadas en linfocitos de personas ancianas,16 que no permiten la activación celular adecuada o conducen a defectos en la síntesis/reparación del DNA.3 • Disminución de interleucina-2 (IL-2) asociada con el envejecimiento.8 Existe una reducción de LT CD4+ (LT4) productores de IL-2,3 una pobre expresión del receptor de IL-2 (CD25), así como una menor densidad de células CD25.13 La IL-2 juega un papel crucial, ya que es la citoquina responsable de mantener la expansión y sobrevida de las células efectoras (aquéllas que secretan altas concentraciones de citoquinas al ser estimuladas).17 • Defecto en la comunicación con células presentadoras de antígeno, específicamente en las moléculas coestimuladoras,15 defecto exacerbado porque la membrana celular del linfocito envejece y ya no es fluida (es más viscosa). El 95% de los LT4 y 50% de los LT CD8+ (LT8) expresan la molécula coestimuladora CD28, la cual interactúa con sus contrarreceptores CD80 y CD86 expresados en células presentadoras de antígeno.17 En situaciones de estrés y en la vejez se pierde el CD28. Al disminuir la IL-2 y por defectos en la interacción CD28/B7 se producen linfocitos anérgicos.8 Es importante notar que en el caso de LT vírgenes en el anciano, éstos expresan moléculas de superficie al igual que LT vírgenes de jóvenes (CD28+, CD45RA+, CD62L+), pero sus telómeros son más cortos y tienen un repertorio de receptores de antígeno más limitado que en los jóvenes.9 Por lo tanto, aunque parecen células vírgenes en realidad se consideran células envejecidas.14 Los linfocitos presentan dos tipos de apoptosis: la muerte celular inducida por activación (MCIA), proceso característico de las células inmunes luego de la estimulación antigénica y la expansión clonal;11 y la muerte celular inducida por daño, fenómeno más generalizado que ocurre en respuesta a diversos afecciones celulares (v.gr. daño oxidativo) y que previene el inicio de la proliferación neoplásica.18 En células senescentes hay menor sensibilidad a la apoptosis inducida por daño y mayor MCIA logrando en conjunto un riesgo elevado para neoplasias, infecciones y menor respuesta de LT.19 Además, la MCIA está regulada por la interacción entre Fas y FasL (proteínas de membrana que activan caspasas para producir apoptosis por vía extrínseca), un defecto en este mecanismo puede condicionar defectos en apoptosis, es decir, se vuelven más vulnerables a desarrollar cáncer.8,19 Los telómeros son repeticiones de ácidos nucleicos en los extremos de los cromosomas de células eucarióticas, su longitud está determinada por la telomerasa.20 Sin embargo, la mayoría de las células carecen de telomerasa, dando como resultado un acortamiento del telómero en cada división celular. En jóvenes sanos los telómeros de LT4 se mantienen hasta los 40 años y comienzan a acortarse hasta los 65 años.8 Se ha observado que en ciertas enferme- Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 168-173 169 Inmunosenescencia dades, como la artritis reumatoide, existe un envejecimiento inmune prematuro donde a los 20 años casi la totalidad de la reserva telomérica se ha consumido.10 En la inmunosenescencia también existe un declive en la hipersensibilidad tipo IV (celular, retardada),21 por lo cual disminuye la respuesta en la piel a diferentes antígenos, es decir, se desarrolla anergia.22 Las reacciones positivas en piel disminuyen de 80% en jóvenes a 20% en viejos. Además, los cambios en la inmunidad celular son responsables de la reactivación de infecciones latentes como en el caso de tuberculosis y varicela.3 Con esto, se ha llegado a la conclusión de que existe un fenotipo de riesgo inmunológico,1 el cual predice morbimortalidad y es resultado de la combinación de LT8 elevados, LT4 disminuidos, linfocitos B (LB) CD19+ disminuidos y una pobre respuesta proliferativa de LT expuestos a antígenos.23 Los LT8 incrementan en porcentaje debido a la expansión clonal de LT8 de memoria mediada por IL-15, éstas son células senescentes que permanecen en un estado activado que no expresan CD28 (LT8 CD28-), incapaces de entrar en etapa proliferativa11 y que tienen capacidad proinflamatoria.24 Dichas células senescentes y disfuncionales, que además escapan de los mecanismos de apoptosis, son muy comunes en casos de estimulación antigénica crónica, son comunes en viejos muy viejos.25 Llenan el espacio inmunológico, reduciendo el lugar para otras células que pudieran tener nuevos y diferentes repertorios antigénicos.2 Afectan tanto la capacidad de respuesta del sistema inmune que el número de expansiones clonales de LT8 ha mostrado una correlación inversamente proporcional al tiempo de vida restante de una persona.26 Respuesta inmune adquirida humoral En el sistema inmune humoral no disminuye el número de células B, sino su capacidad de proliferación. Se ha observado, especialmente después de la vacunación,20 la disminución de títulos de anticuerpos específicos, provocando una respuesta más débil y breve.3 Asimismo, existe un deterioro de la calidad de los anticuerpos, especialmente IgG de alta afinidad, la cual es sustituida por anticuerpos de baja afinidad (IgM) producidos por LB CD5+.27 Con la edad el aumento de autoanticuerpos puede ser por anormalidades intrínsecas en las células B, por la estimulación crónica para la producción de clones de células B o por anormalidades específicas (v.gr. el LB CD5+ se ha asociado a factores reumatoides y a procesos mieloproliferativos). La principal causa del declive funcional en la inmunidad humoral se debe a cambios en la actividad 170 de LT4 como estimulantes de diferenciación y proliferación de LB.28 Paradójicamente, aunque hay mayor nivel de autoanticuerpos circulantes, 80% de la población anciana los presenta, la enfermedad autoinmune de inicio en la vejez es más bien rara.14 Respuesta inmune innata Las células asesinas naturales [mejor conocidas como células natural killer (NK)], además de los macrófagos15 y los polimorfonucleares, son componentes del sistema inmune innato.2 Representan el sistema primario de defensa porque pueden matar de forma espontánea ciertas células tumorales o infectadas por virus. Las NK carecen de receptores para LT y pueden desarrollar citotoxicidad directa o indirecta. Su número aumenta con la edad y con la disminución de LT, por lo que se supone que su aumento es un mecanismo compensatorio.1 Sin embargo, su actividad citolítica se encuentra disminuida. En centenarios sanos con independencia funcional y cognitivamente intactos se han observado niveles altos de actividad citotóxica de las NK,29 por lo que se considera un biomarcador de envejecimiento saludable y de longevidad.5 CARGA ANTIGÉNICA CRÓNICA La inmunosenescencia podría ser justificada ampliamente debido al cúmulo de estímulos antigénicos a lo largo de la vida, es decir, debido a una carga antigénica crónica.2 Ésta es una condición proinflamatoria en sí misma pues estimula de forma continua a las células de la respuesta innata,1 contribuyendo a la disminución de LT vírgenes y llenando así el espacio inmunológico con LT efectores y de memoria.10 Por ejemplo, se ha visto que la infección crónica por citomegalovirus (CMV)14 es responsable de cambios en LT4, en LT8 y del estado proinflamatorio asociado con la edad.2 Inclusive, al tener títulos séricos positivos para CMV, además de niveles altos de IL-6 circulante, se aumenta dramáticamente el riesgo de fragilidad en ancianos.1 La conducta observada en LT4 y LT8 de ancianos es similar a la observada en condiciones de estrés antigénico crónico ocasionado por infecciones persistentes, autoinmunidad o cáncer.10 TEORÍA REDOX DEL ENVEJECIMIENTO En 1956 Harman sugirió que los radicales libres producidos como resultado de la respiración aeróbica podrían Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 168-173 Ledesma-Heyer JP, et al. causar daño oxidativo acumulativo en macromoléculas,30 una teoría que ganó gran aceptación al descubrirse la enzima superóxido dismutasa y luego por el éxito comercial de múltiples agentes antioxidantes.31 En el humano existen numerosos procesos que causan la producción de especies de oxígeno reactivo: respiración mitocondrial, E-oxidación de ácidos grasos a nivel de peroxisomas, acción del citocromo microsomal P-450 y actividad de células fagocíticas.9 Previamente se exageraba el daño producido por radicales libres de vida media corta, de capacidad de difusión limitada y difícil de medir.32 Actualmente la teoría dice que una inestabilidad en el equilibrio redox puede coparticipar en el proceso de envejecimiento, dando mayor énfasis en los radicales libres como segundos mensajeros para vías vitales de comunicación celular.33 Los estímulos antigénicos por contaminantes ambientales también producen una activación inespecífica de macrófagos y elevación de especies de oxígeno reactivo. Un cambio en el estado redox estimula la síntesis de citoquinas que a su vez generan especies reactivas y exacerban el proceso inflamatorio.30 No se ha determinado la efectividad del tratamiento con N-acetilcisteína (un precursor del antioxidante citoplásmico glutatión) como medida para proteger el equilibrio en el estado redox.9,34 TEORÍA DE LA INFLAMMAGING Término acuñado recientemente por un grupo de investigadores italianos35 para referirse a la regulación positiva de respuestas antiestrés como consecuencia de la capacidad del cuerpo para contrarrestar y modular los efectos de ciertos estresantes,25 y esto después de observar que individuos centenarios sanos tenían niveles bajos de IL-6, PCR, HDL, trombina y colesterol total, así como niveles altos de adiponectina e IL-10.33 La inflamación en sí misma no es algo negativo, sino que es la respuesta del sistema inmune ocasionada por trauma o infección.2 La inflamación crónica se caracteriza por su persistencia y falta de resolución.36 En la actualidad, como consecuencia de una mayor expectativa de vida, el sistema inmune debe permanecer activo por más tiempo, lo cual lleva inevitablemente a inflamación crónica y daño de órganos.25 El envejecimiento se caracteriza por un estado inflamatorio crónico peculiar que está bajo control genético7 y va en detrimento de la longevidad.37 La paradoja de un sistema inmune envejecido es que es menos capaz de responder a retos agudos al exponerse a nuevos antígenos, pero a la vez mantiene reacciones inflamatorias crónicas.11 Una característica básica del inflammaging en ancianos enfermos es el nivel sérico elevado de citoquinas como IL-6, IL-15, IL-8 y TNF-D.2,38 Éstas no sólo participan dentro del sistema inmune, sino que también afectan otras áreas como músculo, hueso, hematopoyesis, función cardiaca y cognición.39 A esto se le llama sistema inmune expandido.1 TEORÍA DE LA INFLAMACIÓN MOLECULAR Existe una relación entre la acción pro-inflamatoria del NFK-NB, factor de transcripción NB (nuclear factor kappalight-chain-enhancer of activated B cells), y la acción antiinflamatoria del PPAR, receptor activado de proliferador de peroxisomas (peroxisome proliferator-activated receptors). El NF-NB es un factor de transcripción 40 que participa en la coordinación de la respuesta inmune tanto innata como adaptativa. 33 La activación del mismo es responsable de la generación de las proteínas proinflamatorias TNF, IL-6, IL-1 y ciclo-oxigenasa.41 El NF-NB fue descrito en 1986 en células B, pero ahora se sabe que se encuentra en casi todos los tipos celulares y que es un dímero compuesto por miembros de la familia Relish (Rel).42 El más común de todos es el dímero p50/RelA, su acción es regulada por proteínas inhibitorias INE.27 El complejo NF-NB/INE se encuentra en la mayoría de las células de forma inactiva, latente en el citoplasma.43 Su activación depende de la fosforilación del INb dada por las proteínas IKK (complejo de alto peso molecular que contiene una kinasa de INE específica de serina).33 Al mismo tiempo la IKK activa la proteasoma 26S que se encarga de eliminar la INE y de esta forma queda libre el dímero p50/RelA listo para entrar al núcleo y activar la expresión de genes.44 Importante para el desarrollo de fármacos es que el sistema NF-NE se puede inhibir por medio de antioxidantes (v.gr. N-acetilcisteína, etil-piruvato), glucocorticoides, AINEs o algunos compuestos naturales como el té verde y las flores de las Asteracea. Estas flores (v.gr. manzanilla, girasol, dalia, cártamo, caléndula, etc.) contienen potentes inhibidores específicos de la vía NF-NE, al igual que las catequinas del té verde.42 Los PPAR (especialmente D y J) regulan a la baja varios genes proinflamatorios,43 así como al mismo NF-NE.33 En modelos animales de restricción calórica se ha demostrado que no sólo disminuye la respuesta inflamatoria, sino que se mantiene un equilibrio redox y un balance entre NF-NE y PPAR.45 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 168-173 171 Inmunosenescencia CONCLUSIONES No deberá verse el envejecimiento inmunológico como un deterioro progresivo e inevitable, sino como el resultado de una remodelación constante, inclusive no sólo una remodelación como individuos, sino a lo largo de la evolución como especie humana. La inmunosenescencia es el resultado neto de la adaptación continua del cuerpo a los cambios y agresores a lo largo del tiempo es un proceso dinámico modificado principalmente por la carga antigénica y por el estrés oxidativo. Tampoco se deberá entender al sistema inmune como algo aislado. Hay evidencia de la integración interdependiente de los sistemas inmune, óseo, endocrino y nervioso, a través de citoquinas, hormonas y neurotransmisores. Por el momento existen muchas posibilidades dentro de un gran campo de investigación en el envejecimiento inmunológico, debido a lo poco que se conoce del tema. Por ejemplo, se puede investigar si el envejecimiento prematuro de LT es la causa de enfermedades pro-envejecedoras (enfermedad de Alzheimer, diabetes y artritis reumatoide);3 investigar si el cáncer y otras enfermedades asociadas con inmunosenescencia podrían tratarse con inmunomoduladores en lugar de inmunosupresores;25 ensayar como terapéutica el mini-transplante autólogo de LT,14 así como el uso de terapia génica para desencadenar una regulación positiva de CD28, o el tratamiento con IL-7 dirigida específicamente al timo con el fin de lograr su rejuvenecimiento en tamaño y en celularidad.46 El envejecimiento inmunológico ideal se puede lograr procurando un medio ambiente limpio con acceso a aire, agua y alimentos libres de microorganismos, de toxinas y de xenobióticos para disminuir así la carga antigénica, el desgaste de LT vírgenes, la saturación del espacio inmune con células de memoria, etc. Cáncer, infecciones (recurrentes, persistentes o atípicas), vacunación, enfermedades crónicas y degenerativas, todas son afectadas en diversos grados por el sistema inmunológico y su forma de envejecer. 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Órgano de Difusión de la Sociedad de Médicos Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 168-173 173 Límites de viabilidad enDE los prematuros extremos ARTÍCULO REVISIÓN Límites de viabilidad en los prematuros extremos (< 30 semanas de gestación o <1,000 g de peso) José A. Hernández-Martínez,* Susana Martínez-Nava* Resumen Abstract El concepto de límites de viabilidad no está claramente definido y varía según la institución, estado y país de procedencia. Reanimar y someter a un tratamiento intensivo a prematuros inmaduros ha provocado un aumento en la tasa de mortalidad y de secuelas que van desde leves hasta severas. Actualmente se aplican los principios éticos de autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia, con la finalidad de tomar las mejores decisiones entorno al recién nacido. Se han creado pautas clínicas propuestas con base en la edad gestacional, evidencia científica y opinión de los padres o tutores. Los prematuros al límite de la viabilidad plantean grandes desafíos a la medicina, a la sociedad y a la ética, con lo cual se deben tomar decisiones compartidas entre el equipo de salud y con los padres o instituciones que representen los mejores intereses del recién nacido. The concept of limits of viability is not clearly defined and varies according to the institution, state and country of origin. Revive and bring to an intensive treatment to premature immature has led to an increase in the mortality rate and aftermath that ranging from mild to severe. Currently apply the ethical principles for autonomy, charity, not harmfulness and justice, with the aim of taking the best decisions around the newborn. It is that have been created clinical guidelines proposed in a basis for the gestational age, scientific evidence and opinion of the parents or guardians. The premature to the limit of the feasibility pose major challenges to the medicine, society and ethics, which should take decisions shared between the health team and with the parents or institutions representing the best interests of the newborn. Palabras clave. Recién nacido prematuro. Bioética. Key words. Newborn. Premature. Bioethics. INTRODUCCIÓN Se define como prematurez extrema a los recién nacidos menores de 30 semanas de edad gestacional o con un peso < 1,000 g al nacer. De 1945 a 1994 hubo un incremento en la supervivencia de 70% en neonatos con peso de 750 g.3 El límite de viabilidad está sujeto a factores de tipo materno, obstétricos, perinatales y equipo neonatal, a los recursos y a las instituciones, provocando dilemas médicos y, sobretodo, éticos.4-8,15 La tasa de sobrevida varía dependiendo del país. En Norteamérica a las 22 semanas es de 0-21%; a las 23 semanas, de 16 a 66%, con una media de 30%. En Estados Unidos la sobrevivencia a las 23 semanas fue de 25 a 30% y a las 24 semanas de 50-59%, en Canadá fue de 45% y en Francia de 33%, la mitad de éstos sobrevivió con algún grado de secuelas o algún grado de discapacidad.3,4,13,15,17 La tasa de mortalidad específica que ha descendido con mayor frecuencia es la de los recién nacidos de 7501,500 g de peso, la cual se estima en 40%.1,9 En Cuba se reporta que los prematuros mayores de 30 semanas tienen 90% de posibilidad de vivir en Terapia Intensiva y los menores de 26 semanas prácticamente no tienen posibilidades de sobrevivir. Se han realizado estudios en diferentes países donde se observó que menores de 22 semanas de gestación que ingresan a Terapia Intensiva mueren antes de los seis meses.4,9,10 Allen, en Inglaterra, realizó un estudio con recién nacidos de 22-25 seg, reportando una sobrevida de 0% a las 22 semanas, de 15% a las 23 semanas, incrementándose paulatinamente con el aumento de la edad gestacional, siendo 80% a las 25 semanas de gestación.3 * Servicio de Neonatología de Médica Sur. Correspondencia: Dra. Susana Martínez-Nava Servicio de Neonatología, Fundación Clínica Médica Sur. Puente de Piedra, Núm. 150. Col. Toriello Guerra, C.P. 14050, México, D.F. Correo electrónico: [email protected] 174 Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 174-178 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 174-178 Hernández-Martínez JA, et al. En México esta variable depende de la institución donde se atienda, del área geográfica y de la oportunidad de cuidados intensivos con todos los servicios disponibles las 24 h.3 La mortalidad de los neonatos prematuros extremos depende de los siguientes factores:1,14,19 • • • • Condiciones de salud materna. Nivel socioeconómico. Tipo de centro hospitalario. Calidad de cuidados perinatales y natales. La disminución de los índices de mortalidad coincide con la administración de estrategias altamente eficaces como la instalación traqueal del surfactante en la década de los 80, la administración de esteroides para la maduración pulmonar en los años 70 y el uso de ventilación asistida y de alta frecuencia.1,3,4,11,13,16,18 Se menciona en la literatura que un buen indicador de la sobrevida es el neurodesarrollo de cada paciente; a largo o corto plazo es posible encontrar retinopatía del prematuro, hipoacusia, ceguera, algún grado de displasia broncopulmonar, de hemorragia interventricular y parálisis cerebral.4,5,9,11-18 Las causas de mortalidad en las instituciones hospitalarias de México se muestran en el cuadro 1.1 Se ha observado que con los cuidados intensivos neonatales (como la terapia esteroidea pre y postnatal, asistencia respiratoria, uso de surfactante exógeno, óxido nítrico, control permanente de la oxigenación, catéteres percutáneos, nutrición y tratamiento de infecciones nosocomiales) ha cambiado la calidad de vida y la sobrevida de los pacientes.10,11,13,16,18 A su vez, los factores que influyen en el riesgo de padecer secuelas a corto o a largo plazo son:10,11,14 • Peso < 1, 000 g. • Exploración neurológica patológica después del séptimo día de vida. • PC mayor o menor de dos desviaciones estándar al nacimiento. • Lesiones ecográficas cerebrales (leucomalacia). • Encefalopatía hipóxico isquémica moderada y severa. • Convulsiones. • Ventilación mecánica más de siete días. • Infecciones congénitas. En México es complejo establecer un límite de viabilidad, ya que existen diferentes áreas geográficas, diferencias socioeconómicas, diferentes servicios de salud y diferentes niveles culturales, marcándose en el segundo nivel el límite de viabilidad a las 28-30 semanas y en un tercer nivel a las 25-26 semanas. Con un periodo gris que comprende desde la semana 23 a la 25.1,4,9,14 La Sociedad Canadiense de Pediatría y la Sociedad de Ginecología y Obstetricia crearon desde 1993 una tabla donde se reporta la semana en que se deben de aplicar medidas de soporte, cuidados paliativos y reanimación neonatal, la cual se lleva a cabo en su jurisdicción desde entonces5,20 (Cuadro 2). Cuadro 1. Causas de mortalidad en instituciones hospitalarias de México. Primera causa Segunda causa Tercera causa IMSS INPER Médica Sur Prematurez extrema Malformaciones congénitas Sepsis neonatal Prematurez extrema Malformaciones congénitas Sepsis neonatal Prematurez extrema Malformaciones congénitas Sepsis neonatal Cuadro 2. Periodos de atención a prematuros según la Sociedad Canadiense de Pediatría y la Sociedad de Ginecología y Obstetricia. Medidas de soporte < 22 seg > 500 g Flexibilidad de decisiones 23-24 seg Observación del bebé al nacer Consideración de la familia. Medidas completas > 25 seg Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 174-178 175 Límites de viabilidad en los prematuros extremos Gramos 1987-1988 1989-1990 1990 501-600 601-700 701-800 21% 33% 53% 20% 41% 65% 16-37% 40-70% 60-90% Cuadro 4. Porcentaje de sobrevida en relación con la edad gestacional. 21 22 23 24 25 1987-1988 1989-1990 1990 0% 3% 23% 34% 54% 0% 4% 15% 54% 59% 0% 4% 55% 55% 65% Cuadro 5. Supervivencia de acuerdo con el peso y año en el Instituto de Perinatología. Años 1943-1945 1977-1980 1980-1985 1987-1988 1990-1992 1994 176 Peso (g) < < < < < < 800 800 750 751 750 750 32 31 30 29 Cuadro 3. Sobrevida en relación con el peso. Semanas En México, en el Instituto Nacional de Perinatología, se realizó un trabajo se seguimiento longitudinal a cargo de Fernández Carrocera3 (Cuadro 5). En Médica Sur se hizo un reporte de sobrevida y desarrollo psicomotor en recién nacidos de 30 semanas de gestación o menos, en un periodo de tres años (enero 2002 a diciembre 2004). Se estudiaron 22 recién nacidos, de los cuales sobrevivieron 17; de éstos, cuatro presentaron secuelas de leves a severas. Se observó que a menor edad gestacional mayor retraso en el desarrollo psicomotor, fue evidente que la atención obstétrica y neonatal integrada e intensiva influyó en los resultados de esta muestra (Cuadros 6, 7, 8). No se ha logrado que sobreviva ningún niño de 25 semanas o menos.2 seg Se observa comparativamente cómo ha aumentado la sobrevida de los recién nacidos prematuros conforme avanzan los años. En 2001 fue de 0-28% entre los 16 centros de la Red de Investigación Neonatal de Salud Infantil y del Desarrollo Humano; sin embargo, en consenso general no se recomiendan los cuidados intensivos antes de las 25-26 semanas.1 De 1987 a 1988 el porcentaje de vida era menor a 50% en los recién nacidos con peso < 700 g; no obstante, con el tiempo hubo un aumento paulatino, observándose en 1990 que los recién nacidos de 800 g tenían un supervivencia casi hasta de 90% (Cuadros 3 y 4).5 En cuanto a las semanas de gestación también se observa un incremento respecto a los años; sin embargo, ninguna edad gestacional alcanza más de 65% de supervivencia.5 Con ello, se concluye que a menor edad gestacional mayor riesgo de morbilidad y mortalidad, y menor porcentaje de sobrevivencia.1,4,9,11,13 En Cuba se ha reportado que a mayor edad gestacional mayor supervivencia, la cual mejoró de 2004 a 2006 como muestra la figura 1.10 Supervivencia (%) 0 20 27 34 43 70 28 0 20 2006 40 60 80 2005 100 2004 Figura 1. Supervivencia según edad gestacional. Cuadro 6. Sobrevida en prematuros < 30 seg en Médica Sur. Edad gestacional 26 27 28 29 30 Total Vivos Muertos Total 1 3 8 3 2 17 1 2 0 1 1 5 2 5 8 4 3 22 Cuadro 7. Características de los recién nacidos en el Hospital Médica Sur. Sexo (m/f) Cesárea Peso (g) seg Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 174-178 Vivos Defunciones 11/6 17 700-1,290 26-30 1/4 4 720-1,310 26-30 Hernández-Martínez JA, et al. Cuadro 8. Factores asociados. Esteroides prenatales Surfactante Días de ventilación Estancia intrahospitalaria (días) Edad de defunción en días Vivos Defunciones 14 13 4 52 NA 4 4 9 NA 5 < 23 seg Trisomía 18 No RCP NA: no aplica. Cuadro 9. Principios éticos en la toma de decisiones. Trisomía 13 Beneficencia • Hacer el bien, preservar la vida, aliviar el sufrimiento. No maleficencia • No hacer daño. Autonomía • Respetar los deseos del paciente o del tutor. Justicia • Proteger los derechos del paciente y utilizar de forma adecuada los recursos médicos. En la literatura se menciona que entre una cuarta y quinta parte de los prematuros sobrevivientes presentan por lo menos una secuela; la más frecuente es la alteración del desarrollo mental (17-21%), seguida de parálisis cerebral con 12-15%, en tercer lugar se encuentra la ceguera con 5-8% y la sordera en 3-5%. Sin embargo, los sobrevivientes presentan más de una de estas secuelas.3 A su vez, en un estudio de seguimiento a diez años en prematuros se observó un grado menor en el rendimiento escolar que los niños de término, pero los factores familiares (educación paterna, estado civil, estabilidad familiar y residencia de más de diez años en un lugar) fueron predictores poderosos en el trabajo escolar más que las complicaciones perinatales.3 En diferentes países se han implementado normas con respecto a este tema: la ley inglesa establece que el feto adquiere calidad de ser humano y, por lo tanto, los derechos respectivos, sólo desde el nacimiento e independientemente de la edad gestacional. En Chile la constitución establece que la vida y calidad de ser humano empieza con la concepción, lo que ha originado diferentes marcos legales en estos países.4 El neonatólogo debe tomar decisiones rápidas basadas en conocimiento, experiencia y principios éticos1,4,5,19 (Cuadro 9). Diversos estudios se han realizado al respecto, la conclusión recomienda informar a los padres de manera < 400 g Anencefalia Figura 2. Criterios del Comité Internacional de Reanimación Neonatal. adecuada, franca y completa, en un lenguaje comprensible, toda la información necesaria para la toma de decisiones. Informándole acerca de la patología, procedimientos y tratamiento que se brindará en cualquier momento.1,4,5,9,14 En Inglaterra se realizó un estudio sobre la toma de decisiones en cuanto a la reanimación neonatal: 12% de las decisiones fueron tomadas por el médico; 11%, por los padres y en 77% la decisión fue compartida, ésta fue la más utilizada en las instituciones de ese país.4 En el Working Party 2004 se propusieron algunos criterios (determinación de la edad gestacional, evaluación de la viabilidad al nacimiento o presencia de malformaciones congénitas) con la finalidad de juzgar mejor al recién nacido en la reanimación neonatal y ofrecer así un tratamiento intensivo, respetando las decisiones de los padres con un consentimiento informado.4 Sin embargo, el Comité Internacional de Reanimación Neonatal establece que ante estas patologías sólo se brindarán medidas paliativas1,5 (Figura 2) Los límites de la viabilidad han disminuido hacia edades gestacionales cada vez más bajas, queda claro que si nace un prematuro de 23 semanas y está vital se le atenderá, pero si requiere reanimación activa uno puede abstenerse de realizarla.21,22 Los cuidados paliativos se describen de la siguiente manera: medidas de confortabilidad, tratamiento para el dolor, acompañamiento de los padres y familiares, apoyo espiritual y religioso, hidratación y nutrición, suspender toma de laboratorios, preparación y duelo, y entrevista con los padres 2-3 semanas después del fallecimiento del niño.4,17 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 174-178 177 Límites de viabilidad en los prematuros extremos La toma de decisiones para la reanimación de este grupo de recién nacidos será difícil, ya que siempre se hacen las mismas preguntas: • ¿Ayudarlo a vivir? Pero con gran índice de secuelas a corto y a largo plazo. • ¿Ayudarlo a morir? Y evitar sufrimiento al bebé y a su familia. Éstas serán las interrogantes que cada equipo de salud tendrá que responder al momento de la reanimación neonatal, de acuerdo con los principios éticos, condición materna, opinión familiar y experiencia hospitalaria en estos casos, para llegar finalmente a una decisión conjunta. CONCLUSIONES Para una adecuada toma de decisiones no hay que olvidar que a menor edad gestacional mayor riesgo de morbilidad, mortalidad y mayor riesgo de presentar secuelas; por ello convendría realizar un consenso a nivel nacional o institucional para dar un tratamiento oportuno y garantizar una buena calidad de vida. REFERENCIAS 1. Guzmán-Bárcenas J. Límites de viabilidad. Ginecol Obtet Mex 2007; 75: S10-S13. 2. Hernández-Martínez J. Sobrevida y desarrollo psicomotor en RN < 30 semanas de gestación. Rev Med Sur 2006; 13: 87. 3. Hernández J. 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CASO CLÍNICO Reparación endovascular de aneurisma abdominal Neisser Morales-Victorino,* Sandra García-López,** Marco Antonio Alcántara-Meléndez,** Magali Herrera-Gomar,** Lid Guering-Eid,** Octavio González-Chon** Abstract Resumen El tratamiento intervencionista endovascular está sustituyendo con todo éxito a los tratamientos convencionales de reparación quirúrgica. La prevalencia del aneurisma de aorta abdominal se ha incrementado paralelamente al incremento de la esperanza de vida y la disminución de la mortalidad cardiovascular. Los recientes avances tecnológicos aplicados al diagnóstico y tratamiento del aneurisma de aorta abdominal ocasionan un cambio en el abordaje terapéutico de los pacientes con esta enfermedad. Endovascular interventional treatment is substituted successfully to treatment with surgical conventional repair. The prevalence of abdominal aortic aneurysm has increased in line with rising life expectancy and decrease in cardiovascular mortality. Recent technological advances applied to the diagnosis and treatment abdominal aortic aneurysm are causing a change in therapeutic approach for patients with this disease. Palabras clave. Aneurisma de aorta abdominal. Reparación endovascular. Reparación quirúrgica. Key words. Abdominal aortic aneurysm. Endovascular repair. Surgery repair. INTRODUCCIÓN La incidencia de aneurismas de aorta abdominal varía en relación con la edad y el sexo de los pacientes; a los 65 años 1.7% de las mujeres y 5% de los hombres presentan un diámetro aórtico > 3 cm.1 El factor de mayor riesgo para la presencia de aneurismas es el tabaquismo. Después de la suspensión del tabaquismo el riesgo disminuye un trigésimo del riesgo original por año.2 Desde el primer informe de reparación endovascular de un aneurisma aórtico abdominal en 1991 la técnica se ha convertido en un pilar del manejo no quirúrgico de los aneurismas.3 CASO CLÍNICO Masculino de 76 años de edad con antecedente de exposición a humo de leña, tabaquismo negado, hipertensión arterial de 30 años de diagnóstico, cardiopatía isquémica con IAM en 2004 y 2005, dislipidémico, con hipoplasia renal izquierda, EPOC en tratamiento con candesartan, fenlodipino/metoprolol, isosorbide, aspirina, rosuvastatina. Figura 1. TC de abdomen corte coronal que demuestra la presencia de un aneurisma aórtico infrarrenal. * Servicio de Medicina Interna, **Unidad Coronaria, Fundación Clínica Médica Sur. Correspondencia: Dr. Neisser Morales-Victorino Fundación Clínica Médica Sur. Puente de Piedra, Núm. 150. Col. Toriello Guerra. C.P. 14050, México, D.F. Tel.: 5424-7200. Correo electrónico: [email protected] Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 179-182 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 179-182 179 Reparación endovascular de aneurisma abdominal Figura 2. TC de abdomen contrastado corte transversal donde se observa aneurisma de 100 x 74 mm. Figura 4. Angiografía de aorta abdominal una vez colocada la endoprótesis. El paciente fue sometido a angiografía donde se observó aneurisma de 8.5 cm de diámetro infrarrenal con angulación de 45 grados, dilatación de arteria iliaca derecha de 16 mm e izquierda de 18 mm (Figura 3). Se realizó exclusión endovascular con colocación de dos endoprótesis, una en cuerpo de 28/6/65, otra a rama de 18/8/15 y una extensión de 18/8/85 de forma exitosa (Figura 4). Fue dado de alta 48 h después sin ninguna complicación. DISCUSIÓN Figura 3. Angiografía de aorta abdominal inicial. Inició padecimiento cinco semanas previas al ingreso; masa palpable pulsátil en región umbilical, no dolorosa, sin cambios en el estado de superficie. Se realizó TC de abdomen, la cual mostró un aneurisma aórtico abdominal infrarrenal con longitud > 100 mm y diámetro de 74 mm (Figuras 1 y 2). 180 Los aneurismas aórticos son frecuentemente asintomáticos y a menudo detectados de forma incidental en estudios de imagen para otro propósito. En muchos casos la primera manifestación es la ruptura. El riesgo de ruptura es bajo para aneurismas de 5.5 cm de diámetro o menos; sin embargo, 50% de los pacientes con aneurismas > 5.5 cm no aptos para cirugía mueren en el transcurso de dos años después del diagnóstico.4 Además del riesgo de ruptura los pacientes con aneurismas tienen un riesgo mayor de otros eventos cardiovasculares. El diagnóstico clínico de los aneurismas de la aorta abdominal es poco sensible para diámetros < 5 cm en pacientes con anatomía poco favorable para la palpación abdominal. La radiografía simple de abdomen puede mostrar una calcificación arterial indicativa. Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 179-182 Morales-Victorino N, et al. La ecografía es un método accesible y no invasivo con una sensibilidad de 92 a 99% y una especificidad de 100%,5,6 válido para la medición de diámetros y del trombo mural. La tomografía computarizada con contraste (angio TC) ofrece imágenes de alta resolución y la posibilidad de reconstrucción tridimensional. Es la exploración de elección en el diagnóstico y el estudio preoperatorio. La evaluación de la anatomía aortoiliaca, las características de la pared (inflamación, calcificación, signos de rotura, trombo), los vasos viscerales y las variaciones anatómicas (riñón en herradura, vena renal izquierda o VCI izquierda) se obtienen de forma detallada. La IRM con contraste presenta las mismas propiedades que la angio TC, pero elimina el riesgo de neurotoxicidad y radiaciones ionizantes. Puede sobreestimar el grado de estenosis en vasos viscerales, no detecta las calcificaciones y presenta artefactos en portadores de dispositivos de acero. En la historia natural de los aneurismas de la aorta abdominal el crecimiento determina la evolución hacia la rotura. Se acepta que el diámetro es el principal factor predictivo de rotura.7 Actualmente no hay pruebas científicas de la influencia del tratamiento farmacológico en el control del crecimiento aneurismático. El control de los factores de riesgo ateroscleróticos debe ser parte del tratamiento básico de estos pacientes más allá de su potencial efecto en la historia natural del aneurisma de aorta abdominal, debido a la reducción de la morbimortalidad cardiovascular. La reparación quirúrgica y endovascular de los aneurismas son técnicas que buscan evitar la expansión progresiva del aneurisma y reducir el riesgo de ruptura. Aunque la reparación quirúrgica es una técnica eficaz para su manejo, implica muchos riesgos derivados de la extensa intervención quirúrgica. En la práctica, debido a la presentación generalmente asintomática de los aneurismas, el diámetro aórtico es el principal criterio para indicar la cirugía. Se recomienda para los aneurismas a partir de 5.5 cm en varones y 4.5 a 5 cm en mujeres.8 Otras indicaciones absolutas de tratamiento son la presencia de un episodio embólico, la obliteración iliaca invalidante, la coexistencia de un aneurisma iliaco, el dolor lumbar o abdominal atribuible al aneurisma y el crecimiento > 5 mm/año. La técnica quirúrgica convencional consiste en la sustitución del segmento aneurismático por un injerto protésico aortoaórtico o bifurcado en función de la afectación del territorio iliaco por enfermedad aterosclerótica aneurismática u obliterante. Las vías de abordaje clásicas son la laparotomía media o el abordaje retroperitoneal por el flanco izquierdo. La mortalidad del tratamiento electivo se sitúa alrededor de 5%. En un metaanálisis realizado por Steyerberg, et al.9 se identificaron como factores de riesgo la creatinina plasmática > 1.8 mg/dL, insuficiencia cardiaca congestiva, isquemia electrocardiográfica, enfermedad pulmonar, edad y sexo femenino. La morbimortalidad de ese procedimiento está ligada al pinzamiento aórtico y a la isquemia de los territorios viscerales. Las principales complicaciones del tratamiento convencional son: • Cardiológicas (15%), como el infarto de miocardio (2-8%). • Respiratorias (8-12%), como la neumonía (5%). • Insuficiencia renal (5-12%) con hemodiálisis (1-6%). • Trombosis venosa (8%). • Infección de la herida (< 5%). • Sangrado (2-5%). • Isquemia de las extremidades (1-4%). • Con menor frecuencia el accidente cerebrovascular (ACV), lesión de la vía urinaria, isquemia cólica, isquemia medular, trombosis e infecciones.10 La reparación endovascular se desarrolló para reducir los riesgos asociados con la cirugía abierta y proporcionar una opción de tratamiento para los pacientes que no son candidatos a la cirugía. Varía ligeramente dependiendo del dispositivo que se emplee, el más común consiste en un injerto en forma de Y, un tronco principal para el segmento proximal de la aorta y dos ramas para las distintas arterias iliacas con extensiones para las mismas. El procedimiento se realiza en una sala de cateterismo cardiaco estéril o en una sala de cirugía con la participación de un equipo multidisciplinario que incluya anestesiólogo, cirujano endovascular y un cardiólogo o radiólogo intervencionista. El componente principal es insertado a través de la arteria femoral y es avanzado hasta la aorta abdominal infrarrenal mediante guía fluoroscópica. Se canula la otra arteria femoral para avanzar la extensión contralateral de la arteria iliaca. La mayoría de los pacientes son dados de alta en 48 a 72 h.11 El seguimiento se realiza por TC en uno a seis meses después de la implantación y de forma anual posteriormente. Las conclusiones del grupo de investigadores del Reino Unido (EVAR) apoyan la terapia de reparación endovascular para aneurismas de aorta abdominal, debido a una menor mortalidad en comparación con la ci- Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 179-182 181 Reparación endovascular de aneurisma abdominal rugía abierta. La reparación endovascular fue asociada con incremento de la tasa de complicaciones relacionadas con el injerto y reintervenciones y además fue más costosa.11 CONCLUSIÓN La reparación endovascular del aneurisma abdominal está asociada con menor mortalidad y menores complicaciones a corto plazo. Se ha convertido en la terapia de elección para la reparación de aneurismas en los últimos años. REFERENCIAS 1. Scott RA, Ashton HA, Kay DN. Abdominal aortic aneurysm in 4237 screened patients: prevalence, development and management over 6 years. Br J Surg 1991; 78: 1122-5. 2. Wilmink TBM, Quick CRG, Day NE. The association between cigarette smoking and abdominal aortic aneurysms. J Vasc Surg 1999; 30: 1099-105. 3. Parodi JC, Palmaz JC, Barone HD. Transfemoral intraluminal graft implantation for abdominal aortic aneurysms. Ann Vasc Surg 1991; 5: 491-9. Revista de Investigación 182 4. Brown LC, Powell JT; UK Small Aneurysm Trial Participants. 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Actualmente la patogénesis de la HAD no es del todo dilucidada y no es igual en todas las enfermedades agrupadas en esta clasificación. En algunas es debida a la producción de anticuerpos contra la membrana alveolar capilar y glomerular, como sucede en el síndrome de Goodpasture. El abordaje diagnóstico puede ser complicado, debido a que los hallazgos clínicos no suelen ser constantes, en muchas ocasiones faltan uno o varios de los componentes. La HAD es un síndrome potencialmente mortal caracterizado por una falta de tratamiento específico y con una mortalidad alta en los pacientes que requieren ventilación mecánica. Palabras clave. Hemorragia alveolar difusa (HAD). Factor VII recombinante activado (rFVIIa). INTRODUCCIÓN La HAD es una complicación pulmonar grave caracterizada por una mortalidad alta, de hasta 50% en pacientes con ventilación mecánica. Su etiología es diversa y su patogénesis muchas veces es desconocida. Se ha reconocido que la lesión endotelial, la del capilar alveolar y la inflamación alveolar resultante de la liberación de citocinas puede ocurrir después del transplante de células hematopoyéticas, de la aplicación de quimioterapia y en pacientes con trastornos autoinmunes. Esta inflamación pulmonar generalizada conduce a una abundante expresión intralveolar de factor tisular (FT) que conlleva a un incremento en la concentración de marcadores moleculares de generación de trombina en el lavado broncoalveolar (LBA). No existe un tratamiento hemostático local específico y se carecen de estrategias de tratamiento. Re- The diffuse alveolar hemorrhage (HAD) is a clinical syndrome usually manifests with hemoptysis, anemia, hypoxemia, and new alveolar infiltrates on chest radiograph. Currently, the pathogenesis of HAD is not entirely elucidated and is not equal in all the diseases grouped under this classification. Some is due to the production of antibodies against the glomerular capillary and alveolar membrane, as in Goodpasture syndrome. The diagnostic approach can be complicated, because the clinical findings are usually not constant, often missing one or more of the components. ADH is a potentially fatal syndrome characterized by a lack of specific treatment and a high mortality in patients requiring mechanical ventilation. Key words. Diffuse alveolar hemorrhage (HAD). Factor VII recombinant activated (rFVIIa). cientemente la administración intrapulmonar del factor VII recombinante activado (rFVIIa) se ha propuesto como una alternativa en el manejo de esta entidad, con un eficiente efecto hemostático. CASO CLÍNICO Hombre de 83 años de edad con diagnósticos de hemorragia pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica agudizada y neumonía grave adquirida en la comunidad, ingresó inicialmente al Servicio de Medicina Interna. La radiografía de tórax mostró áreas con infiltrados alveolares difusos y heterogéneos en parches en ambos hemotórax; la citometría hemática con anemias y trombocitopenia. Se inició manejo con broncodilatadores, tratamiento antibiótico y ventilación mecánica no invasiva. * Unidad de Terapia Intensiva, Fundación Clínica Médica Sur. Correspondencia: Dr. Raúl Carrillo-Esper Unidad de Terapia Intensiva, Fundación Clínica Médica Sur. Puente de Piedra 150, Col. Toriello Guerra. Tel.: 5424-7200. Correo electrónico: [email protected] Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 183-186 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 183-186 183 Factor VII recombinante activado intrapulmonar Sin embargo, cursó con deterioro de la función respiratoria, por lo que se decidió su ingreso a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) (Figura 1). A su ingreso a la UTI se inició ventilación mecánica con estrategia ventilatoria de protección pulmonar, con maniobras de apertura y reclutamiento alveolar. Se inició reanimación dirigida por metas con base en las recomendaciones de la campaña de sobrevida a la sepsis. Se practicó broncoscopia con lavado broncoalveolar con hallazgos de HAD sin evidencia de lesión endobronquial; se decidió manejo conservador. Sin embargo, persistió con datos clínicos de HAD con hemoptisis, inestabilidad hemodinámica, disminución de la hemoglobina, trombocitopenia, disminución de la saturación arterial de oxígeno (SpO2), deterioro del índice de oxigenación (pO2/FiO2), hipoxemia refractaria al incremento de la fracción inspirada de oxígeno (FiO2) y maniobras de reclutamiento. Debido a esto se decidió administrar hemoderivados y 50 µg/kg de rFVIIa vía micronebulización por el circuito del ventilador durante 10 min, logrando el cese de la hemorragia pulmonar clínicamente con un incremento en índice de oxigenación, la SpO2 y disminución de los requerimientos de FiO2, así como mayor estabilidad hemodinámica. En la radiografía de tórax de control posterior a la aplicación del rFVIIa hubo evidencia de mejoría significativa. Posteriormente se administró una segunda dosis a las 12 h (Figura 1). A B DISCUSIÓN La HAD es un síndrome clínico que se manifiesta generalmente con hemoptisis, anemia, hipoxemia y nuevos infiltrados alveolares en la radiografía de tórax. Específicamente es un sangrado difuso en la porción acinar del pulmón, pero sin evidenciar anormalidades traqueobronquiales. Histopatológicamente se observan áreas de hemorragia alveolar, capilaritis y lesión pulmonar difusa, pero preservándose la arquitectura alveolar.1,2 La patogénesis de la HAD actualmente no es del todo dilucidada y no es igual en todas las enfermedades agrupadas en esta clasificación que condicionan una lesión a nivel del endotelio.3 El diagnóstico de capilaritis es estrictamente histopatológico y sugiere un proceso vasculítico sistémico subyacente y el síndrome de HAD es básicamente clínico y radiológico.4 Diagnóstico de la HAD El diagnóstico se basa en un alto grado de sospecha clínica, ya sea que se encuentren datos de anemia, he- 184 Figura 1. A. Radiografía de tórax antes de la administración de rFVIIa. Se observan infiltrados alveolares difusos y heterogéneos en parches característicos de la HAD. B. Radiografía de tórax después de la administración de rFVIIa. Se observa menor cantidad de infiltrados y zonas en parches. moptisis e infiltrados pulmonares de reciente aparición; posteriormente es esencial la comprobación de la clínica mediante una broncoscopia y lavado broncoalveolar (LBA) que permite un mayor acercamiento al diagnóstico etiológico. Se debe determinar la causa específica, identificando si es una enfermedad pulmonar primaria o una sistémica que pueda comprometer otros sistemas; esto mediante la realización de exámenes inmunológicos y de serología. El abordaje diagnóstico puede ser complicado, causado porque los hallazgos clínicos no suelen ser constantes.5 Las pruebas de función respiratoria tienen una utilidad limitada en el diagnóstico de esta entidad. En la fase agu- Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 183-186 Bautista-León RC, et al. da existe hipoxemia con un incremento de la diferencia alvéolo-arterial y alcalosis respiratoria. La utilidad de la prueba de difusión de monóxido de carbono puede ser útil.6 Otros pruebas diagnósticas útiles son la determinación de anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos, los cuales pueden tener un patrón citoplasmático (anticuerpos contra la proteinasa 3 de los neutrófilos, altamente específicos para granulomatosis de Wegener) o un patrón perinuclear (anticuerpos contra la mieloperoxidasa de los neutrófilos, relacionado con poliangeítis microscópica y con síndrome idiopático pulmón-riñón).1,3,4 mecánica. La broncoscopia en estos casos es una herramienta diagnóstica y terapéutica. La administración local del rFVIIa a través del broncoscopio y micronebulizada es una alternativa con un excelente manejo. Tratamiento de la HAD Este síndrome es una urgencia médica. Su tratamiento debe iniciar antes de determinar el diagnóstico específico. Las metas de tratamiento son el rápido control de la hemorragia y la prevención del daño renal irreversible, así como de otros órganos extrapulmonares.7-9 Los medicamentos utilizados en el caso de conocer la etiología de la HAD son los corticoesteroides, fármacos inmunosupresores, citotóxicos y la plasmaféresis en algunos casos. En la HAD de causa autoinmunitaria se inician pulsos de metilprednisolona de 1,000 mg/día durante tres días, continuando con 1 a 2 mg/kg/día. Ocasionalmente, de acuerdo con el criterio clínico, se agrega ciclofosfamida. El uso de plasmaféresis se indica en la enfermedad con anticuerpos antimembrana basal glomerular, generalmente se incluye tratamiento inmunosupresor con ciclofosfamida y corticoesteroide. Sin embargo, no tiene utilidad en la nefritis lúpica.10 El rFVIIa a nivel alveolar en altas concentraciones contrarresta la anticoagulación del IVFT favoreciendo el cese de la hemoptisis sin necesidad de procedimientos invasivos que podrían incrementar la morbimortalidad, además de que no hay evidencia de riesgo de trombosis (Figura 2). Cuando se utiliza la ruta intrapulmonar para administrar el rFVIIa la dosis es de 50 mcg/kg diluidos en 50 mL de solución salina para lavado broncoalveolar, instilando 25 mL en cada bronquio a través de broncoscopia; se puede repetir la dosis a las 24 h en caso de una respuesta inadecuada. Otra forma de administración es la vía inhalada por micronebulización, utilizando la misma dosis, pero sin diluirla11 (Figura 3). Figura 2. Esquema donde se representa el modo de acción local del rFVIIa intra-alveolar en la HAD. El rFVIIa vía intravenosa no llega a los alvéolos en una concentración suficiente (1) en contraste con la ruta de la vía aérea (2). El complejo formado por el factor tisular alveolar (FT)-FVIIa activa los factores de la coagulación IX y X. El FT y el inhibidor de la vía del FT (IVFT) se expresan constitutivamente en el espacio aéreo, de manera secundaria a la inflamación inducida en la HAD (3). El IVFT contrarresta la anticoagulación del IVTF (4). 400 350 300 250 200 100 La HAD es un síndrome potencialmente mortal caracterizado por falta de tratamiento específico, con una mortalidad alta en los pacientes que requieren ventilación FiO2 (%) 50 0 CONCLUSIONES pO2/FiO2 (mmHg) 150 -60 0 60 90 120 Minutos 180 240 720 Figura 3. Incremento progresivo del pFIO2 y la reducción de la pO2/FiO2. Se nota mejoría de estos parámetros al administrarse el rFVVII inhalado. Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 183-186 185 Factor VII recombinante activado intrapulmonar REFERENCIAS 1. Specks U. Diffuse alveolar hemorrhage syndromes. Curr Opin Rehumatol 2001; 13(1): 12-7. 2. Green RJ, Ross SJ, Kraft SA, Duncan SR, Berry GJ, Raffin TA. 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IMÁGENES ENR,MEDICINA Courvoisier gallbladder Raúl Carrillo-Esper,* Jorge Raúl Carrillo-Córdova,** Luis Daniel Carrillo-Córdova** Resumen Abstract Courvoisier concluyó con base en sus observaciones que una vesícula biliar palpable y no dolorosa en un enfermo ictérico era signo de obstrucción maligna. Describimos el caso de un enfermo con dilatación vesicular secundaria a la obstrucción del colédoco por un cáncer de páncreas. Courvoisier's observations concluded that a palpable and painless gallbladder in a patient with jaundice is a sign of malignant obstruction. We describe a patient with an enlarged gallbladder as a result obstruction of the common bile duct due to pancreatic cancer. Key words. Courvoisier gallbladder. Pancreatic cancer. Palabras clave. Vesícula de Courvoisier. Cáncer de páncreas. CLINICAL CASE A 58 year old man with one month history of generalized weakness, malaise, decreased appetite, generalized pruritus, jaundice, coluria and 8 kg lost. The abdomen flat and soft, the liver edge was palpable 4 cm below the right subcostal margin. The gallbladder was enlarged, soft and nontender. An abdominal ultrasound showed dilated intra and extrahepatic biliar ducts and gallbladder distension and an undefined mass in the pancreas (Figure 1). A CT shows dilated intrahepatic and common bile ducts and enlarged gallbladder and homogeneus enlarged head of pancreas (Figure 2). Ludwig Georg Courvoisier was born in Basle, Switzerland in 1843 dying at the age of 75 years old (Figure 3). He developed the operation of cholecystectomy and PANCREAS GALLBLADDER Figure 1. A. US showing gallbladder enlargement with thin wall. B. US showing hyperechoic mass in pancreas head. * Unidad de Terapia Intensiva, Fundación Clínica Médica Sur. **Facultad de Medicina. Grupo NUCE, UNAM. Correspondence: Dr. Raúl Carrillo-Esper Unidad de Terapia Intensiva, Fundación Clínica Médica Sur. Puente de Piedra, Núm.150. Col. Toriello Guerra. Tel.: 5424-7200. Correo electrónico: [email protected] Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 187-188 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 187-188 187 Courvoisier gallbladder Figure 2. A. CT showing gallbladder enlargement and bile duct dilatation (arrow). B. CT showing gallbladder enlargement (GB), dilated common bile duct (CBD) and pancreatic head mass (P). was one of the first surgeons to remove a stone from the common bile duct. In 1890, he described his observation that patients with painless jaundice and a palpable gallbladder often have a malignant obstruction of the common bile duct and the jaundice is unlikely to be due a stone this is known as Courvoisier’s law. He described 187 cases of common bile duct obstruction, observing that gallbladder dilatation seldom occurred with stone obstruction of the bile duct. This was first proposed by him in his book The pathology and surgery of the gallbladder. Louis-Felix Terrier (1837-1908) was a French surgeon. He described a syndrome termed the Courvoisier syndrome, defined as obstructive jaundice, distension of gallbladder and a clay-colored faeces in dicating obstruction by a tumor of the Vater’s ampulla.1-3 REFERENCES 1. Parmar MS. Courvoisier’s Law. CMAJ 2003; 168: 876-7. 2. Chung RS. Pathogenesis of the Courvoisier gallbladder. Dig Dis Sci 1983; 28: 33-8. Figure 3. Professor Ludwig Georg Courvoisier (1843-1918). Revista de Investigación 188 3. Fitzgerald JE, White MJ, Lobo DN. Courvoisier’s Gallbladder: Law or Sign? World J Surg 2009; 33: 886-91. Órgano de Difusión de la Sociedad de Médicos Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 187-188 López-Acevedo ML, et al. CASO QUIZ Vertebral bone destruction and cauda equina injury of the lumbar spinal canal due to gunshot wound: imaging findings with plain films, CT-myelography and MRI María Luisa López-Acevedo,* Ernesto Roldán-Valadez, † Roberto Corona-Cedillo, † Joaquín Hernández-Omaña,‡ Óscar Suárez-Rivera,§ Manuel Martínez-López|| A bstract R esumen Introducción. Las heridas penetrantes de la columna vertebral representan la tercera causa más común de lesión de la médula espinal y cauda equina. Las heridas por arma de fuego específicamente representan de 13 a 17% de todas las lesiones de la médula espinal cada año. Presentamos los hallazgos en imagen de un paciente que sufrió una herida de bala en la columna lumbar evidenciada en imágenes de radiografía simple, tomografía (TC), mielo-TC y resonancia magnética (RM) con una breve revisión de la literatura relevante. Resumen del caso. Mexicano masculino, de 47 años de edad remitido a nuestro hospital después de una herida de bala en la región lumbar. Las radiografías simples y la TC mostraron fragmentos de hueso y una bala alojada en el canal espinal en el nivel L4-L5. El paciente llegó al Servicio de Urgencias y fue programado para cirugía. La evidencia de astillas residuales y compresión del canal lumbar observadas en mielo-TC permitieron programar una segunda intervención quirúrgica. El seguimiento con RM mostró un parche dural y colección epidural residual causando compresión de la cauda equina. No se necesitaron otras medidas quirúrgicas, el paciente mejoró su función motora hasta el punto de la deambulación asistida, el daño del esfínter no se modificó. Discusión. La evaluación por imagen comprende la TC como diagnóstico principal, lo que permite una localización precisa de los fragmentos de bala en el canal espinal o cuerpos vertebrales. La utilización de RM en la evaluación de heridas de bala en la columna vertebral se encuentra en debate. Con el auge de la violencia armada en todo el mundo es esencial para los radiólogos tener una comprensión clara de las lesiones por arma de fuego y su evaluación por imagen, especialmente las heridas de bala en la médula espinal que son las más problemáticas. Introduction. Penetrating wounds of the spine are the third most common cause of spinal cord and cauda equina injury. Gunshot wounds specifically, account for 13 to 17% of all spinal cord injuries every year. We present the imaging findings of a patient who sustained a gunshot injury to the lumbar spine evidenced by plains films, CT, CT-myelography and magnetic resonance imaging (MRI) with a brief review of the relevant literature. Case report. 47-year-old Mexican man was referred to our hospital after a gunshot wound to the lumbar spine. Plain films and CT depicted bone fragments and a bullet lodged in the spinal canal at L4-L5. The patient arrived to the emergency department and scheduled for surgery. Residual splinters and lumbar canal compression evidenced by CT-myelography allowed to schedule a second surgical procedure. Follow-up MR evaluation showed a dural patch placed over the dura with some epidural fluid collection causing residual compression of the cauda equina. No further surgical measures were required, the patient’s motor function improved to the point of assisted walking, sphincter damage remained unaltered. Discussion. Imaging evaluation comprises CT as the principal diagnostic allowing a precise localization of the bullet fragments within the spinal canal or vertebral segments. Use of MRI in assessing gunshot wounds to the spine is debated upon. With the rise of armed violence worldwide, it is essential for radiologists to have a clear understanding of gunshot injuries and their imaging evaluation, especially gunshot wounds to the spine that are the most problematic. Palabras clave. Bala. Herida por arma de fuego. Resonancia magnética. Canal vertebral lumbar. Cuerpo vertebral. Key words. Bullet. Gunshot wound. Magnetic resonance. Lumbar spinal canal. Vertebral bone. **Fellow of the High Specialty Graduate Course in Magnetic Resonance Imaging, Medica Sur Clinic & Foundation and Universidad Nacional Autónoma de México. Mexico City. † Affiliated Radiologist. Medica Sur Clinic & Foundation. Professor of the Magnetic Resonance Graduate Course at Universidad Nacional Autónoma de México. Mexico City. ‡Affiliated Orthopedic Surgeon. Medica Sur Clinic & Foundation. Mexico City. § Affiliated Neurosurgeon. Medica Sur Clinic & Foundation. Mexico City. || General Director of the MRI Unit, Medica Sur Clinic & Foundation, Mexico City. Correspondence: María Luisa López-Acevedo, M.D. Medica Sur Clinic & Foundation. Puente de Piedra, Núm. 150. Col. Toriello Guerra, C.P. 14050, México, D.F. Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 189-194 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 189-194 189 Vertebral bone destruction and cauda equina injury of the lumbar spinal canal INTRODUCTION Penetrating wounds of the spine are the third most common cause of spinal cord injury. Gunshot wounds specifically, produce potentially devastating injuries that account for 13 to 17% of all spinal cord injuries every year.2 Penetrating injuries affecting the cauda equina are of extremely rare occurrence compared with penetrating spinal cord injuries, however some cases have been previously reported in the medical literature.3-5 Spinal cord injuries inflicted by firearms usually result in complete paraplegia,6 symptomatology with lesions of the cauda equina can be variable depending the site, magnitude and extension of the damage. This neurological outcome results from direct trauma brought about by the bullet, bone fragments, and sometimes disc particles lodged in the spinal canal.7 To the best of our knowledge, there are no reports8 describing a foreign body lodged into the lumbar vertebral canal after a gunshot injury evidenced by plains films, Figure 1. A. Lumbosacral AP plain film depicting a firearm bullet at the L5 level. B. 3D CT reconstruction showing in AP view destruction of the left transverse process of L4 (suggesting direction of the gunshot, white arrow). C and D. Coronal and axial plane images of CT showing the increased signal density corresponding with the fire arm bullet (white arrows). 190 computed tomography (CT), CT-myelography and magnetic resonance imaging (MRI). In this report we present the clinical and imaging findings in the evaluation and follow-up of a patient who sustained a gunshot injury to the lumbar spine, with a brief review of the relevant literature. CASE REPORT 47-year-old Mexican man was referred to the Radiology Department of our hospital for evaluation after a gunshot wound to the lumbar spine. The patient had undergone clinical evaluation at the Emergency Department and the initial neurological examination revealed flaccid arreflectic paraplegia, loss of urinary and anal sphincters, a T-12 sensitive level on the left side and irregular patches of hyperalgesia/hypoesthesia on the lower right limb. Initial imaging evaluation included lumbar plain-films and computed tomography (CT) with 3D reconstructions, depicting a firearm bullet lodged in the lumbar spinal canal at the L4-L5 intervertebral level as well as bone destruction (Figure 1). Figure 2. A and B. AP and lateral plain films of the lumbar spine shows fixation of the spine with metallic rods. C. Extraction of the firearm bullet (approximate diameter of 15 mm). Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 189-194 López-Acevedo ML, et al. Figure 3. Spine MRI. A and B. Sagittal plane images showing interruption of the cauda equina at the L4-L5 level. C and D. Axial plane images depict the stenosis of the spinal canal with severe peridural inflammatory process, it is possible to see the transpedicled metallic rods. The patient underwent a first surgical procedure. Bone and articular fragments were extracted corresponding with pedicle, left facet joint and a fragment of lamina impacted in the lumbar canal. It was also possible to extract the bullet lodged in the right L4-L5 foramina and to release the compression of the lumbar canal at that level. Figures 2 and 3 depicts the imaging findings after surgery. Approximately 3 weeks after surgery, the patient underwent a CT-myelography; his condition had been reported stable. 2D and 3D CT reconstruction of the lumbar spine depicted bone fragments outside the lumbar spinal canal with one splinter from the handgun inside the spinal canal; two additional residual splinters were evidenced in the lumbar spinal canal at the entrance of the right intervertebral foramen L4-L5 (Figures 4 and 5). Neurological examination during that period revealed increased sensibility in the left foot, increased muscle tone to the point of some voluntary movement in the left dorsiflexors. Electromyography, neural conduction velocity stu- Figure 4. Postoperative CT-myelography with multiplanar reconstructions. A and B. Sagittal plane images show the interruption of the CSF at the L4 level in the sagittal plane (white narrow arrows). C and D. Coronal plane depicting the interruption of the cauda equina and the presence of bone fragments outside the spinal canal with one residual splinter from the handgun inside the spinal canal at the L4-L5 levels (thick white arrows). dies, and somato-sensorial evoked potentials showed incomplete lumbar nerve block. In view of these findings and a neurosurgical evaluation the patient underwent a second surgical procedure. A complete L4-L5 laminectomy was performed, with dural opening and exploration of the cauda equina. The dura and arachnoid membranes were seen to be ruptured, with avulsion of some of the distal lumbar nerve roots. Bone and metal fragments were extracted; an artificial dural patch (duragen) was placed over the dural aperture. The MRI evaluation after the second surgery showed evidence of the dural patch over the dural Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 189-194 191 Vertebral bone destruction and cauda equina injury of the lumbar spinal canal Figure 5. Postoperative CT-myelography with multiplanar reconstructions. A. Sagittal plane image shows the interruption of the CSF containing contrast and the presence o splinters the intervertebral level L4-L5 (white arrows). B. Coronal plane showed two residual splinters from the handgun at the L5 lumbar canal (white arrows). C and D. Axial plane at the level of L5-S1 showing metallic rods (thick arrows) together with presence of the two previously seen splinters, this plane evidence location of splinters in the lumbar spinal canal and at the entrance of right intervertebral foramen. aperture with some epidural fluid collection causing compression of the cauda equina at the levels L4 and L5 (Figure 6). No further surgical measures were required, the patient’s motor function improved to the point of assisted walking, sphincter damage remained unaltered. He continues attending our hospital as an outpatient in the neuro-rehab clinic. DISCUSSION After a gunshot wound, spinal cord and/or cauda equina injuries occur as a result of direct damage by the bullet or metallic particles, or as a result of compression by the broken bone particles. Although less commonly observed, disc material can cause neural defects by compressing the canal when the bullet damages the annulus.9 When a bullet fragment settles in 192 Figure 6. Postoperative lumbar spine MRI. A and B. Sagittal plane images showing evidence of the dural patch placed over the dural aperture there is epidural fluid collection causing compression of the cauda equina at the levels L4 and L5. C and D, axial plane images depict the reflection artifacts associated to metallic rods in oblique position, rods contacted the boundaries of the epidural fluid collection, there was evidence of lumbar spinal canal stenosis. the intervertebral space or foramen, the nucleus pulposus is subjected to increased pressure, and can sometimes be ejected into the spinal canal. In the case of this patient, the bullet, splinters and bone fragments were lodged in the spinal canal. Energy from a gunshot projectile is directly related to both the mass and the square of the velocity of the bullet (E = 1/2 mv2). Gunshot energy is further classified into low and high energy, depending on muzzle velocity (the speed a projectile has at the moment it leaves the end of the barrel from which the projectile will exit). Velocities < 1,000 to 2,000 feet/second (304.8 to 609.6 m/sec) are defined as low energy, whereas speeds > 2,000 to 3,000 feet/second (609.6 to 914.4 m/sec) are defined as high energy.10 Low-energy firearms include pistols and handguns; high-energy and high-velocity weapons include military assault rifles.10 Due to the pessimism associated with poor functional outcome,5 the traditional approach for the management of firearm injury of the spine has been initially non agressive, spinal cord decompression is advised only if there is neurological deterioration during observation.11 Reported Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 189-194 López-Acevedo ML, et al. injuries in the spinal zone are generally stable.12 If the bullet in the lumbar zone breaks the pedicle or facet while traversing it, can cause an acute or chronic instability.10 If the pedicle or facet is intact, no spinal instability is observed. Imaging evaluation at this stage may included CT and MRI.13 Upon arrival, a thorough general evaluation is carried out, since the patient is likely to have suffered multi-organ damage due to multiple splinters. After hemodynamic stabilization and attention to visceral and thoracic injuries, neurological evaluation is carried out and a neurological grade is assigned.14 Proper immobilization, care of the skin, bladder catheterization, and administration of steroids forms the interim management pending surgery.11 Cauda equine lesions (as in this case) are an important indication for surgical exploration since these injuries carry a better functional prognosis due to the involvement of the nerve roots and not the spinal cord. Surgical exploration, decompression and removal of a bullet or bone fragments decompresses the nerve roots, allowing for better recovery of neurological function.11 The indications for surgery should not be as much for neurological recovery as for avoiding the complications of CSF leak from the wound. Moreover, retained intraspinal fragments in the region of cauda equina can lead to chronic pain and should be removed.15 In the case presented, both findings were present in the follow-up MR evaluation. The scope of surgery includes debridement of the bullet track and removal of bone and bullet fragments from the spinal canal, visualization of the cord to determine prognosis, surgical decompression of the cord and dural closure with or without duroplasty.11 The main goal in surgery is improvement in the neurological grade: it is often achievable in incomplete injuries but neurological improvement in cases with grade 0/5 power is still a miracle; avoidance of complications pertaining to external CSF fistulae; avoidance of pyogenic complications such as meningitis, spinal abscess, etc.; and facilitation of early rehabilitation. Treating surgeons must understand the exact role and scope of surgical intervention, so that neurological function can be preserved and further deterioration recognized and treated. Imaging studies comprise CT as the principal diagnostic tool allowing a precise localization of the bullet fragments within the spinal canal or vertebral segments.9 Use of MRI in assessing gunshot wounds to the spine is debated upon. There is legitimate concern that bullet fragments may migrate under the magnetic pull and cause additional damage and injury.16,17 The advanta- ges of MRI over CT include markedly less artifacts; better soft-tissue imaging, and coronal, sagittal, and axial visualization of neural elements. 16,18 Imaging evaluation with MRI is carried out in selected cases where the missile has exited, especially in cases with root avulsion and intramedullary hemorrhage and without associated vertebral injury.11 CONCLUSIONS With the rise of armed violence worldwide, it is essential for radiologists to have a clear understanding of gunshot injuries and their imaging evaluation, especially gunshot wounds to the spine that are the most problematic. REFERENCES 1. 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Esta discusión condujo al análisis de la evidencia científica en las vertientes de la presencia de las IN con su impacto en la salud y vida del paciente, el aumento consecuente de los costos de atención médica y las demandas contra la práctica médica. Así, se plantearon dos preguntas clínicas: • ¿La bata, la corbata y el estetoscopio son vectores relevantes para la transmisión de las IN? • ¿Cuál ha sido el impacto de las intervenciones respecto al uso de la bata, corbata y estetoscopio, en la prevención y control de las IN? ANTECEDENTES A lo largo de la historia los médicos esporádicamente se han interesado en las posibles consecuencias de la higiene personal, así como de la ropa en la salud de los pacientes. Aunque en la época de los romanos Galeno señaló la importancia de la limpieza para la práctica médica con éxito, esta idea fue ampliamente ignorada hasta mediados del siglo XIX. El primero en señalar la importancia de la higiene de los médicos fue el obstetra húngaro Ignatz Semmelweis. El Dr. Joseph Lister tomó la autoridad y la determinación para iniciar cambios en los hábitos de higiene y de la ropa de la profesión médica; comenzó a insistir, entre otras medidas, en el uso de ropa esterilizada en el quirófano en lugar de levita y delantales usados en otra sala o en la calle.1 Las IN son aquéllas que ocurren asociadas con el proceso de atención para la salud. Es el efecto adverso más común y grave en todo el mundo derivado de la atención no segura del paciente, pero hay pocos datos disponibles para evaluar la epidemiología de la infección endémica de la salud asociada a la atención en los países en vías de desarrollo en la revisión sistemática publicada2 respecto a la prevalencia de IN o incidencia global de infección. La prevalencia de la infección asociada con la atención (datos agrupados en estudios de alta calidad) fue de 15.5 por cada 1,000 pacientes (IC 95% 12.6-18.9) y es muy superior a la reportada en Europa y Estados Unidos. La densidad global de infección asociada con la atención de adultos en Unidades de Cuidados Intensivos fue de 47.9 por 1,000 pacientes (IC 95% 36.7-59.1) que es por lo menos tres veces mayor que la densidad reportada para Estados Unidos. La infección del sitio quirúrgico fue la más común (incidencia acumulada de 5.6 por 100 procedimientos quirúrgicos), es notablemente superior en los países desarrollados. Los bacilos Gram-negativos representan las bacterias identificadas con mayor frecuencia en las IN. La cepa de Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM) se presentó en 54% de los estudios de cepas de Staphylococcus aureus, aunque sólo unos cuantos reportes informan sobre la resistencia a los antimicrobianos. Los escasos datos de la literatura señalan la elevada ocurrencia de IN en países subdesarrollados, siendo indicativos de la necesidad de mejorar la vigilancia, políticas y prácticas de control de infecciones.2 También se ha evaluado el efec- * Hematología Perinatal, Instituto Nacional de Perinatología, Medicina Transfusional y Banco de Sangre, Fundación Clínica Médica Sur. ** Instituto Nacional de Perinatología, Universidad Nacional Autónoma de México. Correspondencia: Dr. Héctor A. Baptista-González Hematología Perinatal, Instituto Nacional de Perinatología Correo electrónico: [email protected] Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 195-202 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 195-202 195 Riesgo de infecciones nosocomiales to de las IN en procedimientos de anestesia o analgesia regional;3 se documentó que la tasa de incidencia de IN varía desde los casos de meningitis asociada con anestesia espinal con 3.7 a 7.2 casos por cada 100,000 procedimientos y para absceso epidural con 0.2 a 83 casos por cada 100,000 procedimientos. Existe suficiente evidencia para explicar la secuencia de eventos que ocurren en el posible papel de las superficies de los accesorios y dispositivos médicos en la cadena de las IN (Figura 1). Los agentes patógenos se desprenden de los pacientes infectados o colonizados (a veces del personal) en el entorno hospitalario. Una amplia variación en la frecuencia notificada de la contaminación ambiental puede ser explicada por varios factores, incluyendo la capacidad del microorganismo para ser cultivado eficientemente, el grado de desprendimiento de gérmenes por parte del paciente, la metodología de muestreo, la facilidad de contaminación (o la dificultad de limpieza), del medio ambiente en particular, y si hay un brote en curso en el momento del muestreo. Las diferencias metodológicas en la recolección de la muestra y el cultivo para hacer comparaciones y en algunos casos el verdadero nivel de contaminación del medio ambiente son de difícil medición para establecer causalidad directa.4 Los pacientes son la principal fuente de contaminación, por lo que las superficies que los rodean, tocadas frecuentemente por los trabajadores sanitarios y por los pacientes mismos, se denominan superficies de alto contacto (barandales de la cama, superficie de la cama, carrito de enfermería), tienen una mayor frecuencia de contaminación que otros sitios. Las áreas alrededor de los pacientes frecuentemente están contaminados con SARM, enterococo resistente a la vancomicina5 o C. difficile y éstos a su vez se relacionan con el número de cultivos positivos en diferentes sitios corporales. Los pacientes infectados generan más patógenos que aquéllos que están solamente colonizados.4 Esta información puede servir de orientación práctica en el control de las infecciones y dirigir las innovaciones. Se estima que cerca de 15% de las IN en las terapias intensivas son el resultado de la transmisión paciente a paciente de las bacterias causales, aunque queda por establecerse aún el papel de la flora endógena del paciente o de los procedimientos invasivos. Sin embargo, aunque existen evidencias epidemiológicas, los estudios clínicos no son contundentes para establecer los mecanismos de transmisión. Para estudiar la dependencia de riesgo de infección y el tamaño del brote epidémico, según el caso índice que lo generó (el paciente o el personal de salud), se evaluaron 30 brotes de IN con transmisión de persona a persona y en 67% de los brotes los pacientes estuvieron involucrados como casos índices. Esta información puede ser útil a fin de orientar las medidas de prevención.6 Equipo o superficie contaminada SARM Enterococo resistente a vancomicina C. difficile Paciente infectado o colonizado Las manos se contaminan Las manos se contaminan Manos contaminadas del personal sanitario Manos contaminadas Aire contaminado Patógenos contaminantes Aire contaminado Contacto directo con el paciente Figura 1. Rutas genéricas de transmisión en la adquisición de infecciones nosocomiales.4 196 Objetos contaminados actúan como vectores Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 195-202 Paciente susceptible Baptista-González HA, et al. Se ha reportado que las bacterias multirresistentes se asocian con mecanismos más eficientes de transmisión.7 En pacientes colonizados con bacilos Gram-negativos resistentes a múltiples drogas se ha demostrado la interacción con trabajadores de la salud, batas o guantes contaminados (38.7% IC 95% 31.9-45.5%) o en las manos no lavadas (4.5% IC 95% 1.6-7.4%). En la interacción de pacientes colonizados con Pseudomona aeroginosa y trabajadores 8.2% de los casos (IC 3.612.9%) se asociaron con contaminación en guantes o batas. Esto es más evidente con la manipulación del material de curación de las heridas (OR 25.9 IC 95% 3.1-208.8) o el sistema artificial de vías aéreas (OR 2.1 IC 95% 1.1-4.0). Sin embargo, la relación causa-efecto es más difícil de demostrar. En un estudio de cohorte de once terapias intensivas en Alemania, en 100,829 muestras de 24,362 pacientes, a pesar de emplear el genotipo para documentar si la misma bacteria que afectó a un paciente se aisló en el otro, no se pudo documentar la asociación en la incidencia de transmisión cruzada e IN.8 LA BATA COMO VECTOR DE INFECCIONES NOSOCOMIALES Desde el establecimiento de la ética protestante en el siglo XVII la ropa de los médicos, al igual que muchos otros profesionales, se limitó a la sobriedad del traje negro monótono, al cual se añadió la corbata. El estado actual del conocimiento sobre el papel del uniforme de los profesionales de la salud (bata, pijama quirúrgica, etc.) como vehículos para la transferencia de las IN señalan la existencia de un pequeño número de estudios relevantes que aportan pruebas limitadas y no sustentables. Las batas blancas están colonizadas hasta en 23% de los casos con Staphylococcus aureus y en cerca de 18% de esos casos es por SARM.9 En un intento por establecer una relación de causalidad entre las bacterias presentes en las batas de los médicos (adscritos, residentes, incluyendo al grupo quirúrgico), comparados con las bacterias aisladas en las heridas infectadas o en la secreción de los abscesos y poder emitir recomendaciones,10 95% de las muestras fueron positivas para diferentes bacterias. Los aislamientos fueron significativamente más frecuentes en la ropa del personal de los servicios quirúrgicos que en los de servicios médicos. Los agentes patógenos de las batas o sacos de los médicos y de las muestras de secreción fueron resistentes a múltiples fármacos; sin embargo, no se identificó relación alguna entre el tipo de bacteria. Hay suficientes evidencias para sustentar la colonización de la bata blanca y su potencial capacidad de transmisión. En el análisis microbiológico de raspado de los puños y la pestaña de la bolsa de la bata blanca de los médicos en un hospital11 demostró que en 91.3% de las zonas muestreadas había contaminación bacteriana. En cambio, se observaron tasas comparativamente más bajas de contaminación bacteriana en las batas de los médicos visitantes y en aquéllos que se lavan las manos con mayor frecuencia. Además, las batas de los médicos visitantes tenían índices de contaminación bacteriana significativamente más bajos que las batas de los médicos tratantes con atención de pacientes y con otras actividades no clínicas (por ejemplo, administrativas o de oficina). En particular, los puños de la bata blanca tienen mayor carga bacteriana que la pestaña de la bolsa de la bata. La utilidad de la bata se ha cuestionado, sobre todo mediante la evidencia epidemiológica indirecta. Un ejemplo son las batas que usan los padres durante la visita familiar a la sala de Cuidados Intensivos Neonatales como protección para la propagación contra las IN. En una revisión sistemática los resultados fueron consistentes en señalar la ausencia de impacto en el uso de la bata en la disminución de la mortalidad neonatal RR 1.24 (IC 95% 0.90-1.17), así como incidencia de colonización, días de estancia hospitalaria o frecuencia de lavado de manos.12 Otra evidencia en contra del uso de las batas especiales es sin duda el contacto piel a piel que ocurre en el Programa de madre canguro,13 donde la madre y su hijo prematuro de peso muy bajo están en contacto directo para la lactancia materna exclusiva como una alternativa a la atención neonatal convencional, además de tener un impacto favorable en la reducción de las IN (RR 0.57 IC 95% 0.40-0.80) y reducción del riesgo de mortalidad infantil (RR 0.68 IC 95% 0.48-0.96). USO DE LA CORBATA Hay evidencia que señala mayor presencia de cuentas de bacterias en la corbata de los médicos evaluados que en aquéllas identificadas en la bolsa de la camisa. Esta diferencia se hizo más evidente, ya que las camisas se envían a la lavandería frecuentemente y las corbatas rara vez lo hacen.14 USO DEL ESTETOSCOPIO Existe evidencia derivada de estudios observacionales que documentan la contaminación bacteriana en el acce- Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 195-202 197 Riesgo de infecciones nosocomiales sorio médico por antonomasia. No hay pediatra sin estetoscopio, pero hasta 85.7% de ellos (sean adscritos, residentes, internos o estudiantes de medicina) están contaminados. El estafilococo es la bacteria contaminante más común (47.5%), eventualmente se ha detectado la presencia de cepas SARM; en 21% de los casos se aislaron bacterias Gram-negativas, incluso se presentó un caso de Acinetobacter baumannii presente en un estetoscopio de uso común en la sala de Cuidados Intensivos Neonatales.15 Para los pediatras de Urgencias hasta 87% de las membranas de sus estetoscopios muestran crecimiento de estafilococo coagulasa negativo.16 En los estetoscopios de los médicos de Urgencias se ha identificado SARM como contaminante, hasta en 32% de los dispositivos evaluados; adicionalmente, la mayor incidencia de contaminación con SARM fue proporcional al mayor tiempo transcurrido desde la última vez que el estetoscopio fue descontaminado.17 OTROS ACCESORIOS La lista de accesorios médicos donde se ha evaluado la contaminación bacteriana es amplia. Se han realizado cultivos bacterianos en los anillos y en los teléfonos celulares entre el personal de salud comparados con el público en general. El 42% del personal de salud y 18% de los teléfonos usados por el público tienen crecimiento bacteriano. En otro reporte transversal se han documentado mayores tasas de patógenos (39.6 vs. 20.69%) en teléfonos celulares de los trabajadores de la salud que de los pacientes, incluyendo mayor frecuencia de bacterias resistentes a múltiples drogas.18 Respecto a los anillos la diferencia es mayor aún, se ha encontrado la presencia de uno o más organismos en 82% de los anillos usados por el personal sanitario y 36%, por el público en general.19 También se han incluido las credenciales de identificación y los cordones o cintas que los sujetan.20 En el análisis combinado de los cultivos bacteriológicos en 15% se encontró SAMR; en 64.4%, estafilococos; en 8.8%, enterococo y en 11.1%, bacilos Gram-negativos. Sin diferencias entre médicos y enfermeras, pero los médicos tuvieron mayor probabilidad de portar SARM, OR 4.41 (IC 95% 1.14-13.75). La lista es larga, se incluyen mesitas de servicio, cortinas, floreros, flores, plantas, teclados de computadora (v. gr. ecocardiograma). También se han evaluado los brazaletes para la toma de presión arterial con cultivos positivos hasta en 58% de las muestras y en 33% de los casos con SARM y en valores similares Clostridium difficile.21 Transductores de ultrasonido y gel,22 hasta los adhesivos para los electrodos empleados en el registro del electrocardiograma.23 198 En conclusión, la evidencia es contundente en señalar que la bata, la corbata, el estetoscopio y otros dispositivos médicos y personales están contaminados con bacterias patógenas. Sin embargo, aunque el mecanismo biológico explicativo es coherente la evidencia es débil en señalar que estas superficies contaminadas sean vectores de las IN en pacientes específicos o epidemias hospitalarias. ¿CUÁL HA SIDO EL IMPACTO DE LAS INTERVENCIONES RESPECTO AL USO DE LA BATA, CORBATA Y ESTETOSCOPIO, EN LA PREVENCIÓN Y CONTROL DE LAS INFECCIONES NOSOCOMIALES? La eficacia de las intervenciones para controlar las IN cuando el personal sanitario pudiera ser el vector en la transmisión ha sido evaluada en diferentes reportes con amplia calidad metodológica. Los intentos han dependido históricamente de las políticas de control de infección que recomienda una buena higiene a través de las precauciones universales y mejorando las medidas de barrera y el aislamiento del paciente. Para que las estrategias de control de infecciones sean eficaces el comportamiento de los trabajadores de salud debe ser congruente con estas políticas. Derivado de una revisión sistemática que evaluó los estudios que prueban la eficacia de las intervenciones dirigidas a modificar el comportamiento de los trabajadores de salud en la reducción de IN,24 aunque son pocos los estudios con la calidad metodológica adecuada, hay cierta evidencia que señala un efecto favorable con reducción significativa de la tasa de IN. Las intervenciones conductuales que se utilizan en los estudios de alta calidad incluyen programas educativos, formación de un equipo multidisciplinario de mejora continua, control del cumplimiento, seguimiento de las buenas prácticas y un compromiso signado por todos los participantes para cumplir con el requisito de higiene de manos. Debido a que las intervenciones se emplean en paquetes es difícil determinar la eficacia de las intervenciones individuales. Considerando la naturaleza multifactorial de las IN, además de las dificultades logísticas y éticas de la aplicación de ensayos clínicos aleatorios enfocados a la investigación del control de IN, es necesario estudiar las intervenciones como conjuntos de prácticas.24 El apego a los procedimientos es un problema que afecta a toda la comunidad de trabajadores de la salud. En un estudio español25 se evaluó el impacto de la intervención educativa en el lavado de manos y uso de guantes mediante un taller semanal de una hora dirigida a Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 195-202 Baptista-González HA, et al. médicos y enfermeras, con un cuestionario previo sobre el lavado de manos, una charla de presentación en tres puntos clave (lavado de manos, uso de guantes, uso de soluciones a base de alcohol). La adherencia al lavado de manos y el uso de guantes fue reevaluado en seis a nueve meses después de la intervención. Los participantes fueron enfermeras (41.2%), auxiliares de enfermería (37.8%) y médicos (8.2%). El cumplimiento de lavado de manos en seis a nueve meses después del taller mejoró significativamente, de 29 a 87%; el uso de guantes no fue significativamente diferente. La intensidad de la intervención se relacionó inversamente con la incidencia de las IN (RR por cada 100 trabajadores 0.89, IC 95% 0.789-1.003, p = 0.057). Estos resultados señalan que los talleres de capacitación tienen un impacto positivo en el cumplimiento del lavado de manos, pero no hubo ningún cambio significativo en el uso de guantes ni en el uso de soluciones a base de alcohol. Las agencias gubernamentales en el Reino Unido y Escocia han prohibido a los médicos usar la bata blanca o prendas de vestir de manga larga con la intención de disminuir las IN bacterianas.26 Los estudios sobre los procesos de lavado doméstico son de pequeña escala y observacionales. La práctica actual y la orientación para el lavado de los uniformes son extrapoladas de estudios de la elaboración industrial. En un estudio clínico controlado5 se demostró la ausencia de diferencias en la colonización bacteriana y de cepas de SARM que ocurre en las batas recién lavadas comparadas con uniformes de manga corta y el tiempo en que tardó la colonización. En los uniformes recién lavados la frecuencia de colonias bacterianas fue prácticamente cero, pero subió a cerca de 80% a las 8 h de uso en ambos tipos de prendas; resaltando la necesidad del cambio diario de prendas, más que el efecto mismo del tipo de prenda. El punto central es demostrar que el cambio de las prácticas disminuye la frecuencia de colonización o de IN. Para determinar el impacto del empleo de ropa con mangas cortas y la contaminación de las manos se efectuó un estudio observacional entre los médicos que cumplieron con esta práctica contra aquéllos que continuaban con la habitual y no se demostraron diferencias estadísticas en el número de unidades formadoras de colonias o de la presencia de microorganismos de importancia clínica.27 La descontaminación de las manos es una práctica crítica en el control de IN. El cumplimiento de las prácticas de higiene de las manos en el mejor de los casos es de 70% antes de cada contacto con el paciente.28 Los miembros del personal no siguen adecuadamente todos los pasos para el lavado manos.28 El tiempo medio necesario para lavarse las manos fue de 20 s, y los pasos necesarios (siguiendo el protocolo universal) se practican muy poco por todo el personal. Para el caso de los estetoscopios se ha evaluado el tipo de desinfectante y la frecuencia para reducir la contaminación bacteriana. El empleo de limpiador basado en etanol o el alcohol isopropílico muestra tasas comparables de reducción de la contaminación bacteriana de 92.8 y 92.5%. Esta reducción inclusive aumenta cada vez que el médico, simultáneo al aseo de manos, lo hace con la cápsula y membrana del estetoscopio.29 En cuanto a la eficacia de las medidas para descontaminar tales dispositivos se ha reportado que en 86.8 % de los dispositivos médicos contaminados el empleo de alcohol a 70% reduce significativamente tal contaminación con evidencia indirecta en la reducción de la tasa de IN.30 En un modelo experimental se demostró que el tipo de tela también es determinante para la reducción en el contenido de la densidad bacteriana identificada en la ropa. Así, se demostró que el poliéster, el acrílico o la ropa de lana son barreras adecuadas contra la contaminación con S. aureus o P. aeroginosa, mientras que la ropa de algodón disminuye la colonización de los patógenos en general.31 En algunos estados de Estados Unidos, por ejemplo Nueva York, han propuesto un código de vestimenta, como un elemento crítico para reducir las IN y las demandas médicas relacionadas.32 Contrario a esta propuesta es la falta de evidencias científicas sólidas que apoyen la necesidad de adoptar un código de vestimenta. Otros, incluyendo compañías de seguros que dan cobertura a casos de negligencia médica mantienen que el código de vestimenta profesional tiene el potencial de reducir las tasas de infección por SARM y otros patógenos por el centro de atención. Hay evidencia indirecta que apoya la necesidad de la adopción de un código de vestimenta; algunas de las recomendaciones en el Reino Unido se presentan en el cuadro 1.26 Hay ejemplos de buenas prácticas que no necesitan el apoyo de la evidencia científica, pues la existente no tiene la suficiente fuerza y calidad metodológica, además porque sirven a los objetivos de la seguridad del paciente, la confianza del público y la comodidad personal: • Usar zapatos de suela blanda, cerrada sobre el pie y los dedos. Los zapatos cerrados ofrecen protección con- Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 195-202 199 Riesgo de infecciones nosocomiales • • • • • • tra derrames y objetos que caen. Las suelas suaves reducen el ruido en las salas. Tener suficientes uniformes para que el personal lo cambie diariamente. Esto permite al personal portar uniforme limpio al comenzar el día. Ponerse un uniforme limpio al inicio del turno. Mejora el aspecto profesional. No sobrecargar la lavadora. La sobrecarga reduce la eficiencia del lavado. Lavar por separado los uniformes muy sucios; esto elimina la contaminación cruzada. Permitir lavar el uniforme a la temperatura más alta recomendada. Utilizar identificadores u otras ayudas visuales para mostrar quien lleva el uniforme. Los pacientes y sus visitantes deben saber quién los atiende. Por razones religiosas el personal puede cubrir sus antebrazos o una manga cuando no están en la atención al paciente. Asegurar que las mangas se puedan subir y fijarse al brazo para lavarse las manos y durante la atención del paciente. La higiene de manos es lo más importante, el contacto accidental de la ropa o pulseras con los pacientes debe ser evitado. En algunos casos, el personal ha expresado su preferencia por mangas desechables para cubrir los antebrazos durante la atención al paciente. Esto no sustituye la adhesión estricta al lavado de manos, antes y después de estar en contacto con el paciente. Las cuestiones éticas acerca de las IN tienen que ser consideradas en diferentes campos: la práctica cotidiana y la participación de médicos en los comités institucionales o suprainstitucionales involucrados en diversas medidas administrativas, estratégicas o financieras destinadas al control y la prevención de las IN. Por otro lado, considerar que en la práctica diaria las normas éticas se basan en los principios del bien individual; mientras que en las IN el principio de no maleficencia es el más relevante. Los médicos, enfermeras y el profesional de la salud son eslabones de responsabilidad en la cadena de eventos que conducen al desarrollo de la IN. Sin embargo, hay muchos impedimentos en el reconocimiento de su propia responsabilidad moral. Los impedimentos más importantes pueden ser: • El enfoque más colectivo en la atención de los pacientes en las salas del hospital. • Las consecuencias de una IN en un paciente pueden extenderse a otros y ser ignoradas por aquéllos que son responsables de esta infección. Cuadro 1. Recomendaciones respecto a la vestimenta médica (Reino Unido). Buenas prácticas • • • • • • • • Evidencia Usar ropa con mangas cortas y no usar batas blancas durante la actividad asistencial con los pacientes. Cambiar de inmediato si la ropa o uniforme están visiblemente sucios o contaminados. Vestido de una manera que inspire confianza al paciente y al público. Cambio al entrar o salir del trabajo, o la cubierta del uniforme completo, cuando se viaja al trabajo y viceversa. Lavado de los uniformes y batas a la temperatura más elevada, adecuada para la tela. Evitar uniformes que sólo pueden ser lavados a bajas temperaturas o lavado en seco. Mantener las uñas cortas y limpias, sin adornos. Mantener el cabello largo recogido. TVU1, TVU2 TVU1, TVU2 TVU2 TVU1, TVU2 HCLH HHTF TVU2 Malas prácticas • • • • Ir de compras o dedicarse a otras actividades fuera del trabajo en uniforme. Uso de uñas postizas durante la actividad de atención al paciente. Uso de adornos (como reloj de pulsera) en las manos o las muñecas durante la actividad de atención directa del paciente (las políticas locales puede permitir un anillo liso, como anillo de bodas). En casos definidos, el personal clínico requiere del uso de reloj de pulsera; en este caso, la pulsera debe ser lavable. TVU1, TVU2 HHTF HHTF TVU1: Revisión bibliográfica de la evidencia en torno al papel de los uniformes en la transferencia de las infecciones y la eficacia de los métodos de lavado para eliminar la contaminación. TVU2: Revisión bibliográfica de la evidencia sobre cómo los uniformes afectan la imagen de las personas y las organizaciones en que trabajan y la importancia que la gente atribuye a éste. UCLH: Trabajo práctico para establecer la efectividad de los métodos de lavado doméstico y comercial en la eliminación de microorganismos en la tela del uniforme. HHTF: La guía incluye recomendaciones de la Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee and Hand Hygiene Task Force: Morbidity and Mortality Weekly Report 2002; 51 (No. RR-16). 200 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 195-202 Baptista-González HA, et al. • Paradójicamente, la atención insuficiente en los diseños metodológicos sobre los estudios sobre la IN. Hay que tener en cuenta la necesidad de proporcionar a los pacientes información adecuada y veraz sobre los riesgos de IN en cada hospital. El equilibrio entre estos principios éticos es delicado; sin embargo, para los médicos la principal preocupación debe ser evitar cualquier distorsión del debate que resulte del uso confuso de los principios del bien. Mientras es uno u otro, se proponen las siguientes medidas en la atención de los pacientes: • Evitar el uso de la corbata, o bien, programar dentro del presupuesto el gasto de lavandería. • Cambio diario por una bata limpia. Esto incluye al uniforme quirúrgico. • Lavado de manos antes y después de tener contacto con el paciente. • Lavado o desinfección del estetoscopio antes y después de explorar a cada paciente. • Desinfección de teléfonos celulares. • Lavado o desinfección programada de todos los dispositivos médicos. Después de todo, al dejar de usar la corbata y la bata, ante los ojos de nuestros pacientes y en el espejo de la autoestima no dejaremos de ser menos médicos, ¿o sí?. REFERENCIAS 1. Kessler DP. Evaluating the medical malpractice system and options for reform. J Econ Perspect 2011; 25(2): 93-110. 2. Allegranzi B. et al. Burden of endemic health-care-associated infection in developing countries: systematic review and metaanalysis. Lancet 2011; 377(9761): 228-41. 3. 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En el artículo titulado “Utility of the T2 mapping sequence in the early diagnosis of chondromalacia using non-invasive MR cartilage imaging techniques” de los doctores María del Carmen Cadena-Villela, Juan Eugenio Cosme-Labarthe, Carmen Rocío Ramírez-Carmona, Ernesto Roldán-Valadez 67 después del ABSTRACT • En la página 67, Debe decir: R esumen El cartílago de las articulaciones diartrodias reviste sus superficies de contacto y es de gran importancia para una adecuada dinámica articular, absorbe y distribuye las cargas (la mayor parte la absorben los meniscos), también disminuye la fricción entre cóndilos femorales, favorece la adecuada distribución de líquido sinovial y contribuye a mantener la amplitud articular. Las lesiones condrales están asociadas a eventos traumáticos, degenerativos e inflamatorios y tienen un impacto importante sobre la calidad del aparto locomotor, tanto del deportista profesional o amateur como de la población en general. Las alteraciones degenerativas articulares en EUA implican la segunda causa de ausencia laboral después de las enfermedades cardiovasculares. La evaluación por resonancia magnética permite una evaluación precisa, detallada y no invasiva del estado estructural y fisiológico del cartílago; en un estudio de resonancia magnética de rodilla convencional se demuestra la morfología del cartílago, se detectan lesiones internas, defectos, erosiones y fisuras; hay secuencias fisiológicas específicas tales como el mapeo T2, el cual detecta alteraciones en la matriz condral, estadios tempranos de condromalacia, que pueden correlacionar con tiempos de relajación T2 alargados, si existe depleción de fibras de colágeno y proteoglicanos, dependiendo del posproceso de la imágenes con el software específico. Se presenta el caso de un futbolista con lesión del ligamento colateral medial y rodilla dolorosa, en la cual el cartílago no demostró alteración en la RM de rodilla convencional (secuencias morfológicas); sin embargo, el uso del mapeo T2 (secuencia fisiológica) permitió demostrar el incremento en los valores de los tiempos de relajación en T2 que correlaciona con un estadio temprano de la degradación de la matriz condral. Palabras clave. Matriz del cartílago de proteínas. Condromalacia rotuliana. Secuencia funcional. 68 en la Figura 1, • En la página 68, Dice: Figure 1. Knee MRI, axial images showing the patellar cartilage. A. Fat-suppressed proton density sequence, the cartilage shows normal morphology and signal intensity. B. T2-mapping post processing, the physiologic sequence depicts normal T2 relaxing times. Debe decir: Figure 1. A. Coronal proton density fat suppressed image which demonstrates a partial tear of the medial collateral ligament with apparent integrity of the chondral lining. B. Sagital T2-weighted image shows normal anterior cruciate ligament. Rev Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 203-204 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 203-204 203 Fe de erratas • En la página 68 68, en la sección: CASE REPORTS Dice: Debe decir: CASE REPORT CASE REPORT A 28-year-old professional soccer player attended the emergency room after a traumatic injury of the knee. Physical examination performed by an orthopedic surgeon revealed a forced valgus mechanism and suspected medial collateral ligament injury. The patient underwent a knee MR protocol that reported normal findings in the conventional morphologic sequences; the additional physiologic sequence T2 mapping (for cartilage assessment) was also performed (Figures 1 and 2). The post-acquisition processing revealed focal areas with enlarged T2 relaxing times in the posterior surface of the medial femoral condyle of the left knee which correlates with early chondral matrix degeneration (Figure 3); the patient was managed with conservative measures and a follow-up evaluation with MRI and T2-mappin sequence was scheduled in 6-month. A 28-year-old professional soccer player attended the emergency room after a forced valgus mechanism during his soccer game. Physical examination performed by an orthopedic surgeon suspected medial collateral ligament injury. The patient underwent knee protocol that show partial tear of medial collateral ligament (Figure 1), the rest of the ligaments and the cartilage in the morphologic sequences were intact, the additional physiologic sequence T2 mapping (for cartilage assessment) was also performed, and the post-acquisition processing revealed focal areas whit enlarged T2 relaxing times in the posterior surface of the medial femoral condyle of the left knee (Figure 3) which correlates whit early chondral matrix degeneration, the patellar cartilage revealed normal T2 relaxing times (Figure 2), the patients was managed whit conservative measures and a follow-up evaluation whit MRI and T2 mapping sequence was scheduled in 6-months. Dice: 69 en la Figura 2, • En la página 69, Figure 2. Knee MRI, Sagittal MR images on proton density spin echo sequences showing the articular cartilage of the medial femoral condyle. A. The conventional image demonstrates integrity of the articular cartilage of the medial femoral condyle. B. Proton density spin echo sequences with the T2 mapping post processing, depicts the color pattern of relaxation times with elevated values (red color), this quantification correlates with early degradation of chondral matrix. Debe decir: Figure 2. A. Axial proton density fat suppressed image demonstrates normal cartilage morphology, contours and signal. B. T2 map which confirm the integrity of chondral matrix in the color map and in the quantitative analysis of the T2 relaxing time values less than 50 miliseconds. 204 Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 203-204 Normas para los autores Normas para los Autores I. El texto debe escribirse con mayúsculas y minúsculas, a doble espacio, en hojas blancas, cuyo tamaño deberá ser 20.3 cm x 26.7 cm o 21.6 cm x 27.9 cm, con margen de 2.5 cm por lado. II. El manuscrito comprenderá los siguientes apartados: 1. Página del título (hoja inicial)*. 2. Resumen del trabajo y palabras clave en inglés y español. 3. Texto. 4. Agradecimientos. 5. Referencias. * En la primera página se anotará el nombre completo del autor o autores, marcando con asterisco el servicio o departamento al que pertenecen, así como la institución. También se debe incluir un párrafo con las indicaciones de la correspondencia donde se pueda contactar al autor corresponsal, que incluya teléfonos, dirección y correo electrónico. III. Para fines de identificación, cada hoja del manuscrito deberá llevar en el ángulo superior izquierdo la inicial del nombre y del apellido paterno del primer autor y en el ángulo derecho el número progresivo de la hoja. IV. Por razones editoriales, el autor debe entregar tres tantos del manuscrito, excepto las fotografías y figuras, de las que bastan los originales (impresos en papel, ya sea fotográfico o normal y diapositivas, si son copias, de buena calidad). En caso de enviárnoslo en disco de computadora, además de lo señalado previamente, dicho disco deberá reunir las siguientes características: CD o DVD; en programa Word 5.5, versión DOS, extensión DOC; o en su defecto, programa ASCII. Las gráficas y cuadros siempre serán impresos independientes al texto como las figuras y fotografías (no injertarlas en el texto ni en un archivo). V. Los resúmenes en español e inglés deben ser escritos por el autor y no exceder un máximo de 250 palabras y ser del tipo denominado estructurado, que constará de objetivo (objective), antecedentes (summary, background data), método (method), resultados (results), conclusiones (conclusions). No deberá limitarse a conceptos generales. Deben incluirse al final las palabras clave. VI. Las fotografías clínicas, radiografías, piezas quirúrgicas, biopsias, etc., deben presentarse, de preferencia, en diapositivas a color o, en su caso, fotografías blanco y negro. Cada fotografía deberá llevar en el reverso una etiqueta adherida que indique: número, posición de la imagen, título del artículo y nombre del autor; no se debe escribir en su reverso, montarlas en papel, rayarlas o marcarlas. VII. Las gráficas, dibujos y otras ilustraciones deben dibujarse profesionalmente y fotografiarse de acuerdo con lo señalado en el inciso VI, sin exceder un máximo de seis. Deben tener números progresivos arábigos. VIII. Los cuadros deben tener números romanos progresivos y se omitirán las líneas internas horizontales. Se suscribirán aparte del texto, indicando en éste el sitio aproximado en donde se desee sea insertado cada uno de ellos. IX. Las referencias deben numerarse por orden progresivo en el que se mencionan por primera vez en el texto. No debe utilizarse el término “comunicación personal”. Sí se permite, en cambio, la expresión “en prensa” cuando se trata de un texto ya aceptado por alguna revista, pero cuando la información provenga de textos enviados a una revista que no los haya aceptado aún, citarse como “observaciones no publicadas”. Se mencionarán todos los autores cuando éstos sean seis o menos, pero cuando se trate de siete o más se referirán únicamente los tres primeros y se añadirán las palabras “y cols.”. La cita bibliográfica se ordenará de la siguiente forma: Torres BG, García RE, Robles DG y cols. Complicaciones tardías de la diabetes mellitus de origen pancreático. Rev Gastroenterol Mex 1993; 57: 16-20. Nogueira JR, Mendoza A y Gil CF. Utilidad de la determinación de anticuerpos antiamibianos por el contrario-inmunoelectroforesis. Rev Gastroenterol Mex 1982; 47: 223-227. Si se trata de libros o monografías, se referirá de la siguiente forma: Autor(es), título del libro, edición, ciudad donde fue publicado, editorial, año y página(s). Invest MedOctubre-Diciembre Sur Mex, 2011; 18 (4): 205-206 Rev InvestRev Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 205-206 205 Normas para los Autores X. La presentación de casos clínicos deberá seguir todas las normas enunciadas, su extensión no debe ser mayor de cuatro cuartillas de texto, con cuatro figuras o fotografías como máximo y de seis a 12 citas bibliográficas. El contenido debe ajustarse a las indicaciones que se publican en el “mensaje de los editores” que apareció en la Rev Gastroenterol Mex 1992; 57: 226. XI. Para la sección de imágenes clínicas, favor de enviar un máximo de cinco fotografías tamaño postal, en color o blanco y negro en papel o en trasparencia de 35 mm. El texto no debe exceder de 15 líneas a renglón seguido, las cuales se utilizarán como pie de fotografía(s) o imagen(es). Pueden participar todos aquellos casos que sean de interés clínico y de enseñanza. Deberá tener un máximo de tres autores. La participación en imágenes clínicas se acreditará como una publicación individual para los autores. XII. El manuscrito debe ir acompañado de una carta del autor con la firma de los coautores en la que se afirme que el texto ha sido visto y aprobado por todos ellos y por otra en la que se señale que se obtuvo permiso escrito de todas las personas a las que se ofrezca su gratitud, mencionando su nombre. Así como que todos y cada uno de ellos transfieren los derechos de autor a la revista desde el momento en que el trabajo sea aceptado para publicación. XIII.La revista obsequiará al autor principal cinco números completos. La distribución de sobretiros por insti- Revista de Investigación 206 tuciones comerciales, sólo podrá hacerse previo consentimiento escrito del autor y el editor. XIV. Para información adicional, remitimos a los lectores al artículo “Unifrom requirements for manuscritos submitted to biomedical journals”, que se publicó en las siguientes revistas. Am Rev Respir Dis 1979; 119: 3-10, Ann Intern Med 1979; 90: 95-99, Br Med J 1979; 1: 532-535, Lancet 1979; 1: 428-430, Rev Gastroenterol Mex 1983; 48: 57-62 y Rev Med IMSS 1983; 21: 107. XV. Los trabajos de investigación deberán apegarse en sus aspectos éticos a la Declaración de Helsinki, adoptada por la Asamblea Médica de Helsinki en 1964 y revisada por la XXIX Asamblea Mundial Médica en Tokio, Japón, en 1975. Solamente deberán ser enviados trabajos no publicados; todos los textos, incluyendo el material, serán sujetos a revisión editorial. Los manuscritos no se regresarán a los autores. Las opiniones vertidas en los trabajos son responsabilidad de los autores y no representan en modo alguno la opinión de Médica Sur Sociedad de Médicos o de los editores. Todos los trabajos recibidos y publicados en la revista son propiedad de la misma, por tanto queda prohibida su reproducción total o parcial, conforme al derecho de autor, sin la autorización escrita de los editores. Órgano de Difusión de la Sociedad de Médicos Rev Invest Med Sur Mex, 2011; 18 (4): 205-206