Download DEMODICOSIS CANINA La demodicosis canina, o sarna

DEMODICOSIS CANINA
La demodicosis canina, o sarna demodécica, es una enfermedad cutánea parasitaria
no contagiosa, causada por la proliferación de ácaros del género Demodex que
viven normalmente en el interior de los folículos pilosos de todos los perros.
Esta enfermedad puede afectar a cualquier perro de cualquier raza y sexo.
Generalmente es una enfermedad más común en los perros jóvenes antes del año
de edad.
La predisposición a desarrollar la forma más grave de la enfermedad, sobretodo en
los pacientes jóvenes, es hereditaria. De hecho se cree que estos perros están
afectados de un defecto inmunológico específico hacia el ácaro que favorece su
proliferación y por lo tanto el desarrollo de las lesiones cutáneas.
En los perros afectados en edad adulta se debe sospechar la presencia de una
enfermedad debilitante concomitante que favorezca la proliferación parasitaria, tipo
un desequilibrio hormonal o una neoplasia.
Signos clínicos
La demodicosis canina se caracteriza por la pérdida de pelo con enrojecimiento de la
piel y/o hipeprigmentación. Si en las zonas afectadas aparece una infección
bacteriana secundaria, además, podrían
observarse pústulas, costras o picor.
Esta enfermedad puede presentarse de una
manera leve (localizada), caracterizada por la
presencia de una o pocas áreas afectadas o
de una forma más grave (generalizada) en la
que las áreas afectadas son muy numerosas y
coalescentes o se afecta toda una región
corpórea (cara, extremidad, etc).
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la visualización de los ácaros al examen microscópico de
los pelos depilados o de los raspados profundos.
© Laura Ordeix i Esteve Servei de dermatologia veterinaria, 2013 Tratamiento
El tratamiento médico dependerá de la gravedad de la enfermedad.
La forma localizada se resuelve, en la mayoría de los casos, espontáneamente (es
el sistema inmunitario del perro el que, con la ayuda del tiempo, controlará la
proliferación de lo ácaros). En estos pacientes normalmente se prescribe sólo el uso
regular de una solución jabonosa concreta sobre las áreas afectadas. En estos
casos es importante controlar al paciente y señalar al veterinario eventuales
empeoramientos de la situación cutánea (aumento del numero de lesiones o del
diámetro de las áreas afectadas) que pudieran hacer pensar en una generalización
de la enfermedad.
Los animales con la forma generalizada necesitan, además del tratamiento tópico
con el champú, un tratamiento acaricida específico. Además, en la mayoría de los
casos será necesario un tratamiento para el control de las infecciones cutáneas
bacterianas secundarias. Existen varios tratamientos antiparasitarios disponibles, sin
embargo el tipo de fármaco y su modalidad de uso se escogerá en función de varios
factores (raza, edad, enfermedades concomitantes, económicos, etc).
En común con todas las modalidades terapéuticas es la duración del tratamiento,
que en la mayoría de los casos tiene una duración de 4-7 meses.
Es importante insistir en el hecho que los perros parecen curados mucho antes de lo
que lo están en realidad y que por lo tanto la suspensión del tratamiento acaricida
estará indicado sólo cuando los controles microscópicos serán negativos al menos
dos veces separados por un mes el uno del otro.
En la forma generalizada las recidivas pueden ser frecuentes, sobretodo en los
casos en los que se suspende el tratamiento demasiado precozmente, se realizan
terapias inmunesupresoras (glucocorticoides, quimioterapia) o en las hembras en
celo.
© Laura Ordeix i Esteve Servei de dermatologia veterinaria, 2013