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Depresión psíquica y enfermedad cardiovascular Dr. Carlos E. Romero La asociación entre depresión psíquica y enfermedad cardiovascular (CV) (en especial el infarto agudo de miocardio (IAM) ha sido clínicamente reconocida desde hace mucho tiempo, no obstante lo cual, esa asociación no había sido objeto de estudios sistemáticos. Uno de los primeros estudios relevantes vinculando a la depresión con la evolución de los pacientes con un IAM, publicado en 1993 por un grupo de autores canadienses (Lespérance y Frasure-Smith), mostró que en los seis meses posteriores al infarto la mortalidad de los pacientes deprimidos era significativamente mayor que la de los pacientes no deprimidos.* Esta relación se mantuvo aun después de ajustar el riesgo según la clase funcional al ingreso, valorada a través de la clasificación de Killip†, por lo cual se infirió que la depresión constituía un factor de riesgo independiente en la evolución de los pacientes con IAM.1 Posteriormente, los mismos autores analizaron la asociación entre sobrevida post IAM y severidad de la depresión y encontraron que a mayor depresión, peor sobrevida a 5 años.2 Numerosos estudios y relatos ulteriores confirmaron esta asociación, que, por otra parte, es biológicamente plausible. Los pacientes deprimidos tienen costumbres perjudiciales (tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo, hábitos alimenticios inadecuados -que promueven obesidad, hipertensión arterial, resistencia a la insulina y diabetes-, mal cumplimiento del tratamiento) y alteraciones fisiológicas (hiperactividad adrenérgica, disregulación del eje simpáticoadrenal, alteraciones de biomarcadores vinculados a la actividad plaquetaria, inflamatoria y del sistema inmunitario), elementos todos que propenden al desarrollo de aterosclerosis y sus complicaciones. La experiencia ha puesto de manifiesto, no obstante, que los reportes parciales no son del todo confiables como para establecer guías del tratamiento. Efectivamente, existe en general un sesgo de publicación, por el cual se tiende a publicar solamente los resultados positivos y no los neutros o negativos. Esto es mucho más notorio si existen intereses comerciales vinculados al uso de determinados fármacos, por lo cual actualmente se exige que se publiquen los resultados de los grandes estudios, cualquiera sea su signo. Grandes estudios adecuadamente planificados y controlados han puesto de manifiesto que los resultados parciales no eran totalmente reproducibles (tal lo sucedido con ciertos efectos CV de antioxidantes, antiarrítmicos, terapia de reemplazo hormonal, etc.). ¿Qué han mostrado estos grandes estudios en cuanto al tratamiento de la depresión en los pacientes con IAM? El estudio SADHART incluyó pacientes con un trastorno depresivo mayor durante una internación por IAM o angina inestable: luego de dos semanas fueron asignados a sertralina‡ o placebo en forma aleatoria.3 Se evaluó la seguridad y eficacia del tratamiento. La sertralina, antidepresivo inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina (ISRS), resultó segura (a diferencia de lo que sucede con los antidepresivos tricíclicos, que producen alteraciones del ritmo e hipotensión), ya que no afectó negativamente a la contractilidad del ventrículo izquierdo, no prolongó el intervalo QT A efectos de facilitar la lectura del texto, los detalles estadísticos se presentan como notas al pie. Las referencias bibliográficas, como es habitual, al final del documento. * Hazard ratio (HR) 5,74; intervalo de confianza (IC) de 95%, 4,61-6,87; p = 0,0006 † HR ajustado 4,29; IC 95%, 3,14-5,44; p=0,013 ‡ N= 369. Dosis de sertralina 50-200mg del ECG, ni se asoció con mayor incidencia de arritmias. Desde el punto de vista de la eficacia, ésta debe valorarse en cuanto a resultados sobre la depresión y a la morbimortalidad CV. En cuanto a la depresión, llamativamente los resultados fueron ambiguos, beneficiosos o neutros, según la escala de medida que se utilizara. En el subgrupo de pacientes con depresión más severa o recurrente, la sertralina fue eficaz en cuanto al control de la depresión por cualquiera de los índices y también mejoró significativamente la calidad de vida. En cuanto a la evolución CV, los pacientes que recibieron sertralina tuvieron menos eventos cardíacos severos (muerte, IAM, insuficiencia cardíaca, stroke y angina recurrente)* que quienes recibieron placebo, pero no se alcanzó la significación estadística. En definitiva, la sertralina resultó segura en el manejo de la depresión en el paciente con un evento coronario agudo, y fue eficaz en el control de la depresión en casos de depresión severa o recurrente. No se pudo demostrar eficacia en cuanto a la evolución CV, si bien se encontró una disminución (no significativa) de eventos cardíacos severos. El estudio ENRICHD enroló pacientes con IAM y depresión y/o percepción de bajo apoyo social, y los sometió a terapia cognitivo-conductual o manejo usual de la depresión, dos a tres semanas después de un IAM, en sesiones realizadas durante un promedio de seis meses.4 Los casos de depresión más severa eran elegibles para recibir antidepresivos del tipo de los ISRS. Este tratamiento mejoró significativamente la depresión a seis meses, pero los beneficios se diluyeron a los 30 meses. En cuanto a la mortalidad, no hubo cambios significativos.† La depresión se constituyó en un factor independiente de riesgo de muerte: los pacientes (de ambas ramas del estudio) que recibieron antidepresivos tuvieron una disminución significativa del riesgo de muerte con respecto a quienes no los recibieron.‡ En base a la información disponible la American Heart Association (AHA) formuló en 2008 un documento sobre el tema, que fue endosado por la American Psychiatric Association (APA) y se publicó en Circulation.5 En él se efectúan las siguientes recomendaciones: • Debe detectarse en forma rutinaria la depresión en pacientes con enfermedad coronaria en distintas situaciones: hospitales, consultorios, clínicas y centros de rehabilitación CV. No se debe desaprovechar la oportunidad de detectar y tratar la depresión en pacientes cardíacos, puesto que el tratamiento efectivo de la depresión puede mejorar su evolución. • Los pacientes con resultados positivos en esta detección deben ser evaluados por un profesional calificado en el diagnóstico y tratamiento de la depresión. • En los pacientes con enfermedad cardíaca bajo tratamiento con antidepresivos debe monitorizarse el cumplimiento del tratamiento médico, eficacia del tratamiento farmacológico y seguridad con respecto a su salud CV y mental. El monitoreo de su salud mental puede incluir, pero no está limitado a la evaluación de un posible empeoramiento de la depresión y las ideas suicidas, especialmente durante el comienzo del tratamiento, cuando las dosis deben ser ajustadas, modificadas o discontinuadas. El monitoreo CV puede incluir, pero no está limitado a más frecuentes consultas, ECG y determinaciones de niveles sanguíneos de medicaciones, en base a las necesidades individuales y circunstancias del paciente. * 14.5 % vs 22.4 %. RR 0.77, IC 95 % 0.51-1.16 N=2481. Mortalidad 24.1 % vs 24.2 % ‡ HR 0,57; IC 0,38-0,85 † • En pacientes con diagnóstico de enfermedades médicas y mentales combinadas es esencial la coordinación entre los distintos proveedores de salud. La detección que recomiendan se basa en la aplicación de un cuestionario, el PHQ-2, Patient Health Questionnaire-2: En las últimas 2 semanas, ¿cuán a menudo ha sido perturbado por cualquiera de los siguientes problemas? 1. Poco interés o placer en hacer cosas 2. Sentirse “bajoneado”, deprimido o desesperanzado Si la respuesta es “sí” a cualquier pregunta, entonces refiera al paciente para una evaluación clínica más completa por un profesional calificado en el diagnóstico y manejo de la depresión o realice el PHQ-9 Obviamente, la respuesta “sí” no corresponde a aquella pregunta. En realidad las respuestas del PHQ-2 son: 0= nunca 1= varios días 2= la mayoría de los días 3= casi todos los días y los resultados posibles de 0 a 6. En caso de que las respuestas sumen 3 o más puntos, debe aplicarse el PHQ-9: En las últimas 2 semanas, ¿cuán a menudo ha sido perturbado por cualquiera de los siguientes problemas? 1. Poco interés o placer en hacer cosas 2. Sentirse “bajoneado”, deprimido o desesperanzado 3. Dificultad para conciliar o mantener el sueño o dormir demasiado 4. Sentirse cansado o con poca energía 5. Tener poco apetito o comer demasiado 6. Sentirse mal consigo mismo, sentirse fracasado o sentir que ha provocado un “bajón” en usted o en su familia 7. Problemas de concentración en actividades tales como leer el diario o ver televisión 8. Moverse o hablar tan lentamente que otras personas lo perciban. O estar tan nervioso o inquieto como para estarse moviendo más que lo usual 9. Pensar que sería mejor morirse o querer lesionarse de alguna forma 0= nunca 2= la mayoría de los días 1= varios días 3= casi todos los días Sume el puntaje de todos los ítems para obtener el score total de severidad de la depresión. En caso de que se haya contestado algo distinto a 0 en la pregunta 9, el paciente debe ser enviado urgentemente a un especialista. De no ser así, si la suma total es menor de 10, se puede seguir controlando al paciente; de lo contrario, también debe ser evaluado por un especialista. El riesgo de suicidio es particularmente grave luego de un IAM, especialmente en pacientes con antecedentes psiquiátricos.* El riesgo permanece elevado por lo menos hasta 5 años después del infarto.6 Luego de formuladas esas recomendaciones algunos resultados advirtieron sobre el riesgo vinculado a la depresión y en particular al uso de antidepresivos. No obstante, aún no se han formulado modificaciones a las recomendaciones de la AHA. 1. En el estudio de las nurses (Nurses Health Study) † los síntomas depresivos se asociaron con eventos coronarios; la más fuerte asociación se dio con la cardiopatía isquémica fatal; esta asociación fue estadísticamente significativa aún después de controlar los factores de riesgo coronarios‡.7 En estudios realizados a partir de 1996, cuando tenían entre 50 y 75 años de edad, la depresión clínica así evaluada o el uso declarado de antidepresivos (61 % ISRS y 39 % otros tipos) se asoció con muerte súbita en un análisis multivariado§ y este riesgo fue primariamente debido a una asociación específica con el uso de antidepresivos.** Concluyen los autores que aunque el uso de antidepresivos puede ser un marcador de peor depresión, esta asociación específica con la muerte súbita amerita estudios ulteriores. 2. El estudio WISE investigó la relación entre uso de medicación psicotrópica y eventos cardiovasculares adversos en 936 mujeres con síntomas de isquemia miocárdica sometidas a coronariografía, las que se dividieron en 4 grupos según el uso reportado de medicación antidepresiva o ansiolítica al inicio del estudio: (1) sin medicación (n=352); (2) sólo ansiolíticos (n=67); (3) sólo antidepresivos (n=58); y (4) antidepresivos y ansiolíticos combinados (n=39).8 Los promedios de edades en estos grupos se encontraban entre los 55 y 58 años. Las participantes fueron evaluadas prospectivamente para el desarrollo de eventos CV adversos (ej., hospitalizaciones por infarto no fatal, stroke, insuficiencia cardíaca congestiva y angina inestable) o mortalidad por cualquier causa durante una mediana de 5.9 años. El uso de medicación antidepresiva se asoció con eventos CV subsecuentes†† y muerte,‡‡ pero el uso inicial de ansiolíticos solos no predijo eventos CV subsecuentes ni muerte. En un modelo final de regresión que incluyó datos demográficos, síntomas de depresión y ansiedad, y factores de riesgo CV, las mujeres del grupo combinado tuvieron más eventos CV§§ y mortalidad por cualquier causa*** en comparación con las que no tomaban ninguna medicación. * Estudio de 19857 personas entre 40 y 89 años muertas por suicidio entre 1981 y 2006 y hasta 10 matched controles por caso (n=190058) realizado en Dinamarca; RR (riesgo relativo) en personas sin antecedentes psiquiátricos durante el primer mes luego del infarto 3.25 (IC95% 1.61-6.56) y en personas con antecedentes psiquiátricos 64.05 (IC95% 13.36-307.06) † 63469 mujeres sin cardiopatía isquémica ni stroke in 1992; 7.9% tenían scores de MHI-5 scores <53 (predictor conocido de depresión clínica) ‡ HR=1.49, IC 95% 1.11–2.00 § HR=2.33, IC 95% 1.47–3.70 ** HR=3.34, IC 95 % 2.03–5.50 †† HR= 2.16, IC 95% 1.21 - 3.93 ‡‡ HR= 2.15, IC 95% 1.16 - 3.98 §§ HR= 3.98, IC 95% 1.74-9.10, p = .001 *** HR=4.70, IC 95% 1.7-12.97, p = .003 Las curvas de sobrevida de Kaplan Meier indicaron una diferencia significativa en mortalidad entre los cuatro grupos de medicación (p = .001). Los autores concluyen que estos datos sugieren que factores relacionados con la medicación psicotrópica, así como la depresión refractaria al tratamiento, o el mismo uso de medicación, se asocian con eventos CV adversos en mujeres con isquemia miocárdica sospechada. 3. El estudio WHI* incluyó mujeres postmenopáusicas, con edades entre 50-79 años sin uso de antidepresivos al inicio, y seguidas por lo menos durante 1 año.9 Se comparó la morbilidad y mortalidad cardiovasculares de las mujeres que iniciaron el uso de antidepresivos con las de las que no lo hicieron. Se encontró que el uso de antidepresivos no se asoció con enfermedad coronaria, en tanto que los ISRS se asociaron con riesgo aumentado de stroke† y mortalidad por toda causa‡. Llamativamente no hubo diferencias significativas entre ISRS y tricíclicos en cuanto al riesgo de cardiopatía isquémica, stroke o mortalidad. Los antidepresivos no se asociaron con riesgo de cardiopatía isquémica. Los tricíclicos y los ISRS pueden asociarse con riesgo incrementado de mortalidad y los ISRS con stroke hemorrágico y fatal, aunque los riesgos absolutos son bajos. Estos hallazgos deben sopesarse con la afectación de la calidad de vida y los riesgos de enfermedad y mortalidad cardiovasculares asociados con la depresión no tratada. Conclusiones. Está comprobado que los pacientes con infarto agudo de miocardio y depresión se benefician con el uso de antidepresivos o terapia cognitivo-conductual -o ambos-, en cuanto al control de su depresión, con lo cual mejora su calidad de vida. Es presumible que el uso de antidepresivos mejore la evolución cardiovascular. Se debe reconocer la presencia de depresión en pacientes con infarto agudo de miocardio y tratarla (preferentemente con ISRS), con lo cual, seguramente, mejoraremos su calidad de vida y presumiblemente su evolución cardiovascular. A pesar de las reservas acerca de la utilidad del screening de la depresión entre pacientes coronarios y de los posibles riesgos vinculados con el uso de medicación antidepresiva, parece seguir vigente la recomendación de la AHA (con la aprobación de la APA) de realizar dicho screening y la referencia a un especialista en pacientes a quienes se detecte depresión, para su correcto tratamiento. Referencias 1 Frasure-Smith N, Lespérance F, Talajic M. Depression following myocardial infarction. Impact on 6-month survival. JAMA 1993; 270: 1819-25. 2 Lespérance F, Frasure-Smith N, Talajic M, Bourassa MG. Five-year risk of cardiac mortality in relation to initial severity and one-year changes in depression symptoms after myocardial infarction.Circulation 2002; 105: 1049-53. * 136293 mujeres de las cuales 5496 iniciaron uso de antidepresivos en 5.9 años de seguimiento HR 1.45, IC 95% 1.08-1.97 ‡ HR,1.32, IC95% 1.10-1.59 † 3 Glassman AH, O’Connor CM, Califf RM, Swedberg K, Schwartz P, Bigger JT Jr, et al. Sertraline treatment of major depression in patients with acute MI or unstable angina: Sertraline Antidepressant Heart Attack Randomized Trial. JAMA 2002;288:701-9. 4 Writing Committee for the ENRICHD Investigators. The effects of treating depression and low perceived social support on clinical events after myocardial infarction: the Enhancing Recovery in Coronary Heart Disease Patients (ENRICHD) Randomized Trial. JAMA 2003; 289: 3106-16. 5 Depression and coronary heart disease. Recommendations for screening, referral, and treatment: A Science Advisory from the American Heart Association Prevention Committee of the Council on Cardiovascular Nursing, Council on Clinical Cardiology, Council on Epidemiology and Prevention, and Interdisciplinary Council on Quality of Care and Outcomes Research: Endorsed by the American Psychiatric Association. Lichtman JH, Bigger JTJr, Blumenthal JA, Frasure-Smith N, Kaufmann PG, Lespérance F, et al. Circulation. 2008;118:1768-1775. 6 Larsen KK, Agerbo E, Christensen B, Søndergaard J, Vestergaard M. Myocardial infarction and risk of suicide: a population-based case-control study. Circulation. 2010;122:2388-93. 7 Depression and risk of sudden cardiac death and coronary heart disease in women: Results from the Nurses’ Health Study. Whang W, J Am Coll Cardiol 2009; 53: 950. 8 Psychotropic medication use and risk of adverse cardiovascular events in women with suspected coronary artery disease: Outcomes from the Women’s Ischemia Syndrome Evaluation (WISE) Study. Krantz DS. Heart. 2009;95:1901. 9 Smoller JW, Allison M, Cochrane BB, Curb JD, Perlis RH, Robinson JG, Rosal MC,Wenger NK, Wassertheil-Smoller S. Antidepressant use and risk of incident cardiovascular morbidity and mortality among postmenopausal women in the Women's Health Initiative study. Arch Intern Med. 2009;169:2128-39.