Download revista enero-junio 2009 - Sociedad Peruana de Urologia

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
CONSEJO DIRECTIVO DE LA
SOCIEDAD PERUANA DE UROLOGIA
2008-2010
COMITÉ DIRECTIVO
FILIAL SUR
Presidente
Dr. Raúl Pastor Medina Ninacondor
Presidente
Dr. Javier Villegas Paredes
Vicepresidente
Dr. Miguel Alberto Meza Díaz
Secretario
Dr. Rolando Torres Valdivia
Secretario General
Dr. Jorge Pólo Cortez
Tesorero
Ricardo Barriga Delgado
Tesorero
Dr. Giovanni Falconi Galvez
Vocal
Dr. Ayar Peralta Vizcarra
César Gomez Bellido
Secretario de Actas
Dr. Genaro Vargas Hernández
Past President
Secretario de Acción Científica
Dr. Luis Guerra Galarza
Past President
Dr. Daniel Hidalgo Cuellar
COMITÉ DE ACCION CIENTIFICA
Dr. Luis Guerra Galarza
Dr. Daniel Hidalgo Cuellar
Dr. José Antonio Arrus Soldi
Dr. Miguel Suárez Meza
COMITÉ DE ETICA
Dr. Miguel Alberto Meza Diaz
Dr. Juan Guillermo Corrales Riveros
Dr. Julián Villareal Valerio
FILIAL DEL NORTE
Presidente
Dr. Rodil Cruzalegui Henriquez
Vicepresidente
Dr. Victor Morales Ramos
Secretario
Dr. Juan Terrones Deza
Tesorero
Dr. Cesar Vallejos Valderrama
Vocal
Dr. Javier Ruiz Murga
Past Presidente
Santos Eloy Castañeda Carranza
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
COMITÉ DE LA REVISTA
CONTENIDO
EDITORIAL …………………………… ………………………………………………………………………… ……………………………………………….......................................……………
EDITOR
UROGINECOLOGIA
Juan Guillermo Corrales Riveros
Rosa Reategui Rengifo
Nicanor Rodríguez Gutarra
REDACTORES
Benjamin Torrico Herrera
ARTICULOS ORIGINALES
Características clínico-epidemiológicas, manejo y complicaciones de la fractura de pene en el Hospital Belén de Trujillo. Juan Manuel
Terrones Deza, Willy Gustavo Gamboa Vicente, Víctor Manuel Soles Quineche……………………………...................................…………..…......................……. 5
Variables relacionadas a sobrevida en pacientes nefrectomizados por cáncer renal: experiencia en el Hospital Nacional Cayetano Heredia.
José Medina, Raúl Medina, Luis Zegarra, Waymer Melgarejo, Alfonso del Castillo, Roberto Sánchez. Humberto Condori, Patricia Medina ………. 11
Comparación entre tomografía espiral multicorte y radiografía de abdomen simple para el diagnóstico de litiasis urinaria en emergencia. Juan
G. Corrales, Luis Lavander, Álvaro Rodríguez, José Rodríguez………………… ……………………………………………………............................................................ 17
José Antonio Arias Delgado
Néstor Arturo Aviles Martínez
ENDOUROLOGIA
Roberto Rafael Febres Zaldívar
Edmundo Guarnizo Olivera
Luís Alberto Guerra Galarza
Alfredo Martínez-Velazco
Elvis Sueldo-Guevara Chávez
Jesús Barahona Mendoza
COMITÉ EDITORIAL
LITOTRICIA EXTRACORPOREA
Ulises Núñez Chávez
ONCOLOGIA
Rolando Torres Valdivia
Carlos Morante Deza
Julio Jimenez Ramírez
Víctor Destefano Urrutia
Luis Sevilla Torres
4
Potencia y continencia después de prostatectomía radical retropúbica: estudio prospectivo. Gilmer A. Díaz, Daniel Hidalgo C. y José Arias D.… 23
CASOS CLINICOS
Hematoma renal post litotricia extracorpórea. Michael Salirrosas S, Alejandro Fribourg C., José Avilés C., Hugo Del Pozo M., Nicanor
Rodríguez G., Santiago Gutiérrez M., Enrique Azabache P., Carlos Díaz Ch., Pedro Mejía P. y HugoGallo S…………………………………………………..…… 30
Nefroma quístico gigante en una niña de 9 meses de edad reporte de un caso. Juan G. Corrales Riveros, Miguel Meza Díaz José Zorrilla
Osorio David Avendaño Zanabria y Julio Miney Yonamine ………...................................................................................................................................….… 35
ARTICULO DE OPINION
El Vía Crucis de la Revista Peruana de Urología
Alfredo Martínez Velazco……………………………………………… ……………………………………………………………………….....................................…………………………. 38
UROLOGÍA PEDIATRICA
Julio Miney Yonamine
LAPAROSCOPIA
José Zorrilla Osorio
Alexis Alva Pinto
Luis Barreto Espinoza
ARTICULO DE REVISION INTERNACIONAL
Serenoa repens para la hiperplasia benigna de la próstata
Wilt T, Ishani A, Mac Donald R. ………………………………… ……………………………………………………………………………………………….................................…………… 43
Mario Garrido Toribio
Victor Salirrosas Bermudez
UROLOGIA GENERAL
Leonardo Lazo Bisbal
TRANSPLANTE RENAL
Carlos Santa María Iglesias
Luís Zegarra Montes
Juvenal Socola Rojas
Jorge Rabanal Capto
Miguel Vásquez Anicama
Pedro Toledo Ramal
VIDA INSTITUCIONAL
XX Congreso Peruano de Urología 2008 y Juramentación de la nueva Junta Directiva SPU ......................................................................................... 50
VIDA INSTITUCIONAL
Discurso del Dr. Raúl Medina Ninacondor Presidente SPU 2008-2010 …………… ………………………………………………….................................……………...…. 52
CALENDARIO UROLOGICO ………………………… ………………………………………………………………………… ……………………….................................…….....…………… 54
INFORMACION PARA LOS AUTORES ……………… ………………………………………………………………………… ………………................................…………....………….. 55
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
EDITORIAL
ARTICULO ORIGINAL
EDITORIAL
El tiempo pasa demasiado rápido en nuestros días. El mundo globalizado y los conceptos cambiantes son
la regla; nada es estático, todo está transformándose. Aparentemente no tenemos espacio para poder
redactar nuestras experiencias, ya que en nuestra residencia de urología no nos han acostumbrado ha
cultivar algo de la investigación científica. Algunos logros esporádicos existen, pero no son la regla en
nuestra sociedad urológica y eso debe cambiar. Casi siempre estamos en periodos de crisis en nuestro
país pero no podemos dejar de reconocer que actualmente estamos mejor que ayer. A inicios de los
noventa los médicos que estamos ahora por alrededor de cincuenta años de edad, no teníamos acceso
al crédito, no podíamos comprar equipos, pocos viajaban al exterior con mucho esfuerzo, muchas veces
endeudándose. Hoy en día con mucho agrado, vemos que la asistencia de los urólogos peruanos a los
congresos es masiva, y que la adquisición de equipos de vanguardia es posible. Sin embargo, hay una
carencia de producción de trabajos científicos y creemos que es por falta de costumbre más que por
falta de tiempo.
Actualmente los residentes pueden rotar con más facilidad que antes por los diferentes servicios de
urología del país, lo cual mejora su entrenamiento: sin embargo, estamos lejos de tener un profesional
promedio competitivo y competente a nivel mundial. En parte por que el período de estudio de 3 años
es corto, la mayoría de escuelas tienen de 4 a 6 años de residencia. No vamos a tratar de resolver la
problemática de la residencia en urología, pero sí tratar de inculcar a nuestros residentes a terminar
sus estudios de la especialidad con algunos trabajos científicos publicados.
Es nuestra intención tratar de editar dos números anuales, pero no va a poder ser posible sin la
colaboración de ustedes. Nos hemos visto en la necesidad de publicar algunos trabajos debido a la
falta de colaboración de los miembros de nuestra sociedad que no nos ha enviado artículos a pesar
de haberlos solicitado. La mayoría de urólogos preguntan cuando es la fecha límite para presentar su
trabajo para ver si lo envían o no, pero no deben pensar de esta manera.
Finalmente hemos sugerido a nuestra Sociedad Peruana de Urología, la creación de un premio anual
al mejor trabajo publicado con el fin de incentivar la producción de artículos científicos en Urología.
Agradecemos a los autores de los artículos a publicarse en la presente revista y a todos ustedes por
la lectura de ellos.
La Revista Peruana de Urología está al servicio de todos sus asociados y estamos atentos a cualquier
opinión o sugerencia que sera bien recibida.
Características clínico-epidemiológicas, manejo
y complicaciones de la fractura de pene en el
Hospital Belén de Trujillo
Juan Manuel Terrones Deza*, Willy Gustavo Gamboa Vicente, Víctor Manuel Soles Quineche
Servicio de Urología. Hospital Belén de Trujillo
* Correspondencia: [email protected]
RESUMEN
Se realizó un estudio descriptivo retrospectivo longitudinal en el que se revisaron las historias clínicas de 39 pacientes
varones con diagnóstico de fractura de pene hospitalizados en el Servicio de Urología del Hospital Belén de Trujillo
durante el periodo 1995-2008, con el objetivo de conocer las características clínico-epidemiológicas, el manejo y
complicaciones.
Se encontró que el grupo etáreo mas afectado fue entre 20-29 años, el tercio medio del pene se lesionó en el 51,3%
de casos. La lesión fue unilateral en todos los casos. No se registró lesión de uretra. El edema, equimosis, dolor,
incurvación y hematoma fueron los signos y síntomas más frecuentes.
El tratamiento fue quirúrgico en el 94,9% de casos. Hubo complicaciones en 7 pacientes operados. El tratamiento
quirúrgico debe ser el tratamiento de elección para pacientes con fractura de pene, en base a nuestra experiencia y a lo
reportado por la literatura, ha demostrado ser seguro y efectivo para restaurar la función sexual.
Palabras Clave: Fractura de pene, tratamiento
ABSTRACT
We performed a retrospective longitudinal descriptive study,
which reviewed the medical records of 39 male patients
diagnosed with penile fracture were hospitalized at the
Department of Urology Hospital Belén de Trujillo during
the period 1995-2008, to ascertain the nature clinical and
epidemiological, management and complications.
We found that the age group most affected was between 2029 years, the middle third of the penis was injured in 51.3%
of cases. The lesion was unilateral in all cases. There was
no urethral injury. Edema, ecchymosis, pain, curvature and
hematoma were the most frequent signs and symptoms.
The treatment was surgical in 94.9% of cases. There were
complications in 7 patients operated on. Surgical treatment
should be the treatment of choice for patients with penile
fracture, based on our experience and that reported in
literature, has proven to be safe and effective in restoring
sexual function.
Key words: Penile fracture, treatment
INTRODUCCION
La fractura de pene se define como la ruptura traumática
de la albugínea del cuerpo cavernoso del pene en estado
de erección. La ruptura es habitualmente unilateral y
transversa, pero puede extenderse y afectar al cuerpo
esponjoso y a la uretra. Es una patología relativamente
rara e infrecuentemente reportada en la literatura; no se
encuentra entre las causas de consulta urológica más
frecuentes (1).
La fractura de pene o ruptura del cuerpo cavernoso
representa una entidad que ha sido reportada de manera
aislada (2,6). Es el trauma de pene no penetrante más común
(7). Constituye una entidad probablemente subreportada,
su incidencia anual promedio se estima en 0,33 casos por
100 000 habitantes (8). Ocurre más comúnmente durante
el coito, representando esta etiología un 58% de los casos
(7,9); otras incluyen a la masturbación, el rodar sobre la
cama con el pene en erección, doblamiento del pene para
producir detumescencia y a la manipulación nocturna
inconciente (10). El compromiso uretral ocurre en un 10 a
22% de los casos reportados (9,11).
5
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
A pesar de ser una entidad poco frecuente y que no pone en
riesgo la vida del paciente, la fractura de pene representa una
urgencia urológica que requiere un tratamiento inmediato.
El correcto acercamiento diagnóstico y terapéutico es crucial
para preservar la función, prevenir el daño psicológico y
sexual a largo plazo (12,13).
El diagnóstico se basa en la anamnesis y en los hallazgos
clínicos (6,14). El diagnóstico es clínico, el ultrasonido puede
ser de utilidad para corroborar el mismo (5); cuando existe
duda o el caso es atípico, la resonancia magnética y la
cavernosografía son los exámenes de elección (15,17).
En relación al tratamiento, la mayoría de estudios revisados
sobre el manejo del trauma de pene en la población civil
se avocan a comparar el tratamiento quirúrgico y el
conservador en el traumatismo cerrado. Existe consenso
en incentivar la pronta intervención quirúrgica terapéutica
en vez del manejo conservador de la fractura de pene. La
cirugía inmediata o precoz (en las primeras 72 horas de
producido el trauma) reduce en gran medida la incidencia
de complicaciones a largo plazo (angulación del pene,
coito y erección dolorosa, disfunción eréctil, priapismo,
aneurismas, pseudodivertículos, fístulas, estenosis uretral,
etc.), disminuye el tiempo de hospitalización, disminuye
la morbilidad y favorece el rápido retorno a la actividad
sexual plena (2,8,13,18,21). El porcentaje de complicaciones
postoperatorias es bajo, alrededor del 10 y 12,2% (8,15).
Dincel y col (22) reportan a la infección de herida operatoria
como complicación temprana; durante el primer mes
postoperatorio se reportó también fibrosis residual y dolor
leve durante el coito.
Al ser una entidad poco frecuente como lo describe la
literatura revisada, su incidencia en nuestro medio requiere
que estemos familiarizados con las características clínicoepidemiológicas, el manejo y las complicaciones de este tipo
de trauma. Por este motivo se realizó el presente trabajo
a fin de disponer de datos de nuestra realidad y contribuir
así al mejor conocimiento de esta patología. Presentamos
una serie de pacientes con fractura de pene atendidos en el
Hospital Belén de Trujillo durante el periodo 1995-2008.
MATERIAL Y METODO
Se realizó un estudio de tipo descriptivo retrospectivo
longitudinal cuya población estuvo constituida por todos los
pacientes con diagnóstico de fractura de pene atendidos en
el Servicio de Urología del Hospital Belén de Trujillo durante
el periodo 1995-2008.
6
Para la identificación de las historias clínicas, se recurrió
a la Unidad de Estadística del Hospital Belén de Trujillo; y
para evitar el subregistro se revisaron los libros de altas
hospitalarias del Departamento de Cirugía, correspondientes
a dicho periodo.
Se encontró un total 39 historias clínicas con el diagnóstico
de fractura de pene durante el periodo de estudio, se realizó
la revisión de las historias y se registró la información
incluyendo datos de aspectos clínicos, epidemiológicos, de
manejo y complicaciones.
Los datos fueron ordenados, tabulados y procesados en
el programa Microsoft Office Excel 2003. Se presentan los
resultados en tablas con sus respectivas frecuencias para
su análisis estadístico descriptivo.
RESULTADOS
El diagnóstico fue clínico en el 100% de casos. La edad de
los pacientes fluctuó entre 16 y 55 años, los grupos etáreos
más afectados fueron el de 20-29 ( 46,1%), seguido de los
30-39 (23,1%) y el menos afectado el grupo de 50-59 (5,1%).
(Tabla Nº 1)
La etiología más frecuente fue la manipulación con 19
casos (48,7%), seguida del coito con 18 casos (46,2%). La
localización de la lesión más frecuente fue el tercio medio
( 51,3%) y en los restantes fue el tercio proximal del pene
(48,7%). La afección del cuerpo cavernoso fue unilateral en la
totalidad de pacientes. El cuerpo esponjoso se afectó en dos
pacientes (5,1%). No se registró pacientes con lesión uretral.
Los signos y síntomas más frecuentes fueron: edema 100%
(39), dolor leve a moderado 94,9% (37), equimosis 94,9% (37),
incurvación 74,4% (29) y hematoma 61,5% (24). El manejo
fue quirúrgico en el 94,9 % de los casos (37). Un paciente no
se operó por no aceptar la intervención quirúrgica y solicitar
retiro voluntario, y el otro paciente se decidió por manejo
conservador por tener psoriasis y presentar lesiones por
esta enfermedad en el pene y además por ser una lesión
leve. El tiempo promedio entre la producción de la injuria y
el inicio del tratamiento quirúrgico fue de 20,1 horas (rango
entre 4-144 horas). La estancia hospitalaria promedio fue
de 4,1 días (rango entre 2-10 días). Tabla Nº 2.
Siete pacientes con fractura de pene registran
complicaciones: necrosis de piel de pene (2), parafimosis
secundaria a cicatriz no retráctil (2), dolor con la erección
(2), priapismo (1) y edema de prepucio (1).
7
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
comparado con la fuerza prolongada pero inferior durante
la masturbación ( 23).
DISCUSION
Aproximadamente 1642 casos de fractura de pene han sido
reportados en varios países (23). La mitad de casos, 745 (56
%), se han originado en la zona del mediterráneo incluyendo
a Turquía. Probablemente por que estos pacientes
desconocen las características anatómicas del pene, se
plantea que una buena información sobre la sexualidad y
la anatomía genital dentro de la sociedad podrían disminuir
la alta incidencia de fractura de pene en esta comunidad.
La mayoría de pacientes pensaban que el pene tiene hueso,
cartílago y junturas que están involucradas en la erección,
de esta manera manipulan al pene como si se tratara de
sus dedos. El pene es empujado forzadamente hacia abajo
o lateralmente para lograr la detumescencia y placer (18).
El cuadro clínico en la fractura de pene se caracterizó por
edema, dolor leve a moderado, equimosis, incurvación
hacia el lado opuesto a la lesión y hematoma; coincidiendo
con la mayoría de autores que los describen como
manifestaciones clínicas típicas (2,10,13,14). La sensación
de ruptura (chasquido o “clic”) sólo fue descrita en el 43,6%
de los pacientes, explicable por la subjetividad del dato o por
la falta de experiencia del entrevistador.
Fig 1. Paciente con fractura de pene (Fuente Archivo Dr. Juan Terrones)
El tiempo promedio entre la producción de la fractura y
el inicio del tratamiento quirúrgico fue de 20,1 horas, esto
está en concordancia con el consenso que incentiva la
intervención quirúrgica precoz, dentro de las 72 horas de
producido el trauma, con el fin de disminuir la estancia
hospitalaria y disminuir las complicaciones. El 17,9% de los
pacientes con fractura de pene presentaron complicaciones
en los treinta primeros días de producida la injuria, todos
sometidos a tratamiento quirúrgico; siendo estas, a
excepción del edema de prepucio, reportadas también
como complicaciones a largo plazo o tardías y presentes
también en un menor porcentaje en pacientes con manejo
quirúrgico (2,8,20). Este porcentaje contrasta con el 4,7, 10 y
12% de complicaciones postoperatorias reportado por otros
autores (8,15,18).
Los pacientes usualmente consultan durante las primeras
horas de ocurrido el trauma. Han sido reportadas edades
entre 12 y 82 años, con edades promedios en su mayor
parte en la cuarta década (8). Nosotros encontramos que la
tercera década fue el grupo etáreo más afectado. Respecto
a esto, diversos autores han encontrado en series sobre
fractura de pene que la edad promedio en estos pacientes
fluctúa entre 27 y 32 años (14, 18, 24, 25)
Encontramos, a diferencia de la mayoría de autores citados,
a la manipulación como el factor etiológico más frecuente
(48.7%), seguido del coito (46,2%) el cual es considerado
la causa principal en occidente (7,10,15,26,20,27). En el
hemisferio oriental la causa más común de fractura de
pene es la manipulación durante la masturbación (2,28).
Ekwere y Al Rashid (29) reportan causas no relacionadas al
coito en un 73,7%, Zargooshi (18) reporta en 172 pacientes
a la manipulación como causa en el 69,1%. Reportamos
también un caso de fractura de pene por manipulación
nocturna inconciente, uno por caída sobre el pene erecto y
otro por golpe del pene en erección contra una silla, causas
fortuitas según la bibliografía revisada (2,10).
Fig 2. Paciente con fractura de pene y compromiso de la Fascia de
Buck(Fuente Archivo Dr. Juan Terrones)
A pesar de nuestros resultados con las complicaciones,
apoyamos el tratamiento quirúrgico precoz de la fractura
de pene, puesto que las complicaciones con el tratamiento
conservador son mayores.
CONCLUSION
Encontramos al tercio medio como lugar de fractura más
frecuente en el 51,3%, seguido del tercio proximal en el
48,7%. Lazo (30) reporta 6 casos de afección del tercio
proximal, 6 del tercio medio y 2 del distal.
No se presentó ningún caso de lesión de uretra a diferencia
de otros estudio, en que se reporta su ocurrencia en un 10
a 22% (9,11), probablemente debido a que su incidencia
está asociada más frecuentemente en casos de fractura de
pene de etiología coital que de una lesión por manipulación.
Esto puede estar explicado asumiendo como premisa que
una fuerza más llena de énfasis es expendida en el coito,
8
El manejo fue quirúrgico en casi la totalidad de pacientes,
en conformidad con la evidencia clínica actual (8,13,15,18).
En nuestra serie la fractura de pene fue más frecuente en
la tercera década de la vida, afectando más al tercio medio
del pene, la causa más frecuente fue la manipulación, el
diagnóstico fue clínico en todos los casos y el tratamiento
quirúrgico fue realizado en casi todos los casos, con un
porcentaje de complicaciones ligeramente superior a lo
reportado en otras series.
Fig 3. Paciente con fractura de pene, zona de la lesión de la albugínea
con hematoma. Fuente Archivo Dr. Juan Terrones)
El tratamiento quirúrgico debe ser el tratamiento de
elección para pacientes con fractura de pene, en base a
nuestra experiencia y a lo reportado por la literatura, ha
Fig. 4. Necrosis de piel de pene en pacinte postoperado por fractura de
pene (Fuente Archivo Dr.Juan Terrones)
demostrado ser seguro y efectivo para restaurar la función
sexual. La frecuencia de fractura de pene en nuestro medio
probablemente esté asociada a factores socioculturales y
no a particularidades físicas o genéticas.
BIBLIOGRAFIA
1.
Mohr AM, Pham AM, Lavery RF, Sifri Z, Bargman
V, Livingston DH. Management of trauma to the
male external genitalia: the usefulness of American
association for the surgery of trauma organ injury
scales. J Urol 2003;170(6):2311-5.
2.
Eke N. Fracture of the penis. Br J Surg 2002;89(5):55565.
3.
Soylu A, Yilmaz U, Davarci M, Baydinc C. Bilateral
disruption of corpus cavernosum with complete
urethral rupture. Int J Urol 2004;11(9):811-2.
4.
Chaljub G, Ernst R, Rodriguez G, Callas J, Sandler
CM. Emergent MRI utilizing a 5-inch surface coil
to evaluate for acute penile fracture. Emerg Radiol
2002;9(1):35-7.
5.
Martinez E, Arnaiz F, Perez JA, Nogueras MA, Crespo
V, Espuela R. Fracture of the penis: two new cases,
review of the literature, usefulness of echography.
Arch Esp Urol 1997;50(10):1099-102.
6.
Schrama J, Skjetne O, Vada K. Penis fracture. Tidsskr
Nor Laegeforen 1998;118(13):2017-8.
9
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
ARTICULO ORIGINAL
7.
Mydlo JH, Harris CF, Brown JG. Blunt, penetrating
and ischemic injuries to the penis. J Urol
2002;168(4):1433-5.
20.
Jack GS, Garraway I, Reznichek R, Rajfer J. Current
treatment options for penile fractures. Rev urol
2004;6(3):114-20.
8.
Hinev A. Fracture of the penis: treatment and
complications. Acta Med Okayama 2000;54(5):211-6.
21.
9.
Nicolaisen GS, Melamud A, Williams RD, McAninch
JW. Rupture of the corpus cavernosum: surgical
management. J Urol 1983;130(5):917-9.
Martinez Portillo FJ, Seif C, Braun PM, Spahn M,
Alken P, Jünemann KP. Penile fractures: controversy
of surgical vs conservative treatment. Aktuelle Urol
2003;34(1):33-6.
Variables relacionadas a sobrevida en
pacientes nefrectomizados por cancer renal:
Experiencia en el Hospital Nacional
Cayetano Heredia
22.
Karadeniz T, Topsakal M, Ariman A, Erton H, Basak D.
Penile fracture: differential diagnosis, management
and outcome. Br J Urol 1996;77(2):279-81
Dincel C, Caskurlu T, Resim S, Bayraktar Z, tasci
AL, Kevin G. Fracture of the penis. Int Urol Nephrol
1998;30(6):761-5.
José Medina*, Raúl Medina, Luis Zegarra, Waymer Melgarejo, Alfonso del Castillo, Roberto Sánchez.
Humberto Condori, Patricia Medina.
Servicio de Urología Hospital Nacional Cayetano Heredia
23.
El Atat R, Sfaxi M, Riadh M, Amine D, Ayed M, Ben
Mouelli S, Chebil M, Zmerli S. Fracture of the Penis:
Management and Long-Term Results of Surgical
Treatment. Experience in 300 Cases. J Trauma
2008;64(1):121–125.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
10
Tsang T, Demby AM. Penile fracture whit urethral
injury. J Urol 1992;147(2):466-8.
Van der Horst C, Martinez Portillo FJ, Seif C, Groth W,
Jünemann KP. Male genital injury: diagnostics and
treatment. BJU Int 2004;93(7):927-30.
Morey AF, Metro MJ, Carney KJ, Miller KS, McAninch
JW. Consensus on genitourinary trauma: external
genitalia. BJU Int 2004;94(4):507-15.
Nouri M, Koutani A, Tazi K, El Khadir K, Ibn Attya A,
Hachimi M, et al. Fractures of the penis: apropos of
56 cases. Prog Urol 1998;8(4):542-7.
El-Bahnasawy MS, Gomha MA. Penile fractures:
the successful outcome of immediate surgical
intervention. Int J Impot Res 2000;12(5):273-7.
Prunet D, Bouchot O. Penile injuries. Prog Urol
1996;6(6):987-93.
Uder M, Gohl D, Takahashi M, Derouet H, Defreyne L,
Kramann B, et al. MRI of penile fracture: diagnosis
and therapeutic follow up. Eur Radiol 2002;12(1):11320.
24.
Beysel M, Tekin A, Gurdal M, Yucebas E, Sengor
F. Evaluation and treatment of penile fractures:
accuracy of clinical diagnosis and the value of corpus
cavernosography. Urology 2002;60(3):492-6.
25.
Mydlo JH. Surgeron experience with penile fracture. J
Urol 2001;166(2)526-8.
26.
Nane I, Tefekli A, Argaman A, Sanli O, Kadioglu A.
Penile vascular abnormalities observed long-term
after surgical repair of penile fractures. Int J Urol
2004;11(5):316-20.
27.
Eke N. Urological complications of coitus. BJU Int
2002;89:273-7.
28.
29.
Zargooshi J. Penile fracture in Kermanshah, Iran:
the long-term results of surgical treatment. BJU Int
2002;89(9):890-4.
Muentener M, Suter S, Hauri D, Sulser T. Long term
experience with surgical and conservative treatment
of penile fracture. J Urol 2004;172(2):576-9.
30.
Ishikawa T, Fujisawa M, Tamada M, Inoue T, Shimatani
N. Fracture of the penis: nine cases with evaluation
of reported cases in Japan. Int J Urol 2003;10(5):25760.
Ekwere PD, Al Rashid M. Trends in the incidence,
clinical presentation, and management of traumatic
rupture of the corpus cavernosum. J Natl Med Assoc
2004;96(2)229-33.
Lazo JM. Factores de riesgo de morbilidad
postoperatoria en pacientes con fractura de pene:
Hospital Belén de Trujillo [tesis de bachiller].
Trujillo: Universidad Nacional de Trujillo. Facultad de
Medicina; 2000.
*Correspondencia: [email protected]
RESUMEN:
Objetivo: Determinar la sobrevida a 5 años y las variables relacionadas a sobrevida de los pacientes nefrectomizados
por cáncer renal en el Hospital Nacional Cayetano Heredia.
Materiales y Metodos: Estudio retrospectivo de tipo serie de casos realizado desde 1988 hasta el 2003, obteniéndose
35 pacientes. Las variables analizadas fueron demográficas (edad, sexo), clínicas (forma de presentación, anemia,
hematuria, dolor en flanco, perdida de peso, status de performance), histopatológicas (tipo histológico, escala de
Fuhrman, necrosis tumoral coagulativa, diferenciación sarcomatoide e invasión grasa del seno renal) y estadiaje (TNM).
Se aplicó el Método de Kaplan-Meier para determinar la sobrevida y el método de regresión de Cox para determinar las
variables relacionadas a sobrevida.
Resultados: La edad promedio de los pacientes en estudio fue 64.5 ± 6.7 años. El 68.6% fue masculino. La forma de
presentación mas común fueron con síntomas locales (74.3%). El carcinoma de células claras fue el tipo mas frecuente
(82.9%). La sobrevida global a 5 años fue de 65.3%, para los estadios T1, T2 y T3 + T4 fueron 100%, 66.7% y 43.6%
respectivamente. Para el grado de Fuhrman 1 fue 100%, Fuhrman 2 fue 75.9% y Fuhrman 3 + 4 fue 30%. Los factores
relacionados a sobrevida fueron el grado de Fuhrman (OR=27.42, 95% IC 1,9 – 397.0), la presencia de ganglios (OR=14.3,
95% IC 1,7 – 120.3) y el status de performance. (OR=10.8, 95% IC 1.2 – 95.2)
Conclusiones: La sobrevida en el cáncer renal depende directamente del estadiaje y del grado de Fuhrman. Los
factores relacionados con sobrevida fueron el grado de Fuhrman, la presencia de ganglios y el status de performance.
Palabras Claves: Sobrevida, cancer renal, estadiaje, patología, anemia, hematuria.
ABSTRACT
OBJETIVE: To determine the survival rate to 5 years and
variables related to the survival of patients who underwent
nephrectomy for kidney cancer at the National Hospital
Cayetano Heredia.
Material And Methods: A retrospective study of type series
of cases conducted from 1988 to 2003, obtained 35 patients.
The variables analyzed were demographic (age, sex),
clinics (mode of presentation, anemia, hematuria, flank
pain, weight loss, performance status), histopathological
(histological type, scale Fuhrman, tumor necrosis,
sarcomatoid differentiation and sinus kidney fat invasion)
and staging (TNM). The method of Kaplan-Meier were apply
to determine survival and the method of Cox regression to
identify the variables related to survival.
Results: The average age of the patients in study was 64.5
± 6.7 years. 68.6% were male. The most common mode of
presentation were local symptoms (74.3%). The clear cell
carcinoma was the most frequent type (82.9%). The overall
survival at 5 years was 65.3%, for stages T1, T2 and T3 +
T4 were 100%, 66.7% and 43.6% respectively. For Fuhrman
grade 1 was 100%, for grade 2 was 75.9% and for grade 3
+ 4 was 30%. The factors related to survival were Fuhrman
(OR = 27.42, 95% CI 1.9 - 397.0), the presence of lymph (OR =
14.3, 95% CI 1.7 - 120.3) and the status of performance. (OR
= 10.8, 95% CI 1.2 - 95.2)
11
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Conclusion: The survival in kidney cancer depends directly
on the staging and Fuhrman grade. Factors associated
with survival were Fuhrman, the presence of lymph and the
status of performance.
Informe de anatomía patológica confirmando los hallazgos
quirúrgicos
Tabla 1. Características generales. Pacientes nefrectomizados
por cáncer renal (n=35). Hosp. Cayetano Heredia, 1988-2003
Seguimiento del paciente hasta 5 años después de la
cirugía
Keywords: Survival, renal cancer, staging, Fuhrman,
anemia, hematuria.
CRITERIOS DE EXCLUSION
INTRODUCCIÓN
Informe de anatomía patológica diferente a cáncer renal
El carcinoma de células renales es responsable de un 3% de
todos los procesos malignos en la edad adulta y además es
el mas letal de todos los canceres urológicos. Se presenta
en una relación hombre: mujer de 3:2. Más de un 40% de
los pacientes con carcinoma de células renales fallecen
como consecuencia del tumor, en comparación con la tasa
de mortalidad de los carcinomas de próstata y vejiga de
aproximadamente 20%.
Ausencia de historias clínicas en el archivo del Hospital
Nacional Cayetano Heredia
Luego de los años 70, la incidencia de carcinoma de células
renales ha aumentado en un promedio del 3 al 4% por año,
debido a la utilización de la ecografía y la tomografía para
evaluar las distintas manifestaciones gastrointestinales.
Este incremento en la incidencia se correlaciona con el
aumento de la detección incidental de tumores y con un
aumento de la tasa de supervivencia a 5 años en dichos
pacientes.
Las variables que se evaluaron en este trabajo fueron las
siguientes: edad, sexo, anemia, hematuria, disfunción
hepática, perdida de peso, anorexia, hipoalbuminemia,
fatiga, dolor en flanco, hipercalcemia, hipertensión,
trombocitosis, fiebre, sudoración nocturna, escalofríos,
eritrocitosis, caquexia, forma de presentación clínica,
status de performance, estadiaje tumoral, clasificación
histológica, escala de Fuhrman, necrosis tumoral
coagulativa, diferenciación sarcomatoide e invasión grasa
del seno renal.
MATERIALES Y METODOS
Se utilizo el software estadístico SPSS (Statistical Package
for Social Sciences) versión 13.o en español
Es un estudio retrospectivo de tipo serie de casos realizado
en el Hospital Nacional Cayetano Heredia durante el periodo
de tiempo comprendido entre el año 1988 y el año 2003 (15
años). La población objeto de análisis, está constituida por
los pacientes que fueron nefrectomizados por el diagnostico
de carcinoma de células renales en el mencionado hospital,
que cumplan los criterios de inclusión y de exclusión
detallados a continuación
CRITERIOS DE INCLUSION
Nefrectomía realizada en el Hospital Nacional Cayetano
Heredia entre el año 1988 y el 2003
12
Imposibilidad de seguir al paciente hasta el quinto año
después de la cirugía.
ANALISIS ESTADISTICO
Se aplica seguidamente el Método de Kaplan-Meier para
determinar la sobrevida general a 5 años, se realizó Logrank Test para diferenciar entre categorías cuando la
diferencia era significativa.
III. RESULTADOS
Se presenta la tabla de características demográficas de
los pacientes nefrectomizados por cáncer renal (tabla 1),
síntomas y signos de los pacientes nefrectomizados por
cáncer renal (tabla 2) y características generales de los
pacientes nefrectomizados por cáncer renal (tabla 3)
13
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Tabla 3. Características según Estadiaje. Pacientes nefrectomizados
por cáncer renal (n=35). Hosp. Cayetano Heredia, 1988-2003
Respecto a la presencia de ganglios se encontraron
diferencias significativas entre las categorías N0 y N1; se
observa que la sobrevida para N0 a los 5 años fue de 92%,
mientras que para N1 fue de 16.7% (p=0,0001) ( Grafico 4).
Para el cálculo de los factores pronóstico aplicamos el
modelo de regresión de Cox y el log Rank test (Tabla 6), donde
sólo la escala Fuhrman, la presencia de ganglios y el Status
de perfomance fueron significativos (p<0.05). Encontramos
que un paciente con Fuhrman grado 3 o 4 tiene 27 veces
más riesgo de fallecer a los 5 años de la nefrectomía que un
paciente con Fuhrman grado 2 (p=0.015). Un paciente que
tiene ganglios positivos tiene 14 veces mas riesgo de fallecer
a los 5 años de la operación respecto a los pacientes que no
presentaron ganglios (p=0.014). Por último, los pacientes
con algún déficit de actividad tuvieron 11 veces más riesgo
de morir con respecto a los pacientes sin déficit de actividad
(p=0.032) al cabo de 5 años de la nefrectomía.(tabla 5).
BIBLIOGRAFIA
1. Sobin L, Wittekind C, eds. International Unión Against
Cancer (UICC). TNM classification of malignant tumors.
6th edn. New York: Wiley-Liss; 2002. P: 193-195.
Aplicando el método de Kaplan-Meyer se determinó que la
sobrevida global a 5 años fue de 65.3% ( Gráfico 1). Se
determinó que la sobrevida a los 5 años según el estadiaje
fue para T1 de 100%, para T2 de 66.7% y para T3 y T4 de
43.6% (Grafico 2). Mientras que la sobrevida a los 5 años
de la nefrectomía según el grado de Fuhrman fue para el
grado 1 de 100%, para el grado 2 de 75.9% y para el grado 3
y 4 de 30%. (Grafico 3).
14
2. Frank I, Blute M, Leibovich B, Cheville J, Lohse C,
Zincke H. Independent validation of the 2002 American
Joint Committee on cáncer primary tumor clasificación
for renal cell carcinoma using a large, single institution
cohort. J Urol 2005;173:1889-1892.
3. Salama M, Gurú K, Stricker H, et al. pT1 substaging
in renal cell carcinoma: validation of the 2002 TNM
staging modification of malignant renal epithelial
tumors. J Urol 2005;173:1492-1495.
15
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
ARTICULO ORIGINAL
4. Ficarra V, Schips L, Guille F, et al. Multiinstitutional
European validation of the 2002 TNM staging system
in conventional and papillary localized renal cell
carcinoma. Cáncer 2005;104:968-974.
13. Cheville J, Lohse C, Zincke H, Weaver A, Blute M.
Comparisons of outcome and prognostic features
among histological subtypes of renal cell carcinoma.
Am J Surg Pathol 2003;27:612-624.
5. Bonsib SM. The renal sinus is the principal invasive
pathway: a prospective study of 100 renal cell
carcinomas. Am J Surg Pathol 2004:28:1594-1600.
14. Patard J, Leray E, Rioux-Leclercq N, et al. Prognostic
valué of histological subtypes in renal cell carcinoma:
a multicenter experience. J Clin Oncol 2005;23:27632771.
6. Thompson R, Leibovich B, Cheville J, et al. Is renal
sinus fat invasión the same as perinephric fat invasión
for pT3a renal cell carcinoma? J Urol 2005;174:12181221.
7. Han K, Bui M, Pantuck A, et al. TNM T3a renal cell
carcinoma: adrenal gland involvement is not the same
as renal fat invasión. J Urol 2003;169:899-903.
8. Thompson R, Leibovich B, Cheville J, et al. Should direct
ipsilateral adrenal invasión from renal cell carcinoma
be classified as pT3a? J Urol 2005;173:918-921.
9. Thompson R, Cheville J, Lohse C, et al. Reclassification
of patients with pT3 and pT4 renal cell carcinoma
improves prognostic accuracy. Cáncer 2005;104:53-60.
10. Terrone C, Cracco F, Porpiglia F, et al. Reassessing
the current TNM lymph node staging for renal cell
carcinoma. Eur Urol 2006;49:324-331.
11. Lam J, Shvarts O, Leppert J, Figlin R, Belldegrun A.
Renal cell carcinoma 2005: new frontiers in staging,
prognostication and targeted molecular therapy. J Urol
2005;173:1853-1862.
12. Fuhrman S, Lasky L, Limas C. Prognostic significance
of morphologic parameters in renal cell carcinoma.
Am J Surg Pathol 1982;6:655-663.
Comparación entre tomografía espiral
mutilcorte y radiografía de abdomen simple
para diagnóstico de litiasis urinaria en
emergencia
Juan G. Corrales*, Luis Lavander*, Álvaro Rodríguez**, José Rodríguez**
Servicios de Urología* y Radiología** Clínica Ricardo Palma
15. Kim H, Belldegrun A, Freitas D, et al. Paraneoplastic
signs and symptoms of renal cell carcinoma:
implications for prognosis. J Urol 2003;170:1742-1746.
16. Kim H, Han K, Zisman A, Figlin R, Belldegrun A.
Cachexia-like symptoms predict a worse prognosis in
localized T1 renal cell carcinoma. J Urol 2004;171:18101813.
17. Patard J, Leray E, Cindolo L, et al. Multi-institutional
validation of a symptom based classification for renal
cell carcinoma. J Urol 2004;172:858-862.
18. Bensalah K, Leray E, Fergelot P, et al. Prognostic
valué of thrombocytosis in renal cell carcinoma. J Urol
2006;175:859-863.
19. Patard J, Leray E. Rodríguez A, Rioux-Leclercq N,
Guille F, Lobel B. Correlation between symptom
graduation, tumor characteristics and survival in renal
cell carcinoma. Eur Urol 2003;44:226-232.
20. Walsh P, Retik, A, Vaughan E, Wein A. Campbell`s
Urology: Renal Tumours. Philadelphia. Saunders
company; 2004. P:2672-2731.
* Correspondencia: [email protected]
RESUMEN
La tomografía espiral multicorte (TEM) se ha convertido en el mejor estudio para la detección de litiasis urinaria en
cólico renal agudo. Tiene como ventajas el no utilizar sustancia de contraste y la rapidez de su realización. Dentro de
sus desventajas están el costo y la posible mayor irradiación. Presentamos la experiencia de 58 casos de pacientes que
acudieron a Emergencia en el periodo Enero 2007-Enero 2009 en los que se realizó radiografía de abdomen simple,
examen de orina y TEM. Comparativamente la TEM fue superior a la placa de abdomen simple.
Palabra clave: Tomografía espiral, multicorte, litiasis urinario, diagnóstico.
ABSTRACT
Multislice CT (TEM) has become the best study for the
detection of urolithiasis in acute renal colic. Is no merit in
the substance use of contrast and speed of implementation.
Among its disadvantages are the cost and possible increased
irradiation. We present the experience of 58 patients
attending the Emergency period January 2007 to January
2009 who underwent simple abdominal X-ray, urine test and
TEM. The TEM was comparatively higher than the simple
plate of the abdomen.
Key words: Multislice CT scan, urolithiasis, diagnosis
La tomografía espiral multicorte (TEM) es el mejor estudio
en casos de pacientes con cólico renal agudo y con la que
rápidamente podemos confirmar el diagnóstico de litiasis
urinaria, saber su tamaño y localización. Estudios recientes
refieren que su eficacia en el diagnóstico de litiasis es de
aproximadamente 100% (1) (2). Debido a ello en los Estados
Unidos de America su utilización se ha incrementado de
3 millones de estudio por año en el 1980 a 62 millones de
estudios en el 2006 (3)
Generalmente el paciente con dolor abdominal o lumbar
es recibido por el médico de emergencia, el cual hace el
diagnóstico presuntivo de litiasis por el cuadro clínico. Luego
16
de ello solicita un examen de orina y una placa de abdomen
simple o una ecografía renal y vesical y llama al especialista
urólogo para que lo trate en forma especializada, el cual
complementa el estudio con un urograma, tomografía con
contraste o TEM sin contraste. En nuestro país no existe
una guía de diagnóstica unitaria para el estudio de litiasis
en emergencia, debido que no se cuentan con medios
diagnósticos semejantes o a la falta de coordinación entre
los urólogos.
Presentamos la comparación entre la placa de abdomen
simple y la TEM en el diagnóstico de cólico renal agudo
evaluado en el Servicio de Emergencia de la Clínica Ricardo
Palma.
MATERIAL Y MÉTODOS
En el periodo Enero 2007-Enero 2009 se revisaron los
estudios de 58 pacientes consecutivos que llegaba a
emergencia por dolor abdominal en flanco, fosa iliaca
o dolor lumbar, en el examen físico había dolor a la puño
percusión lumbar o en puntos renoureterales y a todos se
les solicito un examen de orina. Se seleccionaron los casos
en los que previamente se había solicitado una placa de
17
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
abdomen simple excluyendo aquellos que tenían ecografía
renal o aquellos sin radiografía simple de abdomen. A estos
pacientes con placa simple de abdomen se les solicito un
examen de tomografía multicorte con vejiga llena para
confirmar la presencia de litiasis urinaria.
La placa de abdomen simple solicitada fue sin preparación
y el tomógrafo multicorte utilizado fue de la marca Siemens
con 6 líneas de resolución.
No hemos considerado los casos en los cuales la TEM no
fue capaz de visualizar litiasis. En 3 casos la tomografía
y la placa de abdomen simple no mostraron litiasis, sin
embargo eran de 2 mujeres y un hombre que el diagnostico
clínico era dudoso y se efectuó la tomografía a fin descartar
que la causa del dolor sea de origen urinario.
RESULTADOS
La TEM demostró la existencia de litiasis en un 100%.
En 49 (85%) pacientes con placa de abdomen simple
aparentemente sin litiasis la tomografía fue capaz de
demostrar la existencia de cálculo en la vía urinaria,
unilateral en 44 y 5 pacientes en forma bilateral (Figura 1).
En 9 (15%) pacientes fue posible visualizar un cálculo en
la placa de abdomen simple, de los cuales la tomografía
multicorte confirmo la existencia de litiasis pero en 4 (7%) de
ellos había litiasis renal bilateral no visible a la radiografía
de abdomen simple (Figura 2).
De los 58 pacientes con litiasis comprobada, en 48 (82%)
casos el tamaño del cálculo en uréter era menor de 5 mm.
En 5 casos era menor de 7 mm (9%) y en 5 (9%) casos el
cálculo fue mayor de 7 mm.
La micro hematuria estuvo presente en 42 (72%) de los 58
casos de litiasis y en todos ellos la tomografía multicorte fue
capaz de demostrar la existencia de litiasis.
DISCUSIÓN
Aproximadamente el 8% de todos los cálculos renoureterales
no son radiopacos o son de baja densidad (4). La mayoría de
estos cálculos están compuestos de ácido úrico y uratos,
los de cistina y xantina son mucho más infrecuentes (5).
Muchos cálculos son una mezcla de sustancias como los de
acido úrico que contienen pequeñas cantidades de oxalato
18
de calcio y fosfato de calcio las cuales son insuficientes
para ser detectadas en la radiografía de abdomen simple
de abdomen (6). Un cálculo debe ser denso y de un tamaño
promedio de 3 mm para ser visto en la placa simple
de abdomen (7). Se necesita también de una adecuada
preparación intestinal (que muchas veces no es aceptada
por el paciente) y un análisis por el especialista a fin de tener
un diagnóstico adecuado y la placa de abdomen simple nos
da una idea indirecta de la localización de la litiasis.
Con la tomografía convencional fue posible detectar cálculos
de 0.5 cm aún los no radiopacos a la radiografía simple
convencional con valores de absorción por encima de 70
unidades Hounsfield (8). La tomografía multicorte actual
visualiza fácilmente cálculos menores de 2 mm permite
determinar su exacta localización en el aparato urinario
cuando se hacen reconstrucciones coronales o curvadas
(cortes coronales reconstructivos). Figura3.
Es conocida la baja sensibilidad de la radiografía de
abdomen simple para el diagnóstico de litiasis que varía de
45 a 59% (10). En este estudio el diagnóstico de litiasis con
placa de abdomen simple fue posible solo de un 15 % de
casos debido probablemente a que los pacientes no tuvieron
preparación intestinal y que los cálculos eran en su mayoría
menores de 5 mm requiriendo sólo tratamiento médico.
La TEM nos permite cada vez más visualizar cálculos en la
vía urinaria y de tamaños menores a 2 mm y medirlos en
forma precisa (11). Pero lo realmente útil es que nos ahorra
tiempo en el diagnóstico debido a que generalmente en un
Servicio de Emergencia se realiza una placa de abdomen
simple o una ecografía y se deja para el día siguiente la
urografía excretoria cuando el paciente no es hospitalizado.
Su utilización rutinaria en los servicios de Emergencia puede
ser discutible debido al costo y a la posible sobreexposición
a radiación. La exposición a radiación esta generalmente
expresada en Grays (G) y donde 1 Gy es igual a un Joule
(J) de radiación absorbida por kilogramo de tejido. Esta
exposición se distribuye diferentemente en todos los
órganos, siendo importante determinar el nivel de riesgo
ellos. Debido a la heterogeneidad de exposición orgánica
se ha estimado un total del daño proporcional el cual es
calculado y su estimación es la dosis efectiva expresada en
sieverts (Sv). Dos placas de abdomen simple irradian 1.7
mSv, la urografía excretoria 2.5 mSV y la TEM 10mSV para
abdomen y algo similar para pelvis. El peligro esta cuando
se repiten las exposiciones radiológicas a más de 3 por año
y esta establecido que no es recomendable sobrepasar a
una exposición de más de 50 mSV por año (9).
Con respecto a los costos en promedio para las compañías
de seguros son: TEM sin contraste 650 soles. Placa de
abdomen simple 60 soles, ecografía renal y vesical 270
soles, urografía excretoria 350 soles. Si sumamos los
costos de la placa de abdomen simple, ecografía renal
vesical, y urograma que es lo que estamos acostumbrados
a realizar en nuestro medio es costo es igual o superior al
de una TEM con las ventajas de que no se inyecta sustancia
de contraste y se ven fácilmente cálculos mayores de 3
mm que muchas veces los vemos en forma indirecta a la
urografía o simplemente no los vemos.
Figura 1A
Figura 1B
FIGURA 1. Paciente de 36 años con cólico renal izquierdo. 1ª
Placa de abdomen simple sin litiasis. 1B. TEM Se aprecia
cálculo mayor de 7 mm en uréter izquierdo y otro de menor
tamaño en cáliz superior de riñón derecho. 1C. Medida en
corte axial del calculo ureteral. 1D Corte axial del cálculo
renal.
19
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Figura 2B
Figura 1C
Figura 2A
Figura 1D
FIGURA 2. Cólico renal izquierdo de paciente sometido a
litotricia. 2A Placa simple se insinúan un cálculo renal y
ureteral inferior izquierdos 2B TEM aprecia además cálculo
en riñón derecho. 2C El cálculo del riñón izquierdo es
también visible a la TEM
20
Figura 2C
FIGURA 3. Reconstrucción coronal de paciente con cólico
renal izquierdo apreciando 2 pequeñas litiasis una en uréter
inferior y otra en cáliz superior. Se dio tratamiento medico
con tamsulosina, hioscina y ketoprofeno
21
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
ARTICULO ORIGINAL
CONCLUSIÓN
El estudio de litiasis con TEM es superior a la placa de
abdomen simple. Permite realizar un diagnóstico rápido de
litiasis urinaria, nos informa sobre su localización, tamaño y
podemos sugerir tratamiento médico o litotricia. Si el cuadro
clínico en emergencia es de un cólico renal agudo podemos
solicitar una TEM abdominal sin contraste como examen
de primera elección (12). Debemos de estar concientes de
que puede haber una mayor exposición a radiación pero ello
no limita el efectuar este procedimiento ya que el costo y
beneficio es favorable para el paciente.
BIBLIOGRAFIA
1. Zarse CA, McAteer JA, Tann M, Sommer AJ, Kim SC,
Paterson RF, Hatt EK, Lingeman JE y col. Helical
computed tomography accurately reports urinary
stone composition using attenuation values: in vitro
verification using high-resolution micro-computed
tomography calibrated to fourier transform infrared
microspectroscopy. Urology 63(5):823-33, 2004
2. Wiliams JC, Paterson RF, Kopecky KK, Lingeman
JE, McAteer JA. High resolution detection of internal
structure of renal calculi by helical computerized
tomography. J Urol 167(1):322-6, 2002
3. IMV 2006 CT Market Summary Report. Des Plains,
Illinois: IMV Medical Information Division
4. Prien EL. The análisis of urinary calculi. Urol Clin N
Am 1: 229, 1974
22
Potencia y continencia después de
prostatectomía radical retropúbica:
Estudio prospectivo
5. Mejias, J. Matos-San Juan, L. Utilidad de la tomografía
axial computada para el diagnóstico de los cálculos no
radiopacos. Rev Venez Urol. 33: 3-16, 1981
6. Emmet J.L. y Witten DM. Clinical Urography. Third
Edition. WB Saunders Co. Philadelphia: 608, 1971
7. Menon, M y Resnick, M. Urinary lithiasis: Etiology,
diagnosis and medical management. Campbell’s
Urology. Philadelphia. Saunders: 3268, 2002
8. Segal AI, Spataro RF, Linke CA, Etal L. Diagnosis of non
opaque calculi by computed tomography. Radiology
129: 447, 1978
9. Ferrandino MN, Bagrodia A, Pierre SA, Scales CD
Jr., Rampersaud E, Pearle Margaret S, Preminger
GM Radiation Exposure in the Acute and Short-Term
Management of Urolithiasis at 2 Academic Centers.. J
Urol 181: 668-673, 2009
10. González-Medina A, Sánchez-Villanueva G. Utilidad de
la tomografía multicorte en la valoración del paciente
con cólico renoureteral. Rev Sanid Milit Mex. 61 (5):
290-301, 2007
11. Wen-Chiung Lin, Raul N. Uppot, Chao-Shiang Li, Peter
F. Hahn and Dushyant V. Sahani. Value of Automated
Coronal Reformations From 64-Section Multidetector
Row Computerized Tomography in the Diagnosis of
Urinary Stone Disease. J Urol 178, 907-911, 2007
12. Newhouse, J. Imaging the adult patient with an acute
abdomen: CT or Ultrasound?. Radiology Web. Junio,
2009.
Gilmer A. Díaz Pérez*, Daniel Hidalgo C. y José Arias D.
Servicio de Urología. Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, Lima
* Correspondencia: [email protected].
Servicio de Urología Oncológica, Hospital General Santa Rosa
RESUMEN
El cáncer de próstata es la neoplasia maligna más comúnmente diagnosticada en varones mayores de 60 años. La
prostatectomía radical (PRR) ofrece la mejor alternativa para su curación definitiva en su estadio localizado. El objetivo
de este estudio prospectivo es evaluar la preservación de la continencia y la potencia a largo plazo después de una
PRR, como también las complicaciones post operatorias y algunos factores de riesgo de incontinencia e impotencia
en pacientes sometidos a una PRR durante el período 2005-2006. Se evaluaron en forma prospectiva 50 pacientes
sometidos a PRR con un promedio de edad de 62,18+-6,94 años (37-70), en quienes se preservaron una o ambas
bandeletas neurovasculares. La incontinencia post operatoria fue del 10%, y el índice de función sexual (IIEF-5)
disminuyó significativamente de 21,22+-4,54 a 8,28+-3,42 puntos. En el análisis de regresión hecho en nuestro trabajo
encontramos que la posibilidad de disfunción eréctil (DE) se ve negativamente afectada por la mayor edad, el menor
índice de función sexual pre operatorio, el mayor Gleason de la pieza operatoria y/o si el paciente tiene un Tp 3 ó mayor,
mientras que el factor de afección positiva o si queremos llamarlo protector es el mayor tiempo quirúrgico que tendría
que ver con el mayor cuidado para la disección y separación de las bandeletas. Necesitamos agregar más casos a
nuestra casuística y depurar cada vez más nuestra técnica quirúrgica, para hacer de esta cirugía aún más segura.
Palabras clave: Prostatectomia radical, disfunción erectil.
ABSTRACT
The cancer of the prostate is the most commonly diagnosed
cancer in older males of 60 years. The radical prostatectomy
(RRP) offers the best alternative for its final healing in its
l located stage. The objective of this prospective study is
to evaluate the preservation of the continence and the
erectile function after a RRP, as also the complications
post operating and some incontinence and impotence risk
factors in patients submitted to a RRP during the period
2005-2006. They were evaluated in prospective form 50
patients submitted to RRP with an average of age of 62,18+6,94 years (37-70), in whom we preserved one or both
neurovasculars bundles. The incontinence post operating
was of the 10%, and the index of sexual function (IIEF-5)
diminished significantly of 21, 22+-4,54 to 8,28+-3,42 points.
In the analysis of done decline in our work we find that the
possibility of erectile dysfunction (ED) is seen negatively
affected by the greater age, the smaller index of operating
pre sexual function, the major Gleason of the operating
piece and/or if the patient has a Tp 3 ó greater, while the
factor of positive affection or if we want to call it protector is
the major surgical time that would have to would do with the
major care for the dissection and separation of the bandles.
We need to add more cases to ours casuistic and to purify
each time more our surgical technique, to do of this still
more sure surgery.
Key Words: Radical prostatectomy erectile dysfuction
INTRODUCCIÓN
El cáncer de próstata es la neoplasia maligna más
comúnmente diagnosticada en varones mayores de 60 años
(1). La prostatectomía radical ofrece la mejor alternativa
para su curación definitiva en su estadío localizado. Sin
embargo, existen posibles riesgos de complicaciones post
23
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
operatorias como son la impotencia y la incontinencia (2).
Walsh y Donker introdujeron la prostatectomía radical
retropúbica con preservación nerviosa (PRR) (3). Durante la
cirugía la próstata es removida con hemostasia controlada,
permitiendo visualizar el esfínter uretral y las bandeletas
neurovasculares del cuerpo cavernoso. De esta manera la
erección y la continencia urinaria pueden ser preservadas
en la mayoría de pacientes (2,4,7).
La PRR con preservación nerviosa ha sido realizada por dos
décadas, sin embargo limitados datos acerca de la potencia
y la continencia a largo plazo están asequibles en estudios
prospectivos. Mientras que Walsh reportó tasas de potencia
de 86% y tasas de continencia de 93%, resultados de las
series comunitarias, de series mezcladas (comunitarias y
académicas) y estudios de poblaciones seguidas en forma
retrospectiva han mostrado resultados menos favorables
(5,11).
El objetivo de este estudio prospectivo es evaluar la
preservación de la continencia y la potencia a largo plazo
después de una PRR, como también las complicaciones post
operatorias y algunos factores de riesgo de incontinencia e
impotencia en pacientes sometidos a una PRR durante el
período 2005-2006.
MATERIAL Y MÉTODOS
Los pacientes con cáncer de próstata localizado que
sometidos a prostatectomía radical retropúbica en el
período de tiempo entre Junio 2005 hasta Diciembre 2006.
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN.
•
TABLA 01. CARACTERÍSTICAS DE LOS PACIENTES
RESULTADOS
Prostatectomía radical retropúbica sin preservación de
ambas bandeletas neurovasculares.
•
Tratamiento hormonal pre y/o post operatorio.
•
Tratamiento con radioterapia pre y/o post operatorio.
•
Pacientes impotentes y/o incontinentes.
•
Pacientes que desarrollen fístula urinaria en el post
operatorio.
El total de pacientes evaluados en forma prospectiva fue
de 50, quienes fueron sometidos a PRR con preservación
de una o ambas bandeletas neurovasculares y en las
siguientes tablas presentamos sus características y las de
sus biopsias prostáticas y piezas operatorias, así como los
datos referentes a la potencia medida mediante el puntaje
de la IIEF-5 y continencia tanto pre como post-operatorio.
SEGUIMIENTO.
Se evaluará la potencia y continencia de los pacientes a los
seis meses después de la cirugía, mediante una encuesta
personal y con la aplicación del IIEF-5 (escala de valoración
de la función eréctil cuya puntuación va desde el 5 hasta el
25).
DISCUSIÓN
TABLA 02. CARÁCTERÍSTICAS DE LA CIRUGÍA
DEFINICIÓN DE TÉRMINOS
•
•
POTENTE: Aquel paciente quien tenía antes de la cirugía
una erección suficiente para mantener relaciones
sexuales y que mantenía la función eréctil después
de la misma con o sin el uso de inhibidores de la
5-fosfodiesterasa.
TABLA 03. CARACTERÍSTICAS PATOLÓGICAS
CONTINENTE: Aquel paciente quien después de la
cirugía requiere ningún o como máximo un paño u otra
protección para mantener sus pantalones secos.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
CRITERIOS DE INCLUSIÓN.
•
Pacientes operados de cáncer de próstata clínicamente
localizado.
•
Prostatectomía radical retropúbica con preservación
de bandeletas neurovasculares.
•
Pacientes con erecciones que le permitan mantener
relaciones sexuales.
•
Pacientes sin incontinencia urinaria.
Las variables que serán considerada en la base de datos
son: edad, PSA preoperatorio, estadío clínico y patológico,
grado de Gleason, tiempo entre la biopsia y la cirugía,
pérdida sanguínea intraoperatoria y tiempo quirúrgico.
El test de chi cuadrado se usará para comparar la función
eréctil en hombres de acuerdo a la preservación de las
bandeletas neurovasculares, estadío clínico y estadío
patológico. Se usará el test de chi cuadrado para la tendencia
a comparar el retorno de las erecciones por edad, PSA pre
operatorio, grado de Gleason, tiempo entre la biopsia y la
cirugía, pérdida sanguínea en el intraoperatorio y tiempo
quirúrgico.
El modelo de regresión múltiple se usó para evaluar los
factores de riesgo asociados a la disfunción eréctil post
quirúrgica.
24
TABLA 04. PRESERVACIÓN DE BANDELETAS SEGÚN Tp
La Prostatectomía Radical Retropúbica que era el
tratamiento de elección sin discusión hasta hace pocos
años, debe enfrentar en la actualidad a una serie de técnicas
revolucionarias que pretenden tomar el protagonismo en el
tratamiento del cáncer prostático localizado. La población
cada vez con mejores condiciones de vida y con buenas
expectativas de longevidad, exige tratamientos curativos
pero de baja morbilidad tanto intraoperatoriamente, como
en el largo plazo. Por este motivo parece interesante analizar
las experiencias de ya varios años de uso de una misma
técnica quirúrgica, ponerla a disposición de la comunidad
científica y analizar la información recopilada, de manera de
evaluar la relación costo beneficio específicamente frente a
la Prostatectomía Perineal, la Prostatectomía Laparoscópica
y las técnicas de Radioterapia tanto externas como
intersticiales. Nuestra estudio comprendió la evaluación
prospectiva de 50 pacientes. Con respecto a la selección de
la serie intentamos limitarnos a los patrones sugeridos
para la edad y las contraindicaciones clásicas. Con respecto
a la técnica misma, solo queremos comentar que nuestros
tiempos quirúrgicos están dentro de lo habitual para la
mayoría de los centros y que esta cirugía es rápida y segura
en la actualidad, pues no se producen accidentes importantes
en el intra operatorio, es así que nuestros volúmenes de
sangrado tampoco difieren de los encontrados en otras
instituciones. No tenemos accidentes vasculares en la
Linfadenectomía que se efectuó en los pacientes en quienes
estaba indicada. Usamos la técnica descrita por P. Wallsh
en 1992 (12), en relación a incluir en la anastomosis el
complejo profundo que anatómicamente se ha observado
esta inmerso en el complejo esfinteriano de la uretra
membranosa y con lo cual este autor mejoró la continencia
inmediata de sus pacientes. Nosotros además de ese punto
y obviamente respetar el manejo del ápex prostático de la
25
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
manera más conservadora y respetando su forma convexa
de terminar en la uretra, hemos estandarizado nuestra
técnica en utilizar cuatro a seis puntos de Vycril 3-0 en todos
los pacientes y en dejar un cuello que permite el paso
ajustado de una sonda número 18 ó 20 Fr. La sonda la
mantenemos en esta serie siempre por 12-14 días y estamos
concientes que ya existen grupos que la dejan tiempos
menores con buenos resultados. Nuestros pacientes están
cinco días hospitalizados. En la práctica, esta cirugía tiene
un postoperatorio mejor que una cirugía benigna de la
próstata, dado la ausencia de hematuria y mucho mejor que
cualquier cirugía abdominal dado su carácter extraperitoneal
y no existen motivos para que estos pacientes permanezcan
más tiempo que una Prostatectomía Laparoscópica o
Perineal, argumentos habitualmente utilizados para marcar
una diferencia. En relación a la morbilidad tardía, tenemos
fundamentalmente el problema de la disfunción eréctil. Así
como otras series (13,16) no nos preocupamos inicialmente
de este problema y nuestros esfuerzos estuvieron orientados
a efectuar una cirugía oncológicamente eficiente y con bajas
tasa de incontinencia. Sabemos que cada día los pacientes
serán más jóvenes y exigentes en no perder la potencia
sexual. Estamos intentando preservar las bandeletas, luego
de un largo período de utilizar la técnica en forma
estandarizada y sin complicaciones importantes en el
intraoperatorio, lo que sumado al tratamiento de tumores
cada vez más pequeños, nos estimulan a perfeccionar esta
técnica. La ayuda de fármacos como el Sildenafil han
permitido que los pacientes mejoren su vida sexual. La
revisión de la literatura pone de manifiesto dos aspectos
esenciales. En primer lugar, llama la atención la discrepancia
entre el elevado índice de DE y el impacto aparentemente
bajo en la calidad de vida sexual (QoL). De hecho, la DE no
parece ser un problema de mayor preocupación en los
enfermos que van a ser sometidos a prostatectomía radical
y la mayoría de los estudios muestra un índice de satisfacción
general superior al 80% en relación con el tratamiento.
Posiblemente el concepto de QoL sea demasiado impreciso
en la estimación de las verdaderas consecuencias de la
cirugía sobre la salud sexual. En segundo lugar, la literatura
difiere considerablemente en los índices de prevalencia de
DE luego de la prostatectomía, probablemente como
consecuencia de imperfecciones en el diseño de las
investigaciones y por diferencias en las poblaciones
evaluadas. La mayoría de los estudios se llevó a cabo en
forma retrospectiva sin la adecuada consideración de DE
previa y de trastornos fisiológicos y psicológicos que podrían
afectar la evolución posquirúrgica. La diabetes, hipertensión,
26
TABLA 05. CARACTERÍSTICAS DE LOS PACIENTES POST-QUIRÚRGICAS.
TABLA 06. CONTINENCIA SEGÚN Tp
TABLA 07. ANÁLISIS ESTADÍSTICO DEL GLEASON Y DEL IIEF-5
TABLA 08. ANÁLISIS DE REGRESIÓN.
ECUACIÓN DE PRONÓSTICO: IIEF-5 Post Qx = 278.655 -3.960 Edad - 10.520
IIEF-5 Pre Qx - 2.190 Gp - 22.444T3N + 1.988 Tiempo + Gp*T3N + 0.157
Edad*Pre
enfermedad cardíaca, niveles bajos de colesterol asociado
con lipoproteínas de alta densidad, tabaquismo, drogas y
depresión son indudablemente factores que deben ser
tenidos en cuenta en este contexto. Por su parte, en la
mayoría de los estudios publicados no se utilizaron
herramientas de diagnóstico y valoración de la DE, tales
como las que se emplean en la actualidad -el International
Index of Erectile Funcion (IIEF) y el Sexual Encounter Profile
(SEP). Estas mediciones tienen la ventaja de que permiten
una evaluación estandarizada de múltiples dominios de
funcionalidad sexual. En último lugar, es común que los
enfermos no comenten sus dificultades sexuales con el
médico. La función eréctil antes de la intervención es, sin
duda, el factor de mayor predicción pronóstica. Debido a que
el cáncer de próstata habitualmente se detecta entre la
sexta y la octava décadas de la vida, cabe asumir que en el
50% de los pacientes con cáncer de próstata puede haber
DE antes de la intervención. La preservación de la inervación
(procedimiento que respeta la inervación) es otro elemento
determinante en el mantenimiento de la función eréctil.
Estudios recientes en animales mostraron que la resección
nerviosa bilateral se asocia con un descenso significativo de
la enzima sintetasa de óxido nítrico con lo cual se
compromete la función del músculo liso y del endotelio en
los cuerpos cavernosos. Sin embargo, la posibilidad de
realizar un procedimiento que respete la anatomía del
sistema nervioso tiene que ver con el estadio tumoral, la
experiencia del cirujano y el número de intervenciones que
se llevan a cabo en una determinada institución. Una
investigación reciente reveló que el índice de complicaciones
posquirúrgicas directas y tardías se reduce
considerablemente cuando la operación la practica un
médico que hace muchas intervenciones por año en un
hospital con un número elevado de dichas cirugías. Es
indispensable, no obstante, que este concepto no se
anteponga a la necesidad de lograr el control de la neoplasia.
Debido a que el plexo neurovascular se localiza muy
cercanamente a la cápsula de la próstata, la preservación
de dichas estructuras sólo es posible cuando el tumor es
limitado y no puede ser un objetivo primario en enfermos
con patología localmente avanzada. La concentración sérica
de antígeno prostático específico, el examen rectal, la
ecografía transrectal, el grado histológico Gleason, el
número de ganglios afectados y la evaluación microscópica
de los márgenes son parámetros a tener en cuenta en el
momento de decidir el tipo de cirugía. El uso cada vez más
frecuente de estas valoraciones permite que entre el 60% y
el 80% de los pacientes con reciente diagnóstico tengan
enfermedad confinada a la próstata. El conocimiento preciso
de la anatomía es otro elemento esencial. Hasta 1982,
cuando Walsh y Donker describieron la anatomía
periprostática, la prostatectomía no era una opción bien
vista porque se asociaba con una elevada incidencia de
impotencia y de incontinencia urinaria. Además, cuando la
intervención se realizaba por vía retropubiana se
acompañaba de hemorragia importante. Gracias al mejor
conocimiento anatómico se lograron superar estos
inconvenientes y la menor pérdida de sangre permite una
mejor visualización de los márgenes. La DE ocurría
esencialmente porque se desconocía la localización de los
nervios cavernosos. Los avances tecnológicos incluyen,
entre otros, el uso de anteojos de aumento, análisis
intraoperatorio de las muestras, injerto de nervios y respeto
de las vesículas seminales. En la demarcación de las
estructuras nerviosas, la estimulación intraquirúrgica
podría facilitar la identificación pero los resultados no han
sido alentadores. Aunque se sugirió que la respuesta eréctil
que sigue a la remoción tisular podría predecir la
funcionalidad sexual luego de la cirugía, el porcentaje de
hombres que conserva la potencia sexual es aún
insatisfactorio, incluso en presencia de respuesta eréctil
intraoperatoria. El beneficio de la preservación neural puede
obedecer a la correcta selección de los enfermos y no a la
técnica per se, hecho que se puede observar en nuestra
serie en donde encontramos diferencias importantes entre
el estadiaje clínico y el patológico. Los hombres con DE
prequirúrgica y con neoplasias más avanzadas son menos
frecuentemente sometidos a cirugía con conservación
neurológica. Además, la respuesta a la estimulación no
necesariamente se correlaciona con la localización
anatómica precisa de los nervios cavernosos. La
manipulación quirúrgica, las modificaciones en la inervación
del piso pelviano y el proceso de cicatrización son algunos
de los factores adicionales que pueden influir
considerablemente en la aparición de DE. En teoría, un
procedimiento que restaure la integridad neural podría
asociarse con beneficio notable, tal como lo establecieran
Quinlan y colaboradores en 1991 cuando encontraron
resultados positivos con el injerto nervioso en ratas. Sin
embargo, fue recién hacia fines de la década del noventa
que el procedimiento se aplicó y evaluó en el hombre. El
grupo de Scardino publicó su experiencia con injerto de
nervio sural después de la ablación deliberada de los dos
grupos neurovasculares durante la prostatectomía radical.
27
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
El procedimiento parece asociarse con recuperación de la
función eréctil entre cuatro a cinco meses después de la
intervención y podría ser una estrategia aplicable en
pacientes seleccionados. En el análisis de regresión hecho
en nuestro trabajo encontramos que la posibilidad de
disfunción eréctil se ve negativamente afectada por la mayor
edad, el menor índice de función sexual pre operatorio, el
mayor Gleason de la pieza operatoria y/o si el paciente tiene
un Tp 3 ó mayor, mientras que el factor de afección positiva
o si queremos llamarlo protector es el mayor tiempo
quirúrgico que tendría que ver con el mayor cuidado para la
disección y separación de las bandeletas. Es importante
recalcar que el control en los pacientes de nuestro estudio
fue realizado seis meses después de la cirugía, hecho que
podría, mejorar la puntuación de su índice al control un año
después de la misma.
La incontinencia urinaria es un problema frecuente en la
Prostatectomía radical (17). Si bien es cierto la gran mayoría
de las veces es una incontinencia de grandes esfuerzos,
ocasional y que no obliga al paciente a utilizar protección
importante, es un punto que debe mencionarse al paciente
especialmente si es mayor de 70 años, pues parece ser
el factor predictivo más importante(17). La mayoría de las
series minimizan sus complicaciones con la Incontinencia y
es por esto que las estadísticas tienen una gran dispersión
que va de 0 a 60%18-20. Si se utiliza la clasificación de la
Sociedad Internacional de la Continencia (17), que describe
como aceptablemente seco al paciente que requiere menos
de dos toalla higiénicas al día, la mayoría de las series
no supera el 10%2,8. Esta serie reporta un porcentaje
de incontinencia grado I del 10% lo que representa un
porcentaje aceptable.
BIBLIOGRAFÍA
1.
2.
3.
28
Walsh, P. C., Partin, A. W. and Epstein, J. I.: Cancer
control and quality of life following anatomical radical
retropubic prostatectomy: results at 10 years. J Urol,
152: 1831, 1994.
Walsh, P. C. and Donker, P. J.: Impotence following
radical prostatectomy: insight into etiology and
prevention. J Urol, 128: 492, 1982.
4.
Steiner, M. S., Morton, R. A. and Walsh, P. C.: Impact
of anatomical radical prostatectomy on urinary
continence. J Urol, 145: 512, 1991.
5.
Lerner, S. E., Blute, M. L., Lieber, M. M. and Zincke,
H.: Morbidity of contemporary radical retropubic
prostatectomy for localized prostate cancer. Oncology,
9: 379, 1995.
6.
Zincke, H., Oesterling, J. E., Blute, M. L., Bergstralh,
E. J., Myers, R. P. and Barrett, D. M.: Long-term (15
years) results after radical prostatectomy for clinically
localized (stage T2c or lower) prostate cancer. J Urol,
152: 1850, 1994.
7.
Eastham, J. A., Kattan, M. W., Rogers, E., Goad, J. R.,
Ohori, M., Boone, T. B. et al: Risk factors for urinary
incontinence after radical prostatectomy. J Urol, 156:
1707, 1996.
8.
Walsh, P. C., Marschke, P., Ricker, D. and Burnett, A.
L.: Patient-reported urinary continence and sexual
function after anatomic radical prostatectomy. Urology,
55: 58, 2000.
9.
Mettlin, C. J., Murphy, G. P., Sylvester, J., McKee, R. F.,
Morrow, M. and Winchester, D. P.: Results of hospital
cancer registry surveys by the American College of
Surgeons: outcomes of prostate cancer treatment by
radical prostatectomy. Cancer, 80: 1875, 1997.
CONCLUSIONES
La prostatectomía radical retropúbica es una cirugía segura
en el aspecto oncológico, con baja morbimortalidad, rápida
y con niveles de continencia en los rangos aceptados
internacionalmente. La disfución eréctil observada en
nuestra serie se explicaría por la edad de los pacientes, su
índice de función sexual pre operatoria, el mayor estadiaje
patológico y/o el mayor Gleason de la pieza operatoria.
Necesitamos seguir investigando y depurando cada vez
más la técnica quirúrgica, sin perder el sentido oncológico
de esta cirugía.
Landis, S. H., Murray, T., Bolden, S. and Wingo, P. A.:
Cancer statistics, 1999. CA Cancer J Clin, 49: 8, 1999.
prostatectomy. The National Medicare Experience:
1988–1990 (updated June 1993). Urology, 42: 622,
1993.
16. VARGAS R, MERHE E, LÓPEZ L. Prostatectomía radical
retropúbica en el tratamiento del cáncer prostático.
Rev Chil Urol 1996; 61: 31.
11. Gaylis, F. D., Friedel, W. E. and Armas, O. A.: Radical
retropubic prostatectomy outcomes at a community
hospital. J Urol, 159: 167, 1998.
17. SIEGSMUND M, JÜNEMANN K, TOKTOMAMBETOVA
L. Incontinencia urinaria luego de prostatectomía
radical retropúbica. Rev Chil Urol 2000; 65: 104-9.
12. WALSH PC. Radical Retropubic prostatectomy. In Wash
PC, Gittes RF, Perlmutter AD, Stamey TE. Campbell’s
Urology, 5ª ed. Philadelphia, WB Saunders Co 1986; 76:
2754-75.
18. MARTÍNEZ P, MARTÍNEZ L, DEL CAMPO F.
Prostatectomía radical en cáncer prostático. Rev Chil
Urol 1988; 51:30.
13. AVILES J, CALDERÓN D, BERMÚDEZ H, KERKEBE
M Y COLS. Incidencia y manejo de bordes quirúrgicos
positivos luego de prostatectomía radical. Rev Chil Urol
1999; 64: 274-6.
14. MARTÍNEZ P, MARTÍNEZ L, DEL CAMPO F.
Prostatectomía radical en cáncer prostático. Rev Chil
Urol 1988; 51: 30.
19. MARTÍNEZ L, GUZMÁN S, MARTÍNEZ P Y COLS.
Tratamiento quirúrgico del cáncer de próstata.
Experiencia en 449 prostatectomías radicales. Rev Chil
Urol 2000; 65: 271-6.
20. SANDOVAL J, VERDUGO F, OSSA M Y COLS.
Prostatectomía radical retropúbica: Experiencia
Hospital Clínico de la FACH. Rev Chil Urol 2000; 65:
281-5.
15. HIDALGO F, ALVO D, AUDISIO E Y COLS. Prostatectomía
radical en cáncer prostático localizado. Rev Chil Urol
1988; 51: 156.
10. Fowler, F. J., Jr., Barry, M. J., Lu-Yao, G., Roman, A.,
Wasson, J. and Wennberg, J. E.: Patient-reported
complications and follow-up treatment after radical
29
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
CASO CLÍNICO
Hematoma Renal Post Litotricia
Extracorpórea
Los exámenes de laboratorio al ingreso mostraron un
descenso de la hemoglobina a 8.7 g/dl (previa de 15,1g/dl),
Hematocrito 25% leucocitos 9500, recuento de plaquetas
157 000 x mm3, glucemia 82 mg/dl, creatinina 0.9 mg/dl,
urea 30 mg/dl. Coagulación normal. Sedimento Urinario:
12-15 leucocitos por campo, hematíes 25-30 por campo,
células epiteliales escasas.
Michael Salirrosas S*, Alejandro Fribourg C., José Avilés C., Hugo Del Pozo M., Nicanor Rodriguez G., Santiago
Gutierrez M., Enrique Azabache P., Carlos Diaz Ch., Pedro Mejía P. y HugoGallo S.
Servicio de Urología. Centro Médico Naval
La tomografía abdominal confirmó la presencia de una
colección de densidad heterogénea de 130 x62 x 103 mm de
localización sub-capsular renal izquierda que se extendía a
región infrarenal con engrosamiento de la fascia posterior,
compromiso del pilar diafragmático y pared abdominal
adyacente (Figura 2).
* Correspondencia: [email protected]
RESUMEN
La litotripsia extracorpórea es actualmente un procedimiento de uso frecuente para el tratamiento de la litiasis urinaria
por su eficacia y por ser un tratamiento mínimamente invasivo; sin embargo no está exenta de complicaciones. Dentro
de las complicaciones severas se encuentra el desarrollo de un hematoma renal. Nosotros describimos un caso que
fue tratado con manejo conservador, revisamos la literatura y destacamos los factores de riesgo.
Palabras claves: Litotripsia extracorpórea, hematoma renal.
ABSTRACT
Nowdays, extracorporeal lithotripsy is a procedure of
frequent use for the treatment of the urinary lithiasis by
the efficiency and to be minimally invasive; nevertheless
the procedure is not exempt of complications. A severe
complication is the renal hematoma. We present a case that
was treated by conservative therapy; we review the literature
and define the risk factors.
Key words: Extracorporeal lithotripsy, renal hematoma.
CASO CLÍNICO
Paciente masculino de 49 años que debuta con dolor intenso
en fosa lumbar izquierda con irradiación a genitales 6 horas
posteriores a procedimiento de litotricia extracorpórea con
ondas de choque por litiasis renal de 7 x 7 mm ubicada
en cáliz medio de riñón izquierdo. El procedimiento fue
realizado con un litotriptor electromagnético (Lithostar
Multiline de Siemens), siendo el número de disparos de
4000 (nivel de energía de 1 a 4).
El paciente tenía un catéter pig tail ureteral izquierdo
colocado 2 meses antes luego de haberse realizado una
ureteroscopía por litiasis renal múltiple.
30
Los signos vitales del paciente al ingreso mostraban una
Presión Arterial de 110/70 mmHg, frecuencia cardíaca de
87 lat/min y temperatura de 36.8ºC.
Como antecedente el paciente presentaba litiasis renal
recidivante (por hipercalciuria e hiperuricosuria) desde los
26 años y fue sometido a múltiples sesiones de litotripsia
extracorpórea en ambos riñones, del lado izquierdo había
recibido un total de 4 sesiones de litotripsia con una
anterioridad de 12 meses la última sesión.
Otros antecedentes relevantes del paciente son sindrome
de Wolff-Parkinson-White, cifoescoliosis dorsal y como
antecedentes quirúrgicos hernioplastia inguinal derecha a
los 32 años, amigdalectomía a los 33 años y ureteroscopía
derecha por litiasis a los 47 años.
Como examen auxiliar se realizó una ecografía renal
revelando una colección de 130 x 100 mm a nivel peri renal
izquierda, motivo por el cual se decidió su hospitalización
para estudio y tratamiento (Figura 1)
Figura 1.-Colección de 130 x 100mm a nivel perirenal izquierdo.
Durante la hospitalización el paciente evolucionó
hemodinámicamente compensado, el control de
hemoglobina a las 48 horas incrementó a 9.4 g/dl y el
hematocrito a 27% sin realizarse transfusión sanguínea. Por
la evolución clínica estable del paciente se decidió adoptar
una conducta conservadora.
A partir del 3er. día, el paciente presentó fiebre de 38ºC
vespertina durante 9 días, el urocultivo realizado al ingreso
en el servicio de emergencia fue negativo; sin embargo
recibió tratamiento antibiótico como profilaxis. Inicialmente
estuvo cubierto con ceftriaxona 2g/día más ciprofloxacina
1g/día, al 5to. día fue evaluado por el servicio de infectología
quien recomendó suspender la ceftriaxona y continuar
con ciprofloxacina más la asociación de cefoperazona y
sulbactam 3g/día. Este último tratamiento fue indicado por
9 días, continuando luego con ciprofloxacina 1g/día durante
30 días.
El control tomográfico fue realizado a las 48 horas y
posteriormente a los 15 días mostrando leves cambios
significativos.
A los 30 días fue realizada una resonancia magnética
nuclear de abdomen, observándose en este estudio una
disminución a 95 x 85 mm de la colección hemática peri
renal y sub capsular a nivel del lóbulo inferior del riñón
izquierdo (Figura 3). Por la evolución estable del paciente,
se decidió su egreso hospitalario.
En controles ulteriores el paciente ha evolucionado
satisfactoriamente, luego de 5 meses de seguimiento el
nivel de hemoglobina incrementó a 15.3 g/dl y el hematocrito
a 44.6%.
31
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Asimismo el control por tomografía y resonancia magnética
nuclear mostró una disminución del hematoma a 50 mm
(Figura 4 y 5).
Figura 4.- Tomografía de Abdomen que muestra una
disminución del hematoma peri renal.
DISCUSIÓN
La litotripsia extracorpórea con ondas de choque fue
introducida en Alemania por Chaussy et al en 1980 para
el tratamiento de las litiasis urinarias. (1) Desde entonces
es un procedimiento válido y la mayoría de los pacientes
con síntomas por esta patología pueden ser tratados
inicialmente con litotripsia extracorpórea. (2, 3)
Si bien es considerado un tratamiento mínimamente
invasivo no está exenta de complicaciones. En la mayoría de
los casos las complicaciones son leves y transitorias; pero
existen complicaciones mayores que debemos conocer
para tratarlas correctamente. (4,5)
Entre las complicaciones serias de la litotripsia extracorpórea
se encuentran el hematoma perirenal- subcapsular y la
obstrucción ureteral con urosepsis. (6)
El hematoma perirenal es una rara complicación que se
encuentra entre el 0.28%7 y el 1%8 dependiendo de las
series. Una reciente evaluación por Pastor Navarro y col. (9)
quienes revisaron 4815 sesiones de litotripsia extracorpórea
han tenido 7 casos solamente de hematomas graves,
representando una incidencia mucho más baja (0.15%).
Figura 2.- Hematoma subcapsular de 130 x 62 x 103
mm del riñón izquierdo que
se desplaza caudalmente con
engrosamiento de la fascia
posterior, compromiso del
pilar diafragmático y pared
abdominal adyacente.
Las teorías propuestas para explicar el desarrollo de una
lesión tisular por la litotripsia extracorpórea son varias,
entre ellas destaca el fenómeno de cavitación que sería
consecuencia de la dificultad de los diferentes fluidos de
soportar grandes presiones negativas, afectando a los
pequeños vasos venosos del parénquima. (7, 9)
Los factores de riesgo sugeridos para el desarrollo del
hematoma perirenal son la hipertensión arterial, trastornos
de la coagulación, edad avanzada (>60 años), diabetes
mellitus, arterioesclerosis, enfermedad coronaria y riñones
pequeños. (6, 7)
Figura 3.- Resonancia Magnética
de Abdomen de control 30 días
posteriores al procedimiento.
Colección hemática peri renal y
subcapsular de riñón izquierdo de
95 x 85 mm
32
Asimismo se ha señalado que el número elevado de ondas
de choque, una alta energía aplicada y un intervalo muy
cercano entre cada sesión favorecerían el daño tisular (se
recomienda un intervalo mínimo de 36 a 48 horas). (8)
Figura 5.- Resonancia Magnética Nuclear de Abdomen,
corte coronal, se observa el hematoma perirenal izquierdo
residual, 5 meses posteriores a la litotricia extracorpórea.
33
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
CASO CLÍNICO
CONCLUSIÓN
Un dolor intenso en la región lumbar posterior a una sesión de
litotripsia extracorpórea nos obliga a descartar la presencia
de un hematoma renal y una ecografía rápidamente debe
ser realizada como primera herramienta diagnóstica. De
confirmarse su presencia una tomografía está indicada
para valorar su severidad y un monitoreo estricto debe ser
realizado bajo hospitalización del paciente.
Esta complicación poco habitual debe ser informada a
nuestros pacientes cuando son sometidos a litotripsia
extracorpórea y nosotros debemos tenerla presente
sobre todo en aquellos pacientes con factores de riesgo
predisponentes.
5.
Auge BK, Preminger GM.: Update on shockwave
lithotripsy technology. Curr Opin Urol 2002; 12: 28729.
6.
Drach GW, Dretler S, Fair W, Finlayson B. Report of
the United States cooperative study of extracorporeal
shock wave lithotripsy. J Urol 1986; 135: 1127–11330.
7.
8.
BIBLIOGRAFIA
1.
Chaussy C, Brendel W, Schmiedt E. Extracorporeally
induced destruction of Kidney stones by shock waves.
Lancet 1980; 2:1265-8.
2.
Lingeman JE, Woods J, Toth PD, Evan AP, McAteer JA.
The role of lithotripsy and its side effects. J Urol.1989;
141(3 Pt 2):793-7.
3.
Prevention and treatment of kidney stones. NIH
Consensus Conference Statement. JAMA 1988;
260:978.
4.
Pérez Herms S, Castellanos Acosta R, Cortadellas
Ángel R, Guzmán Fernández A, Ballesteros SampolL
JJ.: Nefrectomía tras tratamiento con ESWL de una
litiasis coraliforme complicada con urinoma. Arch Esp
Urol 1992; 45 (7):691-693.
9.
Collado Serra A, Huguet Perez J, Monreal Garcia de
Vicuna F et al. Renal hematoma as a complication of
extracorporeal shock wave lithotripsy. Scand J Urol
Nephrol 1999; 33: 171–175.
Gallego Sánchez JA, Ibarlucea González G, Gamarra
Quintanilla M, Guisasola J, Bernuy Malfaz C. Renal
hematomas after extracorporeal lithotripsy with the
lithotriptor “lithostar multiline de Siemens”. Actas
Urol Esp. 2000; 24(1):19-22.
Pastor Navarro H, Carrión López P, Martínez Ruiz
J, Pastor Guzmán JM, Martínez Martín M, Virseda
Rodríguez JA. Actas Urol Esp. 2009; 33(3):296-303.
Nefroma quístico gigante en niña de 9 meses de
edad reporte de un caso
Juan G. Corrales Riveros*, Miguel Meza Diaz José Zorrilla Osorio, David Avendaño Zanabria y Julio Miney Yonamine
Servicio de Urología Instituto de Salud del Niño
* Correspondencia: [email protected]
Resumen
Reportamos el caso de una niña de 9 meses de edad con un gran tumor abdominal de origen renal izquierdo. El estudio
con ecografía y tomografía computada mostraba imágenes quísticas que ocupaban todo el hemiadomen izquierdo. La
niña fue sometida a nefrectomía radical la patología fue informada como nefroma quístico. Se revisa la literatura con
respecto a este tumor poco frecuente.
Palabras clave: Nefroma quístico
ABSTRAC
We presented the case of a girl of 9 months of age with a
large abdominal tumor origin of the left kidney. The study
with ultrasonography and computed tomography showed
cystic images occupying the entire left hemiadomen. The
girl underwent radical nephrectomy, the pathology was
reported as cystic nephroma. A review of the literature on
this uncommon tumor is made.
Key words: Cystic nephrona
CASO CLÍNICO
El nefroma quístico es una tumoración renal benigna que
es muy difícil de diferenciarse del neuroblastoma quístico
parcialmente diferenciado, una variante rara del tumor de
Wilms. Es más para algunos ambos tumores en niños muy
pequeños representan la misma entidad, sin embargo en
adultos el nefroma quístico no es considerado como tumor
de Wilms (1). Con respecto al tratamiento se recomienda
cirugía sola sin quimioterapia previa (2)
La niña de 9 meses de edad procedente de Yurimaguas,
fue transferida a nuestro servicio con una ecografía que
mostraba una tumoración quística gigante en el abdomen
izquierdo. El diagnóstico fue complementado con una
tomografía abdominal (figura 1) que mostraba imágenes
quísticas que ocupaban todo el hemiabdomen izquierdo.
34
La niña presentaba una polipnea y espasmo bronquial
bronquiales, por la compresión tumoral del abdomen
hacia el diafragma. Su hemoglobina era de 8.9 ng/ml y su
creatinina normal.
La niña (Figura 2) fue sometida a nefrectomía radical
izquierda con una incisión xifopubiana y se aplico
transfusión sanguínea en el acto operatorio. La disección
del parietocólico izquierdo fue sencilla debido a que el
tumor había desplazado todas las asas intestinales hacia el
hemiabdomen derecho.
Ya en el retroperitoneo, se empezó la liberación y
disección por el polo inferior del riñón y se fue subiendo
hasta encontrar la vena cava e hilio renal que fue ligado y
seccionado, procediendo a extraer el riñón y conservando
la suprarrenal (Figura 3).
No hubo sangrado importante en el acto operatorio y la
evolución post operatoria fue satisfactoria. El peso de la
niña era de 9.800 Kg. y el del tumor renal izquierdo fue
2.480 Kg.
DISCUSIÓN
El nefroma quístico es una neoplasia benigna rara de
origen incierto. El tumor fue descrito por vez primera por
Edmunds en 1892 como “adenoma quístico” (3). Luego de
35
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
ello aparecieron múltiples términos sinónimos incluyendo
al nefroma quístico multilocular benigno, nefroblastoma
quístico, nefroma, tumor de Wilms quístico. El nefroma
quístico y el neuroblastoma parcialmente diferenciado
en niños representan aproximadamente el 0.56 % de los
tumores renales (4)
FIGURA 1. Tomografía corte axial a nivel renal 1A. Corte por debajo
del riñon. Fig 1.B Corte a nivel de pelvis osea
En la actualidad el nefroma quístico esta clasificado
conjuntamente con el neuroblastoma (quístico) parcialmente
diferenciado como tumores quísticos multiloculares del
riñón. Ambos son anatómicamente y radiologicamente
idénticos pero anatómicamente distintos. En 1989 Joshi y
Beckwith (5) proponen modificar la terminología y refinar
el criterio diagnóstica de estas dos entidades a fin de
diferenciarlas de otros tumores renales tales como el tumor
de Wilms con formaciones quísticas.
Los síntomas varían de acuerdo a la edad. En los niños
típicamente se presenta como una masa indolora que
incrementa progresivamente su tamaño, puede palparse
en el abdomen o flanco dependiendo de su volumen y pude
detectarme incidentalmente. En adultos puede haber otros
síntomas inespecíficos como dolor en abdomen o en flanco,
infección urinaria e hipertensión. Hematuria microscópica
o macroscópica franca puede ocurrir tanto en niños como
adultos. Los grados variables obstrucción del sistema
colector pueden llevar a la compresión y herniación de este
provocando hematuria la cual puede aparecer también por
infección urinaria (6).
Con la ecografía podemos apreciar la tumoración con
múltiples quistes anecoicos separados por tabiques
hiperecoicos, el doppler no muestra mayor vascularidad.
Con la tomografía se aprecia la tumoración con márgenes
bien definidos, con una arquitectura interna compuesta por
quistes múltiples, con tabiques bien visibles, hay usualmente
un significativo efecto de masa y herniación de los múltiples
quistes hacia la pelvis renal y uréter (7).
La anatomía patológica macroscópica(8) se aprecia que
la mayor parte del riñón ha sido reemplazado por una
masa de burbujas con paredes quísticas finas, los quistes
son translucidos conteniendo liquido acuoso claro. Las
loculaciones quísticas van de 0.1 a 5 cm de diámetro. No se
identifica componente sólido.
El uso de biopsia por aguja para el diagnóstico esta
contraindicado (9) y no ayuda. La nefrectomía con escisión
completa del tumor es suficiente para el tratamiento
36
Figura 2. Abdomen distendido por la presencia del tumor
Figura 1A
del nefroma quístico. La nefrectomía parcial debe estar
reservada solo a casos especiales como riñón único o tumor
bilateral (10)
CONCLUSIÓN
Presentamos un caso de nefroma quístico gigante en
una niña de 9 meses de edad, el tratamiento indicado es
la nefrectomía total y debe diferenciarse patológicamente
de otras entidades semejantes tal como la neuroblastoma
quístico parcialmente diferenciado.
BIBLIOGRAFIA
Figura 1 B
1. Eble JN and Bonsib SM: Extensively cystic renal
neoplasms:cystic
nephroma,
cystic
partially
differentiated nephroblastoma,multilocular cystic
renal cell carcinoma, and cystichamartoma of renal
pelvis. Am J Surg Pathol 1998; 15: 2.
2. Castillo OA, Boyle ET Jr and Kramer SA: Multilocular
cysts of kidney: a study of 29 patients and review of the
literature.Urology 1991; 37: 156.
3. (7) Edmunds W. Cystic adenoma of the kidney. Trans
Pathol Soc London 1892; 43:89-90.
4. Blakely ML, Shamberger RC, Norkool P, Beckwick
JB. Green DM, Rithchey ML. Outcome of children with
cystic partially differentiated nephroblastoma treated
Figura 3. Tamaño del tumor en comparación con el cuerpo
de la niña
with or without chemotherapy. J Pediatr Surg 2003; 38:
897
5. Joshi VV, Beckwith JB. Multilocular cyst of the kidney
(cystic nephroma) and cystic, partially differentiated
nephroblastoma: terminology and criteria for diagnosis.
Cancer 1989; 64:466-479.
6. Madewell JE, Goldman SM, Davis CJ, Hartman
DS, Feigin DS, Lichtenstein JE. Multilocular cystic
nephroma: a radiologic-pathologic correlation of 58
patients. Radiology 1983; 146:309-321
7. Dalla-Palma L, Pozzi-Mucelli F, di Donna A, PozziMucelli R. Cystic renal tumors: US and CT findings.
Urol Radiol 1990; 12:67-73
8. Hopkins JK, Giles Jr HW, Wyatt-Ashmead Josephine,
Bigler SA. Cystic Nephroma. RadioGraphics
2004;24:589-593. 2004
9. Blakely ML, Shamberger RC, Norkool P, Beckwith
JB, Green DM and Ritchey ML: Outcome of children
with cystic partially differentiated nephroblastoma
treated with or without chemotherapy. J Pediatr Surg
2003; 38: 897. Treatment of cystic and cystic partially
differentiated nephoblastoma. A report from de SIOP/
GPOH Study Group.
10. Luithle T, Szavay P, Furtwängler R, Graf N, Fuchs J.
Treatment of cystic and cystic partially differentiated
nephoblastoma. A report from de SIOP/GPOH Study
Group. J Urol 177(1): 294-296, 2007
37
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
ARTICULO DE OPINIÓN
El via crucis de la Revista Peruana de Urología
Alfredo Martínez Velazco*
Servicio de Urología. Clínica Borja
* Correspondencia: [email protected]
He decidido escribir este artículo porque he sido testigo
y he vivido todas las situaciones de la Revista Peruana de
Urología. He sido uno de sus fundadores, formé parte del
primer Comité de la Revista y continué hasta el Volumen III,
1, Enero - Julio, 1978; posteriormente, entre 1998 y el 2000
fui Editor y entre el 2004 y 2005 ejercí el cargo de Director
– Editor. Todos estos hechos me dan cierta autoridad para
describir el recorrido de nuestra Revista. Pero hay algo más.
Varios factores me han incentivado a tomar esta decisión,
siendo la principal, mi preocupación por dejar aclarada
las cosas y para evitar que el tiempo borre el curso de la
historia de la Revista.
Para escribir este artículo he tratado de documentarme
en los archivos de la Sociedad Peruana de Urología,
pero lamentablemente no he encontrado un registro de
correspondencias y documentos, ni los Libros de Actas
de la Sociedad hasta antes del Consejo Directivo presidido
por el Dr. Luis Zegarra. He tenido que atenerme a algunos
documentos sueltos, a mis recuerdos y a las conversaciones
de algunos colegas. Posiblemente no será del agrado de
todos, pero la historia es la narración de sucesos que no se
pueden ni se deben modificar.
Cuando yo realizaba mi formación en Urología, por el
año 1960, en el Servicio de Urología del Hospital Carrión
del Callao, a menudo escuchaba al Profesor Dr. Enrique
Blondet, Jefe de dicho Servicio, hablar con sus asistentes,
sobre la necesidad de publicar una Revista de Urología y,
esta misma inquietud circulaba en el Servicio de Urología
del Hospital de Policía, donde trabajaba el Dr. Eduardo
Delgado Castro, quien tenía estrechos vínculos con el
servicio del Carrión. Esta idea no se llegó a plasmar. Su
gestación duró ocho años, hasta que fue fundada en 1968
en medio de un visible entusiasmo, cuando era Presidente
de la Sociedad el Dr. Rómulo Velásquez Corsano y gracias
a la tenacidad y empeño del Dr. Eduardo Delgado Castro,
quien fue nombrado Director de la Revista y su comité lo
conformamos los siguientes doctores: Allan Elías, Oscar
Gavilano, Alfredo Martínez, Alfredo Altamirano y Jorge
Terrones.
38
La Revista Peruana de Urología desde su fundación hasta
cuando dejamos el cargo (Octubre, 2006), ha tenido un
desenvolvimiento con avatares, vicisitudes e interrupciones
ya sea por falta de financiación económica, ya sea por
carencia de artículos científicos y ya sea por indiferencia
y desinterés de los colegas y de los Servicios de Urología
y de algunos Consejos Directivos; unas veces todas estas
causas, pero más frecuentemente por ausencia de trabajos
científicos.
Después de la fundación de la Revista tuvo que pasar todavía
casi un año para lograr la edición de su primer número, a
pesar de nuestra preocupación, de nuestro entusiasmo y
de nuestros denodados esfuerzos, solicitando sin cesar
trabajos científicos a los colegas y a los Servicios de
Urología, así como al Consejo Directivo para que nos envíen
datos de las actividades de la Sociedad y de los eventos
científicos realizados; ya sea por teléfono o mediante visitas
personales. La verdad es que unas veces era decepcionante
y otras agobiante, pero seguimos nuestra aventura
quijotesca. Recuerdo que cuando solicité en el Servicio
de Urología del Hospital Nacional “2 de Mayo” un trabajo
científico para la Revista, el Jefe del Servicio me contestó:
“no hay nada nuevo que publicar.”¡Qué barbaridad! Y se
trataba del primer hospital del Perú.
Luego de superadas las dificultades mencionadas y gracias
al espíritu incansable del Dr. Delgado Castro, por fin nació
el primer número de la Revista Peruana de Urología que fue
entregada a la Sociedad el 31 de Mayo de 1969 en una Sesión
Extraordinaria. En ese entonces, el Dr. Delgado Castro dijo:
“La tarea de editar la Revista Peruana de Urología que nos
encomendó la Sociedad Peruana de Urología, la vemos
cumplida hoy, al entregarla, sintiéndose satisfechos de
haber contribuido a la cristalización de un viejo anhelo. Para
lograrlo ha sido necesario recorrer un largo camino que fue
exitosamente superado gracias a la colaboración brindada
por los doctores: Allan Elías, Jorge Terrones, Oscar Gavilano,
Alfredo Martínez y Alfredo Altamirano, a quienes solicitamos
su concurso como integrantes del Comité Directivo”.
El alboroto y entusiasmo que produjo la primera publicación
de la Revista Peruana de Urología duró muy poco, porque
la siguiente edición de la Revista entró en un marasmo
prolongado, por las causas ya mencionadas.
Después de ocho años de silencio, con gran fervor se
reinició la edición de la Revista, en forma periódicamente
continua cuando era Presidente de la Sociedad el Dr.
Enrique Quimper. Esta época de buena edición comprendió
los siguientes números: Vol. 2 Nº 1, Julio – Diciembre,
1977; Vol.3, Nº 1, Enero – Junio, 1978 y el Vol.3, Nº2, Julio –
Diciembre, 1978.
El recomenzar la publicación de la Revista, naturalmente
costó muchísimo trabajo y esfuerzo continuo. Es justo
recordar lo que escribió el Dr. Delgado Castro en el Editorial
del Vol.2, Julio – Diciembre, 1977: “hacemos justicia al decir
que la publicación de este nuevo número de la Revista
Peruana de Urología ha sido gracias a la colaboración de
los doctores: Rómulo Velásquez Corsano, Alfredo Martínez
Velasco, Leoncio Kisilevich y al interés del actual Presidente
de la Sociedad Peruana de Urología, Dr. Enrique Quimper
Gallo.” La mayor parte de estos números de la Revista fueron
editados aprovechando los trabajos científicos presentados
en el V Congreso Peruano de Urología (Agosto, 1976) y el VI
Congreso Peruano de Urología (Agosto 1978).
Después de esta relativa continuidad de publicación, el vuelo
editorial de la Revista quedó postergado otra vez durante
mucho tiempo, desgraciadamente por las mismas causas
conocidas. Todavía tuvo que pasar mas de 9 años para que
se editara el Vol. 4, 1987, cuando el Dr. Gilberto Tam Pow
Sang era Presidente de la Sociedad Peruana de Urología
y el Dr. Julio Pow Sang Editor Responsable, solo con tres
trabajos científicos de los doctores Leoncio Kisilevich
(Incontinencia Urinaria de esfuerzo en la mujer), Alfredo
Martínez (Nefrolitotricia ultrasónica percutánea) y Gilberto
Tam Pow Sang (Tuberculosis urogenital: Hospital Hipólito
Unánue, 1970 - 1985). Pero lo más importante fue que se
volvió a editar la Revista.
En 1988 , el Dr. Gilberto Tam Pow Sang fue nombrado
Director de la Revista Peruana de Urología y como tal,
retomó el interés por su publicación y consiguió editar el
Vol.V, 1988. Es justo destacar que el Dr. Tam Pow Sang
con el apoyo del entonces Presidente de la Sociedad, Dr.
Hércules Saldaña, tuvo la visión de conseguir la financiación
de la edición bimestral de nuestra Revista por el Laboratorio
Schering Peruana S.A. Sin embargo, inexplicablemente
la edición de la Revista no fue continuada y volvió otra
vez a un luengo olvido. Había financiamiento económico
pero, paradógicamente, parecía que el entusiasmo y el
esfuerzo de los editores no eran suficientes para vencer
las dificultades ya repetidas. Después de cuatro años, cual
Ave Fénix reapareció la Revista con el Vol. VI, 1992 y apenas
con cuatro trabajos científicos y una separata del trabajo
del Dr. Reinhard Nagel sobre “Tratamiento conservador del
carcinoma de la próstata”. Aún así, lo importante fue que
la Revista volvió a salir. Posterior a este volumen, la Revista
siguió publicándose en forma continua, solo una vez por año
hasta el Vol. X, 1996. Después de la edición de este Vol. el
Dr. Gilberto Tam Pow Sang renunció al cargo de Director y
simultáneamente la Revista entró en silencio durante dos
años.
El 04 de Julio de 1998, cuando era Presidente de la
Sociedad, el Dr. Luis Susaníbar la posta dejada por el Dr.
Tam fue tomada por el Dr. Humberto Gallegos, cuyo Comité
fue constituido de la siguiente forma: Director Dr. Humberto
Gallegos, Editor Dr. Alfredo Martínez y Redactores los
doctores Juan Corrales, Zarela Solis, Elvis Sueldo y
Alberto Velarde. Nos declaramos prácticamente en sesión
permanente y después de elaborar un plan de trabajo,
decidimos transformar totalmente la Revista, ya sea en su
formato, en su aspecto y en su contenido, de acuerdo con la
tendencia editorial mundial y actual. Estaba pues naciendo
una nueva revista y una nueva era editorial de nuestro
quehacer urológico.
Aunque algo retrasada, la nueva revista salió a luz con el
Vol. XI, Enero – Julio, 1998, después de superar la ausencia
de trabajos científicos y la falta de una “caja chica” (para
los gastos de papelería, cinta de máquina de escribir, tinta
de computadora, llamadas telefónicas, etc.) que nos fue
negada por el Consejo Directivo vigente de la Sociedad.
Es interesante recordar que cuando salió este número
de la Revista, muchos colegas se atrevieron a criticarnos
diciendo: “que la mayoría de trabajos científicos de la Revista
eran de los miembros del Comité de la Revista”. ¡Que tal
ironía! ¿Dónde estaban ellos? ¿Por qué no nos enviaron sus
trabajos?
Después de vencer muchas dificultades, especialmente la
carencias de trabajos científicos se logró editar el Vol. XII,
Enero – Julio, 1999. Este número de la Revista fue muy
interesante no solo por sus artículos científicos, sino, por su
informática sobre las actividades de la Sociedad y porque
hace un resumen del XV Congreso Peruano de Urología y
del V Curso Internacional de Urología (05 – Agosto – 1998),
con comentarios de los trabajos presentados y sugerencias
finales del Comité de la Revista.
39
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Cuando ya habíamos logrado colocar el tren de la Revista
sobre rieles notábamos que para poner en marcha el Vol.
XII, Agosto – Diciembre, 1999, no solo era necesario nuestro
esfuerzo y nuestro empeño, sino, la ansiada y esperada
colaboración de los colegas y de los Servicios de Urología.
Tuvimos que volver a las andadas anteriores, solicitando
iterativamente trabajos científicos. Nuestra tenacidad y
nuestra insistencia dieron sus frutos y parecía que se estaba
iniciando la cultura de escribir y publicar. Para complacencia
de todos, el Vol. XII, Agosto – Diciembre, 1999 salió a luz.
La edición del Volumen XII, 2000, llamada Urología 2000,
no solo por alusión al milenio, sino, por el afán de enfocar
en forma global la situación de nuestra especialidad, del
nivel alcanzado por los diferentes Servicios de Urología y
naturalmente de nuestra Revista. La ambición del Comité
fue sacar un número especial y para lograrlo llegamos a
conseguir la colaboración de los colegas programados y de
los Servicios de Urología, así como la amplia cooperación
del Laboratorio Schering Peruana S.A.
¡Oh! asombro. Cuando este número especial estaba en
plena preparación se originó un viacrucis. Resultó que
el Consejo Directivo de la Sociedad, presidido por el Dr.
Alejandro Rodríguez Llave, rompió el convenio que la
Sociedad tenía con el Laboratorio Schering Peruana S.A.
para la financiación bimestral de la edición de la Revista
y, al mismo tiempo, arbitrariamente quiso cesar al Comité
de la Revista. Con entereza y con el estatuto de la Sociedad
en las manos, defendimos la continuación del Comité y
logramos salvar la edición de este singular número de la
Revista. Su publicación nos costó un esfuerzo titánico y
una fortaleza a toda prueba, pero valió la pena, porque este
volumen resultó sencillamente formidable como todos
pudimos comprobarlo. Después de la publicación del Vol.
2000 de la Revista, su edición se interrumpió durante tres
años por causas ajenas a nuestra voluntad, precisamente
cuando estaba en pleno auge y desarrollo.
Cuando el Consejo Directivo de la Sociedad estuvo presidido
por el Dr. Luis Zegarra Montes, en Asamblea General
Extraordinaria del 15 – Enero – 2004 fui ratificado en el
cargo de Editor de la Revista Peruana de Urología y en la
Asamblea General Extraordinaria del 31 – Marzo – 2005 fui
elegido nuevamente Editor de la Revista por el término de
dos años como manda el estatuto de la Sociedad.
Después de tres años de silencio obligado de la Revista,
volvimos a la edición del Vol. XIV, Enero – Junio, 2004, con
el entusiasmo y afán de trabajo de siempre, sin enconos,
ni animadversiones a nadie, solo deseando que la Revista
40
tuviera un permanente respaldo económico y que nunca
mas sea objeto de interrupciones. A partir de este volumen,
la financiación de la Revista fue asumida por la Sociedad
Peruana de Urología.
Oportunamente solicitamos al Consejo Directivo vigente de
la Sociedad, la financiación de este número de la Revista
y obtuvimos una respuesta favorable y diríamos hasta
encomiable, por la frase “tienen todo nuestro apoyo”.
Entonados con esta respuesta, como siempre nos pusimos
a trabajar sin sosiego, pero, por dificultades económicas
tuvimos que recortar y adecuar el contenido de la Revista,
cuyo Vol. XIV Enero – Junio, 2004, fue publicado solo con
la mitad de los trabajos científicos. La distribución de la
Revista fue realizada por el Comité de la Revista de acuerdo
con el Consejo Directivo de la Sociedad.
Posteriormente, después de cerciorarnos de que
contábamos con la financiación económica de parte de la
Sociedad, presidida por el Dr. Daniel Hidalgo, sin dilación
nos dedicamos a preparar el Vol. XIV, Julio – Diciembre,
2004. Luego de subsanar algunas objeciones planteadas
por el Consejo Directivo de la Sociedad, sobre este
número de la Revista, felizmente conseguimos editarla. Su
distribución fue realizada por el Consejo Directico a pedido
de su Presidente el Dr. Hidalgo.
El Vol. XV, Enero – Diciembre, 2005 fue el último número
de la Revista que nosotros editamos, siempre manteniendo
su buena presentación y su excelente contenido, pero como
otras veces, a costa de superar dificultades conocidas.
El recorrido de la edición Vol. XV, Enero – Diciembre, 2005
de la Revista Peruana de Urología, fue la más abrupta de
todos los que editáramos y cuyos motivos no merecen
recordarlos. Este volumen salió lamentablemente con
errores especialmente ortográficos que los tiene cualquier
publicación (El Comercio, Caretas, etc.), a pesar de tres
correcciones realizadas junto con el Dr. Candiotti (Gerente
de la imprenta) antes de su edición. A raíz de estos errores
el Consejo Directivo de la Sociedad montó todo un show
innecesario, pero luego de hacer las coordinaciones
respectivas con este Consejo, se hicieron las correcciones
del caso y la Revista fue distribuida por el Consejo Directivo
a solicitud de su presidente. Siempre hemos creído que las
buenas formas de actuar nos conducen por mejor camino
y que un diálogo o una conversación alturada solucionan
problemas.
Tan pronto se distribuyó el Vol. XV, Enero – Diciembre, 2005
de la Revista, empezamos a trabajar el Vol. XVI, Enero –
Junio, 2006, con intención de que fuera bimestral, como
está indicado en el estatuto de la Sociedad y si fuera posible,
acompañado de un CD, pero el 29 – Agosto – 2006, el nuevo
Presidente de la Sociedad Dr. Renán Otta nos envió una
carta diciendo: “solicitamos a Ud. se sirva permanecer a
cargo como editor de La Revista hasta que se convoque a
una Asamblea General Extraordinaria de acuerdo a nuestro
estatuto”. Con fecha 11 – Setiembre – 2006 contestamos
a esta correspondencia haciendo al mismo tiempo las
siguientes solicitudes: 1) que se nos precise el tiempo de
permanencia del actual Comité de la Revista de acuerdo
al estatuto de la Sociedad; 2) que se respete la libertad
intelectual, moral y administrativa de la Revista; 3) que
la distribución de la Revista sea realizada por el Comité,
ya que era su función; 4) que se financie oportunamente
la publicación bimestral de la Revista; 5) que todos los
trabajos científicos que se presenten en la Sociedad
(reuniones hospitalarias, jornadas, cursos, congresos, etc.)
sean remitidos al Comité de la Revista; 6) que se destine
un ambiente del local de la Sociedad para el Comité de
la Revista. Ante esta carta, el Consejo Directivo nos citó
a sesión del 06 – Octubre – 2006, en la que aceptaron
nuestras peticiones y nos ofrecieron todo su apoyo para que
termináramos la edición del Vol. XVI, Enero – Junio, 2006 de
la Revista, desde que la función de nuestro Comité cesaba
todavía el 31 – Marzo – 2007.
¡Oh! Sorpresa. Cuando el Vol. XVI, Enero – Junio, 2006 de la
Revista estaba en plena preparación, el Consejo Directivo
vigente, convocó a la Asamblea General Extraordinaria
del 27 – Octubre – 2006 para elegir el nuevo Editor de la
Revista. Siendo nombrado el Dr. César Heredia Demis. De
esta manera se frustró la edición del Vol. XVI, Enero – Junio,
2006 de la Revista que estábamos realizando.
Este recuento de la vida y el desarrollo de la Revista Peruana
de Urología, desde su fundación hasta la Asamblea General
Extraordinaria del 27 – Octubre – 2006 para nombrar nuevo
Editor de la Revista induce a un análisis y a una reflexión.
Si reflexionamos sobre los avatares de la Revista Peruana de
Urología surgen las siguientes preguntas: ¿Por qué la mayor
parte de los urólogos peruanos muestran casi siempre su
indiferencia ante un bien común como la Revista? ¿Por qué
una gran parte de los Servicios de Urología no se esfuerzan
para colaborar con la Revista?, ¿acaso no cuentan con tanta
patología, con potencial humano suficiente (asistentes,
residentes, internos) y con material mediático? ¿Por qué
algunos Consejos Directivos no se preocupan por la edición
continua de la Revista? ¿Por qué hasta la fecha la Revista
sigue siendo una cenicienta de la Sociedad, a pesar de que
mirándolo bien es una fuente económica importante de la
Sociedad? Por ultimo, ¿por qué no cultivamos la cultura de
escribir y publicar artículos científicos?
Como no tuvimos la oportunidad de despedirnos con unas
palabras en la Revista, quiero aprovechar esta ocasión
para manifestarles que hemos tratado de cumplir lo mejor
posible el encargo que nos diera la Sociedad Peruana de
Urología, convirtiendo a la Revista en una publicación
moderna y de carácter internacional. Hemos logrado
editar siete volúmenes, de los cuales uno especial llamado
Urología 2000. Esta misión difícil y casi quijotesca no habría
sido posible sin la ayuda eficaz de los doctores: Humberto
Gallegos López, Juan Corrales Riveros, Zarela Solis
Vásquez y Alberto Velarde Ponce, a quienes les debo mi
gratitud y mi agradecimiento. Quiero también manifestar
mi reconocimiento a los doctores: Elvis Sueldo Guevara,
Alberto Pazos Franco y Eduardo Garrido Toribio, quienes
también formaron parte del Comité de la Revista en alguna
oportunidad.
¡Que perviva la Revista! ¡Que la cordialidad y las coincidencias
reinen entre nosotros!
Alfredo Martínez Velasco
Ex – Editor de la Revista Peruana de Urología
Haciendo un análisis breve, creemos que estas vicisitudes
de la Revista Peruana de Urología se produjeron por que el
articulado del estatuto de la Sociedad Peruana de Urología
referente a la Revista es confuso e inespecífico. Porque esta
Revista es de carácter mixta: científica y boletín informativo
de la Sociedad. Porque esta Revista no es un ente cultural,
moral y económicamente libre y solo debería depender de
la Sociedad para el nombramiento de su Director como
sucede en muchas revistas el mundo.
41
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
ARTICULO DE REVISION INTERNACIONAL
Serenoa repens para la hiperplasia
benigna de la prostata*
Wilt T, Ishani A, Mac Donald R.
* La Biblioteca Cochrane Plus, Issue 3, 2008. Oxford:
Update Software. Aporte Dr. Raúl Médina
La última modificación significativa de esta revisión sistemática se hizo por última vez el 20 Marzo 2002. Las revisiones
Cochrane se revisan periódicamente y se actualizan de ser necesario.
RESUMEN
Criterios para la valoración de los estudios de esta revisión
Antecedentes
Tipos de estudios
La hiperplasia benigna de la próstata (HBP), un aumento de
volumen de la próstata no maligno, puede causar síntomas
obstructivos e irritativos del tracto urinario bajo (STUB). El
uso farmacológico de plantas y hierbas (fitoterapia) para el
tratamiento de los STUB asociados con HBP ha crecido en
forma estable últimamente. El extracto de la palma enana
americana, Serenoa repens (también conocida por su
nombre botánico de Sabal serrulatum), es uno de los varios
agentes fitoterapéuticos disponibles para el tratamiento de
la HBP.
Ensayos clínicos controlados aleatorios.
OBJETIVOS
El objetivo de esta revisión sistemática fue evaluar los efectos
de Serenoa repens en el tratamiento de los síntomas del
tracto urinario bajo (STUB) concordantes con HBP.
El resultado principal fue la eficacia de la Serenoa
repens versus placebo o el control activo para mejorar
las puntuaciones de la escala de síntomas urológicos
o el informe global de síntomas urinarios (mejorado
versus estable o empeorado). Las medidas de resultado
secundarias incluyeron cambios en nicturia, flujo urinario
máximo y promedio, volumen residual de orina, tamaño
de la próstata y efectos secundarios asociados al uso de
Serenoa repens.
Estrategia de búsqueda
Se realizaron búsquedas de los ensayos en las bases de
datos electrónicas generales y especializadas (MEDLINE,
EMBASE, la Cochrane Library, Phytodok), mediante la
verificación de las bibliografías y el contacto con los
fabricantes y autores de los ensayos.
Tipos de participantes
Hombres con síntomas de tracto urinario bajo en
concordancia con la hiperplasia prostática benigna.
Tipos de intervenciones
Comparación de preparados de Serenoa repens con placebo
o tratamientos médicos para la HBP con una duración de
tratamiento de al menos 30 días.
Tipos de medidas de resultado
Puntuaciones de síntomas urológicos (Boyarsky, Puntuación
de la Asociación Americana de Urología (American Urologic
Association Score), Puntuación Internacional de Síntomas
de la Próstata, CISP (International Prostate Symptom
Score:IPSS)); Medidas urodinámicas (definidas como
cambios en el flujo urinario máximo (FUM), flujo urinario
promedio (FUP), volumen residual de orina); cambios en el
tamaño de la próstata (medidos en cc); nicturia (veces/por
noche); y evaluación general de salud médico/paciente.
Recopilación y análisis de datos
Se obtuvo información sobre pacientes, intervenciones
y resultados por al menos dos revisores independientes
mediante un formulario estándar. La principal medida de
resultado para comparar la efectividad de Serenoa repens
con placebo u otros fármacos para la HBP fue el cambio
en las puntuaciones de la escala de síntomas urológicos.
Los resultados secundarios incluyeron cambios en nicturia
43
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
y medidas urodinámicas. La principal medida de resultado
para los efectos secundarios fue el número de hombres que
informaron dichos efectos.
RESULTADOS
• Síntomas urinarios:
• Se informaron los resultados de la puntuación de la
escala de síntomas en 13 estudios [ Mandressi 1983;
Champault 1984; Reece Smith 1986; Gabric 1987;
Carbin 1990; Descotes 1995; Carraro 1996; Metzker
1996; Braeckman 1997; Sokeland 1997; Bauer 1999;
Marks 2000; Gerber 2001]. La diferencia de promedios
ponderados para las puntuaciones de la escala de
síntomas urinarios para la Serenoa repens versus
placebo fue -1,41 puntos (rango de la escala = 0 a 19)
(mejoría absoluta del 28% versus placebo) (IC del
95%: -2,52; -0,30) [ Braeckman 1997]. La diferencia de
promedios ponderados para el cambio promedio del
valor inicial para el CISP en relación con placebo fue -2,20
puntos (mejoría absoluta del 12% versus placebo) (IC del
95%: -4,40; 0,30) [ Gerber 2001]. Versus finasteride, la
diferencia de promedios ponderados fue 0,37 puntos
CISP (rango de la escala = 0 a 35) (mejoría absoluta del
37% desde el valor inicial para Serenoa repens versus
mejoría absoluta del 40% desde el valor inicial para
finasteride) (IC del 95%: -0,45 a 1,19) [ Carraro 1996;
Sokeland 1997]. La diferencia de promedios ponderados
para el preparado en combinación de Sabal-Ortiga
versus placebo fue -3,50 puntos CISP (rango de la escala
= 0 a 35) (mejoría absoluta del 17% versus placebo) (IC
del 95%: -6,75; -0,25) [ Metzker 1996].
Existieron más probabilidades de que los participantes
y sus médicos informaran mejoría en los síntomas en
hombres tratados con Serenoa repens que con placebo. La
razón de riesgo ponderado (RR) para los participantes que
se autocalificaron una mejoría en los síntomas urinarios
para Serenoa repens versus placebo fue 1,76 (IC del 95%:
1,21; 2,54) [ Mandressi 1983; Champault 1984; Carbin 1990;
Descotes 1995; Metzker 1996; Braeckman 1997]. El RR
ponderado para la calificación de los médicos de mejoría de
síntomas urológicos para Serenoa repens versus placebo
fue 1,72 (IC del 95%: 1,11; 2,66) [ Champault 1984; Descotes
1995; Braeckman 1997].
• Nicturia:
44
• Los resultados de nicturia se informaron en 12
estudios [Boccafoshi 1983; Emili 1983; Mandressi 1983;
Champault 1984; Cukier 1985; Tasca 1985; Pannunzio
1986; Reece Smith 1986; Carbin 1990; Mattei 1990;
Descotes 1995; Carraro 1996]. La Serenoa repens redujo
la nicturia en un 25% (diferencia absoluta) comparada
con placebo. Fue comparable con finasteride y Pygeum
africanum. La diferencia de promedios ponderados
para nicturia fue -0,76 veces por noche versus placebo
(IC del 95%: -1,21; -0,32) [ Boccafoschi 1983; Emili
1983; Mandressi 1983; Champault 1984; Cukier 1985;
Tasca 1985; Reece-Smith 1986; Carbin 1990; Mattei
1990; Descotes 1995]. versus finasteride, la diferencia
de promedios ponderados fue -0,05 (IC del 95%: -0,49;
0,39) [ Carraro 1996] y -0,20 (IC del 95%: -1,69; 1,29)
versus Pygeum africanum [ Mandressi 1983].
Doce estudios proporcionaron información relacionada
con el volumen residual [ Boccafoschi 1983; Emili 1983;
Champault 1984; Cukier 1985; Reece-Smith 1986; Gabric
1987; Carbin 1990; Mattei 1990; Lobelenz 1992; Metzker
1996; Braeckman 1997; Sokeland 1997]. La diferencia de
promedios ponderados para el volumen residual fue -22,95
ml (IC del 95%: -42,33; -3,56) versus placebo [ Emili 1983;
Champault 1984; Gabric 1987; Carbin 1990; Mattei 1990;
Braeckman 1997], 5,70 ml versus finasteride (IC del 95%:
-5,42; 16,82) [ Sokeland 1997].
• Las medidas de flujo urinario y tamaño de la próstata:
• Efectos adversos:
• La Serenoa repens fue superior al placebo y comparable
a finasteride en su mejoría de las tasas máxima y
promedio del flujo urinario y volumen de orina residual.
El flujo urinario máximo se informó en 16 estudios [
Boccafoschi 1983; Emili 1983; Champault 1984; Tasca
1985; Pannunzio 1986; Reece Smith 1986; Gabric 1987;
Lobelenz 1992; Descotes 1995; Carraro 1996; Metzker
1996; Braeckman 1997; Sokeland 1997; Bauer 1999;
Marks 2000; Gerber 2001]. Las diferencias de promedios
ponderados para el flujo urinario máximo fueron 1,86 ml/
seg (IC del 95%: 0,60; 3,12) versus placebo [ Boccafoschi
1983; Emili 1983; Champault 1984; Tasca 1985; Reece
Smith 1986; Gabric 1987; Descotes 1995; Braeckman
1997; Gerber 2001] y -0,74ml/seg versus finasteride (IC
del 95%: -1,66; 0,18) [ Carraro 1996; Sokeland 1997], 2,0
ml/seg versus caproato de gestonorona (IC del 95%:
1,36; 2,64) [ Pannunzio 1986] y 1,6 ml/seg para SabalOrtiga versus placebo (IC del 95%: -1,67; 4,87) [ Metzker
1996].
• Los efectos adversos debidos a la Serenoa repens fueron
generalmente leves y comparables al placebo. Las tasas
de retiros fueron: Serenoa repens 8,9%; placebo 7,1% y
finasteride 9,0% de (p = 0,17 para Serenoa repens versus
placebo y p = 1,0 versus finasteride). Se informaron
eventos adversos específicos en 11 ensayos. Se informó
impotencia en 1,1%; 0,7% y 4,9% de los hombres
tratados con Serenoa repens, placebo y finasteride,
respectivamente (p = 0,58 para Serenoa repens versus
placebo y p < 0,001 versus finasteride). Se informaron
efectos secundarios gastrointestinales en un 1,3%; 0,9%
y 1,5% de los hombres tratados con Serenoa repens,
placebo y finasteride, respectivamente (p > 0,5 versus
placebo y finasteride.)
El flujo urinario promedio se informó en nueve estudios [
Boccafoschi 1983; Emili 1983; Champault 1984; Tasca 1985;
Reece-Smith 1986; Carbin 1990; Lobelenz 1992; Carraro
1996; Braeckman 1997; Bauer 1999]. Las diferencias de
promedios ponderados para el flujo urinario promedio
fueron 2,22 ml/seg (IC del 95%: 1,17; 3,27) [ Emili 1983;
Champault 1984; Carbin 1990; Braeckman 1997] y -0,40 ml/
seg versus finasteride (IC del 95%: -0,95 a 0,15) [ Carraro
1996].
La Serenoa repens no redujo el tamaño de la próstata; las
diferencias de promedios ponderados para el tamaño de la
próstata fueron -2,14 cc (IC del 95%: -10,92; 6,65) [ Mattei
1990; Braeckman 1997] versus placebo y 4,80 cc (IC del
95%: 1,42; 8,18) versus finasteride [ Carraro 1996].
Discusión
Los datos disponibles indican que la Serenoa repens (sola
o en combinación con otros agentes fitoterapéuticos)
proporciona una mejoría de leve a moderada en síntomas
urinarios y medidas de flujo. . Los hombres que recibieron
Serenoa repens mostraron casi el doble de probabilidades
de informar una mejoría en los síntomas que los hombres
que recibieron placebo. Comparada con finasteride, la
Serenoa repens proporcionó respuestas similares en
síntomas urológicos y medidas de flujo y se asoció a una
tasa inferior de impotencia.
Las características de los participantes al inicio del estudio
con respecto a edad, volumen de la próstata, flujo urinario
máximo y puntuaciones de la escala de síntomas fueron
similares a ensayos anteriores y los metanálisis que
incluían el tratamiento farmacológico de la HBP ( Boyle et al
1996 , Chapple et al 1996 , Roehrborn et al 1996 , McConnell
1998).
CONCLUSIONES DE LOS AUTORES
Implicaciones para la práctica
El extracto de la palma enana americana, la Serenoa repens,
proporciona una mejoría de leve a moderada en los síntomas
urinarios y las medidas de flujo en hombres con hiperplasia
prostática benigna. Comparada con finasteride, la Serenoa
repens produce mejorías similares en los síntomas urinarios
y la medida de flujo, se asocia con menos efectos adversos
del tratamiento y menor costo. Se desconoce la efectividad
a largo plazo, la seguridad y la capacidad de la Serenoa
repens de evitar las complicaciones de la HBP, incluida la
necesidad de intervención quirúrgica. Aunque la Serenoa
repens puede ser una opción útil de tratamiento, pacientes
y proveedores deben saber que no hay garantía alguna de la
pureza y potencia del producto.
Implicaciones para la investigación
Se necesitan ensayos adicionales controlados con placebo
y estudios que comparen la Serenoa repens con los alfa
antagonistas. Los ensayos futuros deben ser del tamaño y la
duración suficientes para detectar diferencias importantes en
los puntos finales clínicamente pertinentes. Como mínimo,
estos estudios deben evaluar e informar los promedios y las
desviaciones estándares al inicio del estudio y la conclusión
para las siguientes variables: edad, número de pacientes
que inició y finalizó el estudio, puntuaciones estandarizadas
de la escala de síntomas urológicos, flujo urinario promedio
y máximo, volumen de vaciamiento, tamaño de la próstata,
volumen residual de orina, complicaciones de la HBP,
necesidad de tratamiento posterior y efectos adversos a
largo plazo de la Serenoa repens.
45
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
REFERENCIAS
Descotes {published data only}
Mattei {published data only}
Referencias de los estudios excluidos de esta revisión
Referencias de los estudios incluidos en esta revisión
Descotes JL, Rambeaud JJ, Deschaseaux P, Faure
G. Placebo-controlled evaluation of the efficacy and
tolerability of Permixon in benign prostatic hyperplasia
after the exclusion of placebo responders. Clin Drug Invest
1995;5:291-7.
Mattei FM, Capone M, Acconcia A. Medikamentose therapie
der benignen prostatahyperplasie mit einem extrakt der
sagepalme. TW Urol Nephrol 1990;2:346-50.
Adriazola Semino
Emili {published data only}
Metzker H, Kieser M, Holscher U. Wirksamkeit eines SabalUrtica-kombinationspraparates bei der behandlung der
benignen prostatahyperplasie (BPH). Urologe [B] 1996; 36:
S. ;36:S. 292-300.
Bauer {published data only}
Bauer HW. Casarosa C. Cosci M. Fratta M. Blessmann G.
Saw palmetto fruit extract for treatment of benign prostatic
hyperplasia. Results of a placebo-controlled doubleblind study [German]. MMW Fortschritte der Medizin
1999;141(25):127-32.
Boccafoschi {published data only}
Boccafoschi C, Annoscia S. Confronto fra estratto di serenoa
repens e placebo mediate prova clinica controllata in pazienti
con adenomatosi prostatica. Urologia 1983;50:1257-68.
Braeckman {published and unpublished data}
Braeckman J. A double-blind, placebo-controlled study of
the plant extract Serenoa repens in the treatment of benign
hyperplasia of the prostate. Eur J Clin Res 1997;9:247-59.
Carbin {published data only}
Carbin BE, Larsson B, Lindahl O. Treatment of benign
prostatic hyperplasia with phytosterols. Br J Urol
1990;66(6):639-41.
Carraro {published data only}
Carraro JC, Raynaud JP, Koch G, Chisholm GD, Di Silverio
F, Teillac P, Da Silva FC, Cauqil J, Chopin DK, Hamdy FC,
Hanus M, Hauri D, Kalinteris A, Marencak J, Perier A,
Perrin P. Comparison of phytotherapy (Permixon) with
finasteride in the treatment of benign prostate hyperplasia:
a randomized international study of 1,098 patients. Prostate
1996;29(4):231-40.
Champault {published data only}
Champault G, Patel JC, Bonnard AM. A double-blind trial of
an extract of the plant Serenoa repens in benign prostatic
hyperplasia. Br J Clin Pharmacol 1984;18:461-2.
Cukier {published data only}
Cukier J, Ducassou J, Le Guillou M, Leriche A, Lobel B,
Toubol J. Permixon versus placebo; resultats d’une ‘etude
multicentrique. Comptes Rend Therpeut Pharmacol Clin
1985;4:15-21.
46
Emili E, Lo Cigno M, Petrone U. Risultati clinici su un nuovo
farmaco nella terapia dell’ipertofia della prostata (Permixon).
Urologia 1983;50:1042-8.
Gabric {published data only}
Metzker {published data only}
Pannunzio {published data only}
Gabric V, Miskic H. Behandlung des benignen prostataadenoms und der chronischen prostatatitis. Therapiewoche
1987;37:1775-88.
Pannunzio E, D’Ascenzo R, Giardinetti F, Civili P, Persichelli
E. Serenoa repens vs. gestonorone caproato nel trattamento
dell’ipertofia prostatica benigna: Studio randomizzato.
Urologia 1986;53(5):696-705.
Gerber {published data only}
Reece Smith {published data only}
Gerber GS, Kuznetsov D, Johnson BC, Burstein JD.
[Randomized, double-blind, placebo-controlled trial of
saw palmetto in men with lower urinary tract symptoms].
Urology 2001;58(6):960-4.
Reece Smith H, Memon A, Smart CJ, Dewbury K. The value
of permixon in benign prostatic hypertrophy. Br J Urol
1986;58:36-40.
Lobelenz {published data only}
Lobelenz J. Extractum Sabal fructus bei benigner
prostatahyperplasie (BPH). klinische prufung im stadium I
und II. Therapeutikon 1992;6(1-2):34-7.
Mandressi {published data only}
Mandressi S, Tarallo U, Maggioni A, Tombolini P, Rocco
F, Quadraccia. Medical treatment of benign prostatic
hyperplasia: efficacy of the extract of Serenoa repens
(Permixon) compared to that of the extract of Pygeum
africanum and a placebo. Urologia 1983;50(4):752-8.
Marks {published data only}
Marks LS, Partin AW, Epstein JI, Tyler VE, Simon I, Macairan
ML, Chan TL, Dorey FJ, Garris JB, Veltri RW, Santos PB,
Stonebrook KA, deKernion JB. [Effects of a saw palmetto
herbal blend in men with symptomatic benign prostatic
hyperplasia]. J Urol 2000;163(5):1451-6.
Roveda {published data only}
Roveda S, Colombo P. Sperimentazione clinica controllata
sulla bioequivalenza terapeutica e sulla tollerabilita dei
prodotti a base di Serenoa repens in capsule da 160 mg o
capsule rettali da 640 mg. Arch Med Interna 1994;46(2):6175.
Sokeland {published data only}
Sokeland J, Albrecht J. Kombination aus Sabal und
Urticaestrakt vs. finasterid bei BPH (Stad. I bis II nach
Alken); Vergleich der therapeutischen wirksamkeit in einer
einjahrigen doppelblindstudie. Urologe A 1997;36(4):32733.
Tasca {published data only}
Tasca A, Barulli M, Cavazzana A, Zattoni F, Artibani W,
Pagano F. Trattamento della sintomatologia ostruttiva da
adenoma prostatico con estratto di Serenoa repens. Studio
clinico in doppio cieco vs. placebo. Minerva Urol Nefrol
1985;37:87-91.
* Indica la publicación principal para el estudio
Adriazola Semino M, Lozano Ortega JL, Garcia Cobo
E, Tejeda Banez E, Romero Rodriguez F. Tratamiento
sintomatico de la hipertrofia benigna de prostata. Estudio
comparativo entre prazosin y Serenoa repens. Arch Esp de
Urol 1992;45(3):211-3.
Comar
Comar OB, Di Rienzo A. Mepartricin versus Serenoa
repens: double-blind study in 20 cases of benign prostate
hypertrophy. Riv Ital Biol Med 1986;6(2):122-5.
Di Silverio
Di Siverio F, D’Eramo G, Lubrano C, Flammia GP, Sciarra
A, Palma E, Caponera M, Sciarra F. Evidence that Serenoa
repens extract displays an antiestrogenic activity in prostatic
tissue of benign prostatic hypertrophy patients. Eur Urol
1992;21(4):309-14.
Gerber 2
Gerber GS, Zagaja GP, Bales GT, Chodak GW, Contreras BA.
[Saw palmetto (Serenoa repens) in men with lower urinary
tract symptoms: effects on urodynamic parameters and
voiding symptoms]. Urology 1998;51(6):1003-7.
Grasso
Grasso M, Montesano A, Buonaguidi A, Castelli M, Lania
C, Rigatti P, Rocco F, Cesana BM, Borghi C. Comparative
effects of alfuzosin versus Serenoa repens in the treatment
of symptomatic benign prostatic hyperplasia. Arch Esp de
Urol 1995;48(1):97-103.
Sokeland 2
Sokeland J. [Combined sabal and urtica extract compared
with finasteride in men with benign prostatic hyperplasia:
analysis of prostate volume and therapeutic outcome]. BJU
Int 2000;86(4):439-42.
Strauch
Strauch G, Perles P, Vergult G, Gabriel M, Gibelin
B, Cummings S, Malbecq W, Malice MP. . Eur Urol
1994;26(3):247-52.
47
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Weisser
Christensen 1990
Lowe 1998
Oesterling 1995
Weissser H, Behnke, Helpap B, Bach D, Krieg M. Enzyme
activities in tissue of human benign prostatic hyperplasia
after three months’ treatment with the Sabal serrulata
extract IDS 89 (Strogen) or placebo. Eur Urol 1997;31(1):97101.
Christensen MM, Bruskewitz RC. Clinical manifestations
of benign prostatic hyperplasia and the indications for
therapeutic intervention. Urol Clin North Am. 1990;17:50916.
Lowe F, Robertson C, Roehrborn C, Boyle P. Meta-analysis
of clinical trials of Permixon. J Urol 1998;159(suppl):986a.
Oesterling JE. Benign prostatic hyperplasia. Medical
and minimally invasive treatment options. N Engl J Med
1995;332(2):99-109.
Consumer Reports
Lowe FC, Ku JC. Phytotherapy in treatment of benign
prostatic hyperplasia: a critical review. Urol 1996;48(1):1220.
Referencias adicionales
Bales 1999
Bales G, Christiano AP, Kirsh E, Gerber GS. [Phytotherapeutic
agents in the treatment of lower urinary tract symptoms: a
demographic analysis of awareness and use at the University
of Chicago]. Urology 1999;54:86-9.
Berry et al 1984
The mainstreaming of alternative medicine. Consumer
Reports 2000:17-25.
Di Silverio 1993
Di Silverio F, Flammia GP, Sciarra A, Caponera M, Mauro M,
Buscarini M, Tavani M, D’Eramo G. Plant extracts in benign
prostatic hyperplasia. Minerva Urol Nefrol 1993;45:143-9.
Dickersin et al 1994
Berry SL, Coffey, DS, Walsh PC, Ewing LL. The development
of human benign prostatic hyperplasia with age. J Urol
1984;132:474-9.
Dickersin K, Scherer R, Lefebvre C. Indentifying relevant
studies for systematic reviews. BMJ 1994;312:944-47.
Boyle et al 1996
Dreikorn et al 1989
Boyle P, Gould AL, Roehrborn CG. Prostate volume predicts
outcome of treatment of benign prostatic hyperplasia with
finasteride: A meta-analysis of randomized clinical trials.
Urol 1996;48:398-405.
Dreikorn K, Richter R. Conservative nonhormonal treatment
of patients with benign prostatic hyperplasia. In Ackerman
R, Schroeder FH (Eds.): New Developments in Biosciences
5, Prostatic hyperplasia. Berlin, Walter de Gruyter & Co.
:109-31.
Buck 1996
Buck AC. Phytotherapy for the prostate. Br J Urol
1996;78(3):325-6.
Caine et al 1987
Guess 1992
Guess HA. Benign prostatic hyperplasia antecedents and
natural history. Epidemiol Rev 1992;14:131- 53.
Laird et al 1990
Caine M, Schuger L. The “capsule” in benign prostatic
hypertrophy. US Department of Health and Human Services,
NIH Publication No. 87-2881. US Department of Health and
Human Services, NIH Publication No. 87-2881 1987;221.
Laird N, Mosteller F. Some statistical methods for combining
experiment results. Int J Tech Assess Health Care 1990;6:530.
Chapple et al 1996
Lau 1996
Chapple CR, Wyndaele JJ, Nordling J, Boeminghaus F,
Ypma AF, Abrams P. Tamsulosin, the first prostate-selective
alpha 1A-adrenoceptor antagonist. A meta-analysis of two
randomized, placebo-controlled, multicentre studies in
patients with benign prostatic obstruction (symptomatic
BPH). European Tamsulosin Study Group. Eur Urol.
1996;29(2):155-167.
[Meta-Analyst version 0.99] [Computer program]. Lau J, .
48
Lowe et al 1996
Marwick 1995
Marwick C. Growing use of medicinal botanicals forces
assessment by drug regulators. JAMA 1995;273:607-9.
McConnell 1998
McConnell JD, Bruskewitz R, Walsh P, Andriole G, Lieber
M, Holtgrewe L et al. The effect of finasteride on the risk of
acute urinary retention and the need for surgical treatment
among men with benign prostatic hyperplasia. N Engl J Med
1998;338:557-563.
McConnell et al 1994
McConnell JD, Barry MJ, Bruskewitz RC. Benign prostatic
hyperplasia: Diagnosis and treatment. Clinical Practice
Guideline No. 8, AHCPR Publication No. 94-0582. :Agency
for Health Care Policy and Research, Public Health Service,
US Department of Health and Human Services, 1994.
McGuire 1987
McGuire E. Detrusor response to obstruction. Department
of Health and Human Services, NIH Publication No. 872881. 1987;221.
Roehrborn et al 1996
Roehrborn CG, Siegel R. Safety and efficacy of doxazosin
in benign prostatic hyperplasia: A pooled analysis of three
double-blind, placebo-controlled studies. Urol 1996;48:406415.
Schulz et al 1995
Schulz KF, Chalmers I, Hayes RJ Altman DG. Empirical
evidence of bias: dimensions of methodological quality
associated with estimates of treatment effects in controlled
trials. JAMA 1995;273:408-12.
Wasson 1998
Wasson JH. Finasteride to prevent morbidity from benign
prostatic hyperplasia. N Engl J Med 1998;612-613.
Referencias a otras versiones de esta revisión
Wilt et al 1998
Wilt TJ, Ishani A, Stark G, Mac Donald R, Lau J and
Mulrow C. Saw palmetto extracts for treatment of
benign prostatic hyperplasia: a systematic review. JAMA
1998;280(18):1604-9.
McKinney 1999
McKinney DE. [Saw palmetto for Benign Prostatic
Hyperplasia]. JAMA 1999;281:1699.
Lavori 1992
Lavori PW. Clinical trials in psychiatry: should protocol
deviation censor patient data?. Neuropsychopharmacology
1992;6:39-63.
49
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Actividades Institucionales
XX CONGRESO PERUANO DE UROLOGIA 2008 Y
JURAMENTACION DE LA NUEVA JUNTA DIRECTIVA SPU
La gestión del Doctor Renán Otta como Presidente de la
Sociedad Peruana de Urología culminó con el éxito del XX°
Congreso Peruano de Urología llevado a cabo en Lima los
días 31de Julio, 01 y 02 de Agosto del 2008, en el Sheraton
Lima Hotel & Convention Center.
El programa científico urológico fue variado, con temas de
actualidad en andrología, laparoscopía y cirugía robótica,
uroginecología, urodinamia, vejiga hiperactiva, oncología
urológica, transplante renal, tecnología del futuro en
urología, hiperplasia benigna de próstata por último cirugía
mínimamente invasiva y uretra en urología pediátrica que
fueron desarrollados por los siguientes once profesores
extranjeros a los cuales agradecemos por su asistencia y
colaboración:
temas libres habiendo sido distinguido y premiado como
el mejor trabajo libre el de Nefrectomía laparoscópica del
donante vivo para transplante renal en el Hospital Edgardo
Rebagliati del Dr. Elvis Sueldo.
El 23 de Agosto del 2008 tuvo lugar en nuestro local
institucional, la juramentación de la nueva junta directiva
integrada por nuestro presidente Raúl Medina Ninacondor,
Miguel Meza Díaz Vicepresidente, Secretario General Dr.
Jorge Polo Cortez, Tesorero Dr. Giovanni Falconi Galvez,
Secretario de Actas Dr. Genaro Vargas Hernández y
Secretario de Acción Científica Dr. Luis Guerra Galarza.
Dr. Juan Carlos Tejerizo (Argentina). Vejiga hiperactiva,
Cistitis Intersticial
Dr. Richard Babayan. Dr. Joao Abdo y Dr. Miguel Rivero. Dr. Ricardo Munárriz
Dr. Humberto Villavicencio, Dr. Juan Carlos Tejerizo y Dr. Antonio Lima Pompeo
Dr. Miguel Rivero (Argentina). Andrología
Dr. Flavio Santinelli (Argentina). Laparoscopía
Dr. Joao Abdo (Brasil). Andrología
Dr. Mariano Mirandolino (Brasil). Laparoscopia
Dr. Paulo Palma (Brasil). Incontinencia urinaria femenina
Dr. Renan Otta, Dr. Raúl Medina y Dr. Decio Streit
Dr. Decio Streit (Brasil). Urología Pediátrica
Dr. Antonio Lima Pompeo (Brasil). Oncología Urológica
Dr. Humberto Villavicencio (España). Transplante Renal
Dr. Ricardo Munárriz (USA). Andrología
Dr. Richard Babayan (USA). Laparoscopia Robótica
Dr. Jack Elder (USA). Urología Pediátrica
Además de contar con la participación de profesores
nacionales, se desarrollaron un Simposio de la Sociedad
latinoamericana de Medicina sexual (SLAM) y un Curso
para Enfermeras. También fueron presentados posters y
50
Dr. Flavio Santinelli, Dr. Renán Otta, Dr. Miguel Rivero y Dr. Raúl Medina
Dr. Juan Corrales y Dr. Jack Elder
51
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
VIDA INSTITUCIONAL
Discurso del Dr. Raul Medina Ninacondor
Presidente SPU 2008-2010
-
Estimados colegas:
-
Desde hace 3 períodos vengo
participando en las juntas directivas
de la SPU las cuales gracias al trabajo
de sus Presidentes y componentes ha
logrado plasmar hechos sumamente
trascendentales como:
-
Confección del nuevo Estatuto de
la SPU obra trascendental que
contó con la colaboración total
de nuestros grandes maestros
con muchas horas de trabajo
totalmente desinteresado el cual
finalmente logro adecuarse a los
requerimientos legales y se pudo
inscribir en los Registros Públicos
lo que nos convirtió en una organización con deberes y
derechos ante el Estado y nuestra Sociedad .
-
La adquisición del local de la SPU el cual se ha
acondicionado adecuadamente para nuestras
actividades Académicas, Sociales y Administrativas .
-
La apertura de la SPU a los colegas Urólogos de todo el
País plasmado en el nuevo Estatuto en la condición de
Asociados.
-
-
Desde hace 2 periodos se inicia la Descentralización de
la SPU , realizándose eventos científicos en las filiales
(Trujillo, Ica, Arequipa) convirtiéndose en actividades
calendarizadas.
Se realizo el reconocimiento a nuestros miembros
mayores de 70 años a quienes merecidamente se les
exonera del pago de la membresía .
Mirando hacia el futuro la formalización, la globalización
y la interrelación con otras sociedades Urológicas, nos
hará enfrentar nuevos retos y nos acarrea mayores
responsabilidades (como por ejemplo: la recertificación,
peritaje en procesos contenciosos, consultarías del Comité
Nacional de Residentado Medico en lo referente a nuestra
especialidad, el requerimiento de ser miembro de la
52
-
Intensificar el programa de descentralización de la
SPU. Departamentos como Lambayeque y Cuzco que
cuentan con un numero significativos de colegas están
muy interesados en iniciar los tramites para formar
filiales
Fomentar una mayor participación en las actividades
científicas, a través de un programa de incentivos a los
miembros con mayor asistencia
Calendarización de las actividades científicas a nivel
nacional para que los Miembros de nuestra Sociedad
puedan también concurrir a las actividades científicas y
sociales.
-
Implementar y mejorar los servicios que brinda la Sede
Institucional de la SPU
-
Reforzar la Relaciones Internacionales, con el propósito
de obtener Becas y propiciar la capacitación en el
exterior
-
Implementar el Programa de Proyección a la
Comunidad, en acciones de Promoción y Prevención
-
Incorporar al programa de actividades científicas los
Forum por sub-especialidades
-
Incrementar la confraternización de los miembros de
nuestra sociedad .
-
Daremos apoyo y orientación jurídica a las filiales que
deseen inscribirse o regularizar su inscripción en los
Registros Públicos del Departamento de procedencia
Estamos convencidos que con la participación activa de
todos Ustedes podremos mejorar el nivel académico y
científico de nuestra querida Sociedad
Dr. Raúl Medina (al centro) en la Ceremonia de Juramentación de la Nueva
Junta Directiva de la SPU 2008-2010
SPU tramite exigido actualmente por cualquier entidad
extranjera que ofrezca una beca o pasantia.) lo que significa
que la SPU debe velar por la mejora de nuestros estándares
académicos, desarrollar la investigación, promover la
actualización y capacitación de nuestros asociados a través
de diversas becas o pasantias otorgadas por entidades
Internacionales o Nacionales.
-
Por estas razones y considerando que la infraestructura
del local de la SPU ha alcanzado un nivel adecuado,
pretendemos :
-
Priorizar las actividades académicas y científicas que
es la razón de ser de nuestra Sociedad.
-
Mejorar y optimizar los logros obtenidos por las
gestiones anteriores
-
Estar atentos a las sugerencias y planteamientos que
se nos haga llegar
-
Reanudar la publicación semestral de la Revista de la
SPU para lo cual como indica el Estatuto se llamara
a una Asamblea General Extraordinaria para elegir al
Presidente del Comité Editorial
-
Impulsar mejoras en la página WEB
53
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
Calendario Urológico 2009
Febrero
Octubre
Reunión Interhospitalaria Hospital Guillermo
Almerara I. ESSALUD. Martes 17 de Febrero
World Congress of Endourology & SWL. Munich 6-10
Octubre
Marzo
Reunión de Sub Especialidad Urología Pediátrica.
Martes 20 de Octubre
Reunión de la Sub-especialidad de Laparoscopía.
Martes 17 de Marzo
52 Curso de Urología. Fundación Puigvert. Barcelona
21-23 Octubre
Información para los autores
1. Los trabajos deberán ser enviados al Editor de la
Revista, Dr. Juan G. Corrales Riveros, Jr. Huamachuco
N° 1960 Jesús María, celular: 999097658, e-mails:
[email protected], [email protected], página
web: www.spu.org.pe, Lima, Perú.
Congreso Anual EAU. Estocolmo. 17-21 Marzo
Congreso Argentino de Urología. Buenos Aires 07-09
Octubre
2.
Abril
XXXII Congreso Chileno de Urología. Coquimbo 28-31
Octubre
3. El comité de la revista acusará recibo del trabajo,
evaluará el mismo y en 15 días comunicará si ha
aceptado, propondrá las modificaciones que considere
conveniente.
Reunión Interhospitalaria Centro Médico Naval.
Martes 21 de Abril
Noviembre
AUA Annual Meeting. Chicago 25-30 Abril
XXX Congreso de la SIU.
Shangai. 1-5 Noviembre
Mayo
XXXII Congreso Brasileño de Urología.
III Curso Descentralizado en la Ciudad de Arequipa.
15-16 Mayo.
Goiania. 07-11 Noviembre
Reunión Interhospitalaria Instituto de Salud del Niño.
Martes 19 de Mayo
Junio
Reunión Interhospitalaria Hospital Nacional María
Auxiliadora.
Martes 17 de Noviembre
Curso Descentralizado de Urología en la Ciudad de
Ica
V Curso Internacional de Urología. Hospital Central
Fuerza Aerea del Perú. Lima. 04-06 Junio
CIII Congreso Francés de Urología.
Reunión de Sub Especialidad Manejo del Piso
Pélvico. Martes 16 de Junio
LX Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de
Urología. Monterrey. 17-22 Noviembre
IV Curso Descentralizado de Urología en la Ciudad de
Trujillo. 26-27 de Junio
Julio
Reunión Interhospitalaria Hospital Cayetano Heredia.
Martes 21 de Julio
X Curso de Cirugías Urológicas por Video.Goiania.
Brasil.
20-25 Julio
Agosto
XII Jornada Peruana de Urologia.
Jueves 06, viernes 07 y sábado 08 de Agosto.
Sheraton Lima Hotel & Convention Center
XLIV Congreso Internacional de Urología. Bogotá.
12-16 de agosto.
Setiembre
Reunión Interhospitalaria Hospital FAP.
París. 18-21 Noviembre
Diciembre
VIII Congreso Uruguayo de Urología. III Congreso de
Urología del MERCOSUR. 37 Jornadas Rioplatenses
de Urología. Punta del Este 02-05 de Diciembre.
Congreso Centroamericano y Cubano de Urología.
La Habana 7-11 Diciembre
XXIV Jornadas Nacionales para Residentes de
Urología. III Jornadas Latinoamericanas para
Médicos Residentes de Urología. Hospital Privado de
Mar del Plata. Tema Central: Uro-oncología. 10-12
Diciembre.
Enero 2010
XI Congreso de Urología de la Asociación Académica
de Urología de las Fuerzas Armadas, 28, 29, 30
Enero. Miraflores Park Plaza
Las Sociedades Internacionales AUA, EAU, CAU, SIU
tienen su propia agenda anual y pueden visitarse en
sus respectivas páginas WEB
d. Discusión: Debe interpretar los resultados y los
aspectos que desee resaltar o comparar con otros
trabajos, haciendo hincapié en los aspectos nuevos e
importantes del estudio.
Los trabajos deben ser inéditos y no deben ser
presentados simultáneamente a otra publicación.
4. Una vez aceptados los trabajos son propiedad de esta
revista y no podrán ser reimpresos sin autorización del
Comité Editorial.
Mencionar la importancia académica, teórica o
práctica de los resultados obtenidos sobre las nuevas
vías deinvestigación que se abren como resultado del
trabajo.
e. Conclusiones: Deben derivar del estudio y de la
comparación con los trabajos previos de otros autores
sobre la misma materia.
f. Bibliografía: Se ajustará a las normas del Index Medicus
y será presentada en hoja aparte exactamente en el
orden que aparece en el texto entre paréntesis.
5. Los trabajos deberán ser escritos en Castellano y sólo
en Inglés si son de colaboración internacional.
6. Los autores son los responsables exclusivos de todas
las opiniones, métodos y conclusiones que presenten.
Bibliografía de revistas
7. Presentación de los trabajos
• Apellidos e iniciales de todos los autores (a partir de
3 autores se añadirá ‘y col’), título del trabajo, en su
idioma original, abreviatura de la revista según patrón
internacional del Index Medicus, número del volumen,
primera página y año.
Remitir los trabajos mecanografiados o por computadora, a
doble espacio, papel bond 80 g formato A-4 original y copia
o en disquette. No deberá exceder de 10 páginas.
La primera página contendrá: el título del trabajo, apellidos
y nombres del autor o autores, centro de trabajo, ciudad
y país, resumen del trabajo en castellano e inglés y las
palabras clave.
El resumen contará de las siguientes partes: Objetivos,
métodos, resultados y conclusiones. No excederá de 30
líneas. Al pie de página, para correspondencia, indicar
dirección, teléfono y fax.
El desarrollo del trabajo se hará en las páginas
correlativamente numeradas siguiendo las partes clásicas
de que consta un original científico:
a. Introducción: Debe exponer el problema y hacer
un corto resumen de los conocimientos actuales y
precisar el objetivo del estudio.
Bibliografía de libros
• Apellidos e iniciales de todos los autores, título del
libro en su idioma original, páginas, editorial, ciudad y
año, en este orden.
Figuras
• Se enviará las figuras o fotos por duplicado, en papel
blanco (tamaño 9 x 13 cm) o diapositivas.
La revista se reserva el derecho a rechazar las figuras
que no considere de calidad o inapropiadas. También
la revista decidirá cuando las figuras irán en color y
cuando en blanco y negro.
Las figuras serán hechas con tinta china negra sobre
cartulina blanca, estar perfectamente numeradas e
identificadas con el título y nombre del autor, así como
la posición en que han de publicarse señaladas con
b. Material y métodos: Debe describir las características
del material estudiado y los métodos utilizados.
c. Resultados: Deben ser expuestos en forma
estrictamente objetiva con el análisis estadístico, sin
interpretación personal y acompañado de tablas e
ilustraciones.
Martes 15 de Setiembre
54
55
Revista Peruana de Urología I Volumen XVII I Enero-Junio 2009
una flecha, indicando claramente el lugar del texto
donde deben ser ubicadas.
Los pies de figura (leyenda) irán en hoja aparte.
No escriba con rotulador o bolígrafo detrás de las
fotografías, pues se traspasan y se estropean.
En las fotografías, esquemas, tablas extraídas de
revistas o libros, deberá consignarse la fuente, autor y
permiso (si lo hubiese).
Tablas
• Con sus títulos correspondientes, serán incluidas
separadamente, con numeración independiente de las
figuras y utilizando caracteres romanos.
8. Casos clínicos
Deberán presentarse en forma concisa. No ocuparán
más de 6 páginas.
Tendrán un máximo de 4 ilustraciones y 10 citas
bibliográficas.
Enviar original y copia de texto y figuras.
9. El primer firmante del artículo será el responsable de
la correspondencia.
Las galeras serán remitidas para su corrección al
primer firmante.
Estas galeras serán devueltas al editor de la revista de
la Sociedad Peruana de Urología. El primer firmante
se responsabiliza de los errores aparecidos en la
publicación definitiva y la incorrecta posición de las
figuras en caso de no haberse realizado una corrección
adecuada.