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IV REUNIÓN CIENTÍFICA DE LASOCIEDAD ESPAÑOLADEL DOLOR
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PATOLOGÍA OSTEOMUSCULAR Y NUEVOS ANTI COX-2
J. M. Salazar
Servicio de Reumatología. Hospital Infanta Cristina. Badajoz
La Asociación Internacional para el estudio del dolor
define el dolor como una sensación y experiencia emocional desagradable, asociada con daño tisular real o
potencial (IASP, 1979). El daño tisular determina tres el
tipos de dolor: a) nociceptivo: provocado por estímulos
de los nociceptores del dolor en cualquier tejido; b)
neuropático: por lesión de las vías o centros nerviosos
del dolor (centrales o periféricos), y c) psicógeno: no se
objetiva daño tisular.
El dolor es probablemente el síntoma más frecuente
de enfermedad y prácticamente una constante en las diferentes enfermedades reumatológicas constituyendo,
en la mayoría de los casos, el motivo de consulta inicial. Los diferentes grupos de patologías, incluidos en
el Nomenclator de las enfermedades reumatológicas de
la Sociedad Española de Reumatología, se relacionan
en la Tabla I.
TABLAI
NOMENCLATOR DE LAS ENFERMEDADES REUMÁTICAS
(SER)
1. Enfermedades inflamatorias del tejido conectivo
2. Espondiloartropatías inflamatorias
3. Artrosis
4. Artritis relacionadas con infección
5. Artropatías microcristalinas
6. Anomalías bioquímicas
7. Tumores y procesos afines
8. Osteonecrosis, osteocondritis y osteocondrosis
9. Reumatimos de partes blandas y síndromes
compartimentales
10. Trastornos del alineamiento y de la estática
11. Reumatismos psicógenos
12. Otras enfermedades articulares
13. Manifestaciones articulares en las enfermedades de
otros órganos y sistemas
La Encuesta Nacional de Salud de 1987 mostró que
la cuarta parte de la población española padece algún
proceso reumático. Según datos de la última Encuesta
Nacional de Salud Española realizada en 1995 las en-
fermedades reumáticas y el dolor de espalda en mayores de 16 años, constituía la primera causa de limitación
de actividad durante más de 10 días en el último año y
los fármacos prescritos para su tratamiento (síntomas
musculoesqueléticos) eran los de mayor consumo.
De entre todas las patologías osteomusculares destaca la artrosis con una prevalencia en la población general de nuestro país del 24%. Estudios realizados en
otros países muestran hallazgos similares. Según el estudio Reumatos-90, el 51% de los pacientes mayores de
60 años padecen artrosis y otros reumatismos. Extrapolando datos se admite que en España deben existir aproximadamente 3.700.000 enfermos reumáticos.
Recientemente se ha realizado por la Sociedad Española
de Reumatología un estudio de prevalencia, en la población española mayor de 20 años, de siete de las enfermedades reumáticas más relevantes. Las prevalencias obtenidas
en dicho estudio (EPISER 2000) y sus intervalos de confianza se relacionan en la Tabla II. Estos procesos afectan
de forma significativa a la calidad de vida y condicionan un
consumo elevado de fármacos, sobre todo antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), de forma crónica.
En las enfermedades osteomusculares , aunque pueden coexistir otros tipos de dolor, se produce un dolor
nociceptivo. En muchas de ellas los mediadores de la
TABLAII
EPISER 2000: PREVALENCIADE ENFERMEDADES
REUMÁTICAS EN LAPOBLACIÓN ESPAÑOLA(>20 AÑOS)
Enfermedad
AReumatoide
Lumbalgia (puntual)
(últimos 6 meses)
Artrosis manos
Artrosis rodilla
Fibromialgia
Dolor generalizado
Osteoporosis
Lupus E. Sistémico
Prevalencia
Intervalo de
confianza 95%
0,5
14,8
45,3
5,34
10,2
2,4
8
3,9
0,091
0,2-0,8
13,3-16,3
43,2-47,4
4,4-6,3
8,9-11,4
1,7-3
5,9-10,2
3,1-4,9
<0,207
8
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respuesta inflamatoria liberados como consecuencia del
daño tisular (histamina, acetil-colina, bradiquinina y serotonina) actúan produciendo dolor. Igualmente en los
procesos inflamatorios se liberan prostaglandinas que
sensibilizan a las terminaciones nerviosas periféricas
reduciendo el umbral de percepción del dolor. Otros
mediadores del dolor, como la sustancia P, son también
liberados y parecen desempeñar un papel coadyuvante
en la cronificación de la enfermedad.
Desde el punto de vista terapéutico los analgésicos
periféricos y los AINEs constituyen el primer escalón
de analgesia recomendado por la OMS. Los AINEs basan su mecanismo de acción en la inhibición de la ciclooxigenasa (COX) bloqueando la conversión de ácido araquidónico en prostaglandinas
Desde principios de la década de 1990 se diferencian
dos isoenzimas de la ciclooxigenasa, reguladas independientemente por genes diferentes. La ciclooxigenasa-1 (COX-1) denominada constitutiva es fisiológica,
tiene una expresión relativamente constante en todos
los tejidos, produce la prostaglandina E2 (PGE2) y
tromboxanos en estomago, riñón, plaquetas y otros tejidos. Su función fisiológica consiste en participar en
preservar la integridad de la mucosa gástrica y en regular la hemostasia. La segunda isoforma (COX-2) es patológica, habitualmente indetectable pero inducible localmente donde se produce lesión tisular por estímulos
inflamatorios o citocinas (interleucina-1). Su función es
intervenir en todos los procesos flogóticos (dolor, inflamación y fiebre).
Por otra parte es de reseñar que las reacciones adversas provocadas por los AINEs suponen el 25% del total
de secundarismos por fármacos y el 25% de las úlceras
gastroduodenales. En un ensayo multicéntrico prospectivo y observacional (estudio ARAMIS), realizado sobre más de 1900 pacientes con artritis reumatoide en
tratamiento con AINEs durante un seguimiento de 36
meses, se concluye que el 15% de los pacientes presentaron algún secundarismo gastrointestinal en relación al
tratamiento.
Dado que la COX-1 tiene como función preservar
efectos fisiológicos deseables, la elección terapéutica
ideal sería poder actuar inhibiendo selectiva o específicamente a la COX-2. Los AINEs clásicos bloquean las
síntesis de PGS inhibiendo tanto a la enzima COX-1
como a la COX-2. De ellos el Piroxicam, Indometacina, Tolmetin sódico y el ácido acetilsalicílico presentan
una mayor inhibición sobre COX-1 que sobre COX-2
con una relación de selectividad >1, que en el caso del
Piroxicam es hasta 250 veces mayor sobre COX-1. El
Ibuprofeno, Naproxeno y Diclofenaco presentan una
inhibición media. La Nabumetona y el Etodolaco la
presentan baja (1 ó <1) con mayor inhibición sobre la
COX-2. El Meloxicam y la Nimesulida desarrollan una
inhibición preferencial sobre COX-2 y mínima sobre
COX-1, aproximadamente 10 veces superior sobre la
primera (el cociente de selectividad varia entre 0,01 y
0,8). Los corticoides inhiben la expresión de la COX-2
con escaso efecto sobre la COX-1.
Así pues el antiinflamatorio ideal sería aquel que inhiba de forma altamente selectiva o específica la enzima COX -2 obteniendo un máximo efecto antiinflamatorio y que de forma coincidente no inhiba a la COX-1
para evitar la toxicidad gastrointestinal.
Diferencias entre selectividad y especificidad
La selectividad es una medida in vitro de la cantidad
relativa de un fármaco necesaria para inhibir a una enzima más que a la otra (es poco relevante al valorar la
actividad-efecto clínico). Sin embargo, la especificidad
es un concepto in vivo que refleja la capacidad de un
fármaco para proporcionar una inhibición clínicamente
significativa de la COX-2 sin inhibir de forma clínicamente relevante la COX-1. Se ha de demostrar por medio de mediciones con relevancia clínica: a) demostración de eficacia anti artrítica con un margen de
seguridad tal que el doble de la dosis terapéutica máxima no produzca toxicidad gastro intestinal); b) ausencia
de efectos clínicamente relevantes sobre la función plaquetaria relacionados con la COX-1; c) ausencia de ulcus gastroduodenal, perforación o hemorragia gastrointestinal inducidos por el fármaco; d) reducción de las
úlceras, perforación, hemorragia o intolerancia gastrointestinal con respecto a los AINEs clásicos.
La inhibición preferencial sobre la COX-2 no asegura la inocuidad del AINEs, lo que si ocurre con los inhibidores específicos o altamente selectivos de la COX-2
con cocientes de selectividad entre 0,001 y 0,01 : Celecoxib (400 veces más potencia inhibidora sobre COX-2)
y Rofecoxib (820 veces mayor inhibición sobre
COX-2).
Existen otros inhibidores de COX-2, actualmente
en desarrollo (Fase I y II) cuyo futuro es prometedor:
T- 614; JTE- 522; NS-398 y TS-932, RWJ –63556,
Valdecoxib y Parecoxib.
En la actualidad la FDA solo ha aprobado la utilización de Rofecoxib en la artrosis y Celecoxib en artrosis
y artritis reumatoide.
IV REUNIÓN CIENTÍFICADE LA SOCIEDAD ESPAÑOLADEL DOLOR
La artrosis (OA) es la enfermedad del tejido hialino
que recubre a las articulaciones diartrodiales. Definida
clásicamente como una enfermedad degenerativa articular, en la actualidad se considera como un síndrome más
que como una enfermedad. Fundamentalmente consiste
en un proceso bioquímico basado en un aumento en la
actividad proteinásica del condrocito mediado por citocinas (se produce estimulación de sustancias como metaloproteinasas, interleucina-1 y 6, prostaglandinas, óxido nítrico, factor de necrosis tumoral alfa y COX-2) que
determinan la destrucción de la matriz extracelular, fallo
biomecánico y destrucción del cartílago. Tiene más de
intento reparador que de degenerativo y no se trata de
un simple proceso de envejecimiento. Se caracteriza por
tres hechos: a) la existencia de pinzamiento del cartílago
(debido a su destrucción enzimática que se manifiesta
radiológicamente como una reducción de la interlínea
articular); b) remodelado de las epífisis y metáfisis
óseas con neoformación y rarefacción ósea (manifestado radiológicamente por osteofitos y quistes óseos o geodas), y c) coexistencia de una sinovitis secundaria, habitualmente de poca intensidad.
Clínicamente la OAse manifiesta por dolor en una o
pocas articulaciones, de características mecánicas (incide fundamentalmente al iniciar el movimiento, mejora
con el reposo y raramente observa incidencia nocturna). Afecta preferentemente a rodillas, caderas, interfalangicas y trapecio-1ª metacarpofalangicas y metatarsofalangicas. Puede ser primaria o secundaria a otras
enfermedades y existen unos factores considerados como predisponentes: sexo, edad, predisposición genética, estrés mecánico y uso repetitivo articular, traumatismos, obesidad, trastornos articulares congénitos y del
desarrollo y enfermedades inflamatorias articulares
previas. Se han establecido unos criterios de clasificación de la OA de rodilla, cadera y mano que presentan
utilidad diagnóstica (Tablas III, IV y V). Los criterios
de clasificación funcional de la American College of
Rheumatology (ACR) se recogen en la Tabla VI.
La OA es la enfermedad articular más frecuente con
una prevalencia que aumenta progresivamente con la
edad. Considerando el aumento de longevidad de la población en las sociedades desarrolladas, su prevalencia
será progresiva así como su impacto socioeconómico.
Los objetivos del tratamiento de la artrosis son aliviar el dolor, la rigidez y la hinchazón, mantener la función articular y reducir la incapacidad con la consecuente mejoría en la calidad de vida.
La ACR estableció unas normas generales para el
tratamiento de la OA en 1995 consistentes en: a) trata-
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TABLAIII
CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE LAARTROSIS
DE RODILLA
1. Dolor de rodilla
2. Osteofitos
3. Líquido sinovial de artrosis
4. Edad >/= 40 años
5. Rigidez matutina de rodilla </0 30 minutos
6. Crepitación
OA si reúne: 1 y 2 ó 1,3,5 y 6 ó 1,4,5 y 6; Sensibilidad: 94%; Especificidad: 88%.
TABLAIV
CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE LAARTROSIS
DE CADERA
1. Dolor de cadera
2. VSG </= 20 mm.h-1
3. Osteofitos en acetábulo y/o fémur
4. Reducción del espacio articular radiográfico
OAsi reune: 1,2 y 3 ó 1,2 y 4 ó 1,3 y 4; Sensibilidad: 89%; Especificidad: 91%.
TABLAV
CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE LAARTROSIS
DE MANO
1. Dolor o rigidez de mano
2. Proliferación osteocartilaginosa en 2 o más de las 10
articulaciones seleccionadas*
3. Tumefacción en menos de 2 MCFs
4. Proliferación osteocartilaginosa en 2 o más IFDs (2ª y 3ª
IFD pueden ser contads en 2 y 4)
5. Deformidad en 1 o más de las 10 áreas articulares
seleccionadas*
* 2ª y 3ª IFPs e IFDs y TMC de ambas manos; OAsi reune: 1,2 y 3
+ 4 ó 5; Sensibilidad: 93%; Especificidad: 97%.
TABLAVI
CLASIFICACIÓN FUNCIONALDE LAARTROSIS (ACR)
Clase I. Completamente capaz de realizar las actividades
usuales de la vida diaria (cuidado personal, ocupación
y tiempo libre)
Clase II. Capaz de realizar las actividades del cuidado
personal y ocupacional, pero limitado para el ocio.
Clase III. Capacidad para realizar las actividades del cuidado
personal pero limitación para las actividades ocupaciones
y del tiempo libre.
Clase IV. Limitación en la capacidad para realizar las
actividades del cuidado personal, ocupacional y ocio.
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IV REUNIÓN CIENTÍFICADE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DEL DOLOROLOR
miento no farmacológico: educación, apoyo social,
perdida ponderal si existe sobrepeso, ejercicios aeróbicos, fisioterapia y terapia ocupacional; b) como tratamiento farmacológico se preconiza inicialmente el uso
de Paracetamol a dosis de 4 gramos diarios fraccionados cada 6 horas; c) en un segundo escalón terapéutico
se utilizará Ibuprofeno en dosis de 400 mg 4 veces al
día o salicilátos no acétilados; d) ante la ausencia de
respuesta propone la prescripción de dosis máximas de
AINEs, asociados a Misoprostol si existen factores de
riesgo de hemorragia o úlcera gastrointestinal alta; e)
si la respuesta es inadecuada se valora el tratamiento
quirúrgico.
Los analgésicos opioides deben ser evitados en los
procesos de larga duración, aunque pueden ser útiles en
exacerbaciones puntuales.
Estas opciones terapéuticas se pueden modificar en
la actualidad con la disponibilidad de fármacos anti
COX-2 específicos.
Rofecoxib en artrosis: La eficacia clínica de Rofecoxib en pacientes con OA periférica ha sido evaluada
mediante estudios en los que participaron más de 5.000
pacientes. Todos fueron realizados a doble ciego y con
grupos paralelos aleatorios con placebo y/o controles
activos
Las características basales de los pacientes objeto de
los estudios fueron similares. Se exigía la evidencia clínica y radiológica de OA de rodilla o cadera con síntomas durante al menos los 6 meses previos al estudio. La
edad media fue de 64 años con un rango entre los 38 y
92 años. La mayoría se encontraban en una clase funcional II de la American Rheumatological Association
(ARA) y la duración media de la OA de rodilla era de
10 años.
Los pacientes que integraban los estudios fueron
evaluados periódicamente mediante variables de eficacia primarias y secundarias derivadas, muchas de ellas,
del cuestionario del índice de artrosis de las Universidades Western Ontario y Mc Master ( WOMAC). Las
tres variables primarias de eficacias evaluadas fueron:
a) el dolor al caminar sobre una superficie plana puntuada en una escala analógica visual del 0 (“sin dolor”)
a 100 mm (“dolor máximo”); b) la evaluación global de
respuesta al tratamiento realizada por el paciente: puntuada en una escala de Likert de 5 puntos (0 = nula; 1 =
mala; 2 = regular; 3 = buena y 4 = excelente); c) la evaluación global del estado de la enfermedad realizada
por el investigador se puntuó en una escala de Likert de
5 puntos (0 = muy bien; 1 = bien; 2 = regular; 3 = mal y
4 = muy mal).
Las variables secundarias de eficacia evaluadas fueron: Subescalas de función física, rigidez y dolor, puntuadas mediante una escala análogica visual de 0 a 100 mm,
donde 0 indicaba la ausencia de la variable evaluada y
100 su incidencia máxima. Para la evaluación global
del estado de la enfermedad realizada por el paciente se
utilizó una EAV semejante en la cual “0” indicaba
“muy bien” y “100” indicaba “muy mal.” Los abandonos del estudio por falta de eficacia se expresaron porcentualmente.
El primer estudio, de 6 semanas de duración, tenía
como objetivo la búsqueda de dosis de Rofecoxib con
5, 12,5, 25 y 50 mg una vez al día frente a placebo. Se
mostraron óptimas las dosis de 12,5 y 25 mg. Otro ensayo con dosis de 25 y 125 mg mostró una mejoría similar entre ambas dosis, con buena tolerancia y eficacia
significativamente superior al placebo. El Rofecoxib no
provocó una inhibición significativa de la COX-1 al
administrarse en dosis única de hasta 1000 mg diarios
(Eric EW et al).
En dos estudios de igual duración (6 semanas) se
comparó la eficacia de Rofecoxib a dosis de 12,5 y 25 mg
con Ibuprofeno 800 mg cada 8 horas y placebo en 1500
pacientes con OA de cadera y rodilla (Davies G et al y
Day Ric et al). El Rofecoxib mostró en ambas dosificaciones mejorías sustanciales estadísticamente significativas en comparación con el placebo, en relación a la situación basal, en las tres variables de eficacia primarias
y en las secundarias. Las mejorías con ambas dosis de
Rofecoxib fueron evidentes a partir de la segunda semana y comparables a las obtenidas con Ibuprofeno en
dosis altas (2.400 mg/día), tanto en las variables primarias como en las secundarias. El porcentaje de abandonos del estudio por ineficacia fue menor en los pacientes tratados con Rofecoxib.
En dos estudios multinacionales a doble ciego de 1
año de duración en casi 1500 pacientes con OAde rodilla o cadera se comparó Rofecoxib en dosis de 12,5 y
25 mg diarios con Diclofenaco 50 mg cada 8 horas
(Cannon GW et al y Acevedo E et al). El estudio mostró mejorías sustanciales y comparables con respecto al
valor basal en todas las variables de eficacia. Además el
tratamiento con Rofecoxib mejoró la valoración global
del tratamiento realizada por los pacientes y por los investigadores. El fármaco fue en general seguro y bien
tolerado.
La eficacia del Rofecoxib en dosis de 12,5 y 25 mg se
evaluó en unos 300 pacientes mayores de 80 años con
OA de cadera o rodilla en un estudio de 6 semanas de
duración, a doble ciego y controlado con placebo y Na-
IV REUNIÓN CIENTÍFICADE LA SOCIEDAD ESPAÑOLADEL DOLOR
bumetona 500 mg cada 8 horas (Ettinger WH, Jr et al).
Una vez concluidas las 6 semanas de tratamiento los pacientes pudieron continuarlo durante otras 24 semanas ,
con excepción de los asignados previamente a placebo
que fueron reasignados de forma aleatoria a uno de los
tres tratamientos activos. Los tratamientos con Rofecoxib y Nabumetona proporcionaron una mejoría semejante en las variables primarias de eficacia y en la evaluación global de la enfermedad realizada por el
paciente, de manera significativamente mayor a la observada con el placebo. La mejoría persistió hasta la
conclusión del estudio a las 30 semanas.
Otros estudios comparativos en pacientes sometidos
a reemplazo total de cadera y en dismenorrea primaria
mostraron una eficacia del Rofecoxib en dosis de 50
mg similar a la obtenida con Naproxeno en dosis de
550 mg para mejorar el dolor.
En resumen, en los estudios en fase III la administración de Rofecoxib en dosis única diaria provocó mejorías clínicamente importantes de los síntomas y signos de
la OA. En dosis de 12,5 y 25 mg demostró una eficacia
comparable a la de altas dosis de Ibuprofeno (2.400 mg
diarios) o Diclofenaco 150 mg al día y fue superior al
placebo en todos los criterios de valoración de eficacia.
Las mejorías persistieron al año de seguimiento.
Celecoxib en artrosis: Estudios en fase III sobre más
de 1000 pacientes con OA destinados a comparar la eficacia y seguridad de Celecoxib en dosis de 50, 100 y
200 mg, dos veces al día con Naproxeno 500 mg.12 h-1
y placebo, durante 12 semanas, mostraron que todas las
dosis de Celecoxib fueron más eficaces que el placebo.
Aunque la dosis de 50 mg.12 h-1 fue mínimamente eficaz, las dosis de 100 y 200 mg.12 h-1 mostraron una eficacia similar y comparable a la obtenida con naproxeno
500 mg.12 h -1 en la reducción de los síntomas y signos
de la OA. La tolerancia de Celecoxib y Naproxeno fue
buena (Bensen WG et al). La mejoría significativa del
dolor se produjo durante los dos primeros días del inició del tratamiento con Celecoxib y la máxima actividad analgésica y antiinflamatoria se evidenció en las
dos primeras semanas manteniéndose durante las 12 semanas del estudio.
Otros dos estudios sobre OA en 684 y 715 pacientes respectivamente, durante seis semanas, mostraron
una eficacia similar entre la utilización de Celecoxib
200 mg una vez al día o 100 mg.12 h -1 (Williams GW
et al). Asimismo la cuarta parte de los pacientes tratados con placebo abandonaron el estudio por falta de
eficacia mientras que en los grupos tratados con Celecoxib no alcanzó el 10%.
11
Artritis reumatoide: La AR es una enfermedad sistémica y compleja de etiología desconocida que presenta
un comienzo, curso clínico y pronóstico muy variables
y por lo tanto impredecibles. Su afectación suele ser
poliarticular, simétrica y aditiva con evolución crónica
y en brotes y tendencia a provocar deformidad e invalidez, pudiendo desarrollar manifestaciones extraarticulares. Su prevalencia es del 0,5% de la población y su
repercusión sociolaboral y económica es muy relevante. Para su diagnóstico resultan útiles los criterios de
clasificación diagnóstica expresados en la Tabla VII.
TABLAVII
CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE LAARTRITIS
REUMATOIDE (ARA1987)
1. Rigidez matutina (1h)
2. Artritis de 3 o más articulaciones
3. Artritis de IFPs, MCFs o muñecas
4. Artritis simétrica
5. Nódulos reumatoides
6. Factor reumatoide (+)
7. Erosiones Rx y/u osteopenia periarticular en manos y/o
muñecas
Criterios del 1 al 14: presentes al menos 6 semanas; Diagnóstico: 4
o más criterios; Sensibilidad: 91-94%; Especificidad: 89%.
La AR puede considerarse el paradigma de las enfermedades inflamatorias del aparato locomotor, lo cuál
explica el planteamiento de estudios de Celecoxib en
esta patología para su posterior extrapolación a otros
procesos articulares eminentemente inflamatorios.
Celecoxib en artritis reumatoide: Dado que la inhibición específica de COX-1 carece de efectos analgésicos
y antiinflamatorios no cabe esperar una mayor eficacia
del tratamiento con los Coxib en relación a los AINEs
clásicos puesto que ambos grupos de fármacos utilizados en dosis terapéuticas tienen una potencia similar
para inhibir la COX-2. La ventaja de su utilización radicaría en la mayor tolerancia y seguridad de los nuevos Coxib.
De los estudios en fase III en pacientes con AR destacan dos estudios realizados básicamente con el mismo diseño utilizado en los estudios sobre artrosis: controlados con placebo, a doble ciego, aleatorios y en
grupos paralelos. La duración fue de 12 semanas y en
uno de los estudios se practicó endoscopia basal y a su
conclusión. Los principales criterios de respuesta fueron la rigidez matutina, hiperalgesia articular, número
de articulaciones hinchadas y los apartados evaluados
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IV REUNIÓN CIENTÍFICADE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DEL DOLOROLOR
en la artrosis (como las evaluaciones globales realizadas por el paciente y el médico). Se comparó Celecoxib
en dosis de 100 mg.12 h-1, 200 mg.12 h-1 y 400 mg/12
horas con placebo y naproxeno 500 mg.12 h-1. Se demostró una eficacia semejante y una mayor seguridad
dado que el 19% de los pacientes tratados con Naproxeno desarrolló úlcera gástrica mientras que no se produjeron úlceras en los tratados con Celecoxib ni con placebo. La dosis de 400 mg.12 h-1 demostró ser el doble
de la dosis terapéutica requerida máxima.
Otro estudio prolongado durante 24 semanas, randomizado y doble ciego con una muestra de 655 pacientes
con AR de al menos 6 meses de evolución, comparó la
eficacia de Celecoxib 200 mg.12 h-1 con Diclofenaco 75
mg.12 h-1 obteniendo una eficacia comparable. Los
abandonos por efectos adversos gastrointestinales fue
tres veces superior en los pacientes tratados con Diclofenac (16 vs 6%; p <0,001) (Emery P).
Resumen: Las enfermedades osteomusculares muestran una prevalencia muy elevada. Cursan habitualmente con dolor y/o inflamación por lo que son candidatas a
tratamiento con AINEs, frecuentemente de forma crónica. Los AINEs clásicos presentan con frecuencia efectos adversos sobre todo a nivel gastrointestinal. La llegada de fármacos antiinflamatorios selectivos frente a
COX-2 puede obviar la aparición de secundarismos
gastrointestinales mejorando la seguridad y manteniendo la eficacia terapéutica de los AINEs clásicos.