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FILOSOFÍA
PERSONALIZANTE Y
HUMANIZADORA
(Texto revisado y actualizado según los manuscritos del autor)
PADRE GUILLERMO DE CASTELLANA OFM Cap.
(Francesco Bellina Bencivinni)
3
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
A vosotros, directivos y profesores,
amigos y colaboradores...
para aprender mejor a educar y formar
«ser guía de juventudes exige una autenticidad total».
A vosotros, jóvenes...
que anheláis emprender rutas nuevas,
comprender el valor sagrado de la vida
y vivirla con seriedad y entusiasmo.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Amigo:
La educación se ha convertido, desde hace algunos años, en un tema cotidiano,
prioritario y casi obsesivo.
En la mayor parte de los países, con mucha atención y solicitud, se han revisado,
no una vez, sino muchas veces, los programas y los métodos y se hace un
esfuerzo para su transformación y adecuación a los tiempos modernos.
Pero parece que el problema, antes que resolverse, se complica siempre más,
porque la solución no está propiamente en ensayar siempre cosas nuevas, sino en
crear hombres nuevos para tiempos nuevos.
Desgraciadamente se perfeccionan quizá los métodos, pero nos damos cuenta
que se deterioran siempre más los agentes principales de la educación, que son
los maestros; al mismo tiempo que se van infiltrando, en la mentalidad y en el
ambiente, principios e ideas que deforman y destruyen la personalidad de
profesores y alumnos; y los profesores y padres de familia, antes que reaccionar
eficazmente, se dejan convencer bajo pretexto de hacerse más modernos,
mientras que de verdad no hacen sino cohonestar la pereza, la ley del menor
esfuerzo, el egoísmo o egocentrismo que convierte a los demás y a los mismos
alumnos en instrumentos de sus propios intereses y satisfacciones.
La educación se ha transformado de vocación en burocratización de la enseñanza.
Si no nos reformamos a nosotros mismos, de nada valdrán los cambios de
programas y de métodos, y cada vez más iremos de fracaso en fracaso.
Este es un mundo que valora más el dinero que el espíritu.
La juventud se contrapone a los mayores, causando conflictos y desadaptación en
la familia, en la sociedad y en los centros de educación.
Ojalá sirvan estas pocas páginas para hacer reflexionar y cambiar.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CONTENIDO
pág.
PRIMERA PARTE: DIAGNÓSTICO DE LA REALIDAD
LATINOAMERICANA
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO UNO: PANORAMA DESCONCERTANTE
CAPÍTULO DOS: RASGOS DEL JOVEN LATINOAMERICANO
CAPÍTULO TRES: CRISIS DE LA PERSONALIDAD
CAPÍTULO CUATRO: LA JUVENTUD HOY
SEGUNDA PARTE: LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA, SUS FUENTES,
SUS COMPONENTES Y SUS CONSECUENCIAS
CAPÍTULO CINCO: LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA
CAPÍTULO SEIS: LA PERSONA HUMANA Y LOS VALORES
CAPÍTULO SIETE: LA EDUCACIÓN PERSONALIZANTE EN EL CAMPO
DEL CONOCIMIENTO O ENSEÑANZA ACTIVA
CAPÍTULO OCHO: LA INVESTIGACIÓN. Necesidad y provecho
CAPÍTULO NUEVE: LA EDUCACIÓN PERSONALIZANTE EN EL
CAMPO ÉTICO. Educación integral en el amor
CAPÍTULO DIEZ: EDUCACIÓN A LA VERDAD
CAPÍTULO ONCE: LA EDUCACIÓN EN Y PARA LA LIBERTAD
CAPÍTULO DOCE: LA EDUCACIÓN PARA LA JUSTICIA
CAPÍTULO TRECE: EDUCACIÓN DE LA CONCIENCIA
CAPÍTULO CATORCE: CONSECUENCIAS PSICOSOMÁTICAS
DE LA EDUCACIÓN
CAPÍTULO QUINCE: EL CARÁCTER
CAPÍTULO DIECISÉIS: INTEGRACIÓN ENTRE FAMILIA,
ESCUELA Y ESTADO
CAPÍTULO DIECISIETE: LAS CARRERAS TECNOLÓGICAS.
Nombre – historia – legislación
CAPÍTULO DIECIOCHO: LA ENSEÑANZA POLITÉCNICA EN
COLOMBIA
CAPÍTULO DIECINUEVE: LA UNIVERSIDAD A DISTANCIA
CAPÍTULO VEINTE: VISIÓN UNITARIA DE LA
FILOSOFÍA HUMANIZADORA
CAPÍTULO VEINTIUNO: LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA Y LA
“CUESTIÓN SOCIAL”
CAPÍTULO VEINTIDÓS: EL EDUCADOR CATÓLICO. Importancia –
Identidad – Rasgos – Testigo de la Fe
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
ANEXOS
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
INTRODUCCIÓN
Ninguna filosofía es válida ni posible si no tiene apoyo y confianza en los principios
racionales y como fin supremo la verdad, cuya plenitud es Dios, verdad que Él ha
escondido en las profundas entrañas de las cosas.
Mucho más la acción y la conducta del hombre necesitan principios reguladores
que interpreten lo mejor de la naturaleza humana y sus profundas motivaciones
éticas.
Estas convicciones han suscitado, en todos los tiempos y en todas las latitudes,
hombres eminentes que han trabajado para su propio perfeccionamiento, han
practicado el heroísmo y aún la entrega de su vida para causas nobles y para el
bien común. Igualmente la religión y la filosofía teocéntrica, rectamente
entendidas, han impulsado al hombre hacia la cumbre de la perfección y la
filosofía antropocéntrica lo ha llevado, no rara vez, al despotismo, a la idolatría de
sí mismo y por esto a la degradación.
La misma filosofía de la historia señala grandes épocas en que la vida sobria y
morigerada llevó al engrandecimiento de los pueblos y épocas de decadencia
moral que los llevaron a la ruina.
La filosofía moderna se ha independizado siempre más de Dios y con eso se ha
abierto el camino a todas las aberraciones y a tantas teorías sin fundamento
científico, sólo inspiradas por un sensismo grotesco, un materialismo ciego o un
utilitarismo egoísta.
Principalmente Kant, con su «imperativo categórico», ha vaciado la moral de toda
racionalidad impulsándola hacia el automatismo y el fatalismo. La ética kantiana
se inserta como fuerza impersonal entre Dios y la conciencia humana, rehuye toda
responsabilidad, que es un diálogo, y se transforma en un monólogo de su propio
yo, esto es, en una moral subjetiva y por esto en una ley muerta y sin eficacia.
Además, infiltrándose paulatinamente en el pensamiento contemporáneo, a través
del idealismo y del naturalismo panteístico, del materialismo histórico y del
existencialismo fenomenológico, como del humanismo nietzschiano, ha minado los
fundamentos de todo orden moral, social y político; los vulgarizadores, periodistas
y escritores de toda clase, lo han llevado hasta las masas y las consecuencias
prácticas han sido catastróficas.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Por esto la protesta alguna vez airada de la juventud, que no se conforma con ser
engullida por quimeras.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
PRIMERA PARTE
DIAGNÓSTICO DE LA
REALIDAD LATINOAMERICANA
«Toda contradicción
entre especulación y vida
es falta de carácter,
mentira e hipocresía
y por esto, falsa filosofía».
Soren Kierkegaard
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO UNO
PANORAMA DESCONCERTANTE
«Vivimos en un mundo
de egoísmos y de injusticias,
donde flotan más:
los más cínicos,
los más zorros,
los más taimados.
Caminad de frente, siempre adelante,...
en medio de tantos granujas,
tendréis el honor de ser honrados».
García Salve
«Ser honrado en este mundo
equivale a ser escogido
uno entre diez mil».
Hamlet – Shakespeare
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
El hombre de hoy es un frustrado. Nadie está satisfecho, puesto que, aunque
aumenten las riquezas y los bienes de la cultura, inmensamente más aumentan
las ambiciones, aún las más injustificadas y perjudiciales.
En las escuelas primarias los programas, poco pedagógicos, pesan como una
capa de plomo sobre la inteligencia y la limitada capacidad de los niños.
En la educación media, los programas son demasiado amplios -cada materia es
casi una enciclopedia- y las clases -reducidas a mera enseñanza- son muy
impersonales y privadas de todo interés para los estudiantes, mientras que los
profundos cambios fisiológicos y mucho más psicológicos de la adolescencia (la
edad borrascosa de la vida) pasan casi desapercibidos para padres y educadores
y el alumno debe afrontarlos y resolverlos, bien o mal, por sí mismo: así que, en
sus luchas íntimas y aún entre el bullicio exterior, se siente casi solo y sin ayuda,
cuando más la necesita. Lo que produce las primeras y más grandes desilusiones
de la vida y quizá la catástrofe total de la existencia. El joven se siente impotente
para luchar porque no está adiestrado y los ideales más bellos, se convierten en
vanas ilusiones. Por esto, o cae en el conformismo, en donde el egoísmo y el
utilitarismo son la ley determinante de la vida, o se deja arrastrar hacia un
hedonismo brutal que no busca sino la satisfacción sensual o le invade la sed
insaciable de enriquecimiento y de predominio que le hacen atropellar todas las
leyes de la honestidad, o estalla en la rebeldía contra todo orden y autoridad.
En las universidades domina, de ordinario, la mediocridad, sin aspiraciones que
enrumben seriamente la vida hacia ideales fuertes y benéficos. La preparación a
una profesión es con un mínimo indispensable de conocimientos, sin ningún
anhelo para la investigación y en donde, bajo el título de investigación, se debate
un núcleo informe de ideologías, aún las más aberrantes y sin fundamento
científico y así antes que formar, deforman al alumno; reduciéndose la vida
universitaria, no pocas veces, a un proselitismo agresivo que transforma las aulas
en un verdadero campo de batalla y del que los mejores alumnos salen hastiados,
escépticos, sin principios morales y sin ideales o víctimas de ideologías
revolucionarias, escogidas, no porque sean las mejores, sino por odio a una
sociedad desquiciada e hipócrita.
En la familia se han perdido, en buena parte, los valores de la fidelidad y del
amor, cunde la irritabilidad en el comportamiento, la criminalidad en la procreación,
la inercia y el descuido en la obra educadora y con frecuencia el vicio y la miseria
desesperante. Se desintegran los hogares, se propaga el matrimonio civil para
concluir en el amor libre y las separaciones arbitrarias desembocan en el divorcio,
que atenta contra el sano crecimiento, la debida educación y el derecho de los
hijos a la amorosa asistencia de ambos padres, que nadie puede suplir.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
En la vida social se advierte un profundo malestar: pocos hombres sinceros,
honestos, trabajadores y, en cambio, el engaño, la especulación y el cínico
aprovecharse, aún de las desgracias ajenas. El ansia de ganar pervierte las
profesiones que, de noble servicio a la comunidad, se convierten en vulgar
explotación, contamina las nuevas clases emergentes hasta el punto de hacerles
perder todo freno y toda dignidad individual y colectiva, abusando del dinero y del
poder que le granjea, hasta el punto de especular, aún con los peores vicios, como
son: la trata de blancas, sacrificando la dignidad de la mujer al ídolo de la lujuria
masculina; el comercio infame de los niños so pretexto de legalizar las
adopciones, el tráfico de drogas que, mientras lleva a la más abierta degradación,
envenena y destruye la juventud, acumula, en cambio, montañas de billetes en las
manos criminales de los traficantes, el asalto sistemático y calculado a los bienes
públicos o del Estado y la delincuencia organizada, quedando la vida social
sometida al despotismo de pocos o de la mafia imperante que tiene su propia ética
y su falso código moral.
La democracia entre nosotros, es todavía un mito que llena la boca de los
gobernantes y politiqueros, porque no la usan sino para engañar al pueblo, para
construir su propia grandeza sobre la miseria de los electores y para asegurar sus
pingües ganancias. No hay verdadera y equitativa participación de todos los
ciudadanos al bienestar común y se acentúan siempre más las distancias
abismales entre ricos y marginados, mientras la burguesía y la clase mercantil
chupan a los de arriba y a los de abajo con una avidez cínica. El resto es lentitud y
cobardía en aplicar las leyes de la justicia social. Por esto la juventud se abre a la
dictadura, a la guerrilla y a las teorías revolucionarias.
En el campo sociopolítico se desencadena la pugna de los partidos y de sus
candidatos que no buscan el bien verdadero de la patria, sino el predominio
personal y los mezquinos intereses de casta, aún conculcando los principios
morales y su propia dignidad. Por esto nos vemos acosados por el crecer de la
burocracia parasitaria, la corrupción administrativa que hace del presupuesto
público botín de oportunistas, la terrible mediocridad que impera en los cargos
públicos, que no sirven si no para mantener feudos electorales, desplazando a
quien tiene legítimo derecho por su eficiente preparación profesional y su
reconocida honestidad. El servicio público convertido en recompensa electorera es
la degradación máxima del poder.
En el campo del sindicalismo existe ciertamente el derecho natural a asociarse
en defensa de sus legítimos intereses. Pero no puede negarse que con frecuencia,
los sindicatos se han vuelto una fuerza de opresión, constituyéndose en
oligarquías de grupo, o reduciendo todo a la lucha, a las ventajas puramente
salariales y éstas con tal ambición desequilibrada que lleva a la ruina las
empresas y el equilibrio económico del país y llegando al punto que más se
pretende cuanto más deficiente es el servicio que se presta.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
El derecho a la huelga, que sí paraliza los servicios vitales de la comunidad,
como: la educación, la asistencia a los enfermos, los transportes públicos, es
ciertamente reprochable, particularmente cuando es la amenaza de cada día,
porque entonces es una patente y continuada violación de los inalienables
derechos ajenos. Mucho más cuando se busca justificar el derecho al ocio
remunerado, que anula las posibilidades del progreso social.
En el campo internacional, por haber abdicado de los principios morales o por
mal entendido derecho a la supremacía política, se ha perdido la confianza mutua
y se la ha sustituido con un clima de sospechas; por esto, a la fuerza obligante de
las alianzas y de los tratados, ha sucedido el derecho de la fuerza bruta y la
carrera armamentista que prepara guerras fratricidas y quizá la destrucción total
de la humanidad.
Las naciones opulentas, más que ayudar a las naciones en vía de desarrollo, las
explotan y oprimen y gastan multimillonarias sumas en viajes interplanetarios
antes que impulsar, en primer término, el desarrollo y el bienestar de todos los
hombres en nuestro planeta. Frente a la miseria, al hambre y a la muerte de
centenares de millones de hombres, todos los otros gastos son suntuarios, y
como colmo de males se suma a todo esto la tolerancia y justificación de todos los
relajamientos, de modo que la inmoralidad no es más la culpa personal que
afrenta, sino la actitud pública, con carta de ciudadanía, cuyo cinismo llega hasta
el punto de jactarse del pecado y del escándalo, lo que se torna escuela funesta
para quienes afectados por la edad o la inmadurez psicológica resultan víctimas
inexorables del ambiente: la inversión de valores, que antepone los bienes
materiales a los del espíritu, hasta convertirse en fines supremos y en objetivos
primordiales de la vida, sacrificando los transcendentales y eternos. Y, por último,
la pérdida total de la conciencia moral, que borra las fronteras del bien y del mal,
concluye con la sola búsqueda de las satisfacciones sensuales y no deja espacio
ni lugar al arrepentimiento y a la conversión, lo que lleva al total embrutecimiento
de la vida humana.
Este sombrío panorama pone tristes y pensativos a los hombres honestos, que se
preguntan si habrá remedio a esta trágica situación, o si el mundo va
inexorablemente a la ruina y a su total destrucción. Hay que crear, pues, hombres
nuevos para tiempos nuevos, y esto sólo será posible si basamos la educación de
la juventud en los nobles valores del espíritu y en las altísimas finalidades de la
vida, esto es, en una auténtica filosofía racional que enseñe al hombre lo que es y
lo que debe ser.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
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CAPÍTULO DOS
RASGOS DEL JOVEN LATINOAMERICANO
«Conocer la juventud, sus características,
sus tendencias, sus ideologías,
sus aspiraciones, los condicionamientos
políticos y sociales en que vive;
así como las influencias del ambiente,
de la tradición y de la misma idiosincrasia juvenil,
significa tener en mano
los mejores instrumentos
para prepararla al porvenir».
Antonio Hualde
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
La tarea es compleja y sujeta a muchas limitaciones. Las diversas, y con
frecuencia opuestas tendencias, impiden un conocimiento exhaustivo y una
respuesta totalmente objetiva y completa.
Vamos a asumir el riesgo, en la confianza de coger por lo menos los principales,
con vista a tener una terapéutica más o menos apropiada, con la salvedad de que
la nuestra no quiere ser sino una hipótesis de trabajo, sin generalizar ni
absolutizar.
RASGOS GENERALES
Actitudes, valores y antivalores de la juventud actual. Hemos dicho
anteriormente que la juventud tiene una fuerza interior que determina su manera
especial de ver las cosas y de valorarlas.
Esto constituye las actitudes con que los jóvenes, llevados por la educación
recibida, por su misma experiencia y por las situaciones ambientales, se sienten
impulsados, muchas veces, a tomar decisiones o posiciones imprevisibles e
inesperadas. Dichas actitudes, a su vez, se basan en las características de la
personalidad que son más estables y más determinadas, como: ser conformista o
rebelde, tímido o petulante, expansivo o retraído, dominante o servil, apasionado o
flemático, y estas influyen en el campo de la acción a seleccionar y adoptar una
escala de valores personales o socio-morales, como: la seguridad y la paz frente
al peligro, al miedo y a la guerra; la vida frente a la muerte en todas sus formas:
miseria, enfermedad, sufrimiento; la libertad frente a la esclavitud; la justicia frente
a la explotación; la solidaridad humana frente al egocentrismo.
INFLUENCIA DEL AMBIENTE
La juventud latinoamericana es, en gran parte, la protagonista de un momento
histórico, en el cual se exige y se obra un cambio de estructuras sociales. Vive eso
que Gurvitch llama «tiempo explosivo» en el cual se presenta el espectáculo de un
mundo que nace y otro que muere. Una juventud que, debido a la educación y a
los modernos medios de comunicación social sabe más, proporcionalmente, que
las personas adultas y por esto toma actitudes casi opuestas frente al proceso
histórico, tanto en el seno de la familia, como de la sociedad.
En la familia. Ésta ejerce, sin duda, una influencia decisiva sobre la niñez,
aunque no siempre benéfica. Pero, actualmente, entra muy pronto y
necesariamente, en conflicto con los jóvenes que viven en carne propia un
proceso de cambio brusco y radical. Los padres de familia deberían representar
para los jóvenes la liberación más personalizadora, una liberación que señale
gradualmente el camino hacia la madurez, la independencia creadora y su plenitud
de hombres.
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Pero no siempre es así. Los padres carecen de ordinario de la preparación
necesaria, no sólo para hacer frente a la situación actual de sus hijos y
comprenderlos, sino también para educarlos e iniciarlos en los nuevos valores y
en la nueva visión de la vida que ellos deben afrontar. Se les escapa comúnmente
que sus hijos pertenecen a un mundo, cuyas preocupaciones, valores y
esperanzas no son las mismas que las de ellos, sino de una nueva clase social: la
intolerancia del presente y la actitud de cambio con todas sus características. Los
padres miran más el sistema social en que se criaron ellos y no saben ni quieren
comprometerse en el mundo de sus hijos, más bien se sienten ajenos a ellos y no
rara vez salen completamente derrotados ante su papel de conductores y
orientadores. De allí que la ruptura es inevitable.
Ésta se mueve principalmente sobre tres tópicos: la civilización de consumo, el
peso de la tradición y la que pudiéramos llamar de liberación.
La civilización de consumo. Se caracteriza, especialmente en las clases
burguesas, por el disfrute de la enorme gama de bienes y de servicios, en parte
casi superfluos, pero considerados indispensables por la propaganda que la
técnica proporciona continuamente, en forma cada vez más refinada. Esto
produce una juventud aburrida y hastiada de comodidades, que apagan en ella
toda iniciativa, porque todo está hecho; esto los transforma en títeres, sin dejar
campo a la actividad creadora y les impide forjar libremente su personalidad, de
allí que muchos jóvenes, aún ricos, se pasan al marxismo o a la guerrilla.
Esta situación se agrava, aunque no llegue siempre a puntos extremos, por el
hecho de que los padres están demasiado preocupados por las exigencias
sociales: el trabajo, la angustia de la subsistencia, el tren de vida que se han
impuesto, especialmente por el malentendido pundonor social y las obligaciones
profesionales; entonces llegan al hogar cansados y sólo en busca de reposo.
Ahora bien, esta actitud no es la más apta para ser los amigos y confidentes de
sus hijos; antes bien, no es raro que frente a su bullicio y exigencias, exploten en
actitudes de intolerancia y represión. El padre es quien ordena y resuelve las
situaciones imponiendo silencio y la madre es quien oye, ve y calla.
Por esto, cuando alguno de los hijos osa expresarse libremente y tal como piensa,
los padres lo tachan de irrespetuoso e insolente. Se tiene miedo a la libertad y se
impide que el muchacho se exprese. Es la señal inequívoca de la impotencia para
la comunicación y el diálogo.
Entonces, los hijos buscan afuera aquella comprensión que no logran adentro:
contraen malas amistades, se entregan al vicio, a las experiencias sexuales y se
hacen una vida independiente y antojadiza, si no libertina.
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El peso de la tradición. Se empeoran las relaciones cuando los padres, por
motivos tradicionales o de autoridad, inculcan costumbres y preceptos que no
saben justificar o no cumplen o se presentan ante los hijos con la lacra hipócrita de
la doble personalidad; la consecuencia fatal es el descrédito de la autoridad y el
ímpetu en los hijos de decir y hacer todo lo contrario de lo que los padres mandan.
No es que la juventud sea por sí misma inmoral o irreligiosa, pero, por falta de
maduro discernimiento y por rebeldía, el precepto inmotivado lleva a rechazar
también el objeto y el contenido. El padre vicioso pero moralizante vuelve a sus
hijos rebeldes, aunque sea aparentemente y un padre tradicional o formalmente
religioso hace a los hijos irreligiosos.
La liberación. ¿Cuál ha sido la praxis religiosa en la familia? Insistir abusivamente
en un Dios policía, sólo atento a escudriñar el pecado y castigarlo, sólo
preocupado de sus mandamientos y exigiendo su observancia, una fe concentrada
en el culto, frecuentemente sólo exterior, un Dios que guarda un silencio
sospechoso sobre el más acá y se desinteresa de las grandes tareas de la historia
y de las angustias de los hombres para mejorar las presentes condiciones de vida
que, en el fondo son y deben ser también el reino de Dios, que parece no estar de
acuerdo con el progreso y la justicia social: “bienaventurados los pobres...” (Mt.
5,3).
La religión, entonces, se vuelve para los jóvenes una camisa de fuerza y sufren
una aguda crisis de fe, como sucede, del resto, en todos los campos y en todos
los jóvenes en su proceso de maduración psicológica. Lo que les ha faltado es la
experiencia de un cristianismo más auténtico y más dinámico y una oportuna y
adecuada asistencia en sus luchas para un ideal ético cristiano; por eso han roto
con la falsa imagen de la religión que les han inculcado. Parece entonces que se
vuelven despreocupados de Dios y es porque no lo han conocido
convenientemente. Buscan entonces sus ídolos en las ideologías materialistas o
en los personajes políticos de turno, o se entregan a los alborotos obsesivos, a la
música alborotada y ritmos violentos, a las aventuras peligrosas, al culto de los
instintos, a las locas carreras de motocros o a la droga, con el fin, por lo menos, de
olvidar.
Los jóvenes y el grupo. Hemos dicho que el joven que no encuentra
comprensión en la casa la busca entre los compañeros que tienen los mismos
problemas, las mismas aspiraciones y los mismos medios de expresión y gozan
de las actividades, libremente escogidas y directamente organizadas por ellos,
tanto dentro de los límites del ambiente, como en las grandes reuniones
nacionales e internacionales.
Las actitudes varían mucho de un grupo a otro y en los mismos jóvenes es diversa
y aún contradictoria, su actitud personal en la familia, en donde se creen
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incomprendidos y en el grupo en donde se sienten plenamente realizados,
experimentando y actuando.
Su inconformismo no es sino un síntoma de su actitud de búsqueda, en un
afanoso esfuerzo de librarse de las condiciones infrahumanas en que se debaten y
el ansia de sobrevivir. Buscar rumbos nuevos es su anhelo y su pasión y esta
búsqueda está signada por dos características esenciales: El anhelo de justicia y
el afán de sinceridad.
Anhelo de justicia, porque sienten profundamente los contrastes sociales, no sólo
como una triste experiencia de su vida, sino también por un acentuado espíritu de
solidaridad tan arraigado en su conciencia.
Afán de sinceridad, porque el joven actual quiere manifestarse tal cual es y
conocer a los demás tal cual son. De ordinario desconfía de las teorías y vanas
promesas y quiere hechos. En su sinceridad llega a veces a ser hiriente, cosa que
perturba a los adultos, sumidos en sus viejas costumbres y en su soledad. Actitud
muy coherente con un mundo que rechaza las fantasías y pondera las conquistas
de la ciencia y de la técnica.
Falta de reflexión. Una de las características de la juventud actual es la falta de
reflexión, con la cual el hombre madura su manera de juzgar los acontecimientos,
descubre y consolida los principios a los cuales ancla su vida.
Esta falta se debe a múltiples factores. El clima tropical, ordinariamente muy
suave, los tiene distraídos y vagando hasta altas horas de la noche, la abundancia
de luz y de sol desarrolla copiosamente la fantasía y con ella la asociación de
imágenes y la capacidad intuitiva del entendimiento. Por esto, en el trópico, se
cultiva mucho el arte, la poesía, la danza y la música, por lo menos, como
expresión de los sentimientos.
Estos mismos fenómenos influyen mucho en el temperamento y en el carácter:
más abierto, alegre, danzarín en la costa y más cerrado y pensativo en la sierra.
Uno de los factores que ha entorpecido la capacidad de reflexionar ha sido, hasta
hace poco, la enseñanza reducida a pura memorización.
De todas maneras aparece muy claro que nuestra juventud tiene una innata apatía
a la introspección, a las investigaciones abstractas y cuando se la obliga a
profundizar, como por ejemplo en filosofía, se escapa por la tangente de la
descriptiva y cuesta trabajo sacarle una definición completa con todos los
elementos esenciales, mucho menos un razonamiento lógico y deductivo, como lo
exige una demostración racional.
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A esto la lleva también, como causa y efecto, la vida alborotada que
especialmente en estos tiempos constituye la atmósfera en que ella vive y se
mueve: músicas tumultuosas, danzas contorsionadas, canciones aturdidoras, que
más saben de evasión que de interpretación artística. Otro aspecto que influye
negativamente es el cine, la radio y la televisión que presentan los problemas ya
hechos y resueltos, que se absorben sin ningún esfuerzo, bastando para eso ojos
para ver y oídos para oír.
En conclusión, la reflexión constituye para nuestros jóvenes un verdadero
rompecabezas y de allí una cierta dosis de infantilismo y de superficialidad
endémica, que desemboca forzadamente en conflictos interiores y exteriores.
La reflexión lleva necesariamente al estudio crítico y al sentido de responsabilidad;
faltando ésta, el joven se expone fácilmente a ser engañado por el brillo de las
apariencias, por el atractivo de las novedades y por el oropel del capricho, lo que
afecta gravemente la formación de la personalidad y los métodos para educarla.
Detrás de cualquier método hay una concepción de la vida. Por esto el hombre
tiene que ser crítico, dialogante, creativo. Hay que concientizar a la juventud,
llevándola hacia el desarrollo crítico, en el cual la realidad se nos da como objeto
conocible y el hombre asume una posición epistemológica.
Pero esta concientización no podrá hacerse sin el binomio reflexión – acción. Ésta
debe llevar por una parte a la desmitologización y a la desmitificación y, por otra
parte, a la praxis humanizadora. La auténtica praxis histórica nos evitará caer en
el verbalismo - reflexión sin acción - o en el puro activismo - acción sin reflexión esto es, acción inconsulta e instintiva. Deber ser, pues, una praxis en permanente
contacto con la realidad y por esto creadora, histórica, humanizadora, con la
reflexión – acción concreta y eficaz; el hombre oprimido pasará de objeto a sujeto,
para ser siempre más el hombre nuevo que sólo es viable por la superación de la
antinomia: opresores – oprimidos.
Vivencia religiosa de la juventud. No puede negarse que la religión tiene sus
bases en la sana filosofía, por esto sólo a través de la reflexión podrá llegarse a
comprenderla y cuanto más se profundiza tanto más se descubre su verdad, su
exigencia, su belleza, su atractivo y la justificada correspondencia entre fe y
práctica, puesto que la religión no abarca sólo la especulación, sino toda la
personalidad.
De allí se derivan dos consecuencias igualmente graves:
Que por falta de profundo conocimiento de las verdades religiosas se cae
fácilmente, también aquí, en el infantilismo y quizá en propias y verdaderas
herejías o idolatrías que desvirtúan nuestras relaciones con Dios y que, tarde o
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temprano, desembocan en desengaños, discrepancias y posiciones negativas. De
aquí que muchos hayan perdido la fe, aún siendo profesionales y auténticos
maestros en otras ramas del saber, esto es, han progresado mucho en las
ciencias y han quedado niños en el estudio de la religión. Por esto, los que
conservan la práctica exterior de la religión lo hacen con desgano, indiferencia y
miedo a un Dios que aparece en la práctica, como un fetiche. El culto verdadero
de Dios se transforma en superstición.
No puede negarse que el período de la juventud es el punto crucial de la práctica
religiosa y aún de la permanencia en la fe.
La religión, como hemos dicho, no es sólo razonamiento abstracto, sino que
implica la práctica y la observancia de la Ley de Dios.
Ahora bien, en esa edad es cuando en el joven las pasiones llegan hasta el
paroxismo y transforman, muchas veces, su vida en un mar tempestuoso: esto
ofusca el recto uso de la razón y la práctica religiosa se vuelve dura y difícil,
recalcando lo de Horacio: «veo las cosas buenas y las apruebo, pero sigo lo
peor».
En esta lucha sólo se salvan los que tienen anclada su fe en sólidos principios
morales y en la roca inconmovible de la trascendencia. Los otros se transformarán
en náufragos y se ahogarán en la indiferencia y quizá en el ateísmo: ateísmo no
teórico sino ciertamente práctico, que no cree porque no le conviene. Porque el
ateísmo no es fruto de la razón, sino de la pasión.
Conciencia y dictamen moral. Es cierto que no puede darse una moral
verdaderamente válida sin religión, porque la moral supone un orden jerárquico y
por esto la responsabilidad implica responder ante otro.
La escala de valores, pues, en América Latina está claramente determinada por la
fe. La una y la otra para que sean eficaces exigen una maduración psicológica y
un gran discernimiento crítico.
Pero, actualmente, en muchos centros educativos y en la mayoría de las
universidades, la valoración moral, si la hay, se realiza en una esfera secularizada,
sin orden jerárquico y en pleno politicismo o subjetivismo. Las mismas normas
sociales pierden su estabilidad y se diluyen en valoraciones arbitrarias. «Se
rompen los tabúes», suelen decir los jóvenes, dándoselas de maestros y
recalcando lo de Freud: «yo juzgo de las faltas y pecados de acuerdo con aquello
que tengo por recto en mi criterio personal». Es el libre albedrío y aún el capricho
elevado a norma suprema del bien y del mal.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Hasta hace poco, la filosofía cristiana compenetraba los criterios humanos y la
jerarquía de valores; actualmente, ante los cambios que el joven vive
intensamente, todo esto lo lleva a un conflicto. Se pregunta: ¿rechazando el
presente orden social y la concepción de la sociedad que antes se tenía, se
rechaza, con ello, la concepción cristiana de la vida?... y ¿es realmente válida la
valoración que se denomina cristiana?
¿Es cristiana la nueva jerarquía de valores que nos fascina? La cuestión es
compleja y para resolverla adecuadamente necesita de principios firmes,
consecuencias lógicas y aplicaciones circunstanciadas.
A esto se suma la dificultad para integrar el sexo. Es la edad en la que ese instinto
aparece exuberante, llevando una mezcla de idealidad heroica y de pasión brutal:
el joven, en esta sociedad hedonista, se encuentra desprovisto de los elementos
necesarios para asumirlo adecuadamente. Es un proceso arduo y con frecuencia
largo... y en esta lucha para integrarlo adecuadamente, muchas veces sufre
derrotas. Por otra parte, se ve requerido por su fe a vivir humana y heroicamente
esta realidad, a ser fuerte en la lucha para no sucumbir y emerger en un ambiente
erotizado.
De aquí el grave problema: ¿cómo vivir el humanismo cristiano, tan alucinante, si
los esquemas y modelos de los mayores son tan inoperantes y aún en desacuerdo
con los principios que profesan? He aquí el conflicto de las conciencias juveniles.
La problemática educacional. La escala de valores, dominante en una sociedad,
da vida a formas específicas de educación. Sin embargo, los ajustes entre unas y
otras no son automáticos, ni inmediatos y puede suceder que los períodos,
caracterizados por la rapidez del cambio social, dejan los sistemas educativos
como marginados del proceso histórico. Cuando se habla, pues, de crisis de la
educación se está señalando que los sistemas educativos no responden
cuantitativa ni cualitativamente a las necesidades de la sociedad moderna.
A igual conclusión se llega cuando, por falta de discernimiento en los gestores y en
los transmisores de la educación, se toman a la letra sistemas educativos de
países desarrollados para aplicarlos a países en vía de desarrollo, que tienen otro
nivel y otra idiosincrasia. De allí el fracaso de muchas reformas educativas en
Colombia. Desde hace algunas décadas la educación, especialmente en las
naciones superdesarrolladas, ha sufrido un cambio radical, o lo que Chaparede
comparó con la revolución copernicana. Ésta consiste en que, antiguamente, la
educación estaba centrada y giraba alrededor del educador, el cual en el aula, era
la autoridad máxima y autónoma. Él enseñaba de manera tradicional y por lo
común de memoria y en forma dogmática. El alumno quedaba enteramente
pasivo, dispuesto a hacerse llenar de datos y conceptos y lo máximo que podía
hacer, y que le merecía la máxima nota, era repetir de memoria y a la letra el texto.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
En la educación moderna y personalizada el sistema pedagógico gira alrededor
del alumno, nucleando el desarrollo intelectual, las necesidades, los intereses, la
idiosincrasia, las capacidades y las formas de aprendizaje del educando.
Claro está que esta manera de enseñar necesita mucho más espacio, menor
número de alumnos, abundancia y variedad de medios audiovisuales, bibliotecas
especializadas y una asistencia, casi personal, por cada alumno, cosa que
especialmente en los países en vía de desarrollo es muy difícil.
Entre nosotros falta un profesorado idóneo, de mucho empeño, consagrado y de
mucha iniciativa; faltan muchos medios económicos y mucha experiencia, gente
preparada en el manejo de los mecanismos del aprendizaje y principalmente un
amor y un interés, en buena parte, preponderante para los adelantos del alumno,
reduciéndose la enseñanza, todavía a pura transmisión de conocimientos y a
exigir al alumno atención y obediencia. Consecuencias:
-
La enseñanza es impuesta y aplasta las iniciativas del alumno.
-
Los programas son demasiado inconexos y no conducen a una síntesis global
de educación, vida y mundo.
-
Las clases son descarnadas y sin interés por el alumno, porque falta el
entusiasmo del descubrimiento y de la conquista.
-
La enseñanza es estática y cierra la posibilidad de nuevos horizontes, a la
creatividad y a la crítica.
-
Lo más grave es que hasta ahora, casi todo el sistema educativo ha estado
orientado hacia los estudios universitarios y las profesiones a alto nivel y se
han descuidado, casi por completo, las carreras técnicas y tecnológicas que
son el secreto del progreso.
Todo esto necesita una radical y urgente reforma de principios, de programas, de
métodos y de una educación superior que no sea de elites, sino que vaya hacia
las masas, como es y debe ser en un país democrático.
La situación sociopolítica. No puede negarse que en América Latina hubo
grandes civilizaciones, grandes imperios, culturas florecientes y organizaciones
políticas y militares que llegaron hasta la conquista. Pero todo eso quedó
sepultado en la penumbra de la prehistoria.
Más cerca de nosotros, por falta de una tradición cultural sólida y crítica, los
esquemas de la educación y de las mismas formas de gobierno más que ser
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
autóctonas, fueron importadas y aplicadas, no rara vez, sin una profunda
compenetración y sin aquel largo y laborioso trabajo de adaptación a la etnología,
a la idiosincrasia y a la psicología ancestral, de allí la superficialidad y la
desconfianza en sus propios valores.
La juventud se siente lastimada frente a una sociedad tradicional que quiere
engancharla a formas de vida y de gobiernos y a estructuras políticas que se le
presentan como una omnipotencia, frente a la cual se siente como oprimida e
incomprendida, lo que la impulsa a un rechazo agresivo y muchas veces,
incontenible.
La autoridad aparece como un pulpo descomunal, concentrada en un hombre o en
pocos: estado, empresa, institución, con vastas dimensiones, a veces,
incontrolables. El gobierno abarca muchos servicios -burocracia abrumadora-, la
responsabilidad se concentra en un grupo de personas; pero nadie responde
personalmente.
El joven piensa que la autoridad se identifica con la sociedad que lo encuadra,
desde la infancia, en una serie de casillas automáticas: kinder, primaria, educación
media, horarios rígidos, programas oprimentes, largas horas sentados en un
pupitre, sin miramiento a su imperiosa necesidad de expansión y relajación,
porque no hay tiempo y después las otras casillas automáticas de la protección
oficial: médico de turno, seguro de vida, asistencia social en todas sus formas, que
muchas veces, antes que ayudarlo a desarrollarse gradualmente, parecen
oprimirlo y quitarle el respiro, sin dejarle un instante para su libertad y actividad
creadora.
Esto determina un rechazo de la autoridad a todos los niveles y le hace ver la
sociedad como una gran máquina que se alimenta de individuos. Por esto la
rechaza de tajo.
Por otra parte, la tecnología impone una producción y un consumo masivo que
obliga a vivir un ritmo de máquina y que hace al hombre esclavo del mundo que ha
construido, hasta el punto que la sociedad de consumo lo alimenta, lo ceba, lo
duerme, lo tiene en un mundo artificial que le impide moverse libremente.
Se ve reducido a un objeto, manipulado a voluntad y engullido aún en todo lo que
tiene de íntimo y personal, lo que determina en él un estado de angustia y
frecuentemente de rebeldía, que se manifiesta en:
Una voluntad de nihilismo y de destrucción, espejo fiel de una juventud que sabe
más o menos de donde quiere salir, pero ignora a donde va.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
El refugio en el irrealismo, que hace perder el verdadero contorno de las cosas,
del mundo que quisiera crear y de los medios necesarios para hacerlo y percibe
que no podrá construirlo sin la ayuda de los demás, esto es, de aquella
sociedad que odia y de la cual necesita al mismo tiempo. Son las
contradicciones de la juventud.
Estado de paranoia. ¿Quién puede negar que la gran mayoría de la juventud
actual, vive ante el espectro de una persecución?, esto produce ineludiblemente
la desconfianza, la dureza de juicio, el impulso a defenderse y la consiguiente
supervaloración de sí misma. La persecución de que se creen víctimas, los
exalta y los vuelve incapaces de un diálogo equilibrado y objetivo; los inclina a
interpretar las dificultades inherentes a toda reforma social como mala voluntad
de los gobernantes o vanas promesas que son subterfugios para desarmarlos o
engancharlos al sistema.
El peligro más grave y de incalculables consecuencias, que no es imaginario sino
fundado en la experiencia, es que, en este estado de exaltación, una buena
parte de la juventud se deja fácilmente manipular por potencias foráneas,
interesadas en la expansión de sus ideologías, que no tienen otro fin, sino
destruir el vínculo de la nacionalidad en beneficio de su hegemonía
monopolizadora.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO TRES
CRISIS DE LA PERSONALIDAD
Los gobiernos y las instituciones educativas
no se han apersonado suficientemente
que los métodos y los programas
son todavía para la juventud,
pero no «entre» y «con la juventud»;
por esto no llegan al meollo de la cuestión.
El sistema educativo,
tanto a nivel secundario
como universitario,
es todavía demasiado bancario,
alienante, despersonalizante,
incongruo.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Todo esto se concentra en una grande y única crisis: la crisis de la personalidad.
Crisis afectiva. De lo que hemos señalado anteriormente sobre la doble
personalidad de muchísimos padres y de la hipocresía moralizadora, resulta claro
que los jóvenes van perdiendo el respeto y la confianza en los mayores.
Igualmente sucede cuando el sistema social en que está incardinada la familia,
entra en un proceso de cambio radical y cuando la concepción social del mundo
recibida por los padres choca violentamente con la que anhelan instaurar los hijos.
Todo esto se refleja necesariamente en las relaciones afectivas entre padres e
hijos y los va distanciando siempre más hasta enfriar los mismos vínculos de la
carne y sangre y a independizar la conciencia y el corazón de los jóvenes.
La autoridad incondicionada de muchos padres que no saben motivar su voluntad,
ni saben comprender las justas exigencias de la juventud, cuando la infidelidad al
hogar y los vicios como el alcoholismo, atacan lo más sagrado de la familia o
hacen consistir el amor principalmente en términos económicos y materiales, los
jóvenes experimentan en modo vivo y semiabsorvente el vacío afectivo. Siempre
los jóvenes se han sentido incomprendidos por los padres, pero ahora esta
incomprensión se ha vuelto, en la casi generalidad, un abismo, debido también a
la diferencia de cultura y a los modernos medios de comunicación social en que
viven. El fenómeno se agrava en los planteles de educación secundaria, en donde
se acogen los adolescentes, sedientos de comprensión y de ayuda moral y en
donde la enseñanza se volvió despersonalizante y carente de calor del amor. Hoy
la educación, en la mayoría de los casos, no es más una misión, sino un comercio
y los profesores no son propiamente educadores, sino peones asalariados de la
enseñanza. Los alumnos tienen el sagrado derecho y desean vivamente amar y
ser amados, particularmente en nuestros tiempos en que todo amor y amistad que
se les brinda, les parece insuficiente.
Los adolescentes que se han visto frustrados en esta edad, en su profunda
exigencia de cariño, comprensión y consejo, se quedarán definitivamente
frustrados y desconfiarán de todo otro amor y difícilmente podrán convencerse que
otra persona los pueda apreciar, valorar y amar. De allí también la soledad, la
tristeza y la irritabilidad con que explotan frecuentemente en el hogar y en los
planteles de educación. Esta crisis no es necesariamente síntoma de un estado
neurótico, aunque pueda tener momentos de fuerte depresión, vacíos y
actuaciones sin sentido.
La vida afectiva influye decididamente y más que otras motivaciones de tipo
racional o de sentido común, en la conducta de los jóvenes, hasta el punto de
poder afirmarse que el amor lo es todo. Decía Scheler: “El que ha penetrado en la
dirección del amor de un hombre, podrá descubrir las sencillas líneas
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
fundamentales de su ánimo que, con más razón que el entendimiento, merece
llamarse: núcleo del hombre”1.
La consecuencia lógica e ineludible es que la juventud, como podemos constatarlo
experimentalmente, no cree más en el amor espiritual y desinteresado y piensa
que sólo es amor el que da el instinto sexual, tal como lo presenta el cine, la radio
y las novelas de literatura barata, el cual, a su vez, frecuentemente se lo acepta y
busca como medio de satisfacción egoísta y desilusionante. En efecto, una buena
parte de las canciones circulantes no son sino de amores traicionados.
No nos debe sorprender si la juventud cierra sistemáticamente las puertas a toda
aspiración hacia el amor, como valor moral y como virtud, o como ideal
humanitario, ni mucho menos como causa y fruto de renuncia y de heroísmo. En
esta situación las perspectivas son catastróficas y necesitan remedios urgentes y
eficaces.
Crisis de valores. Puede afirmarse que, en gran parte, la crisis del amor hace
entrar fácilmente en crisis muchos otros valores, como son: los morales, los
religiosos, los sociales, los políticos o se desvían hacia otros cauces inaceptables
por la sana filosofía como: el materialismo, el utilitarismo, el marxismo. Es tanta la
conexión entre convicciones y vida que la razón misma en relación con las varias
clases de valores, se potencia o se deprime, se eleva o se degrada. Hablando del
amor, decían los antiguos: amor meus pondus meun (el amor arrastra
irresistiblemente). Scheler dedica capítulos enteros a «el amor, problema central
de la ética» y afirma: «lo supremo, a que el hombre puede aspirar es el amor a las
cosas en lo que ellas merecen en sí mismas y amarlas como las ama Dios... y vivir
con evidencia... entre el acto divino y el acto humano». ¿No es ésta la causa,
como hemos afirmado arriba, de que hoy estamos en la bancarrota de todos los
valores?
Además, frente al cambio brusco de los valores humanos, la familia y la escuela
carecen de esquemas teóricos adecuados a la realidad presente y muchos otros,
aún sin motivo, caen en desuso por la poca importancia que se les concede. Así
el joven de hoy carece de orientaciones básicas para enfrentarse a la vida.
Igualmente, el diálogo con los mayores es cada vez más difícil y los centros
educacionales, o no tienen una filosofía educativa propia y científicamente válida,
o están minados por teorías aberrantes y, por esto, poco seguras e incapaces de
orientar al joven en los difíciles problemas que le presenta el macrocosmos y el
microcosmos de su mundo interior.
1
SUANCES MARCOS, Manuel A. Max Scheler : Principios de una ética personalista. Barcelona :
Herder, 1976. p. 83. (Biblioteca de Filosofía ; no. 6).
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Es fácil, pues, que por su espíritu innovador, lo invada la rebeldía hacia los valores
tradicionales que se le presentan como obsoletos y determina entonces un estado
de conciencia crítico que desconcierta la personalidad, fenómeno frecuente y
agravado por la inestabilidad emocional y por la inseguridad en los principios
característicos de una personalidad joven.
Crisis de identidad. Gran parte de la juventud actual, por ignorancia, por
desinterés, por abulia, por el nivel ambiental en que le toca vivir y principalmente
por la crisis de valores, de que hemos hablado, se ha hecho un concepto
superficial de la vida y de sus altísimas finalidades, rehuye todo esfuerzo y
sacrificio y se deja dominar por un egoísmo exagerado que no le permite ahondar
y evaluar debidamente sus deberes y obligaciones y, por el contrario, desconoce o
viola abiertamente los derechos ajenos con impresionante facilidad. El
materialismo imperante, si no teórico, ciertamente práctico, la lleva a buscar los
solos bienes de la tierra, desconociendo o despreciando los valores del espíritu:
hay una ignorancia casi absoluta de Dios, el Ser Creador y benéfico, que creó al
hombre por amor y que dirige, con sabia providencia, los destinos de la
humanidad hacia metas trascendentes y a la suprema felicidad del hombre. De allí
el hedonismo exagerado que la inclina a mirar la vida bajo el ángulo visual del
placer.
Por esto escoge de ordinario las profesiones, no por vocación o por tendencia
natural, sino con base al rendimiento económico o al dominio de clase, lo que lleva
necesariamente al profesional:
- Al desamor de la profesión.
- A descuidar su perfeccionamiento a través de la investigación y el continuo
análisis de la experiencia.
- A fomentar exageradamente el clientelismo.
- A pretender cobrar salarios injustos o superiores al medio ambiente.
- A sobre exaltar sus méritos y capacidades.
- A subestimar el «ser» frente al «aparecer», lo que lleva, por una parte, a la
perversión de los valores de la vida, al comportamiento hipócrita y a la doble
personalidad y, por otra, a considerar a los demás como simples instrumentos
de su propio interés y bienestar, desconociendo los valores de la persona,
conculcando su dignidad, violando sus derechos, pervirtiendo el sexo,
abusando del poder, aplastando a los más humildes y convirtiendo la vida social
en un campo de batalla, cuyas notas son: el pillaje y la violencia.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Todo esto se traduce necesariamente en una falta de responsabilidad, que a la
postre es falta de personalidad definida y en una falta de justicia hacia los demás,
con graves daños para su propia realización y el bien de la comunidad.
Crisis de autoridad. La Conferencia internacional sobre la juventud, realizada
por la UNESCO en París, afirma claramente: «La juventud está llamada, mucho
más temprano que en otros tiempos... a tomar parte activa en la vida y el
desenvolvimiento de la comunidad, por esto es preciso integrar a los jóvenes en la
sociedad... porque ellos han de asumir las responsabilidades del porvenir y hay
que facilitarles esta transición». Es la ley de la historia.
Esto vale mucho para América Latina.
 El rápido crecimiento demográfico y la enorme masa que constituye la juventud
es una de las situaciones más críticas de América Latina. Hay ciertamente países
muy ricos, por ejemplo Colombia, inmensas extensiones todavía sin explotar y
muchísimas regiones con una intensidad mínima de población; sin embargo, gran
parte de los pueblos latinoamericanos se encuentran entre los más pobres. ¿A qué
se debe? En parte a la indolencia, en parte a la voracidad de las naciones
superdesarrolladas que le roban en forma fácil y jurídicamente aceptable sus
inmensas riquezas, en parte a la falta de recursos para explotarlos
convenientemente, en parte a la falta de preparación técnica adecuada para
hacerlo en forma más humana y provechosa, en parte por culpa de los gobiernos y
de las oligarquías imperantes, que sólo se interesan por estar en el poder y
creando un tren de burocracia inoperante y excesivamente costosa, que es la
plaga de América Latina. Todos quieren ser empleados oficiales para trabajar poco
y ganar suficientemente para vivir.
Los gobiernos deberían haber pensado y previsto la realidad de las cosas para
hacerle frente y prepararse como era debido.
 Es verdad que en estos últimos años han aumentado considerablemente las
escuelas y el número de alumnos, pero la tasa de analfabetismo es todavía
demasiado alta.
Se ha desarrollado proporcionalmente también la enseñanza media, pero
desgraciadamente, por una falsa política educativa, la mayoría son bachilleres
clásicos, esto es que dan una cultura, pero no preparan para el trabajo, hechos
solamente para pasar a la universidad, esto es aumentar, en gran parte, la
burocracia o el desempleo.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Las universidades son relativamente pocas y, exiguo el número de los que tienen
la suerte de educarse en ellas; la gran mayoría de jóvenes quedan a medio
camino y aumenta el número de desconcertados y sin porvenir.
La mayor parte de los que salen de las universidades quedan sin puesto y a
muchos no les queda otra alternativa que engancharse al sistema, de buena o
mala gana.
En estas sociedades conformistas, los puestos de mando están casi siempre en
manos de las mismas castas políticas, aún en edad avanzada. En las mismas
provincias o municipios los mejores puestos están reservados a los veteranos de
los partidos y a sus adictos, quedando la juventud excluida, casi en su totalidad,
porque no aprueba el sistema y por esto ni se preocupa por votar.
Se ve privada, pues, de intervenir, como es su aspiración y derecho, en el manejo
del gobierno y de la cosa pública y queda excluida también, en parte, de las
empresas industriales, porque casi no hay universidades técnicas y planteles de
carreras tecnológicas y porque las industrias se vuelven siempre más
automatizadas.
De allí los choques y la desconfianza hacia las estructuras existentes, la reacción
contra el sistema y el poder que pretenden ejercer en ellos las instituciones
burocráticas y las formas sociales y políticas.
Igualmente, debido a los clamores que se levantan de todas partes contra la
opresión de todo tipo, con fuerte conciencia crítica, la juventud moderna se rebela
contra la discriminación racial o de casta y contra el mismo paternalismo oficial,
contra las condiciones de vida en que se debate y contra el conformismo social y
político.
El porvenir de la juventud es realmente crítico y por desesperación y quizá sólo
por esto, muchísimos se pasan a las izquierdas organizadas y a las guerrillas.
Crisis de autenticidad. Es quizá el mal más generalizado y la causa principal del
malestar social. Casi nadie habla u obra con sinceridad y así lo mejor de la vida
social y la auténtica amistad se vuelven muy difíciles y casi imposibles. Nadie cree
a nadie y por esto estamos como enfermos de desconfianza.
Los hombres de gobierno y de la política toman fácilmente actitudes de
«superhombres», considerando a los demás con altanería, con desprecio,
engañándolos y enredándolos impunemente. Sus argumentos son sofismas, sus
promesas esconden intenciones dolosas, su amistad es oportunista y su adhesión
a un partido o a un candidato son puros intereses. A pesar que digan trabajar por
el pueblo.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Muchos jóvenes, que viven en este ambiente, se vuelven oportunistas, practican el
arribismo, se enredan en los negocios más sucios y atraen y envuelven en sus
redes a los más humildes e indefensos. Los más avispados se transforman en
líderes de las peores causas, poniéndose al servicio de potencias extranjeras, con
el pretexto de reivindicaciones sociales y los que parecen más enardecidos de la
buena causa, reciben los mejores sueldos. Con las múltiples subvenciones que
reciben, organizan guerrillas, motines y suscitan disturbios de toda clase, aún los
más perjudiciales al bien común, para aparecer héroes al servicio de la ideología
revolucionaria. Es la perversión de la vida juvenil.
Crisis de rebeldía. La otra parte de la juventud, que es la mayoría, rechaza de
plano la manera de ser de la sociedad actual que considera injusta e inadecuada,
por esto se revela y protesta. La rebelión es la forma más reciente de oposición
deliberada; será diversa, según las distintas naciones o ambientes, según sean
superdesarrolladas o en vía de desarrollo, pero su multiplicidad y extensión
muestra una profunda inquietud que nace de los grandes males que acosan la
vida moderna y que los jóvenes sufren tremendamente, sintiéndose incapaces de
superar.
Los jóvenes, aún los que pertenecen a las potencias económicas, no soportan las
injusticias sociales, el subdesarrollo de otros países, la opresión de los más
humildes por los más fuertes, el autoritarismo sin opción de diálogo, las guerras
fratricidas, la falta de asistencia pública, especialmente en el campo de la salud y
la educación para los campesinos y marginados. Por esto se vuelven intolerantes
de las estructuras sociales, aún las más tecnificadas, pero que no resuelven los
vitales problemas del hombre.
La rebeldía se vuelve frecuentemente agresiva, particularmente cuando los
jóvenes se constituyen en grupo y toman conciencia de su fuerza social, como son
los estudiantes y sobre todo cuando las situaciones se vuelven particularmente
injustas y opresivas.
Los adultos tildan esta actitud de atrevimiento, pero el fenómeno generalizado,
revela un mal profundo y preocupante, que motiva estudios de psicólogos,
sociólogos, estadistas bien intencionados, estudiosos de la moral y la religión y
economistas del mundo entero.
¿No será este inconformismo una «inyección de sangre joven» para nuestras
decadentes estructuras sociales?
Los sociólogos llaman a este fenómeno «fuerza de presión» de la juventud actual
y es debida, además de los motivos dichos, a que los jóvenes son la mayoría de la
población de América Latina, a su rápido ascenso en la cultura, aún sin
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
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profesores, a que el sistema escolar prolonga la edad estudiantil en cuanto
empieza antes y termina después, a su mayor apertura a los problemas sociales, a
su inmadurez psicológica que la vuelve tornadiza y fácil presa de los que la saben
manipular, a su nueva filosofía de la vida que no es conceptual, sino vivencial y
existencial.
Crisis de angustia y frustración. La juventud actual es inconforme y está bien, la
inconformidad es el resorte del progreso y del cambio. Pero no hay derecho a
desplegar la rebeldía en forma destructiva, contra todo y contra sí mismo. Esto se
debe a la falta de madurez, de experiencia y a una precipitación injustificada que
alcanza el paroxismo y que transforma fácilmente la esperanza en desesperación.
Entonces, el valor positivo de la inconformidad se pierde o no se canaliza, ni se
pone al servicio de la persona, en la consecución de los justos objetivos. La
desilusión es una modalidad negativa de la misma crisis, de la cual se sigue el
desinterés, el pesimismo, la dejadez, la mediocridad y la frustración, que es el
estado más avanzado de la desilusión. Al joven frustrado parece que se le ha roto
la personalidad, ya no trabaja y se cruza de brazos, lamentándose de lo que
hubiera podido ser o hacer. Otro grupo de jóvenes, frente a las experiencias
amargas, renuncia al riesgo de la vida, a la aventura, a la generosidad y al
progreso y otros se desvían en una actitud acomodaticia, conformista o
parasitaria, vuelven a la vida burguesa, poniendo de nuevo como centro el
egoísmo.
Es otro aspecto de la misma crisis que les impide avanzar y trabajar
organizadamente.
Estado muy frecuente para personalidades flojas, fruto, en gran parte, de la
situación crítica de nuestros países en crecimiento y en contrastantes crisis
sociales o políticas.
Crisis de la vida rural. En América Latina, hasta hace poco, en un 70 u 80% la
población era campesina y el resto burócratas, terratenientes y señores feudales
poseedores de extensos latifundios. La vida del campo era, y continúa siendo,
más que miserable, privada de toda comodidad porque toda la existencia, incluso
la comida, la casa y los utensilios de trabajo están a merced del patrón al cual, por
lo general, poco o nada importa la vida infrahumana o animal que hacen los
peones, a quienes escatima aún lo mínimo indispensable para sobrevivir y cuya
jornada de trabajo va de sol a sol y más allá, todo el día inclinados sobre el surco
a arar, sembrar, desyerbar, sudar y sufrir, sin educación, sin asistencia médica, sin
higiene, sin caminos de penetración, sin escuelas, aislados del consorcio humano
y quedando descalzos, harapientos, desnutridos y sin fuerzas, amontonados en
chozas inmundas sin aire y sin luz, privados de cualquier esparcimiento
compensatorio y sepultados en la tierra de por vida, a lo cual se añade, para
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colmo de males, la frustración sistemática de las más modestas ambiciones,
sobre todo con relación al futuro de los hijos.
Pero ahora el campesino, a través de la prensa, la radio que ya penetra en todos
los hogares, aún los más humildes y a través de sus frecuentes viajes a la ciudad
se da cuenta de la distancia abismal entre la vida del campo y la ciudad y en la
ciudad se trabaja menos, se gana más, se goza de todas las diversiones y de la
máxima libertad, se encuentra fácilmente educación para los hijos y
particularmente se da cuenta que la cultura y las influencias son el medio para
sustraerse a esa vida miserable, con muchas ocasiones para hacer la vida
cómoda y alegre; empieza el éxodo del campo y no individualmente, sino en
masa, hasta el punto que, de la noche a la mañana, en la periferia de las
ciudades, aparecen nuevos barrios piratas, hechos de tablas viejas, lata y cartón.
Aumenta así la miseria y la desocupación da puesto a la vagancia, a los robos, a
la delincuencia y al gaminismo. Muchos psicólogos y sociólogos afirman que hasta
que el hombre no alcance un cierto desarrollo, no puede considerarse persona en
sentido propio.
Es un fenómeno de proporciones gigantescas, que no se puede frenar y las
consecuencias son más que alarmantes.
Los hijos de muchos estudian, pero muy pronto se encuentran con un diploma en
las manos y sin posibilidad de empleo, esto es, una juventud preparada
intelectualmente, pero ociosa a quien no le queda sino entregarse al vicio y
aumentar las filas de los descontentos y revoltosos.
Buenas razones tendrán los gobiernos para justificar esta gravísima situación,
pero lo cierto es que mucha plata se ha gastado y se gasta para teatros, coliseos,
plazas de toros, cines y edificios suntuosos, para reuniones y congresos,
complejos costosísimos para competencias deportivas nacionales e
internacionales, que quedarán muy pronto abandonados y demasiados lugares
para divertir a los de la ciudad y a las elites sociales, pero poco se hace para
estimular la especialización técnica y las pequeñas industrias campesinas, así
como acueductos y alcantarillados de las pequeñas poblaciones y pavimentación
de calles y caminos de penetración. Hay aldeas que quedan todavía a dos y tres
días a caballo. Y buenas razones tendrán los políticos que, aprovechando sus
influencias, abren planteles de bachillerato académico en pueblos y villorrios
eminentemente agrícolas, en lugar de abrir escuelas de técnica agrícola para
detener la fuga de los jóvenes hacia la ciudad.
La gente que se escapa del campo es fácilmente víctima de la delincuencia.
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CAPÍTULO CUATRO
LA JUVENTUD HOY
«Los jóvenes están hartos de
guerra, porque toda la historia de la
humanidad no es sino un relato de
guerras.
Y, en esa historia, siempre tuvieron
razón los que vencieron y a los
déspotas, que pasaron aplastando,
se los llama grandes.
El pecado de nuestros jóvenes
es ver demasiado claro,
sentir demasiado hondo.
Ellos comprueban cada día el
contraste abismal entre las reglas
sociales y la realidad que se vive y
no soportan la hipocresía.
Ellos perciben que es preciso
renovar el mundo desde sus
cimientos».
García Salve
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Decimos la juventud de hoy, por cuanto no hay juventud que sea mejor o peor que
en otros tiempos; en determinadas épocas prevalecen aspectos buenos o malos y
otra clase de actitudes y comportamientos.
La juventud tiene una fuerza interior que determina la manera especial de ver los
acontecimientos y de valorarlos.
¿Quién puede negar que nuestra juventud actual tiene maravillosas cualidades
que enaltecen y que, bien comprendidas, encausadas y favorecidas pueden llevar
la sociedad por rumbos de paz y de justicia?
Su autenticidad sin fingimiento, su sinceridad sin hipocresías, su deseo de
superación, su anhelo de igualdad, basada en los valores de la persona, más que
en los bienes económicos, en el linaje, en la posición social, en los buenos
puestos, debidos, en gran parte, a la intriga, a la política, al proteccionismo de
mala clase; el derecho de auto-decisión, más que ser manejada con la violencia, la
vigorosa tenacidad en defender su autonomía y sus valores.
Ella, rompiendo las ataduras del pasado, manifiesta una actitud generosa e
impresionante para el cambio; y es capaz de amoldarse a las nuevas
experiencias; buscando transformar las estructuras políticas y sociales, la
economía, la técnica y el concepto estático y formal de la religión. Sin la fuerza de
la juventud, el cambio radical de las instituciones y la superación de los moldes
tradicionales, serían vanas palabras.
La cultura joven los une y por esto buscan nuevos medios de expresión, nuevas
actividades libremente escogidas u organizadas por ellos.
Al observar que los progresos técnicos y científicos, sin precedentes en la historia,
no corren parejos con la consecución de la paz, la justicia y el bienestar de todos,
explotan en violentas protestas contra la guerra, los despilfarros burocráticos, las
discriminaciones raciales y los gastos para armamentos: porque están aburridos
de odios y de matanzas. La máxima juvenil es: «mejor cantar juntos que matarse
mutuamente» y organizan las competencias internacionales y los juegos sin
fronteras.
Odian las marcadas divisiones sociales y estrechan vínculos de solidaridad con los
más pobres y marginados, adoptando su forma de vestir, su vida errante, su
actitud desaliñada como una protesta contra la etiqueta hipócrita de los adultos: el
fenómeno hippie. Ellos se esfuerzan por construir un mundo más comunitario, que
vislumbran quizás con más claridad pluralista y una dimensión más universal de la
fraternidad.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Las comunes aspiraciones los llevan a la formación de grupos internacionales,
universalmente conocidos, como: los grupos de evasión, grupos de acción,
intercambios turísticos o de cultura; y aún grupos de reflexión y de oración, como
son las grandiosas concentraciones de Taizé. La juventud ya tiene anhelo y
hambre de Dios.
El mundo moderno aparece a la juventud tal cual es: poderoso y débil, capaz de lo
mejor y de lo peor; pues tiene abierto el camino hacia la libertad o la esclavitud, el
progreso o la destrucción, la fraternidad o el odio; tiene en sus manos las fuerzas
cósmicas, que él mismo ha desencadenado, y que lo pueden enaltecer o aplastar.
Vivimos entre peligros inminentes de conflagraciones universales. No obstante las
conferencias sobre desarme y la reducción de armamentos nucleares, todos se
arman siempre más, aún las naciones más pobres que no han tenido nombre en la
historia, como las africanas y las del extremo oriente.
Lo que puede salvar el mundo no es el equilibrio de las fuerzas brutas, o de los
medio bélicos, sino el equilibrio interior y propio del hombre que tiene sus raíces
en la educación de la personalidad y en la racionalidad humana: limitada en su
esfera de acción e ilimitada en sus deseos de superación; y por esto llamada a
una vida superior y a la trascendencia. Por ende, el sólo esfuerzo humano nunca
podrá saciar plenamente todas sus ansias.
Por esto son siempre más numerosos los jóvenes que plantean las cuestiones
más fundamentales de la vida y del mundo; ¿Qué es el hombre? ¿Cuál el sentido
más hondo de nuestra existencia? ¿De dónde, cómo y por qué el dolor, el mal y la
muerte? ¿Y cómo es que, a pesar de los progresos hechos, subsisten todavía y se
vuelven, muchas veces, catastróficos? ¿Qué valor pueden tener las victorias
logradas sobre las fuerzas brutas de la materia y sobre las explosiones nucleares
y los viajes interplanetarios?
¿Qué puede hacer el hombre para una sociedad mejor? ¿Qué puede esperar de
ella? ¿Qué hay después de esta vida? ¿Qué puede devolver a la juventud el
equilibrio interior y la alegría de vivir? ¿Ella que está como herida, exaltada,
trastornada hasta el paroxismo, que la impele, con frecuencia, a ciertas actitudes
explosivas e incontroladas y hacerle amar de nuevo la vida, aunque con todas sus
limitaciones y desviaciones y convencerla que siempre vale la pena vivir si
podremos dejar un mundo mejor del que hemos encontrado? ¡Sólo su equilibrio
interior!
El hombre equilibrado es aquel que da a cada cosa su justo valor, sin excederse
viciosamente: esto no significa inercia, sino desarrollo armónico de la personalidad
o, como dice la cibernética, la ciencia de los organismos finalizados o que pueden
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
finalizarse con algunos cuantos fines fundamentales entre una variedad, casi
infinita, de circunstancias y de medios (Ashley).
Para conseguir este bien tan grande, son necesarias dos cosas: conciencia recta y
principios firmes; principios firmes que sólo una sana y bien fundada filosofía
puede dar.
Es cierto que no todos los hombres obran por principios válidos, ni todas las
filosofías son verdaderas y aceptables; como lo demuestra un simple estudio del
pensamiento contemporáneo, la experiencia de la vida y el recto uso de nuestras
facultades racionales. Muchos se equivocan por falta de madurez y porque las
pasiones, muy vivas en ellos, desconciertan la razón o la acomodan
utilitariamente. Una juventud que no tiene ánimo de luchar, o que no ancla su vida
a principios rectos y firmes no podrá conservarse honesta, ni alcanzar ideal
alguno. Ayudarla en esta difícil tarea es el fin de la educación a todos los niveles.
Ciertamente estas cosas no se realizan a ciegas, porque entonces sería subsistir
una opresión con otra opresión. La juventud tiene el derecho y el deber de
educarse, de iluminarse y de estudiar ponderadamente los males y los remedios
para superarlos: de madurar sus criterios a la luz de la ciencia, de la técnica, la ley
moral y los valores trascendentales de la vida; esto es, decidirse con conocimiento
de causa y con la mirada fija en las metas que queremos alcanzar. En una
palabra, a la juventud se la debe educar para pensar, para desear lo recto y lo
justo, con principios firmes y dinámicos, con un diálogo constante, con un amor sin
límites y con aquella necesaria disciplina, que hace fecunda la enseñanza y marca
las pautas de su camino ascensional, que cuesta sacrificio y renuncia, pero que
dignifica al hombre y le proporciona las satisfacciones y las alegrías más genuinas
y profundas.
El hombre perfectamente equilibrado, en sus juicios y en su obrar, no es un dato o
un hallazgo, sino una conquista: Estudiar, comprender, saber, actuar...
A todo esto están llamadas las instituciones educativas y este es el ideal y la
consigna que deben vivir e inculcar todos los que están llamados a trabajar en
ellas: directivos, profesores y personal administrativo.

No es nuestra intención hacer aquí un tratado de filosofía; sino algunas ideas y
experiencias que ayuden a la reflexión y anclen la razón y la vida a la verdad y al
bien.
Referenciado conforme al original.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
SEGUNDA PARTE
LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA, SUS FUENTES,
SUS COMPONENTES Y SUS CONSECUENCIAS
Escribo para vosotros, ¡jóvenes! ...
y jóvenes son:
los que quieren sobrevivir
en este mundo en ruinas.
Los que luchan:
para que no los trague el torbellino.
Para conservar íntegra su dignidad.
Para no envejecer en el espíritu.
Para el triunfo de la verdad y la justicia.
Los que sueñan con transformar el mundo.
Los que se apasionan por un ideal,
por lo que vale la pena jugarse la vida.
Los que pueden mirar a los ojos sin recelo.
Los que viven abiertos a la Esperanza.
Los que aman tanto la vida
que están dispuestos a perderla.
Los que aman sin egoísmos
a los hombres, sus hermanos.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO CINCO
LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA
Tenemos una juventud
que parece prematuramente adulta
en su vida cultural y social,
y de grandes aspiraciones.
Pero es terriblemente inmadura
en sus relaciones afectivas,
en la ciencia de la vida,
en el sentido de la responsabilidad.
La educación debe
conjugar estos dos extremos
y reducirlos a la armonía.
Esto significa:
formar la personalidad.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
¿QUÉ ES EL HOMBRE?
La ciencia y la filosofía enseñan que el hombre es una estructura fisiológica,
psicológica y espiritual; que estos tres planos se interaccionan constante y
profundamente y que todos tres forman la persona humana.
Según la psicología experimental el hombre es:
Un ser material, con elementos extraídos del mundo inorgánico, pero que
introducidos en la corriente de la vida, se transforman en actividades biológicas y
fisiológicas.
Un ser psicológico, en cuanto tiene elementos vitales, de la misma manera que
los animales.
Un ser espiritual, en cuanto tiene inteligencia, voluntad, libertad, que, aunque
pueden y son condicionadas por la materia y los sentidos, tienen su actividad
propia que las vuelve capaces de concebir ideas y objetos completamente
espirituales, intuir, experimentar y formular, a través de la abstracción, leyes
universales y alcanzar las más altas especulaciones. Así mismo entregarse
consciente y libremente a aquel amor que trasciende la esfera de lo sensible y
sentimental y se presenta en una luz completamente espiritual como es Dios, la
bondad, la hermosura de la virtud y de la verdad y los ideales que implican la
negación de sí mismo, si es preciso, hasta la muerte, como la religión, la moral, la
defensa de su propia dignidad.
Pero si la persona humana implica estos tres elementos, el principal y que la hace
propiamente persona, son sus características racionales y espirituales, que la
distinguen esencialmente de los otros seres inferiores y la proyectan hacia
destinos trascendentes e inmortales.
De aquí brotan algunas consecuencias muy dignas de tenerse en cuenta:
- Que el hombre es definible, no así la persona, porque se la conoce sólo desde
adentro y porque, presente por doquier en nuestro ser, no se la halla en parte
alguna, es una realidad que se la capta y se la conoce en sus actos, como
movimiento de personalización.
- Que nunca se la puede confundir con el individualismo, ideología del aislamiento
y defensa exclusiva del yo, del ser concreto, mientras en el personalismo, el tú y
en el tú el nosotros, lo acompaña y lo vuelve esencialmente comunitario y lo
impulsa a salir de sí y a comprender al otro. Desarrollar la gratuidad generosa del
don y la fidelidad, son los actos originarios de la persona como tal y como parte de
la comunidad.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- El acto de amar es la mayor característica de la persona, el «cogito» existencial
irrefutable: amo, luego el otro ser existe y la vida vale la pena vivirla. Pero el ser,
no es amor de la noche a la mañana, se construye y se lleva a madurez con un
proceso constante y victorioso, que haga emerger del individuo la personalidad,
como la flor del tallo espinoso de los instintos y de la animalidad.
- La mejor salvaguardia de la persona en la apertura al otro, así sea
complementariamente, es el desarrollo de su conversación íntima, porque la
persona es también recogimiento, secreto, intimidad; por esto, no es fácilmente
inventariable, es una presencia sin fondo y por lo mismo el trasfondo de la
personalidad es el pudor, la intimidad y pertenencia inalienable de su ser, son la
exigencia concreta de la persona.
- Interioridad y entrega son entonces los polos de la personalidad. En la entrega
no puede evitarse el enfrentamiento y por esto la problematización es propia del
hombre, que puede llegar a ser ruptura cuando está en juego la dignidad humana.
Esto equivale a decir que la personalidad implica necesariamente la libertad, que a
su vez, no es pura espontaneidad, sino responsabilidad.
- La responsabilidad implica también la trascendencia y lleva consigo un anhelo de
continua superación, un paso de lo personal a lo transpersonal, que ilumina las
profundidades del «YO» y los fríos valores de la verdad, que se expresa y
transfigura en la cultura, en la filosofía, en la historia, en el arte, en la moral y las
impulsa hacia la religión.
- Esto no implica la eliminación del dolor y del mal, ni la fascinación de la nada.
Pero el personalismo es optimista, porque del polo político al polo profético de su
compromiso, hace del mal y del sufrimiento una prueba y de la prueba ocasión de
gozo y de mérito.
- La teoría de la personalidad en el siglo XX, tiempo de deshumanización y de
violencia, de exaltaciones demoníacas y de depresiones nihilistas, constituye el
inconmovible e imprescindible fundamento de una pedagogía verdaderamente
humana y la única que puede salvar al hombre, temporal y espiritualmente. En
concreto, se presenta como la impugnación de la concepción burguesa de la vida,
como ruptura con la ética triunfalista, como derrocamiento del mito de la raza,
como la única fuerza que podrá superar el nihilismo materialista y marxista y
restablecer el orden y la jerarquía de los valores en la vida personal y social. La
teoría de la personalidad es la única que puede reconciliar el trabajo con el justo
salario, la propiedad con la justicia social y la necesidad de autoridad con la
auténtica democracia.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
El verdadero humanismo exige, igualmente, que el hombre desarrolle su vida
racional y sus capacidades creadoras y que, contemporáneamente, trabaje para
hacer del mundo físico y psíquico un instrumento de su desarrollo y bienestar.
La educación, pues, debe abarcar a toda la persona: inteligencia, voluntad,
libertad, impulsos del amor e igualmente afectos, sentimientos y las mismas
actividades y ejercicios corpóreos, para que la inescindible unidad de la persona
alcance sus propios destinos y se dirija y se perfeccione en sus innatas tendencias
hacia el Trascendente, la intimidad y la entrega y por esto a la familia y a la
sociedad.
De allí que la base de toda buena formación humana y personalizante es la
educación integral. Cosa que, desafortunadamente, hoy poco se entiende,
haciendo consistir la formación de la persona en la sola transmisión del
conocimiento y confundiendo la educación con la enseñanza, como pura
transmisión de conceptos. Pero los pésimos frutos están a la vista de todos,
¡justificando lo dicho!: la ciencia sin la conciencia no hace sino criminales
refinados.
Por esto el principal objetivo del Centro de Educación Media Diversificada y
Estudios Superiores María Goretti, expresado en el artículo 5º de los estatutos,
literal a), reza así: “Promover la formación integral de la persona humana...”, con
lo que se expresa claramente tres cosas:
- Que en el Centro no se puede solamente educar, que pudiera confundirse con
cualquier tipo de enseñanza, según el concepto deteriorado que se da hoy a esta
palabra, o entenderse de una acción puramente superficial, sino como lo indica
profundamente la palabra formar, esto es, plasmar interior y exteriormente el
modelo perfecto de la personalidad, desarrollando, creciendo y ordenándolo todo
hacia el ideal de hombre.
- Que el sujeto concreto de toda formación en las Instituciones Educativas
Gorettianas es la «persona humana», que se encarna y se revela íntegra, tanto
en el niño del nivel primario y del bachillerato, como en los alumnos universitarios,
porque es la propiedad inenajenable y el fundamento de todos los derechos y
deberes, sin distinción de sexo, ni de cultura, ni de posición social.

- Esta formación que sea «humana» debe ser «integral», esto es total, en el
conjunto y en las partes, so pena de distorsionar la doctrina pedagógica y
perjudicar la educación de la persona, que, como hemos dicho, si es «pluralidad
de miembros, de facultades y de fundaciones, mucho más es unidad inescindible»
CESMAG. Estatutos aprobados el 3 de marzo de 1981.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
en su composición estructural y en sus finalidades humanas y trascendentes; en lo
que consiste su completo y total perfeccionamiento.
Así mismo el Centro de Estudios Superiores María Goretti está abierto a todas las
modalidades, porque esta perfección se extiende y se completa siempre más,
cuanto más el hombre va desarrollando sus capacidades técnicas y operativas,
cuanto más se eleva en la escala de «valores» y cuanto más asciende a los
diversos niveles de estudio a que aspira. Por esto dicen los estatutos: “educación
integral de la persona en el campo científico, profesional e investigativo” .
Y aquí se introduce una modalidad, que algunos pueden considerar como
herencia o influencia de antiguos o modernos prejuicios, pues, dice: “siguiendo
fielmente el desarrollo del humanismo cristiano” , con que se recalca:
- Que la orientación pedagógica en los Centros María Goretti es la educación
cristiana, en el pleno convencimiento de que ésta es la voluntad de la gran
mayoría de los alumnos y de los padres de la familia, en una nación totalmente
católica.
- Que esta filosofía es altamente humanizadora, lo que significa que se asegura a
los alumnos lo mejor de los derechos de la persona, pues evita los dos escollos
igualmente peligrosos y deshumanizantes: la esclavitud física o moral y el
libertinaje; la una porque viola los derechos y el otro porque los exalta hasta
volverlos perjudiciales al individuo y a la sociedad.
Para que no nos juzguen mal, y como es conforme a nuestra mentalidad doctrinal,
consciente y responsable, fruto de largos estudios y experiencias, nos parece
necesario demostrar un poquito más nuestras afirmaciones sobre este punto.
POSTULADOS DE LA FILOSOFÍA PERENNE

Lo dicho sobre la metafísica de la persona está ampliamente analizado y
demostrado en lo que los estudiosos han llamado Filosofía Perenne; que recoge lo
más acertado de todas las filosofías, sintetiza y completa lo mejor de todas las
especulaciones y del pasado y orienta benéficamente las del porvenir, porque es
la filosofía de la «recta razón», libre de prejuicios de escuela o de casta, de
influencias de partidos o de pasiones, las que obnubilan la razón y el
discernimiento de la verdad. Filosofía que construye sus principios de la escueta,
serena y profunda penetración de la realidad y consulta un tanto la sencilla
sincera e integralmente humana filosofía del Evangelio.
Tomado del mismo documento anterior.
Tomado del mismo documento anterior.


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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Filosofía que, sin excesivas elucubraciones doctrinales o metafísicas, sin
distorsiones de la razón razonante, sin la vana, seca y esterilizante tautología del
verbalismo, sin el frenesí ambicioso de decir siempre novedades, aún resulten
insulsas y redundantes, nos mantiene humildes en el espíritu, atentos y
entusiastas frente a las mil maravillas del mundo exterior y mucho más, frente a
los profundos secretos de nuestro interior; sin quitar profundidad a la investigación,
porque la realidad misma viene al encuentro de quien la busca y quiere penetrarla
e interpretarla con sinceridad de intención.
Filosofía Perenne que injustamente podría confundirse con cualquier teoría de
moda, de que se amamantan los hombres, o con el simple «eclecticismo», porque
es la filosofía de la verdad; por esto sigue el buen camino entre los opuestos
abismos que la pobre razón humana se excava frecuentemente en su anhelo de
encontrar la verdad.
La historia de la filosofía está llena de estas antítesis en que se enreda fácilmente
la especulación, cuando abandona la imparcialidad frente a los múltiples, y
aparentemente contradictorios datos de la realidad, o cuando se exaltan
fácilmente frente a las pasajeras conquistas de la pseudociencia, que muy pronto
se resuelven en espejismos ilusorios.
El hombre, en efecto, en cuanto se enorgullece de sus descubrimientos e
inventos, se deja fácilmente llevar por las apariencias, absolutiza lo que es
puramente relativo y crea una serie de paralogismos y otros «ismos», cuya
falsedad consiste en una visión parcial y, por esto, desfigurada de la realidad.
He aquí algunos aportes filosóficos que ponemos correlativamente para resaltar
mejor los extremos a que llega la mente humana en sus desvaríos: monismopluralismo indefinido, substancialismo-fenomenismo, idealismo-materialismo,
sensismo-escepticismo,
nominalismo-realismo
exagerado,
estatismo
de
Parménides, devenir absoluto de Heráclito, capitalismo-marxismo, democraticismo
o democracia exagerada que produce el caos o la anarquía- absolutismo que
idolatra la autoridad, individualismo-sociologismo.
Por esto parece justificada la afirmación de muchos: «no hay brutalidad que no
hayan dicho los filósofos», o mejor los hombres en nombre de la filosofía; cuando,
por un error de cálculo o por el deseo de concluir prematuramente la investigación,
han hecho de la sabiduría una pseudociencia.
Y sin embargo, hay que continuar filosofando, esto es, buscando la sabiduría; de
lo contrario el hombre se embrutece y porque vale mucho más saber poco de lo
difícil, que mucho de lo fácil.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
La Filosofía Perenne, que es la sana filosofía, ha evitado todos esos escollos,
conservando el justo medio, porque también de la buena filosofía, puede decirse lo
que afirmaba Horacio de la bondad: «en el medio está la virtud; más allá o más
acá no existe sino el vicio».
Es propio, en efecto, de la Filosofía Perenne conservar el justo medio entre los
extremos, que son los errores. Es así como Sertilanges resume agudamente los
beneficios que esta filosofía prudente y precavida, ha aportado a la causa de la
verdad y los grandes males de que ha preservado la mente humana. Ella, dice,
defiende la fe contra el racionalismo y la razón contra el fideísmo; se opone
igualmente al idealismo y al materialismo; opta por la trascendencia de Dios y
lucha contra el emanacionismo que impulsaría el universo hacia el panteísmo;
sostiene la unidad substancial de la causa primera y el pluralismo para las causas
segundas; acoge la predestinación divina y exalta la libertad humana; justifica la
exigencia del Absoluto y el relativismo de los seres contingentes; la
incognocibilidad del misterio íntimo de Dios y al mismo tiempo entreteje una
amplia y bien estructurada Teología; nos libra del pesimismo de Schopenhauer y
crítica el optimismo confianzudo de Leibniz y Pangloss; defiende la existencia del
misterio y la positividad de la razón, la mortificación y el gozo interior, la virginidad
y el amor, la contemplación y la acción, la salvación personal y nuestra
inmedesimación con Dios, la libertad y la obediencia, la igualdad y la jerarquía, el
universalismo sociológico y el beneficio de una patria, la paz y la guerra justa, el
abandono en la Providencia y la necesidad ineludible del trabajo, el libre albedrío y
la predestinación, el desapego de las cosas terrenas y el ansia de vivir, la
misericordia y la justicia; la profunda nostalgia del cielo y la exigencia de contribuir
al bienestar de la tierra.
¡Filosofía sublime como ninguna otra!... y todos estos conceptos, aparentemente
divergentes, se correlacionan nuevamente en una consecuencia profundamente
lógica y científicamente justificada, porque están sometidos a un análisis racional
exhaustivo que demuestra las diferencias y las analogías, aunque su sutura pueda
parecer, en muchos casos, un misterio reconocido por la misma razón humana
que se mueve entre horizontes limitados.
Ahora bien, la Filosofía Perenne es de pura e íntegra inspiración cristiana, porque
es fruto de las investigaciones de los mejores filósofos antiguos, conocida con el
nombre de Realismo, impregnada, especialmente en el campo humano y
sociológico, por la doctrina evangélica y desarrollada eficazmente por San Agustín,
Santo Tomás, San Buenaventura, Bacon, Descartes, Pascal, Rosmini y en los
tiempos modernos y contemporáneos por los más grandes filósofos de la época,
como: Lotze, Lange, Wildeband, Bergsón Blondel, Unamuno, Husserl, Marcel,
Kierkegaard, Max Scheler, entre otros.
¡Estamos, pues, en muy buena compañía!...
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Pero, si nos preguntamos: ¿hubo alguien que, sin ser filósofo o moralista, supo
interpretar y vivir el cristianismo y el Evangelio con mayor perfección, en la forma
más ortodoxa e integral, con la mente, el corazón y la vida, conformando con él
todo su ser, todas sus acciones y todos los momentos de su vida, hasta volverse
proverbial, indiscutible y universal, hasta merecer el título grandioso de «el otro
Cristo»? ¡Sí! fue San Francisco, el cual volvió el Evangelio actual, sencillo, total y
que produjo en él aquel abandono en Dios y alegría profunda, inspirada por el
espíritu del Evangelio, fuente de altísima perfección y alegría.
Es justo, pues, que se lo proponga a la juventud como la filosofía viviente y
humanizadora del Evangelio.
Todo esto se expresa en forma escueta y perfectamente lógica y justificada, en el
artículo 5º, literal a), de los estatutos. He aquí su texto completo: “Promover la
formación integral de la persona humana en el campo científico, profesional e
investigativo, siguiendo fielmente el desarrollo del humanismo cristiano a la luz de
la doctrina de la Iglesia católica y del rico mensaje espiritual franciscano” .
Pero, para vivir y actuar esos ideales tan convincentes y alucinantes, fuente de
todos los bienes para el adecuado e integral concepto de la persona, debemos
compenetrarlos con otros elementos, igualmente necesarios y claramente
mencionados en los estatutos:
 La «igualdad de derechos», para todos, a la vida, a la educación, al trabajo y a
la realización de sus justas aspiraciones.
 Siendo el hombre esencialmente social y por esto llamado a vivir en comunidad,
todos tenemos el deber de contribuir al bien común, porque el verdadero bien
común se resuelve en beneficio de cada uno y la filosofía cristiana hace de esto un
postulado fundamental; «amaos los unos a los otros» y «amar» es «servir con
generosidad».
 En esta igualdad de derechos y de servicio hay que tener en cuenta una escala
de valores eminentemente humanos: los más elementales e inferiores, como los
materiales y económicos, que sirven para la conservación de nuestra vida
fisiológica y como medios de elevación y perfeccionamiento en la esfera de los
valores más altos.

La recta filosofía, en efecto, y la doctrina evangélica no permite se descuide el
bienestar económico, en los límites del recto orden y de la justicia social.
Debemos, pues, trabajar con empeño para vencer la ignorancia, incrementar la
cultura, perfeccionar la técnica, conquistar nuevas metas de progreso para hacer
Tomado del mismo documento anterior.
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la vida más segura y llevadera, mejorar las relaciones humanas y por cuanto es
posible, dejar este mundo mejor de cómo lo hemos encontrado. Por esto, los
estatutos hablan claramente que los programas, el profesorado y el alumnado
deben tender a transformarse en «agentes del desarrollo socioeconómico y
cultural de la región sur colombiana y como instrumento para el aprovechamiento
racional de sus recursos naturales y conservación del ambiente bioecológico».
Ciertamente todo esto no podrá conseguirse sin el cultivo apropiado de la ciencia y
de la técnica y sin infundir en los alumnos el profundo sentimiento de la solidaridad
humana y la práctica esmerada de la misma educación cívica en una maduración
humana global de la responsabilidad, fundamento de todos los bienes que
queremos alcanzar con la especialización profesional del Centro.
Por esto los estatutos recalcan justamente: «Preparar profesionales a nivel
tecnológico con fundamentación científica y humanística, conciencia cívica y
responsabilidad social...»
En efecto, todas las actividades de la obra María Goretti no han tenido y no tienen
otro fin que la elevación social y moral y la habilitación profesional de la juventud;
por esto, son tan beneficiosas y humanizadoras. Debe ser, pues, empeño común y
constante seguir esta línea de conducta y alcanzar metas siempre más altas.
Pero no podemos olvidar que no somos seres puramente materiales y con fines
solamente terrenos. Nuestra existencia actual se acabará muy pronto y esta
necesidad fatal, como la muerte de nuestros seres queridos, nos llena de tristeza,
porque todos tenemos deseos de infinito.
Dios, pues, nos puso en este mundo, no sólo para disfrutar de los bienes de la
tierra, en los pocos días de esta vida, sino que nos llama a una felicidad
inconmensurable y para llegar a ella nos traza el camino por medio de los valores
humanos y de las trascendentes exigencias del alma. Las leyes morales, en
verdad de verdad, no son un peso que aplasta, sino alas para conquistar las
alturas del espíritu y remontarnos hacia Dios.
Las leyes divinas y las humanas, justas y razonables, hay que observarlas en el
Centro, con entusiasmo, fiel cumplimiento y alegría, como salvaguarda de la
dignidad y camino seguro hacia lo eterno, en donde nos encontraremos con Dios,
nuestro Creador, Padre amantísimo y nuestro fin supremo y feliz bienaventuranza.
Todas estas cosas, en forma lógica y gradual, nos las recuerdan los estatutos, en
el mismo artículo 5º, literal c), en donde, hablando de los objetivos, reza así:
«Infundir en los alumnos un alto sentido de respeto a la verdad científica, histórica,
a los postulados de la igualdad de derechos y de servicio a la comunidad, teniendo
en cuenta una escala de valores, desde los materiales y económicos, a los
51
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
culturales, científicos, morales y espirituales, hasta las finalidades trascendentes
del hombre con las cuales se encuentran con Dios, su Creador y Fin Supremo».
Nos parece haber puesto al Centro bases perfectamente racionales y
profundamente humanizadoras, que serán desarrolladas en las páginas
siguientes.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO SEIS
LA PERSONA HUMANA Y LOS VALORES
“Todos valoramos y no podemos evitarlo.
No es posible vivir sin valorar.
Así como el querer y el reconocer
pertenecen a la esencia del hombre, lo
mismo el valorar... sólo podemos querer lo
que de alguna manera nos parece valioso
y por tanto como digno de esfuerzo.
Hay valores subjetivos, y por eso
cambiantes y valores objetivos y por esto
universales” 2.
Johannes Hessen
2
HESSEN, Johannes. Tratado de Filosofía : Teoría de los valores. Traducción de Juan Adolfo
Vázquez. Buenos Aires : Editorial Sudamericana, 1959. v. 2, p. 25.
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¿QUÉ SON LOS VALORES?
El conjunto de verdades y los objetivos que dan un sentido a la vida y la impulsan
hacia la humanización completa y hacia la perfección máxima de la personalidad.
Todo ser viviente tiene en sí la tendencia hacia el crecimiento, hasta la
consumación; esto es, hasta su perfecta realización.
Esto se aplica también al hombre y particularmente a lo que lo constituye persona,
esto es la parte superior de su vida racional y de su espíritu.
En efecto, como toda vida, también la vida superior del hombre tiende a crecer y
realizarse hasta las finalidades que le son propias.
Hemos dicho que el hombre se caracteriza por su intimidad personal. Es el
santuario al cual vuelve, particularmente en los momentos más difíciles de la
existencia, para encontrarse consigo mismo, cuando la vida tumultuosa de la
moderna sociedad lo quiere absorber en el anonimato, o rebajarlo de su altísima
dignidad espiritual o transformarlo, por la rutina del quehacer diario, en una
máquina pensante o en un robot. Es cuando, el hombre serio y reflexivo, siente la
necesidad de un coloquio consigo mismo y con los principios inspiradores de su
conducta.
No es raro, entonces, encontrar en su conciencia un profundo anhelo de
mejoramiento, o saborear la dulce satisfacción de una batalla vencida para
conservar su dignidad de hombre, o del deber cumplido con heroico sacrificio y
sentirse el alma henchida de gozo, como si el Ser Supremo sonriera a nuestros
esfuerzos para complacerlo y vivir con la conciencia de hombres dignos y si
hemos prevaricado, cometiendo la maldad, este juez íntimo nos acusa de
culpables y nos apremia, con el remordimiento, para volver al camino del honor de
la dignidad.
En este mundo hay como una subordinación esencial entre los seres y las
finalidades de cada uno: de la materia inorgánica a la vida vegetativa, de ésta a la
sensitiva, de allí a la vida psíquica, más allá a la vida intelectiva y a la vida ética;
así la compleja estructura de la personalidad humana reúne en sí todas las
perfecciones desparramadas en el universo. Por esto, decía un sabio, el hombre
es el compendio de toda la creación; porque tiene el ser en común con la piedra,
la vida en común con las plantas, los sentidos en común con los animales y la vida
intelectiva en común con los espíritus celestiales.
La personalidad, a su vez, tiene un largo proceso de maduración, en el cual, a
través de la reflexión y la experiencia progresiva, la educación y la cultura van
descubriendo e incorporando a su vida una gama de valores, propios de la
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Guillermo de Castellana 0FM Cap.
persona y cuanto más el hombre se eleva, tanto más se perfecciona en su ser y
en sus facultades y cuanto más se acerca a sus finalidades trascendentes, tanto
más los valores, siempre más altos, se le presentan como una conquista digna del
hombre.
CATALOGACIÓN DE LOS VALORES
En la catalogación de los valores se ha usado varios métodos y varios puntos de
vista. Vale la pena conocer algunos.
Hugo Munsterberg3, en su Filosofía de los valores construye un sistema
axiológico, elaborado en detalle.
División general: valores vitales y valores culturales.
En cada grupo se distinguen cuatro clases:
- Valores de conservación.
- Valores de simpatía.
- Valores de acción.
- Valores de ejecución.
Estas clases se dividen, a su vez, en otras tres:
- Vivencias del mundo exterior.
- Vivencias del mundo de la comunidad.
- Vivencias del mundo interior.
Un sistema totalmente diferente bosqueja Heinrich Rickert, poniendo como base
de su clasificación los binomios: persona – cosa, actividad – contemplación, social
– asocial. Y considera que el concepto central al que debe relacionarse la
multiplicidad de valores y que al mismo tiempo fundamenta su jerarquía, es el
concepto de “consumación”4.
A nosotros nos parece más oportuno, y de más fácil comprensión, seguir la
clasificación de Johannes Hessen5.
Este distingue los valores desde dos puntos de vista: uno formal y el otro material.
3
MUNSTERBERG, Hugo. Filosofía de los valores, citado por LEIPZIER, 1924. (Fuente
referenciada conforme al original).
4
RICKERT, Heinrich. Fundamentación General de la Filosofía. Cap. VII. (Fuente referenciada
conforme al original).
5
HESSEN, Op. cit., p. 80 - 91.
55
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.

Desde el punto de vista formal los valores se dividen en:
- Valores positivos y valores negativos. Frente al valor positivo se halla el negativo,
que también se llama «desvalor».
- Valores de la persona, esto es, que son sólo de la persona, como: el valor ético y
valores de las cosas que son los inherentes a los objetos impersonales, por
ejemplo, los bienes.
- Valores propios, que valen por sí mismos, como: la vida y valores dependientes,
que se refieren o se apoyan en otros y que llaman también derivados, por ejemplo,
la adolescencia.
 Bajo el punto de vista material, los valores tienen una clasificación
generalísima: valores inferiores o sensibles y valores superiores o espirituales.
Los primeros son más o menos materiales y por esto pasajeros y relativos y los
segundos son espirituales y por esto imperecederos y absolutos.
Los valores sensibles pueden ser:
- Valores del agrado o del placer y la ideología que reconoce estos valores se
llama «hedonismo».
- Valores vitales, cuyo portador es la vida biológica, por ejemplo: la vitalidad, la
salud. Para Nietzsche éstos valores son los únicos y su concepción será un
biologismo ético o naturalismo.
- Valores de utilidad, que coinciden con los valores económicos, encaminados a
satisfacer las necesidades materiales; por ejemplo, comida, vestido, habitación y
los instrumentos para producirlos, como el molino, las fábricas, etc.
Los valores espirituales, que constituyen la materia propia de la axiología, son:
- Valores lógicos, que abarcan la función del conocimiento y sus contenidos, por
ejemplo: saber, aprender, raciocinar y la matemática, la filosofía y los desvalores:
la ignorancia, el error, la falta de interés por la verdad, la ausencia de aspiración
por la verdad y similares.
- Valores éticos, o del bien moral, cuyo portador es exclusivamente la persona y
que se enuncian universalmente: «debes», «haz el bien». En la doctrina cristiana
se llaman «el orden del amor».
56
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- Valores estéticos, que son valores de expresión sensible y de apariencia, que
constituyen lo bello y el arte.
- Valores religiosos. Los valores reales que nos enlazan con el Ser sobrenatural,
que abarcan y sostienen todos los otros valores, los cuales encuentran en Él un
origen metafísico y del cual proceden como rayos de una fuente luminosa oculta.
JERARQUÍA DE VALORES
Los valores, como hemos visto, difieren uno de otro; pero admiten también un
orden jerárquico, que podrá cambiar en la apreciación subjetiva; pero que, en la
apreciación universal, no deja de ser objetivo. Seguiremos en esto los criterios de
Max Scheler, que nos parecen válidos.
En los primeros peldaños, por decirlo así, están los valores materiales, que dan
origen a tres tipos de hombres: Es preciso notar que, especialmente en la
apreciación subjetiva, el uno no excluye al otro, ni en el orden ni en la intensidad.
- El hombre vital, que sólo reconoce y aprecia todo lo que sirve para conservar y
perpetuar la vida.
- El hombre económico, cuya vida es un esfuerzo incesante para acumular bienes
materiales, o lo que los compendia que es el dinero.
- El hombre hedónico, por el cual el placer sensitivo es el valor de los valores.
Para éste la vida carece de finalidades superiores, o por lo menos no las tiene en
cuenta.
Todas estas categorías de hombres carecen necesariamente de una verdadera
personalidad y las más reflexivas, experimentan, con frecuencia, un profundo
vacío existencial, puesto que, por una parte, todos estos bienes son perecederos,
cambiantes, expuestos a muchos reveses, incapaces de llenar la vida del hombre
y por otra parte, especialmente cuando se vuelven obsesivos, los privan de la
facultad de apreciar y gustar cualquier otro valor superior. El mismo Nietzsche
afirmaba: «todo placer quiere eternidad; honda, honda eternidad».
En los valores superiores hay también una cierta jerarquía y el hombre se siente
tanto más persona, sólo cuando se integran en él el mayor número posible de
valores y en la mayor intensidad posible; mientras, de ordinario, tanto más se
siente frustrado, cuanto más cultiva una sola clase de valores espirituales.
Según nuestro parecer, también aquí surgen tres tipos de hombres, siempre con la
salvedad de que se interaccionan unos con otros, tanto en número como en
intensidad. La nuestra es, pues, una tendencia límite o hipótesis de trabajo.
57
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- El hombre estético, cuyo valor es la belleza. Su espíritu, ayudado poderosamente
por la imaginación creadora, disuelve las cosas y los sucesos en un juego de
fantasía, del que goza intuitivamente y que, con frecuencia, expresa
reproducciones originales.
- El hombre teórico, que solamente percibe y aprecia los valores lógicos o el
conocimiento. Su afán es la adquisición del saber. Se encuentra en fría actitud
contemplativa ante todas las cosas, satisfecho de penetrar las esencias y enunciar
sus leyes.
- El hombre ético, que vive sumiso a la ley moral, concebida como coeficiente
necesario de su dignidad. Podemos dividirlo en dos tipos: El hombre ético, que
pudiéramos llamar kantiano, esto es, que observa la ley por la ley, el deber por el
deber. Y el hombre ético racional, que observa las leyes y los deberes, movido por
el conocimiento y el amor y para alcanzar la perfección de la vida humana.
No hay duda que estas tres formas éticas, tomadas aisladamente, malogran el
sentido de la vida, porque el mero saber no permite satisfacer plenamente las
necesidades más profundas del alma humana, ni significa el enriquecimiento total
del hombre interior. La vida estética no le da al hombre ninguna fortaleza,
particularmente cuando hay que dominar los tremendos embates de la vida con
una actitud heroica y en las luchas, no rara vez, que se combaten en el interior del
hombre para someter las tendencias inferiores. Igualmente, el hombre puramente
ético no alcanza la profunda paz ni la profunda alegría, a las cuales el hombre se
siente llamado.
Por esto, estos últimos valores éticos, se enlazan necesariamente con los valores
religiosos, en cuanto expresión vivencial de nuestro amor a Dios, infinitamente
amante e infinitamente amable, y modelo de los valores espirituales.
A este propósito, dice justamente Aloys Rienl, al final de su libro sobre Nietzsche:
Siempre creerá el hombre en el sobrehumano, llámelo lo divino o lo
ideal. Sin un ideal por encima de sí mismo el hombre no puede marchar
derecho en el sentido espiritual de la palabra. Ese sobrehumano, que
tiene carácter de modelo, es el mundo de los valores espirituales. Aún
el más grande de los hombres tiene a ese mundo por encima de sí,
como también dentro de sí mismo. Pero estos valores que guían la
conducta humana y animan su pecho, no son inventados ni se los
vuelve a acuñar por transmutación; son descubiertos y como las
estrellas del cielo, se van haciendo visibles a los hombres
58
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
paulatinamente con el progreso de la cultura. No son viejos valores, ni
nuevos valores; son los valores6.
VALOR DE LOS VALORES
Esto se exprime en algunos enunciados que clasifican siempre más sus mutuas
relaciones y nos impulsan a vivirlas más conscientemente.
- Los valores son tanto más altos cuanto más duraderos. En efecto, la durabilidad
es un valor que acrecienta el valor del valor, por ejemplo: la duración del amor .
- Cuanto más altos son los valores, son más universalmente participables. En
efecto los valores espirituales, al contrario de los materiales, pueden ser
participados por muchos, sin que por esto se agoten; por ejemplo: una obra de
cultura puede ser aprovechada, sentida y conocida en su valor por cualquier
número de personas.
- El valor catalizador es superior a los valores catalizados. En efecto, el Dios
personal regula los valores creados. La prudencia normaliza nuestros
pensamientos, palabras y obras.
Estas distinciones no siempre han encontrado el consentimiento universal , pero
nos parecen bien fundadas y válidas, puesto que todos hacemos apreciaciones
más o menos bien fundadas, de valores, por ejemplo: salvar una vida nos parece
más meritorio que dar una limosna, el amor más que la pura justicia; la valentía
más que la moderación, la veracidad más estimable que la belleza y la recta
conducta más que la pericia en el juego.
En la educación de la juventud hay que destacar principalmente los valores que
atañen a su formación integral, que es el valor máximo de la vida juvenil.
El hombre, pues, vale tanto cuanto valen los valores sumamente apetecibles de
los bienes morales y espirituales, y nos acerquemos lo más posible, al completo y
total desarrollo y perfeccionamiento de nuestra personalidad y al valor máximo
que es el Sumo Bien, meta última de nuestro peregrinar terreno y nuestra eterna y
suprema felicidad.
6
NIETZSCHE, Friedrich. F. Ed. Stumbart, 1820. p.165. J. (Fuente referenciada conforme al
original).

Tomado de SCHELER, Max. Ética II. p.135. BEHN, Siegfred. Filosofía de los Valores. Munich,
1930. p. 26. (Fuente referenciada conforme al original).

Tomado de WINDELBAND, W. Introducción a la Filosofía. Zubinga, 1914. p.390. (Fuente
referenciada conforme al original).
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Guillermo de Castellana 0FM Cap.
La renovación ética es lo único que puede salvarnos, en la bancarrota actual de
todos los valores y que hace nuestra vida tan insegura, tan desconfiada y tan
alienante.
Hay que desarrollar en el corazón de la juventud tal complacencia para el bien
«que sea imposible dejar de hacer lo que se reconoce como bueno y en cambio
nunca hacer lo que se conoce como malo».
Pertenece, pues, al buen educador presentar ante los jóvenes el mundo del bien
moral con tal realismo, vivacidad y amor, que en lugar del amor egoísta, que no
acarrea ningún bien verdadero y durable, coloque en el corazón de la
juventud el otro amor que lleva inmediatamente, y sin más, al Bien por sí mismo y
como tal.

Tomado de FICHTE, J.A. Discursos a la nación alemana. Madrid. 1900. (Fuente referenciada
conforme al original).
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Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO SIETE
LA EDUCACIÓN PERSONALIZANTE
EN EL CAMPO DEL CONOCIMIENTO O ENSEÑANZA ACTIVA
La persona humana “no es... una simple
acumulación de células, sensaciones,
impresiones y pensamientos;” ni la
componen “sólo estructuras físicas y
biológicas, ni siquiera las capas más
profundas de su vida psíquica... sino en su
esencia espiritual y en el entronque de la
persona, por la gracia con lo Eterno” 7.
Melchor Escrivá Pellicer
Hay que aprender y enseñar a conocer, a
pensar, a formar convicciones y abarcar,
por cuanto es posible, en amplitud y
profundidad el universo, hay que ascender
a la esencia espiritual del hombre y de allí
a Dios.
La lucha y la superación es un ingrediente
esencial en el hacer y quehacer de la
personalidad. Queremos enseñar a la
juventud a superarse, a vencer las
dificultades de su vida intelectual y moral,
a estructurar su vida cultural y científica, y
a promover y forjar su propia personalidad.
7
ESCRIVÁ PELLICER, Melchor. S.J. Medicina de la personalidad : El hombre su diagnóstico,
promoción y medicina. 3 ed. Santander : Editorial Sal Terrae, 1973. p. 27. (Colección Espíritu y
Vida ; no. 5).
Filosofía Personalizante y Humanizadora
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¿QUÉ ES?
La personalidad, dice M. Prince: “es el conjunto de todas las disposiciones,
impulsos, tendencias, apetencias e instintos biológicos innatos del individuo, unido
a las disposiciones y tendencias adquiridas por experiencia” 8, que hacen a cada
hombre lo que es, diferente y único en el mundo, aún entre los seres que hayan
existido y podrán existir.
Esta definición analítica y pragmatista, en realidad, no es completa, pues, falta lo
más importante que es la luz y la fuerza superior e impulsora del espíritu. Pero
nos dice claramente que la personalidad de cada uno es única y sola y por esto
irrepetible. Por esto, dice Allport, “La personalidad, es más difícil de estudiar que
los astros o las plantas”9. “Cada una de las personas, añade Buber, que vienen al
mundo constituye algo nuevo... Cada hombre tiene el deber de saber que no ha
habido nadie igual a él en el mundo”10.
Cada persona, aunque fuere un niño, en esta tarea educadora, nos debe hacer
temblar, puesto que la podemos enaltecer y perfeccionar, llevándola a su
desarrollo total y agente de su felicidad, o malograrla definitivamente.
La educación personalizada es y debe ser el camino por el cual el hombre le
encuentre un sentido a la vida, o como dice Víctor García Hoz , el intento de
estimular al educando para que perfeccione la capacidad de hacer efectiva su
libertad personal, insertándose, con sus características peculiares, en la vida de la
comunidad.
No es una nueva ciencia, ni una culturización ni un don ya hecho, sino la nueva
técnica que, a través del aprendizaje, la investigación y el ejercicio de
responsabilidad, anota Faure , reacciona contra una enseñanza que insiste sólo
en la adquisición de conocimientos y no se preocupa de la formación integral.
Por esto, concluye Chico González, “Si hace un cuarto de siglo se hubiera dado
más importancia a los procesos personalizadores de la educación, las
generaciones jóvenes actuales, gozarían ya de un sedimento de libertad bien
8
PRINCE, M., citado por JARAMILLO ÁNGEL, José Carlos. S.J. La educación personalizada en el
pensamiento de Pierre Faure. 2 ed. Bogotá : Indo-American Press Service, 1976. p. 37. (Colección
Experiencias ; no. 14).
9
ALLPORT,Gordon W. La personalidad, su configuración y desarrollo, citado por JARAMILLO
ÁNGEL, Ibid., p. 38.
10
BUBER M.,Hasidism and modern man, citado por JARAMILLO ÁNGEL. Ibid.

Tomado de GARCIA HOZ, Víctor. Educación personalizada. En la misma obra de JARAMILLO
ÁNGEL citada anteriormente, p. 19.

Tomado de FAURE, Pierre. Ideas y métodos de la educación. En la misma obra de JARAMILLO
ÁNGEL citada anteriormente, p. 37.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
administrada y de cauces institucionalizados para el ejercicio de la responsabilidad
individual, que permitirían una convivencia más armónica y luminosa” 11.
En la escuela tradicional el interés y la acción se mueve de los adultos a los niños,
en la escuela nueva se mira al alumno como centro de la actividad educativa, se
observan con atención sus necesidades y se trata de encontrar los medios para
ayudarlo; considerando más importante su formación como persona que la misma
transmisión de conocimientos.
De estas consideraciones importantes brotan algunas consecuencias:
 La revisión de los programas, por lo menos de la enseñanza primaria y media.
Hemos destacado el carácter enciclopédico de la educación actual, por esto la
amplitud de los programas que no dan lugar a ninguna otra actividad formadora, el
peso aplastante de la intensidad horaria y la necesidad de tener los alumnos
clavados en los pupitres horas y horas, sin posibilidad alguna de dedicarse a
actividades libres, dirigidas, que promuevan la creatividad.
 El fin principal de la educación es la preparación del hombre a la vida, por esto
debe tener continuidad y no ser un episodio aislado. Por lo tanto, la escuela ha de
mirar siempre a preparar al alumno, de la mejor manera posible, a vivir como
miembro de la comunidad. Cosa absolutamente imposible en las actuales
condiciones porque al alumno no le queda un mínimo de tiempo libre para
dedicarse a actividades de utilidad común. Aún más, en la misma casa el
estudiante es una isla que casi no tiene tiempo de comunicarse con los demás y
que necesita continuamente condiciones especiales.
 El principio de la formación personal del alumno debe ser atendido y
respetado por encima de todo y de ninguna manera podrá considerarse a un
grupo o a una clase como conglomerado de individuos uniformes, que se educan
con patrones generales, en una producción en serie. Educar = «educere»,
significa sacar de la masa informe de la naturaleza y de las inclinaciones egoístas
la obra maestra de la personalidad, de inefable belleza moral y espiritual.
Vamos a ver ahora algunos rasgos que configuran la nueva escuela.
LA POSICIÓN DEL MAESTRO
11
CHICO GONZALEZ, Pedro. Estilo personalizado en la Educación, citado por JARAMILLO
ÁNGEL, Ibid., p. 14.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
En la educación personalizante el maestro pierde quizá un poco su autoridad
como docente, pero gana eficacia, confianza y comprensión por parte de los
alumnos. No es más el dueño de la clase, sino el animador.
La autoridad se apoya en la propia estima y en la aceptación que merece ante los
alumnos, viéndolo tan noblemente interesado por ellos, apelando a la atención
voluntaria, a la reflexión, a la iniciativa, al autocontrol personal, porque la misma
disciplina debe ser, no un peso mantenido con la fuerza, sino una estrategia en
tenerlos atentos y aplicados al descubrimiento de las mil maravillas de la creación
y de la verdad.
Él, en su difícil labor, deberá crear necesidades, suscitar nuevo interés al
descubrimiento y a la investigación, llevándolos paulatinamente a que ellos
mismos descubran nuevas ideas, la conclusión de un proceso, o la nueva verdad,
que será suya y como tal deberá conservarla.
Más que el temor de que el alumno pueda abusar de su libertad, hay que irla
soltando moderadamente para que tome conciencia de su responsabilidad. Si no
se lo ha educado desde el comienzo será difícil, y casi peligroso, entregarla a
quienes siempre se han tenido sometidos, recibiendo pasivamente la entrega del
profesor.
En la moderna educación, dice Leroy , la iniciativa y el aprendizaje con el centro y
la forja donde se fragua la personalidad, atribuyéndose al maestro la función de
acompañar a los alumnos y sostenerlos en su actividad descubridora, en continuo
diálogo de opiniones e interpretaciones.
La clase entonces será un laboratorio, donde todos trabajan y en donde el
profesor se adapta a la capacidad de cada uno, a fin de lograr su pleno desarrollo
intelectual y moral. La interacción continua maestro-alumno es el secreto de la
escuela personalizante y allí el maestro crece y concrece con sus alumnos, en una
comunicación íntima y auténticamente humana.
Es imposible no reconocer la importancia del maestro en la orientación y
formación del alumno; sin él, el alumno se sentiría, no rara vez, estancado en sus
propios progresos científicos y quizá desorientado; sin el valor de iniciar nuevos
caminos.
Es el rol que cambia, no la necesidad, porque la inquietud de ampliar siempre más
el horizonte de sus conocimientos, la palabra persuasiva y la mente y el corazón
abierto para dar a sus alumnos el pan de la verdad y su autoridad científica, no

Tomado de LEROY, Gilbert. El diálogo en la educación. En la misma obra de JARAMILLO ÁNGEL
citada anteriormente, p. 24.
65
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
podrá ser sustituida por ninguna clase de técnicas, ni por ningún medio
audiovisual, por automático y sofisticado que sea.
El maestro, compañero y amigo, es el secreto del éxito en la gran aventura de
conquistarse a sí mismo.
El método activo. Nos hemos quejado de que la educación, hasta ahora, ha sido
más o menos pasiva y el alumno un banco de conocimientos o un depósito de
contenidos.
Cuando Víctor García Hoz, describe al alumno ideal, lo presenta como el sujeto
capaz de ser estimulado para que sea creativo en arte y descubridor en las
ciencias. Ciertamente no se trata de revolucionar la ciencia, sino de encaminarlo
para que pronto o tarde llegue a ser alguien y es el método para detectar los
genios.
Modernamente la escuela va comprendiendo esa manera de actuar y se va
convenciendo que hay que dar paso al aprendizaje y que el alumno, a través del
estudio y la investigación, va haciendo suyos los conocimientos.
El programador de la actividad docente debe convencerse que hoy no puede ser
de otra forma, sino que queremos llegar, pronto o tarde, a descubrir que nuestra
enseñanza ha sido casi infructuosa o, por lo menos, poco útil al perfeccionamiento
personal y científico de nuestros jóvenes y casi de ningún provecho a la sociedad.
Es doloroso constatar que la curiosidad inicial y natural que tiene el niño, en su
deseo de saber el cómo y por qué de las cosas, martillando con interrogaciones
incesantes, hasta poner, con frecuencia, en aprieto a sus padres, se cambia
fácilmente en la escuela con una mudez sistemática. Debemos concluir que la
educación, más que desarrollar esa curiosidad, la aplasta. Culpa de esto, en gran
parte, la tiene nuestra vida aburguesada, puesto que desde muy temprano el niño
lo encuentra todo hecho y previsto, así que al muchacho no le queda sino escoger:
los juguetes son incontables y de todo tipo, basta escoger; en las pastelerías hay
toda clase de manjares apetitosos, basta escoger; las revistas son de todo tipo y
para todos los gustos, basta escoger; igual con las enciclopedias; las mismas
vacaciones ya están previstas y organizadas, basta escoger el mar, la montaña,
los viajes y el joven se va volviendo siempre más receptivo y se aplasta la
creatividad. Didácticamente hablando, hay que preferir la pobre muñeca de la niña
campesina, hecha por ella misma, con trapos viejos, que el más refinado juguete
de los ricos, excepto cuando el niño lo desbarata para ver cómo está por dentro.
La revancha del saber sobre la sociedad de consumo.
Lo mismo debe suceder en el aprendizaje de la ciencia: “En la enseñanza de
materias como la historia, la geografía, las ciencias y la literatura, Faure prefiere
66
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
el trabajo individual al colectivo ya que el primero ayuda más a la investigación y a
la misma creación”12.
Por esto es indispensable que en la biblioteca, no haya sólo variedad de textos,
sino también buena cantidad de libros, donde los alumnos tengan acceso, con
horarios amplios y acomodados, para consultar y profundizar, pero es
indispensable también que el profesor estimule la curiosidad y aliente la búsqueda.
El alumno tomará conciencia de que, sobre cualquier tema, es posible y aún
necesario, más estudio e investigación. Observar, leer, documentarse es trabajar y
realizarse. Toda lectura sea científica o de recreación será siempre formativa.
El plan de trabajo y la guía. Oportunamente, en la educación actual, se ha
introducido la parcelación o el plan de trabajo del profesor. Sin embargo, queda
sepultado en el más grande secreto, sólo accesible al profesor y a las directivas.
Lo más lógico sería que la programación fuera presentada a los alumnos desde el
principio del curso, no propiamente para que la vean los inspectores o los
visitantes, sino para ayuda y estímulo de los mismos alumnos; de manera que,
desde el principio del año, puedan saber de dónde vienen y a dónde van, qué
están haciendo, qué falta para terminar. Es una visión completa, indispensable,
para que los alumnos tomen responsabilidad de su trabajo y de lo que son
capaces de realizar. Tendrán un derrotero completo para entregarse a su labor,
desde el primer momento, con conocimiento de causa y una continuidad en su
trabajo.
Frente al plan anual es aconsejable que los mismos alumnos preparen y organicen
su plan quincenal o mensual para que sepan lo que van a hacer en cada materia y
conocer su posición dentro del conjunto. Hecho el plan de trabajo puede
mostrárselo al profesor para recibir orientaciones y darse cuenta del íntimo nexo
de las partes. El profesor dialoga con ellos, animando a los menos dotados y
abriendo amplios panoramas a los superdotados.
Es una verdadera relación de amistad sincera que se establece con este diálogo,
en que fija el trabajo personal sobre algo muy concreto y objetivo y se orienta el
trabajo subjetivo que el alumno confía realizar.
De esta forma el profesor no es sólo el que sabe y entrega conocimientos, sino
también quien ayuda a descubrirlos y a conquistarlos. Es lo más importante del
aprendizaje consciente y en amplia escala, en donde no se frena sino que se
proporciona actividad a los más capaces, logrando que se enriquezcan según sus
posibilidades y se proporciona a todos la posibilidad de descubrir la interrelación
12
FAURE, Pierre. Ideas y métodos de la educación, citado por JARAMILLO ÁNGEL, Ibid., p. 43.
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de todas las materias en un plan armónico. Óptima cosa sería si la parcelación y
el desarrollo de los programas fueran acompañados por guías que orientan al
trabajo personal o de su grupo. Con esto el profesor puede adaptar la enseñanza,
en mejor forma, a la psicología y a las especiales circunstancias del tiempo y del
ambiente y le permitirá comprender las diversas situaciones de sus alumnos, sus
bloqueos, sus limitaciones y remediarlos oportunamente y también sus victorias,
que sabrá valorar e impulsar a metas siempre más encumbradas.
García Hoz anota que, de ser únicamente fuente de datos, el maestro ha pasado
a ser fuente de motivación y orientación, con el fin de que, por su conducto, los
alumnos adquieran y desarrollen conocimientos y aprendan aptitudes y hábitos
para vivir y trabajar con éxito.
Dice J. Krishnamurti: “La educación debe fomentar el desarrollo de la mente y
encarar los muchos problemas de la vida sin rehuirlos, cayendo así en la
autocontradicción, lo que produce necesariamente un vacío doloroso y una
frustración amarga… Al transmitir el conocimiento, debe el educador promover la
discusión y alentar a los estudiantes a imaginar y a pensar por cuenta propia” .
EL TRABAJO EN EQUIPO
Además de los planes de trabajo y de las guías por parte de los alumnos, es
necesario considerar otros aspectos del aprendizaje y de la investigación que ha
tomado incremento en estos últimos años por la trascendencia formativa y
psicosocial que encierran: es el estudio y el aprendizaje a través del equipo o
grupos.
La nueva pedagogía, centrada en el alumno, da enorme importancia, no sólo a su
trabajo individual, sino mucho más, al trabajo entre el grupo de iguales.
Por otra parte, si la vida de equipo es tan profundamente sentida en la
organización de los juegos y los deportes que los jóvenes organizan
espontáneamente, parece muy justo que esta tendencia a socializarse en las
horas libres o extra escolares podría utilizarse con gran provecho en la realización
de determinados trabajos dentro o fuera de la clase.
Otra ventaja de este trabajo en grupo es que el alumno no se sustrae
temporalmente a la influencia, alguna vez preponderante, del maestro y adquiere

Tomado de GARCÍA HOZ, Víctor. Educación personalizada. En la misma obra de JARAMILLO
ÁNGEL citada anteriormente, p. 26.


Pensamiento de Krishnamurti, tomado de la publicación La urgencia de una nueva educación.
Universidad de Nariño. 25,2. (Fuente referenciada conforme al original).

Esta idea también es desarrollada por JARAMILLO ÁNGEL, José Carlos S.J. La educación
personalizada en el pensamiento de Pierre Faure, citada anteriormente, p. 63-67.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
mayor libertad de realizarse y los más deficientes son poderosamente ayudados
por los más progresados, los impulsan además de hacer proyectos, a tomar
iniciativas y a convertirse en agentes de cambio. Se presta a la investigación, a la
exploración de áreas desconocidas y a la solución de problemas y dificultades
previamente trazadas por el profesor o el mismo grupo. En los bachilleratos es
conveniente que en estos trabajos el maestro esté presente y a disposición del
equipo para proporcionarles las orientaciones e informaciones necesarias, para
estimular la cooperación, la división del trabajo, la adopción de iniciativas y la
aceptación por parte de todos de algunas normas comunes del buen
funcionamiento.
En esta forma, el alumno adquiere dos experiencias muy útiles y formadoras: la
técnica de la colaboración y la técnica socializadora y de convivencia con los
demás.
Mucho más provechoso y casi necesario es en los estudios superiores o
universitarios, por la amplitud de los temas que suelen asignarse y por las
mayores dificultades que se encuentran en la solución de particulares cuestiones,
mientras que el aporte común, serio, ponderado y bien preparado ayuda a
encontrar las soluciones más apropiadas y las actuaciones más convenientes en
la vida práctica y social, lo que ayuda eficazmente también a la realización de los
proyectos.
En efecto, la importancia que la pedagogía moderna asigna al trabajo en grupo, no
es solo didáctica, sino también psicológica y sociológica en el desarrollo intelectual
de los alumnos, en sus relaciones con el profesor y los compañeros y en la
conducta, actitudes y aprendizaje.
Se evitan también más fácilmente las situaciones de rivalidad entre compañeros,
las envidias y competiciones, las posturas de superioridad, tan perjudiciales a la
recta formación que acompañan de ordinario el individualismo en el trabajo y se va
desarrollando siempre más un ambiente de afabilidad, amistad y relaciones
humanas, especialmente cuando la composición del grupo cambia cada vez que
se organiza un nuevo trabajo.
Otra ventaja no indiferente, y más bien de suma importancia, es que los trabajos
realizados en equipo suelen presentar una mayor objetividad y una mayor riqueza
de puntos de vista. Por otra parte, el intercambio de ideas que se establece en el
trabajo asociado, contribuye a ensanchar el campo de los conocimientos y a
encontrar las expresiones más convenientes y se desarrolla la capacidad del
diálogo constructivo y la libertad de opinión.
Es cierto que el trabajo individual permite más posibilidad de concentración y
profundización y que el trabajo en grupo puede llevar a la dispersión de fuerzas, a
69
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
la superficialidad y a perder mucho tiempo. Es necesario, pues, una prudente
alternación y una conveniente correlación.
Es igualmente importante que en el trabajo grupal se tengan ideas claras y
precisas sobre la tarea a desarrollar, los objetivos a alcanzar, según si es una
investigación, un proyecto, un análisis de unidad y que en este trabajo cada uno
tenga una responsabilidad personal definida. Por esto hay que cuidar que los
grupos no sean numerosos, lo que favorecería a los más capaces con perjuicio de
los que, intelectual o psicológicamente, son propensos a la pasividad y quedarían
perdidos dentro de la masa.
Mucho más provechoso será el trabajo en grupo si, dividido el trabajo o
predefinido el tema, se deja un cierto tiempo a la investigación personal para
pensar, preparar y tener buen material para el intercambio de ideas; en donde se
aclararán las dificultades, se confrontarán las soluciones y se dialogará sobre los
puntos más difíciles.
70
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO OCHO
LA INVESTIGACIÓN
Necesidad y provecho
El universo está regido por leyes
sorprendentes y precisas, desde el
movimiento de las galaxias y de los
muchos sistemas solares, hasta el
metabolismo y reproducción de los
insectos y de los infusorios.
Ahora bien, si los hombres se ufanan
con sólo descubrirlas y los llamamos
sabios: ¡cuánta más alabanza se debe
al Ser Supremo, que las ideó y las fijó
como ruta al camino y al desarrollo del
macrocosmos!
“Lo que el hombre sabe en comparación
de lo ignorado, es como una gota de agua
en comparación con el Océano”13.
Isaac Newton
El hombre, pues, nunca acabará de investigar...
Ser guías de juventudes exige autenticidad total, exige esfuerzo, exige amor
sincero, exige entrega, ir siempre adelante, abriendo camino. Porque ellos exigen
verdad, sin cobardía; exigen justicia, más con el ejemplo que con charlas; aman la
vida, porque vivir es algo grande: pero viven la angustia del presente y mucho más
la angustia del porvenir, porque nosotros mismos somos pesimistas.
Hay que infundir confianza, confianza en sí mismos para buscar lo que les falta;
confianza en Dios y en los inagotables recursos de la mente humana. Hay que
buscar... G. Salve

13
NEWTON, Isaac, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 35.
Citado conforme al original.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Los estatutos del Centro de Estudios Superiores María Goretti, sabia y
modernamente, sugieren que los profesores cultiven, profundicen y estén al día en
los adelantos de la materia que les toca dictar y que con mucho empeño
despierten en sus alumnos, con la palabra y ejemplo, el hábito de la investigación.
En efecto, si queremos una juventud más consciente, más convencida, más
coherente con sus principios, más útil a sí misma y a la sociedad, más capaz de
obrar el desarrollo científico, técnico y económico del país, es preciso
acostumbrarla a la investigación.
La investigación da el camino para calmar las inquietudes propias de la juventud,
solventar las dudas, formar para el trabajo, encontrar el gusto de vivir; nos hace
ocupar provechosamente el ocio, madurar siempre más la personalidad y ser
capaz de asegurar las condiciones para no hacernos aburrir en la forzada
inactividad de la vejez.
¿Qué es la investigación? Es la búsqueda motivada y científicamente dirigida con
el fin de aumentar nuestros conocimientos, de buscar lo desconocido a través de
lo conocido, sirviéndonos de la observación, el experimento y la razón.
La observación y la experimentación son innatas en el hombre, por esto vemos
cómo la juventud, especialmente, se apasiona por la mecánica, la electricidad, los
motores y, en general, por los secretos de las «cajas negras». Lo mecánico
constituye uno de los principales sectores de interés para la juventud y quizá más
los sectores de la combustión, como el reactor y el cohete.
El número tiene para ellos un valor casi absoluto y la recta solución de los
teoremas los llena de satisfacción.
Por lo demás, la incertidumbre es un fenómeno normal en la juventud y el deseo
de superarla con el descubrimiento de la verdad tiene para ellos un valor moral
excepcional en la educación de la personalidad.
Es una regla de profunda pedagogía enseñar a los alumnos a que no se queden
nunca en la duda cuando es posible darle una respuesta y que la ignorancia es el
máximo flagelo y la máxima degradación del hombre; que investigar es fuente de
progreso y alegría y que el dominio del mundo, responsabilidad dada por Dios al
hombre, no es sólo física, sino y mucho más, científica.
Hay profesores que prefieren descubrir ellos mismos los conocimientos y todos los
secretos de la asignatura que orientan, pensando con esto que hacen un favor y
que aseguran un mejor provecho a los alumnos; otros temen perder autoridad ante
los alumnos si no son ellos los que van mostrando el camino de la ciencia y
llevándolos como de la mano.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
En este caso, puede ser el profesor un pozo de ciencia, sus recursos se agotarán
muy rápido, caerá fácilmente en la repetición de los mismos conceptos y dará a
los alumnos la impresión que no queda nada por hacer y la clase se volverá
estática.
Por el contrario, el ejercicio de la investigación conserva prendido el fuego de la
inquietud y hace comprender lo mucho que falta por hacer, abre nuevos
panoramas a la juventud deseosa de novedades y de progresar, la hará caminar
expeditamente hacia la meta y ésta llegará al final de cada etapa, no sólo con
principios firmes y bien motivados, sino con muchos otros conocimientos
colaterales, que forman la cultura y dan abundante materia a la conversación,
especialmente los alumnos más despiertos y estudiosos se adelantarán,
ahorrando al profesor mucho tiempo y muchas preocupaciones y con frecuencia
darán ánimo y harán adelantar al mismo profesor, llevándolo a adecuarse a sus
inquietudes.
No hay duda que esta nueva manera de enseñar importa un mayor trabajo, una
gran dosis de iniciativa y mucho empeño en cultivarse y ponerse al día, pero nos
librará de la monotonía aplastante que nos hace repetir, todos los años, las
mismas cosas. El hecho de fomentar la investigación entre los alumnos exige del
maestro una mayor y continua preparación; pero la clase se hace activa,
participada, deliciosa; con mucho menos distracciones y aburrimiento y deja en los
educandos una estela de profunda satisfacción.
Esta manera de enseñar necesitará quizá más espacio, más número de libros,
cursos de preparación y puesta al día para los profesores; pero los frutos son
incalculables y les harán aprovechar al máximo los mismos medios de
comunicación social, como: la radio, la televisión, la lectura de revistas y
periódicos, despertando siempre más inquietudes, que solicitarán, a su vez,
nuevas soluciones.
Cada estudiante trabajará según sus capacidades, pero tendrá que ejercitarlas al
máximo y los mismos compañeros, en las puestas en común impulsarán a los más
perezosos y los moverán a superarse; pero, principalmente, los moverá la
confianza que se ha depositado en ellos y la responsabilidad que poco a poco se
va despertando bajo el estímulo de la gratitud.
Es preciso recalcar la parte fundamental que en todas estas actividades tiene el
maestro, sin el cual no bastarán ni las más ricas bibliotecas ni los laboratorios
mejor equipados; y si él no está comprometido en la tarea y no toma muy a pecho
la orientación, logrando que junto, y por encima de la ciencia, esté el espíritu, y
que en el fondo de toda dirección educativa esté el amor y la entrega, que exige
verdaderos sacrificios, todo será vano. Por esto, junto a la enseñanza, debe estar
73
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
principalmente el anhelo de la formación moral del educando. Entonces todo esto
tendrá a su recaudo la satisfacción de preparar hombres nuevos para tiempos
nuevos.
Con estos requisitos el maestro no tendrá necesidad de imponer disciplina, ni
vigilar la asistencia, sino que libre, alegre y espontáneamente acudirán los
alumnos a las clases, en donde encontrarán quien les abra nuevas perspectivas e
impulse adelante, para iniciar y coronar esfuerzos.
Esta actitud del maestro favorece la iniciativa, el estímulo y la confianza de los
alumnos, los cuales corresponderán con su propio trabajo y su propia creatividad.
La escuela, como realidad dinámica, no puede quedarse al margen del progreso,
más bien debe abrirse a las nuevas dimensiones y asimilar y promover los
cambios que la técnica y la ciencia presentan. Hoy, formar al hombre, no puede
ser ponerlo simplemente a recordar, sino capacitarlo para avanzar,
experimentando y descubriendo los nuevos caminos y los procedimientos más
eficaces para el logro de los objetivos propuestos. La memoria, pues, debe ser
poco a poco reemplazada por la fuerza creadora 14.
Paul Gregier, afirma:
A nuestros jóvenes, les tocará vivir no en un mundo nuevo, sino en un
mundo demasiado movedizo y los objetivos y métodos educacionales
los deben preparar para moverse en este universo extrañamente
cambiante, para que no se los trague el torbellino. Hay que ayudarlos a
encararse con las transformaciones del mundo moderno, a desarrollar y
perfeccionar su personalidad, con el fin de que cada uno conquiste su
propia libertad, en armonía con su conciencia racional y su puesto en la
vida15.
Hoy parece que, a pesar de los adelantos acelerados de la ciencia, todo está por
hacer: la población crece con verdadera explosión, los recursos naturales se
agotan rápidamente, el hambre, a pesar de todos los esfuerzos, mata diariamente
decenas de miles de niños, los recursos energéticos se necesitan siempre en
mayores proporciones y no los hay; el petróleo, ese oro negro, causa de tantas
guerras, amenaza con agotarse; el carbón, sea cual fuera su abundancia, no
durará sino décadas; la atmósfera, debido a las pestilentes exhalaciones de las
fábricas está contaminada; las aguas, debido a la tala de los bosques y a pesar
que se las raciona, se merman vertiginosamente y las que quedan se corrompen
por las escorias de las industrias y por los sedimentos de los desperdicios
14
15
JARAMILLO ÁNGEL, Op. Cit., p. 15.
GREGIER, Paul. Educación a la Personalidad, citado por JARAMILLO ÁNGEL, Ibid.
74
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
humanos y el hombre, angustiado, busca afanosamente el ubi consitam (en qué
voy a quedar).
¿Qué será más allá del dos mil?, ¿qué de aquí a cincuenta, a setenta, a cien
años? No puede negarse que los científicos miran al porvenir con justificada
preocupación.
Los que creemos en un Dios, creador sapientísimo, Padre amoroso y Providencia
inagotable, no tenemos por qué temer. Él tiene caminos ocultos y ha puesto en las
entrañas de la Tierra y en las profundidades del mar inmensos recursos que se
descubrirán a su tiempo. Al igual que la Tierra, un tanto avara de sus productos,
espera todavía ser conquistada plenamente, transformada, fecundada y
debidamente disfrutada. Los sabios afirman que nuestro planeta puede sostener a
muchos millones más, porque la causa verdadera de la miseria en el mundo no es
la tierra, sino el egoísmo de los hombres, y después que se hayan agotado los
recursos de nuestro planeta, quedan por conquistar otros.
Hay que confiar en la ciencia y en la tenacidad de los hombres. Cada continente,
cada país tiene sus propios e inagotables recursos. Hay que buscarlos,
descubrirlos y ponerlos a disposición de todos.
¿Quién podrá hacer eso?
No esperemos siempre que lo hagan los demás, quedándonos dormidos y en
continua espera de quien venga a salvarnos porque eso no es humano ni digno
del hombre. Nuestros jóvenes pueden y deben hacerlo. Pero hay que prepararlos,
educarlos a la búsqueda, entrenarlos en la investigación, infundirles espíritu de
abnegación y de constancia, porque la Tierra es avara de sus secretos y esto debe
nacer, empezar en la escuela de cualquier tipo o nivel que sea, necesita
profesores y pedagogos a la altura, entusiastas en despertar inquietudes y señalar
nuevos caminos.
El doctor Fernando Cepeda Ulloa tiene algunas observaciones que, aunque no
podamos suscribirlas todas ni en todo, es muy útil tenerlas en cuenta, por lo que
se refiere al poco o ningún empeño en preparar a la investigación:
En primer término, lamenta la «fuga de talentos»; según los datos de las Naciones
Unidas, en el período 1964 – 1969, emigraron de América Latina el 27% de los
recursos humanos de alto nivel.
En segundo lugar, hace responsable al poco mejoramiento de la enseñanza a
nivel universitario y añade: “Parece que la máxima universalmente aceptada por
75
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
gestores y transmisores de la educación, sea «la cultura por la cultura». De allí
aquel enciclopedismo francés”16.
No necesita mucha inteligencia para comprender que esta manera de enseñar es
formalista y estancada, incapaz del progreso y de cambio. Cada profesor se ha
hecho su bagaje con una cierta cantidad de principios, la gran mayoría traídos de
afuera, sobre el desarrollo de la ciencia y sus consecuencias, acomodados a su
mentalidad o a su esquema de la vida y con frecuencia, a sus caprichos y con
esto se pretende dominar la ciencia y la enseñanza. Si se usa el experimento en la
física y en la química, de ordinario, no es para infundir en los alumnos el anhelo
del descubrimiento y el ansia de continuar experimentando, sino para cumplir un
programa y esto porque el mismo profesor no se preocupa, ni se pregunta el por
qué y la utilidad de lo que está haciendo, ni a donde podrían llegar las
consecuencias lógicas de los principios y de los hechos propuestos y es porque
también él no tiene inquietudes, ni se preocupa de los fines de cada ciencia y de
cada unidad y si afloran a la conciencia, los aplasta con el peso de la rutina.
En conclusión: la investigación en nuestros colegios y escuelas es una actividad
neutra y sin anhelo.
Y se pregunta: «¿En dónde está la ciencia y la experimentación? ¿Y la formación
de habilidades científicas y creadoras? ¿Dónde está la preocupación para el
conocimiento de nuestra geografía, de nuestro subsuelo, de nuestros mares, de
nuestra fauna, de nuestra flora, y el aprendizaje para el manejo de nuestros
recursos hidrográficos?».
Se ha progresado mucho en la democratización de la educación, pero hacer más
no ha implicado hacer mejor. Por esto, es más notoria la ausencia de calidad, allí
donde debería ser más protuberante esa exigencia. Hay tres factores que afectan,
cada vez con mayor intensidad, nuestro sistema educativo:
- El fenómeno de la burocratización en todos los niveles.
- El fenómeno de sindicalización politizada de nuestros profesores.
- La ausencia de investigación, concluye: “Según la dimensión de la investigación
científica y tecnológica... El sistema educativo será mejor o peor si el país está a
tono o no con las duras exigencias de la hora contemporánea” 17.
Otro defecto, y no menos grave, lo encuentra en el tardío, y poco exigente
desarrollo de los estudios de post-grado:
16
CEPEDA ULLOA, Fernando. La educación en el gran libro de Colombia. Bogotá, 1981. p. 49 y
sgts. (Fuente referenciada conforme al original).
17
Ibid., p. 57. (Fuente referenciada conforme al original).
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Los nuestros, dice, son post-grados, si acaso, de segunda categoría...
frente a programas bien establecidos de muchas universidades
extranjeras y de prestigio universal, adecuadamente financiadas y con
estudiantes becados, las universidades colombianas se ven obligadas a
realizar piruetas para atraer unos cuantos estudiantes y luego, más
difícil retenerlos hasta la culminación de su especialidad. De esta
manera la generalidad de los programas de magister se reciente de
graves defectos, como: la ausencia de investigación, bibliotecas pobres,
bajo nivel de los participantes... y mínimas tazas de cumplimiento de los
requisitos de tesis… Por lo general, los post-grados se han convertido
en una especie de cursos remediales de una precaria educación de
pregrado, o, en no pocas ocasiones, en subterfugio a una situación de
desempleo18.
Sin embargo, este es un campo en el cual las nuevas formas de educación postsecundaria al estilo de la educación personalizada, la universidad abierta a toda la
gama de posibilidades innovadoras, tiene un campo fértil para atender la legítima
aspiración de miles de jóvenes, para una mejor preparación intelectual.
La juventud está en nuestras manos, en número siempre creciente y depende de
nosotros o que se desvíe, se degrade y se pierda sin remedio o que se conserve
sana, sienta el gozo y la alegría de vivir y se tecnifique siempre más y las nuevas
técnicas son necesarias para producir mucho, producir bien y con menos esfuerzo.
Sin ellas nos quedaremos estancados definitivamente. Más que doctores y altos
profesionales Colombia necesita tecnólogos que pongan a trabajar los
instrumentos de producción, porque máquinas hay para toda clase de trabajo y si
no las hay, el hombre inteligente y bien preparado las construye y nunca las
máquinas, aún rudimentarias, son tan útiles y se aprovechan tanto, que cuando
han sido forjadas por nosotros mismos.
Es cierto que todo esto cuesta esfuerzo, renuncia y sacrificio, pero ¿qué no es
capaz de hacer una juventud que quiere seriamente progresar?
18
Ibid., p. 56. (Fuente referenciada conforme al original).
77
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO NUEVE
LA EDUCACIÓN PERSONALIZANTE EN ELCAMPO ÉTICO
Educación integral en el amor
«El fin esencial de la vida humana
es: la conservación, el desarrollo y
el perfeccionamiento de la persona,
ayudándola, a través del amor, a
cumplir rectamente las normas y a
realizar los valores asignados por el
Creador a cada hombre y a toda la
humanidad».
Pio XII
“Pensaba en el amor como una
cosa sagrada, y en la mujer como
en un proemio misterioso”19.
Giovanni Papini
“Es grande en extensión el océano,
pero es más hondo el corazón
humano”20.
Campoamor
19
20
PAPINI, Giovanni, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 157.
CAMPOAMOR, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 251.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Hasta ahora hemos hablado de una educación personalizante en el campo
puramente intelectivo, o del conocimiento, sin duda de una gran importancia en la
formación del hombre, puesto que, a través del conocimiento, llegamos a la
verdad y la verdad nos hará libres.
Pero, hemos dicho y es preciso recalcarlo con todo énfasis, el hombre no es sólo
inteligencia, sino también voluntad y por esto amor y libertad y también vida
sensitiva y fisiológica, exigen urgente y perentoriamente ser educadas, si
queremos formar convenientemente al hombre, a todo el hombre, porque una
educación parcial queda desvirtuada y trastorna la personalidad.
Es preciso, pues, adentrarnos un poco en las otras manifestaciones vivenciales
del hombre.
LA EDUCACIÓN EN EL AMOR
De la importancia de este tópico, dice Suances: “El que ha penetrado en la
dirección del amor de un hombre, ve ante sí, por detrás de toda la diversidad y
complicación empírica, las sencillas líneas fundamentales de su ánimo, que, con
más razón que el entendimiento y la voluntad, merecen llamarse: núcleo del
hombre como ser espiritual” 21.
“Dentro mismo del hombre, la dirección de su amor es el prisma desde el que todo
lo mira… [Quiere decir que el amor forma al hombre más que el conocimiento] La
esencia moral del hombre deriva de la dirección del amor, igualmente derivan de él
nuestro destino y la misma visión del mundo”22.
¿Cómo podrá educarse al hombre, si no se lo educa en el amor?
Profundicemos, un poquito más, en este tema.
El naturalismo en el amor. El naturalismo quiere hacer comprensible el amor por
medio del instinto y el impulso social.
Se inició en la época moderna con las teorías de Hume y Smith sobre la simpatía,
entendida como proyección afectiva, con la Filogenética de Darwin y Spencer y
principalmente con la teoría de la Líbido de Freud y su escuela.
Según Freud, el amor en sus diversas clases es un resultado y, si queremos, la
sublimación de la líbido, pasando por alto y desconociendo la originalidad del
amor personal del mismo amor espiritual, aún el más encumbrado, para no ver el
puro amor instintivo y sensual en todas las manifestaciones del hombre. Freud
21
22
SUANCES MARCOS, Op. Cit., p.84.
Ibid., p. 85.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
interpreta con la sublimación de la líbido, aún los mismos fenómenos que, en la
espiritualidad cristiana, se denominan: amor de Dios, aún a costa de la renuncia y
de la entrega total de la propia vida y el mismo amor a las criaturas como a las
flores, a los animales y a las mismas manifestaciones de la belleza natural.
Con mayor razón parecen a Freud muy sospechosas de líbido reprimida las
expresiones amorosas de los místicos para expresar sus íntimas relaciones con
Dios. Así que, lo que a Bergson  parecía una de las demostraciones más
apodícticas de la existencia de Dios, a Freud le parecen efectos de trastornos
libidinosos, confundiendo el meollo con la cáscara.
Cuando los místicos, dice Suances , para hacer comprensible en nuestro lenguaje,
lo inexpresable del amor divino y espiritual, usan necesariamente las mismas
imágenes y palabras que el hombre vulgar usa en el fervor de su amor, piensa el
naturalismo que eso no es sino impulso sexual enmascarado y camuflado. De
verdad que las conclusiones van más allá de las premisas.
Otro tanto podría decirse del amor psíquico, en sus diversas manifestaciones,
como: el noviazgo, la amistad, el amor conyugal. La teoría naturalista no puede ni
quiere comprender el amor del alma que se mantiene constante en medio de las
mudanzas de las pasiones, ni el amor que se sobrepone a todo humano interés y
que es capaz de dar su vida por el otro, en aras del más puro amor. Medido por la
sola inclinación sexual variable, el amor psíquico ignora el amor sobre sensible
que no rara vez encierra lo mejor de nuestra vida, como son los ideales, para
encerrarse entre los límites de un egocentrismo sexual, como puro instinto de
satisfacción y atracción instintiva hacia el otro.
Igualmente parcial e incompleto es el moderno movimiento de la filantropía.
Las raíces de este movimiento están en el romanticismo, en el cual el amor sólo
se da bajo la forma de nostalgia y de compasión. La filantropía moderna es y
quiere ser una protesta en todo y contra todo, porque no admite otro origen del
amor sino el hombre y sólo en cuanto miembro de la especie humana,
recortándolo de arriba, porque no cuenta con el amor de Dios y para Dios, y de
abajo, porque no cuenta con ningún amor hacia las otras criaturas. No se dirige
sino al individuo, por ser de la misma serie, según la expresión de Bentham:
«cada uno valga por uno y ninguno por más de uno». No es un movimiento de
amor, sino un fenómeno de contagio psíquico y como un mecanismo de
reproducciones afectivas.

Tomado de BERGSON, Enrique. Las dos fuentes de la moral y la religión. (Fuente referenciada
conforme al original).

Tomado de SUANCES MARCOS, Manuel A. Max Scheler : Principios de una ética personalista,
citado anteriormente, p.97. (Fuente referenciada conforme al original).
81
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
LA ESENCIA DEL AMOR
Es difícil expresar con conceptos abstractos la imagen creadora del amor.
Hablando de la persona, denominábamos el amor como el «cogito» existencial del
hombre y, por esto, contrario a todo egocentrismo y, más bien, búsqueda del otro
como existencia distinta de la nuestra; no consiste en la unificación física del ser
amado y más bien resalta la diferencia cualitativa entre ambos. El amor del
hombre está en esta fuerza de trascendencia y la aparición de un valor que nos
atrae y nos arrastra a la imitación.
El amor, pues, en su esencia última:
- No es una función moral, como gozarse, alegrarse o entristecerse.
- No es la fijación emocionalmente afirmativa de un valor empírico, puesto que,
aunque sentimos el valor positivo de las cosas o personas amadas, como: la
bondad, la belleza, esto mismo se puede sentir sin ningún amor por ellas.
- No es tampoco el descubrimiento que hace el alma de valores superiores en la
persona amada. No lleva, pues, a descubrir continuamente realidades arcanas ni a
hacer grandes esfuerzos para encontrar lo valioso en ella.
¿Qué es entonces? Es una postura vital y un movimiento de atracción sensible o
espiritual que nos hace descubrir lo valioso, por lo menos según nuestra
apreciación subjetiva, en la persona amada y nos impulsa a la admiración, a la
unión y a la imitación. Por esto decía K. Jaspers: «no hay valores que sean
descubiertos en el amor, sino que en el amor se hace todo más valioso, aún las
cosas más pequeñas, indiferentes, adversas, reconfortantes con que nos
encontramos».
El amor asimila lo positivo sin divinizarlo, permanece siempre abierto y ansioso,
tolera todo lo que no puede ser alabado ni admirado y aún bendice, serenamente,
lo que hay que padecer por la cosa o la persona amada.
El amor es algo dinámico y de por sí no tiene límites... Va hacia el infinito y por
esto el amor, aún mientras goza del amado, no queda nunca satisfecho.
De la misma manera que es esencial a ciertas operaciones mentales matemáticas
el no tener límites en su aplicación, así también, y mucho más es propio del amor
el progresar de valor en valor, de una altura a otra superior y cuanto más alto y
más perfecto es su objeto, tanto más es estable y beatificante. El meramente
voluptuoso disminuye rápidamente en su intensidad y se ve impulsado
continuamente de un objeto a otro.
82
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
El amor psíquico se satisface y se resuelve en sentimentalismos que con el tiempo
se vuelven rutinarios, disminuyen en intensidad, se disuelven con la mente y se
transforman en sola vacía nostalgia.
El amor espiritual es el que se profundiza siempre más y se perpetúa hasta
volverse imperecedero y hace que el movimiento amoroso explore siempre más
allá de lo dado, se hincha de nuevas promesas e impulsa a la persona en
dirección a lo infinito.
No es, pues, una fuerza más entre las inmemorables que promueven el bienestar
personal, ni es esto aquello que lo hace valioso y enaltece a los que aman, sino
que él mismo es la existencia, la vida más elevada, firme y rica.
El cristianismo, religión de amor. Fue la teología cristiana que reveló con
claridad este principio, presentándonos a Dios como infinito amor, puesto que Dios
es la perfección infinita, pero todo y sólo en el amor.
Aparece claro, pues, que el amor no es primeramente un acto del hombre, sino
que su primer impulso parte de Dios, con tres actos fundamentales:
- En la Creación, habiendo creado todo y particularmente al hombre, por amor.
- En la Redención, habiéndolo rescatado del pecado con y por amor infinito hacia
el hombre.
- Llamándolo a gozar de la posesión eterna e indefectible del amor, que es él
mismo.
El cristianismo, sin negar los valores de la naturaleza humana, reconoce que el
hombre, por sus solas fuerzas no puede llegar a la Salvación. Es Dios que tiene la
iniciativa por medio de la gracia, sin la cual no podría el hombre entrar en el
camino de la amistad con Dios, que es a la vez, su propia liberación, gracia o don
de la filiación divina, que nos vino por medio de Cristo, su Hijo, hecho hombre.
Cristo, pues, no trae a los hombres sólo el mensaje del amor y la misericordia de
parte de Dios, sino que es el acto mismo del amor de Dios, que se encarna y se
hace hombre y Dios, Creador y Padre.
Por esto, el amor cristiano es un impulso espiritual y sobrenatural que rompe y
deshace todas las leyes de la vida impulsiva natural y produce una profunda
inversión de valores. Frente a un mundo que había ordenado a los hombres según
la posición, la riqueza, la fuerza y el poder, esto es, por lo que el hombre tiene...,
83
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Cristo ofrece la imagen de los valores personales, esto es, por lo que el hombre
es, y señala la vanidad de los valores terrenales en orden a este plan superior.
En conclusión, nos enseña que los valores de la personalidad son independientes
de las antítesis: pobre y rico, docto e ignorante, sano y enfermo, débil y fuerte,
justo y pecador.
De allí la fuerza propulsora y altamente humanizadora del cristianismo, que
ninguna otra fuerza y doctrina humana podrá igualar.
El humanismo cristiano y el humanismo marxista están en los antípodas, porque el
primero usa la energía activa del amor y el otro la energía destructiva del odio y de
la lucha de clases. En el cristianismo, Dios independiente, personal y libre se
declara y se vuelve padre de los hombres por el amor; en el marxismo la praxis
económica se constituye en la divinidad panteística, devoradora de la persona
humana.
Deducciones para la educación. Debemos reparar en otras consecuencias de
mucha importancia para comprender todo el peso preponderante que trae el amor
en nuestra vida. La psicología experimental nos hace conscientes de estas dos
cosas:
- Con el conocimiento, y a través de los sentidos y de la abstracción, nosotros
atraemos las cosas a nuestro interior y a la parte superior de nosotros mismos,
sentimos que los transformamos y asimilamos; esto es, los elevamos a nuestro
nivel de seres racionales. Sin querer, en efecto, implicarnos en ningún idealismo o
subjetivismo, es cierto que con el conocimiento, las cosas externas entran en
nosotros y se vuelven nuestras y, por esto, el Yo puede conocer todo, aún el mal,
aunque pueda constituir un peligro para mi vida moral; pero, en sí, no me afecta,
porque entra en mí como purificado y filtrado a través de la abstracción. En una
palabra, a través del conocimiento yo elevo las cosas a mi altura.
- Diverso y totalmente opuesto, es el ímpetu del amor. El amor, en efecto, me lleva
siempre hacia el otro, esto es, me hace salir de mí mismo y me acomuna al otro,
me pone a nivel del otro, porque como enseña Cicerón: “el amor o encuentra los
seres iguales o los hace iguales” 23.
Entonces, lo que caracteriza mi personalidad es propiamente el amor. Dice el
refrán: dime con quién andas y te diré quién eres. Lo mismo podemos decir del
amor con relación a la persona: Dime lo que amas y te diré quien eres, porque el
amor te asemeja al objeto de tu amor. Si el objeto de tu amor es algo grande,
23
CICERÓN, M.T. Oración a favor de Arquia. Obras completas. (Fuente referenciada conforme al
original).
84
Filosofía Personalizante y Humanizadora
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noble, sublime, tú serás grande, noble y un superhombre. Si el objeto de tu amor
es perverso, decadente y ruin, tú serás un perverso, un degenerado y un ruin.
Nuestros jóvenes, pues, no se enaltecen o se pierden por lo que saben, sino por lo
que aman.
Por esto el amor juvenil, más que su formación intelectual, merece y debe ser
educado. Si no lo hacemos convenientemente, hemos abdicado en nuestra misión
de educadores, porque formamos quizá lumbreras, pero no personas y, más que
educar, desviamos a la juventud de su fin humano y sobrenatural, porque las más
terribles desilusiones, casi irreparables y las más abiertas degradaciones del
hombre, brotan del amor mal entendido y egoístamente usado.
¿Qué debemos hacer para educar a nuestros jóvenes en el amor? Impartir
una sana educación sexual, prevenirlos contra las malas consecuencias del vicio,
de la impureza, especialmente prematura; hablar claramente y con la firme
convicción que viene de nuestra vida honesta, del respeto debido al otro sexo,
como persona y que el crimen más abominable de un hombre es el engaño en el
amor; que destruye el presente y el porvenir del otro y lo lleva, no rara vez, al
suicidio físico o moral y, sobre todo, mostrando a la juventud otros ideales más
dignos, nobles y grandes y saberlos entusiasmar, o como decimos gráficamente,
enamorarlos de los ideales científicos, artísticos y éticos y entonces su porvenir
será humano, dignificante y feliz.
¿Por qué tenemos una juventud indiferente, egoísta, vulgar, en gran parte
distorsionada y carcomida por el vicio, y por esto, hastiada y aburrida de la vida?
Faltan los ideales, falta el entusiasmo, falta el verdadero amor que se da y se
entrega hasta el sacrificio para el triunfo de las buenas causas.
Es innegable que nuestros jóvenes, todos los días, hablan de amor, hacen el
amor, juegan al amor. Pero ese amor de que hablan es un puro impulso sexual y
por esto una atracción animal; pero no es, ni puede llamarse amor, porque el amor
es sólo entre personas, no entre animales o los que viven y actúan como ellos.
Es verdad, no aman sino para contentar su sensualidad. Es entonces vulgar
egoísmo, porque esclavizan a la otra persona, haciéndola instrumento de su
satisfacción brutal, mucho más, cuando, como fieras salvajes, chupan la sabia del
sexo y las abandonan a su destino. Es el crimen de nuestra sociedad, carcomida
hasta los huesos, que grita venganza al conspecto de Dios.
Hay un amor sexual que dignifica al hombre, hace del acto sexual fuente de
satisfacción y expresión del amor mutuo. Amor que es premio y entrega a la
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persona amada. Un amor sexual que es un valor humano y humanizador, en
donde cada uno goza principalmente de la felicidad que procura al otro.
Pero esto se consigue sólo cuando el hombre respeta los valores de la vida,
cuando cumple con las leyes morales, cuando el amor es estable, cuando se da,
no por instinto sino de persona a persona, cuando cada uno se conserva casto,
cuando el placer se somete al deber de la procreación, cuando la vida se transmite
íntegra, lo que implica la máxima fidelidad mutua y no sólo en los actos, sino
también en los afectos y pensamientos.
Un amor que se inicia en el noviazgo, como esperanza y promesa, esto es, que
conserva puro el cuerpo y la mente, como digna preparación a la unión
matrimonial y para santificar las fuentes de la vida, porque Dios permite el placer
a condición de que se cumpla con el deber y bendice el placer para que haga más
dulce el deber, de lo contrario el hombre caerá más bajo de los brutos, los cuales
realizan el acto sexual sólo y exclusivamente para la procreación.
De lo dicho aparece claro que, para salvar la juventud y con ella el porvenir de la
familia y de la sociedad, hay que saberla educar en el amor y por esto hay que
amarla y sacrificarse por ella y con ella. No podré, pues, contentarme sólo con
enseñar, porque esto, como hemos dicho, es demasiado poco y podrá quizá
transformarse en un maleficio, porque no hay cosa más peligrosa para la vida
social como el hombre que tiene ciencia pero no conciencia.
Ahora bien, si debemos creer a la experiencia, hay que decir que la mayoría de los
que enseñan son maestros, pero no educadores, porque no saben despertar
ideales grandes y nobles, dignos de ser vividos y no saben despertarlos porque no
los viven y tienen repugnancia y vergüenza de hablar e inculcar lo que ellos no
creen, ni practican, y la juventud necesita más modelos que preceptos.
La gran mayoría ha comercializado la enseñanza y para hablar sin ambages, la
han prostituido, porque la venden al mejor postor y, si no la pagan como ellos
piensan y exigen, se rehusan a enseñar, pasando ociosamente el tiempo, antes
que estar en las aulas a enseñar.
¡Nos quejamos de la juventud... y nosotros la hemos matado!
Y quizá, continuamos matándola con nuestra indiferencia a sus S.O.S.
existenciales, con nuestra falta de comprensión, con nuestro mal ejemplo, como si
los mayores estuviéramos dispensados de toda ley, con nuestra vida rutinaria y sin
entusiasmo y no rara vez, con nuestro desprecio, considerándonos superiores y
gloriándonos de tenerla a distancia.
¿No es ya tiempo de cambiar nuestra mentalidad y nuestros métodos educativos?
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CAPÍTULO DIEZ
EDUCACIÓN PARA LA VERDAD
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”.
(Jn. 14,6)
“Yo para esto he nacido
y para esto he venido al mundo:
para dar testimonio de la Verdad”.
(Jn. 18,37)
¡Hay de vosotros hipócritas!
que habláis con palabras suntuosas,
poniendo a Dios por testigo en vuestros
discursos y esclavizáis a los hombres,
sometiéndolos al despotismo de vuestra
soberbia y sucios intereses.
“Sois semejantes a sepulcros blanqueados
que por fuera parecen bonitos,
pero por dentro están llenos de
podredumbre”.
(Mt. 23, 27)
«Una indecible atracción hacia la
perfección empuja, hoy, a las almas
juveniles y las impele hacia un cristianismo
auténtico, a una originalidad espiritual que
nos infunde esperanza para el porvenir. Es
uno de los signos de los tiempos».
Pablo VI
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
El hombre tiene una tendencia innata hacia la verdad, la ama, la desea, la busca
afanosamente y le rinde culto. La verdad es la vida y la luz de su inteligencia, que
todo cuanto es, clama a la verdad y ninguna cosa teme tanto como equivocarse y
hasta que no alcanza la verdad, se siente acosada por el tormento de la duda.
¿Existe una verdad absoluta?
Parece que no.
¡No en el materialismo!, porque la materia no tiene ni puede tener inteligencia, que
es la luz del espíritu, y aunque la produjera, cosa metafísicamente imposible, es
un proceso de evolución indefinido. ¡No en el idealismo!, porque la idea está en
perpetuo devenir. ¡No en el marxismo!, por cuanto la única realidad es la praxis,
actividad económica y ésta misma sometida al proceso dialéctico. ¡No para los
sofistas!, los cuales afirmaban que todo es relativo, aún la verdad. ¡No para la
inteligencia humana! que, como enseña la experiencia, es débil, enfermiza y en
continuo camino en el campo del conocimiento.
¿Entonces qué? Como hipótesis, la verdad absoluta podrá existir si hay un ser
infinito y espiritual, tan perfecto que su inteligencia se identifique con el ser. La
materia nunca podrá ser espiritual, es una contradicción y la ciencia demuestra
que empezó y acabará de existir.
La filosofía realista responde que ese ser existe y es el ser infinitamente perfecto,
inmutable, eterno, acto puro, que no admite composición alguna en sí mismo y
que se conoce tan perfectamente, hasta la identidad del conocimiento con el ser.
Este ser es Dios.
Dice Spiazzi: “Dios, pues, es la verdad esencial y absoluta, porque es identidad
del ser y del pensar: la presencia de la idea eterna en sí misma, en el único
altísimo, inmutable y eterno acto del pensamiento substancial – El Logos - y por
esto, él mismo, pensamiento y vida”24.
En el indefinido cambiar del tiempo y del espacio esta Inteligencia Omnipotente,
en conformidad con sus ideas arquetipos, en un acto soberanamente libre y puro,
produce y crea todos los otros seres y fija sus esencias inmutables, las cuales son
inteligibles en cuanto reflejan el pensamiento del Ser Creador. Y estas mismas, a
su vez, como realizan la idea increada, así son capaces de hablar a la inteligencia
humana y constituir en ella el fundamento de la verdad creada.
“La creación entera, pues, confirma Spiazzi, se vuelve diálogo entre el Creador y
las criaturas y particularmente con el hombre, término de una fecunda y divina
24
SPIAZZI, P.R. Il Cristianesimo Perfezione dell´uomo. Alba. Ed. Paoline, 1949. p.87. (Fuente
referenciada conforme al original).
confrontación, en voces que se reclaman ontológicamente, verdades concretas,
testimonio y valor de aquella inteligencia divina que las piensa, las produce, las
mide y las llena de verdad”25.
La verdad puede ser de varias clases: ontológica, formal, lógica y trascendental.
Una de ellas es la verdad moral, que mueve al sujeto a hablar en conformidad con
lo que piensa y ésta es la sinceridad. La sinceridad es entonces de absoluta
necesidad en nuestra vida humana, puesto que es contrario a la dignidad humana
mentir, fingir y engañar.
El hombre, en efecto, como creatura y mucho más como persona, está vinculado
esencial y ontológicamente con Dios, Ser Supremo y absoluta verdad y, por
consiguiente, no puede en conciencia renegar de la verdad, lo que significaría
renegar de Dios, que nunca podrá desmentirse a sí mismo.
Puede el hombre, sin duda, engañarse, porque sus facultades cognoscitivas son
débiles y expuestas a errores, debido a enfermedades de los sentidos o por haber
interrumpido voluntariamente el proceso hacia la verdad, pero nunca podrá
honestamente mentir, esto es, consciente y voluntariamente negar la verdad.
Mucho más perjudicial es esta negación de la verdad en las relaciones sociales.
Es imposible, en efecto, que el hombre pueda vivir en sociedad, sin la sinceridad
porque la sociedad está basada en la mutua confianza y sin esta confianza no
podrá actuar, ni vivir, ni relacionarse. Sin esta confianza y la casi certeza que no
me van a envenenar, yo nunca podré comer viandas preparadas por otros, ni
viajar en avión sin la confianza que el piloto sea honesto y seriamente preparado,
si sospecho que un comerciante no es honesto y sincero en la calidad de la
mercancía y que me engaña en el precio, nunca iré a comprar, y si sospecho que
un profesor no me enseña con verdad o me dice patrañas, me pasa la gana de
escucharlo.
Sin la confianza mutua, entonces, no podremos vivir ni en la familia, ni en la
escuela, ni en la sociedad.
Es por esto que, en las cosas de mayor importancia, no sólo nos exigen la verdad,
sino que nos hacen jurar decir la verdad, sólo la verdad y toda la verdad y nadie
pudiera exigirlo si, por nuestra misma naturaleza, no estuviéramos obligados a ello
y el juramento no hace sino reforzar la obligación. Esto mismo nos confirma el
hecho, un poquito raro de verdad, que cuando nos hemos encontrado con un
hombre constante y heroicamente sincero, estamos dispuestos a jurar en su
palabra.
25
Ibid., p. 87.
90
Un hombre, pues, que miente y miente con frecuencia o que engaña
metódicamente, es un hombre digno de todo desprecio, más bien, no es ni puede
considerarse un hombre, mucho menos una persona y hay que considerarlo un
degenerado y peligroso a la convivencia humana.
No será que en nuestra sociedad, ¿los hombres han dejado de ser hombres? Por
lo tanto, ¿a dónde vamos a llegar?
HABLA EL DIOS DE LA VERDAD
La Biblia está llena de reproches y amenazas contra todos los que reniegan de la
verdad:
“Los labios mentirosos abomina Yahveh; los que practican la verdad alcanzan su
favor” (Prov. 12, 22).
“Quien declara la verdad, descubre la justicia; el testigo mentiroso, la falsedad”
(Prov. 12, 17).
“Rechazad, por tanto, toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda
clase de maledicencias” (1Pe. 2, 1).
“Santifícalos en la verdad, pues tu palabra es verdad” (Jn. 17, 17).
Renunciar a la mentira de palabras y de obras es la exigencia fundamental de toda
vida cristiana.
La santidad misma, si no está en la verdad, es hipocresía.
La verdad es la cualidad de lo que es estable, probado, duradero; la verdad
implica siempre la fidelidad y como respuesta, la confianza.
Para San Pablo el Evangelio es “Palabra de verdad” (Ef. 1, 13) y se gloría: “¡Por la
fidelidad de Dios!, que la palabra que os dirigimos no es si y no” (2 Cor. 1, 18).
Estas citas son más que suficientes para los hombres honestos y mucho más para
los cristianos auténticos.
NEGACIÓN DE LA VERDAD
Desgraciadamente, para la mayoría de los hombres de hoy, estas palabras son
pura teoría, porque estamos en un mundo de farsa y de mentira.
¿Cuántas mentiras en la propaganda, en el comercio, en el hogar, en la escuela?
y ¿cuántas en nuestras relaciones sociales? Desde niños nos enseñaron a mentir
91
de mil maneras, y ahora, ya grandes, hemos perdido el gusto de la verdad y no
podemos vivir sin mentir.
En la escuela, por cualquier falta, tenemos mil excusas y lo peor es que nos creen
y no faltan maestros que cierran ambos ojos, siendo que la falta de sinceridad es
entre las más perjudiciales en la formación de la personalidad.
Gran parte de lo que se discute en los comicios y se palmotea en las plazas no es
sino mentira. La Biblia ya nos prevenía: “Habla el rico, y todos se callan, y exaltan
su palabra hasta las nubes. Habla el pobre y dicen: ¿quién es este? Y si se
equivoca, se le echa por tierra” (Eclo. 13, 23).
Llegan los políticos y todo el mundo corre y aplaude, quién por miedo de perder el
puesto y quién para conquistarlo.
Si queremos palpar la necedad de nuestro mundo actual, basta asistir a un
congreso. Junto a algunos hombres sinceros y bien preparados, hay una pléyade
de fantoches, enfermos de verborrea, que viven de la palabra modulada. Se
hicieron un renombre en base de autobombo y ahora escalan las tribunas para
decirnos: bla, bla, bla y las aulas retumban de vítores.
¿Cuántos profesores, en las universidades ventilan nuevas teorías con razones
vanas y paralogismos? solamente porque siguen la corriente de los jóvenes
revoltosos, porque buscan librar a los alumnos del peso del deber o porque
acarician las pasiones, todos los llevan en hombros.
Hay gente que tiene una infinita capacidad de cinismo, que ataca hasta lo más
sagrado, como la honra del prójimo y el buen nombre de sus rivales, con la
blasfemia y la calumnia, hasta consumirlo.
Y si alguien, heroicamente atrevido, levanta la voz para desenmascararlos o echar
al suelo esa plataforma levantada con la adulación y la propaganda pagada, los
venales secuaces que lo sostienen, saltan sobre el testigo fiel, sangrante por la
verdad y como aves de rapiña le sacan los ojos y arañan el pecho descubierto y
gritan: Hemos triunfado y festejan la muerte del héroe con comilonas grasientas y
bebidas costosas.
LOS HOMBRES DE MEDIA CARA
Buena parte de los buenos, quizá no se atreven a engañar abiertamente o a ser
hipócritas de cara y sello... pero saben jugar de funambulismo y sus palabras
dicen y no dicen… si… no… Están con todos y no están con nadie. No hay peor
mentira que la verdad a medias. Y la media verdad de muchos consiste en mostrar
siempre, fuertemente iluminadas, sus pocas virtudes y ocultar sistemáticamente la
media cara de sus vicios, para poder decir con el fariseo del Evangelio: “no soy
92
como los demás” (Lc. 18, 11).
eclipse parcial.
¡Son los orgullosos! Estos están en continuo
Otros no admiten la verdad de las virtudes ajenas, porque no les gusta que hayan
otros más ricos, más virtuosos o más inteligentes y por esto les gusta ocultar sus
virtudes y mostrar la cara de sus vicios... ¡Son los envidiosos!
Muchos preguntan como Pilatos: “¿Qué es la verdad?” (Jn. 18, 38), pero antes de
escuchar la respuesta de la conciencia, se levantan y huyen... ¡Son los que temen
perder el puesto y se lavan las manos en las aguas sucias de sus intereses e
intrigas!
Otros quisieran inundar su alma con la luz de la verdad y vivir una vida de
elevación espiritual, pero tienen miedo de empeñarse en la lucha y de lanzarse en
la refriega contra las pasiones y por esto cierran la ventana al sol... ¡Son los
cobardes!
Otros se percatan que en la calle se lucha enconadamente en defensa de la
justicia, de los oprimidos, de la moral, la honestidad. Sienten que la verdad los
llama, pero no se sienten capaces de dejar sus comodidades... ¡Son los egoístas!
Otros sienten que la verdad va penetrando en sus inteligencias y en sus vidas,
como el sol de la mañana y los llama a cambiar de conducta... pero no... no
conviene... y esconden la faz luminosa de la verdad, echándole encima el velo de
la indiferencia y del desprecio... ¡Es la turba inmensa de los mediocres!
Otros, en la búsqueda de la verdad, finalmente la encontraron y con ella una
esperanza de paz, pero enseguida se les presentó la sombra del «qué dirán»... y
cerraron la ventana... ¡Son los que quieren conservar las apariencias!
Decía Pascal: «La verdad es tan obscurecida en estos tiempos y la mentira tan
arraigada que, si no amásemos la verdad, acabaríamos por no reconocerla».
Por esto son tan pocos los buenos filósofos, porque la buena filosofía es el amor
de la verdad y su búsqueda afanosa... pero abundan más los que a la sabiduría
prefieren los placeres... ¡Son los lujuriosos!
Tenía razón Sertilanges al afirmar: «cuando se busca la verdad, lo terrible es que,
alguna vez se la encuentra». Por esto, muchos huyen de ella.
Las grandes tragedias en los hogares, con frecuencia no son sino fruto de
verdades a medias. Nos pareció haber visto... haber oído... ¡y no eran sino
apariencias!
93
Con las medias verdades ocurre lo de muchos venenos. No supimos resistir la
dulzura del vicio y el vicio nos mató. Pocos son los hombres verdaderos, porque
pocos son los fuertes y los coherentes. ¡A cuántos han engañado las apariencias!:
por esto, en juzgar al prójimo, si no es posible defender su honor y sus derechos,
porque su acción fue abiertamente mala, no juzguemos, por lo menos su corazón.
Escrivá decía: “Si no podemos salvar la bondad del objeto, salvemos la bondad
del sujeto”26. Puede darse que se nos ocultan sus victorias, y sólo aparece el
fracaso. La elegancia espiritual nos impele a creer en la verdad oculta.
El culto de la verdad no puede ser simplista... sería estrechez de miras... pero
también es, decía Carrel, «indispensable, (incógnita del hombre), que nuestros
pensamientos abarquen todos los aspectos de la realidad».
Y, por último, hay dos cosas difíciles en la vida: una decir la verdad, la otra saber
escucharla. Difícil, muy difícil, saber decir siempre la verdad; difícil, mucho más
difícil saber escucharla.
Es un mérito decir la verdad y más mérito escucharla. Decir la verdad, alguna vez,
necesita fortaleza, pero saber escucharla necesita humildad. La una y la otra son
muy raras. Pero, algunas veces, la humildad vale más que la fortaleza, porque,
quizá, es más fácil morir, que ser despreciado.
LA PARODIA DE LA VERDAD
Hay muchos a quienes les gusta pasar por buenos, justos y benéficos; pero, en
verdad, no tiene la fuerza de serlo y entonces se cubren con el oropel de la
verdad, la bondad y la justicia... Son los hipócritas. Más que hacer la verdad, la
ostentan y ponderan.
El hipócrita es el hombre ruin... quiere aparentar, pero rehuye de todo esfuerzo.
Más bien, no tiene ninguna convicción seria y sincera y por esto está a la merced
del ambiente, con los buenos se precia de ser bueno y con los malos se jacta de
ser peor que ellos.
Es el hombre cuya vida está toda en un espejo, en donde no se mira a sí mismo,
sino a los demás, para imitarlos y satisfacerlos en lo que parece les agrada.
Es el verdadero bufón de la vida y, lo que es peor, es tan necio y estulto que casi
nunca se percata que la gente sensata se burla y lo desprecia.
Hubo un asno, cuenta Esopo, que encontró una piel de león, se cubrió con ella y
lleno de vanidad y prosopopeya entró triunfante en la asamblea de los animales,
para recibir, como el rey de ellos, pleitesía y reverencia. Pero, cuando quiso
26
ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 279.
94
agradecer, no le salieron sino rebuznos y, entonces, a palos lo sacaron de la
asamblea. Este es el hipócrita, león por fuera y asno por dentro, hasta que lo
descubren y dan su merecido. Aparecer!... es la lacra de nuestro tiempo, casi
todos quieren hacer ver lo que no son, o más de lo que son, ostentando riqueza,
ciencia, virtud y quizá modestia, si sirve para engañar a los ingenuos. Cuántos en
las instituciones y universidades, por el deseo de pasar por sabios, o por
modernos, ventilan teorías falsas o insustanciales.
Durante la conquista muchos comerciantes traían barcos cargados de fruslerías y
bagatelas y con ellos robaban a los indígenas los objetos preciosos de oro y plata.
Así hace el hipócrita. Por la bagatela de aparecer ante los hombres pierde el
mérito de la virtud ante Dios.
Pero no siempre los hipócritas son los más culpables, porque los pobres, al fin, no
son sino mentecatos.
La culpa mayor es de los que nos decimos buenos y, sin embargo, los excusamos,
alabamos y defendemos antes que desenmascararlos.
Somos hipócritas, pero al revés. Más que serlo, lo aparentamos.
Dice García Salve: “Vivimos en una sociedad cada día más enferma de adulación
y fingimiento; en un mundo, en donde el artificio y el engaño, la zancadilla y el
mordisco, vencen sobre la rectitud” 27. Y nosotros no sólo no lo condenamos, sino
que, si alguien levanta la voz a favor de la verdad, lo aplastamos. Y si sabemos
quien roba, quien mata, quien secuestra... lo callamos y nos hacemos cómplices.
Esto significa que estamos más con los criminales e hipócritas, que con la verdad.
“Una exagerada actitud de reserva amordaza muchos labios y detiene muchas
plumas... Un falso instinto de conservación hace que nos transformemos en
cómplices de muchos crímenes”28 y, como por un tácito acuerdo, dejamos de
descubrir las llagas sociales y ayudamos a propagarlas, como hace de ordinario la
prensa hablada y escrita, que más se detiene a describir, morbosamente, con
todos los detalles y las imágenes, los crímenes de cada día, que no en criticarlos y
juntar razones para disuadirlos y así envalentona a los malos y corrompe a los
buenos.
Muchos saben que hay hombres eminentes en la escala social, altos funcionarios
de empresas y de gobiernos que están podridos por dentro, sin otra aspiración
que llenarse de dinero y estuprar a las empleadas; muchos profesores, que antes
que educar a la juventud la están corrompiendo, grandes comerciantes que se
27
28
GARCIA, Salve. p. 290. (Fuente referenciada conforme al original).
Ibid., p. 287. (Fuente referenciada conforme al original).
95
enriquecen engañando y estrujando al pueblo... y los toleramos y nos jactamos de
su amistad y quizá los defendemos y ayudamos a encubrir sus vicios o a subir
más alto.
LA VIDA EN LA VERDAD
El mejor modo de mostrar, defender y promocionar la verdad es la vida. Llevar la
antorcha de la verdad siempre encendida en nuestro interior, sin obscurecerla ni
apagarla nunca, ni en la mente, ni en el corazón, ni con las obras.
No es fácil y, más bien, cuesta muchos esfuerzos y sacrificios, porque con
frecuencia hay que negarse a sí mismo y quizá perder la amistad y el favor de los
grandes. Más ésta es la grandeza del hombre, su dignidad, su más íntima
satisfacción y lo que le granjea pocos, pero verdaderos amigos.
Y aunque la natural imperfección de nuestra inteligencia nos hace alguna vez
vacilar o la debilidad humana nos echó de bruces y nos hizo prevaricar,
levantémonos inmediatamente y prendamos de nuevo la antorcha de la verdad
ante compañeros y alumnos y recobremos el coraje de la autenticidad.
¡Vivir la verdad!... No admitamos nunca la doblez y el disimulo, no quepa en
nosotros la lacra de la doble personalidad, que nuestra sinceridad, nuestra fe y
nuestro Evangelio, «la palabra de la verdad», sea siempre la más luminosa
realidad de nuestra vida.
Hombres que han comprendido la relatividad de la existencia humana y quieren
anclarla al escollo inconmovible del Absoluto y el Eterno... caminando siempre
adelante, con cabeza alta y rostro alegre; hombres que no tienen miedo ni a ricos
ni a poderosos y que no admiten sombras ni desvíos en su camino, porque llevan
su luz por dentro.
Memorables son estas palabras de García Salve:
La verdad no se la impone de otra manera, sino con la misma fuerza de
la verdad... que penetra suave y profundamente en la mente y en el
corazón; basta sembrarla y nacerá sola.
Cuando la verdad no se manifiesta no es porque no brille, sino porque
la bruma de la ignorancia y las pasiones la ocultan.
La verdad supone la renuncia de nuestro egoísmo; por esto los
cobardes no la soportan.
La verdad es muy exigente por eso los amodorrados la temen, porque
ella fustiga la abulia.
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La verdad es una conquista que se logra con la lucha contra los
prejuicios y los ídolos que los hombres levantan al orgullo, la codicia y
la lujuria y sólo los fuertes la arrebatan.
La verdad es una planta exótica en nuestro mundo, necesita ser regada
con sangre.
La verdad es el mismo Cristo, por eso dijo: ”Yo soy el camino, la verdad
y la vida” (Jn. 14, 6). “El que me siga no caminará en la oscuridad” (Jn.
8, 12).
¡Qué fecunda es la verdad!... Es el germen de donde nacen las grandes
obras29.
LA DOCENCIA EN LA VERDAD
La docencia fue creada para transmitir y dar testimonio de la verdad.
«Somos profesionales de la verdad: no cerremos, pues, la ventana del alma para
no dejarla entrar, ni la puerta de la boca para no dejarla salir».
Este mundo de falsedades en que vivimos no tiene, sino un solo remedio: Amar y
hacer amar la verdad, buscarla y hacerla buscar, seguirla y mostrarla a los demás.
Los maestros no podemos semejarnos a canes mudos ni a centinelas dormilones,
es preciso gritar. Cuanto más alto está un hombre, cuanto más goza de autoridad
por el cargo que ocupa o por la ciencia que posee, tanto más está obligado a
defender y a proclamar la verdad. El silencio, en este caso, sería más culpable.
La verdad es un manantial inagotable, pero si no se la agita y no se la pasa a
otros, como las olas del mar, se estanca y se pudre. ¡Cuántas cisternas
putrefactas! ...
La verdad es fuego que quema y cura como un cauterio. Cristo, que es la verdad,
quiso renovar la Iglesia en los últimos tiempos con el Concilio Vaticano II y por él
quiere renovar la vida de los hombres.
La Iglesia vive actualmente una era trascendental, por esto ha fijado sus posturas
frente al mundo moderno, en unos documentos claros y explícitos. Sería una
culpa desconocerlos o echarlos al olvido, un pecado contra la verdad. Sin
embargo, muchos gritan: «tierra encima», como si la verdad fuera un cadáver
insepulto. La verdad, pues, hay que sembrarla a voleo, sin miedo de lanzar
29
Ibid., p.294 y sgts. (Fuente referenciada conforme al original).
97
nuestra semilla, pronto o tarde encontrará su surco y brotarán las flores de la
belleza espiritual y madurarán los frutos de vida y de inmortalidad.
Nunca se ha hablado tanto de libertad y muchos se transmutan al libertinaje, pero
para todos los tiempos es válida la palabra de Cristo: “Y conoceréis la verdad y la
verdad os hará libres” (Jn. 8, 32).
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CAPÍTULO ONCE
LA EDUCACIÓN EN Y PARA LA LIBERTAD
«El triunfo de la educación consiste
en hacer pasar el alumno de la fuerza
inconsciente de los instintos, al
dominio de una libertad responsable».
«La responsabilidad tiene como fundamento
la libertad, negada ésta el hombre cae en el
ciego determinismo».
Angelo Zacchi
«El hombre consciente de su sagrado derecho
e indomable en su anhelo de libertad
se levanta y ruge como fiera,
cada vez que olfatea la amenaza de
la servidumbre y prefiere perder la vida,
antes que perder su dignidad».
Emmanuel Monnier
«El compendio de la formación consiste
en preparar el alumno al concepto del deber;
reforzar su voluntad para la lucha,
la renuncia y el sacrificio;
así que, bien entrenado, pueda encontrar,
en los momentos difíciles, el camino de la
victoria».
Angelo Zacchi
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Todos los días vemos salir de los colegios o instituciones de secundaria
centenares de jóvenes, con su diploma de bachillerato, pero, al mismo tiempo,
llenos de inseguridad, de insatisfacción y temerosos del porvenir, mal preparados
para seguir una lucha dura en la universidad o en los centros de estudios
superiores y mucho más para enfrentarse con la vida y con su futura profesión.
Pocos son los que triunfan de verdad y muchos de ellos a costa de sacrificar los
principios de rectitud y honestidad recibidos en la adolescencia o durante el
período de sus estudios profesionales o de entregarse a la intriga, al
proteccionismo de mala clase o a la politiquería.
Esto se debe, además de muchos otros factores, a una mala educación para la
libertad o al descuido por parte de padres y profesores, de educarlos al recto uso
de los valores de la vida y a saber vivir en sociedad, no sólo como parte integrante
y de cualquier manera, sino con gran espíritu de responsabilidad y mucho más
como líderes que atraen y arrastran con su conducta y con su palabra convencida
y conquistadora. Si no sabemos, o si no queremos hacerlo, mejor no deberíamos
enseñar porque sería una tremenda responsabilidad ante Dios, la sociedad y
nuestra misma conciencia.
ALGO MÁS DEL HOMBRE
Con Paul Tournier hemos puesto en el hombre las tres dimensiones: física,
psíquica y espiritual, concibiendo a la personalidad totalitariamente y como unidad.
Ahora nos interesa el aspecto dinámico de esa personalidad, o como dice Quiles:
“personalidad es la realización, por parte de la persona metafísica, de su propio
programa de vida”30.
Agrega Escrivá: “por nuestra cuenta, hemos dado esta definición de personalidad
moral: independencia en la verdad. Sólo cuando hemos encontrado un sujeto que
posea la verdad y que la viva con independencia, lo hemos llamado «hombre de
personalidad»”31.
¿Cuál será la verdad sobre el hombre? Aparece claro de estas simples
reflexiones: “el hombre no es un Dios, es un ser contingente; es decir, no tiene en
sí la razón de existir. Puede existir o no existir. Es un ser al que todos ven nacer y
al que todos ven morir. Tiene por lo tanto un principio, tiene una causa que le dio la
existencia... tiene necesidad de que le conserven el ser, so pena de dejar de
existir”32. Su finitud exige un creador. El hombre, al ser creado, recibe una
personalidad ontológica, pero debe crearse su personalidad moral. De ahí que la
30
QUILES, I. S.J. La persona humana, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 26.
ESCRIVÁ PELLICER, Ibid.
32
Ibid., p.30.
31
101
personalidad es un continuo realizarse, un incesante desarrollo de un programa de
vida. Esta personalidad puede quedar frustrada o detenida en su crecimiento o
puede llegar a su madurez. En este realizarse del esfuerzo propio y el don del
Creador.
De este esfuerzo propio, decía Petrarca: “Cuando pueda hallar un hombre de tal
manera gobernado por la razón, que toda su conducta esté por ella regulada y sus
apetitos sólo a ella sometidos, entonces él puede llevar en sí alguna verdadera y
fructuosa definición del hombre”33.
La Filosofía Perenne exalta al hombre y lo pone en su verdadero trono, mientras
no faltan quienes lo quieren poner en el trono de Dios o por el contrario, quieren
destronarle por completo. Hablando de estos últimos, Sheen afirma
oportunamente:
La revolución copernicana se interpretó como destinada a recordar al
hombre su escasa importancia, pues, ya la Tierra no era el centro del
universo. Esta intimidación cósmica aumentó hasta tal punto que Harri
Elmer Barnes llegó a declarar que el hombre no tenía más importancia
que una cucaracha. El golpe astronómico contra la dignidad humana
fue seguido por un golpe biológico, en el cual los filósofos interpretaron
a Darwin como queriendo decir que el hombre no está separado del
mundo animal y que, por consiguiente, ni lo trasciende. Se produjo
finalmente el golpe psicológico, cuando Freud dijo: «El Yo no es dueño
de su propia casa». A la injuria se agregó el insulto al declarar Freud
que «la superioridad del hombre sobre los animales puede provenir de
su capacidad para la neurosis». La libertad humana fue negada a
medida que se declaraba que el hombre está determinado, sea
biológicamente, como por los darwinistas, sea psicológicamente, como
los freudianos, o sea económicamente, como los marxistas 34.
“Jung, por su cuenta, estima que la personalidad es la suprema realización de la
innata idiosincracia del ser. Es un acto de alto coraje...: es la absoluta afirmación
de todo lo que constituya lo individual; es la más exitosa adaptación a las
condiciones universales de la existencia, unido con la mayor libertad para la
autodeterminación”35.
¿QUÉ ES LA LIBERTAD?
¿Existe la libertad? La biología nos enseña que los animales obran
determinísticamente, porque dentro de cada especie, existe una uniformidad
33
PETRARCA, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid.
SHEEN,Fulton J. Filosofía de la religión, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 31.
35
JUNG, Karl, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 26.
34
101
102
constante: su vida se mueve entre los estrechos e infranqueables límites de sus
instintos, de los hábitos heredados o adquiridos mecánicamente.
El hombre, por el contrario, actúa de mil maneras diversas, caracterizado por una
ilimitada variedad en su manera de obrar personal y socialmente; así como no
tiene límites en sus aspiraciones, sino que puede elevarse siempre más, no sólo
en la escala de valores, sino también en la intensidad o manera de ejercerlos.
Sólo el, en este mundo, ennoblece la vida con el uso del lenguaje articulado,
siempre más rico y capaz de expresar todos los matices de sus sentimientos y de
su pensamiento, de crear y extasiarse frente a las bellezas del arte, de elevarse a
la más alta perfección ética, recrearse y sublimarse en las ascensiones religiosas
hasta lo infinito y ejercer su ilimitada acción creadora y conquistadora, porque
como el objeto de la razón es la verdad y toda la verdad, así el objeto propio de la
voluntad es el bien, todo el bien, el Sumo Bien y esto lo hace recrearse en las
expansiones del amor en todas sus gamas y matices.
Es cierto que la razón influye decididamente en las deliberaciones de la voluntad,
porque, como aparece claro de nuestra experiencia, el pensamiento ilumina el
obrar del hombre. Pero es cierto que la misma razón, como se siente plenamente
determinada en su tendencia al fin último, que es la felicidad, así comprende que
para alcanzar ese fin hay una infinidad de caminos y por esto deja a la voluntad
libre de determinarse en la selección de los medios.
La voluntad, pues, es la facultad del alma que nos permite tener la
autodeterminación de nuestros actos y de tender libremente a los bienes, tanto de
vida material, como de los bienes superiores y espirituales.
Hace mucho más, levanta a su propia altura las mismas cosas materiales, que
quedan así transfiguradas: colores, sonidos, el mármol, el bronce, el hierro, la
madera y los medios de comunicación creados por el hombre, se transforman
radicalmente, dejan de ser elementos puramente materiales y se vuelven idea,
creación, amor y gozo y a través del pensamiento y de los valores que encarnan,
también ellos se vuelven instrumentos de bien o de mal, de amor o de odio, de
ruina o de salvación, de vida o de muerte, a la par que conquistan un valor que va
más allá del tiempo y del espacio, un valor universal y eterno.
Y aún los mismos actos contrarios a las tendencias e inclinaciones sensibles,
como: la renuncia al placer, el sacrificio del tiempo, de las diversiones, de los
legítimos afectos y de la misma salud y de la vida, cuando son inspirados por
motivos morales, sociales o religiosos de amor a Dios y al bien del prójimo, se
revisten de tal belleza y atractivos y de tal precio, que los colocan al primer puesto
en la escala de los valores humanos y todo eso es fruto de la libertad bien
entendida y ejercida.
102
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Ahora, ¿qué es la libertad?, comúnmente la libertad se la define como: la facultad
de obrar de una manera o de otra, libertad de especificación como: estudiar o irse
de paseo o de hacerlo o no hacerlo, voluntad de contradicción, como: estudiar o
no estudiar y de todo esto tenemos experiencia íntima y cotidiana.
El mismo hecho de la deliberación ejercida en miles de casos importantes o
insignificantes, común en nosotros, es una prueba apodíctica de la libertad.
La libertad es absolutamente necesaria a la responsabilidad y el grado de la una
aprovecha al de la otra.
Somos libres, porque nuestra inteligencia juzga que ninguno de los bienes visibles
es capaz de contentar nuestro anhelo infinito.
Somos libres, porque el libre albedrío supone el conocimiento abstracto, el juicio y
la reflexión, actos que son propios del ser espiritual.
Somos libres, porque con nuestra voluntad podemos aplicar la misma inteligencia
a buscar los motivos que nos impulsan a la acción.
LA LIBERTAD ES UN PELIGRO Y PUEDE SER UN MÉRITO EN NUESTRA
VIDA MORAL
«El hombre es óptimo», afirma el idealismo de Negel y el naturalismo de J.J.
Rousseau.
«El hombre no puede hacer nada bueno», afirma el pesimismo con Shopenhauer.
El hombre aún siendo espiritual, es débil e inclinado a las cosas materiales y
caducas en una palabra, al mal, realidad aceptada por la filosofía cristiana.
El hombre no es sólo un ser espiritual, por cuanto aún los seres espirituales,
siendo libres, pueden faltar a la ordenación esencial de su ser, porque hay faltas
que se consuman aún dentro del ser espiritual, como: la vana complacencia, el
orgullo, la envidia, el odio, etc. Ejemplos típicos: en la mitología, los titanes que
quisieron dar la escalada al cielo, como símbolo; en la Biblia, Luzbel que se rebeló
al Supremo Hacedor pretendiendo, como criatura, honores divinos. Es una triste
historia.
Estas son, por cierto, las faltas más graves en la escala de los desvalores, porque
atentan contra la verdad del ser y constituyen una inversión de valores esenciales
o contra la naturaleza misma de las cosas. El hombre está expuesto a tales vicios,
puesto que nuestra experiencia interior y exterior, nos persuaden que la vana
gloria, el orgullo y el odio son pecados comunes entre los hombres.
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Pero al hombre pueden sucederle otros desórdenes, que se transforman
automáticamente en desvalores y que nos alejan del recto camino de la verdad y
de los dictámenes de nuestra misma naturaleza racional.
Hemos dicho que estamos constituidos de alma y cuerpo o mejor, de vida animal y
de vida racional. Ahora bien, estas dos estructuras, aunque reducidas a unidad,
conservan intactas sus cualidades esenciales y no rara vez, en violenta pugna
entre ellas. La vida animal, esencialmente entregada al placer de la conservación
de la vida y de la reproducción de la especie, goza prepotentemente de estas
acciones, que son, nada menos, que el fin último de su existencia y a esto los
impele todo el ímpetu de su ser. Y como sus exigencias son mínimas y la
naturaleza es tan generosa en proporcionarle lo necesario a la existencia, ya no
necesitan nada más y pueden multiplicarse indefinidamente.
Más bien, como el Creador los puso al servicio del hombre, el hombre mismo se
encarga de estimularlas a esta doble función de la vida animal; por ejemplo, el
engorde de los animales con tratamientos intensivos y con métodos especiales y
haciéndolos reproducir más segura y ventajosamente. A juzgar de las apariencias,
los animales gozan mucho más que los hombres en la función de la nutrición y
sufren menos en la función del alumbramiento, así que, podemos decir, de
ordinario tienen su relativa y abundante dosis de felicidad y no esperan otra cosa.
Para el hombre la cosa es completamente diversa. Aún disfrutando de la vida
animal en la conservación del individuo, sus inclinaciones son menos toscas y
prepotentes y sus exigencias más refinadas. Entonces, debería serle más fácil
vencerse en esta clase de placeres, aún porque tiene otros fines sobre sensibles
que son los principales y a los cuales debe ordenar las actividades inferiores, para
que no perjudiquen las superiores y propiamente humanas, las cuales, a diferencia
de los animales, son su verdadero, sobreabundante y feliz fin último. Así, por
ejemplo, la comida es por sí misma una acción animal necesaria, pero, en cuanto
subordinada a los fines racionales y espirituales, el hombre está obligado a evitar
los excesos con el fin de no entorpecer la vida y actividades de la razón, porque la
comida no es su fin último; por esto dice el refrán: «no vivimos para comer, sino
que comemos para vivir» y cumplir con nuestra misión de seres racionales y
alcanzar los destinos eternos. Ahora bien, las comidas y bebidas embriagantes
exageradas, trastornan el organismo y ofuscan la razón, hasta hacerle perder el
control y exponerse a pecados y crímenes. Por otra parte, acarrean enfermedades
y entorpecen las facultades superiores hasta volver, con frecuencia, al hombre
inútil a sí mismo y a la sociedad y de procurarse paulatinamente la muerte.
Este desorden, entonces, hay que considerarlo de cierta gravedad y fatales
consecuencias y por esto tiene que ser moderado con el libre albedrío y con el
dominio de sí mismo.
Más graves son los males que acarrea el abuso de los actos de la procreación.
104
105
Los animales nos dan un magnífico ejemplo de morigeración en los actos
sexuales, puesto que se unen exclusivamente para la procreación y en otros
tiempos, ni un sexo ni el otro permiten la entrada a contrincantes. Así que, cuando
se dice a un libidinoso: es un animal, se le está haciendo mucho honor, porque en
realidad, está muy por debajo de los animales. ¿A dónde se va la racionalidad y el
control de los instintos?
El hombre sabe que la finalidad principal de la procreación humana es la
educación de los hijos y que el hombre sin educación queda casi al nivel animal.
Pero el hombre abusa frecuentemente del instinto sexual y no sólo dentro del
matrimonio, sino también afuera, con un libertinaje indigno de seres racionales y
que aspiran a fines superiores y espirituales y sabiendo que esto perjudica
gravemente su vida moral y su responsabilidad frente a las exigencias impuestas
por Dios y por la misma razón. El amor es sagrado y exige omnímoda y perpetua
fidelidad y la recta educación de los hijos exige el ahorro y el buen ejemplo. Estos
abusos, pues, perjudican las finalidades humanas y trascendentes y embrutecen
al hombre.
Todos saben que el abuso de las relaciones sexuales extramatrimoniales acarrea
con frecuencia enfermedades venéreas que destruyen el organismo, merman las
fuerzas y vuelven infeccioso al hombre; por esto perjudican gravemente la salud
propia, de la familia y de los hijos y en su estado avanzado afecta los tejidos
cerebrales y produce la locura.
Los instintos sexuales, pues, son tan prepotentes, que si no sabemos moderarlos
y educarlos, en nosotros y en los demás, se lanzarán como fieras indómitas sobre
tantas víctimas inocentes, violando las leyes de la justicia, del respeto y del amor a
Dios y al prójimo y volviéndonos quizás criminales empedernidos.
No puede negarse que desde la primera infancia se apoderó de nosotros el
instinto del egoísmo, éste, en aquél tiempo, fue una ley providencial, porque nos
llevó a despertar la atención de los demás sobre nuestras necesidades primarias
que, por la edad y la inexperiencia, estábamos imposibilitados a satisfacer o
aquellos bienes que no estábamos en condición de procurarnos.
Este instinto egoísta queda todavía activo en nuestro subconsciente, aflora
frecuentemente en nuestra conciencia (y por esto se vuelve culpable) y nos impele
a apoderarnos de todo lo que nos gusta, de todo lo que es útil a satisfacer
nuestros caprichos y a dominar tiránicamente a los demás haciendo caso omiso
de las injusticias que cometemos y de las penas y perjuicios que causamos a los
demás.
La ley del perfeccionamiento humano es que el egoísmo deba paulatinamente
ceder el puesto al amor y a la espontánea voluntad de servicio, porque sólo así se
105
106
puede vivir pacífica y provechosamente en la sociedad y nuestra vida alcanza las
metas espirituales y trascendentes.
Si no sabemos o no queremos educar nuestra libertad no nos queda sino
renunciar a nuestra dignidad, al orden moral y dejando libres nuestras pasiones,
ellas serán la causa de todos nuestros males, y nuestra racionalidad y nuestros
destinos eternos serán pisoteados por la sensualidad. Equivale a renunciar a la
garantía de la verdadera civilización, a desarticular la sociedad o de paralizar
completamente su normal funcionamiento. Se destruirá la familia y con ella el
amor y la felicidad, toda la vida humana se volverá imposible y el hombre se
transformará en un bruto.
EDUCACIÓN PARA LA LIBERTAD
El hombre tiene un deseo ardiente de felicidad, la sueña, la persigue
incansablemente, se ilusiona de encontrarla a la vera del camino y busca
afanosamente aquellos bienes y aquellos valores que la pueden asegurar. A cada
instante creemos entreverla entre nieblas del horizonte lejano, a menudo nos
coge la incertidumbre sobre los caminos para alcanzarla.
Una muchedumbre indefinida de bienes nos solicita continuamente: el placer
sensual a la vida luminosa del espíritu, las riquezas y el lujo o la vida sencilla y
morigerada, los honores o la vida serena y humilde, las orgías o la templanza, la
lucha o la inercia, las ciencias especulativas o las éticas, la virtud o el vicio. Todos
parecen invitarnos: «ven acá, te haremos feliz».
¿Cuáles bienes escogeremos?, porque todos nos llaman, pero ninguno nos
fuerza irremisiblemente.
¿Qué nos dice la razón, qué nos dice la fe, qué nuestros verdaderos y definitivos
intereses?
He aquí la prudente deliberación. Para decidir, todo depende de nosotros ¡...
somos libres...!; las reflexiones siguientes te ayudarán a pensar, a escoger para ti
y para los demás, para que tu vida tenga bases firmes y puedas ayudar a los otros
a ser personas verdaderamente libres y responsables.
Es esta educación de la voluntad y de la libertad la que nos permite resistir a la
violencia que nos asalta de todas partes, al resplandor del oro indebidamente
perseguido, traicionando nuestra dignidad a las lisonjas de la tiranía, a conservar
inviolado e inviolable el santuario de la conciencia, a quedar puros aún cuando nos
cubran la calumnia y la ignominia; soberanos aún cuando nuestro cuerpo esté
cargado de cadenas, triunfantes aún cuando nuestro cuerpo esté reducido a
pedazos.
106
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Es esta educación de la libertad que nos permite autodeterminarnos, ejercitar un
continuo control sobre nuestra conducta, dominar el ímpetu de nuestros instintos,
aplicar nuestras energías a tantas actividades provechosas para nosotros mismos
y para la sociedad, preparar debidamente nuestro porvenir y aún tener en
suspenso nuestras decisiones, en las cosas más graves y más decisivas.
La sociedad está constituida por personas. La vida de la persona puede
expresarse gráficamente en un círculo, en cuyo centro está la persona y el resto
es su esfera de acción, dentro de la cual ella puede moverse y ejercitar sus
legítimos derechos, los cuales se extienden hasta donde llega su radio de acción
dentro de la circunferencia. De allí para allá ese mismo radio de acción deja de ser
derecho y se convierte automáticamente en deber, porque empiezan los legítimos
derechos de los demás.
Esta actividad circunscrita dentro de cada esfera, libre y responsablemente
ejercitada, produce el equilibro de las libertades personales y asegura la pacífica
convivencia entre los hombres. Cuando se violan los derechos ajenos el individuo
y la sociedad entran en un estado de conflicto, que exige una inmediata reparación
para que vuelva el equilibrio y la paz.
Enseñar al hombre el recto uso de sus legítimos derechos y el respeto a los
derechos ajenos, que para él se transforman en auténticos deberes, es obra de la
sana educación de la persona.
Por la vida racional y afectiva el hombre supera la estrecha esfera de la
individualidad, que es propia de los seres inferiores y asciende al rango de
persona, constituyéndose así en sujeto de su propio «yo» y volviéndose social. Al
decir que el hombre es social no queremos, de ninguna manera, identificarnos con
la teoría socialista de Comte y de Durkeim que hacen del hombre social el hecho
primigenio de todas las ciencias acerca del hombre y por demás, influenciada por
el determinismo absolutamente contrario a la teoría de la personalidad y de la
libertad.
Para nosotros la realidad primigenia es la persona humana, con sus
características propias en su realidad social, lo que fundamenta la sociología y no
al revés.
Sin embargo, el hombre es natural y eminentemente social, puesto que, sin la
primera sociedad, que es la familia, no podría ni existir, ni venir al mundo. Las
ofensas que el hombre comete contra la sociedad y sus singulares componentes,
deben considerarse entre las más graves en la escala de los desvalores, porque
destruyen la innata tendencia del hombre hacia la sociedad y abusando de su
libertad, se vuelve elemento perjudicial a la vida común.
107
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Si el hombre no sabe convivir es como una rueda suelta en el engranaje del
conjunto, responsable de que el proceso se pare o funcione mal. Por esto a los
criminales se los llama «antisociales».
Es preciso, pues, enseñar a la juventud particularmente a convivir honesta y
pacíficamente y que aprenda a respetar los derechos ajenos como quiere que se
respeten los propios.
Amerita recordar también que la vida social no consiste sólo en su lado negativo,
sino que debe llegarse a que la sociedad constituya una familia, regida por los
lazos del amor y la amistad.
La libertad es una de las características explosivas del hombre, especialmente
cuando, cegado por el egoísmo y las pasiones, viola la justicia conmutativa que
es la más sagrada regla de las relaciones humanas. Entonces empieza la lucha y
la discordia entre individuos, las familias o entre naciones, hasta llegar a causar
conflagraciones universales. Los perversos roban, secuestran, atracan, matan y
los buenos están reducidos a la impotencia, conculcados en sus legítimas
libertades, sin defensa y sin quien haga justicia.
Entonces, cada uno, desesperado, se hace justicia por sí mismo y esto lleva a la
perdición total de la sociedad. Dice Jesucristo: “Todo reino dividido contra sí
mismo queda asolado” (Mt. 12, 25).
La educación para la libertad debe servir para librar al hombre de la lucha consigo
mismo. Cuando, en efecto, experimentamos que nuestra conducta es reprochable,
nos condenamos a nosotros mismos. Aunque la culpa fuese oculta, nosotros nos
damos cuenta de su malicia y gravedad y, si no hemos perdido completamente la
dignidad y la conciencia, nos vence el remordimiento, el tormento, la congoja y la
tortura que nos impele a remediar el daño.
Pero no bastan estas reflexiones, porque la personalidad no encuentra su plena
explicación en sí misma y por esto el hombre busca la trascendencia, como lo
enseña la filosofía, la biología, la psicología, la historia y sobre todo la teología.
“Todas las ciencias han dicho una palabra más o menos exacta sobre el hombre y
ha sido una palabra inmensa y misteriosa que ha logrado asombrar al hombre
mismo, ante la paradoja y la contradicción de su mismo ser. Cuando el hombre de
Dostoievsky se estudia, confiesa que se halla partido en dos y que ello le causa
verdadero miedo... Es el miedo y el asombro que se experimenta” 36, frente a los
grandes misterios de la vida y del más allá.
36
ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p.32.
108
109
En efecto, no se puede comprender la personalidad sin la tercera dimensión: La
trascendencia. Escribe Quiles, I. S.J.: “La persona humana sin Dios es
incomprensible... la causa consiste en que la persona humana está
«esencialmente» vinculada a Dios. En esta vinculación radica a su vez su dignidad
y su autonomía ante todos los seres del cosmos y la explicación suprema de su
esencia psicológica, metafísica y moral” 37.
37
QUILES, I. S.J. La persona humana, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 27.
109
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO DOCE
LA EDUCACIÓN PARA LA JUSTICIA
¡Cuántas injusticias!...
hierve la sangre...
y brota la rebeldía,
el odio la violencia.
Es la desesperanza, la deserción,
El refugiarse en las drogas.
Es el ritmo trepidante de la vida,
porque el hombre trata de librarse,
de escapar de esta vivencia angustiosa.
Hay que seguir luchando para reformar las
estructuras. Pero no se trata de demoler
con tractores, de avanzar como un
huracán; sino de irlas reformando paso a
paso. La guerrilla no hace sino multiplicar
las muertes y la desesperanza.
“Somos responsables incluso de
nuestra evasión frente a la
responsabilidad”38.
Fritz Künkel
38
KÜNKEL, Fritz, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 77.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Por naturaleza humana todos somos iguales y la vida en sociedad no puede
desconocer, ni destruir esta verdad.
Por otra parte, si debemos convivir lo más propio del hombre es la convivencia
pacífica regulada por la razón, en la cual, como decíamos antes, cada uno
consciente y libremente, esto es dignamente, disfruta de sus legítimos derechos
pero sin interferir los derechos ajenos, lo que pondría al hombre en estado de
conflicto con los demás.
La teoría de Hobbes: Homo homini lupus, como sabemos de su doctrina hedonista
– utilitarista, más que la teoría de una sociedad humana, con características éticas
ordenadas al bien común, con dignidad y sentido de responsabilidad, que somete
libremente los instintos al orden objetivo de la razón, sabe, más bien, de la horda
salvaje, cuyo único bien es la consecución del placer egoísta y el alejamiento del
dolor como cualquier manada de fieras, cuya ley es el predominio de la fuerza y
no la norma humanizadora del derecho. En donde existe el ordenamiento racional
y objetivo del derecho, es completamente inútil el imperio de la fuerza y más bien
resulta degradante y alienante bajo todo punto de vista.
El hombre, pues, verdaderamente hombre y mucho más en cuanto persona, no
necesita que lo enjaulen para no hacer daño a los demás, porque sabe libre y
espontáneamente moderar sus instintos y aspiraciones y someterlos a la ley
moral, más bien, si en el concepto de persona humana florece el amor, como es
lógico, sabrá despojarse de sus bienes, no estrictamente indispensables a su
normal actividad y desarrollo, para condividirlos con otros seres humanos que los
necesitan.
El concepto de igualdad natural, ventilado por los enciclopedistas del siglo XVIII y
causante, en parte, de la Revolución Francesa, no fue un invento de los filósofos
racionalistas, sino de los filósofos griegos, particularmente de Sócrates, Platón y
Aristóteles y como fruto de la psicología y de la ética racional. Más bien, porque la
revolución quiso forzarlo, los efectos fueron desastrosos y no hizo sino sustituir
una opresión con otra. Cosa que sucede cuando decae el dominio de la razón y se
instaura el de la prepotencia, que es un regreso a la vida animal.
La implantación de la justicia, pues, más que fruto de las leyes, es y debe ser fruto
de la sana educación. ¡Qué campo inmenso de benéfica actividad se abre a la
educación personalizante de nuestro Centro!
EVOLUCIÓN Y CONCEPTO INTEGRAL DE LA JUSTICIA
La teoría de la justicia ha tenido con el correr de tiempo sus grandes innovaciones
que la han perfeccionado y enriquecido de nuevos aspectos esenciales,
particularmente con la aceptación de los principios de la filosofía cristiana y la luz
del mensaje evangélico.
La justicia, según Aristóteles, tiene la noble y elevada misión de inclinarnos y
formarnos en el respeto a los demás y reside, como las otras virtudes, en el «justo
medio».
Puede ser de varias clases:
Legal o general: Que determina y regula la actividad legislativa y ejecutiva en
vista del bien común. Sujeto del derecho es, pues, la comunidad; fin del derecho:
el bien común; ejecutores del derecho: todos los que sirven a la comunidad,
gobernadores y gobernados. Los gestores del poder ejercitan esta justicia,
promulgando leyes enderezadas al bien común y usando los medios legítimos y
eficaces para su fiel observancia.
La justicia distributiva (entre comunidad e individuos) regula los privilegios, las
ayudas, los derechos y obligaciones de la persona, en cuanto miembro de la
comunidad. El sujeto de este derecho es la persona en sus relaciones con la
comunidad; el fin del derecho es el bien de la persona, como miembro de la
comunidad. El ejecutor del derecho es la comunidad por medio de sus órganos de
gobierno. En una constitución democrática, en que cada uno puede defender sus
derechos y fijar sus deberes, es una virtud extremadamente necesaria. Se viola
impulsando el egoísmo propio o de determinados grupos.
La justicia conmutativa o de intercambio, exige que se intercambien valores
iguales. Los titulares o ejecutores son personas privadas o una colectividad como
persona jurídica; fin del derecho es el provecho propio, el bienestar de la persona.
Prohibe violar los derechos ajenos y se aplica a las relaciones humanas.
EL CONCEPTO ROMANO DE LA JUSTICIA
En el derecho romano la virtud de la justicia no superaba la esfera del estricto
deber, y esto sólo en el intercambio de los bienes, prestaciones y
contraprestaciones de servicios prestados: inficiado mortalmente por el concepto
esclavista, en donde el esclavo, el que no tenía categoría de ciudadano romano y,
en gran parte la mujer, no tenían derechos, sólo deberes.
Es la concepción objetiva o materializante de la moral que se preocupa, en primer
lugar, de las relaciones hacia o entre las cosas o bienes materiales y las
relaciones con los demás hombres en función del orden material y no en vista del
valor intrínseco del hombre.
En esta acepción, la justicia tiene un significado muy restringido, esto es, la esfera
del derecho y de la justicia se identifican puesto que por derecho se entiende lo
que es debido a otro, según la estricta igualdad o la igualdad proporcional.
113
En la vida moral, el poder y el deber, la capacidad y la responsabilidad, los
derechos y los deberes se igualan.
El sentido de la justicia resulta más claro en el caso que ella realiza una igualdad
casi absoluta; esto es cuando las cosas que se cambian, pueden medirse
exactamente en el valor.
PROFUNDA INFLUENCIA DEL CRISTIANISMO
Cuando el cristianismo pudo desplegar su actividad libremente, después de la paz
de Constantino y sobre todo cuando pudo influir públicamente en la legislación,
entonces entró en el ámbito del derecho otra fuerza nueva, que en el cristianismo
constituye el núcleo del derecho, el verdadero sujeto de la justicia, esto es: el
concepto integral de persona y otra fuerza explosiva del cristianismo, que es EL
AMOR.
Entonces el derecho amplió enormemente su radio de acción, puesto que no mide
sólo el intercambio de los bienes, sino que aparecen los valores espirituales del
«yo», el «yo» que se abre también al «tú» y ofrece las preciosas fuentes del amor
hacia los demás. Sólo en forma secundaria ofrece la fría justicia entre el «yo» y el
«tú», entre el «yo» y el «nosotros», que es la comunidad, para establecer el justo
orden entre los bienes del individuo y los de la comunidad.
La justicia, así concebida, se levanta a ser la primera y la máxima de las virtudes
morales y de esta posición de la voluntad, entregada totalmente a las exigencias
del valor de la persona, brotan la prudencia, la fortaleza y la templanza.
Como actitud de la voluntad, la justicia viene primero que la prudencia, por cuanto
para realizar el juicio, debe preceder el juicio de la prudencia, de la conciencia y el
dominio de las pasiones.
La templanza y la fortaleza son virtudes en la medida que reciben su objetivo
moral de la justicia y del amor.
La justicia, pues, en sentido evangélico, que vive del amor gratuito de Dios, mide
todo con el amor y da más de lo que debe en sentido estricto.
¡Cuántos horizontes infinitos se abrieron en las relaciones humanas! y floreció
junto al estricto derecho la maravillosa virtud de la caridad, no en el sentido vulgar
del común de las gentes, sino como entrega total del amor.
¡Cuántos heroísmos, cuántos sacrificios, aún de la vida por el amor al prójimo, ha
visto nacer el cristianismo! Debemos volver a colocar como base de la educación,
114
no sólo la ley del dar y recibir según justicia, ni esta justicia movida por el odio y la
venganza como en el marxismo, sino inspirada en el don divino del amor.
Sólo esta concepción cristiana de la vida y de las relaciones sociales podrá
superar las luchas actuales entre capital y trabajo y arrancar a los detentores de la
riqueza, la libre voluntad de compartir sus bienes con los trabajadores y con los
pobres y cambiar las tristes condiciones en que se debate América Latina. Y todo
se conseguirá no con leyes, sino a través de la educación forjada en el amor. Todo
otro remedio es insuficiente.
Cambiando los tiempos y los elementos de evaluación en las relaciones mutuas
aparece un nuevo tipo de justicia, que tiene sus raíces en el bien común, por
encima del bien privado, y en la función social de la propiedad. Esta justicia social
o de la comunidad nace del cristianismo y de los documentos pontificios,
particularmente de la Rérum Novarum de León XIII, en 1891, la Quadragésimo
anno de Pío XI, en 1931 y los otros de Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II.
Su objeto propio, no son sólo los derechos, fundados en la ley, sino los derechos
fundados en la naturaleza de la comunidad y sus miembros.
La justicia social presupone la justicia conmutativa, por ejemplo: los salarios, en
donde se busca poner la igualdad entre prestación de servicios y retribución,
según el derecho personal y familiar del trabajador.
Además, considera al patrón y al trabajador como miembros de grupos diferentes
y con intereses opuestos que dirimen sus divergencias con un contrato, pero la ley
cristiana exige que, como parte del salario, las utilidades netas entren en cierta
proporción, a la empresa y a la economía general, en beneficio de los
trabajadores.
La justicia social, sin embargo, no se identifica con ninguna de las otras tres clases
de justicia, en cuanto dirige su atención principalmente a los débiles económica y
políticamente y a los marginados que no tienen nada para dar como prestación,
pero que tienen, sin embargo, derechos naturales frente a la comunidad y a los
detentores de los medios de subsistencia; por ejemplo, el derecho inalienable a la
vida y a la educación de los hijos y a su desarrollo físico y espiritual, como
miembros de la comunidad. No es ésta una contraprestación que pueda evaluarse
según las leyes de la justicia conmutativa.
La justicia social, pues, tiene el fin de ayudar a los necesitados y marginados para
que puedan vivir humanamente. El derecho a este socorro proviene del derecho
natural y dura hasta que el necesitado pueda ayudarse por sí mismo.
Esta nueva concepción sobrepasa el estrecho ámbito de la justicia legal y
distributiva y se liga mucho más al «orden social», exigiendo a las personas
pudientes, sin esperar ninguna ley que socorran a los necesitados con lo que les
115
sobra y, no solamente por caridad como limosna, sino por justicia y hace hincapié,
más que las otras formas de justicia, sobre la obligación que brota inmediatamente
de la naturaleza social del hombre, como de la finalidad o función social de los
bienes terrenos.
Esta nueva modalidad de la justicia, promovida por los documentos de la Iglesia,
demuestra siempre más su maternal solicitud, que se deriva de la altísima y
amorosísima paternidad de Dios, que da en abundancia a unos para subvenir a
los necesitados extremos de los otros hermanos de la misma familia humana. Es
la ley del amor en continua acción y transformada en derecho y justicia.
Pero también aquí no hay que esperar nuevas leyes de justicia legal o distributiva,
puesto que de por sí entra en el ámbito de la ley natural, sino promover la
concientización de la juventud por medio de la educación. Debemos estar
convencidos que nadie, ni ninguna ley, puede hacer tanto, como la educación
basada en principios firmes de solidaridad humana y en la formación sólidamente
cristiana de la conciencia social.
EN EL REINO DE LA INJUSTICIA
No será difícil que, a pesar que estas doctrinas sean tan claras, equitativas y
racionales, haya quien nos acuse de comunismo; con lo que demostrarán de no
conocer nada de lo que es comunismo y lo que es justicia social.
Estas voces vendrán ciertamente de los que han puesto el egoísmo y sus propios
y mezquinos intereses como ley suprema de la vida.
En realidad, jamás el género humano ha tenido a su disposición tantas riquezas y
tanto poder económico y, sin embargo, nunca la humanidad ha sufrido como en
nuestros días:
Más de tres mil millones de seres humanos padecen verdadera hambre y penuria
de lo necesario. Este número de hambrientos aumenta siempre más con ciento
setenta mil cada día. Treinta y cinco millones de hombres se mueren de hambre
cada año.
Es verdad, entonces, con base en lo expuesto, que los que nunca hemos sufrido
hambre somos culpables de la muerte de tantos pobres y si tomamos en serio
nuestra hermandad universal es incompatible tanta injusticia con nuestra manera
de vivir y actuar.

ESTADÍSTICAS DE la Organización de la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas.
New York, 1967. (Fuente referenciada conforme al original).
116
Pero la más terrible de las injusticias en el mundo actual, no es el hambre, sino la
opresión y degradación de la persona con “nuevas formas de esclavitud social y
psicológica”39.
Tristemente famosos son, sobre este punto, los regímenes nazi y soviético, digan
lo que digan sus defensores.
Entre los nazis:
Durante la guerra y en los campos de concentración, en las llamadas «celdas de
perros», la comida se les daba sólo si los hombres ladraban como perros.
A muchos otros se los encerraba en sótanos oscuros hasta que murieran de
hambre.
Muchos millones de judíos y prisioneros de guerra fueron exterminados con gases
en los hornos crematorios.
En Rusia:
Famosísimas son en los primeros años de gobierno de José Stalin las matanzas
de millones y millones de campesinos, militares e intelectuales que no
concordaban con el régimen.
A más de medio millón de prisioneros se les sustituyó el nombre con un número,
por esto nadie supo más quienes eran o cómo fueron exterminados, sepultados en
el anonimato en vida, en muerte y después de su muerte.
A millares de prisioneros se los encerraba en las minas de Siberia a trabajar noche
y día por la sola, escasa y pésima comida y a quien protestaba se lo pasaba por
las armas. Por esto, después del armisticio, ningún prisionero fue repatriado.
A las mujeres las violaban sistemáticamente, según el capricho y el antojo de los
capataces.
Conocidos por todos son los lavados de cerebro que reducían a los enemigos del
régimen a puros autómatas en manos de sus verdugos.
Las torturas físicas y morales, según el testimonio de los que sobrevivieron, eran
de tanta variedad y refinamiento que volvían loca a la gente.
Pero dejemos el pasado y demos una mirada al presente, para ver de cuántas
maneras se rebaja la dignidad de la persona.
39
CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes : sobre la Iglesia en el mundo
de hoy. En : Concilio Vaticano II. (4 : 1965 : Roma). Documentos completos. 9 ed. Santafé de
Bogotá : Taller San Pablo, 2000. no. 4.
117
En Polonia:
Las recientes represiones de miles de trabajadores que con el control de la prensa
y la «cortina de hierro», han sido torturados por la defensa de sus legítimos
derechos, son otra prueba patente que las torturas continúan y en todas partes.
Las excesivas desigualdades económico-sociales.
Las inmensas muchedumbres que carecen de lo necesario, mientras un pequeño
número vive en una opulencia escandalosa y malgasta malditamente un lujo, junto
a la miseria.
El despotismo con que un reducido número de personas dispone de un amplísimo
poder de decisión, mientras que otras muchedumbres están privadas de toda
iniciativa, reducidas a un rebaño de ovejas.
Pocos clanes de familias superricas dominan los mares de la economía y de la
política, es un monopolio anticristiano y antisocial.
La discriminación individual y social en las oficinas públicas, en los clubes y en los
colegios.
El monopolio de los medios de comunicación y la masificación de la opinión
pública.
Todas éstas son faltas, en mayor o menor escala, de los derechos de la persona y
de la solidaridad humana. Ciertamente no puede pretender una igualdad absoluta,
que sería una pura fantasía, ni mucho menos la igualdad económica, como pide el
comunismo marxista, porque sería aplastar a los mejores en favor de los peores
en la escala del trabajo y de la producción; pero, sí hay que trabajar para acortar
las distancias y preparar, principalmente con la educación, un mundo más
equitativo y humano. Mucho se ha hecho... y mucho más queda por hacer.
UNA PALABRA A LOS POBRES
No hay duda que estamos en tiempos de reivindicaciones exageradas. Siempre se
echa la culpa a los gobiernos, aún de las culpas personales y de las de los grupos
que, mientras exigen demasiado, no dejan ni gobernar ni trabajar para
remediarlas. La guerrilla está costando millonadas que pudieran invertirse
útilmente en la educación, en salud pública y para remediar la miseria. Los
gobiernos no son omnipotentes. Hay también otros factores que hacen más triste y
dura la pobreza y que podemos remediarlos nosotros mismos. Es un elemento de
dignidad humana no pedir ayuda a nadie si yo mismo puedo solucionarme mis
118
problemas. Hoy pedir limosna es un empleo que rinde más que el trabajo y en
gran parte, no hace sino fomentar la holgazanería y el vicio.
Parece que en la conciencia de muchos, los otros tienen el estricto deber de
justicia de socorrer aún las necesidades debidas a nuestros vicios, el despilfarro y
a la falta de sana y humana previsión en la organización de la vida personal y de
la familia. Lo que no es exacto y puede ser un impulso a ser peores y volverse una
gangrena social.
Es también de justicia recordar a los pobres sus deberes:
 Los pobres se quejan de no tener lo suficiente y, sin embargo, lo que tienen lo
malgastan y lo botan en los vicios, en las cantinas y en los prostíbulos, haciendo
más miserable y triste la vida de su familia.
 Es verdad que hay injusticia social, pero es verdad que lo que tienen, no lo
saben administrar: cuántos gastos superfluos en las fiestas pueblerinas y en las
reuniones sociales, aún de los pobres.
 Es verdad que hay pobreza, pero hay que desear vivamente salir de ella,
adaptándose a las circunstancias y a todo trabajo honesto. Hay demasiados
pobres que no quieren trabajar o piden empleos que superan sus capacidades o
puestos de trabajo en donde no hay que ensuciarse las manos. Esta pobreza es
culpable y nadie tiene el deber de socorrerla.
 Es verdad que hay pobreza, pero a muchos no se los puede llamar a trabajar
porque todo lo hacen mal y no permiten que se les exija puntualidad y eficiencia y,
no pocos, aprovechando el trabajo, se roban todo lo que encuentran.
 Es verdad que hay pobreza, pero no se pueden permitir los engaños en el
trabajo, la mala calidad o el incumplimiento culpable. Quien paga tiene el derecho
a ser servido como es justo.
 Es verdad que hay pobreza, pero se la puede remediar si hay honestidad y fe
en Dios. Lo dijo quien puede dar abundantemente y lo dará con las condiciones
debidas: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia y todas esas cosas se os
darán por añadidura” (Mt. 6,33) y su palabra es infalible, pero hay que merecerlo.
Y para todos, el desapego de la riqueza no es un consejo, sino un imperativo
evangélico para encontrar el reino. Es verdadera la sentencia de Cristo: “¡Qué
difícil es que los que tienen riqueza, entren en el reino de Dios!” (Lc.18,24).
“Bienaventurados los pobres de espíritu (esto es, quienes tienen el corazón
desapegado de las riquezas y que se sirven de ellas para hacer el bien), porque
119
de ellos es el reino de los cielos” (Mt. 5,3). Y alguna vez levantó terriblemente la
voz: “¡Ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo” (Lc. 6,
24). Y esta exhortación tan rica de contenido humano: “Todo cuanto tienes,
véndelo y repártelo entre los pobres” (Lc. 18,22).
Todo lo que hemos dicho en estas páginas tiene un altísimo valor pedagógico y
debemos usarlo ampliamente en la educación de la juventud. También aquí:
«crear hombres nuevos para tiempos nuevos».
120
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO TRECE
EDUCACIÓN DE LA CONCIENCIA
“El motivo de nuestro orgullo es
el testimonio de nuestra conciencia...”
(2Cor.1,12).
“La fidelidad a esta conciencia une a los
cristianos con los demás hombres para
buscar la verdad y resolver con acierto los
numerosos problemas morales que se
presentan al individuo y a la sociedad”.
Gaudium et Spes, no. 16
“La verdadera tranquilidad es
la buena conciencia”40.
Séneca
“Los grandes organismos internacionales
están empeñados por buscar fórmulas con
qué desarmar a los hombres de sus
«armas» y de sus odios, y ello con escaso
o ningún éxito. La tarea sería más sencilla
y además segura si los hombres, además
de no deformar su conciencia, siguen
fieles a ella”41.
Melchor Escrivá
40
41
SÉNECA, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 69.
ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p.74.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Uno de los dones más maravillosos que se encuentran en nuestra naturaleza
humana y que nos ayudan poderosamente a distinguir el bien del mal es el don de
conciencia moral: verdadera voz de Dios, escondida en las profundidades de
nuestro ser, que a cada momento, si la sabemos interrogar, nos dice lo que
debemos hacer para podernos conservar honestos y dignos. Y, si no la
interrogamos, ella misma se manifiesta: llenándonos de satisfacción cuando
hemos obrado el bien o cuando hemos luchado victoriosamente para no dejarnos
tragar por el torbellino del mal y desgarrándonos con el remordimiento cuando
hemos caído en la red de las malas inclinaciones. Y con esto nos llama a reparar
el mal y volver al buen camino.
De lo que es la conciencia están llenas las páginas de la filosofía y de la literatura
de todos los pueblos, porque en todos ha existido la convicción de que el hombre
tiene un oráculo íntimo para distinguir el bien del mal.
Sócrates habla de un «Daimonion» que le aconseja el bien que debe hacer.
Para Crisipo la conciencia es el instinto que tiende a la conservación de su propia
dignidad espiritual y racional.
Para Plotino, es la voz de la mente ordenadora del universo: el «Noús».
Para Ovidio es Dios en nosotros.
Para los Estoicos es la voz de la ley eterna.
Para esbozar una definición más o menos completa, podemos decir, según
Leenardt: «la conciencia es la intuición con la cual el hombre experimenta, de una
manera inmediata, sus propios estados y la calidad de sus actos, a medida que los
va ejerciendo».
De esta definición aparece claro que hay dos clases de conciencia:
La conciencia psicológica o el campo del conocimiento y es:
- Espontánea: «conocimiento de lo vivido, tal como se presenta, de una manera
inmediata, a la percepción».
- Refleja: que supone un retorno sobre sí misma, como una especie de examen,
para conocerse mejor. Cuando Descartes afirma: «pienso, luego existo» se refiere
a esta conciencia refleja. Es ella que organiza nuestra personalidad, refuerza
nuestra experiencia interior, controla nuestros actos y produce las convicciones.
La conciencia moral, ética o axiológica
«Es el juicio práctico sobre la bondad o maldad de nuestros actos humanos». Ella
está vinculada, tanto a la conciencia espontánea, como a la conciencia refleja,
enunciando su conformidad con la ley moral, supone:
- La libertad, por lo menos interior, sin la cual el acto no es humano.
- La responsabilidad, que es: la capacidad del ser inteligente y libre de responder
de sus actos ante su conciencia, ante la ley y ante la autoridad legítimamente
constituida y además exige la plena advertencia y el pleno consentimiento, sin los
cuales el acto no es humano.
- La imputabilidad, que se une indisolublemente a la responsabilidad y que es: la
propiedad del acto humano, por la cual se le atribuye al hombre en mérito o
demérito y, por esto, como acreedor al premio o al castigo: lo que respalda y da
eficacia al orden moral.
Häring define la conciencia como “la exigencia primordial a vivir en conformidad
con la naturaleza humana”42.
Antes de pasar a algunas pruebas psicológicas y filosóficas, es interesante saber
el sentido de algunas expresiones que se usan a menudo:
- Conciencia recta, es la que se ajusta al dictamen de su propia razón,
suficientemente iluminada.
- Conciencia errónea, si no se ajusta a la verdad.
- Conciencia cierta, si da su dictamen con seguridad y sin miedo a equivocarse.
- Conciencia dudosa, si vacila sobre la licitud o ilicitud de su dictamen.
- Conciencia delicada, si juzga y ejecuta rectamente aún las cosas pequeñas.
- Conciencia relajada, si deja la observancia de sus deberes, aún graves, por
motivos baladíes o sin importancia.
- Conciencia farisaica, si afecta ignorancia para obrar más cómodamente el mal.
- Conciencia encallecida, si no la preocupan ni las grandes culpas.
42
HÄRING, Bernard. La ley de Cristo. Barcelona : Herder. p.185. (Fuente referenciada conforme al
original).
124
- Obrar según conciencia, esto es obrar sin fraude, ni engaño.
- Ajustarse a la conciencia, seguir en el obrar, el dictamen de su conciencia.
- Dictamen de la conciencia, percibir la obligación de lo que debe hacer o no
hacer.
- Cargar la conciencia, gravarla con alguna culpa moral.
- Consultar la conciencia, concentrarse para conocer mejor la bondad o malicia
de nuestros actos.
¿EXISTE EN VERDAD LA CONCIENCIA?
Nuestra experiencia interior nos convence, no sólo que hay pensamientos,
palabras y obras que nos parecen buenas o malas, sino que hay alguien, en
nosotros, que nos amonesta hacer esto, porque es bueno, y no hacer lo otro,
porque es malo.
Más importante es todavía que nosotros percibamos esta obligación,
independientemente de nuestros gustos y deseos, puesto que muchas veces nos
sentimos impelidos contra nuestra voluntad, lo que demuestra que esta
determinación y ésta fuerza no depende de nosotros porque, entonces, como
hicimos la ley, la pudiéramos anular, lo que no responde a nuestra íntima
experiencia. Si la conciencia del bien y del mal no depende de nosotros, debemos
concluir que vienen de una autoridad independiente y superior a nosotros.
Es cierto que han habido y hay hombres que no sienten claramente el estímulo de
la conciencia, pero son casos demasiado particulares y casi anormales, frente al
testimonio unánime del género humano y se puede explicar perfectamente por
trastornos psíquicos, por la acción determinante del ambiente y de la educación y
así también por los casos que hemos dicho arriba, eso es: de conciencia errónea,
relajada o encallecida, que no son casos muy raros, puesto que la conciencia tiene
sus límites de sensibilidad y elasticidad y cuando, repetida y violentamente se
acalla su voz, ya no responde más a los estímulos, se endurece y no reacciona
más al impacto del mal y se cumple también la sentencia de Dios, del cual la
conciencia es la voz: “¿Qué más se puede hacer ya en mi viña, que no se lo
haya hecho yo? Esperaba que diese uvas, ¿y por qué ha dado agraces? Ahora,
pues, voy a haceros saber lo que hago yo a mi viña: quitar su seto, y será
quemada; desportillar su cerca, y será pisoteada” (Is 5, 4-5).
Que la universalidad de las gentes admite la voz de la conciencia se lo puede
demostrar con lo que sucede en los mismos niños desde el mismo uso de razón,
puesto que sienten, más o menos perfectamente, aún prescindiendo de la
125
educación de los padres, que hay cosas buenas que hechas producen satisfacción
interior y otras malas que producen remordimiento y tristeza y cuando son más
graves, vergüenza y temor.
Esto mismo confirma la experiencia, tanto en los hombres civilizados, como en los
pueblos primitivos, que juzgan ciertas acciones como indignas del hombre y, no
rara vez, defienden el santuario de su conciencia con tanta energía que no dudan
en afrontar la muerte para no violar su dictamen moral.
En esto convienen comúnmente también todos los filósofos, aún de opiniones muy
diversas, por cuanto difieren en explicar la naturaleza y causa del fenómeno.
Para la filosofía realista que estudia sin prejuicios los fenómenos y busca sus
causas suficientes, verdaderas y últimas, la respuesta es clara y contundente.
El Ser Supremo, infinitamente sabio, movido por el amor creó al hombre y lo
ordenó intrínseca y estructuralmente racional y libre, pero, en un proceso continuo
de concientización hacia la perfección humana y trascendente, le dio el encargo
de multiplicarse y dominar el universo con todos los medios de la recta razón y el
constante esfuerzo de la voluntad.
Pero previendo que muchas de sus actuaciones, por ignorancia o perversión,
pudieran ser gravemente perjudiciales al bien y al orden objetivo del universo, le
dio al hombre una especie de percepción moral inmediata de lo útil o perjudicial a
la buena marcha del individuo, la familia y la sociedad.
Esto impele, de ordinario, el ejercicio de los actos moralmente sanos
correspondientes, pero, si alguna vez, las fuerzas prepotentes del instinto, el
tumulto de las pasiones y la tara hereditaria buscan desviarlo de la recta senda del
bien, la turbación interior y el remordimiento buscarán llamarlo a la observancia del
recto orden establecido. Dice Escrivá: “La ley natural impresa por el Creador en la
naturaleza humana se llama conciencia, y no es otra cosa que la luz del alma que
brilla en el interior, si no se la apaga por obstinación en la falta moral. Cualquier
hombre puede, por sí mismo, descubrir ciertos principios evidentes y claros que
tienen por objeto dirigirle hacia el fin para el que ha sido creado. Son su estrella
polar”43.
En una palabra, a los animales Dios los guía a través de un instinto preciso y
perfectamente ajustado a sus condiciones de seres irracionales, para que
consigan el fin preestablecido en la sabia armonía del universo. Al hombre,
inteligente y libre, le dio menos seguridad en sus instintos y más influencia de la
razón, para guiarse al último fin, por todos los fines intermedios, con dignidad, con
responsabilidad y con mérito.
43
ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p.70.
126
Pero, porque su inteligencia puede con frecuencia obnubilarse y las pasiones
cegarlo, le dio también el sentido moral que le recuerde lo que está mandado,
permitido o prohibido. Esta es la manera más lógica, recta y adecuada para
explicar la existencia de la conciencia moral y su eficaz influencia en la recta
ordenación de la vida humana: en lo más profundo de su conciencia, el hombre
descubre la existencia de una ley que él no se dicta a sí mismo, pero a la cual
debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su
corazón, advirtiéndole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal:
«haz esto», «evita aquello». Porque el hombre tiene una ley grabada en su
corazón, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual será
juzgado personalmente. La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del
hombre en que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo
de aquella44.
Pero como esta percepción moral está íntimamente vinculada y subordinada al
recto uso de la razón, a su desarrollo y continuo perfeccionamiento y también a la
influencia, no pocas veces deletérea de las pasiones, estas fuerzas ciegas que
impulsan a la acción y le dan ímpetu y satisfacción, pero que deben ser reguladas
por la recta razón y el dominio de la voluntad, con el fin de que no se desborden
más allá del justo orden y sean ordenadas a la consecución de los fines racionales
del hombre; por esto la conciencia necesita constante y cuidadosa formación,
particularmente en el período de la niñez y juventud. ¡No pueden ni deben
olvidarlo los educadores!...
¿CÓMO OBRA LA CONCIENCIA?
Esta educación debe ser enderezada hacia tres puntos:
LA EDUCACIÓN EN LA VERDAD
No puede haber perfeccionamiento intelectual, ni conciencia recta, sino en la
VERDAD, que es el ancla firme e inmutable de la vida humana. Cuánto más crece
el conocimiento y la motivación científica de la VERDAD, tanto más la inteligencia
muestra caminos seguros a la conciencia moral. Y, por el contrario, todos los que
por ignorancia culpable, esto es por no haber querido buscar a fondo la verdad o
haberse quedado a medio camino, truncando conscientemente el proceso de la
investigación de la verdad o todos los que maliciosamente la esconden para no
verla, o la niegan, desviados por las pasiones personales, de grupo o filiación
política, especialmente si así lo enseñan y transmiten a los demás, son culpables
de desviarse de la verdad y de corromper la conciencia moral de la juventud.
44
CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes Gaudium et Spes. Op. Cit., no.
16.
127
Esta es y debe ser una grave amonestación, particularmente para aquellos que se
sienten con vocación de pedagogos o se han cargado con la responsabilidad de la
docencia.
LA EDUCACIÓN EN LA SINDÉRESIS MORAL
Cuando brilla en nosotros el uso de la razón, y mucho más cuando va creciendo
con la experiencia y el estudio hasta descubrir los más recónditos misterios del
orden intelectual y moral, también la conciencia se va iluminando y perfeccionando
en sus juicios prácticos sobre el bien y el mal de nuestra conducta.
La sindéresis, pues, es la actividad del entendimiento con que va conociendo y
recogiendo los principios generales del orden moral, empezando del más
universal: «debes hacer el bien y evitar el mal» o «debes conservar el justo orden
y vivir conforme a él».
Este orden comprende:
- Las relaciones con nosotros mismos.
- Con los seres inferiores.
- Con nuestros semejantes.
- Con los constituidos autoridad para el buen orden de la sociedad.
- Con el Ser Supremo.
¿Cuál es el justo orden que debo observar en estas relaciones? La sindéresis
contesta: El justo orden exige que respetes al que es superior, que no quieras para
tus semejantes lo que no quieres para ti y que vivan según las exigencias de la
naturaleza humana.
Decíamos que, en el orden de la verdad, la razón humana va descubriendo, a
través de la investigación, siempre más relaciones, hasta llegar a los principios
supremos de la verdad.
Así en el orden moral, a través de la investigación racional, se van descubriendo y
aclarando siempre más las distintas relaciones enunciadas y por esto la sindéresis
saca siempre más conclusiones, para aplicarlas a nuestra vida práctica.
Se imponen, pues, las siguientes preguntas y respuestas:
¿Por qué y cómo debo vivir conforme a las exigencias de mi naturaleza humana?
El estudio de la psicología, al igual que demuestra en nosotros los tres niveles de
128
la vida fisiológica, psicológica y racional, con sus distintas finalidades; así mismo,
la sindéresis nos manifiesta que el justo orden moral exige que las actividades de
la vida fisiológica y psicológica sean subordinadas a las finalidades superiores de
la vida humana y éstas al fin trascendente.
¿Por qué y cómo debo manejarme con los seres inferiores? La recta razón y la
sindéresis me advierten que, como en mí, la parte inferior debe subordinarse a la
parte superior, así los seres inferiores, que carecen de razón y de finalidades
autónomas, pueden utilizarse para nuestro servicio y para nuestro bien. Pero sin
hacerlos sufrir inútilmente, porque el dolor, como es un mal para nosotros, así es
un mal para ellos.
¿Por qué y cómo debo manejarme con mis semejantes? El estudio de la
antropología, la psicología, la sociología y la misma experiencia me llevan a
conocer la naturaleza racional del hombre, su constitución psíquica espiritual, por
ende su dignidad personal, su fin trascendente, los lazos de parentesco y la
comunidad de intereses que nos unen. La sindéresis moral, nos manifiesta que el
justo orden exige el respeto a su vida, a sus bienes, a su dignidad humana y a su
vocación inmortal. De lo cual aparece claro que no podemos tratarnos como fieras,
ni con el dominio de la fuerza bruta, ni usar de los demás como instrumentos de mi
egoísmo y de mis pasiones, sino a través de una conveniente educación y las
normas del derecho.
¿Por qué y cómo debo comportarme con el Ser Supremo? El estudio de la
Teodicea nos instruye sobre la existencia y la naturaleza del Ser Supremo,
infinitamente perfecto, Creador, Providencia Sapientísima e infinito Amor, en quien
no cabe maldad alguna y que todo lo ordena para nuestro bien y felicidad.
Entonces, la sindéresis nos manifiesta que el justo orden exige: adoración por su
grandeza inconmensurable y creadora de todas las cosas, respetuosa sumisión a
sus sabias leyes y aceptación amorosa de todo lo que Él quiera revelarnos para
nuestro mayor bien y felicidad. La filosofía, pues, se ordena a la teología. Quien
tiene, aunque fuera una mediana cultura, comprende fácilmente que estas
verdades son conclusiones legítimas de los principios racionales y que constituyen
la ciencia moral; por esto, la sindéresis nos las presenta como el justo orden al
cual debemos conformar nuestra conducta.
La conciencia, pues, no es más que la conclusión de un raciocinio interior, del cual
emana un deber práctico: haz esto... evita lo otro... o estás libre de obrar de esta o
de otra manera.
Hemos hablado de los valores de la persona. Ahora bien, la voz de la conciencia
no es sino la voz de los valores, la llamada que los valores lanzan a los hombres.
Pero la conciencia no es la conciencia de los valores, sino la voz del deber que
ellos transmiten y que debe ser captada por la conciencia de cada uno.
129
UN POQUITO MÁS A FONDO: LA CONCIENCIA Y EL YO
Positivamente la conciencia descansa sobre dos conceptos fundamentales:
- La inclinación natural de la voluntad humana hacia el verdadero bien.
- La unión de la inteligencia y de la voluntad en la sustancia misma del alma, en
donde realizan la más acabada imagen de Dios.
Sin duda, el conocer y el querer pueden ir por caminos opuestos, lo que
demuestra que son limitados y por esto imperfectos; pero, esto no puede ser sin
provocar en la substancia del alma un profundo desgarramiento, por lo cual el
alma clama su curación, esto es, el restablecimiento de la unidad.
En efecto, siendo el entendimiento y la voluntad unidos en la substancia del alma,
el entendimiento no puede no sentirse afectado, cuando la voluntad, por sus
oscuras causas, se entrega al vicio que es un mal (un no ser negación de la
verdad). Igualmente la voluntad se conmueve dolorosamente cuando repudia el
conocimiento claro del entendimiento (la verdad) y se deja seducir por el falso
brillo de las cosas caducas o de las apariencias. Esto produce necesariamente un
dolor ontológico: esto es, el remordimiento de conciencia, propio como en las
heridas corporales. Pero esto no basta, la conciencia moral requiere el total
enfoque del alma hacia la verdad y el bien objetivo.
El hombre no llega a ser perfectamente uno en sí mismo, mientras entre sí y el
mundo de la verdad y el bien no reine un perfecto acuerdo. Y la verdad y el bien
no pudieran hacer oír su voz imperiosa en el corazón humano si el entendimiento
no estuviera íntimamente emparentado con ambos. También la voluntad no se
sentiría polarizada por el bien conocido, si no estuviera a su vez, hecha para el
bien, si los valores conocidos y la naturaleza de la voluntad no hablaran el mismo
lenguaje de amor.
El entendimiento no sólo está emparentado con la verdad, sino que es atraído por
un amor originario e innato hacia el bien y, a su vez, la voluntad por su unión con
el entendimiento en la misma substancia del alma está poderosamente atraída a
amar al único y verdadero valor, que es el Sumo Bien y la Suma Verdad.
Así podemos comprender la conciencia moral como un instinto espiritual de
conservación que impulsa el alma a la unidad perfecta. El alma, en efecto, siendo
una en sí misma, aunque tenga las dos facultades del entendimiento (que va hacia
la verdad) y de la voluntad (que va hacia el bien), no pudiera ser verdaderamente
una, si no tendería, por su mismo peso, hacia el único y verdadero bien y la única
y amabilísima verdad, que es Dios, a cuya imagen ha sido creada y por el cual ella
es conservada en la verdad y el bien, como unidad de la substancia que la
constituye y la atrae.
130
DESVIACIÓN DE LA CONCIENCIA
La conciencia es el testigo íntimo de todas nuestras acciones internas y externas,
es la guía que nos muestra el camino de la rectitud y el juez que da su veredicto
sobre el bien y el mal que realizamos.
Pero, por desgracia, ella misma puede desviarse o, por lo menos enmudecer, no
ciertamente por su culpa, sino porque haciendo parte de la estructura espiritual del
hombre, y por esto sometida al imperio de la voluntad, que es en nosotros la
facultad libre y la que ordena el bien y el mal, puede llegar ésta incluso a acallar la
conciencia, aún contra la recta inclinación de ella.
¿De qué no abusa el hombre?, ¿qué sucede entonces?
He aquí una comparación fácil de entender. Sucede lo mismo que entre dos
amigos. Un hombre vicioso tiene un buen amigo. Este ciertamente no estará de
acuerdo con sus vicios y le llamará la atención una, dos o más veces; pero
¿cuándo se dará cuenta que el amigo no lo escucha y aún se enfada por sus
amonestaciones y llega hasta el punto de burlarse de él, que hará? o no lo
amonestará más o romperá la amistad con él.
Es el caso de la conciencia. Este amigo íntimo de todos nuestros secretos, aún de
los bochornosos, nos recuerda lo recto, nos reprocha y nos amonesta... Ahora
bien, si no obstante eso, la voluntad continúa cometiendo el mal, hasta volverse
empedernida, la conciencia, esta voz de Dios en nosotros, poco a poco no hablará
más.
Es el momento en que al hombre pecador le parecerá haber conquistado el
máximo de su libertad, libre de todo prejuicio de religión y de moral, como él dice,
porque no siente ni remordimiento; pero, en términos exactos, es Dios quien
indignado lo abandona a su terrible destino. Así se explica la existencia del infierno
y la razón humana, aunque no quisiera, no podrá no justificarlo.
¿A qué se debe esta desviación fatal?
Desviación debida a las pasiones. Se realiza cuando la conciencia no alcanza
más a imponer a la voluntad el veredicto de la razón. La «centella del alma», que
es la conciencia, necesita ser continuamente alimentada por el fuego interior del
celo en buscar la verdad y hacer el bien; pero si el veredicto de la conciencia es
constante y maliciosamente opugnado por la voluntad, acaba por atrofiarse.
Entonces no es una batalla que se pierde, como puede suceder a todos, sino toda
la vida.
Es esta la triste situación de tantos jóvenes y adultos, en los cuales la conciencia
no habla más, o apenas habla con el remordimiento, un remordimiento tardío e
131
ineficaz, porque su vida está totalmente dominada por los placeres sensuales que
embrutecen al hombre.
Conciencia imbuida de falsos principios. Esta es otra funesta consecuencia
que malogra, no rara vez, toda la vida.
Los falsos principios instalados en la conciencia son fuente perenne de acciones
moralmente descarriadas, en cuanto el hombre no vive sino para satisfacer una
vida acomodada a la codicia, a la ambición, al orgullo, a la envidia, al odio y a
otros prejuicios que dificultan la práctica y la obediencia a los valores morales y
provocan así un total oscurecimiento de la razón que no es más capaz de percibir
la voz de la consciencia.
Se presentan de ordinario bajo formas camufladas y ostentando alguna
justificación, como lo demuestran algunos refranes de uso común.
He aquí algunos que sirven para justificar no pocos vicios:
Para cohonestar los placeres de la vida:
-
«Comamos y bebamos que mañana moriremos».
-
«Vida que se ha de acabar, hagámosla columpiar».
-
«La vida es corta, y lo que importa es pasarla bien».
-
«Como el ave nació para volar, el hombre nació para gozar».
-
«Coronémonos de rosas antes que se marchiten».
Para cohonestar la lujuria:
-
«La virginidad produce cáncer».
-
«La mujer es para gozarla».
-
«No hay como el amor y el trago».
«El acto sexual es una necesidad fisiológica».
Para cohonestar la codicia:
-
«El que todo lo da, a mendigar se queda».
-
«Ande yo caliente y ríase la gente».
132
-
«Presta dinero y hallarás un enemigo».
-
«Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro».
Para cohonestar el egoísmo:
-
«La caridad comienza por uno mismo».
-
«Primero yo, segundo yo, tercero yo».
-
«Cuando conozco a los hombres, más amo a mi perro».
-
«Maldito el hombre que en el hombre confía».
-
«Mejor solo, que mal acompañado».
Para cohonestar la venganza:
-
«Ojo por ojo y diente por diente».
-
«A palo, palo y medio».
-
«La venganza es el manjar de los dioses».
-
«De donde las dan, las tomen».
-
«Al caído, caerle».
Para cohonestar el vicio empedernido
-
«El que peca y reza, empata».
-
«Cree firmemente y peca fuertemente».
-
«Dios es misericordioso, con un golpe de pecho se arregla todo». (Lutero).
Para cohonestar la irreligiosidad:
-
«El infierno es un invento de los curas».
-
«A todo cura oírle la misa y correrse».
-
«Los bobos no entran en el cielo».
133
-
«Calumnia, calumnia, que algo queda». (Voltaire).
-
«Todo pícaro es feliz».
También aquí hay que recalcar la necesidad de educar la conciencia de la
juventud. La buena educación puede despertar, enaltecer y llevar al hombre hasta
el heroísmo, al igual que una educación con principios falsos o con medias
verdades, propicia al relajamiento moral y puede llegar a oscurecerla y ahogarla.
Al pié de un monumento, levantado a algunos héroes, estaba escrito pro are et
foci (por el altar y el hogar). Es todo un poema en honor de los que murieron en
defensa de la religión y de sus familias.
La buena conciencia, nos proporciona los mejores bienes, la salud y la paz. La
salud, porque gran parte de las neurosis se deben a los gritos tormentosos de la
propia conciencia; la paz del alma que sobrepuja a todas las cosas: al dinero, al
poder, a los honores...
El rey de Persia pretendió sobornar a Epaminondas, el caudillo de los Tebanos,
éste responde: “Si traicionar la patria fuera un bien, lo haría gratis; si no es un
bien, sepa que no habrá oro o plata suficientes para hacerme prevaricar” 45. Es la
historia de los grandes hombres.
45
NEPOTE, C. Vida de los Caudillos. (Fuente referenciada conforme al original).
134
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO CATORCE
CONSECUENCIAS PSICOSOMÁTICAS DE LA EDUCACIÓN
«En ningún otro ser se realiza
el pleno dominio de sí mismo
como en el hombre; el cual,
por la inteligencia de la voluntad,
es el dueño de sus actos y
el árbitro de sus destinos».
A. Zacchi
«La perfección moral consiste en
levantarse por encima de las
debilidades humanas y hacer al
alma dueña del cuerpo».
Platón
Nuestros jóvenes comprenden
siempre más el contraste
abismal entre las etiquetas
y la realidad que se vive:
y no tienen capacidad de cinismo.
«El Cristianismo es un hierro
candente que derrama chispas.
Lo hemos sumergido en el agua
fría de la indiferencia y la cobardía;
el fuego y la chispa
han desaparecido y no ha quedado
sino el humo acre y una delgada
capa de gris sucio».

Por esto los jóvenes se rebelan.
P.G.
Sigla referenciada conforme al original.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Hemos hablado de la íntima unidad de la persona, pero ahora es necesaria una
breve demostración y sacar algunas importantes conclusiones.
El alma humana, afirmaba Platón, está en el cuerpo como en una cárcel,
condenada a este suplicio por no sabemos qué falta cometida. Él concibe el alma
y el cuerpo como dos substancias completas, unidas sólo accidental y
extrínsecamente como el caballero y su caballo.
La filosofía realista sostiene que el alma y el cuerpo están unidos metafísicamente,
hasta formar una sola esencia o una sola naturaleza, con características y
actividades propias.
Es verdad que en nosotros hay una gran cantidad de energías físicas, químicas,
vegetativas y racionales, pero toda esta variedad de energías, íntimamente
vinculadas, tienden a un solo fin que es la conservación y perfeccionamiento de la
vida humana superior. Las fuerzas físico-químicas sostienen las funciones
vegetativas y éstas las sensitivas, que a su vez forman, desarrollan y reparan los
órganos de la vida sensitiva y ambas preparan y contribuyen al funcionamiento de
la vida intelectiva y volitiva.
Así todas las tres vidas, tan distintas entre ellas, trabajan activa y armónicamente
para aquella obra maestra que es la persona humana.
El cuerpo humano, pues, no es una máquina como pensaba Descartes, puesto
que no sólo tiene varias partes, sino que están compenetradas por un solo
principio esencial e informativo, que unifica todas las tendencias y las acciones y
ésto, hasta el punto que si el alma se separa del cuerpo todas estas actividades
vegetativas y sensitivas cesan, no sólo en sus funciones, como los repuestos de
una máquina, sino que decaen los órganos y se deshace la misma existencia de
las partes, introduciéndose la corrupción.
Esta unidad la demuestra también el testimonio de nuestra misma conciencia, la
cual nos revela que en nuestro ser tan complejo no hay sino un único centro que
es el «yo» y a éste se le atribuyen tanto las acciones de la vida vegetativa y
sensitiva, como de la vida intelectiva y volitiva; así que, con toda razón, podemos
decir: yo vivo, yo siento, yo pienso, yo quiero, yo amo; cosa que no podría suceder
si en nosotros hubieran dos o más principios distintos de acción.
El principio vital de todas nuestras actividades es el alma racional, que es la dueña
de estos actos y el árbitro de sus destinos. Además de ser persona física es
también persona moral y jurídica, esto es, sujeto de derechos inviolables y de
inviolables deberes.
Por esta íntima unión e interdependencia del alma y el cuerpo, el hombre tiene
también el ineludible deber de cuidar la salud del cuerpo y el perfecto
funcionamiento de sus miembros. Por esto no puede mutilar, ni deteriorar, ni
perjudicar el cuerpo con el vulgar abuso de los vicios, ni de cualquier otra manera;
ni mucho menos separarlo arbitrariamente del alma, quitándose la vida.
Y por el contrario, la buena salud del cuerpo necesariamente repercute en bien del
alma y, su buen funcionamiento contribuye al buen funcionamiento de las
facultades espirituales. Por esto decía Juvenal, mens sana in corpore sano (mente
sana en un cuerpo sano). Pero igualmente afirmaba Séneca en su Epístola X, lo
contrario es también válido, bonam mentem, bonam valetúdinem animi, deinde
corporis (una mente saludable o los buenos pensamientos producen primero la
salud del alma y después del cuerpo). Esto nos debe cuestionar fuertemente,
porque según estos sabios paganos, no podemos abusar ni del cuerpo ni del alma
si queremos conservar ambos en perfecta eficiencia y funcionamiento.
Sobre la natural jerarquía de los valores físicos y racionales la Biblia nos advierte:
“Más vale sabiduría que fuerza; pero la sabiduría del pobre se desprecia y sus
palabras no se escuchan. Mejor se oyen las palabras sosegadas de los sabios que
los gritos del soberano de los necios. Más vale sabiduría que armas de combate,
pero un solo yerro echa a perder mucho bueno” (Qo. 9, 16-18).
Hemos hablado con alguna amplitud de cómo el hombre debe reprimir y regular
los placeres exagerados de la conservación del individuo y de la especie; esto es,
los placeres de la comida y de la reproducción, que pueden acarrear grandes
males a sí mismo y a los demás, a su vida temporal y eterna.
Ahora queremos insistir un poco sobre la necesidad de moderar los otros apetitos
inferiores para desarrollar mejor la vida del espíritu.
Hay, pues, que saber moderar los placeres de los sentidos como: la vista, el oído,
el tacto, etc. y los excesivos placeres de la comida y la lujuria, con todo lo que
puede exasperarlos y llevarlos al desorden de los pensamientos, deseos, afectos y
obras.
Así mismo, como armas de combate y para fortalecer a fuerza de la voluntad, hay
que reprimir el capricho, las exageradas comodidades, las curiosidades malsanas,
las fantasías procaces, la locuacidad imprudente, los juicios injustos y al mismo
tiempo practicar la virtud de la sobriedad y la abstinencia, como precaución
indispensable contra los peligros de los vicios y acostumbrar el cuerpo a la lucha
contra las asechanzas de la vida sensual.
Con todo esto no queremos de ninguna manera perjudicar al hombre en sus
legítimas satisfacciones, sino recordarle que, como decía Horacio: «en medio está
138
la virtud y más acá o más allá no hay sino el vicio» y por esto debe evitarse toda
demasía.
La base de la mortificación es muy científica y pedagógica. En efecto, se
fundamenta en la prepotencia de nuestros apetitos inferiores para rebelarse y
sobreponerse a los superiores y en un conocimiento experimental de la debilidad
de nuestra voluntad.
Sólo a costa de grandes esfuerzos, dice Escrivá , por vencer las contradicciones
originadas de la compleja estructura humana podrá el hombre vivir
-abundantemente- la síntesis humana, hallándose a sí mismo en la más luminosa
plenitud.
No hay duda, y la experiencia de todos los días lo confirma plenamente, que
muchas necesidades y acciones de nuestro cuerpo resultan particularmente
desagradables y quizá repugnantes a los demás.
Por esto se ha elaborado, a lo largo de los siglos, un conjunto de normas que
deben regular nuestras relaciones sociales. En tiempos pasados era el código
indispensable de toda persona educada y aún mediocremente civilizada.
Hoy quizá, y en algunos casos, hemos conquistado mayor libertad e
independencia en nuestras relaciones mutuas y bajo cierto aspecto puede ser un
bien. Pero no podemos negar que todos nos sentimos molestos cuando estas
libertades se trasforman en abusos. Manifestaciones de un egoísmo exagerado,
que muchas veces, atentan contra nuestra dignidad y hospitalidad.
En la formación de la persona debe reinar la más perfecta educación y finura. La
educación es para elevar y no para rebajar nuestras relaciones humanas.
Y por último, diremos que «la persona se conoce por su espíritu de
responsabilidad», esto es, que está llamada a responder de sus actos. Pero
¿delante de quién? no de nosotros mismos, lo que no tendría significado, puesto
que si nosotros hacemos las leyes nosotros las podremos revocar; no a otros
hombres, puesto que en su íntima naturaleza humana son perfectamente iguales a
nosotros y con los mismo derechos y deberes.
Y entonces ¿ante quién? la vida, y principalmente la vida espiritual que está en
íntima relación con el transcendente y este trascendente es Dios.
Ni el materialismo ni el evolucionismo han demostrado científicamente el origen de
la vida, ni mucho menos el origen del alma humana.

Tomado de ESCRIVÁ PELLICER, Melchor S.J. Medicina de la personalidad. Obra citada
anteriormente, p.57.
139
Es un axioma reconocido por todos que todo lo que es espiritual es inmortal,
porque sólo lo que es material se corrompe o se transforma y si es inmortal, no
puede morir; la muerte, para el hombre, no es entonces más que una
disgregación, la materia vuelve a la tierra, el espíritu continúa viviendo y
realizándose. Una mera interpretación antropológica del hombre es inaceptable,
debe llegarse a la concepción teológica del ser y de la historia.
El mismo Homero decía, omnes homines ad Deos suspirant (todos los hombres
suspiran hacia la divinidad). Por esto el hombre tiene una sed insaciable de infinito
y del más allá, viene de Dios y tiende a Dios. Él se siente peregrino y en esta
peregrinación, vive en continua tensión de esperanza, incluso entre la mayor
desesperanza que es la muerte.
La personalidad se tonifica porque sabe que un día llegará la distensión con la
posesión del Bien Infinito y éste es el más válido sostén para la vida moral. Una
personalidad sin la inmortalidad no tiene sentido y se vuelve una contradicción. Y
este sentido tiene una fiesta: la Resurrección.
Como conclusión de todo lo que hemos dicho, queremos compendiarlo en algunas
máximas de Juddu Krishnamurti, expresadas a nuestro modo:
SOBRE LOS EDUCADORES
 Los que nos dedicamos seriamente a promover la verdadera educación
tenemos la responsabilidad no sólo de llevar a la acción lo que hemos aprendido,
sino también de llevar a otros a esta comprensión y acción.
 La enseñanza es un arte que requiere no sólo logros intelectuales, sino
principalmente metas morales y espirituales, con una paciencia y amor infinitos.
 Es necesario trabajar juntos en unidad de aspiraciones para producir una nueva
generación, capaz de encararse a los problemas de la vida como un todo y no
como partes aisladas que impiden una educación integral.
SOBRE EL AMOR
 Amar es entregarse con esplendidez y con gozo, como la flor difunde su
perfume.
 El amor no es un privilegio de algunos, ni el instrumento político para crear
adhesiones; el amor no puede emplearse como instrumento para un fin. Él es fin
de sí mismo.
140
 El amor, como el Sol, es de la Tierra toda y no de un campo o de un bosque en
particular; si es demasiado particular o demasiado sentimental se destruye y se
vuelve pasión en acción.
 La modestia y la cortesía son como innatas en quien ama de verdad, porque el
amor es un refinamiento que se expresa siempre con respeto y buen gusto.
 El refinamiento de la conducta no es adaptación auto-impuesta, ni el resultado
de una exigencia externa, surge espontáneo del amor. Entonces el sexo y demás
complicaciones y sutilezas de las relaciones humanas pueden ahondarse sin
temor, sin agitación y sin recelo.
 El amor debe inspirar el conocimiento. Una mente sin amor es un juez
despiadado que no busca sino condenar...
 El educador debe llenarse primordialmente del más profundo amor, que es:
humildad, suavidad, consideración, paciencia y cortesía.
PARA EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD
 El cuerpo está en continua correlación con la mente y junto con las emociones,
constituyen el ser humano integral, si no conviven en armonía, el conflicto es
inevitable.
 Importa, por encima de todo, el desarrollo total de la persona, ayudarla a
descubrir por sí misma y cultivar sus capacidades innatas para expresar, con
plenitud, sus sentimientos.
 Si al estudiante se le ayuda desde el principio a considerar la vida globalmente,
con todos sus problemas psicológicos, intelectuales y emocionales, la vida no le
asustará.
 Evitar, en lo posible, la valoración comparativa. Estimular el progreso y no
transformar la enseñanza en instrumento coercitivo.
 No estimular el aprendizaje con fines utilitaristas, ni para obtener un grado, sino
con el íntimo gozo de perfeccionar su personalidad y de hacerse útil a los demás
en una actitud de servicio y enaltecer la felicidad que esto proporciona.
 Evitar al máximo la memorización, que impide la comprensión y la asimilación y
utilizar el método inductivo a través del experimento, la reflexión y la búsqueda.
LA AFECTIVIDAD
141
 Se hace más fácil aprender en un ambiente de mutua confianza y diálogo
permanente.
 Cultivar las buenas relaciones de amistad con los alumnos, porque esto granjea
respeto y estima, y ayuda poderosamente la apertura a la franqueza emocional,
que es el medio más apropiado de formación.
 Evitar cultivar en los alumnos, consciente o inconscientemente, el sentimiento
de dependencia, que fomenta fácilmente el temor y el servilismo y evitar las
afirmaciones demasiado autoritarias y dogmáticas sobre lo que debe hacer o ser.
 La enseñanza demasiado autoritaria obliga al alumno a conformarse y aceptar
lo propuesto sin reflexión. Mejor crecer en compañía de los alumnos.
 Lograr que el alumno, desde el primer día, se sienta bien acogido y en un
ambiente de familia. Esto crea relaciones de mutua confianza y ayudará a
promover una comunicación natural.
 Cuando el alumno se siente seguro, su conducta no necesitará ser impuesta,
sino que será una necesidad íntima y hará parte del proceso de aprendizaje.
 El educador, para quien el desarrollo total del ser humano es de primordial
importancia, sabe comprender las implicaciones del sexo y hablar de este tópico
con tal altura y naturalidad que no despierte nunca pasiones, ni deseos morbosos.
 El amor sano limpia la mente del mal y evita el interés morboso y la lujuria
experimental.
 Un eficaz correctivo de la pasión sexual es el trabajo manual, como: jardinería,
pintura, artesanías y la contemplación de la naturaleza: los árboles, las montañas,
las flores u oyendo música, canciones de mensaje o los pájaros, etc.
 No debemos preocuparnos sólo del cultivo de la mente, sino del desarrollo
armónico del cuerpo y de los sentimientos.
 Si el cuerpo carece de salud y vitalidad, inevitablemente se pervierte el
pensamiento y fomentará la sensibilidad sexual. Por esto es necesario la buena
alimentación y el sueño suficiente.
 En la juventud los impulsos emotivos son más fuertes que su capacidad de
raciocinio. Es necesario saber comprender los problemas emocionales y
resolverlos con mucha comprensión y amor.
142
 INVESTIGACIÓN
 Estimular la curiosidad natural y el vivo deseo de aprender, propio del niño,
procurando que se mantenga vital y sin distorsión y llevarlo gradualmente al
aprendizaje de las diversas materias.
 Estimular, en todas las formas, el deseo de investigar, porque sólo así el alumno
es capaz de aprender y comprender al máximo.
 La clase es mejor darla por aporemas que dogmáticamente.
 El conocimiento previo de la solución suprime el interés de la investigación y se
resuelve en pura memorización o a repetir lo aprendido sin experimentarlo.
 Enseñar no es solamente impartir conocimientos, sino cultivar una mente
inquieta e inducidora; entonces la ciencia se transformará en conquista y
convicción indestructible.
 Con la investigación la claridad de los conceptos y de las convicciones se
vuelven carácter, la falta de carácter es el estado de autocontradicción.
 La investigación crea, poco a poco, el hábito de la reflexión e interiorización,
que ayuda a la mente a ver con claridad y a abstraerse de la vida artificial y
mundana.
143
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO QUINCE
EL CARÁCTER
“El carácter no es un premio gordo que se puede sacar sin mérito. El carácter no
es un apellido de alta alcurnia que se hereda sin trabajo alguno. El carácter es el
resultado de la lucha ardua, de la autoeducación, de la abnegación, de la batalla
en la vida espiritual sostenida como lo hacen los valientes y esta batalla ha de
librarla cada uno por sí mismo, hasta que venza” 46.
Thot Tihamer
«Siembra un acto y cosecharás un hábito,
siembra un hábito y cosecharás el carácter».
Shakeaspeare - Hamlet
Todo educador debe ser modelo acabado de lo que quiere inculcar en los
alumnos.
«El carácter es la iniciativa del espíritu sobre el mundo exterior; la liberación de la
voluntad sobre el fardo de los sentidos; la victoria del alma sobre la dictadura del
capricho».
F.W. Forter
«Los héroes que dan la vida por la patria; los honestos que
luchan para no dejarse corromper; los apóstoles que lo
abandonan todo para llevar a los hombres la salvación. Los
sabios que se recluyen en sus laboratorios para descubrir los
misterios de la naturaleza y encontrar nuevos remedios a
nuestros males, son los grandes pedagogos del mundo
nuevo, de un MUNDO MEJOR».
M. Escrivá Pellicer
Si nuestra obra educadora no alcanza a formar en el alumno un carácter noble,
firme y decidido, puede considerarse fracasada, porque es el carácter el que
asegura el éxito.
P.G.

46
TIHAMER, Thot, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 201.
Sigla referenciada conforme al original.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Este tratado merece especial relieve por su enorme influencia en el éxito de la
buena educación de la juventud, por cuanto el buen carácter no es sino el fruto del
buen uso de la libertad, tiene sus características peculiares y sus métodos
específicos. Pero el argumento reviste capital importancia, porque si la educación
no alcanza en sus años de estudio a formar un buen carácter, la educación puede
considerarse fracasada.
Claro que esto depende principalmente del alumno, pero pertenece al profesor
inculcar los buenos principios, estimular la constante práctica de los buenos
hábitos y asistir al alumno en sus luchas y en la solución de sus dificultades.
¿QUÉ ES EL CARÁCTER?
En sentido etimológico la palabra griega significa: «marca», «impresión». Es la
característica que la actividad psíquica reviste en cada sujeto; o más brevemente,
«la marca moral del individuo», con la cual se conoce a la persona como firme y
coherente en sus principios y en su práctica, o como persona antojadiza y voluble.
Con frecuencia se confunden temperamento y carácter, pero son dos cosas
diferentes.
El temperamento es la resultante de las funciones psicofisiológicas que tiene por
sustrato las características hereditarias, morfológicas y funcionales de la vida
vegetativa y sensitiva.
El carácter es el conjunto de las disposiciones psicológicas que pueden y deben
ser modificadas por la educación y la lucha de cada día contra las deformaciones
que pueden venir del temperamento y de los hábitos contraídos consciente o
inconscientemente, particularmente en la infancia y que se consolida con la
repetición de los actos. El carácter, pues, no es innato; de allí el por qué hemos
dado cabida en esta exposición de principios sobre la formación juvenil.
Por cuanto, en efecto, casi se supone que un alumno de carreras tecnológicas o
profesionales tenga ya una personalidad formada; en realidad todavía hay tiempo
de rehacer y desarrollar el carácter, especialmente si hay profesores que con
verdadero amor de amigos los hacen reflexionar y los saben aconsejar. En tres
años que dura una carrera tecnológica se puede modificar o reconstruir la vida de
un hombre.
Entonces, hombre de carácter será aquel que revela estas dos cualidades
fundamentales: responsabilidad plena en su manera de obrar y regularidad en su
conducta, o, como afirma el padre Ayala S.J., el hombre de carácter es “el que
tiene una voluntad enérgica, constante que arrostra las dificultades y las vence,
que no se doblega ni ante el peligro ni ante el favor; que persigue un ideal recto y
justo”47.
¿QUÉ HACER PARA FORMARSE UN BUEN CARÁCTER?
Tener grandes ideales. ¿Qué es un ideal? “Todo lo que el hombre se propone
como meta o tipo perfecto o modelo dentro de un orden de pensar u obrar” 4849
En el ideal se dan cita los pensamientos y las emociones, la cabeza y el corazón.
Los primeros son la luz, los segundos son el motor. Sin la luz no se ve el camino,
sin el motor nunca se llega a la meta.
Los ideales son innumerables. El que tiene grandes ideales está siempre inquieto,
siempre en marcha, desarrollando todas las nobles posibilidades de su ser
concreto, proyectado hacia el bien. Las inquietudes de los genios y su anhelo en
mejorar la vida, ha sido el secreto de los grandes inventos que han transformado
el mundo. El hombre insatisfecho del candil inventó la electricidad, insatisfecho de
la carreta inventó el ferrocarril, insatisfecho de calcular manualmente inventó las
computadoras, insatisfecho de este pobre planeta inventó los cohetes
interplanetarios y el mismo cielo no será sino para los insatisfechos de la tierra.
Insatisfechos de todo, porque hecho a imagen y semejanza de Dios, nada lo
puede contentar como el infinito.
Pararse es morir, porque la muerte es la última de las paradas.
Es cierto que ningún ideal se consigue sin esfuerzo, porque el ideal es siempre
algo que está fuera y por encima de nosotros y nos atrae con su fulgor. Es el sol
que brilla por encima de las altas montañas y nos invita a subir.
Igualmente el ideal se extiende y nos impulsa hacia el futuro, por cuanto hay
mucha gente que ha puesto su meta en el pretérito, son los que viven y se
regocijan de las glorias de sus antepasados; aunque ellos, actualmente, no hacen
nada bueno y pretenden privilegios y recompensas por lo que otros han hecho.
Estos llevan la impresión de la vejez, si no cronológica, ciertamente psicológica.
Es la gloria mezquina de los incapaces y de los parásitos que es la última y más
lastimosa expresión de la vida. Los ideales son fruto del pensamiento, y de ahí la
importancia suprema de la meditación y la reflexión. El que reflexiona «prefabrica»
su vida, siembra la semilla del futuro y cada uno será lo que siembra con la fuerza
del ideal.
47
AYALA. S.J. Formación de selectos, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 191.
LALANDE, André. Vocabulaire de la Philosofie. París : Libraire Félix Alcón, 1938. p. 16. (Fuente
referenciada conforme al original).
48
49
148
Por el ideal debemos dar, si es preciso, aún la vida: morir por un noble ideal es la
última palabra del amor, pero no hay muerte meritoria, sino por el ideal que la
inspira.
El ideal impone sacrificio, pero no hay que exagerar, porque de ordinario se
trabaja más y con más empeño para hacer el mal, que para hacer el bien y es
verdad lo dicho por un refrán inglés «muchos irían al cielo con la mitad de las
energías que emplean para irse al infierno».
Progresar es el mandamiento divino: “Multiplicaos y dominad la tierra” (Gn. 1, 28),
por esto el hombre quiere señorearlo todo. Justamente dice el padre Graciano, en
su Criticón, que al hombre: «corta le parece la superficie de la Tierra y así penetra
y socava sus entrañas en busca de oro y de piedras preciosas; ocupa y llena el
aire, ... surca los mares y sondea sus más profundos abismos...; obliga a todos los
elementos que le entreguen cuanto abarcan; el aire sus aves, el mar sus peces, la
tierra su caza, el fuego la sazón... y aún se queja de que todo es poco».
CAMINAR
En la consecución de los ideales, la consigna es: caminar..., avanzar
decididamente...
El sólo desanimarse es una derrota. La lucha contra las dificultades es la escuela
en donde se fragua la personalidad.
Las dificultades, entonces, no deben oscurecer nuestros horizontes, ni poner
sombra en nuestra alegría, ni acobardar nuestra valentía porque detrás de las
dificultades, como detrás de las nubes, está el sol.
Y esto, que es exacto bajo un punto de vista común, es mucho más válido en los
ideales de la ciencia, porque es ella que nos pone a disposición todos los secretos
de la Tierra y del firmamento; es ella que hace adelantar la técnica, ella que
transforma todos los elementos para que sirvan al hombre.
Y más que todo vale para los ideales éticos y cristianos que se deslizan por un
camino de luchas sangrientas y de sacrificios sin cuento, para no sucumbir al
pecado. Por esto afirma Cristo, nadie va al cielo sin pasar por el calvario y nadie
sube al calvario sin ensangrentarse los pies. Por esto, Cristo nos previene y
estimula: «En el mundo tendréis dificultades», pero nos alienta con la promesa de
la victoria: «No temáis, yo he vencido al mundo».
Las dificultades, en materia de ideales, no se miden sólo por su valor objetivo, sino
y mucho más por el ardor de la conquista. Para los cobardes los molinos de viento
son ejércitos invencibles y los cueros de vino truhanes dispuestos a matar. Hay
149
que tener confianza en nosotros mismos, porque la Biblia nos asegura que «Dios,
por ser fiel, nunca permite que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas».
Por fin, es muy oportuno tener en cuenta que el premio se da, no a la victoria, que
muchas veces no depende de nosotros, sino al heroísmo con que luchamos. No
debe preocuparnos demasiado la consecución del objetivo, sino el trabajar para
conseguirlo. Y si el ideal es demasiado alto y en medio del camino nos coge la
muerte, recibiremos el premio de los vencedores.
Instructores, para vosotros, el camino será más duro y espinoso, pues pasáis de
educandos a educadores y la responsabilidad que contraéis es mucho mayor,
pues siendo instructores, de vosotros exclusivamente dependerá la moral y la
instrucción.
No temáis, pues, las dificultades y vayamos prevenidos, porque así como no se
llega a la verdad sin fatigas intelectuales, tampoco se llega al triunfo sin que
muchas veces se destroce el corazón.
ENFRENTARSE CON LOS COBARDES
Una de las dificultades más graves que puede haber en la formación del buen
carácter no es nuestra lucha contra los obstáculos de todo género que se
presentan para realizar el ideal, sino las críticas, y quizá las irrisiones de los
cobardes. Es una ley psicológica que la gran mayoría de los hombres critican y
desprecian lo que no son capaces de hacer. Dice un refrán: «la fuerza de los
malos está en la cobardía de los buenos».
El miedo del qué dirán ha causado muchas grandes catástrofes de la historia:
Adán prevaricó por respeto a su mujer, Herodes hizo cortar la cabeza a San Juan
Bautista por respeto a una danzarina y algunos oficiales de su corte y Pilatos
mandó a matar a Cristo para congraciarse con los judíos.
El mundo de hoy necesita hombres valerosos, hombres responsables,
profesionales del bien. Decía Papini: «no hay fuerza que no pueda ser vencida por
una fuerza más grande, no hay enemigo que no pueda ser derribado, por uno más
victorioso que él».
Vive, pues, según los grandes ideales que te has propuesto: sé fuerte y nunca
mires lo que los otros hacen, ni te regules con las opiniones ajenas.
¿Por qué debemos tener miedo de hacer el bien, si los perversos no tienen miedo
de hacer el mal?
Sea el lema de nuestra juventud, la expresión de San Pedro ante el Sanedrín:
“Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hch. 5, 29).
150
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO DIECISEIS
INTEGRACIÓN ENTRE FAMILIA, ESCUELA Y ESTADO
«Los niños, los jóvenes y los adultos
reaccionan en forma muy diversa
ante las distintas manifestaciones
de la vida, como: la fe, el amor,
la amistad, las relaciones sociales,
el concepto del deber y de la autoridad.
Y esto tanto en plan psicológico
como sociológico. La buena pedagogía
lo debe tener ¡muy en cuenta!...
muchos adultos poco piensan o recuerdan
las apremiantes exigencias de su niñez
y adolescencia. Por esto su enseñanza
es descarnada y su labor educativa inconcluyente».
Antonio Hualde
En todos los casos, la autoridad
no se impone, se la gana, siendo
cordial y racional. La autenticidad
y la confianza son los pilares de la
sana autoridad.
Los jóvenes recienten vivamente
los cambios generacionales:
En el campo económico, tecnológico
y político; particularmente los
educacionales que absorben lo mejor
de su vida. Sobre todo los preocupa
la solución de su porvenir. Ayudarles
a esta solución es la tarea primordial de
la familia, la organización educativa y el Estado.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
No es nuestra intención describir toda la evolución histórica con que estas tres
organizaciones se han venido constituyendo en agentes de la educación con sus
respectivos derechos, influencias y límites, y frecuentemente en conflicto unas
con otras.
De cualquier manera, todas son instituciones necesarias, fundadas en una especie
de derecho natural, debido a que los padres de familia se vuelven, poco a poco,
incapaces de la conveniente educación de los hijos y de su adecuada preparación
al trabajo y a la vida.
Entonces, la sociedad personificada en el Estado asume, como su deber, ayudar a
la familia en la organización de la educación y la tarea específica de formar a los
jóvenes para el bien de la sociedad que, en su compleja estructura, exige la
división del trabajo y el perfeccionamiento máximo en cada una de sus ramas,
junto con una cultura general y humanística que debe formar y elevar los
sentimientos de los alumnos a los fines superiores de la vida y para el
perfeccionamiento del hombre total, en su camino hacia los bienes trascendentes
que aseguren su plena y perfecta felicidad.
No puede negarse, sin embargo, que las funciones de la escuela y del Estado son
y deben considerarse subordinadas a los fines y funciones de la familia, que es la
principal responsable de los hijos y de su conveniente educación y preparación
para la vida.
No se puede, ni es lícito crear conflictos entre el Estado, la escuela y la familia,
sino complementarse en mutua ayuda y desarrollo en aquellas actitudes y niveles
que la familia no es capaz de impartir.
Aquí recalcaremos algunas líneas fundamentales de cada una de estas
organizaciones y lo mejor de sus funciones específicas, para coordinarlas y
subordinarlas al bien total de la persona y a su conveniente desarrollo físico,
intelectual y moral.
CONSTITUCIÓN ACTUAL Y DERECHOS DE LA FAMILIA
En todos los pueblos y en la vida de cada ser humano, la familia es la primera
fuente y el primer medio de educación.
En efecto, no sólo produce los renuevos de la conservación de la especie, sino
que los acompaña, paso a paso, en el aprendizaje y en la práctica del lenguaje, de
las costumbres raciales, en la expresión de los sentimientos y en la observancia
de la ley moral, y no sólo durante la niñez y juventud, sino también, bajo
muchísimos aspectos, en la edad adulta, llevando consigo el ejercicio del amor,
del sacrificio, del trabajo y de todas las virtudes domésticas que la ennoblecen.
Por esto la familia es considerada por todos como la primera célula de toda
convivencia humana, y por esto, sobre ella apuntan todos los que quieren salvar
eficazmente o corromper la juventud y la sociedad.
Porque en el orden social, la familia es la depositaria de las tradiciones religiosas y
políticas que van pasando de generación en generación. En la familia romana el
jefe nato, único e indiscutido era el pater familias, que le daba su unidad moral,
religiosa y política, con sus disposiciones legales y su justicia interna y por encima
del cual no existía otra autoridad a la que pudiera apelarse, considerada, pues,
como un «pequeño Estado».
La ciudad estaba constituida prevalecientemente por un grupo de padres y el
Senado compuesto casi exclusivamente por hombres, padres de familia patres
conscripti y en las guerras cada clan familiar constituía una unidad militar.
El hombre pater familias era también el numen doméstico, descendiente de los
divinos antepasados y futuro dios de la misma, constituyéndose así en uno de los
dioses lares.
Los mismos bienes en lugar de ser propiedad indivisa del grupo, caían
exclusivamente bajo la dependencia de la autoridad soberana del pater familias y
la misma mujer y los hijos no eran sino propiedad del mismo, con derecho de vida
y muerte sobre ellos: patria potestas.
Posteriormente, por la eficaz y benéfica influencia del cristianismo, la familia se
constituyó en una unidad indisoluble en la cual: padre, madre e hijos son en todo y
perfectamente iguales como personas y con los deberes primordiales, por parte de
los padres, a la procreación, asistencia y educación de los hijos, considerados, no
ya como propiedad única y exclusiva del pater familias, sino como un depósito
sagrado de ambos cónyuges, del cual los padres deben responder ante su
conciencia y ante el Ser Supremo y Creador y el mismo matrimonio se volvió único
e indisoluble y como sacramento, bajo la tutela de la divinidad y consagrado a
Dios.
Al puesto de los lares se constituye el hogar. Son incalculables los beneficios que
esta nueva concepción aportó a la familia.
Al puesto de la omnímoda autoridad paterna, con concepto casi esclavista sobre la
mujer y los hijos, se sustituyen los cónyuges, porque el cristianismo introdujo la
igualdad de derechos entre hombre y mujer y así mismo la comunidad de los
bienes y de los hijos, porque ambos son corresponsables en la unidad del amor y
de los ideales éticos y religiosos.
153
El feminismo, en la concepción cristiana de la mujer, poco tiene que reivindicar,
puesto que no podría llevarla más allá de donde la reconoce su enseñanza,
habiendo llegado a ser Madre de Dios, porque el mismo Dios la eligió; pero al
feminismo exagerado que quiere igualar los sexos en todo y por todo, le recuerda,
como es obvio por la misma constitución psicofísica: «igualdad de derechos, pero
no igualdad de funciones».
Sin duda, afirma el mismo Durkheim: “puede establecerse a priori que las ideas de
humanidad que el cristianismo trajo consigo, debieron repercutir en el interior de la
familia… produjeron también el efecto de dulcificar y humanizar las relaciones
domésticas”50.
En efecto, dice, en ninguna religión y en ninguna filosofía, la mujer ha sido
respetada y honrada como en el cristianismo, en el cual una mujer fue elevada a la
excelsa dignidad de Madre de Dios y la doctrina cristiana predica sin ambages que
el hombre y la mujer son iguales en la dignidad y en los valores.
Principalmente en las regiones en vía de desarrollo, de ordinario, la mujer más que
el hombre constituye el eje de la unidad del hogar, porque el carácter machista del
hogar, que tanto dominio ejerce todavía en América Latina, particularmente en las
clases populares, el hombre con frecuencia no hace sino obstaculizar, con sus
vicios e infidelidades, la buena y necesaria educación de los hijos.
Pero todas las naciones civilizadas y todos los códigos civiles han aceptado el
concepto cristiano de la familia y la ley proclama desde los albores de la creación,
que la mujer no sólo es igual al hombre, sino su verdadera amiga y compañera,
representando, si no siempre la cabeza, sí ciertamente el corazón del hogar.
Más bien, mientras la vida económica, religiosa, social y política se
desenvuelve fuera de la familia, asegurada por otros órganos;… «su
papel se concentró y espiritualizó» según frase de Hesse y Gleyze,
convirtiéndose en centro de vida sentimental y moral, un foco de vida
afectiva. Un pequeño mundo donde suceden las cosas esenciales:
nacimiento, casamiento y muerte, lugar geométrico de todos los
intereses comunes, de padres e hijos y de todos los lazos del
parentesco51.
En conclusión, se han ido dispersando la funciones utilitarias de la familia en otros
organismos que pueden hacerlo mejor, en cuanto más perfeccionados y
especializados, pero se ha conservado y acentuado siempre más las funciones
primordiales, formativas y pedagógicas, por lo menos en sus líneas fundamentales
50
DURKHEIM, Émile. De la división du travail social, citado por DE AZEVEDO, Fernando.
Sociología de la Educación : Introducción al estudio de los fenómenos pedagógicos y de sus
relaciones con los demás fenómenos sociales. Bogotá : Fondo de Cultura Económica, 1942. p.127.
51
DE AZEVEDO, Ibid.
154
y éstas adquieren un relieve siempre más preponderante, ya por la permanencia
prolongada de los hijos en el hogar y no sólo en la fase de la pubertad, sino
también en la edad adulta y hasta el casamiento, ya por la acción preponderante
de la madre, especialmente la primera edad, ya por la concentración en el grupo
doméstico, de casi todas las costumbres ancestrales como: la educación, la
iniciación a la vida religiosa y social y las formas destinadas a transmitir y a
mantener la tradición de una generación a otra.
Y aún cuando por la necesidad de la división del trabajo y por la especialización
educativa, la misma educación se traspasó a los grupos profesionales
especializados, debido a la aceleración del progreso técnico y científico, la familia
nunca ha perdido, como dice Lapye, “lo que le prestaba, entre las instituciones
sociales, su mayor originalidad, su carácter pedagógico” 52, que juega un papel tan
importante y difícilmente sustituible en la formación de los hijos.
Durkheim observa justamente que esto sucede:
Porque el hogar tiene hoy, como antaño, un carácter religioso. Si bien
ya no hay altares domésticos ni divinidades familiares, la familia no está
por eso menos impregnada de religiosidad; es siempre el arca santa de
la cual no debe tocarse, precisamente porque es la escuela del respeto
y el respeto es el sentimiento religioso por excelencia, es también el
nervio de toda disciplina colectiva 53.
El cristianismo, en una palabra, según la expresión De Azevedo, concentra y
espiritualiza la familia, transformándola en una armazón de solidaridad moral, en
un centro de vida íntima y de vida afectiva intensa, en un dulce refugio, en donde
el hombre se recobra y descansa de las luchas de la vida social, adquiriendo la
vuelta al hogar y en contacto con la familia nuevas fuerzas y nuevos estímulos.
Por esto, -concluye Hesse y Gleyze- “continúa siendo, a pesar de todo, la
institución más adecuada para la educación del niño. La educación exige
paciencia, indulgencia y sacrificios, y es más natural encontrar estas cualidades en
los padres que en seres extraños a la familia. En gran parte, la educación de los
hijos es la obra capital, el fin supremo de la existencia y, a veces, la única razón de
la vida”54.
Desdichadamente, en estos últimos tiempos, la vida de la familia y los vínculos del
hogar se han aflojado profundamente y una oleada de renaciente paganismo y de
corrupción se ha infiltrado en las relaciones conyugales y en la vida de los hijos,
52
LAPYE, Paul, citado por DE AZEVEDO, Ibid., p.129.
DURKHEIM, Émile. La familla conyugale, citado por DE AZEVEDO, Ibid., p.130.
54
HESSE Y GLEYZE. Notions de sociologie appliquée à morale et à L´éducation, citado por DE
AZEVEDO, Ibid., p.131.
53
155
destruyendo aquellos ideales hogareños que los milenios cristianos habían
acumulado.
Las causas principales las podemos encontrar en el uso masivo de los medios de
comunicación social, puestos al servicio de la pornografía y del desenfreno de las
pasiones, por gente inescrupulosa y sólo en busca de ganancias; éstos atentan
contra la sanidad de las costumbres y la integridad de la vida, porque en un
corazón corrompido no hay puesto para la virtud y el bien.
Las doctrinas materialistas, utilitarias y hedonistas y la sed insaciable de bienes
terrenos, conseguidos aún con los medios más deshonestos, se han constituido
en centro de la vida familiar y en principios inspiradores de todas las actividades
humanas. Se ha trastornado, pues, el justo concepto de la realidad, del espíritu y
de los fines trascendentes a las puras satisfacciones fisiológicas y de los ideales
éticos a la vida animal.
Y por fin el marxismo, con su lucha sistemática contra Dios, ha quitado la última
barrera de la moralidad, porque sin Dios nunca podrá haber base suficiente para
una vida auténticamente humana y ética y con sus reivindicaciones puramente
económicas, en parte justificadas, ha reforzado en los hombres la convicción que
lo único importante son las cosas de este mundo y, entonces, la vida se vuelve
una lucha sin cuartel, para alcanzar en esta vida su partecita de felicidad: en
verdad de verdad tan mezquina y efímera; y para conseguirla están justificados
todos los crímenes, los robos, los secuestros, los asesinatos, los estupros, las
traiciones, el sadismo y la corrupción universal.
De allí las fáciles rupturas del matrimonio, los divorcios y las separaciones legales,
el abandono de la niñez, que vaga hambrienta por las calles; las deserciones del
hogar por parte de los hijos, el control ilícito de los nacimientos y el mismo
matrimonio civil que, en parte, no es sino un abierto concubinato, sin estabilidad y
sin base moral ni compromiso válido.
¡Qué campo inmenso y de extrema urgencia para la educación y la reeducación
de la juventud!
Pero esa difícil tarea, volvemos a repetirlo, no será ni puede ser el fruto solamente
de la enseñanza, porque el sólo cultivo de la inteligencia nos es suficiente para
conservarse en la justicia; sino de la educación integral que fortalece la voluntad
con el ejercicio de la virtud, forma el corazón, desertando amor hacia los ideales
más auténticamente humanos, preparando paulatinamente el recto uso de la
libertad y la sumisión espontánea a los dictámenes de la conciencia.
Y, por último, preparar la juventud a saber apreciar, respetar y vivir los ideales
hogareños, porque la familia es, lo hemos dicho, la primera célula de la sociedad y
156
la fuente originaria en donde nace la vida y en donde se engendran, en gran parte,
todos los bienes y todos los males.
LA ESCUELA O EL GRUPO PROFESIONAL PEDAGÓGICO
El término «escuela» tiene varios sentidos:
- El local en donde se educa a los niños.
- El grupo de profesores que desempeña la docencia.
- El tipo de educación que algún maestro eminente ha impreso a alguna rama de
la ciencia, la cultura o el arte (La escuela Sevillana, Montessori).
Aquí la tomamos en el segundo sentido y es: el centro social de la instrucción y
educación para todos los hombres y especialmente en las primeras etapas de la
vida.
De lo dicho en el artículo anterior se desprende que la escuela es subsidiaria de la
familia, porque la educación de los hijos pertenece por derecho a los padres; para
cumplir con las leyes de la naturaleza y realizar el principio de la educación
individualizada, en consonancia con las disposiciones de cada sujeto. En
consecuencia, toda otra escuela que no sea la familia ha de ser subsidiaria y como
un reflejo de ella.
En el cristianismo la educación religiosa pertenece a la Iglesia o sus delegados, en
base al mandato recibido de Cristo “Id por todo el mundo y proclamad la Buena
Nueva a toda la creación” (Mc. 16, 15).
Aparece claro, pues, que siendo la función de enseñar una función social y no
política, esa misión de suplir a la familia, mediante la escuela, corresponde
primordialmente a la sociedad y sólo secundariamente al Estado, el cual,
entonces, deberá acomodarse en el cumplimiento de su mandato a los fines de la
familia y de la Iglesia.
A nuestra manera podemos aplicar a la educación la magnífica comparación que
De Azevedo55 aplica a las sociedades primitivas. La educación puede compararse
a un paño fabricado en el telar y cuya urdimbre se inicia por una serie de hilos
paralelos que corren en un sentido ascencional de la civilización y del progreso
humano, dado primordialmente por la familia. Mientras la lanzadera se cruza con
ellos e introduce, en un resistente tramado, otra serie de largas hebras que sería
obra de la educación escolar.
55
Tomado de DE AZEVEDO, Ibid., p.135.
157
La educación recibida en la familia prende en el alma del niño las primeras luces
de su vida moral y espiritual, trazando las líneas básicas de la vida: la urdimbre,
mediante los ritos, las tradiciones, las creencias, los modos de vivir, los
sentimientos, las formas de pensar, las prácticas que caracterizan la vida en
común, en su espíritu y en sus funciones esenciales.
La trama que dibuja una mejor imagen de la vida, que la embellece, que forja los
ideales, que madura el carácter, que fortalece la voluntad, que abre los horizontes
de la cultura, que asiste al niño y al adolescente en las terribles batallas de la
pubertad, que prepara para la sociedad al hombre perfecto para todas las
funciones que la sociedad necesita es obra de los educadores.
Ahora bien, crear la atmósfera ideal sin la cual la sociedad no podría respirar, los
lazos espirituales sin los cuales no sería una, los tesoros de la vida
verdaderamente humana y los bienes espirituales de la formación moral sin los
cuales la sociedad no pudiera subsistir es obra de los educadores, cuya función
consiste en la comunicación de la herencia social y el desarrollo armónico de la
cultura y de la civilización; pero ellos no pueden ni deben trabajar, sino teniendo
como base la urdimbre, que son los sanos principios transmitidos por la educación
familiar.
Van Ginneken insiste sobre otro punto básico en la vida del educador: “El saber
acumulado debe convertirse en nuestro ser, integrarse en nuestra persona y en
nuestra vida, antes de trasmitirse y para que pueda trasmitirse eficazmente” 56. Por
esto, el poder de atracción y de persuasión que un hombre ejerce sobre otro
depende de la manera como se da a sí mismo. Muchos profesores han convertido
la enseñanza en una mercancía, la dan o la venden, pero no se dan a sí mismos;
por esto su enseñanza no penetra en el alma de los alumnos, no se graba, no
produce fruto y, frecuentemente, se vuelve aburridora y contraproducente.
Dilthey observa: “El estado del alma del pedagogo genial es tan difícil de estudiar
y de examinar como el de un gran poeta. No es la inteligencia (o por lo menos no
es la sola), sino el sentimiento y la intuición los que predominan en el pedagogo
genial”57. Por esto hay muchos pedagogos natos, muchos hechos por el arte y la
buena voluntad y muchos que quedan borradores mal hechos, toda la vida, porque
les falta el alma.
Y cuando una gran alma, se añade a una gran inteligencia, surge una
personalidad genial que ejerce una profunda e imperecedera influencia en el
alumno, como: Sócrates, Platón, Aristóteles, Pestalozzi, Don Bosco y Montessori.
Por esto han dejado imborrables huellas en la historia.
56
57
GINNEKEN, Van, citado por DE AZEVEDO, Ibid., p.138.
DILTHEY, citado por DE AZEVEDO, Ibid.
158
Y añade Newman: “Ningún libro podría dar el carácter propio de un dominio
científico con esa certeza y esa rapidez que por esa simpatía de un espíritu hacia
otro se trasmiten a través de los ojos, de la fisonomía, de la voz y de los gestos,
mediante las expresiones ocasionales y las palabras imprevistas de un diálogo” 58.
Desafortunadamente, hoy la múltiple y siempre más necesaria especialización
impide una visión panorámica de todas las ciencias, lo que constituiría la sabiduría
y, por esto, las distintas materias que quedan en la mente de los alumnos,
demasiado fragmentarias, aceleran el fenómeno de la estratificación o la
formación de capas, tanto en los profesores como en los alumnos, lo que resta
eficacia e interés en las clases e impide la profunda compenetración de todas las
asignaturas entre sí y con la vida. Sería muy aconsejable que, a través del estudio
personal y a través de frecuentes entrevistas y diálogos los profesores se
iluminaran sobre los contenidos, mutuas relaciones y específicas finalidades, por
lo menos de las materias afines o de la parcelación general.
Esta fragmentariedad trae consigo otra trágica consecuencia: el predominio de la
«instrucción» sobre la «educación», esto es, la pérdida de la unidad del espíritu y
la finalidad formadora de la educación, la cual queda abolida o relegada en
segundo o último plano, haciendo de la instrucción, que es un medio de la
educación, un fin en sí misma, distorsionando completamente el concepto unitario
de la educación integral.
Y la educación integral es más que nunca necesaria en nuestros tiempos, en los
cuales la juventud, debido a variadas influencias, en parte anotadas, ha
abandonado muchos valores básicos de la vida, lo que acelera la descomposición
social.
En efecto, es fácil encontrar que muchos jóvenes, al deber y necesidad de trabajo
oponen el derecho al ocio y a las diversiones; a los valores del ahorro y de la
sobriedad oponen el gusto del confort y del despilfarro y la exigencia del bienestar,
aún sin trabajar y al pundonor y deber natural de sostenerse y ayudar al
sostenimiento de la familia oponen el hecho o el derecho de vivir gratuitamente a
espaldas de sus padres hasta avanzada edad, solterones entregados al vicio, al
robo y al saqueo; al valor de la lucha para contener y controlar la sexualidad entre
los límites de lo honesto oponen la exaltación de los placeres sensuales hasta la
exasperación y la pérdida definitiva de la salud y la ruina económica de la familia;
a la debida sumisión a la legítima autoridad oponen el capricho, la burla y el
desprecio de todo poder destinado a la buena marcha de la sociedad y a la
colaboración que hace fácil y llevadera la vida social oponen el más crudo
egoísmo y el desinterés total de todo bien común.
58
NEWMAN, J. H. The Idea of a University, citado por DE AZEVEDO, Ibid.
159
Este es el estado de hecho, hoy sociológicamente impuesto. La escuela, pues, no
puede contentarse con enseñar, considerando los otros valores como implícitos,
sino que tiene la obligación de clasificarlos y si es necesario oponer lo ideal a lo
real, muy estrecho y mezquino y el no apegarse a valores efímeros o
temporalmente condicionados, sino a los sólidos valores de la naturaleza humana,
racionalmente interpretada y a los valores del espíritu y del trascendente que se
revela en todas las cosas.
Hay que substituir a la escuela tradicional, destinada a la «elite» de los nobles y de
la burguesía, escuela de conocimientos verbales y librescos, por una escuela
hecha vida, capaz de responder a las exigencias de una promoción generalizada,
de una técnica en continuo progreso y de la investigación que ayuda a resolver los
problemas actuales siempre más complejos y de urgencia inmediata.
Es necesario que la enseñanza reintegre a su pleno derecho las dimensiones
afectivas, sociales, artísticas y humanísticas que el intelectualismo amenaza de
hacer perder.
Los antiguos pensaban que la mente podía fortalecerse por la repetición de los
ejercicios memorísticos de la misma manera que los músculos, mientras que la
nueva revolución cultural, preanunciada por J. E. Pestalozzi, nos enseña que la
ciencia debe aprenderse por medio de la experiencia, lo mismo que Aristóteles,
quien, en el estudio de las ciencias naturales llevaba a sus alumnos a los jardines,
a los campos y a los bosques y allí examinaba y disertaba sobre estos, insistiendo
sobre la importancia de observar lo que sucede a nuestro alrededor.
El maestro actual debe estudiar las actitudes, la estructura psicológica de cada
alumno y sus inquietudes morales, sembrar en abundancia la semilla del consejo y
del diálogo interpersonal y debe también preparar el terreno con la observación y
el conocimiento de las taras y heridas que el alumno trae de la familia y del
ambiente, estudiar las reacciones y su crecimiento, estar atento para aprovechar
los momentos favorables y conocer concreta y adecuadamente a quien enseña, y
las condiciones psicológicas de sus alumnos, tanto y más de lo que enseña. Es
decir, que resulta indispensable una sólida formación pedagógica, para conseguir,
mediante el ejercicio, el dominio de sí mismo y la disponibilidad a toda prueba; al
igual que crear en el alumno las aptitudes para hacerlo vibrar el unísono, con la
gran sinfonía de todo el universo59.
Así el macrocosmos extrínseco y material dirá de sí una gran palabra al
microcosmos intrínseco y espiritual, uno y otro regulado por el Autor de la materia
y del espíritu, con infinita sabiduría y amor.
59
Tomado del Diccionario del saber moderno. Pedagogía. Voz “Enseñanza”. (Fuente referenciada
conforme al original).
160
Y este Amor que ha creado, mueve y gobierna el universo, gobierna y rige también
la historia y la evolución de la humanidad entera y todo lo dirige a un fin, quizá
oculto a nuestro pensamiento entre la oscuridad del tiempo presente, pero fijado
por el ab aeterno, para aquella gloria que de Él narran los cielos y que espera del
amor del hombre, a quien ha concedido llenar la tierra y dominarla con su
trabajo60.
Aparece claro de lo dicho, que la educación, aunque pase de los padres a los
educadores, no puede ni debe perder su unidad de dirección, bajo pena de
traicionar la voluntad de los padres, los cuales, si confían a sus hijos a extraños no
es para destruir los buenos sentimientos que han inculcado en ellos, ni mucho
menos para crear conflictos en la conciencia de los jóvenes, sino para que los
purifiquen de los defectos en que los padres incurren por su limitada cultura, pero
sin crear ningún derecho en los profesores de distorsionarlos con doctrinas
pseudo-científicas o abiertamente corruptoras.
Y por último, resulta igualmente claro:
- Que los padres, en conciencia, deben escoger la mejor educación para sus hijos.
- Que tienen el derecho y el deber de escoger los planteles o los centros
educacionales que estiman más oportunos para su conveniente educación, e
informarse suficientemente sobre la filosofía adoptada por el centro.
- Que los profesores están obligados, en conciencia, a interesarse y colaborar en
la realización de los ideales o filosofía del centro educativo, bajo pena de faltar a la
ética profesional y para corresponder a las exigencias de los padres de familia.
De todas maneras, es mejor renunciar honestamente a la cátedra, que violar los
compromisos adquiridos a través del plantel con los padres de familia, quienes, a
su vez, tienen el derecho y el deber de exigir se respete su voluntad y los fines
que se proponen en la educación de los hijos.
EL ESTADO EN LA EDUCACIÓN
La ley natural comprueba claramente que el hombre está inclinado a la sociedad y
que, prácticamente, los hombres viven en sociedad para ayudarse unos a otros a
conseguir aquellos bienes que con dificultad pudieran alcanzar singularmente o
como familia.
Uno de esos grandes bienes que la familia sola no puede alcanzar en forma
adecuada es la educación de los hijos; especialmente en nuestros tiempos en que
60
Tomado de la alocución del Papa PIO XII a la Pontificia Academia de Ciencias, el 21 de Febrero
de 1943. (Fuente referenciada conforme al original).
161
la cultura es tan vasta, la especialización tan necesaria e impelente y los recursos
que exige tan desproporcionados a las capacidades económicas de la familia.
Es indispensable, pues, la intervención del Estado. Claro está que la legítima
autoridad debe proporcionar esos bienes:
- Universalmente a todos, sin distinción de: sexo, raza, religión, política o
económica.
- En la forma más eficiente posible, para no defraudar las expectativas de los
padres de familia, que pagan impuestos con el fin de tener un buen servicio;
especialmente en cosa de tanta responsabilidad como es la educación y también
porque la sociedad hoy así la necesita para proveer convenientemente a todas sus
necesidades.
- Sin manipularla por espíritu de partido, porque eso ofendería la justicia
distributiva.
- Con todas las especializaciones que exige hoy una sociedad tan diversificada y
tan necesitada de nuevas técnicas.
- Y, por fin, sin impedir ni obstaculizar la iniciativa privada o de los que quieren
educar libremente a sus hijos según sus particulares fines y condiciones.
Por esto, aunque las democracias admiten diversidad de partidos, es injusto, bajo
todo punto de vista, que el partido triunfante gobierne y favorezca a sus
compartidarios en forma parcial y privilegiada; porque el gobierno es para el bien
de todos los ciudadanos, independientemente de los caminos que se usan para
escogerlo. El Estado es una «dirección», más que una denominación, así como
sería contrario a la ley moral una manipulación autoritaria y partidista de la
educación, como instrumento de dominación política, como la exigen de ordinario,
los estados totalitarios (comunista, fascista, nacional socialista, militarista) y en
general los gobiernos absolutos, donde el poder se extralimita, exigiendo una
jurisdicción cada día mayor sobre la vida de las personas y de las familias y
reduciendo y conculcando arbitrariamente las legítimas libertades de los
ciudadanos: modelando al hombre a su imagen, esclavizándolo para fines
frecuentemente inmorales y al antojo de las dictaduras, puesto que es propio de
los gobiernos totalitarios crear oficinas de control y centros que elaboren las
ideologías y las formas publicitarias para dominar las masas, teniéndolas como
drogadas con la propaganda y los lavados de cerebro.
Las dictaduras, entonces, deben considerarse como formas anómalas de gobierno
y como opresoras de la legítima libertad, porque con frecuencia se extralimitan con
el abuso del poder: violando la justicia, llenándose de exageradas sospechas,
organizando las persecuciones inmotivadas, creando una elite de burócratas y
162
preparando muchos conflictos nacionales e internacionales, porque, casi siempre,
se apoyan en el poder de las armas y, según lo enseña la experiencia, tiende a la
exaltación de los valores guerreros y militares.
Y en los mismos gobiernos democráticos no es raro encontrar que se patrocinan
luchas de partidos, acudiendo a las armas o a la violencia bajo mil pretextos y
acariciando proyectos de hegemonías políticas y militares, gastando sumas
ingentes en armamentos que, pronto o tarde, desembocan en las guerras.
Es también oportuno, como dice De Azevedo 61, que los gobiernos desplacen la
libre competencia, particularmente en el terreno económico, artístico y educativo y
sin dejar de ejercer el control indispensable facilitar y propiciar la mayor cantidad
de iniciativas privadas. Todas esas organizaciones como los sindicatos, las
cooperativas, las asociaciones y escuelas particulares, deben ser acogidas como
salvaguardia de la libertad y estímulos de la libre competencia.
Pero, según Monod62, dos tareas importantes parecen convenir a los gobiernos en
éste período de la historia y en el campo educativo:
 Instalar o mantener, como iniciativa de extensión cultural, la alfabetización de
adultos, los cursos de capacitación a todos los niveles, la ampliación de los cupos
en los centros de educación superior y, en general, la especialización postescolar,
según las necesidades de las regiones, para calmar las inquietudes de tanta
juventud y encaminarla a un trabajo útil y estimular el perfeccionamiento cultural
de los ciudadanos. En este aspecto los buenos gobiernos deben evitar a todo
trance el demasiado centralismo de las industrias, de los beneficios del Estado,
del progreso y de la acumulación de la riqueza y desplazarla hacia los
departamentos y las regiones menos favorecidas. Esto es de justicia social.
 Asegurar a la ciencia su existencia y su progreso, creando estímulos a la
investigación científica, porque los beneficios de los descubrimientos aumentan el
bienestar de la comunidad. Pero por el hecho que importan grandes costos sólo
puede afrontarse y desarrollarse con los recursos del Estado.
El doctor Medellín63 añade otra, de ponderada importancia, la organización y el
desarrollo de los estudios de post-grado, de acuerdo con las necesidades del país.
Es muy útil, bajo todo punto de vista, que en estos tiempos de progreso
extraordinario de las ciencias y de las técnicas, haya quien se ponga a la
vanguardia en la educación en la vida actual y el Estado debe aceptar, de buena
61
Tomado de DE AZEVEDO, Op. Cit., p.303.
Tomado de MONOD, G. citado por DE AZEVEDO, Ibid.
63
Tomado de MEDELLIN, C. La Universidad Conflictiva. Bogotá, 1976. p.138 y sgts. (Fuente
referenciada conforme al original).
62
163
gana, la colaboración y ayudar a sostenerla, puesto que de ordinario le cuesta
menos y la aprovecha más, particularmente cuando las instituciones han dado
pruebas suficientes de seriedad y de trabajar para el bien y la elevación del
pueblo.
164
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO DIECISIETE
LAS CARRERAS TECNOLÓGICAS
Nombre – historia – legislación
La educación moderna necesita:











Dar más importancia a la investigación.
Mayor intercambio de información y experiencia.
Mayor clasificación de los objetivos docentes.
Concordar el planeamiento educativo con el desarrollo del país.
Estimular el perfeccionamiento profesional de los docentes.
El cambio de la metodología educativa.
Más uso de medios audiovisuales.
Fomentar las carreras cortas y más conformes al desarrollo del país.
Asociar estrechamente formación moral y trabajo.
Hacer de la tecnología un método rector del proceso educativo.
Individualizar y personalizar al máximo la educación.

Conferencia Internacional de París, 1965 
Referenciado conforme al original.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
La tecnología es una rama de la ciencia y de la educación, relativamente moderna,
como moderno es su nombre, usado por primera vez por el Abad Girard en 1750.
Pero el uso de la técnica y el anhelo de la tecnología es tan antiguo como el
trabajo humano, basta recordar: la torre de Babel, el vuelo de Ícaro, la medición de
la altura de las pirámides por Empédocles, la máquina voladora de Leonardo da
Vinci.
Sin embargo, la tecnología se ha perfeccionado día a día en nuestro siglo XX,
hasta alcanzar su increíble desarrollo y su terrible imperio de muerte, si se piensa
en todos los medios de destrucción que se han inventado desde la Segunda
Guerra Mundial hasta ahora.
El término se deriva del griego TEKNE = arte, oficio, profesión y LOGOS = ciencia,
que designa la aplicación de los métodos científicos, especialmente de la
matemática, la física y la química, al trabajo y a las profesiones con su utillaje de
materiales, procedimientos y bases científicas fundamentales, con miras
especialmente a la producción industrial, pero también a todos los asombrosos
descubrimientos que hemos experimentado y experimentamos todos los días.
En su desarrollo podemos distinguir tres etapas:
Primera Etapa. Un tanto primitiva y cuyos primeros cultivadores más apasionados
fueron: John Locke, 1632 – 1704, en Inglaterra; Jean Le Rond D’Alembert, 1717 –
1782, en Francia; Denis Diderot, 1712 – 1784, en Francia y J. Beckmann, en
Alemania.
Locke, en su libro La Educación64, propone la práctica de un oficio tanto para los
hijos de los obreros, como un medio de cultivar los sentidos, desarrollar la fuerza
física, hacerles adquirir destrezas y procurar una diversión provechosa.
D’Alambert, autor del Tratado de la Dinámica65 expone y teoriza los métodos
empleados por los obreros de París en sus pequeñas fábricas, talleres y
manufacturas.
Diderot, autor de Plan dé une Université, ve en la tecnología una fuente de
renovación pedagógica y fundamenta la tecnología como una nueva disciplina
educativa, él dice: “Estos conocimientos poseen un atractivo especial para quien
tiene curiosidad, como cualidad primaria. Por otra parte, hay en las artes
mecánicas más comunes un razonamiento tan preciso, tan complicado y sin
64
Tomado de OLLION. La Philosophie Generale de Locke. París, l909. (Fuente referenciada
conforme al original).
65
Tomado de D´ALAMBERT. Tratado de la Dinámica. Paris, 1979. (Fuente referenciada conforme al
original).
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
embargo, tan luminoso que no puede admirarse bastante la profundidad de la
razón y del genio del hombre”66.
J. Beckmann funda en Alemania y en la Universidad de Gontigen (Gotinga), los
cursos de tecnología y, más tarde, amplía su campo en los cursos de «Tecnología
comparada»67. Pero en realidad, estos no son sino los primeros pasos que se
reducen, en gran parte, a descripción empírica de las máquinas y de los
instrumentos de trabajo y el nombre mismo resulta inadecuado. Sin embargo, este
concepto quedó más o menos inmutado y hubo quien, como Espinas 68, hizo
remontar la tecnología hasta los romanos y los griegos.
Segunda Etapa. El conato de implantar la tecnología como disciplina educativa
se proyectó en un encuentro internacional, celebrado en Sévres, Francia, en 1956,
donde emergieron los siguientes principios69:
La enseñanza tecnológica es una verdadera disciplina educativa, por esto no es
sólo una preparación a la vida profesional, sino también medio de la formación de
la personalidad. En consecuencia, es necesaria para descubrir aptitudes y
preferencias en los jóvenes y darles el medio de comprender y mejorar el mundo
en que viven.
En efecto, en la mayoría de los países europeos se ha desarrollado una tecnología
que ha hecho progresar enormemente las industrias, haciendo alcanzar grande
prestigio a los tecnólogos especializados por encima de los mismos altos
profesionales y que asume diversas formas, según las diversas industrias en que
se aplica y las condiciones locales en donde se desarrolla.
En dicho encuentro internacional se determinaron también las características
esenciales de las carreras tecnológicas, que son:
LAS FINALIDADES:
 La tecnología como educación social, cuya idea directriz es que la escuela
no debe apartarse del mundo del trabajo.
 Tecnología y formación humana, facilitando e inculcando el trabajo en grupo
que tiende a facilitar la inserción del alumno en un grupo social y a través del
trabajo manual, despertar la dinámica de grupo.
66
DIDEROT, Denis, Plan dé une Université. París, 1776. (Fuente referenciada conforme al original).
Tomado de BECKMANN, J. Anleitung Zur Techologie. 1780. (Fuente referenciada conforme al
original).
68
Tomado de ESPINAS, Los orígenes de la tecnología. Barcelona. (Fuente referenciada conforme
al original).
69
Tomado de Diccionario del saber moderno. Op. Cit., p.192 y sgts. (Fuente referenciada conforme
al original).
67
167
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
 Tecnología y disciplinariedad, con el uso del método analítico, que consiste
en utilizar los conocimientos, desprendiéndolos del análisis de un objeto o de un
artefacto, o de una de sus propiedades, esto es, del análisis de lo real.
 Tecnología e interdisciplinariedad, utilizando el método de los proyectos, que
convierte el estudio en un problema técnico fundamental, que polariza las otras
materias y las vuelve centro de interés para el grupo, con el fin de concretizar y
sintetizar siempre más los conocimientos, encaminándolos al trabajo.
LAS FORMAS PEDAGÓGICAS
Pueden ser de cuatro maneras:
 La tecnología como tema rector. La enseñanza temática, cultural o técnica se
desarrolla a partir del tema tecnológico, concentrando en él todos los otros
conocimientos. En este caso, lo ideal sería un solo profesor con poquísimos
colaboradores y quizá desaparecerían los horarios para cada disciplina, quedando
todos encaminados a la preparación tecnológica.
 La educación tecnológica, aúna y corona. Las materias enseñadas por los
distintos profesores y los alumnos encuentran en la tecnología el campo de
aplicación de sus conocimientos teóricos.
 La tecnología como disciplina autónoma, dispone de sus propios horarios y
se desarrolla sin conexión institucionalizada con las otras disciplinas. En este
caso, debe definir bien sus propios límites y tener locales aptos y profesores
especializados en la materia.
 La tecnología como motivación. Todos los profesores de las distintas
disciplinas están llamados a relacionarse e ilustrarse con las materias
tecnológicas, que serán el punto de partida de toda enseñanza, así la formación
tecnológica resulta integral y más eficaz.
El Tercer Seminario Internacional organizado por la U.R.S.S. en Sofía, Bulgaria, en
1965, sintetizaba así los objetivos de la enseñanza tecnológica:
 Establecer una relación más estrecha entre la escuela y la vida, motivar y
orientar a los alumnos hacia la enseñanza técnica propiamente dicha y desarrollar
en ellos la reflexión técnica y científica.
 La educación técnica vigente en todos los países del Este es obligatoria y
generalizada, empezando de las escuelas primarias y perfeccionándose y
especializándose siempre más en otros niveles, hasta el noveno y décimo grado,
168
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
en donde la enseñanza politécnica motiva y orienta todas las otras enseñanzas
teóricas.
En Rusia, desde tiempo, se puso término a la distinción entre trabajo intelectual y
manual, que en el Occidente es un verdadero tabú, gravemente discriminatorio.
Creyendo al libro La escuela politécnica humanista de los países tras la «cortina
de hierro», en Rusia, las varias secciones “ponen sus amplias capacidades de
investigación, principalmente al servicio de las ramas industriales, determinantes
de la estructura de la economía socialista... Su tarea más urgente fue desterrar
para siempre, de la universidades y escuelas superiores las doctrinas falsas,
enemigas de la ciencia y de la humanidad, las ideologías del militarismo mesiánico
y revanchista, dominador del mundo”70.
Tercera etapa. 1965 – 1980. La tecnología se vuelve el campo privilegiado de
todas las invenciones. Se ha desplegado en todos los dominios de la ciencia y se
ha revelado en forma espectacular en los más recientes, como: la electrónica, los
satélites de comunicaciones internacionales, la astronáutica, las computadoras,
los aparatos transistorizados, los cohetes teledirigidos, los cohetes
interplanetarios, los aviones supersónicos e hipersónicos del futuro pueden
considerarse como obras maestras de la síntesis tecnológica.
La tecnología realiza el mandamiento dado por Dios a los hombres: “Sed fecundos
y multiplicaos y dominad la tierra” (Gn. 1, 28). Mediante la tecnología el hombre
llega no sólo a dominar su medio ambiente, sino a crearse un mundo nuevo, como
el urbanismo revolucionario futurista, los paisajes y los climas transformados y las
lluvias artificiales.
La tecnología tiene la llave del futuro y su tentación es LA TECNOCRACIA, esto es, el
gobierno del mundo por las síntesis tecnológicas, que se llama CIBERNÉTICA.
Por último, se llama Tecnología una doctrina filosófica que estudia las reglas y
procedimientos generales de la técnica y sus relaciones con los diferentes estados
de cultura. Se considera como una parte de la Praxeología, que abarca todas las
manifestaciones colectivas de la voluntad, ya espontáneas, ya reflejas.
Esta nueva rama de la filosofía está relacionada con la epistemología, la
sociología y la cibernética.
La moción de evolución se trasladó, del campo biológico, a la civilización moderna,
constituyendo la interacción entre continuación y cambio, entre conservación e
70
JESUALDO. Buenos Aires : Editorial Lozada. p.141. (Fuente referenciada conforme al original).
169
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
innovación, introduciendo la sociología educativa particularmente en la enseñanza
superior y adaptando las universidades al medio social del industrialismo.
La tecnología educativa resulta ser el problema crucial de nuestros tiempos y en
todos los países, tanto de los más avanzados, como aquellos en vía de
desarrollo71.
En muchos países, y particularmente en Norteamérica y en Rusia, el nombre de
universidad se aplica sólo a los institutos de educación profesional y se desarrollan
y prosperan siempre más los institutos superiores de especialización e
investigación tecnológica, tanto como carreras intermedias y terminales, cuanto
como facultades, masterado y doctorado 72.
LA LEGISLACIÓN DE LA UNESCO
TECNOLÓGICAS Y PROFESIONALES
SOBRE
CARRERAS
TÉCNICAS,
En los años 1960 – 1964, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura) y la O.I.T. (Organización Internacional del
Trabajo), emanaron un reglamento a favor de los Estados miembros para:
determinar la evolución general hacia las carreras técnicas, tecnológicas y
profesionales, precisar mejor los objetivos, las esferas de competencias y los
principios que deben regir la formación profesional de técnicos y tecnólogos.
El documento Enseñanza y formación técnica y profesional 73 abarca una
introducción, un prólogo y el cuerpo de la legislación. He aquí las principales
reglas, sintetizadas para mayor brevedad:
INTRODUCCIÓN
Afirma la íntima conexión que debe existir entre la escuela y el medio técnico
profesional, por estar «estrechamente vinculados entre sí».
Por el hecho de que la UNESCO y la O.I.T. se unen para complementar las dos
organizaciones en la materia y aunar esfuerzos, resalta que toda la educación,
particularmente intermedia y superior, debe estar enderezada al trabajo, en todos
los niveles.
Quieren poner a disposición de los Estados miembros «un conjunto de normas
coordinadas, en que podrán inspirarse para organizar y desarrollar
71
Tomado de Diccionario del saber moderno. T. Filosofía. Bilbao : Mensajero, p.527 y sgts. (Fuente
referenciada conforme al original).
72
Tomado de BEN DAVID y ZLACZOWER. La universidad en transformación. Barcelona : Seux
Bavial, p. 78 (Fuente referenciada conforme al original).
73
Tomado de UNESCO, OIT. París, 1964. (Fuente referenciada conforme al original).
170
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
progresivamente un programa completo en materia de formación profesional y de
enseñanza técnica».
Aspira a que todos los que «tienen responsabilidad en materia de formación y
educación» y de «administración de la formación profesional y técnica» y en las
mismas organizaciones de trabajadores, cámaras de comercio e industrias y «los
mismos educadores e instructores» los tengan particularmente en cuenta para «la
aplicación práctica más apropiada, en cada país, a su grado de desarrollo».
Reconoce «que la enseñanza técnica y profesional es esencial para mantener la
compleja estructura de la civilización moderna y el progreso económico continuo»
y por esto «debe preparar las personas a vivir en una época de grandes progresos
científicos y tecnológicos».
ALCANCE Y DEFINICIONES
Se distinguen los siguientes niveles en la preparación profesional:
 «Trabajador calificado», el que «ha cursado una enseñanza y recibido
formación general para el ejercicio de una profesión».
 «Técnico profesional», el que tiene «una preparación científica y tecnológica
intermedia».
 La formación de «Cuadros superiores», se aplica la categoría de «estudios
superiores».
LA EDUCACIÓN Y EL PROGRESO CIENTÍFICO
 La UNESCO auspicia que la educación profesional técnica y tecnológica,
contribuya también «a desarrollar la personalidad y el carácter, a fomentar la
capacidad de comprensión, juicio, autoexpresión y adaptación a las
circunstancias» y una formación cultural adecuada para que la técnica no ahogue
otros intereses más amplios.
 Que la educación técnica no esté constituida únicamente de conocimientos
teóricos, sino de una participación activa en la vida de la producción y en los
logros de la técnica, para «comprender mejor el mundo en que vive» y mucho más
para «adecuarlos a la evaluación tecnológica con una formación científica básica
más amplia que le permita adaptarse rápidamente a nuevos métodos de trabajo y
que les permita mejorar (siempre más) su situación profesional».
171
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
 Que las facilidades que se prestan de ordinario a los hombres se extiendan, en
igualdad de condiciones y de derechos a las mujeres, para tener «iguales
posibilidades de acceso a todas las clases y categorías de la enseñanza técnica y
profesional».
PRINCIPIOS Y OBJETIVOS GENERALES
 Mantener el equilibrio adecuado entre temas generales o humanísticos,
científicos y especializados, evitando la proliferación de asignaturas.
 Los planes de enseñanza técnica profesional deben tener en cuenta la rapidez
de la evolución de la tecnología, para que la enseñanza esté adaptada a las
necesidades de la época.
 Garantizar, con la adaptación de los programas, que «los alumnos puedan
proseguir su formación hasta alcanzar el nivel que le permita su capacidad» y
adoptar las medidas oportunas que les garanticen esas posibilidades de acceso.
 Determinadas enseñanzas técnicas y profesionales deberían hacerse
accesibles a las personas incapacitadas física o mentalmente con miras a su
integración a la sociedad.
 El planeamiento de la enseñanza técnica y profesional debe hacerse en
consulta con las partes interesadas de la industria, la agricultura y el comercio.
 Dicho planeamiento debe hacerse en conformidad con el plan de desarrollo,
con previsión sobre la demanda futura de personal y especialmente atendiendo a
los datos demográficos de cada región.
ORGANIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA
 En las escuelas primarias debe preverse algún medio de infundir en los niños el
gusto y el respeto al trabajo manual, acostumbrándolos a la observación y al
esfuerzo creador, despertando en ellos una visión inteligente de los problemas
prácticos del hogar y de la comunidad, para complementar la instrucción adquirida
y relacionar lo que aprenden, en la escuela, con la vida.
 En la enseñanza secundaria hay que incluir en el «pensum general» ciertas
materias técnicas y hacia el final de los estudios, ofrecer información suficiente
para la elección de las carreras profesionales.
 En todo sistema de enseñanza técnica y profesional debe mantenerse un alto
grado de flexibilidad y proporcionar:
172
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- Diversidad de especializaciones.
- Adaptabilidad.
- Posibilidad de hallar una solución adecuada a los problemas de la enseñanza
técnica.
- Posibilidad para el estudiante de continuar los estudios, puesto que la necesidad
del desarrollo así lo exige; y para alentar a los jóvenes a seguir las carreras
técnicas, hacer lo posible para que resulten atrayentes, eficaces y verdaderamente
instructivas.
 Los países en vía de desarrollo deberán examinar la oportunidad de establecer
servicios conjuntos para la enseñanza técnica y profesional, sobre todo a nivel
superior.
 La enseñanza especializada deberá basarse en una amplia educación científica
y técnica, que permita a los especialistas mantenerse al corriente de la evolución
científica y del progreso técnico.
 Es conveniente que en cada región se creen escuelas técnicas y profesionales
que aseguren una demanda constante y previsible de sus egresados.
 Las autoridades, los cuerpos docentes y las organizaciones de trabajadores y
empleados deben ayudarse y consultarse mutuamente en relación con el
planeamiento de los proyectos de enseñanza técnica, creando para esto, si es
posible, comisiones asesoras, tanto nacionales como regionales.
 Deberían también proyectar estudios de las necesidades locales de mano de
obra y asesorar a sus respectivas instituciones en todo lo que guarda relación con
las necesidades inmediatas o previsibles de los usuarios.
 En los comités de asesoramiento deberían figurar:
- Representantes de las autoridades de planeamiento.
- De las diversas ramas de la actividad económica.
- De los sindicatos y organizaciones de trabajadores.
- De las organizaciones de empleadores.
173
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- De la asociación de profesores, alumnos y exalumnos.
- De las agencias públicas de colocación.
- De otras organizaciones competentes, sobre todo asociaciones de técnicos e
ingenieros.
PLANES DE ESTUDIO
 Que en lo posible los cursos técnicos se organicen según los modelos
propuestos.
 Las carreras tecnológicas deben proporcionar programas terminales y
posibilidad de continuar estudios universitarios.
 Los programas de enseñanza tecnológica y profesional deberían comprender el
estudio del idioma extranjero más apropiado para que los estudiantes puedan
mantenerse al corriente de la continua evolución de la técnica.
 Los técnicos y persona de cuadros superiores deben estudiar los aspectos
sociales y económicos de su especialidad, para utilizar armoniosa y eficazmente
los recursos humanos disponibles.
 Las autoridades competentes deben procurar que los estudiantes reciban una
educación integral, dedicarse a desarrollar su personalidad y la facultad de
raciocinio, así como el sentido de los valores éticos y el cumplimiento del deber en
el orden moral, social y profesional.
 Deben preverse las necesidades futuras del personal especializado, para
continuar sus estudios hasta el límite de sus posibilidades.
 Para ingresar a los estudios especializados es conveniente establecer normas
enderezadas a evitar una proporción excesiva de los que abandonan los estudios
y una buena orientación para llevar a los alumnos a tomar conciencia de sus
posibilidades y para fijarse una meta bien definida, con servicios de orientación
bien establecidos y accesibles; así mismo, sería aconsejable que esta misma
orientación se estableciera en todas las escuelas.
PERSONAL DOCENTE
 Al seleccionar el personal docente y al capacitarlo deben tenerse en cuenta los
requisitos de la doble función que deberán ejercer: las obligaciones pedagógicas y
el trabajo de la investigación en su respectiva área.
174
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
 Mantener el justo equilibrio entre las áreas pedagógicas y el trabajo de
investigación, para conseguir resultados efectivos y elevar el nivel de la
enseñanza. Las condiciones de trabajo y el horario deberían permitir actividades
de esta índole.
 Los profesores de materias científicas, en lo posible, deberían tener las mismas
condiciones de los que enseñan en las facultades, pero los profesores de ciencias
básicas deben estar en contacto con los profesores de ciencias aplicadas para un
desarrollo lógico de la enseñanza.
 En general, el personal docente de los institutos tecnológicos o facultades
deben tener grado en educación superior universitaria, porque no sólo tendrán que
enseñar, sino también dirigir la investigación, y los profesores de materias
especializadas deben tener suficiente experiencia en su materia.
 A fin de mantener vínculos más estrechos con la industria, el comercio, etc., es
conveniente invitar frecuentemente a los que trabajan en esa esfera a dictar
cursos o conferencias en los establecimientos de enseñanza técnica sobre
materias especializadas.
 Promover estudios para postgraduados, con el fin de atraer a la enseñanza y a
la investigación a los mejores graduados y conseguirlos también a través de
concursos y ayudando a los mejores graduados con becas o subvenciones.
 El personal docente debe recibir o poseer una formación especial, incluyendo
cursos de pedagogía, para desarrollar sus capacidades didácticas y mejorar su
competencia técnica. Sería aconsejable la orientación metodológica a cargo de
especialistas.
DIRECTORES Y OTRO PERSONAL
 El cargo de rector de establecimiento técnico debería confiarse a personas
altamente competentes, por lo menos en una de las especializaciones y que
tuviese experiencia, tanto docente, como práctica.

Las instituciones de enseñanza técnica y profesional deben contar con:
- Asesoramiento y orientación a los estudiantes.
- Preparación, inspección y coordinación del trabajo práctico y experimental.
- Conservación de los instrumentos, aparatos y herramientas de talleres y
laboratorios.
175
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
MÉTODOS DE LA ENSEÑANZA
 En la enseñanza técnica y profesional deberán utilizarse los métodos
experimentales y la escuela activa, responder sobre los últimos adelantos
científicos y técnicos y prepararlos para que por sí mismos puedan adaptarse a los
cambios.
 Los trabajos prácticos y la investigación deben enseñar a los alumnos a
resolver los problemas que se plantean en cada área y comprender ejercicios
escalonados de dificultades crecientes realizados bajo vigilancia, así mismo las
ciencias exactas y naturales deben hacerse con aplicaciones prácticas y con
método experimental.
 Las materias generales deben ser escogidas cuidadosamente según el tipo de
escuela, igual que los textos y el material audiovisual y buscar métodos nuevos de
enseñanza.
EVALUACIÓN DE LA ENSEÑANZA
Las autoridades competentes deben tomar todas las medidas necesarias para
controlar la enseñanza de los profesores, así como los conocimientos asimilados
por los alumnos. Pueden utilizarse estos principios generales:
- Un sistema de evaluación completo debe dar la idea no sólo de los
conocimientos adquiridos y las prácticas, sino también del nivel educativo, cultural,
social y de clase.
- Al seleccionar y aplicar las técnicas de evaluación tener en cuenta no sólo el uso
inmediato, sino el empleo a largo plazo de los datos.
- Adaptarse a las características y exigencia de la escuela.
- Hay que tener en cuenta también la evaluación que los mismos alumnos hacen
de sus propios méritos, para que ellos mismos tengan una conciencia clara de sus
progresos.
- Explicar a maestros, padres y alumnos los supuestos básicos, propósitos y
objetivos inmediatos de los métodos de evaluación.
- Métodos de corrientes de evaluación: exámenes, notas de clase, calificación de
trabajos y prácticas, pruebas de capacidad general, observaciones, cuestionarios,
entrevistas y examen médico. Los datos obtenidos en el examen de ingreso
176
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
podrían servir como apreciación inicial de las actitudes del alumno. Tomar medidas
oportunas para una evaluación continua.
INVESTIGACIÓN
 Estimular la investigación a todos los niveles, pero principalmente:
- Investigación científica y técnica en los mismos establecimientos.
- Investigación aplicada a la evaluación y orientación de planes de estudio de
enseñanza técnica para una región o un país.
- Investigación pedagógica aplicada a la enseñanza técnica profesional, a sus
métodos, medios de acción, uso de equipos, etc.
 Para que los problemas de la enseñanza técnica sean estudiados en un nivel
más elevado y favorecer el estudio de los mismos a nivel internacional, los
Estados miembros deben crear, en su territorio o en varios de ellos, una cátedra
de enseñanza técnica y profesional especializada.
COOPERACIÓN INTERNACIONAL
 Los Estados miembros deben cooperar en la esfera de la enseñanza técnica y
profesional, aún con la ayuda de organizaciones internacionales. Esta cooperación
bien coordinada, debería abarcar principalmente:
- Intercambio de informaciones y documentos técnicos.
- Organización de seminarios y grupos de trabajo sobre temas.
- Concesión de determinadas becas de estudio y de viaje, envío de personal
técnico o suministro de material e intercambio de profesores y estudiantes.
- Facilidades para adquirir experiencia profesional en el extranjero.
- Normalización progresiva dentro de un grupo de Estados, de los planes de
estudio.
 Los Estados miembros podrían colaborar, en forma permanente, a la
preparación internacional. Pero es preciso crear una opinión pública favorable a
esta cooperación para evitar malos entendidos. Estar al corriente de lo que se
hace en este campo, particularmente insistir y estimular la aplicación sistemática
de normas internacionales en la enseñanza técnica.
177
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CARRERAS TÉCNICAS, TECNOLÓGICAS Y PROFESIONALES
Es oportuno subrayar que en el documento de la UNESCO, nunca se menciona la
«carrera tecnológica» como carrera aparte y netamente distinta de las carreras
técnicas o profesionales a alto nivel. El mismo título del documento es muy claro:
«Enseñanza y formación técnica y profesional» y cuando define los varios grados
de preparación técnica, distingue exactamente:
- Trabajadores calificados.
- Formación de técnicos.
- Formación de ingenieros.
A lo largo de todo el documento continuamente recorre la sola distinción de
educación técnica o profesional en el sentido del literal c), de la definición
fundamental, y cuando habla de tecnología es, no de una carrera específica
distinta, sino en sentido de formación y progreso científico, como lo hemos
caracterizado en la última etapa de la breve historia de la tecnología y como
aparece en los números 29 y 46 del documento, el único artículo literal a), en
donde habla de «enseñanza técnica superior», pero nos parece, según el
contexto, referirse a las carreras profesionales.
Sin embargo, en Colombia, y según el parecer de los programadores del ICFES,
poca o ninguna importancia se da a las carreras técnicas.
Casi famosos han sido en varios congresos (por ejemplo, Bogotá, Cali, Armenia,
etc.), cuestionamientos sostenidos entre el ICFES y la ACICAPI (Asociación
Colombiana
de
Institutos
de
Carreras
Profesionales
Intermedias)
prevalecientemente de carácter privado.
El concepto del ICFES, hasta hace poco, era demasiado rígido porque, según él,
las carreras técnicas, esto es: teórico-prácticas, o eran tecnológicas o no
superaban el nivel artesanal, o al máximo podrían llegar apenas a «trabajador
calificado», según el texto del documento de la UNESCO.
ACICAPI,
por el contrario, siempre ha sostenido que entre las artesanías y las
carreras tecnológicas hay puesto para una categoría intermedia, que son las
carreras técnicas que superan, de mucho, no sólo las «artesanías» propiamente
dichas, sino también a los «trabajadores calificados» y son verdaderas «carreras
profesionales» en donde, junto con el aprendizaje, se dan los principios racionales,
técnicos, científicos y operativos necesarios que elevan la carrera de «simple
oficio» o «arte» a verdadera profesión. Y de estas carreras técnicas hay un sin
178
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
número en el país, de todas las modalidades y que han preparado magníficos
profesionales para las oficinas, el comercio y las industrias.
Últimamente parece haberse llegado a un cierto acuerdo, acogiendo el ICFES, los
reiterados reclamos de ACICAPI sobre los varios grados o niveles de la enseñanza
técnica, según la calidad y el grado de cultura propia que la carrera exige.
La única distinción que, a nuestro parecer existe es: que las carreras técnicas del
ICFES siempre exigen el 6º de bachillerato y las otras no lo exigen
obligatoriamente, pudiendo empezar después del bachillerato básico, lo que en
realidad, en la cultura de este siglo XX, parece casi anacrónico.
El ICFES entonces admite carreras de «técnicos profesionales» con 6º y, por lo
menos, seis semestres.
Parece que con base al documento de la UNESCO, las carreras tecnológicas son
pura marca colombiana y más propiamente del ICFES, para hacer hincapié sobre la
necesidad de una preparación científica y para el mejor ejercicio de la profesión y
no puede negarse que el término es fehaciente, pero en el documento de la
UNESCO no aparece.
Sin embargo, se suscita una pregunta interesante ¿el documento de la UNESCO,
iguala carreras técnicas y tecnológicas?, o ¿pone las carreras tecnológicas entre
las profesionales altas? En efecto, cuando habla de carreras profesionales, habla
expresamente de ingenieros, pero habla también de «cuadros superiores» lo que
puede entenderse o de cuadros post-grado, o de otros cuadros de estudios
superiores, como por ejemplo, los «cuadros tecnológicos». En este caso serían
plenamente justificadas, en el documento, las carreras tecnológicas y tuvieron
distinción especial, su grado de relativa independencia, su mayor grado de
exigencia científica y serían un estímulo a la organización de dichas carreras,
como una especialización perfectamente marcada con el calificativo de
«científica», como lo exige el mismo nombre.
Fuera de allí serían ¡una verdadera desilusión!
En nuestro Centro de Estudios Superiores María Goretti así lo entendemos y
queremos trabajar para que alcancen y merezcan siempre más el carácter de
carreras técnicas, científicas e investigativas, cada una en su ramo.
179
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO DIECIOCHO
LA ENSEÑANZA POLITÉCNICA EN COLOMBIA
«Las estructuras del Estado colombiano
no son las más indicadas y las más
fuertes y ágiles para permitir un
desarrollo armónico y equilibrado...
Parece que todo el vigor de los partidos,
se limita a dividirse nacional, departamental
y municipalmente todo el botín burocrático,
(junto) con una más alta ineficiencia,
una baja productividad y un aumento
creciente de ambiciones y reparto de
puestos.
EL EJECUTIVO...,
pues, debe buscar una
reforma básica y substancial que permita
generar frutos y satisfacer necesidades
populares».
Fabio Echeverri Correa
«El sistema educativo no es una
cuestión ajena a la vida pública...
Y los filósofos de la política han
planteado la íntima relación entre
el tipo de sociedad... que se anhela
instaurar y el estilo de la educación
que ofrece...
El examen de la historia reciente
confirma la enorme capacidad del
país
para
alcanzar
aquellos
objetivos que logran convertirse en
propósitos nacionales, pero al
mismo tiempo destaca la necesidad
de revisar el patrón de crecimiento
adoptado durante el tercer cuarto
de siglo».
Fernando Cepeda Ulloa
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
La economía colombiana
181
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
La enseñanza politécnica en Colombia se ha implantado desde hace pocos años,
pero debemos convenir que se ha desarrollado a pasos agigantados. No se ha
podido hacer más:
 Por la proliferación exorbitante de los bachilleratos académicos, que se
organizan más fácilmente, porque cuestan menos, producen más y dan a los
alumnos las ínfulas de superhombres destinados, por derecho propio, a la
universidad, hecho básico para los hijos de la burguesía. Pero el pueblo se
contagia tan fácilmente que aún los hijos de los pobres optan por el bachillerato
académico, y al final se encuentran con la cabeza llena de ideas y con las manos
vacías para el trabajo; especialmente porque por un instinto ciego, se ha quitado
de la enseñanza aquel poco de trabajo técnico para hombres y artes femeninas
para las mujeres, que antes existía como indigno e inútil para la gente llamada a la
presidencia de la República.
 Porque no es fácil tener locales aptos, maquinaria y equipos, instrumentos y
medios para implantarlas en todas las escuelas y colegios y, lo que más falta, son
los profesionales adecuadamente capacitados en cada materia; porque los
mismos profesores rehuyen de todo trabajo práctico, mucho más si hay que
ensuciarse las manos o es de cualquier manera pesado. Por esto, en las mismas
escuelas técnicas no se ha superado el método teórico y la gran mayoría de
profesores son todavía demasiado abstractos y con pocas aptitudes para utilizar
el experimento.
 A su vez, y en una gran parte, los profesores de las materias que más se
prestan para la experimentación, como la física, la química y la biología no
siempre utilizan los laboratorios para despertar inquietudes e inventivas en los
alumnos, sino casi sólo para aclarar las ideas y las teorías enseñadas, lo que no
es en realidad muy provechoso y el alumnado queda, en gran parte,
completamente pasivo, o máximo no hace sino repetir lo experimentado por el
profesor.
Es preciso que el profesor se motive más y adquiera a través de su misma
experiencia y de los experimentos más dominio de la materia y más variedad de
experiencias, por eso es necesario que utilice los laboratorios siempre en mayor
escala, aún en horas extras, para infundir en los alumnos más interés por la
práctica y el experimento y exigir que repitan y ejecuten nuevas experiencias e
investiguen sobre la forma de construir por sí mismos los aparatos y conseguir por
sus propios medios, muchas cosas útiles a su vida de estudiantes y al hogar. En
una palabra, la enseñanza tecnológica en la escuela colombiana está todavía en
un nivel instruccional, pero no es fuente de inquietudes, ni de experiencias
personales, ni mucho menos mueve a investigar y perfeccionar el conocimiento,
relacionándose con el mundo del trabajo y de la vida.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Un paso importante son los bachilleratos técnicos que han diversificado la
educación, al lado de los bachilleratos académicos que se han constituido en un
verdadero tabú y que han alejado de la vida y del ambiente social a los jóvenes,
encerrándolos en un mundo platónico y deformando así sus mejores capacidades
de trabajo. Y esto hasta el punto que, mientras en los congresos y conferencias
internacionales se insiste tanto sobre la necesidad de la enseñanza técnica en la
misma primaria y en el bachillerato, aquí, entre nosotros, en los colegios se han
quitado completamente los oficios manuales y las artes femeninas, bajo el pretexto
que no hay tiempo.
Estos bachilleratos técnicos deben multiplicarse, diferenciándolos siempre más y
adaptándolos a las regiones y al nivel de desarrollo de cada departamento, pero
es indispensable hacer aterrizar la enseñanza y llenarla de contenido práctico y
orientarla hacia el trabajo.
A esto ha contribuido decididamente la Obra María Goretti con sus
especializaciones a todos los niveles y ha alcanzado, según la opinión de los
supervisores de educación, a institución piloto y pionera de educación
diversificada.
El Gobierno lo ha reconocido, obligando últimamente a que cada plantel educativo
tenga por lo menos dos especializaciones de Educación Media Diversificada 74.
74
La Obra María Goretti tiene:
Una primaria para niñas que va desde kinder a quinto de primaria y en donde se enseña
metódicamente, además de las disciplinas exigidas por el pensum, con maestros especializados:
artes femeninas, deportes y música.
Hay también una escuela especializada para artes femeninas donde se ve desde corte y
confección, juguetería, floristería, bordado, tejido, hasta pintura en tela y una gama indefinida de
actividades, con maestros llenos de inventiva y que se perfeccionan cada año con cursos
especiales.
El bachillerato básico para niñas, en donde, además del pensum general, es obligatorio: tejido y
bordado a mano, dinámica de grupo, culinaria y huerta casera.
Ciclo superior o de especialización técnica femenina, con cuatro bachilleratos: bachillerato técnico
comercial, bachillerato de promoción social, bachillerato pedagógico, bachillerato académico y en
todos estos bachilleratos es obligatoria la enseñanza de artes y oficios, entre los cuales: corte y
confección, bordado a máquina y a mano, tejido a mano y a máquina, artes regionales y encajes
venecianos; además de técnicas en plástico, en pirograbado, en tamo, etc.
Carreras profesionales intermedias con: escuela de delineantes de arquitectura y en donde se da,
además: dibujo comercial, artístico, acuarela y decoración, y escuela de auxiliar de ingeniería o
topografía.
183
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Por esto el Gobierno lo ha preferido y lo ha protegido, porque se ha dado cuenta
que enfoca las soluciones del angustioso problema de la desocupación y de la
desmedida carrera a las universidades y al doctorado.
NATURALEZA Y ORIENTACIÓN EN COLOMBIA
La necesidad del desarrollo exige el elemento humano preparado a todos los
niveles.
El ejercicio mismo de las actividades, que son siempre más complejas, exige la
división del trabajo.
La estructura de la educación formal y no formal exige, junto con las carreras
profesionales, programas educativos de menor duración, de acuerdo con los
intereses, aptitudes y posibilidades de los bachilleres.
Igualmente hay que dar una alternativa a los jóvenes que, por razones diversas,
tienen que interrumpir los estudios universitarios o para los que no pudieron entrar
en ellos.
Hay que romper la rigidez del sistema, que ha creado el falso prestigio de las
carreras profesionales largas y ha dado también una falsa imagen del hombre,
haciendo pensar que los únicos que valen son los doctores, los que pasan todo el
día en las oficinas leyendo el periódico, los burócratas o los parlamentarios.
En todo el mundo se habla de la población económicamente activa, que son los
que producen la riqueza, los adelantos y la aplicación de la técnica, los que hacen
producir mejor la tierra, los recursos naturales y las industrias en comparación de
los que la consumen y son económicamente pasivos, que pueden ser justificados,
bajo un cierto punto de vista, a condición que no se transforme en clases
burócratas. Hay que proceder con mucha prudencia.
Es preciso estudiar seriamente y superar las deficiencias de la especialización
técnica, la falta de orientación adecuada en el proceso educativo, acrecentar el
número de las carreras profesionales técnicas en todos los niveles, adaptarlas a
los recursos de cada región y a la eficiente explotación de sus riquezas.
Resolver el terrible desequilibrio del mercado del trabajo, la falta de diagnóstico
sobre necesidades y demandas reales y potenciales de la capacitación técnica, la
imprecisión y vaguedad de los datos disponibles sobre política ocupacional y
sobre los recursos todavía no explotados o explotados primitivamente, para
Carreras tecnológicas, con: escuela de administración financiera, escuela de educación física,
escuela de docencia en preescolar y escuela de cerámica.
184
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
preparar técnicos adecuados, reformar la legislación sobre la propiedad del
subsuelo y la manera eficaz de explotarlo.
Determinar siempre más y mejor las áreas de competencia, las normas para el
ejercicio de la profesión y una pirámide de educación técnica muy variada y bien
definida. Pero, en lo posible, todos los jóvenes deberían tener un mínimo de
educación técnica, apropiada a sus condiciones y aspiraciones; se debería cerrar,
si es necesario, una buena parte de los bachilleratos académicos y transformarlos
en bachilleratos técnicos.
Crear los mecanismos administrativos apropiados para la ubicación adecuada de
los egresados de las carreras cortas, tanto a nivel técnico, intermedio y
tecnológico.
Estabilizar la política del proceso educativo para que haya continuidad y se de
confianza a los que emprenden una carrera. Hasta ahora se ha reflejado, más o
menos negativamente, en cuanto un ministro crea algunas especializaciones y el
otro las abandona o desampara, dejando a los alumnos a medio camino.
Muchas veces se han creado carreras sumamente útiles al desarrollo del país,
pero no se ha provisto del presupuesto necesario para su funcionamiento o para
asegurar el trabajo de los egresados. Caso típico es el bachillerato de promoción
social, que debería elevar el nivel de la población rural y de los barrios periféricos
de las ciudades, pero los egresados quedan sin un mínimo de protección por lo
cual se llegará a cerrar las pocas escuelas que quedan por falta absoluta de
ocupación y porvenir. Y como la categoría social en donde le tocaría trabajar no
puede hacer oír su voz por sí misma (por esto los marginados), es el Gobierno el
llamado a protegerla y enviar las promotoras sociales (con un mínimo sueldo),
para elevar su vida (no rara vez, a nivel puramente animal).
LA EFICAZ ACCIÓN DEL ICFES
Últimamente el ICFES ha impulsado vigorosamente el desarrollo de las carreras
tecnológicas, aunque faltan todavía en muchos sectores de la actividad humana y
son insuficientes para las necesidades y el desarrollo del país; por ejemplo, en
Nariño el único es el Centro de Estudios Superiores María Goretti . Se espera que,
tanto la iniciativa oficial, como la privada, desarrollen nuevas carreras con el fin de
impulsar el progreso y dar a la juventud medios profesionales de trabajo.
El folleto publicado por el ICFES en 1978, sobre La educación tecnológica en
Colombia, nos da el concepto exacto y oficial de lo que se entiende por carreras

El CESMAG, en sus inicios, es la única institución que ofrece carreras técnicas profesionales y
tecnológicas.
185
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
tecnológicas. Dice así: “La educación tecnológica es una modalidad de la
Educación Superior, que tiene como objetivo: preparar personal técnico a nivel
universitario con el fin de satisfacer los requerimientos de profesionales
capacitados, planteados por la exigencia del desarrollo” 75.
En otros documentos designa también el ámbito de la educación tecnológica.
Carrera terminal, en el sentido de que el estudiante que ha terminado su
educación tecnológica queda plenamente facultado para ejercer la profesión. En
efecto, la carrera tecnológica abarca una serie de conocimientos científicos,
técnicos y de aprendizaje que dan al joven un pleno dominio de la especialización
escogida y lo ponen en magníficas condiciones para dedicarse de lleno y con éxito
a su trabajo.
Dice el folleto: “El profesional egresado de cualquiera de las carreras tecnológicas
está capacitado para desarrollar diferentes actividades en un trabajo específico y
especializado y también para dirigir y supervisar a otras personas en el
desempeño de funciones relacionadas con su área” 76.
Derecho de transferencia a otras carreras, se obtiene cuando al alumno, que
quiere pasar a otra especialización tecnológica o profesiones de larga duración, se
le reconocen, en igualdad de condiciones y en cuanto sea posible, los estudios
hechos o las materias aprendidas como parte del pensum de la nueva carrera.
El documento de la UNESCO exige que “todo sistema de enseñanza técnica y
profesional debe mantener un alto grado de flexibilidad” 77.
Derecho a ascender a niveles más altos en la tecnología, se da cuando el
egresado de una carrera tecnológica quiere continuar sus estudios ampliando,
perfeccionando o profundizando sus conocimientos y técnicas, alcanzando niveles
siempre más altos: por ejemplo, de la carrera tecnológica a tecnólogo
especializado y de allí al masterado y, si quiere, al doctorado, según el cuadro que
el mismo ICFES ofrece.
Dice el folleto: “dentro de la filosofía de la educación permanente, el alumno de las
carreras tecnológicas puede continuar en programas de larga duración que
tendrán como base los estudios o el título de tecnólogo. También es posible
hacerse licenciado en educación en el área técnica correspondiente” 78.
75
ICFES. La educación tecnológica en Colombia. Bogotá : Procesos Editoriales del ICFES, 1978.
p. 11. (Fuente referenciada conforme al original).
76
Ibid. (Fuente referenciada conforme al original).
77
UNESCO. Enseñanza y formación, no. 29. (Fuente referenciada conforme al original).
78
ICFES. Op.Cit., p. 11. (Fuente referenciada conforme al original).
186
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Esto mismo está previsto en el documento de la UNESCO, donde se dice: “Se
garantiza, con la adaptación de programas, que los alumnos puedan proseguir su
formación hasta alcanzar el nivel que le permite su capacidad. Además, inculca
Se dé la posibilidad al estudiante de continuar los estudios de su preferencia,
puesto que la necesidad del desarrollo exige siempre más” 79.
DIFERENTES ÁREAS DE TECNOLOGíA
El documento del ICFES prevé varios grupos de especializaciones tecnológicas, de
las cuales damos un catálogo y las principales características.
Área administrativa y económica. Tiene el objetivo de “formar profesionales
capaces de planear, organizar, controlar y dirigir las actividades de las empresas
públicas o privadas, buscando la promoción o el mejoramiento de la producción y
distribución de bienes, como: promoción de ventas, investigación de mercados,
comercio, servicios y control de recursos humanos, físicos y financieros” 80. A esta
área pertenece nuestra escuela de Administración financiera, de las cuales apenas
hay otra en todo el país (ITVC – Fusagasugá, Cundinamarca).
Área agropecuaria. Prepara al estudiante en el manejo de técnicas agrícolas y
pecuarias, aplicando los principios científicos y técnicos al mejoramiento y
aprovechamiento racional de estos recursos.
Área de artes. Comprende las carreras tecnológicas relacionadas con el “dibujo o
diseño artístico, industrial y comercial y que tiene como objetivo principal el
desarrollo de la capacidad creativa y comunicadora” 81 aplicada a la expresión
gráfica en arquitectura, ingeniería, decoración y a las técnicas de artes plásticas.
A esta área pertenece nuestra escuela de delineantes de arquitectura y
decoración.
Área de humanidades y sociales. Cuyo objetivo es preparar al estudiante en la
planeación, elaboración y aplicación de técnicas al desarrollo de la comunidad,
bajo el punto de vista social, cultural, económico y recreativo.
Área de ingenieria y afines. Tiende a capacitar profesionales en las técnicas
relacionadas con el montaje, control y mantenimiento de equipos, instrumentos,
máquinas y herramientas eléctricas, electrónicas y mecánicas, así como en la
producción química, textil y en los sistemas de computación y comunicación.
79
UNESCO. Op. Cit., p.14. (Fuente referenciada conforme al original).
Ibid., p.3. (Fuente referenciada conforme al original).
81
Ibid., p.9. (Fuente referenciada conforme al original).
80
187
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
A esta rama pertenece nuestra escuela de Topografía, de las cuales apenas hay
cuatro en todo el país.
Área pedagógica, que prepara profesionales en el estudio científico y técnico de
la didáctica, con el de elaborar y aplicar técnicas, métodos y procedimientos que
permitan una mayor eficacia en la adquisición de conocimientos, habilidades y
destrezas, tales como: educación de limitados visuales, de niños excepcionales,
enseñanza de bellas artes y pedagogía musical.
A esta área pertenecen:
- Nuestra especialización tecnológica de Docencia en Preescolar, que quiere
preparar auténticas profesionales en el difícil arte de enseñar, educar y formar al
niño en los años de la infancia, puesto que los padres se vuelven siempre más
incapaces de comprenderlos y formarlos debidamente. De éstas apenas hay una
en todo el país.
- Nuestra especialización tecnológica de Educación Física, que pretende preparar
personal idóneo, científica y técnicamente para dictar la gimnasia en escuelas y
colegios en forma verdaderamente útil al sano desarrollo del organismo humano y
descubrir y educar destrezas para los deportes hoy de moda; y de las cuales
apenas hay una en el país.
Área de la salud, que pretende formar un profesional capacitado para descubrir y
desarrollar, científica y técnicamente, mejores tácticas en el campo de la
prevención, diagnóstico, rehabilitación etc., y técnicos de asistencia y servicio
como enfermería general y regencia de farmacia.
DIFERENTES PARÁMETROS Y ULAS
Una de las características innovadoras que el ICFES aportó a la organización de
las carreras tecnológicas (y en los otros sectores de la educación superior) fue el
porcentaje de las diferentes áreas y ULAS que deben constituir el pensum:
- Fundamentación científica.
- Tecnología específica.
- Formación humanística y las horas del pensum divididas en:
Teóricas
Supervisadas
Asesoradas
Hora
1
=
2
=
3
=
ULA
1
1
1
188
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Esas proporciones, estrictamente obligatorias y milimétricas, de las áreas nos
parecen muy materializadas (como si la ciencia, la técnica y la formación
humanística se la pudiera dividir en gramos), de difícil actuación y que no rara vez,
se transforma en rompecabezas para planificadores y ejecutores de programas y
se presta para expletivos redundantes.
Sólo podrá justificarse, en parte, con el fin de obligar a que toda carrera tenga, por
lo menos, un mínimo para ser tecnológica aceptable, cosa que en la práctica se
descuida fácilmente: útil, pues, para crear el hábito de las dosificación científica,
técnica y humanística; pero, en la práctica, no pueden no ser una unidad
inseparable, compenetrándose en la mente y en la vida de educadores y alumnos;
de lo contrario quedarían estratificaciones arbitrarias que nunca formarán la
personalidad en lo que es y en lo que debe ser.
LA FORMACIÓN HUMANÍSTICA
Las escuelas técnicas y tecnológicas tienen el fin principal de proporcionar a los
alumnos los conocimientos y las destrezas indispensables sobre los más
importantes dominios de la producción; hacerles comprender que el trabajo debe
tecnificarse siempre más si queremos de verdad, responder a todas las exigencias
de la vida moderna, y que cada uno, según sus capacidades y legítimas
aspiraciones, pueda llegar a todos los niveles de operario calificado, técnico,
tecnólogo y profesional.
Pero todo el sistema educativo debe tener como meta desenvolver las fuerzas
creadoras, inculcar los valores del trabajo humano, que mejora y transforma las
técnicas de la producción para abrir nuevas fuentes de bienestar personal, si es
posible, de las excesivas preocupaciones de la subsistencia, para ponerlo en
condiciones de trabajar con más gusto y con mayor rendimiento y para alcanzar
mejor la promoción de los niveles morales y espirituales.
A esto debe contribuir principalmente la formación humanística: despertar en el
alumno el gozo de vivir su vida personal con plenitud, la alegría de la convivencia
humana y del servicio; el amor al arte en todos sus géneros y niveles, el fomento
de la cultura y la promoción del diálogo sobre todos los problemas
socioeconómicos. Esta será la vida verdadera y auténticamente humana.
Hay que partir de la necesidad de formar una concepción ideológica coherente y la
íntima conexión que debe haber entre el estudio y la vida y ésta como producto de
aquellos principios que unifiquen todo el proceso educativo de la persona, desde
el kinder hasta su total desarrollo profesional.
189
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Debemos llegar a que el proceso educativo sea un desarrollo indefinido,
diversificado sólo por el nivel de sus tramos para que cada uno se realice
plenamente.
LAS CARRERAS TECNOLÓGICAS Y LA FORMACIÓN PERSONALIZANTE Y
HUMANIZADORA
Así lo inculca la conferencia internacional de París, en 1965, que insiste en:
«asociar estrechamente la formación moral y e trabajo; individualizar y
personalizar al máximo la educación».
El encuentro internacional de Sévres, Francia, en 1956, enfatiza: la enseñanza
tecnológica es una verdadera disciplina educativa, por esto, no es sólo
preparación profesional, sino también medio de formación de la personalidad e
insinúa su particular doctrina filosófica que estudia los procedimientos e
interacción de la técnica con los diferentes estados de la cultura y las benéficas
influencias en la humanización del trabajo .
La misma UNESCO, en su enseñanza y formación técnica, insiste con mucha
frecuencia que: “la educación profesional debe contribuir a desarrollar la
personalidad y el carácter y a fomentar la capacidad de comprensión, juicio, auto expresión, y una formación cultural adecuada” 82 y añade: “las autoridades
competentes deben procurar que los estudiantes reciban una educación integral,
dedicarse a desarrollar su personalidad y la facultad de raciocinio, así como el
sentido de los valores éticos y el cumplimiento del deber en el orden moral, social
y profesional”83. “El personal docente debe mantener el justo equilibrio entre las
áreas pedagógicas y el trabajo de investigación, para elevar el nivel de la
enseñanza”84.
El ICFES, interpretando el sentido pedagógico de las instituciones precedentes,
organizó a su vez en las carreras tecnológicas, no sólo la fundamentación
científica, sino también la formación humanística con la cual quiere evitar que los
jóvenes que se dedican al aprendizaje y a la producción técnica se deshumanicen
y más bien cultiven lo mejor de la personalidad con la educación ética.
El documento de Puebla hace eco a todas estas legítimas aspiraciones de los
distintos organismos nacionales e internacionales y enfatiza que “el objetivo de
toda educación genuina es la de humanizar y personalizar al hombre, sin
desviarlo, antes bien orientándolo eficazmente hacia su fin último, que trasciende
la finitud esencial del hombre. La educación resultará más humanizadora en la

También se menciona en el capítulo 17.
UNESCO. Op. Cit., no. 7. (Fuente referenciada conforme al original).
83
Ibid., no. 57. (Fuente referenciada conforme al original).
84
Ibid., no. 59. (Fuente referenciada conforme al original).
82
190
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
medida en que más se abra a la trascendencia, es decir, a la verdad y al Sumo
Bien”85.
Igualmente considera que la educación debe personalizar por sí misma, todas las
demás actividades del hombre y, aún, la producción y el trabajo: “la educación
humaniza y personaliza al hombre cuando logra que éste desarrolle plenamente
su pensamiento y su libertad, haciéndolos fructificar en hábitos de comprensión y
de comunión con la totalidad del orden real por las cuales el mismo hombre
humaniza su mundo, produce cultura, transforma la sociedad y construye la
historia”86.
Reconoce que el sistema educativo y social “deja frustrados a millares de jóvenes,
porque muchos no entran a la universidad y porque muchos egresados no
encuentran empleo”87 y que “la secularización de la cultura y los progresos de la
tecnología y de los estudios antropológicos y sociales... producen confrontaciones
entre ciencia y fe, entre la técnica y el hombre” 88, pero auspicia que los centros
católicos de estudios superiores se distingan y procuren “sobresalir por la seriedad
científica, el compromiso con la verdad, la preparación de profesionales
competentes para el mundo del trabajo y por la búsqueda de soluciones a los más
acuciantes problemas de América Latina” 89.
Inculca oportunamente que su primordial misión será promover una cultura
integral, capaz de formar personas que sobresalgan por sus profundos
conocimientos científicos y humanísticos; “por su testimonio de fe ante el
mundo”90; por su sincera práctica moral cristiana y por su compromiso en la
creación de una nueva América Latina más justa y fraterna; “contribuirá así, activa
y eficazmente a la creación y renovación de nuestra cultura transformada con la
fuerza evangélica, en que lo nacional, lo humano y lo cristiano logren la mejor
armonización”91.
Y concluye que “además del diálogo... de la búsqueda de la verdad, como trabajo
común entre profesores y estudiantes. [El mismo Centro debe] ser ejemplo de
85
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de
América Latina. En : III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. (1 :
1979 : Puebla). Memorias de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Bogotá :
Secretariado Nacional de Pastoral Social, s.f., no. 1024.
86
Ibid., no. 1025.
87
Ibid., no. 1051.
88
Ibid., no. 1052.
89
Ibid., no. 1059.
90
CONCILIO VATICANO II. Declaración Gravissimum Educationis Momentum : Sobre la educación
cristiana de la juventud. En : Concilio Vaticano II. (14 : 1965 : Roma). Documentos completos. 9 ed.
Santafé de Bogotá : Taller San Pablo, 2000. no. 10.
91
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de
América Latina. Op. Cit., no. 1060.
191
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
cristianismo vivo y operante” 92 “vivir en un continuo auto-análisis y hacer flexible
su estructura operacional para responder al reto de su región o nación, mediante
el ofrecimiento de carreras cortas especializadas,... extensión universitaria... y
servicios para grupos marginados...” 93.
Es y debe ser tarea del rector y demás directivos del Centro de Estudios
Superiores María Goretti, conocer a fondo la Filosofía del Centro y estar al día con
las disposiciones de las legítimas autoridades propuestas a la educación superior
y a los directivos de la gran Asamblea Latinoamericana de Puebla.
Así su labor será provechosa a las juventudes, profesional, humanística y
cristianamente, y la forma más acertada de humanizar al hombre y preparar un
porvenir más digno y esperanzador para Colombia y América.
92
93
Ibid., no. 1061.
Ibid., no. 1062.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO DIECINUEVE
LA UNIVERSIDAD A DISTANCIA
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
LA PONEMOS ACÁ, PORQUE:
Es algo muy interesante y que tiene su razón de ser, sus causas suficientes, sus
fines racionales y sociales y por esto una cierta filosofía.
En realidad no se trata sólo de estudios universitarios o licenciaturas, sino también
de títulos técnicos, estudios intermedios y otros.
SU RAZÓN DE SER
En un país en donde todavía no todos pueden frecuentar una escuela, y mucho
menos estudios secundarios y en donde es casi imposible participar activamente
en cursos reglamentarios a nivel universitario por las distancias, por la escasez de
instituciones, por la carencia de medios económicos, por los cupos restringidos,
porque se ven obligados a dedicarse al trabajo o la imposibilidad de trasladarse a
la ciudad y por muchos otros motivos personales o familiares. Es indispensable
llevar la cultura a los hogares y dar posibilidad a todos los que quieren y tienen
anhelo de superación y fuerza de carácter para someterse a un régimen de vida
que exige gran interés, mucha aplicación y constancia.
Pero ¿de qué no es capaz el hombre, cuando se propone grandes ideales y quiere
mejorar sus condiciones de vida?
En Colombia y en otros países. De esta clase de ayudas está llena la historia
de estos últimos tiempos, especialmente después del invento de la radio y la
televisión y desde cuando esos medios fundamentales de comunicación han
entrado, aún en los hogares más pobres, llevando información y noticias de toda
clase y despertando siempre más interés por los acontecimientos y adelantos
regionales, nacionales e internacionales y creando exigencias de elevación
cultural y la adquisición de destreza técnica en todos los campos.
Ejemplos de esta clase de instrucción y formación hay en España, México, Francia
y Costa Rica y, en el país, Sutatenza a nivel primario; Sena a nivel técnico, el
Ministerio de educación y la Radio difusora nacional, a nivel secundario y varias
universidades, como: la Javeriana, Santo Tomás, San Buenaventura, la Sabana,
entre otras, para programas de extensión cultural en carreras que más se adaptan
a las necesidades de las zonas rurales, semirurales, ciudades medianas y en las
mismas ciudades para personas que no pueden acudir a los centros de educación
superior.
Así mismo, son muy variados los cursos y las especializaciones que se imparten,
como: capacitación para maestros, psicología educativa, lingüística y literatura,
bellas artes, administración y supervisión educativa.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
No se trata, entonces, sino de institucionalizarla en beneficio particularmente de
las gentes de escasos recursos y de grandes aspiraciones, que son las mejores.
Fines y modalidades. El objetivo fundamental, dice Constanza Pachón de
Serna94, es suplir las deficiencias de un sistema social, en el cual la gran mayoría
de las personas no pueden llegar a estudios superiores dentro de los sistemas
convencionales, ni es la intención de los que la patrocinan reemplazar la
universidad como tal, ni lograr el mismo nivel académico, sino ofrecer a los que
quieren progresar y adecuarse a los tiempos una forma de continuar y
perfeccionar su proceso educativo, aprendiendo más cultura, más ciencias y
técnicas que les permita mejorar la calidad de su trabajo y su nivel de vida.
La universidad a distancia no funciona con los métodos académicos de los centros
educacionales, ni con tiempos y horarios fijos, ni con los materiales didácticos que
de ordinario se usan en los cursos normales, ni se circunscriben a un espacio
físico construido de propósito, ni tiene divisiones de cronogramas, ni la forma
tradicional de obtener calificaciones y evaluaciones, ni de tener profesores, para
decirlo así, de cabecera.
Es más bien una educación no formal dirigida ordinariamente a adultos y abarca
las edades entre 18 y 60 años.
Los centros de difusión mejor organizados tienen monitores o asesores regionales
que permiten una comunicación constante entre la institución universitaria y los
alumnos, el intercambio de ideas y experiencias, la solución de inquietudes y la
adecuación necesaria a los programas.
Otras instituciones organizan en sus sedes o subsedes, cursos de vacaciones de
15 o 20 días, facilidades de desplazamiento a lugares de exámenes, seminarios,
cursos presenciales en los que se imparten instrucciones sobre la manera de usar
el material, se enseñan métodos de estudio y preparación de exámenes y se
establece un contacto directo con el alumno.
Consideraciones de importancia. El concepto básico de toda reforma educativa
bien intencionada no puede quedarse sólo en un plan administrativo institucional,
resuelto por un decreto que abra de par en par las compuertas para dar el paso al
que empuje, sino que debe ser acompañada de una nueva y coherente
concepción socioeconómica que ponga al hombre, como valor fundamental, en el
centro de su atención y sobre él y su destino empeñar toda formación del hombre
y transformación de la sociedad.
94
Tomado de Revista del Jueves. En : El Espectador, Bogotá. (19, ago.,1982); no. 281. (Fuente
referenciada conforme al original).
195
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Junto con la instrucción o con la posibilidad para todos de conseguir un título de
estudio, que lo capacita para el trabajo, debe aumentar proporcionalmente la
política ocupacional, lo que significa fomentar el desarrollo de los centros de
empleo y de producción a todos los niveles, desde las artesanías, creando
trabajadores calificados, a la pequeña industria, a las cooperativas agrícolas,
mineras, textiles, mecánicas (para que el esfuerzo común alcance el pleno éxito) y
hasta la gran industria que debe contar con el apoyo del Gobierno para que,
organizando y aumentando la producción, llegue a ocupar más mano de obra y a
través de las relaciones internacionales incrementar la exportación.
Entonces, la posibilidad de conseguir un título de estudio, profesional o
tecnológico, marchará a la par con el emblema de la desocupación, porque el
hombre ocioso y sin empleo es tanto más peligroso cuanto más cultura tiene para
defender sus justos derechos y exigir la implantación de la justicia social.
Por otra parte, hay que fundamentar el principio de que el título universitario no es
estrictamente indispensable para vivir y trabajar y que todo trabajo honesto es
digno y loable y que todos tienen el derecho y el deber de trabajar para que se
acabe con la burocracia parasitaria.
Todo ciudadano debe mejorar la calidad de su instrucción hasta el límite máximo; y
a la juventud, principalmente, hay que proporcionarle estímulo y solución a la
honda preocupación por su porvenir. Debe conseguir más alto nivel y rendimiento
en la instrucción secundaria, porque las experiencias actuales, sobre nivel
científico y cultural de los bachilleratos son desastrosas; acabar con la clase por la
clase, que es la muerte de toda sana y válida educación y crear estímulos para el
estudio personal y la investigación y que siempre conserve estrecha relación con
la vida, vinculación con el trabajo productivo, fomentando particularmente la
enseñanza técnica y tecnológica para que suscite nuevas posibilidades de trabajo
y haciendo efectivo el principio: aprender trabajando y trabajar aprendiendo.
Esto se logrará cuando todos los componentes de la nacionalidad colombiana se
unan en un estrecho vínculo para lograr las más ambiciosas metas de progreso y
de desarrollo, desde los padres de familia, los maestros y profesores de los
distintos niveles, hasta los directores de empresas y de industrias, las
organizaciones sociales y sindicales y todas las fuerzas vivas del trabajo,
asegurando su pleno éxito, con todo el apoyo de las bases científicas,
organizativas, políticas y económicas.
196
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO VEINTE
VISIÓN UNITARIA DE LA FILOSOFÍA HUMANIZADORA
Lo que nos hacen cobardes y
mezquinos, son «ciertos puntos» y
«ciertos peros»:
“Quiero amar, pero hasta un cierto punto;
quiero justicia,
pero sólo hasta un cierto punto;
quiero el bien,... pero mi bien;
quiero la verdad,... pero mi verdad;
quiero el perdón,... pero sin perdonar;
quiero confesar las culpas,...
pero de los demás;
quiero comprensión,... pero sólo para mí;
quiero tener razón,... pero nunca la doy;
quiero hacer la voluntad de Dios,... pero
a condición de que Él haga la mía;
quiero la conversión...
pero de los demás”.
A. PRONZATO95
“¡Señor! ...¡Quiero vivir y morir libre!
libre de toda bajeza y fingimiento.
Libre de buscar mi camino;
de obedecer, sin que nadie me coarte,
sino racional y dignamente;
libre en amar y seguir el bien;
haga frío o calor; ... asido de tu mano,
a donde quieras que vayamos,...
Porque en el fondo de mi alma,
canta esta nostalgia de libertad”.
A. PRONZATO96
95
PRONZATO, A. Il Guasta Feste.Torino. Gribaudi, 1967. (Fuente referenciada conforme al
original).
96
Ibid.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
198
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Nos parece oportuno resumir las pautas que hemos seguido a lo largo de nuestra
exposición para tener un panorama sintético y más lógico en la educación de la
juventud.
Claro que esto no puede suplir el estudio detallado de las partes, ni reemplazar el
examen analítico y las razones suficientes de cada aspecto de la personalidad,
para construirla paulatinamente, como hemos visto a lo largo de estas páginas.
Pero nos puede servir de plan reconstructivo, para aclarar conceptos y
organizarlos en forma piramidal, para apreciar mejor el maravilloso edificio
intelectual, moral, espiritual y social que podremos levantar con nuestra esmerada
labor educacional, para con los jóvenes y para enlazar en ellos el mundo inferior,
del cual el hombre es un compendio, con el mundo superior que nos atrae con el
imán del amor y de la felicidad, que es el fin supremo de la vida humana.
CONCLUSIONES Y ENSEÑANZAS
La introducción nos propone el lema del Centro: «hombres nuevos para tiempos
nuevos».
Para obrar esto, racionalmente, debemos percatarnos del estado actual del mundo
latinoamericano en que vive la juventud. Nos ayudará una imagen sacada de la
medicina.
Ningún médico, mediocremente responsable, podrá formular una receta si no sabe
el mal que padece el enfermo y, diagnosticado el mal, es fácil curarlo, porque
drogas hay para toda enfermedad y de ordinario los malos médicos no yerran sino
el diagnóstico.
Ese diagnóstico, como sucede en la terapéutica, comenzó con un examen general
de la situación actual, que forma el ambiente donde la juventud vive y se mueve y
en donde absorbe lo bueno y lo malo con su ansia de vivir.
Si este ambiente, como hemos visto, está viciado, el joven respira un aire
moralmente infecto, que lo afecta consciente o inconscientemente. ¡Ninguna
maravilla!; si tenemos una juventud enfermiza, anémica espiritualmente y
desnutrida de ideales y los pocos que alcanzan a librarse del contagio, no podrán
crecer y desarrollarse convenientemente, porque la juventud es profundamente
solidaria o avanza compacta o vuelve las espaldas. Es un ejército que, o va unido
a la victoria, o no le queda sino la derrota.
A este diagnóstico general lo llamamos Panorama desconcertante.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
En la institución hay que crear un ambiente sano y moralmente elevado, en donde
se respire el aire oxigenado de la nobleza espiritual. Así neutralizaremos, de
alguna manera, el ambiente viciado de la sociedad actual.
Pero al diagnóstico general en la medicina debe seguir el examen cuidadoso de
las partes más afectadas, cual es la vida juvenil si queremos llegar al saneamiento
total de la persona, lo que nos hemos propuesto hacer en los Rasgos del joven
latinoamericano, buscando detectar los males más graves de la juventud en
nuestro medio y en esta época de transición violenta, de un mundo que se
desmorona, a otro nuevo que la juventud presiente y quiere realizar.
Ambiente en que se debate la juventud: la sociedad de consumo, la familia, la vida
de grupo, las tradiciones inmotivadas, tanto en el campo moral como en el
religioso, la vida tumultuosa que se ha creado y que la tiene como espuma, es una
vida completamente superficial y vacía, que a ella misma repugna, pero que no
sabe remediar; esto es la falta de reflexión, el adormecimiento de la conciencia, el
debilitamiento del dictamen moral, los desajustes de la problemática educacional,
la intolerancia de la situación sociopolítica de donde se sigue, en la juventud, la
voluntad de nihilismo, el refugio en el irrealismo y el estado de paranoia que
desemboca en el marxismo, en la guerrilla, la desobligación, la irresponsabilidad,
la vida fatua, las exigencias exageradas, la adhesión a las doctrinas foráneas y
monopolizadoras y una violenta y universal crisis de personalidad.
Crisis de la personalidad, que exige un examen exhaustivo de todos los aspectos,
para detectar la causa y encontrar el remedio. Hemos descubierto una gran parte,
como: la crisis afectiva, tan grávida de consecuencias en la vida juvenil y que la
lleva a la crisis de los valores, al desconcierto en la vida profesional y de servicio,
al egoísmo y a la especulación, a la crisis de rebeldía y de frustración, que implica
necesariamente la crisis de autenticidad, la aversión a todo lo que representa la
autoridad y que se agrava, con el éxodo del campo hacia la ciudad, en busca de
mejores condiciones de vida, pero con las ineludibles consecuencias de la
desadaptación, el desempleo, la miseria y la corrupción.
Hay que renovar la sociedad y la juventud lo siente y reclama, porque lleva
grabado en el alma el sentido de la justicia y el anhelo de sinceridad y por esto
vuelve a reexaminar las cuestiones fundamentales de la existencia y sus
finalidades, el por qué este mundo que le han legado los mayores se ha vuelto tan
poderoso y tan desconcertante, tan progresado en los campos científicos y en los
medios de muerte, que lo vuelve tan amenazador y esclavizante.
El remedio consiste en dar nuevamente al hombre su equilibrio interior y sólo
podrá hacerlo una sana filosofía de la persona y un enfoque cristiano de la vida
hacia la trascendencia.
200
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
La filosofía de la persona. Ya sabemos que la persona es un compuesto de vida
vegetativa, sensitiva y racional, en una unidad inscindible, esto es la unidad
metafísica de la persona, en donde sobresalen necesariamente las características
morales y espirituales y por esto la inmortalidad y la trascendencia del hombre.
Este hombre, que al mismo tiempo que siente una unidad inscindible en sí mismo,
está impelido naturalmente hacia el otro, a través del amor, que llamábamos el
cogito existencial, porque se descubre y se afirma como ser sociable y en donde el
«yo» sin el «tú» no podría ni existir y lo descubre por la exigencia del amor. Amor
que lo hace salir de sí mismo, pero que lo levanta hacia el «yo» trascendente, en
una especie de trinidad humano-divina: yo-tú-Dios, todo esto constituye la persona
inteligente y libre y sin lo cual no podría ser persona, ni tener la causa suficiente
de su existencia.
La educación, pues, no puede prescindir de todas estas realidades metafísicas:
educación que debe hacernos madurar en todos los niveles y en todos los campos
de la actividad, conforme lo sugiere «el humanismo cristiano» y el «rico mensaje
franciscano» y que importa la igualdad de derechos a la vida, a la educación, al
trabajo y a la realización de las justas aspiraciones de cada uno. Igualdad de
derechos y comunicación de los bienes que debe llevarnos a contribuir al bien
común, por esto el humanismo cristiano y el mensaje franciscano nos impelen al
amor y el amor es: «servir con generosidad». He aquí el núcleo de la filosofía
humanizadora.
En esta igualdad de derechos y en esta generosidad de servicios hay que tener en
cuenta una escala de valores eminentemente humanos, desde los más
elementales e inferiores, como son los materiales y económicos, encaminados a la
conservación de nuestra vida fisiológica, porque el humanismo cristiano no
permite se descuide el bienestar económico en los límites del recto orden y de la
justicia social e impulsa el trabajo para vencer la ignorancia, incrementar la cultura,
perfeccionar la técnica, conquistar nuevas metas de progreso para hacer la vida
más segura y llevadera, mejorar las relaciones humanas y por cuanto es posible
dejar este mundo mejor de cómo lo hemos encontrado.
Pero no podemos olvidar que no somos seres puramente materiales, sino que hay
otros bienes más elevados y más dignos del hombre, por esto se nos impone una
jerarquía de valores, siempre más altos, como son: los estéticos, los científicos y
por encima de todo, los éticos y religiosos; estos últimos son la expresión vivencial
del amor y del culto debido a Dios, infinitamente amable, que constituye el Sumo
Bien y la meta última de nuestro peregrinar terreno y nuestra eterna y suprema
felicidad.
Esta perfección humana se la consigue bajo doble aspecto:
201
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- El perfeccionamiento de nuestras facultades cognoscitivas.
- El perfeccionamiento de nuestra vida moral, que son las virtudes y la práctica del
bien.
A su vez, este perfeccionamiento de nuestra vida moral puede ser: nuestra
perfección personal, a través del buen uso de la libertad y del amor y, nuestra
contribución al perfeccionamiento de la vida social, que redundará a su vez, en
mayor beneficio nuestro.
Perfeccionamiento de nuestras facultades cognoscitivas: La ciencia y la
investigación. Dios puso al hombre en el mundo para dominarlo, sirviéndose de
él, para todos los fines honestos de la vida y del emprendimiento humano. Pero
como la naturaleza es avara de sus secretos, hay que trabajar incansablemente
para descubrir sus misterios y sus leyes y ponerlas a nuestro servicio. Esto se
obtiene principalmente con el estudio y la investigación: uno de los quehaceres
humanos es, pues, la vida cultural y científica, para abarcar, por cuanto es posible,
en amplitud y profundidad, todo el universo y ascender al descubrimiento de
nuestra esencia espiritual y de allí a Dios.
Educar es, primeramente, suscitar en los alumnos el interés por el descubrimiento,
de manera que ellos mismos sean artífices de sus conocimientos en el proceso de
buscar la verdad, en todos los niveles y en todos los campos y en una interacción
continua: maestro-alumno, interacción que no aplaste la innata curiosidad del
alumno, sino que la desarrolle siempre más hasta hacer de cada joven un
descubridor y un creador. Esta es la enseñanza personalizadora, fundada en el
principio que ninguna cosa es tan íntimamente nuestra como la que hemos
descubierto nosotros mismos, probando y comprobando.
El buen profesor, entonces, no es el que entrega conocimientos como píldoras,
sino el que los suscita, el que hace descubrir la interrelación de todas las materias
en un plan armónico y todo esto enderezado a la vida y al trabajo. Pero lo que más
necesita la educación actual es dedicarse a la investigación. Es la exigencia del
mundo actual y la condición indispensable para madurar y crear convicciones
sólidas y motivadas.
Para hacer progresar al hombre no basta ponerlo a recordar, sino capacitarlo para
avanzar y abrir camino, para encararse con las continuas transformaciones del
mundo moderno.
Las necesidades de la humanidad aumentan vertiginosamente: ¿qué hacer? Hay
que buscar soluciones, no dejar que lo hagan siempre los demás, esperando
siempre quien venga a salvarnos. Nuestros jóvenes pueden y deben hacerlo, por
esto hay que educarlos en la búsqueda, entrenarlos en la investigación.
202
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
La juventud está en nuestro poder en número siempre creciente. De nosotros
depende que se quede inerte y perezosa, que se desvíe y se pierda sin remedio o
que se conserve sana, sienta la alegría de vivir, de hacerse útil a los demás y que
se tecnifique siempre más, para producir más y con menor esfuerzo. Si no
suscitamos en los jóvenes deseos de superación, nos quedaremos definitivamente
estancados.
El perfeccionamiento humano en el amor, en la libertad y en la formación del
carácter
A los jóvenes poco se les habla del amor, parece una cosa innata que se confunde
con el instinto sexual. Pero esto no es amor, sino egoísmo y no hay cosa que
aplaste tanto como el egoísmo. Si queremos salvar la juventud hay que educarla
en el amor.
El amor es de mil facetas y cuando más se eleva, tanto más se da cuenta que el
amor sensual es, quizá, el más bajo y el más abyecto.
Del amor, dice Scheler, depende nuestro destino y la misma salvación del mundo.
Hay que superar el estrecho naturalismo y la mezquina filantropía, para deleitarse
en los grandes ideales, en el amor de lo noble y lo bello, los ideales científicos,
éticos y el servicio a los demás en una variedad indefinida y con una potencia tan
fascinadora que nos impulsará, aún al sacrificio de la vida. Y cuando hayamos
amado hasta el heroísmo, entonces comprenderemos que por su infinito amor
hacia nosotros, Dios nos habla, nos busca y nos atrae hacia Él, porque el amor va
hacia el infinito.
Por esto el amor es la esencia misma del cristianismo y por esto es un impulso
espiritual y sobrenatural que rompe todas las leyes de la vida natural y nos lleva a
valorar en el hombre, no lo que tiene, sino lo que es, entonces, se vuelve universal
e indefectible; por esto, la civilización del amor condena las divisiones y las
murallas
psicológicas que separan violentamente a los hombres, a las
instituciones y a las comunidades y defiende con ardor la tesis de la integración de
América Latina.
La civilización del amor repele al mismo tiempo la sujeción y la dependencia
perjudicial a la dignidad de América Latina:
No aceptamos la condición de satélite de ningún país del mundo, ni
tampoco de sus propias ideologías. Queremos vivir fraternalmente todos
con todos, pero es tiempo que América Latina advierta a los países
desarrollados que no nos inmovilicen, que no obstaculicen nuestro propio
progreso, no nos exploten y más bien que nos ayuden a vencer las
203
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
barreras del subdesarrollo, respetando nuestra cultura, nuestros
principios, nuestra soberanía, nuestra identidad, nuestros recursos
naturales. En ese espíritu creceremos juntos, como hermanos de una
misma familia universal97.
La Iglesia evangelizadora hace un fuerte llamado para que los jóvenes
busquen y encuentren en ella el lugar de su comunión con Dios y con los
hombres, a fin de construir «la civilización del amor» y edificar la paz en la
justicia. Los invita a que se comprometan eficazmente en una acción
evangelizadora sin excluir a nadie, de acuerdo con la situación en que
viven y teniendo predilección para los más pobres 98.
A su vez, la libertad se sublima en el amor. Decía Zacchi: “el triunfo de la
educación consiste en hacer pasar al alumno de la fuerza ciega de los instintos, al
dominio de una libertad responsable; en formarlo al concepto del deber, reforzar la
voluntad para la lucha, la renuncia y el sacrificio, porque en los momentos más
difíciles pueda encontrar el camino de la victoria” 99. La sana libertad habla el
mismo lenguaje del amor.
Pocos son los que triunfan de verdad y muchos a costa de renunciar a la rectitud y
a la honestidad, que es la consecuencia de una mala educación a la libertad.
Es ley de la vida humana que los bienes inferiores, incluso la conservación de la
vida y de la procreación, deben estar sometidos a las exigencias superiores del
amor conyugal y de la educación de los hijos y, sin esto, el amor sexual se queda
en el simple nivel animal.
Así mismo es la ley del perfeccionamiento humano, que el egoísmo debe ceder el
puesto al amor y a la voluntad de servicio, porque sólo así se puede convivir
pacífica y dignamente en la sociedad y alcanzar las metas espirituales y
trascendentes.
La libertad implica siempre aquella capacidad que en principio tenemos
todos para disponer de nosotros mismos a fin de ir construyendo una
comunión y una participación que ha de plasmarse en realidades definitivas
sobre tres planos inseparables: la relación del hombre con el mundo, como
señor; con las personas, como hermano y con Dios como hijo 100.
97
Mensaje de la II Conferencia Episcopal de los Pueblos de América Latina. (Fuente referenciada
conforme al original)
98
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de
América Latina. Op. Cit., no. 1188.
99
ZACCHI, L´uomo, p.330. (Fuente referenciada conforme al original)
100
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro
de América Latina. Op. Cit., no. 322.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Es indispensable, pues, educar la juventud para la sana libertad, que tiene su
legítimo radio de acción, pero que debe detenerse frente a los justos derechos
ajenos.
Esta educación nos permite resistir a las malas pasiones, a las ganancias
deshonestas, a las lisonjas de la tiranía y al predominio del egoísmo y nos permite
conservar inviolado el santuario de la conciencia y vivir pacíficamente con los
demás.
Por esto es casi imposible el éxito de la sana educación y el buen uso de la
libertad, sin un Ser Superior que sepa evaluar adecuadamente el bien y el mal, el
mérito y el demérito. Dice Quiles: “No puede comprenderse al hombre sin la
trascendencia, porque la persona humana, sin Dios, es incomprensible y más
bien, en esta vinculación radica su dignidad y su autonomía por encima de todos
los seres del cosmos y la única explicación de su esencia psicológica, metafísica y
moral”101.
Pero, para que la personalidad se perfeccione siempre más y evite el peligro de la
prevaricación, hay que asegurar nuestra permanencia en el bien obrar, lo que se
consigue con la formación del carácter que hace a la persona firme y coherente en
sus principios y en la práctica de los mismos. Para educar el carácter se necesita
firmeza y constancia, porque sólo con la repetición de los actos y venciendo
heroicamente todos los obstáculos y dificultades se consolida y se forja el carácter.
Ahora bien, para educar el carácter es preciso cultivar en la juventud, el amor y
entusiasmo hacia los grandes ideales, en los cuales convergen los pensamientos
y las emociones, la cabeza y el corazón. Los primeros dan la luz y los segundos
son el motor. Sin la luz no se ve el camino y se corre el riesgo de estrellarse; sin
motor no se llegará nunca a la meta.
Por esto cualquier ideal impone sacrificio, si es necesario, hasta el sacrificio de la
vida. Así han hecho los grandes hombres, que han dejado huellas en la historia y
mucho más los que han muerto en la oscuridad para que los otros vivan, como el
soldado desconocido.
Pero, en la consecución del ideal y la formación del carácter, lo más indispensable
es caminar... avanzar siempre.
No siempre podrá llegarse a la meta y alguna vez no dependerá de nosotros, sólo
se nos pide que avancemos con valentía y nunca darnos por vencidos. Si la
muerte nos coge en el camino y con las armas en la mano hemos conseguido la
101
QUILES, I. S.J. Op. Cit., p. 460. (Fuente referenciada conforme al original).
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
victoria y tendremos derecho al galardón. Hacer el bien, siempre y con
entusiasmo, sin mirar a nadie, mucho menos a los cobardes, que siempre critican
aquello que no son capaces de hacer. ¿Por qué debemos tener miedo de hacer el
bien, los honestos y sinceros, si los viciosos no tienen miedo de hacer el mal?
Nuestro lema deben ser las palabras de San Pedro ante el sanedrín: “se debe
obedecer más a Dios que a los hombres” (Hch. 5, 29).
A esto nos ayuda poderosamente la educación de la conciencia, que nos revela la
rectitud moral de nuestras actuaciones inmediatas.
La educación de la recta conciencia nos lleva necesariamente a la formación del
carácter. Por esto todos los pueblos son unánimes en reconocer, no sólo su
existencia, sino su objetividad, independientemente de nuestros deseos, siendo
que, aún contra nuestra voluntad, nos advierte e impulsa a los actos moralmente
sanos, y si no la escuchamos nos acosa con el remordimiento para llamarnos al
buen camino.
Es cierto que la conciencia necesita ser cultivada para dar su veredicto según la
verdad; por esto hay que educarla en maestros y alumnos, con el estudio de la
sana psicología y filosofía, buscando siempre ansiosamente y, en todo, la verdad,
con corazón sincero y humilde y trasmitiéndola íntegra y fielmente a los alumnos;
defendiéndola con coraje de los ataques que usan los perversos y de los prejuicios
que, como hierbas parasitarias se infiltran fácilmente en el ambiente, para justificar
los vicios, buscando arraigarse en nuestra manera de pensar y apreciar nuestros
actos, impelidos por las pasiones y por los argumentos falaces de la pereza y la
cobardía.
Y, por último, mucho contribuye a nuestro perfeccionamiento personal el saber
regular, según la razón y los principios cristianos, las mutuas relaciones entre la
parte espiritual y la parte física o fisiológica de nuestro ser; es lo que
denominamos consecuencias psico-somáticas de la filosofía de la persona.
En efecto, sabemos, y lo decía profundamente San Pablo, que hay una ley en
nuestro cuerpo que contradice la ley del espíritu y que pretende esclavizarlo con
los placeres de la gula y de la lujuria; por ello, continuaba diciendo, el cuerpo
lucha contra el espíritu y el espíritu contra la parte inferior de nosotros mismos,
que no busca sino el placer y alguna vez gritaba: “¡pobre de mí! ¿Quién me librará
de este cuerpo de muerte?” (Rom. 7, 24).
Era lo que, en otros términos, decía Horacio, el poeta romano, arrastrado por las
pasiones y sin fuerza para dominarlas: «veo las cosas mejores y las apruebo, pero
sigo siempre las peores». Y una vez, en un ímpetu de sinceridad, exclamó: “me
206
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
siento un cerdo del rebaño de Epicuro” 102. Por esto mismo, tanto la razón como la
ley cristiana, aconsejan y muchas veces exigen la necesidad de la mortificación y
los buenos filósofos, tanto paganos como cristianos, la encuentran científicamente
demostrada y saludable. Mortificar los sentidos, la pereza, la locuacidad
exagerada, la facilidad de juzgar mal y aún dominar los muchos bríos de la
juventud con el sano ejercicio de la gimnasia y los deportes. Todo esto ayuda a
amansar el cuerpo y a someterlo a las exigencias de la virtud y del espíritu.
No podemos negar que una forma continua y maravillosa de dominar el cuerpo
eran las reglas de la buena educación que desde niños nos inculcaban y que
ahora van cayendo en desuso, hasta el punto de hacernos la vida y las relaciones
humanas pesadas y desagradables. No estaría mal que en buena parte se
volvieran a restaurar.
El perfeccionamiento humano en la vida social. Decíamos que el hombre es
un ser sociable por su misma naturaleza racional, entonces, la vida social debe
contribuir a su mejoramiento y a través de la armónica convivencia y del servicio a
los demás, llegar a su plenitud humana.
Esto se consigue con la educación en la verdad, la cual tiene un doble objetivo:
 Ayudar a la consecución de la verdadera ciencia a través del estudio y la
investigación, como hemos dicho, hasta la verdad esencial y absoluta que es Dios,
porque la identidad del ser y del pensar es la presencia de la ley eterna en sí
misma, en el único altísimo, inmutable y eterno acto del pensamiento substancial:
El Logos.
Esa inteligencia, con acto soberanamente libre y puro crea el universo, el cual, en
tanto es inteligible, en cuanto refleja las ideas arquetipas del Creador; por esto la
creación entera se vuelve un diálogo entre el Creador y las criaturas y
especialmente con el hombre, término de una fecunda y divina confrontación.
 Conseguir que los hombres, especialmente los jóvenes, se comuniquen en la
verdad, esto es: infundirles el culto de la sinceridad, tan necesaria para la sana
convivencia humana y que se resuelve en mutua confianza. Sinceridad exigida
perentoriamente por Dios, el Dios de la verdad, y rica de grandes bienes en el
cotidiano intercambio de las relaciones humanas; pero cuya negación total – la
mentira y la hipocresía – es fuente de grandes males que vuelven imposible la
vida social. La mentira, negación de la verdad; los hipócritas, parodia de la verdad
y bufones de la vida, como el asno de Esopo y lo peor es que muchos de los
buenos los excusamos, alabamos y defendemos. Somos hipócritas al revés, más
que serlo, lo aparentamos. En la docencia somos profesionales de la verdad; no
102
HORACIO, Flaco. Las Odas. Barcelona, 1918. (Fuente referenciada conforme al original).
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
cerremos, pues, la ventana del alma para no dejarla entrar ni la puerta de la boca
para no dejarla salir. Nuestra misión es amar y hacer amar la verdad, buscarla y
hacerla buscar, seguirla y mostrarla a la juventud.
Otra manera de perfeccionar la personalidad en la vida social es el ejercicio de la
justicia, tanto legal como distributiva y conmutativa, perfeccionada por el
cristianismo con la ley evangélica del amor, con la justicia social y con la función
social de la propiedad.
Sólo esta concepción cristiana de la vida y de las relaciones sociales podrá
superar las luchas actuales entre capital y trabajo y arrancar a los detentores de la
riqueza, libre y espontáneamente, el compartir sus bienes con los trabajadores y
con los pobres y cambiar la triste condición en que se debate América Latina.
Para instaurar la justicia no se necesita muchas leyes, sino concientizar a la
juventud, por medio de la educación, inculcar eficazmente los principios de la
solidaridad y fraternidad humanas y la formación sólidamente cristiana y social.
Pero la injusticia más oprimente no está en violar las leyes de la propiedad, mucho
más grave es cuando se violan los derechos de la dignidad intrínseca y esencial
de la persona, injusticia que ha alcanzado límites insospechados y
verdaderamente extremos en el siglo XX con los regímenes nazi y soviético; pero
que continúa en nuestros días en muchos países de América Latina «en donde se
violan con frecuencia, derechos humanos fundamentales: vida, salud, educación,
vivienda, trabajo; a los cuales se añaden en muchas naciones de nuestro
continente, represiones sistemáticas, acompañadas de delaciones, torturas,
exilios,... desaparición de seres queridos» y otros más graves como la negación
del derecho de nacer, de la procreación responsable, del trabajo, de la justicia
social y la opulencia escandalosa de pocos sobre la miseria del común de las
gentes, los clanes de familias que dominan los mares de la economía y de la
política, con un monopolio anticristiano y antisocial y el monopolio de los medios
de comunicación.
La pobreza de América Latina “no es una etapa casual, sino el producto de
situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas,... ricos cada vez más
ricos a costa de pobres cada vez más pobres. Esta realidad exige, pues,
conversión personal y cambios profundos de las estructuras que respondan a las
legítimas aspiraciones del pueblo hacia una verdadera justicia social” 103.
La solidaridad humana debe armonizar con todas las iniciativas y las energías
asistenciales, para que no haya un infante sin pan, ningún niño sin escuela, ningún
103
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro
de América Latina. Op. Cit., no. 30.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
joven sin porvenir, ningún hombre sin trabajo, ninguna familia sin techo, ningún
corazón sin alegría104.
En fin, hay que luchar para restablecer la justicia, pero es bueno recordar a los
pobres la dignidad del trabajo, la honestidad en los contratos, la sana
administración de lo que tienen y evitar el despilfarro en los vicios, en las fiestas y
en los gastos suntuarios.
Otra fuente de bienestar físico y moral de la persona, en la vida social, es la familia
integrada por la escuela y el Estado, especialmente en la familia cristiana, de la
cual dice justamente Durkheim: «En ninguna religión y en ninguna filosofía la
mujer ha sido respetada y honrada como en el cristianismo, en el cual una mujer
fue elevada a la excelsa dignidad de Madre de Dios». En la familia en donde se
han concentrado las funciones primordiales de la formación y educación de los
hijos, convirtiéndose en centro de vida religiosa y moral en foco de vida afectiva y
en un dulce refugio en donde el hombre se recobra y descansa de las luchas de la
vida social.
A esto debe contribuir la escuela y el grupo profesoral como subsidiario de la
familia que es como la urdimbre y que forma como la trama de la tela, a través de
la educación, que dibuja una mejor imagen de la vida, la embellece, forja los
ideales, madura el carácter, fortalece la voluntad, abre los horizontes de la cultura,
asiste al niño y al adolescente en las batallas de la pubertad y prepara al hombre
perfecto para todas las funciones que la sociedad necesita. La educación integral
es hoy más que nunca necesaria, porque la juventud, por variadas influencias, ha
abandonado muchos valores básicos de la vida, lo que acelera la descomposición
social.
Si queremos reformar la sociedad, el maestro actual está llamado a estudiar las
actitudes y la estructura psicológica de cada alumno y sus inquietudes, sembrar en
abundancia la semilla del consejo, propiciar el diálogo, entregarse a su tarea
educadora con inmenso amor, conseguir el dominio total de sí mismo y la
disponibilidad a toda prueba.
Los padres de familia tienen el derecho sagrado de escoger los centros
educacionales que estimen más oportunos para la educación de sus hijos y
conocer la filosofía que los inspira. Los profesores, a su vez, tienen el deber de
conciencia de colaborar en la realización de los ideales y de la filosofía del centro
educativo, bajo pena de faltar a la ética profesional.
Igualmente el Estado, como representante de la sociedad, debe proporcionar
educación para todos, en una formación eficiente y variada, sin manipularla por
104
Tomado de PRONZATO, A. Op. Cit., p. 246. (Fuente referenciada conforme al original)
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
espíritu de partido o con ideologías foráneas o dictatoriales y sin obstaculizar la
iniciativa privada.
210
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO VEINTIUNO
LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA Y LA «CUESTIÓN SOCIAL»
«La solución de la “cuestión social”
exige la colaboración de todos: el
concurso de todas las fuerzas vivas
de la humanidad, porque se está
jugando su propio destino y la
supervivencia de la civilización».
Francisco Zuluaga
«La “cuestión social” es, sin duda,
también económica; pero mucho
más es una cuestión que se refiere
al buen ordenamiento de la
sociedad humana; y, en sentido
más profundo, UNA CUESTIÓN MORAL
y por consiguiente, RELIGIOSA».
Pío XII
«La posesión de los bienes
naturales, bienes del cuerpo,
riquezas, amigos y otras cosas
serán buenas si nos ayudan a
conocer y contemplar a Dios. Este
es nuestro fin más notable y nuestra
norma más segura de conducta».
Aristóteles
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
No podemos cerrar este tratado sobre la Filosofía Humanizadora, sin hablar,
aunque sea brevemente, del gran problema de la justicia social en América Latina.
Hemos hablado de la educación para la justicia, a nivel personal, su concepto, su
desarrollo y perfeccionamiento a lo largo de los tiempos, particularmente por la
decisiva influencia del cristianismo.
El cristianismo, en efecto, obró la más profunda transformación en el proceso
humanizador del hombre, llevando al mismo Dios a hacerse hombre por amor al
hombre, alcanzando con esto, no sólo humanizar siempre más al hombre, sino
divinizarlo (filiación divina) y quedando con él en un continuo diálogo y en una
continua interacción, cual es la historia de la Salvación.
Sin embargo, y lo hemos indicado en parte, en estos dos últimos siglos, por
influencia de doctrinas anticristianas (materialismo, evolucionismo, positivismo y
marxismo), por movimientos políticos – sociales que han decretado la muerte de
Dios (masonería, nazismo, existencialismo ateo, nietzshanismo y comunismo), se
han cometido y continúan cometiéndose los peores crímenes contra los derechos
y contra la dignidad de la persona humana.
Entre ellos hay que catalogar los atropellos que, particularmente en los países de
América Latina, se cometen contra la aplicación de la justicia social.
Estos abusos han sido denunciados por muchas y muy acreditadas voces , pero
las más fuertes y enardecidas han sido sin duda las de las conferencias
latinoamericanas de Medellín (1968) y Puebla (1979).

“Sobre todo a partir de Medellín, con clara conciencia de su misión, abierta
lealmente al diálogo, la Iglesia escruta los signos de los tiempos y está
generosamente dispuesta a evangelizar, para contribuir a la construcción de una
nueva sociedad, más justa y fraterna… y nos preparamos para llevar, con
esperanza y fortaleza, el mensaje de salvación del Evangelio, a todos los
hombres, preferencialmente a los más pobres y olvidados” 105.
AGRAMONTE, Roberto. Sociología Latinoamericana. Río Piedras : Universitaria, 1963. p.495. –
BETANCUR, Belisario. Colombia cara a cara. 3ª Ed. Bogotá : Tercer Mundo, 1966. p.145. –
HERRERA, Amilcar, Et al. Catástrofe o nueva sociedad: Modelo mundial latinoamericano. Bogotá :
CIID. 1977. p.127. – JOHNSON, John J. Comp. Continuidad y cambio en América Latina, México :
UTEHA, 1967. p.280. – LANNOY, Juan Luis de. Los niveles de vida en América Latina. Bogotá :
Centro de investigaciones sociales. 196 3. p.235. – POVIÑA, Alfredo. Nueva historia de la
sociología latinoamericana. Córdoba : Assandri, 1959. p. 492. – SANTAYANA, George. La vida de
la razón o fases del programa humano. Buenos Aires : Neva, 1958. p. 556. – BAQUERIZO
MORENO, Alfredo. Tierra Adentro, Quito. – BELAUNDE, Víctor Andrés. El Perú antiguo y los
modernos sociólogos. Lima. – GAITAN, Jorge Eliécer. Colombia a la ley del derecho. Bogotá.
(Fuentes referenciadas conforme al original).
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
A los diez años de Medellín, la gran Asamblea latinoamericana de Puebla, tras una
larga preparación e interpelación de todas las comunidades eclesiales del
continente, vuelve a hablar de la conflictividad histórica caracterizada por las
angustias, frustraciones y expectativas de cambios... que se levantan desde los
varios países del continente y que expresan “el grito de un pueblo que sufre y que
demanda justicia, libertad, respeto a los derechos fundamentales del hombre y de
los pueblos”106, y añade que el grito despertado en Medellín “ahora es claro,
creciente, impetuoso y en ocasiones, amenazante” 107 y llega hasta el punto de
declarar esta realidad como una situación de pecado y de considerar una
infidelidad a su misión si no alza su voz en favor de los pobres y oprimidos y si no
denuncia abiertamente las injusticias estructurales y la profunda necesidad de
cambio, que ni la economía, «liberal-capitalista», ni la «colectivista-marxista»
están en grado de resolver.
En efecto, el liberalismo capitalista, idolatra la riqueza en forma individual y
aunque impulse la capacidad creadora:
Considera el lucro como motor esencial del progreso económico; la
concurrencia como ley suprema de la economía, la propiedad privada
de los medios de producción, como un derecho absoluto, sin límites ni
obligaciones sociales correspondientes, [causando una concentración,
desmedida e injusta, de la riqueza en manos de pocos afortunados y]
contrastes escandalosos y una situación de dependencia y opresión,
tanto en lo nacional como internacional 108.
“El colectivismo marxista, conduce igualmente, por sus presupuestos materialistas
a una idolatría de la riqueza pero en su forma colectiva” 109 y por su «dialéctica de
la lucha de clases», su «dictadura del proletariado» que es, al fin la dictadura de
un partido, sus experiencias históricas concretas como sistema de gobierno y que
se han realizado dentro de un «régimen dictatorial» y “cerrado a toda posibilidad
de crítica y rectificación”110, cortina de hierro y mucho más por sus ideologías
completamente ateas, su rechazo sistemático de Dios, su panteísmo praxista, su
politización de la existencia, y “el tipo de sociedad totalitaria y violenta a que
conduce este proceso”111; se presenta como absolutamente inaceptable a la sana
filosofía y a una convivencia digna y humanamente libre y segura.
105
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro
de América Latina. Op. Cit., no. 12.
106
Ibid., no. 87.
107
Ibid., no. 89.
108
Ibid., no. 542.
109
Ibid., no. 543.
110
Ibid., no. 544.
111
Ibid.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
JUSTICIA Y «CUESTIÓN SOCIAL»
La justicia social, aplicada al campo de la economía y a la desequilibrada
distribución de la riqueza, toma el nombre de «cuestión social», caracterizada
especialmente en los últimos tiempos por el trastorno entre el progreso económico
y la violación de los principios ético sociales, que dan origen a un conflicto de
intereses en gran escala, en cuanto todos se sienten perjudicados y cada uno
busca aliviar su situación cargando sus revanchas económicas sobre otros.
El obrero, exigiendo al industrial más alza de salarios, el industrial levantando los
precios a los comerciantes, éstos cargando inmisericordemente la mano sobre los
consumidores, el capitalista cobrando más al empresario y los bancos
aumentando arbitrariamente sus tasas de interés.
Estos conflictos en favor de sus propios provechos, sin ningún respeto al derecho
natural y al bien común, dan lugar a una verdadera lucha de clases, teorizada por
Marx en lo que se refiere a los antagonismos entre proletariado y capitalismo o –
como él dice – entre la propiedad de los medios de producción y la explotación
del trabajo, única fuente de ganancia o el «plus-valor» que afecta principalmente a
las clases obreras por los bajos salarios, la falta de trabajo, el desmedido aumento
en el costo de la canasta familiar, las condiciones inhumanas en que no rara vez
les toca trabajar, la duración de la jornada de trabajo y la violación del descanso
festivo.
Hay que anotar que la división de clases y, en gran parte, la misma «cuestión
social» es inherente a la naturaleza humana, concretamente considerada y como
instinto innato a buscar sus propios intereses. Esto produce la diversificación del
trabajo, debido también a las múltiples exigencias de la sociedad histórica y
políticamente organizada y a las diversas inclinaciones y capacidades naturales de
cada uno, así como al esfuerzo para progresar y mejorar su rendimiento y otros
miles de factores particulares y circunstanciales que afectan la compleja actividad
humana. Así que la división de clases es inevitable y por muchos motivos,
providencial, porque trae la connatural diferenciación del trabajo y el desarrollo
armónico de la sociedad.
Muy grave de verdad y preludio de auténticas catástrofes, sería si los hombres
tuvieran todos las mismas inclinaciones, los mismos gustos y capacidades – El
progreso y la civilización y la misma vida social quedarían estancadas – Menenio
Agripa, con el sólo sentido común, resolvió admirablemente los primeros conflictos
sociales de su tiempo y volvió la paz al incipiente pueblo romano.
CAUSAS DE LA CUESTIÓN SOCIAL EN LOS TIEMPOS MODERNOS
214
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
El agravamiento de la «cuestión social», particularmente desde el siglo XIX, se
debe al profundo trastorno de los valores fundamentales que amparan los
derechos de la persona y las mutuas relaciones sociales, sin las cuales todo el
edificio social se viene abajo. Ellas fueron:
 La irreligiosidad que quiso desterrar a Dios, Creador sapientísimo y providencia
admirable de la vida humana y por ende el olvido de las aspiraciones
trascendentes.
 El consiguiente vilipendio de la ley moral, que sin Dios quedaba sin el más
válido fundamento; de allí el libertinaje y el sensualismo desenfrenado de ricos y
pobres y el egoísmo y la explotación de unos por otros.
 La anarquía político-social, con su exagerado individualismo, que destruyó las
organizaciones corporativas, produciendo el atomismo social.
 El «liberalismo económico», que abrió las puertas a la más despiadada
competencia entre empresarios y comerciantes y caracterizado por la ausencia
absoluta de la ley moral.
 El deseo desmedido de ganancia, que trastornó la producción, causando la
deficiencia de los artículos de primera necesidad y la superproducción de los
artículos suntuarios.
 El abusivo reparto de la riqueza con el régimen de los privilegios, del monopolio
y de la distribución de la propiedad.
 Las vejaciones de los detentores del capital, especialmente en la producción
industrial.
 La destrucción de la familia debida al salario individual y a la concurrencia de la
mano de obra.
 Los impuestos excesivos por parte del Estado para sostener el lujo de la corte y
para subsidiar las continuas guerras entre dinastías.
 La insaciable codicia de la burguesía, que se entregó al monopolio de los
productos y al alza abusiva de los precios.
 La ley del más fuerte y las maquinaciones de los acaparadores que concentran
la riqueza en manos de pocas familias, hasta el punto que en América Latina más
del 80% de la riqueza total está en manos del 15% de sus habitantes, mientras
215
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
que el 85% de la población tiene que contentarse apenas con el 20% lo que
produce la miseria, la delincuencia y el subdesarrollo.
 La discriminación racial o social, que niega o conculca los legítimos derechos
de millones de hombres tratados como esclavos.
 A todos estos males se añadió en gran escala el despilfarro, el alcoholismo, la
prostitución organizada, la desintegración de la familia, la deficiente educación de
la clase media y baja y la plaga del analfabetismo que hace desconocer a obreros
y empresarios sus justos derechos y los entrega fácilmente a las intrigas de
embaucadores y traficantes, el déficit de viviendas y la insalubridad de los hogares
y de las fábricas, el subdesarrollo económico y técnico; para colmo de males,
recientemente se añadió el tráfico de drogas que corrompe la juventud, la guerrilla
sostenida por empresas y Estados extranjeros con el fin de subvertir el orden
social y nacional, la inmoralidad burocrática y, últimamente, la concentración del
monopolio económico hasta el punto que los grandes grupos financieros
manipulan activos de empresas y capitales bancarios por muchos centenares de
miles de millones de pesos. Estas maniobras especulativas han aumentado en los
últimos meses el poder monopolista, hasta el punto de desencadenar una especie
de guerra entre «pulpos» con operaciones ficticias, autopréstamos multimillonarios
y estafas de todo tipo a costa de pequeños y medianos inversionistas 112. Todo
mundo se da cuenta que abolidos los valores básicos de la vida se abre la puerta
y se acumulan fatalmente todos los abusos y vicios, sin posibilidad de detenerlos.
ALGUNAS SOLUCIONES A LA «CUESTIÓN SOCIAL»
Sin embargo, no podemos quedarnos sólo en el aspecto negativo de la «cuestión
social”, hay también lados buenos que demuestran como la sociedad, a través de
los hombres mejor dotados y con la ayuda de los gobiernos bien intencionados, ha
ido tomando conciencia de su responsabilidad y se ha impuesto una serie de
reformas e iniciativas, de indiscutible utilidad, para preparar el camino al equilibrio
social. He aquí algunas:
- El aumento y la organización de la producción
- Mejores arreglos entre trabajadores y patronos
- Mejoras en el régimen de la propiedad
- Seguros sociales
- Instituciones de asistencia para trabajadores y sus familias
- Estímulo al ahorro
- Previsión social
- Emancipación de la mujer y paternidad responsable
112
Tomado de CONSUEGRA, José. Revista Desarrollo, Edit. Concentración, monopolio y Estado.
p. 5. (Fuente referenciada conforme al original).
216
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- Educación obligatoria
- Círculos de estudio y tecnificación del trabajo
- Créditos populares
- Facilidades para conseguir vivienda
- Restauración de la vida corporativa a través de los sindicatos
- La reducción de las horas de trabajo
- Triple jornal festivo
- Jubilación y asistencia médica y aún, pensión para la mujer y los hijos
- Salario familiar
- Función social de la propiedad
- Salario mínimo
- El empleo de las máquinas, aún en las pequeñas industrias
¿Quién puede negar, que éstos han sido pasos agigantados hacia una mejor
convivencia de la sociedad y la elevación de las clases obreras?
Pero, desafortunadamente, lo único que no se ha mejorado es el hombre y si no
se toman los remedios oportunos y eficaces, se multiplicarán los males en la
actual sociedad y en la futura y será la causa de innumerables catástrofes en la
vida privada y pública, nacional e internacional.
En efecto, ¿quién está satisfecho con la sociedad en que vivimos? La vida social se ha
deteriorado siempre más y la atmósfera está altamente viciada.
Sin embargo, la sociedad somos nosotros y colectivamente somos víctimas de los
mismos males que creamos o toleramos.
En este brevísimo bosquejo, que constituye la parte negativa de la «cuestión social»,
no nos gusta hablar en nombre propio, que podría parecer atrevimiento, sino en
nombre de autoridades indiscutibles.
Torres Calvo dice que:
La violencia de las revoluciones ha dividido a los pueblos en dos
grandes clases de ciudadanos, poniendo entre ellos una distancia
inmensa. Una, poderosísima, atrae a sí y a su propia utilidad y provecho
todos los manantiales de la riqueza, y tiene no escaso poder en la
administración de la cosa pública. La otra es la muchedumbre pobre y
débil, con el ánimo llagado, y pronta siempre a amotinarse 113.
113
TORRES CALVO, DTSP., p.536. (Fuente referenciada conforme al original).
217
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
León XIII, ya desde su tiempo advertía: “la cuestión social, no es solamente
económica, sino principalmente moral y religiosa, sin negar que lo económico
influya notablemente en el problema”114, y lo mismo repiten Pío XI y Pío XII.
Un individualismo exagerado se ha apoderado de los hombres de hoy, haciendo
que cada uno no piense sino en sí mismo o, al máximo, en su familia, olvidando
que todos somos solidarios y responsables de la buena marcha de la sociedad. Y
en muchos, aún de los buenos, se ha convertido en indiferencia por un exagerado
amor a su comodidad y por miedo a las consecuencias que pueda acarrear una
enérgica toma de posición contra la corrupción.
Los ricos hacen su vida independiente de todos, como si en el mundo no
existieran sino ellos, inconscientes o despreocupados de la miseria que los rodea.
Por esto, antes que socorrerla, la rehuyen. Todos están obsesionados de los
valores del tener, del poder y del placer, como si fueran sinónimos de la felicidad
humana115.
Los industriales buscan incrementar la producción y el costo de los artículos y casi
nunca se preguntan si están ajustados al medio ambiente: “La persona humana
está como lanzada en el engranaje de la máquina de la producción industrial, se la
ve apenas como instrumento de producción y objeto de consumo” 116.
Las oleadas del vicio y de la corrupción apestan la vida familiar y social como si no
hubiera en esta vida sino el placer, sin ninguna ley divina y humana: cerrados a
Dios y a los hombres viven en la sublimación del instinto sensual y en una especie
de pansexualismo, que quiere cohonestar el injusto e irracional machismo
latinoamericano117 y así gastan millones en diversiones, aún prohibidas, mientras
otros se mueren de hambre. La «cuestión social», pues, más que un problema
económico (puesto que riquezas hay en abundancia) es una cuestión moral, de allí
que falta casi en todo y en todos, especialmente en la juventud, el sentido de la
responsabilidad, la honestidad en los trabajos, la seriedad y la fidelidad en los
compromisos y el concepto sagrado de la vida.
En una palabra, ha faltado y falta la educación de la personalidad en los principios
básicos de la auto-conciencia, el dominio de sus actos, el buen uso de la libertad y
de los justos límites en el uso de sus legítimos derechos y el respeto a la dignidad,
que, como afirma Francisco Zuluaga: “es la excelencia natural del hombre por
114
LEÓN XIII, Enc. “Graves de Comm...”, no. 40. (Fuente referenciada conforme al original).
Tomado de CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y
en el futuro de América Latina. Documento de Puebla citado anteriormente, no. 311.
116
Tomado del mismo Documento de Puebla citado inmediatamente antes.
117
Tomado del mismo Documento de Puebla, no. 310.
115
218
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
llevar, además del cuerpo, una alma racional, espiritual e inmortal, creada a
imagen de Dios y con sus destinos sobrenaturales” 118.
Oportunamente lo recalca Juan XXIII: En toda convivencia bien
organizada y fecunda hay que colocar como fundamento el principio de
que todo ser humano es «persona», es decir, una naturaleza dotada de
inteligencia y de voluntad libre y que por lo tanto, de esa misma
naturaleza directamente nacen al mismo tiempo derechos y deberes
que al ser universales e inviolables, son también absolutamente
inalienables119.
Quedan, pues, plenamente sentados y justificados estos principios:
- El hombre es el fundamento, fin y sujeto de la vida social.
- La economía, la producción y la riqueza deben estar al servicio del hombre,
porque de la dignidad de la persona humana brota también el derecho a
desarrollar las actividades económicas en condiciones de dignidad y
responsabilidad.
- Que no es el hombre para la producción, sino la producción para el hombre.
- Que no se puede separar el trabajo del trabajador, para considerarlo una simple
mercancía.
- Que las empresas deben respetar a los trabajadores y salvaguardar su
constitución física y tratarlos conforme a su dignidad.
- Que los empresarios no pueden ni deben esclavizar a los trabajadores, ni mucho
menos considerarlos como simples medios de producción, sino como personas
que constituyen el fin de toda economía.
Pero, principalmente, hay que educar y desarrollar en el hombre, y mucho más en
los jóvenes, el sentido de la fraternidad y solidaridad, tan inculcada por Cristo y el
cristianismo, como lo mejor de la vida social. Sus bases son:
 El ejercicio no sólo de la justicia, sino también del altruismo y de la
generosidad hacia los demás: «Todo orden social, cimentado sobre la verdad y
la justicia, debe ser complementado y vivificado por el amor».
118
ZULUAGA, Francisco. Estructura de un orden nuevo. Cap., XIV. Cali : Norma, p. 256 y sgts.
(Fuente referenciada conforme al original).
119
JUAN XXIII, Carta Encíclica Pacem in Terris. En : SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL
SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales. Bogotá : Secretariado Nacional
de Pastoral Social, 1988. p. 131-166. no. 9.
219
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
 La subordinación del orden económico a los dictámenes morales,
contrariamente a cuanto piensa el capitalismo que separa y suprime el orden
moral y el marxismo que somete el orden moral al económico.
 La intervención moderada del Estado contra el «liberalismo económico» y
contra la estatolatría. El primero rechaza cualquier intervención del Estado como
contraria a la libertad absoluta del hombre y el segundo oprime la personalidad
transformándola en una pieza del engranaje del Estado o, como decía Hitler: «el
individuo es una hoja producida por el árbol del Estado y, si es necesario, debe
sacrificar su vida para abonar las raíces del árbol».
 La organización cooperativa o gremialista para alcanzar mejor sus fines: «la
unión hace la fuerza» y para proteger mejor sus derechos.
 La solidaridad internacional que debe evitar el nacionalismo exagerado o el
imperialismo y el internacionalismo marxista.
“Las comunidades políticas, unas respecto a otras son sujetos de derechos y
deberes, y por eso, también sus acciones han de ser reguladas por la verdad, la
justicia, la solidaridad generosa y la libertad. Porque la misma ley moral que regula
las relaciones entre los seres humanos es necesario que regule las relaciones
entre las respectivas comunidades políticas” 120.
MARXISMO Y CRISTIANISMO
La violencia revolucionaria y el amor cristiano
El marxismo y el cristianismo están empeñados en la restauración de la justicia
social y más propiamente en la justa y equitativa solución de la «cuestión social».
Es que, de verdad, están en juego valores de fondo. Se trata de la conquista de
una «tierra nueva», prometida tanto por Cristo como por Marx, aunque con metas
y por caminos totalmente diversos. Es algo, pues, que no puede dejar a nadie
indiferente, porque implica la valoración de la sociedad presente y el ideal de la
humanidad futura.
El problema se ha agudizado en estos últimos años, entre creyentes y no
creyentes, y parte del choque frontal entre dos ideologías y entre dos métodos de
alcance universal. Por una parte la violencia, por otra parte el amor. Esto es
debido principalmente a tres factores, en parte indicados.
120
Ibid., no. 80.
220
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- El proceso de unificación de la humanidad, típico de nuestra época, que da
lugar a un nuevo tipo de conciencia sensible a las dimensiones mundiales de los
problemas y de las responsabilidades. Ha nacido ya no el hombre de grupo o de
una nación, sino el nuevo tipo de hombre – ciudadano del mundo – que participa
de una misma historia y de una única esperanza.
Esto es particularmente evidente en la conciencia de los jóvenes, hasta el punto
que de los héroes contemporáneos como: Kennedy, Martin Luther King, el Che
Guevara o Camilo Torres, no les interesa donde han nacido, sino el por qué han
vivido y han muerto.
- La «contestación juvenil» no se aplica ya a un sector particular de la
convivencia humana, sino que se extiende a todos los niveles de la sociedad.
Ahora bien, una contestación global sólo es posible en una alternativa global. Se
dice con frecuencia que los jóvenes «contestatarios» no saben lo que quieren; sin
embargo, puede deducirse fácilmente lo que no quieren.
- No es mera casualidad que el anhelo de la tierra nueva surja en gran escala en
el momento mismo en que el hombre adquiere conciencia de su poder
engrandecedor en la transformación del mundo y de la vida social, y es también
porque el hombre ha descubierto que está en sus manos, no sólo construir el
mundo, sino también el destruirlo. El peligro de suicidio cósmico no es una
pesadilla de ciencia ficción, sino un peligro histórico y casi inminente que confiere
a la unificación del mundo un carácter particularmente dramático: «o nos salvamos
juntos o perecemos juntos».
Por esto, la construcción de una tierra nueva, dice Girardi 121, se presenta a la
conciencia de muchos como un «imperativo categórico», como un proyecto que no
admite dilaciones o alternativas.
Es interesante anotar que el ideal de la «tierra nueva» ha surgido modernamente
en el ámbito de los sectores no cristianos y promovido, de un modo masivo, por
los movimientos ateos o irreligiosos y, por tanto, casi en confrontación polémica
con los valores religiosos y con una visión de la vida y del mundo completamente
opuesta. Uno de ellos, y por cierto el más importante y de mayor influencia, fue
Marx.
El marxismo promete, después del infierno destructor de la violencia
revolucionaria, una tierra nueva, en donde habrá igualdad, justicia y bienestar para
todos, una especie de paraíso terrenal 122.
121
Tomado de GIRARDI, Jules. Amor cristiano y lucha de clase. Salamanca : Ediciones Sígueme.
(Fuente referenciada conforme al original).
122
Tomado de LABRIOLA, Antonio. Della libertá morale. Napoli : Ferrante, p. 21. (Fuente
referenciada conforme al original).
221
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Esto se conseguirá principalmente con la lucha de clases, que es:
 Un hecho, como hemos visto, en cuanto la sociedad humana está dividida
irreductiblemente en clases, movidas -pero sólo en parte- por los intereses
económicos que pueden transformarse en luchas sociales y políticas.
Pero esta lucha está considerada por Marx como una ley histórica insuprimible,
porque inherente esencialmente al régimen de la propiedad privada y además es
una consecuencia fatal –dice– del movimiento dialéctico 123, lo que ciertamente no
está demostrado.
 Según Marx, también es una ley histórica que este movimiento dialéctico deba
llevar inexorablemente a una palingénesis de la naturaleza humana, que echará al
hombre del reino de la necesidad y de la violencia al reino de la libertad y de la
lucha de clase entre opresores y oprimidos, a la colaboración espontánea, al
desinterés absoluto y al reino bienaventurado, en donde: “cada uno trabajará
según sus fuerzas y recibirá según sus necesidades” 124. Lo que por cierto no tiene
ningún fundamento científico.
 Todo esto se realizará a través de la violencia revolucionaria, que supone un
estado de profundo desconcierto social, cuyas consecuencias son de una
gravedad incalculable para todos y que solo podría justificarse si los bienes fuesen
proporcionalmente grandes y el éxito igualmente seguro, de lo contrario, la razón
aconseja que no puede corregirse un mal con otro peor, cosa que el marxismo no
puede asegurar porque:
- En sus presupuestos filosóficos no hay lugar alguno para la responsabilidad
personal, ni para la moderación. Porque la personalidad, hemos dicho, reside
principalmente en las esferas superiores de nuestra vida racional, negada
radicalmente por el «materialismo histórico», que está todo en el desarrollo de la
actividad económica (infraestructura) y se la admite sólo como una super-fetación
sin valor intrínseco y verdaderamente autónomo (sobre-estructura) 125.
- No admite libertad dado que la praxis marxista está sometida al más crudo
determinismo y a la ley inexorable de la dialéctica.
123
Tomado de MARX, Karl. Zurkritik des politischen oekonomie. Cr. H. Ciccotti Mongini, p.156.
(Fuente referenciada conforme al original)
124
LABRIOLA, Antonio. Del materialismo storico. Bari : Laterza, p.238. (Fuente referenciada
conforme al original).
125
Tomado de SOREL, G. Preface a essais sur la conception materialista de l’historie. París : Giard
et briérre, p. 3. (Fuente referenciada conforme al original).
222
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- No admite valores espirituales, sino la pura satisfacción de las necesidades
biológicas a través del trabajo económicamente productivo.
- No hay trascendencia para el hombre ni existencia de un Ser Superior, porque el
marxismo es ateo y encerrado en la esfera de este mundo sensible, por esto
considera la religión como un valor negativo que obstaculiza la revolución y se
transforma en verdadero “opio del pueblo” 126.
El marxismo, en una palabra, niega y destruye todo concepto de personalidad: su
estructura metafísica, sus valores, sus finalidades más humanas y su
trascendencia; es, pues, filosófica y científicamente insostenible.
Toda lucha es para el bienestar fisiológico y esto mismo, sólo a través de la
violencia revolucionaria, en donde la «hoz» segará inexorablemente todo cuanto
se interpone en su camino, bajo los duros golpes del «martillo» del odio de clase.
Así los hombres actuarán la «justicia social» y surgirá, como por encanto, la «tierra
nueva», a través de la «dictadura del Estado» (dictadura soviética, que precede
cronológica y necesariamente la «dictadura del proletariado» que sería el paso del
reino de la necesidad al reino de la libertad) ¿Cuándo vendrá éste...? y, ¿sí
vendrá? Lo más terrible del marxismo es que sacrifica los hombres del presente
entre luchas y revanchas sangrientas, para preparar el paraíso de los hombres del
futuro, que no llegará, porque a los ojos de la crítica racional se presenta como
una quimera.
El cristianismo, por el contrario, reconoce en el hombre todos los elementos de
una altísima personalidad como son: su vida racional, su libertad, el alma espiritual
y los destinos inmortales, la igualdad metafísica del hombre y su legítima
aspiración a una conveniente felicidad terrena, preludio de su bienaventuranza
eterna (la «tierra nueva»).
Mientras que el hombre está en esta vida debe transformarse con una actividad
inteligente y libre, en agente de su propia liberación, desde las necesidades
puramente instintivas hacia metas siempre más altas, con el ejercicio responsable
de las virtudes teologales y morales, con el vencimiento continuo de sus malas
inclinaciones, fruto del egoísmo, para abrirse siempre más al « AMOR».
El amor a Dios, Ser infinitamente amante y amable, que lo transformará de su ser
puramente humano en imagen, siempre más perfecta, de Dios, por lo divino,
depositado en nosotros y desarrollado con el ejercicio de la fe, la esperanza y el
amor, el contacto continuo con Dios, a través de la oración hecha diálogo de amor
126
LABRIOLA, Antonio. In memoria del manifiesto dei comunisti. Bari : Larteza, p.21. (Fuente
referenciada conforme al original).
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
y la entrega total de su vida humana y de su actividad a la gloria de Dios para
hacerlo conocer y amar tal cual es y siempre más
El amor a los otros hombres que son nuestros iguales, por la misma naturaleza
humana y nuestros hermanos en la fe, porque somos todos hijos de Dios, nuestro
Padre. Por esto no hay virtud que más nos recomienda Cristo, como la virtud del
amor: “amaos los unos a los otros y nos propone como modelo a sí mismo,
infinito amor, como yo os he amado” (Jn. 15, 12).
Otra característica particular del cristianismo es que el hombre debe considerar a
los demás hombres no sólo como hermanos, por la participación de la «filiación
divina», sino también como depositarios de la gratitud y generosidad que debemos
a Dios y, por esto, el amor a Dios debe traducirse en obras de entrega al servicio
del prójimo, especialmente de los pobres y marginados, tanto en el cuerpo como
en el alma, que serían los ignorantes, los que no tienen fe y los pecadores, que
son los verdaderos marginados del espíritu, los pobres del amor de Dios y los
marginados de la vida eterna. Dice Cristo: “Lo que habéis hecho a uno de estos
pequeños -marginados del cuerpo o del espíritu- a mí me lo habéis hecho” (Mt. 25,
40). Y en otra parte: “En verdad os digo que lo que habéis dado, aunque fuera un
vaso de agua, en mi nombre a los demás, no quedará sin recompensa” (Mc. 9,
41).
Qué perspectivas tan admirables para el hombre, para condividir, no sólo todo lo
suyo con los demás, sino para entregarse a sí mismo.
Entonces ¿por qué no se hace? y, ¿por qué tantas injusticias? Porque el hombre
es débil y naturalmente inclinado al egoísmo, hay que fortalecerlo, especialmente
en la edad de la niñez y la juventud a través de la educación y prendiendo en él la
llama de los nobles ideales. Pero es cierto que si no lo hace el cristianismo, no lo
hará nadie. El cristianismo rechaza la violencia contra los demás que es contraria
al amor y abuso de la libertad; sólo conoce la violencia contra sí mismo para
amansar la parte animal y desordenada que hay en nosotros y avanzar, aunque
fatigosamente, hacia lo mejor de nosotros mismos, hacia los demás por el amor y
hacia la vida eterna. "El Reino de los cielos – dice Cristo - exige violencia y sólo
los violentos lo arrebatan” (Mt. 11, 12) y rechaza la violencia revolucionaria como
abuso del poder y por el ejercicio de la fuerza bruta y no quiere vencer sino con el
amor.
Marxismo y cristianismo, pues, son dos tendencias diametralmente opuestas:
Por razones doctrinales, porque mientras por el marxismo las clases son
esencialmente antagónicas y movidas por el odio, en el cristianismo son fruto de la
diversificación del trabajo y de las capacidades naturales. Son, pues, un
224
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
presupuesto antológico de la sociedad y una visión de la realidad axiológica; por
esto, no son ningún obstáculo a la realización de la relativa felicidad que puede
gozarse en este mundo y más bien un medio de perfeccionamiento moral y de
mérito para la vida eterna en la cual, muy fácilmente: “los primeros serán últimos y
los últimos primeros” (Mt. 20, 16).
Por razones estructurales. La lucha de clases marxista se prospecta
preferentemente desde el punto de vista de la clase dominante y en este sentido la
religión forma parte de la estructura burguesa y es un instrumento para conservar
el poder y la opresión, un puro invento para aquietar a los pobres e insatisfechos y
a su manera un verdadero espantapájaros o, si queremos, Dios aparece en la
historia como el deux ex máquina de las comedias griegas, que resuelve todos los
problemas a favor de la burguesía.
No se necesita mucho para demostrar la falsedad de semejante sofisma. La lucha
de clases no es ninguna explicación del fenómeno religioso y Marx es, quizá, el
único que toma el origen de la religión por el lado del poder, mientras casi todos lo
consideran por el lado de la pobreza y Cristo mismo tuvo su preferencia para con
los pobres, a quienes reservó las primicias de la «Buena Nueva» y como una
señal de su mesianidad. Igualmente la Iglesia, históricamente, nació pobre como
Cristo, y trabajó y se propagó principalmente entre los pobres y si hubo, en algún
lugar o en algún tiempo, predominio de grandeza en la mayor parte de los cinco
continentes está todavía a favor de los pobres.
De todas maneras, sin gastar muchas palabras, la filosofía y la ciencia de la
religión nos enseñan claramente que ella no es un condicionamiento histórico, sino
ontológico del hombre, la única razón verdadera y válida para justificar su
aparición como persona y para explicarse a sí mismo, puesto que lo finito exige lo
infinito y lo relativo el absoluto – y si el hombre no quiere admitir su limitación y
finitud, entonces el peligro es más grave, porque se transforma en egolatría y de
allí han derivado grandes males, como: el despotismo, la tiranía y la ideología
nazi. Semejante humanismo es irracional y antimetafísico y no produce sino la
decadencia de la misma civilización humana.
Si la doctrina cristiana admite la división de clases como un hecho natural,
necesariamente debe aceptar que puede haber entre ellas una cierta competencia
y una cierta lucha, lo que rechaza enfáticamente es que se transforme
necesariamente en odio.
El Evangelio manda amar a los enemigos, pero no nos puede obligar a que no los
tengamos, cosa que en definitiva no depende de nosotros. Más bien si el amor
cristiano nos compromete en la liberación de los pobres y oprimidos, eso puede
implicar la lucha contra las resistencias inevitables de los que están interesados en
conservarlas.
225
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Hay que sentar el principio que el ordenamiento cristiano, fundado sobre las
finalidades morales y trascendentes, obliga también en el campo económico. No
puede tenerse un paraíso acá y otro allá, de lo contrario se aplican las palabras de
Cristo: “¡Ay de vosotros ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo” (Lc. 6,
24). Hay que recordar a los detentores de la riqueza, que gastan exageradamente
en un ambiente universalmente pobre, que por esto mismo se vuelven antisociales
y cristianamente en estado de pecado.
El hombre no se condena sólo por el mal que hace, sino también por el bien que
no hace.
Claro está que el amor cristiano no se demuestra únicamente socorriendo a los
menesterosos, sino, y mucho más, dando trabajo y enseñando a trabajar. Dice
bien el refrán: «más que regalar el pescado es mejor enseñar a pescar».
El amor evangélico, en definitiva, no puede ser estático o platónico, sino dinámico
y transformador y la educación personalizadora consiste en crear un hombre
nuevo, no sólo en sentido personal, sino también colectivo y comunitario, en crear
un mundo nuevo y militante; esto es, que de un nuevo y verdadero sentido a su
universalidad haciendo hombres iguales. Porque el universalismo cristiano no se
puede confundir con el pacifismo enclenque de la ONU, ni con la política de no
intervención porque sería un amor muerto.
Hay que amar a todos, a los oprimidos para liberarlos de su abyección y a los
opresores librándolos del pecado contra la solidaridad, que es un pecado contra la
naturaleza social del hombre y contra Dios que lo ha creado.
Esto lleva consigo un nuevo planteamiento de la moral social, porque, como
hemos dicho, cambiando el sentido del amor cambia el sentido de todo.
Dice Puebla: “El nuevo humanismo, proclamado por la Iglesia, que rechaza toda
idolatría, permitirá al hombre moderno hallarse a sí mismo, asumiendo los valores
del amor... Así podrá realizar en toda su plenitud el verdadero desarrollo, que es el
paso para cada uno y para todos, de condiciones de vida menos humanas a
condiciones más humanas”127.
De esta manera se evitarán los opuestos escollos y formas de idolatría económica:
la capitalista en donde el individuo lo es todo, sin freno y sin limitación de libertad,
y la marxista en donde el hombre no es nada, porque es absorbido por el
engranaje social de la producción.
127
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro
de América Latina. Op. Cit., no. 497.
226
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
LA «CUESTIÓN SOCIAL» EN EL CAMPO NACIONAL E INTERNACIONAL
El mérito de Marx está no en haber descubierto la «cuestión social», sino en
haberla aplicado justicieramente a la incipiente época industrial, en donde era más
intrincada y deshumanizada.
Es justo reconocer que este movimiento despertó la conciencia del proletariado,
haciendo posible no pocas conquistas de la clase obrera y mejorando su condición
de vida. Sin embargo, ningún principio o movimiento político, social y económico
tendrá eficacia duradera si falta el calor humano de la fraternidad universal,
basada en la misma naturaleza humana y promulgada por el mismo Creador.
Después del diluvio, y recalcando lo dicho a Adán, dijo Dios a Noé: “todo lo pongo
en vuestras manos” (Gen. 9, 3).
El mundo, pues, pertenece a todos por igual. Es un principio que antes de
cualquier derecho contiene un deber y, por consiguiente, la lucha para dominar los
instintos de acaparamiento con una lealtad operante, siendo que el hombre lleva
en sí el germen del egoísmo. El mal verdadero es que, poco a poco, nos hemos
vuelto insensibles al bien común y más bien defendemos las injusticias como un
legítimo derecho; injusticias que se ocultan tanto en las relaciones sociales como
en las maniobras de las grandes potencias que monopolizan la política económica
mundial, rehusando colaborar con la justa solución de la equitativa distribución de
la riqueza.
Lo más reprochable es que todas estas desigualdades inhumanas y anticristianas
son patrocinadas y protagonizadas, en gran escala, por países y sectores de la
población que se dicen cristianos, demostrando lo poco que conocen y han
asimilado la doctrina evangélica del amor que Cristo nos enseña; ese amor que,
como a Cristo, debería llevarnos, si no a darlo todo para los demás, por lo menos
a dar lo superfluo, traspasando las fronteras, nuestras propias conveniencias, las
desigualdades estructurales y, principalmente, el injusto monopolio de las
potencias económicas.
¿Y qué es lo superfluo? Lo que no es necesario, ni para hoy ni para mañana. ¿Y
para después?, pensará Dios; porque la misericordia con los hermanos abre todas
las puertas del corazón de Dios, como lo afirma claramente en el Evangelio: “Dad
y se os dará” (Mt. 6, 38). El mal es que no tenemos fe, no nos fiamos de Dios, por
esto el mundo va a la ruina.
Los cristianos estamos en una apostasía radical, tanto de las personas como de
las naciones. Sabemos que las grandes potencias europeas como: Francia,
Alemania, Inglaterra, España, Italia y principalmente Rusia han organizado nuevos
planes de desarrollo que prevén el aumento de los intereses nacionales a
227
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
expensas de los países del Tercer Mundo, a pesar de los tan decantados
postulados de libertad, igualdad y fraternidad.
Por esto Pablo VI, con sentido de justicia cristiana, denuncia esta grave situación
universal: “Los pueblos hambrientos interpelan hoy con acento dramático a los
pueblos opulentos. La Iglesia sufre ante esta crisis de angustia y llama a todos,
para que respondan con amor al llamamiento de sus hermanos” 128 porque la
«cuestión social» ya tiene dimensiones universales.
Igualmente el «Consejo de Iglesias» y la comisión católica de «Justicia y Paz», a
instancia del grupo ecuménico: “Acción de la Iglesia para el desarrollo del
mundo”129, presentaron un proyecto a la ONU, para que se destinara por lo menos
el 1% de los ingresos brutos de las naciones miembros, para ayudar a aliviar el
hambre en el mundo. Algunas naciones aceptaron, otras a pesar de la promesa
todavía no han cubierto la cuota y otras la han reducido a un préstamo de
capitales a intereses, que en realidad no se resuelve sino en beneficio propio y en
un gravamen más para los países pobres.
Algunas consideraciones al interior de los países del Tercer Mundo para ver
las anomalías que agravan la situación de pobreza.
- El primer mal de los países pobres, como lo anota el célebre historiador africano
Joseph Ki-Zubo, es “que las grandes riquezas que vienen de afuera y las que
llegan de los impuestos internos, se concentran sólo en las grandes ciudades en
donde se fomenta el lujo, en las grandes construcciones y en las inversiones
suntuarias, dejando en el más crudo abandono a la gente del campo y las
regiones apartadas. ¿No sucede lo mismo en Colombia? ¿Cuáles son las
ciudades que continuamente recorren en la repartición de los fondos públicos?
Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali, Cartagena, Bucaramanga, y alguna otra, el
resto es pobreza y miseria”130. ¿Cuándo los gobiernos remediarán, por lo menos
en parte, esta catastrófica situación?
- El endeudamiento externo, no para inversiones y obras de infraestructura, sino
para mantener la maquinaria burocrática. Esto echa a pique todo buen gobierno y
toda esperanza de salir del subdesarrollo.
- La evasión de los impuestos y la fuga de capitales al exterior. Así el país nunca
tendrá recursos suficientes para el pueblo marginado.
128
PABLO VI, Carta Encíclica Populorum Progressio. En : SECRETARIADO NACIONAL DE
PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales. Bogotá :
Secretariado Nacional de Pastoral Social, 1988. p. 251-281. no. 3.
129
MUGARZA, Daniel. Cristianismo y socialismo. Bilbao : Desclée, p.60. (Fuente referenciada
conforme al original).
130
Ibid., p. 67.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- Los gastos incontrolados, el despilfarro y los robos multimillonarios en las
dependencias del Gobierno y en los institutos descentralizados.
- La falta de castigo saludable, la mayor parte de las veces, para los que son
reconocidos públicamente culpables de haber dilapidado los bienes oficiales.
- El primer remedio positivo y el más eficaz es reducir las altas cuotas de renta
personal o nacional a favor de los pueblos o de las zonas subdesarrolladas,
exigencia de estricta solidaridad humana.
- Debemos tomar conciencia todos, pero principalmente los que vivimos en el
Tercer Mundo, que es indispensable disminuir los gastos suntuarios (que no rara
vez arrojan cifras escandalosas) para ayudar con sentido humano y cristiano, a los
que viven en la miseria, a través de los organismos más seguros de asistencia
social. Si supiéramos ahorrar, por lo menos lo superfluo en la administración de los
bienes, tuviéramos más que suficiente para ayudar eficazmente a los demás .
- Muchos defienden la estricta necesidad de la propiedad privada de los medios de
producción y por cierto traen a consideración muchos y muy válidos argumentos;
pero algunos sociólogos modernos, aún cristianos, han criticado con dureza esta
doctrina de la propiedad privada de los medios de producción o, por lo menos,
demuestran que no es absolutamente necesaria. Otros optan por la propiedad
compartida de esos medios de producción, para que así se cumpla la función
social de la propiedad, contenida en la ley del destino común de los bienes. Y
otros, en fin, proponen como propiedad compartida la obligación de los
empresarios de llamar a tomar parte, no sólo de las utilidades netas, sino del
mismo capital a los trabajadores, debidamente representados por los obreros
mejor preparados, bajo la vigilancia del Estado.
Dice la Gaudium et Spes: “Al Estado corresponde impedir que se abuse de la
propiedad privada en contra del bien común” 131.

En Estados Unidos la renta promedio es de US 3.240 anuales, en India apenas US 100, y en el
Alto Volga (Rusia) de US 42. En Colombia sucede también quien nada en el lujo, con 60, 80, 100 y
200 mil pesos mensuales, y quien apenas con el sueldo mínimo, o se muere literalmente de
hambre. A algunos esto puede parecer absurdo, pero entonces nosotros cristianos ¿cuándo
tomaremos conciencia de la igualdad de los derechos con los pobres?

En España, en uno de estos años, se gastaron en sólo tabaco, 25.000 millones de pesetas, que
son (ironía de la solidaridad humana) 340 veces más de lo recaudado para la campaña contra el
hambre. Lo mismo y más sucederá en los países superdesarrollados. En Colombia, ¿cuánto se
gastará en cigarrillos, trago, cabaret, etc.?
131
CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes : sobre la Iglesia en el mundo
de hoy. Op. Cit., no. 71.
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Por esto añade Mugraza: «los obreros están llamados a participar en las
decisiones de la empresa con voz y voto y así también la distribución de las
utilidades, en proporción debida, para superar, por lo menos en parte, la irritante
desigualdad entre obreros y empresarios y respetando la dignidad del trabajo y el
derecho a la plusvalía de la producción». Esta posición ha sido presentada y
patrocinada por los Romanos Pontífices León XIII, Pío XI y Pío XII, como la mejor
solución a los conflictos laborales entre patronos y trabajadores.
El Papa Juan XXIII132, recuerda oportunamente: no basta afirmar que el hombre
tiene un derecho natural a la propiedad privada de los bienes, incluyendo los
medios de producción, si al mismo tiempo no se procura con toda energía que se
extienda a todas las clases sociales el ejercicio de este derecho.
Y Pablo VI añade: “el derecho de la propiedad no debe jamás ejercitarse con
detrimento de la utilidad común” 133. Y concluye: “se trata de construir un mundo
donde todo hombre, sin excepción de raza, religión o nacionalidad pueda vivir una
vida plenamente humana, emancipado de las servidumbres que le vienen de parte
de los hombres de una naturaleza insuficientemente dominada” 134.
Demos ahora una mirada a lo que sucede en el seno mismo de las naciones ricas
que se precian de ayudar a las naciones en vía de desarrollo. Según las opiniones
de sociólogos acreditados y de asambleas de estudio no son, en buena parte, sino
medios de opresión.
- Las injusticias estructurales de intercambio entre países pobres, poseedores de
las materias primas y los países industrializados que las compran para
transformarlas. Compran a precios irrisorios y, ya transformadas las vuelven a
vender a precios de monopolio, lo que toma el aspecto de una auténtica
explotación.
Es indispensable hacer tomar conciencia a las naciones detentoras de los medios
de producción, que los beneficios mutuos deben ser equitativos; por ejemplo: las
minas de hierro, de oro, de platino, etc.
- Otra forma de explotar a los países pobres es la compra monopolizada de sus
productos, de tal manera que los países ricos se transforman en únicos
compradores e imponen los precios, acumulando para ellos las pingües
ganancias, por ejemplo, el café y el azúcar.
132
Tomado de JUAN XXIII, Carta Encíclica Mater et Magistra. En : SECRETARIADO NACIONAL
DE PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales. Bogotá :
Secretariado Nacional de Pastoral Social, 1988. p. 79-128. no. 30.
133
PABLO VI, Carta Encíclica Populorum Progressio. En : SECRETARIADO NACIONAL DE
PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. Op. Cit., no. 23.
134
Ibid., no. 47.
230
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- A esto se añaden los convenios obligados con que los países en vía de
desarrollo por los productos que venden a las naciones industrializadas, deben
empeñarse a comprar otras mercancías ya elaboradas y al precio impuesto. Así
que las naciones progresadas compran barato un tipo de producto y venden caro
otro tipo, por ejemplo, el cambio del petróleo por maquinaria.
- Otra manera de explotación es la de los préstamos, obligando a las naciones
pobres a aceptar los préstamos necesarios al desarrollo, pero elevando los
intereses que fácilmente acaban por no poder pagar, cargándose así con deudas
ingentes hasta entregarse en bancarrota a los países explotadores, el más
reciente: México.
- Otro mal de consecuencias incalculables son las ingentes sumas que se destinan
a los armamentos y que empeñan tal cantidad de fondos que podrían crear
nuevos frentes de trabajo para la gran mayoría de la humanidad, resolver
pacíficamente todos los conflictos laborales y todas las necesidades económicas
del mundo entero.
Muy bien lo afirmaba su Santidad Pablo VI135, la carrera a los armamentos es la
plaga más grande de la humanidad y perjudica a los pobres de manera intolerable.
- Más grave es la injusticia cuando, a través de los préstamos o donativos, se
obliga a los países del Tercer Mundo a aceptar ideologías y prácticas inmorales
que favorecen los obscuros designios de las potencias explotadoras y corrompen
las conciencias y pervierten las convicciones morales de los explotados, por
ejemplo, las campañas pro planificación familiar.
- Oportunamente afirmaba Juan XXIII136: hay que tener presente que las ayudas a
las demás naciones no se pueden prestar de tal forma que opriman las creencias
y la libertad, sino de manera que puedan ser ellas mismas las protagonistas y
principales responsables de su propio desarrollo.
Por esto, el documento final del XIII Congreso Interamericano de Educación
Católica de la CIEC exige que la educación política de la juventud sea orientada:
“Al descubrimiento de la injusticia, de las estructuras y sus causas; al cambio de
las estructuras sociales injustas; a la acción social para que los que sufren la
injusticia, tengan oportunidad de vivir como hombres iguales, dignos, libres y con
la dimensión trascendente sostenida y motivada por la fe” 137.
135
Tomado de Carta Encíclica Populorum progressio, en documento mencionado anteriormente,
no. 53.
136
JUAN XXIII, Carta Encíclica Pacem in Terris. En : SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL
SOCIAL DE COLOMBIA. Op. Cit., no. 123.
231
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Pero, a esto podrá llegarse solamente injertando en las relaciones humanas,
sociales, nacionales e internacionales una fuerte dosis de principios morales y
profundos sentimientos de solidaridad humana, conforme a los postulados del
Evangelio y de la sana filosofía, como lo inculca oportunamente el pontífice Juan
Pablo II138 en su encíclica sobre El trabajo humano.
UN POQUITO DE LA FILOSOFÍA DEL EVANGELIO
El Evangelio no es ciertamente un tratado de filosofía y ¡menos mal! porque a esta
hora se hubiera perdido en el piélago de las diatribas y contradicciones humanas.
No es una ciencia, en el sentido estricto, o una búsqueda razonada y sistemática
de las causas y de las leyes del universo visible, mucho menos es una escuela de
finanzas o de administración de empresas, de la cual se puede esperar la solución
de las crisis laborales o económicas.
El Evangelio es, sencillamente, la revelación de la «Sabiduría» y por esto no
necesita argumentos ni elucubraciones para demostrarla, porque tiene los
caracteres propios de la sabiduría: profundidad, simplicidad y alcances
universales.
Profundidad. Es de verdad el código básico de todas las leyes hechas y por
hacer y una sola palabra del Evangelio vale más que muchos volúmenes de
ciencia humana. Por esto, de su rico manantial se han llenado las bibliotecas, en
todas las ramas del saber: filosofía, derecho, historia, antropología, psicología,
sociología, pedagogía, economía y política.
Simplicidad. Hasta el punto que la entienden muy bien aún los niños, como la
entendían, en su tiempo, los pescadores y campesinos de Galilea y confundía y
hacía temblar a los fariseos, letrados y hombres de gobierno de Israel.
Alcances universales. En efecto, puede predicarse todavía a todos los pueblos
con el mismo frescor y novedad, como las más recientes publicaciones de las más
avanzadas academias de la ciencia y aplicarla con más sentido de realidad y con
más eficacia que los modernos códigos de leyes.
Si los hombres la observaran, con respetuosa buena voluntad, se hubieran evitado
todas las contiendas y guerras civiles, territoriales y mundiales; y porque los
137
CONFEDERACIÓN INTERAMERICANA DE EDUCACIÓN CATÓLICA. Metodología de una
Educación en y para la Justicia. Documento final del XIII Congreso Interamericano de la CIEC. no.
44. Bogotá, 1980. p. 101. (Fuente referenciada conforme al original).
138
Tomado de JUAN PABLO II, Carta Encíclica Laborem Exercens. En : SECRETARIADO
NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales.
Bogotá : Secretariado Nacional de Pastoral Social, 1988. p. 361-407. no. 8.
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hombres no las conocen o no las quieren observar, allí está el origen de todos los
males sociales, nacionales e internacionales.
El Evangelio es la vida, la paz y el amor entre los hombres. Basta vivirlo y el
mundo cambiará radicalmente y aparecerán los caracteres fuertes, las
personalidades superiores y aún los héroes y los santos; sin embargo, por cuanto
pueda parecer extraño, el principio de toda perfección evangélica es el
desprendimiento de sí mismo y de las cosas terrenas.
La pobreza es un «imperativo categórico» del Evangelio, para todo aquel que
quiere ser cristiano de verdad, aunque deba acomodarse prudentemente a cada
caso, pero en ningún momento puede quedarse en vanas palabras y debe
cuestionarnos continuamente.
Todos sabemos que Cristo fue pobre en todos los momentos de su vida; sin
embargo, aunque parezca extraño, habla continuamente de riquezas y de
cuestionamientos económicos, será quizá:
- Porque es el único lenguaje que entienden los hombres de toda clase y cultura.
- Es la manera apropiada para hacerles entender el valor de los bienes
espirituales.
- Mucho más para ponernos en guardia contra sus seducciones, puesto que son la
causa principal, después o antes que la lujuria, por la cual los hombres pelean, se
matan y llegan a condenarse eternamente.
Para nosotros los cristianos, la pobreza evangélica es la piedra de toque de la
fidelidad a Cristo, el argumento más convincente de que creemos firmemente en
los bienes eternos que sobrepujan inmensamente los miserables y efímeros
placeres de esta tierra y que nos fiamos plenamente de la Palabra, del «Verbo» de
Dios.
Si no aceptamos, sencilla e integralmente, no tenemos derecho de llamarnos
cristianos, y no rara vez nos volvemos estorbo a los rectos y sinceros de corazón y
escándalo a los no cristianos que no alcanzan a comprender como nos podemos
jactar de una religión superior, pero que no la comprendemos ni vivimos y con
frecuencia la traicionamos y pisoteamos. No sólo eso, sino que, si nos dejamos
llevar por la codicia, el despilfarro, la sed de placeres y la cleptomanía a cometer
los atropellos que, con la plata y por la plata pueden cometerse, nuestros mismos
destinos eternos están en serio peligro, hasta el punto de poder merecer el
reproche de San Pedro a Simón el Mago: “tu plata se vaya contigo a la perdición”
(Hch. 8, 20).
233
Filosofía Personalizante y Humanizadora
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Como epílogo, pues, a las reflexiones que hemos hecho sobre la «cuestión
social», es muy oportuno escuchar de primera boca las enseñanzas que Cristo,
como el mejor de los maestros, nos da sobre las riquezas. Es un hecho
indiscutible que para Dios todos somos iguales: “todos vosotros sois hermanos”
(Mt. 29, 8).
La diferencia de clases, delante de Dios, no es sino un hecho puramente
superficial, tal como el perfil de la cara o el color del vestido. Por esto, Dios nos
ama profundamente a todos, prescindiendo del color, de la raza y de la posición
social. Y si hay preferencias, las hay para aquellos que se elevan siempre más en
la escala de los valores humanos y divinos, esto es, que se vuelven siempre más
dignos hijos de Dios.
Estamos en esta vida como en un drama: uno hace la parte de rey, con
espléndidas vestiduras y corona en la cabeza, otro de magistrado con toga y
birrete, otro de médico con blusa y mascarilla, otro de mecánico sucio de grasa y
de mugre, una mujer hace de princesa y otra de lavandera. Pero, a los pocos
momentos, ¿qué es la vida? todos desaparecen del escenario de este mundo y las
felicitaciones de Dios no serán ni para el rey ni para la lavandera, sino para quien
haya representado mejor su parte. No ostentemos en el carnaval de este mundo
demasiados títulos, medallas, zarandajas y hojarascas de apariencias y de lujos.
Nuestro gran título es ser hombres honestos y honrados, cristianos coherentes
con los principios que profesamos, lo demás es caricatura, falta de realismo y
quizá ocasión de injusticia, porque toda discriminación social es ofensa a la
dignidad del hombre.
El hombre vale mucho a los ojos de Dios, por él vino al mundo y por él se entregó
a la muerte, pero ciertamente no por sus riquezas, ni por su poder, ni por su
posición social. “Los hombres se dejan llevar por las apariencias, pero Dios
escudriña el corazón” (1 Sam. 16, 7).
ALGO PARA LOS RICOS
La primera cosa, y la más importante que nos enseña Cristo, es que los bienes
materiales nunca pueden constituirse en fin de la vida. Lo enseña claramente con
la parábola del rico Epicuro que habiendo acumulado claramente muchas
riquezas, se dijo a sí mismo: “y diré a mi alma: alma, tienes muchos bienes en
reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea. Pero Dios le dijo:
¡necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para
quién serán?” (Lc. 12, 19-20). Y también porque ponen en peligro nuestra
salvación eterna, por esto afirmaba perentoriamente: “no podéis servir a Dios y al
dinero” (Mt. 6, 24).
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Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Los bienes sensibles son apenas un medio para subsistir y estos mismos tienen
sus justos límites en el ámbito de la vida personal: “que vuestro corazón no quede
oprimido... por la crápula” (Mt. 25, 40) y su necesario desemboque en el campo
social: “todo cuanto tienes véndelo y repártelo entre los pobres” (Lc. 18, 22).
Por esto en la doctrina evangélica los bienes de este mundo son un don de Dios
(Lc. 16, 11) y los ricos son considerados como administradores de los bienes de
Dios, que deben compartir con los pobres y de esto les tomará estricta cuenta,
como en la parábola del mayordomo infiel (Lc. 16, 1-8); a los viñadores infieles les
quitó el arriendo a los más desalmados los hizo degollar (Mt. 21, 33-46). Al siervo
abusivo y cruel lo condena con los infieles e hipócritas” (Mt. 24, 45-51).
Por el contrario, a los buenos administradores los recompensa ampliamente, como
en la parábola de los talentos (Mt. 25, 14) y de las minas (Lc. 19, 11) haciéndolos
príncipes y gobernadores de pueblos. Es claro que la base son los bienes de la
tierra, pero su sentido y su recompensa es alegórica.
A los ricos no los odia, como hace el marxismo, más bien los exhorta al
desprendimiento y a la generosidad y a cuantos escuchan sus consejos los trata
como a sus mejores amigos, tales son: Lázaro, Mateo, Zaqueo, Marta y María.
Y para estimular nuestra generosidad declara que considera como hecho a Él
mismo lo que se da a los necesitados en su nombre y por su amor. Por esto, la
generosidad cristiana está muy distante de la pura filantropía: “en verdad os digo
que lo que hiciste a uno de estos pequeños a mí me lo hicisteis” (Mt. 25, 40).
Oportunamente considera, en consonancia con sus planteamientos, que no puede
pertenecer al número de sus evangelizadores del reino quien no se despoja de
todo para consagrarse totalmente al bien espiritual de los hombres. Al joven rico,
entusiasmado de su perfeccionamiento, dice: “si quieres ser perfecto, vete, vende
lo que tienes y dadlo a los pobres... y ven y sígueme” (Mt. 19, 21) y porque no
sintió la valentía de hacerlo, exclamó con tristeza: “¡qué difícil es para los ricos
entrar en el reino de Dios!” (Lc. 18, 24).
A muchos que, como gran parte de los ricos de hoy, se preocupaban más de
aparecer que de ser honestos, los increpó duramente: “¡ay de vosotros ricos, que
limpiáis lo exterior y en vuestro interior sois llenos de rapiña y de avaricia!” (Mt. 23,
25) o porque abusaban de la plata para cometer maldades (Mt. 28, 12) o porque la
codicia los impulsaba al delito: parábola de los viñadores (Mt. 21, 33-46); o porque
eran causa de eterna condenación: el rico Epulón (Lc. 16, 19-31) y para detenerlos
de tamaña ruina tronaba, alguna vez, terriblemente: “¡ay de vosotros ricos que
tenéis aquí vuestra alegría!” (Mt. 6, 2.5.16), esto es, que habéis hecho de este
mundo vuestro paraíso.
235
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Y como sabe que los hombres, como pobres ilusos por el deseo de poseer,
cometen frecuentemente abusos, extorsiones y fraudes, cuyo contenido no
pueden después devolver a sus legítimos dueños, exhorta a que pasen las
riquezas mal adquiridas a los pobres: “haceos amigos aún con la inicua riqueza”
(Lc. 16, 9) pero no le permite que la disfrute con egoísmo.
Muy claro es el pensamiento de Cristo con relación a las riquezas, a su uso, a los
límites impuestos, a las obligaciones y a la voluntad de servicio y de solidaridad
que ellas imponen.
Decía Danielou: “La pobreza, junto con la caridad, son los rasgos esenciales del
espíritu evangélico”139.
ALGO PARA LOS POBRES
No puede negarse que la predilección de Cristo es para los pobres, pero con esto
no comente ninguna injusticia.
En realidad es una ley de compensación divina. Decíamos que las clases sociales
son una diversificación natural, ahora podemos añadir que son una disposición
providencial y, por esto, querida por Dios, el buen administrador de este mundo
que lo dispone todo para la buena marcha de la sociedad. Hay los que están
arriba, en la escala social y los que están abajo. Pero no hay injusticia, porque
cuando más abajo están en la escala social, más merecen la predilección de Dios;
por esto, una demostración apodíctica de su mesianidad es el anuncio de la
Buena Nueva a los pobres (Mt. 11, 5).
Si aceptan con resignación su estado de pobreza, sin culpa propia, o se despojan
voluntariamente de sus riquezas por el reino de Dios, los llama felices y dichosos,
no ciertamente por lo que dejan, sino por lo que merecen y por lo que encontrarán,
esto es el «reino de los cielos»: “bienaventurados los pobres de espíritu porque de
ellos es el reino de los cielos” (Lc. 6, 20).
¡Que recompensa propiamente divina!, que debería movernos, si fuéramos
verdaderamente inteligentes a despojarnos de todo para seguir a Cristo y ayudar a
los pobres.
Por esto se atrevió a decir San Pedro: “Señor, he aquí que nosotros lo hemos
dejado todo (en realidad era muy poco) para seguirte, ¿qué habrá para nosotros?”
(Mt. 19, 27) y la respuesta no se hizo esperar y fue solemne y magnífica: “Os doy
mi palabra: vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo
139
DANILEOU. El cristianismo en el mundo moderno. Barcelona : Herder, p.36. (Fuente
referenciada conforme al original).
236
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
del hombre se siente en el trono de su gloria os sentaréis también vosotros en
doce tronos” (Mt. 19, 28).
¡Qué recompensa tan sobreabundante!, casi da envidia. Cristo lo prevé y refuerza
su promesa y amplía sus beneficios: “En verdad os digo que todo aquel que dejare
casa, hermanos, padres, hijos o campos por mi nombre, recibirá cien veces más y
heredará la vida eterna” (Mt. 19, 29).
Es realidad que, según la doctrina evangélica, despojarse de todo para hacer el
bien y para seguir a Cristo es mucho más ventajoso que poner la plata en un
banco, y así lo piensa Cristo, por esto añade sin ambages: “No os amontonéis
tesoros en la tierra donde hay polilla y herrumbre que corroen y ladrones que
socavan y roban; amontonaos, más bien, tesoros en el cielo” (Mt. 6, 19-20).
Por esto, lógicamente, no le gusta que nos afanemos demasiado para conseguir
riquezas, ni tampoco para procurarnos lo necesario, si debe hacerse, con
«preocupación y con inquietud» y con menoscabo de nuestra vida espiritual:
“Mirad las aves del cielo... no siembran, ni siegan y vuestro Padre Celestial las
pace”. “Mirad las flores del campo, no hilan ni tejen... y Dios las viste mejor que
Salomón” (Lc. 12, 27). Y reprochándonos amorosamente, nos recuerda: “¿No sois
vosotros más que ellas?” (Lc. 12, 28).
ALGO PARA TODOS
Y por último, he aquí la gran revelación que vale más que cien volúmenes de
administración financiera y de economía política, la gran revelación que vuelca y
trastorna todos nuestros planes y supera todas nuestras expectativas, la
revelación que nos muestra todo el amor y la munificencia de Dios y que debería
encuadrar la vida y la actividad de los hombres, mucho más que los cristianos, que
quieran de verdad vivir y cumplir el Evangelio: “Buscad primero el reino de Dios y
su justicia y todo el resto se os dará por añadidura” (Mt. 6, 33).
Lo que en términos llanos significa que si nos esforzamos en cumplir fielmente la
Ley del Señor, en buscar siempre más la perfección humana y cristiana, en hacer
el bien a todos y particularmente a los pobres y necesitados y, sobre todo, amarlo
y hacerlo amar, Dios es garante que no nos faltará nada: Él que multiplica el trigo
en el campo, Él que pace las aves del cielo y las fieras de la selva, que viste las
flores y circunda de radiante belleza todos los fenómenos de la Creación, Él que
multiplicó los panes en el desierto y que transforma el pan en la Eucaristía, para
alimentar también el alma. No lo ha hecho tantas veces en la historia y ¿no lo
hace todos los días?
Para los cristianos es cuestión de fe y confianza en Dios y cuestión de saberlo
merecer. Pero Cristo empieza siempre con pedir nuestra colaboración, así como
237
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
pidió los pocos panes y los pocos peces para realizar el gran milagro de la
multiplicación de los panes, con que sació a cinco mil hombres, sin contar las
mujeres y los niños.
Hasta que los ricos y los que tienen acaparados los bienes de la Tierra no se
decidan generosamente a ponerlos a disposición de todos los hombres, Cristo no
hará ni puede hacer milagros, porque violaría la ley de la solidaridad impuesta a
los hombres y todo el evangelio es una exigencia constante y universal de esta ley
providencial. En todo caso no es Cristo quien falta a su palabra, sino nuestra
mezquindad que se vuelve indigna de su misericordia.
LA «CUESTIÓN SOCIAL» LLEVADA A SU MÍNIMA EXPRESIÓN
Hemos estudiado las causas y los remedios básicos de la «cuestión social»,
hemos invocado la reforma del hombre antes que la de las leyes, hemos recalcado
que ella no se resolverá plenamente con la violencia revolucionaria, sino con la
fuerza dignificante del amor; hemos sondeado los impedimentos, tanto a nivel
nacional como internacional, hemos consultado el Evangelio en sus sencillos y
profundos planteamientos. No nos queda sino reducirla a sus líneas esenciales,
esto es, al remedio más humano y universal, cual es, el derecho y el deber de
trabajar.
- Lo primero y más indispensable es vivir de nuestro trabajo, salvo casos
excepcionales físicos o morales. El que vive sin trabajar es un parásito de la
sociedad y no tiene derecho a que se lo considere pobre, ni a que se lo sostenga.
- El trabajo dignifica al hombre y lo hace crecer y realizarse. Con el trabajo se
ejerce la solidaridad humana y se coopera con Dios al desarrollo del mundo. Al
hombre, como a los árboles, se los conoce por sus frutos que es el trabajo.
- Renunciar a todo privilegio que no dimane de los derechos inalienables de la
persona, todo el resto es superfluo y contrario a la equidad social. Las
discriminaciones vanidosas y parasitarias corrompen la sociedad y no son sino
disfraces de carnaval. La sangre azul y la ostentación de títulos no son sino
hojarasca y perifollo.
- Acostúmbrate a vivir con cierto riesgo, rehuyendo la excesiva seguridad
económica y social. No se trata de vivir al día, mucho menos de entregar todo al
primero que encuentres. Se trata sólo que, movido por el amor a los hombres, tus
hermanos, te entregues a ti mismo y entregues lo tuyo al servicio de la comunidad
hasta un límite prudencial, límite impuesto por la función social de la riqueza.
- A tus hijos no le dejes muchas riquezas, puesto que lo que no ha costado
sacrificio personal, de ordinario, no se aprecia ni se ahorra. Asegúrales una
238
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
profesión honrada y decorosa y deja que continúen trabajando para vivir y hacerse
un puesto en la vida.
- No los eduques con demasiadas comodidades, puesto que quien lo tiene todo,
crece descuidado y perezoso, poco ejercita sus actitudes y facultades y no
desarrolla su personalidad y, lo que es peor, se vuelve altanero y pretencioso.
- Hasta que estés asegurado económica y socialmente tu confianza en Dios es
vana e hipócrita; por esto Cristo ama a los pobres, porque su inseguridad les lleva
a confiar mucho más en Dios y esto es un acto de amor. Entonces, menos
despensas, menos graneros, menos depósitos bancarios y más confianza en Dios
que lo puede todo.
- No te lances a luchas competitivas para ganar y acrecentar riquezas o para
asegurar los mejores puestos. Esto ha destruido muchas vidas, ha producido
muchos infartos y ha llevado al hombre a los peores crímenes. Conténtate de lo
suficiente y goza de la paz y la serenidad del corazón.
- El cristiano auténtico, que busca primero el reino de Dios, pasará vida sobria y
austera, pero nunca llegará a la indigencia. Gozará en la vida una felicidad interior
que no es dada disfrutar a los mundanos y dejará a sus hijos la herencia de una
vida noble y de una plenitud humana.
- Si un joven es fiel al espíritu del Evangelio su vida irradiará plenitud y felicidad,
no necesitará envidiar los placeres rastreros de los que llenan su vida con
borracheras y pasatiempos vulgares. La dicha duradera está vinculada a los
ideales nobles y a las luchas conquistadoras.
La máxima que condensa y resuelve la «cuestión social», que expresa la posición
del hombre en el universo, como persona y como filosofía humanizadora, nos
parece ser la siguiente:
«TODO PARA EL HOMBRE, EL HOMBRE PARA DIOS Y PARA LOS HOMBRES
SUS HERMANOS».
A.M.D.G.
239
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CAPÍTULO VEINTIDOS
EL EDUCADOR CATÓLICO
Importancia – Identidad – Rasgos – Testigo de la Fe
¡EDUCADOR!....
Piensa en tu profesión con lealtad,
habla de ella con orgullo,
actúa como guardián de su buen nombre.
Basa tus anhelos de recompensa
sobre una sólida función de servicio.
BUSCA SIEMPRE SER:
Un impulsador, no un estorbo;
un iniciador, no un opositor;
un motor, no un engranaje.
EL ÉXITO ESTÁ DENTRO DE TÍ MISMO
En tu cerebro, en tu propio coraje,
en tu decisión de avanzar siempre
con paciencia, con constancia, con amor.
TU ESTÁS LLAMADO A:
Prender la ley de la verdad en las mentes,
disipar las dudas con tus convicciones poderosas,
sostener a los débiles con la fuerza de tu carácter,
llevar optimismo a las conciencias juveniles
acobardadas por las luchas y las derrotas de la vida;
suavizar las fricciones con tu amable personalidad.
EL EDUCADOR CATÓLICO ES:
Un mensajero de la VERDAD,
un apóstol de la salvación,
un prototipo de la dignidad humana,
un profeta de los bienes eternos.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
LA EDUCACIÓN ES EVANGELIZACIÓN:
La evangelización es liberación,
la liberación es redención,
la redención es salvación,
la salvación es bienaventuranza.
LA EDUCACIÓN EVANGELIZADORA:
Debe llevar la educación a todo hombre,
prepararlo a la Buena Nueva,
propiciar el crecimiento en la fe,
abrir el diálogo entre fe y cultura.
EDUCAR CRISTIANAMENTE ES:
Formar personalidades fuertes,
convertir al educando
en sujeto de su propio desarrollo,
en agente para el cambio,
en promotor de la justicia social.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
La Congregación Vaticana para la educación emanó el 15 de octubre de 1982 un
interesante documento sobre: importancia, identidad, funciones y rasgos del
educador católico, que sintoniza muy bien con nuestra filosofía humanizadora. Por
esto queremos darle cabida, con un breve resumen, en este tratado.
VALIDEZ DE ESTE CAPÍTULO
No hay duda que el 99% de los educadores colombianos en escuelas, colegios y
universidades son bautizados y, por ende, cristianos; pero muchos no saben ni se
preocupan por indagar el íntimo por qué y en ello está la razón de su indiferencia y
falta de cumplimiento en su vida cristiana y en la educación cristiana de sus
alumnos que, a su vez, por ser cristianos tienen derecho y es voluntad de sus
padres, que se los eduque cristianamente. Está, pues, involucrada la ética
profesional. La prudencia humana nos enseña que si uno ha recibido un don o una
herencia, no la rehúse ni la desprecie sin saber lo que contiene, porque más tarde
podría arrepentirse amargamente y quizá sin remedio.
Sin embargo, muchos educadores cristianos rechazan el don del bautismo y de la
vida cristiana sin preocuparse en verdad de lo que contiene y la rechazan porque
no quieren comprometerse. Es verdad que la característica más destacada del
cristianismo actual es la cobardía, más que enfrentarse valerosamente con la vida
cristiana, se escapa de sí mismo y de sus responsabilidades, y también de los
demás que lo aprietan, aunque fuera con la crítica, a que sea coherente con sus
principios.
En estas condiciones merece más respeto un ateo honrado, que un cristiano
olvidadizo, perezoso, frívolo e incoherente. Queremos ayudarlo a reflexionar y ser
lógico con su fe y con su práctica.
El educador católico tiene en la filosofía cristiana, en el Evangelio y en los
documentos pontificios, los principios más válidos, las motivaciones naturales y
sobrenaturales más acertadas, el impulso más dinámico a la acción y el medio
más seguro y persuasivo para personalizar y humanizar al hombre, cual es el
AMOR.
En julio del año 1982 la UMEC (Unión Mundial de Educadores Católicos), tuvo en
Innsbruck (Austria) su XI Congreso Internacional, y una de las ponencias fue esta:
«La enseñanza de los derechos humanos en la escuela» por el doctor Karen
Vasak. Emergieron estos conceptos:
¿A quién enseñar los derechos humanos? A todos los hombres de toda clase,
sexo y condición: «Donde hay un hombre hay un sujeto de derechos humanos»,
porque en cualquier hombre, aunque fuera un niño recién nacido o aún en el seno
materno (lo hemos dicho e inculcado a lo largo de todo este tratado) hay una
243
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
persona, en su «original unicidad», en su «dignidad inajenable» y en sus valores
emergentes y trascendentes. ¿Quién, pues, tiene derecho y quién puede violar
impunemente o autorizar el aborto, aunque fuera una autoridad científica o política
o un congreso en pleno? Las instituciones frecuentemente, y con auténticos
sofismas, dan más importancia a la logística, a la plutocracia y a la legalidad, esto
es al armamentismo, al manejo de la riqueza, a las leyes y a la autoridad que al
hombre; la verdad es todo lo contrario, puesto que a la persona humana hay que
someterlo todo, aún la máxima autoridad del Estado y de las instituciones, porque
ella es el supremo valor de este mundo.
Brota, pues, la primera exigencia que parece un principio evidente, pero que
todavía no se ha aprendido suficientemente: «Humanizar los derechos humanos»,
esto es enseñarlos y aplicarlos a cada hombre y a todos los hombres por igual, de
lo contrario, estaremos bajo el signo de la esclavitud y la barbarie.
¿En dónde enseñar los derechos humanos? Después de la familia el lugar
privilegiado para enseñar la doctrina y la práctica de los derechos humanos es la
escuela, porque allí se forja al hombre para el presente y para el futuro y allí es
donde hay que llevar a su total desarrollo y perfeccionamiento, por lo menos como
formación estructural, la persona humana y si no lo hace en la escuela, no se
logrará jamás en ninguna edad y en ningún sitio. Es la más tremenda
responsabilidad del educador. ¿Cuántas personalidades abortadas o muertas,
salen de las aulas escolares, debido a las modernas ideologías y a la desidia de
los educadores que no toman en serio su profesión o porque se preocupan tanto
de sus derechos hasta desconocer los derechos ajenos? Si el profesor no enseña
bien su materia no perjudica tanto al alumno como cuanto descuida la formación
de su personalidad, porque por una parte, un campesino analfabeta, pero honesto
y trabajador, merece el mismo respeto que un doctor y, de otra, porque como
decía Giusti: «el mundo sin hombres de ciencia pudiera marchar lo mismo, pero no
ciertamente sin hombres honestos».
Hablar de derechos humanos en la escuela significa mantener a los alumnos en
continuo suspenso, porque es lo que más les interesa, pero esto sólo puede surgir
del espíritu recto y sincero del profesor, de su gran amor a la vocación pedagógica
y de la inquietud continuamente abierta al desarrollo de la personalidad de la
juventud a él confiada, lo que significa convertir la educación en auténtica
sabiduría.
¿Qué enseñar? Ciertamente los «derechos humanos», pero también los
«deberes humanos» porque son de una complementariedad inseparable, y la
misma ética enseña que en donde hay un derecho hay también un deber.
Hablar mucho de derechos a la juventud la vuelve fácilmente pretenciosa,
engreída y abusiva, siendo que, de ordinario, los derechos cada uno los reclama
244
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
por si mismo y no rara vez los infla abusivamente. Este es, en efecto, uno de los
defectos peculiares de la moderna educación, parece que la juventud actual no
tiene sino derechos.
Sin embargo, el concepto de deber en los seres humanos antecede y es más
amplio que el de derecho y la filosofía pone un principio reconocido
universalmente: «el ser pone el deber» esto es, “al conocimiento del ser,
corresponde el conocimiento del deber” 140, porque todo ser creado es
esencialmente condicionado, por esto la libertad, humanamente hablando, no
empieza sino más allá de la esfera del deber.
Esta enseñanza, en el campo de la pedagogía, tiene un doble enfoque:
 Enseñar en el espíritu de los derechos humanos, esto significa que todo
profesor debe presentarse como una imagen o prototipo de la persona digna de
ser imitada, por esto es educador y sea cual sea la materia que enseñe, sus
palabras, sus expresiones, sus consejos y las mismas relaciones humanas, deben
ajustarse a este invariable propósito formar la personalidad y nada decir o hacer
que pueda obstaculizarla, rebajarla o frustrarla, de lo contrario se destruye de una
parte lo que se pretende construir con la otra, porque toda ciencia y enseñanza es
complementaria de la personalidad.
 Enseñar directa y expresamente los derechos humanos es particular deber y
empeño de los directivos y de los que enseñan filosofía, psicología, teodicea y
ética y además el derecho, la moral y la religión.
Pero estos derechos y deberes no hay que enseñarlos al alumno solamente en
abstracto, sino que debe exigirse la práctica en todas las formas, en todas las
horas, en toda circunstancia y con todas las actividades de la persona:
pensamientos, palabras, obras y actitudes.
Si no se forma la conciencia, no puede haber verdadera práctica racional y
motivada y si se exige la práctica, sin formar la conciencia, se traduce fácilmente
en un comportamiento hipócrita, que es la lacra de la educación actual, esto es
una práctica que se hace efectiva sólo mientras uno se siente observado y
expiado. Igualmente hay que ayudar al alumno a saber compenetrar los derechos
y deberes en la realización personal con los derechos y deberes interpersonales e
ínter - sociales y no sólo mirando al presente, sino también al porvenir. Porque, por
un lado, la escuela debe repercutirse en las mismas estructuras de la vida familiar
y social actual y, por otro, debe proyectarse hacia los tiempos nuevos y adecuarse
140
HARING, Bernhard. La ley de Cristo. Tomo I. Barcelona : Editorial Herder, 1973. p. 258. (Fuente
referenciada conforme al original).
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Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
al futuro. Dice justamente Olegario Gonzáles: “Quien tiene la juventud tiene el
futuro; pero quien no mira el futuro no tiene nada que decir a la juventud” 141.
Pero, concluye el doctor Vasak: La filosofía cristiana nos enseña, con más acierto
y equilibrio que cualquiera otra, los verdaderos valores de la persona y los mejores
métodos para educarla, porque tiene sus raíces no sólo en el recto uso de la razón
humana, sino también en el Evangelio, que es la revelación de la sabiduría
increada.
Efectivamente, en el Evangelio la naturaleza humana se enaltece hasta divinizarse
y las relaciones humanas encuentran los justos causes en la verdad, la justicia y la
libertad en el servicio, hasta la entrega suprema en el amor.
El modelo cristiano así formado, dice Martínez Beltrán “es anuncio salvador de
personas, culturas, pueblos e historia”142.
Por esto, nos parece un buen regalo a todo verdadero educador y particularmente
a los educadores cristianos, dar cabida aquí a un resumen del citado documento.
Mucho más nos alienta a esta tarea el constatar que, a pesar que el documento
apenas acaba de salir, no hace sino recalcar la mayor parte de las ideas
expuestas en este trabajo, lo que es para nosotros una satisfacción grande y un
premio inestimable, porque el magisterio de la Iglesia, tan digno de respeto y
acatamiento, confirma nuestra humilde tarea y los directivos, profesores y amigos
de la obra María Goretti, acogerán nuestros humildes consejos con más confianza
y más estímulo para llevarlos a la práctica. Dios quiera que así sea.
EN LA LÍNEA DEL CONCILIO VATICANO II
El primer documento conciliar, y el más fundamental, la Constitución Dogmática
sobre la Iglesia Lumen Gentium, nos habla de la misión del cristiano laico en la
Iglesia, en estos términos:
A los laicos corresponde, por propia vocación implantar el reino de Dios
en los asuntos temporales… Ellos viven en todos y cada uno de los
deberes y ocupaciones del mundo y en las condiciones ordinarias de la
vida familiar y social… para que contribuyan a la santificación del
mundo, como desde dentro, a modo de fermento y hagan presente a
Cristo entre los hombres, mediante el testimonio de su vida 143.
141
LLANO RUÍZ, Alvaro. Umec 82, citado por Revista “Cultura”, año XVI, 95, p. 2. (Fuente
referenciada conforme al original).
142
Ibid, p. 13.
143
CONCILIO VATICANO II. Constitución Dogmática Lumen Gentium : Sobre la Iglesia. En :
Concilio Vaticano II. (1 : 1964 : Roma). Documentos completos. 9 ed. Santafé de Bogotá : Taller
246
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
El otro gran documento conciliar sobre la Iglesia en el mundo actual, Gaudium et
Spes, reafirma la necesidad de que los laicos católicos intervengan activamente,
con su vida y con su obra, en la buena marcha del mundo moderno, «luchando por
el bienestar de la humanidad y la paz del mundo»; por lo tanto, «consiguiendo la
competencia profesional y la experiencia que son absolutamente necesarias,
respeten, en lo temporal, la jerarquía de los valores, con la fidelidad a Cristo y al
Evangelio», a fin de que toda su vida, así la individual como la social, quede
saturada de la doctrina de Cristo, buscando en todo el reino de Dios, en el cual
encontrarán el amor y la fuerza para realizar la obra de la justicia bajo la
inspiración de la caridad144.
El apostolado de los cristianos seglares. El mismo Concilio desarrolló
ampliamente esta doctrina en el decreto sobre el apostolado de los seglares,
Apostólicam Actuositatem, en el cual expuso el fundamento, la necesidad, el
carácter y la variedad del apostolado seglar.
- El fundamento. “El deber y el derecho del cristiano al apostolado deriva de su
misma unión con Cristo cabeza y de inserción al Cuerpo Místico de Cristo a través
del bautismo… y de la confirmación; es, pues, el mismo Señor quien los destina al
apostolado”. “Por consiguiente, declara el documento, a todos los cristianos se
impone la gloriosa tarea de trabajar para que el mensaje divino… sea conocido y
aceptado en todas partes y por todos los hombres” 145.
- La múltiple necesidad. Aparece muy clara: por la misma acción del
Espíritu Santo que da hoy a los seglares una conciencia cada día más
clara de su propia responsabilidad y los impulsa por todas partes al
servicio de Cristo y de la Iglesia [Esta necesidad, se vuelve CADA DÍA
MÁS URGENTE y PERENTORIA, porque] el diario incremento demográfico,
el progreso científico y técnico y la intensificación de las relaciones
humanas han ampliado inmensamente los campos de apostolado de los
cristianos seglares [porque] ha aumentado, como es justo, la autonomía
de muchos sectores de la vida humana y a veces con cierta
independencia del orden ético y religioso [y porque] ha aumentado
también la escasez de sacerdotes o se los priva de la libertad necesaria
a su Ministerio146.
San Pablo, 2000. no. 31.
144
Tomado de CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes citada
anteriormente, no. 72.
145
CONCILIO VATICANO II. Decreto Apostolicam Actuositatem : Sobre el apostolado de los
seglares. En : Concilio Vaticano II. (13 : 1965 : Roma). Documentos completos. 9 ed. Santafé de
Bogotá : Taller San Pablo, 2000. no. 3.
146
Ibid., no. 1.
247
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Por esto la Iglesia, sin la colaboración de los seglares, no podría estar presente ni
trabajar en muchos sectores y en muchos países del mundo actual.
- El carácter propio del apostolado seglar se compendia en los siguientes
puntos:
Reconocer siempre y en todo lugar a Dios ... buscar su voluntad en
todos los acontecimientos... juzgar con rectitud sobre el verdadero
sentido y valor de las realidades temporales... dilatar el reino de Dios e
informar y perfeccionar el orden de las cosas temporales... teniendo en
sumo aprecio el dominio de la propia profesión, el sentido familiar y
cívico y todas aquellas virtudes que se refieren a las relaciones
sociales, esto es, la honradez, el espíritu de justicia, la sinceridad, los
buenos sentimientos, la fortaleza de alma, sin las cuales no puede
darse una auténtica vida cristiana147.
- El campo del apostolado seglar es la familia, la juventud, el medio social y el
orden nacional e internacional 148. Algunas pueden ejercitarse en forma individual,
otras buscan más propiamente la evangelización, otras particularmente su propia
santificación, otras se proponen llevar la inspiración cristiana a todos los sectores
de la vida social, otras se dedican a obras de misericordia, otras a la educación de
la juventud.
Y concluye el documento afirmando que el Concilio ruega encarecidamente, en el
Señor, a todos los cristianos que respondan con generosidad a la voz de Cristo y
de la Iglesia, que, en esta hora, los invitan con mayor insistencia a que se asocien
a su misión salvadora, adaptándose constantemente a las nuevas necesidades de
los tiempos149.
EL APOSTOLADO DE LA EDUCACIÓN
Igualmente el Concilio se preocupó de la educación y de los educadores en la
declaración sobre la educación cristiana de la juventud, Gravissimum Educationis,
en donde reafirma:
- Que todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, por su
misma dignidad personal, tienen derecho inalienable a una educación
que responda al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo,
acomodada a la cultura y a las tradiciones patrias y, al mismo tiempo,
147
Ibid., no. 4.
Tomado de CONCILIO VATICANO II. Decreto Apostolicam Actuositatem, citado anteriormente,
nos. 11-14.
149
CONCILIO VATICANO II. Decreto Apostolicam Actuositatem : Sobre el apostolado de los
seglares. Op. Cit., no. 33.
148
248
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
abierta a las relaciones fraternas con otros pueblos para fomentar en la
tierra la unidad verdadera y la paz.
- Educación integral [esto es que la verdadera educación de la
persona debe preocuparse, no sólo de la transmisión de la cultura, sino
de la formación de todo el hombre, y llegar a los fines trascendentes]: la
verdadera educación se propone la formación de la persona humana en
orden a su fin último y al bien de las sociedades, de las que el hombre
es miembro y en cuyas responsabilidades participará cuando llegue a
ser adulto150.
- Enaltece la misión de la escuela y traza sus múltiples y altísimas finalidades.
«Entre todos los medios de educación tiene peculiar importancia la
escuela, la cual, en virtud de su misión, a la vez que cultiva con asiduo
cuidado las facultades intelectuales, desarrolla la capacidad del recto
juicio, introduce en el patrimonio de la cultura, conquistado por las
generaciones pasadas, -las necesarias reformas-, promueve el sentido
de los valores, prepara la vida profesional, fomenta la amistad entre los
alumnos de diversa índole y condición, contribuyendo a la comprensión
mutua y constituye, además, como un centro de cuya laboriosidad y de
cuyos beneficios deben participar juntamente las familias, los maestros,
las diversas asociaciones que promueven la vida cultural, cívica y
religiosa, así como la sociedad civil y toda la comunidad humana».
En el año 1977, el Centro para la Educación Católica recalca los documentos
anteriores y ahonda en la reflexión sobre LA ESCUELA CATÓLICA, para impulsar su
valor educativo que constituye su razón de ser y que le permite “desarrollar un
servicio verdaderamente cívico y apostólico” 151.
He aquí los puntos fundamentales, en parte nuevos y en parte actualizados.
- La escuela católica y la misión salvífica de la Iglesia. “La misión de la Iglesia
es evangelizar, esto es, proclamar a todos el gozoso anuncio de la salvación,
engendrar, con el bautismo, nuevas criaturas en Cristo, y educarlas para que vivan
concientemente la admirable prerrogativa de hijos de Dios” 152. Por esto en el
curso de los siglos ha buscado incesantemente los medios de la cultura para
adquirir un conocimiento cada vez más profundo de la fe y un fructuoso diálogo
con el mundo153.
150
CONCILIO VATICANO II. Declaración Gravissimum Educationis Momentum : Sobre la educación
cristiana de la juventud. Op. Cit., no. 1.
151
CONACED. La Escuela Católica. Bogotá : Ediciones Paulinas, 1978. no. 4.
152
Ibid., no. 7.
153
Tomado de CONACED. Ibid., no. 10.
249
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Invita a todos, y particularmente a los educadores católicos, a reforzar el empeño
educativo para formar personalidades convencidas y fuertes y promover
auténticas comunidades cristianas que, potenciando sus recursos educativos,
puedan aportar al mundo moderno una contribución original y positiva 154 “en favor
del verdadero progreso y de la formación integral del hombre” 155.
- La problemática actual. Prescindiendo de las objeciones completamente
injustificadas, que lesionan los derechos de la Iglesia como sociedad perfecta,
sobre la instrumentalización de la escuela para fines confesionales 156 sobre su
anacronismo, pretendiendo substituirse al Estado 157, sobre su carácter elitista 158 y
su incapacidad en parte verdadera pero no por culpa de la Iglesia sino de los
educadores que en ella colaboran a preparar cristianos verdaderamente
convencidos159, no puede negarse que la sociedad se encuentra en estado de
rápida evolución y que el problema escolar en todas partes se presenta como
grave. Sin embargo, es también cierto que la escuela va adquiriendo siempre más
un lugar preeminente en el mundo contemporáneo y un creciente carácter de
democratización y de igualdad para todos, al mismo tiempo que se configura más
decididamente como de tiempo completo y de duración siempre más prolongada.
- La escuela católica centro de humanización. Es cierto que la escuela católica,
con su peculiar concepción humana y sobrenatural de la existencia y de los
destinos del hombre, con la inserción en los problemas de cada época a través de
una sana y completa filosofía, con la exigencia de la educación integral, con la
educación de la conciencia que libra al hombre, desde dentro, de los
condicionamientos que impiden su desarrollo, con el cultivo de los valores más
altos de la vida, con la promoción del sentido crítico de la investigación, con su
espíritu de lucha contra las pasiones que esclavizan al hombre, con la exigencia
evangélica del desapego, de las riquezas, con su anhelo de paz y de concordia
universal, basada en común origen e igualdad de los hombres, con su inmejorable
doctrina del amor, con su educación a la comprensión y a la beneficencia y con su
aspiración a las realidades superiores y a los bienes eternos, constituye una
auténtica escuela de humanización, que pone de relieve las dimensiones morales
y religiosas, el dinamismo espiritual y lo ayuda a alcanzar la libertad ética, que
perfecciona a la psicología160.
154
Tomado de CONACED. Ibid., no. 12.
Ibid., no. 15.
156
Tomado de Ibid., no. 19.
157
Tomado de Ibid., no. 20.
158
Tomado de Ibid., no. 21.
159
Tomado de Ibid., no. 22.
160
Tomado de Ibid., no. 30.
155
250
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- El proyecto educativo de la escuela católica. En el proyecto educativo de la
escuela católica Cristo es el fundamento: Él revela y promueve el sentido nuevo
de la existencia y la trasforma capacitando al hombre a vivir de manera divina, es
decir, a pensar, querer y actuar según el Evangelio, de esta manera los principios
evangélicos se convierten para ella en normas educativas, motivaciones interiores
y al mismo tiempo en metas finales”161.
Igualmente, en Cristo, el hombre perfecto, todos los valores humanos encuentran
su plena realización, y de ahí su unidad. «Consciente de que el hombre histórico
es el que ha sido salvado por Cristo, la escuela católica tiende a formar al cristiano
en las virtudes que lo configuren con Cristo, su modelo, y le permiten colaborar en
la edificación del reino de Dios».
Otro aspecto típico de la escuela católica es la construcción de la comunidad
educativa, que la convierte en “lugar de encuentro de quienes quieren testimoniar
los valores cristianos en todos los ámbitos de la educación [y que se basa en el
principio]. La fe cristiana nace y crece en el seno de la comunidad” 162 y con
personas que viven continua e integralmente el mensaje cristiano.
Sabemos que, en Colombia también se está elaborando un «proyecto educativo
de la escuela católica», que servirá para dar orientación e impulso a los
educadores, heroicamente empeñados en su tarea formadora de juventudes y
cuyo objetivo se presenta como: “un conjunto orgánico de elementos estructurales,
pedagógicos y pastorales que comprometen la identidad de la comunidad
educativa y traza las pautas orientadoras sobre el tipo de hombre que se quiere
formar, el tipo de sociedad que se quiere construir y, el tipo de escuela que se
requiere para ello”163. En la escuela católica, pues, las tareas educativas y los
contenidos “se polarizan en la síntesis entre cultura y fe y entre fe y vida” 164. Con
esto se enseña a los jóvenes a dialogar con Dios, a formarse en un proceso de
continua revisión, a vivir responsablemente su vocación específica en un contexto
de solidaridad con los demás hombres y a orientarse “hacia una opción
consciente, vivida con empeño y coherencia”165.
- El último documento sobre la educación. El presente documento es el fruto de
una amplia documentación, madurada en vastas y repetidas consultas a todos los
niveles y a todas las Conferencias Episcopales de los cinco continentes, a
organismos y comisiones de expertos en educación y condensa las numerosas
respuestas llegadas de todo el mundo.
161
Ibid., no. 34.
Ibid., no. 53.
163
Revista “Cultura”. Op. Cit. p. 3. (Fuente referenciada conforme al original).
164
CONACED. Op. Cit., no. 37.
165
Ibid., no. 49.
162
251
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Es, pues, un documento verdaderamente precioso y de imprescindible necesidad
para todo educador que quiere impostar e impulsar eficaz y modernamente la
educación y que se presenta con un título pragmático, que sirve de estímulo y
llamamiento al compromiso: «el laico católico testigo de fe en la escuela».
Pero muchos se preguntarán: ¿por qué otro documento sobre educación católica?
Ciertamente los tiempos cambian y la educación debe ser dinámica y adecuarse a
los tiempos y a las exigencias de un mundo en continuo cambio. Pero, ¿no será
también que algo falla en la teoría o en las convicciones de los educadores
católicos y quizá mucho más en la práctica?
Creemos estar en lo cierto (perdonarán muchos profesores de todos los colegios
católicos) al afirmar que la falla es humana.
Nadie puede negar que el ideal de la escuela católica es verdaderamente noble,
sublime y divino y esto exige un gran amor a Dios y un gran amor a alumno,
considerado como hijo de Dios; exige un gran espíritu de sacrificio, de renuncia y
de superación, un empeño heroico de hacerse verdaderos modelos, una lucha
continua contra lo que nos arrastra hacia lo bajo, contra la pereza, la rutina, la vida
fácil y las pasiones continuamente renacientes.
Tenía razón aquel sabio que comparaba la vida cristiana a un injerto divino en un
tronco selvático; si uno se descuida, los brotes del árbol silvestre retoñan, chupan
la sabia del injerto y éste se seca.
Esta es la experiencia de todos los días y nos debe tener humildes y siempre listos
para volver a empezar, con espíritu alegre y emprendedor. No olvidemos el refrán,
ya célebre: «caminante, no hay camino, se hace camino al andar». Sin desaliento,
pues, y con renovada confianza en el ideal, sigamos las enseñanzas del
documento.
RESUMEN DEL DOCUMENTO SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA
EDUCACIÓN CATÓLICA
Introducción. El documento considera la escuela como el lugar privilegiado para
la educación cristiana de la juventud y quiere dar un nuevo impulso a la educación
católica “porque de ella depende fundamentalmente en la actualidad que la
escuela pueda llevar a la práctica la realización de sus propósitos e iniciativas” 166
tan positivas y enriquecedoras.
A ésta han contribuido eficazmente:
166
SAGRADA CONGREGACIÓN para la Educación Católica: El laico católico testigo de la fe en la
escuela, no.1.
252
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
- “Las situaciones sociales, económicas y políticas de los tiempos recientes…
- Los avances científicos y técnicos…
- La progresiva conciencia del derecho de la persona a la educación integral.
Todo esto ha producido un amplísimo desarrollo de la escuela en todo el mundo
y un extraordinario aumento en el número de profesionales a ella consagrados” 167,
lo que nos mueve a ver en el laicado católico y en su testimonio de fe en la
escuela, “un verdadero signo de los tiempos” 168.
IDENTIDAD DEL EDUCADOR CATÓLICO
Como cristiano
Hace parte del pueblo de Dios y miembro del cuerpo Místico de Cristo y por esto
llamado a la dignidad de Hijo de Dios, a la gracia de la perfección evangélica y a la
esperanza de la salvación para ser consumado en el amor 169.
“Es partícipe del oficio sacerdotal, profético y real de Cristo y su apostolado es la
participación en la misma misión salvífica de la Iglesia” 170 y el apostolado en bien
de los hermanos, buscar el reino de Dios, y viviendo en el mundo y en las
condiciones ordinarias de la vida familiar y social, está llamado a ser levadura,
contribuyendo, desde dentro, a la satisfacción y salvación del mundo, brillando
ante todo con el testimonio de su vida171.
La restauración cristiana del orden temporal comprende, tanto el saneamiento de
las estructuras y del ambiente de la deletérea influencia del pecado, como la
elevación de esas realidades, impregnándolas del espíritu de Cristo para alcanzar
la justicia, la caridad y la paz, con el fin de que, por su competencia en los asuntos
sociales y por su actividad inspirada en el amor de Cristo, los bienes creados se
desarrollen al servicio de todos con una distribución justa y equitativa 172.
Particularmente necesaria es la actividad de los cristianos en aquellos sectores de
la población y en aquellos lugares en donde puede llegar el servicio de los
Ministros de la Iglesia; dispuestos, si es necesario, a anunciar la Palabra de Dios y
167
Ibid., no. 3.
Ibid., no. 4.
169
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 6.
170
Ibid., no. 6.
171
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 7.
172
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 8.
168
253
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
dar razón de la misma, “señalar con acierto cuáles son los signos de los tiempos
que caracterizan la época histórica que vive actualmente el pueblo de Dios” 173.
“Contribuyan, pues, con sus iniciativas, su creatividad y su trabajo competente y
entusiasta”174 a que los hombres conozcan y vivan con más precisión los valores
evangélicos y eviten los contravalores.
Como educador
Aunque los padres de familia son los primeros y obligados educadores de sus
hijos con un derecho – deber que es originario y prioritario, la escuela tiene un
valor y una importancia básica entre todos los medios de educación. Por esto es
misión específica de ella: “cultivar con asiduo cuidado las facultades intelectuales,
creativas y estéticas del hombre, desarrollar rectamente la capacidad de juicio, la
voluntad y la afectividad, promover el sentido de los valores, favorecer las
actitudes justas y los comportamientos adecuados, preparar para la vida
profesional y fomentar la amistad entre los alumnos de diversa índole y
condición”175.
La escuela es la respuesta institucional más importante de la sociedad al derecho
de todo hombre a la educación y a la realización de su vida; al tiempo que la
importancia creciente de los medios de comunicación, la continua extensión de la
esfera de la cultura y la compleja, necesaria y cada día más diversificada
preparación profesional, hacen que la familia sea siempre más incapaz para
afrontar sola todos los graves problemas de la conveniente educación de los hijos.
Sin embargo, por la misma importancia de la escuela en orden a la educación del
hombre, es el mismo educando y cuando él está incapacitado, sus padres son los
que deben elegir la modalidad y la clase de escuela que prefieren, fuera de todo
monopolio del Estado; al mismo tiempo que el sano pluralismo debe hacer posible
el ejercicio de la libertad dentro del ámbito del necesario condicionamiento
impuesto por las circunstancias y la realidad del país, a la cual la Iglesia presta su
válida y enriquecedora contribución. Por lo tanto, el educador católico está
llamado, en cada escuela en donde le toca actuar, y dentro de los contextos
sociopolíticos actuales ejercer su misión evangelizadora 176; por esto la Iglesia
enaltece, de manera especial, la vocación del educador, particularmente de aquel
que ha hecho de esta noble tarea su profesión en orden a la formación integral del
173
Ibid., no. 10.
Ibid., no. 10.
175
Ibid., no. 12.
176
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 14.
174
254
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
hombre, asociando a ellos también los que colaboran en dicha formación, como
son los directivos, consejeros, tutores, coordinadores y administradores 177.
Ciertamente aquí no se habla del profesional que se limita a transmitir una serie
sistemática de conocimientos, sino del educador, del formador de hombres que se
dedica a la educación integral del alumno, la cual requiere, a su vez, una
adecuada preparación profesional que enaltece siempre más al educador católico,
porque para él cualquier verdad es una participación de LA VERDAD y su vida
profesional una participación peculiar del oficio profético de Cristo, que el prolonga
con su magisterio178.
La educación integral del hombre implica el desarrollo de todas las facultades
humanas y “la formación de su sentido ético y social, su apertura a la
transcendencia y su educación religiosa, al mismo tiempo que la profesionaliza
hasta formar profesionalidades fuertes y responsables, capaces de hacer opciones
libres y justas”179.
Toda educación está guiada necesariamente por una determinada concepción del
hombre. El educador católico, pues, debe educar conforme a la concepción
cristiana de la vida en comunión con el magisterio de la Iglesia; concepción que, a
partir de los derechos humanos naturales, coloca al hombre en la altísima dignidad
de hijo de Dios, en la más plena libertad (liberado aún del pecado) y en el más alto
destino, cuál es la posesión definitiva de Dios por el amor 180.
Todo esto lo sitúa en la más estrecha solidaridad con los demás hombres y los
impulsa al más alto desarrollo de todo lo humano y le da como modelo y meta a
Cristo, hijo de Dios encarnado y hombre perfectísimo, cuya imitación constituye
una fuente inagotable de superación personal y colectiva y así hará al hombre
siempre más hombre y comunicará existencialmente a los alumnos, inmersos
cotidianamente en el terreno, la posesión de la más excelsa dignidad 181.
Todo educador católico debe tener, pues, por su misma vocación, una continua
proyección, social, ya que forma al hombre para la inserción en la sociedad,
preparándolo a asumir su compromiso y a mejorar las estructuras sociales,
conformándolas con el Evangelio, para hacer la convivencia humana más pacífica,
fraterna y comunitaria, luchando contra el hambre, el analfabetismo, la
explotación, la agresividad y la violencia, la creciente expansión de la droga y la
legalización del aborto, por lo cual el educador católico debe desarrollar en sí
177
Tomado del mismo documento anterior, no. 15.
Tomado del mismo documento anterior, no. 16.
179
Ibid., no. 17.
180
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 18.
181
Tomado del mismo documento y numeral anterior.
178
255
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
mismo y cultivar en sus alumnos la más exquisita sensibilidad social y una
profunda responsabilidad civil y política, para cumplir con la noble tarea de hacer
efectiva la «civilización del amor», confirmando con su propia vivencia y
experiencia182.
La formación integral tiene como base la cultura y esto, para el educador católico,
tiene especial importancia, pues está llamado a considerar las profundas
relaciones que ésta tiene con la Iglesia, siendo que ésta no sólo influye en la
cultura y es condicionada por ella, sino que la asume y la impulsa en todo lo que
es compatible con la Revelación y la usa abundantemente en la transmisión del
mensaje cristiano, acomodándose a las características culturales de cada pueblo y
de cada época, y mostrando luminosamente la íntima unidad entre creación y
redención. Por esto la cultura, para que sea educativa, además de ser orgánica
debe ser crítica y valorativa, histórica y dinámica. Y la fe proporciona al educador
católico no pocas premisas esenciales para esa crítica y valoración y para enfocar
el quehacer humano a la luz creadora de perfeccionamiento indefinido en cada
uno de sus aspectos y en su visión global183.
La comunicación de la cultura se realiza a través de la sana pedagogía; entre los
enfoques pedagógicos el educador católico debe dar especial relieve al contacto
directo y personal con el alumno, a la educación activa y al diálogo que deje
traslucir mejor su vida de fe184.
Todo esto se conseguirá mejor a través de la comunidad educativa, constituida por
alumnos, padres, profesores, directivos y personal docente, que debe
considerarse uno de los avances más enriquecedores de nuestro tiempo y que
hace vivir la dimensión comunitaria de la persona, como ser social y miembro del
pueblo de Dios, con una vida intensamente cristiana como debe ser una escuela
católica185. A lo que hay que añadir las relaciones con otros organismos escolares
y culturales, con la Iglesia local y parroquial y el entorno humano con los cuales el
educador católico está llamado a desarrollar un trabajo de animación espiritual 186.
En conclusión, el educador católico es aquel que vive, desde la fe, su vocación en
la estructura comunitaria de la escuela con la mejor calidad profesional, con la
proyección apostólica de esa fe en la formación integral del hombre, en la
comunicación de la cultura, en el contacto directo y personal con el alumno, en la
animación espiritual de la comunidad educativa y de los estamentos con los cuales
182
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 19.
183
Tomado del mismo documento anterior, no. 20.
184
Tomado del mismo documento anterior, no. 21.
185
Tomado del mismo documento anterior, no. 22.
186
Tomado del mismo documento anterior, no. 23.
256
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
ella se relaciona. Y debe estar plenamente convencido que participa de la misión
santificadora y educadora de la Iglesia y como miembro activo de la misma 187.
CÓMO VIVIR SU PROPIA IDENTIDAD
“El trabajo es la vocación del hombre” 188 pero el trabajo del educador es
principalmente contribuir a la incesante elevación cultural y moral de la sociedad
so pena de perder su dignidad de educador y si su tarea no deja huellas tampoco
podrá decirse católico. La práctica de esa identidad tiene rasgos comunes y
esenciales a toda escuela en la cual el educador vive su vocación y otros que
exigen una adaptación específica.
Rasgos comunes
Realismo esperanzado. La identidad del educador laico católico es un IDEAL que
presenta no pocos obstáculos, como: las circunstancias personales, las
deficiencias de la escuela y de la sociedad, la crisis de fe en las estructuras
sociales, el contagio de la progresiva secularización del mundo, la pérdida del
sentido de autoridad y del buen uso de la libertad. Estas son algunas de las
dificultades que presenta la juventud de nuestro tiempo, junto con la crisis de la
familia y del mundo del trabajo. Dificultades que el educador católico debe afrontar
con sano optimismo y denodado esfuerzo para superarlos, como lo reclama la
esperanza cristiana y la participación en el Ministerio de la Cruz, siguiendo las
enseñanzas de la Iglesia y procurando adquirir la necesaria fortaleza en la
personal identificación con Cristo189.
Formación profesional y convicciones cristianas. El primer esfuerzo del
educador, que quiere vivir cumplidamente su propia vocación, es alcanzar una
sólida formación profesional, tanto cultural, como psicológica y pedagógica y
mantenerla siempre actualizada. Esto implica grandes dificultades, tanto porque
de ordinario es mal retribuida, como por el tiempo que demanda y el cansancio
que genera. Sin embargo, todo educador sabe los males que acarrea a la
formación integral del alumno la insuficiente preparación de las clases, el
estancamiento en los métodos pedagógicos y la falta del testimonio de vida que
está llamado a ofrecer190.
187
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 24.
188
Ibid., no. 25.
189
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 26.
190
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 27.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Este ofrecimiento, pues, no puede ser meramente teórico, sino como una realidad
vital, dada con profunda convicción de fe, pero con el más exquisito respeto a la
conciencia del alumno y adaptada a su nivel cultural, con el fin de abrirle los
maravillosos horizontes que la Revelación cristiana tiene sobre el sentido último de
la vida humana, de la historia y del mundo 191.
Síntesis entre fe, cultura y vida. “Esta vasta tarea exige la convergencia de
diversos elementos, en cada uno de los cuales el educador católico debe
comportarse como testigo de la fe”192.
La comunicación orgánica, crítica y valorativa de la cultura comporta que el
educador católico esté continuamente atento a abrir el interdiálogo entre cultura y
fe, tan profundamente relacionadas entre si, para propiciar al educando la síntesis
interior que el educador deberá haber conseguido previamente para si mismo 193.
Esta comunicación crítica comporta también una serie de valores cristianos que el
educador católico debe presentar con valentía, no como simples objetos de
aprecio en abstracto, sino como concepción de la vida y del hombre y como
generadores de actitudes humanas, que deben suscitarse en el alumno tales
como: la libertad respetuosa con los demás, la responsabilidad consiente, la
sincera y permanente búsqueda de la verdad, la crítica equilibrada y serena, la
solidaridad y el servicio para con todos los hombres, la sensibilidad hacia la
justicia, la viva conciencia de ser llamado a ser un agente de cambio en una
sociedad tan profundamente necesitada de renovación; para que, en el ambiente
secularizado en que nos toca vivir, por medio de una crítica constructiva, pueda
llevar la conciencia de los alumnos a abrirse a la trascendencia y a la revelación 194.
Su máxima aspiración debe tender a que el comportamiento del alumno sea
motivado por la fe interior y así alcanzar aquellas riquezas que son patrimonio
específico de los creyentes, como: la oración filial, la vida sacramental, la caridad
fraterna y el seguimiento de Cristo. Pocos católicos, como el educador, son tan
calificados para conseguir la plena coherencia entre convicciones, valores,
actitudes y comportamiento que desemboquen en la síntesis personal entre la vida
y la fe, con la encarnación del mensaje cristiano 195.
Testimonio de vida – contacto directo y personal
191
Tomado del mismo documento anterior, no. 28.
Ibid., no. 29.
193
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 30.
194
Tomado del mismo documento y numeral anterior.
195
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 31.
192
258
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
En el educando ejerce más influencia la conducta del educador que la palabra.
Cuanto más el educador vive el ideal que presenta al alumno, tanto más este
aparecerá creíble y fácil de realizar; por esto el educador católico debe preceder
con el testimonio de fe y el comportamiento cristiano, que tantas veces brilla por
su ausencia en el ambiente y que por esto el alumno cree irrealizable. No
debemos olvidar que el factor más importante de la tarea educativa es el educador
y la conformidad de sus acciones con los principios que inculca 196.
Un medio privilegiado para el testimonio de vida es el contacto directo y personal
con el alumno. Esta relación debe considerarse por el educador, no un monólogo,
sino un mutuo enriquecimiento, con una permanente conciencia de su misión y de
la urgente necesidad que tiene el alumno para superar sus dudas y
desorientaciones197.
Este contacto personal y directo no es sólo un método de formación, sino la fuente
misma del necesario conocimiento del alumno, tanto más necesario cuanto
mayores han sido los cambios generacionales de estos últimos tiempos y para
ayudar particularmente al alumno en el uso responsable de la libertad, en la
elección del propio estado de vida, cultivo de la vocación al sacerdocio, a la vida
religiosa, al movimiento católico de apostolado o al celibato consagrado en la
misma vida laical198.
Proyección a la sociedad
Para la completa formación de la personalidad del alumno el educador católico
debe guiar hacia la apertura, no sólo con los demás miembros de la comunidad
educativa, sino también con las otras comunidades y con la entera comunidad
humana. La misma comunidad educativa pide al educador católico una amplia
comunicación llena de espíritu cristiano, con sus propios compañeros, con los
otros estamentos de dicha comunidad y la disponibilidad necesaria para colaborar
en las diversas áreas del centro escolar.
Siendo la familia la primera y fundamental escuela de sociabilidad, el educador
católico debe enlazar los necesarios contactos con los padres de familia, para
integrarlos a la tarea educativa de la escuela y comprometerlos a fondo en el
grave deber de la educación de los hijos, con una relación cordial y afectiva y con
el fin de ayudar a muchas familias en las múltiples necesidades que importa la
conveniencia de sus hijos 199.
196
Tomado del mismo documento anterior, no. 32.
Tomado del mismo documento anterior, no. 33.
198
Tomado del mismo documento y numeral anterior.
199
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en el mismo documento
mencionado anteriormente, no. 34.
197
259
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Al mismo tiempo necesita prestar atención al entorno SOCIO CULTURAL, económico
y político de la escuela, tanto del barrio o de la zona, como del contexto regional,
nacional y aún internacional, que, a través de los medios de comunicación social,
ejercen tan decisiva influencia en la vida de los jóvenes. Sólo así los preparará
para el mundo futuro en que les tocará actuar y que la educación debe preparar 200.
Aunque es justo esperar que el educador católico de preferencia a las
asociaciones profesionales católicas, no puede considerarse ajena a su tarea
educativa su participación en otros grupos profesionales, su aportación al logro de
una sana política educativa nacional y a la actividad sindical, pero siempre en
consecuencia con los derechos humanos y los principios cristianos. Es oportuno
reflexionar que el indebido ausentismo de los educadores católicos ha tenido
muchas y graves repercusiones en importantes cuestiones educativas 201.
Aunque el educador católico realice una insoslayable profesionalidad, su tarea
debe estar siempre enmarcada y asumida en la sobrenatural vocación cristiana,
que es una plenitud de vida y de compromiso personal, con amplísimas
perspectivas para vivirla con alegre entusiasmo. Está llamado a conjugar siempre
la defensa de sus legítimos derechos con el noble desinterés y la generosidad.
Es altamente deseable que el educador católico cobre la máxima conciencia de la
importancia, riqueza y responsabilidad de su vocación y se esfuerce para
adecuarse siempre más a ella, en la certeza que, de su generosa respuesta,
depende la construcción y constante renovación de la ciudad terrena y la
evangelización del mundo202.
RASGOS CARACTERÍSTICOS DE LA ESCUELA CATÓLICA
Es meta distintiva de la «escuela católica»: crear el espíritu evangélico de libertad
y caridad, ayudar a la juventud a crecer en la nueva creatura que ha recibido en el
bautismo y ordenar toda la cultura humana según el mensaje de la salvación, de
manera que el progresivo conocimiento del hombre y del mundo quede iluminado
por la fe. Incluye necesariamente la adhesión sincera al Magisterio de la Iglesia, la
presentación de Cristo como modelo supremo del hombre y un especial cuidado
en la calidad de la enseñanza religiosa.
Ante estos ideales específicos, el educador católico debe concientizarse siempre
más sobre los mismos y estar convencido que, en la escuela católica, puede
desarrollar su vocación cristiana y su acción apostólica con mayor libertad y
profundidad. Todo esto debe llevarlo a colaborar responsablemente en la
200
Tomado del mismo documento anterior, no. 35.
Tomado del mismo documento anterior, no. 36.
202
Tomado del mismo documento anterior, no. 37.
201
260
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
consecución de estos ideales, con adhesión plena y sincera, pese a todas las
dificultades que puedan venir de cualquier parte 203.
Dentro del marco de la escuela católica, cada centro puede tener sus propias
características, plasmadas en una pedagogía propia. El educador católico que
trabaje en él, debe buscar comprenderlas e identificarse con ellas para que dichos
rasgos se realicen a través de su trabajo personal 204.
Es importante también que, de acuerdo con la fe y el testimonio de vida que están
llamados a dar, los educadores católicos que trabajan en dicha escuela, participen
sencilla y activamente en la vida litúrgica y sacramental. Así los alumnos, a través
del ejemplo vivo, asimilarán mejor la vida cristiana. Es sumamente positivo que en
una sociedad secularizada y en un cristianismo desvirtuado, los alumnos puedan
contemplar la conducta de otros laicos adultos que tomen seriamente esas
realidades como fuente y aliento de su vivencia cristiana 205.
La comunidad educativa debe constituirse, en la escuela católica, en comunidad
cristiana; lo que no podrá realizarse sin el compromiso cristiano compartido de los
varios estamentos de dicha comunidad educativa y es sumamente deseable que
los educadores participen activamente en grupos de animación pastoral 206.
Si en las escuelas de la Iglesia hay alumnos que no profesan la fe católica, los
educadores, al proponer las doctrinas de la fe tendrán sumo respeto para con
ellos: estarán siempre abiertos al diálogo, motivado por un gran amor cristiano,
convencidos de que el aprecio afectuoso y sincero para quienes buscan
honestamente a Dios, representa el mejor testimonio de su propia fe 207.
La escuela católica, como comunidad eclesial, facilita al alumno una mejor
asimilación de la multiforme realidad de la iglesia: el sacerdote como ministro de la
gracia (que Cristo ha dejado en los sacramentos), de la Cruz, de la Palabra y de la
actitud de servicio; las religiosas con el espíritu renovador de las bienaventuranzas
y el amor a Cristo como opción total de la vida y el laico católico como ordenación
del mundo a Dios y como inserción de la escuela católica en la pastoral de la
Iglesia local208.
Piensen seriamente los educadores católicos en la amenaza actual que puede
sufrir la escuela católica con la disminución de sacerdotes y religiosas, y
203
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 38.
204
Tomado del mismo documento anterior, no. 39.
205
Tomado del mismo documento anterior, no. 40.
206
Tomado del mismo documento anterior, no. 41.
207
Tomado del mismo documento anterior, no. 42.
208
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 43.
261
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
prepárense en forma adecuada, para ser capaces de mantener por sí solos,
cuando fuera necesario, las escuelas católicas actuales y futuras, venciendo las
actitudes pasivas y emprendiendo una acción decidida y eficaz 209. En la
obediencia respetuosa al Obispo y en abierto testimonio cristiano en todo el vasto
campo de la enseñanza210.
EL EDUCADOR CATÓLICO EN OTRAS ESCUELAS
Se entiende de las escuelas que están dominadas por otras ideologías o con una
pluralidad admitida de muchos credos.
En este mundo pluralista y secularizado el laico católico es, con frecuencia, la
única presencia de la Iglesia y sólo a través de él la fe puede llegar a
determinados lugares, ambientes e instituciones. La clara conciencia de esta
situación ayudará mucho al laico católico en la asunción de sus responsabilidades:
impartiendo la enseñanza desde la óptica de la fe cristiana, destacándose por su
seriedad profesional, por su apoyo a la verdad, a la justicia y a la libertad, por su
entrega personal a los alumnos ayudándolos a descubrir los auténticos valores
humanos, propiciando el diálogo entre cultura y fe, respetando las convicciones de
los otros educadores, aspirando a abrir un diálogo respetuoso y constructivo con
los hermanos separados e impregnando progresivamente el ambiente del más
puro y penetrante espíritu evangélico211.
EL EDUCADOR CATÓLICO COMO PROFESOR DE RELIGIÓN
La religión hace parte de la dimensión fundamental del hombre; por esto la
enseñanza de la religión es un derecho de todo hombre y especialmente en la
religión católica es un instrumento importantísimo para la enriquecedora síntesis
entre fe y cultura. Por esto es necesaria en cualquier escuela 212 y debe
considerarse como una forma preeminente de apostolado (laical) 213.
Tomen conciencia, pues, los educadores católicos de la urgente tarea que se les
brinda y que la Iglesia necesita cada vez de su generosa colaboración,
especialmente en las iglesias jóvenes214.
La función del profesor de religión resulta mucho más incomparable por el hecho
que trasmite, no su propia doctrina, sino la de Cristo; por esto mismo, a través de
209
Tomado del mismo documento anterior, no. 45.
Tomado del mismo documento anterior, no. 46.
211
Tomado del mismo documento anterior, nos. 48-52.
212
Tomado del mismo documento anterior, no. 56.
213
Tomado del mismo documento anterior, no. 57.
214
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 58.
210
262
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
la investigación teológica y de las fuentes del magisterio, recogerá todo lo que
puede iluminar su espíritu y su enseñanza, evitando cuidadosamente de turbar las
conciencias juveniles con teorías extrañas y preparándose con las mejores
escuelas de teología y pedagogía aprobadas por los Obispos. Y tengan
especialmente en cuenta la gran importancia que tiene, en este campo, el
testimonio de su vida y una espiritualidad cristiana intensamente vivida 215.
FORMACIÓN DEL LAICADO CATÓLICO PARA SER TESTIGO DE LA FE EN LA
ESCUELA
La vivencia práctica de una tan rica vocación del educador católico requiere una
profunda formación, tanto en el plano profesional como en el religioso; una
personalidad espiritual madura que se ejerza en una profunda vida cristiana, una
preparación diligentísima en las ciencias y en la religión, garantizada con los
correspondientes títulos y con los avances del arte pedagógico, para evitar la
inconveniencia generalizada del laico católico actual que cultiva esmeradamente
su preparación profesional y descuida su formación religiosa y espiritual 216.
Concientización y estímulo. El educador católico debe cuestionarse seriamente
que no es suficiente la preparación profesional, sino que está llamado a “vivir su
tarea educativa como medio fundamental de santificación personal y de
apostolado”217 y tomar conciencia sobre la necesidad de una continua formación
religiosa, no sólo para su total formación humana, sino por el mismo ejercicio
cristiano de su profesión218.
En este empeño debe confiadamente solicitar la eficaz colaboración de los
obispos, sacerdotes, religiosos y de las asociaciones de educadores católicos para
que lo ayuden en su formación personal y a cumplir más dignamente con el
compromiso social, que su misión exige219 consiguiendo la debida cultura
teológica, filosófica y ética, con cursos apropiados para ello, y si es posible, con
los correspondientes títulos220.
Formación profesional y religiosa. Conviene advertir que no todos los centros
de formación profesional son igualmente idóneos a la preparación del laico
católico, si se tiene en cuenta la profunda relación entre la manera de exponer el
contenido de las diversas disciplinas y la concepción del hombre, de la vida y del
mundo. Se recomienda, pues, a los futuros pedagogos católicos que prefieran las
215
Tomado del mismo documento anterior, no. 59.
Tomado del mismo documento anterior, no. 60.
217
Ibid., no. 61.
218
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 62.
219
Tomado del mismo documento anterior, no. 63.
220
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 65.
216
263
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
instituciones católicas para su formación profesional y que, si no es posible, hagan
un esfuerzo suplementario para conseguir personalmente la necesaria síntesis
entre fe y cultura y los superiores eclesiásticos promuevan y faciliten esta
capacitación, sin olvidar el diálogo de mutua iluminación en el profesorado que se
forma221.
Actualización y formación permanente. El extraordinario avance de las ciencias,
la técnica y el análisis crítico de realidades, situaciones y valores hacen que
nuestra época se caracterice por un continuo cambio, que provoca un rápido
envejecimiento de conocimientos y estructuras 222.
Ante esta realidad se impone la exigencia de una constante actualización en las
actitudes personales, en los contenidos de las materias y los métodos
pedagógicos, todo esto requiere una continua prontitud para renovarse e impone
al educador católico un empeño de formación permanente y no sólo en el campo
profesional, sino también en el religioso, y en el enriquecimiento espiritual, para
hacer llegar a los hombres de cada época, de manera comprensible y apropiada,
el mensaje cristiano223.
Esta formación permanente hay que conseguirla, personal y comunitariamente,
con la lectura de revistas y libros apropiados, con asistencia a conferencias y
cursillos, convivencias, encuentros y congresos; que se han convertido hoy en
instrumentos ordinarios y prácticamente imprescindibles. Traten, pues, los
educadores católicos de incorporarlos a su propia vida humana, profesional y
religiosa224.
Nadie ignora que es una tarea ardua, especialmente si se considera la
complejidad de la vida actual, las dificultades y las insuficientes condiciones
económicas; a pesar de todo no se puede eludir ese reto de nuestro tiempo, so
pena de quedarse anclado a conocimientos, criterios y actitudes superadas y al
margen de ese mundo y de esas juventudes que Dios nos ha confiado para
llevarlas a la salvación225.
APOYO DE LA IGLESIA AL EDUCADOR
No pocas circunstancias influyen para que el educador CATÓLICO se sienta con
frecuencia aislado, incomprendido y por esto tentado al desaliento y al abandono
de sus responsabilidades. Para hacer frente a estas situaciones y para la mejor
221
Tomado del mismo documento anterior, nos. 64 y 66.
Tomado del mismo documento anterior, no. 67.
223
Tomado del mismo documento anterior, no. 68.
224
Tomado del mismo documento anterior, no. 69.
225
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 70.
222
264
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
realización de su altísima vocación el educador católico debería contar siempre
con el apoyo y la ayuda de la iglesia226.
Apoyo en la fe, la palabra y la vida sacramental. El principal apoyo deberá
hallarlo en la fe y en la fe hallará con seguridad, la humildad, la esperanza y aquél
amor que necesita para preservar y cumplir heroicamente con su vocación.
Humildad: para reconocer sus limitaciones, sus errores, la necesidad constante
de superación y la constatación que el ideal perseguido está siempre por encima
de él.
Esperanza: porque nunca llegará a percibir con plenitud los frutos de la educación
impartida a sus alumnos.
Caridad permanente y creciente: para amar en sus alumnos al hombre creado a
imagen de Dios y hecho hijo suyo por la redención en Cristo.
En la certeza: que estas virtudes reciben la ayuda de la Iglesia a través de la
Palabra, que le hace comprender la inmensa grandeza de su tarea educadora, de
la vida sacramental que le da fuerza para vivirla siempre más a plenitud y la
oración propia y de la Iglesia entera que le consigue más de lo que desea, aunque
siempre alcanza a percibirlo 227.
Apoyo comunitario
La tarea educativa es ardua y de inmensa trascendencia requiere calma, paz
interior, ausencia de sobrecarga de trabajo y continuo enriquecimiento cultural y
religioso: Debería ser conocida con más profundidad por el pueblo de Dios y
abordada con más insistencia por las autoridades competentes como uno de los
grandes campos de la misión salvadora de la Iglesia 228.
Todos deberían ser consientes que, sin el educador católico, la educación en la fe
carecería de uno de sus mejores fundamentos y colaborar para que el educador
tenga rango social, el merecido nivel económico, estabilidad en el ejercicio de su
noble tarea y procurar que la política educativa y la legislación acojan y amparen
los principios de la educación cristiana229.
La jerarquía debe impulsar los movimientos y asociaciones católicas existentes y
crear, si es necesario, otras nuevas para buscar las formas más adecuadas a los
226
Tomado del mismo documento anterior, no. 71.
Tomado del mismo documento anterior, no. 72.
228
Tomado del mismo documento anterior, no. 73.
229
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 74.
227
265
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
tiempos y a la realidad nacional, puesto que muchos objetivos sociales y
religiosos, que reclama la educación católica, difícilmente se alcanzarán sin la
unión de las fuerzas asociadas230.
Apoyo de las propias instituciones educativas
La escuela católica debe constituirse en punto de referencia para las otras
instituciones católicas, puesto que la misma congregación declara que “los
profesores, con la acción y el testimonio, están entre los protagonistas más
importantes para mantener el carácter específico de la escuela católica” 231.
Aunque manteniendo cada uno su característica vocacional, todos: sacerdotes,
religiosos y laicos, deben integrarse plenamente en la comunidad educativa con
trato de verdadera igualdad y un ambiente de sincera estima, cordialidad y
auténticas relaciones humanas232.
Fundamentales en la buena marcha de la escuela católica son estos dos logros:
- Una adecuada retribución económica que permita a los laicos una vida digna, sin
necesidad de pluriempleo; sin hacer, por esto la educación tan gravosa a las
familias, que sólo sea accesible a una pequeña elite.
- Una auténtica participación de los laicos en las responsabilidades de la escuela,
según su capacidad y su sincera identificación con los fines educativos de la
escuela católica, que deben impulsarse con todos los medios; para conseguirlo
son indispensables: la auténtica estima, la debida información, la confianza
profunda y cuando se vea conveniente, llamarlos a colaborar en las
responsabilidades de la enseñanza, de la administración y del gobierno de la
escuela233.
Pertenece también a la escuela católica el solícito cuidado de la formación
permanente, profesional y religiosa, de sus miembros y aquellas orientaciones y
ayudas que ellos esperan, incluyendo el tiempo necesario para ello: organizando
conferencias, cursos y convivencias y extendiéndolas, en lo posible, a otros
centros que la necesitan234.
230
Tomado del mismo documento anterior, no. 75.
Ibid. Nº 76
232
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 77.
233
Tomado del mismo documento anterior, no. 78.
234
Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado
anteriormente, no. 79.
231
266
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Las continuas mejoras y las ayudas que la escuela necesita dependen en gran
parte de la colaboración de los padres de familia, apoyo que deben prestar con
fuerte responsabilidad y que debe extenderse a todos los órdenes: el interés, el
aprecio, la colaboración general y económica. No todas las familias podrán aportar
en el mismo grado, pero todos deben estar dispuestos a la mayor generosidad
para que la escuela alcance sus objetivos y ésta a su vez, debe ofrecerles
informaciones sobre realización y perfeccionamiento del proyecto educativo y
sobre la formación impartida y la misma administración de los bienes que
aportan235.
En conclusión, no pueden ni deben dudar todos los que trabajan en la escuela
católica: directivos, profesores, administrativos y auxiliares, que representan para
la Iglesia una inmensa esperanza; en ellos confía para configurar las realidades
temporales con el Evangelio y para la educación integral del hombre y en
particular de la juventud, de quien depende que el mundo futuro este más cerca o
más lejos de la salvación236.
Por lo tanto, la Iglesia: “ruega encarecidamente en el Señor a todo los educadores
que respondan con gozo, con generosidad y prontitud de corazón a la voz de
Cristo que, en esta hora, los invita con más insistencia… a cumplir su tarea con
todo entusiasmo y magnanimidad y como cosa propia, asociándose así a su
misión salvadora”237.
Amigo educador: la Iglesia es nuestra Madre y Maestra, ella nos habla en nombre
de Jesucristo, nuestro Creador, Padre y Redentor, Hombre – Dios.
Su doctrina, pues, refleja la más pura, la más moderna y avanzada pedagogía,
porque está fundada en la verdad y en el amor, los dos resortes que la impulsan
siempre adelante y la adecuan a todos los tiempos y a todas las latitudes.
¿Quién puede negar que este documento recoge lo mejor de lo dicho hasta ahora
y que da los remedios apropiados para salir de la decadencia pedagógica en que
vivimos y que ha desviado a la juventud?
El principio básico de la educación actual es el lema del liberalismo económico:
lassais faire, lassais paser (dejar hacer, dejar pasar) pero esto, en la educación,
lleva a la inercia o siempre hacia lo bajo.
Hay que prender el motor y lanzarse a las alturas: y el motor de la clase es el
Maestro.
235
Tomado del mismo documento anterior, no. 80.
Tomado del mismo documento anterior, no. 81.
237
Ibid., no. 82.
236
267
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Si todos los días empezamos con nuevo entusiasmo, con anhelo de superación,
con una entrega total a nuestra difícil, pero meritoria tarea, veremos brotar los
milagros del amor y de la trasformación en el alma de nuestras juventudes, las
cuales no esperan sino el impulso y el ejemplo para lanzarse a la conquista.
El mundo será mañana, lo que son los educadores de hoy; ¡es nuestra
responsabilidad y nuestra gloria!…
Cristo, la Iglesia y nuestra conciencia de educadores nos llama: ¡ EN MARCHA!
¡Dios bendiga nuestra labor!....
268
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
CONCLUSIÓN
Nos parece haber demostrado, por lo menos en parte, la imprescindible necesidad
de transformar y mejorar la educación. Nos damos cuenta que la atmósfera social,
tanto nacional como internacional, está cargada de elementos amenazadores de
destrucción y de muerte.
Sólo la educación podrá despejarla y preparar un mejor porvenir, porque la
educación mira esencialmente al futuro y el mañana será lo que es hoy la niñez y
la juventud. Esto debe realizarse, como acabamos de ver a lo largo de esta
exposición, principalmente en dos campos:
La formación de una personalidad recta y recia en profesores y alumnos.
Primero en los profesores que son los agentes decisivos de la educación y
después en los alumnos que la necesitan con extrema urgencia, para que puedan
resistir al impacto de la corrupción que los embiste por todas partes, en todos los
campos y en todos los niveles.
Hay que tener en cuenta que las sólidas convicciones y la constancia en el bien
obrar, cual es la verdadera y auténtica personalidad, es una de aquellas cosas que
nadie puede dar si no las posee en grado eminente. También vale aquí el axioma
filosófico: «nadie da de lo que no tiene».
Los superficiales o poco responsables, no se dan cuenta del gran mal que hacen a
los alumnos:
En el campo intelectivo con sus clases rutinarias, desganadas, sin espíritu de
conquista y sin inquietudes de progresar, peor si se dictan sólo o principalmente
en vista de un sueldo. De allí tantas clases aburridoras, sin orden y sin substancia,
que no dejan ninguna huella en los alumnos, sino el deseo de evadirse.
Las clases que se reducen a meras charlas teóricas, sin empeñarse en una
educación integral y sin deseo de mejorarse cada día a sí mismo, para darse
mejor a los demás.
Entonces la formación se deteriora, porque en la educación, como en las difíciles
escaladas alpinas, los jóvenes necesitan un guía valeroso y experimentado, que
vaya adelante, mostrando el camino, señalando los peligros e incitando con el
alma rebosante de entusiasmo y con la cara a la nevasca, las cumbres impolutas y
deslumbrantes; porque es verdad, conocida por todos, que los jóvenes necesitan
más modelos que maestros.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap
Quien no es un guía... no tiene derecho a pedir nada a la juventud y los jóvenes
mismos se dan cuenta que no tienen nada que esperar y entonces se desaniman
y se quedan inertes, echados en la guarida de su innato egoísmo y pereza, sin
ninguna aspiración digna, ni ideales fuertes que calienten el espíritu y los impulsen
al heroísmo.
Ahora bien, la filosofía de la persona nos indica propio esto, particularmente a
nosotros educadores: tomar nuestra vida y nuestra tarea educadora con gran
responsabilidad, como una vocación y no como un empleo y si es una vocación,
poco importa la renuncia, el sacrificio y la falta de recursos, poco importan los
trabajos y el tiempo que debemos gastar para cumplirla a cabalidad. Sólo así
dejaremos huellas profundas en el alma de la juventud y más bien nos sobrará
entusiasmo para hacer siempre más y mejor.
El mundo va mal porque no hay muchas personalidades recias que caminen a la
luz de la fe y la conciencia, sino que todos se dejan llevar por el retintín del
capricho, del placer y del dinero.
A vosotros educadores toca: «preparar hombres nuevos para tiempos
nuevos».
La educación en Colombia ha sido terriblemente elitista y monocolor. A quien
quiere evadirse del campo o de los pueblos, además de una que otra profesión
lucrativa, no queda otra alternativa: o la enseñanza, la burocracia o la
desocupación.
Pero no puede ni debe ser siempre así, hay que crear nuevos frentes de trabajo y
por esto, hay que preparar nuevos técnicos, porque los recursos del suelo, del
subsuelo, las exigencias humanas y los mil secretos de este universo, que Dios ha
puesto a nuestra disposición, son casi indefinidos.
Lo que falta son hombres emprendedores para descubrirlos, para utilizarlos y
transformarlos e inventiva para hacerlos fructificar al máximo.
Ahora, todo eso lo da la especialización técnica. Me parece que todos tenemos un
poquito de las manadas, a donde va uno, van todos. Nos falta espíritu crítico, ojo
avizor para mirar por dónde podemos ir, conservando nuestra originalidad,
realizándonos según nuestras específicas dotes innatas o educadas y avanzando
decididamente por las rutas nuevas, que dan mayor satisfacción y gozo, que no
los caminos trillados y polvorientos, por donde pasan todos y donde se aprietan,
se envidian, se quitan el puesto y el trabajo los unos a los otros.
En las naciones más desarrolladas, hay puestos para todos los gustos y
capacidades para todos los niveles y así progresan, producen y exportan.
270
Filosofía Personalizante y Humanizadora
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Ellos se enriquecen y los otros se empobrecen siempre más.
Como en la agricultura que hay que diversificar, así debe suceder en los empleos,
en los trabajos, en las técnicas, en las producciones y el más satisfecho será
quien descubre su manera de trabajar útil y novedosa.
El Centro de Educación Media Diversificada y de Estudios Superiores María
Goretti, ha abierto camino; se necesitan otros que sigan la huella, diversifiquen
siempre más y los propaguen, aplicándolos a todos los campos de la actividad
humana.
¡Ojalá estas páginas sirvan para todos los gestores y transmisores de la
educación!... Profesores y alumnos... ¡manos a la obra!...
“La verdadera civilización, en sentido real, no consiste en multiplicar los bienes,
sino en moderar, libre y deliberadamente nuestros deseos. Esto sí trae la
satisfacción y la felicidad, y aumenta la actitud de servicio” 238.
238
BLANCO, Damiano. Slogans del alma, Milano : Ed. Paoline. p.41 y sgtes. (Fuente referenciada
conforme al original).
271
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BIBLIOGRAFÍA
272
Filosofía Personalizante y Humanizadora
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ANEXO
LANZAMIENTO DE LA CAMPAÑA “CAMINA” 
En cumplimiento de su promesa sobre la “Universidad a Distancia”, el Presidente
Belisario Betancurt, el 17 de septiembre de 1982, dio vía, pública y solemnemente,
al plan de educación a distancia.
He aquí los puntos claves:
En el campo de la educación:
Como habíamos dicho, no se trata solo de enseñanza universitaria, sino a todos
los niveles.
 A nivel de primaria, principalmente para adultos analfabetas y marginados, en
número de casi cinco millones.
 Programas de bachillerato por radio y televisión, para diez millones de
colombianos, que quieren capacitarse cultural y técnicamente y aspirar a una vida
humana.
 La educación superior, principalmente tecnológica y universitaria,
incrementando las especializaciones existentes y creando otras nuevas para el
desarrollo del país, teniendo en cuenta las posibilidades de trabajo y las
necesidades de cada región.
«Tengo el honor... de presentar... los nuevos planes destinados a desarraigar el
analfabetismo y la impreparación de nuestro pueblo y a crear una lúcida
conciencia nacional en torno a la necesidad urgente de que cada colombiano, en
capacidad de hacerlo, ... se imponga como meta la de contribuir a la tarea
formidable que iniciamos» (Discurso inaugural).
En el campo de la actividad e igualdad social

- Enaltecer los valores humanos.
- Establecer condiciones iguales para todos.
- Dar a cada uno oportunidad de realizarse.
- Estimular la solidaridad.
- Impulsar el disfrute de la sana democracia.
- Corregir las injusticias sociales y el estado de abandono de los campesinos.
Este documento originalmente el autor lo ubicó al final del capítulo XIX.
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- Estimular el trabajo, el empleo de mano de obra, la autoproductividad y la técnica
para el aprovechamiento de los recursos naturales.
«El mejor camino para extirpar los privilegios injustos y avanzar aceleradamente
hacia la igualdad... es que todos aprendan un oficio o se perfeccionen en el que
tienen, buscándolos en donde ellos viven y trabajen, en los barrios marginados, en
las veredas olvidadas, etc.» (Discurso inaugural).
Agentes y colaboradores
- Radio y televisión.
- Ministerio de Educación.
- Caja Agraria.
- Institutos de educación media diversificada.
- Empresas públicas y privadas.
- Centros de formación técnica, tecnológica y universitaria.
- El ICCE y el SENA.
- La Policía y el Ejército.
- La Iglesia.
- Los sindicatos.
- Los profesionales.
- Los estudiantes.
- Y todos los que tienen algo que dar «con solidaridad humana y fraternidad
cristiana».
«Lo que proponemos hoy es una forma bella y muy honrosa de hacer Patria, de
sentirnos miembros activos y enaltecidos de una nación en marcha. ...Esta es la
hora de la generosidad que nos salvará de la catástrofe ... Ayudarse a sí mismo,
ayudar a otros, ayudar a Colombia tan necesitada y tan amada» (Discurso
inaugural).
¿Más alfabetizadores que alfabetizandos?
Todos los que tenemos contacto y experiencia con la educación y con los
bachilleratos superiores, que tienen la obligación de alfabetizar, sabemos las
terribles preocupaciones y los sacrificios que los bachilleres bien intencionados
afrontan para encontrar, aunque fuera un mínimo de personas que quieran y
sientan deseo de salir de su ignominioso estado de analfabetas; cómo deben
trasladarse a sitios y veredas muy lejanas del plantel, con medios propios y
pagando por su cuenta los transportes, de sacrificar aún las horas de la noche
para favorecer la asistencia y para tener las cuatro o cinco personas que están
dispuestas a dejarse alfabetizar.
Filosofía Personalizante y Humanizadora
Guillermo de Castellana 0FM Cap.
Porque si la verdadera pobreza es la ignorancia, muy grave de verdad, más
terrible es el descuido de las gentes, especialmente marginadas a dejarse
alfabetizar, solo preocupadas de trabajar y de encontrar comida para sí y los
suyos. Muchas de ellas pasan días enteros buscando desperdicios o centavos, de
cualquier manera, para no morirse de hambre y por la noche o los sábados, ya
cansados, no quieren saber nada de alfabetización y por esto se quedan
charlando o desertan las aulas o desprecian a los mismos que van a instruirlos.
Cuántas veces les han echado en cara a los mismos alfabetizadores: que van a
perder el tiempo o porque no tienen nada que hacer.
Hay, pues, que estudiar y adoptar medios y crear estímulos para resolver esta
difícil situación, de lo contrario habrá más alfabetizadores que alfabetizandos y por
demás la tarea se vuelve siempre más pesada, difícil y no rara vez, insoportable.
Dejando a un lado a los ya adultos, cuyo caso de ordinario aparece siempre más
incurable, es mejor dedicarse a los adolescentes y a los jóvenes que son más
interesados y a quienes se los puede atraer con más facilidad, especialmente si
se les presenta alguna ventaja o aliciente. Y vigilar y controlar, con más severidad,
que la ley de la educación obligatoria sea más eficiente y llegue a todos los
rincones, apartados, porque, no lo podemos negar, la enseñanza se ha
burocratizado hasta tal punto, que todos los maestros quieren quedarse en la
ciudad, o en la cabecera de los municipios, olvidando que un título de estudio,
especialmente en pedagogía, es principalmente una función social y por esto debe
empezar inexorablemente con uno, dos o tres años rurales sin excepción para
nadie ni intervenciones politiqueras.
El Gobierno ha creado el bachillerato de promoción social, pero hasta ahora no le
ha asignado ninguna función verdaderamente útil a la comunidad y sin embargo
los bachilleres están social y pedagógicamente preparados no sólo para enseñar,
sino también para asistir a las familias campesinas marginadas. ¿Por qué no se le
concede oportunidad de empleo oficial, como la enseñanza y la asistencia a miles
de familias que las necesitan urgentemente? De lo contrario los pocos
bachilleratos de promoción social que quedan, deberán cerrarse inexorablemente,
porque se vuelven inútiles y no aseguran ningún porvenir.
Más que crear y pagar alfabetizadores, demos puesto a las promotoras sociales,
que harán mucho más labor de enseñanza y elevación moral, social y civilizadora.
Hay que vigilar también severamente que lo mejor de lo que da el Gobierno para
remediar la ignorancia no se vaya en manos de gente inescrupulosa que recibe el
sueldo sin preocuparse de descontarlo.
Si la ignorancia es un gran mal, peor mal es la burocracia y la corrupción.
275