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FILOSOFÍA PERSONALIZANTE Y HUMANIZADORA (Texto revisado y actualizado según los manuscritos del autor) PADRE GUILLERMO DE CASTELLANA OFM Cap. (Francesco Bellina Bencivinni) 3 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. A vosotros, directivos y profesores, amigos y colaboradores... para aprender mejor a educar y formar «ser guía de juventudes exige una autenticidad total». A vosotros, jóvenes... que anheláis emprender rutas nuevas, comprender el valor sagrado de la vida y vivirla con seriedad y entusiasmo. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Amigo: La educación se ha convertido, desde hace algunos años, en un tema cotidiano, prioritario y casi obsesivo. En la mayor parte de los países, con mucha atención y solicitud, se han revisado, no una vez, sino muchas veces, los programas y los métodos y se hace un esfuerzo para su transformación y adecuación a los tiempos modernos. Pero parece que el problema, antes que resolverse, se complica siempre más, porque la solución no está propiamente en ensayar siempre cosas nuevas, sino en crear hombres nuevos para tiempos nuevos. Desgraciadamente se perfeccionan quizá los métodos, pero nos damos cuenta que se deterioran siempre más los agentes principales de la educación, que son los maestros; al mismo tiempo que se van infiltrando, en la mentalidad y en el ambiente, principios e ideas que deforman y destruyen la personalidad de profesores y alumnos; y los profesores y padres de familia, antes que reaccionar eficazmente, se dejan convencer bajo pretexto de hacerse más modernos, mientras que de verdad no hacen sino cohonestar la pereza, la ley del menor esfuerzo, el egoísmo o egocentrismo que convierte a los demás y a los mismos alumnos en instrumentos de sus propios intereses y satisfacciones. La educación se ha transformado de vocación en burocratización de la enseñanza. Si no nos reformamos a nosotros mismos, de nada valdrán los cambios de programas y de métodos, y cada vez más iremos de fracaso en fracaso. Este es un mundo que valora más el dinero que el espíritu. La juventud se contrapone a los mayores, causando conflictos y desadaptación en la familia, en la sociedad y en los centros de educación. Ojalá sirvan estas pocas páginas para hacer reflexionar y cambiar. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CONTENIDO pág. PRIMERA PARTE: DIAGNÓSTICO DE LA REALIDAD LATINOAMERICANA INTRODUCCIÓN CAPÍTULO UNO: PANORAMA DESCONCERTANTE CAPÍTULO DOS: RASGOS DEL JOVEN LATINOAMERICANO CAPÍTULO TRES: CRISIS DE LA PERSONALIDAD CAPÍTULO CUATRO: LA JUVENTUD HOY SEGUNDA PARTE: LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA, SUS FUENTES, SUS COMPONENTES Y SUS CONSECUENCIAS CAPÍTULO CINCO: LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA CAPÍTULO SEIS: LA PERSONA HUMANA Y LOS VALORES CAPÍTULO SIETE: LA EDUCACIÓN PERSONALIZANTE EN EL CAMPO DEL CONOCIMIENTO O ENSEÑANZA ACTIVA CAPÍTULO OCHO: LA INVESTIGACIÓN. Necesidad y provecho CAPÍTULO NUEVE: LA EDUCACIÓN PERSONALIZANTE EN EL CAMPO ÉTICO. Educación integral en el amor CAPÍTULO DIEZ: EDUCACIÓN A LA VERDAD CAPÍTULO ONCE: LA EDUCACIÓN EN Y PARA LA LIBERTAD CAPÍTULO DOCE: LA EDUCACIÓN PARA LA JUSTICIA CAPÍTULO TRECE: EDUCACIÓN DE LA CONCIENCIA CAPÍTULO CATORCE: CONSECUENCIAS PSICOSOMÁTICAS DE LA EDUCACIÓN CAPÍTULO QUINCE: EL CARÁCTER CAPÍTULO DIECISÉIS: INTEGRACIÓN ENTRE FAMILIA, ESCUELA Y ESTADO CAPÍTULO DIECISIETE: LAS CARRERAS TECNOLÓGICAS. Nombre – historia – legislación CAPÍTULO DIECIOCHO: LA ENSEÑANZA POLITÉCNICA EN COLOMBIA CAPÍTULO DIECINUEVE: LA UNIVERSIDAD A DISTANCIA CAPÍTULO VEINTE: VISIÓN UNITARIA DE LA FILOSOFÍA HUMANIZADORA CAPÍTULO VEINTIUNO: LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA Y LA “CUESTIÓN SOCIAL” CAPÍTULO VEINTIDÓS: EL EDUCADOR CATÓLICO. Importancia – Identidad – Rasgos – Testigo de la Fe CONCLUSIÓN BIBLIOGRAFÍA 5 7 8 12 23 32 36 37 46 54 63 70 78 89 100 110 123 131 138 152 167 179 186 198 226 253 256 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. ANEXOS 7 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. INTRODUCCIÓN Ninguna filosofía es válida ni posible si no tiene apoyo y confianza en los principios racionales y como fin supremo la verdad, cuya plenitud es Dios, verdad que Él ha escondido en las profundas entrañas de las cosas. Mucho más la acción y la conducta del hombre necesitan principios reguladores que interpreten lo mejor de la naturaleza humana y sus profundas motivaciones éticas. Estas convicciones han suscitado, en todos los tiempos y en todas las latitudes, hombres eminentes que han trabajado para su propio perfeccionamiento, han practicado el heroísmo y aún la entrega de su vida para causas nobles y para el bien común. Igualmente la religión y la filosofía teocéntrica, rectamente entendidas, han impulsado al hombre hacia la cumbre de la perfección y la filosofía antropocéntrica lo ha llevado, no rara vez, al despotismo, a la idolatría de sí mismo y por esto a la degradación. La misma filosofía de la historia señala grandes épocas en que la vida sobria y morigerada llevó al engrandecimiento de los pueblos y épocas de decadencia moral que los llevaron a la ruina. La filosofía moderna se ha independizado siempre más de Dios y con eso se ha abierto el camino a todas las aberraciones y a tantas teorías sin fundamento científico, sólo inspiradas por un sensismo grotesco, un materialismo ciego o un utilitarismo egoísta. Principalmente Kant, con su «imperativo categórico», ha vaciado la moral de toda racionalidad impulsándola hacia el automatismo y el fatalismo. La ética kantiana se inserta como fuerza impersonal entre Dios y la conciencia humana, rehuye toda responsabilidad, que es un diálogo, y se transforma en un monólogo de su propio yo, esto es, en una moral subjetiva y por esto en una ley muerta y sin eficacia. Además, infiltrándose paulatinamente en el pensamiento contemporáneo, a través del idealismo y del naturalismo panteístico, del materialismo histórico y del existencialismo fenomenológico, como del humanismo nietzschiano, ha minado los fundamentos de todo orden moral, social y político; los vulgarizadores, periodistas y escritores de toda clase, lo han llevado hasta las masas y las consecuencias prácticas han sido catastróficas. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Por esto la protesta alguna vez airada de la juventud, que no se conforma con ser engullida por quimeras. 9 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. PRIMERA PARTE DIAGNÓSTICO DE LA REALIDAD LATINOAMERICANA «Toda contradicción entre especulación y vida es falta de carácter, mentira e hipocresía y por esto, falsa filosofía». Soren Kierkegaard Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO UNO PANORAMA DESCONCERTANTE «Vivimos en un mundo de egoísmos y de injusticias, donde flotan más: los más cínicos, los más zorros, los más taimados. Caminad de frente, siempre adelante,... en medio de tantos granujas, tendréis el honor de ser honrados». García Salve «Ser honrado en este mundo equivale a ser escogido uno entre diez mil». Hamlet – Shakespeare Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. El hombre de hoy es un frustrado. Nadie está satisfecho, puesto que, aunque aumenten las riquezas y los bienes de la cultura, inmensamente más aumentan las ambiciones, aún las más injustificadas y perjudiciales. En las escuelas primarias los programas, poco pedagógicos, pesan como una capa de plomo sobre la inteligencia y la limitada capacidad de los niños. En la educación media, los programas son demasiado amplios -cada materia es casi una enciclopedia- y las clases -reducidas a mera enseñanza- son muy impersonales y privadas de todo interés para los estudiantes, mientras que los profundos cambios fisiológicos y mucho más psicológicos de la adolescencia (la edad borrascosa de la vida) pasan casi desapercibidos para padres y educadores y el alumno debe afrontarlos y resolverlos, bien o mal, por sí mismo: así que, en sus luchas íntimas y aún entre el bullicio exterior, se siente casi solo y sin ayuda, cuando más la necesita. Lo que produce las primeras y más grandes desilusiones de la vida y quizá la catástrofe total de la existencia. El joven se siente impotente para luchar porque no está adiestrado y los ideales más bellos, se convierten en vanas ilusiones. Por esto, o cae en el conformismo, en donde el egoísmo y el utilitarismo son la ley determinante de la vida, o se deja arrastrar hacia un hedonismo brutal que no busca sino la satisfacción sensual o le invade la sed insaciable de enriquecimiento y de predominio que le hacen atropellar todas las leyes de la honestidad, o estalla en la rebeldía contra todo orden y autoridad. En las universidades domina, de ordinario, la mediocridad, sin aspiraciones que enrumben seriamente la vida hacia ideales fuertes y benéficos. La preparación a una profesión es con un mínimo indispensable de conocimientos, sin ningún anhelo para la investigación y en donde, bajo el título de investigación, se debate un núcleo informe de ideologías, aún las más aberrantes y sin fundamento científico y así antes que formar, deforman al alumno; reduciéndose la vida universitaria, no pocas veces, a un proselitismo agresivo que transforma las aulas en un verdadero campo de batalla y del que los mejores alumnos salen hastiados, escépticos, sin principios morales y sin ideales o víctimas de ideologías revolucionarias, escogidas, no porque sean las mejores, sino por odio a una sociedad desquiciada e hipócrita. En la familia se han perdido, en buena parte, los valores de la fidelidad y del amor, cunde la irritabilidad en el comportamiento, la criminalidad en la procreación, la inercia y el descuido en la obra educadora y con frecuencia el vicio y la miseria desesperante. Se desintegran los hogares, se propaga el matrimonio civil para concluir en el amor libre y las separaciones arbitrarias desembocan en el divorcio, que atenta contra el sano crecimiento, la debida educación y el derecho de los hijos a la amorosa asistencia de ambos padres, que nadie puede suplir. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. En la vida social se advierte un profundo malestar: pocos hombres sinceros, honestos, trabajadores y, en cambio, el engaño, la especulación y el cínico aprovecharse, aún de las desgracias ajenas. El ansia de ganar pervierte las profesiones que, de noble servicio a la comunidad, se convierten en vulgar explotación, contamina las nuevas clases emergentes hasta el punto de hacerles perder todo freno y toda dignidad individual y colectiva, abusando del dinero y del poder que le granjea, hasta el punto de especular, aún con los peores vicios, como son: la trata de blancas, sacrificando la dignidad de la mujer al ídolo de la lujuria masculina; el comercio infame de los niños so pretexto de legalizar las adopciones, el tráfico de drogas que, mientras lleva a la más abierta degradación, envenena y destruye la juventud, acumula, en cambio, montañas de billetes en las manos criminales de los traficantes, el asalto sistemático y calculado a los bienes públicos o del Estado y la delincuencia organizada, quedando la vida social sometida al despotismo de pocos o de la mafia imperante que tiene su propia ética y su falso código moral. La democracia entre nosotros, es todavía un mito que llena la boca de los gobernantes y politiqueros, porque no la usan sino para engañar al pueblo, para construir su propia grandeza sobre la miseria de los electores y para asegurar sus pingües ganancias. No hay verdadera y equitativa participación de todos los ciudadanos al bienestar común y se acentúan siempre más las distancias abismales entre ricos y marginados, mientras la burguesía y la clase mercantil chupan a los de arriba y a los de abajo con una avidez cínica. El resto es lentitud y cobardía en aplicar las leyes de la justicia social. Por esto la juventud se abre a la dictadura, a la guerrilla y a las teorías revolucionarias. En el campo sociopolítico se desencadena la pugna de los partidos y de sus candidatos que no buscan el bien verdadero de la patria, sino el predominio personal y los mezquinos intereses de casta, aún conculcando los principios morales y su propia dignidad. Por esto nos vemos acosados por el crecer de la burocracia parasitaria, la corrupción administrativa que hace del presupuesto público botín de oportunistas, la terrible mediocridad que impera en los cargos públicos, que no sirven si no para mantener feudos electorales, desplazando a quien tiene legítimo derecho por su eficiente preparación profesional y su reconocida honestidad. El servicio público convertido en recompensa electorera es la degradación máxima del poder. En el campo del sindicalismo existe ciertamente el derecho natural a asociarse en defensa de sus legítimos intereses. Pero no puede negarse que con frecuencia, los sindicatos se han vuelto una fuerza de opresión, constituyéndose en oligarquías de grupo, o reduciendo todo a la lucha, a las ventajas puramente salariales y éstas con tal ambición desequilibrada que lleva a la ruina las empresas y el equilibrio económico del país y llegando al punto que más se pretende cuanto más deficiente es el servicio que se presta. 13 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. El derecho a la huelga, que sí paraliza los servicios vitales de la comunidad, como: la educación, la asistencia a los enfermos, los transportes públicos, es ciertamente reprochable, particularmente cuando es la amenaza de cada día, porque entonces es una patente y continuada violación de los inalienables derechos ajenos. Mucho más cuando se busca justificar el derecho al ocio remunerado, que anula las posibilidades del progreso social. En el campo internacional, por haber abdicado de los principios morales o por mal entendido derecho a la supremacía política, se ha perdido la confianza mutua y se la ha sustituido con un clima de sospechas; por esto, a la fuerza obligante de las alianzas y de los tratados, ha sucedido el derecho de la fuerza bruta y la carrera armamentista que prepara guerras fratricidas y quizá la destrucción total de la humanidad. Las naciones opulentas, más que ayudar a las naciones en vía de desarrollo, las explotan y oprimen y gastan multimillonarias sumas en viajes interplanetarios antes que impulsar, en primer término, el desarrollo y el bienestar de todos los hombres en nuestro planeta. Frente a la miseria, al hambre y a la muerte de centenares de millones de hombres, todos los otros gastos son suntuarios, y como colmo de males se suma a todo esto la tolerancia y justificación de todos los relajamientos, de modo que la inmoralidad no es más la culpa personal que afrenta, sino la actitud pública, con carta de ciudadanía, cuyo cinismo llega hasta el punto de jactarse del pecado y del escándalo, lo que se torna escuela funesta para quienes afectados por la edad o la inmadurez psicológica resultan víctimas inexorables del ambiente: la inversión de valores, que antepone los bienes materiales a los del espíritu, hasta convertirse en fines supremos y en objetivos primordiales de la vida, sacrificando los transcendentales y eternos. Y, por último, la pérdida total de la conciencia moral, que borra las fronteras del bien y del mal, concluye con la sola búsqueda de las satisfacciones sensuales y no deja espacio ni lugar al arrepentimiento y a la conversión, lo que lleva al total embrutecimiento de la vida humana. Este sombrío panorama pone tristes y pensativos a los hombres honestos, que se preguntan si habrá remedio a esta trágica situación, o si el mundo va inexorablemente a la ruina y a su total destrucción. Hay que crear, pues, hombres nuevos para tiempos nuevos, y esto sólo será posible si basamos la educación de la juventud en los nobles valores del espíritu y en las altísimas finalidades de la vida, esto es, en una auténtica filosofía racional que enseñe al hombre lo que es y lo que debe ser. 14 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. 15 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO DOS RASGOS DEL JOVEN LATINOAMERICANO «Conocer la juventud, sus características, sus tendencias, sus ideologías, sus aspiraciones, los condicionamientos políticos y sociales en que vive; así como las influencias del ambiente, de la tradición y de la misma idiosincrasia juvenil, significa tener en mano los mejores instrumentos para prepararla al porvenir». Antonio Hualde Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La tarea es compleja y sujeta a muchas limitaciones. Las diversas, y con frecuencia opuestas tendencias, impiden un conocimiento exhaustivo y una respuesta totalmente objetiva y completa. Vamos a asumir el riesgo, en la confianza de coger por lo menos los principales, con vista a tener una terapéutica más o menos apropiada, con la salvedad de que la nuestra no quiere ser sino una hipótesis de trabajo, sin generalizar ni absolutizar. RASGOS GENERALES Actitudes, valores y antivalores de la juventud actual. Hemos dicho anteriormente que la juventud tiene una fuerza interior que determina su manera especial de ver las cosas y de valorarlas. Esto constituye las actitudes con que los jóvenes, llevados por la educación recibida, por su misma experiencia y por las situaciones ambientales, se sienten impulsados, muchas veces, a tomar decisiones o posiciones imprevisibles e inesperadas. Dichas actitudes, a su vez, se basan en las características de la personalidad que son más estables y más determinadas, como: ser conformista o rebelde, tímido o petulante, expansivo o retraído, dominante o servil, apasionado o flemático, y estas influyen en el campo de la acción a seleccionar y adoptar una escala de valores personales o socio-morales, como: la seguridad y la paz frente al peligro, al miedo y a la guerra; la vida frente a la muerte en todas sus formas: miseria, enfermedad, sufrimiento; la libertad frente a la esclavitud; la justicia frente a la explotación; la solidaridad humana frente al egocentrismo. INFLUENCIA DEL AMBIENTE La juventud latinoamericana es, en gran parte, la protagonista de un momento histórico, en el cual se exige y se obra un cambio de estructuras sociales. Vive eso que Gurvitch llama «tiempo explosivo» en el cual se presenta el espectáculo de un mundo que nace y otro que muere. Una juventud que, debido a la educación y a los modernos medios de comunicación social sabe más, proporcionalmente, que las personas adultas y por esto toma actitudes casi opuestas frente al proceso histórico, tanto en el seno de la familia, como de la sociedad. En la familia. Ésta ejerce, sin duda, una influencia decisiva sobre la niñez, aunque no siempre benéfica. Pero, actualmente, entra muy pronto y necesariamente, en conflicto con los jóvenes que viven en carne propia un proceso de cambio brusco y radical. Los padres de familia deberían representar para los jóvenes la liberación más personalizadora, una liberación que señale gradualmente el camino hacia la madurez, la independencia creadora y su plenitud de hombres. 17 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Pero no siempre es así. Los padres carecen de ordinario de la preparación necesaria, no sólo para hacer frente a la situación actual de sus hijos y comprenderlos, sino también para educarlos e iniciarlos en los nuevos valores y en la nueva visión de la vida que ellos deben afrontar. Se les escapa comúnmente que sus hijos pertenecen a un mundo, cuyas preocupaciones, valores y esperanzas no son las mismas que las de ellos, sino de una nueva clase social: la intolerancia del presente y la actitud de cambio con todas sus características. Los padres miran más el sistema social en que se criaron ellos y no saben ni quieren comprometerse en el mundo de sus hijos, más bien se sienten ajenos a ellos y no rara vez salen completamente derrotados ante su papel de conductores y orientadores. De allí que la ruptura es inevitable. Ésta se mueve principalmente sobre tres tópicos: la civilización de consumo, el peso de la tradición y la que pudiéramos llamar de liberación. La civilización de consumo. Se caracteriza, especialmente en las clases burguesas, por el disfrute de la enorme gama de bienes y de servicios, en parte casi superfluos, pero considerados indispensables por la propaganda que la técnica proporciona continuamente, en forma cada vez más refinada. Esto produce una juventud aburrida y hastiada de comodidades, que apagan en ella toda iniciativa, porque todo está hecho; esto los transforma en títeres, sin dejar campo a la actividad creadora y les impide forjar libremente su personalidad, de allí que muchos jóvenes, aún ricos, se pasan al marxismo o a la guerrilla. Esta situación se agrava, aunque no llegue siempre a puntos extremos, por el hecho de que los padres están demasiado preocupados por las exigencias sociales: el trabajo, la angustia de la subsistencia, el tren de vida que se han impuesto, especialmente por el malentendido pundonor social y las obligaciones profesionales; entonces llegan al hogar cansados y sólo en busca de reposo. Ahora bien, esta actitud no es la más apta para ser los amigos y confidentes de sus hijos; antes bien, no es raro que frente a su bullicio y exigencias, exploten en actitudes de intolerancia y represión. El padre es quien ordena y resuelve las situaciones imponiendo silencio y la madre es quien oye, ve y calla. Por esto, cuando alguno de los hijos osa expresarse libremente y tal como piensa, los padres lo tachan de irrespetuoso e insolente. Se tiene miedo a la libertad y se impide que el muchacho se exprese. Es la señal inequívoca de la impotencia para la comunicación y el diálogo. Entonces, los hijos buscan afuera aquella comprensión que no logran adentro: contraen malas amistades, se entregan al vicio, a las experiencias sexuales y se hacen una vida independiente y antojadiza, si no libertina. 18 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. El peso de la tradición. Se empeoran las relaciones cuando los padres, por motivos tradicionales o de autoridad, inculcan costumbres y preceptos que no saben justificar o no cumplen o se presentan ante los hijos con la lacra hipócrita de la doble personalidad; la consecuencia fatal es el descrédito de la autoridad y el ímpetu en los hijos de decir y hacer todo lo contrario de lo que los padres mandan. No es que la juventud sea por sí misma inmoral o irreligiosa, pero, por falta de maduro discernimiento y por rebeldía, el precepto inmotivado lleva a rechazar también el objeto y el contenido. El padre vicioso pero moralizante vuelve a sus hijos rebeldes, aunque sea aparentemente y un padre tradicional o formalmente religioso hace a los hijos irreligiosos. La liberación. ¿Cuál ha sido la praxis religiosa en la familia? Insistir abusivamente en un Dios policía, sólo atento a escudriñar el pecado y castigarlo, sólo preocupado de sus mandamientos y exigiendo su observancia, una fe concentrada en el culto, frecuentemente sólo exterior, un Dios que guarda un silencio sospechoso sobre el más acá y se desinteresa de las grandes tareas de la historia y de las angustias de los hombres para mejorar las presentes condiciones de vida que, en el fondo son y deben ser también el reino de Dios, que parece no estar de acuerdo con el progreso y la justicia social: “bienaventurados los pobres...” (Mt. 5,3). La religión, entonces, se vuelve para los jóvenes una camisa de fuerza y sufren una aguda crisis de fe, como sucede, del resto, en todos los campos y en todos los jóvenes en su proceso de maduración psicológica. Lo que les ha faltado es la experiencia de un cristianismo más auténtico y más dinámico y una oportuna y adecuada asistencia en sus luchas para un ideal ético cristiano; por eso han roto con la falsa imagen de la religión que les han inculcado. Parece entonces que se vuelven despreocupados de Dios y es porque no lo han conocido convenientemente. Buscan entonces sus ídolos en las ideologías materialistas o en los personajes políticos de turno, o se entregan a los alborotos obsesivos, a la música alborotada y ritmos violentos, a las aventuras peligrosas, al culto de los instintos, a las locas carreras de motocros o a la droga, con el fin, por lo menos, de olvidar. Los jóvenes y el grupo. Hemos dicho que el joven que no encuentra comprensión en la casa la busca entre los compañeros que tienen los mismos problemas, las mismas aspiraciones y los mismos medios de expresión y gozan de las actividades, libremente escogidas y directamente organizadas por ellos, tanto dentro de los límites del ambiente, como en las grandes reuniones nacionales e internacionales. Las actitudes varían mucho de un grupo a otro y en los mismos jóvenes es diversa y aún contradictoria, su actitud personal en la familia, en donde se creen 19 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. incomprendidos y en el grupo en donde se sienten plenamente realizados, experimentando y actuando. Su inconformismo no es sino un síntoma de su actitud de búsqueda, en un afanoso esfuerzo de librarse de las condiciones infrahumanas en que se debaten y el ansia de sobrevivir. Buscar rumbos nuevos es su anhelo y su pasión y esta búsqueda está signada por dos características esenciales: El anhelo de justicia y el afán de sinceridad. Anhelo de justicia, porque sienten profundamente los contrastes sociales, no sólo como una triste experiencia de su vida, sino también por un acentuado espíritu de solidaridad tan arraigado en su conciencia. Afán de sinceridad, porque el joven actual quiere manifestarse tal cual es y conocer a los demás tal cual son. De ordinario desconfía de las teorías y vanas promesas y quiere hechos. En su sinceridad llega a veces a ser hiriente, cosa que perturba a los adultos, sumidos en sus viejas costumbres y en su soledad. Actitud muy coherente con un mundo que rechaza las fantasías y pondera las conquistas de la ciencia y de la técnica. Falta de reflexión. Una de las características de la juventud actual es la falta de reflexión, con la cual el hombre madura su manera de juzgar los acontecimientos, descubre y consolida los principios a los cuales ancla su vida. Esta falta se debe a múltiples factores. El clima tropical, ordinariamente muy suave, los tiene distraídos y vagando hasta altas horas de la noche, la abundancia de luz y de sol desarrolla copiosamente la fantasía y con ella la asociación de imágenes y la capacidad intuitiva del entendimiento. Por esto, en el trópico, se cultiva mucho el arte, la poesía, la danza y la música, por lo menos, como expresión de los sentimientos. Estos mismos fenómenos influyen mucho en el temperamento y en el carácter: más abierto, alegre, danzarín en la costa y más cerrado y pensativo en la sierra. Uno de los factores que ha entorpecido la capacidad de reflexionar ha sido, hasta hace poco, la enseñanza reducida a pura memorización. De todas maneras aparece muy claro que nuestra juventud tiene una innata apatía a la introspección, a las investigaciones abstractas y cuando se la obliga a profundizar, como por ejemplo en filosofía, se escapa por la tangente de la descriptiva y cuesta trabajo sacarle una definición completa con todos los elementos esenciales, mucho menos un razonamiento lógico y deductivo, como lo exige una demostración racional. 20 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. A esto la lleva también, como causa y efecto, la vida alborotada que especialmente en estos tiempos constituye la atmósfera en que ella vive y se mueve: músicas tumultuosas, danzas contorsionadas, canciones aturdidoras, que más saben de evasión que de interpretación artística. Otro aspecto que influye negativamente es el cine, la radio y la televisión que presentan los problemas ya hechos y resueltos, que se absorben sin ningún esfuerzo, bastando para eso ojos para ver y oídos para oír. En conclusión, la reflexión constituye para nuestros jóvenes un verdadero rompecabezas y de allí una cierta dosis de infantilismo y de superficialidad endémica, que desemboca forzadamente en conflictos interiores y exteriores. La reflexión lleva necesariamente al estudio crítico y al sentido de responsabilidad; faltando ésta, el joven se expone fácilmente a ser engañado por el brillo de las apariencias, por el atractivo de las novedades y por el oropel del capricho, lo que afecta gravemente la formación de la personalidad y los métodos para educarla. Detrás de cualquier método hay una concepción de la vida. Por esto el hombre tiene que ser crítico, dialogante, creativo. Hay que concientizar a la juventud, llevándola hacia el desarrollo crítico, en el cual la realidad se nos da como objeto conocible y el hombre asume una posición epistemológica. Pero esta concientización no podrá hacerse sin el binomio reflexión – acción. Ésta debe llevar por una parte a la desmitologización y a la desmitificación y, por otra parte, a la praxis humanizadora. La auténtica praxis histórica nos evitará caer en el verbalismo - reflexión sin acción - o en el puro activismo - acción sin reflexión esto es, acción inconsulta e instintiva. Deber ser, pues, una praxis en permanente contacto con la realidad y por esto creadora, histórica, humanizadora, con la reflexión – acción concreta y eficaz; el hombre oprimido pasará de objeto a sujeto, para ser siempre más el hombre nuevo que sólo es viable por la superación de la antinomia: opresores – oprimidos. Vivencia religiosa de la juventud. No puede negarse que la religión tiene sus bases en la sana filosofía, por esto sólo a través de la reflexión podrá llegarse a comprenderla y cuanto más se profundiza tanto más se descubre su verdad, su exigencia, su belleza, su atractivo y la justificada correspondencia entre fe y práctica, puesto que la religión no abarca sólo la especulación, sino toda la personalidad. De allí se derivan dos consecuencias igualmente graves: Que por falta de profundo conocimiento de las verdades religiosas se cae fácilmente, también aquí, en el infantilismo y quizá en propias y verdaderas herejías o idolatrías que desvirtúan nuestras relaciones con Dios y que, tarde o 21 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. temprano, desembocan en desengaños, discrepancias y posiciones negativas. De aquí que muchos hayan perdido la fe, aún siendo profesionales y auténticos maestros en otras ramas del saber, esto es, han progresado mucho en las ciencias y han quedado niños en el estudio de la religión. Por esto, los que conservan la práctica exterior de la religión lo hacen con desgano, indiferencia y miedo a un Dios que aparece en la práctica, como un fetiche. El culto verdadero de Dios se transforma en superstición. No puede negarse que el período de la juventud es el punto crucial de la práctica religiosa y aún de la permanencia en la fe. La religión, como hemos dicho, no es sólo razonamiento abstracto, sino que implica la práctica y la observancia de la Ley de Dios. Ahora bien, en esa edad es cuando en el joven las pasiones llegan hasta el paroxismo y transforman, muchas veces, su vida en un mar tempestuoso: esto ofusca el recto uso de la razón y la práctica religiosa se vuelve dura y difícil, recalcando lo de Horacio: «veo las cosas buenas y las apruebo, pero sigo lo peor». En esta lucha sólo se salvan los que tienen anclada su fe en sólidos principios morales y en la roca inconmovible de la trascendencia. Los otros se transformarán en náufragos y se ahogarán en la indiferencia y quizá en el ateísmo: ateísmo no teórico sino ciertamente práctico, que no cree porque no le conviene. Porque el ateísmo no es fruto de la razón, sino de la pasión. Conciencia y dictamen moral. Es cierto que no puede darse una moral verdaderamente válida sin religión, porque la moral supone un orden jerárquico y por esto la responsabilidad implica responder ante otro. La escala de valores, pues, en América Latina está claramente determinada por la fe. La una y la otra para que sean eficaces exigen una maduración psicológica y un gran discernimiento crítico. Pero, actualmente, en muchos centros educativos y en la mayoría de las universidades, la valoración moral, si la hay, se realiza en una esfera secularizada, sin orden jerárquico y en pleno politicismo o subjetivismo. Las mismas normas sociales pierden su estabilidad y se diluyen en valoraciones arbitrarias. «Se rompen los tabúes», suelen decir los jóvenes, dándoselas de maestros y recalcando lo de Freud: «yo juzgo de las faltas y pecados de acuerdo con aquello que tengo por recto en mi criterio personal». Es el libre albedrío y aún el capricho elevado a norma suprema del bien y del mal. 22 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Hasta hace poco, la filosofía cristiana compenetraba los criterios humanos y la jerarquía de valores; actualmente, ante los cambios que el joven vive intensamente, todo esto lo lleva a un conflicto. Se pregunta: ¿rechazando el presente orden social y la concepción de la sociedad que antes se tenía, se rechaza, con ello, la concepción cristiana de la vida?... y ¿es realmente válida la valoración que se denomina cristiana? ¿Es cristiana la nueva jerarquía de valores que nos fascina? La cuestión es compleja y para resolverla adecuadamente necesita de principios firmes, consecuencias lógicas y aplicaciones circunstanciadas. A esto se suma la dificultad para integrar el sexo. Es la edad en la que ese instinto aparece exuberante, llevando una mezcla de idealidad heroica y de pasión brutal: el joven, en esta sociedad hedonista, se encuentra desprovisto de los elementos necesarios para asumirlo adecuadamente. Es un proceso arduo y con frecuencia largo... y en esta lucha para integrarlo adecuadamente, muchas veces sufre derrotas. Por otra parte, se ve requerido por su fe a vivir humana y heroicamente esta realidad, a ser fuerte en la lucha para no sucumbir y emerger en un ambiente erotizado. De aquí el grave problema: ¿cómo vivir el humanismo cristiano, tan alucinante, si los esquemas y modelos de los mayores son tan inoperantes y aún en desacuerdo con los principios que profesan? He aquí el conflicto de las conciencias juveniles. La problemática educacional. La escala de valores, dominante en una sociedad, da vida a formas específicas de educación. Sin embargo, los ajustes entre unas y otras no son automáticos, ni inmediatos y puede suceder que los períodos, caracterizados por la rapidez del cambio social, dejan los sistemas educativos como marginados del proceso histórico. Cuando se habla, pues, de crisis de la educación se está señalando que los sistemas educativos no responden cuantitativa ni cualitativamente a las necesidades de la sociedad moderna. A igual conclusión se llega cuando, por falta de discernimiento en los gestores y en los transmisores de la educación, se toman a la letra sistemas educativos de países desarrollados para aplicarlos a países en vía de desarrollo, que tienen otro nivel y otra idiosincrasia. De allí el fracaso de muchas reformas educativas en Colombia. Desde hace algunas décadas la educación, especialmente en las naciones superdesarrolladas, ha sufrido un cambio radical, o lo que Chaparede comparó con la revolución copernicana. Ésta consiste en que, antiguamente, la educación estaba centrada y giraba alrededor del educador, el cual en el aula, era la autoridad máxima y autónoma. Él enseñaba de manera tradicional y por lo común de memoria y en forma dogmática. El alumno quedaba enteramente pasivo, dispuesto a hacerse llenar de datos y conceptos y lo máximo que podía hacer, y que le merecía la máxima nota, era repetir de memoria y a la letra el texto. 23 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. En la educación moderna y personalizada el sistema pedagógico gira alrededor del alumno, nucleando el desarrollo intelectual, las necesidades, los intereses, la idiosincrasia, las capacidades y las formas de aprendizaje del educando. Claro está que esta manera de enseñar necesita mucho más espacio, menor número de alumnos, abundancia y variedad de medios audiovisuales, bibliotecas especializadas y una asistencia, casi personal, por cada alumno, cosa que especialmente en los países en vía de desarrollo es muy difícil. Entre nosotros falta un profesorado idóneo, de mucho empeño, consagrado y de mucha iniciativa; faltan muchos medios económicos y mucha experiencia, gente preparada en el manejo de los mecanismos del aprendizaje y principalmente un amor y un interés, en buena parte, preponderante para los adelantos del alumno, reduciéndose la enseñanza, todavía a pura transmisión de conocimientos y a exigir al alumno atención y obediencia. Consecuencias: - La enseñanza es impuesta y aplasta las iniciativas del alumno. - Los programas son demasiado inconexos y no conducen a una síntesis global de educación, vida y mundo. - Las clases son descarnadas y sin interés por el alumno, porque falta el entusiasmo del descubrimiento y de la conquista. - La enseñanza es estática y cierra la posibilidad de nuevos horizontes, a la creatividad y a la crítica. - Lo más grave es que hasta ahora, casi todo el sistema educativo ha estado orientado hacia los estudios universitarios y las profesiones a alto nivel y se han descuidado, casi por completo, las carreras técnicas y tecnológicas que son el secreto del progreso. Todo esto necesita una radical y urgente reforma de principios, de programas, de métodos y de una educación superior que no sea de elites, sino que vaya hacia las masas, como es y debe ser en un país democrático. La situación sociopolítica. No puede negarse que en América Latina hubo grandes civilizaciones, grandes imperios, culturas florecientes y organizaciones políticas y militares que llegaron hasta la conquista. Pero todo eso quedó sepultado en la penumbra de la prehistoria. Más cerca de nosotros, por falta de una tradición cultural sólida y crítica, los esquemas de la educación y de las mismas formas de gobierno más que ser 24 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. autóctonas, fueron importadas y aplicadas, no rara vez, sin una profunda compenetración y sin aquel largo y laborioso trabajo de adaptación a la etnología, a la idiosincrasia y a la psicología ancestral, de allí la superficialidad y la desconfianza en sus propios valores. La juventud se siente lastimada frente a una sociedad tradicional que quiere engancharla a formas de vida y de gobiernos y a estructuras políticas que se le presentan como una omnipotencia, frente a la cual se siente como oprimida e incomprendida, lo que la impulsa a un rechazo agresivo y muchas veces, incontenible. La autoridad aparece como un pulpo descomunal, concentrada en un hombre o en pocos: estado, empresa, institución, con vastas dimensiones, a veces, incontrolables. El gobierno abarca muchos servicios -burocracia abrumadora-, la responsabilidad se concentra en un grupo de personas; pero nadie responde personalmente. El joven piensa que la autoridad se identifica con la sociedad que lo encuadra, desde la infancia, en una serie de casillas automáticas: kinder, primaria, educación media, horarios rígidos, programas oprimentes, largas horas sentados en un pupitre, sin miramiento a su imperiosa necesidad de expansión y relajación, porque no hay tiempo y después las otras casillas automáticas de la protección oficial: médico de turno, seguro de vida, asistencia social en todas sus formas, que muchas veces, antes que ayudarlo a desarrollarse gradualmente, parecen oprimirlo y quitarle el respiro, sin dejarle un instante para su libertad y actividad creadora. Esto determina un rechazo de la autoridad a todos los niveles y le hace ver la sociedad como una gran máquina que se alimenta de individuos. Por esto la rechaza de tajo. Por otra parte, la tecnología impone una producción y un consumo masivo que obliga a vivir un ritmo de máquina y que hace al hombre esclavo del mundo que ha construido, hasta el punto que la sociedad de consumo lo alimenta, lo ceba, lo duerme, lo tiene en un mundo artificial que le impide moverse libremente. Se ve reducido a un objeto, manipulado a voluntad y engullido aún en todo lo que tiene de íntimo y personal, lo que determina en él un estado de angustia y frecuentemente de rebeldía, que se manifiesta en: Una voluntad de nihilismo y de destrucción, espejo fiel de una juventud que sabe más o menos de donde quiere salir, pero ignora a donde va. 25 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. El refugio en el irrealismo, que hace perder el verdadero contorno de las cosas, del mundo que quisiera crear y de los medios necesarios para hacerlo y percibe que no podrá construirlo sin la ayuda de los demás, esto es, de aquella sociedad que odia y de la cual necesita al mismo tiempo. Son las contradicciones de la juventud. Estado de paranoia. ¿Quién puede negar que la gran mayoría de la juventud actual, vive ante el espectro de una persecución?, esto produce ineludiblemente la desconfianza, la dureza de juicio, el impulso a defenderse y la consiguiente supervaloración de sí misma. La persecución de que se creen víctimas, los exalta y los vuelve incapaces de un diálogo equilibrado y objetivo; los inclina a interpretar las dificultades inherentes a toda reforma social como mala voluntad de los gobernantes o vanas promesas que son subterfugios para desarmarlos o engancharlos al sistema. El peligro más grave y de incalculables consecuencias, que no es imaginario sino fundado en la experiencia, es que, en este estado de exaltación, una buena parte de la juventud se deja fácilmente manipular por potencias foráneas, interesadas en la expansión de sus ideologías, que no tienen otro fin, sino destruir el vínculo de la nacionalidad en beneficio de su hegemonía monopolizadora. 26 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO TRES CRISIS DE LA PERSONALIDAD Los gobiernos y las instituciones educativas no se han apersonado suficientemente que los métodos y los programas son todavía para la juventud, pero no «entre» y «con la juventud»; por esto no llegan al meollo de la cuestión. El sistema educativo, tanto a nivel secundario como universitario, es todavía demasiado bancario, alienante, despersonalizante, incongruo. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Todo esto se concentra en una grande y única crisis: la crisis de la personalidad. Crisis afectiva. De lo que hemos señalado anteriormente sobre la doble personalidad de muchísimos padres y de la hipocresía moralizadora, resulta claro que los jóvenes van perdiendo el respeto y la confianza en los mayores. Igualmente sucede cuando el sistema social en que está incardinada la familia, entra en un proceso de cambio radical y cuando la concepción social del mundo recibida por los padres choca violentamente con la que anhelan instaurar los hijos. Todo esto se refleja necesariamente en las relaciones afectivas entre padres e hijos y los va distanciando siempre más hasta enfriar los mismos vínculos de la carne y sangre y a independizar la conciencia y el corazón de los jóvenes. La autoridad incondicionada de muchos padres que no saben motivar su voluntad, ni saben comprender las justas exigencias de la juventud, cuando la infidelidad al hogar y los vicios como el alcoholismo, atacan lo más sagrado de la familia o hacen consistir el amor principalmente en términos económicos y materiales, los jóvenes experimentan en modo vivo y semiabsorvente el vacío afectivo. Siempre los jóvenes se han sentido incomprendidos por los padres, pero ahora esta incomprensión se ha vuelto, en la casi generalidad, un abismo, debido también a la diferencia de cultura y a los modernos medios de comunicación social en que viven. El fenómeno se agrava en los planteles de educación secundaria, en donde se acogen los adolescentes, sedientos de comprensión y de ayuda moral y en donde la enseñanza se volvió despersonalizante y carente de calor del amor. Hoy la educación, en la mayoría de los casos, no es más una misión, sino un comercio y los profesores no son propiamente educadores, sino peones asalariados de la enseñanza. Los alumnos tienen el sagrado derecho y desean vivamente amar y ser amados, particularmente en nuestros tiempos en que todo amor y amistad que se les brinda, les parece insuficiente. Los adolescentes que se han visto frustrados en esta edad, en su profunda exigencia de cariño, comprensión y consejo, se quedarán definitivamente frustrados y desconfiarán de todo otro amor y difícilmente podrán convencerse que otra persona los pueda apreciar, valorar y amar. De allí también la soledad, la tristeza y la irritabilidad con que explotan frecuentemente en el hogar y en los planteles de educación. Esta crisis no es necesariamente síntoma de un estado neurótico, aunque pueda tener momentos de fuerte depresión, vacíos y actuaciones sin sentido. La vida afectiva influye decididamente y más que otras motivaciones de tipo racional o de sentido común, en la conducta de los jóvenes, hasta el punto de poder afirmarse que el amor lo es todo. Decía Scheler: “El que ha penetrado en la dirección del amor de un hombre, podrá descubrir las sencillas líneas Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. fundamentales de su ánimo que, con más razón que el entendimiento, merece llamarse: núcleo del hombre”1. La consecuencia lógica e ineludible es que la juventud, como podemos constatarlo experimentalmente, no cree más en el amor espiritual y desinteresado y piensa que sólo es amor el que da el instinto sexual, tal como lo presenta el cine, la radio y las novelas de literatura barata, el cual, a su vez, frecuentemente se lo acepta y busca como medio de satisfacción egoísta y desilusionante. En efecto, una buena parte de las canciones circulantes no son sino de amores traicionados. No nos debe sorprender si la juventud cierra sistemáticamente las puertas a toda aspiración hacia el amor, como valor moral y como virtud, o como ideal humanitario, ni mucho menos como causa y fruto de renuncia y de heroísmo. En esta situación las perspectivas son catastróficas y necesitan remedios urgentes y eficaces. Crisis de valores. Puede afirmarse que, en gran parte, la crisis del amor hace entrar fácilmente en crisis muchos otros valores, como son: los morales, los religiosos, los sociales, los políticos o se desvían hacia otros cauces inaceptables por la sana filosofía como: el materialismo, el utilitarismo, el marxismo. Es tanta la conexión entre convicciones y vida que la razón misma en relación con las varias clases de valores, se potencia o se deprime, se eleva o se degrada. Hablando del amor, decían los antiguos: amor meus pondus meun (el amor arrastra irresistiblemente). Scheler dedica capítulos enteros a «el amor, problema central de la ética» y afirma: «lo supremo, a que el hombre puede aspirar es el amor a las cosas en lo que ellas merecen en sí mismas y amarlas como las ama Dios... y vivir con evidencia... entre el acto divino y el acto humano». ¿No es ésta la causa, como hemos afirmado arriba, de que hoy estamos en la bancarrota de todos los valores? Además, frente al cambio brusco de los valores humanos, la familia y la escuela carecen de esquemas teóricos adecuados a la realidad presente y muchos otros, aún sin motivo, caen en desuso por la poca importancia que se les concede. Así el joven de hoy carece de orientaciones básicas para enfrentarse a la vida. Igualmente, el diálogo con los mayores es cada vez más difícil y los centros educacionales, o no tienen una filosofía educativa propia y científicamente válida, o están minados por teorías aberrantes y, por esto, poco seguras e incapaces de orientar al joven en los difíciles problemas que le presenta el macrocosmos y el microcosmos de su mundo interior. 1 SUANCES MARCOS, Manuel A. Max Scheler : Principios de una ética personalista. Barcelona : Herder, 1976. p. 83. (Biblioteca de Filosofía ; no. 6). 29 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Es fácil, pues, que por su espíritu innovador, lo invada la rebeldía hacia los valores tradicionales que se le presentan como obsoletos y determina entonces un estado de conciencia crítico que desconcierta la personalidad, fenómeno frecuente y agravado por la inestabilidad emocional y por la inseguridad en los principios característicos de una personalidad joven. Crisis de identidad. Gran parte de la juventud actual, por ignorancia, por desinterés, por abulia, por el nivel ambiental en que le toca vivir y principalmente por la crisis de valores, de que hemos hablado, se ha hecho un concepto superficial de la vida y de sus altísimas finalidades, rehuye todo esfuerzo y sacrificio y se deja dominar por un egoísmo exagerado que no le permite ahondar y evaluar debidamente sus deberes y obligaciones y, por el contrario, desconoce o viola abiertamente los derechos ajenos con impresionante facilidad. El materialismo imperante, si no teórico, ciertamente práctico, la lleva a buscar los solos bienes de la tierra, desconociendo o despreciando los valores del espíritu: hay una ignorancia casi absoluta de Dios, el Ser Creador y benéfico, que creó al hombre por amor y que dirige, con sabia providencia, los destinos de la humanidad hacia metas trascendentes y a la suprema felicidad del hombre. De allí el hedonismo exagerado que la inclina a mirar la vida bajo el ángulo visual del placer. Por esto escoge de ordinario las profesiones, no por vocación o por tendencia natural, sino con base al rendimiento económico o al dominio de clase, lo que lleva necesariamente al profesional: - Al desamor de la profesión. - A descuidar su perfeccionamiento a través de la investigación y el continuo análisis de la experiencia. - A fomentar exageradamente el clientelismo. - A pretender cobrar salarios injustos o superiores al medio ambiente. - A sobre exaltar sus méritos y capacidades. - A subestimar el «ser» frente al «aparecer», lo que lleva, por una parte, a la perversión de los valores de la vida, al comportamiento hipócrita y a la doble personalidad y, por otra, a considerar a los demás como simples instrumentos de su propio interés y bienestar, desconociendo los valores de la persona, conculcando su dignidad, violando sus derechos, pervirtiendo el sexo, abusando del poder, aplastando a los más humildes y convirtiendo la vida social en un campo de batalla, cuyas notas son: el pillaje y la violencia. 30 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Todo esto se traduce necesariamente en una falta de responsabilidad, que a la postre es falta de personalidad definida y en una falta de justicia hacia los demás, con graves daños para su propia realización y el bien de la comunidad. Crisis de autoridad. La Conferencia internacional sobre la juventud, realizada por la UNESCO en París, afirma claramente: «La juventud está llamada, mucho más temprano que en otros tiempos... a tomar parte activa en la vida y el desenvolvimiento de la comunidad, por esto es preciso integrar a los jóvenes en la sociedad... porque ellos han de asumir las responsabilidades del porvenir y hay que facilitarles esta transición». Es la ley de la historia. Esto vale mucho para América Latina. El rápido crecimiento demográfico y la enorme masa que constituye la juventud es una de las situaciones más críticas de América Latina. Hay ciertamente países muy ricos, por ejemplo Colombia, inmensas extensiones todavía sin explotar y muchísimas regiones con una intensidad mínima de población; sin embargo, gran parte de los pueblos latinoamericanos se encuentran entre los más pobres. ¿A qué se debe? En parte a la indolencia, en parte a la voracidad de las naciones superdesarrolladas que le roban en forma fácil y jurídicamente aceptable sus inmensas riquezas, en parte a la falta de recursos para explotarlos convenientemente, en parte a la falta de preparación técnica adecuada para hacerlo en forma más humana y provechosa, en parte por culpa de los gobiernos y de las oligarquías imperantes, que sólo se interesan por estar en el poder y creando un tren de burocracia inoperante y excesivamente costosa, que es la plaga de América Latina. Todos quieren ser empleados oficiales para trabajar poco y ganar suficientemente para vivir. Los gobiernos deberían haber pensado y previsto la realidad de las cosas para hacerle frente y prepararse como era debido. Es verdad que en estos últimos años han aumentado considerablemente las escuelas y el número de alumnos, pero la tasa de analfabetismo es todavía demasiado alta. Se ha desarrollado proporcionalmente también la enseñanza media, pero desgraciadamente, por una falsa política educativa, la mayoría son bachilleres clásicos, esto es que dan una cultura, pero no preparan para el trabajo, hechos solamente para pasar a la universidad, esto es aumentar, en gran parte, la burocracia o el desempleo. 31 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Las universidades son relativamente pocas y, exiguo el número de los que tienen la suerte de educarse en ellas; la gran mayoría de jóvenes quedan a medio camino y aumenta el número de desconcertados y sin porvenir. La mayor parte de los que salen de las universidades quedan sin puesto y a muchos no les queda otra alternativa que engancharse al sistema, de buena o mala gana. En estas sociedades conformistas, los puestos de mando están casi siempre en manos de las mismas castas políticas, aún en edad avanzada. En las mismas provincias o municipios los mejores puestos están reservados a los veteranos de los partidos y a sus adictos, quedando la juventud excluida, casi en su totalidad, porque no aprueba el sistema y por esto ni se preocupa por votar. Se ve privada, pues, de intervenir, como es su aspiración y derecho, en el manejo del gobierno y de la cosa pública y queda excluida también, en parte, de las empresas industriales, porque casi no hay universidades técnicas y planteles de carreras tecnológicas y porque las industrias se vuelven siempre más automatizadas. De allí los choques y la desconfianza hacia las estructuras existentes, la reacción contra el sistema y el poder que pretenden ejercer en ellos las instituciones burocráticas y las formas sociales y políticas. Igualmente, debido a los clamores que se levantan de todas partes contra la opresión de todo tipo, con fuerte conciencia crítica, la juventud moderna se rebela contra la discriminación racial o de casta y contra el mismo paternalismo oficial, contra las condiciones de vida en que se debate y contra el conformismo social y político. El porvenir de la juventud es realmente crítico y por desesperación y quizá sólo por esto, muchísimos se pasan a las izquierdas organizadas y a las guerrillas. Crisis de autenticidad. Es quizá el mal más generalizado y la causa principal del malestar social. Casi nadie habla u obra con sinceridad y así lo mejor de la vida social y la auténtica amistad se vuelven muy difíciles y casi imposibles. Nadie cree a nadie y por esto estamos como enfermos de desconfianza. Los hombres de gobierno y de la política toman fácilmente actitudes de «superhombres», considerando a los demás con altanería, con desprecio, engañándolos y enredándolos impunemente. Sus argumentos son sofismas, sus promesas esconden intenciones dolosas, su amistad es oportunista y su adhesión a un partido o a un candidato son puros intereses. A pesar que digan trabajar por el pueblo. 32 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Muchos jóvenes, que viven en este ambiente, se vuelven oportunistas, practican el arribismo, se enredan en los negocios más sucios y atraen y envuelven en sus redes a los más humildes e indefensos. Los más avispados se transforman en líderes de las peores causas, poniéndose al servicio de potencias extranjeras, con el pretexto de reivindicaciones sociales y los que parecen más enardecidos de la buena causa, reciben los mejores sueldos. Con las múltiples subvenciones que reciben, organizan guerrillas, motines y suscitan disturbios de toda clase, aún los más perjudiciales al bien común, para aparecer héroes al servicio de la ideología revolucionaria. Es la perversión de la vida juvenil. Crisis de rebeldía. La otra parte de la juventud, que es la mayoría, rechaza de plano la manera de ser de la sociedad actual que considera injusta e inadecuada, por esto se revela y protesta. La rebelión es la forma más reciente de oposición deliberada; será diversa, según las distintas naciones o ambientes, según sean superdesarrolladas o en vía de desarrollo, pero su multiplicidad y extensión muestra una profunda inquietud que nace de los grandes males que acosan la vida moderna y que los jóvenes sufren tremendamente, sintiéndose incapaces de superar. Los jóvenes, aún los que pertenecen a las potencias económicas, no soportan las injusticias sociales, el subdesarrollo de otros países, la opresión de los más humildes por los más fuertes, el autoritarismo sin opción de diálogo, las guerras fratricidas, la falta de asistencia pública, especialmente en el campo de la salud y la educación para los campesinos y marginados. Por esto se vuelven intolerantes de las estructuras sociales, aún las más tecnificadas, pero que no resuelven los vitales problemas del hombre. La rebeldía se vuelve frecuentemente agresiva, particularmente cuando los jóvenes se constituyen en grupo y toman conciencia de su fuerza social, como son los estudiantes y sobre todo cuando las situaciones se vuelven particularmente injustas y opresivas. Los adultos tildan esta actitud de atrevimiento, pero el fenómeno generalizado, revela un mal profundo y preocupante, que motiva estudios de psicólogos, sociólogos, estadistas bien intencionados, estudiosos de la moral y la religión y economistas del mundo entero. ¿No será este inconformismo una «inyección de sangre joven» para nuestras decadentes estructuras sociales? Los sociólogos llaman a este fenómeno «fuerza de presión» de la juventud actual y es debida, además de los motivos dichos, a que los jóvenes son la mayoría de la población de América Latina, a su rápido ascenso en la cultura, aún sin 33 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. profesores, a que el sistema escolar prolonga la edad estudiantil en cuanto empieza antes y termina después, a su mayor apertura a los problemas sociales, a su inmadurez psicológica que la vuelve tornadiza y fácil presa de los que la saben manipular, a su nueva filosofía de la vida que no es conceptual, sino vivencial y existencial. Crisis de angustia y frustración. La juventud actual es inconforme y está bien, la inconformidad es el resorte del progreso y del cambio. Pero no hay derecho a desplegar la rebeldía en forma destructiva, contra todo y contra sí mismo. Esto se debe a la falta de madurez, de experiencia y a una precipitación injustificada que alcanza el paroxismo y que transforma fácilmente la esperanza en desesperación. Entonces, el valor positivo de la inconformidad se pierde o no se canaliza, ni se pone al servicio de la persona, en la consecución de los justos objetivos. La desilusión es una modalidad negativa de la misma crisis, de la cual se sigue el desinterés, el pesimismo, la dejadez, la mediocridad y la frustración, que es el estado más avanzado de la desilusión. Al joven frustrado parece que se le ha roto la personalidad, ya no trabaja y se cruza de brazos, lamentándose de lo que hubiera podido ser o hacer. Otro grupo de jóvenes, frente a las experiencias amargas, renuncia al riesgo de la vida, a la aventura, a la generosidad y al progreso y otros se desvían en una actitud acomodaticia, conformista o parasitaria, vuelven a la vida burguesa, poniendo de nuevo como centro el egoísmo. Es otro aspecto de la misma crisis que les impide avanzar y trabajar organizadamente. Estado muy frecuente para personalidades flojas, fruto, en gran parte, de la situación crítica de nuestros países en crecimiento y en contrastantes crisis sociales o políticas. Crisis de la vida rural. En América Latina, hasta hace poco, en un 70 u 80% la población era campesina y el resto burócratas, terratenientes y señores feudales poseedores de extensos latifundios. La vida del campo era, y continúa siendo, más que miserable, privada de toda comodidad porque toda la existencia, incluso la comida, la casa y los utensilios de trabajo están a merced del patrón al cual, por lo general, poco o nada importa la vida infrahumana o animal que hacen los peones, a quienes escatima aún lo mínimo indispensable para sobrevivir y cuya jornada de trabajo va de sol a sol y más allá, todo el día inclinados sobre el surco a arar, sembrar, desyerbar, sudar y sufrir, sin educación, sin asistencia médica, sin higiene, sin caminos de penetración, sin escuelas, aislados del consorcio humano y quedando descalzos, harapientos, desnutridos y sin fuerzas, amontonados en chozas inmundas sin aire y sin luz, privados de cualquier esparcimiento compensatorio y sepultados en la tierra de por vida, a lo cual se añade, para 34 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. colmo de males, la frustración sistemática de las más modestas ambiciones, sobre todo con relación al futuro de los hijos. Pero ahora el campesino, a través de la prensa, la radio que ya penetra en todos los hogares, aún los más humildes y a través de sus frecuentes viajes a la ciudad se da cuenta de la distancia abismal entre la vida del campo y la ciudad y en la ciudad se trabaja menos, se gana más, se goza de todas las diversiones y de la máxima libertad, se encuentra fácilmente educación para los hijos y particularmente se da cuenta que la cultura y las influencias son el medio para sustraerse a esa vida miserable, con muchas ocasiones para hacer la vida cómoda y alegre; empieza el éxodo del campo y no individualmente, sino en masa, hasta el punto que, de la noche a la mañana, en la periferia de las ciudades, aparecen nuevos barrios piratas, hechos de tablas viejas, lata y cartón. Aumenta así la miseria y la desocupación da puesto a la vagancia, a los robos, a la delincuencia y al gaminismo. Muchos psicólogos y sociólogos afirman que hasta que el hombre no alcance un cierto desarrollo, no puede considerarse persona en sentido propio. Es un fenómeno de proporciones gigantescas, que no se puede frenar y las consecuencias son más que alarmantes. Los hijos de muchos estudian, pero muy pronto se encuentran con un diploma en las manos y sin posibilidad de empleo, esto es, una juventud preparada intelectualmente, pero ociosa a quien no le queda sino entregarse al vicio y aumentar las filas de los descontentos y revoltosos. Buenas razones tendrán los gobiernos para justificar esta gravísima situación, pero lo cierto es que mucha plata se ha gastado y se gasta para teatros, coliseos, plazas de toros, cines y edificios suntuosos, para reuniones y congresos, complejos costosísimos para competencias deportivas nacionales e internacionales, que quedarán muy pronto abandonados y demasiados lugares para divertir a los de la ciudad y a las elites sociales, pero poco se hace para estimular la especialización técnica y las pequeñas industrias campesinas, así como acueductos y alcantarillados de las pequeñas poblaciones y pavimentación de calles y caminos de penetración. Hay aldeas que quedan todavía a dos y tres días a caballo. Y buenas razones tendrán los políticos que, aprovechando sus influencias, abren planteles de bachillerato académico en pueblos y villorrios eminentemente agrícolas, en lugar de abrir escuelas de técnica agrícola para detener la fuga de los jóvenes hacia la ciudad. La gente que se escapa del campo es fácilmente víctima de la delincuencia. 35 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. 36 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO CUATRO LA JUVENTUD HOY «Los jóvenes están hartos de guerra, porque toda la historia de la humanidad no es sino un relato de guerras. Y, en esa historia, siempre tuvieron razón los que vencieron y a los déspotas, que pasaron aplastando, se los llama grandes. El pecado de nuestros jóvenes es ver demasiado claro, sentir demasiado hondo. Ellos comprueban cada día el contraste abismal entre las reglas sociales y la realidad que se vive y no soportan la hipocresía. Ellos perciben que es preciso renovar el mundo desde sus cimientos». García Salve Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Decimos la juventud de hoy, por cuanto no hay juventud que sea mejor o peor que en otros tiempos; en determinadas épocas prevalecen aspectos buenos o malos y otra clase de actitudes y comportamientos. La juventud tiene una fuerza interior que determina la manera especial de ver los acontecimientos y de valorarlos. ¿Quién puede negar que nuestra juventud actual tiene maravillosas cualidades que enaltecen y que, bien comprendidas, encausadas y favorecidas pueden llevar la sociedad por rumbos de paz y de justicia? Su autenticidad sin fingimiento, su sinceridad sin hipocresías, su deseo de superación, su anhelo de igualdad, basada en los valores de la persona, más que en los bienes económicos, en el linaje, en la posición social, en los buenos puestos, debidos, en gran parte, a la intriga, a la política, al proteccionismo de mala clase; el derecho de auto-decisión, más que ser manejada con la violencia, la vigorosa tenacidad en defender su autonomía y sus valores. Ella, rompiendo las ataduras del pasado, manifiesta una actitud generosa e impresionante para el cambio; y es capaz de amoldarse a las nuevas experiencias; buscando transformar las estructuras políticas y sociales, la economía, la técnica y el concepto estático y formal de la religión. Sin la fuerza de la juventud, el cambio radical de las instituciones y la superación de los moldes tradicionales, serían vanas palabras. La cultura joven los une y por esto buscan nuevos medios de expresión, nuevas actividades libremente escogidas u organizadas por ellos. Al observar que los progresos técnicos y científicos, sin precedentes en la historia, no corren parejos con la consecución de la paz, la justicia y el bienestar de todos, explotan en violentas protestas contra la guerra, los despilfarros burocráticos, las discriminaciones raciales y los gastos para armamentos: porque están aburridos de odios y de matanzas. La máxima juvenil es: «mejor cantar juntos que matarse mutuamente» y organizan las competencias internacionales y los juegos sin fronteras. Odian las marcadas divisiones sociales y estrechan vínculos de solidaridad con los más pobres y marginados, adoptando su forma de vestir, su vida errante, su actitud desaliñada como una protesta contra la etiqueta hipócrita de los adultos: el fenómeno hippie. Ellos se esfuerzan por construir un mundo más comunitario, que vislumbran quizás con más claridad pluralista y una dimensión más universal de la fraternidad. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Las comunes aspiraciones los llevan a la formación de grupos internacionales, universalmente conocidos, como: los grupos de evasión, grupos de acción, intercambios turísticos o de cultura; y aún grupos de reflexión y de oración, como son las grandiosas concentraciones de Taizé. La juventud ya tiene anhelo y hambre de Dios. El mundo moderno aparece a la juventud tal cual es: poderoso y débil, capaz de lo mejor y de lo peor; pues tiene abierto el camino hacia la libertad o la esclavitud, el progreso o la destrucción, la fraternidad o el odio; tiene en sus manos las fuerzas cósmicas, que él mismo ha desencadenado, y que lo pueden enaltecer o aplastar. Vivimos entre peligros inminentes de conflagraciones universales. No obstante las conferencias sobre desarme y la reducción de armamentos nucleares, todos se arman siempre más, aún las naciones más pobres que no han tenido nombre en la historia, como las africanas y las del extremo oriente. Lo que puede salvar el mundo no es el equilibrio de las fuerzas brutas, o de los medio bélicos, sino el equilibrio interior y propio del hombre que tiene sus raíces en la educación de la personalidad y en la racionalidad humana: limitada en su esfera de acción e ilimitada en sus deseos de superación; y por esto llamada a una vida superior y a la trascendencia. Por ende, el sólo esfuerzo humano nunca podrá saciar plenamente todas sus ansias. Por esto son siempre más numerosos los jóvenes que plantean las cuestiones más fundamentales de la vida y del mundo; ¿Qué es el hombre? ¿Cuál el sentido más hondo de nuestra existencia? ¿De dónde, cómo y por qué el dolor, el mal y la muerte? ¿Y cómo es que, a pesar de los progresos hechos, subsisten todavía y se vuelven, muchas veces, catastróficos? ¿Qué valor pueden tener las victorias logradas sobre las fuerzas brutas de la materia y sobre las explosiones nucleares y los viajes interplanetarios? ¿Qué puede hacer el hombre para una sociedad mejor? ¿Qué puede esperar de ella? ¿Qué hay después de esta vida? ¿Qué puede devolver a la juventud el equilibrio interior y la alegría de vivir? ¿Ella que está como herida, exaltada, trastornada hasta el paroxismo, que la impele, con frecuencia, a ciertas actitudes explosivas e incontroladas y hacerle amar de nuevo la vida, aunque con todas sus limitaciones y desviaciones y convencerla que siempre vale la pena vivir si podremos dejar un mundo mejor del que hemos encontrado? ¡Sólo su equilibrio interior! El hombre equilibrado es aquel que da a cada cosa su justo valor, sin excederse viciosamente: esto no significa inercia, sino desarrollo armónico de la personalidad o, como dice la cibernética, la ciencia de los organismos finalizados o que pueden 39 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. finalizarse con algunos cuantos fines fundamentales entre una variedad, casi infinita, de circunstancias y de medios (Ashley). Para conseguir este bien tan grande, son necesarias dos cosas: conciencia recta y principios firmes; principios firmes que sólo una sana y bien fundada filosofía puede dar. Es cierto que no todos los hombres obran por principios válidos, ni todas las filosofías son verdaderas y aceptables; como lo demuestra un simple estudio del pensamiento contemporáneo, la experiencia de la vida y el recto uso de nuestras facultades racionales. Muchos se equivocan por falta de madurez y porque las pasiones, muy vivas en ellos, desconciertan la razón o la acomodan utilitariamente. Una juventud que no tiene ánimo de luchar, o que no ancla su vida a principios rectos y firmes no podrá conservarse honesta, ni alcanzar ideal alguno. Ayudarla en esta difícil tarea es el fin de la educación a todos los niveles. Ciertamente estas cosas no se realizan a ciegas, porque entonces sería subsistir una opresión con otra opresión. La juventud tiene el derecho y el deber de educarse, de iluminarse y de estudiar ponderadamente los males y los remedios para superarlos: de madurar sus criterios a la luz de la ciencia, de la técnica, la ley moral y los valores trascendentales de la vida; esto es, decidirse con conocimiento de causa y con la mirada fija en las metas que queremos alcanzar. En una palabra, a la juventud se la debe educar para pensar, para desear lo recto y lo justo, con principios firmes y dinámicos, con un diálogo constante, con un amor sin límites y con aquella necesaria disciplina, que hace fecunda la enseñanza y marca las pautas de su camino ascensional, que cuesta sacrificio y renuncia, pero que dignifica al hombre y le proporciona las satisfacciones y las alegrías más genuinas y profundas. El hombre perfectamente equilibrado, en sus juicios y en su obrar, no es un dato o un hallazgo, sino una conquista: Estudiar, comprender, saber, actuar... A todo esto están llamadas las instituciones educativas y este es el ideal y la consigna que deben vivir e inculcar todos los que están llamados a trabajar en ellas: directivos, profesores y personal administrativo. No es nuestra intención hacer aquí un tratado de filosofía; sino algunas ideas y experiencias que ayuden a la reflexión y anclen la razón y la vida a la verdad y al bien. Referenciado conforme al original. 40 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. 41 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. SEGUNDA PARTE LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA, SUS FUENTES, SUS COMPONENTES Y SUS CONSECUENCIAS Escribo para vosotros, ¡jóvenes! ... y jóvenes son: los que quieren sobrevivir en este mundo en ruinas. Los que luchan: para que no los trague el torbellino. Para conservar íntegra su dignidad. Para no envejecer en el espíritu. Para el triunfo de la verdad y la justicia. Los que sueñan con transformar el mundo. Los que se apasionan por un ideal, por lo que vale la pena jugarse la vida. Los que pueden mirar a los ojos sin recelo. Los que viven abiertos a la Esperanza. Los que aman tanto la vida que están dispuestos a perderla. Los que aman sin egoísmos a los hombres, sus hermanos. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO CINCO LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA Tenemos una juventud que parece prematuramente adulta en su vida cultural y social, y de grandes aspiraciones. Pero es terriblemente inmadura en sus relaciones afectivas, en la ciencia de la vida, en el sentido de la responsabilidad. La educación debe conjugar estos dos extremos y reducirlos a la armonía. Esto significa: formar la personalidad. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. ¿QUÉ ES EL HOMBRE? La ciencia y la filosofía enseñan que el hombre es una estructura fisiológica, psicológica y espiritual; que estos tres planos se interaccionan constante y profundamente y que todos tres forman la persona humana. Según la psicología experimental el hombre es: Un ser material, con elementos extraídos del mundo inorgánico, pero que introducidos en la corriente de la vida, se transforman en actividades biológicas y fisiológicas. Un ser psicológico, en cuanto tiene elementos vitales, de la misma manera que los animales. Un ser espiritual, en cuanto tiene inteligencia, voluntad, libertad, que, aunque pueden y son condicionadas por la materia y los sentidos, tienen su actividad propia que las vuelve capaces de concebir ideas y objetos completamente espirituales, intuir, experimentar y formular, a través de la abstracción, leyes universales y alcanzar las más altas especulaciones. Así mismo entregarse consciente y libremente a aquel amor que trasciende la esfera de lo sensible y sentimental y se presenta en una luz completamente espiritual como es Dios, la bondad, la hermosura de la virtud y de la verdad y los ideales que implican la negación de sí mismo, si es preciso, hasta la muerte, como la religión, la moral, la defensa de su propia dignidad. Pero si la persona humana implica estos tres elementos, el principal y que la hace propiamente persona, son sus características racionales y espirituales, que la distinguen esencialmente de los otros seres inferiores y la proyectan hacia destinos trascendentes e inmortales. De aquí brotan algunas consecuencias muy dignas de tenerse en cuenta: - Que el hombre es definible, no así la persona, porque se la conoce sólo desde adentro y porque, presente por doquier en nuestro ser, no se la halla en parte alguna, es una realidad que se la capta y se la conoce en sus actos, como movimiento de personalización. - Que nunca se la puede confundir con el individualismo, ideología del aislamiento y defensa exclusiva del yo, del ser concreto, mientras en el personalismo, el tú y en el tú el nosotros, lo acompaña y lo vuelve esencialmente comunitario y lo impulsa a salir de sí y a comprender al otro. Desarrollar la gratuidad generosa del don y la fidelidad, son los actos originarios de la persona como tal y como parte de la comunidad. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - El acto de amar es la mayor característica de la persona, el «cogito» existencial irrefutable: amo, luego el otro ser existe y la vida vale la pena vivirla. Pero el ser, no es amor de la noche a la mañana, se construye y se lleva a madurez con un proceso constante y victorioso, que haga emerger del individuo la personalidad, como la flor del tallo espinoso de los instintos y de la animalidad. - La mejor salvaguardia de la persona en la apertura al otro, así sea complementariamente, es el desarrollo de su conversación íntima, porque la persona es también recogimiento, secreto, intimidad; por esto, no es fácilmente inventariable, es una presencia sin fondo y por lo mismo el trasfondo de la personalidad es el pudor, la intimidad y pertenencia inalienable de su ser, son la exigencia concreta de la persona. - Interioridad y entrega son entonces los polos de la personalidad. En la entrega no puede evitarse el enfrentamiento y por esto la problematización es propia del hombre, que puede llegar a ser ruptura cuando está en juego la dignidad humana. Esto equivale a decir que la personalidad implica necesariamente la libertad, que a su vez, no es pura espontaneidad, sino responsabilidad. - La responsabilidad implica también la trascendencia y lleva consigo un anhelo de continua superación, un paso de lo personal a lo transpersonal, que ilumina las profundidades del «YO» y los fríos valores de la verdad, que se expresa y transfigura en la cultura, en la filosofía, en la historia, en el arte, en la moral y las impulsa hacia la religión. - Esto no implica la eliminación del dolor y del mal, ni la fascinación de la nada. Pero el personalismo es optimista, porque del polo político al polo profético de su compromiso, hace del mal y del sufrimiento una prueba y de la prueba ocasión de gozo y de mérito. - La teoría de la personalidad en el siglo XX, tiempo de deshumanización y de violencia, de exaltaciones demoníacas y de depresiones nihilistas, constituye el inconmovible e imprescindible fundamento de una pedagogía verdaderamente humana y la única que puede salvar al hombre, temporal y espiritualmente. En concreto, se presenta como la impugnación de la concepción burguesa de la vida, como ruptura con la ética triunfalista, como derrocamiento del mito de la raza, como la única fuerza que podrá superar el nihilismo materialista y marxista y restablecer el orden y la jerarquía de los valores en la vida personal y social. La teoría de la personalidad es la única que puede reconciliar el trabajo con el justo salario, la propiedad con la justicia social y la necesidad de autoridad con la auténtica democracia. 45 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. El verdadero humanismo exige, igualmente, que el hombre desarrolle su vida racional y sus capacidades creadoras y que, contemporáneamente, trabaje para hacer del mundo físico y psíquico un instrumento de su desarrollo y bienestar. La educación, pues, debe abarcar a toda la persona: inteligencia, voluntad, libertad, impulsos del amor e igualmente afectos, sentimientos y las mismas actividades y ejercicios corpóreos, para que la inescindible unidad de la persona alcance sus propios destinos y se dirija y se perfeccione en sus innatas tendencias hacia el Trascendente, la intimidad y la entrega y por esto a la familia y a la sociedad. De allí que la base de toda buena formación humana y personalizante es la educación integral. Cosa que, desafortunadamente, hoy poco se entiende, haciendo consistir la formación de la persona en la sola transmisión del conocimiento y confundiendo la educación con la enseñanza, como pura transmisión de conceptos. Pero los pésimos frutos están a la vista de todos, ¡justificando lo dicho!: la ciencia sin la conciencia no hace sino criminales refinados. Por esto el principal objetivo del Centro de Educación Media Diversificada y Estudios Superiores María Goretti, expresado en el artículo 5º de los estatutos, literal a), reza así: “Promover la formación integral de la persona humana...”, con lo que se expresa claramente tres cosas: - Que en el Centro no se puede solamente educar, que pudiera confundirse con cualquier tipo de enseñanza, según el concepto deteriorado que se da hoy a esta palabra, o entenderse de una acción puramente superficial, sino como lo indica profundamente la palabra formar, esto es, plasmar interior y exteriormente el modelo perfecto de la personalidad, desarrollando, creciendo y ordenándolo todo hacia el ideal de hombre. - Que el sujeto concreto de toda formación en las Instituciones Educativas Gorettianas es la «persona humana», que se encarna y se revela íntegra, tanto en el niño del nivel primario y del bachillerato, como en los alumnos universitarios, porque es la propiedad inenajenable y el fundamento de todos los derechos y deberes, sin distinción de sexo, ni de cultura, ni de posición social. - Esta formación que sea «humana» debe ser «integral», esto es total, en el conjunto y en las partes, so pena de distorsionar la doctrina pedagógica y perjudicar la educación de la persona, que, como hemos dicho, si es «pluralidad de miembros, de facultades y de fundaciones, mucho más es unidad inescindible» CESMAG. Estatutos aprobados el 3 de marzo de 1981. 46 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. en su composición estructural y en sus finalidades humanas y trascendentes; en lo que consiste su completo y total perfeccionamiento. Así mismo el Centro de Estudios Superiores María Goretti está abierto a todas las modalidades, porque esta perfección se extiende y se completa siempre más, cuanto más el hombre va desarrollando sus capacidades técnicas y operativas, cuanto más se eleva en la escala de «valores» y cuanto más asciende a los diversos niveles de estudio a que aspira. Por esto dicen los estatutos: “educación integral de la persona en el campo científico, profesional e investigativo” . Y aquí se introduce una modalidad, que algunos pueden considerar como herencia o influencia de antiguos o modernos prejuicios, pues, dice: “siguiendo fielmente el desarrollo del humanismo cristiano” , con que se recalca: - Que la orientación pedagógica en los Centros María Goretti es la educación cristiana, en el pleno convencimiento de que ésta es la voluntad de la gran mayoría de los alumnos y de los padres de la familia, en una nación totalmente católica. - Que esta filosofía es altamente humanizadora, lo que significa que se asegura a los alumnos lo mejor de los derechos de la persona, pues evita los dos escollos igualmente peligrosos y deshumanizantes: la esclavitud física o moral y el libertinaje; la una porque viola los derechos y el otro porque los exalta hasta volverlos perjudiciales al individuo y a la sociedad. Para que no nos juzguen mal, y como es conforme a nuestra mentalidad doctrinal, consciente y responsable, fruto de largos estudios y experiencias, nos parece necesario demostrar un poquito más nuestras afirmaciones sobre este punto. POSTULADOS DE LA FILOSOFÍA PERENNE Lo dicho sobre la metafísica de la persona está ampliamente analizado y demostrado en lo que los estudiosos han llamado Filosofía Perenne; que recoge lo más acertado de todas las filosofías, sintetiza y completa lo mejor de todas las especulaciones y del pasado y orienta benéficamente las del porvenir, porque es la filosofía de la «recta razón», libre de prejuicios de escuela o de casta, de influencias de partidos o de pasiones, las que obnubilan la razón y el discernimiento de la verdad. Filosofía que construye sus principios de la escueta, serena y profunda penetración de la realidad y consulta un tanto la sencilla sincera e integralmente humana filosofía del Evangelio. Tomado del mismo documento anterior. Tomado del mismo documento anterior. 47 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Filosofía que, sin excesivas elucubraciones doctrinales o metafísicas, sin distorsiones de la razón razonante, sin la vana, seca y esterilizante tautología del verbalismo, sin el frenesí ambicioso de decir siempre novedades, aún resulten insulsas y redundantes, nos mantiene humildes en el espíritu, atentos y entusiastas frente a las mil maravillas del mundo exterior y mucho más, frente a los profundos secretos de nuestro interior; sin quitar profundidad a la investigación, porque la realidad misma viene al encuentro de quien la busca y quiere penetrarla e interpretarla con sinceridad de intención. Filosofía Perenne que injustamente podría confundirse con cualquier teoría de moda, de que se amamantan los hombres, o con el simple «eclecticismo», porque es la filosofía de la verdad; por esto sigue el buen camino entre los opuestos abismos que la pobre razón humana se excava frecuentemente en su anhelo de encontrar la verdad. La historia de la filosofía está llena de estas antítesis en que se enreda fácilmente la especulación, cuando abandona la imparcialidad frente a los múltiples, y aparentemente contradictorios datos de la realidad, o cuando se exaltan fácilmente frente a las pasajeras conquistas de la pseudociencia, que muy pronto se resuelven en espejismos ilusorios. El hombre, en efecto, en cuanto se enorgullece de sus descubrimientos e inventos, se deja fácilmente llevar por las apariencias, absolutiza lo que es puramente relativo y crea una serie de paralogismos y otros «ismos», cuya falsedad consiste en una visión parcial y, por esto, desfigurada de la realidad. He aquí algunos aportes filosóficos que ponemos correlativamente para resaltar mejor los extremos a que llega la mente humana en sus desvaríos: monismopluralismo indefinido, substancialismo-fenomenismo, idealismo-materialismo, sensismo-escepticismo, nominalismo-realismo exagerado, estatismo de Parménides, devenir absoluto de Heráclito, capitalismo-marxismo, democraticismo o democracia exagerada que produce el caos o la anarquía- absolutismo que idolatra la autoridad, individualismo-sociologismo. Por esto parece justificada la afirmación de muchos: «no hay brutalidad que no hayan dicho los filósofos», o mejor los hombres en nombre de la filosofía; cuando, por un error de cálculo o por el deseo de concluir prematuramente la investigación, han hecho de la sabiduría una pseudociencia. Y sin embargo, hay que continuar filosofando, esto es, buscando la sabiduría; de lo contrario el hombre se embrutece y porque vale mucho más saber poco de lo difícil, que mucho de lo fácil. 48 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La Filosofía Perenne, que es la sana filosofía, ha evitado todos esos escollos, conservando el justo medio, porque también de la buena filosofía, puede decirse lo que afirmaba Horacio de la bondad: «en el medio está la virtud; más allá o más acá no existe sino el vicio». Es propio, en efecto, de la Filosofía Perenne conservar el justo medio entre los extremos, que son los errores. Es así como Sertilanges resume agudamente los beneficios que esta filosofía prudente y precavida, ha aportado a la causa de la verdad y los grandes males de que ha preservado la mente humana. Ella, dice, defiende la fe contra el racionalismo y la razón contra el fideísmo; se opone igualmente al idealismo y al materialismo; opta por la trascendencia de Dios y lucha contra el emanacionismo que impulsaría el universo hacia el panteísmo; sostiene la unidad substancial de la causa primera y el pluralismo para las causas segundas; acoge la predestinación divina y exalta la libertad humana; justifica la exigencia del Absoluto y el relativismo de los seres contingentes; la incognocibilidad del misterio íntimo de Dios y al mismo tiempo entreteje una amplia y bien estructurada Teología; nos libra del pesimismo de Schopenhauer y crítica el optimismo confianzudo de Leibniz y Pangloss; defiende la existencia del misterio y la positividad de la razón, la mortificación y el gozo interior, la virginidad y el amor, la contemplación y la acción, la salvación personal y nuestra inmedesimación con Dios, la libertad y la obediencia, la igualdad y la jerarquía, el universalismo sociológico y el beneficio de una patria, la paz y la guerra justa, el abandono en la Providencia y la necesidad ineludible del trabajo, el libre albedrío y la predestinación, el desapego de las cosas terrenas y el ansia de vivir, la misericordia y la justicia; la profunda nostalgia del cielo y la exigencia de contribuir al bienestar de la tierra. ¡Filosofía sublime como ninguna otra!... y todos estos conceptos, aparentemente divergentes, se correlacionan nuevamente en una consecuencia profundamente lógica y científicamente justificada, porque están sometidos a un análisis racional exhaustivo que demuestra las diferencias y las analogías, aunque su sutura pueda parecer, en muchos casos, un misterio reconocido por la misma razón humana que se mueve entre horizontes limitados. Ahora bien, la Filosofía Perenne es de pura e íntegra inspiración cristiana, porque es fruto de las investigaciones de los mejores filósofos antiguos, conocida con el nombre de Realismo, impregnada, especialmente en el campo humano y sociológico, por la doctrina evangélica y desarrollada eficazmente por San Agustín, Santo Tomás, San Buenaventura, Bacon, Descartes, Pascal, Rosmini y en los tiempos modernos y contemporáneos por los más grandes filósofos de la época, como: Lotze, Lange, Wildeband, Bergsón Blondel, Unamuno, Husserl, Marcel, Kierkegaard, Max Scheler, entre otros. ¡Estamos, pues, en muy buena compañía!... 49 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Pero, si nos preguntamos: ¿hubo alguien que, sin ser filósofo o moralista, supo interpretar y vivir el cristianismo y el Evangelio con mayor perfección, en la forma más ortodoxa e integral, con la mente, el corazón y la vida, conformando con él todo su ser, todas sus acciones y todos los momentos de su vida, hasta volverse proverbial, indiscutible y universal, hasta merecer el título grandioso de «el otro Cristo»? ¡Sí! fue San Francisco, el cual volvió el Evangelio actual, sencillo, total y que produjo en él aquel abandono en Dios y alegría profunda, inspirada por el espíritu del Evangelio, fuente de altísima perfección y alegría. Es justo, pues, que se lo proponga a la juventud como la filosofía viviente y humanizadora del Evangelio. Todo esto se expresa en forma escueta y perfectamente lógica y justificada, en el artículo 5º, literal a), de los estatutos. He aquí su texto completo: “Promover la formación integral de la persona humana en el campo científico, profesional e investigativo, siguiendo fielmente el desarrollo del humanismo cristiano a la luz de la doctrina de la Iglesia católica y del rico mensaje espiritual franciscano” . Pero, para vivir y actuar esos ideales tan convincentes y alucinantes, fuente de todos los bienes para el adecuado e integral concepto de la persona, debemos compenetrarlos con otros elementos, igualmente necesarios y claramente mencionados en los estatutos: La «igualdad de derechos», para todos, a la vida, a la educación, al trabajo y a la realización de sus justas aspiraciones. Siendo el hombre esencialmente social y por esto llamado a vivir en comunidad, todos tenemos el deber de contribuir al bien común, porque el verdadero bien común se resuelve en beneficio de cada uno y la filosofía cristiana hace de esto un postulado fundamental; «amaos los unos a los otros» y «amar» es «servir con generosidad». En esta igualdad de derechos y de servicio hay que tener en cuenta una escala de valores eminentemente humanos: los más elementales e inferiores, como los materiales y económicos, que sirven para la conservación de nuestra vida fisiológica y como medios de elevación y perfeccionamiento en la esfera de los valores más altos. La recta filosofía, en efecto, y la doctrina evangélica no permite se descuide el bienestar económico, en los límites del recto orden y de la justicia social. Debemos, pues, trabajar con empeño para vencer la ignorancia, incrementar la cultura, perfeccionar la técnica, conquistar nuevas metas de progreso para hacer Tomado del mismo documento anterior. 50 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. la vida más segura y llevadera, mejorar las relaciones humanas y por cuanto es posible, dejar este mundo mejor de cómo lo hemos encontrado. Por esto, los estatutos hablan claramente que los programas, el profesorado y el alumnado deben tender a transformarse en «agentes del desarrollo socioeconómico y cultural de la región sur colombiana y como instrumento para el aprovechamiento racional de sus recursos naturales y conservación del ambiente bioecológico». Ciertamente todo esto no podrá conseguirse sin el cultivo apropiado de la ciencia y de la técnica y sin infundir en los alumnos el profundo sentimiento de la solidaridad humana y la práctica esmerada de la misma educación cívica en una maduración humana global de la responsabilidad, fundamento de todos los bienes que queremos alcanzar con la especialización profesional del Centro. Por esto los estatutos recalcan justamente: «Preparar profesionales a nivel tecnológico con fundamentación científica y humanística, conciencia cívica y responsabilidad social...» En efecto, todas las actividades de la obra María Goretti no han tenido y no tienen otro fin que la elevación social y moral y la habilitación profesional de la juventud; por esto, son tan beneficiosas y humanizadoras. Debe ser, pues, empeño común y constante seguir esta línea de conducta y alcanzar metas siempre más altas. Pero no podemos olvidar que no somos seres puramente materiales y con fines solamente terrenos. Nuestra existencia actual se acabará muy pronto y esta necesidad fatal, como la muerte de nuestros seres queridos, nos llena de tristeza, porque todos tenemos deseos de infinito. Dios, pues, nos puso en este mundo, no sólo para disfrutar de los bienes de la tierra, en los pocos días de esta vida, sino que nos llama a una felicidad inconmensurable y para llegar a ella nos traza el camino por medio de los valores humanos y de las trascendentes exigencias del alma. Las leyes morales, en verdad de verdad, no son un peso que aplasta, sino alas para conquistar las alturas del espíritu y remontarnos hacia Dios. Las leyes divinas y las humanas, justas y razonables, hay que observarlas en el Centro, con entusiasmo, fiel cumplimiento y alegría, como salvaguarda de la dignidad y camino seguro hacia lo eterno, en donde nos encontraremos con Dios, nuestro Creador, Padre amantísimo y nuestro fin supremo y feliz bienaventuranza. Todas estas cosas, en forma lógica y gradual, nos las recuerdan los estatutos, en el mismo artículo 5º, literal c), en donde, hablando de los objetivos, reza así: «Infundir en los alumnos un alto sentido de respeto a la verdad científica, histórica, a los postulados de la igualdad de derechos y de servicio a la comunidad, teniendo en cuenta una escala de valores, desde los materiales y económicos, a los 51 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. culturales, científicos, morales y espirituales, hasta las finalidades trascendentes del hombre con las cuales se encuentran con Dios, su Creador y Fin Supremo». Nos parece haber puesto al Centro bases perfectamente racionales y profundamente humanizadoras, que serán desarrolladas en las páginas siguientes. 52 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO SEIS LA PERSONA HUMANA Y LOS VALORES “Todos valoramos y no podemos evitarlo. No es posible vivir sin valorar. Así como el querer y el reconocer pertenecen a la esencia del hombre, lo mismo el valorar... sólo podemos querer lo que de alguna manera nos parece valioso y por tanto como digno de esfuerzo. Hay valores subjetivos, y por eso cambiantes y valores objetivos y por esto universales” 2. Johannes Hessen 2 HESSEN, Johannes. Tratado de Filosofía : Teoría de los valores. Traducción de Juan Adolfo Vázquez. Buenos Aires : Editorial Sudamericana, 1959. v. 2, p. 25. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. ¿QUÉ SON LOS VALORES? El conjunto de verdades y los objetivos que dan un sentido a la vida y la impulsan hacia la humanización completa y hacia la perfección máxima de la personalidad. Todo ser viviente tiene en sí la tendencia hacia el crecimiento, hasta la consumación; esto es, hasta su perfecta realización. Esto se aplica también al hombre y particularmente a lo que lo constituye persona, esto es la parte superior de su vida racional y de su espíritu. En efecto, como toda vida, también la vida superior del hombre tiende a crecer y realizarse hasta las finalidades que le son propias. Hemos dicho que el hombre se caracteriza por su intimidad personal. Es el santuario al cual vuelve, particularmente en los momentos más difíciles de la existencia, para encontrarse consigo mismo, cuando la vida tumultuosa de la moderna sociedad lo quiere absorber en el anonimato, o rebajarlo de su altísima dignidad espiritual o transformarlo, por la rutina del quehacer diario, en una máquina pensante o en un robot. Es cuando, el hombre serio y reflexivo, siente la necesidad de un coloquio consigo mismo y con los principios inspiradores de su conducta. No es raro, entonces, encontrar en su conciencia un profundo anhelo de mejoramiento, o saborear la dulce satisfacción de una batalla vencida para conservar su dignidad de hombre, o del deber cumplido con heroico sacrificio y sentirse el alma henchida de gozo, como si el Ser Supremo sonriera a nuestros esfuerzos para complacerlo y vivir con la conciencia de hombres dignos y si hemos prevaricado, cometiendo la maldad, este juez íntimo nos acusa de culpables y nos apremia, con el remordimiento, para volver al camino del honor de la dignidad. En este mundo hay como una subordinación esencial entre los seres y las finalidades de cada uno: de la materia inorgánica a la vida vegetativa, de ésta a la sensitiva, de allí a la vida psíquica, más allá a la vida intelectiva y a la vida ética; así la compleja estructura de la personalidad humana reúne en sí todas las perfecciones desparramadas en el universo. Por esto, decía un sabio, el hombre es el compendio de toda la creación; porque tiene el ser en común con la piedra, la vida en común con las plantas, los sentidos en común con los animales y la vida intelectiva en común con los espíritus celestiales. La personalidad, a su vez, tiene un largo proceso de maduración, en el cual, a través de la reflexión y la experiencia progresiva, la educación y la cultura van descubriendo e incorporando a su vida una gama de valores, propios de la Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. persona y cuanto más el hombre se eleva, tanto más se perfecciona en su ser y en sus facultades y cuanto más se acerca a sus finalidades trascendentes, tanto más los valores, siempre más altos, se le presentan como una conquista digna del hombre. CATALOGACIÓN DE LOS VALORES En la catalogación de los valores se ha usado varios métodos y varios puntos de vista. Vale la pena conocer algunos. Hugo Munsterberg3, en su Filosofía de los valores construye un sistema axiológico, elaborado en detalle. División general: valores vitales y valores culturales. En cada grupo se distinguen cuatro clases: - Valores de conservación. - Valores de simpatía. - Valores de acción. - Valores de ejecución. Estas clases se dividen, a su vez, en otras tres: - Vivencias del mundo exterior. - Vivencias del mundo de la comunidad. - Vivencias del mundo interior. Un sistema totalmente diferente bosqueja Heinrich Rickert, poniendo como base de su clasificación los binomios: persona – cosa, actividad – contemplación, social – asocial. Y considera que el concepto central al que debe relacionarse la multiplicidad de valores y que al mismo tiempo fundamenta su jerarquía, es el concepto de “consumación”4. A nosotros nos parece más oportuno, y de más fácil comprensión, seguir la clasificación de Johannes Hessen5. Este distingue los valores desde dos puntos de vista: uno formal y el otro material. 3 MUNSTERBERG, Hugo. Filosofía de los valores, citado por LEIPZIER, 1924. (Fuente referenciada conforme al original). 4 RICKERT, Heinrich. Fundamentación General de la Filosofía. Cap. VII. (Fuente referenciada conforme al original). 5 HESSEN, Op. cit., p. 80 - 91. 55 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Desde el punto de vista formal los valores se dividen en: - Valores positivos y valores negativos. Frente al valor positivo se halla el negativo, que también se llama «desvalor». - Valores de la persona, esto es, que son sólo de la persona, como: el valor ético y valores de las cosas que son los inherentes a los objetos impersonales, por ejemplo, los bienes. - Valores propios, que valen por sí mismos, como: la vida y valores dependientes, que se refieren o se apoyan en otros y que llaman también derivados, por ejemplo, la adolescencia. Bajo el punto de vista material, los valores tienen una clasificación generalísima: valores inferiores o sensibles y valores superiores o espirituales. Los primeros son más o menos materiales y por esto pasajeros y relativos y los segundos son espirituales y por esto imperecederos y absolutos. Los valores sensibles pueden ser: - Valores del agrado o del placer y la ideología que reconoce estos valores se llama «hedonismo». - Valores vitales, cuyo portador es la vida biológica, por ejemplo: la vitalidad, la salud. Para Nietzsche éstos valores son los únicos y su concepción será un biologismo ético o naturalismo. - Valores de utilidad, que coinciden con los valores económicos, encaminados a satisfacer las necesidades materiales; por ejemplo, comida, vestido, habitación y los instrumentos para producirlos, como el molino, las fábricas, etc. Los valores espirituales, que constituyen la materia propia de la axiología, son: - Valores lógicos, que abarcan la función del conocimiento y sus contenidos, por ejemplo: saber, aprender, raciocinar y la matemática, la filosofía y los desvalores: la ignorancia, el error, la falta de interés por la verdad, la ausencia de aspiración por la verdad y similares. - Valores éticos, o del bien moral, cuyo portador es exclusivamente la persona y que se enuncian universalmente: «debes», «haz el bien». En la doctrina cristiana se llaman «el orden del amor». 56 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - Valores estéticos, que son valores de expresión sensible y de apariencia, que constituyen lo bello y el arte. - Valores religiosos. Los valores reales que nos enlazan con el Ser sobrenatural, que abarcan y sostienen todos los otros valores, los cuales encuentran en Él un origen metafísico y del cual proceden como rayos de una fuente luminosa oculta. JERARQUÍA DE VALORES Los valores, como hemos visto, difieren uno de otro; pero admiten también un orden jerárquico, que podrá cambiar en la apreciación subjetiva; pero que, en la apreciación universal, no deja de ser objetivo. Seguiremos en esto los criterios de Max Scheler, que nos parecen válidos. En los primeros peldaños, por decirlo así, están los valores materiales, que dan origen a tres tipos de hombres: Es preciso notar que, especialmente en la apreciación subjetiva, el uno no excluye al otro, ni en el orden ni en la intensidad. - El hombre vital, que sólo reconoce y aprecia todo lo que sirve para conservar y perpetuar la vida. - El hombre económico, cuya vida es un esfuerzo incesante para acumular bienes materiales, o lo que los compendia que es el dinero. - El hombre hedónico, por el cual el placer sensitivo es el valor de los valores. Para éste la vida carece de finalidades superiores, o por lo menos no las tiene en cuenta. Todas estas categorías de hombres carecen necesariamente de una verdadera personalidad y las más reflexivas, experimentan, con frecuencia, un profundo vacío existencial, puesto que, por una parte, todos estos bienes son perecederos, cambiantes, expuestos a muchos reveses, incapaces de llenar la vida del hombre y por otra parte, especialmente cuando se vuelven obsesivos, los privan de la facultad de apreciar y gustar cualquier otro valor superior. El mismo Nietzsche afirmaba: «todo placer quiere eternidad; honda, honda eternidad». En los valores superiores hay también una cierta jerarquía y el hombre se siente tanto más persona, sólo cuando se integran en él el mayor número posible de valores y en la mayor intensidad posible; mientras, de ordinario, tanto más se siente frustrado, cuanto más cultiva una sola clase de valores espirituales. Según nuestro parecer, también aquí surgen tres tipos de hombres, siempre con la salvedad de que se interaccionan unos con otros, tanto en número como en intensidad. La nuestra es, pues, una tendencia límite o hipótesis de trabajo. 57 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - El hombre estético, cuyo valor es la belleza. Su espíritu, ayudado poderosamente por la imaginación creadora, disuelve las cosas y los sucesos en un juego de fantasía, del que goza intuitivamente y que, con frecuencia, expresa reproducciones originales. - El hombre teórico, que solamente percibe y aprecia los valores lógicos o el conocimiento. Su afán es la adquisición del saber. Se encuentra en fría actitud contemplativa ante todas las cosas, satisfecho de penetrar las esencias y enunciar sus leyes. - El hombre ético, que vive sumiso a la ley moral, concebida como coeficiente necesario de su dignidad. Podemos dividirlo en dos tipos: El hombre ético, que pudiéramos llamar kantiano, esto es, que observa la ley por la ley, el deber por el deber. Y el hombre ético racional, que observa las leyes y los deberes, movido por el conocimiento y el amor y para alcanzar la perfección de la vida humana. No hay duda que estas tres formas éticas, tomadas aisladamente, malogran el sentido de la vida, porque el mero saber no permite satisfacer plenamente las necesidades más profundas del alma humana, ni significa el enriquecimiento total del hombre interior. La vida estética no le da al hombre ninguna fortaleza, particularmente cuando hay que dominar los tremendos embates de la vida con una actitud heroica y en las luchas, no rara vez, que se combaten en el interior del hombre para someter las tendencias inferiores. Igualmente, el hombre puramente ético no alcanza la profunda paz ni la profunda alegría, a las cuales el hombre se siente llamado. Por esto, estos últimos valores éticos, se enlazan necesariamente con los valores religiosos, en cuanto expresión vivencial de nuestro amor a Dios, infinitamente amante e infinitamente amable, y modelo de los valores espirituales. A este propósito, dice justamente Aloys Rienl, al final de su libro sobre Nietzsche: Siempre creerá el hombre en el sobrehumano, llámelo lo divino o lo ideal. Sin un ideal por encima de sí mismo el hombre no puede marchar derecho en el sentido espiritual de la palabra. Ese sobrehumano, que tiene carácter de modelo, es el mundo de los valores espirituales. Aún el más grande de los hombres tiene a ese mundo por encima de sí, como también dentro de sí mismo. Pero estos valores que guían la conducta humana y animan su pecho, no son inventados ni se los vuelve a acuñar por transmutación; son descubiertos y como las estrellas del cielo, se van haciendo visibles a los hombres 58 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. paulatinamente con el progreso de la cultura. No son viejos valores, ni nuevos valores; son los valores6. VALOR DE LOS VALORES Esto se exprime en algunos enunciados que clasifican siempre más sus mutuas relaciones y nos impulsan a vivirlas más conscientemente. - Los valores son tanto más altos cuanto más duraderos. En efecto, la durabilidad es un valor que acrecienta el valor del valor, por ejemplo: la duración del amor . - Cuanto más altos son los valores, son más universalmente participables. En efecto los valores espirituales, al contrario de los materiales, pueden ser participados por muchos, sin que por esto se agoten; por ejemplo: una obra de cultura puede ser aprovechada, sentida y conocida en su valor por cualquier número de personas. - El valor catalizador es superior a los valores catalizados. En efecto, el Dios personal regula los valores creados. La prudencia normaliza nuestros pensamientos, palabras y obras. Estas distinciones no siempre han encontrado el consentimiento universal , pero nos parecen bien fundadas y válidas, puesto que todos hacemos apreciaciones más o menos bien fundadas, de valores, por ejemplo: salvar una vida nos parece más meritorio que dar una limosna, el amor más que la pura justicia; la valentía más que la moderación, la veracidad más estimable que la belleza y la recta conducta más que la pericia en el juego. En la educación de la juventud hay que destacar principalmente los valores que atañen a su formación integral, que es el valor máximo de la vida juvenil. El hombre, pues, vale tanto cuanto valen los valores sumamente apetecibles de los bienes morales y espirituales, y nos acerquemos lo más posible, al completo y total desarrollo y perfeccionamiento de nuestra personalidad y al valor máximo que es el Sumo Bien, meta última de nuestro peregrinar terreno y nuestra eterna y suprema felicidad. 6 NIETZSCHE, Friedrich. F. Ed. Stumbart, 1820. p.165. J. (Fuente referenciada conforme al original). Tomado de SCHELER, Max. Ética II. p.135. BEHN, Siegfred. Filosofía de los Valores. Munich, 1930. p. 26. (Fuente referenciada conforme al original). Tomado de WINDELBAND, W. Introducción a la Filosofía. Zubinga, 1914. p.390. (Fuente referenciada conforme al original). 59 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La renovación ética es lo único que puede salvarnos, en la bancarrota actual de todos los valores y que hace nuestra vida tan insegura, tan desconfiada y tan alienante. Hay que desarrollar en el corazón de la juventud tal complacencia para el bien «que sea imposible dejar de hacer lo que se reconoce como bueno y en cambio nunca hacer lo que se conoce como malo». Pertenece, pues, al buen educador presentar ante los jóvenes el mundo del bien moral con tal realismo, vivacidad y amor, que en lugar del amor egoísta, que no acarrea ningún bien verdadero y durable, coloque en el corazón de la juventud el otro amor que lleva inmediatamente, y sin más, al Bien por sí mismo y como tal. Tomado de FICHTE, J.A. Discursos a la nación alemana. Madrid. 1900. (Fuente referenciada conforme al original). 60 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO SIETE LA EDUCACIÓN PERSONALIZANTE EN EL CAMPO DEL CONOCIMIENTO O ENSEÑANZA ACTIVA La persona humana “no es... una simple acumulación de células, sensaciones, impresiones y pensamientos;” ni la componen “sólo estructuras físicas y biológicas, ni siquiera las capas más profundas de su vida psíquica... sino en su esencia espiritual y en el entronque de la persona, por la gracia con lo Eterno” 7. Melchor Escrivá Pellicer Hay que aprender y enseñar a conocer, a pensar, a formar convicciones y abarcar, por cuanto es posible, en amplitud y profundidad el universo, hay que ascender a la esencia espiritual del hombre y de allí a Dios. La lucha y la superación es un ingrediente esencial en el hacer y quehacer de la personalidad. Queremos enseñar a la juventud a superarse, a vencer las dificultades de su vida intelectual y moral, a estructurar su vida cultural y científica, y a promover y forjar su propia personalidad. 7 ESCRIVÁ PELLICER, Melchor. S.J. Medicina de la personalidad : El hombre su diagnóstico, promoción y medicina. 3 ed. Santander : Editorial Sal Terrae, 1973. p. 27. (Colección Espíritu y Vida ; no. 5). Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. ¿QUÉ ES? La personalidad, dice M. Prince: “es el conjunto de todas las disposiciones, impulsos, tendencias, apetencias e instintos biológicos innatos del individuo, unido a las disposiciones y tendencias adquiridas por experiencia” 8, que hacen a cada hombre lo que es, diferente y único en el mundo, aún entre los seres que hayan existido y podrán existir. Esta definición analítica y pragmatista, en realidad, no es completa, pues, falta lo más importante que es la luz y la fuerza superior e impulsora del espíritu. Pero nos dice claramente que la personalidad de cada uno es única y sola y por esto irrepetible. Por esto, dice Allport, “La personalidad, es más difícil de estudiar que los astros o las plantas”9. “Cada una de las personas, añade Buber, que vienen al mundo constituye algo nuevo... Cada hombre tiene el deber de saber que no ha habido nadie igual a él en el mundo”10. Cada persona, aunque fuere un niño, en esta tarea educadora, nos debe hacer temblar, puesto que la podemos enaltecer y perfeccionar, llevándola a su desarrollo total y agente de su felicidad, o malograrla definitivamente. La educación personalizada es y debe ser el camino por el cual el hombre le encuentre un sentido a la vida, o como dice Víctor García Hoz , el intento de estimular al educando para que perfeccione la capacidad de hacer efectiva su libertad personal, insertándose, con sus características peculiares, en la vida de la comunidad. No es una nueva ciencia, ni una culturización ni un don ya hecho, sino la nueva técnica que, a través del aprendizaje, la investigación y el ejercicio de responsabilidad, anota Faure , reacciona contra una enseñanza que insiste sólo en la adquisición de conocimientos y no se preocupa de la formación integral. Por esto, concluye Chico González, “Si hace un cuarto de siglo se hubiera dado más importancia a los procesos personalizadores de la educación, las generaciones jóvenes actuales, gozarían ya de un sedimento de libertad bien 8 PRINCE, M., citado por JARAMILLO ÁNGEL, José Carlos. S.J. La educación personalizada en el pensamiento de Pierre Faure. 2 ed. Bogotá : Indo-American Press Service, 1976. p. 37. (Colección Experiencias ; no. 14). 9 ALLPORT,Gordon W. La personalidad, su configuración y desarrollo, citado por JARAMILLO ÁNGEL, Ibid., p. 38. 10 BUBER M.,Hasidism and modern man, citado por JARAMILLO ÁNGEL. Ibid. Tomado de GARCIA HOZ, Víctor. Educación personalizada. En la misma obra de JARAMILLO ÁNGEL citada anteriormente, p. 19. Tomado de FAURE, Pierre. Ideas y métodos de la educación. En la misma obra de JARAMILLO ÁNGEL citada anteriormente, p. 37. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. administrada y de cauces institucionalizados para el ejercicio de la responsabilidad individual, que permitirían una convivencia más armónica y luminosa” 11. En la escuela tradicional el interés y la acción se mueve de los adultos a los niños, en la escuela nueva se mira al alumno como centro de la actividad educativa, se observan con atención sus necesidades y se trata de encontrar los medios para ayudarlo; considerando más importante su formación como persona que la misma transmisión de conocimientos. De estas consideraciones importantes brotan algunas consecuencias: La revisión de los programas, por lo menos de la enseñanza primaria y media. Hemos destacado el carácter enciclopédico de la educación actual, por esto la amplitud de los programas que no dan lugar a ninguna otra actividad formadora, el peso aplastante de la intensidad horaria y la necesidad de tener los alumnos clavados en los pupitres horas y horas, sin posibilidad alguna de dedicarse a actividades libres, dirigidas, que promuevan la creatividad. El fin principal de la educación es la preparación del hombre a la vida, por esto debe tener continuidad y no ser un episodio aislado. Por lo tanto, la escuela ha de mirar siempre a preparar al alumno, de la mejor manera posible, a vivir como miembro de la comunidad. Cosa absolutamente imposible en las actuales condiciones porque al alumno no le queda un mínimo de tiempo libre para dedicarse a actividades de utilidad común. Aún más, en la misma casa el estudiante es una isla que casi no tiene tiempo de comunicarse con los demás y que necesita continuamente condiciones especiales. El principio de la formación personal del alumno debe ser atendido y respetado por encima de todo y de ninguna manera podrá considerarse a un grupo o a una clase como conglomerado de individuos uniformes, que se educan con patrones generales, en una producción en serie. Educar = «educere», significa sacar de la masa informe de la naturaleza y de las inclinaciones egoístas la obra maestra de la personalidad, de inefable belleza moral y espiritual. Vamos a ver ahora algunos rasgos que configuran la nueva escuela. LA POSICIÓN DEL MAESTRO 11 CHICO GONZALEZ, Pedro. Estilo personalizado en la Educación, citado por JARAMILLO ÁNGEL, Ibid., p. 14. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. En la educación personalizante el maestro pierde quizá un poco su autoridad como docente, pero gana eficacia, confianza y comprensión por parte de los alumnos. No es más el dueño de la clase, sino el animador. La autoridad se apoya en la propia estima y en la aceptación que merece ante los alumnos, viéndolo tan noblemente interesado por ellos, apelando a la atención voluntaria, a la reflexión, a la iniciativa, al autocontrol personal, porque la misma disciplina debe ser, no un peso mantenido con la fuerza, sino una estrategia en tenerlos atentos y aplicados al descubrimiento de las mil maravillas de la creación y de la verdad. Él, en su difícil labor, deberá crear necesidades, suscitar nuevo interés al descubrimiento y a la investigación, llevándolos paulatinamente a que ellos mismos descubran nuevas ideas, la conclusión de un proceso, o la nueva verdad, que será suya y como tal deberá conservarla. Más que el temor de que el alumno pueda abusar de su libertad, hay que irla soltando moderadamente para que tome conciencia de su responsabilidad. Si no se lo ha educado desde el comienzo será difícil, y casi peligroso, entregarla a quienes siempre se han tenido sometidos, recibiendo pasivamente la entrega del profesor. En la moderna educación, dice Leroy , la iniciativa y el aprendizaje con el centro y la forja donde se fragua la personalidad, atribuyéndose al maestro la función de acompañar a los alumnos y sostenerlos en su actividad descubridora, en continuo diálogo de opiniones e interpretaciones. La clase entonces será un laboratorio, donde todos trabajan y en donde el profesor se adapta a la capacidad de cada uno, a fin de lograr su pleno desarrollo intelectual y moral. La interacción continua maestro-alumno es el secreto de la escuela personalizante y allí el maestro crece y concrece con sus alumnos, en una comunicación íntima y auténticamente humana. Es imposible no reconocer la importancia del maestro en la orientación y formación del alumno; sin él, el alumno se sentiría, no rara vez, estancado en sus propios progresos científicos y quizá desorientado; sin el valor de iniciar nuevos caminos. Es el rol que cambia, no la necesidad, porque la inquietud de ampliar siempre más el horizonte de sus conocimientos, la palabra persuasiva y la mente y el corazón abierto para dar a sus alumnos el pan de la verdad y su autoridad científica, no Tomado de LEROY, Gilbert. El diálogo en la educación. En la misma obra de JARAMILLO ÁNGEL citada anteriormente, p. 24. 65 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. podrá ser sustituida por ninguna clase de técnicas, ni por ningún medio audiovisual, por automático y sofisticado que sea. El maestro, compañero y amigo, es el secreto del éxito en la gran aventura de conquistarse a sí mismo. El método activo. Nos hemos quejado de que la educación, hasta ahora, ha sido más o menos pasiva y el alumno un banco de conocimientos o un depósito de contenidos. Cuando Víctor García Hoz, describe al alumno ideal, lo presenta como el sujeto capaz de ser estimulado para que sea creativo en arte y descubridor en las ciencias. Ciertamente no se trata de revolucionar la ciencia, sino de encaminarlo para que pronto o tarde llegue a ser alguien y es el método para detectar los genios. Modernamente la escuela va comprendiendo esa manera de actuar y se va convenciendo que hay que dar paso al aprendizaje y que el alumno, a través del estudio y la investigación, va haciendo suyos los conocimientos. El programador de la actividad docente debe convencerse que hoy no puede ser de otra forma, sino que queremos llegar, pronto o tarde, a descubrir que nuestra enseñanza ha sido casi infructuosa o, por lo menos, poco útil al perfeccionamiento personal y científico de nuestros jóvenes y casi de ningún provecho a la sociedad. Es doloroso constatar que la curiosidad inicial y natural que tiene el niño, en su deseo de saber el cómo y por qué de las cosas, martillando con interrogaciones incesantes, hasta poner, con frecuencia, en aprieto a sus padres, se cambia fácilmente en la escuela con una mudez sistemática. Debemos concluir que la educación, más que desarrollar esa curiosidad, la aplasta. Culpa de esto, en gran parte, la tiene nuestra vida aburguesada, puesto que desde muy temprano el niño lo encuentra todo hecho y previsto, así que al muchacho no le queda sino escoger: los juguetes son incontables y de todo tipo, basta escoger; en las pastelerías hay toda clase de manjares apetitosos, basta escoger; las revistas son de todo tipo y para todos los gustos, basta escoger; igual con las enciclopedias; las mismas vacaciones ya están previstas y organizadas, basta escoger el mar, la montaña, los viajes y el joven se va volviendo siempre más receptivo y se aplasta la creatividad. Didácticamente hablando, hay que preferir la pobre muñeca de la niña campesina, hecha por ella misma, con trapos viejos, que el más refinado juguete de los ricos, excepto cuando el niño lo desbarata para ver cómo está por dentro. La revancha del saber sobre la sociedad de consumo. Lo mismo debe suceder en el aprendizaje de la ciencia: “En la enseñanza de materias como la historia, la geografía, las ciencias y la literatura, Faure prefiere 66 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. el trabajo individual al colectivo ya que el primero ayuda más a la investigación y a la misma creación”12. Por esto es indispensable que en la biblioteca, no haya sólo variedad de textos, sino también buena cantidad de libros, donde los alumnos tengan acceso, con horarios amplios y acomodados, para consultar y profundizar, pero es indispensable también que el profesor estimule la curiosidad y aliente la búsqueda. El alumno tomará conciencia de que, sobre cualquier tema, es posible y aún necesario, más estudio e investigación. Observar, leer, documentarse es trabajar y realizarse. Toda lectura sea científica o de recreación será siempre formativa. El plan de trabajo y la guía. Oportunamente, en la educación actual, se ha introducido la parcelación o el plan de trabajo del profesor. Sin embargo, queda sepultado en el más grande secreto, sólo accesible al profesor y a las directivas. Lo más lógico sería que la programación fuera presentada a los alumnos desde el principio del curso, no propiamente para que la vean los inspectores o los visitantes, sino para ayuda y estímulo de los mismos alumnos; de manera que, desde el principio del año, puedan saber de dónde vienen y a dónde van, qué están haciendo, qué falta para terminar. Es una visión completa, indispensable, para que los alumnos tomen responsabilidad de su trabajo y de lo que son capaces de realizar. Tendrán un derrotero completo para entregarse a su labor, desde el primer momento, con conocimiento de causa y una continuidad en su trabajo. Frente al plan anual es aconsejable que los mismos alumnos preparen y organicen su plan quincenal o mensual para que sepan lo que van a hacer en cada materia y conocer su posición dentro del conjunto. Hecho el plan de trabajo puede mostrárselo al profesor para recibir orientaciones y darse cuenta del íntimo nexo de las partes. El profesor dialoga con ellos, animando a los menos dotados y abriendo amplios panoramas a los superdotados. Es una verdadera relación de amistad sincera que se establece con este diálogo, en que fija el trabajo personal sobre algo muy concreto y objetivo y se orienta el trabajo subjetivo que el alumno confía realizar. De esta forma el profesor no es sólo el que sabe y entrega conocimientos, sino también quien ayuda a descubrirlos y a conquistarlos. Es lo más importante del aprendizaje consciente y en amplia escala, en donde no se frena sino que se proporciona actividad a los más capaces, logrando que se enriquezcan según sus posibilidades y se proporciona a todos la posibilidad de descubrir la interrelación 12 FAURE, Pierre. Ideas y métodos de la educación, citado por JARAMILLO ÁNGEL, Ibid., p. 43. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. de todas las materias en un plan armónico. Óptima cosa sería si la parcelación y el desarrollo de los programas fueran acompañados por guías que orientan al trabajo personal o de su grupo. Con esto el profesor puede adaptar la enseñanza, en mejor forma, a la psicología y a las especiales circunstancias del tiempo y del ambiente y le permitirá comprender las diversas situaciones de sus alumnos, sus bloqueos, sus limitaciones y remediarlos oportunamente y también sus victorias, que sabrá valorar e impulsar a metas siempre más encumbradas. García Hoz anota que, de ser únicamente fuente de datos, el maestro ha pasado a ser fuente de motivación y orientación, con el fin de que, por su conducto, los alumnos adquieran y desarrollen conocimientos y aprendan aptitudes y hábitos para vivir y trabajar con éxito. Dice J. Krishnamurti: “La educación debe fomentar el desarrollo de la mente y encarar los muchos problemas de la vida sin rehuirlos, cayendo así en la autocontradicción, lo que produce necesariamente un vacío doloroso y una frustración amarga… Al transmitir el conocimiento, debe el educador promover la discusión y alentar a los estudiantes a imaginar y a pensar por cuenta propia” . EL TRABAJO EN EQUIPO Además de los planes de trabajo y de las guías por parte de los alumnos, es necesario considerar otros aspectos del aprendizaje y de la investigación que ha tomado incremento en estos últimos años por la trascendencia formativa y psicosocial que encierran: es el estudio y el aprendizaje a través del equipo o grupos. La nueva pedagogía, centrada en el alumno, da enorme importancia, no sólo a su trabajo individual, sino mucho más, al trabajo entre el grupo de iguales. Por otra parte, si la vida de equipo es tan profundamente sentida en la organización de los juegos y los deportes que los jóvenes organizan espontáneamente, parece muy justo que esta tendencia a socializarse en las horas libres o extra escolares podría utilizarse con gran provecho en la realización de determinados trabajos dentro o fuera de la clase. Otra ventaja de este trabajo en grupo es que el alumno no se sustrae temporalmente a la influencia, alguna vez preponderante, del maestro y adquiere Tomado de GARCÍA HOZ, Víctor. Educación personalizada. En la misma obra de JARAMILLO ÁNGEL citada anteriormente, p. 26. Pensamiento de Krishnamurti, tomado de la publicación La urgencia de una nueva educación. Universidad de Nariño. 25,2. (Fuente referenciada conforme al original). Esta idea también es desarrollada por JARAMILLO ÁNGEL, José Carlos S.J. La educación personalizada en el pensamiento de Pierre Faure, citada anteriormente, p. 63-67. 68 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. mayor libertad de realizarse y los más deficientes son poderosamente ayudados por los más progresados, los impulsan además de hacer proyectos, a tomar iniciativas y a convertirse en agentes de cambio. Se presta a la investigación, a la exploración de áreas desconocidas y a la solución de problemas y dificultades previamente trazadas por el profesor o el mismo grupo. En los bachilleratos es conveniente que en estos trabajos el maestro esté presente y a disposición del equipo para proporcionarles las orientaciones e informaciones necesarias, para estimular la cooperación, la división del trabajo, la adopción de iniciativas y la aceptación por parte de todos de algunas normas comunes del buen funcionamiento. En esta forma, el alumno adquiere dos experiencias muy útiles y formadoras: la técnica de la colaboración y la técnica socializadora y de convivencia con los demás. Mucho más provechoso y casi necesario es en los estudios superiores o universitarios, por la amplitud de los temas que suelen asignarse y por las mayores dificultades que se encuentran en la solución de particulares cuestiones, mientras que el aporte común, serio, ponderado y bien preparado ayuda a encontrar las soluciones más apropiadas y las actuaciones más convenientes en la vida práctica y social, lo que ayuda eficazmente también a la realización de los proyectos. En efecto, la importancia que la pedagogía moderna asigna al trabajo en grupo, no es solo didáctica, sino también psicológica y sociológica en el desarrollo intelectual de los alumnos, en sus relaciones con el profesor y los compañeros y en la conducta, actitudes y aprendizaje. Se evitan también más fácilmente las situaciones de rivalidad entre compañeros, las envidias y competiciones, las posturas de superioridad, tan perjudiciales a la recta formación que acompañan de ordinario el individualismo en el trabajo y se va desarrollando siempre más un ambiente de afabilidad, amistad y relaciones humanas, especialmente cuando la composición del grupo cambia cada vez que se organiza un nuevo trabajo. Otra ventaja no indiferente, y más bien de suma importancia, es que los trabajos realizados en equipo suelen presentar una mayor objetividad y una mayor riqueza de puntos de vista. Por otra parte, el intercambio de ideas que se establece en el trabajo asociado, contribuye a ensanchar el campo de los conocimientos y a encontrar las expresiones más convenientes y se desarrolla la capacidad del diálogo constructivo y la libertad de opinión. Es cierto que el trabajo individual permite más posibilidad de concentración y profundización y que el trabajo en grupo puede llevar a la dispersión de fuerzas, a 69 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. la superficialidad y a perder mucho tiempo. Es necesario, pues, una prudente alternación y una conveniente correlación. Es igualmente importante que en el trabajo grupal se tengan ideas claras y precisas sobre la tarea a desarrollar, los objetivos a alcanzar, según si es una investigación, un proyecto, un análisis de unidad y que en este trabajo cada uno tenga una responsabilidad personal definida. Por esto hay que cuidar que los grupos no sean numerosos, lo que favorecería a los más capaces con perjuicio de los que, intelectual o psicológicamente, son propensos a la pasividad y quedarían perdidos dentro de la masa. Mucho más provechoso será el trabajo en grupo si, dividido el trabajo o predefinido el tema, se deja un cierto tiempo a la investigación personal para pensar, preparar y tener buen material para el intercambio de ideas; en donde se aclararán las dificultades, se confrontarán las soluciones y se dialogará sobre los puntos más difíciles. 70 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO OCHO LA INVESTIGACIÓN Necesidad y provecho El universo está regido por leyes sorprendentes y precisas, desde el movimiento de las galaxias y de los muchos sistemas solares, hasta el metabolismo y reproducción de los insectos y de los infusorios. Ahora bien, si los hombres se ufanan con sólo descubrirlas y los llamamos sabios: ¡cuánta más alabanza se debe al Ser Supremo, que las ideó y las fijó como ruta al camino y al desarrollo del macrocosmos! “Lo que el hombre sabe en comparación de lo ignorado, es como una gota de agua en comparación con el Océano”13. Isaac Newton El hombre, pues, nunca acabará de investigar... Ser guías de juventudes exige autenticidad total, exige esfuerzo, exige amor sincero, exige entrega, ir siempre adelante, abriendo camino. Porque ellos exigen verdad, sin cobardía; exigen justicia, más con el ejemplo que con charlas; aman la vida, porque vivir es algo grande: pero viven la angustia del presente y mucho más la angustia del porvenir, porque nosotros mismos somos pesimistas. Hay que infundir confianza, confianza en sí mismos para buscar lo que les falta; confianza en Dios y en los inagotables recursos de la mente humana. Hay que buscar... G. Salve 13 NEWTON, Isaac, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 35. Citado conforme al original. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Los estatutos del Centro de Estudios Superiores María Goretti, sabia y modernamente, sugieren que los profesores cultiven, profundicen y estén al día en los adelantos de la materia que les toca dictar y que con mucho empeño despierten en sus alumnos, con la palabra y ejemplo, el hábito de la investigación. En efecto, si queremos una juventud más consciente, más convencida, más coherente con sus principios, más útil a sí misma y a la sociedad, más capaz de obrar el desarrollo científico, técnico y económico del país, es preciso acostumbrarla a la investigación. La investigación da el camino para calmar las inquietudes propias de la juventud, solventar las dudas, formar para el trabajo, encontrar el gusto de vivir; nos hace ocupar provechosamente el ocio, madurar siempre más la personalidad y ser capaz de asegurar las condiciones para no hacernos aburrir en la forzada inactividad de la vejez. ¿Qué es la investigación? Es la búsqueda motivada y científicamente dirigida con el fin de aumentar nuestros conocimientos, de buscar lo desconocido a través de lo conocido, sirviéndonos de la observación, el experimento y la razón. La observación y la experimentación son innatas en el hombre, por esto vemos cómo la juventud, especialmente, se apasiona por la mecánica, la electricidad, los motores y, en general, por los secretos de las «cajas negras». Lo mecánico constituye uno de los principales sectores de interés para la juventud y quizá más los sectores de la combustión, como el reactor y el cohete. El número tiene para ellos un valor casi absoluto y la recta solución de los teoremas los llena de satisfacción. Por lo demás, la incertidumbre es un fenómeno normal en la juventud y el deseo de superarla con el descubrimiento de la verdad tiene para ellos un valor moral excepcional en la educación de la personalidad. Es una regla de profunda pedagogía enseñar a los alumnos a que no se queden nunca en la duda cuando es posible darle una respuesta y que la ignorancia es el máximo flagelo y la máxima degradación del hombre; que investigar es fuente de progreso y alegría y que el dominio del mundo, responsabilidad dada por Dios al hombre, no es sólo física, sino y mucho más, científica. Hay profesores que prefieren descubrir ellos mismos los conocimientos y todos los secretos de la asignatura que orientan, pensando con esto que hacen un favor y que aseguran un mejor provecho a los alumnos; otros temen perder autoridad ante los alumnos si no son ellos los que van mostrando el camino de la ciencia y llevándolos como de la mano. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. En este caso, puede ser el profesor un pozo de ciencia, sus recursos se agotarán muy rápido, caerá fácilmente en la repetición de los mismos conceptos y dará a los alumnos la impresión que no queda nada por hacer y la clase se volverá estática. Por el contrario, el ejercicio de la investigación conserva prendido el fuego de la inquietud y hace comprender lo mucho que falta por hacer, abre nuevos panoramas a la juventud deseosa de novedades y de progresar, la hará caminar expeditamente hacia la meta y ésta llegará al final de cada etapa, no sólo con principios firmes y bien motivados, sino con muchos otros conocimientos colaterales, que forman la cultura y dan abundante materia a la conversación, especialmente los alumnos más despiertos y estudiosos se adelantarán, ahorrando al profesor mucho tiempo y muchas preocupaciones y con frecuencia darán ánimo y harán adelantar al mismo profesor, llevándolo a adecuarse a sus inquietudes. No hay duda que esta nueva manera de enseñar importa un mayor trabajo, una gran dosis de iniciativa y mucho empeño en cultivarse y ponerse al día, pero nos librará de la monotonía aplastante que nos hace repetir, todos los años, las mismas cosas. El hecho de fomentar la investigación entre los alumnos exige del maestro una mayor y continua preparación; pero la clase se hace activa, participada, deliciosa; con mucho menos distracciones y aburrimiento y deja en los educandos una estela de profunda satisfacción. Esta manera de enseñar necesitará quizá más espacio, más número de libros, cursos de preparación y puesta al día para los profesores; pero los frutos son incalculables y les harán aprovechar al máximo los mismos medios de comunicación social, como: la radio, la televisión, la lectura de revistas y periódicos, despertando siempre más inquietudes, que solicitarán, a su vez, nuevas soluciones. Cada estudiante trabajará según sus capacidades, pero tendrá que ejercitarlas al máximo y los mismos compañeros, en las puestas en común impulsarán a los más perezosos y los moverán a superarse; pero, principalmente, los moverá la confianza que se ha depositado en ellos y la responsabilidad que poco a poco se va despertando bajo el estímulo de la gratitud. Es preciso recalcar la parte fundamental que en todas estas actividades tiene el maestro, sin el cual no bastarán ni las más ricas bibliotecas ni los laboratorios mejor equipados; y si él no está comprometido en la tarea y no toma muy a pecho la orientación, logrando que junto, y por encima de la ciencia, esté el espíritu, y que en el fondo de toda dirección educativa esté el amor y la entrega, que exige verdaderos sacrificios, todo será vano. Por esto, junto a la enseñanza, debe estar 73 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. principalmente el anhelo de la formación moral del educando. Entonces todo esto tendrá a su recaudo la satisfacción de preparar hombres nuevos para tiempos nuevos. Con estos requisitos el maestro no tendrá necesidad de imponer disciplina, ni vigilar la asistencia, sino que libre, alegre y espontáneamente acudirán los alumnos a las clases, en donde encontrarán quien les abra nuevas perspectivas e impulse adelante, para iniciar y coronar esfuerzos. Esta actitud del maestro favorece la iniciativa, el estímulo y la confianza de los alumnos, los cuales corresponderán con su propio trabajo y su propia creatividad. La escuela, como realidad dinámica, no puede quedarse al margen del progreso, más bien debe abrirse a las nuevas dimensiones y asimilar y promover los cambios que la técnica y la ciencia presentan. Hoy, formar al hombre, no puede ser ponerlo simplemente a recordar, sino capacitarlo para avanzar, experimentando y descubriendo los nuevos caminos y los procedimientos más eficaces para el logro de los objetivos propuestos. La memoria, pues, debe ser poco a poco reemplazada por la fuerza creadora 14. Paul Gregier, afirma: A nuestros jóvenes, les tocará vivir no en un mundo nuevo, sino en un mundo demasiado movedizo y los objetivos y métodos educacionales los deben preparar para moverse en este universo extrañamente cambiante, para que no se los trague el torbellino. Hay que ayudarlos a encararse con las transformaciones del mundo moderno, a desarrollar y perfeccionar su personalidad, con el fin de que cada uno conquiste su propia libertad, en armonía con su conciencia racional y su puesto en la vida15. Hoy parece que, a pesar de los adelantos acelerados de la ciencia, todo está por hacer: la población crece con verdadera explosión, los recursos naturales se agotan rápidamente, el hambre, a pesar de todos los esfuerzos, mata diariamente decenas de miles de niños, los recursos energéticos se necesitan siempre en mayores proporciones y no los hay; el petróleo, ese oro negro, causa de tantas guerras, amenaza con agotarse; el carbón, sea cual fuera su abundancia, no durará sino décadas; la atmósfera, debido a las pestilentes exhalaciones de las fábricas está contaminada; las aguas, debido a la tala de los bosques y a pesar que se las raciona, se merman vertiginosamente y las que quedan se corrompen por las escorias de las industrias y por los sedimentos de los desperdicios 14 15 JARAMILLO ÁNGEL, Op. Cit., p. 15. GREGIER, Paul. Educación a la Personalidad, citado por JARAMILLO ÁNGEL, Ibid. 74 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. humanos y el hombre, angustiado, busca afanosamente el ubi consitam (en qué voy a quedar). ¿Qué será más allá del dos mil?, ¿qué de aquí a cincuenta, a setenta, a cien años? No puede negarse que los científicos miran al porvenir con justificada preocupación. Los que creemos en un Dios, creador sapientísimo, Padre amoroso y Providencia inagotable, no tenemos por qué temer. Él tiene caminos ocultos y ha puesto en las entrañas de la Tierra y en las profundidades del mar inmensos recursos que se descubrirán a su tiempo. Al igual que la Tierra, un tanto avara de sus productos, espera todavía ser conquistada plenamente, transformada, fecundada y debidamente disfrutada. Los sabios afirman que nuestro planeta puede sostener a muchos millones más, porque la causa verdadera de la miseria en el mundo no es la tierra, sino el egoísmo de los hombres, y después que se hayan agotado los recursos de nuestro planeta, quedan por conquistar otros. Hay que confiar en la ciencia y en la tenacidad de los hombres. Cada continente, cada país tiene sus propios e inagotables recursos. Hay que buscarlos, descubrirlos y ponerlos a disposición de todos. ¿Quién podrá hacer eso? No esperemos siempre que lo hagan los demás, quedándonos dormidos y en continua espera de quien venga a salvarnos porque eso no es humano ni digno del hombre. Nuestros jóvenes pueden y deben hacerlo. Pero hay que prepararlos, educarlos a la búsqueda, entrenarlos en la investigación, infundirles espíritu de abnegación y de constancia, porque la Tierra es avara de sus secretos y esto debe nacer, empezar en la escuela de cualquier tipo o nivel que sea, necesita profesores y pedagogos a la altura, entusiastas en despertar inquietudes y señalar nuevos caminos. El doctor Fernando Cepeda Ulloa tiene algunas observaciones que, aunque no podamos suscribirlas todas ni en todo, es muy útil tenerlas en cuenta, por lo que se refiere al poco o ningún empeño en preparar a la investigación: En primer término, lamenta la «fuga de talentos»; según los datos de las Naciones Unidas, en el período 1964 – 1969, emigraron de América Latina el 27% de los recursos humanos de alto nivel. En segundo lugar, hace responsable al poco mejoramiento de la enseñanza a nivel universitario y añade: “Parece que la máxima universalmente aceptada por 75 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. gestores y transmisores de la educación, sea «la cultura por la cultura». De allí aquel enciclopedismo francés”16. No necesita mucha inteligencia para comprender que esta manera de enseñar es formalista y estancada, incapaz del progreso y de cambio. Cada profesor se ha hecho su bagaje con una cierta cantidad de principios, la gran mayoría traídos de afuera, sobre el desarrollo de la ciencia y sus consecuencias, acomodados a su mentalidad o a su esquema de la vida y con frecuencia, a sus caprichos y con esto se pretende dominar la ciencia y la enseñanza. Si se usa el experimento en la física y en la química, de ordinario, no es para infundir en los alumnos el anhelo del descubrimiento y el ansia de continuar experimentando, sino para cumplir un programa y esto porque el mismo profesor no se preocupa, ni se pregunta el por qué y la utilidad de lo que está haciendo, ni a donde podrían llegar las consecuencias lógicas de los principios y de los hechos propuestos y es porque también él no tiene inquietudes, ni se preocupa de los fines de cada ciencia y de cada unidad y si afloran a la conciencia, los aplasta con el peso de la rutina. En conclusión: la investigación en nuestros colegios y escuelas es una actividad neutra y sin anhelo. Y se pregunta: «¿En dónde está la ciencia y la experimentación? ¿Y la formación de habilidades científicas y creadoras? ¿Dónde está la preocupación para el conocimiento de nuestra geografía, de nuestro subsuelo, de nuestros mares, de nuestra fauna, de nuestra flora, y el aprendizaje para el manejo de nuestros recursos hidrográficos?». Se ha progresado mucho en la democratización de la educación, pero hacer más no ha implicado hacer mejor. Por esto, es más notoria la ausencia de calidad, allí donde debería ser más protuberante esa exigencia. Hay tres factores que afectan, cada vez con mayor intensidad, nuestro sistema educativo: - El fenómeno de la burocratización en todos los niveles. - El fenómeno de sindicalización politizada de nuestros profesores. - La ausencia de investigación, concluye: “Según la dimensión de la investigación científica y tecnológica... El sistema educativo será mejor o peor si el país está a tono o no con las duras exigencias de la hora contemporánea” 17. Otro defecto, y no menos grave, lo encuentra en el tardío, y poco exigente desarrollo de los estudios de post-grado: 16 CEPEDA ULLOA, Fernando. La educación en el gran libro de Colombia. Bogotá, 1981. p. 49 y sgts. (Fuente referenciada conforme al original). 17 Ibid., p. 57. (Fuente referenciada conforme al original). Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Los nuestros, dice, son post-grados, si acaso, de segunda categoría... frente a programas bien establecidos de muchas universidades extranjeras y de prestigio universal, adecuadamente financiadas y con estudiantes becados, las universidades colombianas se ven obligadas a realizar piruetas para atraer unos cuantos estudiantes y luego, más difícil retenerlos hasta la culminación de su especialidad. De esta manera la generalidad de los programas de magister se reciente de graves defectos, como: la ausencia de investigación, bibliotecas pobres, bajo nivel de los participantes... y mínimas tazas de cumplimiento de los requisitos de tesis… Por lo general, los post-grados se han convertido en una especie de cursos remediales de una precaria educación de pregrado, o, en no pocas ocasiones, en subterfugio a una situación de desempleo18. Sin embargo, este es un campo en el cual las nuevas formas de educación postsecundaria al estilo de la educación personalizada, la universidad abierta a toda la gama de posibilidades innovadoras, tiene un campo fértil para atender la legítima aspiración de miles de jóvenes, para una mejor preparación intelectual. La juventud está en nuestras manos, en número siempre creciente y depende de nosotros o que se desvíe, se degrade y se pierda sin remedio o que se conserve sana, sienta el gozo y la alegría de vivir y se tecnifique siempre más y las nuevas técnicas son necesarias para producir mucho, producir bien y con menos esfuerzo. Sin ellas nos quedaremos estancados definitivamente. Más que doctores y altos profesionales Colombia necesita tecnólogos que pongan a trabajar los instrumentos de producción, porque máquinas hay para toda clase de trabajo y si no las hay, el hombre inteligente y bien preparado las construye y nunca las máquinas, aún rudimentarias, son tan útiles y se aprovechan tanto, que cuando han sido forjadas por nosotros mismos. Es cierto que todo esto cuesta esfuerzo, renuncia y sacrificio, pero ¿qué no es capaz de hacer una juventud que quiere seriamente progresar? 18 Ibid., p. 56. (Fuente referenciada conforme al original). 77 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO NUEVE LA EDUCACIÓN PERSONALIZANTE EN ELCAMPO ÉTICO Educación integral en el amor «El fin esencial de la vida humana es: la conservación, el desarrollo y el perfeccionamiento de la persona, ayudándola, a través del amor, a cumplir rectamente las normas y a realizar los valores asignados por el Creador a cada hombre y a toda la humanidad». Pio XII “Pensaba en el amor como una cosa sagrada, y en la mujer como en un proemio misterioso”19. Giovanni Papini “Es grande en extensión el océano, pero es más hondo el corazón humano”20. Campoamor 19 20 PAPINI, Giovanni, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 157. CAMPOAMOR, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 251. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Hasta ahora hemos hablado de una educación personalizante en el campo puramente intelectivo, o del conocimiento, sin duda de una gran importancia en la formación del hombre, puesto que, a través del conocimiento, llegamos a la verdad y la verdad nos hará libres. Pero, hemos dicho y es preciso recalcarlo con todo énfasis, el hombre no es sólo inteligencia, sino también voluntad y por esto amor y libertad y también vida sensitiva y fisiológica, exigen urgente y perentoriamente ser educadas, si queremos formar convenientemente al hombre, a todo el hombre, porque una educación parcial queda desvirtuada y trastorna la personalidad. Es preciso, pues, adentrarnos un poco en las otras manifestaciones vivenciales del hombre. LA EDUCACIÓN EN EL AMOR De la importancia de este tópico, dice Suances: “El que ha penetrado en la dirección del amor de un hombre, ve ante sí, por detrás de toda la diversidad y complicación empírica, las sencillas líneas fundamentales de su ánimo, que, con más razón que el entendimiento y la voluntad, merecen llamarse: núcleo del hombre como ser espiritual” 21. “Dentro mismo del hombre, la dirección de su amor es el prisma desde el que todo lo mira… [Quiere decir que el amor forma al hombre más que el conocimiento] La esencia moral del hombre deriva de la dirección del amor, igualmente derivan de él nuestro destino y la misma visión del mundo”22. ¿Cómo podrá educarse al hombre, si no se lo educa en el amor? Profundicemos, un poquito más, en este tema. El naturalismo en el amor. El naturalismo quiere hacer comprensible el amor por medio del instinto y el impulso social. Se inició en la época moderna con las teorías de Hume y Smith sobre la simpatía, entendida como proyección afectiva, con la Filogenética de Darwin y Spencer y principalmente con la teoría de la Líbido de Freud y su escuela. Según Freud, el amor en sus diversas clases es un resultado y, si queremos, la sublimación de la líbido, pasando por alto y desconociendo la originalidad del amor personal del mismo amor espiritual, aún el más encumbrado, para no ver el puro amor instintivo y sensual en todas las manifestaciones del hombre. Freud 21 22 SUANCES MARCOS, Op. Cit., p.84. Ibid., p. 85. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. interpreta con la sublimación de la líbido, aún los mismos fenómenos que, en la espiritualidad cristiana, se denominan: amor de Dios, aún a costa de la renuncia y de la entrega total de la propia vida y el mismo amor a las criaturas como a las flores, a los animales y a las mismas manifestaciones de la belleza natural. Con mayor razón parecen a Freud muy sospechosas de líbido reprimida las expresiones amorosas de los místicos para expresar sus íntimas relaciones con Dios. Así que, lo que a Bergson parecía una de las demostraciones más apodícticas de la existencia de Dios, a Freud le parecen efectos de trastornos libidinosos, confundiendo el meollo con la cáscara. Cuando los místicos, dice Suances , para hacer comprensible en nuestro lenguaje, lo inexpresable del amor divino y espiritual, usan necesariamente las mismas imágenes y palabras que el hombre vulgar usa en el fervor de su amor, piensa el naturalismo que eso no es sino impulso sexual enmascarado y camuflado. De verdad que las conclusiones van más allá de las premisas. Otro tanto podría decirse del amor psíquico, en sus diversas manifestaciones, como: el noviazgo, la amistad, el amor conyugal. La teoría naturalista no puede ni quiere comprender el amor del alma que se mantiene constante en medio de las mudanzas de las pasiones, ni el amor que se sobrepone a todo humano interés y que es capaz de dar su vida por el otro, en aras del más puro amor. Medido por la sola inclinación sexual variable, el amor psíquico ignora el amor sobre sensible que no rara vez encierra lo mejor de nuestra vida, como son los ideales, para encerrarse entre los límites de un egocentrismo sexual, como puro instinto de satisfacción y atracción instintiva hacia el otro. Igualmente parcial e incompleto es el moderno movimiento de la filantropía. Las raíces de este movimiento están en el romanticismo, en el cual el amor sólo se da bajo la forma de nostalgia y de compasión. La filantropía moderna es y quiere ser una protesta en todo y contra todo, porque no admite otro origen del amor sino el hombre y sólo en cuanto miembro de la especie humana, recortándolo de arriba, porque no cuenta con el amor de Dios y para Dios, y de abajo, porque no cuenta con ningún amor hacia las otras criaturas. No se dirige sino al individuo, por ser de la misma serie, según la expresión de Bentham: «cada uno valga por uno y ninguno por más de uno». No es un movimiento de amor, sino un fenómeno de contagio psíquico y como un mecanismo de reproducciones afectivas. Tomado de BERGSON, Enrique. Las dos fuentes de la moral y la religión. (Fuente referenciada conforme al original). Tomado de SUANCES MARCOS, Manuel A. Max Scheler : Principios de una ética personalista, citado anteriormente, p.97. (Fuente referenciada conforme al original). 81 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. LA ESENCIA DEL AMOR Es difícil expresar con conceptos abstractos la imagen creadora del amor. Hablando de la persona, denominábamos el amor como el «cogito» existencial del hombre y, por esto, contrario a todo egocentrismo y, más bien, búsqueda del otro como existencia distinta de la nuestra; no consiste en la unificación física del ser amado y más bien resalta la diferencia cualitativa entre ambos. El amor del hombre está en esta fuerza de trascendencia y la aparición de un valor que nos atrae y nos arrastra a la imitación. El amor, pues, en su esencia última: - No es una función moral, como gozarse, alegrarse o entristecerse. - No es la fijación emocionalmente afirmativa de un valor empírico, puesto que, aunque sentimos el valor positivo de las cosas o personas amadas, como: la bondad, la belleza, esto mismo se puede sentir sin ningún amor por ellas. - No es tampoco el descubrimiento que hace el alma de valores superiores en la persona amada. No lleva, pues, a descubrir continuamente realidades arcanas ni a hacer grandes esfuerzos para encontrar lo valioso en ella. ¿Qué es entonces? Es una postura vital y un movimiento de atracción sensible o espiritual que nos hace descubrir lo valioso, por lo menos según nuestra apreciación subjetiva, en la persona amada y nos impulsa a la admiración, a la unión y a la imitación. Por esto decía K. Jaspers: «no hay valores que sean descubiertos en el amor, sino que en el amor se hace todo más valioso, aún las cosas más pequeñas, indiferentes, adversas, reconfortantes con que nos encontramos». El amor asimila lo positivo sin divinizarlo, permanece siempre abierto y ansioso, tolera todo lo que no puede ser alabado ni admirado y aún bendice, serenamente, lo que hay que padecer por la cosa o la persona amada. El amor es algo dinámico y de por sí no tiene límites... Va hacia el infinito y por esto el amor, aún mientras goza del amado, no queda nunca satisfecho. De la misma manera que es esencial a ciertas operaciones mentales matemáticas el no tener límites en su aplicación, así también, y mucho más es propio del amor el progresar de valor en valor, de una altura a otra superior y cuanto más alto y más perfecto es su objeto, tanto más es estable y beatificante. El meramente voluptuoso disminuye rápidamente en su intensidad y se ve impulsado continuamente de un objeto a otro. 82 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. El amor psíquico se satisface y se resuelve en sentimentalismos que con el tiempo se vuelven rutinarios, disminuyen en intensidad, se disuelven con la mente y se transforman en sola vacía nostalgia. El amor espiritual es el que se profundiza siempre más y se perpetúa hasta volverse imperecedero y hace que el movimiento amoroso explore siempre más allá de lo dado, se hincha de nuevas promesas e impulsa a la persona en dirección a lo infinito. No es, pues, una fuerza más entre las inmemorables que promueven el bienestar personal, ni es esto aquello que lo hace valioso y enaltece a los que aman, sino que él mismo es la existencia, la vida más elevada, firme y rica. El cristianismo, religión de amor. Fue la teología cristiana que reveló con claridad este principio, presentándonos a Dios como infinito amor, puesto que Dios es la perfección infinita, pero todo y sólo en el amor. Aparece claro, pues, que el amor no es primeramente un acto del hombre, sino que su primer impulso parte de Dios, con tres actos fundamentales: - En la Creación, habiendo creado todo y particularmente al hombre, por amor. - En la Redención, habiéndolo rescatado del pecado con y por amor infinito hacia el hombre. - Llamándolo a gozar de la posesión eterna e indefectible del amor, que es él mismo. El cristianismo, sin negar los valores de la naturaleza humana, reconoce que el hombre, por sus solas fuerzas no puede llegar a la Salvación. Es Dios que tiene la iniciativa por medio de la gracia, sin la cual no podría el hombre entrar en el camino de la amistad con Dios, que es a la vez, su propia liberación, gracia o don de la filiación divina, que nos vino por medio de Cristo, su Hijo, hecho hombre. Cristo, pues, no trae a los hombres sólo el mensaje del amor y la misericordia de parte de Dios, sino que es el acto mismo del amor de Dios, que se encarna y se hace hombre y Dios, Creador y Padre. Por esto, el amor cristiano es un impulso espiritual y sobrenatural que rompe y deshace todas las leyes de la vida impulsiva natural y produce una profunda inversión de valores. Frente a un mundo que había ordenado a los hombres según la posición, la riqueza, la fuerza y el poder, esto es, por lo que el hombre tiene..., 83 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Cristo ofrece la imagen de los valores personales, esto es, por lo que el hombre es, y señala la vanidad de los valores terrenales en orden a este plan superior. En conclusión, nos enseña que los valores de la personalidad son independientes de las antítesis: pobre y rico, docto e ignorante, sano y enfermo, débil y fuerte, justo y pecador. De allí la fuerza propulsora y altamente humanizadora del cristianismo, que ninguna otra fuerza y doctrina humana podrá igualar. El humanismo cristiano y el humanismo marxista están en los antípodas, porque el primero usa la energía activa del amor y el otro la energía destructiva del odio y de la lucha de clases. En el cristianismo, Dios independiente, personal y libre se declara y se vuelve padre de los hombres por el amor; en el marxismo la praxis económica se constituye en la divinidad panteística, devoradora de la persona humana. Deducciones para la educación. Debemos reparar en otras consecuencias de mucha importancia para comprender todo el peso preponderante que trae el amor en nuestra vida. La psicología experimental nos hace conscientes de estas dos cosas: - Con el conocimiento, y a través de los sentidos y de la abstracción, nosotros atraemos las cosas a nuestro interior y a la parte superior de nosotros mismos, sentimos que los transformamos y asimilamos; esto es, los elevamos a nuestro nivel de seres racionales. Sin querer, en efecto, implicarnos en ningún idealismo o subjetivismo, es cierto que con el conocimiento, las cosas externas entran en nosotros y se vuelven nuestras y, por esto, el Yo puede conocer todo, aún el mal, aunque pueda constituir un peligro para mi vida moral; pero, en sí, no me afecta, porque entra en mí como purificado y filtrado a través de la abstracción. En una palabra, a través del conocimiento yo elevo las cosas a mi altura. - Diverso y totalmente opuesto, es el ímpetu del amor. El amor, en efecto, me lleva siempre hacia el otro, esto es, me hace salir de mí mismo y me acomuna al otro, me pone a nivel del otro, porque como enseña Cicerón: “el amor o encuentra los seres iguales o los hace iguales” 23. Entonces, lo que caracteriza mi personalidad es propiamente el amor. Dice el refrán: dime con quién andas y te diré quién eres. Lo mismo podemos decir del amor con relación a la persona: Dime lo que amas y te diré quien eres, porque el amor te asemeja al objeto de tu amor. Si el objeto de tu amor es algo grande, 23 CICERÓN, M.T. Oración a favor de Arquia. Obras completas. (Fuente referenciada conforme al original). 84 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. noble, sublime, tú serás grande, noble y un superhombre. Si el objeto de tu amor es perverso, decadente y ruin, tú serás un perverso, un degenerado y un ruin. Nuestros jóvenes, pues, no se enaltecen o se pierden por lo que saben, sino por lo que aman. Por esto el amor juvenil, más que su formación intelectual, merece y debe ser educado. Si no lo hacemos convenientemente, hemos abdicado en nuestra misión de educadores, porque formamos quizá lumbreras, pero no personas y, más que educar, desviamos a la juventud de su fin humano y sobrenatural, porque las más terribles desilusiones, casi irreparables y las más abiertas degradaciones del hombre, brotan del amor mal entendido y egoístamente usado. ¿Qué debemos hacer para educar a nuestros jóvenes en el amor? Impartir una sana educación sexual, prevenirlos contra las malas consecuencias del vicio, de la impureza, especialmente prematura; hablar claramente y con la firme convicción que viene de nuestra vida honesta, del respeto debido al otro sexo, como persona y que el crimen más abominable de un hombre es el engaño en el amor; que destruye el presente y el porvenir del otro y lo lleva, no rara vez, al suicidio físico o moral y, sobre todo, mostrando a la juventud otros ideales más dignos, nobles y grandes y saberlos entusiasmar, o como decimos gráficamente, enamorarlos de los ideales científicos, artísticos y éticos y entonces su porvenir será humano, dignificante y feliz. ¿Por qué tenemos una juventud indiferente, egoísta, vulgar, en gran parte distorsionada y carcomida por el vicio, y por esto, hastiada y aburrida de la vida? Faltan los ideales, falta el entusiasmo, falta el verdadero amor que se da y se entrega hasta el sacrificio para el triunfo de las buenas causas. Es innegable que nuestros jóvenes, todos los días, hablan de amor, hacen el amor, juegan al amor. Pero ese amor de que hablan es un puro impulso sexual y por esto una atracción animal; pero no es, ni puede llamarse amor, porque el amor es sólo entre personas, no entre animales o los que viven y actúan como ellos. Es verdad, no aman sino para contentar su sensualidad. Es entonces vulgar egoísmo, porque esclavizan a la otra persona, haciéndola instrumento de su satisfacción brutal, mucho más, cuando, como fieras salvajes, chupan la sabia del sexo y las abandonan a su destino. Es el crimen de nuestra sociedad, carcomida hasta los huesos, que grita venganza al conspecto de Dios. Hay un amor sexual que dignifica al hombre, hace del acto sexual fuente de satisfacción y expresión del amor mutuo. Amor que es premio y entrega a la 85 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. persona amada. Un amor sexual que es un valor humano y humanizador, en donde cada uno goza principalmente de la felicidad que procura al otro. Pero esto se consigue sólo cuando el hombre respeta los valores de la vida, cuando cumple con las leyes morales, cuando el amor es estable, cuando se da, no por instinto sino de persona a persona, cuando cada uno se conserva casto, cuando el placer se somete al deber de la procreación, cuando la vida se transmite íntegra, lo que implica la máxima fidelidad mutua y no sólo en los actos, sino también en los afectos y pensamientos. Un amor que se inicia en el noviazgo, como esperanza y promesa, esto es, que conserva puro el cuerpo y la mente, como digna preparación a la unión matrimonial y para santificar las fuentes de la vida, porque Dios permite el placer a condición de que se cumpla con el deber y bendice el placer para que haga más dulce el deber, de lo contrario el hombre caerá más bajo de los brutos, los cuales realizan el acto sexual sólo y exclusivamente para la procreación. De lo dicho aparece claro que, para salvar la juventud y con ella el porvenir de la familia y de la sociedad, hay que saberla educar en el amor y por esto hay que amarla y sacrificarse por ella y con ella. No podré, pues, contentarme sólo con enseñar, porque esto, como hemos dicho, es demasiado poco y podrá quizá transformarse en un maleficio, porque no hay cosa más peligrosa para la vida social como el hombre que tiene ciencia pero no conciencia. Ahora bien, si debemos creer a la experiencia, hay que decir que la mayoría de los que enseñan son maestros, pero no educadores, porque no saben despertar ideales grandes y nobles, dignos de ser vividos y no saben despertarlos porque no los viven y tienen repugnancia y vergüenza de hablar e inculcar lo que ellos no creen, ni practican, y la juventud necesita más modelos que preceptos. La gran mayoría ha comercializado la enseñanza y para hablar sin ambages, la han prostituido, porque la venden al mejor postor y, si no la pagan como ellos piensan y exigen, se rehusan a enseñar, pasando ociosamente el tiempo, antes que estar en las aulas a enseñar. ¡Nos quejamos de la juventud... y nosotros la hemos matado! Y quizá, continuamos matándola con nuestra indiferencia a sus S.O.S. existenciales, con nuestra falta de comprensión, con nuestro mal ejemplo, como si los mayores estuviéramos dispensados de toda ley, con nuestra vida rutinaria y sin entusiasmo y no rara vez, con nuestro desprecio, considerándonos superiores y gloriándonos de tenerla a distancia. ¿No es ya tiempo de cambiar nuestra mentalidad y nuestros métodos educativos? 86 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. 87 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO DIEZ EDUCACIÓN PARA LA VERDAD “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. (Jn. 14,6) “Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la Verdad”. (Jn. 18,37) ¡Hay de vosotros hipócritas! que habláis con palabras suntuosas, poniendo a Dios por testigo en vuestros discursos y esclavizáis a los hombres, sometiéndolos al despotismo de vuestra soberbia y sucios intereses. “Sois semejantes a sepulcros blanqueados que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de podredumbre”. (Mt. 23, 27) «Una indecible atracción hacia la perfección empuja, hoy, a las almas juveniles y las impele hacia un cristianismo auténtico, a una originalidad espiritual que nos infunde esperanza para el porvenir. Es uno de los signos de los tiempos». Pablo VI Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. El hombre tiene una tendencia innata hacia la verdad, la ama, la desea, la busca afanosamente y le rinde culto. La verdad es la vida y la luz de su inteligencia, que todo cuanto es, clama a la verdad y ninguna cosa teme tanto como equivocarse y hasta que no alcanza la verdad, se siente acosada por el tormento de la duda. ¿Existe una verdad absoluta? Parece que no. ¡No en el materialismo!, porque la materia no tiene ni puede tener inteligencia, que es la luz del espíritu, y aunque la produjera, cosa metafísicamente imposible, es un proceso de evolución indefinido. ¡No en el idealismo!, porque la idea está en perpetuo devenir. ¡No en el marxismo!, por cuanto la única realidad es la praxis, actividad económica y ésta misma sometida al proceso dialéctico. ¡No para los sofistas!, los cuales afirmaban que todo es relativo, aún la verdad. ¡No para la inteligencia humana! que, como enseña la experiencia, es débil, enfermiza y en continuo camino en el campo del conocimiento. ¿Entonces qué? Como hipótesis, la verdad absoluta podrá existir si hay un ser infinito y espiritual, tan perfecto que su inteligencia se identifique con el ser. La materia nunca podrá ser espiritual, es una contradicción y la ciencia demuestra que empezó y acabará de existir. La filosofía realista responde que ese ser existe y es el ser infinitamente perfecto, inmutable, eterno, acto puro, que no admite composición alguna en sí mismo y que se conoce tan perfectamente, hasta la identidad del conocimiento con el ser. Este ser es Dios. Dice Spiazzi: “Dios, pues, es la verdad esencial y absoluta, porque es identidad del ser y del pensar: la presencia de la idea eterna en sí misma, en el único altísimo, inmutable y eterno acto del pensamiento substancial – El Logos - y por esto, él mismo, pensamiento y vida”24. En el indefinido cambiar del tiempo y del espacio esta Inteligencia Omnipotente, en conformidad con sus ideas arquetipos, en un acto soberanamente libre y puro, produce y crea todos los otros seres y fija sus esencias inmutables, las cuales son inteligibles en cuanto reflejan el pensamiento del Ser Creador. Y estas mismas, a su vez, como realizan la idea increada, así son capaces de hablar a la inteligencia humana y constituir en ella el fundamento de la verdad creada. “La creación entera, pues, confirma Spiazzi, se vuelve diálogo entre el Creador y las criaturas y particularmente con el hombre, término de una fecunda y divina 24 SPIAZZI, P.R. Il Cristianesimo Perfezione dell´uomo. Alba. Ed. Paoline, 1949. p.87. (Fuente referenciada conforme al original). confrontación, en voces que se reclaman ontológicamente, verdades concretas, testimonio y valor de aquella inteligencia divina que las piensa, las produce, las mide y las llena de verdad”25. La verdad puede ser de varias clases: ontológica, formal, lógica y trascendental. Una de ellas es la verdad moral, que mueve al sujeto a hablar en conformidad con lo que piensa y ésta es la sinceridad. La sinceridad es entonces de absoluta necesidad en nuestra vida humana, puesto que es contrario a la dignidad humana mentir, fingir y engañar. El hombre, en efecto, como creatura y mucho más como persona, está vinculado esencial y ontológicamente con Dios, Ser Supremo y absoluta verdad y, por consiguiente, no puede en conciencia renegar de la verdad, lo que significaría renegar de Dios, que nunca podrá desmentirse a sí mismo. Puede el hombre, sin duda, engañarse, porque sus facultades cognoscitivas son débiles y expuestas a errores, debido a enfermedades de los sentidos o por haber interrumpido voluntariamente el proceso hacia la verdad, pero nunca podrá honestamente mentir, esto es, consciente y voluntariamente negar la verdad. Mucho más perjudicial es esta negación de la verdad en las relaciones sociales. Es imposible, en efecto, que el hombre pueda vivir en sociedad, sin la sinceridad porque la sociedad está basada en la mutua confianza y sin esta confianza no podrá actuar, ni vivir, ni relacionarse. Sin esta confianza y la casi certeza que no me van a envenenar, yo nunca podré comer viandas preparadas por otros, ni viajar en avión sin la confianza que el piloto sea honesto y seriamente preparado, si sospecho que un comerciante no es honesto y sincero en la calidad de la mercancía y que me engaña en el precio, nunca iré a comprar, y si sospecho que un profesor no me enseña con verdad o me dice patrañas, me pasa la gana de escucharlo. Sin la confianza mutua, entonces, no podremos vivir ni en la familia, ni en la escuela, ni en la sociedad. Es por esto que, en las cosas de mayor importancia, no sólo nos exigen la verdad, sino que nos hacen jurar decir la verdad, sólo la verdad y toda la verdad y nadie pudiera exigirlo si, por nuestra misma naturaleza, no estuviéramos obligados a ello y el juramento no hace sino reforzar la obligación. Esto mismo nos confirma el hecho, un poquito raro de verdad, que cuando nos hemos encontrado con un hombre constante y heroicamente sincero, estamos dispuestos a jurar en su palabra. 25 Ibid., p. 87. 90 Un hombre, pues, que miente y miente con frecuencia o que engaña metódicamente, es un hombre digno de todo desprecio, más bien, no es ni puede considerarse un hombre, mucho menos una persona y hay que considerarlo un degenerado y peligroso a la convivencia humana. No será que en nuestra sociedad, ¿los hombres han dejado de ser hombres? Por lo tanto, ¿a dónde vamos a llegar? HABLA EL DIOS DE LA VERDAD La Biblia está llena de reproches y amenazas contra todos los que reniegan de la verdad: “Los labios mentirosos abomina Yahveh; los que practican la verdad alcanzan su favor” (Prov. 12, 22). “Quien declara la verdad, descubre la justicia; el testigo mentiroso, la falsedad” (Prov. 12, 17). “Rechazad, por tanto, toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias” (1Pe. 2, 1). “Santifícalos en la verdad, pues tu palabra es verdad” (Jn. 17, 17). Renunciar a la mentira de palabras y de obras es la exigencia fundamental de toda vida cristiana. La santidad misma, si no está en la verdad, es hipocresía. La verdad es la cualidad de lo que es estable, probado, duradero; la verdad implica siempre la fidelidad y como respuesta, la confianza. Para San Pablo el Evangelio es “Palabra de verdad” (Ef. 1, 13) y se gloría: “¡Por la fidelidad de Dios!, que la palabra que os dirigimos no es si y no” (2 Cor. 1, 18). Estas citas son más que suficientes para los hombres honestos y mucho más para los cristianos auténticos. NEGACIÓN DE LA VERDAD Desgraciadamente, para la mayoría de los hombres de hoy, estas palabras son pura teoría, porque estamos en un mundo de farsa y de mentira. ¿Cuántas mentiras en la propaganda, en el comercio, en el hogar, en la escuela? y ¿cuántas en nuestras relaciones sociales? Desde niños nos enseñaron a mentir 91 de mil maneras, y ahora, ya grandes, hemos perdido el gusto de la verdad y no podemos vivir sin mentir. En la escuela, por cualquier falta, tenemos mil excusas y lo peor es que nos creen y no faltan maestros que cierran ambos ojos, siendo que la falta de sinceridad es entre las más perjudiciales en la formación de la personalidad. Gran parte de lo que se discute en los comicios y se palmotea en las plazas no es sino mentira. La Biblia ya nos prevenía: “Habla el rico, y todos se callan, y exaltan su palabra hasta las nubes. Habla el pobre y dicen: ¿quién es este? Y si se equivoca, se le echa por tierra” (Eclo. 13, 23). Llegan los políticos y todo el mundo corre y aplaude, quién por miedo de perder el puesto y quién para conquistarlo. Si queremos palpar la necedad de nuestro mundo actual, basta asistir a un congreso. Junto a algunos hombres sinceros y bien preparados, hay una pléyade de fantoches, enfermos de verborrea, que viven de la palabra modulada. Se hicieron un renombre en base de autobombo y ahora escalan las tribunas para decirnos: bla, bla, bla y las aulas retumban de vítores. ¿Cuántos profesores, en las universidades ventilan nuevas teorías con razones vanas y paralogismos? solamente porque siguen la corriente de los jóvenes revoltosos, porque buscan librar a los alumnos del peso del deber o porque acarician las pasiones, todos los llevan en hombros. Hay gente que tiene una infinita capacidad de cinismo, que ataca hasta lo más sagrado, como la honra del prójimo y el buen nombre de sus rivales, con la blasfemia y la calumnia, hasta consumirlo. Y si alguien, heroicamente atrevido, levanta la voz para desenmascararlos o echar al suelo esa plataforma levantada con la adulación y la propaganda pagada, los venales secuaces que lo sostienen, saltan sobre el testigo fiel, sangrante por la verdad y como aves de rapiña le sacan los ojos y arañan el pecho descubierto y gritan: Hemos triunfado y festejan la muerte del héroe con comilonas grasientas y bebidas costosas. LOS HOMBRES DE MEDIA CARA Buena parte de los buenos, quizá no se atreven a engañar abiertamente o a ser hipócritas de cara y sello... pero saben jugar de funambulismo y sus palabras dicen y no dicen… si… no… Están con todos y no están con nadie. No hay peor mentira que la verdad a medias. Y la media verdad de muchos consiste en mostrar siempre, fuertemente iluminadas, sus pocas virtudes y ocultar sistemáticamente la media cara de sus vicios, para poder decir con el fariseo del Evangelio: “no soy 92 como los demás” (Lc. 18, 11). eclipse parcial. ¡Son los orgullosos! Estos están en continuo Otros no admiten la verdad de las virtudes ajenas, porque no les gusta que hayan otros más ricos, más virtuosos o más inteligentes y por esto les gusta ocultar sus virtudes y mostrar la cara de sus vicios... ¡Son los envidiosos! Muchos preguntan como Pilatos: “¿Qué es la verdad?” (Jn. 18, 38), pero antes de escuchar la respuesta de la conciencia, se levantan y huyen... ¡Son los que temen perder el puesto y se lavan las manos en las aguas sucias de sus intereses e intrigas! Otros quisieran inundar su alma con la luz de la verdad y vivir una vida de elevación espiritual, pero tienen miedo de empeñarse en la lucha y de lanzarse en la refriega contra las pasiones y por esto cierran la ventana al sol... ¡Son los cobardes! Otros se percatan que en la calle se lucha enconadamente en defensa de la justicia, de los oprimidos, de la moral, la honestidad. Sienten que la verdad los llama, pero no se sienten capaces de dejar sus comodidades... ¡Son los egoístas! Otros sienten que la verdad va penetrando en sus inteligencias y en sus vidas, como el sol de la mañana y los llama a cambiar de conducta... pero no... no conviene... y esconden la faz luminosa de la verdad, echándole encima el velo de la indiferencia y del desprecio... ¡Es la turba inmensa de los mediocres! Otros, en la búsqueda de la verdad, finalmente la encontraron y con ella una esperanza de paz, pero enseguida se les presentó la sombra del «qué dirán»... y cerraron la ventana... ¡Son los que quieren conservar las apariencias! Decía Pascal: «La verdad es tan obscurecida en estos tiempos y la mentira tan arraigada que, si no amásemos la verdad, acabaríamos por no reconocerla». Por esto son tan pocos los buenos filósofos, porque la buena filosofía es el amor de la verdad y su búsqueda afanosa... pero abundan más los que a la sabiduría prefieren los placeres... ¡Son los lujuriosos! Tenía razón Sertilanges al afirmar: «cuando se busca la verdad, lo terrible es que, alguna vez se la encuentra». Por esto, muchos huyen de ella. Las grandes tragedias en los hogares, con frecuencia no son sino fruto de verdades a medias. Nos pareció haber visto... haber oído... ¡y no eran sino apariencias! 93 Con las medias verdades ocurre lo de muchos venenos. No supimos resistir la dulzura del vicio y el vicio nos mató. Pocos son los hombres verdaderos, porque pocos son los fuertes y los coherentes. ¡A cuántos han engañado las apariencias!: por esto, en juzgar al prójimo, si no es posible defender su honor y sus derechos, porque su acción fue abiertamente mala, no juzguemos, por lo menos su corazón. Escrivá decía: “Si no podemos salvar la bondad del objeto, salvemos la bondad del sujeto”26. Puede darse que se nos ocultan sus victorias, y sólo aparece el fracaso. La elegancia espiritual nos impele a creer en la verdad oculta. El culto de la verdad no puede ser simplista... sería estrechez de miras... pero también es, decía Carrel, «indispensable, (incógnita del hombre), que nuestros pensamientos abarquen todos los aspectos de la realidad». Y, por último, hay dos cosas difíciles en la vida: una decir la verdad, la otra saber escucharla. Difícil, muy difícil, saber decir siempre la verdad; difícil, mucho más difícil saber escucharla. Es un mérito decir la verdad y más mérito escucharla. Decir la verdad, alguna vez, necesita fortaleza, pero saber escucharla necesita humildad. La una y la otra son muy raras. Pero, algunas veces, la humildad vale más que la fortaleza, porque, quizá, es más fácil morir, que ser despreciado. LA PARODIA DE LA VERDAD Hay muchos a quienes les gusta pasar por buenos, justos y benéficos; pero, en verdad, no tiene la fuerza de serlo y entonces se cubren con el oropel de la verdad, la bondad y la justicia... Son los hipócritas. Más que hacer la verdad, la ostentan y ponderan. El hipócrita es el hombre ruin... quiere aparentar, pero rehuye de todo esfuerzo. Más bien, no tiene ninguna convicción seria y sincera y por esto está a la merced del ambiente, con los buenos se precia de ser bueno y con los malos se jacta de ser peor que ellos. Es el hombre cuya vida está toda en un espejo, en donde no se mira a sí mismo, sino a los demás, para imitarlos y satisfacerlos en lo que parece les agrada. Es el verdadero bufón de la vida y, lo que es peor, es tan necio y estulto que casi nunca se percata que la gente sensata se burla y lo desprecia. Hubo un asno, cuenta Esopo, que encontró una piel de león, se cubrió con ella y lleno de vanidad y prosopopeya entró triunfante en la asamblea de los animales, para recibir, como el rey de ellos, pleitesía y reverencia. Pero, cuando quiso 26 ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 279. 94 agradecer, no le salieron sino rebuznos y, entonces, a palos lo sacaron de la asamblea. Este es el hipócrita, león por fuera y asno por dentro, hasta que lo descubren y dan su merecido. Aparecer!... es la lacra de nuestro tiempo, casi todos quieren hacer ver lo que no son, o más de lo que son, ostentando riqueza, ciencia, virtud y quizá modestia, si sirve para engañar a los ingenuos. Cuántos en las instituciones y universidades, por el deseo de pasar por sabios, o por modernos, ventilan teorías falsas o insustanciales. Durante la conquista muchos comerciantes traían barcos cargados de fruslerías y bagatelas y con ellos robaban a los indígenas los objetos preciosos de oro y plata. Así hace el hipócrita. Por la bagatela de aparecer ante los hombres pierde el mérito de la virtud ante Dios. Pero no siempre los hipócritas son los más culpables, porque los pobres, al fin, no son sino mentecatos. La culpa mayor es de los que nos decimos buenos y, sin embargo, los excusamos, alabamos y defendemos antes que desenmascararlos. Somos hipócritas, pero al revés. Más que serlo, lo aparentamos. Dice García Salve: “Vivimos en una sociedad cada día más enferma de adulación y fingimiento; en un mundo, en donde el artificio y el engaño, la zancadilla y el mordisco, vencen sobre la rectitud” 27. Y nosotros no sólo no lo condenamos, sino que, si alguien levanta la voz a favor de la verdad, lo aplastamos. Y si sabemos quien roba, quien mata, quien secuestra... lo callamos y nos hacemos cómplices. Esto significa que estamos más con los criminales e hipócritas, que con la verdad. “Una exagerada actitud de reserva amordaza muchos labios y detiene muchas plumas... Un falso instinto de conservación hace que nos transformemos en cómplices de muchos crímenes”28 y, como por un tácito acuerdo, dejamos de descubrir las llagas sociales y ayudamos a propagarlas, como hace de ordinario la prensa hablada y escrita, que más se detiene a describir, morbosamente, con todos los detalles y las imágenes, los crímenes de cada día, que no en criticarlos y juntar razones para disuadirlos y así envalentona a los malos y corrompe a los buenos. Muchos saben que hay hombres eminentes en la escala social, altos funcionarios de empresas y de gobiernos que están podridos por dentro, sin otra aspiración que llenarse de dinero y estuprar a las empleadas; muchos profesores, que antes que educar a la juventud la están corrompiendo, grandes comerciantes que se 27 28 GARCIA, Salve. p. 290. (Fuente referenciada conforme al original). Ibid., p. 287. (Fuente referenciada conforme al original). 95 enriquecen engañando y estrujando al pueblo... y los toleramos y nos jactamos de su amistad y quizá los defendemos y ayudamos a encubrir sus vicios o a subir más alto. LA VIDA EN LA VERDAD El mejor modo de mostrar, defender y promocionar la verdad es la vida. Llevar la antorcha de la verdad siempre encendida en nuestro interior, sin obscurecerla ni apagarla nunca, ni en la mente, ni en el corazón, ni con las obras. No es fácil y, más bien, cuesta muchos esfuerzos y sacrificios, porque con frecuencia hay que negarse a sí mismo y quizá perder la amistad y el favor de los grandes. Más ésta es la grandeza del hombre, su dignidad, su más íntima satisfacción y lo que le granjea pocos, pero verdaderos amigos. Y aunque la natural imperfección de nuestra inteligencia nos hace alguna vez vacilar o la debilidad humana nos echó de bruces y nos hizo prevaricar, levantémonos inmediatamente y prendamos de nuevo la antorcha de la verdad ante compañeros y alumnos y recobremos el coraje de la autenticidad. ¡Vivir la verdad!... No admitamos nunca la doblez y el disimulo, no quepa en nosotros la lacra de la doble personalidad, que nuestra sinceridad, nuestra fe y nuestro Evangelio, «la palabra de la verdad», sea siempre la más luminosa realidad de nuestra vida. Hombres que han comprendido la relatividad de la existencia humana y quieren anclarla al escollo inconmovible del Absoluto y el Eterno... caminando siempre adelante, con cabeza alta y rostro alegre; hombres que no tienen miedo ni a ricos ni a poderosos y que no admiten sombras ni desvíos en su camino, porque llevan su luz por dentro. Memorables son estas palabras de García Salve: La verdad no se la impone de otra manera, sino con la misma fuerza de la verdad... que penetra suave y profundamente en la mente y en el corazón; basta sembrarla y nacerá sola. Cuando la verdad no se manifiesta no es porque no brille, sino porque la bruma de la ignorancia y las pasiones la ocultan. La verdad supone la renuncia de nuestro egoísmo; por esto los cobardes no la soportan. La verdad es muy exigente por eso los amodorrados la temen, porque ella fustiga la abulia. 96 La verdad es una conquista que se logra con la lucha contra los prejuicios y los ídolos que los hombres levantan al orgullo, la codicia y la lujuria y sólo los fuertes la arrebatan. La verdad es una planta exótica en nuestro mundo, necesita ser regada con sangre. La verdad es el mismo Cristo, por eso dijo: ”Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn. 14, 6). “El que me siga no caminará en la oscuridad” (Jn. 8, 12). ¡Qué fecunda es la verdad!... Es el germen de donde nacen las grandes obras29. LA DOCENCIA EN LA VERDAD La docencia fue creada para transmitir y dar testimonio de la verdad. «Somos profesionales de la verdad: no cerremos, pues, la ventana del alma para no dejarla entrar, ni la puerta de la boca para no dejarla salir». Este mundo de falsedades en que vivimos no tiene, sino un solo remedio: Amar y hacer amar la verdad, buscarla y hacerla buscar, seguirla y mostrarla a los demás. Los maestros no podemos semejarnos a canes mudos ni a centinelas dormilones, es preciso gritar. Cuanto más alto está un hombre, cuanto más goza de autoridad por el cargo que ocupa o por la ciencia que posee, tanto más está obligado a defender y a proclamar la verdad. El silencio, en este caso, sería más culpable. La verdad es un manantial inagotable, pero si no se la agita y no se la pasa a otros, como las olas del mar, se estanca y se pudre. ¡Cuántas cisternas putrefactas! ... La verdad es fuego que quema y cura como un cauterio. Cristo, que es la verdad, quiso renovar la Iglesia en los últimos tiempos con el Concilio Vaticano II y por él quiere renovar la vida de los hombres. La Iglesia vive actualmente una era trascendental, por esto ha fijado sus posturas frente al mundo moderno, en unos documentos claros y explícitos. Sería una culpa desconocerlos o echarlos al olvido, un pecado contra la verdad. Sin embargo, muchos gritan: «tierra encima», como si la verdad fuera un cadáver insepulto. La verdad, pues, hay que sembrarla a voleo, sin miedo de lanzar 29 Ibid., p.294 y sgts. (Fuente referenciada conforme al original). 97 nuestra semilla, pronto o tarde encontrará su surco y brotarán las flores de la belleza espiritual y madurarán los frutos de vida y de inmortalidad. Nunca se ha hablado tanto de libertad y muchos se transmutan al libertinaje, pero para todos los tiempos es válida la palabra de Cristo: “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn. 8, 32). 98 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO ONCE LA EDUCACIÓN EN Y PARA LA LIBERTAD «El triunfo de la educación consiste en hacer pasar el alumno de la fuerza inconsciente de los instintos, al dominio de una libertad responsable». «La responsabilidad tiene como fundamento la libertad, negada ésta el hombre cae en el ciego determinismo». Angelo Zacchi «El hombre consciente de su sagrado derecho e indomable en su anhelo de libertad se levanta y ruge como fiera, cada vez que olfatea la amenaza de la servidumbre y prefiere perder la vida, antes que perder su dignidad». Emmanuel Monnier «El compendio de la formación consiste en preparar el alumno al concepto del deber; reforzar su voluntad para la lucha, la renuncia y el sacrificio; así que, bien entrenado, pueda encontrar, en los momentos difíciles, el camino de la victoria». Angelo Zacchi Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Todos los días vemos salir de los colegios o instituciones de secundaria centenares de jóvenes, con su diploma de bachillerato, pero, al mismo tiempo, llenos de inseguridad, de insatisfacción y temerosos del porvenir, mal preparados para seguir una lucha dura en la universidad o en los centros de estudios superiores y mucho más para enfrentarse con la vida y con su futura profesión. Pocos son los que triunfan de verdad y muchos de ellos a costa de sacrificar los principios de rectitud y honestidad recibidos en la adolescencia o durante el período de sus estudios profesionales o de entregarse a la intriga, al proteccionismo de mala clase o a la politiquería. Esto se debe, además de muchos otros factores, a una mala educación para la libertad o al descuido por parte de padres y profesores, de educarlos al recto uso de los valores de la vida y a saber vivir en sociedad, no sólo como parte integrante y de cualquier manera, sino con gran espíritu de responsabilidad y mucho más como líderes que atraen y arrastran con su conducta y con su palabra convencida y conquistadora. Si no sabemos, o si no queremos hacerlo, mejor no deberíamos enseñar porque sería una tremenda responsabilidad ante Dios, la sociedad y nuestra misma conciencia. ALGO MÁS DEL HOMBRE Con Paul Tournier hemos puesto en el hombre las tres dimensiones: física, psíquica y espiritual, concibiendo a la personalidad totalitariamente y como unidad. Ahora nos interesa el aspecto dinámico de esa personalidad, o como dice Quiles: “personalidad es la realización, por parte de la persona metafísica, de su propio programa de vida”30. Agrega Escrivá: “por nuestra cuenta, hemos dado esta definición de personalidad moral: independencia en la verdad. Sólo cuando hemos encontrado un sujeto que posea la verdad y que la viva con independencia, lo hemos llamado «hombre de personalidad»”31. ¿Cuál será la verdad sobre el hombre? Aparece claro de estas simples reflexiones: “el hombre no es un Dios, es un ser contingente; es decir, no tiene en sí la razón de existir. Puede existir o no existir. Es un ser al que todos ven nacer y al que todos ven morir. Tiene por lo tanto un principio, tiene una causa que le dio la existencia... tiene necesidad de que le conserven el ser, so pena de dejar de existir”32. Su finitud exige un creador. El hombre, al ser creado, recibe una personalidad ontológica, pero debe crearse su personalidad moral. De ahí que la 30 QUILES, I. S.J. La persona humana, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 26. ESCRIVÁ PELLICER, Ibid. 32 Ibid., p.30. 31 101 personalidad es un continuo realizarse, un incesante desarrollo de un programa de vida. Esta personalidad puede quedar frustrada o detenida en su crecimiento o puede llegar a su madurez. En este realizarse del esfuerzo propio y el don del Creador. De este esfuerzo propio, decía Petrarca: “Cuando pueda hallar un hombre de tal manera gobernado por la razón, que toda su conducta esté por ella regulada y sus apetitos sólo a ella sometidos, entonces él puede llevar en sí alguna verdadera y fructuosa definición del hombre”33. La Filosofía Perenne exalta al hombre y lo pone en su verdadero trono, mientras no faltan quienes lo quieren poner en el trono de Dios o por el contrario, quieren destronarle por completo. Hablando de estos últimos, Sheen afirma oportunamente: La revolución copernicana se interpretó como destinada a recordar al hombre su escasa importancia, pues, ya la Tierra no era el centro del universo. Esta intimidación cósmica aumentó hasta tal punto que Harri Elmer Barnes llegó a declarar que el hombre no tenía más importancia que una cucaracha. El golpe astronómico contra la dignidad humana fue seguido por un golpe biológico, en el cual los filósofos interpretaron a Darwin como queriendo decir que el hombre no está separado del mundo animal y que, por consiguiente, ni lo trasciende. Se produjo finalmente el golpe psicológico, cuando Freud dijo: «El Yo no es dueño de su propia casa». A la injuria se agregó el insulto al declarar Freud que «la superioridad del hombre sobre los animales puede provenir de su capacidad para la neurosis». La libertad humana fue negada a medida que se declaraba que el hombre está determinado, sea biológicamente, como por los darwinistas, sea psicológicamente, como los freudianos, o sea económicamente, como los marxistas 34. “Jung, por su cuenta, estima que la personalidad es la suprema realización de la innata idiosincracia del ser. Es un acto de alto coraje...: es la absoluta afirmación de todo lo que constituya lo individual; es la más exitosa adaptación a las condiciones universales de la existencia, unido con la mayor libertad para la autodeterminación”35. ¿QUÉ ES LA LIBERTAD? ¿Existe la libertad? La biología nos enseña que los animales obran determinísticamente, porque dentro de cada especie, existe una uniformidad 33 PETRARCA, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid. SHEEN,Fulton J. Filosofía de la religión, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 31. 35 JUNG, Karl, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 26. 34 101 102 constante: su vida se mueve entre los estrechos e infranqueables límites de sus instintos, de los hábitos heredados o adquiridos mecánicamente. El hombre, por el contrario, actúa de mil maneras diversas, caracterizado por una ilimitada variedad en su manera de obrar personal y socialmente; así como no tiene límites en sus aspiraciones, sino que puede elevarse siempre más, no sólo en la escala de valores, sino también en la intensidad o manera de ejercerlos. Sólo el, en este mundo, ennoblece la vida con el uso del lenguaje articulado, siempre más rico y capaz de expresar todos los matices de sus sentimientos y de su pensamiento, de crear y extasiarse frente a las bellezas del arte, de elevarse a la más alta perfección ética, recrearse y sublimarse en las ascensiones religiosas hasta lo infinito y ejercer su ilimitada acción creadora y conquistadora, porque como el objeto de la razón es la verdad y toda la verdad, así el objeto propio de la voluntad es el bien, todo el bien, el Sumo Bien y esto lo hace recrearse en las expansiones del amor en todas sus gamas y matices. Es cierto que la razón influye decididamente en las deliberaciones de la voluntad, porque, como aparece claro de nuestra experiencia, el pensamiento ilumina el obrar del hombre. Pero es cierto que la misma razón, como se siente plenamente determinada en su tendencia al fin último, que es la felicidad, así comprende que para alcanzar ese fin hay una infinidad de caminos y por esto deja a la voluntad libre de determinarse en la selección de los medios. La voluntad, pues, es la facultad del alma que nos permite tener la autodeterminación de nuestros actos y de tender libremente a los bienes, tanto de vida material, como de los bienes superiores y espirituales. Hace mucho más, levanta a su propia altura las mismas cosas materiales, que quedan así transfiguradas: colores, sonidos, el mármol, el bronce, el hierro, la madera y los medios de comunicación creados por el hombre, se transforman radicalmente, dejan de ser elementos puramente materiales y se vuelven idea, creación, amor y gozo y a través del pensamiento y de los valores que encarnan, también ellos se vuelven instrumentos de bien o de mal, de amor o de odio, de ruina o de salvación, de vida o de muerte, a la par que conquistan un valor que va más allá del tiempo y del espacio, un valor universal y eterno. Y aún los mismos actos contrarios a las tendencias e inclinaciones sensibles, como: la renuncia al placer, el sacrificio del tiempo, de las diversiones, de los legítimos afectos y de la misma salud y de la vida, cuando son inspirados por motivos morales, sociales o religiosos de amor a Dios y al bien del prójimo, se revisten de tal belleza y atractivos y de tal precio, que los colocan al primer puesto en la escala de los valores humanos y todo eso es fruto de la libertad bien entendida y ejercida. 102 103 Ahora, ¿qué es la libertad?, comúnmente la libertad se la define como: la facultad de obrar de una manera o de otra, libertad de especificación como: estudiar o irse de paseo o de hacerlo o no hacerlo, voluntad de contradicción, como: estudiar o no estudiar y de todo esto tenemos experiencia íntima y cotidiana. El mismo hecho de la deliberación ejercida en miles de casos importantes o insignificantes, común en nosotros, es una prueba apodíctica de la libertad. La libertad es absolutamente necesaria a la responsabilidad y el grado de la una aprovecha al de la otra. Somos libres, porque nuestra inteligencia juzga que ninguno de los bienes visibles es capaz de contentar nuestro anhelo infinito. Somos libres, porque el libre albedrío supone el conocimiento abstracto, el juicio y la reflexión, actos que son propios del ser espiritual. Somos libres, porque con nuestra voluntad podemos aplicar la misma inteligencia a buscar los motivos que nos impulsan a la acción. LA LIBERTAD ES UN PELIGRO Y PUEDE SER UN MÉRITO EN NUESTRA VIDA MORAL «El hombre es óptimo», afirma el idealismo de Negel y el naturalismo de J.J. Rousseau. «El hombre no puede hacer nada bueno», afirma el pesimismo con Shopenhauer. El hombre aún siendo espiritual, es débil e inclinado a las cosas materiales y caducas en una palabra, al mal, realidad aceptada por la filosofía cristiana. El hombre no es sólo un ser espiritual, por cuanto aún los seres espirituales, siendo libres, pueden faltar a la ordenación esencial de su ser, porque hay faltas que se consuman aún dentro del ser espiritual, como: la vana complacencia, el orgullo, la envidia, el odio, etc. Ejemplos típicos: en la mitología, los titanes que quisieron dar la escalada al cielo, como símbolo; en la Biblia, Luzbel que se rebeló al Supremo Hacedor pretendiendo, como criatura, honores divinos. Es una triste historia. Estas son, por cierto, las faltas más graves en la escala de los desvalores, porque atentan contra la verdad del ser y constituyen una inversión de valores esenciales o contra la naturaleza misma de las cosas. El hombre está expuesto a tales vicios, puesto que nuestra experiencia interior y exterior, nos persuaden que la vana gloria, el orgullo y el odio son pecados comunes entre los hombres. 103 104 Pero al hombre pueden sucederle otros desórdenes, que se transforman automáticamente en desvalores y que nos alejan del recto camino de la verdad y de los dictámenes de nuestra misma naturaleza racional. Hemos dicho que estamos constituidos de alma y cuerpo o mejor, de vida animal y de vida racional. Ahora bien, estas dos estructuras, aunque reducidas a unidad, conservan intactas sus cualidades esenciales y no rara vez, en violenta pugna entre ellas. La vida animal, esencialmente entregada al placer de la conservación de la vida y de la reproducción de la especie, goza prepotentemente de estas acciones, que son, nada menos, que el fin último de su existencia y a esto los impele todo el ímpetu de su ser. Y como sus exigencias son mínimas y la naturaleza es tan generosa en proporcionarle lo necesario a la existencia, ya no necesitan nada más y pueden multiplicarse indefinidamente. Más bien, como el Creador los puso al servicio del hombre, el hombre mismo se encarga de estimularlas a esta doble función de la vida animal; por ejemplo, el engorde de los animales con tratamientos intensivos y con métodos especiales y haciéndolos reproducir más segura y ventajosamente. A juzgar de las apariencias, los animales gozan mucho más que los hombres en la función de la nutrición y sufren menos en la función del alumbramiento, así que, podemos decir, de ordinario tienen su relativa y abundante dosis de felicidad y no esperan otra cosa. Para el hombre la cosa es completamente diversa. Aún disfrutando de la vida animal en la conservación del individuo, sus inclinaciones son menos toscas y prepotentes y sus exigencias más refinadas. Entonces, debería serle más fácil vencerse en esta clase de placeres, aún porque tiene otros fines sobre sensibles que son los principales y a los cuales debe ordenar las actividades inferiores, para que no perjudiquen las superiores y propiamente humanas, las cuales, a diferencia de los animales, son su verdadero, sobreabundante y feliz fin último. Así, por ejemplo, la comida es por sí misma una acción animal necesaria, pero, en cuanto subordinada a los fines racionales y espirituales, el hombre está obligado a evitar los excesos con el fin de no entorpecer la vida y actividades de la razón, porque la comida no es su fin último; por esto dice el refrán: «no vivimos para comer, sino que comemos para vivir» y cumplir con nuestra misión de seres racionales y alcanzar los destinos eternos. Ahora bien, las comidas y bebidas embriagantes exageradas, trastornan el organismo y ofuscan la razón, hasta hacerle perder el control y exponerse a pecados y crímenes. Por otra parte, acarrean enfermedades y entorpecen las facultades superiores hasta volver, con frecuencia, al hombre inútil a sí mismo y a la sociedad y de procurarse paulatinamente la muerte. Este desorden, entonces, hay que considerarlo de cierta gravedad y fatales consecuencias y por esto tiene que ser moderado con el libre albedrío y con el dominio de sí mismo. Más graves son los males que acarrea el abuso de los actos de la procreación. 104 105 Los animales nos dan un magnífico ejemplo de morigeración en los actos sexuales, puesto que se unen exclusivamente para la procreación y en otros tiempos, ni un sexo ni el otro permiten la entrada a contrincantes. Así que, cuando se dice a un libidinoso: es un animal, se le está haciendo mucho honor, porque en realidad, está muy por debajo de los animales. ¿A dónde se va la racionalidad y el control de los instintos? El hombre sabe que la finalidad principal de la procreación humana es la educación de los hijos y que el hombre sin educación queda casi al nivel animal. Pero el hombre abusa frecuentemente del instinto sexual y no sólo dentro del matrimonio, sino también afuera, con un libertinaje indigno de seres racionales y que aspiran a fines superiores y espirituales y sabiendo que esto perjudica gravemente su vida moral y su responsabilidad frente a las exigencias impuestas por Dios y por la misma razón. El amor es sagrado y exige omnímoda y perpetua fidelidad y la recta educación de los hijos exige el ahorro y el buen ejemplo. Estos abusos, pues, perjudican las finalidades humanas y trascendentes y embrutecen al hombre. Todos saben que el abuso de las relaciones sexuales extramatrimoniales acarrea con frecuencia enfermedades venéreas que destruyen el organismo, merman las fuerzas y vuelven infeccioso al hombre; por esto perjudican gravemente la salud propia, de la familia y de los hijos y en su estado avanzado afecta los tejidos cerebrales y produce la locura. Los instintos sexuales, pues, son tan prepotentes, que si no sabemos moderarlos y educarlos, en nosotros y en los demás, se lanzarán como fieras indómitas sobre tantas víctimas inocentes, violando las leyes de la justicia, del respeto y del amor a Dios y al prójimo y volviéndonos quizás criminales empedernidos. No puede negarse que desde la primera infancia se apoderó de nosotros el instinto del egoísmo, éste, en aquél tiempo, fue una ley providencial, porque nos llevó a despertar la atención de los demás sobre nuestras necesidades primarias que, por la edad y la inexperiencia, estábamos imposibilitados a satisfacer o aquellos bienes que no estábamos en condición de procurarnos. Este instinto egoísta queda todavía activo en nuestro subconsciente, aflora frecuentemente en nuestra conciencia (y por esto se vuelve culpable) y nos impele a apoderarnos de todo lo que nos gusta, de todo lo que es útil a satisfacer nuestros caprichos y a dominar tiránicamente a los demás haciendo caso omiso de las injusticias que cometemos y de las penas y perjuicios que causamos a los demás. La ley del perfeccionamiento humano es que el egoísmo deba paulatinamente ceder el puesto al amor y a la espontánea voluntad de servicio, porque sólo así se 105 106 puede vivir pacífica y provechosamente en la sociedad y nuestra vida alcanza las metas espirituales y trascendentes. Si no sabemos o no queremos educar nuestra libertad no nos queda sino renunciar a nuestra dignidad, al orden moral y dejando libres nuestras pasiones, ellas serán la causa de todos nuestros males, y nuestra racionalidad y nuestros destinos eternos serán pisoteados por la sensualidad. Equivale a renunciar a la garantía de la verdadera civilización, a desarticular la sociedad o de paralizar completamente su normal funcionamiento. Se destruirá la familia y con ella el amor y la felicidad, toda la vida humana se volverá imposible y el hombre se transformará en un bruto. EDUCACIÓN PARA LA LIBERTAD El hombre tiene un deseo ardiente de felicidad, la sueña, la persigue incansablemente, se ilusiona de encontrarla a la vera del camino y busca afanosamente aquellos bienes y aquellos valores que la pueden asegurar. A cada instante creemos entreverla entre nieblas del horizonte lejano, a menudo nos coge la incertidumbre sobre los caminos para alcanzarla. Una muchedumbre indefinida de bienes nos solicita continuamente: el placer sensual a la vida luminosa del espíritu, las riquezas y el lujo o la vida sencilla y morigerada, los honores o la vida serena y humilde, las orgías o la templanza, la lucha o la inercia, las ciencias especulativas o las éticas, la virtud o el vicio. Todos parecen invitarnos: «ven acá, te haremos feliz». ¿Cuáles bienes escogeremos?, porque todos nos llaman, pero ninguno nos fuerza irremisiblemente. ¿Qué nos dice la razón, qué nos dice la fe, qué nuestros verdaderos y definitivos intereses? He aquí la prudente deliberación. Para decidir, todo depende de nosotros ¡... somos libres...!; las reflexiones siguientes te ayudarán a pensar, a escoger para ti y para los demás, para que tu vida tenga bases firmes y puedas ayudar a los otros a ser personas verdaderamente libres y responsables. Es esta educación de la voluntad y de la libertad la que nos permite resistir a la violencia que nos asalta de todas partes, al resplandor del oro indebidamente perseguido, traicionando nuestra dignidad a las lisonjas de la tiranía, a conservar inviolado e inviolable el santuario de la conciencia, a quedar puros aún cuando nos cubran la calumnia y la ignominia; soberanos aún cuando nuestro cuerpo esté cargado de cadenas, triunfantes aún cuando nuestro cuerpo esté reducido a pedazos. 106 107 Es esta educación de la libertad que nos permite autodeterminarnos, ejercitar un continuo control sobre nuestra conducta, dominar el ímpetu de nuestros instintos, aplicar nuestras energías a tantas actividades provechosas para nosotros mismos y para la sociedad, preparar debidamente nuestro porvenir y aún tener en suspenso nuestras decisiones, en las cosas más graves y más decisivas. La sociedad está constituida por personas. La vida de la persona puede expresarse gráficamente en un círculo, en cuyo centro está la persona y el resto es su esfera de acción, dentro de la cual ella puede moverse y ejercitar sus legítimos derechos, los cuales se extienden hasta donde llega su radio de acción dentro de la circunferencia. De allí para allá ese mismo radio de acción deja de ser derecho y se convierte automáticamente en deber, porque empiezan los legítimos derechos de los demás. Esta actividad circunscrita dentro de cada esfera, libre y responsablemente ejercitada, produce el equilibro de las libertades personales y asegura la pacífica convivencia entre los hombres. Cuando se violan los derechos ajenos el individuo y la sociedad entran en un estado de conflicto, que exige una inmediata reparación para que vuelva el equilibrio y la paz. Enseñar al hombre el recto uso de sus legítimos derechos y el respeto a los derechos ajenos, que para él se transforman en auténticos deberes, es obra de la sana educación de la persona. Por la vida racional y afectiva el hombre supera la estrecha esfera de la individualidad, que es propia de los seres inferiores y asciende al rango de persona, constituyéndose así en sujeto de su propio «yo» y volviéndose social. Al decir que el hombre es social no queremos, de ninguna manera, identificarnos con la teoría socialista de Comte y de Durkeim que hacen del hombre social el hecho primigenio de todas las ciencias acerca del hombre y por demás, influenciada por el determinismo absolutamente contrario a la teoría de la personalidad y de la libertad. Para nosotros la realidad primigenia es la persona humana, con sus características propias en su realidad social, lo que fundamenta la sociología y no al revés. Sin embargo, el hombre es natural y eminentemente social, puesto que, sin la primera sociedad, que es la familia, no podría ni existir, ni venir al mundo. Las ofensas que el hombre comete contra la sociedad y sus singulares componentes, deben considerarse entre las más graves en la escala de los desvalores, porque destruyen la innata tendencia del hombre hacia la sociedad y abusando de su libertad, se vuelve elemento perjudicial a la vida común. 107 108 Si el hombre no sabe convivir es como una rueda suelta en el engranaje del conjunto, responsable de que el proceso se pare o funcione mal. Por esto a los criminales se los llama «antisociales». Es preciso, pues, enseñar a la juventud particularmente a convivir honesta y pacíficamente y que aprenda a respetar los derechos ajenos como quiere que se respeten los propios. Amerita recordar también que la vida social no consiste sólo en su lado negativo, sino que debe llegarse a que la sociedad constituya una familia, regida por los lazos del amor y la amistad. La libertad es una de las características explosivas del hombre, especialmente cuando, cegado por el egoísmo y las pasiones, viola la justicia conmutativa que es la más sagrada regla de las relaciones humanas. Entonces empieza la lucha y la discordia entre individuos, las familias o entre naciones, hasta llegar a causar conflagraciones universales. Los perversos roban, secuestran, atracan, matan y los buenos están reducidos a la impotencia, conculcados en sus legítimas libertades, sin defensa y sin quien haga justicia. Entonces, cada uno, desesperado, se hace justicia por sí mismo y esto lleva a la perdición total de la sociedad. Dice Jesucristo: “Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado” (Mt. 12, 25). La educación para la libertad debe servir para librar al hombre de la lucha consigo mismo. Cuando, en efecto, experimentamos que nuestra conducta es reprochable, nos condenamos a nosotros mismos. Aunque la culpa fuese oculta, nosotros nos damos cuenta de su malicia y gravedad y, si no hemos perdido completamente la dignidad y la conciencia, nos vence el remordimiento, el tormento, la congoja y la tortura que nos impele a remediar el daño. Pero no bastan estas reflexiones, porque la personalidad no encuentra su plena explicación en sí misma y por esto el hombre busca la trascendencia, como lo enseña la filosofía, la biología, la psicología, la historia y sobre todo la teología. “Todas las ciencias han dicho una palabra más o menos exacta sobre el hombre y ha sido una palabra inmensa y misteriosa que ha logrado asombrar al hombre mismo, ante la paradoja y la contradicción de su mismo ser. Cuando el hombre de Dostoievsky se estudia, confiesa que se halla partido en dos y que ello le causa verdadero miedo... Es el miedo y el asombro que se experimenta” 36, frente a los grandes misterios de la vida y del más allá. 36 ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p.32. 108 109 En efecto, no se puede comprender la personalidad sin la tercera dimensión: La trascendencia. Escribe Quiles, I. S.J.: “La persona humana sin Dios es incomprensible... la causa consiste en que la persona humana está «esencialmente» vinculada a Dios. En esta vinculación radica a su vez su dignidad y su autonomía ante todos los seres del cosmos y la explicación suprema de su esencia psicológica, metafísica y moral” 37. 37 QUILES, I. S.J. La persona humana, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 27. 109 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO DOCE LA EDUCACIÓN PARA LA JUSTICIA ¡Cuántas injusticias!... hierve la sangre... y brota la rebeldía, el odio la violencia. Es la desesperanza, la deserción, El refugiarse en las drogas. Es el ritmo trepidante de la vida, porque el hombre trata de librarse, de escapar de esta vivencia angustiosa. Hay que seguir luchando para reformar las estructuras. Pero no se trata de demoler con tractores, de avanzar como un huracán; sino de irlas reformando paso a paso. La guerrilla no hace sino multiplicar las muertes y la desesperanza. “Somos responsables incluso de nuestra evasión frente a la responsabilidad”38. Fritz Künkel 38 KÜNKEL, Fritz, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 77. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Por naturaleza humana todos somos iguales y la vida en sociedad no puede desconocer, ni destruir esta verdad. Por otra parte, si debemos convivir lo más propio del hombre es la convivencia pacífica regulada por la razón, en la cual, como decíamos antes, cada uno consciente y libremente, esto es dignamente, disfruta de sus legítimos derechos pero sin interferir los derechos ajenos, lo que pondría al hombre en estado de conflicto con los demás. La teoría de Hobbes: Homo homini lupus, como sabemos de su doctrina hedonista – utilitarista, más que la teoría de una sociedad humana, con características éticas ordenadas al bien común, con dignidad y sentido de responsabilidad, que somete libremente los instintos al orden objetivo de la razón, sabe, más bien, de la horda salvaje, cuyo único bien es la consecución del placer egoísta y el alejamiento del dolor como cualquier manada de fieras, cuya ley es el predominio de la fuerza y no la norma humanizadora del derecho. En donde existe el ordenamiento racional y objetivo del derecho, es completamente inútil el imperio de la fuerza y más bien resulta degradante y alienante bajo todo punto de vista. El hombre, pues, verdaderamente hombre y mucho más en cuanto persona, no necesita que lo enjaulen para no hacer daño a los demás, porque sabe libre y espontáneamente moderar sus instintos y aspiraciones y someterlos a la ley moral, más bien, si en el concepto de persona humana florece el amor, como es lógico, sabrá despojarse de sus bienes, no estrictamente indispensables a su normal actividad y desarrollo, para condividirlos con otros seres humanos que los necesitan. El concepto de igualdad natural, ventilado por los enciclopedistas del siglo XVIII y causante, en parte, de la Revolución Francesa, no fue un invento de los filósofos racionalistas, sino de los filósofos griegos, particularmente de Sócrates, Platón y Aristóteles y como fruto de la psicología y de la ética racional. Más bien, porque la revolución quiso forzarlo, los efectos fueron desastrosos y no hizo sino sustituir una opresión con otra. Cosa que sucede cuando decae el dominio de la razón y se instaura el de la prepotencia, que es un regreso a la vida animal. La implantación de la justicia, pues, más que fruto de las leyes, es y debe ser fruto de la sana educación. ¡Qué campo inmenso de benéfica actividad se abre a la educación personalizante de nuestro Centro! EVOLUCIÓN Y CONCEPTO INTEGRAL DE LA JUSTICIA La teoría de la justicia ha tenido con el correr de tiempo sus grandes innovaciones que la han perfeccionado y enriquecido de nuevos aspectos esenciales, particularmente con la aceptación de los principios de la filosofía cristiana y la luz del mensaje evangélico. La justicia, según Aristóteles, tiene la noble y elevada misión de inclinarnos y formarnos en el respeto a los demás y reside, como las otras virtudes, en el «justo medio». Puede ser de varias clases: Legal o general: Que determina y regula la actividad legislativa y ejecutiva en vista del bien común. Sujeto del derecho es, pues, la comunidad; fin del derecho: el bien común; ejecutores del derecho: todos los que sirven a la comunidad, gobernadores y gobernados. Los gestores del poder ejercitan esta justicia, promulgando leyes enderezadas al bien común y usando los medios legítimos y eficaces para su fiel observancia. La justicia distributiva (entre comunidad e individuos) regula los privilegios, las ayudas, los derechos y obligaciones de la persona, en cuanto miembro de la comunidad. El sujeto de este derecho es la persona en sus relaciones con la comunidad; el fin del derecho es el bien de la persona, como miembro de la comunidad. El ejecutor del derecho es la comunidad por medio de sus órganos de gobierno. En una constitución democrática, en que cada uno puede defender sus derechos y fijar sus deberes, es una virtud extremadamente necesaria. Se viola impulsando el egoísmo propio o de determinados grupos. La justicia conmutativa o de intercambio, exige que se intercambien valores iguales. Los titulares o ejecutores son personas privadas o una colectividad como persona jurídica; fin del derecho es el provecho propio, el bienestar de la persona. Prohibe violar los derechos ajenos y se aplica a las relaciones humanas. EL CONCEPTO ROMANO DE LA JUSTICIA En el derecho romano la virtud de la justicia no superaba la esfera del estricto deber, y esto sólo en el intercambio de los bienes, prestaciones y contraprestaciones de servicios prestados: inficiado mortalmente por el concepto esclavista, en donde el esclavo, el que no tenía categoría de ciudadano romano y, en gran parte la mujer, no tenían derechos, sólo deberes. Es la concepción objetiva o materializante de la moral que se preocupa, en primer lugar, de las relaciones hacia o entre las cosas o bienes materiales y las relaciones con los demás hombres en función del orden material y no en vista del valor intrínseco del hombre. En esta acepción, la justicia tiene un significado muy restringido, esto es, la esfera del derecho y de la justicia se identifican puesto que por derecho se entiende lo que es debido a otro, según la estricta igualdad o la igualdad proporcional. 113 En la vida moral, el poder y el deber, la capacidad y la responsabilidad, los derechos y los deberes se igualan. El sentido de la justicia resulta más claro en el caso que ella realiza una igualdad casi absoluta; esto es cuando las cosas que se cambian, pueden medirse exactamente en el valor. PROFUNDA INFLUENCIA DEL CRISTIANISMO Cuando el cristianismo pudo desplegar su actividad libremente, después de la paz de Constantino y sobre todo cuando pudo influir públicamente en la legislación, entonces entró en el ámbito del derecho otra fuerza nueva, que en el cristianismo constituye el núcleo del derecho, el verdadero sujeto de la justicia, esto es: el concepto integral de persona y otra fuerza explosiva del cristianismo, que es EL AMOR. Entonces el derecho amplió enormemente su radio de acción, puesto que no mide sólo el intercambio de los bienes, sino que aparecen los valores espirituales del «yo», el «yo» que se abre también al «tú» y ofrece las preciosas fuentes del amor hacia los demás. Sólo en forma secundaria ofrece la fría justicia entre el «yo» y el «tú», entre el «yo» y el «nosotros», que es la comunidad, para establecer el justo orden entre los bienes del individuo y los de la comunidad. La justicia, así concebida, se levanta a ser la primera y la máxima de las virtudes morales y de esta posición de la voluntad, entregada totalmente a las exigencias del valor de la persona, brotan la prudencia, la fortaleza y la templanza. Como actitud de la voluntad, la justicia viene primero que la prudencia, por cuanto para realizar el juicio, debe preceder el juicio de la prudencia, de la conciencia y el dominio de las pasiones. La templanza y la fortaleza son virtudes en la medida que reciben su objetivo moral de la justicia y del amor. La justicia, pues, en sentido evangélico, que vive del amor gratuito de Dios, mide todo con el amor y da más de lo que debe en sentido estricto. ¡Cuántos horizontes infinitos se abrieron en las relaciones humanas! y floreció junto al estricto derecho la maravillosa virtud de la caridad, no en el sentido vulgar del común de las gentes, sino como entrega total del amor. ¡Cuántos heroísmos, cuántos sacrificios, aún de la vida por el amor al prójimo, ha visto nacer el cristianismo! Debemos volver a colocar como base de la educación, 114 no sólo la ley del dar y recibir según justicia, ni esta justicia movida por el odio y la venganza como en el marxismo, sino inspirada en el don divino del amor. Sólo esta concepción cristiana de la vida y de las relaciones sociales podrá superar las luchas actuales entre capital y trabajo y arrancar a los detentores de la riqueza, la libre voluntad de compartir sus bienes con los trabajadores y con los pobres y cambiar las tristes condiciones en que se debate América Latina. Y todo se conseguirá no con leyes, sino a través de la educación forjada en el amor. Todo otro remedio es insuficiente. Cambiando los tiempos y los elementos de evaluación en las relaciones mutuas aparece un nuevo tipo de justicia, que tiene sus raíces en el bien común, por encima del bien privado, y en la función social de la propiedad. Esta justicia social o de la comunidad nace del cristianismo y de los documentos pontificios, particularmente de la Rérum Novarum de León XIII, en 1891, la Quadragésimo anno de Pío XI, en 1931 y los otros de Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II. Su objeto propio, no son sólo los derechos, fundados en la ley, sino los derechos fundados en la naturaleza de la comunidad y sus miembros. La justicia social presupone la justicia conmutativa, por ejemplo: los salarios, en donde se busca poner la igualdad entre prestación de servicios y retribución, según el derecho personal y familiar del trabajador. Además, considera al patrón y al trabajador como miembros de grupos diferentes y con intereses opuestos que dirimen sus divergencias con un contrato, pero la ley cristiana exige que, como parte del salario, las utilidades netas entren en cierta proporción, a la empresa y a la economía general, en beneficio de los trabajadores. La justicia social, sin embargo, no se identifica con ninguna de las otras tres clases de justicia, en cuanto dirige su atención principalmente a los débiles económica y políticamente y a los marginados que no tienen nada para dar como prestación, pero que tienen, sin embargo, derechos naturales frente a la comunidad y a los detentores de los medios de subsistencia; por ejemplo, el derecho inalienable a la vida y a la educación de los hijos y a su desarrollo físico y espiritual, como miembros de la comunidad. No es ésta una contraprestación que pueda evaluarse según las leyes de la justicia conmutativa. La justicia social, pues, tiene el fin de ayudar a los necesitados y marginados para que puedan vivir humanamente. El derecho a este socorro proviene del derecho natural y dura hasta que el necesitado pueda ayudarse por sí mismo. Esta nueva concepción sobrepasa el estrecho ámbito de la justicia legal y distributiva y se liga mucho más al «orden social», exigiendo a las personas pudientes, sin esperar ninguna ley que socorran a los necesitados con lo que les 115 sobra y, no solamente por caridad como limosna, sino por justicia y hace hincapié, más que las otras formas de justicia, sobre la obligación que brota inmediatamente de la naturaleza social del hombre, como de la finalidad o función social de los bienes terrenos. Esta nueva modalidad de la justicia, promovida por los documentos de la Iglesia, demuestra siempre más su maternal solicitud, que se deriva de la altísima y amorosísima paternidad de Dios, que da en abundancia a unos para subvenir a los necesitados extremos de los otros hermanos de la misma familia humana. Es la ley del amor en continua acción y transformada en derecho y justicia. Pero también aquí no hay que esperar nuevas leyes de justicia legal o distributiva, puesto que de por sí entra en el ámbito de la ley natural, sino promover la concientización de la juventud por medio de la educación. Debemos estar convencidos que nadie, ni ninguna ley, puede hacer tanto, como la educación basada en principios firmes de solidaridad humana y en la formación sólidamente cristiana de la conciencia social. EN EL REINO DE LA INJUSTICIA No será difícil que, a pesar que estas doctrinas sean tan claras, equitativas y racionales, haya quien nos acuse de comunismo; con lo que demostrarán de no conocer nada de lo que es comunismo y lo que es justicia social. Estas voces vendrán ciertamente de los que han puesto el egoísmo y sus propios y mezquinos intereses como ley suprema de la vida. En realidad, jamás el género humano ha tenido a su disposición tantas riquezas y tanto poder económico y, sin embargo, nunca la humanidad ha sufrido como en nuestros días: Más de tres mil millones de seres humanos padecen verdadera hambre y penuria de lo necesario. Este número de hambrientos aumenta siempre más con ciento setenta mil cada día. Treinta y cinco millones de hombres se mueren de hambre cada año. Es verdad, entonces, con base en lo expuesto, que los que nunca hemos sufrido hambre somos culpables de la muerte de tantos pobres y si tomamos en serio nuestra hermandad universal es incompatible tanta injusticia con nuestra manera de vivir y actuar. ESTADÍSTICAS DE la Organización de la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas. New York, 1967. (Fuente referenciada conforme al original). 116 Pero la más terrible de las injusticias en el mundo actual, no es el hambre, sino la opresión y degradación de la persona con “nuevas formas de esclavitud social y psicológica”39. Tristemente famosos son, sobre este punto, los regímenes nazi y soviético, digan lo que digan sus defensores. Entre los nazis: Durante la guerra y en los campos de concentración, en las llamadas «celdas de perros», la comida se les daba sólo si los hombres ladraban como perros. A muchos otros se los encerraba en sótanos oscuros hasta que murieran de hambre. Muchos millones de judíos y prisioneros de guerra fueron exterminados con gases en los hornos crematorios. En Rusia: Famosísimas son en los primeros años de gobierno de José Stalin las matanzas de millones y millones de campesinos, militares e intelectuales que no concordaban con el régimen. A más de medio millón de prisioneros se les sustituyó el nombre con un número, por esto nadie supo más quienes eran o cómo fueron exterminados, sepultados en el anonimato en vida, en muerte y después de su muerte. A millares de prisioneros se los encerraba en las minas de Siberia a trabajar noche y día por la sola, escasa y pésima comida y a quien protestaba se lo pasaba por las armas. Por esto, después del armisticio, ningún prisionero fue repatriado. A las mujeres las violaban sistemáticamente, según el capricho y el antojo de los capataces. Conocidos por todos son los lavados de cerebro que reducían a los enemigos del régimen a puros autómatas en manos de sus verdugos. Las torturas físicas y morales, según el testimonio de los que sobrevivieron, eran de tanta variedad y refinamiento que volvían loca a la gente. Pero dejemos el pasado y demos una mirada al presente, para ver de cuántas maneras se rebaja la dignidad de la persona. 39 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes : sobre la Iglesia en el mundo de hoy. En : Concilio Vaticano II. (4 : 1965 : Roma). Documentos completos. 9 ed. Santafé de Bogotá : Taller San Pablo, 2000. no. 4. 117 En Polonia: Las recientes represiones de miles de trabajadores que con el control de la prensa y la «cortina de hierro», han sido torturados por la defensa de sus legítimos derechos, son otra prueba patente que las torturas continúan y en todas partes. Las excesivas desigualdades económico-sociales. Las inmensas muchedumbres que carecen de lo necesario, mientras un pequeño número vive en una opulencia escandalosa y malgasta malditamente un lujo, junto a la miseria. El despotismo con que un reducido número de personas dispone de un amplísimo poder de decisión, mientras que otras muchedumbres están privadas de toda iniciativa, reducidas a un rebaño de ovejas. Pocos clanes de familias superricas dominan los mares de la economía y de la política, es un monopolio anticristiano y antisocial. La discriminación individual y social en las oficinas públicas, en los clubes y en los colegios. El monopolio de los medios de comunicación y la masificación de la opinión pública. Todas éstas son faltas, en mayor o menor escala, de los derechos de la persona y de la solidaridad humana. Ciertamente no puede pretender una igualdad absoluta, que sería una pura fantasía, ni mucho menos la igualdad económica, como pide el comunismo marxista, porque sería aplastar a los mejores en favor de los peores en la escala del trabajo y de la producción; pero, sí hay que trabajar para acortar las distancias y preparar, principalmente con la educación, un mundo más equitativo y humano. Mucho se ha hecho... y mucho más queda por hacer. UNA PALABRA A LOS POBRES No hay duda que estamos en tiempos de reivindicaciones exageradas. Siempre se echa la culpa a los gobiernos, aún de las culpas personales y de las de los grupos que, mientras exigen demasiado, no dejan ni gobernar ni trabajar para remediarlas. La guerrilla está costando millonadas que pudieran invertirse útilmente en la educación, en salud pública y para remediar la miseria. Los gobiernos no son omnipotentes. Hay también otros factores que hacen más triste y dura la pobreza y que podemos remediarlos nosotros mismos. Es un elemento de dignidad humana no pedir ayuda a nadie si yo mismo puedo solucionarme mis 118 problemas. Hoy pedir limosna es un empleo que rinde más que el trabajo y en gran parte, no hace sino fomentar la holgazanería y el vicio. Parece que en la conciencia de muchos, los otros tienen el estricto deber de justicia de socorrer aún las necesidades debidas a nuestros vicios, el despilfarro y a la falta de sana y humana previsión en la organización de la vida personal y de la familia. Lo que no es exacto y puede ser un impulso a ser peores y volverse una gangrena social. Es también de justicia recordar a los pobres sus deberes: Los pobres se quejan de no tener lo suficiente y, sin embargo, lo que tienen lo malgastan y lo botan en los vicios, en las cantinas y en los prostíbulos, haciendo más miserable y triste la vida de su familia. Es verdad que hay injusticia social, pero es verdad que lo que tienen, no lo saben administrar: cuántos gastos superfluos en las fiestas pueblerinas y en las reuniones sociales, aún de los pobres. Es verdad que hay pobreza, pero hay que desear vivamente salir de ella, adaptándose a las circunstancias y a todo trabajo honesto. Hay demasiados pobres que no quieren trabajar o piden empleos que superan sus capacidades o puestos de trabajo en donde no hay que ensuciarse las manos. Esta pobreza es culpable y nadie tiene el deber de socorrerla. Es verdad que hay pobreza, pero a muchos no se los puede llamar a trabajar porque todo lo hacen mal y no permiten que se les exija puntualidad y eficiencia y, no pocos, aprovechando el trabajo, se roban todo lo que encuentran. Es verdad que hay pobreza, pero no se pueden permitir los engaños en el trabajo, la mala calidad o el incumplimiento culpable. Quien paga tiene el derecho a ser servido como es justo. Es verdad que hay pobreza, pero se la puede remediar si hay honestidad y fe en Dios. Lo dijo quien puede dar abundantemente y lo dará con las condiciones debidas: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia y todas esas cosas se os darán por añadidura” (Mt. 6,33) y su palabra es infalible, pero hay que merecerlo. Y para todos, el desapego de la riqueza no es un consejo, sino un imperativo evangélico para encontrar el reino. Es verdadera la sentencia de Cristo: “¡Qué difícil es que los que tienen riqueza, entren en el reino de Dios!” (Lc.18,24). “Bienaventurados los pobres de espíritu (esto es, quienes tienen el corazón desapegado de las riquezas y que se sirven de ellas para hacer el bien), porque 119 de ellos es el reino de los cielos” (Mt. 5,3). Y alguna vez levantó terriblemente la voz: “¡Ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo” (Lc. 6, 24). Y esta exhortación tan rica de contenido humano: “Todo cuanto tienes, véndelo y repártelo entre los pobres” (Lc. 18,22). Todo lo que hemos dicho en estas páginas tiene un altísimo valor pedagógico y debemos usarlo ampliamente en la educación de la juventud. También aquí: «crear hombres nuevos para tiempos nuevos». 120 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO TRECE EDUCACIÓN DE LA CONCIENCIA “El motivo de nuestro orgullo es el testimonio de nuestra conciencia...” (2Cor.1,12). “La fidelidad a esta conciencia une a los cristianos con los demás hombres para buscar la verdad y resolver con acierto los numerosos problemas morales que se presentan al individuo y a la sociedad”. Gaudium et Spes, no. 16 “La verdadera tranquilidad es la buena conciencia”40. Séneca “Los grandes organismos internacionales están empeñados por buscar fórmulas con qué desarmar a los hombres de sus «armas» y de sus odios, y ello con escaso o ningún éxito. La tarea sería más sencilla y además segura si los hombres, además de no deformar su conciencia, siguen fieles a ella”41. Melchor Escrivá 40 41 SÉNECA, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p. 69. ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p.74. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Uno de los dones más maravillosos que se encuentran en nuestra naturaleza humana y que nos ayudan poderosamente a distinguir el bien del mal es el don de conciencia moral: verdadera voz de Dios, escondida en las profundidades de nuestro ser, que a cada momento, si la sabemos interrogar, nos dice lo que debemos hacer para podernos conservar honestos y dignos. Y, si no la interrogamos, ella misma se manifiesta: llenándonos de satisfacción cuando hemos obrado el bien o cuando hemos luchado victoriosamente para no dejarnos tragar por el torbellino del mal y desgarrándonos con el remordimiento cuando hemos caído en la red de las malas inclinaciones. Y con esto nos llama a reparar el mal y volver al buen camino. De lo que es la conciencia están llenas las páginas de la filosofía y de la literatura de todos los pueblos, porque en todos ha existido la convicción de que el hombre tiene un oráculo íntimo para distinguir el bien del mal. Sócrates habla de un «Daimonion» que le aconseja el bien que debe hacer. Para Crisipo la conciencia es el instinto que tiende a la conservación de su propia dignidad espiritual y racional. Para Plotino, es la voz de la mente ordenadora del universo: el «Noús». Para Ovidio es Dios en nosotros. Para los Estoicos es la voz de la ley eterna. Para esbozar una definición más o menos completa, podemos decir, según Leenardt: «la conciencia es la intuición con la cual el hombre experimenta, de una manera inmediata, sus propios estados y la calidad de sus actos, a medida que los va ejerciendo». De esta definición aparece claro que hay dos clases de conciencia: La conciencia psicológica o el campo del conocimiento y es: - Espontánea: «conocimiento de lo vivido, tal como se presenta, de una manera inmediata, a la percepción». - Refleja: que supone un retorno sobre sí misma, como una especie de examen, para conocerse mejor. Cuando Descartes afirma: «pienso, luego existo» se refiere a esta conciencia refleja. Es ella que organiza nuestra personalidad, refuerza nuestra experiencia interior, controla nuestros actos y produce las convicciones. La conciencia moral, ética o axiológica «Es el juicio práctico sobre la bondad o maldad de nuestros actos humanos». Ella está vinculada, tanto a la conciencia espontánea, como a la conciencia refleja, enunciando su conformidad con la ley moral, supone: - La libertad, por lo menos interior, sin la cual el acto no es humano. - La responsabilidad, que es: la capacidad del ser inteligente y libre de responder de sus actos ante su conciencia, ante la ley y ante la autoridad legítimamente constituida y además exige la plena advertencia y el pleno consentimiento, sin los cuales el acto no es humano. - La imputabilidad, que se une indisolublemente a la responsabilidad y que es: la propiedad del acto humano, por la cual se le atribuye al hombre en mérito o demérito y, por esto, como acreedor al premio o al castigo: lo que respalda y da eficacia al orden moral. Häring define la conciencia como “la exigencia primordial a vivir en conformidad con la naturaleza humana”42. Antes de pasar a algunas pruebas psicológicas y filosóficas, es interesante saber el sentido de algunas expresiones que se usan a menudo: - Conciencia recta, es la que se ajusta al dictamen de su propia razón, suficientemente iluminada. - Conciencia errónea, si no se ajusta a la verdad. - Conciencia cierta, si da su dictamen con seguridad y sin miedo a equivocarse. - Conciencia dudosa, si vacila sobre la licitud o ilicitud de su dictamen. - Conciencia delicada, si juzga y ejecuta rectamente aún las cosas pequeñas. - Conciencia relajada, si deja la observancia de sus deberes, aún graves, por motivos baladíes o sin importancia. - Conciencia farisaica, si afecta ignorancia para obrar más cómodamente el mal. - Conciencia encallecida, si no la preocupan ni las grandes culpas. 42 HÄRING, Bernard. La ley de Cristo. Barcelona : Herder. p.185. (Fuente referenciada conforme al original). 124 - Obrar según conciencia, esto es obrar sin fraude, ni engaño. - Ajustarse a la conciencia, seguir en el obrar, el dictamen de su conciencia. - Dictamen de la conciencia, percibir la obligación de lo que debe hacer o no hacer. - Cargar la conciencia, gravarla con alguna culpa moral. - Consultar la conciencia, concentrarse para conocer mejor la bondad o malicia de nuestros actos. ¿EXISTE EN VERDAD LA CONCIENCIA? Nuestra experiencia interior nos convence, no sólo que hay pensamientos, palabras y obras que nos parecen buenas o malas, sino que hay alguien, en nosotros, que nos amonesta hacer esto, porque es bueno, y no hacer lo otro, porque es malo. Más importante es todavía que nosotros percibamos esta obligación, independientemente de nuestros gustos y deseos, puesto que muchas veces nos sentimos impelidos contra nuestra voluntad, lo que demuestra que esta determinación y ésta fuerza no depende de nosotros porque, entonces, como hicimos la ley, la pudiéramos anular, lo que no responde a nuestra íntima experiencia. Si la conciencia del bien y del mal no depende de nosotros, debemos concluir que vienen de una autoridad independiente y superior a nosotros. Es cierto que han habido y hay hombres que no sienten claramente el estímulo de la conciencia, pero son casos demasiado particulares y casi anormales, frente al testimonio unánime del género humano y se puede explicar perfectamente por trastornos psíquicos, por la acción determinante del ambiente y de la educación y así también por los casos que hemos dicho arriba, eso es: de conciencia errónea, relajada o encallecida, que no son casos muy raros, puesto que la conciencia tiene sus límites de sensibilidad y elasticidad y cuando, repetida y violentamente se acalla su voz, ya no responde más a los estímulos, se endurece y no reacciona más al impacto del mal y se cumple también la sentencia de Dios, del cual la conciencia es la voz: “¿Qué más se puede hacer ya en mi viña, que no se lo haya hecho yo? Esperaba que diese uvas, ¿y por qué ha dado agraces? Ahora, pues, voy a haceros saber lo que hago yo a mi viña: quitar su seto, y será quemada; desportillar su cerca, y será pisoteada” (Is 5, 4-5). Que la universalidad de las gentes admite la voz de la conciencia se lo puede demostrar con lo que sucede en los mismos niños desde el mismo uso de razón, puesto que sienten, más o menos perfectamente, aún prescindiendo de la 125 educación de los padres, que hay cosas buenas que hechas producen satisfacción interior y otras malas que producen remordimiento y tristeza y cuando son más graves, vergüenza y temor. Esto mismo confirma la experiencia, tanto en los hombres civilizados, como en los pueblos primitivos, que juzgan ciertas acciones como indignas del hombre y, no rara vez, defienden el santuario de su conciencia con tanta energía que no dudan en afrontar la muerte para no violar su dictamen moral. En esto convienen comúnmente también todos los filósofos, aún de opiniones muy diversas, por cuanto difieren en explicar la naturaleza y causa del fenómeno. Para la filosofía realista que estudia sin prejuicios los fenómenos y busca sus causas suficientes, verdaderas y últimas, la respuesta es clara y contundente. El Ser Supremo, infinitamente sabio, movido por el amor creó al hombre y lo ordenó intrínseca y estructuralmente racional y libre, pero, en un proceso continuo de concientización hacia la perfección humana y trascendente, le dio el encargo de multiplicarse y dominar el universo con todos los medios de la recta razón y el constante esfuerzo de la voluntad. Pero previendo que muchas de sus actuaciones, por ignorancia o perversión, pudieran ser gravemente perjudiciales al bien y al orden objetivo del universo, le dio al hombre una especie de percepción moral inmediata de lo útil o perjudicial a la buena marcha del individuo, la familia y la sociedad. Esto impele, de ordinario, el ejercicio de los actos moralmente sanos correspondientes, pero, si alguna vez, las fuerzas prepotentes del instinto, el tumulto de las pasiones y la tara hereditaria buscan desviarlo de la recta senda del bien, la turbación interior y el remordimiento buscarán llamarlo a la observancia del recto orden establecido. Dice Escrivá: “La ley natural impresa por el Creador en la naturaleza humana se llama conciencia, y no es otra cosa que la luz del alma que brilla en el interior, si no se la apaga por obstinación en la falta moral. Cualquier hombre puede, por sí mismo, descubrir ciertos principios evidentes y claros que tienen por objeto dirigirle hacia el fin para el que ha sido creado. Son su estrella polar”43. En una palabra, a los animales Dios los guía a través de un instinto preciso y perfectamente ajustado a sus condiciones de seres irracionales, para que consigan el fin preestablecido en la sabia armonía del universo. Al hombre, inteligente y libre, le dio menos seguridad en sus instintos y más influencia de la razón, para guiarse al último fin, por todos los fines intermedios, con dignidad, con responsabilidad y con mérito. 43 ESCRIVÁ PELLICER, Op. Cit., p.70. 126 Pero, porque su inteligencia puede con frecuencia obnubilarse y las pasiones cegarlo, le dio también el sentido moral que le recuerde lo que está mandado, permitido o prohibido. Esta es la manera más lógica, recta y adecuada para explicar la existencia de la conciencia moral y su eficaz influencia en la recta ordenación de la vida humana: en lo más profundo de su conciencia, el hombre descubre la existencia de una ley que él no se dicta a sí mismo, pero a la cual debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, advirtiéndole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal: «haz esto», «evita aquello». Porque el hombre tiene una ley grabada en su corazón, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual será juzgado personalmente. La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre en que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de aquella44. Pero como esta percepción moral está íntimamente vinculada y subordinada al recto uso de la razón, a su desarrollo y continuo perfeccionamiento y también a la influencia, no pocas veces deletérea de las pasiones, estas fuerzas ciegas que impulsan a la acción y le dan ímpetu y satisfacción, pero que deben ser reguladas por la recta razón y el dominio de la voluntad, con el fin de que no se desborden más allá del justo orden y sean ordenadas a la consecución de los fines racionales del hombre; por esto la conciencia necesita constante y cuidadosa formación, particularmente en el período de la niñez y juventud. ¡No pueden ni deben olvidarlo los educadores!... ¿CÓMO OBRA LA CONCIENCIA? Esta educación debe ser enderezada hacia tres puntos: LA EDUCACIÓN EN LA VERDAD No puede haber perfeccionamiento intelectual, ni conciencia recta, sino en la VERDAD, que es el ancla firme e inmutable de la vida humana. Cuánto más crece el conocimiento y la motivación científica de la VERDAD, tanto más la inteligencia muestra caminos seguros a la conciencia moral. Y, por el contrario, todos los que por ignorancia culpable, esto es por no haber querido buscar a fondo la verdad o haberse quedado a medio camino, truncando conscientemente el proceso de la investigación de la verdad o todos los que maliciosamente la esconden para no verla, o la niegan, desviados por las pasiones personales, de grupo o filiación política, especialmente si así lo enseñan y transmiten a los demás, son culpables de desviarse de la verdad y de corromper la conciencia moral de la juventud. 44 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes Gaudium et Spes. Op. Cit., no. 16. 127 Esta es y debe ser una grave amonestación, particularmente para aquellos que se sienten con vocación de pedagogos o se han cargado con la responsabilidad de la docencia. LA EDUCACIÓN EN LA SINDÉRESIS MORAL Cuando brilla en nosotros el uso de la razón, y mucho más cuando va creciendo con la experiencia y el estudio hasta descubrir los más recónditos misterios del orden intelectual y moral, también la conciencia se va iluminando y perfeccionando en sus juicios prácticos sobre el bien y el mal de nuestra conducta. La sindéresis, pues, es la actividad del entendimiento con que va conociendo y recogiendo los principios generales del orden moral, empezando del más universal: «debes hacer el bien y evitar el mal» o «debes conservar el justo orden y vivir conforme a él». Este orden comprende: - Las relaciones con nosotros mismos. - Con los seres inferiores. - Con nuestros semejantes. - Con los constituidos autoridad para el buen orden de la sociedad. - Con el Ser Supremo. ¿Cuál es el justo orden que debo observar en estas relaciones? La sindéresis contesta: El justo orden exige que respetes al que es superior, que no quieras para tus semejantes lo que no quieres para ti y que vivan según las exigencias de la naturaleza humana. Decíamos que, en el orden de la verdad, la razón humana va descubriendo, a través de la investigación, siempre más relaciones, hasta llegar a los principios supremos de la verdad. Así en el orden moral, a través de la investigación racional, se van descubriendo y aclarando siempre más las distintas relaciones enunciadas y por esto la sindéresis saca siempre más conclusiones, para aplicarlas a nuestra vida práctica. Se imponen, pues, las siguientes preguntas y respuestas: ¿Por qué y cómo debo vivir conforme a las exigencias de mi naturaleza humana? El estudio de la psicología, al igual que demuestra en nosotros los tres niveles de 128 la vida fisiológica, psicológica y racional, con sus distintas finalidades; así mismo, la sindéresis nos manifiesta que el justo orden moral exige que las actividades de la vida fisiológica y psicológica sean subordinadas a las finalidades superiores de la vida humana y éstas al fin trascendente. ¿Por qué y cómo debo manejarme con los seres inferiores? La recta razón y la sindéresis me advierten que, como en mí, la parte inferior debe subordinarse a la parte superior, así los seres inferiores, que carecen de razón y de finalidades autónomas, pueden utilizarse para nuestro servicio y para nuestro bien. Pero sin hacerlos sufrir inútilmente, porque el dolor, como es un mal para nosotros, así es un mal para ellos. ¿Por qué y cómo debo manejarme con mis semejantes? El estudio de la antropología, la psicología, la sociología y la misma experiencia me llevan a conocer la naturaleza racional del hombre, su constitución psíquica espiritual, por ende su dignidad personal, su fin trascendente, los lazos de parentesco y la comunidad de intereses que nos unen. La sindéresis moral, nos manifiesta que el justo orden exige el respeto a su vida, a sus bienes, a su dignidad humana y a su vocación inmortal. De lo cual aparece claro que no podemos tratarnos como fieras, ni con el dominio de la fuerza bruta, ni usar de los demás como instrumentos de mi egoísmo y de mis pasiones, sino a través de una conveniente educación y las normas del derecho. ¿Por qué y cómo debo comportarme con el Ser Supremo? El estudio de la Teodicea nos instruye sobre la existencia y la naturaleza del Ser Supremo, infinitamente perfecto, Creador, Providencia Sapientísima e infinito Amor, en quien no cabe maldad alguna y que todo lo ordena para nuestro bien y felicidad. Entonces, la sindéresis nos manifiesta que el justo orden exige: adoración por su grandeza inconmensurable y creadora de todas las cosas, respetuosa sumisión a sus sabias leyes y aceptación amorosa de todo lo que Él quiera revelarnos para nuestro mayor bien y felicidad. La filosofía, pues, se ordena a la teología. Quien tiene, aunque fuera una mediana cultura, comprende fácilmente que estas verdades son conclusiones legítimas de los principios racionales y que constituyen la ciencia moral; por esto, la sindéresis nos las presenta como el justo orden al cual debemos conformar nuestra conducta. La conciencia, pues, no es más que la conclusión de un raciocinio interior, del cual emana un deber práctico: haz esto... evita lo otro... o estás libre de obrar de esta o de otra manera. Hemos hablado de los valores de la persona. Ahora bien, la voz de la conciencia no es sino la voz de los valores, la llamada que los valores lanzan a los hombres. Pero la conciencia no es la conciencia de los valores, sino la voz del deber que ellos transmiten y que debe ser captada por la conciencia de cada uno. 129 UN POQUITO MÁS A FONDO: LA CONCIENCIA Y EL YO Positivamente la conciencia descansa sobre dos conceptos fundamentales: - La inclinación natural de la voluntad humana hacia el verdadero bien. - La unión de la inteligencia y de la voluntad en la sustancia misma del alma, en donde realizan la más acabada imagen de Dios. Sin duda, el conocer y el querer pueden ir por caminos opuestos, lo que demuestra que son limitados y por esto imperfectos; pero, esto no puede ser sin provocar en la substancia del alma un profundo desgarramiento, por lo cual el alma clama su curación, esto es, el restablecimiento de la unidad. En efecto, siendo el entendimiento y la voluntad unidos en la substancia del alma, el entendimiento no puede no sentirse afectado, cuando la voluntad, por sus oscuras causas, se entrega al vicio que es un mal (un no ser negación de la verdad). Igualmente la voluntad se conmueve dolorosamente cuando repudia el conocimiento claro del entendimiento (la verdad) y se deja seducir por el falso brillo de las cosas caducas o de las apariencias. Esto produce necesariamente un dolor ontológico: esto es, el remordimiento de conciencia, propio como en las heridas corporales. Pero esto no basta, la conciencia moral requiere el total enfoque del alma hacia la verdad y el bien objetivo. El hombre no llega a ser perfectamente uno en sí mismo, mientras entre sí y el mundo de la verdad y el bien no reine un perfecto acuerdo. Y la verdad y el bien no pudieran hacer oír su voz imperiosa en el corazón humano si el entendimiento no estuviera íntimamente emparentado con ambos. También la voluntad no se sentiría polarizada por el bien conocido, si no estuviera a su vez, hecha para el bien, si los valores conocidos y la naturaleza de la voluntad no hablaran el mismo lenguaje de amor. El entendimiento no sólo está emparentado con la verdad, sino que es atraído por un amor originario e innato hacia el bien y, a su vez, la voluntad por su unión con el entendimiento en la misma substancia del alma está poderosamente atraída a amar al único y verdadero valor, que es el Sumo Bien y la Suma Verdad. Así podemos comprender la conciencia moral como un instinto espiritual de conservación que impulsa el alma a la unidad perfecta. El alma, en efecto, siendo una en sí misma, aunque tenga las dos facultades del entendimiento (que va hacia la verdad) y de la voluntad (que va hacia el bien), no pudiera ser verdaderamente una, si no tendería, por su mismo peso, hacia el único y verdadero bien y la única y amabilísima verdad, que es Dios, a cuya imagen ha sido creada y por el cual ella es conservada en la verdad y el bien, como unidad de la substancia que la constituye y la atrae. 130 DESVIACIÓN DE LA CONCIENCIA La conciencia es el testigo íntimo de todas nuestras acciones internas y externas, es la guía que nos muestra el camino de la rectitud y el juez que da su veredicto sobre el bien y el mal que realizamos. Pero, por desgracia, ella misma puede desviarse o, por lo menos enmudecer, no ciertamente por su culpa, sino porque haciendo parte de la estructura espiritual del hombre, y por esto sometida al imperio de la voluntad, que es en nosotros la facultad libre y la que ordena el bien y el mal, puede llegar ésta incluso a acallar la conciencia, aún contra la recta inclinación de ella. ¿De qué no abusa el hombre?, ¿qué sucede entonces? He aquí una comparación fácil de entender. Sucede lo mismo que entre dos amigos. Un hombre vicioso tiene un buen amigo. Este ciertamente no estará de acuerdo con sus vicios y le llamará la atención una, dos o más veces; pero ¿cuándo se dará cuenta que el amigo no lo escucha y aún se enfada por sus amonestaciones y llega hasta el punto de burlarse de él, que hará? o no lo amonestará más o romperá la amistad con él. Es el caso de la conciencia. Este amigo íntimo de todos nuestros secretos, aún de los bochornosos, nos recuerda lo recto, nos reprocha y nos amonesta... Ahora bien, si no obstante eso, la voluntad continúa cometiendo el mal, hasta volverse empedernida, la conciencia, esta voz de Dios en nosotros, poco a poco no hablará más. Es el momento en que al hombre pecador le parecerá haber conquistado el máximo de su libertad, libre de todo prejuicio de religión y de moral, como él dice, porque no siente ni remordimiento; pero, en términos exactos, es Dios quien indignado lo abandona a su terrible destino. Así se explica la existencia del infierno y la razón humana, aunque no quisiera, no podrá no justificarlo. ¿A qué se debe esta desviación fatal? Desviación debida a las pasiones. Se realiza cuando la conciencia no alcanza más a imponer a la voluntad el veredicto de la razón. La «centella del alma», que es la conciencia, necesita ser continuamente alimentada por el fuego interior del celo en buscar la verdad y hacer el bien; pero si el veredicto de la conciencia es constante y maliciosamente opugnado por la voluntad, acaba por atrofiarse. Entonces no es una batalla que se pierde, como puede suceder a todos, sino toda la vida. Es esta la triste situación de tantos jóvenes y adultos, en los cuales la conciencia no habla más, o apenas habla con el remordimiento, un remordimiento tardío e 131 ineficaz, porque su vida está totalmente dominada por los placeres sensuales que embrutecen al hombre. Conciencia imbuida de falsos principios. Esta es otra funesta consecuencia que malogra, no rara vez, toda la vida. Los falsos principios instalados en la conciencia son fuente perenne de acciones moralmente descarriadas, en cuanto el hombre no vive sino para satisfacer una vida acomodada a la codicia, a la ambición, al orgullo, a la envidia, al odio y a otros prejuicios que dificultan la práctica y la obediencia a los valores morales y provocan así un total oscurecimiento de la razón que no es más capaz de percibir la voz de la consciencia. Se presentan de ordinario bajo formas camufladas y ostentando alguna justificación, como lo demuestran algunos refranes de uso común. He aquí algunos que sirven para justificar no pocos vicios: Para cohonestar los placeres de la vida: - «Comamos y bebamos que mañana moriremos». - «Vida que se ha de acabar, hagámosla columpiar». - «La vida es corta, y lo que importa es pasarla bien». - «Como el ave nació para volar, el hombre nació para gozar». - «Coronémonos de rosas antes que se marchiten». Para cohonestar la lujuria: - «La virginidad produce cáncer». - «La mujer es para gozarla». - «No hay como el amor y el trago». «El acto sexual es una necesidad fisiológica». Para cohonestar la codicia: - «El que todo lo da, a mendigar se queda». - «Ande yo caliente y ríase la gente». 132 - «Presta dinero y hallarás un enemigo». - «Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro». Para cohonestar el egoísmo: - «La caridad comienza por uno mismo». - «Primero yo, segundo yo, tercero yo». - «Cuando conozco a los hombres, más amo a mi perro». - «Maldito el hombre que en el hombre confía». - «Mejor solo, que mal acompañado». Para cohonestar la venganza: - «Ojo por ojo y diente por diente». - «A palo, palo y medio». - «La venganza es el manjar de los dioses». - «De donde las dan, las tomen». - «Al caído, caerle». Para cohonestar el vicio empedernido - «El que peca y reza, empata». - «Cree firmemente y peca fuertemente». - «Dios es misericordioso, con un golpe de pecho se arregla todo». (Lutero). Para cohonestar la irreligiosidad: - «El infierno es un invento de los curas». - «A todo cura oírle la misa y correrse». - «Los bobos no entran en el cielo». 133 - «Calumnia, calumnia, que algo queda». (Voltaire). - «Todo pícaro es feliz». También aquí hay que recalcar la necesidad de educar la conciencia de la juventud. La buena educación puede despertar, enaltecer y llevar al hombre hasta el heroísmo, al igual que una educación con principios falsos o con medias verdades, propicia al relajamiento moral y puede llegar a oscurecerla y ahogarla. Al pié de un monumento, levantado a algunos héroes, estaba escrito pro are et foci (por el altar y el hogar). Es todo un poema en honor de los que murieron en defensa de la religión y de sus familias. La buena conciencia, nos proporciona los mejores bienes, la salud y la paz. La salud, porque gran parte de las neurosis se deben a los gritos tormentosos de la propia conciencia; la paz del alma que sobrepuja a todas las cosas: al dinero, al poder, a los honores... El rey de Persia pretendió sobornar a Epaminondas, el caudillo de los Tebanos, éste responde: “Si traicionar la patria fuera un bien, lo haría gratis; si no es un bien, sepa que no habrá oro o plata suficientes para hacerme prevaricar” 45. Es la historia de los grandes hombres. 45 NEPOTE, C. Vida de los Caudillos. (Fuente referenciada conforme al original). 134 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO CATORCE CONSECUENCIAS PSICOSOMÁTICAS DE LA EDUCACIÓN «En ningún otro ser se realiza el pleno dominio de sí mismo como en el hombre; el cual, por la inteligencia de la voluntad, es el dueño de sus actos y el árbitro de sus destinos». A. Zacchi «La perfección moral consiste en levantarse por encima de las debilidades humanas y hacer al alma dueña del cuerpo». Platón Nuestros jóvenes comprenden siempre más el contraste abismal entre las etiquetas y la realidad que se vive: y no tienen capacidad de cinismo. «El Cristianismo es un hierro candente que derrama chispas. Lo hemos sumergido en el agua fría de la indiferencia y la cobardía; el fuego y la chispa han desaparecido y no ha quedado sino el humo acre y una delgada capa de gris sucio». Por esto los jóvenes se rebelan. P.G. Sigla referenciada conforme al original. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Hemos hablado de la íntima unidad de la persona, pero ahora es necesaria una breve demostración y sacar algunas importantes conclusiones. El alma humana, afirmaba Platón, está en el cuerpo como en una cárcel, condenada a este suplicio por no sabemos qué falta cometida. Él concibe el alma y el cuerpo como dos substancias completas, unidas sólo accidental y extrínsecamente como el caballero y su caballo. La filosofía realista sostiene que el alma y el cuerpo están unidos metafísicamente, hasta formar una sola esencia o una sola naturaleza, con características y actividades propias. Es verdad que en nosotros hay una gran cantidad de energías físicas, químicas, vegetativas y racionales, pero toda esta variedad de energías, íntimamente vinculadas, tienden a un solo fin que es la conservación y perfeccionamiento de la vida humana superior. Las fuerzas físico-químicas sostienen las funciones vegetativas y éstas las sensitivas, que a su vez forman, desarrollan y reparan los órganos de la vida sensitiva y ambas preparan y contribuyen al funcionamiento de la vida intelectiva y volitiva. Así todas las tres vidas, tan distintas entre ellas, trabajan activa y armónicamente para aquella obra maestra que es la persona humana. El cuerpo humano, pues, no es una máquina como pensaba Descartes, puesto que no sólo tiene varias partes, sino que están compenetradas por un solo principio esencial e informativo, que unifica todas las tendencias y las acciones y ésto, hasta el punto que si el alma se separa del cuerpo todas estas actividades vegetativas y sensitivas cesan, no sólo en sus funciones, como los repuestos de una máquina, sino que decaen los órganos y se deshace la misma existencia de las partes, introduciéndose la corrupción. Esta unidad la demuestra también el testimonio de nuestra misma conciencia, la cual nos revela que en nuestro ser tan complejo no hay sino un único centro que es el «yo» y a éste se le atribuyen tanto las acciones de la vida vegetativa y sensitiva, como de la vida intelectiva y volitiva; así que, con toda razón, podemos decir: yo vivo, yo siento, yo pienso, yo quiero, yo amo; cosa que no podría suceder si en nosotros hubieran dos o más principios distintos de acción. El principio vital de todas nuestras actividades es el alma racional, que es la dueña de estos actos y el árbitro de sus destinos. Además de ser persona física es también persona moral y jurídica, esto es, sujeto de derechos inviolables y de inviolables deberes. Por esta íntima unión e interdependencia del alma y el cuerpo, el hombre tiene también el ineludible deber de cuidar la salud del cuerpo y el perfecto funcionamiento de sus miembros. Por esto no puede mutilar, ni deteriorar, ni perjudicar el cuerpo con el vulgar abuso de los vicios, ni de cualquier otra manera; ni mucho menos separarlo arbitrariamente del alma, quitándose la vida. Y por el contrario, la buena salud del cuerpo necesariamente repercute en bien del alma y, su buen funcionamiento contribuye al buen funcionamiento de las facultades espirituales. Por esto decía Juvenal, mens sana in corpore sano (mente sana en un cuerpo sano). Pero igualmente afirmaba Séneca en su Epístola X, lo contrario es también válido, bonam mentem, bonam valetúdinem animi, deinde corporis (una mente saludable o los buenos pensamientos producen primero la salud del alma y después del cuerpo). Esto nos debe cuestionar fuertemente, porque según estos sabios paganos, no podemos abusar ni del cuerpo ni del alma si queremos conservar ambos en perfecta eficiencia y funcionamiento. Sobre la natural jerarquía de los valores físicos y racionales la Biblia nos advierte: “Más vale sabiduría que fuerza; pero la sabiduría del pobre se desprecia y sus palabras no se escuchan. Mejor se oyen las palabras sosegadas de los sabios que los gritos del soberano de los necios. Más vale sabiduría que armas de combate, pero un solo yerro echa a perder mucho bueno” (Qo. 9, 16-18). Hemos hablado con alguna amplitud de cómo el hombre debe reprimir y regular los placeres exagerados de la conservación del individuo y de la especie; esto es, los placeres de la comida y de la reproducción, que pueden acarrear grandes males a sí mismo y a los demás, a su vida temporal y eterna. Ahora queremos insistir un poco sobre la necesidad de moderar los otros apetitos inferiores para desarrollar mejor la vida del espíritu. Hay, pues, que saber moderar los placeres de los sentidos como: la vista, el oído, el tacto, etc. y los excesivos placeres de la comida y la lujuria, con todo lo que puede exasperarlos y llevarlos al desorden de los pensamientos, deseos, afectos y obras. Así mismo, como armas de combate y para fortalecer a fuerza de la voluntad, hay que reprimir el capricho, las exageradas comodidades, las curiosidades malsanas, las fantasías procaces, la locuacidad imprudente, los juicios injustos y al mismo tiempo practicar la virtud de la sobriedad y la abstinencia, como precaución indispensable contra los peligros de los vicios y acostumbrar el cuerpo a la lucha contra las asechanzas de la vida sensual. Con todo esto no queremos de ninguna manera perjudicar al hombre en sus legítimas satisfacciones, sino recordarle que, como decía Horacio: «en medio está 138 la virtud y más acá o más allá no hay sino el vicio» y por esto debe evitarse toda demasía. La base de la mortificación es muy científica y pedagógica. En efecto, se fundamenta en la prepotencia de nuestros apetitos inferiores para rebelarse y sobreponerse a los superiores y en un conocimiento experimental de la debilidad de nuestra voluntad. Sólo a costa de grandes esfuerzos, dice Escrivá , por vencer las contradicciones originadas de la compleja estructura humana podrá el hombre vivir -abundantemente- la síntesis humana, hallándose a sí mismo en la más luminosa plenitud. No hay duda, y la experiencia de todos los días lo confirma plenamente, que muchas necesidades y acciones de nuestro cuerpo resultan particularmente desagradables y quizá repugnantes a los demás. Por esto se ha elaborado, a lo largo de los siglos, un conjunto de normas que deben regular nuestras relaciones sociales. En tiempos pasados era el código indispensable de toda persona educada y aún mediocremente civilizada. Hoy quizá, y en algunos casos, hemos conquistado mayor libertad e independencia en nuestras relaciones mutuas y bajo cierto aspecto puede ser un bien. Pero no podemos negar que todos nos sentimos molestos cuando estas libertades se trasforman en abusos. Manifestaciones de un egoísmo exagerado, que muchas veces, atentan contra nuestra dignidad y hospitalidad. En la formación de la persona debe reinar la más perfecta educación y finura. La educación es para elevar y no para rebajar nuestras relaciones humanas. Y por último, diremos que «la persona se conoce por su espíritu de responsabilidad», esto es, que está llamada a responder de sus actos. Pero ¿delante de quién? no de nosotros mismos, lo que no tendría significado, puesto que si nosotros hacemos las leyes nosotros las podremos revocar; no a otros hombres, puesto que en su íntima naturaleza humana son perfectamente iguales a nosotros y con los mismo derechos y deberes. Y entonces ¿ante quién? la vida, y principalmente la vida espiritual que está en íntima relación con el transcendente y este trascendente es Dios. Ni el materialismo ni el evolucionismo han demostrado científicamente el origen de la vida, ni mucho menos el origen del alma humana. Tomado de ESCRIVÁ PELLICER, Melchor S.J. Medicina de la personalidad. Obra citada anteriormente, p.57. 139 Es un axioma reconocido por todos que todo lo que es espiritual es inmortal, porque sólo lo que es material se corrompe o se transforma y si es inmortal, no puede morir; la muerte, para el hombre, no es entonces más que una disgregación, la materia vuelve a la tierra, el espíritu continúa viviendo y realizándose. Una mera interpretación antropológica del hombre es inaceptable, debe llegarse a la concepción teológica del ser y de la historia. El mismo Homero decía, omnes homines ad Deos suspirant (todos los hombres suspiran hacia la divinidad). Por esto el hombre tiene una sed insaciable de infinito y del más allá, viene de Dios y tiende a Dios. Él se siente peregrino y en esta peregrinación, vive en continua tensión de esperanza, incluso entre la mayor desesperanza que es la muerte. La personalidad se tonifica porque sabe que un día llegará la distensión con la posesión del Bien Infinito y éste es el más válido sostén para la vida moral. Una personalidad sin la inmortalidad no tiene sentido y se vuelve una contradicción. Y este sentido tiene una fiesta: la Resurrección. Como conclusión de todo lo que hemos dicho, queremos compendiarlo en algunas máximas de Juddu Krishnamurti, expresadas a nuestro modo: SOBRE LOS EDUCADORES Los que nos dedicamos seriamente a promover la verdadera educación tenemos la responsabilidad no sólo de llevar a la acción lo que hemos aprendido, sino también de llevar a otros a esta comprensión y acción. La enseñanza es un arte que requiere no sólo logros intelectuales, sino principalmente metas morales y espirituales, con una paciencia y amor infinitos. Es necesario trabajar juntos en unidad de aspiraciones para producir una nueva generación, capaz de encararse a los problemas de la vida como un todo y no como partes aisladas que impiden una educación integral. SOBRE EL AMOR Amar es entregarse con esplendidez y con gozo, como la flor difunde su perfume. El amor no es un privilegio de algunos, ni el instrumento político para crear adhesiones; el amor no puede emplearse como instrumento para un fin. Él es fin de sí mismo. 140 El amor, como el Sol, es de la Tierra toda y no de un campo o de un bosque en particular; si es demasiado particular o demasiado sentimental se destruye y se vuelve pasión en acción. La modestia y la cortesía son como innatas en quien ama de verdad, porque el amor es un refinamiento que se expresa siempre con respeto y buen gusto. El refinamiento de la conducta no es adaptación auto-impuesta, ni el resultado de una exigencia externa, surge espontáneo del amor. Entonces el sexo y demás complicaciones y sutilezas de las relaciones humanas pueden ahondarse sin temor, sin agitación y sin recelo. El amor debe inspirar el conocimiento. Una mente sin amor es un juez despiadado que no busca sino condenar... El educador debe llenarse primordialmente del más profundo amor, que es: humildad, suavidad, consideración, paciencia y cortesía. PARA EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD El cuerpo está en continua correlación con la mente y junto con las emociones, constituyen el ser humano integral, si no conviven en armonía, el conflicto es inevitable. Importa, por encima de todo, el desarrollo total de la persona, ayudarla a descubrir por sí misma y cultivar sus capacidades innatas para expresar, con plenitud, sus sentimientos. Si al estudiante se le ayuda desde el principio a considerar la vida globalmente, con todos sus problemas psicológicos, intelectuales y emocionales, la vida no le asustará. Evitar, en lo posible, la valoración comparativa. Estimular el progreso y no transformar la enseñanza en instrumento coercitivo. No estimular el aprendizaje con fines utilitaristas, ni para obtener un grado, sino con el íntimo gozo de perfeccionar su personalidad y de hacerse útil a los demás en una actitud de servicio y enaltecer la felicidad que esto proporciona. Evitar al máximo la memorización, que impide la comprensión y la asimilación y utilizar el método inductivo a través del experimento, la reflexión y la búsqueda. LA AFECTIVIDAD 141 Se hace más fácil aprender en un ambiente de mutua confianza y diálogo permanente. Cultivar las buenas relaciones de amistad con los alumnos, porque esto granjea respeto y estima, y ayuda poderosamente la apertura a la franqueza emocional, que es el medio más apropiado de formación. Evitar cultivar en los alumnos, consciente o inconscientemente, el sentimiento de dependencia, que fomenta fácilmente el temor y el servilismo y evitar las afirmaciones demasiado autoritarias y dogmáticas sobre lo que debe hacer o ser. La enseñanza demasiado autoritaria obliga al alumno a conformarse y aceptar lo propuesto sin reflexión. Mejor crecer en compañía de los alumnos. Lograr que el alumno, desde el primer día, se sienta bien acogido y en un ambiente de familia. Esto crea relaciones de mutua confianza y ayudará a promover una comunicación natural. Cuando el alumno se siente seguro, su conducta no necesitará ser impuesta, sino que será una necesidad íntima y hará parte del proceso de aprendizaje. El educador, para quien el desarrollo total del ser humano es de primordial importancia, sabe comprender las implicaciones del sexo y hablar de este tópico con tal altura y naturalidad que no despierte nunca pasiones, ni deseos morbosos. El amor sano limpia la mente del mal y evita el interés morboso y la lujuria experimental. Un eficaz correctivo de la pasión sexual es el trabajo manual, como: jardinería, pintura, artesanías y la contemplación de la naturaleza: los árboles, las montañas, las flores u oyendo música, canciones de mensaje o los pájaros, etc. No debemos preocuparnos sólo del cultivo de la mente, sino del desarrollo armónico del cuerpo y de los sentimientos. Si el cuerpo carece de salud y vitalidad, inevitablemente se pervierte el pensamiento y fomentará la sensibilidad sexual. Por esto es necesario la buena alimentación y el sueño suficiente. En la juventud los impulsos emotivos son más fuertes que su capacidad de raciocinio. Es necesario saber comprender los problemas emocionales y resolverlos con mucha comprensión y amor. 142 INVESTIGACIÓN Estimular la curiosidad natural y el vivo deseo de aprender, propio del niño, procurando que se mantenga vital y sin distorsión y llevarlo gradualmente al aprendizaje de las diversas materias. Estimular, en todas las formas, el deseo de investigar, porque sólo así el alumno es capaz de aprender y comprender al máximo. La clase es mejor darla por aporemas que dogmáticamente. El conocimiento previo de la solución suprime el interés de la investigación y se resuelve en pura memorización o a repetir lo aprendido sin experimentarlo. Enseñar no es solamente impartir conocimientos, sino cultivar una mente inquieta e inducidora; entonces la ciencia se transformará en conquista y convicción indestructible. Con la investigación la claridad de los conceptos y de las convicciones se vuelven carácter, la falta de carácter es el estado de autocontradicción. La investigación crea, poco a poco, el hábito de la reflexión e interiorización, que ayuda a la mente a ver con claridad y a abstraerse de la vida artificial y mundana. 143 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO QUINCE EL CARÁCTER “El carácter no es un premio gordo que se puede sacar sin mérito. El carácter no es un apellido de alta alcurnia que se hereda sin trabajo alguno. El carácter es el resultado de la lucha ardua, de la autoeducación, de la abnegación, de la batalla en la vida espiritual sostenida como lo hacen los valientes y esta batalla ha de librarla cada uno por sí mismo, hasta que venza” 46. Thot Tihamer «Siembra un acto y cosecharás un hábito, siembra un hábito y cosecharás el carácter». Shakeaspeare - Hamlet Todo educador debe ser modelo acabado de lo que quiere inculcar en los alumnos. «El carácter es la iniciativa del espíritu sobre el mundo exterior; la liberación de la voluntad sobre el fardo de los sentidos; la victoria del alma sobre la dictadura del capricho». F.W. Forter «Los héroes que dan la vida por la patria; los honestos que luchan para no dejarse corromper; los apóstoles que lo abandonan todo para llevar a los hombres la salvación. Los sabios que se recluyen en sus laboratorios para descubrir los misterios de la naturaleza y encontrar nuevos remedios a nuestros males, son los grandes pedagogos del mundo nuevo, de un MUNDO MEJOR». M. Escrivá Pellicer Si nuestra obra educadora no alcanza a formar en el alumno un carácter noble, firme y decidido, puede considerarse fracasada, porque es el carácter el que asegura el éxito. P.G. 46 TIHAMER, Thot, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 201. Sigla referenciada conforme al original. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Este tratado merece especial relieve por su enorme influencia en el éxito de la buena educación de la juventud, por cuanto el buen carácter no es sino el fruto del buen uso de la libertad, tiene sus características peculiares y sus métodos específicos. Pero el argumento reviste capital importancia, porque si la educación no alcanza en sus años de estudio a formar un buen carácter, la educación puede considerarse fracasada. Claro que esto depende principalmente del alumno, pero pertenece al profesor inculcar los buenos principios, estimular la constante práctica de los buenos hábitos y asistir al alumno en sus luchas y en la solución de sus dificultades. ¿QUÉ ES EL CARÁCTER? En sentido etimológico la palabra griega significa: «marca», «impresión». Es la característica que la actividad psíquica reviste en cada sujeto; o más brevemente, «la marca moral del individuo», con la cual se conoce a la persona como firme y coherente en sus principios y en su práctica, o como persona antojadiza y voluble. Con frecuencia se confunden temperamento y carácter, pero son dos cosas diferentes. El temperamento es la resultante de las funciones psicofisiológicas que tiene por sustrato las características hereditarias, morfológicas y funcionales de la vida vegetativa y sensitiva. El carácter es el conjunto de las disposiciones psicológicas que pueden y deben ser modificadas por la educación y la lucha de cada día contra las deformaciones que pueden venir del temperamento y de los hábitos contraídos consciente o inconscientemente, particularmente en la infancia y que se consolida con la repetición de los actos. El carácter, pues, no es innato; de allí el por qué hemos dado cabida en esta exposición de principios sobre la formación juvenil. Por cuanto, en efecto, casi se supone que un alumno de carreras tecnológicas o profesionales tenga ya una personalidad formada; en realidad todavía hay tiempo de rehacer y desarrollar el carácter, especialmente si hay profesores que con verdadero amor de amigos los hacen reflexionar y los saben aconsejar. En tres años que dura una carrera tecnológica se puede modificar o reconstruir la vida de un hombre. Entonces, hombre de carácter será aquel que revela estas dos cualidades fundamentales: responsabilidad plena en su manera de obrar y regularidad en su conducta, o, como afirma el padre Ayala S.J., el hombre de carácter es “el que tiene una voluntad enérgica, constante que arrostra las dificultades y las vence, que no se doblega ni ante el peligro ni ante el favor; que persigue un ideal recto y justo”47. ¿QUÉ HACER PARA FORMARSE UN BUEN CARÁCTER? Tener grandes ideales. ¿Qué es un ideal? “Todo lo que el hombre se propone como meta o tipo perfecto o modelo dentro de un orden de pensar u obrar” 4849 En el ideal se dan cita los pensamientos y las emociones, la cabeza y el corazón. Los primeros son la luz, los segundos son el motor. Sin la luz no se ve el camino, sin el motor nunca se llega a la meta. Los ideales son innumerables. El que tiene grandes ideales está siempre inquieto, siempre en marcha, desarrollando todas las nobles posibilidades de su ser concreto, proyectado hacia el bien. Las inquietudes de los genios y su anhelo en mejorar la vida, ha sido el secreto de los grandes inventos que han transformado el mundo. El hombre insatisfecho del candil inventó la electricidad, insatisfecho de la carreta inventó el ferrocarril, insatisfecho de calcular manualmente inventó las computadoras, insatisfecho de este pobre planeta inventó los cohetes interplanetarios y el mismo cielo no será sino para los insatisfechos de la tierra. Insatisfechos de todo, porque hecho a imagen y semejanza de Dios, nada lo puede contentar como el infinito. Pararse es morir, porque la muerte es la última de las paradas. Es cierto que ningún ideal se consigue sin esfuerzo, porque el ideal es siempre algo que está fuera y por encima de nosotros y nos atrae con su fulgor. Es el sol que brilla por encima de las altas montañas y nos invita a subir. Igualmente el ideal se extiende y nos impulsa hacia el futuro, por cuanto hay mucha gente que ha puesto su meta en el pretérito, son los que viven y se regocijan de las glorias de sus antepasados; aunque ellos, actualmente, no hacen nada bueno y pretenden privilegios y recompensas por lo que otros han hecho. Estos llevan la impresión de la vejez, si no cronológica, ciertamente psicológica. Es la gloria mezquina de los incapaces y de los parásitos que es la última y más lastimosa expresión de la vida. Los ideales son fruto del pensamiento, y de ahí la importancia suprema de la meditación y la reflexión. El que reflexiona «prefabrica» su vida, siembra la semilla del futuro y cada uno será lo que siembra con la fuerza del ideal. 47 AYALA. S.J. Formación de selectos, citado por ESCRIVÁ PELLICER, Ibid., p. 191. LALANDE, André. Vocabulaire de la Philosofie. París : Libraire Félix Alcón, 1938. p. 16. (Fuente referenciada conforme al original). 48 49 148 Por el ideal debemos dar, si es preciso, aún la vida: morir por un noble ideal es la última palabra del amor, pero no hay muerte meritoria, sino por el ideal que la inspira. El ideal impone sacrificio, pero no hay que exagerar, porque de ordinario se trabaja más y con más empeño para hacer el mal, que para hacer el bien y es verdad lo dicho por un refrán inglés «muchos irían al cielo con la mitad de las energías que emplean para irse al infierno». Progresar es el mandamiento divino: “Multiplicaos y dominad la tierra” (Gn. 1, 28), por esto el hombre quiere señorearlo todo. Justamente dice el padre Graciano, en su Criticón, que al hombre: «corta le parece la superficie de la Tierra y así penetra y socava sus entrañas en busca de oro y de piedras preciosas; ocupa y llena el aire, ... surca los mares y sondea sus más profundos abismos...; obliga a todos los elementos que le entreguen cuanto abarcan; el aire sus aves, el mar sus peces, la tierra su caza, el fuego la sazón... y aún se queja de que todo es poco». CAMINAR En la consecución de los ideales, la consigna es: caminar..., avanzar decididamente... El sólo desanimarse es una derrota. La lucha contra las dificultades es la escuela en donde se fragua la personalidad. Las dificultades, entonces, no deben oscurecer nuestros horizontes, ni poner sombra en nuestra alegría, ni acobardar nuestra valentía porque detrás de las dificultades, como detrás de las nubes, está el sol. Y esto, que es exacto bajo un punto de vista común, es mucho más válido en los ideales de la ciencia, porque es ella que nos pone a disposición todos los secretos de la Tierra y del firmamento; es ella que hace adelantar la técnica, ella que transforma todos los elementos para que sirvan al hombre. Y más que todo vale para los ideales éticos y cristianos que se deslizan por un camino de luchas sangrientas y de sacrificios sin cuento, para no sucumbir al pecado. Por esto afirma Cristo, nadie va al cielo sin pasar por el calvario y nadie sube al calvario sin ensangrentarse los pies. Por esto, Cristo nos previene y estimula: «En el mundo tendréis dificultades», pero nos alienta con la promesa de la victoria: «No temáis, yo he vencido al mundo». Las dificultades, en materia de ideales, no se miden sólo por su valor objetivo, sino y mucho más por el ardor de la conquista. Para los cobardes los molinos de viento son ejércitos invencibles y los cueros de vino truhanes dispuestos a matar. Hay 149 que tener confianza en nosotros mismos, porque la Biblia nos asegura que «Dios, por ser fiel, nunca permite que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas». Por fin, es muy oportuno tener en cuenta que el premio se da, no a la victoria, que muchas veces no depende de nosotros, sino al heroísmo con que luchamos. No debe preocuparnos demasiado la consecución del objetivo, sino el trabajar para conseguirlo. Y si el ideal es demasiado alto y en medio del camino nos coge la muerte, recibiremos el premio de los vencedores. Instructores, para vosotros, el camino será más duro y espinoso, pues pasáis de educandos a educadores y la responsabilidad que contraéis es mucho mayor, pues siendo instructores, de vosotros exclusivamente dependerá la moral y la instrucción. No temáis, pues, las dificultades y vayamos prevenidos, porque así como no se llega a la verdad sin fatigas intelectuales, tampoco se llega al triunfo sin que muchas veces se destroce el corazón. ENFRENTARSE CON LOS COBARDES Una de las dificultades más graves que puede haber en la formación del buen carácter no es nuestra lucha contra los obstáculos de todo género que se presentan para realizar el ideal, sino las críticas, y quizá las irrisiones de los cobardes. Es una ley psicológica que la gran mayoría de los hombres critican y desprecian lo que no son capaces de hacer. Dice un refrán: «la fuerza de los malos está en la cobardía de los buenos». El miedo del qué dirán ha causado muchas grandes catástrofes de la historia: Adán prevaricó por respeto a su mujer, Herodes hizo cortar la cabeza a San Juan Bautista por respeto a una danzarina y algunos oficiales de su corte y Pilatos mandó a matar a Cristo para congraciarse con los judíos. El mundo de hoy necesita hombres valerosos, hombres responsables, profesionales del bien. Decía Papini: «no hay fuerza que no pueda ser vencida por una fuerza más grande, no hay enemigo que no pueda ser derribado, por uno más victorioso que él». Vive, pues, según los grandes ideales que te has propuesto: sé fuerte y nunca mires lo que los otros hacen, ni te regules con las opiniones ajenas. ¿Por qué debemos tener miedo de hacer el bien, si los perversos no tienen miedo de hacer el mal? Sea el lema de nuestra juventud, la expresión de San Pedro ante el Sanedrín: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hch. 5, 29). 150 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO DIECISEIS INTEGRACIÓN ENTRE FAMILIA, ESCUELA Y ESTADO «Los niños, los jóvenes y los adultos reaccionan en forma muy diversa ante las distintas manifestaciones de la vida, como: la fe, el amor, la amistad, las relaciones sociales, el concepto del deber y de la autoridad. Y esto tanto en plan psicológico como sociológico. La buena pedagogía lo debe tener ¡muy en cuenta!... muchos adultos poco piensan o recuerdan las apremiantes exigencias de su niñez y adolescencia. Por esto su enseñanza es descarnada y su labor educativa inconcluyente». Antonio Hualde En todos los casos, la autoridad no se impone, se la gana, siendo cordial y racional. La autenticidad y la confianza son los pilares de la sana autoridad. Los jóvenes recienten vivamente los cambios generacionales: En el campo económico, tecnológico y político; particularmente los educacionales que absorben lo mejor de su vida. Sobre todo los preocupa la solución de su porvenir. Ayudarles a esta solución es la tarea primordial de la familia, la organización educativa y el Estado. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. No es nuestra intención describir toda la evolución histórica con que estas tres organizaciones se han venido constituyendo en agentes de la educación con sus respectivos derechos, influencias y límites, y frecuentemente en conflicto unas con otras. De cualquier manera, todas son instituciones necesarias, fundadas en una especie de derecho natural, debido a que los padres de familia se vuelven, poco a poco, incapaces de la conveniente educación de los hijos y de su adecuada preparación al trabajo y a la vida. Entonces, la sociedad personificada en el Estado asume, como su deber, ayudar a la familia en la organización de la educación y la tarea específica de formar a los jóvenes para el bien de la sociedad que, en su compleja estructura, exige la división del trabajo y el perfeccionamiento máximo en cada una de sus ramas, junto con una cultura general y humanística que debe formar y elevar los sentimientos de los alumnos a los fines superiores de la vida y para el perfeccionamiento del hombre total, en su camino hacia los bienes trascendentes que aseguren su plena y perfecta felicidad. No puede negarse, sin embargo, que las funciones de la escuela y del Estado son y deben considerarse subordinadas a los fines y funciones de la familia, que es la principal responsable de los hijos y de su conveniente educación y preparación para la vida. No se puede, ni es lícito crear conflictos entre el Estado, la escuela y la familia, sino complementarse en mutua ayuda y desarrollo en aquellas actitudes y niveles que la familia no es capaz de impartir. Aquí recalcaremos algunas líneas fundamentales de cada una de estas organizaciones y lo mejor de sus funciones específicas, para coordinarlas y subordinarlas al bien total de la persona y a su conveniente desarrollo físico, intelectual y moral. CONSTITUCIÓN ACTUAL Y DERECHOS DE LA FAMILIA En todos los pueblos y en la vida de cada ser humano, la familia es la primera fuente y el primer medio de educación. En efecto, no sólo produce los renuevos de la conservación de la especie, sino que los acompaña, paso a paso, en el aprendizaje y en la práctica del lenguaje, de las costumbres raciales, en la expresión de los sentimientos y en la observancia de la ley moral, y no sólo durante la niñez y juventud, sino también, bajo muchísimos aspectos, en la edad adulta, llevando consigo el ejercicio del amor, del sacrificio, del trabajo y de todas las virtudes domésticas que la ennoblecen. Por esto la familia es considerada por todos como la primera célula de toda convivencia humana, y por esto, sobre ella apuntan todos los que quieren salvar eficazmente o corromper la juventud y la sociedad. Porque en el orden social, la familia es la depositaria de las tradiciones religiosas y políticas que van pasando de generación en generación. En la familia romana el jefe nato, único e indiscutido era el pater familias, que le daba su unidad moral, religiosa y política, con sus disposiciones legales y su justicia interna y por encima del cual no existía otra autoridad a la que pudiera apelarse, considerada, pues, como un «pequeño Estado». La ciudad estaba constituida prevalecientemente por un grupo de padres y el Senado compuesto casi exclusivamente por hombres, padres de familia patres conscripti y en las guerras cada clan familiar constituía una unidad militar. El hombre pater familias era también el numen doméstico, descendiente de los divinos antepasados y futuro dios de la misma, constituyéndose así en uno de los dioses lares. Los mismos bienes en lugar de ser propiedad indivisa del grupo, caían exclusivamente bajo la dependencia de la autoridad soberana del pater familias y la misma mujer y los hijos no eran sino propiedad del mismo, con derecho de vida y muerte sobre ellos: patria potestas. Posteriormente, por la eficaz y benéfica influencia del cristianismo, la familia se constituyó en una unidad indisoluble en la cual: padre, madre e hijos son en todo y perfectamente iguales como personas y con los deberes primordiales, por parte de los padres, a la procreación, asistencia y educación de los hijos, considerados, no ya como propiedad única y exclusiva del pater familias, sino como un depósito sagrado de ambos cónyuges, del cual los padres deben responder ante su conciencia y ante el Ser Supremo y Creador y el mismo matrimonio se volvió único e indisoluble y como sacramento, bajo la tutela de la divinidad y consagrado a Dios. Al puesto de los lares se constituye el hogar. Son incalculables los beneficios que esta nueva concepción aportó a la familia. Al puesto de la omnímoda autoridad paterna, con concepto casi esclavista sobre la mujer y los hijos, se sustituyen los cónyuges, porque el cristianismo introdujo la igualdad de derechos entre hombre y mujer y así mismo la comunidad de los bienes y de los hijos, porque ambos son corresponsables en la unidad del amor y de los ideales éticos y religiosos. 153 El feminismo, en la concepción cristiana de la mujer, poco tiene que reivindicar, puesto que no podría llevarla más allá de donde la reconoce su enseñanza, habiendo llegado a ser Madre de Dios, porque el mismo Dios la eligió; pero al feminismo exagerado que quiere igualar los sexos en todo y por todo, le recuerda, como es obvio por la misma constitución psicofísica: «igualdad de derechos, pero no igualdad de funciones». Sin duda, afirma el mismo Durkheim: “puede establecerse a priori que las ideas de humanidad que el cristianismo trajo consigo, debieron repercutir en el interior de la familia… produjeron también el efecto de dulcificar y humanizar las relaciones domésticas”50. En efecto, dice, en ninguna religión y en ninguna filosofía, la mujer ha sido respetada y honrada como en el cristianismo, en el cual una mujer fue elevada a la excelsa dignidad de Madre de Dios y la doctrina cristiana predica sin ambages que el hombre y la mujer son iguales en la dignidad y en los valores. Principalmente en las regiones en vía de desarrollo, de ordinario, la mujer más que el hombre constituye el eje de la unidad del hogar, porque el carácter machista del hogar, que tanto dominio ejerce todavía en América Latina, particularmente en las clases populares, el hombre con frecuencia no hace sino obstaculizar, con sus vicios e infidelidades, la buena y necesaria educación de los hijos. Pero todas las naciones civilizadas y todos los códigos civiles han aceptado el concepto cristiano de la familia y la ley proclama desde los albores de la creación, que la mujer no sólo es igual al hombre, sino su verdadera amiga y compañera, representando, si no siempre la cabeza, sí ciertamente el corazón del hogar. Más bien, mientras la vida económica, religiosa, social y política se desenvuelve fuera de la familia, asegurada por otros órganos;… «su papel se concentró y espiritualizó» según frase de Hesse y Gleyze, convirtiéndose en centro de vida sentimental y moral, un foco de vida afectiva. Un pequeño mundo donde suceden las cosas esenciales: nacimiento, casamiento y muerte, lugar geométrico de todos los intereses comunes, de padres e hijos y de todos los lazos del parentesco51. En conclusión, se han ido dispersando la funciones utilitarias de la familia en otros organismos que pueden hacerlo mejor, en cuanto más perfeccionados y especializados, pero se ha conservado y acentuado siempre más las funciones primordiales, formativas y pedagógicas, por lo menos en sus líneas fundamentales 50 DURKHEIM, Émile. De la división du travail social, citado por DE AZEVEDO, Fernando. Sociología de la Educación : Introducción al estudio de los fenómenos pedagógicos y de sus relaciones con los demás fenómenos sociales. Bogotá : Fondo de Cultura Económica, 1942. p.127. 51 DE AZEVEDO, Ibid. 154 y éstas adquieren un relieve siempre más preponderante, ya por la permanencia prolongada de los hijos en el hogar y no sólo en la fase de la pubertad, sino también en la edad adulta y hasta el casamiento, ya por la acción preponderante de la madre, especialmente la primera edad, ya por la concentración en el grupo doméstico, de casi todas las costumbres ancestrales como: la educación, la iniciación a la vida religiosa y social y las formas destinadas a transmitir y a mantener la tradición de una generación a otra. Y aún cuando por la necesidad de la división del trabajo y por la especialización educativa, la misma educación se traspasó a los grupos profesionales especializados, debido a la aceleración del progreso técnico y científico, la familia nunca ha perdido, como dice Lapye, “lo que le prestaba, entre las instituciones sociales, su mayor originalidad, su carácter pedagógico” 52, que juega un papel tan importante y difícilmente sustituible en la formación de los hijos. Durkheim observa justamente que esto sucede: Porque el hogar tiene hoy, como antaño, un carácter religioso. Si bien ya no hay altares domésticos ni divinidades familiares, la familia no está por eso menos impregnada de religiosidad; es siempre el arca santa de la cual no debe tocarse, precisamente porque es la escuela del respeto y el respeto es el sentimiento religioso por excelencia, es también el nervio de toda disciplina colectiva 53. El cristianismo, en una palabra, según la expresión De Azevedo, concentra y espiritualiza la familia, transformándola en una armazón de solidaridad moral, en un centro de vida íntima y de vida afectiva intensa, en un dulce refugio, en donde el hombre se recobra y descansa de las luchas de la vida social, adquiriendo la vuelta al hogar y en contacto con la familia nuevas fuerzas y nuevos estímulos. Por esto, -concluye Hesse y Gleyze- “continúa siendo, a pesar de todo, la institución más adecuada para la educación del niño. La educación exige paciencia, indulgencia y sacrificios, y es más natural encontrar estas cualidades en los padres que en seres extraños a la familia. En gran parte, la educación de los hijos es la obra capital, el fin supremo de la existencia y, a veces, la única razón de la vida”54. Desdichadamente, en estos últimos tiempos, la vida de la familia y los vínculos del hogar se han aflojado profundamente y una oleada de renaciente paganismo y de corrupción se ha infiltrado en las relaciones conyugales y en la vida de los hijos, 52 LAPYE, Paul, citado por DE AZEVEDO, Ibid., p.129. DURKHEIM, Émile. La familla conyugale, citado por DE AZEVEDO, Ibid., p.130. 54 HESSE Y GLEYZE. Notions de sociologie appliquée à morale et à L´éducation, citado por DE AZEVEDO, Ibid., p.131. 53 155 destruyendo aquellos ideales hogareños que los milenios cristianos habían acumulado. Las causas principales las podemos encontrar en el uso masivo de los medios de comunicación social, puestos al servicio de la pornografía y del desenfreno de las pasiones, por gente inescrupulosa y sólo en busca de ganancias; éstos atentan contra la sanidad de las costumbres y la integridad de la vida, porque en un corazón corrompido no hay puesto para la virtud y el bien. Las doctrinas materialistas, utilitarias y hedonistas y la sed insaciable de bienes terrenos, conseguidos aún con los medios más deshonestos, se han constituido en centro de la vida familiar y en principios inspiradores de todas las actividades humanas. Se ha trastornado, pues, el justo concepto de la realidad, del espíritu y de los fines trascendentes a las puras satisfacciones fisiológicas y de los ideales éticos a la vida animal. Y por fin el marxismo, con su lucha sistemática contra Dios, ha quitado la última barrera de la moralidad, porque sin Dios nunca podrá haber base suficiente para una vida auténticamente humana y ética y con sus reivindicaciones puramente económicas, en parte justificadas, ha reforzado en los hombres la convicción que lo único importante son las cosas de este mundo y, entonces, la vida se vuelve una lucha sin cuartel, para alcanzar en esta vida su partecita de felicidad: en verdad de verdad tan mezquina y efímera; y para conseguirla están justificados todos los crímenes, los robos, los secuestros, los asesinatos, los estupros, las traiciones, el sadismo y la corrupción universal. De allí las fáciles rupturas del matrimonio, los divorcios y las separaciones legales, el abandono de la niñez, que vaga hambrienta por las calles; las deserciones del hogar por parte de los hijos, el control ilícito de los nacimientos y el mismo matrimonio civil que, en parte, no es sino un abierto concubinato, sin estabilidad y sin base moral ni compromiso válido. ¡Qué campo inmenso y de extrema urgencia para la educación y la reeducación de la juventud! Pero esa difícil tarea, volvemos a repetirlo, no será ni puede ser el fruto solamente de la enseñanza, porque el sólo cultivo de la inteligencia nos es suficiente para conservarse en la justicia; sino de la educación integral que fortalece la voluntad con el ejercicio de la virtud, forma el corazón, desertando amor hacia los ideales más auténticamente humanos, preparando paulatinamente el recto uso de la libertad y la sumisión espontánea a los dictámenes de la conciencia. Y, por último, preparar la juventud a saber apreciar, respetar y vivir los ideales hogareños, porque la familia es, lo hemos dicho, la primera célula de la sociedad y 156 la fuente originaria en donde nace la vida y en donde se engendran, en gran parte, todos los bienes y todos los males. LA ESCUELA O EL GRUPO PROFESIONAL PEDAGÓGICO El término «escuela» tiene varios sentidos: - El local en donde se educa a los niños. - El grupo de profesores que desempeña la docencia. - El tipo de educación que algún maestro eminente ha impreso a alguna rama de la ciencia, la cultura o el arte (La escuela Sevillana, Montessori). Aquí la tomamos en el segundo sentido y es: el centro social de la instrucción y educación para todos los hombres y especialmente en las primeras etapas de la vida. De lo dicho en el artículo anterior se desprende que la escuela es subsidiaria de la familia, porque la educación de los hijos pertenece por derecho a los padres; para cumplir con las leyes de la naturaleza y realizar el principio de la educación individualizada, en consonancia con las disposiciones de cada sujeto. En consecuencia, toda otra escuela que no sea la familia ha de ser subsidiaria y como un reflejo de ella. En el cristianismo la educación religiosa pertenece a la Iglesia o sus delegados, en base al mandato recibido de Cristo “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” (Mc. 16, 15). Aparece claro, pues, que siendo la función de enseñar una función social y no política, esa misión de suplir a la familia, mediante la escuela, corresponde primordialmente a la sociedad y sólo secundariamente al Estado, el cual, entonces, deberá acomodarse en el cumplimiento de su mandato a los fines de la familia y de la Iglesia. A nuestra manera podemos aplicar a la educación la magnífica comparación que De Azevedo55 aplica a las sociedades primitivas. La educación puede compararse a un paño fabricado en el telar y cuya urdimbre se inicia por una serie de hilos paralelos que corren en un sentido ascencional de la civilización y del progreso humano, dado primordialmente por la familia. Mientras la lanzadera se cruza con ellos e introduce, en un resistente tramado, otra serie de largas hebras que sería obra de la educación escolar. 55 Tomado de DE AZEVEDO, Ibid., p.135. 157 La educación recibida en la familia prende en el alma del niño las primeras luces de su vida moral y espiritual, trazando las líneas básicas de la vida: la urdimbre, mediante los ritos, las tradiciones, las creencias, los modos de vivir, los sentimientos, las formas de pensar, las prácticas que caracterizan la vida en común, en su espíritu y en sus funciones esenciales. La trama que dibuja una mejor imagen de la vida, que la embellece, que forja los ideales, que madura el carácter, que fortalece la voluntad, que abre los horizontes de la cultura, que asiste al niño y al adolescente en las terribles batallas de la pubertad, que prepara para la sociedad al hombre perfecto para todas las funciones que la sociedad necesita es obra de los educadores. Ahora bien, crear la atmósfera ideal sin la cual la sociedad no podría respirar, los lazos espirituales sin los cuales no sería una, los tesoros de la vida verdaderamente humana y los bienes espirituales de la formación moral sin los cuales la sociedad no pudiera subsistir es obra de los educadores, cuya función consiste en la comunicación de la herencia social y el desarrollo armónico de la cultura y de la civilización; pero ellos no pueden ni deben trabajar, sino teniendo como base la urdimbre, que son los sanos principios transmitidos por la educación familiar. Van Ginneken insiste sobre otro punto básico en la vida del educador: “El saber acumulado debe convertirse en nuestro ser, integrarse en nuestra persona y en nuestra vida, antes de trasmitirse y para que pueda trasmitirse eficazmente” 56. Por esto, el poder de atracción y de persuasión que un hombre ejerce sobre otro depende de la manera como se da a sí mismo. Muchos profesores han convertido la enseñanza en una mercancía, la dan o la venden, pero no se dan a sí mismos; por esto su enseñanza no penetra en el alma de los alumnos, no se graba, no produce fruto y, frecuentemente, se vuelve aburridora y contraproducente. Dilthey observa: “El estado del alma del pedagogo genial es tan difícil de estudiar y de examinar como el de un gran poeta. No es la inteligencia (o por lo menos no es la sola), sino el sentimiento y la intuición los que predominan en el pedagogo genial”57. Por esto hay muchos pedagogos natos, muchos hechos por el arte y la buena voluntad y muchos que quedan borradores mal hechos, toda la vida, porque les falta el alma. Y cuando una gran alma, se añade a una gran inteligencia, surge una personalidad genial que ejerce una profunda e imperecedera influencia en el alumno, como: Sócrates, Platón, Aristóteles, Pestalozzi, Don Bosco y Montessori. Por esto han dejado imborrables huellas en la historia. 56 57 GINNEKEN, Van, citado por DE AZEVEDO, Ibid., p.138. DILTHEY, citado por DE AZEVEDO, Ibid. 158 Y añade Newman: “Ningún libro podría dar el carácter propio de un dominio científico con esa certeza y esa rapidez que por esa simpatía de un espíritu hacia otro se trasmiten a través de los ojos, de la fisonomía, de la voz y de los gestos, mediante las expresiones ocasionales y las palabras imprevistas de un diálogo” 58. Desafortunadamente, hoy la múltiple y siempre más necesaria especialización impide una visión panorámica de todas las ciencias, lo que constituiría la sabiduría y, por esto, las distintas materias que quedan en la mente de los alumnos, demasiado fragmentarias, aceleran el fenómeno de la estratificación o la formación de capas, tanto en los profesores como en los alumnos, lo que resta eficacia e interés en las clases e impide la profunda compenetración de todas las asignaturas entre sí y con la vida. Sería muy aconsejable que, a través del estudio personal y a través de frecuentes entrevistas y diálogos los profesores se iluminaran sobre los contenidos, mutuas relaciones y específicas finalidades, por lo menos de las materias afines o de la parcelación general. Esta fragmentariedad trae consigo otra trágica consecuencia: el predominio de la «instrucción» sobre la «educación», esto es, la pérdida de la unidad del espíritu y la finalidad formadora de la educación, la cual queda abolida o relegada en segundo o último plano, haciendo de la instrucción, que es un medio de la educación, un fin en sí misma, distorsionando completamente el concepto unitario de la educación integral. Y la educación integral es más que nunca necesaria en nuestros tiempos, en los cuales la juventud, debido a variadas influencias, en parte anotadas, ha abandonado muchos valores básicos de la vida, lo que acelera la descomposición social. En efecto, es fácil encontrar que muchos jóvenes, al deber y necesidad de trabajo oponen el derecho al ocio y a las diversiones; a los valores del ahorro y de la sobriedad oponen el gusto del confort y del despilfarro y la exigencia del bienestar, aún sin trabajar y al pundonor y deber natural de sostenerse y ayudar al sostenimiento de la familia oponen el hecho o el derecho de vivir gratuitamente a espaldas de sus padres hasta avanzada edad, solterones entregados al vicio, al robo y al saqueo; al valor de la lucha para contener y controlar la sexualidad entre los límites de lo honesto oponen la exaltación de los placeres sensuales hasta la exasperación y la pérdida definitiva de la salud y la ruina económica de la familia; a la debida sumisión a la legítima autoridad oponen el capricho, la burla y el desprecio de todo poder destinado a la buena marcha de la sociedad y a la colaboración que hace fácil y llevadera la vida social oponen el más crudo egoísmo y el desinterés total de todo bien común. 58 NEWMAN, J. H. The Idea of a University, citado por DE AZEVEDO, Ibid. 159 Este es el estado de hecho, hoy sociológicamente impuesto. La escuela, pues, no puede contentarse con enseñar, considerando los otros valores como implícitos, sino que tiene la obligación de clasificarlos y si es necesario oponer lo ideal a lo real, muy estrecho y mezquino y el no apegarse a valores efímeros o temporalmente condicionados, sino a los sólidos valores de la naturaleza humana, racionalmente interpretada y a los valores del espíritu y del trascendente que se revela en todas las cosas. Hay que substituir a la escuela tradicional, destinada a la «elite» de los nobles y de la burguesía, escuela de conocimientos verbales y librescos, por una escuela hecha vida, capaz de responder a las exigencias de una promoción generalizada, de una técnica en continuo progreso y de la investigación que ayuda a resolver los problemas actuales siempre más complejos y de urgencia inmediata. Es necesario que la enseñanza reintegre a su pleno derecho las dimensiones afectivas, sociales, artísticas y humanísticas que el intelectualismo amenaza de hacer perder. Los antiguos pensaban que la mente podía fortalecerse por la repetición de los ejercicios memorísticos de la misma manera que los músculos, mientras que la nueva revolución cultural, preanunciada por J. E. Pestalozzi, nos enseña que la ciencia debe aprenderse por medio de la experiencia, lo mismo que Aristóteles, quien, en el estudio de las ciencias naturales llevaba a sus alumnos a los jardines, a los campos y a los bosques y allí examinaba y disertaba sobre estos, insistiendo sobre la importancia de observar lo que sucede a nuestro alrededor. El maestro actual debe estudiar las actitudes, la estructura psicológica de cada alumno y sus inquietudes morales, sembrar en abundancia la semilla del consejo y del diálogo interpersonal y debe también preparar el terreno con la observación y el conocimiento de las taras y heridas que el alumno trae de la familia y del ambiente, estudiar las reacciones y su crecimiento, estar atento para aprovechar los momentos favorables y conocer concreta y adecuadamente a quien enseña, y las condiciones psicológicas de sus alumnos, tanto y más de lo que enseña. Es decir, que resulta indispensable una sólida formación pedagógica, para conseguir, mediante el ejercicio, el dominio de sí mismo y la disponibilidad a toda prueba; al igual que crear en el alumno las aptitudes para hacerlo vibrar el unísono, con la gran sinfonía de todo el universo59. Así el macrocosmos extrínseco y material dirá de sí una gran palabra al microcosmos intrínseco y espiritual, uno y otro regulado por el Autor de la materia y del espíritu, con infinita sabiduría y amor. 59 Tomado del Diccionario del saber moderno. Pedagogía. Voz “Enseñanza”. (Fuente referenciada conforme al original). 160 Y este Amor que ha creado, mueve y gobierna el universo, gobierna y rige también la historia y la evolución de la humanidad entera y todo lo dirige a un fin, quizá oculto a nuestro pensamiento entre la oscuridad del tiempo presente, pero fijado por el ab aeterno, para aquella gloria que de Él narran los cielos y que espera del amor del hombre, a quien ha concedido llenar la tierra y dominarla con su trabajo60. Aparece claro de lo dicho, que la educación, aunque pase de los padres a los educadores, no puede ni debe perder su unidad de dirección, bajo pena de traicionar la voluntad de los padres, los cuales, si confían a sus hijos a extraños no es para destruir los buenos sentimientos que han inculcado en ellos, ni mucho menos para crear conflictos en la conciencia de los jóvenes, sino para que los purifiquen de los defectos en que los padres incurren por su limitada cultura, pero sin crear ningún derecho en los profesores de distorsionarlos con doctrinas pseudo-científicas o abiertamente corruptoras. Y por último, resulta igualmente claro: - Que los padres, en conciencia, deben escoger la mejor educación para sus hijos. - Que tienen el derecho y el deber de escoger los planteles o los centros educacionales que estiman más oportunos para su conveniente educación, e informarse suficientemente sobre la filosofía adoptada por el centro. - Que los profesores están obligados, en conciencia, a interesarse y colaborar en la realización de los ideales o filosofía del centro educativo, bajo pena de faltar a la ética profesional y para corresponder a las exigencias de los padres de familia. De todas maneras, es mejor renunciar honestamente a la cátedra, que violar los compromisos adquiridos a través del plantel con los padres de familia, quienes, a su vez, tienen el derecho y el deber de exigir se respete su voluntad y los fines que se proponen en la educación de los hijos. EL ESTADO EN LA EDUCACIÓN La ley natural comprueba claramente que el hombre está inclinado a la sociedad y que, prácticamente, los hombres viven en sociedad para ayudarse unos a otros a conseguir aquellos bienes que con dificultad pudieran alcanzar singularmente o como familia. Uno de esos grandes bienes que la familia sola no puede alcanzar en forma adecuada es la educación de los hijos; especialmente en nuestros tiempos en que 60 Tomado de la alocución del Papa PIO XII a la Pontificia Academia de Ciencias, el 21 de Febrero de 1943. (Fuente referenciada conforme al original). 161 la cultura es tan vasta, la especialización tan necesaria e impelente y los recursos que exige tan desproporcionados a las capacidades económicas de la familia. Es indispensable, pues, la intervención del Estado. Claro está que la legítima autoridad debe proporcionar esos bienes: - Universalmente a todos, sin distinción de: sexo, raza, religión, política o económica. - En la forma más eficiente posible, para no defraudar las expectativas de los padres de familia, que pagan impuestos con el fin de tener un buen servicio; especialmente en cosa de tanta responsabilidad como es la educación y también porque la sociedad hoy así la necesita para proveer convenientemente a todas sus necesidades. - Sin manipularla por espíritu de partido, porque eso ofendería la justicia distributiva. - Con todas las especializaciones que exige hoy una sociedad tan diversificada y tan necesitada de nuevas técnicas. - Y, por fin, sin impedir ni obstaculizar la iniciativa privada o de los que quieren educar libremente a sus hijos según sus particulares fines y condiciones. Por esto, aunque las democracias admiten diversidad de partidos, es injusto, bajo todo punto de vista, que el partido triunfante gobierne y favorezca a sus compartidarios en forma parcial y privilegiada; porque el gobierno es para el bien de todos los ciudadanos, independientemente de los caminos que se usan para escogerlo. El Estado es una «dirección», más que una denominación, así como sería contrario a la ley moral una manipulación autoritaria y partidista de la educación, como instrumento de dominación política, como la exigen de ordinario, los estados totalitarios (comunista, fascista, nacional socialista, militarista) y en general los gobiernos absolutos, donde el poder se extralimita, exigiendo una jurisdicción cada día mayor sobre la vida de las personas y de las familias y reduciendo y conculcando arbitrariamente las legítimas libertades de los ciudadanos: modelando al hombre a su imagen, esclavizándolo para fines frecuentemente inmorales y al antojo de las dictaduras, puesto que es propio de los gobiernos totalitarios crear oficinas de control y centros que elaboren las ideologías y las formas publicitarias para dominar las masas, teniéndolas como drogadas con la propaganda y los lavados de cerebro. Las dictaduras, entonces, deben considerarse como formas anómalas de gobierno y como opresoras de la legítima libertad, porque con frecuencia se extralimitan con el abuso del poder: violando la justicia, llenándose de exageradas sospechas, organizando las persecuciones inmotivadas, creando una elite de burócratas y 162 preparando muchos conflictos nacionales e internacionales, porque, casi siempre, se apoyan en el poder de las armas y, según lo enseña la experiencia, tiende a la exaltación de los valores guerreros y militares. Y en los mismos gobiernos democráticos no es raro encontrar que se patrocinan luchas de partidos, acudiendo a las armas o a la violencia bajo mil pretextos y acariciando proyectos de hegemonías políticas y militares, gastando sumas ingentes en armamentos que, pronto o tarde, desembocan en las guerras. Es también oportuno, como dice De Azevedo 61, que los gobiernos desplacen la libre competencia, particularmente en el terreno económico, artístico y educativo y sin dejar de ejercer el control indispensable facilitar y propiciar la mayor cantidad de iniciativas privadas. Todas esas organizaciones como los sindicatos, las cooperativas, las asociaciones y escuelas particulares, deben ser acogidas como salvaguardia de la libertad y estímulos de la libre competencia. Pero, según Monod62, dos tareas importantes parecen convenir a los gobiernos en éste período de la historia y en el campo educativo: Instalar o mantener, como iniciativa de extensión cultural, la alfabetización de adultos, los cursos de capacitación a todos los niveles, la ampliación de los cupos en los centros de educación superior y, en general, la especialización postescolar, según las necesidades de las regiones, para calmar las inquietudes de tanta juventud y encaminarla a un trabajo útil y estimular el perfeccionamiento cultural de los ciudadanos. En este aspecto los buenos gobiernos deben evitar a todo trance el demasiado centralismo de las industrias, de los beneficios del Estado, del progreso y de la acumulación de la riqueza y desplazarla hacia los departamentos y las regiones menos favorecidas. Esto es de justicia social. Asegurar a la ciencia su existencia y su progreso, creando estímulos a la investigación científica, porque los beneficios de los descubrimientos aumentan el bienestar de la comunidad. Pero por el hecho que importan grandes costos sólo puede afrontarse y desarrollarse con los recursos del Estado. El doctor Medellín63 añade otra, de ponderada importancia, la organización y el desarrollo de los estudios de post-grado, de acuerdo con las necesidades del país. Es muy útil, bajo todo punto de vista, que en estos tiempos de progreso extraordinario de las ciencias y de las técnicas, haya quien se ponga a la vanguardia en la educación en la vida actual y el Estado debe aceptar, de buena 61 Tomado de DE AZEVEDO, Op. Cit., p.303. Tomado de MONOD, G. citado por DE AZEVEDO, Ibid. 63 Tomado de MEDELLIN, C. La Universidad Conflictiva. Bogotá, 1976. p.138 y sgts. (Fuente referenciada conforme al original). 62 163 gana, la colaboración y ayudar a sostenerla, puesto que de ordinario le cuesta menos y la aprovecha más, particularmente cuando las instituciones han dado pruebas suficientes de seriedad y de trabajar para el bien y la elevación del pueblo. 164 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO DIECISIETE LAS CARRERAS TECNOLÓGICAS Nombre – historia – legislación La educación moderna necesita: Dar más importancia a la investigación. Mayor intercambio de información y experiencia. Mayor clasificación de los objetivos docentes. Concordar el planeamiento educativo con el desarrollo del país. Estimular el perfeccionamiento profesional de los docentes. El cambio de la metodología educativa. Más uso de medios audiovisuales. Fomentar las carreras cortas y más conformes al desarrollo del país. Asociar estrechamente formación moral y trabajo. Hacer de la tecnología un método rector del proceso educativo. Individualizar y personalizar al máximo la educación. Conferencia Internacional de París, 1965 Referenciado conforme al original. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La tecnología es una rama de la ciencia y de la educación, relativamente moderna, como moderno es su nombre, usado por primera vez por el Abad Girard en 1750. Pero el uso de la técnica y el anhelo de la tecnología es tan antiguo como el trabajo humano, basta recordar: la torre de Babel, el vuelo de Ícaro, la medición de la altura de las pirámides por Empédocles, la máquina voladora de Leonardo da Vinci. Sin embargo, la tecnología se ha perfeccionado día a día en nuestro siglo XX, hasta alcanzar su increíble desarrollo y su terrible imperio de muerte, si se piensa en todos los medios de destrucción que se han inventado desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora. El término se deriva del griego TEKNE = arte, oficio, profesión y LOGOS = ciencia, que designa la aplicación de los métodos científicos, especialmente de la matemática, la física y la química, al trabajo y a las profesiones con su utillaje de materiales, procedimientos y bases científicas fundamentales, con miras especialmente a la producción industrial, pero también a todos los asombrosos descubrimientos que hemos experimentado y experimentamos todos los días. En su desarrollo podemos distinguir tres etapas: Primera Etapa. Un tanto primitiva y cuyos primeros cultivadores más apasionados fueron: John Locke, 1632 – 1704, en Inglaterra; Jean Le Rond D’Alembert, 1717 – 1782, en Francia; Denis Diderot, 1712 – 1784, en Francia y J. Beckmann, en Alemania. Locke, en su libro La Educación64, propone la práctica de un oficio tanto para los hijos de los obreros, como un medio de cultivar los sentidos, desarrollar la fuerza física, hacerles adquirir destrezas y procurar una diversión provechosa. D’Alambert, autor del Tratado de la Dinámica65 expone y teoriza los métodos empleados por los obreros de París en sus pequeñas fábricas, talleres y manufacturas. Diderot, autor de Plan dé une Université, ve en la tecnología una fuente de renovación pedagógica y fundamenta la tecnología como una nueva disciplina educativa, él dice: “Estos conocimientos poseen un atractivo especial para quien tiene curiosidad, como cualidad primaria. Por otra parte, hay en las artes mecánicas más comunes un razonamiento tan preciso, tan complicado y sin 64 Tomado de OLLION. La Philosophie Generale de Locke. París, l909. (Fuente referenciada conforme al original). 65 Tomado de D´ALAMBERT. Tratado de la Dinámica. Paris, 1979. (Fuente referenciada conforme al original). Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. embargo, tan luminoso que no puede admirarse bastante la profundidad de la razón y del genio del hombre”66. J. Beckmann funda en Alemania y en la Universidad de Gontigen (Gotinga), los cursos de tecnología y, más tarde, amplía su campo en los cursos de «Tecnología comparada»67. Pero en realidad, estos no son sino los primeros pasos que se reducen, en gran parte, a descripción empírica de las máquinas y de los instrumentos de trabajo y el nombre mismo resulta inadecuado. Sin embargo, este concepto quedó más o menos inmutado y hubo quien, como Espinas 68, hizo remontar la tecnología hasta los romanos y los griegos. Segunda Etapa. El conato de implantar la tecnología como disciplina educativa se proyectó en un encuentro internacional, celebrado en Sévres, Francia, en 1956, donde emergieron los siguientes principios69: La enseñanza tecnológica es una verdadera disciplina educativa, por esto no es sólo una preparación a la vida profesional, sino también medio de la formación de la personalidad. En consecuencia, es necesaria para descubrir aptitudes y preferencias en los jóvenes y darles el medio de comprender y mejorar el mundo en que viven. En efecto, en la mayoría de los países europeos se ha desarrollado una tecnología que ha hecho progresar enormemente las industrias, haciendo alcanzar grande prestigio a los tecnólogos especializados por encima de los mismos altos profesionales y que asume diversas formas, según las diversas industrias en que se aplica y las condiciones locales en donde se desarrolla. En dicho encuentro internacional se determinaron también las características esenciales de las carreras tecnológicas, que son: LAS FINALIDADES: La tecnología como educación social, cuya idea directriz es que la escuela no debe apartarse del mundo del trabajo. Tecnología y formación humana, facilitando e inculcando el trabajo en grupo que tiende a facilitar la inserción del alumno en un grupo social y a través del trabajo manual, despertar la dinámica de grupo. 66 DIDEROT, Denis, Plan dé une Université. París, 1776. (Fuente referenciada conforme al original). Tomado de BECKMANN, J. Anleitung Zur Techologie. 1780. (Fuente referenciada conforme al original). 68 Tomado de ESPINAS, Los orígenes de la tecnología. Barcelona. (Fuente referenciada conforme al original). 69 Tomado de Diccionario del saber moderno. Op. Cit., p.192 y sgts. (Fuente referenciada conforme al original). 67 167 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Tecnología y disciplinariedad, con el uso del método analítico, que consiste en utilizar los conocimientos, desprendiéndolos del análisis de un objeto o de un artefacto, o de una de sus propiedades, esto es, del análisis de lo real. Tecnología e interdisciplinariedad, utilizando el método de los proyectos, que convierte el estudio en un problema técnico fundamental, que polariza las otras materias y las vuelve centro de interés para el grupo, con el fin de concretizar y sintetizar siempre más los conocimientos, encaminándolos al trabajo. LAS FORMAS PEDAGÓGICAS Pueden ser de cuatro maneras: La tecnología como tema rector. La enseñanza temática, cultural o técnica se desarrolla a partir del tema tecnológico, concentrando en él todos los otros conocimientos. En este caso, lo ideal sería un solo profesor con poquísimos colaboradores y quizá desaparecerían los horarios para cada disciplina, quedando todos encaminados a la preparación tecnológica. La educación tecnológica, aúna y corona. Las materias enseñadas por los distintos profesores y los alumnos encuentran en la tecnología el campo de aplicación de sus conocimientos teóricos. La tecnología como disciplina autónoma, dispone de sus propios horarios y se desarrolla sin conexión institucionalizada con las otras disciplinas. En este caso, debe definir bien sus propios límites y tener locales aptos y profesores especializados en la materia. La tecnología como motivación. Todos los profesores de las distintas disciplinas están llamados a relacionarse e ilustrarse con las materias tecnológicas, que serán el punto de partida de toda enseñanza, así la formación tecnológica resulta integral y más eficaz. El Tercer Seminario Internacional organizado por la U.R.S.S. en Sofía, Bulgaria, en 1965, sintetizaba así los objetivos de la enseñanza tecnológica: Establecer una relación más estrecha entre la escuela y la vida, motivar y orientar a los alumnos hacia la enseñanza técnica propiamente dicha y desarrollar en ellos la reflexión técnica y científica. La educación técnica vigente en todos los países del Este es obligatoria y generalizada, empezando de las escuelas primarias y perfeccionándose y especializándose siempre más en otros niveles, hasta el noveno y décimo grado, 168 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. en donde la enseñanza politécnica motiva y orienta todas las otras enseñanzas teóricas. En Rusia, desde tiempo, se puso término a la distinción entre trabajo intelectual y manual, que en el Occidente es un verdadero tabú, gravemente discriminatorio. Creyendo al libro La escuela politécnica humanista de los países tras la «cortina de hierro», en Rusia, las varias secciones “ponen sus amplias capacidades de investigación, principalmente al servicio de las ramas industriales, determinantes de la estructura de la economía socialista... Su tarea más urgente fue desterrar para siempre, de la universidades y escuelas superiores las doctrinas falsas, enemigas de la ciencia y de la humanidad, las ideologías del militarismo mesiánico y revanchista, dominador del mundo”70. Tercera etapa. 1965 – 1980. La tecnología se vuelve el campo privilegiado de todas las invenciones. Se ha desplegado en todos los dominios de la ciencia y se ha revelado en forma espectacular en los más recientes, como: la electrónica, los satélites de comunicaciones internacionales, la astronáutica, las computadoras, los aparatos transistorizados, los cohetes teledirigidos, los cohetes interplanetarios, los aviones supersónicos e hipersónicos del futuro pueden considerarse como obras maestras de la síntesis tecnológica. La tecnología realiza el mandamiento dado por Dios a los hombres: “Sed fecundos y multiplicaos y dominad la tierra” (Gn. 1, 28). Mediante la tecnología el hombre llega no sólo a dominar su medio ambiente, sino a crearse un mundo nuevo, como el urbanismo revolucionario futurista, los paisajes y los climas transformados y las lluvias artificiales. La tecnología tiene la llave del futuro y su tentación es LA TECNOCRACIA, esto es, el gobierno del mundo por las síntesis tecnológicas, que se llama CIBERNÉTICA. Por último, se llama Tecnología una doctrina filosófica que estudia las reglas y procedimientos generales de la técnica y sus relaciones con los diferentes estados de cultura. Se considera como una parte de la Praxeología, que abarca todas las manifestaciones colectivas de la voluntad, ya espontáneas, ya reflejas. Esta nueva rama de la filosofía está relacionada con la epistemología, la sociología y la cibernética. La moción de evolución se trasladó, del campo biológico, a la civilización moderna, constituyendo la interacción entre continuación y cambio, entre conservación e 70 JESUALDO. Buenos Aires : Editorial Lozada. p.141. (Fuente referenciada conforme al original). 169 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. innovación, introduciendo la sociología educativa particularmente en la enseñanza superior y adaptando las universidades al medio social del industrialismo. La tecnología educativa resulta ser el problema crucial de nuestros tiempos y en todos los países, tanto de los más avanzados, como aquellos en vía de desarrollo71. En muchos países, y particularmente en Norteamérica y en Rusia, el nombre de universidad se aplica sólo a los institutos de educación profesional y se desarrollan y prosperan siempre más los institutos superiores de especialización e investigación tecnológica, tanto como carreras intermedias y terminales, cuanto como facultades, masterado y doctorado 72. LA LEGISLACIÓN DE LA UNESCO TECNOLÓGICAS Y PROFESIONALES SOBRE CARRERAS TÉCNICAS, En los años 1960 – 1964, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y la O.I.T. (Organización Internacional del Trabajo), emanaron un reglamento a favor de los Estados miembros para: determinar la evolución general hacia las carreras técnicas, tecnológicas y profesionales, precisar mejor los objetivos, las esferas de competencias y los principios que deben regir la formación profesional de técnicos y tecnólogos. El documento Enseñanza y formación técnica y profesional 73 abarca una introducción, un prólogo y el cuerpo de la legislación. He aquí las principales reglas, sintetizadas para mayor brevedad: INTRODUCCIÓN Afirma la íntima conexión que debe existir entre la escuela y el medio técnico profesional, por estar «estrechamente vinculados entre sí». Por el hecho de que la UNESCO y la O.I.T. se unen para complementar las dos organizaciones en la materia y aunar esfuerzos, resalta que toda la educación, particularmente intermedia y superior, debe estar enderezada al trabajo, en todos los niveles. Quieren poner a disposición de los Estados miembros «un conjunto de normas coordinadas, en que podrán inspirarse para organizar y desarrollar 71 Tomado de Diccionario del saber moderno. T. Filosofía. Bilbao : Mensajero, p.527 y sgts. (Fuente referenciada conforme al original). 72 Tomado de BEN DAVID y ZLACZOWER. La universidad en transformación. Barcelona : Seux Bavial, p. 78 (Fuente referenciada conforme al original). 73 Tomado de UNESCO, OIT. París, 1964. (Fuente referenciada conforme al original). 170 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. progresivamente un programa completo en materia de formación profesional y de enseñanza técnica». Aspira a que todos los que «tienen responsabilidad en materia de formación y educación» y de «administración de la formación profesional y técnica» y en las mismas organizaciones de trabajadores, cámaras de comercio e industrias y «los mismos educadores e instructores» los tengan particularmente en cuenta para «la aplicación práctica más apropiada, en cada país, a su grado de desarrollo». Reconoce «que la enseñanza técnica y profesional es esencial para mantener la compleja estructura de la civilización moderna y el progreso económico continuo» y por esto «debe preparar las personas a vivir en una época de grandes progresos científicos y tecnológicos». ALCANCE Y DEFINICIONES Se distinguen los siguientes niveles en la preparación profesional: «Trabajador calificado», el que «ha cursado una enseñanza y recibido formación general para el ejercicio de una profesión». «Técnico profesional», el que tiene «una preparación científica y tecnológica intermedia». La formación de «Cuadros superiores», se aplica la categoría de «estudios superiores». LA EDUCACIÓN Y EL PROGRESO CIENTÍFICO La UNESCO auspicia que la educación profesional técnica y tecnológica, contribuya también «a desarrollar la personalidad y el carácter, a fomentar la capacidad de comprensión, juicio, autoexpresión y adaptación a las circunstancias» y una formación cultural adecuada para que la técnica no ahogue otros intereses más amplios. Que la educación técnica no esté constituida únicamente de conocimientos teóricos, sino de una participación activa en la vida de la producción y en los logros de la técnica, para «comprender mejor el mundo en que vive» y mucho más para «adecuarlos a la evaluación tecnológica con una formación científica básica más amplia que le permita adaptarse rápidamente a nuevos métodos de trabajo y que les permita mejorar (siempre más) su situación profesional». 171 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Que las facilidades que se prestan de ordinario a los hombres se extiendan, en igualdad de condiciones y de derechos a las mujeres, para tener «iguales posibilidades de acceso a todas las clases y categorías de la enseñanza técnica y profesional». PRINCIPIOS Y OBJETIVOS GENERALES Mantener el equilibrio adecuado entre temas generales o humanísticos, científicos y especializados, evitando la proliferación de asignaturas. Los planes de enseñanza técnica profesional deben tener en cuenta la rapidez de la evolución de la tecnología, para que la enseñanza esté adaptada a las necesidades de la época. Garantizar, con la adaptación de los programas, que «los alumnos puedan proseguir su formación hasta alcanzar el nivel que le permita su capacidad» y adoptar las medidas oportunas que les garanticen esas posibilidades de acceso. Determinadas enseñanzas técnicas y profesionales deberían hacerse accesibles a las personas incapacitadas física o mentalmente con miras a su integración a la sociedad. El planeamiento de la enseñanza técnica y profesional debe hacerse en consulta con las partes interesadas de la industria, la agricultura y el comercio. Dicho planeamiento debe hacerse en conformidad con el plan de desarrollo, con previsión sobre la demanda futura de personal y especialmente atendiendo a los datos demográficos de cada región. ORGANIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA En las escuelas primarias debe preverse algún medio de infundir en los niños el gusto y el respeto al trabajo manual, acostumbrándolos a la observación y al esfuerzo creador, despertando en ellos una visión inteligente de los problemas prácticos del hogar y de la comunidad, para complementar la instrucción adquirida y relacionar lo que aprenden, en la escuela, con la vida. En la enseñanza secundaria hay que incluir en el «pensum general» ciertas materias técnicas y hacia el final de los estudios, ofrecer información suficiente para la elección de las carreras profesionales. En todo sistema de enseñanza técnica y profesional debe mantenerse un alto grado de flexibilidad y proporcionar: 172 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - Diversidad de especializaciones. - Adaptabilidad. - Posibilidad de hallar una solución adecuada a los problemas de la enseñanza técnica. - Posibilidad para el estudiante de continuar los estudios, puesto que la necesidad del desarrollo así lo exige; y para alentar a los jóvenes a seguir las carreras técnicas, hacer lo posible para que resulten atrayentes, eficaces y verdaderamente instructivas. Los países en vía de desarrollo deberán examinar la oportunidad de establecer servicios conjuntos para la enseñanza técnica y profesional, sobre todo a nivel superior. La enseñanza especializada deberá basarse en una amplia educación científica y técnica, que permita a los especialistas mantenerse al corriente de la evolución científica y del progreso técnico. Es conveniente que en cada región se creen escuelas técnicas y profesionales que aseguren una demanda constante y previsible de sus egresados. Las autoridades, los cuerpos docentes y las organizaciones de trabajadores y empleados deben ayudarse y consultarse mutuamente en relación con el planeamiento de los proyectos de enseñanza técnica, creando para esto, si es posible, comisiones asesoras, tanto nacionales como regionales. Deberían también proyectar estudios de las necesidades locales de mano de obra y asesorar a sus respectivas instituciones en todo lo que guarda relación con las necesidades inmediatas o previsibles de los usuarios. En los comités de asesoramiento deberían figurar: - Representantes de las autoridades de planeamiento. - De las diversas ramas de la actividad económica. - De los sindicatos y organizaciones de trabajadores. - De las organizaciones de empleadores. 173 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - De la asociación de profesores, alumnos y exalumnos. - De las agencias públicas de colocación. - De otras organizaciones competentes, sobre todo asociaciones de técnicos e ingenieros. PLANES DE ESTUDIO Que en lo posible los cursos técnicos se organicen según los modelos propuestos. Las carreras tecnológicas deben proporcionar programas terminales y posibilidad de continuar estudios universitarios. Los programas de enseñanza tecnológica y profesional deberían comprender el estudio del idioma extranjero más apropiado para que los estudiantes puedan mantenerse al corriente de la continua evolución de la técnica. Los técnicos y persona de cuadros superiores deben estudiar los aspectos sociales y económicos de su especialidad, para utilizar armoniosa y eficazmente los recursos humanos disponibles. Las autoridades competentes deben procurar que los estudiantes reciban una educación integral, dedicarse a desarrollar su personalidad y la facultad de raciocinio, así como el sentido de los valores éticos y el cumplimiento del deber en el orden moral, social y profesional. Deben preverse las necesidades futuras del personal especializado, para continuar sus estudios hasta el límite de sus posibilidades. Para ingresar a los estudios especializados es conveniente establecer normas enderezadas a evitar una proporción excesiva de los que abandonan los estudios y una buena orientación para llevar a los alumnos a tomar conciencia de sus posibilidades y para fijarse una meta bien definida, con servicios de orientación bien establecidos y accesibles; así mismo, sería aconsejable que esta misma orientación se estableciera en todas las escuelas. PERSONAL DOCENTE Al seleccionar el personal docente y al capacitarlo deben tenerse en cuenta los requisitos de la doble función que deberán ejercer: las obligaciones pedagógicas y el trabajo de la investigación en su respectiva área. 174 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Mantener el justo equilibrio entre las áreas pedagógicas y el trabajo de investigación, para conseguir resultados efectivos y elevar el nivel de la enseñanza. Las condiciones de trabajo y el horario deberían permitir actividades de esta índole. Los profesores de materias científicas, en lo posible, deberían tener las mismas condiciones de los que enseñan en las facultades, pero los profesores de ciencias básicas deben estar en contacto con los profesores de ciencias aplicadas para un desarrollo lógico de la enseñanza. En general, el personal docente de los institutos tecnológicos o facultades deben tener grado en educación superior universitaria, porque no sólo tendrán que enseñar, sino también dirigir la investigación, y los profesores de materias especializadas deben tener suficiente experiencia en su materia. A fin de mantener vínculos más estrechos con la industria, el comercio, etc., es conveniente invitar frecuentemente a los que trabajan en esa esfera a dictar cursos o conferencias en los establecimientos de enseñanza técnica sobre materias especializadas. Promover estudios para postgraduados, con el fin de atraer a la enseñanza y a la investigación a los mejores graduados y conseguirlos también a través de concursos y ayudando a los mejores graduados con becas o subvenciones. El personal docente debe recibir o poseer una formación especial, incluyendo cursos de pedagogía, para desarrollar sus capacidades didácticas y mejorar su competencia técnica. Sería aconsejable la orientación metodológica a cargo de especialistas. DIRECTORES Y OTRO PERSONAL El cargo de rector de establecimiento técnico debería confiarse a personas altamente competentes, por lo menos en una de las especializaciones y que tuviese experiencia, tanto docente, como práctica. Las instituciones de enseñanza técnica y profesional deben contar con: - Asesoramiento y orientación a los estudiantes. - Preparación, inspección y coordinación del trabajo práctico y experimental. - Conservación de los instrumentos, aparatos y herramientas de talleres y laboratorios. 175 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. MÉTODOS DE LA ENSEÑANZA En la enseñanza técnica y profesional deberán utilizarse los métodos experimentales y la escuela activa, responder sobre los últimos adelantos científicos y técnicos y prepararlos para que por sí mismos puedan adaptarse a los cambios. Los trabajos prácticos y la investigación deben enseñar a los alumnos a resolver los problemas que se plantean en cada área y comprender ejercicios escalonados de dificultades crecientes realizados bajo vigilancia, así mismo las ciencias exactas y naturales deben hacerse con aplicaciones prácticas y con método experimental. Las materias generales deben ser escogidas cuidadosamente según el tipo de escuela, igual que los textos y el material audiovisual y buscar métodos nuevos de enseñanza. EVALUACIÓN DE LA ENSEÑANZA Las autoridades competentes deben tomar todas las medidas necesarias para controlar la enseñanza de los profesores, así como los conocimientos asimilados por los alumnos. Pueden utilizarse estos principios generales: - Un sistema de evaluación completo debe dar la idea no sólo de los conocimientos adquiridos y las prácticas, sino también del nivel educativo, cultural, social y de clase. - Al seleccionar y aplicar las técnicas de evaluación tener en cuenta no sólo el uso inmediato, sino el empleo a largo plazo de los datos. - Adaptarse a las características y exigencia de la escuela. - Hay que tener en cuenta también la evaluación que los mismos alumnos hacen de sus propios méritos, para que ellos mismos tengan una conciencia clara de sus progresos. - Explicar a maestros, padres y alumnos los supuestos básicos, propósitos y objetivos inmediatos de los métodos de evaluación. - Métodos de corrientes de evaluación: exámenes, notas de clase, calificación de trabajos y prácticas, pruebas de capacidad general, observaciones, cuestionarios, entrevistas y examen médico. Los datos obtenidos en el examen de ingreso 176 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. podrían servir como apreciación inicial de las actitudes del alumno. Tomar medidas oportunas para una evaluación continua. INVESTIGACIÓN Estimular la investigación a todos los niveles, pero principalmente: - Investigación científica y técnica en los mismos establecimientos. - Investigación aplicada a la evaluación y orientación de planes de estudio de enseñanza técnica para una región o un país. - Investigación pedagógica aplicada a la enseñanza técnica profesional, a sus métodos, medios de acción, uso de equipos, etc. Para que los problemas de la enseñanza técnica sean estudiados en un nivel más elevado y favorecer el estudio de los mismos a nivel internacional, los Estados miembros deben crear, en su territorio o en varios de ellos, una cátedra de enseñanza técnica y profesional especializada. COOPERACIÓN INTERNACIONAL Los Estados miembros deben cooperar en la esfera de la enseñanza técnica y profesional, aún con la ayuda de organizaciones internacionales. Esta cooperación bien coordinada, debería abarcar principalmente: - Intercambio de informaciones y documentos técnicos. - Organización de seminarios y grupos de trabajo sobre temas. - Concesión de determinadas becas de estudio y de viaje, envío de personal técnico o suministro de material e intercambio de profesores y estudiantes. - Facilidades para adquirir experiencia profesional en el extranjero. - Normalización progresiva dentro de un grupo de Estados, de los planes de estudio. Los Estados miembros podrían colaborar, en forma permanente, a la preparación internacional. Pero es preciso crear una opinión pública favorable a esta cooperación para evitar malos entendidos. Estar al corriente de lo que se hace en este campo, particularmente insistir y estimular la aplicación sistemática de normas internacionales en la enseñanza técnica. 177 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CARRERAS TÉCNICAS, TECNOLÓGICAS Y PROFESIONALES Es oportuno subrayar que en el documento de la UNESCO, nunca se menciona la «carrera tecnológica» como carrera aparte y netamente distinta de las carreras técnicas o profesionales a alto nivel. El mismo título del documento es muy claro: «Enseñanza y formación técnica y profesional» y cuando define los varios grados de preparación técnica, distingue exactamente: - Trabajadores calificados. - Formación de técnicos. - Formación de ingenieros. A lo largo de todo el documento continuamente recorre la sola distinción de educación técnica o profesional en el sentido del literal c), de la definición fundamental, y cuando habla de tecnología es, no de una carrera específica distinta, sino en sentido de formación y progreso científico, como lo hemos caracterizado en la última etapa de la breve historia de la tecnología y como aparece en los números 29 y 46 del documento, el único artículo literal a), en donde habla de «enseñanza técnica superior», pero nos parece, según el contexto, referirse a las carreras profesionales. Sin embargo, en Colombia, y según el parecer de los programadores del ICFES, poca o ninguna importancia se da a las carreras técnicas. Casi famosos han sido en varios congresos (por ejemplo, Bogotá, Cali, Armenia, etc.), cuestionamientos sostenidos entre el ICFES y la ACICAPI (Asociación Colombiana de Institutos de Carreras Profesionales Intermedias) prevalecientemente de carácter privado. El concepto del ICFES, hasta hace poco, era demasiado rígido porque, según él, las carreras técnicas, esto es: teórico-prácticas, o eran tecnológicas o no superaban el nivel artesanal, o al máximo podrían llegar apenas a «trabajador calificado», según el texto del documento de la UNESCO. ACICAPI, por el contrario, siempre ha sostenido que entre las artesanías y las carreras tecnológicas hay puesto para una categoría intermedia, que son las carreras técnicas que superan, de mucho, no sólo las «artesanías» propiamente dichas, sino también a los «trabajadores calificados» y son verdaderas «carreras profesionales» en donde, junto con el aprendizaje, se dan los principios racionales, técnicos, científicos y operativos necesarios que elevan la carrera de «simple oficio» o «arte» a verdadera profesión. Y de estas carreras técnicas hay un sin 178 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. número en el país, de todas las modalidades y que han preparado magníficos profesionales para las oficinas, el comercio y las industrias. Últimamente parece haberse llegado a un cierto acuerdo, acogiendo el ICFES, los reiterados reclamos de ACICAPI sobre los varios grados o niveles de la enseñanza técnica, según la calidad y el grado de cultura propia que la carrera exige. La única distinción que, a nuestro parecer existe es: que las carreras técnicas del ICFES siempre exigen el 6º de bachillerato y las otras no lo exigen obligatoriamente, pudiendo empezar después del bachillerato básico, lo que en realidad, en la cultura de este siglo XX, parece casi anacrónico. El ICFES entonces admite carreras de «técnicos profesionales» con 6º y, por lo menos, seis semestres. Parece que con base al documento de la UNESCO, las carreras tecnológicas son pura marca colombiana y más propiamente del ICFES, para hacer hincapié sobre la necesidad de una preparación científica y para el mejor ejercicio de la profesión y no puede negarse que el término es fehaciente, pero en el documento de la UNESCO no aparece. Sin embargo, se suscita una pregunta interesante ¿el documento de la UNESCO, iguala carreras técnicas y tecnológicas?, o ¿pone las carreras tecnológicas entre las profesionales altas? En efecto, cuando habla de carreras profesionales, habla expresamente de ingenieros, pero habla también de «cuadros superiores» lo que puede entenderse o de cuadros post-grado, o de otros cuadros de estudios superiores, como por ejemplo, los «cuadros tecnológicos». En este caso serían plenamente justificadas, en el documento, las carreras tecnológicas y tuvieron distinción especial, su grado de relativa independencia, su mayor grado de exigencia científica y serían un estímulo a la organización de dichas carreras, como una especialización perfectamente marcada con el calificativo de «científica», como lo exige el mismo nombre. Fuera de allí serían ¡una verdadera desilusión! En nuestro Centro de Estudios Superiores María Goretti así lo entendemos y queremos trabajar para que alcancen y merezcan siempre más el carácter de carreras técnicas, científicas e investigativas, cada una en su ramo. 179 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO DIECIOCHO LA ENSEÑANZA POLITÉCNICA EN COLOMBIA «Las estructuras del Estado colombiano no son las más indicadas y las más fuertes y ágiles para permitir un desarrollo armónico y equilibrado... Parece que todo el vigor de los partidos, se limita a dividirse nacional, departamental y municipalmente todo el botín burocrático, (junto) con una más alta ineficiencia, una baja productividad y un aumento creciente de ambiciones y reparto de puestos. EL EJECUTIVO..., pues, debe buscar una reforma básica y substancial que permita generar frutos y satisfacer necesidades populares». Fabio Echeverri Correa «El sistema educativo no es una cuestión ajena a la vida pública... Y los filósofos de la política han planteado la íntima relación entre el tipo de sociedad... que se anhela instaurar y el estilo de la educación que ofrece... El examen de la historia reciente confirma la enorme capacidad del país para alcanzar aquellos objetivos que logran convertirse en propósitos nacionales, pero al mismo tiempo destaca la necesidad de revisar el patrón de crecimiento adoptado durante el tercer cuarto de siglo». Fernando Cepeda Ulloa Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La economía colombiana 181 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La enseñanza politécnica en Colombia se ha implantado desde hace pocos años, pero debemos convenir que se ha desarrollado a pasos agigantados. No se ha podido hacer más: Por la proliferación exorbitante de los bachilleratos académicos, que se organizan más fácilmente, porque cuestan menos, producen más y dan a los alumnos las ínfulas de superhombres destinados, por derecho propio, a la universidad, hecho básico para los hijos de la burguesía. Pero el pueblo se contagia tan fácilmente que aún los hijos de los pobres optan por el bachillerato académico, y al final se encuentran con la cabeza llena de ideas y con las manos vacías para el trabajo; especialmente porque por un instinto ciego, se ha quitado de la enseñanza aquel poco de trabajo técnico para hombres y artes femeninas para las mujeres, que antes existía como indigno e inútil para la gente llamada a la presidencia de la República. Porque no es fácil tener locales aptos, maquinaria y equipos, instrumentos y medios para implantarlas en todas las escuelas y colegios y, lo que más falta, son los profesionales adecuadamente capacitados en cada materia; porque los mismos profesores rehuyen de todo trabajo práctico, mucho más si hay que ensuciarse las manos o es de cualquier manera pesado. Por esto, en las mismas escuelas técnicas no se ha superado el método teórico y la gran mayoría de profesores son todavía demasiado abstractos y con pocas aptitudes para utilizar el experimento. A su vez, y en una gran parte, los profesores de las materias que más se prestan para la experimentación, como la física, la química y la biología no siempre utilizan los laboratorios para despertar inquietudes e inventivas en los alumnos, sino casi sólo para aclarar las ideas y las teorías enseñadas, lo que no es en realidad muy provechoso y el alumnado queda, en gran parte, completamente pasivo, o máximo no hace sino repetir lo experimentado por el profesor. Es preciso que el profesor se motive más y adquiera a través de su misma experiencia y de los experimentos más dominio de la materia y más variedad de experiencias, por eso es necesario que utilice los laboratorios siempre en mayor escala, aún en horas extras, para infundir en los alumnos más interés por la práctica y el experimento y exigir que repitan y ejecuten nuevas experiencias e investiguen sobre la forma de construir por sí mismos los aparatos y conseguir por sus propios medios, muchas cosas útiles a su vida de estudiantes y al hogar. En una palabra, la enseñanza tecnológica en la escuela colombiana está todavía en un nivel instruccional, pero no es fuente de inquietudes, ni de experiencias personales, ni mucho menos mueve a investigar y perfeccionar el conocimiento, relacionándose con el mundo del trabajo y de la vida. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Un paso importante son los bachilleratos técnicos que han diversificado la educación, al lado de los bachilleratos académicos que se han constituido en un verdadero tabú y que han alejado de la vida y del ambiente social a los jóvenes, encerrándolos en un mundo platónico y deformando así sus mejores capacidades de trabajo. Y esto hasta el punto que, mientras en los congresos y conferencias internacionales se insiste tanto sobre la necesidad de la enseñanza técnica en la misma primaria y en el bachillerato, aquí, entre nosotros, en los colegios se han quitado completamente los oficios manuales y las artes femeninas, bajo el pretexto que no hay tiempo. Estos bachilleratos técnicos deben multiplicarse, diferenciándolos siempre más y adaptándolos a las regiones y al nivel de desarrollo de cada departamento, pero es indispensable hacer aterrizar la enseñanza y llenarla de contenido práctico y orientarla hacia el trabajo. A esto ha contribuido decididamente la Obra María Goretti con sus especializaciones a todos los niveles y ha alcanzado, según la opinión de los supervisores de educación, a institución piloto y pionera de educación diversificada. El Gobierno lo ha reconocido, obligando últimamente a que cada plantel educativo tenga por lo menos dos especializaciones de Educación Media Diversificada 74. 74 La Obra María Goretti tiene: Una primaria para niñas que va desde kinder a quinto de primaria y en donde se enseña metódicamente, además de las disciplinas exigidas por el pensum, con maestros especializados: artes femeninas, deportes y música. Hay también una escuela especializada para artes femeninas donde se ve desde corte y confección, juguetería, floristería, bordado, tejido, hasta pintura en tela y una gama indefinida de actividades, con maestros llenos de inventiva y que se perfeccionan cada año con cursos especiales. El bachillerato básico para niñas, en donde, además del pensum general, es obligatorio: tejido y bordado a mano, dinámica de grupo, culinaria y huerta casera. Ciclo superior o de especialización técnica femenina, con cuatro bachilleratos: bachillerato técnico comercial, bachillerato de promoción social, bachillerato pedagógico, bachillerato académico y en todos estos bachilleratos es obligatoria la enseñanza de artes y oficios, entre los cuales: corte y confección, bordado a máquina y a mano, tejido a mano y a máquina, artes regionales y encajes venecianos; además de técnicas en plástico, en pirograbado, en tamo, etc. Carreras profesionales intermedias con: escuela de delineantes de arquitectura y en donde se da, además: dibujo comercial, artístico, acuarela y decoración, y escuela de auxiliar de ingeniería o topografía. 183 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Por esto el Gobierno lo ha preferido y lo ha protegido, porque se ha dado cuenta que enfoca las soluciones del angustioso problema de la desocupación y de la desmedida carrera a las universidades y al doctorado. NATURALEZA Y ORIENTACIÓN EN COLOMBIA La necesidad del desarrollo exige el elemento humano preparado a todos los niveles. El ejercicio mismo de las actividades, que son siempre más complejas, exige la división del trabajo. La estructura de la educación formal y no formal exige, junto con las carreras profesionales, programas educativos de menor duración, de acuerdo con los intereses, aptitudes y posibilidades de los bachilleres. Igualmente hay que dar una alternativa a los jóvenes que, por razones diversas, tienen que interrumpir los estudios universitarios o para los que no pudieron entrar en ellos. Hay que romper la rigidez del sistema, que ha creado el falso prestigio de las carreras profesionales largas y ha dado también una falsa imagen del hombre, haciendo pensar que los únicos que valen son los doctores, los que pasan todo el día en las oficinas leyendo el periódico, los burócratas o los parlamentarios. En todo el mundo se habla de la población económicamente activa, que son los que producen la riqueza, los adelantos y la aplicación de la técnica, los que hacen producir mejor la tierra, los recursos naturales y las industrias en comparación de los que la consumen y son económicamente pasivos, que pueden ser justificados, bajo un cierto punto de vista, a condición que no se transforme en clases burócratas. Hay que proceder con mucha prudencia. Es preciso estudiar seriamente y superar las deficiencias de la especialización técnica, la falta de orientación adecuada en el proceso educativo, acrecentar el número de las carreras profesionales técnicas en todos los niveles, adaptarlas a los recursos de cada región y a la eficiente explotación de sus riquezas. Resolver el terrible desequilibrio del mercado del trabajo, la falta de diagnóstico sobre necesidades y demandas reales y potenciales de la capacitación técnica, la imprecisión y vaguedad de los datos disponibles sobre política ocupacional y sobre los recursos todavía no explotados o explotados primitivamente, para Carreras tecnológicas, con: escuela de administración financiera, escuela de educación física, escuela de docencia en preescolar y escuela de cerámica. 184 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. preparar técnicos adecuados, reformar la legislación sobre la propiedad del subsuelo y la manera eficaz de explotarlo. Determinar siempre más y mejor las áreas de competencia, las normas para el ejercicio de la profesión y una pirámide de educación técnica muy variada y bien definida. Pero, en lo posible, todos los jóvenes deberían tener un mínimo de educación técnica, apropiada a sus condiciones y aspiraciones; se debería cerrar, si es necesario, una buena parte de los bachilleratos académicos y transformarlos en bachilleratos técnicos. Crear los mecanismos administrativos apropiados para la ubicación adecuada de los egresados de las carreras cortas, tanto a nivel técnico, intermedio y tecnológico. Estabilizar la política del proceso educativo para que haya continuidad y se de confianza a los que emprenden una carrera. Hasta ahora se ha reflejado, más o menos negativamente, en cuanto un ministro crea algunas especializaciones y el otro las abandona o desampara, dejando a los alumnos a medio camino. Muchas veces se han creado carreras sumamente útiles al desarrollo del país, pero no se ha provisto del presupuesto necesario para su funcionamiento o para asegurar el trabajo de los egresados. Caso típico es el bachillerato de promoción social, que debería elevar el nivel de la población rural y de los barrios periféricos de las ciudades, pero los egresados quedan sin un mínimo de protección por lo cual se llegará a cerrar las pocas escuelas que quedan por falta absoluta de ocupación y porvenir. Y como la categoría social en donde le tocaría trabajar no puede hacer oír su voz por sí misma (por esto los marginados), es el Gobierno el llamado a protegerla y enviar las promotoras sociales (con un mínimo sueldo), para elevar su vida (no rara vez, a nivel puramente animal). LA EFICAZ ACCIÓN DEL ICFES Últimamente el ICFES ha impulsado vigorosamente el desarrollo de las carreras tecnológicas, aunque faltan todavía en muchos sectores de la actividad humana y son insuficientes para las necesidades y el desarrollo del país; por ejemplo, en Nariño el único es el Centro de Estudios Superiores María Goretti . Se espera que, tanto la iniciativa oficial, como la privada, desarrollen nuevas carreras con el fin de impulsar el progreso y dar a la juventud medios profesionales de trabajo. El folleto publicado por el ICFES en 1978, sobre La educación tecnológica en Colombia, nos da el concepto exacto y oficial de lo que se entiende por carreras El CESMAG, en sus inicios, es la única institución que ofrece carreras técnicas profesionales y tecnológicas. 185 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. tecnológicas. Dice así: “La educación tecnológica es una modalidad de la Educación Superior, que tiene como objetivo: preparar personal técnico a nivel universitario con el fin de satisfacer los requerimientos de profesionales capacitados, planteados por la exigencia del desarrollo” 75. En otros documentos designa también el ámbito de la educación tecnológica. Carrera terminal, en el sentido de que el estudiante que ha terminado su educación tecnológica queda plenamente facultado para ejercer la profesión. En efecto, la carrera tecnológica abarca una serie de conocimientos científicos, técnicos y de aprendizaje que dan al joven un pleno dominio de la especialización escogida y lo ponen en magníficas condiciones para dedicarse de lleno y con éxito a su trabajo. Dice el folleto: “El profesional egresado de cualquiera de las carreras tecnológicas está capacitado para desarrollar diferentes actividades en un trabajo específico y especializado y también para dirigir y supervisar a otras personas en el desempeño de funciones relacionadas con su área” 76. Derecho de transferencia a otras carreras, se obtiene cuando al alumno, que quiere pasar a otra especialización tecnológica o profesiones de larga duración, se le reconocen, en igualdad de condiciones y en cuanto sea posible, los estudios hechos o las materias aprendidas como parte del pensum de la nueva carrera. El documento de la UNESCO exige que “todo sistema de enseñanza técnica y profesional debe mantener un alto grado de flexibilidad” 77. Derecho a ascender a niveles más altos en la tecnología, se da cuando el egresado de una carrera tecnológica quiere continuar sus estudios ampliando, perfeccionando o profundizando sus conocimientos y técnicas, alcanzando niveles siempre más altos: por ejemplo, de la carrera tecnológica a tecnólogo especializado y de allí al masterado y, si quiere, al doctorado, según el cuadro que el mismo ICFES ofrece. Dice el folleto: “dentro de la filosofía de la educación permanente, el alumno de las carreras tecnológicas puede continuar en programas de larga duración que tendrán como base los estudios o el título de tecnólogo. También es posible hacerse licenciado en educación en el área técnica correspondiente” 78. 75 ICFES. La educación tecnológica en Colombia. Bogotá : Procesos Editoriales del ICFES, 1978. p. 11. (Fuente referenciada conforme al original). 76 Ibid. (Fuente referenciada conforme al original). 77 UNESCO. Enseñanza y formación, no. 29. (Fuente referenciada conforme al original). 78 ICFES. Op.Cit., p. 11. (Fuente referenciada conforme al original). 186 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Esto mismo está previsto en el documento de la UNESCO, donde se dice: “Se garantiza, con la adaptación de programas, que los alumnos puedan proseguir su formación hasta alcanzar el nivel que le permite su capacidad. Además, inculca Se dé la posibilidad al estudiante de continuar los estudios de su preferencia, puesto que la necesidad del desarrollo exige siempre más” 79. DIFERENTES ÁREAS DE TECNOLOGíA El documento del ICFES prevé varios grupos de especializaciones tecnológicas, de las cuales damos un catálogo y las principales características. Área administrativa y económica. Tiene el objetivo de “formar profesionales capaces de planear, organizar, controlar y dirigir las actividades de las empresas públicas o privadas, buscando la promoción o el mejoramiento de la producción y distribución de bienes, como: promoción de ventas, investigación de mercados, comercio, servicios y control de recursos humanos, físicos y financieros” 80. A esta área pertenece nuestra escuela de Administración financiera, de las cuales apenas hay otra en todo el país (ITVC – Fusagasugá, Cundinamarca). Área agropecuaria. Prepara al estudiante en el manejo de técnicas agrícolas y pecuarias, aplicando los principios científicos y técnicos al mejoramiento y aprovechamiento racional de estos recursos. Área de artes. Comprende las carreras tecnológicas relacionadas con el “dibujo o diseño artístico, industrial y comercial y que tiene como objetivo principal el desarrollo de la capacidad creativa y comunicadora” 81 aplicada a la expresión gráfica en arquitectura, ingeniería, decoración y a las técnicas de artes plásticas. A esta área pertenece nuestra escuela de delineantes de arquitectura y decoración. Área de humanidades y sociales. Cuyo objetivo es preparar al estudiante en la planeación, elaboración y aplicación de técnicas al desarrollo de la comunidad, bajo el punto de vista social, cultural, económico y recreativo. Área de ingenieria y afines. Tiende a capacitar profesionales en las técnicas relacionadas con el montaje, control y mantenimiento de equipos, instrumentos, máquinas y herramientas eléctricas, electrónicas y mecánicas, así como en la producción química, textil y en los sistemas de computación y comunicación. 79 UNESCO. Op. Cit., p.14. (Fuente referenciada conforme al original). Ibid., p.3. (Fuente referenciada conforme al original). 81 Ibid., p.9. (Fuente referenciada conforme al original). 80 187 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. A esta rama pertenece nuestra escuela de Topografía, de las cuales apenas hay cuatro en todo el país. Área pedagógica, que prepara profesionales en el estudio científico y técnico de la didáctica, con el de elaborar y aplicar técnicas, métodos y procedimientos que permitan una mayor eficacia en la adquisición de conocimientos, habilidades y destrezas, tales como: educación de limitados visuales, de niños excepcionales, enseñanza de bellas artes y pedagogía musical. A esta área pertenecen: - Nuestra especialización tecnológica de Docencia en Preescolar, que quiere preparar auténticas profesionales en el difícil arte de enseñar, educar y formar al niño en los años de la infancia, puesto que los padres se vuelven siempre más incapaces de comprenderlos y formarlos debidamente. De éstas apenas hay una en todo el país. - Nuestra especialización tecnológica de Educación Física, que pretende preparar personal idóneo, científica y técnicamente para dictar la gimnasia en escuelas y colegios en forma verdaderamente útil al sano desarrollo del organismo humano y descubrir y educar destrezas para los deportes hoy de moda; y de las cuales apenas hay una en el país. Área de la salud, que pretende formar un profesional capacitado para descubrir y desarrollar, científica y técnicamente, mejores tácticas en el campo de la prevención, diagnóstico, rehabilitación etc., y técnicos de asistencia y servicio como enfermería general y regencia de farmacia. DIFERENTES PARÁMETROS Y ULAS Una de las características innovadoras que el ICFES aportó a la organización de las carreras tecnológicas (y en los otros sectores de la educación superior) fue el porcentaje de las diferentes áreas y ULAS que deben constituir el pensum: - Fundamentación científica. - Tecnología específica. - Formación humanística y las horas del pensum divididas en: Teóricas Supervisadas Asesoradas Hora 1 = 2 = 3 = ULA 1 1 1 188 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Esas proporciones, estrictamente obligatorias y milimétricas, de las áreas nos parecen muy materializadas (como si la ciencia, la técnica y la formación humanística se la pudiera dividir en gramos), de difícil actuación y que no rara vez, se transforma en rompecabezas para planificadores y ejecutores de programas y se presta para expletivos redundantes. Sólo podrá justificarse, en parte, con el fin de obligar a que toda carrera tenga, por lo menos, un mínimo para ser tecnológica aceptable, cosa que en la práctica se descuida fácilmente: útil, pues, para crear el hábito de las dosificación científica, técnica y humanística; pero, en la práctica, no pueden no ser una unidad inseparable, compenetrándose en la mente y en la vida de educadores y alumnos; de lo contrario quedarían estratificaciones arbitrarias que nunca formarán la personalidad en lo que es y en lo que debe ser. LA FORMACIÓN HUMANÍSTICA Las escuelas técnicas y tecnológicas tienen el fin principal de proporcionar a los alumnos los conocimientos y las destrezas indispensables sobre los más importantes dominios de la producción; hacerles comprender que el trabajo debe tecnificarse siempre más si queremos de verdad, responder a todas las exigencias de la vida moderna, y que cada uno, según sus capacidades y legítimas aspiraciones, pueda llegar a todos los niveles de operario calificado, técnico, tecnólogo y profesional. Pero todo el sistema educativo debe tener como meta desenvolver las fuerzas creadoras, inculcar los valores del trabajo humano, que mejora y transforma las técnicas de la producción para abrir nuevas fuentes de bienestar personal, si es posible, de las excesivas preocupaciones de la subsistencia, para ponerlo en condiciones de trabajar con más gusto y con mayor rendimiento y para alcanzar mejor la promoción de los niveles morales y espirituales. A esto debe contribuir principalmente la formación humanística: despertar en el alumno el gozo de vivir su vida personal con plenitud, la alegría de la convivencia humana y del servicio; el amor al arte en todos sus géneros y niveles, el fomento de la cultura y la promoción del diálogo sobre todos los problemas socioeconómicos. Esta será la vida verdadera y auténticamente humana. Hay que partir de la necesidad de formar una concepción ideológica coherente y la íntima conexión que debe haber entre el estudio y la vida y ésta como producto de aquellos principios que unifiquen todo el proceso educativo de la persona, desde el kinder hasta su total desarrollo profesional. 189 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Debemos llegar a que el proceso educativo sea un desarrollo indefinido, diversificado sólo por el nivel de sus tramos para que cada uno se realice plenamente. LAS CARRERAS TECNOLÓGICAS Y LA FORMACIÓN PERSONALIZANTE Y HUMANIZADORA Así lo inculca la conferencia internacional de París, en 1965, que insiste en: «asociar estrechamente la formación moral y e trabajo; individualizar y personalizar al máximo la educación». El encuentro internacional de Sévres, Francia, en 1956, enfatiza: la enseñanza tecnológica es una verdadera disciplina educativa, por esto, no es sólo preparación profesional, sino también medio de formación de la personalidad e insinúa su particular doctrina filosófica que estudia los procedimientos e interacción de la técnica con los diferentes estados de la cultura y las benéficas influencias en la humanización del trabajo . La misma UNESCO, en su enseñanza y formación técnica, insiste con mucha frecuencia que: “la educación profesional debe contribuir a desarrollar la personalidad y el carácter y a fomentar la capacidad de comprensión, juicio, auto expresión, y una formación cultural adecuada” 82 y añade: “las autoridades competentes deben procurar que los estudiantes reciban una educación integral, dedicarse a desarrollar su personalidad y la facultad de raciocinio, así como el sentido de los valores éticos y el cumplimiento del deber en el orden moral, social y profesional”83. “El personal docente debe mantener el justo equilibrio entre las áreas pedagógicas y el trabajo de investigación, para elevar el nivel de la enseñanza”84. El ICFES, interpretando el sentido pedagógico de las instituciones precedentes, organizó a su vez en las carreras tecnológicas, no sólo la fundamentación científica, sino también la formación humanística con la cual quiere evitar que los jóvenes que se dedican al aprendizaje y a la producción técnica se deshumanicen y más bien cultiven lo mejor de la personalidad con la educación ética. El documento de Puebla hace eco a todas estas legítimas aspiraciones de los distintos organismos nacionales e internacionales y enfatiza que “el objetivo de toda educación genuina es la de humanizar y personalizar al hombre, sin desviarlo, antes bien orientándolo eficazmente hacia su fin último, que trasciende la finitud esencial del hombre. La educación resultará más humanizadora en la También se menciona en el capítulo 17. UNESCO. Op. Cit., no. 7. (Fuente referenciada conforme al original). 83 Ibid., no. 57. (Fuente referenciada conforme al original). 84 Ibid., no. 59. (Fuente referenciada conforme al original). 82 190 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. medida en que más se abra a la trascendencia, es decir, a la verdad y al Sumo Bien”85. Igualmente considera que la educación debe personalizar por sí misma, todas las demás actividades del hombre y, aún, la producción y el trabajo: “la educación humaniza y personaliza al hombre cuando logra que éste desarrolle plenamente su pensamiento y su libertad, haciéndolos fructificar en hábitos de comprensión y de comunión con la totalidad del orden real por las cuales el mismo hombre humaniza su mundo, produce cultura, transforma la sociedad y construye la historia”86. Reconoce que el sistema educativo y social “deja frustrados a millares de jóvenes, porque muchos no entran a la universidad y porque muchos egresados no encuentran empleo”87 y que “la secularización de la cultura y los progresos de la tecnología y de los estudios antropológicos y sociales... producen confrontaciones entre ciencia y fe, entre la técnica y el hombre” 88, pero auspicia que los centros católicos de estudios superiores se distingan y procuren “sobresalir por la seriedad científica, el compromiso con la verdad, la preparación de profesionales competentes para el mundo del trabajo y por la búsqueda de soluciones a los más acuciantes problemas de América Latina” 89. Inculca oportunamente que su primordial misión será promover una cultura integral, capaz de formar personas que sobresalgan por sus profundos conocimientos científicos y humanísticos; “por su testimonio de fe ante el mundo”90; por su sincera práctica moral cristiana y por su compromiso en la creación de una nueva América Latina más justa y fraterna; “contribuirá así, activa y eficazmente a la creación y renovación de nuestra cultura transformada con la fuerza evangélica, en que lo nacional, lo humano y lo cristiano logren la mejor armonización”91. Y concluye que “además del diálogo... de la búsqueda de la verdad, como trabajo común entre profesores y estudiantes. [El mismo Centro debe] ser ejemplo de 85 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. En : III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. (1 : 1979 : Puebla). Memorias de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Bogotá : Secretariado Nacional de Pastoral Social, s.f., no. 1024. 86 Ibid., no. 1025. 87 Ibid., no. 1051. 88 Ibid., no. 1052. 89 Ibid., no. 1059. 90 CONCILIO VATICANO II. Declaración Gravissimum Educationis Momentum : Sobre la educación cristiana de la juventud. En : Concilio Vaticano II. (14 : 1965 : Roma). Documentos completos. 9 ed. Santafé de Bogotá : Taller San Pablo, 2000. no. 10. 91 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Op. Cit., no. 1060. 191 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. cristianismo vivo y operante” 92 “vivir en un continuo auto-análisis y hacer flexible su estructura operacional para responder al reto de su región o nación, mediante el ofrecimiento de carreras cortas especializadas,... extensión universitaria... y servicios para grupos marginados...” 93. Es y debe ser tarea del rector y demás directivos del Centro de Estudios Superiores María Goretti, conocer a fondo la Filosofía del Centro y estar al día con las disposiciones de las legítimas autoridades propuestas a la educación superior y a los directivos de la gran Asamblea Latinoamericana de Puebla. Así su labor será provechosa a las juventudes, profesional, humanística y cristianamente, y la forma más acertada de humanizar al hombre y preparar un porvenir más digno y esperanzador para Colombia y América. 92 93 Ibid., no. 1061. Ibid., no. 1062. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO DIECINUEVE LA UNIVERSIDAD A DISTANCIA Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. LA PONEMOS ACÁ, PORQUE: Es algo muy interesante y que tiene su razón de ser, sus causas suficientes, sus fines racionales y sociales y por esto una cierta filosofía. En realidad no se trata sólo de estudios universitarios o licenciaturas, sino también de títulos técnicos, estudios intermedios y otros. SU RAZÓN DE SER En un país en donde todavía no todos pueden frecuentar una escuela, y mucho menos estudios secundarios y en donde es casi imposible participar activamente en cursos reglamentarios a nivel universitario por las distancias, por la escasez de instituciones, por la carencia de medios económicos, por los cupos restringidos, porque se ven obligados a dedicarse al trabajo o la imposibilidad de trasladarse a la ciudad y por muchos otros motivos personales o familiares. Es indispensable llevar la cultura a los hogares y dar posibilidad a todos los que quieren y tienen anhelo de superación y fuerza de carácter para someterse a un régimen de vida que exige gran interés, mucha aplicación y constancia. Pero ¿de qué no es capaz el hombre, cuando se propone grandes ideales y quiere mejorar sus condiciones de vida? En Colombia y en otros países. De esta clase de ayudas está llena la historia de estos últimos tiempos, especialmente después del invento de la radio y la televisión y desde cuando esos medios fundamentales de comunicación han entrado, aún en los hogares más pobres, llevando información y noticias de toda clase y despertando siempre más interés por los acontecimientos y adelantos regionales, nacionales e internacionales y creando exigencias de elevación cultural y la adquisición de destreza técnica en todos los campos. Ejemplos de esta clase de instrucción y formación hay en España, México, Francia y Costa Rica y, en el país, Sutatenza a nivel primario; Sena a nivel técnico, el Ministerio de educación y la Radio difusora nacional, a nivel secundario y varias universidades, como: la Javeriana, Santo Tomás, San Buenaventura, la Sabana, entre otras, para programas de extensión cultural en carreras que más se adaptan a las necesidades de las zonas rurales, semirurales, ciudades medianas y en las mismas ciudades para personas que no pueden acudir a los centros de educación superior. Así mismo, son muy variados los cursos y las especializaciones que se imparten, como: capacitación para maestros, psicología educativa, lingüística y literatura, bellas artes, administración y supervisión educativa. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. No se trata, entonces, sino de institucionalizarla en beneficio particularmente de las gentes de escasos recursos y de grandes aspiraciones, que son las mejores. Fines y modalidades. El objetivo fundamental, dice Constanza Pachón de Serna94, es suplir las deficiencias de un sistema social, en el cual la gran mayoría de las personas no pueden llegar a estudios superiores dentro de los sistemas convencionales, ni es la intención de los que la patrocinan reemplazar la universidad como tal, ni lograr el mismo nivel académico, sino ofrecer a los que quieren progresar y adecuarse a los tiempos una forma de continuar y perfeccionar su proceso educativo, aprendiendo más cultura, más ciencias y técnicas que les permita mejorar la calidad de su trabajo y su nivel de vida. La universidad a distancia no funciona con los métodos académicos de los centros educacionales, ni con tiempos y horarios fijos, ni con los materiales didácticos que de ordinario se usan en los cursos normales, ni se circunscriben a un espacio físico construido de propósito, ni tiene divisiones de cronogramas, ni la forma tradicional de obtener calificaciones y evaluaciones, ni de tener profesores, para decirlo así, de cabecera. Es más bien una educación no formal dirigida ordinariamente a adultos y abarca las edades entre 18 y 60 años. Los centros de difusión mejor organizados tienen monitores o asesores regionales que permiten una comunicación constante entre la institución universitaria y los alumnos, el intercambio de ideas y experiencias, la solución de inquietudes y la adecuación necesaria a los programas. Otras instituciones organizan en sus sedes o subsedes, cursos de vacaciones de 15 o 20 días, facilidades de desplazamiento a lugares de exámenes, seminarios, cursos presenciales en los que se imparten instrucciones sobre la manera de usar el material, se enseñan métodos de estudio y preparación de exámenes y se establece un contacto directo con el alumno. Consideraciones de importancia. El concepto básico de toda reforma educativa bien intencionada no puede quedarse sólo en un plan administrativo institucional, resuelto por un decreto que abra de par en par las compuertas para dar el paso al que empuje, sino que debe ser acompañada de una nueva y coherente concepción socioeconómica que ponga al hombre, como valor fundamental, en el centro de su atención y sobre él y su destino empeñar toda formación del hombre y transformación de la sociedad. 94 Tomado de Revista del Jueves. En : El Espectador, Bogotá. (19, ago.,1982); no. 281. (Fuente referenciada conforme al original). 195 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Junto con la instrucción o con la posibilidad para todos de conseguir un título de estudio, que lo capacita para el trabajo, debe aumentar proporcionalmente la política ocupacional, lo que significa fomentar el desarrollo de los centros de empleo y de producción a todos los niveles, desde las artesanías, creando trabajadores calificados, a la pequeña industria, a las cooperativas agrícolas, mineras, textiles, mecánicas (para que el esfuerzo común alcance el pleno éxito) y hasta la gran industria que debe contar con el apoyo del Gobierno para que, organizando y aumentando la producción, llegue a ocupar más mano de obra y a través de las relaciones internacionales incrementar la exportación. Entonces, la posibilidad de conseguir un título de estudio, profesional o tecnológico, marchará a la par con el emblema de la desocupación, porque el hombre ocioso y sin empleo es tanto más peligroso cuanto más cultura tiene para defender sus justos derechos y exigir la implantación de la justicia social. Por otra parte, hay que fundamentar el principio de que el título universitario no es estrictamente indispensable para vivir y trabajar y que todo trabajo honesto es digno y loable y que todos tienen el derecho y el deber de trabajar para que se acabe con la burocracia parasitaria. Todo ciudadano debe mejorar la calidad de su instrucción hasta el límite máximo; y a la juventud, principalmente, hay que proporcionarle estímulo y solución a la honda preocupación por su porvenir. Debe conseguir más alto nivel y rendimiento en la instrucción secundaria, porque las experiencias actuales, sobre nivel científico y cultural de los bachilleratos son desastrosas; acabar con la clase por la clase, que es la muerte de toda sana y válida educación y crear estímulos para el estudio personal y la investigación y que siempre conserve estrecha relación con la vida, vinculación con el trabajo productivo, fomentando particularmente la enseñanza técnica y tecnológica para que suscite nuevas posibilidades de trabajo y haciendo efectivo el principio: aprender trabajando y trabajar aprendiendo. Esto se logrará cuando todos los componentes de la nacionalidad colombiana se unan en un estrecho vínculo para lograr las más ambiciosas metas de progreso y de desarrollo, desde los padres de familia, los maestros y profesores de los distintos niveles, hasta los directores de empresas y de industrias, las organizaciones sociales y sindicales y todas las fuerzas vivas del trabajo, asegurando su pleno éxito, con todo el apoyo de las bases científicas, organizativas, políticas y económicas. 196 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO VEINTE VISIÓN UNITARIA DE LA FILOSOFÍA HUMANIZADORA Lo que nos hacen cobardes y mezquinos, son «ciertos puntos» y «ciertos peros»: “Quiero amar, pero hasta un cierto punto; quiero justicia, pero sólo hasta un cierto punto; quiero el bien,... pero mi bien; quiero la verdad,... pero mi verdad; quiero el perdón,... pero sin perdonar; quiero confesar las culpas,... pero de los demás; quiero comprensión,... pero sólo para mí; quiero tener razón,... pero nunca la doy; quiero hacer la voluntad de Dios,... pero a condición de que Él haga la mía; quiero la conversión... pero de los demás”. A. PRONZATO95 “¡Señor! ...¡Quiero vivir y morir libre! libre de toda bajeza y fingimiento. Libre de buscar mi camino; de obedecer, sin que nadie me coarte, sino racional y dignamente; libre en amar y seguir el bien; haga frío o calor; ... asido de tu mano, a donde quieras que vayamos,... Porque en el fondo de mi alma, canta esta nostalgia de libertad”. A. PRONZATO96 95 PRONZATO, A. Il Guasta Feste.Torino. Gribaudi, 1967. (Fuente referenciada conforme al original). 96 Ibid. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. 198 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Nos parece oportuno resumir las pautas que hemos seguido a lo largo de nuestra exposición para tener un panorama sintético y más lógico en la educación de la juventud. Claro que esto no puede suplir el estudio detallado de las partes, ni reemplazar el examen analítico y las razones suficientes de cada aspecto de la personalidad, para construirla paulatinamente, como hemos visto a lo largo de estas páginas. Pero nos puede servir de plan reconstructivo, para aclarar conceptos y organizarlos en forma piramidal, para apreciar mejor el maravilloso edificio intelectual, moral, espiritual y social que podremos levantar con nuestra esmerada labor educacional, para con los jóvenes y para enlazar en ellos el mundo inferior, del cual el hombre es un compendio, con el mundo superior que nos atrae con el imán del amor y de la felicidad, que es el fin supremo de la vida humana. CONCLUSIONES Y ENSEÑANZAS La introducción nos propone el lema del Centro: «hombres nuevos para tiempos nuevos». Para obrar esto, racionalmente, debemos percatarnos del estado actual del mundo latinoamericano en que vive la juventud. Nos ayudará una imagen sacada de la medicina. Ningún médico, mediocremente responsable, podrá formular una receta si no sabe el mal que padece el enfermo y, diagnosticado el mal, es fácil curarlo, porque drogas hay para toda enfermedad y de ordinario los malos médicos no yerran sino el diagnóstico. Ese diagnóstico, como sucede en la terapéutica, comenzó con un examen general de la situación actual, que forma el ambiente donde la juventud vive y se mueve y en donde absorbe lo bueno y lo malo con su ansia de vivir. Si este ambiente, como hemos visto, está viciado, el joven respira un aire moralmente infecto, que lo afecta consciente o inconscientemente. ¡Ninguna maravilla!; si tenemos una juventud enfermiza, anémica espiritualmente y desnutrida de ideales y los pocos que alcanzan a librarse del contagio, no podrán crecer y desarrollarse convenientemente, porque la juventud es profundamente solidaria o avanza compacta o vuelve las espaldas. Es un ejército que, o va unido a la victoria, o no le queda sino la derrota. A este diagnóstico general lo llamamos Panorama desconcertante. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. En la institución hay que crear un ambiente sano y moralmente elevado, en donde se respire el aire oxigenado de la nobleza espiritual. Así neutralizaremos, de alguna manera, el ambiente viciado de la sociedad actual. Pero al diagnóstico general en la medicina debe seguir el examen cuidadoso de las partes más afectadas, cual es la vida juvenil si queremos llegar al saneamiento total de la persona, lo que nos hemos propuesto hacer en los Rasgos del joven latinoamericano, buscando detectar los males más graves de la juventud en nuestro medio y en esta época de transición violenta, de un mundo que se desmorona, a otro nuevo que la juventud presiente y quiere realizar. Ambiente en que se debate la juventud: la sociedad de consumo, la familia, la vida de grupo, las tradiciones inmotivadas, tanto en el campo moral como en el religioso, la vida tumultuosa que se ha creado y que la tiene como espuma, es una vida completamente superficial y vacía, que a ella misma repugna, pero que no sabe remediar; esto es la falta de reflexión, el adormecimiento de la conciencia, el debilitamiento del dictamen moral, los desajustes de la problemática educacional, la intolerancia de la situación sociopolítica de donde se sigue, en la juventud, la voluntad de nihilismo, el refugio en el irrealismo y el estado de paranoia que desemboca en el marxismo, en la guerrilla, la desobligación, la irresponsabilidad, la vida fatua, las exigencias exageradas, la adhesión a las doctrinas foráneas y monopolizadoras y una violenta y universal crisis de personalidad. Crisis de la personalidad, que exige un examen exhaustivo de todos los aspectos, para detectar la causa y encontrar el remedio. Hemos descubierto una gran parte, como: la crisis afectiva, tan grávida de consecuencias en la vida juvenil y que la lleva a la crisis de los valores, al desconcierto en la vida profesional y de servicio, al egoísmo y a la especulación, a la crisis de rebeldía y de frustración, que implica necesariamente la crisis de autenticidad, la aversión a todo lo que representa la autoridad y que se agrava, con el éxodo del campo hacia la ciudad, en busca de mejores condiciones de vida, pero con las ineludibles consecuencias de la desadaptación, el desempleo, la miseria y la corrupción. Hay que renovar la sociedad y la juventud lo siente y reclama, porque lleva grabado en el alma el sentido de la justicia y el anhelo de sinceridad y por esto vuelve a reexaminar las cuestiones fundamentales de la existencia y sus finalidades, el por qué este mundo que le han legado los mayores se ha vuelto tan poderoso y tan desconcertante, tan progresado en los campos científicos y en los medios de muerte, que lo vuelve tan amenazador y esclavizante. El remedio consiste en dar nuevamente al hombre su equilibrio interior y sólo podrá hacerlo una sana filosofía de la persona y un enfoque cristiano de la vida hacia la trascendencia. 200 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La filosofía de la persona. Ya sabemos que la persona es un compuesto de vida vegetativa, sensitiva y racional, en una unidad inscindible, esto es la unidad metafísica de la persona, en donde sobresalen necesariamente las características morales y espirituales y por esto la inmortalidad y la trascendencia del hombre. Este hombre, que al mismo tiempo que siente una unidad inscindible en sí mismo, está impelido naturalmente hacia el otro, a través del amor, que llamábamos el cogito existencial, porque se descubre y se afirma como ser sociable y en donde el «yo» sin el «tú» no podría ni existir y lo descubre por la exigencia del amor. Amor que lo hace salir de sí mismo, pero que lo levanta hacia el «yo» trascendente, en una especie de trinidad humano-divina: yo-tú-Dios, todo esto constituye la persona inteligente y libre y sin lo cual no podría ser persona, ni tener la causa suficiente de su existencia. La educación, pues, no puede prescindir de todas estas realidades metafísicas: educación que debe hacernos madurar en todos los niveles y en todos los campos de la actividad, conforme lo sugiere «el humanismo cristiano» y el «rico mensaje franciscano» y que importa la igualdad de derechos a la vida, a la educación, al trabajo y a la realización de las justas aspiraciones de cada uno. Igualdad de derechos y comunicación de los bienes que debe llevarnos a contribuir al bien común, por esto el humanismo cristiano y el mensaje franciscano nos impelen al amor y el amor es: «servir con generosidad». He aquí el núcleo de la filosofía humanizadora. En esta igualdad de derechos y en esta generosidad de servicios hay que tener en cuenta una escala de valores eminentemente humanos, desde los más elementales e inferiores, como son los materiales y económicos, encaminados a la conservación de nuestra vida fisiológica, porque el humanismo cristiano no permite se descuide el bienestar económico en los límites del recto orden y de la justicia social e impulsa el trabajo para vencer la ignorancia, incrementar la cultura, perfeccionar la técnica, conquistar nuevas metas de progreso para hacer la vida más segura y llevadera, mejorar las relaciones humanas y por cuanto es posible dejar este mundo mejor de cómo lo hemos encontrado. Pero no podemos olvidar que no somos seres puramente materiales, sino que hay otros bienes más elevados y más dignos del hombre, por esto se nos impone una jerarquía de valores, siempre más altos, como son: los estéticos, los científicos y por encima de todo, los éticos y religiosos; estos últimos son la expresión vivencial del amor y del culto debido a Dios, infinitamente amable, que constituye el Sumo Bien y la meta última de nuestro peregrinar terreno y nuestra eterna y suprema felicidad. Esta perfección humana se la consigue bajo doble aspecto: 201 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - El perfeccionamiento de nuestras facultades cognoscitivas. - El perfeccionamiento de nuestra vida moral, que son las virtudes y la práctica del bien. A su vez, este perfeccionamiento de nuestra vida moral puede ser: nuestra perfección personal, a través del buen uso de la libertad y del amor y, nuestra contribución al perfeccionamiento de la vida social, que redundará a su vez, en mayor beneficio nuestro. Perfeccionamiento de nuestras facultades cognoscitivas: La ciencia y la investigación. Dios puso al hombre en el mundo para dominarlo, sirviéndose de él, para todos los fines honestos de la vida y del emprendimiento humano. Pero como la naturaleza es avara de sus secretos, hay que trabajar incansablemente para descubrir sus misterios y sus leyes y ponerlas a nuestro servicio. Esto se obtiene principalmente con el estudio y la investigación: uno de los quehaceres humanos es, pues, la vida cultural y científica, para abarcar, por cuanto es posible, en amplitud y profundidad, todo el universo y ascender al descubrimiento de nuestra esencia espiritual y de allí a Dios. Educar es, primeramente, suscitar en los alumnos el interés por el descubrimiento, de manera que ellos mismos sean artífices de sus conocimientos en el proceso de buscar la verdad, en todos los niveles y en todos los campos y en una interacción continua: maestro-alumno, interacción que no aplaste la innata curiosidad del alumno, sino que la desarrolle siempre más hasta hacer de cada joven un descubridor y un creador. Esta es la enseñanza personalizadora, fundada en el principio que ninguna cosa es tan íntimamente nuestra como la que hemos descubierto nosotros mismos, probando y comprobando. El buen profesor, entonces, no es el que entrega conocimientos como píldoras, sino el que los suscita, el que hace descubrir la interrelación de todas las materias en un plan armónico y todo esto enderezado a la vida y al trabajo. Pero lo que más necesita la educación actual es dedicarse a la investigación. Es la exigencia del mundo actual y la condición indispensable para madurar y crear convicciones sólidas y motivadas. Para hacer progresar al hombre no basta ponerlo a recordar, sino capacitarlo para avanzar y abrir camino, para encararse con las continuas transformaciones del mundo moderno. Las necesidades de la humanidad aumentan vertiginosamente: ¿qué hacer? Hay que buscar soluciones, no dejar que lo hagan siempre los demás, esperando siempre quien venga a salvarnos. Nuestros jóvenes pueden y deben hacerlo, por esto hay que educarlos en la búsqueda, entrenarlos en la investigación. 202 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La juventud está en nuestro poder en número siempre creciente. De nosotros depende que se quede inerte y perezosa, que se desvíe y se pierda sin remedio o que se conserve sana, sienta la alegría de vivir, de hacerse útil a los demás y que se tecnifique siempre más, para producir más y con menor esfuerzo. Si no suscitamos en los jóvenes deseos de superación, nos quedaremos definitivamente estancados. El perfeccionamiento humano en el amor, en la libertad y en la formación del carácter A los jóvenes poco se les habla del amor, parece una cosa innata que se confunde con el instinto sexual. Pero esto no es amor, sino egoísmo y no hay cosa que aplaste tanto como el egoísmo. Si queremos salvar la juventud hay que educarla en el amor. El amor es de mil facetas y cuando más se eleva, tanto más se da cuenta que el amor sensual es, quizá, el más bajo y el más abyecto. Del amor, dice Scheler, depende nuestro destino y la misma salvación del mundo. Hay que superar el estrecho naturalismo y la mezquina filantropía, para deleitarse en los grandes ideales, en el amor de lo noble y lo bello, los ideales científicos, éticos y el servicio a los demás en una variedad indefinida y con una potencia tan fascinadora que nos impulsará, aún al sacrificio de la vida. Y cuando hayamos amado hasta el heroísmo, entonces comprenderemos que por su infinito amor hacia nosotros, Dios nos habla, nos busca y nos atrae hacia Él, porque el amor va hacia el infinito. Por esto el amor es la esencia misma del cristianismo y por esto es un impulso espiritual y sobrenatural que rompe todas las leyes de la vida natural y nos lleva a valorar en el hombre, no lo que tiene, sino lo que es, entonces, se vuelve universal e indefectible; por esto, la civilización del amor condena las divisiones y las murallas psicológicas que separan violentamente a los hombres, a las instituciones y a las comunidades y defiende con ardor la tesis de la integración de América Latina. La civilización del amor repele al mismo tiempo la sujeción y la dependencia perjudicial a la dignidad de América Latina: No aceptamos la condición de satélite de ningún país del mundo, ni tampoco de sus propias ideologías. Queremos vivir fraternalmente todos con todos, pero es tiempo que América Latina advierta a los países desarrollados que no nos inmovilicen, que no obstaculicen nuestro propio progreso, no nos exploten y más bien que nos ayuden a vencer las 203 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. barreras del subdesarrollo, respetando nuestra cultura, nuestros principios, nuestra soberanía, nuestra identidad, nuestros recursos naturales. En ese espíritu creceremos juntos, como hermanos de una misma familia universal97. La Iglesia evangelizadora hace un fuerte llamado para que los jóvenes busquen y encuentren en ella el lugar de su comunión con Dios y con los hombres, a fin de construir «la civilización del amor» y edificar la paz en la justicia. Los invita a que se comprometan eficazmente en una acción evangelizadora sin excluir a nadie, de acuerdo con la situación en que viven y teniendo predilección para los más pobres 98. A su vez, la libertad se sublima en el amor. Decía Zacchi: “el triunfo de la educación consiste en hacer pasar al alumno de la fuerza ciega de los instintos, al dominio de una libertad responsable; en formarlo al concepto del deber, reforzar la voluntad para la lucha, la renuncia y el sacrificio, porque en los momentos más difíciles pueda encontrar el camino de la victoria” 99. La sana libertad habla el mismo lenguaje del amor. Pocos son los que triunfan de verdad y muchos a costa de renunciar a la rectitud y a la honestidad, que es la consecuencia de una mala educación a la libertad. Es ley de la vida humana que los bienes inferiores, incluso la conservación de la vida y de la procreación, deben estar sometidos a las exigencias superiores del amor conyugal y de la educación de los hijos y, sin esto, el amor sexual se queda en el simple nivel animal. Así mismo es la ley del perfeccionamiento humano, que el egoísmo debe ceder el puesto al amor y a la voluntad de servicio, porque sólo así se puede convivir pacífica y dignamente en la sociedad y alcanzar las metas espirituales y trascendentes. La libertad implica siempre aquella capacidad que en principio tenemos todos para disponer de nosotros mismos a fin de ir construyendo una comunión y una participación que ha de plasmarse en realidades definitivas sobre tres planos inseparables: la relación del hombre con el mundo, como señor; con las personas, como hermano y con Dios como hijo 100. 97 Mensaje de la II Conferencia Episcopal de los Pueblos de América Latina. (Fuente referenciada conforme al original) 98 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Op. Cit., no. 1188. 99 ZACCHI, L´uomo, p.330. (Fuente referenciada conforme al original) 100 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Op. Cit., no. 322. 204 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Es indispensable, pues, educar la juventud para la sana libertad, que tiene su legítimo radio de acción, pero que debe detenerse frente a los justos derechos ajenos. Esta educación nos permite resistir a las malas pasiones, a las ganancias deshonestas, a las lisonjas de la tiranía y al predominio del egoísmo y nos permite conservar inviolado el santuario de la conciencia y vivir pacíficamente con los demás. Por esto es casi imposible el éxito de la sana educación y el buen uso de la libertad, sin un Ser Superior que sepa evaluar adecuadamente el bien y el mal, el mérito y el demérito. Dice Quiles: “No puede comprenderse al hombre sin la trascendencia, porque la persona humana, sin Dios, es incomprensible y más bien, en esta vinculación radica su dignidad y su autonomía por encima de todos los seres del cosmos y la única explicación de su esencia psicológica, metafísica y moral”101. Pero, para que la personalidad se perfeccione siempre más y evite el peligro de la prevaricación, hay que asegurar nuestra permanencia en el bien obrar, lo que se consigue con la formación del carácter que hace a la persona firme y coherente en sus principios y en la práctica de los mismos. Para educar el carácter se necesita firmeza y constancia, porque sólo con la repetición de los actos y venciendo heroicamente todos los obstáculos y dificultades se consolida y se forja el carácter. Ahora bien, para educar el carácter es preciso cultivar en la juventud, el amor y entusiasmo hacia los grandes ideales, en los cuales convergen los pensamientos y las emociones, la cabeza y el corazón. Los primeros dan la luz y los segundos son el motor. Sin la luz no se ve el camino y se corre el riesgo de estrellarse; sin motor no se llegará nunca a la meta. Por esto cualquier ideal impone sacrificio, si es necesario, hasta el sacrificio de la vida. Así han hecho los grandes hombres, que han dejado huellas en la historia y mucho más los que han muerto en la oscuridad para que los otros vivan, como el soldado desconocido. Pero, en la consecución del ideal y la formación del carácter, lo más indispensable es caminar... avanzar siempre. No siempre podrá llegarse a la meta y alguna vez no dependerá de nosotros, sólo se nos pide que avancemos con valentía y nunca darnos por vencidos. Si la muerte nos coge en el camino y con las armas en la mano hemos conseguido la 101 QUILES, I. S.J. Op. Cit., p. 460. (Fuente referenciada conforme al original). 205 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. victoria y tendremos derecho al galardón. Hacer el bien, siempre y con entusiasmo, sin mirar a nadie, mucho menos a los cobardes, que siempre critican aquello que no son capaces de hacer. ¿Por qué debemos tener miedo de hacer el bien, los honestos y sinceros, si los viciosos no tienen miedo de hacer el mal? Nuestro lema deben ser las palabras de San Pedro ante el sanedrín: “se debe obedecer más a Dios que a los hombres” (Hch. 5, 29). A esto nos ayuda poderosamente la educación de la conciencia, que nos revela la rectitud moral de nuestras actuaciones inmediatas. La educación de la recta conciencia nos lleva necesariamente a la formación del carácter. Por esto todos los pueblos son unánimes en reconocer, no sólo su existencia, sino su objetividad, independientemente de nuestros deseos, siendo que, aún contra nuestra voluntad, nos advierte e impulsa a los actos moralmente sanos, y si no la escuchamos nos acosa con el remordimiento para llamarnos al buen camino. Es cierto que la conciencia necesita ser cultivada para dar su veredicto según la verdad; por esto hay que educarla en maestros y alumnos, con el estudio de la sana psicología y filosofía, buscando siempre ansiosamente y, en todo, la verdad, con corazón sincero y humilde y trasmitiéndola íntegra y fielmente a los alumnos; defendiéndola con coraje de los ataques que usan los perversos y de los prejuicios que, como hierbas parasitarias se infiltran fácilmente en el ambiente, para justificar los vicios, buscando arraigarse en nuestra manera de pensar y apreciar nuestros actos, impelidos por las pasiones y por los argumentos falaces de la pereza y la cobardía. Y, por último, mucho contribuye a nuestro perfeccionamiento personal el saber regular, según la razón y los principios cristianos, las mutuas relaciones entre la parte espiritual y la parte física o fisiológica de nuestro ser; es lo que denominamos consecuencias psico-somáticas de la filosofía de la persona. En efecto, sabemos, y lo decía profundamente San Pablo, que hay una ley en nuestro cuerpo que contradice la ley del espíritu y que pretende esclavizarlo con los placeres de la gula y de la lujuria; por ello, continuaba diciendo, el cuerpo lucha contra el espíritu y el espíritu contra la parte inferior de nosotros mismos, que no busca sino el placer y alguna vez gritaba: “¡pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Rom. 7, 24). Era lo que, en otros términos, decía Horacio, el poeta romano, arrastrado por las pasiones y sin fuerza para dominarlas: «veo las cosas mejores y las apruebo, pero sigo siempre las peores». Y una vez, en un ímpetu de sinceridad, exclamó: “me 206 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. siento un cerdo del rebaño de Epicuro” 102. Por esto mismo, tanto la razón como la ley cristiana, aconsejan y muchas veces exigen la necesidad de la mortificación y los buenos filósofos, tanto paganos como cristianos, la encuentran científicamente demostrada y saludable. Mortificar los sentidos, la pereza, la locuacidad exagerada, la facilidad de juzgar mal y aún dominar los muchos bríos de la juventud con el sano ejercicio de la gimnasia y los deportes. Todo esto ayuda a amansar el cuerpo y a someterlo a las exigencias de la virtud y del espíritu. No podemos negar que una forma continua y maravillosa de dominar el cuerpo eran las reglas de la buena educación que desde niños nos inculcaban y que ahora van cayendo en desuso, hasta el punto de hacernos la vida y las relaciones humanas pesadas y desagradables. No estaría mal que en buena parte se volvieran a restaurar. El perfeccionamiento humano en la vida social. Decíamos que el hombre es un ser sociable por su misma naturaleza racional, entonces, la vida social debe contribuir a su mejoramiento y a través de la armónica convivencia y del servicio a los demás, llegar a su plenitud humana. Esto se consigue con la educación en la verdad, la cual tiene un doble objetivo: Ayudar a la consecución de la verdadera ciencia a través del estudio y la investigación, como hemos dicho, hasta la verdad esencial y absoluta que es Dios, porque la identidad del ser y del pensar es la presencia de la ley eterna en sí misma, en el único altísimo, inmutable y eterno acto del pensamiento substancial: El Logos. Esa inteligencia, con acto soberanamente libre y puro crea el universo, el cual, en tanto es inteligible, en cuanto refleja las ideas arquetipas del Creador; por esto la creación entera se vuelve un diálogo entre el Creador y las criaturas y especialmente con el hombre, término de una fecunda y divina confrontación. Conseguir que los hombres, especialmente los jóvenes, se comuniquen en la verdad, esto es: infundirles el culto de la sinceridad, tan necesaria para la sana convivencia humana y que se resuelve en mutua confianza. Sinceridad exigida perentoriamente por Dios, el Dios de la verdad, y rica de grandes bienes en el cotidiano intercambio de las relaciones humanas; pero cuya negación total – la mentira y la hipocresía – es fuente de grandes males que vuelven imposible la vida social. La mentira, negación de la verdad; los hipócritas, parodia de la verdad y bufones de la vida, como el asno de Esopo y lo peor es que muchos de los buenos los excusamos, alabamos y defendemos. Somos hipócritas al revés, más que serlo, lo aparentamos. En la docencia somos profesionales de la verdad; no 102 HORACIO, Flaco. Las Odas. Barcelona, 1918. (Fuente referenciada conforme al original). Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. cerremos, pues, la ventana del alma para no dejarla entrar ni la puerta de la boca para no dejarla salir. Nuestra misión es amar y hacer amar la verdad, buscarla y hacerla buscar, seguirla y mostrarla a la juventud. Otra manera de perfeccionar la personalidad en la vida social es el ejercicio de la justicia, tanto legal como distributiva y conmutativa, perfeccionada por el cristianismo con la ley evangélica del amor, con la justicia social y con la función social de la propiedad. Sólo esta concepción cristiana de la vida y de las relaciones sociales podrá superar las luchas actuales entre capital y trabajo y arrancar a los detentores de la riqueza, libre y espontáneamente, el compartir sus bienes con los trabajadores y con los pobres y cambiar la triste condición en que se debate América Latina. Para instaurar la justicia no se necesita muchas leyes, sino concientizar a la juventud, por medio de la educación, inculcar eficazmente los principios de la solidaridad y fraternidad humanas y la formación sólidamente cristiana y social. Pero la injusticia más oprimente no está en violar las leyes de la propiedad, mucho más grave es cuando se violan los derechos de la dignidad intrínseca y esencial de la persona, injusticia que ha alcanzado límites insospechados y verdaderamente extremos en el siglo XX con los regímenes nazi y soviético; pero que continúa en nuestros días en muchos países de América Latina «en donde se violan con frecuencia, derechos humanos fundamentales: vida, salud, educación, vivienda, trabajo; a los cuales se añaden en muchas naciones de nuestro continente, represiones sistemáticas, acompañadas de delaciones, torturas, exilios,... desaparición de seres queridos» y otros más graves como la negación del derecho de nacer, de la procreación responsable, del trabajo, de la justicia social y la opulencia escandalosa de pocos sobre la miseria del común de las gentes, los clanes de familias que dominan los mares de la economía y de la política, con un monopolio anticristiano y antisocial y el monopolio de los medios de comunicación. La pobreza de América Latina “no es una etapa casual, sino el producto de situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas,... ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres. Esta realidad exige, pues, conversión personal y cambios profundos de las estructuras que respondan a las legítimas aspiraciones del pueblo hacia una verdadera justicia social” 103. La solidaridad humana debe armonizar con todas las iniciativas y las energías asistenciales, para que no haya un infante sin pan, ningún niño sin escuela, ningún 103 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Op. Cit., no. 30. 208 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. joven sin porvenir, ningún hombre sin trabajo, ninguna familia sin techo, ningún corazón sin alegría104. En fin, hay que luchar para restablecer la justicia, pero es bueno recordar a los pobres la dignidad del trabajo, la honestidad en los contratos, la sana administración de lo que tienen y evitar el despilfarro en los vicios, en las fiestas y en los gastos suntuarios. Otra fuente de bienestar físico y moral de la persona, en la vida social, es la familia integrada por la escuela y el Estado, especialmente en la familia cristiana, de la cual dice justamente Durkheim: «En ninguna religión y en ninguna filosofía la mujer ha sido respetada y honrada como en el cristianismo, en el cual una mujer fue elevada a la excelsa dignidad de Madre de Dios». En la familia en donde se han concentrado las funciones primordiales de la formación y educación de los hijos, convirtiéndose en centro de vida religiosa y moral en foco de vida afectiva y en un dulce refugio en donde el hombre se recobra y descansa de las luchas de la vida social. A esto debe contribuir la escuela y el grupo profesoral como subsidiario de la familia que es como la urdimbre y que forma como la trama de la tela, a través de la educación, que dibuja una mejor imagen de la vida, la embellece, forja los ideales, madura el carácter, fortalece la voluntad, abre los horizontes de la cultura, asiste al niño y al adolescente en las batallas de la pubertad y prepara al hombre perfecto para todas las funciones que la sociedad necesita. La educación integral es hoy más que nunca necesaria, porque la juventud, por variadas influencias, ha abandonado muchos valores básicos de la vida, lo que acelera la descomposición social. Si queremos reformar la sociedad, el maestro actual está llamado a estudiar las actitudes y la estructura psicológica de cada alumno y sus inquietudes, sembrar en abundancia la semilla del consejo, propiciar el diálogo, entregarse a su tarea educadora con inmenso amor, conseguir el dominio total de sí mismo y la disponibilidad a toda prueba. Los padres de familia tienen el derecho sagrado de escoger los centros educacionales que estimen más oportunos para la educación de sus hijos y conocer la filosofía que los inspira. Los profesores, a su vez, tienen el deber de conciencia de colaborar en la realización de los ideales y de la filosofía del centro educativo, bajo pena de faltar a la ética profesional. Igualmente el Estado, como representante de la sociedad, debe proporcionar educación para todos, en una formación eficiente y variada, sin manipularla por 104 Tomado de PRONZATO, A. Op. Cit., p. 246. (Fuente referenciada conforme al original) Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. espíritu de partido o con ideologías foráneas o dictatoriales y sin obstaculizar la iniciativa privada. 210 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO VEINTIUNO LA FILOSOFÍA DE LA PERSONA Y LA «CUESTIÓN SOCIAL» «La solución de la “cuestión social” exige la colaboración de todos: el concurso de todas las fuerzas vivas de la humanidad, porque se está jugando su propio destino y la supervivencia de la civilización». Francisco Zuluaga «La “cuestión social” es, sin duda, también económica; pero mucho más es una cuestión que se refiere al buen ordenamiento de la sociedad humana; y, en sentido más profundo, UNA CUESTIÓN MORAL y por consiguiente, RELIGIOSA». Pío XII «La posesión de los bienes naturales, bienes del cuerpo, riquezas, amigos y otras cosas serán buenas si nos ayudan a conocer y contemplar a Dios. Este es nuestro fin más notable y nuestra norma más segura de conducta». Aristóteles Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. No podemos cerrar este tratado sobre la Filosofía Humanizadora, sin hablar, aunque sea brevemente, del gran problema de la justicia social en América Latina. Hemos hablado de la educación para la justicia, a nivel personal, su concepto, su desarrollo y perfeccionamiento a lo largo de los tiempos, particularmente por la decisiva influencia del cristianismo. El cristianismo, en efecto, obró la más profunda transformación en el proceso humanizador del hombre, llevando al mismo Dios a hacerse hombre por amor al hombre, alcanzando con esto, no sólo humanizar siempre más al hombre, sino divinizarlo (filiación divina) y quedando con él en un continuo diálogo y en una continua interacción, cual es la historia de la Salvación. Sin embargo, y lo hemos indicado en parte, en estos dos últimos siglos, por influencia de doctrinas anticristianas (materialismo, evolucionismo, positivismo y marxismo), por movimientos políticos – sociales que han decretado la muerte de Dios (masonería, nazismo, existencialismo ateo, nietzshanismo y comunismo), se han cometido y continúan cometiéndose los peores crímenes contra los derechos y contra la dignidad de la persona humana. Entre ellos hay que catalogar los atropellos que, particularmente en los países de América Latina, se cometen contra la aplicación de la justicia social. Estos abusos han sido denunciados por muchas y muy acreditadas voces , pero las más fuertes y enardecidas han sido sin duda las de las conferencias latinoamericanas de Medellín (1968) y Puebla (1979). “Sobre todo a partir de Medellín, con clara conciencia de su misión, abierta lealmente al diálogo, la Iglesia escruta los signos de los tiempos y está generosamente dispuesta a evangelizar, para contribuir a la construcción de una nueva sociedad, más justa y fraterna… y nos preparamos para llevar, con esperanza y fortaleza, el mensaje de salvación del Evangelio, a todos los hombres, preferencialmente a los más pobres y olvidados” 105. AGRAMONTE, Roberto. Sociología Latinoamericana. Río Piedras : Universitaria, 1963. p.495. – BETANCUR, Belisario. Colombia cara a cara. 3ª Ed. Bogotá : Tercer Mundo, 1966. p.145. – HERRERA, Amilcar, Et al. Catástrofe o nueva sociedad: Modelo mundial latinoamericano. Bogotá : CIID. 1977. p.127. – JOHNSON, John J. Comp. Continuidad y cambio en América Latina, México : UTEHA, 1967. p.280. – LANNOY, Juan Luis de. Los niveles de vida en América Latina. Bogotá : Centro de investigaciones sociales. 196 3. p.235. – POVIÑA, Alfredo. Nueva historia de la sociología latinoamericana. Córdoba : Assandri, 1959. p. 492. – SANTAYANA, George. La vida de la razón o fases del programa humano. Buenos Aires : Neva, 1958. p. 556. – BAQUERIZO MORENO, Alfredo. Tierra Adentro, Quito. – BELAUNDE, Víctor Andrés. El Perú antiguo y los modernos sociólogos. Lima. – GAITAN, Jorge Eliécer. Colombia a la ley del derecho. Bogotá. (Fuentes referenciadas conforme al original). Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. A los diez años de Medellín, la gran Asamblea latinoamericana de Puebla, tras una larga preparación e interpelación de todas las comunidades eclesiales del continente, vuelve a hablar de la conflictividad histórica caracterizada por las angustias, frustraciones y expectativas de cambios... que se levantan desde los varios países del continente y que expresan “el grito de un pueblo que sufre y que demanda justicia, libertad, respeto a los derechos fundamentales del hombre y de los pueblos”106, y añade que el grito despertado en Medellín “ahora es claro, creciente, impetuoso y en ocasiones, amenazante” 107 y llega hasta el punto de declarar esta realidad como una situación de pecado y de considerar una infidelidad a su misión si no alza su voz en favor de los pobres y oprimidos y si no denuncia abiertamente las injusticias estructurales y la profunda necesidad de cambio, que ni la economía, «liberal-capitalista», ni la «colectivista-marxista» están en grado de resolver. En efecto, el liberalismo capitalista, idolatra la riqueza en forma individual y aunque impulse la capacidad creadora: Considera el lucro como motor esencial del progreso económico; la concurrencia como ley suprema de la economía, la propiedad privada de los medios de producción, como un derecho absoluto, sin límites ni obligaciones sociales correspondientes, [causando una concentración, desmedida e injusta, de la riqueza en manos de pocos afortunados y] contrastes escandalosos y una situación de dependencia y opresión, tanto en lo nacional como internacional 108. “El colectivismo marxista, conduce igualmente, por sus presupuestos materialistas a una idolatría de la riqueza pero en su forma colectiva” 109 y por su «dialéctica de la lucha de clases», su «dictadura del proletariado» que es, al fin la dictadura de un partido, sus experiencias históricas concretas como sistema de gobierno y que se han realizado dentro de un «régimen dictatorial» y “cerrado a toda posibilidad de crítica y rectificación”110, cortina de hierro y mucho más por sus ideologías completamente ateas, su rechazo sistemático de Dios, su panteísmo praxista, su politización de la existencia, y “el tipo de sociedad totalitaria y violenta a que conduce este proceso”111; se presenta como absolutamente inaceptable a la sana filosofía y a una convivencia digna y humanamente libre y segura. 105 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Op. Cit., no. 12. 106 Ibid., no. 87. 107 Ibid., no. 89. 108 Ibid., no. 542. 109 Ibid., no. 543. 110 Ibid., no. 544. 111 Ibid. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. JUSTICIA Y «CUESTIÓN SOCIAL» La justicia social, aplicada al campo de la economía y a la desequilibrada distribución de la riqueza, toma el nombre de «cuestión social», caracterizada especialmente en los últimos tiempos por el trastorno entre el progreso económico y la violación de los principios ético sociales, que dan origen a un conflicto de intereses en gran escala, en cuanto todos se sienten perjudicados y cada uno busca aliviar su situación cargando sus revanchas económicas sobre otros. El obrero, exigiendo al industrial más alza de salarios, el industrial levantando los precios a los comerciantes, éstos cargando inmisericordemente la mano sobre los consumidores, el capitalista cobrando más al empresario y los bancos aumentando arbitrariamente sus tasas de interés. Estos conflictos en favor de sus propios provechos, sin ningún respeto al derecho natural y al bien común, dan lugar a una verdadera lucha de clases, teorizada por Marx en lo que se refiere a los antagonismos entre proletariado y capitalismo o – como él dice – entre la propiedad de los medios de producción y la explotación del trabajo, única fuente de ganancia o el «plus-valor» que afecta principalmente a las clases obreras por los bajos salarios, la falta de trabajo, el desmedido aumento en el costo de la canasta familiar, las condiciones inhumanas en que no rara vez les toca trabajar, la duración de la jornada de trabajo y la violación del descanso festivo. Hay que anotar que la división de clases y, en gran parte, la misma «cuestión social» es inherente a la naturaleza humana, concretamente considerada y como instinto innato a buscar sus propios intereses. Esto produce la diversificación del trabajo, debido también a las múltiples exigencias de la sociedad histórica y políticamente organizada y a las diversas inclinaciones y capacidades naturales de cada uno, así como al esfuerzo para progresar y mejorar su rendimiento y otros miles de factores particulares y circunstanciales que afectan la compleja actividad humana. Así que la división de clases es inevitable y por muchos motivos, providencial, porque trae la connatural diferenciación del trabajo y el desarrollo armónico de la sociedad. Muy grave de verdad y preludio de auténticas catástrofes, sería si los hombres tuvieran todos las mismas inclinaciones, los mismos gustos y capacidades – El progreso y la civilización y la misma vida social quedarían estancadas – Menenio Agripa, con el sólo sentido común, resolvió admirablemente los primeros conflictos sociales de su tiempo y volvió la paz al incipiente pueblo romano. CAUSAS DE LA CUESTIÓN SOCIAL EN LOS TIEMPOS MODERNOS 214 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. El agravamiento de la «cuestión social», particularmente desde el siglo XIX, se debe al profundo trastorno de los valores fundamentales que amparan los derechos de la persona y las mutuas relaciones sociales, sin las cuales todo el edificio social se viene abajo. Ellas fueron: La irreligiosidad que quiso desterrar a Dios, Creador sapientísimo y providencia admirable de la vida humana y por ende el olvido de las aspiraciones trascendentes. El consiguiente vilipendio de la ley moral, que sin Dios quedaba sin el más válido fundamento; de allí el libertinaje y el sensualismo desenfrenado de ricos y pobres y el egoísmo y la explotación de unos por otros. La anarquía político-social, con su exagerado individualismo, que destruyó las organizaciones corporativas, produciendo el atomismo social. El «liberalismo económico», que abrió las puertas a la más despiadada competencia entre empresarios y comerciantes y caracterizado por la ausencia absoluta de la ley moral. El deseo desmedido de ganancia, que trastornó la producción, causando la deficiencia de los artículos de primera necesidad y la superproducción de los artículos suntuarios. El abusivo reparto de la riqueza con el régimen de los privilegios, del monopolio y de la distribución de la propiedad. Las vejaciones de los detentores del capital, especialmente en la producción industrial. La destrucción de la familia debida al salario individual y a la concurrencia de la mano de obra. Los impuestos excesivos por parte del Estado para sostener el lujo de la corte y para subsidiar las continuas guerras entre dinastías. La insaciable codicia de la burguesía, que se entregó al monopolio de los productos y al alza abusiva de los precios. La ley del más fuerte y las maquinaciones de los acaparadores que concentran la riqueza en manos de pocas familias, hasta el punto que en América Latina más del 80% de la riqueza total está en manos del 15% de sus habitantes, mientras 215 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. que el 85% de la población tiene que contentarse apenas con el 20% lo que produce la miseria, la delincuencia y el subdesarrollo. La discriminación racial o social, que niega o conculca los legítimos derechos de millones de hombres tratados como esclavos. A todos estos males se añadió en gran escala el despilfarro, el alcoholismo, la prostitución organizada, la desintegración de la familia, la deficiente educación de la clase media y baja y la plaga del analfabetismo que hace desconocer a obreros y empresarios sus justos derechos y los entrega fácilmente a las intrigas de embaucadores y traficantes, el déficit de viviendas y la insalubridad de los hogares y de las fábricas, el subdesarrollo económico y técnico; para colmo de males, recientemente se añadió el tráfico de drogas que corrompe la juventud, la guerrilla sostenida por empresas y Estados extranjeros con el fin de subvertir el orden social y nacional, la inmoralidad burocrática y, últimamente, la concentración del monopolio económico hasta el punto que los grandes grupos financieros manipulan activos de empresas y capitales bancarios por muchos centenares de miles de millones de pesos. Estas maniobras especulativas han aumentado en los últimos meses el poder monopolista, hasta el punto de desencadenar una especie de guerra entre «pulpos» con operaciones ficticias, autopréstamos multimillonarios y estafas de todo tipo a costa de pequeños y medianos inversionistas 112. Todo mundo se da cuenta que abolidos los valores básicos de la vida se abre la puerta y se acumulan fatalmente todos los abusos y vicios, sin posibilidad de detenerlos. ALGUNAS SOLUCIONES A LA «CUESTIÓN SOCIAL» Sin embargo, no podemos quedarnos sólo en el aspecto negativo de la «cuestión social”, hay también lados buenos que demuestran como la sociedad, a través de los hombres mejor dotados y con la ayuda de los gobiernos bien intencionados, ha ido tomando conciencia de su responsabilidad y se ha impuesto una serie de reformas e iniciativas, de indiscutible utilidad, para preparar el camino al equilibrio social. He aquí algunas: - El aumento y la organización de la producción - Mejores arreglos entre trabajadores y patronos - Mejoras en el régimen de la propiedad - Seguros sociales - Instituciones de asistencia para trabajadores y sus familias - Estímulo al ahorro - Previsión social - Emancipación de la mujer y paternidad responsable 112 Tomado de CONSUEGRA, José. Revista Desarrollo, Edit. Concentración, monopolio y Estado. p. 5. (Fuente referenciada conforme al original). 216 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - Educación obligatoria - Círculos de estudio y tecnificación del trabajo - Créditos populares - Facilidades para conseguir vivienda - Restauración de la vida corporativa a través de los sindicatos - La reducción de las horas de trabajo - Triple jornal festivo - Jubilación y asistencia médica y aún, pensión para la mujer y los hijos - Salario familiar - Función social de la propiedad - Salario mínimo - El empleo de las máquinas, aún en las pequeñas industrias ¿Quién puede negar, que éstos han sido pasos agigantados hacia una mejor convivencia de la sociedad y la elevación de las clases obreras? Pero, desafortunadamente, lo único que no se ha mejorado es el hombre y si no se toman los remedios oportunos y eficaces, se multiplicarán los males en la actual sociedad y en la futura y será la causa de innumerables catástrofes en la vida privada y pública, nacional e internacional. En efecto, ¿quién está satisfecho con la sociedad en que vivimos? La vida social se ha deteriorado siempre más y la atmósfera está altamente viciada. Sin embargo, la sociedad somos nosotros y colectivamente somos víctimas de los mismos males que creamos o toleramos. En este brevísimo bosquejo, que constituye la parte negativa de la «cuestión social», no nos gusta hablar en nombre propio, que podría parecer atrevimiento, sino en nombre de autoridades indiscutibles. Torres Calvo dice que: La violencia de las revoluciones ha dividido a los pueblos en dos grandes clases de ciudadanos, poniendo entre ellos una distancia inmensa. Una, poderosísima, atrae a sí y a su propia utilidad y provecho todos los manantiales de la riqueza, y tiene no escaso poder en la administración de la cosa pública. La otra es la muchedumbre pobre y débil, con el ánimo llagado, y pronta siempre a amotinarse 113. 113 TORRES CALVO, DTSP., p.536. (Fuente referenciada conforme al original). 217 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. León XIII, ya desde su tiempo advertía: “la cuestión social, no es solamente económica, sino principalmente moral y religiosa, sin negar que lo económico influya notablemente en el problema”114, y lo mismo repiten Pío XI y Pío XII. Un individualismo exagerado se ha apoderado de los hombres de hoy, haciendo que cada uno no piense sino en sí mismo o, al máximo, en su familia, olvidando que todos somos solidarios y responsables de la buena marcha de la sociedad. Y en muchos, aún de los buenos, se ha convertido en indiferencia por un exagerado amor a su comodidad y por miedo a las consecuencias que pueda acarrear una enérgica toma de posición contra la corrupción. Los ricos hacen su vida independiente de todos, como si en el mundo no existieran sino ellos, inconscientes o despreocupados de la miseria que los rodea. Por esto, antes que socorrerla, la rehuyen. Todos están obsesionados de los valores del tener, del poder y del placer, como si fueran sinónimos de la felicidad humana115. Los industriales buscan incrementar la producción y el costo de los artículos y casi nunca se preguntan si están ajustados al medio ambiente: “La persona humana está como lanzada en el engranaje de la máquina de la producción industrial, se la ve apenas como instrumento de producción y objeto de consumo” 116. Las oleadas del vicio y de la corrupción apestan la vida familiar y social como si no hubiera en esta vida sino el placer, sin ninguna ley divina y humana: cerrados a Dios y a los hombres viven en la sublimación del instinto sensual y en una especie de pansexualismo, que quiere cohonestar el injusto e irracional machismo latinoamericano117 y así gastan millones en diversiones, aún prohibidas, mientras otros se mueren de hambre. La «cuestión social», pues, más que un problema económico (puesto que riquezas hay en abundancia) es una cuestión moral, de allí que falta casi en todo y en todos, especialmente en la juventud, el sentido de la responsabilidad, la honestidad en los trabajos, la seriedad y la fidelidad en los compromisos y el concepto sagrado de la vida. En una palabra, ha faltado y falta la educación de la personalidad en los principios básicos de la auto-conciencia, el dominio de sus actos, el buen uso de la libertad y de los justos límites en el uso de sus legítimos derechos y el respeto a la dignidad, que, como afirma Francisco Zuluaga: “es la excelencia natural del hombre por 114 LEÓN XIII, Enc. “Graves de Comm...”, no. 40. (Fuente referenciada conforme al original). Tomado de CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Documento de Puebla citado anteriormente, no. 311. 116 Tomado del mismo Documento de Puebla citado inmediatamente antes. 117 Tomado del mismo Documento de Puebla, no. 310. 115 218 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. llevar, además del cuerpo, una alma racional, espiritual e inmortal, creada a imagen de Dios y con sus destinos sobrenaturales” 118. Oportunamente lo recalca Juan XXIII: En toda convivencia bien organizada y fecunda hay que colocar como fundamento el principio de que todo ser humano es «persona», es decir, una naturaleza dotada de inteligencia y de voluntad libre y que por lo tanto, de esa misma naturaleza directamente nacen al mismo tiempo derechos y deberes que al ser universales e inviolables, son también absolutamente inalienables119. Quedan, pues, plenamente sentados y justificados estos principios: - El hombre es el fundamento, fin y sujeto de la vida social. - La economía, la producción y la riqueza deben estar al servicio del hombre, porque de la dignidad de la persona humana brota también el derecho a desarrollar las actividades económicas en condiciones de dignidad y responsabilidad. - Que no es el hombre para la producción, sino la producción para el hombre. - Que no se puede separar el trabajo del trabajador, para considerarlo una simple mercancía. - Que las empresas deben respetar a los trabajadores y salvaguardar su constitución física y tratarlos conforme a su dignidad. - Que los empresarios no pueden ni deben esclavizar a los trabajadores, ni mucho menos considerarlos como simples medios de producción, sino como personas que constituyen el fin de toda economía. Pero, principalmente, hay que educar y desarrollar en el hombre, y mucho más en los jóvenes, el sentido de la fraternidad y solidaridad, tan inculcada por Cristo y el cristianismo, como lo mejor de la vida social. Sus bases son: El ejercicio no sólo de la justicia, sino también del altruismo y de la generosidad hacia los demás: «Todo orden social, cimentado sobre la verdad y la justicia, debe ser complementado y vivificado por el amor». 118 ZULUAGA, Francisco. Estructura de un orden nuevo. Cap., XIV. Cali : Norma, p. 256 y sgts. (Fuente referenciada conforme al original). 119 JUAN XXIII, Carta Encíclica Pacem in Terris. En : SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales. Bogotá : Secretariado Nacional de Pastoral Social, 1988. p. 131-166. no. 9. 219 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La subordinación del orden económico a los dictámenes morales, contrariamente a cuanto piensa el capitalismo que separa y suprime el orden moral y el marxismo que somete el orden moral al económico. La intervención moderada del Estado contra el «liberalismo económico» y contra la estatolatría. El primero rechaza cualquier intervención del Estado como contraria a la libertad absoluta del hombre y el segundo oprime la personalidad transformándola en una pieza del engranaje del Estado o, como decía Hitler: «el individuo es una hoja producida por el árbol del Estado y, si es necesario, debe sacrificar su vida para abonar las raíces del árbol». La organización cooperativa o gremialista para alcanzar mejor sus fines: «la unión hace la fuerza» y para proteger mejor sus derechos. La solidaridad internacional que debe evitar el nacionalismo exagerado o el imperialismo y el internacionalismo marxista. “Las comunidades políticas, unas respecto a otras son sujetos de derechos y deberes, y por eso, también sus acciones han de ser reguladas por la verdad, la justicia, la solidaridad generosa y la libertad. Porque la misma ley moral que regula las relaciones entre los seres humanos es necesario que regule las relaciones entre las respectivas comunidades políticas” 120. MARXISMO Y CRISTIANISMO La violencia revolucionaria y el amor cristiano El marxismo y el cristianismo están empeñados en la restauración de la justicia social y más propiamente en la justa y equitativa solución de la «cuestión social». Es que, de verdad, están en juego valores de fondo. Se trata de la conquista de una «tierra nueva», prometida tanto por Cristo como por Marx, aunque con metas y por caminos totalmente diversos. Es algo, pues, que no puede dejar a nadie indiferente, porque implica la valoración de la sociedad presente y el ideal de la humanidad futura. El problema se ha agudizado en estos últimos años, entre creyentes y no creyentes, y parte del choque frontal entre dos ideologías y entre dos métodos de alcance universal. Por una parte la violencia, por otra parte el amor. Esto es debido principalmente a tres factores, en parte indicados. 120 Ibid., no. 80. 220 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - El proceso de unificación de la humanidad, típico de nuestra época, que da lugar a un nuevo tipo de conciencia sensible a las dimensiones mundiales de los problemas y de las responsabilidades. Ha nacido ya no el hombre de grupo o de una nación, sino el nuevo tipo de hombre – ciudadano del mundo – que participa de una misma historia y de una única esperanza. Esto es particularmente evidente en la conciencia de los jóvenes, hasta el punto que de los héroes contemporáneos como: Kennedy, Martin Luther King, el Che Guevara o Camilo Torres, no les interesa donde han nacido, sino el por qué han vivido y han muerto. - La «contestación juvenil» no se aplica ya a un sector particular de la convivencia humana, sino que se extiende a todos los niveles de la sociedad. Ahora bien, una contestación global sólo es posible en una alternativa global. Se dice con frecuencia que los jóvenes «contestatarios» no saben lo que quieren; sin embargo, puede deducirse fácilmente lo que no quieren. - No es mera casualidad que el anhelo de la tierra nueva surja en gran escala en el momento mismo en que el hombre adquiere conciencia de su poder engrandecedor en la transformación del mundo y de la vida social, y es también porque el hombre ha descubierto que está en sus manos, no sólo construir el mundo, sino también el destruirlo. El peligro de suicidio cósmico no es una pesadilla de ciencia ficción, sino un peligro histórico y casi inminente que confiere a la unificación del mundo un carácter particularmente dramático: «o nos salvamos juntos o perecemos juntos». Por esto, la construcción de una tierra nueva, dice Girardi 121, se presenta a la conciencia de muchos como un «imperativo categórico», como un proyecto que no admite dilaciones o alternativas. Es interesante anotar que el ideal de la «tierra nueva» ha surgido modernamente en el ámbito de los sectores no cristianos y promovido, de un modo masivo, por los movimientos ateos o irreligiosos y, por tanto, casi en confrontación polémica con los valores religiosos y con una visión de la vida y del mundo completamente opuesta. Uno de ellos, y por cierto el más importante y de mayor influencia, fue Marx. El marxismo promete, después del infierno destructor de la violencia revolucionaria, una tierra nueva, en donde habrá igualdad, justicia y bienestar para todos, una especie de paraíso terrenal 122. 121 Tomado de GIRARDI, Jules. Amor cristiano y lucha de clase. Salamanca : Ediciones Sígueme. (Fuente referenciada conforme al original). 122 Tomado de LABRIOLA, Antonio. Della libertá morale. Napoli : Ferrante, p. 21. (Fuente referenciada conforme al original). 221 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Esto se conseguirá principalmente con la lucha de clases, que es: Un hecho, como hemos visto, en cuanto la sociedad humana está dividida irreductiblemente en clases, movidas -pero sólo en parte- por los intereses económicos que pueden transformarse en luchas sociales y políticas. Pero esta lucha está considerada por Marx como una ley histórica insuprimible, porque inherente esencialmente al régimen de la propiedad privada y además es una consecuencia fatal –dice– del movimiento dialéctico 123, lo que ciertamente no está demostrado. Según Marx, también es una ley histórica que este movimiento dialéctico deba llevar inexorablemente a una palingénesis de la naturaleza humana, que echará al hombre del reino de la necesidad y de la violencia al reino de la libertad y de la lucha de clase entre opresores y oprimidos, a la colaboración espontánea, al desinterés absoluto y al reino bienaventurado, en donde: “cada uno trabajará según sus fuerzas y recibirá según sus necesidades” 124. Lo que por cierto no tiene ningún fundamento científico. Todo esto se realizará a través de la violencia revolucionaria, que supone un estado de profundo desconcierto social, cuyas consecuencias son de una gravedad incalculable para todos y que solo podría justificarse si los bienes fuesen proporcionalmente grandes y el éxito igualmente seguro, de lo contrario, la razón aconseja que no puede corregirse un mal con otro peor, cosa que el marxismo no puede asegurar porque: - En sus presupuestos filosóficos no hay lugar alguno para la responsabilidad personal, ni para la moderación. Porque la personalidad, hemos dicho, reside principalmente en las esferas superiores de nuestra vida racional, negada radicalmente por el «materialismo histórico», que está todo en el desarrollo de la actividad económica (infraestructura) y se la admite sólo como una super-fetación sin valor intrínseco y verdaderamente autónomo (sobre-estructura) 125. - No admite libertad dado que la praxis marxista está sometida al más crudo determinismo y a la ley inexorable de la dialéctica. 123 Tomado de MARX, Karl. Zurkritik des politischen oekonomie. Cr. H. Ciccotti Mongini, p.156. (Fuente referenciada conforme al original) 124 LABRIOLA, Antonio. Del materialismo storico. Bari : Laterza, p.238. (Fuente referenciada conforme al original). 125 Tomado de SOREL, G. Preface a essais sur la conception materialista de l’historie. París : Giard et briérre, p. 3. (Fuente referenciada conforme al original). 222 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - No admite valores espirituales, sino la pura satisfacción de las necesidades biológicas a través del trabajo económicamente productivo. - No hay trascendencia para el hombre ni existencia de un Ser Superior, porque el marxismo es ateo y encerrado en la esfera de este mundo sensible, por esto considera la religión como un valor negativo que obstaculiza la revolución y se transforma en verdadero “opio del pueblo” 126. El marxismo, en una palabra, niega y destruye todo concepto de personalidad: su estructura metafísica, sus valores, sus finalidades más humanas y su trascendencia; es, pues, filosófica y científicamente insostenible. Toda lucha es para el bienestar fisiológico y esto mismo, sólo a través de la violencia revolucionaria, en donde la «hoz» segará inexorablemente todo cuanto se interpone en su camino, bajo los duros golpes del «martillo» del odio de clase. Así los hombres actuarán la «justicia social» y surgirá, como por encanto, la «tierra nueva», a través de la «dictadura del Estado» (dictadura soviética, que precede cronológica y necesariamente la «dictadura del proletariado» que sería el paso del reino de la necesidad al reino de la libertad) ¿Cuándo vendrá éste...? y, ¿sí vendrá? Lo más terrible del marxismo es que sacrifica los hombres del presente entre luchas y revanchas sangrientas, para preparar el paraíso de los hombres del futuro, que no llegará, porque a los ojos de la crítica racional se presenta como una quimera. El cristianismo, por el contrario, reconoce en el hombre todos los elementos de una altísima personalidad como son: su vida racional, su libertad, el alma espiritual y los destinos inmortales, la igualdad metafísica del hombre y su legítima aspiración a una conveniente felicidad terrena, preludio de su bienaventuranza eterna (la «tierra nueva»). Mientras que el hombre está en esta vida debe transformarse con una actividad inteligente y libre, en agente de su propia liberación, desde las necesidades puramente instintivas hacia metas siempre más altas, con el ejercicio responsable de las virtudes teologales y morales, con el vencimiento continuo de sus malas inclinaciones, fruto del egoísmo, para abrirse siempre más al « AMOR». El amor a Dios, Ser infinitamente amante y amable, que lo transformará de su ser puramente humano en imagen, siempre más perfecta, de Dios, por lo divino, depositado en nosotros y desarrollado con el ejercicio de la fe, la esperanza y el amor, el contacto continuo con Dios, a través de la oración hecha diálogo de amor 126 LABRIOLA, Antonio. In memoria del manifiesto dei comunisti. Bari : Larteza, p.21. (Fuente referenciada conforme al original). 223 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. y la entrega total de su vida humana y de su actividad a la gloria de Dios para hacerlo conocer y amar tal cual es y siempre más El amor a los otros hombres que son nuestros iguales, por la misma naturaleza humana y nuestros hermanos en la fe, porque somos todos hijos de Dios, nuestro Padre. Por esto no hay virtud que más nos recomienda Cristo, como la virtud del amor: “amaos los unos a los otros y nos propone como modelo a sí mismo, infinito amor, como yo os he amado” (Jn. 15, 12). Otra característica particular del cristianismo es que el hombre debe considerar a los demás hombres no sólo como hermanos, por la participación de la «filiación divina», sino también como depositarios de la gratitud y generosidad que debemos a Dios y, por esto, el amor a Dios debe traducirse en obras de entrega al servicio del prójimo, especialmente de los pobres y marginados, tanto en el cuerpo como en el alma, que serían los ignorantes, los que no tienen fe y los pecadores, que son los verdaderos marginados del espíritu, los pobres del amor de Dios y los marginados de la vida eterna. Dice Cristo: “Lo que habéis hecho a uno de estos pequeños -marginados del cuerpo o del espíritu- a mí me lo habéis hecho” (Mt. 25, 40). Y en otra parte: “En verdad os digo que lo que habéis dado, aunque fuera un vaso de agua, en mi nombre a los demás, no quedará sin recompensa” (Mc. 9, 41). Qué perspectivas tan admirables para el hombre, para condividir, no sólo todo lo suyo con los demás, sino para entregarse a sí mismo. Entonces ¿por qué no se hace? y, ¿por qué tantas injusticias? Porque el hombre es débil y naturalmente inclinado al egoísmo, hay que fortalecerlo, especialmente en la edad de la niñez y la juventud a través de la educación y prendiendo en él la llama de los nobles ideales. Pero es cierto que si no lo hace el cristianismo, no lo hará nadie. El cristianismo rechaza la violencia contra los demás que es contraria al amor y abuso de la libertad; sólo conoce la violencia contra sí mismo para amansar la parte animal y desordenada que hay en nosotros y avanzar, aunque fatigosamente, hacia lo mejor de nosotros mismos, hacia los demás por el amor y hacia la vida eterna. "El Reino de los cielos – dice Cristo - exige violencia y sólo los violentos lo arrebatan” (Mt. 11, 12) y rechaza la violencia revolucionaria como abuso del poder y por el ejercicio de la fuerza bruta y no quiere vencer sino con el amor. Marxismo y cristianismo, pues, son dos tendencias diametralmente opuestas: Por razones doctrinales, porque mientras por el marxismo las clases son esencialmente antagónicas y movidas por el odio, en el cristianismo son fruto de la diversificación del trabajo y de las capacidades naturales. Son, pues, un 224 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. presupuesto antológico de la sociedad y una visión de la realidad axiológica; por esto, no son ningún obstáculo a la realización de la relativa felicidad que puede gozarse en este mundo y más bien un medio de perfeccionamiento moral y de mérito para la vida eterna en la cual, muy fácilmente: “los primeros serán últimos y los últimos primeros” (Mt. 20, 16). Por razones estructurales. La lucha de clases marxista se prospecta preferentemente desde el punto de vista de la clase dominante y en este sentido la religión forma parte de la estructura burguesa y es un instrumento para conservar el poder y la opresión, un puro invento para aquietar a los pobres e insatisfechos y a su manera un verdadero espantapájaros o, si queremos, Dios aparece en la historia como el deux ex máquina de las comedias griegas, que resuelve todos los problemas a favor de la burguesía. No se necesita mucho para demostrar la falsedad de semejante sofisma. La lucha de clases no es ninguna explicación del fenómeno religioso y Marx es, quizá, el único que toma el origen de la religión por el lado del poder, mientras casi todos lo consideran por el lado de la pobreza y Cristo mismo tuvo su preferencia para con los pobres, a quienes reservó las primicias de la «Buena Nueva» y como una señal de su mesianidad. Igualmente la Iglesia, históricamente, nació pobre como Cristo, y trabajó y se propagó principalmente entre los pobres y si hubo, en algún lugar o en algún tiempo, predominio de grandeza en la mayor parte de los cinco continentes está todavía a favor de los pobres. De todas maneras, sin gastar muchas palabras, la filosofía y la ciencia de la religión nos enseñan claramente que ella no es un condicionamiento histórico, sino ontológico del hombre, la única razón verdadera y válida para justificar su aparición como persona y para explicarse a sí mismo, puesto que lo finito exige lo infinito y lo relativo el absoluto – y si el hombre no quiere admitir su limitación y finitud, entonces el peligro es más grave, porque se transforma en egolatría y de allí han derivado grandes males, como: el despotismo, la tiranía y la ideología nazi. Semejante humanismo es irracional y antimetafísico y no produce sino la decadencia de la misma civilización humana. Si la doctrina cristiana admite la división de clases como un hecho natural, necesariamente debe aceptar que puede haber entre ellas una cierta competencia y una cierta lucha, lo que rechaza enfáticamente es que se transforme necesariamente en odio. El Evangelio manda amar a los enemigos, pero no nos puede obligar a que no los tengamos, cosa que en definitiva no depende de nosotros. Más bien si el amor cristiano nos compromete en la liberación de los pobres y oprimidos, eso puede implicar la lucha contra las resistencias inevitables de los que están interesados en conservarlas. 225 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Hay que sentar el principio que el ordenamiento cristiano, fundado sobre las finalidades morales y trascendentes, obliga también en el campo económico. No puede tenerse un paraíso acá y otro allá, de lo contrario se aplican las palabras de Cristo: “¡Ay de vosotros ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo” (Lc. 6, 24). Hay que recordar a los detentores de la riqueza, que gastan exageradamente en un ambiente universalmente pobre, que por esto mismo se vuelven antisociales y cristianamente en estado de pecado. El hombre no se condena sólo por el mal que hace, sino también por el bien que no hace. Claro está que el amor cristiano no se demuestra únicamente socorriendo a los menesterosos, sino, y mucho más, dando trabajo y enseñando a trabajar. Dice bien el refrán: «más que regalar el pescado es mejor enseñar a pescar». El amor evangélico, en definitiva, no puede ser estático o platónico, sino dinámico y transformador y la educación personalizadora consiste en crear un hombre nuevo, no sólo en sentido personal, sino también colectivo y comunitario, en crear un mundo nuevo y militante; esto es, que de un nuevo y verdadero sentido a su universalidad haciendo hombres iguales. Porque el universalismo cristiano no se puede confundir con el pacifismo enclenque de la ONU, ni con la política de no intervención porque sería un amor muerto. Hay que amar a todos, a los oprimidos para liberarlos de su abyección y a los opresores librándolos del pecado contra la solidaridad, que es un pecado contra la naturaleza social del hombre y contra Dios que lo ha creado. Esto lleva consigo un nuevo planteamiento de la moral social, porque, como hemos dicho, cambiando el sentido del amor cambia el sentido de todo. Dice Puebla: “El nuevo humanismo, proclamado por la Iglesia, que rechaza toda idolatría, permitirá al hombre moderno hallarse a sí mismo, asumiendo los valores del amor... Así podrá realizar en toda su plenitud el verdadero desarrollo, que es el paso para cada uno y para todos, de condiciones de vida menos humanas a condiciones más humanas”127. De esta manera se evitarán los opuestos escollos y formas de idolatría económica: la capitalista en donde el individuo lo es todo, sin freno y sin limitación de libertad, y la marxista en donde el hombre no es nada, porque es absorbido por el engranaje social de la producción. 127 CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO. La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Op. Cit., no. 497. 226 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. LA «CUESTIÓN SOCIAL» EN EL CAMPO NACIONAL E INTERNACIONAL El mérito de Marx está no en haber descubierto la «cuestión social», sino en haberla aplicado justicieramente a la incipiente época industrial, en donde era más intrincada y deshumanizada. Es justo reconocer que este movimiento despertó la conciencia del proletariado, haciendo posible no pocas conquistas de la clase obrera y mejorando su condición de vida. Sin embargo, ningún principio o movimiento político, social y económico tendrá eficacia duradera si falta el calor humano de la fraternidad universal, basada en la misma naturaleza humana y promulgada por el mismo Creador. Después del diluvio, y recalcando lo dicho a Adán, dijo Dios a Noé: “todo lo pongo en vuestras manos” (Gen. 9, 3). El mundo, pues, pertenece a todos por igual. Es un principio que antes de cualquier derecho contiene un deber y, por consiguiente, la lucha para dominar los instintos de acaparamiento con una lealtad operante, siendo que el hombre lleva en sí el germen del egoísmo. El mal verdadero es que, poco a poco, nos hemos vuelto insensibles al bien común y más bien defendemos las injusticias como un legítimo derecho; injusticias que se ocultan tanto en las relaciones sociales como en las maniobras de las grandes potencias que monopolizan la política económica mundial, rehusando colaborar con la justa solución de la equitativa distribución de la riqueza. Lo más reprochable es que todas estas desigualdades inhumanas y anticristianas son patrocinadas y protagonizadas, en gran escala, por países y sectores de la población que se dicen cristianos, demostrando lo poco que conocen y han asimilado la doctrina evangélica del amor que Cristo nos enseña; ese amor que, como a Cristo, debería llevarnos, si no a darlo todo para los demás, por lo menos a dar lo superfluo, traspasando las fronteras, nuestras propias conveniencias, las desigualdades estructurales y, principalmente, el injusto monopolio de las potencias económicas. ¿Y qué es lo superfluo? Lo que no es necesario, ni para hoy ni para mañana. ¿Y para después?, pensará Dios; porque la misericordia con los hermanos abre todas las puertas del corazón de Dios, como lo afirma claramente en el Evangelio: “Dad y se os dará” (Mt. 6, 38). El mal es que no tenemos fe, no nos fiamos de Dios, por esto el mundo va a la ruina. Los cristianos estamos en una apostasía radical, tanto de las personas como de las naciones. Sabemos que las grandes potencias europeas como: Francia, Alemania, Inglaterra, España, Italia y principalmente Rusia han organizado nuevos planes de desarrollo que prevén el aumento de los intereses nacionales a 227 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. expensas de los países del Tercer Mundo, a pesar de los tan decantados postulados de libertad, igualdad y fraternidad. Por esto Pablo VI, con sentido de justicia cristiana, denuncia esta grave situación universal: “Los pueblos hambrientos interpelan hoy con acento dramático a los pueblos opulentos. La Iglesia sufre ante esta crisis de angustia y llama a todos, para que respondan con amor al llamamiento de sus hermanos” 128 porque la «cuestión social» ya tiene dimensiones universales. Igualmente el «Consejo de Iglesias» y la comisión católica de «Justicia y Paz», a instancia del grupo ecuménico: “Acción de la Iglesia para el desarrollo del mundo”129, presentaron un proyecto a la ONU, para que se destinara por lo menos el 1% de los ingresos brutos de las naciones miembros, para ayudar a aliviar el hambre en el mundo. Algunas naciones aceptaron, otras a pesar de la promesa todavía no han cubierto la cuota y otras la han reducido a un préstamo de capitales a intereses, que en realidad no se resuelve sino en beneficio propio y en un gravamen más para los países pobres. Algunas consideraciones al interior de los países del Tercer Mundo para ver las anomalías que agravan la situación de pobreza. - El primer mal de los países pobres, como lo anota el célebre historiador africano Joseph Ki-Zubo, es “que las grandes riquezas que vienen de afuera y las que llegan de los impuestos internos, se concentran sólo en las grandes ciudades en donde se fomenta el lujo, en las grandes construcciones y en las inversiones suntuarias, dejando en el más crudo abandono a la gente del campo y las regiones apartadas. ¿No sucede lo mismo en Colombia? ¿Cuáles son las ciudades que continuamente recorren en la repartición de los fondos públicos? Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali, Cartagena, Bucaramanga, y alguna otra, el resto es pobreza y miseria”130. ¿Cuándo los gobiernos remediarán, por lo menos en parte, esta catastrófica situación? - El endeudamiento externo, no para inversiones y obras de infraestructura, sino para mantener la maquinaria burocrática. Esto echa a pique todo buen gobierno y toda esperanza de salir del subdesarrollo. - La evasión de los impuestos y la fuga de capitales al exterior. Así el país nunca tendrá recursos suficientes para el pueblo marginado. 128 PABLO VI, Carta Encíclica Populorum Progressio. En : SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales. Bogotá : Secretariado Nacional de Pastoral Social, 1988. p. 251-281. no. 3. 129 MUGARZA, Daniel. Cristianismo y socialismo. Bilbao : Desclée, p.60. (Fuente referenciada conforme al original). 130 Ibid., p. 67. 228 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - Los gastos incontrolados, el despilfarro y los robos multimillonarios en las dependencias del Gobierno y en los institutos descentralizados. - La falta de castigo saludable, la mayor parte de las veces, para los que son reconocidos públicamente culpables de haber dilapidado los bienes oficiales. - El primer remedio positivo y el más eficaz es reducir las altas cuotas de renta personal o nacional a favor de los pueblos o de las zonas subdesarrolladas, exigencia de estricta solidaridad humana. - Debemos tomar conciencia todos, pero principalmente los que vivimos en el Tercer Mundo, que es indispensable disminuir los gastos suntuarios (que no rara vez arrojan cifras escandalosas) para ayudar con sentido humano y cristiano, a los que viven en la miseria, a través de los organismos más seguros de asistencia social. Si supiéramos ahorrar, por lo menos lo superfluo en la administración de los bienes, tuviéramos más que suficiente para ayudar eficazmente a los demás . - Muchos defienden la estricta necesidad de la propiedad privada de los medios de producción y por cierto traen a consideración muchos y muy válidos argumentos; pero algunos sociólogos modernos, aún cristianos, han criticado con dureza esta doctrina de la propiedad privada de los medios de producción o, por lo menos, demuestran que no es absolutamente necesaria. Otros optan por la propiedad compartida de esos medios de producción, para que así se cumpla la función social de la propiedad, contenida en la ley del destino común de los bienes. Y otros, en fin, proponen como propiedad compartida la obligación de los empresarios de llamar a tomar parte, no sólo de las utilidades netas, sino del mismo capital a los trabajadores, debidamente representados por los obreros mejor preparados, bajo la vigilancia del Estado. Dice la Gaudium et Spes: “Al Estado corresponde impedir que se abuse de la propiedad privada en contra del bien común” 131. En Estados Unidos la renta promedio es de US 3.240 anuales, en India apenas US 100, y en el Alto Volga (Rusia) de US 42. En Colombia sucede también quien nada en el lujo, con 60, 80, 100 y 200 mil pesos mensuales, y quien apenas con el sueldo mínimo, o se muere literalmente de hambre. A algunos esto puede parecer absurdo, pero entonces nosotros cristianos ¿cuándo tomaremos conciencia de la igualdad de los derechos con los pobres? En España, en uno de estos años, se gastaron en sólo tabaco, 25.000 millones de pesetas, que son (ironía de la solidaridad humana) 340 veces más de lo recaudado para la campaña contra el hambre. Lo mismo y más sucederá en los países superdesarrollados. En Colombia, ¿cuánto se gastará en cigarrillos, trago, cabaret, etc.? 131 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes : sobre la Iglesia en el mundo de hoy. Op. Cit., no. 71. 229 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Por esto añade Mugraza: «los obreros están llamados a participar en las decisiones de la empresa con voz y voto y así también la distribución de las utilidades, en proporción debida, para superar, por lo menos en parte, la irritante desigualdad entre obreros y empresarios y respetando la dignidad del trabajo y el derecho a la plusvalía de la producción». Esta posición ha sido presentada y patrocinada por los Romanos Pontífices León XIII, Pío XI y Pío XII, como la mejor solución a los conflictos laborales entre patronos y trabajadores. El Papa Juan XXIII132, recuerda oportunamente: no basta afirmar que el hombre tiene un derecho natural a la propiedad privada de los bienes, incluyendo los medios de producción, si al mismo tiempo no se procura con toda energía que se extienda a todas las clases sociales el ejercicio de este derecho. Y Pablo VI añade: “el derecho de la propiedad no debe jamás ejercitarse con detrimento de la utilidad común” 133. Y concluye: “se trata de construir un mundo donde todo hombre, sin excepción de raza, religión o nacionalidad pueda vivir una vida plenamente humana, emancipado de las servidumbres que le vienen de parte de los hombres de una naturaleza insuficientemente dominada” 134. Demos ahora una mirada a lo que sucede en el seno mismo de las naciones ricas que se precian de ayudar a las naciones en vía de desarrollo. Según las opiniones de sociólogos acreditados y de asambleas de estudio no son, en buena parte, sino medios de opresión. - Las injusticias estructurales de intercambio entre países pobres, poseedores de las materias primas y los países industrializados que las compran para transformarlas. Compran a precios irrisorios y, ya transformadas las vuelven a vender a precios de monopolio, lo que toma el aspecto de una auténtica explotación. Es indispensable hacer tomar conciencia a las naciones detentoras de los medios de producción, que los beneficios mutuos deben ser equitativos; por ejemplo: las minas de hierro, de oro, de platino, etc. - Otra forma de explotar a los países pobres es la compra monopolizada de sus productos, de tal manera que los países ricos se transforman en únicos compradores e imponen los precios, acumulando para ellos las pingües ganancias, por ejemplo, el café y el azúcar. 132 Tomado de JUAN XXIII, Carta Encíclica Mater et Magistra. En : SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales. Bogotá : Secretariado Nacional de Pastoral Social, 1988. p. 79-128. no. 30. 133 PABLO VI, Carta Encíclica Populorum Progressio. En : SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. Op. Cit., no. 23. 134 Ibid., no. 47. 230 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - A esto se añaden los convenios obligados con que los países en vía de desarrollo por los productos que venden a las naciones industrializadas, deben empeñarse a comprar otras mercancías ya elaboradas y al precio impuesto. Así que las naciones progresadas compran barato un tipo de producto y venden caro otro tipo, por ejemplo, el cambio del petróleo por maquinaria. - Otra manera de explotación es la de los préstamos, obligando a las naciones pobres a aceptar los préstamos necesarios al desarrollo, pero elevando los intereses que fácilmente acaban por no poder pagar, cargándose así con deudas ingentes hasta entregarse en bancarrota a los países explotadores, el más reciente: México. - Otro mal de consecuencias incalculables son las ingentes sumas que se destinan a los armamentos y que empeñan tal cantidad de fondos que podrían crear nuevos frentes de trabajo para la gran mayoría de la humanidad, resolver pacíficamente todos los conflictos laborales y todas las necesidades económicas del mundo entero. Muy bien lo afirmaba su Santidad Pablo VI135, la carrera a los armamentos es la plaga más grande de la humanidad y perjudica a los pobres de manera intolerable. - Más grave es la injusticia cuando, a través de los préstamos o donativos, se obliga a los países del Tercer Mundo a aceptar ideologías y prácticas inmorales que favorecen los obscuros designios de las potencias explotadoras y corrompen las conciencias y pervierten las convicciones morales de los explotados, por ejemplo, las campañas pro planificación familiar. - Oportunamente afirmaba Juan XXIII136: hay que tener presente que las ayudas a las demás naciones no se pueden prestar de tal forma que opriman las creencias y la libertad, sino de manera que puedan ser ellas mismas las protagonistas y principales responsables de su propio desarrollo. Por esto, el documento final del XIII Congreso Interamericano de Educación Católica de la CIEC exige que la educación política de la juventud sea orientada: “Al descubrimiento de la injusticia, de las estructuras y sus causas; al cambio de las estructuras sociales injustas; a la acción social para que los que sufren la injusticia, tengan oportunidad de vivir como hombres iguales, dignos, libres y con la dimensión trascendente sostenida y motivada por la fe” 137. 135 Tomado de Carta Encíclica Populorum progressio, en documento mencionado anteriormente, no. 53. 136 JUAN XXIII, Carta Encíclica Pacem in Terris. En : SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. Op. Cit., no. 123. 231 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Pero, a esto podrá llegarse solamente injertando en las relaciones humanas, sociales, nacionales e internacionales una fuerte dosis de principios morales y profundos sentimientos de solidaridad humana, conforme a los postulados del Evangelio y de la sana filosofía, como lo inculca oportunamente el pontífice Juan Pablo II138 en su encíclica sobre El trabajo humano. UN POQUITO DE LA FILOSOFÍA DEL EVANGELIO El Evangelio no es ciertamente un tratado de filosofía y ¡menos mal! porque a esta hora se hubiera perdido en el piélago de las diatribas y contradicciones humanas. No es una ciencia, en el sentido estricto, o una búsqueda razonada y sistemática de las causas y de las leyes del universo visible, mucho menos es una escuela de finanzas o de administración de empresas, de la cual se puede esperar la solución de las crisis laborales o económicas. El Evangelio es, sencillamente, la revelación de la «Sabiduría» y por esto no necesita argumentos ni elucubraciones para demostrarla, porque tiene los caracteres propios de la sabiduría: profundidad, simplicidad y alcances universales. Profundidad. Es de verdad el código básico de todas las leyes hechas y por hacer y una sola palabra del Evangelio vale más que muchos volúmenes de ciencia humana. Por esto, de su rico manantial se han llenado las bibliotecas, en todas las ramas del saber: filosofía, derecho, historia, antropología, psicología, sociología, pedagogía, economía y política. Simplicidad. Hasta el punto que la entienden muy bien aún los niños, como la entendían, en su tiempo, los pescadores y campesinos de Galilea y confundía y hacía temblar a los fariseos, letrados y hombres de gobierno de Israel. Alcances universales. En efecto, puede predicarse todavía a todos los pueblos con el mismo frescor y novedad, como las más recientes publicaciones de las más avanzadas academias de la ciencia y aplicarla con más sentido de realidad y con más eficacia que los modernos códigos de leyes. Si los hombres la observaran, con respetuosa buena voluntad, se hubieran evitado todas las contiendas y guerras civiles, territoriales y mundiales; y porque los 137 CONFEDERACIÓN INTERAMERICANA DE EDUCACIÓN CATÓLICA. Metodología de una Educación en y para la Justicia. Documento final del XIII Congreso Interamericano de la CIEC. no. 44. Bogotá, 1980. p. 101. (Fuente referenciada conforme al original). 138 Tomado de JUAN PABLO II, Carta Encíclica Laborem Exercens. En : SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL DE COLOMBIA. 10 Trascendentales Mensajes Sociales. Bogotá : Secretariado Nacional de Pastoral Social, 1988. p. 361-407. no. 8. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. hombres no las conocen o no las quieren observar, allí está el origen de todos los males sociales, nacionales e internacionales. El Evangelio es la vida, la paz y el amor entre los hombres. Basta vivirlo y el mundo cambiará radicalmente y aparecerán los caracteres fuertes, las personalidades superiores y aún los héroes y los santos; sin embargo, por cuanto pueda parecer extraño, el principio de toda perfección evangélica es el desprendimiento de sí mismo y de las cosas terrenas. La pobreza es un «imperativo categórico» del Evangelio, para todo aquel que quiere ser cristiano de verdad, aunque deba acomodarse prudentemente a cada caso, pero en ningún momento puede quedarse en vanas palabras y debe cuestionarnos continuamente. Todos sabemos que Cristo fue pobre en todos los momentos de su vida; sin embargo, aunque parezca extraño, habla continuamente de riquezas y de cuestionamientos económicos, será quizá: - Porque es el único lenguaje que entienden los hombres de toda clase y cultura. - Es la manera apropiada para hacerles entender el valor de los bienes espirituales. - Mucho más para ponernos en guardia contra sus seducciones, puesto que son la causa principal, después o antes que la lujuria, por la cual los hombres pelean, se matan y llegan a condenarse eternamente. Para nosotros los cristianos, la pobreza evangélica es la piedra de toque de la fidelidad a Cristo, el argumento más convincente de que creemos firmemente en los bienes eternos que sobrepujan inmensamente los miserables y efímeros placeres de esta tierra y que nos fiamos plenamente de la Palabra, del «Verbo» de Dios. Si no aceptamos, sencilla e integralmente, no tenemos derecho de llamarnos cristianos, y no rara vez nos volvemos estorbo a los rectos y sinceros de corazón y escándalo a los no cristianos que no alcanzan a comprender como nos podemos jactar de una religión superior, pero que no la comprendemos ni vivimos y con frecuencia la traicionamos y pisoteamos. No sólo eso, sino que, si nos dejamos llevar por la codicia, el despilfarro, la sed de placeres y la cleptomanía a cometer los atropellos que, con la plata y por la plata pueden cometerse, nuestros mismos destinos eternos están en serio peligro, hasta el punto de poder merecer el reproche de San Pedro a Simón el Mago: “tu plata se vaya contigo a la perdición” (Hch. 8, 20). 233 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Como epílogo, pues, a las reflexiones que hemos hecho sobre la «cuestión social», es muy oportuno escuchar de primera boca las enseñanzas que Cristo, como el mejor de los maestros, nos da sobre las riquezas. Es un hecho indiscutible que para Dios todos somos iguales: “todos vosotros sois hermanos” (Mt. 29, 8). La diferencia de clases, delante de Dios, no es sino un hecho puramente superficial, tal como el perfil de la cara o el color del vestido. Por esto, Dios nos ama profundamente a todos, prescindiendo del color, de la raza y de la posición social. Y si hay preferencias, las hay para aquellos que se elevan siempre más en la escala de los valores humanos y divinos, esto es, que se vuelven siempre más dignos hijos de Dios. Estamos en esta vida como en un drama: uno hace la parte de rey, con espléndidas vestiduras y corona en la cabeza, otro de magistrado con toga y birrete, otro de médico con blusa y mascarilla, otro de mecánico sucio de grasa y de mugre, una mujer hace de princesa y otra de lavandera. Pero, a los pocos momentos, ¿qué es la vida? todos desaparecen del escenario de este mundo y las felicitaciones de Dios no serán ni para el rey ni para la lavandera, sino para quien haya representado mejor su parte. No ostentemos en el carnaval de este mundo demasiados títulos, medallas, zarandajas y hojarascas de apariencias y de lujos. Nuestro gran título es ser hombres honestos y honrados, cristianos coherentes con los principios que profesamos, lo demás es caricatura, falta de realismo y quizá ocasión de injusticia, porque toda discriminación social es ofensa a la dignidad del hombre. El hombre vale mucho a los ojos de Dios, por él vino al mundo y por él se entregó a la muerte, pero ciertamente no por sus riquezas, ni por su poder, ni por su posición social. “Los hombres se dejan llevar por las apariencias, pero Dios escudriña el corazón” (1 Sam. 16, 7). ALGO PARA LOS RICOS La primera cosa, y la más importante que nos enseña Cristo, es que los bienes materiales nunca pueden constituirse en fin de la vida. Lo enseña claramente con la parábola del rico Epicuro que habiendo acumulado claramente muchas riquezas, se dijo a sí mismo: “y diré a mi alma: alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea. Pero Dios le dijo: ¡necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?” (Lc. 12, 19-20). Y también porque ponen en peligro nuestra salvación eterna, por esto afirmaba perentoriamente: “no podéis servir a Dios y al dinero” (Mt. 6, 24). 234 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Los bienes sensibles son apenas un medio para subsistir y estos mismos tienen sus justos límites en el ámbito de la vida personal: “que vuestro corazón no quede oprimido... por la crápula” (Mt. 25, 40) y su necesario desemboque en el campo social: “todo cuanto tienes véndelo y repártelo entre los pobres” (Lc. 18, 22). Por esto en la doctrina evangélica los bienes de este mundo son un don de Dios (Lc. 16, 11) y los ricos son considerados como administradores de los bienes de Dios, que deben compartir con los pobres y de esto les tomará estricta cuenta, como en la parábola del mayordomo infiel (Lc. 16, 1-8); a los viñadores infieles les quitó el arriendo a los más desalmados los hizo degollar (Mt. 21, 33-46). Al siervo abusivo y cruel lo condena con los infieles e hipócritas” (Mt. 24, 45-51). Por el contrario, a los buenos administradores los recompensa ampliamente, como en la parábola de los talentos (Mt. 25, 14) y de las minas (Lc. 19, 11) haciéndolos príncipes y gobernadores de pueblos. Es claro que la base son los bienes de la tierra, pero su sentido y su recompensa es alegórica. A los ricos no los odia, como hace el marxismo, más bien los exhorta al desprendimiento y a la generosidad y a cuantos escuchan sus consejos los trata como a sus mejores amigos, tales son: Lázaro, Mateo, Zaqueo, Marta y María. Y para estimular nuestra generosidad declara que considera como hecho a Él mismo lo que se da a los necesitados en su nombre y por su amor. Por esto, la generosidad cristiana está muy distante de la pura filantropía: “en verdad os digo que lo que hiciste a uno de estos pequeños a mí me lo hicisteis” (Mt. 25, 40). Oportunamente considera, en consonancia con sus planteamientos, que no puede pertenecer al número de sus evangelizadores del reino quien no se despoja de todo para consagrarse totalmente al bien espiritual de los hombres. Al joven rico, entusiasmado de su perfeccionamiento, dice: “si quieres ser perfecto, vete, vende lo que tienes y dadlo a los pobres... y ven y sígueme” (Mt. 19, 21) y porque no sintió la valentía de hacerlo, exclamó con tristeza: “¡qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!” (Lc. 18, 24). A muchos que, como gran parte de los ricos de hoy, se preocupaban más de aparecer que de ser honestos, los increpó duramente: “¡ay de vosotros ricos, que limpiáis lo exterior y en vuestro interior sois llenos de rapiña y de avaricia!” (Mt. 23, 25) o porque abusaban de la plata para cometer maldades (Mt. 28, 12) o porque la codicia los impulsaba al delito: parábola de los viñadores (Mt. 21, 33-46); o porque eran causa de eterna condenación: el rico Epulón (Lc. 16, 19-31) y para detenerlos de tamaña ruina tronaba, alguna vez, terriblemente: “¡ay de vosotros ricos que tenéis aquí vuestra alegría!” (Mt. 6, 2.5.16), esto es, que habéis hecho de este mundo vuestro paraíso. 235 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Y como sabe que los hombres, como pobres ilusos por el deseo de poseer, cometen frecuentemente abusos, extorsiones y fraudes, cuyo contenido no pueden después devolver a sus legítimos dueños, exhorta a que pasen las riquezas mal adquiridas a los pobres: “haceos amigos aún con la inicua riqueza” (Lc. 16, 9) pero no le permite que la disfrute con egoísmo. Muy claro es el pensamiento de Cristo con relación a las riquezas, a su uso, a los límites impuestos, a las obligaciones y a la voluntad de servicio y de solidaridad que ellas imponen. Decía Danielou: “La pobreza, junto con la caridad, son los rasgos esenciales del espíritu evangélico”139. ALGO PARA LOS POBRES No puede negarse que la predilección de Cristo es para los pobres, pero con esto no comente ninguna injusticia. En realidad es una ley de compensación divina. Decíamos que las clases sociales son una diversificación natural, ahora podemos añadir que son una disposición providencial y, por esto, querida por Dios, el buen administrador de este mundo que lo dispone todo para la buena marcha de la sociedad. Hay los que están arriba, en la escala social y los que están abajo. Pero no hay injusticia, porque cuando más abajo están en la escala social, más merecen la predilección de Dios; por esto, una demostración apodíctica de su mesianidad es el anuncio de la Buena Nueva a los pobres (Mt. 11, 5). Si aceptan con resignación su estado de pobreza, sin culpa propia, o se despojan voluntariamente de sus riquezas por el reino de Dios, los llama felices y dichosos, no ciertamente por lo que dejan, sino por lo que merecen y por lo que encontrarán, esto es el «reino de los cielos»: “bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos” (Lc. 6, 20). ¡Que recompensa propiamente divina!, que debería movernos, si fuéramos verdaderamente inteligentes a despojarnos de todo para seguir a Cristo y ayudar a los pobres. Por esto se atrevió a decir San Pedro: “Señor, he aquí que nosotros lo hemos dejado todo (en realidad era muy poco) para seguirte, ¿qué habrá para nosotros?” (Mt. 19, 27) y la respuesta no se hizo esperar y fue solemne y magnífica: “Os doy mi palabra: vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo 139 DANILEOU. El cristianismo en el mundo moderno. Barcelona : Herder, p.36. (Fuente referenciada conforme al original). 236 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. del hombre se siente en el trono de su gloria os sentaréis también vosotros en doce tronos” (Mt. 19, 28). ¡Qué recompensa tan sobreabundante!, casi da envidia. Cristo lo prevé y refuerza su promesa y amplía sus beneficios: “En verdad os digo que todo aquel que dejare casa, hermanos, padres, hijos o campos por mi nombre, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna” (Mt. 19, 29). Es realidad que, según la doctrina evangélica, despojarse de todo para hacer el bien y para seguir a Cristo es mucho más ventajoso que poner la plata en un banco, y así lo piensa Cristo, por esto añade sin ambages: “No os amontonéis tesoros en la tierra donde hay polilla y herrumbre que corroen y ladrones que socavan y roban; amontonaos, más bien, tesoros en el cielo” (Mt. 6, 19-20). Por esto, lógicamente, no le gusta que nos afanemos demasiado para conseguir riquezas, ni tampoco para procurarnos lo necesario, si debe hacerse, con «preocupación y con inquietud» y con menoscabo de nuestra vida espiritual: “Mirad las aves del cielo... no siembran, ni siegan y vuestro Padre Celestial las pace”. “Mirad las flores del campo, no hilan ni tejen... y Dios las viste mejor que Salomón” (Lc. 12, 27). Y reprochándonos amorosamente, nos recuerda: “¿No sois vosotros más que ellas?” (Lc. 12, 28). ALGO PARA TODOS Y por último, he aquí la gran revelación que vale más que cien volúmenes de administración financiera y de economía política, la gran revelación que vuelca y trastorna todos nuestros planes y supera todas nuestras expectativas, la revelación que nos muestra todo el amor y la munificencia de Dios y que debería encuadrar la vida y la actividad de los hombres, mucho más que los cristianos, que quieran de verdad vivir y cumplir el Evangelio: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia y todo el resto se os dará por añadidura” (Mt. 6, 33). Lo que en términos llanos significa que si nos esforzamos en cumplir fielmente la Ley del Señor, en buscar siempre más la perfección humana y cristiana, en hacer el bien a todos y particularmente a los pobres y necesitados y, sobre todo, amarlo y hacerlo amar, Dios es garante que no nos faltará nada: Él que multiplica el trigo en el campo, Él que pace las aves del cielo y las fieras de la selva, que viste las flores y circunda de radiante belleza todos los fenómenos de la Creación, Él que multiplicó los panes en el desierto y que transforma el pan en la Eucaristía, para alimentar también el alma. No lo ha hecho tantas veces en la historia y ¿no lo hace todos los días? Para los cristianos es cuestión de fe y confianza en Dios y cuestión de saberlo merecer. Pero Cristo empieza siempre con pedir nuestra colaboración, así como 237 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. pidió los pocos panes y los pocos peces para realizar el gran milagro de la multiplicación de los panes, con que sació a cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Hasta que los ricos y los que tienen acaparados los bienes de la Tierra no se decidan generosamente a ponerlos a disposición de todos los hombres, Cristo no hará ni puede hacer milagros, porque violaría la ley de la solidaridad impuesta a los hombres y todo el evangelio es una exigencia constante y universal de esta ley providencial. En todo caso no es Cristo quien falta a su palabra, sino nuestra mezquindad que se vuelve indigna de su misericordia. LA «CUESTIÓN SOCIAL» LLEVADA A SU MÍNIMA EXPRESIÓN Hemos estudiado las causas y los remedios básicos de la «cuestión social», hemos invocado la reforma del hombre antes que la de las leyes, hemos recalcado que ella no se resolverá plenamente con la violencia revolucionaria, sino con la fuerza dignificante del amor; hemos sondeado los impedimentos, tanto a nivel nacional como internacional, hemos consultado el Evangelio en sus sencillos y profundos planteamientos. No nos queda sino reducirla a sus líneas esenciales, esto es, al remedio más humano y universal, cual es, el derecho y el deber de trabajar. - Lo primero y más indispensable es vivir de nuestro trabajo, salvo casos excepcionales físicos o morales. El que vive sin trabajar es un parásito de la sociedad y no tiene derecho a que se lo considere pobre, ni a que se lo sostenga. - El trabajo dignifica al hombre y lo hace crecer y realizarse. Con el trabajo se ejerce la solidaridad humana y se coopera con Dios al desarrollo del mundo. Al hombre, como a los árboles, se los conoce por sus frutos que es el trabajo. - Renunciar a todo privilegio que no dimane de los derechos inalienables de la persona, todo el resto es superfluo y contrario a la equidad social. Las discriminaciones vanidosas y parasitarias corrompen la sociedad y no son sino disfraces de carnaval. La sangre azul y la ostentación de títulos no son sino hojarasca y perifollo. - Acostúmbrate a vivir con cierto riesgo, rehuyendo la excesiva seguridad económica y social. No se trata de vivir al día, mucho menos de entregar todo al primero que encuentres. Se trata sólo que, movido por el amor a los hombres, tus hermanos, te entregues a ti mismo y entregues lo tuyo al servicio de la comunidad hasta un límite prudencial, límite impuesto por la función social de la riqueza. - A tus hijos no le dejes muchas riquezas, puesto que lo que no ha costado sacrificio personal, de ordinario, no se aprecia ni se ahorra. Asegúrales una 238 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. profesión honrada y decorosa y deja que continúen trabajando para vivir y hacerse un puesto en la vida. - No los eduques con demasiadas comodidades, puesto que quien lo tiene todo, crece descuidado y perezoso, poco ejercita sus actitudes y facultades y no desarrolla su personalidad y, lo que es peor, se vuelve altanero y pretencioso. - Hasta que estés asegurado económica y socialmente tu confianza en Dios es vana e hipócrita; por esto Cristo ama a los pobres, porque su inseguridad les lleva a confiar mucho más en Dios y esto es un acto de amor. Entonces, menos despensas, menos graneros, menos depósitos bancarios y más confianza en Dios que lo puede todo. - No te lances a luchas competitivas para ganar y acrecentar riquezas o para asegurar los mejores puestos. Esto ha destruido muchas vidas, ha producido muchos infartos y ha llevado al hombre a los peores crímenes. Conténtate de lo suficiente y goza de la paz y la serenidad del corazón. - El cristiano auténtico, que busca primero el reino de Dios, pasará vida sobria y austera, pero nunca llegará a la indigencia. Gozará en la vida una felicidad interior que no es dada disfrutar a los mundanos y dejará a sus hijos la herencia de una vida noble y de una plenitud humana. - Si un joven es fiel al espíritu del Evangelio su vida irradiará plenitud y felicidad, no necesitará envidiar los placeres rastreros de los que llenan su vida con borracheras y pasatiempos vulgares. La dicha duradera está vinculada a los ideales nobles y a las luchas conquistadoras. La máxima que condensa y resuelve la «cuestión social», que expresa la posición del hombre en el universo, como persona y como filosofía humanizadora, nos parece ser la siguiente: «TODO PARA EL HOMBRE, EL HOMBRE PARA DIOS Y PARA LOS HOMBRES SUS HERMANOS». A.M.D.G. 239 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CAPÍTULO VEINTIDOS EL EDUCADOR CATÓLICO Importancia – Identidad – Rasgos – Testigo de la Fe ¡EDUCADOR!.... Piensa en tu profesión con lealtad, habla de ella con orgullo, actúa como guardián de su buen nombre. Basa tus anhelos de recompensa sobre una sólida función de servicio. BUSCA SIEMPRE SER: Un impulsador, no un estorbo; un iniciador, no un opositor; un motor, no un engranaje. EL ÉXITO ESTÁ DENTRO DE TÍ MISMO En tu cerebro, en tu propio coraje, en tu decisión de avanzar siempre con paciencia, con constancia, con amor. TU ESTÁS LLAMADO A: Prender la ley de la verdad en las mentes, disipar las dudas con tus convicciones poderosas, sostener a los débiles con la fuerza de tu carácter, llevar optimismo a las conciencias juveniles acobardadas por las luchas y las derrotas de la vida; suavizar las fricciones con tu amable personalidad. EL EDUCADOR CATÓLICO ES: Un mensajero de la VERDAD, un apóstol de la salvación, un prototipo de la dignidad humana, un profeta de los bienes eternos. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. LA EDUCACIÓN ES EVANGELIZACIÓN: La evangelización es liberación, la liberación es redención, la redención es salvación, la salvación es bienaventuranza. LA EDUCACIÓN EVANGELIZADORA: Debe llevar la educación a todo hombre, prepararlo a la Buena Nueva, propiciar el crecimiento en la fe, abrir el diálogo entre fe y cultura. EDUCAR CRISTIANAMENTE ES: Formar personalidades fuertes, convertir al educando en sujeto de su propio desarrollo, en agente para el cambio, en promotor de la justicia social. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. La Congregación Vaticana para la educación emanó el 15 de octubre de 1982 un interesante documento sobre: importancia, identidad, funciones y rasgos del educador católico, que sintoniza muy bien con nuestra filosofía humanizadora. Por esto queremos darle cabida, con un breve resumen, en este tratado. VALIDEZ DE ESTE CAPÍTULO No hay duda que el 99% de los educadores colombianos en escuelas, colegios y universidades son bautizados y, por ende, cristianos; pero muchos no saben ni se preocupan por indagar el íntimo por qué y en ello está la razón de su indiferencia y falta de cumplimiento en su vida cristiana y en la educación cristiana de sus alumnos que, a su vez, por ser cristianos tienen derecho y es voluntad de sus padres, que se los eduque cristianamente. Está, pues, involucrada la ética profesional. La prudencia humana nos enseña que si uno ha recibido un don o una herencia, no la rehúse ni la desprecie sin saber lo que contiene, porque más tarde podría arrepentirse amargamente y quizá sin remedio. Sin embargo, muchos educadores cristianos rechazan el don del bautismo y de la vida cristiana sin preocuparse en verdad de lo que contiene y la rechazan porque no quieren comprometerse. Es verdad que la característica más destacada del cristianismo actual es la cobardía, más que enfrentarse valerosamente con la vida cristiana, se escapa de sí mismo y de sus responsabilidades, y también de los demás que lo aprietan, aunque fuera con la crítica, a que sea coherente con sus principios. En estas condiciones merece más respeto un ateo honrado, que un cristiano olvidadizo, perezoso, frívolo e incoherente. Queremos ayudarlo a reflexionar y ser lógico con su fe y con su práctica. El educador católico tiene en la filosofía cristiana, en el Evangelio y en los documentos pontificios, los principios más válidos, las motivaciones naturales y sobrenaturales más acertadas, el impulso más dinámico a la acción y el medio más seguro y persuasivo para personalizar y humanizar al hombre, cual es el AMOR. En julio del año 1982 la UMEC (Unión Mundial de Educadores Católicos), tuvo en Innsbruck (Austria) su XI Congreso Internacional, y una de las ponencias fue esta: «La enseñanza de los derechos humanos en la escuela» por el doctor Karen Vasak. Emergieron estos conceptos: ¿A quién enseñar los derechos humanos? A todos los hombres de toda clase, sexo y condición: «Donde hay un hombre hay un sujeto de derechos humanos», porque en cualquier hombre, aunque fuera un niño recién nacido o aún en el seno materno (lo hemos dicho e inculcado a lo largo de todo este tratado) hay una 243 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. persona, en su «original unicidad», en su «dignidad inajenable» y en sus valores emergentes y trascendentes. ¿Quién, pues, tiene derecho y quién puede violar impunemente o autorizar el aborto, aunque fuera una autoridad científica o política o un congreso en pleno? Las instituciones frecuentemente, y con auténticos sofismas, dan más importancia a la logística, a la plutocracia y a la legalidad, esto es al armamentismo, al manejo de la riqueza, a las leyes y a la autoridad que al hombre; la verdad es todo lo contrario, puesto que a la persona humana hay que someterlo todo, aún la máxima autoridad del Estado y de las instituciones, porque ella es el supremo valor de este mundo. Brota, pues, la primera exigencia que parece un principio evidente, pero que todavía no se ha aprendido suficientemente: «Humanizar los derechos humanos», esto es enseñarlos y aplicarlos a cada hombre y a todos los hombres por igual, de lo contrario, estaremos bajo el signo de la esclavitud y la barbarie. ¿En dónde enseñar los derechos humanos? Después de la familia el lugar privilegiado para enseñar la doctrina y la práctica de los derechos humanos es la escuela, porque allí se forja al hombre para el presente y para el futuro y allí es donde hay que llevar a su total desarrollo y perfeccionamiento, por lo menos como formación estructural, la persona humana y si no lo hace en la escuela, no se logrará jamás en ninguna edad y en ningún sitio. Es la más tremenda responsabilidad del educador. ¿Cuántas personalidades abortadas o muertas, salen de las aulas escolares, debido a las modernas ideologías y a la desidia de los educadores que no toman en serio su profesión o porque se preocupan tanto de sus derechos hasta desconocer los derechos ajenos? Si el profesor no enseña bien su materia no perjudica tanto al alumno como cuanto descuida la formación de su personalidad, porque por una parte, un campesino analfabeta, pero honesto y trabajador, merece el mismo respeto que un doctor y, de otra, porque como decía Giusti: «el mundo sin hombres de ciencia pudiera marchar lo mismo, pero no ciertamente sin hombres honestos». Hablar de derechos humanos en la escuela significa mantener a los alumnos en continuo suspenso, porque es lo que más les interesa, pero esto sólo puede surgir del espíritu recto y sincero del profesor, de su gran amor a la vocación pedagógica y de la inquietud continuamente abierta al desarrollo de la personalidad de la juventud a él confiada, lo que significa convertir la educación en auténtica sabiduría. ¿Qué enseñar? Ciertamente los «derechos humanos», pero también los «deberes humanos» porque son de una complementariedad inseparable, y la misma ética enseña que en donde hay un derecho hay también un deber. Hablar mucho de derechos a la juventud la vuelve fácilmente pretenciosa, engreída y abusiva, siendo que, de ordinario, los derechos cada uno los reclama 244 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. por si mismo y no rara vez los infla abusivamente. Este es, en efecto, uno de los defectos peculiares de la moderna educación, parece que la juventud actual no tiene sino derechos. Sin embargo, el concepto de deber en los seres humanos antecede y es más amplio que el de derecho y la filosofía pone un principio reconocido universalmente: «el ser pone el deber» esto es, “al conocimiento del ser, corresponde el conocimiento del deber” 140, porque todo ser creado es esencialmente condicionado, por esto la libertad, humanamente hablando, no empieza sino más allá de la esfera del deber. Esta enseñanza, en el campo de la pedagogía, tiene un doble enfoque: Enseñar en el espíritu de los derechos humanos, esto significa que todo profesor debe presentarse como una imagen o prototipo de la persona digna de ser imitada, por esto es educador y sea cual sea la materia que enseñe, sus palabras, sus expresiones, sus consejos y las mismas relaciones humanas, deben ajustarse a este invariable propósito formar la personalidad y nada decir o hacer que pueda obstaculizarla, rebajarla o frustrarla, de lo contrario se destruye de una parte lo que se pretende construir con la otra, porque toda ciencia y enseñanza es complementaria de la personalidad. Enseñar directa y expresamente los derechos humanos es particular deber y empeño de los directivos y de los que enseñan filosofía, psicología, teodicea y ética y además el derecho, la moral y la religión. Pero estos derechos y deberes no hay que enseñarlos al alumno solamente en abstracto, sino que debe exigirse la práctica en todas las formas, en todas las horas, en toda circunstancia y con todas las actividades de la persona: pensamientos, palabras, obras y actitudes. Si no se forma la conciencia, no puede haber verdadera práctica racional y motivada y si se exige la práctica, sin formar la conciencia, se traduce fácilmente en un comportamiento hipócrita, que es la lacra de la educación actual, esto es una práctica que se hace efectiva sólo mientras uno se siente observado y expiado. Igualmente hay que ayudar al alumno a saber compenetrar los derechos y deberes en la realización personal con los derechos y deberes interpersonales e ínter - sociales y no sólo mirando al presente, sino también al porvenir. Porque, por un lado, la escuela debe repercutirse en las mismas estructuras de la vida familiar y social actual y, por otro, debe proyectarse hacia los tiempos nuevos y adecuarse 140 HARING, Bernhard. La ley de Cristo. Tomo I. Barcelona : Editorial Herder, 1973. p. 258. (Fuente referenciada conforme al original). 245 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. al futuro. Dice justamente Olegario Gonzáles: “Quien tiene la juventud tiene el futuro; pero quien no mira el futuro no tiene nada que decir a la juventud” 141. Pero, concluye el doctor Vasak: La filosofía cristiana nos enseña, con más acierto y equilibrio que cualquiera otra, los verdaderos valores de la persona y los mejores métodos para educarla, porque tiene sus raíces no sólo en el recto uso de la razón humana, sino también en el Evangelio, que es la revelación de la sabiduría increada. Efectivamente, en el Evangelio la naturaleza humana se enaltece hasta divinizarse y las relaciones humanas encuentran los justos causes en la verdad, la justicia y la libertad en el servicio, hasta la entrega suprema en el amor. El modelo cristiano así formado, dice Martínez Beltrán “es anuncio salvador de personas, culturas, pueblos e historia”142. Por esto, nos parece un buen regalo a todo verdadero educador y particularmente a los educadores cristianos, dar cabida aquí a un resumen del citado documento. Mucho más nos alienta a esta tarea el constatar que, a pesar que el documento apenas acaba de salir, no hace sino recalcar la mayor parte de las ideas expuestas en este trabajo, lo que es para nosotros una satisfacción grande y un premio inestimable, porque el magisterio de la Iglesia, tan digno de respeto y acatamiento, confirma nuestra humilde tarea y los directivos, profesores y amigos de la obra María Goretti, acogerán nuestros humildes consejos con más confianza y más estímulo para llevarlos a la práctica. Dios quiera que así sea. EN LA LÍNEA DEL CONCILIO VATICANO II El primer documento conciliar, y el más fundamental, la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium, nos habla de la misión del cristiano laico en la Iglesia, en estos términos: A los laicos corresponde, por propia vocación implantar el reino de Dios en los asuntos temporales… Ellos viven en todos y cada uno de los deberes y ocupaciones del mundo y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social… para que contribuyan a la santificación del mundo, como desde dentro, a modo de fermento y hagan presente a Cristo entre los hombres, mediante el testimonio de su vida 143. 141 LLANO RUÍZ, Alvaro. Umec 82, citado por Revista “Cultura”, año XVI, 95, p. 2. (Fuente referenciada conforme al original). 142 Ibid, p. 13. 143 CONCILIO VATICANO II. Constitución Dogmática Lumen Gentium : Sobre la Iglesia. En : Concilio Vaticano II. (1 : 1964 : Roma). Documentos completos. 9 ed. Santafé de Bogotá : Taller 246 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. El otro gran documento conciliar sobre la Iglesia en el mundo actual, Gaudium et Spes, reafirma la necesidad de que los laicos católicos intervengan activamente, con su vida y con su obra, en la buena marcha del mundo moderno, «luchando por el bienestar de la humanidad y la paz del mundo»; por lo tanto, «consiguiendo la competencia profesional y la experiencia que son absolutamente necesarias, respeten, en lo temporal, la jerarquía de los valores, con la fidelidad a Cristo y al Evangelio», a fin de que toda su vida, así la individual como la social, quede saturada de la doctrina de Cristo, buscando en todo el reino de Dios, en el cual encontrarán el amor y la fuerza para realizar la obra de la justicia bajo la inspiración de la caridad144. El apostolado de los cristianos seglares. El mismo Concilio desarrolló ampliamente esta doctrina en el decreto sobre el apostolado de los seglares, Apostólicam Actuositatem, en el cual expuso el fundamento, la necesidad, el carácter y la variedad del apostolado seglar. - El fundamento. “El deber y el derecho del cristiano al apostolado deriva de su misma unión con Cristo cabeza y de inserción al Cuerpo Místico de Cristo a través del bautismo… y de la confirmación; es, pues, el mismo Señor quien los destina al apostolado”. “Por consiguiente, declara el documento, a todos los cristianos se impone la gloriosa tarea de trabajar para que el mensaje divino… sea conocido y aceptado en todas partes y por todos los hombres” 145. - La múltiple necesidad. Aparece muy clara: por la misma acción del Espíritu Santo que da hoy a los seglares una conciencia cada día más clara de su propia responsabilidad y los impulsa por todas partes al servicio de Cristo y de la Iglesia [Esta necesidad, se vuelve CADA DÍA MÁS URGENTE y PERENTORIA, porque] el diario incremento demográfico, el progreso científico y técnico y la intensificación de las relaciones humanas han ampliado inmensamente los campos de apostolado de los cristianos seglares [porque] ha aumentado, como es justo, la autonomía de muchos sectores de la vida humana y a veces con cierta independencia del orden ético y religioso [y porque] ha aumentado también la escasez de sacerdotes o se los priva de la libertad necesaria a su Ministerio146. San Pablo, 2000. no. 31. 144 Tomado de CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes citada anteriormente, no. 72. 145 CONCILIO VATICANO II. Decreto Apostolicam Actuositatem : Sobre el apostolado de los seglares. En : Concilio Vaticano II. (13 : 1965 : Roma). Documentos completos. 9 ed. Santafé de Bogotá : Taller San Pablo, 2000. no. 3. 146 Ibid., no. 1. 247 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Por esto la Iglesia, sin la colaboración de los seglares, no podría estar presente ni trabajar en muchos sectores y en muchos países del mundo actual. - El carácter propio del apostolado seglar se compendia en los siguientes puntos: Reconocer siempre y en todo lugar a Dios ... buscar su voluntad en todos los acontecimientos... juzgar con rectitud sobre el verdadero sentido y valor de las realidades temporales... dilatar el reino de Dios e informar y perfeccionar el orden de las cosas temporales... teniendo en sumo aprecio el dominio de la propia profesión, el sentido familiar y cívico y todas aquellas virtudes que se refieren a las relaciones sociales, esto es, la honradez, el espíritu de justicia, la sinceridad, los buenos sentimientos, la fortaleza de alma, sin las cuales no puede darse una auténtica vida cristiana147. - El campo del apostolado seglar es la familia, la juventud, el medio social y el orden nacional e internacional 148. Algunas pueden ejercitarse en forma individual, otras buscan más propiamente la evangelización, otras particularmente su propia santificación, otras se proponen llevar la inspiración cristiana a todos los sectores de la vida social, otras se dedican a obras de misericordia, otras a la educación de la juventud. Y concluye el documento afirmando que el Concilio ruega encarecidamente, en el Señor, a todos los cristianos que respondan con generosidad a la voz de Cristo y de la Iglesia, que, en esta hora, los invitan con mayor insistencia a que se asocien a su misión salvadora, adaptándose constantemente a las nuevas necesidades de los tiempos149. EL APOSTOLADO DE LA EDUCACIÓN Igualmente el Concilio se preocupó de la educación y de los educadores en la declaración sobre la educación cristiana de la juventud, Gravissimum Educationis, en donde reafirma: - Que todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, por su misma dignidad personal, tienen derecho inalienable a una educación que responda al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo, acomodada a la cultura y a las tradiciones patrias y, al mismo tiempo, 147 Ibid., no. 4. Tomado de CONCILIO VATICANO II. Decreto Apostolicam Actuositatem, citado anteriormente, nos. 11-14. 149 CONCILIO VATICANO II. Decreto Apostolicam Actuositatem : Sobre el apostolado de los seglares. Op. Cit., no. 33. 148 248 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. abierta a las relaciones fraternas con otros pueblos para fomentar en la tierra la unidad verdadera y la paz. - Educación integral [esto es que la verdadera educación de la persona debe preocuparse, no sólo de la transmisión de la cultura, sino de la formación de todo el hombre, y llegar a los fines trascendentes]: la verdadera educación se propone la formación de la persona humana en orden a su fin último y al bien de las sociedades, de las que el hombre es miembro y en cuyas responsabilidades participará cuando llegue a ser adulto150. - Enaltece la misión de la escuela y traza sus múltiples y altísimas finalidades. «Entre todos los medios de educación tiene peculiar importancia la escuela, la cual, en virtud de su misión, a la vez que cultiva con asiduo cuidado las facultades intelectuales, desarrolla la capacidad del recto juicio, introduce en el patrimonio de la cultura, conquistado por las generaciones pasadas, -las necesarias reformas-, promueve el sentido de los valores, prepara la vida profesional, fomenta la amistad entre los alumnos de diversa índole y condición, contribuyendo a la comprensión mutua y constituye, además, como un centro de cuya laboriosidad y de cuyos beneficios deben participar juntamente las familias, los maestros, las diversas asociaciones que promueven la vida cultural, cívica y religiosa, así como la sociedad civil y toda la comunidad humana». En el año 1977, el Centro para la Educación Católica recalca los documentos anteriores y ahonda en la reflexión sobre LA ESCUELA CATÓLICA, para impulsar su valor educativo que constituye su razón de ser y que le permite “desarrollar un servicio verdaderamente cívico y apostólico” 151. He aquí los puntos fundamentales, en parte nuevos y en parte actualizados. - La escuela católica y la misión salvífica de la Iglesia. “La misión de la Iglesia es evangelizar, esto es, proclamar a todos el gozoso anuncio de la salvación, engendrar, con el bautismo, nuevas criaturas en Cristo, y educarlas para que vivan concientemente la admirable prerrogativa de hijos de Dios” 152. Por esto en el curso de los siglos ha buscado incesantemente los medios de la cultura para adquirir un conocimiento cada vez más profundo de la fe y un fructuoso diálogo con el mundo153. 150 CONCILIO VATICANO II. Declaración Gravissimum Educationis Momentum : Sobre la educación cristiana de la juventud. Op. Cit., no. 1. 151 CONACED. La Escuela Católica. Bogotá : Ediciones Paulinas, 1978. no. 4. 152 Ibid., no. 7. 153 Tomado de CONACED. Ibid., no. 10. 249 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Invita a todos, y particularmente a los educadores católicos, a reforzar el empeño educativo para formar personalidades convencidas y fuertes y promover auténticas comunidades cristianas que, potenciando sus recursos educativos, puedan aportar al mundo moderno una contribución original y positiva 154 “en favor del verdadero progreso y de la formación integral del hombre” 155. - La problemática actual. Prescindiendo de las objeciones completamente injustificadas, que lesionan los derechos de la Iglesia como sociedad perfecta, sobre la instrumentalización de la escuela para fines confesionales 156 sobre su anacronismo, pretendiendo substituirse al Estado 157, sobre su carácter elitista 158 y su incapacidad en parte verdadera pero no por culpa de la Iglesia sino de los educadores que en ella colaboran a preparar cristianos verdaderamente convencidos159, no puede negarse que la sociedad se encuentra en estado de rápida evolución y que el problema escolar en todas partes se presenta como grave. Sin embargo, es también cierto que la escuela va adquiriendo siempre más un lugar preeminente en el mundo contemporáneo y un creciente carácter de democratización y de igualdad para todos, al mismo tiempo que se configura más decididamente como de tiempo completo y de duración siempre más prolongada. - La escuela católica centro de humanización. Es cierto que la escuela católica, con su peculiar concepción humana y sobrenatural de la existencia y de los destinos del hombre, con la inserción en los problemas de cada época a través de una sana y completa filosofía, con la exigencia de la educación integral, con la educación de la conciencia que libra al hombre, desde dentro, de los condicionamientos que impiden su desarrollo, con el cultivo de los valores más altos de la vida, con la promoción del sentido crítico de la investigación, con su espíritu de lucha contra las pasiones que esclavizan al hombre, con la exigencia evangélica del desapego, de las riquezas, con su anhelo de paz y de concordia universal, basada en común origen e igualdad de los hombres, con su inmejorable doctrina del amor, con su educación a la comprensión y a la beneficencia y con su aspiración a las realidades superiores y a los bienes eternos, constituye una auténtica escuela de humanización, que pone de relieve las dimensiones morales y religiosas, el dinamismo espiritual y lo ayuda a alcanzar la libertad ética, que perfecciona a la psicología160. 154 Tomado de CONACED. Ibid., no. 12. Ibid., no. 15. 156 Tomado de Ibid., no. 19. 157 Tomado de Ibid., no. 20. 158 Tomado de Ibid., no. 21. 159 Tomado de Ibid., no. 22. 160 Tomado de Ibid., no. 30. 155 250 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - El proyecto educativo de la escuela católica. En el proyecto educativo de la escuela católica Cristo es el fundamento: Él revela y promueve el sentido nuevo de la existencia y la trasforma capacitando al hombre a vivir de manera divina, es decir, a pensar, querer y actuar según el Evangelio, de esta manera los principios evangélicos se convierten para ella en normas educativas, motivaciones interiores y al mismo tiempo en metas finales”161. Igualmente, en Cristo, el hombre perfecto, todos los valores humanos encuentran su plena realización, y de ahí su unidad. «Consciente de que el hombre histórico es el que ha sido salvado por Cristo, la escuela católica tiende a formar al cristiano en las virtudes que lo configuren con Cristo, su modelo, y le permiten colaborar en la edificación del reino de Dios». Otro aspecto típico de la escuela católica es la construcción de la comunidad educativa, que la convierte en “lugar de encuentro de quienes quieren testimoniar los valores cristianos en todos los ámbitos de la educación [y que se basa en el principio]. La fe cristiana nace y crece en el seno de la comunidad” 162 y con personas que viven continua e integralmente el mensaje cristiano. Sabemos que, en Colombia también se está elaborando un «proyecto educativo de la escuela católica», que servirá para dar orientación e impulso a los educadores, heroicamente empeñados en su tarea formadora de juventudes y cuyo objetivo se presenta como: “un conjunto orgánico de elementos estructurales, pedagógicos y pastorales que comprometen la identidad de la comunidad educativa y traza las pautas orientadoras sobre el tipo de hombre que se quiere formar, el tipo de sociedad que se quiere construir y, el tipo de escuela que se requiere para ello”163. En la escuela católica, pues, las tareas educativas y los contenidos “se polarizan en la síntesis entre cultura y fe y entre fe y vida” 164. Con esto se enseña a los jóvenes a dialogar con Dios, a formarse en un proceso de continua revisión, a vivir responsablemente su vocación específica en un contexto de solidaridad con los demás hombres y a orientarse “hacia una opción consciente, vivida con empeño y coherencia”165. - El último documento sobre la educación. El presente documento es el fruto de una amplia documentación, madurada en vastas y repetidas consultas a todos los niveles y a todas las Conferencias Episcopales de los cinco continentes, a organismos y comisiones de expertos en educación y condensa las numerosas respuestas llegadas de todo el mundo. 161 Ibid., no. 34. Ibid., no. 53. 163 Revista “Cultura”. Op. Cit. p. 3. (Fuente referenciada conforme al original). 164 CONACED. Op. Cit., no. 37. 165 Ibid., no. 49. 162 251 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Es, pues, un documento verdaderamente precioso y de imprescindible necesidad para todo educador que quiere impostar e impulsar eficaz y modernamente la educación y que se presenta con un título pragmático, que sirve de estímulo y llamamiento al compromiso: «el laico católico testigo de fe en la escuela». Pero muchos se preguntarán: ¿por qué otro documento sobre educación católica? Ciertamente los tiempos cambian y la educación debe ser dinámica y adecuarse a los tiempos y a las exigencias de un mundo en continuo cambio. Pero, ¿no será también que algo falla en la teoría o en las convicciones de los educadores católicos y quizá mucho más en la práctica? Creemos estar en lo cierto (perdonarán muchos profesores de todos los colegios católicos) al afirmar que la falla es humana. Nadie puede negar que el ideal de la escuela católica es verdaderamente noble, sublime y divino y esto exige un gran amor a Dios y un gran amor a alumno, considerado como hijo de Dios; exige un gran espíritu de sacrificio, de renuncia y de superación, un empeño heroico de hacerse verdaderos modelos, una lucha continua contra lo que nos arrastra hacia lo bajo, contra la pereza, la rutina, la vida fácil y las pasiones continuamente renacientes. Tenía razón aquel sabio que comparaba la vida cristiana a un injerto divino en un tronco selvático; si uno se descuida, los brotes del árbol silvestre retoñan, chupan la sabia del injerto y éste se seca. Esta es la experiencia de todos los días y nos debe tener humildes y siempre listos para volver a empezar, con espíritu alegre y emprendedor. No olvidemos el refrán, ya célebre: «caminante, no hay camino, se hace camino al andar». Sin desaliento, pues, y con renovada confianza en el ideal, sigamos las enseñanzas del documento. RESUMEN DEL DOCUMENTO SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA Introducción. El documento considera la escuela como el lugar privilegiado para la educación cristiana de la juventud y quiere dar un nuevo impulso a la educación católica “porque de ella depende fundamentalmente en la actualidad que la escuela pueda llevar a la práctica la realización de sus propósitos e iniciativas” 166 tan positivas y enriquecedoras. A ésta han contribuido eficazmente: 166 SAGRADA CONGREGACIÓN para la Educación Católica: El laico católico testigo de la fe en la escuela, no.1. 252 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - “Las situaciones sociales, económicas y políticas de los tiempos recientes… - Los avances científicos y técnicos… - La progresiva conciencia del derecho de la persona a la educación integral. Todo esto ha producido un amplísimo desarrollo de la escuela en todo el mundo y un extraordinario aumento en el número de profesionales a ella consagrados” 167, lo que nos mueve a ver en el laicado católico y en su testimonio de fe en la escuela, “un verdadero signo de los tiempos” 168. IDENTIDAD DEL EDUCADOR CATÓLICO Como cristiano Hace parte del pueblo de Dios y miembro del cuerpo Místico de Cristo y por esto llamado a la dignidad de Hijo de Dios, a la gracia de la perfección evangélica y a la esperanza de la salvación para ser consumado en el amor 169. “Es partícipe del oficio sacerdotal, profético y real de Cristo y su apostolado es la participación en la misma misión salvífica de la Iglesia” 170 y el apostolado en bien de los hermanos, buscar el reino de Dios, y viviendo en el mundo y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, está llamado a ser levadura, contribuyendo, desde dentro, a la satisfacción y salvación del mundo, brillando ante todo con el testimonio de su vida171. La restauración cristiana del orden temporal comprende, tanto el saneamiento de las estructuras y del ambiente de la deletérea influencia del pecado, como la elevación de esas realidades, impregnándolas del espíritu de Cristo para alcanzar la justicia, la caridad y la paz, con el fin de que, por su competencia en los asuntos sociales y por su actividad inspirada en el amor de Cristo, los bienes creados se desarrollen al servicio de todos con una distribución justa y equitativa 172. Particularmente necesaria es la actividad de los cristianos en aquellos sectores de la población y en aquellos lugares en donde puede llegar el servicio de los Ministros de la Iglesia; dispuestos, si es necesario, a anunciar la Palabra de Dios y 167 Ibid., no. 3. Ibid., no. 4. 169 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 6. 170 Ibid., no. 6. 171 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 7. 172 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 8. 168 253 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. dar razón de la misma, “señalar con acierto cuáles son los signos de los tiempos que caracterizan la época histórica que vive actualmente el pueblo de Dios” 173. “Contribuyan, pues, con sus iniciativas, su creatividad y su trabajo competente y entusiasta”174 a que los hombres conozcan y vivan con más precisión los valores evangélicos y eviten los contravalores. Como educador Aunque los padres de familia son los primeros y obligados educadores de sus hijos con un derecho – deber que es originario y prioritario, la escuela tiene un valor y una importancia básica entre todos los medios de educación. Por esto es misión específica de ella: “cultivar con asiduo cuidado las facultades intelectuales, creativas y estéticas del hombre, desarrollar rectamente la capacidad de juicio, la voluntad y la afectividad, promover el sentido de los valores, favorecer las actitudes justas y los comportamientos adecuados, preparar para la vida profesional y fomentar la amistad entre los alumnos de diversa índole y condición”175. La escuela es la respuesta institucional más importante de la sociedad al derecho de todo hombre a la educación y a la realización de su vida; al tiempo que la importancia creciente de los medios de comunicación, la continua extensión de la esfera de la cultura y la compleja, necesaria y cada día más diversificada preparación profesional, hacen que la familia sea siempre más incapaz para afrontar sola todos los graves problemas de la conveniente educación de los hijos. Sin embargo, por la misma importancia de la escuela en orden a la educación del hombre, es el mismo educando y cuando él está incapacitado, sus padres son los que deben elegir la modalidad y la clase de escuela que prefieren, fuera de todo monopolio del Estado; al mismo tiempo que el sano pluralismo debe hacer posible el ejercicio de la libertad dentro del ámbito del necesario condicionamiento impuesto por las circunstancias y la realidad del país, a la cual la Iglesia presta su válida y enriquecedora contribución. Por lo tanto, el educador católico está llamado, en cada escuela en donde le toca actuar, y dentro de los contextos sociopolíticos actuales ejercer su misión evangelizadora 176; por esto la Iglesia enaltece, de manera especial, la vocación del educador, particularmente de aquel que ha hecho de esta noble tarea su profesión en orden a la formación integral del 173 Ibid., no. 10. Ibid., no. 10. 175 Ibid., no. 12. 176 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 14. 174 254 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. hombre, asociando a ellos también los que colaboran en dicha formación, como son los directivos, consejeros, tutores, coordinadores y administradores 177. Ciertamente aquí no se habla del profesional que se limita a transmitir una serie sistemática de conocimientos, sino del educador, del formador de hombres que se dedica a la educación integral del alumno, la cual requiere, a su vez, una adecuada preparación profesional que enaltece siempre más al educador católico, porque para él cualquier verdad es una participación de LA VERDAD y su vida profesional una participación peculiar del oficio profético de Cristo, que el prolonga con su magisterio178. La educación integral del hombre implica el desarrollo de todas las facultades humanas y “la formación de su sentido ético y social, su apertura a la transcendencia y su educación religiosa, al mismo tiempo que la profesionaliza hasta formar profesionalidades fuertes y responsables, capaces de hacer opciones libres y justas”179. Toda educación está guiada necesariamente por una determinada concepción del hombre. El educador católico, pues, debe educar conforme a la concepción cristiana de la vida en comunión con el magisterio de la Iglesia; concepción que, a partir de los derechos humanos naturales, coloca al hombre en la altísima dignidad de hijo de Dios, en la más plena libertad (liberado aún del pecado) y en el más alto destino, cuál es la posesión definitiva de Dios por el amor 180. Todo esto lo sitúa en la más estrecha solidaridad con los demás hombres y los impulsa al más alto desarrollo de todo lo humano y le da como modelo y meta a Cristo, hijo de Dios encarnado y hombre perfectísimo, cuya imitación constituye una fuente inagotable de superación personal y colectiva y así hará al hombre siempre más hombre y comunicará existencialmente a los alumnos, inmersos cotidianamente en el terreno, la posesión de la más excelsa dignidad 181. Todo educador católico debe tener, pues, por su misma vocación, una continua proyección, social, ya que forma al hombre para la inserción en la sociedad, preparándolo a asumir su compromiso y a mejorar las estructuras sociales, conformándolas con el Evangelio, para hacer la convivencia humana más pacífica, fraterna y comunitaria, luchando contra el hambre, el analfabetismo, la explotación, la agresividad y la violencia, la creciente expansión de la droga y la legalización del aborto, por lo cual el educador católico debe desarrollar en sí 177 Tomado del mismo documento anterior, no. 15. Tomado del mismo documento anterior, no. 16. 179 Ibid., no. 17. 180 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 18. 181 Tomado del mismo documento y numeral anterior. 178 255 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. mismo y cultivar en sus alumnos la más exquisita sensibilidad social y una profunda responsabilidad civil y política, para cumplir con la noble tarea de hacer efectiva la «civilización del amor», confirmando con su propia vivencia y experiencia182. La formación integral tiene como base la cultura y esto, para el educador católico, tiene especial importancia, pues está llamado a considerar las profundas relaciones que ésta tiene con la Iglesia, siendo que ésta no sólo influye en la cultura y es condicionada por ella, sino que la asume y la impulsa en todo lo que es compatible con la Revelación y la usa abundantemente en la transmisión del mensaje cristiano, acomodándose a las características culturales de cada pueblo y de cada época, y mostrando luminosamente la íntima unidad entre creación y redención. Por esto la cultura, para que sea educativa, además de ser orgánica debe ser crítica y valorativa, histórica y dinámica. Y la fe proporciona al educador católico no pocas premisas esenciales para esa crítica y valoración y para enfocar el quehacer humano a la luz creadora de perfeccionamiento indefinido en cada uno de sus aspectos y en su visión global183. La comunicación de la cultura se realiza a través de la sana pedagogía; entre los enfoques pedagógicos el educador católico debe dar especial relieve al contacto directo y personal con el alumno, a la educación activa y al diálogo que deje traslucir mejor su vida de fe184. Todo esto se conseguirá mejor a través de la comunidad educativa, constituida por alumnos, padres, profesores, directivos y personal docente, que debe considerarse uno de los avances más enriquecedores de nuestro tiempo y que hace vivir la dimensión comunitaria de la persona, como ser social y miembro del pueblo de Dios, con una vida intensamente cristiana como debe ser una escuela católica185. A lo que hay que añadir las relaciones con otros organismos escolares y culturales, con la Iglesia local y parroquial y el entorno humano con los cuales el educador católico está llamado a desarrollar un trabajo de animación espiritual 186. En conclusión, el educador católico es aquel que vive, desde la fe, su vocación en la estructura comunitaria de la escuela con la mejor calidad profesional, con la proyección apostólica de esa fe en la formación integral del hombre, en la comunicación de la cultura, en el contacto directo y personal con el alumno, en la animación espiritual de la comunidad educativa y de los estamentos con los cuales 182 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 19. 183 Tomado del mismo documento anterior, no. 20. 184 Tomado del mismo documento anterior, no. 21. 185 Tomado del mismo documento anterior, no. 22. 186 Tomado del mismo documento anterior, no. 23. 256 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. ella se relaciona. Y debe estar plenamente convencido que participa de la misión santificadora y educadora de la Iglesia y como miembro activo de la misma 187. CÓMO VIVIR SU PROPIA IDENTIDAD “El trabajo es la vocación del hombre” 188 pero el trabajo del educador es principalmente contribuir a la incesante elevación cultural y moral de la sociedad so pena de perder su dignidad de educador y si su tarea no deja huellas tampoco podrá decirse católico. La práctica de esa identidad tiene rasgos comunes y esenciales a toda escuela en la cual el educador vive su vocación y otros que exigen una adaptación específica. Rasgos comunes Realismo esperanzado. La identidad del educador laico católico es un IDEAL que presenta no pocos obstáculos, como: las circunstancias personales, las deficiencias de la escuela y de la sociedad, la crisis de fe en las estructuras sociales, el contagio de la progresiva secularización del mundo, la pérdida del sentido de autoridad y del buen uso de la libertad. Estas son algunas de las dificultades que presenta la juventud de nuestro tiempo, junto con la crisis de la familia y del mundo del trabajo. Dificultades que el educador católico debe afrontar con sano optimismo y denodado esfuerzo para superarlos, como lo reclama la esperanza cristiana y la participación en el Ministerio de la Cruz, siguiendo las enseñanzas de la Iglesia y procurando adquirir la necesaria fortaleza en la personal identificación con Cristo189. Formación profesional y convicciones cristianas. El primer esfuerzo del educador, que quiere vivir cumplidamente su propia vocación, es alcanzar una sólida formación profesional, tanto cultural, como psicológica y pedagógica y mantenerla siempre actualizada. Esto implica grandes dificultades, tanto porque de ordinario es mal retribuida, como por el tiempo que demanda y el cansancio que genera. Sin embargo, todo educador sabe los males que acarrea a la formación integral del alumno la insuficiente preparación de las clases, el estancamiento en los métodos pedagógicos y la falta del testimonio de vida que está llamado a ofrecer190. 187 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 24. 188 Ibid., no. 25. 189 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 26. 190 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 27. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Este ofrecimiento, pues, no puede ser meramente teórico, sino como una realidad vital, dada con profunda convicción de fe, pero con el más exquisito respeto a la conciencia del alumno y adaptada a su nivel cultural, con el fin de abrirle los maravillosos horizontes que la Revelación cristiana tiene sobre el sentido último de la vida humana, de la historia y del mundo 191. Síntesis entre fe, cultura y vida. “Esta vasta tarea exige la convergencia de diversos elementos, en cada uno de los cuales el educador católico debe comportarse como testigo de la fe”192. La comunicación orgánica, crítica y valorativa de la cultura comporta que el educador católico esté continuamente atento a abrir el interdiálogo entre cultura y fe, tan profundamente relacionadas entre si, para propiciar al educando la síntesis interior que el educador deberá haber conseguido previamente para si mismo 193. Esta comunicación crítica comporta también una serie de valores cristianos que el educador católico debe presentar con valentía, no como simples objetos de aprecio en abstracto, sino como concepción de la vida y del hombre y como generadores de actitudes humanas, que deben suscitarse en el alumno tales como: la libertad respetuosa con los demás, la responsabilidad consiente, la sincera y permanente búsqueda de la verdad, la crítica equilibrada y serena, la solidaridad y el servicio para con todos los hombres, la sensibilidad hacia la justicia, la viva conciencia de ser llamado a ser un agente de cambio en una sociedad tan profundamente necesitada de renovación; para que, en el ambiente secularizado en que nos toca vivir, por medio de una crítica constructiva, pueda llevar la conciencia de los alumnos a abrirse a la trascendencia y a la revelación 194. Su máxima aspiración debe tender a que el comportamiento del alumno sea motivado por la fe interior y así alcanzar aquellas riquezas que son patrimonio específico de los creyentes, como: la oración filial, la vida sacramental, la caridad fraterna y el seguimiento de Cristo. Pocos católicos, como el educador, son tan calificados para conseguir la plena coherencia entre convicciones, valores, actitudes y comportamiento que desemboquen en la síntesis personal entre la vida y la fe, con la encarnación del mensaje cristiano 195. Testimonio de vida – contacto directo y personal 191 Tomado del mismo documento anterior, no. 28. Ibid., no. 29. 193 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 30. 194 Tomado del mismo documento y numeral anterior. 195 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 31. 192 258 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. En el educando ejerce más influencia la conducta del educador que la palabra. Cuanto más el educador vive el ideal que presenta al alumno, tanto más este aparecerá creíble y fácil de realizar; por esto el educador católico debe preceder con el testimonio de fe y el comportamiento cristiano, que tantas veces brilla por su ausencia en el ambiente y que por esto el alumno cree irrealizable. No debemos olvidar que el factor más importante de la tarea educativa es el educador y la conformidad de sus acciones con los principios que inculca 196. Un medio privilegiado para el testimonio de vida es el contacto directo y personal con el alumno. Esta relación debe considerarse por el educador, no un monólogo, sino un mutuo enriquecimiento, con una permanente conciencia de su misión y de la urgente necesidad que tiene el alumno para superar sus dudas y desorientaciones197. Este contacto personal y directo no es sólo un método de formación, sino la fuente misma del necesario conocimiento del alumno, tanto más necesario cuanto mayores han sido los cambios generacionales de estos últimos tiempos y para ayudar particularmente al alumno en el uso responsable de la libertad, en la elección del propio estado de vida, cultivo de la vocación al sacerdocio, a la vida religiosa, al movimiento católico de apostolado o al celibato consagrado en la misma vida laical198. Proyección a la sociedad Para la completa formación de la personalidad del alumno el educador católico debe guiar hacia la apertura, no sólo con los demás miembros de la comunidad educativa, sino también con las otras comunidades y con la entera comunidad humana. La misma comunidad educativa pide al educador católico una amplia comunicación llena de espíritu cristiano, con sus propios compañeros, con los otros estamentos de dicha comunidad y la disponibilidad necesaria para colaborar en las diversas áreas del centro escolar. Siendo la familia la primera y fundamental escuela de sociabilidad, el educador católico debe enlazar los necesarios contactos con los padres de familia, para integrarlos a la tarea educativa de la escuela y comprometerlos a fondo en el grave deber de la educación de los hijos, con una relación cordial y afectiva y con el fin de ayudar a muchas familias en las múltiples necesidades que importa la conveniencia de sus hijos 199. 196 Tomado del mismo documento anterior, no. 32. Tomado del mismo documento anterior, no. 33. 198 Tomado del mismo documento y numeral anterior. 199 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en el mismo documento mencionado anteriormente, no. 34. 197 259 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Al mismo tiempo necesita prestar atención al entorno SOCIO CULTURAL, económico y político de la escuela, tanto del barrio o de la zona, como del contexto regional, nacional y aún internacional, que, a través de los medios de comunicación social, ejercen tan decisiva influencia en la vida de los jóvenes. Sólo así los preparará para el mundo futuro en que les tocará actuar y que la educación debe preparar 200. Aunque es justo esperar que el educador católico de preferencia a las asociaciones profesionales católicas, no puede considerarse ajena a su tarea educativa su participación en otros grupos profesionales, su aportación al logro de una sana política educativa nacional y a la actividad sindical, pero siempre en consecuencia con los derechos humanos y los principios cristianos. Es oportuno reflexionar que el indebido ausentismo de los educadores católicos ha tenido muchas y graves repercusiones en importantes cuestiones educativas 201. Aunque el educador católico realice una insoslayable profesionalidad, su tarea debe estar siempre enmarcada y asumida en la sobrenatural vocación cristiana, que es una plenitud de vida y de compromiso personal, con amplísimas perspectivas para vivirla con alegre entusiasmo. Está llamado a conjugar siempre la defensa de sus legítimos derechos con el noble desinterés y la generosidad. Es altamente deseable que el educador católico cobre la máxima conciencia de la importancia, riqueza y responsabilidad de su vocación y se esfuerce para adecuarse siempre más a ella, en la certeza que, de su generosa respuesta, depende la construcción y constante renovación de la ciudad terrena y la evangelización del mundo202. RASGOS CARACTERÍSTICOS DE LA ESCUELA CATÓLICA Es meta distintiva de la «escuela católica»: crear el espíritu evangélico de libertad y caridad, ayudar a la juventud a crecer en la nueva creatura que ha recibido en el bautismo y ordenar toda la cultura humana según el mensaje de la salvación, de manera que el progresivo conocimiento del hombre y del mundo quede iluminado por la fe. Incluye necesariamente la adhesión sincera al Magisterio de la Iglesia, la presentación de Cristo como modelo supremo del hombre y un especial cuidado en la calidad de la enseñanza religiosa. Ante estos ideales específicos, el educador católico debe concientizarse siempre más sobre los mismos y estar convencido que, en la escuela católica, puede desarrollar su vocación cristiana y su acción apostólica con mayor libertad y profundidad. Todo esto debe llevarlo a colaborar responsablemente en la 200 Tomado del mismo documento anterior, no. 35. Tomado del mismo documento anterior, no. 36. 202 Tomado del mismo documento anterior, no. 37. 201 260 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. consecución de estos ideales, con adhesión plena y sincera, pese a todas las dificultades que puedan venir de cualquier parte 203. Dentro del marco de la escuela católica, cada centro puede tener sus propias características, plasmadas en una pedagogía propia. El educador católico que trabaje en él, debe buscar comprenderlas e identificarse con ellas para que dichos rasgos se realicen a través de su trabajo personal 204. Es importante también que, de acuerdo con la fe y el testimonio de vida que están llamados a dar, los educadores católicos que trabajan en dicha escuela, participen sencilla y activamente en la vida litúrgica y sacramental. Así los alumnos, a través del ejemplo vivo, asimilarán mejor la vida cristiana. Es sumamente positivo que en una sociedad secularizada y en un cristianismo desvirtuado, los alumnos puedan contemplar la conducta de otros laicos adultos que tomen seriamente esas realidades como fuente y aliento de su vivencia cristiana 205. La comunidad educativa debe constituirse, en la escuela católica, en comunidad cristiana; lo que no podrá realizarse sin el compromiso cristiano compartido de los varios estamentos de dicha comunidad educativa y es sumamente deseable que los educadores participen activamente en grupos de animación pastoral 206. Si en las escuelas de la Iglesia hay alumnos que no profesan la fe católica, los educadores, al proponer las doctrinas de la fe tendrán sumo respeto para con ellos: estarán siempre abiertos al diálogo, motivado por un gran amor cristiano, convencidos de que el aprecio afectuoso y sincero para quienes buscan honestamente a Dios, representa el mejor testimonio de su propia fe 207. La escuela católica, como comunidad eclesial, facilita al alumno una mejor asimilación de la multiforme realidad de la iglesia: el sacerdote como ministro de la gracia (que Cristo ha dejado en los sacramentos), de la Cruz, de la Palabra y de la actitud de servicio; las religiosas con el espíritu renovador de las bienaventuranzas y el amor a Cristo como opción total de la vida y el laico católico como ordenación del mundo a Dios y como inserción de la escuela católica en la pastoral de la Iglesia local208. Piensen seriamente los educadores católicos en la amenaza actual que puede sufrir la escuela católica con la disminución de sacerdotes y religiosas, y 203 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 38. 204 Tomado del mismo documento anterior, no. 39. 205 Tomado del mismo documento anterior, no. 40. 206 Tomado del mismo documento anterior, no. 41. 207 Tomado del mismo documento anterior, no. 42. 208 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 43. 261 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. prepárense en forma adecuada, para ser capaces de mantener por sí solos, cuando fuera necesario, las escuelas católicas actuales y futuras, venciendo las actitudes pasivas y emprendiendo una acción decidida y eficaz 209. En la obediencia respetuosa al Obispo y en abierto testimonio cristiano en todo el vasto campo de la enseñanza210. EL EDUCADOR CATÓLICO EN OTRAS ESCUELAS Se entiende de las escuelas que están dominadas por otras ideologías o con una pluralidad admitida de muchos credos. En este mundo pluralista y secularizado el laico católico es, con frecuencia, la única presencia de la Iglesia y sólo a través de él la fe puede llegar a determinados lugares, ambientes e instituciones. La clara conciencia de esta situación ayudará mucho al laico católico en la asunción de sus responsabilidades: impartiendo la enseñanza desde la óptica de la fe cristiana, destacándose por su seriedad profesional, por su apoyo a la verdad, a la justicia y a la libertad, por su entrega personal a los alumnos ayudándolos a descubrir los auténticos valores humanos, propiciando el diálogo entre cultura y fe, respetando las convicciones de los otros educadores, aspirando a abrir un diálogo respetuoso y constructivo con los hermanos separados e impregnando progresivamente el ambiente del más puro y penetrante espíritu evangélico211. EL EDUCADOR CATÓLICO COMO PROFESOR DE RELIGIÓN La religión hace parte de la dimensión fundamental del hombre; por esto la enseñanza de la religión es un derecho de todo hombre y especialmente en la religión católica es un instrumento importantísimo para la enriquecedora síntesis entre fe y cultura. Por esto es necesaria en cualquier escuela 212 y debe considerarse como una forma preeminente de apostolado (laical) 213. Tomen conciencia, pues, los educadores católicos de la urgente tarea que se les brinda y que la Iglesia necesita cada vez de su generosa colaboración, especialmente en las iglesias jóvenes214. La función del profesor de religión resulta mucho más incomparable por el hecho que trasmite, no su propia doctrina, sino la de Cristo; por esto mismo, a través de 209 Tomado del mismo documento anterior, no. 45. Tomado del mismo documento anterior, no. 46. 211 Tomado del mismo documento anterior, nos. 48-52. 212 Tomado del mismo documento anterior, no. 56. 213 Tomado del mismo documento anterior, no. 57. 214 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 58. 210 262 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. la investigación teológica y de las fuentes del magisterio, recogerá todo lo que puede iluminar su espíritu y su enseñanza, evitando cuidadosamente de turbar las conciencias juveniles con teorías extrañas y preparándose con las mejores escuelas de teología y pedagogía aprobadas por los Obispos. Y tengan especialmente en cuenta la gran importancia que tiene, en este campo, el testimonio de su vida y una espiritualidad cristiana intensamente vivida 215. FORMACIÓN DEL LAICADO CATÓLICO PARA SER TESTIGO DE LA FE EN LA ESCUELA La vivencia práctica de una tan rica vocación del educador católico requiere una profunda formación, tanto en el plano profesional como en el religioso; una personalidad espiritual madura que se ejerza en una profunda vida cristiana, una preparación diligentísima en las ciencias y en la religión, garantizada con los correspondientes títulos y con los avances del arte pedagógico, para evitar la inconveniencia generalizada del laico católico actual que cultiva esmeradamente su preparación profesional y descuida su formación religiosa y espiritual 216. Concientización y estímulo. El educador católico debe cuestionarse seriamente que no es suficiente la preparación profesional, sino que está llamado a “vivir su tarea educativa como medio fundamental de santificación personal y de apostolado”217 y tomar conciencia sobre la necesidad de una continua formación religiosa, no sólo para su total formación humana, sino por el mismo ejercicio cristiano de su profesión218. En este empeño debe confiadamente solicitar la eficaz colaboración de los obispos, sacerdotes, religiosos y de las asociaciones de educadores católicos para que lo ayuden en su formación personal y a cumplir más dignamente con el compromiso social, que su misión exige219 consiguiendo la debida cultura teológica, filosófica y ética, con cursos apropiados para ello, y si es posible, con los correspondientes títulos220. Formación profesional y religiosa. Conviene advertir que no todos los centros de formación profesional son igualmente idóneos a la preparación del laico católico, si se tiene en cuenta la profunda relación entre la manera de exponer el contenido de las diversas disciplinas y la concepción del hombre, de la vida y del mundo. Se recomienda, pues, a los futuros pedagogos católicos que prefieran las 215 Tomado del mismo documento anterior, no. 59. Tomado del mismo documento anterior, no. 60. 217 Ibid., no. 61. 218 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 62. 219 Tomado del mismo documento anterior, no. 63. 220 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 65. 216 263 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. instituciones católicas para su formación profesional y que, si no es posible, hagan un esfuerzo suplementario para conseguir personalmente la necesaria síntesis entre fe y cultura y los superiores eclesiásticos promuevan y faciliten esta capacitación, sin olvidar el diálogo de mutua iluminación en el profesorado que se forma221. Actualización y formación permanente. El extraordinario avance de las ciencias, la técnica y el análisis crítico de realidades, situaciones y valores hacen que nuestra época se caracterice por un continuo cambio, que provoca un rápido envejecimiento de conocimientos y estructuras 222. Ante esta realidad se impone la exigencia de una constante actualización en las actitudes personales, en los contenidos de las materias y los métodos pedagógicos, todo esto requiere una continua prontitud para renovarse e impone al educador católico un empeño de formación permanente y no sólo en el campo profesional, sino también en el religioso, y en el enriquecimiento espiritual, para hacer llegar a los hombres de cada época, de manera comprensible y apropiada, el mensaje cristiano223. Esta formación permanente hay que conseguirla, personal y comunitariamente, con la lectura de revistas y libros apropiados, con asistencia a conferencias y cursillos, convivencias, encuentros y congresos; que se han convertido hoy en instrumentos ordinarios y prácticamente imprescindibles. Traten, pues, los educadores católicos de incorporarlos a su propia vida humana, profesional y religiosa224. Nadie ignora que es una tarea ardua, especialmente si se considera la complejidad de la vida actual, las dificultades y las insuficientes condiciones económicas; a pesar de todo no se puede eludir ese reto de nuestro tiempo, so pena de quedarse anclado a conocimientos, criterios y actitudes superadas y al margen de ese mundo y de esas juventudes que Dios nos ha confiado para llevarlas a la salvación225. APOYO DE LA IGLESIA AL EDUCADOR No pocas circunstancias influyen para que el educador CATÓLICO se sienta con frecuencia aislado, incomprendido y por esto tentado al desaliento y al abandono de sus responsabilidades. Para hacer frente a estas situaciones y para la mejor 221 Tomado del mismo documento anterior, nos. 64 y 66. Tomado del mismo documento anterior, no. 67. 223 Tomado del mismo documento anterior, no. 68. 224 Tomado del mismo documento anterior, no. 69. 225 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 70. 222 264 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. realización de su altísima vocación el educador católico debería contar siempre con el apoyo y la ayuda de la iglesia226. Apoyo en la fe, la palabra y la vida sacramental. El principal apoyo deberá hallarlo en la fe y en la fe hallará con seguridad, la humildad, la esperanza y aquél amor que necesita para preservar y cumplir heroicamente con su vocación. Humildad: para reconocer sus limitaciones, sus errores, la necesidad constante de superación y la constatación que el ideal perseguido está siempre por encima de él. Esperanza: porque nunca llegará a percibir con plenitud los frutos de la educación impartida a sus alumnos. Caridad permanente y creciente: para amar en sus alumnos al hombre creado a imagen de Dios y hecho hijo suyo por la redención en Cristo. En la certeza: que estas virtudes reciben la ayuda de la Iglesia a través de la Palabra, que le hace comprender la inmensa grandeza de su tarea educadora, de la vida sacramental que le da fuerza para vivirla siempre más a plenitud y la oración propia y de la Iglesia entera que le consigue más de lo que desea, aunque siempre alcanza a percibirlo 227. Apoyo comunitario La tarea educativa es ardua y de inmensa trascendencia requiere calma, paz interior, ausencia de sobrecarga de trabajo y continuo enriquecimiento cultural y religioso: Debería ser conocida con más profundidad por el pueblo de Dios y abordada con más insistencia por las autoridades competentes como uno de los grandes campos de la misión salvadora de la Iglesia 228. Todos deberían ser consientes que, sin el educador católico, la educación en la fe carecería de uno de sus mejores fundamentos y colaborar para que el educador tenga rango social, el merecido nivel económico, estabilidad en el ejercicio de su noble tarea y procurar que la política educativa y la legislación acojan y amparen los principios de la educación cristiana229. La jerarquía debe impulsar los movimientos y asociaciones católicas existentes y crear, si es necesario, otras nuevas para buscar las formas más adecuadas a los 226 Tomado del mismo documento anterior, no. 71. Tomado del mismo documento anterior, no. 72. 228 Tomado del mismo documento anterior, no. 73. 229 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 74. 227 265 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. tiempos y a la realidad nacional, puesto que muchos objetivos sociales y religiosos, que reclama la educación católica, difícilmente se alcanzarán sin la unión de las fuerzas asociadas230. Apoyo de las propias instituciones educativas La escuela católica debe constituirse en punto de referencia para las otras instituciones católicas, puesto que la misma congregación declara que “los profesores, con la acción y el testimonio, están entre los protagonistas más importantes para mantener el carácter específico de la escuela católica” 231. Aunque manteniendo cada uno su característica vocacional, todos: sacerdotes, religiosos y laicos, deben integrarse plenamente en la comunidad educativa con trato de verdadera igualdad y un ambiente de sincera estima, cordialidad y auténticas relaciones humanas232. Fundamentales en la buena marcha de la escuela católica son estos dos logros: - Una adecuada retribución económica que permita a los laicos una vida digna, sin necesidad de pluriempleo; sin hacer, por esto la educación tan gravosa a las familias, que sólo sea accesible a una pequeña elite. - Una auténtica participación de los laicos en las responsabilidades de la escuela, según su capacidad y su sincera identificación con los fines educativos de la escuela católica, que deben impulsarse con todos los medios; para conseguirlo son indispensables: la auténtica estima, la debida información, la confianza profunda y cuando se vea conveniente, llamarlos a colaborar en las responsabilidades de la enseñanza, de la administración y del gobierno de la escuela233. Pertenece también a la escuela católica el solícito cuidado de la formación permanente, profesional y religiosa, de sus miembros y aquellas orientaciones y ayudas que ellos esperan, incluyendo el tiempo necesario para ello: organizando conferencias, cursos y convivencias y extendiéndolas, en lo posible, a otros centros que la necesitan234. 230 Tomado del mismo documento anterior, no. 75. Ibid. Nº 76 232 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 77. 233 Tomado del mismo documento anterior, no. 78. 234 Tomado de Sagrada Congregación para la Educación Católica, en documento mencionado anteriormente, no. 79. 231 266 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Las continuas mejoras y las ayudas que la escuela necesita dependen en gran parte de la colaboración de los padres de familia, apoyo que deben prestar con fuerte responsabilidad y que debe extenderse a todos los órdenes: el interés, el aprecio, la colaboración general y económica. No todas las familias podrán aportar en el mismo grado, pero todos deben estar dispuestos a la mayor generosidad para que la escuela alcance sus objetivos y ésta a su vez, debe ofrecerles informaciones sobre realización y perfeccionamiento del proyecto educativo y sobre la formación impartida y la misma administración de los bienes que aportan235. En conclusión, no pueden ni deben dudar todos los que trabajan en la escuela católica: directivos, profesores, administrativos y auxiliares, que representan para la Iglesia una inmensa esperanza; en ellos confía para configurar las realidades temporales con el Evangelio y para la educación integral del hombre y en particular de la juventud, de quien depende que el mundo futuro este más cerca o más lejos de la salvación236. Por lo tanto, la Iglesia: “ruega encarecidamente en el Señor a todo los educadores que respondan con gozo, con generosidad y prontitud de corazón a la voz de Cristo que, en esta hora, los invita con más insistencia… a cumplir su tarea con todo entusiasmo y magnanimidad y como cosa propia, asociándose así a su misión salvadora”237. Amigo educador: la Iglesia es nuestra Madre y Maestra, ella nos habla en nombre de Jesucristo, nuestro Creador, Padre y Redentor, Hombre – Dios. Su doctrina, pues, refleja la más pura, la más moderna y avanzada pedagogía, porque está fundada en la verdad y en el amor, los dos resortes que la impulsan siempre adelante y la adecuan a todos los tiempos y a todas las latitudes. ¿Quién puede negar que este documento recoge lo mejor de lo dicho hasta ahora y que da los remedios apropiados para salir de la decadencia pedagógica en que vivimos y que ha desviado a la juventud? El principio básico de la educación actual es el lema del liberalismo económico: lassais faire, lassais paser (dejar hacer, dejar pasar) pero esto, en la educación, lleva a la inercia o siempre hacia lo bajo. Hay que prender el motor y lanzarse a las alturas: y el motor de la clase es el Maestro. 235 Tomado del mismo documento anterior, no. 80. Tomado del mismo documento anterior, no. 81. 237 Ibid., no. 82. 236 267 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Si todos los días empezamos con nuevo entusiasmo, con anhelo de superación, con una entrega total a nuestra difícil, pero meritoria tarea, veremos brotar los milagros del amor y de la trasformación en el alma de nuestras juventudes, las cuales no esperan sino el impulso y el ejemplo para lanzarse a la conquista. El mundo será mañana, lo que son los educadores de hoy; ¡es nuestra responsabilidad y nuestra gloria!… Cristo, la Iglesia y nuestra conciencia de educadores nos llama: ¡ EN MARCHA! ¡Dios bendiga nuestra labor!.... 268 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. CONCLUSIÓN Nos parece haber demostrado, por lo menos en parte, la imprescindible necesidad de transformar y mejorar la educación. Nos damos cuenta que la atmósfera social, tanto nacional como internacional, está cargada de elementos amenazadores de destrucción y de muerte. Sólo la educación podrá despejarla y preparar un mejor porvenir, porque la educación mira esencialmente al futuro y el mañana será lo que es hoy la niñez y la juventud. Esto debe realizarse, como acabamos de ver a lo largo de esta exposición, principalmente en dos campos: La formación de una personalidad recta y recia en profesores y alumnos. Primero en los profesores que son los agentes decisivos de la educación y después en los alumnos que la necesitan con extrema urgencia, para que puedan resistir al impacto de la corrupción que los embiste por todas partes, en todos los campos y en todos los niveles. Hay que tener en cuenta que las sólidas convicciones y la constancia en el bien obrar, cual es la verdadera y auténtica personalidad, es una de aquellas cosas que nadie puede dar si no las posee en grado eminente. También vale aquí el axioma filosófico: «nadie da de lo que no tiene». Los superficiales o poco responsables, no se dan cuenta del gran mal que hacen a los alumnos: En el campo intelectivo con sus clases rutinarias, desganadas, sin espíritu de conquista y sin inquietudes de progresar, peor si se dictan sólo o principalmente en vista de un sueldo. De allí tantas clases aburridoras, sin orden y sin substancia, que no dejan ninguna huella en los alumnos, sino el deseo de evadirse. Las clases que se reducen a meras charlas teóricas, sin empeñarse en una educación integral y sin deseo de mejorarse cada día a sí mismo, para darse mejor a los demás. Entonces la formación se deteriora, porque en la educación, como en las difíciles escaladas alpinas, los jóvenes necesitan un guía valeroso y experimentado, que vaya adelante, mostrando el camino, señalando los peligros e incitando con el alma rebosante de entusiasmo y con la cara a la nevasca, las cumbres impolutas y deslumbrantes; porque es verdad, conocida por todos, que los jóvenes necesitan más modelos que maestros. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap Quien no es un guía... no tiene derecho a pedir nada a la juventud y los jóvenes mismos se dan cuenta que no tienen nada que esperar y entonces se desaniman y se quedan inertes, echados en la guarida de su innato egoísmo y pereza, sin ninguna aspiración digna, ni ideales fuertes que calienten el espíritu y los impulsen al heroísmo. Ahora bien, la filosofía de la persona nos indica propio esto, particularmente a nosotros educadores: tomar nuestra vida y nuestra tarea educadora con gran responsabilidad, como una vocación y no como un empleo y si es una vocación, poco importa la renuncia, el sacrificio y la falta de recursos, poco importan los trabajos y el tiempo que debemos gastar para cumplirla a cabalidad. Sólo así dejaremos huellas profundas en el alma de la juventud y más bien nos sobrará entusiasmo para hacer siempre más y mejor. El mundo va mal porque no hay muchas personalidades recias que caminen a la luz de la fe y la conciencia, sino que todos se dejan llevar por el retintín del capricho, del placer y del dinero. A vosotros educadores toca: «preparar hombres nuevos para tiempos nuevos». La educación en Colombia ha sido terriblemente elitista y monocolor. A quien quiere evadirse del campo o de los pueblos, además de una que otra profesión lucrativa, no queda otra alternativa: o la enseñanza, la burocracia o la desocupación. Pero no puede ni debe ser siempre así, hay que crear nuevos frentes de trabajo y por esto, hay que preparar nuevos técnicos, porque los recursos del suelo, del subsuelo, las exigencias humanas y los mil secretos de este universo, que Dios ha puesto a nuestra disposición, son casi indefinidos. Lo que falta son hombres emprendedores para descubrirlos, para utilizarlos y transformarlos e inventiva para hacerlos fructificar al máximo. Ahora, todo eso lo da la especialización técnica. Me parece que todos tenemos un poquito de las manadas, a donde va uno, van todos. Nos falta espíritu crítico, ojo avizor para mirar por dónde podemos ir, conservando nuestra originalidad, realizándonos según nuestras específicas dotes innatas o educadas y avanzando decididamente por las rutas nuevas, que dan mayor satisfacción y gozo, que no los caminos trillados y polvorientos, por donde pasan todos y donde se aprietan, se envidian, se quitan el puesto y el trabajo los unos a los otros. En las naciones más desarrolladas, hay puestos para todos los gustos y capacidades para todos los niveles y así progresan, producen y exportan. 270 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap Ellos se enriquecen y los otros se empobrecen siempre más. Como en la agricultura que hay que diversificar, así debe suceder en los empleos, en los trabajos, en las técnicas, en las producciones y el más satisfecho será quien descubre su manera de trabajar útil y novedosa. El Centro de Educación Media Diversificada y de Estudios Superiores María Goretti, ha abierto camino; se necesitan otros que sigan la huella, diversifiquen siempre más y los propaguen, aplicándolos a todos los campos de la actividad humana. ¡Ojalá estas páginas sirvan para todos los gestores y transmisores de la educación!... Profesores y alumnos... ¡manos a la obra!... “La verdadera civilización, en sentido real, no consiste en multiplicar los bienes, sino en moderar, libre y deliberadamente nuestros deseos. Esto sí trae la satisfacción y la felicidad, y aumenta la actitud de servicio” 238. 238 BLANCO, Damiano. Slogans del alma, Milano : Ed. Paoline. p.41 y sgtes. (Fuente referenciada conforme al original). 271 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap BIBLIOGRAFÍA 272 Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. ANEXO LANZAMIENTO DE LA CAMPAÑA “CAMINA” En cumplimiento de su promesa sobre la “Universidad a Distancia”, el Presidente Belisario Betancurt, el 17 de septiembre de 1982, dio vía, pública y solemnemente, al plan de educación a distancia. He aquí los puntos claves: En el campo de la educación: Como habíamos dicho, no se trata solo de enseñanza universitaria, sino a todos los niveles. A nivel de primaria, principalmente para adultos analfabetas y marginados, en número de casi cinco millones. Programas de bachillerato por radio y televisión, para diez millones de colombianos, que quieren capacitarse cultural y técnicamente y aspirar a una vida humana. La educación superior, principalmente tecnológica y universitaria, incrementando las especializaciones existentes y creando otras nuevas para el desarrollo del país, teniendo en cuenta las posibilidades de trabajo y las necesidades de cada región. «Tengo el honor... de presentar... los nuevos planes destinados a desarraigar el analfabetismo y la impreparación de nuestro pueblo y a crear una lúcida conciencia nacional en torno a la necesidad urgente de que cada colombiano, en capacidad de hacerlo, ... se imponga como meta la de contribuir a la tarea formidable que iniciamos» (Discurso inaugural). En el campo de la actividad e igualdad social - Enaltecer los valores humanos. - Establecer condiciones iguales para todos. - Dar a cada uno oportunidad de realizarse. - Estimular la solidaridad. - Impulsar el disfrute de la sana democracia. - Corregir las injusticias sociales y el estado de abandono de los campesinos. Este documento originalmente el autor lo ubicó al final del capítulo XIX. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. - Estimular el trabajo, el empleo de mano de obra, la autoproductividad y la técnica para el aprovechamiento de los recursos naturales. «El mejor camino para extirpar los privilegios injustos y avanzar aceleradamente hacia la igualdad... es que todos aprendan un oficio o se perfeccionen en el que tienen, buscándolos en donde ellos viven y trabajen, en los barrios marginados, en las veredas olvidadas, etc.» (Discurso inaugural). Agentes y colaboradores - Radio y televisión. - Ministerio de Educación. - Caja Agraria. - Institutos de educación media diversificada. - Empresas públicas y privadas. - Centros de formación técnica, tecnológica y universitaria. - El ICCE y el SENA. - La Policía y el Ejército. - La Iglesia. - Los sindicatos. - Los profesionales. - Los estudiantes. - Y todos los que tienen algo que dar «con solidaridad humana y fraternidad cristiana». «Lo que proponemos hoy es una forma bella y muy honrosa de hacer Patria, de sentirnos miembros activos y enaltecidos de una nación en marcha. ...Esta es la hora de la generosidad que nos salvará de la catástrofe ... Ayudarse a sí mismo, ayudar a otros, ayudar a Colombia tan necesitada y tan amada» (Discurso inaugural). ¿Más alfabetizadores que alfabetizandos? Todos los que tenemos contacto y experiencia con la educación y con los bachilleratos superiores, que tienen la obligación de alfabetizar, sabemos las terribles preocupaciones y los sacrificios que los bachilleres bien intencionados afrontan para encontrar, aunque fuera un mínimo de personas que quieran y sientan deseo de salir de su ignominioso estado de analfabetas; cómo deben trasladarse a sitios y veredas muy lejanas del plantel, con medios propios y pagando por su cuenta los transportes, de sacrificar aún las horas de la noche para favorecer la asistencia y para tener las cuatro o cinco personas que están dispuestas a dejarse alfabetizar. Filosofía Personalizante y Humanizadora Guillermo de Castellana 0FM Cap. Porque si la verdadera pobreza es la ignorancia, muy grave de verdad, más terrible es el descuido de las gentes, especialmente marginadas a dejarse alfabetizar, solo preocupadas de trabajar y de encontrar comida para sí y los suyos. Muchas de ellas pasan días enteros buscando desperdicios o centavos, de cualquier manera, para no morirse de hambre y por la noche o los sábados, ya cansados, no quieren saber nada de alfabetización y por esto se quedan charlando o desertan las aulas o desprecian a los mismos que van a instruirlos. Cuántas veces les han echado en cara a los mismos alfabetizadores: que van a perder el tiempo o porque no tienen nada que hacer. Hay, pues, que estudiar y adoptar medios y crear estímulos para resolver esta difícil situación, de lo contrario habrá más alfabetizadores que alfabetizandos y por demás la tarea se vuelve siempre más pesada, difícil y no rara vez, insoportable. Dejando a un lado a los ya adultos, cuyo caso de ordinario aparece siempre más incurable, es mejor dedicarse a los adolescentes y a los jóvenes que son más interesados y a quienes se los puede atraer con más facilidad, especialmente si se les presenta alguna ventaja o aliciente. Y vigilar y controlar, con más severidad, que la ley de la educación obligatoria sea más eficiente y llegue a todos los rincones, apartados, porque, no lo podemos negar, la enseñanza se ha burocratizado hasta tal punto, que todos los maestros quieren quedarse en la ciudad, o en la cabecera de los municipios, olvidando que un título de estudio, especialmente en pedagogía, es principalmente una función social y por esto debe empezar inexorablemente con uno, dos o tres años rurales sin excepción para nadie ni intervenciones politiqueras. El Gobierno ha creado el bachillerato de promoción social, pero hasta ahora no le ha asignado ninguna función verdaderamente útil a la comunidad y sin embargo los bachilleres están social y pedagógicamente preparados no sólo para enseñar, sino también para asistir a las familias campesinas marginadas. ¿Por qué no se le concede oportunidad de empleo oficial, como la enseñanza y la asistencia a miles de familias que las necesitan urgentemente? De lo contrario los pocos bachilleratos de promoción social que quedan, deberán cerrarse inexorablemente, porque se vuelven inútiles y no aseguran ningún porvenir. Más que crear y pagar alfabetizadores, demos puesto a las promotoras sociales, que harán mucho más labor de enseñanza y elevación moral, social y civilizadora. Hay que vigilar también severamente que lo mejor de lo que da el Gobierno para remediar la ignorancia no se vaya en manos de gente inescrupulosa que recibe el sueldo sin preocuparse de descontarlo. Si la ignorancia es un gran mal, peor mal es la burocracia y la corrupción. 275